Actualizaciones El Médico PATOLOGÍA VAGINAL EN LA MENOPAUSIA Profesor Tirso Pérez Medina Jefe del servicio de Obstetricia y Ginecología Hospital Universitario Puerta de Hierro Dra. Camila Vignardi Guerra Especialista en Obstetricia y Ginecología y en Medicina Familiar y Comunitaria Hospital Universitario Puerta de Hierro Actividad acreditada por la Comisión de Formación Continuada de Profesiones Sanitarias de la Comunidad de Madrid 3,8 créditos Test de evaluación disponible en http: //actualizaciones.elmedicointeractivo.com/menopausia © SANED 2016 Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación podrá ser reproducida, almacenada o transmitida en cualquier forma ni por cualquier procedimiento electrónico, mecánico, de fotocopia, de registro o de otro tipo, sin el permiso de los editores. Sanidad y Ediciones, S. L. Capitán Haya, 60. 28020 Madrid. Tel: 91 749 95 00 Fax: 91 749 95 01. Antón Fortuny, 14-16. Edificio B, 2º - 2º. 08950 Espluges de Llobregat (Barcelona). Tel: 93 320 93 30 Fax: 93 473 75 41. [email protected] Soporte Válido: SVR 295. Depósito Legal: PATOLOGÍA VAGINAL EN LA MENOPAUSIA En condiciones fisiológicas, el ecosistema vaginal se halla en equilibrio gracias a una compleja interacción entre la flora vaginal y diversos elementos que contribuyen a la inmunidad innata y adaptativa a nivel vaginal, incluyendo células del sistema inmune, péptidos antimicrobianos y citoquinas, tal y como se muestra en la figura 1. Profesor Tirso Pérez Medina Jefe del servicio de Obstetricia y Ginecología Hospital Universitario Puerta de Hierro GENERALIDADES. ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA VAGINAL Dra. Camila Vignardi Guerra La vagina está formada por una capa mucosa, una capa muscular y una adventicia denominada fascia. De todas ellas, solo la mucosa va a tener importancia en la defensa frente a organismos patógenos. Esta mucosa está constituida por un epitelio escamoso no queratinizado, estratificado en cinco capas, que se distinguen según el grado de diferenciación y maduración: basal, parabasal, intermedia, transicional y superficial (tabla 1). Este epitelio está sujeto a cambios en función de la actividad hormonal, por lo que es una parte dinámica dentro del ecosistema vaginal, dado que es el sustrato sobre el que actuarán los lactobacilos para mantener el equilibrio vaginal. Especialista en Obstetricia y Ginecología y en Medicina Familiar y Comunitaria Hospital Universitario Puerta de Hierro FISIOLOGÍA DEL ECOSISTEMA VAGINAL INTRODUCCIÓN La vagina es un órgano con una función anatómica (coito, menstruación, canal de parto) y otra fisiológica, que es su actividad como barrera microbiológica frente a las agre- Figura 1 • Estructura del ecosistema vaginal. siones por agentes capaces de provocar alteraciones. La flora vaginal regenta la primera línea de defensa contra patógenos exógenos del aparato reproductor femenino. Está constituida por un ecosistema polimicrobiano dinámico en constante interacción con el tejido vaginal y todos sus componentes celulares, modulada por múltiples factores ambientales y dependientes del huésped. Patógenos potenciales Neisseria Gonorrhoeae Flujo vaginal SLPI MBL Elafin Escherichia Gardnerella Trichomonas coli vaginalis Defensivas Calprotectina Lactoferrina Lisozima IL1α/β IL6 IL8 IL10 VIH IFNs TNF Lactobacillus Células epiteliales Células inmunitarias Cel. dendríticas Neurotrófilos Macrófagos Linfocitos B Células NK El Médico Actualizaciones 3 PATOLOGIA VAGINAL EN LA MENOPAUSIA Tabla 1 • Constitución del epitelio vaginal en las diferentes etapas de la menopausia C. Parabasales C. Superficiales Premenopausia 0 40-70% 30-60% Postmenopausia 65% 30% 5% Postmenopausia avanzada 100% 0 0 Carece de glándulas secretoras, con excepción de las glándulas de Skene y de Bartolino, situadas a nivel del introito. A pesar de ello, la mucosa vaginal está recubierta por una capa hidrofílica de glicoproteínas con finalidad protectora, producto del trasudado de las células epiteliales superficiales, impidiendo así su queratinización. El flujo vaginal está constituido fundamentalmente por este trasudado, por las secreciones del endometrio y de las glándulas endocervicales, por células epiteliales descamadas y por cierta cantidad de microorganismos que constituyen la microbiota o ecosistema vaginal. La función de barrera microbiológica se lleva a cabo a través de la actuación de los bacilos de Döderlein, especialmente el Lactobacillus acidophilus (bacilo Gram positivo, anaerobio facultativo), cuya labor es la de desdoblar el glucógeno depositado en el citoplasma de las células intermedias y superficiales del epitelio para convertirlo en ácido láctico, lo que origina un pH ligeramente ácido (44,5), apto para la supervivencia de dichos bacilos y de la flora saprofita habitual de la vagina, pero que es inadecuado para otro tipo de gérmenes, ya que sobre ellos ejerce una acción bactericida dificultando su supervivencia. No obstante, el pH vaginal es variable dependiendo de las distintas fases del ciclo y de las condiciones hormonales de la mujer. La actividad hormonal estroprogestagénica cíclica facilita la formación de una cantidad adecuada de células superficiales productoras de glucógeno y su liberación por citolisis permite conseguir la acidez idónea para mantener la capacidad defensiva. 4 C. Intermedias Actualizaciones El Médico El pH vaginal es distinto en las distintas etapas de la vida (tabla 2): En la infancia, la mucosa vaginal está formada por células basales y parabasales, por lo que no hay glucógeno ni bacilos de Döderlein capaces de acidificar el pH por lo que el pH es alcalino (6,5 a 7). Durante las fases de actividad hormonal (fases media y premenstrual), que son los momentos de mayor actividad de la mucosa y por lo tanto con gran riqueza de glucógeno, Lactobacillus acidophilus realiza una gran producción de ácido láctico. El pH vaginal es de 4-4,5, lo que constituye el mejor momento de depuración vaginal, al crearse un ambiente inadecuado para la colonización por otros gérmenes. Durante la menopausia, dada la ausencia de actividad hormonal, el epitelio vaginal deviene atrófico con la consiguiente disminución de glucógeno y ausencia de lactobacilos. El pH vuelve a alcalinizarse aumentando la posibilidad de infecciones. LA MICROBIOTA VAGINAL La microbiota vaginal es lo que antes se denominaba flora vaginal. Son los microorganismos residentes en la vagina de forma natural, sin causar daño, siendo incluso beneficiosos en varios procesos fisiológicos. Cohabitan en un delicado equilibrio y se modifican por la edad, la fase del ciclo, durante la gestación, con el uso de antibióticos o determinados productos de higiene íntima. Está compuesta sobre todo por especies de Lactoba- Tabla 2 • Propiedades del ecosistema vaginal en distintos estadios de la vida Período neonatal Pre-menarquia Edad fértil Gestación Menopausia Status hormonal Estrógenos Estrógenos Estrógenos Progesterona Estrógenos Células epiteliales Escamosas Cuboidales Escamosas Escamosas Cuboidales 3,5 - 4,5 6,8 - 7,2 3,5 - 4,5 3,5 - 4,5 6,8 - 7,2 Lactobacillus Streptococcus βhemolítico Lactobacillus Lactobacillus Gardnerella vaginalis Candida albicans Candida albicans Bacteroides Klebsiella Streptococcus Staphylococcus coagulasa negativo pH vaginal Flora vaginal endógena Escherichia coli Klebsiella Staphylococcus coagulasa negativo Corynebacterium Prevotella Veillonellaceae Atinobacteria cillus, bacilos y cocos grampositivos anaerobios, actinomicetos, estafilococos, estreptococos y enterococos, entre otros, que protegen frente a las infecciones gracias a la síntesis de sustancias con acción antimicrobiana, a la coagregación con patógenos y al dificultar la adhesión de patógenos al epitelio. La composición de la microbiota tiene un influjo hormonal directo, ya que los estrógenos circulantes son los responsables de la síntesis de glucógeno por las células intermedias, que sirven de sustrato para la microbiota, indispensable para su supervivencia. Como hemos comentado previamente, el glucógeno es degradado en ácido láctico y peróxido de hidrógeno, que mantienen el pH ácido y, junto con la acción directa de la microbiota, se confiere resistencia a las infecciones. ELEMENTOS DEL ECOSISTEMA VAGINAL Flora vaginal Los microorganismos que colonizan la vagina, y que constituyen la flora vaginal, fueron descritos por primera vez por Albert Döderlein en 1982. Los Lactobacillus son las especies dominantes en la flora vaginal de las mujeres sanas en edad reproductiva y contri- Streptococcus β-hemolítico Escherichia coli Corynebacterium buyen de forma significativa a la inmunidad innata y adaptativa del tracto genital inferior, desempeñando un papel fundamental de defensa contra infecciones (tabla 2). Género Lactobacillus Las distintas especies de Lactobacillus representan globalmente el 50-90% de la flora vaginal en mujeres sanas durante la edad reproductiva, a concentraciones de 107-108 UFC/g1 (unidades formadoras de colonias por gramo). Otras especies presentes en la microbiota vaginal A pesar de la dominancia que ejerce el género Lactobacillus en la flora vaginal, no son las únicas especies que existen. Diversos estudios han detectado un desplazamiento de Lactobacillus por otras especies de bacterias productoras de ácido láctico que contribuyen también a la acidificación del medio, como son el género Atopobium, Leptotrichia, Megasphera, Streptococcus, Weisella 2 , e incluso Escherichia coli. Asimismo, Cándida albicans coexiste con el género Lactobacillus en condiciones fisiológicas. El Médico Actualizaciones 5 PATOLOGIA VAGINAL EN LA MENOPAUSIA Inmunidad vaginal Además de la protección que ofrece la flora vaginal endógena, existe un sistema de