LEY Nº 19975 - Leychile.cl

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Historia de la Ley
Nº 19.975
Modifica el Código Penal en materia de uso y porte de
armas
D. Oficial. 05 de Octubre, 2004
Téngase presente
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ordenados conforme su ocurrencia en cada uno de los trámites del proceso de
formación de la ley, en ambas Cámaras.
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por ejemplo la cuenta en Sala o la presentación de urgencias.
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Indice
1. Primer Trámite Constitucional: Cámara de Diputados
1.1 Mensaje del Ejecutivo
1.2 Primer Informe Comisión Especial de Seguridad Ciudadana
1.3 Discusión en Sala
1.4 Discusión en Sala
1.5 Segundo Informe Comisión Especial de Seguridad Ciudadana
1.6 Discusión en Sala
1.7 Oficio de Cámara de Origen a Cámara Revisora
4
4
9
20
29
66
75
93
2. Segundo Trámite Constitucional: Senado
2.1 Primer Informe Comisión de Constitución
2.2 Discusión en Sala
2.3 Boletín de Indicaciones
2.4 Segundo Informe Comisión de Constitución
2.5 Discusión en Sala
2.6 Oficio 115de Cámara Revisora a Cámara de Origen
95
95
102
105
108
120
126
3. Tercer Trámite Constitucional: Cámara de Diputados
3.1 Informe Comisión de Defensa Nacional
3.2 Discusión en Sala
3.3 Oficio de Cámara de Origen a Cámara Revisora
128
128
133
143
4. Trámite Comisión Mixta: Senado – Cámara de Diputados
4.1 Informe Comisión Mixta
4.2 Discusión en Sala
4.3 Oficio de Cámara de Origen a Cámara Revisora
4.4 Discusión en Sala
4.5 Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen
144
144
152
162
163
175
5. Trámite Finalización: Cámara de Diputados
5.1 Oficio de Cámara de Origen al Ejecutivo
176
176
6. Publicación de Ley en Diario Oficial
6.1 Ley Nº 19.975
178
178
7. Anexo Documentos
7.1. Moción Parlamentaria
180
180
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MENSAJE PRESIDENCIAL
1. Primer Trámite Constitucional: Cámara de
Diputados
1.1. Mensaje del Ejecutivo
Mensaje de S.E. el Presidente de la República con el que inicia un proyecto de
ley. Fecha 28 de Octubre, 2003. Cuenta en Sesión 11, Legislatura. 350.
MENSAJE DE S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA CON EL QUE SE
INICIA UN PROYECTO DE LEY QUE MODIFICA EL CÓDIGO PENAL EN
MATERIA DE USO Y PORTE DE ARMAS.
________________________
SANTIAGO, octubre 10 de 2003
A S.E. EL
PRESIDENTE
DE LA H.
CAMARA DE
DIPUTADOS.
M E N S A J E
Nº 64-350/
Honorable Cámara de Diputados:
Tengo el honor de someter a la consideración de esa H. Corporación un
proyecto de ley que tiene por objeto introducir modificaciones al Código Penal,
para agravar los delitos que son cometidos con armas y crear una figura penal
relativa al porte de arma blanca en ciertos lugares de acceso público.
ANTECEDENTES.
La seguridad ciudadana y el control del delito constituyen ejes de la
agenda pública. El estudio y análisis de ella en su aspecto negativo, la
inseguridad, requiere tener una visión interdisciplinaria que abarque la
complejidad de este fenómeno.
A esto obedece la decisión del Gobierno de crear un Comité
Interministerial sobre Seguridad Ciudadana y la designación de un ministro
coordinador en la materia.
En este contexto, se ha definido una agenda que contiene las acciones
que se estiman primordiales y urgentes para abordar adecuadamente al delito,
dentro de las que se encuentran ciertas medidas de carácter legislativo, como el
proyecto que ahora nos ocupa.
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MENSAJE PRESIDENCIAL
Según cifras que maneja la División de Seguridad Ciudadana del
Ministerio del Interior, en el año 2001, en un 5.5% de los delitos de mayor
connotación social denunciados en la Región Metropolitana, se empleó arma de
fuego, porcentaje que disminuye levemente en el 2002, alcanzando a un 4.6%.
Por su parte, en un 5.6% de este tipo de delitos, denunciados durante el año
2001, se utilizó arma blanca, mientras que en el año 2002 el porcentaje fue de
un 5.1%.
Las cifras, si bien revelan una baja, no dejan indiferente al Gobierno.
Esta es ciertamente una realidad preocupante, que pretendemos abordar a
través de la presente iniciativa.
Por ello, independiente de otros proyectos legales, como por ejemplo el
que pretende modificar la ley de control de armas que, una vez aprobado por el
H. Congreso Nacional, permitirá restringir la tenencia y el porte de las armas de
fuego, es esencial que los delitos que se cometan utilizando este tipo de armas
sean sancionados con penas más altas que las existentes en la actualidad.
objetivos del proyecto.
El Código Penal, en el artículo 12 N°s 6° y 11°, contempla dos
agravantes relacionadas con armas, que son abusar el delincuente de la
superioridad de su sexo, de sus fuerza o de las armas, en términos que el
ofendido no pudiera defenderse con probabilidades de repeler la ofensa; y
ejecutar el delito con auxilio de gente armada o de personas que aseguren o
proporcionen la impunidad, respectivamente.
Nueva agravante.
A través del presente proyecto se pretende incorporar una
circunstancia agravante nueva, que, por una parte, no exige la presencia del
abuso de la superioridad de las armas, circunstancia de hecho que suele no ser
considerada o que se entiende incorporada en la descripción de la figura típica;
por otra, que exige solamente el porte de arma de fuego, independientemente de
su uso o de su abuso.
Figura penal específica por porte de “armas blancas”.
Además, resulta necesario hacerse cargo de las armas blancas, que
nuestra legislación regula de manera más bien difusa. El Código Penal en su
artículo 494 N°4, establece multas para el que amenazare a otro con armas
blancas o de fuego y para el que riñendo con otro las sacare, como no sea
motivo justo.
Con este proyecto se contempla una figura penal específica para
sancionar el porte de este tipo de elementos cortantes o punzantes en ciertos
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MENSAJE PRESIDENCIAL
lugares públicos, con lo que estamos respondiendo, además, a la inquietud
manifestada en esta materia por el H. Diputado Pedro Muñoz, que se tradujo en
una moción parlamentaria presentada en septiembre del año 2002.
Mecanismos de agravación.
Por otra parte, es cierto que nuestra legislación penal contiene en la
actualidad, en lo referido a los delitos de hurto y robo, una especial situación de
agravación, consistente en cometerlo usando o portando armas, y que se recoge
en el artículo 450 del Código Penal.
Dicha disposición sanciona con penas que van desde los cinco años y
un día y hasta los quince años a quienes cometan los delitos señalados en las
circunstancias que se mencionan, salvo que por el delito cometido les
corresponda una pena mayor.
La sanción que el legislador acordó para esos delincuentes se
encuentra entre las más altas de nuestro sistema punitivo; pero –y tal vez por lo
mismo- su aplicación en la práctica es prácticamente inexistente.
En efecto, contrastada la hipótesis típica con los delitos base en los que
tendría aplicación, resulta que frente al robo con violencia o intimidación, y
algunos casos de robo con fuerza, la pena del artículo 450 es similar o inferior a
la del delito base y, por lo tanto, no se aplica.
Frente
al
hurto,
al
contrario,
la penalidad
resulta tan
desproporcionadamente alta respecto del delito base que el tribunal suele no
considerar el hecho, condenando a la pena asignada al delito.
Resulta necesario, entonces, establecer mecanismos de agravación
especial para los delitos de robo y hurto cometidos portando armas, que
sancione en forma enérgica y racional esas conductas. Ese es, entonces, el tercer
aspecto del proyecto que someto a vuestra consideración.
CONTENIDO DEL PROYECTO.
Para obtener los propósitos que se vienen anunciando, esto es,
modificar el sistema general de agravantes en materia de armas de fuego,
sancionar el porte de arma blanca y corregir la agravación consagrada
penalmente de los delitos de robo y hurto cometidos con armas, el presente
proyecto de ley se estructura en un artículo único, con tres numerales, que
tratan cada una de las materias indicadas.
El numeral 1.- agrega en el artículo 12 del Código Penal una nueva
circunstancia agravante de carácter material, que consiste en ejecutar el delito
portando arma de fuego.
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MENSAJE PRESIDENCIAL
Para los efectos de la agravante propuesta, se ha tenido en
consideración la especial peligrosidad que reviste para la víctima de cualquier
delito el que el hechor sea portador de una de ese tipo armas, dada las mayores
posibilidades que dicho porte dan al delincuente para la comisión del ilícito, así
como el mayor riesgo para la integridad física de la víctima.
Se estimó necesario exceptuar expresamente de la aplicación de la
agravante, a los delitos de robo y hurto, por cuanto a su respecto opera la
especialmente contemplada en el artículo 450, a que nos referimos más
adelante.
Al mismo tiempo, se modifica el número 6° del artículo 12, dejando
fuera de la agravante allí contenida, a las armas de fuego. Esto, con el objeto
que no existan dudas con relación a los casos en que correspondería aplicar una
u otra.
Con el numeral 2.- se incorpora un artículo 288 bis, nuevo, que castiga
el porte de armas cortantes o punzantes en determinados lugares de reunión
pública, con la pena de presidio o reclusión menor en su grado mínimo.
Finalmente, el numeral 3.- modifica el artículo 450 del Código Penal,
sustituyendo su inciso segundo, de manera que en lugar de establecerse una
pena única para el culpable de los delitos de robo y hurto, cuando utilicen o
porten armas, se eleve en un grado la pena asignada al delito correspondiente.
En consecuencia, tengo el honor de someter a vuestra consideración,
para ser tratado en la actual Legislatura, Extraordinaria, de Sesiones del
Congreso Nacional, el siguiente
PROYECTO DE LEY:
“Artículo único.- Introducen se las siguientes modificaciones al Código Penal:
1) Modificase el artículo 12, del siguiente modo:
a)En el Nº 6, sustituyese la expresión “las armas” por la
siguiente “armas que no sean de fuego”.
b) Agregase la siguiente
nueva: “20.ª Ejecutarlo portando arma de fuego”.
circunstancia
agravante,
2) Incorporase el siguiente artículo 288 bis, nuevo:
“Artículo 288 bis.- El que portare armas cortantes o
punzantes en lugares de reunión pública, tales como restaurantes, bares,
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MENSAJE PRESIDENCIAL
parques, plazas, teatros u otros de la misma especie, será sancionado con la
pena de presidio o reclusión menor en su grado mínimo, salvo que a juicio del
tribunal, ellas fueren llevadas para un propósito ajeno a la comisión de un
delito.”.
3) Sustituyese el inciso segundo del artículo 450, por el siguiente:
“En los delitos de robo y hurto, la pena
correspondiente será elevada en un grado cuando los culpables hagan uso de
armas o sean portadores de ellas.”.”.
Dios guarde a V.E.,
RICARDO LAGOS ESCOBAR
Presidente de la República
LUIS BATES HIDALGO
Ministro de Justicia
JOSE MIGUEL INSULZA SALINAS
Ministro del Interior
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PRIMER INFORME COMISIÓN SEGURIDAD
1.2. Primer Informe Comisión Especial de Seguridad
Ciudadana
Cámara de Diputados. Fecha 28 de Octubre, 2003. Cuenta en Sesión 14,
Legislatura 350.
INFORME DE LA COMISIÓN ESPECIAL DE SEGURIDAD CIUDADANA
RECAÍDO EN EL PROYECTO DE LEY QUE MODIFICA EL CÓDIGO PENAL
EN MATERIA DE USO Y PORTE DE ARMAS
BOLETÍN N° 3389-07
HONORABLE CÁMARA:
La Comisión Especial de Seguridad Ciudadana viene en
informar, en primer trámite constitucional y primero reglamentario, el proyecto
de la referencia, originado en un Mensaje de S.E. el Presidente de la
República.
Durante el análisis de esta iniciativa, la Comisión
contó con la colaboración de las siguientes personas:
Don Jorge Claissac Schnake, Jefe de la División
Jurídica del Ministerio del Interior.
Don Eugenio Ravinet Muñoz, Presidente del Instituto
Nacional de la Juventud.
Don
Jaime
Junyent
Ruiz,
Departamento de Asesoría Jurídica del mencionado Instituto.
Jefe
del
OBJETO.
Las ideas centrales del proyecto se orientan a
modificar el Código Penal para sancionar los distintos delitos que se cometan
mediante el porte o el uso de armas, con penas más elevadas, o más
proporcionales en el caso del hurto, que las que la ley establece actualmente.
Para los efectos anteriores:
1° Establece una nueva circunstancia agravante de la
responsabilidad penal, consistente en la ejecución del delito portando arma de
fuego.
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PRIMER INFORME COMISIÓN SEGURIDAD
2° Crea una nueva figura delictiva para sancionar
como simple delito el porte de armas cortantes o punzantes en lugares de
reunión públicos.
3° Substituye la agravación especial que la ley
establece para la comisión de los delitos de robo y hurto mediante el uso o
porte de armas, por la elevación en un grado de la pena aplicable a la figura
delictiva correspondiente.
ANTECEDENTES.
1.- El Mensaje fundamenta la iniciativa en las
circunstancias de que la seguridad ciudadana y el control del delito constituyen
ejes centrales de la agenda pública, razón por la cual el Gobierno habría creado
un Comité Interministerial sobre Seguridad Ciudadana y habría designado un
ministro coordinador en la materia.
En esta agenda se habrían incluido las acciones que
se estiman primordiales y urgentes para abordar adecuadamente el delito,
dentro de las cuales se encontraría esta iniciativa de ley.
Agrega, en seguida, que de acuerdo a los
antecedentes que maneja la División de Seguridad Ciudadana del Ministerio del
Interior, en la comisión de los delitos de mayor connotación social cometidos
en la Región Metropolitana en el año 2001, se habrían utilizado armas de fuego
en un 5,5% de ellos y arma blanca en un 5,6%, porcentajes que si bien
decrecen en el año 2002 a un 4,6% y a un 5,1% , respectivamente,
constituyen una realidad que no deja de preocupar al Gobierno y que pretende
enfrentar con esta iniciativa.
En atención a lo anterior, sin perjuicio de otros
proyectos como el que modifica la ley sobre control de armas y que permitirá,
una vez aprobado, restringir la tenencia y el porte de tales elementos, resulta
esencial sancionar los delitos en que se emplean armas con penas más altas
que las actualmente existentes.
Más adelante, el Mensaje se explaya en los objetivos
mismos que el proyecto persigue, señalando que el Código Penal contempla en
los números 6 y 11 de su artículo 12, dos circunstancias agravantes
relacionadas con el empleo de armas, que, para concurrir, requieren que el
delincuente abuse de la superioridad de su sexo, de sus fuerzas o de las armas
de tal manera que la víctima no pudiere defenderse con posibilidades de
repeler el ataque, o que se ejecute el delito con auxilio de gente armada o de
personas que aseguren la impunidad.
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PRIMER INFORME COMISIÓN SEGURIDAD
A este respecto, la iniciativa crea una nueva agravante
que, independientemente del uso o abuso de armas, exige solamente el porte
de arma de fuego para configurarse.
En el caso de las armas blancas, respecto de las cuales
el Código sanciona con pena de falta al que amenazare a otro con ellas o
riñendo las sacare sin justo motivo, se contempla una figura específica para
sancionar con pena de simple delito el porte de elementos cortantes o
punzantes en lugares de reunión públicos.
En el caso de los delitos de hurto y robo cometidos
usando o portando armas, el artículo 450 del Código Penal establece una
agravación especial, sancionando con penas que van desde los cinco años y un
día a los veinte años, pena que, seguramente, por ser de las más elevadas que
establece la ley, tiene una muy escasa aplicación.
Explica el Mensaje lo anterior, haciendo presente que en
el caso del robo con violencia o intimidación y en algunos casos de robo con
fuerza, la pena establecida para la figura básica, suele ser más alta o similar a
la que aplica el mencionado artículo 450, lo que induce a los jueces a no
aplicarla y, en el caso del hurto, la figura agravada que la citada norma
describe es acreedora a una penalidad tan desproporcionadamente más
elevada que la figura básica, que los sentenciadores optan por no considerarla,
aplicando la sanción correspondiente a esta última.
Por ello se estima necesario establecer un mecanismo de
agravación especial para los delitos de robo y hurto cometidos con armas, que
permita sancionar tales conductas en forma enérgica y, a la vez, racional.
2.- El Código Penal.
a) Su artículo 12 trata de las circunstancias que
agravan la responsabilidad criminal, que son aquellas que, de acuerdo a la
concepción doctrinaria, se fundan en la mayor perversidad moral y peligrosidad
que revela el sujeto cuya conducta encuadra en alguna de las situaciones
contempladas en esta norma.
El número 6 de este artículo considera como tal el hecho
de abusar el delincuente de la superioridad de su sexo, de sus fuerzas o de las
armas, en términos que el ofendido no pueda defenderse con probabilidades
de repeler la ofensa.
b) Su artículo 450, en su inciso segundo, castiga con
presidio mayor en su grado mínimo a presidio mayor en su grado máximo ( 5
años y un día a 20 años), a los culpables de robo o hurto cuando hagan uso de
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armas o sean portadores de ellas, siempre que no les corresponda una pena
mayor por el delito cometido.
b-1.- A este respecto, cabe tener presente que la figura
básica del robo con violencia o intimidación en las personas, se encuentra
descrita en el artículo 436, el que sanciona con la pena de presidio mayor en
sus grados mínimo a máximo (5 años y un día a 20 años), cualquiera sea el
valor de las especies substraídas.
Las figuras agravadas se encuentran sancionadas en el
artículo 433, el que en su número 1° aplica presidio mayor en su grado medio
a presidio perpetuo calificado (10 años y un día a 40 años efectivos), cuando o
con motivo del robo, se cometiere, además, homicidio, violación o se causaren
las lesiones descritas en los artículos 395,396 y 397 N° 1 (castración,
mutilación de miembros importantes o menos importantes o cuando a resultas
de las lesiones el ofendido quede demente, inútil para el trabajo, impotente,
impedido de algún miembro importante o notablemente deforme).
En su número 2° sanciona con presidio mayor en su grado
medio a máximo ( 10 años y un día a 20 años) cuando la víctima fuere
retenida bajo rescate o por más de un día o se le causaren las lesiones
señaladas en el artículo 397 N° 2, es decir, enfermedad o incapacidad para el
trabajo por más de 30 días.
b-2.- El robo con fuerza en las cosas, descrito en los
artículos 440, 442 y 443 se sanciona con la pena de presidio mayor en su
grado mínimo ( 5 años y un día a 10 años) o presidio menor en sus grados
medio a máximo ( 541 días a 5- años) si el delito se cometiere en lugar
habitado o destinado a la habitación o sus dependencias, o bien, se tratare de
un lugar deshabitado.
b-3.- Por último, el hurto, sancionado en los artículos 446 y
447, se castiga con penas que van desde el presidio menor en su grado
mínimo (61 a 540 días) y multa de cinco unidades tributarias mensuales, a
presidio menor en su grado máximo ( 3 años y un día a 5 años) y multa de
veintiuna a treinta unidades tributarias mensuales, según el valor de las cosas
hurtadas.
El artículo 447 permite agravar la pena en un grado,
atendiendo a la relación del hechor con la víctima.
IDEAS
MATRICES
O
FUNDAMENTALES
CONSTITUCIONALIDAD DE LAS MISMAS.
DEL
PROYECTO
Y
Como ya se señaló al reseñar los objetivos de esta
iniciativa, sus ideas centrales se orientan a modificar el Código Penal para
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sancionar los distintos delitos que se cometan mediante el porte o el uso de
armas, con penas más elevadas, o más proporcionales en el caso del hurto,
que las que la ley establece actualmente.
Para los efectos anteriores:
1° Establece una nueva circunstancia agravante de la
responsabilidad penal, consistente en la ejecución del delito portando arma de
fuego.
2° Crea una nueva figura delictiva para sancionar como
simple delito el porte de armas cortantes o punzantes en lugares de reunión
públicos.
3° Substituye la agravación especial que la ley establece
para la comisión de los delitos de robo y hurto mediante el uso o porte de
armas, por la elevación en un grado de la pena aplicable a la figura delictiva
correspondiente.
Tales ideas, las que el proyecto concreta mediante un
artículo único que introduce las modificaciones señaladas, son propias de ley al
tenor de lo establecido en el artículo 60 N°s. 2 y 3 de la Constitución Política.
DISCUSIÓN DEL PROYECTO.
a) Discusión en general.
Durante el debate acerca de la idea de legislar, el
representante del Ejecutivo hizo presente que un número importante de delitos
de la mayor connotación social, se realizan, al menos en la Región
Metropolitana, utilizando arma blanca o de fuego, situación que se ha querido
enfrentar mediante el establecimiento de una agravante especial . Recordó al
efecto que las agravantes relacionadas con el uso de armas, contempladas
actualmente en los números 6 y 11 del artículo 12 del Código Penal, es decir,
abusar el delincuente de la superioridad de su sexo, fuerzas o armas y ejecutar
el delito con auxilio de gente armada o que aseguren o proporcionen
impunidad, han dado lugar a largos debates doctrinarios y a problemas de
interpretación acerca de sus alcances, por cuanto, en el caso del N° 6, se han
interpretado las expresiones “abusar de las armas” como una forma de
asegurar el resultado del delito, lo que se ha entendido como actuar con
alevosía, agravante ya contemplada en el N° 1 de este artículo; o bien, que
dicho abuso ha tenido por objeto provocar un mayor sufrimiento a la víctima,
lo que se equipara al ensañamiento, también previsto en el N° 4 de este
artículo y, por último, el uso de las armas suele formar parte del tipo penal,
situaciones estas tres que han determinado que la agravante del N° 6,
prácticamente no tenga aplicación.
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En el caso de la agravante prevista en el N° 11, es decir,
valerse del auxilio de gente armada para cometer el delito o para obtener la
impunidad, se ha entendido que en tales casos hay premeditación, agravante
ya prevista en el N° 5 de este artículo, lo que ha dado lugar a críticas y a una
aplicación poco fluida.
Como consecuencia de lo anterior, se ha querido evitar el
problema interpretativo y de aplicación de las agravantes, mediante el
establecimiento de una circunstancia específica que considere el simple porte
de armas de fuego, dejando el N° 6 referido únicamente al uso de arma
blanca.
Refiriéndose, en seguida, al nuevo artículo 288 bis que se
introduce, señaló que ello obedecía al interés de enfrentar la situación
relacionada con el uso de arma blanca en la vía pública y con los grupos de
personas o pandillas que emplean estos elementos en lugares de reunión
públicos. En tales casos se sanciona el porte de arma blanca, aplicando pena
de simple delito, pero se hace una salvedad para el caso que el porte del arma
obedeciere a motivos distintos que los delictuales, situación muy común en
sectores rurales en que para el hombre del campo portar este tipo de armas,
por ejemplo, un cortaplumas, es algo de ordinaria ocurrencia.
Por último, en lo que se refiere a la modificación que se
introduce al artículo 450, substituyendo su inciso segundo, señaló que ello
obedecería a que dicha norma contempla una agravación especial por el uso o
porte de armas en la comisión de los delitos de robo y hurto, agravación que
dada la forma en que está concebida no ha tenido una mayor aplicación
práctica. En efecto, dicha norma aplica una pena que va desde los 5 años y un
día a veinte años, salvo que el delito de que se tratare mereciere una pena
mayor. Esto último ha hecho que en el caso de las distintas figuras del robo,
sea con violencia o fuerza en las cosas o con intimidación, no se aplique la
penalidad señalada, por cuanto la pena correspondiente
a las figuras
específicas, resulta similar o superior a la que establece el inciso que se
substituye, sin perjuicio, además, de que en el caso del robo con intimidación,
el uso del arma forma parte del tipo penal, circunstancia que hace muy dudosa
la aplicación de la agravante.
En el caso del hurto, la situación creada por esta norma,
resulta desproporcionada, por cuanto este ilícito, respecto del que se gradúa la
pena atendiendo al valor de las cosas hurtadas, la pena básica puede ser de
540 días, pena que por el solo hecho de portar un cortaplumas en el momento
de delinquir, puede significar la aplicación de una sanción que va desde los 5
años y un día hasta la 20 años, circunstancia que ha hecho que nunca haya
tenido aplicación.
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Agregó que interesaba establecer una agravación de la pena
para el caso del empleo o porte de armas en estos delitos por cuanto no es
igual cometerlos con armas que sin ellas, ya que el peligro que afronta la
víctima es mucho mayor en el primer caso. Por ello se optaba no por una pena
específica para esta situación, sino que por establecer una agravante que
permita elevar la penalidad correspondiente en un grado, con lo que la
agravación que se propone, junto con racionalizarse, permitirá su aplicación
práctica.
El Diputado señor Montes coincidió con la idea de legislar al
respecto, en atención al constante crecimiento de la comisión de delitos en que
se emplea arma de fuego, pero hizo presente que el problema no podía
plantearse sólo desde el punto de vista penal sino, más bien, desde una
perspectiva sociológica, especialmente, en el caso de las pandillas.
Al respecto señaló que, en muchos sectores, la forma de
relacionarse ha ido cambiando, por cuanto se busca afirmar una identidad
sobre la base de constituir agrupaciones de distintas maneras. Agregó que era
necesario tener cuidado a la hora de pronunciarse sobre estas situaciones,
toda vez que no siempre se trata de grupos constituidos para agredir a otros o
para delinquir, sino que para protegerse. En realidad, constituiría una forma de
sobrevivir.
Coincidió con la necesidad de regular el parque de armas
como también con el hecho de que habiendo más de estos elementos al
alcance de la gente, necesariamente había un mayor empleo de los mismos en
las acciones delictuales, pero no resultaba posible abstraerse a la idea de que
esta situación obedecía a algo más que el delito y la proliferación de la
delincuencia. Citó el caso de una escuela de su distrito, en que la directora de
la misma tenía un verdadero escaparate de armas blancas de distintos
tamaños, requisadas a sus alumnos, quienes las portaban como un medio de
defensa para poder llegar al establecimiento. Igual cosa podía decirse de
muchas personas que concurren armadas a los estadios, no para atacar o
delinquir, sino para defenderse de posibles agresiones.
Sostuvo que percibía un vacío en la política de seguridad
ciudadana que no tiene que ver con la legislación existente, sino que con el
establecimiento de una línea educativa que eleve la sanción social para el uso
de estos elementos y que haga ver los riesgos propios de su utilización.
Asimismo, señaló que Carabineros debería tener una actitud menos tolerante y
ejercer una mayor fiscalización.
El Diputado señor Burgos apoyó la posición del Diputado
señor Montes, agregando la necesidad de implementar políticas policiales,
muchas veces ausentes en diversos lugares, como también que debería
analizarse la aplicación de medidas pedagógicas y de carácter preventivo.
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PRIMER INFORME COMISIÓN SEGURIDAD
Cerrado finalmente el debate, se aprobó la idea de legislar
por unanimidad.
b) Discusión en particular.
Durante la discusión pormenorizada, la Comisión
acordó dividir la votación por número, llegando a los siguientes acuerdos:
Número 1.Introduce dos modificaciones al artículo 12 del Código
Penal:
Su letra a) substituye en el N° 6 las expresiones “
las armas” por las siguientes “armas que no sean de fuego”.
Su letra b) agrega una nueva circunstancia agravante, la N°
20, del siguiente tenor:
“ Ejecutarlo portando arma de fuego.”.
La Comisión, atendiendo a las explicaciones dadas por el
representante del Ejecutivo al tratar el proyecto en general, como también la
razón que dio para limitar la referencia a las armas en el N° 6 a sólo las
blancas, lo que tendría por objeto evitar la existencia de dos situaciones que
agravan la responsabilidad fundadas en los mismos hechos, procedió a aprobar
este número, en iguales términos, por unanimidad.
Número 2.Agrega un nuevo artículo 288 bis del siguiente tenor:
“ Artículo 288 bis.- El que portare armas cortantes o
punzantes en lugares de reunión pública, tales como restaurantes, bares,
parques, plazas, teatros u otros de la misma especie, será sancionado con la
pena de presidio o reclusión menor en su grado mínimo, salvo que a juicio del
tribunal, ellas fueren llevadas para un propósito ajeno a la comisión de un
delito.”.
Respecto de esta norma, el Diputado señor Pérez Opazo,
junto con hacer presente la situación de alarma existente en su zona por la
proliferación de asaltos a mano armada y el constante aumento de pandillas
que amedrentan a la población, estimó inadecuado que la norma se refiriera
solamente al porte de arma blanca en lugares de reunión públicos, en
circunstancias que estas agrupaciones o bandas circulan por la vía pública
provistas de sables y cuchillos.
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PRIMER INFORME COMISIÓN SEGURIDAD
El Diputado señor Muñoz estimó necesario regular el uso y
el porte de armas blancas en las pandillas, señalando que en la zona que
representa se cometían frecuentemente delitos con ese tipo de armas por
parte de bandas.
El Diputado señor Luksic dijo creer que el uso de arma
blanca se encontraba muy asociado a la existencia de las pandillas, materia
que creía que este proyecto debería tratar. Señaló que la legislación
norteamericana definía el concepto de pandillas y aplicaba una penalidad
específica, cuestión que él recogía en un proyecto de su iniciativa, en el que se
sancionaba el porte de arma blanca como falta, cuando dicho porte permitía
suponer la pertenencia a una agrupación o banda organizada para atentar
contra las personas o sus bienes.
El representante del Ejecutivo, haciéndose cargo de las
ideas expresadas en el debate, sostuvo que resultaba extremadamente difícil
definir el concepto de pandilla y, más complicado aún, intentar describir una
conducta que pudiera encuadrarse dentro de las exigencias constitucionales
necesarias para la construcción de un tipo penal. Recordó que tratándose de
pandillas o agrupaciones peligrosas que se organizaban para la comisión de
determinados delitos, el Código las sancionaba como asociaciones ilícitas,
como también que si se concretaba una indicación sobre esta materia y se
aplicaba pena de falta a dichas organizaciones, resultaría un contrasentido,
toda vez que la figura más simple o menos grave, como sería el porte de arma
blanca, tendría, en cambio, pena de simple delito.
Igualmente, resultaba complicado sancionar el porte de
arma blanca en la vía pública, por cuanto la exigencia que la norma formula
para no sancionar, es decir, portar el arma para fines no delictuales, , requiere
para los efectos de discernir al respecto, la detención de la persona y su
puesta a disposición del tribunal.
Finalmente, no habiéndose presentado indicaciones al
respecto, la Comisión convino, por unanimidad , acoger la proposición del
Diputado señor Pérez Opazo en cuanto a incluir la vía pública entre los lugares
en que se sanciona el porte de arma blanca, como también la sugerencia del
Diputado señor Montes, quien, por razones de mayor precisión y a fin de evitar
posibles interpretaciones restrictivas, propuso agregar entre los lugares que el
artículo señala por la vía ejemplar, a las canchas y multicanchas, por tratarse
de puntos en que asiduamente se portan armas, quedando en definitiva el
número en los siguientes términos:
“ Artículo 288 bis.- El que portare armas cortantes o
punzantes en la vía pública o en lugares de reunión pública, tales como
restaurantes, bares, parques, plazas, teatros, canchas, multicanchas u otros de
la misma especie, será sancionado con la pena de presidio o reclusión menor
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PRIMER INFORME COMISIÓN SEGURIDAD
en su grado mínimo, salvo que a juicio del tribunal, ellas fueren llevadas para
un propósito ajeno a la comisión de un delito.”.
Número 3.Substituye el inciso segundo del artículo 450 por el
siguiente:
“ En los delitos de robo y hurto, la pena correspondiente
será elevada en un grado cuando los culpables hagan uso de armas o sean
portadores de ellas.”.
La Comisión concordó con las explicaciones del
representante del Ejecutivo en cuanto a la conveniencia de substituir este
inciso por el que se propone, en atención a lo inaplicable y desproporcionado
de la actual norma, procediendo a aprobar este número, en iguales términos,
por unanimidad.
CONSTANCIA.
Para los efectos de lo establecido en los números 2°,
4°, 5° y 7° del artículo 287 del Reglamento de la Corporación, la Comisión dejó
constancia de lo siguiente:
1.- Que el proyecto no contiene disposiciones que tengan
rango de ley orgánica constitucional o que deban aprobarse con quórum
calificado.
2.- Que ninguna de sus disposiciones es de la competencia
de la Comisión de Hacienda.
3.-
Que
el
proyecto
fue
aprobado
en
general
por
unanimidad.
4.- Que no hubo artículos o indicaciones rechazados por la
Comisión.
*****
Por las razones expuestas y por las que dará a conocer
oportunamente el señor Diputado Informante, esta Comisión recomienda
aprobar el proyecto de conformidad al siguiente texto:
“PROYECTO DE LEY:
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PRIMER INFORME COMISIÓN SEGURIDAD
Artículo único.- Introducen se las siguientes modificaciones al Código
Penal:
1) Modificase el artículo 12 del siguiente modo:
a) En la 6.ª circunstancia agravante, sustitúyanse las expresiones
“las armas” por las siguientes “ armas que no sean de fuego”, y
b) Agregase la siguiente circunstancia agravante, nueva:
“20.ª Ejecutarlo portando arma de fuego.
Incorporase el siguiente artículo 288 bis, nuevo:
“Artículo 288 bis.- El que portare armas cortantes o punzantes en
la vía pública o en lugares de reunión pública tales como restaurantes, bares,
parques, plazas, teatros, canchas, multicanchas u otros de la misma especie,
será sancionado con la pena de presidio o reclusión menor en su grado
mínimo, salvo que a juicio del tribunal, ellas fueren llevadas para un propósito
ajeno a la comisión de un delito.”.
3) Sustituyese el inciso segundo del artículo 450, por el siguiente:
“En los delitos de robo y hurto, la pena correspondiente será
elevada en un grado cuando los culpables hagan uso de armas o sean
portadores de ellas.”.
***
Sala de la Comisión, a 29 de octubre de 2003.
Se designó Diputado Informante al señor Jorge Burgos
Varela.
Acordado en sesión de igual fecha, con la asistencia de los
Diputados señor Jorge Burgos Varela (Presidente) y señores Francisco Encina
Moriamez, Patricio Hales Dib, Ramón Pérez Opazo, Boris Tapia Martínez y
Gonzalo Uriarte Herrera.
En reemplazo de los Diputados señores Juan Bustos
Ramírez y Patricio Walker Prieto, asistieron los Diputados señores Carlos
Montes Cisternas y Edmundo Villouta Concha.
Asistieron, asimismo, a la sesión, los Diputados señores
Zarko Luksic Sandoval y Pedro Muñoz Aburto.
EUGENIO FOSTER MORENO
Secretario
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DISCUSIÓN SALA
1.3. Discusión en Sala
Cámara de Diputados. Legislatura 350, Sesión 19. Fecha 12 de Noviembre,
2003. Discusión general, queda pendiente.
MODIFICACIÓN DE CÓDIGO PENAL EN MATERIA DE USO Y PORTE DE
ARMAS. Primer trámite constitucional.
El señor SILVA (Vicepresidente).- Corresponde conocer, en primer
trámite constitucional, el proyecto que modifica el Código Penal en materia de
uso y porte de armas.
Diputado informante de la Comisión Especial de Seguridad Ciudadana es
el señor Burgos.
Antecedentes:
-Mensaje, boletín N° 3389-07, sesión 11ª, en 28 de octubre de 2003.
Documentos de la Cuenta Nº 5.
-Informe de la Comisión de Seguridad Ciudadana, sesión 14ª, en 4 de
noviembre de 2003. Documentos de la Cuenta Nº 12.
El señor SILVA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor
Burgos.
El señor BURGOS.- Señor Presidente, paso a informar, en primer
trámite constitucional y primero reglamentario, el proyecto que modifica el
Código Penal en materia de uso y porte de armas, originado en un Mensaje de
su Excelencia el Presidente de la República.
Al igual como el proyecto anterior, éste es fruto del estudio de
diputados, particularmente del diputado Walker, y del concurso unánime de la
Comisión de Familia. Es una iniciativa que, si bien es cierto emana del
Ejecutivo, tiene su origen fundamental en una moción que hace un par de años
presentaron los diputados Juan Pablo Letelier, Juan Bustos, Carlos Montes,
entre otros, para modificar la ley de Control de Armas.
Cuando comenzamos a discutir la moción en la Comisión de Defensa luego de la de Seguridad Ciudadana-, junto con el diputado Mora y el
presidente de la Comisión, el diputado Cardemil, hicimos ver al Ejecutivo que
parecía mucho más lógico crear nuevas circunstancias agravantes generales,
modificar algunas de las actuales y establecer un nuevo tipo penal que
castigue el porte de armas blancas, como un delito formal, no de resultado,
incluyéndolo entre las disposiciones generales del derecho penal, que no son
otras que las contenidas en el Código Penal, en lugar de modificar la ley de
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DISCUSIÓN SALA
Control de Armas, que tiene un sentido exclusivo de fiscalización de las armas
de fuego.
Este proyecto se inserta en la agenda corta o preferente de seguridad
ciudadana que el Ejecutivo, a través del Ministerio del Interior, concordó con
todos los partidos políticos representados en el Congreso Nacional.
Además de esta iniciativa, dicha agenda incluye el proyecto sobre
responsabilidad penal juvenil, los que modifican la ley de control de armas, el
sistema de control de identidad -ya despachado por la Comisión Especial de
Seguridad Ciudadana- y la ley de drogas, que desde hace mucho tiempo -a mi
juicio más que el razonable- se encuentra en el Senado, y otras que el
Ejecutivo enviará próximamente a trámite legislativo.
Esta Cámara ha tramitado con prontitud todos los proyectos que ha
recibido y que se insertan en la mencionada agenda, inserta en la estrategia
legislativa de política general contra la inseguridad ciudadana.
La iniciativa que nos ocupa no agota el tema, pero ayuda a alcanzar sus
objetivos centrales: el control de la delincuencia, la prevención del ingreso a la
carrera criminal, la interrupción de esta carrera, el desarrollo de comunidades
fuertes y la reducción definitiva del temor, elemento central de la inseguridad
ciudadana.
Entre los objetivos del proyecto está el establecer una nueva
circunstancia agravante de la responsabilidad penal, que consiste en la
ejecución de un delito portando armas, aunque no se utilice, para lo cual
agrega una circunstancia agravante nueva, la 20ª, al artículo 12 del Código
Penal.
Esa modificación hace indispensable, a su vez, modificar, la actual
circunstancia agravante contemplada en el numeral 6° del artículo 12: “Abusar
el delincuente de la superioridad de su sexo, de sus fuerzas o de las armas, en
términos que el ofendido no pudiera defenderse con probabilidades de repeler
la ofensa.” Así, la norma quedará restringida a las armas blancas, ya que se
establece una circunstancia agravante exclusiva, la 20ª, para las armas de
fuego. Ello por la connotación que tienen y por la gran cantidad de ellas que
son utilizadas en la actualidad en la comisión de ilícitos, situación que preocupa
con razón a la comunidad.
Es bueno recordar que las circunstancias agravantes son accidentales al
delito, pero tienen efecto en su gravedad. El sujeto activo del delito presenta
características que la ley considera para disponer una alteración de la
responsabilidad que le corresponde por el hecho delictuoso. En este caso,
cometer el delito portando un arma.
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DISCUSIÓN SALA
El juez deberá calificar las circunstancias agravantes atendidas la
características de la pena. Si se trata de una pena indivisible o divisible, o si es
única o compuesta, y, además, considerar las normas generales de aplicación
de las penas, que se encuentran en los artículos 50 y siguientes del Código
Penal, para, por ejemplo, compensar dos circunstancias agravantes con una
atenuante calificada. De esta forma, el juez califica la conducta ilícita con un
hecho exógeno al delito, pero que agrava la responsabilidad.
En consecuencia, la creación de esta circunstancia agravante general
constituye una señal categórica de mayor punición para quien cometa un delito
portando arma, aunque no la utilice.
Otra modificación contemplada en el proyecto, aprobado en forma
unánime por la Comisión Especial de Seguridad Ciudadana, se relaciona con la
incorporación de un nuevo artículo al Código Penal, que señala: “El que portare
armas cortantes o punzantes en la vía pública o en lugares de reunión pública
tales como restaurantes, bares, parques, plazas, teatros, canchas,
multicanchas u otros de la misma especie, será sancionado con la pena de
presidio o reclusión menor en su grado mínimo, salvo que, a juicio del tribunal,
ellas fueren llevadas para un propósito ajeno a la comisión de un delito”. Es
decir, se crea un delito meramente formal, no de resultado. Basta el porte de
armas cortantes o punzantes. Se penaliza el porte de armas blancas en los
lugares que se indican, disposición no taxativa, y que fue enriquecida en la
Comisión con los aportes de los diputados señores Montes y Pérez.
Obviamente, una persona, atendida las características del arma blanca, podrá
demostrar ante el juez que su porte no tenía por objeto la comisión de un
delito. Eso me parece natural y necesario, pues si bien es cierto que de alguna
manera ello importa una alteración a la carga de la prueba, el imputado puede
probar que el hecho de llevar consigo una cortapluma obedece a alguna
costumbre -en lo personal, la califico de negativa, pero de costumbre al fin- y
que no tenía por objeto la comisión de un ilícito. Entiendo que el diputado
señor Luksic presentará una indicación a este artículo. Por lo que pude apreciar
de su lectura, me parece muy atendible crear una circunstancia agravante al
porte multisujeto, es decir, cuando varias personas portan armas.
El tercer aspecto del proyecto, incluido en la “agenda corta” de
seguridad ciudadana, se refiere a la modificación del inciso segundo del artículo
450 del Código Penal, que establece una circunstancia no agravante, sino de
agravación de la pena base establecida en el tipo. Las circunstancias
agravantes son, de alguna manera, exógenas al delito, pero que a juicio del
legislador y atendidas las características de la agravante -ignominia, alevosía
o, en este caso, el porte de armas-, dan pábulo para aumentar la penalidad.
Sin embargo, el artículo 450 contempla, dentro del delito, una circunstancia de
agravación que deja al juez sin posibilidad de hacer compensaciones entre
atenuantes y agravantes. La modificación propone utilizar los términos
perentorio o potestativo “deberá o podrá”, respectivamente, a fin de agravar
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DISCUSIÓN SALA
una pena en función del tipo y de la pena básica establecida. En la actualidad,
el Código Penal contiene una circunstancia de tan altísima penalidad que no
existe ningún fallo que en los últimos años -así nos informaron personeros del
Ministerio del Interior- dé cuenta de la aplicación de este artículo. En
consecuencia, en la práctica el inciso segundo del artículo 450 del Código Penal
es inaplicable, pues se hacen jugar otras circunstancias.
Todo indica que si queremos contar con instrumentos prácticos, reales y
concretos en el tema de la seguridad ciudadana, en particular desde el punto
de vista legislativo, debemos crear normas que permitan al juez valorar la
prueba y, a partir de ello, aplicar la norma más dura en función del hecho
investigado.
La incorporación de agravantes por porte de armas fue iniciativa de los
diputados Letelier, Muñoz, Luksic, Cardemil y de quien habla, pero fue el
Ejecutivo el que propuso, en sustitución de la agravación teórica y no práctica
de que hablamos, la siguiente circunstancia: “En los delitos de robo y hurto contemplado en el inciso segundo del artículo 450 del Código Penal-, la pena
correspondiente será elevada en un grado cuando los culpables hagan uso de
armas o sean portadores de ellas.”.
¿Qué quiere decir esto? Que hay una agravación permanente y el juez
no puede eludirla al sentenciar, a diferencia de la agravante general señalada
en el artículo 12, circunstancia 20ª, en el caso que el inculpado tenga
irreprochable conducta anterior -una atenuante- y se haya entregado
voluntariamente a la justicia -otra atenuante-; y dos atenuantes prefieren a la
agravante.
Lo que hace el Ejecutivo, y me parece razonable, es decirle: “No señor.
En este caso la agravación de la pena procede siempre, ya que señala que la
pena correspondiente “será elevada”. En consecuencia, es obligatoria. En esto
el juez no tiene escapatoria. Si en un robo o un hurto hay porte o uso de
armas, concurra o no la agravante general, deberá subir la pena al grado
superior.
Estas son las modificaciones esenciales que propone el Ejecutivo, insisto,
muchas recogidas de iniciativas parlamentarias, a mi juicio, bien incorporadas
en este proyecto porque va a la norma general del Código Penal y no a leyes
especiales.
Me parece que deberíamos aprobar esta iniciativa, salvo mejor parecer
de los colegas, con la indicación que señalé para que no vuelva a Comisión.
Ello sería una forma decir públicamente que la agenda pro seguridad ciudadana
nos preocupa e interesa más allá de la poca repercusión que pueda tener en la
prensa en comparación con la cobertura que se da a los delitos.
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DISCUSIÓN SALA
He dicho.
El señor SILVA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado Guillermo
Ceroni.
El señor CERONI.- Señor Presidente, no hay duda de que se trata de un
proyecto extremadamente importante que la ciudadanía acoge como algo
necesario y, sin duda alguna, va en la línea de combatir la delincuencia.
Proporciona instrumentos efectivos para combatir adecuadamente la
delincuencia, porque hay zonas donde es muy característico que se utilicen
armas cortantes o punzantes, no las de fuego, con las que de igual manera se
cometen delitos de gran magnitud.
