El futuro de la PAC después de 2013 - Copa

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El futuro de la PAC
después de 2013
El futuro de la PAC. ¿Qué está en juego?
Los principios y objetivos de la PAC después de 2013
Propuestas para la orientación de la PAC después de 2013
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El futuro de la Política Agrícola
Común
¿Qué está en juego?
El futuro de la PAC
después de 2013
Todos y cada uno de nosotros dependemos del buen funcionamiento de la
agricultura para garantizar el acceso a un abastecimiento de alimentos continuo
y estable, seguro para el consumo y de buena calidad.
Para los ciudadanos europeos también es de gran importancia que los alimentos
se produzcan siguiendo métodos que protejan nuestro paisaje, nuestro medio
ambiente, nuestros animales y la vida salvaje.
• El futuro de la PAC.
¿Qué está en juego?
• Los principios y
objetivos de la PAC
después de 2013
• Propuestas para la
orientación de la PAC
después de 2013
El mercado por sí sólo no alcanzará estos objetivos. Este es el papel de la Política
Agrícola Común. En los últimos años se han sucedido varias reformas de la PAC.
Dichas reformas han reforzado los requisitos en materia de seguridad alimentaria,
trazabilidad, protección medioambiental y bienestar de los animales en la UE.
Además, la agricultura se orienta ahora más al mercado, y se ha fomentado la
oferta de servicios adicionales por parte de los agricultores, en su papel como
gestores de las tierras.
Con su actividad económica, y con el apoyo de la PAC, los agricultores europeos
garantizan el abastecimiento alimentario y toda una serie de beneficios
públicos.
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En la actualidad, las medidas comprendidas en los dos pilares de la
PAC se financian con menos del 1% del gasto público de la UE. Ello
garantiza dos tipos de beneficios principales al público:
Beneficios acumulados por el total de la actividad
agrícola
garantizados principalmente a través de los instrumentos de
gestión del mercado y del pago a los agricultores de ayudas
directas contempladas en el primer pilar de la PAC
yyla seguridad del suministro alimentario para 500 millones de
consumidores, gracias al mantenimiento de la capacidad de producción
en toda la UE
yyuna mayor estabilidad del mercado para los consumidores y los
agricultores
yyuna producción sostenible que cumple con los requisitos más exigentes
del mundo en términos de seguridad alimentaria, trazabilidad,
protección medioambiental y bienestar de los animales
yyempleo y viabilidad económica para las zonas rurales - son casi 30
millones las personas que trabajan en explotaciones agrícolas; en total
más de 40 millones trabajan en la cadena alimentaria
yyla gestión de más de tres cuartas partes del territorio de la UE, siguiendo
métodos que preservan un medio rural agradable y un paisaje diverso
para los vecinos, los visitantes y los turistas.
Beneficios proporcionados por los agricultores en su
papel de gestores de las tierras, de manera voluntaria
y a cambio de pagos específicos,
que quedan garantizados en virtud de la sección Desarrollo
rural de la PAC (segundo pilar), que se ha reforzado
significativamente durante las últimas reformas de la PAC:
yymantenimiento de la producción en las zonas desfavorecidas
yymantenimiento de la biodiversidad - mantenimiento de las tierras de
pastoreo, los humedales, las turberas, las praderas secas, las acequias,
los setos, el monte bajo, los estanques, los muros de piedra en seco y los
caminos
yymantenimiento de los sistemas de producción/las inversiones poco
rentables pero de gran valor/beneficio natural (p.ej. los pastos naturales,
la silvicultura)
yygestión de la tierra y del agua, con el fin de reducir las inundaciones,
mejorar la capacidad de almacenamiento de las aguas subterráneas y
aumentar la resistencia frente a los incendios
yyoferta de nuevas fuentes de energía renovables
De cara al futuro, la UE se enfrenta a nuevos retos que hacen peligrar a muchos
de estos beneficios, en particular a aquellos proporcionados en el marco del
primer pilar.