mecanismos propios de la inmunidad innata y adquirida que contribuyen a esta defensa frente a patógenos potenciales. das de vaginosis bacteriana y observándose un descenso posterior al tratamiento antibiótico. Los interferones (IFNs) son citoquinas inducidas como respuesta inicial a una infección viral, con el objeto de activar una respuesta inmunitaria, incluyendo la citotoxicidad natural de las células NK y la maduración de las células dendríticas. Células del sistema inmunitario Una amplia variedad de componentes celulares configuran el sistema inmune innato, e incluyen las células epiteliales, fibroblastos del estroma, células fagocitarias (macrófagos, neutrófilos y células dendríticas), mastocitos, eosinófilos, basófilos y células natural killer (NK). Se ha descrito también la presencia de anticuerpos en el flujo vaginal procedentes de la circulación sistémica, con acción bactericida, ya sea por mecanismos dependientes de complemento o vía opsonización3. Además, se han identificado linfocitos B productores de anticuerpos, que producen inmunoglobulinas (Ig) del tipo IgG e IgA3. La existencia de este mecanismo local supone un mecanismo adicional de defensa frente a patógenos sin la necesidad de generar una respuesta inmune sistémica. Péptidos antimicrobianos Los péptidos antimicrobianos endógenos son un grupo de moléculas producidas por las células epiteliales vaginales, glándulas endocervicales y neutrófilos, que actúan de defensa natural en la superficie mucosa4. Citoquinas Las citoquinas son proteínas solubles que sirven de mediadores de la inflamación, activación, diferenciación y quimiotaxis y están presentes en cantidades no despreciables en el flujo vaginal. Determinadas interleuquinas (IL), como son IL1α, IL1β, IL6, IL8 ó el factor de necrosis tumoral (TNF), sirven como marcadores de inflamación, detectándose niveles elevados en el flujo vaginal de mujeres diagnostica- 6 Actualizaciones El Médico Cambios fisiológicos del ecosistema vaginal asociados al desarrollo hormonal Los niveles elevados de estrógenos durante la edad reproductiva son responsables del acúmulo de grandes cantidades de glucógeno en el epitelio vaginal, para su posterior metabolización a ácido láctico por parte de las diversas poblaciones bacterianas. Por ello, cambios en los niveles circulantes de hormonas sexuales, principalmente de estrógenos, interferirán de forma potencial en la flora vaginal colonizante (tabla 2), así como en otros elementos funcionalmente hormono-sensibles. Características en mujeres prepúberes De forma fisiológica, el aparato genital femenino pasa por distintas etapas que se distinguen según la exposición a estrógenos. Los fetos a nivel intrauterino reciben las hormonas maternas por vía transplacentaria. Así pues, en el período neonatal, la vagina se colonizará por Lactobacillus probablemente adquiridos en el canal del parto. Tras el descenso estrogénico que sucede a los 20 días del nacimiento y hasta la menarquia, el epitelio vaginal se atrofia y deviene fino y columnar, con desaparición del glucógeno de las capas superficiales. Por ello, la población de Lactobacillus que se nutre de glucógeno disminuye y, consecuentemente, el pH vaginal se alcaliniza, dando paso a la aparición de otro tipo de flora vaginal, en la que predominan bacterias por contaminación intestinal o cutánea. La flora habitual durante la premenarquia incluye Streptococcus del grupo β-hemolítico (grupo viridans), Escherichia coli, Klebsiella, Staphylococcus coagulasa negativos y Corynebacterium spp, entre otros (tabla 2). Las niñas prepuberales presentan baja frecuencia de lactobacilos, Gardnerella vaginalis, Prevotella vivia, mycoplasmas genitales y levaduras (tabla 2). En contraste, las mujeres en edad reproductiva sin infección suelen estar colonizadas por lactobacilos (92%) y más de la mitad, por Gardnerella. En mujeres postmenopáusicas que no han recibido terapia hormonal sustitutiva (THS), solo la mitad permanecen colonizadas por lactobacilos, reduciéndose también la presencia de Gardnerella, Prevotella vivia y mycoplasma. Otros miembros de la microflora vaginal no parecen ser influidos por los estrógenos. Como se aprecia en la tabla, la presencia de coliformes como Escherichia coli, enterococo, estreptococo viridans y estafilococo es relativamente constante independientemente del nivel de estrógenos. de colonias de Lactobacillus, aunque parece ser que las proporciones de distintas especies productoras de H2O2 tienden a disminuir ligeramente durante la menstruación. Por otro lado, no se han observado cambios significativos con respecto a la flora aerobia durante el ciclo menstrual. Por el contrario, durante la fase menstrual se observa un ligero ascenso de Escherichia coli, Streptococcus del grupo B, Peptostreptococcus y Gardnerella vaginalis 6 , así como un ligero descenso de Candida albicans y Ureidoplasma urealyticum. Además, se detectó un ascenso significativo de Prevotella y un descenso significativo de Bacteroides fragilis durante la menstruación en comparación con la fase periovulatoria y particularmente durante la fase lútea avanzada. Cambios en la vagina en la mujer postmenopáusica Con la menarquia se estimula el trofismo vaginal, y el epitelio vaginal pasa de ser cuboidal a escamoso. El acúmulo de glucógeno en su superficie, junto con el resto de nutrientes procedentes de la descamación epitelial y de las secreciones uterinas y endocervicales, promueve la colonización por Lactobacillus gracias al proceso de fermentación y acidificación del medio, controlando la proliferación excesiva por Gardnerella vaginalis, Candida albicans y otros potenciales patógenos. Los lactobacilos producen ácido láctico a partir de la glucosa, manteniendo un pH vaginal ácido. El descenso de estrógenos en la mujer postmenopáusica tiene un efecto importante sobre la vagina. El epitelio vaginal se adelgaza por pérdida de su trofismo y disminución del glucógeno epitelial. Se modifica la proporción de células, desapareciendo paulatinamente las células intermedias, con la consiguiente disminución de glucógeno, lo que conlleva a la desaparición progresiva de la microbiota, con disminución de las colonias de Lactobacillus y recolonización por bacterias de origen entérico y cutáneo, similares a la flora habitual en la premenarquia. Debido a ésto, sobreviene una alcalinización del pH vaginal y una susceptibilidad aumentada a infecciones bacterianas. Este aumento del pH hace que sea rara la candidiasis en la mujer con atrofia vaginal. La flora vaginal es muy dinámica y las oscilaciones cíclicas de las hormonas sexuales influyen en el ecosistema vaginal. Diversos estudios han detectado modificaciones en la composición de la flora vaginal en distintas fases del ciclo menstrual. En un estudio realizado por el grupo de Eschenbach5, no se observaron cambios significativos en el recuento global También se produce una proliferación del tejido conectivo, una fragmentación de la elastina y una hialinización del colágeno, lo que conlleva aplanamiento de las crestas y disminución de la elasticidad vaginal. Hay también una disminución de la circulación con palidez, fragilidad y disminución del trasudado, lo que se traduce clínicamente en sequedad vaginal. Cambios durante el ciclo menstrual El Médico Actualizaciones 7 PATOLOGIA VAGINAL EN LA MENOPAUSIA CUADROS CLINICOS EN LA VAGINA MENOPÁUSICA senta un marcado descenso de Lactobacillus debido a la pérdida del glucógeno en las células epiteliales superficiales, típico de los estados hipoestrogénicos. CLÍNICA Vaginitis inespecífica La vaginitis es un proceso inflamatorio de la vagina que consiste en un incremento del flujo vaginal que puede asociarse a prurito, mal olor o dispareunia, entre otros. Aproximadamente el 90-95% de casos la vaginitis se debe a una infección por Candida albicans, por Trichomona vaginalis o secundaria a vaginosis bacteriana. En este caso hablamos de vaginitis específica (VE). Cuando se habla de vaginitis inespecífica (VI) nos referimos a un concepto controvertido, utilizado para definir procesos inflamatorios vaginales sin un diagnóstico etiológico claro, asociadas a sintomatología. La mayoría de pacientes se quejan de secreciones excesivas, de color o textura anormales, o secreciones malolientes. En la VI aparecen en mayor o menor medida síntomas y signos comunes a todos los tipos de vaginitis. Son síntomas como el prurito, que puede llegar a ser intenso, o la sensación de quemazón, que incluso puede llegar a alterar la vida diaria. Signos como el enrojecimiento de los genitales, tanto externos como internos, o el aumento de exudado o descarga vaginal, más o menos apreciable, denotan un estado inflamatorio. Vamos a repasar los distintos tipos de esta VI: 1. Vaginitis atrófica Dentro de las VI, hay algunos casos cuya explicación, etiología y diagnóstico es más evidente. Se trata de casos como la vaginitis atrófica, de aparición frecuente en la menopausia. Debuta con prurito, sensación de irritación o quemazón vaginal y disuria. Se produce por la disminución de estímulo estrogénico lo que conlleva una disminución del trofismo vaginal, con un adelgazamiento del epitelio vaginal, pérdida de elasticidad y rugosidad, con frecuentes erosiones vaginales. El flujo vaginal pre- 8 Actualizaciones El Médico El cuadro clínico conlleva síntomas como la sequedad vaginal, la dispareunia por menor lubricación, disminución de la elasticidad que refuerza el deseo sexual hipoactivo, prurito, ardor, disuria, aumento de las infecciones urinarias bajas, urgencia miccional que puede ser por disminución del umbral de sensibilidad o por disminución de la capacidad o incontinencia de esfuerzo. Igualmente hay signos objetivos como el acortamiento del canal vaginal, el estrechamiento del introito, disminución del vello, aplanamiento de las rugosidades vaginales, pérdida de elasticidad, palidez, sequedad de la mucosa, fragilidad (petequias, sangrados), prolapsos, borramiento de los labios, leucorrea o la aparición de carúnculas uretrales. En la microscopía óptica, encontramos leucocitos polimorfonucleares y células parabasales, lo que permite distinguir este cuadro de una vaginosis bacteriana. 