Temario Módulo 2.8

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2.8. PREVENCIÓN DE LA DELINCUENCIA Y EL TRÁFICO DE INMIGRANTES
CLANDESTINOS.
2.8.1 INFORMACIÓN GENERAL.
2.8.2 IMPLICACIONES PARA LOS CONDUCTORES.
2.8.3 MEDIDAS DE PREVENCIÓN.
2.8.4 LISTA DE COMPROBACIONES.
2.8.5 LEGISLACIÓN SOBRE LA RESPONSABILIDAD DE LOS TRANSPORTISTAS.
2.8.1 INFORMACIÓN GENERAL.
El tratamiento de la delincuencia en con el transporte puede tener diversos enfoques,
en el presente tema se tendrá en cuenta lo siguiente:
1.- Cuando el vehículo es utilizado como instrumento activo del delito.
La Ley Orgánica del Código Penal español se refiere a este uso, fundamentalmente,
en los llamados delitos contra la seguridad del tráfico, como son la conducción de
vehículos a motor bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias
psicotrópicas o de bebidas alcohólicas, y la conducción de vehículos a motor con
temeridad manifiesta poniendo en peligro la vida o la integridad de las personas.
2.- Cuando los vehículos y sus elementos, o sus conductores y ocupantes, o las
mercancías que transporten se convierten en víctimas del delito. Así podemos
enumerar los siguientes hechos delictivos o situaciones de inseguridad:
– La sustracción de los propios vehículos.
– La apropiación de la mercancía de camiones o furgones, sobre todo la ejercida con
extrema violencia por bandas de delincuencia organizada aprovechando sobre todo
el tiempo de descanso de los conductores.
– Los actos vandálicos dirigidos contra los vehículos o algunos de sus elementos,
sobre todo como consecuencia de la llamada violencia callejera o terrorismo
callejero, o para amedrentar, coaccionar o amenazar a sus propietarios o a sus
conductores.
– Los hurtos, altercados e incluso agresiones producidos contra los conductores y
pasajeros de determinadas líneas de autobuses.
3.- Implicación del propio transporte, en el tránsito, voluntario o involuntario, de
materias y personas que tengan su entrada prohibida en España o en cualquier otro
país o, lo que es lo mismo, el contrabando y la inmigración clandestina.
1
2.8.2 IMPLICACIONES PARA LOS CONDUCTORES.
DELITOS DERIVADOS DE LA CONDUCCIÓN DEL VEHÍCULO
Los denominados delitos contra la seguridad vial estregulados en el Capítulo IV,
Título XVII del Libro II de la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código
Penal (en adelante CP.
La conducción de un vehículo a motor o ciclomotor es un elemento esencial en todos
estos tipos de delitos, por lo que es sujeto activo de estos delitos la persona que
conduzca un vehículo a motor en las circunstancias que los distintos tipos penales
prohíbe4 .
Como en el Código Penal no se define el concepto de conductor hay que ir al a
normativa de Tráfico, en ella, conductor no es sólo la persona que maneja el
mecanismo de dirección o va al mando de un vehículo, si no que en vehículos que
circulen en función de aprendizaje de la conducción, será conductor la persona que
está a cargo de los mandos adicionales.
En cuanto a la acción de conducir, la jurisprudencia ha declarado que para que
exista conducción, es necesario que se ponga en marcha el motor y que el
desplazamiento se efectúe a impulsos. Parece ser que deslizar un automóvil por una
pendiente acentuada durante un buen trecho utilizando mandos de dirección y sin
poner el motor en marcha no entraría dentro de ese concepto de conducción.
Delito de exceso de velocidad:
Art. 379. 1 CP:
"El que condujere un vehículo de motor o un ciclomotor a velocidad superior en
sesenta kilómetros por hora en vía urbana o en ochenta kilómetros por hora en vía
interurbana a la permitida reglamentariamente, será castigado con la pena de prisión
de tres a seis meses o a la de multa de seis a doce meses y trabajos en beneficio de
la comunidad de treinta y uno a noventa días, y, en cualquier caso, a la de privación
del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y
hasta cuatro años".
El delito ya existe por el hecho de conducir un vehículo a velocidad superior en
sesenta kilómetros por hora en vía urbana o en ochenta kilómetros por hora en vía
interurbana a la permitida reglamentariamente.
No exige que se demuestre la existencia de un peligro concreto ni la necesidad un
resultado de daños o lesiones por ejemplo.
En la descripción del delito se hace referencia al lugar por donde ha de realizarse la
conducción, vía urbana o interurbana. Aunque no se mencione expresamente en la
norma penal, como regla general se entiende que la conducción ha de realizarse en
las vías objeto de la LSV , es decir, vías que puedan ser utilizadas por una pluralidad
de usuarios, comprendiendo también los accesos y servicios de la misma. La
jurisprudencia ha excluido los caminos de uso exclusivamente privado, garajes y
zonas privadas valladas.
El exceso de velocidad debe producirse sobre la "permitida reglamentariamente”; ello
implica que la norma penal tiene de partir del cumplimiento de las obligaciones sobre
señalización de los arts. 53 a 58 del RDL 339/90 y 131 a 173 del Real Decreto
1428/2003, de 21 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento General de
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Circulación (en adelante RGC). Por eso, si la señalización se ha instalado
antirreglamentariamente, carece manifiestamente de objeto o por su estado de
deterioro u otras circunstancias induce de modo claro a confusión o su ubicación
perjudica gravemente la visibilidad, siempre con ponderación de las circunstancias
concurrentes, no se considerará que ha habido delito por parte de la Fiscalía.
Delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas, drogas tóxicas,
estupefacientes o sustancias psicotrópicas.
Art. 379.2 CP:
"Con las mismas penas será castigado el que condujere un vehículo de motor o
ciclomotor bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias
psicotrópicas o de bebidas alcohólicas. En todo caso será condenado con dichas
penas el que condujere con una tasa de alcohol en aire espirado superior a 0,60 mg/l
o con una tasa de alcohol en sangre superior a 1,2 g/l."
Tampoco en este caso se exige la demostración de una puesta en peligro concreto
(delito de peligro abstracto), bastando solamente con la conducción del vehículo bajo
los síntomas de la ingestión de drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias
psicotrópicas o de bebidas alcohólicas, o con la tasa objetivada de alcoholemia.
Tampoco es necesario la producción de un resultado lesivo.
La tasa objetivada de alcoholemia, la conducta típica consiste en conducir un
vehículo a motor o ciclomotor con una tasa de alcohol en aire espirado superior a
0,60 mg/l o superior a 1,2 g/l en sangre.
En consecuencia, este delito se comete por la mera constancia de la concurrencia en
el conductor de la tasa objetivada, superior a 0,60 mg/l de alcohol en aire espirado o
superior a 1,2 g/l en sangre, mediante el procedimiento legalmente establecido de
verificación de alcoholemia.
Este delito conlleva que las pruebas de detección alcohólica pasen a tener un
carácter esencial en la prueba del delito, pues la tasa de alcohol es un elemento del
tipo delictivo por lo que tienen que de realizarse con etilómetros oficialmente
autorizados.
