otas sobre sobre Notas Liderazgo Notas sobre Liderazgo UNIVERSIDAD MILITAR BOLIVARIANA DE VENEZUELA Fuerte Tiuna, 2012 Gral. Div. Alexis Ascensión López Ramírez Rector Gral. Brig. Samir Sayegh Assal Vicerrector Gral. Div. Luis R. Bernáez Torrealba Secreatario Coordinadores de la Edición May. Francisco J. Sánchez Carballo May. Sara Otero Santiso Colaboradores: Gral. Brig. Rafael Aguana Núñez Cnel. Alfredo Alonso Martínez Cnel. Menry Fernández Pereira Tcnel. Orlando R. Romero Bolívar Tcnel. Jhonny Núñez Rincón Dra. Rose Mary Díaz Lcdo. Jesús Mieres Vitanza Especial Agradecimiento: Gral. Div. Miguel Morales Pérez y C.A. Roberto Betancourt Arocha, por todos sus reflexivos, críticos y valiosos aportes para este proyecto Diseño de la edición Lcda. Saira Arias Depósito Legal: ISBN Tiraje: 3.000 ejemplares Universidad Militar Bolivariana de Venezuela Caracas, septiembre 2012. A los cadetes y cadetas… Estímulo de nuestro quehacer diario, quienes poseen más que fuerza física fortaleza psicológica y emocional para enfrentarse a su camino Patria. Líderes en quienes se confía por su destreza, disciplina, carácter decisivo y honestidad. como soldados de la Presentación Venezuela reclama hoy más que nunca líderes auténticos y comprometidos, dispuestos a vivir e incluso a morir por lograr forjar una nación mejor. La Filosofía Educativa de la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela, UMBV, propone combinar el aprendizaje académico con los valores morales propios de la sociedad venezolana en pro de forjar los líderes que este proceso histórico exige en la actualidad, donde más allá de egresar un profesional capacitado para la defensa y seguridad nacional, se forme un ciudadano para el desarrollo integral de la República. Así, la visión educativa de la UMBV implica el establecimiento de líneas de acción para la formación de un líder capaz, leal, responsable, con alto sentido del honor, estoico y con dominio de sí mismo para ejercer el mando y comando profesionalmente, capaz de asumir las consecuencias de sus actos y el crédito con sus subalternos en sus aciertos. Se consideró necesario consultar, a diferentes autores con la finalidad de brindar una visión equilibrada del proceso de formación del Líder que la Nación demanda, para ello se seleccionó un conjunto de textos que se presentan de manera organizada y articulada con los objetivos planteados en el Plan de Estudios Simón Bolívar, que persigue la formación prístina de los oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Esta selección de textos tiene fines exclusivamente didácticos y no comerciales, en consecuencia queda exenta de las restricciones de reproducción por parte de los autores y editoriales. 7 Por otra parte, con esta publicación se pretende brindar un apoyo para fortalecer la formación de los futuros líderes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y para eso es necesario que asuman la disciplina revolucionaria, la cual nace de la conciencia del hombre, de su decisión de asumir la carrera militar, con todas sus normas, características y problemas, asumirla desde la reflexión y la autocrítica, sustentadas en un sólido cúmulo de conocimientos que se mantengan siempre promoviendo el progreso, el desarrollo y el bienestar del otro. Es una actitud que mueve al hombre sin necesidad de supervisión alguna, que le permite disfrutar cada minuto de sus labores y que logra potenciar las capacidades individuales y colectivas. Esa misma disciplina los alentará como soldados y como tales se deberán a la patria que es el bien más sagrado. Problemas y dificultades constantemente existirán, y será allí donde deberán demostrar el temple de un soldado profesional que con mucha proactividad encontrará soluciones donde otros desmayan, porque nuestro norte no indica otra acción que no sea la de vencer, y ganar por el bien del colectivo. Como líderes militares, y conductores deben permanecer sumidos en las virtudes y valores éticos y morales que son y serán los pilares fundamentales del éxito de su carrera; la lealtad, el honor, el compañerismo, la sencillez, la perseverancia, la responsabilidad, la honestidad, el coraje y la integridad darán cuenta al final de la excelencia bajo la cual se han formado. La tercera característica a considerar es concentrarse en ser optimistas, mirar lo positivo, centrarse en construir, en aprovechar las oportunidades, en mejorar la labor y todo lo que esté al alcance de nuestras manos. La cuarta característica es la actitud hacia el cultivo del juicio agudo y crítico, esto le ayudará a diferenciar lo urgente de lo importante y determinar cuando está en el camino correcto, sin dejarse llevar por falsas lisonjas. La quinta característica, y no por ello menos importante, es que el líder debe profesar la humildad como principio de vida, nada hacemos al creer que todo lo sabemos, y que somos poseedores de la verdad, pues nada más escurridizo que ésta, la cual está un poco en cada uno de nosotros, pero con nadie en absoluto, sin humildad es muy fácil errar, aún sabiendo. Por último jóvenes cadetes, están formados en la conciencia moral, ella los hará capaces de evaluar la actuación humana, podrán, diferenciar lo bueno de lo malo, lo moral de lo inmoral, la honradez de la corrupción y en forma determinante desarrollar su misión y fin último: ser militares para brindar hasta la vida al servicio de la patria. Cátedra de Liderazgo Esto está concatenado en forma directa con algunas de las características que debe tener el líder militar. Líneas que son como faros que poco ayuda el obviarlos ya que son guías claras en medio de la oscuridad. Algunas serían: en primer lugar, entender que un líder debe tener ideas claras que le permitan establecer objetivos, estrategias y metodologías capaces de hacerle llevar sus hombres al éxito seguro. En segundo lugar, asumir que el líder debe tener discreción, pues la prudencia muestra no sólo su sapiencia hablando en el momento preciso, sino hablando lo útil, lo verdadero y lo necesario, pues no olvidemos que los vasos vacíos son los que hacen más ruido. 8 9 BOLÍVAR ES NUESTRA GUÍA Filosofía educativa de la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela C ombinar el aprendizaje académico con los valores militares en pro de crear los líderes que exige la sociedad para el sustento del Estado y la defensa integral de la Nación es el objetivo que mantiene y sostiene la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela como institución encargada de la formación académica en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Esta filosofía implica establecer los lineamientos para formar integralmente a una persona leal, responsable, moral, con alto sentido del honor, estoico y con dominio personal para asumir la defensa de los valores y los ideales que la misma institución y la sociedad le han inculcado, creándole un sentido de responsabilidad que le impele a obedecer el llamado del deber y a asumir las consecuencias de sus acciones y el crédito con los subalternos en sus aciertos. Para lograr estos principios se hace necesaria una disciplina que oriente y precise los caminos que conllevan la formación, siendo el reconocimiento del honor el máximo y último factor de la educación moral. La disciplina además de moderar, enseña a actuar con conformidad y constancia, ayudando a formar una voluntad personal y reflexiva. Esta reforma espiritual y moral debe estar inspirada en la proyección de la virtud y la moral: pensamiento y acción de nuestro Libertador Simón Bolívar. 13 Proyección de la virtud: la justicia Bolívar participa con características muy definidas en un movimiento en pro de la exaltación de la moral al sitio de norma rectora de la acción en América. En esto fue un revolucionario de lo más original. Ningún político y militar revolucionario insistió jamás, con la constancia suya, sobre la necesidad y el valor de la moral; ningún americano tuvo nunca como él tanta fe y seguridad en los beneficios de la virtud. Pocos han batallado como él por la verdad y la justicia. El concepto de justicia en Bolívar reclama atención especial. Que “la justicia es la reina de las virtudes republicanas”1, y que sin ella no puede construirse una sociedad viene repitiéndose desde tiempos antiguos; no en vano Platón y Aristóteles, y los juristas y filósofos romanos, discutieron tan amplia y esclarecedoramente esta cuestión. La justicia es una sola realidad, pero susceptible de mostrarse en niveles diversos. Desde esa perspectiva, los militares han de tratar a los particulares con medidas proporcionales a sus merecimientos. Bolívar se empeña en respetar siempre los principios, y en ser justo, aunque nota las dificultades de su propósito: “los juicios que más participan de la equidad, son los que menos se agradecen, porque son los que menos satisfacen a las dos partes”2. De modo singular los hombres de uniforme tienen el deber de ejercer plena justicia; al respecto se hallan en el Libertador muestras ilustrativas. Fue sistemática y constante su búsqueda de hombres éticamente valiosos y positivamente capaces para las posiciones de importancia; la ola de solicitantes, entonces como siempre, es muy nutrida; más Bolívar no coloca a los que quieren sino a los que deben serlo. “Yo he mandado buscar el mérito oculto para conocerlo en el tribunal, he solicitado con esmero a los que profesaban modestamente el culto de la conciencia: la religión de las leyes… Yo no he exigido más que probidad de los candidatos: he desatendido a los pretendientes, he solicitado la virtud oculta para elevarla al magisterio”.3 1 Bolívar, Volumen II, pp. 1080 2 Bolívar, Volumen I, pp.1092 3 Bolívar, Volumen II, pp.1203-1205 14 Igual intención justiciera le hace decir con evidente sinceridad: “los elogios debido al mérito alimentan las almas sublimes”4. Además que “el premio del mérito es el acto más augusto del poder humano”5; y atento está a la oportunidad de la recompensa: “es muy importante premiar a tiempo”6. Su afán de justicia brota impensadamente, y llega en frases llanas a enjuiciar con afán corrector hasta la historia; a nadie se le escapa que Bolívar sigue un anhelo reivindicativo cuando recoge la inspiración mirandina y llama Colombia a la República que funda. El mismo sentimiento lo lleva a declarar con énfasis que el saber de Bonpland, ese notable naturalista y el de Humboldt han hecho más bien a la América que todos los conquistadores juntos. Proyección de la virtud: la gratitud En el plano personal la justicia se traduce, en Bolívar, en otra virtud que lo define: la gratitud, a cuyo culto consagró buena porción de sus esfuerzos. Conocido es el incidente con Monteverde y el pasaporte a Curazao; jamás olvida el Libertador el gesto generoso de Iturbe que le salvó la vida; quince años después lo recuerda aún, y en breve carta de armonía consigo mismo, deja otra huella. Idéntico sentimiento inspira toda su conducta hacia la negra Hipólita y como gobernante le lleva a considerar con ojos de cariño el caso de los soldados maltrechos, aquellos que perdieron su sangre levantando a Colombia. “La ingratitud es (a su juicio) el crimen más grande que pueden los hombres atreverse a cometer”7. Proyección de la virtud: La templanza y la voluntad de lucha. Resulta fascinante seguir esa trayectoria. No se sale del asombro. Por fuerza ha de caerse en paralelismo con los grandes conductores militares de la historia, más afortunados sin duda en el conjunto avasallador de sus victorias cuya secuencia deslumbradora termina muchas veces en una 4 Bolívar, Volumen I, pp.214 5 Bolívar, Volumen II, pp.1114 6 Bolívar, Volumen I, pp.462 7 Bolívar, Volumen I, pp.867 15 sola derrota. La última, a la vez la primera. O no la sufrieron jamás, con lo cual no hay posibilidad de medir la capacidad excepcional de resurgir del hundimiento, que hace de Simón Bolívar un caso de prodigio. Su carácter práctico y dinámico encaminado directamente hacia sus objetivos. El triunfo de una doctrina es obra de tenacidad y de lucha, su bondad es aliciente y estímulo para que sus propugnadores no la abandonen. Quizá de esa característica del guerrero por excelencia, para quien la lucha sólo termina con la muerte, deba partirse como base de análisis sobre la psiquis de fuego que pudo servir de forja a semejante fenómeno humano. La vida entera de Bolívar fue fiel a la idea de la necesidad de la acción permanente; reconocía en todo instante la creadora proyección de la energía, sin ella “no resplandece nunca el mérito y sin fuerza no hay virtud, y sin valor no hay gloria”10. El poder de la voluntad emerge sobre todo el súmmum de cualidades y defectos sin términos medios que en Bolívar resultarían imposible de cuyo conjunto surge el genio. El juramento en el Monte Aventino en 1805 definió una vida. El propósito indomable de alcanzar la meta trazada en ese instante de delirio, hizo posible su obra monumental ya para 1825. Examinando el conjunto demoledor de sus derrotas y fracasos se advierte cómo en los abismos es donde el temple acerado de un espíritu superior halla sus mejores momentos. ¡Triunfar! Allí se aprecia cuanto Bolívar odia extraer de su lumbre interior en la inflexibilidad de una determinación. Es quizás lo más admirable en un hombre que reunió en su existencia tantos aspectos dignos de admirarse. Allí reside el génesis de su grandeza. Fue esa voluntad de lucha la que acabó por prevalecer sobre el arriscado conjunto de caudillos que se disputaron la jefatura revolucionaria durante nuestra independencia y que expulsó al imperio español de nuestras tierras. Proyección de la virtud: la fortaleza y la constancia La fortaleza y la constancia son el denominador común de la obra de Bolívar; jamás cede él en su propósito, su voluntad “no desmaya y aun se fortifica con la adversidad”8, por eso la consigna de Pativilca ha llegado a simbolizar su carácter. “El valor, la habilidad y la constancia corrigen la mala fortuna”9. Es efectivo el afán que jamás se doblega. 8 9 Bolívar, Volumen II, pp.105 Bolívar, Volumen I, pp.43 16 Si se investiga el perfil de su deber, se comprende por qué existe en Bolívar, junto a un carácter generoso un hombre riguroso e inexorable, terrible cuando las circunstancias son terribles. Su actividad utiliza los elementos propios de la disciplina y de la fuerza cuando ha menester; no sólo fusila desertores y traidores y encarcela delincuentes y deudores del estado, sino que su justicia toca hasta sus allegados. En hora crítica, obligado a restar una ventaja a sus antagonistas, decretó la Guerra a Muerte (1813); después vino el momento de celebrar el Tratado Regularizador de la contienda (1820); y el mismo firmante de la proclama de Trujillo señaló más adelante a sus soldados “la obligación rigurosa de ser más piadosos que valientes”11. (En esencia, la figura moral de Simón Bolívar se refleja en la siguiente expresión: “mi único amor siempre ha sido el de la patria; mi única ambición, su libertad” (Idem, Volumen II, pp.314). Proyección moral: el amor a la patria La preocupación central y fundamental del pensamiento de Bolívar es la patria. No se trata simplemente del suelo natal, territorio americano conquistado por la corona española y redimida ulteriormente por los Libertadores. Tampoco se trata en términos abstractos, de sus habitantes. En la noción de patria se integra la realidad geográfica con la humana, y con la circunstancia histórica: tradición, anhelos, vida. El elemento histórico-espiritual es lo que da existencia y fisonomía a la patria, al lograr fundir en una todas las partes. 10 11 Bolívar, Volumen II, pp.326 Bolívar, Volumen II, pp.1173). 17 Ligando con pasión afectuosa los varios componentes e incitando al culto de la patria, elabora Bolívar una definición: (…) primero el suelo nativo que nada : él ha formado con sus elementos nuestro ser, nuestra vida no es otra cosa que la esencia de nuestro pobre país, allí se encuentran los testigos de nuestro nacimiento, los creadores de nuestra existencia y los que nos han dado alma por la educación, los sepulcros de nuestros padres yacen allí y nos reclaman seguridad y reposo, todo nos recuerda un deber, todo nos excita sentimientos tiernos y memorias deliciosas, allí fue el teatro de nuestra inocencia, de nuestros primeros amores, de nuestras primeras sensaciones y de cuanto nos ha formado. ¿Qué títulos más sagrados al amor y a la consagración?12 La patria no es producto de un ímpetu egoísta, ni resulta de la acción excluyente de un grupo selecto ni de una hora estelar. La patria es una verdadera dinámica, en la cual se conjuga el aliento de todos sus hijos y de todos los instantes de su vivir. Por la patria está listo para todos los sacrificios, no sólo al de su fortuna o de su vida, si no hasta el del honor y la popularidad; su prédica inspira después el aforismo de Martí: “la patria es ara y no pedestal”. La patria es el pueblo, la totalidad social de la cual se procede y a la que se debe servir con preferencia. La idea y la lucha de Bolívar jamás se contradicen porque se orientan con absoluta fidelidad revolucionaria, de segura raigambre colectiva. Pero Bolívar rehúye las alusiones innominadas, “para nosotros la patria es primero”, para él “la patria es América”14. “Una sola debe ser la patria de todos los americanos”15. La patria es realidad actuante y dinámica; es Hispanoamérica; se llama Colombia, Venezuela, se llama Caracas, porque a su ciudad jamás olvida, es nota constante en su alma. Cualquiera sean accidentes, Caracas siempre es la primera en su espíritu, por Caracas inicia el itinerario de su afecto continental. En 1825 escribe a Páez, y repite lo mismo a Mariano Montilla: (…) estoy comprometido a defender a Bolivia hasta la muerte como a una segunda Colombia: de la primera soy padre, y de la segunda soy hijo: así mi derecha estará en las bocas del Orinoco y mi izquierda llegará hasta las márgenes del Río de la Plata. Mil leguas ocuparán mis brazos, pero mi corazón se hallará siempre en Caracas: allí recibí la vida, allí debo rendirla; y mis caraqueños serán siempre mis primeros compatriotas. Este sentimiento no me abandonará sino después de la muerte16. Para él la patria no es palabra de vacía demagogia, ni un pretexto de muerte para la agresión fratricida en exclusivo beneficio de reducidas minorías expoliadoras. La patria es sinceridad, no hipocresía. La patria es un deber, deber de consecuencia con su tiempo y con su medio, consecuencia con su generación. En su noción el vínculo ético es esencial; los requisitos morales son los únicos que exige para el disfrute igualitario de los goces de la vida social. (…) el hombre de honor no tiene más patria que aquella en que se protegen los derechos de los ciudadanos, y se respeta el carácter sagrado de la humanidad: la nuestra es la madre de todos los hombres libres y justos, sin distinción de origen y condición.13 12 13 Bolívar, Volumen I, pp.1449 Bolívar, Volumen I, pp.493. 18 Ni uno solo de los problemas americanos habrá de serle extraño. Su acento patriótico jamás sufrirá cambios, la patria será siempre el estribillo de su canción política. Fuerza tendrá siempre para el bien de su América. Amor y simpatía habrá para los amigos de su pueblo, y para los contrarios su proyección guerrera: vórtice de angustias y desafíos del “hombre de las dificultades”. 14 15 16 Bolívar, Volumen II, pp.1072 Bolívar, Volumen I, pp.294 Bolívar, Volumen I, pp.1181-1184 19 Proyección moral: el desprendimiento Otra nota que en su registro moral ocupa puesto relevante es el desprendimiento; como sus otras cualidades ésta reviste las más diversas y complementarias formas: explica su permanente disposición al sacrificio por la Patria, es alma de su declaración, para todos los pueblos y para todas las épocas: “El que lo abandona todo por ser útil a su país, no pierde nada y gana cuanto le consagra”17. Ella es, en fin, la base que lo sustenta al afirmar que ha combatido por la libertad y por la gloria, y no por su engrandecimiento: (…) dudo que haya derecho para exigírseme que expire en el suplicio de la cruz: digo más, si no fuera más que la cruz, yo sufriría con paciencia como la última de mis agonías. Jesucristo sufrió treinta y tres años esta vida mortal: la mía pasa de cuarenta y seis; y lo peor es que yo no soy un Dios impasible, que si lo fuera aguantaría toda la eternidad”18. Pero el desprendimiento de Bolívar se percibe igualmente en esferas de tono menor. Cristaliza en su generosidad de alma y de bienes, de amor y de riquezas; ilumina su culto perpetuo, y hasta sagrado, de la amistad sincera y afectiva, inspira su posición militante contra la venganza; aureola su recto concepto del deber, y le permite decir: “Todos los recursos y ejércitos victoriosos de Colombia han estado a mi disposición individual, y la satisfacción inferior de no haberle causado el menor daño, es mi mayor consuelo”19. El mismo reconoce que con una magnanimidad superior a cuanto exigen la política, la prudencia y el bien mismo de la República, perdonó a sus enemigos. En ocasiones cuando pudo haber hecho caer el peso de la justicia sobre sus adversarios, su celo y su generosidad fueron mayores. Su desprendimiento se traduce también en la virtud que más aprecian los pueblos: desprendimiento material. El caso de Bolívar es excepcional: inicia rico su carrera militar, ejerce el control de extensa parte del continente por varios años 17 Bolívar, Volumen I, pp.149 18 Bolívar, Volumen II, pp.763 19 Bolívar. Volumen II, p. 985 20 y muere pobre. En 1804 el mismo parece estimar su fortuna en cuatro millones de pesos, veintiséis años más tarde, después de haber sido presidente de Colombia y dictador del Perú, declara en su testamento: “no poseo otros bienes más que las minas y las tierras de Aroa, situadas en la provincia de Carabobo, y unas alhajas que constan en el inventario que debe hallarse entre mis papeles”20. La honradez material debe ser otra característica de esta reforma moral; es por excelencia la piedra de toque usada para apreciar la firmeza moral; Bolívar resiste victorioso esa prueba. Más si es digna de reconocimiento su honestidad personal, en el sentido de no haber recibido jamás ilegalmente ni un peso, sino por el contrario de haberse despojado de cuantiosos bienes, es igualmente merecedor de atención su celo por la moralidad administrativa. La pulcritud de Bolívar llega a puntos inconcebibles. Es el Bolívar de siempre, cuyo mandato a la posteridad es muy breve: “la gloria esta en ser grande y en ser útil”21, y para los hombres de acción: “la gloria no es mandar sino ejercitar grandes virtudes22”. Su calidad moral da luz de fe a su pensamiento, vertebra su conducta toda. Sus palabras, bien interpretadas dentro del contexto de su obra integral, cumplen la tarea de reflejar fielmente sus ideas; en la armonía y en cada una de ellas, producto de una singular personalidad intelectual y ética, está Bolívar completo. Proyección moral: la nobleza de espíritu Cualidad moral de Bolívar es la nobleza de espíritu. La nobleza espiritual ya supone una serie de virtudes, supone sobre todo una buena capacidad de respetar al otro, aún siendo su enemigo. Sorprende Bolívar que en sus cartas no se ocupe, con la debida insistencia de sus enemigos; trabajo cuesta indagar en su correspondencia los nombres de sus adversarios. 20 21 22 Bolívar, Volumen II, pp.988 Bolívar, Tomo I, pp.986 Bolívar, Volumen I, pp. 1310 21 Moral y luces: formación ética personal. La prudencia abismos y llanuras, en el que la geografía exhibe su máxima adustez, a la cabeza de ejércitos surgidos milagrosamente de montoneras elementales, constituye una hazaña de características únicas. Para realizarla se requirió la combinación de condiciones que configuraron la personalidad, excepcional también, de Simón Bolívar. Visto desde el ángulo moral el Libertador se presenta como un celoso apreciador de la virtud; la formación ética personal tiene, a su juicio, una clara repercusión social; sin hombres virtuosos no existe República, sin personalidad moral que oriente y rija la conducta nada se hace. Tan imbuido estaba de estos principios que llegó a concebir una escuela de virtudes, que no otra cosa pretendía su discutido poder moral. Y la historia se ha encargado de ratificar la exactitud del anhelo bolivariano. Tamaña aventura supone, antes que nada, vibrante vocación guerrera. El choque armado, donde quiera tenga ocurrencia, implica fuerzas de tremenda capacidad destructora. Es combinación y contraste donde gravitan el odio y la generosidad, la vida y la muerte, la cobardía y el heroísmo, lo sublime y lo prosaico, la victoria alucinante o la derrota amarga. Ubicado allí, sobre ese fondo tempestuoso de nubarrones y relámpagos, Simón Bolívar emerge en su poderosa contextura de luchador nato, atraído poderosamente por el vórtice de angustia y desafío. La moral articula el comportamiento y da sentido a la actividad intelectual. Es indigno el militar que miente, es un maestro falso el que practica lo contrario de su enseñanza, el que contraviene sus propias prédicas. A los ojos de las mayorías continentales el individuo sin moral es aquél que practica el peculado, el soborno, el fraude y la mentira bajo múltiples formas. No yerra el Libertador al estimar que nuestras primeras necesidades son: “Moral y Luces”; su estribillo insiste: “la mejor política es la rectitud”23, “la felicidad consiste en la práctica de la virtud”24. Proyección guerrera y militar del Libertador Simón Bolívar El veloz recorrido efectuado por el denso itinerario bélico de Simón Bolívar, rubrica cómo su inmensa obra humana emerge de la guerra. El campo de batalla es así para El Libertador de seis naciones lo que el laboratorio para el científico. Ese campo de batalla es, nada menos, que la franja tropical de América. En su compleja vastedad concurren los elementos de la naturaleza para conformar uno de los ambientes telúricos más hostiles al hombre. Cubrir ese conglomerado de montañas, 23 24 Bolívar, Volumen I, pp.652 Bolívar, Volumen II, pp.1136 22 Por ello, y porque tres lustros de una existencia breve e intensa transitan por ese formidable teatro de lucha, quien hubo de vivirlos avocado a comandar ejércitos desde sus primeros pasos por el híspido sendero de triunfos y desastres, merece el calificativo primario de guerrero. Subyuga en Simón Bolívar esa disposición natural para el mando, que le permite llenar su título vacío de coronel hereditario sin proceso alguno de aprendizaje metódico o formación profesional. Muchos otros, como él, se hicieron generales a fuerza de bregar en la contienda. Algunos desaparecieron cuando la derrota los consumió en su avalancha. Otros surgieron al lado del héroe, iluminada su ruta por los reflejos de aquél. Otros fueron sus émulos circunstanciales y sus subalternos, a medida que el genio los reducía. Bolívar hubo de realizar un periplo saturado de arrecifes, aguas traicioneras, bajos invisibles, espacios torrentosos de poder aniquilantes. Pero había nacido para la lucha y cada uno de aquellos obstáculos interpuestos en su camino, convertíase para él en una razón más para alcanzar su meta. Se impuso a cuantos adversarios halló al paso. A la naturaleza dura e inminente. A sus enemigos, caudillos surgidos como él de una de las más sangrientas y enconadas refriegas, en la historia salpicada de crueles episodios que constituyen la existencia del pueblo español. Enemigos que no alinearon tan solo en el bando opuesto sino en el propio, en choque 23 soterrado o abierto de voluntades, ambición, egoísmo, autosuficiencia, orgullo, aspiraciones de mando, de gloria y de grandeza. La violencia sanguinaria que toda guerra trae consigo, alcanzó en Venezuela índices aterradores. A su llamado respondió Bolívar con idéntica dureza, pero, como todo lo suyo, en forma abierta y frontal, con un terrible acto de gobierno. El decreto de Trujillo de Guerra a Muerte no fue otra cosa que la respuesta al reto que el enemigo le lanzaba, enmascarado en el usufructo de una autoridad Real que se creía investida de poderes incontrolables para manejar la vida y la muerte. Referencias • Bolívar, Simón. (1999) Obras Completas Maveco de ediciones, S.A. Caracas-Venezuela. • Lebowitz, Michael (2008) El Socialismo no Cae del Cielo. Imprenta Nacional. Caracas-Venezuela. • Salcedo Bastardo, José Luis (1996) Visión y Revisión de Bolívar. Imprenta López. Buenos Aires Argentina. A la providencia del Libertador habían precedido crueldades sin cuentos, sevicia inútil y bárbara, que él jamás auspició en sus propias filas. Recurrir a tan drástico expediente fue a la vez una amarga necesidad del momento, pero más que todo, un camino para abrirle a su revolución cauces definidos por los cuales pudiese conducir multitudes a la violencia. La distancia entre el luchador que emerge de su propia juventud intrascendente para emprender la jornada de proporciones sobrehumanas, y el militar estructurado en los dominios del arte bélico, tiende en su abismo que él ha de llenar acumulando experiencias tan duras hasta sobreponer a su naturaleza guerrera el intelecto necesario para delinear campañas enteras y concluidas con el manejo cerebral de la batalla decisiva. No es fácil precisar dentro de esa mutación gradual las condiciones que mejor capacitaron a Simón Bolívar para colmar semejante vacío, en medio de dificultades y desastres que difícilmente hallen paralelo en la historia. En América, nadie cubrió extensiones tan amplias ni de características tan violentas como las que Bolívar desafió en su tempestuosa trayectoria. 24 25 Algunas características más destacadas de la sociedad venezolana L as características anunciadas a continuación son sólo algunas de todas las que se pueden enumerar. Se pretende poner en evidencia aquellos cambios que no pueden pasar desapercibidos. Son cambios que plantean retos no solo para el hombre común y corriente, sino, de modo muy especial al Líder comunitario, que debe desarrollar una labor de formación integral con sus semejantes, frente a las nuevas exigencias que el mundo de hoy plantea. 1. Sociedad en Cambio: Es fácilmente constatable el proceso de cambio de ideas, costumbres y estructuras que se consideran solidas, en que se está inmerso, a partir del surgimiento de un “nuevo pensamiento”: plural, analógico, sistémico, en red por interconexiones; hoy con cierta facilidad se desvanecen éstas. La civilización tecnológica y urbana le abre a la persona infinidad de posibilidades y alternativas. Las bases de la vida social y de las relaciones entre los hombres y los pueblos se modifican. La denominada “crisis de los valores” proviene en parte por el cambio en la mentalidad y en el estilo de vida que experimenta la sociedad. Por esto unos valores se replantean, otros se relativizan, y algunos más comienzan a perder fuerza, hasta que al final quedan reducidos a palabras vacías. La jerarquía de valores se derrumba. Aquí es posible enmarcar 27 el creciente relativismo y la crisis de la conciencia en su formación y desarrollo que lleva al desfase entre norma y práctica, entre fe y praxis cristiana. Algunas manifestaciones de este cambio son: Economía dinámica; espíritu de máximo lucro; una sociedad compleja y burocratizada; una sociedad pluralista y tolerante, “liberal”, igualitaria y democrática, en donde se abre camino el reconocimiento del derecho de las minorías; una sociedad que relativiza todo, sensible y preocupada por la defensa de los derechos humanos y agitada por la competitividad y la agresividad; es una sociedad que obliga a vivir en actitud de búsqueda constante si se quiere dar respuestas válidas. Una sociedad conformada por familias reducidas (monoparentales25) con uno o dos hijos, donde la mujer es la cabeza, y responsable por el sustento del grupo familiar. Una sociedad en cambio plantea problemas y dificultades como el aislamiento, la inseguridad, el desarraigo de la persona, la marginación, el radicalismo, la violencia. Por esto es necesario tener convicciones profundas y propias, objetivos claros, abiertos al diálogo y atento a las nuevas realidades. Igualmente se derivan unas consecuencias que cuestionan las acciones educativas, de manera especial en el ámbito de los jóvenes que son los receptores de las nuevas realidades que surgen en el mundo; incide en la fe, porque modifica el contexto en el que se recibe y vive. El mensaje evangélico es el mismo, pero el interlocutor ha cambiado. 2. Sociedad Tecnológica Este dominio tecnológico tiene consecuencias positivas como la mejor organización de la vida social, la mayor producción, la prolongación de la vida del hombre por los avances que permite, sobre todo en el campo de la medicina y la higiene, aumento del bienestar y confort, mayor comunicación, trabajo en equipo. A pesar de ello, tiene sus consecuencias negativas como la despersonalización del ser humano, las personas se van convirtiendo en partes de un engranaje frío, la angustia, la deshumanización a causa de la máquina, el aumento de las enfermedades mentales, cardíacas y nerviosas, el debilitamiento de la vida íntima de las personas, la influencia masiva de los medios de comunicación sobre éstas que, en muchas ocasiones, les imposibilita para ser críticas y maduras psicológicamen­te. La creación de nuevas y ficticias necesidades mediante la publicidad. El desarrollo tecnológico conlleva también un cambio pedagógico y didáctico en los procesos de aprendizaje. Hay profundas diferencias entre el mundo agrario, el mundo industrial, el mundo tecnológico y el mundo informático. Cada día se hace más común usar tecnologías de punta. Se integran estos elementos en la vida diaria y luego se deriva de ello actitudes y conductas nuevas. La tecnología puede ayudar al hombre, pero no lo satisface plenamente. El hombre quiere vivir por algo que de verdad valga la pena. 3. Sociedad Consumista La tecnología ha modificado las condiciones materiales de la vida del hombre y por lo mismo el trabajo y el descanso. Los descubrimientos científico-técnicos han transformado las relaciones con la naturaleza y la sociedad, la tecnología moderna ha aumentado la capacidad del hombre para conseguir un mayor dominio sobre el mundo y para lograr avances económicos y sociales nunca soñados. El hombre de la tecnología siente la tentación de medir todo en términos de eficacia dejando en un segundo plano el valor humano de la solidaridad y el diálogo interpersonal. En este campo la sociedad se caracteriza por la lucha competitiva (a veces agresiva), la búsqueda de un mayor nivel de vida y posibilidades, el “tener” o “poseer” cosas que llega a ser más importante que “ser persona”. Interesa consumir y adquirir bienes más que obtener una buena formación. El valor supremo es la eficacia y el poder. Es la creación del hombre unidimensional porque sus dimensiones más importantes (amar, ser libre, encontrar sentido a la vida) se han reducido a la única dimensión necesaria pero insuficiente: producir y elevar el nivel de vida. 25 De un solo padre 28 29 La filosofía del bienestar empuja a ser conformistas, poco críticos y poco creativos en los aspectos morales y auténticamente humanos. La indiferencia a las urgentes y graves necesidades del prójimo; La publicidad comercial que promete una felicidad barata, crea nuevas necesidades a veces ficticias. Se anula el poder de decisión del individuo a través de medios sugestivos; La tolerancia represiva. Una sociedad que domestica y comercializa la protesta que se hace contra ella; también hay que considerar el acentuado aburrimiento, fruto de una excesiva abundancia de bienes materiales y la falta alarmante de creatividad, al entregar casi todo pensado, programado y hecho. Un estilo de vida marcado por el INMEDIATISMO, ya que se desconfía de las promesas a largo plazo RELATIVISTA, puesto que según el punto de vista desde el que se afirme o se niegue algo, puede ser válido y HEDONISTA, por conceder gran importancia al cuerpo, la sensualidad, y el placer que se puede alcanzar. Una sociedad consumista conduce también a la sociedad de lo desechable y reciclable, que en algunas ocasiones se aplica también las relaciones humanas, conyugales y familiares, como es el caso de la Generación “X”26 Por eso en la actual sociedad de consumo, lo religioso casi no tiene sentido. No es necesario negar a Dios teóricamente, simplemente se prescinde de Él. En el campo religioso, una sociedad de este estilo cierra las puertas a la realización personal y comunitaria, a la solidaridad con los demás. Se pierde el sentido de la gratuidad. El sentido de estar en compañía de otros simplemente para compartir un diálogo, una amistad o un ideal. Domina el utilitarismo. La religión, y concretamente la persona de Jesucristo como Salvador, se le valora por las ventajas o los inconvenientes que trae para la vida de la sociedad. Al hombre consumista, en las celebraciones eucarísticas, le da lo mismo permanecer aislado al fondo del templo que estar junto a los otros, pero ignorándolos. Parece que lo que 26 También se le conoce como la “Generación de la Apatía”, nacidos entre 1960-1980. 30 cuenta es el “precepto” y debe estar presente en un “monótono y aburrido espectáculo” que además es “obligatorio”. 4. Una Sociedad Móvil Tradicionalmente se concibe la sociedad en forma sedentaria. Sólo se miraba con un mínimo de preocupación el éxodo del campo hacia las grandes ciudades. Hoy el panorama ha cambiado. La inmensa mayoría de la población mundial tiende a ser urbana; incluso los campos se están urbanizando. La tendencia actual dentro del urbanismo es hacia una vida nómada. En la misma ciudad se produce el fenómeno de la movilidad humana: uno es el lugar de trabajo, otro el lugar de diversión, otro el de residencia, otro el de fin de semana, etc. En este aspecto la familia tiende cada vez a ser más nuclear, o sea, un núcleo reducido de personas y su papel más centrado, fundamental­mente, en la socialización, la estabilización y la gratificación afectiva de sus miembros. Existe un proceso de transformación y coexistencia de diversos tipos de familia que replantean los parámetros tradicionales en la convivencia, lo ético y la educación de las nuevas generaciones. En el ámbito familiar esta la tenencia a redefinir los roles en el sentido de la corresponsabilidad, complementariedad y reciprocidad de sus miembros. En el campo religioso, la movilidad es un reto para las estructuras eclesiales territoriales. La movilidad urbana ha puesto en crisis la parroquia de la ciudad como institución territorial. Las personas que viven dentro de los límites territoriales de una parroquia urbana, no forman, por lo general, una comunidad natural, como si lo era en otra época. Son personas que mutuamente se ignoran, no tienen ningún objetivo común y entre ellos los lazos de solidaridad son mínimos, por no decir nulos. 5. El Anonimato y la autonomía En estrecha relación con las características enunciadas hasta aquí se presenta el anonimato urbano, propio no sólo de la gran ciudad, sino también de la civilización actual, que como se expresó anteriormente, tiende hacia el urbanismo. 31 En la gran ciudad, las personas tienen la sensación de estar vinculadas a diversos colectivos humanos. Las relaciones son más funcionales que personales. El hombre está libre de controles y a la vez es inseguro y se siente perdido en la gran masa de la ciudad, en la “selva de cemento”. Así como le permite a la persona conservar su intimidad, hacer posible su libertad y responsabilidad, el anonimato, también conduce a la incomunicación, la soledad, la amargura, la despersonalización y la marginación. La relación interpersonal es muy pobre o casi nula. La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela refrenda el sentido de autonomía y el respeto en las relaciones que debe existir entre la Iglesia y el Estado y entre los diversos poderes que lo integran y es en este aspecto de la sociedad actual donde se plantea la acción pastoral, el reto de integrar grupos donde la persona se sienta acogida, valorada como tal y donde pueda expresar libremente sus ideas, en un diálogo abierto con los demás; donde haya relaciones interpersonales. La vivencia cristiana de la fe y el descubrimiento de Jesucristo como salvador es, esencialmente, una tarea personal y comunitaria. La fe se vive y se expresa en una comunidad de fe. que están al margen de la fe o son desviadas de un sentido mágico y supersticioso de la religión. La secularización debe ayudar a descubrir la auténtica imagen de la fe cristiana, presentada como una urgencia, un quehacer continuado, una constante superación de las comodidades y egoísmos, una misión exigente y comprometida que afecte a las personas en sus diversos aspectos: individual, social, político y económico. Así como conlleva unos valores de revalorización de las realidades humanas y temporales, autonomía de lo natural, en donde Dios, la religión, la Iglesia y la fe se vuelven realidades más gratuitas, la Iglesia puede ser más evangélica, más pobre, con menos influencia y más libre para cumplir su servicio específico de ser fermento en medio del mundo, proclamar el mensaje de libertad y de salvación de Jesucristo y ser la voz profética de los que no tienen voz. También se encuentran contravalores, como los de seguir las directrices de una sociedad consumista, la falta de esfuerzo, la descristianización de la cultura y la creación de una mentalidad general de incredulidad con el consecuente rechazo del mensaje evangélico y la dificultad para comprender la visión religiosa de la vida. 7. Una Sociedad Pluralista. 6. Una Sociedad Secularizada27 El fenómeno de la secularización quiere decir el desarrollo autónomo de una serie de aspectos de la vida humana como la ciencia, la técnica, la economía, la política y las costumbres. La sociedad moderna, ya no se fundamenta sobre una base religiosa. Las convicciones religiosas se han convertido en “asunto privado”. En relación con el hecho religioso, la fe ha madurado, se ha hecho autónoma. La secularidad, es la expresión más genuina de la responsabilidad, la madurez y la autonomía del hombre. Su incidencia es favorable en el hecho religioso porque ayuda a discernir entre la religiosidad popular con un contenido serio y otras manifesta­ciones de religiosidad 27 S ociedad donde priva la cuestión civil, haciendo a un lado la cuestión religiosa. 32 El pluralismo es una valoración de las distintas actitudes, mentalidades y opciones del mundo actual, es signo de la capacidad de convivir y trabajar juntos con personas de mentalidades muy diversas. Abarca: pluralidad y diversidad de opiniones y conductas; coexistencia pacífica y respetuosa entre las personas y los grupos que sostienen dichas opiniones y conductas; y admi­sión de la diversidad. De esta manera en el pluralismo nadie tiene el monopolio de lo justo y lo verdadero. La justicia y la verdad son valores éticos fundamen­tales de carácter dinámico, que se van construyendo progresivamente con el esfuerzo de muchas personas. Existencialmente aceptado y vívido lleva a la tolerancia que no quiere decir pasividad, cobardía, debilidad, permisibilidad y que en el campo religioso significa un profundo 33 respeto por todas las creencias. Que nadie puede ser coaccionado a creer, pero si, que toda persona pueda creer. Enfocado negativamente se convierte en relativización de todos los valores, lo que impide llevar a cabo el proyecto ético del cristiano; en indiferencia en la búsqueda de la verdad; en desmoronamiento de lo que es objetivamente bueno o malo; en pérdida de la conciencia de pecado. Las anteriores características permiten establecer los valores y contravalores de la sociedad y las tendencias que en ella se presentan. El nuevo socialismo del Siglo XXI debe estar atento a los signos de los tiempos y su tarea de formar a los líderes exige que sean capaces de llegar a transformar la vida personal, familiar y comunitaria. 34 NATURALEZA HUMANA Dinámica cerebral A unque no sea del todo necesario saber de mecánica para manejar un vehículo, no cabe duda de que sí se tienen nociones al respecto, aun siendo elementales, cualquier avería resultará subsanable, o al menos se sabrá a qué tipo de mecánico llevar el vehículo. No es lo mismo una falla del sistema eléctrico, que una en el embrague. Con respecto al proceso que se estudia ocurre algo similar; no se necesita conocer de fisiología cerebral, ni neurología, para que el individuo llegue a ser dueño de sus propias opciones emocionales, pero siempre será mejor que maneje nociones de los mecanismos que actúan para desencadenar los estados internos que le afectan, no confundiendo la función orgánica con los procesos mentales. Con toda seguridad se ha leído que el cerebro controla el cuerpo. Esta es una frase bien sabida por todos, pero ciertamente mal utilizada. Muy pocas personas conocen los mecanismos de funcionamiento de la máquina más poderosa que posee el hombre. Las ciencias actuales parecen obsesionadas con el estudio de los componentes orgánicos, olvidándose con frecuencia de lo que realmente es importante: el cómo funcionan las cosas. Por supuesto que es importante conocer las piezas que forman una máquina, ya que en el caso de que haya una avería se sabrá cuál pieza sustituir, pero ¿de qué sirve todo ello si se desconoce la utilidad del artefacto? Las llamadas ciencias de la mente, como es el caso de la psicología, deben 37 ¿Cómo funciona el cerebro? cumplir tal función, y sin embargo, se encuentra que proporcionan muy pocas, por no decir ninguna, respuestas a la operativa que rigen las funciones mentales. Una de las premisas básicas en el estudio de las técnicas de la Programación Neurolingüística en su vertiente sistémica es la de procurar crear en los estudiosos de esta materia una completa visión de conjunto, ya que el individuo es un sistema dentro de sistemas cada vez mayores. Desde la organización del medio atómico molecular, hasta el gobierno humano completo como un ser vivo, se integran sistemas dentro de sistemas, y todos ellos están interrelacionados e interafectados. En el estudio de la PNL, al igual que el modelo de perfeccionamiento de la inteligencia emocional y su adecuado uso, es importante dar una aproximación a los mecanismos elementales de funcionamiento cerebral en el ámbito fisiológico, de modo que los que no han estudiado a profundidad en esta materia puedan tener una mejor compresión de los procesos operativos de las técnicas que se estudian a continuación. Aunque bien es sabido que el ser humano se caracteriza por ser experimentador antes que teóricos, se busca el Cómo sin importar en la mayoría de los casos el Porqué. Poco a poco, se perfila dada la dinámica interactiva del trabajo y sus influencias en las diferentes áreas del organismo vivo y del ser humano como globalidad personal transpersonal. 38 E l cerebro humano es el órgano más complejo de los que posee el ser humano. Tan complicado es su funcionamiento, que en los albores del siglo XXI solo se ha hecho un aproximado a los elementos que desarrolla en sus procesos de funcionamiento. En muchas ocasiones se le ha comparado con un ordenador, pero esto no es más que una metáfora, un símil de los muchos que el individuo emplea cuando no conoce a profundidad algo. La mayoría de las definiciones que se realizan son aproximaciones de sus desempeños o dispositivos, por ejemplo: que el cerebro está formado por neuronas y estas están conectadas entre sí estableciendo una especie de programas automáticos capaces de ordenar y controlar las conductas mecánicas precisas para realizar todo tipo de acciones. Esta definición, como ya decía anteriormente, es solamente una alegoría, una imagen. Es importante no olvidar que toda metáfora tiene sus propias limitaciones. Sin duda, se puede cambiar el programa del ordenador cuando deja de ser útil. Es suficiente con introducir un pendrive con un nuevo programa y eliminar el anterior. Pero ¿Se puede hacer lo mismo con las conductas indeseables o con los recuerdos no gratos? A pesar de todo, y en cierta medida, si es posible, aunque casi nunca en el plano consciente. Es una parte del cerebro la que se encarga de ello, y es llamada sistema límbico. No obstante, hay ciertos estados o conflictos internos que presentan mayor dificultad en la eliminación, por ejemplo una fobia o un trauma infantil. Ahí comienza la complejidad, ¿qué es lo que hace 39 que esos tipos de experiencias no puedan ser transformadas por el cerebro o, al menos, no en todos los casos? protección. En la actualidad el hombre se diferencia totalmente del resto de las especies. Antes que nada, estos son los términos que a menudo se utilizan en temas relacionados con el cerebro y sus funciones: ¿Qué es lo que obró para que solo fuese el hombre capaz de esta mutación? La respuesta a la pregunta aún hoy sigue sin respuesta, o al menos no tiene una que satisfaga a todos los puntos de vista. Por ello surge otra interrogante: ¿Acaso el hombre estaba equipado en su cerebro de algo diferente que le permitiera ser capaz de este desarrollo singular? Aquí se ha de contestar que, ciertamente, sí. • Cerebro: parte superior y anterior del encéfalo. Sin embargo, cuando se hace referencia a él, comúnmente se hace referencia al órgano completo. • Encéfalo: gran centro nervioso contenido en el cráneo y que comprende el cerebro, el cerebelo y médula oblonda o bulbo. Este sería el término correcto para nombrar a todo el conjunto de órganos que alberga el ser humano en el cráneo y que cumple múltiples funciones. • Mente: Facultad humana relacionada con la inteligencia o entendimiento, se asocia con unas de las muchas funciones que tiene el cerebro, aunque esto no se puede asegurar. Es importante no confundir la función con el órgano, ya que podría existir una sin él otro, y viceversa. El hombre está dotado de inteligencia, imaginación, capacidad organizativa y de lenguaje elaborado con el que ha ido desarrollando complejos sistemas de leyes, religiosos, científicos y filosóficos. Ha sido capaz de generar entramados de creencias que le permiten estructurarse socialmente y de establecer complicados dispositivos de relaciones humanas, e incluso con el horizonte espiritual. Todo ello a merced de esa cualidad especial que le ha sido conferida al ser humano y que lo dista del resto de los animales. En este apartado se pretende dar una aproximación, puesto que el autor no es especialista en la materia, a las complejas disposiciones e interconexiones neurológicas y orgánicas, y poner al descubierto como operan, también se expondrá, desde el cerebro hasta su manifestación explicita y tangible de las que el individuo es capaz de ejecutar. La antropología explica que hace aproximadamente unos cuatro millones de años surgió el primer homínido parecido al hombre actual. Poco se distinguía en aquel entonces de sus congéneres los animales más próximos, y como ellos se comportaban, depredando y defendiéndose como los demás. Lo que lo fue diferenciando poco a poco del resto de los animales era su capacidad para construirse herramientas y armas, que le permitieran mejorar su potencial de caza y 40 41 El sistema nervioso humano Esquema de un grupo de neuronas D entro de la neurobiología, aunque posea una tecnología muy avanzada, la mayoría de sus conocimientos son muy antiguos. Tanto la arqueología como la antropología han evidenciado que ya desde la época faraónica, o incluso antes, se realizaban importantes intervenciones craneoencefálicas. Posteriormente, en las culturas maya e inca también se consumaban trepanaciones de cerebro, que cumplían diferentes funciones tanto religiosas como ornamentales o terapéuticas, así lo demuestran códices, jeroglíficos y petroglifos. No obstante, los descubrimientos más significativos son muy recientes, apenas un siglo, y hoy en día se siguen produciendo importantes avances en esta nueva especialidad. El sistema nervioso está formado por los nervios, cordón cilíndrico que unen los centros nerviosos de los órganos donde finalizan y de los que reciben y transmite la información. Los nervios están compuestos de una especie de hielo eléctrico: las neuronas conectadas entre sí por ensamblajes, llamados sinapsis. En su conjunto, es similar a un sistema de comunicación compuesto por todas las neuronas de los sistemas nerviosos periférico y central y que usan como medio de trasmisión elementos electroquímicos. El SNC28 está compuesto por el cerebro y la médula espinal. El SNP29 lo forma toda la compleja red de neuronas sensoriales y motoras que, partiendo del sistema nervioso central, llegan a todo el cuerpo. Las neuronas están formadas, como otras células, por el núcleo, nucléolo, citoplasma y las prolongaciones (llamadas dendritas y axón). Las dendritas son ramificaciones múltiples y cortas, mientras que el axón es largo y recubierto, en ocasiones, de una especie de funda protectora de mielina. Los impulsos que transitan por las neuronas se desplazan a la velocidad de la luz, y son de naturaleza similar a la eléctrica. Las neuronas sensoriales son las que trasmiten la información recogida por los órganos de percepción hasta el SNC. Las motoras son las que trasmiten la información desde el SNC hasta las glándulas y los músculos del sistema motor. A las conexiones entre neuronas, o entre esta y otros órganos, se les llama sinapsis. Estos enlaces son los encargados de conducir el flujo eléctrico transportado por una dendrita o un axón para que se produzca la señal o su inhibición, que es transformada, o mejor dicho, recibida en ese extremo por ciertas sustancias bioquímicas existentes en dicho lugar, y se llaman neurotransmisores. En ese punto, los impulsos eléc28 29 42 Sistema Nervioso Central Sistema Nervioso Periférico 43 tricos enviados por la neurona emisora son recibidos, organizados y sustituidos por la química, a este proceso de transformación de energía eléctrica en química se le denomina transducción. El tiempo que un impulso nervioso necesita para recorrer un axón es de aproximadamente 1 milisegundo y el que necesita para realizar las neurotransmisiones es de 50 milisegundos. La transducción es el momento en que la información mental es transferida al cuerpo. Genéricamente a los neurotransmisores se les conoce también como moléculas mensajeras o mensajeras primarias, algunas de estas son muy conocidas e intervienen en la mayoría de los estados internos y emociones más frecuentes (la adrenalina, cortisol, dopamina, endorfina, entre otras). cientemente, se puede provocar conscientemente también sus movimientos. Este último sistema está dividido a su vez en sistema nervioso simpático y parasimpático. El simpático actúa como excitante para la acción, y el parasimpático como relajante de la misma. Sistema vervioso esquelético o somático Sistema vervioso autónomo RAMA SIMPÁTICA Nervios espinales (tórax y lumbares) Ganglios simpáticos RAMA PARASIMPÁTICA Nervios craneales Nervios espinales (región sacra) Ganglios parasimpáticos NERVIOS ESPINALES Aferentes de órganos sensoriales Eferentes a los músculos NERVIOS CRANEALES Aferentes de órganos sensoriales Eferentes a los músculos Simpático Toráxico Lumbar Parasimpático Craneal Sacro El sistema nervioso periférico está compuesto por otros dos subsistemas, que son: el sistema nervioso esquelético y el autónomo. El primero controla los movimientos voluntarios de los músculos esqueléticos, es decir, de los responsables del movimiento consciente. El segundo controla las glándulas y musculatura interna, y aunque actúa incons44 45 El sistema nervioso central El encéfalo está formado por tres áreas: 1) prosencéfalo, 2) mesoencéfalo y 3) romboencéfalo. El prosencéfalo rodea los ventrículos laterales y el tercer ventrículo, y lo componen el telencéfalo y diencéfalo. El telencéfalo alberga la corteza cerebral, el sistema límbico y los ganglios basales. La corteza cerebral se organiza en el lóbulo frontal, parietal, temporal y occipital. La hendidura central separa el lóbulo frontal en dos partes, este está especializado en el control de los movimientos y su planificación, mientras que los lóbulos restantes tienen que ver con la percepción sensorial y el aprendizaje. El sistema límbico, que incluye la corteza límbica, el hipotálamo y la amígdala (o almendra), es el responsable de los procesos emocionales y también están relacionados con el aprendizaje y la memoria. Los ganglios basales participan en la gestión del movimiento. El diencéfalo lo forma el tálamo y el hipotálamo, que controla el sistema endocrino y modula cierto tipo de comportamientos. El mesoencéfalo lo forman el tectum y el tegmentun, relacionados con las funciones auditivas y visuales y el sueño, respectivamente. El romboencéfalo lo forman el cerebelo, la protuberancia y el bulbo raquídeo. La médula espinal puede tener parecido a una gran vía informativa por la que fluyen las comunicaciones entre el sistema nervioso periférico y el cerebro. Inseparablemente conectado con todo el sistema nervioso se encuentra el sistema endocrino y las correspondientes glándulas endocrinas generadoras de hormonas y que se podrían considerar como la segunda autopista de información orgánica, siendo garantes de ciertos e importantes tipos de comunicación. Una de las glándulas de mayor importancia es la pituitaria, situada en la base del cerebro y bajo el control del hipotálamo, incluye, en cierto modo, al resto de las glándulas del sistema. El bulbo raquídeo es la terminación de la médula espinal que entra en el cerebro, conduce la información nerviosa de todo el cuerpo hasta el cerebro a través del tálamo que vigila algunas de las funciones vitales del hombre, como el ritmo cardíaco, la respiración, los ciclos del sueño, el hambre y la sed. El hipotálamo, junto al anterior, es el gran subsidiario 46 de la transducción general de la comunicación entre la mente y el cuerpo a través del sistema hipotalámico-hipofisario que actúa vía sistema nervioso central, sistema endocrino e inmunológico. Se puede decir que de este depende la mayor parte de los programas innatos. El cerebelo, dentro de la compleja estructura cerebral, coordina los movimientos de los músculos, facilita la ejecución de los movimientos complejos con una total sincronización. Se puede considerar como el registro de los aprendizajes conductuales, ya que, una vez adquirida la competencia consciente, es quien ejecuta las conductas de competencia inconsciente. El cerebro se encuentra dividido en dos hemisferios conectados entre sí por una red de fibras nerviosas denominado cuerpo calloso. Ambos hemisferios llamado derecho o izquierdo son prácticamente simétricos y poseen funciones claramente diferenciadas. Se conoce que el hombre utiliza su cerebro y su compleja red neural como retroalimentación al ambiente, es decir, para responder en el medio en el que se desenvuelve. Una de las funciones, tal vez la principal, es la de buscar y establecer el equilibrio orgánico. En el ser humano ese equilibrio equivale a salud, y a ciertos estados emocionales tales como la tranquilidad, serenidad, paz, sosiego, entre otros. La naturaleza ha dotado a los seres humanos de adecuados sistemas orgánicos que le permiten actuar para resta47 blecer el equilibrio. Hay grupos de neuronas especializadas en detectar las variaciones del entorno y transmitir estos cambios que les llegan a través de los órganos sensoriales a los sistemas responsables de responder a las mismas. También hay neuronas que velan por el equilibrio psicoquímico del interior (homeostasis) y que se traducen en deseo de paliar las necesidades orgánicas básicas: hambre, sed, necesidad de evacuar, entre otras. Una vez que cualquiera de estas dos informaciones suministradas llega a su destino, el cerebro transmite las órdenes correspondientes a las cadenas musculares o a los órganos correspondientes para responder al aviso y restablecer el equilibrio. Como ya se expuso, el cerebro humano es el órgano más evolucionado de la creación, el único de entre los seres vivos capaz de unir trozos de información procedente de sus percepciones sensoriales, y gracias a la capacidad asociativa de su corteza cerebral, desarrollar estrategias operativas y de pensamiento para elaborar conceptos y abstracciones, pudiendo valorar, construir objetos y manejar mecanismos complejos más allá del adiestramiento conductual comunes también a las plantas. El ser humano representa algo similar a la recapitulación o el compendio de la evolución de las especies ello se debe a que posee una estructura cerebral triple, o lo que sería igual, el ser humano consta de tres cerebros muy diferentes en su funcionamiento, teniendo que trabajar unidos y comunicarse entre ellos. Estos tres cerebros, según investigaciones difundidas y aceptadas a partir de la mitad del siglo pasado, serian: 1) un cerebro primitivo, el más antiguo, tal y como el órgano original sobre el que evolucionó el resto. Podría equipararse al que poseen los reptiles, los peces y otras especies inferiores. 