Anlisis contrastivo del movimiento en espaol y del vasco

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Variación intratipológica y diatópica en los eventos de movimiento *
Iraide Ibarretxe-Antuñano y Alberto Hijazo-Gascón, Universidad de Zaragoza,
Zaragoza
Resumen
Los eventos de movimiento, según la teoría de los patrones de lexicalización de Talmy
(1991, 2000), se pueden lexicalizar de dos formas diferentes: por un lado, con la
información sobre la trayectoria en el verbo principal y la información sobre la manera
en la que se produce el movimiento fuera del verbo, o el patrón contrario, es decir, la
manera en el verbo principal y la trayectoria fuera. Estos dos patrones han dado lugar a
una clasificación tipológica: las lenguas de marco verbal y las lenguas de marco de
satélite, respectivamente. En este trabajo vamos a centrarnos en dos aspectos que
todavía no han recibido suficiente atención dentro este marco teórico: (i) la variación
intratipológica, es decir, entre lenguas que pertenecen al mismo patrón, y (ii) la
variación diatópica, es decir, entre variedades de una misma lengua. Los datos
provienen de dos lenguas de marco verbal, el español y euskera, y de diversas
variedades de español norteño.
Abstract
According to Talmy’s (1991, 2000) theory of lexicalisation patterns, motion events are
lexicalised in two different ways: in some cases, the main verb gives information about
the trajectory while the details about the manner of motion are expressed in a separate
element, and in some other cases, the pattern is the opposite, the main verb lexicalises
the manner of motion, and the trajectory is codified in an element outside. These two
patterns give rise to a semantic typological classification: verb-framed languages and
satellite-framed languages, respectively. This paper discusses two issues that have not
yet received the attention they deserve in this theoretical model: (i) intratypological
variation, that is, differences in languages that belong to the same lexicalisation pattern,
and (ii) diatopic variation, i.e. differences in varieties of the same language. Data come
from two verb-framed languages, Spanish and Basque, and from several varieties of
Northern Peninsular Spanish.
1.
Patrones de lexicalización
Talmy (1991, 2000) en su teoría de los patrones de lexicalización distingue entre dos
tipos de elementos: los elementos semánticos, que serían componentes conceptuales que
caracterizan a un determinado evento, y los elementos superficiales, que serían los
diferentes recursos lingüísticos que una lengua tiene para expresar los elementos
semánticos. Los primeros serían universales, ya que describen en dominio conceptual, y
los segundos particulares para cada lengua. Según Talmy, la relación entre los
elementos semánticos y los elementos superficiales no es necesariamente de una
correspondencia uno a uno, es decir, a veces un elemento semántico necesita para ser
*
La investigación para este trabajo ha sido parcialmente subvencionada por el grupo SYLEX, el proyecto de
investigación del MEC (HUM2007-64200/FILO) (Ibarretxe-Antuñano), y la beca de investigación de la Diputación
General de Aragón (B043/2007) (Hijazo-Gascón). Además, queremos dar las gracias a Carmen Isasi y Sara Gómez
Seibane, coordinadoras de la sección de Español Norteño dentro del Congreso Internacional del Lingüística
Hispánica (Universität Leipzig, 2009), así como a su director, Carsten Sinner, por la invitación a participar en el
mismo.
expresado un único elemento superficial, pero muchas veces esas correspondencias no
tienen porqué ser así. Podemos tener que un elemento superficial codifica dos o tres
elementos semánticos, o al contrario, que un único elemento semántico necesita varios
elementos superficiales. A estas correspondencias entre unos elementos y otros Talmy
las denomina estrategias de empaquetamiento.
En el caso concreto de los eventos de movimiento, que Talmy (1991) define como
situaciones que contienen movimiento o permanecen en una situación estacionaria, los
elementos semánticos que define son los siguientes: Figura: entidad que realiza el
movimiento, Base: fondo sobre el cual se mueve la Figura, Movimiento: la presencia o
la ausencia de movimiento en sí misma, Camino: 1 trayectoria que sigue la Figura,
Causa: agente que causa el movimiento, y Manera: forma en la que se desarrolla el
movimiento. Los cuatro primeros son principales porque pertenecen exclusivamente a
los eventos de movimiento, de estos, el más importante, el que debe aparecer siempre
para que se pueda considerar un evento de movimiento es el del Camino. Los dos
últimos son secundarios porque no son propios exclusivamente de este tipo de eventos.
En teoría, las posibles estrategias de empaquetamiento que existen podrían ser
infinitas, ya que las posibilidades de combinación entre estos elementos no tendrían
límite. Sin embargo, y éste es uno de los puntos interesantes desde la perspectiva
tipológica, parece ser que las lenguas del mundo tienden a seguir mayoritariamente dos
estrategias en su expresión más característica del evento de movimiento. Estos serían
los dos patrones de lexicalización propuestos por Talmy. Por un lado, tendríamos las
lenguas de marco verbal que fusionan el Movimiento y el Camino en el verbo principal,
y la Manera, si es que aparece, en una expresión aparte (un sintagma preposicional, un
adverbio, un gerundio…). Por otro lado, las lenguas de marco de satélite que siguen la
estrategia contraria: el Movimiento y la Manera vienen lexicalizados en el verbo
principal, y el Camino fuera del verbo, en el satélite. Los ejemplos en (1) y (2) ilustran
estos dos patrones respectivamente.
(1)
Eve
koşarak
girdi
casa.ad
corriendo
entró
‘Entró en la casa corriendo’
(2)
He
ran
into
the
él
corrió adentro
la
‘Entró en la casa corriendo’
house
casa
En el ejemplo (1) del turco se ve como la información sobre el Camino está codificada
en el verbo girmek ‘entrar’, mientras que la Manera lo está en la expresión aparte,
koşarak ‘corriendo’. El patrón de lexicalización de las lenguas de marco de satélite se
ve claramente en el otro ejemplo (2) del inglés. El verbo run ‘correr’ codifica la
información sobre la Manera y el satélite into ‘adentro’, el Camino.