La nueva fórmula de la tasa objetivada de alcoholemia no despenaliza las
conducciones con tasas inferiores a 0,60 mg/l en aire espirado, pudiendo ser de
aplicación el tipo de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas. En este
caso sí que debe existir una clara influencia de las bebidas alcohólicas en la
conducción, de manera que afecten negativamente a las condiciones físicas y/o
psíquicas del conductor. Para que el delito exista, es preciso que se pueda
demostrar que la conducción se efectuaba bajo la influencia del alcohol o de
cualquier otra de las sustancias legalmente previstas, de manera que suponga una
indudable alteración de sus facultades psicofísicas del conductor. La disminución de
las facultades psicofísicas varía de un sujeto a otro, por lo que tiene que demostrarse
que la ingestión de alcohol o de dichas sustancias ha producido efectos sobre la
capacidad de conducir concreto.
En este caso, la prueba de alcoholemia tiene una especial importancia en cuanto
arroja el grado de impregnación alcohólica. Sin embargo, sus resultados sólo
servirán de presunciones o indicios que habrán de valorarse conjuntamente con
otras pruebas que permitan demostrar el efecto de las bebidas alcohólicas o de otras
sustancias en la conducción. De hechos los tribunales han dicho que para la
existencia de este delito, la previa práctica de la prueba de alcoholemia ni es la única
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prueba que pueda fundamentar una condena ni es una prueba imprescindible para
su existencia.
La Instrucción 3/2006 de la Fiscalía General del Estado, establece que "por encima
de la tasa de 0,4 mg/l en aire espirado, se ejercerá normalmente la acción penal en
función de los signos de embriaguez y de las anomalías en la conducción. Aún
cuando éstas últimas no concurrieren, puede ejercitarse la acción penal en los casos
de claros signos o síntomas, siempre con una adecuada valoración de las
circunstancias. Por debajo de 0,40 mg/l en aire espirado y con idéntica ponderación,
se hará sólo de modo excepcional."
Delito de conducción temeraria.
Art. 380 CP:
1.
El que condujere un vehículo a motor o un ciclomotor con temeridad
manifiesta y pusiere en concreto peligro la vida o la integridad de las personas será
castigado con las penas de prisión de seis meses a dos años y privación del derecho
a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta seis
años.
2.
A los efectos del presente precepto se reputará manifiestamente temeraria la
conducción en la que concurrieren las circunstancias previstas en el apartado
primero y en el inciso segundo del apartado segundo del artículo anterior.
La conducción temeraria exige la demostración de efectiva situación de puesta en
peligro concreto para la vida o la integridad de las personas (delito de peligro
concreto). La comisión de este delito exige un doble elemento: la conducción con
temeridad manifiesta y la puesta en concreto peligro de la vida o integridad de las
personas.
a) Temeridad manifiesta.
Los tribunales consideran que conduce con "temeridad manifiesta", quien incurre en
la más grave infracción de las normas de cuidado formalizadas en la Ley de Tráfico
(Sentencia del Tribunal Supremos -en adelante STS- 561/2002) o, lo que es lo
mismo, quien lo hace con notoria desatención a las normas reguladoras del tráfico
(STS 2251/2001). También consideraba el Tribunal Supremo que la conducción
temeraria es manifiesta cuando es valorable con claridad, notoria o evidente para el
ciudadano medio.
Dentro del concepto de temeridad manifiesta, queda ahora incluido por mandato del
propio artículo la conducción en la que concurren, aisladamente consideradas, las
conductas de los tipos de los arts. 379.1 y 379.2 inciso 2 CP, pero no excluye otras
modalidades que supongan una vulneración patente y grave de las más elementales
reglas de tráfico viario. Es decir, no quiere decir que sólo hay temeridad manifiesta
cuando concurran la conducción con los excesos de velocidad punibles ya
mencionados y con la tasa objetivada de alcohol. Estas conductas por sí mismas
constituyen un peligro para la seguridad del tráfico pero cuando creen una situación
de peligro concreto se convierten en conductas de temeridad manifiesta.
Así pues, la simple conducción un vehículo a velocidad superior en sesenta
kilómetros por hora en vía urbana o en ochenta kilómetros por hora en vía
interurbana a la permitida reglamentariamente y con una tasa de alcohol en aire
espirado superior a 0,60 miligramos por litro o con una tasa de alcohol en sangre
superior a 1,2 gramos por litro, no puede ser considerada por sí sola constitutiva de
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un delito de conducción temeraria. Pero si dichas circunstancias van acompañadas
de la existencia de un peligro concreto de la vida o integridad física de las personas,
los hechos deberán de ser calificados como un delito de conducción temeraria del
art. 380 CP.
b) Poner en concreto peligro para la vida o la integridad de las personas.
La consideración de este delito requiere la existencia de un peligro concreto, que
debe ser efectivo y constatable para la vida o integridad física de personas
concretas, distintas del conductor.
En relación con este delito conviene recordar la Circular 1/2006 de la Fiscalía
General del Estado, considera que idea de peligro debe extenderse a los
acompañantes y que se considerarán víctimas del celito, salvo que sean partícipes
del delito, por ejemplo, a título de inductores, por haber animado o incitado al
conductor a conducir el vehículo vulnerando las normas elementales del tráfico
viario, en cuyo caso no cabrá la apreciación de dicho elemento típico.
La STS 561/2002, de 1 de abril afirma: "La conducción temeraria es, en principio, un
ilícito administrativo (...). No obstante, cuando la temeridad es manifiesta, es decir,
patente, clara y con ella se pone en concreto peligro la vida o la integridad de las
personas, el ilícito se convierte en penal y da lugar al delito previsto en el art. 381 CP
(ahora 380). Conduce temerariamente un vehículo de motor quien incurre en la más
grave infracción de las normas de cuidado formalizadas en la Ley de Tráfico. Siendo
así que la temeridad que integra la infracción administrativa es, en principio, la
misma que la que integra el delito. La diferencia entre una y otro está en que en el
delito la temeridad es notoria o evidente para el ciudadano medio y además crea un
peligro efectivo, constatable para la vida o la integridad física de personas
identificadas o concretas distintas del conductor temerario.
Delito de conducción temeraria con manifiesto desprecio por la vida de los
demás.
Art. 381 CP:
1. Será castigado con las penas de prisión de dos a cinco años, multa de doce a
veinticuatro meses y privación del derecho a conducir vehículos a motor y
ciclomotores durante un período de seis a diez años el que, con manifiesto desprecio
por la vida de los demás, realizare la conducta descrita en el artículo anterior.
La diferencia con el delito anterior puede estar en que cuando se conduce con
manifiesto desprecio por la vida de los demás es que se está asumiendo y
aceptando el probable resultado lesivo.
Delito de negativa a someterse a las pruebas legalmente establecidas para la
comprobación de las tasas de alcoholemia y la presencia de drogas tóxicas,
estupefacciones o sustancias psicotrópicas.
Art. 383 CP:
"El conductor que, requerido por un agente de la autoridad, se negare a someterse a
las pruebas legalmente establecidas para la comprobación de las tasas de
alcoholemia y la presencia de las drogas tóxicas, estupefacientes y sustancias
psicotrópicas a que se refieren los artículos anteriores, será castigado con la penas
de prisión de seis meses a un año y privación del derecho a conducir vehículos a
motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años".
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Es un tipo de delito de peligro abstracto, ya que tampoco exige la demostración de
una puesta en peligro concreto, bastando solamente la negativa a someterse a las
pruebas, e igualmente de un delito de mera conducta o simple actividad que se
caracterizan por la consumación instantánea en cuanto se realiza la conducta
descrita en el artículo, sin necesidad de ulterior resultado.
Es delito la negativa abierta a someterse a las pruebas legalmente establecidas en
todos los casos, aún cuando el conductor requerido no presente síntomas de haber
ingerido alcohol o drogas tóxicas, estupefacientes y sustancias psicotrópicas, o no
haya cometido irregularidad alguna.