2. Vaginitis inflamatoria descamativa También la vaginitis inflamatoria descamativa es un proceso inflamatorio crónico caracterizado por la aparición de leucorrea purulenta, sensación de irritación y quemazón intensa, dispareunia y eritema vulvovaginal7. Su aparición es típica durante la perimenopausia. La etiología es desconocida, habiéndose atribuido su aparición a factores ambientales, hormonales o infecciosos. Los criterios diagnósticos incluyen una sintomatología compatible, un rash equimótico, eritema y/o erosiones focales o lineales en introito y vagina, pH vaginal >4.5 y la presencia de células parabasales e inflamatorias (ratio leucocitos/células epiteliales >1:1) en el análisis microscópico. 3. Vaginosis citolítica Es esta una entidad derivada de un estado de acidifi- cación vaginal excesiva secundaria al sobrecrecimiento de colonias de Lactobacillus y se caracteriza por la aparición de prurito, dispareunia, disuria, con un empeoramiento típico durante la fase lútea del ciclo menstrual 8 . El flujo vaginal presenta un pH ácido, entre 3,5 y 4,5, y una tinción de Gram con sobrecrecimiento de Lactobacillus, escasos leucocitos y signos indirectos de citolisis, como son la presencia de núcleos descubiertos y de citoplasmas fraccionados. 4. Vaginitis aeróbica Por último, la vaginitis aeróbica, cuyo diagnóstico se realiza ante la presencia de patógenos como Streptococcus spp., Staphylococcus aureus y coagulasa-negativo, Enterococcus spp., Staphylococcus spp., Klebsiella spp. y Escherichia coli en el flujo vaginal, en mujeres sintomáticas con un déficit marcado de Lactobacillus. Su prevalencia oscila entre el 5 y 10.5%9. Se acompaña de síntomas inespecíficos como un flujo acuoso, blanquecino o amarillento, en ocasiones maloliente, junto con sensación de irritación o quemazón vaginal y disuria. Vaginitis específica En el caso de las vaginitis específicas, la sintomatología está más definida. 1. Vaginosis bacteriana La VB se caracteriza por una secreción blanco-grisácea que se percibe generalmente con olor fétidoaminado (pescado). La Gardnerella produce el succinato necesario para la proliferación de anaerobios, los cuales producen aminopeptidasas que liberan aminoácidos que, a su vez, son decarboxilados para producir diaminas. Las diaminas más frecuentes son la putresina, la cadaverina, la trimetilamina y las poliamidas. La trimetilamina es la responsable del olor a pescado10, mientras que las poliamidas son las responsables del exceso de secreción al producir exfoliación de las células epiteliales de la mucosa vaginal. Hasta un 59% de las pacientes no se quejan de prurito vulvar, molestias vaginales o dispareunia11 y, en muchos casos, no hay signos inflamatorios vaginales. 2. Vulvovaginitis candidiásica La secreción de la VVC es de color blanco, de aspecto grumoso, y se asocia a prurito vulvovaginal intenso y dispareunia. En este caso los genitales sí tienen un aspecto eritematoso, producido por la inflamación12. 3. Vaginitis por tricomonas La vaginitis tricomoniásica es característicamente de color amarillo y de aspecto espumoso13. En este caso la sintomatología puede ir desde el prurito mas intenso hasta la práctica ausencia de síntomas. Neoplasia vaginal intraepitelial La neoplasia vaginal intraepitelial (VaIN) es una entidad muy poco incidente e infraestimada, pues en la mayoría de pacientes se muestran asintomáticas, aunque ocasionalmente se acompaña de spotting poscoital, anormalidades en el flujo vaginal e incluso prurito. El VaIN está caracterizado por atipia nuclear de las células escamosas del epitelio de la mucosa vaginal, sin invasión estromal, y se clasifica en VaIN1 a 3 según el grado de afectación del epitelio. Se consideran factores de riesgo la edad avanzada, bajo status social, tabaquismo, antecedente de condilomas genitales o infección por el VPH, displasia cervical (CIN) concomitante o pasada, estados de inmunosupresión o antecedente de radioterapia pélvica, aunque respecto a ésto último existe cierta controversia. Algunos autores han descrito la exposición al dietilestilbestrol (DES) como factor de riesgo para desarrollar VaIN, aunque la exposición al DES se asoEl Médico Actualizaciones 9 PATOLOGIA VAGINAL EN LA MENOPAUSIA cia a la displasia vaginal intraepitelial de origen glandular, o adenosis vaginal atípica. Se considera una entidad separada, que se asocia a la presencia de epitelio cilíndrico en la vagina asociada o no a la exposición previa a DES, y podría ser precursor del adenocarcinoma de células claras. Se han descrito lesiones de VaIN2-3 en el 89% de mujeres diagnosticadas de CIN2+ (CIN de alto grado), en comparación con un 53% en lesiones CIN1 (CIN de bajo grado)14. Liquen plano erosivo El liquen plano erosivo constituye la variante del liquen plano vulvar más frecuente y, a diferencia de las variantes hipertrófica y papuloescamosa, afecta el epitelio vaginal en un alto porcentaje de casos, de hasta el 70%. A nivel vaginal, el liquen plano erosivo se acompaña de un epitelio fino y friable, que sangra con facilidad al roce. Tiene un amplio espectro de afectación, cursando con lesiones inflamatorias focales acompañadas de leucorrea, o con una inflamación masiva de todo el epitelio vaginal acompañado de un exudado seropurulento o serosanguinolento, con presencia de pseudomembranas15. En casos severos pueden desarrollarse sinequias que conlleven a la obliteración vaginal. A menudo, las lesiones vulvares permiten realizar un diagnóstico inicial, aunque el carácter recurrente del liquen plano erosivo puede llegar a dificultar su diagnóstico por la existencia de lesiones en remisión. DIAGNÓSTICO Aproximadamente en el 90-95% de casos, la vaginitis se debe a una infección por Candida albicans (VVC), por Trichomona vaginalis (VT) o secundaria a vaginosis bacteriana (VB). En los demás casos, no se encuentra agente etiológico responsable. El diagnóstico clínico tan solo aporta signos de sospecha. Para la confirmación diagnóstica, se uti- 10 Actualizaciones El Médico lizan pruebas de laboratorio, lo que orientará el tratamiento más adecuado para cada etiología de vulvovaginitis. En primer lugar destaca el papel del pH vaginal, ya que se trata de una prueba fácilmente aplicable, reproducible, barata y con alto rendimiento diagnóstico. La aplicación de una simple tira reactiva permitirá determinar el pH vaginal y aumentar la sospecha clínica. En segundo lugar, está la prueba de las aminas que consiste en la aplicación de hidróxido potásico al 10% de una muestra de fluido vaginal y que resultará positiva en caso de percibir el olor característico de las diaminas, secundario al catabolismo de gérmenes como la Gardnerella vaginalis y anaerobios en general. También es posible utilizar la microscopia directa, una técnica útil y asequible que puede orientar la etiología, tanto en examen en fresco con suero fisiológico o hidróxido potásico como utilizando la tinción de Gram. Por último, el cultivo se puede utilizar en los casos en los que persista la duda diagnóstica. Vaginitis inespecífica Es importante una evaluación muy cuidadosa de pacientes con esta entidad, tras la que podrían existir diversas patologías con un amplio espectro de gravedad. Es necesaria una anamnesis detallada sobre: • Sintomatología, inicio, evolución o aparición de síntomas sobreañadidos. • Estatus estrogénico: THS en la mujer menopáusica; en la mujer premenopáusica indagar sobre el último parto, lactancia materna en el momento de la exploración, toma de anticonceptivos hormonales, entre otros. • Toma de medicamentos: con especial hincapié en antibióticos, o en un tratamiento reciente de una vaginitis de etiología infecciosa, que pudiera requerir de una restauración de la flora vaginal. • Hábitos sexuales, que incluyan el uso de preserva- Figura 2 • Vulvitis herpética. Figura 3 • Chancro sifilítico. tivos, espermicidas u otros productos. • Hábitos higiénicos, con atención especial en el uso de irritantes mecánicos, químicos o alérgenos, incluyendo el material de fabricación de la ropa interior, uso de compresas o toallitas higiénicas, tampones, preservativos con látex, uso de espermicidas, flujo seminal, antifúngicos tópicos, entre otros, pudiendo ocasionar una reacción de hipersensibilidad crónica. • Antecedentes médicos, que incluyan enfermedades infecciosas como el VHS (figura 2), la sífilis (figura 3) o el síndrome de Reiter derivado de una la infección por Chlamydia Trachomatis que asocia úlceras vulvovaginales y oftálmicas, enfermedades reumáticas como la enfermedad de Behçet que puede ocasionar úlceras vulvovaginales junto con lesiones orales, la diabetes mellitus que incrementa el riesgo de candidiasis recurrente, el síndrome de Stevens-Johnson y la necrólisis tóxica epidérmica que pueden dejan secuelas vaginales por lesión mucosa. • Antecedentes quirúrgicos, como una cirugía transvaginal reciente, una reparación perineal o laceraciones en el contexto de un parto reciente que podrían sugerir reacción de cuerpo extraño por el material de sutura o aparición de tejido de granulación. Además de la anamnesis, es crucial una exploración vulvar y vaginal exhaustiva, con determinación del pH vaginal y toma de una muestra para examen directo y cultivo microbiológico, como se muestra en las figuras 4 y 5. En el