Además del turco, dentro de las lenguas de marco verbal se encuentran el japonés, el
hebreo, el cado, el tamil, las lenguas polinésicas, las mayas y las románicas, entre otras.
En el otro grupo se incluyen las lenguas germánicas, las eslavas, las fino-úgricas, el
ojiwa y el walpiri, entre otras (véase Strömqvist y Verhoeven 2004 para una lista más
completa).
1
Hemos utilizado el término Camino en vez de otros como trayectoria, dirección o
direccionalidad, primero para que no se confundan con otros términos dentro de la lingüística cognitiva
(p. ej. Langacker trajector), y segundo, porque el concepto de Talmy de Path es mucho más complejo y
rico de lo que una etiqueta como las arriba puede abarcar.
A pesar de que este modelo tipológico se ha utilizado para explicar los eventos de
movimiento en muchas lenguas del mundo, hay algunos aspectos que o bien no se han
tratado con todo el detalle que se merecen, o bien que aún no han sido explorados. En
este trabajo queremos centrarnos en dos de estos casos. 2 Por un lado, en la cuestión de
la variación intratipológica, es decir, en la variación que existe con respecto a la
descripción y codificación de los componentes semánticos de los eventos de
movimiento en lenguas que pertenecen a un mismo grupo tipológico. Este tema lo
trataremos en la siguiente sección y tomaremos como referencia dos lenguas que
pertenecen al grupo de lenguas de marco verbal, el español y el euskera. Por otro lado,
en la cuestión de la variación diatópica, es decir, en la variación que existe con respecto
a la descripción y codificación de los componentes semánticos de los eventos de
movimiento en las variedades de una misma lengua que pueden o no pertenecer al
mismo patrón tipológico. Para este segundo punto nos centramos en las variedades de
español norteño, en concreto, en el español del País Vasco (Bizkaia) y en el español de
Aragón (Zaragoza y Huesca).
Los datos que manejamos en este trabajo son orales y, siguiendo la metodología
utilizada por Berman y Slobin (1994), han sido elicitados utilizando el libro de
imágenes Frog, where are you? (Mayer 1969). Este libro consta de 24 dibujos que
muestran la historia de un niño que, acompañado de su perro, sale al bosque a buscar a
su rana. A los informantes se les pide primero que estudien, durante el tiempo que
necesiten, las imágenes para conocer la historia. Seguidamente, y siempre con el apoyo
del libro, tienen que contar qué es lo que sucede. Las narraciones se graban y después se
transcriben y codifican para ser analizadas.
2.
Variación intratipológica: español y euskera en la tipología
El español y el euskera son dos lenguas que presentan un patrón de lexicalización típico
de las lenguas de marco verbal como podemos ver en los ejemplos siguientes: 3
(3)
De repente sale un ratón
(4)
eta
erlauntzatik erle guztiak
irten
Y
colmena:abs abeja todo:abs:det:p salir:perf
‘Y todas las abejas salen volando de la colmena’
ziren hegaka
aux
volando
En ambos casos, el verbo principal está indicando la trayectoria que sigue la Figura:
salir en español e irten ‘salir’ en euskera. También, como suele ser común en este grupo
de lenguas, la Manera se expresa fuera del verbo en un sintagma preposicional como de
repente, o en un adverbio como hegaka ‘volando’.
A pesar de que estas lenguas muestran estas similitudes en cuando a la lexicalización
característica de estos dos componentes semánticos, el Camino y la Manera, cabe
preguntarse si son también iguales con respecto a su descripción, es decir, a la cantidad
de detalles que los hablantes dan cuando describen un evento de movimiento. Según
autores como Slobin (1991, 1996, 1997), los hablantes de lenguas de marco verbal se
2
Véase Ibarretxe-Antuñano (en prensa) para un repaso a algunos de los problemas que subyacen a la
tipología de Talmy y a algunas de las soluciones propuestas.
3
Los ejemplos en esta sección proceden de dos fuentes diferentes. Los datos de euskera pertenecen al corpus
de historias de la rana de Ibarretxe-Antuñano (2004a). Los datos del español son del corpus utilizado Slobin (1996),
véase también Sebastián y Slobin (1994), en que se utilizan hablantes de variedades del español de Argentina, de
Chile y Peninsular central de Madrid (seis hablantes de cada variedad). Aprovechamos esta ocasión para agradecerle
a este autor que haya compartido estos datos con nosotros.
caracterizan porque, por un lado, no suelen dar muchos detalles sobre el componente de
Camino más allá de la información contenida en el verbo principal; esto hace que las
narraciones sobre el movimiento sean menos dinámicas, que las trayectorias queden
implícitas y se tienda a dar más detalles del entorno en que se desarrolla el movimiento.
Por otro lado, tampoco describen la Manera a no ser que sea discursivamente muy
relevante (véase Özçalışkan y Slobin 2003), y si lo hacen siempre es una descripción
muy general, es decir, no dan detalles muy expresivos.