2) El segundo cerebro, el antiguo, siguiente en la escala darviniana, heredado de los primeros mamíferos, y que posiblemente entrara en acción a finales del Mesozoico -hará entre 141 y 38 millones de años-. 3) El tercer cerebro, o reciente, similar al de muchos mamíferos actuales, pero algo más evolucionados, gracias a su corteza cerebral y al lóbulo frontal con sus características. Lo que se llama cerebro primitivo o reptilíneo, lo compone el bulbo raquídeo, la protuberancia y el mesoencéfalo. Parece ser que este grupo orgánico archiva las técnicas de supervivencia tanto individual como de especie, planes estos que no se alteran ni modifican. Esta parte registra las 48 estrategias y programas de vidas tanto innatas como aprendidas. Los recuerdos aquí archivados son únicamente los de momento que vive. Este cerebro responde de forma refleja en situaciones de estrés y de peligro inminente. Una parte muy importante del 93% del lenguaje no verbal procede de este tipo de respuestas automáticas. Al manejar programas muy primitivos, no sabe cómo realizar los cambios, ni cómo hacer frente a las situaciones nuevas. El cerebro reptilíneo es la sede de cinco conductas humanas básicas: • Ejecutar actos reflejos. • Construir y llevar a efecto las estrategias de evitación, huida y ataque. • Imitación de modelos. • Comportamientos compulsivos. • Realización de rutinas. Cerebro límbico o antiguo, y todo el sistema límbico en su conjunto, permiten en el hombre una mejor adaptación a las fluctuaciones del entorno, a atender mejor las necesidades del momento. Permite, con la ayuda del lóbulo frontal, el cual es su prolongación, que el individuo tenga una mejor adaptación social. Podría ser el lugar donde se archivan las estrategias de nivel superior, como son las creencias y valores que están directamente conectados con el desarrollo emocional. Es una especie de filtro seleccionador de la información que llega al córtex. Una de sus prebendas más conocidas es la emocional, ya que es donde orgánicamente se desencadenan. Fundamentalmente opera dicotómicamente, dividiendo los hechos o experiencias en agrado –atraccióny desagrado –rechazo–. Todos los aspectos de la actividad humana relacionados con las emociones tienen su sede en el sistema­­límbico: pasiones, motivación, bases de la personalidad, atención, etc. Sus mecanismos de comprensión son totalmente analógicos y, por tanto, los argumentos verbales carecen de validez para él. 49 siona incomodidad o displacer, tratando de suplir y hacer frente a la alteración con el fin de recuperar el estado de armonía y bienestar. Además de este conjunto de acciones, la coordinación tricerebral permite adquirir una imagen interior y exterior, para: • Crear objetos y conceptos. • Memorización de experiencias y estrategias de aprendizaje, de decisión, organización, entre otras. • Creación de estructuras imaginarias • Construcción del “sí mismo”, autoimagen o afirmación del yo. Ambos cerebros descritos, el límbico y el primitivo, están conectados, y combinan y mezclan información interior y exterior. Para el uno y el otro, lo que se imagina tiene tanto valor como un hecho real, lo que explica que una emoción fuerte bloquee la razón y la comprensión. El cerebro más evolucionado es el córtex, o cerebro mamífero reciente, que también el individuo comparte con algunas especies animales, aunque lo que lo diferencia de estos es el mayor perfeccionamiento del lóbulo frontal. Lo que esencialmente aporta este último cerebro es la capacidad de razonamiento, análisis, creatividad, intuición, lenguaje verbal, conciencia y, por lo tanto, capacidad de elección. Este cerebro no responde a los estados emocionales, por lo que se le considera como frio y calculador. • Equilibrio y objetividad ante los deseos de satisfacción o recompensa, y de venganza o castigo. El mecanismo básico y primitivo de deseo de satisfacción provoca la repetición de todas aquellas acciones gratificantes para el individuo, y se consolida formando un circuito de conexiones neuronales. Por otra parte, el deseo de venganza, rechazo o castigo funciona de forma inversa al anterior. Estas experiencias son memorizadas como comprometedoras del equilibrio interno, y en consecuencia son evitadas. Si la acción, el combate o la huida, incluido lo imaginado, es imposible, entra en funcionamiento el sistema inhibitorio de la acción. Intervenir sobre el entorno en respuesta a los estímulos del medio exterior tales como las variaciones de temperatura, luminosidad, volúmen sónico, variaciones mecánicas, químicas, electrostáticas, etc. Intentando paliar del mejor modo posible las deficiencias detectadas. Para que exista una acreditada inteligencia emocional, o lo que sería lo mismo, para que el individuo logre utilizar perspicaz y humanamente las emociones y poder diferenciarlo así de los animales, el cerebro reptilíneo, el límbico y el córtex deben trabajar en sintonía. Esto acontece en el momento que se hace consciente y reflexiva las sacudidas emocionales requiriendo para que esto ocurra un conocimiento de las estructuras internas que subyacen en la identificación de una emoción especifica. Una vez determinada la emoción, y haciendo explicitas sus estrategias, el ser humano será capaz de transformar una expresión inútil o contraproducente en algo útil y eficaz. Procurar un estado de bienestar al organismo que le corresponde, obteniéndolo por equilibrio del medio interno, llamado homeóstasis. Busca identificar aquello que le oca- Aquellas personas superficiales o trastornadas psíquicamente, afirman que no pueden controlar sus emociones, que los demás son los responsables de sus alterados estados de 50 51 Cuando el ser humano llega a unificar los tres cerebros y los utiliza de forma secuencial y simultánea, le permite realizar dos acciones esenciales: ánimo, que son así porque así los hizo la naturaleza, y que nunca podrán cambiar. Este tipo de individuos son los condenados al fracaso, a la marginación o al abandono. ¿Qué ocurre cuando la vida depara para alguien que se encuentre ante alguien descontrolado emocionalmente, histérico, o desequilibrado? ¿Cómo es el estado perfecto para sentirse ante la presencia de las personas que gritan desaforadamente o se enfurecen por no conseguir lo que aspiran en el momento que lo pretenden? Todas esas reacciones de animalidad denotan el arcaico estado de sus portadores. Aunque en menor medida a la generalidad humana le sucede algo parecido. No llegan a tales extremos, pero se encuentran subyugados por los vaivenes y caprichos de sus emociones, pero que se les avientan al dominio consciente. Como se explican los cambios de humor provocados por ciertas situaciones: esos enfados reprimidos, envidas, ataque sutiles de celos, depresiones, ansiedades, frustraciones, desengaños, aburrimientos, etc. Tal vez a ciertas personas no le sobrevengan de forma dramatizada, pero sería desconsiderado olvidar que las emociones son el combustible de las acciones humanas, lo que ocurre es que en ocasiones el carburante se quema inútilmente, en otras la propia ignición es la que controla a la máquina, y en muchas otras intoxica al conductor. cidad reparadora del organismo es sorprendente. Hay mecanismos enzimáticos que son capaces de reparar cadenas enteras de ADN, reproduciendo las partes dañadas. Pero de todas las capacidades regenerativas del ser humano, la más significativa es la reproducción. En este caso, en lugar de sustituir partes se realiza una especie de “superreparación”, algo así como reemplazar el organismo en su totalidad. El organismo sabe que no vivirá siempre, y se autoperpetúa reproduciéndose y transfiriendo sus instrucciones, sus códigos genéticos y el modelo para realizar programas diferentes y más perfectos. Una de las facultades, posiblemente la más sorprendente de las que posee el hombre y la mujer, es la especialización alcanzada por el cerebro. El cerebro, dotado de inteligencia, da un poder más allá de lo que los demás seres creados poseen. De cualquier individuo depende, el uso de que de ella se haga, la parábola de los talentos sigue vigente. Los últimos descubrimientos de la biología y la neurobiología han sido tan fascinantes que poco a poco la raza humana se está acercando al conocimiento de las enormes capacidades que posee el individuo. El ser humano dispone de los recursos personales internos para llevar a cabo cualquier permuta que desee hacer en su vida, en su mente y, por supuesto, con sus emociones. Aunque aún es posible que tan solo se esté utilizando el 10% del potencial humano, y como decía Albert Einstein, ese 10% en el caso de los genios. Se sabe que una de las leyes de la naturaleza que está presente en todos los seres humanos, es la de autoconservación, que funciona en el organismo humano cuando no se intercepta su flujo natural. También se conoce que el organismo repone diariamente los entre 250.000 y 750.000 millones de células que mueren en el cuerpo. Por ejemplo: los glóbulos blancos se renuevan cada diez días aproximadamente; la constitución celular del páncreas se reemplaza cada veinticuatro horas; las proteínas del cerebro, en su 95%, lo hacen alrededor de cada veintiocho días. Se conoce que la capa52 Esquema de la organización cerebral 53 Las emociones P ara los teóricos oficialistas, una emoción está constituida por tres tipos de componentes: conductuales, reactivos y hormonales. Respecto a las conductas, estas consisten en respuestas musculares acordes con el hecho que las provoca. Por ejemplo, un gato que se siente amenazado adopta inmediatamente una postura defensiva, se eriza, saca las garras y bufa. Si el agresor no se retira, el felino saltará y atacará o saldrá corriendo. Las respuestas reactivas facilitan las conductas y una inmediata activación de energía para poder actuar con rapidez y brío. En el organismo del gato, en tal circunstancia, se produce un aumento de la actividad simpática y una disminución de la parasimpática, lo que hace que aumente el ritmo cardiaco, se contraigan los vasos sanguíneos de ciertos órganos para aumentar el suministro de sangre a los músculos que requieren más energía. Por su parte, la segregación hormonal acrecienta la reacción autónoma debido a la adrenalina vertida por la glándula suprarrenal que facilita la conversión y asimilación de la glucosa que requieren los músculos para la actividad defensiva. Las investigaciones de laboratorio llevadas a cabo han concluido que la estimulación de ciertas áreas del cerebro puede provocar reacciones en los animales en dirección de huida o ataque, conductas que se relacionan con las emociones de miedo o rabia. Como se explicó líneas atrás, emociones tales como las citadas tienen tres componentes: conductual, reactivo y hormonal, y cada uno de ellos dirigido por sistemas neurales diferentes, por lo que para que actúen al unísono 54 se requiere un centro coordinador, y este es la amígdala. La amígdala situada cerca de la región del ventrículo lateral del lóbulo temporal, desempeña un papel especial en las reacciones fisiológicas relativas a la supervivencia: comida, sexo, defensa, etc. Diferentes indagadores han detectado la activación de la amígdala frente a estímulos emocionales de cierta intensidad. También, la amígdala está ligada a los efectos de las feromonas sobre la fisiología y reproducción. Son muchas y variadas las influencias investigadas por el complejo amigdaloide en el control y aferencia-eferencias de otras funciones orgánicas, pero lo que más interesa aquí es su implicación en las respuestas emocionales. El núcleo central de la amígdala influye en regiones del hipotálamo, mesoencéfalo, protuberancia y bulbo responsables de la expresión de los diversos componentes de las respuestas emocionales. Es también la región más importante del encéfalo para la expresión de las respuestas emocionales provocadas por estímulos hostiles, ya que cuando se presentan estos hay un aumento de la actividad neural como de la producción de ciertas proteínas ligadas a tales respuestas. Una lesión del núcleo central de la amígdala reduce o suprime un amplio rango de conductas emocionales y de respuestas fisiológicas, tales como signos de miedo, menor estrés, etc. En cambio, cuando la amígdala es estimulada se muestran signos fisiológicos y conductuales de miedo pudiendo llegar a producir enfermedades de tipo gástricos como consecuencia del estrés. Las neuronas del núcleo central de la amígdala envían axones a regiones cerebrales responsables de la expresión de varios componentes de las respuestas emocionales. Este resulta importante para el aprendizaje emocional relativo al ataque-huida. El aprendizaje emocional es muy importante en lo que respecta a la supervivencia. Ciertos impactos externos producen automáticamente reacciones de miedo, por ejemplo, ruidos intensos inesperados, la aproximación de un animal de gran tamaño, las alturas o sonidos concretos. Pero, lo que es más importante, se puede aprender que una determinada situación es peligrosa o amenazadora. Cuando la competencia inconsciente se asienta -aprendizaje- el individuo se asustará cuando se encuentre con una situación similar mostrando todos los signos fisiológicos que lo acompañan. Se produce, pues una respuesta emocional condicionada 55 cuando un estimulo neutro se asocia a otro que provoca otra reacción emocional adversa o no. Por ejemplo, es posible imaginar que se dará el caso de una visita a un familiar y se está subiendo en el ascensor a su casa, y al emprender el ascenso, comienza a hacer un extraño ruido para la continuación, dando tropiezos, y termina por pararse entre dos pisos. Allí el individuo quedará encerrado y sin luz durante horas, generando la consiguiente sensación de agobio, falta de aire e incluso claustrofobia. Toda la fisiología se pone en guardia activando el SNA30 y la consecuente segregación de hormonas relacionadas con la ansiedad y el estrés. A los pocos el individuo vuelve a casa de ese familiar y aunque previamente aseguró que el ascensor estaba arreglado, el solo hecho de subir en él pone al individuo nervioso pero este hace caso omiso y sube en el aparato. Al arrancar, el ascensor vuelve a hacer el mismo chirrido que hizo el día en que dicha persona quedó encerrada. ¿Cuál sería la respuesta? Como toda probabilidad, provocaría una reacción similar a la experimentar dilatación en las pupilas, aumento del ritmo cardiaco, y en las glándulas endocrinas reaparecería la segregación hormonal relacionada con el estrés. En otras palabras, el ruido activaría el aprendizaje y daría lugar a una respuesta emocional condicionada. En la mayoría de los casos se aceptan los estudios clínicos, puesto que lo que hacen -tarde o temprano- es confirmar dicho planteamiento. Sin embargo, se discrepa totalmente cuando afirman que las emociones tienen tres componentes: conductas, reacciones y hormonas. Para el autor, una cosa son las conductas, otras las respuestas reactivas (compulsivas o automáticas) y otra las reacciones fisiológicas (actividad hormonal). Cada uno de esos tres apartados forma parte de una cadena cuyo origen es la emoción en sí. No es que la emoción la formen esos tres elementos, es que la emoción pone en acción a esos tres elementos. Pero se dejará atrás las teorías del funcionamiento fisiológico-cerebral-emocional, y se procederá a ahondar en lo que interesa en esta investigación: encontrar las bases para el dominio emocional. Sin embargo cuando un individuo aprende a ejecutar una respuesta específica para evitar el estimulo disparador hostil, la mayoría de las emociones vinculadas acabarán desapareciendo. Es decir si el organismo aprende una réplica para afrontar eficazmente la situación provocadora, las respuestas emocionales no se desencadenan. Aunque la mayoría de las investigaciones de laboratorio en este campo han sido realizadas con animales, una gran cantidad de datos indican que la amígdala está involucrada en respuestas emocionales en humanos. Diferentes estudios sobre extirpaciones la inhibición o activación de cierto tipo de emociones. Normalmente cuando una persona vive acontecimientos que producen un impacto emocional intenso, es más probable que recuerde esos acontecimientos que aquellos otros con baja señal emocional. 30 Sistema Nervioso Autónomo 56 57 Otra perspectiva de las emociones L as emociones son producto de las estrategias mentales construidas a partir de un encadenamiento de modalidades del sistema representacional. ¿Qué quiere decir esto? Que todo lo que se piensa es producto de las percepciones, y que todo lo que se procesa mentalmente está construido con secuencias de lo visto, oído y sentido, que se estructura de forma subjetiva. Por supuesto que existe una actividad de la amígdala como se ha explicado anteriormente, pero esta tiene que ser actividad a partir de las representaciones mentales que se hagan. La mente elabora sus propios archivos y recuerdos tomando como base una porción mínima de la información que recibe, filtrada y desvirtuada por los órganos perceptuales. De ahí la presuposición de PNL que afirma: que no existe un sustitutivo para los canales de percepción abiertos y limpios. Cuando una persona está presente ante un hecho, recibe a través de sus sentidos (vista, oído y sensaciones) la información procedente del mismo, que es derivada hasta construir la estructura profunda de la experiencia. Al hacer referencia a hechos se está considerando cualquier situación de la vida, desde el oír una frase pronunciada por alguien, hasta ver una película de acción, pasando por sentir el viento en la cara, un dolor de estomago o un susto. Hechos son todo lo que puede ser percibido, captado por los órganos de percepción que disponen los humanos. Así pues, permanentemente se está recibiendo comunicación 58 del medio ambiente en el que este se mueve (sea de personas o de la naturaleza), ya que todo cambia constantemente y hacen que los órganos estén activos, captando los sucesivos impactos transmitidos. La temperatura, la humedad, presión atmosférica, viento, cansancio muscular, roce, luz, brillos, sonidos, palabras, distancias, entre otros. Todos estos factores se encuentran en permanente cambio y transformación, y todos ellos están siendo percibidos por cada uno de los individuos. Sin embargo, si se tuviese que ser conscientes simultáneamente de todo ello, segundo a segundo, no cabe duda de que se convertiría en una locura. Lo que se pretende hacer es seleccionar o especializarse en un grupo de ellos, secuencial, parcial, temporal o permanente. Todos estos impactos son percibidos por la mente, aunque queden bajo el umbral del subconsciente. Los procesos mentales que se activan son los responsables del cambio en la vida, por ello es tan importante llegar a utilizar la mayor cantidad de información accesible, que posibilite alcanzar un adecuado nivel de conciencia y hacer que estas pequeñas dosis de información se conviertan en elementos de cambio consciente. Se verá a continuación el cuadro que viene para proseguir con la explicación. Una vez que se produce un hecho se emite un mensaje, se presencia algún acontecimiento, o simplemente se está presente en un lugar, simultáneamente se está produciendo comunicación: información verbal (palabras, explicaciones) o no verbal (imágenes, cosas, gestos, señalizaciones) que transmite ciertos mensajes. Generada la información se capta por medio de los sentidos (vista, oído, sensaciones). Y estos órganos de percepción, por medio de descargas electroquímicas transmiten los datos al cerebro, quien los recoge y procesa. El impacto informativo de forma global, no puede ser absorbido en su totalidad, sino que se selecciona, se trocea del bloque aquello que interesa, que llama la atención o para el que se ha especializado. Este exclusivismo se produce como consecuencia de los condicionamientos educacionales y familiares inculcados a lo largo de los años, y que se rigen por la modalidad (visual, auditiva o kinestésica) a la que se dé preferencia. Todos los seres humanos, sin excepción, piensan utilizando una o varias de esas modalidades ya nombradas. Cualquier proceso mental que se ejecute contiene 59 estrategias formadas por combinaciones de estos impulsos sensoriales. En algunas personas predomina la modalidad visual, y estructuran sus pensamientos prevaleciendo las imágenes. Otras utilizan preferentemente lo auditivo, y sus pensamientos se construyen con palabras y sonidos. Por último. Los kinestésicos basan sus estrategias mentales en las sensaciones que perciben. No significa esto que esos tipos sean exclusivamente visuales, auditivas o kinestésicos sino que dan más valor a los impactos llegados por su canal preponderante, relegando a un segundo término los accedidos por el resto. La información que no pertenece a su modalidad principal pasa completamente desapercibida y es como si para ellos no existiera. Esta distinción, es decir, la mayor valoración o uso exclusivo de un canal, se evidencia y manifiesta sobresalientemente cuanto más infantil es la persona o menor equilibrio psicológico tiene. Una vez seleccionadas las modalidades del sistema representacional, se prosigue a construir las representaciones internas, las cuales son cuando se desencadenan los estados internos. A partir de ese momento cualquier imaginación es valorada como si fuese real (para el cerebro no existe diferencia entre lo real y lo imaginado), y el cerebro límbico entra en acción reaccionando al mensaje que le transmite. Puesto que este cerebro no es analítico, responde de igual modo a lo que se imagina que a lo que se comienza a sentir las alteraciones provocadas por la segregación hormonal. Así, al experimentar la emoción, sea cual sea la naturaleza de esta, el cerebro origina las correspondientes órdenes para que el organismo actué en consecuencia. La mayor parte del proceso descrito se produce en el nivel subconsciente, por lo que resulta difícil -en la mayoría de los casos- reconocerlos e identificarlo. Por tanto, sería fundamental para el desarrollo individual aprender a sacar del pazo de la inconsciencia estos mecanismos mentales y fisiológicos a fin de corregir todo aquello que trastorna, incomoda o resulta inútil. Pero si no existe una conexión entre las distintas áreas cerebrales, aquellas que aglutinan las que responden a un pensamiento analítico, pueden alcanzar poco desarrollo de inteligencia. Explicando desde este enfoque de que es lo que ocurre cuando en el individuo se genera un cierto estado interno, o una emoción, ambos conceptos se pueden considerar de idéntica naturaleza. 60 A partir de las representaciones internas-imágenes que se piensa, de los que se dice y se recuerda, la postura que se adopta, la actividad muscular que se ejerce, se forjan los estados internos. Estos estados internos, en función del hemisferio dominante (amígdala), producirán un tipo de impulso y otro que, una vez pasado por los filtros mentales, se transformaran en acciones. ¿Y que son ese tipo de impulsos? Son el resultado de la experiencia subjetiva que sobre todo y en cada momento dado se tiene y a eso se le llama emociones. Dicho de otro modo, las emociones son el producto derivado de lo que piensa el ser humano, y la actitud corporal que adopta. Así pues, el comportamiento y las acciones que lleva a efectos, la conducta verbal y física, no es más que un subproducto derivado de las emociones, ya que son estas las que impulsan a la acción. Las emociones como energía primaria, tanto las positivas como las negativas, son las estimuladoras responsables de todo tipo de acciones, desde las más simples a las más poderosas o fuertes, y es esa señal la que las hace tan importantes en la vida. También ayudan a organizar la experiencia, la compresión de los hechos vividos, pretendiendo colorear la percepción y la de otros. Las emociones, por tanto, son las que dirigen, guían y provocan las acciones. El descubrimiento de que las emociones siguen un circuito diferente al de otro pensamiento para llegar al cerebro apunta a que muchas de las respuestas emocionales que existen van a ser muy difíciles de controlar. Pero lo que se puede hacer es modificar la estrategia que las genera o utilizar otras diferentes. Es posible que muchos de los seres humanos afirmen que tras la mayoría de las acciones no se detecta la emoción subyacente, esto es normal, lo que ocurre es que tales emociones han pasado a ser tan familiares que se ignoran. Sin embargo, siempre hay una emoción que alimenta la acción, y cuando se hace el esfuerzo para identificarla, en ser consciente de ella, es cuando se empieza a adquirir la capacidad y el dominio emocional completo. 61 Programación neurolingüística (pnl) Define tres elementos como constituyentes claves de la conducta humana: • El sistema nervioso (el soporte neurológico). • El lenguaje que sirve para la comunicación externa e interna es verbal y no verbal. • La conducta que se puede aprender. La PNL explica el proceso de aprendizaje de un proceso en una serie de etapas por las que pasa el individuo que aprende. Son cuatro: • Incompetencia inconsciente: No se sabe qué es un vehículo y, mucho menos como conducirlo) E s un modelo de comunicación que enfoca la identificación y uso de patrones en los procesos cognitivos y afectivos que influyen en la conducta verbal de las personas como medio para mejorar la calidad y efectividad de su comunicación. Pretende preparar la mente de manera sistemática para lograr que se comunique eficazmente lo que una persona piensa con lo que hace, logrando así una congruencia y comunicación eficaz a través de una estrategia que se enfoca al desarrollo humano. En grandes rasgos la PNL se enfoca en: • En el estudio de cómo se comunican los individuos (comunicación intrapersonal) y cómo se comunican con los otros (comunicación interpersonal). • Es una escuela basada en el pragmatismo, que sostiene que toda conducta humana se desarrolla sobre una plantilla aprendida, la cual puede ser detectada para ser copiada por otras personas y obtener con ello resultados similares. • Sostiene que es posible cambiar o reprogramar esta estrategia o plantilla de pensamiento, si es que hay algo que la limite o para potenciar algún recurso, comportamiento o creencia, con el fin de mejorar la calidad de vida. 62 • Incompetencia consciente: momento en el que más se aprende. El conductor es consciente de que no sabe conducir y lo intenta. • Competencia consciente: El conductor ya sabe conducir y presta demasiada atención al proceso como embrague, intermitentes, palanca de cambios. • Competencia inconsciente: Se libera la atención del consciente. El individuo realiza la acción sin ser prácticamente consciente y puede dirigir así su atención para otras cosas. Así se puede ver a un conductor hablar, escuchar música, fumar, etc. mientras conduce. Características de la PNL Parte de la teoría constructivista, define la realidad como una invención y no como un descubrimiento. Se basa en el hecho de que el ser humano no opera directamente sobre el mundo real en que vive, sino que lo hace a través de representaciones mentales del mismo que determinan la forma en que cada individuo percibe el mundo. Es un medio de autoconocimiento y evolución personal. Describe cómo la mente trabaja y se estructura, de manera que las personas piensan, aprenden, se motivan, interactúan, se comunican, evolucionan y cambian. Esta técnica proporciona herramientas y habilidades para el desarrollo en comunicación y reprogramación de actitudes. Promueve la flexibilidad del comportamiento, la 63 creatividad y la comunicación, el pensamiento trascendental y una comprensión de los procesos mentales, tanto para el desarrollo individual como para la optimización de cada grupo humano. Supuestos de la pnl Para la práctica de la PNL deben darse por ciertos una serie de supuestos que se consideran la base, el contexto de sus prácticas, para la correcta aplicación y desarrollo de sus técnicas. Se presenta a continuación el más importante: el mapa no es el territorio. Expresión que Gregory Bateson31 recoge de Alfred Korzybski. La PNL postula que cada persona construye su propia verdad, que a veces, se llama el «mapa» del territorio o del mundo. Por tanto, cada quien dispone de su propia realidad y su verdad subjetiva. Todos los seres humanos tienen distintos «mapas» o reproducciones interiorizadas del mundo, con los que se orientan dentro del mismo. Sin embargo, ninguno de estos mapas constituye una representación completa y detallada del entorno. Los filtros que se colocan en las percepciones determinan en qué clase de mundo se vive. Si un individuo va buscando por el mundo la excelencia, encontrará la excelencia. Si va buscando problemas, encontrará problemas. De tal forma que esos filtros están influenciados por los «mapas» y se retroalimentan mutuamente. Cambiando sus filtros, usted puede cambiar su mundo. Si una persona quiere cambiar su realidad externa, es necesario que primero cambie su realidad interna. El lenguaje es un filtro: refleja pensamientos y experiencias del ser humano trasladando el mundo real a su interior. Habilidades valiosas en la comunicación. Emplear palabras precisas que tengan significado en el mapa de los demás y determinar de manera precisa lo que una persona quiere decir con las palabras que usa. Los Sistemas representativos son las formas en las que un individuo representa las experiencias y a través de las cuales se expresa. Se basan en los cinco sentidos: Vista, olfato, gusto, tacto oído que constituyen los canales de comu31 nicación. Las personas son más predispuestas a usar uno más que otro en su interacción con el mundo y sus procesos internos. Los sistemas de representación se expresan también por medio del lenguaje de tal forma que podría darse el caso que, entre personas que usen distinto tipo de canal, se produzcan dificultades en la comunicación a la hora de expresar el mensaje. Se emplean los mismos caminos neurológicos para representar la experiencia en el interior de un individuo, que para experimentarla directamente. INFORMACIÓN TRANSMITIDA PERCEPCIÓN SENSORIAL Proceso interno que selecciona la información según especialización del sujeto o sistema representacional dominante Feedback Respuesta a la información recibida Genera estados internos (emociones) según la selección realizada y los recursos añadidos Produce respuestas para adaptarse al medio o actúa en función al recuerdo Uno de los fundadores del pensamiento sistémico 64 65 Calibrar • Mejora las relaciones interpersonales. ¿Cómo se sabe que se está en el círculo de la comunicación? ¿Cómo sabe un sujeto que dos personas están en sintonía? Si se logra calibrar a una persona significa que se conoce, a través de su lenguaje no verbal y verbal, su estado interno, es decir, su estado de ánimo y tenerlo en cuenta en el proceso de comunicación. Sin mencionar que en la cultura el término “manipular” está asociado a una acción negativa pero que no se debe olvidar que también es posible manipular positivamente y este es el ideal de la PNL puesto que la influencia entre un individuo y otro es inevitable. En la PNL la comunicación toma una importancia relevante ya que está compuesta por un mensaje que pasa de un emisor a un receptor. Un buen comunicador se asegura de que los oyentes puedan escuchar el mensaje de su comunicación y que él mismo será capaz de escucharlos a ellos. Por lo tanto, no basta tener la intención de comunicar, hay que asegurarse de la correcta interpretación de lo que se ha querido decir. La comunicación es un ciclo: uno influye y también es influido por los demás. La PNL se basa en los sistemas; no se puede ser maestro sin tener alumnos, ni vendedor sin comprador. Por lo tanto, la mejor manera de que un individuo cambie a un notable grupo de personas es que cambie primero él mismo • Desarrolla el crecimiento personal y profesional hacia el éxito. • Permite convertirse en quien se desea y se quiere ser. • Sirve para reducir el estrés. • Negociar y solucionar conflictos de manera positiva. Todo esto gracias a la utilización de las estructuras neurológicas y su forma de operar a través de los sentidos; el aspecto lingüístico de la comunicación, pues con el lenguaje se construye la realidad; y los programas mentales, que se refiere a las estrategias y secuencias internas que son elaborados por la mente al llevar a cabo una tarea, las cuales actúan de manera similar a como lo hacen los programas de ordenador. La PNL básicamente opera a través de los sentidos: los visuales, los auditivos y los kinestésicos. El 55% de la comunicación está indicado por el lenguaje del cuerpo (postura, gestos, contacto visual); el 38% por el tono de voz (el contexto) y el 7% por las palabras (el contenido). La cuestión es ser o no consciente de la influencia que uno genera. Utilidad de la pnl En realidad la PNL permite conocer la percepción de las otras personas a quienes se tiene enfrente. Es un complemento en el desarrollo de la Inteligencia emocional. Entre otras cosas, la PNL: • Aumenta de manera notable y rápida la autoconfianza. 66 • Los visuales: El canal visual se utiliza para obtener y describir todo lo que ocurre en el mundo interno y externo. Así, se puede hablar de colores, imágenes, y se puede recordar una situación que se ha visto. • Los auditivos: Este canal es el utilizado preferentemente por personas que perciben el mundo a través de las palabras, los sonidos, la narración y descripción hablada o escrita. 67 • Los kinestésicos: Es el canal de las sensaciones, el táctil, el de la percepción a través del movimiento, tacto y emoción. Se reconoce cuando alguien habla en términos de “me siento...” en vez de “mira...” HEMISFERIO IZQUIERDO HEMISFERIO DERECHO Secuencial Explícito Estrategias Consciente Específico General Partes Cognitivo Digital Disociado Interno Externo Mundo tangible Simultáneo Implícito Estados Inconsciente General Específico Todo Intuitivo Analógico Asociado Externo Interno Mundo intangible Resulta imposible lograr grandes metas sin antes modificar los paradigmas que dominan la forma de pensar y sentir del personal, cualquiera sea la ubicación que este tenga en la pirámide organizacional, sobre todo actualmente en tiempo donde la revolución bolivariana lo amerita. Para llegar a ser un buen líder, se deben superar los esquemas mentales de los líderes tradicionales, requiere de un cambio de paradigma. La PNL ayuda, pone a la disposición y a la de la organización las herramientas y estrategias destinadas a cambiar la forma de pensar y adquirir nuevas y mejores habilidades. No basta con comprender la táctica y la estrategia, también resulta fundamental comprender la forma de pensar y actuar tanto de los individuos que conforman la organización, como aquellos que con ella se vinculan. Conclusiones La PNL es una importante herramienta que permite dilucidar la forma de ver a los individuos y a su organización, dando una serie de métodos e instrumentos para generar el cambio. Una mayor comprensión de la forma en que los seres humanos piensan permite lograr y mejorar la comunicación, con todo lo que ello implica en materia de productividad. Mejora la forma de capacitación, aprender a planificar de una forma más positiva y adecuada, y descubrir la importancia que el optimismo tiene para la marcha de la organización, son otros importantes aportes de la Programación Neurolingüística en la búsqueda de la excelencia. Para lograr una mejora continua, se debe mejorar de manera continua a las personas que integran la organización, y para ello, dichas personas tienen que sentirse dispuestas al cambio y considerar la factibilidad del mismo. Descubrir y cambiar las creencias de los individuos es uno de los grandes objetivos de la PNL. 68 69 CONDUCTA HUMANA Conducta humana L a conducta es aquella que está formada por patrones de comportamiento estable, medidos por la evolución, resguardada y perpetuada por la genética. Esta conducta se manifiesta a través de sus cualidades adaptativas, dentro de un contexto o una comunidad. Es un indicador observable, físico de los procesos internos del individuo. La conducta humana es, en cambio, considerada cuando el comportamiento del sujeto respeta una serie de reglas valiosas en una sociedad o comunidad. Cabe destacar que la conducta humana viene dada por reacciones adaptativas a los estímulos ambientales. Es por ello que en la conducta humana existen factores influyentes, como son los factores biológicos y los factores ambientales o de socialización, estos últimos refiriéndose a la influencia de la familia, los amigos y la sociedad en el comportamiento de todo individuo. Factores ambientales que determinan la conducta humana: Entre los factores que intervienen en la conducta humana, aparecen dos básicos: • Los Factores Biológicos: entre todas las posibilidades genéticas de dos, cada ser humano que hace su propia combinación de genes los cuales influyen en el desarrollo biológico y determina en parte la conducta. A ese elemento se le llama genotipo. Sobre esta estruc73 tura genética actúan otros factores externos como son: alimentación, medicinas ingeridas durante el embarazo, estados emocionales durante este periodo, como aconteció el parto, entre otras cosas. A la unión de estos factores se les denomina fenotipo. • Los Factores Ambientales y de Socialización: El medio ambiente es todo lo que nos rodea y todos los elementos ambientales son necesarios para el desarrollo físico e intelectual habitual. La socialización se refiere a los modelos de conducta que se adoptan en los grupos, como son: la familia, la escuela, los amigos, etc. Factores culturales que contribuyen en el desarrollo de la conducta: Desde que el ser humano nace cada persona está inmersa en un mundo social y su desarrollo depende de la interacción con otros miembros del grupo. Estas interacciones son múltiples y condicionan sus ideas, creencias y modos de comportamiento. En ese sentido la cultura refleja un tejido de significados, expectativas y comportamientos, discrepantes o convergentes, también se puede referir tanto a potenciar como a restringir las posibilidades de desarrollo del individuo, sobre todo ha cambiado sustancialmente y de forma acelerada en las últimas décadas con la revolución electrónica, nuevas relaciones económicas y políticas que influyen en los hábitos, intereses, formas de pensar y sentir. Entonces se puede definir a la cultura como el conjunto de conocimientos y de valores que no es objeto de ninguna enseñanza y que, porque el hombre vive en estrecho contacto con el ambiente cultural, el mismo influye de un modo decisivo en su conducta, condicionando su manera de ser, de sentir, de pensar y comportarse. Es necesario acotar que la socialización es la asimilación progresiva de las conductas culturalmente determinadas y cuyo progreso garantiza que las interacciones de los miembros sólo exista la comprensión de los pensamientos más elevados y gestos sencillos de la vida cotidiana. A la influencia social se le puede definir como el proceso por el cual las personas o grupos intentan cambiar los pensamientos, sentimientos, percepciones, juicios, opiniones, actitudes y acciones, esta varía por la forma y efecto que produce. El 74 análisis de la influencia social detecta el conflicto entre las presiones sociales y el deseo de una mayor individualidad, y esto se presenta entre los jóvenes. Influencia del medio geográfico en el desarrollo de la conducta: Este medio está constituido por el ambiente físico o mundo de la naturaleza, comprende todo los objetos fenómenos que no son producto de la acción humana: situación y configuración geográfica, clima, flora, entre otras cosas. Los diversos factores naturales influyen sobre el hombre condicionando en gran parte su modo de vida, ocupaciones, alimentación, costumbre y ciertos rasgos de su carácter. Comportamiento Es la manera de proceder que tienen las personas u organismos, en relación con su entorno o mundo de estímulos. La conducta puede ser consciente o inconsciente, voluntaria o involuntaria, pública o privada según las circunstancias que la afecten. Influencia de la sociedad en el comportamiento Por naturaleza el hombre es un ser social, desde el punto de vista antropológico y biológico es imposible pensar en un ser humano fuera de la sociedad. Situaciones como el aprendizaje, las costumbres, los comportamientos o relaciones sociales llevan al hombre a la vida que se entiende como “humana”, importancia que contrasta con la situación actual de las sociedades y la realidad propiamente dicha. La vida humana es vida social, la vida del hombre está en constante evolución, induciendo al hombre a un permanente desarrollo adaptativo que aumenta las posibilidades de sobrevivir, a través del aprendizaje o socialización para una evolución ideológica normal. En ese mismo orden de ideas es menester señalar que la sociedad, cualquiera que esta sea, tiene unos parámetros que cada individuo perteneciente a esa sociedad debe cumplir a este lineamiento: se le 75 llama estructura a la red o sistema de relación sociales regulares y pautadas que prevalecen a los individuos concretos y los anteceden: por lo que se pueden interpretar como formas de hacer prevalecer distintas formas estandarizadas de relaciones de ordenamiento, de distancias sociales, de jerarquías y de dependencia de unos individuos a otros. La estructura social general de una sociedad está formada por un conjunto de subestructuras que están interconectadas entre sí de forma muy diversa, por ejemplo: en una sociedad se puede diferenciar la estructura de clases, la estructura de poder, la estructura económica. Es así que se puede concluir que la estructura social a la cual pertenece el individuo va a afectar su comportamiento, de acuerdo a las necesidades que se tengan, es decir, para el individuo social, es importante y relevante ser aceptado en un grupo o sociedad, lo que lo obliga a cumplir un compromiso y normas exigidas por esa estructura social, por lo que hace lo que la sociedad implícitamente lo condiciona a cumplir, en otras palabras las relaciones de los individuos dentro de una sociedad. Autoestima Es el conocimiento de sí mismo y de sus capacidades, de igual manera es la alta confianza en sí mismo, aprecio a sí mismo e igualdad de condiciones para enfrentar situaciones. Personalidad Es la organización de características que determinan la norma típica o recurren de conducta de un individuo. La personalidad es considerada como si estuviera compuesta de muchas características: pensamientos, sentimientos y conductas, diferentes dentro de una organización particular. La organización única de las características se ve como determinante del modelo típico o consistente de conducta. Trastornos de la personalidad Factores que afectan el comportamiento humano: • La genética: Herencia biológica que se transmite de generación en generación. • La actitud: En este grado la persona hace una evaluación favorable o desfavorable del comportamiento. • La norma social: Esta es la influencia de la presión social que es percibida por el individuo (creencia normativa) para realizar o no ciertos comportamientos. • Control del comportamiento percibido: Cómo las creencias del individuo hacen fácil o difícil la realización del comportamiento. • La cultura: Influencia entrelazada con la contingencia de diferentes conductas. Es un patrón permanente e inflexible de experiencia interna y de un comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto. NEUROSIS: Patrones anormales de personalidad caracterizados por un alto nivel de ansiedad en un área particular, pero con la habilidad para continuar funcionando en las actividades diarias. Características: • Afección nerviosa sin base anatómica conocida. • Se expresa a través de angustia y emociones en forma de sensaciones penosas (hipocondrías). • Sensaciones diversas: malestar, debilidad, fatiga, fiebre, entre otras. • Enfermedades corporales fingidas tales como histerismo, aparentes dolencias físicas, enfermedades somáticas y alteraciones psíquicas. 76 77 • Enfermedad reversible: pueden ser tratadas con tratamiento psicoterapéutico y psiquiátrico. PSICOSIS: Patrón anormal de personalidad caracterizado por la pérdida de contacto con la realidad. Características: • Personalidad desorganizada. DROGADICCIÓN: La drogadicción es una enfermedad que consiste en la dependencia de sustancias que afectan el sistema nervioso central y las funciones cerebrales, produciendo alteraciones en el comportamiento, la percepción, el juicio y las emociones. Los efectos de las drogas son diversos, dependiendo del tipo de droga y la cantidad o frecuencia con la que se consume. Pueden producir alucinaciones intensificar o entorpecer los sentidos, provocar sensaciones de euforia o desesperación. Algunas drogas pueden incluso llevar a la locura o a la muerte. • En oportunidades se requiere hospitalización. Características: SOCIOPATÍA: Estudio de las enfermedades producto o resultante de un enfrentamiento del individuo con la sociedad. • Reducción del impulso sexual, estado de hambre, dolor y ansiedad. • Reducción de la actividad, entra en estado de “modorra”: estado de relajamiento de semisueño. Características: • Incapacidad para demostrar lealtad a otros individuos, grupos o valores sociales, y es enormemente egoísta, duro, irresponsable, impulsivo, incapaz de sentirse culpable, o de aprender ni con la experiencia ni por el castigo. • Se origina de un desarrollo psicológico defectuoso. Las normas sociales y la de los padres nunca han sido introyectadas. Han fallado en responder adecuadamente al proceso de socialización. Por el contrario: • Es una persona que parece alerta, bien informada pero al mismo tiempo es irresponsable tanto en asuntos pequeños como en los grandes. No puede decir la verdad. No puede aceptar la culpabilidad de su conducta ni se avergüenza de ella y da excusa plausibles por todo lo que ha sucedido. • Entra en las dificultades otra vez y parece incapaz de aprender lo que enseña y la experiencia. • Parece incapaz de mostrar amor y apego reales, de hecho parece desprovisto de sentimientos fuertes, profundos y duraderos. 78 • En situaciones de privación: se vuelve hiperactivo, eufórico, agresivo, nada le hace sonreír, amenazan con la violencia y el suicidio. • Existe una gran restricción de intereses, de motivos e interrelación con otras personas. • Son vistos socialmente como un problema legal y no psicológico. DESVIACIONES SEXUALES: Es cualquier comportamiento sexual considerado como desviado de acuerdo a las normas sociales. Los comportamientos sexuales incluyendo las relaciones prematrimoniales, extramaritales, la homosexualidad, la prostitución, el incesto, el exhibicionismo. Características: • La homosexualidad en el varón como resultados de erotización de la sumisión pasiva del padre, como consecuencia de una sobre identificación con la madre. En la mujer, resulta del rechazo del papel femenino debido a fallas en la identidad con la madre. 79 • En personalidades predispuestas, la influencia del medio ambiente en edad temprana determinan así la orientación sexual predominante. • Puede ser desencadenadas, en la adolescencia o tardíamente en la infancia o en la preadolescencia. • Si la estructura caracterológica está implicada desde la infancia es difícil su modificación. El alcoholismo: (neurosis compulsiva). Características: • El impulso del alcohol tiene un carácter irresistible. Dos rasgos del carácter parecen predisponer el desarrollo del alcoholismo: la receptividad y la intolerancia a las tensiones. • Son sujetos débiles (los alcohólicos) de carácter, pasivos, dependientes, receptivos, que se desalientan fácilmente y tienden a huir a la verdad. Con poca iniciativa y perseverancia. Poca responsabilidad. Tratan de obtener mucho y dar poco. • Se relaciona mejor con la gente de su propio sexo. Gradualmente pierde respeto y prestigio y está perdida de estimación hace que sea más necesario negar la realidad. Higiene mental Movimiento creado para prevenir las enfermedades, con la finalidad de: • Modificar creencias populares de que los trastornos mentales son incurables y que constituyen un enigma o una desgracia. • Estimular la identificación temprana y la prevención de las enfermedades mentales. • Mejorar las condiciones en que se vive en los hospitales mentales. 80 É T I C A Y MORAL Ética y moral Instrucción social, para hacer una nación prudente. Corporal, para hacerla fuerte. Técnica, para hacerla experta; y científica, para hacerla pensadora. Simón Rodríguez “Las virtudes morales se desarrollan no las poseemos por naturaleza, ni a despecho de la naturaleza, y las desarrollamos por medio del hábito… adquirimos las virtudes ejercitándolas, al igual que ocurre con otras artes. Aprendemos a hacer las cosas al hacerlas: los hombres aprenden el arte de construir, por ejemplo construyendo, y a tocar el arpa tocando el arpa. Asimismo, al realizar actos de justicia aprendemos a ser justos y al practicar la autodisciplina aprendemos a ser autodisciplinados, y al realizar actos de valentía aprendemos a ser valientes.” Aristóteles “La ética es, en verdad, la más fácil de todas las ciencias, cosa muy natural, puesto que cada uno tiene la obligación de construirla por sí mismo, de sacar por sí solo, del principio supremo que radica en su corazón, la regla aplicable a cada caso que ocurra, pues muy pocos tienen tiempo y paciencia para aprender una ética ya elaborada.” Arthur Schopenhauer 83 ga y Gasset- no es una performance suplementaria y lujosa que el hombre añade a su ser para obtener un premio, sino que es el ser mismo del hombre cuando está en su propio juicio y vital eficacia”. Aristóteles, filósofo griego. Ética y moral La ética es la disciplina filosófica que estudia la moral del hombre en sociedad. Ahora bien, ¿qué importancia puede tener ella para el ciudadano? Si se analiza con cierta profundidad la tarea filosófica, se verá que en última instancia ésta suele desembocar en una forma de vida, en la fundamentación de una actitud moral. La importancia de la ética deriva de su objeto de estudio: la moral. Desde que el hombre se agrupó en sociedad tuvo la necesidad de desarrollar una serie de reglas que le permitieran regular su conducta frente a los otros miembros de la comunidad. De manera que, la moral es una constante de la vida humana. Los hombres no pueden vivir sin normas ni valores. Es por eso que se ha caracterizado al hombre como una “animal ético”. La ética ilustra acerca del porqué de la conducta moral. Los problemas que estudia la ética son aquellos que se suscitan todos los días en la vida cotidiana. Problemas como: ¿Qué es un comportamiento bueno o malo?, ¿Se es libre para realizar tal o cual acción?, ¿Quién obliga a que se realice esta acción?. Éstos y otros problemas que la ética estudia, plantean la urgencia de una solución, que no puede postergarse porque constituyen el meollo de la vida misma, pues, en última instancia, el hombre es un ser moral. “La moral –escribe Orte84 Según Antonio Caso32 hay dos problemas fundamentales que la filosofía tiene que resolver: ¿Qué es el mundo? y ¿Cómo es bueno vivir en el mundo? La primera interrogante debe ser contestada por la metafísica, en tanto que la segunda, por la ética. De estos dos problemas, el de carácter ético es el de mayor importancia, pues casi siempre se ha vivido sin saber, a ciencia cierta, qué es el mundo; en cambio no se puede vivir, sin saber cómo se puede vivir de la mejor manera. No se puede vivir sin una moral que oriente, que guíe la vida hacia la adopción de los valores humanos. Caracterización de la ética • El término ética se deriva de la palabra griega ethos. Según Aristóteles, ethos significa temperamento, carácter, hábito, modo de ser. La ética puede ser entendida como una teoría o un tratado de los hábitos y las costumbres. • Una característica del ethos, entendido como conjunto de hábitos y manera de ser del hombre, es su sentido no natural. En efecto, el ethos según la tradición griega, implica una serie de costumbres adquiridas por hábitos y no innatas; el ethos significa una conquista del hombre a lo largo de su vida. Definición de la ética por su objeto de estudio: Toda ciencia tiene un objeto de estudio llamado campo de investigación, ¿Cuál es el campo de investigación de la ética? El objeto de la ética radica en el estudio y comprensión del territorio cultural llamado moral. De acuerdo con esto puede afirmarse que la ética es la disciplina encargada de estudiar y reflexionar sobre la moral. Pero como la moral tiene un carácter humano y social, puede ampliarse esta definición diciendo: La ética es la disciplina filosófica que estudia el comportamiento moral del hombre en sociedad. 32 Filósofo mexicano contemporáneo 85 A fin de explicar un poco más esta definición, se pueden señalar las siguientes características: 1. La ética es una rama de la filosofía. 2. Su campo de investigación es la moral. 3. El fenómeno moral es una creación exclusiva del hombre. Sólo ciertos actos humanos pueden ser calificados de buenos o malos desde el punto de vista de la moral. Solamente el hombre tiene conciencia moral (dimensión ética del ser humano). 4. La moral es un fenómeno eminentemente social, puesto que rige o regula la vida del hombre en la sociedad. En resumen es posible definir a la ética como la disciplina del comportamiento humano, se ubica en el área practica, cuyo fin no es el de brindar un simple conocimiento, sino dirigir la actividad moral o humano. Lo que ella se propone es ordenar o regir los actos de las personas, sin permitir que se desvíen de su fin: el bien honesto, y de su norma: la recta razón. La ética nace de la persona La realidad humana no se rige únicamente por las leyes autónomas; tampoco se construye según modelos, previamente incorporados a un devenir ciego e irreversible. Por el contrario, las relaciones humanas dependen, en gran medida, de las decisiones libres y responsables de la persona humana implicada en ellas. La persona humana es definida por Boecio, como una sustancia individual de naturaleza racional, que existe por derecho propio y perfectamente incomunicable. La persona no es un objeto más del mundo, es decir, susceptible de ser conocida desde el interior como los demás objetos y desde allí medible, sino que la persona humana es la única realidad presente intencionalmente en todas partes, pero no reducible a ningún sitio. La persona es fin en sí misma, pero no el fin de sí misma, pues queda abierta a lo que funda y transciende, y por ende irreductible a las cosas inobjetables, esto es, no trata86 ble como simple objeto, de ahí que no deba preguntarse qué o qué cosa sea la persona, sino al contrario ¿Quién es ella? ¿Cuáles son sus caracteres constituyentes? La persona es, por lo anteriormente dicho y sólo podría ser, la realidad suprema sobre la tierra, cualitativamente distinta a todos los demás, una realidad ontológicamente33 digna, y fin en sí y nunca un medio. DIVERSAS CONCEPCIONES DEL HOMBRE ELEMENTO HUMANO CONCEPCIONES ANTROPOLÓGICAS EJEMPLO Racionalismo El hombre como “animal racional”. Filosofía clásica: Sócrates, Platón, Aristóteles. El hombre como sustancia pensante. Voluntarismo El hombre como expresión de la voluntad. El hombre voluntad de poder. Idea del superhombre. (Schopenhauer) (Nietzsche) SENTIMIENTO Romanticismo Primicia del sentimiento sobre la razón. Rousseau. “Existir es sentir” nuestra sensibilidad es indiscutiblemente anterior a nuestra inteligencia y nosotros hemos tenido sentimientos antes que ideas. INSTINTOS Naturalismo Biologismo Psicoanálisis El instinto o impulso sexual como determinante de la conducta. (Freud) RAZÓN VOLUNTAD 33 Estudio del ser en general y sus propiedades trascendentales. 