caso de la vaginitis atrófica, hay que hacer constar que se encuentra presente en un 40-60% de mujeres postmenopáusicas. Es una patología progresiva y que tiene un importante impacto sobre la calidad de vida y la salud sexual. Actualmente, con una esperanza de vida de más de 84 años, la mujer española estará más de 30 años en menopausia. Esto hace que la atrofia vaginal sea una patología con una elevada prevalencia. No es infrecuente la aparición de El Médico Actualizaciones 11 PATOLOGIA VAGINAL EN LA MENOPAUSIA Figura 4 • Determinación del pH vaginal mediante tira reactiva. Según el estudio VIVA (Vaginal Health: Insights, Views & Attitudes)16: • El 80% considera que los síntomas secundarios a atrofia vaginal afecta negativamente a sus vidas. • El 75% refirió consecuencias negativas en su vida sexual. • El 33% acusó consecuencias negativas en su relación de pareja. • El 26% refirió un efecto negativo sobre su autoestima. • El 25% refirió que disminuye su calidad de vida. Figura 5 • Escobillón con medio Stuart-Amies 10% para estudio microbiológico. prurito durante la menopausia. Puede acompañarse de síntomas inespecíficos como un flujo acuoso, blanquecino o amarillento, en ocasiones maloliente, junto con sensación de irritación o quemazón vaginal y disuria. De estas mujeres sintomáticas, solo un 25% buscan atención médica, bien porque no lo reconozca como un problema crónico, bien por vergüenza, por lo que hay que hacer una detección activa en la consulta ya que casi la mitad de estas pacientes buscará ayuda en el médico de Atención Primaria. Como se ha comentado previamente, debido a la pérdida del glucógeno en las células epiteliales superficiales, el flujo vaginal en esta entidad se caracteriza pues por un descenso de colonias de Lactobacillus y un consecuente cambio en la flora vaginal, típico de estados de hipoestrogenismo. Además de leucocitos polimorfonucleares, pueden observarse células parabasales (células inmaduras del epitelio escamoso), permitiendo distinguir una vaginosis bacteriana de una vaginitis atrófica en estas mujeres. 12 Actualizaciones El Médico El diagnóstico es fundamentalmente clínico. De ahí la importancia de una correcta anamnesis y buena exploración. Nos podemos apoyar en una citología con índice de maduración, un pH vaginal >5 (con una tira reactiva), aunque no son métodos indispensables. En caso de duda diagnóstica, se realizará un exudado vaginal. El diagnóstico diferencial ha de realizarse con infecciones tipo cándidas (poco frecuente en la mujer postmenopáusica), vaginosis o tricomonas, con dermatitis de contacto (perfumes, desodorantes, jabones, tejidos sintéticos, compresas, preservativos, lubricantes) y con dermatosis vulvares (liquen escleroatrófico, liquen plano, liquen simple crónico, VIN ó cáncer de vulva). Vaginitis específica La anamnesis ha de orientarse a la búsqueda de factores de riesgo asociados. Igualmente, la clínica predominante hará orientar el diagnóstico de una forma adecuada. Así, una vaginitis asociada a flujo maloliente sin prurito orientaría en principio a una vaginosis bacteriana y una vaginitis con prurito intenso y flujo blanco, y grumoso orienta hacia candidiasis. En la exploración física ginecológica, es importante el examen meticuloso de los genitales externos para descartar lesiones asociadas por contigüidad al periné a al ano. La especuloscopia y el tacto vaginal ayudarán a completar el diagnóstico de sospecha inicial y posibilitarán la toma de muestras dirigidas al diagnóstico microscópico y microbiológico. Figura 6 • Alteraciones de la microbiota vaginal. Células “clave”, típicas de la vaginosis bacteriana. B A Célula vaginal 1. Vaginosis bacteriana Núcleo Lactobacillus En el caso de la vaginosis bacteriana (VB), se observa exudado blanco o blanco-grisáceo en el introito que cubre las paredes vaginales. Con espéculo sin lubricante (para no alterar el pH) se toma muestra de secreción vaginal para determinación de pH, que es característicamente mayor de 4.5. Hay que ser cuidadoso en la toma de la muestra, ya que las secreciones cervicales o menstruales pueden alterar también el pH. Las aminas se detectan cuando se mezclan las secreciones vaginales con hidróxido de potasio al 10%. La presencia de células clave se detecta en el examen en fresco diluyendo la secreción en 1 ml de suero salino y observando al microscopio. Las células clave son células escamosas con gran cantidad de bacterias adheridas a la superficie de forma que su borde se vuelve oscuro. Thomason y cols determinaron que era el criterio más fiable para el diagnóstico de VB (sensibilidad 98%, especificidad 94,3%) 17 . En 1995, Gardner y Dukes describieron los hallazgos clínicos en 1.181 pacientes con VB y posteriormente fueron redefinidos por Amsell y cols en el Simposio Internacional sobre VB de EsTabla 3 • Criterios para el diagnóstico de la vaginosis bacteriana Secreción vaginal homogénea, cuyo color y cantidad pueden variar. Hedor de aminas (característico a pescado) al añadir gotas de solución de hidróxido potásico a un porta con secreción vaginal. También denominado “whiff test”. Presencia de células clave (“Clue cells”) en el microscopio. Se estima que deben ser positivas más de un 20% de las células. pH vaginal superior a 4.5 Otras especies bacterianas tocolmo18. Se necesitan 3 de los 4 criterios para el diagnóstico (tabla 3). Nugent y cols formalizaron una puntuación que clasifica la microbiota vaginal en normal, intermedia y VB, para lo cual se cuantifican los Lactobacillus y otros dos morfotipos: cocobacilos Gram variable/Gram negativos, característicos de Gardnerella vaginalis/Prevotella spp., respectivamente y a bacilos Gram variable curvos que caracterizan a Mobiluncus spp. (figura 6). Una puntuación de 0 a 3 es considerado normal, de 4 a 6 intermedio y de 7 a 10 VI19. El análisis microscópico se considera de elección debido a que hasta el 50% de las mujeres con VB pueden ser asintomáticas. Si la tinción de Gram no se encuentra disponible, el método de diagnóstico al que se recurre con mayor frecuencia es el de los criterios de Amsel. 2. Vulvovaginitis candidiásica La vulvovaginitis candidiásica (VVC), sin embargo, se presenta como flujo blanco grumoso, indoloro y espeso, acompañado de prurito vulvar y a veces de dispareunia y con un pH <4.5. Para el diagnóstico microbiológico, el examen microbiológico en fresco permite un diagnóstico rápido y simple lo que hará que podamos instaurar un tratamiento rápido dirigido20. En fresco, el objetivo es la visualización de las formas pseudohifa de Candida, ya que la interpretación de la presencia de las formas espora, excepto en C. Glabrata, es habitualmente de flora comensal o saprofita. Cuando se tiñe con Gram, se visualizan blastosporas pseudomicéticas gram positivas. Al añadir KOH, aumentamos la sensibilidad, aunque disminuye la especificidad. El Médico Actualizaciones 13 PATOLOGIA VAGINAL EN LA MENOPAUSIA Tabla 4 • Diagnóstico diferencial entre la vaginosis bacteriana, la vaginitis tricomoniásica y la vulvovaginitis candidiásica Criterio diagnóstico Normal Vaginosis bacteriana Vaginitis por Trichomona Vulvovaginitis por Candida pH vaginal < 4,5 > 4,5 > 4,5 < 4,5 Flujo vaginal Claro o blanco flocular Blanco, grisáceo, homogéneo Amarillo, verdoso, homogéneo, con frecuencia espumoso Blanco, en agregados adherentes Prueba de aminas (olor a pescado) No Sí Sí No Microbiota vaginal Lactobacillus spp. Gardnerella vaginalis Micoplasmas y anaerobios Trichomonas vaginalis Candida albicans y otras levaduras Examen microscópico Células epiteliales, predominio de Lactobacillus Células “clave”. Escasos polimorfonucleares, flora mixta Trichomonas vaginalis, leucocitos Levaduras, pseudomicelios leucocitos, células epiteliales 3. Vaginitis por tricomonas La vaginitis tricomoniásica (VT) se presenta con prurito y ardor vulvovaginal, dispareunia y disuria, una mucosa hiperémica y moteada por petequias (cérvix en fresa o leopardo). La leucorrea de la VT es abundante, maloliente y espumosa con un pH superior a 5. En la observación microscópica en fresco, se aprecian los característicos parásitos flagelados móviles, lo que aporta una alta especificidad, mayor del 98%, pero una baja sensibilidad. La tinción no mejora la tasa de falsos negativos21. En la tabla 4, se encuentran los diversos factores clínicos y microscópicos que diferencian estas tres entidades patológicas. Cuando el diagnóstico no es definitivo, los síntomas perduran o el caso es dudoso se ha de recurrir al cultivo. TRATAMIENTO TERAPIA EN VAGINITIS INESPECÍFICA Terapia estrogénica Con esta terapia, se consigue revertir los fenómenos ocurridos tras la deprivación natural de los estrógenos 14 Actualizaciones El Médico endógenos. Vuelven a aparecer células superficiales e intermedias, la presencia de glucógeno permite la supervivencia de la microbiota, el pH vaginal se acidifica y mejora significativamente el trofismo vaginal. Todos los compuestos presentes en el mercado han demostrado su eficacia en el control de los síntomas y en modificación de parámetros objetivos. Presentan un excelente perfil de seguridad endometrial, sin haberse evidenciado ningún aumento de casos de adenocarcinoma endometrial en mujeres que usan de forma crónica la terapia estrogénica vaginal. Mejoran igualmente la urgencia miccional por la presencia de receptores estrogénicos ERα en el urotelio (excepto el Promestrieno). No se debe usar en mujeres con sangrado no diagnosticado o mujeres con tumores estrógeno-dependientes. No hay contraindicación en mujeres con antecedentes de cáncer de vulva, vagina ó cérvix. En casos de cáncer de endometrio y ovario no hay estudios que contraindiquen su uso. En el caso del cáncer de mama, los hidratantes