Sin embargo, en algunos estudios más recientes se ha demostrado que las lenguas que
pertenecen al mismo grupo tipológico no tienen porqué comportarse de la misma forma,
sino que existe cierta variabilidad interna (Ibarretxe-Antuñano 2004b, 2009a; Slobin
2004, 2006). En otras palabras, aunque las lenguas presenten un mismo patrón de
lexicalización, la cantidad y el tipo de información que se dé de cada componente
semántico no tienen por qué ser la misma. Esta variación está estrechamente ligada a la
saliencia o accesibilidad cognitiva que estos componentes semánticos tengan para el
hablante. Cuanto más fácil sea la codificación de los mismos, por ejemplo, porque una
lengua presente más recursos lingüísticos, más posibilidades hay de que el hablante se
fije y los describa en más detalle. Pasemos ahora a comparar los eventos de movimiento
en español y euskera para ver si existen diferencias a la hora de describir la Manera, el
Camino y la Base.
2.1. La descripción de la Manera en español y en euskera
Basándonos en los datos de las narraciones de la rana, podemos decir que el español y el
euskera se comportan ambos tal y como se puede esperar de una lengua de marco
verbal. Por un lado, los verbos de Manera que se utilizan 4 son muy generales como
vemos en (5) y (6).
(5)
V:m Æ correr, dar un empujón, dar un salto, nadar, saltar, volar
V:md Æ arrojar, encaminarse, escaparse, huir, perseguir, trepar(se),
precipitarse, sumergirse
(6)
V:m Æ airatu ‘volar’, ibili ‘andar’, irriste egin ‘resbalarse’, korrika egin
‘correr’, paseatu ‘pasear’, saltatu, salto egin ‘saltar’
V:md Æ bidali ‘enviar’, bota ‘tirar’, eskapatu ‘escapar’, ihes egin ‘escapar’
Por otro lado, los hablantes de estas dos lenguas no dan mucha información y solamente
cuanto es discursivamente relevante (McNeill 2000; Papafragou, Massei y Gleitman
2006; Özcalışkan y Slobin 2003; Slobin 1996, 1997, 2000). Veamos un ejemplo. En la
Figura 1, tenemos una de las escenas de las historias de la rana, la escena del búho. El
evento de movimiento es el siguiente: el búho que estaba dentro del árbol (en la imagen
anterior a esta), aparece de repente y asusta al niño que termina en el suelo.
4
(V:md).
Vamos a distinguir entre los verbos que codifican Manera (V:m) y los que codifican Manera y Camino
Figura 1: Escena del búho
Los hablantes de español y de euskera describen esta escena del búho con ejemplos
como los de (7) y (8).
(7)
Y del agujero salió un búho
(8)
hontz handi bat
ateratzen
búho grande uno salir.hab
‘Le sale un búho grande‘
zaio
aux
Como ocurre en la mayoría de las lenguas de marco verbal (Slobin 2004, 2006), los
hablantes no mencionan en ninguna ocasión la manera en la que el búho sale del árbol.
De hecho, al ser la Figura un ave se supone que estos animales vuelan, por lo que sería
muy redundante el decir que ‘sale volando’, ya que esta es la forma canónica en la que
se mueven estos animales, y por lo tanto, es discursivamente irrelevante.
Sin embargo, a pesar de que las descripciones en estas dos lenguas son muy similares,
es importante mencionar que sí que hay una diferencia importante entre el euskera y el
castellano: los recursos lingüísticos que estas dos lenguas tienen para codificar la
Manera. El euskera, a diferencia del español, tiene un rico y numeroso inventario de
ideófonos del movimiento, más de 800 (Ibarretxe-Antuñano 2006). Estas palabras, a
veces también llamadas onomatopeyas, tienen unas características estructurales
especiales (fonología y prosodia inusual, reduplicación, simbolismo fónico). En (9), el
ideófono biriboraka expresa un movimiento precipitando, como cuando alguien cae
rodando, dando vueltas de una manera descontrolada.
(9)
Eta
Aitor biriboraka
lurrera
y
aitor ide
suelo.abl
‘Y tiró a Aitor rodando al suelo’
bota
tirar.perf
eban
aux
Sobre todo, lo que nos interesa destacar aquí, es que los ideófonos en euskera describen
diferentes subcomponentes de la Manera como la cantidad de energía, la velocidad, el
movimiento forzado, el movimiento con obstrucción, el movimiento suave, el
movimiento furtivo o el patrón motriz, ilustrados en la Tabla 1 junto con el número de
ideófonos correspondientes a cada subtipo.
Ejemplo y traducción 5
Zirkin ‘impulsión’
Mara-mara ‘movimiento suave’
Hirrinbili-harranbala ‘moverse torpemente’
Jitipiti-hatapata ‘andar a gatas’
Zirkun-zarkun ‘ir a trompicones’
Haia-haia ‘rápidamente’
Enuxu-banuxu ‘despacio’
Dringili-drangala ‘balancearse, mecerse’
Tipi-tapa ‘andar con pasos cortos y ligeros’;
atxi-atxika ‘corriendo’; txingili-mingili ‘andar
sobre un pie’; fla-fla ‘volar’; igeri-migeri ‘como
nadando’
PM-andar + M. Forzado Kinki-kanka ‘andar con dificultad’
PM-correr+ Velocidad
Terreil-merreil ‘ir a la desbandada’
Tabla 1: Tipos de ideófonos de Manera de movimiento en euskera
Manera
Energía: alta
baja
Movimiento forzado
Movimiento furtivo
Mov. obstrucción
Velocidad: rápida
lenta
Movimiento suave
Patrón motriz
Número
8
46
11
37
11
176
292
66
24
Lo interesante del euskera es que, aunque tiene recursos lingüísticos para poder
describir el componente de Manera, los hablantes no suelen fijarse en este componente
cuando describen un evento de movimiento, o no tanto como se desprendería de unos
recursos tan ricos, tal y como plantea Slobin (2004, 2006) al describir el continuo de
saliencia de la Manera. Parece ser que hay otros factores pragmáticos e incluso
sociolingüísticos, que hacen que los hablantes vascos eviten el uso de estos elementos
(Ibarretxe-Antuñano 2009b).