Este proyecto establece como delito portar armas cortantes o punzantes,
en la vía pública, lugares de reunión pública como restaurantes, bares, parque,
plazas y canchas, lo que me parece muy significativo, porque es habitual que
cuando las personas portan armas cortantes o punzantes y se producen riñas,
se cometan delitos graves. Por lo tanto, configurar como delito el portar dichas
armas va a proteger a las personas y contribuirá a disminuir ilícitos.
Por otra parte, es muy razonable que se pueda dar una explicación al
tribunal y que finalmente éste, luego de analizar los descargos, no sancione a
una persona que portaba un arma.
Considero un gran aporte establecer esta conducta como una agravante.
En definitiva, lo que se ha hecho en relación con la modificación del
artículo 450 es más que razonable, porque tal como estaba, la pena
considerada era muy alta -cinco años y un día a veinte años- y, obviamente,
parece mucho más razonable esta modificación, que establece que en los
delitos de robo y hurto, en caso de portar o usar armas, la pena será elevada
en un grado.
En definitiva, ésta es una iniciativa que se explica por sí misma y las
razones para su aprobación se desprenden con toda claridad. El Partido por la
Democracia la va a apoyar con mucha decisión.
He dicho.
El señor SILVA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor
Pedro Muñoz.
El señor MUÑOZ (don Pedro).- Señor Presidente, el proyecto que
analizamos aborda un tema de gran importancia para muchas regiones del
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DISCUSIÓN SALA
país, como la de Magallanes, que represento en la Cámara, y, sin embargo, ha
sido olvidado sistemáticamente en nuestra legislación penal.
A mi juicio, tres son los principales motivos que nos deben instar a
legislar sobre la materia. El primero, su habitualidad y uso masivo para fines
delictivos. Sin duda, cada colega conoce la significación de las armas blancas
en los índices criminales de sus respectivas zonas o regiones. En mi caso,
puedo señalar que en la región de Magallanes y Antártica Chilena, donde
tradicionalmente se cometían pocos homicidios violentos, sólo en el último año
se han registrado cerca de una docena, y en su inmensa mayoría, o en su
totalidad, se han usado dichos elementos.
Según estadísticas del Ministerio del Interior -y las cito, a pesar de las
objeciones que se les formulan-, un 5,6 por ciento de los delitos de mayor
connotación social se cometen con armas blancas, lo que representa más de
20 mil ilícitos al año. Sin embargo, en nuestras leyes no se advierte la misma
preocupación por su uso que la que existe respecto de las armas de fuego, lo
que debemos corregir.
El segundo motivo es la peligrosidad de estas armas. Es un hecho que
resultan tan peligrosas como las armas de fuego y, lo que es peor, en razón de
su uso masivo, no se encuentran sometidas a restricciones o controles de
ningún tipo.
Su porte, en lugares públicos, salvo casos muy excepcionales vinculados
al deporte, al ejercicio de algunas actividades laborales y a ciertas
especialidades militares, resulta absolutamente injustificado; sin caer en la
riesgosa situación de entenderlo como medio de defensa, argumento peligroso
que también podría extenderse a las armas de fuego.
Salvo casos muy calificados, nadie debería portar armas de ninguna
especie en las calles, y las armas blancas no son una excepción a este
principio.
En tercer lugar, para evitar la lógica del reemplazo por parte de los
delincuentes, existe una tendencia comprobada en el mundo que señala que en
forma paralela a la restricción de las normas sobre tenencia de armas de
fuego, como la que deberíamos aprobar próximamente, sigue un aumento en
el uso de armas blancas, por un lógico factor de reemplazo, si no se adoptan
los resguardos necesarios. El proyecto apunta en esa dirección.
Aunque después discutamos sobre las medidas relativas a las armas de
fuego, la restricción de las armas blancas se sustenta por sí sola por las
razones precedentemente señaladas.
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DISCUSIÓN SALA
No creo en las legislaciones represivas por sí, tampoco en la lógica de
que aumentando las penas se resuelven, como por arte de magia, los
problemas de seguridad ciudadana. No es ésa la lógica que inspira este
proyecto. Tampoco la moción que presenté sobre el mismo tema. Se requiere
una legislación que recoja y se haga cargo de situaciones que representan un
real peligro para la comunidad y que, actualmente, no se hayan reguladas, y el
porte indiscriminado de armas blancas es una de ellas.
De ahí que resulte muy satisfactorio para mí que el Gobierno haya
acogido el sentido de la propuesta, ingresada a la Cámara a través de una
moción, en trámite desde 2001, y que han conocido los colegas de las
comisiones de Constitución, Legislación y Justicia y de Defensa Nacional.
Asimismo, es justo reconocer el esfuerzo de otros parlamentarios que también
han planteado su inquietud en la materia, pero en otros términos.
Así como lo señalaba en su informe el diputado señor Burgos, quiero
expresar que el diputado Leopoldo Sánchez conversó muchas veces conmigo
para presentar esta moción, porque la ciudad de Aisén tiene los mismos
problemas de otras regiones del país.
Creo que el proyecto del Ejecutivo, una de las primeras medidas del ente
coordinador en materia de seguridad ciudadana, recientemente creado, apunta
en la dirección correcta. Se penaliza la situación de mayor riesgo: el porte de
armas blancas en la vía y lugares públicos de reunión con la intención de
cometer hechos delictivos. A partir de ello, se crean y enmiendan ciertas
agravantes generales y se establece un tipo calificado, más adecuado y
razonable para los delitos de robo y hurto cometidos con ellas.
Me parece que se recoge adecuadamente la propuesta que junto a otros
colegas hemos realizado. Más aún, se responde al clamor de los vecinos que
ven con temor la proliferación indiscriminada de pandillas o grupos armados
con armas blancas en sus barrios. Sin embargo, aún cuando concurriré a la
aprobación de este texto, me permito ahondar en dos aspectos que, creo,
merecen una mínima corrección.
En primer lugar, en cuanto a las agravantes, en el número 1) del artículo
único del proyecto se establecen dos innovaciones: una para modificar la 6ª
circunstancia agravante del artículo 12 del Código Penal, sobre abuso de
fuerza; y otra para agregar la circunstancia agravante 20ª, nueva, sobre porte
de armas de fuego. Esta última enmienda apunta en una lógica perfecta, al
conceptualizar una agravante expresa y objetiva que se basta a sí misma y
que podría ser utilizada sin problemas, fuera del caso calificado del inciso
segundo del artículo 450, y de otro en el cual no cabrá aplicarlo de acuerdo con
lo dispuesto en el artículo 63 del Código Penal, sobre acumulación de tipos y
agravantes.
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DISCUSIÓN SALA
En lo que se refiere a la circunstancia agravante 6ª, la forma de solución
de circunscribir el abuso de las armas a las armas blancas resulta estéril, pues
no termina de superar dificultades de esa disposición. Este precepto ha dado
origen a otra moción que he presentado en la Cámara -espero que podamos
analizarla a la brevedad-, cuyas complejidades expondré muy sucintamente.
Se señala que constituye agravante el abuso de la superioridad de las
fuerzas, del sexo o de las armas, entendiéndose que la hay cuando el ofendido
no hubiere podido repeler el ataque con probabilidades de éxito. Pues bien, así
redactada, la actual norma no tiene aplicación práctica. Ello, porque se exige el
abuso de las fuerzas, del sexo o de las armas. Recalco la expresión “abuso”
que indica un ánimo especial y no sólo la circunstancia objetiva de la
superioridad de la fuerza, del sexo o de las armas, sino que se exige la
intención de abusar.
Entonces, los jueces señalan que si el delincuente se valió de la
superioridad, se configuró la alevosía, se aplica ésta y no la que hacemos
referencia. Por el contrario, si el infractor no tuvo la intención de valerse
especialmente de esta superioridad, sino que ella fue accidental, no operará
esta agravante, pues no hubo abuso.
El caso típico es el delincuente que espera en un sitio oscuro para asaltar
a alguien y pasa un anciano. Comete un hecho delictivo contra alguien
notoriamente desmejorado en sus posibilidades de defensa, pero no hay
abuso; no se valió de esta diferencia, sino que estaba dispuesto a asaltar a
cualquier transeúnte. Ahora, si planificó asaltar a ese adulto mayor, estaremos
en el caso de alevosía o premeditación, pero no de abuso de fuerza. Lo mismo
ocurre si la superioridad viene por la vía de las armas, cualquiera que sea la
precisión que se haga al respecto.
Tan compleja es la agravante a que nos referimos, que buena parte de
la doctrina penal más calificada, como la de Alfredo Etcheverry y del propio
presidente de la Corte Suprema, Mario Berríos Montt, señalan que la
disposición actual no tiene sentido y debiera eliminarse.
Pues bien, superar una discusión así en este proyecto sería de largo
aliento y espero que consideremos para ello la otra moción en fecha próxima.
Sí me preocupa que lo que ahora aprobaremos se aplique y para ello creo que
la solución prevista no es la más adecuada. Si queremos avanzar en el tema
debemos sacar todas las armas blancas, contundentes y de fuego de la
circunstancia 6ª y trasladar su porte a la circunstancia 20ª, que se crea,
dejando vigente, con los problemas anotados, para su revisión posterior, sólo
el abuso de fuerza y de sexo.
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DISCUSIÓN SALA
Es evidente que la circunstancia 20ª, nueva, referida a todas las armas,
se aplicará siguiendo las reglas generales, sólo cuando no exista un tipo que
criminalice o agrave las mismas conductas.
Por ello, he presentado dos indicaciones: una referida a cada letra del
número 1) del artículo único; la otra, en relación con el tipo que se crea
respecto de las armas blancas, aunque no estoy cierto de la forma en que
pueda corregirse por falta de una consideración especial, como ocurría en mi
moción respecto de los grupos o pandillas.
Más que esperar que ellas se sancionen como agravantes, en el caso del
artículo 12, circunstancia 11ª o, eventualmente, como asociación ilícita,
pudiera incorporarse como una hipótesis agravada de la falta que se crea en el
artículo 288 bis, aunque ello pudiera redundar en el contrasentido de tener una
pena más baja que si se aplican las citadas agravantes o tipos conexos.
No he logrado una forma de solución para el problema, aunque me
parece que si el porte de armas blancas debe sancionarse cuando se llevan con
ánimo delictivo en la vía o lugares públicos, la pena debería ser mayor cuando
sean portadas por grupos o pandillas concertadas, porque, obviamente, el
peligro para la comunidad es mayor.
Tanto las proposiciones señaladas como las indicaciones que he
presentado perfeccionan el proyecto. Sin embargo, como no quiero que se
dilate su tramitación mediante la elaboración de un segundo informe, estoy
dispuesto a retirarlas. Las mantendría sólo si pudiéramos votarlas en particular
de inmediato o si otros colegas piden que el proyecto vuelva a Comisión.
La iniciativa aborda una materia de gran importancia para la región de
Magallanes y para muchas comunas populares del país, razón por la cual la
votaré a favor.
Su objetivo es establecer la penalización del uso y porte de armas de
gran peligrosidad. Como lo demuestra el informe elaborado por el Gobierno,
son muy habituales en los delitos y hechos de violencia y cuyo porte no tiene,
salvo mínimas excepciones, justificación alguna, más aún cuando ello reviste
especial peligro para la comunidad.
En consecuencia, las normas que aprobamos, aun cuando son
justificadas en sí mismas, sin duda, tendrán mayor sentido si se restringe la
tenencia de armas de fuego.
He dicho.
El señor SILVA (Vicepresidente).- Ha terminado el Orden del Día.
El debate del proyecto queda pendiente para una próxima sesión,
ocasión en que harán uso de la palabra los diputados ya inscritos.
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DISCUSIÓN SALA
1.4. Discusión en Sala
Cámara de Diputados. Legislatura 350, Sesión 25. Fecha 2 de Diciembre,
2003. Discusión general, Aprobado.
MODIFICACIÓN DEL CÓDIGO PENAL EN MATERIA DE USO Y PORTE DE
ARMAS.
El señor SILVA (Vicepresidente).- En el Orden del Día, corresponde
continuar la discusión, en primer trámite constitucional, del proyecto que
modifica el Código Penal en materia de uso y porte de armas.
Tiene la palabra el diputado Hales.
El señor HALES.- Señor Presidente, en la Comisión especial sobre
Seguridad Ciudadana hemos aprobado por unanimidad, en un debate muy
amplio, este proyecto de ley, e invitamos a la Sala a proceder de igual forma y,
así, avanzar en la discusión de algunos aspectos respecto de los cuales se
requiera formular alguna indicación en relación con el porte de uso de arma
blanca.
Esta iniciativa corresponde a una de las ocho de la llamada agenda
legislativa corta sobre seguridad ciudadana, que el Ejecutivo, a través del
Ministerio del Interior, concordó con los diputados, tanto de Gobierno como de
Oposición, para avanzar en la prevención
de la delincuencia y sancionarla con más firmeza. Entre estos proyectos cabe
mencionar el que versa sobre control de identidad, visto hace pocos días y
aprobado por esta Cámara; el de violencia intrafamiliar, que todavía no ingresa;
el de control de armas, y el de violencia en los estadios, que tampoco ingresan
aún, y otros que han ido concretando este esfuerzo conjunto para combatir la
delincuencia.
Este proyecto tiene más bien el carácter de punitivo, pues la ciudadanía
atribuye mucha importancia a la necesidad de castigar con dureza los delitos
perpetrados con uso de armas. El Congreso ha coincidido con ese sentimiento
ciudadano y, en consecuencia, las ideas centrales del proyecto se orientan a
modificar el Código Penal para establecer sanciones más drásticas por el porte
o uso de armas. Se establecen penas más elevadas que las actuales, y en el
caso del hurto se regulan en forma bastante razonable. Hoy, las penas para
este delito son tan desproporcionadamente altas, que al final los jueces
terminaban por no aplicarlas. Queremos establecer penas para que se
apliquen, de modo que haya un castigo concreto. Por supuesto, no está de más
decir que, cuando sostenemos que es necesario que se apliquen sanciones y se
castigue, no estamos diciendo que la delincuencia sea una materia que se vaya
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a resolver sólo en función de castigo, sino también de prevención, de acción
social, de preparación, de educación, de avance y desarrollo familiar.
¿Qué medidas? Primera, se establece una nueva circunstancia agravante
de la responsabilidad penal, consistente en que aunque no se use el arma de
fuego, el solo hecho de cometer un delito portando un arma de esa naturaleza
constituye per se dicha circunstancia. No la usó; no importa. No es asalto; no
importa. Si en la comisión de cualquier acto que esté sancionado como delito el
individuo porta arma de fuego, se tendrá esto como agravante de la pena.
Segunda medida, el solo hecho de llevar un arma cortopunzante en
lugares de reunión pública -por ejemplo, en el estadio-, aunque no se haya
perpetrado un delito, constituye simple delito.
El tema generó discusión en la Comisión por el hecho de que podría
darse el caso de que si una persona es sorprendida en su trabajo o en un
evento deportivo o de cualquier naturaleza portando un arma cortopunzante cuchillo, machete, puñal o punzón-, naturalmente, de acuerdo con la redacción
propuesta, estaría cometiendo un delito, porque quedaría comprendido en la
descripción que estamos haciendo.
Básicamente, algunos diputados centraron su discusión en el tamaño del
arma cortante o punzante, y otros enfatizaron que éste no importaba, por
cuanto con cualquier arma blanca es posible no sólo asaltar a una persona, sino
secuestrar un avión. A lo mejor, se podrían definir los territorios o las
actividades. En ese caso, estamos abiertos a la posibilidad de que el proyecto
vuelva a Comisión, a fin de precisar de mejor manera el tema.
Por otra parte, así como parece una barbaridad sancionar a cualquiera
que porte un arma cortopunzante en un recinto público donde se celebre una
actividad deportiva o de otra naturaleza, también consideramos una
barbaridad que, por no aplicar estas propuestas, terminemos diciendo que se
puede concurrir a un partido de fútbol portando un puñal, sin que esa conducta
sea sancionada. Claramente lo que queremos establecer es que no se puede
andar con toda tranquilidad con un arma cortante o punzante cuando se va a
un recinto público.
Como tercera medida, se sugiere reemplazar la agravación especial que la
ley establece cuando se cometen los delitos de robo y hurto mediante el uso o
porte de armas, por la elevación en un grado de la pena aplicable a la figura
delictiva correspondiente.
En ese sentido, lo que se ha querido es sancionar los delitos en cuya
comisión se empleen armas, con penas más altas de las que existen. Lo
decimos con claridad: penas más altas. Es así como se ha establecido esta
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nueva circunstancia agravante, por el solo hecho de llevar un arma,
independientemente del uso y abuso de ella.
Efectivamente, la disposición vigente habla del uso y abuso de las armas;
es decir, se configura esta agravante por el solo hecho de llevar un arma de
fuego en la comisión de un delito, y el juez deberá aplicarla.
En el caso de las armas blancas, respecto de las cuales el Código Penal
sanciona “con pena de falta al que amenazare a otro con ellas o riñendo las
sacare sin justo motivo”, se contempla la figura específica para sancionar con
pena de simple delito por el solo hecho de portar elementos cortantes o
punzantes en lugares de reunión públicos.
De paso, debo aclarar que esta iniciativa tuvo su origen en mociones de
diversos diputados y que se logró plasmar en su texto las ideas que hemos
reseñado.
En el caso de los delitos de hurto y robo que se cometan usando armas o portándolas, aunque no estén siendo usadas-, el artículo 450 del Código
Penal establece una agravación especial: sanciona con penas absurdamente
altas, definidas, quizás, por circunstancias que en su momento tomó en
consideración el legislador. En efecto, sanciona con penas que van desde los
cinco años y un día a los veinte años de prisión, por haber robado portando un
arma de fuego. Naturalmente que, en esas condiciones, el juez termina por no
aplicar dicha pena, porque resulta tremendamente desproporcionada. Por eso,
lo que queremos es establecer una pena que sea aplicada y que no se termine
absolviendo al delincuente.
Se ha querido evitar interpretaciones discrepantes en la aplicación de las
agravantes cuando se trate del simple porte de arma de fuego, y se ha
pretendido dejar establecido legalmente, como circunstancia específica, para
que ningún juez pueda hacer una interpretación que le permita absolver al
delincuente o decir que la 6ª agravante sólo se refiere a arma blanca, y la 20ª,
al porte de arma de fuego.
Respecto del artículo 288 bis, nuevo, se señaló claramente que éste se
agrega debido al interés por enfrentar todas las situaciones relacionadas con el
uso de arma blanca en la vía pública y con los grupos de personas o pandillas
que emplean estos elementos en lugares de reunión públicos. En la televisión
hemos visto escenas dramáticas, que parecieran representar a los jóvenes, lo
que no es así. Al final, se termina por estigmatizarlos, sobre todo a aquellos de
sectores populares, especialmente a los de las llamadas “barras bravas” que
acuden a recintos deportivos, en circunstancias de que más del 90 por ciento
de ellos no son delincuentes.
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Cuando afirmamos que somos garantistas, lo que estamos diciendo es
que partimos de la base de que la sociedad civil y el aparato del Estado no
están constituidos por delincuentes y, por tanto, el ordenamiento penal está
hecho sobre la base de dar garantías a todos los inocentes y de castigar a los
culpables, y de que la culpabilidad no se presume. Se suele decir que muchos
jóvenes que van a los recintos deportivos son delincuentes, específicamente
los componentes de las llamadas “barras bravas”. Eso no es efectivo. La
escena en la cual un joven acuchilló a otro de su misma barra, que apareció en
la televisión de manera dramática, estigmatiza a toda esa “barra brava”, en el
sentido de que está constituida por delincuentes que usan cuchillos.
Lo que queremos decir claramente es que no se debe portar armas en
los recintos públicos destinados a este tipo de actividades. A eso se refiere este
nuevo artículo 288 bis.
Sin embargo, pienso que este punto se ha tratado de manera
insuficiente en el debate. Se hizo la salvedad de no sancionar el porte de estas
armas cuando este hecho obedeciera a motivos distintos de los delictuales.
Esto es muy delicado, y genera discusión. En esa situación, ¿puede el policía
interpretar la situación a su criterio y transformarse en una especie de juez
para definir por qué una persona porta arma blanca? No puede hacerlo. Sin
embargo, se contempló, según se dice a la letra, “una salvedad para el caso de
que el porte del arma obedeciere a motivos distintos de los delictuales,
situación muy común en sectores rurales en que para el hombre del campo
portar este tipo de armas, por ejemplo, un cortaplumas, es algo de ocurrencia
ordinaria”. A lo mejor, debiéramos precisar más algunos puntos que quizás no
estudiamos suficientemente en la discusión en particular en la Comisión.
A propósito de las cuestiones específicas, respecto de la modificación del
artículo 450, en que se substituye su inciso segundo, se señaló que ello
obedecería a que dicha norma contempla un agravación especial. Ahora, se
pretende que tenga una real aplicación práctica. Como estaba establecido
dicho artículo, el solo hecho de portar un cortaplumas en el momento de
delinquir podía significar que se tenía que sancionar al delincuente con penas
que van desde los cinco años y un día hasta los veinte años. Como esa
barbaridad no se podía aplicar, el procesado terminaba siendo absuelto. Pero
ahora queremos que se aplique la norma y se sancione a los delincuentes, y
por eso establecemos estas medidas.
No me parece necesario comentar la letra misma del proyecto de ley,
porque ya lo hizo el diputado informante.
Nunca está de más agregar que, respecto del aumento de penas, de
más castigos o de una actitud más punitiva, para nosotros éste siempre será
un problema integral. Para terminar con la delincuencia, necesitamos justicia
eficiente, policías con control de gestión y bien pagadas, situación social
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estable, asistencia familiar, prevención, educación y leyes como ésta, muy
firmes y castigadoras, para que a la hora de la comisión de un delito, en una
sociedad constituida en su gran mayoría por inocentes, se sancione duramente
al delincuente.
He dicho.
El señor SILVA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor
Zarko Luksic.
El señor LUKSIC.- Señor Presidente, el proyecto es muy importante,
pues es un instrumento que se entrega a las policías para evitar los delitos y
repeler la delincuencia.
La iniciativa se refiere a una cuestión que, en algunos casos, es bastante
dudosa, cual es el uso de un arma blanca o cortopunzante. Muchos diputados
que representan zonas rurales seguramente nos dirán que la gente de su sector,
comuna o distrito, usa permanentemente este tipo de armas en su oficio o
fuente de trabajo, por lo que parecería absolutamente injusto que se
estableciera este control al uso y al porte de armas blancas.
Sin embargo, en determinadas circunstancias, como en actos públicos
que se llevan a efecto en espacios nacionales de uso público o en lugares
donde se han cometido delitos -me refiero a boites, discotecas, etcétera-, así
como en horas en que eventualmente éstos se pueden cometer, es bueno que
Carabineros e Investigaciones tengan esta herramienta para controlar el porte
de armas blancas y sancionar su uso.
Señor Presidente, presenté una moción, pero el Ejecutivo no la
consideró. Lamento que no esté presente algún representante de Gobierno
para que me respondiera. En ella, además de establecer una sanción para el
porte o uso de arma blanca o cortopunzante, puse el acento en el tema de las
pandillas y de las bandas, que no son asociaciones ilícitas y que no están
dentro de la figura que establece el Código Penal, esto es, una organización
con una estructura destinada a la comisión de delitos. Estoy hablando de una
realidad que figura en el informe “Ethos”, elaborado por la Universidad Alberto
Hurtado, que se refiere a las “tribus urbanas”, que son formas de organización
y de convivencia de los jóvenes; de grupos que no tienen por finalidad cometer
delitos ni adoptar una actitud agresiva. En ese estudio se analiza la existencia
de bandas o pandillas especialmente en las zonas urbanas.
Pedí que la Biblioteca del Congreso Nacional me proporcionara
información sobre cómo se regula en otros países el comportamiento de
bandas y pandillas. En Estados Unidos, por ejemplo, la legislación sanciona las
riñas y el uso de arma blanca por parte de esos grupos.
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Cuando presenté la moción -no quiero quejarme amargamente-, no la
tomaron en cuenta. Por ello presenté una indicación, muy sencilla, que tiene
por objeto dar cuenta de la existencia de las bandas y pandillas. En ella no he
utilizado los conceptos “banda” y “pandilla”, porque habría sido necesario
previamente definir esos términos, lo que requeriría mucho tiempo de debate.
La indicación tiene por finalidad establecer una circunstancia agravante
en el artículo 12 del Código Penal. Dice así: “Para los efectos de la aplicación
de la pena, se considerará circunstancia agravante el encontrarse reunidas dos
o más personas portando las armas a que se refiere el artículo 288 bis”. En ella
no se define al grupo de personas como una banda o una pandilla; sólo se
sanciona, de acuerdo con los antecedentes, el hecho de que porten armas.
Tampoco tiene por finalidad tipificar un nuevo delito. La idea es establecer
como circunstancia agravante el encontrarse reunidas dos o más personas
portando las armas cortantes o punzantes a que se refiere el artículo 288 bis,
en la vía pública o en lugares de reunión pública.
Debemos hacernos cargo de este fenómeno, pues propicia la comisión
de delitos. Sabemos que esas bandas se enfrentan entre ellas, con resultados
de lesiones e, incluso, de muerte de algunos de sus integrantes, incluso de
terceros ajenos a los hechos. Frente a esa situación debemos actuar.
Reitero, según el informe de la Universidad Alberto Hurtado, la
constitución de una pandilla es una forma de conducta, de convivencia, y no la
asociación para la comisión de delitos o al enfrentamiento en riñas. No obstante,
debemos establecer alguna forma de sanción para los casos en que esos grupos
porten armas blancas. No se entendería el establecimiento de una sanción para
una persona por el mero uso o porte de un arma blanca; pero sí se entiende y
tiene mucha más fuerza esta sanción cuando se trata de un grupo de personas
que constituyen una banda o pandilla y que tienen una identidad.
Esta indicación fue firmada por diputados de distintas bancadas. Espero
que sea acogida favorablemente por la Sala, y que el proyecto sea enviao
nuevamente a la Comisión.
Asimismo, anuncio que estoy absolutamente abierto a perfeccionarla si es
necesario.
Tenemos que hacernos cargo de las bandas y las pandillas que cometen
delitos de hurto y robo, que se trenzan en riñas entre ellas y, muchas veces,
consumen drogas y alcohol.
He dicho.
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El señor SILVA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado José
Antonio Galilea.
El señor GALILEA (don José Antonio).- Señor Presidente, quiero
manifestar mi opinión favorable a los números 1) y 3), y mis profundas
aprensiones -al menos en su redacción- al número 2) de la iniciativa. Éste se
refiere al que portare armas cortantes o punzantes en la vía pública. Luego,
hace una larga enumeración de lo que se entiende por vía pública:
restaurantes, bares, parques, plazas, teatros, canchas, multicanchas u otros de
la misma especie. Es decir, no se puede portar armas cortopunzantes en
ninguno de esos lugares.
Más adelante señala: “será sancionado con una pena de presidio o
reclusión menor en su grado mínimo, salvo que a juicio del tribunal, ellas fueren
llevadas para un propósito ajeno a la comisión de un delito”. Para que la salvedad
pueda existir, el individuo tendrá que ser, primero, detenido y puesto a
disposición del tribunal. Solamente así operará la salvedad que señala el artículo
288 bis.
La redacción de la norma es extremadamente “urbana”, podríamos
decir, pues en las regiones, en los sectores rurales, en los campos y
naturalmente en la vía pública -y también, según me señala el diputado
Kuschel, en el litoral, entre los pescadores- habitualmente se utilizan
cortaplumas o cuchillos pequeños en las faenas o se portan por costumbre.
Con esta norma, esas personas podrían ser detenidas y puestas a disposición
del tribunal por un mal criterio de una determinada autoridad policial. Sólo
entonces se vería si el sujeto detenido portaba el arma cortopunzante con el
objeto de cometer un delito.
Creo que la norma es muy desafortunada. Quizás, puede ser aplicable
en las ciudades, pues me imagino que nadie tiene por costumbre asistir al
estadio o a algún evento público portando un cuchillo de veinte centímetros.
Pero en las zonas rurales, portar cortaplumas es más que una costumbre, pues
es parte del atuendo del huaso.
He presentado una indicación, que no pretende solucionar
definitivamente el problema, pero, al menos, establece una condicionante: que
las armas cortopunzantes deben tener una dimensión mínima, pues es la única
manera de evitar el mal uso de la facultad que se entregará a través de esta
norma a la autoridad policial.
En el caso de que esta indicación no prosperara, solicitaré que la
votación se haga en forma separada, con el objeto de manifestar mi voto
contrario, al menos a la redacción que actualmente tiene el número 2) del
artículo único del proyecto.
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Espero que en el segundo informe la Comisión logre dar una redacción
más adecuada a dicho numeral, pues de lo contrario se puede prestar para
aberraciones realmente absurdas.
He dicho.
El señor SILVA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado Ramón
Pérez.
El señor PÉREZ (don Ramón).- Señor Presidente, quiero destacar la
importancia del proyecto, puesto que en este momento el país está sufriendo
una escalada de delincuencia jamás conocida. El atrevimiento con que actúan
los delincuentes es evidente. Ya no se respeta a nadie, ni siquiera a la policía.
Más aún, ahora es algo normal el uso de armas blancas. Se pasó del cuchillo al
sable y del sable al arma de fuego.
Es habitual escuchar a los ciudadanos criticar la labor de policías y
jueces en razón de que los delincuentes, con mucha facilidad, nuevamente
vuelven a las calles. Quién no ha escuchado decir que las personas honradas
se encuentran encerradas tras las rejas de sus propias casas, en tanto que los
delincuentes se pasean libremente por las calles. Pero siempre he dicho que
esto no es culpa de la policía ni de los jueces: tanto como otros deben
apegarse estrictamente a lo que establecen las leyes.
Nos debe preocupar el hecho de que las leyes sean demasiado
contemplativas y no establezcan sanciones estrictas que liberen a la ciudadanía
de esta lacra social.
El proyecto en análisis es una de las herramientas mediante las cuales
se intenta detener el aumento de la delincuencia. Al respecto, se ha creído
necesario establecer nuevas sanciones, como señalar que el porte de armas de
fuego o blancas, independientemente de si son o no utilizadas en la comisión
de delitos, sea una agravante.
El proyecto, de artículo único, introduce modificaciones al Código Penal.
En primer lugar, establece que portar arma blanca es una nueva
circunstancia agravante de la responsabilidad penal.
En segundo lugar, crea una figura delictiva para sancionar como simple
delito el porte de armas cortantes o punzantes en lugares de reuniones públicas.
Respecto de este artículo presentamos una indicación, aprobada por la Comisión
e incluida en su informe, para establecer que igual sanción recaerá en las
personas que porten armas en la vía pública y en canchas o multicanchas, como
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una forma de dar una señal clara de que la ley será absolutamente rigurosa al
respecto.
En tercer lugar, sustituye la agravación especial que la ley establece
para la comisión de los delitos de robo y hurto mediante el uso o porte de
armas, por la elevación en un grado de la pena aplicable a la figura delictiva
correspondiente.
Creo que también es bueno que nos hagamos cargo de apoyar el
planteamiento del diputado Luksic respecto de las pandillas, que últimamente
han proliferado, especialmente en regiones.
Por lo tanto, como miembro de la Comisión de Seguridad Ciudadana y
por estimar que el aumento de la penalidad será un inhibidor legal para el
delincuente, y en consideración a la preocupación hecha presente
permanentemente por la ciudadanía, anuncio el voto favorable de la bancada
de la Unión Demócrata Independiente.
He dicho.
El señor SILVA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado Jorge
Burgos.
El señor BURGOS.- Señor Presidente, cuando nos correspondió informar
sobre el proyecto señalamos que, entre otras cosas, la importancia del mismo
estaba absolutamente vinculada a lo que se ha dado en llamar -y con razón, a
mi juicio- una agenda preferencial, o corta, en materia de seguridad
ciudadana.
Es particularmente importante tener presente que si bien este tipo de
normas no son instrumentos policiales que den solución de manera inmediata
a situaciones delictuales, en el mediano y largo plazo sí ayudarán desde el
punto de vista de la aplicación de las mismas en casos particulares, y también
respecto de las señales públicas, referidas a la gravedad de ciertos hechos,
para combatir olas delictuales.
Hemos sido testigos, especialmente quienes vivimos en la Región
Metropolitana, de que en los últimos días ha habido un recrudecimiento de los
delitos de robo con violencia en las personas, particularmente en el sector
oriente de la capital. En todos ellos los delincuentes, avezados o no, han usado
y portado armas de fuego o cortantes. Lo hago presente porque estamos
legislando respecto de una cuestión que es concreta -no es un análisis jurídicoteórico- para resolver un tema que preocupa, y con razón, a la ciudadanía de
este país: la seguridad ciudadana. Y el aporte que podemos hacer los
congresales es, fundamentalmente, mejorar los instrumentos legislativos que
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están a disposición de las policías, en una primera etapa, y de los jueces, en la
etapa definitiva.
Ahora bien, a mi juicio, en el debate -que ya lleva dos sesiones- se
aprecia unanimidad -no sólo consenso- respecto de dos de las figuras centrales
del proyecto en comento: la primera, el establecimiento de una nueva
circunstancia agravante de responsabilidad penal, consistente en la ejecución
de delito portando arma de fuego. Es decir, al artículo 12 del Código Penal se
agrega una circunstancia agravante 20ª, que apunta en ese sentido. Asimismo,
se modifica en parte el número 6, que era vaga e imprecisa. Ahora se
establece una agravante clara y precisa, que precise que el uso o porte de
armas de fuego constituirá para el juez siempre una agravante. La mencionada
entrará a jugar con la existencia de otras agravantes y atenuantes, de acuerdo
con lo establecido en los artículos 68, 75 y otros del Código Penal, pero
siempre será una circunstancia agravante a los efectos de evaluar la penalidad
que le corresponda a la persona imputada.
También hay unanimidad en cuanto a modificar los delitos de robo y
hurto contemplados en el Código Penal, respecto del uso y porte de armas no
sólo de fuego, sino también blancas o punzantes, mediante la elevación en un
grado de la pena aplicable a la figura delictiva correspondiente, ya no como
una agravante, sino como una mayor penalización en el tipo mismo. No hay
que ver esta circunstancia extraordinaria o ajena a la tipificación del delito. El
hecho de usar armas en el robo o hurto constituye una agravación de la pena.
Nadie ha manifestado que sea una cuestión discutible; todo lo contrario, se ve
con buenos ojos.
El único punto que ha suscitado discusión, la cual me parece legítima y
enriquecedora -discusión que no se produjo en la Comisión de Seguridad
Ciudadana-, se refiere a la creación de un nuevo delito respecto del porte de
armas blancas o punzantes. He escuchado con atención lo indicado por mi
distinguido amigo y colega José Antonio Galilea. Él cree que quienes
aprobamos la propuesta del Ejecutivo respondimos a la realidad de las zonas
urbanas, lo cual es absolutamente cierto; incluso, a veces cuesta entender la
realidad de otras zonas. El ejemplo que entregó da cuenta de ello, tal como
entendemos la realidad de ciertas regiones campesinas.
Él tampoco entiende la realidad de las zonas urbanas, cuando supone
que a los estadios no van personas con cuchillos. Supone mal, señor diputado,
porque acuden a esos recintos portándolos, y ahí surge el problema. Además,
desgraciadamente no son cinco o seis personas, porque a veces son sectores
completos de las denominadas hinchadas especiales. Entonces, las grandes
ciudades tienen un grave problema frente al uso y porte de armas blancas, las
que a veces son llevadas a los estadios no con el ánimo preconcebido de
delinquir, sino para echar mano de ellas para la autodefensa o para atacar a
otra persona cuando se producen riñas generalizadas dentro de espectáculos
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públicos. Baste recordar, por ejemplo, la escena -que desafortunadamente dio
la vuelta al mundo- entre dos hinchas de equipos de fútbol populares, quienes
se trenzaron a cuchillazos hace algún tiempo. Afortunadamente, la justicia
sentenció rápidamente al autor de ese delito a una pena inexcarcelable de
cinco años. Es una buena noticia desde el punto de vista de la no existencia de
impunidad ante la comisión de esos hechos.
No obstante la necesidad de desparchar rápidamente el proyecto, los
diputados señores José Antonio Galilea, Zarko Luksic y Alberto Cardemil han
presentado indicaciones respecto de éste y otros temas, por lo cual es
necesario que la iniciativa vuelva a la Comisión de Seguridad Ciudadana para
estudiarlas y conocer la opinión del Ejecutivo respecto de la norma sobre uso y
porte de armas blancas, que, según la propuesta, se constituye en un delito
meramente formal y no de resultado. Ello es complejo respecto de sectores
donde tradicionalmente se hace uso de cierto tipo de armas blancas, puesto
que habrá que acreditar que no se pretendía hacer uso de ellas para la
comisión de un delito. Normalmente esa acreditación no se hace en las
policías, sino ante el juez. En consecuencia, hay que echarle una segunda
mirada al proyecto, en función de lo que sucede en otros lugares.
En nuestro país no se legisla teniendo en vista las regiones u otros
sectores, pero sí en otras partes. No creo que sea absolutamente imposible
legislar de esa forma. Además, cabe recordar que algunas leyes hacen
diferencias respecto de ciertos delitos en regiones. Si no me equivoco -la
diputada Laura Soto lo puede ratificar o rectificar-, en el estatuto especial de
Isla de Pascua se contemplan ciertos tipos penales que tienen distinta
connotación, atendidas las tradiciones que allí existen.
En consecuencia, nunca es bueno descartar la posibilidad de que el porte
de armas blancas tenga una connotación distinta en determinados lugares del
país. En ese sentido, siempre existe la posibilidad de modernizar la legislación.
Es importante aprobar el proyecto, pues no ha habido opinión en contra
de los dos puntos señalados, y la divergencia se presenta sólo en el tema del
porte de armas blancas.
Creo que el proyecto debe volver a la Comisión de Seguridad Ciudadana
para que sus integrados nos pronunciemos de forma rápida sobre las
indicaciones señaladas y, además, escuchemos al Ejecutivo, que es el autor de
la iniciativa. Sin embargo, no por discutir acerca de este tipo penal debemos
retrasar la aprobación de dos instrumentos penales tan importantes en la lucha
contra el delito, como la creación de una agravante general y la mejor
tipificación de los delitos de robo o hurto cuando los delincuentes portan o
usan armas, lo que se considera como circunstancia agravante en la penalidad
del delito.
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He dicho.
El señor HALES (Vicepresidente).- Señor diputado, como el proyecto ha
sido objeto de indicaciones, debe volver a Comisión.
Tiene la palabra el diputado señor Carlos Vilches.
El señor VILCHES.- Señor Presidente, el proyecto en discusión, que
modifica el Código Penal en materia de uso y porte de armas, es una respuesta
ante el aumento de la delincuencia en el país.
La idea central de la iniciativa consiste en sancionar el porte de armas
blancas, cortantes o punzantes, en lugares de reunión pública, pero no hay
una respuesta al entorno que genera tal situación. El diputado señor Luksic lo
señaló muy bien cuando manifestó su preocupación por las pandillas armadas
presentes en casi todas las poblaciones del país. Ese tema se ha analizado en
forma muy liviana, pero cuando se ha querido atacar el problema, ha sido
posible comprobar la enorme cantidad de jóvenes que tomaron esa opción.
Sin embargo, hay un punto que no está considerado en el proyecto: la
fabricación clandestina de armas blancas. Para la historia fidedigna del
establecimiento de la ley, creo que es necesario discutir ese tema y, tal vez,
presentar una indicación sobre el particular, porque existen muchos lugares
donde se fabrican armas blancas, que son entregadas, sin restricción alguna, a
menores de edad. La gente que provee dichas armas debe ser considerada a la
hora de establecer la figura delictual. Desconozco el tratamiento que podemos
aplicar contra este comercio y si podemos regular o prohibir la venta de armas
blancas a menores de edad. Creo que ello es incontrolable; pero la fabricación
clandestina es una figura que debería estar tipificada, porque se trata de una
situación muy delicada.
Por otra parte, comparto el sentido de los números 1) y 3) del artículo
único del proyecto.
Debo hacer presente, también, que hay muchos oficios que lo requieren
el porte de cortaplumas que, por lo demás, es una costumbre en el país.
Incluso, oficios como los de instaladores de cables eléctricos y de telefonía
obligan a portar este tipo de elementos y, obviamente, esas personas podrían
ser mal interpretadas en alguna fiscalización sobre el porte de este tipo de
arma blanca.
Por lo tanto, considero necesaria una segunda discusión y, según
entiendo, hay indicaciones para que el proyecto vuelva a la Comisión, con el
objeto de analizar estos temas y hacer absoluta claridad sobre ellos.
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La iniciativa está inconclusa y tiene un vacío que es necesario subsanar,
porque en este caso ocurre lo mismo que con el tráfico de drogas: mientras no
se sancione el consumo, siempre existirá tráfico. Eso es lo que queremos
prevenir, prohibir, y por ello se sanciona el tráfico; pero si la gente puede
consumir en forma privada o masivamente, como se está haciendo con las
drogas duras y blandas, no avanzaremos mucho.
Si no sancionamos la fabricación clandestina de armas blancas, tampoco
podremos controlar el acceso de las pandillas, de los jóvenes o de los menores
de edad a este tipo de elementos, utilizados para causar daño o cometer
delitos.
He dicho.
El señor HALES (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor
Guillermo Ceroni.
El señor CERONI.- Señor Presidente, no cabe la menor duda de que el
proyecto, en general, es positivo, y su idea fundamental, adecuada. Sin
embargo, creo que se exageró al incorporar nuevas situaciones en la
modificación que introdujo la Comisión de Seguridad Ciudadana.
Me parece adecuado establecer como agravante el porte de armas
cortantes o punzantes, en especial, incorporar como nueva circunstancia
agravante ejecutar el delito portando armas de fuego.
Pero en cambio, me parece absolutamente inadecuado que en el artículo
288 bis se sancione el porte de armas cortantes o punzantes en la vía pública,
porque en las zonas rurales eso es muy común. En efecto, la gente porta armas
cortantes o punzantes, como cortaplumas, en la vía pública cuando va a sus
faenas agrícolas o viene de ellas, porque es una herramienta de trabajo. Desde
ese punto de vista, resulta inadecuada la figura delictual. Y no es cosa de dejarla
entregada al criterio de la policía, porque de todas maneras la persona será
detenida, y será el tribunal el que determinará, finalmente, si el arma estaba
destinada a ser utilizada como un instrumento de trabajo. Pero la persona ya
estará detenida por Carabineros; eso es lo grave, es una situación
improcedente.
No tengo objeción en cuanto a que se prohíba todo lo demás, porque no
se justifica ir a una multicancha, a una plaza o a un teatro con instrumentos
cortantes o punzantes. Eso me parece adecuado prohibirlo. Pero no parece
procedente, porque se producirá una serie de situaciones injustas, prohibir el
porte de cortaplumas en la vía pública, ya que muchas veces -la mayoría de
ellas en las zonas rurales- es simplemente un instrumento de trabajo. En lo
demás, comparto plenamente el proyecto.
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Por eso, presenté una indicación para suprimir, en el artículo 288 bis que
se propone, la expresión “en la vía pública”. De esta forma, todo lo demás
quedará vigente y se sancionará el porte de armas cortantes o punzantes en
los parques, plazas, teatros, canchas, multicanchas, restaurantes y otros
lugares de reunión públicos en los que no se justifica que uno ingrese con
armas.
Subsanado ese problema, quedará un proyecto adecuado, pues se
evitará situaciones de injusticia que se pueden producir debido a la manera
como está redactada la norma.
Estoy conforme con el proyecto, pero con la indicación mencionada, a fin
de que los instrumentos cortantes o punzantes puedan portarse en la vía
pública cuando se trate de instrumentos de trabajo.
He dicho.
El señor HALES (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor
Gonzalo Uriarte.
El señor URIARTE.- Señor Presidente, estoy muy de acuerdo con el
fondo del proyecto y, en general, con todas las iniciativas que apunten a
sancionar en forma cada vez más drástica y efectiva la comisión de delitos, en
especial de aquellos que causan alarma pública. Pero me permitiré hacer un par
de observaciones para mejorar la iniciativa.
La primera dice relación con el concepto de arma. El número 1) del
artículo único del proyecto modifica del artículo 12 del Código Penal del
siguiente modo: por un lado, sustituye la expresión “las armas” por “armas
que no sean de fuego” en la 6ª, circunstancia agravante, y, por otro, agrega
una nueva, la 20ª, que consiste en ejecutar el delito portando armas de fuego.
Al parecer, el proyecto busca hacer notar que es distinto cometer los delitos
con armas de fuego o con otro tipo de armas. Para tal efecto, agrega un nuevo
numeral al artículo 12 del Código Penal. Al respecto, debo hacer al menos dos
comentarios:
En primer lugar, el hecho de crear una agravante específica para los
delitos cometidos con armas de fuego no cambia en nada el tratamiento
jurídico que recibirá esta figura respecto de delitos cometidos con otra clase de
armas. El efecto seguirá siendo el mismo, ya que ambas son agravantes que
tienen por objeto elevar la pena asignada a un delito. Tal situación no se
alterará por separar las armas blancas de las de fuego, pues, para los efectos
de la agravante, resulta irrelevante que se trate de unas o de otras. Aunque
las de fuego puedan ser consideradas más peligrosas, desde el punto de vista
de la víctima del delito y de la calificación penal, en los hechos no son ni más
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ni menos peligrosas en manos de un delincuente. Por ejemplo, un disparo
puede dejar apenas una herida leve en una persona, en tanto que un puñalada
en el corazón puede ocasionar la muerte. Por ello, el juez dispone de otros
elementos que le permiten calificar la agravante y aumentar la sanción si
estima que, en un caso concreto, el delincuente lo merece por haber utilizado
un arma de fuego.