Según loa tribunales, se requiere para su apreciación la concurrencia de los
siguientes requisitos:
1º Requerimiento expreso por parte del agente de la autoridad, a someterse a las
pruebas legalmente previstas para la detección de drogas tóxicas, estupefacientes,
sustancias psicotrópicas o de bebidas alcohólicas.
2º Que se haga el requerimiento al particular formalmente, de modo personal y
directo, con el apercibimiento de poder incurrir en un delito de desobediencia grave
previsto y penado en el art. 383 CP.
3º Negativa a someterse a dichas pruebas, debiendo el requerido no acatar la orden,
oponiéndose consciente y reiteradamente a su cumplimiento, con ánimo de
desprestigio del principio de autoridad.
Las pruebas de alcoholemia están reguladas administrativamente en los arts. 12 Ley
SV y 20 a 26 RGC; se practican por los agentes encargados de la vigilancia de
tráfico y consisten, normalmente, en la verificación del aire espirado mediante
etilómetros que, oficialmente autorizados, determinan de forma cuantitativa el grado
de impregnación alcohólica de los interesados (art. 22.1 RGC).
El art. 12.2 LSV y 21 RGC establecen que "quedan obligados a someterse a las
pruebas que se establezcan". Y el art. 23.1 RGC dice: "el agente someterá al
interesado, para una mayor garantía y a efecto de contraste, a la práctica de una
segunda prueba de detección alcohólica por el aire espirado".
Es claro el carácter obligatorio de ambas pruebas. La segunda prueba no es, por
tanto, un derecho del interesado que puede ejercer según su voluntad. Ambas
pruebas son obligatorias y están orientadas a garantizar el acierto en el resultado.
Por eso la negativa a someterse a cualquiera de ellas es constitutiva de este delito.
El carácter voluntario corresponde, en realidad, a las analíticas de sangre y a las
demás previstas en el art. 12.2 LSV y 23.3 RGC.
En relación con este tema, la Circular 10/2011 de la Fiscalía General del Estado dice
textualmente: "deberá ejercitarse la acción penal en los supuestos de negativa
abierta a la práctica de una de las dos pruebas de detección de alcohol en aire
espirado. Asimismo cuando el conductor se niegue a someterse a las dos pruebas y
solicite la analítica de sangre".
En cuanto a las pruebas de drogas están reguladas administrativamente en los arts.
12 LSV, 27 y 28 RGC, en los que se establece que consistirán normalmente en el
reconocimiento médico de la persona obligada y en los análisis clínicos que el
médico forense u otro titular experimentado, o personal facultativo del centro
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sanitario o instituto médico al que sea trasladada aquélla, estimen más adecuados
(art. 28.1 a RGC).
El art. 796.7º de la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece que: "Las pruebas para
detectar la presencia de drogas tóxicas, estupefacientes y sustancias psicotrópicas
en los conductores de vehículos a motor y ciclomotores serán realizadas por agentes
de la policía judicial de tráfico con formación específica. Cuando el test indiciario
salival, al que obligatoriamente deberá someterse el conductor, arroje un resultado
positivo o el conductor presente signos de haber consumido las sustancias referidas,
estará obligado a facilitar saliva en cantidad suficiente, que será analizada en
laboratorios homologados, garantizándose la cadena de custodia".
Dada la complejidad de la prueba y de los conocimientos sobre drogas tóxicas y su
influencia en la conducción, la normativa exige formación especializada.
Sobre los conductores se imponen dos claras obligaciones. La primera es la relativa
al test salival, "al que obligatoriamente deberá someterse el conductor". La segunda
obligación es a la facilitación de saliva en cantidad suficiente cuando "arroje un
resultado positivo o el conductor presente signos de haber consumido las sustancias
referidas".
En consecuencia, será considerado constitutivo de delito del art. 383 CP las
siguientes conductas:
a.
Negativa a someterse al test indiciario salivar.
b.
Negativa a facilitar saliva en cantidad suficiente cuando el resultado del test
indiciario sea positivo o haya signos de haber consumido sustancias estupefacientes.
c.
o Negativa a someterse al reconocimiento médico siempre que éste haya sido
debidamente acordado.
Delito de conducción tras la pérdida de vigencia del permiso o licencia por
pérdida total de los puntos asignados legalmente.
Art: 384 CP, primer párrafo:
"El que condujere un vehículo de motor o ciclomotor en los casos de pérdida de
vigencia del permiso o licencia por pérdida total de los puntos asignados legalmente,
será castigado con la pena de prisión de tres a seis meses o con la de multa de doce
a veinticuatro meses o con la de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y
uno a noventa días".
El elemento "pérdida de vigencia del permiso o licencia por pérdida total de puntos",
debe relacionarse con el art. 63.6 LSV. La pérdida de vigencia se produce con la
declaración o acuerdo de la Jefatura Provincial de Tráfico. Una vez dictada dicha
resolución, el permiso pierde su vigencia y en consecuencia, la prohibición de
conducir.
Sólo se comete este delito cuando haya quedado agotada la vía administrativa al
haber transcurrido el plazo para interposición del recurso de alzada contra la
resolución de Tráfico o resultar éste desestimado. La interposición de recurso
contencioso administrativo no impide la persecución de este delito.
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Para se imputado de este delito se debe probar que el conductor era consciente de
que la conducción la realizaba habiendo perdido la vigencia por pérdida de puntos; y
de que tenía constancia que se había dictado la resolución de pérdida de vigencia:
Conducción con pérdida de vigencia del permiso como consecuencia del art. 47.3
CP.
Cuando la pena de privación del derecho a conducir vehículos a motor lo fuere por
un tiempo superior a dos años, comportará la pérdida de vigencia del permiso o
licencia que habilite para la conducción (art. 47.3 CP). Se podrá obtener, una vez
cumplida la condena, una autorización administrativa de la misma clase y con la
misma antigüedad, previa realización y superación con aprovechamiento de un curso
de sensibilización y reeducación vial y posterior superación de las pruebas que
reglamentariamente se determinen. (D.A 13ª LSV).
Si una vez cumplida dicha pena, el penado conduce sin haber recuperado la vigencia
sin haberse sometido a dicho curso de sensibilización y a la superación de las
pruebas complementarias, esta conducta puede considerarse como un delito de
quebrantamiento de condena del art. 468 CP, siempre que tras cumplirse la pena de
privación de derecho a conducir, el Juzgado se lo indique así por escrito. Esto es así
porque la pérdida de vigencia en base al 47.3 CP no es un supuesto de pérdida de
puntos derivada de infracciones administrativas, sino de vigencia derivada de una
infracción penal, por lo que no puede aplicarse el primer párrafo del art. 384 CP
(conducción con pérdida de vigencia del permiso o licencia por pérdida total de los
puntos asignados legalmente).
Delito de conducción tras hacer sido privado cautelar o definitivamente del
permiso o licencia por decisión judicial.
Art: 384 CP, segundo párrafo:
"La misma pena se impondrá al que realizare la conducción tras haber sido privado
cautelar o definitivamente del permiso o licencia por decisión judicial".
Por privación cautelar tiene que entenderse una resolución judicial provisional de
medidas cautelares; la privación definitiva se acuerda en sentencia firme.
Sólo se comete este delito cuando la conducción tenga lugar tras la notificación de la
medida cautelar judicial o sentencia prohibiendo la conducción y el apercibimiento de
incurrir en este delito.