2.2. La descripción del Camino y la Base en español y en euskera
Las diferencias más importantes entre estas dos lenguas las encontramos en la
descripción del componente de Camino. El español se comporta como una lengua típica
del marco verbal, es decir, los hablantes describen la trayectoria sobre todo en el verbo
principal sin añadir muchos otros detalles en elementos externos (Slobin 1996, 1997).
El euskera, por el contrario, no sigue esta tendencia, y se acerca más a las lenguas de
marco de satélite. Los hablantes prefieren dar una rica y detallada descripción de la
trayectoria. Veamos algunos ejemplos con otras escenas de las historias de la rana.
Figura 2: Escena del perro
5
Por motivos de espacio solamente damos una traducción breve de lo que significan estas palabras.
En esta imagen, los hablantes tienen que describir qué ocurren con el perro, y las
descripciones más típicas en estas lenguas las tenemos en (10) y (11):
(10)
El perro Tomy pierde el equilibrio y se cayó
(11)
Bapatean
Txuri txakurra
leihotik
behera
de.repente
txurri perro.abs
ventana.abl abajo.adl
Lit. ‘De repente Txurri, el perro, se va de la ventana a abajo
joan zan
ir.perf aux
Como vemos en (10), en español solamente se menciona el verbo caer, mientras que en
euskera, se da la trayectoria completa, lehiotik behera ‘de la ventana al suelo’. En la
siguiente figura, la escena del ciervo, encontramos una situación parecida.
Figura 3: Escena del ciervo
Los hablantes de español dan información sobre la trayectoria en el verbo y la amplían
con un elemento más, que describe el destino:
(12)
Se cayeron a un charco
Los hablantes de euskera, por su parte, son mucho más específicos y precisos, ya que,
no solo utilizan un verbo de Camino, erori ‘caer’, sino que además utilizan otros tres
elementos más, amidegitikan behera ‘del precipio al suelo’ e ibai batera ‘al río’.
(13)
Danak
amildegitikan
behera
erori
batera
todo.pl.abs
precipicio.abl.loc
abajo.adl
caer.perf
uno.adl
Lit. ‘Todos se cayeron del precipicio a abajo a un río’
zian
ibai
aux
río
En la Tabla 2, se comparan los datos de los hablantes españoles y vascos para todas las
escenas de caídas de las historias de la rana. En la segunda columna se ven los casos en
los que el verbo principal está solo (V-info) o cuando tiene algún tipo de información
extra (V+info), y en la tercera columna, se contabiliza el número de piezas de
información por cada verbo, una o más de una.
Lengua
Verbo e información
Número de piezas de información
V-info
V+info
Una
+Una
Español
32% (21casos)
68 (44casos)
95,5 % (42casos) 4,5 % (2casos)
Euskera
11,9% (7casos) 88,1% (52casos)
61,5% (32casos)
38,5% (20casos)
Tabla 2: Descripción del Camino en español y euskera
Como se puede observar en esta tabla, la tendencia está clara. En euskera casi nunca se
utiliza el verbo solo, y se da mayor información de la trayectoria que en español. Éste,
por tanto, se puede considerar un caso claro de variación intratipológica. El siguiente
paso consiste en explicar el porqué, es decir, las razones que justifiquen estas
diferencias. Ibarretxe-Antuñano (2004b, 2009a) arguye que algunas características
tipológicas del euskera como el orden de elementos, los recursos lingüísticos (casos,
postposiciones) o la omisión verbal, entre otros, pueden justificar esta variación.
3.
Variación diatópica: español norteño
La variación diatópica se refiere a la posibilidad de que las variedades de una misma
lengua, puedan mostrar diferentes tendencias discursivas a la hora de describir los
eventos de movimiento. Aunque esta perspectiva de análisis no ha recibido aún la
atención que se merece dentro del marco de los patrones de lexicalización de Talmy,
algunos autores que han trabajado con las variedades del alemán (suizo) (Berthele
2004a, b, 2006) y las variedades del italiano (Iacobini 2009, Mosca 2007, Schwarze
1985) muestran que hay diferencias significativas dentro de una misma lengua. En esta
sección vamos a estudiar cómo se describen los eventos de movimiento a través de
datos recogidos de español norteño, en concreto, del País Vasco (Bizkaia) y de Aragón
(Zaragoza, Huesca), para observar si las variedades diatópicas del español son un factor
a tener en cuenta en el estudio de los eventos de movimiento. Los datos, como hemos
mencionado más arriba, son elicitados utilizando las Historias de la rana.
El español del País Vasco no presenta muchas características distintivas propias si lo
comparamos con el español estándar. Es una variedad muy cercana al español
normativo, probablemente, como señalan algunos autores (García Mouton 2002),
debido a que la otra lengua con la que convive, el euskera, tiene unas características
tipológicas muy diferenciadas. Aún así, se suelen describir algunos rasgos diatópicos
característicos (véanse Etxebarria 1988, Oñederra 2001, 2003, Turrez 1988, Urrutia
2003, para las variedades de Bilbao y alrededores, Etxebarria 1985, Unamuno 1956,
Zarate 1976).
Desde el punto de vista fonético, algunos autores (Echaide 1966, 1968, Elordieta 2003,
Oñederra 2003) señalan como característico la intensidad de la vibrante que suele tener
un número de oclusiones mayor, mayor resistencia a la neutralización entre la palatal
lateral y la central, la elisión de la dental sonora en la terminación –ado acompañada de
cierre en /o/ o /u/ y diptongación—aunque este rasgo lo comparten otras variedades del
español, ocurre de forma predominante en esta variedad-, incorporación al español de la
consonante fricativa sorda prepalatal en préstamos como xirimiri ‘llovizna’ y en
algunos contextos informales, el acento tonal L+H*, y solamente en algunos hablantes,
el seseo con la s apical (p. ej. cerilla Æ serilla).