son de 1º línea, y no hay acuerdo sobre el uso de terapia estrogénica local. En caso de mujeres muy sintomáticas, que no mejoran con hidratantes vaginales, se podría optar por dosis ultrabajas de estrógenos, siempre hablándolo claramente con la paciente y consensuándolo con ella. En usuarias de inhibidores de la aromatasa (IA) está contraindicado, ya que hay un estudio que muestra reversión del efecto de los IA con aumento de estradiol sérico. Se debe reevaluar a la paciente tras 6 semanas de tratamiento. Si los síntomas no han mejorado, se deberían descartar otras causas como las mencionadas en el diagnóstico diferencial. Si los síntomas han mejorado, hay que preguntar sobre efectos secundarios como irritación o picor. Si están presentes, se debería cambiar a otro preparado. Si hay mejoría de síntomas sin efectos secundarios, se puede usar de forma continuada. Actualmente se dispone de: • Crema vaginal de promestrieno al 1% (10 mg/g). • Crema vaginal de estriol al 0,1% (0,5 mg/aplicación). • Compuestos con dosis ultrabajas de estrógenos. • Gel vaginal de estriol al 0,05% (0,05 mg/aplicación). Además de su efecto hormonal, esta formulación, gracias a su gel policarbofílico con ingredientes mucoadhesivos, posee unas ventajas galénicas adicionales, confiriéndole un poder altamente hidratante que favorece el alivio de los síntomas desde los primeros días de su administración. Aporta la máxima eficacia con la mínima dosis trimestral, de solo 2.200 mcg de estriol trimestral (equivalente a 27,5 mcg de estradiol trimestral). Sin efectos estrogénicos en el útero y sin cambios en los niveles de gonadotropinas, FSH y LH. • Comprimido vaginal de 10 mcg de estradiol. Dosis trimestral muy baja, de 440 mcg de estradiol. No produce leucorrea. • Anillo trimestral vaginal que libera 7,5 mcg/ día de estradiol. Dosis trimestral muy baja, de 675 mcg de estradiol. Puede producir leucorrea y la inserción puede ser dolorosa en casos de atrofia vaginal severa. A la hora de elegir el tratamiento, hay que individualizar y administrar el tratamiento que mejore los síntomas a la menor dosis posible, de ahí la importancia de las nuevas líneas de tratamiento con dosis ultrabajas de estrógenos. De hecho, las principales sociedades (SEGO, IMS y NAMS) recomiendan la terapia con estrógenos vaginales locales a bajas dosis. Terapia hormonal local Mejoran los síntomas y el trofismo con un nivel de evidencia IA. Terapia hormonal sistémica Mejoran los síntomas y el trofismo en el 60% de las mujeres con un nivel de evidencia IA. TERAPIA EN VAGINITIS ESPECÍFICA Vaginosis bacteriana Se recomienda el tratamiento únicamente en mujeres con síntomas, dado que el beneficio probado de la terapia en mujeres no embarazadas es la mejoría de los signos y síntomas vaginales de infección22. Otro de los beneficios potenciales del tratamiento, es la reducción del riesgo de contraer Chlamydia trachomatis, Neisseria gonorrhoeae, VIH y otras enfermedades de transmisión sexual (ETS). Este hecho se justifica, independientemente de los muchos factores implicados, en que el peróxido de hidrógeno producido por los Lactobacillus vaginales ha permitido detectar, in vitro, que inhibe el crecimiento bacteriano así como del virus del VIH, y que en su ausencia, como ocurre en el caso de las mujeres afectas de vaginosis bacteriana, presentan un riesgo biológico potencial para la adquisición, no solo de VIH sino de otras ETS23. Las tasas de curación con tratamiento médico están entre el 70-80%, entre los fármacos más empleados están el metronidazol y la clindamicina, con una eficacia comparable en términos de erradicación de los síntomas, e independientemente de la pauta de tratamiento y de la vía de administración24. El Médico Actualizaciones 15 PATOLOGIA VAGINAL EN LA MENOPAUSIA Tabla 5 • Tratamiento de la vaginosis bacteriana Fármaco Dosis Metronidazol oral Duración del tratamiento 500 mg/12 horas 7 días Metronidazol vaginal 5 g/24 horas 5 días Clindamicina 2% 5 g/24 horas 7 días Tinidazol oral 2 g/24 horas 2 días Tinidazol oral 1 g/24 horas 5 días Clindamicina oral 300 mg/12 horas 7 días Clindamicina óvulos vaginales 100 mg/24 horas 3 días Tomada de la Guía de Diagnóstico y Tratamiento de las Vulvovaginitis de la SEGO, septiembre 2012. La pauta más frecuentemente descrita en las guías de tratamiento es la administración, vía oral, de 500 mg de metronidazol25,26. En la última guía de tratamiento de la SEGO sobre el diagnóstico y el tratamiento de las vulvovaginitis, se recomiendan como fármacos de primera elección el metronidazol o la clindamicina en gel, y como segunda opción el tinidazol o la clindamicina en dos vías de administración diferentes, oral o vaginal. Si la vía de elección es la tópica, se recomienda utilizar metronidazol en gel (0,75%). Estas pautas de tratamiento quedan resumidas en la tabla 5. En caso de intolerancia o alergia al metronidazol o al tinidazol se administrará clindamicina local en crema. Aunque también se puede considerar la utilización de metronidazol local en gel, para mujeres que no lo toleran de forma sistémica22,24. Deben consensuarse conjuntamente con la paciente las distintas posibilidades de tratamiento, con el objetivo de hacerla partícipe de los posibles efectos secundarios, interacciones medicamentosas y de la posibilidad de coexistencia de otras infecciones asociadas. Además, debe advertirse que los tratamientos vaginales pueden alterar el efecto de los espermicidas de los métodos de barrera, incluso del material que conforma los preservativos. Durante el tratamiento con nitroimidazoles debe evitarse el consumo de alcohol, así como prolongar la abstinencia hasta 48 horas después, por la posibilidad de presentar una reacción antabús. Esta reacción se 16 Actualizaciones El Médico caracteriza por la aparición de síntomas dopaminérgicos como el aumento de la tensión arterial, ansiedad, sudoración, náuseas y vómitos, o enrojecimiento facial, a los pocos minutos de la ingesta de alcohol. Vulvovaginitis candidiásica La revisión Cochrane del 2007 27 , sobre el tratamiento antifúngico con imidazol y triazol, por vía oral vs. intra-vaginal de la vulvovaginitis candidiásica no complicada, recoge una tasa de mejoría clínica de más del 80% y una curación microbiológica similar, del 83%. No hubo diferencias estadísticamente significativas entre el empleo de los distintos antifúngicos, en administración única o con pauta corta. Mujeres con síntomas vulvares de candidiasis tipo prurito, eritema o escozor, deben usar antifúngicos tópicos (además de oral o vaginal) hasta que mejoren los síntomas28. Incluso en aquellas mujeres con una clínica severa secundaria a la vulvitis se puede combinar esteroides de baja potencia, como la hidrocortisona, con antifúngicos tópicos29. Hay una gran variedad de tratamientos tanto vaginales como orales o combinados, descritos en guías como la de la Clinical Effectiveness Unit (CEU) del Tabla 6 • Tratamiento de la candidiasis vulvovaginal Fármaco Dosis Duración del tratamiento 5 g / 24 horas 7 días Clotrimazol comprimido vaginal 100 mg / 12-24 horas 3-7 días Clotrimazol comprimido vaginal 500 mg 1 día 5 g / 24 horas 14 días Ketoconazol óvulo vaginal 400 mg / 24 horas 3-5 días Econazol óvulo vaginal 150 mg / 24 horas 3 días Fenticonazol óvulo vaginal 200 mg / 24 horas 3 días Fenticonazol óvulo vaginal 600 mg 1 días 5 g / 24 horas 7 días 500 mg 1 día 100.000 U / 24 horas 14 días 5 g / 24 horas 14 días Fluconazol oral 150 mg 1 día Itraconazol oral 200 mg 1-3 días Ketoconazol oral 400 mg / 24 horas 5 días Clotrimazol 2% crema Miconazol 2% crema vaginal Sertaconazol 2% crema vaginal Sertaconazol óvulo vaginal Nistatina comprimido vaginal Ciclopirox 1% Tomada de la Guía de Diagnóstico y Tratamiento de las Vulvovaginitis de la SEGO, septiembre 2012. Royal College of Obstetricians and Gynaecologists (RCOG), de la SEGO o del Departamento de Salud y Servicios Humanos americano, de donde se puede extraer las posibles pautas. Hay que tener en cuenta que los preservativos y diafragmas de látex, pueden dañarse con las preparaciones vaginales o vulvares de muchos de los fármacos utilizados. En forma tópica, en caso de síntomas genitales externos, se utilizará Clotrimazol en crema al 1-2%, 2 o 3 veces al día. Nitrato de Econazol al 1%, durante 14 días o Ketoconazol en crema al 2% cada 12-24 horas, hasta la mejoría de los síntomas (tabla 6). No hay datos que sugieran la necesidad de diagnóstico ni tratamiento de la pareja sexual. Considerando además que los varones en pocas ocasiones sufren balanitis, con eritema y prurito, único criterio para el tratamiento del varón. Es frecuente que los agentes tópicos causen efectos secundarios locales, generalmente ardor o irritación. Los fármacos orales ocasionalmente pueden provocar nauseas, dolor abdominal y dolor de cabeza. En raros casos, las formas orales se asocian a elevación de transaminasas. Además, producen múltiples interacciones medicamentosas por la inhibición que produce sobre la enzima citocromo p450, siendo de especial relevancia la producida sobre fármacos anticomiciales, antiácidos o la rifampicina. Tratamiento de la enfermedad recurrente Se define la vulvovaginitis candidiásica recurrente como la aparición de cuatro o más episodios de infección sintomática durante un año. Es poco frecuente, afecta a menos de un 5% de mujeres, y su etiopatogenia es desconocida. Se recomienda, no sólo tratamiento de supresión, sino de mantenimiento. Estas pacientes con tratamientos prolongados con fluconazol, refieren periodos libres de enfermedad durante El Médico Actualizaciones 17 PATOLOGIA VAGINAL EN LA MENOPAUSIA Tabla 7 • Tratamiento de la tricomoniasis Fármaco Dosis Duración del tratamiento Metronidazol oral 2g 1 día