La tabla - Cuba Abierta

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La tabla
COLECCIÓN NARRATIVA
La tabla
Armando de Armas
ehc
editorial hispano cubana
La tabla
Armando de Armas
Colección Narrativa
© Reservados todos los derechos de la presente edición a favor de:
Editorial Hispano Cubana, Madrid, 2008.
© Cubierta: “Vida o muerte”, 2008. Acrílico sobre lienzo de Raúl de Zárate.
Edición: Grace Piney.
Primera edición: Octubre de 2008.
ISBN: 978-84-936493-3-3
Depósito Legal: B 48461-2008
Editorial Hispano Cubana.
C./ Orfila, 8, 1º A
28010, Madrid.
España.
Telf.: 34 91 319 6313
Fax: 34 91 319 7008
Internet: www.editorialhc.com
E.mail: [email protected]
Prohibida su reproducción total o parcial por cualquier medio,
salvo autorización por escrito de la editorial.
Impreso en España.
Índice
Parte I..............................................................................................15
Parte II...........................................................................................159
A mis hijos Andy, Amanda, Armando y Ariadna.
A mi madre.
A la memoria de mi padre.
A Mimí, que salvó esta novela de entre las aguas embravecidas.
A Lázaro, que con sus llagas, sus muletas y sus perros,
camina por entre las páginas de este libro; a Lázaro, el vencedor.
¡Oh, qué cosa de ver era esta tan temerosa y rompida
batalla, cómo andábamos pie con pie, y con qué furia los
perros peleaban, y qué herir y matar hacían en nosotros con
sus lanzas y macanas y espadas de dos manos!
Bernal Díaz del Castillo
Historia verdadera de la conquista de la Nueva España.
Parte I
la pistola; entre la pelvis y el calzoncillo, aparte de hacer que las
pepillas le miraran a la portañuela, asombradas y lujuriosas, tenía el
poder de abrirle todas las puertas, despejar todos los caminos; porque de eso se trataba, de abrir puertas y despejar caminos, o mejor,
de abrir la puerta y despejar el camino que lo condujera a brincar el
charco; curiosa la relación charco-mar; guajirito por caminos de
agua y fango, haciendo equilibrios; calculando, meditando el mejor
modo de saltar de una piedra a otra para llegar a la escuelita a dos
kilómetros de su casa sin manchas de fango en los zapatos va-quete-tumbo; que difícilmente podían hacer juego con la flamante pañoleta blanca y azul anudada al cuello; sonreía a media boca, modo
peculiar suyo, aprendido quizá para resultar maloso y despreciativo;
los pioneros que vinieron después, cuando él ya estaba en el preuniversitario, la usaban de un rojo chillón; todavía no había visto el
mar, y por las noches, sin otro punto de referencia, se lo imaginaba
o soñaba como un enorme charco que siempre se podía brincar con
un poquito de agilidad y suerte; sólo mucho después, a tanto rogar
de unas primas, la madre consintió en que Amadís y el hermano se
hicieran pioneros, y así tuvieran derecho a participar de un plan vacacional en la playa, y, por primera vez, y única en su vida, una
realidad imaginada no le resultó decepcionante al compararla con la
realidad-realidad; plato Grande Grande Grande llenito de agua no
podía caberle en la cabeza, con barquitos allá donde el cielo y el
agua parecían copular; ¿y los países?; ¿dónde estaban los países y
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sus gentes y sus luces?; porque… si había otros países en el mundo
tenían que verse desde la orilla, allá donde las olas hacen espuma
igual que cuando mami hierve la leche; caminaba con rumbo a la
Avenida del Puerto, y la primera bocanada de aire y salitre le llegó
de golpe para quitarle de las narices el olor a cuartería y anunciar el
mar; ¿qué dirían las marquesas dueñas de antiguas mansiones convertidas en cuarterías acerca del uso racional del espacio?; la marejada de gente lo subió casi sin percatarse en una ruta 119 para situarlo, de golpe, tras un policía, lo empujaban, y él empujaba al policía
sin poderlo evitar, se arqueaba para no repellarle el culo con la pistola, pero lo mismo, se veía comprimido contra el compañero; ¿compacuánto?; com-pa-ñe-ro, chico, c-o-m-p-a-ñ-e-r-o; que lo miraba
de reojo; ¡ay mi madre ¿qué es esto?!, ¡qué suerte la mía!, este hombre va a pensar que soy bugarrón; la guagua, frenazos, voces; ¡los
medios, pasen los medios y no empujen!, caballeros; ¡que no me
empujen, por favor, que no me empujen!; compañero policía con la
pistola entre las nalgas, y Amadís; que pase pronto, que pase algo
que me borre de pronto, que lo borre de pronto, una luz; la luz de
Yara; el cine Yara; no tiene por qué acomplejarse el compañero, que
pistola es hembra, no macho, pero en la prisión se le dice pistola a
los bugas, a los que disparan a los machos en el baño; si el compañero fuera una jeva, algunas jevas no protestan; una vez recosté una
rubia y comenzó a menearse marcha atrás, ¡qué loca!; ¡ayayayyy!,
ahora sí, ¡qué lío!, se me está parando; el policía; ¡compañero, por
favor, sepárese un poco que me molesta!; sí,… sí, disculpe, la gente,
¿sabe?; bandazo, va contra el tubo de un asiento; sintió un sudor
correrle por la espalda y un temblor castañetearle los dientes; la rubia, tengo que pensar en la rubia, el guardia sigue mirando con cara
de pocos amigos; Amadís se corrió poco a poco hacia la puerta de
salida, y en la primera parada se tiró y caminó hacia cualquier parte;
los pies blancos, delicados, por la costumbre de no caminar descalzo
por aquello de que los parásitos entran por la planta del pie, adivinando dónde las piedrecillas resultasen menos molestas, y por fin, la
arena, húmeda y suave, un escalofrío, como si estuviera a punto de
orinar; primero un pie, después el otro, como el primer hombre en la
Luna, y avanza hasta que el agua le da a la altura de las rodillas; la
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Abuela; el mar es persona viva, mijito, Dios lo creó pero le pasó con
él como con el Diablo, se le fue de las manos y un día tuvo el valor
de plantearle un trato a Dios, consistía en tragarse un humano cada
año o, por el contrario, la variante de tragarse cada año una pulgada
de tierra; Dios, como Dios, no es bobo y se puso a pensar en que si
escogía la variante de la tierra en algunos miles de años el mar no
dejaría ni donde amarrar la chiva, y prefirió sacrificar a los humanos,
como buen general que sabe de antemano los soldados que sacrificará a la conquista o el mantenimiento de un fuerte; pero el mar es de
madre, pues siempre coge más de lo pactado, solamente cada vez
que se hunde un barco cuántos no se traga; ¿cuántos cabrán en un
barco?; ¡ufff!, un seremil de gente; cuota del mar, cuota del mes, libreta de alimentos; había avanzado tambaleándose, miró la inmensidad del mar y tuvo vahídos, el calor del sol reverberándole en el
rostro y la frialdad del agua que le subía hasta los fondillos le produjo una agradable sensación; se agachó hasta tener el agua a la barbilla y braceó como si nadara, era increíblemente fácil nadar, se separaban los pies del fondo, se le daba a los brazos, y había un instante
durante el que se flotaba; flotar era algo estupendo, así, bracear para
que los otros piensen que sé nadar, que he estado otras veces en el
mar, ¿y los tiburones?, ¿habrá tiburones aquí?, dice la Abuela que
para morder se viran bocarriba; pero no, también dice que el tiburón
es cobarde y que cuando siente la bulla de la gente no ataca; ahora
floto más y si quisiera podría dar la vuelta a Cuba; ¡vuelta a Cuba en
80 mundos!; Sebastián de Ocampo bojeando la isla en un short que
parece un calzoncillo de patas largas y que al mojarse transparenta
la pichita toda engurruñada; o tal vez fuera mejor ver si caminando
caminando se puede llegar a los otros países y ver cómo son y cómo
viven sus gentes; de todas formas, por ahora, me voy conformando
con bracear cerca de la costa y tirarme pedos dentro del agua; blu blu
blu, las burbujitas suben y uno con cara de yo no fui y un friecito
como un soplido en el culo; campamento de pioneros; la noche caía
y los hicieron alinearse militarmente, cada niño buscó su escuadra y
hubo un momentáneo atolondramiento general; a la luz de las fogatas se podía leer un enorme cartel; PIONEROS POR EL COMUNISMO, SEREMOS COMO EL CHE; cuando dieron la voz de si-
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lencio se quedó solo con la oscuridad, y su miedo, cubierto con la
sábana hasta la cabeza; entonces, aquello que debió ser una rana
comenzó a reptarle, húmeda, babosa, sobre la sábana que Amadís
empapaba de un sudor terroso como si fuera un muñeco de fango
diluyéndose en agua, y fue pasando por el abdomen, por el pecho,
por el cuello, por la cara, las asquerosas patitas arañando la sábana;
¡paf!, le dio un manotazo y la proyectó contra la tabla de la litera de
arriba, y le cayó de nuevo encima, y comenzó a moverse lenta, pesadamente, como si el manotazo la hubiese hecho crecer; al amanecer,
Amadís se encierra en un baño y arrodillado; ¡Dios mío!; con golpecitos en el pecho como le enseñó el Abuelo; haz que esos bichos no
me pasen más por arriba y haz… Ramón, un compañero del aula,
entra en el baño; ¡caballeros aquí entre nosotros hay un religioso!;
Amadís lo cogió por el cuello, y Ramón no hizo nada porque una
vez se fajaron bajo el mamey de frente a la escuela y Amadís saltaba
y gritaba; ¡aaahhh!, ¡aaaahhhh!; al tiempo que tiraba patadas aprendidas en un viejo manual de defensa personal, mientras Ramón retrocedía entre sorprendido y asustado; ¡yo con trampitas no me fajo!;
el tren; bim, bam, bum; puuuaaa, puuuaaa; violando la noche como
sinfonía de mil bueyes de hierro que halaran recostados al aguijón;
¡nunca tires, hijo, contra el aguijón!; Amadís luchaba por no dormirse, tres asientos delante de él había colocado la pistola dentro de un
bolso, si registraban nadie sería el dueño; pero, por otra parte, también le preocupaba que cualquier gil se la fuera a robar; no se consigue una pistola todos los días, una Makarov, 50 dólares, los dólares
se consiguen más o menos fácil, lo que no había resultado fácil era
el contacto, y sobre todo, lograr que entre él y la cadena hasta el
contacto que proporcionaría el artefacto no hubiera ningún chiva;
¡mi madre qué cantidad de chivatos!, en los tiempos del fin del mundo los hijos venderán a los padres; o algo así, no me acuerdo bien; el
tío predicándole; el día del Juicio Final sólo se salvarán los Testigos
de Jehová, entonces el Paraíso será para nosotros, nada perturbará la
felicidad alcanzada, todo nos estará dado; aceptó formar parte de la
apocalíptica secta, no tanto por las bondades del Paraíso como por el
terribilísimo fin que le auguraban de no acogerse a las leyes de Jehová; ¡vaya cosa!; sonrisa a media boca; las religiones, sectas, ideolo-
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gías, hermandades y todo cuanto se propone salvar al hombre, perfeccionar al hombre, se apoyan en el terror y comienzan exigiendo
renunciamientos; en la escuela; ¡Amadís, patiblanco!; ¡que viva la
religión de los patiblancos!; el coro grita y él a piedra limpia con
todos, se fajaba, pero la secta prohibía la violencia; el tío; Amadís,
hijo, a Cristo le dieron una bofetada y puso la otra mejilla; ¡pinga la
otra mejilla!, al que me dé le doy, si no puedo con la mano le doy con
una piedra o un palo; primera lección aprendida del padre; y entonces los primos más grandes de Amadís comenzaron a tenerlo en
cuenta y lo usaron como gallito de pelea para jugarse la peseta de la
caja de cigarros; media sonrisa y miró por primera vez a la muchacha que dormía o fingía dormir en el asiento de al lado; pero los
primos sólo se acordaban de él para jugarse la peseta, y si él tenía
líos con los más grandes no lo defendían; creó la pandilla o la guerrilla, y fue el jefe, justo, decidido y valiente, como los jefes de las
guerrillas que estaban luchando por la libertad de América Latina;
Comején, tenía edad de estar ya en el Servicio Militar Obligatorio,
venía arrogante en su caballo blanco; ¿blanco como el de Maceo?; la
guerrilla lo esperaba emboscada detrás de una cerca de piña, y;
¡búmbata!, ¡búmbata!, piedras y flechas, el caballo parado en dos
patas ¡y allá te va Comején al suelo!; clavícula fracturada; ¡a-a-a-aa!, ¡a-a-a-a-a!; ¡primera victoria de la guerrilla contra el Imperialismo Yanki; bim, bam, bum, el tren cabecea por la línea y la muchacha
contra su hombro; ¿estará dormida?, una mano se me va como al
descuido entre sus muslos calientes calientes calientes que queman,
de carnes duras, y ni protesta; ella, la posibilidad de que el viaje
hasta Cienfuegos no fuera sólo bim bam bum, siete horas de bim
bam bum, sacudido como un pelele, con paradas en puebluchos polvorientos que ¡válganos Dios no vivir en uno de ellos!, sin otra alternativa, alter-nativa, al-ter-na-ti-va; eso es, la posibilidad de que las
cosas no fueran necesariamente y para siempre como se presentan, o
como las presentan, o como se encuentran, o como las fuerzan, o
como; la guerrilla era también una alternativa; los arcos se hacían de
ramas de Guamá; ¿quién fue primero, el cacique o el árbol?, ¿será el
árbol un homenaje al cacique?, ¿es el cacique una encarnación del
árbol que ejerce su reinado de disparo y flecha a través de él?; y las
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flechas de güin con puntillas de acero; ¡zas!; Amadís era el mejor
tirador con arco, la flecha elevándose en el aire, curvando allá arriba,
extraño animalito detenido contra el cielo un instante, una eternidad,
para caer dócilmente clavada dentro del círculo hecho en la tierra a
varios metros de distancia del lugar del lanzamiento; los malos estaban escondidos en el platanal y Amadís desplegaba a los suyos para
rodearlos; ¡alataqueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!; las hojas de los
plátanos vuelan despedazadas y las flechas se clavan cimbrando en
los troncos y a él le fascina porque así debe ser la guerra; ¡no pasarán!; ¡y el pueblo unido jamás será vencido!; media sonrisa; y los
muslos calientes calientes calientes que se quieren abrir que no se
abren que se abren; el primo medio idiota es el jefe de los malos,
desde atrás de una mata de plátano asoma imprudentemente el cabezón; Amadís pone en una misma línea la flecha, el sacabocado del
arco y el cabezón del primo; ¡zas!, vuela la flecha para posarse allá
donde el bobo berrea con el güin clavado en un ojo; ¿ojo?; el ojo de
la cerradura, el ojo de la aguja, el ojo de Dios y el ojo del culo, el
más vilipendiado de todos los ojos, injustamente además, porque
independientemente de su función utilitaria, racional, tiene la otra, la
del placer, que para eso también parece que se hizo, y si no se hizo
para eso, al menos, ¡con seguridad!, quien pruebe, coja un culo una
vez, jamás pierde la costumbre de probar, coger culos; el ojo del
bobo cicatrizó arrugado como el culo; se robaba la escopeta 16 de
dos cañones del tío Periquín; ¿del tío Periquín?; no, del Viejo, lo que
el tío Periquín era miliciano y militante del PARTIDO y podía tenerla; dice la Vieja que vinieron como a las doce de la noche; ¡somos
del 26!; con pañuelos cubriéndoles el rostro y apuntando al Viejo
con una pistola; ¡las armas, dónde están las armas!; el Viejo; lo que
tengo por ahí es un escopetín; la Vieja; no le tienen que apuntar que
se les puede ir un tiro; ellos; es sólo precaución; la escopeta hizo
toda la revolución y volvió con el triunfo, la encontraron por casa de
Evelio, el bodeguero bueno que fiaba sin esperanzas de cobrar y
traía los víveres a domicilio, montado en un caballo con menos bríos
que Rocinante, y la recuperaron porque uno de los yernos de Evelio
era del 26 de Julio; avanzaba agazapado por entre los cañaverales,
las hojas le cortaban el rostro y el cuello como navajas, collares de
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Armando de Armas
Santa Juana, y, bam, bam, bam, tiraba con la boca, apuntaba hacia
imaginarios mercenarios que habían desembarcado en la zona;
¡Cuba síííííííííí, Yankis nooooooooooo!; y; ¡Fidel, seguro, a los Yankis dales duro!; enfebrecido, creyéndose héroe de la Revolución
Mundial; el tío Periquín lo regañaba por la travesura, mientras hacía
un guiño, orgulloso, a sus colegas del PARTIDO; aquí hay un pichón
de comunista; él se hinchaba de pecho y ponía el ceño fruncido como
en las fotos que aparecían en los periódicos de esos barbudos que
Amadís imaginaba de una especie entre el ángel y el guerrillero,
sintiéndose recompensado del día en que Periquín lo sorprendió leyendo la Biblia; ¡qué cojones es eso de un comunista leyendo la
mierda esa!; y Amadís; tío a mí lo que me hace falta es una Biblia y
un fusil; el tío; una Biblia no, un fusil; pero Camilo Torres; ¡Camilo
Torres pinga!; subía la mano, con cautela, como quien no quiere la
cosa y quiere, un poquito más y le cojo el bollo, el bollón, bollo de
pan, pan con pelo, el pan nuestro de cada día, dánoslo hoy, y si no
me lo dan me lo cojo, el duro pan-con-pelo-nuestro-de-cada-día; la
Biblia y el fusil, la cruz y la espada; ven indito lindo, besa la cruz
para que te vayas al cielo, ven indito ingenuo, indito pobre, indito
maricón, no temas y besa la cruz, y; ¡chasss!, en nombre del Padre,
del Hijo y el Espíritu Santo; la espada ha cortado el aire y la cabeza
ensangrentada rueda por el polvo; María Concepción aparecía envuelta en el rocío y la neblina, cubriéndose con una estola negra y
raída, casi siempre con un regalo y siempre con un chisme nuevo
sobre el barrio; dicen que anoche Jesús cogió a la mujer con el Vaquero, ¡qué barbaridad, caballeros, son unos desvergonzados porque
siendo hermanos no es para que anduvieran haciendo cochinadas!,
¡incesto le llaman a eso!; levantaba las manos por encima de la cabeza; Jesús le cayó atrás con una estaca que si lo agarra lo mata, total
para nada, cuando se cansó de correr viró y ahí sigue con la puta, que
el que nace pa’ tarrú del cielo le caen los tarros; Blanca Nieves y los
siete enanitos; Blanca Nieves; Blanca Nieves lamiéndose el semen
como una perra, el semen que le echan encima los siete enanitos;
María Concepción; uno de ustedes va a ser mi yerno, refiriéndose a
Amadís y a su hermano Eloy, Amadís baja la cabeza todo colorado;
el baño de la escuelita para hembras y varones con una división de
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cartón con huequitos abiertos a puntilla por los pioneros, Amadís
mira por los huequitos; la China, hija de María Concepción, sentada
en la taza, de nalgas blancas, blancas nieves de todos los enanitos;
nalgas nieves de todos los bugarroncitos; China-nalgas-nieves del
vacilón; bim, bam, bum; le cogía la pelota del sexo por encima del
jeans humedecido, impregnado de un olor a mar que lo desquiciaba;
la Abuela; mijito, eso de las mujeres es animal inmundo, huele a
bacalao; la muchacha se contorsionaba, se mordía las manos y resoplaba como una yegua; María Concepción a la Vieja; mira Paula,
dame lo que tú quieras por la máquina de coser, yo sé que a nosotros
nos queda poco en este país y de algo hay que ir viviendo; ¿y Ruperto?; bueno, Ruperto hasta que no le den la libertad, y eso nunca se
sabe, porque él es plantado, ha estado en huelgas de hambre y esas
cosas; ¡no!, ¡no!, espere, Paula, yo no quisiera que él me exija que
me vaya alante con los muchachos, es duro, pero qué vamos a hacer,
ya no tengo qué vender, y a propósito, habla lo de la bicicleta con el
viejo Montalbán; Amadís y Eloy, miradas de alegría; la Vieja; sí, sí,
el Abuelo va a vender un torete para comprar la bicicleta, Amadís es
el niño lindo del viejo Montalbán; la mujer se aparece todas las noches vestida de negro en la curva de la escuela vieja, la que quemaron, dicen que para hacer sabotaje; no, ella no hace nada, sólo pasa
muy erguida y sin mirar a ninguna parte; mami, tengo miedo, ¿por
qué sale esa mujer?; hijito, esas son cosas del otro mundo, o de éste,
nadie sabe, pero no le tengas miedo, María Concepción la vio la semana pasada y le entró un escalofrío por toda la espalda, ¡figúrate tú,
una cosa de esas!; ¿mami por qué está preso el marido de María
Concepción?; por regar grapas en las carreteras, mijo; ¿y él es un
hombre malo?; no, mijo qué va; ¿para qué, entonces, regó las grapas
esas?; ¡muchacho, carajo, no preguntes tanto que me atormentas!; la
mañana es fría, Amadís y Eloy tiritan envueltos en unos abrigos llenos de parches; el abuelo Montalbán; tengan calma, muchachos, que
todo llega y todo pasa; el hijo de María Concepción no acaba de
llegar con la bicicleta, que viene, que no viene, que a lo mejor se
arrepintió; ¿es aquél?; no, aquél es un hombre; alegría; saltan sobre
el rocío; es él, ya viene el hijo de María Concepción; el Abuelo, a
falta de otros conocimientos técnicos regatea el precio señalando
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una abolladura en el guardafango delantero, se ponen de acuerdo y;
ya está Amadís en la vieja y flamante bicicleta Niágara, aprendiendo
a montar, y a pelarse rodillas y codos; después, todo un señor bicicletero, acrobacias; mira mami, sin las manos; ¡qué lindo el niño,
Viejo!; mira mami, sin los pies; ¡es un tártaro, Viejo!; mira mami,
sin los dientes; es un comemierda, Viejo, se nos va a matar en esa
condenada bicicleta; el abuelo Montalbán; Amadís, si no coges fundamento te voy a vender la bicicleta; un tren de pedales, un tren con
miles de pedales, un tren de remos; los remeros al son de látigo y
tambor; chas, bam, bam, chas; ¿por qué el látigo?; el látigo sólo ha
cambiado la ornamentación del mango a través de la Historia, LÁTIGO, es curioso el avance de la nave por la fuerza del látigo, el
avance del mundo por la fuerza del látigo; las pirámides de Egipto y
el látigo, Dios y el Infierno; el látigo de los surcos en la piel y el látigo de los surcos en la mente; ¿con cuál te quedas?; ¿y tengo que
escoger uno?; la ideología y las grandes masas; Cristo y el mar, Cristo caminando por el mar así como si nada, si yo fuera Cristo otro
gallo cantaría; ¿y qué prueba que no lo sea?; Moisés dividiendo las
aguas del Mar Rojo; 600.000 almas, hombres, mujeres, niños, con
sus jolongos, cucarachas, cacerolas de barro y plata, piojos, asnos,
corderos, ladillas, vacas flacas que los niños empujan para que avancen, sol abrasador; ¡téngase en cuenta no se habían inventado las
gafas!; arenilla en los ojos; ¿conjuntivitis hemorrágica?; no, eso fue
un invento posterior de la CIA para desestabilizar al gobierno y al
pueblo cubano; Jehová desde su nave cósmica dirigiendo los escuadrones israelitas; Jehová tirando tortas de casabe y botellas de agua
mineral Ciego Montero; abajo, la rebatiña, puñaladas, gritos, niños
aplastados que se calcinarán sobre la arena; Moisés; ¡no cojan lucha,
habrá para todos!; un clamor, ¡paratodospingaaaaaa!; el éxodo; las
aguas tragándose los ejércitos y carros de guerra del Faraón; la pistola en el bolso y la puta que me abre las piernas; los heroicos comandantes Amadís y Eloy; pie de foto en el periódico Granma; ellos,
el Hombre Nuevo, invencibles hijos de nuestra patria socialista; ¿patria con apellidos?; niños de barbas y pelos largos y el rostro ceñudo
y el pecho cruzado por carrileras de balas, ¡muerte al enemigo!; envidia del niño vietnamita que salió en la prensa porque había matado
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La tabla
19 soldados Yankis; crear uno, dos, tres, muchos Viet-Nam; Abuela
quiero que venga la guerra; niño, tú estás loco, tú no sabes lo que es
eso, ni el apellido Guerra es bueno tenerlo; sí Abuela, hace falta para
acabar con el Imperialismo; no matarás, dijo Dios; David mató a
Goliat, Abuela; ah, bueno, pero Goliat era un grandulón abusador;
Goliat desafiando ejércitos enteros desde una colina; David y las
vueltas de la honda; David soltando la cuerda en el instante exacto
en que la posición de la piedra hace línea recta con la frente del gigante; el gigante golpeado en la frente y cayendo despatarrado hacia
atrás; el primo Palenque sí era bueno en el tiro con la honda, a cien
pasos no había quién se le parara porque lo tumbaba como un pollo;
Amadís no, Amadís podía tumbar a cualquier incauto que se le parase detrás o a los lados pues la piedra siempre le salía para cualquier
parte menos hacia donde debía; la honda era un arma magnífica para
cuidar el arroz de los pájaros; a Amadís el único trabajo del campo
que le gustaba hacer era cuidar el arroz, horas y horas solo, con una
buena provisión de mandarinas; ¿sería ese el alimento predilecto de
los mandarines chinos?; cobijado en una pequeña cabaña vara-entierra cuando castigaba el sol o arremetía la lluvia, vagando de un
lado para otro del campo; a-a-a-a-a-a, a-a-a-a-a-a; espantando las
nubes de pájaros negros que levantaban el vuelo para, empecinadamente, posarse un poco más allá; por eso era bueno también tener un
caballo, pero el Viejo casi nunca se lo quería prestar; en realidad no
le importaba tanto pues caminando por entre el mar de arroz se le
transformaban las cosas, el mar de arroz era entonces mar de verdad,
o río, mejor río; el arroyo de la tierra me complace más que el mar;
y él, capitán de una nave de contrabandistas y los remeros sin látigo
pero con amoríos a todo lo largo de las aldeas situadas a orillas del
río de arroz; arroz con agua se quiere casar; y los pájaros que hacen
su zafra; la zafra de todo el pueblo y la zafra de todos los pájaros; y
el Viejo, ¡carajo este muchacho no sirve para nada que uno le mande!, siempre está como en las nubes; ¿por qué el primo Palenque
sabía usar tan bien la honda?, él nunca había leído la Biblia ni ningún otro libro; es como si el hombre se comportase igual en todas las
partes y en todas las épocas, como si siempre estuviera naciendo
para responder de la misma manera a los mismos problemas; ¿qué
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Armando de Armas
conexiones podían existir a través del tiempo y el espacio entre Palenque y David, o entre David y Amadís?; ¿por qué me habrán nombrado Amadís?; porque el Viejo no sabe leer y la Vieja habrá leído
una que otra novelita de Corín Tellado, por tanto me parece difícil
que haya sido por el Amadís de Gaula; ¡el caballero Amadís!, suena
cómico; en todo caso mejor sería el caballero proletario Amadís; yo,
un proletario, suena mucho más cómico todavía; buscándome el sustento con el sudor de mi frente, no, eso no, mejor con el sudor del
que está al frente y si por una casualidad tiene que ser con mi sudor
que sea con el de la cintura; menea menea, menea la cinturita; ¿un
intelectual?; ¿un artista?; ¿un lumpen-proletario?; ¿un aristócrata
del espíritu?; ¿un delincuente?; posiblemente nada de eso y todo,
creo que simplemente soy; ¿y si yo no fuera yo quién sería entonces?; ¿yo habré sido yo otras veces?; ¿de dónde vengo y a dónde
carajo voy?; ¿existiré?; ¿o seré la imagen de alguien que alguna vez
existió o existe sabe Dios en qué lugar del Universo?; todo esto es
muy complicado para esta pobre cabeza mía que me va a estallar en
cualquier momento en que siga pidiéndole más de lo que ella me
puede dar; Amadís bajó el zíper y metió la mano por entre la enredada madeja de pendejos, la muchacha se abrió aun más de piernas y
él frotó justo donde ella más lo sentía; el bollo es mejor que pensar
en boberías, me quita el dolor de cabeza, es una aspirina; tibio, mojadito, ¡qué bien se debe estar dentro de un bollo!; el mundo debiera
ser como un bollo; seguro el Paraíso Bíblico era un enorme bollo,
pero, ¡vaya ironía!, se perdió precisamente por un bollo; Adán y Eva
desnudos en el Paraíso; ¿sería Eva tan linda y bien formada como la
han pintado o no sería más que el punto preciso en que la mona se
negó a que se la metieran en cuatro patas y, con esa resolución propia de las hembras a la hora de cambiar, se viró para recibirla de
frente?; el punto en que la mona dejó de serlo para recibir más que
la penetración violatoria, la caricia, primero torpe, después experta,
siempre excitante, y el beso intercambiador de salivas más que el
mordisco, pero que de todas formas iba a continuar por mucho tiempo con el cuerpo cubierto de pelos; a Adán no debió gustarle mucho
la gracia del cambio; ¡macho al fin y al cabo era reaccionario!; porque todavía es y le gusta poner a Eva en cuatro patas, aunque, vamos
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a dejarnos de bobería, es probable que la nostalgia por la antigua
forma le quedara a los dos porque a las mujeres también les gusta
ponerse o que las pongan en cuatro patas; bueyes, arados, hombres,
mujeres, chapoteando dentro del agua y el fango, hundiéndose,
emergiendo, cubiertos de una costra achocolatada, haciendo surcos
que el agua cubre inmediatamente; arar en el mar; es como si desde
siempre hubiésemos estado arando en el mar, obligados a arar en el
mar; dejan caer con desgano la caña de semilla y lo que se pretendía
un surco recto; un surco como los lineamientos del Partido; se convierte en un amontonamiento informe de canutos de caña que navegan en todas direcciones; aseguraban los del Partido que esa era un
tipo de caña que podía prender; ¡¿prenderme por qué, si no he cometido ningún delito?!; y desarrollarse en el agua, de un mayor rendimiento, que después, inclusive, podía cortarse desde balsas acondicionadas para ese fin, con lo que de paso se humanizaba el trabajo
del obrero; ¿no era ese un fin del Socialismo?; porque, de verdad, no
es fácil batirse de tú a tú con la caña sin que haya un charco de agua
para refrescar de vez en cuando que el cuerpo te lo pida; estas ideas,
por románticas, entusiasmaban a Amadís y lo transformaban de capitán de contrabandistas de perlas en capitán de las cañas acuáticas;
¡OFENSIVA REVOLUCIONARIA DE LOS 45 DÍAS!; cada campesino un soldado de la siembra de caña, cada yunta de bueyes es un
tanque anfibio, cada arado un torpedo; adelante, compañeros, que
todo sea por LOS DIEZ MILLONES, y que no quepa duda; la duda
sólo es propia de los espíritus débiles, los machos machos de verdad
no dudan; de que ¡VAN!, ¡VAN!, van viendo cómo las masas organizadas lo pueden todo, Dios no existe, las masas son Dios, ni Dios
ni la naturaleza ni el Imperialismo ni sus secuaces lo van a impedir;
dirigente partidista desde el lomo de una yegua de nalgas abundosas
que se entretenía a la caza de canutos de caña navegantes por entre
sus patas; ese abono que a lo mejor ustedes piensan que se pierde en
el agua, ¡no se perderá!, ¡hará fructificar la caña!; un abono que
Amadís consideraba una maravilla porque al entrar en contacto con
el agua hacía chuuuuuiiiiisssss, y se ponía frío frío que congelaba;
sólo la revolución ha permitido que el campesino tome agua y cerveza fría; el día que el triunfo alcancemos ni esclavos ni dueños ha-
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Armando de Armas
brá; el día que alcancemos el triunfo traeremos mil cajas de cerveza
y cuatro toneladas de abono para enfriarla; el padre de Amadís; veinte días sin poder atender su sitio de labor, estaba allí para que no le
quitaran los bueyes; ¡los bueyes son del pueblo!; ¡oiga compay, esto
es mierda!; ¡¿compañero, cómo se atreve?!; ¡me atrevo, bien, quién
cojones ha visto eso de caña acuática ni qué ocho cuartos!; el dirigente clavó las espuelas a la yegua y salió disparado de la siembra;
Periquín a Amadís; tu padre es un arado de bruto pero tiene la razón,
pero lo que pasa, sabes, es que no es político decirlo así; ¿qué cosa
es político?; hijo, no decir lo que no conviene que se sepa o decirlo
sólo a determinados niveles donde se entienda y no pueda ser aprovechado por el ENEMIGO, todo esto no son más que errores subjetivos que habrá que analizar a su debido tiempo; ¿cuál es el debido
tiempo ese?; el que el Partido y Fidel decidan, pero no te preocupes
que lo importante, lo grande aquí, son el Socialismo y los Diez Millones, todo lo demás es bobería, cuestión de puntos de vista; Amadís; seguro los americanos van a atacar para impedir que se den los
Diez Millones esos, porque ellos saben que son muy importantes
para nosotros, y voy a ser un niño héroe, voy a guerrear junto al tío
Periquín, que de seguro entonces sí me dará la escopeta de dos cañones para defender la patria agredida, rellenaré los cartuchos con perdigones para hacer la gran cacería de americanos, que la Abuela me
ha contado que en África es con perdigones con lo que cazan elefantes, pero también que a la guerra se llevan dos jabas, la de perder y
la de ganar; ¿y los elefantes son guapos, Abuela?; no, guapos son los
leones, pero cuando el elefante coge calor ni el león que es el Rey de
la Selva se mete con él; ¿y los cubanos, son guapos?; sí, mijito, es el
pueblo más guapo del mundo, fíjate que se fajaban a machete limpio
con los españoles y los españoles tirándoles con Mauser, y déjame
decirte una cosa, los españoles se las traen también, porque ahora los
libros dicen que huían nada más de ver a la caballería cubana en son
de ataque, ¡y eso es mucha mentira!, porque si así hubiera sido qué
gracia tendría el haberles ganado la guerra; ¿y Fidel, es guapo?; bueno, parece que sí, ¿no ves que nos tiene metidos en cintura?, pero
dime, ¿no te parece que eres un poco preguntón?; Amadís despertó
asustado desde sus cinco años, los dientes le castañeteaban sin con-
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La tabla
trol, la madre lo apretaba entre los brazos y; búmbata, búmbata,
búmbata; las bolas de candela pasaban por encima de la casa en tremebunda parábola desde el aeropuerto militar hasta la ciudad de
Santa Clara; los hombres del barrio corrían hacia cualquier parte;
¡los americanos, llegaron los americanos!; el tío Periquín como jefe
de milicias intentaba, inútilmente, organizar a los vecinos de acuerdo con los planes diseñados para el caso de una agresión, mientras
uno se lamentaba en calzoncillos; ¡los refugios!, ¿por qué no han
hecho los refugios?; el padre de Amadís; ¿y tú?, ¿por qué no los hiciste tú?; las bolas de candela pasaban con un silbido grueso que a
Amadís le daba frío y unos irresistibles deseos de orinarse en los
pantalones; las bolas eran lindas como pequeños soles rojos, pero
Amadís oía a los mayores decir que donde caían se acababa el mundo; al otro día en el periódico; agrede avión yanki el territorio nacional; rechazado valientemente por las baterías antiaéreas del aeropuerto de Santa Clara; muerto un civil por una bomba del avión
mientras dormía en su apartamento de los edificios del 31, de dicha
ciudad; la Abuela; fueron los obuses que dispararon los artilleros del
aeropuerto porque entró por la ventana y no por el techo, que es por
donde tenía que entrar si hubiera sido el avión; el muerto era maestro, ajeno al conflicto bélico, tal vez pasando del sueño a la muerte,
soñando que se moría y muriéndose de verdad, sin saber que se iba,
o sabiéndolo en el preciso instante del impacto pero desconociendo
a dónde; la Abuela; los que se mueren sin saber que se mueren creen
que están vivos y siguen aferrados a sus cosas, hay que hacerles una
misa para que el espíritu se eleve; horror, ese pobre hombre aferrado
a sus alumnos y sus libros, parado frente al aula donde ya hay otro
maestro, preguntando desesperadamente por qué ocupan su lugar y
por qué no le hacen caso cuando habla o, peor, cuando toca a sus
muchachos y sólo es percibido a manera de un airecillo frío por uno
o dos niños, los más desarrollados extrasensorialmente; ¿a qué parte
van a morar los espíritus?; ¿LA MUERTE ES IDA O REGRESO?;
la materia ni se crea ni se destruye, se transforma; lo que puede llevar a pensar; ¿piensas, tú?; que a través del tiempo hemos sido diferentes cosas y que tal vez un día volveremos a ser lo que ya fuimos
por una simple combinación de átomos y circunstancias; según la
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Armando de Armas
teoría de las probabilidades, y teniendo en cuenta la infinitud del
tiempo y el espacio, puede que el maestro muerto por el obús vuelva
a reunirse con sus alumnos al cabo de eternidades cíclicas; ¡ahora
bien!, otra cosa a dilucidar sería si las circunstancias históricas, políticas, técnicas, ¡y hasta culturales!, que conllevaron a su muerte se
combinarán en la misma medida y proporción que necesitaron una
vez para desintegrar los átomos que lo conformaron; de ser cierta la
teoría, ya el maestro tuvo que haber sido muerto otras veces durante
la antigüedad, lo que lleva a reconocer que las circunstancias, al
menos en sus aspectos concretos no se combinan de la misma manera, porque si el hecho ocurrió durante la Antigüedad Clásica lo más
probable es, en primer lugar, que la ejecución del acto de darle muerte tuvo que haber sido a manos de los griegos, los romanos o los
bárbaros en dependencia del bando que ocupara, y entonces toparíamos con una variación de circunstancias espacio-temporales; y en
segundo lugar, que la muerte no debió ocurrir por la explosión de un
obús, sino por el certero tajo de una espada, la penetración de algún
arma punzante, una certera pedrada o cualquier otro sofisticado medio de matar de los muchos que se gastaban los antiguos, con lo que
ya tenemos otra variación de circunstancias, en este caso, técnicas;
si me preguntaran cuál de los tipos de muerte mencionados anteriormente preferiría, sinceramente, diría que no veo la diferencia entre
morir de un espadazo que te vuela la cabeza en claro, atravesado por
una flecha, envenenada o incendiaria; golpeado o aplastado por un
pedrusco, y morir por la explosión de un obús que te hace saltar por
el aire hecho pedazos; luego entonces las circunstancias son siempre
esencialmente las mismas, lo demás es anécdota; Amadís fue consciente de que existía, ¿qué edad tendría?, no podría precisarlo, ni tan
siquiera a qué edad es posible ser consciente de que se existe, o a qué
edad es posible que la memoria registre que se es consciente de existir; debió ser el invierno porque el aire silbaba por entre las hendijas
de las paredes de tabla de palma, por donde se colaban además los
rayos de un sol dorado-enfermizo, matizados de blanco por el humo
que salía de la cocina, y atravesaban la casa en todas direcciones
como flechas detenidas mágicamente en el espacio; de la cocina llegaba olor a leña verde quemada y a sofrito chisporroteando en una
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La tabla
sartén; desde atrás de una puerta cerrada llega el sonido del agua,
producido por alguien que se lava en una palangana; no puedo precisar si estoy acostado en una cuna, si alguien me carga o si gateo
por el piso de tierra blanca apisonada, ni siquiera si fue un sueño
confundido con la realidad o la realidad confundida con un sueño, de
todas maneras, lo más real en mi vida ha sido aquella tarde invernal
cruzada por flechas de humo y sol, probablemente vista desde la
perspectiva a ras de tierra que es desde donde suelen verse las cosas
con más nitidez; el abuelo Montalbán; Amadís, cuando vayas en la
noche por un camino y veas algo que no esté claro o que te dé miedo,
agáchate y verás que enseguida te das cuenta de lo que sucede, fíjate
tú, que al tío Yeyo, que ahí donde tú lo ves no ha cargado miedo
nunca en su vida, le quisieron jugar una mala pasada, con un muñeco
de trapo que le armaron por donde tenía que pasar cuando venía de
visitar una noviecita que tenía, porque no vayas a creer que está
solterón por falta de mujeres que esas se le sobraron siempre, lo que
le faltaba era coraje para enfrentar la vida, y el miedo, sí, el miedo a
que le pegaran los tarros porque moro viejo no es cristiano y él los
había pegado tantas veces, ¿por dónde iba?, ah, sí, pues no hizo más
que verlo y se agachó, entonces fue que empezó a maliciar que era
un muñeco de trapo, sacó el cuchillo que siempre cargaba arriba, y
lo picoteó todo, lo llevó para casa de la gente que él pensaba se lo
había puesto y lo tiró en medio de la sala sin decir esta boca es mía;
¿será por eso que la gente cuando sube a la cima pierde el contacto
con la realidad?; Mao, el Gran Estratega de la Guerra de los Gorriones, situado valientemente en la primera fila de combate frente a las
peligrosas alimañas, dirigiendo las operaciones con sabiduría extraordinaria; millones de chinos volcados a los campos de la colectivización armados de palos, tirapiedras, escopetas de aire comprimido, zapatos viejos, escobas y todo tipo de objetos arrojadizos, o
arrojadores, no importaba la calidad de las armas, lo que realmente
importaba era la voluntad de vencer al taimado y alado enemigo que
con su actividad causaba la muerte por hambruna de tantos y tantos
hermanos, y el ejemplo que daba el Gran Líder Chino al degollar en
un solo día a 505 gorriones, que sus hombres del Grupo de Apoyo le
habían capturado, previamente, con trampas electrónicas; todo lo
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Armando de Armas
que constituía, además, una prueba de la iniciativa que tenían que
desarrollar los jefes de las revoluciones proletarias al enfrentar las
particularidades propias de la construcción de la Nueva Sociedad en
cada país, que escapaban a las leyes objetivas generales enunciadas
por los clásicos; claro, era difícil que los clásicos pudieran tener en
cuenta la abundancia de gorriones en China; gorriones enemigos del
pueblo, se entiende, porque con los otros no había problemas; el tío
Yeyo era hombre inteligente y nunca subió, llevaba los apuntes de la
Bolita en la cabeza y por eso la policía de Batista nunca lo pudo
coger; el más feo de todos los feos, digo, de todos los tíos, y el que
más vaciló la vida; ¿por qué no te casas, tío Yeyo?; porque ustedes
los muchachos joden mucho; pero nosotros no somos hijos tuyos y
te jodemos como si lo fuéramos, o más; bueno, por ahí viene la cosa,
que no siendo hijos míos no me siento obligado a nada con ustedes
y todo lo que les doy es por puro gusto, no sé lo que me haría si estuviera atado a ustedes por leyes y formalidades; ¿qué son leyes y
formalidades?; las leyes son como una trampa para cazar tomeguines y formalidades como andar con camisa de mangas largas en un
clima como el de Cuba; mentiroso y jugador, el único tío que nos
traía dulces a Eloy y a mí; ¡corre Eloy que por ahí viene tío Yeyo!;
¿qué nos trajiste tío Yeyo?; nunca se sabía de dónde venía ni para
dónde iba, siempre traía el último chisme y el último cuento de Pepito y los más extraños trucos de agilidad mental; el Viejo; este Yeyo
no tiene acotejo con nada en el mundo; la Vieja; ese es el tío carajeta de ustedes, el que más quieren; Amadís y Eloy; ¡que viva el tío
Carajeta!; Yeyo; una vez en un bayú no le quise pagar a la puta y si
no echo tremendo patín me degüella con una sevillana; ¿bayú?; el
mundo entre cuatro paredes; ¿putas?; son las mismas mujeres, lo
único que más sinceras, todas las demás lo son y no lo dicen; ¿sevillana?; lo mejor que se ha inventado para rajarle el pellejo a un tipo;
¿y un maricón, tío, qué es un maricón?; un hombre que le gusta gozar por atrás, aunque los hay maricones de mente también que no
necesariamente gozan por atrás, y esos son los malos de verdad, los
otros, no, los otros no perjudican al prójimo en nada, sólo que tienen, digamos, el gusto un tanto extraño, y eso es hasta mejor para
uno pues más mujeres quedan libres; mira, el bugarrón es lo mismo
31
La tabla
si lo hace por darse placer, aunque puede también que lo haga por
dinero y entonces ya no es lo mismo, yo me templé un gallego boticario por ocho pesos y tuve un primo que era chofer y marido de un
millonario; el multioficio es algo que debemos procurar practiquen
todos nuestros trabajadores como medio de combatir las famosas
plantillas infladas, claro, entre nosotros el multioficio tiene que tener
otra connotación, la más alejada posible del interés material, monetario, que eso está bien para las sociedades de consumo donde los
jóvenes, que se supone sea el sector social menos viciado, sólo piensa en ¡ganar dinero! ¡ganar dinero! ¡ganar dinero!, sin importarles
para nada la sociedad ni consideración alguna de tipo ético, aquí eso
no puede ni pasarle por la mente a nadie porque de lo contrario estaríamos creando personalidades como las del Moro ese famoso, ¿de
dónde era el moro?; ¡ah, sí!, ya, gracias, el Moro de Venecia; y vivía
como le daba la real gana, siempre vestido con trajes de Dril-100,
sombrero jipijapa, cadena con medallón de la Virgen de la Caridad,
anillo con aguamarina del tamaño de una avellana y guillo cifrado,
todo de oro; no, yo no lo hice más, el tipo tenía los pendejos del
fondillo duros como alambre de estropajo y se la saqué toda embarrada de mierda, el de las mujeres es más suave, más lindo, menos
peludo, aunque a decir verdad te la embarra igualitico; César conquistador de las Galias, prostituyéndose con los reyezuelos bárbaros
que había vencido en combate; el marido de todas las mujeres y la
mujer de todos los maridos; Calígula en guerra contra el dios Neptuno, el terrible Calígula, vencedor del dios, bailando cubierto por una
túnica rosada y transparentada al compás de las cítaras mientras los
fornidos hombres de la guardia pretoriana aplauden vehementemente; el divino Aquiles llorando histérico la muerte de su amigo Patroclo y jurando, para desgracia de los troyanos, tomar la venganza;
¡los maricones para el UMAP!; desarticulados de sus cofradías, desperdigados por los campos en casa de amigos y parientes, corriendo
de un lado para otro sin rumbo fijo, acorralados, sudados de días sin
bañarse, sin los perfumes y cosméticos, las carteritas delatadoras
botadas en los solares, en el clandestinaje más absoluto; algunos, los
más agresivos, hablando de resistencia armada al comunismo, afilando pestañas y cortauñas, dispuestos a todo por la causa común,
32
Armando de Armas
hieráticos, focos de subversión, fuentes de reclutamiento para la
CIA, con los instintos anales reprimidos, y los de conservación aguzados, disfrazados de hombres, hablando como hombres; un maricón en la esquina; ¡ay Dios mío, ayúdame que ahí viene la policía!,
¿qué hago Dios mío?, ¡ah, ya sé!, le hablo ronco; ¿yo?, aquí, esperando a mi mujer; un, dos, tres, ensayando; ¿yo?, aquí, esperando a
mi mujer; un, dos, tres, ensayando; ¿yo?, aquí, esperando a mi mujer; un, dos, tres, ensayando; ¿yo?, esperando; así, me tiene que salir
así; ¿yo?, aquí; ya viene, se acerca, ¡ay mi madre que marcial es!,
seguro es violentísimo, brutal, despiadado, requetemacho, tranquila,
Sofía, no va a pasar nada, componte que tú eres buena actriz, ¡oh, las
tablas!, el sueño de mi vida, desdoblarme, dar todo de mí, las luces
del escenario, el aplauso del público, ser todo un homosexual y no
un maricón de mierda, está apenas a unos pasos, pasitos de jicotea,
Dios, que tenga pasitos de jicotea; que llora y patea que tiene la cara;
va a preguntarme; en su lugar, preparadas, listas; ¡eh, tú, ¿qué cojones haces ahí?!; nada, ¿yo?, aquí, esperando a mi marido; me salió
fuerte, fortísimo, ronco ronco como a un hombre, pero ahora lo que
no entiendo es por qué carajo me esposa, me empuja; ¡dale yegua,
camina!; y allá voy de cabeza para el patrullero; se lo juro, compañero policía, que soy todo un hombre, lo que pasa es que cualquiera
tiene un lapsus mentis; la procesión sale de la escuelita; dos aulas
para todos los grados, techo de tejas que cae en dos aguas, el asta de
la bandera, un Martí descalabrado por sucesivas generaciones de pequeños bárbaros, con la cabeza gacha como de bochorno, gira en
redondo sobre los hombros al impulso de traviesas manos y al tomar
velocidad parece más la estatua del dios Jano que el busto del Apóstol, o un ventilador, un apostólico ventilador; Martí, guardián de la
nación, al acecho de peligros insospechados, siempre alerta; estamos en fase de alerta ciclónica, se recomienda destupir bien los tragantes, limpiar de escombros, suspender las movilizaciones a la
agricultura, clavetear puertas y ventanas; abran puertas y ventanas
que por ahí viene José Martí con la bandera cubana; poner precintas
en las bocas, digo, perdón, en los cristales; mantengan la calma; ¡es
lo que hemos hecho durante todo este tiempo!; ¿qué tiempo?; nunca
se sabe; ¿y qué es lo que realmente sabemos?; recabamos la movili-
33
La tabla
zación de todas las unidades de la Defensa Civil; la conga; Martí,
Martí, M-a-r-t-í tí tí tí tí tí tí qui tití tí qui tití tí qui tití tí; estar al
tanto de nuestros boletines informativos; más firmes y unidos que
nunca junto al Partido y a Fidel; el ciclón no impedirá que hagamos
este año la cosecha más grande de frijoles; arroz con frijoles se quiere casar; y cada niño es una flor porque lleva una flor para Camilo;
cayó en el mar, pero donde vive Amadís nada más hay arroyos y
cañadas, aunque eso no tiene problemas porque según la Abuela todos los arroyos y cañadas van a dar con sus aguas al mar, que todas
las aguas van a dar al mar, que el mar es principio y fin, puente y
valladar, transparencias y oscuridades, planicie y abismos insondables, unión y ruptura, que del mar salimos y al mar vamos; era asombrosa la inteligencia intuitiva de la Abuela; ella no sabía nada de
Darwin y el origen de las especies, sólo oía en las noches de insomnio la voz del mar como llamándola; mi otra abuela murió sin ver el
mar; sintiendo como que ella le pertenecía, que por muy lejos que
estuviera ahí iban a estar los atavismos recordándoselo, y bajaba a
través del tiempo y la cadena evolutiva, en sueños que ni los más
expertos brujeros de la zona podían explicar y lo más que hacían era
decirle que poseía una gracia enorme que tendría que desarrollar
más tarde o más temprano, no importaba la edad, so pena de que la
infinidad de seres oscuros que la habitaban la volvieran loca; sí, loca,
como lo oía; que ella no podía cerrar los ojos ante una verdad más
grande que una montaña, que en el mundo había misterios por dilucidar, que en parte, sólo en parte, a gentes predestinadas les estaba
dado utilizar para bien o para mal, ella tenía que desarrollar la gracia
porque era mucho lo que ganaría a cambio de perderlo todo si no
hacía caso; bajaba, de su cuerpo y mente, al cuerpo de un primate y
del primate, previo horrendas metamorfosis, al elemental amphioxus;
sumergiéndose en la noche de los siglos llegaba a un estado larvario,
acuoso, transparente, y casi indiferenciado de la materia inorgánica,
batida al antojo de las corrientes en las profundidades marinas sentía
el embrujo del instante supremo de los COMIENZOS; antes de mí,
la nada, después de mí, todo; yo, el soplo que va a desatar vendavales, desencadenar llamaradas; no me quejo de ser soplo; EL SOPLO;
pobre niño tiene un soplo en el corazón; pero, no olvides, lo que vale
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Armando de Armas
es la permanencia del viento y la constancia de la llama; una llamita
a la entrada de la caverna; peor es no ser soplo ni llama ni vendaval
ni nada, que por ahí existen entes así, y no digo entes, hasta pueblos
enteros; denme sólo el aliento y la boca que de lo otro me ocupo yo;
yo que vengo desde tan lejos que ya nadie se acuerda de mí; polen,
tierra, polvo, miel, frutos, espíritus, cuerpos, sudores, flores del país
del Canaán; las flores bajaban raudas por la corriente, junto con las
flores pencas de guano, yaguas putrefactas, un gato de patas estiradas; y un rictus que enseña los dientes en el intento de regañar o
amenazar o exorcizar la muerte; hojarasca, un cepillo de dientes,
tablas viejas, un tibor para recién casados de la segunda mitad del
siglo XIX; flores avanzando, deteniéndose para dar vueltas y vueltas
en torno a un remolino, hasta que la corriente se cansa de ellas y se
las lleva; ¡arriba remolonas!; la corriente de un arroyo es algo maravilloso, suele traer billetes de 20 pesos en días de crecida; billetes
con la cara de Camilo, muchos Camilos prendidos a las matas de
guásima después que se retiran las aguas, matas paridoras de billetes-Camilos; los pobladores de la zona implorándole al Dios de la
Lluvia, caminando kilómetros y kilómetros de rodillas, por sobre las
piedras, las espinas, las hormigas bravas, la bosta de vaca, el fango,
¡qué placer el fango!, hasta el altar del Dios de la Lluvia, situado
sobre una piedra en una vertiente del arroyo; le echan cubos de agua
para que se acuerde de que él es el responsable de hacer llover, le
degüellan sobre la cabeza un gallo fino mojado; y todo está listo para
que ese mes haya crecidas y billetes-Camilos desbordados por los
campos; lo que resulta más cómodo y atractivo que labrar los campos; sobre todo ahora que está prohibido que los campesinos comercialicen sus productos a particulares; un palo atravesado en medio
de la corriente desde la última crecida detiene a las flores que se
amontonan junto a la inmundicia, el arroyuelo se convierte entonces
en un carnaval de colores encendidos, van como atontadas de un
lugar a otro, hasta que algunas, las más inteligentes o las más apuradas por llegar al mar, descubren una brecha por debajo del palo y
comienzan a escapar remontando la corriente; Amadís sonrió satisfecho porque está seguro de que allá lejos, en el fondo del mar, Camilo se apresta con el sombrerón para llenarlo de flores, la barba
35
La tabla
enredada en corales; ¿cuántos dólares paga un turista por un buen
coral?; conchas, algas, pecesitos; es mentira que esté muerto, Camilo es el pueblo uniformado; en el pueblo hay muchos Camilos; pero
yo no quiero más ninguno que el mío, que me den el que necesito;
no está muerto, sólo cambió de sitio, y ahora mora en las profundidades del mar, desde allí vela por su pueblo y un día emergerá con la
fuerza de un titán; a Camilo lo mataron, él no se cayó nada al mar;
¡maestra! ¡maestra!, dice Ramón que el avión de Camilo no se cayó
al mar que… columnas de hombres y mujeres hacia las montañas,
los bosques, las costas, los cayos, la Ciénaga de Zapata; esperanzados, creyendo en las más inverosímiles noticias para descubrir, enseguida, la más despiadada frustración y volver, como en un ciclo
macabro-burlesco, a cifrar el anhelo de encontrarlo en otra quimera;
los caminos reales iluminados por faroles sobre carretas, disparos,
ráfagas de ametralladoras, luces de bengala, voces; Camiloooooo,
oooooo, oooooo; sólo el eco retumbando en los montes; misas espirituales, tablas con velas navegando en la noche por el norte y el sur
de la Isla, por ríos y arroyos; giran, giran, allá se precipita la multitud desaforada, casi no deja lugar a los buzos; zambullen, nada,
como si los elementos, las creencias, la noche, se hubieran confabulado para burlarse de la gente, de una pobre gente, los caracoles están mudos, no se atreven a hablar, los interpretadores de sueños no
dan en el clavo, las cartas hablan disparates, los helicópteros se combinan con oraciones del caminante; caminante no hay camino, sólo
estelas en el mar; en Cuba hay toda una tradición de desaparecer
hombres, ¿por ventura, alguien ha sabido algo más de Matías Pérez?; alguien se ríe, se comenta por lo bajo, de oído a oído, de patio
a patio, las comadres no pueden creer que alguien se ría, murmullo,
clamor, voces ahogadas; en Cuba hay toda una tradición de ahogar
voces; en las noches de luna llena se les suele oír por los caminos,
son todo un homenaje a la libertad de expresión; los días han pasado
y cada vez las esperanzas son menos, ya sólo de cuando en cuando
se oye en las ciudades de la isla el sonar persistente de los cláxones
y algún que otro grito esperanzador como señal de que este pueblo
quiere agarrarse de algo, aunque ese algo sea el vacío; la desaparición es un hecho; somos un pueblo necesitado de mitos; alguien se
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Armando de Armas
ríe y propicia el mito; las carretas continuarán con sus faroles en la
noche, carretas fantasmas dando tumbos por carreteras y caminos
vecinales, quejumbrosas, siempre a la búsqueda y siempre dando
vueltas en torno a un mismo punto, un punto todos los puntos, un
lugar todos los lugares, siempre esperanzadas, siempre desengañadas, constituyen junto a los bueyes un extraño y tonto animal; la
Abuela; el sombrero, por lo menos el sombrero tenía que aparecer
flotando, no puede ser que un sombrero se hunda, mientras se pasaba
el índice extendido por debajo de la barbilla, una barbilla agresiva,
varonil; ¡eso es mentira suya, Abuela!, eso no puede ser; ¡oye, carajete, que te rompo la crisma!; eso le viene a Abuela de toda una tradición de intolerancia, de no propiciar, ni permitir el debate; el avión
dando coces en la tormenta y Camilo cayendo desde el avión al abismo; el avión yéndose a lo profundo y el sombrero emergiendo a la
superficie; los ojos azorados de Ramón y la cara enfurecida de la
maestra; Amadís llora debajo de la cama, porque no todo está claro
en el mundo, porque no existen sólo dos colores y un límite para
cada cosa, porque estamos condenados a la confusión de lo bueno
con lo malo y porque las verdades son sólo a medias; por Oriente
anda un hombre que trae bajo el brazo una caja enorme que no abre
hasta que no llegue a donde Fidel, el hombre no tiene barbas ni nada
pero tiene una sonrisa de santo pícaro que recuerda mucho a la de
Camilo; cuando menos se lo esperen Camilo aparece; debe estar por
ahí por esos mundos luchando por la libertad de otros pueblos, para
que los niños tengan juguetes y zapatos, para que haya escuelas y
hospitales, en Asia o en África, quién sabe, donde haya una guerrilla
o tal vez en todas las guerrillas, en el humo de la pólvora, en el silbido de una bala o en la bala misma; tendiendo emboscadas, burlando la metralla, regalando flores a una muchacha, disparando la
Thompson de pie, con el pelo y las barbas revueltos por el vendaval
y el sombrero alón y la sonrisa, ahora como de burla; Comandante
Supremo de todas las guerrillas, de todas las quimeras, vengador de
todas las traiciones, terror de Judas y Capitanes Arañas, dios de la
guerra, hacedor de la paz, violador de los dogmas, saboteador de la
aristocracia hija bastarda de las revoluciones proletarias, Anticristo,
Cristo redivivo, al final, un simple hijo de Neptuno, devorado por
37
La tabla
Neptuno; jugábamos a la guerra, yo siempre quería hacer de Camilo
o de Martí, Eloy no me acuerdo de qué patriota quería hacer; a Odalisca sé que le daba el papel de Máximo Gómez, todavía me pregunto por qué no le daba papeles de mujeres patriotas, de Mariana Grajales o algo así, de seguro por una manifestación temprana de
machismo; de todas formas, el caso es que no acabo de conciliar la
imagen de un Máximo Gómez a la carga sobre caballo de palo y en
faldas; más parecido a una bruja que al guerrero que fue; pum, pum,
pum, armábamos el tiroteo debajo de la arboleda de mangos y aguacates; no, no, cuando eso éramos más chiquitos y no se nos había
ocurrido lo de los arcos y las flechas, las batallas eran más fantasiosas y mucho menos cruentas, aparte de que en nada pegarían unos
mambises armados con arcos y flechas como pieles rojas de las películas del Oeste; jugábamos, siempre, con una base histórica; ¿es
que hay algo fuera de la Historia?; por supuesto que no, amiguito,
porque en última instancia siempre habrá la historia de los innombrados, la historia que ha quedado suspendida en alguna parte del
tiempo y el espacio esperando por el cazador furtivo que la revele;
quizás, ya sé, nunca llegue a ser un héroe pero tal vez pueda ser un
cazador de acontecimientos olvidados nadie sabe en qué rincón del