Con respecto a las características morfosintácticas, se pueden mencionar los siguientes
rasgos: el uso de algunos tiempos verbales como el condicional en lugar del subjuntivo
(p. ej. aunque querría no podría hacerlo, me gustaría que irías a la tienda), el uso del
infinitivo (p. ej. esta sidra es preferible beber fresca, luego limpiar, cocer y poner) y
solidez en la distinción entre el pretérito perfecto (he ido –hoy) y el pretérito indefinido
(fui—ayer). El paradigma de los clíticos de tercera persona presenta estas características
(Fernández Ordoñez 1997, 1999, Landa 1992, 1995, Landa y Franco 1992, Urrutia
2003, Uruburu Bidaurrazaga 1993): leísmo, singular y plural, para hacer referencia a los
objetos directos personales o animados tanto masculinos como femeninos (p. ej. le
llamé –a Izaskun, les he invitado a comer—a sus tíos), usos anómalos de los
pronombres átonos bien por exceso como en los clíticos le/les como dativos, y también
como acusativos y objetos directos (masculinos o femeninos) (p. ej. le llamo a Mikel) o
por defecto, como en la elipsis de lo(s) y la(s) en objetos directos y acusativos no
animados (p. ej. ¿has traído el certificado por si acaso? No, no ∅ he traído). El orden
de los elementos en la oración también es a veces diferente, especialmente con respecto
a la posición del foco (delante del verbo) como en tres sobresalientes tiene, un coche
nuevo dice que ha comprado. También se suele dar una intensificación del adjetivo y
otras formas a través de la reduplicación como, por ejemplo, esta comida es rica, rica.
Los pronombres posesivos, especialmente cuando van con los nombres de parentesco,
suelen suprimirse (p. ej. la madre me ha dado un libro), y los demostrativos en
oraciones como éste opina lo contrario no tienen valor despectivo. Algunos nexos
también tienen unos usos específicos: el pues se puede utilizar con valor causal (p. ej.
no voy a ir a la escuela, ¿pues?), el ya, además de su valor temporal, se puede usar
como partícula expletiva (p. ej. Iñaki ya viene puede significar que viene ahora o que sí
que viene), y a veces se suelen también elidir algunos elementos que siguen a un nexo,
dándole un relieve acentual o tonal (p. ej. dame dos botellas o así). También se
encuentran usos diferentes de algunas preposiciones (p. ej. sábado a la mañana). Otro
rasgo que suele apreciarse, pero en menor medida y solamente en algunos hablantes, es
la falta de concordancia nominal como, por ejemplo, la de número (p. ej. las manzana
verdes).
Desde la perspectiva del léxico se pueden señalar muchos casos que cubren todas las
parcelas de la vida cotidiana (Etxebarria 1986, 1988), ya que se observan préstamos del
euskera en campos como los animales (sapaburu ‘renacuajo’, sagutxu ‘ratoncito’), la
alimentación (hamaiketako ‘almuerzo’, giarra ‘solomillo del cerdo’), la agricultura
(artaburu ‘mazorca de maíz, también tonto’, atxur ‘azada pequeña’), la vida social y
diversiones (aurresku ‘danza típica’, haizkolari ‘corta troncos (deporte rural)’), la vida
política y trabajo (batzoki ‘sede nacionalista’, langile ‘trabajador’), la familia (aita
‘padre’, ama ‘madre’) y la salud ((estar) larri ‘malestar general’, (estar) kikikolo ‘no
tener buena salud, pachucho’). Además también se puede incluir aquí el uso del sufijo
diminutivo vasco –txu (-txo) como en Begotxu o aitatxu ‘papito’ y el sufijo gentilicio –
tarra como en bilbotarra ‘bilbaíno’ o donostiarra ‘de San Sebastián’. Aunque en menor
medida también se encuentran algunos calcos del euskera como, por ejemplo, el uso de
sustantivos en plural pero con referencia singular (p. ej. los funerales por el funeral), y
el empleo de los verbos: coger (hartu) en expresiones como coger fuego o coger daño,
andar (ibili) en casos como mi padre ahora anda con la espalda ‘mi padre tiene dolor
de espalda’, y hacer (egin) en oraciones como el alumno hace uno con sus compañeros
‘el alumno se une a sus compañeros’.
Para este estudio hemos recogido datos de seis hablantes del País Vasco, más
concretamente de la provincia de Bizkaia, en el área de Bilbao y sus alrededores
(Santurtzi). Los hablantes, adultos con edades comprendidas entre los 30 y los 77, han
sido cuidadosamente seleccionados atendiendo a los siguientes requisitos: tienen como
lengua materna el español, han sido alfabetizados en esta lengua, son de ascendencia
vasca por parte paterna y materna, han residido siempre en el País Vasco, y su contacto
con el euskera se debe al entorno bilingüe del País Vasco, pero no como lengua de
comunicación habitual.
Por lo que respecta a Aragón, se ha señalado su riqueza lingüística en numerosas
ocasiones. De hecho es uno de los territorios hispánicos más estudiados por la
dialectología y en él conviven diversas lenguas: el español, que se habla en la mayor
parte del territorio desde el proceso de castellanización de finales del siglo XV, 6 el
catalán en la parte oriental, y las variedades del aragonés que se mantienen en los valles
pirenaicos.
Aunque en todo el territorio se habla español, la zona inequívocamente monolingüe
comprende el sur de la provincia de Huesca y las provincias de Zaragoza y Teruel,
dejando al margen las zonas orientales (y catalanohablantes) de las tres provincias.