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Los retos que acechan al sector
agrícola de la UE
El aumento de la inestabilidad de los mercados
Las medidas anteriormente previstas por la PAC para garantizar la estabilidad
del mercado se han ido desmantelando progresivamente. Por contrapartida,
la inestabilidad de los mercados va en aumento. Durante la crisis agraria de
2009 quedó claro, por desgracia, que las autoridades ya no disponen de las
herramientas necesarias para lidiar con las crisis graves. La renta agrícola cayó,
de media, en un 12%. Este fenómeno no debe repetirse.
Los agricultores de la UE se enfrentan a condiciones
desiguales a la hora de competir con las importaciones
Como respuesta a las preocupaciones de los ciudadanos, la UE ha optado
por un modelo agrícola más oneroso, que garantiza que toda la producción
cumple con criterios muy estrictos en materia de seguridad y sostenibilidad
(seguridad alimentaria, medioambiental, trazabilidad, bienestar de los animales,
biodiversidad). Ello sitúa a los productores de la UE en una desventaja competitiva
significativa en comparación con las importaciones. Al mismo tiempo, la UE está
siguiendo una política de fomento de las importaciones a través de la reducción
de aranceles.
La renta de los agricultores se deteriora
Si bien las recientes reformas han dado lugar a una agricultura más orientada
al mercado, no se ha conseguido mejorar la remuneración que los agricultores
obtienen del mismo. Incluso antes de la crisis de 2009, la renta de los
agricultores de la UE alcanzaba sólo la mitad de los ingresos medios del resto
de los sectores económicos. De media, dos tercios de dicha renta procede de los
pagos directos otorgados por la PAC para proporcionar los beneficios públicos ya
mencionados.
Los pagos que los agricultores reciben del primer pilar son de especial importancia,
puesto que representan, de media, casi la mitad de la renta de los agricultores de
la UE.
Los agricultores son ante todo empresarios, por lo que preferirían obtener del
mercado la mayor parte posible de su renta. Por consiguiente, se debe dar
prioridad al refuerzo del papel de producción económica de los agricultores, de
manera que puedan ganar una retribución justa del mercado.
Los nuevos retos que plantea el cambio climático
El aumento de la demanda mundial de alimentos, combinado con el incremento
de los fenómenos climáticos extremos y de la volatilidad del mercado, significará
que la seguridad del abastecimiento alimentario será una prioridad política para
los gobiernos del mundo entero. Será asimismo esencial explotar el potencial de
la agricultura de la UE para mitigar el cambio climático y aumentar la seguridad
energética gracias a la producción de energías renovables y a la captación del
carbono.
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Una Política Agrícola Común sólida y la salvaguardia de
su presupuesto -más crucial que nunca
Pocas son las prioridades que importen más al ciudadano europeo que la
salvaguardia, la seguridad y la estabilidad del abastecimiento alimentario, con
métodos que garanticen el uso sostenible de las tierras y la protección del medio
ambiente. Un sector agrícola dinámico y competitivo, que proporciona empleo
a casi 30 millones de personas, también debe desempeñar un papel primordial
en la nueva Estrategia UE 2020 para el empleo y el crecimiento. La PAC puede
también ayudar a los agricultores y a sus cooperativas a contribuir positivamente
a la lucha contra el cambio climático.
En el futuro, será más crucial que nunca contar con una PAC sólida, dotada de un
presupuesto adecuado, si se pretende que los agricultores sigan proporcionando
todos estos amplios beneficios y estén a la altura de los nuevos retos que acecharán
a la UE en los próximos años.
Es también extremadamente importante que cualquier ajuste en la PAC después
de 2013 refuerce la naturaleza común de esta política, a la par que se tiene en cuenta
la diversidad de la agricultura europea. Cualquier avance en la renacionalización
de la PAC daría origen a distorsiones de la competencia y socavaría el mercado
único y, por ende, el crecimiento y el empleo.
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Principios y objetivos de la PAC
después de 2013
La futura PAC debería basarse en los
siguientes principios:
yyel carácter vital del papel económico de los agricultores y de las agricultoras
– suministro de productos alimentarios básicos – y su papel más amplio en
el cumplimiento de los objetivos territoriales, ambientales y sociales de la
sociedad – la distinguen de los demás sectores económicos
yyla futura PAC debería reconocer que los agricultores y las agricultoras son
empresarios y desean poder obtener la mayor parte de su renta del mercado.