En segundo lugar, cabe señalar y recordar que desde 1874 el concepto
de arma se encuentra bien definido en el Código Penal y no existe
inconveniente en aplicar tal definición para el caso que nos ocupa. En efecto,
en su artículo 132, bajo el título de “Crímenes y simples delitos contra la
seguridad interior del Estado”, el Código Penal define las armas como “toda
máquina, instrumento, utensilio u objeto cortante, punzante o contundente
que se haya tomado para matar, herir o golpear, aun cuando no se haya hecho
uso de él”.
En consecuencia, lo correcto sería mantener la 6ª circunstancia
agravante del actual artículo 12 del Código Penal, que incorpora el concepto de
“armas”. Frente a las dudas que pueda causar la aplicación práctica, bastará
con remitirse al citado artículo 132 del Código Penal.
Más aun, el inciso final del artículo 450 del mismo cuerpo legal señala:
“Para determinar cuándo el robo o hurto se comete con armas, se estará a lo
dispuesto en el artículo 132”. Ello demuestra que esta definición puede tener
carácter amplio y es más consistente con el derecho penal. Por ejemplo, si un
delincuente le propina a una persona un fuerte golpe en la cabeza con una
piedra de regular tamaño, a consecuencia del cual la hiere o la de muerte, no
se podrá negar que actuó con un arma contundente, de acuerdo con el artículo
132 del Código Penal, pero sí se podrá discutir si esa piedra es un arma blanca
o un arma que no es de fuego, como se ha propuesto.
En cuanto al delito de porte de arma blanca, cabe señalar que el número
2) del artículo único del proyecto en análisis propone la tipificación del delito de
porte de armas cortantes o punzantes en lugares de reunión pública, tales
como restaurantes, bares, parques, plazas, teatros u otros de la misma
especie, el cual es sancionado con la pena de presidio o reclusión menor en su
grado mínimo, salvo que a juicio del tribunal ellas fueren llevadas para un
propósito ajeno a la comisión de un delito.
En este sentido, según la doctrina penal, al menos estamos frente a un
delito de peligro, es decir, un delito potencial o sujeto a la probabilidad de ser
cometido. Dicho en términos simples, el proyecto en discusión entiende que es
delito el peligro que para la sociedad reviste el porte de un cuchillo, aunque
con ello no se vulnere otra norma ni se cometa delito alguno.
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La verdad estricta es que, por impopular que sea reconocerlo, la
penalización de los llamados delitos de peligro constituye una política criminal
que coarta la libertad de las personas. Con una norma de esta naturaleza no
sólo se castigará a los que porten armas para, efectivamente, cometer delitos,
lo que a priori nadie sabe, sino también a aquellos que por otros motivos, que
tampoco conocemos, porten armas en lugares públicos. En este sentido, debe
tenerse presente, por ejemplo, la cantidad de personas que en zonas rurales
portan cortaplumas, los coleccionistas que se podrían desplazar con espadas o
corvos, o los vendedores de cuchillos de cocina.
No todo el que porta una arma es, por ese sólo hecho, un delincuente.
Por tal razón, parece razonable fortalecer una sociedad libre, sobre la base de
generar un mecanismo alternativo para este caso, en consonancia, por
ejemplo, con lo que acaba de aprobar esta Cámara a propósito del control de
identidad. Así, perfectamente se podría dotar de mayores facultades a las
policías para que, de producirse un caso como el que se busca tipificar, dicha
arma fuera retenida por la policía y, posteriormente, puesta a disposición del
tenedor, previa comprobación de su identidad.
Con esto se cumplen los dos objetivos deseados: por una parte, no se
condena a una persona inocente que, por motivos distintos a la comisión de un
delito, porte un arma cortante o punzante, y, por otra, si se retiene un arma a
un delincuente que efectivamente iba a cometer un delito, entonces se actúa
oportunamente, retirando el arma, caso en el cual, con seguridad, el
delincuente no retirará el arma retenida.
Sin perjuicio de anunciar nuestro voto favorable a la iniciativa, tal como
ya lo hicimos en la Comisión especial de Seguridad Ciudadana, nos parece
pertinente que esa instancia estudie cuidadosamente estas y otras
observaciones hechas presente por las señoras diputadas y los señores
diputados.
He dicho.
El señor HALES (Vicepresidente). Tiene la palabra el honorable diputado
Juan Bustos.
El señor BUSTOS.- Señor Presidente, el proyecto se relaciona con una
realidad que se produce principalmente en nuestras poblaciones, donde a
menudo se fabrican -un diputado lo señalaba- armas blancas o similares, con
el objeto de cometer hechos delictivos. Se ha producido una profusión de estos
elementos, que, evidentemente, implican inseguridad para la gente y la
posibilidad de que se cometan delitos graves, ya sea de lesiones, homicidios o
robo con intimidación. Desde esa perspectiva, la idea de este proyecto aparece
recomendable.
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Sin embargo, tal como se ha señalado por algunos diputados, la técnica
utilizada para plasmar esta buena idea legislativa no parece la más
recomendable.
En primer lugar, y como señalaba el diputado Uriarte, el Código Penal
tiene una definición de “arma” suficientemente amplia y es mucho mejor que la
que aparece en el proyecto. Además, crea menos problemas de interpretación.
Por eso, en la agravante 6ª del artículo 12 del Código Penal, bastaría con
decir “armas”. No es necesario hablar de “armas que no sean de fuego”, por el
concepto de “arma” que contempla el Código Penal. Para los efectos de la
agravación, aparece clara la amplitud que tiene, de carácter cortante,
punzante o contundente, para cualquier tipo de artefacto que tenga esa calidad
o capacidad. Por tanto, parece mucho más adecuado mantener la actual
definición del Código Penal, que tiene una larga tradición y una abundante
jurisprudencia, y no incluir nuevos conceptos que sólo van a perjudicar la
interpretación actual y jurisprudencialmente ya aceptada respecto del concepto
de “arma”.
En seguida, el artículo 288 bis tiene el defecto de dar una nueva
definición de “arma”, donde quedan excluidas las contundentes, como podría
ser un linchaco o un laque, que también a menudo se utilizan para agredir o
intimidar a las personas. A ese primer defecto en relación con el concepto
mismo de “arma” establecido en el Código Penal y que debería ser aplicable al
artículo 288 bis, se agrega otro problema -como ya se ha señalado-: a
menudo, por su profesión u ocupación, hay personas que necesariamente
tienen que portar armas, elementos cortantes, punzantes o contundentes,
especialmente en sitios rurales, pero también en los urbanos. Sin embargo,
ellos quedarían incluidas dentro del artículo 288 bis, sobre todo porque la
técnica legislativa utilizada es sumamente extraña, ya que se dice “salvo que a
juicio del tribunal, ellas fueren llevadas para un propósito ajeno a la comisión
de un delito”. Esa no es la forma correcta de configurar un tipo delictivo,
porque el tribunal siempre tendrá que considerarlo. Por tanto, el tipo delictivo
tendría que ser: “el que con el propósito de cometer un delito portare armas
cortantes, punzantes o contundentes en la vía pública...”. Es decir, el elemento
subjetivo es fundamental para este tipo legal; en caso contrario, sería un tipo
sin ninguna posibilidad de castigar ese hecho, porque portar un arma cortante,
como un cortaplumas, un cincel, una lezna o cualquier utensilio que, llegado el
caso, pudiera ser considerado arma, es totalmente lícito, como ocurre en el
caso de un carpintero o de un zapatero, porque no pueden prohibirse ciertas
profesiones u ocupaciones normales y corrientes en nuestra sociedad. De
manera que el tipo legal necesariamente debería ser: “el que con el propósito
de cometer un delito, portare armas cortantes o punzantes,...”, etcétera. Con
este cambio no solamente el juez, sino también la policía, tendrán que
considerar si ante un determinado hecho se está en presencia de lo establecido
en el artículo 288 bis.
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De manera que, al parecer, estamos en presencia de un tipo legal que,
según su técnica legislativa, induce a pensar que en Chile se están prohibiendo
hechos totalmente lícitos. Por lo tanto, es un tipo legal que tiene que ser
revisado y reestructurado por parte de la Comisión especial de Seguridad
Ciudadana.
Por ello, pienso que si bien es recomendable y parece conveniente
aprobar la idea de legislar, no estoy de acuerdo con la forma en que se ha
estructurado esta materia. Por tanto, el proyecto debe volver a la Comisión con
el objeto de hacerle las modificaciones correspondientes, a fin de tener una
legislación que no afecte la Constitución. A mi juicio, el artículo 288 bis es
inconstitucional, ya que prohíbe comportamientos totalmente lícitos dentro de
nuestra sociedad.
He dicho.
El señor HALES (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado René
Manuel García.
El señor GARCÍA (don René Manuel).- Señor Presidente, he escuchado
con mucha atención la discusión que se ha producido entre diputados que son
abogados, pero la práctica muchas veces dice lo contrario.
La discusión se ha centrado en la gente que presuntamente estaría
cometiendo un delito por el solo hecho de portar un arma blanca. Esto me
parece increíble, porque si un campesino o un huaso porta un cortaplumas -y
tradicionalmente lo ha hecho-, puede ser detenido por portar un arma blanca,
aun cuando él diga que la usa para cortar un tiento, para arreglar la picana
que ocupa para los animales, o para cualquier cosa que esté relacionada con el
campo; y tendría que ir preso, porque se presume que está cometiendo un
delito.
Realmente, no entiendo cuál es el objetivo de legislar en este sentido.
Luego, se habla de las pandillas, las que con ley o sin ella van a andar
con armas blancas, linchacos o lo que quieran. El problema está en cómo
detectar si andan con cuchillos, con linchacos, con leznas, etcétera. La verdad
es que nos estamos poniendo más papistas que el Papa. Se habla de fábricas
clandestinas de armas blancas. Los primeros corvos del Ejército chileno fueron
hechos de las herraduras de los caballos. Además, me parece increíble hablar
de fábricas clandestinas de armas blancas, porque no conozco ninguna. En la
herrería de un pueblo chico, uno puede mandar a hacer un machete o un
cuchillo a la persona que trabaja en la fragua, pero eso no quiere decir que sea
un fabricante clandestino.
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La realidad es muy distinta de lo que aquí se ha dicho. En primer lugar,
no se distingue cuando estas personas deben portar armas por motivos de
trabajo. ¡Me imagino lo que puede pasar si un piquete de Carabineros se
enfrenta con pescadores, con recolectores de algas o con trabajadores que se
dedican a la cosecha! ¡Todos deberían ir presos, porque andan con cuchillo y
tenedor para almorzar!
En consecuencia, antes de sacar tantas conclusiones del Código Penal,
habría que definir en el proyecto qué se entiende por arma blanca. Ni siquiera
se establece un largo para la hoja de ella. Con esta disposición, por ejemplo,
una lima de dos o tres centímetros que usan las damas para las uñas sería
considerada arma blanca, por cuanto no se hace ninguna distinción. Para una
hoja de dos centímetros o para un machete se establece la misma pena; la
persona quedaría detenida porque se presume que anda con ella para cometer
un delito.
No sé qué se pretende con este proyecto. Si fuera para poner en jaque a
todas las personas que, para su trabajo requieren un cuchillo, ello demostraría
que los proyectos de este tipo se hacen pensando más en el delincuente que
en la gente honrada. Habría que hacer otro tipo de leyes para detener a los
delincuentes.
Por eso, como su señoría lo anticipó, se han presentado algunas
indicaciones, por lo que el proyecto debe volver a Comisión. Con el diputado
Galilea conversamos acerca de la necesidad de precisar, por ejemplo, aspectos
tales como el largo de las hojas de las armas, las personas que, por trabajo,
deben portar cuchillos, etcétera. Porque ¿debemos pensar que todos los que
portan un arma blanca son delincuentes? Por supuesto que no. Entonces, ¿por
qué vamos a castigar a todas las personas?
Aquí no se ha tomado en cuenta el trabajo ni la cultura de las personas.
Un tallador que anda con su cuchillo, ¿también sería considerado delincuente?
Una persona que vive en un cerro de Valparaíso y que talla en la playa, no
puede dejar sus herramientas en ese lugar. Voy a poner un ejemplo que, a lo
mejor, va a sonar ridículo: ¿Qué pasa con un trabajador que lleva una lonchera
y, en su interior, un cuchillo y un tenedor? ¿Se debe presumir que es para
almorzar o para cometer un delito? Si queremos ser más suspicaces, ¿sería
una manera de justificar el porte de un arma blanca? ¿Sería para cometer un
delito o para servirse efectivamente el sándwich o el almuerzo?
En verdad, el proyecto deja mucho que desear; lo digo honestamente.
Controlemos las pandillas, el microtráfico y a las personas que inducen a otras
a cometer delitos, e impartamos más educación. Hoy, es una vergüenza que
algunos “guagualones” y tontos viejos induzcan a niños de doce años a
cometer delitos, porque los menores no son imputables según el Código Penal.
Quienes inducen a los niños a delinquir no se dan cuenta de que, con ello, les
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están manchando su hoja de vida para siempre e impidiéndoles optar a un
trabajo honrado, porque sus antecedentes estarán manchados.
En consecuencia, creo que el proyecto carece de importancia. Se lo digo
de verdad. El problema es cómo detectar a las personas que van a los estadios
con un arma. Con ley o sin ella, las personas no pueden ingresar a los estadios
con arma blanca o con envases que contengan metal, porque son descubiertos
por los detectores de metales que existen a la entrada de esos recintos.
La señora GUZMÁN (doña Pía).- Si quieren, igual las van a entrar.
El señor GARCÍA (don René Manuel).- Si quieren, las van a entrar,
lógicamente.
El otro día conversábamos con el diputado Galilea acerca de este
proyecto. En el aeropuerto internacional de Pudahuel, a una señora le
detectaron un cortaúñas y fue detenida, poco menos que como una
delincuente, porque, supuestamente, con él pretendía asaltar al piloto. Se lo
retuvieron y lo echaron en un tarro grande. No hay criterio. Al señor que va
con un cuchillo, se lo quitan y lo echan al mismo tarro que usan para depositar
un alfiler de gancho o un cortaúñas. Creo que estamos siendo más papistas
que el Papa.
Hemos perdido una hora y media de debate para concluir que el
proyecto es malo y que, por lo tanto, debe volver a Comisión. Entonces, si los
honorables colegas están de acuerdo, ¿para qué perdemos más tiempo
discutiendo este proyecto que debe volver a Comisión? Por lo menos,
definamos qué es un arma blanca, quiénes pueden portarla y no presumamos,
antes de aprobar el proyecto, que todos los portadores de un arma blanca son
delincuentes.
He dicho.
El señor HALES (Vicepresidente).- Tiene la palabra la honorable
diputada Laura Soto.
La señora SOTO (doña Laura).- Señor Presidente, la inseguridad que
hoy en día se advierte en las personas nos debe obligar a legislar sobre
materias de este tipo. Creo que hay consenso en cuanto a que tal la
inseguridad debe movernos a decir que hay que castigar a los delincuentes. No
es verdad que sólo estemos pensando en dar garantías a los delincuentes;
también estamos pensando en las víctimas.
Lo cierto es que los crímenes y simples delitos contra la propiedad son
sancionados con penas muy fuertes en el capítulo correspondiente del Código
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Penal. Incluso, llama la atención que en el proyecto se confundan algunas
cosas.
El artículo 432, correspondiente al Título IX, “Crímenes y simples delitos
contra la propiedad”, del Código Penal, dice: “El que sin la voluntad de su
dueño y con ánimo de lucrarse se apropia cosa mueble ajena usando de
violencia o intimidación en las personas o de fuerza en las cosas, comete robo;
si falta la violencia, la intimidación y la fuerza, el delito se califica de hurto”.
Entonces, parece raro señalar que el hurto se configura si para cometer
el delito se usó un arma. Si el delincuente utilizó un arma, no cabe duda de
que es robo con violencia, y eso lo determinará el juez. De manera que, no es
necesrio modificar la sanción que éste aplicará.
En cuanto a la modificación al artículo 12 del Código Penal, tienen toda
la razón los diputados que me antecedieron en el uso de la palabra y que
analizaron profundamente el tema. En este caso, basta con aplicar la 6ª
circunstancia agravante del artículo 12 en relación con el artículo 132 del
Código Penal, donde está calificada. Por lo tanto, la modificación propuesta no
tiene sentido alguno.
Respecto del artículo 288 bis, nuevo, se ha dicho, y con toda razón, que
se castigará a la gente de trabajo, sin antes haberle preguntado nada. Y no
sólo a la del área rural, porque en los sectores urbanos también se dan estos
casos. Por ejemplo, muchos de los elementos que portan los gasfíteres pueden
ser considerados armas contantes o punzantes. Me parece que aunque
suprimiéramos la expresión “vía pública”, de todos modos sería un mal tipo
penal, porque obligaría a detener a gente honesta, de trabajo, que después
sería dejada libre, cuando el juez se diera cuenta de que se trataba de
elementos propios de su quehacer. Creo que este artículo tampoco resiste
análisis alguno.
Por último, la sustitución del inciso segundo del artículo 450 es
francamente inaceptable, porque no hace sino volver a lo anterior. Dice: “En
los delitos de robo y hurto, la pena correspondiente será elevada en un grado
cuando los culpables hagan uso de armas o sean portadores de ellas”. En
realidad, sólo podemos hablar de robo con violencia o con intimidación en las
personas; si el delincuente lleva arma no es hurto, pero eso lo determinará el
juez. Por lo tanto, esta modificación también está de más.
Ahora bien, es efectivo que hay cuestiones que deben ser revisadas,
pero ellas no están consideradas en el proyecto. En mi opinión, éste debe
volver a la Comisión para analizar aquellas que se han mencionado durante el
debate. Una muy interesente es la relacionada con las pandillas, que no
pueden ser consideradas una asociación ilícita. Este tipo de asociación es un
delito grave: es crimen organizado. La pandilla, a veces, sólo se manifiesta en
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el área de la protección; pero, en otras ocasiones, se forma para cometer
delitos.
Aquí se ha señalado también algo que no debe tomarse a la ligera: la
existencia de fábricas clandestinas de armas y de otras que arriendan armas a
narcotraficantes y pandilleros, caso que tampoco considera el proyecto.
De manera que la iniciativa debe volver a Comisión para que sea
analizada con mayor detalle, porque si bien su finalidad es amparar a las
víctimas, objetivo con el cual estoy completamente de acuerdo, no sea cosa
que el remedio resulte peor que la enfermedad.
He dicho.
El señor SILVA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor
Alberto Cardemil.
El señor CARDEMIL.- Señor Presidente, no haré uso de la palabra,
porque lo señalado por el diputado señor René Manuel García me interpreta
plenamente.
He dicho.
El señor SILVA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor
Carlos Kuschel.
El señor KUSCHEL.- Señor Presidente,
interpretado por los colegas que han intervenido.
yo
también
me
siento
Considero que para los artesanos, agricultores, campesinos, leñadores,
vaqueros, buzos, pescadores, algueros, maestros de la construcción, mineros,
zapateros, profesores -que utilizan cortaplumas para sacar punta a los lápices-,
etcétera, es decir, para quienes usan herramientas o utensilios cortantes o
punzantes, pero no para delinquir, sino en su actividad, debería establecerse
un plazo amplio de registro en juntas de vecinos, municipalidades u otros
organismos. Así, se simplificaría esta materia.
Comprendo el ánimo de los diputados, pero, tal como está redactado el
proyecto, nos está saliendo más caro el caldo que los huevos.
He dicho.
El señor SILVA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor
Carlos Montes.
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El señor MONTES.- Señor Presidente, considero que ya se han
entregado los argumentos fundamentales del proyecto. De manera que quiero
insistir sólo en un punto.
Es muy importante entender la causa de la situación que estamos
viviendo: en primer lugar, el crecimiento del número de armas hechizas, hecho
que no se puede desconocer. Normalmente, la policía no da cuenta de la
importancia que ha alcanzado tal fenómeno, pero en la vida cotidiana se puede
observar cómo en las grandes ciudades es cada vez mayor la cantidad de estas
armas y menor el precio al cual se transan: entre 2 mil y 3 mil pesos. El
comercio de armas hechizas se ha ido ampliando, porque se han instalado
fábricas muy simples, que las producen con tubos y otros materiales.
Lo anterior está muy ligado al hecho de que la convivencia entre los
grupos de jóvenes se torna cada día más difícil. Si un grupo, ya sea de
adherentes a un club deportivo o perteneciente a un colegio adquiere armas,
otro grupo hace lo mismo, pues las armas se convierten en elementos de
protección.
En épocas pasadas este papel lo jugaba la honda, que era portada por
los integrantes de distintos grupos de jóvenes que circulaban por las calles. No
la usaban para agredir a otras personas, sino para hacer alguna lesera o,
simplemente, para sentirse mejor. Hoy día, ese papel lo juegan las armas, lo
que es muy delicado.
El proyecto es muy importante, por cuanto establece con claridad que el
porte de armas constituye una agravante. Sin embargo, creo que, ligado a
esto, se debe llevar a cabo una campaña educativa para desarmar a los
jóvenes, para que haya menos armas circulando; es necesario establecer
mayores sanciones para quienes las fabriquen, materia que está considerada
en otro proyecto, de los diputados señores Juan Pablo Letelier, Juan Bustos y
de quien habla. Es necesario analizar el problema no sólo con un criterio penal
inmediatista, sino desde una perspectiva sociológica y antropológica, a fin de
determinar y atacar las causas del aumento del número de armas, no sólo sus
efectos.
Es frecuente ver a los directores de algunos colegios mostrar verdaderas
exposiciones de armas hechizas: estoques y cuchillos de distintas formas, que
los jóvenes muchas veces portan como una manera de sentirse protegidos, no
necesariamente porque sean delincuentes. Entonces, quiero insistir en la
necesidad de realizar una campaña educativa, a fin de que, en primer lugar, la
gente no ande armada; en segundo lugar, para que se considere como causal
agravante el hecho de andar armado, y, en tercer lugar, para que se promueva
que hay otras formas para protegerse. El hecho de que la policía no otorgue
seguridad a los jóvenes en sus barrios ha ocasionado que busquen protección
por su cuenta, lo cual ha inducido el acceso a las armas.
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El proyecto es conveniente, pero debe completarse con una campaña en
los colegios para explicar que es una agravante el hecho que los jóvenes
porten armas, sin perjuicio de detectar, a su vez, los lugares en que se
fabrican las hechizas.
En la Comisión de Defensa se planteó la necesidad de controlar las
municiones, porque es más fácil fabricar un arma que fabricar municiones,
pero ese proyecto ha dado vueltas durante mucho tiempo y no se ha
concretado.
Insisto, si el que está en discusión no va acompañado de campañas educativas
para lograr el desarme, significará un paso más formal que real.
He dicho.
El señor SILVA (Vicepresidente).- Tiene la palabra la diputada señora
María Antonieta Saa.
La señora SAA (doña María Antonieta).- Señor Presidente, este proyecto
representa un gran avance respecto del uso y tenencia de armas, sobre todo
después de ver el impactante documental “Bowling for Columbine”, que aborda
la matanza de trece muchachos ejecutada por dos estudiantes en Estados
Unidos. En ese reportaje se da a conocer que la venta de armas en algunos
estados de ese país es absolutamente indiscriminada. Además, se demuestra
cómo han subido los índices de asesinatos por su tenencia en manos de civiles.
Además, la tenencia de armas incide en la violencia intrafamiliar.
Incluso, muchas veces llevan al asesinato. En mi distrito, en los últimos años
ha habido cuatro muertes de mujeres en manos de sus parejas, que poseían
armas de fuego.
En la ley de violencia intrafamiliar se contemplan medidas cautelares
para confiscar y retirar armas de las casas.
Asimismo, todavía no se encuentra solución a un problema muy grande:
que los miembros de las Fuerzas Armadas y de Orden tengan armas de fuego
en sus casas y muchas veces se involucren en muertes al interior de sus
hogares, debido, precisamente, a esa tenencia de armas de fuego.
Por eso, es importante que el porte de armas, tanto cortopunzantes
como de fuego, sea una agravante en la comisión de delitos. Sin embargo,
debe avanzarse más para impedir que en Chile ocurra lo que ha sucedido en
otros países, donde los conflictos se han resuelto con un arma en la mano, con
resultado de muerte.
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En el documental que mencioné se compara la forma de resolución de
conflictos en Estados Unidos -donde la venta de armas es absolutamente
indiscriminada- y en Canadá. En este último país, el conflicto se resuelve de
manera pacífica, sin utilización de armas. Hay confianza entre las personas.
En resumen, debe prohibirse la tenencia de armas en el hogar, incluso
por personal de las Fuerzas Armadas y de Orden, dado los múltiples asesinatos
entre las parejas y los problemas graves que muchas veces ocasiona su uso.
Votaré favorablemente, en el entendido de que en la Comisión se afinará
el proyecto.
He dicho.
El señor SILVA (Vicepresidente).- Tiene la palabra la diputada Pía
Guzmán.
La señora GUZMÁN (doña Pía).- Señor Presidente, más allá del papel y
de las modificaciones a los respectivos códigos, que podrán ser más o menos
importantes y trascendentes para la opinión pública, lo que importa es que la
ley sea aplicable y beneficie a la comunidad.
En ese sentido, debemos analizar el proyecto con mucho cuidado,
porque no es tan fácil como aparece o como se ha pretendido presentar en la
Corporación.
Está claro el incremento del número de armas cortopunzantes y de
fuego, pero la mayoría de los delitos se comete con armas cortopunzantes. El
aumento de los delitos cometidos por menores de edad ha sido exponencial en
los últimos diez años, y es obvio que debemos poner coto a esa situación.
Los delitos no sólo se cometen en lugares públicos, como señala el
proyecto, sino también al interior de las casas. En fiestas, ya sea de mayores o
de menores de edad, a veces ocurre que algunos concurrentes portan armas.
Los medios de comunicación han informado de casos en los cuales se
han utilizado armas con resultado de jóvenes y niños muertos o heridos.
Está claro que la tenencia de armas, unida al alto consumo de alcohol,
convierte a sus portadores en verdaderas armas vivientes. Por ello, debemos
ser muy cautelosos en la tramitación del proyecto.
Aprovecho la presencia en la Sala del ministro del Interior, encargado de
la parte operativa en materia de seguridad ciudadana y coordinador de todos
los ministerios, para señalar la importancia del trabajo preventivo, porque
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nada sacamos con tener buenas leyes si no logramos alcanzar a los niños de la
calle, quienes utilizan armas cortopunzantes en la comisión de delitos -aunque
también sabemos de algunos jóvenes que pertenecen al grupo ABC1, que usan
al menos manoplas en algunas fiestas-.
Ahora bien, en relación con el proyecto, el artículo 288 bis, nuevo, en mi
opinión es positivo, bueno. Establece una nueva figura penal que está de
acuerdo con los tiempos y necesidades; pero tiene errores graves. Por
ejemplo, dos definiciones de arma cortopunzante, que llevan a problemas de
interpretación. Prefiero la definición del artículo 132 del Código Penal, la que
nunca ha producido problemas y sobre la cual hay jurisprudencia. En este
sentido, he presentado una indicación.
En segundo lugar, hay que considerar dos cosas en ese artículo: las
personas que portan las armas cortopunzantes y los lugares: los colegios, las
casas, etcétera. No puede haber salvedad, por cuanto debe ser castigado el
porte de arma. Si en una fiesta de uno de mis hijos se mete un “colado” con un
arma, debo tener derecho a que ese niño sea castigado, a lo menos, con una
pena baja, más allá del reto que le darán en el cuartel de Carabineros sus
padres. Pero la situación muchas veces puede ser al revés: que los carabineros
terminen siendo retados por los padres.
En ese sentido, hay que considerar otros lugares, aunque en el artículo
288 bis, nuevo, se dan a título ejemplar. Hay que considerar que existen
lugares privados en los cuales tampoco se puede portar arma ni ingresar a
ellos con arma. Se trata de prohibir su uso y tenencia.
Ahora, hay personas en que, por su profesión u oficio, portan elementos
cortopunzantes. Por ejemplo, un obrero que dentro de su bolsa de trabajo lleva
un punzón o un elemento cortante. ¿Qué pasa con los scouts? A mayor edad,
portan un cortaplumas más grande. Algunos tienen desde tijeras hasta cuchillo
y se usan en muchas cosas. ¿Vamos a dejar fuera estos casos? Entonces, hay
que considerar las actividades que realizan las personas.
En el caso del artículo 450 del Código Penal, en su oportunidad señalé a
sus patrocinantes que no iba a tener ninguna aplicación. Así ha sido.
Obviamente, sabiendo cómo aplican los jueces las penas -generalmente, la
menor, la inferior dentro del grado- y siendo tan alta la del porte de arma,
nunca se iba a aplicar. Por eso, me parece bueno que se sustituya su inciso
segundo para que la pena correspondiente sea elevada en un grado cuando los
culpables hagan uso de armas o sean portadores de ellas, en especial si se
considera que el artículo 68 señala que cuando existe una agravante, no se
puede aplicar la pena inferior. En general, se aplica la pena mayor. En ese
sentido, es importante, porque obliga al juez a aplicar una pena superior.
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Pero hay que tener cuidado y dejar expresamente establecido en la
historia de la ley lo que señala el artículo 63, inciso segundo. Básicamente, en
robo con intimidación y robo con violencia, el uso de armas es inherente al
delito. Por lo tanto, la agravante no va a poder ser aplicada. No digamos
después que la ley no es aplicable por culpa de carabineros o de los jueces.
No. El Código Penal señala que cuando el uso del arma es inherente al delito
mismo, no puede formar parte de una agravante.
Por último, la modificación al artículo 12 del Código Penal no la entiendo.
En el artículo 12 se habla claramente de que es una circunstancia
agravante -la 6ª- utilizar armas. Y cuando se habla de armas se hace en forma
genérica, sin especificar si son de fuego, cortantes o punzantes, ni siquiera si
son bacteriológicas.
Por lo tanto, no entiendo que, por un lado, tratemos de modificar la 6ª
circunstancia agravante, en el sentido de dejar ahí medio escondidas o
disminuidas las armas cortantes o punzantes, y, por otro, agregar, como 20ª
circunstancia agravante del artículo 12, “Ejecutarlo portando armas de fuego”.
No modifiquemos lo que no es necesario modificar y aceptemos nuestro
Código, con el cual hemos convivido durante mucho tiempo. Sabemos que
contiene errores; pero muchos de ellos también los hemos cometido nosotros
en la medida en que lo hemos parchado mal. Por eso, llamo a que hagamos
una ley que sea realmente aplicable.
He dicho.
El señor SILVA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado Juan
Pablo Letelier.
El señor LETELIER (don Juan Pablo).- Señor Presidente, es un tremendo
error minimizar el problema que vive la sociedad contemporánea, cual es que
uno de sus rasgos, la legitimación de andar armados, de portar armas, se ha
ido enraizando en nuestra cultura. Eso, a algunos no sólo les parece natural,
sino, incluso, lo promueven. Hay quienes lucran significativamente con la venta
de armas. El uso de las mismas les importa poco y, muchas veces, nuestra
sociedad tiende a tolerar esta cultura de armarse de manera alarmante.
Ésa es la motivación de un proyecto que tiene por fin dificultar el acceso
a las armas, en particular a las de fuego.
Ese proyecto es complementario, pues aspira a abordar otro fenómeno
del mismo contexto. No es casual que todas las personas que nos visitan en el
Congreso Nacional deban pasar a través de un detector de metales. El
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propósito es saber si están portando, entre otras cosas, armas de fuego,
cortantes o punzantes u objetos que puedan ser usados para atentar contra la
integridad de otro ser humano. Respecto de esa máquina, que también se
utiliza para hacer registros en los aeropuertos, el colega René Manuel García, a
mi juicio, hizo un planteamiento en un tono de caricatura.
Se trata de contraponer dos derechos, dos bienes: por un lado, el derecho
individual a portar objetos y, por otro, el derecho a la seguridad e integridad
física de las personas. Por eso, hoy, uno, al subirse a un avión, no puede portar
ciertos elementos. La medida es para proteger un bien superior colectivo, cual
es la seguridad de los pasajeros. La misma finalidad tiene el detector de metales
de este edificio: resguardar un bien superior, cual es la integridad de quienes se
encuentran en él. Uno de los propósitos del proyecto es asegurar que quienes
quieran tener ciertos objetos no puedan portarlos en lugares donde puedan
atentar contra la integridad y seguridad de otras personas. Por ejemplo, es
absolutamente condenable que un niño vaya al colegio con un cuchillo. Nadie en
esta Corporación estará a favor de eso. Tampoco argumentar, sin importar cuál
sea el origen, urbano o rural, que es justificable que alguien ingrese a un
estadio, a un espectáculo deportivo de barrio o a un supermercado con un
cuchillo. Se quiere proteger el bien que representa la seguridad pública.
Más allá de que en una segunda discusión se pueda precisar la
identificación de los lugares, lo que no se debe hacer -reitero- es minimizar el
problema. La cantidad de personas que llega a los centros de salud pública del
país, por heridas cortopunzantes o agresiones de otro ser humano, es
alarmante. Créanme: no son sólo por armas de fuego. El arma blanca se utiliza
cada vez más en nuestra sociedad para agredir y eso es lo que se quiere
acotar; no resolver, por cuanto las leyes no resuelven los comportamientos
sociales, aunque sí pueden fijarlos y dar señales claras respecto de lo que
creemos que no es útil ni conveniente y, más aún, que debe ser sancionado.
En ese contexto -insisto-, no soy partidario de que se minimice el
problema. Aquí nadie discute que un campesino pueda portar un cortaplumas,
sino que una persona no puede portar un cuchillo en un lugar al que concurren
otras personas masivamente.
Pero aquí también se ha hecho una reflexión sobre trabajadores que me
ha llamado la atención (Los trabajadores han tenido este debate en otro
momento de la historia). Quiero poner sólo un ejemplo para demostrar que las
aprensiones de algunos diputados son innecesarias.
Los carpinteros pobres se trasladan de un lugar a otro con su serrucho.
Es habitual que todo trabajador cubra sus herramientas, claramente
identificables, de manera de no causar alguna herida a aquellas personas que
pudiesen encontrarse en su entorno. Al respecto, uno también debe confiar en
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el buen criterio de los jueces. Pero no es bueno minimizar el problema y
fomentar una cultura de porte de armas.
Por último, a propósito de la reflexión de la colega Pía Guzmán y de
otros diputados, es necesario diferenciar el tipo de arma cortopunzante o tipo
de cuchillo de que se trate. Hay que precisar mejor la definición. En otros
países se diferencia entre el cortaplumas de un boy scout, que tiene una hoja
de no más de cinco o seis centímetros de largo, y aquellos cortaplumas cuya
hoja tiene entre diez y veinte centímetros de largo. Evidentemente, es
necesario distinguir en cuanto al tamaño de los objetos cortopunzantes que se
venden en el comercio establecido y en la vía pública, para fijar restricciones.
Respecto de este punto, para evitar cualquier tipo de confusión, vamos a
presentar una indicación de manera de precisar a qué nos referimos cuando
hablamos de objetos que no deben ser portados.
Reitero, una vez más, que no es bueno que minimicemos el tema o
fomentemos una cultura de porte de armas que mañana lamentaremos, como
lo sucedido en Punta Arenas. Ésa fue una de las razones que impulsaron este
proyecto, así como la inquietud del diputado Pedro Muñoz, quien conoció de
cerca la agresión con armas cortopunzantes de que fueron objeto muchos
jóvenes. Él ha hecho un gran aporte al plantear un problema que se ha vuelto
cotidiano, el cual debemos solucionar. El fenómeno que nos hizo notar el
colega pasa en todos nuestros distritos, en los colegios, en las poblaciones, en
las multicanchas y en los estadios. Lo vemos en la televisión, cuando se
exhiben situaciones violentas. Tratemos de evitar tener una actitud permisiva,
que es lo que todo el país nos pide.
He dicho.
-Aplausos.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).- Hay todavía tres
diputados inscritos. ¿Habría acuerdo para prorrogar el tiempo en quince
minutos, de manera que cada uno de ellos pueda hablar, como máximo, cinco
minutos, después de lo cual se cerraría el debate y se procedería a votar el
proyecto en general?
Acordado.
Tiene la palabra el diputado Leal.
El señor LEAL.- Señora Presidenta, en este debate se ha entregado
opiniones que más bien dicen relación con el proyecto de ley que modifica la
ley de control de armas, despachado por la Comisión de Defensa, que también
hace mención a armas cortopunzantes y a todo tipo de armas. Por tanto, tal
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vez habría sido mejor discutir ambos proyectos, simultáneamente, ya que
muchos de los argumentos que se han entregado tienen estricta relación con
las armas cortopunzantes, en circunstancias de que -repito- hay un proyecto
de ley, ya despachado por una Comisión, que se refiere al conjunto de la ley
de control de armas. Sin embargo, respaldo la idea de los autores de esta
iniciativa, en cuanto a incorporar esta modificación en el Código Penal.
Ahora, tengo dos preocupaciones que tienen que ver con la historia de la
ley.
En primer lugar, en el proyecto se mencionan demasiado las pandillas,
las cuales no siempre están asociadas a un fenómeno delincuencial y al hecho
de que, obligatoriamente, porten armas cortopunzantes o de otra naturaleza.
Al respecto, debemos precisar claramente los conceptos, de lo contrario
podríamos estigmatizar importantes sectores del mundo juvenil.
En segundo lugar, es muy importante precisar con mayor rigor lo que se
entiende por armas blancas y cortopunzantes, cuestión que no está definida en
el proyecto. En el mundo rural, la gente, muchas veces, utiliza armas blancas o
cortopunzantes como parte de la vida cotidiana, de la vida económica, por lo
cual este proyecto no sólo debe ser de carácter urbano. No obstante, me
parece importante que podamos legislar sobre esta materia, porque las armas
cortopunzantes se han transformado en elementos de agresión, especialmente
en el mundo juvenil, en los colegios, en las fiestas y en otros lugares de
reunión masiva. Insisto en que es muy importante legislar sobre la base de
precisar con mayor especificidad no sólo el lugar, sino también el tipo de
armas que no puede ser portado en dicho lugar, como asimismo determinar el
tipo de estigmatización en que se puede incurrir si se coloca el tema de las
pandillas en términos tan genéricos como se señala en esta iniciativa.
El proyecto debería ser enviado nuevamente a la Comisión respectiva
para que ésta analice las indicaciones. De esa forma podríamos tener un
debate con mayor profundidad cuando tratemos la ley de control de armas,
ocasión en la que sí hablaremos de las 300 mil armas inscritas, de las 500 mil
que no están inscritas y de lo que significa el hecho de que hoy se estén
construyendo armas hechizas, artesanales, que colocan en riesgo la seguridad
de las personas, frente a lo cual queremos que exista el mayor rigor para
defender la vida de los chilenos y, particularmente, la de los jóvenes.
He dicho.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).- Tiene la palabra el
diputado señor Jorge Ulloa.
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El señor ULLOA.- Señora Presidenta, es absolutamente necesario
modificar y perfeccionar la legislación vigente en materia de uso y porte de
armas, fundamentalmente por el gran aumento de los índices de delincuencia
y, particularmente, por la excesiva violencia con que actúan los delincuentes.
En ese sentido, el proyecto es un avance, pero no resuelve el tema del
porte de armas blancas. Es necesario definir el concepto “arma blanca”. El
legislador está llamado a explicitar al magistrado qué se entiende por ella, a fin
de que éste pueda interpretar claramente la normativa. En este sentido, siento
que el artículo 288 bis del Código Penal es demasiado amplio, toda vez que
sanciona el porte de armas cortantes o punzantes en la vía pública. Ello me
parece un exceso. Creo necesario que la sanción se limite al ingreso a lugares
públicos con este tipo de elementos. Si se pretende sancionar a las personas
que circulen por la vía pública portando un arma blanca, bastará con que en un
control de identidad a alguien lo sorprendan con un cortaplumas pequeño,
como los que usan los campesinos, para que el funcionario policial lo detenga
por transgredir la ley. Por ello, el artículo 288 bis es impreciso y debe ser
mejorado.
Varios diputados de la UDI hemos presentado una indicación por la cual
se establece que el que cometiere delito portando arma robada o hurtada será
sancionado con la pena aumentada en un grado. Es indispensable que se
entienda que el solo hecho de cometer un delito trae aparejada una sanción.
Pero una situación distinta es cometerlo portando un arma robada o hurtada.
Ello significa que el arma se robó o hurtó con el expreso deseo de cometer un
nuevo delito.
Esperamos esa indicación sea bien acogida por la Sala, porque nos
parece necesaria.
He dicho.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).- Tiene la palabra el
diputado señor Carlos Hidalgo.
El señor HIDALGO.- Señora Presidenta, el proyecto es muy interesante.
Sin embargo, me sumo a la aclaración que hizo el diputado señor Leal en el
sentido de que puede tener tres aristas.
En primer lugar, en el transcurso de este mes veremos tres proyectos
relacionados con esta materia: Uno de la Comisión de Defensa; otro de la
Comisión Especial de Seguridad Ciudadana, que estamos analizando, y una
iniciativa de algunos diputados relacionada con la forma como los delincuentes
se abastecen de armas. Sería ideal analizar los tres proyectos juntos.
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Algunos diputados han señalado que éste es un problema sociológico,
psicológico y preventivo. Obviamente, es así. Si preguntamos cómo los
delincuentes consiguen estas armas, sabremos que, muchas veces, las consiguen
robándolas de los domicilios particulares.
En segundo lugar, falta una pedagogía relacionada con las 700 mil
armas que se dice que hay en casas particulares, y esto se contrapone un poco
con lo que dijo la diputada señora Saa. Yo comparto su opinión en cuanto a
que nadie tiene derecho a quitarle la vida a otra persona.
Para terminar, quiero comentarles una noticia de hoy. Un delincuente
entró en la casa de un funcionario de la Policía de Investigaciones. Según las
informaciones, el sujeto ingresó con un arma blanca al dormitorio, siendo
abatido por el funcionario policial, quien, obviamente, tiene la experiencia en el
uso de armas de fuego. Me pregunto: ¿qué habría pasado si el dueño de casa,
su señora o alguno de los hijos de la familia hubiese sido asesinado? ¿Cuál
sería nuestra posición? Estimo que el proyecto va por el camino correcto y que
no hay que dramatizar el tema en ninguna circunstancia. Tengo entendido que
en el proyecto del Ministerio de Defensa se establecen los famosos polígonos
de tiro para obtener una mejor manipulación del armamento. En la medida en
que los delincuentes sepan que la gente está mejor preparada sicológicamente,
vamos a tener mejor defensa, lo que será una ayuda para Carabineros e
Investigaciones. ¿Algún delincuente volvería a intentar entrar en la casa del
funcionario de Investigaciones que hoy fue asaltado?
He dicho.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).- Tiene la palabra el
diputado Darío Paya.
El señor PAYA.- Señora Presidenta, es evidente que este problema es
complejo, pero nos abre una gran oportunidad. La complejidad está dada porque
el tema de las armas es relativo, pues cualquier cosa puede ser considerada un
arma. Aquí se ha puesto toda clase de ejemplos, como el de las personas que,
por razones no delictivas, transitan por la vía pública con distintos objetos que
pueden ser considerados armas. Es tan relativo lo de las armas que, a veces,
basta con abrir la boca y tener un afán infinito de figuración para causar un daño
atroz. Por lo tanto, hay que abordar el tema con delicadeza.
Me parece obvio y lógico establecer que a ciertos lugares de
concurrencia pública, como plazas, esttadios de fútbol, escuelas, parques, no
se pueda entrar portando ningún arma y que quien ingrese con alguna estará
cometiendo una infracción muy grave, por lo cual será sancionado por la ley.
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Esta referencia a la vía pública nos genera un problema porque es
demasiada amplia y, probablemente, constituya una exageración. Sin embargo,
no vaya a ser que, por restringir la amplitud de esta referencia de la vía pública,
dejemos de garantizar estos espacios en que existe la certeza de que no hay
armas.
Por otro lado, me parece que existe un vacío. Es muy notable que
llevemos dos horas preocupados sobre si sancionamos o no el uso de armas
cortantes o punzantes en la vía pública. ¿Qué sucede si hoy sorprendemos a
un señor portando una pistola en la vereda? ¿Para qué la andará trayendo?
Un comerciante de la Gran Avenida me dijo: “Si en este instante pasa un
maleante, con condena previa o actualmente procesado por un crimen o
simple delito, con una pistola en el bolsillo, ¿para qué la porta si no es para
cometer un delito? ¿Por qué tenemos que esperar a que el delincuente
cometa el delito para sancionarlo?
Me agrada este proyecto. Sin embargo, encuentro que le falta algo,
porque, según su estructura, sólo si el delincuente comete un delito
considerará circunstancia agravante haber utilizado el arma. Si alguien que ha
sido condenado o procesado por crimen o simple delito y tránsito por la vía
pública portando un arma de fuego debe recibir una sanción penal por ese solo
hecho y no esperar a que cometa un ilícito. Así como ustedes salen a trabajar
con un celular, el “pato malo” lo hace con una pistola. No tenemos que esperar
a que cometa un delito.