vacío, de palabras que quedaron en el aire, de imágenes no filmadas,
porque presiento, estoy convencido de esas existencias no palpables
pero que igualmente nos acechan desde sus viejas penumbras; porque si no cómo se le pagará al padre de mi padre, el Viejo Montalbán, que en gloria esté, que perdió cuatro hermanos en la manigua
cuando la Guerra de Independencia y de quien conservo unas fotografías a los ocho años donde parece un niño como de cien; la cabeza rapada, desproporcionada con el resto del cuerpo, debilucho, la
frente cruzada de arrugas, los ojos perdidos en la distancia, una distancia de años, de siglos, pidiendo se le reconociese el sacrificio de
su distrofia, de su alimentación a base de ratas, de sus botellas de
barro enyuntadas como bueyes entre una requisa de los regimientos
españoles y la otra, de sus harapos, de su miedo cerval, del agua con
sabor a cadáver, de sus escapadas por entre las líneas españolas para
llevar mensajes de la que después, en otra guerra, se llamó la Clandestinidad, hasta las tropas cubanas, de su desespero tratando de
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Armando de Armas
orientarse en el monte entre la urticaria y el ladrido del perro jíbaro;
¡sobre todo, sin haber leído a Jack London, entre otras cosas porque
era analfabeto!; el sacrificio de su peste a cebollín, de su viruela y su
sarampión, del asma; de la soledad; sin saber que su nieto la iba a
sufrir también, soledad en medio de la colectivización más absoluta,
la del nieto, claro; el sacrificio de descubrir la anatomía del otro sexo
en monjas violadas y matadas en medio de un sendero con los hábitos por sobre la cabeza y las blancas redondeces cubiertas de ávidas
moscas, sacrificio de los más de veinte ahorcamientos que ya a esa
edad había presenciado; o, cómo es posible pagar a uno de sus hermanos, soldado de la invasión en las fuerzas del general Antonio
Maceo, cuya hazaña mayor fue matar de un disparo de Remington;
de Remington americano, ¿americano?, ¡ah, bueno!, entonces habría
que colegir que en ocasiones los mambises tuvieron armamentos
mejores que los peninsulares, pues el Remington americano era muy
superior al español y además, que la leyenda de los cubanos haciendo una guerra a puro machete es sólo eso, una leyenda; a un caballo
de las tropas españolas, lo cual no le desmerece en nada porque nadie tiene la culpa de que la guerra no sea tan heroica como la pintan
o la describen en los manuales de historia; o, cómo pagarle al padre
de mi madre, el viejo Jacinto, que en gloria esté, por haber venido
como polizonte en un barco de Islas Canarias para acá, escondido
dentro de un barril de papas; la sed, mitigada sólo de madrugada,
cuando un marinero amigo le traía una botella de vino; el agua venía
racionada y nadie, por muy amigo que fuera, iba a ofrecer de lo que
le correspondía para todo un día; que a poco hacía rabiar de una sed
mayor, la sed alcohólica; el hambre, se comía las papas crudas y algún que otro tocino brindado por el marinero pero del que no podía
comer mucho por no acrecentar la tortura de la sed; ¡sed buenos,
hijos míos, que la providencia os retribuirá!; el calor, como de mil
calderas infernales, hecho una sopa de sudor, un sudor que competía
en pestilencia con las papas podridas; las cucarachas, tenaces, obesas, recorriéndole el cuerpo con aire de exploradoras; y todo por no
ir a una guerra que él no había comenzado y de la cual nada o muy
poco sabía, sabía que uno de su aldea, Fataga, había regresado de
allá con una pierna de menos y la cara horriblemente desfigurada por
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La tabla
un tajo; la guardia civil, por orden del Rey de España, revisaba las
ciudades, las aldeas, las casas, las bodegas de vino, los pesebres, las
mujeres por si eran hombres disfrazados, en busca de varones como
él con la desgracia de estar en edad militar; ¿por qué siempre vamos
huyendo de algo?; el viejo Jacinto llegó a Cuba en una época en que
sus paisanos contaban historias fabulosas acerca de la isla; usted da
una patada en la tierra y le aparecen cinco pesos; las azadas y los
machetes son de oro y plata; las gentes tienen los dientes enchapados en oro y cualquier joven casadera encuentra en la calle un caballero, de buena posición, dispuesto a llevarla al altar; caballero que
usa una piedra incrustada en la cabeza de la cosa y tatuajes en el
pecho; no es como aquí que se labra y se labra la tierra y no produce
nada, allá las semillas se tiran y se dan silvestres, sobre todo unas
que se llaman marihuana; ¿marihuana?; sí, se le llama así porque
una vez en los comienzos del mundo dos comadres, María y Juana,
después de fumar la yerba fueron encontradas por los respectivos
compadres desnudas en pelota sobre una cama y enredadas como el
bejuco, en viendo aquello los compadres enfurecidos desenvainaron
los machetes paraguayos y las decapitaron en el acto, después, en
homenaje a las dos mártires del despelote la gente cada vez que iba
a fumar decía dame acá de María y Juana, hasta que con el tiempo se
fue quedando en marihuana; y allá en esa isla todavía existen los
indios que son unas gentes como los guanches en nuestras islas, sólo
que más chiquitos y muy dados a las bromas, usan arcos y flechas,
se cubren la cabeza de plumas y andan desnudos como Dios los echó
al mundo, aquello es como el Paraíso terrenal y a nadie le niegan un
plato de comida en ninguna parte; cruzando el océano las historias
cambian de tono; un isleño después de reunir dinero en Cuba compra una yunta de bueyes y se hace una fotografía entre los dos bueyes, al dorso escribe a los hermanos que ha dejado en la aldea; ahorita soy rico, estos son los bueyes que compré, fíjense bien que el del
medio soy yo; ¡como cambian los tiempos Venancio, como cambian!; si teniendo en cuenta las circunstancias y su combinación, los
descendientes de aquel pobre isleño vinieran en la actualidad como
turistas a Cuba, nadie, ni el más choteador, se atrevería a reírse de
ellos, ya no serían isleños toscos y brutos, sino yumas, y como todo
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Armando de Armas
lo yuma, lindos, rozagantes, perfectos, inteligentes, cultos, modelos
a imitar, y la concertación de un matrimonio con el menos agraciado
de ellos sería el summum de la realización de la suerte de puticas de
cabaret, de circunspectas estudiantes de medicina, de inclaudicables
funcionarias, de guajiritas ideologizadas y de fieles esposas; ¡visite
las Islas de Gran Canaria!; un hombre desnudo, evidentemente, por
el gesto, una loca, tostado por el sol, el sexo pequeño porque parece
que allá es moda tenerlo así, dejándose fotografiar por una anciana
vestida en camisón y bermudas con arabescos de color rojo chillón;
atrás, un cielo y un mar azulísimos y las olas rompiendo en algazara
de espumas; ¿será esta playa mejor que Varadero?; Por los Caminos
del Mundo vendrá usted a dar al único lugar que es África pero que
también es Europa, por confort, por elegancia y por idiosincrasia,
haga ahora mismo sus maletas, Por los Caminos del Mundo le garantiza a usted experiencias únicas donde el sexo será una buena
opción, porque somos, ante todo, la corporación de las opciones;
escapo de donde se refugió mi abuelo; él llegó dentro de un tanque
de papas y yo me voy a punta de pistola, que para huir también hay
que armarse, siempre hay que armarse; la historia de la humanidad
es más la historia de las grandes estampidas que la historia de las
grandes batallas; la conquista de América fue más la huida de una
vieja cárcel llamada Europa y de las parrilladas de herejes que una
hazaña épica; la Malinche fue más conquistadora que Cortés; la Malinche en la modernidad, vestida con un elegante traje de noche,
Mac Gregor, con altos zapatos blancos, Sergio Valenti, con una cartera blanca, Milano, con escandaloso maquillaje, Chantelle, con
unos tragos de Carta Blanca Decano y una sonrisa a lo Marilyn
Monroe, a la caza de turistas en las puertas de hoteles de lujo; la
Malinche siempre vendida, siempre vendiéndose por no ser esclava
y hundiéndose cada día más en la esclavitud, fantasma sobre Méjico,
el pelo negro azabache, suelto, la túnica flotando en la noche de un
aire transparente, dando alaridos por el destino de una estirpe mágica que ella ayudó a destruir con sus artes de diosa, puta y esclava que
se rebela contra su destino; en la historia de América abundan más
las Malinches que los Cuauhtemocs; desde que el Hombre-MonoAdán y la Mujer-Mona-Eva fueran deshonrosamente expulsados del
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La tabla
Paraíso siempre hemos estado huyendo, sin embargo, no hay por
qué recriminarles, al contrario, ellos son los primeros disidentes en
la Historia y Jehová probablemente sea más el primer tirano que el
Padre Celestial; porque si nos atenemos a la Biblia, Jehová fue el
artesano, o más bien el artista, de una obra a imagen y semejanza
suya que nombró HOMBRE y que junto a toda la creación sólo le
demoró seis días en realizarla; ¡claro!, si tenemos en cuenta la eternidad del PADRE y la poca ingenuidad que nos queda del Pecado
Original para acá, tendríamos que traducir tal vez esos seis días en
6.000 millones de años de una evolución lenta y despiadada; todo lo
cual es realmente grandioso y suficiente para garantizar la trascendencia de cualquier artista pero, a mi corto entender, no justifica que
Jehová se erigiera en censor, regimentador y tirano de una obra que
como arte al fin y al cabo estará llamada a justificar al Artista, a probar el poder del Artista; ahora, lo verdaderamente malo es que todos
en un momento dado nos creemos el PADRE ETERNO, bueno, no
por gusto somos hechos a su imagen y semejanza; y por lo mismo
dueños de la Verdad Absoluta, lo que casi siempre viene a resultar
más peligroso que creernos Satanás porque al menos en su papel
tenemos que comenzar reconociendo nuestras pestíferas imperfecciones, cuando no vanagloriándonos de ellas, y desaparecería así la
pedantería de creernos lo mejor de lo mejor, el punto alrededor del
cual se mueve el Universo; los justos se sienten llamados a transformar a los que no lo son, no importa a qué precio de muertes, amputaciones, odios, laceraciones y destrucción; de todas formas, no está
mal que nos creamos dioses o que en realidad seamos pequeños dioses, el mal estaría en querer ejercer sobre los universos del prójimo
y no sobre el nuestro; los pecadores deben dedicar todas sus potencialidades a convertirse en justos, esto, por supuesto, según el pensamiento de los justos; los justos suelen gustar de los pecadores y
Dios de Satanás, de lo contrario, con su poder absoluto sobre todas
las criaturas, físicas y espirituales, ya hace rato que se hubiera deshecho de Él y sus seguidores, cosa que a nadie se le ocurrirá pensar
que no ha ocurrido por lástima o algún otro degenerado sentimiento
pequeño burgués; un imperio sólo puede sostenerse por el miedo a
la existencia de otro imperio supuestamente más impío, de ahí que,
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Armando de Armas
el TERROR sea el elemento clave para la conformación de los llamados imperios del Bien y el Mal; Stalin dividía a la Humanidad en
términos de dictadura del proletariado o nazismo, para después terminar dándose la lengua con Hitler en 1939; sólo existe una forma
de ser revolucionario, ser comunista; el Partido es la conciencia, el
honor y la inteligencia de nuestra época; Lincoln jamás mintió;
¿Lincoln?; yes, five dollars; el tren marcha por encima de la línea,
cuando podría ser que la línea marche por debajo del tren, o quizás
el tren, la línea, y todo, estén debajo y ocurra que no exista el arriba;
¡arriba las manos o disparo!; nosotros, Los de Abajo; ¿quiénes son
nosotros?; los que sabemos que existe el arriba; bien abajo y de un
solo tajo, sólo así podemos realizar un corte racional de la caña, la
batalla de los Diez Millones sólo la ganaremos en los campos; ¿de
concentración?; sí, digo, no, bueno, sí, campos de concentración de
la caña y de los hombres para ahorrar divisas en transporte; el transporte, como todo, está más invadido por el misterio que por lo evidente, quién me prueba lo contrario de que simplemente el tren no
marcha y es la ciudad de Cienfuegos la que se dirige a nuestro encuentro y que los estremecimientos, los barquinazos y el sonido de
hierros no sean más que producto de los saltos de la ciudad en su
avance sobre la línea; una ciudad avanzando a saltitos como un gorrión, un enorme gorrión de plumas mojadas en aguas albañales,
soltando humo negro-amarilloso por un pasaje cloacal que las chorreadas plumas no alcanzan a cubrir, cabalgado por turistas, turistas
alegres que absorben el humo jugando a vengarse de firmas como
Marlboro; gorrión devenido aprendiz de desintegrador del átomo
con el pico; o tal vez nadie marche; Un Dos Tres Cuatro, marchen,
tienen que marchar, es indispensable que mantengamos la disciplina
militar porque sin disciplina no puede haber eficiencia combativa; y
todos hacemos como que marchamos; Amadís y los primos; a la
rueda rueda de pan y canela; pan con canela, pan con can can can
cana; no, eso no, sólo queremos el pan, si para tener pan tenemos
que seguir en la cana, no lo queremos, ni libertad sin pan, ni pan sin
sin sin; no sólo de pan vive el hombre; vive, también, de deseos,
deseos del pan, de estrellas al punto del mediodía, de encontrarse un
día la estrella de los Reyes Magos, de ser matador de Herodes, de-
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La tabla
seos de la carne; ¿la que una vez racionaron para después desaparecer como por encanto de los mercados nacionales?; no, esa no, animal, la que come el sexo; ¡a la rueda rueda de pan y canela!; relinchos,
angustia, cansancio de jinetes y caballos, olor de sudores cortados a
la sombra del atardecer que llega hasta los niños; Amadís es el primero que ve planear la bruja por encima del rodeo y supo que venía
por él, ni tan siquiera se le ocurrió huir cuando los demás niños se
desbandaron; una bruja no es cosa de todos los días y ahora la tiene
frente a frente, es bruja y es mujer y es paloma y no sabe por qué le
va para encima, seguro que por miedo, el miedo hace maravillas, o
porque no tiene para donde huir, y se fusionan en un abrazo que
Amadís sabe ineluctable, ruedan por la tierra cubierta de hojarasca y
cagajones, Amadís presiente que lo que ocurre ahora ha ocurrido
otras veces y que volverá a ocurrir al cabo de eternidades cíclicas o
más bien que nunca ha dejado de ocurrir, de todas formas no quiere
que la bruja levante vuelo; me cambio por una bruja o alquilo una,
sólo ellas están facultadas para volar sobre el mar sin ser batidas por
las baterías de los guardacostas, no necesitan visas, ni pasaportes y
mucho menos pistolas; el tren, bim bam bum; ella, tragándose ya
cuatro dedos, boca ávida de carne, dilatada boca, chas chas chas,
mete y saca, saca y mete; la pistola, en el bolso, ajena, fría y apuntando hacia cualquier parte; realidades diversas, órbitas que giran
tocándose en el punto preciso en que las circunstancias y la curvatura lo permiten, mundos incomunicados como incomunicados están
la infinitud de mundos que existen en el MUNDO; chas chas chas,
mete y saca, saca y mete, el jeans por las rodillas y los muslos como
tenazas que cierran y abren, abren y cierran en busca de comunicación-penetración de los cuatro dedos de Amadís, de la carne de
Amadís; dedos expertos, gorditos, recortados, sin callos, apetecibles, comestibles, pero que a pesar de todo han golpeado; porque,
claro, los dedos de un caballero tienen que haber ejercido la violencia; con la misma mano que te acaricio te estrangulo; no, no te estrangulo, mejor, te gozo; ¡ay, mi madre, esta mujer es loca!, yo soy
loco y todos están locos; método para burlar la censura; el Rey es
loco pero nadie se lo puede decir, so pena de perder la cabeza, y
entonces resulta que un aventurero que pasaba por el reino hace una
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Armando de Armas
apuesta según la cual dirá la palabra tabuada al monarca sin que
nada le ocurra, y para lograr lo apostado se disfraza de príncipe de
un imperio legendario por sus fabulosas riquezas, y pide ser recibido
por el Rey que acepta ante tan distinguido personaje, después del
acostumbrado intercambio de pleitesías y de una banal conversación
acerca del tiempo y la situación política internacional, el falso príncipe comienza a disertar acerca del derecho de asilo y de su disposición a brindarlo en caso necesario al anfitrión, cuyo reinado es frecuentemente convulsionado por guerras y revueltas, pues el suyo es
mucho más estable en ese sentido, y le dice; Majestad, sin problemas, en mi reino yo lo recibo, lo-co-loco y lo-caso; ofrecimiento del
cual quedó muy contento y agradecido el Rey; es, sobre todo, locura
debido a la impotencia de la comunicación, que mi mano chas chas
chas dentro de ella y que sin embargo estemos tan lejos uno del otro
como lejos están los extremos de dos circunferencias aunque se toquen en un punto; suerte que la imposibilidad de la comunicación
sólo es percibida inconscientemente por la mayoría de la gente y que
sólo unos pocos idiotas se rompen la cabeza con el asunto; así, por
ejemplo, entre nosotros dos estoy convencido de que ella no es capaz de conceptualizar, y menos de conceptualizar mientras la masturban, dichosa ella y desgraciado yo que no puedo dejar de hacerlo
aunque se me quiera partir la pinga; lo dramático es la impotencia
para dejar de ser islas o la impotencia de lograr, al menos, el ser islas
que puedan pasar unas a través de las otras y llevarse cada una lo
mejor de su homóloga, o de permanecer para siempre como dos islas
que ya no serán dos sino una fusionada de tal forma que nunca nadie
pueda establecer fronteras; ¿fronteras?; Jerez de la Frontera, frontera
de agua y abismos insondables, frontera del ¿deber?, frontera de la
mente, ¿dónde están las fronteras de la mente?; la incomunicabilidad puede apreciarse en el caso de que alguien como yo suba al tejado de una pareja que se quiera y conozca, hasta donde eso sea posible, en el momento preciso en que se disponga a templarse;
¿templarse?; sí, cogerse mutuamente los acordes, pulsar la cuerda
precisa, ablandarse, relajarse, tomar temperaturas parecidas, vibrar
en la misma frecuencia; entonces, ese alguien verá, suponiendo además que sea una pareja experimentada, las bocas besarse desespera-
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La tabla
damente, con ferocidad, por reconocerse, por no ser dos otroridades,
hasta el agotamiento y el tiempo en que él bajará por el camino del
cuello hasta las tetas, en viaje de nostalgia por la entidad madrebebé; las tetas se pondrán erectas, agresivas, como picachos que
nada tienen que ver el uno con el otro, cada picacho es un ser vivo;
el hombre del tejado deberá mantener la ecuanimidad pues, en primer lugar, puede caer a la calle, y en segundo, o no tan en segundo,
la policía no le va a creer el cuento de la tesis de la incomunicabilidad si la guardia del Comité de Defensa de la Revolución, el CDR,
lo sorprende; cambiarán de posición, la cabeza de él orientada para
los pies de ella, y viceversa, postura que el experimentado Doctor en
Educación Sexual, Populacho Pérez, ha denominado como del 69;
arduo trabajo de lenguas, exploradoras, jodedoras, busconas; la de
él, penetrativa, junto al bigote y la nariz, haciendo la trayectoria por
la zanja que va del Monte Capuchino al estriado Cráter de las Explosiones Indeseables; la de ella, subiendo desde el tronco nudoso, de
abultadas y retorcidas venas, con movimientos circulares, atacando
la Torre de Iznaga como si fuera un chupijala; ¿Iznaga?; sí, como lo
oyes, lo que sucede es que tú eres un colonizado cultural y sólo conoces o sólo has querido conocer la de Pisa; ¿qué significa la tal
Torre de Iznaga esa?; bueno, es el símbolo de la esclavitud en el
otrora esplendoroso Valle de los Ingenios, o tal vez sólo el de la vanidad de los hombres, quizás ambas cosas a la vez y muchas otras
que nunca nadie sabrá; para una vez llegada a la cúpula barrerla con
minuciosidad e introducir la puntita en la entrada de la angosta galería interna; después él succionará largo tiempo; ¡tanto que ya me
duele la boca!; ¡un momento, un momento!, que tú no tienes ninguna relación con los hechos excepto la de que en el tejado hay alguien
como tú, pero que no eres tú porque los hechos ocurren en la futuridad; ¿y si la futuridad no fuera más que retorno a la preteridad?;
succionará largo tiempo sobre el Monte Capuchino hasta que ella
comience a contorsionarse espasmódicamente; momento que él
aprovechará para, rápido, cambiar de posición con la boca babeante
de saliva y lubricante capuchinesco y penetrar en ella hasta donde le
esté permitido por Natura, comenzará el sube y baja de las nalgas y
el movimiento circular de las caderas, en el colmo del paroxismo, de
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Armando de Armas
la ansiedad por fusionarse, por ser UNO, se meterán mutuamente el
dedo del medio en el estriado Cráter de las Explosiones Indeseables,
arañarán, morderán, golpearán, gritarán, aullarán, retorcidos y anudados como sierpes, sudados, roncos, magullados, pondrán los ojos
en blanco y se irán, por un instante, al insondable vacío de otra dimensión, y ya de regreso, se toparán con que sus cuerpos no entraron el uno dentro del otro y mucho menos se hicieron UNO y con
que, lo más triste, ninguno de los dos sabrá lo que está pensando su
supuesta media naranja; lo jodido, sin embargo, no es la incomunicación a que estamos condenados por la Divinidad, sino la bárbara
represión por parte del poder humano a esas pocas vías que nos fueron concedidas como una gracia para comunicarnos; TODO PODER
CORROMPE Y EL PODER ABSOLUTO… entonces, si lo del poder es así, tremenda peste a mierda que han de tener ciertos personajes que se presentan o se han presentado ante sus pueblos como inmaculados guardianes de la pureza ideológica y moral; pero las
masas sólo confían el poder a quienes la práctica ha señalado como
baluartes de sus intereses de clase, a la vanguardia dentro de la vanguardia, a lo mejor dentro de lo mejor, ejecutantes ortodoxos de la
mística revolucionaria, hombres-llama, hombres-divinidad, hombres-patria, que están donde están por sus méritos ganados en combate frente al ENEMIGO o las ADVERSIDADES, de aptitudes probadas en la confrontación diaria, de insuperables dotes de estadistas;
perspicaces rectores de los medios de información masiva, actores
consumados, supuestos papas devenidos hechiceros de la tribu, hacedores de lluvia, milagreros, voraces consumidores de víctimas
propiciatorias, malabaristas, implacables cazadores de almas descarriadas, torquemadas del sueño, hijos y sostenedores del DOGMA;
¡el poder es UNO, el del pueblo; ¿pueblo?; en el sentido rigurosamente científico, comunidad de personas que se modifica históricamente, formada por la parte de la población, capas y clases, que por
su situación objetiva están en condiciones de participar conjuntamente en la resolución de los problemas concernientes al desarrollo
revolucionario, progresivo, de un país dado, así, a comienzos del
siglo XX Rusia se encontró ante la tarea de derrotar a la autocracia
y Lenin planteaba que un obrero, por poco consciente que sea, sabe
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La tabla
perfectamente que el pueblo que lucha contra la autocracia está formado por la burguesía y el proletariado, más tarde, cuando ante Rusia se plantearon tareas socialistas, Lenin subrayaba que en la lucha
de todo el pueblo por el socialismo, contra la burguesía, participa el
pueblo tan sólo formado por los obreros y los campesinos pobres;
¡pueblo cará!, indito lindo, indito maricón, parece mentira que un
tipo inteligente como tú pregunte todavía quién es el pueblo, vaya,
hombre, el pueblo soy yo, comiendo yo come el pueblo; ¿y la patria?; no preguntes por ella que yo soy el chulo de la tal Patria esa; la
palabra, bendito sea el don de la palabra, bienaventurados los que
hacen de la palabra un arte, el arte de hilvanar, organizar y ubicar las
palabras escogiendo entre infinitas posibilidades; la palabra es la
mayor brecha infligida a la incomunicación; la Libertad nació sin
nombre; pero tiene un apellido, de Palabra; si no me expreso y si no
expreso lo que quiero en el momento que estime oportuno es como
si descendiera en el sueño de mi abuela a través de la cadena evolutiva; en este caso involutiva; hasta las profundidades de un tiempo
en que sólo nos estaba dada la condición del amphioxus; ¿qué es lo
que dice Ramón?; nada, nada, Maestra, que el avión de Camilo no se
cayó al mar, que fue Camilo quien se cayó del avión; Amadís, nervioso, la ha inventado en el aire, intuye que se ha salvado de caer en
pecado de chivatería, que ha salvado a Ramón de algo peligroso, que
la enfurecida maestra adivina lo que en verdad dijo Ramón; el joven
Jacinto escondido en un tanque de papas, vomitado y vuelto a vomitar por la novatez de la travesía, corriendo la tapa del tanque durante
las noches para no morir asfixiado por la peste a vómito, y a mierda,
pues cagaba en plato de porcelana que el marinero le había traído
subrepticiamente de la cocina, pero que no todos los días estaba dispuesto a llevarse para lanzar la porquería por sobre la borda, por lo
que a veces el dichoso plato permanecía cargadito hasta los topes y
habitado por alegres gusanos; las piernas entumecidas, estirándolas
por turno, la ancha espalda de luchador encorvada y adolorida, todo
por no poder decir; ¡me cago en la madre del Rey!, no voy a ninguna
guerra, ¡qué cojones tengo yo que hacer en una guerra que no busqué!, que es problema del Rey, que si él es guapo y tiene deseos de
pelear, pues que rete al Jefe de Estado o al Rey del país con el que
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Armando de Armas
quiere guerrear y que se fajen a tiros como en las películas del Oeste
a ver quién es el mejor y saca las pistolas con mayor rapidez y pum
pum pum, sin que ninguno de los dos pelee de espaldas al sol que
eso le daría ventajas y entonces podría ser más un fusilamiento que
un duelo de hombre a hombre, perdón, quise decir de alteza a alteza,
que para eso están buenos ellos y no yo que soy un pobre aldeano;
mi abuelo era parte del pueblo y de seguro se hubiera sumado a la
lucha contra la burguesía, el clero y la monarquía, por instaurar un
sistema de propiedad social sobre los medios de producción, lo que
sucede es que no estaban dadas las condiciones objetivas y subjetivas, para su desgracia y mía, porque con un poco de suerte mi abuelo fuera un alto dignatario de la Dictadura del Proletariado en las
Islas de Gran Canaria y yo estaría allí a su lado aconsejándolo en
materia de relaciones internacionales y tráfico de estupefacientes; el
fin justifica los medios; con lo que nos hubiera cabido en gloria liberar al país de la feroz tiranía del trasnochado colonialismo español e
insertarlo dentro de la Comunidad de Naciones Africanas, porque
nuestro lugar está en el continente africano y no al lado de la Europa
decadente, acomodaticia y explotadora, sin otro ideal que los bienes
de consumo, además, hubiéramos desarrollado la vinicultura, liberando a la burguesía de Fataga; porque eso sí tienen las revoluciones
proletarias, que liberan a los propios explotadores, aunque ellos renieguen y no sean capaces de reconocer el bien que se les hace,
aturdidos como están por la ceguera clasista; del nada sofisticado
método de producción de vino mediante batallones de vejigos pateando las uvas para extraerles el jugo dentro de enormes tinas, previo lavado de los pies, por supuesto, para no impregnar la futura
bebida de perfume un tanto exótico; ¡oh, los reyes!, cada rey debe
ser sagrado en su tribu o nación, su persona intocable y su figura
vedada a humanos ojos, se debe cuidar la salud regia, el bienestar
físico y espiritual, que no le falten comodidades, jamás sus pies deben tocar la tierra, que no es digna de ellos, y todo esto no tanto por
el rey como por la comunidad que gobierna, pues el estado del rey
es el mismo en que se encontrarán sus súbditos, la sociedad que gobierna, si el rey padece de lumbago la economía del país estará en
bancarrota y si es impotente sexualmente la población disminuirá,
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La tabla
con lo que no habrá soldados para la guerra, y los animales no se
reproducirán lo suficiente para alimentar al pueblo; por el contrario,
si el rey camina derechito el país entero marchará bien y la economía
será un primor, y si es capaz de mantener satisfactoriamente un numeroso harén habrá explosiones demográficas y los animales se
criarán silvestres y en abundancia; entonces, todo el supuesto deleite
que se dan los soberanos no es más que sacrificio y dedicación en
aras de lograr el bienestar y la grandeza del pueblo; los reyes hacen
la guerra en nombre de sus pueblos, traicionan en nombre de sus
pueblos y tiemplan en nombre de sus pueblos; estamos dispuestos a
dar hasta la última gota de sangre por la libertad de cualquier pueblo
hermano; quién le dijo eso a nadie, yo soy parte del pueblo y conmigo nadie contó para servir a semejante vampirada; ODIO Odio odio
odio odio odio odio quiero más que indiferencia porque el rencor cor
cor cor cor cor cor cor; somos una generación invencible porque
hemos sido educados en el odio a nuestros enemigos de clase; ¿qué
clase?; ah, bueno, la de los que no son como nosotros; ¿y cómo somos nosotros?; no pienses que me has hecho una pregunta difícil,
que de acuerdo a la cultura del diálogo, el debate y la pluralidad de
ideas que pretendemos desarrollar en nuestro pueblo, siempre dentro del marco de la unidad monolítica en torno al PARTIDO y a Fidel, con motivo de los festejos y realización del próximo Congreso
del Partido, bueno, sin más rodeos ni teoricismos porque, según el
Gran Lenin, la práctica es el criterio de la verdad, te diré que nosotros somos quienes somos y no quienes la gente quiere que nosotros
seamos; par par par partido por el eje, es una nueva categoría, sabes,
dentro del complejo mundo de nuestras relaciones sociales, porque,
¿sabes?, no somos una sociedad perfecta; coro grita enaltecido; ¡pícalo Catrín!; ¡pícalo Amadís!; Amadís sangra por un rajón de una
cuarta en el antebrazo izquierdo, ambos tantean con las cuchillas, se
buscan las miradas; los ojos lo dicen todo en estos casos; Amadís
trata de tener siempre el sol a sus espaldas, pero Catrín tampoco es
bobo; uno siempre piensa que los demás son bobos o desea que los
demás sean bobos, pero las cosas no son tan fáciles; el sacrificio,
estamos educados en el sacrificio, nada de blandenguerías, sólo el
fogueo en la lucha diaria nos dará la victoria; Amadís practica cada
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Armando de Armas
día a rajarle la camisa sobre la espalda a Eloy, sin tocarle la piel, pero
Amadís lo hace sin su consentimiento porque es más emocionante,
porque le da gracia la cara de Eloy entre sorprendida y asustada, y
porque de esa forma la maniobra está mucho más cercana a la realidad, porque usted no le va a decir al enemigo, ponte, que te voy a
operar a sangre fría, no va a doler nada, sabes, así no, a ver, así tampoco, baja un poco más la cabeza, ya, correcto, como para una fotografía y, ¡allátevaeso!, cogerlo mansitico mansitico; pasitos, pasitos,
atrás, al lado, al frente, amagan con la izquierda y se guardan la derecha con ansiedad, con verdadera fe, como una carta de triunfo,
como si la cuchilla de afeitar fuera un sable de húsares para descargarlo con toda la fuerza del brazo sobre la cara o cualquier otro
punto sensible del contrario; el ganador será el jefe de la guerrilla,
nada de elecciones ni ese es el camino, ¡pendejadas burguesas!, que
el poder como en los viejos y buenos tiempos sólo debe ostentarlo el
de mayor fortaleza, suerte y habilidades en el combate, que eso sí es
democracia y no los paripés que montan en las llamadas sociedades
occidentales, decadentes sociedades, cada jefe debe reinar por un
período de tiempo determinado, digamos doce años, durante el cual
debe demostrar a la tribu que es el mejor, y al cabo del mismo batirse a muerte con el aspirante a sucesor, si es vencido demostrará que
su vigor ha desminuido y que el favor de los dioses, la fuerza, la
asertividad en el combate, ha pasado al vencedor; nada de trajecitos
y corbaticas morrongueras, los que valen son los arreos de combate,
el virtuosismo al usarlos, que hablarán y eligirán a la hora del cuajo;
¿cuajo?; sí, la cubanidad no ha cuajado todavía; el proceso de la
cubanidad no ha resultado nada fácil, ha sido cruento, despiadado,
cumbanchero, desolador, cocción de disímiles brebajes en caldera
de hierro; el que a hierro mata a hierro muere; pero si en cada puñalada no hay más que un retorcido deseo de vivir, si la música la llevas en el cuerpo y en el alma, y si a la puñalada prefieres el revolotear de plumas y el espuelazo certero de gallos en el cerco, puede
que no todo esté perdido, ¡ah!, y la capacidad de perdón, sobre todo
eso; los gallos son nuestra tauromaquia; ojo; tener en cuenta probable conexión entre los gallos y los toros, entre el ser nacional cubano
y el ser nacional español; gallos y toros como reminiscencias del
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La tabla
circo romano, del gladiador al toro y del toro al gallo; por suerte, si
ya hubiera cuajado, te digo, entonces sí que estuviéramos jodidos,
no habría nada más que esperar, no es que seamos partidarios de los
estados pre-cuajo y le tengamos miedo al post-cuajo, sino que, hay
puntos donde no es recomendable cuajar so pena de quedar a medio
camino y para siempre entre el feto y el ángel, suerte, pues, de la
cubanidad no cuajada; el poder sólo se alcanza mediante la lucha
armada, única opción que las clases en el poder dejan a los desposeídos; la historia de todas las sociedades, a partir de la esclavista, ha
sido la historia de la lucha de clases; el marxismo-leninismo ha dado
una explicación científica; ¿es el Abra Cadabra, pata de cabra, para
dar respuesta a cualquier fenómeno?; ¡no jodas, chico!; a esta lucha
como fuerza motriz del desarrollo de toda la sociedad dividida en
clases; Clase A, Clase B, Clase C; antagónicas, ha demostrado que
en la sociedad burguesa, la lucha de clases conduce necesariamente
a la Dictadura del Proletariado; ¡qué maravilla, Goyo, qué maravilla!; cuyo fin consiste en aniquilar las clases como tales; ¿las clases
nada más?; sí, desconfiado, una y mil veces desconfiado, retrógrado
y peluquín; y establecer una sociedad comunista sin ellas; a ver,
alumnos, ¿cuántos tipos de lucha armada ustedes pueden mencionar?; sí, Maestra, mire, la lucha clandestina en las ciudades y la lucha guerrillera en las montañas; yo, Profe, yo; a ver, vamos a dejar a
Pepito; Profe, mire, faltó la lucha por la jama; muerte al enemigo;
tengo que picarlo ya, me arde la herida que me hizo, todavía yo no
he podido ni darle siquiera un piquetico, ¡no puedo perder, coño!, un
comunista nunca pierde y donde nace un comunista mueren las dificultades, seguro Superman era comunista, no, a Superman tengo que
sacármelo de la cabeza porque si mal no recuerdo parece que tío
Periquín me ha dicho que el Super era agente CIA, una vez que me
cogió leyendo uno de sus libritos, acércate para acá, mariconcito, un
poquito nada más para que tú veas cómo te voy a repicar la carona
esa, dale, Dios mío, haz que se adelante un poquito, Dios de los comunistas, digo, perdón, que los comunistas no creen en Dios, Dios,
perdóname por hacerte Dios de esa gente, pero entiéndeme y entiéndelos a ellos que no creen en ti pero que en el fondo no son malos;
¿en el fondo de qué fosa?; anda, Dios mío, pónmelo facilito que yo
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Armando de Armas
seré comunista comecandela pero creo en ti; nada, contradicciones
propias del Período de Tránsito; así, dale ya, no me martirices más,
dame el triunfo que lo necesito, pónmelo y verás hiriendo al más
feroz de tus arcángeles, que yo esgrimiendo una cuchilla de afeitar
soy capaz de reducir a la obediencia a cuanto impío haya en el mundo; Catrín se tira a fondo con una cuchillada y Amadís da un salto
atrás, con el tiempo justo para que la cuchilla trace en el aire un relampagueante semicírculo perpendicular, a menos de un milímetro
de su nariz; Catrín queda, por un instante, como apresado en una
fotografía, la guardia baja, en una actitud tal de desamparo que a
Amadís, si no hubiera tenido la sangre caliente, le hubiera dado una
lástima infinita, la cara adelantándose al cuerpo, sudorosa, los ojos
con la perplejidad del que sabe que algo le viene encima pero sin
tener la cabal idea de lo que puede ser y no hace o no se le ocurre
nada por evitarlo; Amadís sabe que no es momento de reflexionar
sino de actuar, ahora o nunca, mi cara o la tuya; Amadís baja el brazo desde bien atrás, rápido, certero, y la cuchilla, obediente, abre un
surco desde el entrecejo hasta la mandíbula, en dos tapas, blancas
tapas, como las de un puerco cuando el Viejo le abre la barriga, surco que se va tiñendo de un rojo que ya corre bien abajo por la camisa y el pantalón en forma de un manchón negruzco; ¡perdóname,
Dios mío!, ¡perdónalo, Dios mío!, ¡perdónalos, Dios mío!, que no
sabemos lo que hacemos; el fusil y el Evangelio, Dios y el Comunismo; no puedes castigarme, Dios, porque si el Comunismo es bueno,
¡tú tienes que ser comunista!; Catrín va a quedar ahora un poco feo;
¿más feo de lo que es?; lo que importa no es la forma sino el contenido; pero, ninguna pepilla va a querer enredarse con un Cuco Macaco por muy buena gente que sea porque según la dialéctica forma
y contenido son unidad y lucha de contrarios y no podemos absolutizar a ninguna de las dos categorías filosóficas; yo no quise, él se lo
buscó, la guerrilla es algo que creé yo, sus estrategias, sus tácticas de
combate, fueron estudiadas por mí en manuales de lucha guerrillera
y llevadas a la práctica teniendo en cuenta las condiciones particulares del terreno en que nos movemos, el tipo de armas primitivas con
que contamos, los objetivos que perseguimos y la composición social y la edad de nuestros soldados; nadie nunca se ha atrevido a
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La tabla
disputarme que yo sea el jefe porque dicen que estoy loco y le parto
para arriba a cualquiera en andanadas pedruscosas; nubes de piedras
que oscurezcan al sol y les aseguro que Dios se acordará de nosotros, los taínos, a pesar de que por nuestra escasa cultura seamos
idólatras, ya que él no es dogmático ni nada que se le parezca y sólo
quiere que sintamos Amor, que Dios es Amor y no otra cosa y pretender lo contrario es pura y simplemente una aberración de marca
mayor; se me puso como esperando no sé qué, a lo mejor sólo esperaba eso, que lo picara, porque quién me prueba que no gozara con
la sangre y con el ardor de una cuchillada, que al fin y al cabo eso es
mejor que languidecer sin que el acero haya penetrado tu piel, sin
que una cicatriz haya dignificado tu cuerpo, morir sin eso es a los
caballeros como a las damas el morir vírgenes, esas son después las
almas que vagan en pena por los caminos reales y las carreteras en
busca de personas caritativas que les hagan el favor, y no las encuentran, no porque esas personas no quieran, sino porque no las perciben, y si las perciben, ocurre que es harto difícil apuñalar o hacerle
el amor a un alma desencarnada; ahora tengo como una lástima por
dentro; ¡coño, qué pasa, es que me estoy aflojando!, ¡porque un marxista no tiene razón para sentir una hierba tan extraña que ni los
chivos se la comen!; ¿pueden los comunistas sentir lástima?; bueno,
tal vez, sí, aunque tío Periquín diga que no que eso es un rezago de
putas pequeñoburguesas, y para que vean lo que son las cosas, que
uno nunca sabe a qué atenerse, el caso es que yo he visto al tío entablillándole la pata a un perro que se la había fracturado entre los
alambres de una cerca de púas, no resultar el remedio, y quedar el
perro en tres patas para toda la vida, comiendo gratis, y no sólo dejarlo en la casa, sino convertirse en el preferido de todos los perros;
¡y eso no es nada!, una vez me pegó porque me sorprendió enlazando lagartijas para después empalarlas; ¿qué tío será mejor, el comunista o el testigo de Jehová?; a la verdad a la verdad no sabría decirte, es tan difícil cuando se trata de quedarse con un tío entre dos; ¡a
cualquiera se le muere un tío!; sí, tienes toda la razón del mundo,
pero también es verdad que hay gentes, y hasta pueblos enteros, que
siempre se les están muriendo tíos, o un Tío todos los tíos que siempre se está muriendo, o la Tiaidad que fenece llorada por la Sobrini-
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Armando de Armas
dad, gentes y pueblos huérfanos de tíos; ¡la bendición, tío!; ¡vaya
con Dios, sobrino!; los sobrinos del tío Sam; el tío Sam con sus barras y sus estrellas y su sombrero de lo más chulo; un tío que no ha
sido malo ni bueno, que no es tío que más bien pudiera ser hermano,
que es hermano que tuvo más suerte; la suerte no existe, lo que sucede es que supo hacer mejor las cosas y no se anduvo con que si
alguien hizo dinero fue por bandolero o por tacaño o por despiadado
que así es preferible no tener fortuna que es poderoso porque me
explota que nacimos en la misma lengua de tierra pero tú eres tío y
nosotros sobrinos y es más elegante jugar a tíos y sobrinos y tío malo
pragmático sin esencia humana y sobrinos valientes y justicieros y
desinteresados cultores de la poesía y hacedores de revoluciones y
cuartelazos y grandes balaceras porque en la balacera es que se conoce el macho de verdad que lo que sucede es que en Tío habita una
mujer descocada que teme al olor de la pólvora y de los caballos
sudados que por eso ha logrado llegar a donde ha llegado y se viste
de túnicas y perfumes y joyas y manda a otros a la pelea y ella no va
y mantiene su casona que es una taza de oro que si fuera macho de
verdad moría con el ardor del tequila en la garganta y la sangre a
borbotones y un grito ahogado a flor de boca por el jaleo de la metralla; lo fácil, lo bueno para mí sería tener un solo tío y decir es
bueno o malo y punto, porque esto de estar escogiendo entre uno y
otro no me resulta fácil porque, vamos a ver, los dos me regalan lo
que yo les pida y esté al alcance de ellos y los dos son cariñosos con
los animales; sin embargo, el comunista dijo un día; si un hijo mío
traiciona a la revolución, yo mismo le doy el tiro de gracia; Abraham
sobre su hijo maniatado en tierra con el puñal detenido en el aire, por
la oportuna voz de Jehová, camino de clavárselo en el pecho; ¿qué
había detrás del proceder de Abraham?; ¿fe y amor inquebrantables
a su Dios?, ¿miedo?, ¿adulonería para que a partir de ese momento
el Supremo Hacedor se acordara de él, facilitándole las cosas?, ¿hábil estratagema para mantener en la fe a los ingenuos integrantes de
su tribu?, ¿maniobra política según la cual delegaba en su hijo la
muerte prematura y violenta a que estaba obligado en virtud de su
jerarquía para garantizar el bienestar de la comunidad?, maniobra
que después fue imitada por cuanto reyezuelo pícaro se supo en el
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La tabla
ocaso de sus facultades físicas y mentales, pero sin la voz de Jehová
que los detuviera en el intento, por lo que hubo reyezuelos que llegaron a sacrificar hasta veinte de sus hijos con tal de ir posponiendo
la muerte, y perpetuarse en el poder, con toda la carga de privilegios
y limitaciones mágicas que ello implicaba; aunque se dio el caso de
alguno que murió apuñalado por el hijo veintiuno; ¡inteligentísimo
el muchacho!; lo que posteriormente dio pie a la civilizada costumbre de que los hijos apuñalasen a los padres en cuanto les picase el
bichito del poder; y el tío devoto de Jehová dijo otro día; ¡prefiero
que se me muera un hijo antes que permitir que le pongan una transfusión de sangre!; ya ven cómo escoger, así de pronto, no me resulta
fácil, de todas formas, el comunista tiene un no sé qué más atractivo
o más alegre o menos gris o menos exigente o más liberal que no
posee el religioso; por ejemplo, mira, el comunista no ve con malos
ojos tener muchas mujeres, siempre que se atienda la propia, emborracharse, siempre que los hijos tengan comida, y que me faje con
cualquiera, siempre que me provoquen; el otro, no, siempre seriote,
todo es pecado, todo puede ofender a Dios, muy recogido, menos
acorde con los tiempos; ya ves, aunque es difícil establecer preferencias, te puedo decir una cosa, aquí bajito entre tú y yo, el que más me
agrada de todos es el tío Yeyo, y no sé por qué pues mi mamá siempre ha dicho que es un tarambana; ¿qué cosa será un tarambana?; a
juzgar por la cara con que lo dice parece ser que no es nada bueno, a
mí me da la impresión de que es alguien que rueda de un lugar para
otro sin rumbo fijo, o más bien el sonido de una palangana cuando la
tiran contra el piso; ta-ram-ba-na ta-ram-ba-na ta-ram-ba-na nan nan
nan nan, o no precisamente contra el piso, sino contra las paredes
desnudas de un laberíntico túnel; ¡cuando sea grande quisiera ser
tarambana!; Camilo Torres fue cura y guerrillero, cura no me gustaría ser porque según la Abuela el infierno está repleto de curas y que
además son unos desgraciados que no pueden tener mujeres y que
eso conlleva a una cosa que llaman berraciones o aberraciones o
algo así; Yeyo me ha contado que eso de las mujeres es lo más rico
que se pudo haber inventado y que me cuidara mucho la cara que yo
la tenía bonita y que con ella y otras cositas que a su debido tiempo
me enseñaría podía llegar a ser chulo y que chulo es tener muchas
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Armando de Armas
mujeres y vivir de ellas; viejo oficio ese de chulo, chulo rechulo rechulangón gon gong gong; y comienza la pelea más esperada de este
cartel Cuba-E.E.U.U. con el deporte puro, libre, conformador de
cuerpos y almas sanas, revolucionario, genuino representante del
pueblo, exponente de lo que puede hacer el Socialismo por el bienestar del pueblo, de una parte, y de la otra, el deporte raquítico que
sólo puede aspirar a languidecer bajo la indiferencia de los círculos
de poder, o pasar a la condición de mercenario que ofrece el profesionalismo por el culto exacerbado de esa sociedad al dinero; ¡coño!,
si en vez de yo picarle la cara a Catrín, es él quien me la pica a mí,
se me jode la chulería; el pobre Catrín ya no va a poder ser chulo,
aunque dicen que hay médicos que arreglan la cara y la dejan como
nueva; Amadís soñaba con el mar y con ser navegante; libro de cabecera; Un capitán de quince años; yo tengo quince años y ya soy
capitán; imaginarse protagonista de grandes aventuras en el mar, resultaba ser un temido pirata, no del todo malo, lo cual debió ser lo
más cercano a la realidad de los que conformaban la Hermandad de
la Costa, a quien los más diversos avatares habían conducido a la
delincuencia marítima; nunca le gustaba hacer el papel de perseguidor de piratas, oficio que relacionaba con la nacionalidad española;
ni aun de corsario, que relacionaba con la inglesa o la francesa; ¿por
qué desde pequeño habré sentido esa aversión al poder?; aunque
creo que la generalidad de los niños cuando juegan a policías y bandidos prefieren ser bandidos, y la excepción podría estar dada por
esos niños traumatizados que resultan ser los hijos de los policías y
que apenas caminan ya los embuten dentro de un precioso uniforme
como el de papá; oremos, hermanos, por la suerte de las almas de los
desdichados hijos de los policías; y los arman con un tolete para que
repriman a cuanto gato o perro de la casa o del vecino cometa la
imprudencia de acercárseles demasiado, creyéndolos niños normales y además por la ancestral comunicación animal-niño; pero cuando las cosas comienzan a cambiar es cuando los niños se van haciendo hombrecitos y ven que los bandidos, los bandidos que no han
querido, o no han podido, aliarse con la policía, van a la cárcel,
mientras que los policías se convierten en pequeños dioses con muchas más posibilidades para robar que el más hábil y consumado de
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La tabla
todos los bandidos; había imaginado la canoa india en todos sus detalles pero le faltaba llevarla a la realidad; ¿realidad?; cosa que le
atormentaba de tal modo que lo traía hacía noches sin dormir; claro,
no sospechaba que lo mismo le pasaría mucho tiempo después con
las novelas que haría de punta a cabo en su mente, pero que demorarían allí años enmarañadas en la torturante encrucijada de las formas
o de la forma más conveniente, hasta envalentonarse un día y comenzar la escritura por la no-forma o la forma que le viniera en ganas, porque estaba bueno ya de indecisiones que en busca de la perfección todo iba a ser tan perfecto tan perfecto que nunca lo
concretaría, para reconocer que esa no-forma, o forma de la espontaneidad, era la más adecuada a lo que se proponía decir y que había
sido un idiota perdiendo el tiempo en la duda; sabía por los textos
escolares que los taínos ahuecaban troncos de grandes árboles dándoles fuego por el centro, de lo que resultaban embarcaciones donde
cabían hasta 40 hombres, cuando pensó y repensó la forma de llevarlo todo a la práctica se lo contó al primo Calibán; Amadís y Calibán
eran tenidos como locos por los demás primos, debido al entusiasmo
con que se lanzaban a la realización de las ideas más descabelladas
o más tontas, leídas, o vistas por Calibán en el pequeño y acogedor,
para los murciélagos, cine de su barrio allá en Camagüey, y por lo
mismo era el único que no iba a tildarlo de loco por el plan de la
canoa; ¡Amadís y Calibán están locos!; ¡Amadís y Calibán somos
locos!; hoy robamos una palma que tío Periquín tenía para hacerla
tablas y forrar una casita de guardar trastos que está construyendo,
pero también necesitamos fósforos, alcohol y una yunta de bueyes
para transportar Gran Canoa India; ¿por qué todo lo indio es GRAN?;
Gran Cacique, Gran Pipa, Gran Hacha y Gran Granja ja ja ja del
Pueblo; y que Dios nos perdone porque todo va a ser robado, las
cosas no son de quien las posea sino de quien las necesite, por eso el
proletariado está en todo su derecho; ¿derecho?; ¡todo lo que no
anda jorobado!; para expropiar a la burguesía y sus acólitos de todos
los bienes, y de paso regenerarlos; ¿quieren ejemplo más bello de
regeneración ideológica que el último Emperador Chino haciendo
labores de jardinería?; la yunta de bueyes va a ser lo más difícil, pero
de eso me encargo yo, cuando el Viejo esté durmiendo la siesta se la
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Armando de Armas
llevo, que siempre a esa hora él la deja amarrada a la sombra de la
mata de mango sin quitarle el yugo; tengo una sed horrible, la saliva,
poca, arenosa, el polvo me reseca y agrieta los labios, este tren, bim
bam bum, es peor que pasar el Niágara en bicicleta o ir al Polo Norte en calzoncillos; cualquier cosa es preferible a la sed, sobre todo la
sed cuando sabes que no hay un poquitico de agua guardada o esperándote en alguna parte, aunque no la tomes por ahorrarla, pero el
solo hecho de saber que existe te reconforta la voluntad y hasta puede que mitigue las ansias de prenderte a una fuente bien fría y no
soltar hasta agotarla; una cerveza sudada de fría, Señor, eso es todo
lo que pido, será tan difícil eso, Señor, si he oído que el costo de
producción de una cerveza son tres centavos, en tres centavos toda
una vida, la vida misma, la cerveza es la paz de la vida; si el capitalista la vendía a veinte centavos no es porque fuera buena gente, ni
porque entendiera que acá en el trópico una cerveza es algo que debe
estar al alcance de todos y no sólo para las clases ostentadoras del
poder, ni bobo, ni comemierda, ni la cabeza de un guanajo; es porque vendiéndola a ese precio sacaba su ganancia y punto; ¿qué más
le debe importar a un capitalista?; una cerveza ahora me sedaría, un
sorbo, glu glu glu hasta el fondo y otra y otra, y de esta última sí le
daría a la muchacha y le dejaría correr un poco ombligo abajo y más
mojazón y más resbaladizo y más gozadera y el olor a cebada y bacalao es mezcla desorbitante y a las niñas les encanta tomar cerveza
por ahí; pero no se puede, no hay, aunque dé 1.000 pesos por una
caja de cerveza, total, para lo que yo quiero ese dinero, mi reino por
una caja, todo por una caja, menos la pistola, que esa me va a permitir tomar allá en el Yuma las que quiera, en un bar, en una casa, en un
parque; la opción de una cerveza, lo mío es sólo un problema de
opciones o más bien de no tener opciones; poder decirle a un amigo,
pasa por la casa el domingo que vamos a conversar y tomarnos unas
cervezas; los bueyes no toman cerveza, los burros sí, digo, un burro,
el burro de Mayabe, flamante atracción turística; un burro que toma
cerveza y caga dólares; ¿será por eso, porque se las toma el burro,
que no hay cerveza?; está muy bien que no haya, el pueblo sólo necesita salud y educación gratis, lo demás son vicios del pasado, afeminamientos que un pueblo que construye la Nueva Sociedad y se
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La tabla
prepara para enfrentar al enemigo imperialista con las armas en la
mano no puede darse el lujo de tener, que por esos vicios y debilidades cayó en manos de los bárbaros el Imperio Romano; para ser
buey hay que ser maricón, ¿verdad Calibán?, lo primero que hacen
es que te tumban, amarran duro a un tronco y acomodan los cojones
arriba de una piedra, entonces es que viene lo más lindo; ¡búmbata!,
¡búmbata!, ¡búmbata!; con una mandarria de dieciséis libras que te
hace los cojones puré de papas, y tú, muge todo lo que quieras que
nadie se va a compadecer, pues a quién carajo le interesa que un
brioso toro se convierta en buey, que veas a las novillas y tengas que
huir con el rabo entre las patas porque intentarlo sería mucho peor,
un papelazo; o mejor, sí interesa, interesa que no tengas cojones,
porque esa es la mejor manera de llevar un yugo; y todo el mundo
¡qué buey más lindo más hermoso qué nalgas para filetes y qué bien
alimentado lo tiene el dueño y saludable y se ve lo atiende con el
veterinario y educadito y no hace caca delante de las señoras!; el
dueño es una magnífica persona que sólo se interesa porque el buey
esté en buenas condiciones para que tenga fuerzas y hale bien el
arado o la carreta y si hace el remolón; pinchazo, no muy duro porque él es un buen amo de bueyes y no está para hacer daño sino para
resolver su problema; ¿ven acá, chico, a ti nunca te han metido un
aguijón por el culo?; la maestra; atiendan acá, niños, éste que ven
aquí fue el hombre que les quitó el yugo a los cubanos, a ver, Pepito,
tú que levantas la mano con tanta insistencia, dilo dilo sin pena que
si te equivocas no importa, aquí se viene a aprender; sí, maestra, sí,
ese fue el que le quitó a mi padre el yugo, la carreta y los bueyes; el
agua achocolatada, cubierta de algas, muerta, pesada, dicen que la
de mar es más ligera, o más pesada, y hace a los cuerpos más ligeros;
¿mayor fuerza de empuje?; una fuerza de empuje absoluta, que no te
da tiempo a reaccionar y tomar una dirección propia, ella te lleva, al
principio puede que te molestes y te rebeles pero después te acostumbras y lo encuentras todo de lo más fácil y te dejas llevar y llevar
y llevar y no tienes que preocuparte de nada y todo es color de rosa
y ves pasar cosas a una velocidad increíble, parecido a cuando viajas
en auto por carretera y miras a los árboles y los postes; los bueyes se
llaman Africano y Peligroso, bueno lo de Africano se explica, pero
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Armando de Armas
lo de Peligroso no tiene sentido excepto para un verraco como yo
que un día me metí debajo y le di en la picha con un palo, parece que
se acordó de cuando era toro y me ha dado una patada en la frente
que me lanzó como a tres metros, dice el Viejo que fue un toquecito
nada más que si es una patada de verdad me mata; ¡qué cosas tiene
la vida!, por poco hubiera terminado allí mi ciclo o uno de mis ciclos
y no fuera lo que soy, ¿y qué soy?, a veces pienso que si no hubiera
sido mejor terminar debajo de las patas de Peligroso porque, de allá
para acá, qué he realizado que merezca la pena, excepto joder y seguir, ¡eso sí!, dándome golpetazos en la cabeza; lo que sí te puedo
decir es que soy un cabezón o nací atravesado como los polines en
la línea del tren; tren-vida, tren-gente, tren-sociedad, tren-muerte;
nadie puede imaginarse las muertes que habrá habido en cada crucero de ferrocarril, y cuántos cruceros hay en Cuba; Cuba-linda, Cubahermosa, eres un jardín de rosas; un tren corriendo por la línea cubierta de rosas, de nada les servirán las espinas, el tren dejará un
rastro negro, saldrá el jugo y ascenderá, pese a todo, el perfume que
invadirá el país de San Antonio a Maisí; seremos la primera nación
invadida por un perfume de rosas, después de años y años pronosticando apocalípticas invasiones de rubicundos soldadotes mascadores de chiclets; la canoa corta bien el agua, ésta es canoa imperial
que navega al frente de miles y miles de canoas a la conquista del
territorio del Más Allá; los masalleros son un aguerrido pueblo de
caníbales que habitan allende el mar, de caras horripilantemente pintarrajeadas, que casi no tienen mujeres porque cada guerrero puede
poseer hasta veinte, que se irá comiendo, y reponiendo con otras,
según le vayan satisfaciendo el deseo sexual o no, la cosa ocurre así;
el guerrero manda a buscar la elegida del día que viene presta y ante
él deja correr la túnica hasta los pies; las masalleras no usan blúmers; y ejecuta una excitante danza ante la cual el guerrero debe
erectar, si no ocurre tal cosa la muchacha tendrá todavía una última
oportunidad consistente en masturbarse con el mango de un puñal,
si nada ocurre en el guerrero éste tomará el puñal y la degollará, ordenando enseguida que la asen, ocasión para la que invita a lo más
selecto de la sociedad masallera; a manera de información; los masalleros, debido al estress, suelen tener serios problemas de erec-
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La tabla
ción; Calibán y yo vamos a conquistar ese territorio, como buenos
romanos que somos permitiremos que mantengan su religión y costumbres, y después que hayamos eliminado los últimos reductos de
resistencia les proporcionaremos hermosas mujeres, previo pago en
divisa convertible; pero está haciendo agua por la parte en que tuvimos que taponarla con un trapo y Calibán me dice que eso no es
problema ninguno que una vez en Nuevitas montó en una lancha de
motor con un marido que tenía su mamá y que también hacía agua y
que el tipo se la sacaba con una latica, pero como aquí no tenemos
latica se la estamos sacando con las manos; Calibán es primo y es
socio, Yeyo me ha dicho que socio es alguien con quien se tienen
negocios, pero también alguien con quien se tiene determinada