Sin embargo, también debería reconocerse claramente que los agricultores
y las agricultoras prestan toda una serie de servicios, algunos de los cuales
actualmente no son adecuadamente remunerados por el mercado y otros
nunca lo serán
yyla agricultura debería contribuir al refuerzo de la Unión Europea – la PAC
debe seguir siendo una política común con normas comunes para que no
se produzcan distorsiones de competencia en el mercado único de la UE,
teniendo en cuenta simultáneamente la diversidad de la agricultura europea
yyes necesaria la solidaridad financiera para garantizar una mayor cohesión
económica y social así como la integración de los 27 Estados miembros de la
UE y un mejor equilibrio rural/urbano.
Los objetivos de la nueva PAC:
yyproporcionar un marco estable para el desarrollo de la producción agrícola,
a través de un aumento de la productividad y de la competitividad, así
como para el adecuado funcionamiento del mercado, para garantizar la
independencia del suministro estratégico de la UE en todos sus sectores de
producción clave y asegurar a los consumidores un abastecimiento estable
de productos alimenticios sanos y seguros; pero también para permitir
que la UE pueda contribuir a satisfacer la creciente demanda de productos
alimentarios a escala mundial
yygarantizar el mantenimiento de la rica diversidad de producción de
productos alimentarios de alta calidad en las diferentes zonas rurales de la
UE y asegurar que los consumidores estén debidamente informados de los
productos alimentarios que compran
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yygarantizar que toda la producción se lleve a cabo siguiendo métodos que
protejan el medio ambiente (aire, suelo, agua), el bienestar de los animales y
la biodiversidad y que den su atractivo a las zonas rurales
yyoptimizar la contribución de la agricultura de la UE a la creación de
oportunidades económicas y de empleo en las zonas rurales de la UE
yypromover prácticas de gestión de las tierras que fomenten la biodiversidad, la
conservación del hábitat y de los recursos, teniendo en cuenta las condiciones
regionales específicas
yyasistir a los agricultores y a las agricultoras en sus esfuerzos de adaptación y
mitigación del impacto negativo del cambio climático
yygarantizar la contribución de la agricultura de la UE a la reducción de las
emisiones (CO2 ) y de la dependencia de la UE de las importaciones de
productos energéticos a través de la producción de recursos renovables no
alimentarios
yygarantizar un justo nivel de vida así como perspectivas a largo plazo a los
productores agrícolas, capaces de fomentar la instalación de las futuras
generaciones de agricultores y de agricultoras en el sector.
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Propuestas para la orientación
de la PAC después de 2013
Principales ajustes para la PAC
después de 2013
Los principales ajustes para la PAC deberían centrarse en:
‹‹ garantizar la seguridad y la estabilidad del abastecimiento alimentario,
reforzando para ello el papel de producción económica de los agricultores
‹‹ permitir que los agricultores obtengan una renta justa del mercado y contribuir
a que sigan proporcionando amplios servicios económicos, sociales y rurales
apreciados por la sociedad
‹‹ garantizar unas condiciones equitativas a todos los agricultores de la UE en
el mercado único
Ello requiere ajustes en los siguientes ámbitos:
yy un funcionamiento mejorado, más estable y trasparente, de los mercados
yy un refuerzo de la posición de los agricultores en la cadena alimentaria
yy medidas para mejorar la posición competitiva de los agricultores
yy el mantenimiento de los pagos directos contemplados en el primer pilar,
previa revisión de los tipos de pago
yy el mantenimiento de los pagos en concepto de zona desfavorecida y del apoyo
específico a los agricultores en casos bien definidos
yy más incentivos para los agricultores, de manera que puedan proporcionar
servicios rurales apreciados por la sociedad
yy el refuerzo de las medidas que permiten a los agricultores y a sus cooperativas
desempeñar un papel positivo de cara a los nuevos desafíos, particularmente
el cambio climático y la problemática del agua
yy una mayor coherencia entre la PAC y otras políticas relacionadas con la
misma
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El mantenimiento del presupuesto de la PAC será más crucial que
nunca si se desea que los agricultores sigan proporcionando amplios beneficios
económicos, sociales y rurales y enfrentándose a los retos que acecharán a la UE
en el futuro.