87 bueno. Así, la moral está vinculada estrechamente con el valor de lo bueno. La persona como perspectiva moral Lo primero que conviene subrayar es la necesidad de considerar la persona humana como sujeto primero e insustituible de la moralidad humana, del comportamiento ético. La persona humana es un todo unificado y diverso, que consta de un modo de ser singular, irrepetible, con actividades propias y actos concretos. El funcionamiento psicológico y moral de la persona puede conocerse a través de los actos concretos de la misma, mientras tales actos no se los considere como elementos autónomos, independientes de la persona. Nuestro procedimiento obliga a tener siempre la vista atenta a las raíces amplias y profundas de la persona, que es de donde brotan los actos y de la que son expresión y reflejo. Definición de moral Son muchos los conceptos que se han formulado acerca de la moral, entre los que pudiesen citarse: Relaciones y diferencias entre ética y moral 2. La moral es un sistema de normas, reglas o deberes que regulan las acciones de los hombres entre sí. El objeto de la ética es la moral, esta afirmación permite hacer algunas observaciones sobre las relaciones que existen entre ética y moral. La ética necesita de la moral para sacar sus conclusiones, para explicarla, para elaborar sus hipótesis y teorías; por ello no significa que la tarea de la ética consista en inventar o crear la moral. 3. La moral es el conjunto de reglas que la sociedad exige que un hombre observe dentro de ella. Un hombre moral es aquel que vive en concordancia con las costumbres de su sociedad, en caso de infringir las normas, el hombre será marginado de la sociedad. Si por moral hay que entender el conjunto de normas o costumbres que rigen la conducta de una persona para que pueda considerarse buena, la ética es reflexión racional sobre qué se entiende por conducta y en que se fundamentan los denominados juicios morales. 4. En fin, la moral es el conjunto de normas y formas de vida a través de las cuales el hombre aspira a realizar el valor de lo bueno. Las diferentes formas de ver concebir a la moral, que forman parte de la vida humana y tienen su fundamento en las costumbres de las sociedades, son muchas y variadas (la cristiana, la musulmana, la siónica34, la moral social, entre otras.) y se aceptan tal como son, mientras que la ética, que se apoya en un análisis racional de la conducta moral, tiende a cierta universalidad de conceptos y principios y, aunque admita diversidad de sistemas éticos o maneras concretas 1. La moral es un conjunto de normas aceptadas libre y conscientemente, que regulan la conducta individual y social de los hombres. Valiéndose de estas definiciones, pueden destacarse algunos elementos esenciales de la moral. Ésta contiene un conjunto de normas, sin las cuales no es posible concebirla. Estas normas tienen como propósito regular la conducta del hombre en la sociedad, además, deben realizarse en forma consciente y libre, e interiorizadas por el sujeto; mediante ellas, el individuo pretende llegar a realizar el valor de lo 88 34 Relativo a Sión, pueblo de Israel 89 de reflexionar sobre la moral, exige su fundamentación y admite su crítica, igual como han de fundamentarse y pueden criticarse las opiniones. En resumen, la ética es a la moral lo que la teoría es a la práctica. La moral es un tipo de conducta, la ética es una reflexión filosófica. Tanto la moral como la ética tienen una función práctica: se refieren a situaciones conflictivas de la vida de la persona. Desde el punto de vista de la moral, hay que tomar una decisión práctica; desde el punto de vista de la ética, ha de formarse la conciencia en el hábito de saber decidir moralmente. En ambos casos, se trata de una tarea de fundamentación moral. El valor moral Los valores humanos son los que tocan a lo más esencial de la persona, es decir, a la vida, la libertad, el respeto, el honor, la justicia, la equidad, entre otros, estos son los valores morales. Porque los valores morales afectan al sujeto en lo más íntimo y personal, en lo que es esencialmente él mismo: se refiere a los valores antes señalados. El soldado o el policía que auxilia a su compañero herido, el hombre agredido que perdona a su agresor, son acciones realizadas y se modifican con una cualidad que se denomina BUENA. Así, la libertad de actuar es la que denomina con el calificativo de buena o mala una acción específica. Esto nos lleva a decir, que el valor moral afecta a lo más íntimo del hombre, que es su libertad. Los valores morales entonces, se refiere a las “acciones propias del hombre en cuanto preceden a su libertad, y no se refiere a la obra más ejecutada por esas acciones”35; por ejemplo: el hecho mismo de salvar a un soldado herido. De aquí se concluye que el valor moral es el que mide propiamente el valor de la misma persona humana, por eso en el ejemplo anterior, el compañero que salvó a su compañero herido, creció en su valor personal, y por lo tanto es considerado un héroe. El valor y su moralidad Los valores morales comprenden virtudes como la prudencia, justicia, fortaleza y templanza y depende exclusivamente del libre albedrío. Cada sujeto va forjando sus propias virtudes y es responsable de su conducta moral. Estas virtudes pueden recibirse desde el hogar, se perfeccionan y se adquieren a base de esfuerzo y constancia. Los valores morales están colocados en un nivel más íntimo dentro de la personalidad humana; son superiores a los otros tipos de valores (económicos, éticos, sociales, socialistas y religiosos) porque se obtienen a base de mérito, por el ejercicio de su naturaleza humana. Los valores morales perfeccionan al hombre de tal modo que lo hacen más humanizado. El valor moral, al igual que los otros tipos de valores, también se expresa por una relación. Es una cualidad contenida en el hombre, en su conducta y se relaciona adecuadamente con otro objeto, que desde el punto de vista cristiano es Dios, el cual se toma como punto de referencia. Como se dijo anteriormente, los valores morales dependen exclusivamente del libre albedrío, lo que se conoce también como libertad, esto quiere decir, que la libertad es una condición necesaria para que se dé el valor moral, por lo tanto no habría moralidad si no hubiera libertad. No todos los actos libres tienen un valor moral positivo, o sea que la libertad no basta para darle valor moral positivo a un acto. También hay actos libres con valor moral negativo. Es por esto, que la libertad queda como una condición necesaria, pero no suficiente para otorgar valor positivo a la conducta humana. Ámbito individual y social de la moral Es posible decir que la moral comprende un doble aspecto: el individual y el social, los cuales están estrechamente ligados ya que en última instancia el ser humano es un ser social. La moral representa el marco normativo básico que constituye la vida humana y el cual se proyecta a la individualidad y a la sociedad en su conjunto; en lo individual se manifiesta en las valoraciones y convicciones personales, mientras que lo social incide en la comunidad, en la familia, 35 Libro: La ética socialista 90 91 en el sistema económico, social, político y cultural que rodea al hombre. ciones diferentes, en materia empresarial los contenidos de los códigos se hacen obvios y evidentes. La moral es adquirida a través de la convivencia social, mediante la enseñanza y el ejemplo, la aprobación, la censura verbal y no verbal y se refuerza por el hábito o la práctica. Esta situación ha generado dudas acerca de la necesidad de dichos códigos. Son muchos los que sostienen que no añaden mayor valor, debido a que muy por encima de ellos lo que cuenta es la claridad de los valores. Los actos buenos y los actos malos Los códigos siempre deberán moverse en la resonancia de una acción supervisora, motivadora y orientadora. Ellos ayudan a esclarecer pautas y contribuirán con la reducción de los índices de discrepancia entre las conciencias y las conductas, y entre estás y las normas organizacionales. El acto moralmente bueno supone a la vez la bondad del objeto, del fin y de las circunstancias. Una finalidad mala corrompe la acción, aunque su objeto sea de suyo bueno (como orar y ayunar ‘para ser visto por los hombres’). El objeto de la elección puede, por sí solo, viciar el conjunto de todo el acto. Es erróneo juzgar la moralidad de los actos humanos considerando sólo la intención que los inspira o las circunstancias (ambiente, presión social, coacción o necesidad de obrar, entre otros) que son su marco. Hay actos que, por sí y en sí mismos, independientemente de las circunstancias y de las intenciones, son siempre gravemente ilícitos por razón de su objeto; por ejemplo, la blasfemia y el perjurio, el homicidio y el adulterio. No está permitido hacer el mal para obtener un bien36. El hombre como ser racional tiende a su último fin a lo largo de su existencia y esto lo hace de manera muy especial por medio de sus actos. De esta manera el último fin determina la vida del hombre, y el fin que la persona humana se propone en cada acto, determina la moralidad del mismo. Códigos de ética En su sentido más general, se entiende que un código de ética es un sistema de reglas, que pueden ser morales, éticas, jurídicas, sociales, protocolares, de etiqueta, etc. Son guías de comportamiento asociadas con espacios particulares de actividad. Así como en el campo jurídico existen interpreta36 Condiciones de excepción se presentan en situaciones de Guerra, donde el bien colectivo priva sobre el bien individual a partir del principio de Defensa de la Patria. 92 La importancia de los códigos es que se aprecien como una referencia de apoyo que no agota las dimensiones de la ética, pero que si puede contribuir a establecer reglas más claras. Los códigos no pueden sustituir el proceso ético, ni eliminar el fluido de los dilemas, ni reemplazar el amplio y complejo espacio de la libertad en las decisiones. La ética, en definitiva, no es un código, ni un conjunto de reglas, por el contrario, es un proceso más abarcador y subjetivo que implica reflexionar, decidir, actuar y evaluar. ¿Cómo crear e implementar un código de ética? Desde el punto de vista práctico debe insistirse en que para planificar, decidir, implantar y evaluar algo debe disponerse en 1era prioridad de recursos que iluminen y en 2da prioridad de criterios que orienten. En este compendio, nacen o se crean los códigos de ética los cuales pueden contener, entre otras cosas, algunos enunciados (declaraciones de lo que debe hacerse), observaciones (descripciones de situaciones posibles), juicios de valor (convicciones de lo que es importante), supuestos (si se hace tal cosa puede producirse tal otra) y enfoques alternativos (otras opciones, juicios) Como punto de partida de un código de ética podríamos iniciar con la utilización de la siguiente matriz: 93 Valores M/V 1 2 3 4 5 * Misión Visión En torno al objetivo básico que busca la implementación de un código de ética guía del comportamiento de los empleados (recurso humano): • Definición de estándares de conducta • Evitar corrupción y conductas indebidas. • Cumplir requisitos legales. Temas más importantes de los códigos de ética • Conflictos de intereses. • Recibir regalos y premios. • Protección de la información de la empresa. • Ofrecer regalos y premios. • Discriminación. Conclusiones Realmente, las leyes, reglamentos y normas sólo proporcionan el marco de delimitación, pero el espacio fundamental y verdadero de los códigos de ética se vincula con la misión, visión y sobre todo, con los valores de una organización. De acuerdo a esta vinculación se hace necesario revisar el código de ética contenido en la obra “ el líder militar”, ya que la misión y visión de la fuerza armada ha sido reformulada a través del nuevo ordenamiento jurídico contenido en la nueva Constitución de la República Bolivariana de Venezuela del año 1999 y la nueva ley orgánica de la FANB. Para la elaboración de códigos de ética se formulan las siguientes recomendaciones: • Los códigos deben redactarse a partir de reglas claves, sencillas y prácticas. • Las reglas que la gente mejor cumple son aquellas en las cuales ha participado. • El presidente de la empresa es quien tiene mejor perspectiva para establecer los riesgos asociados al negocio. • El empleado que trabaja más cerca de los proveedores y de los clientes es quien mejor conoce las pautas a través de las cuales se germinan las desviaciones éticas. • Acoso sexual. • Retornos. • La validación en múltiples instancias y la comunicación son insoslayables para la definición e implantación de un código de ética. • Comportamiento general. • Robo. • Uso poco adecuado de los bienes. Al menos dos aspectos adicionales se imponen en el marco de esta explicación. El primero se asocia con la necesidad previa de disponer de una misión bien definida, una visión debidamente esclarecida y unos valores bien puntualizados. • Mientras más detalladas sean las reglas, se hacen más pesadas e incumplibles. • El modelaje en cascada es la mejor encarnación de un código de ética. MISIÓN Aspectos que deben concebir la formulación de un código de ética VISIÓN VALORES 94 95 LIDERAZGO Liderazgo Siempre hay que buscar tiempo para escribir y mucho para leer, reflexionar y estudiar. Un luchador, un revolucionario, tiene que estudiar todos los días de su vida, todas las noches de su vida; tiene que estudiar la teoría y la praxis; para navegar en las aguas de la dialéctica. Hugo Chávez Frías (Fragmento del discurso pronunciado con motivo del tercer aniversario del Frente Francisco de Miranda, 29 noviembre de 2006) 99 Líder, liderazgo, elementos del liderazgo Hace tiempo surgió el deseo de elaborar un manual que tratase el tema del liderazgo, era difícil pensar en la forma en que en la selva cada día se libra una batalla entre los animales por la jerarquía y el derecho a tener los mejores territorios de caza, es entonces cuando se siente el rugir del tigre avisando a diario que ese territorio le pertenece, y después de analizarla se entiende que el hombre en su manera más primitiva no es más que un animal inteligente, que puede elegir entre cuerpo y espíritu, entre servir a su interés o servir a los demás, cosa que no posee el tigre que no puede escoger a diario si ser o no amigo de su presa. Sencillamente esa no es su manera de ser. Por el contrario, los humanos pueden elegir vivir y liderar a niveles muy altos. Pero cuando se mira a líderes de todo el mundo de países, empresas, iglesias, instituciones o lo que sea, muchos de ellos prefieren el cuerpo en lugar del espíritu. ¿Por qué sucede esto? Porque no tienen un modelo diferente de liderazgo. Cuando el revolucionario Brasileño Paulo Freire, escribió su libro La Pedagogía del oprimido, argumentó que el problema con la opresión es que una vez el oprimido se libera del opresor, los únicos modelos de liderazgo que tienen son precisamente los de aquéllos que los oprimieron. Por lo tanto, los oprimidos se convierten en nuevos opresores. Las consecuencias son desalentadoras, sobre todo para las organizaciones. Este fenómeno crea una nueva especie de líderes que solo se sirven a ellos mismos y a un sistema en el cual el dinero, el poder y el reconocimiento se logran a través del ascenso jerárquico y no de las personas a la que la organización debe servir. De allí surge la necesidad de un nuevo modelo de Liderazgo necesario para el nuevo modelo de país que se construye con la revolución bolivariana, líderes que no copien modelos a través del cual oprimieron durante cuarenta años, lideres con la necesidad de servir en espíritu y con la entrega cierta de cada día querer ser mejores hombres y mujeres que puedan legar a los descendientes un mundo mejor. El estudio del liderazgo data de más de 2500 años de antigüedad desde que grandes estudiosos como Confucio, Sun Tzu y otros, planteaban sus principios de cómo conducir 100 hombres en el campo de batalla, es por tanto que se definió por muchos años como un proceso de influencia, se creyó que siempre se intentaría influir sobre los pensamientos y acciones de otros para lograr el cumplimiento de la misión. Sin embargo, se debe tener en cuenta que si se centra la definición de liderazgo en el cumplimiento de la misión, podría pensarse entonces que el liderazgo solo tiene que ver con resultados y en la actualidad esto cambia diametralmente, no solo es la búsqueda del cumplimiento de la misión, sino que esta se logre sin el detrimento del bienestar de la unidad como un todo, la filosofía que se tiene es la de “ambas cosas a la vez”. En consecuencia, el liderazgo actual se concentra en el cumplimiento de la misión y en la satisfacción humana. Los líderes egoístas piensan que el liderazgo tiene que ver sólo con ellos mismos y no con los intereses de aquellos a quienes sirven. Olvidan que deben actuar con respeto, cuidado y justicia hacia todos los interesados. Todo se limita a su propio interés. Es solo cuando descubres que no se trata solo de uno mismo, cuando en verdad se comienza a liderar. Líder No existe una tipología de líder a seguir, intentar encasillar un líder dentro de una serie de características para imitar su éxito es un terrible error. Abundan las teorías que insisten en vender al ejecutivo de éxito, el cual responde a ciertos requisitos establecidos por los teóricos. El líder, al igual que todo ser humano, es único y singular; puede ser gordo, chaparro, hombre o mujer, bonito o feo, con buen carácter o no tan bueno, etcétera. La persona que aspire ser líder lo primero que tiene que hacer es borrarse para siempre la idea de que existe una topología “ideal” para ser líder. Todos los seres humanos tienen un potencial suficiente para ser líder, pero también cuentan con las debilidades que pueden impedírselo, por lo que es imposible ajustarse a un patrón. 101 Si usted aspira ser líder lo primero que tiene que hacer es aceptarse tal como es; acepte por igual sus potenciales y sus debilidades. Desarrolle potencialidades; recuerde que se acostumbra pasar toda la vida fijándose solo en el error. Si el hijo de algún individuo no le coloca el empeño necesario a la clase de matemática y obtiene malas calificaciones, se puede recurrir a colocarlo a estudiar matemática día y noche; pero si el chico tiene un gran talento musical es vital apreciarlo. Por lo cual, es necesario detenerse y pensar en sus hijos y pensar: ¿Cuáles son sus potenciales? ¿Cuáles son sus habilidades?, y dedicarse a estimularlas e impulsarlas. El líder no se apoya en las debilidades de sus seguidores; se apoya en sus propios potenciales. Ahí está el secreto de un gran líder: en que busca la expresión máxima de cada subordinado y con ella hace una buena obra maestra. Dado la importancia que el término a representado para la historia de la humanidad y ha sido explicado recurriendo a diferentes teorías, visiones y enfoques, por lo que es oportuno advertir que esta marcha incansable, algunas veces sin consenso, dificulta llegar a un concepto exacto. Describe Daniel Gil en su obra Liderazgo: una decisión personal, que las “raíces indoeuropeas de la palabra señalan que líder significa ‘morir por’. Por lo tanto la palabra abarca un concepto más amplio: un ideal, una consagración a la vida, un reconocimiento de la sociedad, una decisión propia y voluntaria de sacrificio.” De ahí que el autor diferencia entre lo que sería un líder y una figura de autoridad, entendiendo que el primero retroalimenta un proceso mediante el cual restablece o mantiene un equilibrio social con la anuencia y aceptación de sus subordinados. Para Pedro Olid Martínez el líder es: La poderosa fuerza motriz que estimula las dimensiones material, estructural, funcional, ambiental, y humana de su organización o grupo militar, haciendo que los objetivos sean voluntarios y conscientemente logrados tanto en tiempo de paz como en tiempo de guerra. 102 Para culminar se explica que, una definición puede ser “líder en un grupo y subalterno en otro por la posición que ocupa en relación con otros, porque posee dotes de mando que exhibe en momentos de peligro o debido a que tiene experiencia y conocimientos especiales.” (ECKLES ROBERT, 1978. Pág. 91) Características del líder Para ser un líder se debe internalizar una serie de valores militares como el coraje, la confianza, la dedicación total a la carrera de las armas, la responsabilidad personal y honestidad. Adicionalmente el líder debe ser un hombre de carácter recio, el cual se obtiene mediante el desarrollo de las cualidades deseables en el carácter del hombre de armas. Como líder se debe ser fiel a la ética profesional de la FANB37. Ello implica que se debe ser fiel a los ideales y valores de la nación, y fiel a la unidad, al mismo tiempo se debe prestar un servicio a la patria en forma desinteresada. El líder debe poseer una actitud mental positiva, aceptando obligaciones y responsabilidades como parte de su trabajo. Debe dejar de lado muchos intereses personales. Debe saber determinar lo que se debe hacer, tener deseos de conducir al grupo y estar dispuesto a los sacrificios que el cargo exige. Deberá ser activo, creativo y desarrollar aptitudes para la función que realiza. Tendrá que solucionar situaciones difíciles y aceptar las críticas. Liderazgo y Jefatura no es lo mismo. Esta última equivale al cargo que tiene el jefe, el cual hace cumplir las funciones encargadas de acuerdo a normas establecidas. El líder, en cambio, es el que tiene capacidad de mando y la aceptación del grupo. Como líder se debe conocer, los cuatro elementos del liderazgo y la forma como ellos se afectan entre sí, se debe conocer la naturaleza humana, las emociones y las necesidades de los hombres al mando de un individuo en especifico, como ellos responden ante las tensiones y cuáles son las fortalezas y debilidades de carácter o conocimientos y destrezas, se deben conocer las destrezas propias, se debe 37 Fuerza Armada Nacional Bolivariana 103 conocer el trabajo, ser eficiente y capaz tanto en los aspectos tácticos, como en los técnicos. Se debe conocer la unidad. Ello implica conocer sus destrezas individuales y colectivas, como desarrollar la cohesión y la disciplina. Entre las cosas que se deben hacer como líder, está el dirigir a los hombres asignados. Esto incluye establecer metas, resolver problemas, tomar decisiones, planificar, entre otras cosas. Se debe además poner en práctica las ideas a través de la comunicación, la coordinación, la supervisión y la evaluación. Una de las cosas más importantes que se deben hacer es motivar mediante la aplicación de los principios de la motivación tales como el desarrollo del espíritu de cuerpo; educando, adiestrando e inspirando. Habilidades del líder Otro aspecto que es importante considerar y que debe manejar todo líder son las habilidades que requieren para desempeñar su trabajo, Robert Katz (1983) realizó un estudio sobre el tipo de habilidades que requiere un directivo. Según ese estudio, un líder debe tener destrezas de tipo Conceptual, Humanas y Técnicas. De acuerdo al nivel que ocupe él dentro de la estructura organizacional, varía el tipo de habilidades que requiere para desempeñar su trabajo. La habilidad técnica se refiere a la capacidad de usar armas, herramientas, o procedimientos técnicos en un campo especializado, es el conocimiento profundo de la vida militar en el aspecto, táctico y técnico, es el deseo ferviente de ser el mejor en su trabajo, ya que solo así podrá demostrarle a los subalternos que conoce su trabajo e inspirarlos a su vez a conocer el de ellos. Dependiendo del nivel en el que se encuentre el líder, podrá conocer más o menos de un área específica. Ejemplo: a nivel de un equipo de futbol el entrenador se encuentra en un nivel de liderazgo táctico y por lo tanto debe conocer técnicamente cada una de las posiciones de sus jugadores y cuáles son las funciones especificas de cada jugador, pero el dueño del equipo de futbol que se encuentra en un nivel de liderazgo estratégico, no necesita ni siquiera de conocer de futbol, pero por el contrario si debe conocer cómo será el mercado de intercambio de jugadores para la próxima temporada. 104 La habilidad humana se refiere a la capacidad de interactuar con personas, trabajar con ellas, comprenderlas y motivarlas. Un líder debe tener suficiente habilidad en el manejo de relaciones humanas y así poder conducir a los hombres al logro de objetivos, sin descuidar el hecho que a quienes se comanda son seres humanos y que muchas de las emociones podrán afectar su rendimiento dentro del grupo. La habilidad conceptual se refiere a la capacidad de comprender las situaciones que afectan a la organización, concibiéndola como un todo, de manera que las decisiones que se tomen, sean benéficas al núcleo organizacional. Que cada uno de los seguidores piensa individualmente y tendrá escala de valores y creencias que resultaran diferentes, pero con esta habilidad se puede lograr que trabajen para el logro de la misión encomendada. Valores del líder del siglo xxi Los valores que a continuación se mencionan, sin que ello signifique orden de prioridad o importancia, proporcionan los cimientos, que deben guiar al líder militar que demanda la Carta Magna38 de la República Bolivariana de Venezuela: • Compromiso social. Mediante el trabajo de servicio a la comunidad, debe contribuir al desarrollo del país, privilegiando los ámbitos más demandados socialmente. Los ideales del Libertador se refieren a una filosofía moral, a un deber ser del venezolano respecto a su país, y por tanto, demandan respuestas adecuadas de las diferentes instituciones de hoy. Particularmente, la conducta de los militares responde a expectativas de la sociedad a la cual pertenecen, porque el campo psicofísico, el sistema de valores y, en general, el espíritu nacional se encuentran hondamente acendrados en ellos, y principalmente porque las academias militares les forjan un espíritu inquebrantable de pertenencia y de compromiso social sobre la premisa de mantener a toda costa la libertad e Independencia de la República. 38 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, 1999. 105 • Cooperación. Apoyar la cooperación con otras instituciones públicas y privadas para desarrollar las oportunidades de desarrollo en los múltiples ámbitos de la sociedad. • Disciplina. En la vida militar se define como la práctica de los deberes militares en todo momento y circunstancias, aun estando el subalterno alejado de la presencia del superior, es así como se sabe exigir a sí mismo se hace comprensivo con los demás y aprende a trabajar y a darle sentido a todo lo que hace. La disciplina es indispensable para que optemos con persistencia por el mejor de los caminos; es decir, por el que nos va dictando una conciencia bien formada que sabe reconocer los deberes propios y se pone en marcha para actuar. • Ética. Consiste en determinar un marco referencial sobre su comportamiento sometiendo el interés personal a las necesidades del servicio, debiendo renunciar al lucro y a las ambiciones individualistas. • Excelencia. Se aspira a la excelencia en la actividad diaria. Debemos asumir la responsabilidad de responder a los requerimientos de la sociedad con una permanente actitud autocrítica y un afán de búsqueda de la excelencia, entendida como el logro de la máxima suma de felicidad social posible. • Honor. El honor es la riqueza más grande que puede poseer un militar; mantenerlo es el deber más sagrado de todo miembro de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. El concepto del honor militar conlleva espíritu de sacrificio por la Patria, y ese espíritu responde a un proceso de formación de comunidad histórica cuyas raíces permiten mantener el edificio de la República. malos momentos, es un corresponder, una obligación que se tiene con los demás. • Patriotismo. Son cualidades excepcionales (inteligencia, valor, constancia y desprendimiento) y de los valores a los cuales un militar consagra su vida profesional (libertad y justicia). • Pluralismo. Se debe respetar y reconocer la diversidad científica, profesional, ideológica, política, de género y religiosa. • Solidaridad. Es considerado por muchos un valor a través del cual las personas se sienten y reconocen unidas y compartiendo las mismas obligaciones, intereses e ideales y conformando además uno de los pilares fundamentales sobre los que se asienta la ética. • Tolerancia. Apoyar y valorar a todo aquél que trabaja promoviendo y manteniendo un clima en donde las personas puedan desarrollarse. • Valentía. Es la disposición al peligro de forma consciente para alcanzar un fin superior, es fundamental y básico para poder desarrollar muchas otras virtudes, sin la disciplina es prácticamente imposible tener fortaleza y templanza ante las adversidades que se presentan día a día. Una institución es legitimada en términos de valores y normas cuando transcienden los intereses individuales e institucionales y se coloca, con gran sentido de responsabilidad, al servicio de la patria. En la medida en que todas las instituciones, incluyendo la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, reciban menos recompensas materiales por los servicios que presta, logra mayor estima y reconocimiento social, destacándose por su apego a los valores éticos y morales. • Justicia. Promueve la defensa de los valores socialistas, inclinándose a dar un equilibrio entre partes desiguales o dando a cada quien lo que corresponde o pertenece según la razón, la necesidad, el derecho y la equidad. Clasificación del líder • Lealtad. Fidelidad al compromiso de defender lo que creemos y en quienes creemos, en los buenos y en los a) Autocráticos: Pueden dividirse en tres tipos: estrictos, benevolentes e incompetentes. 106 107 • Autocrático estricto: es inflexible pero justo, no delega autoridad y vigila personalmente las situaciones favorables y desfavorables que puedan afectar a los subordinados. Puede ser generoso pero realzando la diferencia entre el superior y el subalterno. Organiza personalmente el trabajo y reparte las tareas, fiscaliza el personal elogiando y reprendiendo pero defiende a sus subordinados frente a otros superiores. • Autocrático benevolente: es esencialmente tímido, está asustado y agobiado por la responsabilidad moral hacia el equipo de trabajo. Es eminentemente inconformista, siempre encuentra “peros” al trabajo que realiza el personal. Responde a lo que los subalternos le piden pero da lo que él estima que es bueno y necesario. inseguros, temerosos, desconfiados de la capacidad del grupo al que no se atreve a enseñar a manejar las responsabilidades que el sistema requiere y, por lo tanto, no se atreve a traspasar decisiones riesgosas al grupo, es decir, hacen participar al grupo en las decisiones que no le proporcionan dificultades y se guardan para sí las que estima difíciles. • Jefe Laissez-Faire: Es un jefe que no resuelve, no toma iniciativa ni orienta al grupo tras los objetivos de su unidad. Es una mera figura decorativa que llegó al cargo por situaciones fortuitas como antigüedad, familiaridad con una autoridad o simplemente se ha sacado de otro cargo y llega a un lugar que no le interesa y no conoce. • Autocrático incompetente: es el superior que no tiene escrúpulos mientras extorsiona o fanfarronea para obtener lo que desea. Es capaz de cualquier medida que lo favorezca. Cree en la omnipotencia de su autoridad y exige cumplimiento de órdenes en tiempos imposibles de cumplir. Acosa a sus subalternos con reclamaciones insistentes y quejumbrosas. b) Democráticos: Son aquellos que ordenan después de consultar a los subalternos, toman las decisiones después de bosquejar con su unidad los planes a largo plazo, elogia, reprende y participa con su grupo como un miembro más sin descuidar la conducción propia de la jefatura. Los superiores democráticos se dividen en auténticos y pseudodemocráticos. • Democráticos auténticos: cumplen con todas las características anteriores: informan y capacitan a su gente, distribuyen el trabajo de acuerdo a habilidades y preferencias de los miembros del equipo, delegan el control en diferentes instancias entre los miembros, garantizan imparcialidad y justicia, desarrollan la solidaridad con canales de comunicación fáciles y expeditos. • Pseudodemocráticos: aunque creen que es bueno cumplir con las características de un democrático, son 108 Lo que un líder debe ser, conocer y hacer Debe ser Las creencias, valores y ética profesional son la base fundamental de todo líder. Las creencias son aquellas suposiciones o convicciones que usted considera ciertas en relación a conceptos, personas, actos o cosas. Por ejemplo una creencia puede ser la convicción de que la gente se motiva sólo mediante la administración de recompensas o castigos. Esta es una creencia sobre la naturaleza humana pero usted no lo puede probar. Algunos líderes sostienen esa creencia otros no. 109 Los valores son ideas acerca de la importancia de los conceptos, personas, actos o cosas. Los valores provienen de sus creencias y ellas influencian el comportamiento debido a que se actúa y se escoge entre las alternativas que se le presentan, dependiendo del sistema de valores. Por ejemplo una persona puede considerar como valores a la verdad, la honestidad y la justicia, pero también puede considerar como valores el dinero, el poder, los ascensos, entre otras cosas. Los valores influencian las prioridades de cualquier sujeto y la máxima prioridad estará en función de los valores más importantes. Estos valores son aquellos que se colocan en primera instancia, los que se defenderán con mayor fervor y los que nadie estaría dispuesto a abandonar fácilmente. Un individuo como líder se puede encontrar en situaciones conflictivas donde, por ejemplo, los valores como la honestidad entran en rivalidad con otros valores, como el dinero o el poder. O, por ejemplo, si un individuo comete una falta y nadie lo ve, ¿Seria ese individuo capaz de pasar un reporte de su propia conducta por este motivo? De no ser ese el caso, valores tales como la verdad, honestidad e interés personal estarán en conflicto. Como líder se llegará a atravesar por situaciones donde la forma de acción más adecuada no sea obvia donde algunos de los valores y que estos deben ser sacrificados en beneficio de otros que se consideren más importantes. La ética militar sirve de guía para ayudar a conducir soldados y unidades de una forma profesional. Los oficiales, tropa profesional y clases están en la obligación de discutir, enfatizar e inculcar las creencias, valores y ética profesional. En esto consiste la idea de “inspirar” que forma parte importante de la Misión y Filosofía de la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela. Debe conocer El líder debe conocer y entender todos y cada uno de los elementos del liderazgo. Para entender y llegar a comprender la relación que existe entre los cinco elementos del liderazgo y el efecto que cada uno de ellos causa sobre los otros, se tiene que mantener un interés constante por adquirir conocimientos en las siguientes áreas de la dimensión humana y de los grupos u organizaciones: • Como motivar a las personas en general y a sus subordinados en particular. • Definir y conocer las debilidades y fortalezas. • Las debilidades y fortalezas de sus subordinados. • Como desarrollar en las personas los principios, valores y creencias y como cambiar los existentes. La ética de la FANB39 está fundamentada en los valores como la lealtad a los ideales de la Nación, lealtad a su unidad, elevado sentido de responsabilidad personal y una dedicación desinteresada al servicio de la Patria. Otros valores profesionales de crucial importancia son: el coraje, la franqueza, la honestidad y la dedicación total a la carrera de las armas. • Como desarrollar el carácter. Las creencias, valores y ética son importantes ya que ellos influencian el pensamiento, el aprendizaje y la conducta de cualquier sujeto, y ellos determinan como se planifica, como se actúa y como se trata a los demás. Cuando las metas se fijan en función de valores egoístas o interesados no estarán orientados al beneficio de la Nación, la FANB o a la unidad. • Como los soldados pueden manejar eficazmente las situaciones de tensión. 39 Fuerza Armada Nacional Bolivariana 110 • Como comunicarse, de forma tal que se desarrollen nexos de confianza mutua, credibilidad, respeto y entendimiento entre superiores y subalternos. • Como aprende la gente. • Como desarrollar la moral, cohesión y disciplina. • Como enseñar las destrezas individuales y colectivas necesarias para el desarrollo de unidades operativas. • Como las normas o reglas de grupos informales son adaptadas como creencias y valores de los miembros del grupo. 111 • Como identificar, analizar e influenciar los agentes más importantes de una situación determinada. • Enséñeles sobre el tráfico de drogas y sus consecuencias penales, a la salud y a la sociedad. • Como planificar. • Realice entrevistas personales. • El conocimiento técnico y táctico necesario para que pueda hacer su trabajo. • Respételes su racionamiento, completo y oportuno. • La Historia militar. • No les haga descuentos no autorizados y cuando estén autorizados, explíqueles su razón y destino. Dele su recibo. • Hábleles cada vez que pueda o busque cuando hacerlo. Debe hacer Hay cosas que se deben hacer constantemente: proveer dirección, poner en práctica y motivar. • Conozca su estado de salud. • Búsqueles solución a los problemas de salud. • Hágale un seguimiento al tratamiento y sus efectos. • El liderazgo que provee dirección incluye el establecimiento de metas objetivos, la resolución de problemas, la toma de decisiones, la planificación. • El liderazgo que pone en práctica o ejecuta incluye la coordinación, supervisión y evaluación. Estas son las destrezas necesarias para poder alcanzar las metas u objetivos. • El liderazgo que motiva incluya la aplicación de los principios de la motivación, tales como la alineación de las metas del individuo y la unidad o un comportamiento hacia las recompensas tal que conduzcan a alcanzar los estándares o niveles de excelencia de la unidad y las metas que se fijen. • Conozca sus capacidades. • Conozca sus debilidades • Conozca sus fortalezas • Conozca sus aspiraciones. • Estimule sus aspiraciones. • Incúlqueles la importancia de aprender un oficio. • Enséñeles o hágales aprender un oficio. • Incúlqueles la importancia de estudiar. • Incúlqueles la autoestima. • Supervise que estén bien alimentados. • Supervise que cada uno coma lo que le corresponde. Aparte de estas el líder debe hacer tareas en función de sus subordinados, de su unidad, de las instalaciones y equipo y de las operaciones: En función de sus subordinados: • Conozca y cuide a sus hombres. • Conozca sus problemas personales. • Solucione sus problemas. • Enséñeles a identificar las drogas y su daño físico y moral. 112 • Enséñeles a cómo cuidarse de accidentes. • Enséñeles primeros auxilios. • Vele porque cada uno duerma lo necesario. • Vele porque se bañen adecuadamente. • Enséñeles a usar los accesorios de baños adecuadamente. • Enséñeles las condiciones mínimas de aseo personal. • Vele porque el médico, el odontólogo y el capellán los atiendan adecuadamente. 113 • Vele porque salgan de permiso con frecuencia. Controle sus salidas. • Averigüe cómo les fue durante el permiso. Qué hicieron, dónde fueron, a quienes visitaron, qué comieron, etc. • Vele porque tengan contacto con sus familiares, especialmente con los más allegados. • Vele porque tengan sus útiles personales y les den el uso adecuado. • Vele porque tengan una adecuada preparación física. • Enséñeles y exíjales una buena presentación personal. • Preocúpese por la educación sexual. Enséñeles el peligro del SIDA y su prevención y de otras enfermedades de trasmisión sexual. • Efectúeles revistas profilácticas40. • Sancione y recompense oportunamente. • Hágales conocer sus derechos y sus deberes. • Supervíseles su trabajo y hágales observaciones, aún cuando sean eficientes • Desarrólleles los valores espirituales, morales y personales. • Enséñeles moral y ética • Enséñelos a creer en usted, no los defraude. • Enséñelos a tener confianza en sí mismos • Trasmítales optimismo • Supervíseles su material, equipo y armamento y enséñelos a mantenerlo operativos y en buen estado • Enséñeles que su participación y sus sugerencias son muy importantes. • Enséñeles lo que significa el valor. • Enséñeles el valor y significado de los símbolos patrios. • Enseñe a quererlos, respetarlos y hacerlos respetar. 40 Enfermedades venereas, principalmente. 114 • Enséñelos a querer, respetar y defender nuestra Patria. • Asígneles tareas de acuerdo a sus capacidades y hágales saber lo que espera de ellos. • Anote todo lo concerniente a su comportamiento, sus acciones, sus problemas, sus planteamientos y sus novedades. • Enséñeles a conocer y respetar a nuestro Libertador. • Desarrólleles el sentido de responsabilidad. • Enséñelos a mantener sus instalaciones limpias y en perfecto estado (baños, dormitorios, comedor, casino, etc.). • Preocúpese más por los que tengan más problemas. • Visite su personal hospitalizado, revise su tratamiento y entérese de su estado de salud y acciones que haya que tomar. • Haga conocer a su personal el papel que desempeña dentro de la FANB. • Haga conocer a su personal la importancia de la FANB. dentro del país. • Haga conocer a su personal los nombres de las autoridades más importantes dentro de la FANB, sus cargos y muéstreles su fotografía. • Haga conocer a su personal el nombre del Presidente de la República, del Ministro del Poder Popular de la Defensa, el papel que desempeñan y muéstreles su fotografía. • Explíquele a su personal el significado de la cadena de mando. • Haga conocer a su personal los nombres de los oficiales de su unidad. • Haga conocer a su personal la importancia de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. • Dé respuestas lógicas y oportunas a los requerimientos de su personal. • Conozca el nivel educativo de su personal y promueva cursos o estudios en liceos, colegios o institutos. 115 • Enseñe el placer de la lectura. • Revise las libretas donde le depositan la ración a su personal. EN FUNCIÓN DE SU UNIDAD: • Instruya a su unidad como un equipo. • Realice entrevistas grupales. • Realice reuniones con sus comandantes. • Oiga a su segundo comandante. • Realice reuniones con su unidad. • Asista con su unidad a misa y hábleles de su importancia y significado. • Organice carteleras informativas. • Coloque en lugares visibles de su unidad, el retrato de El Libertador, del escudo, de la bandera, del mapa de Venezuela y del mapa del estado donde esté ubicado. • Enseñe, comente y practique el Himno Nacional y otros cantos patrióticos. • Elabore y revise con frecuencia los planes que corresponda a su nivel (carga, defensa, contra-incendios, evacuación, etc. y practíquelos.) • Prepare agenda para las reuniones, no improvise. • Conozca y practique los planes en los que esté involucrada su unidad. • Elabore y mantenga los libros al día. • Conozca y cumpla los POV de su unidad. • Mantenga los planes al día. • Conozca y cumpla los POV en los cuales su unidad esté comprometida. • Divulgue y practique los planes. • Elabore o coordine con el oficial de operaciones, la existencia de una biblioteca para el soldado. • Evite las sanciones colectivas. • Desarrolle el espíritu de cuerpo de la unidad. • Elabore y mantenga los símbolos de la unidad (banderines, escudos, himnos, etc.) • Adiestre a sus hombres como un equipo. • Emplee a su unidad de acuerdo a sus capacidades. • Conozca las fortalezas de unidad. • Conozca las debilidades de su unidad. • Vele por la tranquilidad durante las comidas. • Vele porque se respeten las condiciones favorables de descanso. • Revise con frecuencia los expedientes de la tropa, que estén completos, organizados y actualizados. • Revise las planillas de seguro, deben estar actualizadas, con los beneficiarios adecuados (explíqueles y oriéntelos) y los datos correctos. 116 • Elabore y ejecute planes de inspección. • Elabore y ejecute planes recreativos, deportivos y sociales. • Proporcione los medios para el cumplimiento de las órdenes. • Recompense a la unidad como un todo. • Desarrolle acciones para conocer todo lo que pase en su unidad. (inteligencia, informantes, inspecciones, entrevistas, buzones de sugerencias, etc.) • Trate el problema de la seguridad (armamento, instrucción, transporte, seguridad industrial, servicio, etc.) como un punto muy importante. Conferencias y prácticas. • Promueva cursos especiales para complementar la preparación de su unidad. • Prepare charlas y busque expertos en asuntos sexuales para la orientación de su personal en ese aspecto. • Inculque el respeto por las damas. • Trate de cumplir sus misiones con su unidad. 117 • Publique el cuadro de las raciones y actualícelo cada vez que haya modificaciones. • Tenga un control absoluto sobre el llavero de la unidad. • Tenga su material de transporte en óptimas condiciones. Elabore planes de mantenimiento. EN FUNCIÓN DE LAS INSTALACIONES Y EQUIPOS: • Vele porque las condiciones del comedor sean lo más adecuadas. • Vele porque las condiciones de los dormitorios sean favorables. • Vele porque las condiciones de los baños, sanitarios, lavamanos y urinarios sean optimas. • Organice y entrene equipos de mantenimiento (electricidad, plomería, carpintería, cristalería, pintura, cerrajería, etc.) • Inspeccione el lugar donde le confeccionan la comida a su unidad. • Inspeccione los lugares a donde su personal asiste a consulta y es hospitalizado. • Supervise el estado de las instalaciones, del material y de lo equipos individuales y colectivos. • Vele por la seguridad del parque. • Vele por el control del acceso al parque. • No se conforme con ver o recibir la información que todo está bien en el parque, compruébelo por sí mismo. EN FUNCIÓN DE USTED. • Dé el ejemplo. • Conózcase a sí mismo y busque la autocorrección. • Conozca su trabajo. • Vele por su salud física y mental. • Vele por su crecimiento profesional. • Vele por su crecimiento académico. • Cuide que la tarea sea entendida, vigilada y cumplida. • Acepte y desarrolle sus responsabilidades. • Tome decisiones lógicas y oportunas. • Esmérese en enseñar bien para que a su personal le agrade y le comprenda fácilmente. • Esté seguro que ha transmitido una orden adecuadamente y que sea entendida para evitar riesgos, pérdida de tiempo y sanciones injustas. • Inspire confianza. • Sea puntual en sus obligaciones. • Enseñe a cuidar el armamento individual y colectivo. • Exija puntualidad. • Supervise el armamento individual y colectivo. Diseñe, practique y revise periódicamente los controles. • Planifique su tiempo. • Tenga los depósitos organizados y con sus inventarios actualizados. Establezca mecanismos de control. • Mantenga el sentido del humor. • Supervise las instalaciones donde su personal se recrea. • Inspeccione el estado de los dormitorios, camas, colchones, sábanas, cobijas y almohadas. • Inspeccione y corrija las instalaciones eléctricas. • Inspeccione y corrijas las instalaciones de agua potable y aguas servidas. 118 • Planifique sus actividades, no improvise. • Mantenga una excelente presentación personal. • Conozca técnicas básicas de mantenimiento de primer escalón. • Conozca la ley para actuar a derecho. • Conozca las leyes, y especialmente los que tienen que ver con su actuación profesional. 119 • Conozca la ley para sancionar en base a ella. • Tenga vergüenza. • No olvide que su principal competencia es velar por el bienestar de su personal. • Sea educado y bondadoso. • Conozca todos los detalles de su área de operaciones. • Tenga fe en su misión. • Practique cualquier misión que vaya a cumplir. • Sea leal a su misión, a sus superiores, sus compañeros y sus subalternos • No aplique sanciones cuando se encuentre alterado. • Tenga admiración por El Libertador y trasmítala. • Supervise sus órdenes. • Sea honesto. • Transmita optimismo. • Analice los resultados de sus acciones y piense en mejorarlas. • No sea temerario. • Cultive su condición de profesional para tomar decisiones en base al conocimiento y a la preparación técnica. • Enseñe que el superior debe velar por sus subalternos en salud, instrucción, bienestar, estado de ánimo, situación familiar, recreación. • Procese toda información, por simple que parezca. • Administre bien su sueldo. No adquiera compromisos que le sean difíciles cumplir. • Aconseje con sinceridad y oportunamente. • Cuide su salud. Hágase chequeos médicos con frecuencia. No espere la prueba física anual para ponerse en forma. • Cuide su estado físico y su apariencia • Esté preparado para cumplir cualquier misión dentro de su ámbito. • Mejore cada día su preparación académica para ser mejor profesional. • Organice y actualice su biblioteca. • Manténgase actualizado en cuanto a la situación del país, del mundo, tecnología, economía, cultura, hechos relevantes, etc. • Prepare la instrucción a impartir con la meta puesta en enseñar. • Piense en resolver los problemas y no ir en contra de ellos. 120 • Sea sincero y prudente. • Enseñe la importancia de los valores. • Cultive y predique los valores. • Enseña la importancia y la razón de las cosas que se hacen: el respeto, la educación física, asistir a misa, comer bien, dar el ejemplo, ser honesto, ser responsable, etc. • Conozca sus derechos y sus deberes. • Sancione y recompense oportunamente. Demasiado tarde pierden su valor. • Establezca y mantenga amplios y suficientes canales de comunicación con sus subalternos. • No permita los abusos de autoridad. • Trate de no desautorizar a un superior. • Aprenda a hacerle mantenimiento a su vehículo. • Haga deportes. • No olvide que usted es la imagen de la FANB. • Aprenda y practique las técnicas de solución de problemas y toma de decisiones. • Aprenda y practique las técnicas de negociación. • Aprenda y practique las técnicas de manejo de conflictos. • Cultive el hábito de la lectura. • Vaya creando un archivo de sus diferentes cargos con material de apoyo (fotográfico, gráfico y escrito). 121 • Escriba sus experiencias. • Tenga actualizado su expediente personal. • No se preocupe por hacer las cosas mejor que los demás, hágalas bien. • No sea un crítico de sus compañeros y superiores, aprenda de sus errores. • Si actúa convencido de sus obligaciones, con cariño, profesionalismo, conocimiento, ética y consecuente con su conciencia, será un hombre exitoso. • Prepárese para los retos de los próximos grados, porque sus responsabilidades irán creciendo con el desarrollo de su carrera. • Ocúpese de su familia con la misma abnegación que le dedica a su trabajo sin descuidar ninguno de los dos. La Patria y su familia son sus dos grandes tesoros. EN FUNCIÓN DE LAS OPERACIONES: • Conozca y efectúe reconocimientos de su área de operaciones o de influencia. • Recopile y conozca cartas, mapas y croquis de su área de responsabilidad. • Reúnase frecuentemente con sus sargentos y el cuerpo de clases para intercambiar información e instrucciones sobre la misión. • Vele porque el equipo y especialmente el armamento, estén en condiciones óptimas para el cumplimiento de la misión. • Supervise frecuentemente la carga básica y su vencimiento. • Aprenda y practique el procedimiento de conducción de tropas. • Sepa elaborar la apreciación de la situación a su nivel e interpretar la del escalón superior. • Sepa elaborar los planes de su unidad y relacionados con la misión (defensa, contra-incendios, evacuación, de movimiento, de carga) • Sepa interpretar la orden de operaciones. • Sepa interpretar los planes donde se vea involucrada su unidad. • Trate que las misiones asignadas las cumpla con su unidad orgánica. • Mantenga contactos con el oficial de operaciones y con el oficial de inteligencia para estar al tanto de la situación. • Cuando le asignen personal de otra unidad para una misión específica, solicite plazo para conocerlas y reentrenarlas. Usted conoce su personal pero no conoce el de otras unidades. • Mantenga contacto con las personas representativas de la zona. • Conozca la operación y mantenimiento de todo su equipo. • Mantenga contacto con otras autoridades de la zona. • Mantenga operativo el equipo asignado. Lo tendrá que usar en cualquier momento. • Procese toda información. • Mantenga su unidad adiestrada para el cumplimiento de la misión. • Revise los POV relacionados con la misión. • Haga ejercicios con su unidad sobre la misión asignada. • Conozca y practique los planes relacionados con su unidad y la misión. • Haga ejercicios con su unidad sobre la misión por organización. • Sea excesivamente cuidadoso con el armamento y el parque. No escatime controles para su seguridad. • Mantenga a su personal informado sobre la misión asignada y especialmente las tropas profesionales y el cuerpo de clases. • Cuando tenga dudas sobre la integridad de una persona asignada para trabajar con usted, no la involucre 122 123 demasiado en la misión. Trátela con prudencia y aclare las dudas que hayan para las acciones pertinentes. • Tenga personal entrenado en primeros auxilios y los equipos respectivos. esa elección traiga consecuencias negativas. El desarrollo del carácter es el centro del desarrollo, no solo como líderes sino como seres humanos. • Deles un trato preferencial a sus conductores. Entrenamiento, documentos, descanso y responsabilidad. ¿Qué se debe saber sobre el carácter? • Repase y practique las técnicas de primeros auxilios. A la hora de una emergencia su personal no verá a otra persona que a su comandante. Cualquiera puede decir que tiene integridad, pero la acción es el indicador real del carácter. El carácter determina quién es la persona. Lo que es dicha persona determina lo que ven los otros y lo que ven los otros determina lo que hace la persona. Es por eso que nunca se puede separar el carácter de un líder de sus acciones. Si las acciones e intenciones están en constante oposición, entonces es necesario observar el carácter propio para encontrar el porqué. • Mantenga operativos sus equipos de comunicaciones. Haga ejercicios con frecuencia. Prevea métodos alternos. • Comparta con sus sargentos y el personal de clases la misión de la unidad. • Efectúe reconocimiento de las rutas antes de cualquier movimiento. • Repase los conocimientos de táctica. • Repase los conocimientos de lectura de cartas y técnica de calcos. • Haga ensayos antes de cumplir una misión. • Tenga personal entrenado para mantenimiento de primer escalón de equipos, transporte, armamento y comunicaciones. • Prevea los medios adecuados para el cumplimiento de la misión. No improvise. • Considere la existencia de las raciones de combate. Carácter es más que hablar. El talento es un don. Pero el carácter es una elección. Hay muchas cosas en la vida sobre las cuales el humano no tiene el control. No se puede escoger a los padres de un individuo, no se puede seleccionar el lugar ni circunstancias del nacimiento y crecimiento. No se puede seleccionar el talento o el coeficiente de inteligencia de una persona. Pero un individuo si puede escoger su carácter. El carácter se está creando cada vez que ese individuo hace una elección; evadir o confortar una situación difícil, doblegarse ante una verdad, mantenerla bajo el peso de ella, tomar el dinero fácil o pagar el precio. A medida que se vive y se toman decisiones, una persona está formando su carácter. Cualidades indispensables del líder El carácter produce éxito duradero con las personas. 1.- CARÁCTER: El verdadero líder siempre hace participar a otras personas (como dice el proverbio sobré el liderazgo, si piensas que eres un líder y nadie te sigue, entonces estás solo dando un paseo). La gente no confía en líderes que saben que tienen grietas en sus caracteres. La forma en que un líder trata con las circunstancias de la vida dice mucho de su carácter. La crisis no necesariamente forma el carácter, pero sí lo revela. La adversidad es el cruce de dos caminos donde una persona tiene que elegir uno de los dos: carácter o compromiso. Cada vez que escoge el carácter, la persona se vuelve más fuerte, aun cuando 124 125 Los líderes no pueden ir más allá de los límites de su carácter. ¿Existen personas altamente talentosas que repentinamente se desmoronaron cuando lograron cierto nivel de éxito? La clave de este fenómeno es el carácter. Steven Berglás41 dice que la gente que alcanza grandes alturas pero carece de un carácter solido que lo sostenga a través del estrés, van de cabeza al desastre. Él cree que su destino está determinado por una o más de las siguientes características: arrogancia, profundos sentimientos de soledad, una búsqueda destructiva de aventuras, o adulterio. Cada una constituye un precio muy alto a pagar por un carácter débil. 2.