amistad; aunque mirándolo bien, según él, está mal empleada la palabra porque cuando hay amistad no puede haber interés y el negocio es puro interés, por eso, quizás, la vida sea el más grande de los
negocios; Eloy es mi hermano pero no es mi socio; me ha entrado
miedo porque esto está cogiendo demasiada agua, a Calibán también
le ha entrado miedo, se lo conozco en los ojos; el miedo es como un
animal baboso; Calibán es de ojos verdes de gato, Yeyo cuenta que
a las mujeres les gustan los hombres de ojos verdes, aunque para
gustos, colores, y para mariposas, flores, pero que eso, como todo en
la vida, también tiene su lado malo, porque resulta ser que a los bugarrones también les gustan los muchachos de ojos verdes, y cuando
cae en la prisión uno con los ojos así tiene que defenderse como gato
bocarriba si no quiere que se lo jamen con papas; mi mamá pelea
porque dice que yo no tengo que conocer de esas cosas, cosas feas
para un niño, y Yeyo; peor es que un día por las cosas del destino
tenga que ir a presidio y sea un bitongón y te lo metan a jeva aunque
éste no tenga los ojos verdes ni un carajo, pero igual tiene que saber
cuidárselo; ¿por qué será así en la cárcel?, ¿por qué si uno nació
macho lo van a obligar a hacer de hembra?, si la cárcel es para los
hombres muy hombres, entonces, en qué quedamos, ¿tendré yo que
ir alguna vez a la cárcel?, ¿y si voy, saldré machito?, sí, machito y
con una O más grande que la bolita del mundo, lo que tengo que
hacer es no ir a parar nunca a un lugar de esos, no obstante, alguna
vez me gustaría estar allá y después pavonearme con el hecho de que
62
Armando de Armas
pasé por las calderas del Infierno y salí intacto como una manzanita
y recibir la admiración de los demás muchachos y hacerme un tatuaje bien bonito en medio del pecho con barco enredado en descomunal serpiente marina como vi tenía un tipo en un libro sobre piratas;
me gusta el tiempo de los piratas y no el tiempo de ahora, en aquel
tiempo todo era menos complicado, si te cogían, te ahorcaban, pero
la gracia estaba en no dejarse coger; ¡al abordajeeeeeeee!; y era el
mejor el que más valiente se portara y más cabezas enemigas bajase
de sus puestos y el que más grandes tuviera unos aretes de bronce o
plata que más bien semejaban narigones de buey, aunque por muy
machos y piratas que fuesen eso de los areticos no me convence, otra
cosa que no acaba de convencerme es cómo se las arreglaba un piratón de esos con un dolor de muelas porque me parece que cuando
aquello no se había inventado la aspirina; Yeyo estuvo preso por
juego al prohibido, pero eso fue cuando el gobierno del general Fulgencio Batista que era más bandolero que mi tío; ahora no, pues con
el Socialismo desaparecen las condiciones que determinan para que
los hombres vayan a la cárcel, las cárceles podrían, también, como
los cuarteles, ser convertidas en escuelas y los policías en peloteros;
pero en este país los policías están a patadas en la calle, éste es el
país de los policías y de las prisiones; sí, pero están para salvaguardar los intereses del pueblo; ¿y ellos no son el pueblo uniformado?;
¿¡vivan los pueblos uniformados o vivan los uniformes!?; eso es, los
uniformes, pueblos en guerra contra el vicio de la multiformidad;
esto se va a hundir, no hay más remedio, esto no hay quién lo mantenga a flote, esto se está hundiendo ya, se nos va de bajo los pies,
Calibán y yo nos abrazamos, vamos a morir juntos; es bueno morirse con alguien querido, egoísmo al fin y al cabo, por qué no sería
más de hombre morirse con el enemigo, abrazado con el enemigo,
¿por qué he de querer en mi desgracia a un ser querido?, ¿por qué he
de atraerlo a la fatalidad como en un remolino?, ¿no será mejor que
gire conmigo en el remolino aquel que más odio?; nos vamos al
fondo, llego al fango; constantemente he luchado por salir del fango;
me desespero, es curioso que no sienta miedo, sino asco del fango
tragándome por los pies, de que pueda llegarme a la boca, de ser un
tubo relleno de fango; ¡sorpresa!; un día te levantas y aprietas el tubo
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La tabla
de pasta; por el medio o por delante, nunca por atrás, que el hombre
no está en esos melindres del orden y la racionalidad y el sometimiento a disciplinas pasteriles, pasteriles, no pastoriles, que eso es
harina de otro costal que analizaremos en la próxima clase magistral
en medio del Golfo que un tren no es aula propicia para ello, y comienza a salir una pasta negra y apestosa y vaya usted a buscar una
explicación lógica a semejante fenómeno que nadie sabe lo que a
ciertos espíritus burlones se les ocurre echar dentro de los tubos de
pasta y por eso nada más aconsejable y sano que pulir los dientes
con trocitos de carbón vegetal, que lo negro surta el efecto contrario
y lo blanco no te sorprenda un día que te levantes somnoliento y al
apretar el tubo; ¡plaf!; una plasta de fango insoportablemente apestosa; Calibán no me suelta, yo tampoco lo suelto, tengo que soltarlo,
tengo que subir; qué linda me resulta la superficie que hace un rato
me castigaba con una luminosidad hiriente, braceo mal, casi no sé
nadar; ahora sé lo bastante como para pensar aventurarme en un
barquito por el Golfo, quizás ya estaba practicándome y no lo sabía,
¡claro que no podía saberlo!; dice la Abuela que lo peor en estos
casos es desesperarse; un poco más y tengo la orilla, está ahí mismito, una, dos, tres, tal vez cuatro o cinco brazadas, torpes, desmañadas, como de araña enloquecida por el ataque mortal del Caballito
del Diablo; orilla-salvación, me acuesto aquí y duermo y duermo y
no tengo para cuándo levantarme porque vengo desde muy lejos
traído por corrientes y vientos muy viejos y lo único que importa es
que ya estoy aquí y tengo tiempo, un tiempo infinito para civilizar
este pueblo de criaturas en el límite de la animalidad; la hierba, me
embriago con el olor a hierba, eso de emborracharse con el olor de
la hierba debe resultar de lo más económico, sobre todo ahora que el
ron está perdido; sí, compañeros, por desgracia en nuestra sociedad
perviven, restos de la otra, elementos inescrupulosos y fanatizados
que acaparan el ron para darle a beber a sus santos, privando al obrero de que, una vez terminada la jornada laboral, la guardia de milicias, la guardia de los CDR, la reunión del sindicato, el trabajo voluntario y el Día de la Defensa, se regale, merecidamente, con unos
traguitos de aguardiente; vómito de agua fangosa; ¡Cal Caliii Calibaaaaannnnnn Calibaaaaannnnnn Calibaaaaannnnn Calibaaaaaann-
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Armando de Armas
nnn aaaaaannnnnn!; una hora llamándolo y no contesta, seguro debe
estar allá abajo sentado en el fango, él tiene buena respiración y
quiere asustarme; ya va siendo difícil respirar y es lo último que le
pueden quitar a uno y cualquier cosa que se haga por respirar es
válida; ¿por qué las cosas se harán tan cabronamente difíciles, o las
harán tan cabronamente difíciles?, tan fácil que es respirar, reflejo
incondicionado; 1, 2, 3, inspirando y espirando; nunca nos equivocamos, excepto que alguien quiera que nos equivoquemos; fuerte,
más fuerte, más fuerte, que el aire purifique los pulmones, así; llénese de vida y no de humo; Campaña Nacional por la Lectura, Campaña Nacional contra el Mosquito y Campaña Nacional contra el Tabaquismo; ¿tabaquicuánto?; hábito de fumar, chico, dañino, muy
dañino, produce impotencia, cáncer y no te deja respirar, queremos
que el pueblo respire libremente, que desarrolle una vida sana; la
masividad en el deporte, tarea de todos; queremos mujeres LPV, niños LPV, viejecitos LPV, inválidos LPV; LISTOS PARA VENCER;
vamos, indiecito, a correr, demuestra lo fuerte, lo sano y hermoso
que estás de la Conquista para acá y, sobre todo, después de la Cristianización y de haberte enseñado que mascar hojas de coca era pecado y que el cansancio y el frío de las cumbres de los Andes, sólo
era posible combatirlos con fe; en el Futuro Luminoso; ¿el de Sendero?; en una sociedad nueva, en la recuperación del Paraíso; que el
mundo vea lo que es una familia de indios cederistas LPV; ¿cederista?; ¿ya la Excelentísima y Real Academia de la Lengua habrá aceptado el vocablo cederista?; bueno, por lo de Real Lengua no hay dificultades, precisamente, en el país de las lenguas, de las lenguas
delatoras, en cada cuadra un Comité y en cada barrio revolución,
cuadra por cuadra; respira, facilito, nadie te lo puede prohibir, eso
viene contigo; nadie, por supuesto, te tapa la nariz para que no lo
hagas, al menos en circunstancias, digamos, normales, nadie te lo va
a hacer; si es que la normalidad existe y si es que dentro de la llamada normalidad general nuestras circunstancias son normales; pero la
cosa no es tan fácil como se podría creer, admitamos que, efectivamente, no hay nadie tapándote la nariz, pero que de todas formas te
ahogas; entonces, hay que buscar la causa en la atmósfera; ¿contaminación ambiental?; no, eso no es un problema y no porque se haya
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La tabla
llevado a cabo un infalible programa de lucha contra la contaminación, sino porque nosotros, indios taínos, somos cazadores y recolectores, matamos iguanas y recolectamos caracoles que cambiamos
a incautos turistas por dólares; entonces tendrás que llegar a la conclusión de que eso que te ahoga es algo más bien espiritual que físico, pero que espiritual y todo tiene el don de oprimirte el pecho, de
clavársete como cuchillo y de amarrársete como nudo; gritarás, saltarás, como poseído de santo que bajase en tromba de esperpénticas
contorsiones, correrás enloquecido, pero irá contigo a todas partes
prendido como garrapata, no hay salida, te ahoga sin que te ahogue
porque siempre te está ahogando; lo siento aquí en el tren; ¿lo sentirá ella?; entra por las ventanillas sucias de polvo colorado, curiosamente, soy alérgico al polvo y no es el polvo lo que me está dañando; pero de todas formas no voy a cerrar las ventanillas porque está
conmigo, está aquí y está en todas partes; ¿es Dios?; no puedo precisar si va o viene o llegó un día o se fue formando junto conmigo;
la Cosa, vamos a llamarle la Cosa, la Cosa y yo, hermanos gemelos,
creciendo conmigo y acompañándome en todos mis actos; no te preocupes, Dios también te acompaña; a veces es posible engañar esa
cosa, o mejor dicho, engañarse uno mismo porque ella es omnisciente, como Dios; a Dios lo pintan como un gran OJO que todo lo ve;
antítesis del ojo del primo bobo, clavado con una flecha y anegado
en sangre; Dios es el presidente del CDR Universal; los estados policíacos tienen a Dios como paradigma, ¡cómo les gustaría que Dios
fuera chivato y trabajara para ellos!; la chivatería es industria más
poderosa que la brujería, fíjate si es así que por lo regular los brujos
de la tribu son chivatos o los obligan a ser chivatos para permitirles
ejercer sus artes, se explica, quién mejor para conocer las intimidades de cada taíno que el Brujo; comentan lenguas que el Gran Cacique General de la Tribu es el primer iniciado en brujería, si no cómo
explicar sus poderes omnímodos; decía, hay veces es posible engañarse uno mismo y hacer como que te desentiendes de la Cosa, en mi
caso lo logro emborrachándome o templando; escribiendo no, porque la Literatura, según han postulado sesudos reaccionarios es un
sistema cerrado, fuera de la Historia; postulado fervorosamente rebatido por sesudos marxistas que ven en la Literatura una forma de
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Armando de Armas
la Conciencia Social; sin saber, tirios y troyanos, que, irónicamente,
se cogen en sus respectivas trampas porque cuando yo escribo no
puedo obviar la Cosa, que se presenta o se hace sentir o jode hasta
ineluctablemente meterse entre las letras que voy hilvanando; ahora,
amigos míos, ¡fíjense que ahora viene lo bueno!; pues a los sesudos
reaccionarios les gustaría que yo reflejara la Cosa en mi literatura y
los sesudos marxistas harían lo posible, ¡y lo imposible!, porque yo
no reflejara la Cosa en mi literatura, o más bien, harían todo lo posible porque reflejara la Cosa disfrazada al son de cantos ditirámbicos;
¿qué les parece?; OJO, se vislumbra un trastocar de las cosas y su
sentido, en que el vocablo reaccionario iría a significar todo lo contrario de lo que antes significó; antecedentes históricos en el caso
cubano; en los tiempos de las guerras por la independencia del colonialismo español, el guerrillero era el cubano que al lado de España
integraba fuerzas irregulares para combatir a sus hermanos, sinónimo de traidor, mientras mucho después, el guerrillero era el que luchaba en la Sierra Maestra, y en el Escambray, por la libertad de
Cuba y en contra de la tiranía de Batista, primero, y la de Castro,
después; ver a esta puta morderse los labios, retorcerse, gemir, gozar, me hace muy feliz porque sé que ella ahorita va a hacerme sentir
lo mismo; ¿puta?; no, puta es esa Señora llamada Realidad que nadie
conoce y que ella misma ha terminado por no conocerse de tantos
afeites y maquillajes, ¡nunca nadie le verá la verdadera entraña!, si
es que la tiene; de todas formas se hace sentir, y a mí, a ustedes, a
nosotros, se nos ha presentado con su maquillaje más trágicamente
chillón y triunfalista, barato y sensiblero; ella ha tenido sus chulos,
y tiene sus chulos, lo que no ha impedido que misteriosamente le
haya pasado la cuenta a muchos de sus chulos, no así al CHULO
entre los chulos, Chulo en Jefe; puta y chulo no pueden dormir bien,
tienen como enemigo a la Señora Historia que un día les pasará la
cuenta a los dos; Amadís saca la lengua al cinematógrafo y extrañamente los personajes en la pantalla no se ofenden, ni dan las quejas
a sus padres, sentados a su lado mirando la película con la atención
del que no puede leer todo lo rápido que requieren los intermitentes
letreros de la traducción; ¿del ruso?, ¿del checo?, ¿del alemán?, no
sé, debió ser un idioma de guerra, porque me acuerdo, es casi de lo
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La tabla
único que me acuerdo, que un jovencito tocaba a la puerta de un
palacete, la puerta tenía una inmensa aldaba con forma de cabeza de
león, estaba herido, manchado de sangre, y se tambaleaba como borracho de las balas que seguro le habían metido en el cuerpo y las
gentes de la casa que no abrían y los tipos que perseguían al muchacho venían acercándose y el muchacho saca una pistola y ta tatata ta
y los tipos ratatatata ratatatata ratatatata abanicando con las metralletas y el muchacho prendido del león-aldaba resbalando puerta
abajo ahora con un buche de sangre saliéndole por la boca; había
entrado de la mano de su mamá a través de negros cortinajes como
cosa de sueño o magia y la mamá braceaba con una mano por entre
las cortinas, una eternidad de cortinas negras, y comenzaba a descorazonarse al presumir que el tan mentado cine no era más que oscuridad de cortinajes olorosos a polvo cuando se hizo el milagro de la
luz y comenzaron a surgir personas de la nada; ¿esa primera vez fue
la del muchacho ametrallado junto a una puerta o fue la de Frankestein?; el monstruo hecho por Frankestein se levantó del ataúd y
Amadís, extrañamente, supo que ya lo conocía, que muchas veces se
le había aparecido en sueños, que muchas veces había huido de sus
manos cerrándose en el vacío, un vacío que podía estar lleno de infinidad de cosas y seres que él no podía ni siquiera imaginar, y de sus
pasos de gigantoma bobalicón retumbando a sus espaldas, y, lo más
extraño de todo, el adefesio no le produjo ni el más mínimo sobresalto, lo que le produjo verdadero pavor fue la conciencia de que lo
había soñado exactamente igual a como se lo presentaba eso que
llamaban cine; personas que se movían y hablaban como en la vida
real; ¿dónde estaba la vida real?, ¿del lado de allá de la pantalla o del
lado de acá en la butaca?; atónito junto a mis padres, lo mismo que
sentí muchos años después cuando por primera vez me metieron en
un calabozo, ¿fue la primera vez?, y desde la plancha de concreto
que hacía de cama; de piedra será la cama de piedra la cabecera;
miraba a un preso llorar contra las rejas, el hombre y sus rejas se
reflejaban contra el agua y la orina en el piso; hijo en tu futuro hay
mucha agua, agua de por medio, el agua pudiera ser premonición de
bienestar, de corrientes favorables, de reproducción abundante de tu
prole sobre la faz de la tierra, pero no, en este caso, parece que no es
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Armando de Armas
así, tus aguas son como de inmensos ríos turbios, achocolatados, de
aguas mezcladas, entre otras muchas cosas, con orina; agua y orina,
orina y agua, por siempre, Amadís, digo, Amén; y me preguntaba
dónde estaría el verdadero mundo, si por encima de la línea de agua
y orina o por debajo de ella, cualquiera de los dos podía ser el verdadero y puede que ninguno de los dos lo fuera; un mundo de hombres
llorando contra las rejas debe resultar bastante irreal para alguien
que nos visite desde otros mundos donde haya nada más que la mitad de nuestros dogmas; sentí un miedo cerval a que me sacaran del
calabozo, en aquel, al menos, sabía a qué atenerme con sus cuatro
paredes cubiertas de palabras obscenas y alucinantes metáforas escritas con humo, impotente deseo de trascendencia, y su hueco pestilente para cagar con sus plataformas para apoyar los pies en forma
de plantillas de zapatos de un número como el cuarenta, siempre me
he preguntado por qué son tan grandes y si es que en las estaciones
de policía han albergado alguna vez la esperanza de capturar al Abominable Hombre de las Nieves; mientras que en el de afuera, en el
otro calabozo, nunca se sabía, es más, hasta ese día nunca había sabido lo que era a pesar de haber estado siempre chocando contra sus
rejas, de haber nacido y crecido en su interior; rejas en los patios, en
los balcones, en la puertas, en los bancos, en las cerveceras, en las
oficinas, en los hoteles; ¡hoteles de lujo para turistas de Occidente!;
en los restaurantes, en los cines, en las posadas; rejas en todas sus
formas y dimensiones, desde las toscas y primitivas que recuerdan
las fortalezas erigidas en América por España para proteger sus posiciones del corso y la piratería, pasando por las de tipo Kitsch, hasta las más aristocráticas y artísticamente trabajadas, recuerdos de un
tiempo ido en que la desclasada burguesía criolla tuvo ínfulas de
blasones nobiliarios, pero rejas, todas, al fin y al cabo, cumpliendo
cabalmente sus funciones rejeriles; ¡que viva la reja!, pero la del
arado; ¡un momento, un momento!, es que me faltan las rejas invisibles que se hacen sentir en decretos, leyes y reglamentaciones adornados con flamantes cuños y firmas; NO PASE, sólo para huéspedes,
área dólar, zona militar, parqueo oficial, zona congelada, entrada por
parejas como en el Arca de Noé; ¡que viva el pueblo negro de Sudáfrica!, ¡abajo el Apartheid!, ¡libertad para Angela Davis y Nelson
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La tabla
Mandela!; Amadís dice; mira Eloy, vamos a hacer una trampa a Vikingo, te metes dentro del pollero y lo llamas, cuando esté dentro
sales y lo dejamos trancado; Eloy; no no, tú estás loco y si me dejas
allá adentro y el perro me muerde; Amadís; ¡qué pasa, viejo!, palabra que no; Amadís tenía un gran poder de convencimiento, podía
lograr de los demás cosas que un instante antes les hubieran parecido inadmisibles, podía muy bien arrastrar multitudes hacia la consecución de objetivos nobles o no, sublimes o ridículos, justos o simplemente atractivos, era, ya en la infancia, un elemento altamente
peligroso para la estabilidad, si no nacional, al menos sí emocional,
de los pobres diablos a quienes tocó en suerte, o desgracia, que sus
órbitas coincidieran en algún momento con la órbita de él; ellos, que
buscan desesperadamente un líder, que tienen miedo de ser cabezas,
y por lo mismo se quedan en rabos; ¡lástima por el rebaño!; como a
las doce del día, la Vieja, busca que te busca y Eloy no aparecía;
¿Amadís, hijo, no has visto a tu hermano por ahí?; no, mami, no lo
he visto; lo encontró en el pollero casi ahogado por el sol del mediodía, y de la soberbia que cogió se lo dijo todo al Viejo que amarró al
líder al tronco de un árbol de guásima, como a Cristo en la cruz, y le
estuvo dando cintarazos; el Viejo usaba un grueso cinturón de cuero
sin curtir; hasta que se cansó; Amadís no huía ni lloraba ni se defendía, su venganza era resistir con la mirada altiva y un gesto de desprecio, mitad sonrisa, mitad mueca, que lo acompañaría durante toda
la vida aun, o sobre todo, en aquellos momentos en que alguien juraba que le quería; después el tío Periquín lo consoló diciéndole que
los golpes no enseñaban a nadie y que los pueblos entre más los reprimían y torturaban más rebeldes se volvían y terminaban por descabezar a sus tiranos que él no iba a descabezar a su padre que no era
más que un pobre bruto, pero que un día, tal vez no muy lejano, podía devolver esos golpes al Imperialismo Yanki que era, en última
instancia, el culpable de que un padre fuera tan ignorante como para
maltratar así a su propio hijo, como todo en la vida esto también tenía su lado positivo porque lo enseñaba a odiar, odio que lógicamente debía encauzar Amadís en un sentido clasista; el Imperio del Bien
y el Imperio del Mal, las Guerras Floridas y las Guerras Cruzadas, el
Muro de Berlín y la Gran Muralla China; clérigo; mira Hatuey, si te
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Armando de Armas
conviertes a nuestra Fe que es la verdadera, la Católica, irás al Cielo
que es el lugar a donde van los justos; ¿y los españoles, van también
al Cielo?; por supuesto, por supuesto, nosotros los españoles somos
católicos; entonces, el Cielo es lugar a donde yo no quiero ir; ahora
todo lo que yo quisiera es tomarme una Hatuey bien fría, tomarme
una y dejarle correr otra a esta puta por donde mismo chorrea su
orina, verle el vellón ámbar, bello vellón ambarino, translúcido alargamiento del bello vellón ambarino, priápico alargamiento del bello
vellón ambarino, ir a la conquista del Vellocino de Oro, mamarle el
Vellocino de Oro, mamar como un bendito del vellón bello como
una catedral gótica, como un efímero y dorado Peñón de Gibraltar;
si en el mundo todos mamaran le aseguro a usted responsablemente
que no habría guerras, porque a nadie que le den una experta mamada y que además pague con la misma moneda, le van a quedar fuerzas, o gusto, para salir a matar, o a que lo maten, matar mamando,
morir mamando; TERMINANTEMENTE PROHIBIDO MAMAR
Y TEMPLAR; dictadores, guerreristas y dogmáticos no maman ni
tiemplan, y si lo hacen, lo hacen muy mal; mamar y templar como
Dios manda es además de un arte la prueba más contundente de que
se es un buen demócrata; jardines geométricamente conformados,
pasillos que brillan como espejos, impecables filas de alumnos, voces de mando; alumnos para las aulas y alumnos para el campo, en
dependencia del horario que les hayan asignado, olor a comida en
preparación y olor a comida sobrante almacenada en tanques, olor
graso, olor rancio, olor a albergues colectivos, a hembra, a macho, a
sangre menstrual, a semen, olor a cloro; Amadís, con su maletín cagado de cucarachas; ninguna es la Cucarachita Martina, por supuesto; tiene miedo de lo que huele, además, a férrea disciplina, y a quedarse solo entre muchachos desconocidos, el miedo es la voz que le
sale apagada y gagueante y gorrión picoteándole en el pecho; la Vieja; allá tendrás luz eléctrica y podrás cagar en taza; las tazas blanquísimas y achatadas como extraños animales antediluvianos; tazas que
avanzan disciplinadamente en la fila del comedor; dos tazas, hembra
y macho por supuesto, que avanzan en la fila del Arca de Noé, época
en que a lo mejor tenían pelos, y menos mal que la evolución las
dejó pelonas porque no debe ser nada fácil eso de poner las nalgas
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La tabla
sobre tazas peludas, ¡qué de cosquillas, qué de sensaciones, madre
mía!, pero eso de los pelos no es nada al lado de lo que sería si las
tazas comenzasen a galopar como caballos, raza de caballos inodóricos, me gustaría cabalgar desnudo sobre una taza de esas por todo
el pasillo central de la escuela y las muchachitas encantadas mirándome el pichirulo que esa es la medida exacta que debían poseer los
muchachos que para qué tan grande la cosa pues puede molestar en
lo que llaman el INTERIOR; ¿Ministerio del Interior?; y los profesores muertos de la risa con mis ocurrencias jineteriles; la gente debiera morirse de risa; la Vieja; halas una cadenita y ellas solitas descargan la inmundicia que se va por unos tubos hacia el mar; ¡atención
Partido de los Ecologistas!; ¡ojalá yo fuera un mojón impermeable y
me descargaran por tubería hacia el mar!, mar abierto, rumbo a aguas
internacionales; cuando alguien entre al baño tengo que fijarme bien
en lo que hace pues yo no veo la tal cadena esa, ¡primera cadena liberadora de que se tengan noticias!, liberadora de la mierda, revolucionaria de la mierda, ¡hala la cadena!, las tazas son una maravilla
técnica pero yo prefiero el monte; hijo, actitud verdaderamente patriótica la tuya; pues en el monte lo haces y sientes el canto de los
pájaros, ves templar al camaleón con la camaleona, arrastrarse la
babosa y transportar cargas pesadísimas a la hormiga, un poema bucólico mierderil, lo malo, mi hermano, es que puede suceder como a
mí que un día me limpié con una hoja espinuda, finísimas espinas,
casi invisibles; ¿un nuevo Cristo que se ciñe corona de espinas en
partes no pudendas?; ¡qué manera de joder las dichosas espinitas
redentoras!; lo mejor de la tradición higiénica en ese sentido está en
las tusas, por su eficacia carrasposa, además de que constituyen una
prueba capital de hombría, pues si al limpiarte con ellas no ocurre
que te dé por introducírtelas en el orificio cloacal es que estás libre
de tentaciones incorporantes; al monte tú le hablas y sabe contestar,
por lo que resulta que es mucho mejor educado que alguna gente, el
monte es como si fuera persona, o no, más bien es como si fuera el
alma de muchas personas a la vez; ¿qué es el alma, Abuela?; es
como una palomita que se llevase por dentro y que a la hora de la
muerte se va volando al cielo o quién sabe si en busca de otro cuerpo
donde anidar; tío Periquín no quiere oír hablar de la tal Alma esa,
72
Armando de Armas
porque según él es una invención, una mariconada, de los malvados
burgueses para conseguir que los pobres aguantaran palos aquí en la
tierra con la esperanza de que al morir sus almas vayan derechito
para la gloria celestial, donde por supuesto no habría más sufrimientos y sí música de ángeles; debiera permitirse el matrimonio entre
las gentes y los árboles del bosque, según el gusto arbóreo de cada
cual, y de seguro que entre estos matrimonios habría menos celos y
por tanto menos asesinatos y suicidios, yo escogería para mi matrimonio a la Ceiba, tan señorial, aunque debo confesar que ya no soy
virgen arbóreamente, que estuve matrimoniado con una mata de plátanos; le abrí un huequito con una navaja, ¡justo a mi medida!, para
mayor placer, y todos los mediodías cuando los viejos se ponían a
dormir la siesta yo la penetraba, pero con la Ceiba es diferente el
asunto, tan grandota, tan gordota, tan dura, y yo tan chiquito, únicamente que use una escalera y que le haga un hueco con la navaja y
se lo rellene con algodón, para que no me la pele, que en eso sí es
mejor la mata de plátanos, más suave y hasta con su juguito y todo,
verdadero bollo supurante; caballerías y más caballerías; ¿vendrá
caballería de caballo, de caballero, de tierras que se entregaban al
caballero en premio por su valentía?; caballerías de campos desmontados, asesinados, y allá lejos, majestuosa, sola, como elevando
una protesta al cielo por el comportamiento de los hombres, está la
Ceiba que, temerosos, respetaron los operarios de los buldózeres y
los dinamiteros; ¿de dónde le viene tanto poder que ni el rayo le
cae?; ¡y lo que son las cosas!, no sirve para hacer tablas ni creo que
para ninguna otra cosa de las llamadas útiles, es sólo magia, el triunfo de la magia sobre el utilitarismo, sobre lo que llaman realidad, del
absurdo sobre la racionalidad; carteles bañados por el sol, un sol
implacable, hirientes carteles, enceguecedoras letras; NUESTRO
COMPROMISO CON FIDEL ES UN CIEN POR CIENTO DE
PROMOCION; MARTÍ, AUTOR INTELECTUAL DEL ASALTO
AL CUARTEL MONCADA; POR AQUÍ EL ENEMIGO NO PASARÁ, ESTA ESCUELA LA DEFENDEREMOS HASTA LA ÚLTIMA GOTA DE NUESTRA SANGRE; la sangre de Catrín llenándole el tajo en la cara, cubriéndole le cara, la sangre de las puñaladas
que he visto, la sangre como superpavimentación viscosa en las ca-
73
La tabla
rreteras, la sangre de la primera menstruación; niña-adolescente;
¡¿Dios, me habré reventado, estaré herida, que tanta sangre me sale
de allá abajo?!, ya no tengo ni con qué taponearme y tengo pena de
llamar a mamá, seguro que tengo una hemorragia, seguro me voy a
morir; si este tren se descarrilara ahora, la policía no podría explicarse a esta puta con las nalgas al aire entre el amasijo de hierro y la
sangre, sangre mezclada con el óxido, óxido de sangre, ¿y la pistola?, bueno, que busquen, si pueden, al dueño entre tanta gente, aunque si nos toman a todos las huellas puede que den conmigo, pero,
de todas formas no creo me vaya a poner tan fatal; en la propaganda
oficial corre la sangre como en las películas de samurais, es como si
formáramos parte de una secta de vampiros, o fuésemos las víctimas
de dicha secta, la sangre para nosotros es bobería, la entregamos a
cualquiera por chorros; ojo; a cualquiera no, a cualquier pueblo hermano que luche por su liberación; PARA EL CINE; la cámara planea a vuelo de pájaro y aparece en pantalla una inmensa llanura rojiza, impecablemente roturada; la cámara desciende en picada,
hombres como hormigas, organizados en bloques, uniformados,
paso de autómatas; la cámara va a un primer gran plano y los rostros
desfilan por turno en la pantalla, rostros prematuramente envejecidos, duros, al acecho, ojos de expresión cansada y bestial, más bien
bestializada; la boca, una mueca, un retorcimiento; cuerpos sudorosos, tiznados; la cámara baja escrutadoramente por esos cuerpos,
cuerpos-sombras, manos llagadas dejan caer canutos de caña y, de
pronto, un vertiginoso traveling nos lleva por entre surcos que se
llenan y desbordan en riadas de sangre que inundan la pantalla y
amenazan con tragarse la sala y los espectadores que corren despavoridos; Discurso de la Directora; en nuestra sociedad todos los
alumnos son inteligentes, los alumnos tarados son propios de las
sociedades taradas como la capitalista, por tanto no constituye ninguna utopía que nuestra escuela obtenga el cien por ciento de promoción, hazaña que dedicaremos al Comandante en Jefe, porque si
bien es cierto que Martí soñó la escuela en el campo, no lo es menos
que el compañero Fidel nos la entregó; aplausos cerrados; cogiendo
el tono, vamos a ver, un dos, un dos, embullo, todos embullados, la
revolución es un embullo; ¿embullo de bollos, pensar con el bollo?;
74
Armando de Armas
aplaudan todos a un ritmo, que no haya una nota discordante, subversiva; ARTE DEL APLAUSO, se aprende y tiene que ver con el
arte de la chicharronería, pero, ojo, Señor Chicharrón, puede que
usted se lance a batir palmas en el preciso instante en que sus cúmbilas, los otros chicharrones, no tienen pensado hacerlo y, entonces,
hace usted el Gran Papelazo, claro que el Aplauso tiene sus artistas
consagrados como los tiene la Literatura o cualquier otro arte, y esos
son los que cuando menos nadie lo espera rompen; plapla plaplaplaplapla; y todos lo siguen en un aplauso cerrado, no importa qué esté
diciendo el orador, la cuestión es que todos le siguen en la ejecutoria
chicharroneril y él se siente halagado, realizado, en su condición de
líder efímero y circunstancial en función del GRAN LÍDER; Amadís; mire, profesor, me robaron la camisa del uniforme y el mosquitero; profesor; ese no es mi problema, así que inventa porque al final
de curso tienes que pagar eso; ¿qué habrá querido decirme?, será que
robe, ¡no, robar no!, eso no está bien; la Vieja y la Abuela; lo ajeno
se respeta; el Viejo; el día que vengas aquí con algo que no sea tuyo,
te doy una mano de palo que le va a gustar a todo el mundo menos a
ti y arriba de eso tienes que devolver lo que cogiste a su dueño; tío
Periquín; el único robo justo es el que hace el proletario cuando
toma el poder y expropia a la burguesía de sus fábricas y casonas
porque de verdad, sobrino, ladrón que roba a otro ladrón tiene cien
años de perdón, y esa cantidad de años sobran, casi siempre, para
una vida; lo único malo en mi caso es que yo no sé quién fue el ladrón y a lo mejor le robo a un infeliz que no tiene culpa, pero bueno,
yo tampoco tengo culpa alguna y me he quedado sin camisa y sin
mosquitero, y entre paréntesis, hay aquí unos mosquitos que parecen
helicópteros, ¡coño!, si lo hago voy a joder a uno de carne y hueso
como yo, ¿el que me robó lo mío se acordó que yo era de carne y
hueso?, pero no podemos pensar así, si no esto se convierte en un
roba al que no te robó, ¡coño, si cuando lo de Catrín me pongo en
esta guanajera es él quien me pica a mí!; la Abuela; cuando Dios
suelta su ira pagan justos por pecadores; pero resulta que yo no soy
Dios ni la cabeza de un caballo, esto se analiza de otra manera, tiene
que ver con la lucha de clases, según Periquín en el mundo todo se
mueve por el odio y los intereses de clase, porque, en última instan-
75
La tabla
cia, vamos a suponer que el tipo al que yo le robe no sea descendiente de ningún terrateniente o burgués o campesino acomodado, de
todas formas él pertenece a una clase y yo a otra, somos dos clases
de gente distinta, y no es que yo sea mejor ni que él lo sea, sino simplemente distintos y por lo mismo nuestros intereses pueden chocar
en un momento dado, o van a chocar o están chocando ya; los soldados han tomado la escuela, llegaron colgados de las puertas de jeeps
descapotables, armados de fusiles plegables y pistolas-ametralladores en fundas sin tapa como en las películas de cowboys; emergieron
de los platanales que rodean la escuela, bajaron de las azoteas de los
edificios que conforman los albergues y las aulas; coparon el pasillo
central, el puente aéreo, las aulas, los dormitorios, la cocina, el comedor, los baños de hembras y varones, y la plaza de actos; se mueven como felinos, revisan entre los arbustos del jardín, en los calderos, tras los murales; quisiera ser guardaespaldas, por lo ágiles que
se ven, lo fuertes, caras de guapetones; eso debe ser mejor que estudiar, ¡rico!, la vida enganchada del estribo de un jeep, velando día y
noche por la vida del jefe y la felicidad del pueblo y las jevitas mirándome embobadas con mi uniforme y el pistolón con las cachas de
plata y una dedicatoria al amigo Amadís por su valentía en combate,
del Che; ¡Fidel!, ¡Fidel!; ¡dame la F!, ¡efeeeeee!, ¡dame la I!,
¡iiiiiiiiii!, ¡dame la D!, ¡dddddddd!, ¡dame la E!, ¡eeeeeeeee!, ¡dame
la L!, ¡eleeeeeeeee!; ¿qué dice?; ¡FIDELLLLLLLLL!; los alumnos
gritan y corren desaforados desde el comedor, caen bandejas de comida al piso, y corren también desde las aulas y los albergues, algunos son atropellados y los demás les pasan por encima; todos quieren tocarlo, estrecharle la mano, oír sus palabras, sentir su aliento;
Él, camina ya por el pasillo central, nadie lo vio venir por ninguna
de las entradas, es como si hubiera caído allí en un paracaídas, sonriendo, haciendo preguntas a todos; ¿y tú cómo te llamas?, ¿qué hacen tus padres?; de un color rosado intenso como el de las estrellas
de cine en las revistas de lujo; los guardaespaldas empujaban feroces
para que los muchachos no se acercaran demasiado, metían codo por
la barriga; Él, sonrisa casi angelical, rostro relajado, ¡una manzana!,
aunque, ¡los ojos!, miraban como en ráfagas metálicas a través de
una nube de melosidad, ojos extraviados, posesivos, y posesos; las
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Armando de Armas
manos largas, demasiado largas quizás; en la muñeca dos relojes,
que asomaban por debajo de la manga de una chaqueta verde olivo
que llevaba toda abotonada, a pesar del calor y de un sol que caía
sobre las cabezas como caramelo derretido; yo tenía en la mano un
mango verde que había estado mordisqueando y me dijo que lo botara que los mangos verdes podían dar tifus, lo solté como si algo me
hubiese golpeado por el codo; ya formados en la plaza de actos nos
preguntó sobre qué tal estaba la comida; coro; ¡bien, FIDEL, bien!;
nos dijo que el nuevo uniforme para los alumnos de Escuelas en el
Campo sería azul como el azul del cielo, que las camisas serían entalladas y los pantalones de corte recto; aplausos prolongados; que
usaríamos chaquetas y corbatas, también azules, para las ocasiones
importantes, que seguro habría muchas entre estudiantes revolucionarios; que lo primero era estudiar y defender el suelo que nos vio
nacer y estar dispuestos en el momento que las circunstancias lo requieran a dar el esfuerzo, y la sangre, a los hermanos de otros pueblos, que las escuelas de este tipo eran la fragua para el Hombre
Nuevo que sin dudas íbamos a ser; Amadís y Luis el Gato se fajaron
a machetazos en el campo, empezaron a darse planazos suaves, después más duros, hasta que terminaron tirándose con el filo; Abuelo
Jacinto; el machete es un arma terrible, la más terrible de las armas,
fíjate, una noche estando yo entre dormido y despierto se me apareció al pie de la cama un primo mío que se había ahorcado y me
preguntó que si tenía miedo y le contesté que con un machete en la
mano me fajaba con medio mundo, entonces me acabé de despertar
y lo vi claritico y me entró un terror que le grité, ¡perro maldito al
Infierno!, desapareció aullando como un perro y estremeció la cama
y toda la casa como si nos hubiera pasado un ciclón por arriba, tu
abuela que dormía a mi lado no vio al muerto pero sí sintió el estremecimiento de la casa; ¿será verdad eso de que los muertos salen?;
bueno, algo de cierto tiene que haber en eso porque tanta gente de
tan diferente condición asegura haberlos visto; yo, a la verdad a la
verdad, nunca he visto ninguno pero me siento inclinado a no confiar
en un racionalismo que demasiado pretende explicarlo todo mediante la supuesta infalibilidad de leyes que no dejan chance alguno al
reino de lo espontáneo, del azar, ¡y por qué no!, también del absur-
77
La tabla
do; la historia del Hombre y el Hombre mismo tienen más que ver
con el absurdo que con un sistema ordenado; si por algo el mundo
no es el lugar más aburrido del Universo es porque no funciona
como postulan ciertas filosofías que lo reducen todo a mecanismo de
relojería; quizás, efectivamente, los muertos no salgan porque quienes estamos muertos somos nosotros, los vivos, y el acto de morir no
sea más que el paso a otra vida o a la vida misma; me gustaría ver la
cara de los señores en posesión del Dogma Científicamente Demostrado ante el destello revelador de que somos más la violación de las
leyes que las leyes mismas; ¡claro!, por lo general están tan ciegos
que esos destellos les pasan inadvertidos, ¡pobres!; Amadís está sentado a un extremo del aula y Luis el Gato en el otro, examinan Matemáticas; una muchachita ha pasado a Amadís un papel con la ecuación resuelta; Amadís; tengo que pasarle este papel al Gato, estoy
seguro que él no ha resuelto nada todavía porque como yo es bruto
para las matemáticas, la gente dice que se parece a mí que siempre
estoy sonseando, y hablo de cosas extrañas y veo y siento cosas que
ellos no ven ni sienten, pero que existen en la misma medida que
podemos existir nosotros; lo mío y lo del Gato es como la agonía del
eterno preguntar sin respuesta, o sin la respuesta que nos satisfaga; a
lo mejor por eso de que nos parecemos ocurrió que hoy el Gato y yo
casi nos matamos a machetazos; Amadís le saca el repuesto a la pluma, toma el papel que contiene la ecuación, la dobla cuidadosamente y lo pone en el lugar donde antes estuvo el repuesto; la prueba es
vigilada por tres profesores, entre ellos la Directora, y; ¡coge, Gato,
la pluma que me pediste!; la lanza y cae exactamente sobre el pupitre del Gato, rebota y da contra el piso dividida en dos mitades,
mientras el mensaje fraudulento se ha salido y ha ido a parar justo a
los pies de la Directora; el Gato titubea, colorado, tose nervioso, se
levanta y recoge primero los pedazos de pluma y después el papel
comprometedor, mientras, la Directora hace como que mira más allá
de los platanales; es mejor esconderse en los platanales que trabajar,
aunque la profesora de Moral Comunista; ¿tiene apellido la Moral?;
ha dicho que el trabajo formó al Hombre, pero de verdad de verdad,
yo hubiera preferido quedarme mono y comer platanitos sobre las
matas a la condena ésta de tener que trabajar; la mayoría lo que hace
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Armando de Armas
aquí es tapar la hierba con tierra; somos una generación experta en
tapar hierba, eso lo aprendimos primero que nada en la vida y se ha
convertido casi en un reflejo incondicionado; y si el guía de campo
los coge en la tapadera de hierba les pone un reporte y la dirección
los deja sin pase, quedarse sin pase es lo más jodido que le puede
pasar a un becado, ves como todos van recogiendo sus cosas y metiéndolas en los maletines, haciendo planes para el fin de semana,
regodeándose en los dulces que tendrá mamá, en la novia que espera
para el cine o en la aventura de ir de cacería con un amigo, alegría
incontrolada, voces de mando, formación en la plaza de actos, las
filas que poco a poco van tragándose las guaguas, el regreso inesperado de alguien que olvidó algo y; ¿quieres algún recado para tu
mamá?; sí, que me quedé para estudiar; mientras algunas voces gritan al rezagado que la guagua se va y éste corre precipitadamente,
ronronea el motor, arranca, y se deja oír cada vez más lejos, hasta
que sólo queda en la cabeza como un eco y se hace el silencio, el
doloroso silencio que queda en los lugares donde un instante antes
reinó la más absoluta algarabía, y entonces te dispones a esperar la
hora de la comida, la única placentera en un largo fin de semana; no
obstante, reconoces una especie de placer al estar en soledad, sólo
ella permite conocer algo de nosotros mismos, de los demás, de
Dios, ser conscientes de que vivimos, o transcurrimos, o permanecemos, y te entra un pecaminoso regusto por la tristeza que te invade y
comienzas a gozar con el deseo de comerte a ti mismo convertido en
serpiente que se muerde la cola y desaparece en su propia boca hasta el punto de no ser más que boca, hueco negro, ano dilatado, espacio de límites diluido dentro del Gran Espacio; yo sé guataquear
pero no quiero hacerlo, porque es lo único que siempre vi hacer a mi
padre, y nunca encontró un cofre lleno con monedas de oro ni un
pozo de petróleo, al principio yo tenía miedo y siempre cumplía la
norma, el primero, pero ya he perdido el miedo, después que se ha
perdido el miedo todo es fácil, el miedo es cosa muy seria, mira, por
ejemplo el caballo es fiera terrible y jamás se dejaría montar por el
hombre de no ser porque sus ojos tienen aumento, y lo ve tan grande
como una montaña, y le coge miedo; ahora me he borrado de la lista
de la brigada y lo que hago es vagabundear por los platanales, lo más
79
La tabla
rico del platanal es el tesoro escondido, cortas un racimo de plátanos
y lo entierras a tantas o más cuantas matas de la guardarraya y tantas
o más cuantas hileras del lateral del campo, y en el punto donde se
crucen las dos líneas imaginarias tendrás el lugar exacto cuando vayas en su busca, a la semana, que es el tiempo justo para que se
maduren, todo como en las películas de piratas; ¿guataca?; de dónde
vendrá la palabra, parece indígena, pero no, porque los indios no
conocían la guataca y labraban la tierra con la coa; caballeros, cómo
hemos avanzado de la coa para acá y cómo hay guatacas en este
país, supongo que en otros también, pero acá se da el caso de que se
han convertido en toda una institución; la Real Institución de la Guataca; están a montones como los chivatos, si lo de guataca y chivato
doliera aquí no se pudiera dormir de tanto grito; un chivato y un
guataca no son lo mismo, pero se parecen; cuando Batista les decían
a los chivatos 33.33 porque ese era el salario que les pagaban por tan
honorable oficio; ahora lo ejercen gratis o les pagan menos, evidentemente; los chivatos pululan en los trenes y las guaguas, en los
parques y las calles, en los cines y los cabarets, en los centros de
trabajo y las escuelas, en las posadas y las iglesias, entre los abakuás
y los masones, en la comida y en el aire que respiramos; el hecho de
yo poseer una pistola y planes inmediatos de brincar el charco, ¡y
que no me hayan cogido!, es realmente asombroso, aun para alguien
como yo que ha perdido la capacidad de asombro; la guataca como
instrumento de trabajo es muy útil porque por mucho que avance la
pretendida mecanización de la agricultura siempre habrá que usar la
guataca, y a veces la mano, para sacar la hierba del tronco de la planta que se cultiva; mi padre me alimentó con la guataca, y si la usan
para tapar la hierba no es culpa de ella y tampoco de los estudiantes
que subrepticiamente la manejan en ese sentido, desconocedores de
que ese simple acto es el último reflejo de una cadena de reflejos que
ha devenido en modo de ser nacional; campos y campos impecablemente cultivados, supuestamente cultivados, para enseñar en ademanes serviles a los turistas que no pueden apreciar la cantidad de
mala hierba que hay tapada, una guataca gigante que tapa y tapa sin
cesar durante tanto tiempo es una peligrosa arma que debiera ser
controlada rigurosamente por los organismos de la ONU so pena de
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Armando de Armas
que algún día se desaten los mecanismos infernales; existe toda una
metodología y, ¡horror!, una filosofía al servicio de la tapadera hierbateril; ¡qué diría José Ingenieros!, se iba a quedar bobo del tiro si
pudiera ver por un huequito al obrero propietario de miles de caretas
diferentes para otras tantas circunstancias igualmente diferentes, dependiendo su éxito sólo de la habilidad para escoger la careta que se
espera de él en el momento preciso, justo esa y no otra, muy importante es también la rapidez con que lo haga porque, a saber, para la
calle hay un tipo de careta que es la que pega, pero a su vez la calle
va a presentar toda una infinitud de situaciones ante las cuales deberá adoptar la careta específicamente requerida, entre otras; a la hora
de una conquista amorosa, o de conquistar un taxi, de montar en una
guagua, escuchar opiniones políticas, o verter opiniones políticas,
de pedir agua en una cafetería, o negarla si el obrero es gastronómico, de hacer un acto heroico como denunciar a un grupo de pepillos
que jinetean divisas apostados en las esquinas, o levantar una gestante que resbaló en una mancha de aceite; ya en el centro de trabajo
deberá buscar, siempre con rapidez, caretas para sonreír si el jefe
sonríe, llorar con los que lloran, apoyar discursos que no ha oído, o
no comparte, ser combativo ante la indisciplina laboral y hacer como
que trabaja, no importa en qué, ni para qué, pero esa imagen de estar
en perenne acción combativa es definitiva; el obrero debe tener su
careta para tratar con los hijos de manera que logre el difícil equilibrio entre no ser esencialmente deshonesto con ellos y el hecho de
que esto no represente un peligro para ellos en su futuro, o presente,
desenvolvimiento en la vida; con la esposa, ¡ni hablar!, a las caretas
antes mencionadas debe agregar la ya clásica adoptada por el hombre agotado después de arduo día de trabajo que besa paternalmente
en la frente a la dama y se vira pacíficamente de nalgas, careta ésta
que puede usar también porque evacuó antes sus ganas dentro de
otra mujer o, más simple, porque teme enfrascarse en la tediosa mecánica del consabido palo del gallo; entonces, ya rendido el día, y en
la soledad de los momentos que anteceden al sueño el obrero, el
hombre, irá a la búsqueda de su verdadera identidad y se topará,
aterrorizado, con que la ha perdido y que aun ante él mismo va a
tener que seguir usando caretas y se dormirá atormentado en la bús-
81
La tabla
queda del hombre que hubiera podido ser; aquí en la escuela no puedes dejarte coger la baja, al que te diga nada más que, ji, le mandas
el viaje y san-se-acabó; si ganas, ¡bárbaro!, todo el mundo te respetará, si pierdes, no importa, el problema es que todo el mundo sepa
que tú te bates, que no se la desprecias a nadie, porque no es lo mismo meterse con uno que se sabe de antemano que la bronca va a ir
al seguro, que con uno que se deja sopapear de mansa paloma; la
primera bronca que tuve en mi vida, o al menos la primera que gané,
fue con un primo al que yo le tenía miedo, después de eso le he tenido miedo a mucha gente pero no se lo he demostrado; el miedo es
del carajo, el primero que uno conoce es el miedo a la oscuridad, ese
posiblemente venga del tiempo sin nombre en que habitábamos las
cavernas y el fuego era una utopía de las noches sin luna, o quizás de
mucho más atrás cuando nos confundíamos con el agua en la negrura de las insondables profundidades del mar; de allá para acá todo ha
sido EL MIEDO, miedo al padre, a la madre, miedo al mar, miedo a
la peste, miedo a la policía, miedo del amor, miedo de las artes mágicas, de la brujería, miedo de los chivatos y a caminar sin muletas
y a la verdad y a la mentira y a la bondad y a la maldad y a la cordura y a la locura y al hambre y a la abundancia y a Dios y al Demonio
y a la felicidad y a la desdicha y a cobrar y a pagar y del otro y de
uno mismo, el miedo en todas sus formas por los siglos de los siglos,
amén, gelatinoso, adhesivo a la piel y a las entrañas, terrible porque
nunca presenta un rostro definitivo, sierpe de infinitud de cabezas,
siempre está latente, dispuesto a golpear con la zarpa, podrida zarpa;
Abraham levantó el cuchillo contra su hijo por miedo, no por fe, y
Caín mató a Abel por lo mismo y Dios expulsó a la primera pareja
humana del Paraíso por lo mismo y vivimos o morimos por lo mismo; el miedo es toda una institución; Instituto Nacional del Miedo;
¿quién le tiene miedo al lobo?, ¿quién le tiene miedo al lobo?, ¿quién-le-tie-ne-mie-do-al-lo-bo?; los hombres se van hacia donde menos miedo haya; Abuelo Jacinto vino para Cuba por miedo y yo me
quiero ir de Cuba por miedo, y para lograr eso, además de la pistola,
necesito dominar, esconder, estrangular al miedo, si es que se puede
hacer todo eso con alguien tan esquivo y traicionero, o tal vez sólo
quiero decir que ya que el miedo es inevitable debo aceptarlo como
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Armando de Armas
tal y actuar en consecuencia; mi papá y el de mi primo juegan Dominó a la difusa luz de una lámpara chismosa, el papá de mi primo se
había tatuado en presidio una Santa Bárbara junto a un retrato del
hijo, en medio del pecho, lo que supuestamente debía hacer invulnerable al muchacho en los diversos lances que la vida le depararía;
primo me pega y yo, como siempre que él lo hacía, corro a refugiarme tras las faldas de mi madre, el Viejo tira las fichas del Dominó
con gesto entre molesto y resignado, se para y me llama; escoge, o
le das o te doy; y no teniendo otra alternativa me dispongo a pelear,
y ahí mismito, por un golpe de gracia, capto en toda su dimensión lo
maravilloso que es contar con alternativas; ellos trazan un círculo a
punta de cuchillo en el piso de tierra dentro del cual hay que combatir, y ponen como única regla que no se vale morder, menos mal,
porque yo nunca he sido muy dado a la observancia de las reglas; se
apuestan una botella de ron al ganador y quedamos uno frente al
otro, extrañado observo el miedo en sus ojos y eso disminuye el mío,
somos del mismo tamaño y puede que hasta del mismo peso; ¿mando yo el primer golpe por aquello de que el que da primero da doble?; ¿lo sabía entonces o lo aprendí después?; y entonces caigo en
la picardía de que lo mejor contra el miedo es demostrar que no se
tiene, aunque por dentro te estés cagando; trata de defenderse, pero
lo hace muy mal porque no le doy tiempo a nada y cae bocabajo al
piso, posición nada heroica; me le escarrancho encima y comienzo a
golpearlo con la parte inferior de los puños como si estuviera tocando un tambor; ese día me quemé la garganta con el primer trago de
ron y de ese día para acá siempre estoy lleno de golpes porque siempre estoy fajado, unas veces pierdo y otras gano, aunque si voy a ser
sincero más pierdo que gano, lo que pasa es que a uno le gusta más
acordarse de las veces en que ganó, y no veo nada malo en eso pues
se deja al contendiente la posibilidad de que cuente la historia de su
victoria que es nuestra derrota, o sea, balance informativo en lances
de caballeros; así, el infeliz que leía la prensa cubana de los 60 se
topaba con el hecho de que durante la guerra norteamericana en Indochina los heroicos vietnamitas no presentaban bajas, y cuando las
había era sólo entre la indefensa población civil por los masivos
bombardeos aéreos, mientras que los soldados norteamericanos
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La tabla
caían como moscas, de acuerdo con lo cual la guerra no fue más que
un paseo, para los soldados vietnamitas, claro, que no debió durar
más allá de unos meses; pero lo fundamental es estar en guerra, con
la punta más prominente de la estrella hacia arriba, que el enemigo
sepa que aquí hay un pueblo dispuesto a inmolarse, un pueblo que
no claudicará jamás; el enemigo, el enemigo imperialista, siempre
habrá un enemigo y si no lo hay, lo inventamos, este pueblo necesita
tener un enemigo; fortificarnos, amurallarnos, atrincherarnos, parapetarnos, engallarnos, blindarnos, abroquelarnos, arnos arnos arnos;
tener las púas bien dispuestas como el erizo, movilizar hombres y
mujeres, sacarlos de la fisiológica felicidad de sus hogares, de la
rutina de sus trabajos, armarlos hasta los dientes, entrenarlos para
matar, o para que los maten, da igual, que para morir también se
necesita tener un estilo apropiado, digamos, heroico-romántico,
condimentado con un grito feroz al tiempo que se recibe mortal balazo; ¡muero por el Partido Comunista!; construir trincheras para
enfrentar inminentes ataques aéreos, sofisticados refugios atómicos,
lujosas galerías subterráneas para la dirigencia histórica; ¡todo para
el frente!; ¿y dónde está el frente?; en todas partes, somos todo frente, un solo frente; ¿y la espalda?; no habrá espalda, la extirparemos
y en su lugar construiremos un frente, a todos nos gusta el frente,
menos el frente frío, por supuesto, ¡cuidadito quien le guste aquí un
frente frío!, ese es un peligroso diversionista ideológico; ¿cómo que
por qué?; hombre, qué poco sabes tú de estas cosas, tú no ves que los
frentes fríos vienen del Norte y precisamente al Norte está el Enemigo Imperialista; la guerra de todo el pueblo, la guerra de los pasteles,
un dos tres cuatro un dos tres cuatro comiendo mierda y rompiendo
zapatos; ¡herejía!, ¿quién dijo semejante herejía?; el que lo dijo es
un reverendo maricón, enemigo del pueblo, de la clase obrera y de
nuestras más caras tradiciones combativas; a retaguarrrrrdiaaaaa
marrrrrrrrchen; con una cuchilla en la mano no hay quien me gane
aquí, lo que pasa es que no quieren pelear con cuchillas porque saben que el otro día uno quiso probar para hacerse el guapo, y le metí
un rajón en la mano izquierda, lo malo es que después que se curó
vino a la revancha con los puños y me hinchó un ojo, pero eso no
importa, yo lo que tengo que hacer es situarme en mi lugar y no
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Armando de Armas
aceptar más peleas que no sean a cuchilla, aunque debo cuidarme no
vaya a ser que me delaten con los profesores; a veces me da por picarme yo mismo, y me he tatuado con la cuchilla las fórmulas de
física en los brazos y en el pecho, nadie sospecharía que las tengo
ahí, porque cuando uno no se fija bien parecen arañazos de alguien
que ha caído dentro de una cerca de piña, y no heridas hechas con
toda intención, por mi parte tengo ya asegurado el cien por ciento de
promoción para la escuela, todo sea por la escuela y por la patria; y
cuando los juanes llegan a la Casa de la Contratación, tienen ambos
tal facha de pícaros, que la Virgen de los Mareantes frunce el ceño al
verlos arrodillarse ante su altar; dejadlos, Señora; dice Santiago, hijo
de Zebedeo y Salomé, pensando en las cien ciudades nuevas que
debe a semejantes truhanes; dejadlos, que con ir allá me cumplen; si
yo supiera hacer tatuajes de verdad me iba a hacer uno en colores
como el que tiene el papá de mi primo, pero en vez de una Santa
Bárbara me iba a tatuar una hoz y un martillo bien grandes en medio
del pecho; esta puta goza más que una cucaracha dentro de una lata
de leche condensada, se retuerce, se muerde las tetas, estirándose los
pezones entre las puntas de los dedos índice y pulgar, baja la cabeza
como si esto le diera pena y se muerde en la misma puntiquita, entonces llora, gime, pide más, pide más, grita, y se mete los dedos
donde yo le he metido los míos, es maga, puede desaparecerlo todo
por ahí, gran tragona, hueco negro en los espacios siderales, Madre
de Aguas, tembladera, flor carnívora abierta a los chorros de la Vía
Láctea, espasmódicas contracciones entrepiernales; ¡última noticia!;
una mujer se traga hombre de 30 años en el tren Habana-Cienfuegos; me gustaría penetrar una mujer y alojarme en la acuosidad de su
vientre, flotar en su paz, la evolución debió continuar en el agua; en
el mar todo es felicidad, en el mar la escoria goza más; tener nuestras ciudades y nuestras industrias y nuestro arte y nuestros libros, de
coral, bajo las aguas; las ciudades bajo las aguas son tema recurrente de la tradición y la Literatura, el Quijote fue huésped de un castillo encantado en las profundidades marinas; el Paraíso Terrenal debió ser más bien el Paraíso Acuoso, y el estado fetal es
probablemente la única prueba de que tal vez un día existió el Paraíso; me descubro desnudo en la calle y corro a esconderme tras co-
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La tabla
lumnas que para mi asombro se convierten en humo, polvo, agua,
transparencias, como si se negaran a proteger mi pudor, todo engurruñado busco un cine, un cabaret o cualquier otro lugar donde mi
desnudez sea menos evidente, pero inútilmente, nada me cubre,
pienso que ocultándome en las aglomeraciones de personas en las
colas del mercado quizás se vea menos mi desnudez, un sudor helado me perla la frente, me siento tan desvalido y atemorizado como
una lagartija torturada por feroces rufiancillos, y el sexo se me ha
reducido tanto que parece un botón de rosa, de un momento a otro
descubrirán mi lastimosa desnudez; pero no, nadie se percata de ella,
y es más, nadie se percata siquiera de que existo porque, ahora lo
descubro, están todos demasiado pendientes de sus propias desnudeces para ocuparse del vecino, y más extraño aun es que no haya una