La solidaridad financiera, combinada con un presupuesto adecuado, es la
única forma de garantizar que la PAC se mantiene como una política común, sin
distorsiones a la competencia. La solidaridad financiera debería llevar a un trato
justo e igualitario de todos los agricultores, que considere las diferencias entre
sus circunstancias. Por consiguiente, la extensión de la cofinanciación resulta
inaceptable. La cofinanciación actual debería ser obligatoria, con el fin de evitar
las distorsiones a la competencia.
Debería suprimirse la modulación entre los dos pilares - deberían fijarse
las partidas presupuestarias para los principales elementos de la PAC durante
todo el periodo de las perspectivas financieras.
Es importante que todos los ajustes de la PAC pasen la prueba de la
“simplificación” desde el punto de vista del agricultor. Hasta ahora, la
mayor parte de los intentos de simplificación se han realizado en beneficio de la
administración y no de los agricultores.
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Propuestas específicas para los ajustes que
requiere la PAC después de 2013
Un funcionamiento mejorado, más estable y trasparente, de los
mercados
Deben mantenerse las ayudas ya existentes con el fin de estabilizar los mercados y la renta de
los agricultores (p. ej. los pagos directos y las escasas medidas de regulación del mercado y redes
de seguridad que siguen en pie tras el Chequeo). Sin embargo, habida cuenta del aumento de la
volatilidad del mercado, se requerirán nuevas medidas que garanticen una mayor estabilidad,
tanto al productor como al consumidor.
El Copa y la Cogeca consideran, por lo tanto, que se deberían examinar nuevas medidas; incluyendo
las siguientes:
‹‹ permitir a las organizaciones de productores la planificación de su producción y la
adaptación de la misma, en términos cuantitativos y cualitativos, a la demanda; concentrar
la oferta y comercializar las producciones de sus socios, así como optimizar los costes de
producción y estabilizar los precios en origen. Todo ello requiere una mejor coordinación
y aplicación de la actual ley de la competencia
‹‹ permitir que las organizaciones de productores y las organizaciones interprofesionales
contribuyan a la estabilidad del mercado gracias a los acuerdos sectoriales y a los contratos
de carácter voluntario
‹‹ deberían revisarse las medidas de seguro contempladas en el Chequeo para ayudar a los
agricultores afectados por las condiciones climáticas extremas y por las enfermedades,
para comprobar si se pueden superar los problemas de aplicación y, por consiguiente, si se
pueden extender dichas medidas a más Estados miembros
‹‹ medidas para ayudar a los productores a soportar las crisis de mercado (por ejemplo, el
establecimiento de una red de seguridad para la renta o los sistemas de seguro que cubran
la pérdida de renta o de ingresos; el desarrollo de los mercados de futuros/contratos)
‹‹ instar a los Estados miembros a que mejoren las medidas fiscales que se aplican a los
agricultores (por ejemplo, para que sus impuestos puedan calcularse sobre los niveles de
renta durante un periodo de varios años) y a que faciliten el acceso al crédito.
Se necesitan urgentemente medidas para mejorar la transparencia, proporcionando a los
agricultores información actualizada sobre el mercado, particularmente en lo que respecta a los
márgenes y a la transmisión de precios en la cadena de valor del sector alimentario. Ello les
ayudaría no sólo a operar de manera más eficaz, sino también a obtener una retribución más
justa.
El aumento de la transparencia del mercado gracias al refuerzo de la política de calidad y de
etiquetado, incluyendo la protección de las indicaciones geográficas como parte de los acuerdos
comerciales, supondrá también un gran beneficio tanto para el consumidor como para el productor.
De esta manera, los consumidores podrán escoger de manera más informada y, asimismo, los
productores estarán más motivados para mantener la tradición cultural en la producción y para
mejorar la calidad.
Es también esencial garantizar que todas las importaciones cumplen con los requisitos
comunitarios en materia de seguridad alimentaria y trazabilidad. Asimismo, se deben conseguir
condiciones más igualitarias entre los productos de la UE y las importaciones, en lo que respecta
al cumplimiento de otros requisitos.