- CARISMA: La mayoría de la gente piensa que el carisma es algo místico, casi indefinible. Que es una cualidad que se trae de nacimiento y que, por lo tanto, no se puede adquirir. Pero eso no es cierto. El carisma, dicho claramente, es la habilidad de atraer a la gente hacia sí mismo. Y como otras características del carácter, se puede desarrollar. malmente alguien quiere compartir. ¿Cómo se describirían? ¿Gruñones? ¿Amargados? ¿Depresivos? Por supuesto que no. Son alegres, optimistas, no quejosos. Son apasionados por la vida. Si se quiere atraer a los demás, se tiene que ser como la gente con la que a todos les gusta estar. Poner un «20» en la cabeza de cada persona. Una de las mejores cosas que se pueden hacer por la gente (que también las atrae hacia una persona en específico) es esperar lo mejor de ellos. Esto poner un «20» en la cabeza de cada persona. Esto ayuda a lo demás a pensar más alto de sí mismo. Y al mismo tiempo atrae. Dar esperanza a la gente. Los líderes son “distribuidores de esperanza“. Todos los grandes líderes saben que la esperanza es la mayor de todas las posesiones. Se ha de ser la persona que otorga esa dádiva a otros, esas personas se sentirán atraídos y estarán siempre agradecidos. Dar a los demás. Las personas aman a los líderes que comparten lo que son y que dan el tiempo que les pertenece. Al dirigir a otros, se tiene que compartir sabiduría, recursos, e incluso ocasiones especiales. Cuando se trata de carisma, lo fundamental es la disposición hacia a los demás. Los líderes que piensan en otros y en sus intereses antes de pensar en ellos mismos, muestran carisma. Para hacer de una persona la clase de persona que atrae a otro necesitas: Amar la vida. A la gente le agradan los líderes que aman a la vida. Es por ello que se ha de pensar en las personas con las que nor41 Psicólogo de la Escuela de Medicina de Harvard y autor del Síndrome del éxito. 126 3.- COMPROMISO El mundo nunca ha visto a un gran líder que carezca de compromiso. No importa lo que queda de venir: enfermedad, pobreza o desastres, nunca se debe quitar la vista del objetivo. ¿QUÉ ES COMPROMISO? para cada persona significa algo diferente: 127 Para un boxeador, es levantarse de la lona una vez más de las que ha sido tumbado. Para un maratonista, es correr otros diez kilómetros, cuando ya no le quedan fuerzas. Para el soldado, es subir la colina, sin saber lo que le espera del otro lado. Para el líder es todo eso y más, porque cada una de las personas a las que él dirige, están dependiendo de él. Si se quiere ser un líder efectivo, tiene que comprometerse, el verdadero compromiso inspira y atrae a la gente. Les muestra que tiene convicciones. Ellos creerán en el líder y solo si el líder cree en su propia causa. Como sucede con la ley no escrita, la gente acepta primero al líder, después su visión. El compromiso empieza en el corazón. Algunas personas quieren que todo sea perfecto antes de comprometerse con algo. Pero el compromiso siempre procede a la acción. Dicen que los grandes corredores muchas veces se quedan sin oxígeno y después corren con el corazón. Es por eso que todos los grandes atletas reconocen su importancia, es el corazón lo que separa lo bueno de lo grande. Si quiere influir en la vida de otras personas como líder, mire dentro de su corazón para ver si está realmente comprometido. El compromiso se prueba con la acción. Una cosa es hablar de compromiso y otra muy diferente es hacer algo en cuanto a esto, la única medida real del compromiso es la acción. Nada es más fácil que hablar palabras. Nada es más difícil que vivirlas días tras día. El compromiso abre la puerta del logro. El líder tendrá que enfrentarse a muchos obstáculos y oposiciones, habrá momentos en que el compromiso será lo único 128 que le impulse hacia adelante. El compromiso es el enemigo de la resistencia, porque es la promesa seria que presiona, que levanta, no importa cuántas veces lo hayan derribado, si quiere llegar a algún lugar que valga la pena, el líder tiene que comprometerse. 4.- COMUNICACIÓN: Desarrollar excelentes habilidades de comunicación es esencial para el liderazgo efectivo. El líder tiene que ser capaz de compartir conocimientos e ideas para transmitir un sentido de urgencia y entusiasmo a otros. Si no puede hacer comprender un mensaje claramente y motivar a otros a actuar, entonces no tiene sentido tener un mensaje. El líder puede ser un comunicador efectivo si sigue cuatro verdades básicas. Simplificar su mensaje. La comunicación no es solo lo que se dice. Es también como se dice. Contrario a lo que algunos educadores enseñan, la clave para la comunicación efectiva es la simplicidad. Olvídese de impresionar con grandes palabras u oraciones complejas. Si quiere relacionarse con las personas sea sencillo. Una anécdota sobre un secretario ejecutivo recién nombrado que da una pauta para una comunicación efectiva. Lo invitaron a hablar a un grupo por primera vez, por lo que se acercó a su mentor pidiéndole consejos de cómo dar un buen discurso. El hombre mayor que él, le dijo: “Escribe una apertura estimulante que pueda cautivar a todos en la audiencia. Después escribe un resumen y una conclusión dramática que haga que la gente desee actuar. Después ponlos tan juntos como sea posible”. Mostrar la verdad. La credibilidad precede a la gran comunicación. Hay dos formas de trasmitir credibilidad a su audiencia. Primero, el líder debe creer en lo que dice, personas comunes se convierten en comunicadores extraordinarios cuando fueron fervientes en sus convicciones. Segundo, el líder ha de vivir 129 lo que dice. No hay mayor credibilidad que la convicción en acción. Buscar una respuesta. Cuando el líder se comunique nunca ha de olvidar que el objetivo de toda comunicación es la acción. Cada vez que hable con las personas, se ha de darles algo que sentir, algo que recordar, y algo que hacer. Si el líder tiene éxito al hacer esto su habilidad para guiar a otros tomará otro nivel. 5.- CAPACIDAD: La capacidad va más allá de las palabras. Es la habilidad del líder de decirlo, planearlo y hacerlo de tal forma que otros sepan que él sabe cómo, y sepan que le quieren seguir. Todos admiran a las personas que muestran gran capacidad, pintores, atletas y superiores. Pero la verdad es que el líder no necesita ser un Reverón, un Miguel Cabrera o el Alférez Mayor para destacarte en el área de tu capacidad. Aparecer cada día. Hay un dicho que reza: “todas las cosas llegan para el que sabe esperar”. Desafortunadamente a veces son solo las sobras de las personas lo que llega primero. La gente responsable aparece cuando se espera que lo haga. Pero las personas competentes van un paso más allá. No se aparecen en cuerpo solamente, vienen preparadas para actuar cada día, sin importar como se sientan, las circunstancias por las que están pasando, o lo difícil que pudiera parecer la situación. Buscar la excelencia. El líder nunca encontrará una persona que se considere competente que no continúe siéndolo. La excelencia nunca es un accidente; siempre es el resultado de una elevada intención, un esfuerzo sincero, una dirección inteligente y ejecución habilidosa, representa la elección sabia entre muchas alternativas. Actuar a un elevado nivel de excelencia es siempre una elección, un acto de la voluntad. Lograr más de lo esperado. Las personas competentes siempre corren un kilometro extra. Para ellas lo suficientemente bueno nunca es suficientemente bueno. En El hombre en su crisis de media vida, Jim Conway escribe que hay personas que sienten: “un debilitamiento de la necesidad de ser un gran hombre, y un sentimiento creciente de vamos a salir de esto lo mejor que podamos“. No les importa no correr la carrera completa. Terminan el juego sin haber marcando un punto. Los líderes no pueden darse el lujo de tener esa clase de actitud, necesitan hacer el trabajo, todo los días. 6.- VALENTÍA: Cada vez que se ve un progreso significativo en una organización, es gracias a que un líder tomo decisiones valientes. La posición del líder no da a la persona valentía, pero la valentía le puede dar una posición de líder. ¿CÓMO VENCER MI TEMOR? Mantenerse siempre en mejora. Las personas altamente competentes están buscando siempre maneras de aprender, crecer y mejorar. Lo hacen preguntando por qué. Después de todo, la persona que sabe cómo, siempre tendrá un trabajo, pero la persona que sabe por qué siempre será el jefe. 4 INICIATIVA: - Valentía - Actuar 3 CONCENTRACIÓN 2 DISCERNIMIENTO (raíz del problema) 1 130 131 FALTA DE VALENTÍA La valentía comienza con una batalla interior. 7.- DISCERNIMIENTO: Cada prueba que enfrente como líder comienza en su interior. La valentía no es la ausencia de temor, es hacer lo que se teme hacer. Es tener el poder de dejar lo conocido y avanzar con firmeza hacia un nuevo territorio. Esto es cierto para muchos oficiales que vencieron el temor de saltar del avión y puede serlo también para el Líder también. El discernimiento puede describirse como la habilidad de encontrar la raíz del problema, y descansa tanto en la intuición como en el pensamiento racional. Los líderes necesitan discernimiento, aun cuando los buenos líderes no lo demuestran siempre. Valentía es hacer las cosas correctas, no simplemente dejarlas pasar. Los grandes líderes saben tratar a los demás y pueden hacer que otras personas se comprometan y trabajen juntos, pero también se arremangan cuando es necesario. La valentía tiene que ver con los principios, no con la percepción. Si tú no tienes la habilidad de ver en qué momento debes hacerle frente a algo y la convicción de hacerlo, nunca serás un líder efectivo. Tu dedicación por alcanzar las metas finales tienes que ser más fuerte que tu deseo de calmar a los demás. Descubrir la raíz del problema. Los líderes tienen que vérselas cada día con tremendos caos y complejidades. Nunca pueden reunir suficiente información como para tener un cuadro completo de casi nada. Como resultado tienen que confiar en el descernimiento. La efectividad organizacional no descansa en el estrecho concepto llamado racionalidad sino en la mezcla de una lógica clara y en una intuición poderosa. El discernimiento permite al líder ver un cuadro parcial, llenar los espacios en blanco intuitivamente y hallar el verdadero corazón del problema. Realzar la solución del problema. La valentía es un líder que inspira el compromiso de los seguidores. Cuando un hombre valiente asume una posición, los demás lo siguen, de ahí que se diga que la valentía es contagiosa. Cuando una persona muestra valentía, los demás se sienten estimulados. Pero cuando un líder muestra valentía los demás se inspiran, esto es lo que hace que la gente quiera seguirlos. La vida se expande en proporción a la valentía. El historiador romano Tácito escribió: “El deseo de seguridad se levanta contra cualquier empresa grande y noble”. Pero la valentía tiene el efecto contrario. Abre puertas y este es uno de sus beneficios más maravillosos. Quizás es por esto que el teólogo John Henry Newman dijo: “No le temas a que tu vida tenga un final, sino a que nunca tenga un principio”. La valentía no solo le da un buen comienzo, sino que también le provee un mejor futuro. 132 Si puede ver la raíz del problema, puede resolverlo. Mientras más cerca está un líder a su área de inclinación, más fuerte será su capacidad y habilidad para ver las causas que originaron el problema. Si quiere aprovechar su potencial de discernimiento trabaje en sus áreas fuertes. Evaluar las opciones para un impacto máximo. El asesor de administración Robert Héller tiene este consejo: “nunca ignores un presentimiento, pero nunca pienses que eso es suficiente”. El discernimiento no se basa solo en la intuición, tampoco descansa solo en el intelecto. El discernimiento permite usar tanto las agallas como la cabeza para encontrar la mejor posición para tu gente y tu organización. Multiplicar las oportunidades. Las personas que carecen de discernimiento raras veces están en el lugar correcto en el momento exacto. Aunque paran algunos observadores los grandes líderes con frecuencia 133 parecen ser personas afortunadas, los líderes crean su propia “suerte” como resultado del discernimiento, esa disposición para usar su experiencia y seguir sus instintos. 8.- CONCENTRACIÓN: ¿Qué tiempo toma la concentración requerida para ser un líder? La clave son las prioridades y la concentración. Un líder que conoce sus prioridades pero carece de concentración sabe que hacer pero nunca lo termina. Si tiene concentración pero no prioridades, tiene excelencia sin progreso. Pero cuando tienen ambas cosas, tienen el potencial para lograr lo espectacular. Hay que concentrarse 70% en su lado fuerte. El líder que alcanza su potencial invierte más tiempo concentrado en lo que hace bien que en lo que hace mal. El gran misterio no es que la gente haga las cosas mal sino que ocasionalmente haga unas pocas cosas bien. La única cosa que es universal es la incompetencia. Para tener éxito, concéntrese en el éxito y desarróllalo. En eso es que se debe invertir el tiempo, energía y recursos. 9.- GENEROSIDAD: No habla más alto o sirve más a los demás que la generosidad de un líder. La verdadera generosidad no es algo ocasional, viene del corazón y permea cada aspecto de la vida del líder: su tiempo, su dinero, sus talentos y sus posesiones. El tipo de líder que a la gente le gusta seguir no recoge cosas solo para sí: la recoge para darlas a los demás, cultiva la cualidad de la generosidad en su vida. Se ha de ser agradecido por lo que se tiene. Es difícil para una persona ser generosa cuando no está satisfecha con lo que tiene. La generosidad viene de la satisfacción, y la satisfacción no se logra acumulando más bienes. Si el líder no está contento con poco, nunca estará contento con mucho. Y si no es generoso con poco, no va a cambiar de pronto si llega a tener mucho. Se ha de poner a las personas primero. La calidad de un líder no se la da el número de persona que lo sirven, sino el número de persona a las que él sirve. La generosidad requiere poner a otros primero. Si el líder puede hacer eso, el dar se convierte en algo más fácil. Hay que concentrarse 25% en cosas nuevas. Crecimiento es igual al cambio. Si quiere ser mejor, tiene que mantenerse cambiando y mejorando esto significa entrar a nuevas áreas. Si el Líder dedica tiempo a cosas nuevas relacionadas con áreas fuertes, entonces crecerá como líder. No puede olvidar que el liderazgo si dejó de crecer, estará terminado. No se debe permitir que el deseo por las posesiones controle. Nadie puede evitar trabajar en sus áreas débiles, la clave es minimizarlas tanto como sea posible. De acuerdo con Earle Wilson, las personas pueden dividirse en tres grupos: “los que tienen, los que no tienen y los que no han pagado lo que tienen”. El capitalismo ha hecho que más y más personas se estén haciendo esclavos del deseo de adquirir. Pero la verdad es que obtener cosas es una obsesión de la cultura actual. Si se es dueño, se piensa que se puede controlar; y si se puede controlar se piensa que esto dará más placer. La idea es una ilusión, si quiere tener control sobre el corazón no se debe permitir que las posesiones lo controlen. 134 135 Hay que concentrarse 5% en las áreas débiles. Considere el dinero como un recurso. Cuando se trata de dinero no se puede ganar. Si la meta es hacer dinero, entonces se será un materialista, si se intenta y no se logra se será un fracasado. Si se gana mucho dinero y se guarda se será un miserable. Si se tiene mucho dinero y se gasta se será un derrochador. Si la preocupación por tener dinero es poca, no se tiene ambición. Si hace dinero y todavía lo mantiene cuando muera será considerado un tonto por tratar de llevárselo consigo. La única forma de realmente ganar con el dinero es no darle importancia y ser generoso con él para lograr cosas de valor. que reconocen que también hay un nuevo precio que pagar por no hacer nada. Se equivocan más. La buena noticia para las personas de iniciativa es que hacen que las cosas sucedan. La mala noticia es que cometen muchos errores. Thomas J. Watson, fundador de IBM decía que la forma de tener éxito es doblar el porcentaje de fracaso. El senador Robert Kennedy lo resumió así:”solo los que se atreven a fracasar en grande pueden alguna vez lograr lo grande”. Si se quiere lograr grandes cosas como líder, se debe estar deseoso de iniciarlas y exponerse al peligro. 10.- INICIATIVA: El líder es responsable de iniciar una conexión con sus seguidores pero esa no es la única área en la que el líder tiene que mostrar iniciativa. Debe buscar siempre oportunidades y estar listos para la acción. ¿Qué cualidades poseen los líderes que les permiten actuar? Saben lo que quieren. Para ser un líder efectivo tiene que saber lo que quiere. Es la única forma de reconocer las oportunidades cuando se le presentan. 11.- ESCUCHAR: El líder toca el corazón antes de pedir la mano. Antes que un líder pueda tocar el corazón de un subordinado, tiene que saber que hay en él. Y eso se aprende escuchando, entre las personas con el don de liderazgo no hay muchas que no tengan la habilidad de escuchar. Hay muchas voces allá afuera que reclaman la atención de todos, cuando el futuro líder se decida a escuchar, recuerde que al hacerlo está buscando dos propósitos: relacionarse con las personas y aprender de ellas. Los seguidores. Se fuerzan a actuar. Hay un viejo dicho que dice: puede quien cree que puede, las personas de iniciativa no se esperan que otros los motiven. Ellos saben que es su responsabilidad forzarse más allá de su zona de comodidad y hacen de esto una práctica regular. Se arriesgan más. Cuando el líder sabe lo que quiere y se decide a actuar, todavía tienen un obstáculo más. Es estar dispuesto a correr riesgos. Las personas activas siempre corren riesgo. Pero una de las razones por la que el buen líder corre riesgos es 136 El buen líder es aquel que a la gente le gusta seguir, no se limita a conducir sus asuntos cuando interactúan con sus seguidores. Se toman el tiempo para conocerlo, como las personas que son. Si tiene el hábito de escuchar solo a los hechos y no a las personas que los expresa, cambie su enfoque y escuche realmente a quien le está hablando. Los competidores. El líder no debe basar su quehacer en lo que otro está haciendo, sino que debe escuchar y aprender lo que pueda para mejorar. 137 Los consejeros. Ningún líder es tan aventajado o experimentado que pueda darse el lujo de carecer de un consejero. Si él no puede encontrar a alguien que le ayude personalmente, comience a buscarlo leyendo libros. El asunto principal es poner el proceso en movimiento. 12.- PASIÓN: Los expertos pasan mucho tiempo tratando de averiguar lo que hace a las personas exitosas. Casi siempre se busca sus credenciales, inteligencia, educación, y otros factores. Pero más que cualquiera otra cosa, la diferencia la hace la pasión. David Sarnorff afirma que “nadie puede tener éxito a menos que ame su trabajo”. ¿Qué le permite a la gente que parece común, lograr grandes cosas? La respuesta es la pasión, en la vida del líder nada puede tomar el lugar de la pasión. debajo del agua otra vez, solo que ahora un poco más de tiempo. Después de repetirlo varias veces, el filósofo le pregunto: ”¿Qué quieres?” el joven finalmente dijo, jadeando. “¡Aire, quiero aire!”. “Bueno –respondió Sócrates- ahora, cuando quieras el conocimiento como quieres el aire, lo tendrás”. No hay sustituto para la pasión. Es el combustible de la voluntad. Si quieres cualquier cosa escasamente, no tendrás la voluntad para lograrlo. La única forma de tener esa clave de deseo es desarrollar la pasión. La pasión te cambia. Si te dejas llevar por la pasión, en vez de poner las percepciones de otros, llegaras a ser una persona más dedicada y productiva. Eso aumentará tu capacidad de impactar a los demás. Al final, su pasión tendrá más influencia que su personalidad. La pasión es el primer paso para la realización. La pasión hace posible lo imposible. El deseo determina el destino. Es solo cuestión de pensar en grandes líderes y se quedará impresionado por su pasión: Simón Bolívar por la independencia, Simón Rodríguez por la educación, Ezequiel Zamora, por el pueblo. El ser humano está hecho de tal forma que cuando cualquier cosa enciende el alma, las imposibilidades desaparecen. Un fuego en el corazón levanta todo en su vida, es por eso que un líder apasionado es tan efectivo. Un líder con gran pasión y pocas habilidades siempre sobrepasa a un líder con grandes habilidades y ninguna pasión. Cualquiera que viva por encima de una vida común tiene un gran deseo. Esto es cierto en cualquier campo: deseos débiles traen resultados flojos, así como un fuego pequeño produce poco calor. Mientras más fuerte sea el fuego del líder, más grande será el deseo y más grande el potencial. La pasión aumenta la fuerza de voluntad. Cuentan que un joven poco entusiasta se acercó al filósofo griego Sócrates y le dijo con cierta indiferencia, “Oh gran Sócrates, vengo a usted en busca de conocimiento”. El filósofo lo llevó hasta el mar, avanzó hasta lo profundo y lo sumergió por treinta segundos. Cuando lo soltó para que tomara aire, le pidió que repitiera lo que quería. El joven balbució: ”conocimiento, gran conocimiento”. Sócrates lo empujó 138 13.- ACTITUD POSITIVA: Si se observa la vida de las personas que logran éxitos duraderos en sus respectivas profesiones, se encontrará que casi siempre poseen una perspectiva positiva de la vida. Si se desea ser un líder, es esencial tener una actitud positiva. Esto no solo determina el nivel de compromiso como persona, sino también tiene un impacto en cómo los demás interactúan con el líder. 139 La actitud la decide el líder. Anticipe los problemas. Las personas promedio prefieren esperar que otros la motiven. Cree que piensan como piensan por culpa de sus circunstancias. Pero ¿qué viene primero, la actitud o la circunstancia? Este es un tipo de pregunta como la del huevo y la gallina. La verdad es que no importa quien fue primero. No importa lo que sucedió ayer, el líder decide su actitud hoy. Ya que los problemas son inevitables, los buenos líderes saben anticiparlos. Cualquiera que espere que el camino les sea fácil, constantemente se encontrará en dificultades. Normalmente los seguidores desean ser dirigidos por aquellos líderes que demuestren lejos de su realidad tener un problema. La actitud determina las acciones. Acepte la verdad. La ventaja de un ganador no está en haber nacido como un superdotado, ni en un alto coeficiente intelectual ni el talento. La ventaja del ganador está en la actitud, no en la aptitud. La actitud es la norma para el éxito”. La actitud es crucial porque determina la forma cómo actúa el líder Las personas responden a los problemas de la siguiente forma: rechazan aceptarlos, los aceptan y tratan de resolverlos. Los líderes siempre hacen esto último. Ningún líder puede tener al mismo tiempo su cabeza en la arena y guiar a sus seguidores por aguas turbulentas. El verdadero líder enfrenta la realidad de una situación. Los seguidores son un espejo de la actitud del líder. Vea el cuadro completo. Es razón de sorpresa que existe líderes que muestran una actitud pobre y todavía esperan que sus seguidores sean optimistas. El líder tiene que mirar continuamente al cuadro completo. No puede dejarse abatir por la emoción. Tampoco puede dejarse empantanar tanto en los detalles, que pierdan la visión de lo que es importante. Mantener una buena actitud es más fácil que recuperarla. La compasión es una de las más nobles emociones de los seres humanos, la autocompasión es posiblemente la más innoble. Es una incapacidad, una enfermedad emocional debilitante que distorsiona severamente la percepción de la realidad, un narcótico que deja a sus adictos inutilizados y abandonados. 14.- SOLUCIÓN DE PROBLEMAS: El líder efectivo siempre surge para un reto. Esta es una de las cosas que separa a los ganadores de los perdedores. No importa en qué campo esté un líder, enfrentará problemas ellos son inevitables por tres razones. Primero, porque se vive en un mundo de complejidad y diversidad creciente. Segundo, porque se interactúa con personas. Y tercero, porque el ser humano no puede controlar todas la situaciones a las que se enfrenta. 140 Maneje una sola cosa a la vez. El líder que se complica es aquel que con mayor frecuencia se deja abrumar por el tamaño o volumen de sus problemas y después se ocupan superficialmente en su solución. Si se enfrenta a muchos problemas, asegúrese de resolver realmente, lo que quiere resolver en ese momento, antes de pasar al siguiente. 15.- RELACIONES: La habilidad de trabajar con la gente y desarrollar relaciones es absolutamente indispensable para un líder. La gente seguirá a los líderes con los que está de acuerdo. Se puede tener don de gente y no ser un buen líder, pero no se puede ser buen líder, si no se tiene don de gente. ¿Qué puede hacer una persona para cultivar buenas relaciones como líder? 141 Tener mente de buen líder, comprenda a la gente. La primera habilidad de un líder es entender cómo piensa y se sienta la gente. Al trabajar con otros, reconozca que todos, ya sean líderes o seguidores tienen algunas cosas en común. Les gusta sentirse especiales por lo tanto, hágale cumplido sinceros. Quieren un mejor mañana, por lo tanto, muéstreles Esperanza. Desean que alguien los dirija, por lo tanto, guíelos. Son egoístas, por lo tanto, hábleles primero de sus necesidades. Son poco emocionales, por lo tanto, estimúlelos. Quieren éxito, por lo tanto, ayúdelos a ganar. Aun cuando reconozca estas verdades, un líder todavía tiene que tratar a las personas como individuos. La habilidad de mirar a cada persona, entenderla y conectarse con ella es un factor fundamental en el éxito de las relaciones. Esto significa tratar a cada uno individualmente y no a todos por igual. Si usted trata a cada seguidor de la misma forma solo logrará éxito en 25 o 30% de sus contactos debido a que solo se habrá acercado a un tipo de personalidad. Pero si aprende a trabajar efectivamente con todos los tipos de personalidades podrá tener éxito con el 100% de sus contactos. Usted tiene que ser capaz de adaptar su estilo de liderazgo a la persona a la que está dirigiendo. Tener corazón de líder, ame a la gente. Ser un líder es más que dirigir. Los líderes tienen empatía por otro y una aguda habilidad de encontrar lo mejor en las personas, no lo peor. Quien no ame a la gente no puede ser un líder verdaderamente efectivo. Extienda una mano de líder, ayude a la gente. La gente respeta a un líder que tiene en cuenta sus intereses. Si usted se concentra en lo que puede dar a la gente en vez de en lo que puede obtener de ellos, le amarán y respetarán; y esto crea una gran base para establecer relaciones. derechos que de sus responsabilidades. Los buenos líderes nunca adoptan la mentalidad de víctima. Reconocen que quiénes son y dónde están sigue siendo su responsabilidad, no de sus padres, de sus compañeros, de sus superiores, ni de sus subalternos. Enfrentan lo que la vida les depara y dan lo mejor de sí, sabiendo que tendrán una oportunidad de guiar la orquesta solo si han probado que pueden llevar la batuta. Estas son las características de una persona que asume su responsabilidad: Terminan el trabajo que comienzan. ¿Cómo pueden las personas mantener una actitud de “termina lo que comenzaste”? Viéndose como seguidor por cuenta propia, si quiere lograr más y construir credibilidad con sus seguidores, adopte este estado mental. Puede llevarle lejos. Están dispuestos a ir a el kilometro extra. La persona responsable nunca dice, “eso no es mi trabajo”. Están dispuestas a hacer lo que sea necesario para completar el trabajo que necesita la organización. Si quiere tener éxito, ponga a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana a la cabeza de su agenda. Son motivados por la excelencia. La excelencia es una gran motivadora. Las personas que desean la excelencia, y trabajan duro para lograrla, son casi siempre responsables. Y cuando lo dan todo, viven en paz. Haga de la calidad su objetivo y la responsabilidad fluirá en forma natural. Producen a pesar de la situación. En la actualidad raramente se consiguen personas responsables. Hoy en día, la gente está más preocupada de sus La cualidad fundamental de una persona responsable es la capacidad de terminar lo que comenzó, es de un valor incalculable encontrar a alguien que asuma su responsabilidad, termine y continúe hasta el último detalle lo que ha empren- 142 143 16.- RESPONSABILIDAD: dido; es decir, saber que cuándo alguien ha aceptado una tarea la terminará efectiva y conscientemente. Si quiere ser líder, tiene que producir. 17.- SEGURIDAD: Nadie puede vivir en un nivel inconsecuente con la forma en que se ve a sí mismo. Habrá observado eso en la gente. Si alguien se ve a sí mismo como un perdedor, encuentra una forma de perder. Cada vez que su éxito sobrepasa su seguridad, el resultado es la autodestrucción. Esto no es cierto solo para los seguidores, sino también para los líderes. Los líderes inseguros son peligrosos; para ellos mismos, para sus seguidores y para las organizaciones que dirigen, debido a que la posición de liderazgo magnifica las imperfecciones personales. Cualquier antecedente negativo que tenga en la vida solo se vuelve más difícil de soportar cuando trata de guiar a otros. Por otra parte, los líderes seguros son capaces de creer en otros porque creen en ellos mismos. No son arrogantes; conocen sus propias fuerzas y debilidades y se respetan a sí mismos. Cuando la gente actúa bien, ellos no se sienten amenazados. Se salen de su ruta para reunir a las mejores personas y prepararlas para que puedan actuar a un nivel más alto. Cuando un equipo de un líder seguro tiene éxito, esto le produce gran alegría. Él lo ve como el mejor cumplido que puede recibir por sus capacidades de liderazgo. Los líderes inseguros tienen varios rasgos en común: No dan seguridad a los demás. Nadie puede dar lo que no tiene, así como las personas sin habilidades no pueden impartir habilidades a los demás, las personas sin seguridad no pueden hacer que otras se sientan seguras. Para que una persona se convierta en un líder, la clase de líder que otros les gusta seguir, necesitan hacer que sus seguidores se sientan bien consigo mismos. Toman más de las personas de lo que dan. Las personas inseguras están en una constante búsqueda de valoración, reconocimiento y amor. Debido a eso, se concentran en buscar seguridad, no en inspirarla en otros. Son recibidores más que dadores, y los recibidores no son buenos líderes. Limitan continuamente a sus mejores seguidores. Observe a un líder inseguro, y observará a alguien que no puede celebrar genuinamente las victorias de sus seguidores. Podrían incluso evitar que celebre cualquier victoria, o podrían atribuirse el crédito por el mejor trabajo de una unidad. Un líder inseguro acapara el poder. En realidad, mientras mejor sea la gente, esa persona se siente más amenazada y más duro trabajará para limitar el éxito y reconocimiento de su equipo. Limitan continuamente a la organización. Cuando los seguidores son subestimados y no reciben el reconocimiento que se merecen, se desalientan y finalmente dejan de funcionar en todo su potencial. Cuando esto sucede, la unidad completa sufre. 18.- AUTODISCIPLINA: Sin ella nadie logra algo ni mantiene el éxito. No importa cuán dotado sea un líder, sus dotes nunca alcanzarán su potencial máximo sin la autodisciplina. Esta sitúa a un líder para llegar hasta el nivel más alto y es una clave para el liderazgo que permanece. Si alguien quiere llegar a ser un líder la autodisciplina es un capital, es por ello que el líder debe seguir estas instrucciones: Desarrolle y cumpla sus prioridades. Quien cumpla con su deber asignado solo cuando tiene la disposición o cuando le conviene, no llegará a tener éxito. 144 145 Tampoco la gente lo seguirá y lo respetará. Alguien dijo una vez, “Para hacer tareas importantes se necesitan dos cosas: un plan y en realidad no demasiado tiempo”. Como líder ya se tiene poco tiempo. Ahora, todo lo que se necesita es un plan. Si se puede determinar lo que es realmente una prioridad y liberarse de todo lo demás, es mucho más fácil de continuar con la labor. Esa es la esencia de la autodisciplina. Haz de un estilo de vida disciplinado tu meta. La autodisciplina no puede ser asunto de un día. Tiene que convertirse en un estilo de vida. Una de las mejores formas de disciplinarse es desarrollar sistemas y rutinas, especialmente en áreas cruciales para su éxito y crecimiento a largo plazo. Por ejemplo, debido a que existe un beneficio físico en la conservación de la salud, cada mañana haga ejercicios. No es algo que solo debe hacer por obligación. Dude de sus excusas. Para desarrollar un estilo de vida disciplinada, una de las primeras tareas tiene que ser objetar y eliminar cualquier tendencia a dar excusas, casi todas las faltas son más perdonables que los métodos que se elaboran para ocultarlas. Si se tienen varias razones por lo que no se puede ser disciplinado, se debe entender que realmente son solo excusas que necesitan ser objetadas si se quiere llegar a ser un líder. Elimine las recompensas hasta que esté hecho el trabajo. El líder que reconozca por igual sus seguidores indolentes y desinteresados que a los que se han esforzado y empeñado, tarde o temprano se encontrara que tiene más seguidores indolentes que empeñados. Si carece de autodisciplina puede adquirirse el hábito de comerse el postre antes de la sopa. animarse, si se queda mucho tiempo en ese punto, desarrollará autocompasión en vez de autodisciplina. La próxima vez que tenga que hacer algo y se sienta tentado a buscar el camino más fácil en lugar de esforzarse, cambie su enfoque. Saque cuenta de lo provechoso que será para la unidad, para la organización y para la patria, después cumpla la misión. 19.- APRENDER: Los líderes enfrentan el peligro de sentirse satisfechos y después de todo comienzan a pensar, si ya poseo influencia y he logrado un nivel de respeto, ¿para qué quiero seguir creciendo? La respuesta es sencilla: Su crecimiento determina quién es. Quien es determina a quien atrae. A quien atrae determina el éxito de su unidad. Si quiere que su unidad sea la mejor tiene que mantenerse aprendiendo. 20.- VISIÓN: Para un líder la visión lo es todo. Es absolutamente indispensable. ¿Por qué? Porque es la visión la que lo que guía. Es ella la que marca la meta. Enciende y alimenta el fuego dentro de él, y lo lleva hacia adelante. También es el encendedor para los seguidores. Es muy difícil, para no decir imposible, un líder sin visión, y de encontrarlo se observará a alguien que no va a ningún lugar. En el mejor de los casos, viaja en círculos. Permanezca concentrado en los resultados. Si cada vez se concentra en lo difícil de la misión en lugar de los resultados o beneficios, es probable que llegue a des146 147 La visión comienza adentro. Fe en la misión: todo lo que se hace bien exige pasión y fe. Un jefe escéptico es un destructor de entusiasmos. La primera condición para realizar cualquier cosa es creerla posible. Poca inteligencia impulsada por un corazón apasionado va más lejos que un genio manejado por un alma fría. La visión no se puede comprar, mendigar, ni pedir prestada. Tiene que venir de adentro. Si carece de visión, mire dentro de usted. Saque sus deseos y dotes naturales. Si todavía no tiene una visión propia, piense en la posibilidad de conectarse con un líder cuya visión este en consonancia con lo que usted sigue en la vida. Sentido de autoridad: autoridad consiste en el derecho de mandar y en el poder de hacerse obedecido. Es imprescindible inspirar respeto para tornarse digno del lugar que se ocupa. Para ser respetado, la primera condición es ser respetable, mantenerse permanentemente al servicio de la verdad y de la dignidad. Para conocer algo de visión y como esta forma parte de la vida de un buen líder entienda estas cosas: La visión proviene de su historia. La visión no es una cualidad mística que viene de un vacío, como algunos parecen creer. Esta brota del pasado de un líder y de la historia de los seguidores que lo rodean. La visión enfrenta las necesidades de sus seguidores. La verdadera visión es de largo alcance. Va más allá de lo que un individuo puede lograr y si tiene verdadero valor, hace más que solo incluir a otros; les añade valor. Si tiene una visión que no sirve a otros, probablemente sea demasiado pequeña. La visión ayuda a conseguir recursos. Uno de los más valiosos beneficios de la visión es que actúa como un imán, atrae, reta y une a los seguidores. Mientras más grande sea la visión, mayor el potencial de atraer a sus seguidores. Otras cualidades del líder Aunque la suma de cualidades no produzca un líder, siendo difícil establecer un modelo infalible, hay ciertos atributos que le son esenciales y que le permiten sobresalir en su medio y ejercer influencia sobre las personas. 148 Espíritu de decisión e iniciativa: es necesario tener capacidad de tomar iniciativas, decidir y asumir responsabilidades. Como llegar a una decisión perfecta es casi siempre una ilusión, más vale decidir oportunamente que buscar desesperadamente la precisión de los aciertos. Un espíritu ambiguo e indeciso no inspira confianza, no influencia, no tiene vida. Energía realizadora: Los hombres de acción consideran cada problema una nueva oportunidad para encontrar soluciones constructivas. Se hace el líder en el trabajo, en el esfuerzo para superar los obstáculos, en las lecciones aprendidas con los fracasos eventuales y en la gana de vencer. Dominio de sí mismo: “La inquietud me consume, la angustia me tortura, y, no obstante, si quiero conservar mi prestigio e irradiar confianza, debo presentarme de cara impasible frente a los que me miran. Mis gestos deben ser sobrios, mi voz firme y mi pensamiento claro. No conozco prueba más dura y más decisiva para la voluntad del jefe que esta”. Estas son palabras de un general francés en Verdun y que concretan la idea de que perder el dominio de sí mismo es siempre el medio más seguro de perder la autoridad sobre los demás. Una postura tranquila, generada en la disciplina personal, ejerce sobre el mundo nervioso y desordenado una influencia irresistible. Para ser respetado, la primera condición es ser respetable, mantenerse permanentemente al servicio de la verdad y de la dignidad. Capacidad: la primera cualidad que se debe exigir de un jefe es su capacidad profesional, pues absolutamente nada es peor que la dictadura de la incompetencia. 149 Espíritu de previsión: cuanto más precisa sea la idea del jefe acerca del porvenir, mayores serán las posibilidades de que esa idea se convierta en realidad. Conocimiento de sus subordinados: conocer sus subordinados es tan esencial para el líder como lo es su conocimiento de las tareas por realizar. Esta es la mejor manera de darse a los subordinados las tareas en las cuales tengan el mejor rendimiento. Espíritu de disciplina: la disciplina es la fuerza principal de los ejércitos, es actuar de acuerdo con las órdenes recibidas, es una actitud constructiva, una predisposición de seguir a un código de honor, y no debe ser confundida con la sumisión; esta última es típica de los espíritus pobres, aduladores y mediocres. Juicio de la realidad: poseer este juicio de la realidad es conocer el objetivo pretendido, los medios disponibles, los subordinados con quienes se precisa trabajar, las oposiciones inevitables a afrontar, las deficiencias y las dificultades a superar. Es también conocerse a sí mismo, sus propias limitaciones y posibilidades. Es ser flexible para adaptarse a las circunstancias nuevas muchas veces inesperadas, pues las cosas, normalmente, no son como se desean y sí como ellas se presentan en realidad. Bondad: acercándose a los subordinados en las situaciones de éxito y dolor, el líder conquista corazones y mentes. Normalmente, los verdaderos fuertes son bondadosos y consiguen la adhesión de sus subordinados por los guiaren con profunda y sincera bondad. Respeto a la dignidad humana: la cuestión social es antes de todo una cuestión de atenciones. Palabras crueles, expresiones duras y despreciativas pueden sembrar hoy el rencor de mañana. Cuanto más elevada sea la dignidad del jefe, mayor será su cuidado al manejar la susceptibilidad de los subordinados. Un hombre grosero se rebaja a sí mismo. En la presencia de un superior, la falta de educación es una transgresión en contra de la disciplina; en la presencia de un inferior, es cobardía. jefe estimado, irrita. Ser justo es distribuir elogios y sanciones con criterio; jamás prometer lo que no se puede cumplir; no quitar con una de las manos lo que la otra da; reconocer sus propios equívocos y faltas y nunca recargar a los otros, mucho menos a sus subordinados, con la responsabilidad de sus errores. Firmeza: cuando uno está seguro de una verdad, se mantiene en ella con firmeza, no importa cuánto esa actitud le cueste. Ser firme significa saber esperar cuando todos alrededor ya se han agotado. Ejemplo: los ojos de los subordinados se concentran en el superior. La vida de un hombre vale más que sus palabras. Cuando hay contradicciones entre sus actos y palabras, los débiles se escandalizan y los fuertes se rebelan. No se obtiene la cooperación de los otros si uno no se exige siempre más de lo que normalmente puede dar. Humildad: para liderar es preciso aprender a ser grande y a vivir para serlo; y uno sólo es grande cuando no busca ventajas personales ni glorias en sus actos. Nadie es jefe para sí mismo, pero sí lo es para los otros. A esta lista de cualidades se podría agregar muchas otras. Lo importante es que en la formación de líderes se busque constantemente la educación moral de ellos, pues este es el secreto de la adquisición de las cualidades esenciales del liderazgo. Liderazgo Es un comportamiento humano con el cual se influye sobre las personas, induciéndolas a cooperar para el logro de metas y objetivos. Con esta definición se reitera la importancia que tiene la naturaleza humana, ya que conociéndose a si mismo y a las personas a las cuales se desea influir se puede realizar una serie de actividades que permita incentivarlas, transmitirles esa llama motivadora de las fuerzas que desencadenan el interés por el logro. Espíritu de justicia: justicia es la primera cualidad que los hombres dignos exigen de los que ejercen autoridad sobre ellos. Cualquier injusticia, incluso cuando viene de un De igual forma se entiende por liderazgo el correcto ejercicio del mando, que se traduce en satisfacción del grupo 150 151 de subalternos y de la organización por haber cumplido con los objetivos encomendados. El líder es el motor de la actividad que se ejerce desde el vértice del mando, inspirando y estimulando a la unidad para cumplir con el trabajo encomendado. En principio, el jefe tiene derecho a mandar, pero no dispone de un derecho absoluto (la obediencia tiene que ver con la costumbre, trato, normas de una sociedad, y en específico, de una organización). Para mandar y obtener eficacia en el trabajo en grupo, es importante reconocer que el jefe debe producir consenso mediante un marco de confianza basado en la unificación de intereses, opiniones y sentimientos de afecto entre autoridades y subalternos. Teorías del liderazgo A continuación se presentarán las más conocidas teorías relacionadas con el liderazgo, a saber: Teoría Innatista o del Gran Hombre: los investigadores “partieron de la idea de que los lideres (los que se pensaban siempre eran hombres) nacen con ciertos rasgos de un liderazgo heroico, así como con capacidades naturales para ejercer el poder y la influencia”. (DAFT, RICHARD L.: 2500. Pág. 24). En esta teoría se asume que el carácter de líder es hereditario, ya nace líder, aunque pueda aprender y desarrollar sus atributos en el medio que vive. Es una teoría cuestionable por no presentar justificaciones para la destitución de líderes sin que estos hayan perdido sus cualidades o atributos. Además, deja de explicar también por qué el liderazgo de una persona no se manifiesta en situaciones diferentes: por ejemplo, un general podrá ser un destacado líder en la FANB, pero tendrá poca influencia entre artistas de teatro; asimismo, un brillante líder del medio artístico poco podría influenciar a la tropa. Si ambos supuestamente han nacido líderes, ¿por qué no son líderes permanentemente, en todos los medios y circunstancias? 152 Teoría de los Rasgos: Nace en la “década de 1920, los investigadores se pudieron a indagar si los líderes poseían rangos o características particulares, como la inteligencia, la estatura o la energía, que los distinguían de los líderes y que contribuía al éxito”. (DAFT, RICHARD L.: 2500 Pág. 24). Teoría del Comportamiento: A principios de la década de 1950 empezaron a estudiar “que hace a un líder, en lugar de como es”. Los investigadores no tardaron en estudiar cómo se comportaba un líder con sus seguidores, por ejemplo, si su planteamiento es “autocrático o democrático”. (DAFT, RICHARD L.: 2500. Pág.24). Teoría de la Contingencia: Seguidamente los estudiosos “empezaron a considerar las variables del contexto y de la situación que influyen en aquellos comportamiento de liderazgo que serán eficaces”. La idea que sustenta las teorías contingentes es que los lideres analizan su situación y adaptan su comportamiento con miras a mejorar su eficacia”. Las teorías de la contingencia, a veces llamadas teorías situacionales, “subrayan que es imposible comprender el liderazgo en el vacío, independientemente de los diversos elementos de la situación del grupo o de la organización”. (DAFT, RICHARD L.:2500. Pág. 24). Teoría de la Influencia: Estudian los “procesos de influencia entre los líderes y sus seguidores. Uno de los temas básicos de estudio es el liderazgo carismático, el cual se refiere a la influencia del liderazgo que no está fundado en la posición de autoridad formal, sino de las cualidades y personalidad carismática del líder”. (DAFT, RICHARD L.:2500. Pág. 25). Teoría de las Relaciones: Se ubica desde “finales de la década de 1970, muchos conceptos de liderazgo se han concentrado en el aspecto de las relaciones, es decir, la forma en que los líderes y seguidores interactúan, influyendo unos a otro”. 153 Bajo esta concepción se plantea que las relaciones interpersonales constituyen el aspecto más importante de la eficacia del liderazgo. “El liderazgo transformacional es una teoría importante de las relaciones. Este liderazgo desarrolla a los seguidores para que se vuelvan líderes y provoca un cambio significativo porque eleva los estándares morales y la motivación de líderes y seguidores. La teoría del liderazgo de servicio subraya que el líder es, antes que nada, una persona que sirve a los otros y no una que lo dirige o controla. El líder de servicio coloca sus necesidades y los intereses de los otros por encima de los suyos”. (DAFT, RICHARD L.: 2500. Pág. 25). Teorías Emergentes del Liderazgo: Lo que propone es “facilitar el cambio”, este seria “el aspecto fundamental del líder, la atención se dirige a la forma en que los lideres generan cambios en sus seguidores y en la organización, los cuales responden a la transformación del entorno y siguen su ritmo”. (DAFT, RICHARD L.: 2500. Pág. 25). Elementos del liderazgo Los elementos del liderazgo son: EL LÍDER, ya conceptualizado anteriormente; EL SEGUIDOR; LA COMUNICACIÓN, LA SITUACIÓN Y EL TIEMPO DISPONIBLE. El seguidor El seguidor es “alguien que recibe la influencia de un líder. Los buenos seguidores no son los que dicen si a todo o siguen a ciegas al líder sin aportar algo que pueda influir en el”. (LUSSIER, ROBERT. 2004.) En la jerga militar a los seguidores se les denomina subordinados cuando se encuentran orientados y motivados por su líder formal y legítimo. Es un factor importante ya que diferentes soldados requieren diferentes estilos de liderazgo; por ejemplo un soldado que acaba de culminar el Período Básico Individual requiere de mayor supervisión 154 que un soldado antiguo. Un soldado con mala actitud o poco interés requiere de una conducción diferente a la de un soldado voluntario y bien motivado. El líder debe conocer a sus soldados para poder aplicar las técnicas adecuadas en el momento que se requiera. El conocimiento del soldado se fundamenta principalmente en la naturaleza humana. Dedíquese a conocer las necesidades espirituales y materiales, las emociones y la motivación de sus subalternos. El líder tiene que entender lo que cada soldado es, conoce y hace. Lo que es, está representado por la naturaleza humana, las creencias, valores y carácter. Lo que conoce viene a estar representado por lo que el individuo sabe, basado en el estudio, la experiencia y adiestramiento. Lo que hace es lo que el individuo es capaz de realizar mediante el uso de las destrezas que posee. Adicionalmente el líder tiene que obtener el respeto, la credibilidad y la confianza de otros hombres claves además de sus seguidores el líder necesita la colaboración voluntaria y eficaz de compañeros y superiores que lo apoyen en el ejercicio de sus funciones. Finalmente recuerde que: usted además de líder, también es seguidor. Por eso usted tiene que conseguir la forma de poder satisfacer las necesidades de sus superiores, las de sus seguidores y las de las personas a su alrededor. Para poder lograr todo esto usted tiene que comportarse de forma tal que sus relaciones a todos los niveles estén fundamentadas en la confianza, el respeto mutuo y en el entendimiento de la naturaleza humana para desarrollar una comunicación interpersonal franca, honesta y sincera que permita el establecimiento de la cooperación y ayuda mutua. La comunicación La comunicación es un proceso esencial al ejercicio del liderazgo que consiste en el intercambio de informaciones e ideas y en la trasmisión de órdenes, lo que ocurre cuando el mensaje es recibido y entendido42. 42 Pedro Olid Martinez: Revista virtual de historia militar 155 Se ejerce el liderazgo a través de la comunicación bilateral, la cual en muchas oportunidades no es verbal. Por ejemplo, cuando se da un ejemplo, se les está comunicando a sus seguidores que el líder es capaz de compartir con ellos el rigor de las actividades y que él no exigirá algo que no es capaz de hacer. Él enseñará, aconsejará, persuadirá y recompensará mediante la comunicación bien sea o no verbal. 55% Lenguaje del cuerpo 38% Tono de voz 7% Palabras La forma como usted se comunica en diferentes oportunidades es importante. Su selección de palabras, el tono de voz, la gesticulación y el reflejo de su mirada afectan de una u otra forma el sentido y la interpretación del mansaje que usted desea transmitir. El liderazgo es algo más que dar el ejemplo y conducir valientemente a los soldados a un ataque. En ocasiones la palabra correcta, pronunciada apaciblemente en el momento correcto, es parte importante del liderazgo. Lo que usted dice y la forma como lo dice puede incrementar o deteriorar la fortaleza de la relación que existe entre usted y sus soldados. En una sana relación entre individuos existe una relación de mutua confianza, respeto y entendimiento que forman parte de la disciplina y la cohesión en la unidad. Esta relación se desarrolla con el tiempo, en la medida que sus soldados se percatan (a través del entrenamiento, la experiencia y lo que usted comunica) que usted es un líder competente en quien ellos puedan creer y confiar. La situación La simple existencia del comandante y sus subordinados, no caracteriza a un grupo con su líder y seguidores. Hay necesidad de una situación que los involucre, como por ejemplo: una misión a cumplir o un objetivo a conquistar. En ese momento comienza a prevalecer en el jefe su papel del líder, y los subordinados, motivados y orientados, asumen su rol de seguidores. Todas las situaciones no son iguales y por tanto las acciones del líder que en determinado momento han funcionado para determinada situación y con cierto grupo de soldados o seguidores puede que no funcione en otra situación. Muchas fuerzas se combinan para determinar la mejor acción del liderazgo que se pude tomar en un momento determinado. Adicionalmente, la identificación de estas fuerzas y la posibilidad de influenciarlas le ayudará a crear una situación más favorable para el cumplimiento de la misión. No existen formulas o reglas que indiquen que es lo que debe hacer ante determinada situación; para ello se debe conocer y entender muy bien los principios y técnicas de liderazgo, la táctica y la naturaleza humana. Si ante determinada situación el individuo carece de los conocimientos que se exigen para poder afrontarla, sus posibilidades de éxito se reducirán a lo que le depare el azar y la suerte. Ahora bien, usted también tendrá que afrontar situaciones donde el juicio personal y el buen criterio serán fundamentales para la toma de la mejor decisión entre varias alternativas disponibles. Por ejemplo, en una determinada situación la acción de liderazgo adecuado puede ser la de enfrentarse con un subalterno, en otra situación la mejor solución puede ser la de hacer una corrección en forma de consejo amistoso. En ciertas situaciones la mejor acción puede ser la de castigar a toda una escuadra o pelotón; pero en otra situación estas acciones pueden ser equivocas, injustas o inadecuadas. El factor situacional incluye la escogencia del momento en que se ejecutarán las acciones. Una acción puede ser la 156 157 más adecuada para determinada situación pero si se aplica a destiempo sus resultados pueden ser catastróficos. En cada situación se incluyen en todas aquellas fuerzas que pueden afectar tanto al bienestar de los hombres como el cumplimiento de la misión. Ejemplo de estas fuerzas son: 1) las relaciones interpersonales con los líderes superiores, 2) las destrezas de los seguidores, 3) la organización de su unidad y los líderes informales en el grupo. En combate, existen otras fuerzas que influencian al estilo y a las acciones de liderazgo, estos agentes ya deben ser de su conocimiento pues lo ha estudiado en táctica. Ellos son la misión, el enemigo, el terreno, las tropas y el tiempo disponible. Existen muchas fuerzas que afectan el liderazgo por lo que ninguna lista será completa. En cada situación deben tomarse en cuenta, además de las fuerzas ya mencionadas, todas aquellas que afectan la habilidad y la motivación de su unidad para el cumplimiento de la misión. Para que se pueda tomar la acción correcta en el momento preciso es imprescindible que se desarrollen grandes destrezas en la identificación oportuna de estas fuerzas y se sea hábil en su comprensión e interpretación, pero aún así es posible que se cometa un error. Esto sucede y es normal que así sea, pues es de humanos errar. Lo importante es que se reconozca el error, analizar nuevamente la situación, tomar rápidamente una acción correctiva y moverse a una nueva situación. Recuerde que el liderazgo es un proceso donde el aprendizaje es constante y la experiencia juega un importantísimo papel en ese aprendizaje. La experiencia viene dada por aciertos y además por los errores que también forman parte de ella. Usted como líder debe aprender de los errores propios y de los errores que los demás cometan. Es importante saber que el medio ambiente es parte de la situación y como tal afecta las acciones del liderazgo e influye directamente sobre el líder y el estilo de liderazgo que debe aplicarse. Para el ejercicio del liderazgo la situación es un elemento de vital importancia. Cuando se expone sobre los procedimientos básicos de liderazgo se destaca a uno de ellos con el nombre de apreciación de la situación, mientras que en 158 la orden de operaciones se incluye como el primero de sus párrafos a la situación. Lo que permite visualizar la imposibilidad del ejercicio del liderazgo y de la toma de decisiones lógicas y oportunas si el líder se mantiene alejado de le realidad que le presenta cada situación. En casi todas las situaciones, otras personas además de los seguidores podrán ejercer una influencia negativa o positiva sobre la situación. Adicionalmente, otros factores como equipos insuficientes, mantenimiento deficiente y un mal entrenamiento, pueden ejercer una poderosa influencia sobre la habilidad del líder para conducir a otros hacia el cumplimiento de la misión. Los líderes deben ser muy diestros para mantener un continuo análisis de los factores que pueden afectar la situación. El líder necesita del apoyo y cooperación voluntariosa de sus subalternos, superiores, compañeros, personal de apoyo y cualquier otro individuo clave. Los líderes también tendrán que ser muy diestros para determinar cómo influenciar a sus seguidores y a los individuos claves para lograr el cumplimiento de la misión. Para determinar qué hacer y cómo hacerlo, el líder primero tendrá que hacer un análisis de todas las fuerzas y factores que afectan la situación. En este análisis deben considerarse tantos los factores que le ayudaran al cumplimiento de la misión como aquellos que la entorpecerán u obstaculizarán. Entre los factores favorables se pueden considerar. • Subalternos bien entrenados y motivados. • Un superior excelente quien además es un gran maestro y consejero. • Buenas relaciones, fundamentadas en el respecto y la confianza, con la gente clave de apoyo. • Buenas condiciones meteorológicas. • Buen equipamiento. • Buenos procedimientos operativos de combate. • Suficiente tiempo disponible. 159 • Suficiente y adecuada información sobre lo que necesita hacer y cómo hacerlo. • Una tarea claramente estructurada. Entre los factores adversos se pueden considerar: • Subalternos con un entrenamiento deficiente. • Un superior con poca habilidad de maestro o consejero. • Una relación de desconfianza o poca credibilidad con aquellos individuos claves de apoyo. • Conflictos internos entre los subalternos. • Falta de disciplina, valores profesionales o motivación. • Falta de tiempo. • Altos niveles de tensión. • Insuficiente información sobre cómo se debe cumplir la tarea. Usted debe pensar continuamente acerca de cómo fortalecer a su unidad, los factores negativos son su problema, póngalos en orden de prioridad y luego soluciónelos. Procure ayuda y consejos de la gente en quien usted confíe, bien sea el capellán, sus compañeros, el sargento de pelotón o sus superiores. Las siguientes preguntas o condiciones le ayudarán en la identificación y análisis de los factores negativos y positivos. 