sola manifestación de erotismo, cuando siempre creí que, debido a
nuestro temperamento esencialmente erótico, el día que las circunstancias nos obligaran a andar desnudos se formaría la tremenda en
las guaguas de las cinco de la tarde, hora pico, amontonados los
unos sobre los otros, sería una orgía de imprevisibles consecuencias
nacionales, pero, ¡horror!, ahora caigo en la cuenta, la falta de erotismo se debe a que la desnudez es absoluta, como la de un conejo
descuerado o la de una de esas maquetas humanas que paran al fondo de las aulas de Fisiología para que los alumnos estudien los órganos; ¿órganos?; órganos del Partido, del Estado, de la Seguridad del
Estado, del Poder Popular, de Prensa, de las Fuerzas Armadas, órganos armados, sexuales; me comprometo a donar mis órganos vitales
en caso de muerte súbita por accidente u homicidio culposo, o intencional; la exportación de órganos puede convertirse en nuestra primera industria, convirtiendo en obsoletas a la industria azucarera y
a la turística; órganos enlatados, etiquetas de relumbrón, pop art,
Marca Estatal de Calidad, barcos cargados con latería de órganos
vitales refrigerados hacia cualquier punto del orbe donde haya demanda, independientemente de las posiciones político-ideológicas
del destinatario, ¿qué prueba mayor de democracia quieren?; venderemos, canjearemos o regalaremos los órganos, según sea el caso de
países capitalistas desarrollados, países del Tercer Mundo susceptibles de adoptar la vía socialista de desarrollo, o países y personali-
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Armando de Armas
dades que en un momento dado puedan contribuir a la correlación de
fuerzas de la opinión pública internacional a nuestro favor; será un
negocio redondo, sólo habrá que invertir en la propaganda, la alimentación y la atención médica requerida de los almacenes en dos
patas, contenedores de los órganos en espera de más noble fin; la
única dificultad estaría en el caso de que no ocurrieran las suficientes
muertes súbitas por accidentes u homicidios, dificultad que podrá
ser vencida si aplicamos correctamente el arsenal con que contamos
a la hora de enfrentar Períodos Especiales, que en este caso concreto, no consistirá más que en desencadenar el funcionamiento de
nuestras bombas, cohetes, tanques, minas, siquitraques, tirapiedras,
fusiles, macanas, dardos envenenados, bilongos y demás especimenes ofensivos; ratatatatata, ratatatatata, ratatatatatata, el AK es un
fusil formidable, escoba mágica, partemadres, animalito endemoniadamente carnívoro, escupidor de la muerte, mensajero del Diablo, o de Dios, niña mimada, clavo del que se aferra la vida; siempre
me he preguntado qué hubieran hecho los grandes jefes militares del
pasado, si por una jugarreta del tiempo tuviesen que enfrentar sus
armas con nuestros AK, o mejor, qué hubiera sucedido de haber enfrentado ellos a sus enemigos con el AK, sobre todo me complace la
idea de los guerreros de Monctezuma recibiendo a Cortés, no con
mantas y frutas y plumas y jade y oro y tortillas y cacao y pájaros
parlantes y reverencias y sumisas indias desnudas, sino con chorros
de balas, barriéndolos como a soldaditos de plomo en la blanca línea
de la costa; si hubiese existido el AK el mito del retorno de Quetzacoalt no se hubiera relacionado con Cortés y la historia de América
fuera otra, por supuesto que peor, pero otra; permanencia en el tiempo de las filas de guerreros aztecas empenachados con escandalosas
plumas y las manos elevadas al cielo implorando a la divinidad en
actitud de recibir no el maná sino el fusil AK y los cargadores; todo
cubano debe saber tirar, y tirar bien; para inspirados en el ejemplo de
Sancho Panza y el Quijote luchar por el bienestar de los pueblos del
mundo; ¡un momento, un momento, compañeros!, que ese ejemplo
no me parece el más feliz, porque según he oído el tal Sancho no era
más que un pancista y su ambia el Quijote un tipo que, sí, no se le
puede negar, tenía ideales, nobleza y todo eso pero con método de
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La tabla
lucha erróneo, individualista, pequeño burgués, terrorista, ¡mire, usted, venir a fajarse con unos molinos de viento diciéndole al mentado Sancho que eran gigantes!, en vez de tener en cuenta las contradicciones de clases y organizar a las masas y lanzarse a la lucha
armada al frente de una guerrilla que hostigara a la Guardia Civil en
cada rincón de la Mancha, que el enemigo no se sintiera seguro en
ninguna parte, que sospechara del niño, de la mujer y del anciano,
que su miedo llegara al punto de masacrarlos en las plazas públicas
con lo cual estarían contribuyendo a la creación de víctimas propiciatorias que llenaran de vigor, por la hartura de sangre, al Dios Huitzilopochtli; ¿Huitzilopochtli de la Mancha?; sí, por qué no, él puede
acechar desde cualquier parte; que se lanzaría a la calle y a los campos a la cabeza del pueblo trabajador por la conquista del poder político; no, qué va, no me venga usted a mí con esa historia de que en
aquella época no existía el proletariado organizado, porque ejemplos
sobran donde no ha habido proletariado ni la cabeza de un caballo y
ha triunfado la dictadura del proletariado, lo importante en este caso
es la dictadura, el proletariado podemos crearlo después, o inventarlo, que para algo somos propietarios de amplio, y poderoso, instrumental dialéctico, ¿no?; hoy es la fiesta por la culminación del Proceso de Crecimiento de la Unión de Jóvenes Comunistas, UJC, este
proceso comenzó cuando hace días vinieron unos dirigentes de la
Juventud, dicen que del municipio, a hacernos preguntas a los que
ya habíamos cumplido catorce años, parecían buenos muchachos, lo
malo es que le hacían muchas preguntas a uno, como un cuéntame
tu vida; que a cuál clase social pertenecía en el oprobioso pasado la
familia de uno, y aquí me doy exacta cuenta que la pertenencia a una
clase social u otra es tan importante como me ha enseñado el tío
Periquín; que cuáles son los ingresos monetarios de la familia; que
si tengo algún familiar viviendo en el exterior, evidentemente para
ellos el exterior es los Estados Unidos de Norteamérica, y que si
mantengo correspondencia con dicho familiar; que cómo reaccionaría yo en caso de que un hermano mío abandonara el país y que
después me enviara un paquete de ropa que por supuesto yo no había
ni soñado pedir; que si tengo creencias religiosas, específicamente,
que si creo en Dios, y aquí la cosa se me puso más difícil porque me
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Armando de Armas
acordé del cuento que me hacía mi abuela acerca de que Pedro negó
tres veces a Cristo, cosa bastante fea ésta ya que eran amigos y no es
para que Pedro lo hubiese negado en la desgracia, puesto que en los
buenos tiempos cenaban y bebían vino juntos, además, he leído de
José Martí que un hombre que no dice lo que piensa no es un hombre
honrado y yo quiero ser un hombre honrado, no porque me guste ser
honrado sino porque Martí lo era; y a uno siempre le han estado diciendo que debe ser como Martí, o como el Che, ¡¿qué diría el Apóstol de lo último?!; la primera vez que creí que yo podía llegar a ser
como Martí fue el día que alguien me dijo que en la foto en que el
Maestro está todo vestido de negro con la manigua al fondo y los
brazos cruzados a la espalda lo que tiene entre las manos es una botella de Ginebra, de lo cual se desprende que resulta provechoso que
los apóstoles, los mártires y los héroes beban ginebra y hasta ron
barato, no alcohol de farmacia, ni el eficaz Chispa de Tren, que ya
eso pasaría de castaño oscuro, provechoso porque muchachos díscolos, descarriados, los verían en una dimensión humana, imitable;
entonces resulta que le dije que sí, que yo creía en Dios, y el dirigente juvenil me miró muy disgustado, aunque no dijo absolutamente
nada, no se rió, que mucha gente se le ríe a uno en la cara y lo mira
como si uno fuera un anormaloide o especie rara si le confiesa creencia en Dios, se ve a las claras que éste es muchacho decente; ¿decente?; para la abuela decente es no decir malas palabras y vestirse correctamente, y para tío Periquín es ser burguesito, pero ahí entro en
contradicción con Periquín ya que este muchachón no puede ser ningún burguesito porque es comunista y los comunistas tienen que ser
lo contrario de los burgueses, aunque he oído que los puntos extremos se tocan, por lo que podría haber burgueses rojos, para mí es
decente porque me trata bien a pesar de las jodidas preguntas que
hace, ¡ah!, se me olvidaba, también me preguntó si me gustaba usar
pantalones campanas y si oía música de los Beatles, le dije que pantalones campanas no tenía y que aquí en la escuela los muchachos
hablaban mucho de los Beatles, que si tenían una isla para ellos solos, que si se drogaban, que si andaban desnudos, que si amor libre,
que si tocaban de espaldas al público, que si black not, que si hippies, que si baños en piscinas de champán, que si la medalla con el
89
La tabla
crucifijo únicamente para darle popularidad a Cristo, que si la libertad es una pistola caliente entre las manos, que si en contra de la
guerra en Vietnam, que si conciertos para los pobres, que si Peace
Love and Liberty, que si el Llanto de mi Guitarra, que si eran los
caballos, pero que yo nunca los había podido oír pues la Abuela sólo
dejaba oír novelas, las que ella oía, porque las pilas del radio se acababan y después no había donde comprar más, y por el audio de la
escuela la única música que ponían era la del trío Los Compadres y
eso sólo a la hora del de pie; en las novelas esas que oye mi abuela
los buenos son tan buenos que parecen bobos y los malos son tan
malos que ni el Diablo, a veces me torturo pensando si yo soy un
muchacho malo porque me caen mejor los malos que los buenos,
aunque eso debe ser, me doy ánimos, porque los buenos aburren
mucho cuando hablan o hacen cualquier cosa, mientras que los malos se parecen más a la gente que uno conoce, por lo que no parecen
animales de otra galaxia; en una novela de esas resulta que el bueno
y la buena se están casando, ella toda de blanco, como es de esperar
en una mujer buena, y flores y larga cola y chiquillos que llevan la
cola y sonrisitas nupciales; esto lo decía el locutor muy emocionado;
y él de traje y corbata y de lo más seriote y respetuoso y caballeroso
y sobrio y manos proletarias y mirada firme, y el público; ¡el beso el
beso el beso que se den el beso la foto del beso vamos vamos que no
se diga! y el padre de ella tose ¡cojo cojo! y el de él qué le vamos a
hacer Robustiano son los tiempos del modernismo; ¡mi madre, si
Rubén Darío lo oye!; pero sucede que los esposados trabajaban en
un central azucarero de la zona y ese mismito día, da la casualidad,
se le ocurre romperse y el director, un tipo bueno también, por supuesto, manda a buscar al novio que es un bárbaro en eso de arreglar
centrales, miembro distinguido de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores, y como todo bueno, alguien que antepone los intereses colectivos a los mezquinos intereses individuales;
y entonces ambos ponen caritas de héroes, de la patria nos necesita,
de será preferible hundirnos en el mar antes que renunciar, de renunciamiento, de ángeles salvadores, de convencidos comunistas, de
vocación al sacrificio y allá te va la parejita, sin tiempo para quitarse
el atuendo casamentero, atravesando por campos roturados y caña-
90
Armando de Armas
verales, a mecaniquear en las entrañas del coloso que se las ha hecho
buena, pero que ellos no maldicen porque desde chiquitos lo han
visto escupiendo humo al cielo, símbolo del desarrollo socialista y
del futuro luminoso; bolas de grasa, corren de un lado para otro por
entre el complicado mecanismo, apretando aquí, aflojando allá,
muequitas heroicas, subiendo una palanca, bajando otra; mientras
una voz engoladamente tétrica lee cifras en un reloj que indicaría el
paro total de la producción al marcar cero y el incumplimiento del
Plan de Producción de Azúcar y la pérdida del prestigio de la empresa alcanzado durante años de trabajo socialista; 5 4 3 2 1… ay Jalisco no te rajes; ¡ay, Dios mío, qué Dios mío ni Dios mío, Lenin, espíritu de Lenin, ayúdanos a bajar ese palancón!; los héroes se prenden
a la palanca, pujan, peditos, sudor, firmeza; que no venga el cero que
no venga que se quede en uno hasta que logren bajar la palanca;
pobrecita ella, tan linda con su carita embadurnada de grasa que se
parece a Cara Sucia y la Rana, y él con un rasguño en la frente que
acentúa sus rasgos varoniles; un supremo esfuerzo, una contracción
feroz del rostro, y del ano, y la palanca comienza a ceder centímetro
a centímetro, y la voz; ce ce ce; pero no llega a pronunciar ro porque
la palanca cae estrepitosamente con un chirriar de metales que se
retuercen allá en las entrañas del monstruo y los novios se besan
apasionadamente y se han salvado no sé cuántas toneladas de azúcar
y tío Periquín sale cabrón y dice que eso es un globo que para ser
comunista no hay que ser tan comemierda de salir en plena boda de
uno a embarrarse de grasa, con traje de boda y todo, y la abuela que
defiende a sus personajes a capa y espada, y yo boquiabierto porque
siempre creí que tío Periquín consideraba a los comunistas capaces
de cualquier sacrificio en aras de los demás y que, por el contrario,
la Abuela no los consideraba capaces de nada, de nada bueno, se
entiende; hemos pasado el día formados aquí en la plaza de la escuela con las chaquetas y las corbatas azules del uniforme que nos prometió Fidel, una prueba más de que Fidel siempre cumple lo que
promete; Amadís Montalbán, muchacho bueno que promete, pero
no cumple; hace un sol y un calor de madres, yo nunca me había
puesto una corbata, debo parecer un guanajo con escobilla o un ñame
con corbata, lo de ñame con corbata es término que probablemente
91
La tabla
alude a la clase de los nuevos ricos de encomiable posición económica y política, pero de escasa cultura y modales rústicos, amoldados dentro de normas sociales que pueden imitar pero no incorporar
a su sistema conductual, pobres ñames identificados con tales individuos que han signado, mayoritariamente, la fauna dirigente de este
país, cuando la realidad es que el ñame por su bondad manifiesta en
la complacencia al paladar y en su blandura debiera ser elemento
simbólico de las zonas no oscuras de la cubanidad, pasamos ya al
teatro porque al fin llegaron los dirigentes de la juventud que hicieron las entrevistas y las investigaciones pertinentes por las cuadras y
los centros de estudio anteriores de todos los que hemos sido procesados con vista a integrar las filas comunistas, y ahora van a dar los
tan esperados resultados, allá, delante, sobre el escenario, hay un
enorme cartel rojo que dice; LOS MEJORES A LA JUVENTUD; y
un poquito más abajo; LA JUVENTUD, CANTERA INAGOTABLE DEL PARTIDO; sube uno de los visitantes al escenario y comienza a leer los nombres de los que han elegido militantes y les va
dando un apretón de manos, o beso si es hembra, y un carnet rojo
como la tripa de un melón, cuando el agraciado desciende le esperan
aplausos, palmadas, mezclados con algún pescozón vengativo, apretones contra el pecho, mezclados con repellones de tetas si es una
hembrita, lo cargan, lo tiran hacia arriba, lo vuelven a tirar, y a veces
se cree que lo dejarán caer, pero no; uno de los dirigentes se ha parado de su asiento en la tribuna y ha gritado que orden que un comunista tiene que ser ordenado hasta para la alegría; la cosa es por
clase y ya mencionan a los elegidos en la mía, ya están casi todos los
de la clase, ya me debe estar al tocar; y ahora mencionaremos a los
aplazados por falta de tiempo para terminarles el proceso y a los que
no fueron elegidos, y por qué no lo fueron; nombres y apellidos,
nombres y apellidos, se suceden vertiginosamente los nombres y los
apellidos y a él no lo mencionan, cuando; Amadís Montalbán!, no
puede integrar nuestras gloriosas filas porque no está políticamente
bien definido y es creyente en Dios; todo da vueltas a mi alrededor,
las butacas, mis compañeros, los dirigentes, el escenario, las luces
del techo, el cartel; las palabras se escapan del cartel, vienen como
bólidos hacia mí, danzan, se combinan y descombinan, me envuel-
92
Armando de Armas
ven como rojos sudarios, me asfixio; LOS MEJORES EL PARTIDO
CANTERA A LA JUVENTUD DE LA JUVENTUD; han organizado una conga que sube y baja del pasillo central al aéreo como una
gran serpiente que se mordiese la cola, al frente, la Directora, seguida de profesores, dirigentes y alumnos, mientras los cocineros redoblan en el fondo de enormes calderos que riegan por todo el pasillo
los restos de la comida última; se había alejado de la brigada y caminaba sin rumbo por los interminables platanales, estar a solas con el
platanal era una buena cosa, una oportunidad única para dejarse envolver por las melodías del silencio, para encontrarse con él mismo
sin la molestia de intrusos, para imaginar que hollaba selvas vírgenes, que era taíno que había salido a cazar con su arco y sus flechas,
sin sospechar siquiera la llegada de los conquistadores españoles,
pues hacía poco tiempo él, al frente de sus guerreros, había llegado
en canoa desde las islas vecinas y acorralado a los estúpidos guanajatabeyes hacia las montañas más inaccesibles, quienes dejaron
abandonadas excelentes tierras para la caza y el sembradío; cómo
podía imaginar él, Controlador del Bien y el Mal, Jefe Supremo de
la Tribu, vencedor en grandes batallas a seborucazos, que muy pronto habría de ser vencido y acorralado hacia donde había arrojado a
sus rústicos enemigos, por hombres o dioses venidos en casas flotantes, centauros, extrañas criaturas poseedoras del rayo; sintió voces y
se tendió bocabajo en un surco, escondiéndose de la manera más
rápida y segura posible, pensó en profesores a la búsqueda de desertores del trabajo, o en el patrullaje de brigadas de chivatos con el
mismo objetivo; las voces se fueron acercando y reconoció a Mercedes y a Cachita, dos muchachitas de su brigada; aquí no me pueden
ver, seguro que vienen a orinar; ¿tú crees que no haya varones?;
bueno, tú sabes que ellos se escapan para acá, pero dale, orina, que
yo te vigilo; sepárate entonces, que si no, no me puedo concentrar
para orinar; Mercedes caminó unos pasos por la calle de plátanos y
Cachita comenzó a zafarse el pantalón; parece que no puede, se le
traba el zipper, ¡ay, Cachi, por tu madrecita, déjame ayudarte!, así,
así, así, suave nena que ya baja, ¡qué nalgas más lindas y más blancas!, como las nalgas de Blanca Nieves, como las de la China allá en
el baño de la escuelita, China-Nalgas-Nieves-del-Vacilón, China-
93
La tabla
Nalgas-Nieves-de-los-siete-bugarroncitos, cuclillas, 1 2 3, cuclillas,
1 2 3, se le abre todo el papo, nunca pensé tenerlo así, tan cerca y tan
abierto, tan mío y tan de ella y tan de no sé quién dentro de poco
tiempo porque ellas son más precoces que uno y tan lleno de pelos y
tan rojito y tan papaya y tan como si se riera verticalmente y me sacara una lengüita comunista digo roja y tan provocador que me hace
temblar que no se parece en nada a lo que debe ser templar y tanto
cuidárselo para qué si se lo estoy viendo de jamoneta y si se lo veo
es como si se lo cogiera es decir como si se lo templara porque un
filósofo chino dijo que todo lo que abarcamos con la vista es poseído
por uno porque de alguna manera o en buena medida uno lo está
disfrutando y Dios nos da a todos esa posibilidad como un tesoro
porque hasta los ciegos saben ver y poseer con el tacto y los oídos y
dicen que hasta la oscuridad de la ceguera tiene sus encantos que la
única que no los tiene es la oscuridad en el entendimiento con lo que
de paso se demuestra también que tampoco Dios es enteramente democrático porque por ahí hay cada idiota que líbrenos Dios mismo
de cosa semejante y es semejante a la noche con la llama de una
velita en el centro y tan niño que hace pucheros el muy cabrón y lo
de cabrón vendrá de cabra grande o macho cabrío grande y Cabrón
es el Diablo con su peste a berrenchín y un cornudo tiene mucho que
ver con las cabras evidentemente y un cabrón jodedor tiene mucho
que ver con el Cabrón berrenchinesco y quién sería primero el Cabrón o las cabras y quién sería primero la papaya-fruta o la papayacarne porque lo que sí está claro es que lo de fruta bomba no es más
que un tonto eufemismo; dale, cabrona, empieza a orinar, pissssssssss pissssssss pissssssss, ¡coño, contrólate que ella no te puede oír!,
y si te oye pierdes güiro, calabaza y miel, ahora, seguro que ahora va
a empezar, sí, empieza, ya empezó, pero nada de orinar porque lo
que va asomando la punta, punta roma, es un mojón como un rabo
que le saliese de entre las nalgas, o una tercera patita que temerosa
de la precaria posición de Cachi en cuclillas hubiese acudido en su
apoyo para evitar una caída, pero lo hace lentamente, como con miedo de conocer nuevamente el mundo exterior, conocimiento que
hará morfológica y esencialmente transformado, reencarnado en
otra manifestación de la materia, con atisbos subconscientes de ha-
94
Armando de Armas
ber sido algo más preciado, elucubrando genealogías antiguas y sucesivamente reencarnadas, pero sólo le está dado atisbar hasta el
cake, el bistec o el pollo a la barbacoa, cuando tal vez todo no sea
más que orgullo herido de hijo bastardo, descendiente de un plato de
harina, de huevos o de la descastada croqueta, de todas formas,
siempre le quedará la posibilidad de tejerse el origen que considere
más atractivo o señorial entretanto no pase un caminante desprevenido que le plante un zapato encima y lo riegue sobre la hierba y el
polvo a la espera en el espacio y el tiempo de posibles reencarnaciones con linajes más elevados, quizás una rosa; dale, puja otro poquito, que casi lo tienes parido, que se te abra bien el culo cacho de
cabroncita, que ya me la escupí, que chas chas chas, arriba y abajo,
abajo y arriba, uno dos y tres que paso más chévere el de mi Cuba
es, cubre y descubre cubre y descubre, abra cadabra mi pata de cabra, cabroncita, chas chas chas picazoncita más rica la que voy sintiendo, ¡qué mojón más rico!, ¡qué peste más rica!, ya se le sale
completo, como una estaca, marcial toca tierra el marciano, se dobla, se doblega el soldado, chas chas chas se me quiere salir, se me
sale, se me salió, se me ha ido la vida, se me vino la vida, estoy muy
cansado, mi cabrón proyecto de vida brilla contra la tierra y Cachita
está feliz, respira grueso, y diligente comienza a realizarse la faena
higiénica con hojas de plátano secas; la Abuela; al hombre lo hizo
Dios de fango, lo modeló en fango y después le sopló en la boca para
darle el aliento; algunos heredaron ese aliento primigenio con un
mal olor de mil cabrones; el fango lo mojó con su saliva, saliva sagrada, por supuesto; o tal vez no fue saliva sagrada, sino semen sagrado, universal, Padre Eterno que se masturba eternamente, detenido en un tiempo que para la comprensión de nuestras mentes finitas
podía resultar en seis días, seis días de masturbación celestial, los
peces y los pájaros, los animales y el Hombre, las montañas y los
ríos, los valles y las nubes, el mar y los continentes, la noche y el día
amasados en fango y semen por la mano divina; qué justificación
tienen, entonces, el Pecado Original y la Santa Inquisición que condenan a una pobre mujer a morir quemada en la hoguera por haber
sido descubierta in fraganti en el acto de masturbación y cuyo marido hacía cuatro años había partido espada en mano a imponer la Fe
95
La tabla
Cristiana en tierra de herejes, qué sentido los llamados cinturones de
castidad, cinturones que si vamos a la verdad no tenían nada de castos ya que por razones evidentes no podían salvaguardar el orificio
cloacal, dificultad que, según acuciosos y responsables investigadores, dio origen a la muy difundida templeta contra natura; elementos
más que suficientes para una hipótesis acerca de las posibles conexiones entre la aberración sexual y la aberración del poder, para lo
cual sería muy útil lanzar una ojeada desprejuiciada a las estadísticas
de homosexualidad en las sociedades totalitarias, así, por ejemplo,
una comparación de la población homosexual entre los imperios Azteca e Inca, arrojó como resultado que en el primer caso la cantidad
de homosexuales evidentes era mucho mayor, pero que, sin embargo, no existían casi los llamados tapiñados, mientras que en el segundo caso los evidentes constituían algo así como una fantasía de
mentes calenturientas y los tapiñados una plaga de tal magnitud que
no respetaba ni a la misma familia real, incluyendo algunos Incas;
NOTA ACLARATORIA; los aztecas sólo eran una sociedad liberal
en comparación con los incas, ni soñar que ellos respetasen los Derechos Humanos, qué digo Derechos Humanos, ni siquiera el derecho a que los humanos no fueran asados y comidos en los grandes
banquetes imperiales o en las mínimas, íntimas cenas familiares; de
todas formas, lo que sí parece ser totalmente cierto es lo que dijo
alguien acerca de que el poder es aberrante y de que el poder absoluto es absolutamente aberrante, sólo que, ahora me acuerdo, lo dijo
referido a la corrupción, pero no importa, en definitiva viene a resultar lo mismo; Hitler era sadomasoquista y a Stalin le arrebataban las
niñas impúberes, lo contrario de Raúl Castro que le arrebatan los
niños; el tren, bim bam bum, estremeciéndome los huesos, la vida,
ahogándome de calor, de polvo y de óxido, es una aberración en un
país que fue de los pioneros en la implantación del ferrocarril en el
mundo, inclusive, primero que la prepotente metrópoli española;
conversación entre dos caballeros algo entraditos en años que se topan casualmente en una diligencia de transporte público; ¿diligencuánto?; sí, chico, una prueba más del talento de nuestro pueblo para
resolver la crisis del transporte, ejemplo tomado del Oeste norteamericano y una forma más de combatir al Imperio; caballero 1;
96
Armando de Armas
¡qué alegría verte!, ¿sigues todavía en la misma panadería?; caballero 2; no, qué va, ahora estoy en una de mucho prestigio, La Defensa;
caballero 1; bueno, ahí trabaja Pepe, ¿no?; caballero 2; no, ya Pepe
no trabaja ahí, lo sacaron; caballero 1; ¿y eso, siguió con la curda?;
caballero 2; no, qué va, la curda la dejó, el caso es que el hombrín
tiene problemas, problemas ideológicos, ¿sabes?; de Wily el Cabezón me hice amigo un día que fui a robar guayabas a casa de un
guajiro que vivía cerca de donde trabajaba mi brigada, ya me había
hartado y tendido bocarriba en la tierra como un majá de Santa María que se ha tragado un gallo, me entretenía observando las formas
caprichosas que tomaban las nubes, nubes primaverales, prontas a
convertirse en nubarrones, en chorros de agua sobre la tierra calcinada por el sol, bendición del mediodía, serpientes, leones, ancianos
filosóficos, locomotoras de pasajeros detenidos en el ademán de una
mano que nos dice adiós, elefantes libadores de miel sobre extrañas
flores, niños sin cabeza, mujeres desnudas, ciudades al revés, barcos
tragados por pulpos descomunales, Colón con una batuta dirigiendo
las tres carabelas, Martí leyendo sobre una roca, soldados arrastrando un cañón, caballos trabados en mortal pelea a dentelladas, abejas
cabezonas, buitres, fantasmas que fuman, Cristo hablando a multitudes de mendigos y mutilados, una explosión nuclear, un dictador
que se desintegra en enorme carcajada de boca desdentada, tetas
como montañas, montañas como turrones de azúcar, indios disparando sus flechas, policías dispersando una manifestación de hombres y mujeres sin rostros, un rey que habla a su pueblo como hablándose frente al espejo, Jehová burlándose, Abraham cuchillo en
mano sobre su hijo tendido, una playa, bufones, diablejos, brujas
cabalgando sobre palmas reales, un areíto, indias haciendo casabe,
obreros que marchan en fila, campesinos arrodillados, madres que
cuelgan sus hijos cabeza abajo en el abismo, hombres que riñen,
piratas al abordaje de una nave, Aquiles arrastrando a Héctor alrededor de Troya, Sarah convertida en sal, Hatuey en la hoguera, Maceo
cayendo en Punta Brava, la cabeza del Bautista, un Judas bueno, la
hoz y el martillo del tamaño de la mitad del cielo, una paloma, un
colibrí, frailes jugando a la ruleta rusa, barcos hundiéndose, ratas
inteligentes, soldados y cocineros dentro de un enorme caldero, na-
97
La tabla
ves espaciales, samurais, pistoleros, humúnculos de cabezas bajo el
brazo, cinco caperucitas devorando a un lobo plácido, mujeres que
vierten aceite hirviendo desde las ventanas de un castillo sitiado
contra sitiadores que ríen a carcajadas con la verga en la mano, borrachos en una taberna a cielo abierto, prostitutas con caras de ángeles, ángeles desplumados, carretas tiradas por monos, esclavos de
una plantación de algodón al sur de Estados Unidos, náufragos del
Comunismo, Camilo Cienfuegos de sonrisa amplia, disidentes, enterramiento de calderas, romerías, Carlos Manuel de Céspedes dándole la libertad a los esclavos, Cortés en la noche triste, Mao padrecito
bueno, niños que sonríen al futuro luminoso, una boda de superratones, transnacionales, la corte celestial, un congreso de la Central de
Trabajadores de Cuba, CTC, Perucho Figueredo escribiendo el Himno Nacional sobre la montura de su caballo, actos de repudio, concentraciones populares, Hitler bigotico lindo, Julio César chulo, Astarté zampándose una paila de descomunales y sanguinolentos
miembros viriles, dotación de esclavos del ingenio Santo Cristo de
los Destiladeros, una rumba, un pasodoble, gitanos a cuchilladas,
tahúres, ascetas, guerrilleros marxistas, la cruz gamada, Mussolini
descendiente directo de los Césares insuflando virtudes guerreras al
sensual pueblo italiano, la Virgen de Regla, la Regla de Ocha, adolescente con su primera regla, Lydia Cabrera, Alberto Yarini, el Libro Absoluto, Milicias de Tropas Territoriales, la toma de La Habana
por los ingleses, el senador Eduardo Chivás en el último aldabonazo,
homosexuales terroristas, zares de la droga, piratas torturando un
cocodrilo al sur de Isla de Pinos, Francis Drake maligno y atractivo,
Gerardo Machado y Fulgencio Batista niños de teta, Reunión de la
Mejorana, interminable cola de mujeres a la compra de almohadillas
sanitarias, Martí culpable de asalto, estafadores, mirahuecos, Francisco de Arango y Parreño, Carlos Marx con telarañas en la barba,
soldados a una guerra, el Quijote cabalgando sobre un tanque, Sancho anarco-sindicalista, campesinos felices, obreros combatientes,
últimos defensores del Dogma, las minas del Potosí, mariachis, pozos de petróleo, un cetro partido, niños jugando balompié con una
calavera, capos de la mafia, inclaudicables, abroquelados en castillos de ensueño, titiriteros, vendedores de reliquias, subastadores del
98
Armando de Armas
Muro de Berlín, ametralladores de balsas al norte de la ciudad de
Caibarién, demolición de la estatua de un ínclito camarada, lobos
aullando, marionetas, emboscadas, derrumbes colosales, una cascada que se incendia, la caída de un mito, viejos sofistas, arrepentidos
de última hora, ateos postrados ante Dios, pejes gordos del Partido,
incorruptibles, obreros sepultureros, personajes que van como el perro que tumbó la lata, gigantes con pies de barro, anacoretas, calderas hirvientes, hijos del caos, comparsas, payasos tristes, lágrimas de
cocodrilo, banderas, rostros desencajados, tiburones, Edwin F. Arkins fundando un central en Trinidad en el año 1893, el abuelo Montalbán, un machete, rejas, columnas, matronas, filosóficos fumadores, rebelión de los vegueros, ahorcamiento de los vegueros,
patíbulos y tipos patibularios, abolición del estanco del tabaco, pelotones de fusilamiento, bicicletas, robots, tiovivos, el Viejo, penitentes, petimetres en la acera del Louvre de La Habana decimonónica,
enfermos de SIDA, parias, internacionalistas, hacedores de Frankestein, Lenin buen pastor, la Directora arenga, niños con pañoletas
rojas, incendios, cloacas, un examen de marxismo, un examen de
conciencia, Apocalipsis, colegialas en un baño haciéndose juegos
prohibidos, Máximo Gómez convencido de que no se debe mandar
un pueblo como un campamento, una ciudad en penumbras, Comala, el ciego Borges, el Paraíso Proletario, el trono celestial, Papas
prevaricadores, dictadores del proletariado, novelas inéditas, erizos
artillados con ojivas nucleares, Polonia desmembrada por nazis y
comunistas, la llama Solidaridad, tiranos decapitados, ilustres viudas vejadas, Helena de Troya cederista destacada, Paris militante de
la UJC, Júpiter histérico, Prometeo desencadenándose, camaradas
bailando un merengue, un billar vacío, presos políticos en huelga de
hambre, ciudadanos de tercera categoría, divisas falaces, falos, felonías, felaciones, puñaladas traperas, caballos de crines al viento, caballos enjaezados, hombres devorando un camello vivo, ríos secos,
el Diablo sonriéndose, los hijos que tendré, alacrancitos prendidos al
caparazón de la alacrana mientras ésta escapa subrepticiamente, túnicas ensangrentadas, un bugarrón de caballos, el amante de la ceiba, centellas detenidas, conspiradores confesos, la Conspiración de
la Escalera, negras mondongueras enriqueciéndose en el contraban-
99
La tabla
do del tabaco, alcahuetas políticas, donjuanes impotentes, tráfico de
héroes, tráfico de heroína, piedra sagrada de los sacrificios, cañaverales incendiados, agentes de la CIA, esbirros de la Seguridad del
Estado, inteligencias infrahumanas, asesinos, encapuchados asaltando un banco, monjes capuchinos sentados en un banco, prostitutas
estatales, empalamientos, Salvador Golomón matando de un lanzazo al pirata Gilberto Girón, piñas dinamitadas, embarques de yucas
y papayos a las transnacionales de la industria pornográfica, el escudo cubano, miembros del Partido en una cacería de patos salvajes,
una cacería de pieles rojas, Pinochet que lo de él no es dictadura sino
dictablanda, racionamientos, productos en la bolsa negra, la negra
de la bolsa, hospitales para el pueblo, construcción de carreteras,
molinos de viento, un guateque campesino, bucaneros salando cueros, sibaritas, un bembé, despedidas, bodas concertadas, suicidas
por amor, descarrilamiento de trenes, choque de aviones, atentados,
pactos con el Diablo, artistas mercenarios, artistas tristes, predicadores de la pobreza, provocadores, Alejo Carpentier haciendo pedazos
la Consagración de la Primavera, una guillotina, gallinas genéticas
del tamaño de un buey para la solución del hambre en el Tercer
Mundo, el pueblo enardecido, batatallones de carneros, genocidios,
Roberspierre violento, Dante en gira tras la cortina de hierro, cañones vendidos como chatarra, bandidos internacionales condecorados
con la Orden Nacional José Martí, el tabaco y la sífilis que parten de
América para dar la vuelta al mundo, bares clandestinos, comercio
carnal, sotanas rojas, jacobinos, hippies, el Cacique Guamá rebelde
y endrogado, un palenque de indios y negros, comunistas colgados
en las matas de guásima de quince en quince, misas negras, esposas
infieles, monaguillos, Napoleón acariciándose el ombligo por entre
los botones de la casaca, Actas Capitulares que reglamentan las relaciones entre vecinos, Héroes Nacionales del Trabajo; nubes, protomateria, anticipaciones, amalgama morfológica, entrecruzamientos,
evaporaciones, permanencia en el tiempo, viajes, sueños, memoria
del tiempo, irrealidad de la realidad, juego de espejos, reflejo del
reflejo de otros reflejos, soy una imagen y Wily un espejo que salta
la cerca y se aproxima a donde estoy acostado y ocurre que él viene
también en busca de guayabas pero resulta que yo ya he pelado las
100
Armando de Armas
matas y comparto las que guardaba en el bolsillo y conversamos
acerca de que es mejor robar guayabas que trabajar y me cuenta que
tampoco a él lo sacaron militante de la Juventud Comunista dice
porque su mamá es santera y yo no importaba que nosotros éramos
comunistas sin carnet y él yo no soy comunista ni con carnet ni sin
carnet; entonces para qué tú querías ser militante de la Juventud;
¡ah!, mira que tú eres guanajo, dice mi mamá que el carnet hace
falta para poder ser alguien en este país; carnet de la Federación de
Mujeres Cubanas, de los Comité de Defensa de la Revolución, de la
Central de Trabajadores de Cuba, de las Milicias de Tropas Territoriales, de pesca, de caza, de afiliado a afiliaciones, de impedido físico, de exploradores, de borracho; pero cuando se dice Fulano de Tal
se ganó el carnet o Fulano de Tal tiene el carnet enseguida todos
entienden de qué carnet se trata, el carnet de los carnets, el absoluto,
el carnet que es uno en sí y todos los carnets y todas las cosas por los
siglos de los siglos, amén, Lenin; Dios Todopoderoso y Partido Inmortal; la Santísima Trinidad del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo,
tres personas en una que es todas las personas; el Partido, las Masas
y la Conciencia; los perros venían por entre la yerba de guinea y
dejaban una estela serpenteante, y tras la estela un guajiro con el
machete en alto, Amadís y Wily se miran significativamente y miran
hacia una cerca de piña con hijos agresivos que le han ido aumentando el grosor original durante años y años, una especie de Muralla
China a la criolla, guarida de ratones, prueba de fuego para caballos
brincadores, reminiscencia feudal, recuerdo nostálgico de una feliz
propiedad rural, equivalente del guardavecinos urbano, erizo vegetal, frontera de rústico reino, protección del oasis frente a caballerías
y caballerías despobladas de árboles por la acción de la dinamita;
¿alzará su voz el Partido de los Verdes?; Amadís se lanzó el primero
y cayó al otro lado con espinas clavadas en los brazos y las piernas,
Wily le siguió en el intento pero cayó todo despatarrado en medio de
la cerca; Amadís; ¡dale, coño, dame la mano!; Wily; ayyyyyyyyyyyy;
perros; grrrrrrrrrrrr; guajiro; ¡así es como los quería coger partía de
maricones!; me inclino todo lo que puedo hacia adelante, las espinas
comienzan a desgarrarme como si me colgaran de alfileres por la
piel, ya el primer perro ataca y destroza una nalga a Wily, y me digo
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La tabla
que ya Wily no tendrá futuro como guapo porque con semejante
marca en una nalga es muy difícil que le respeten porque nadie le va
a creer que fue el perro de un guajiro el que le hizo semejante mácula nalgueril, y muchos se sentirán inclinados a pensar, y lo peor, a
decir, que fue un marido que lo marcó así cuando jovencito, pero
ahora se trata de salvarlo y dejar a un lado los prejuicios ético-estéticos de la marginalidad juvenil, y apoyo un pie en firme contra el
tronco de una piña y me tiro hacia atrás con todo el cuerpo y el cuerpo de Wily y allá que te va los dos ensangrentados que diera pena
eso si tuviéramos al menos tiempo de vernos; EXPEDIENTE #
59102014633, personalidad introvertida, poco sociable, individualista, irritable, manifiestamente violento, no combativo, poco entusiasta, no participa en las actividades culturales del centro, antideportivo, no se le conoce vocación alguna, hijo de padres
pertenecientes a la clase social de pequeños agricultores, tiene familiares en el extranjero, y familiares practicantes de la secta de los
Testigos de Jehová; a manera de resumen; su formación políticoideológica es deficiente, lo cual puede derivar hacia una personalidad totalmente egoísta, pequeño-burguesa, alejada de los principios
socialistas, campo propicio para el cultivo de vicios y para la penetración del diversionismo ideológico con que nos bombardea el
ENEMIGO, por lo que se recomienda una mayor atención del caso
por parte del colectivo de profesores, principalmente los guías, del
Partido y la Juventud del centro, así como de las organizaciones de
masas de su cuadra; firma; Lesbia López; profesora guía del grupo
A-5; el expediente es un gran invento, es algo sumamente útil, aunque es verdad que la confección y mantenimiento de un expediente
para cada estudiante y para cada trabajador requiere la dedicación de
miles y miles de hombres y mujeres a una labor ardua, monótona y
endiabladamente complicada, a los cuales, por supuesto, hay que
pagar un salario; el gasto de millones de pesos en recursos de diversa índole, desde el papel, la tinta y las máquinas de escribir, hasta el
transporte, y por último el gasto de tiempo en una labor no productiva, pero no importa, todo eso se verá recompensado con creces a la
hora de buscar una información determinada acerca de un estudiante
o trabajador, para beneficio de éste, claro está, por parte de funcio-
102
Armando de Armas
narios, entidades u organismos interesados y autorizados; por tanto,
tenemos que ser generosos una vez más con nuestros obreros y estudiantes, y también con nuestros campesinos, y no podemos permitir,
menos que nada por cálculos economicistas, que haya uno solo de
ellos que carezca de su flamante expediente, esa injusticia no se permitirá aquí jamás; NOTA; muy importante, cada escritor debe tener
dos expedientes; así que podrán faltarnos otras cosas pero nunca un
expediente a mano, presto para ser llenado, o estudiado convenientemente, y no nos llamemos a engaño, no somos la sociedad para
satisfacer lujos, somos la sociedad para satisfacer necesidades, donde el reino de la Libertad está condicionado al reino de la Necesidad,
y por lo mismo somos la más libre de las sociedades; el expediente
es una prueba más de que entre nosotros se respetan los derechos
individuales ya que esa es una necesidad que tiene aquí todo el mundo resuelta, sin privilegios de ningún tipo y gratuitamente, qué sociedad de las llamadas democráticas puede ofrecer un ejemplo así de
preocupación real por el hombre en tanto individuo y ser social; la
Vieja; cuídate, Amadís, que te pueden manchar el expediente; profesor; al que no me haga la tarea le pongo una nota en el expediente,
al que no limpie el albergue, al que use mal el uniforme, al que hable
en clases, al que me caiga un poquito barrigón, al que agarre escuchando emisoras extranjeras, perdón, con éste hago una excepción,
se la pongo, y después lo llevo a la Dirección para que lo boten por
diversionista ideológico; al fin y al cabo el mundo no es más que un
expediente abierto de inmensas hojas, claro está que en ocultísimas
claves; expedientar, ordenar y emplantillar debe ser trabajo constante en las oficinas divinas, porque de lo contrario cómo controlar la
infinitud del macrocosmos; voz popular; por el expediente se puede
saber si allá en la escuela primaria una vez fuiste castigado por tirarte un pedo en el aula; si cada vez que uno hace algo malo le manchan
el expediente entonces el mío debe estar más negro que el fondo de
un caldero; los expedientes descienden del cielo, hojas como sábanas, cuadriculadas, numeradas y acuñadas, sábanas manchadas cayendo del cielo, manchas enormes y multiformes, de un color terroso como sangre vieja; las hojas cubriendo los prados, los bosques,
las montañas, los ríos, los valles, los tendidos eléctricos, los edifi-
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La tabla
cios, los animalitos del bosque, los transeúntes, las calles, los parques; chocan con los pájaros y no los dejan volar, provocan accidentes aéreos, pierden el rumbo de los trasatlánticos, impiden la
fotosíntesis, desbordan los basureros, penetran en los hogares, absorben la lluvia; escritores y periodistas corren despepitados tras los
expedientes en busca de historias descabelladas que contar; los niños hacen su agosto en la construcción de siquitraques, barcos y
cohetes; protesta generalizada, los recogedores de basura se declaran en huelga; los anunciadores del Apocalipsis revisan las escrituras en busca del error que les impidió interpretar PAPEL donde decía
fuego; en medio del barullo, el rostro de Dios, satisfecho no tanto de
su obra como de tener su obra escrupulosamente controlada, sin
chance alguno para la iniciativa privada; la hojarasca de expedientes
es una ingenua broma divina si tenemos en cuenta que el Señor tiene
un expediente absoluto, escrito en un presente de pasada futuridad;
la biblioteca de la escuela era el lugar donde mejor se estaba, un lugar para meditar, para estar solo y acompañado de los héroes de letras; ojo, averiguar posibles conexiones de esta biblioteca con la biblioteca de Alejandría; ¿héroes?; Tarzán y Superman, no, porque ya
sabemos que son de la CIA; los héroes homéricos, con su belleza y
fortaleza y valentía y areté y ascendencia divina y epítetos; Héctor
matador de hombres, me gusta porque indica un tipo para respetar en
cualquier circunstancia; Aquiles el de los pies ligeros, no me gusta
porque indica un tipo siempre dispuesto a correr a la menor señal de
peligro; los héroes de la patria, Maceo el Titán de Bronce y Martí el
Apóstol, tienen el sabor de lo sacro y los epítetos no les sientan mal,
lo que sí cae mal es la repetición de sus epítetos, la manipulación
diaria a que son sometidos; héroes del Realismo Socialista, esos son
perfectos, ni pizca de debilidad, aburridísimos, héroes del trabajo
cotidiano, gregarios, chatos, con una solución científica para cada
problema; somos un pueblo heroico, el heroísmo lo hemos mamado
de las tetas de nuestras madres, y después nos lo han estado inyectando día tras día; aquí no se rinde nadie, primero muertos que desprestigiados; la heroicidad nuestra de cada día; Amadís había violentado las persianas de la biblioteca de la escuela y por las tardes,
en el horario de deportes, escalaba y entraba sigilosamente por el
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Armando de Armas
agujero y se acostaba a leer en el piso, ¿por qué será que cuando el
reglamento exige que venga a la biblioteca no lo hago, hasta una
nota en el expediente me han puesto por eso, y ahora que debo estar
en el deporte me pongo a leer clandestinamente?; la Abuela; ¡espíritu de contradicción!; tío Periquín; ¡alma de comunista!; qué comunista ni qué ocho cuartos si no me eligieron militante, pero, ¿de verdad verdad me hubiera gustado ser militante?, bueno, a la verdad no
sé ni qué pensar, porque los militantes no pueden ni creer en Dios, y
además siempre están complicados en reuniones, ¿creo yo en Dios?,
creer lo que se llama creer, bueno, un taíno ya no cree en nada, no le
tiene fe a nada, simplemente fuma su gran tabaco desnudo y acuclillado y se va en el humo en busca de un Cemí fantasmagórico y escurridizo, en busca de un refugio, de un asidero, porque le han amputado sus viejos valores para injertarle otros que no le han prendido,
o han prendido de forma tal que resultan criaturas monstruosas, entes aberrados y aberrantes, supuestas nuevas tradiciones, como si
pudiera haber tradiciones nuevas, creadas por decreto del Gran Cacique de la Tribu, el taíno ha perdido a Dios y ese vacío no lo ha
llenado ni lo va a llenar nadie, pero, más que a Dios, ha perdido la
ingenuidad, tal vez sea lo mismo, a cambio de recetas de corte cientificista y seriote, slogans cuyo fin manifiesto es la explicación infalible de la realidad, algo así como la escolástica del siglo XX; mi
refugio ahora es el tren, la luna que entra por la ventanilla polvosa,
ella que se me abre de piernas, el tesoro que me ofrece entre sus
piernas, una pistola y una esperanza, refugio puede ser también la
Literatura con toda su carga de angustia y desasosiego que trae consigo en el intento de captar una realidad tan escurridiza como un
Cemí o como una anguila, multiplicada en infinitud de formas y reflejos, escondido aquí entre los libros soy yo y soy los héroes que los
habitan, un escritor debe ser como Dios o tal vez lo sea, la diferencia
es que Dios creó al hombre con fango y el escritor lo crea con letras,
lo cual sólo viene a ser un problema de gustos y maneras de hacer y
nunca una cuestión de esencias, sería bueno conocer si los hombres
que una vez vivieron en el tiempo humano y están ahora en el tiempo de los libros no surgieron alguna vez hace mucho de ese tiempo
de los libros al tiempo humano, y saber si los que ahora están en el
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La tabla
tiempo de los libros, sin conocidos antecedentes de tiempo humano,
puedan algún día salir caminando tranquilamente de entre su mundo
de letras; tío Periquín; al hombre no lo hizo ningún Dios, el hombre
es la más elevada manifestación de la materia; la Abuela; a Dios
nadie lo creó, él es el Creador, fuente de la cual parten todas las cosas; ¿habrá también lucha de clases en el Cielo?; seguro, seguro,
porque si hay un santo labrador tendrá que haber lucha contra algún
otro santo que sea terrateniente; San Isidro Labrador quita el agua y
pon el sol, no, al revés, quita el sol y pon el agua para que mañana
no tenga que ir a trabajar al campo; los militantes comunistas se reúnen todos los días para tomar acuerdos trascendentales, y yo me
reúno cada día con los tipos estos que habitan en los libros, ellos son
buena gente y puedo mostrármeles tal cual soy, sin miedo, aunque,
si las reuniones de los comunistas son tan trascendentales a lo mejor
allí pueda yo encontrar la respuesta a tanta pregunta que me trae la
cabeza al romperse, y es del carajo esto de sentirse la cabeza uno
como coco seco a punto de recibir el machetazo que te la hará dos
tapas, y lo malo no es el machetazo en sí, sino la espera que antecede
al machetazo, por lo que creo muy sinceramente que los comunistas
pueden ayudarme por lo menos en lo de recibir el machetazo que a
lo mejor hasta resulta un instante placentero y después el vacío de la
paz eterna aunque haya conciencia de que los comunistas hurgarán
con palitos chinos o tenedores o pinzas para comerse o tal vez analizar científicamente qué extraños componentes contiene la masa cocal-cerebral que incidan en la formación de una personalidad individualista que se escapa perennemente por senderos de contrabandistas
en la frontera de los Pirineos a los cercos y acechanzas y represiones
y mimos y paternalismos y calor endiabladamente fraterno de la colectivización; a mí me suceden cantidad de cosas cómicas, o tal vez
no es a mí sólo, sino que es a todo el mundo, con la diferencia de que
no todo el mundo es consciente de ello, y pienso que debe ser así
porque lo CÓMICO ocurre en el preciso instante en que la concatenación lógica de los hechos y de las cosas se ve trastocada de manera que el Reino del Absurdo invada como magma por las grietas,
intersticios de la supuestamente impermeable Realidad, y esto, la
violación de las leyes, de la norma, pudiera ser más frecuente que el
106
Armando de Armas
cumplimiento del Orden mismo, de lo que se infiere que la categoría
del Absurdo debiera ser eliminada, porque contradictoriamente la
Normalidad vendría a ser entonces lo extraño, lo inesperado y por
tanto, lo Absurdo, y entonces el Mundo pudiera muy bien ser definido como una Gran Carcajada, estertor que eternamente estremece
hasta las entrañas mismas del Universo, aullido viajando a través de
años luz desde el esplendoroso momento en que el punto negro, monolítico y nada democrático, de los Orígenes comenzó a expandirse
por obra y gracia del BIG BAMG, manifestado con la rotundidad de
un siquitraque cósmico comprimido, reprimido por la intolerancia
del PODEROSISÍMO, todo lo cual vendría a explicar la aversión
que muestra el DOGMA, los GUARDIANES del DOGMA, por la
Risa, y la cara de tranca de ciertos Encumbrados, es decir, Dogmáticos; y es cómico esto de que yo le haga una paja a la muchacha
mientras elaboro teorías acerca de la posible relación entre los Orígenes y la Comicidad, y pensar la cara que pondría ella si pudiera
saber que mi mano está dentro de ella pero que mi mente está en
muchos otros lugares que tienen y no tienen que ver con la relación
mano-bollo, que su tibia humedad envolviendo mi mano es modelo
en miniatura de lo que sería un día el Hombre en el Paraíso y que
ahora siento un inmenso placer no precisamente sexual, sino el que
emana de violentar normas y costumbres y preceptos y toda esa
monserga que nos presentan como la Cotidianidad, el placer de hacer algo que nadie va haciendo en este endiablado tren, el placer de
imaginarme que mañana en este mismo asiento pueda viajar una
vieja moralista o uno de esos individuos circunspectos, respetuosos
de las leyes de convivencia social, siempre de viaje para importantes
reuniones partidistas y muy seguro de sí; de esos que por nada del
mundo te comenzarían a leer una revista por la última página o a
oprimir el tubo de pasta dental por la punta y que hacen el sexo
como los curas sin responder al llamado cuatripateril de nuestros
antepasados en medio de una llanura y bajo la luna; sin poder sospechar siquiera que aquí gozó una cabrona mujer a ritmo del movimiento de mi mano no todopoderosa pero sí todogozadora mientras
yo me daba al lujo de la meditación, placer de no saber quién demonios es ella ni a dónde va o de dónde viene ni quién es su marido si
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La tabla
lo tiene ni cuáles son sus problemas ni si hoy comió ni cuáles son sus
sentimientos o aberraciones; en honor a la verdad de estas últimas
algo sé; ni si es ángel o diablo ni si es una realidad o un sueño erótico y, sin embargo, aquí la tengo, abierta de piernas y manualmente
poseída, posesa, gemiditos, ay papi, ay papi, papiiiiiiiiiiiiiiiiiiquericooooooooooooooooo, en la noche del tren bim bam bum, bim bam
bum qué paso más chévere el de mi tren es, es un tren cargado de
vacas, vacas sagradas, sagrado estiércol sobre los raíles, mugidos,
un ternerito separado de su madre a la cual no verá más, almacenes
de carne en cuatro patas, fuente de divisas para el estado socialista,
meadas, tarrazos, toretes que improvisan acrobáticas cópulas, permanencia en el Tiempo del rescate de cueros, irrefutables pruebas de
clérigos involucrados en el contrabando de salazones con la Hermandad de la Costa, ayuda internacionalista a países hermanos,
blanco para el asalto de mambises apostados a ambos lados de las
vías, orgullo del Club de Ganaderos, contrapunteo cubano de la ganadería con el tabaco y el azúcar, escuela elemental para el aprendizaje en la conducción de pueblos, con la Luna resaltando lo negro de
su pendejera y sus ojos en blanco y esto es la vida misma en tanto
otros duermen o mueren o matan o son torturados o desaparecidos u
olvidados o resentidos o traicionados o humillados o galardonados o
adulados; golpes bajos, respiraciones entrecortadas, equilibrios logrados en la punta de un dedo o en el canto de una cadera; ¡hijoeputaaaaaaaaaamaricoooooooooooonnnnnn!, unas veces arriba, otras
abajo, siempre agarrando desesperadamente con una mano para golpear con la otra, Amadís se queda irremisiblemente abajo, se le escapan las fuerzas y muerde al otro en un cachete y entonces los separan porque eso no es pelear limpio y tú eres una putica porque y
¡paf! lanza un bofetón el jefe de albergue y Amadís; ¡me dio, coño
me dio!, en la cara y por gusto, delante de todo el mundo, eso es
moral, qué hago, estoy apendejado, pero no puedo estarlo, si no aquí
todo el que tenga deseos de meter una galleta va a venir a saciarlo
conmigo y yo no tengo por qué saciarle los deseos a nadie, la guerrilla muerde y huye, hostiliza, no tiene un frente, es todo frente, conoce el terreno, no da tregua, su poder reside en la inseguridad que crea
en el enemigo, Máximo Gómez es el maestro en eso, cuando supues-
108
Armando de Armas
tamente más tranquilo está todo búmbata búmbata búmbata y queda
el enemigo patitieso en medio de una carretera, de un río, de la selva,
de una calle, porque aquí lo que hace falta que venga es una guerra,
guerra no, que tú lo que tienes es tremendo miedo, que si eso es con
un solo tipo cómo será la cosa cuando venga una guerra de verdad,
un héroe nunca dejaría sin cobrar una ofensa así, ¿miedo de qué?,
bueno, sí, a la verdad que sí tengo miedo, pero también es verdad
que tengo que aguantármelo, apretarlo, estrangularlo allá dentro en
el pecho para que el muy cabrón no se me salga, algo así debieron
hacer Gómez y Maceo para que no se les saliera el de ellos; al otro
día del bofetón dos alumnos conversan; ¿no has visto al jefe de albergue por ahí?; ven acá, chico, ¿tú no sabes que anoche alguien lo
cogió dormido y le rompió la cabeza con un tubo?, está ingresado en
la enfermería como con siete puntos; soldados, somos un pueblo de
soldados; cada revolucionario un soldado y cada soldado un revolucionario; un dos tres cuatro un dos tres cuatro, marciales, firmes,
disciplinados y seguros de nuestro propio camino, hombres, mujeres, niños y viejos, soldados todos de la patria y el internacionalismo
proletario, haremos la paz con la guerra, ¡que viva la guerra que nos
permitirá un día vivir en paz!, paz de los sepulcros, entorchados,
charreteras, cascos, medallas, órdenes, correajes, reconocimientos al
valor, toques a degüello, arcos de triunfo, marchas triunfales, pedestales, monumentos al soldado desconocido, la Trompeta del Juicio
Final, fuegos inextinguibles, toques de tambor, hachas desenterradas, desfiles, batidos de pólvora, pastillitas contra las inoportunas
diarreas, VICTORIA VICTORIA VICTORIA, a convertir el revés
en victoria, salvas de salutación, Hatuey es el primer internacionalista proletario, todos tenemos que estar dispuestos a inmolarnos en
la misma hoguera por la misma causa de cualquier pueblo hermano,
soldados de plomo, soldados plásticos, soldados de plastilina, nada
de la bobería esa de convertir las armas en arados, antes bien, de los
juguetes haremos armas y de las armas más armas con qué combatir
al Gran Monopolio Armamentista de los Estados Unidos; hoy Wily
me ha hablado de robar en el almacén de la escuela y que con un
poco de suerte nos hacemos de una buena cantidad de dulces y refrescos y yo le he respondido que eso no es así como así que eso es
109
La tabla
algo que hay que pensarlo para que salga bien, a mí el asunto me
interesa pues uno pasa aquí un hambre del carajo, sobre todo cuando
llega la noche, en la casa me enseñaron a respetar lo ajeno, pero
tengo que ser dialéctico y reconocer que en la casa me enseñaron
muchas cosas que en la práctica son difíciles de cumplir, no porque
no me gustaría hacerlo sino, creo, porque de cumplirlas pasaría más
trabajo que un forro de catre, además, Robin Hood era un bandido
que robaba para repartir entre los pobres, aunque pensándolo bien,
qué tonto o colonizado cultural soy con venir ahora con el cuento de
Robin Hood, cuando en nuestro folklor contamos con un Manuel
García, Rey de los Campos de Cuba, que hacía lo mismo y hasta con
más estilo, porque cuentan que un día iba por un camino y se topó
con un infeliz guajiro que labraba la tierra con una coa, y le preguntó por qué razón pasaba tanto trabajo cuando le resultaría más cómodo labrar con una yunta de bueyes, a lo que el hombre respondió que
no tenía cómo comprar una yunta de bueyes pues era muy pobre,
entonces el buen bandido; buscar posibles conexiones con el buen
salvaje; sonrió y extrajo 200 pesos oro de una cartuchera y le preguntó si no sabía de algún vecino que vendiera una yunta, y a la