Aunque este proyecto me parece muy necesario y lo apoyaré, estimo
indispensable agregar una sanción, por el solo hecho de portar armas, para
aquellas personas que tengan registros criminales previos o estén procesadas
por delitos graves.
Por lo tanto, haremos esta sugerencia para que se incorpore al proyecto
por la vía de la indicación.
He dicho.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).- Tiene la palabra el
ministro del Interior, señor José Miguel Insulza.
El señor INSULZA (ministro del Interior).- Señora Presidenta, en primer
lugar, el proyecto en debate es parte de un conjunto de proyectos que han
sido estudiados por esta Cámara. Hace unas semanas se despachó el proyecto
sobre control de la identidad, y espero que mañana sea el proyecto que
modifica la ley de Control de Armas. De manera que varios de los temas que
aquí se han planteado, no obstante ser muy válidos, están incluidos en otras
iniciativas legales.
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Ejemplo claro -tema al que me iba a referir de todas maneras- es el
señalado por el diputado Paya. Efectivamente, el proyecto que modifica la ley
de Control de Armas parte de un concepto muy restrictivo en materia de
tenencia de estos elementos, por lo que hace absolutamente imposible -o
debería hacerlo; hay que verlo en su momento- que aquellas personas
procesadas, o que hayan cometido delitos, tengan armas de fuego. Esas
conductas serán sancionadas mediante esa ley. Lo que se pretende es
endurecer las circunstancias agravantes establecidas en el Código Penal.
Por lo tanto, este proyecto es complementario, necesariamente, del que
se verá mañana, el cual contiene la mayor parte de las disposiciones en
materia de armas de fuego. La razón de que éste haya sido enviado aparte
radica en que se relaciona con modificaciones del Código Penal.
Ahora bien, es importante recoger lo señalado por algunos diputados de
que se han dado períodos de recrudecimiento de la delincuencia, por lo que se
hace necesario endurecer las normas que dicen relación con los delitos que
alteran la vida social en general. Probablemente, cuando se dictó el actual
Código Penal no existían los problemas de hoy. Por eso, en él no se
establecieron circunstancias agravantes respecto del uso de armas, sino sólo
algunas condiciones, tales como que el delincuente abusara de la superioridad
de las armas en términos de que el ofendido no pudiera defenderse con
probabilidad de repeler la ofensa; o que el delito se ejecutara con auxilio de
gente armada o personas que aseguraran o proporcionaran impunidad. O sea,
puso una serie de condiciones a la agravante del uso de armas. En este
sentido, en el caso referido a las armas de fuego, lo que pretendemos es
endurecer la norma sobre la base de eliminar las condiciones; es decir,
ejecutar un delito portando un arma de fuego, ya sería una agravante, al
margen de cualquier motivo o consideración: si la usó o no, si fue amenazante
o no, si ello le aseguraba impunidad, si la víctima se podía defender, en fin. Se
eliminan todas las actuales condiciones, pero se mantienen respecto de las
armas que no sean de fuego. Por lo tanto, es circunstancia agravante portar
armas de fuego al cometer un delito.
Para nosotros ésta es una señal clara. Por eso consideramos importante
que la iniciativa sea aprobada.
Aquí se han planteado algunas consideraciones respecto del uso de
armas cortantes o punzantes. Ante esto, quiero hacer referencia al grado y la
frecuencia con que los delincuentes comunes hacen uso de este tipo de armas
en robos con intimidación y robo con violencia en lugares públicos.
La comisión de delitos violentos con armas blancas se ha agravado
mucho en parques, teatros, estadios e, incluso, en restoranes de nuestras
ciudades. Tenemos un grave problema al respecto. Además, en la medida en
que la ley de armas, que se aprobará mañana, restrinja aún más el porte de
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armas de fuego, los delincuentes tenderán a utilizar mucho más armas blancas
en la comisión de los delitos. Entonces, debemos prevenir esa situación y
buscar los resguardos necesarios.
Estoy dispuesto a revisar el proyecto, aceptando la idea de que, primero,
se someta a proceso a la persona y, después, el juez determine. En el caso de
un obrero que ingresa con un punzón a un restaurante, primero, debe ser
apresado por llevar ese implemento; pero una vez sometido a proceso, el juez
tendrá que establecer si lo portaba por razones de trabajo -fabricante de
zapatos, por ejemplo- u otros motivos.
Reitero, estoy de acuerdo en buscar una fórmula que resuelva este
punto, pero el sentido de la ley es claro, es precaver una situación que hoy
existe.
Desde ese punto de vista, me parece un elemento esencial de la ley, que
-repito- está concebida para enfrentar la situación que hoy tenemos. Muchas
veces las leyes deben ser modificadas para solucionar situaciones críticas como
las que vivimos hoy respecto del delito. Ese es el sentido del establecimiento
de esas agravantes.
He dicho.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).- Cerrado el debate.
Corresponde votar en general el proyecto de ley que modifica el Código
Penal en materia de uso y porte de armas.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio
el siguiente resultado: por la afirmativa, 95 votos. No hubo votos por la negativa
ni abstenciones.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).- Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Aguiló, Alvarado, Álvarez, Álvarez-Salamanca, Allende (doña Isabel),
Araya, Ascencio, Barros, Bauer, Bayo, Becker, Bertolino, Burgos, Bustos,
Caraball (doña Eliana), Cardemil, Ceroni, Cornejo, Correa, Delmastro, Díaz,
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Dittborn, Egaña, Encina, Espinoza, Forni, Galilea (don Pablo), Galilea (don José
Antonio), García (don René Manuel), García-Huidobro, Girardi, González (don
Rodrigo), Guzmán (doña Pía), Hales, Hernández, Ibáñez (don Gonzalo),
Jaramillo, Jarpa, Jeame Barrueto, Kast, Kuschel, Leal, Leay, Letelier (don Juan
Pablo), Letelier (don Felipe), Longton, Lorenzini, Luksic, Martínez, Melero,
Meza, Molina, Monckeberg, Montes, Mora, Moreira, Muñoz (don Pedro),
Norambuena, Ojeda, Olivares, Ortiz, Palma, Paredes, Paya, Pérez (don Aníbal),
Pérez (don Ramón), Pérez (doña Lily), Pérez (don Víctor), Quintana, Riveros,
Robles, Rojas, Rossi, Saa (doña María Antonieta), Saffirio, Salaberry, Salas,
Sánchez, Seguel, Sepúlveda (doña Alejandra), Silva, Soto (doña Laura), Tapia,
Tarud, Tohá (doña Carolina), Tuma, Ulloa, Uriarte, Urrutia, Valenzuela, Varela,
Venegas, Villouta, Von Mühlenbrock y Walker.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).- Por haber sido objeto de
indicaciones, el proyecto vuelve a Comisión para segundo informe.
-El proyecto fue objeto de las siguientes indicaciones:
Al artículo único
Número 1)
1. De la señora Guzmán, y de los señores Bertolino, Galilea, don Pablo, García,
don René Manuel y Kuschel, para eliminar las modificaciones efectuadas al
artículo 12 del Código Penal.
2. Del señor Muñoz, para reemplazar las letras a) y b) por las siguientes:
“a) En la 6ª circunstancia agravante, sustitúyase la coma (,) que sucede
a la palabra “sexo” por una “o” y elimínese la frase “o de las armas”.
“b) “20.ª Ejecutarlo portando armas de fuego o de aquellas referidas en el
artículo 132”.”.
Número 2)
3. De la señora Guzmán, y de los señores Bertolino, Galilea, don Pablo, García,
don René Manuel y Kuschel, para sustituir el artículo 288 bis, nuevo, que se
incorpora, por el siguiente:
“Artículo 288 bis.-El que portare las armas que define el artículo 132 en
la vía pública o en lugares de reunión pública tales como restaurantes, bares,
parques, plazas, teatros, canchas, multicanchas u otros de la misma especie,
será sancionado con la pena de presidio o reclusión menor en su grado
mínimo, salvo que a juicio del tribunal, ellas fueren llevadas para un propósito
ajeno a la comisión de un delito dado su profesión u oficio”.
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4. De los señores Bustos y Montes, para agregar en el artículo 288 bis, nuevo,
después de “punzantes”, la expresión “contundentes”, y suprimir el vocablo
“o” antes de la palabra “punzantes”.
5.
De los señores Álvarez-Salamanca, Galilea, don José Antonio, García,
don René Manuel y Palma, para introducir en el artículo 288 bis, nuevo, entre
las palabras “punzantes, y “en la vía pública”, la frase “superior a 15
centímetros de longitud.
6.
De los señores Ceroni, García, don René Manuel y Kuschel, para eliminar
en el artículo 288 bis, nuevo, después de la palabra “punzantes”, las
expresiones “en la vía pública”.
7. De la señora Soto y del señor Sánchez, para agregar, en el artículo 288 bis,
nuevo, el siguiente inciso segundo:
“Asimismo, el que fabricare armas hechizas o las portare en los mismos
lugares señalados en el inciso precedente, y el que vendiere armas a terceros
sin conocimiento del Ministerio de Defensa Nacional”.
8. De los señores Forni, Hales, Luksic, Montes y Uriarte, para agregar un inciso
segundo al artículo 288 bis, nuevo, del Código Penal, del siguiente tenor:
“Para los efectos de la aplicación de la pena, se considerará
circunstancia agravante el encontrarse reunidos dos o más personas portando
las armas a que se refiere el inciso anterior”.
Número 3)
9. De los señores Norambuena, Pérez, don Víctor, Ulloa, Urrutia y Varela, para
agregar el siguiente inciso nuevo, en el artículo 450 que se modifica:
“El que cometiere delito portando arma hurtada o robada, le será
aplicable la pena aumentada en un grado”.
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SEGUNDO INFORME COMISIÓN SEGURIDAD
1.5. Segundo Informe
Seguridad Ciudadana
de
Comisión
Especial
de
Cámara de Diputados. Fecha 10 de Diciembre, 2003. Cuenta en Sesión 34,
Legislatura 350.
SEGUNDO INFORME DE LA COMISIÓN ESPECIAL DE SEGURIDAD
CIUDADANA RECAÍDO EN EL PROYECTO DE LEY QUE MODIFICA EL
CÓDIGO PENAL EN MATERIA DE USO Y PORTE DE ARMAS.
BOLETÍN N° 3389-07-1
HONORABLE CÁMARA:
La Comisión de Constitución, Legislación y Justicia viene
en informar, en primer trámite constitucional y segundo reglamentario, el
proyecto de la referencia, originado en un Mensaje de S.E. el Presidente de la
República.
De conformidad a lo establecido en el artículo 130 del
Reglamento de la Corporación, este informe recae sobre el proyecto aprobado
en general por la Cámara en su sesión 25ª., de 2 de diciembre en curso, con
todas las indicaciones presentadas en la Sala y admitidas a tramitación, las
que constan en la hoja de tramitación preparada por la Secretaría de la
Corporación, más las formuladas en el seno de la Comisión.
De acuerdo a lo dispuesto en el artículo 288 del
Reglamento, en este informe debe dejarse constancia de lo siguiente:
1.- De las disposiciones que no fueron objeto de
indicaciones durante la discusión del primer informe en la Sala ni de
modificaciones durante la elaboración del segundo en la Comisión.
Ninguno de los números en que se divide el artículo único
del proyecto se encuentra en esta situación.
2.- De las disposiciones que tienen rango orgánico
constitucional o que deben aprobarse con quórum calificado.
No hay disposiciones que tengan tal rango.
3.- De las disposiciones suprimidas.
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SEGUNDO INFORME COMISIÓN SEGURIDAD
No se suprimió disposición alguna.
4.- De las disposiciones modificadas.
La Comisión modificó los números 1 y 2 del artículo único.
A continuación se efectúa una reseña del debate habido
en relación a estas modificaciones.
Número 1.Este número introduce dos modificaciones al artículo 12
del Código Penal:
Por la primera substituye en la 6ª. circunstancia agravante
de la responsabilidad, las expresiones “ las armas” por las siguientes “ armas
que no sean de fuego”, y
Por la segunda, agrega una nueva circunstancia
agravante, la número 20ª., del siguiente tenor: “Ejecutarlo portando arma de
fuego.”.
Para los efectos de una mejor comprensión de la materia,
cabe señalar que el texto actual de la 6ª. circunstancia agravante es el
siguiente:
“Artículo 12.-Son circunstancias agravantes:
6ª. Abusar el delincuente de la superioridad de su sexo,
de sus fuerzas o de las armas, en términos que el ofendido no pudiera
defenderse con probabilidades de repeler la ofensa,”.
Respecto de este número, la Diputada señora Guzmán se
manifestó partidaria de mantener el artículo 12 en sus actuales términos, por
cuanto, a su parecer, no sería positivo establecer un disvalor entre armas de
fuego y armas blancas para la configuración de la agravante, motivo que la
llevó a presentar, conjuntamente con los Diputados señores Bertolino, Galilea
Carrillo, García y Kuschel, una indicación para suprimir las modificaciones a
dicho artículo.
El Diputado señor Burgos recordó que el problema
planteado al respecto, al tratar el primer informe, había sido que esta
agravante estaba concebida sobre la base del abuso por parte del delincuente
de la superioridad de sus armas y no del simple porte del arma de fuego. Por
eso, se había optado por colocar la agravante del porte de este tipo de armas
en una circunstancia aparte, como es la que se propone como número 20ª.
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La Diputada señora Guzmán señaló que, en tal caso, lo
lógico sería quitar de la sexta agravante la mención de las armas e incluirla en
la nueva agravante que se establece, como una manera eficaz de lograr la
finalidad de que concurra la agravante por el simple porte del arma, sin
necesidad de establecer una diferenciación o un disvalor entre las armas de
fuego y las blancas.
El Diputado señor Uriarte estimó más apropiado efectuar
la referencia a las armas blancas, remitiendo la norma directamente a la
definición que da el artículo 132, la que no obstante sus imperfecciones,
comprende dentro de sus términos – toda máquina, instrumento, utensilio u
objeto cortante, punzante o contundente – un concepto lo suficientemente
amplio que desde los albores del Código Penal ha sido empleado
efectivamente, por lo que no se justificaría innovar. Por ello, presentó una
indicación para agregar a la 6ª. circunstancia, en punto seguido, la siguiente
oración “ Para estos efectos se considerará arma lo señalado en el artículo
132.”.
La Comisión, acogiendo las ideas expresadas por los
Diputados señora Guzmán y señor Uriarte, terminó por pronunciarse, a
sugerencia del representante del Ejecutivo, favorablemente por una indicación
presentada por el Diputado señor Muñoz en la Sala, la que expresa con
exactitud dichas ideas y que consiste en suprimir en la 6ª. agravante la
mención de las armas y en redactar la nueva circunstancia 20ª. en los
siguientes términos:
“20ª. Ejecutarlo portando armas de fuego o de aquellas
referidas en el artículo 132.”.
Se aprobó por unanimidad.
Número 2.Este número agrega un
artículo 288 bis del siguiente
tenor:
“El que portare armas cortantes o punzantes en la vía
pública o en lugares de reunión pública tales como restaurantes, bares,
parques, plazas, teatros, canchas, multicanchas u otros de la misma especie,
será sancionado con la pena de presidio o reclusión menor en su grado
mínimo, salvo que a juicio del tribunal, ellas fueren llevadas para un propósito
ajeno a la comisión de un delito.”.
Sobre esta norma se suscitó un largo debate, sosteniendo
el Diputado señor Montes que lo que se quería era desincentivar el porte del
arma blanca en si, por el riesgo que representa, sin distinguir si se las lleva
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para delinquir o no, porque, actualmente, los jóvenes andan habitualmente con
este tipo de armas y esa situación es la que da ocasión a la comisión de un
delito.
La Diputada señora Guzmán echó de menos la inclusión
de las reuniones en lugares privados y no sólo públicos, por los múltiples
ejemplos que se conocen de las riñas con armas suscitadas en fiestas de
menores, opinión que avaló el Diputado señor Tapia por su experiencia en el
mundo rural.
El Diputado señor Uriarte fue partidario de establecer una
norma que permitiera detener al que portare armas blancas en lugares de
reunión públicos, estableciendo todo un procedimiento para distinguir entre las
situaciones propias de la actividad o trabajo de la persona y las que permiten
avizorar el peligro
El representante del Ejecutivo sostuvo que la inclusión de
la vía pública en el tipo penal, complicaba considerablemente la figura por
cuanto su inclusión significaba colocar en la mira de la justicia a toda persona
que transitara, por ejemplo, con un cortaplumas o que lo incluyera como parte
de su atuendo, algo muy corriente entre la gente de campo. Se trataría de un
delito de peligro y éste se produce en lugares de reunión públicos. La inclusión
de la vía pública obligaría a contrastar permanentemente la realidad para
percibir algún indicio que permitiera aplicar la figura penal. Igualmente, la
figura aprobada por la Comisión había dejado fuera las armas o elementos
contundentes, las que debieran incorporarse y, por último, que le parecía
imprescindible invertir la presunción, ya que debiera partirse de la base de que
quien se limita a portar un arma blanca no constituye un peligro en sí, sino que
sólo en aquellos casos en que hubiere algún indicio que permita conocer la
intención de delinquir y que justifique la detención antes de que ello ocurra.
Esta misma solución permitiría a las policías, en primer lugar, analizar la
posibilidad de la existencia de indicios antes de proceder a la detención de la
persona y su posterior puesta a disposición del tribunal.
Finalmente, el representante del Ejecutivo propuso una
solución alternativa para este artículo, entregando tres variantes:
a) Por la primera se sancionaba al que en la vía pública,
bajo los efectos del alcohol o de las drogas o en recintos de expendio de
bebidas alcohólicas, portare armas cortantes o punzantes y no pudiere
justificar razonablemente su porte;
b) Por la segunda, se sancionaba el simple porte del arma
en cualquier lugar y bajo cualquier circunstancia, cuando por la profesión,
oficio o actividad de la persona no pudiera presumirse que se la lleva para un
fin legítimo, y
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c) Por la tercera, se sancionaba al que portare este tipo de
armas en la vía pública bajo los efectos del alcohol o de las drogas, en
espectáculos públicos o en recintos de expendio de bebidas alcohólicas.
Las tres variantes incorporaban la agravante
encontrarse reunidas dos o más personas portando este tipo de armas.
de
Respecto de esta proposición, la Comisión terminó por
inclinarse a favor de la segunda variante, toda vez que lo que se quería con
esta norma era sancionar el simple porte del arma blanca en términos amplios
dada la peligrosidad que ello implica, por cuanto quienes delinquen pueden o
no estar bajo los efectos del alcohol o de las drogas y los lugares en que
ejecutan sus fechorías pueden ser tanto recintos o lugares públicos o privados.
Lo que se pretendía era la consagración de una figura que sancionara un delito
de peligro, destinada a prevenir consecuencias generalmente graves.
En lo que se refiere al inciso segundo, el que establece
una circunstancia agravante para el caso de encontrarse reunidas dos o más
personas portando este tipo de armas, proposición inspirada en una indicación
de los Diputados señores Forni, Hales, Luksic, Montes y Uriarte, la Diputada
señora Guzmán estimó necesario exigir concierto entre los reunidos para su
configuración por cuanto, si dada la amplitud de la norma, se va a sancionar a
alguien por el simple porte del arma – la que podría ser un cortaplumas – y,
además, se le agravará la pena por encontrarse con otras personas que
también, por mera coincidencia, pueden portar un instrumento semejante, se
podría estar incurriendo en un exceso.
La Comisión, no obstante tener conciencia de la dificultad
procesal de acreditar la existencia del concierto, terminó por acoger la
proposición de la parlamentaria, quedando, en definitiva este artículo
redactado en los siguientes términos:
“El que portare armas cortantes o punzantes, cuando por
su profesión, oficio o actividad no pueda presumirse que las lleva para un fin
legítimo, sufrirá la pena de presidio menor en su grado mínimo.
Para los efectos de la aplicación de la pena, se considerará
circunstancia agravante el encontrarse reunidas dos o más personas portando
las armas a que se refiere el inciso anterior, siempre que existiere concierto
entre ellas.”.
Se aprobó el artículo por mayoría de votos ( 8 votos a
favor y 1 abstención).
5.- De los artículos nuevos introducidos.-
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No se introdujeron nuevos artículos.
6.- De los artículos que deben ser conocidos por la
Comisión de Hacienda.
No hay disposiciones en esta situación.
7.- De las indicaciones rechazadas por la Comisión.
La Comisión rechazó las siguientes indicaciones:
a) La de los Diputados señora Guzmán y señores
Bertolino, Galilea Carrillo, García y Kuschel para eliminar las modificaciones
propuestas para el artículo 12 del Código Penal.
b) La del Diputado señor Uriarte para substituir el N° 1 del
artículo único por el siguiente:
1) Agrégase al N° 6ª. del artículo 12, en punto seguido, la
siguiente oración:
“Para estos efectos, se considerará arma, lo señalado en
el artículo 132.”.
c) La de los Diputados señora Guzmán y señores
Bertolino, Galilea Carrillo, García y Kuschel para substituir el nuevo artículo
288 bis que se incorpora, por el siguiente:
“Artículo 288 bis.- El que portare las armas que define el
artículo 132 en la vía pública o en lugares de reunión pública tales como
restaurantes, bares, parques, plazas, teatros, canchas, multicanchas u otros de
la misma especie, será sancionado con la pena de presidio o reclusión menor
en su grado mínimo, salvo que a juicio del tribunal, ellas fueren llevadas para
un propósito ajeno a la comisión de un delito dado su profesión u oficio.”.
d) La de los Diputados señores Bustos y Montes para
agregar en el artículo 288 bis, nuevo, después de la palabra “punzantes”, la
expresión “contundentes”, y suprimir el vocablo “o” antes de la palabra
“punzantes”.
e) La de los Diputados señores Álvarez-Salamanca, Galilea
Vidaurre, García y Palma, para introducir en el artículo 288 bis, nuevo, entre
las palabras “punzantes” y “ en la vía pública”, la frase “superior a 15
centímetros de longitud”.
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f) La de los Diputados señores Ceroni, García y Kuschel
para eliminar en el artículo 288 bis, nuevo, las expresiones “ en la vía pública”.
g) La de los Diputados señora Soto y señor Sánchez para
agregar en el artículo 288 bis, nuevo, el siguiente inciso segundo:
“Asimismo, el que fabricare armas hechizas o las portare
en los mismos lugares señalados en el inciso precedente, y el que vendiere
armas a terceros sin conocimiento del Ministerio de Defensa Nacional.”.
h) La de los Diputados señores Forni, Hales, Luksic,
Montes y Uriarte para agregar un inciso segundo al artículo 288 bis, nuevo, del
siguiente tenor:
“Para los efectos de la aplicación de la pena, se
considerará circunstancia agravante el encontrarse reunidas dos o más
personas portando las armas a que se refiere el inciso anterior.”.
i) La del Diputado señor Uriarte para substituir el N° 2 del
artículo único del proyecto, por el siguiente:
“2) Agrégase, a continuación del artículo 288, el siguiente
artículo 288 bis:
“Artículo 288 bis.- Cuando la policía sorprendiere al que
portare armas cortantes o punzantes en lugares de reunión pública, tales como
restaurantes, bares, parques, plazas, teatros, recintos deportivos u otros de la
misma especie, deberá retener el arma y mantenerla en depósito en la unidad
policial más cercana, a la cual dejará citado, por escrito, al portador.
Para recuperar el arma, el portador deberá acreditar su
identidad, y señalar domicilio y actividad, oficio o profesión. La policía
levantará un registro computacional con esos datos, para su uso interno y de
los tribunales de justicia.
Transcurridos treinta días sin que el portador concurriere a
la unidad policial, habiendo sido citado, el arma retenida caerá en comiso.
Lo dispuesto en este artículo es sin perjuicio de que leyes
especiales sancionen como delito el porte de arma, caso en el cual se dará
origen al proceso respectivo.
No se considerará porte de arma, la manipulación de
elementos cortantes o punzantes para cumplir funciones de manejo de
alimentos y otros comestibles aunque sea en lugares de concurrencia pública.
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Sin embargo, cuando dichos elementos cortantes o
punzantes, de acuerdo con circunstancias propias de eventos tradicionales,
costumbristas o comerciales no ofrezcan peligro a la seguridad pública,
Carabineros no aplicará lo dispuesto en el inciso primero de este artículo.”.
j) La de los Diputados señores Norambuena, Pérez Varela,
Ulloa, Urrutia y Varela para agregar el siguiente inciso al artículo 450 que se
modifica:
“El que cometiere delito portando arma hurtada o robada,
le será aplicable la pena aumentada en un grado.”.
8.- Texto
proyecto modifica o deroga.
de
las
disposiciones
legales
que
el
El proyecto modifica los artículos 12 y 450 del Código
Penal.
***
Por las razones expuestas y por las que hará valer
oportunamente el señor Diputado Informante, esta Comisión recomienda
aprobar el proyecto de conformidad al siguiente texto:
“PROYECTO DE LEY:
Artículo único.- Introdúcense las siguientes modificaciones
en el Código Penal:
1) Modifícase el artículo 12 del siguiente modo:
a) En la 6ª. circunstancia agravante, sustitúyese la coma
(,) que sucede a la palabra “sexo” por una “o” y elimínase la frase “ o de las
armas”.
b) Agrégase la siguiente circunstancia agravante, nueva:
“20ª. Ejecutarlo portando armas de fuego o de aquellas
referidas en el artículo 132.”.
2) Incorpórase el siguiente artículo 288 bis, nuevo:
“Artículo 288 bis.- El que portare armas cortantes o
punzantes, cuando por su profesión, oficio o actividad no pueda presumirse
que las lleva para un fin legítimo, sufrirá la pena de presidio menor en su
grado mínimo.
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Para los efectos de la aplicación de la pena, se considerará
circunstancia agravante el encontrarse reunidas dos o más personas portando
las armas a que se refiere el inciso anterior, siempre que existiere concierto
entre ellas.”.
3) Sustitúyese el inciso segundo del artículo 450, por el
siguiente:
“En los delitos de robo y hurto, la pena correspondiente
será elevada en un grado cuando los culpables hagan uso de armas o sean
portadores de ellas.”.
***
Sala de la Comisión, a 10 de diciembre de 2003.
Continúa de Diputado Informante el señor Jorge Burgos
Varela.
1.
Acordado en sesiones de fechas 3 y 10 de
diciembre del año en curso, con la asistencia de los Diputados señor Jorge
Burgos Varela (Presidente), señoras María Pía Guzmán Mena y Ximena Vidal
Lázaro y señores Juan Bustos Ramírez, Francisco Encina Moriamez, Carlos
Kuschel Silva, Ramón Pérez Opazo, Boris Tapia Martínez, Gonzalo Uriarte Herrera
y Patricio Walker Prieto.
En reemplazo de los Diputados señores Juan Bustos
Ramírez y Francisco Encina Moriamez, asistió el Diputado señor Carlos Montes
Cisternas.
Asistió, asimismo, a una sesión el Diputado señor Pedro
Muñoz Aburto.
EUGENIO FOSTER MORENO
Secretario
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DISCUSIÓN SALA
1.6. Discusión en Sala
Cámara de Diputados. Legislatura 350, Sesión 41. Fecha 8 de Enero, 2004.
Discusión particular, Aprobado.
MODIFICACIÓN DEL CÓDIGO PENAL EN MATERIA DE USO Y PORTE DE
ARMAS.
El señor SILVA (Vicepresidente).- Corresponde conocer el proyecto de
ley, en primer trámite constitucional y segundo reglamentario, que modifica el
Código Penal en materia de uso y porte de armas.
Diputado informante de la Comisión especial de Seguridad Ciudadana es
el señor Jorge Burgos.
Antecedentes:
-Segundo informe de la Comisión de Seguridad Ciudadana, boletín Nº
3389-07, sesión 34ª, en 16 de diciembre de 2003. Documentos de la Cuenta
Nº 18.
El señor SILVA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado Burgos.
El señor BURGOS.- Señor Presidente, corresponde conocer el segundo
informe de la Comisión especial de Seguridad Ciudadana recaído en el proyecto
que modifica el Código Penal en tres aspectos.
Los principios centrales del proyecto ya fueron suficientemente expuestos.
Consecuentemente mi informe será breve y sólo respecto de aquellas
indicaciones presentadas a la Sala y analizadas por los diputados integrantes de
la Comisión y por el Ejecutivo.
Cabe recordar que esta iniciativa es atingente a la seguridad ciudadana
y se inserta en la denominada “agenda privilegiada o corta de seguridad
ciudadana”, debidamente consensuada por todos los partidos políticos y cuyos
proyectos ha despachado poco a poco esta Sala. Anteayer aprobamos el
proyecto de aumento de la carrera funcionaria en Carabineros, que significa,
en términos concretos, tres mil nuevos funcionarios en los próximos tres años.
Hace algunas semanas aprobamos las modificaciones a los Códigos de
Procedimiento Penal y Procesal Penal en lo que dice relación con la posibilidad
de controlar la identidad y dar más instrumentos a las fuerzas policiales en
esas materias.
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DISCUSIÓN SALA
Probablemente, la próxima semana veremos las modificaciones a la ley
sobre control de armas, ya despachadas por las Comisiones de Defensa y de
Hacienda.
Con ocasión del primer informe, se presentaron varias indicaciones en la
Sala, la mayor parte de las cuales recayó en uno de los tipos penales que se
incorpora en el Código Penal, particularmente un nuevo artículo 288 bis que
trataré en su momento. Empezaré por el orden en que se encuentra
establecido el proyecto.
La primera enmienda es la introducción, en el Código Penal, de una
nueva circunstancia agravante de carácter general en el artículo 12, relativa al
porte de armas.
En la discusión del primer informe hubo unanimidad en cuanto a
considerar que era positivo incorporar esa nueva agravante; pero hubo
algunas consideraciones sobre su texto que fueron recogidas por la Comisión,
particularmente una indicación patrocinada por la diputada Pía Guzmán y los
diputados Bertolino, Pablo Galilea, García y Kuschel para mejorarlo. Dicha
propuesta de modificación, acogida en forma unánime por la Comisión,
consiste en agregar, en el artículo 12 del Código Penal, una nueva
circunstancia agravante, la número 20ª, que puede concurrir en el hecho ilícito
-la cual deberá ser probada por el juez-, y, en consecuencia, se aumenta la
pena para el delincuente que lo comete. La agravante número 20º quedaría
redactada de la siguiente manera: “Ejecutarlo portando armas de fuego o de
aquellas referidas al artículo 132”. Es decir, se amplía al porte de todo tipo de
armas, no sólo a las de fuego, y se hace mención explícita a lo que señala el
artículo 132 del Código Penal, en cuanto a que, con ocasión de establecer los
delitos que atentan contra la seguridad interior del Estado, entrega un listado
de las que se consideran armas de fuego. En esa denominación, se considera a
toda máquina, instrumento, utensilio u objeto cortante, punzante o
contundente que se haya utilizado para matar, herir o golpear, aun cuando no
se haya hecho uso de él.
Se trata de una buena indicación, que fue aprobada de manera unánime
en la Comisión, y, por tanto, proponemos su aprobación a la Sala.
Para ello fue necesario modificar la redacción de la circunstancia 6ª del
artículo 12 del Código Penal, que actualmente es la siguiente:
“Artículo 12.- Son circunstancias agravantes:
6ª. Abusar el delincuente de la superioridad de su sexo, de sus fuerzas o de
las armas, en términos que el ofendido no pudiera defenderse con probabilidades
de repeler la ofensa,”.
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DISCUSIÓN SALA
Se propone eliminar la expresión “o de las armas” y dejar sólo la
condición de superioridad de su sexo y de sus fuerzas. Ello, por la indicación
propuesta por los diputados mencionados, en el sentido de agregar una nueva
circunstancia agravante, la 20ª, en el artículo 12, que hace más simétrico el
artículo propuesto.
El otro aspecto que se trató en el segundo informe fue el porte de ciertas
armas en un delito de peligro, pero no de resultados. Se sanciona la tenencia
de determinadas armas, más allá del resultado de la acción, ya que podría
causarse un homicidio o una lesión, pues en ese caso el hecho repudiable, el
motivo de la sanción, sería el delito específico cometido con dicha arma.
Tal como se señaló en la discusión del primer informe, se busca evitar la
proliferación de armas blancas en las zonas urbanas y ser claros respecto de la
punición de su porte en determinadas circunstancias, como forma de prevenir
que se utilicen como instrumentos para cometer delitos mayores.
Diversos diputados presentaron una serie de indicaciones que tenían por
objeto clarificar la norma original. Con el Ejecutivo realizamos un esfuerzo de
redacción para recoger las ideas centrales de muchas indicaciones.
Atendida la magnitud de las armas contundentes y lo complejo que sería
incorporarlas en un delito de mero peligro, el artículo 288 bis, nuevo, quedó de
la siguiente manera:
“Artículo 288 bis.- El que portare armas cortantes o punzantes, cuando
por su profesión, oficio o actividad no pueda presumirse que las lleva con un
fin legítimo, sufrirá la pena de presidio menor en su grado mínimo”.
De esta manera se descarta la preocupación de muchas personas que
portan armas de esta naturaleza por razones de profesión, oficio o actividad.
Por lo tanto, hay una primera presunción en la ley que establece que ese porte
no es motivo de sanción o reproche penal, y sólo será aplicable cuando no
pueda presumirse que su porte es para un fin legítimo.
Se agrega un segundo inciso en este artículo que recoge las indicaciones
de los diputados Zarko Luksic, Pedro Muñoz y otros, que señala:
“Para los efectos de la aplicación de la pena, se considerará
circunstancia agravante el encontrarse reunidas dos o más personas portando
las armas a que se refiere el inciso anterior -es decir, las cortantes o
punzantes-, siempre que existiere concierto entre ellas.”.
Se agrega el requisito de haberse concertado para esa reunión donde
hay tenencia de esas armas.
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DISCUSIÓN SALA
Con ello se recoge la preocupación por el fenómeno de las bandas que
operan en varias ciudades y que transitan y se reúnen portando este tipo de
armas, lo que muchas veces constituye un primer paso hacia una cadena
delictual muy fuerte que se forma con posterioridad.
Entiendo que el ministro del Interior está realizando gestiones a fin de
que se presente una indicación para mejorar aún más la redacción del inciso
primero del artículo 288 bis, que se incorpora. Espero que antes de votar el
proyecto podamos tener conocimiento de ella, siempre y cuando sea
presentada con las formalidades que se exigen en este trámite.
El número 3) del artículo único del proyecto, que sustituye el inciso
segundo del artículo 450 del Código Penal, no sufrió modificaciones.
Sin embargo, debo aclarar que fue objeto de una indicación, la cual fue
rechazada, por entender que no modificaba en nada el sentido del artículo
propuesto. Además, el objetivo específico que buscaba la indicación se alcanzó
con la modificación relacionada con la incorporación de la 20ª circunstancia
agravante en el artículo 12 del Código Penal.
El numeral 3) del artículo único del proyecto dice :
“En los delitos de robo y hurto, la pena correspondiente será elevada en
un grado cuando los culpables hagan uso de armas o sean portadores de
ellas.”.
Con esto se quiere poner como condición del tipo y no como una
agravante, el porte o uso de armas en los delitos de robo y hurto, cuestión que
hoy está establecida en el Código Penal; pero se establece un aumento de
pena razonable y no imposible, como ha resultado la aplicación del inciso
segundo del artículo 450 del Código Penal, ya que, aparentemente, nunca se
ha ocupado esa condición del tipo de agravación, producto de lo elevado de
sus penas.
En este momento -y lo incorporo en el informe- se me señala que está
por llegar la indicación al artículo 288 bis, nuevo, del Código Penal, incorporado
en el numeral 2) del artículo único del proyecto.
En su momento daremos a conocer a esta Sala el nuevo texto que se
propone.
Eso es, en términos generales, lo que tengo que informar a esta Sala
respecto de las modificaciones del Código Penal, tanto por la vía de crear una
circunstancia agravante general como por la vía de crear un nuevo delito de
porte de determinadas armas y por la vía de establecer una penalidad diversa
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DISCUSIÓN SALA
a la circunstancia del tipo del robo o hurto, cuando el autor de dicho delito usa
o porta armas de fuego.
He dicho.
El señor SILVA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado Zarko
Luksic.
El señor LUKSIC.- Señor Presidente, sólo quiero resaltar lo que
establece el inciso segundo del artículo 288 bis, nuevo, del Código Penal,
donde se da cuenta de una conducta que es bastante recurrente no sólo en la
Región Metropolitana, sino en todas las regiones del territorio nacional, que es
el uso y el porte de arma blanca por parte de pandillas o bandas. Por lo
general, estas bandas cometen delitos al establecer territorio dentro de sus
barrios o localidades y al enfrentarse entre ellas. Permanentemente,
escuchamos que en alguna población, barrio o villa, hay bandas y pandillas
que, para ganar territorio, para enseñorearse en ese espacio, para tener el
dominio -obviamente, de carácter ilícito-, recurren a la agresión y a la fuerza,
generalmente con el empleo de armas blancas. Estas bandas son las que van a
las discotecas, a los pubs y a las quintas de recreo en las zonas rurales, y,
permanentemente, cometen delitos y usan armas blancas. Asimismo,
asociadas al consumo de drogas y alcohol, cometen delitos de robo y hurto y
asaltos para financiar su adquisición.
Por eso, me alegro de que el Ejecutivo haya acogido una indicación que
presenté para establecer esta circunstancia agravante. Obviamente, no se
empleó el vocablo “banda” o “pandilla”, porque no existe una definición legal
de ella. En una ocasión anterior expresé que en Estados Unidos hay
jurisprudencia sobre la materia y definiciones legales que permiten
conceptualizar mucho mejor la figura de banda o pandilla. En Chile sólo existe
la definición de otra figura que, lamentablemente, no estaría dentro del mismo
ámbito, cual es la asociación ilícita. De manera que cuando hablamos de la
reunión de dos o más personas que portan armas blancas o cortopunzantes,
nos estamos refiriendo, precisamente, a las bandas o pandillas.
Ahora, me gustaría que el diputado señor Burgos -informante y
presidente de la Comisión especial de Seguridad Ciudadana- me clarificara el
término “concierto”, porque la agravante opera cuando hay una reunión de dos
o más personas que portan tales armas, siempre que existiere concierto entre
ellas. Es decir, aquí estamos frente a una condición. Sería bueno precisar si el
concierto se refiere al uso de armas blancas o a la comisión de un delito, es
decir, si estas personas se reúnen para cometer un delito. Yo soy partidario de
que el concierto se dé sólo respecto del uso de armas blancas por parte del
grupo. El diputado señor Burgos me aclara que no está referido a la intención
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DISCUSIÓN SALA
de cometer delitos, es decir, que se pongan de acuerdo para cometerlos;
bastaría el porte de armas blancas.
Los demás aspectos fueron muy bien explicados por el diputado
informante, y, por ello, sólo quería referirme a la agravante mencionada.
He dicho.
El señor SILVA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor
Urrutia.
El señor URRUTIA.- Señor Presidente, me alegra el cambio introducido
en el artículo 288 bis, nuevo, porque en el mundo agrícola existía gran
inquietud respecto de este proyecto de ley, por cuanto muchos agricultores y
campesinos, a diario, portan cortaplumas, y, según la redacción original de
dicho artículo, no podrían hacerlo.
Me parece muy buena la modificación, porque al incluirse la frase
“cuando por su profesión, oficio o actividad”, los agricultores y campesinos que
usan este tipo de herramientas podrán seguir portándolas sin ningún
problema.
He dicho.
El señor SILVA (Vicepresidente).- Solicito el acuerdo de la Sala para que
ingrese el subsecretario del Interior don Jorge Correa Sutil.
Acordado.
Tiene la palabra el diputado señor Alejandro Navarro.
El señor NAVARRO.- Señor Presidente, es sabido que el porte de armas
es siempre materia de un debate extraordinariamente importante,
particularmente cuando se trata de armas de fuego. En los Estados Unidos
existen millones de armas, porque su venta es masiva y de fácil adquisición.
En Chile, en cambio, no es tan fácil adquirir un arma de fuego. Los
delincuentes las consiguen mediante el robo, el mercado negro o el tráfico.
El proyecto establece sanciones penales mayores a quienes usen armas
de fuego en la comisión de delitos. Además, tal como lo ha planteado el
diputado Luksic, dispone sanciones cuando se utilicen armas blancas para la
comisión de un delito o por el simple hecho de portarlas.
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DISCUSIÓN SALA
Al respecto, deseo formular algunas preguntas, por su intermedio, señor
Presidente, al diputado informante o a los miembros de la Comisión, porque
estimo que el debate debió considerar también un elemento clave a la hora de
enfrentar la delincuencia, cual es la prevención del delito. En Chile existen
restricciones para la compra de armas de fuego, ya que no cualquier persona
puede adquirirlas; además, tienen que estar debidamente inscritas; se debe
advertir a los adquirentes sobre su uso y manejo, y estos deben estar
autorizados para poder utilizarlas.
Por lo tanto, si estamos equiparando la tenencia de armas blancas en
posesión de los ciudadanos con la de las armas de fuego, parece del todo
razonable que quien venda este tipo de armas blancas también debe estar
sometido a regulaciones y a sanciones. Es decir, si la tenencia de un arma
blanca es un ilícito, ¿alguien podría vender un cortaplumas o un puñal a un
menor de 14 años? ¿Para qué un muchacho de 16 años va a portar un
cortaplumas de 15 centímetros? ¿Para qué un adulto de 30 años va a comprar
un puñal y cuál es la advertencia que se le debe hacer al momento de
adquirirlo?
Como queremos equiparar el porte de armas blancas al de las armas de
fuego, por su intermedio, señor Presidente, quiero consultar a los miembros de
la Comisión si se debatió el tema de que su venta y las advertencias al
momento de adquirirlas, deben estar reguladas del mismo modo.
Existe una demanda ciudadana claramente legítima para enfrentar la
delincuencia; pero estimo que falta realizar un debate sobre la prevención, lo
que es un tema recurrente, ya que aquí sólo se habla de penalizar, castigar,
encarcelar. No están presente los elementos de prevención y de regulación
para evitar estas situaciones.
Quiero advertir que la tasa de crecimiento de la población penal en Chile
oscila entre el 13 y el 15 por ciento anual. En consecuencia, la población penal
habrá aumentado en 60, 70 u 80 por ciento para el 2008. El promedio de edad
de los 2 mil 150 detenidos de la cárcel de El Manzano es de 23 años, y la tasa
de reincidencia es del 75 por ciento.
La pregunta que nos hicimos en el debate de la Comisión de Seguridad
Ciudadana es si más cárceles y penas más altas son medidas suficientemente
efectivas para evitar la comisión de estos delitos. Efectivamente, hemos
fracasado; ha fracasado la política carcelaria y la de penalidad a la hora de
enfrentar el crimen, la delincuencia. Ella sigue creciendo; la población penal
nacional es una de las más altas del mundo. Proporcionalmente, más alta que la
de Estados Unidos, que tiene dos millones de presos, y, sin duda, que la de
Argentina, que tiene 27 mil, contra 37 mil de Chile, y sigue subiendo. Por lo
tanto, quien porte arma blanca -como dice el diputado Luksic- para llevarla a
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una discoteca, por voluntad propia, no para un fin utilitario, sino para la
comisión de un delito o autodefensa, ha de ser sancionado.
Pero, en definitiva, la venta de las mismas debe ser regulada. O sea,
ningún adolescente podrá ni debe comprar un cortaplumas con posibilidades de
convertirla en un arma mortal sin que haya una advertencia y una regulación.
Debemos decirle que puede comprar libremente un arma en un quiosco de la
calle San Diego, en Santiago, o en cualquier ferretería; pero que si en el
trayecto hacia la casa lo detiene la policía y no puede explicar por qué la porta,
será detenido y sancionado. La venta de este tipo de armas, equiparadas a las
de fuego, debe tener una regulación, restricción y advertencia.
En ese sentido, es propicio introducir el tema en el debate y, en particular,
respecto de una normativa que, sin duda, no está en el cuerpo legal en discusión,
respecto de la venta; más aun, no es parte del proyecto -así lo entiendo-: la
prevención. Esta disposición requerirá un gran debate a nivel de la enseñanza de
los jóvenes en las escuelas y los liceos.
Lo paradójico radica en que personas pueden ser detenidas y
encarceladas por el porte de objetos que no están definidos. He preguntado a
los colegas abogados penalistas, ¿qué se entiende por arma blanca?, ¿de
cuántos centímetros debe ser el cortaplumas? O ¿qué se entiende por arma
contundente, punzante o cortante, como me señala el diputado Bustos? Esta
situación puede suscitar arbitrariedad respecto del criterio que emplee la
autoridad policial a la hora de considerar que el porte de ese elemento
contundente, punzante o cortante es sancionable, según la normativa que hoy
estamos dictando.
Por lo tanto, pido a los diputados interiorizados en el tema que
expliquen, básicamente, esa temática; porque, en definitiva, lo que se hace es
dar condiciones para una mayor prevención mediante la detención. En la
práctica, si un joven o un adulto es detenido -se ha hablado de los
campesinos; es así- portando este tipo de elementos, se configurará un acto
que será penalizado; pero se puede terminar contrariando el objetivo que se
busca: contener el delito.
Por lo tanto, se trata de advertir a los jóvenes que no pueden ir a una
discoteca o a otros lugares con una arma cortante o punzante; ni siquiera
pueden portarla en la calle. Muchos justifican su porte en la autodefensa, así
como en Estados Unidos la tenencia masiva de armas en los hogares. La
argumentación es que se tiene un arma para defenderse de otro, que también
la tiene. Hoy, muchos jóvenes se autojustifican, en mi opinión de manera
errada, en que portan armas porque otros lo hacen. Algunos las llevan al
colegio, hecho que, lamentablemente, hemos podido comprobar.