1. ¿Quién tiene la información que me ayudará a resolver el problema o a cumplir la misión? 2. ¿Realmente sé que es lo que tengo que hacer para cumplir la misión o alcanzar la meta? 3. ¿Realmente se cómo hacer lo que tengo que hacer? 4. ¿Creo en que el resultado de mi trabajo es algo valioso? 160 Las cuatro preguntas anteriores también deben hacerse en relación con sus subalternos o cualquier otro individuo clave que usted haya identificado. 1. ¿Conocen mis subalternos que es lo que tienen que hacer?, ¿Cómo puedo hacer para corregir tal deficiencia? 2. ¿Saben mis subalternos y los individuos claves, como hacer lo que tienen que hacer para resolver los problemas o para cumplir con la misión? , si no lo sabe: ¿Qué puedo hacer para corregirlo? 3. ¿Están mis subalternos y los individuos claves, suficientemente motivados para hacer lo que se necesita hacer?, si no: ¿Cómo puedo influenciar su motivación? 4. ¿Creen ellos que su esfuerzo producirá resultados que ellos valoran? Si no: ¿Cómo puedo comunicarme con ellos de forma tal que pueda influenciar sus percepciones sobre los resultados? Estas preguntas son solo un punto de comienzo ya que ellas y muchas otras que usted pueda imaginarse le conducirán hacia la obtención de la información correcta para el análisis de la situación. Un análisis correcto de la situación es de importancia vital para poder determinar la mezcla adecuada de las acciones de liderazgo y el estilo apropiado para poner en práctica tales acciones. Después de realizar un análisis cuidadoso de la situación que incluye la identificación de la habilidad y voluntad de la gente clave y de los factores positivos y negativos, usted estará en capacidad de aplicar su propio juicio. Al hacerlo usted deberá: • Determinar cuál es la mezcla adecuada de las acciones de liderazgo que debe adoptar (proveer dirección, ejecutar y motivar). 161 • Determinar es estilo de liderazgo apropiado para poner en práctica las acciones que ya ha determinado. Una vez que se ha decidido que es lo que se va hacer, se necesita determinar la mejor forma de hacerlo. Los estilos de liderazgo ofrecerán las mejores alternativas. Cuando el líder está determinado al estilo de liderazgo a ser utilizado deber hacer un continuo análisis de los factores y fuerzas que afectan la situación, debe preguntarse así mismo: ¿Quién tiene la información y los atributos necesarios para ayudarme a analizar la situación, a determinar las causas del problema, a planificar y poner en práctica tales planes? La respuesta le ayudará a determinar qué hacer y qué estilo utilizar para acercarse a la solución del problema. Las situaciones del liderazgo, son complejas, difíciles y constituyen una constante. No existen reglas fáciles para la aplicación de los atributos de lo que usted es, conoce y hace, en el momento de: • Analizar la situación. • Determinar la fuerza y factores positivos y negativos. • Determinar qué hacer en términos de dirección, ejecución y motivación. • Determinar el estilo o método correcto a ser utilizado para poner en práctica las acciones de liderazgo. Ser líder es difícil es por eso que el líder debe recibir mayores gratificaciones que el seguidor. Los líderes deben ser ascendidos de acuerdo a la competencia y potencial que demuestran para manejar situaciones crecientemente complejas. El pensamiento creativo del líder y su capacidad de juicio son la clave para el manejo adecuado de las situaciones de liderazgo. Los atributos del ser, conocer y hacer y ejercer un fuerte impacto sobre la forma como se analiza la situación y aplica el juicio. Las creencias, valores y el carácter del líder ejercen una gran influencia sobre su forma de pensar, la forma de pensar determina como usted aplica lo que conoce y lo que hace. Es por ello que se hace énfasis en los atribu162 tos esenciales de lo que usted como líder debe ser, conocer y hacer. Si usted posee estos atributos, tendrá una sólida base para hacer un buen juicio al afrontar el análisis de la situación y para determinar las acciones mas apropiadas. El tiempo disponible Otro elemento que interesa es el tiempo del cual dispone para cumplir la misión, de ello dependerá si puede tomar un estilo autocrático o democrático. El tiempo que usted pueda disponer entre el momento que afronta una situación de liderazgo y el momento en que toma una decisión es un elemento que ejercerá una poderosa influencia sobre sus acciones de liderazgo. Ese periodo de tiempo debe ser administrado eficazmente para proveer lineamientos de dirección y planificar sus acciones de liderazgo. Si el tiempo disponible es muy poco, usted tendrá que dirigir y controlar personalmente muchas de las actividades pero si por el contrario dispone de suficiente tiempo podrá solicitar la participación de sus subalternos y colaboradores inmediatos. Interrelacion entre los elementos del liderazgo Los cinco elementos que se estudiaron están relacionados, por lo que es imposible aislar unos de otros. En cada acción de liderazgo ellos interactúan para dar un resultado final que es consecuencia de cada situación en particular. En la medida que se entienda mejor estos elementos se será un mejor líder y se cometerán menos errores. Fallas ocurren cuando no se ve como estos elementos se afectan entre sí y como si tal interacción afecta el cumplimiento de la misión. La responsabilidad fundamental de un comandante es la de entender y aplicar un buen liderazgo. Para lograrlo, se debe insistir nuevamente que el único camino es la voluntad y el deseo de estudiar y aprender. Los cursos de liderazgo pueden aumentar la habilidad de una persona para entender o influenciar los cinco elementos fundamentales, sin embargo ningún curso podrá enseñarle todo lo que hace fal163 Tipos de liderazgo ta para entender la naturaleza humana, para saber por qué los hombres pelean, para saber cómo se inculcan e inspiran valores o para comprender como se desarrolla el carácter. El liderazgo ocurre cuando los seguidores aceptan la influencia de alguien que los motiva a hacer las cosas de manera ética y benéfica para ellos y la organización. (LUSSIER, ROBERT N. Y OTRO: 2004. Pág.7). Ahora bien, ¿qué se entiende por ética? “es el conjunto de normas que rige la conducta en términos de lo que es o no es correcto”. (LUSSIER, ROBERT N. Y OTRO: 2004. Pág. 7). En el artículo 2 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, se prevé que la Nación se constituye en un estado democrático y social de derecho y de justicia que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, entre otros, la ética. Los valores superiores están inmersos en las diversas leyes y reglamentos que se relacionan al liderazgo militar por marcar sus pautas de conducta o guía de actuación. Adicionalmente es imprescindible remarcar que la influencia a su vez es “es el proceso de comunicar ideas por partes de un líder, obtener su aceptación y motivar a sus seguidores para apoyar y llevar a la práctica las ideas mediante el cambio. La influencia es la parte medular de liderazgo. La influencia también tienen que ver con la relación que se establece entre líderes y seguidores”. (LUSSIER, ROBERT N. Y OTRO: 2004. Pág. 7). Es lógico concluir entonces que, los líderes eficaces cuentan con el soporte de uno o más colegas que influyen en ellos. Dentro de esta interrelación de elementos la efectividad personal es en factor importante y se entiende como ese “creer en la propia capacidad para desempeñarse en una determinada situación se basa en el auto concepto y se asocia bastante con el rango de la confianza en sí mismo”. (LUSSIER, ROBERT N.Y OTRO: 2004.pag.6). 164 • El liderazgo militar En forma amplia se puede definir al liderazgo militar como el proceso de influenciar hombres hacia el cumplimiento de la misión. Este proceso es conducido mediante la aplicación de una serie de atributos de liderazgo (creencias, valores, ética, carácter, conocimientos y destrezas). Es necesario comprender que el jefe militar no será obligatoriamente un líder en todos los momentos de la vida castrense. Habrá “ocasiones” en que ellos podrán actuar como líderes, valiéndose de sus atributos personales para influenciar a sus subordinados con el propósito de disipar las incertidumbres que conforman el contexto en que se procesa el fenómeno del liderazgo. En verdad, no siempre tomar decisiones militares exige el ejercicio del liderazgo. En la mayoría de las veces, bastará la práctica honrada de la jefatura. En las situaciones de rutina, el ejercicio legal del poder será suficiente para la conducción de la tropa. Lo que la tropa espera es que su comandante sea por lo menos un JEFE, que ejerce su poder legal conformado por la Constitución, por los reglamentos y por los estatutos. Esos documentos facilitan el ejercicio de la jefatura militar, aseguran la obediencia de los subordinados, orientan en cuanto a la forma de mejor cumplir la misión y evitan los resultados insatisfactorios. Son verdaderos instrumentos de garantía 165 de la conservación de conductas favorables y de la eliminación de las indeseables, una guía para solucionar los más diversos problemas y un medio para fortalecer la influencia y la autoridad del jefe. Sin embargo, no siempre los estatutos y reglamentos abarcarán todos los problemas e incertidumbres, y cuando eso ocurra, el jefe tendrá que valerse de los atributos de liderazgo para encontrar las soluciones deseadas. La estructura y el funcionamiento del grupo militar imponen la constitución de un sistema de uso de poder que asocia la figura del líder a la del Jefe. El comandante será siempre el responsable por el desempeño de sus subordinados, siendo su responsabilidad transmitirles los objetivos a conquistar, atribuirles tareas, conducirlos y evaluarlos en sus comportamientos, recompensar y sancionar. Todo indica que el jefe militar es más propenso al desempeño del liderazgo Autoritario, incluso porque es contundente, en el proceso de toma de decisiones, la influencia de la personalidad del comandante. Así que es importante utilizar convenientemente las ventajas del liderazgo autoritario, evitándose, a su vez, sus inconvenientes. Como líder autoritario, el comandante dispondrá de medios para facilitar la cohesión del grupo, disminuir los choques entre los subordinados, reducir el desgaste de esfuerzos superfluos y definir precisamente los objetivos que se quiere alcanzar. Por otro lado, es necesario mantenerse atento a los riesgos del ejercicio del liderazgo autoritario: abusos de autoridad, aumento de agresividad, producción de resentimientos, disidencias internas, hipocresía, falta de entusiasmo, resistencia pasiva, y a veces confrontación disciplinaria. En una estructura formal como es la militar, el Liderazgo Autoritario es más adecuado que el Democrático, pero es importante que el líder autoritario sepa incorporar a sus técnicas de influencia las ventajas del Liderazgo Democrático. En otras palabras, es recomendable que el jefe militar procure incluir un mayor número posible de integrantes del grupo en el proceso de toma de decisión y que sepa escuchar opiniones y sugerencias, discutiendo ventajas y desventajas, contornando incompatibilidades y por fin asumiendo la responsabilidad de su decisión. 166 Se puede decir, examinándose la conducta de los líderes autoritarios, que hay tres tipos bien representativos del Liderazgo Autoritario: • Aquellos para quienes el cumplimiento de la misión es el reto fundamental; no siempre simpáticos, pero inspiradores de respeto y admiración; exigentes e indiferentes a las opiniones del grupo, constituyen el tipo de líder para momentos de grandes convulsiones e inestabilidades; • Aquellos que procuran conciliar la necesidad de cumplir la misión con las sugerencias y aspiraciones del grupo; firmes, escrupulosos, suelen inspirar gran fidelidad en los subordinados; • Aquellos que son infames, indignos, que buscan beneficiarse de la autoridad que ejercen; los falsos, los escépticos, los frustrados que destruyen el entusiasmo de los subordinados. Conociendo bien las ventajas y desventajas del Liderazgo Autoritario e incorporando técnicas del Democrático, cada jefe militar podrá ejercer la influencia adecuada sobre sus subordinados con el propósito exclusivo de conquistar los objetivos que la Institución desea conquistar. Los jefes militares deben siempre preocuparse en saber si sus subordinados están motivados o no; si ellos están realmente comprometidos con los objetivos de la institución o si buscan en verdad lograr alcanzar sus intereses personales; si ellos se dedican exclusivamente a sus labores, no importa con que sacrificios, o si “apenas cumplen su tiempo de servicio haciendo lo mínimo e indispensable”; si ellos están estimulados para el desempeño de sus labores o si se preparan para actuar en otras profesiones; y si ellos conviven en un ambiente de verdadera camaradería o en un ambiente opuesto de desconfianzas mutuas y de hipocresía. Con sus diagnósticos, los jefes militares sabrán ejercer su autoridad, valiéndose de sus atributos personales y de las normas legales, para crear un ambiente profesional de confianza y fortalecer la cohesión del grupo. Comprendiendo bien el fenómeno social del Liderazgo, los militares podrán mejor desempeñarse profesionalmente, si no hubieran dificultades a sobre pasar la supuesta cri167 sis existencial de la Fuerza Armada, presupuestos limitados, desprestigio social, materiales de guerra obsoletos entre otros. Las exigencias de los subordinados se reducirían a una espera por jefes honrados y capaces. Pero los grandes obstáculos y las incertidumbres exigen de los jefes militares un poco más: que estén aptos para ser líderes. Es vital que nunca se pierdan los valores más sagrados de la Institución Militar: la disciplina, la jerarquía y la autoridad, en este orden de prioridad. Se conoce que los ejércitos disciplinados tienen fuerza para mover el mundo y que en ellos los subordinados confían plenamente en sus jefes. Acreditamos en la jerarquía como forma de organizarse el grupo según méritos y justicia de oportunidades, haciéndolo eficaz, entusiasmado, productivo. Y se define la autoridad como siendo la condición de legitimidad del ejercicio del poder. No se puede invertir el orden de los valores anteriormente citados. Si así fuera, por ejemplo, colocándose la autoridad en primer lugar, en segundo la jerarquía y por último la disciplina, imagínese lo que podría ocurrir. Se puede por lo menos imaginarse la tragedia: las decisiones dejarían de basarse en la ley, en los reglamentos y estatutos, para respaldarse en la tiranía del personalismo y en la prepotencia de los jefes infames. ¿Habría algo peor que la distorsión de la autoridad, que en vez de condición de legitimidad del ejercicio del poder pasase a ser medio utilizado por mediocres en beneficio propio? ¿Y qué decir del mal uso de la Jerarquía en la toma de decisiones? Sería como olvidarse de que, cuanto más se sube de rango, mayor es la responsabilidad: nadie asciende en la carrera militar para ser servido por la Institución, pero sí para continuar a servirla con honor. En un escenario como este, ¿qué restaría de la disciplina, sino entenderla como fingimiento, hipocresía y obediencia mecánica? Los jefes militares, en todos los niveles, deben reflexionar sobre el ejercicio del poder a cada rato. Es una misión difícil esta de guiar hombres, sobre todo hombres que se preparan para hacer la guerra y conquistar la paz. No siempre es posible comprender perfectamente las situaciones que se nos presentan. No siempre se conocen los límites del poder. No siempre se es fuerte para rechazar la seducción del poder. 168 No siempre se entiende la condición humana. Es importante que se sepa bien que, para liderar, se debe ser antes de todo persona humana: se torna más fácil vivir la dinámica social en que se ejercita el poder. Tal vez una buena sugerencia fuera reflexionar profundamente sobre las palabras del poeta T.S. Eliot en “On Poetry and Poets”: Hay muchas cosas, tal vez, para saberse sobre este o aquel poema; muchos hechos sobre los cuales los eruditos podrán instruirme y que me ayudarán a evitar otros equívocos; sin embargo, yo creo que una interpretación válida debe ser, al mismo tiempo, una interpretación de propios sentimientos cuando los leo. Mientras el poeta intenta comprender sus poemas y la dimensión que estos alcanzan en su vida, los militares, intentan entender primeramente a las personas, sus aspiraciones, sus frustraciones, sus equívocos, sus virtudes y sus defectos; después, el arte y la seducción del poder. Así se sabrá, a pesar del mundo pragmático y poco romántico en que se vive, visualizar en uno propio y en las personas, la vieja e inmemorial alma humana. Tal vez conocerla sea el secreto del buen ejercicio del poder. Cuando un subalterno decide obedecerle, bien sea por la simple autoridad que le confiere la jerarquía que el líder posee, el cargo que él ocupa o por el sentimiento de lealtad y confianza que él inspira, el subalterno simplemente observa lo que el líder hace, para saber lo que realmente es. Los subalternos perciben rápidamente si se es un líder honorable o desinteresado o un falso líder y un egoísta que se vale de su autoridad para quedar bien ante sus superiores con la finalidad que lo califiquen bien. En tiempo de paz, alguno de estos falsos líderes pueden alcanzar un relativo éxito, pero en tiempo de guerra conducirán a sus hombres al fracaso. Para los ojos del soldado, su liderazgo será todo lo que usted haga o deje de hacer en función del cumplimiento de la misión y del bienestar de la unidad. Si se desea ser un líder que inspire respeto y admiración entre los subalternos, concentre su actuación en su trabajo. 169 El propósito del liderazgo militar es simplemente el de “ejecutar exitosamente una tarea. La recibe en forma de orden o misión para cumplirla o alcanzarla a través del esfuerzo de sus seguidores. Las tareas en las cuales se arriesga la vida son lo que realmente hacen al líder militar muy diferente de cualquier otro tipo de conductor” (ACADEMIA MILITAR DE VENEZUELA: liderazgo VI, 1985. Pág. 4). A su vez exige otras condiciones no relacionadas al campo de batalla en si sino a condiciones personales: 1. Capacidad de adaptación del hombre a las diversas situaciones del combate. 2. Espíritu de combatiente, orgullo y confianza en su unidad, su líder y en sí mismo. 3. Capacidad de liderazgo para conducir las tropas. 4. Habilidad, destreza, conocimientos, capacidad física y mental, resistencia a la fatiga para despertar confianza en los subalternos. 5. Formación del equipo de combate, genera que los hombres tienen sentimientos personales como consecuencia de la convivencia interna bajo condiciones adversas con un objetivo común: subsistir y triunfar. 6. Conocimiento de los hombres a su mando. 7. Valor, coraje y decisión para actuar con certeza en un momento en que solo el sentimiento y no la razón se impone. 8. Frialdad para destruir al enemigo sin compasión. 9. Serenidad para aceptar sin alteraciones la muerte o baja de compañeros y amigo en combate. estimulación intelectual y consideración individual. Los líderes carismáticos son muy estimados, son modelos que otros tratan de emular aliándose con ellos alrededor de una misión y un propósito común. Los líderes inspiradores proveen significado y optimismo sobre la misión y su posible alcance. Sin embargo, los seguidores no necesariamente buscan emular a estos líderes, por lo que esta es la principal diferencia con los líderes carismáticos. Aludiendo a los componentes antes mencionados para explicar el liderazgo transformacional, ha sugerido la doctrina que el carisma “hace referencia a la capacidad del líder de evocar una visión y lograr la confianza y el respeto de los seguidores, está estrechamente relacionada con el compromiso emocional de los colaboradores“; la inspiración o motivación inspiracional “se define como la capacidad del líder de comunicar su visión y generar pasión y entusiasmo hacia la misma”; la estimulación intelectual: “capacidad del líder para hacer que sus colaboradores piensen de manera creativa e innovadora ante situaciones problemáticas o de mejora o bien para la elaboración de estrategias”; y la consideración individual “capacidad del líder para prestar atención personal a todos los miembros de su equipo, haciéndoles ver que su contribución individual es importante, y además, gestiona de forma personalizada teniendo en cuenta las diferencias individuales y las necesidades y expectativas de cada uno”. El liderazgo transformacional influye sobre los seguidores para que transciendan sus propios intereses por el bienestar del grupo, organización o comunidad, al mismo tiempo que aumenta las expectativas sobres sus propias habilidades y su deseo de asumir riesgos. Este tipo de liderazgo transformacional “incluye cuatro componentes que se interrelacionan: carisma, inspiración, Los líderes transformacionales son capaces de emprender los cambios en la visión, la estrategia y la cultura de la organización y además favorecen innovaciones en los productos y las tecnologías. El liderazgo transformacional, en lugar de analizar y controlar transacciones especificas con los seguidores utilizando reglas, instrucciones e incentivos, se concentran en cualidades intangibles, como la visión, los valores compartidos y las ideas, con el propósito de establecer relaciones, de otorgar mayor significado a las actividades independientes y de entregar un espacio para adosar 170 171 • El liderazgo transformacional De veinte años para acá se ha venido estudiando el liderazgo enfocado a lo visionario, carismático, inspiracional y transformacional. más y mejor seguidores en el proceso de cambio. Por lo tanto se puede concluir que el liderazgo transformacional está fundado en los valores, las creencias y las cualidades personales del líder y no en un proceso de intercambio entre los líderes y los seguidores. En cuanto a las características del líder transformacional está la creatividad: implica poder generar nuevas ideas, es necesario para cambiar el estatus. Interactividad: consiste en que si el líder quiere conocer las necesidades de sus colaboradores deberá tener una postura abierta de participación y comunicación con los mismos. Visión: consiste en crear una visión compartida con sus colaboradores, de manera que guie el crecimiento individual y el de la organización a través de la creación de una visión inspiradora. Ética: para que sus niveles de moralidad tanto a la hora de conseguir los objetivos como a la hora de tomar decisiones, sean muy elevados, especialmente cuando repercute en las personas. Y otras características como: prestigio, orientación hacia las personas, desarrollo de los colaboradores, formación y asesoramiento de los colaboradores, coherencia entre las actuaciones y misión, visión y valores de la organización y actitud de colaboración y participación. • El liderazgo organizacional El liderazgo organizacional implica que cualquier miembro de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana debe mantenerse en continuo aprendizaje de las técnicas de liderazgo y que, en la medida de que cada nivel entienda el rol especifico que le corresponde en la organización, podrá ejecutar mejor el trabajo que le corresponde. Quiere decir que el trabajo en equipo es fundamental dentro de la estructura vertical de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, hacia arriba, hacia abajo y hacia los lados. Por lo tanto “la idea de que existen diferentes exigencias o requerimientos de liderazgo a diferentes niveles de comando y que se debe constituir equipo de trabajo entre diferentes niveles jerárquicos es parte de la doctrina de la FANB. A esta idea se le llamará “liderazgo organizacional”, haciendo resaltar que esto no reemplaza el tradicional concepto de “liderazgo individual” sino que agrega a él enriqueciendo, 172 apoyando y multiplicando su eficacia”. (Academia Militar de Venezuela: Liderazgo VI, 1985. Pág. 16). Así, la eficacia combativa se soportaría entonces en las aptitudes de los líderes individuales, luego en la forma como fluye la comunicación entre ellos y finalmente en el trabajo de equipo y en la cohesión que se desarrolle entre los líderes mismos y dentro de sus propias unidades. Para ilustrar lo ya expresado se expone lo previsto en el artículo 42 del Reglamento de Castigo Disciplinario Nº 6, a saber: La institución militar exige la cooperación espontánea y disciplinada de todos sus miembros, teniendo cada uno responsabilidades y deberes definidos. La disciplina es la base de la institución y se apoya en el principio de que a mayor grado corresponde mayor preparación y revelación de las cualidades del jefe. • El liderazgo transaccional. Se puede establecer que el fundamento del liderazgo transaccional es una transacción o proceso de intercambio entre los líderes y sus seguidores. De esta manera, el líder transaccional reconoce las necesidades y los deseos de los seguidores y después explica con exactitud como podrán satisfacer esas necesidades y deseos, a cambio de que cumpla los objetivos especificados o que efectúan ciertas tareas. En ese enfoque los seguidores reciben premios por su desempeño laboral y el líder se beneficia ya que cumple con las tareas. Como colofón, se aprecia que el liderazgo transaccional implica un compromiso a “seguir las reglas”, los líderes transaccionales conservan la estabilidad dentro de la organización en el lugar de propiciar el cambio, por lo que es importante que todos los líderes cuenten con habilidades transaccionales. Sin embargo, dado lo movido del mundo de hoy, donde se presentan cambios significativos e inclusive incertidumbre, los líderes eficaces también deberían contar y utilizar otro planteamiento o enfoques. 173 • El liderazgo formal e informal Si se es designado para el cargo, usted es entonces la autoridad formal. Sin embargo, si resulta ser un jefe autoritario, que no escucha o respeta, que ordena e impone, que decide arbitrariamente, que es injusto, nunca logrará la autorización de su equipo, la organización tenderá a generar problemas. Si no logra convencer a su grupo, no obtendrá legitimación. Con el aval y aceptación de sus subordinados obtendrá la autoridad informal, está consiste en la puesta en práctica o ejecución de acciones. Estas pueden ser realizadas por alguien que esté o no desempeñando autoridad formal; sin embargo, no existe duda de que si esas actividades surgen de una persona que ejerza autoridad formal, le será mucho más fácil llevarlas a cabo y estas tendrán una repercusión más rápida y directa en la organización. En armonía con lo anterior, convencer (y no vencer) sería la palabra clave para lograr un liderazgo informal, es decir, el liderazgo no puede imponerse por medio del poder. Según el autor, Daniel Gil Adi, la autoridad informal se relaciona con tres conceptos griegos: ethos, pathos y logos. Ethos se asocia con credibilidad. Dar el ejemplo. En este sentido, el artículo 21 del reglamento de castigo disciplinario Nº 6, prevée que: “El superior deberá dar siempre al subalterno el ejemplo en el sufrimiento de la fatiga y en el desprecio al peligro”. Pathos, se refiere a la pasión. Así, el artículo 16 dispone: “No puede ser militar el cobarde, el que carezca de dignidad, pundonor, ni el de relajada conducta, pues mal puede ser guardián de la libertad, honra e independencia de su patria, quien tenga miedo al sacrificio y ultraje sus armas con infames vicios”. Logos, describe ideas y conceptos tratados. Por lo cual, pauta el artículo 41 que “El más santo de los deberes milita- 174 res será el amor a la patria y el respeto y admiración constante hacia sus libertadores”. • El liderazgo situacional El liderazgo situacional es un enfoque dinámico para la conducción de hombres y organizaciones cuya eficacia depende primordialmente del convencimiento personal del líder sobre la importancia del cumplimiento de la misión y del bienestar de los hombres que están bajo responsabilidad del líder. Si el líder no está realmente convencido de la necesidad de satisfacer estos dos aspectos fundamentales, su liderazgo no será el mejor puesto que su motivación para un resultado eficaz y de alta calidad será baja. En consecuencia el líder no estará en capacidad de poner en práctica lo que significa el ejercicio del liderazgo situacional. El liderazgo situacional al que se hace referencia consiste en la conducción y desarrollo de un ciclo, el cual se inicia con un diagnóstico sobre la situación y el nivel de presto del individuo o la unidad para emprender una tarea o misión continua con la aplicación del estilo de liderazgo más adecuado al diagnóstico hecho, para culminar con el cumplimiento de la misión y de ser posible, con la satisfacción de las expectativas del personal subordinado con el objeto de incrementar su motivación y hacer cada vez más efectiva a la organización. Para el enfoque de liderazgo situacional son de vital importancia; dos factores ellos son: la situación y el nivel de apresto. En esencia este modelo establece la necesidad de adecuar el estilo de liderazgo utilizado, a cada situación particular que pueda encararse y al nivel de apresto operacional de la persona o unidad objeto de las acciones de liderazgo. Las técnicas de liderazgo no son más que sus herramientas para la conducción de sus subordinados hacia el logro de un objetivo. Si no se utilizan las herramientas adecuadas para afrontar cada situación en particular, se estará en la misma posición que estaría un mecánico que sólo disponga de un alicate y una llave ajustable. Este pobre mecánico tendrá que adquirir más herramientas para lograr un tra175 bajo de mayor calidad y eficacia. Lamentablemente para el caso que se estudia, el mecánico puede ir a una ferretería o una venta de repuestos y adquirir todas las herramientas que requiere, incluso pagándolas a crédito, mientras que las herramientas del liderazgo sólo se adquieren mediante el estudio a conciencia y la práctica rigurosa de lo que se ha adquirido. El modelo representado en el gráfico resume con las acciones de liderazgo que el líder ejerce sobre sus seguidores y que son interpretadas, mientras que en caso de dudas, dificultades o escases de recursos sus subalternos formularán solicitudes o le presentarán reportes, satisfecho este ciclo el seguidor ejecutará un trabajo o una serie de acciones que conducen a un resultado. Ahora bien, el problema no es sólo la adquisición de las herramientas porque como podría pensar el mecánico pudo haber comprado una máquina electrónica de diagnóstico automático para su taller, pero eso no es suficiente, puesto que si la tecnología aumenta la complejidad para el uso de la herramienta también aumenta, en este caso el mecánico tendrá que dedicarse previamente al estudio y conocimiento de su nueva herramienta para poder utilizarla de acuerdo a sus capacidades, estudio que con el alicate era casi innecesario. El resultado en cada caso será diferente y puede oscilar desde un éxito total hasta un fracaso rotundo, lo cual estará determinado por las cualidades del resultado. Dichas cualidades dependen del nivel de calidad, eficiencia y eficacia que se haya obtenido en relación a la tarea o meta asignada. El problema como líder es similar, ya que se pueden conocer las técnicas más avanzadas para la conducción de hombres pero eso no es suficiente, se tendrá que practicar constantemente el uso de ellas, evaluar los resultados y si se considera que no son las mejores se deberá buscar la razón de ello e investigar sobre la causa del fracaso, en pocas palabras se debe determinar si es que usted ha tratado de aflojar una tuerca utilizando un martillo y un cincel. En este sentido, a continuación el siguiente gráfico representa el ejercicio del liderazgo militar en los términos que se han explicado. EL EJERCICIO DEL LIDERAZGO Ahora bien, este consunto de cualidades del resultado producen, tanto en el seguidor un determinado nivel de satisfacción que a su vez ejercerá una influencia positiva o negativa sobre ambos, sobre la situación y sobre el medio ambiente relevante. Como consecuencia de ello se producirá un efecto de retroalimentación tendiente al mejoramiento o deterioro de la situación de liderazgo. Es en este momento en que se cierra el ciclo, el líder nuevamente tendrá, la inevitable obligación de hacer una evaluación o análisis de la nueva situación generada para ejercer la acción de liderazgo más adecuada. El líder debe poseer una mente ágil y flexible que le permita anticiparse a las cambiantes fuerzas y factores durante el manejo de situaciones de liderazgo de gran tensión. El líder deberá identificar y prever continuamente los cambios en los actores y fuerzas importantes. En la media en que las fuerzas cambien, el líder deberá cambiar la mezcla de sus acciones y estilos liderazgo. Una determinada combinación de acciones y estilo de liderazgo pueden funcionar muy bien en determinado momento pero un minuto más tarde son totalmente inoperantes debido a la introducción de cambios en los actores y fuerzas que afectan dicha situación. El líder debe tener una buena capacidad de juicio profesional, fundamentada en los atributos del deber, conocer, ser y hacer. Sólo de esta manera podrá satisfacer exitosamente las demandas de las complejas, tensas y rápidamente cambiantes situaciones de liderazgo. 176 177 El nivel de apresto El nivel de apresto se define como la medida en que los seguidores poseen la habilidad y la voluntad para cumplir exitosamente con una tarea o misión específicas. Los niveles de apresto varían en una misma o grupo. Los individuos tienden a poseer diferentes niveles de apresto, dependiendo la naturaleza o extensión de la tarea que se les asigne. Es importante resaltar que el nivel de apresto no es una cualidad personal o del carácter, ni el resultado de la evolución de los valores, creencias, edad o principios del individuo. El nivel de apresto es la forma como los seguidores se pueden desempeñar ante determinada tarea o misión. ciales que sólo le conducirán a intuir o inferir resultados sin certeza de éxito. Niveles de apresto Los diferentes niveles de apresto son el resultado de diferentes combinaciones de habilidad y voluntad. En el modelo de liderazgo situacional, se considera que tanto la habilidad y la voluntad oscilan entre los límites de muy alto y muy bajo. Para efectos de simplificación, la combinación de estos dos niveles extremos con los dos indicadores de apresto produce cuatro niveles de apresto, los cuales se presentan en el siguiente gráfico: Los dos indicadores fundamentales del nivel de apresto son la habilidad y la voluntad. En el adiestramiento del soldado, los líderes deben desarrollarle habilidad y voluntad ya que cualquiera de las dos, por si solas, son admirables pero cada una por sí misma no determina el triunfo. En algunas oportunidades, un alto nivel en la voluntad puede ayudar a compensar en un bajo nivel en destrezas y viceversa; sin embargo, los soldados mejor preparados para combatir deben tener un alto nivel en ambos factores. A esta altura es obvio para usted que la voluntad y la habilidad son factores que están mutuamente vinculados y que uno afecta al otro. LA HABILIDAD: es el resultado del conocimiento, experiencia y destrezas que un individuo o grupo han sido capaces de adquirir y desarrollar para afrontar una tarea o misión en particular. LA VOLUNTAD: tiene que ver con el nivel de confianza, dedicación, motivación y deseos del individuo o el grupo para afrontar una tarea o misión en particular. El liderazgo situacional ofrece una oportunidad de identificar el nivel de apresto de sus seguidores. A través de la evaluación objetiva del grado de habilidad y de voluntad demostrado mediante conductas operacionalmente demostradas. Si los niveles de habilidad no son evaluados a través de conducta demostradas usted lo que evaluará son poten178 - NIVEL DE APRESTO 1 (NA1): Incapaz y desmotivado: Generalmente los individuos en este nivel necesitan aprender y adquirir conocimientos y destrezas que le permitan ejecutar la tarea o misión. Nunca antes han ejecutado una tarea similar por lo cual no sienten seguridad para afrontarla además de que no tiene ni interés ni deseo por aprender. 179 Los seguidores que se encuentran en este nivel de apresto necesitan: • Oportunidades para ser escuchados y espacios que les permitan compartir sus preocupaciones y dudas. - NIVEL DE APRESTO 3 (NA3): • Metas claras. • Estándares que les indiquen cuando un trabajo está bien hecho. • Información de la empresa, de la tarea, de cómo se medirá su desempeño, de plazos y prioridades. • Reconocimiento de su entusiasmo. • Entrenamiento en el puesto de trabajo. • Planes de acción: cómo hacer la tarea, cuándo y con quiénes. • Definición expresa de niveles y límites de autoridad y responsabilidad. • Retroalimentación frecuente sobre sus resultados. • - NIVEL DE APRESTO 2 (NA2): Incapaz y motivado: Los individuos ubicados en este nivel no están debidamente capacitados para emprender la tarea por lo que necesitan aprender y adquirir las habilidades requeridas. Sin embargo su nivel de motivación les ayuda a hacer el mejor esfuerzo posible para cumplir con los requerimientos. Los seguidores que se encuentran en este nivel de apresto necesitan: • Metas claras y perspectiva de futuro. • Retroalimentación frecuente sobre sus resultados. • Elogio ante los avances y progresos que se presentan. • Percepción de que los errores son comprendidos y que son oportunidad de mejoramiento. • Explicaciones sobre el sentido de la tarea que realizan. Capaz y desmotivado: El individuo posee las destrezas y conocimientos necesarios para desempeñarse en el trabajo pero no posee la voluntad que se requiere para ponerlos en práctica. Normalmente, en este nivel de apresto se encuentran algunos individuos que a pesar de poseer las destrezas se sienten inseguros o poco confiados en que podrán afrontar la tarea o misión con éxito. Los seguidores que se encuentran en este nivel de apresto necesitan: • Oportunidades para demostrar sus preocupaciones. • Apoyo y estímulo para desarrollar habilidades que les permitan solucionar problemas, aumentando la confianza en ellos mismos. • Elogio y reconocimiento ante los mejores niveles de competencia y desempeño logrados. • Mayor involucramiento en la toma de decisiones y en la solución de problemas relacionados con su trabajo. - NIVEL DE APRESTO 4 (NA4): Capaz y motivado: El individuo está capacitado para cumplir la tarea o misión y poseer la voluntad que se requiere para hacerlo. Todo ello le imprime un alto grado de seguridad en sí mismo lo cual le permite ejecutar la tarea por sí solo. Los seguidores que se encuentran en este nivel de apresto necesitan: • Un líder que sea un asesor más que un jefe. • Reconocimiento por su aporte y contribución. 180 181 • Mayor grado de autonomía y nivel de responsabilidad. • Confianza en lo que pueden realizar. Estilos de liderazgo El estilo de liderazgo es la forma como líder conduce a sus subordinados la manera como utiliza y combina los métodos y técnicas para proveer dirección y motivación con el objeto de inspirar a sus seguidores hacia el cumplimiento eficaz de la misión o tarea asignada. Los diferentes estilos que se presentan son producto de la experiencia obtenida en la práctica y de la verificación científica de su importancia. Tales estilos le serán de gran utilidad para el ejercicio del liderazgo tanto a nivel individual como nivel organizacional. Lo que en estos momentos se intenta resaltar es que no existe un estilo único óptimo para el ejercicio del liderazgo. El líder eficaz será aquel que sea capaz de poner en práctica, en forma adecuada, cualquiera de los estilos de liderazgo que están a su disposición. En este sentido para poder ejercer un liderazgo eficaz es necesario el desarrollo de los atributos sobre lo que el líder debe ser, conocer y hacer, puesto que de toda manera la conducción de sus hombres y su unidad estaría guiada por la improvisación y la ignorancia que irremediablemente le conducirá al fracaso. Uno de los enfoques o modelo que en la actualidad presenta de mejor manera los estilos de liderazgo es el liderazgo situacional. Tal modelo ofrece cuatro estilos básicos de liderazgo, los cuales son producto de la combinación de las técnicas de liderazgo que se utilicen para dirigir hacia el cumplimiento de la tarea o para influenciar en torno a las relaciones interpersonales mediante la provisión de apoyo socio-emocional. Cada una de estas dos conductas se ejerce en diferente dimensión por lo que el líder puede cambiarlas en diferentes niveles de aplicación. Al igual que los indicadores del nivel de apresto, estas dos conductas pueden alcanzar niveles muy altos o muy bajos por lo que al combinar tales niveles de ambas conductas resultarán cuatro estilos de liderazgo. 182 Se estudiará ahora el significado de cada una de las conductas que puede adoptar el líder para la conducción de sus hombres: - Dirección hacia el cumplimiento de la Misión: Es aquella conducta que adopta el líder para ordenar o recordar detalladamente los deberes y responsabilidades de un individuo o un grupo. Esta conducta está orientada para enfatizar lo que se tiene que hacer, como hacerlo y quien va a efectuar cada detalle. Es importante resaltar que este tipo de conducta no implica un comportamiento despótico, altanero, grosero o de mal genio; por el contrario, puede lograrse un excelente resultado manteniendo una buena relación en términos amistosos. Lo que si debe estar muy claro es que un alto nivel en este tipo de conducta consiste en la comunicación unilateral del líder hacia el seguidor ya que al líder, ante tal situación, no le interesa la opinión o forma de pensar del seguidor sino el pleno entendimiento de la tarea y los procedimientos para alcanzar un cumplimiento cabal. - Apoyo Socio-Emocional: Es aquella conducta que adopta el líder para establecer un alto grado de comunicación efectiva, bien sea bilateral o multilateral, con sus seguidores a fin de propiciar una influencia moral hacia las buenas relaciones. Este tipo de conducta está orientada a escuchar, incentivar, animar, estimular facilitar, colaborar, aclarar dudas y proveer apoyo moral o socio-económico al seguidor. El diagrama que se presenta a continuación representa a los cuatro estilos de liderazgo a los que se ha hecho referencia, obsérvese que cada cuadrante corresponde a la combinación de niveles extremos en cada una de las conductas que pueden adoptar el líder para conducir a sus hombres o unidades. 183 dirección para poder verificar resultados parciales y hacer conexiones cuando sea necesario. Un líder utiliza el estilo directo cuando le dice a sus subordinados que es lo que él quiere que hagan y como quiere que lo hagan, sin recibir de ellos sugerencias o ideas. Este estilo es claramente apropiado para muchas situaciones de la vida militar. En muchas oportunidades la gente piensa que está utilizando un estilo directivo cuando grita, cuando utiliza un lenguaje degradante o cuando conduce a sus subalternos por medio del temor o del abuso de autoridad. Esto no es, de ninguna manera, un estilo directivo de liderazgo sino que por el contrario es un estilo abusivo y poco profesional para conducir a los subalternos. El estilo de liderazgo EXPLICATIVO (E2) se caracteriza por el miedo de la persuasión, las aclaratorias por la transmisión de ideas y por la explicación de razones que tienden a establecer cierto grado de comunicación bilateral. Ninguno de los cuatro estilos es mejor que otro. La importancia del conocimiento de los cuatros estilos estriba en que, dependiendo del diagnóstico que haga el líder ante determinada situación de liderazgo y en relación a los niveles de apresto de los seguidores, solo de uno de los cuatro estilos será el más apropiado para obtener los mejores resultados en términos del cumplimiento exitoso de misión y bienestar de los hombres. Sin embargo, haciendo un buen diagnóstico y conociendo los cuatro estilos de liderazgo un líder puede obtener resultados ineficientes, ineficaces y de poca calidad puesto que para lograr el éxito, el líder deberá desarrollar suficientes destrezas para articular, en la práctica, el diagnostico con su conducta hacia los subalternos; esto requiere del líder una habilidad especial. Tal habilidad es la capacidad de adaptación para escoger y aplicar el estilo de liderazgo d acuerdo a las exigencias y a las características de la situación. El estilo de liderazgo DIRECTIVO (E1) se caracteriza por el alto nivel de detalle con que se establecen los resultados deseados, por un alto grado de dirección, control y 184 Cuando se utiliza este estilo de liderazgo se desea lograr el perfecto entendimiento de la orden o misión que se asigna así como el esclarecimiento de los objetivos que se persiguen. Todo ello se hace con la finalidad de lograr la máxima motivación posible en el subalterno y provocar un convencimiento razonado sobre la necesidad e importancia de la tarea o misión. Algunos líderes piensan que este estilo excede los límites hasta donde deben llegar las explicaciones al subalterno, lo cual no es del todo cierto ya que lo que se persigue con una acción de liderazgo es el cumplimiento de una tarea o misión a la vez de que quien la cumple sienta la satisfacción personal de haberlo logrado exitosamente. Para ello, el líder tendrá que llegar al nivel de detalle y colaboración que el subalterno requerirá ante determinada situación, tarea o misión. El estilo de liderazgo PARTICIPATIVO (E3) se caracteriza porque el líder tiende a incentivar, estimular, animar y fomentar la colaboración, dedicación y participación en la dirección y control de las actividades que conducen el cumplimiento de la misión. 185 Cuando se utiliza el estilo participativo de liderazgo el líder involucra a uno o más de sus subordinados en la determinación de lo que se debe hacer. Sin embargo en este estilo el líder siempre retiene la autoridad para la toma de decisión. Este estilo es apropiado para muchas situaciones de liderazgo, nunca piense que obtener buenas sugerencias de los subalternos o poner en práctica un buen plan o una buena idea que provenga de ellos es un signo o síntoma de debilidad de su parte. Por el contrario este será un signo de fortaleza que sus subalternos sabrán apreciar y respetar. Por otra parte usted es el responsable de la calidad de sus planes y decisiones por lo que si cree que sus ideas o planes son mejores que aquellas que han aportado sus subalternos usted podrá actuar en función de lo que es correcto, independientemente de las presiones que ellos pueden ejercer para que usted actúe en cierta dirección. • Es sincero con el establecimiento de prioridades. El estilo de liderazgo DELEGATIVO (E4) es aquel mediante el cual el líder le permite al seguidor un despliegue total de iniciativa tanto en el proceso de planificación, como en el proceso de dirección, supervisión y control. Mediante este estímulo el líder se dedica a la observación y verificación para hacer simples sugerencias, una vez que haya proporcionado lineamientos generales para la ejecución. • Proporciona el apoyo moral y los conocimientos o entrenamientos necesarios. Cuando se utiliza el estilo delegativo, el líder delega la autoridad para la toma de decisión a un subalterno o grupo de subalternos. Sin embargo, el líder continuará siendo el responsable por el resultado de las decisiones que tomen sus subalternos. Por ello siempre el líder debe delegar su autoridad mediante un cálculo previo de los riesgos que está corriendo ante un fracaso de sus subalternos. Recuerde que la responsabilidad no se delega ni se justifica con omisiones de los subalternos. Los cuatro estilos de liderazgo pueden resumirse en los siguientes términos. Liderazgo directivo: • Explica claramente las reglas, normas, metas y niveles esperados en el resultado. 186 • Controla con firmeza y sinceridad. • Proporciona la dirección y supervisión requerida. LIDERAZGO EXPLICATIVO: • Explica como la misión se relaciona con objetivos importantes de la organización. • Explica las razones de sus decisiones y de sus exigencias. • Se toma el tiempo requerido para orientar en el trabajo a los nuevos seguidores. • Procura la comprensión de los seguidores. LIDERAZGO PARTICIPATIVO: • Propicia la participación de los subalternos cuando los aportes pueden ser positivos • Permite la participación en la definición de metas. • Trabaja con los subalternos en la implementación de las buenas ideas. • Compromete a los subalternos en la toma de decisiones. • Proporciona el apoyo moral y socio-emocional, para que los individuos desarrollen confianza en sí mismos. LIDERAZGO DELEGATIVO: • Permite que los subalternos tomen decisiones hasta el nivel adecuado. • Asume la responsabilidad por las acciones de los subalternos, corriendo riesgos calculados. 187 • Proporciona la libertad de acción necesaria para el despliegue de iniciativas y para que se pueda hacer un buen trabajo. • Colabora con sus subalternos para que asuman tantas responsabilidades de trabajo como sea posible. Se puede concluir que en el liderazgo situacional existe una inter-relación entre los estilos de liderazgo y los niveles de apresto de los individuos en organizaciones que son objeto de acciones de liderazgo. Este modelo fue desarrollado para ayudar al líder en la determinación del estilo de liderazgo más adecuado ante determinada situación. Por eso debe recordar dos cosas: • El nivel de apresto depende de los niveles de habilidad y voluntad de los seguidores. • El estilo de liderazgo está determinado por el grado de dirección hacia el cumplimiento de la tarea socioemocional que el líder le ofrece a sus seguidores. Se supone que tanto el nivel de apresto como los estilos de liderazgo están colocados en un continuo que es difícil establecer límites que demarquen claramente lo diferente entre un nivel o estilo y otro. De tal forma que se puede observar en el siguiente gráfico: Los niveles de apresto (desde N1 hasta N4) están colocados bajo denominación de alto, medio y bajo mientras que los estilos de liderazgo, se han colocado en una gruesa banda que representa las posiciones deseables de dirección hacia la tarea y de influencia hacia las relaciones. Es importante recalcar que para utilizar esta teoría, primero se determina el nivel de apresto del seguidor trazando una línea vertical hasta que se encuentre con la banda indicadora de estilo de liderazgo. Ese punto de intersección le permitirá determinar las proporciones adecuadas de dirección e influencia que deba administrar para la situación particular que se está analizando. Sin embargo en líder siempre debe tener muy en cuenta: 1. Que en la medida que el seguidor supera su nivel de apresto para determinada misión o tarea del líder debe cambiar su estilo de conducción puesto que si 188 189 lo deseable es que los seguidores sean cada día más capaces, mediante el incremento de sus habilidades y de su voluntad, lo lógico sería que el líder reconociera tal superación mediante un cambio en el estilo de conducción; igual cosa en caso de un desmejoramiento en los niveles de apresto. 2. Que para un mismo individuo pueden utilizarse diferentes estilos de liderazgo puesto que su nivel de apresto depende de se capacidad y voluntad para cada tarea específica. Características del líder carismático Son líderes que se destacan por tener una visión clara, ganarse el respeto y la confianza, dar seguridad, y provocar identificación y compromiso de sus colaboradores. Se puede advertir que hay características que destacan en un líder carismático la primera: confianza en sí mismo, algunos los llaman efectividad personal. La segunda característica es la de compartir una visión con sus subordinados, esto incluye la habilidad para articular esta visión y llegar al autosacrificio para lograrla. Otra característica sería comportarse fuera de lo ordinario, de allí que se perciba al líder carismático como un agente de cambio, y finalmente, sensibilidad hacia el ambiente y la gente. Características del líder legal Coincide con el concepto de la autoridad formal, es decir, cuenta con una investidura o nombramiento oficial que lo hace estar en posición de comando en la organización. Sería una autoridad competente que cuenta con un listado de atribuciones previsto en la constitución, leyes y reglamentos. Características del líder técnico El liderazgo técnico es el que se produce cuando una persona, por sus conocimientos y experiencia, es reconocida por el grupo como una autoridad. Muchas veces esta persona no posee características del líder natural pero su opinión es vista con respeto y puede 190 instruir, por no decir influir, o bien determinar las órdenes superiores que entren en el marco de su conocimiento. En ocasiones también se tiene a mano una persona a la cual se le llama mentor. La palabra mentor tiene su origen en la obra “La Odisea”, siendo mentor un amigo, asesor, profesor y persona sabia. (Soler, 2003: 16)”. Caracteristicas del lider moral El liderazgo moral implica un espíritu de servicio y su propósito es la transformación individual y la transformación social. Es predicar con el ejemplo. Es por ello que el artículo 38 del Reglamento de Castigo Disciplinario Nº 6, señala que “La vida particular de los militares debe ser honorable y modesta. Hay que evitar relaciones con personas que moralmente no están en la altura de la propia función…” Estilos de liderazgo y su relacion con la personalidad del hombre En doctrina se identifican principalmente tres estilos de liderazgo: autocrático, democrático y laissez-faire, los tres parecen distintos pero en la práctica no lo son, ya que se puede emplear cada estilo en determinadas circunstancias, o una combinación de ellos. Líder autocrático o autoritario: “líder que tiende a centralizar la autoridad, a derivar poder. Diferente del líder autocrático es el líder paternalista, ya que este último puede desear sinceramente el bienestar de los otros miembros del grupo tal como un padre sobreprotector trata a su hijo, quitándole todos los obstáculos de su camino, hace cosas para ellos. De forma que el líder paternalista no beneficia a los miembros del grupo a desarrollar sus propias capacidades (es posible que piense que no tienen capacidades) y además se encuentra conforme de sentirse necesario, por lo que propicia una actitud de dependencia que paraliza la iniciativa creativa y el sentido de responsabilidad de los demás miembros. Líder democrático: líder que delega autoridad en otros, fomenta la participación, recurre a sus colaboradores con 191 el propósito de obtener el conocimiento necesario para realizar las tareas y depende del respeto de sus subordinados para ejercer su influencia. Por su parte, interesa acotar que David Conley y Paul Goldman (1994) definen el liderazgo facilitador como “los comportamientos que aumentan la capacidad colectiva de una escuela para adaptarse, resolver problemas y mejorar el rendimiento”. Esto se logra al hacer participar activamente a los empleados en el proceso de toma de decisiones, el papel del líder no es resolver problemas en persona, sino ver que sean resueltos. Las estrategias facilitadoras invitan a los seguidores a comprometer esfuerzos y energía psíquica para la causa común. Conley y Goldman dicen que los directores trabajan de modo facilitador cuando superan las limitaciones de recursos, forman equipos, crean redes de comunicación, proveen retroalimentación, coordinación, y manejo de conflictos, practican políticas de colaboración, y conforman la estrategia. La facilitación crea un ambiente enfocado al cambio y de cooperación, en el cual los profesores pueden desarrollar habilidades de liderazgo al buscar metas comunes, produciendo un ambiente de trabajo democrático que incorpore los líderes más altos de la organización. Líder laissez-faire, liderazgo sin límites o de rienda suelta: elude el ejercicio del poder delegándolo en sus subordinados. Deja que el grupo fije sus propias metas y resuelva sus problemas. Prácticamente, el grupo carece de un jefe salvo cuando es necesario tratar con personas ajenas u obtener información, material y otros recursos indispensables. Este líder proporciona dirección escasa o nula y, a los suyos, bastante libertad. Este estilo por lo general resulta efectivo para profesionales o grupos altamente capacitados y motivados. Se le emplea a menudo en trabajos de investigación, con el fin de no inhibir el razonamiento independiente. como al logro de la tarea (misión a cumplir). De allí que tome relevancia al respecto la teoría del líder “alto-alto” orientado o que muestra “interés tanto por las personas como por las tareas. El comportamiento orientado a las tareas generalmente está relacionado con una gran satisfacción de los seguidores y con menos problemas con el personal, y que el comportamiento orientado a las tareas generalmente está relacionado con una mayor productividad”. (DAFT, Richard l: 2005. Pág. 62). Principios de mando y conducción 1.- Conoce tu trabajo: Se debe ser técnica y tácticamente capaz en el nivel de mando que le corresponda. Para ello es necesario aprender todo lo que se pueda para hacer su trabajo correctamente y mejor, estudie las armas, mantenimiento y táctica hasta que se convierta en un experto, de esta forma sus soldados lo buscarán para pedirle consejos y para que les sirva de guía. El conocimiento técnico y táctico es indispensable para el ejercicio del liderazgo. Como líder usted tiene que conocer cómo funciona cada arma, vehículo, equipo de comunicación y de combate de su unidad. Para estar capacitado, conocer el trabajo que le corresponde desempeñar y supervisar, el líder debe poseer conocimiento de los detalles, y no solamente de su área de interés, sino un conocimiento general de todos los aspectos sociales, económicos, políticos, entre otros. Un buen líder debe ser competente para desempeñarse en las operaciones de combate como en los periodos de entrenamiento. Debe estar al día en los adelantos técnicos y administrativos que abarca sus obligaciones. En resumen, el estilo de liderazgo se halla constituido por una combinación de rasgo, destrezas y comportamientos que los líderes usan cuando interactúan con sus seguidores. Para desarrollar este principio se debe: Sin embargo, sería deseable que el estilo escogido por el líder obedezca igualmente al interés por el hombre-subalterno (miembro de La Fuerza Armada Nacional Bolivariana) • Tratar de obtener una sólida educación militar, completando la asistencia de las escuelas de armas y servicio con lectura, investigación y estudio independiente. 