respuesta afirmativa del campesino, Manuel García le entregó el dinero y le recomendó que comprara esos bueyes, ¡y ahora es que
viene lo bueno!, por la noche el Rey de los Campos de Cuba se introdujo en la casa del dueño de los bueyes y le exigió a punta de
pistola que le entregara la suma de la venta que había realizado por
el día, además de eso, también cuentan que colaboró de alguna manera con los independentistas cubanos y que entregó una buena suma
de dinero a Juan Gualberto Gómez para que se la hiciese llegar a
Martí con vista a la compra de armas, cosa que Martí no aceptó por
considerarlo dinero manchado; dándose el hecho tragicómico de que
el dinero jamás se usó en la compra de armas pero tampoco regresó
a los bolsillos del bandido-patriota-benefactor, embolsándoselo algún comandantillo del Ejército Mambí que quizás posteriormente
haya tenido que ver con la muerte del Rey de los Campos de Cuba,
precisamente el 24 de febrero de 1895 cuando al frente de sus hombres marchaba a incorporarse a las huestes libertadoras; así, pues,
queda demostrado que Robin Hood era un niño de teta al lado de
110
Armando de Armas
nuestro Manuel García, y que también los ladrones pueden resultar
héroes y hasta santos porque la Abuela cuenta que San Dimas ascendió al cielo ocultando en su túnica gallinas que robaba en el trayecto;
es verdad que Wily y yo vamos a robar para nosotros mismos, pero
también lo es que nosotros somos pobres, pobres de toda pobredad,
además que, seguro, Robin Hood y Manuel García no comenzaron
robando para los pobres, sino para ellos, y cuando tuvieron lo suficiente fue que les dio por repartir entre la plebe, porque ellos verracos no eran; cuando aquí llegan las diez de la noche entra un hambre
que no la brinca un chivo, lo del hambre ha de ser por las pajas, que
nos hacemos como cuatro al día y ya en la última lo que echamos es
espumita; la guerrilla tiene que buscar ante todo sus fuentes de aprovisionamiento, y nosotros somos una guerrilla de dos, Wily es mi
único socio aquí, los otros no son malos pero sé que me aceptan o
me mastican pero no me tragan, y es fundamentalmente porque no
comprenden que yo hable y pregunte acerca de cosas que para ellos
resultan extrañas, y deben verme como a una especie de animal raro,
alguien que prefiere romper las tablas de una persiana para meterse
en la biblioteca a leer libros viejos y polvorientos antes que cumplir
con el horario de deportes, ¡qué digo cumplir!, para ellos eso no es
cumplir, es gozar, y me doy cuenta que lo bueno para unos puede no
serlo para otros, y viceversa, quizás por eso me moleste tanto que la
directora se pare a hablarnos en los actos matutinos acerca de que
nosotros estamos comprometidos con Fidel a obtener el cien por
ciento de promoción en los exámenes y que debemos renunciar al
pase y a las vacaciones para aumentar la producción, cuando lo cierto es que nadie contó conmigo para tales compromisos, es como si
todos debiéramos o tuviéramos que pensar lo mismo, de contra que
ya es bastante tener que vestir uniformados, es de madre tener que
actuar, hablar y pensar como si fuéramos una sola persona, al menos
en lo que se refiere a actuar y hablar, porque en lo que se refiere a
pensar nadie te puede obligar porque nadie es capaz de adivinar lo
que hay en nuestra mente; sería bueno poseer un portento capaz de
adivinar los pensamientos de la gente y hacer más eficiente así el
trabajo de espionaje y contraespionaje, el enemigo nunca podría pasarnos gato por liebre, e instalaríamos un aparatico de esos a la en-
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La tabla
trada de cada centro de trabajo y sabríamos acerca del nivel ideológico de cada uno de nuestros obreros y cuándo llamarlos al camino
correcto en caso de detectar desviaciones, y además, garantizaríamos que los dirigentes que situemos en las diferentes instancias sean
de una confiabilidad a toda prueba y fieramente combativos; ¿combativos?; sí, porque aquí resulta que las palabras cambian su significado y un combativo no viene a ser un soldado sin miedo a la pelea
y agresivo, sino un consumado hijodeputa que constantemente te
está velando para ver lo que haces o dices o con quién te reúnes o
qué música oyes o cómo vistes para entonces echarte para alante
como a un carrito de helados, ellos dicen que son comunistas pero
Periquín asegura que los comunistas no delatan a sus compañeros,
que muchos de ellos han muerto descuartizados pero sin decir ni pío,
con lo que veo que tal vez los comunistas sean los mártires cristianos de los primeros tiempos, cuando todavía sus jerarcas no rodeaban sus cinturas de protuberantes cinturones adiposos y enjoyaban
sus dedos con oro y deslumbrantes piedras preciosas, según ellos,
anticipaciones terrenales de lo que sería la luminosidad de la vida
eterna junto al Señor; entre paréntesis; a Tupac Amaru también lo
descuartizaron, con cuatro caballos tirando cada una de sus extremidades, y no era cristiano ni comunista y sí un indio valiente de verdad; también ponen como pretexto para la chivatería la cuestión de
la conciencia de clase y no sé a qué clase se refieren porque ellos, los
chivatos, son estudiantes y las informaciones que dan son para la
Directora que pertenece a otra clase porque, en primer lugar, es Directora, y además, posee carro, aunque también es verdad que los
padres de casi todos los chivatos poseen flamantes carros y va y a lo
mejor algo que yo no sé es que la conciencia de clase tiene mucho
que ver con eso de los carros; esta escuela es de ustedes y ustedes
son el legado luminoso de nuestros héroes, tienen en su poder lo que
no tiene ningún niño de América Latina, la escuela en el campo, la
fragua del Hombre Nuevo, la escuela de la cual hablara Martí con su
visión anticipadora de lo que sería la visión anticipadora de nuestro
Comandante en Jefe; ¿Hombre Nuevo?; sí, hombre, cómo no, un
individuo que además de ser un almacén de mierda en dos patas,
tener ideas; las del colectivo, por supuesto; trabajar, reproducirse y
112
Armando de Armas
gozar; nada de lo cual es nuevo; está libre de prejuicios, traumas,
vicios, ambiciones, mezquinos intereses, dudas, contradicciones,
bajas pasiones, miedos, sentimentalismos, odios; perdón, sí, debe
tener una fulminante dosis de odio para todo y todos los que no sean
como él, que no hayan sabido elevarse hasta su categoría, que no
sean capaces de tener una idea fija y morir por ella, la idea de la
transformación total del espectro de la sociedad y la vida en UN
COLOR ÚNICO; el Hombre Nuevo tiene que ser aséptico, integral,
especie de experimento de laboratorio llevado al plano político, social y humano; hicimos ya la ganzúa y Wily la ha bautizado como
Abre Caminos, lo cual tiene que ver, dice, con un orisha, que viene
siendo como un dios de la santería, porque parece los santeros no
han aprendido a racionalizar recursos y tienen un dios para cada
cosa, mientras que los cristianos tienen UNO para todo; OJO; establecer posibles conexiones entre Cristianismo y Totalitarismo y entre Santería y Democracia; hicimos la ganzúa de un perchero de
alambre; Wily; si no abre el llavín, lo rompe, pero de todas formas
ella abrirá el camino; esperaremos a que caiga la noche y den el toque de silencio y comience a brillar la estrella de la guerra, la estrella
de la guerra da suerte a los que como nosotros son audaces y se lanzan en busca de la fortuna, bajaremos desde la azotea por la cabilla
del pararrayos, la cabilla rugosa herirá las manos, estaremos agotados, y la desesperación, o el miedo, nos hará concebir la idea de
dejarnos correr por la cabilla, pero nos convenceremos pronto de
que dejaremos la piel de las manos prendida a las rugosidades de la
cabilla como si fuera el cuero de un majá Santa María abandonado
en medio de un camino real; ¿lo de camino real vendrá de la época
de la colonia en que el Rey de España era dueño de cosas acá en la
Isla de las cuales él ni siquiera sospechaba su existencia?; y estoicamente seguiremos aguantando ese espanto sin final como buenos y
probados comunistas que llegaremos a ser algún día, el profesor de
guardia dará su recorrido habitual de un extremo a otro del pasillo
central de la escuela, las luces del área de deportes estarán opacamente iluminadas, y Wily vigilará a que el profesor se aleje con
rumbo al edificio docente, caminaré cuidando de no pisar una lata
delatora, armado de la ganzúa y de un gran miedo, un miedo que me
113
La tabla
hace actuar compulsivamente para acabar con eso de una vez, para
sentirme en el después, en el mañana, en el ya sucedió, en el recuerdo, en la auténtica realidad de las imágenes, en el terreno de los
alardes de valentía, en la voz reposada que cuenta a los demás atónitos y envidiosos; ¡a los que se les pueda contar semejantes hazañas,
claro está!; las peripecias de la aventura, la infrahistoria que tal vez
nunca nadie escribirá, pero antes de eso nada importa, ni el éxito, ni
el fracaso, ni el sudor frío corriéndote por la espalda, ni la ansiedad
y el deseo de que si cogen a uno, sea al otro y no a ti, aunque ese otro
sea tu único amigo, lo importante, lo realmente importante, es pasar,
ser la posibilidad realizada en el futuro y entonces me apoderaré de
la primera caja de refrescos y, con voz ronca; ¡te cogí cacho de maricón!; y me encuentro en la dirección de la escuela con la Directora
frente a mí; a ver, Amadís, si aún podemos contar con que te quede
algo de revolucionario y nos dices qué diablos hacía Wily cerca del
lugar de los hechos; no sé, Directora, no sé, estaría cogiendo el fresco; no voy a hablar, no puedo hablar, soy un hombre, no un chiva,
pero me aflojo, es como un apendejamiento de las piernas; Wily; sí,
Directora, eso mismo, cogiendo fresco; algo como otro yo que me
empuja a decir, sí, Wily me estaba vigilando, es mi cómplice, no
quiero estar solo, un maricón, eso mismo es lo que soy si me atrevo
a hablar, ¿atreverme a hablar?, sí, cómo no, amigo mío, para eso
quizás hay que tener más valor, porque no es fácil pasar por encima
de unos remordimientos que en última instancia nunca se dejarán
pasar por encima y te estarán persiguiendo toda una vida con el empecinamiento de monstruosas ladillas, y entonces va y se da el caso
de que callas tu boca, no por valiente, sino por cobarde, y ahí mismito es donde las cosas se te empiezan a enredar y no todo está claro
en la vida ni mucho menos y unas cosas tienen que ver con las otras
y todas son diferentes e iguales a la vez y los héroes no lo son tanto
ni los traidores tampoco; ¡no puedo hablar, coño!, ¡primero muerto!,
como los comunistas; la Directora; vamos, Amadís, que los comunistas siempre dicen la verdad; Wily; mira para Amadís con cara de
por tu madre no te atrevas; Amadís; si al menos nos hubiesen atrapado a los dos no tendría que estar en esta disyuntiva, ¿será verdad eso
de que la desgracia compartida toca a menos?, no sé, pero eso es lo
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Armando de Armas
que necesito, que Wily esté conmigo en la desgracia, que el hombre
es ser social y por eso mismo es hombre y no mono y por tanto aflojarse y hablar para no estar solo es cosa de hombre y no de mono y
los hombres mueren y los monos digo y el Partido es inmortal; ¡vamos, compañero Amadís!, ¿se decide usted?; soy inmortal, tengo
toda la eternidad para arrepentirme, y eso es lo malo, lo terrible, toda
una eternidad arrepintiéndome; si me dices que Wily estaba en lo
mismo que tú, si me lo reconoces como hombrecito que eres, no los
expulso a ninguno de los dos, de lo contrario, no sólo te expulso de
la escuela, sino que paso el caso a los tribunales; Judas vendió a
Cristo por una moneda, Judas Chivato, Cristo comunista, yo comunista, aunque lo de situar a Judas como símbolo de la traición a lo
mejor no ha sido más que una de las tantas inconmensurables injusticias de la Historia y él no fue más que alguien que gozó de la máxima confianza del Hijo del Hombre y que oficiaba dentro de la banda
de apóstoles como tesorero lo cual, lógicamente, hubo de crear envidia y animosidad entre los restantes miembros menos favorecidos
por la gracia del Mesías, pongamos por caso que ante una celebración determinada el Mesías ordenase la compra de una garrafa de
vino para compensar la vida de andariegos que llevaban, harapientos
y alimentados sólo por el éxtasis divino, conociendo de antemano
que lo existente en las arcas no daba para semejante lujo, pero como
buen líder que era dejaba caer la negativa sobre los hombros de Judas, quien sabía cabalmente lo que Jesús esperaba de él, por lo que
no era de extrañar que el pobre Judas Iscariote alcanzase fama de
tacañón entre sus compañeros, cuando no de malversador de los fondos colectivos, y en represalia, o sinceramente convencidos, comenzasen a tejer la historia de la traición de Judas, después que el impacto traumático de la crucifixión hubo pasado, pues para ellos, quién
sino él iba a ser el traidor, tan sospechoso siempre de oscuros manejos, tan favorecido por Jesús que en su amor no era capaz de percatarse de las argucias del Iscariote para acaparar sus favores, tan extranjero como era, tan silencioso, tan torbo y tan con ese nombre
como nacido para la inmortalidad estigmatizada por la costra de la
traición; el verdadero traidor quizá quede para siempre agazapado
en las brumas del tiempo o quizá no hubo tal, y sí un eficaz trabajo
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La tabla
de inteligencia por parte de los Órganos de la Seguridad al servicio
de Poncio Pilatos o de los sacerdotes hebreos o de ambos inclusive,
es algo que nunca se sabrá a pesar de venir repitiéndose en la eternidad los mismos hechos, nada, ciegos que somos los humanos; no, no
soy comunista, no soy comunista ni la cabeza de un caballo, yo lo
que soy es un hombre y no voy a cantar; por qué razón se le dirá
cantar a la acción de chivatear cuando en realidad el acto de cantar
es sublime y nos acerca más que cualquier oración o reverencia o
acto de fe o devoción o postración o golpecitos en el pecho a la esencia de Dios, porque Dios no debe ser ese anciano severo y con destellos de ira en los ojos que mira a su desvalido rebaño desde la inmensidad de su trono, sino un anciano venerable y cantarino como
las cascadas de un bosque antes del advenimiento del apogeo de la
Revolución Industrial; Dios-todo-bondad Dios-todo-canto Diostodo-armonía; translúcido y abarcador y cálido y brisa y caricia y
salticos por la pradera y bendicidor de la fertilidad humana y vegetal
y a favor del divorcio antes que de las riñas conyugales y paloma y
pez y lluvia y a veces trueno por aquello de que las rosas también
tienen espinas y levitación e inteligencia y relajador de tensiones y
accesible a todos y aperturista; pero bueno, suponiendo que en realidad Judas fue traidor me pregunto qué hubiera hecho Cristo en el
lugar de Judas, si en vez de haber sido el Hijo de Dios, el Hijo del
Hombre, el Mesías, el Elegido, el Embajador del Nuevo Reino, hubiese sido un simple hombre, un pobre y oscuro hombre obligado a
cambiar la bella y utópica promesa del Reino de los Cielos por la
tangible realidad de unas monedas grabadas con la efigie del César,
que además del brillo relampagueante le permitirían dar de comer a
una mujer y unos hijos abandonados y harapientos en una aldea perdida en sabe Dios qué polvoriento rincón del Medio Oriente; nada
de lo cual lo exime de ser un hediondo chivato, si es que en realidad
lo fue, pero es más fácil ser Dios o el Hijo de Dios que Judas, por
muchas razones y entre ellas la de la Condenación Eterna; en este
caso Judas no hizo más que cumplir su triste papel escrito en el Gran
Tablero Universal; ¡insistimos en la esencia divina de la Literatura y
en la condición del escritor como Dios y en la de Dios como escritor!; donde se bosquejaba el surgimiento de una Nueva Era, que tal
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Armando de Armas
vez no fuera tan nueva y que ya hubiera sido vivida por la humanidad en un tiempo sin memoria, con toda la carga de desesperanzas y
frustraciones que presupone cada amanecer; más asco que Judas inspira el Quinto Procurador de Judea, Poncio Pilatos; sentado ante una
mesa con restos del manjar; ostras, trozos de carne de cordero, hierbas, perdices alanceadas con espaditas de oro; escanciando un vino
rojo y espeso de un odre artísticamente trabajado en un cáliz enorme
que sostiene, con elegancia, pasando su mano derecha abierta por
dentro del asa; dándose largos sorbos, meditabundo, con remordimientos, irónico, imaginando a ratos que la ejecución no había tenido efecto, buscándose argumentos, asqueado, ojos hinchados por el
vino y las noches de insomnio, con un dolor punzante en la sien,
añorando a Roma, erotizándose con pasadas orgías; lavándose las
manos, ejerciendo con regusto la parte de poder que le viene desde
la lejana Roma, haciendo malabares para seguir siendo el sostenedor, y el disfrutador, de esa parte del poder, de sus delicias, prebendas y soledades; sin ser consciente, o no queriendo serlo, del ocaso
del Imperio Romano y de sus coletazos en los estertores últimos que
hacen mártires como ramilletes de flores; un poder absoluto y de tan
absoluto, carcomido, como enorme caserón que se sostiene sobre
vigas de ensueños, funestos ensueños urdidores de una enmarañada
red de peligros insospechados, de muertes imprevistas, de traiciones
esperadas, y no tan esperadas, de evasiones etílico-sexuales y de una
plaga de espías que vigilan a otros espías de manera tal que los padres vigilan a los hijos y los hijos a los padres, los hermanos a los
hermanos, los amigos a los amigos y los vecinos a los vecinos; lenguas, enormes lenguas entrelazadas como sierpes, montañas de lenguas-sierpes, movedizas, babosas, tumefactas, amorfas, y allá arriba
en lo que se supone sea la cima, el trono, y sobre el trono el Gran
César y poco más abajo, también en un trono, Poncio Pilatos, y miles y miles de Poncios Pilatos lavándose las manos en ríos de sangre;
bim bam bum; cuántos chivatos viajan en un tren, cuántos podrán
viajar en este tren concreto, convoyes de trenes atestados de alegres
chivatos que hacen su agosto y tiran sus lenguas por delante de la
locomotora de manera que ésta y sus coches corran no por encima
de los raíles sino por encima de las lenguas, solícitas, de manera que
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La tabla
sus dueños se precien de hacer un gran servicio al Estado que durante años no tendrá que invertir en reparación de carriles y ruedas,
conscientes de que la posesión estatal sobre los medios de producción y de servicios es la única manera de satisfacer, por igual, las
necesidades a todos de una manera científicamente planificada, desconocedores, la mayoría, de que Judas es su Santo Patrono Universal; con diversos motivos para ejercer tal oficio, entre los que se
destacan el simple placer de ejercitar la lengua, una clara conciencia
de clase, el bien de la patria, el escalamiento de posiciones o el mantenimiento de las que ya se poseen y el hecho de evitar ir a la cárcel;
pum pum pum me gustaría ir por el tren dándole a cada chivato su
tiro de gracia; no matarás; sólo Dios da vida y sólo él puede quitarla,
pero, cabe preguntarse también si cuando matamos no somos más el
arma que Dios ha usado para cumplir sus designios que empuñadores del arma, y entonces habrá quien se pregunte también acerca de
cómo Dios Omnipotente va a necesitar de nosotros tan pequeños e
infelices para llevar a cabo sus designios y yo le respondería que
simplemente no desea embarrarse las manos con empresas no dignas de su divinidad; ¿y si ella es una chivata?, y a lo mejor no goza
y finge y quiere saber acerca de mí y para lograrlo se deja desnudar
y meter mis dedos y se mete los de ella, todo por saber quién soy, a
qué me dedico, a qué fui a La Habana, qué pretendo con una pistola
en el bolso y cuál es el número de mi carnet de identidad, o a lo mejor simplemente ya sabe todo eso, o ya lo saben sus jefes, y sólo
viene dándome cordel a ver quiénes más están involucrados en el
asunto, pero se va a joder porque no voy a decir ni pío que yo no soy
ningún bobo ni ese es el camino; las putas son algo maravilloso
cuando no son chivatas pero la única dificultad consiste en que casi
todas lo son o todas tienen posibilidades de serlo, o mejor, todos tenemos posibilidades de serlo y la cosa debe ser como un bichito que
los hombres y las mujeres llevamos dentro y por mucho que el bichito haga por alargarse y engordar y sacar su fea cabecita lo mantienen
a raya con una buena dosis de cojones o de ovarios, eficaces medicinas para este tipo de enfermedad, si es que en realidad es una enfermedad, cosa que aún no ha sido probada por los más eminentes científicos, que entre paréntesis, en ocasiones han tenido también el
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Armando de Armas
bicho extremadamente desarrollado; porque ese bicho, ese germen
es como una tentación perenne a desarrollarlo, como si hubiera alguien empeñado en deformarnos, en hacernos cómplices de sus cochinadas para que después no podamos ser índice acusador; hay algo
de heroico en un maricón, y no en la actitud concreta de metérsela,
ya de por sí bastante valiente, sino en su actitud general ante la vida
y la sociedad, en esa vocación de desafío, de provocación y rebeldía
que hay en todo maricón; desde el chancletero, ignorante y pendenciero que espía de reojo a los hombres en los baños de las terminales
de ómnibus, habitante de cuarterías, hasta el culto y refinado y socialmente reconocido como alguien que no es maricón sino que todo
su plumaje es consecuencia de la crianza mimosa que le dieron y de
su gran cultura; ¡como si existiera algún tipo de conexión subterránea entre la cultura y el culo!; en el estoicismo al soportar el escarnio, la burla y la discriminación, en la contradicción de llevar un
alma de mujer en un cuerpo de hombre o un alma de hombre desviadamente manifestada, en la agresividad al romper reglas y normas
que prevén, suponen, establecen y dictan el comportamiento de los
seres humanos; heroico resulta también su desenfado, sus movimientos etéreos, su manera de agarrar entre suave y ansiosamente
posesiva, su andar grácilmente indecoroso; el relajamiento físicomoral, cuya expresión más acabada es un dejar caer los labios y un
desencajamiento del rostro que se traduce en un ablandamiento total
y en un dejar hacer o un háganme lo que quieran que sólo lograrán
hacerme gozar; Informe Policial; el ciudadano X y el ciudadano Y se
personaron en casa del homosexual CH y una vez dentro del domicilio, pues se conocían, ambos individuos arrastraron al arriba mencionado homosexual hacia el baño, y comenzaron a golpearlo por
turnos exigiéndole que les entregara las joyas que poseía, primero el
X y después el Y, pero resulta que cuando ya hubo probado las dos
tandas comenzó a gritar desesperadamente, cosa que oyeron los vecinos que se personaron en esta unidad de la policía a formular la
denuncia, pidiendo el muy degenerado que nada más le golpease el
mencionado X porque según se podía deducir de sus gritos lo hacía
menos duramente y con más estilo; frente a un mundo que admira la
violencia, y la exige, que obliga al orden y la regimentación, a la
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La tabla
uniformidad de las costumbres, de las poses y, sobre todo, de las
ideas; de lo que se desprende que un maricón viene a ser un atentado, intolerable, no ya a las buenas costumbres sino al TOTALITARISMO mismo; por eso fueron cazados y empalados durante la Edad
Media, llevados a campos de concentración, fusilados y gaseados
bajo los regímenes socialistas de Stalin, Mussolini y Hitler; el símbolo más representativo de la democracia bien pudiera ser un maricón feliz, y por lo mismo no hay nada más detestable que un maricón aliado al poder dictatorial, domesticado por el poder dictatorial;
digamos, por darle algún nombre, un maricón staliniano o hitleriano
o castrista; lo veremos forrado en vistosos y llamativos uniformes
militares, atrincado en toscos correajes, lleno de entorchados y condecoraciones de diversos grados, marcial, erguido y engreído, dispuesto a cobrarse todo lo que durante tanto tiempo le habían venido
haciendo, traduciendo las ordenanzas en ritos sadomasoquistas, adorador de las insignias militares con el mismo fetichismo de las hebillas de pelo, aretes y prendedores, sumiso ante los superiores, gozador del olor a pólvora y a macho de las trincheras y cuarteles, más
dogmático que el dogma, comecandela, siempre insinuándose veladamente por encima del blindaje, intrigante, despiadado con los que
están por debajo de él, falsamente atento, más comunista que Stalin
o Castro o más nazi que Hitler, según sea el caso, alentador de revueltas que después denunciará, dispuesto siempre a vender a su
madre, y hasta su marido, si le dan la ocasión, degustador del semen
adherido a las sábanas de los reclutas, puro puro puro purísimoooooooooo de ideología, recto, ortodoxo, conservador, inclaudicable, extremista, disciplinado, jamás transigirá con lo mal hecho, poderoso, capaz de todo, y, ¡pobre del que no haya respondido a sus
requerimientos amorosos!, porque en él descargará todos sus odios
y rencores de mujer despreciada, bajo el apotegma guevariano de
donde comienza el deber termina la amistad; Amadís penetra en la
oscuridad del albergue, atrás quedan el aula y el bullicio y los tacos
tirados subrepticiamente a la primera oportunidad dada por el soñoliento profesor que vigila el estudio individual, los toqueteos sigilosos de los novios por debajo del pupitre y la bombilla eléctrica que
hiere en los ojos cansados; Amadís camina con cautela pues puede
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Armando de Armas
haber algún profesor emboscado a la caza de bribones como él, o
chivatos supuestamente escapados del estudio para coger en la trampa a los que se escapan de verdad, o chivatos verdaderamente escapados pero tapados ante las autoridades del centro con que se escapan para agarrar a los indisciplinados, que en tierra de herejes de
todo hay; ahora, piensa, vendrá la cama, la posibilidad de ser él, de
sentirse rey dentro del territorio enmarcado por el mosquitero, sin
máscaras, sin miedos, él y sólo él para siempre él; yo y sólo yo y
para siempre yo; reconociéndose, preguntándose y respondiéndose,
acariciándose como si sus manos vinieran de otro cuerpo, enamoradas o maternales según fuese el lugar por donde las dejara correr,
contradictoriamente libre cuando debiera sentirse claustrofóbicamente preso bajo el mosquitero, un mosquitero con un olor mezcla
de sudores cortados y semen, que viene a resultar como manta encantada para volar bajo las estrellas hacia donde su mamá o las cacerías de guineos y patos salvajes de los fines de semana, los guineos
azules se pueden matar a más de cien metros de distancia de cualquier casa sin que sus dueños puedan reclamar nada porque son jíbaros y no tienen dueños; si yo reencarnara un día en un guineo quisiera que fuera en un guineo azul de carnes duras y estridente chillido
de guerra y vuelo majestuoso aunque un día desencarnara acribillado a balazos que siempre va a ser mejor que por viruelas o moquillo;
los blancos no, esos son domésticos y donde quiera que vayan hay
que respetarlos porque tienen su dueño; la libertad es un guineo azul,
la libertad debe ser de color azul, la libertad también puede ser la
muerte, por algo los héroes mueren por la libertad; ¡si es que hay
héroes y si es que hay libertad!; no creo, como dice la profesora de
Historia, que eso de morir por la libertad es la máxima prueba de
desinterés y de amor a la patria, creo que es en primer lugar la máxima prueba de interés y de amor de los héroes a ellos mismos, porque
la muerte más que nada lo que hace es liberarlos de agravios, deudas, responsabilidades, maledicencias, rencores, egoísmos, traumas,
prejuicios y defectos intolerables; claro, por supuesto, también la
patria y los mercaderes de la muerte obtendrán beneficios, hay patrias y gentes que no podrían vivir sin héroes, y ¡pobres de esas patrias y de esas gentes! que tienen que vivir como el dios Huizilopo-
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La tabla
chtli siempre pendiente del hartazgo de sangre; los guineos también
pueden ser héroes, y prueba de ello la tengo en que el otro día embosqué una pareja de esos animalitos, cuando los tuve en la mira de
la escopeta a dos metros de distancia disparé, herí a uno en el ala,
comenzó a correr escorado sin poder levantar vuelo, tratando de escapar por entre la alta hierba, salí de mi escondrijo para a su vez
correr tras él, pero me llevé tremenda sorpresa al ver que su pareja
no levantaba vuelo e iba como escoltándolo y dándole ánimos, y
sólo comenzó a despegar cuando era inminente que los atraparía a
los dos y la permanencia al lado del herido sería sólo un sacrificio
inútil; ¿haría yo lo mismo con un amigo, con un amor en desgracia?;
no sé, realmente nunca se sabe, cualquier cosa que diga es simple
retórica; de pronto, casi imperceptiblemente primero, y cada vez
más fuerte después, a medida que se acerca, del fondo del albergue,
de las literas pegadas a los baños, le llega a Amadís un susurro de
voces y respiraciones entrecortadas, quién estará en el albergue a
esta hora, será una encerrona que me quieren hacer, lo que sea, no
voy a estar toda la noche parado aquí como un bobo, porque entonces para qué rayos me escapé del estudio si no es para estar tranquilamente en mi litera, soñando en mi litera; toma un tubo que guarda
bajo el colchón y avanza descalzo en la punta de los pies, como en
rito de bailarín-guerrero en el fondo de una cueva allá por la remota
época cuando el hombre fue verdaderamente poderoso porque a su
antojo gobernaba mágicamente los elementos de la naturaleza, y no
se postraba ante ninguna deidad porque él mismo era una deidad y
manejaba eficaces mecanismos propiciatorios; llega a la litera de
donde provienen los sospechosos ruidos y allí, abrazados bajo la
misma colcha están Pepe y Rafelito, estupefacto, sin saber qué hacer
ante una situación para la cual no estaba preparado, da una vuelta en
redondo y se va hacia su litera silenciosamente como había llegado;
coño, esto sí es del carajo, hay cosas que no se entienden porque, sí,
es verdad que Rafelito se ve bastante flojito y siempre con la risita y
la sonsera detrás de las muchachitas, no como el zángano de la colmena, sino casi aceptado como una obrera más; pero Pepe, no, Pepe
se faja, es hombrín, tiene novia y le baja muela a María Belén Chacón y habla hasta con tremenda guapería; hoy le he contado a Wily
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Armando de Armas
y preguntado acerca de la conveniencia de decirlo para que los boten
de la escuela que no es tarea fácil esa de vivir con dos tipos así en el
albergue de uno ¿y saben lo que me ha contestado el muy listo? y
creo por esas respuestas de él es que somos amigos pues me ha contestado nada más y nada menos que en el albergue también había
una pila de chivatos y que si los denunciamos para que los boten por
chivatos lo que ocurrirá posiblemente es que nos boten a nosotros y
ellos los chivatos como si tal cosa así que no viene a ser nada malo
que vivan un par de maricones más o menos y pensándolo bien creo
que Wily está en lo cierto porque los maricones mientras no me toquen no me perjudican en lo más mínimo y ¡pobre del que se atreva
a tocarme! y como prevención para no buscarme problemas lo único
que tengo que hacer es no bañarme cuando estén ellos y los chivatos
ya es otra cosa porque perjudican a cualquiera y están apoyados por
la Dirección y el Partido y la Juventud y las Organizaciones de Masas; hay gente que dice que para ser militante de la Juventud hay que
ser chivato también, pero yo creo que no, que una cosa no necesariamente conlleva a la otra que en eso de los militantes es como todo en
la vida que hay buenos y malos y regulares; aunque, claro, con una
diferencia y es que los militantes están obligados, predispuestos, y
sobre todo, orientados a funcionar como instrumentos o piezas de
una maquinaria que como maquinaria, al fin y al cabo, está situada
más allá de cualquier debilidad humana; ¡la Directora cogió a Pepe
y a Rafelito clavados en un baño del tercer piso!; la noticia se supo
en toda la escuela con la rapidez y morbosidad con que se dan este
tipo de noticias en lugares donde un día es siempre igual al otro; nos
han mandado formar dos filas a lo largo del pasillo central de la escuela, la Directora sale con Rafelito de la oficina de la dirección y se
para frente a nosotros en la plaza de actos y dice; este compañero, si
es que se le puede llamar así a este rastrojo, queda expulsado del
centro por la situación embarazosa que ya ustedes conocen se produjo esta mañana o que descubrimos esta mañana, él, como estoy segura ustedes compartirán conmigo, no merece estar entre nuestras
filas; aplausos prolongados; porque es un rezago, un exponente de
los vicios de la sociedad burguesa; ¿será que entre el proletariado no
hay maricones?; para salir de la escuela debe hacerlo por entre las
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La tabla
dos filas de alumnos uniformados y viriles a todo lo largo del pasillo
central, espejeante a la luz del mediodía, y patadas, escupitajos, pedradas, zapatazos, galletas, dedo en el culo, trompicones, llora putica, llora, gansa vieja, descarada, culo roto, defondao, llenaeleche,
yegua; viene, se acerca, ¡cómo trae la cara!; ¡suénalo, Amadís, suénalo!, que a los maricones les gusta que les den; cargo el brazo hacia
atrás, por la cara no, por el estómago que duele más, dobla a cualquiera, se siente en la vida misma, choco con sus ojos, en sus ojos
hay algo como el desamparo, como una dulce, enfermiza resignación a esperar el golpe, que me paraliza el brazo en el intento; cuando Rafelito, con la ropa hecha jirones, se pierde tras los platanales
como si se perdiera en el mundo, la Directora nos manda a pasar a
los albergues con una voz nada autoritaria y una expresión de cansancio en el rostro, y entonces, sólo entonces, reparamos en que
Pepe no aparecía por ninguna parte; hay que ser héroe para empastarse un diente, todavía sacarse una muela, pasa, un halón y sanseacabó, pero ese taladro haciendo la faena en el diente no hay macho
ni dios que lo resista y es preferible cortarse la piel con una navaja
que empastarse un diente, dice Mami que las piezas se me han puesto así por lo abandonado que soy y no es por abandonado sino por
cobarde y Periquín que los guardias de Batista le taladraban los
dientes sanos a los revolucionarios para que delataran a sus compañeros de lucha y a veces creo que Periquín exagera un poco y creo
que yo en una situación tan dolorosa hablo como una cotorra y que
además cualquiera habla y me hubiera gustado vivir la época para
saber la verdad y que no me vengan con cuentos y si es cierto que te
taladraban los dientes probar a ver si soy capaz de resistir y así conocerme mejor o al menos probar mi valor en un momento dado lo
cual tal vez no sea mucho pues siempre te va a quedar la duda de si
en otro momento te vas a portar con el mismo valor o si por el contrario te amarillas como una calabaza por lo que entonces te encuentras con la paradoja de que uno es uno y muchas otras gentes al
mismo tiempo y nunca podrás determinar quién va a actuar en cada
momento; aquí en la escuela hay dos maneras de probar el valor, lo
que viene a ser como dos maneras de ver las cosas, una es en el estudio, en el trabajo, en las actividades político-ideológicas, en la re-
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Armando de Armas
creación, en el cumplimiento de la disciplina, en los deportes y en la
combatividad; ésta es la manera más aburrida y la que reconoce y
proclama la dirección del centro; la otra es fajarse cuando a uno le
sirvan un problema en bandeja, correr desnudo por las marquesinas
del cuarto piso, robar caballos a los guajiros para montar bajo la luna
o yeguas para templar contra un barranco, también bajo la luna; que
es la manera menos aburrida y la que más nos gusta a Wily y a mí;
el dentista me mete un espejito en la boca y paso tremenda pena
porque me regaña diciéndome que soy un cochino que no me lavo la
boca y no encuentro qué responder a semejante ataque y me pongo
todo colorado y la cosa es que me han robado el cepillo y hace una
semana que no puedo cepillarme; taladro, reeeeee reeeeee reeeeee
eeeeeeeee eeeee eeeeeee y la boca se me llena de saliva que quiero
expulsar o tragar y no puedo y reeeeeeee reeeeeeee reeeeeeee tan
abierta que no me deja hacer ninguna de las dos cosas y eso me desespera; Fidel se preocupa porque los jóvenes estudiantes revolucionarios no tengan caries ni encías deformes y Mami que ya voy siendo mayorcito para andar con los dientes podridos y que a las mujeres
no les gustan los hombres de bocas descuidadas; los alumnos de
estas escuelas tienen que ser como manzanas, manzanas no, que es
una fruta europea y denota un fuerte colonialismo cultural, más bien
como anones; ¿y es el anón una fruta cubana?, primeras noticias; sí,
cómo no, si el anón aparece hasta en el Espejo de Paciencia de Silvestre de Balboa y Troya de Quesada como un elemento más en favor de la cubanidad de la obra, lo que sucede es que producto del
bloqueo económico del enemigo no nos es posible comercializar dicha fruta de manera que llegue a toda la población, y ese es el motivo por el cual te encontrarás jóvenes que solamente conocen la fruta
por las ilustraciones en sus libros de texto; sanitos como el anón,
limpios, saludables del cuerpo y la mente, protegidos de manera que
el taimado chipojo no pueda asestarles su devastadora mordida; somos el primer país de América Latina en iniciar el vasto experimento de la creación del Hombre Nuevo, un verdadero laboratorio social; tengo unos deseos enormes de morder el dedo al dentista para
que me deje tranquilo, ¡coño, cómo duele ser el Hombre Nuevo ese!;
reeeeeee reeeeeeee reeeeeeeeeeeeee, parece que me está taladrando
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La tabla
en el cerebro, debo tener un cerebro lleno de agujeros negros como
los del espacio, ¿cómo los del Hombre Nuevo?, reproducción en
miniatura de los agujeros negros del espacio, no lloro porque de
verdad que me da pena con la dentista que ha llegado y habla con mi
sacamuelas y creo que he tenido mala suerte porque hubiera sido
mucho mejor que fuera la hembra la que me trasteara en la boca que
siempre es bueno que si a uno lo van a trastear que lo trastee una
hembra que los hombres son muy toscos y éste parece que lo hiciera
nada más que por joder como si sintiera placer en el dichoso
reeeeeeeeeeeeee y en el dolor que sabe causa y habla ahora con ella
no sé qué de perspectivas y frustraciones y fe y tristeza del destino
del sacamuelas y salarios y vigilancias y guaguas todos los días y el
sindicato y el Partido y procrear y defecar y un día morir y no pasa
nada; ejércitos de sacamuelas, armados de tenazas y taladros, formados en comandos, comandos terroristas, que atacan a la población en
los mercados, los cines, los bares, las iglesias, las fiestas, los dormitorios y las funerarias y, últimamente, también atacan en los cementerios y profanan las tumbas y se precipitan con verdadera saña sobre montones de cadáveres, y para más eficacia en la faena han
ideado unas alambradas que cubren las calles, las plazas, las playas
y los stadiums, donde almacenan por años la materia prima para el
festín, porque ya para ellos el trabajo ha devenido festín y al placer
de extraer, taladrar y partir muelas han añadido el placer de alambrar
espacios, placer o terror enfermizo a los espacios abiertos, a lo no
enmarcado, a lo sin fronteras, como si sintieran una necesidad vital
del límite para sentirse seguros y actuar, es como si la fuerza y la
precisión no estuviesen ya en sus manos sino en las alambradas;
¡pobrecitos sacamuelas que no saben si fabrican alambradas en función del desprendimiento de muelas o desprenden muelas para tener
las alambradas!; ahora mismo estoy convencido de que el tren por
mucho que corra nunca podrá salir de la alambrada y, sin embargo,
¡qué triste!, él corre y corre sin chocar contra la alambrada simplemente porque nunca consumirá los límites que le están concedidos y
por tanto es ajeno a su misma prisión; los sacamuelas sólo podrán
deshacerse del vicio de las alambradas volviendo contra ellas sus
tenazas y taladros; éste es un tren cargado de hombres y mujeres
126
Armando de Armas
desdentados, hemos venido dejando dientes en todas las estaciones
por aquello de que se los lleven los ratones y con el poder de sus
dentaduras roedoras un día nos hagan salir por homeopatía unos
dientes hermosos y fuertes como hachas; el diente de perro es muy
bueno para la agricultura y movilizaremos a los estudiantes, los
obreros, los soldados, los intelectuales, los cederistas, las amas de
casa, los minusválidos y retrasados mentales para en un quinquenio
lograr la hazaña de convertir el diente de perro de todas nuestras
costas en territorio perfectamente cultivable, con lo cual garantizaríamos el cumplimiento del plan alimentario de nuestra población;
lo demás, lo que hasta ese momento conocíamos como tierras cultivables podrán ser utilizadas enteramente en nuestra preparación
combativa; cavaremos trincheras y refugios y levantaremos fortificaciones antinucleares y los taparemos y destruiremos y volveremos
a cavar y a levantar, con el fin de mantener el espíritu y la disposición al combate de todo el pueblo, que el enemigo sepa que si se tira
queda, que somos un gran cementerio; tumbas, muchas tumbas para
los infelices a quienes se les ocurrió convertirse en nuestros enemigos, las tumbas no las construiremos para cuando lleguen los enemigos, estarán siempre a su disposición, siempre han estado a su disposición desde que eliminamos las tumbas porque decidimos ser una
Gran Tumba, absoluta, abarcadora en todos los sentidos posibles,
centralizada, monolítica; porque las tumbas individuales crean la
anarquía, el desorden y el desviacionismo y si estamos dispuestos a
recibir a los muertos del exterior, y a poner los que haya que poner
por parte nuestra, no es para que cada muerto haga o hable lo que
mejor le plazca porque entonces serían muertos extremadamente peligrosos y habría que volverlos a matar con el consecuente gasto
innecesario de recursos; indudablemente que los cementerios tienen
su encanto, no hay nada como pasar por un cementerio y leer; Clotilde López; EPD, tu esposo e hijos te encontrarán en la eternidad; Al
Capone tuvo su encanto y algunos dictadores también, lo que prueba
que pésele a quien le pese existe una belleza de lo terrible; tumbanación, nación-tumba a estos hijos de puta, tumba tumba tumba para
el otro lado del charco canalla rumbero; ¿cómo será el Otro Lado?;
todos vivimos al lado de acá de algo, siempre hay otro lado, otra
127
La tabla
posibilidad, otro mundo de premoniciones, de sorpresas, de esperanzas, y de frustraciones; El camino de Santiago es la historia de Juan
de Amberes o Juan el Romero que va de peregrinación a Santiago de
Compostela y la abandona ante los embustes de Juan el Indiano que
le habla de las Indias como lugar de maravillas para hacer fortuna
fácilmente, cuando por fin al cabo de múltiples peripecias llega a
San Cristóbal de La Habana y descubre que ha sido engañado y que
lejos de la tierra de promisión aquello es la tierra del Diablo, y que
allí la gente vive más de la intriga, el chisme y la delación que de
cualquier otro oficio; es más, no hace falta un oficio, sino estar-ideológicamente-bien-mirado y estar-socialmente-bien-situado; y no le
queda otro camino que el lecho grasiento de negras mondongueras,
la trampa en los dados y las borracheras con vinos de mala muerte,
y por ese camino una noche tumba a Jácome de Castellón, el genovés, de una certera puñalada en el abdomen y huye hacia el monte,
donde encuentra refugio en un palenque integrado por hombres de
las más diversas etnias y creencias como indios, negros, un judío y
un calvinista, unidos todos por la fraternidad que ofrece el vivir fuera de la ley; la ley del Sistema en la isla, intolerante con el pluralismo de las ideas y por lo mismo martillo y hoz del desarrollo histórico, social y económico; lo que lo sitúa, aunque sea
circunstancialmente, del lado de los desbaratadores de los martillos
y las hoces; cuando por fin logra regresar a Europa será entonces
Juan el Indiano y con los mismos ardides y en las mismas circunstancias que se lo hicieron a él engatusa a Otro Juan el Romero para
que parta hacia América; es un relato donde Carpentier nos da la
Historia como un ciclo en el tiempo formado de anhelos y fracasos,
para al final del mismo estar en el punto donde partimos y dejarnos
quizás el atisbo de la posibilidad de recomenzar el ciclo bajo otra
perspectiva; aunque no siempre el Otro Lado tiene que ser un lugar
físico, puede ser también, digamos, ese mundo que nos creamos para
sobrevivir a éste que tal vez Dios ni nadie haya creado porque es un
sueño, o una pesadilla de sacamuelas y alambradas; ahora en este
preciso instante mi Otro Lado es la parte exterior del tren, la noche,
los grillos pissssssss pissss pissssssss llamando como minúsculas
sirenas negras que no oigo y menos veo pero que adivino en las ma-
128
Armando de Armas
lezas junto a otros animalejos, un buey echado en el potrero, caballos corriendo bajo la luna; ¡qué difícil se va haciendo ver caballos
correr bajo la luna!; la libertad no sólo puede ser un guineo azul sino
un caballo sin bridas con las crines al viento; la Libertad conduce las
multitudes al asalto de la Bastilla, tiene una teta afuera, la Libertad
es una puta que se da a algunos elegidos; pero, de otros no se deja ni
ver o se deja ver sólo para producir luego la decepción de la postal
pornográfica tras la eyaculación; quizá no sea exactamente así, quizá
lo que pasa es que a la Libertad siempre han estado tratando de putearla, y de hecho la han puteado, pero que ella como tal no es una
puta sino una hermosa guajirita engatusada por chulos de caricias
suaves y hablar fácil; y si, además, no se entrega a todos es porque
todos no han sabido conquistarla; se da el caso de que ha habido
hombres y pueblos que han luchado más que otros por la Libertad y
nunca la han tenido, lo que tampoco sería imputable a la Libertad,
sino más bien al hecho de que esos hombres y esos pueblos no encontraron el camino que los lleve hasta ella, se han extraviado, o lo
más probable, los han extraviado con falsas señales de humo, consecuencia de mitos y fantasmas, de leyendas y dogmas, de supersticiones y prejuicios y la más variada gama de intereses, desde los más
nobles e idealistas hasta los más mezquinos, y todas las combinaciones posibles de las buenas intenciones; por supuesto que la libertad
también se aprende, aunque se supone que todos nacemos para ella,
no podemos olvidar que múltiples generaciones de esclavos terminan atrofiando el instinto libertario, nadie puede pedir a un pájaro
que nació y se crió en una jaula que vaya a vivir al bosque y se comporte de la misma manera que lo hacen los que nacieron y se criaron
en el bosque, en el siempre acechante peligro de la Libertad, porque
la Libertad también tiene sus peligros; nadie debe juzgarme porque
llevo una pistola y menos por la paja que le hago a esta puta triste; a
veces pienso y me entra un gran cargo de conciencia por las cosas
que hago y por las que no hago, me siento malo, desmerecedor de
este uniforme azul como el cielo y de esta escuela que disfruto gracias a la revolución, de la Directora que es recta pero lo es para el
bien de todos; ¡todos para uno y uno para todos!; de los profesores,
del tío Periquín, de las buenas clases que recibo y de los héroes de la
129
La tabla
patria; soy alguien muy malo y no me explico por qué soy así, y no
quisiera ser de esa forma porque es muy angustioso y quisiera que
hubiera algo, ¡por Dios!, que me embullara para ir todos los días a
trabajar al campo con mi brigada, para asistir todos los días a clase
y al estudio individual, para abstenerme de comer doble y colarme
en la fila del comedor; pero el embullo no me viene y sigo igual,
zafando el cuerpo a los horarios y a los reglamentos; soy un pecador
y debo hacer como me aconsejaba el abuelo Jacinto, reza un Padrenuestro con golpecitos en el pecho; aquí hay muchachos que no cometen pecado, que siempre van por la línea, pero yo no, soy un adicto o un adepto de la herejía, de no seguir la línea, soy un cabezón
dice mi mamá y un comemierda dice mi abuela; la Directora no será
ninguna sinvergüenza y tiene hijos y un marido pero no me acaba de
caer bien porque le gusta mandar mucho; ordeno y mando mando y
ordeno el tren sigue la línea; pipuaaaaaaa pipuaaaaaaa hace el tren
por el terraplén, cargado de niños, y me gusta más que todos los
trenes del mundo que van por las líneas repletos de hombres preocupados, serios, cansados, de guayaberas y relampagueantes anillos y
firmes convicciones acerca del estado; que debe ser omnipotente,
del gobierno; que debe ser del pueblo, y del partido; que debe ser
único; me gustaría también un tren cargado de mujeres alegres pero
que corra por las nubes; los lineamientos del Partido y las líneas del
tren, indios que asaltan un tren en el Oeste norteamericano, apestosos a caballo y aguardiente barato, damas que gritan aterradas y caballeros que hasta hace unos instantes alardeaban entre las damas de
su experiencia en la lucha contra los feroces pieles rojas huyendo
despavoridos, uno de ellos cae al polvo con una flecha clavada en
una nalga; sin duda esto es una experiencia heroica que un día contará en salones de sociedad mientras se toma el té con el ritual de la
lejana Inglaterra y con el fin de gastarle una jugarreta más al tedio
inseparable de las nuevas fortunas; mientras su esposa, una señora
alta y rubia y delgada y de senos prominentes; ¿será éste el canon de
belleza de los pieles rojas de la época?, porque si es así tenemos que
llegar a la triste conclusión de que ya estaban, a pesar de su ferocidad y rebeldía, estéticamente colonizados; es violada por cuatro indios musculosos y llenos de cicatrices y emplumados, pero casi des-
130
Armando de Armas
nudos, y grita grita grita no se sabe si de horror o de placer; indios
feroces que descarrilan trenes y violan blancas puras y castas para
que después puedan contarlo a sus amigas puras y castas entre suspiros y ¡oh, qué horror! y juegos de cartas y la conversación casi
lejana de sus maridos acerca de las últimas inversiones; una francesa
despatillada sobre una mesa del comedor de su residencia, la cabeza
y la espalda apoyadas sobre la mesa mientras las piernas penden de
mecates amarrados al techo, dejando ver al borde mismo de la mesa
el sexo abierto como una pomarrosa, y el contador del ingenio obligado a hacer muescas sobre el espaldar de una silla de caoba cada
vez que un negro penetra a la francesa, apremiado por sus compañeros detrás en la cola, hasta llegar a la cifra de mil, durante una noche
de la Revolución de Haití en que las llamaradas se elevan al cielo en
un grueso rugido, dando buena cuenta de las plantaciones de caña
alrededor del ingenio de la francesa; y turbas enfurecidas a la caza
de chivatos en las calles de La Habana de 1933 a la huida del general
Gerardo Machado; ¡cógelo cógelo es de la porra!; ¡al taxista, al
taxista, maten al taxista que es chivato y se llama Ramón Yendía!, y
lo descuartizan mientras un pícaro trata de hacerse con la leontina de
oro del pobre diablo que hace unas horas se paseaba arrogante por
los bares del puerto sin ocurrírsele que Machado hacía las maletas;
la muchacha ha dicho a Amadís que sí, que son novios, bailan un
miércoles, día de recreación en la escuela, se aprietan, y esto me
gusta porque nunca había apretado así a alguien contra mí y porque
además sé que no se puede hacer aquí y el profesor me mira y yo
más la aprieto y seguro en cualquier momento me llama la atención
o nos manda a dormir para el albergue a cada cual para el suyo por
supuesto y tengo que demostrarle a ella que soy un macho y le pregunto que si tiene miedo y que yo sí no tengo porque en la vida no
se puede tener miedo y acordamos encontrarnos después del toque
de silencio en un baño del tercer piso del edificio docente y quiero
que el tiempo pase rápido y pasó el tiempo y pasó un águila por el
mar y sea mañana y saber cómo salió la aventura y contarme yo
mismo la historia y saboreármela y riiiiiiiiiiii riiiiiiiiii riiiiiiiiiii timbre del silencio; ¡arriba, muchachos, llegó la hora de irse a la cama!,
y un reporte para el que en quince minutos no esté en su cama soñan-
131
La tabla
do con los angelitos y entonces me acuesto y todo silencio y todo
noche y todo espera y todo grillos y todo estrellas por las persianas
y alguien ronca por allá en una litera lejana y menciona un nombre
en el sueño y pienso en ese nombre y le invento una historia que
inventar historias es un oficio para trabajar mucho y no sentir como
que trabajo sino como que juego que esa debe ser la manera más
eficiente de trabajar y no vivir recondenándome la vida como siempre he oído a mis padres y a todo el que he conocido que para ellos
el trabajo es como una condena con grillete prendido al pie como el
que tiene Martí en la fotografía del presidio y me pregunto cuál sería
el número de Martí en presidio y lo penoso que ese número se lo
fueran a enganchar ahora a otro preso que lo estuviera por ladrón de
gallinas o mirahuecos o cosa por el estilo y ese penoso que digo nada
tiene que ver con el pene y casi todos los grandes hombres estuvieron alguna vez en la cárcel y alguno de ellos hasta por el simple hecho de escribir historias lo que me hace pensar que el negocio de
inventar y escribir historias no es cosa fácil como algunos creen ni
de muchachos sonsos como ha dicho mi padre que si así fuera no
habría necesidad de meter a nadie preso por el hecho de escribir
historias y presos están también los sueños de los demás porque uno
no puede penetrar en ellos y sería cosa buena que un día se inventara un aparato para entrar en los sueños del prójimo y eso tal vez no
ha sucedido porque los científicos que son unas gentes muy frías y
calculadoras temen que el día que se ponga a funcionar semejante
portento la gente se irá para el mundo de los sueños y no regresará
nunca más para este mundo que si ahora no lo hacen es porque cada
cual está obligado a soñar solo y cuando al otro día se lo cuenta a
alguien ese tuvo un sueño diferente y entonces se desencanta y dice
esto no puede ser más que un simple sueño y los sueños sueños son
pero ya verán el día que esa misma gente pueda visitar el sueño de
otros y actuar en ellos como en la vida cotidiana porque los científicos dejen a un lado el miedo y creen el Intercomunicador de Sueños
que muy bien pudiera llamársele así para que usted vea cómo ponen
aviones y cañoneras para evitar que la gente escape para el mundo
de los sueños que si no ponen vigilancia policíaco-militar el mundo
éste se queda vacío y lo bueno del Intercomunicador es que ahora
132
Armando de Armas
mismito yo no tendría que estar pensando en levantarme sigilosamente para acudir a la cita y en lo que voy a hacer cuando me encuentre a solas con ella o mejor cómo es que lo voy a hacer y con
que ella se ponga a soñar con el asunto en su litera y yo en la mía ya
estaba todo resuelto pero no importa que de los cobardes nunca se ha
escrito nada y más vale fallar en el intento que nunca intentarlo porque si no me lo voy a estar reprochando toda la vida y yo soy ya un
hombre y como tal tengo que quedar y no añorar un portento que no
sé si algún adía lo inventarán no vaya a ser que yo me quede con las
ganas que dicen los que saben que lo más malo que hay es quedarse
con las ganas y eso de quedar como un hombre me sugiere que uno
siempre tiene que estar quedando como algo ya sea como revolucionario como patriota como comunista o como maricón que de todas
las formas de quedar es la más jodida de todas y si hay que quedar
siempre como algo será porque no se es nada sino sólo la aproximación a determinada cosa en un momento determinado y a ella deben
estarla picando los mosquitos allá en el baño y yo aquí diciéndome
que en los libros que he leído las citas de amor no se dan en baños
colectivos sino en cabañas a orillas de un lago o río cantarino o en
misteriosos castillos en noches de nevada donde el silbido del viento
y el aullar de los lobos hace a los amantes pegarse el uno contra el
otro hasta sentirse como seres privilegiados del Universo y el baño
no será romántico pero es el lugar más seguro de la escuela para una
cita amorosa y poder después alardear de que tengo novia porque lo
de apretármela en el baile no es nada como para estar alardeando y
quiero hacerle un trabajito para que no diga después que soy un verraco porque ya Wily tiene su jevita y dice que es arisca y todavía no
ha podido tocarle el bollo que eso es lo más fácil del mundo que lo
malo debe ser besar como se hace en las películas sobre todo en las
viejas de Jorge Negrete y esa gente donde el bacán besa la bacana en
la boca y ésta se cae para atrás toda desmadejada aunque me parece
que en eso debe haber su truco que seguro consiste en que el bacán
la besa y al mismo tiempo le suena un gancho por la boca del estómago de manera que quede oculto a la cámara y parezca que todo es
consecuencia del beso y a mi modo de ver las cosas es más fácil dar
un piñazo que un beso porque es nada más palanquear el brazo para
133
La tabla
atrás y soltarlo para alante con toda el alma y mucho más limpio
también porque no hay que embarrarse la boca con la saliva de nadie
y si acaso de sangre y nada más que en los nudillos de los dedos y
ahora resulta que ella no quiere pero quiere porque por algo vino
hasta aquí y la halo hacia mí nada más que un poquito por el brazo y
no se resiste nada y yo quiero que se resista y no sea tan fácil y diga
no puede ser está mal que lo hagamos por los padres o una barriga y
me embarcas o cualquier cosa que se le ocurra o qué si yo estoy loco
porque una de las denominaciones acerca de mi personalidad que
más me fascina es la de loco porque si estás loco cualquier cosa que
hagas por mala o ridícula que sea se te dispensa y la gente dice pobrecito déjenlo que está loco y si por casualidad das en el blanco y
algo te sale de maravilla entonces dirán miren qué bien qué bárbaro
y eso que está loco pero no es así y me viene como un corderito y
entonces tengo que arrancarle los botones de la blusa raaaaaassssss
y empiezo a fajarme con el ajustador para zafarlo o partirlo y ella
que espere que no me desespere y se lleva las manos atrás y para mi
asombro el ajustador cae al piso mojado encogido como una culebra
o algo así y quedan al aire dos blancas teticas que parece me van a
sacar los ojos resaltando en la oscuridad y se me antojan dos guayabas del Perú y en estos momentos ya debía tenerla parada según me
ha dicho Yeyo que sucede normalmente en estos casos pero no es así
y estoy temblando y ¿seré maricón? ¿o no me gustarán las mujeres?