Como señala Lapesa (1981: 492), suele identificarse el español hablado en Aragón con
el habla baturra, una variedad del castellano rústico, en la que se manifiestan algunos
fenómenos procedentes del antiguo romance aragonés.
Los rasgos que se señalan como característicos del español de Aragón (Martín
Zorraquino y Enguita Utrilla, 2000: 29; véanse también Buesa Oliver 1999, García
Mouton 2002, Enguita Utrilla 1999, 2000, Martín Zorraquino, 2004) son la entonación
ascendente con tendencia a alargar la vocal final: Soy de Calatayuuud –especialmente
intensa en el Valle del Ebro-, la tendencia a pronunciar como llanas palabras esdrújulas:
pajaro, medico, el uso del pronombre personal en distinto régimen: con mí, con tú, el
uso del diminutivo –ico: 7 un poquico, una mocica, ¡qué majico!, el sufijo –era para
nombres de árboles: olivera, almendrera, noguera por ‘olivo’, ‘almendro’ y ‘nogal’, el
uso de la palabra maño, 8 tanto como vocativo afectivo: Ay, maño/a, calla un poco y
como interjección para intensificar la cantidad: -Le han tocado doscientos euros en la
quiniela -¡Maaaaño/a! ¡Qué bien! y el uso excesivo de la partícula pues.
Además, podemos señalar otros fenómenos recogidos en el estudio sociolingüístico de
la ciudad de Zaragoza (Martín Zorraquino 1991a,b, Porroche Ballesteros 2004: 206,
220), son los siguientes: el subsistema pronominal átono, manteniendo el paradigma
latino y con errores del tipo se les dije, la construcción de superlativos con pérdida de la
[i] postónica del tipo guapismo, el uso de mucho en lugar de muy: Mi chico es mucho
guapo Además, Porroche Ballesteros (2004) señala otros rasgos morfosintácticos
propios del habla baturra que se dan también en otros lugares. Se trata, entre otros, de
fenómenos como la pérdida de [r] del infinitivo cuando va junto a un pronombre
enclítico: decime, el cambio de orden en la colocación de pronombres átonos: me se
metió en la cabeza, uso de artículo con nombres propios (p. ej. la Pilar) y la realización
de la conjunción o como u en todos los contextos fónicos (p. ej. ¿vienes u te quedas?),
entre otros.
6
Para una explicación clara y breve sobre el proceso de castellanización de Aragón, véase Martín
Zorraquino y Enguita Utrilla (2000: 29-39).
7
Este sufijo, que fue general en toda España y que se mantiene en otras zonas del dominio hispánico, se da
en todo Aragón y como indica Porroche Ballesteros (2004: 217) dota al discurso aragonés coloquial una peculiaridad
específica, ya que no es un simple minorizador sino que indica afectos, emociones y sentimientos de índole diversa.
Véase Alonso (1951) para más información sobre el carácter afectivo de los diminutivos. Debe aclararse que el sufijo
propio del aragonés antiguo es –ete que es el que ha pasado al castellano de Huesca, tanto en las zonas donde
perviven las variedades del aragonés como en las zonas monolingües de castellano.
8
Sobre los posibles orígenes de esta palabra, utilizada en el Valle del Ebro y el Bajo Aragón para expresar
cariño y en otras zonas hispánicas como sinónimo de ‘aragonés’, véase Martín Zorraquino y Enguita (2000: 56) y
especialmente Martín Zorraquino (2001).
Sin embargo, las mayores diferencias dialectales se encuentran en el léxico debido, en
gran medida, a la pervivencia de aragonesismos. 9 Algunos de los más frecuentes se
encuentran en campos semánticos como el de las plantas (ababol ‘amapola, también
tonto’, aliaga ‘ortiga’), las frutas (alberge ‘albaricoque’), los animales (paniquesa
‘comadreja’), las partes de la casa (falsa ‘desván’, luna ‘patio interior’ 10 ), actividades y
utensilios domésticos (escobar ‘barrer’, jorear ‘airear’, badil ‘recogedor’, pozal ‘cubo’),
la comida (laminero ‘goloso’, farinetas ‘gachas de harina de maíz’, sunsirse ‘quedarse
seco, sin agua’), las partes del cuerpo (melico ‘ombligo’), la comunicación (charrar
‘hablar’, coger un capazo ‘mantener una conversación larga’, embolicar ‘engatusar’), el
agua (chipiar, ‘mojar, calar’, capuzar ‘meter a alguien de cabeza en el agua’), los
insultos (jauto ‘tonto’, carnuz ‘ruin’, también ‘carroña’ o ‘carne corrompida’), palabras
formadas con el prefijo típicamente aragonés es- como escachar ‘chafar’, esbafarse
‘quedarse sin burbujas una bebida’, escaparrar ‘quitar garrapatas’) o algunas
expresiones idiomáticas propias como pa’cutio ‘sin cambios, siempre igual’ o dar
ferrete ‘molestar’.
En el presente estudio, recogemos los datos de seis hablantes aragoneses de entre 24 y
81 años. Todos ellos son residentes en Zaragoza capital, aunque algunos de ellos son
originarios de pueblos monolingües tanto de la provincia de Zaragoza (Azuara,
Valdehorna, Farasdués) como de la de Huesca (Alcalá de Gurrea). Todos ellos siguen
los requisitos anteriormente mencionados para los informantes vascos: su lengua
materna es el español (y han sido alfabetizados en ella), siempre han residido en Aragón
y son de ascendencia aragonesa por vía materna y paterna.