192 193 • Buscar y promover la asociación con los jefes capaces. Observa y estudia sus acciones. • Solicitar de ser apropiado, las opiniones honestas de sus contemporáneos sobre cómo mejorar su mando. • Ampliar su conocimiento por medio de la asociación con los miembros de otras armas y servicios. • Sacar provecho del estudio de las causas del éxito o fracaso de otros jefes, en el pasado y en la actualidad. • Buscar las oportunidades para aplicar el conocimiento por medio del ejercicio del comando. Un buen don de mando se adquiere solamente por medio de la práctica. • Desarrollar un interés genuino en las personas, adquirir “el toque humano”. • Mantenerse al día en los asuntos militares de la actualidad. • Mediante el estudio y a través del frecuente contacto con los subalternos, familiarízate con las capacidades y limitaciones de todos los elementos de su unidad. • Prepárese para el trabajo de jefe en el próximo escalón superior. • Aplique y aprenda principios y técnicas apropiadas de don de mando y de administración. 2.- Conócete a ti mismo y busca tu autocorrección: Para que usted pueda conocerse a sí mismo es necesario que usted entienda las características de lo que usted es, lo que usted sabe y lo que usted hace. A lo largo de todo este manual se darán explicaciones y técnicas de cómo hacerlo. Es obligación de cada líder, hacerse una “introspección” para así reconocer y evaluar sus fuerzas y sus debilidades. Un individuo no podrá convertirse en un verdadero líder hasta que no conozca sus capacidades y sus limitaciones. Un líder debe ser recto de carácter y debe dar una gran importancia a los principios morales que rigen la sociedad, aquel que reconoce sus debilidades, pero que no haga esfuerzos para corregirlas, comete un grave error. Para desarrollar este principio se debe: • Analizar objetivamente para determinar sus cualidades personales fuertes y débiles. Tratar de sobreponerse a las débiles y de fortalecer aun más aquellas en las que sea fuerte. 194 3.- Conoce y cuida a tus hombres: Se debe conocer bien a los soldados, no simplemente saber su número de calzado, gorra o cualquier otro dato personal. Se tiene que saber que hay dentro del hombre, porqué él hace algunas cosas o porqué deja de hacer otras. Se tiene que conocer cuáles son las necesidades de sus hombres y demostrarle que usted se preocupa por satisfacerlas, mientras sea posible. Considere a sus soldados como seres humanos, con problemas, esperanzas, y sentimientos, iguales a los que usted puede tener. Un líder obtiene un mayor y mejor conocimiento de cómo reaccionan sus subalternos y cómo se comportan bajo las diferentes circunstancias, donde se vean envueltos, cuando realizan un concienzudo esfuerzo para observarlos, familiarizándose con ellos, reconociendo sus facultades físicas y sus reacciones psíquicas desde el punto de vista individual y dentro del grupo . El líder deberá anticiparse y debe tomar previsiones acerca del comportamiento y las necesidades de sus hombres para así poderlos emplear con eficiencia, debe asegurarse de que sus hombres están cómodos que son atendidos y se encuentran satisfechos según lo permitan las circunstancias. Tomando en cuenta estas consideraciones el conductor ganará respeto, obediencia voluntaria, confianza y cooperación leal de sus hombres. Para desarrollar este principio se debe: • Ver a los miembros de su unidad y dejar que ellos lo vean, ser amistoso y fácil de abordar. 195 • Desarrollar un conocimiento y comprensión de los subalternos. • Preocupar por las condiciones de vida de los miembros de la unidad. • Ayudar a los hombres a conseguir el apoyo necesario de los servicios personales disponibles. • Velar por el bienestar espiritual de la unidad apoyando las actividades religiosas • Proteger la salud de la unidad mediante la supervisión activa de la higiene y de la salubridad. • Apoyar activamente un programa de seguridad. que de él se espera si conoce la misión de la unidad. Con ese conocimiento, el individuo puede establecer un propósito y ajustar su conducta para obtenerlo. El individuo y el grupo, como un todo, aprecian el reconocimiento por un bien hecho o una misión cumplida. Por medio de un apropiado programa de recompensas o información el líder puede favorablemente, influenciar la MORAL, y el ESPIRITU DE CUERPO, la DISCIPLINA y la EFICACIA. Es corriente que la falta de información produzca miedo en los hombres, mientras que el mantenerles informados reducirá este efecto, los rumores y ayuda a la eliminación de muchas condiciones que causan pánico durante el combate. • Determinar cuál es la actitud mental de la unidad. • Administrar justicia en forma justa, oportuna e imparcial. Para desarrollar este principio se debe: • Alentar el desarrollo individual. • Promover suficientes instalaciones y abastecimientos atléticos y de recreación para asegurar que la unidad reciba su parte de cuotas para las áreas de recreación y las actividades de diversión. • Compartir las penalidades con los soldados a fin poder entender mejor sus reacciones. 4.- Mantener a los hombres informados: Asegúrese de que sus hombres comprenden la importancia de lo que usted espera que ellos hagan para el cumplimiento de la misión general de la unidad. Si usted cada vez que tenga tiempo los mantiene informados, ellos creerán y confiarán en usted y no le preguntarán el porqué de las cosas en situaciones críticas, como cuando usted realmente no tenga para dar explicaciones. Todos los hombres desean saber lo que se hace, lo que se espera de ellos, un soldado que este bien informado de la situación, de la misión y del fin que se persigue, realizará la tarea con más eficacia que quien no lo está. El soldado bien informado normalmente tiene una mejor actitud hacia su líder y su unidad, puede entender mejor lo 196 • Explicar por qué se deben hacer las tareas y como se propone hacerlas, siempre que sea posible. • Asegurar a través de frecuentes inspecciones que los subalternos inmediatos están transmitiendo la información. • Estar alerta para descubrir la propagación de rumores. Detener los rumores remplazándolos por la verdad. • Robustecer la moral y el espíritu de cuerpo publicando información sobre los éxitos de la unidad. • Mantener informada a la unidad sobre la legislación y reglamentos actuales que afectan: su paga, ascensos, privilegios y otros beneficios. 5.- Da el ejemplo: La expresión “sígame y hágalo como yo lo hago”, describe la mejor forma de conducir a los hombres y el camino para inspirar confianza. Si usted espera que sus soldados hagan algo, esté preparado para hacerlo usted mismo, no se limite a decir: “hágalo como yo digo “. No existe una técnica más poderosa que ésta y ella es la esencia absoluta del liderazgo tanto en guerra como en la paz. 197 El líder que no da ejemplo a sus hombres, acaba con el respeto, la consideración y la confianza que debe existir mutuamente entre ellos. Los soldados buscan instintivamente en su comandante el ejemplo, el cual siguen o usan como excusa para el descuido y la negligencia. La buena conducta, le demostrará conocimiento de sus deberes, la experiencia manifiesta, fomenta en los subalternos el prestigio, el orgullo y el deseo de émulo. Para desarrollar este principio se debe: • Mantener físicamente apto, bien acicalado y correctamente vestido. • Dominar las emociones. El jefe que está sujeto a “explosiones” de disgusto incontrolables o periodos de depresión no será efectivo como jefe. • Mantener una perspectiva optimista. Desarrollar la voluntad de ganar, capitalizando capacidades de la unidad mientras más difícil sea la situación, mas debe mostrar una actitud calma y confianza. • Conducir de un modo que los hábitos personales no queden expuestos a la censura. • Ejercer la iniciativa y promover el espíritu de iniciativa de los subalternos. • Ser leal con los superiores y subordinados. Apoyar las políticas legales de los oficiales superiores ya sea que personalmente estén de acuerdo o en desacuerdo con ellas. La lealtad es una calle de dos vías. • Evitar ser parcial con algún subalterno. • Ser valeroso moralmente. Establecer principios y mantenlos. • Compartir el peligro y las penalidades con sus soldados, para demostrar buena voluntad para asumir la parte que le corresponde de las dificultades. • Mediante su actuación, desarrollar la convicción entre soldados, que es el mejor hombre para la posición que ocupa. 198 • Delegar responsabilidades, autoridad y evitar demasiada supervisión a fin de desarrollar el don de mando entre los subordinados. • Debe esforzar por tener competencia profesional. 6.- Cuida que la tarea sea entendida, supervisada y completada: Considere la capacidad de cada uno de sus soldados antes de decirle lo que debe hacer. Explíquele claramente y en forma detallada la tarea que usted desea que el realice para asegurarse de que la entenderá adecuadamente. La técnica de asignar tareas, explicar las condiciones en que se desarrollaran las acciones y el establecimiento de niveles de excelencia es una forma práctica de hacerlo. Supervise su actuación de vez en cuando no solo para verificar los logros sino también para asegurarse de dos cosas: • Que su subalterno sepa que usted está disponible y dispuesto para ayudarle en caso de ser necesario. • Que él sepa que usted insiste en excelentes resultados de acuerdo a los niveles establecidos. La comunicación es la clave de este principio. El líder debe dar órdenes precisas, claras y concisas, de tal forma que sean entendidas y no se presten a confusión. El impartir órdenes es una pequeña parte de sus labores. Pero debe tener muy en cuenta que es muy importante supervisarlas. Para así asegurarse de que su ejecución se ha llevado a cabo con las prioridades y la eficacia exigida, esta supervisión es quizás la parte más difícil de ejecutar. El comandante capaz debe hacer uso de sus oficiales, de acuerdo a sus aptitudes y actitudes para realizar sus órdenes con la eficiencia que requieren los diversos aspectos militares tanto en tiempo de paz como de guerra, aquel comandante que falle en el uso apropiado de sus subalternos, demuestra una imperdonable debilidad en su habilidad como líder. Los hombres responderán más rápidamente a las órdenes que son claras, concisas y fáciles de entender que aquellas recargadas de detalles. 199 A los subalternos les agrada conocer que su comandante está disponible para ayudarlos y aconsejarlos cuando lo necesitan. La iniciativa individual es desarrollada dentro de los subalternos cuando pueden usar su imaginación poniendo en práctica sus propias técnicas en el cumplimiento de su trabajo o misión recomendada. Los hombres se resentirán cuando son supervisados exageradamente. 7.- Adiestra a tus hombres como un equipo: Asegúrese de que sus soldados han tenido la oportunidad de ganar confianza en sus propias habilidades y en las habilidades de sus compañeros de equipo, escuadra o pelotón. Más importante aún es el asegurarse de que cada soldado conoce como el resultado de su actuación personal afectará el resultado de la actuación de otros soldados de su unidad. Es por ello que se debe pensar, además en el trabajo de equipo, entre los diferentes niveles de liderazgo en la línea de mando. El trabajo en equipo es la clave de una operación exitosa, se inicia en la unidad de escalón, más bajo y es llevado hasta las más grandes organizaciones. El trabajo en equipo concierne a todos los aspectos de las actividades y operaciones militares, la organización militar envuelve mucho personal, diferentes armas y servicios, y todas deben trabajar juntas para así lograr el fin común; cada miembro del equipo debe comprender perfectamente donde está ubicado, a donde va dirigido su esfuerzo y donde lograr los mejores resultados. El líder que estimula el trabajo en equipo y sobre todo durante el entrenamiento, obtendrá el deseado estado de progreso y adelanto, el trabajo efectivo en equipo, requiere un alto grado de disciplina, moral, espíritu de cuerpo y eficiencia. Individualmente, los miembros de la unidad, trabajan más efectivamente si ellos están compenetrados en el papel que representan en el equipo. El grado de eficiencia obtenido por la unidad en la ejecución en equipo, da al individuo una sensación de cumplimiento y de seguridad. El comandante de la unidad debe gratificar a los miembros de su 200 equipo, ayudándolos en la satisfacción de sus necesidades y en el merecido reconocimiento. Para desarrollar este principio se debe: • Proporcionar las mejores instalaciones disponibles para la instrucción en equipo y hacer uso máximo de los ejercicios de comunicaciones y problemas tácticos reales. • Asegurar que toda la instrucción es significativa y su propósito es claro para todos los miembros del comando. • Familiarizar con cada elemento de la unidad con las capacidades y limitaciones de todos los otros elementos desarrollando así confianza y comprensión mutua. • Basar la instrucción de equipo en condiciones reales, actuales y probables. • Insistir en que cada jefe conozca las funciones de aquellos con los cuales trabaja habitualmente. • Asegurarse que cada jefe subalterno conozca y comprender sus hombres. • Buscar las oportunidades para adiestrarse con otras unidades, tanto de combate como de servicio. • Explicar a cada subalterno sus responsabilidades y la importancia de su papel en la efectividad de la unidad. 8.- Toma decisiones lógicas y oportunas: Cuando se deba actuar para cumplir una misión, se ha de disponer de todo el tiempo que se pueda para considerar las diferentes alternativas. Pero, cuando se tenga que tomar la decisión, hay que tomarla. Una buena decisión tomada a tiempo es mejor que una excelente tomada muy tarde. La habilidad para hacer una rápida estimación de la situación y dar una solución lógica, es esencial para un comandante, ser capaz de razonar lógicamente bajo las más difíciles y variadas condiciones, así como decir prontamente que acción es necesaria tomar para sacar ventajas de las 201 oportunidades, se da gran ascendiente ante superiores y subalternos. Un comandante que vacila, no solamente será incapaz de emplear su unidad, sino que causará dudas, pérdida de la confianza y de la comprensión dentro de su unidad, por otra parte, cuando las circunstancias requieren un cambio en los planes, una acción dinámica aumenta la confianza en el conductor. La habilidad para tomar decisiones lógicas y oportunas, puede ser adquirida mediante el estudio constante y el entrenamiento en hacer apreciaciones de la situación. Para desarrollar este principio se debe: • Desarrollar un proceso de pensamiento lógico y ordenado mediante la práctica constante haciendo apreciaciones objetivas de la situación. • Cuando el tiempo y la situación lo permitan, planear cada posible acontecimiento que razonablemente se pueda prever. • Considerar el consejo y las sugerencias de los subalternos cuando sea posible, antes de tomar decisiones. • Denunciar las decisiones a tiempo para permitir a los subalternos hacer los planes necesarios. • Instar a los elementos de la unidad a que hagan apreciaciones y planes concurrentes. las cosas salen mal, asuma la responsabilidad y cargue con las consecuencias, cuando las cosas salen bien reciba el crédito de ello, pero transfiéralo rápidamente a sus soldados. Todo comandante debe ser muy rápido para tomar “iniciativas” en ausencia de órdenes tratando de responsabilizarse por los trabajos, él se desarrolla a si mismo profesionalmente y aumenta su habilidad de conducción. Un buen comandante debe aceptar la responsabilidad por todo aquello que su unidad haga o deje de hacer. Cualquier esfuerzo para tratar de evadir esta responsabilidad, destruye el vínculo de lealtad, respeto y confianza que debe existir entre él y sus subordinados. Para desarrollar este principio se debe: • Aprender los deberes de su jefe inmediato y prepárese para aceptar las responsabilidades. • Aprovechar todas las oportunidades que ofrece una mayor responsabilidad. • Ejecutar cada acto, grande o pequeño, lo mejor que se pueda dentro de sus capacidades. La recompensa será una mayor oportunidad de efectuar tareas mayores y de más importancia. • Aceptar la crítica justa y admita los errores. • Asegurar que los hombres están familiarizados con las políticas y planes. • Evaluar cuidadosamente el fracaso de un subordinado antes de tomar alguna acción. Asegúrese que su aparente falla no se debió a un error de su parte. • Considerar los efectos de sus decisiones sobre todos los miembros de la unidad. • Adherir a lo que considere correcto, tenga la seguridad de sus convicciones. • Cuando no haya órdenes, tomar la iniciativa y dirija la acción que considere. 9.- Acepta y desarrolla tus responsabilidades: Busque responsabilidades y hágase responsable por sus acciones. Si algo debe ser hecho no espere que le ordenen hacerlo, hágalo inmediatamente. En cuanto a la responsabilidad se refiere hay una forma especial de asumirla: cuando 202 10.- Desarrolla un sentido de responsabilidad entre sus hombres: Cuando sus soldados hayan demostrado habilidad y motivación para hacer las cosas, déjelos hacerlas; pero asegúrese de que ellos están claros en que la autoridad para hacer algo 203 implica la responsabilidad de lo que se hace y que por tanto deben hacerlo correctamente. Asigne responsabilidades a sus hombres, de acuerdo a sus capacidades, e increméntelas gradualmente en la misma medida en que el hombre se supere. La delegación de autoridad, acompañada de una adecuada supervisión, trae como consecuencia: fe, confianza, éxito, iniciativa y se logra una cooperación sincera. El comandante debe estimular la iniciativa entre sus subalternos y aunque con frecuencia realice supervisiones, debe tratar de no intervenir innecesariamente, para así responsabilizar estrictamente al subalterno de los resultados obtenidos. La falta de flexibilidad para delegar autoridad es con frecuencia índice de un desarrollo tardío como líder. Para desarrollar este principio se debe: • Operar a través de la cadena de mando. • Informar a los subalternos lo que deben hacer, y cómo hacerse responsables de los resultados. • Dar a los subalternos frecuentes oportunidades para ejecutar labores del próximo escalón superior. 11.- Emplea tu unidad de acuerdo con sus capacidades: Usted debe conocer muy bien lo que sus soldados tienen que hacer como una unidad, además usted tiene que saber qué es lo que realmente ellos son capaces de hacer. Asegúrese de no exigirle a su unidad mucho más allá de sus capacidades. De igual manera cerciórese de que sus exigencias sean un reto para sus soldados. Si sus requerimientos son muy fáciles de cumplir usted no les está exigiendo adecuadamente a sus soldados. Para poder ejercer un comando con éxito, el conductor debe poseer un alto conocimiento de las capacidades y limitaciones tanto administrativas como tácticas de cada uno de los elementos de su unidad. La asignación de deberes que le aseguren un beneficio máximo a la unidad es muy necesaria, deben indicarse objetivos claros, fáciles de alcanzar y de evaluar. Los errores repetidos traen como consecuencia pérdida de la confianza, la cual a su vez destruye la eficiencia y ocasiona un rudo golpe a la moral y al espíritu de cuerpo. Sin embargo, cuando una situación lo demanda, a los hombres se les debe exigir mucho más de lo que sus capacidades normales darían y esto para lograr una victoria rápida y evitar una derrota costosa. • Reconocer con prontitud los logros de los subalternos cuando demuestre iniciativa e ingeniosidad. Para desarrollar este principio se debe: • Corregir errores en el uso del criterio y de la iniciativa. Evite la crítica o condena en público. • Mantener informado en cuanto a la efectividad operacional relativa de su comando. • Proporcionar consejos y ayudas libremente cuando los subalternos lo pidan. • Asegurar que las tareas asignadas, y los medios a su disposición son adecuados, sino informar al comandante inmediato y pedir el apoyo necesario. • Hacer saber a los soldados que acepta los errores con buena fe sin recriminación. • Asignar tareas equitativas entre los elementos de la unidad. • Asignar a los soldados a posiciones que se ajustan a su habilidad demostrada o potencial. • Utilizar las plenas capacidades de la unidad antes de pedir ayuda. • Apoyar a los subalternos con prontitud y justicia. Hasta tanto se convenzan de lo contrario • Tomar decisiones con base en principios sólidos de don de mando y de administración. • Tenga fe en cada subalterno. • Aceptar la responsabilidad de buena fe e insistir en que los subalternos se ajusten a esta misma norma. 204 205 Lecturas complementarias Código de Honor del cadete y de la cadeta • Soy un cadete militar venezolano y pertenezco al instituto más antiguo de la Fuerza Armada. Privilegio que me obliga a convertirme en exponente de las virtudes militares y ciudadanas que han permitido el nacimiento y consolidación de la nacionalidad. • Declaro que es mi patria el ideal más sublime de mi vida. A su defensa y desarrollo me consagro integralmente. • Admito sin vacilaciones ni reservas que la subordinación a la constitución, leyes y reglamentos nacionales y militares, es un principio inviolable en mí existencia. • Soy un ciudadano venezolano, por lo tanto miembro activo de una comunidad, en la cual seré baluarte de las instituciones republicanas y factor de armonía y progreso. • Proclamo que es la moral mi principal virtud, ella es mi mejor herramienta de trabajo. • Prometo guardar culto al valor, a la honestidad y la verdad que practicaré y mantendré, aun con riesgo de mi propia seguridad y bienestar. • Entiendo que la formación de mi personalidad como conductor de hombres es la preocupación fundamental de mi vida de cadete; desplegare mis mejores esfuerzos en la capacitación intelectual y física, como piezas fundamentales de mi futura existencia. 209 • Estoy consciente que mi destino me llevará a comandar a quien, probadamente, es uno de los mejores soldados del mundo, el soldado venezolano. Acepto tal hecho como un reto a mí capacidad y condiciones. LOS CINCO QUINTOS G.D. Miguel I. Morales Pérez • Llevaré mi uniforme con dignidad y decoro; Guardaré celosamente el prestigio y tradiciones de la Fuerza Armada. • Estoy orgulloso de ser un legítimo heredero de las glorias de Bolívar y de cumplir con mi Código de Honor. Mediocridad 1 2 3 4 5 Éxito E l ser humano a través de toda su vida, transcurre por una serie de etapas que determinarán sus fracasos, sus éxitos y su estado de felicidad o tristeza. Como estos estados no son absolutos en el proceso de la vida, si pueden serlos al determinar el balance de los hechos que los determinan y compararlos con las metas establecidas consciente o inconscientemente. Los fracasos o éxitos circunstanciales deben permitir aprender de los primeros y cultivar la humildad de los segundos. Un fracaso no es el fin, como tampoco lo es un éxito, cada uno de ellos, dependiendo como el sujeto los utilice o no, por ignorarlos, no interpretarlos o simplemente no saber que ocurrieron, serán de gran importancia en el resto del proceso de la vida para ser un mediocre o un exitoso. El éxito o la mediocridad no llegan por casualidad, son el resultado de las acciones que el ser humano ha determinado que sucedan o que ocurren pero no sabe que han acaecido o no le da importancia a esos hechos porque no tiene un proyecto de vida que las guíe a través de su existencia y más allá de ella por sus resultados y su trascendencia. El proceso de la vida del ser humano comienza con los deseos de sus futuros padres, el amor que se tienen, el concepto de familia, la claridad de lo que significa un hijo, la felicidad del hogar. Posteriormente la vida dentro del vien- 210 211 tre materno, el cariño que se prodiga a esa madre, el afecto que se le transmite a ese ser por venir, el ambiente de felicidad que lo rodea. Luego el alumbramiento, día de júbilo, alegría, cariño, felicidad, amistades, ambiente, decoración. Después vendrán los primeros días, las primeras semanas, los primeros meses, los primeros años, donde la siembra de los valores encontrara el mejor terreno para el cultivo por el resto de la vida. Posteriormente la niñez, la adolescencia, la adultez con sus diferentes etapas de desarrollo y productividad y por último la ancianidad donde debe cerrarse el ciclo con el mismo afecto, amor, felicidad del hogar con que sus padres lo engendraron. Si el proceso de la vida transcurre bajo el manto del amor, los valores y los principios, durante la mayor parte de su desarrollo, las condiciones para el éxito y la felicidad serán óptimas. Sólo queda entenderlos, mantenerlos, cultivarlos, aplicarlos y proyectarlos en la ejecución de un proyecto de vida lleno de optimismo, fe y esperanza por un mundo mejor para quien lo aplica y para todos los que lo rodean. En las primeras etapas de la vida, el ser humano es un ente pasivo, pero a medida que crece, tanto física como culturalmente madura y empieza a tomar parte en las decisiones que lo afectan y se prepara para tomar las decisiones que afectarán a los demás. La genética, los mapas y programas que han formado su personalidad son de trascendental importancia, determinarán sus actitudes, sus aptitudes, su comportamiento, su carácter, sus debilidades y sus fortalezas, pero sólo falta considerar el más importante factor, el sujeto. Sólo la voluntad del ser humano podrá cambiar, modificar, reforzar o desperdiciar las características que lo definen. La primera condición es conocerse a sí mismo, cómo es su carácter, su voluntad, cuáles son sus valores, cómo es su educación y cómo son sus sentimientos. La segunda, es entender e interpretar las razones que determinan ese comportamiento tomando como referencia la moral, la interpretación de lo bueno y de lo malo y cómo afecta su ética, cómo es el compromiso consigo mismo y con la sociedad en la cual se desenvuelve. La tercera es tener precisado un proyecto de vida, una dirección definida que permitirá trazar el camino, establecer 212 objetivos y fijar metas para poder compararlos con los resultados obtenidos y saber si se va por el sendero correcto. Es necesario saber cual es el destino, para poder encontrar el camino. La cuarta, sólo de las acciones que el hombre cumpla podrá lograr lo que se proponga. Konosuke Matsushita dijo: “Los buenos deseos no bastan para realizar un mundo mejor, es necesario actuar”. Es la condición más importante, es la de transformar el proyecto de vida, la visión de futuro en acción. Una visión sin acción es sólo un sueño, los sueños sólo son ilusiones y las ilusiones no alcanzadas originarán frustraciones que conducirán al fracaso. De aplicar o no las condiciones antes descritas, dependerá la posición que el ser humano ocupará en el inmenso camino de la vida, pudiendo variar su situación en la medida que entienda dónde está y porqué ocupa ese lugar. Si se observa la figura que está al inicio del texto, se observa que tenemos el éxito al frente y la mediocridad al final y un rectángulo dividido en cinco partes. En la tercera parte van todos aquellos que se conforman con el mínimo de esfuerzo algunos, y otros sin siquiera ese esfuerzo por cuanto dependen de la inercia del grupo, del montón, pasando desapercibidos y sin identidad propia. En la segunda parte, van los que han sentido un poco de vergüenza y han decidido marchar por sí solos y con identidad definida, tienen la capacidad de adaptarse a los cambios y lograr importantes conquistas. En la primera parte sólo quedarán los elegidos por su propia voluntad, los que brillan con luz propia, los que hacen que los cambios se sucedan, los que trascenderán por sus acciones, sus logros y sus triunfos. Los que podrán fundir en un sólo objetivo éxito y felicidad. Si se vuelve a la cuarta parte, allí se encontrará los que ni siquiera han podido ocultarse en el montón por su incapacidad, indiferencia o simplemente por no haber entendido el sentido de la vida. Sin embargo, ellos tendrán una luz, podrán reaccionar, recapacitar y a través de un supremo esfuerzo, se incorporarán al tercer grupo y por último, está el quinto grupo donde se encuentran los olvidados, los relegados, aquellos para quienes la vida no tiene sentido, aquellos que la única explicación para su desgracia es el destino, la mala suerte, 213 la mala fortuna, la falta de ayuda de Dios. Pero para ellos no todo se ha perdido. Con el reconocimiento de su situación y con la voluntad de mejorar, podrán pasar al cuarto grupo y luego escalar los demás. Proyecto de vida Es necesario considerar que mientras más alejado se esté del éxito, mayor será el esfuerzo para alcanzarlo. Los que están en los primeros grupos lo han logrado a base de voluntad, perseverancia, tesón y arrojo. Han comprendido el precio del éxito y están dispuestos a defenderlo y a mantenerlo. Todos tienen las mismas oportunidades, la diferencia es que unos han decidido que hacer con la vida y otros han permitido que la vida haga con ellos lo que ella decida. La decisión es suya. Es de su absoluta responsabilidad escoger el quinto de tu vida. “Sólo se merece la libertad y la vida aquel que se esfuerza por conquistarla cada día” (Goethe). E l proyecto de vida es la dirección que el hombre se marca en su vida, a partir del conjunto de valores que ha integrado y jerarquizado vivencialmente, a la luz de la cual se compromete en las múltiples situaciones de su existencia, sobre todo en aquellas en que decide su futuro, como son el estado de su vida y la profesión. La dificultad mayor para trazar el proyecto de vida reside en tener que tomar una decisión, en tener que elegir una dirección fundamental con exclusión de otra u otras direcciones fundamentales. Frecuentemente ante este compromiso se adopta una actitud de huida que conduce a la persona a un estado de indecisión, es decir, hacia un “conflicto existencial” que, al no ser resuelto, se convierte en crónico. El miedo a la responsabilidad, la incapacidad de renunciar a alguna de las posibilidades presentadas, la influencia del ambiente social contrario a los compromisos definitivos son frecuentemente las causas de este conflicto no resuelto. Cada uno forja su propio proyecto de vida y lo saca adelante como quien esculpe una estatua, su más preciada obra de arte, no para contemplarla como algo distante sino para sentirla, vivirla, encarnarla plenamente. Todo esto requiere esfuerzo y sacrificio. Se vive en una sociedad, habladora, alborotada, ahogada en las cosas, que no descubre el valor del sacrificio o del dolor sino que les saca el cuerpo y en ocasiones protesta por su existencia. Forjar una personali214 215 dad fuerte, serena y atrayente tiene exigencias grandes, no contentarse con lo promedio, la mediocridad y aspirar a lo mejor. Cada uno es feliz en la medida de su querer y de su poder para volver realidad lo que espera de sí mismo. Proyecto profesional y proyecto existencial Para elaborar un proyecto personal se ha de partir de una realidad propia. Caer en la cuenta de cuál es mi situación personal; algo así como un diagnóstico: • Cómo soy: rasgos típicos de mi comportamiento, cualidades, defectos; dificultades con que me encuentro en la vida real. • Dónde estoy: en qué ambiente me muevo. • Con quién vivo: personas con las que me relaciono normalmente y que van a influir de alguna manera en mí, o yo en ellas: familia, compañeros, educadores... • Cómo vivo: qué estilo de vida. E stos dos proyectos están íntimamente relacionados, son el mismo, pero con distintas fuentes de información y direcciones paralelas pero distintas. El hombre posee dos dimensiones que lo llevan a definir su proyecto existencial y profesional, estas son: la dimensión individual y la dimensión social. El proyecto profesional, con su dimensión social, hacer referencia al hacer por el otro, al explotar todas las capacidades en fines comunes, sin dejar a un lado la parte individual y la construcción personal. Por eso la importancia de que estos dos proyectos sean paralelos y que uno al lado del otro complemente. ¿QUÉ ES UN PROYECTO PROFESIONAL? Es importante decir que el proyecto profesional es una de las principales facetas de la dimensión social del ser. La dimensión social está enmarcada en un proyecto, llamado el proyecto político, que se basa en la búsqueda conjunta del bien común, es decir: “conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y más fácil de la propia perfección.”. El gran desconocimiento de un proyecto profesional se evidencia por parte de los estudiantes universitarios, en las 216 217 metas planeadas por estos, cuando se culminan los estudios. La mayoría de los estudiantes, cuando terminan la universidad aspiran a conseguir un buen empleo o en otros casos a generar el propio, siempre teniendo muy presente la rentabilidad y la adquisición, dejando a un lado la vocación de servicio comunitario. Alguna consideraciones para ser asertivos Razones para establecer un código de ética, objetivo básico que persigue y temas importantes que deben contemplar; para responder a estas razones nos apoyaremos en la investigación del autor Roberto de Michel, en su obra titulada “Los códigos de ética”. Este autor precisa siete aspectos, para establecer un código de ética, resumidos a continuación: • Mantener una buena imagen y reputación. • Seguir la tendencia de las otras organizaciones. • Establecer criterios para prevenir • Situaciones conflictivas de corrupción, fraude. • Consolidar un mensaje. • Adecuarse a requerimientos legales. • Mantener el nivel profesional. • Orientar el comportamiento de la gente U n código es un conjunto de normas legales sistemáticas que regulan unitariamente una materia determinada, tal es el caso del Código de Honor del Cadete que trasciende los cuatro años de formación y forma parte del quehacer diario de toda oficialidad. Dentro de la institución militar existe constante preocupación porque sus miembros mantengan respeto y cumplimiento de los principios éticos y moral que deben regir el desenvolvimiento de las acciones que se acometen en los distintos ámbitos de su competencia. Si bien es cierto que los niveles de la superioridad se discute esta preocupación, es muy positivo que tales reflexiones éticas se planteen en todo los niveles castrenses, pues éstas podrían promover una praxis ética de la profesión militar. Señala De George (1986) que las funciones de un código tienen serias implicaciones en la actividad militar, pues plantean un ejercicio profesional en un marco de respeto y ley que evita delinquir o abusar de la autoridad. En caso del Código de Honor del Cadete y de la Cadeta, se posee un conjunto de normas completas que no son solamente aplicables al ámbito militar, sino que de ser ejercitadas por cualquier persona la convierten en digno exponente de las virtudes republicanas. Ahora bien, si la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela parte de la misión de los militares consiste 218 219 en preservar la paz, ésta debería enfatizarse tanto como la guerra. Así que una de las virtudes que se debe cultivar es el amor por la paz, paralelamente al fortalecimiento de la lealtad, el coraje, el honor, la disciplina, la gallardía y el respeto en las distintas dimensiones. Un profesional de las armas debe tener la capacidad de controlarse a sí mismo y ejercer los actos mediante la razón y la voluntad. Para ello hay que tener entrenamiento de la voluntad. El común de los sujetos puede fácilmente ceder a los impulsos y tentaciones del momento, sólo el que posee fuerza de voluntad, posee el dominio y el control que permiten pensar asertivamente antes de actuar, por ello antes de irse de bruces es bueno que se sea prudente y el proceder de cualquier acción sea primero visto bajo la óptica del código de honor y se considere si tal acción no va en contra de los principios morales allí establecidos. Si el militar es disciplinado, subordinado y obediente como principios éticos esto implica que moralmente no se le permite que haga algo inmoral. Se entiende que los militares son seres humanos y como tales son seres morales y nadie deja de ser mortal por ser militar, sin embargo, convertirse en militar obliga al sujeto a enriquecer y desarrollar una conducta moralmente más elevada. Siendo el ámbito castrense una organización jerárquica, la autoridad parecer estar bien definida, por ello la legitimidad de las órdenes que emanan en el proceso establecido, en principio, no deberían tener cuestionamiento, sin embargo, aplica la restricción cuando éstas son inmorales, pues de origen ya no tienen legitimidad. el medio. Se puede dar el caso, de llegar a oír que un comandante diga: “haga esto, no me importa cómo, pero hágalo” es tácito que el que da la orden es moralmente responsable de cómo se realiza la tarea que ordena realizar. Los buenos comandantes deben preocuparse por cómo se realiza y estar atentos a los límites en los que se realiza. Los que ejercen autoridad, independientemente del nivel, deben sopesar si sus órdenes son justificables y pueden realizarse moralmente, pues aquel que no se preocupa de cómo se lleva a cabo sus órdenes o imparte órdenes moralmente inaceptable, no merecen ser militares bajo ningún concepto. Es indispensable que el oficial que imparte una orden, debe tener la conciencia de evitar ordenar a los subalternos lo que esa misma persona no haría. Hay que entender que la obediencia es una virtud compleja y muy relacionada con el cumplimiento del código de honor. Cuando una persona es la receptora de una orden, esto requiere anteponer la voluntad y sus prioridades de otro a las propias de esa persona y cuando se ordena requiere asumir responsabilidades sobre las cuales se tienen dudas y en ocasiones poco control, como se puede observar en la bidireccionalidad de la acción hace que sea un proceso difícil. Es indispensable que se actue reflexivamente y responsablemente, apegados al Código de Honor, así como a los principios éticos y morales que son las únicas herramientas que pueden llevar, a cualquier militar, a ser asertivo sin faltar a los pilares fundamentales del medio militar: disciplina, obediencia y subordinación. En muchas ocasiones las órdenes no son directas, ejemplo: ¡alto!, ¡marchen!, avanzar… hay órdenes más amplias que requieren que el sujeto emplee su buen juicio para ejecutarla: ¡toma la colina!, ¡proteja el flanco izquierdo!, eviten el paso del personal civil, entre otras. Se conoce por experiencia que los distintos niveles de la cadena de mando se van filtrando otras órdenes para su ejecución, en cada etapa la moralidad se puede ir reduciendo y se puede terminar por obedecer una orden arbitraria e inmoral. La discrecionalidad de toda orden plantea un fin y a veces no especifica 220 221 Liderazgo: fenómeno social y poder Humberto Batista Leal S e suele soñar con líderes en las incertidumbres. Es un hecho común para los humanos, esperar que personas iluminadas puedan surgir para solucionar las inquietudes de la sociedad. Cuando eso no ocurre, se dice que ya no hay líderes como antiguamente. La verdad es que, muchas veces, se ha soñado y reclamado sin saber exactamente lo que es el líder, lo que es el liderazgo y lo que es el ejercicio del poder. No es que anhelar la presencia de líderes sea cosa de moda. En verdad es una necesidad humana que se plasma en las personas en épocas de intensa anormalidad, es decir, durante las guerras y en situaciones de gran aflicción como son los largos periodos inflacionarios de un país y las tragedias resultantes de las calamidades de la naturaleza (terremotos, por ejemplo). Un símil que pudiésemos utilizar es que el liderazgo resulta análogo a como si se estuviera en un mar muy agitado durante una tormenta y se necesitara de un capitán para conducir a la tripulación hasta tierra firme. En el ambiente militar es común hablar de liderazgo, como si la actividad castrense sólo pudiera ser desarrollada por líderes, es decir, que todo jefe militar hubiera que ser necesariamente un líder. En la época actual, en que las instituciones militares de todo el mundo pasan por una fase de transición, con indefiniciones en cuanto a su misión constitucional, su organización, su presupuesto y su propia razón de existir, se ha discutido mucho en el medio castrense el papel del líder y el fenómeno del liderazgo. 223 Mientras los cuarteles viven intensamente sus incertidumbres, es común que surjan dentro de ellos un reclamo general por líderes, como si no bastara la existencia misma de los jefes que los guían. En Rusia, por ejemplo, desde hace años se desea solucionar el problema de la incapacidad operacional del antiguo y poderoso Ejército Rojo, hoy día reducido a una fuerza debilitada en la cual sus propios oficiales se suicidan por la imposibilidad de mantener dignamente a sus familias. En Latinoamérica, a su vez, se ha cuestionado mucho la existencia de las fuerzas armadas en el escenario posguerra fría, lo que se refleja en los constantes cortes de presupuesto para la defensa y en la idea de que las instituciones militares no tienen por que existir. Los ejércitos se ven prácticamente obligados a desempeñar labores policiales para las cuales no han sido previamente entrenados, como si esta fuera su nueva razón de existencia. Se suele decir que el enemigo ideológico de la Guerra Fría fue reemplazado por la delincuencia y por el narcotráfico. Es necesario agregar a las incertidumbres castrenses los problemas prácticos de las instituciones militares, vale decir, el desprestigio social de sus integrantes, los bajos sueldos, el obsoleto material de guerra, la falta de fondos para adiestramiento de las tropas y para el mantenimiento de la vida administrativa de los cuarteles, una supuesta disminución de las motivaciones del personal y el menor interés de la juventud por la carrera militar por falta de mayores atractivos. Eso es un problema serio, pues ningún país puede darse al derecho de romper su estructura de defensa, por lo menos hasta que se concrete la gran utopía que es la creación del nuevo hombre y del mundo comprometido absolutamente con la Paz. La situación es semejante a un laberinto oscuro, lo que despierta en todos el deseo de claridad, la misma claridad que supuestamente sólo los líderes pueden conceder. Pero, ¿qué es ser líder? Y ¿qué es el fenómeno del liderazgo? El escuchar: el lado oculto del lenguaje Rafael Echeverría L a comunicación humana tiene dos facetas: hablar y escuchar. Generalmente se piensa que es más importante el hablar, ya que éste parece ser el lado activo de la comunicación, mientras que al escuchar se le suele considerar como pasivo. Se supone que si alguien habla lo suficientemente bien (fuerte y claro) será bien escuchado. A partir de esta interpretación, el escuchar generalmente se da por sentado y rara vez se le examina como un asunto problemático. Sin embargo, un nuevo sentido común acerca de la importancia del escuchar está emergiendo. Las personas están empezando a aceptar que escuchan mal. Reconocen que, a menudo, les es difícil escuchar lo que otros dicen y que tienen dificultades en hacerse escuchar en la forma que desearían. Este fenómeno ocurre en todos los dominios de nuestras vidas. Por ejemplo, el tema del escuchar se ha convertido en una inquietud importante en nuestras relaciones personales. Es frecuente escuchar la queja: «Mi pareja no me escucha». Sin lugar a dudas, la comunicación inefectiva es una de las principales causas de divorcio. Cuando las personas hablan de «incompatibilidad» con su pareja, es el escuchar, nuevamente, el que está en el centro de sus inquietudes. En el campo de los negocios, el escuchar efectivo ha llegado a adquirir la máxima prioridad. Peter Drucker43, en unreciente libro escribió: «demasiados (ejecutivos) piensan que son maravillosos con las personas porque hablan bien. No se 43 Autor y conferencista estadounidense, experto en el área gerencial 224 225 dan cuenta de que ser maravillosos con las personas significa ‘escuchar’ bien». Tom Peters44 enfatiza que una de las principales razones del bajo rendimiento del management norteamericano es el hecho de que el manager no escucha a sus empleados, ni a sus clientes, ni lo que está sucediendo en el mercado. Peters recomienda «obsesionarse con escuchar». El problema, por supuesto, radica en ¿cómo hacerlo?, ¿en qué consiste saber escuchar? Sostenemos que mientras mantengamos nuestro tradicional concepto del lenguaje y la comunicación, difícilmente podremos captar el fenómeno del escuchar. Más aun, no seremos capaces de desarrollar las competencias requeridas para producir un escuchar más efectivo. El escuchar como factor determinante de la comunicación humana Si examinamos detenidamente la comunicación, nos daremos cuenta de que ella descansa, principalmente, no en el hablar sino en el escuchar. El escuchar es el factor fundamental del lenguaje. Hablamos para ser escuchados. El hablar efectivo sólo se logra cuando es seguido de un escuchar efectivo. El escuchar valida el hablar. Es el escuchar, no el hablar, lo que confiere sentido a lo que decimos. Por lo tanto, el escuchar es lo que dirige todo el proceso de la comunicación. Es sorprendente darse cuenta de la poca atención que le hemos prestado al fenómeno del escuchar. Si buscamos literatura sobre éste, encontraremos que es muy escasa. Las pocas cosas que se han escrito son generalmente de dudosa calidad. Durante siglos hemos dado por sentado el escuchar. Normalmente suponemos que para escuchar a otras personas solamente tenemos que exponernos a lo que dicen —debemos estar con ellas, hablarles, hacerles preguntas. Suponemos que haciendo esto, el escuchar simplemente va a ocurrir. No estamos diciendo que esto no sea importante o necesario. Lo que decimos es que no es suficiente. 44 Investigador estadounidense, experto en el área de Gerencia del Caos 226 La falacia de la transmisión de información La comprensión prevaleciente en nuestros días de la comunicación está basada en la noción de transmisión de información. Esta es una noción heredada de la ingeniería de la comunicación y desarrollada por C. Shannon45, entre otros. Se ocupa de la comunicación entre máquinas —esto es, entre un transmisor y un receptor (como sucede en los procesos de transmisión radial). Este marco, a pesar de su utilidad en cuestiones técnicas de transmisión, demuestra su deficiencia cuando se utiliza para comprender la comunicación humana. La noción de transmisión de información esconde, precisamente, la naturaleza problemática del escuchar humano. Esto sucede, a lo menos, por dos razones. Primero, porque nada dice acerca de uno de los principales aspectos de la comunicación humana —la cuestión del sentido. (Volveremos sobre este tema más adelante). Por el momento, digamos que cuando una máquina envía información a otra para lograr, por ejemplo, que se reproduzca un sonido o una imagen, o se ejecute una orden, no interesa lo que significa el mensaje enviado. Podemos hablar de una comunicación exitosa siempre y cuando la pantalla de nuestro televisor obtenga una imagen nítida y estable de lo que está sucediendo en el estudio. No nos preguntamos si tiene sentido para el televisor la imagen recibida. Cuando nos ocupamos de la comunicación humana, el asunto del sentido se torna primordial. No podemos abocarnos a ella sin considerar la forma en que las personas entienden lo que se les dice. La forma como hacemos sentido de lo que se dice es constitutiva de la comunicación humana. Y es también un aspecto fundamental del acto de escuchar. La noción de transmisión de información sólo opera como una metáfora cuando se usa en la comunicación humana. Sin embargo, es una mala metáfora, que distorsiona el fenómeno que pretende revelar. Segundo, nuestra forma tradicional de abordar la comunicación humana supone que los seres humanos se comunican entre sí de una manera instructiva. La comunicación 45 Filosofo y matemático estadounidense, autor de la teoría matemática de la comunicación 227 instructiva se produce cuando el receptor es capaz de reproducir la información que se le está transmitiendo. Pero los seres humanos, como ha argumentado el biólogo Humberto Maturana, no tienen los mecanismos biológicos necesarios para que el proceso de transmisión de información ocurra en la forma descrita por la ingeniería de la comunicación. Los seres humanos, como todos los seres vivos, son sistemas cerrados. Son «unidades estructuralmente determinadas». Esto significa que lo que les sucede en sus interacciones comunicativas está determinado por su propia estructura y no por el agente perturbador. Comúnmente no nos preocupamos siquiera de verificar si el sentido que nosotros damos a lo que escuchamos corresponde a aquel que le da la persona que habla. La mayoría de los problemas que enfrentamos en la comunicación surgen del hecho de que las personas no se dan cuenta de que el escuchar difiere del hablar. Y cuando lo que se ha dicho no es escuchado en la forma esperada, la gente llena esta «brecha crítica» con historias y juicios personales acerca de cómo son las otras personas, produciendo problemas todavía más profundos en la comunicación. Los seres humanos no poseen un mecanismo biológico que les permita «reproducir» o «representar» lo que «realmente» está ocurriendo en su entorno. No tenemos un mecanismo biológico que nos permita decir que nuestra experiencia sensorial (ver, oír, oler, degustar, tocar) «reproduce» lo que está «allá afuera». Escuchar no es oír No vemos los colores que hay allá afuera; sólo vemos los colores que nuestros sistemas sensoriales y nerviosos nos permiten ver. De la misma manera, no escuchamos los sonidos que existen en el medio ambiente independientemente de nosotros. Los sonidos que escuchamos son aquéllos predeterminados por nuestra estructura biológica. Las perturbaciones del medio ambiente sólo seleccionan reacciones predeterminadas de nuestra estructura. Las perturbaciones ambientales sólo «gatillan» nuestras respuestas dentro del espacio de posibilidades que nuestra estructura humana permite. Podemos señalar, por lo tanto, que existe «una brecha crítica» en la comunicación, entre decir (o hablar) y escuchar. Como dice Maturana: «El fenómeno de comunicación no depende de lo que se entrega, sino de lo que pasa con el que recibe. Y esto es un asunto muy distinto a ‘transmitir información’». Hasta ahora hemos diferenciado el hablar del escuchar. Ahora es necesario diferenciar el oír del escuchar. Oír es un fenómeno biológico. Se le asocia a la capacidad de distinguir sonidos en nuestras interacciones con un medio (que puede ser otra persona). Oír es la capacidad biológica que poseen algunas especies vivas de ser gatilladas por perturbaciones ambientales en forma tal que generen el dominio sensorial llamado sonido. Determinadas perturbaciones ambientales generan, en algunos organismos, lo que llamamos el fenómeno del oír. Y estas mismas perturbaciones podrían no generarlo en otros organismos. Sabemos, por ejemplo, que los perros oyen algunas perturbaciones que los humanos no oímos. Esto sucede porque poseen una estructura biológica diferente. Los organismos que pertenecen a una misma especie comparten la misma estructura biológica y son, normalmente, gatillados de una manera similar por una misma perturbación. Escuchar es un fenómeno totalmente diferente. Aunque su raíz es biológica y descansa en el fenómeno del oír, escuchar no es oír. Escuchar pertenece al dominio del lenguaje, y se constituye en nuestras interacciones sociales con otros. Este es un punto crucial. Normalmente damos por sentado que lo que escuchamos es lo que se ha dicho y suponemos que lo que decimos es lo que las personas van a escuchar. Lo que diferencia el escuchar del oír es el hecho de que cuando escuchamos, generamos un mundo interpretativo. El acto de escuchar siempre implica comprensión y, por lo tanto, interpretación. Cuando atribuimos una interpretación a un sonido, pasamos del fenómeno del oír al fenómeno del escuchar. Escuchar es oír más interpretar. No hay escuchar si no hay involucrada una actividad interpretativa. 228 229 Podemos concluir, entonces, que decimos lo que decimos y los demás escuchan lo que escuchan; decir y escuchar son fenómenos diferentes. Aquí reside el aspecto activo del escuchar. Cuando observamos que escuchar implica interpretar, nos damos cuenta de que el escuchar no es la dimensión pasiva de la comunicación que se suponía que era. El factor interpretativo es de tal importancia en el fenómeno del escuchar que es posible escuchar aun cuando no haya sonidos y, en consecuencia, aun cuando no haya nada que oír. Efectivamente, podemos escuchar los silencios. Por ejemplo, cuando pedimos algo, el silencio de la otra persona puede ser escuchado como una negativa. También escuchamos los gestos, las posturas del cuerpo y los movimientos en la medida en que seamos capaces de atribuirles un sentido. Esto es lo que permite el desarrollo de lenguajes para los sordos. El cine mudo también proporciona un buen ejemplo de cómo podemos escuchar cuando no hay sonidos. El oír y el escuchar, insistimos, son dos fenómenos diferentes. Desde una comprensión descriptiva a una comprensión generativa del lenguaje Normalmente pensamos que escuchamos palabras. Nuestra capacidad de organizar las palabras en unidades más grandes nos permite escuchar oraciones. Nuestra capacidad de organizar oraciones en unidades aún mayores nos permite escuchar relatos, narrativas, historias. Pero, en última instancia, todo pareciera reducirse a palabras. En nuestra interpretación tradicional, las palabras rotulan, nombran o hacen referencia a un objeto, un acontecimiento/ una idea, etcétera. Se nos dice que el significado de una palabra es su conexión con aquello a lo que se refiere. Como no siempre podemos señalar el objeto, acontecimiento, idea, etcétera, a que se refiere la palabra, el significado de una palabra se establece, comúnmente, por medio de una definición. La definición proporciona un significado a la palabra usando otras palabras que se refieren a ella. Si no conocemos el significado de una palabra, consultamos un diccionario. Allí cada palabra se muestra junto a otras palabras. En un diccionario, el significado vive en un universo de palabras. La interpretación anterior es consistente con el antiguo supuesto de que el lenguaje es un instrumento pasivo para 230 describir la realidad. Nosotros decimos que esta interpretación produce una comprensión estrecha del fenómeno del escuchar. Nosotros sustentamos una interpretación diferente del lenguaje. Para nosotros, el lenguaje no es sólo un instrumento que describe la realidad. Sostenemos que el lenguaje es acción. Decimos que cuando hablamos actuamos, y cuando actuamos cambiamos la realidad, generamos una nueva. Aun cuando describimos lo que observamos, pues obviamente lo hacemos, estamos también actuando, estamos «haciendo» una descripción y esta descripción no es neutral. Juega un papel en nuestro horizonte de acciones posibles. A esto le llamamos la capacidad generativa del lenguaje —ya que sostenemos que el lenguaje genera realidad. Basándonos en la premisa anterior, generamos una comprensión diferente de lo que es el fenómeno de conferir sentido. Ludwig Wittgenstein, dijo que «El significado de una palabra es su uso en el lenguaje». Pero apuntar al «uso» de una palabra es, desde ya, apuntar a las acciones en las cuales tal palabra es traída a la mano, de una forma que hace sentido. Sostenemos que si queremos captar el sentido de lo que se dice, debemos examinar las acciones involucradas en el hablar. Cuando escuchamos, no escuchamos solamente palabras, escuchamos también acciones. Esto es clave para comprender el escuchar. Las acciones comprendidas en el hablar Cuando hablamos, normalmente no ejecutamos una acción, sino tres tipos diferentes de acciones relevantes para el proceso de la comunicación humana. Estos tres tipos de acciones fueron originalmente distinguidos por el filósofo británico J.L. Austin. En un primer nivel, está el acto de articular las palabras que decimos. Esta es la acción de decir lo que decimos. Austin los llamó «actos locucionarios». Decir, por ejemplo, «Estaré ocupado mañana», constituye una acción diferente de decir «No tengo ganas». Estos no son sólo diferentes sonidos, ni son sólo diferentes palabras, sino también son acciones diferentes. Como tales, generan un escuchar diferente y consecuencias diferentes en nuestra coordinación de acciones con otros. 