y es del carajo que pasen estas cosas porque cuando me imagino un
par de tetas se me quiere partir y ahora que las tengo aquí tal y cual
son de verdad sin las mentiras de la mente lo que me pongo es a
temblar que se parece a templar pero sucede que es lo que no deja
templar a los comemierdas como yo y se las toco y es como si tocara dos peloticas de goma y de aquello nada y entonces se sienten
voces y portazos y sé que son los profesores de guardia que vienen
revisando las aulas y los baños y es como si se me abrieran los cielos
del alivio que siento y me digo así puedo quedar como un hombre
para ella que uno siempre tiene que quedar como algo y si no le hice
nada no fue por culpa mía sino por culpa de los profesores hijos de
puta que no dejan a uno ni vivir; corremos por el pasillo hacia el
pararrayos y, ¡ataja! ¡ataja! ¡ataja! ¡cógelo!, y comenzamos a bajar,
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Armando de Armas
yo delante, aguantándola por los fondillos con la cabeza, craneándome que pedorrea, que inhalo el aliento de su ano, raspándome las
manos, hasta que llegamos como a tres metros del suelo y nos lanzamos al vacío, caemos, rodamos por la hierba y se me aprieta llorando
y entonces siento sus teticas desnudas contra mi pecho y los profesores gritando desde el balcón, y ahora sí tengo el tolete que se me
quiere partir, pero no puede ser porque ya los profesores vienen y no
queda más alternativa que mandarnos a correr; de Chicho Banderas
nos hicimos amigos Wily y yo en una bronca, fue a palos, Chicho y
un socio contra Wily y yo, pero el socio se apendejó en medio de los
palos y salió huyendo, fue el momento que aproveché yo para saltar
por encima de las literas y sonarle un palo a Chicho por detrás, mientras que se batía con Wily, cayó redondito como una paloma, con un
chichón enorme en medio de la cabeza y cuando le fuimos a echar
agua para revivirlo yo le dije a Wily que aquella prominencia parecía el asta de una bandera, y nos dio tanta gracia que se le quedó el
alias de Chicho Banderas; a Chicho Banderas le gusta leer novelitas
de pistoleros del Oeste y montar a caballo, por lo que sale por las
noches a robar caballos a los guajiros, vicio que nos ha contagiado a
Wily y a mí, y resulta que ya somos tres en el asunto y que tres ya es
casi una banda, banda que puede servir para tirar botas durante las
noches y hacerle un atentado a un chivato como dejarle caer una
piedra en la cabeza desde la azotea o darle una paliza, pero para lo
que más puede servir esta banda es para robar caballos, o yeguas, a
mí lo que más me gusta robar son yeguas porque además de cabalgarlas puedes templarlas; facilito, la amarras contra un barranco y
ahí mismito le queda la crica a tiro de pistola, y lo bueno que tiene
la templeta con las yeguas es que con ellas no me pongo nervioso ni
nada de eso, pero lo único es que no me puede pasar lo que a Chicho
que la otra noche recostó contra el barranco una supuesta yegua que
resultó ser un caballo y cuando lo clavó el tipango apretó el culo y
casi se la troza, y resulta que ahora también le decimos Chicho Bugarrón de Caballos, y él se ríe y dice que es mejor ser bugarrón de
caballos que de maricones, pero yo creo que es mejor ser el bugarrón
de una hembrita linda que te diga, entrecortadamente; sí, papi, házmelo por donde tú quieras que yo gozo igual; pero por ahora no
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La tabla
queda más remedio que conformarnos con las yeguas y con mirarle
hueco a las muchachitas en los baños; la azotea es uno de los mejores lugares de la escuela porque allá arriba se puede tomar el vino
seco que nos robamos en la cocina que dicen es malo para el hígado
pero uno se lo toma y es como flotar y nada de miedo y mucho menos pena y es sobrecogedor mirar a la inmensidad de la noche estrellada mientras se caga y se piensa si en cada estrella de esas no habrá
un mundo de gentes iguales o diferentes a nosotros pero con un nivel
de desarrollo tal que viéndonos cagar desde allá arriba exclamen
pobrecitos los terrícolas tan atrasados que tienen que cargar con semejante imundicia por dentro y quisiera volar a una de esas estrellas
donde a lo mejor van a parar los que se mueren acá en la Tierra y
encontrarme con mis abuelos que me dirán ¡qué bueno que al fin
llegaste! pues la tierra es sólo un paso previo y grosero por el que
debemos transitar para llegar a este mundo y con la muerte sólo comienza la vida; como el vino hace flotar va y un día me dejo caer
desde el tanque de agua para elevarme enseguida y planear por entre
las nubes, y la gente de la escuela, ¡miren, ese es Amadís, el mejor,
el único, capaz de elevarse con una botella de vino seco y ver los
platanales de un color violáceo y tigres rosados agazapados entre sus
hojas!; ¡Amadís y sus amigos han bajado dos botellas del vino curtidor del hígado y esperan que el sol baje tras las montañas que rodean el valle en que está enclavada la escuela, que pasen las bandadas de totíes y se haga la noche; Amadís; ¿por qué será que el totí va
a dormir a los parques de las ciudades?; Chicho; eso ocurre porque;
Wily; a nosotros qué nos importa por qué los totíes duermen en los
parques; Chicho; ocurre porque el totí es negro y al negro búscalo
para estar de pinchín y sin trabajar en las ciudades; Amadís; el totí
sabe mucho, fíjense que uno les pone un espantapájaros y observan
hasta que se dan cuenta que no es más que un muñeco y entonces se
le posan encima; Wily; ya saltó el guajiro con sus intereses de clase;
Chicho; deja eso, cabezón, que es preferible nacer en el campo que
no en el barrio ese donde tú vives, el Condado, ¿no?; Amadís; a mí
me caen bien los totíes porque andan en bandadas y no se ve que
tengan un jefe, aunque tal vez lo tengan y es tan buen jefe que uno
no se da ni cuenta que lo es, además, me fascina eso de que puedan
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Armando de Armas
llevarse un campo de arroz en sus buches y cagarlo a cientos de kilómetros de distancia donde nadie sepa la procedencia de ese arroz
y mucho menos quién lo sembró y cultivó, y si agarras uno, chilla, y
vienen los otros como fieras y arman tremenda algarabía para que
sueltes al prisionero y atacan con pases en picada por encima de la
cabeza de uno, ¡eso sí es amistad!, pero me gustan sobre todo por lo
libres que son; Wily; ¿libres de qué?, están presos del aire y de los
árboles, yo al menos nunca he visto un totí marinero ni nada de eso,
por tanto eso de la libertad es un cuento; Amadís; bueno, es cierto lo
que dices en tanto que todos estamos obligados a algo y que un totí
lo está siempre del aire y de los árboles y del miedo a que le den un
tiro o una pedrada, pero no es lo mismo ese tipo de prisión que la que
pudiera sufrir en una jaula, por tanto, para mí la diferencia entre libertad y no libertad es sólo una cuestión de gradaciones, la misma
que hay entre la prisión palpable de la jaula y la intangible, pero no
menos real, de los árboles y el aire; Wily; estamos presos, todos estamos presos, lo único que unos somos más conscientes de ello que
otros; la noche cae sobre el valle con música de grillos y nubes de
mosquitos y; Chicho; está bueno ya, caballeros, de hablar cascarita
de cañas y vamos a vacilar a las jevitas que ya es la hora del baño y
para acá arriba nadie puede ver ni jota; los tres salen agachados de
bajo el tanque de agua que en las penumbras parece una especie de
animal fantástico posado en aquella azotea desde tiempos inmemoriales, monstruoso animal del tiempo, y se arrastran hasta el ala del
edificio ocupado por las hembras, sienten el sonido del agua que sale
de las duchas y risas y retozos que a ellos se les antojan como retozos de potrancas alborotadas, y el olor a hembra que es olor a bacalao, a mar, a agua de colonia, a cementerio de barcos, de proas, y a
algas podridas, un olor acre y condenadamente delicioso que hace
perder la cabeza y embota los sentidos que no estén en función de él;
golpear de olas contra la costa, rugido de la mar embravecida, marhembra, mar perverso, mar-puta, mar plagado de sirenas como reminiscencias de nuestros ancestros que una vez habitaron sus profundidades, terrible visión la de Ulises atado al palo mayor de su nave,
asaeteado por los cantos reblandecedores de los deliciosos monstruos, cada hombre Ulises atado al palo y cada mujer sirena entona-
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La tabla
dora de cantos, no, sirena no, la mujer es mar, tiene el mar metido
entre las piernas, lo hueles y lo percibes, sientes la tibia humedad
allá abajo y dices, es el mar, y cuando te dejas ir inmerso en el chas
chas chas rítmico de la verga abriéndose camino a través del enmarañado boscaje pendejoso es como el choque de las olas en una costa africana; Chicho saca medio cuerpo de la marquesina para afuera
mientras yo lo aguanto por una pata del pantalón y Wily por otra,
entonces él se zafa los pantalones y nosotros no fuera verraco de
bajarse el pantalón completo que va y se salía; así es más rico, paja
de altura, aguanten duro que le disparo a la Cuqui; ¡dale, cabrón,
apúrate que nosotros queremos un chance antes de que salga del
baño!; ¡ya, coño, ya voy, coño coñito rico!; ¡apúrate Chicho, Chichito, Chichoneta, Chichonetica que estamos locos por ver el culo de la
Cuqui, Chicho-culo-Cuqui!, anda, termina ya, por tu madrecita ita
ita ita, Chicho pájaro en el aire, aprendiz de cosmonauta, paja desde
un cuarto piso, paja entre la vida y la muerte, como en un bolero,
bolero de pajas, Chicho Banderas eras eras eras Bandera de la Juventud, estandarte del Hombre Nuevo, flota, ondea, flamea ea ea ea
que tú eres nuestra bandera mojada y curtida en vino seco, sin hígado por el vino seco, vino seco El Mundo de las banderas, suspendido
de cabeza en el tiempo, tiempo de banderas y héroes y hombres nuevos y hombres lobos, tiempo de trompetas, trompetas del Juicio Final, tiempo de una eternidad comprendida entre el pantalón que se
nos queda vacío en las manos y el grito desgarrador y las salpicaduras de sangre allá abajo contra el concreto; todavía quedan manchitas en el lugar y me entretengo observándolas y son algo así como
rociadura de entintada viscosidad, perdigonazo negruzco del disparo
de una escopeta calibre 16 como la del Viejo, hoy he visto a las hormigas cargando con un mechoncito de pelo prendido a un pellejo
todo engurruñado como chicharrón de puerco y me he acordado de
los mechones de pelo rubio que guardaba el abuelo Montalbán de
cuando sus hijos se pelaron por vez primera, con la esperanza de
influir con los mechones en el futuro de los muchachos, de protegerlos, de controlarlos para que no se descarriaran, de asegurarlos en la
misma medida en que los mechones estaban seguros en un cofrecito,
por aquellos mechones hubiera dado la vida, porque sin ellos no se
138
Armando de Armas
hubiera podido hacer daño, o bien, a sus muchachos, y pregunto por
qué carajos los padres de Chicho Banderas no hicieron lo mismo con
los primeros mechones de pelo que le cortaron, era tan fácil y se
hubiera logrado tanto que ahora las hormigas no estarían de fiesta,
cuesta creer que esa cosa informe alguna vez fuera parte de Chicho,
me gustaría ver la cara que pondría esa gente que da la impresión, y
se lo creen, de que se las saben todas y están muy seguros de sus
ideas y convicciones, si vieran este pedacito de lo que fue Chicho,
cargado alegremente hacia el oscuro almacén de un hormiguero, y si
además supieran que Chicho no está en ninguna parte y está en todas, que tal vez no esté en el corazón del estudiantado como dijeron
en un discurso en el cementerio el día que lo enterramos pero sí que
esté en mi corazón y en el de Wily, y que un día volverá después que
yo me haya ido y vuelto un día de no sé qué tiempo para juntos rescabuchear muchachitas por las azoteas; por aquellos días vinieron
unos militares en un camión camuflado con ramas de árboles a buscar varones que ya tuviéramos cumplidos los dieciséis años, o los
cumplíamos por ese tiempo, para conducirnos al Comité Militar del
Municipio, nos formaron en la plaza de actos de la escuela y un teniente; compañeros, desde hoy ustedes tienen el honor de entrar en
edad militar y de iniciar sus vidas bajo la tutela de nuestras gloriosas
Fuerzas Armadas Revolucionarias, y la posibilidad de defender con
las armas en la mano las conquistas de la revolución y el socialismo
y de ofrendar, si fuera necesario, la sangre generosa en aras de la libertad de otros pueblos, ya es una realidad que ustedes se han hecho
hombres, ¡esa realidad tan esperada por todo niño! y la Revolución
les ofrece la oportunidad de probarlo, a ustedes, a sus padres, a sus
novias, si las tienen, y a la sociedad, a través del magnífico instrumento del Servicio Militar Obligatorio; aplausos prolongados; una
larga fila de desnudos prerreclutas pasa frente a la augusta comisión
médico-militar integrada por cinco hombres y seis mujeres; comentario; cuando llegues allí lo primero que te hacen es meterte el dedo
en el culo a ver si ha probado carne; muchachos debiluchos, musculosos, distróficos, gordos, flacos, altos, bajitos, imberbes, barbados,
mal rasurados, rasurados sin necesidad, apenados, irreverentes, sumisos, arrogantes, varoniles, afeminados, guapetones, humillados,
139
La tabla
humillantes, toscos guajiros, estilizadas figuras, cuerpos inmaculados, cuerpos marcados de chupones, cuerpos cubiertos de obscenos
tatuajes, cuerpos cubiertos de cicatrices hechas a machete o a navaja, caras de angelotes criados a leche con gofio, caras de diablejos
que han arañado fuerte por las paredes de la vida, ojos de animal
triste, informe galería de pisajos y bolsas colgantes que las circunspectas doctoras, y al menos un doctor, parecen muy complacidos en
mirar, sopesar, medir y palpar para después anotar en una libreta
cuadriculada de color amarillo pollito; otro comentario; ¡y si por
casualidad se te para la picha te le dan en la cabeza con un martillo
plástico y se encoge como pichón en el nido!; me da pena, casi todo
el mundo la tiene grande y a mí apenas si me ha crecido, y de pendejos nada más que unos cañoncitos, y para colmo de males ahora se
me encoge de manera que parece más el botón de una rosa que un
pichirulo más o menos desarrollado, o subdesarrollado, que con eso
sucede como con los países que a cada cual le corresponde nacer en
uno desarrollado o subdesarrollado sin que pueda decidir sobre el
asunto, y para colmo las doctoras le palpan a uno ahí con un descaro
que me pone todo colorado, quizá me pongo así innecesariamente
porque son tantas las pichas que les pasan por las manos que no van
a estar reparando en pequeñeces como la mía, ¿y si se fijan?, bueno,
entonces lo que puedo hacer es cranearme con el culo de la Cuqui
para que se me pare y no parezca tan chiquita, Cuqui de nalgas, ¡papi
coge lo tuyo!, abriéndoselas, coño, no tanto, que me dan con el martillo, un poquito, que se pare nada más un poquito, Cuqui de nalgas,
pero sin abrírselas que me desquicia, sobre todo el contraste de sus
uñas pintadas de marrón sobre la blancura de sus nalgas, también es
de madre esto de tener otro macho desnudo detrás de uno, y menos
mal que no hay aquí la pegazón de la cola del comedor, porque si no
cualquiera podía salir con una barriga en la espalda; TITULARES
DE PRIMERA PLANA; se logra en Cuba, por primera vez en la
Historia, que puedan los hombres gestar, una victoria más del Socialismo en la lucha por la liberación de la mujer, que a partir de ahora
no se verá lastrada por una tarea que la naturaleza, evidentemente
machista, le había asignado antidemocráticamente, este descubrimiento demuestra un desarrollo económico y científico que sólo pu-
140
Armando de Armas
dimos alcanzar gracias al Socialismo, y demuestra además la vocación intrínsecamente democrática de este sistema falazmente
acusado por los voceros del Imperialismo de aplastar la opción individual del ciudadano, al permitir a la pareja revolucionaria elegir
cuál de los dos va a concebir de acuerdo con el estado de salud, o las
preferencias, de cada uno; aquel es el cuarto donde seguro le meten
a uno el dedo en el culo a ver si incorpora carne o no, es algo incorrecto porque a lo mejor hay alguno que no se le haya ocurrido semejante cosa y va y se embulla con el trajín del dedo metido, lo que
pudiera ser explicable sólo si pretenden crear batallones élites integrados exclusivamente por locas, ¡a la lucha, a la lucha, no somos
fuertes pero somos muchas!, las cosas evidentemente no son como
las veía antes, pues ahora que más cerca he estado de lo militar y de
la posibilidad de realizar las grandes hazañas que he soñado siempre, me siento más como el caballo revisado para la venta, venta de
matadero, que como el héroe presto a desfacer entuertos, soy el caballo de Maceo, el de Calígula, el de Atila, el burro Perico tocando a
las puertas de la ciudad de Santa Clara para pedir pan, hijo del Caballo, apestoso caballo barbado relinchando sobre una isla, el caballo como antecesor del tanque de guerra, Dios y un caballo, CaballoDios-Hombre, manifestación de la Santísima Trinidad, mito del
centauro con todo el esplendor de lo real maravilloso redivivo milenios después de su génesis en la remota Grecia ante los desmesurados ojos de los habitantes de estas nuevas Indias, el Caballo de Troya repitiéndose perseverantemente en la cotidianidad de nuestra
historia a través de este tren arrastrándose en la noche de luna y grillos y yo Ulises y cada uno de estos grises pasajeros que cabecean
con el bim bam bum de la vulgar danza un soldado aqueo al acecho
de ruidos, adivinando movimientos extraños en el exterior, calculando la dirección que toma el portento, ¿no serán los conductores del
caballo infiltrados de Ilión para abortar la operación?, ansiosamente
pendientes de la conversación entre los conductores y los guardias
de la muralla, ¿descubrirán el truco?, ¿y si lo descubren qué harán?,
¿nos alancearán inermes dentro de este maldito cajón de madera o
nos achicharrarán con agua o aceite hirviendo?, ¿número del carnet
de identidad?, ¿empresa de donde provienen?, ¿integración revolu-
141
La tabla
cionaria?, ¿quién autoriza?, ¿tiempo de permanencia dentro de
Ilión?, ¿objetivos de la visita?, ¿han sido alguna vez procesados por
tribunales revolucionarios?, ¿enfermedades que padecieron los padres de cada uno de ustedes?, ¿creencias religiosas?, avanzamos ya
por las calles de Troya, silencio, va a parir el Caballo de Troya, será
un parto de comandos al asalto de la noche, pasaremos a cuchillo a
la ciudad dormida, confiada a sus murallas omnipotentes, a sus soldados y sus perros, a la irreversibilidad de su sistema social, al miedo que les tenemos los aqueos, al Dogma que los sustenta, confiados
sobre todo a su última e imprevisible conversión de rumberos gozadores de la vida a guerreros de talla mundial, a la vocación colectiva,
a la inmolación y el holocausto, a la monolítica conformación de la
ciudad, al dédalo de callejuelas trazadas a propósito para desorientar
al enemigo incauto, a la infalibilidad de sus oráculos, al sistema de
vigilancia colectiva, a la entereza del Máximo Líder, a la militarización generalizada y al favor de los dioses rojos, el tren va a estallar
por los aires y cada uno de nosotros será una esquirla a la cabeza del
Rey, un sudor terroso molesta en la nuca, baja frío por la espalda, se
encharca en los poros, pegajoso, nos pone a punto de explotar en un
torbellino de agravios, desencantos, frustraciones y cabezas que se
niegan a continuar bajas ante la inexorabilidad del Destino Histórico
que nos ha tocado en esta hora de los hornos, peligrosos componentes guardados como en olla de presión durante siglos anteriores a
cuando fuimos un grupo de guerreros penetrando en la panza de un
caballo al corazón de Ilión, anteriores a la era en que un caballo gobernó con ilimitados poderes a un extraño país de hombres alegres y
desdichados, dulces y violentos, serviles y rebeldes, indisciplinados
y dogmáticos, valientes y atemorizados, grandilocuentes al hablar,
sobre todo de ellos mismos, y del Caballo, que les hizo creer, entre
otras cosas, que él era propiedad de ellos, así, muchos decían, nuestro Caballo dijo o nuestro Caballo piensa o como nuestro Caballo
nos ha enseñado o la deuda de los hombres del mundo con nuestro
Caballo es incalculable o nuestro Caballo viene o nuestro Caballo se
va; entonces Amadís se preguntaba las posibles conexiones que podían existir entre una fila de jovenzuelos desnudos, inspeccionados
como mercancía por un frío e indiferente equipo médico que, no
142
Armando de Armas
obstante, a veces podía notar en algunos de sus integrantes un accionar de manos al diagnosticar sobre un pene o un par de testículos que
le sugerían una cierta complacencia en demorar la operación y unas
inquietantes miradas que a no ser por el porte marcial y el uniforme
y las insignias y las charreteras cualquier malpensado hubiera tomado por manifestaciones lujuriosas, y la acción de un Calixto García
disparándose un tiro en el cielo de la boca antes que caer prisionero
de los soldados españoles, o la campaña de Antonio Maceo en Pinar
del Río, adonde los españoles nunca imaginaron que llegara la guerra, casi sin municiones y alimentos porque las expediciones aprovisionadoras no los traían, porque la inteligencia española las hacía
abortar o porque a determinados intereses dentro del gobierno cubano en el exilio les convenía que abortaran, un Maceo que deja su
arma favorita de la caballería para ponerse al frente de sus rifleros,
empuñando él mismo un fusil, y batir al enemigo emboscándolo en
cada piedra y en cada saliente de la más occidental de las provincias
cubanas, o el Martí de las láminas escolares cayendo de un caballo
blanco; desbocado porque se asustó con la balacera o porque algún
mambí hijo de puta lo asustó para que el Maestro fuese a dar a la
boca de los fusiles españoles o porque el Maestro mismo por error
fuese a dar a la boca de los fusiles españoles o porque el Maestro
quiso inmolarse o porque quiso demostrar que él no era Capitán
Araña; con las riendas del animal y el revólver en una mano y la otra
al pecho donde recibe los impactos de los rifleros peninsulares; no
podía, no quería, encontrar conexión alguna entre lo que le habían
enseñado que era la heroicidad y el camino que debía tomar para
tener la posibilidad de ser enviado a una guerra internacionalista, ya
que la tan esperada invasión a la patria no acababa de producirse,
para convertirse en un héroe; no me imagino al Padre de la Patria
caminando desnudo entre una fila de compatriotas, igualmente desnudos, para que le toquen los cojones y le den el veredicto para alzarse en armas contra el sistema colonial español un 10 de octubre
de 1868 y darle la libertad a sus esclavos; dígame, usted, qué hubiera pasado si la comisión dice, no, usted no está acto para comenzar
una guerra por la libertad de Cuba; ¡ah!, y se me olvidaba el revolico
que armarían los de la contrainteligencia militar cuando tras una ar-
143
La tabla
dua investigación llegaran a la conclusión de que Carlos Manuel de
Céspedes proviene de una de las familias más acaudaladas y de mayor abolengo de Bayamo; enemigo de clase, atrás Satanás, que tú
donde único podrías servir a la Patria Socialista es en el Ejército
Juvenil del Trabajo como cortador de cañas para que aprendas en
carne propia lo que obligabas a hacer a tus esclavos; la Madre; voy
a conseguir un certificado médico de cuando padecías de asma para
que no te lleven para el Servicio Militar; no Mami, el Servicio es
para los hombres; ¿para los hombres?, ¡para los comemierdas es
para lo que es!; a mí realmente no me gusta la disciplina militar; no,
si yo lo sé, a ti nunca te ha gustado ninguna disciplina; pero lo que sí
me gusta es tener un arma e ir a una guerra y defender una causa
justa; eso lo dices porque tú nunca has visto una guerra y tienes la
cabeza aventada de historias y musarañas que no te van a conducir a
ninguna parte, al menos no a ninguna parte que merezca la pena; si
voy a una guerra te haré reina, la primera reina comunista de la Historia, o te haré millonaria, madre; ¿será malo ser millonario?, primero pasará un camello por el hueco de una aguja, total, a lo mejor eso
no lo dijo Cristo ni la cabeza de un caballo y lo inventó alguien por
envidia o despecho de no poderse hacer millonario, porque de todo
hay en este mundo, con lo cual al menos lograba perturbar al millonario, que en medio de sus fiestas se iba a preguntar si realmente él
tenía derecho a disfrutar de toda aquella fastuosidad y sobre todo
cómo evitar la condenación eterna, lo cual trajo como resultado que
muchos ricos comenzasen a hacer donativos para obras de caridad,
lo cual está muy bien, pero, se dio también el caso de otros millonarios donde la frase trajo como consecuencia que se hicieran cada vez
más ricos y feroces por aquello de que, si de todas formas me van a
condenar por llevar vida de rico, entonces entre más aproveche y
disfrute de esta vida mejor, y le exprimían el cuero a sus esclavos o
a sus siervos o a sus obreros o a quien pudiesen, de todas formas, lo
que realmente necesitamos es una revolución que convierta a los
obreros en millonarios y no a los millonarios en parias, pues los
otros revolucionarios acaban con los millonarios para crear un nuevo tipo de millonario que no es propietario de medios de producción,
que no teme a las quiebras, ni a los secuestros, ni a la competencia,
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Armando de Armas
ni a la prensa, ni a los tribunales, que no tendrá ambición de invertir
en nuevos negocios y que en los discursos proclamará solemnemente; ¡esto es del pueblo!; con el dedo índice supuestamente apuntando
hacia las masas histéricamente congregadas en simbólicas explanadas abanderoladas, con pipas de agua potable y camilleros de la Cruz
Roja para recoger y atender a los desmayados por el cansancio, el
castigo del sol, la sed y el hambre, y el pulgar ostentosamente apuntando hacia el pecho del discursante, con lo cual la mano configura
una pistola en que el cañón fuese el dedo índice y el gatillo montador
el pulgar, ¿anticiparía Dios la pistola con la creación de la mano?,
millonarios que no tendrán que vérselas jamás con los movimientos
ecopacifistas, libres de las huelgas, respetados, casi canonizados, dirigencia histórica, convertidos por obra y desgracia del poder en la
vanguardia de la clase obrera, de cuyas sabias e inapelables decisiones depende el destino del país, de todas formas, nosotros, la Congregación de Tribus Taínas, nos encontramos libres de millonarios
porque somos, precisamente, un pueblo de millonarios, millonarios
en el corte de caña, por supuesto, yo por mi parte soy millonario que
viaja en tren de primera a la realización de importantísimas transacciones comerciales, he tenido millones de ladillas y me he puesto
millones de bulbos de penicilina para curarme la gonorrea adquirida
en eventuales y alcohólicos combates del sexo, donde según decisión del Consejo de Tribu he llegado a obtener el grado de General
de Brigada, porque la gonorrea es algo más que pus saliéndote por el
caño de la orina tres días después de haberte templado a una puta,
¿no la tendrá ésta que viaja a mi lado?, es como una muesca, en el
cabo de la pistola, una condecoración, un atributo más para el areté
del guerrero, el resultado de una actitud ante la vida, de una cultura,
de un comportamiento sexual moldeado a través de siglos de abstinencias, de cinturones de castidad, de la castidad como la más sublime de las virtudes, de coitos meramente reproductivos, logrados
gracias a unos portentos de fervor e imaginación religiosos, en la
forma de un sarcófago donde se introducían los reproductores, previo oraciones y persignaciones con golpecitos en el pecho y encendido de cuatro cirios situados en las esquinas del artefacto; rico material para venideros sicoanalistas discursantes de tabernas al calor
145
La tabla
del tinto o la cerveza subidos, acerca de la permanencia subconsciente de la interrelación vida-muerte-sexo-pecado-arrepentimiento-control-de-los-impulsos-animales-liberación-Dios-matrimonioshumano-arbóreos como reminiscencia de un remoto pasado y
garante del acto sexual por y para la fertilidad única y exclusivamente; cuyo interior estaba dividido en dos compartimentos por una tabla afelpada con un agujero a la altura del centro de una persona
acostada de lado, propiciatorio para el paso de la yuca endurecida y
el acomodamiento recibidor de la pomarrosa contraída y reseca por
la imposibilidad de caricias humedificantes; comportamiento sexual
que es como el azoro devenido embriaguez de los sentidos, arrebato,
disipación, exceso enarbolado como burla, rebeldía, regusto por el
pecado, pecado provocador de placeres, el placer sólo existiendo
porque existe el pecado; comportamiento sexual como respuesta
ante la abertura de la más mínima brecha en el muro de la contención, muro que resulta siempre vulnerable, y particularmente vulnerable en las condiciones que dieron lugar al nacimiento de nuestras
culturas, sobre todo porque al brazo de la Inquisición le resultaba
difícil la faena de llevar a cabo eficazmente su acción anti-Satán en
las tripulaciones de los barcos que llegaron con el Descubrimiento,
la Conquista y la Colonización, y menos aun en las huestes de corsarios y piratas que hicieron de sus ataques el pan nuestro de cada
día y la terribilísima Hermandad de la Costa, cuyo tráfico con los
habitantes del Lado de Acá no se limitó, ¡seguro!, al tabaco y a las
salazones y demás productos monopolizados por las Reales Cédulas; muro de la contención vulnerable ante indios desnudos como
antes del Pecado Original paseándose o bailando o chupando de sus
tizones encendidos frente a la lascivia de los peninsulares, vulnerable ante la promiscuidad de los barracones de negros esclavos que
constituyeron, entre otras cosas, laboratorios en la formación de una
fuerte tendencia a la pederastia con múltiples incidencias en el campo económico, político y social a tener en cuenta en cualquier estudio serio acerca de la región; el señorito Amadís no puede conciliar
el sueño, tiene una perseverante picazón en la verga endiabladamente erecta hasta el punto de impedirle tenderse bocabajo en la cama
con el almohadón de plumas cubriéndole la cabeza, su posición fa-
146
Armando de Armas
vorita para viajar en alma a las regiones conocidas en otras vidas, o
tal vez a las regiones que conocerá en venideras vidas, mientras
cuenta esclavos, un esclavo dos esclavos tres esclavos, cuatro esclavos cin co es cla vo ssssssssssssss, pero esta noche todo habría sido
infructuoso, la permanencia en la ciudad con la hija de la Condesa
de los Tibios Caudales, su prometida; delgada, de prominentes senos
y ojos verdes y porte señorial; a la caza de un pestañazo de la vieja
dama de compañía sentada frente a ellos en una mecedora con pretensiones de trono pontificial, para apretujarle la entrepierna con un
vigor y un ansia posesiva que nadie adivinaría en sus dedos blancos
y enfermizamente estilizados; tiene a su prometida clavada en la
cabeza calenturienta, torturada, y en los testículos martirizados por
un dolor fuerte, intermitente y punzante; se acaricia la verga de henchidas venas; arriba, abajo, arriba, abajo; pero no se anima a seguir
porque es pecado o porque puede quedarse ciego o tal vez demente;
y entonces se acuerda del barracón de las negras, específicamente de
Carmita, quinceañera de tetas que crecen firmes y abundosas, de alzadas grupas, y hala la campanita y viene el viejo y ceremonioso
Julián, negro parlanchín que dice fue Rey en Angola, y lo manda por
Carmita y le diga que desde mañana no irá más al campo y que pasará al servicio doméstico que tan presentable ella le sería mucho
más útil acá, ¡sobre todo ahora!, que lo único que tenía es que serle
complaciente que si se ponía zoquete podía cambiar de idea, que él
sólo quería ciertas cosas de ella que además no podía negarle porque
para eso estaban los esclavos, y sobre todo las esclavas, que quién ha
visto semejantes tetas cuarteándose al sol del mediodía en esos cañaverales del Diablo entre tanto negro salvaje, que cuando el Rey
había ordenado en Real Cédula de 20 de junio 1526, hacer la concesión a la isla de Cuba de una licencia para el envío de mil negros,
entre ellos doscientas negras, a súplicas de los vecinos y moradores
de dicha isla, no fue para que se les maltratase ni nada semejante que
tal va en contra de los principios cristianos, sino para que se les diese el uso requerido por los adquirientes de manera racional y humana; siglos después Amadís soñaba con aquella noche en su alcoba
del ingenio La Margarita y con la negrita Carmen; no, niño Amadís,
no, por Dios; y él, desnudo bajo el batón de seda abierto, parecido a
147
La tabla
un ángel, un ángel priápico, bajándole la cabeza, presionando con
ambas manos, hasta que ella por fin cedió y se dejó meter entre los
labios la verga endiabladamente erecta, mientras el destronado Rey
Julián paseaba por el zaguán carraspeando y con una vela encendida
en honor a la Purísima; la gonorrea es además un inteligente antídoto de la naturaleza contra la promiscuidad, un mal menor que Dios
nos ha endilgado para evitar males mayores, por eso el Imperialismo
Yanki se ha equivocado una vez más al infectar a nuestros jóvenes
con gonorrea, y no tenemos por qué sentirnos apesadumbrados si
vemos pasar por nuestro límpido cielo azul barcos cargados de pus
gonorreico o si un día descubrimos que la enfermedad ha invadido
no sólo nuestras partes genitales sino también nuestra mente; no hay
nada que me asegure que ella no está infectada, o más bien no puedo
estar seguro de nada, porque el día que esté seguro de algo ya habré
comenzado a morir y eso es algo que por ahora no quiero hacer, de
todas formas debo partir del presupuesto de que todos estamos infectados de algo, sobre todo de inercia, y tengo miedo de templármela, pero lo voy a hacer pues después no soportaría el haber resistido la tentación de jugar a la ruleta rusa, ella me da lástima y no
puedo explicarme por qué, aunque tal vez lo sé, y es por compensarle la lástima que yo debo de inspirarle a ella tan solo y desamparado
como ella misma me lo parece a mí, ¿y si supiera que cargo con una
pistola?, probablemente su lástima no cambiaría o quizás sí, aumentaría, porque si es inteligente se dará cuenta de que una pistola es
muy poca cosa para proporcionar amparo y que el hecho de llevarla
me hará más vulnerable porque me hará más confiado, claro, ella no
tiene por qué saber que he perdido la capacidad de confiar, lo cual no
puedo determinar si en realidad es una virtud o un defecto, y que
además la pistola proporciona una buena excusa para que me maten,
John Lennon dijo que la libertad podía ser una pistola caliente entre
las manos, cosa que tal vez pensaba el fanático que lo baleó frente a
su residencia; bam bam bam vamos a acabar con el orden establecido, entre bam y bam haremos el amor en los parques, en las calles y
en las azoteas, como los gatos, será un amor colectivo, de todos contra todos, no, eso no, de todos para todos, de manera que todos recibamos y demos en un despelote que llene este gran vacío, llenarlo de
148
Armando de Armas
semen, de esperanza, de salivaciones intercambiadas, de caricias, de
hechos que nos hagan sentir que aún no hemos muerto, que no somos máquinas políticas, ahora es que cabalmente comprendo al Barroco, que no es sólo la poesía de Góngora, sino una manera de ir por
la vida llenándole los vacíos, miedo al vacío, los enormes vacíos que
un día le descubrimos a la vida, que nos horrorizan no sólo por ellos,
por lo que representan, sino porque comprendemos de golpe que
habíamos vivido con una inocencia increíble al borde de insondables vacíos y que ya nunca más recuperaremos esa inocencia y que
la inocencia, precisamente, fue lo único que impidió perdernos en el
Vacío Absoluto, estamos entonces obligados a llenar, la palabra de
orden es LLENAR, las inconmensurables lagunas con Amor; amor
clasista será, ¿no?, porque hasta ahora la teoría más coherente y por
tanto la de menos lagunas es el Marxismo, y podríamos clasificar el
amor en A, B y C, para ciudadanos de clase A, B y C, teniendo en
cuenta, entre otras cosas, el nivel de integración política y, sobre
todo, el nivel de integración de divisas convertibles al país, que lo
político es sólo para tenerlo en cuenta en el plano de la conciencia,
de la estimación y el reconocimiento interno, ¡y de los estímulos
morales!, para nosotros todo ciudadano cubano es clase A, pero sólo
en el plano de la conciencia, ¡que es lo importante!, aunque exteriormente a cualquier desconocedor de la realidad pueda parecerle que
lo tenemos clasificado, no digo ya como C, sino como D; ahora sí
vamos a apretar la tuerca, porque esto es como un tornillo, que no te
quepa duda, guajiro, y para los comemierdas levantiscos una vuelta
cada día hasta que les tengamos los cojones bien apretados; el Viejo
venía de visitar a mi madre cuando eran novios, allá por las lomas de
Manicaragua, era la época de Batista, y de la guerra, y caminaba por
la carretera con rumbo a Santa Clara y para asombro suyo paró un
jeep y al volante del mismo venía el Gallo, con las insignias de teniente, ellos se habían criado juntos y ya el Viejo sabía que estaba en
el ejército y de sus progresos como torturador pero no que ya fuera
teniente, ¡eso para que después hablen acerca de que los regímenes
autoritarios son nocivos al progreso de los pueblos!, ¡miren a ese
muchacho!, con quince años todavía andaba descalzo, y ahora gracias a la revolución, del 4 de septiembre, ya es todo un pundonoroso
149
La tabla
militar; bueno, guajiro, ¿y eso que tú andas por estos lares con lo
malas que están las cosas?; el Viejo, nervioso; nada, chico, estoy
enamorado de una guajira por estas lomas; ya tú ves, guajiro, eso es
inteligente, si en este país los hombres se dedicaran a las mujeres te
aseguro que no habría problemas, ni muertos, pero no, prefieren jugar a los tiros, y nada menos que con nosotros, el Ejército, el que
juega con fuego se quema y son muchos los que se van a quemar en
este país, yo no entiendo por qué se encaprichan en cambiar las cosas, esta revolución le ha dado oportunidades a todo el mundo y lo
único que hay que hacer es aprovecharlas, mira, hablando como los
locos, tú podrías hacerte casquito, yo te puedo ayudar en eso, con
nosotros se gana buen dinero y a las mujeres les atrae el uniforme, lo
único que te vamos a pedir a cambio es mano dura porque, eso sí, el
que levante una mano contra el Comandante, digo, contra el General, hay que cortársela, ¿qué te parece, guajiro?; no, a mí bien, bien;
porque el General es Cuba y Cuba es el General, él es el Hombre, el
estadista del siglo XX, el que va a sacar este país de la miseria, ¿eh,
qué te parece, guajiro?; bien, bien, pero el problema, Gallo, es que
usted sabe muy bien que en la familia mía a nadie nunca le ha dado
por la política, siempre hemos cultivado el sitio sin meternos en
nada; aquí el que no esté con nosotros está contra nosotros, la neutralidad no existe, hay que tomar partido, a favor o en contra del
pueblo, a favor o en contra del progreso, no hay imparcialidad, aquí
todo el mundo tiene libertad para opinar todo lo que nosotros queremos que opine, a pesar de las campañitas insidiosas del enemigo que
no deja escapar la ocasión para atacarnos, nosotros no le decimos al
pueblo, cree, le decimos, lee, lo que queremos que lea; ojo, no confundir con la marca de jeans Lee, que es un exponente de la mentalidad de consumo que impera en la sociedad capitalista, y que deslumbra, hay que reconocerlo, tenemos que ser honestos, a una ínfima
parte de nuestra juventud menos fogueada ideológicamente y que
por lo mismo ha sido diversionada, aquella que ha heredado hábitos
pequeñoburgueses del pasado, que constituye la fruta podrida que es
necesario arrancar a tiempo del árbol social; dicen que el Gallo quemó vivo a un revolucionario en la línea del tren a la salida de Santa
Clara como quien va para Oriente, y cualquiera que lo veía siempre
150
Armando de Armas
planchadito y con cara y bigotico de chulo no lo creía capaz de matar
ni un mosquito; los hombres crecen como orangutanes ante situaciones difíciles; y el día que triunfó la revolución las turbas lo buscaron
por toda la ciudad de Santa Clara y sus alrededores y lo vinieron a
encontrar, pero ahorcado, debajo de un puente, por la zona de Malezas, y le sacaron los ojos y le arrancaron los testículos y se los echaron a unos puercos que estaban sueltos por allí; pobre el tenientico
Gallo, su General voló a disfrutar en playas para millonarios los
millones robados, mientras él se balanceaba, cómicamente, colgado
de una soga bajo un puente sin nombre, en este país muy bien podría
hacerse un monumento a la soga; rumor popular; el Caballo llamó a
contar al hermano, más conocido por Raúl la China, para decirle que
aguantara la mano con los derramamientos de sangre, por la opinión
pública, y el hermano, ¡muy inteligente!, comenzó a ahorcar; la
muerte por soga es realmente una muerte aséptica y barata, cuarenta
centavos, creo, es lo que valía antes una soga; ahora una soga no
tiene precio porque no las venden en ninguna parte, quizás como una
medida del Ministerio de Salud Pública para evitar suicidios colectivos, y ahí tenemos un claro ejemplo de cómo sólo la propiedad
social sobre los medios de producción permite llevar a cabo la profilaxis y cómo sólo bajo el socialismo interesa verdaderamente el
hombre, porque en los regímenes de propiedad privada te venden las
sogas sin el más mínimo escrúpulo, lo que importa es ganar dinero,
ganar dinero y ganar dinero; educación y salud, dos derechos inalienables del pueblo; el monumento pudiera hacerse en una plaza de
una ciudad cualquiera o en todas las plazas de todas las ciudades,
que en todas las plazas de todas las ciudades alguna vez se ha ahorcado a alguien, pudiera ser, o más bien tendría que ser una escultura
de vanguardia, una inmensa soga de oro con un lazo y dentro del
lazo un chivato embalsamado; el ahorcamiento de chivatos tiene una
respetable tradición entre nosotros, muestra de esa tradición la tenemos en los Mangos de Machín, allá por Quemado de Güines, antes
yo pensaba que Machín era un patriota, por esa costumbre nuestra,
que no acabo de entender, de aburguesar a los patriotas y muertos
ilustres con la asignación de propiedades; fábrica de cemento Carlos
Marx, central Máximo Gómez y fábrica de palillos dentales Federi-
151
La tabla
co Engels; como si el sistema de propiedad privada sólo fuese negativo para los vivos, o como si los muertos se mereciesen toda la generosidad del mundo; pero resultó que no, Machín, según la Abuela,
era un chivatón al servicio de los españoles al que las fuerzas insurrectas bajo el mando del general José Luis Robau ajustaron cuentas
colgándolo de una de las ramas; de las que dan al este para que el
padre sol abominase de tan indigno hijo quemándole cada mañana el
colgajo de lengua infectado de moscas verdes; Machín fue, de todas
formas, un chivato con suerte porque su nombre ha quedado para la
posteridad; cosa, además, que no han logrado muchos escritores,
quizá por aquello de que la trascendencia no es más que un problema
de suerte, o de destino labrado en múltiples y anteriores viajes a este
mundo; y además siempre habrá algún niño que no tenga una abuela
inteligente que le cuente la verdadera historia, y piense que Machín
fue un patriota, y crecerá deseoso de un buen día imitar sus grandiosas batallas por la libertad de la Patria, y no es de extrañar que por
una de esas ironías de la vida alguna vez aparezca un esplendoroso
ramo de rosas rojas al tronco de uno de los mangos, y puede que
hasta se convierta en una tradición como sucede en la tumba de Edgar Allan Poe; los muertos son una clase social especial, tan especial
que a Carlos Marx se le olvidó conceptualizar el papel de la misma
en la privatización de las economías socialistas; no obstante, no
quiero me hagan mucho caso no vaya a ser que se me quiera tildar
de revisionista y me conviertan, con esa bondad que ya es proverbial
entre hermanos de clase, en propietario de un círculo infantil, de un
combinado lácteo, o de una calle; que respecto a los muertos lo único que parece ser verdaderamente cierto es que tienen demasiados
problemas de qué ocuparse allá donde quiera que moren, porque si
vamos a la verdad bastante poco molestan a los vivos a juzgar por la
cantidad de muertos que ha habido desde el pecado original para acá
y por la cantidad de vivos que se han ocupado desde Caín para acá
de la respetable tarea de despachar muertos; por mi parte no me extrañaría que un día ocurra la Gran Revolución de los Muertos, ¡y
pobrecitos ese día de los vivos que alguna vez molestaron a los
muertos!, ¡de los que mintieron a nombre de los muertos!; porque
los muertos, y si son muertos ilustres, en mayor medida, han sido
152
Armando de Armas
sistemáticamente utilizados para justificar la situación de los vivos;
así, Martí ha sido enarbolado por caballeros y hampones, religiosos
y ateos, comunistas y burgueses, imperialistas y antiimperialistas,
por demócratas y facistoides, por Batista y por Fidel, de la República para acá en esta nación todo el que ha pretendido algo se ha definido como ferviente martiano, y todos los dictadores sienten una
especial devoción por los muertos y si a veces se han negado a otorgar pasaportes a sus ciudadanos para que viajen libremente a otros
países, y para que regresen al propio, nunca han escatimado a la hora
de otorgarlos para el otro mundo por los más diversos motivos;
Amadís, de pie, la hala ansiosamente por el brazo y ella; ¡espérate!;
se sube el pantalón junto con el blumer; el tren, bim bam bum, comienzan a recorrer el pasillo tomados de la mano, como novios en
un boulevard parisino, dando tumbos como borrachos, de una hilera
de asientos a la otra, los pasajeros roncan en la oscuridad cortada por
el olor a óxido, a polvo, a excrementos de gato, a basura acumulada
desde quién sabe cuándo en los rincones de los coches, a cucarachas
despanzurradas y al mal aliento de las bocas en la madrugada; el
baño, Amadís delante, como corresponde a caballero, la hala hacia
adentro, todos los olores se funden ahora en una fetidez irrespirable
y la luna entra por una claraboya; ella, deja caer el blumer y el pantalón que no ha abrochado y sólo traía aguantándose con las manos,
da la espalda a Amadís y se inclina hasta apoyar las manos en la taza,
una taza de aluminio tan abollada como debió estar la bacía de barbero que usaba el Quijote por yelmo, la luna le da en las nalgas, redondas, empinadas, blancas en contraste con la oscura cicatriz del
culo; tren, bim bam bum; Amadís, excitadísimo, no atina a zafarse el
pantalón, rompe el zipper y, chuf chuf chuf, escupitazos, se unta la
verga, le unta el culo, con una eficacia y una ternura que la estremecen y erizan de los pies a la cabeza; ella retrocede, Amadís avanza;
tren, bim bam bum; Verga, resbalón arriba, resbalón abajo; la saliva
en la misma medida que ayuda dificulta la tarea y cuando Amadís
cree que por fin Verga va a acertar en Agujero, Nalgas se corren por
un barquinazo del tren; Amadís; ¡mi madre qué es esto!, ¡qué nalgas
qué culo, Dios mío!; ella; ¡dale, coño!; el tren, puaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa bim bam bum; sus manos la toman como
153
La tabla
si fuesen a estrangularla por la cintura, una cintura que parece que se
va a quebrar; Verga logra encentrarse y Amadís la seguridad de que
esta vez no habrá frustrantes resbalones, Nalgas coletean con fuerza
hacia atrás, y Amadís arremete hacia adelante, arqueándose por el
centro mismo del placer, Verga penetra Esfínter # 1, Esfínter # 1
aprieta, cede, incorpora, se dilata y explaya, Verga penetra Esfínter
# 2, Esfínter # 2 aprieta, cede, incorpora, se dilata y explaya, y es
como traspasar una muralla, retozar en la hierba fresca, grito salvaje,
estar más allá de los que no pueden o no quieren romper ataduras,
estar cerca de la mierda, quizá, lo más probable, tocando la misma
mierda, sintiéndome en el Cielo, el Culo-Cielo, asquerosamente libres, aunque sólo sean fracciones de segundo, pero puede ocurra el
tiempo se detenga, o estemos fuera del tiempo, no existimos, no
hemos existido nunca o existimos en esta pequeña porción del tiempo que puede ser todo el tiempo, toda la vida; Amadís; ¿quién eres,
coño, dime quién eres?; ella; qué puede importar eso, qué puedo
decirte, puedo decirte lo que quiera, una puta, tal vez una puta que lo
hace en tren.
154
Parte II
show; sientoooooooooo que si tú te alejas; lentejuelas, falso-bellomundo-de-la-farándula-provinciana; se me acaba la vidaaaaaaaaaa;
aplausos, pla pla pla pla, siempre aplausos, estamos educados en la
cultura del aplauso, y eso nadie nos lo puede negar, aplausos prolongados, aplausos deportivos, aplausos de dientes, aplausos de uñas,
como corresponde a un pueblo de artistas y que por lo mismo sabe
valorar a los artistas en su justo valor, el que no aplauda en los areítos
es sencillamente un saboteador y un elemento de alta peligrosidad
para los intereses de la tribu; en el manicomio; el Cacique General
se disfraza de loco para ver el nivel de desarrollo ideológico alcanzado por los enfermos en el tiempo que llevan de internamiento y
asiste con ellos a la proyección de una película sobre la Gran Revolución Socialista de Octubre, y en un momento particularmente interesante del filme; ¡Lenin arenga a los obreros!; todos rompen en un
aplauso cerrado, mientras el Cacique se queda extasiado ante los
resultados que comprueba, pero el loco en la butaca de al lado lo
saca del ensimismamiento con un fuerte codazo en el costillar y;
¡oye, comemierda, aplaude, si no, no te van a dar comida!; bailarinas
morenas, semidesnudas, de sonrisas plásticas y ojo avisor a la captura de turistas en las mesas de pista, moviéndose al compás de sus
compañeros los bailarines, de sexualidad equívoca, lánguidos e ingrávidos e igualmente a la caza de turistas; interpretan el harén de un
vicioso y feroz sultán, el sultán, a pesar de las grandes patillas y el
bigote postizos y el pavoroso alfanje no puede ocultar una boca des-
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La tabla
ordenadamente débil, dejada caer como al descuido, cayendo junto
a un relajamiento total de las facciones y una mirada de payaso triste; el sultán tiene cuatro mujeres en su poltrona de hilos de oro, la
poltrona se ve un tanto deshilachada, ¿qué pensarán los turistas extranjeros de eso?, mientras sus soldados, de bocas igualmente desencajadas, danzan y raptan y violan a castas doncellas de ojos brillantemente lujuriosos; escenografía de fondo; el Palacio del Valle,
ecléctico, pero con evidentes pretensiones moriscas, construido por
un señor de la sacarocracia criolla como regalo de bodas a la esposa,
pero, ¡oh fatalidad!, al año de construido; con un sentido tal de la
perfección que las escaleras fueron levantadas diecinueve veces y
derrumbadas otras tantas hasta que los pasos quedaran a la justa medida de los pasos de la señora; ella se le fue con un negro trompetista de jazz cuyos antepasados habían contribuido como esclavos a
levantar la fortuna de los antepasados del señor, y a él no le quedó
más remedio que irse a morir de nostalgia a una lejana aldea de España, de donde un día había partido a las Indias en busca de fortuna
el fundador de su tronco genealógico en esta parte del mundo; ¡bienvenidos a la Perla del Sur!, el Cabaret Guanaroca se complace en
ofrecerles; el Lobo; ¿cómo entraste?; le pasé cinco pesos al portero
y diez al capitán, ¿y tú?; desde que llegué una turista española se
puso para mí y me invitó a entrar, le dije que para los cubanos era
muy difícil, sobre todo hoy que es el día del carnavalito para extranjeros, entonces llamó al capitán delante de mí y le dijo que cómo era
eso que un cubano no podía entrar a un cabaret en su propio país,
que si la cosa era así ella cancelaba su reservación, que no se sentía
capaz de venir de tan lejos a usurpar un derecho que ella entendía
era, primero que de nadie, de los cubanos, y que además era una invitación que ella me hacía con su reservación, ¡si vieras al tipo!,
parecía un semáforo, ¡me imagino a la española denunciando el descaro éste en su país!, y hablando como los locos, qué hiciste con los
dólares que te quedaban; el Lobo; se los di al yuma mío para que le
comprara unas cuantas cosas a la vieja, que si la dejo sola, al menos
quiero dejarla lo mejor posible; cantante; siento que si tú te alejas se
me acaba la vidaaaaaaaaaaaaaaaa; un dos tres el que no salte es gusano, el que no salte es gusano, el que no salte, la turbamulta, el
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Armando de Armas
pueblo combatiente, el pueblo enardecido, un pueblo unido jamás
será vencido, un pueblo a la caza de escorias; ¿los escorias son ciudadanos del Escorial?; no, qué va, hijo, esos son malos cubanos,
delincuentes de toda laya que traicionan a la patria, al Socialismo y
a Fidel para ir a restregarse contra la inmundicia del Imperio, son
como perros, ¿sabes?; las Tropas Especiales disfrazadas de pueblo
ofendido, ¡que se vaya la escoria!, palos y piedras para la escoria que
se quiere ir, sin miedo, que si alguien resulta muerto no lo vamos a
pagar, que en la guerra es lícito matar, y estamos casi al borde de una
guerra civil, la guerra de los revolucionarios contra los que no lo
son, de los trabajadores contra los vagos, de la luz contra las sombras, de los machos puros contra los homosexuales, de los que han
asumido el compromiso de la Historia contra los del basurero de la
Historia, la guerra de los huevos, toneladas de huevos contra las
casas de la escoria, explosiones de huevos contra las paredes como
cuadros abstractos de un pintor loco, ¡el más loco de todos los pintores!, chorreantes manchas, negruzcas, amarillentas, con olor a podrido, cubriendo un letrero de irregulares trazos; Yuri y Betty unidos
para siempre; alaridos, ¡abajo la escoria!, ¡que viva la marcha del
pueblo combatiente!, un pueblo que está siempre dispuesto al combate, de oficio combatiente, casta de guerreros, una sola casta, lo
demás no existe, y si existe ya nos encargaremos de desaparecerlo;
no es tiempo de ceremonias; esto último aparte de ser el título de un
mal libro policíaco, es una realidad que nos compulsa a matar, sin
que nos tiemble la mano, es tiempo de matar, matandile dile dile dile
al enemigo que le mataremos, y enemigo hay entre nosotros, nosotros mismos nos mataremos en aras de mantener la unidad, la casta
única, en esta lucha cotidiana de unos contra otros, de unos contra
todos, de todos contra unos, de los otros contra los otros, de los unos
contra los unos, de todos contra todos y de todos contra lo que sea,
unidad monolítica en torno al Partido, lindo ejercicio de combate
para un pueblo combatiente, flamantes fotos de felices norcoreanos,
anos del Norco, anos del Narco, todos vestidos iguales, saludables,
sonrisa en los labios, un amar al padrecito Kim Il Sum, fisiológica
felicidad, la historia de una mujer trepada sobre una grúa durante un
año, no se bajaba hasta que terminase la obra, ese era su homenaje al
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La tabla
aniversario de Kim Il Sum, Zumba el mango eso, conmueve, caras
de Idea Suche, hombres sin debilitantes contradicciones, firmes, seguros de su futuro, y de su presente, porte y aspectos marciales, nada
de relajamientos intelectualoides, radiantes masas, rebaño envidiado
por Dios, músculos en función de la productividad, del luminoso
futuro, verdadera democracia, ¡miren bien!, miren bien estas fotos
de hermanos coreanos para que callen las bocas viperinas de los
calumniadores de Occidente, encargados de propagar la leyenda de
una supuesta infelicidad de los pueblos bajo el Comunismo, miren
esas fábricas sin polución, esas vacas dadoras de riadas de leche
exquisita, asépticas vacas convencidas del papel que representan
para la economía coreana, vacas con cierto parecido en la mirada a
sus cuidadores, intachables compañeros al servicio del Gran Timonel; Universidad Central de Las Villas; un hervidero, gritos, enronquecidas gargantas, aglomeraciones, alumnos gusanos, profesores
gusanos, apátridas que no agradecen a la revolución estar, precisamente, en la Universidad, la Universidad es para los revolucionarios, la calle es para los revolucionarios, ¡GUSANO A TU HUECO!;
un profesor, Secretario General del Partido en la Facultad de Letras;
corría despavorido delante de una turba de estudiantes que le tiraba
piedras, bandejas de comida, plátanos, tomates, los clásicos huevos
y todo lo arrojable, e intentaba encontrar la salida en desesperadas
vueltas en torno a las mesas del comedor, vueltas de la muerte, profesor-serpiente-que-se-muerde-la-cola, pedía auxilio que no llegaba,
¿de dónde habría de llegarle?, logra saltar por una ventana, y Amadís parado frente a su cuarto lo veía venir, ¿qué hago?, hijodeputa
que es, el marxismo es la única filosofía que da una explicación
científica a los fenómenos de la realidad, y constituye un arma teórica a disposición de la clase obrera en su lucha por alcanzar el poder,
ahora yo debiera meterle una zancadilla para que los apapipios lo
destoleten todo, y de paso me limpio con los apapipios, ya llega, se
le distingue la cara, amasijo de sangre, sudor y fango, cara sucia y la
rana, comió rana, profesor Juan Pendejón, su pelo ensortijado cubierto de fideos, profesor en sopa, una sopa de profesores ex secretarios de núcleos del Partido, profesores partidos por el Partido, espaguetis en dos patas, paticas pa qué te quiero, y le resulta tan
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Armando de Armas
desvalido a Amadís como puta tirada a un río en noche de invierno
después de haber sido eficazmente usada por sus compañeros de
juerga, entonces Amadís entra corriendo a su cuarto para salir de
nuevo al pasillo; ¡pingaaaaaaaaaaaaaaaa paraelquelotoque!; armado
de una bengala; ¡le remeto un bengalazo en la jeta al que lo toque!;
tiembla, a punto de halar la cuerda del disparador, por furia, por
miedo, retroceden, el profesor-puta-partidista-arrepentida se escuda
detrás de Amadís, estudiante universitario que compra bengalas a
veinte pesos a los guapos del barrio El Condado de Santa Clara, hippy y pacifista, porta navaja y trafica con armas; bengalas para el
arreglo de cuentas entre marginales en día de carnaval, para verlas
subir a lo negro de la noche y desparramarse allá arriba como rosario
incandescente que al instante mismo en que más deslumbra desaparece tragado por la inconmensurable boca de la noche, y bengalas
para enviar señales desde una balsa perdida en el Golfo de Méjico
con la esperanza de que sean vistas por un guardacostas de los Estados Unidos, por un yate de turistas humanitarios o por un buque
mercante de la Marina Soviética, cuyo capitán sea un ferviente creyente, y practicante, de la Perestroika, bellas bengalas estas últimas;
el que quiera renunciar al honor de participar en la construcción de
la Sociedad Socialista que se vaya, no le ponemos traba, porque
como bien dijera un famoso filósofo marxista, entre más gallina en
un gallinero más mierda y menos huevos, sobre todo ahora que los
huevos han devenido formidables armas de combate utilizadas por
el pueblo, que cuando un pueblo se dispone a luchar contra sus malos hijos no vacila en convertir sus alimentos en proyectiles, y esa,
compañeros, es una hazaña de la cual hoy quizá no nos percatemos
cabalmente debido a la inmediatez de los hechos, y el apasionamiento, pero de la que en el futuro habrá que hablar como la más grande
heroicidad, dejaremos pasar el tiempo y como escritores que somos
nos situaremos en la distancia para fríamente, desprejuiciadamente,
contar la gesta de la hombrada que es tirar comida al rostro del enemigo que como rata quiere abandonar el barco a punto de naufragar;
un Mariel que se puede caminar de un extremo a otro, tranquilamente, sin tocar el agua, Cristos sobre las aguas, sobre la cubierta de
barquichuelos, sobre canoas indias de troncos vaciados con fuego,
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La tabla
venidas desde las brumas del tiempo tripuladas por viejos y desnudos guerreros para ser testigos del destino de la Gran Tribu que ellos
una vez ayudaron a conformar, en el mar la escoria goza más, en el
mar todo es felicidad, un mar aperturista, nada ortodoxo, libertario,
demócrata, pluralista, respetuoso de las diversas moralidades, acogedor de sus hijos que una vez en el tiempo salieron de él y ahora
regresan para cruzarlo, ¡o para quedarse dormidos como viejos fetos
allá en el seno de sus insondables profundidades!, mar mío, mar de
todos, todos al mar para escapar del mal; cárceles vacías, manicomios vacíos, cerveceras vacías, bares vacíos, mercados vacíos, la
calle vacía, vacío general, general del vacío; en una unidad policial
un oficial le dice a un sujeto sospechoso de algo; ¡escoges, cumples
cuatro años de prisión por peligrosidad predelictiva o te vas por el
Mariel como escoria!; yo no quiero irme, ésta es mi tierra, aquí están
mis hijos, mi madre, mi mujer, soy cubano ciento por ciento; todo
muy conmovedor, pero de todas formas tienes que escoger entre la
cárcel o Miami, que para ti no debe ser difícil la elección; escorias
patrióticas, y eso demuestra más que nada el patriotismo del pueblo,
porque si entre la escoria hay patriotas, ¡qué es lo que no habrá en el
seno de nuestros trabajadores!; peligrosidad, aquí cualquiera es peligroso, una puta, un chulo, un maricón, un testigo de Jehová, un
masón, una tortillera, un rosacruz, un ex combatiente del Frente Nacional del Escambray o Comevacas, una vendedora de croquetas, un
descendiente de Carlos Manuel de Céspedes, si no el propio Carlos
Manuel, un antiguo auténtico, un abakuá, un perturbado mental, un
masturbado mental, un comunista tronado, el hijo de una guajirita
preñada por el capitán Félix Torres en las cercanías de Fomento, el
hijo de un jefe de guerrillas anticastristas calcinado con un lanzallamas en una cueva del Escambray junto a viejos huesos de indios y
negros apalencados en busca de libertad, un guapo, un bitongo, un
traficante de divisas, un traficante de marihuana, un obrero no sindicalizado, un militar pensante, un intelectual, ¡sobre todo un intelectual!; ¡que se vayan!, ¡que se vayan!; miles de puños en alto, amenazantes, dispuestos a dejarse caer sobre cualquier antisocial,
puños-cabeza, todos los puños una cabeza, la cabeza de la pinga,
unidad de las masas, hombre-masa, como un solo puño y un solo
164
Armando de Armas
corazón, torrente dirigido, odios estallantes, envidias desatadas,
conciencia gregaria, blanco y negro, rostros vociferantes, sudados,
marcados por un rictus, terror en el aire, se respira, te envuelve con
su asquerosa babosidad, te entra por los poros, terror que te llega y
no sabes de dónde, de quién, por qué, pero eso es lo de menos, lo que
importa es el hecho cierto, concreto, de su presencia, y el convencimiento de que nada es más estúpido que escribir novelas de terror
cuando ya sabemos que el terror no es la excepción de la cotidianidad, sino la cotidianidad misma, quien se atreva se expone a crear
novelas tragicómicas que sólo servirán para dar un pálido reflejo de
lo que es el HORROR DE LA REALIDAD; José Lezama Lima, uno
más del grupo Orígenes, de una poesía intimista, católico, escribió
una novela, Paradiso, que narra, creo que en el capítulo 8, una escena homosexual; ¿homosexual?; no, eso no, no estamos autorizados
a divulgar acerca de las intimidades de los autores, sobre todo si son
cubanos; dicho así, por el profesor de Literatura Cubana, de pasada
y como quien no quiere la cosa; ¿y Virgilio Piñera?; ¡ah, sí!, un buen
dramaturgo que además escribió buenos cuentos, podemos mencionarles su obra Electra Garrigó, pero no se preocupen, son escritores
que no van a examen, que tienen, digamos, problemas, escritores
problemáticos y problematizados, índole ideológica, así que olviden, estudien sólo los que están en la guía, que son los que resultarán
provechosos para sus futuras carreras, influencias mucho más benéficas en caso de que alguno de ustedes se decida por la creación literaria; Amadís; media sonrisa, un largo trago de Havana Club, mira
hacia el show, dos cantantes, hembra y varón, escenifican un diálogo
cantado cuyo tema es el de los celos, de fondo una descomunal cama
matrimonial, muy peligrosa para el espectáculo que comienza con
ambos cantantes acostados al amanecer de la primera noche de luna
de miel, peligrosa porque el cantante en la vida real es un alcohólico
y va y una noche de éstas se queda dormido de verdad en la cama y
la cantante que hace de amada tendrá que improvisar para evitar el
ridículo; despierta mi bien despierta, mira que ya amaneció, ya los
pajaritos cantan, ya las nubes se levantan; el Lobo; cuando llegue al
Yuma lo primero que haré es ir a un buen show, me voy a desquitar
de un año viendo el mismo casi todas las noches; el cabaret Guana-
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La tabla
roca abre sus mágicas cortinas, todos los días, siempre de martes a
domingo; PROCESO DE PROFUNDIZACIÓN REVOLUCIONARIA EN LA UNIVERSIDAD CENTRAL; se abre la sesión; como
parte del Proceso de Profundización y Depuración Revolucionarias
que se lleva a cabo en todo el país, debido a los excepcionales momentos históricos que le ha tocado vivir a nuestra generación, damos
comienzo hoy a la asamblea de nuestro grupo en ese sentido y de
entrada, compañeros, les pido de favor, les exijo, que hablen sin tapujos pues para algo somos revolucionarios y si alguien aquí no lo
es, resulta indispensable desenmascararlo para el bien de todos que
es el bien de la patria; nosotros la patria, nosotros la revolución,
nosotros Fidel y todos los que lucharon con él, Fidel-revolución-patria-nosotros, nosotros los de abajo, ¡abajo el Imperialismo, abajo el
colonialismo y el neocolonialismo, abajo la deuda externa, abajo la
CIA, abajo el intercambio desigual, abajo la ignominia, abajo los de
abajo y arriba los de arriba que son la vanguardia!, van guardias a
controlarlo todo, a planificarlo todo, a reprimirlo todo; ya comenzó
la máquina de moler carne, crac crac crac crac, carne y huesos, más
que un máquina es una planta carnívora de una inteligencia maligna,
pide, pide, pide, y hay que darle, darle y darle para que esté contenta
y tenga la sucia bocaza ocupada en triturar, mientras que la tenga
ocupada en esa faena, al menos los que permanezcamos más lejos de