Metronidazol oral 500 mg / 12 horas 7 días 2g 1 día Tinidazol oral Tomada de la Guía de Diagnóstico y Tratamiento de las Vulvovaginitis de la SEGO, septiembre 2012. los meses de tratamiento, pero entre el 30-50% recurren al terminar30. Una de las causas de recurrencia es la infección por Candida glabrata. Su diagnóstico se hace mediante cultivo y podría ser tratada con pautas de tratamiento más largas de fármacos noazoles como la nistatina en óvulos a dosis de 200.000 unidades durante 14 días, por la alta posibilidad de resistencia a los azoles. La segunda línea de tratamiento podría ser con 600 mg de ácido bórico en cápsulas de gelatina vía vaginal diaria, durante 2 semanas. Con una tasa de erradicación cercana al 70% dentro publicado en un estudio retrospectivo31. Las pacientes en situaciones especiales de diabetes mal controladas requieren tratamientos más prolongados con antimicóticos convencionales, además de mejorar los controles glucémicos. Debido a que la Trichomona vaginalis coloniza la uretra y glándulas paravaginales, el tratamiento local es menos efectivo, con tasas de curación próximas al 50%, lo que se considera inaceptablemente baja. No obstante, mejoran notablemente los síntomas y deben ser utilizados en pacientes con resistencia al tratamiento habitual, lo que es raro. Durante el tratamiento se debe evitar el consumo de alcohol, hasta 48 horas después si es con metronidazol, y hasta 72 horas si es con tinidazol, ya que existe riesgo de que se produzca una reacción antabus. En pacientes con alergia confirmada al metronidazol, se recomienda la desensibilización previa33, ya que los nitroimidazoles son los únicos fármacos confirmados para la erradicación de este protozoo. Vaginitis por tricomonas Los nitroimidazoles son los fármacos utilizados en el tratamiento de la tricomoniasis, y aunque la dosis única por vía oral es curativa, los efectos secundarios son mayores en comparación con el tratamiento intravaginal, además de tener peores tasas de curación. No obstante, se consigue una tasa de erradicación de la enfermedad del 90-95% de los casos tratados con metronidazol o tinidazo32. La tricomoniasis debe ser tratada, aun en casos en que sea asintomática, por su facilidad en la transmisión vía sexual (tabla 7). La monodosis de metronidazol tiene mayores efectos secundarios, generalmente de tipo gastrointestinal, que pautas de tratamiento más largas o que su administración local. 18 Actualizaciones El Médico Dado que la tricomoniasis es una enfermedad de transmisión sexual, se recomienda el tratamiento de la pareja sexual siempre, además de testar otras ETS. En ambos miembros de la pareja, se utilizará la misma pauta. OTROS TRATAMIENTOS Independientemente del tratamiento específico del agente causal, existe evidencia científica respecto a la eficacia del tratamiento sin antibióticos de la VI. En este sentido, se puede destacar el uso clínico de los fármacos anti-inflamatorios no esteroideos, antisépticos, hidratantes, probióticos, etc., para el tratamiento de esta patología, o como coadyuvantes. Fármacos antiinflamatorios no esteroideos tópicos a combatir los síntomas específicos de la vulvovaginitis y, como coadyuvante en la resolución de estos cuadros, existen geles a base de bardana, aloe vera y camomila, que han demostrado que aplicados de forma externa ayudan a restaurar el estado natural y a combatir la sintomatología asociada (prurito, eritema, edema, leucorrea). En cuanto a la utilización de distintos antisépticos, no hay datos suficientes para recomendar uno de ellos de forma concreta para el tratamiento de las VI. No obstante, teniendo en cuenta la alta tasa de recidiva de la enfermedad observada, aun utilizando clindamicina o metronidazol para cubrir la vaginosis bacteriana, no es despreciable considerar la posibilidad de utilizarlos. El tratamiento de la pareja sexual no está relacionado con los resultados del tratamiento ni con la frecuencia de las recurrencias. Existe evidencia científica sobre la eficacia de la bencidamina en el tratamiento de las infecciones locales por Candida albicans. Su mecanismo de acción se basa en la supresión de la respuesta inflamatoria mediada por citoquinas y la producción de monoquinas en la mucosa vaginal, por lo que reduce sus niveles en las secreciones vaginales34. El efecto antiinflamatorio de la bencidamina ha sido comprobado frente a placebo en un estudio aleatorizado, objetivándose la reducción de la inflamación, el dolor, las manifestaciones clínicas y los síntomas funcionales de la vaginitis candidiásica. Su uso durante el coito disminuye la dispareunia, con un nivel de evidencia IIB. Los hay con base acuosa o siliconada, son muy bien tolerados y son compatibles con los preservativos de látex. Los lubricantes con base oleosa se deben desaconsejar ya que pueden producir irritación y no son compatibles con el látex. Higiene íntima 3. Geles acidificantes Durante las fases de la vida de la mujer en la que se aumentan los desequilibrios ambientales locales, como pueden ser la prepubertad, el embarazo, el postparto, los postoperatorios o la menopausia, es adecuada la utilización de productos que ayuden a prevenir el desarrollo de VI. Existe una evidencia científica limitada en cuanto a la efectividad de los geles acidificantes en el tratamiento de la VI, pero pueden ayudar a prevenir las tasas de recaída. Se pueden utilizar en días alternos antes de acostarse durante un mes o más si es necesario35, durante 2-3 noches después de la menstruación o dos veces semanales. Aplicados de forma externa en vulva y periné, bien en los estados carenciales comentados, o bien de forma diaria preventiva, existen soluciones de lavado, geles y toallitas que contienen diversos compuestos, como el extracto de caléndula, la bardana, el aloe vera y la camomila, que ayudan a combatir el escozor, el prurito y la aparición de descarga vaginal preservando el estado hidrolipídico del área vulvovaginal, sin comprometer las defensas naturales locales. Para ayudar 1. Hidratantes vaginales Son el tratamiento de primera elección con un nivel de evidencia IA. Están hechos de policarbófilo o ácido hialurónico, que captan el agua (hasta 100 veces su peso) y la van liberando progresivamente. 2. Lubricantes vaginales Probióticos Existe evidencia científica sobre la recomendación de probióticos como antifúngicos, tanto en el tratamiento como en la prevención de los nuevos episodios de vulvovaginitis candidiásica recurrente. La reducción del 39% de la tasa de recurrencias de candidiasis tras el primer ciclo de tratamiento y del 67% tras el El Médico Actualizaciones 19 PATOLOGIA VAGINAL EN LA MENOPAUSIA tercer ciclo, con disminución de la sintomatología y normalización del pH vaginal36. Los beneficios han sido estudiados con un seguimiento de hasta 6 meses, en cuanto a la no recurrencia de los síntomas37. Recientemente se ha publicado un metaanálisis sobre el efecto de los probióticos para el tratamiento de las vaginosis bacterianas en mujeres adultas, en el que se recomienda su utilización, aunque el estudio reconoce el número limitado de publicaciones en esta materia y recomienda la necesidad de realizar más ensayos clínicos38. Vitamina C Se puede aceptar que la utilización de 250 mg de vitamina C en comprimidos recubiertos vía vaginal, es eficaz como profilaxis de las recidivas a largo plazo y en la mejora del pH y la microbiota vaginal de mujeres tanto gestantes, como no gestantes39. , Modificaciones en el estilo de vida Una actividad sexual regular, retrasa la aparición de la atrofia vaginal (nivel de evidencia IIB). También con un nivel de evidencia bajo (IIIC), se recomienda el ejercicio físico ya que la vasodilatación que se produce durante el ejercicio podría mejorar los síntomas. Se debería aconsejar el abandono del hábito tabáquico (nivel del evidencia IIB), para mejorar la perfusión periférica. Otros tratamientos La homeopatía, la fitoterapia o los fitoestrógenos vaginales, tienen un nivel de evidencia muy bajo. DIFERENCIAS E INDICACIONES ENTRE PRODUCTOS PARA EL SINDROME UROGENITAL La sequedad vaginal puede ser manejada con el uso regular de agentes hidratantes vaginales suplementando con lubricantes para su utilización durante la 20 Actualizaciones El Médico actividad sexual, lo que mejorará la coitalgia asociada a ella. Se recomiendan como primera línea terapéutica en mujeres con síntomas leves derivados de la atrofia vaginal. La principal diferencia entre los hidratantes y los lubricantes vaginales es que los hidratantes son absorbidos por la mucosa vaginal imitando de alguna manera sus secreciones fisiológicas. Otra diferencia es que los hidratantes se aplican regularmente y no solo justo antes de las relaciones sexuales, por lo que sus efectos son a más largo plazo (de 3 a 4 días). Debido a que estos agentes hidratantes mantienen la lubricación y la acidez vaginal, son particularmente apropiadas para las mujeres de mediana edad que se sienten incómodas con los síntomas de la sequedad vaginal (irritación y ardor) que no están necesariamente relacionados a la actividad sexual. Están especialmente indicados en las mujeres que no son candidatas ideales para la terapia de estrógenos vaginales o no se sienten cómodas con el tratamiento (figura 7). Por otro lado, los lubricantes son eficaces para aliviar el dolor durante la relación sexual, en muchas mujeres de mediana edad que presentan una leve o moderada sequedad vaginal, aplicándose directamente en la vagina y la vulva justo antes de las relaciones sexuales. La ventaja de los lubricantes es que no son absorbidos por la piel, actúan de inmediato y proporcionan un alivio temporal a las sensaciones causadas por la sequedad vaginal. Su mejor indicación es su utilización para facilitar las relaciones sexuales, reduciendo la fricción asociada durante el coito. Están especialmente indicados para aquellas mujeres cuyo principal problema es la sequedad vaginal y la incomodidad o dolor durante el sexo. 1. Hidratantes vaginales Su objetivo es el alivio de los síntomas especialmente, la sequedad vaginal. No cabe esperar con su uso un cambio en las características histológicas del tejido vaginal, salvo la hidratación del colágeno, es decir, no se Figura 7 • Palacios et al. Guía práctica de asistencia del síndrome urogenital de la menopausia. Actualización 2015. SEGO en su interior para luego liberarla lentamente por lo que su efecto se prolonga en el tiempo40. Tengo síntomas de sequedad vaginal, dispareunia y/o síntomas urinarios ¿Cuánto se siente afectada? Moderado a severo Nada o leve Tratamiento con estrógenos: • Locales: solo para síntomas genitourinarios • Sistémico: si además hay síntomas vasomotores No tratamiento o iniciar con hidratantes o lubricantes vaginales Contraindicados o no quiere terapia con estrógenos Los hidratantes deben ser utilizados una o más veces por semana. Existen informaciones sobre su eficacia, en las que son comparados con preparaciones de estrógenos locales, encontrando una mejora en la sequedad vaginal y restauración del pH vaginal similar para ambos. Por el contrario, los hidratantes no modifican el índice de maduración como si lo hacen los estrógenos. 