231 En un segundo nivel, está la acción comprendida en decir lo que decimos. Austin los llamó «actos ilocucionarios». Ambas expresiones mencionadas arriba pueden ser, por ejemplo, maneras de rehusar la petición «¿Podría asistir a nuestra reunión de mañana?» Ambas son negativas a esta petición y, como tales, implican una misma acción y son escuchadas como lo mismo (esto es, como negativas), sin perjuicio de que ambas negativas sean escuchadas en forma diferente, en razón de sus diferencias a nivel locucionario. Nuestra taxonomía de los actos lingüísticos básicos —a saber, afirmaciones, declaraciones, peticiones, ofertas y promesas—, opera en este segundo nivel. Existe finalmente, según Austin, un tercer nivel de acción comprendido en el habla. Austin llamó a este tercer nivel «actos perlocucionarios». Aquí no nos preocupamos de lo que se dijo (primer nivel), ni de las acciones de formular una petición, una oferta, una declaración, etcétera (segundo nivel), sino de la acciones que tienen lugar porque se dijo algo, aquellas que se producen como consecuencia o efecto de lo que decimos. Así, por ejemplo, un determinado acto ilocucionario puede asombrar, convencer, fastidiar, etcétera. Siguiendo a Austin, por lo tanto, podemos decir que cuando escuchamos, escuchamos los tres niveles de acción. Primero, escuchamos el nivel de lo que se dijo y cómo fue dicho. Segundo, escuchamos el nivel de la acción involucrada en lo que se dijo (sea esto una afirmación, una declaración, una petición, una oferta o una promesa). Tercero, escuchamos el nivel de las acciones que nuestro hablar produce. En esta interpretación del lenguaje, las palabras son herramientas que nos permiten mirar hacia todos esos niveles de acciones. Examinemos algunos ejemplos. Si pregunto a un cliente, «¿Puedo llamarlo la próxima semana para continuar esta conversación?» y él replica «De acuerdo», yo bien podría escuchar, además de su aceptación, «El está interesado en mi producto». Si pregunto a Emilia, «¿Qué vas a hacer la noche de Año Nuevo?» y ella responde «Me quedaré en casa», yo podría escuchar «Emilia quiere eludir las tensiones que le producen las actividades sociales». Si mi hijo pregunta, «Papá, ¿me puedes dar cincuenta dólares?» yo podría escuchar «Está planeando salir con su novia». Obviamente esto no fue lo que se dijo; pero sí fue lo que yo escuché. No nos olvidemos que decimos lo que decimos y escuchamos lo que escuchamos. En todos estos ejemplos, lo que escuchamos simplemente no fue dicho, pero no por eso implica que escuchamos mal. Por el contrario, podríamos estar escuchando en forma bastante efectiva. Postulamos que esta parte del escuchar, que va más allá del hablar, es un aspecto primordial del escuchar efectivo. Es más, se trata de un aspecto fundamental del fenómeno del escuchar humano. Ciertamente, lo que escuchamos puede a veces ser válido y otras no. ¿Dónde está la diferencia? ¿Cómo podemos aumentar nuestra capacidad para escuchar de un modo más efectivo? Para responder a estas preguntas debemos hacer algunas otras distinciones que nos llevarán más allá de las acciones directamente comprendidas en las interacciones comunicativas. El supuesto de «intención» para dar sentido a nuestras acciones Sin embargo, todo esto es aún insuficiente para entender cabalmente el escuchar. Hasta ahora hemos visto cómo las acciones del hablar repercuten en el escuchar. Hemos reconocido que el lenguaje es acción, basándonos en el reconocimiento de que hablar es acción. Sostenemos que esto aún corresponde a una comprensión parcial de la naturaleza activa y generativa del lenguaje. Lo que falta es ir más allá de la fórmula «hablar => acción» y descubrir la naturaleza activa del escuchar. Hemos dicho que cuando escuchamos, no solamente escuchamos las palabras que se hablan; también escuchamos las acciones implícitas en el hablar. Y hemos visto recién que escuchar estas acciones es sólo una parte de lo que escuchamos. Escuchar las acciones implícitas en el acto de hablar no es suficiente para asegurar un escuchar efectivo. ¿Qué falta? ¿Qué más incluye el escuchar? 232 233 Cada vez que escuchamos una acción, normalmente nos hacemos dos preguntas básicas. La primera es: ¿Para qué está la persona ejecutando esta acción? La segunda es: ¿Cuáles son las consecuencias de esta acción? Según la forma en que respondamos a estas preguntas, la misma acción puede ser escuchada de maneras muy diferentes. Nos vamos a ocupar aquí y en la siguiente sección de la primera de estas preguntas. Cuando escuchamos una acción, no sólo la identificamos, también respondemos, de una u otra forma, la pregunta «para qué» se está ejecutando la acción. O, dicho de otra forma, «qué» lleva a alguien a decir lo que dice. ¿Cómo hacemos esto? ¿Cuáles son las suposiciones que hacemos cuando respondemos la pregunta? Tradicionalmente, nos hacemos cargo de la pregunta «para qué» se efectúa una acción, bajo el supuesto de que «tras» ella hay lo que llamamos «intenciones». Suponemos que normalmente encontraremos una intención tras la acción de una persona. Las acciones aparecen como respuestas a un propósito, un motivo o una intención. Y se supone que estas intenciones residen en nuestra conciencia o mente. Este supuesto (que se remonta al tiempo de los antiguos griegos), es uno de los cimientos de la tradición racionalista. El racionalismo supone que generalmente hay una intención o una meta consciente tras toda acción. La tradición racionalista busca las «razones» de las personas para actuar en la forma en que lo hacen. Una acción es considerada racional si corresponde a las intenciones conscientes que nos hemos fijado al ejecutarla. Desde esta perspectiva, uno de los factores básicos que hace que una acción tenga sentido es su intención. Por lo tanto, una de las formas en que damos sentido a una acción es descubriendo la «verdadera intención» que hay tras ella. Una acción que es coherente con su «razón» o «intención verdadera» es una acción racional. Pero, nos preguntamos, ¿tiene sentido postular la existencia de algo así como una «verdadera intención» tras una acción?. La solución ofrecida por Freud Este problema se le presentó también a Sigmund Freud y es quizás interesante, examinar cómo lo encaró. Freud comen234 zó efectuando dos contribuciones importantes en relación a este problema. La primera fue el señalar que los seres humanos actúan, a menudo, sin intenciones conscientes —sin un conocimiento claro de lo que hacen y de por qué lo hacen. La segunda es que aun cuando ellos creen saber por qué están haciendo lo que hacen, las razones que esgrimen pueden ser legítimamente impugnadas. Esto es precisamente parte de la labor del terapeuta. Este se permite impugnar las «razones» del paciente y ofrecer «razones» diferentes. Hasta aquí no tenemos problemas con Freud. Por el contrario, lo que nos está proponiendo nos resulta coherente y su posición, hasta ahora, la consideramos una importante contribución. Sin embargo, discrepamos con los pasos siguientes dados por Freud como forma de generar una interpretación que sea coherente con su postulado de que la conciencia que los individuos tienen de las razones de su actuar (sus intenciones) no es confiable. Dado que no podemos apoyarnos en las intenciones conscientes para comprender el comportamiento humano, Freud sugirió la existencia de otra entidad—el inconsciente. Las intenciones inconscientes son aquellas que, supuestamente, residen en el inconsciente y logran ser «descubiertas» por el terapeuta. Examinemos el carácter de la solución ofrecida por Freud. Este no impugna el postulado según el cual actuamos a partir de intenciones. Habiendo reconocido un problema en la interpretación tradicional procuró resolverlo dentro del marco de algunos de los supuestos aceptados en su época. Uno de ellos es el supuesto que llamamos de la primacía de la mente o la conciencia, que forma otro de los pilares del programa metafísico. Como la conciencia, según Freud, no es capaz de explicar algunas de nuestras acciones, no hay más que suponer que tiene que existir otra entidad, de rango similar al de la conciencia, pero diferente de ella por cuanto no se asocia a los fenómenos conscientes. Qué mejor, entonces, que suponer la existencia de una especie de «otra mente», con la diferencia de que ésta no es consciente. Ahora en vez de una mente, sucede que tenemos dos: una consciente y otra inconsciente. Con ello nos mantenemos dentro de la tradición que utiliza la mente como principio explicativo de la acción humana. 235 Con esta solución, no hay tampoco necesidad de cuestionar el marco interpretativo del cual tradicionalmente se ha nutrido nuestro concepto de intención. En vez de cuestionar el concepto de intención, Freud lo expande. Postula que además de nuestras intenciones conscientes, tenemos también intenciones inconscientes. No coincidimos con la solución ofrecida por Freud a este problema. Cuestionamiento del concepto de intención Uno de los problemas del supuesto de intenciones es que implica partir cada acción en dos —la acción misma y la acción que nos lleva a actuar. Puesto que la acción que nos lleva a actuar es una acción en sí misma, ésta puede dividirse en dos nuevamente, la acción que nos lleva a actuar, por sí misma, y la acción que nos lleva a la acción, que nos lleva a actuar, y así sucesivamente en regresión infinita. Al procederse así, también se divide en dos a la persona que actúa —la persona revelada por las acciones que realiza y la persona que supuestamente está decidiéndose a actuar. Y entramos nuevamente en una regresión infinita, ya que el decidirse a actuar es, en sí mismo, una acción que supuestamente alguien hace. Esto se conoce como «la falacia del humunculus» (palabra en latín que quiere decir pequeño hombrecito), en que suponemos que tras cada persona hay otra personita manejando el timón. La idea de que cada acción implica un yo que la hace ser similar a aquella que sostiene que, cada vez que vemos una flecha volando, debe haber un arquero que la disparó. Si hay una acción, suponemos que un agente o una persona (el arquero) la hizo. La humanidad ha estado atrapada en este supuesto desde hace mucho tiempo. Si algo sucedía, suponíamos que había por necesidad alguien que hizo que ello ocurriera. La lluvia, los truenos, las enfermedades y su recuperación, las cosechas — aun ganarse la lotería—, eran todas acciones ejecutadas por individuos invisibles. Gran parte de los dioses que los seres humanos se han dado en el curso de la historia, fueron inventados a partir de este supuesto. 236 El separar la acción de la persona (el yo), puede haberse originado en la forma en que hablamos. Normalmente decimos «Yo escribí esta carta» o «Yo acepto su oferta», denotando un «yo» tras la acción de escribir la carta o de aceptar la oferta. Las limitaciones de nuestro lenguaje a menudo ocasionan problemas filosóficos altamente sofisticados. Es interesante observar que una de las fortalezas del pensamiento científico es que, desde sus comienzos, se liberó del supuesto de que hay una persona creando los fenómenos. Se cuenta la anécdota de que algún tiempo después de publicar su obra maestra acerca de la estructura del universo, el astrónomo francés Laplace se encontró con Napoleón. La anécdota señala que luego de felicitarlo por su obra, el emperador preguntó: «Sr. Laplace, ¿cómo pudo usted escribir esta obra tan larga sin mencionar, ni siquiera una vez, al Creador del Universo?» A lo que Laplace contestó, «Sire, je n’ai pas eu besoin de cette hypothése» (Majestad, no tuve necesidad de tal hipótesis). Friedrich Nietzsche fue, nuevamente, uno de los primeros pensadores en observar el hecho de que realizamos esta extraña operación de separación que hemos descrito arriba. Escribe Nietzsche: «... [el lenguaje] entiende y malentiende que todo hacer está condicionado por un agente, por un ‘sujeto’. (...) del mismo modo que el pueblo separa el rayo de su resplandor y concibe al segundo como un hacer, como una acción de un sujeto que se llama rayo. (...) Pero tal sustrato no existe; no hay ningún ‘ser’ detrás del hacer, del actuar, del devenir; el ‘agente’ ha sido ficticiamente añadido al hacer, el hacer es todo». Al igual que Nietzsche, postulamos que «el agente es una ficción, el hacer es todo». Sostenemos que la acción y el sujeto (el «yo») que ejecuta la acción no pueden separarse. En realidad, son las acciones que se ejecutan las que están permanentemente constituyendo el «yo». Sin acciones no hay «yo» y sin «yo» no hay acciones. La flecha, el arco y el arquero en este caso se generan simultáneamente. La flecha que vuela está constituyendo al arquero. Somos quienes somos según las acciones que ejecutamos (y esto incluye los actos de hablar y de escuchar). -Albert Einstein adoptó una posición similar. En una conferencia que dictó en Inglaterra sobre la metodología de 237 la física teórica, dijo que si queremos entender lo que hace un científico no debiéramos basarnos en lo que él nos diría acerca de sus acciones. Debiéramos limitarnos a examinar su obra. Esta es también una de las posiciones centrales de la epistemología desarrollada por el filósofo de las ciencias francés, Gastón Bachelard. Cuando actuamos (y también cuando hablamos y escuchamos —esto es, cuando estamos en conversación) estamos constituyendo el «yo» que somos. Lo hacemos tanto para nosotros mismos como para los demás. Nuestras acciones incluyen tanto nuestros actos públicos, como los privados; tanto nuestras conversaciones públicas, como las privadas. Pero hacer una separación entre actos públicos y privados (o conversaciones públicas y privadas) es algo muy diferente de separar al «yo» de sus acciones. La noción misma de intenciones se desmorona al oponernos a separar a la persona de sus acciones. No viene al caso, por lo tanto, buscar nuevas clases de intenciones para entender el comportamiento humano, como lo hiciera Freud. Es el supuesto mismo de intención el que debe ser sustituido. La pregunta es: ¿Podemos prescindir de él? ¿Podemos darle un sentido al comportamiento humano sin presuponer una intención tras la acción?. De intenciones a inquietudes Proponemos una interpretación completamente diferente. Decimos (inspirándonos en la filosofía de Martín Heidegger), que cada vez que actuamos podemos suponer que lo hacemos para hacernos cargo de algo. Tal como lo señaláramos previamente, a este algo, sea ello lo que sea, le llamamos inquietud. Podemos decir, por lo tanto, que una acción se lleva a cabo para atender una inquietud. Decimos que una inquietud es la interpretación que damos sobre aquello de lo que nos hacemos cargo cuando llevamos a cabo una acción. Por lo tanto, es lo que le confiere sentido a la acción. Si no podemos atribuir una inquietud a una acción, ésta pierde sentido. Hasta ahora, esto se parece mucho a la vieja concepción racionalista que habla de intenciones. ¿No estaremos simplemente llamando inquietudes a las intenciones? ¿No estaremos usando nombres diferentes para hablar de lo mismo? Sostenemos que no. Lo que marca la 238 diferencia entre inquietud e intención es lo siguiente: no estamos diciendo que haya una intención «tras» una acción, no estamos diciendo que sean las intenciones las que guían nuestras acciones, no estamos diciendo que la mente esté guiando nuestros actos. Sostenemos que una inquietud es una interpretación que confiere sentido a las acciones que realizamos. Es un relato que fabricamos para darle sentido al actuar. En vez de buscar «razones» para actuar en la forma en que lo hacemos, tenemos relatos, «historias». Más aun, nuestras «razones» no son otra cosa que «historias» que nos construimos. Fabricamos algunas historias después de realizar las acciones y, otras, antes de hacerlo. Lo que llamábamos intenciones no son más que historias, esto es, interpretaciones que le dan sentido a nuestras acciones. Pero, una vez más, ¿cuál es la diferencia? En este momento, cobra importancia la cuestión del escuchar. Postulamos que el lugar en que debemos buscar las inquietudes no es «tras» la acción, ni en la mente de las personas, sino en el escuchar lo que esta acción produce. Cuando observamos las acciones de las personas y cuando las escuchamos hablar (y ahora ya sabemos que el hablar es una acción), les otorgamos un sentido construyendo historias acerca de qué es aquello de lo que las acciones se hacen cargo. Decimos que las inquietudes no están radicadas en la acción misma o en la mente o la conciencia de la persona que actúa, sino en cómo las interpretamos (o escuchamos). Como tal, una inquietud es siempre un asunto de interpretación y de reinterpretación. Nadie es dueño de las inquietudes, nadie tiene autoridad final para dar con la «inquietud verdadera». Ni nosotros, cuando hablamos del sentido de nuestras acciones, ni el terapeuta cuando nos ofrece sus interpretaciones. Cada uno tiene derecho a sus propias interpretaciones, a sus propias historias sobre sus acciones y las de los demás. El hecho de que tengamos historias acerca de nuestras propias acciones no las hace verdaderas. Ciertamente, algunas interpretaciones pueden estar mejor o peor fundamentadas, pueden ser más o menos válidas, o más o menos poderosas. Según sea la interpretación que sostengamos, se nos abrirán ciertas posibilidades y se nos cerrarán otras. Esto nos permite apoyar o refutar algunas 239 interpretaciones. No estamos diciendo que, por ser interpretaciones, todas ellas sean iguales. Historias diferentes crean mundos diferentes y formas de vida diferentes. Nuestras historias no son, en modo alguno, triviales. sonas que se permiten interpretar constantemente lo que la gente a su alrededor está diciendo y haciendo. Quienes saben escuchar son buenos constructores de narrativas, buenos productores de historias. Las inquietudes son interpretaciones del sentido de nuestras acciones. Son historias que son capaces de conferir sentido por cuanto responden a la pregunta sobre el qué es aquello de lo que el actuar se hace cargo. Así como el sentido de las palabras remite a las acciones que realizamos con ellas, el sentido de las acciones remite a las interpretaciones que construimos a través del lenguaje, con el poder de la palabra. No hay salida de las redes del lenguaje. Para escuchar debemos permitir que los otros hablen, pero también debemos hacer preguntas. Estas preguntas nos permiten comprender los hechos, emitir juicios bien fundados y elaborar historias coherentes. Los que saben escuchar no aceptan de inmediato las historias que les cuentan. A menudo las desafían. No se satisfacen con un solo punto de vista. Están siempre pidiendo otra opinión, mirando las cosas desde ángulos diferentes. Como tejedores, producen historias que, paso a paso, permitirán ir distinguiendo con mayor claridad las tramas del acontecer. El punto que deseamos enfatizar, sin embargo, es que estas interpretaciones —estas historias—, residen en el escuchar de las acciones. Las inquietudes son distintas de las intenciones, puesto que ellas no residen en el orador sino en el que escucha. Y puesto que somos capaces de escuchar y observar nuestras propias acciones, también podemos atribuirles un sentido. Puesto que somos capaces de escuchar posibilidades de acción, también podemos atribuir sentido a acciones que aún no han sido ejecutadas. Cuando hacemos esto, la gente comúnmente habla de intenciones. Nosotros proponemos hablar de inquietudes. Lo que hemos llamado intenciones se muestra, por lo tanto, como un caso particular, como un subconjunto, de lo que hemos designado con la distinción de inquietud. Cuando escuchamos, por lo tanto, escuchamos las inquietudes de las personas. Escuchamos el por qué las personas realizan las acciones que realizan. Esto es lo que me permite escuchar que mi hijo quiere salir con su novia cuando me pide cincuenta dólares. Esto es lo que me permite escuchar que alguien desea hacerse rico cuando dice que quiere dedicarse a los negocios. Y esto es lo que me permite escuchar que mi esposa podría estar molesta cuando me dice que no tiene deseos de ir al cine conmigo. Nadie dijo lo que escuché; pero yo lo escuché de todos modos. Al desplazarnos de las intenciones a las inquietudes cambiamos radicalmente el centro de gravedad del fenómeno del escuchar. Al alejarnos del supuesto de que el acto de escuchar es pasivo, podemos ahora observar el escuchar como una acción a realizar —como una acción que puede ser diseñada— y como una acción que se basa en competencias específicas que podemos aprender. Al reemplazar las intenciones por las inquietudes se realiza un vuelco copernicano. La búsqueda de las «verdaderas intenciones» de las personas ya no tiene ningún sentido. Cuando escuchamos, también construimos una historia acerca del futuro Cuando escuchamos, no permanecemos como observadores neutrales e indiferentes. Estamos reconstruyendo las acciones del orador e inventando historias acerca de por qué éste dijo lo que dijo (esto es, estamos respondiendo la pregunta «de qué se está haciendo cargo el que habla al hablar»). Cuando escuchamos no somos receptores pasivos de lo que se está diciendo. Por el contrario, somos activos productores de historias. El escuchar no es, como a menudo suponemos, el lado pasivo de la comunicación —es completamente activo. Las personas que saben escuchar son per- Sin embargo, hay un aspecto adicional que también participa en nuestro escuchar. Los seres humanos estamos obligadamente comprometidos con el mundo en que vivimos. Sabemos que lo que nos será posible en la vida no sólo depende de nosotros, sino también de lo que acontezca en ese mundo al que estamos atados y que llevamos siempre con nosotros. Una de las grandes contribuciones de Heidegger ha sido el postular que no podemos separar el ser que so- 240 241 mos, del mundo dentro del cual somos. El fenómeno primario de la existencia humana es «ser-en-el-mundo», o, como lo llama también Heidegger, Dasein. Es sólo a partir de este reconocimiento que podemos proceder a examinar cada uno de los términos (ser y mundo) de esta unidad primaria. En función de nuestra relación indisoluble con un mundo, todo lo que acontece en él nos concierne. Una dimensión ontológica básica de la existencia humana es una inquietud permanente por lo que acontece en el mundo y por aquello que lo modifica. Al reconocer que el hablar es actuar y, por lo tanto, un intervención que transforma el mundo, reconocemos también otro aspecto crucial del escuchar. En la medida en que el hablar es acción, todo hablar trae consecuencias en nuestro mundo. Todo hablar es capaz de abrirnos o cerrarnos posibilidades. Todo hablar tiene el potencial de modificar el futuro y lo que nos cabe esperar de él. Cuando escuchamos, por lo tanto, lo hacemos desde nuestro compromiso actual con el mundo. No podemos evitar preguntarnos «¿Cuáles son las consecuencias de lo que se está diciendo?» «¿De qué forma lo dicho altera el curso de los acontecimientos?» «¿De qué forma el futuro se ve afectado a raíz de lo que se dice?» «¿De qué forma el mundo se rearticula a partir de lo dicho?» Pero, por sobre todo, «¿De qué forma las transformaciones que genera el hablar afectan mis inquietudes?» «¿Qué oportunidades, qué peligros, conllevan estas transformaciones?». A menudo estimamos que lo dicho no va a cambiar nuestro mundo en forma significativa. Cuando hacemos este juicio, podemos adoptar una actitud neutral frente a lo que se dijo. Pero nuestra capacidad de escuchar algo en forma neutral proviene siempre de nuestro grado de compromiso con el mundo. El compromiso es primario, la neutralidad es siempre un derivado. El escuchar trasciende, va más allá de nuestra capacidad de reconstruir las acciones comprendidas en el hablar. Esto sucede no solamente porque inventamos historias acerca de las inquietudes del orador, como lo examináramos anteriormente, sino también porque emitimos juicios y construimos 242 historias (acerca de esas acciones) en términos de sus consecuencias para nuestro futuro. No hay escuchar que no esté basado en el futuro del que escucha. Aquí la pregunta no es cuál es el futuro que visualiza el orador cuando habla. Esto se resuelve formulando una pregunta acerca de las inquietudes del orador. Lo que está en juego aquí es el modo como el oyente escucha que esas acciones afectarán su propio futuro. Cuando conversamos, bailamos una danza en la que el hablar y el escuchar se entrelazan. Todo lo que uno dice es escuchado por el otro, quien fabrica dos clases de historias. Una, acerca de las inquietudes del orador cuando dice lo que dice y, la otra, acerca de la forma en que lo que se dijo afectará el futuro del que escucha (sus propias inquietudes). Ambas partes están haciendo esto al mismo tiempo. El filósofo alemán Hans-Georg Gadamer, discípulo de Martín Heidegger, le ha llamado «la fusión de horizontes». Gadamer escribió: «...la fusión de horizontes que ocurre en el entendimiento es el real logro del lenguaje... la naturaleza del lenguaje es una de las interrogantes más misteriosas sobre las que el hombre puede reflexionar. El lenguaje está tan extrañamente cerca de nuestro pensamiento y cuando opera es un objeto tan minúsculo, que parece escondernos su propio ser» Lo que es interesante señalar, sin embargo, es que esta «fusión de horizontes» (o «fusión de historias», como la llamaríamos nosotros) sucede en el escuchar de ambas partes. Cada parte aporta no tan sólo una historia a la conversación. Ambas contribuyen con dos —una sobre las inquietudes de su interlocutor y la otra sobre sí mismo. En el acto de escuchar, ambas partes producen esta «fusión de horizontes». La forma en que la fusión se realiza en cada una de ellas nunca es la misma. La matriz básica del escuchar Es importante detenernos por un momento y hacer una recapitulación sobre el camino recorrido. Ello nos dará U oportunidad de alcanzar una visión de conjunto, hacer algu243 nas aclaraciones adicionales y mover la argumentación a un terreno diferente. Lo que hemos sostenido hasta ahora es que el fenómeno del escuchar surge cuando, a partir de nuestra capacidad biológica de oír sonidos, somos también capaces de remitir esos sonidos a un dominio consensual en el que, para una comunidad determinada, ellos se ven iluminados de sentido. Dentro de una comunidad, esos extraños sonidos que sus miembros emiten abren la posibilidad de coordinar acciones conjuntamente y de coordinar la coordinación de sus acciones. Los sonidos emitidos dejan de ser simplemente ruidos y pasan a ser palabras, oraciones, narrativas. Su intercambio constituye el mundo de las conversaciones. El escuchar, por lo tanto, implica ir más allá de la capacidad de oír los sonidos en cuanto a sonidos y ser capaces de interpretar su sentido en virtud de su referencia al dominio consensual. Escuchar, hemos dicho, es oír más interpretar. El factor decisivo en esta ecuación es el de la interpretación. La gran contribución de la lingüística ha sido el estudiar el lenguaje como un sistema de signos y, por lo tanto, de sonidos que remiten a determinados referentes y que están sujetos a determinadas normas de funcionamiento entre sí. La gran contribución de la filosofía del lenguaje ha sido el superar la tradicional concepción descriptiva del lenguaje y el reconocimiento del lenguaje como acción y, por tanto, con capacidad de transformar el mundo. La ontología del lenguaje busca llevar la comprensión de éste al ámbito de una comprensión diferente de la existencia humana. Su mirada, por lo tanto, es existencial. Es dentro de ese contexto que estamos analizando el fenómeno del escuchar. a) El Ámbito de la Acción. Una primera forma a través de la cual conferimos sentido al hablar (y que, por lo tanto, constituye el escuchar) guarda relación con identificar las acciones comprometidas en el hablar. A este respecto, utilizábamos la propuesta de Austin para hablar de tres tipos de acciones involucradas: las acciones locucionarias, las ilocucionarias y las perlocucionarias. Las acciones locucionarias, decíamos, son aquellas que tienen relación con lo que se dice. Las acciones ilocucionarias tienen relación con aquello que se ejecuta al decir lo que se dice (afirmar, declarar, pedir, ofrecer y prometer). Las acciones perlocucionarias, con los efectos en el otro que resultan del decir lo que se dijo (indignar, persuadir, enternecer, etcétera). A estos tres tipos de acciones señalados por Austin, podemos añadir dos tipos más que también pueden estar involucrados en el hablar. Para ilustrarlos tomemos el ejemplo de alguien que dice, «Fernando, te pido que le pidas disculpas a Verónica». La acción global involucrada. Más allá de las acciones indicadas por Austin, podemos reconocer que esta petición puede, además de ser tal, formar parte de una acción más amplia. En este caso, esta petición podría ser parte de la acción de efectuar un reclamo, dentro del cual se le pide a Fernando que se disculpe frente a Verónica. Lo que importa reconocer aquí es que el hecho de que las acciones ilocucionarias pueden ser componentes de acciones globales más complejas. Si bien podemos reducir las acciones ilocucionarias a un número restringido de ellas, las acciones globales que se pueden realizar con ellas son infinitas. Depende de los juegos de lenguaje que se sea capaz de inventar. Hasta el momento hemos postulado que el escuchar, una vez rescatado de una interpretación que lo circunscribe a una dinámica al interior de un sistema de signos, remite a tres ámbitos diferentes: el ámbito de la acción, el ámbito de las inquietudes (que le confieren sentido a la acción) y el ámbito de lo posible (definido por las consecuencias de las acciones del hablar). Volvamos brevemente la mirada sobre cada uno de estos tres ámbitos. La acción asociada. Este mismo ejemplo nos muestra la posibilidad de un quinto tipo de acción que puede también estar involucrado al hablar, particularmente cuando ejecuto peticiones y ofertas y, por lo tanto, participo en el juego de las promesas. Se trata, obviamente, de la acción que es materia de promesa. En este caso la acción de pedirle disculpas a Verónica. Llamaremos a ésta, la acción asociada a la acción ilocucionaria. Tal como hemos dicho anteriormente, ésta es un acción que puede, como no puede, ser lingüística. 244 245 b) El Ámbito de las Inquietudes. Hemos sostenido también que además de escuchar los diferentes tipos de acciones que hemos indicado arriba, al escuchar generamos una interpretación sobre aquello de lo que la persona que habla se está haciendo cargo al hablar. Es lo que hemos llamado inquietud. Examinemos qué importancia puede tener el saber escuchar, en el ámbito de las inquietudes. La convivencia con otros descansa, en una medida importante, en nuestra capacidad de atendernos mutuamente, de hacernos cargo de las inquietudes que mutuamente tenemos. Ello guarda relación con la preocupación y cuidado por el otro. Una de las maneras de realizar esto es a través del cumplimiento de las peticiones que el otro nos hace. Esta, sin embargo, no es la única forma. Una buena relación interpersonal (sea ésta de pareja/ de padre e hijos, de trabajo, con nuestros clientes, etcétera) descansa, en medida importante, en nuestra capacidad de hacernos cargo del otro antes de que éste lo pida. Esto lo logramos escuchando las inquietudes del otro y haciéndolas nuestras. Con ello procuramos evitarle a la otra persona que llegue al punto en que tenga que pedir. Sabemos que cuando se pide, de alguna forma ya se llega tarde. Usando una distinción que introduciremos más adelante diremos que ya se quebró la transparencia. Quien pide ya hizo el juicio de que algo faltaba, de que existe una insatisfacción que requiere ser satisfecha (lo que se manifiesta, precisamente, en pedir tales condiciones de satisfacción). En toda relación basada en el cuidado y el esfuerzo por procurar la satisfacción del otro, el momento de la petición implica que llegamos tarde, que el otro ya alcanzó el punto de la insatisfacción. En muchas circunstancias ello no se puede evitar. No existe, por ejemplo, un matrimonio que sea tan perfecto que los cónyuges no se vean obligados a hacerse peticiones. Pero mientras menos tengamos que pedir para alcanzar satisfacción mejor será la relación. Lo mismo podemos decir sobre la relación con nuestros clientes. Mientras menos el cliente tenga que recurrir a nosotros para encontrar satisfacción, mejor será el producto que le vendamos. Un buen servicio, por muy importante 246 que sea, no sustituye un producto que no requiere del servicio. El saber escuchar las inquietudes del cliente, para luego poder hacernos cargo de ellas, es factor determinante en nuestra capacidad de producir calidad. Cualquier labor que se caracteriza por brindar apoyo logístico al trabajo de otro (tomemos el de una secretaria), se alcanza no sólo a través del adecuado cumplimiento de las peticiones que se hacen. Por sobre todo, ello se logra a través de la capacidad de hacerse cargo de las inquietudes de quien se sirve, antes incluso de que ellas lleven a hacer peticiones. Lo más importante es la preservación de la transparencia en el funcionamiento del otro. Mientras menos se tenga que pedir, mejor. En muchos casos, porque somos capaces de escuchar las inquietudes del otro podemos estar en condiciones de hacernos cargo de él, de maneras que ni siquiera a éste le son imaginables y, por lo tanto, ofrecerle condiciones de satisfacción que éste no sabría cómo pedir. Es lo que normalmente hace un buen vendedor. Este logra mostrarnos cómo un determinado producto se hace cargo de inquietudes nuestras que, antes de conversar con él, no teníamos. No es que no supiéramos que las teníamos, sino que estaban allí. (Cabe preguntarse, ¿dónde?). Sólo aparecerán cuando yo hago mía la interpretación que me propone el vendedor. c) El Ámbito de lo Posible. Si aceptamos que hablar es actuar, reconocemos que el hablar modifica el mundo, el estado de las cosas, y que, por consiguiente, el hablar trae consecuencias. En otras palabras, el hablar rearticula el mundo como espacio de lo posible. Luego que alguien dice algo, nuevas posibilidades emergen y antiguas posibilidades dejan de existir. Lo que antes estaba cerrado se abre y lo que estaba abierto se cierra. Porque se tuvo, o quizás porque no se tuvo, una determinada conversación, nuestras vidas toman una u otra dirección. Porque alguien nos dijo —o quizás no nos dijo— algo; porque nosotros dijimos —o quizás no dijimos— algo, devenimos en una persona diferente. Cuando escuchamos, por lo tanto, podemos observar cómo el mundo, y otros nosotros dentro de él, nos transfor247 mamos por el poder del lenguaje. Al escuchar podemos preguntarnos sobre las consecuencias que trae aquello que se dijo, sobre cómo ello se relaciona con nuestras inquietudes, sobre las nuevas acciones que a partir de lo dicho es ahora posible tomar. Nos podemos preguntar sobre las nuevas oportunidades que se generan a partir del hablar; sobre las nuevas amenazas que se levantan; podemos preguntarnos sobre las acciones que permiten hacerse cargo tanto de las unas como de las otras. Los grandes políticos, los grandes empresarios, los grandes profesores, los grandes vendedores, los grandes negociadores, en una palabra, todos aquellos que tratan con personas y son efectivos en lo que hacen, saben escuchar cómo el hablar modifica lo posible. Es muy probable, sin embargo, que si les preguntamos qué entienden por lenguaje, sus respuestas no le reconozcan el carácter generativo. Pero en su quehacer concreto, ese reconocimiento existe. Son personas a quienes no se les escapa que a partir de que se dijo algo, emergen o se diluyen posibilidades. Lo dicho nos lleva a reconocer el poder de las conversaciones. Todos hemos tenido la experiencia de salir de una conversación y reconocer que el mundo es otro, que se han abierto o cerrado puertas, que podemos entrar a espacios que antes nos estaban vedados o que algo muy valioso se rompió mientras se conversaba. En una conversación, el hablar de uno modifica lo posible para el otro, permitiéndole a éste decir lo que antes no habría dicho. Este decir, a su vez, le modifica lo posible al primero quien descubre ahora la posibilidad de decir algo sobre lo que jamás antes había pensado, y así sucesivamente. En ello reside el gran poder de las conversaciones. Los grandes seductores son maestros en el arte de modificar lo posible a través de la conversación. Lo mismo sucede con los grandes creadores. Ellos saben de la importancia de entrar en interlocución, personal o a través de sus obras, con aquellos que podrán estimular este proceso dinámico de apertura de lo posible. Lo que apuntamos nos permite entender cómo determinadas circunstancias sociales puedan generar microculturas virtuales en las que, en razón a las dinámicas conversacionales internas, se producen múltiples estallidos creativos en quienes participan en ellas. 248 Casos como éstos abundan en la historia de la humanidad. Lo vemos, por ejemplo, en la Grecia de Pericles, en el Renacimiento italiano, en la Viena de comienzos de siglo, etcétera. Lo observamos en círculos más reducidos, como el grupo de Bloomsbury, en Inglaterra, o alrededor de alguna figura o evento de importancia a partir del cual se genera alguna «escuela», etcétera. Muchas veces ello sucede en alguna institución académica, o en el contexto de una determinada corporación. d) El Ámbito del Alma Humana. No cabe duda de que si alguien sabe escuchar en los tres ámbitos arriba indicados, el de las acciones, el de las inquietudes y el de lo posible, podremos decir que tenemos una persona competente en el arte de escuchar. Sin embargo, los tres ámbitos mencionados no agotan todas las posibilidades relacionadas con él. Queremos abrir un cuarto ámbito que resulta particularmente importante para la disciplina del «coaching ontológico», con cuyo nacimiento y desarrollo estamos comprometidos. Aunque no abordaremos el tema del «coaching ontológico», que excedería el propósito que nos hemos planteado en esta oportunidad, no podemos dejar de reconocer el ámbito al que haremos referencia. Hemos sostenido a través del segundo principio de la ontología del lenguaje, que «no sólo actuamos de acuerdo a cómo somos (y lo hacemos), sino que también somos de acuerdo a cómo actuamos». De este principio vamos a quedarnos con lo que se sostiene en la primera parte: actuamos de acuerdo a cómo somos. Si además recordamos que hemos postulado que hablar es acción, podemos por tanto concluir que estamos también sosteniendo que hablamos de acuerdo a cómo somos. Estamos, en otras palabras, postulando una relación entre hablar y ser. Al hacer esta relación es importante hacer una advertencia. No estamos señalando que el ser, el «sujeto» o el «yo», antecede y tiene prioridad con respecto al hablar. Este es precisamente el supuesto que, como viéramos, Nietzsche fuertemente cuestiona cuando nos advierte que «el agente es una ficción, el hacer es todo». Lo que estamos sostenien249 do es que en el hablar, como una forma importante del actuar, se constituye el ser que somos. Ya tendremos oportunidad de indagar en el fenómeno de la persona humana y de examinar cómo nos constituimos como persona en el lenguaje. Por ahora, lo que nos interesa es reconocer esta relación entre hablar y ser y, a partir de ella, mostrar cómo ésta crea un ámbito particular del escuchar. Al hablar revelamos quiénes somos y quien nos escucha puede no sólo escuchar lo que decimos, puede también escuchar el ser que se constituye al decir aquello que decimos. El hablar no sólo nos crea, sino también nos da a conocer, nos abre al otro, quien a través del escuchar, tiene una llave de acceso a nuestra forma de ser, a lo que llamamos el alma humana. Tal como dijéramos, éste es el tipo de escuchar que es propio del «coaching ontológico». Se trata de un escuchar que trasciende lo dicho y que procura acceder al «ser». Es precisamente en este sentido que se trata de un escuchar «ontológico». Apertura: la postura fundamental del escuchar Hasta ahora hemos examinado lo que para nosotros son los componentes fundamentales del fenómeno de escuchar. Decimos que éstos son los procesos básicos que tienen lugar cuando ocurre el escuchar. Hay, sin embargo, una cuestión que aún no hemos mencionado: ¿qué se necesita para que el escuchar ocurra?. Esta pregunta puede parecer extraña. Dado que postulamos que los seres humanos son seres lingüísticos — esto es, seres que viven en el lenguaje— reconocemos que es constitutivo de cada ser humano tanto el hablar (el lenguaje verbal es sólo una forma de hablar) como el escuchar. Si aceptamos que el lenguaje es constitutivo de los seres humanos, pareciera superfluo preguntarse acerca de las condiciones necesarias para escuchar. Bien podríamos decir: «simplemente sucede —los seres humanos son arrojados al escuchar». Tres razones, sin embargo/ hacen que esta pregunta sobre las condiciones para escuchar sea interesante. En primer lugar, existe una razón empírica. A través de ella se re250 conoce que, además del hecho de que somos animales que escuchan, nuestra capacidad para hacerlo no es la misma. Hay personas que escuchan mejor que otras. Bien podría valer la pena, por lo tanto, indagar acerca de las condiciones que están detrás de esas diferencias. En segundo lugar, esta pregunta tiene sentido a un nivel más profundo. Aunque estemos arrojados al escuchar, de todos modos podemos mirar el fenómeno del escuchar como algo que podemos intentar explicar — algo que podríamos querer comprender. Al hacer esto contribuimos a disolver uno de los muchos misterios que rodean el lenguaje. En tercer lugar, al examinar las condiciones del escuchar, lo convertimos no sólo en un aspecto determinado de la vida humana, sino en un dominio para el aprendizaje y diseño. Por lo tanto, esto tiene un lado práctico. Al identificar las condiciones requeridas para escuchar, podemos intervenir a nivel de ellas y mejorar nuestras competencias para un escuchar efectivo. Habiendo dicho lo anterior, nos damos cuenta de que esta misma pregunta acerca de las condiciones requeridas para escuchar puede ser contestada en dos niveles diferentes. Un nivel mira el fenómeno de escuchar como surgiendo de una disposición humana fundamental. El otro, divide esta disposición básica en varios segmentos o dominios que pueden ser tratados independientemente unos de otros. En esta sección vamos a examinar el escuchar como surgiendo de una postura humana fundamental en la vida. Postulamos que el acto de escuchar está basado en la misma ética que nos constituye como seres lingüísticos. Esto es, en el respeto mutuo, en aceptar que los otros son diferentes de nosotros, que en tal diferencia son legítimos y en la aceptación de su capacidad de tomar acciones en forma autónoma de nosotros. El respeto mutuo es esencial para poder escuchar. Sin la aceptación del otro como diferente, legítimo y autónomo, el escuchar no puede ocurrir. Si ello no está presente sólo podemos proyectar en los otros nuestra propia manera de ser. En vez de hacer eso, cuando escuchamos nos colocamos en la disposición de aceptar la posibilidad de que existan otras formas de ser, diferentes de la nuestra. Sosteníamos anteriormente que, al hablar, nos abríamos a la posibilidad de exponer el ser que somos. Que al hablar 251 hacemos accesible nuestra alma. Que hay en ello una particular apertura hacia el otro. Pues bien, esta misma apertura debe estar también presente, aunque esta vez de manera diferente, en cuanto acogida, en quién escucha. H-G. Gadamer ha visto, una vez más, la importancia de la disposición de la apertura hacia los otros como el aspecto fundamental del fenómeno del escuchar. Dice: «En las relaciones humanas, lo importante es... experimentar el ´Tú’ como realmente un ‘Tú’, lo que significa, no pasar por alto su planteamiento y escuchar lo que tiene que decirnos. Para lograr esto, la apertura es necesaria. Pero ella existe, en último término, no sólo para la persona que uno escucha, sino más bien, toda persona que escucha es fundamentalmente una persona abierta. Sin esta clase de apertura mutua no pueden existir relaciones humanas genuinas. El permanecer juntos siempre significa, también, ser capaces de escucharse mutuamente. Cuando dos personas se entienden, ello no significa que una «entiende» a la otra en el sentido de «escrutarla». De la misma forma, escuchar y obedecer a alguien no significa simplemente que nosotros accedamos ciegamente a los deseos del otro, A una persona así la llamamos esclavo. La apertura hacia el otro, por lo tanto, incluye el reconocimiento de que debo aceptar algunas cosas que van en mi contra, aun cuando no haya nadie que me lo pida». Humberto Maturana expresa este mismo punto de vista cuando sostiene que «la aceptación del otro como un legítimo otro» es un requisito esencial del lenguaje. Si no aceptamos al otro como un legítimo otro, el escuchar estará siempre limitado y se obstruirá la comunicación entre los seres humanos. Cada vez que rechazamos a otro, sea un socio, un cliente, un empleado, un competidor, un país, etcétera, restringimos nuestra capacidad de escuchar. Producimos la fantasía de escuchar al otro mientras nos estamos, básicamente, escuchando a nosotros mismos. Al hacer esto, nos cerramos a las posibilidades que los demás están generando. ¿Qué circunstancias afectan esta apertura, considerada como un requisito fundamental para escuchar? Cada vez que ponemos en duda la legitimidad del otro; cada vez que nos planteamos como superiores al otro sobre la base de la 252 religión, sexo, raza, (o cualquier otro factor que podamos utilizar para justificar posiciones de egocentrismo, de etnocentrismo, de chauvinismo, etcétera); cada vez que sostenemos tener un acceso privilegiado a la Verdad y a la Justicia; cada vez que presumimos que nuestra particular manera de ser es la mejor manera de ser; cada vez que nos olvidamos que somos sólo un particular observador, dentro de un haz de infinitas posibilidades de observación; cada una de estas veces, nuestro escuchar se resiente. Uno de los grandes méritos de las prácticas democráticas reside en el hecho de que se fundan en el principio de la diferencia, la legitimidad y la autonomía del otro (sin importar cómo éste sea). Esto hace que una de las claves del éxito político sea la capacidad de escuchar de manera efectiva. Asimismo, las prácticas propias de mercados abiertos y competitivos, más allá de sus limitaciones, también colocan a la competencia del escuchar efectivo como condición del éxito. El ser ontológico y la persona: una forma de ser que permite infinitas formas de ser Lo que hemos dicho hasta ahora debiera provocar una objeción. Al principio de este documento nos opusimos tenazmente a la noción de que podríamos comprender el fenómeno del escuchar basándonos en el concepto de transmisión de información. Sostuvimos que esta noción desconoce el que los seres humanos son «unidades estructuralmente determinadas», sistemas cerrados, esto es, sistemas que no pueden representar lo que acontece en el medio en el que se desenvuelvan. Sin embargo, hemos llegado a plantear que una condición fundamental del escuchar es la actitud de «apertura». Por lo tanto, podríamos razonablemente preguntar, ¿cómo se puede producir esta apertura si se supone que somos sistemas cerrados? En verdad, no podemos abrirnos en el sentido de que el escuchar a otro nos diga cómo ese otro es realmente. Nunca podremos saber cómo son realmente las personas y las cosas. Somos incluso un misterio para nosotros mismos. Tal como hemos estado insistiendo una y otra vez, solamente sabemos cómo las observamos y cómo las interpretamos. El 253 escuchar es parte de esta capacidad de observación e interpretación. Cuando escuchamos a otros, nos abrimos a ellos inventando historias sobre ellos mismos, basadas en nuestras observaciones. Pero serán siempre nuestras propias historias. La distinción de apertura sólo tiene sentido dentro del reconocimiento que los seres humanos son sistemas cerrados. propósitos de este trabajo. Sin embargo, entre los elementos que Heidegger señaló, podemos reiterar su postulado de que los seres humanos son seres cuyo mismo ser es un asunto relevante para ellos. Ser humano significa hacerse cargo en forma permanente del ser que se es. Es en este sentido que sostenemos que el ser ontológico está siempre desgarrado por un sentido fundamental de incompletud. ¿Qué significa entonces «apertura»? Para contestar a esta pregunta debemos dar un corto rodeo. Ser humano significa compartir una forma particular de ser, la manera humana de ser. Esta forma de ser nuestra es lo que nos diferencia de otros seres, sean ellos animales, cosas, eventos, etcétera. Podemos decir, por lo tanto, que todos los seres humanos comparten una misma forma de ser, aquella que nos hace humanos. Los seres humanos no tienen una esencia fija. Lo que es esencial en ellos (en el sentido de rasgo genérico y, por lo tanto, ontológico) es el estar siempre constituyéndose, estar siempre en un proceso de devenir. Esto hace que el tiempo sea un factor primordial para los seres humanos. En este sentido, cada ser humano es la expresión total del fenómeno de ser humano. No podemos hablar de seres humanos que lo sean sólo a medias, parcialmente. Aun cuando se trate de individuos a los que les pueda faltar algunos de sus miembros, ello no los hace menos humanos. La condición humana no se constituye en el dominio de nuestra biología, sino en el del lenguaje. De allí que digamos que el lenguaje nos hace ser como somos, en cuanto seres humanos. Todo ser humano, por lo tanto, es un ser humano completo, en cuanto ser humano. Lo que no niega que, como parte de la propia condición humana, ser humano significa un tránsito por la existencia desde una fundamental y permanente incompletud. Al mismo tiempo, sin embargo, dentro de esta forma común de ser que nos hace humanos, tenemos infinitas posibilidades de realización. La forma en que cuidamos de nosotros mismos, la manera en que abordamos el sentirnos incompletos, nos hace ser individuos muy diferentes. Llamamos «persona» a las diferentes maneras en que los distintos individuos realizan su forma común de ser (como seres humanos). Como individuos somos, por un lado, todos iguales en cuanto a nuestro «ser ontológico» (genérico), ya que compartimos las formas básicas de ser que nos hacen a todos humanos y, por el otro, somos diferentes «personas». Todos resolvemos los enigmas de la vida de diferentes maneras. Lo que la filosofía de Martin Heidegger ha hecho es, precisamente, explorar este modo común de ser que todos los seres humanos compartimos, a lo que llamara el Dasein. Su preocupación principal era revelar la manera particular de ser de los seres humanos. Gran parte de su filosofía está dirigida hacia esta indagación. Vamos a llamar a esta manera de ser que comparten todos los seres humanos su «ser ontológico». Esta es una distinción arbitraria. Por lo tanto, cuando hablemos del «ser ontológico» estaremos hablando del modo de ser que todos los seres humanos tienen en común. No vamos a desarrollar aquí lo que Heidegger sostuvo que era constitutivo del ser humano y, por lo tanto, constitutivo de su «ser ontológico». Esto nos llevaría más allá de los Postulamos que el fenómeno del escuchar está basado en estas dos dimensiones fundamentales de la existencia humana— «ser ontológico» y «persona». Somos capaces de escucharnos entre nosotros porque compartimos una forma común de ser y, a este respecto, todo otro es como nosotros. Nuestro «ser ontológico» nos permite entender a otros, puesto que cualquier otro ser humano es un camino posible de realización de nosotros mismos, de nuestro propio ser. Sin embargo, al mismo tiempo, somos «personas» diferentes. No nos hacemos cargo, no atendemos a nuestro ser común en la misma forma. Es porque somos diferentes que el acto de escuchar se hace necesario. Si no fuésemos diferentes, ¿para qué escuchar, en primer lugar? Si no fuésemos diferentes, el acto de escuchar sería superfluo. Pero, debido a que compartimos una misma condición ontológica, el escuchar se hace posible. 