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Tal como lo ha dicho el diputado Bustos, la bancada socialista tiene
voluntad para aprobar el proyecto, pero, en lo personal, me asisten las dudas
planteadas. Es legítimo que sean aclaradas, y si ello no sucede en esta
normativa, estamos en la obligación de introducirle las modificaciones que
permitan que lo que he señalado -sucederá en la práctica- no ocurra. Si no, se
terminará tergiversando el objetivo de la ley. Además, terminaremos
sancionando, sin duda, a ciudadanos inocentes y no a quienes promuevan la
venta de estos objetos.
Señora Presidenta, si el diputado Burgos o algún otro miembro de la
Comisión nos pudiera ilustrar mejor sobre el tema, nos daría más tranquilidad
al momento de votar esta importante iniciativa.
He dicho.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).- Más adelante, sin duda
alguna, el diputado informante o algún miembro de la Comisión absolverá sus
dudas, señor diputado.
Tiene la palabra el diputado Uriarte.
El señor URIARTE.- Señora Presidenta, estamos en presencia de una
iniciativa bien inspirada y que va en el camino que todo el mundo quiere:
combatir, de mejor manera, el porte de arma blanca, que, sin duda, se ha
transformado en un problema importante. Sin embargo, de la forma como está
aprobada la norma, presenta una serie de problemas de orden práctico,
dogmático y de técnica legislativa. Tal vez, sea ésta la oportunidad para
corregirlos.
En primer lugar, digo de “orden dogmático”, porque en el inciso primero
del artículo 288 bis, nuevo, se señala: “El que portare armas cortantes o
punzantes, cuando por su profesión, oficio o actividad no pueda presumirse
que las lleva con un fin legítimo, sufrirá la pena de presidio menor en su grado
mínimo”. En el fondo, le estamos entregando la calificación del porte del arma
al aprehensor, es decir, al carabinero, inspector o funcionario de
Investigaciones. Pienso que es inconveniente entregar esa calificación a una
persona distinta del juez. Hay que buscar una fórmula más autónoma o más
completa para que no tengamos que entregar un elemento tan importante
como es presumir o no la intención con la que se está portando el arma.
Lo otro que me preocupa de la redacción propuesta es que esta norma
ya está contenida en el artículo 10 de la ley de Seguridad del Estado. Dice:
“Prohíbese, salvo permiso de la autoridad competente, el uso de armas
cortantes, punzantes y contundentes a todos los que no pertenezcan a las
Fuerzas Armadas, al Cuerpo de Carabineros, al Servicio de Investigaciones, al
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Servicio de Vigilancia de Prisiones o a los demás organismos estatales
autorizados por la ley”.
Más adelante, en su inciso segundo, señala: “La infracción a esta
disposición será penada con presidio en su grado mínimo y multa”. En el fondo,
es lo mismo que se pretende en la norma en comento. En consecuencia,
estamos duplicando esfuerzos para tipificar algo que ya está en nuestra
legislación.
Finalmente, hay un problema de orden práctico en el artículo 288 bis,
por cuanto resulta difícil entender por qué cuando dos personas están reunidas
portando armas blancas se configurará una agravante especial, en
circunstancias de que estando una sola persona con esa misma arma blanca
ello no acontecería. Por eso pienso que el problema es de orden práctico,
especialmente en las zonas rurales, las que están fuera del radio urbano,
donde es común ver a una persona portando, por ejemplo, un cortaplumas. En
un rodeo o en cualquier fiesta costumbrista es común ver a alguien portando
un arma blanca o un cuchillo, y no por eso va a estar cometiendo un delito.
Por esa razón, hay que buscar una fórmula que regule
convenientemente el peligro que significa portar un arma blanca, y combatir de
manera eficaz este hecho con una correcta y adecuada técnica legislativa. Para
ese cometido, con los demás diputados que integran la Comisión de Seguridad
Ciudadana y a proposición del Ejecutivo, estamos viendo la posibilidad de
presentar una indicación, a fin de resolver estos problemas y para que el
artículo 288 bis, nuevo, se transforme en un verdadero instrumento que
combata en forma eficaz lo que queremos: el porte de armas blancas.
He dicho.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).- Tiene la palabra el
diputado Enrique Jaramillo.
El señor JARAMILLO.- Señor Presidente, no pude escuchar bien la
interesante exposición del colega Uriarte, que planteaba algo que me importa
de este proyecto.
Estamos sancionando el porte de armas. Sin embargo, para mí la manera
es totalmente confusa, debido a que en el mundo rural, por ejemplo, es normal el
porte de cuchillo, especialmente por el campesino, porque es parte de sus
instrumentos de trabajo. Lo mismo ocurre con el machete, porque en el sur se
usa mucho, aunque no en las comunas del centro del país. Entonces, estamos
sancionando el porte de armas y estamos estableciendo un delito de peligro
abstracto. Si estoy equivocado, espero que me corrijan los colegas abogados. En
fin, estamos sancionando lo que no corresponde.
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Entiendo que el artículo 288 bis, nuevo, es de presunción, porque
castiga a alguien que porta armas presumiendo una intención; pero en el
mundo rural la mayoría de los trabajadores porta cuchillo, que es un arma
blanca. Por lo tanto, solicito que dicho artículo sea votado en forma separada.
He dicho.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).- Tiene la palabra el
diputado Juan Bustos.
El señor BUSTOS.- Señora Presidenta, como ya se ha dicho,
especialmente por el diputado Uriarte, en relación con este proyecto hay varios
temas que es necesario abordar.
En primer lugar, la ley de Seguridad Interior del Estado, en su artículo 10,
establece, en forma general, la prohibición de portar armas en el sentido
señalado en el artículo 132 del Código Penal. Esto es, que sean instrumentos
cortantes, punzantes o contundentes, cuando no se tenga la autorización
competente y no se pertenezca a uno de los cuerpos del Estado a los cuales, por
su función, les está permitido hacerlo. De manera que habría que derogar ese
artículo 10 de la ley de Seguridad Interior del Estado, que establece una
prohibición de carácter amplio.
En segundo lugar, en nuestra sociedad es cada vez de mayor ocurrencia
una serie de hechos delictivos en las poblaciones, no con armas de fuego, sino
con armas cortantes y punzantes.
El llamado “sable” es hoy muy utilizado en los robos con violencia o
intimidación o, en general, dentro de los diferentes hechos de carácter delictivo
en nuestras poblaciones, que, ciertamente, provocan un grave problema desde
el punto de vista de la seguridad ciudadana.
De ahí que se hace necesaria una regulación no sólo de las armas de
fuego, materia que ha analizado en el último tiempo la Comisión de Defensa,
después que ya lo hicieran las comisiones de Seguridad Ciudadana y de
Constitución, Legislación y Justicia.
En consecuencia, se complementa esa regulación incorporando las
armas cortantes o punzantes, tal como lo señala el artículo 132 del Código
Penal.
En ese sentido, creo que la circunstancia agravatoria nueva, la 20ª, que
se señala en el artículo 12, resulta adecuada, porque es evidente que faltaba
una disposición en que la agravación estuviese solamente en el hecho de
portar armas de fuego o punzantes, cortantes o contundentes, modificando la
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del numeral 6, que exigía, junto con el porte, otro tipo de circunstancia que no
consideraba el solo hecho del porte.
Diferente es el caso de la incorporación de un artículo 288 bis, nuevo. Su
redacción implica una serie de problemas. En primer lugar, por su amplitud.
Dice simplemente “el que portare armas cortantes o punzantes”, por lo que
podría ser incluso en el patio, en el jardín o en cualquier lugar de la casa o
dentro de una propia parcela. Al no describirse específicamente la situación en
la cual se porten armas, ello ocasionaría una serie de problemas. Es por eso
que se debe señalar los lugares a que se está refiriendo la norma, que deben
ser vías o espacios públicos, de manera de circunscribir el tipo legal.
Desde otra perspectiva, está el hecho de que, como elemento del tipo
legal, no pueda presumirse. Es evidente, como lo señalaba el diputado Uriarte,
que el texto fija una gran ambigüedad desde el punto de vista de su
consideración, porque lo deja totalmente al arbitrio del aprehensor, lo cual
podría producir graves problemas de carácter arbitrario en la ejecución práctica
de este tipo legal, porque siempre el primer “juez” es justamente el carabinero
o la gente de Investigaciones. Es por eso que también habría que sustituir la
expresión por otra en que también aparezca una interacción entre el sujeto
que porta el arma y el aprehensor. Es decir, como en otras disposiciones, una
buena fórmula es que no pueda justificar legítimamente el porte del arma, de
manera tal que haya también una consideración con respecto a la persona que
la porta.
El inciso segundo del nuevo artículo me parece redundante. En primer
lugar, y como muy bien decía el diputado señor Luksic, no se sabe para qué se
establece el concierto de personas. Habría que eliminar el término, pero si eso
se hace, por el solo hecho de haber dos o más personas que portan armas, se
plantea una contravención al principio del non bis in ídem, porque lo que se
está castigando es el porte de armas.
Si dos o más personas portan armas, cada una de ellas ya está
considerada en lo preceptuado en el inciso primero del artículo 288 bis, con lo
cual el inciso segundo plantearía una agravante, pues la persona aparecería
portando nuevamente un arma. Por ello, esta norma debería suprimirse.
Creo necesario hacer esa modificación al artículo 288 bis a fin de
adecuarlo desde un punto de vista jurídico y de la aplicación que debe tener.
He dicho.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).- Después de que haga
uso de la palabra el diputado Pedro Muñoz, pido al diputado informante, señor
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Jorge Burgos, que haga algunas aclaraciones a petición del diputado Alejandro
Navarro.
Tiene la palabra el diputado señor Pedro Muñoz.
El señor MUÑOZ.- Señora Presidenta, sólo quiero hacer algunas
precisiones. El proyecto viene discutiéndose desde hace bastante tiempo en la
Comisión de Defensa. En 2001, en conjunto con el diputado señor Encina,
presentamos un proyecto, que se incorporó, como indicación, a las
modificaciones que se estaban discutiendo a la ley de control de armas y
explosivos. Posteriormente, el Ejecutivo recogió esa iniciativa y presentó un
proyecto que se debatió en la Comisión de Seguridad Ciudadana. Quiero hacer
esta precisión, porque no ha sido la falta de debate lo que ha provocado que
haya diferentes opiniones. Si bien es cierto, ellas no se han manifestado en
contra del proyecto, hay ciertas aprensiones respecto de cómo podría
sancionarse el uso y porte de armas blancas.
Me tocó conocer las aprensiones legítimas que han manifestado algunos
diputados de distritos rurales, quienes señalan que es de común ocurrencia
que en encuentros que se realizan en sectores rurales, los trabajadores
campesinos utilicen y porten armas blancas.
Sin embargo, el proyecto enviado por el Ejecutivo va en la senda
correcta, pues penaliza una situación de mayor riesgo, que se presenta en
todas las regiones, como es el uso indiscriminado de armas blancas, que ha
provocado, incluso, el aumentado de delitos.
Por ello, al penalizar el porte de armas blancas en la vía pública y en
lugares públicos de reunión, con la intención de cometer hechos delictivos, se
crean y enmiendan ciertas agravantes generales y se establece un tipo
calificado más adecuado y razonable para los delitos de robo y hurto cometidos
con ellas.
Pero después de éstas y otras discusiones se han formulado indicaciones
que recogen las aprensiones en ese sentido y no veo el problema de aprobar el
proyecto para dar una señal a aquellos que cometen delitos con armas
blancas.
La definición de arma blanca está en el artículo 132 del Código Penal.
Ahora, puede que no sea lo suficientemente precisa, pero hay una definición
genérica. Entonces, no busquemos subterfugios para demorar el despacho del
proyecto, cuya aprobación dará a la sociedad un instrumento legal para
defenderse de aquellos que han cambiado el uso de armas de fuego por armas
blancas.
He dicho.
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La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).- Antes de ceder la
palabra al diputado Jorge Burgos, quiero preguntar al diputado Navarro si tiene
otra duda.
El señor NAVARRO.- Señora Presidenta, a partir de esta iniciativa, que
pretendemos aprobar ahora, el porte de armas cortopunzante pasa a ser un
delito. Sin embargo, debe explicitarse la advertencia sobre la penalidad e
ilegalidad de su venta. En mi opinión, si ello no ocurre, no se desincentivará.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).- Tiene la palabra el
diputado Jorge Burgos.
El señor BURGOS.- Señora Presidenta, a mi juicio, el objetivo central
del proyecto está en la modificación a las circunstancias agravantes del Código
Penal, pues señala que el porte -no sólo el uso- de armas con ocasión de la
comisión de cualquier delito, constituirá una circunstancia agravante. ¿Qué
mejor señal de reproche para los delincuentes que agravar la penalidad, la cual
puede ser muy alta si concurre otra circunstancia agravante?
Lo que pasa es que el Ejecutivo creyó que en materia de armas blancas era
necesario un tipo especial de delito, porque varios diputados lo creían y recogió
las diferentes mociones.
Ahora, los delitos de mero peligro tienen una gran dificultad. Como decía
el diputado Jaramillo, siempre existe el riesgo que una autoridad sea poco
clara a la hora de calificar una actividad u oficio. Por eso, hemos analizado la
indicación del Ejecutivo para mejorar el artículo 288 bis, de manera que pueda
votarse.
Por otra parte, el diputado Navarro tiene toda la razón en cuanto a la
venta de armas. La venta de armas de fuego está suficientemente reglada y
será mejorada con la modificación que vamos a conocer en pocos días más,
producto de la moción original de los diputados señores Montes, Letelier y
Bustos. Pero sobre la venta de las armas blancas, bueno, hay normas de
policía y reconozco que es perfectamente plausible estudiar una iniciativa que
indique la forma y modo en que se puedan expender legalmente en los
distintos lugares, sobre la base de aplicar ciertas y determinadas multas
cuando ello se haga a menores de edad, por ejemplo.
Sin perjuicio de reconocer la lógica de la aseveración sobre la venta de
armas blancas, me parece que ésta no es la oportunidad procesal para legislar
sobre ella.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).- Tiene la palabra el
diputado Gonzalo Uriarte.
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El señor URIARTE.- Señora Presidenta, en primer lugar, por técnica
legislativa, hemos propuesto derogar el artículo 10 de la ley N° 12.927, de
Seguridad Interior del Estado, que apunta a lo mismo, porque no es razonable
legislar sobre una materia tratada por otra ley.
En segundo lugar, con el Ejecutivo también acordamos sancionar el
porte de armas en vías o espacios públicos, en recintos de expendio de bebidas
alcohólicas y en lugares donde se realicen espectáculos públicos, que es donde
ocurre la mayor cantidad de delitos a la integridad física de las personas,
siempre y cuando el porte no pueda ser justificado razonablemente.
De esta manera, dejamos fuera a todas las personas que en los sectores
rurales o localidades apartadas de zonas urbanas normalmente portan elementos
cortopunzantes por razones de orden costumbrista o de otro tipo, a quienes de
otra manera también se sancionaría con penas de presidio menor en su grado
mínimo.
Entonces, dejamos a salvo la agravante general establecida en el
número 1) del proyecto. Con ello acotamos y regulamos convenientemente el
artículo 288 bis.
Para esos efectos, en este momento presentaremos una indicación, por
lo que nos gustaría contar con la unanimidad de la Sala, para aprobarla ahora,
porque se trata de una nueva, no de la renovación de la presentada con
anterioridad.
He dicho.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).- Tiene la palabra el
ministro Jorge Correa Sutil.
El señor CORREA (ministro del Interior subrogante).- Señora
Presidenta, en primer lugar, quiero agradecer y hacer un reconocimiento a la
Cámara por la celeridad y seriedad con que ha tratado un proyecto que se
encamina en la dirección correcta respecto de la seguridad ciudadana, una
materia de tanta preocupación.
Si bien su discusión, como es natural, se ha centrado en las armas
blancas, quiero destacar los otros dos aspectos que aborda el proyecto, que
representan un progreso jurídico indudable, por cuanto aclaran y perfeccionan
la comisión de delito mediante armas, de fuego, cortantes o punzantes, cuya
actual regulación -como han señalado el diputado informante y otros
diputados- es tan defectuosa.
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En este sentido, espero que las modificaciones al Código Penal se
aprueben porque significarán un gran progreso.
En cuanto al uso de armas blancas, como se ha señalado, estamos en
presencia de un delito de peligro, que siempre tiene un doble riesgo. El primero,
que se cometan injusticias por una aplicación excesivamente severa, y el
segundo, que su castigo caiga en desuso, por cuanto es tan severo y tan de
común ocurrencia el tipo penal que, en definitiva, no se impone. Prueba de ello es
la disposición sobre porte de armas blancas que existe en la ley de Seguridad
Interior del Estado.
Entonces, me alegro muchísimo del consenso que se ha producido entre
los diputados para reducir el delito de peligro a aquellas situaciones en que el
porte de un arma blanca represente realmente un peligro. Sin duda, la persona
que ingresa con un arma blanca a lugares de espectáculos públicos crea una
situación peligrosa para el resto. Lo mismo en el caso de quien entra a un
lugar donde se consume alcohol. La gente debe dejar las armas fuera de los
bares, porque con ellas se termina en riñas de lesiones y homicidios.
Respecto de las vías públicas, el Ejecutivo, si bien hubiere preferido que
sólo se sancionare en caso de que la persona se encontrare bajo los efectos del
alcohol y las drogas, estima que la indicación que acaba de leer el diputado
Uriarte mejora ostensiblemente la redacción actual, en la cual incluso la persona
que portara un cuchillo en su casa o en el campo podría ser objeto de sanción.
Por lo tanto, en nombre del Ejecutivo, agradezco el tratamiento que se
ha dado al proyecto. Insto a los señores diputados a la aprobación de su
artículo único, la indicación respecto de las armas blancas que se acaba de
formular.
Muchas gracias.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).- Tiene la palabra la
diputada Laura Soto.
La señora SOTO (doña Laura).- Señora Presidenta, el debate ha sido
clarificador. Sin embargo, tengo una duda que quiero que aclare el diputado
informante.
En la discusión del primer informe se hizo mención a que entre los
delitos de robo y hurto hay una tremenda diferencia y no entiendo por qué se
va elevar la pena correspondiente al hurto en un grado cuando los culpables
hagan uso de armas, porque en ese caso el delito se debe tipificar de robo con
violencia y no de hurto. Entonces, ¿cómo se va a elevar la pena? Porque el
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juez va a tipificar el delito de robo con violencia y, además, va a aplicar una
agravante. Esto no puede ser aceptado.
He dicho.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).- Tiene la palabra el
diputado informante.
El señor BURGOS.- Señora Presidenta, es una cuestión opinable.
A mi juicio, la modificación al artículo 450 del Código Penal busca
agravar el porte de armas. Obviamente, cuando se trata de un delito contra la
propiedad con violencia deja de ser hurto y pasa a ser robo, con alguna de sus
características, como violencia a las personas o con intimidación. Si es mero
hurto, se probará de acuerdo con otras reglas. Pero si en el hurto la persona
portaba arma, me parece absolutamente razonable una agravación de la pena.
Puede haber opiniones en contrario, pero, desde el punto de vista de la
política criminal, me parece absolutamente posible que así sea.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).- Para efectos prácticos,
la Mesa ha recibido la indicación, que ya ha sido explicada. Luego se dará a
conocer.
El señor Secretario va a dar lectura a indicaciones que se han
presentado.
El señor LOYOLA (Secretario).- Indicaciones de los diputados señores
Uriarte, Bustos, Luksic y Burgos, en primer lugar, para incorporar un artículo
1° que deroga el artículo 10 de la ley N° 12.927.
En segundo lugar, para reemplazar el número 2 del artículo único del
proyecto de la comisión por el siguiente artículo 288 bis, nuevo:
“Artículo 288 bis, nuevo.- El que en vías o espacios públicos, de
espectáculo público o en recintos de expendio de bebidas alcohólicas portare
armas cortantes o punzantes y no pudiere justificar razonablemente su porte,
sufrirá la pena de presidio menor en su grado mínimo”.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).- Solicito la unanimidad
de la Sala para votar el proyecto con las indicaciones.
¿Habría acuerdo?
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Acordado.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico,
dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 53 votos; por la negativa, 3 votos.
Hubo 1 abstención.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).- Aprobado el proyecto
con las indicaciones.
Aprobado también en particular.
Despachado el proyecto.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Araya, Ascencio, Burgos, Bustos, Caraball (doña Eliana), Cardemil,
Correa, Delmastro, Dittborn, Egaña, Encina, Escalona, Forni, García-Huidobro,
Hales, Ibáñez (don Gonzalo), Ibáñez (doña Carmen), Jaramillo, Jarpa, Jeame
Barrueto, Kast, Letelier (don Juan Pablo), Longton, Longueira, Luksic,
Masferrer, Meza, Montes, Mora, Muñoz (don Pedro), Muñoz (doña Adriana),
Norambuena, Ojeda, Ortiz, Palma, Prieto, Recondo, Riveros, Saffirio,
Salaberry, Soto (doña Laura), Tapia, Tohá (doña Carolina), Tuma, Uriarte,
Urrutia, Valenzuela, Varela, Vargas, Venegas, Vidal (doña Ximena), Villouta y
Von Mühlenbrock.
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Bertolino, Galilea (don José Antonio) y Kuschel.
-Se abstuvo el diputado señor Álvarez-Salamanca.
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OFICIO LEY
1.7. Oficio de Cámara de Origen a Cámara Revisora
Comunica texto aprobado. Fecha 8 de Enero, 2004. Cuenta en Sesión 27,
Legislatura 350. Senado.
Oficio Nº 4748
A S.E. EL
PRESIDENTE DEL
H. SENADO
VALPARAISO, 8 de enero de 2004
Con motivo del Mensaje, Informes y demás
antecedentes que tengo a honra pasar a manos de V.E., la Cámara de
Diputados ha tenido a bien prestar su aprobación al siguiente
PROYECTO DE LEY:
“Artículo 1°.- Introdúcense las siguientes modificaciones al
Código Penal:
1) En el artículo 12:
a) En la 6.ª circunstancia agravante, sustitúyese la coma (,)
que sucede a la palabra “sexo” por una “o” y elimínase la frase “o de las
armas”.
b) Agrégase la siguiente circunstancia agravante, nueva:
“20.ª Ejecutarlo portando armas de fuego o de aquellas
referidas en el artículo 132.”.
2)
Incorpórase el siguiente artículo 288 bis, nuevo:
“Artículo 288 bis.- El que en vías o espacios públicos, de
espectáculo público o en recintos de expendio de bebidas alcohólicas, portare
armas cortantes o punzantes, y no pudiere justificar razonablemente su porte,
sufrirá la pena de presidio menor en su grado mínimo.”.
3) Sustitúyese el inciso segundo del artículo 450, por el
siguiente:
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OFICIO LEY
“En los delitos de robo y hurto, la pena correspondiente
será elevada en un grado cuando los culpables hagan uso de armas o sean
portadores de ellas.”.
Artículo 2°.- Derógase el artículo 10 de la ley N° 12.927.
Dios guarde a V.E.
ISABEL ALLENDE BUSSI
Presidenta de la Cámara de Diputados
CARLOS LOYOLA OPAZO
Secretario General de la Cámara de Diputados
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PRIMER INFORME COMISIÓN CONSTITUCIÓN
2. Segundo Trámite Constitucional: Senado
2.1. Primer Informe Comisión de Constitución
Senado. Fecha 15 de Abril, 2004. Cuenta en Sesión 52, Legislatura 350.
INFORME DE LA COMISIÓN DE CONSTITUCIÓN, LEGISLACIÓN,
JUSTICIA Y REGLAMENTO, recaído en el proyecto de ley, en segundo
trámite constitucional, que modifica el Código Penal en materia de uso y porte
de armas.
BOLETÍN N° 3.389-07
________________________________
HONORABLE SENADO:
Vuestra Comisión de Constitución, Legislación,
Justicia y Reglamento tiene el honor de informaros, en general, acerca del
proyecto de ley de la referencia, en segundo trámite constitucional,iniciado en
un Mensaje del Presidente de la República.
Durante el estudio de este proyecto de ley, la
Comisión consideró la Moción que el Honorable Senador don Sergio
Fernández presentara al Senado el 14 de junio de 2002 con el fin de
establecer como figura penal específica el porte sin justo motivo de armas
cortantes, punzantes o contundentes (Boletín Nº 2.510-07).
La unanimidad de sus miembros compartió los
planteamientos del mencionado señor Senador y, al advertir que se trata de
una moción presentada más de un año antes que el proyecto en estudio,
acordó que se tuviera por materialmente refundida con esta iniciativa.
Sin perjuicio de lo anterior, durante la discusión en
particular del proyecto en informe, mediante una indicación, se incorporará
dicha moción al texto que apruebe la Comisión.
Cabe anotar que con fecha 6 de abril en curso el
Primer Mandatario ha hecho presente la urgencia del despacho de este
proyecto, en carácter de simple.
---
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PRIMER INFORME COMISIÓN CONSTITUCIÓN
ANTECEDENTES LEGALES
1.- Código Penal
El
artículo
12
enumera
las
circunstancias
agravantes de la responsabilidad penal. La 6ª de ellas consiste en abusar el
delincuente de la superioridad de su sexo, de sus fuerzas o de las armas, en
términos que el ofendido no pueda defenderse con probabilidades de repeler la
ofensa.
El artículo 450, en su inciso segundo, sanciona con
presidio menor en su grado mínimo a presidio mayor en su grado máximo (5
años y un día a 20 años) a los culpables de robo o hurto cuando hagan uso de
armas o sean portadores de ellas, siempre que no les corresponda una pena
mayor por el delito cometido.
2.- Ley Nº 12.927
El artículo 10 de esta ley, cuyo texto refundido fue
fijado por el decreto Nº 890, del Ministerio del Interior, de fecha 26 de agosto
de 1975, prohíbe, salvo permiso de la autoridad competente, el uso de armas
cortantes, punzantes y contundentes a todos los que no pertenezcan a las
Fuerzas Armadas, al Cuerpo de Carabineros, al Servicio de Investigaciones, al
Servicio de Vigilancia de Prisiones o a los demás organismos estatales
autorizados por la ley.
ANTECEDENTES DE HECHO
El Mensaje
El Mensaje del Primer Mandatario informa que en el
año 2001, en un 5.5% de los delitos de mayor connotación social denunciados
en la Región Metropolitana, se empleó arma de fuego, porcentaje que
disminuye levemente en el 2002, alcanzando a un 4.6%. Por su parte, en un
5.6% de este tipo de delitos, denunciados durante el año 2001, se utilizó arma
blanca, mientras que en el año 2002 el porcentaje fue de un 5.1%.
Añade que, si bien las cifras revelan una baja, ésta es
una realidad preocupante, que el Gobierno pretende abordar a través de la
presente iniciativa.
Por ello, agrega, independientemente de otros
proyectos legales, como por ejemplo el que pretende modificar la Ley de
Control de Armas que, una vez aprobado por el Honorable Congreso Nacional,
permitirá restringir la tenencia y el porte de armas de fuego, es esencial que
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PRIMER INFORME COMISIÓN CONSTITUCIÓN
los delitos que se cometan utilizando este tipo de armas sean sancionados con
penas más altas que las existentes en la actualidad.
En cuanto a los objetivos del Mensaje, explica que el
Código Penal, en los números 6º y 11º del artículo 12, contempla dos
agravantes relacionadas con armas, que son abusar el delincuente de la
superioridad de su sexo, de su fuerza o de las armas, en términos que el
ofendido no pueda defenderse con probabilidades de repeler la ofensa; y
ejecutar el delito con auxilio de gente armada o de personas que aseguren o
proporcionen la impunidad, respectivamente.
Pues bien, mediante el presente proyecto se pretende
incorporar una circunstancia agravante nueva, que, por una parte, no exige la
presencia del abuso de la superioridad de las armas, circunstancia de hecho
que suele no ser considerada o que se entiende incorporada en la descripción
de la figura típica y, por otra, exige solamente el porte de arma de fuego,
independientemente de su uso o de su abuso.
El Jefe de Estado afirma que es necesario hacerse
cargo del uso de las armas blancas, que nuestra legislación regula de manera
más bien difusa. Al efecto, recuerda que el Código Penal, en el número 4º de
su artículo 494, establece multas para el que amenazare a otro con armas
blancas o de fuego y para el que, riñendo con otro, las sacare, como no sea
con motivo justo.
Sobre el particular, el proyecto contempla una figura
penal específica para sancionar el porte de este tipo de elementos cortantes o
punzantes en ciertos lugares públicos.
En tercer lugar, reconoce que nuestra legislación
penal contiene en la actualidad una especial situación de agravación en lo
referido a los delitos de hurto y robo, para el caso de cometerlos usando o
portando armas, lo que se recoge en el artículo 450 del Código Penal.
Este precepto sanciona con penas que van desde los
cinco años y un día hasta los quince años a quienes cometan los delitos
señalados en las circunstancias que se mencionan. Estas sanciones se
encuentra entre las más altas de nuestro sistema punitivo; pero –y tal vez por
lo mismo- su aplicación en la práctica es prácticamente inexistente.
Frente al hurto, al contrario, la penalidad resulta tan
alta respecto del delito base que el tribunal suele no considerar el hecho
agravante, condenando solamente con la pena asignada al delito.
Por lo anterior, sostiene que es menester, entonces,
establecer mecanismos de agravación especial para los delitos de robo y hurto
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PRIMER INFORME COMISIÓN CONSTITUCIÓN
cometidos portando armas, para sancionar en forma enérgica y racional esas
conductas.
PROYECTO DE LEY APROBADO POR LA CÁMARA DE DIPUTADOS
Este texto consta de dos artículos.
El artículo 1º introduce cuatro modificaciones al
Código Penal:
El numeral 1) propone dos enmiendas al artículo
12:
La letra a) elimina
circunstancia agravante hace a las armas, y
la
referencia
que
la
6ª
La letra b) agrega, en el artículo 12 del Código
Penal, una nueva circunstancia agravante de carácter material, que consiste en
ejecutar el delito portando arma de fuego.
El número 2) incorpora un artículo 288 bis, nuevo,
que castiga el porte de armas cortantes o punzantes en determinados lugares
de reunión pública, con la pena de presidio o reclusión menor en su grado
mínimo.
El número 3) sustituye el inciso segundo del artículo
450, de manera que en lugar de establecer una pena única para el culpable de
los delitos de robo y hurto, cuando utilicen o porten armas, se eleve en un
grado la pena asignada al delito correspondiente.
El artículo 2º deroga el artículo 10 de la ley Nº
12.927, cuyo texto refundido fue fijado por el decreto Nº 890, del Ministerio
del Interior, de fecha 26 de agosto de 1975.
DISCUSIÓN EN GENERAL
La Comisión
contenidas en esta iniciativa.
coincidió
con
las
proposiciones
Se hizo notar que, en efecto,
resulta necesario sancionar con mayor severidad los
delitos cometidos usando o portando armas, toda vez
que, para la víctima, reviste una especial peligrosidad
que el hechor sea portador de una de ellas, ya sea de
fuego o cortante, punzante o contundente.
2.
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El porte o uso de armas de cualquier tipo, se sostuvo,
ofrece mayores posibilidades al delincuente para la comisión del delito, así
como un mayor riesgo para la integridad física de la víctima.
3.
Del
mismo
modo,
se
concordó con el planteamiento de exceptuar
expresamente los delitos de robo y hurto de la
aplicación de la nueva agravante que se propone, por
cuanto a su respecto opera la norma especial
contemplada en el artículo 450.
En definitiva, el proyecto de ley fue aprobado
unánimemente, en general, con los votos de los Honorables Senadores
señores Aburto, Fernández, Espina, Viera-Gallo y Zaldívar, don Andrés.
TEXTO
En consecuencia, vuestra Comisión de Constitución,
Legislación, Justicia y Reglamento os recomienda aprobar, en general, el
proyecto de ley de la Honorable Cámara de Diputados, cuyo tenor es el
siguiente:
PROYECTO DE LEY:
"Artículo
modificaciones al Código Penal:
1°.-
Introdúcense
las
siguientes
1) En el artículo 12:
a) En la 6.ª circunstancia agravante, sustitúyese la
coma (,) que sucede a la palabra “sexo” por una “o” y elimínase la frase “o de
las armas”.
b) Agrégase la siguiente circunstancia agravante,
nueva:
“20.ª Ejecutarlo portando arma de fuego o de
aquellas referidas en el artículo 132.”.
2) Incorpórase el siguiente artículo 288 bis, nuevo:
“Artículo 288 bis.- El que en vías o espacios públicos,
de espectáculo público o en recintos de expendio de bebidas alcohólicas,
portare armas cortantes o punzantes, y no pudiere justificar razonablemente
su porte, sufrirá la pena de presidio menor en su grado mínimo.”.
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PRIMER INFORME COMISIÓN CONSTITUCIÓN
3) Sustitúyese el inciso segundo del artículo 450, por
el siguiente:
“En los delitos de robo y hurto, la pena
correspondiente será elevada en un grado cuando los culpables hagan uso de
armas o sean portadores de ellas.”.
Artículo 2º.- Derógase el artículo 10 de la ley Nº
12.927, cuyo texto refundido fue fijado por el decreto Nº 890, del Ministerio
del Interior, de fecha 26 de agosto de 1975.”.”.
--Acordado en sesión del 14 de abril de 2004, con
asistencia de los Honorables Senadores señores Alberto Espina Otero
(Presidente), Marcos Aburto Ochoa, Sergio Fernández Fernández, José Antonio
Viera-Gallo Quesney y Andrés Zaldívar Larraín.
Sala de la Comisión, a 15 de abril de 2004.
NORA VILLAVICENCIO GONZÁLEZ
Secretario
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RESEÑA
I.
BOLETÍN Nº: 3.389-07.
II.
MATERIA: proyecto de ley que modifica el Código Penal en materia de
uso y porte de armas.
III.
ORIGEN: Mensaje de S.E. el Presdidente de la República.
IV.
TRÁMITE CONSTITUCIONAL: segundo trámite.
V.
APROBACIÓN POR LA CÁMARA DE DIPUTADOS: se aprobó en
particular con fecha 8 de enero de 2004.
VI.
INICIO TRAMITACIÓN EN EL SENADO: 13 de enero de 2004.
VII.
TRÁMITE REGLAMENTARIO: Primer informe, en general.
VIII.
URGENCIA: con fecha 6 del mes en curso se hizo presente la urgencia
para el despacho de esta iniciativa, en carácter de simple.
IX.
LEYES QUE SE MODIFICAN O QUE SE RELACIONAN CON LA
MATERIA: - Código Penal.
- Ley Nº 12.927.
X.
ESTRUCTURA DEL PROYECTO PROPUESTO: el proyecto consta de
dos artículos permanentes. El primero se compone de tres numerales,
el primero de los cuales, a su vez, cuenta con dos literales.
XI.
PRINCIPALES OBJETIVOS DEL PROYECTO PROPUESTO POR LA
COMISIÓN: agravar los delitos cometidos con armas y crear una
figura penal relativa al porte de arma blanca en ciertos lugares de
acceso público.
XII.
NORMAS DE QUÓRUM ESPECIAL:
XIII.
ACUERDOS: la Comisión adoptó su acuerdo por unanimidad (5x0).
no tiene.
Nora Villavicencio González
Secretario
Valparaíso, 15 de abril de 2004.
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DISCUSIÓN SALA
2.2. Discusión en Sala
Senado. Legislatura 350, Sesión 55. Fecha 11 de Mayo, 2004. Discusión
general, Aprobado en general.
MODIFICACIÓN DE CÓDIGO PENAL EN MATERIA DE USO Y PORTE DE
ARMAS
El señor LARRAÍN (Presidente).- Corresponde ocuparse en el proyecto de ley,
en segundo trámite constitucional, que modifica el Código Penal en
materia de uso y porte de armas, con informe de la Comisión de
Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, y urgencia calificada
de “simple”.
--Los antecedentes sobre el proyecto (3389-07) figuran en los
Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 27ª, en 13 de enero de 2004.
Informe de Comisión:
Constitución, sesión 52ª, en 21 de abril de 2004.
El señor LARRAÍN (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor HOFFMANN (Secretario).- La Comisión deja constancia de haber
discutido la iniciativa solamente en general.
Los objetivos principales del proyecto son, primero,
incorporar una circunstancia agravante que consiste en ejecutar el
delito portando arma de fuego o aquellas referidas en el artículo 132
del Código Penal, y segundo, crear una figura penal relativa al porte de
arma blanca en ciertos lugares de acceso público.
La idea de legislar fue aprobada por la unanimidad de los
integrantes de la Comisión, Senadores señores Aburto, Espina,
Fernández, Viera-Gallo y Zaldívar (don Andrés).
Cabe destacar que dicho órgano técnico, durante la
discusión general de la iniciativa, analizó el contenido de la moción
presentada por el Senador señor Fernández relativa a la prohibición del
porte de armas blancas (Boletín Nº 2.510-7); que sus miembros
compartieron unánimemente los objetivos de dicha moción, y que, en
consecuencia, en el trámite de segundo informe la incorporará en el
presente proyecto mediante la indicación pertinente.
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DISCUSIÓN SALA
El señor LARRAÍN (Presidente).- En la discusión general, tiene la palabra el
Honorable señor Fernández.
El señor FERNÁNDEZ.- Señor Presidente, esta iniciativa tiene dos aspectos
importantes. Uno, incorpora como circunstancia agravante el portar
arma, de fuego o de otro tipo, y dos, crea un delito que hoy no se halla
contemplado en nuestra legislación: el de portar armas cortantes o
punzantes sin justificación razonable en espacios públicos o en recintos
de expendio de bebidas alcohólicas.
Por ejemplo, quien ande por la calle o se encuentre en un
bar u otro recinto público provisto de un cuchillo de dimensiones fuera
de lo normal, deberá explicar el motivo de ello. ¿Por qué? Porque
muchas veces los servicios policiales detienen a personas que portan
cuchillos de enormes proporciones, punzones, e incluso, sables, y esta
conducta, a la larga, se traduce en la comisión de delitos de sangre.
Con el objeto de evitar la ocurrencia de tal clase de ilícitos,
se crea ese delito de peligro, que se configura sólo por transitar por
lugares públicos con una de tales armas sin poder justificar de modo
razonable el hecho de portarla. Obviamente, si se trata de un
cortaplumas o de un elemento cortante de dimensión moderada, o si la
profesión exige su uso, no comete ilícito alguno quien lo porte, pero sí
quien no pueda explicar de manera lógica por qué lleva un instrumento
que puede transformarse en un arma de extraordinario peligro.
Como estamos en la discusión general de esta iniciativa
tan relevante, su perfeccionamiento quedará entregado a las
indicaciones que los señores Senadores hagan llegar a la Comisión.
El señor LARRAÍN (Presidente).- Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
Corresponde votar.
Si le parece a la Sala, se aprobará la idea de legislar.
--Por
proyecto.
unanimidad,
se
aprueba
en
general
el
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DISCUSIÓN SALA
El señor LARRAÍN (Presidente).- Debe fijarse plazo para formular indicaciones.
Sugiero el 8 de junio.
El señor VIERA-GALLO.- Un poco antes, señor Presidente. La normativa es muy
simple.
El señor LARRAÍN (Presidente).- Antes sería el 17 de mayo.
El señor VIERA-GALLO.- Está bien.
La señora FREI (doña Carmen).- Pido la palabra.
El señor LARRAÍN (Presidente).- Puede hacer uso de ella, Su Señoría.
La señora FREI (doña Carmen).- Señor Presidente, quisiera saber si realmente
habrá indicaciones. Esta bancada, por lo menos, no formulará ninguna,
porque el Senador señor Andrés Zaldívar ya aprobó el proyecto. De
manera que tal vez podríamos proceder en este momento a la
aprobación general y particular.
El señor LARRAÍN (Presidente).- La Comisión señaló que incorporará ciertas
normas a través de esa vía.
El señor VIERA-GALLO.- Y el Ejecutivo presentarán otras.
--Se fija plazo para formular indicaciones hasta el 17
de mayo, a las 12.
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BOLETÍN INDICACIONES
2.3. Boletín de Indicaciones
Senado. 17 de Mayo, 2004. Indicaciones de Parlamentarios.
BOLETíN Nº 3389-07
INDICACIONES
17.05.04
INDICACIONES FORMULADAS DURANTE LA DISCUSIÓN GENERAL DEL
PROYECTO DE LEY QUE MODIFICA EL CÓDIGO PENAL EN MATERIA DE USO Y
PORTE DE ARMAS.
ARTÍCULO 1º
Nº 2
1)
Del Honorable Senador señor Fernández, para sustituirlo
siguiente:
por el
“2) Incorpórase el siguiente artículo 288 bis, nuevo:
“Artículo 288 bis.- El que, dentro de los límites urbanos de una ciudad o
pueblo, portare armas cortantes o punzantes de aquellas a que alude el
artículo 132, en vías o espacios públicos, en recintos de espectáculos
públicos o de expendio de bebidas alcohólicas, y no pudiere justificar
razonablemente su porte, sufrirá la pena de presidio menor en su grado
mínimo.”.”.
2)
De Su Excelencia el Presidente de la República, para sustituir el texto del
artículo 288 bis, por el siguiente:
“Artículo 288 bis.- El que portare armas cortantes o punzantes en
espectáculos públicos o en recintos de expendio de bebidas alcohólicas
que deban consumirse en el mismo local, sufrirá la pena de presidio
menor en su grado mínimo o multa de 1 a 4 UTM.
Igual sanción se aplicará al que en vías o espacios públicos en áreas
urbanas portare dichas armas, cuando no pueda justificar
razonablemente su porte.
Para estos efectos, se entenderá por área urbana aquella comprendida
dentro de los límites urbanos definidos por los instrumentos de
planificación territorial.”.
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BOLETÍN INDICACIONES
3)
Del Honorable Senador señor Stange, para intercalar, en el artículo 288
bis, nuevo, entre los términos “o” y “en”, lo siguiente: “en
establecimientos de enseñanza o”.
ººº
4)
Del Honorable Senador señor Viera-Gallo, para intercalar, a continuación
del número 3), el siguiente, nuevo:
“.... ) Modifícase el artículo 494 de la siguiente forma:
a) Incorpórase, en el numeral 3º de su inciso primero, entre la palabra
“generales” y el punto aparte (.) que le sucede, lo siguiente: “y no
tuviere en aquéllas o en éstos una sanción mayor”.
b) Reemplázase el numeral 4º de su inciso primero por el siguiente:
“4.º El que riñiendo con otro sacare armas blancas o de fuego, siempre
que el porte de ellas, en las circunstancias y condiciones de que se trate,
no tuviera asignada una pena mayor.”.”.
5)
Del Honorable Senador señor Viera-Gallo, para incorporar,
continuación del artículo 1º, los siguientes artículos, nuevos:
a
“Artículo ... .- Agrégase el siguiente inciso final al artículo 85 del Código
Procesal Penal:
“Si como resultado del procedimiento a que se refiere el inciso segundo,
se hallaren en la vestimenta, equipaje o vehículo de la persona
registrada, armas cortantes o punzantes, en las circunstancias señaladas
en el artículo 288 bis del Código Penal, tendrá lugar lo previsto en los
artículos 129 y 130 de este Código. Si, por el contrario, dichas armas se
portaren legítimamente, pero a juicio de la autoridad ello pudiera
revestir un peligro inminente para la población, serán retenidas,
haciendo constar la identidad de su titular, pudiendo éste recuperarlas
tan pronto cese la situación o circunstancia que motiva el riesgo, en la
unidad correspondiente a la autoridad respectiva.”
Artículo ... .- Agrégase el siguiente inciso final al artículo 260 bis del
Código de Procedimiento Penal:
“Si como resultado del procedimiento a que se refiere el inciso segundo,
se hallaren en la vestimenta, equipaje o vehículo de la persona
registrada, armas cortantes o punzantes, en las circunstancias señaladas
en el artículo 288 bis del Código Penal, tendrá lugar lo previsto en los
artículos 261 y 263 de este Código. Si, por el contrario, dichas armas se
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BOLETÍN INDICACIONES
portaren legítimamente, pero a juicio de la autoridad ello pudiera
revestir un peligro inminente para la población, serán retenidas,
haciendo constar la identidad de su titular, pudiendo éste recuperarlas
tan pronto cese la situación o circunstancia que motiva el riesgo, en la
unidad correspondiente a la autoridad respectiva.”.”.
ººº
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SEGUNDO INFORME COMISIÓN CONSTITUCIÓN
2.4. Segundo Informe Comisión de Constitución
Senado. Fecha 21 de Junio, 2004. Cuenta en Sesión 10, Legislatura 351.
SEGUNDO
INFORME
DE
LA
COMISIÓN
DE
CONSTITUCIÓN,
LEGISLACIÓN, JUSTICIA Y REGLAMENTO recaído en el proyecto de ley, en
segundo trámite constitucional, que modifica el Código Penal en materia de uso
y porte de armas.
BOLETÍN Nº 3.389-07
__________________________________
HONORABLE SENADO:
Vuestra Comisión de Constitución, Legislación,
Justicia y Reglamento tiene el honor de presentaros su segundo informe acerca
del proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que modifica el Código
Penal en materia de uso y porte de armas.