Delito de conducción sin haber obtenido nunca el permiso o licencia de
conducción.
Art: 384 CP, último inciso del segundo párrafo:
"La misma pena se impondrá&al que condujere un vehículo de motor o ciclomotor sin
haber obtenido nunca permiso o licencia de conducción.
La expresión legal del art. 384, párrafo segundo, último inciso, "...sin haber obtenido
nunca...", excluye de este delito los siguientes supuestos:
c) La conducción con un permiso comunitario o no comunitario, no válidos para
conducir en España, siempre que sean auténticos y validos conforme a la legislación
del país emisor.
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d) La conducción con permiso distinto a la categoría o características del vehículo.
e) La conducción con un permiso de conducción cuya vigencia hubiera caducado.
f) Los supuestos de suspensión cautelar de la autorización administrativa en vía
administrativa.
g) Los supuestos de pérdida de vigencia de la autorización administrativa para
conducir por desaparición de los requisitos sobre conocimientos, habilidades o
aptitudes psicofísicas exigidas para el otorgamiento de la autorización.
Delito de creación de grave riesgo para la seguridad del tráfico.
Art. 385 CP:
Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o a las de multa de
doce a veinticuatro meses y trabajos en beneficio de la comunidad de diez a
cuarenta días, el que originare un grave riesgo para la circulación de alguna de las
siguientes formas:
1.
Colocando en la vía obstáculos imprevisibles, derramando sustancias
deslizantes o inflamables o mutando, sustrayendo o anulando la señalización o por
cualquier otro medio.
2.
No restableciendo la seguridad de la vía, cuando haya obligación de hacerlo.
Este delito consiste en alterar la seguridad del tráfico por cualquiera de los medios
citados en el apartado 1º: colocación de obstáculos imprevisibles, derramamiento de
sustancias deslizantes o inflamables, mutación o daños en la señalización (por
ejemplo, arrancar una señal, pintarla, taparla). No es una lista cerrada, se pueden
incluir otras conductas que puedan suponer peligro para la seguridad.
En el apartado 2º se equiparan a estas conductas, el no restablecer la seguridad de
la vía cuando haya obligación de hacerlo (por ejemplo, vehículo detenido en la
calzada, de noche, sin iluminación ni señalización adecuada)
El riesgo que se origine ha de ser grande y concreto. Se trata, por tanto, de un delito
de peligro concreto.
Quien comete el delito no debe ser necesariamente un conductor, puede serlo
cualquier persona, ya que las conductas que describe no son consecuencia de la
conducción.
El vehículo como instrumento del delito
Art.385 bis CP:
"El vehículo a motor o ciclomotor utilizado en los hechos previstos en este Capítulo
se considerará instrumento del delito a los efectos de los artículos 127 y 128".
El art. 385 bis CP admite el comiso para todos los delitos contra la seguridad vial
(art. 379 a 385 CP).
La Circular 10/2011 de la Fiscalía General del Estado menciona como criterios para
que acordar el comiso, la naturaleza, gravedad, valor económico y las concretas
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circunstancias concurrentes en el hecho reveladoras de una mayor gravedad de la
conducta y la situación económica y personal del penado.
La decisión final sobre la declaración de comiso o no de un vehículo corresponde a
la autoridad judicial.
Cuadro resumen de los delitos contra la seguridad vial y régimen de penas.
DELITO
PENA
Prisión de tres a seis meses o multa de
seis a doce meses o trabajos en
Art. 379.1 CP: Conducción a velocidad beneficio de la comunidad de treinta y
superior a 60 Km/h en vía urbana o en 80 en uno a noventa días, y, en cualquier caso,
vía
interurbana
a
la
permitida la de privación del derecho a conducir
reglamentariamente
vehículos a motor y ciclomotores por
tiempo superior a uno y hasta cuatro
años
Art. 379.2 CP: Conducción bajo la influencia
de bebidas alcohólicas, drogas tóxicas, Ídem
estupefacientes o sustancias psicotrópicas
Art. 379.2 CP: Conducción con una tasa de
Ídem
alcohol en aire espirado superior a 0,60 mg/l
Art. 380 CP: Conducción temeraria
Prisión de seis meses a dos años y
privación del derecho a conducir
vehículos a motor y ciclomotores por
tiempo superior a uno y hasta seis años
Prisión de dos a cinco años, multa de
doce a veinticuatro meses y privación del
derecho a conducir vehículos a motor y
ciclomotores durante un período de seis
a diez años Cuando no se hubiere puesto
Art. 381 CP: Conducción temeraria con en concreto peligro la vida o la integridad
manifiesto desprecio por la vida de los demás de las personas, las penas serán de
prisión de uno a dos años, multa de seis
a doce meses y privación del derecho a
conducir
vehículos
a
motor
y
ciclomotores por el tiempo previsto en el
párrafo anterior
Art. 383 CP: Negativa someterse a las
pruebas legalmente establecidas para la
comprobación de las tasas de alcoholemia y
la
presencia
de
drogas
tóxicas,
estupefacientes o sustancias psicotrópicas
Prisión de seis meses a un año y
privación del derecho a conducir
vehículos a motor y ciclomotores por
tiempo superior a uno y hasta cuatro
años
Art. 384, primer párrafo CP: Conducción en
los casos de pérdida de vigencia del permiso
o licencia por pérdida total de los puntos
asignados legalmente
Prisión de tres a seis meses o multa de
doce a veinticuatro meses o trabajos en
beneficio de la comunidad de treinta y
uno a noventa días.
Art. 384, segundo párrafo CP: Conducción
tras
haber sido privado cautelar o
Ídem
definitivamente del permiso o licencia por
decisión judicial
10
DELITO
PENA
Art. 384, segundo párrafo CP: Conducción sin
haber obtenido nunca permiso o licencia de Ídem
conducción
Prisión de seis meses a dos años o multa
Art. 385 CP: Creación de grave riesgo para la de doce a veinticuatro meses y trabajos
circulación
en beneficio de la comunidad de diez a
cuarenta días
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2.8.3 MEDIDAS DE PREVENCION PARA QUE EL VEHÍCULO
OCUPANTES NO SEAN VÍCTIMAS DE ACCIONES DELICTIVAS.
O
SUS
La IRU (Unión Internacional de Transporte por carretera ) ha elaborado una serie de
indicaciones para los conductores profesionales encaminadas a minimizar los
riesgos de robo durante el desarrollo de las rutas. Entre las medidas propuestas se
encuentran:
En relación con la planificación de la ruta
Planificar los detalles del itinerario de antemano, conforme a las instrucciones
comunicadas por la empresa con el fin de que no sea necesario pedir indicaciones
durante el camino. El conductor debe saber con toda exactitud a dónde se dirige.
Evitar utilizar regularmente los mismos itinerarios o pararse en los mismos lugares;
un esquema fácilmente identificable hace el vehículo un blanco fácil para los
ladrones / criminales
Evitar las inmovilizaciones innecesarias del vehículo.
Evitar efectuar paradas sistemáticas para comprar cigarrillos, periódicos, etc. y hacer
las compras antes del principio del trayecto.
Comprar el carburante únicamente en lugares conocidos y seguros, si es posible,
abastecerse antes del principio del trayecto.
Verificar que todos los dispositivos de seguridad del vehículo y compartimento de
carga funcionan.
En relación con el estacionamiento:
Evitar lugares de estacionamiento aislados y poco iluminados. En especial deben
evitarse las áreas de estacionamiento inhabituales y con deficiencias de seguridad.