2. Lubricantes Persistencia de los síntomas Evaluar tratamiento con hidratantes SERM (ospemifeno) y/o láser No Sí Tratamiento de mantenimiento o tratamiento de acuerdo a la evolución producirá transformación madurativa del epitelio vaginal y, por tanto, su utilización no revierte los cambios atróficos relacionados con la deprivación estrogénica. El uso regular de hidratantes vaginales proporciona alivio sintomático por cambios en el contenido de fluido del epitelio vaginal. En su composición se utilizan compuestos capaces de acumular agua, para después liberarla lentamente, optimizando así el balance líquido. Esta sustancia, además, facilita la migración de células durante la inflamación y el proceso de reparación tisular teniendo así un papel en la conservación de la integridad del tejido. Los liposomas también están presentes en algunos preparados. Se trata de microesferas recubiertas de una capa lipídica que almacenan agua Además del uso regular del hidratante, la utilización de un lubricante durante la relación sexual puede reducir la irritación causada por la fricción del tejido. Son productos solubles en agua, en base de aceite, glicerina o silicona40. La vaselina no es una buena opción especialmente si se utilizan preservativos como prevención de infecciones de transmisión sexual o del embarazo ya que daña el látex. En los últimos años se han desarrollado alternativas que no alteran las propiedades físicas del preservativo y que además respetan la viabilidad y motilidad de los espermatozoides debido a un pH y osmolaridad idénticos al semen y moco cervical. Ante la alta disponibilidad de preparados, las mujeres deberán probar varios productos hasta encontrar el que mejor se adapte a sus necesidades 3. Tratamiento hormonal La terapia local no solo obvia la mayoría de los eventos adversos de la terapia sistémica, sino que es adeEl Médico Actualizaciones 21 PATOLOGIA VAGINAL EN LA MENOPAUSIA más más eficaz en el tratamiento de la sintomatología vulvovaginal. Existen diferentes opciones de tratamiento hormonal, previamente comentadas en la página 15 que pueden mejorar la satisfacción sexual ya que mejoran la lubricación e incrementan el flujo sanguíneo y la sensibilidad vaginal. Cabe destacar la nueva formulación con dosis ultrabajas de estriol (0,05 mg/g) que con la dosis más baja de estriol y la mínima exposición sistémica, mejora significativamente la maduración del epitelio vaginal, el pH y los signos de la atrofia vaginal aportando además un alivio de los síntomas desde los primeros días, lo cual influye positivamente mejorando la calidad de vida de la paciente y los índices de la función sexual. 11. Aroutcheva AA, Simoes JA, et al. Gardnerella vaginalis isolated from patients with healthy vaginal ecosystems. Clin Infect Dis 2001, 33:1022-27. 12. Fidel PLJ, Sobel JD. Immunopathogenesis of recurrent vulvovaginal candidiasis. Clin Microbiol Rev. 1996;9:335-48. 13. Forna F, Gulmezoglu AM. Interventions for treating trichomoniasis in women. Cochrane Database Syst Rev 2003;(2):CD000218. 14. Schockaert S, Poppe W, Arbyn M, Verguts T, Verguts J. 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Excipientes: 1 g de gel vaginal contiene 1,60 mg de parahidroxibenzoato de metilo, sal de sodio y 0,20 mg de parahidroxibenzoato de propilo, sal de sodio. Para consultar la lista completa de excipientes ver sección 6.1. 3. FORMA FARMACÉUTICA. Gel vaginal. Gel homogéneo, incoloro, transparente o ligeramente translúcido. 4. DATOS CLÍNICOS. 4.1 Indicaciones terapéuticas. Tratamiento local de la sequedad vaginal en mujeres postmenopáusicas con atrofia vaginal. 4.2 Posología y forma de administración. Blissel 50 microgramos/g gel vaginal es un medicamento que contiene estrógeno sólo, para administración por vía vaginal. Blissel debe introducirse en la vagina mediante un aplicador con la dosis marcada, siguiendo cuidadosamente las “Instrucciones de uso” incluidas en el prospecto. Una aplicación (aplicador lleno hasta la marca) libera una dosis de 1 g de gel vaginal, que corresponde a 50 microgramos de estriol. Debe administrarse la dosis mínima eficaz durante el menor tiempo posible tanto en el tratamiento inicial como en el tratamiento de continuación de los síntomas post-menopáusicos (ver también sección 4.4). Tratamiento inicial: Una aplicación diaria de gel vaginal durante 3 semanas (preferiblemente antes de acostarse). Como tratamiento de mantenimiento se recomienda una aplicación de gel vaginal dos veces por semana (preferiblemente antes de acostarse). El médico debe valorar la continuación del tratamiento tras 12 semanas. En caso de olvido de una dosis, ésta debe administrarse tan pronto como sea posible, a menos que hayan transcurrido más de 12 horas. En esta situación, no se debe administrar la dosis olvidada sino continuar con el esquema de dosificación habitual. 4.3 Contraindicaciones. - Cáncer de mama, antecedentes personales o sospecha del mismo. - Tumores estrógeno dependientes malignos o sospecha de los mismos (p. ej. cáncer de endometrio). - Hemorragia vaginal no diagnosticada. - Hiperplasia de endometrio no tratada. - Tromboembolismo venoso idiopático o antecedentes del mismo (trombosis venosa profunda, embolismo pulmonar). - Enfermedad tromboembólica arterial activa o reciente (p. ej. angina, infarto de miocardio). - Hepatopatía aguda o antecedentes de hepatopatía en el caso de que las pruebas de función hepática no hayan vuelto a la normalidad. - Hipersensibilidad al principio activo o a alguno de los excipientes. - Porfiria. 4.4 Advertencias y precauciones especiales de empleo. Para el tratamiento de los síntomas post-menopáusicos, la terapia local con estrógenos sólo debe iniciarse cuando los síntomas afecten negativamente a la calidad de vida de la mujer. Al igual que con todos los productos a base de estrógenos, debe realizarse, al menos anualmente, una valoración cuidadosa de los riesgos y beneficios. La terapia solamente debe mantenerse mientras los beneficios superen a los riesgos. Blissel 50 microgramos/g gel vaginal no debe combinarse con preparaciones con estrógenos para tratamiento sistémico, ya que no existen estudios de seguridad ni de valoración del riesgo a las concentraciones de estrógenos que se alcanzan en el tratamiento de combinación. El aplicador intravaginal puede provocar un traumatismo local menor, especialmente en mujeres con atrofia vaginal severa. Advertencias sobre excipientes. Blissel 50 microgramos/g gel vaginal puede producir reacciones alérgicas (posiblemente retardadas) porque contiene parahidroxibenzoato de metilo, sal de sodio (E 219) y parahidroxibenzoato de propilo, sal de sodio (E 217). Reconocimiento y controles médicos durante el tratamiento. Antes de iniciar o reinstaurar el tratamiento con estriol, debe realizarse una historia clínica personal y familiar completa. Debe realizarse una exploración médica general y ginecológica (incluyendo mamas y pelvis), teniendo en cuenta la historia clínica de cada paciente y las contraindicaciones y las advertencias asociadas con el tratamiento. Se recomienda realizar exámenes médicos periódicos durante el tratamiento, cuya naturaleza y y frecuencia se adaptará a las condiciones de cada mujer. Se debe informar a las pacientes sobre los posibles cambios en sus mamas que deben ser comunicados a su médico o enfermera. Se recomienda realizar las exploraciones, incluyendo la mamografía, de acuerdo a las guías de práctica clínica aceptadas, adaptándolas a las necesidades clínicas de cada caso. En caso de infecciones vaginales, éstas deben tratarse antes de comenzar el tratamiento con Blissel 50 microgramos/g gel. Condiciones que requieren vigilancia adicional. Si se presenta cualquiera de estas situaciones, han ocurrido previamente y/o se han agravado durante el embarazo o durante un tratamiento hormonal previo, debe vigilarse estrechamente a la paciente. Se debe tener en cuenta que estas condiciones pueden recurrir o agravarse durante el tratamiento con Blissel 50 microgramos/g gel vaginal, en particular: - Leiomiomas (fibromas uterinos) o endometriosis. - Antecedentes, o factores de riesgo de trastornos tromboembólicos (ver sección “Trastorno tromboembólico venoso” a continuación). - Factores de riesgo de tumores estrógeno dependientes, p. ej. cáncer