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Refuerzo de la posición de los agricultores en la cadena
alimentaria
Si se desea que los agricultores obtengan una mayor proporción de su renta del
mercado, es crucial reforzar su posición en el seno de la cadena alimentaria. Los
13,4 millones de agricultores que hay en la UE se encuentran en una posición
extremadamente débil a la hora de negociar con unos pocos gigantes del
suministro, la transformación y la distribución. Ello supone que el valor añadido
que aportan los agricultores en la explotación (p. ej. los pastos para el ganado)
se recompensa con precios muy inferiores a los del valor añadido proporcionado
por otros actores de la cadena alimentaria.
Se proponen las siguientes medidas: ‹‹ el refuerzo de las organizaciones de productores, de entre las cuales
las cooperativas son la forma jurídica predominante (p. ej. a través
del desarrollo de nuevas organizaciones de productores y del refuerzo
del apoyo para ayudar a las agrupaciones existentes en la mejora de la
transformación y la comercialización)
‹‹ el establecimiento de códigos de conducta propios a la cadena alimentaria,
con el fin de proteger a los agricultores de las malas prácticas (como
la morosidad, las ventas a pérdida) y la promoción, entre los socios de
la cadena alimentaria, de acuerdos de autorregulación basados en un
“Código de derechos”
‹‹ permitir la colaboración y la fusión de las organizaciones de productores/
cooperativas (tanto dentro de un Estado miembro como más allá de sus
fronteras) en virtud de normas comunes de competencia
‹‹ la revisión actual de la política de promoción debería dar lugar a una
promoción más sólida de los productos de la UE en particular. Se deberían
estudiar nuevas medidas como el uso de créditos a la exportación, con
arreglo a las normas de la OMC
‹‹ un defensor del pueblo de la UE para supervisar los códigos de conducta y
otros acuerdos voluntarios, además de ejercer de árbitro de las diferencias
dentro de la cadena alimentaria
‹‹ un incentivo para que los agricultores desarrollen mercados locales/de
productores, como un instrumento adicional que les acerque de manera
más directa a los consumidores y que reduzca los intermediarios y los
costes de transporte; además de las emisiones.
El refuerzo de la posición de los agricultores en la cadena alimentaria se tratará
con más detalle en un documento específico.
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Medidas para mejorar la posición competitiva de los
agricultores
La mejora de la competitividad de los agricultores y de las cooperativas será
crucial para que éstos puedan obtener una mayor proporción de su renta del
mercado, especialmente de cara a los nuevos desafíos que nos aguardan; en
particular el cambio climático. Ello requiere una mejora significativa y un
refuerzo de las medidas existentes para ayudar a los agricultores a ser más
competitivos (actualmente dentro del eje 1 del segundo pilar).
Además, debería considerarse la estandarización de las medidas de
competitividad a escala de la UE para garantizar una aplicación más
equitativa y coherente en toda la Unión. Actualmente este tipo de medidas
están contempladas en el eje 1 del segundo pilar de la PAC, que reagrupa
aquellas medidas que requieren un alto grado de subsidiariedad a escala
regional, para lidiar con las diferencias de una región a otra. Este aspecto
es muy relevante en el caso de las medidas agroambientales del eje 2 del
segundo pilar, mientras que no lo es tanto en el caso de las medidas para
mejorar la competitividad. Además, el hecho de que las regiones y los Estados
miembros tengan la potestad de adoptar presupuestos para las medidas de
competitividad que varían enormemente entre sí aumenta las posibilidades
de distorsión; tanto dentro de un mismo país como entre Estados miembros.
Como resultado de ello, a algunos agricultores y a algunas cooperativas se les
niega un apoyo muy necesario.
Es extremadamente importante que las medidas encaminadas a la mejora de la
competitividad tengan el respaldo de la política comunitaria de investigación.
Teniendo en cuenta que la demanda mundial de alimentos se duplicará de
aquí a 2050, una de las prioridades de la política I+D de la UE debería ser
encontrar la manera de mantener un aumento de la productividad agrícola
de cara al cambio climático y al incremento de la problemática del agua.