Una vez que hemos descrito las principales características lingüísticas de estas
variedades y la selección de informantes, vamos a pasar a analizar los eventos de
movimiento. El análisis contrastivo que discutimos a continuación toma como
referencia los datos utilizados por Slobin y colaboradores para el análisis de los eventos
de movimiento en español (Slobin 1996, 1997, Slobin y Sebastián 1994). En estos
estudios se utilizan tres variedades de español: chileno, argentino y peninsular central de
Madrid. Cada variedad cuenta con seis informantes.
3.1. La descripción de la Manera en español norteño
Lo que nos muestran los resultados de nuestro estudio es que en general, y como era de
esperar, los hablantes tanto del País Vasco como de Aragón no presentan grandes
diferencias con respecto a la expresión de la manera en las otras variedades del español.
Queda como un componente opcional, que tiende a explicitarse solamente cuando es
discursivamente relevante. Por ejemplo, en la escena del búho, tampoco estos dos
grupos de hablantes mencionan ni una sola vez la Manera, sino que dejan que se infiera
que el búho vuela al salir del árbol.
En cuanto al repertorio de verbos de manera, como podemos ver en (14), coinciden en
su mayoría con los señalados para las otras variedades (véase ejemplo (5)):
(14)
a.
9
País Vasco
V:m Æ bañarse, correr, saltar
Debemos señalar que algunas de estas palabras no se dan exclusivamente en Aragón, algunas de ellas se
utilizan asimismo en zonas próximas del Valle del Ebro (La Rioja y el sur de Navarra) y/o en zonas de tradicional
influencia lingüística aragonesa como es el caso del interior de Valencia y Murcia.
10
Véase Arnal y Lagüens (en prensa).
V:md Æ escaparse, huir, ir al paso, lanzarse, perseguir, tirar-se
b.
Aragón
V:m Æ correr, echar a correr, encorrer, posarse, saltar, perder las
patas
V:md Æ echarse, encorrer, escapar(se), huir, lanzar, perseguir, tirar-se
Sin embargo, es destacable la presencia en repetidas ocasiones de un verbo de manera
típicamente aragonés (Arnal y Lagüens en prensa). Es el caso de encorrer, que se
menciona cuatro veces en los datos, por lo que parece mantener una gran vitalidad—
incluso entre los hablantes más jóvenes (15b). El verbo encorrer se puede describir
como ‘perseguir a alguien corriendo tras él’ (Buesa Oliver 1999) como se ilustra en
(15). Seguramente su uso se debe a la falta de un equivalente exacto en castellano
estándar, ya que el más próximo es el verbo perseguir, aunque en este verbo el
componente de Manera queda fuera.
(15)
a.
b.
lo encorre a él la lechuza
Al perro se le cae mientras tanto el panal de abejas que le empiezan a
encorrer
Además, aunque no aparezcan en los datos de las Historias de la rana, seguramente por
no estar representado este movimiento en concreto, existen otros verbos de manera de
movimiento que son específicos de Aragón y que se utilizan al igual que sus
correspondientes del español estándar. Es el caso de esbarizar, 11 ‘resbalar’, o de
estozolarse o ir a tozolones ‘caerse golpeándose’ que vemos ejemplificados en (16) y
(17):
(16)
Cuando ya estaba animando pa que subiéramos, se esbarizó y cayó y entonces
el puente roca se rompió junto con la cinta que se rasgó casi al completo y cayó
hasta donde esperabamos los demás
(http://www.cimbre.com/foro/index.php?topic=714.105)
(17)
Como empecís a venir a corompénos, con sermones, vais a ir a tozoladas por las
escaleras. ¡Déjanos, déjanos aquí solos! (Eusebio Blasco “Tierno regalo” en
Domínguez Lasierra, 1978).
Posiblemente, al igual que ocurre con encorrer, han sobrevivido a la castellanización y
se mantienen porque tienen un matiz expresivo para los hablantes, ya sea por
simbolismo fónico o por expresar determinados componentes semánticos—de
manera—que no tiene su correspondiente español. En todo caso, este tema debería ser
estudiado con más profundidad.
Por último, aunque por cantidad no sea comparable al caso del euskera, en español de
Aragón podemos encontrar ciertos elementos que podrían calificarse de ideofónicos.
Estas expresiones se conservan mejor en el lenguaje coloquial e infantil, como en el
siguiente ejemplo, extraído de un libro para niños (Landívar y Maynar 2004) que se
distribuyó en los colegios públicos de la Comunidad Autónoma para conmemorar la
festividad de San Jorge, día de Aragón:
11
A partir de este verbo también se crean compuestos como esbarizaculos ‘tobogán’.
(18)
En esto que, china chana, llegó un caballero valiente
que a luchar vino dispuesto, con todo el equipo puesto.
“Se llama Jorge y es santo” decían las abuelicas
¡y hasta los gatos maullaban dentro de las gatericas!
El componente expresivo de ir, venir, llegar… + china chana parece evidente y sigue
una estructura típicamente ideofónica, con reduplicación y la alternancia vocálica [i] –
[a]. Esta partícula se da también en catalán y muestra de su carácter expresivo y de su
difusión entre los hablantes es que da nombre tanto a un grupo musical que fusiona pop
y rock con ritmos folklóricos aragoneses, rumba y otros estilos étnicos, como a un
programa de excursionismo, en su variante chino-chano, de la televisión autonómica
Aragón Televisión.
3.2. La descripción del Camino y la Base en español norteño
La descripción del Camino y la Base de las dos variedades de español que estamos
estudiando nos indican que se encuentran en una posición intermedia entre los datos del
euskera y del español, como queda reflejado en la Tabla 3.