En la medida de lo posible se debe decidir el lugar de estacionamiento nocturno
antes de iniciar el trayecto. Si debiera cambiarse es conveniente informa a la
empresa.
Estacionar el vehículo de forma que las puertas de carga se encuentren cerda de
otro vehículo, un edificio o un muro.
No dejar nunca efectos personales a la vista.
No dejar jamás las llaves en el interior del camión o autobús, por pequeña que sea la
ausencia., por ejemplo ir a pagar carburante o a hacer una entrega durante un
reparto.
Al abandonar el vehículo, comprobar siempre que ha quedado cerrado con llave y
llevarse las llaves. No dejar nunca las ventanas abiertas.
Asegurarse que las llaves no son identificables, ningún distintivo en el llavero debe
indicar a quién pertenecen o a qué vehículo corresponden. No dejarlas nunca a la
vista. Guardarlas siempre con seguridad.
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Intentar estacionar el vehículo de manera que sea visible durante las comidas. Si
esto no fuera posible es conveniente pedir a un colega que vigile el vehículo
mientras que el conductor come.
A la vuelta al vehículo se debe verificar exteriormente que no existe ningún signo de
manipulación, especialmente en cerraduras y precintos del compartimento de carga.
En relación con desarrollo del transporte:
Evitar hablar del contenido de la carga, de su valor, los itinerarios programados y los
lugares de carga / descarga y de entrega a toda persona, incluido otros conductores,
hasta por teléfono.
Evitar embarcar a bordo a toda persona desconocida para la empresa. Jamás
hacerse cargo autoestopistas.
Mantener el compartimento de carga cerrado con llave en todo momento incluso
durante la conducción.
Realizar un control visual del vehículo en cada parada, verificar la carga y la
integridad de los precintos.
En caso de parada imprevista, deben mantenerse las puertas cerradas. Si se debe
abandonar el vehículo, no hacerlos hasta que se haya cerrado totalmente y activado
la alarma.
En el transporte de viajeros se debe impedir el acceso a toda persona que no sea
pasajero o empleado de la empresa.
Las puertas de los compartimentos de equipajes debes estar cerradas y aseguradas
en todo momento. Deben verificarse los cierres siempre después de las paradas.
Si debe abandonar el puesto, el conductor no debe dejar las llaves en el contacto
durante la subida y bajada de los pasajeros.
13
2.8.4 LISTA DE COMPROBACIONES.
En relación con el desarrollo de las tareas de control del cumplimiento de la normativa,
se han regulado en la normativa de transporte algunas listas de comprobaciones que
deben ser utilizadas por los agentes de control en carretera. Algunas de ellas son las
que se relacionan a continuación:
Lista de comprobaciones del CONVENIO INTERBUS
En este convenio y con objeto de servir de guía a las inspecciones en carretera por
parte de los diversos agentes de las administraciones, se establece una lista de
comprobaciones.
Cuando se realice una inspección de un vehículo que efectúe un transporte
internacional de viajeros, una copia de la lista debe entregarse al conductor, la lista se
presenta cuando se vuelva a para el vehículo dentro un mismo viaje para simplificar o
evitar, dentro de lo posible, inspecciones.
Lista en relación con aspectos técnicos:
Los autobuses y autocares tienen que mantenerse en un estado que las autoridades
de inspección consideren apto para circular.
Entre los aspectos que se van a inspeccionar los que se consideran importantes para
un funcionamiento seguro y limpio del autobús o autocar. Además de las
comprobaciones simples (alumbrado, señalización, estado de los neumáticos, etc.), se
realizarán pruebas o inspecciones específicas de los frenos y las emisiones del motor
del vehículo de la forma siguiente:
1. Frenos
Es necesario mantener el buen estado y el funcionamiento eficiente de cada
componente del sistema de freno y sus dispositivos de accionamiento, así como
ajustarlos adecuadamente.
Los frenos del autobús o autocar deberán estar en condiciones de desempeñar las
tres funciones de frenado siguientes:
a) En autobuses y autocares y sus remolques, un freno de servicio capaz de frenar el
vehículo y pararlo de forma segura, rápida y eficiente, independientemente de las
condiciones de carga y del gradiente ascendente o descendente de la carretera por la
que circule;
b) en autobuses y autocares y sus remolques, un freno de estacionamiento capaz de
mantener el vehículo parado, independientemente de las condiciones de carga, en un
gradiente ascendente o descendente pronunciado, manteniéndose las superficies
operativas del freno en la posición de frenado mediante un dispositivo cuya acción es
puramente mecánica;
c) en autobuses y autocares, un segundo freno (de emergencia) capaz de frenar y
detener el autobús o autocar, independientemente de las condiciones de carga, dentro
de una distancia razonable, incluso en caso de fallo del freno de servicio.
Si el estado de mantenimiento del autobús o autocar resulta dudoso, entonces las
autoridades de inspección comprobarán el rendimiento de los frenos del autobús o
14
autocar de acuerdo con la totalidad o parte de las disposiciones del punto 1 del anexo
II de la Directiva 96/96/CE.
2. Emisiones de escape
En los autobuses y autocares equipados con motores (de gasolina) de encendido por
chispa:
a) Si las emisiones de escape no están controladas por un sistema avanzado de
control de emisiones, como por ejemplo un convertidor catalítico de tres vías
controlado por una sonda lambda:
1) Inspección visual del sistema de escape para comprobar que no haya fugas.
2) En su caso, inspección visual del sistema de control de emisiones para comprobar
si está debidamente equipado.
Tras un período razonable de acondicionamiento del motor (teniendo en cuenta las
recomendaciones del fabricante del vehículo), el contenido de monóxido de carbono
(CO) en los gases de escape se mide cuando el motor está en punto muerto (sin
pasaje).
b) Si un sistema de control de emisiones avanzado controla las emisiones de escape,
como por ejemplo un convertidor catalítico de tres vías controlado por una sonda
lambda:
1) Inspección visual del sistema de escape para comprobar que no haya fugas y que
estén instalados todos los componentes.
2) Inspección visual del sistema de control de emisiones para comprobar si está
debidamente equipado.
3) Determinación de la eficiencia del sistema de control de emisiones del autobús o
autocar midiendo el valor lambda y el contenido de CO de los gases de escape de
acuerdo con el punto 4 o con los procedimientos propuestos por los fabricantes y
aprobados en el momento de la aprobación del tipo. En cada una de las pruebas, el
motor está sujeto a las recomendaciones del fabricante del autobús o autocar.
4) Emisiones del tubo de escape — valores límite:
Mediciones realizadas con el motor en punto muerto:
El contenido máximo admisible de CO en los gases de escape es el fijado por el
fabricante del autobús o autocar. Si no se conoce este dato, el contenido máximo de
CO no superará el 0,5 % en vol. Medición con el motor en punto muerto y a altas
revoluciones, como mínimo a 2 000 r.p.m.:
Contenido de CO: máximo 0,3 % en vol.
Lambda: 1 ± 0,03 conforme a las especificaciones del fabricante.
En los autobuses y autocares equipados con motores (diesel) de encendido de
compresión se hará una medición de la opacidad del gas de escape con aceleración
libre (sin pasaje entre el punto muerto y la velocidad de fin de inyección).
El modelo de lista es el que se recoge a continuación.