A la sesión en que se estudiaron las indicaciones
presentadas a esta iniciativa, asistió, además de los miembros titulares de la
Comisión, el Honorable Senador señor Sergio Fernández Fernández.
Participó, también, el Subsecretario del Interior,
señor Jorge Correa Sutil.
Vuestra Comisión os hace presente, una vez más,
que en el estudio de esta iniciativa se consideró la del Honorable Senador
señor Fernández que restringe el porte de armas blancas, contenida en el
Boletín Nº 2.510-07. Las ideas matrices de ese proyecto fueron recogidas por
su autor en la indicación número 2, de la que se dará cuenta más adelante.
---------CONSTANCIAS REGLAMENTARIAS
Para los efectos de lo dispuesto en el artículo 124 del
Reglamento del Senado, se deja constancia de lo siguiente:
1.Artículos que no fueron
indicaciones ni de modificaciones: artículo 1º, numeral 1).
2.modificaciones: no hubo.
Indicaciones
objeto
aprobadas
de
sin
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SEGUNDO INFORME COMISIÓN CONSTITUCIÓN
3.modificaciones: 1, 2 y 3.
Indicaciones
aprobadas
con
4.-
Indicaciones rechazadas: 4 y 5.
5.-
Indicaciones retiradas: no hubo.
6.-
Indicaciones declaradas inadmisibles: no
hubo.
-----DISCUSIÓN EN PARTICULAR
Iniciada la discusión particular, el señor Presidente
recabó el acuerdo de los señores Senadores presentes para someter a
discusión y votación la totalidad de las disposiciones que integran el proyecto.
Formuló dicha solicitud en mérito de lo dispuesto en el inciso primero del
artículo 124 y en el inciso final del artículo 121, ambos del Reglamento del
Senado.
Los miembros presentes de la Comisión, Honorables
Senadores señores Aburto y Chadwick, acogieron la proposición del señor
Presidente.
Se efectúa, a continuación, una relación de las
disposiciones que integran el proyecto en informe, de las señaladas
indicaciones y de los acuerdos adoptados por la Comisión.
ARTÍCULO 1º
Consta de tres numerales.
Número 1)
Su texto es el siguiente:
"Artículo
1°.-
Introdúcense
las
siguientes
modificaciones al Código Penal:
1) En el artículo 12:
a) En la 6.ª circunstancia agravante,
sustitúyese la coma (,) que sucede a la palabra “sexo” por una “o” y elimínase
la frase “o de las armas”.
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SEGUNDO INFORME COMISIÓN CONSTITUCIÓN
b)
Agrégase
la
siguiente
circunstancia
agravante, nueva:
“20.ª Ejecutarlo portando arma de fuego o de
aquellas referidas en el artículo 132.”.”.
A este numeral no se presentaron indicaciones.
La Comisión estimó que la creación de una
circunstancia agravante específica referida al porte de armas es plenamente
justificada para alcanzar el objetivo perseguido por la iniciativa.
En consecuencia, por la unanimidad de sus
miembros presentes, Honorables Senadores señores Aburto, Chadwick
y Espina, le dio su aprobación en particular.
Número 2)
Dispone lo siguiente:
“2) Incorpórase el siguiente artículo 288 bis, nuevo:
“Artículo 288 bis.- El que en vías o espacios públicos,
de espectáculo público o en recintos de expendio de bebidas alcohólicas,
portare armas cortantes o punzantes, y no pudiere justificar razonablemente
su porte, sufrirá la pena de presidio menor en su grado mínimo.”.”.
A este numeral se presentaron las indicaciones
números 1, 2 y 3.
La indicación número 1, del Honorable Senador
señor Fernández, lo sustituye por el siguiente:
“2) Incorpórase el siguiente artículo 288 bis, nuevo:
“Artículo 288 bis.- El que, dentro de los límites
urbanos de una ciudad o pueblo, portare armas cortantes o punzantes de
aquellas a que alude el artículo 132, en vías o espacios públicos, en recintos de
espectáculos públicos o de expendio de bebidas alcohólicas, y no pudiere
justificar razonablemente su porte, sufrirá la pena de presidio menor en su
grado mínimo.”.”.
La indicación número 2, del Presidente de la
República, sustituye el texto del artículo 288 bis, por el siguiente:
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SEGUNDO INFORME COMISIÓN CONSTITUCIÓN
“Artículo 288 bis.- El que portare armas cortantes o
punzantes en espectáculos públicos o en recintos de expendio de bebidas
alcohólicas que deban consumirse en el mismo local, sufrirá la pena de presidio
menor en su grado mínimo o multa de 1 a 4 UTM.
Igual sanción se aplicará al que en vías o espacios
públicos en áreas urbanas portare dichas armas, cuando no pueda justificar
razonablemente su porte.
Para estos efectos, se entenderá por área urbana
aquella comprendida dentro de los límites urbanos definidos por los
instrumentos de planificación territorial.”.
La indicación número 3, del Honorable Senador
señor Stange, intercala, en el artículo 288 bis, nuevo, entre los términos “o”
y “en”, lo siguiente: “en establecimientos de enseñanza o”.
El Presidente de la Comisión, Honorable
Senador señor Espina, puso en discusión las tres indicaciones transcritas.
El
Honorable
Senador
señor
Fernández
manifestó, en principio, su acuerdo con la redacción propuesta por el Ejecutivo,
la que, consideró, resuelve en mejor forma la situación que se intenta regular.
Destacó que la indicación número 2 presenta la ventaja de reunir, al mismo
tiempo, la distinción entre áreas urbanas y rurales y la referencia a
espectáculos públicos y recintos de expendio de bebidas alcohólicas. Además,
agregó, permite justificar el porte del arma y contempla la posibilidad de
aplicar en estos casos una pena alternativa de multa o de privación de libertad.
El señor Subsecretario del Interior recordó que
en la Cámara de Diputados esta norma dio origen a un verdadero debate entre
las bancadas “campesina” y “urbana”. La primera, explicó, justificaban el porte
de armas blancas en las zonas rurales, argumentando que éstas constituían
parte rutinaria de la indumentaria campesina, tanto por razones de uso
práctico como por tradiciones y costumbres.
Por otra parte, expresó que el hecho de que se
permita “justificar razonablemente” el porte de un arma blanca supone un acto
de confianza en la autoridad policial, que será la encargada de discernir si se
trata de un porte inocente, que no constituye peligro. Por el contrario, resaltó,
tratándose de espectáculos públicos o de recintos de expendio de bebidas
alcohólicas que deban consumirse en el mismo local, no cabría, en ningún
caso, tal justificación.
El Honorable Senador señor Espina manifestó
que, efectivamente, en las provincias el porte de cortaplumas es un fenómeno
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SEGUNDO INFORME COMISIÓN CONSTITUCIÓN
generalizado, que obedece a una costumbre tan antigua y extendida que, ante
iniciativas como la que se está estudiando, ofrece el dilema de tener que optar
entre la preservación de las tradiciones y la seguridad ciudadana.
Por esta razón, sugirió que podría incluirse como
circunstancia que permita justificar el porte del arma blanca la de reflejar dicho
porte los usos y vestimentas del correspondiente lugar.
Desde otro punto de vista, coincidió con las
indicaciones presentadas en el sentido de que el porte de armas blancas en
recintos de expendio de bebidas alcohólicas no puede, en ningún caso,
justificarse. Distinto es el caso, acotó, de los espectáculos públicos. En estos,
dijo, es preciso ocuparse de los que se llevan a cabo en áreas urbanas,
sancionando los casos en que no se pueda justificar razonablemente el porte.
Por esta consideración, propuso acoger el texto
propuesto por la indicación número 2, trasladando la referencia a los
espectáculos públicos a la situación prevista por el inciso segundo del artículo
288 bis contenido en ella.
Los restantes miembros de la Comisión coincidieron
con este planteamiento. Resolvieron, además, suprimir el inciso tercero
propuesto por la indicación número para el citado artículo 288 bis, por
estimarlo impropio de una disposición de orden penal.
En definitiva, en atención a que las indicaciones
números 1 y 2 coinciden en lo sustancial, la Comisión aprobó las dos, con
modificaciones.
En seguida, dio su aprobación a la indicación número
3, también con modificaciones, con el objetivo de incorporar los
establecimientos de enseñanza en el inciso segundo del nuevo artículo 288 bis.
De
esta
manera,
en
los
establecimientos
educacionales será razonablemente justificado, por ejemplo, portar un cuchillo
cartonero para utilizarse en una clase de Técnicas Manuales, o cubiertos para
que el alumno se alimente.
Estos acuerdos contaron con el voto favorable
de la unanimidad de los miembros presentes de la Comisión,
Honorables Senadores señores Aburto, Chadwick y Espina.
Número 3)
Dispone lo siguiente:
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SEGUNDO INFORME COMISIÓN CONSTITUCIÓN
“3) Sustitúyese el inciso segundo del artículo 450, por
el siguiente:
“En los delitos de robo y hurto, la pena
correspondiente será elevada en un grado cuando los culpables hagan uso de
armas o sean portadores de ellas.”.”.
A este número no se presentaron indicaciones.
El Subsecretario del Interior, señor Correa,
explicó que el inciso segundo del artículo 450 del Código Penal actualmente
vigente contempla una agravación especial por el uso o porte de armas en la
comisión de los delitos de robo y hurto, la cual, dada la forma en que está
concebida, no tiene una mayor aplicación práctica.
Informó que esta norma establece una pena que va
desde los 5 años y un día a los 20 años, salvo que el delito de que se trate
merezca una pena mayor. Puso de relieve que es evidente que se trata de una
sanción muy alta, lo que ha hecho que en el caso de las distintas figuras de
robo, no se aplique.
Agregó que en el caso del hurto, la situación creada
resulta desproporcionada por cuanto en este ilícito, que se sanciona atendiendo
al valor de lo hurtado, la pena básica puede ser de 540 días, la cual, en el caso
de portarse una simple cortaplumas, puede aumentar a la de entre 5 años y un
día hasta 20 años. Por ello, tampoco en la práctica ha tenido aplicación.
Señaló que por estas razones se optó por proponer
no una pena específica como ocurre actualmente, sino que una agravante que
permita elevar la penalidad en un grado, de manera que estas penas se
racionalizan y podrían aplicarse en la práctica sin dificultades.
El Honorable Senador señor Espina advirtió que la
norma en análisis se traduce en los hechos en una disminución de las penas
aplicables a los delitos de robo y hurto.
El Honorable Senador señor Chadwick expresó
que, en esta materia, es inconveniente cualquier enmienda que implique una
rebaja de penas. Agregó que la circunstancia de que esta disposición ofrezca
dificultades de orden práctico para su aplicación tampoco constituye una
explicación satisfactoria. Por esta razón, opinó que la modificación al artículo
450 debería desecharse.
El Honorable Senador señor Fernández también
consideró más adecuado mantener el artículo 450 en sus mismos términos.
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SEGUNDO INFORME COMISIÓN CONSTITUCIÓN
Puesta en votación en particular la señalada
enmienda, fue rechazada por un voto a favor y dos en contra. Votó a
favor el Honorable Senador señor Aburto. En contra lo hicieron los
Honorables Senadores señores Chadwick y Espina.
Fundamentando su voto, el Honorable Senador
señor Espina señaló que pese a coincidir con el Gobierno en cuanto a la
necesidad de establecer penalidades que realmente puedan aplicarse, estima
inoportuno introducir la modificación en estudio en esta ocasión. Precisó que
sería conveniente iniciar separadamente un análisis general del esquema de
penas contemplado en nuestro sistema jurídico.
ººº
Posteriormente, se analizó la indicación número
4, del Honorable Senador señor Viera-Gallo, que intercala, a continuación
del número 3), el siguiente, nuevo:
“.... ) Modifícase el artículo 494 de la siguiente
forma:
a) Incorpórase, en el numeral 3º de su inciso
primero, entre la palabra “generales” y el punto aparte (.) que le sucede, lo
siguiente: “y no tuviere en aquéllas o en éstos una sanción mayor”.
b) Reemplázase el numeral 4º de su inciso primero
por el siguiente:
“4.º El que riñiendo con otro sacare armas blancas o
de fuego, siempre que el porte de ellas, en las circunstancias y condiciones de
que se trate, no tuviera asignada una pena mayor.”.”.
En relación a la letra a) de esta indicación, se hizo
presente que la Comisión de Defensa Nacional se encuentra conociendo, en
segundo trámite constitucional, un proyecto de ley que introduce una serie de
modificaciones a la Ley Nº 17.798, sobre Control de Armas. Se advirtió que el
artículo 2º de esa iniciativa propone precisamente la derogación del numeral
3º del artículo 494 del Código Penal.
En tales circunstancias, la Comisión estimó razonable
permitir que esta iniciativa, que regula en forma más orgánica lo relativo al uso
de armas de fuego, se ocupe de la disposición en cuestión.
Respecto de la letra b), se puso de manifiesto que la
modificación que se sugiere cambia totalmente el tipo penal de la falta
contenido en el número 4º del artículo 494.
Historia de la Ley Nº 19.975
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SEGUNDO INFORME COMISIÓN CONSTITUCIÓN
Puesta en votación la indicación número 4, fue
rechazada por un voto a favor y tres en contra. Votó a favor el
Honorable Senador señor Viera-Gallo. En contra lo hicieron los
Honorables Senadores señores Aburto, Chadwick y Espina.
ººº
Finalmente, se analizó la indicación número 5,
del Honorable Senador señor Viera-Gallo, que incorpora, a continuación
del artículo 1º, los siguientes artículos, nuevos:
“Artículo ... .- Agrégase el siguiente inciso final al
artículo 85 del Código Procesal Penal:
“Si como resultado del procedimiento a que se refiere
el inciso segundo, se hallaren en la vestimenta, equipaje o vehículo de la
persona registrada, armas cortantes o punzantes, en las circunstancias
señaladas en el artículo 288 bis del Código Penal, tendrá lugar lo previsto en
los artículos 129 y 130 de este Código. Si, por el contrario, dichas armas se
portaren legítimamente, pero a juicio de la autoridad ello pudiera revestir un
peligro inminente para la población, serán retenidas, haciendo constar la
identidad de su titular, pudiendo éste recuperarlas tan pronto cese la situación
o circunstancia que motiva el riesgo, en la unidad correspondiente a la
autoridad respectiva.”
Artículo ... .- Agrégase el siguiente inciso final al
artículo 260 bis del Código de Procedimiento Penal:
“Si como resultado del procedimiento a que se refiere
el inciso segundo, se hallaren en la vestimenta, equipaje o vehículo de la
persona registrada, armas cortantes o punzantes, en las circunstancias
señaladas en el artículo 288 bis del Código Penal, tendrá lugar lo previsto en
los artículos 261 y 263 de este Código. Si, por el contrario, dichas armas se
portaren legítimamente, pero a juicio de la autoridad ello pudiera revestir un
peligro inminente para la población, serán retenidas, haciendo constar la
identidad de su titular, pudiendo éste recuperarlas tan pronto cese la situación
o circunstancia que motiva el riesgo, en la unidad correspondiente a la
autoridad respectiva.”.”.
Analizada esta indicación, se estimó que los ajustes
por ella propuestos son innecesarios.
Puesta en votación la indicación número 5, fue
desechada por un voto a favor y tres en contra. Votó a favor el
Honorable Senador señor Viera-Gallo. En contra lo hicieron los
Honorables Senadores señores Aburto, Chadwick y Espina.
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SEGUNDO INFORME COMISIÓN CONSTITUCIÓN
ARTÍCULO 2º
Su texto es el siguiente:
“Artículo 2º.- Derógase el artículo 10 de la ley Nº
12.927, cuyo texto refundido fue fijado por el decreto Nº 890, del Ministerio del
Interior, de fecha 26 de agosto de 1975.”.
Esta disposición no fue objeto de indicaciones.
La Comisión tuvo presente que el mencionado
artículo 10 de la ley Nº 12.927, sobre Seguridad Interior del Estado, prohíbe,
salvo permiso de la autoridad competente, el uso de armas de fuego y
cortantes dentro de los límites urbanos de las ciudades y pueblos de la
República, a todos los que no pertenezcan a las Fuerzas Armadas, al Cuerpo de
Carabineros, al Servicio de Investigaciones o al Cuerpo de Gendarmería de
Prisiones. Agrega que la infracción a esta disposición será penada con presidio
menor en su grado mínimo y multas cuyo monto guarde relación con las
facultades económicas del infractor, pero no excederá de cinco mil pesos en
cada caso de infracción. Esta multa podrá elevarse hasta el quíntuplo de su
máximo en casos de reiteración.
El señor Subsecretario del Interior manifestó que
todo lo concerniente a la regulación del uso de armas de fuego está contenido
en la ley Nº 17.798, sobre Control de Armas, en tanto que las nuevas
disposiciones sobre uso y porte de armas blancas se encuentran en la presente
iniciativa. Por esta razón, explicó que la derogación expresa del señalado
artículo 10 es del todo justificada.
En consecuencia, la unanimidad de los
miembros presentes de la Comisión aprobó en particular este
precepto. Votaron favorablemente los Honorables Senadores señores
Aburto, Chadwick, Espina y Viera-Gallo.
MODIFICACIONES PROPUESTAS
Como consecuencia de los acuerdos anteriormente
consignados, vuestra Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y
Reglamento tiene el honor de proponeros la aprobación del proyecto de ley
contenido en su primer informe, con las siguientes modificaciones:
ARTÍCULO 1º
Número 2)
Reemplazarlo por el que sigue:
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SEGUNDO INFORME COMISIÓN CONSTITUCIÓN
“2) Incorpórase el siguiente artículo 288 bis, nuevo:
“Artículo 288 bis.- El que portare armas cortantes o
punzantes en recintos de expendio de bebidas alcohólicas que deban
consumirse en el mismo local, sufrirá la pena de presidio menor en su grado
mínimo o multa de 1 a 4 UTM.
Igual sanción se aplicará al que en espectáculos
públicos, en establecimientos de enseñanza o en vías o espacios públicos en
áreas urbanas portare dichas armas, cuando no pueda justificar
razonablemente su porte.”.”. (Indicaciones números 1, 2 y 3. Aprobadas
3 x 0)
Número 3)
Suprimirlo. (Aplicación de los artículos 121,
inciso final, y 124, inciso primero, ambos del Reglamento del Senado.
Aprobado 2 x 1).
----TEXTO PROPUESTO AL SENADO
Como consecuencia de lo anterior, el texto del
proyecto de ley quedaría como sigue:
PROYECTO DE LEY:
"Artículo
modificaciones al Código Penal:
1°.-
Introdúcense
las
siguientes
1) En el artículo 12:
a) En la 6.ª circunstancia agravante, sustitúyese la
coma (,) que sucede a la palabra “sexo” por una “o” y elimínase la frase “o de
las armas”.
b) Agrégase la siguiente circunstancia agravante,
nueva:
“20.ª Ejecutarlo portando arma de fuego o de
aquellas referidas en el artículo 132.”.
2) Incorpórase el siguiente artículo 288 bis, nuevo:
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SEGUNDO INFORME COMISIÓN CONSTITUCIÓN
“Artículo 288 bis.- El que portare armas cortantes o
punzantes en recintos de expendio de bebidas alcohólicas que deban
consumirse en el mismo local, sufrirá la pena de presidio menor en su grado
mínimo o multa de 1 a 4 UTM.
Igual sanción se aplicará al que en espectáculos
públicos, en establecimientos de enseñanza o en vías o espacios públicos en
áreas urbanas portare dichas armas, cuando no pueda justificar
razonablemente su porte.”.
Artículo 2º.- Derógase el artículo 10 de la ley Nº
12.927, cuyo texto refundido fue fijado por el decreto Nº 890, del Ministerio
del Interior, de fecha 26 de agosto de 1975.”.
---Acordado en sesión celebrada el día 16 de junio de
2004, con asistencia de los Honorables Senadores señores Alberto Espina
Otero (Presidente), Marcos Aburto Ochoa, Andrés Chadwick Piñera y José
Antonio Viera-Gallo Quesney.
Sala de la Comisión, a 21 de junio de 2004.
NORA VILLAVICENCIO GONZÁLEZ
Secretario
RESUMEN EJECUTIVO
SEGUNDO INFORME DE LA COMISIÓN DE CONSTITUCIÓN,
LEGISLACIÓN, JUSTICIA Y REGLAMENTO RECAÍDO EN EL PROYECTO
DE LEY, EN SEGUNDO TRÁMITE CONSTITUCIONAL, QUE MODIFICA EL
CÓDIGO PENAL EN MATERIA DE USO Y PORTE DE ARMAS.
(Boletín Nº 3.389-07)
I.-
PRINCIPALES OBJETIVOS DEL PROYECTO: sancionar con mayor
precisión los delitos cometidos con armas blancas. Para estos efectos, se
crea una circunstancia agravante específica y se establece una figura
penal relativa al porte de arma blanca en ciertos lugares de acceso
público.
II.- ACUERDOS:
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SEGUNDO INFORME COMISIÓN CONSTITUCIÓN
Indicación
Indicación
Indicación
Indicación
Indicación
1:
2:
3:
4:
5:
Aprobada con modificaciones 3 x 0.
Aprobada con modificaciones 3 x 0.
Aprobada con modificaciones 3 x 0.
Rechazada. 1 x 3.
Rechazada. 1 x 3.
III.- ESTRUCTURA DEL PROYECTO: el proyecto consta de dos artículos
permanentes. El primero se compone de dos numerales, el primero de los
cuales, a su vez, cuenta con dos literales.
IV.- NORMAS DE QUÓRUM ESPECIAL: no tiene.
V.- URGENCIA: simple.
VI.- ORIGEN DE LA INICIATIVA: Mensaje de S.E. el Presidente de la
República.
VII.- TRÁMITE CONSTITUCIONAL: segundo trámite.
VIII.-
TRÁMITE REGLAMENTARIO: segundo informe.
IX.- LEYES QUE SE MODIFICAN O QUE SE RELACIONAN CON LA
MATERIA: - Código Penal.
- Ley Nº 12.927
Valparaíso, 21 de junio de 2004.
NORA VILLAVICENCIO GONZÁLEZ
Secretario
INDICE
Página
Constancias reglamentarias
1
Discusión en particular
Modificaciones propuestas
Texto propuesto a la Sala
Resumen ejecutivo
2
10
10
12
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DISCUSIÓN SALA
2.5. Discusión en Sala
Senado. Legislatura 351, Sesión 12. Fecha 14 de Julio, 2004. Discusión
particular, Aprobado con modificaciones.
MODIFICACIÓN DE CÓDIGO PENAL EN MATERIA DE USO Y PORTE DE
ARMAS
El señor LARRAÍN (Presidente).- En el tercer lugar del Orden del Día figura el
proyecto de la Honorable Cámara de Diputados que modifica el Código
Penal en materia de uso y porte de armas, con segundo informe de la
Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento y urgencia
calificada de "simple".
--Los antecedentes sobre el proyecto (3389-07) figuran en los
Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 27ª, en 13 de enero de 2004.
Informes de Comisión:
Constitución, sesión 52ª, en 21 de abril de 2004.
Constitución (segundo), sesión 10ª, en 7 de julio de 2004.
Discusión:
Sesión 55ª, en 11 de mayo de 2004 (se aprueba en
general).
El señor LARRAÍN (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor HOFFMANN (Secretario).- La iniciativa fue aprobada en general por la
Sala en sesión de 11 de mayo del año en curso.
La Comisión deja constancia,
para los
efectos
reglamentarios, de que no fueron objeto de indicaciones ni de
modificaciones el numeral 1) del artículo 1º, que introduce cambios al
artículo 12 del Código Penal para crear una circunstancia agravante
específica, referida al porte de armas, y el artículo 2º.
Según lo dispuesto en el inciso primero del artículo 124 del
Reglamento, dicho numeral y el artículo 2º deben darse por aprobados,
salvo que algún señor Senador, con la unanimidad de los presentes,
solicite someterlos a discusión y votación.
--Se aprueban reglamentariamente.
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DISCUSIÓN SALA
El señor HOFFMANN (Secretario).- La Comisión también deja constancia en su
informe de las indicaciones aprobadas con modificaciones y de las
rechazadas.
En cuanto a las enmiendas que introdujo al texto aprobado
en general, el reemplazo del número 2) del artículo 1º, referido al porte
de armas cortantes o punzantes, fue acordado por unanimidad; en
tanto, la supresión del número 3), que elevaba la pena en los delitos de
robo y hurto cuando se hiciera uso de armas o se portaran éstas, lo fue
por mayoría.
Cabe recordar que, de conformidad con lo dispuesto en el
inciso sexto del artículo 133 del Reglamento, las modificaciones
aprobadas por unanimidad deben ser votadas sin debate, salvo que,
antes del inicio de la discusión, se manifieste la intención de impugnar
la sugerencia de la Comisión sobre alguna de ellas o que se trate de
una norma acerca de la cual haya una o más indicaciones renovadas.
Sus Señorías tienen a la vista un boletín comparado
dividido en cuatro columnas, que transcriben los artículos pertinentes
del Código Penal; el texto aprobado en general por el Senado; las
modificaciones acordadas en el segundo informe de la Comisión, y el
texto que resultaría de aprobarse dichas enmiendas.
El señor LARRAÍN (Presidente).- En discusión particular el proyecto.
Tiene la palabra el Honorable señor Espina.
El señor ESPINA.- Voy a dar una breve explicación, señor Presidente.
El artículo 288 bis, nuevo, que se incorpora al Código
Penal hace una diferenciación a todas luces razonable en cuanto al
porte de armas cortantes o punzantes en recintos donde se venden
bebidas alcohólicas, separando esta situación de aquella en que se
porta ese tipo de armas en espectáculos públicos, en establecimientos
de enseñanza o en vías o espacios públicos tratándose de áreas
urbanas -se excluyen las rurales-, respecto de la cual se consagra una
eximente
de
responsabilidad
penal
cuando
se
justifique
razonablemente el porte, considerando que hay zonas del país donde a
veces el porte o uso de cortaplumas o de elementos de naturaleza
parecida dice relación más bien a la vestimenta de una persona o a la
realización de actividades escolares.
Por lo tanto, la Comisión, en conjunto con el Ministerio del
Interior, estableció una tipificación diferenciada, por tratarse de
situaciones distintas.
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DISCUSIÓN SALA
En cuanto a la otra enmienda, recaída en el artículo 450,
se rechazó la rebaja de penas, propuesta en el primer informe, para la
comisión de los delitos de robo y hurto con utilización o porte de
armas.
En verdad -quiero ser muy franco-, el artículo 450 vigente
establece una penalidad excesiva. A juicio de la Comisión, sin embargo,
éste no es el proyecto propicio ni el actual el momento adecuado para
modificarla. Pero es evidente que en algún instante el Congreso habrá
de preocuparse de que dichas conductas, que son gravísimas, tengan
una penalidad justa y que, por tanto, sea aplicable por los jueces.
Por esa razón, se acordó mantener la disposición tal como
está hoy.
Ésos son los dos cambios introducidos por la Comisión y
que solicitamos aprobar en la Sala.
El señor LARRAÍN (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor
Fernández.
El señor FERNÁNDEZ.- Señor Presidente, el Senador señor Espina ha explicado
claramente en qué consisten las modificaciones efectuadas por la
Comisión de Constitución.
Obviamente, es mucho más grave portar armas cortantes
en un recinto donde se expenden bebidas alcohólicas, porque el
consumo de alcohol favorece la comisión de delitos, especialmente si se
llevan armas. La limitación que se establece con respecto a estas
últimas persigue evitar los delitos de sangre.
En los demás casos, que sólo pueden tener lugar en áreas
urbanas, el porte de armas podría justificarse razonablemente. De lo
contrario, se configuraría el delito descrito en la norma.
En consecuencia, creo que las modificaciones planteadas
por la Comisión deben ser aprobadas.
El
señor LARRAÍN (Presidente).- Ha solicitado la palabra el
Subsecretario, a quien, si le parece a la Sala, se la concederé.
señor
Tiene la palabra el señor Subsecretario.
El señor CORREA (Subsecretario del Interior).- Señor Presidente, en primer
lugar, deseo agradecer a la Comisión de Constitución por su acucioso
trabajo, que sin duda mejora el proyecto propuesto por la Cámara de
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DISCUSIÓN SALA
Diputados en una materia tan esencial como los delitos cometidos con
arma blanca.
Dicha Comisión, a diferencia de la otra rama del
Parlamento, resolvió no modificar el artículo 450 del Código Penal, que
establece una penalidad que va de 5 años y un día a 15 años para los
autores de los delitos de robo o hurto cuando los cometan usando o
portando armas.
En la Cámara Baja, considerando que había que agravar
las penas para los delitos cometidos con armas, se razonó de la
siguiente manera. El hecho de cometer robo con violencia con un arma
no aumenta la penalidad, toda vez que el delito ya tiene asignada una
pena, que va de 5 años y un día a 15 años. Sin embargo, cuando se
trata de un delito menor, como el hurto, el hecho de cometerlo con un
arma implicaría llevar la sanción a un presidio mayor. Ello es resistido
por los tribunales, desde luego, porque a todas luces resulta
inconcebible que un delito de esa índole pueda recibir una penalidad
tan agravada por la circunstancia de portarse el elemento referido.
En esas condiciones, lo que razona la Cámara de
Diputados parece bastante más ajustado a principios jurídicos -esto es,
agravar en un grado el delito de que se trata por el hecho de portarse
un arma-, sin trasladar a una penalidad única cualquier robo o hurto,
con sanción de presidio mayor por el solo porte del arma.
Por lo expuesto, me atrevo a solicitar que se vote
separadamente el número 3) del artículo 1º, que al Ejecutivo no le
parece razonable.
Gracias, señor Presidente.
El señor LARRAÍN (Presidente).- Si no hay objeciones, se dará por aprobado el
número 2) del artículo 1º propuesto por la Comisión, que lo acordó por
unanimidad.
--Se aprueba.
El señor LARRAÍN (Presidente).- En discusión el número 3) del artículo 1º,
norma a que acaba de hacer referencia el señor Subsecretario del
Interior y cuya supresión fue objeto de votación dividida en la
Comisión, por lo que la Sala debía debatirla de todas maneras.
Ofrezco la palabra.
El señor ESPINA.- ¿Me permite, señor Presidente?
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DISCUSIÓN SALA
El señor LARRAÍN (Presidente).- Sí, señor Senador.
El señor ESPINA.- Señor Presidente, deseo que la Sala tenga plena conciencia
de lo que se votará en este caso, que es lo siguiente.
Actualmente, el artículo 450 del Código Penal empieza por
señalar que “Los delitos a que se refiere el párrafo 2 y el artículo 440
del párrafo 3 de este Título se castigarán como consumados desde que
se encuentren en grado de tentativa.”. Se hace mención de los delitos
más graves contra la propiedad: el robo con violencia o intimidación en
las personas y el que se comete con fuerza en las cosas.
Después, el inciso segundo expresa que “Serán castigados
con presidio mayor en su grado mínimo a presidio mayor en su grado
máximo,” -cinco años y un día a veinte años- “los culpables de robo o
hurto cuando hagan uso de armas o sean portadores de ellas, siempre
que no les corresponda una pena mayor por el delito cometido.”.
En definitiva, el legislador estimó que la persona que
realiza un robo representa un peligro potencial en el sentido de que el
uso de un arma puede derivar en homicidio. Precisamente, los delitos
más comunes en el país son el asalto a mano armada, el robo con
violencia o intimidación en las personas o con fuerza en las cosas.
Se ha dicho que la sanción es muy alta y que por ello se
planteó la enmienda, que implica rebajar la pena vigente -para que se
tenga claro- a ese tipo de delitos.
Porque eso es lo que debe resolver el Senado: si se
mantiene o se disminuye la pena actual tratándose del robo con
violencia o intimidación en las personas; de los asaltos comunes y
corrientes donde se agrede, con resultado o no de muerte o de
lesiones; y del robo con fuerza en las cosas, cuando se destruye algo.
La Comisión de Constitución, más allá de los análisis
técnicos, consideró imprudente, en la situación presente de la
seguridad ciudadana a lo largo de Chile, rebajar la sanción a ese tipo
de delitos. Más allá de que en algunos casos toda la penalidad puede
ser excesiva, la realidad es que aquí se halla en juego si se reduce o no
la sanción. Y, mayoritariamente, ese órgano técnico estimó que bajo
ninguna circunstancia, con las cuestiones de seguridad ciudadana que
se plantean en este momento, con los altos niveles de delincuencia
existentes, con la lucha que da el país para frenar ese tipo de
conductas, el Senado puede emitir semejante señal.
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DISCUSIÓN SALA
Por lo tanto, pido que la modificación sea rechazada. Es
decir, que voten a favor de lo propuesto en el informe de la Comisión
quienes quieran mantener la penalidad actual. Los que deseen
rebajarla deberán pronunciarse en contra.
Ése es el dato objetivo, señor Presidente. Porque estas
votaciones provocan después efectos públicos, ante los cuales cada uno
debe asumir su responsabilidad en función de lo que decida.
El señor LARRAÍN (Presidente).- Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
¿Algún señor Senador desea fundar el voto?
En votación electrónica.
El señor HOFFMANN (Secretario).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su
voto?
El señor LARRAÍN (Presidente).- Terminada la votación.
--Por 16 votos contra 5, se aprueba la proposición
de la Comisión consistente en suprimir el número 3) del artículo
1º, quedando despachado el proyecto en este trámite.
Votaron por la afirmativa los señores Arancibia,
Canessa, Coloma, Espina, Fernández, Frei (doña Carmen), Horvath,
Larraín, Martínez, Matthei, Moreno, Muñoz Barra, Orpis, Parra,
Prokurica y Stange.
Votaron por la negativa los señores Núñez, Páez, Ruiz,
Sabag y Viera-Gallo.
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OFICIO APROBACIÓN CON MODIFICACIONES
2.6. Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen
Oficio de Aprobación de Proyecto con modificaciones. Fecha 14 de Julio, 2004.
Cuenta en Sesión 16, Legislatura 351. Cámara de Diputados.
Nº 23.905
A S. E.
el Presidente de la
Honorable Cámara de
Diputados
Valparaíso, 14 de Julio de 2.004.
Tengo a honra comunicar a Vuestra Excelencia que el
Senado ha dado su aprobación al proyecto de ley, de esa Honorable Cámara,
sobre modificación del Código Penal en materia de uso y porte de armas,
correspondiente al Boletín Nº 3.389-07, con las siguientes modificaciones:
Artículo 1º
Número 2)
Lo ha reemplazado por el siguiente:
“2) Incorpórase el siguiente artículo 288 bis, nuevo:
“Artículo 288 bis.- El que portare armas cortantes o
punzantes en recintos de expendio de bebidas alcohólicas que deban
consumirse en el mismo local, sufrirá la pena de presidio menor en su grado
mínimo o multa de 1 a 4 UTM.
Igual sanción se aplicará al que en espectáculos
públicos, en establecimientos de enseñanza o en vías o espacios públicos en
áreas urbanas portare dichas armas, cuando no pueda justificar
razonablemente su porte.”.”.
Número 3)
Lo ha suprimido.
---
Lo que comunico a Vuestra Excelencia en respuesta a
su oficio Nº 4748, de 8 de Enero de 2.004.
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OFICIO APROBACIÓN CON MODIFICACIONES
Acompaño la totalidad de los antecedentes.
Dios guarde a Vuestra Excelencia.
ERNÁN LARRAÍN FERNÁNDEZ
Presidente del Senado
CARLOS HOFFMANN CONTRERAS
Secretario General del Senado
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INFORME COMISIÓN DEFENSA NACIONAL
3. Tercer Trámite Constitucional: Cámara de
Diputados
3.1. Informe Comisión de Defensa Nacional
Cámara de Diputados. Fecha 3 de Agosto, 2004. Cuenta en Sesión 26,
Legislatura 351.
INFORME DE LA COMISIÓN DE DEFENSA NACIONAL SOBRE EL
PROYECTO DE LEY QUE MODIFICA EL CÓDIGO PENAL EN MATERIA DE
USO Y PORTE DE ARMAS.
BOLETÍN Nº 3389-07-3.
Honorable Cámara:
Vuestra Comisión de Defensa Nacional, en cumplimiento
de un acuerdo adoptado por los Comités Parlamentarios, pasa a informar
acerca del proyecto de ley singularizado en el epígrafe, iniciado en un mensaje,
en tercer trámite constitucional.
Se hace presente que esta iniciativa legal no fue conocida
por esta Comisión en el primer trámite constitucional, debido a que fue
radicada en la Comisión Especial de Seguridad Ciudadana, la que evacuó los
informes correspondientes al primer y segundo trámite reglamentario.
En cumplimiento del artículo 119 del Reglamento de la
Corporación, esta Comisión debe pronunciarse sobre el alcance de las
modificaciones introducidas por el H. Senado y, si lo estimare conveniente,
recomendar la aprobación o el rechazo de las enmiendas propuestas.
I. MODIFICACIONES INTRODUCIDAS POR EL H. SENADO.
El proyecto aprobado por la H. Cámara de Diputados, en
el primer trámite constitucional, consta de dos artículos. El artículo 1º, que se
compone de tres numerales, propone modificar el Código Penal en los
siguientes aspectos:
- Por medio del número 1, se agrega, en el artículo 12, el
número 20, nuevo, con el propósito de incorporar una nueva circunstancia
agravante de la responsabilidad penal, consistente en el porte de armas de
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INFORME COMISIÓN DEFENSA NACIONAL
fuego o de aquéllas referidas en el artículo 1321 del mencionado cuerpo legal,
durante la ejecución del delito.
- A través del número 2, se agrega el artículo 288 bis,
nuevo, que sanciona como simple delito el porte de armas cortantes o
punzantes en vías o espacios públicos, en espectáculos públicos o en recintos
de expendio de bebidas alcohólicas, cuando no se pudiere justificar
razonablemente esta conducta.
- En virtud del número 3, se reemplaza el inciso segundo
del artículo 4502, con objeto de incorporar una agravante especial, que
aumenta en un grado la pena aplicable a los delitos de robo o hurto, cuando
los culpables hagan uso de armas o sean portadores de ellas.
Por su parte, el artículo 2° propone derogar el artículo 10
de la ley N° 12.927, sobre Seguridad Interior del Estado, cuyo texto refundido
fue fijado por el decreto supremo Nº 890, de 1975, del Ministerio del Interior3.
Dicha norma prohíbe el uso de armas cortantes, punzantes y contundentes a
1
El artículo 132 del Código Penal dispone: “Cuando en las sublevaciones de
que trata este título se supone uso de armas, se comprenderá bajo esta
palabra toda máquina, instrumento, utensilio u objeto cortante, punzante o
contundente que se haya tomado para matar, herir o golpear, aun cuando no
se haya hecho uso de él.”
2
El inciso segundo del artículo 450 sanciona con las penas de presidio mayor
en sus grados mínimo a máximo (de cinco años y un día a veinte años) a los
culpables de los delitos de robo o hurto cuando hagan uso de armas o sean
portadores de ellas, siempre que no les corresponda una pena mayor por el
delito cometido. Cabe hacer presente que el inciso final de la norma en
comento se remite al ya mencionado artículo 132 para efectos de determinar
cuándo el robo o hurto se comete con armas.
3
El artículo 10 de la ley sobre Seguridad Interior del Estado, cuyo texto
refundido fue fijado por el decreto supremo Nº 890, de 1975, del Ministerio del
Interior, establece: “Prohíbese, salvo permiso de la autoridad competente, el
uso de armas cortantes, punzantes y contundentes a todos los que no
pertenezcan a las Fuerzas Armadas, al Cuerpo de Carabineros, al Servicio de
Investigaciones, al Servicio de Vigilancia de Prisiones o a los demás
organismos estatales autorizados por la ley.
La infracción a esta disposición será penada con presidio menor en su grado
mínimo y multa cuyo monto guarde relación con las facultades económicas del
infractor, pero no excederá de un cuarto de sueldo vital mensual, escala A),
del departamento de Santiago, en cada caso de infracción. Esta multa podrá
elevarse hasta el quíntuple de su máximo en casos de reiteración.”
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INFORME COMISIÓN DEFENSA NACIONAL
todas las personas que no pertenezcan a las Fuerzas Armadas, a Carabineros,
a la Policía de Investigaciones de Chile, a Gendarmería o a los demás
organismos estatales autorizados por la ley, a la vez que sanciona la infracción
de esta prohibición. Esta supresión se justifica debido a que en este proyecto
se incorporan nuevas disposiciones sobre uso y control de armas blancas.
En el estudio de esta iniciativa legal, esta Comisión tuvo
ocasión de comprobar que se han mantenido en lo sustancial las ideas
matrices que la inspiraron y que se orientan, en lo fundamental, a modificar el
Código Penal, con objeto de incorporar una agravante que permita sancionar
con mayor pena los distintos delitos que se cometan mediante el porte o el
uso de armas, y de establecer un nuevo tipo penal relativo al porte de armas
cortantes o punzantes en recintos públicos.
En efecto, el H. Senado mantuvo, sin modificaciones, las
propuestas relativas al número 1 del artículo 1° y al artículo 2°.
En lo que dice relación con el número 2 del artículo 1°, el
H. Senado propuso reemplazar la figura delictiva contenida en el artículo 288
bis, nuevo, con objeto de efectuar las siguientes modificaciones, que fueron
compartidas por esta Comisión:
- Se acota la aplicación del tipo penal al que portare
armas cortantes o punzantes en recintos de expendio de bebidas alcohólicas
que deban consumirse en el mismo local, por una parte, y al que lo hiciere en
espectáculos públicos, en establecimientos de enseñanza o en vías o espacios
públicos en áreas urbanas, por otra, cuando no pudiere justificar
razonablemente su porte.
- Se establece una pena alternativa a la privativa de
libertad, consistente en una multa de una a cuatro unidades tributarias
mensuales.
Por otra parte, el H. Senado propuso suprimir el número 3
del artículo 1º.
Como se ha dicho, la H. Cámara fue partidaria de
reemplazar el inciso segundo del artículo 450 del Código Penal, con la finalidad
de establecer una agravante especial en los delitos de robo y hurto, que
permita aumentar la pena correspondiente en un grado, cuando los culpables
hagan uso de armas o sean portadoras de ellas, debido a que el precepto
actual carece de aplicación práctica en razón de las altas penas que
contempla4.
4
En efecto, las penas de los delitos de robo con intimidación o con fuerza en
las cosas son similares o superiores a las que establece el inciso segundo del
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INFORME COMISIÓN DEFENSA NACIONAL
No obstante, el H. Senado estimó inoportuna dicha
propuesta, por considerar que se traduce, en los hechos, en una disminución
de las penas aplicables a los delitos contra la propiedad antes mencionados.
En el debate habido en la Comisión se mantuvo el criterio
aprobado en el primer trámite constitucional, motivo por el cual se estimó
necesario que la Sala efectúe un nuevo análisis de los antecedentes que
motivaron la modificación del mencionado precepto.
II.
PROPOSICIONES DE LA COMISIÓN DE DEFENSA NACIONAL
En mérito de lo precedentemente expuesto, esta Comisión
de Defensa Nacional acordó, por asentimiento unánime, recomendar a la Sala
la aprobación de la modificación introducida por el H. Senado en el número 2
del artículo 1º.
Del mismo modo, acordó recomendar el rechazo de la
supresión del numeral 3 del mismo artículo, propuesta por el H. Senado, e
insistir en el texto aprobado por la H. Cámara en el primer trámite
constitucional, que reemplaza el inciso segundo del artículo 450 del Código
Penal, en razón de que se estima más conveniente optar por el establecimiento
de una agravante específica para los delitos de robo y hurto, con objeto de que
las penas correspondientes a estos ilícitos puedan aplicarse sin dificultades, en
consonancia con lo obrado en el número 1 del artículo 1°.
**********
Se designó Diputado informante al señor Burgos, don
Jorge.
Sala de la Comisión, a 3 agosto de 2004.
artículo 450. Por su parte, en el caso del hurto, la aplicación de esta norma
resulta desproporcionada, si se considera que en virtud de ella podría
imponerse una pena de presidio mayor en su grado máximo (de quince años y
un día a veinte años), en circunstancias de que la sanción mínima que se
contempla para el delito de hurto es de presidio menor en su grado mínimo (de
sesenta y uno a quinientos cuarenta días).
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INFORME COMISIÓN DEFENSA NACIONAL
Tratado y acordado, según consta en el acta
correspondiente a la sesión de esta fecha, con la asistencia de los Diputados
señores Ulloa, don Jorge, (Presidente); Álvarez, don Rodrigo; Bauer, don
Eugenio; Burgos, don Jorge; Cardemil, don Alberto; Ibáñez, doña Carmen;
Norambuena, don Iván; Pérez, don José, y Tarud, don Jorge.
ELENA MELÉNDEZ URENDA
Abogado Secretaria de la Comisión
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DISCUSIÓN SALA
3.2. Discusión en Sala
Cámara de Diputados. Legislatura 351, Sesión 30. Fecha 12 de Agosto, 2004.
Discusión única Rechazadas las modificaciones.
MODIFICACIÓN DEL CÓDIGO PENAL EN MATERIA DE USO Y PORTE DE
ARMAS.
El señor LEAL (Vicepresidente).- Corresponde conocer las enmiendas
introducidas por el Senado al proyecto de ley, originado en mensaje, que
modifica el Código Penal en materia de uso y porte de armas.
Diputado informante de la Comisión de Defensa Nacional es el señor
Jorge Burgos.
Antecedentes:
-Modificaciones del Senado, boletín Nº 3389-07, sesión 16ª, en 15 de
julio de 2004. Documentos de la Cuenta Nº 3.