Lengua
Verbo e información
V-info
V+info
32%(21 casos)
68% (44 casos)
11,9%(7 casos) 88,1% (52casos)
26%(7 casos)
74% (20 casos)
Número de piezas de información
Una
+Una
95,5 %(42 casos) 4,5 %(2 casos)
61,5%(32 casos)
38,5%(20 casos)
85%(17 casos)
15%(3 casos)
Español
Euskera
Español
País Vasco
Español
26%(6 casos)
74% (17 casos) 88,2%(15 casos)
Aragón
Tabla 3: Descripción del Camino en español norteño
11,8%(2 casos)
Tanto en español del País Vasco como en español de Aragón, los hablantes utilizan
verbos de movimiento acompañados de información sobre la trayectoria en un 75% de
los casos. Este porcentaje es relativamente más alto al ofrecido en los estudios de
español anteriores, pero no llega al 88,1% de los hablantes de euskera.
Hay, sin embargo, un dato interesante en la descripción del Camino de estas variedades,
y es el número de casos en los que los hablantes han utilizado con un mismo verbo
principal más de una pieza de información sobre la trayectoria.
En el estudio de los eventos de movimiento en español de Slobin y Sebastian (1994),
estos autores señalan que normalmente, si es que se da información extra sobre la
trayectoria fuera del verbo, ésta suele reducirse a un solo elemento y que es
prácticamente imposible encontrar ejemplos en las que un único verbo tenga
información adicional del origen y de la destino. Es más, Slobin y Sebastian (1994: 264265) insisten en que solamente se han topado con dos casos en las 60 historias recogidas
en España (Madrid) y con un único caso en las 156 recopiladas en Hispanoamérica
(Chile, Argentina).
Como ya mencionamos en la descripción sobre los eventos de movimiento en euskera,
esta tendencia no se cumple en esta lengua, ya que hay un porcentaje más alto de
ejemplos de verbos con origen y destino, de ahí, una de las razones que argüíamos a
favor de la variación intratipológica. Pero aún es más interesante comprobar que en los
datos de español del País Vasco y del de Aragón, tenemos varios ejemplos (5) que
incluyen más de una pieza de información de la trayectoria. Veamos un ejemplo de cada
variedad:
(19)
a.
País Vasco
[el niño] se queda totalmente sorprendido, tan sorprendido que se cae
del árbol al suelo porque del agujero aparece una lechuza
b.
Aragón
pero en un descuido, pues, resulta que el perro se cae de la ventana al
suelo
Es posible pensar que cinco ejemplos, tres en el español del País Vasco y dos en el
español de Aragón, no son muchos, equivalen solamente al 15% de los casos de verbo
con información, pero si pensamos que solamente contamos con seis hablantes en cada
variedad, frente a los 216 hablantes que tienen los estudios de español de Slobin y
Sebastián, las proporciones son significativas. Por el momento, no tenemos datos
suficientes para asegurar que es un rasgo de estas dos variedades, pero al menos sí que
podemos afirmar que existe cierta variedad diatópica que futuros estudios deberán
corroborar.
4.
Conclusiones
En este trabajo nos hemos ocupado de investigar sobre las posibles variaciones internas
que se pueden dar dentro del grupo de lenguas que siguen el patrón de lexicalización del
marco verbal en los eventos de movimiento. Primero, hemos demostrado a través de una
comparación entre el español y el euskera que podemos hablar de variación
intratipológica. A pesar de que ambas lenguas lexicalizan los eventos de movimiento
siguiente el patrón del marco verbal, es decir, el Camino en el verbo principal y la
Manera fuera, se observan algunas diferencias. Los hablantes de ambas lenguas no
parece que presten mucha atención al componente de Manera, ya que se describe de
forma muy general y solamente si es discursivamente relevante; aún así, el euskera,
gracias a su numerosa colección de ideófonos de movimiento, cuenta con unos recursos
léxicos mucho más ricos y expresivos que los del español. Las diferencias más
importantes se encuentran en la descripción del componente de Camino. Mientras los
hablantes del español siguen las directrices comunes a las lenguas de marco verbal
dando solamente la información en el verbo o a lo sumo en un elemento externo, los
hablantes del euskera muestran una tendencia contraria, y describen este componente
con mucho detalle e incluso, desde una perspectiva externa al euskera, de una manera
redundante.
En la segunda parte de este trabajo nos hemos ocupado de la variación diatópica, para lo
cual hemos analizado datos de español norteño central (País Vasco, Bizkaia) y oriental
(Aragón, Zaragoza y Huesca). Aunque no hemos encontrado unas diferencias tan
significativas como con el euskera, sí que hemos detectado algunas áreas de interés.
Con respecto al componente de Manera, ninguna de las dos variedades describe este
componente en gran detalle, tal y como es de esperar en las lenguas de marco verbal,
pero sí existen algunas diferencias en el español de Aragón relacionadas principalmente
con el léxico, ya que tiene verbos específicos propios como encorrer, y, aunque no
figuran en nuestros datos orales, expresiones ideofónicas como china chana, que
merecen un estudio más profundo. En lo que respecta a la descripción del Camino, los
hablantes de estas dos variedades suelen utilizar el verbo principal con algún elemento
adicional de información sobre la trayectoria más frecuentemente que los hablantes de
español de estudios anteriores. Cabe destacar, especialmente, la utilización de
descripciones del movimiento en las que se emplea el verbo principal con dos piezas de
información, el origen y el destino. El uso de este tipo de construcciones es
comparativamente bastante más importante si tenemos en cuenta que el número de
hablantes (12 frente a 216).
Aunque se necesitan estudios con un número mayor de informantes y de otras
variedades, estos resultados nos indican que la tipología de Talmy es útil siempre y
cuando se interpreten los dos tipos de lenguas de marco verbal y de marco de satélite
como escalas o continuos, ya que existe tanto una variación intratipológica como
diatópica.
5.
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