15
16
Lista de control en relación con el transporte de mercancías peligrosas:
En la Unión Europea, para garantizar un nivel suficiente de control por parte de los
Estados miembros en todo su territorio, y evitar en la medida de lo posible, la
multiplicación de los controles de los vehículos afectados; cumplimiento de las normas
de seguridad del transporte de mercancías peligrosas por carretera, se estableció la
realización de controles de los vehículos que transporten mercancías peligrosas por
carretera en todo a parte del territorio de los Estados miembros, independientemente
del lugar de procedencia o de destino de la mercancía o del país en que se haya
matriculado el vehículo.
La idea es que una proporción representativa de los transportes de mercancías
peligrosas por carretera se someta a los controles establecidos en la presente por la
UE. Para efectuar esos controles debe utilizarse una lista de elementos comunes
aplicable a estos transportes en toda la Comunidad.
Un ejemplar de dicha lista o un documento por el que se compruebe la ejecución del
control, establecido por la autoridad que haya realizado dicho control, debe entregarse
al conductor del vehículo y deber presentarse cuando se solicite a fin de simplificar o
evitar, en lo posible, controles posteriores.
17
18
2.8.5 LEGISLACIÓN SOBRE LA RESPONSABILIDAD DE LOS TRANSPORTISTAS.
PREVENCIÓN DE LA INMIGRACIÓN ILEGAL
Consideración de extranjeros
Se consideran extranjeros en España a los que carezcan de la nacionalidad
española, sin perjuicio de lo establecido en leyes especiales y en los Tratados
internacionales en los que España sea parte.
Los nacionales de los Estados miembros de la Unión Europea y aquellos a quienes
sea de aplicación el régimen comunitario se asimilan a los nacionales, no siendo
considerados extranjeros a los efectos de las normas de extranjería.
Tampoco están sujetos a las normas de extranjería:
a)
Los agentes diplomáticos y los funcionarios consulares acreditados en
España, así como los demás miembros de las misiones diplomáticas permanentes o
especiales y de las oficinas consulares y sus familiares que, en virtud de las normas
del Derecho internacional. En concreto, estén exentos de las obligaciones relativas a
su inscripción como extranjeros y a la obtención de la autorización de residencia.
b)
Los representantes, delegados y demás miembros de las Misiones
permanentes o de las Delegaciones ante los Organismos intergubernamentales con
sede en España o en Conferencias internacionales que se celebren en España, así
como sus familiares.
c)
Los funcionarios destinados en Organizaciones internacionales o
intergubernamentales con sede en España, así como sus familiares, a quienes los
Tratados en los que sea parte España también estarán exentos de las obligaciones
relativas a su inscripción como extranjeros y a la obtención de la autorización de
residencia.
Derechos de los extranjeros.
Los extranjeros gozarán en España de los derechos y libertades reconocidos en el
Título I de la Constitución en los términos establecidos en los Tratados
internacionales, en esta Ley y en las que regulen el ejercicio de cada uno de ellos.
Como criterio interpretativo general, se entenderá que los extranjeros ejercitan los
derechos que les reconoce esta Ley en condiciones de igualdad con los españoles.
De forma concreta, específica y expresamente reconocida por la Ley de Extranjería,
gozarán de:
Derecho a la documentación.
Derecho a la libertad de circulación.
Participación pública. Podrán ser titulares del derecho de sufragio, en las elecciones
municipales, en los términos establecidos en la Constitución, en los tratados
internacionales.
Libertades de reunión y manifestación.
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Libertad de asociación.
Derecho a la educación.
Derecho al trabajo y a la Seguridad Social.
Libertad de sindicación y de huelga.
Derecho a la asistencia sanitaria.
Sujeción a los mismos impuestos que los españoles.
Derecho a la intimidad familiar.
Derecho a la reagrupación familiar. El cónyuge del residente; sus hijos y los del
cónyuge, los ascendientes en primer grado del reagrupante y de su cónyuge
Derecho a la tutela judicial efectiva.
Derecho al recurso contra los actos administrativos.
Derecho a la asistencia jurídica gratuita.
Documentación para la entrada de extranjeros en España.
Para acreditar su identidad, el extranjero que pretenda entrar en España deberá
hallarse provisto de uno de los siguientes documentos:
•
Pasaporte, individual, familiar o colectivo, válidamente expedido y en vigor.
Los menores de 16 años podrán figurar incluidos en el pasaporte de su padre,
madre o tutor, cuando tengan la misma nacionalidad del titular del pasaporte
y viajen con éste.
•
Título de viaje, válidamente expedido y en vigor.
•
Documento nacional de identidad, cédula de identificación o cualquier otro
documento en vigor que acredite su identidad, que hayan sido considerados
válidos para la entrada en territorio español, en virtud de compromisos
internacionales asumidos por España.
•
Visado, válidamente expedido y en vigor, extendido en sus pasaportes o
documentos de viaje o, en su caso, en documento aparte.
No precisarán visado para entrar en territorio español los extranjeros titulares de una
tarjeta de identidad de extranjero, de una tarjeta de estudiante extranjero, de una
tarjeta de acreditación diplomática, o de la autorización de regreso, ni los titulares de
una tarjeta de trabajador transfronterizo respecto a la entrada en el territorio español
que forma frontera con el país del trabajador, siempre que las autorizaciones que
acreditan dichos documentos hayan sido expedidas por las autoridades españolas y
estén vigentes en el momento de solicitar la entrada.
Tanto los pasaportes como los títulos de viaje y demás documentos que se
consideren válidos deberán estar expedidos por las autoridades competentes del
país de origen o de procedencia de sus titulares o por las organizaciones
internacionales habilitadas para ello por el derecho internacional y contener, en todo
20
caso, datos suficientes para la determinación de la identidad y la nacionalidad de los
titulares. Los pasaportes deberán permitir el retorno al país que los haya expedido.
Las misiones diplomáticas u oficinas consulares españolas, previa autorización
expresa de la Dirección General de Asuntos y Asistencia Consulares del Ministerio
de Asuntos Exteriores y de Cooperación, podrán expedir documentos de viaje y
salvoconductos a extranjeros cuya protección internacional haya sido asumida por
España en aplicación de la legislación española o para proceder a su evacuación
hacia países con los que existan acuerdos de cooperación a tal efecto.
La admisión de pasaportes colectivos se ajustará a los convenios internacionales
que sobre ellos existan o se concierten por España, y en ambos casos será preciso
contar con el informe previo del Ministerio del Interior.
Obligaciones respecto de las empresas de transporte.
La Ley Orgánica 4/2000 sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y
su integración social. Establece una serie de obligaciones específicas, y sanciones
en caso de no cumplir dichas obligaciones, para las empresas de transporte.
En concreto establece que toda compañía, deberán requerir a los extranjeros que
presenten sus pasaportes, títulos de viaje o documentos de identidad pertinentes, así
como, en su caso, visado, cuando embarquen fuera del territorio de los países en los
que esté en vigor el Convenio de aplicación del Acuerdo de Schengen, de 14 de
junio de 1985, con destino o en tránsito al territorio español. El requerimiento tiene
por objeto comprobar la validez y vigencia de los documentos.
Las comprobaciones pueden realizarse en las instalaciones de la estación o parada
en la que se vaya a producir el embarque, a bordo del vehículo antes de iniciarse la
marcha o, una vez iniciada, siempre que sea posible el posterior desembarque en
una estación o parada situada fuera del territorio de los países en los que esté en
vigor el Convenio de aplicación del Acuerdo de Schengen.