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El futuro de los pagos directos
Los pagos directos del primer pilar permiten a los agricultores de la UE
proporcionar toda una serie de beneficios públicos como resultado de su actividad
agrícola; beneficios que son valorados por la sociedad pero que en la actualidad el
mercado no remunera y, en muchos casos, nunca lo hará:
‹‹ la seguridad del suministro alimentario para 500 millones de
consumidores, gracias al mantenimiento de la capacidad de producción
en toda la UE
‹‹ una mayor estabilidad del mercado para los consumidores y los
agricultores
‹‹ una producción sostenible que cumple con los requisitos más exigentes
del mundo en términos de seguridad alimentaria, trazabilidad, protección
medioambiental y bienestar de los animales
‹‹ empleo y viabilidad económica para las zonas rurales - son casi 30 millones
las personas que trabajan en explotaciones agrícolas; en total más de 40
millones trabajan en la cadena alimentaria
‹‹ la gestión de más de tres cuartas partes del territorio de la UE, siguiendo
métodos que preservan un medio rural agradable y un paisaje diverso
para los vecinos, los visitantes y los turistas
Habida cuenta del bajo nivel de las rentas agrícolas medias (alrededor de la mitad
de los ingresos medios del resto de los sectores económicos), es evidente que, en
ausencia de otros instrumentos adicionales de apoyo, un recorte del pago directo
por explotación contemplado en el primer pilar tendría graves consecuencias
para la capacidad de los agricultores de proporcionar estos beneficios. De hecho,
un informe recientemente publicado por la Comisión (Scenar 2020 II) apunta a
que un recorte de dichos pagos llevaría a una disminución enorme del número
de agricultores, al abandono de las tierras y a la intensificación y concentración
de la producción restante en determinadas zonas. Ello entrañaría un deterioro
social y estructural en las zonas rurales, una pérdida importantísima de empleos
y el fin de la ambición europea de combinar una agricultura competitiva con la
sostenibilidad de las zonas rurales.
Por consiguiente, el presupuesto para otorgar estos pagos es esencial y debe
mantenerse.
Teniendo en mente que el objetivo de los pagos directos contemplados en
el primer pilar es garantizar una serie de bienes públicos relacionados con la
actividad agrícola, como ya se dijo anteriormente, cualquier ajuste futuro en
la forma de los pagos directos debería tomar en consideración la necesidad de
garantizar que los beneficiarios sean los agricultores en activo, ya sea a tiempo
parcial o completo, en lugar de los propietarios de tierras sin actividad agrícola.
En lo relativo a la forma de los pagos directos, con el fin de garantizar un trato
justo y equitativo de los agricultores de la UE, se debería prestar consideración al
ajuste del pago directo sobre la base de criterios con un objetivo común. Dichos
criterios deberían permitir a los Estados miembros la posibilidad de considerar
las diversas condiciones que se dan en el país, respetando a la par la necesidad de
evitar un sistema de pagos farragoso y complejo.
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El mantenimiento de los pagos en concepto de zona
desfavorecida y del apoyo específico a los agricultores
en casos bien definidos
Las medidas actuales para las zonas desfavorecidas y de montaña seguirán siendo
una parte esencial de la PAC después de 2013. Además, deben continuarse las
medidas en la línea del artículo 68, para ayudar a los sectores y a las regiones
vulnerables. Con el fin de evitar las distorsiones a la competencia, deberán
limitarse las ayudas a los sectores vulnerables.
Más incentivos para los agricultores, de manera que
puedan proporcionar servicios rurales apreciados por la
sociedad
Los agricultores y los silvicultores gestionan más de tres cuartas partes de las
tierras de la UE y, por lo tanto, son los más indicados para proporcionar servicios
rurales adicionales, valorados por la sociedad. En la actualidad los agricultores y
los propietarios forestales sólo son capaces de compensar los costes adicionales
o la pérdida de renta que conllevan dichos servicios públicos, por lo que no existe
incentivo financiero alguno para emprender el trabajo adicional que suponen. Si
se desea dar respuesta a esta demanda de la sociedad, dichos servicios deberían
considerarse como una actividad empresarial y recompensarse debidamente.
Los agricultores pueden también desempeñar un papel importante en la mitigación
del cambio climático, gracias a su función como gestores de las tierras.