-Informe de la Comisión de Defensa Nacional, sesión 26ª, en 10 de
agosto de 2004. Documentos de la Cuenta Nº 10.
El señor
informante.
LEAL
(Vicepresidente).-
Tiene
la
palabra
el
diputado
El señor BURGOS.- Señor Presidente, este importante proyecto sobre
seguridad ciudadana tuvo su origen en diversas mociones transversales
planteadas por representantes de los partidos políticos, que recogió el
Ejecutivo e incluyó en la agenda sobre seguridad ciudadana como uno de los
proyectos prioritarios.
El proyecto ingresó a la Comisión de Seguridad Ciudadana donde, luego
de ser objeto de enmiendas, fue aprobado por la Comisión de Defensa Nacional
y, posteriormente, pasó al Senado.
Por una cuestión administrativa, las modificaciones del Senado fueron
conocidas previamente por la Comisión de Defensa Nacional y no por la
Comisión de Seguridad Ciudadana.
Los temas de seguridad ciudadana normalmente preocupan bastante a
los diputados y se dan a conocer por los medios de comunicación.
El proyecto aprobado por la Cámara de Diputados, en el primer trámite
constitucional, constaba de dos artículos. Con el primero de ellos, que se
compone de tres numerales, propone modificar el Código Penal en los
siguientes aspectos:
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DISCUSIÓN SALA
Por medio del número 1 se agrega en el artículo 12, el número 20,
nuevo -el artículo 12 fija las agravantes generales de los delitos-, con el
propósito de incorporar una nueva circunstancia agravante de la
responsabilidad penal, consistente en el porte de armas de fuego o de aquellas
referidas en el artículo 132 del Código Penal.
El Senado mantuvo la propuesta de la Cámara de Diputados. No se trata
de sancionar el uso, sino el porte de todo tipo de armas, no sólo de fuego, sino
de todas las definidas en el artículo 132 del Código Penal.
A través del número 2, se agrega el artículo 288 bis, nuevo, que
sanciona como simple delito el porte de armas cortantes o punzantes.
Cabe hacer presente que los parlamentarios de regiones, en especial
zonas rurales, plantearon sus inquietudes a los diputados de zonas urbanas,
el sentido de que la amplitud del tipo penal aprobado en la Comisión
Seguridad Ciudadana y que se propuso a la Sala, era complejo para
cotidianeidad de las zonas rurales.
de
en
de
la
El Senado hizo un buen aporte, al proponer reemplazar la figura delictiva
contenida en el artículo 288 bis, nuevo, acotando la aplicación del tipo penal al
que portare armas cortantes o punzantes en recintos de expendio de bebidas
alcohólicas que deban consumirse en el mismo local, por una parte, y al que lo
hiciere en espectáculos públicos, en establecimientos de enseñanza o en vías o
espacios públicos en áreas urbanas, por otra, cuando no pudiere justificar
razonablemente su porte.
Se establece una pena alternativa a la privativa de libertad, consistente en
una multa de una a cuatro unidades tributarias mensuales.
El juez, determinadas las circunstancias, puede dictaminar si el culpable
merece pena corporal o multa. No se aplicarán ambas sanciones.
Aquí se sanciona el porte, no el uso. Es un delito meramente formal, no
de resultados. No se exige causar daño para aplicar la sanción, basta con el
porte. Se sanciona el porte en la circunstancia indicada, reconociendo la
especificidad territorial.
A mi juicio, la única modificación del Senado que debemos rechazar se
refiere al numeral 3 del artículo 1º.
En virtud del número 3, se reemplaza el inciso segundo del artículo 450
del Código Penal, con el objeto de incorporar una agravante especial, que
aumenta en un grado la pena aplicable a los delitos de robo o hurto, cuando
los culpables hagan uso de armas o sean portadores de ellas.
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DISCUSIÓN SALA
En la práctica, según el Ministerio del Interior, esta norma no se aplica,
atendida la gigantesca agravación que produce. Es una norma que cae en
desuso, producto de su inviabilidad práctica.
En este caso, ocurre lo mismo que con la falta de distinción entre el
microtráfico y el macrotráfico. Como sólo se sanciona el gran narcotráfico, los
pequeños traficantes salen en libertad porque los jueces los sancionan como
consumidores.
Lo peor es dictar normas de efectos gigantescos que en la práctica son
inaplicables. La actual redacción del artículo 450 del Código Penal produce ese
efecto.
El Ejecutivo, acogidas las propuestas de la Cámara de Diputados,
estableció una agravante para el porte de armas y limitó la acción del artículo
450, incorporando una agravante sólo para el uso de armas en los delitos de
propiedad.
El Senado suprimió esa modificación, dejando el artículo 450 tal como
está en la actualidad.
A mi juicio, ello merece una discusión más profunda. Por eso, propongo
rechazar el número 3.
Respecto de las otras dos modificaciones del Senado, propongo su
aprobación.
He dicho.
El señor LEAL (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado Pedro
Muñoz.
El señor MUÑOZ.- Señor Presidente, asistimos al último trámite de una
iniciativa cuyos antecedentes se remontan a septiembre de 2002.
En esa oportunidad, presenté un proyecto de ley destinado a sancionar
el porte de armas blancas en circunstancias de especial riesgo para la
comunidad y a agravar la sanción existente para su uso con fines delictivos.
Después de muchas gestiones ante autoridades de gobierno, la iniciativa
recibió el respaldo del Ejecutivo que consideró apropiado legislar sobre la
materia.
Es así como el 28 de octubre de 2003 ingresó al Congreso Nacional
mediante un mensaje, un proyecto destinado a modificar el Código Penal en
materia de uso y porte de armas blancas, que recoge las ideas sustantivas
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DISCUSIÓN SALA
contenidas en la moción aludida, tal como se indica expresamente en sus
considerandos. Me parece de extraordinaria importancia su aprobación.
Según las estadísticas oficiales, cada año se cometen alrededor de 20
mil delitos con armas blancas, cifra similar en aquellos en que se utilizan
armas de fuego. Si bien la legislación que regula y controla estas últimas
resulta insuficiente, es claramente mejor que la mínima legislación existente
para las armas blancas.
Es importante destacar la incidencia que han tenido las zonas extremas del
país en el trámite y aprobación de este proyecto. Las estadísticas citadas indican
que la mayor incidencia en el uso de estas armas se da en las zonas de Aisén y
Magallanes y en el extremo norte.
La iniciativa que propuse tuvo su fundamento en una seguidilla de hechos
violentos cometidos con armas blancas en la región de Magallanes. En forma
previa, en septiembre del 2002, fecha en que presenté la moción, hubo no menos
de cinco homicidios cometidos con armas blancas. Por eso, de no mediar el
insistente clamor de los vecinos de esas tierras australes a las autoridades de
Gobierno que visitaron la zona, este problema habría tardado mucho más en ser
abordado legislativamente.
En relación con sus disposiciones, después de su largo análisis, hemos
llegado a una buena fórmula que permite sancionar el porte de armas blancas
en los casos de especial riesgo para la comunidad, tales como los lugares de
expendio de alcoholes, las vías públicas urbanas, recintos educacionales y
espectáculos públicos. Al mismo tiempo, se trata de evitar que se penalice a
quienes llevan estos elementos en razón de su trabajo o actividad. Así, sólo su
porte en lugares de expendio de alcoholes es penalizado a todo evento,
mientras que en los restantes casos se podrá acreditar que se portan con un
fin plausible.
Asimismo, se descarta penalizar su tenencia en vías no urbanas más
masivas y habituales, situación que constituyó una preocupación de los
diputados de zonas rurales en el anterior trámite del proyecto en esta
Corporación. Es así como se logra un equilibrio muy prudente que permitirá
sancionar los casos más graves en que se ponga en peligro la tranquilidad de la
comunidad, como ocurre con el porte de estas armas en pandillas o en lugares
de expendio de alcoholes, evitando, al mismo tiempo, que se puedan ver
afectados trabajadores que utilizan estos elementos en el marco de sus
actividades.
Me parece muy importante la segunda materia que aborda en el
proyecto, cuyo contenido surgió de una indicación que presenté durante la
discusión general, acogida primero por la Comisión de Constitución, Legislación
y Justicia y, luego, por la Sala. Ella tiene por finalidad facilitar la aplicación de
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DISCUSIÓN SALA
la agravante que aumenta la pena a los delitos cometidos con armas blancas.
La normativa vigente exige el uso de la fuerza o de las armas, criterio
subjetivo que implica una especial actitud del delincuente de aprovechar su
superioridad, por lo que rara vez se aplica. Además, se confunde con el ánimo
que asiste al malhechor que opera con alevosía, por lo que los tribunales
descartan aplicar ambas agravantes a la vez.
La innovación contenida en el proyecto consiste en excluir las armas de
cualquier tipo de dicha disposición, para incorporarlas en una agravante
especial de tipo objetivo. Ahora, bastará con que un delito se cometa con
armas blancas, contundentes o de fuego para que la pena se aumente,
cualquiera que sea la condición o intención que haya tenido el delincuente que
las usa.
Aprovecho la ocasión para señalar que, con posterioridad, se debería
usar el mismo criterio para proteger a los adultos mayores. La agravante que
corregimos y que seguirá vigente para los casos del uso de la fuerza tampoco
funciona en estos casos, pues debe acreditarse la especial intención de valerse
de esa condición de superioridad, y distinguirla de otras, como la citada
alevosía.
Por eso. presenté un proyecto de ley que también objetiva la causal en
dichas situaciones, precisando que sólo bastará que la víctima sea mayor de
sesenta años para aumentar las penas, independientemente de las intenciones o
características del delincuente. Si hay límites objetivos para proteger a los
menores de edad de ciertos delitos, también debería haberlos, a lo menos para
agravar las penas, en el caso de quienes abusen de los adultos mayores. Creo
que esta innovación para hacer más objetiva la agravante para el uso de armas,
permitirá, además de penalizar su porte, que los delincuentes que las utilicen,
cualquiera que sea su tipo, reciban una sanción acorde con el mayor riesgo en
que pongan a sus víctimas.
No quiero terminar sin expresar mi satisfacción y reconocimiento por la
decisión y buena disposición del Ejecutivo para recoger la propuesta que le
formulé hace ya casi dos años, y que se tradujo en este proyecto que, creo,
interpreta fielmente a los habitantes de Magallanes y de tantas otras zonas,
que sienten que el uso de armas blancas en sus barrios o en las vía públicas
debe ser sancionado de manera especial por su recurrencia y peligrosidad,
como ocurrirá cuando la iniciativa se convierta en ley.
Por lo tanto, votaré favorablemente las modificaciones del Senado.
He dicho.
El señor LEAL (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor
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DISCUSIÓN SALA
Jaramillo.
El señor JARAMILLO.- Señor Presidente, por cierto, el humor no debe
estar ausente en nuestro quehacer. Sin embargo, no creo que sea pertinente
en nuestra actividad en esta Corporación, en la cual trabajamos para sacar
adelante proyectos que, si bien, muchas veces pueden ser no tan relevantes,
deben ser considerados por todos nosotros como los más trascendentes.
Estoy consciente de que en ciertas oportunidades los parlamentarios se
encuentran un poco saturados. El cansancio producido por el trabajo de la
semana puede llevarnos a decir cosas que después debemos lamentar, y en la
serenidad de nuestras reflexiones indudablemente aparecen las experiencias
que vivimos día a día.
Digo esto porque al escuchar las reflexiones de mi colega Muñoz he
comprobado el entusiasmo que ha puesto para lograr la aprobación de este
proyecto, posición que comparto. Sin embargo, a veces la atención de los
colegas no representa el sentir de quienes queremos aprobar o -por qué no
decirlo- rechazar los proyectos.
Hago esta salvedad para que entendamos que el trabajo legislativo debe
ser respetado, primero, por nosotros mismos.
Para mí, en este proyecto siguen existiendo algunas figuras un poco
complejas. Según el texto aprobado por el Senado, se podrá portar armas
blancas en zonas rurales. Piénsese, por ejemplo, en el campesino que lleva
consigo un cortaplumas, un cuchillo, una hacha o un machete. Pero este porte,
que no es ilegal, se convierte en tal si se ingresa a un local de expendio de
bebidas alcohólicas que, por supuesto, existen en el mundo rural.
Entonces, ¿qué debería legitimar el derecho a portar este tipo de armas?
A mi juicio, debería ser su uso y las costumbres tradicionales, y no los lugares
por donde se transite. En el caso mencionado, al traspasar el umbral de la
puerta de un recinto en el cual se expenden bebidas alcohólicas, el porte se
convierte en un delito. Por cierto, no puedo estar de acuerdo con que se
establezca que el porte de estos elementos en recintos de expendio de bebidas
alcohólicas será sancionado hasta con privación de libertad.
Calificar el uso y definir delitos a partir del porte de armas en un lugar
determinado, si bien teóricamente puede ser un buen sistema para ordenar los
reproches del Estado a ciertas conductas sociales, también puede llevar a
situaciones absurdas. De manera que en las cantinas o bares del mundo rural,
que casi siempre se encuentran a la vera del camino, e incluso en los
restoranes, en los cuales también se expenden bebidas alcohólicas, será
necesario instalar carteles para advertir la prohibición de ingresar al lugar con
armas blancas y, a lo mejor, se deberá habilitar algún tipo de depósito para
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DISCUSIÓN SALA
dejarlas allí. De lo contrario, la policía tendría que hacer redadas de las
personas que, por un lapso prudente, se encuentran en esos lugares portando,
por ejemplo, cortaplumas.
Respecto de este punto, sería conveniente analizar un poco más esta
figura y redactar un texto más razonable en una eventual Comisión Mixta -no
me gustaría participar en ella-, porque durante el debate surgió este detalle
tan importante. No se puede pensar que la gente del campo tendrá que ser
advertida para ingresar a un recinto de expendio de bebidas alcohólicas.
Aunque estoy abierto a las interpretaciones del informe, considero
conveniente dejar planteado mi punto de vista.
He dicho.
El señor LEAL (Vicepresidente).- Están inscritos los diputados señores
Ibáñez, Villouta y Burgos. ¿Habría acuerdo para cerrar el debate después de
que intervengan y a continuación votar los proyectos?
Acordado.
Tiene la palabra el diputado señor Gonzalo Ibáñez.
El señor IBÁÑEZ.- Señor Presidente, ante todo, deseo expresar mi
apoyo a este proyecto que tiene por objeto reforzar las sanciones por el porte
y uso de armas de fuego y armas blancas.
Quiero centrarme en éstas últimas, porque los delitos con este tipo de
armas han aumentado, así como también el porte de ellas por quienes
cometen delitos de robo y hurto. Es muy importante definir este tipo de
elementos como armas para los efectos de aplicar sanciones y tomar medidas
destinadas a prevenir la delincuencia.
Considero muy adecuada la modificación del Senado que consiste en
reemplazar la figura delictiva contenida en el artículo 288 bis, nuevo, con el
objeto de limitar el delito de porte de armas cortantes o punzantes a
quienes las lleven en recintos de expendio de bebidas alcohólicas que deban
consumirse en el mismo local, por una parte, y a quienes lo hicieren en
espectáculos públicos, en establecimientos de enseñanza o en vías o
espacios públicos en áreas urbanas, por otra, cuando no pudieren justificar
razonablemente su porte. La norma aprobada por la Cámara era un poco
más amplia, pero me parece correcta la precisión del Senado.
En cambio, me parece plausible la recomendación de la Comisión de
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DISCUSIÓN SALA
Defensa de rechazar la modificación del Senado de suprimir como circunstancia
agravante el hecho de portar armas cuando se cometen delitos de robo y
hurto, porque el porte de armas, sobre todo cuando son usadas para cometer
un delito, necesariamente debe ser constitutivo de tal circunstancia.
Espero que en el concepto de arma se incluyan las cortopunzantes. Hace
aproximadamente tres semanas, a las 7 de la mañana, en pleno centro de
Valparaíso, a metros de la Intendencia Regional, tuvimos que lamentar el
asesinato del joven Julián Andrés Cárcamo Küllmer, que fue agredido con el
objeto de robarle su teléfono celular. Como se defendió, fue atacado por su
agresor con un arma punzante, a raíz de lo cual falleció. Esta agresión es una
muestra de la violencia que reina en nuestras ciudades.
En este sentido, no es posible mirar hacia otro lado cuando vemos cómo
la seguridad se hace cada vez más frágil. Por esa razón, apoyo decididamente
considerar circunstancia agravante el porte de armas, sean de fuego o
cortopunzantes, más aún si éstas se utilizan para cometer un delito.
En consecuencia, votaré favorablemente la proposición de la Comisión
de Defensa Nacional.
He dicho.
El señor LEAL (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor
Villouta.
El señor VILLOUTA.- Señor Presidente, este proyecto es bastante
interesante, pues lamentablemente en todo el país se están utilizando diversas
armas para cometer hechos delictuales, razón por la cual me parece muy
conveniente la proposición de la Comisión de Defensa Nacional de rechazar la
supresión del numeral 3 del artículo 1º.
Hace pocos días, tres ladrones, a vista y paciencia de la esposa del
dueño de casa, lo asesinaron con disparos en el pecho. Con este hecho, queda
claro que los delincuentes portan armas para usarlas, sin importarles el daño
que pueden provocar.
Por este caso, que me impacto mucho, y otros, sin duda debe aprobarse
por unanimidad la proposición de la Comisión de Defensa Nacional sobre el
proyecto que modifica el Código Penal en materia de uso y porte de armas.
He dicho.
El señor LEAL (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor
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DISCUSIÓN SALA
Burgos.
El señor BURGOS.- Señor Presidente, por las intervenciones que he
escuchado, hay acuerdo en llevar el proyecto a comisión mixta para los efectos
de estudiar bien el rechazo de la supresión del numeral 3 del artículo 1º que
propone el Senado.
Con respecto a su modificación al número 2 del mismo artículo, en el
afán de conseguir el voto favorable del diputado señor Jaramillo, debo agregar
que hay que hacer un esfuerzo para que en las normas de aplicación general
se reconozcan las especificidades geográficas o costumbres.
La propuesta del Senado es mejor que la nuestra en ese sentido,
particularmente porque el inciso segundo establece que hay tipo penal y
conducta punible de porte sólo en el evento que no se pueda justificar su
razonabilidad. ¿Qué significa? Que la causal de antijuricidad que establece el
legislador es perfectamente rebatible con la demostración de la razonabilidad del
porte. Por ejemplo, es razonable que un campesino porte un cuchillo porque en
una hora más irá a conejear. Sin embargo, como es obvio, no lo es cuando ello
ocurre en bares o cantinas, que es donde se cometen más delitos de riña,
lesiones y homicidios. Ahí no existe la causal legal de inexcusabilidad o de
antijuricidad.
Por lo tanto, debe decirse a la gente, desde el punto de vista formativo
del derecho, que no corresponde entrar con armas blancas a lugares en que se
consumen bebidas alcohólicas, porque allí se dan situaciones en que impera la
agresividad. Esto es lógico, más allá de las costumbres, que de todas formas
deben cambiarse si dañan o afectan la seguridad ciudadana.
He dicho.
El señor LEAL (Vicepresidente).- Cerrado el debate.
-Posteriormente, la Sala se pronunció sobre las modificaciones del
Senado en los siguientes términos:
El señor LEAL (Vicepresidente).- En votación la modificación del Senado
que reemplaza el número 2 del artículo 1º.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico,
dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 56 votos. No hubo votos por la
negativa ni abstenciones.
El señor LEAL (Vicepresidente).- Aprobada.
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DISCUSIÓN SALA
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Aguiló, Álvarez, Allende (doña Isabel), Araya, Ascencio, Barros, Bauer,
Bayo, Becker, Bertolino, Burgos, Ceroni, Correa, Delmastro, Egaña, Encina,
Forni, Galilea (don Pablo), García-Huidobro, González (don Rodrigo),
Hernández, Ibáñez (don Gonzalo), Jaramillo, Leal, Longton, Masferrer, Mella
(doña María Eugenia), Moreira, Muñoz (don Pedro), Muñoz (doña Adriana),
Navarro, Norambuena, Ojeda, Ortiz, Palma, Paya, Pérez (don Víctor), Prieto,
Recondo, Riveros, Rojas, Rossi, Saa (doña María Antonieta), Saffirio,
Salaberry, Salas, Seguel, Silva, Tapia, Tarud, Tuma, Ulloa, Vilches, Villouta,
Von Mühlenbrock y Walker.
El señor LEAL (Vicepresidente).- La Comisión de Defensa Nacional es
partidaria de rechazar la modificación del Senado que propone suprimir el
número 3 del artículo 1º.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico,
dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 2 votos; por la negativa, 54 votos.
No hubo abstenciones.
El señor LEAL (Vicepresidente).- Rechazada.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Aguiló y González (don Rodrigo).
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Álvarez, Allende (doña Isabel), Araya, Ascencio, Barros, Bauer, Bayo,
Becker, Bertolino, Burgos, Ceroni, Correa, Delmastro, Egaña, Encina, Forni,
Galilea (don Pablo), García-Huidobro, Hernández, Ibáñez (don Gonzalo),
Jaramillo, Leal, Longton, Masferrer, Mella (doña María Eugenia), Monckeberg,
Moreira, Muñoz (don Pedro), Muñoz (doña Adriana), Navarro, Norambuena,
Ojeda, Ortiz, Palma, Paya, Pérez (don Víctor), Recondo, Riveros, Rojas, Rossi,
Saa (doña María Antonieta), Saffirio, Salaberry, Salas, Seguel, Silva, Tapia,
Tarud, Tuma, Ulloa, Vilches, Villuta, Von Mühlenbrock y Walker.
El señor LEAL (Vicepresidente).- Los integrantes de la Comisión Mixta
encargada de resolver las discrepancias suscitadas durante la tramitación de
este proyecto son los diputados señores Jorge Burgos, Gonzalo Uriarte, Nicolás
Monckeberg, Guillermo Ceroni y José Pérez.
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OFICIO RECHAZO MODIFICACIONES
3.3. Oficio de Cámara de Origen a Cámara Revisora
Se rechazan modificaciones de Cámara Revisora. Fecha 12 de Agosto, 2004.
Cuenta en Sesión 21, Legislatura 351. Senado.
A S. E. EL
PRESIDENTE
DEL
H. SENADO
Oficio Nº 5093
VALPARAISO, 12 de agosto de 2004.
La Cámara de Diputados, en sesión de esta fecha, ha
rechazado la supresión del Número 3, propuesta por ese H. Senado al proyecto
sobre modificación del Código Penal en materia de uso y porte de armas,
boletín Nº3389-07.
De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 68 de la
Constitución Política de la República, esta Corporación acordó designar a los
señores Diputados que se señalan para que la representen en la Comisión
Mixta que debe formarse:
-DON
-DON
-DON
-DON
-DON
JORGE BURGOS VARELA
GUILLERMO CERONI FUENTES
NICOLÁS MONCKEBERG DÍAZ
JOSÉ PÉREZ ARRIAGADA
GONZALO URIARTE HERRERA
****
Lo que tengo a honra decir a V.E., en respuesta a
vuestro oficio Nº 23.905 de 14 de julio de 2004.
Acompaño la totalidad de los antecedentes.
Dios guarde a V.E.
ANTONIO LEAL LABRÍN
Primer Vicepresidente de la Cámara de Diputados
CARLOS LOYOLA OPAZO
Secretario de la Cámara de Diputados
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INFORME COMISIÓN MIXTA
4. Trámite Comisión Mixta: Senado-Cámara de
Diputados
4.1. Informe Comisión Mixta
Senado-Cámara de Diputados. Fecha 31 de Agosto, 2004. Cuenta en Sesión
37, Legislatura 351.
INFORME DE LA COMISIÓN MIXTA
encargada de proponer la forma y modo de resolver las divergencias
suscitadas entre ambas Cámaras durante la tramitación del proyecto de ley
que modifica el Código Penal en materia de uso y porte de armas.
BOLETÍN N° 3.389-07
____________________________________
HONORABLE CÁMARA DE DIPUTADOS,
HONORABLE SENADO:
Vuestra Comisión Mixta, constituida en
conformidad con el artículo 68 de la Constitución Política, tiene el honor de
proponeros la forma y modo de resolver las divergencias suscitadas entre
ambas Cámaras durante la tramitación del proyecto de ley de la referencia.
La Honorable Cámara de Diputados, en sesión
celebrada el día 12 de agosto del año en curso, designó como integrantes de
esta Comisión a los Honorables Diputados señores Jorge Burgos Varela,
Guillermo Ceroni Fuentes, Nicolás Monckeberg Díaz, José Pérez Arriagada y
Gonzalo Uriarte Herrera.
El Senado, por su parte, en sesión de fecha 17
de agosto del mismo año, nombró para este efecto a los miembros de su
Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, Honorables
Senadores señores Marcos Aburto Ochoa, Andrés Chadwick Piñera, Alberto
Espina Otero, José Antonio Viera-Gallo Quesney y Andrés Zaldívar Larraín.
Previa citación del señor Presidente del
Senado, la Comisión Mixta se constituyó el día 31 de agosto de 2004, eligiendo
por unanimidad como Presidente al Honorable Senador señor Alberto Espina
Otero. Hecho lo anterior, se abocó al cumplimiento de su cometido.
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INFORME COMISIÓN MIXTA
Cabe señalar que, en esa oportunidad, el
Honorable Senador señor Aburto fue reemplazado por el Honorable Senador
señor Fernández y el Honorable Diputado señor Pérez, don José, fue
reemplazado por el Honorable Diputado señor Muñoz, don Pedro.
OBJETIVOS DEL PROYECTO
Debe tenerse presente que la iniciativa en
estudio persigue, como objetivo central, sancionar con mayor precisión y
efectividad los delitos cometidos con las denominadas “armas blancas”. Para
estos efectos, se crea una circunstancia agravante específica, se crea una
figura penal relativa al porte de arma blanca en ciertos lugares de acceso
público y se establece la elevación de la pena en un grado cuando se use o
porte una de estas armas en la comisión de un robo o hurto.
DISCREPANCIAS SOMETIDAS A LA CONSIDERACIÓN DE LA COMISIÓN
MIXTA
Las divergencias suscitadas entre ambas
Corporaciones derivan del rechazo por parte de la Honorable Cámara de
Diputados, en tercer trámite constitucional, de la supresión del número 3 del
artículo 1º del proyecto, acordada por el Senado en segundo trámite.
A continuación, se consigna la disposición que
originó la mencionada discrepancia, se deja constancia del debate que esta
divergencia produjo en el seno de vuestra Comisión Mixta y del acuerdo
adoptado a su respecto.
Se
formula,
finalmente,
la
proposición
mediante la cual vuestra Comisión Mixta estima que puede solucionarse la
discrepancia en estudio.
Artículo 1º del proyecto de la Cámara de Diputados
y del Senado
Número 3)
El texto aprobado por la Cámara de Diputados en
primer trámite constitucional es el siguiente:
“3) Sustitúyese el inciso segundo del artículo 450, por
el siguiente:
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INFORME COMISIÓN MIXTA
“En los delitos de robo y hurto, la pena
correspondiente será elevada en un grado cuando los culpables hagan uso de
armas o sean portadores de ellas.”.”.
En
segundo
trámite,
el
Senado
suprimió
este
numeral.
Se explicó que el inciso segundo del artículo 450 del
Código Penal actualmente vigente contempla una pena excepcionalmente
gravosa para el uso o porte de armas en la comisión de los delitos de robo y
hurto. En efecto, esta disposición preceptúa lo siguiente:
“Art. 450. Los delitos a que se refiere el párrafo 2 y el
artículo 440 del párrafo 3 de este Titulo se castigarán como consumados desde
que se encuentren en grado de tentativa.
Serán castigados con presidio mayor en su grado
mínimo a presidio mayor en su grado máximo, los culpables de robo o hurto
cuando hagan uso de armas o sean portadores de ellas, siempre que no les
corresponda una pena mayor por el delito cometido.
En el caso del delito de hurto, el aumento de la pena
contemplado en el inciso anterior se producirá si las armas que se portan son
de fuego, cortantes o punzantes. Tratándose de otras armas, la mera
circunstancia de portarlas no aumentará la pena si, a juicio del tribunal, fueren
llevadas por el delincuente con un propósito ajeno a la comisión del delito.
Para determinar cuándo el robo o hurto se comete
con armas, se estará a lo dispuesto en el artículo 132.”.
Se hizo notar que el mencionado inciso segundo,
dada la forma en que está concebido, no ha tenido, en absoluto, aplicación
práctica por parte de los tribunales.
Por estas razones, la Cámara de Diputados optó por
establecer no una pena específica como ocurre actualmente, sino que una
agravante que permita elevar la penalidad en un grado, de manera que estas
sanciones se racionalicen y puedan aplicarse en la práctica sin dificultades.
En segundo trámite en el Senado, se advirtió que la
norma en análisis se traduce en los hechos en una disminución de las penas
aplicables a los delitos de robo y hurto, estimándose que, en esta materia, es
inconveniente cualquier enmienda que implique una rebaja de penas.
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INFORME COMISIÓN MIXTA
Se sostuvo, asimismo, que la circunstancia de que
esta disposición ofrezca dificultades de orden práctico para su aplicación
tampoco constituye una explicación satisfactoria para modificarla.
Se agregó que pese a haber coincidencia con el
Gobierno en cuanto a la necesidad de establecer penalidades que realmente
puedan aplicarse, era inoportuno introducir la modificación en estudio y
procedía, más bien, iniciar separadamente un análisis general del esquema de
penas contemplado en nuestro sistema jurídico.
Por estas razones, la modificación propuesta por la
Cámara de Diputados al artículo 450 fue desechada.
Puesta en discusión esta divergencia en el seno de la
Comisión Mixta, el Subsecretario del Interior, señor Jorge Correa, señaló
que, no obstante ella, cabía resaltar la coincidencia entre ambas Cámaras en
cuanto a sancionar con mayor rigor la especial peligrosidad que resulta de la
comisión de delitos en que se porta o usa este tipo de armas.
Como forma de solucionar esta discrepancia, el
Presidente de la Comisión Mixta, Honorable Senador señor Espina,
propuso que en estas situaciones, es decir, tratándose de la comisión de un
delito de robo o hurto en que se use o porte arma blanca, se eleve la pena
correspondiente en uno o dos grados.
El Honorable Senador señor Viera-Gallo coincidió
con la referida proposición, sugiriendo, sin embargo, introducir una
diferenciación de modo tal que el solo porte amerite la elevación en un grado y
el uso, en dos.
El Honorable Diputado señor Monckeberg señaló
que si bien parece razonable la distinción precedente, ella plantea la dificultad
de probar en cada caso si el arma simplemente se portó o, además, se usó.
El Presidente de la Comisión Mixta, Honorable
Senador señor Espina, expresó su oposición a toda fórmula que diera por
resultado una rebeja de penas. Hizo notar que, atendidos los altos índices de
criminalidad y, en general, la sensación de inseguridad que se observa en la
ciudadanía, no es oportuno dar señales de tolerancia o mayor benevolencia con
los delincuentes.
No obstante, explicó que se allanó a proponer la
fórmula precedentemente consignada con el objeto de alcanzar en la Comisión
Mixta un camino que permita el despacho de la iniciativa.
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INFORME COMISIÓN MIXTA
Puso de relieve que la alternativa que ha planteado
ofrece al juez márgenes más amplios de decisión para sancionar al hechor
según resulte del análisis de los antecedentes concretos del proceso que
conoce.
Cerrado el debate, fue puesta en votación la norma
aprobada por la Cámara de Diputados en primer trámite.
Votaron a favor de la misma Honorables Senadores
señores Chadwick, Fernández, Viera-Gallo y Zaldívar, don Andrés, y los
Honorables Diputados señores Burgos, Ceroni, Muñoz y Uriarte. En contra lo
hicieron el Honorable Senador señor Espina y el Honorable Diputado señor
Monckeberg.
PROPOSICIÓN DE LA COMISIÓN MIXTA
En mérito del acuerdo consignado precedentemente,
para salvar las divergencias suscitadas entre ambas ramas del Congreso
Nacional, vuestra Comisión Mixta os propone aprobar el número 3) del artículo
1º del proyecto, que fuera aprobado por la Cámara de Diputados.
Su texto es el siguiente:
“3) Sustitúyese el inciso segundo del artículo 450, por
el siguiente:
“En los delitos de robo y hurto, la pena
correspondiente será elevada en un grado cuando los culpables hagan uso de
armas o sean portadores de ellas.”.”.
----En consecuencia, de aprobarse la proposición de
vuestra Comisión Mixta, el proyecto de ley quedaría como sigue:
PROYECTO DE LEY:
"Artículo
modificaciones al Código Penal:
1°.-
1) En el artículo 12:
Introdúcense
las
siguientes
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INFORME COMISIÓN MIXTA
a) En la 6.ª circunstancia agravante, sustitúyese la
coma (,) que sucede a la palabra “sexo” por una “o” y elimínase la frase “o de
las armas”.
b) Agrégase la siguiente circunstancia agravante,
nueva:
“20.ª Ejecutarlo portando arma de fuego o de
aquellas referidas en el artículo 132.”.
2) Incorpórase el siguiente artículo 288 bis, nuevo:
“Artículo 288 bis.- El que portare armas cortantes o
punzantes en recintos de expendio de bebidas alcohólicas que deban
consumirse en el mismo local, sufrirá la pena de presidio menor en su grado
mínimo o multa de 1 a 4 UTM.
Igual sanción se aplicará al que en espectáculos
públicos, en establecimientos de enseñanza o en vías o espacios públicos en
áreas urbanas portare dichas armas, cuando no pueda justificar
razonablemente su porte.”.
3) Sustitúyese el inciso segundo del artículo 450, por
el siguiente:
“En los delitos de robo y hurto, la pena
correspondiente será elevada en un grado cuando los culpables hagan uso de
armas o sean portadores de ellas.”.
Artículo 2º.- Derógase el artículo 10 de la ley Nº
12.927, cuyo texto refundido fue fijado por el decreto Nº 890, del Ministerio
del Interior, de fecha 26 de agosto de 1975.”.
----Acordado en sesión celebrada el día 31 de agosto de
2004, con asistencia de los Honorables Senadores señores Alberto Espina
Otero (Presidente), Andrés Chadwick Piñera, Sergio Fernández Fernández, José
Antonio Viera-Gallo y Andrés Zaldívar Larraín, y de los Honorables Diputados
señores Jorge Burgos Varela, Guillermo Ceroni Fuentes, Nicolás Monckeberg
Díaz, Pedro Muñoz Aburto y Gonzalo Uriarte Herrera.
Sala de la Comisión Mixta, a 31 de agosto de 2004.
NORA VILLAVICENCIO GONZÁLEZ
Secretario de la Comisión
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INFORME COMISIÓN MIXTA
RESUMEN EJECUTIVO
INFORME DE LA COMISIÓN MIXTA ENCARGADA DE PROPONER LA
FORMA Y MODO DE RESOLVER LAS DIVERGENCIAS SUSCITADAS ENTRE
AMBAS CÁMARAS DURANTE LA TRAMITACIÓN DEL PROYECTO DE LEY
QUE MODIFICA EL CÓDIGO PENAL EN MATERIA DE USO Y PORTE DE
ARMAS
(Boletín Nº 3.389-07)
I.- PRINCIPALES OBJETIVOS DEL PROYECTO: sancionar con mayor
precisión y efectividad los delitos cometidos con armas blancas. Para estos
efectos, se crea una circunstancia agravante específica, se crea una figura
penal relativa al porte de arma blanca en ciertos lugares de acceso público y se
establece la elevación de la pena en un grado cuando se use o porte una de
estas armas en la comisión de un robo o hurto.
II.- ACUERDOS: la proposición adoptada fue aprobada por 8 votos a favor y 2
en contra
III.- ESTRUCTURA DEL PROYECTO: el proyecto consta de dos artículos
permanentes. El primero de ellos se compone de tres numerales.
IV.- NORMAS DE QUÓRUM ESPECIAL: no tiene.
V.- URGENCIA: a contar de la fecha de este informe, se hizo presente la
urgencia con el carácter de “suma”.
---------------------------------------------------------------------------------------VI.- ORIGEN INICIATIVA: Mensaje del Ejecutivo.
VII.- TRÁMITE CONSTITUCIONAL: Comisión Mixta.
VIII.- APROBACIÓN POR LA CÁMARA DE DIPUTADOS EN PRIMER TRÁMITE: 8
de enero de 2004.
IX.- APROBACIÓN POR EL SENADO EN SEGUNDO TRÁMITE: 14 de julio de
2004.
X.- RECHAZO POR LA CÁMARA DE DIPUTADOS, EN TERCER TRÁMITE,
DE LAS ENMIENDAS INTRODUCIDAS POR EL SENADO: 12 de agosto de
2004.
XI.- TRÁMITE REGLAMENTARIO: el informe de la Comisión Mixta debe
pasar a la Cámara de Diputados y, posteriormente, al Senado.
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INFORME COMISIÓN MIXTA
XII.- LEYES QUE SE MODIFICAN O QUE SE RELACIONAN CON LA
MATERIA:
- Código Penal
- Ley Nº 12.927.
----------------------------------------------------------------------------------------
Valparaíso, 31 de agosto de 2004.
NORA VILLAVICENCIO GONZÁLEZ
Secretario de la Comisión
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DISCUSIÓN SALA
4.2. Discusión en Sala
Cámara de Diputados. Legislatura 351, Sesión 38. Fecha 7 de Septiembre,
2004. Discusión Informe Comisión Mixta, Aprobado.
MODIFICACIÓN DEL CÓDIGO PENAL EN MATERIA DE USO Y PORTE DE
ARMAS. Proposición de la Comisión Mixta.
El señor LORENZINI (Presidente).- En el Orden del Día, corresponde
ocuparse de la proposición de la Comisión Mixta, recaída en el proyecto que
modifica el Código Penal en materia de uso y porte de armas.
Antecedentes:
-Informe de la Comisión Mixta, boletín Nº 3389-07, sesión 37ª, en 2 de
septiembre de 2004. Documentos de la Cuenta Nº 5.
El señor LORENZINI (Presidente).- En reunión de Comités, realizada
esta mañana, se acordó destinar 30 minutos al debate del proyecto,
distribuidos en 5 minutos por bancada.
El primer turno corresponde al Comité de la Democracia Cristiana.
Tiene la palabra el diputado señor Jorge Burgos.
El señor BURGOS.- Señor Presidente, la Comisión Mixta, en su
proposición sobre el proyecto de ley que modifica el Código Penal en materia
de uso y porte de armas, recoge en todas sus partes el texto aprobado por la
Cámara de Diputados.
Quiero hacer un brevísimo recuerdo acerca de los tres objetivos del
proyecto, todos atingentes al tema que, con razón, nos preocupa: la seguridad
ciudadana.
En primer lugar, cuestión que no fue materia de controversia, en virtud
de la letra b) del artículo 1º, agrega una nueva agravante de responsabilidad
penal de carácter general al artículo 12 del Código Penal, del siguiente tenor:
“20ª Ejecutarlo portando arma de fuego o de aquellas referidas en el artículo
132.” Esta última disposición se refiere a los elementos que constituyen armas,
entre ellas, las punzantes, las cortantes y toda la gama de armas blancas.
Esta fue una materia no discutida y aprobada por ambas ramas del
Congreso.
En segundo lugar, por el número 2) se incorpora un artículo 288 bis,
nuevo, que se refiere a un delito meramente formal, no de resultado, que dice
relación con el porte de armas cortantes o punzantes en determinados lugares.
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DISCUSIÓN SALA
Corresponde a una modificación del Senado y quedó redactado de la siguiente
manera:
“2) Incorpórase el siguiente artículo 288 bis, nuevo:
“Artículo 288 bis.- El que portare armas cortantes o punzantes en
recintos de expendio de bebidas alcohólicas que deban consumirse en el
mismo local, sufrirá la pena de presidio menor en su grado mínimo -61 a 540
días- o multa de 1 a 4 UTM.
Igual sanción se aplicará al que en espectáculos públicos, en
establecimientos de enseñanza o en vías o espacios públicos -mucho más
general- en áreas urbanas portare dichas armas, cuando no pueda justificar
razonablemente su porte.”
Como se puede apreciar, la causal de justificación del hecho sólo es
aplicable en este último inciso, no así cuando se porta en un lugar de expendio
de bebidas alcohólicas.
Cabe recordar que este artículo corresponde a una iniciativa del
Ejecutivo, que recoge una moción del diputado señor Pedro Muñoz y otra
posterior del diputado Zarko Luksic.
Por último, está la modificación del inciso segundo del artículo 450 del
Código Penal, que eleva la pena para los delitos de robo y hurto con uso o
porte de armas, respecto de lo cual sí hubo discrepancias entre la Cámara y el
Senado. Al final, se aprobó la tesis de elevar en un grado la pena para los
culpables de ese tipo de delito, puesto que la existente, por ser muy alta,
jamás se aplicaba. No pudimos encontrar ninguna jurisprudencia relacionada
con la aplicación del actual artículo 450 del Código Penal, y por eso se modifica
para que sea más aplicable..
Esta proposición fue aprobada por los senadores señores Andrés Chadwick,
Sergio Fernández, José Antonio Viera-Gallo, Andrés Zaldívar y los diputados
señores Jorge Burgos, Guillermo Ceroni, Pedro Muñoz y Gonzalo Uriarte y
rechazada por el diputado Nicolás Monckeberg y el senador Alberto Espina. O sea,
fue aprobado por amplia mayoría.
Creo que sería positivo aprobar esta mañana la proposición de la
Comisión Mixta, con el objeto de que el proyecto sea promulgado lo antes
posible como ley de la República, puesto que con él estamos inhibiendo
poderosamente el uso de armas de fuego y el porte de armas blancas,
punzantes o cortantes, en la medida en que serán circunstancias agravantes,
atendido que los hechos demuestran de manera fehaciente que en gran
medida el aumento de los delitos, particularmente hurto, robo y otros, son
cometidos con ellas.
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DISCUSIÓN SALA
Considero que el Congreso Nacional está dando un gran paso al entregar
este buen instrumento a la justicia y a las policías a la hora de prevenir y punir
la comisión de ilícitos que, por cierto, han ido en aumento.
He dicho.
El señor LORENZINI (Presidente).- En el tiempo del Comité Socialista y
Radical, tiene la palabra el diputado señor Pedro Muñoz, hasta por cinco
minutos.
El señor MUÑOZ.- Señor Presidente, no quiero ahondar en un tema que
ha sido debatido por esta Corporación en múltiples oportunidades, sino
solamente destacar lo importante que resulta aprobar la proposición de la
Comisión Mixta, en especial para las zonas extremas del país, en las cuales,
estadísticamente, los delitos con armas blancas tienen mayor incidencia.
Después de un largo análisis del proyecto y de su paso por una comisión
mixta, hemos llegado a una buena fórmula que permite sancionar el porte de
armas cortantes o punzantes en lugares de especial riesgo para la comunidad,
tales como vías o espacios públicos, espectáculos públicos, recintos de
expendio de bebidas alcohólicas y recintos educacionales, pero evitando que se
penalice a quienes portan estos elementos en razón de su trabajo o actividad.
Se ha logrado un equilibrio bastante prudente, lo que permitirá sancionar
los casos más graves en que se ponga en peligro la seguridad de los ciudadanos,
como el porte de armas blancas por pandillas o en recintos donde se expenden
bebidas alcohólicas, pero, al mismo tiempo -reitero-, evitando que se vean
afectados trabajadores que utilizan estos elementos en el marco de sus
actividades.
Asimismo, es muy importante la segunda materia que aborda el
proyecto, que tiene por finalidad incorporar una agravante especial, que
aumenta en un grado la pena para los delitos cometidos con armas blancas.
En tercer término, es positivo que la Comisión Mixta haya acogido el
texto aprobado por la Cámara que no aumenta la pena para quien cometa un
delito de hurto con utilización de arma blanca, porque en ese caso se estará en
presencia de un delito de robo.
El uso de armas blancas en vías públicas y otros lugares de afluencia de
público requería ser sancionado especialmente por su recurrencia y
peligrosidad, pero hasta ahora, lamentablemente, no era sancionado con rigor.
Quiero expresar mi satisfacción y reconocimiento por la decisión y
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DISCUSIÓN SALA
disposición del Gobierno, en especial del ministro y del subsecretario del
Interior de acoger la propuesta que les formulé hace casi dos años, la cual se
tradujo en este proyecto.
Por lo tanto, votaré a favor la proposición de la Comisión Mixta.
He dicho.
El señor LORENZINI (Presidente).- En el tiempo del Comité de la UDI,
tiene la palabra, hasta por 5 minutos, el diputado señor Gonzalo Uriarte.
El señor URIARTE.- Señor Presidente, las divergencias respecto de este
proyecto tuvieron su origen en la forma en que se pretende modificar el porte
y uso de armas como agravante de los delitos de robo y hurto.
Cabe recordar que la Cámara, en el primer trámite constitucional,
aprobó reemplazar el inciso segundo del artículo 450 del Código Penal por el
siguiente: “En los delitos de robo y hurto, la pena correspondiente será
elevada en un grado cuando los culpables hagan uso de armas o sean
portadores de ella.”.
Respecto de dicha agravante que el Senado había rechazado y que la
Comisión Mixta propone reponer, se deben tomar en cuenta varias
consideraciones.
En primer lugar, establecer como agravante el porte o utilización de
armas al momento de delinquir resulta muy adecuada, porque el aumento de
las penas desincentiva a los delincuentes a cometer ilícitos.