254 255 Estos son, decimos, los requisitos básicos para escuchar. Por lo tanto, dado que somos sistemas cerrados, se deben realizar dos movimientos fundamentales. Por una parte, debemos distanciarnos de «nosotros mismos», de esa manera particular de ser que nos diferencia de los otros individuos. Al hacer esto aceptamos la posibilidad de que existan otras formas particulares de ser, otras «personas», diferentes de la nuestra. A esto se refiere Gadamer cuando habla de «apertura». Por otro lado, debemos afirmar el hecho de que compartimos una forma común de ser con la persona que nos está hablando. Debemos concedernos plena autoridad en cuanto somos una expresión válida del fenómeno general de ser humano. Esto es lo que nos permite comprender las acciones de otras personas, comprender a las personas que son diferentes de nosotros. A partir de este terreno común es que interpretamos al otro, que fabricamos nuestras historias acerca de las acciones que los otros realizan. Todo otro es el reflejo de un alma diferente en el trasfondo de nuestro ser común. ¿Por qué, cuando leemos buena literatura, comprendemos perfectamente a personajes tan diversos como Otelo, de Shakespeare; Erna Bovary, de Flaubert; el príncipe Mishkin, de Dostoievski; Jane Eyre, de Charlotte Bronté; Gatsby, de Scott Fitzgerald? ¿Por qué sucede esto si los personajes son tan diferentes de nosotros? Más aún, ¿cómo es posible que todos esos autores pudieran alcanzar tal dominio y comprensión de sus personajes? Para entenderlos y para ser capaces de escribir sobre ellos, nos distanciamos de la «persona» que somos para excavar en nuestro «ser ontológico», en nuestro ser compartido con otros. Nos despojamos de lo que nos hace ser un individuo particular y observamos a otros desde lo que tenemos en común con ellos. La literatura clásica es aquella que logra penetrar más profundamente en nuestro ser ontológico y que, por tanto, se eleva por sobre las dimensiones más contingentes del alma humana. no que compartimos con los demás. Sólo podemos escuchar a los demás porque sus acciones son para nosotros acciones posibles, acciones que nosotros mismos podríamos ejecutar. Walt Whitman, señalo, apuntaba en esta dirección cuando escribía «Soy grande, contengo multitudes». Contenemos las posibilidades de cualquier otro ser humano. Terencio, en la época de los romanos, hacía decir a uno de sus personajes: «Homo sum: humani nihil a me alienum puto» («Hombre soy: nada de lo humano me es ajeno»). Dominios de observación para desarrollar un escuchar efectivo Habiendo ya identificado la actitud fundamental y los requisitos necesarios para generar el fenómeno del escuchar, podemos ahora avanzar y examinar otros dominios concretos que están relacionados con la comunicación humana. La interacción comunicativa es como una danza. Implica la coordinación de acciones con otra persona. Por lo tanto, tal como hacemos al ejecutar un paso de danza, cuando digo algo a alguien, ese alguien generalmente me responderá dentro del espacio de posibilidades que se ha creado por lo que dije. Por ejemplo, si pido algo, mi interlocutor normalmente responderá aceptando, rehusando o postergando su promesa, haciendo una contraoferta, etcétera. Sus acciones en esta danza conversacional están muy bien definidas por los movimientos ya ejecutados en esa conversación. A esto le llamamos el contexto de la conversación. El contexto de la conversación es uno de los factores que condicionan nuestro escuchar. Cualquier cosa que se diga es escuchada dentro del contexto de la conversación que estamos sosteniendo. Usualmente, esto define lo que esperamos escuchar. Si hacemos una petición, escucharemos cualquier respuesta que se dé como una aceptación, rechazo, postergación del compromiso, etcétera. El fenómeno del escuchar, en consecuencia, implica dos movimientos diferentes. El primero nos saca de nuestra «persona», de esa forma particular de ser que somos como individuos. El segundo afirma y nos acerca a nuestro «ser ontológico», a aquellos aspectos constitutivos del ser huma- Tomemos algunos ejemplos. Si pregunto a Carlos, «¿Me puedes pasar la pimienta?», y él responde «Estoy leyendo», probablemente escucharemos esa respuesta como «No». Pero si pregunto a Carlos, « ¿Qué estás haciendo?» y obtengo la misma respuesta, «Estoy leyendo», el significado de la 256 257 respuesta será muy diferente. Un silencio, por ejemplo, puede ser escuchado algunas veces como rechazo, aceptación, ignorancia, timidez, etcétera, según el contexto de la conversación. Incluso un «no» puede a veces ser escuchado como «sí», dependiendo del contexto. Muchas personas tienen dificultades para observar el contexto de una conversación. Esto genera todo tipo de problemas en su comunicación. Otro factor importante que afecta nuestro escuchar es el estado emocional de la conversación. El estado emocional es una distinción a través de la cual damos cuenta de una predisposición (o falta de ella) para la acción. Si sucede que estoy de mal humor, digamos que estoy enojado, probablemente no estaré disponible para ciertas conversaciones o para realizar ciertas acciones que esas conversaciones comprendan. Asimismo, si estoy resignado, probablemente no escucharé las posibilidades que una persona con otro estado emocional está en condiciones de escuchar. Siempre estamos en un estado emocional u otro. Según ese estado el mundo y el futuro nos parecerán diferentes. Nuestro estado emocional tiñe la forma en que vemos el mundo y el futuro. Asimismo, también tiñe lo que escuchamos. En algunos casos, habrá acciones que nuestro estado emocional nos impide escuchar. En muchos otros casos, el significado que daremos a ciertas acciones y las posibilidades que veamos como consecuencia de ellas, serán completamente diferentes si el estado emocional es distinto. Si nos interesa escuchar efectivamente, deberemos habituarnos a observar, en primer lugar, nuestro estado emocional cuando conversamos y, en segundo lugar, el estado emocional de la persona con quien conversamos. No importa cuan claramente nos hayamos expresado ni cuan claras sean todas las acciones que esa conversación implica: no seremos escuchados como esperamos si el estado emocional no es el adecuado para llevar a cabo la conversación. No olvidemos que decimos lo que decimos y escuchamos lo que escuchamos. que decimos, cuándo lo decimos y cómo lo decimos provoca diferentes estados emocionales en la persona que escucha. Diferentes conversaciones tienen estados emocionales distintos, los podemos cambiar al cambiar de conversación. ¿Puede usted observar los diferentes estados emocionales en las conversaciones mencionadas arriba? («¿Me puedes pasar la pimienta?» —«Estoy leyendo»; versus: «¿Qué estás haciendo?» —«Estoy leyendo»). Diferentes estados emocionales producen un escuchar distinto. Para comunicarnos de manera efectiva, debemos llegar a ser buenos observadores del estado emocional de una conversación. Hay muchas maneras de juzgar el estado emocional de las personas. Lo que dicen normalmente lo refleja. La forma en que hablan nos permite escuchar cómo están viendo el mundo y cuál es su posición respecto del futuro. No obstante, además de las conversaciones, también podemos juzgar el estado emocional de las personas observando su cuerpo. Hemos dicho que el estado emocional implica una disposición para la acción. Normalmente esta disposición se muestra en las posturas que adopta nuestro cuerpo. Un experto en trabajo corporal comentaba una vez que la forma en que nos paramos revela la forma como nos «paramos en el mundo». Nuestras posturas físicas son también formas en las que nuestra alma, nuestra forma de ser, se manifiesta. Otro factor que debe ser mencionado es nuestra historia personal. La gente escucha aquello que se les dice, en forma diferente, según sus experiencias personales. Ustedes pueden haber hecho el ejercicio de leer un poema a un grupo de personas y preguntarles después qué han escuchado. Generalmente nos sorprendemos al observar cuan diferente ha sido el escuchar de cada uno, lo que el mismo poema fue capaz de evocar en diferentes individuos. Las mismas oraciones, las mismas palabras, leídas a todas ellas en un mismo momento, les evocan diferentes imágenes, diferentes recuerdos, diferentes emociones, diferentes mundos. No sólo es importante observar el estado emocional de las personas cuando entablamos una conversación. La conversación misma está permanentemente generando cambios de estados emocionales en quienes participan en ella. Lo Nuestra historia personal desempeña un importante papel en determinar no sólo quiénes somos sino también lo que seremos en el futuro. Siempre escuchamos a partir de esa historia. El presente hereda del pasado inquietudes, posibilidades que aceptamos y que negamos, y mucho más. Nuestra historia de experiencias personales se reactualiza 258 259 en la capacidad de escuchar que tenemos en el presente. Esta historia personal abre o cierra nuestro escuchar. Es uno de los principales filtros que siempre tenemos con nosotros cuando nos comunicamos. Si queremos comunicarnos de manera efectiva, es importante que nos preguntemos cómo nuestra historia personal podría estar afectando la forma en que escuchamos, y cómo la historia personal de la persona con quien estamos hablando puede afectar su capacidad de escuchar. No olvidemos que hablamos para ser escuchados. Por lo tanto, debemos hablar siempre en una forma tal que nos permita juzgar que la persona con quien hablamos nos va a poder escuchar aquello que queremos decir. Cuando hablamos no sólo coordinamos acciones con otros. También participamos en crearnos una identidad con las personas que nos escuchan. Cualquier cosa que digamos contribuye a crear esta identidad en el dominio público. Al hablar, como ya lo apuntáramos, la gente no solamente escucha las acciones comprendidas en el discurso, sino que también emite juicios y desarrolla historias sobre la persona que habla. Estos juicios abarcan dominios muy diferentes. Pueden decir, por ejemplo, que esta persona es creativa, esta otra es egoísta, ésa es responsable, etcétera. Hay un dominio, sin embargo, que, tal como fuera reconocido anteriormente, tiene especial importancia en el modo en que somos escuchados: el dominio de la confianza. Decimos que éste es un dominio importante, puesto que la confianza afecta directamente la credibilidad de lo que decimos y, por consiguiente, la forma en que somos escuchados. Si los otros no tienen confianza en nosotros, o si nosotros no confiamos en la persona con quien estamos hablando, la brecha crítica entre lo que decimos y cómo ello es escuchado se agranda. Cuando decimos, por ejemplo, «Te pagaré doscientos dólares el martes», vamos a ser escuchados en forma muy diferente según si confían o no en nosotros. Lo que estamos diciendo, por lo tanto, es que cada vez que hablamos estamos construyendo nuestra identidad en el escuchar de los demás, y que esta identidad va a afectar la forma en que seremos escuchados en el futuro. De manera inversa, cada vez que escuchamos a alguien, nuestro escuchar también se ve afectado por la identidad que para noso260 tros tiene esa persona. La identidad mutua que las personas tienen entre sí afecta la forma en que se escuchan unas a otras. Cuando escuchamos no sólo lo hacemos como individuos, también escuchamos desde nuestro trasfondo histórico. Los seres humanos somos seres históricos y, tal como apuntáramos originalmente, incluso nuestra propia individualidad es el producto de condiciones históricas particulares. Como individuos, somos la encarnación de nuestro trasfondo histórico. Cuando hablamos de nosotros como seres históricos, es conveniente hacer una distinción entre dos subdominios particulares: los discursos históricos y las prácticas sociales. Los discursos históricos son esas metanarrativas, metarrelatos o metaexplicaciones, que generan identidades colectivas. Un discurso histórico normalmente precede al individuo que adhiere a él, está allí cuando nace. Podemos hablar, por ejemplo, de discursos históricos cristianos, budistas, islámicos, de la misma forma en que podemos hablar de los discursos franceses, norteamericanos o japoneses. Podemos hablar de discursos históricos regionales (gallego, andaluz, cordobés, porteño) o étnicos (coreanos, judíos, afroamericanos, hispanos, etcétera). También la ciencia, el amor romántico, la medicina, etcétera, permiten ser vistos como discursos históricos. Los discursos históricos son importantes para entender el fenómeno del escuchar porque son campos de generación de sentido. Algo dicho es escuchado en forma muy diferente según los discursos históricos que somos. Las inquietudes y los problemas que tenemos como seres humanos, por ejemplo, normalmente se constituyen en los discursos históricos que las personas encarnan. Un mismo hecho puede constituir un problema para un musulmán y puede pasar inadvertido a un norteamericano. Algunos discursos históricos están contenidos en un texto o grupo de textos fundamentales (la Biblia, el Talmud, el Corán, la Declaración de los derechos del hombre, etcétera). Cuando las personas provienen de discursos históricos similares o complementarios, ellos pueden llegar a ser completamente transparentes para ellos y pasan a formar parte de su sentido común, de aquel espacio de lo que nos parece obvio y donde dejamos de hacernos preguntas. Como 261 tienden a escuchar en forma muy similar, normalmente no observan sus discursos históricos. Sin embargo, cuando se desarrolla una relación entre personas con discursos históricos muy diferentes, lo que antes era transparente se quiebra y muchas veces surgen severos problemas de comunicación. A menos que reconozcamos que nuestro diferente escuchar proviene de nuestros distintos discursos históricos y que logremos establecer puentes de comunicación, terminaremos culpándonos mutuamente de algo que, en rigor, nos antecede en cuanto individuos y frente a lo cual tenemos escasa responsabilidad. No tenemos responsabilidad por ser la encarnación de aquellos discursos históricos que nos constituyen. Sin embargo, sí podemos tomar responsabilidad en reconocerlos, en aceptarlos en su particularidad, en reevaluarlos y en diseñar aquellos puentes que nos permitan aceptar la diferencia, legitimidad y autonomía de quien proviene de un discurso histórico diferente. El segundo componente de nuestro trasfondo histórico corresponde a nuestras prácticas sociales. La principal diferencia entre los discursos históricos y las prácticas sociales es que, mientras los primeros asumen la forma de narrativas, las prácticas sociales son simplemente formas recurrentes de actuar de las personas. Son formas específicas de coordinar acciones que hemos llegado a usar recurrentemente en el curso de la historia. Una práctica social es una forma establecida de tratar de hacernos cargo de nuestras inquietudes. sociales. No existe necesariamente un relato que explique por qué hay que hacer las cosas de una determinada forma. Se hacen de esa forma simplemente porque esa es la forma como en esa comunidad se hacen las cosas. Se trata del resultado de una particular deriva histórica que impuso una forma determinada de comportarse. Si nos comportamos en una forma que no es aceptada por una sociedad determinada, la manera en que seremos escuchados podría ser muy perjudicial para nosotros. El novelista checo Milán Kundera nos relata en uno de sus libros cómo escuchó una declaración de amor de parte de una mujer que trabajaba en su casa editora de París. Esto era, sin embargo, el resultado del hecho de que la práctica social de cerrar una carta era muy diferente en Francia y en Checoslovaquia. El escuchar no es un fenómeno sencillo. Muchos factores intervienen en la forma en que escuchamos y en la forma en que se nos escucha. A partir de nuestra antigua comprensión del lenguaje, es difícil, sin embargo, captar todo lo que está en juego cuando escuchamos. Sostenemos que en un mundo tan diversificado como el nuestro, el escuchar ha llegado a ser un asunto de vital importancia para asegurar no sólo la comunicación efectiva y el éxito personal, sino la convivencia misma. Hoy en día tenemos el imperativo de aprender a escuchar mejor para ser capaces de vivir juntos en armonía. Esto ha llegado incluso a ser una cuestión en la que está en juego la propia sobrevivencia de la humanidad. Las prácticas sociales normalmente definen las entidades que son relevantes para tratar una inquietud. Ellas especifican las acciones que deben, pueden o no pueden ocurrir cuando nos ocupamos de una inquietud, así como también las condiciones de satisfacción que esas acciones deben cumplir, de modo que podamos juzgar que la inquietud fue tratada eficazmente. En las diversas sociedades, los individuos se suelen saludar, como expresión de que se reconocen y se aceptan. Sin embargo, la forma como se hacen cargo de esta inquietud de reconocimiento y muestra de aceptación suele ser muy diferente. Esto sucede no porque haya una metanarrativa acerca del sentido de darse la mano, hacer una reverencia o besarse, sino debido a la existencia de diferentes prácticas 262 263 REFERENCIAS • _______ (1989). Human, all to human. University of Nebrasca Press, Lincoln. • Austin, J.L. (1979), Filosophical Papers, Oxford University Press, Oxford • _______ (1989), Beyond Good ei Evil. Vintage books, Nueva York. • _______ (1982), Como hacer cosas con palabras, Paidos, Barcelona • Peters, Tom (1987). Thriving on Chaos: Handbook for a management revolution. Knopf, Nueva York. • Duker, P. (1990), Managing the monprofit Organization, Harper Collins, New York. • Shannon, C. y W. Weaver (1949) The Mathematic Theory of communication. University of Yllinois Press, Urbana. • Maturana, H. (1970). Neurophisiology of cognition. En P. Garvin (ed.) (1970), Cognition a Multiple View. 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Alianza Editorial, Madrid. 264 265 La comunicación como hecho social, herramienta del líder y su papel transformador en la sociedad contemporánea S. Otero46 Cuando se utiliza el idioma sin verdadera importancia, pierde su finalidad como medio de comunicación y se convierte en un fin en sí mismo. Karl Theodor Jaspers L a humanidad, desde los tiempos remotos, ha luchado para desarrollar diversos medios con la finalidad de comunicarse más y mejor. El hombre no ha cesado de crear medios, desde las tablillas y señales de humo, pasando por los códices, la clave morse, la radio, la televisión, hasta llegar a nuestra vertiginosa red, que contiene, cual matrioska, a un medio dentro de otro. Son innumerables los inventos que se han logrado producir para obtener procesos comunicativos salvando distancias que parecían insalvables. Sin duda alguna, la tecnología moderna brinda a todos, y en especial a líderes, hoy en día, oportunidades únicas de comunicación. Ninguna es desdeñable, pero algunas exigen actualización por parte del usuario, ya que la sofisticación de los recursos así lo demanda. Por transitividad, al evolucionar y crearse nuevos medios, los elementos de la comunicación así como los lenguajes empleados y las formas también sufren transformaciones que quienes hacen comunicación colectiva deben considerar. El desarrollo humano tiene bases profundas en la interacción pensamiento-lenguaje, procesos que posibilitan reflejar la realidad en la que vive el hombre. Este binomio a su vez se une indisolublemente al proceso de comunicación, 46 Mayor Sara Otero Santiso, Oficial Activo del Ejercito Bolivariano. 267 267 son estos tres procesos, elementos convergentes y constituyentes de la realidad del hombre del siglo XXI. Atendiendo al enfoque idealista que tiene sus raíces en la tradición antropocéntrica, se asume la línea divisoria entre animal y hombre justamente en la posibilidad de comunicación. El hombre es un animal simbólico capaz de expresar ideas abstractas y valores morales a través de un conjunto organizado de signos. Alrededor del ser humano, todo objeto, idea, sentimiento o concepto es convertido en signo de algún tipo para dar cuenta del entorno en el cual se desenvuelve. Señala Argenis Pareles47 (1999), que “la condición humana sólo es posible por la palabra y entre las palabras. El ser humano está hecho de carne, de hueso y de símbolos y mientras más amplio y consistente sea nuestro universo simbólico más densa será nuestra condición humana” (p23). Por eso para todas las sociedades una vez que se consolida el código, se hace necesario afinar la fidelidad, calidad y rapidez del medio para difundir los distintos mensajes a más receptores o destinatarios. Rafael Echeverría (1997) expresa que un objeto es siempre una relación lingüística que establecemos con nuestro mundo. Los objetos son constituidos en el lenguaje. Es por eso que todo lo creado, definido, proyectado, sentido y pensado tiene rastro humano, todo narra algo del individuo, por pequeño que sea. Se es palabra y por ello, tal como señala el autor, no existe otro camino que el del lenguaje; fuera del lenguaje no existe un lugar en el que se pueda apoyar. Los seres humanos viven en un mundo lingüístico, por ello el afán de todas las sociedades ha sido llegar más lejos y mejor no sólo en su tiempo sino a través de éste. En el siglo XX los lenguajes y las formas de expresión sufren transformaciones radicales. Los medios dictarán canon para comunicarse. Estos cambios llaman la atención de estudiosos como el filósofo Theodor Adorno, quien junto a Max Horkheimer, fueron destacados integrantes de la Escuela de Frankfurt, se dedicaron a analizar a la sociedad industrial, la cultura y la educación masiva desarrollando explicación teórica a partir de diversos aspectos. El prime47 Filósofo venezolano. 268 ro de ellos fue asumir que los hecho sensoriales estaban socialmente prefigurados, el segundo, definir la cultura en la sociedad industrial, en tercer lugar relacionar los sectores vinculados con la producción cultural al massmedia, el cuarto y el considerado en este articulo el más importante, considerar que el consumidor no es soberano, como la industria desearía hacer creer, no es un sujeto, sino su objeto. Señala Mario Concha (2006) que una de las ideas que manejó esta escuela fue la posibilidad de una industria cultural masiva y básica, como si la cultura fuera una fábrica de pelotas. Sin cometer falacias de exageración, dicha escuela se refiere al arte en términos industriales como producto de consumo. Los medios de comunicación tomaron muy en cuenta los postulados de la Escuela de Frankfort para difundir una cultura enlatada y un arte envasado. Admitían el concepto “pastillas” para el arte, lo cual devino, por ejemplo, en oír algún trozo musical breve en un programa de interés general, algún comentario en tres minutos sobre arte o literatura en medio de un programa periodístico, sin profundizar, quedándose en la superficie. Se aceptó que era imposible difundir una sinfonía completa o leer un cuento más o menos largo, porque la gran cantidad de publicidad pautada lo impedía, ya que “el tiempo en radio y televisión es tirano”. Sin embargo, se puede escuchar programas de radio y/o televisión en los que se habla largo tiempo, de temas intrascendentes, en forma de círculo vicioso, sin llegar a ninguna idea clara, programas que terminan sin pena ni gloria, por lo que se considera una falacia argumentar la escasez de tiempo y la publicidad para no hacer programas con calidad informativa, educativa y cultural. Parece haber espacios radiales y televisivos dedicados a la dispersión mental y a la falta de criterio apoyados en el banal argumento de que las personas oyen y no escuchan, es decir, tienen el uso de medios como fondo musical de sus actividades, lo cual no es cien por ciento cierto. La comunicación es un hecho social y como tal es dinámico, cambiante y sin duda transformador, liderador y actualizador de los colectivos que la producen. Los hombres primitivos tuvieron un manejo instrumental de un pequeño conjunto de signos, que se limitaba a la subsistencia, a la caza, hallazgo del agua, construcción de refugios y evasión 269 de peligros, pero la organización fue haciéndose cada vez más compleja, trayendo como consecuencia que los colectivos humanos construyan una ampliación de los signos y una especificidad de los usos que eran inimaginables para aquellos primeros hombres y mujeres que enfrentaron un ambiente hostil y desconocido. El siglo XXI se presenta con una perspectiva más plural en todos los elementos que conforman el proceso comunicativo, hoy existen una multiplicidad de emisores, diversidad de medios y canales, variedad de códigos, infinidad de mensajes para un cúmulo de receptores que no para de crecer y exigir más del devenir comunicacional. En el área específica del liderazgo hoy en día es vital centrarse en la construcción de grupos efectivos de trabajo que tenga como meta el logro de los objetivos presentando resultado. Señala José I. Sánchez Campos, Liderazgo del Siglo XXI que hoy el líder no sólo tiene que poseer un enfoque propio sino que lo construye junto al grupo o colectivo. Ser líder de un grupo significa crear la visión, la misión y los valores en consenso y no de una forma unilateral, en ello ayuda mucho el tener un excelente dominio del proceso conmutativo, ya que un líder siempre supera las expectativas de los que tiene alrededor. meta de este líder sigue siendo ser el mejor, manejar la excelencia y la perfección pero para elevar su capacidad de servir, atender, crear y producir bienestar. Parte del nuevo paradigma será entonces no ser único en el rol de líder sino crear lideres esparcidos por todas las organizaciones, y ser líder formando líderes, eso permitirá que la visión del trabajo incluya a todos con sus opiniones y sus trabajos. Por pequeñas que sean las organizaciones hoy toca hacer grandes cambios. Si se revisan las teorías modernas de organización veremos que los organigramas tienden a ser circulares, de grupos pequeños de trabajo, autodirigidos, con autoestima, sentido de pertenencia y motivación, elementos que posee la organización militar por naturaleza. Hoy en día, se tiene que concebir la comunicación como un hecho social al igual que el liderazgo, y ambos como herramientas transformadoras de la sociedad contemporánea. Se debe estar atento a los signos del nuevo tiempo y a la formación de los líderes que este demanda. El líder del siglo XXI tiene que responder con velocidad a los cambios, y los cambios vendrán cada día más rápidamente, por ello debe entrenarse para la toma de decisiones efectivas y eficientes para construir organizaciones inteligentes en donde las mayorías toman las decisiones y no esperan a que elementos extraños al sistema las impongan. Para accionar este nuevo modelo de líder es necesaria la cotidiana desaparición de paradigmas individualistas y mesiánicos y trabajar en un liderazgo horizontal y colectivo como lo es el liderado del nuevo siglo. Sólo el que entienda esta nueva visión podrá cambiar y no envejecer, ya que, empujado por los cambios y asumiendo la comunicación como herramienta lideradora rebasará los nuevos retos. La concepción del líder para servir, humanista, transformador motiva a todos al cambio, acepta el cambio como vía para no perecer y tiene la capacidad de estar a la altura del nuevo paradigma mucho más exigente que el siglo XX. La 270 271 El paradigma del liderazgo: de la visión mesiánica a la sinérgica REFERENCIAS • Concha, M. 2006 Comunicación. Venezuela. Vadell Hermanos Editores. Félix Socorro48 • Echeverría, R. 1997. Ontología del Lenguaje. Chile. Dolmen Ediciones. • Münch, Lourdes 2005 Liderazgo y Dirección. El Liderazgo del siglo XXI. Ed. Trillas. México • Pareles, A. 1999. Hojas Verdes. Caracas. Ed. AMV. A l hablar de liderazgo se suele hacer énfasis en la capacidad individual que todas las personas poseen para ejercerlo. Todos, sin excepción, pueden desarrollar, perfeccionar o fortalecer esta competencia, la cual resulta sumamente exigida en el competitivo mundo de hoy. Este tema ha sido abordado muchas veces y desde múltiples ángulos por variados autores, enriqueciendo con sus opiniones la visión e importancia que esta herramienta imprime en la gerencia empresarial y, sobre todo, en la administración del recurso humano. Como competencia, el liderazgo es señalado en los requisitos que acompañan el perfil profesional al realizarse una búsqueda. En fin, ¿quién no ha escuchado hablar de él? Sin embargo, poco se ha hablado del paradigma que se ha creado en torno al líder y lo que ha impedido, de alguna manera, la observación de su influencia desde una perspectiva menos ortodoxa. Al parecer, el liderazgo es un talento demostrado con tanta antigüedad que precisar sus inicios resultaría en este momento innecesario. Sin embargo, no cabe duda que una de sus expresiones quedó de tal manera grabada en la memoria humana que aún hoy persiste dominando su visualización: se trata principalmente del aspecto religioso. 48 Líder venezolano, graduado en la UNESR, con Master en Ciencias Gerenciales de la UGMA 272 273 Por siglos la sociedad se ha encontrado regida por los movimientos teocráticos, de manera directa o indirecta, oculta o plenamente visible, los cuales cultivaron la necesidad de seguir los señalamientos exigidos por el líder. Justamente es en el uso singular de esa expresión que se encuentra enmarcado ese paradigma dominante antes mencionado. Al observar las culturas religiosas, independientemente de sus tendencias, se advierte el predominio de un sólo individuo sobre los otros. Un ejemplo de ello está presente en los cultos politeístas del viejo continente: Odín en la cultura nórdica, Zeus en la griega y Júpiter en la romana, sólo para nombrar algunas; y en las monoteístas el patrón es el mismo: Jesús para el cristianismo, Mahoma para el islamismo y Buda para gran parte de Oriente, siendo la única diferencia que estos últimos nombres se asocian a quienes ejercieron el liderazgo de la doctrina en representación de Dios. El anterior principio también se observó de manera predominante en la concepción del Estado y la conformación de milicias, siendo sus expresiones más comunes el establecimiento de monarquías o regímenes autocráticos, donde el poder y la dirección de un país, un pueblo o una legión se concentraban en una sola persona, aun cuando en algunos casos se delegaban funciones de supervisión. Sin pretender iniciar un proceso complejo de paralelismos, puede apreciarse a lo largo de la historia que esa tendencia, orientada a resaltar el predominio individual sobre el colectivo, se extendió de formas diversas, identificándose de manera inmediata con el ejercicio del liderazgo, independientemente de su condición natural o impuesta. Así surgieron líderes en diversas expresiones sociales, culturales, políticas, militares y económicas, quienes desde su posición se adjudicaron un número importante de seguidores o simpatizantes. Con la llegada de los cambios políticos y sociales, de la industrialización, las guerras y otras expresiones de transformación, esa asociación del líder con el individuo fue traducido casi textualmente a las organizaciones y éstas la adoptaron sin dificultad. tido? ¿Existirá la posibilidad de estar cegados por la acción de un paradigma? Es un hecho curioso observar cómo algunas empresas esperan encontrar en un sólo individuo la respuesta a sus problemas, orientan su búsqueda en la selección de personas cuyo perfil extraordinario permite esperar resultados asombrosos en corto tiempo, suponiendo que su condición particular influirá de tal manera en los demás integrantes del equipo que el éxito de la gestión puede considerarse como un hecho. Ante tal pretensión no resulta extraño conjeturar que más que un gerente, esas empresas esperan contratar a un mesías. Si bien es cierto que el mundo empresarial está impregnado de ejemplos donde el liderazgo individual ha cambiado el curso de la historia de una firma en particular, no es menos cierto que la actitud asumida por los grupos y la intervención de éstos en la ejecución de los planes o estrategias está igualmente ligada al liderazgo. Justamente, ese fue el principio original planteado por los griegos al exponer su tesis de la democracia, donde la orientación y la toma de decisiones de un pueblo dependían de su capacidad de autodeterminación y no de la voluntad exclusiva de su gobernante. Entonces, ¿cómo esta visión colectiva del liderazgo ha sido desvirtuada y prácticamente obviada? Resulta difícil concebir una empresa cuyo poder de decisión resida en los “dueños del negocio” –aquellos que realizan el trabajo– y no en sus líderes formales, aun cuando se ha demostrado con éxito cómo resulta innecesaria la presencia de un líder único para la realización óptima del ejercicio laboral. Esto a través de la formación de equipos autodirigidos o autoadministrados. La existencia de estos grupos ha dado origen a una variante con la cual se demuestra que el liderazgo es circunstancial y que depende más del conocimiento presente en el colectivo y de la habilidad que posee éste para hacer uso efectivo de él, que de una actitud innata asociada a ciertas cualidades extraordinarias presentes en una persona. Pero, ¿acaso el liderazgo se trata de una actitud individual? ¿Es esa la forma en que debe ser entendido y transmi- El liderazgo circunstancial está presente en aquellos equipos cuya madurez permite reconocer el nivel de experiencia que se posee en un área en particular, permitiendo 274 275 a los expertos orientar las acciones sin que ello les otorgue supremacía alguna sobre el resto, por lo que puede decirse que en las organizaciones donde se valora el conocimiento, el líder es consecuencia de las circunstancias. Sin embargo, la experiencia general coincide en destacar la práctica individual del liderazgo, por lo que pareciera poco probable que todas las organizaciones cuenten con un esquema que permita hacer un uso más adecuado del conocimiento, aprovechando al máximo a aquellos empleados cuya experiencia supera su cargo nominal, o los límites de competencia asociados a su posición. Siendo así, se puede advertir que todavía algunas organizaciones no están lo suficientemente preparadas para asumir el Zeitgeist Gerencial. Resulta difícil concebir una visualización amplia de la acción de liderar, pues por años se ha inculcado repetidas veces la necesidad de seguir a aquél que ha sido seleccionado o elegido para ello, tal y como se hacía con los líderes religiosos. Se continúa otorgando excesiva importancia al ejercicio del liderazgo individual y se ignora el desarrollo del liderazgo circunstancial y plural. No obstante, existe la necesidad inconsciente de capacitar a los empleados para el uso circunstancial en el papel del líder, aunque luego no se ofrezcan oportunidades para practicarlo. Y es que ciertas empresas se empeñan en impartir a su personal cursos para alcanzar un trabajo en equipo de alto desempeño, sin advertir que estos adiestramientos requieren el desarrollo de esa visión amplia del liderazgo, por lo que al intentar poner en uso lo aprendido y observar la conducción tradicional de las organizaciones, la iniciativa resulta un tanto frustrante. La idea de someter la dirección o la gerencia a varias personas no es nueva. Como ya se señaló, los griegos ya la habían desarrollado mucho antes de existir las grandes corporaciones, y en Roma se intentó al instaurarse el triunvirato. Tal vez lo novedoso se encuentre en el nivel de conocimiento que nuevamente están alcanzando la sociedad y las empresas, cuya maduración puede romper los paradigmas que han dominado por siglos este tema y que, de alguna manera, se han ido alimentando cada vez que se hace referencia a él. 276 La ventaja principal de observar el liderazgo como una actitud general, demostrada por todos, es que permite no sólo hacer mayor énfasis en su desarrollo, sino que permite la interacción del equipo, permitiendo así intercambiar roles de manera constante, donde el aprendiz tendrá las mismas oportunidades que el experto y viceversa, pues de acuerdo a las circunstancias y al nivel del conocimiento que cada cual posea, intervendrá en la parte del proceso que le corresponde. Es innegable que el talento de liderar ha sido demostrado más por individuos que por un grupo de personas. La costumbre ha obligado a suponer que la existencia de alguien dictando la pauta es vital para alcanzar las metas propuestas y por ende siempre habrá un líder. Lo anterior podría interpretarse como la incapacidad que poseen los grupos para alcanzar el consenso, lograr acuerdos, contribuir a su bienestar y desarrollarse si no cuentan con la presencia de alguien que los dirija. Y eso no es cierto. Sólo se trata de la manera tradicional con que ha sido enfocado el talento de liderar, lo cual no puede someterse a juicios de valor, pues si se ha llegado tan lejos haciendo uso de una pequeña parte del todo, ¿cuánto no se avanzará al utilizarlo completamente? Al introducir la sinergia en el concepto del liderazgo circunstancial, resulta mucho más sencillo comprender la influencia que su desarrollo imprimirá en las empresas, permitiendo alcanzar niveles de eficiencia, eficacia y efectividad que en la actualidad recaen únicamente en una persona. En la medida que las organizaciones comprendan que deben ser observadas como enormes equipos, el liderazgo individual irá desapareciendo, dando lugar al colectivo, donde el conocimiento y el uso positivo de él serán los que orienten al éxito. 277 Por salvar el honor Tcnel. Orlando Romero Bolívar My. Sara Otero Santiso El honor no es otra cosa que el sentimiento de la dignidad personal, la altísima estimación de la naturaleza humana en el propio individuo. Menéndez Pelayo L a palabra honor se deriva del latín honoro que significa principalmente respetar. Según el DRAE49, honrar tiene las acepciones de gran respeto, estima que se muestra a otro, nobleza de mente, rectitud, así como dignidad y honradez. El interés es más ético y sociológico que lingüístico, al señalar cómo se entiende hoy el honor y qué tan útil es para el hombre del siglo XXI este elemento eminentemente cultural en la era digital. Comenta José Luis Mata, especialista en artes visuales50, que en un viaje a México, le decía un taxista “si ocurre un temblor, corra a los edificios viejos, esas construcciones nunca se caen”, pues sí, “las cosas de antes estaban mejor hechas”, hoy se comprueba esta afirmación, basta ver esas construcciones fabricadas hace más de dos mil años alzarse irreverentes al paso del tiempo, muchas no tienen comparación con tantos edificios contemporáneos que no soportan ni un “airecito”. La arquitectura ha servido como la gran metáfora que intenta explicar desde la creación del mundo, hasta el presente, frases del tipo: “Dios es el Gran Arquitecto del Universo”; “cada uno es arquitecto de su propio destino”. Se tratará que esta metáfora ayude en el caso de revisar como está la edificación del honor en estos días. 49 Diccionario de la Real Academia de la lengua Española 50 Universidad Autónoma de Nuevo León, México 279 279 Cada quien construye su entorno en el sentido más amplio, por ejemplo, reinventa constantemente el mundo y crea normas, leyes, reglas, valores, virtudes que le permiten vivir en sociedad. El individuo transforma y procesa los distintos conceptos que se han producido a través de generaciones en distintas dimensiones, ello con la intención de pretender ser un mejor ser humano, y en consecuencia un mejor ciudadano, cuya conducta sea en esencia honorable. ¿Hasta dónde esto puede llegar a ser verdad? Señala Charles Péguy L’argent51 que a lo largo de la historia se ha conocido un honor del trabajo, un esmero llevado hasta la perfección, igual en el conjunto que en el más ínfimo detalle. Se ha conocido esa piedad de la obra bien hecha llevada hasta sus exigencias extremas. Anteriormente en el quehacer diario estaba presente el honor. Está entendido que, por ejemplo, la elaboración de la pata de una silla debía estar bien hecha ya que ello muestra superioridad. No había que llevarlo a cabo sólo por el salario recibido, debido a que no había que hacerla bien para un patrón, ni para los críticos. Era necesario que estuviera bien hecha en sí misma, era lo naturalmente correcto, era una tradición, una historia, un honor pues se aspiraba que el trabajo estuviera bien hecho y punto. Cada pata de silla, aunque no se exhibiera, era tan perfecta como las que se mostraban. Este fue el principio con el que se construyeron las catedrales que aún hoy se contemplan con asombro y admiración. Podría entenderse que todos los honores convergían en un único honor, el de la decencia, la responsabilidad, la lealtad, el compromiso; se tenía respeto por el trabajo hecho a conciencia. Visto así, se concluye que se debía tener un claro y crítico sentido del respeto al deber ser. El honor formaba parte de la naturaleza más intima del individuo, por esto, con frecuencia, el hogar se confundía con el taller y la labor, el honor del hogar y el honor del taller era uno sólo. Desde la luz de la aurora hasta el fin del día el ritmo lento del artesano y el servidor guardaba el honor como valor, esto quizás haya 51 Escritor, poeta y ensayista francés, de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX 280 cambiado en nuestros días al masificarse, y mecanizarse las tareas más sencillas. El honor podría entenderse como una cualidad moral por la cual se asume el total cumplimiento de todos nuestros deberes, primero con el propio individuo y luego con los demás. El honor nos proporciona un sentido de exigencia, un apego al cumplimiento de un determinado código que se ha aceptado cumplir. Comúnmente se acepta que este sentimiento lleva a una persona a comportarse de acuerdo con las normas sociales y morales que se consideran pertinentes, esto implica que un individuo al cumplirlas puede convertirse en un hombre o una mujer de honor, entendiendo por ello que goza de buena reputación. Pareciera que tan genérica definición permite hacer algunas reflexiones en aras de plantear qué tanto ha mutado el honor a través de los siglos y cómo ha ido encontrando la sociedad postmoderna formas de adaptarlo sin desdibujar su esencia, pues sigue siendo loable ser honorable. Se entiende que el honor tiene que ver con una actitud moral que plantea un deber con el prójimo y con uno mismos, por eso está estrechamente ligado a la dignidad de la persona. Aristóteles52 en su obra Ética a Nicómaco, escrita en el siglo IV a. C, señala que somos la suma de nuestros actos y por eso, se es dependiente de ellos para entendernos como seres morales. La virtud moral, nos dice la ética nicomaquea, se adquiere con la práctica, al igual que el dominio de cualquier arte o habilidad. Cabría preguntarse ¿cuál es la mejor manera de practicarla? La respuesta del filósofo es el concepto de “medianía”. Desde su perspectiva, la conducta moral correcta en cualquier situación se encuentra a medio camino entre los extremos de dos vicios. Se debe tratar de llegar acertadamente determinando a cuál vicio se tiene y luego, buscar conscientemente el otro extremo, hasta procurar el equilibrio. De allí se desprende que las virtudes son de dos clases: intelectuales y morales. La virtud intelectual nace y se desarrolla con la enseñanza, y en consecuencia necesita expe52 La figura representa al autor 281 riencia y tiempo. Las virtudes morales se desarrollan con el hábito, es decir, no se poseen naturalmente, sino que se desarrollan por medio del ejercicio diario del vivir. Por ello, no basta adquirirlas, es menester ejercitarlas. El hombre “aprende haciendo” dice la pedagogía sana, se aprende a leer, leyendo y a escribir, escribiendo, por ejemplo. Sólo acometiendo actos de justicia se aprende a ser justos, de igual forma realizando actos de valor, se llega a ser valiente, no por definición, sino por acción. Siendo la virtud moral un punto medio entre dos vicios, uno de exceso y otro de carencia, se debe procurar este punto medio, esto tanto, en los sentimientos como en los actos. Por eso, es bastante difícil ser virtuoso, pues hallar ese punto es un ejercicio que puede llevar toda la vida. Es común estar en algún extremo. Actuar con pertinencia hacia la persona apropiada, en la proporción adecuada, en el momento y con las razones justas, es producto de una actuación permanente en este sentido. Dejar que el bombardeo actual de superficialidad y banalidad no hagan mella en los valores que sustentan la conducta de la persona, es producto de una actividad de ejercicio sostenido. Se define, entonces, el honor como el goce que se tiene de un buen nombre, aunado a ser honesto y leal. Efectivamente, resulta complicado para la época actual, donde lo cotidiano es lo irreverente, lo deshonesto, lo desleal, no obstante seria inconveniente generalizar, pues invalidaría la intención de ser críticos y reflexivos. Durante la Edad Media el honor estuvo asociado a la caballería y a la dignidad del caballero, como ejemplo de ello se tiene al Mio Cid53, Roldán, el Rey Arturo y en otra dimensión Don Quijote de la Mancha, personajes reales o construcciones ficcionales que existían bajo un conjunto de reglas y normas que debían cumplir para no perder su honor. Entre ellas un caballero vencido en combate era dejado en libertad bajo palabra de pagar un rescate dentro de un tiempo establecido, de lo contrario perdería su honor. Actualmente, tal situación no existe, y de hecho el cobro de algún tipo de rescate es un procedimiento indigno y como extorsión está 53 En la foto 282 penado por la Ley. Pero lo que con esto se quiere señalar es que los caballeros no necesitaban más coacción que su propia conciencia de honor para cumplir con lo pactado, y asumir en la praxis un contrato sólo basado en la palabra. El término héroe, vocablo de raíz germánica que equivale a varón cabal y cumplido, ejerce el honor como una valiosa arma de lucha, por él prueba su valor y emprende hazañas. Las relaciones entre el héroe y sus iguales de condición se rigen por un complicado código de honor en el que la palabra empeñada tiene valor primordial. Por ejemplo, en torno a Roldán mueren centenares de guerreros que prometieron no abandonarle. Al Cid le siguen al destierro parientes y amigos que cumplen su palabra. Sigfrido padece innecesarias calamidades a causa de su palabra comprometida. Al morir Atila tiene lugar, por solidaridad con el jefe, una mortandad de guerreros. La traición de Hagen es considerada como una deshonra familiar. Una injuria o un desprecio se pagaban con la muerte, porque la honra del héroe no admite afrentas, se ve como los yernos del Cid son retados a combate mortal por haber deshonrado a sus hijas y Ganelón, quien traiciona a Roldán es descuartizado al atarlo a cuatro caballos que destrozan sus brazos y piernas. Sin duda, el honor para ese momento da y quita valor a la vida. Finalizando el siglo XII comienza a desaparecer el guerrero trashumante, empieza un nuevo concepto de sociedad sobre soportes más pacíficos y organizado en estructuras políticas más firmes, con una iglesia militante y una emprendedora burguesía emergiendo de las principales villas y ciudades reconstruidas. Se inicia una nueva etapa en la cual distintos estamentos profesionales desde sus respectivas esferas sociales van promoviendo sus propios patrones de cultura, donde el honor si bien se redimensiona sigue vigente. El concepto de honor está muy ligado a la reputación exterior, de hecho, un agravio hecho en público es considerado más grave que uno en privado. Esto incluso en épocas bastantes recientes. Anteriormente un insulto frente a terceros obligaba al afectado a ejercer una acción directa, recuérdense los retos a duelo para lavar el honor mancillado. El duelo fue llamado lance de honor y consistía en establecer una lucha a muerte entre el ofensor y el ofendido, modernamente este evento es penado por la ley. 283 Las relaciones sociales fueron justificadas durante mucho tiempo bajo el concepto ideológico del honor, desde la historia de la civilización occidental, hasta la Edad Media estuvo operante en diversas sociedades el honor como valor y virtud que diferenciaba a los integrantes de una misma sociedad. Este concepto pervivió en formaciones sociales históricas que se convierten en sociedades de clase o burguesa en Europa durante la Edad Contemporánea; pero su función es ya otra, exagerando sus extremos más románticos en manifestaciones como el duelo. En el período histórico del Antiguo Régimen, el honor es llevado hasta el extremo e incluso el ridículo, tal como lo ejemplifica Miguel de Cervantes en el Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, mientras que otros lo tomaban completamente en serio exponiendo a crítica el concepto socialmente aceptado que las élites intelectuales ven como una rémora a desechar, muestra de ello son los dramas de Calderón y Guillén de Castro. Es natural que el honor, como todo lo que el hombre crea y ejerce, haya ostentado diversos conceptos, sin embargo, siga estrechamente ligado al sentimiento de dominio que se tiene sobre sí mismo y determinado por la cultura. El honor entendido como ideal influye en la sociedad, para ello las normas deben ser claras y precisas, de lo contrario se desdibuja su espíritu, tal como está sucediendo en los albores del siglo XXI. En otro momento de la historia el honor actuó como un concepto que justificó relaciones sociales de diferente orden en la civilización occidental, recordemos el feudalismo en la Edad Media, que privilegió a la nobleza como clase dominante. Sería prudente diferenciar el honor de la honra y la honradez, en virtud de que son conceptos que encierran semánticas análogas. La honra está relacionada con el prestigio, la gloria y la fama, es decir, la sanción y el conocimiento social es heredado por méritos antepasados. La honradez es un concepto más moderno, una concepción burguesa del mundo, en especial de fiabilidad para el mundo de los negocios. 284 Ahora bien, siguiendo a Álvarez García54 podrían analizarse distintas concepciones normativistas del honor. La primera de ellas basada en la dirección social, según la cual el honor se refiere al juicio de valor que la sociedad tiene de un individuo. El autor rechaza esta teoría porque conlleva a introducir de nuevo aspectos fácticos en el concepto de honor y porque supondría dividir el concepto de honor en tantas parcelas como espacios en lo que se mueve el individuo. La segunda concepción está basada en la autonomía del individuo, según la cual el honor vendría a coincidir con un reconocimiento que se vería afectado por los ataques contra el sujeto. Al igual que la anterior, también es rechazada, porque supone una excesiva individualización, incompatible con el principio de seguridad jurídica y la pérdida de los caracteres generales necesarios para que un bien sea protegido por el derecho público. El autor también es contrario a la idea de que el honor tenga una función personal y una función social, pues ello obligaría a integrar la verdad como elemento de la injuria y además posibilita que haya personas sin honor aunque con capacidad de conseguirlo, así que una persona puede ser injuriada sin remordimiento porque posteriormente puede llegar a tener honor. Si se plantea el honor como virtud, podría entenderse lo que apunta Carlos Soria55 al señalar que el hombre tiene libertad y es capaz por mérito propio de conducir obras con responsabilidad y lograr un patrimonio moral. El honor como virtud, tiene implicaciones directas con el ser moral. Y visto desde este punto de vista, es el efecto que sigue a las acciones que haría un sujeto virtuoso. Por ello el honor tiene trascendencia social, motivo por el cual el honor encerraría en sí la honra. Por lo señalado anteriormente es posible afirmar que el honor es un derecho fundamental que posee suficiente poder para constituirse en un bien jurídico. Actualmente, el conjunto de valores y virtudes que estaría emparentada directamente con el honor, también están en plena transformación lo cual dificulta el panorama; la honestidad, la lealtad, la solidaridad, el respeto, la humildad, 54 Francisco Javier Alvarez Garcia, reconocido autor español experto en Derecho del Honor. 55 Ensayista español, con trabajos constantes sobre el honor y la virtud. 285 la responsabilidad están siendo establecidas desde una visión más individualista y descomprometida con el otro, por lo cual, las faltas que se pudieran cometer al obviar una de estas virtudes y/o valores tiene un grado de sanción muy distinto al de otras épocas. sin asombro, se puede ver que ni en privado, ni en colectivo honra el valor del honor como virtud. Lastimosamente, se percibe que más allá del ahora y el aquí, el sujeto de este nuevo siglo propone una apariencia honorable por conveniencia social, pero no es una necesidad real. Aparentemente, hoy por hoy, no está planteado un concepto concreto sobre el honor, cada persona tiene “a su manera”, una forma peculiar de contemplarlo de acuerdo a sus constructos culturales, esto hace del honor un asunto individual y privado, donde la conciencia será el rector de sus actos. Si bien se mantienen ciertas normas morales y reglas para la convivencia, hoy el honor está más relacionado con el poder y las posesiones materiales que detente una persona, que con una conducta intachable manifestada en el ejercicio de las virtudes y el cumplimiento de la palabra empeñada. Revisando las diferentes dimensiones de sociedad hay que detenerse en la institución militar en la cual el honor ha sido y sigue siendo un elemento medular para alcanzar el éxito de la misión. Los combatientes en las distintas épocas han profesado el honor como virtud, ejemplo de ello fueron los samurai, quienes basaban su modo de vida en el código llamado “Bushido” o Camino del Guerrero. Otro ejemplo, son los caballeros cruzados, y los Caballeros Templarios, practicaban valores como la lealtad, la generosidad, la justicia, la gallardía, el sentido de la vergüenza, el pudor, la pureza, la modestia, la frugalidad, la templanza, la obediencia y la caridad, todos ellos como expresión del honor, valores estos que, sin duda, fortalecen y ennoblecen al hombre. En la actualidad, el derecho al honor está asociado a otros derechos, como los relativos a la propia imagen y a la intimidad personal y familiar, incluyendo el derecho a la protección de datos, todo ello es objeto de protección jurídica, tanto en la legislación nacional, así como en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. El nuevo milenio nos encuentra más libres y menos honorables, pues el ser virtuoso no es lo que más renta en estos días. No pretende este señalamiento brindar una visión puritana o desfasada de la realidad, sino más bien ser un punto de reflexión sobre la moderna visión del hombre, la cual pareciera plantear en un segundo plano aspectos como el valor de ser honorable. Señala Hermann Cohen56, que el honor debería plantearse como una virtud de la comunidad en general, pues a su juicio el hombre debe honrar al hombre, para él todos los que forman parte del seno de una determinada sociedad tienen ese derecho, a su vez propone que el amor debería ser una virtud considerada en la dimensión íntima y personal, mientras que ésta es ejercida por particulares con intereses y creencias similares, en tanto que el honor en su amplitud se propone como un ejercicio en colectivo. Pero si se revisa el desenvolvimiento del hombre contemporáneo, no Aún hoy en día, el militar cuando se cruza con alguien de rango superior inmediatamente adopta la posición de atención y saluda, conozca o no al oficial. Esto lo hace porque está respetando las reglas de la institución a la cual pertenecen ambos: el estamento militar, y aún más allá, está honrando su propio juramento de respetar la autoridad, pero este signo exterior de respeto es más practicado por tradición que por convicción. Se puede ver como hoy en día tienen éxito las filmografías inherentes a las hazañas de soldados y guerreros quienes son presentados como protagonistas invencibles. Uno de los motivos es que se enaltece el honor como actitud heroica y admirable, se muestra el honor como algo curioso y atractivo para nuestro tiempo, pero que llevado a la práctica en la vida moderna resulta demasiado difícil de concretar. Hoy se está dejando de lado esa capacidad de exigir a sí mismo la consagración del deber ser, por encima de los dictados de la moda a través de sus diversos agentes como lo son la televisión, la radio, el Internet, las revistas. Se están cambiando los valores, y es innegable que en un ambiente de profusión de antivalores se puede sucumbir hasta la decadencia como seres humanos, si no se toma conciencia de ello. 56 Fundador y maestro de la Escuela de Marburgo. 286 287 Una de las prima hermanas del honor es la honestidad, el ser real, genuino, auténtico. Al ser honesto se expresa respeto no sólo por si mismo, sino por los demás. Con esta visión de mundo se pone de manifiesto la disposición a vivir en la luz. Aquiles exclama en la Ilíada57 “odio como a las puertas de la muerte al hombre que dice una cosa pero oculta otra en el corazón”. La sinceridad tendría que ser condición fundamental para la auténtica convivencia. Sin embargo, pareciera que el hombre, mientras más moderno más se derrumba su humanidad por la pérdida de algunos valores, y emociones dignas. El hombre es el único responsables, por ser el arquitecto de su propio destino. En el caso particular de Venezuela, la historia presenta hombres de la talla moral como la de los libertadores, hombres con un nivel muy alto de conciencia patriótica. En el siglo XIX vivieron venezolanos que lo dieron todo, vida y heredades, para crear una patria de hombres libres, dignos y honorables. Líderes que, entre otras cosas, rindieron culto al honor. Hombres que vistieron uniformes y ciñeron la espada para defender ideales de bienestar colectivo. Guiar en pleno siglo XXI la formación honorable de los jóvenes sigue teniendo como norte a los precursores y forjadores de nuestra República. Por ello, se señala junto a José Luis Mata58, a los “edificios de antaño”, como imagen del honor, porque es casi seguro que no se derrumben, pero hay que tener claro que como ejemplo a estas nóveles generaciones, hoy nos toca a nosotros permanecer erguidos con honor. Esta condición no se alcanza por azar, se logra batallando contra el lado oscuro día a día; transitando la senda de la vida con honestidad, valentía y perseverancia, sin sucumbir ante el enemigo por un trato conveniente pero indigno. Se ha de tener como brújula, tal como señala el himno del Alma Mater del Ejército Bolivariano, constancia, disciplina, lealtad y pundonor. Ese podría ser un camino para mantener a salvo el honor. Publicado en la Revista Columnata No.01 /2010 Aún hoy los profesionales militares, al prestar juramento, contraen el compromiso del honor militar como ideal no sólo de amor propio, sino de honra ante el deber cabalmente cumplido. El honor exige del soldado entrega y sacrificio, demandándole dar más allá de lo posible, sabiendo que sólo por honor se puede llegar a cruzar límites aparentemente utópicos. La tradición de un código de honor atraviesa hacia el siglo XXI como parte de la formación de los cadetes y cadetas, en el caso del componente Ejército, éste es la guía de su honorabilidad y norte para su comportamiento. Se puede señalar que el honor sigue orientando la acción de formar hombres y mujeres nobles que tengan sentido de responsabilidad en la acción histórica que tienen que asumir. No sólo se forman para la defensa, seguridad y desarrollo de la nación, sino también como respuesta a las demandas de una sociedad que clama por un republicano con ética y compasión social, en síntesis, un ciudadano cabal y honorable. 57 Obra griega clásica, Autor: Homero. 288 58 Comentado por su anécdota con el taxista mexicano al inicio de este articulo 289 NOTA FINAL … REFERENCIAS • Abril, P.S. (traductor). Ética a Nicómaco. Disponible en: • http://www.analitica.com/bitblio/Aristoteles/nicomaco.asp • Bastidas, A. (1981). El Anhelo constante. Publicaciones Maraven. Caracas • Bennett, W. (1995). El libro de las Virtudes. Ediciones Vergara. Argentina • Charles Péguy, L´argent. Disponible en: • http://sentidodelaexistencia.blogspot.com/2006/09/elsentido-del-honor.html ¿QUÉ DEFINE A UN MAL COMANDANTE? • Loste, M. (1990). Las Cruzadas. Editorial Anaya. España 1. Maneja a sus colaboradores • Mata, J.L. ¿Honor? ¿Qué es eso?. Disponible en: 2. Impone sus criterios a sangre y fuego • h t t p : / / w w w . t i e m p o - n a r a n j a . o r g / r e v i s t a / s p i p . php?article139 3. Depende de su autoridad • Real Academia Española (2001). Diccionario de la Lengua Española. España 5. Exige puntualidad y llega tarde • Sabater F. (1997). Ética para Amador. Ariel S.A. Madrid • Serrano, P. (1971). Literatura Occidental. Ediciones de la Biblioteca. U.C.V. Caracas. 4. Inspira temor y zozobra 6. Sabe a quién echarle la culpa 7. Sólo piensa en las cosas que no andan bien 8. Hace del trabajo una pesadilla 9. Sabe, si acaso, como se hacen las cosas 10. Dice vaya, haga, busque… 11. Dice yo 12. Habla 13. Se estanca 14. Improvisa 15. No tiene tiempo 16. Le preocupan sus superiores 17. Dice ese es su problema 18. Trata de caer bien 19. Se cree imprescindible 20. Impresiona 290 291 ¿QUÉ DEFINE A UN BUEN COMANDANTE? 1. Guía a sus colaboradores 2. Discute sus criterios, rectifica o persuade 3. Depende de su eficiencia 4. Inspira simpatía y respeto 5. Exige puntualidad y llega antes 6. Acepta y corrige sus errores 7. Parte de las cosas buenas para mejorarlas 8. Hace del trabajo una satisfacción 9. Enseña cómo se hacen las cosas 10. Dice vamos, hagamos, busquemos… 11. Dice nosotros 12. Oye 13. Educa 14. Crece 15. Planifica 16. Busca tiempo 17. Le preocupan sus subalternos 18. Dice ese es mi problema 19. Es respetado 20. Forma su relevo 292 REFERENCIAS • Academia Militar de Venezuela. 1981, Manual de Mando y Conducción, Caracas, Venezuela • Academia Militar de Venezuela. 1988, Liderazgo III, Caracas, Venezuela. • Academia Militar de Venezuela. 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ÍNDICE Presentación ...................................................................... 7 BOLÍVAR ES NUESTRA GUÍA ............................................ 11 Filosofía Educativa de la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela .................................................. 11 Algunas características más destacadas de la sociedad venezolana ........................................................................... 27 NATURALEZA HUMANA ..................................................... 35 Dinámica cerebral .................................................................... 37 ¿Cómo funciona el cerebro? .................................................. 39 El sistema nervioso humano .................................................. 42 Las emociones .......................................................................... 54 Otra perspectiva de las emociones ........................................ 58 Programación neurolingüística (PNL) ................................. 62 CONDUCTA HUMANA .......................................................... 71 ÉTICA Y MORAL ..................................................................... 81 LIDERAZGO ............................................................................ 97 Tipos de liderazgo .................................................................. 165 LECTURAS COMPLEMENTARIAS ................................. 207 Código de Honor del cadete y de la cadeta ........................ 209 Los cinco quintos ................................................................... 211 Proyecto de vida ..................................................................... 215 296 Proyecto profesional y proyecto existencial ...................... 217 Algunas consideraciones para ser asertivos ...................... 219 Liderazgo: fenómeno social y poder ................................... 223 El escuchar: el lado oculto del lenguaje ............................. 225 La comunicación como hecho social, herramienta del líder y su papel transformador en la sociedad contemporánea .................................................................. 267 El paradigma del liderazgo: de la visión mesiánica a la sinérgia ........................................................................ 273 Para salvar el honor ............................................................... 279 Nota final ................................................................................. 291 REFERENCIAS ..................................................................... 295