El refuerzo de las medidas que permiten a los
agricultores y a las cooperativas desempeñar un papel
positivo de cara a los nuevos retos, particularmente el
cambio climático y la problemática del agua
La PAC después de 2013 debería profundizar y reforzar las medidas específicas
introducidas en el Chequeo para lidiar con los nuevos retos que acechan a la UE.
Este enfoque sería mucho más eficaz que la creación de una sección especial de
la PAC para el cambio climático.
Por consiguiente, deberían desarrollarse más las medidas para mejorar la
competitividad en la agricultura, con el fin de ayudar a los agricultores a
adaptarse al cambio climático y a mitigarlo (incluyendo las medidas para mejorar
la eficiencia en el uso del agua). Asimismo, habría que reforzar la formación
y la asesoría, de manera que se garantice la transferencia de conocimientos en
materia de investigación e innovación hasta la explotación.
Con los incentivos adecuados, los agricultores tienen el potencial para prestar
una contribución importante a la mitigación del cambio climático, a través de
la oferta de servicios rurales en su función de gestores de las tierras (por ej. la
gestión dela gua para reducir las inundaciones, la mejora del almacenamiento
subterráneo de las aguas, el aumento de la resistencia ante los incendios) y de la
captación del carbono.
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Debería garantizarse asimismo que se saca el máximo partido a la contribución
de los agricultores y de las cooperativas a la reducción de las emisiones y a la
seguridad energética, gracias a la producción de energías renovables (energía,
fibras, productos químicos).
Coherencia entre la PAC y otras políticas de la UE
Es necesario contar con una coherencia mucho mayor entre las políticas de la
UE. Los siguientes aspectos son de particular importancia para la agricultura:
Política comercial: la UE debería garantizar que, a la hora de negociar los
acuerdos comerciales, cualquier concesión en materia de agricultura se asocie
con el requisito de que las importaciones cumplan con normas medioambientales
y de bienestar de los animales equivalentes a las que se aplican en la UE.
Cambio climático, medio ambiente e investigación: está en general
reconocido que uno de los principales desafíos mundiales de las próximas décadas
será garantizar la seguridad del suministro alimentario para la población mundial;
y ello de manera sostenible. Dicho desafío debe ser prioritario en las políticas de
la UE en materia de cambio climático, medio ambiente e investigación.
Política de competencia: es necesario que la UE y los Estados miembros
revisen su política de competencia para garantizar que su aplicación favorece, en
lugar de trabar, la competitividad y la estabilidad de la agricultura de la UE. En
particular, la aplicación de las normas de la competencia que se imponen a las
agrupaciones agrícolas, como las cooperativas, debería ser la misma para toda la
UE y debería permitir la fusión de dichas agrupaciones, tanto dentro del Estado
miembro como más allá de sus fronteras. Además, los agricultores deberían
poder debatir sobre el desarrollo del mercado y establecer marcos contractuales
con otros operadores de la cadena alimentaria; lo cual les permitiría gozar de una
mayor estabilidad y de una mayor proporción del valor añadido.
Política regional: teniendo en mente que los agricultores y los silvicultores
gestionan más de tres cuartas partes del territorio de la UE, el desarrollo rural
debería mantenerse como parte de la PAC. La política regional de la UE debería
ser coherente con los objetivos de la PAC en el ámbito del desarrollo rural.
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EL COPA Y LA COGECA:
LA VOZ DE LOS AGRICULTORES EUROPEOS Y DE LAS COOPERATIVAS
AGROALIMENTARIAS
El Copa-Cogeca es la voz unida de los agricultores y de las cooperativas
agroalimentarias de la UE. Juntos, actúan a favor de la sostenibilidad, innovación
y competitividad de la agricultura de la UE, garantizando la seguridad del
abastecimiento de productos alimenticios a 500 millones de ciudadanos europeos.
El Copa representa a más de 13 millones de agricultores y a sus familias, mientras
la Cogeca representa los intereses de 38.000 cooperativas agrarias. Juntos,
reagrupan en su seno a 77 organizaciones procedentes de los diversos Estados
miembros de la UE.
61, Rue de Trèves
B - 1040 Bruxelles
Telephone 00 32 (0) 2 287 27 11
Telefax 00 32 (0) 2 287 27 00
www.copa-cogeca.eu
PR(10)3360
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