En segundo lugar, hay que tener presente que el inciso primero del
artículo 450 del Código Penal contempla una presunción, cuya procedencia en
materia penal es claramente excepcional e interpretable restrictivamente. Por
ejemplo, si una persona intenta robar a otra utilizando como arma una peineta
con un filo peligroso, sobre la base de la descripción de arma contenida en el
artículo 132 de dicho Código y aplicando lo dispuesto en el inciso segundo que
se quiere modificar, esa persona podría ser condenada a veinte años de
privación de libertad, aun cuando no hubiere logrado sus objetivos, lo que, a
todas luces, es desproporcionado. Incluso, se han dictado fallos que cuestionan
la constitucionalidad de la presunción establecida en el inciso primero del
artículo 450, razón por la cual no parece prudente avanzar en normas de este
tipo. Así y todo, la Comisión, como lo explicó el diputado informante, llegó a un
acuerdo en esta materia.
En tercer lugar, uno de los puntos que se tomaron en cuenta en el
Senado para rechazar esta modificación fue que ella reduce el mínimo de pena
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DISCUSIÓN SALA
que podría aplicar el juez en dichas situaciones. Mientras el texto actual fija un
nivel mínimo de presidio mayor en su grado mínimo, desde cinco años y un
día, la modificación no establece ningún rango para la pena a aplicar; sólo fija
el aumento de un grado para la sanción.
Si bien el cambio que se propone es formalmente una reducción de las
penas actualmente aplicables, lo cierto es que, según algunos, en la práctica
no operaría tal reducción, puesto que, atendida su desproporción, la mayoría
de los jueces no aplican la norma vigente.
Teniendo en cuenta los aspectos positivos y negativos que conlleva una
modificación como la descrita, se debe tener presente el criterio que se desea
aplicar en el combate contra la delincuencia. En este sentido, la recomendación
acordada por la Comisión Mixta aumenta los costos, en general, para los
delincuentes que roban o hurtan portando o haciendo uso de un arma, y se
aplica a un mayor número de casos que los que, en la práctica, considera la
norma actual. Es así como se pueden incluir robos o hurtos menores, respecto
de los cuales la aplicación de presidio mayor en su grado mínimo puede ser
una medida desproporcionada, si se considera el contexto en que se cometió el
delito.
Cabe destacar que es aconsejable acoger la proposición de la Comisión
Mixta, puesto que permitirá distinguir dos tipos de agravantes, según el uso
que se haga del arma mientras se comete el ilícito.
En suma, nos parece que el proyecto es un avance en el combate de la
delincuencia, pues creemos que estamos desincentivando a los delincuentes a
cometer más delitos. Ciertamente, en una época como la que estamos
viviendo, el Congreso Nacional no puede sino avanzar de esta manera en el
combate contra la delincuencia.
Por esa razón, anuncio el voto favorable de mi bancada.
He dicho.
El señor OJEDA (Vicepresidente).- Tiene la palabra la diputada señora
Ximena Vidal.
La señora VIDAL (doña Ximena).- Señor Presidente, ante todo, hay que
recordar que estamos ante una iniciativa que viene siendo discutida desde
hace bastante tiempo, y que con ella estamos logrando el equilibrio necesario
entre prevención y control de los delitos que inciden en un tema tan
importante para todos: la seguridad ciudadana.
Pensamos que lo primero y fundamental es respetar los derechos
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humanos de todas las personas. Por eso, debemos velar por los derechos de
las víctimas, pero también por los de quienes delinquen. Por lo tanto, siempre
estaremos en ese punto de equilibrio, de manera de sancionar estos delitos de
la mejor manera.
La discusión de este proyecto sobre control de armas es propicia para
recordar que establece normas tendientes a desincentivar la tenencia o
adquisición de armas de fuego por parte de los particulares, como una forma
de prevenir el incremento de las mismas en poder de los delincuentes. Esto se
debe a la periodicidad con que se comete el delito de robo y, además, al
desconocimiento del manejo de las armas por parte de quienes las han
adquirido para su defensa personal.
Éste es el punto más importante. A través de la prensa, hemos conocido
los casos de muchos hogares que han sufrido accidentes con armas de fuego,
las cuales han caído después en poder de los delincuentes.
Se establece una nueva circunstancia agravante de la responsabilidad
penal para aquel que porta un arma de las consignadas en el artículo 132 del
Código Penal en la ejecución del delito. En dicho precepto se establece que se
comprenderá como arma “toda máquina, instrumento, utensilio u objeto
cortante, punzante o contundente que se haya tomado para matar, herir o
golpear...”.
Se modifica el Código Penal sobre la base de lo que está ocurriendo en la
actualidad. En el primer trámite constitucional, la Cámara de Diputados
estableció, en el artículo 1º, número 3), lo siguiente:
“3) Sustitúyese el inciso segundo del artículo 450, por el siguiente:
“En los delitos de robo y hurto, la pena correspondiente será elevada en
un grado cuando los culpables hagan uso de armas o sean portadores de
ellas”.
En el segundo trámite constitucional, el Senado suprimió dicho numeral
por estimar que derogaba la sanción específica establecida en dicho artículo
para el porte o uso de armas en la ejecución de esa clase de delitos, siempre
que no corresponda una pena mayor por el delito cometido.
Sin embargo, en la Comisión Mixta se estimó que eso significaría una
debilidad, razón por la cual se optó por mantener el criterio de la Cámara, es
decir, aumentar en un grado la pena en caso de porte u uso de armas.
Así, se da un paso importante en materia de seguridad ciudadana, por lo
cual apoyaremos las proposiciones de la Comisión Mixta.
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He dicho
El señor OJEDA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor
René Manuel García.
El señor GARCÍA (don René Manuel).- Señor Presidente, no nos parece
bien que se bajen las penas a quienes cometen delitos. En efecto, durante la
tramitación del proyecto, propusimos que se elevaran de uno a dos grados, por
cuanto eso nos parecía lo correcto en atención a que en la actualidad la
delincuencia es muy grande: ha aumentado debido al porte de armas, en
especial blancas -son baratas, hechizas; las puede hacer una persona sin
mayor especialización-, como hemos podido comprobar en nuestros distritos.
Ahora, ¿por qué se consignó específicamente el uso de armas en áreas
urbanas? Porque algunos parlamentarios hicimos ver que muchos de los
trabajadores agrícolas, incluso temporeros, utilizan cuchillos como
herramientas de trabajo en el bosque, en el campo. La redacción original de la
disposición los castigaba como si se tratara de delincuentes. El problema es
establecer qué pasa con el trabajador temporero que debe ingresar en el área
urbana. Porque pueden considerarlo como un delincuente por portar arma
blanca, y sancionarlo con una multa que va entre una y cuatro UTM, lo que nos
parece un exceso.
En suma, me parece increíble que se haya acogido una rebaja de las
penas para los delincuentes, en circunstancias de que lo que queremos es,
justamente, lo contrario: que se aumenten. Hoy las fuerzas de orden y
policiales -Carabineros e Investigaciones- han sido sobrepasadas por la
actividad delictual. En las tribunas hay personas que vienen de Loncoche, de
Gorbea, de Villarrica, comunas en las cuales la delincuencia es tremendamente
grande. Se trata de una zona que en el pasado era absolutamente tranquila,
que no tenía este tipo de problemas. En consecuencia, lo que la gente de bien
quiere ver es que justamente tengamos aumento, no disminución, de las
penas. El delincuente debe ser castigado, no recibir beneficios.
Señor Presidente, considero que debemos estudiar cómo solucionar este
problema, por cuanto considero que, en verdad, la drasticidad es el mejor
incentivo para que las personas tengan un freno a la hora de pensar en
dedicarse a la actividad delictual. Por lo tanto, considero que no debemos bajar
las penas, sino aumentarlas en un grado, como lo propusimos.
He dicho.
El señor OJEDA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor
Monckeberg.
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DISCUSIÓN SALA
El señor MONCKEBERG.- Señor Presidente, dado que las estadísticas
muestran un récor histórico de robos con violencia e intimidación y de hurtos,
cuesta explicarse que el Congreso, una vez más, tome una decisión equivocada
y -como dije anteriormente- rebaje las penas.
Digamos las cosas como son. No se trata de establecer una agravante,
sino de derogar el inciso segundo del artículo 450 del Código Penal, ya que
establece una pena alta para los culpables de robo o hurto cuando hagan uso
de armas o sean portadores de ellas. Esa derogación posibilitará que el juez
aumente en un grado la pena. En la práctica, significará rebajarla para aquel
que delinque usando o portando un arma.
Claro, se argumenta que los jueces no están aplicando esa sanción. ¡Por
favor! Con ese argumento deberían derogarse varias disposiciones. Muchas
veces, en el propio Congreso ha habido quejas por la mano blanda con que los
jueces aplican las libertades provisionales. Entonces, el día de mañana, cuando
no la apliquen, ¿habría que derogar la libertad provisional? ¿En cuántos delitos
los jueces no aplican las penas más altas, como nos gustaría? ¿Habría que
rebajar las penas de esos delitos? Creo que francamente no es la forma de
legislar.
Ahora, sería bueno conocer la verdadera agenda del Gobierno contra la
delincuencia, porque una cosa es estudiar de qué forma se aplican las normas
o de qué forma se coordina su aplicación con el Poder Judicial, y otra es
aprobar una rebaja de las penas cuando el robo con violencia y el hurto son
delitos récor. Esto es, francamente, una decisión equivocada.
He dicho.
El señor LORENZINI (Presidente).- Tiene la palabra, por un minuto y
medio, el diputado señor Zarco Luksic.
El señor LUKSIC.- Señor Presidente, en realidad me gustaría responder
al diputado señor Monckeberg. Él leyó sólo la primera parte del inciso segundo
del artículo 450 del Código Penal y omitió la final, que dice “...siempre que no
les corresponda una pena mayor por el delito cometido”. Por esa razón, no se
aplica el presidio mayor en su grado mínimo.
Sin embargo, el gran avance en esto es que habrá un delito autónomo,
cual es el uso o porte de armas cortantes o punzantes en recintos de expendio
de bebidas alcohólicas: restaurantes, boites, quintas de recreo o discotecas; en
los que se realicen espectáculos públicos, en establecimientos de enseñanza o
en espacios públicos de áreas urbanas. Lo importante es que una persona,
hombre o mujer, joven, niño o adulto no porte armas en estos lugares.
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DISCUSIÓN SALA
Por lo tanto, este nuevo delito que se establece en el Código Penal es un
avance, a diferencia de lo que dice el diputado señor Monckeberg, porque hoy,
simplemente, no es penalizado o sancionado el porte de armas cortantes o
punzantes.
Además, se agrega la circunstancia agravante que ya se ha mencionado,
porque son muchos los delitos asociados al uso y porte de arma blanca. Eso
está visto. Yo mismo presenté una indicación respecto de su uso por bandas o
pandillas. Es una cuestión extraordinariamente extendida. Por su parte, el
Ejecutivo presentó otra, sustitutiva, en que se resumieron distintas mociones,
razón por la cual creo que es un gran proyecto. La excepción se da con los
scouts o en aquellas personas que trabajan en sectores rurales, que podrán
seguir utilizando estos instrumentos, pero no en lugares asociados al consumo
de alcohol, como boites, restaurantes, quintas de recreo o discotecas.
Finalmente, quiero felicitar al Presidente de la Comisión de Seguridad
Ciudadana, diputado señor Jorge Burgos, quien ha sido el gran patrocinador de
esta iniciativa.
He dicho.
El señor LORENZINI (Presidente).- Cerrado el debate.
-Con posterioridad, la Sala se pronunció sobre la proposición de la
Comisión Mixta en los siguientes términos:
El señor LORENZINI (Presidente).- Corresponde votar la proposición de
la Comisión Mixta recaído en el proyecto de ley que modifica el Código Penal
en materia de uso y porte de armas.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico,
dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 74 votos; por la negativa, 2 votos.
Hubo 10 abstenciones.
El señor LORENZINI (Presidente).- Aprobada.
Despachado el proyecto.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
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DISCUSIÓN SALA
Accorsi, Alvarado, Araya, Ascencio, Barros, Bauer, Burgos, Bustos,
Ceroni, Correa, Cubillos (doña Marcela), Díaz, Egaña, Escalona, Espinoza,
Forni, García-Huidobro, González (doña Rosa), Hales, Ibáñez (don Gonzalo),
Jaramillo, Jarpa, Jeame Barrueto, Leal, Leay, Letelier (don Juan Pablo), Letelier
(don Felipe), Longueira, Lorenzini, Luksic, Masferrer, Mella (doña María
Eugenia), Meza, Molina, Montes, Mora, Moreira, Muñoz (don Pedro), Muñoz
(doña Adriana), Ojeda, Olivares, Ortiz, Paredes, Paya, Pérez (don José), Pérez
(don Aníbal), Pérez (don Ramón), Pérez (don Víctor), Prieto, Quintana,
Recondo, Riveros, Robles, Saa (doña María Antonieta), Saffirio, Salaberry,
Salas, Sánchez, Seguel, Sepúlveda (doña Alejandra), Silva, Soto (doña Laura),
Tapia, Tarud, Tohá (doña Carolina), Ulloa, Uriarte, Valenzuela, Varela, Vidal
(doña Ximena), Vilches, Villouta, Von Mühlenbrock y Walker.
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Galilea (don José Antonio) y Monckeberg.
-Se abstuvieron los diputados señores:
Álvarez-Salamanca, Becker, Bertolino, Cardemil, Galilea (don Pablo),
García (don René Manuel), Kuschel, Palma, Pérez (doña Lily) y Vargas.
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OFICIO APROBACIÓN INFORME COMISIÓN MIXTA
4.3. Oficio de Cámara de Origen a Cámara Revisora
Oficio de aprobación de Informe Comisión Mixta. Fecha 7 de Septiembre, 2004.
Cuenta en Sesión 27, Legislatura 351. Senado.
A S. E. EL
PRESIDENTE
DEL
H. SENADO
Oficio Nº 5136
VALPARAISO, 7 de septiembre de 2004
La Cámara de Diputados, en sesión de esta fecha, ha
dado su aprobación al informe de la Comisión Mixta constituida para resolver
las divergencias suscitadas durante la tramitación del proyecto de ley que
modifica el Código Penal en materia de uso y porte de armas, boletín Nº 338907.
Lo que tengo a honra comunicar a V.E.
Acompaño la totalidad de los antecedentes.
Dios guarde a V.E.
PABLO LORENZINI BASSO
Presidente de la Cámara de Diputados
Carlos Loyola opazo
Secretario General de la Cámara de Diputados
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DISCUSIÓN SALA
4.4. Discusión en Sala
Senado. Legislatura 351, Sesión 30. Fecha 15 de Septiembre, 2004. Discusión
Informe Comisión Mixta, Aprobado.
MODIFICACIÓN DE CÓDIGO PENAL EN MATERIA DE USO Y PORTE DE
ARMAS. INFORME DE COMISIÓN MIXTA
El señor LARRAÍN (Presidente).- Informe de Comisión Mixta, recaído en el
proyecto de ley que modifica el Código Penal en materia de uso y porte
de armas, con urgencia calificada de “suma”.
--Los antecedentes sobre el proyecto (3389-07) figuran en los
Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 27ª, en 13 de enero de 2004.
En trámite de Comisión Mixta, sesión 21ª, en 17 de agosto de
2004.
Informes de Comisión:
Constitución, sesión 52ª, en 21 de abril de 2004.
Constitución (segundo), sesión 10ª, en 7 de julio de 2004.
Mixta, sesión 30ª, en 15 de septiembre de 2004.
Discusión:
Sesiones 55ª, en 11 de mayo de 2004 (se aprueba en
general); 12ª, en 14 de julio de 2004 (se aprueba en particular).
El señor HOFFMANN (Secretario).- La controversia entre ambas ramas
legislativas se originó en el rechazo, por la Honorable Cámara de
Diputados, de la supresión del número 3) del artículo 1º del proyecto,
que fue lo que acordó el Senado. Dicho número, que sustituye el inciso
segundo del artículo 450 del Código Penal, establece lo siguiente: “En
los delitos de robo y hurto, la pena correspondiente será elevada en un
grado cuando los culpables hagan uso de armas o sean portadores de
ellas.”.
El informe de la Comisión Mixta consigna la proposición
destinada a resolver la divergencia entre ambas Corporaciones, que
consiste en aprobar el texto despachado por la Cámara Baja en el
primer trámite. Este acuerdo se adoptó por ocho votos a favor (de los
Senadores señores Chadwick, Fernández, Viera-Gallo y Zaldívar, don
Andrés, y de los Diputados señores Burgos, Ceroni, Muñoz y Uriarte) y
dos en contra (del Senador señor Espina y del Diputado señor
Monckberg).
Sus Señorías tienen a la vista un boletín comparado
dividido en cinco columnas, las que transcriben las normas pertinentes
del Código Penal; el texto despachado por la Cámara Baja; las
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DISCUSIÓN SALA
modificaciones efectuadas por el Senado; la enmienda rechazada por la
Cámara de Diputados, y finalmente, la proposición de la Comisión
Mixta.
Cabe señalar, finalmente, señores Senadores, que, en
sesión del 7 del mes en curso, la otra rama del Congreso aprobó la
propuesta de dicho órgano técnico.
El señor LARRAÍN (Presidente).- En discusión el informe de la Comisión Mixta.
Tiene la palabra el Honorable señor Espina.
El señor ESPINA.- Señor Presidente, esta misma norma fue rechazada por el
Senado en el segundo trámite.
Estamos en presencia de una rebaja de penas para los
delitos de robo con fuerza y robo con violencia en las personas, cuando
éstos se lleven acabo usando armas -como señala el artículo 450- o
portándolas, aun cuando no las utilicen directamente en la comisión del
delito.
Señor Presidente, me parece en extremo delicado que el
Senado rebaje esta penalidad. Y quiero explicar por qué.
Actualmente, a los delitos de robo con fuerza y robo con
intimidación en las personas se les aplican penas que fluctúan entre 5
años y un día y 15 años de cárcel. El inciso segundo del artículo 450
dice: “Serán castigados con presidio mayor en su grado mínimo a
presidio mayor en su grado máximo,” -de 5 años y un día a 20 años“los culpables de robo o hurto cuando hagan uso de armas o sean
portadores de ellas, siempre que no les corresponda una pena mayor
por el delito cometido.”.
Con la indicación que se aprobó en la Cámara de
Diputados, se elimina la disposición que establece la penalidad fija de 5
años y un día a 20 años. Ahora se sostiene que, para cada uno de los
delitos en contra de la propiedad (robo por sorpresa, robo con
violencia, robo con intimidación en las personas, robo con fuerza en las
cosas y hurto), el juez no podrá aplicar una pena fija. Sólo aumentará
la penalidad en un grado si en la comisión del ilícito se utilizaron
armas.
Se podrá discutir, señor Presidente, si las penas son
exactas o no lo son. Siempre, en materia penal y delictual, es posible
que una persona considere que determinada sanción es excesiva; y
otra, que es muy baja. Lo que no parece oportuno y razonable es que,
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DISCUSIÓN SALA
en la situación que vive el país desde hace años, nosotros decidamos
rebajar la penalidad.
Francamente, pienso que actuar de esa manera sería un
profundo error del Senado de la República.
Hace poco, cuando tramitamos la Ley de Drogas, se señaló
que los jueces no aplicaban las penas cuando se trataba de
microtráfico, porque eran muy altas: de 5 años y un día a 15 años. Por
ello, se propuso flexibilizarlas para que el juez tuviera un marco
distinto, disminuyéndolas en el caso del microtráfico, de manera que
fluctuaran entre 541 días y 5 años.
Sin embargo, esta semana se dio a conocer un conjunto
de casos respecto de personas que fueron indultadas -no entraré a esa
materia, porque no es el motivo de este debate-, donde se reconoce
que, por el microtráfico, habían sido condenadas a 5 años y un día.
Entonces, señor Presidente, ¿en qué quedamos? ¿Se les
condenaba o no se les condenaba?
Más allá de que sea necesaria una nueva regulación
respecto de las penalidades de los delitos -de hecho, el Ministerio de
Justicia y el Gobierno están estudiando una, junto con un grupo de
expertos, porque se han aplicado distintas-, no parece razonable que
cambiemos una pena vigente. Como tampoco lo es, respecto del delito
de hurto -donde resultaría más difícil aceptar esta rebaja penal para
quienes dudan de ella-, que, en el inciso tercero del artículo 450, se
establezca un conjunto de normas que permitan al juez distinguir la
naturaleza de las armas, a fin de no recurrir a las sanciones drásticas
que determina la ley, de 5 años y un día a 20 años.
Se argumenta, adicionalmente, señor Presidente, que los
jueces no aplican las penas y que, por eso, es necesario bajarlas.
Honestamente, ese argumento no puede ser aceptado. No es admisible
que el legislador tenga que cambiar penas so pretexto de que se señala
que los jueces, por no considerarlas apropiadas, terminan no
aplicándolas. De lo contrario, habría que pedir a los jueces que
determinaran en la legislación la penalidad correspondiente para estar
seguros de que la aplicarán.
Sobre esta materia, señor Presidente, puede haber
distintas opiniones. Pero recuerdo al Senado que, cuando votamos la
iniciativa, en el segundo trámite constitucional, rechazamos la
propuesta que ahora aprueba la Comisión Mixta.
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DISCUSIÓN SALA
Sería una muy mala señal que se rebaje una pena que va
de 5 años y un día a 20 años, so pretexto de las razones que he
invocado: que se producen situaciones distintas, que los jueces no las
aplican.
Esto no me parece oportuno ni correcto, pues no son las
señales que debiéramos dar en estos momentos. Por ello, pido al
Senado que rechace la proposición de la Comisión Mixta.
Desde ya me ofrezco a trabajar, en la Comisión de
Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, si se estimara que
esta norma tendrá dificultades en su aplicación -está dentro de
nuestras facultades-, para presentar un proyecto de ley que disponga
otro tipo de regulaciones o de cambios, según la índole del delito.
Me ha pedido una interrupción el Honorable señor VieraGallo, que concedo, con la venia de la Mesa.
El señor LARRAÍN (Presidente).- Tiene la palabra, señor Senador.
El señor VIERA-GALLO.- Es para entender lo que está diciendo el Honorable
señor Espina, quien presidió la Comisión Mixta.
Él votó a favor de este informe.
El señor ESPINA.- Señor Presidente, no es así.
El señor VIERA-GALLO.- Pero aquí leo lo siguiente: “No obstante, explicó que
se allanó a proponer la fórmula precedentemente consignada con el
objeto de alcanzar en la Comisión Mixta un camino que permita el
despacho de la iniciativa.”.
El señor ESPINA.- Voy a explicar como sucedió, señor Senador.
El señor VIERA-GALLO.- Sólo estoy leyendo la página 4 del informe.
El señor ESPINA.- Voy a explicarlo.
El señor VIERA-GALLO.- En todo caso, me resulta bastante sorprendente esta
argumentación.
Señor Presidente, aprovecho de pedir la palabra para
intervenir después.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Recupera el uso de la palabra el
Honorable señor Espina.
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El señor MORENO.- ¿Me concede una interrupción, señor Senador?
El señor ESPINA.- No tengo tiempo.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Disculpe, señor Senador.
Antes de continuar, pido la autorización del Senado para
que ingrese a la Sala el señor Jorge Correa Sutil, Subsecretario del
Interior.
--Se accede.
Tiene la palabra el Honorable señor Espina.
El señor ESPINA.- Señor Presidente, quiero explicar al Senador señor VieraGallo, que también es miembro de la Comisión de Constitución, cuál es
la situación.
Lo que ocurrió fue que, ante la propuesta de elevar en un
solo grado la penalidad, yo, como Presidente de la Comisión Mixta,
tratando de generar un acuerdo, sugerí aumentarla a lo menos en dos
grados, lo que ya es bastante. Además, así se mantendría en los
términos actuales. Subirla en esa forma significa que el juez, respecto
del condenado a cinco años de cárcel, por ejemplo, tendría que analizar
su caso sobre la base de aplicar una sanción de entre 5 años y un día y
15 años. Es decir, como corresponde al Presidente de una Comisión,
hice un esfuerzo para llegar a un acuerdo en la Comisión Mixta. Si el
Honorable señor Viera-Gallo revisa la votación, verificará que dos
Parlamentarios votamos en contra.
No he pretendido hacer ningún tipo de descalificación,
menos aún cuando se trata de Senadores que sustentan posiciones
distintas. Simplemente, estimé un error aprobar esta modificación,
cuyo rechazo implicaría dejar las cosas como están, lo que no afecta en
nada a este proyecto de ley en lo sustantivo, por provenir de una
indicación que incorporó posteriormente el Gobierno.
Señor Presidente, esta iniciativa legal se refiere al uso y
porte de armas y se orienta a establecer penas, materia que fue
considerada sobre la base de argumentaciones de determinados
jueces, en el sentido de que aquéllas en definitiva no se cumplen
debido a que son muy altas. Sin embargo, estimo que eso no puede
establecerse como principio general.
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DISCUSIÓN SALA
No tengo inconveniente alguno en trabajar en una
redacción que finalmente no se traduzca en una rebaja de la penalidad,
sino en una gradualidad de la misma, dependiendo de las distintas
conductas en que haya incurrido el delincuente. Obviamente, es
distinto herir con un arma blanca o con una de fuego que simplemente
portarlas sin hacer uso de ellas.
En todo caso, no me parece que la solución adoptada por
la Cámara de Diputados, y que ratificó la Comisión Mixta, sea la
correcta.
Por eso, solicito que el Senado mantenga su posición
inicial; o sea, que rechace la indicación y deje la norma tal como está.
Si algún señor Senador tiene alguna duda en cuanto a la gradualidad
establecida, ella puede ser subsanada en la Comisión de Constitución, a
la cual corresponde examinar este tipo de materias.
Gracias.
----------------
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Los Senadores señores Naranjo y
Ominami, en virtud de la norma contenida en el artículo 82 del
Reglamento, solicitan la unanimidad de la Sala para que una moción de
reforma constitucional que presentaron hoy día pueda ingresar a la
Cuenta de esta sesión.
La señora MATTHEI.- ¡Perdón, señor Presidente! No sabemos de qué se trata.
El señor CHADWICK.- Así es.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Se pretende establecer la obligatoriedad
y gratuidad del segundo nivel de transición en la educación parvularia.
La idea es que el proyecto pase a Comisión.
¿Habría acuerdo para ello?
La señora MATTHEI.- No.
El señor GAZMURI (Vicepresidente). Por lo tanto, no se acepta la petición de
los señores Senadores.
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El señor NARANJO.- Eso significa que la Honorable señora Matthei no desea
que la educación parvularia sea gratuita en el país. Rechaza tal
posibilidad.
----------------
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Continúa el debate.
Tiene la palabra el Honorable señor Viera-Gallo.
El señor VIERA-GALLO.- Señor Presidente, si hay algo difícil en el Derecho
Penal y en una sociedad es el establecimiento de penas que
correspondan a la gravedad de los delitos, sobre todo cuando, en cada
caso particular, entran a jugar agravantes y atenuantes
En segundo lugar, no es efectivo que penas excesivamente
altas desincentiven la comisión de ilícitos. El delincuente, por regla
general, tiene otras motivaciones para delinquir: parte de la base del
riesgo y de la impunidad.
Por lo tanto, pensar que el aumento de la penalidad es de
por sí un principio que siempre va contra la delincuencia, puede
transformarse en algo contraproducente, atentatorio contra la cultura,
etcétera.
El otro día escuchamos decir al ministro de la Corte
Suprema señor Alberto Chaigneau que conoció el caso de un muchacho
que hurtó un “blue jeans”, el cual, por portar un cortaplumas que no
usó, fue condenado a diez años. Evidentemente, eso repugna la idea de
justicia que puede tener cada uno de nosotros No parece razonable
que, sólo por llevar un cortaplumas, deba permanecerse durante ese
tiempo en la cárcel, más aún si se considera que la función de la pena
no sólo consiste en proteger a la sociedad, sino, además, en rehabilitar
al delincuente.
Después de debatir esta materia, se llegó a un acuerdo en
la Comisión Mixta.
En realidad, el Honorable señor Espina tiene razón en lo
que manifestó. Es importante señalar a quienes votaron a favor del
acuerdo: los Senadores señores Chadwick, Fernández, Andrés Zaldívar
y el que habla y, también, un número importante de Diputados. Sólo se
opusieron el Honorable señor Espina y el Diputado señor Monckeberg.
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Simplemente, la norma dice que se eleva en un grado la
pena cuando la persona use o porte un arma blanca. Yo era partidario
de haber distinguido entre usarla y portarla. Pero resulta bastante
difícil probar eso en un juicio. ¿Qué significa usar un arma? ¿Amenazar
con ella? ¿Implica decir: “Mire, aquí tengo un cuchillo escondido”?
¿Significa sacarlo? ¿Dar una puñalada?
En los procesos se presenta una serie de problemas de
técnica penal. Entonces, no parece lógico distinguir la gradualidad de
las penas según el uso de armas o el porte de ellas. Pero sí pueden
aumentarse en un grado, idea que acogió la inmensa mayoría de la
Comisión Mixta.
Me excuso con el Senador señor Espina. Entendí,
equivocadamente, que había favorecido el consenso, pero, en realidad,
favoreció un consenso del cual no participaba.
En nombre de la mayoría de la Comisión Mixta, pido votar
a favor el informe.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Hay tres señores Senadores inscritos. El
Subsecretario del Interior también ha pedido la palabra.
Como debemos pronunciarnos sobre el informe, propongo
a la Sala que hagan uso de la palabra quienes la han solicitado y que
después procedamos a votar.
Acordado.
Tiene la palabra el Honorable señor Andrés Zaldívar.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- Señor Presidente, hay argumentos tanto en
un sentido como en otro en materia de aplicación de uno o dos grados
en las penas.
En todo caso, la
Comisión
Mixta, por abrumadora
mayoría -reconozco que el Senador señor Espina se manifestó en
contra de la norma y que trató de buscar una salida-, aprobó subir la
pena en un grado, pero en forma obligatoria, -el texto dice: “será
elevada en un grado”- no optativamente. Se proponía aumentarla de
uno a dos grados, pero se llegó a la conclusión de que era mejor el
texto que se aprobó.
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DISCUSIÓN SALA
Ahora bien, ¿por qué debe acogerse el informe de la
Comisión Mixta? Porque si no lo hacemos, quedaremos sin disposición
legal.
El señor ESPINA.- ¡No es efectivo, porque se aplica la norma vigente!
El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- Lo que corresponde, en virtud de la
información proporcionada, es que la penalidad se eleve en un grado.
Así opinaron ocho de los diez Parlamentarios que participamos en el
referido órgano legislativo.
Además, se tuvo como referencia lo manifestado aquí por
el Senador señor Viera-Gallo, que surgió de lo expuesto en su
momento por uno de los Ministros de la Corte Suprema respecto de un
caso específico, en el que se llegó a una exageración.
Por eso, el Senado debería aprobar lo que la Cámara de
Diputados acogió en su momento.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor
Prokurica.
El señor PROKURICA.- Señor Presidente, considero que la Cámara Alta no
puede estar ajena al ambiente que está viviendo el país.
No es posible que las normas se dicten en función de lo
que opina la gente. Creo que en este minuto todas las mediciones
indican que los índices en materia de delincuencia y de seguridad
ciudadana no están bien. Así lo revelan todos los sondeos realizados
por organismos serios. Se nos está diciendo que la gente se siente
desprotegida.
Se ha llegado a límites increíbles. Incluso, en algunas
poblaciones u otros lugares las personas quieren hacerse justicia por
mano propia -con lo cual no estoy de acuerdo-, porque sienten que no
la aplican ni los tribunales ni los medios existentes.
Si fuera efectivo el criterio del señor Senador que me
antecedió en el uso de la palabra en el sentido de que el aumento de
las penas no produce efecto alguno, entonces habría que rebajarlas.
Francamente, creo que es preciso ser inflexible con la
delincuencia; que el criterio que debe guiarnos es que los delincuentes
deben ser fuertemente sancionados y hallarse en la cárcel, y que tal
ambiente responde a lo que se vive en Chile.
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DISCUSIÓN SALA
El Senador que habla, por lo menos, votará en contra del
informe, porque no se encuentra a favor de rebajar las penas ni de los
delitos que nos ocupan ni de otros.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Subsecretario
del Interior, con el acuerdo de la Sala.
El señor CORREA (Subsecretario del Interior).- Señor Presidente, en nombre
del Gobierno, agradezco a los señores Parlamentarios, en primer lugar,
por su inestimable aporte a un proyecto que sin duda perfeccionará los
mecanismos de combate a la delincuencia y tendientes a garantizar la
seguridad que los ciudadanos reclaman a este Hemiciclo y al Poder
Ejecutivo.
El esfuerzo ha consistido en establecer un sistema racional
de aumento de penas para los delitos que se cometan con armas, sea
por la vía de portarlas o de hacer uso de ellas. Ésa es la tónica de toda
la iniciativa y la que ha inspirado el trabajo de varias modificaciones
legales.
Quisiera solicitar, en nombre del Ejecutivo, que ese
propósito se pudiese conservar al resolver la única diferencia planteada
en la Comisión Mixta, con relación a un sistema racional de aumento de
penas, repito, que garantice su eficacia para poder combatir la
delincuencia.
La mantención del inciso segundo del artículo 450, como
pide el Senador señor Espina, es desprestigiar preceptos legales que,
en definitiva –lo sabemos todos-, caen en la absoluta ineficacia por
carecer de racionalidad. El establecimiento de una misma pena para un
hurto y un robo violento es algo que repugna a cualquier conciencia
jurídica. Y, cuando ello ocurre, la norma se torna inútil y pierde
prestigio la legislación, que es una forma, también, de poner en jaque
un ordenamiento que debe exhibir esta última característica para que
se pueda aplicar.
No estoy diciendo, señor Presidente, que las disposiciones
se acomoden al parecer de los jueces. Lo que se solicita es que los
sistemas de aumento de penas presenten la racionalidad suficiente,
reitero, para su vigencia.
En definitiva, se altera un conjunto de penas a través del
proyecto, y quisiera pedir, en nombre del Ejecutivo, que se apruebe lo
propuesto por la Comisión Mixta, para poder contar con un instrumento
eficaz en el combate a la delincuencia.
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DISCUSIÓN SALA
Muchas gracias.
El señor CHADWICK.- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor GAZMURI.- Antes de votar, tiene la palabra el Senador señor
Chadwick. Ruego a Su Señoría ser breve.
El señor CHADWICK.- Señor Presidente, comparto plenamente el criterio del
Honorable señor Espina en el sentido de que las penas sean drásticas,
sobre todo cuando se enfrentan los extremos a que ha llegado hoy la
acción delictual. Pero me parece que aquí podemos tener una
diferencia -y por ello favorecimos el acuerdo de la Comisión Mixta- de
carácter técnico.
A mi juicio, no se dispone una rebaja de pena respecto de
lo existente, sino que el juez se hallará obligado a aumentarla en un
grado con relación a delitos hoy más graves, lo cual puede traer como
resultado que exceda la sanción actual. Puede suceder que en ilícitos
menos graves ella sea inferior, pero en los más graves, al encontrarse
obligado al incremento –es decir, a cambiar el grado que se asigna-,
puede significar un agravamiento de la condena en la mayoría de esos
casos.
Y, por lo tanto, dado que en la Comisión Mixta es preciso
llegar a acuerdos para los efectos de que la legislación prospere y que
no siempre se aprueba lo que se quisiera, en todas las formas que se
quisiera, nos pareció –y por eso dimos nuestro asentimiento- un paso
significativo e importante, en la política de ir estableciendo penas más
severas para los delitos de que se trata, el considerar lo que implica
portar armas de fuego o armas blancas, aspecto muy grave.
Por ello concurrimos con nuestro acuerdo, dado que no
necesariamente se trata de una rebaja, sino que en los delitos más
graves puede significar un aumento, repito, lo cual importa un paso
adelante.
He dicho.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Cerrado el debate.
En votación.
El señor HOFFMANN (Secretario).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su
voto?
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DISCUSIÓN SALA
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba el informe de la Comisión Mixta por 24
votos contra 6.
Votaron por la afirmativa los señores Arancibia, Ávila,
Boeninger, Bombal, Canessa, Chadwick, Cordero, Frei (doña Carmen),
Gazmuri, Martínez, Matthei, Moreno, Muñoz, Naranjo, Núñez, Ominami,
Parra, Pizarro, Ruiz, Ruiz-Esquide, Silva, Vega, Viera-Gallo y Zaldívar
(don Andrés).
Votaron por la negativa los señores Espina, García,
Horvath, Orpis, Prokurica y Romero.
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OFICIO APROBACIÓN INFORME COMISIÓN MIXTA
4.5. Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen
Oficio aprobación Informe Comisión Mixta. Fecha 15 de Septiembre, 2004.
Cuenta en Sesión 45, Legislatura 351. Cámara de Diputados
Nº 24.193
A S. E. el
Presidente de la
Honorable Cámara de
Diputados
Valparaíso, 15 de Septiembre de 2.004.
Tengo a honra comunicar a Vuestra Excelencia que el
Senado ha dado su aprobación a la proposición formulada por la Comisión
Mixta constituida para resolver las divergencias suscitadas con ocasión de la
tramitación del proyecto de ley que modifica el Código Penal en materia de
uso y porte de armas, correspondiente al Boletín Nº 3.389-07.
Lo que comunico a Vuestra Excelencia en respuesta a
su oficio Nº 5136, de 7 de Septiembre de 2.004.
Devuelvo los antecedentes respectivos.
Dios guarde a Vuestra Excelencia.
HERNÁN LARRAÍN FERNÁNDEZ
Presidente del Senado
CARLOS HOFFMANN CONTRERAS
Secretario General del Senado
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OFICIO LEY AL EJECUTIVO
5. Trámite Finalización: Cámara de Diputados
5.1. Oficio de Cámara de Origen al Ejecutivo.
Oficio de Ley a S.E. El Presidente de la República, comunica texto aprobado por
el Congreso Nacional. Fecha 16 de Septiembre, 2004.
Oficio Nº 5171
A
S.E.
EL
PRESIDENTE DE
LA REPÚBLICA
Valparaíso, 16 de septiembre de 2004
Tengo a honra comunicar a V.E., que el Congreso Nacional
ha dado su aprobación al siguiente
PROYECTO DE LEY:
“Artículo 1°.- Introdúcense las siguientes modificaciones
en el Código Penal:
3)
En el artículo 12:
a) En la 6.ª circunstancia agravante, sustitúyese la coma
(,) que sucede a la palabra “sexo” por una “o” y elimínase la frase “o de las
armas”.
b) Agrégase la siguiente circunstancia agravante, nueva:
“20.ª Ejecutarlo portando armas de fuego o de aquellas
referidas en el artículo 132.”.
4)
Incorpórase el siguiente artículo 288 bis, nuevo:
“Artículo 288 bis.- El que portare armas cortantes o
punzantes en recintos de expendio de bebidas alcohólicas que deban
consumirse en el mismo local, sufrirá la pena de presidio menor en su grado
mínimo o multa de 1 a 4 UTM.
Igual sanción se aplicará al que en espectáculos públicos,
en establecimientos de enseñanza o en vías o espacios públicos en áreas
urbanas portare dichas armas, cuando no pueda justificar razonablemente su
porte.”.
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OFICIO LEY AL EJECUTIVO
3) Sustitúyese el inciso segundo del artículo 450, por el
siguiente:
“En los delitos de robo y hurto, la pena correspondiente
será elevada en un grado cuando los culpables hagan uso de armas o sean
portadores de ellas.”.
Artículo 2°.- Derógase el artículo 10 de la ley N° 12.927.”.
Dios guarde a V.E.
ANTONIO LEAL LABRÍN
Primer Vicepresidente de la Cámara de Diputados
CARLOS LOYOLA OPAZO
Secretario General de la Cámara de Diputados
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LEY
6. Publicación de ley en Diario Oficial
6.1. Ley N° 19.975
Tipo Norma
Fecha Publicación
Fecha Promulgación
Organismo
Título
:
:
:
:
Ley 19975
05-10-2004
28-09-2004
MINISTERIO DEL INTERIOR;
SUBSECRETARIA DEL INTERIOR
: MODIFICA EL CODIGO PENAL EN
MATERIA DE USO Y PORTE DE ARMAS
URL
:http://www.leychile.cl/N?i=231062&f=2004-10-05&p=
LEY NUM. 19.975
MODIFICA EL CODIGO PENAL EN MATERIA DE USO Y PORTE DE ARMAS
Teniendo presente que el H. Congreso Nacional ha dado su
aprobación al siguiente
Proyecto de ley:
"Artículo
1°.Introdúcense
modificaciones en el Código Penal:
las
siguientes
1) En el artículo 12:
a) En la 6.ª circunstancia agravante, sustitúyese la
coma (,) que sucede a la palabra "sexo" por una "o" y
elimínase la frase "o de las armas".
b) Agrégase la siguiente circunstancia agravante, nueva:
"20.ª Ejecutarlo portando armas de fuego o de aquellas
referidas en el artículo 132.".
2) Incorpórase el siguiente artículo 288 bis, nuevo:
"Artículo 288 bis.- El que portare armas cortantes o
punzantes en recintos de expendio de bebidas alcohólicas que
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LEY
deban consumirse en el mismo local, sufrirá la pena
presidio menor en su grado mínimo o multa de 1 a 4 UTM.
de
Igual sanción se aplicará al que en espectáculos
públicos, en establecimientos de enseñanza o en vías o
espacios públicos en áreas urbanas portare dichas armas,
cuando no pueda justificar razonablemente su porte.".
3) Sustitúyese el inciso segundo del artículo 450, por
el siguiente:
"En los delitos de robo y hurto, la pena correspondiente
será elevada en un grado cuando los culpables hagan uso de
armas o sean portadores de ellas.".
Artículo
N°12.927.".
2°.-
Derógase
el
artículo
10
de
la
ley
Y por cuanto he tenido a bien aprobarlo y sancionarlo;
por tanto promúlguese y llévese a efecto como Ley de la
República.
Santiago, 28 de septiembre de 2004.- RICARDO LAGOS
ESCOBAR, Presidente de la República.- José Miguel Insulza
Salinas, Ministro del Interior.- Luis Bates Hidalgo, Ministro
de Justicia.
Lo que transcribo a Ud. para su conocimiento.- Saluda
atte. a Ud., Jorge Correa Sutil, Subsecretario del Interior.
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ANEXO DOCUMENTOS
7. Anexo Documentos
7.1. Moción Parlamentaria
Moción del Señor don Sergio Fernández Fernández. Fecha 13 de junio, 2000.
Cuenta en Sesión 03. Legislatura 342.
Boletín Nº 2.510-07.
PROYECTO DE LEY QUE PROHIBE EL PORTE DE ARMAS BLANCAS.
Teniendo presente que, ha aumentado la comisión de delitos
cometidos por medio del uso de armas blancas, con secuelas de lesiones en las
personas y detrimento en el patrimonio de las mismas;
Que en estos hechos, según lo ha denunciado el señor
Gobernador de Magallanes, han sido protagonistas menores de edad y en
general personas que, amparados en la creencia popular de que el uso de tales
especies no se encuentran regulados por la ley, portan y usan tales elementos
sin justo motivo;
Que es un deber de la autoridad el cautelar el resguardo de la
seguridad pública, impidiendo el porte de elementos que faciliten la ejecución
de delitos contra las personas y las cosas;
Justo es destacar, que en la Provincia de Magallanes, en
especial la ciudad de Punta Arenas -que hasta hace poco tiempo gozaba de
bajos índices de delincuencia- ha padecido el incremento de delitos de esta
naturaleza, situación que en tiempos no muy lejanos, eran prácticamente
desconocidos;
Si bien la legislación que se propone, regula y sanciona
drásticamente los ilícitos que más adelante se crean, sé exceptúan de ellos a
las personas que integran las Fuerzas Armadas de Orden y Seguridad Pública,
exceptuando del mismo modo, a los que, por el ejercicio de actividades lícitas,
como son las que realizan los profesionales ligados a las actividades
agropecuarias, empleos u oficios de la misma naturaleza y todos aquellos que,
por trabajar en forma independiente y alejados de los centros urbanos,
requieren de elementos adecuados para el desarrollo de sus actividades y
propia subsistencia.
Por lo anterior, tengo el honor de proponer al H. Senado el
siguiente
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ANEXO DOCUMENTOS
PROYECTO DE LEY
Artículo primero: Créase el siguiente artículo 288 Bis:
"Artículo 288 Bis.- El que sin justo motivo portare armas
cortantes, punzantes o contundentes, sufrirá la pena de prisión en sus grados
medio a máximo o multa de 1 a 3 Unidades Tributarias Mensuales.
El que amenazare a otro y el que riñendo con otro las sacare,
será castigado con la penas de presidio menor en su grado mínimo.
En todo caso, se entenderá como justo motivo para portar las
especies indicadas en el inciso primero, el uso que hagan los integrantes de las
Fuerzas Armadas, de Carabineros de Carabineros de Chile, de la Policía de
Investigaciones, del Servicio de Vigilancia de Prisiones y demás Organismos
estatales autorizados por la ley y en el caso de particulares, cuando se
requiera para el ejercicio de una profesión, oficio, empleo o actividad, que por
su naturaleza, necesite contar con tales elementos.
En todos los casos, el juez podrá decretar el comiso de la
armas.
Artículo segundo: Deróganse los números 3 y 4 del artículo 494
del Código Penal.
Sergio Fernández Fernández
Senador
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