ella y tirándole ante la boca víctimas propiciatorias, no corremos
riesgo inmediato, se imponen, pues, las víctimas propiciatorias,
¿propiciatorias de qué?, de que aún no te corresponda el turno de ser
triturado, de que aún puedas respirar por un tiempo aunque sea aire
viciado por la sangre, propiciatorias de que Huizilopochtli no nos
quiera en la piedra roja de los sacrificios porque seremos, precisamente, la garantía de más sacrificios, y por tanto de la continuidad
del proceso ascendente del pueblo azteca y del incendio del continente en aras de un futuro mejor, mientras esto ocurre hay que ir
viviendo, escapando, ¿no habías soñado con ser un bandido siempre
escapando de la ley?, pues esto es igual, sólo que en un marco mucho más cerrado, el marco de tu aula, donde puedes visualizar todas
las acciones, las acciones y los silencios, ¡esos silencios que pretenden no estrechar el cerco sobre un bandolero amigo!, pero que ine-
166
Armando de Armas
vitablemente lo estrechan, porque no tienes cojones para pararte y
decir; ¡esto es una mierda!, ¡qué tiene que ver que alguna vez en el
primer año de la carrera hiciera un comentario irónico acerca de la
Televisión Cubana, ¿acaso no es verdad que es la televisión más
mala, aburrida del mundo?, a pesar de que estuvimos entre los primeros países en tener televisión, y televisión en colores, a pesar del
extraordinario desarrollo alcanzado por la televisión isleña durante
la década del 50, entonces ahí mismito es donde entran a jugar las
tácticas del bandolero experto, del guerrillero, y te hundes todo lo
más que puedes en tu pupitre como si te encontraras en el monte
escondido detrás de un farallón y las balas del enemigo te pasasen
silbando por el lado, con un silbido como de adiós y buena suerte, y
nunca te das por aludido y haces como que levantas la mano para
sumarte a la condena de separación de la Universidad y lograr quedar bien con el bandolero amigo que vio embarajaste la mano y con
el tribunal inquisitorial que no notó que sólo amagaste, y sabes que
entre más se dilate el análisis de tu amigo, más tiempo de vida te
quedará a ti, y entonces puede que te entre una especie de remordimiento por ser consciente de que sólo has hecho malabares y de que
tu momentánea salvación depende sólo del tiempo en que la máquina lo triture a él, o a otro, que eres entonces como un pichón de
Huizilopochtli, que vivirá sólo en la medida que haya alguien tri-
turándose en las fauces de Huizilopochtli padre; esta tensión es
superior a la que se puede sentir huyendo a campo traviesa,
donde la muerte y la traición pueden acecharte pero tienes espacios para evadirlas y sabes que son eso y sólo eso, y no evidencias y medias tintas y es buen estudiante pero no mantiene
una actitud combativa, y tu amigo dispara contra los guardias,
¡o contra ti si es un traidor!, pero nunca hacia arriba malgastando cartuchos para quedar bien contigo y con los guardias y
nunca se alegrará de tu permanencia en el cerco porque eso
sólo puede representar su propia permanencia, y en caso de
que te cubra la retirada estarás contento de su combate con el
enemigo y del tiempo que dure el combate pero nunca de su
muerte porque su muerte es la tuya; yo sé que en cualquier
momento me va a tocar, y no sé en verdad con qué balas me
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La tabla
irán a tirar y ni siquiera si tirarán a matar, pero uno es tan vulnerable, y ellos tan impersonales y tan sabiéndolo todo que
uno no imagina nunca con la que le van a salir, yo tengo a mi
favor que hablo poco acerca de lo que no conviene con la gente porque, bobo no soy, y no tengo por qué contribuir gratuitamente a la confección de mi hoja clínica, pero así y todo no
puedo estar seguro de que alguna vez no haya hecho algún
comentario imprudente, que al mejor escritor se le va un borrón; un buen escritor es aquel que siempre está borrando y
corrigiendo lo que escribe, lo malo está en ser un escritor a
quien le digan lo que tiene que borrar, que ese aunque sea bueno nunca será un escritor, en todo caso será un buen escribidor
de panfletos, ¿seré algún día escribidor de panfletos?, ¿tendré
algún día el valor de escribir que ahora tiemblo ante la proximidad de que me llamen para el análisis de mi profundidad
anal, perdón, revolucionaria, y que de buena gana inventaría
una macabra historia, ¡escritor al fin y al cabo!, que facilitara
llevar más carne a la bocaza trituradora, cualquier carne menos
la mía, una historia, por ejemplo, en que hubiera estudiantes de
esta aula involucrados en una conspiración para obtener la autonomía universitaria, quemar las fotos de Lenin y abolir la enseñanza
obligatoria del Comunismo Científico y la Economía Política, una
conspiración en la que muy bien pudiera estar involucrada mi novia,
y yo, ¡prueba irrefutable de conciencia revolucionaria!, no he vacilado en denunciar porque donde comienza el deber revolucionario
termina la amistad o el amor?, ¿tendré el valor de escribir eso si
llego a ser un escritor?; bueno, compañeros, ahora le corresponde el
turno al compañero Amadís, espero de ustedes el mayor grado de
criticidad constructiva posible, así que adelante, quién pide la palabra, a ver, a ver; bueno, él es un excelente compañero, se lleva bien
con todos aquí en el aula; sí, está bien, es buen estudiante; interrupción brusca; pero buen estudiante no es sólo coger buenas notas, ser
inteligente no requiere ningún sacrificio, nace con la persona, hay
que analizar la actitud del compañero ante el estudio, la combatividad, la asistencia a la Cátedra Militar, cosas en las que yo considero
está muy mal, además de no asistir a las reuniones de la Federación
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Armando de Armas
de Estudiantes, ni a los trabajos voluntarios, ¡y lo más importante!,
no asistió a la Marcha del Pueblo Combatiente, ni tampoco participa
en las actividades deportivas; yo sí he participado en todo eso, lo que
pasa es que a lo mejor el día que yo iba, tú no ibas; no inventes, estás
cogido, los papeles, mi hermano, los papeles son los que hablan, que
para eso existe una Federación de Estudiantes y una Juventud Comunista que trabaja eficientemente; moderador; un momento, un
momento compañeros, yo soy aquí el representante del Partido y
como tal he dejado que ustedes se expresen de acuerdo con los principios del Centralismo Democrático, he oído opiniones, ¿no?, a favor y en contra, pero hay cosas aquí acerca del compañero que no se
han mencionado, por ejemplo, miren, según el informe que tengo
entre las manos referido al 6 de junio de 1980, ese día el compañero
intervino en un incidente a favor de un traidor, el profesor de marxismo, de triste recordación para todos, en contra de la justa ira del
estudiantado, y bueno, ¿cómo decirles?, no, no me interrumpa, Amadís, que ya usted habló a su debido tiempo y volverá después si lo
cree pertinente y si la masa reunida lo entiende así, ¿por dónde iba?,
ah, sí, ya, les iba a decir que el hecho de defender a alguien que va a
ser golpeado, aunque ese alguien sea una escoria, y creo que es válida la aclaración, puede verse como un gesto valiente y caballeresco
y hasta justiciero, porque aquí nadie está autorizado a golpear, no es
política del Gobierno Revolucionario ensañarse con sus enemigos
de clase, de manera gratuita, pero lo que sí debe quedar claro es que
si el pueblo enardecido lo hace no podemos, no queremos, reprimirlo, por un problema elemental de sentido común que entenderán los
revolucionarios presentes aquí, pero, el caso de Amadís no es precisamente ese, sino que lo grave está en que ese día se enfrentó a los
estudiantes enardecidos, pueblo enardecido, armado de una bengala,
y para conocimiento de todos, las bengalas no son sólo esos útiles
instrumentos de señalización utilizados por los hombres del mar,
son también peligrosísimas armas para ajustar cuentas pendientes
entre los elementos de los bajos fondos de la sociedad; ¿bajos fondos en una sociedad socialista?; antes parecía que no, pero ahora
resulta, con lo del Mariel, que putas, marihuaneros, chulos, maricones, guapos, tortilleras, estafadores de toda laya, asesinos y carteris-
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La tabla
tas representan un porcentaje bastante elevado en el seno de la Sociedad Socialista; aleluya cha cha; el elenco del Show del Cabaret
Guanaroca se complace en; el Lobo; oye, Amadís, hoy sí no podemos encañarnos, aunque es el día que más deseos he tenido de beber
en mi vida, no por alegría, no, más bien porque estoy muy triste;
despedir junto a ustedes un año más, el año 30 de la revolucióóóóóóóóón; Amadís; yo también, es como si sintiera un gran asco
por todo, por todos, por ti, por mí; óoóóóóóóóóóóón, un año no excento de dificultades, y errores, pero en fin un año de logros en lo
económico, en lo político, en lo social, en la salud, en la educación,
en la formación de las nuevas generaciones; el Lobo; pero mi asco
por mí y por los demás creo que es el más grande del mundo, ¿sabes,
Amadís?, me violaron en la prisión; Amadís; lo sé, y nada cambia,
también sé que te bailaste a los dos tipos que tuvieron que ver con
eso; el Lobo; con dieciséis años, un niño, estaba allí por fugarme del
Servicio Militar Obligatorio, me empastillaron, ¿sabes?, parkinsonil
en el café; generaciones que crecen en una sociedad sana, alejados
de los vicios y aberraciones del libertinaje capitalista; cuando aquello yo creía que los tipos duros en la prisión eran como héroes o algo
de eso, ¡héroes mierda!, y mi aspiración era ser como ellos, un día;
Amadís; no te sientas acomplejado por eso que a todos nosotros nos
han violado, nos han violado y vendido como carne de puerco, tu
violación es sólo parte de una violación mayor; ¿y a mí qué cojones
me importa la violación mayor, si yo tengo la mía?; pero no te pongas así, piensa que esa, la tuya, te la cobraste y bien, mientras que la
otra, la grande, la de todos, esa está por cobrar, y hoy, ya ves, nos
jugamos la única carta a huir como ratas, cuando podríamos jugárnosla a tiros aquí dentro, pero tú y yo, demasiado pronto tal vez,
hemos aprendido mucho y sabemos que no lograríamos nada, cuando más una mugrienta tarja en cualquier esquina del cabaret que
diga, aquí murieron heroicamente en un enfrentamiento con la policía política los luchadores por la Democracia y los Derechos Humanos Fulano y Mengano, y nosotros ajenos a las inversiones que se
harán en el turismo y un borracho preguntándose quién carajo serían
esos tipos tan jorocones mientras deja caer un chorro de vómito sobre nuestros beneméritos nombres, no por ultrajarnos, sino simple-
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Armando de Armas
mente porque le vino la arcada y no pudo contenerse de tan borracho; el Lobo; estuve un mes ingresado en la enfermería, bocabajo,
con las hemorroides afuera, levantándome nada más que para ir al
baño, caminaba con trabajo, y las piernas abiertas como una jeva
preñada, un dolor ahí del carajo, más el otro dolor, el de los comentarios, los cuchicheos y las risitas de todo el que entraba a la enfermería, asere, me sentía como un cubo de basura, cuando me recuperé me mandaron de nuevo para la misma galera, los guardias seguro
pensaron que con lo que me había pasado ya todo sería un problema
de adaptación y que estaría de jeva como pez en el agua y que yo no
iba a hacer nada, todo el mundo pensó que no iba a hacer nada, ¡qué
jodido es que piensen que no eres capaz de hacer nada!, porque al
menos si creen en ti la cosa es más fácil, es sólo seguir la corriente,
hacer lo que ya se esperaba, pero levantarse contra todos los pronósticos, demostrar que sí haces, que tienen que respetarte, es algo realmente difícil, es como partir de cero al miedo, al miedo que todos
deben cogerte para hacerte un lugar, un lugar por el cual ir escapando, haciendo las cosas más fáciles, entonces me faché una cuchara
del comedor y pasaba las noches, riqui, riqui, riqui, contra el piso;
jefe de galera; ¿quién cojone está afilando un yerro?; silencio silencio silencio silencio, la noche y el tiempo, todo el tiempo, eran míos
y, riqui riqui riqui hasta que la dejé como un estilete; el Guareao, un
negro alto y gordo, con 250 libras y tres muertos, trujano como él
solo; a ver nenecita que ya debes estar bien de tu culito, tú verás que
ahora no va a ser tan malo, no te va a doler como la primera vez, que
para eso después que terminamos te lo abrí bien con un palo de escoba, el panga mío fue sólo para ayudarme porque estabas un poco
rebencú, pero ahora serás sólo mía, te tengo una litera cerca de mí
con parabanes de toallas rosadas, como una princesa, esta noche te
me vas a dormir para allá y serás la niña que mejor ha vivido en
cualquier talego del mundo; estaba oscuro y ya por la madrugada me
vino a entrar por los pies, dejé que se me subiera, y entonces le tiré
con toda mi alma de abajo hacia arriba y lo ensarté por el cuello en
la misma ollita, chuaf, y se la enjuagué adentro, chuaf, y se la volví
a enjuagar, se quedó paralizado en un ronquido, en un hipido escapándosele por el agujero, como un puerco cuando le dan la puñala-
171
La tabla
da, meneó la cabeza como a ritmo de coyunte, me empapó de sangre
caliente, quemante, y se le fueron doblando las manos, hasta quedar
sobre mí semejante a un enorme cangrejo, un cangrejo dormido, así
nos quedamos un rato, no sé cuánto, hasta que me despabilé y me le
corrí despacito por un costado, entonces fui para la litera del otro,
más ágil, segundón del Guareao, dormía como dicen que duermen
los buenos, se la entré por un ojo y se le fue un berrido que me eriza
nada más que de acordarme, fue a pararse en los codos, y se la volví
a entrar, pero ahora entre el cuello y la clavícula por ese hueco que
tiene uno, ¡salva sea la parte!, que le dicen la jabonera, estuvo agonizando una pila de días en el hospital antes de irse para la otra
cuartería; al compañero Amadís hay que tenerle en cuenta aquí también lo positivo, ¿no?; sí, sí, pero ya hemos visto lo de la bengala, y
eso es inadmisible en la historia de un centro del prestigio que tiene
esta Universidad en el país; bueno, yo, a pesar de todo, quiero hacer
constar que el compañero Amadís, bastantes croquetas que vendió
para recaudar fondos cuando lo del Décimo Festival Mundial de la
Juventud, ¡y eso, compañeros, hay que tenerlo en cuenta!, porque; si
ellos supieran, la mayoría del dinero de las croquetas fue a parar a
mi bolsillo, Amarilys y yo por primera vez en un restaurante de lujo,
Amarilys que quiere pedirme una cosa que hace tiempo está por
pedirme, que ella me quiere mucho mucho, que no soy capaz de
imaginar lo mucho que me quiere, y yo; camarera ponme dos cervezas más y ponte una para ti; ¡la calidad es el respeto al pueblo!; y
corre solícita que se le quieren partir las patas flacas; las camareras
debieran tener buenas piernas y sonrisa seductora y ojos insinuantes
y manos finas; estas croquetas son una maravilla, son las croquetas
de oro, oro del moro, del moro ñángara, se siente una enorme satisfacción cuando se le roba a esta gente, a ellos que lo tienen todo, que
pretenden controlarlo todo; Amadís yo quisiera que nos casáramos;
pero si lo hacemos igual; no es igual porque lo hacemos escondidos
en la manigua; es mucho más emocionante, cuando la gente se acomoda pierde la ilusión, ya quisieran muchas esposas de encumbrados dirigentes hacerlo como tú lo haces; ¿y las hormigas?; pero no
mires la parte mala nada más, que me parece que hay más buenas
que malas; papi estuvo hablándome de eso, de que deberíamos ca-
172
Armando de Armas
sarnos; LOS BUENOS AL FESTIVAL MUNDIAL DE LA JUVENTUD Y LOS ESTUDIANTES; vino a hablarme el padre de Amarilys, alias Don Corleone, alias el Calvo, alias Mano Buena,
administrador de centros de la red gastronómica; Amarilys me dijo
que se querían casar, mira aquí tienes 1.000 pesos, nada más para la
luna de miel, de lo demás me encargo yo; Amadís nunca había visto
1.000 pesos juntos; ella me gusta, tiene buenas nalgas y caderas,
aunque dicen que las mujeres así se ponen después, al parir, que
parecen vacas de gordas, pero no sé si la quiero, o a lo mejor va y la
quiero, de todas formas 1.000 pesos es mucho dinero para estar dándole tanta vuelta a la cosa, ¿la cosa?, la cosa en sí, la clase obrera
evolucionó de clase en sí a clase para sí, la felicidad para sí, el dinero para sí, el pueblo para sí, Dios para sí, patria para sí, héroes para
sí, la mesa para sí, la hembra para sí; el Lobo y yo nos hemos cambiado, intercambiado las hembras muchas veces, la mesa de nosotros es la que más hembras atrae en todo el cabaret; desde que nos
sentamos a la mesa la Gata no ha hecho más que mirar a Luly, y Luly
se hace la que no, pero sí, es bueno esto de estar en un cabaret tomando Havana Club, añejo, siete años, tan alegre, tan ajeno a los
cañaverales y al lomo doblado de los hombres bajo el sol, en su orgullosa y etiquetada erección, tan limpio de la grasa de los centrales,
tan elegantón, tan dador de divisas convertibles; ¡cómplice, una y
mil veces cómplice del orden de cosas!; tan olvidado de su pasado
de sangre y barracones y negros y contrabandos y burdeles y conciliábulos de piratas al acecho en plan de ataque sobre la ciudad de La
Habana, tan burgués, y tan degustado por la selecta Vanguardia de la
Clase Obrera, y por el lumpen-proletariado, rodeado de mujeres y
lentejuelas y luces y los maricones un primor bailando allá arriba en
la pista, la primera vez que me senté con Oriana aquí en el cabaret le
dije; ¿ves al que baila a la izquierda en la pista?, ¿sí?, pues es tremendo guapetón, le mete una puñalada a cualquiera; y Oriana; ¡no
chives, chico, cualquiera diría que es maricón!; y el hombrín giraba
y giraba y desplegaba las alas a la luz, mariposa de la luz, de la noche, y quisiera haber venido una noche de estas con cuatro granadas
en una jaba y tirarlas hacia arriba sin espoletas, contra las luces del
techo; ¡a comer naranjas, muchachos!; y ¡búmbata búmbata búmba-
173
La tabla
ta! los chivatos en el aire, las putas, los jineteros, los hijitos de papá,
y los que no tienen madre, los funcionarios que esa noche anunciaron a sus esposas que irían a una reunión sobre la zafra, y sus queridas a la moda, las tortilleras empedernidas, el pelotón de policías y
Boinas Rojas que custodian el cabaret y se dan sus tragos de Havana
Club con la complaciente complicidad de los cantineros, desmembrados, todos desmembrados, cayendo sobre las mesas y las alfombras, piltrafa, lluvia de sangre multiplicándose en los reflectores,
orgía de sangre y luz, hice bien en enterrar la pistola y no decirlo a
nadie, ¡ni en el Lobo confío!, así está segura para cuando llegue la
hora, ¿qué me une al Lobo?, no sé, la verdad que no sé, sólo sé que
no sé nada, todos se creen aquí que son muy duros y muy bárbaros y
si Atila los viera les tiraba una sonora trompetilla, el gran invento de
nosotros, la trompetilla es nuestra contribución a la universalidad,
ella es a nosotros como las artes marciales a los japoneses; un samurai se va a la guerra y regresa al cabo de cuatro años para encontrar
sobre la estera del hogar la nota siguiente; ¡Tatica, me fui con Yamamoto, la carne llama a la carne!; entonces el pobre samurai vencedor
de mil batallas y matador de tantos enemigos que ya ni se acuerda,
se arrodilla sobre la estera y se hace eso, ¿cómo se llama eso que se
hacen los samurais?, ¡ah, sí, ya sé, el haraquiri!; ¡no, chico, lo que se
hizo fue tremenda paja!; estupendo lo de venir aquí con un bolso de
granadas, ¿tendré yo alguna tendencia al terrorismo?; una vez tomábamos alcohol de noventa grados, en la caseta de una parada de
guaguas, a una hora en que ya no pasaban guaguas y nada más estábamos el grupo de jodedores, medio borrachos todos y tiré una botella contra el techo de concreto burdo a un metro más o menos sobre nuestras cabezas y fue una explosión linda contra el silencio de
la noche, porque los grillos habían callado y ya no teníamos nada
que decirnos, y el rosario de vidrios cayó del cielo, digo del techo, y
no hirió a nadie, y la gente, ¡Amadís tú estás loco, nos vas a matar!,
aquí todos estamos locos locos locos locos locos de remate, y tiré
otra botella y nada, ni un rasguñito para nadie, y se animó la conversación y estuvimos hasta el amanecer tomando de lo más felices de
nuestro alcohol de 90 grados; ¡vamos a luchar en contra del terrorismo que es una mala hierba, la marihuana es una buena hierba!; terror
174
Armando de Armas
de izquierda y terror de derecha, un terror todos los terrores; GRANMA; los apátridas y gusanos al servicio de la CIA han querido tronchar la sonrisa de futuro de nuestros niños con el brutal incendio del
círculo infantil Le Van Tam, ¡qué hubiera sucedido de no ser por la
eficaz acción de los compañeros del Ministerio del Interior, del curso de bomberos, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, de los
CDR y pueblo en general!, que se personaron inmediatamente en el
lugar de los hechos; Hitler culpando a los elementos comunistas del
incendio del Reichstag y desatando una feroz cacería de comunistas;
el gobierno de los E.E.U.U. acusando a España de la voladura del
Maine y penetrando con sus fragatas en la bahía de Santiago de
Cuba, mientras Calixto García al frente de sus hombres macheteaba
en la costa a los españoles que lograban llegar a nado desde sus navíos hundidos por los torpedos norteamericanos; Stalin, divinidad
creadora de complots y enemigos del pueblo por toda la Unión Soviética y salvador de la patria y del arte y la cultura del pueblo soviético; como una de las premisas para la formación integral de la personalidad del individuo en el Socialismo, nos proponemos desarrollar
en los niños el sentido de la visión estética de la realidad; pero la
escena del Le Van Tam no tiene desperdicio, era como si los periodistas amaestrados de la televisión estatal, los bomberos y policías
estuvieran apostados a la espera del incendio, de salvar a los niños y
atrapar a los saboteadores; cervecera, mesas vacías, dos o tres individuos ubicados por los rincones comentan en voz baja sobre los
últimos acontecimientos, Amadís prefiere leer entre sorbo y sorbo de
una jarra de cerveza, y de vez en cuando levanta la vista como ido en
el recuerdo o el análisis o el disfrute de insospechadas interrelaciones; ¡estamos mejor que nunca!, podemos aceptar cualquier reto imperialista, cualquiera, antes nos llevaban profesionales, ahora les
tocó llevarse al lumpen; NOTICIAS DE MARIEL; el lunes salieron
por esa vía 4.344 elementos antisociales; Amadís vuelve la página y,
foto de cubano en Fort Chafee, de rodillas, de espaldas, esposado,
pie de foto; ¿qué pensaba, que iba a encontrar allá ese policía que
encontró en Cuba, el único que había conocido hasta ahora; ese policía humilde, respetuoso, recto, vecino quizás de su propia cuadra,
joven comunista, incapaz de vejar y humillar a un ciudadano, aun-
175
La tabla
que se tratase incluso de un ciudadano como él?; ni miente Granma,
ni miente el pueblo; Amadís, media sonrisa, un trago largo, le gusta
esto de sentirse la cerveza fría bajándole por el gaznate, mientras
afuera el sol reverbera en el pavimento y una cálida brisa viene del
mar, ese mar que siempre añoró aun cuando sólo lo imaginaba como
un charco brincable a saltos de una piedra a la otra, habitado por
negros y cabezones gusarapos; gusarapos que una vez le llevaron la
más grande de las sorpresas cuando habiendo ido de pesquería por
los caminos reales fue capturando la mayor cantidad posible y encerrándolos en antiguos pomos de chocolate en polvo; antiguos porque
el criminal bloqueo norteamericano a la isla hacía años que impedía
el paso del cacao de Oriente a Las Villas; que le hacía la boca agua
al recordar pasados desayunos de leche con chocolate, ¡y quizás galleticas de soda!, no podía precisar bien; para guardarlos bajo la
cama con la esperanza de que un día se convirtieran en rutilantes
pececitos de colores como había visto en peceras de algunas casas
de la ciudad, y descubrió una mañana que a los supuestos pececitos
les salían paticas y brincaban desde el borde de los pomos convirtiendo el piso de tierra de la casa en un ranero que dejaba pequeña la
invasión de ranas que Jehová envió sobre Egipto cuando castigó al
Faraón por no dejar marchar en libertad al pueblo de Israel; y siente
una especie de regusto morboso al mirarse las marcas en carne viva
de la última vez que la policía le puso las esposas; ¿esposas?, ¿por
qué les dirán esposas?, ¿es que puede haber algún tipo de relación
entre ese instrumento policiaco, niquelado, frío, que aprieta más entre más fuerza hace el novato por intentar aflojárselas y una hacendosa, fiel, complaciente, amorosa y erótica esposa?, tal vez, tal vez,
nunca se sabe de las posibles relaciones; la primera vez todo resulta
muy cómico, ¡para el policía, claro!, pateas, gritas, halas, retuerces
las manos, las enflaqueces y escupes para ver si resbalan y las sacas,
pero nada, siguen apretando como un implacable cangrejo de plata,
que arranca la piel en rodillos y tranca la circulación, entonces si te
rebajas y el guardia no es una mala persona va y te las afloja un poco
con la llave, pero si es alguien deseoso de hacerse notar, de usar la
pequeña porción de poder que le tocó en suerte, te dice; ¡jódete!, ¡¿tú
no eres guapito?!; después que aprendes la cosa es más fácil porque
176
Armando de Armas
te estás mansito como un buey viejo y te empujan y conducen y tú
como si nada; la máquina bajaba por Prado como una migaja de pan
conducida por las hormigas, el parabrisas roto, palos y cabillas enarbolados, el techo aplastado como si le hubiesen dejado caer un tractor encima, vociferantes muchachos subidos al techo; estos muchachos podrían ser antecedentes, controlados y oficialistas ahora, de lo
que en años venideros serían bandadas de punks sobre el techo de las
guaguas en un franco desafío a la muerte; el hombre conduce, la cara
sucia, los ojos amoratados y queriéndoseles salir de las órbitas, tiembla, la vieja mete una mano para abofetearlo, la vieja se fractura la
muñeca contra la columna niquelada de la ventanilla, entonces el
hijo de la vieja se alza de entre la multitud esgrimiendo un punzón y
lo clava dos veces en la espalda del hombre, el hombre venía de
despedir a sus hijos que salían por el Mariel; y bien, nada mejor que
música y alegría para despedir el año 30 de la revolución, y como de
música y alegría se trata, nos complacemos en presentarles a alguien
muy querido por ustedes; ¿volveré algún día a despedir un año en
Cuba?, en Cuba no se despiden los años, al menos hace 30 años, lo
que se hace es esperar el Primero de Enero, ¿el Lobo sentirá lo mismo que yo siento?, es posible que sí, pero no puede, o no quiere
conceptualizarlo, y es probable que si alguien tratase de convencerlo
de que nos vamos más por una búsqueda de la espiritualidad, o más
bien por una búsqueda del libre albedrío, que por la posesión de un
carro, ¡aunque sea recogido en un basurero!, o de un equipo de video
donde ver películas porno y de sangre corriendo a raudales, y por
tomar cerveza de latica, de esa que tiene un oso polar encaramado
sobre un témpano de hielo en ademán desafiante de la tropicalidad,
vestir buena coba y andar con putas de lujo alquiladas hasta para una
temporada en Hawai; se le reiría en la cara, pero yo sé que sólo en la
superficie porque allá muy en lo profundo él debe sentir el aletear de
esa palomita ciega y puede que hasta medio tonta que es la espiritualidad y que pugna por salir debajo de varias costras de mierda que
durante mucho tiempo alguien le ha estado echando encima; la Gata
sigue en su asedio lento, pero estudiado, de Luly, la Gata es una
fiera para las hembras, siempre acechante, siempre pendiente de la
menor debilidad en la defensa para lanzarse al ataque, cortejadora
177
La tabla
primero, y a fondo después, casi siempre fulminante por aquello de
que una mujer casi nunca está preparada para defenderse de otra en
el terreno de la eroticidad, por lo que siempre están expuestas a caer
bajo los influjos de una Gata asaeteadora, halagadora a veces, complaciente siempre, oportunamente dominante y abierta a las confesiones acerca de desilusiones sufridas a manos de hombres presuntuosos y demasiado confiados de las virtudes de la penetrabilidad,
incapaces de robar una flor, y de mamar allí donde han eyaculado; la
Gata es también tremenda hembra, el Lobo y yo la iniciamos cuando
tenía nada más que dieciséis años y debe andar ahora por los dieciocho, y lo que más me gusta de ella es el brillo de los ojos en el momento de la cacería, y su disposición a compartir el botín con el
Lobo y conmigo, y el convencimiento, ¡gritado por ella a viva voz
en los bares de la ciudad!, de que dos mujeres solas resultan bastante aburridas, ¡siempre mejor que entre un hombre y una mujer!, pero
que la cosa cambia totalmente cuando las dos mujeres se convoyan
con uno o dos hombres desinhibidos y gozadores como lo somos el
Lobo y yo; Luly se hace la que no, pero yo creo que sí, que es cuestión de tiempo y de hablarle bien del asunto, como sabemos hacerlo
nosotros tres, consagrados maestros, y de que la bebida la ponga
sabrosa, y es posible que esta noche no se dé, pero otra noche se
dará, aunque esa otra noche el Lobo y yo no estemos aquí para gozarla me complace imaginarla, y saber que nos agradecerá la ayuda
que le dimos en el camino de la verdad orgiástica; Amadís, de pelo
largo y encrespado, alborotado como pajonal, vestido con un jeans
azul desteñido, cubierto de parches, y un pulóver negro con una
enorme calcomanía del grupo Kizz; los del grupo están como metidos en una nube de humo y endemoniadamente drogados; calzado
con tenis escritos con letreros en inglés con faltas de ortografía, hiperquinético, se somete al cuéntame tu vida del llenado de planillas
de ingreso a la Universidad en la facultad de Letras; nombre, dirección, nombre del padre y de la madre, nombre de los abuelos paternos y maternos, familiares en el extranjero, país donde residen, año
en que abandonaron el país, motivo del abandono, relaciones con
esos familiares, si dichos familiares militan en organizaciones contrarrevolucionarias, nacionalidad, número del carnet de identidad,
178
Armando de Armas
tipos de enfermedades que padece, específicamente enfermedades
mentales o venéreas, creencias religiosas, visión del mundo en que
vivimos, expediente escolar, integración revolucionaria, origen social, salario devengado por cada integrante del núcleo familiar, cargos ocupados en organizaciones juveniles y de masas, disposición
combativa y disposición a cumplir misiones internacionalistas, otras
carreras que le hubiera gustado estudiar, motivos por los cuales
quiere estudiar, aclaración, si lo hace por mejorar su nivel de vida o
por ser más útil a la sociedad; pondría que fui jefe de una pandilla en
la escuela primaria, ¿pero cómo explicar que lo hacía imitando a las
guerrillas que luchaban por la libertad en Asia, África y América
Latina?, por sí o por no, que el papel aguanta lo que le pongan, es
mejor que haga constar que fui jefe de destacamento pioneril, presidente de los estudiantes en la secundaria, delegado a no sé qué congreso de espeleólogos juveniles, jefe de los círculos de interés militar en el municipio, ¿investigarán esto?, no, seguro que no, a lo
hecho, pecho, lo único que no puedo poner es la verdad, la verdad os
hará presos; la presidenta de la FEU; compañero Amadís, estuve
analizando las planillas de los nuevos ingresos y he podido ver que
usted tiene una envidiable trayectoria como cuadro estudiantil; ¿cuadro?; un marco en la pared con una foto de Cristo o de Lenin o de
Martí o de Fidel o de Stalin o de Hitler o de Mussolini o de Alguien,
un cuadro espeluznante, un cuadro clínico, un cuadro de Picasso, un
cuadro de tortilla, pero, comúnmente un cuadro es sólo una tela o
papel enmarcado en metal o madera, independientemente de las figuras que contenga, que lo esencial es la función enmarcadora; y ese
tipo de cuadros como tú, con experiencia, es lo que necesitamos en
la Universidad para que las cosas marchen porque como tú sabes la
experiencia vale mucho en el cuadro, un cuadro sin experiencia puede que tenga muchos deseos de hacer, pero de nada le servirá ante
los múltiples y complejos fenómenos que se le presentarán en el
ejercicio de sus funciones; ¡caramba!, qué buena está la dirigente,
heredera de las mejores tradiciones de lucha del estudiantado cubano, de Mella, de Villena, etcétera, tiene unas nalgas que ya quisiera
yo cogerlas por un día de fiesta, ¡lástima que coma tanta mierda!; sí,
yo entiendo lo que me quiere decir, pero no quiero dirigir en la Uni-
179
La tabla
versidad, sino dedicarme enteramente a mis estudios, porque he oído
que aquí las evaluaciones son constantes; pero no me vaya usted a
venir con esas, Amadís, que usted muy bien sabe que el estudio es
sólo un elemento más de la formación integral que venimos a recibir
en la Universidad, que la revolución puso en nuestras manos, y es
una lástima, qué diría yo, una lástima, un verdadero crimen que un
compañero como usted se nos anquilose y no contribuya a la formación integral de otros compañeros menos desarrollados política e
ideológicamente, además de que en las tareas de la Federación Estudiantil Universitaria, en la FEU, no todo es sacrificio, sino que entre
nosotros, los miembros del secretariado, amenizamos de vez en
cuando con sanas fiestecitas revolucionarias; bueno, mire, déjeme
pensarlo porque a la verdad, así de repente no estoy preparado para
darle una respuesta; está muy bien, piénselo, yo mañana lo vuelvo a
ver, pero de entrada le digo que aquí el trabajo como cuadro le va a
resultar muy interesante, digo interesante porque es difícil, en la
Universidad la masa estudiantil tiene un promedio mayor de edad, y
se presentan algunos problemas graves de diversionismo ideológico; cuento de Pepito, llega Pepito muy alborozado al aula; ¡maestra,
maestra, la gata de mi casa parió cinco gaticos y los cinco son comunistas!; ¡ah, sí, qué bueno!; al otro día vuelve Pepito; ¡maestra,
maestra, la gata de mi casa parió cinco gaticos, y los cinco son comunistas!; y así hasta que un día vuelve Pepito con la misma historia; ¡maestra, maestra!; y la maestra cansada; sí, ya sé, que la gata de
tu casa parió cinco gaticos y que los cinco son comunistas; ¡no maestra, ya no, ya abrieron los ojos!; pero por eso mismo, requerimos de
una dirección fuerte, unida, compacta y monolítica para enfrentar
cualquier germen que intente desarrollarse en nuestro seno; por cierto, que ella también posee unos senos como para amamantar a un
pelotón, cosa bastante poco frecuente en mujeres fondilludas, por
aquello de que en este mundo nada es completo; germen atentador
contra nuestros principios; ¿qué principios?, es que por ventura estamos en los tiempos de los principios del fin; al día siguiente; bueno, Amadís, supongo que ya te hayas decidido; no, todavía; y al otro;
Amadís, qué sorpresas tienes para mí; no, por ahora ninguna; y al
otro; bueno Amadís, ya está bueno de indecisiones pequeño burgue-
180
Armando de Armas
sas; mira, chica, quieres que te diga una cosa, yo en mi vida no he
sido ni boy scout, inventé todo eso en la planilla porque vi que todo
el que entraba aquí había sido dirigente y de trayectoria ejemplar, y
pensé que yo no podía ser menos; ALARMA AÉREA; ésta nos avisa
de la proximidad de aviones enemigos, que vienen a sembrar la
muerte, el terror y la destrucción; ¿QUE HAGO AL OÍR LA ALARMA AÉREA?; protegerme en el refugio, zanjas, alcantarillas, sótanos, badenes, árboles y todo aquello que me pueda brindar protección contra la fragmentación y la onda expansiva de las bombas;
¿POR QUÉ VÍA ME LLEGA LA ALARMA AÉREA?; sistema centralizado de sirenas, radiodifusión nacional, discos de arados, etc.,
en el trabajo, en la calle, en la escuela, en la casa; en la Universidad
había también profesores honestos, orgullosos de su profesión, y
verdaderos trabajadores de la cultura, pero ninguno fue conmigo
como Hernán Cortés, que contaba a quien quisiera oírlo que era descendiente de Hernán Cortés el conquistador del imperio de los aztecas; por supuesto que yo no podía conciliar la imagen del recio guerrero medieval-renacentista, con todo lo que implicaba en
metodología de la crueldad y espíritu de cadenas y barrotes y aventuras y acorazamientos y ciudades sitiadas y encerramiento y óxido
y polvo y mosquetes y almenas y sudores de caballos y corredores
secretos e intrigas y doblez y superstición, con la imagen de un profesor de Historia de Cuba, mirada dulce y ademanes delicados y
poseedor de un perfecto dominio del método marxista de investigación histórica regional, justo a la hora de distribuir los puntos en las
evaluaciones, exigente, y de una inteligencia; no estoy queriendo
decir que el conquistador no la tuviera; poco común en cátedras universitarias invadidas por núcleos del Partido, sindicato, trabajos productivos-voluntarios, intransigencia revolucionaria, actitud ante la
defensa y pelotones formados para marchar los fines de semana por
plazas públicas y estadios de pelota al son de 1, 2, 3, 4, ¡el pueblo
unido jamás será vencido! y ¡yanki desmaya eso!, además de una ola
de proletarización que hacía de buen gusto que un profesor impartiese sus clases tocado de un rutilante casco blanco de constructor, y de
una tendencia a reescribir la Historia, y la Historia de la Literatura,
cosa bastante perjudicial a nivel de toda la sociedad, para no ser
181
La tabla
francamente traumatizante en la Facultad de Humanidades; genealogía importante la del profesor Hernán, porque de ser cierta venía a
ser una prueba más de que Cortés aprovisionó sus naves en Trinidad;
la familia del profesor es originariamente trinitaria; de salazones,
vinos, caballos y de algún que otro vecino que se enroló en la expedición para escapar al tedio de una paz casi paradisíaca, antes de
partir a la conquista de un mágico imperio de jade, plumas multicolores y oro, mucho oro, como hasta ese momento nadie había imaginado; genealogía más importante aun cuando la mayoría de los profesores de la Universidad trataban, los que no la tenían, claro, de
procurarse una genealogía evidentemente tercermundista, llegado el
caso de un profesor Tal que se proclamaba descendiente del Gran
Cacique Manicaragua, muerto valientemente combatiendo al invasor español en las lomas de dicha localidad; holocaustos, magnificencia, vocación de muerte, inmolación, Historia escrita con sangre,
sacrosanto olor a pólvora, pólvora y aguardiente, enaltecimientos,
cargas, toques a degüello, heroicidades, martirologio, desmembramientos, ahorcamientos colectivos, revanchas, cañaverales en llamas, abajo la propiedad, temeridad, ajusticiamientos, atentados,
trincheras, contrabandos, anarquismo, Ismo de los Arcos del Ano,
tierra arrasada, balas y machetes, la Verdad Absoluta, desprestigiados dogmas, idolatría del Héroe, ditirámbicos cantos a las bajas pasiones, óptimo aprovechamiento de las bajas pasiones por parte del
Poder, nefasta herencia de una Castilla hecha más a la espada cercenadora de cabezas y al tropel de caballos enjaezados; Conquista; que
al fomento de las haciendas y al desarrollo de habilidades industriosas; Colonización; jugadores de juegos prohibidos y perdidos de antemano, endurecimiento del alma, tendencia a la vida fácil, y su
opuesto, plañideros llamados al sacrificio y la inmolación, solución
de conflictos internacionales al conjuro de la brujería, miedo al vacío que se llena con esperpénticos aguajes de objetivos a cumplir a
largo plazo por generaciones venideras, es decir, eyaculantes; prejuicios entronizados, errores que nos condujeron al GRAN ERROR,
que no deben llevarnos al cometimiento de errores de signo supuestamente contrario, que el error de cualquier signo o en nombre de
cualquier fin, dígase el más noble, es siempre error, terror, y ésta
182
Armando de Armas
debe ser tribu que entierre de una vez y para siempre sus viejas y
ensangrentadas hachas, sus ídolos monstruosos, sus apestosos osos
sacrificadores de vidas para el altar de su gloria, que olvide sus ideologías, que olvide sus sagas, para el goce de un casabe que muy bien
podría ser el bíblico Maná, no precisamente caído del cielo, sino de
los dólares, de la productividad transmutada en dólares; y con ello la
tribu no olvidará su Cultura, sino que se insertará en la Universalidad de la Cultura; alguna vez quizás me ponga de acuerdo con el
profesor para escribir una novela sobre fantasmas que una vez visualicé caminando por las calles de Trinidad, era en el crepúsculo, y un
jinete se alejaba a todo galope de la Plaza de Armas hacia un bosque
de palmeras en una altura a las afueras de la ciudad, donde esperaba
una dama cubierta con velo blanco ansiosa ante la inminencia, y la
conciencia, de violar las rígidas reglas de la rancia aristocracia de la
villa al entregarse a un oscuro aventurero, para colmo, prófugo de la
justicia del Señor Gobernador Diego Velázquez, que partiría al otro
día a la conquista de un quimérico reino, con más nubes en la cabeza
que posibilidades de éxito; el profesor Cortés descubrió que yo era
algo más que un alocado muchacho, un hippy, que venía a la Universidad como quien va a una aventura, con claras tendencias a la marginalidad, y a la guapería, que rezumaba ámbito carcelario y bares
de mala muerte en el vestir, el caminar y el hablar en jerga, hablar a
duras penas contenido ante los profesores de la facultad, y lo más
importante, me lo descubrió a mí, que fui el más asombrado cuando
empecé a ser el primero en su clase, cosa que no hizo mucha gracia
a algunos compañeros de aula, que entre risitas insinuaban una especie de trato deshonesto entre nosotros, por suerte no cogí a ninguno
en el brinco y vine a saberlo mucho después cuando ya no me contaba entre los alumnos de la Universidad, fue entonces que se me
hizo más interesante la aventura de la intelectualidad que la aventura
de los aseres, las borracheras y las reyertas; realmente hasta hoy
nunca estuve seguro de si sucedió realmente o fue efecto de la marihuana, yo venía por la calle vacilando la nota cuando la viejecita me
llamó de una casa con puerta prendida al marco por una esquina; por
favor, joven, ayúdeme a poner en la cama a mi hija que es inválida;
detrás de ella estaba el viejo, y me guiaron a una oscura habitación
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La tabla
donde me golpeó en la cara el vaho de sábanas resecas en meados,
en un sillón descubrí a la anormal, descomunal masa de carne blanco-lechosa, fofa y gelatinosa, que movía a un lado y el otro una cabecita con una boca que chillaba y dejaba caer un interminable hilo
de baba; la vieja; joven no tema que ella no hace nada, es que está
enferma de los nervios; bueno, ayúdenme a pasarla para la cama; no,
nosotros no podemos, estamos muy viejos ya para hacer esa fuerza;
la tomé entonces por debajo de las axilas, y no pude respirar, no sé
si por la peste o por la impresión que me producía todo aquello, haciendo un esfuerzo tremendo logré levantarla algo del sillón, pero
pesaba una barbaridad y los brazos me temblaban y entonces la vieja comenzó a gritar; ¡ay ay ay ayayayyyyy ay ay ay ayayayyyyy
ayayayyyyy que se cae, ayayayyyyy que se me cae la niña, el descarado va a abusar de la niña!; y el viejo, con una boca cavernosamente desdentada; ¡cállate loca, no seas imbécil, que él no le va a hacer
nada!; no pude con aquello, me subí la manga de la camisa y le enseñé al viejo la enorme cicatriz en mi hombro como justificación a
mi impotencia, salí a la calle, respiré profundamente y me dejé envolver como en un salvavidas por las luces de la ciudad, durante
todo este tiempo he pensado, he querido pensar, que fueron alucinaciones, que la marihuana me jugó una mala pasada, que no es verdad
que cada noche hay alguien en la ciudad que guiado por macabra
ruleta rusa vaya a pararse justo frente a la puerta de la vieja, pero hoy
me he topado con un socio que hacía tiempo no veía, y por todo saludo me dijo excitadísimo; ¡tú que eres escritor! ¿si vieras lo que me
acaba de suceder?; y ya sabía yo lo que le había sucedido, y entonces
se lo conté tal y como nos había ocurrido a los dos, que es algo que
da para un buen relato de horror, pero no sé si me atreva, si realmente pueda ser capaz de llevar a la realidad de la literatura el horror de
descubrir que las alucinaciones de la marihuana tienen vida propia,
existen al margen de ella, golpean y se hacen sentir a través de una
vaharada de meados en la oscura habitación de una anormal y de los
gritos histéricos de una vieja; ¡el descarado va a abusar de la niña!;
que cada noche sale a la puerta de la calle, extrañamente prendida a
una esquina del marco, a la caza de ingenuos transeúntes; yo cohabitando con el monstruo, yo sobre o debajo de la gelatinosa montaña
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Armando de Armas
de carne babeante y apestosa a meados, un meado viejo y persistente como de dioses anteriores al Dios, quizás ella misma un dios venido a menos; pero no se me asuste, amigo, que según la teoría de las
probabilidades es muy difícil que en una ciudad de tantos habitantes
le toque a usted ser la víctima una de estas noches, ya a mí me tocó
y es suficiente, nadie en el mundo debía estar en paz consigo mismo
si yo bebo para olvidar que cuando termine este show romperé a
punta de pistola con las cosas que más quiero, que quizá tenga que
bailarme al menos a un tipo, que quizá me bailen a mí, que quizá me
lleven a bailar al talego que sí no es alucinación de la marihuana; y
esta noche me comeré un lechón asado, un lechón asado, un lechón
asado; cubanía, sí señor, es lo que se desprende de esta pieza que nos
acaba de interpretar nuestro requetequeridísimo cantante; aquí me
he sentado a todas las mesas y en cada mesa y recoveco de este cabaret tengo algún recuerdo, es como un microcosmos que odio por
todo lo mediocre y estúpido que hay en él, a lo mejor porque encierra todo lo que de mediocre y estúpido hay en mí, pero, es indudable,
tiene sus encantos, un encanto enfermizo, huérfano de toda manifestación estética, algo como la búsqueda de la carne, la carne como
suplantación de cultura, valores, conceptualizaciones, dogmas, compromisos, ideologías; toneladas de carne putrefacta, chamuscada,
desgarrada, cubierta por nubes de moscones verdes que escapan al
control de la Sección de Higiene y Epidemiología de los Órganos
del Poder Popular; el Poder es UNO, el del poder; nadie atenta, nadie puede, nadie osa siquiera pensar en atentar contra el apestoso
poder de la carne y sólo es posible el paliativo de los pañuelitos para
las narices de pudibundos príncipes de la aristocracia partidista; baila, baila como Juana la Cubana, baila, baila como Juana la Cubana;
Juana la Cubana, Juana de Arco y Juana la Lista, tres Juanas continentes de los elementos que conforman la juanidad, pero, la juanidad como tal no tiene importancia, importancia podría tener la cubanidad; ¡sobre todo para los cubanos!; aunque, es preciso decirlo, la
cubanidad y la juanidad podrían estar interesantemente relacionadas, o tal vez sólo se trate de la existencia de una Juana la Cubana,
lo cual no tendría nada de extraño en otro contexto cualquiera, pero
aquí en este cabaret el epíteto, La Cubana, adquiere una connotación
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La tabla
especial por cuanto la mayoría de las Juanas presentes, o mejor la
mayoría de las mujeres presentes, no son cubanas, o al menos las
que hay no son, precisamente exponentes de la cubanidad; ¿y qué es
la cubanidad?; oiga compay, usted no tiene compasión de mí y me
las pone de humo, pero no obstante trataré de decirle lo que pienso
o más bien lo que siento por cubanidad, y lo que siento es como un
impulso, sí, sí, no se me ría, para bien o para mal, la caballería cubana que destroza los cuadros españoles, cercena cabezas y se lleva de
cuajo, limpiamente, el cañón del Máuser, el asalto con escopetas y
fusiles de caza a un Moncada erizado de nidos de ametralladoras,
jóvenes lampiños penetrando pistola en mano hasta los aposentos de
Batista, un 13 de marzo, y la muerte de presos políticos plantados
contra Castro ante la indiferencia de unos y la complicidad de otros,
también esos locos disidentes que ahora se organizan por toda la
isla, gérmenes de sociedad civil les llaman los organismos internacionales, gérmenes patógenos les llama el régimen, en la idea de
democratizar un país erizado de cañones y dominado por dos mafiosos, marxistas testiculares; soplo, tromba, remolino, Huracán, centella, estampida que se diluye en el contoneo sensual de las nalgas
detrás de la conga, en grandes calderos de arroz congrí, en el lechón
asado en puya y en los inquietantes ríos de aguardiente, ¡claro!, tú te
ríes porque tales bacanales son ya más bien nostalgia de este pueblo,
o más bien de la gran mayoría de este pueblo, que todos, independientemente de posiciones alcanzadas, privilegios y claudicaciones,
somos el pueblo, que el perro por sarnoso y huevero no deja de ser
perro, es decir, con los elementos de la perrunidad más o menos
desvirtuados; pero te olvidas que a cambio de esas bacanales desaparecidas nos han dejado los Domingos de la Defensa, la guardia
de los CDR, los mítines relámpago, los chequeos de emulación, los
cumpleaños colectivos, el arte en las FAR y el arte en las fábricas y
otras hierbas olorosas que ni los chivos las comen; no, chico, eso son
elementos exógenos, extremismos de comecandelas que demasiados
problemas han causado ya, no podemos renegar de la cubanidad,
reneguemos de los Papas Controladores del Impulso, Totems Reverenciables de una tribu nada tendente, por cierto, a divinizar a los
hombres por aquello de que bajo la sotana hay un par de cojones
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Armando de Armas
igual a los míos, y sincrética hasta el punto en que cualquiera se te
puede presentar como blanco y católico, y cuando investigas un
poco te das cuenta que el individuo no es blanco ni católico, o es las
dos cosas y otras cuatro más; bueno, ya te entiendo pero, ¿hay dos
tipos de cubanidad?, ¿la que cruzó el Estrecho de la Florida y la que
quedó en la metafísica de las marchas del pueblo combatiente?,
¿cuál es la valedera?; no, mira, la cubanidad es una en sí como la
Santísima Trinidad es UNA, es UNO, y basta, y como el UNO está
en todos y en todas partes, manifestándose en infinidad de modos y
matices e independientemente de ideologizaciones, parcialidades,
partidismos, deseos, clases, gustos, niveles intelectuales, prejuicios
y perjuicios; si el Lobo fuera capaz de hablar de estas cosas no tendría yo que jugar a preguntas y respuestas, si el Bobadilla estuviera
aquí otro gallo cantaría, el Boba es un borracho pero le sobra cultura
para polemizar sobre cualquier tema por escabroso que parezca, sin
embargo, le faltan cojones para dejar de beber, sólo está sobrio cuando no encuentra un tonto que le pague los tragos a cambio de oír sus
historias poco comunes entre borrachos, que sólo son borrachos y no
son como él que es borracho y es muchas otras cosas, pero, compay,
lo que es la vida, le faltan cojones para dejar de beber pero no le
faltaron para intentar matar a Fidel Castro y aguantar después el
presidio con todo lo que eso representa, pero no es sólo eso, sino
permanecer después en el seno de la Tribu con todas las credenciales
requeridas para largarse hacia el Norte, no no, deje eso, eso no es
tener cojones, eso es masoquismo o quizás deseos de ser Señalado
Como Quien Un Día Osó Apuntar Al Señor De Las Barbas, quizás
es por eso que le dicen el Boba, pero el Boba sabe, el Boba tiene
muchas cosas que cobrarse, lo malo es que no le van a dar chance,
los comunistas nunca dan chance, pelea de león para mono y el mono
amarrado, pobre mono, le tiran piedras y sólo puede tirar cocos, el
Boba es un mono, el mono-bobo, todos monos, todos bobos, el Bobo
Liborio y el Caballero Amadís en el país de los monos encantados,
el mono Amadís en el país de los caballeros encantados; encantado
país de un Caballo parlante y babosas que aplauden y siempre dicen
SÍ, con la capital en Rusia y el cementerio en Angola, difuminado
país; la Gata ha dejado caer, como al descuido, una mano sobre la
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La tabla
mano de Luly que repta por sobre la mesa en busca de encendedor
para el cigarro; FUMAR DAÑA SU SALUD, fume el Habano de
Vueltabajo, el mejor del mundo, Vueltabajo y sin freno; el Lobo
mira a Amadís con picardía, y Amadís, media sonrisa; yo he controlado algunas cosas en mi vida, pero sobre todo me han controlado,
es como si estuviera en una fila y alguien me diera descomunal patada en el culo, y en vez de virarme y darle al que me dio le diera otra
patada descomunal en el culo al que va delante de mí; la cadena
siempre se rompe por el eslabón más débil, nos referimos a la cadena imperialista, eso explica el por qué de la Gran Revolución Socialista de Octubre en la Rusia de los zares; y de los controles que he
tenido el que más me satisface es el control de los yumas, aunque el
Lobo dice que esas son rarezas mías, el Boba sí me entiende y hasta
hemos disertado en bares y cerveceras acerca del asunto buscándole
una explicación que hemos hallado en el hecho de que el extranjero,
sobre todo el europeo, siempre nos ha visto como indios con levita,
y ahora nada más que como indios, porque ni la levita, además de
que antes un extranjero era un extranjero y punto, y viniese de donde
viniese siempre era un polaco, un moro, un chino, un gallego o un
isleño; ¡como si nosotros también no fuésemos isleños!; ínfulas de
superioridad que quizás provenga de cuando Colón porfiaba a brazo
partido de que Cuba era continente y no isla, de que era el Imperio
del Gran Khan; pero, ahora no, ahora todo es distinto, ahora al extranjero se le llama con sustantivo harto especial, consecuencia, de
haber elevado hasta el infinito la dignidad nacional, el concepto de
soberanía y el cumplimiento del destino histórico que se nos ha encomendado como Llave de América; ¿tendrá que ver con Yavé?;
gracias a la instauración del marxismo-leninismo, se le nombra
YUMA, iuma, pronunciándose con la boquita botada hacia adelante
en el gesto de tirar un beso, con un fuerte regodeo en esa manera de
pronunciar, con lujuria o lascivia o qué sé yo, palabra como abracadabra, perteneciente al reino de lo real-maravilloso, yuma, yu-ma,
y-u-m-a, you-mama, ¿me la mamas for five dollars?, yuma, ¿del estado de Yuma?, ¿de United States of America?, ¿del tren de las 3:10
a Yuma?, no importa de dónde provenga la palabra, el caso es que
existe y nombra a alguien de un país cualquiera que no es Cuba, que
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Armando de Armas
viene a Cuba y trae dólares y puede entrar a los hoteles y lugares
donde yo no puedo asomar la nariz, comprar la virginidad de las niñas y comprar fotos del Che en estanquillos de bisutería en zonas
exclusivamente reservadas para turistas, es decir, para yumas; el
Che con un brazo entablillado en la Campaña de Las Villas, el Che
que ordena fusilamientos en el Castillo de la Cabaña, enervado al
conjuro de los disparos y los gritos de ¡VIVA CRISTO REY! de los
patriotas que muerden el polvo, el Che libretador de pueblos, ¿libretador?, sí, eso mismo, les impone la libreta de racionamiento, el Che
con mochila, granadas, fusil, pistola, arsenal en dos patas, bípedo
artillado, y el asma, siempre el asma, subiendo una montaña, prendiéndose de endebles yerbajos, arañando sobre la piedra calcinada
por el sol, sol anticomunista, antiguerrillero, sosteniéndose desesperadamente de un resquicio, detrás el abismo, resbalando, agarrándose, maldiciendo a Manila que lo ha dejado abandonado, sin abastecimientos de comida ni de armas, a merced de las emboscadas de los
soldaditos bolivianos y de campesinos chivatos que, ¡malagradecidos como son!, no quieren la libretación, los amigos me llaman un
nuevo Bakunin, y se lamentan de la sangre derramada y de la que se
derramaría en el caso de tres o cuatro Vietnams y las características
son las mismas del mes pasado, salvo que ahora sí el ejército está
mostrando más efectividad en su acción y la masa campesina no nos
ayuda en nada y se convierte en delatora, el Che en la encerrona de
Quebrada del Yuro, quebrada del yugo que pretendía imponer a los
bolivianos, sólo con su pistola inutilizada, entendiendo cosas de golpe, entregando su reloj al oficial que lo ha capturado para que lo hiciera llegar a su esposa, sobre todo, cagándose en la madre de los
hijos de puta que desbarran acerca de la Revolución Mundial y el
Internacionalismo desde rutilantes tribunas rodeadas de guardaespaldas y novedosos sistemas de seguridad, pálido, hierático, sobreponiéndose al miedo, al no me maten que dijera cuando lo capturaron, yéndose al otro barrio por obra de una ráfaga de ametralladora,
él que tanto ha ametrallado, que tanta gente ha ametrallado, tirado
allí en el piso de la escuelita en La Higuera; ¿cuánto vale un Che?;
barato, Mister, barato, sólo one dollar; el turista, adiposo, coloradito, de relajadas facciones, sonríe satisfecho y entrega two dollars, la
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La tabla
empleada sonríe servilmente, mira hacia uno y otro lado, nerviosa, y
se embolsa rápidamente la propina entre descomunales tetas que
quieren estallar bajo sofocante blusa; se comprenderá que controlar
a un yuma es como controlar a Dios, se da la paradoja divina de que
un indio, un pobre indio, controla a Quetzacoalt, la Serpiente Emplumada, dios barbado y de ojos azules, y lo manda a comprar en
una tienda para turistas, el dios comprando jeans, grabadoras, zapatos, bombones, chiclets, videocaseteras y unos novedosos taponcitos
sanitarios con gasita pendiente para halar en caso de peligro de desaparición por el túnel vaginal, ¿se imaginan ustedes el placer del
indio que pone a su dios a trabajar?, a servirle, que se venga de ser
considerado como un insecto por el prepotente dios, y el dios, sonriente; estúpido indiecito, gracias a mí, venido de otra galaxia, es
que puedes ser un poco feliz, de mí aprendiste un calendario más
perfecto que todos los conocidos por el hombre; y el indio piensa;
Quetzacoalt, maricón emplumado, te vendo, te uso, te engaño con
mis argucias de indio taimado y tú, cara sin arrugas, sin problemas
reflejados, sin ansiedades y sin el ceño fruncido como quien está
siempre al acecho, esperando lo peor; ¿cuánto vale un yuma?; un
yuma no tiene precio, pero se vende, se cambia, se posee, cambio el
control de un yuma por una caja de leche condensada, un yuma por
dos locas haciendo tortilla, dos locas por cuarenta fulas, fula viene
de fulano o de fu, fulano es fu, el fufú de fulano huele fu, onda fu, la
onda del fu, andas en lo fu, lo fu es lo que da, da pesos, da jevas y
da, casi siempre, la prisión, yo nunca he ido a la prisión por jinetear,
el secreto está en el tacto y el control que uno mantenga en un país
donde existe monopolio del control por parte del poder, ser jinetero
es, ser jinetero es, ser jinetero es ver lo bella que es la vida, la ciudad
está invadida por huestes de jinetes que montean, olfatean, acorralan, cercan, peinan, encuentran y atrapan al dólar; la lucha por el
dólar va desde las grandes potencias, los paladines de la pureza ideológica, ministros y funcionarios de menor cuantía y llega hasta supuestos elementos antisociales en un país donde hay taxis para yumas, tiendas para yumas, hoteles para yumas, retretes para yumas;
¿cómo tendrán el culo los yumas?; plazas y parques para yumas, ron
y tabaco para yumas y estatales putas para yumas, que además de
190
Armando de Armas
putas deben ser confidentes y agentes desinformadores y factores
indicadores de alardes aperturistas con el fin de estimular las inversiones de capital por parte de prósperos y libidinosos hombres de
negocios que son, por supuesto, fervientes creyentes en los valores
de la democracia y los derechos humanos; POSIBLES MANERAS
DE CONTROLAR A UN YUMA; por amistad, por relaciones de
trabajo, pagándole un porcentaje por las compras que realice, porque alguien que ya controlaba al yuma se lo venda a un amigo en
dólares o pesos cubanos, o se lo canjee, porque alguien se tiemple al
yuma, o porque ese alguien se deje templar por el yuma, según las
preferencias, lógicamente, del yuma; el blanco, el negro y el indio
que reman en el bote son jineteros, o no, más bien son cubanos que
escapan hacia la Florida y oran a la Virgen de la Caridad del Cobre,
Patrona de Cuba, Ochún en la santería; los hijos de Ochún pueden
ser chulos, putas y maricones, es la madre de la gozadera; ¿será por
eso que es la patrona de Cuba?, pero la Caridad del Cobre también
es virgen mambisa; Virgen de la Caridad del Cobre que moras en la
región más transparente, más azul, tú que te vistes con manto de
estrellas, acuérdate de nosotros e intercede ante quien Todo lo Puede
para que Cuba sea libre, salva a Cuba virgencita linda, virgencita
buena; los tres Juanes piden para que el barquito no se les hunda,
que Ella los guíe por buen rumbo, rumbo norte, que las patrulleras
comunistas no los encuentren, que los tiburones no se los coman;
estampita anticipadora del destino de Cuba, virgencita de jineteros y
balseros, de delincuentes y prisioneros políticos, de jerarcas del
mercado negro y escritores sin libros publicados, virgencita de todos, apiádate de mí, haz que todo salga bien, que no me maten, que
no tenga que matar, que llegue a la Otra Orilla, que un día pueda
volver a una Cuba democrática, que no pudra mis huesos en extraña
tierra, que no los pudra en una cárcel, que mis hijos no piensen un
día que los dejé por mal padre, que mis padres no piensen que los
dejé por mal hijo, que me perdonen los hijos que pude haber tenido
acá y no tuve y los que pueda tener allá medio cubanos y medio todo
y un pie acá y otro allá y hasta cuándo vagar por el mundo con la
cabeza en una parte y los pies en otra y el mar por medio y mejor se
seque el mar o nos trague el mar o se trague a los comunistas que
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La tabla
uno no es culpable y por qué tener que irnos y no tener un espacio
sólo un espacio si la infinitud del mundo sin absurdos planetarismos
y no digo ya nacionalismos revolucionarescos que cada cual vaya o
venga como mejor le plazca que como los pájaros no tenemos por
qué estar presos del aire o los árboles; Bar Noche Cubana; Amadís,
los amigos, mujeres, una noche cualquiera, una noche todas las noches, en honor a la Noche, hijos de la Noche, el ron vertido en los
vasos sin sentido de la cantidad, llegó la Bamba, Bamba, Bamba,
Bamba, ráscame aquí que me pica, mamita, te pico mamita, te pico
mamita, te pico mamita, picar, siempre picar, los velos de la noche
con una navaja, picar la barriga de un chivo sin que el filo de la cuchilla toque el mondongo, desnudar mujeres en la calle de un tajo sin
que la navaja toque la carne, cualquier día le pico las nalgas a Esther,
Esther Borja, Esther Morronga le pega más, a lo mejor va y no la
pico y lo que le hago es un tatuaje, un tatuaje que sea una obra de
arte que admiren sus próximos maridos y hasta sesudos críticos de la
plástica buscadores de manifestaciones marginales devenidas contestatarias ante el autoritarismo y la intolerancia en épocas ha mucho
tiempo dejadas atrás por los hombres, porque si no puedo dejar mi
huella como héroe guerrillero; el Ejército dio una rara información
sobre la presencia de doscientos cincuenta hombres en Serrano para
impedir el paso de los cercados en número de treinta y siete dando la
zona de nuestro refugio entre el río Acero; ¿Acero?; sí, pero esto no
tiene nada que ver con la incidencia del realismo socialista en un
aburrido libro de cuentos; y el Oro, la noticia parece diversionista; ni
como redentor de pueblos oprimidos, ni como escritor, ni como
aventurero internacional, ni como misionero de la palabra de Dios,
ni como honorable jefe mafioso, ni como traficante de perlas o marihuana o flores, no estaría mal que trascendiera en un tatuaje dejado
en las nalgas de una puta; estas nalgas las gozó Amadís; no, eso no,
demasiado vulgar para mí, aquí todos son vulgares, aquí todo es
vulgar, empezando por el bar, las mesas, el decorado, los dependientes con sus caras de pobres diablos, mis sociales, mi hermano Eloy,
Esther; ¡pipo yo te quiero, yo quiero que no te jales para que me
tiemples bien!; yo también soy un vulgar, no, yo más bien soy una
mezcla de vulgaridad y exquisitez; ¡vamos vamos, no te hagas, que
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Armando de Armas
todo el mundo es una mezcla de todo!, y salirte ahora con tus aires
intelectualoides no te favorece en nada; y terminando por la forma
vulgar de recibir la muerte de una puñalada que te riegue las tripas
por el piso, que aquí ni tan siquiera contamos con los diestros cuchilleros de Borges; todos somos una mezcla, una mezcla de mierda y
pétalos de rosa, aunque casi nunca la mierda deja ver los pétalos, ¡y
mucho menos olerlos!, de este grupo todos tenemos cicatrices en el
cuerpo sin haber ido a Angola, ni a ninguna otra guerra de esas, unos
por guapos y otros por pendejos, a veces, creo, vivimos en la irrealidad, pero, ¿qué es la realidad?, ¿movilizaciones militares colectivas?, ¿heroicas misiones internacionalistas en África?, ahora resulta,
consecuencia de que los negros que tenemos aquí vinieron como
esclavos de África y algunos de esos negros, no todos, lucharon y
murieron después en nuestras guerras independentistas, mi generación está en deuda con África y la verdad es que conmigo no contaron para traerlos y no veo por qué mi generación ha de pagar deudas
que contrajo el decadente y opresivo Sistema Colonial Español en la
isla; un tatuaje bien hecho, no esas porquerías que se pintan los presidiarios de baja estofa, que en todo hay sus jerarquías; bebe de mi
copa pequeña; si el amor es delito delincuente soy; no, yo pondría,
muy de acuerdo con mi linaje; Amadís, el muy fermoso; las lluvias
e las ventyscas; nunca las falló aryscas; por ser leal e famoso; sus
proezas falladeres; entre libros e dyreres; que le dé Dios santo peso;
claro, tendría que tatuar las letras bien chiquitas y apretaditas porque
Esther no tiene las nalgas muy grandes que digamos y va y a lo mejor no le cabe semejante mensaje, bueno, eso será con el mensaje
porque con lo otro ¡qué manera de caberle, caballeros!, pero ahora
no tengo deseos de meterle nada, lo que tengo es deseos de empezar
a tirar botellas; claro yo soy del ambiente, soy del ambiente; que no