Si el transportista constata que un extranjero no dispone de la documentación
necesaria, no debe ser admitido a bordo del vehículo y, si ya se hubiera iniciado el
viaje, deberá abandonarlo en la parada o lugar adecuado más próximos en el sentido
de la marcha fuera del territorio de los países en los que esté en vigor el Convenio
de aplicación del Acuerdo de Schengen.
21
ESPACIO SCHENGEN
El espacio y la cooperación Schengen se basan en el Tratado Schengen de 1985. El
espacio Schengen representa un territorio donde está garantizada la libre
circulación de las personas. Los Estados que firmaron el Tratado han suprimido
todas las fronteras interiores y en su lugar han establecido una única frontera
exterior. Dentro de esta se aplican procedimientos y normas comunes en lo
referente a los visados para estancias cortas, las solicitudes de asilo y los controles
fronterizos.
El espacio Schengen comprendía originariamente a los territorios soberanos de los
siguientes países:
Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Grecia,
Holanda, Islandia, Italia, Liechtenstein, Luxemburgo, Noruega, Portugal, Suecia,
Suiza, Polonia, Chequia, Eslovaquia.
No obstante, todo Estado miembro de la Unión Europea puede convertirse en parte
22
del espacio de Schengen.
Posteriormente se han adherido a este acuerdo los siguientes países: Eslovenia,
Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta.
Además está pendiente la plena integración de Bulgaria, Chipre y Rumanía;
mientras que otros dos estados, Irlanda y Reino Unido, han optado por permanecer
fuera de Schengen.
En el caso de que el extranjero con documentación aparentemente deficiente decida
embarcar o no abandonar el vehículo, el conductor o el acompañante, al llegar a la
frontera exterior, deben comunicar a los agentes encargados del control las
deficiencias detectadas.
El incumplimiento de esta obligación que puede comportar la prohibición de entrada
del extranjero por deficiencias en la documentación necesaria para el cruce de
fronteras, supone que la empresa de transporte debe hacer cargo inmediatamente
de él. Dicha obligación incluye:
•
Hacerse cargo inmediatamente del extranjero que hubiese trasladado hasta la
frontera.
•
Hacerse cargo de los gastos de mantenimiento que se ocasionen durante el
tiempo en que el extranjero permanezca en las instalaciones del puesto
fronterizo o en el lugar en que se haya acordado su internamiento.
•
Transportar a los extranjeros descritos en los dos párrafos anteriores hasta
alguno de los siguientes destinos:
•
– El país donde hubiera comenzado el viaje.
•
– El país que hubiera expedido el documento de viaje.
•
– Cualquier otro país que garantice su admisión y un trato compatible con los
derechos humanos.
El regreso tiene que hacerse de forma inmediata y, en todo caso, dentro del plazo de
72 horas desde que se acuerde. Si no se pudiera ejecutar dentro de ese plazo, un
juez de instrucción debe determinar un lugar para su internamiento.
Además, en caso de iniciarse un expediente sancionador, si el transportista infringe
la obligación de tomar a cargo un extranjero transportado ilegalmente, la
Administración puede adoptar alguna de las siguientes medidas cautelares:
a) Suspensión temporal de sus actividades, que no podrá exceder de un periodo de
seis meses.
b) Prestación de fianza o avales, en atención al número de afectados y el perjuicio
ocasionado.
c) Inmovilización del medio de transporte utilizado hasta el cumplimiento de la
referida
23
Obligación de información:
Por otro lado, respecto de las rutas procedentes de fuera del Espacio Schengen en
las que la intensidad de los flujos migratorios lo haga necesario, a efectos de
combatir la inmigración ilegal y garantizar la seguridad pública, toda compañía,
empresa de transporte o transportista esta obligada, en el momento de finalización
del embarque y antes de la salida del medio de transporte, a remitir a las autoridades
policiales españolas la información relativa a los pasajeros que vayan a ser
trasladados, ya sea por vía aérea, marítima o terrestre.
Esta información deberá contener:
•
El número y el tipo de documento de viaje utilizado.
•
La nacionalidad.
•
El nombre y apellidos.
•
La fecha de nacimiento.
•
El paso fronterizo de entrada en el territorio español.
•
El código de transporte.
•
La hora de salida y de llegada del transporte.
•
El número total de personas transportadas en ese medio.
•
El lugar inicial de embarque.
Además las empresas de transporte deberán suministrar también a la autoridad
competente la información relativa al número de billetes de vuelta o retorno no
utilizados por los pasajeros a los que previamente hubiera trasportado a España, así
como los datos personales de estos en un plazo no superior a 48 horas desde la
fecha de caducidad del billete.
Otras obligaciones:
La Ley de Extranjería también establece que incurren en responsabilidad
administrativa quienes sean autores o participen, entre otras, en las siguientes
infracciones muy graves:
a) Inducir, promover, favorecer o facilitar con ánimo de lucro, individualmente o
formando parte de una organización, la inmigración clandestina de personas en
tránsito o con destino al territorio español o su permanencia en el mismo, siempre
que el hecho no constituya delito.
b) La realización de conductas de discriminación por motivos raciales, étnicos,
nacionales o religiosos, siempre que el hecho no constituya delito.
c) La contratación de trabajadores extranjeros sin haber obtenido con carácter previo
la correspondiente autorización de trabajo, incurriéndose en una infracción por cada
uno de los trabajadores extranjeros ocupados.
24
d) El incumplimiento de las obligaciones de los transportistas y especialmente:
– El transporte de extranjeros por vía aérea, marítima o terrestre, hasta el territorio
español, sin que hubieran comprobado la validez y vigencia tanto de los pasaportes,
títulos de viaje o documentos de identidad pertinentes, como, en su caso, del
correspondiente visado.
– El incumplimiento de la obligación que tienen los transportistas de hacerse cargo
sin pérdida de tiempo del extranjero en los supuestos anteriormente descritos. Esta
obligación incluirá los gastos de mantenimiento del citado extranjero y, si así lo
solicitan las autoridades encargadas del control de entrada, los derivados de su
transporte.
Las citadas infracciones muy graves serán sancionadas con multas de 10.001 a
100.000 euros, excepto el incumplimiento de la obligación de comprobar la validez y
vigencia de pasaportes, títulos de viaje o visados, que lo será con una multa de
5.000 a 6.000 euros por cada viajero transportado o con un mínimo de 750.000
euros a tanto alzado, con Independencia del número de viajeros transportados.
Es importante saber que en los expedientes sancionadores incoados por infracciones
cometidas por transportistas, si éstos infringen la obligación de hacerse cargo de los
extranjeros transportados ilegalmente, podrá acordarse de manera cautelar la
suspensión de sus actividades, la prestación de fianzas o avales o la inmovilización
de los vehículos utilizados.
Hasta ahora hablamos sólo de sanciones administrativas, pero también el Código
Penal ha introducido una serie de acciones como delitos contra los derechos de los
ciudadanos extranjeros.
Así, quienes, directa o indirectamente, promuevan, favorezcan o faciliten el tráfico
ilegal o la inmigración clandestina de personas desde, en tránsito o con destino a
España serán castigados con la pena de cuatro a ocho años de prisión.
Por todo ello, se hace imprescindible que todos los empresarios y conductores
extremen las precauciones a la hora de transitar desde otros países no comunitarios
hacia territorio comunitario y en concreto a territorio español, controlen al máximo a
los expedidores y pasajeros y revisen las zonas de los vehículos que pueden ser
utilizadas para ocultarse.