de mama en familiares de primer grado. - Hipertensión arterial - Trastornos hepáticos (p. ej- adenoma hepático) - Diabetes mellitus con o sin afectación vascular - Colelitiasis - Migraña o cefalea (grave) - Lupus eritematoso sistémico (LES) - Antecedentes de hiperplasia de endometrio (ver sección “Hiperplasia de endometrio) - Epilepsia - Asma - Otosclerosis. Razones para la suspensión inmediata del tratamiento. La terapia debe suspenderse en caso de aparición de una contraindicación y en las siguientes situaciones: - Ictericia o deterioro de la función hepática - Aumento significativo en la presión arterial - Aparición por primera vez de cefalea migrañosa - Embarazo. Hiperplasia de endometrio. El riesgo de hiperplasia y carcinoma de endometrio en el tratamiento oral con estrógenos sólos depende tanto de la duración del tratamiento como de la dosis de estrógenos. No se ha relacionado el tratamiento con estriol por vía vaginal con un aumento del riesgo de hiperplasia de endometrio o cáncer de útero. Sin embargo, si se requiere un tratamiento continuado, se recomienda realizar revisiones periódicas, con especial atención a cualquier síntoma indicativo de hiperplasia o enfermedad maligna endometrial. Si aparecen hemorragias o sangrados irregulares en cualquier momento de la terapia, deberá investigarse la etiología, realizando incluso una biopsia endometrial para excluir enfermedad maligna endometrial. La estimulación con estrógenos sólos puede conducir a transformación premaligna de los focos residuales de endometriosis. Por tanto, se recomienda precaución cuando se administre este producto a mujeres que se han sometido a una histerectomía por endometriosis, especialmente si se sabe que tienen endometriosis residual. Cáncer de mama, útero y ovario. El tratamiento sistémico con estrógenos puede aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer, en particular de útero, ovario y mama. No se espera que Blissel 50 microgramos/g gel vaginal, que contiene una baja dosis de estriol, administrado localmente aumente el riesgo de cáncer. Trastorno tromboembólico venoso, accidente cerebrovascular y enfermedad arterial coronaria. La terapia hormonal sustitutiva con preparaciones con efecto sistémico se asocia con un aumento del riesgo de tromboembolismo venoso (TEV), accidente cerebrovascular y enfermedad arterial coronaria. No se espera que Blissel 50 microgramos/g gel vaginal, que contiene una baja dosis de estriol para tratamiento local, produzca un mayor riesgo de TEV, accidente cerebrovascular y enfermedad arterial coronaria. Entre los factores de riesgo de TEV se incluyen antecedentes personales o familiares, obesidad severa (índice de masa corporal IMC > 30 kg/m2) y lupus eritematoso sistémico (LES). No existe consenso acerca del posible papel de las varices en la aparición del TEV. Se recomienda una vigilancia estrecha en estas pacientes. Otras condiciones. Los estrógenos con efectos sistémicos pueden causar retención de líquidos o aumento de triglicéridos plasmáticos, por lo que se deberá vigilar estrechamente durante las primeras semanas de tratamiento a las pacientes con enfermedades cardíacas, alteración de la función renal o con hipertrigliceridemia preexistente respectivamente. Blissel 50 microgramos/g gel vaginal contiene una baja dosis de estriol para tratamiento local, por lo que no se esperan efectos sistémicos. Se deberá vigilar estrechamente a las pacientes con insuficiencia renal grave, ya que cabe esperar que aumenten los niveles de estriol circulante. 4.5 Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción. No se han realizado estudios de interacción entre Blissel 50 microgramos/g gel vaginal y otros medicamentos. Puesto que este medicamento se administra localmente a baja dosis, no se esperan interacciones clínicamente relevantes. 4.6 Embarazo y lactancia. Embarazo. Blissel 50 microgramos/g gel vaginal no está indicado durante el embarazo. Si se produce el embarazo durante el tratamiento con Blissel 50 microgramos/g gel vaginal, el tratamiento se interrumpirá inmediatamente. No existen datos clínicos de la exposición a estriol durante el embarazo. Los resultados de la mayoría de estudios epidemiológicos realizados hasta la fecha con exposición fetal inadvertida a los estrógenos no mostraron efectos teratógenos o fetotóxicos. Lactancia. Blissel 50 microgramos/g gel vaginal no está indicado durante la lactancia. 4.7 Efectos sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas. Blissel 50 microgramos/g gel vaginal no tiene influencia sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas. 4.8 Reacciones adversas. Normalmente, se han descrito reacciones adversas con estriol en un 3-10% de las pacientes tratadas. Suelen ser son transitorias y de intensidad leve. Al principio del tratamiento, cuando la membrana mucosa de la vagina todavía está atrófica, puede producirse irritación local en forma de sensación de calor y/o picor. Las reacciones adversas encontradas en los ensayos clínicos realizados con Blissel 50 microgramos/g gel vaginal se han clasificado de acuerdo a la frecuencia de aparición: Clasificación por órganos y sistemas: Trastornos del aparato reproductor y de la mama. Frecuentes (≥1/100 a <1/10): Prurito genital. Poco frecuentes (≥1/1.000 a <1/100): Dolor pélvico, erupción genital. Trastornos generales y alteraciones en el lugar de administración: Frecuentes (≥1/100 a <1/10): Prurito en el lugar de aplicación. Poco frecuentes (≥1/1.000 a <1/100): Irritación en el lugar de aplicación. Infecciones e infestaciones. Poco frecuentes (≥1/1.000 a <1/100): Candidiasis. Trastornos del sistema nervioso. Poco frecuentes (≥1/1.000 a <1/100): Dolor de cabeza. Trastornos de la piel y del tejido subcutáneo. Frecuentes (≥1/100 a <1/10): Prurito. Poco frecuentes (≥1/1.000 a <1/100): Prurigo. Blissel 50 microgramos/g gel vaginal es un gel vaginal de administración local con una dosis muy baja de estriol y exposición sistémica autolimitada (demostrado como prácticamente despreciable tras administración repetida), y por ello es altamente improbable que produzca los efectos más graves asociados a la terapia de sustitución estrogénica por vía oral. No obstante, se han descrito otras reacciones adversas muy raras con dosis superiores en tratamientos sistémicos de estrógenos combinados con progestágenos. Estas son: - Neoplasias estrógeno-dependientes benignas o malignas, p. ej. cáncer de endometrio y cáncer de mama (ver también sección 4.3 Contraindicaciones y 4.4 Advertencias y precauciones especiales de empleo - El tromboembolismo venoso, p. ej. trombosis venosa profunda en piernas o pelvis y embolismo pulmonar, es más frecuente en las usuarias de terapia hormonal sustitutiva que en las no-usuarias. Para más información, ver sección 4.3 Contraindicaciones y 4.4 Advertencias y precauciones especiales de empleo - Infarto de miocardio y accidente cerebrovascular - Enfermedad de la vesícula biliar - Trastornos subcutáneos y de la piel: cloasma, eritema multiforme, eritema nodoso, purpura vascular - Probable demencia. 4.9 Sobredosis. La toxicidad de estriol es muy baja. La sobredosificación con Blissel 50 microgramos/g gel vaginal tras administración vaginal es muy improbable. Los síntomas que pueden aparecer si se ingiere accidentalmente una dosis elevada son náuseas, vómitos y sangrado vaginal en mujeres. No se conoce un antídoto específico. Puede administrarse tratamiento sintomático en caso necesario. 6. DATOS FARMACÉUTICOS. 6.1 Lista de excipientes. Glicerol (E 422) Parahidroxibenzoato de metilo, sal de sodio (E 219) Parahidroxibenzoato de propilo, sal de sodio (E 217) Policarbofil Carbopol Hidróxido de sodio (para ajuste de pH) Acido clorhídrico (para ajuste de pH) Agua purificada. 6.2 Incompatibilidades. No procede. 6.3 Periodo de validez. 2 años. 6.4 Precauciones especiales de conservación. Conservar por debajo de 25ºC. 6.5 Naturaleza y contenido del envase. Tubos de aluminio de 10 y 30 g. En el caso de tubos de 10g el tubo se acondiciona en una caja de cartón externa junto con un 1 blister que contiene 10 cánulas desechables con una marca de llenado, un émbolo reutilizable y el prospecto. En el caso de tubos de 30g, el tubo se acondiciona en una caja junto con tres blisters con 10 cánulas cada uno, un émbolo reutilizable y el prospecto. 6.6 Precauciones especiales de eliminación. Ninguna especial. 6.7 Régimen de prescripción y dispensación. Blissel es un medicamento sujeto a prescripción médica. 7. PVP (IVA): 14,83 €. 8. TITULAR DE LA AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN. Italfarmaco, S.A. San Rafael 3. 28108 Alcobendas. Madrid. España Tf. 91 657 23 23. 9. NÚMERO(S) DE AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN. 10. FECHA DE LA PRIMERA AUTORIZACIÓN/RENOVACIÓN DE LA AUTORIZACIÓN. 11. FECHA DE LA REVISIÓN DEL TEXTO. Julio de 2010. BIBLIOGRAFÍA: 1. Ficha técnica Blissel. 2. North American Menopause Society (2013). Management of symptomatic vulvovaginal atrophy: 2013 position statement of The North American Menopause Society. Menopause. 2013 Sep; 20(9): 888-902; quiz 903-4. 3. Sturdee et al (2010). Recommendations for the management of postmenopausal vaginal atrophy. Climateric. 2010 Dec; 13 (6): 509-22. Material aprobado: Diciembre 2015 COMPROMISO BLISSEL® es un medicamento desarrollado por el departamento de I+D de Italfarmaco en España, fabricado en las instalaciones del Grupo Italfarmaco en España y comercializado en varios países. TTratamiento rataamiento local ddee la sequedad vaginal vaginal en mujeres postmenopáusic postmenopáusicas cas con a atrofia trofia vva vaginal ginal1 estriol 5o µg/g µ /g µg/ En aatrofia trofia va ginal ... vaginal 1ª opción 2,3 seguridad segur ridad