Implicaciones para los conductores
En algunos países, incluso pertenecientes a la Unión Europea, sus autoridades
policiales y judiciales optan por la respuesta fácil: responsabilizar a quien conduce el
autocar o camión que transporte ilegalmente a alguien o a algo, aunque no sea
razonable deducir directamente esta implicación. En cambio, no se detiene al piloto
de un avión porque hay pasajeros en situación irregular o que portan una sustancia
ilegal.
Este problema tiene una gran importancia para el colectivo de conductores
profesionales que prestan sus servicios en el sector del transporte por carretera,
sobre todo en rutas internacionales.
En ocasiones, los conductores de los vehículos no tienen la posibilidad de
comprobar cuál es el contenido de su pasaje o de sus cargas.
25
En España, la legislación administrativa, fiscal y mercantil determina las
responsabilidades de los transportistas sobre los pasajeros y sobre las mercancías
que trasladan, pero no las de los conductores. La responsabilidad administrativa o
penal de los conductores se encuadra en los artículos que tratan el tráfico de
inmigrantes o, por ejemplo, de drogas en general, y caso por caso se decide si éstos
son o no imputados.
Los conductores han de saber que no existen circunstancias que automáticamente
les eximan de responsabilidad. Incluso aunque el conductor no haya participado en
la carga, no conoce ni se beneficia del tráfico ilícito que realiza.
El principio de presunción de inocencia puede ceder ante la relación directa entre el
conductor y el vehículo que transporta la droga, por continuar con el mismo ejemplo.
Por tanto, para eludir estas situaciones hay que insistir en extremar las medidas
preventivas.
Siempre que sea posible, solicitar de los expedidores el precintado de vehículos y
cajas.
En cualquier caso, realizar las comprobaciones necesarias para evitar la posible
introducción de mercancía ilegal o incluso de personas en la propia estructura del
vehículo (carrocería, chasis, bodegas, etc.) o en los contenedores que soporten,
sobre todo en determinados puntos como estacionamientos y áreas de descanso de
zonas fronterizas.
LEGISLACIÓN SOBRE CONTRABANDO
La Ley Orgánica 12/1995, de 12 de diciembre, de represión del contrabando,
establece que comenten delito de contrabando quienes realicen alguno de los
siguientes hechos:
• Siempre que el valor de los bienes, mercancías, géneros o efectos sea igual o
superior a 150.000 euros:
a) Importen o exporten mercancías de lícito comercio sin presentarlas para su
despacho en las oficinas de aduanas o en los lugares habilitados por la
Administración aduanera.
b) Realicen operaciones de comercio, tenencia o circulación de mercancías no
comunitarias de lícito comercio sin cumplir los requisitos legalmente establecidos
para acreditar su lícita importación.
c) Destinen al consumo las mercancías en tránsito con incumplimiento de la
normativa reguladora de este régimen aduanero.
d) Importen o exporten, mercancías sujetas a medida de política comercial sin
cumplir las disposiciones vigentes aplicables; o cuando la operación estuviera sujeta
a una previa autorización administrativa, ésta fuese obtenida de modo ilícito.
26
e) Obtengan, o pretendan obtener, mediante alegación de causa falsa o de cualquier
otro modo ilícito, el levante definido de conformidad con lo establecido en el Código
Aduanero Comunitario para los actos a que se refieren los apartados anteriores.
f) Conduzcan en buque de porte menor que el permitido por los reglamentos, salvo
autorización para ello, mercancías no comunitarias en cualquier puerto o lugar de las
costas no habilitado a efectos aduaneros, o en cualquier punto de las aguas
interiores o del mar territorial español o zona contigua.
g) Alijen o transborden de un buque clandestinamente cualquier clase de
mercancías, géneros o efectos dentro de las aguas interiores o del mar territorial
español o zona contigua.
• Siempre que el valor de los bienes, mercancías, géneros o efectos sea igual o
superior a 50.000 euros:
a) Exporten o expidan bienes que integren el Patrimonio Histórico Español sin la
autorización de la Administración competente cuando ésta sea necesaria, o
habiéndola obtenido de modo ilícito.
b) Realicen operaciones de importación, exportación, comercio, tenencia, circulación
de:
- Géneros estancados o prohibidos, incluyendo su producción o rehabilitación, sin
cumplir los requisitos establecidos en las leyes.
- Especies de fauna y flora silvestres y sus partes y productos sin cumplir los
requisitos legalmente establecidos.
c) Importen, exporten, introduzcan, expidan o realicen cualquier otra operación sujeta
al control previsto en la normativa correspondiente referido a las mercancías
siguientes:
- Material de defensa, de otro material o de productos y tecnologías de doble uso sin
la autorización preceptiva o habiéndola obtenido de modo ilícito.
- Productos que pueden utilizarse para aplicar la pena de muerte o infligir tortura u
otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes sin la autorización preceptiva
o habiéndola obtenido de modo ilícito.
- Precursores de drogas sin las autorizaciones preceptivas o habiéndolas obtenido
de modo ilícito.
d) Obtengan, o pretendan obtener, mediante alegación de causa falsa o de cualquier
otro modo ilícito, el levante definido de conformidad con lo establecido en el Código
Aduanero Comunitario para los actos a que se refieren los apartados anteriores.
También cometen delito de contrabando quienes realicen alguno de los hechos
descritos en los apartados anteriores, si concurre alguna de las circunstancias
siguientes:
a) Cuando el objeto del contrabando sean drogas tóxicas, estupefacientes,
sustancias psicotrópicas, armas, explosivos, agentes biológicos o toxinas, sustancias
químicas tóxicas y sus precursores, o cualesquiera otros bienes cuya tenencia
27
constituya delito, o cuando el contrabando se realice a través de una organización,
con independencia del valor de los bienes, mercancías o géneros.
b) Cuando se trate de labores de tabaco cuyo valor sea igual o superior a 15.000
euros.
Los delitos de contrabando serán castigados con las penas de prisión de uno a cinco
años y multa del tanto al séxtuplo del valor de los bienes, mercancías, géneros o
efectos.
Además toda pena impuesta por un delito de contrabando llevará consigo el comiso
de los siguientes bienes, efectos e instrumentos:
a) Las mercancías que constituyan el objeto del delito.
b) Los materiales, instrumentos o maquinaria empleados en la fabricación,
elaboración, transformación o comercio de los géneros estancados o prohibidos.
c) Los medios de transporte con los que se lleve a efecto la comisión del delito, salvo
que pertenezcan a un tercero que no haya tenido participación en aquél.
d) Las ganancias obtenidas del delito, cualesquiera que sean las transformaciones
que hubieran podido experimentar.
e) Cuantos bienes y efectos, de la naturaleza que fueren, hayan servido de
instrumento para la comisión del delito.
Asimismo, constituyen infracciones administrativas de contrabando las mismas
acciones tipificadas como delito, anteriormente expuestas, cuando el valor de los
bienes, mercancías, géneros o efectos sea inferior a 150.000 o 50.000 euros,
respectivamente, o a 15.000 euros si se trata de labores de tabaco.
Los responsables de las infracciones administrativas de contrabando serán
sancionados con multa proporcional al valor de los bienes, mercancías, géneros o
efectos objeto de las mismas, que irá del 100 al 350 de dicho valor, con un mínimo
de 500 euros en todo caso. Además, serán sancionados con el cierre de los
establecimientos de los que sean titulares. El cierre podrá ser temporal o, en el caso
de infracciones reiteradas, definitivo.
Por otra parte, el Código Penal impone penas de tres a seis años de prisión para
quienes transporten o distribuyan ilícitamente drogas tóxicas, estupefacientes o
sustancias psicotrópicas.
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