me empujen por favor, que no me empujen; siempre nos están empujando y siempre empujamos, empuja al que no te empuje y dale al
que no te dio, ¡la selva, Dios mío, la selva!, y en la selva si no eres
tigre al menos debes aparentarlo, sin embargo si el tigre se acuerda
de Dios es porque todavía hay posibilidades de salvación; pero el
caso es que el tigre anda suelto y quizás, lo más seguro, es que no sea
yo, ni ninguno de los que están conmigo ni de los que se van a fajar
193
La tabla
con nosotros ahora, porque siempre hay que fajarse para descargar
tensiones y relajar y relajar; unidad y lucha de contrarios; y todo
fluya como el río, el río que ves ahora y vuelves a mirar y ya no es
el mismo río; materialismo dialéctico, materialismo histórico, científico, una explicación científica para todo, pretender explicarlo todo,
la ley, la norma y lo cotidiano; no, no, no es así, yo he vivido violando las leyes, todos los que aquí bajamos botellas tras botellas de ron
como si la vida no fuera más que una gran botella de ron hemos
violado las leyes objetivas para la construcción de, porque la vida es
eso, no puede ser otra cosa que la violación de las leyes y la violación de las violaciones, Violación Absoluta, ¿marginal?, no, no eso
no, en una sociedad socialista no puede haber marginales, lo que hay
es automarginales, ¡qué bárbaro!, automarginales es como decir masoquistas, una sociedad de masoquistas, porque aquí somos una mayoría de marginales, al margen de, por el margen de, dejando el margen para, ¡asere, tienes que darme la parte mía!, ¡compañero,
envíeme lo acordado por los canales correspondientes!, ¿cuál es el
marginal, el que habló primero o el que habló después?, ingenuopobre-indio no te das cuenta que el habla en ocasiones puede identificarnos pero no siempre, que a veces se enmascara y trata de congraciarse con la norma aunque detrás de eso suene música de dados
cargados, porque todos, absolutamente todos, cargamos los dados,
los del poder para mantenerse en el poder, los que viven de las dádivas de los poderosos para seguir viviendo de las dádivas de los poderosos y la amorfa masa simplemente para sobrevivir; la ilegalidad
es a nosotros como el aire que respiramos, y la mamamos ya en las
tetas de nuestras madres, y tú me vas a responder, indiecito bobo,
que eso es algo que nos vino desde la conquista y la colonización,
que quienes vinieron a estas tierras a impedir te embriagaras de cohoba y aneblaras tus ídolos, cemíes, en inciensos del Diablo y anduvieras con tus partes pudendas colgantes al aire como si tal cosa eran
la retama de guayacol que nada aportaban y que nadie quería, comenzando por la Iglesia, allá en el Viejo Continente, ¡y todo eso
pudiera ser rigurosamente cierto!, pero de lo que te hablo no es precisamente de eso, te hablo de un aumento de la ilegalidad dentro de
la ilegalidad misma que históricamente padecíamos, ese trastocar de
194
Armando de Armas
las cosas y sus valores que hace que alguien como yo, Amadís, alias
Popol Vuh en todas las cerveceras de esta ciudad de Cienfuegos,
explique a sus pangas de borrachera acerca de la cosmogonía maya
referida al Hombre de Maíz y el Hombre de Palo con la misma tranquilidad, y habilidad, con que arranco el palo de una cerca para emprenderla a estacazos contra eventuales enemigos en reyerta de cerveza avinagrada subida a la cabeza, que nadie sabrá cómo empezó y
menos cómo acabará, al grito mágico-guerrero de ¡pingaaaaaaaaaaaaaaa! que es también lamento y queja y llamada de atención acerca de que estoy, de que hay que tenerme en cuenta, de que
puedo hacer cosas, de que tienen que oírme, de que tienen que respetarme porque soy Hombre y en ese grito habrá, aunque no lo conciencie, y menos lo conceptualice, reminiscencias de iniciación
abakuá y de células revolucionarias hijas de la Gran Revolución
Francesa, reivindicación de la hombría, reafirmación, distinción entre la Masa casi industrial de personas, escupitajo a la cara de empercherados magnates de tralla y lineamientos partidistas, quizás un día
va y me jure abakuá, pero lo único malo en eso es que los abakuás
son muy estrictos y seguro no permitirán que goce en la cama con
dos mamitas que se hagan el amor y me lo hagan a mí en Triángulo
de las Bermudas para perderme como a nadie le importe en las profundidades del deseo, o no, quizás esté equivocado, quizás lo permitan porque todo ha cambiado tanto en los últimos tiempos; ¡la dialéctica, por supuesto, la dialéctica! que no es de extrañar que ellos
también se permitan ciertas libertades sexuales, o tal vez la secta
nunca se haya opuesto a que un hombre disfrute de la homosexualidad entre hembras, ya que según las últimas investigaciones de renombrados teólogos, Dios debió crear en los Comienzos a Adán,
Eva y a una segunda mujer que posteriormente fue borrada de las
Sagradas Escrituras por la Omnipotente Iglesia, enferma de pacatez
y celosa siempre de negar placer en la Tierra para ofrecer gloria en
el Cielo con el fin de mantener el control absoluto sobre siervos levantiscos y mirándolo bien, no veo por qué Dios iba a privar a Adán
y Eva de semejante placer y concebir un Paraíso sin el Triángulo,
manifestación a imagen y semejanza de la Trinidad, por tanto esa
segunda mujer que hizo estremecer de lujuria a nuestros abuelos
195
La tabla
primigenios fue la primera víctima de la Censura en la Historia de la
Humanidad; ¿censura?, acensurar, asesinar talentos, asesinar la Historia, rehacerla a conveniencia; la rutilante historia de la Unión Soviética; la ejemplar trayectoria política del ínclito camarada Stalin;
donde nace un comunista mueren las dificultades; el obrero como
clase es consciente, organizado y practicante de férrea disciplina,
con una moral límpida en función del Futuro Luminoso que le depara la construcción de la Nueva Sociedad; la literatura del Realismo
Socialista y unos bandidos del Escambray malos malos requetemalos y los milicianos que los perseguían peinando en cercos buenos
buenos requetebuenos que parecen bobos, de lo que se desprende
que en el Escambray hubo dos guerras, la real, y la de los inflamados
discursos, las películas, la literatura y la historia, como mismo ahora
van a darse tres broncas en una, una y trina, la que contarán los negros de la mesa de enfrente, la que contaremos nosotros y la que
contará la policía; mamá no quiere que yo colee, colé, colé, colé,
colé, ron pal que está aquí al frente, ron pal que está a mi lao, ronpatoelmundo ronpalquequiera; las parejas giran en amalgama de colores, insinuaciones, acercamientos, miramientos a un tercero por encima de los hombros del compañero de baile, rechazos, pegamientos
por las mejillas, unos, por los pechos, otros, por las pelvis, aquellos,
restregamientos eyaculatorios, generalizada lucha por encentrarse
mutuamente en los puntos de placer para irse a una dimensión otra,
algo como búsqueda de la Otroridad del tiempo y del espacio y los
cuerpos; armonía a punto de romperse, movimientos acompasados
en el borde mismo del desequilibrio, suaves, de violencia contenida,
que va a explotar, que explota en; a la fiesta de los caramelos no
pueden ir los bombones; y el negro; ¡qué le pasa a los blanquitos
patones estos!; Amadís; blanquitoooopingaaaaaaaaa; a la fiesta de
los caramelos no pueden ir los bombones; replegamientos hacia las
esquinas, los baños, las mesas, detrás de la barra; en el centro del
ruedo Amadís y el negro, rodeados a prudencial distancia por sus
respectivos grupos; Esther; ¡no te fajes, pipo, que mira cómo tiemblo!; Eloy; ¡oye, mi herma, deja eso que aquí no ha pasado nada!;
Amadís; pero va a pasar; y abre el zíper de la portañuela y saca la
verga; que él hubiera querido tener erecta, como pendón de comba-
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Armando de Armas
te, pero que se había engurruñado como avergonzada de salir a la luz
pública sin previo aviso; y la sacude a un lado y a otro abanicando
como para tirar ráfagas con metralleta mientras avanza para encima
del negro que le dice compadre no me haga eso, que eso es moral y
voy a tener que matarte, y lo de blanquito no era con ustedes; Amadís; me quiere dormir, si dejo que se acerque me duerme en el metro,
a mí no hay quien me duerma, no me puede dormir, música y destellos de luz, yo y el negro, lance de caballeros, soy un continuador de
la tradición caballeresca, de los caballeros chinos y; ¡paff!, Amadís
le descarga un bofetón al negro y sillas en el aire y botellas que estallan contra el piso y las paredes, gritos, fintas, resbalones, puñetazos,
estrellones; en uno de esos Amadís vuela por el aire y el hermano lo
ampara milagrosamente antes que aterrice de cabeza; todo sirve para
golpear, golpear, siempre golpear, morder, arañar, cortar, fracturar,
desgarrar; la plenitud, el éxtasis, la felicidad, la realización, el sentido de la vida, reencuentro con el yo, liberación de las fuerzas primigenias, abandono de afeites y maquillajes, Rugido, Soplo, Impulso,
apoderados al conjuro de la sangre y el caos y la catástrofe y los picos de botella y los punzones y las navajas y todo lo que busca las
entrañas más allá de la piel; revolución, lucha armada, odio de clases, odio de odio, miedo, vigilancias contentivas, impulsos reprimidos, palabras tragadas como buche amargo, frustraciones, el individuo cagándose en la madre de la colectivización, todo reconcentrado
y salido a flote en fracciones de segundos; Esther golpea con el tacón
del zapato a enemigos demasiado atentos a la arremetida de los
hombres para tener en cuenta la lluvia de taconazos, que por inesperada, es a veces el arma más eficaz, mientras el más corpulento de
los amigos de Amadís, el que pudiera decidir la bronca si se fajara,
va y viene en apendejadas carreritas desde la puerta del bar hasta no
muy cerca de la bronca, anunciando la llegada de la policía que al
menos, todavía, no aparece por ningún lado; Amadís cae, se levanta,
cae, se levanta, empecinado boxeador en el ring, y algo como fuego
le penetra el hombro derecho, siente una humedad y después, poco
a poco le comienza a correr un entumecimiento por todo el brazo
que ya no puede levantar y es como colgajo sin nada que ver con el
resto del cuerpo; Esther y Eloy logran arrastrarlo, sirenas, luces que
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La tabla
giran y avanzan vertiginosamente en sentido contrario al tránsito,
hospital; ha sido una feroz batalla entre caballeros de la triste figura;
comentario en la calle; ¿te enteraste de la bronca de Amadís y su
turba? le dieron una puñalada de veintidós puntos, el lío fue con
unos negros, y al hermano lo acabaron a golpes, y al Urraca le desprendieron la mandíbula de un piñazo; ¿y a los negros qué les pasó
porque Amadís y su gente son un peligro fajados?; bueno, de los
negros lo único que sé es que vi a uno con un ojo colgándole de un
hilito como cinta plateada que le llegaba al medio del pecho y parecía una medalla de Santa Lucía, y tuve la impresión de que se lo
había bajado hasta allí como si fuera una cámara para tomar los detalles del combate; no, yo no sé ciertamente cuál de ellos fue el sacador del ojo, pero debió ser Amadís, o el hermano Eloy, con un pico
de botella; el pico Turquino, ese tipo ha subido siete veces el pico,
¡ni que fuera el Everest!; hay que dar educación espartana a nuestra
juventud porque nuestra juventud tiene vocación de sacrificio y sólo
sería de encauzar esa vocación por el camino más conveniente; el
Viejo; Amadís, pierdes el tiempo, tú pudieras ser alguien importante
en este país, en vez de andarte con enredos de putas y broncas; es
verdad que si no fuera como soy ya estaría en una buena posición,
pero a qué precio, me aterra pensar que sería al precio de dejar de ser
quien soy; ¿y quién eres, hijo mío?; no sé, realmente no sé, nunca se
sabe, lo que sea, pero yo, yo y yo, nadie más que Yo; el yoísmo es
una característica del romanticismo que los alumnos deben aprender
con vista al próximo examen de literatura; mira, Lobo, quiero ser
quien soy, y después, escritor, y si no puedo ser escritor, si no tengo
talento, al menos quiero ser chulo, quiero literaturizar la vida, el
oficio de chulo y el de escritor se parecen, uno explota a las mujeres
y el otro a las palabras, aparte que hay escritores que putean a la literatura aunque, no sean sus chulos, o sean chulos de café con leche,
que para ser el chulo de la literatura hay que ser, necesariamente,
buen escritor, como para ser el chulo de una puta hay que ser necesariamente buen hacedor del amor, buen hacedor de la lluvia, también para el chulo la palabra es fundamental, porque cómo se habrá
de convencer a una mujer que nunca ha pensado en semejante cosa,
para que se acueste con hombres que no le gustan, y menos quiere,
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Armando de Armas
y a veces hasta los detesta, para que su Hombre pueda tener buena
plata y ella ser una de sus mujeres, santa palabra, magia de la palabra, Dios creó con la palabra y sólo al hombre dotó de palabra, palabra de hombre, palabra de cubano, mala palabra, palabra de comunista, y en los comienzos fue así, anterior a la nada, nada, Nada
Absoluta, el No Ser, el silencio, la calma, premoniciones cósmicas,
una nada poblada de palabras, palabras en el espacio, flotando en un
tiempo de años luz, esperando por la Creación para Nombrarla, palabras-Dios, Dios-palabras, palabras que obligan al dios, lo controlan, la palabra mono, hizo que Dios creara eso que conocemos hoy
por mono y la palabra hombre, obligó a Dios a convertir al mono en
hombre, Dios viene siendo el Escritor Absoluto, te imaginas, Lobo,
yo un dios, dios-chulo, el chulo dios, y pide, mamita, que yo te complazco y pervertidor de vírgenes y reivindicador de putas y creador
de mundos a mi antojo y semejanza que violen la violación misma
que es el mundo, mundo loco; la Gata; Amadís, por tu madre, no
sigas bebiendo que ya estás hablando cascarita de caña; Amadís le
contesta al oído; borracho, no, sucede que no entiendes, no entiendes nada, no sabes que estas palabras, ¡y benditas sean las palabras!,
tienen que ver con que a ti te guste Luly, con que dieras cualquier
cosa por templártela; la Gata; no me vengas a decir que a ti no te
gustaría también, que no te gustaría vernos gozar a las dos, y a las
dos contigo; Amadís; sí, claro que sí, pero eso también tiene que ver
con las palabras que le decía al Lobo; ¡tú y el Lobo lo que son es un
par de hijos de puta pervertidores de niñas como yo!; el Lobo; ¡ey,
ey, un momento!, no me metan a mí en sus chanchullos, que yo estoy
aquí muy tranquilo vacilando el show; Gata; ¿tranquilo, tú?, tranquilo viene de tranca, ustedes no están tranquilos ni durmiendo, lo hacen con un ojo abierto y otro cerrado; Amadís; claro, tiene que ser
así, si no, nos tumban, tú misma, que dices ser amiga de nosotros,
esto es tumbapaquenotetumben; sabes, Amadís, lo que más me gusta de ti es que le sabes lo mismo a los libros que a la calle, no hay
quien te haga un cuento; Amadís; a mí la que me gusta es Luly; no
seas hipócrita, que a ti una mujer sola no te gusta, te gustamos ella y
yo, yo, la única, la mejor torti de este pueblo; Luly; ¿qué cosa es?; la
Gata; vamos, vamos, mamita, que tú sabes más de lo que te enseña-
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La tabla
ron, enseñaron en la calle, es bueno saber de la calle, la calle es
como las putas, a unos les da todo y a otros, nada, y a la mayoría los
pela como a plátanos, es así y tal vez no debiera ser así, pero eso no
lo inventé yo, estaba ya inventado cuando yo llegué al mundo, ¿por
qué habré nacido en esta parte del mundo?, no es la mejor de las
partes posibles, sin embargo, si me dieran a escoger el lugar donde
voy a nacer de nuevo, tal vez escoja este mismo, aunque ahora tenga
que irme sin saber si algún día volveré, sé que extrañaré esto, aquí se
goza más que en ninguna otra parte, cualquiera que me oye pensará
que yo conozco otras partes del mundo y yo no conozco ni Isla de
Pinos, Isla del Tesoro, Isla de la Juventud, ¡vaya ejercicio de retórica!, como si no fuera mucho más bonito, sugestivo y misterioso llamarla Isla del Tesoro, además de que llamarla Isla de la Juventud es
un churro lingüístico, una falta de economía del lenguaje, porque
cuando se diga de la Juventud, siempre habrá que agregar, antigua
de Pinos, o antigua del Tesoro, con lo que se demuestra que en el
Comunismo falla desde la Economía Política hasta la Economía del
Lenguaje; el derecho planificado de la Economía Socialista crea las
premisas necesarias para la estabilidad del sistema monetario de los
países socialistas; el funcionamiento normal del sistema monetario
presupone el cumplimiento de las proporciones planificadas entre la
masa del dinero en circulación y la cantidad de los servicios y mercancías ofrecidas a la población, bla bla bla bla; y cómo coño planifico yo mi economía que depende de la cantidad de putas que logre
poner a trabajar en función mía, de la calidad de esas putas, de la
cantidad de turistas que se les ocurra la genial idea de venir a esta
ciudad y entrar en este cabaret, que me gusta porque me lo da casi
todo, pero también me gusta por las luces en la pista y las sombras
que se mueven en el clandestinaje como fantasmas apenados de que
los vean, por el tráfago de dólares que pasan de mano en mano comprimidos del tamaño de una bolita presta a ser tragada bucal, anal o
vaginalmente ante el menor indicio de peligro, aumentando el precio
del cambio cada vez que cambia de dueño, y un billete puede tener
hasta diez dueños en una noche, también me gusta porque me permite ser, a falta de famoso pirata asolador de los mares de las posesiones españolas de ultramar, sable en mano y siempre dispuesto al
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Armando de Armas
abordaje, o de heroico guerrillero que pusiera en jaque al Imperialismo en todo el mundo, me permite ser un luchador por el dólar, un
controlador de putas y un burlador de cancerberos hasta que me falle
la suerte o el tacto y me encarcerberen, pero, a pesar de todo, menos
mal que todavía podemos querernos, como dice Oriana, que el querer no está prohibido, ni reglamentado, al menos para nosotros que
no tenemos en cuenta la familia y su integración revolucionaria, por
eso me la llevo a ella conmigo para allá, porque creo que nos queremos, que a pesar de todo hemos podido querernos, me siento ella y
ella se siente yo, somos UNO, machihembrados como la tabla de
cubierta frente a los embates de la tempestad y el salitre y los escupitajos de la marinería borracha y matadora a palos del torpe alcatraz
tan bello y esbelto y majestuoso allá en el cielo hace sólo unos instantes, uno-macho-hembra como el amphioxus del que venimos allá
en las profundidades del mar y el tiempo, por eso me la llevo aunque
el Lobo se cabree y diga que éstas son cosas de hombre, aunque sólo
lo sepa cuando estemos en la costa y yo tenga la pistola en la mano
y no haya Dios que me impida hacer lo que quiera y considere mejor, y lo que quiero y considero mejor es a Oriana junto a mí para
hundirnos o salvarnos, para llegar a un mundo que no conozco, que
no quiero o que quiero por rechazo al que conozco, ¿por qué Oriana?, yo que no sé, que no puedo, que no me han enseñado a creer, a
ver el lado bueno de las cosas, yo que siempre espero la traición, el
golpe de donde menos lo espera nadie, yo que dudo de mí como
existencia real, que me siento a veces como el reflejo de infinitos
reflejos, tal vez sea por sus ojos tristes atrás de las largas pestañas o
porque quiere a los perros y a las flores en un mundo siempre abundante en patadas para los primeros y mortales desfoliantes para las
segundas o tal vez porque nos golpearon juntos una vez en que jugábamos cubilete con un amigo y la mujer en un restaurante del poblado de Minas, en Camagüey, por pasar el rato y rehuir el peligro,
siempre latente, de la bronca en carnavales de pueblos en que uno es
extraño, nos habíamos metido en aquel restaurante donde éramos los
únicos clientes y la cerveza se podía tomar con comodidad, pero,
parece le caímos un poco gorditos al administrador, ansioso, supongo, de hacer uso de la pequeña porción del poder que a él le había
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La tabla
correspondido en el reparto del Poder, y vino hasta la mesa para
decirnos que el juego de cubilete estaba prohibido, ¡más en un restaurante de lujo como aquel!, que tales juegos eran vicios del pasado
capitalista que él como revolucionario no podía permitir, le repliqué
que tal cosa no estaba prohibida y que por tanto iba a seguir jugando,
y amenazó entonces con llamar a la policía y le dije que estaba bien
que la llamara si quería que con la razón íbamos a cualquier parte, y
seguimos tirando los dados y tomándonos aquellas deliciosas cervezas y ya nos habíamos olvidado de la impertinencia del administrador y nos disponíamos a pagar la cuenta para marcharnos cuando
llegó la policía; tienen que acompañarnos que esto es juego al prohibido; y yo; pero por qué, si estamos en familia y no hay ley que diga
y la Constitución de la República; así que tú eres guapito, ¿no?, qué
ley ni qué constitución es esa, aquí la ley y la constitución somos
nosotros; y me agarró por un brazo para levantarme de la silla; Amadís se zafa de un rápido movimiento y ¡paff!, le suena un bofetón al
policía que va hacia atrás, dos, tres pasos, impulsado por una fuerza
que no esperaba, y saca la fusta, mientras Amadís se parapeta en un
rincón armándose de una silla y cuando el policía le viene encima,
¡búmbata!, la silla se hace añicos en la cabeza del orden público, y,
¡búmbata!, Amadís ha cargado y tirado otra silla en menos de lo que
se dice y otra y otra y otra, ametralladora de sillas, hasta que se acaban las sillas-proyectiles y entonces Amadís se convierte en ametralladora de copas y botellas, y vienen dos policías más de refuerzo
enarbolando las macanas y se pone la caña a tres trozos, pero un
buen combatiente nunca retrocede y se enfrenta con los tres uniformados y cae al piso con un golpe de pistola en la cabeza, momento
en que Oriana se abalanza a la refriega como una leona; ¡abusadores!; y tira una bandeja de copas, granadas-copas, y golpea y muerde
y araña en defensa de su león herido, recibe un golpe que le amorata
el ojo, ojo celaje negro en un segundo, mientras el amigo de Amadís
abre puertas y ventanas; que por ahí viene José Martí con la bandera
cubana; viera el pueblo lo que era abuso y pasen, señores, pasen, no
se arrepentirán de apreciar el valor y la eficacia de nuestras fuerzas
del orden y siente Amadís la sangre que le corre por la cara y le empapa la camisa y el pantalón y ruedan por el piso Amadís y Oriana y
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Armando de Armas
los policías en un extraño y feroz revoltijo de piernas y brazos que
aprietan y ahogan y buscan desesperadamente al enemigo en el aire,
monstruoso cangrejo patas arriba, hasta que los uniformados logran
esposar brazo con brazo a Oriana y a Amadís, esposa por las esposas, unida a Amadís para siempre, amén, en la violencia, el odio y el
grito que el policía intenta tapar en la boca de Oriana; ¡hijoe hijoe
hijoepu hijoeputaaaaaaaaaaaaaaaaaa!; y el pueblo asomado a las
ventanas del restaurante; ¡abusadores, esbirros!; Amadís, heroico,
realizado en el caos, hijo del caos, sintiéndose centro y víctima propiciatoria y chispa que enciende la pradera, con una bota rusa marcada en la cara empapada en mezcla de lágrimas y sangre, sangre
sudor y lágrimas, con deseos de tener a mano una granada, de ser el
hombre-granada, el hombre-bomba y explotar y volar con los policías y el carro patrullero y la madre de los tomates que buena puta
ha de ser y para que lo sepa claro el pueblo de Minas se llevan preso
a Amadís, ¿y quién carajos será el Amadís ese?; caballero castellano,
francés o portugués, el perfecto caballero, el espejo del valor y la
cortesía, el dechado de leales vasallos y de finos y constantes amadores, escudo y amparo de débiles y menesterosos con ligeras flaquezas que declaran su estirpe humana, pero sin empañar el resplandor de sus admiradas cualidades, piadoso, enamorado, un tanto
llorón, quizá, valiente y comedido, siempre fiel e inquebrantable en
la amistad y el amor, ¡pobre caballero molido a palos con su dama
en desigual lance frente a molinos de viento!, los llevan a empujones, y Amadís frente al jefe de la unidad policial, media sonrisa; tus
soldados son muy valientes, mira cómo nos han puesto; y el oficial;
sí, sí, pero ahora tienes que entrar para la celda; ¡yo no soy ningún
delincuente, soy escritor!; y un policía; estos son los malos, los inteligentes, los que se creen con derecho a todo, como si no pertenecieran al proletariado; Amadís; acuérdense lo que le pasó a Abrahantes,
el flamante jefe de ustedes, y acuérdense de que esto no se va a quedar así; el oficial; sí, sí, eso se te va a hinchar; Oriana; abusadores es
lo que son, porque ni hombres; el policía; vete a ver cómo hablas, si
no quieres que te meta una galleta; abren las celdas en un largo, quejumbroso chillido de siglos, y meten a Oriana en una celda y a Amadís en otra, entonces comienza el viejo diálogo de celda a celda, tan
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La tabla
viejo como las primeras celdas y los primeros delincuentes; Orianaaaaaaaaaaaaaaaa ¿estás bien?; síííííííííííííííí ¿y túuuuuuuuuuuuuuuuu?;
¡guardiaaaa, sácame de aquí que me ahogo!, ¡guardiaaaaaaaaaaaaaaaa!, cabrón guardia se hace el sordo, si tan siquiera
me sacaran al hospital y viera la calle otra vez, cuando pongan el
agua tengo que hartarme bien, yo no soy capaz de resistir la sed, y
no tanto la sed como la posibilidad de que me entre sed y no haya
agua, la garganta me duele, la tengo reseca de tanto gritar, de maldecir, de cagarme en la madre de los comunistas, ¿estará bien Oriana?,
¿no estará en una celda con tortilleras?, si me le hacen algo quemo
esto, que arda como Bayamo, que venga Jehová al frente de sus
ejércitos y termine todo como en Sodoma y Gomorra, aunque también arda yo, aunque arda Oriana, lo prefiero a aguantar tanta mierda, guardiaaaaaaaaaaaaaaaa pon el aguaaaaaa, aguaaaaaaaaaaaaaaaaaa, qué hará Oriana si la cogen dos tortilleras, yo le
he propuesto acostarnos con otra mujer, pero dice que eso es cochinada, yo la quiero, lo que sí no soportaría es que la forzaran las tortilleras de presidio, ratas de cloaca, pero, ¿de verdad no te importaría
compartirla con otra mujer?, bueno, al principio no me hubiera importado en lo más mínimo, ahora creo que sí, la veo como algo bueno, y ella a mí como lo mejor que le pudiera haber pasado en su vida,
¿será verdad lo que dice?, eso de dudar de ella es una mierda tuya,
ella tiene que ser buena, aunque sea lo único bueno, pero por otra
parte tengo que dudar, no por un problema de dogma consecuencia
de ponerme en los extremos contrarios al Dogma que todos los extremos son malos y me viene a la mente la época en que por odio a
los guapos y a fuerza de enfrentamientos reyerteros con ellos terminé por no diferenciármeles en mucho no ya en los métodos de combate, que si son efectivos cualquiera es bueno, sino en la manera de
vestir y hablar que era precisamente la manifestación de la guapería
que más odiaba, algo así como la confirmación de la teoría sustentada por Colón, contra la rigidez y la mofa de cartógrafos, navegantes
y monarcas de la época, de que navegando hacia el Occidente se
podía llegar, precisamente, a tierras del Oriente, por lo que no estaría
mal que conviniera con mi amigo Evelio Capote en sus citas frecuentes acerca de los beneficios de la duda porque alguna creencia
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Armando de Armas
debemos tener, ¿no?, que al menos las creencias individuales no serán tan perjudiciales como las tremebundas creencias colectivas o
colectivizadoras; aquí en cualquier momento se va a formar el Armagedón porque somos muchos y casi no cabemos, estamos arracimados sobre cuatro camas de piedra; de piedra será la cama de piedra la cabecera, la mujer que a mí me quiera; como cucarachas sobre
un poste en la inundación y no es una inundación pero es absolutamente cierto que el agua en el piso da más arriba de los tobillos
como también es absolutamente cierto que el carnaval es un mal
tiempo para caer en un calabozo; ¿Orianaaaaaaaa estás bieeeennnnnn?; bienaventurados los que aman, bienaventurados los que sufren,
bienaventurados los del mito, bienaventurados los matadores del
mito, bienaventurados los codiciadores de la mujer del prójimo,
bienaventurado el prójimo y su mujer, bienaventurados los presidiarios y sus carceleros, bienaventurada la dictadura del proletariado y
el Reino Celestial, bienaventurado el arte, la ciencia, la brujería, la
astrología, la genética, no, la genética no, que es una corriente cientificista burguesa enemiga del pueblo soviético, y del ínclito camarada Stalin, y bienaventurado el arte medieval de zurcir hímenes;
sufrir la vida, vida de perros, soy perro en el horóscopo chino, afinidad con los caballos, los conejos y los tigres, también con las ratas,
las serpientes, los monos y los cerdos, incompatibilidad con los gallos, las cabras y los dragones, ¿cuál será el signo de Oriana en el
horóscopo chino?, ya tengo la sed, no el miedo a la posibilidad de la
sed y la imposibilidad del agua, sino la sed, de verdad, la que te corta la saliva en la boca como con polvo de camino real, la sangre se
me seca en la cara y pasarme la mano es una tortura, todavía me sale
sangre de la cabeza y pasa por encima de la que está empostemillada
y me entra por la comisura de los labios y la dejo con la esperanza
de que me alivie la sed, debo tener los labios como de vampiro, un
extraño vampiro que se alimenta de su propia sangre, ¿qué podré
hacer si alguien quiere quitarme de la cama?, los hombres no se
pueden dejar agitar, pero es que como estoy, si acaso, seré medio
hombre, pero ese medio hombre no se puede dejar agitar porque
según los preceptos de la secta abakuá, no, lo mejor es proponerle,
al tipo que quiera la cama, compartirla como buenos socios, ¿y si la
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La tabla
quiere completa?, bueno, entonces, al piso, que en las condiciones
que me encuentro nadie podrá pensar que soy un pendejo, pero en el
piso el agua llega por las rodillas, agua y orina, no obstante, meter el
pie en esa agua me alivia el dolor que tengo del golpe, a lo mejor lo
tengo fracturado, aunque dicen que el dolor de una fractura no hay
macho que lo soporte, pero puede que yo lo soporte porque simplemente soy más macho que la mayoría, bueno, por macho que soy es
que me encuentro aquí porque, a fin de cuentas, pude haber dejado
que el guardia me levantara por el brazo y dijera que la ley y la constitución son ellos, que a fin de cuentas quién soy yo para estar modificando la ley y la constitución que al que Dios se la dio San Pedro
se la bendiga, ahora estoy sin zapatos porque los perdí en la batalla
con los molinos de viento, Oriana dice que ella tiene uno allá en la
celda, ¿dónde podría estar el otro?, su celda, mi celda, la celda de
Santa Teresa de Jesús, la celda de todos, convertir los cuarteles en
escuelas y las escuelas en celdas, quiera Dios que a nadie se le ocurra buscar líos conmigo porque ahora sí me matan, aunque el haberme fajado con los guardias me da cierto prestigio, lo sé por las miradas cómplices y por los insultos que gritaban a los guardias cuando
me metieron en la celda chorreando sangre, los golpes no duelen en
el momento que te los dan, lo malo es cuando todo ha pasado, son
como bombas de acción retardada, me arde la garganta, debo tener
fiebre, parece que los golpes son como catarro que te da fiebre, del
agua nada, seguro la ponen a la hora del baño, cuál será la hora del
baño, qué hora es, me metieron aquí como a las cuatro de la tarde,
dice el Chino, el que está a mi lado, que lo tiraron aquí nada más por
venir a averiguar por el hermano, al hermano le habían dado un tiro
en el vientre con las esposas puestas, el hermano había estado no sé
qué tiempo prófugo, no le informaron nada del hermano, le metieron
una tanda de palos, los guardias comentan en los pasillos que los
daños que hicimos Oriana y yo en el restaurante son enormes, tengo
una roña que me roe por dentro, no entiendo por qué ha de pasarme
esto a mí que salí con la única idea de divertirme y no para que me
dieran, país de mierda, qué de malo puede haber en jugar a los dados
en un restaurante, el administrador fue el que llamó a la policía,
cuando en cualquier otra parte del mundo este tipo tendría que estar
206
Armando de Armas
contento de que el cliente juegue y se sienta bien para que pague
bien y crezca el negocio, el comunismo es como una maldición que
debería pasarle por encima a todos los países del mundo al menos
durante diez años para que más nunca a nadie se le ocurra hacer una
revolución, o al menos para que los pueblos no permitan jamás que
algo así se le ocurra a un loco, a un Máximo Líder, tengo inmensas
ganas de que amanezca; y esta noche amanecemos, amanecemos
guarachando; ésta es mi última noche aquí y quiero llevarme cada
detalle de las botellas en los anaqueles sobre la cantina, el movimiento raudo de las luces sobre la pista, la pista carcomida de comejenes subversivos, la mano de Luly que se abandona ya como quien
no quiere y quiere a las abarcadoras manos de la Gata, la rutilante
etiqueta de Havana Club, Añejo 7 Años, el empañado cristal de las
copas, la cara de perro del portero y la del jefe de operativos de la
policía que está de guardia esta noche, un cabaret con jefe de operativos y hombrecillos sacados de atrás del arado y la yunta de bueyes
para pavonearse con instrumental de fustas, pistolas y esposas relumbrantes a la acción de las luces farandulescas; algo difícil de olvidar por lo que representa en cuanto al acceso del campesinado revolucionario a placeres que en las sociedades clasistas son exclusivos
de la burguesía y el crimen organizado; también quiero llevarme las
gentes que aplauden como peleles de ojos vidriosos por el alcohol y
un puñado de tierra de un cantero, una tabla botada y el gajo reverdeciente de un árbol de bienvestido para al amanecer de uno de estos
días desayunar con todo eso allá en la Calle Ocho; Amadís tiene la
puta más linda de la ciudad trabajando con el capitán de un barco
griego en el cuarto que habita, con Esther, en la segunda planta del
chalet de sus padres, chalet que semeja una especie de castillito medieval, a un costado del cementerio, y conocido en la ciudad de
Cienfuegos entre las putas y los elementos antisociales de la más
diversa índole como la Cueva del Águila, nombre que casi seguro le
puso Amadís dada su tendencia al romanticismo, y no como tributo
al águila norteamericana, rumor que habían dejado correr los Oficiales de la Contrainteligencia en un claro intento por aislar su personalidad de mujeres ideológicamente intachables pero, no obstante,
proclives a caer bajo la esfera de influencias amadisianas; dada su
207
La tabla
personalidad carismática y subvertidora; mientras la puta, que se llama Vicky, maniobra con el capitán griego, Amadís y Esther y un
amigo matan el tiempo con una botella de ron, es la medianoche y
en la calle que baja por todo el costado del cementerio está tan oscuro como el interior de una tumba, Amadís bebe y reflexiona, reflexiona y bebe, piensa en las palabras de Vicky, Amadís, yo hago
esto contigo porque tú eres una gente reservada y serás Dios o el
Demonio, no sé, pero inspiras confianza, siempre lo había hecho en
La Habana porque allí nadie conoce a nadie, como si fuera posible
estar en alguna parte donde no lo conozcan a uno, es tan grande el
universo que en muchas de esas estrellas pueden haber civilizaciones que nos estén observando constantemente como en un laboratorio, porque estoy seguro que debe haber algo más, otros modos de
vida, cosas que a lo mejor, o más bien, seguro, no entendemos, pero
que para ellos son muy normales, quizás como la transportación telepática o algo así, y ahora mismo están aquí al lado compadeciéndose de estos animalitos que beben un líquido que los hacen locuaces, los alegra y los entristece, sentados como en una especie de rito
dedicado al apareamiento de otros animalitos allá arriba en la Cueva
del Águila, que deberá ser como una especie de santuario erigido al
culto de antepasados convocados a la reencarnación, y se preguntarán intrigados por qué uno de los animalitos irá cubierto, antes de
iniciar el apareamiento, claro, con cáscaras mucho más lustrosas que
el otro y entregará a su compañero de faena unas rectangulares hojas
verde-plomizas estampadas con figuras, seguramente reverenciables, seguramente de antepasados que desean reencarnar, animalitos
que se destacaron en la lucha contra la esclavitud, por la libertad y
los Derechos Humanos; el amigo pregunta a Amadís, de pronto, extrañamente, dada la condición burdamente materialista del sujeto;
¿tú crees que Dios pueda existir?; mira, de eso que no te quepa duda,
lo que sucede es que a veces yo dudo de que Dios crea que nosotros
existimos; un potente chorro de luz rasga la oscuridad de la calle y
las paredes del cementerio, el amigo de Amadís se asusta pensando
en una tremebunda manifestación de la existencia divina, se oye el
ruido de una motocicleta que avanza a toda velocidad, dobla sobre
el grupo y le encandila con la potente luz, de la motocicleta saltan
208
Armando de Armas
dos ágiles miembros del Ministerio del Interior, y piensa Amadís,
esto tiene que ser un chivatazo, tal vez el socio, el taxista, qué sé yo,
alguien, ¿qué hago?, no puedo correr, somos tres y siempre cogerán
a alguien y siempre alguien se aflojará y hablará, sereno serenito,
eso necesito, mucha serenidad; ¡buenas noches!; ¡buenas noches!;
¿qué hacen ustedes en este lugar y a esta hora?; Amadís, extendiéndole el carnet de identidad; no, nada, mire, compruebe, yo vivo aquí,
en esa casa, ella es mi esposa y él es mi amigo que vino a visitarme
con una botella y estamos acá afuera para no molestar a mis padres
que ya están viejos, usted sabe cómo es eso, si lo desea puede darse
un trago con nosotros; no, no, de ninguna manera, gracias, estamos
de guardia, que la sigan pasando bien; la motocicleta arranca tirándose pedos como monstruo antediluviano, y el amigo dice a Amadís
¡qué clase de tipo eres, que sangre fría!; y Amadís; sí, pero por dentro estaba cagándome; Esther; lo tuyo sería por dentro, pero lo mío
ha sido por fuera, mira, toca aquí, me he orinado toda; viene Vicky;
¡qué susto, Dios mío, cuando vi quiénes eran me vestí a la velocidad
de un cohete!; ¿y el yuma?; ya viene ahí, pero no se vino, no se le
paró, no pudo hacer nada; pero le cobraste, ¿no?; sí, eso sí, eso es lo
primero que hago; Amadís; entonces no importa, la suerte sigue de
nuestro lado; mi cuarto muy bien podría ser el Centro de Amistad
con los Pueblos aquí en Cienfuegos, por él desfilan griegos, argentinos, yugoslavos, pakistaníes, indios, filipinos, ¿rusos?, no, rusos no,
y casi todos son capitanes o primeros oficiales de buques, no es un
problema de discriminación clasista, no, eso lo puedo jurar, el problema es mucho más simple y consiste en que los capitanes y primeros oficiales pagan mejor y no andan regateando el precio de las
putas y hasta les hacen regalitos cuando ellas les hablan de la situación económico-político-social de un país donde los medios de producción están socializados, modestia aparte, yo he ayudado mucho
a las putas de esta ciudad en cuanto a la formación político-cultural,
y en cuanto a saber herir en el punto clave de la sensibilidad de los
rudos, y casi siempre tarrudos, hombres de mar; deberán decirles
que yo, el que las controla, soy un tipo malo, que les pego, que les
quito casi todo lo ganado en buena lid de sudores cinturales, que no
culturales, además, siguiendo con las ventajas de la alta oficialidad,
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La tabla
ellos hasta te invitan a tomar una botella de whiskey, y por si fuera
poco, te hablan de la vida libre en otras partes del mundo, y saben lo
que representa la desinformación, el hecho de vivir en una isla, requeteisla, la más isla, un poco en español, otro poco en inglés, entendiéndonos siempre, lo cual no impide que pueda surgir algún conflicto derivado del eurocentrismo, del tercermundismo, de la creencia
del aldeano acerca de que su aldea es el centro del mundo, una vez
me dijo un capitán griego, medio borracho; ¡yo soy un hombre libre,
puedo pensar, sobre todo pensar, hacer, decir lo que quiera, viajar a
donde quiera, elegir con mi voto el gobierno que desee, leer diferentes puntos de vista en la prensa, apoyarlos o no; y repetía, todo coloradote; soy un hombre libre soy un hombre libre soy un hombre libre
SOY UN HOMBRE LIBRE; ¡coño, yo también soy hombre!; deseos de meterle un machetazo, el machete afilado debajo de la cama,
sobre la que estábamos sentados, meterle con el machete en la cara
regordeta y coloradota, pero me vio el gesto en la mano y las intenciones en los ojos saturados de alcohol, empezó a lloriquear en un
español clarísimo, como no lo había sido hasta ese momento; ¡no,
por favor, por favor, no se ponga así, amigo, amigo, siempre amigo,
no quise decir que usted no fuera, no fuera!; sí sí sí, no se me disculpe, usted tiene toda la razón del mundo, soy nadie, mierda, polvo en
el camino, mal olor, un ente, un chulo, desperdicio, tara, subdesarrollo, lo reconozco, lo asumo, ¡pero óigame bien!, por lo que más usted quiera, never more never more; no sé si el tipo leyó alguna vez a
Poe; nunca más me recuerde eso, me entiende, no me lo vuelva a
repetir, no me lo vuelva a re-pe-tir, porque lo mato, se lo juro que lo
mato; yo me pregunto qué extraña relación podía haber, si es que
podía existir alguna, qué extraña conexión entre aquella informe
masa temblequeante como la gelatina, implorando frente a mí, y el
divino Aquiles arrastrando el cadáver de Héctor matador de hombres alrededor de la muralla de Troya; me veo obligado a cagarme
en el ser nacional, en el alma colectiva, en el espíritu de grupo y en
la idiosincrasia y la tradición, sobre todo en las tradiciones combativas, y no puedo menos que sonreír, sólo sonreír, al individuo, la Individualidad; y entro en batalla, de lanza y escudo trabajados en oro,
hombro a hombro con Ayax, Ulises y Aquiles, arremetiendo con la
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Armando de Armas
lanza, destripando troyanos; y aquí tengo que reconocer la eficiencia
de la propaganda de guerra y la desinformación desarrollada por
Homero porque lo mismo pude haberme puesto de parte de los troyanos que al fin y al cabo no se han metido conmigo; arrollando y
despedazando las formaciones de guerreros que caen trágica y cómicamente como soldaditos de plomo barridos por la mano de un caprichoso-niño-aprendiz-de-Dios, mientras Atenea y Apolo, el de
arco de plata, transfigurados en buitres, se posan en la alta encina del
padre Zeus, que lleva la égida y se deleita en verme hender las densas filas erizadas de escudos, cascos y lanzas, discuten porque Apolo
quiere detener mi matanza de troyanos y Atenea quiere continuar, la
noche suspende el combate y nos retiramos al campamento iluminado de antorchas, desembarazados de los arreos de combate, un aqueo
me lava los pies con agua tibia en enorme palangana de oro, un lacayo grasoso, de cara regordeta, que no podía sospechar que al cabo de
siglos y siglos nos volveríamos a encontrar, precisamente en mi
cuarto, para decirme; ¡yo soy un hombre libre!; DIRECCION DE
ESTABLECIMIENTOS PENITENCIARIOS; Unidad Ejecutora;
Prisión Provincial de Cienfuegos; número de carnet de identidad;
53012873546; se hace saber que el ciudadano Montalbán de Gaula
Amadís, alias Popol Vuh, hijo de Perión y Ericena, natural de Cienfuegos, nacido el 28 de enero de 1853, ciudadano cubano, del sexo
masculino, de piel blanca, pelo castaño, ojos pardos, de 145 libras de
peso, 5.11 de estatura; otras señas particulares; cicatriz semicircular
de veintidós puntos en hombro derecho; dirección; calle Esperanza,
Cementerio y Cueva del Águila; que se encontraba guardando prisión desde el 20-9-82, sujeto a la causa número 56 del 82, Tribunal
Provincial de Cienfuegos, por delito de portación, tenencia y uso de
armas y explosivos en que resultó sentenciado a un año, se ha puesto en libertad por cumplimiento el día 6-9-83 y para dejar constancia
extiendo y firmo la presente; pulgares; Director del Centro, firma y
cuño oficial, capitán Roberto Pérez Valero; las alteraciones, traslados a una tercera persona con fines de proporcionar la evasión de la
responsabilidad penal o cualquier otro hecho relacionado con la alteración de este documento oficial, serán juzgados según lo previsto
en el Título VII, Capítulo III; nos llevan esposados, dicen que nos
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La tabla
llevan al restaurante para que firmemos el acta de los daños que
causamos, Oriana llora, dice le da pena la vean con las esposas puestas, a mí no, y no es que no tenga vergüenza, la vergüenza de estar
esposado no es mi vergüenza, es la vergüenza de todos, yo humillado soy todos los hombres humillados, la puñalada que te hiere nos
hiere a todos, en cualquier parte que una puta se venda esa puta es tu
mujer, seguro que allá nos quitan las esposas para firmar el acta,
entonces pides permiso para ir al baño, cierras bien la puerta y saltas
por la ventana, sin miedo, que todo saldrá bien, confía en mí, todo es
un problema de confianza, por la confianza nos hundimos o nos salvamos; esta revolución es tan verde como las palmas; si al menos
pudiera beberle las lágrimas a Oriana, no por romántico, sino porque
desde ayer no pruebo agua, cómo será el sexo con las esposas puestas, deberá ser lo más cómico, aquí somos lo más cómico, cada uno
hace su papel, los policías hacen papeles de policía, grerrrrrrrrrrrrrrrr grerrrrrrrrrrrrrrrr grerrrrrrrrrrrrrrrr, adustos, marciales, conscientes
del deber cumplido; herencia martiana en los hombres que defienden esta revolución, diría un exaltado orador partidista; Oriana y yo
hacemos papeles de presidiarios, ajados, golpeados, con cara de malos, porque, sí, hay que poner cara de malos, malos mamalones,
quién ha visto un presidiario que no tenga cara de malo, malo mameluco, que no frunza el ceño y vire la boca en un intento por amedrentar a la sociedad, decirle, mira qué condenadamente peligroso soy,
haces bien con esposarme porque si logro fugarme ya verás los estragos que cometeré contra ti y tus sostenedores, sostenedores que
nada tienen que ver con las tetas, tetás cayendo, digo, excepto que el
presidiario sea un violador de mujeres, el presidiario también tiene
su orgullo, orgullo de presidiario, que se manifiesta mostrándose
bien presidiario, malo, malísimo, requetemalo, a mí me viene bien el
papel de presidiario, es como si hubiera nacido con las rejas retratadas en el rostro, a Oriana no, se ve como una mala actriz, los guardias tan gentiles le maquillaron el ojo de negro azuloso, eso le da un
toque de distinción, hubiera sido estupendo si el maquillador hubiera hecho su faena en el otro ojo, arte facial postmodernista, políticamente correcto, no les odio, a ellos les tocó hacer de policías y a
nosotros de bandidos, ellos servirían a Hitler con la misma devoción
212
Armando de Armas
que sirven a Castro, el golpe es el mismo, UNO en el tiempo, en la
acción de cargar el brazo atrás y descargarlo lo más eficazmente
posible, alargado en cualesquiera instrumento contundente o cortante sobre cualesquiera enemigo desprevenido o prevenido, no puedo
permitirme el lujo de odiar, el odio es boomerang, no obstante, podría matarlos con una sonrisa a flor de labios, yo el alegre ángel exterminador, ya llegamos, nos bajan de la perrera, ¡ñoooooooooo,
descojonamos esto en la batalla!, nos quitan las esposas, Oriana pide
permiso para ir al baño, camina hacia el baño, entra, cierra la puerta,
de un salto planto un pie sobre el buró y las actas que esperan ser
firmadas por Oriana y por mí, y planto el otro en la cara linda del
administrador del restaurante, escaleras al cielo, de Jacob, y salto
por la ventana a sus espaldas, tan rápido que los guardias quedan con
la boca abierta, corro hacia donde Oriana me espera, nos vamos en
zigzag, como borrachos, por entre la gente y el carnaval, al tiempo
que ¡ataja! ¡ataja! y silba el plomo, ¡en la cabeza de la pinga es donde me van a dar!, que la bala que está pa mí no la han fabricado todavía los comunistas, lo más malo de esta huída es que tengo que
remolcar a Oriana, pues para mí huirle a la policía es algo así como
un deporte, ya van quedando a lo lejos los gritos y el silbido del
plomo, jodido silbido, jode a cualquiera, ahora entramos por un cañaveral, o cañaduzal, semánticamente más correcto al decir del sabio Don Fernando Ortiz, que con todo lo sabio que era seguro nunca
se vio en un apuro como éste, o precisamente por ser sabio es que
nunca se vio mezclado en una estupidez como ésta de jugar al ratón
y al gato, sobre todo cuando a uno no le dejan otra opción que la de
ratón, se comprenderá entonces acerca de la importancia capital de
las opciones, sin opcionalidad no hay individuo feliz ni libre ni económicamente ventajoso, cosas que se me ocurren en las circunstancias que menos tienen que ocurrírseme, pero que se me ocurren, y
tengo que decírmelas en aras de la opción que puedan tener ustedes
de oír o leerme algún día, qué les parece lo modestico que voy resultando al considerarme en el probable campo de la opcionalidad de
ustedes, vamos rompiendo por entre la caña, sin caña no hay país,
país de caña, de paja, así es, así fue y así será hasta no se sabe cuándo, ¡por desgracia!, porque la caña es al país como la morfina al
213
La tabla
morfinómano, que en la misma medida que le es absolutamente necesaria, lo va matando, erigiéndose en una especie de dictadura que
nos mantiene en el presente como el mismo país monoproductor y
monoexportador que fuimos siempre, con algunos monos más que
se nos han añadido como el monopartidismo y el monoliderazgo, ah,
perdón, me olvidaba del monoestéreo que venden en las tiendas para
turistas, el sitio en el que también se está, se está muy bien aquí en
la paja con Oriana entre los brazos, acurrucándonos el uno al otro
para no permitir que el frío de la fiebre y el frío de verdad nos hagan
castañetear los dientes, no vaya a ocurrir que los gloriosos combatientes que nos persiguen oigan el castañeteo dental y nos descubran,
me siento realizado, uno puede realizarse en las situaciones límites,
refugio en la cima del Himalaya mientras afuera azota la ventisca y
ronda el Abominable Hombre de las Nieves, ¡pobre del que esté
fuera de la covacha!, no lo perdonará el Abominable, en realidad no
me importa quién se haya quedado fuera de la covacha, no me importa nadie más que Oriana, Oriana y yo, yo y Oriana, por las ventiscas de las ventiscas, amén, Amadís, cazador de sueños en la cima
del mundo, mundo que me importa un carajo, el carajo del mundo,
calorcito rico mientras los demás se hielan y se exponen al Abominable Hombre de las Nieves que se niega rotundamente a evolucionar y se queda varado, tal vez, en el punto medio entre el mono y el
hombre, por lo que políticamente, y desde cualquier punto de vista
que se le mire, este Señor Abominable es un retardatario, individualista pequeñoburgués acomodaticio en la cima del Himalaya, enemigo de los pueblos y cobarde que ha renunciado a los avatares de un
mundo, a qué negarlo, realmente peligroso, pero lleno de esperanzas
para los pueblos que se decidan por la lucha armada para la emancipación y construcción de la Nueva Sociedad que muy bien podría
estar constituida, de no ser por la tozudez del peludo hombretón, por
felices comunidades ideológicamente perfectas de abominables
hombres de las nieves, y ya no sólo de las nieves, sino también de
los trópicos, Oriana y yo somos como dioses incubándose en la cima
del mundo, todo lo demás es chato y no merece en lo más mínimo
nuestra conmiseración, dirán que estamos locos, o lo que quieran,
pero quien nunca se ha sentido dios no sabe lo que es esto y por
214
Armando de Armas
tanto mejor que calle la cochina boca, dios es también aquel que
viaja por la carretera durante la noche en un auto e imagina que más
allá de la cuneta, de los límites de la luz de los faros y las sombras,
en lo profundo del pajonal de la caña, hay un nido de dioses incubándose, entrar aquí al cabaret, a pesar de las limitaciones y prohibiciones para nosotros los cubanos, cuando otros no pueden o no tienen agallas para desafiar esas limitaciones y prohibiciones, es
también cosa de dioses, dioses chéveres, marginales, cosas de dioses
es contemplar desde una mesa de pista a la bailarina, no la martiana
bailarina española por supuesto, de piel india y lunar en una nalga,
semidesnuda y seductora, para luego gozarla solo o con la Gata,
frente al espejo grande y ovalado, reproductor de las más extrañas y
exquisitas escenas pornográficas allá en mi refugio de la Cueva del
Águila, y me acuerdo de la máxima que indica dudar siempre de los
espejos, por aquello de que los participantes en las orgías frente al
espejo no seamos más que reflejos de orgías que se desarrollan ya no
en el espejo sino en ignotos y remotísimos lugares; Amadís; oye,
Lobo, hay que plantar otra botella en la mesa porque ésta ya se va,
parece que estas botellas traen de fábrica el defecto de salirse y yo
estoy seco, mi hermano, estoy seco y me quiero mojar; Lobo; estás
algo así como que un poco gracioso, pero bien, te haré una pregunta
para ver si me conoces como tú afirmas, a ver, qué crees tú que yo
haría si pudiera reunir de golpe en mis manos todo el dinero que me
he jugado y bebido en mi vida, no te imaginas, ¿verdad?, pues fácil
me lo volvería a jugar y a beber encantado de la vida; hay que esperar a que se haga la noche para salir de aquí, con la ropa manchada
de sangre cualquier guajiro nos ve y nos delata, por qué ahora habrá
tantos guajiros chivatos cuando el hombre de campo siempre ha tenido más alto concepto del honor que el hombre de ciudad, será
porque en los convulsos tiempos que corren la geografía honorífica
se ha trastocado hasta el punto de no ubicarse convencionalmente, y
en casos, ni siquiera ubicarse en ningún sentido; los bandidos no se
pudieron sostener en el Escambray porque la lucha guerrillera en las
montañas sólo puede sostenerla un núcleo que cuente con el apoyo
del campesinado, como fue nuestro caso durante la guerra de liberación en la Sierra Maestra; pero, ¡qué campesinos ni qué ocho cuartos
215
La tabla
los iba a apoyar, si a los guajiros colaboradores de alzados en el Escambray los reconcentraban en aldeas estratégicas como la de Sandino, en Pinar del Río!; ¿reconcentración como la de Weyler?; la de
Weyler no, que Weyler era general español de un ejército colonial de
ocupación, los que mandaban a los guajiros para Sandino eran cubanos, cubanos a las órdenes de Castro, descendiente de Weyler pero
cubano; lo malo es que va y se les ocurra prenderle candela al cañaveral, o cañaduzal, antes de que podamos salir de aquí, si eso ocurre
tendremos que hacer como hizo el alzado Dondique, el negro anticomunista una bola de cojones que escapando de un cerco de los milicianos se metió en un cañaveral al que estos le dieron candela por los
cuatro costados con la intención de que saliera, el hombre era pícaro
y cuando se vio perdido se enterró todo lo que pudo en la tierra y se
cubrió con yaguas verdes, pero los perseguidores tampoco eran bobos y sabían que tendría que estar en algún lugar del cañaveral y
comenzaron a peinarlo palmo a palmo entre las cenizas, hasta que un
miliciano vio moverse algo sospechoso que resultó ser Dondique
todo chamuscado, pero vivo, que parece le faltaba el aire y del que
no le permitieron coger mucho porque allí mismo, entre las yaguas
retorcidas por el fuego, dejó una regazón de tripas a consecuencia de
las ráfagas que le metieron en el estómago; la cuestión es que tenemos que aprovechar la noche para caminar paralelo a la carretera,
algo así como treinta kilómetros hasta llegar a la ciudad de Camagüey y eso no es lo malo, la cantidad de kilómetros, lo malo es que
estoy descalzo y con un pie tan hinchado como la pata de un elefante, parezco un soldado de la impedimenta de Ignacio Agramonte, el
Bayardo, y pienso que por aquí precisamente, pasó rauda, centellante y tormentosa su caballería, la más disciplinada; lo cual no dice
nada, pues entre cubanos la disciplina no es precisamente el fuerte;
caballería que yo cambiaría a gusto por una caballería de tontos turistas ansiosos de gastar los dólares en recorridos al amanecer, o
atardecer, de un trópico propiciador del erotismo, un erotismo que,
se me sube el nacionalismo, en otras latitudes sería harto difícil de
encontrar; caballería que de sólo mencionarse producía pavor entre
los rayadillos del Ejército Español, hasta el punto que dice la Abuela
que ya muerto Ignacio Agramonte sus matadores temían aún que se
216
Armando de Armas
levantase machete en mano, lo que basta para ubicar al Bayardo en
lugar prominente entre los cubanos realmente temerarios, pero no
sólo eso, él brilla entre los que han sido exponentes de una verdadera vocación democrática en la isla, y no se me rían, que los cubanos
alguna vez tuvimos vocación democrática, sobre todo si se tiene en
cuenta que nuestro caso es de los pocos en la Historia de la fundación con todos sus arreos, es decir atributos, de una República en
Armas, de rebeldes que se daban una constitución, y no una, sino
varias, constituciones de guerra, y me atrevería a asegurar que hasta
con bastante funcionalidad, lástima que esa vocación se haya visto
frustrada en tantas ocasiones, pero no nos lamentemos, de alguna
manera debíamos aprender, ¿no?, que para el aprendizaje real, democrático, no se ha inventado, por suerte, la formula mágica; no nos
llamemos a engaño, esas frustraciones son también consecuencia
del Impulso, el Soplo, la Cubanidad, en suma, y la verdad es que no
creo que se pueda pedir a un joven que sea mesurado; nosotros somos un remedo de las locuras de la adolescencia europea, y hasta
ahora nos hemos quedado en la copia, la caricatura, el ensayo de una
democracia, de una nacionalidad, alguien diría que hemos sido,
como latinoamericanos en fin, una caricatura de lo peor del Viejo
Mundo, pero eso no es nada vergonzoso, al contrario, es el juego de
la evolución, de la vida, sacando huevos se aprende a capar, que
nadie sacó el primer huevo porque fuera elegido por el Capador Universal, ni tampoco encontró a ese primer cerdo angelicalmente dispuesto en posición capatoria, por tanto, entonces, amigo mío, esos
juegos nuestros a la democracia no son negativos, los niños se hacen
adultos jugando, lo que sí resultaría absolutamente negativo es no
jugar, no entrar en el juego democrático, porque entonces podríamos
atrofiar definitivamente las potencialidades lúdico-democráticas; me
duele hasta la vida, que no será la vida pero muy bien podría ser una
costilla, cosa que en mí no es sorprendente, me he pasado la vida
dando y recibiendo golpes, confieso que he vivido, no como Neruda,
pero he vivido, coño, ¿es que no hay una forma un poquito, sólo un
poquito, menos violenta de vivir?, puedo escribir los versos más tristes esta noche, pero me alegro de estar entre la paja con Oriana, de
tener la esperanza de que todo saldrá bien, de hacerme sentir, que me
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La tabla
oigan, aunque sea a golpes, me alegro de que todo el mundo hable
hoy en Minas de nosotros como de una pareja de pepillos que le
puso malo el caldo a la policía, de ser un no persona que lucha por
no aceptar tal condición, de vivir en país subdesarrollado, y aun de
serlo yo mismo, me alegro también de no haber recibido instrucción
militar alguna en un país donde hasta las jutías están militarizadas,
son reservas de guerra, aunque tengo instinto militar que me viene
de antepasados que anduvieron a pedradas y machetazos y tiros, y
prueba de ello es que nadie de las Milicias de Tropas Territoriales,
por experto que sea, hubiera escapado al cerco ni se hubiera camuflado mejor que como lo hemos realizado Oriana y yo; Remigio, pon
una botella aquí, que estas niñas beben como condenadas, cobra la
anterior, y cógete cinco pesos de propina; LA PROPINA ES UN
REZAGO PEQUEÑOBURGUÉS QUE CORROMPE AL TRABAJADOR SOCIALISTA; ¡puaff!, en cualquier momento templar también es un rezago pequeñoburgués, Remigio se embolsa los cinco
cocos y sale solícito a buscar la otra botella; cuándo fue que conocí
a Francisco de Bobadilla, alias el Boba, cuando era periodista o
cuando ya me habían expulsado, no, fue siendo periodista porque el
día que nos conocimos me dijo; tú ves lo bien que la hemos pasado,
todo lo que hemos hablado, las coincidencias, y lo provechoso que
puede ser para ambos esta amistad, pues bien, es posible que tú trates de no verme más, y lo entiendo perfectamente, no es que entienda que deba ser así, sino que entiendo que te comportes de esa manera, dadas las circunstancias de este país, debido al trabajo que tú
desempeñas y todo lo que ese trabajo implica desde el punto de vista ideológico, te van a llamar a contar enseguida, soy una especie de
apestado social, estuve en presidio, cumplí diez años, más diez de
estar en la calle arrinconado como una fiera, tanto que a veces he
llegado a creerme que en verdad soy un hombre malo, muy malo;
Amadís; ¡olvídalo!, soy un hombre; tal vez, no te lo niego, pero
acuérdate, por mi amistad vas a tener problemas, y si te soy enteramente sincero te diré que me hace mucha falta la amistad de alguien
como tú, alguien con quien hablar de las más diversas cosas, desde
las esculturas de la Isla de Pascua hasta la probable influencia del
tabaco en el comportamiento sexual de los europeos una vez que fue
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Armando de Armas
introducido de contrabando en el Viejo Continente por el primer bergante que no creyó en eso de la convivencia diabólica entre las acanaladas hojas que demasiado recordaban el color del trasero de las
hembras allá en el recién descubierto Nuevo Mundo, porque, en última instancia, en toda relación siempre hay un interés, y hoy, con la
mayoría de la gente de lo único que se puede hablar es de pelota o de
marcas de carros, que además, sólo conocen de las revistas de propaganda introducidas de contrabando por el mismo bergante que una
vez introdujo el tabaco, sólo que ahora la operación es en sentido
contrario y después de perderle el miedo, no a la contaminación diabólica, sino a la contaminación ideológica, como verás el contrabando es una constante en nuestra historia, somos, en realidad, un contrabando, pero, de verdad, no quiero joderte, mi hermano; Amadís;
¡oye!, yo me llamo problema, y nada me importa nada, y mi nada no
es el resultado del vacío de experiencias vitales, sino la nada a la
cual se arriba después de infinitud de encontronazos que te van limando, erosionando, hasta dejarte en una nada que nada tiene que
ver con la nadería de un jonrón o una excelente marca de carro que
además nunca manejaremos; se oye por la radio una voz torpe, rajada por el alcohol; ha sido una entrevista realizada por su periodista;
¿en qué precio me comprarían?; Amadís Montalbán para los espacios informativos de la emisora Onda Roja; ese periodista, Amadís,
tiene un comportamiento un tanto extraño, no se relaciona con sus
compañeros de trabajo, siempre lleno de magulladuras en los nudillos y brazos, no se le conoce una mujer fija, las cambia como si
fueran camisas, hasta dos en un día, viste extravagantemente con
pantalones campanas que le cubren los zapatos y en varias ocasiones
se le ha visto reunido en las esquinas con elementos de porte francamente antisocial, para no decir que su mismo porte es el de un elemento antisocial, también se le ha visto en estado de embriaguez
vagando por las calles de la ciudad, aunque hasta el presente no contamos con información acerca de su comportamiento violento, sus
múltiples magulladuras siempre renovadas así nos lo hacen creer,
para ser nuevo no trabaja mal, es decir, no escribe mal, aunque hay
que añadir que el otro día sacó en el noticiero una sospechosa información sobre una reyerta en la inauguración de un restaurante, don-
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La tabla
de dejaba entrever que las fuerzas del Orden Público no habían actuado convenientemente, de una manera muy sutil, tan sutil que el
jefe del Informativo dice se vio desarmado a la hora de explicarle
que semejante noticia no podía salir al éter, nunca hace como los
demás que cuentan los pormenores del fin de semana, menos se le
oye hablar de los zapatos que sacaron en las tiendas por el cupón 2,
¡y el colmo!, el otro día descubrimos que usa blúmers, todo el mundo cuchicheando escandalizado detrás de él, incluyendo el jefe del
Informativo, y cogió y se levantó de la máquina de escribir con una
tranquilidad pasmosa y; ¡sí, uso blúmers y qué, alguien aquí me regala un par de calzoncillos porque en las tiendas no hay!; lo más
extraño en su caso es que entró a trabajar aquí por un palancazo de
Estrella Lagardere, la compañera que atiende Educación y Cultura
por el Comité Provincial del Partido; Amadís, mire, lo hemos escogido para que cubra el sector del azúcar en la provincia porque el
compañero Candelario irá un año para el curso de la Escuela Nacional de Capacitación del Partido y necesitamos que usted lo sustituya,
teniendo en cuenta que su trabajo a pesar del corto tiempo que lleva
aquí ha sido serio, yo no le voy a andar con cuentos, el sector que le
asignamos es difícil, o no difícil, sino delicado, sabe, mucho cuidado
con las informaciones que se dan relacionadas con la zafra en la
provincia, es algo que el Partido sigue con suma atención, específicamente el compañero Primer Secretario en la Provincia, con el cual
vas a tener una reunión cada diez días, una no, más bien dos, porque
tendrías lo que ellos llaman el decenal de la industria y el decenal de
la agricultura, donde se analizan todos los pormenores y dificultades
de la marcha de la zafra en el territorio, los decenales son realmente
candentes, tan candentes como no te imaginas, puedes llevar la grabadora, pero sólo ponla a funcionar cuanto te indique el compañero
Primer Secretario, las primeras veces él mismo te revisará el cassette para cerciorarse de que no grabaste nada que pueda resultar provechoso para el Enemigo, criticar, sí, claro que puedes, se te exigirá
que critiques, que tu periodismo sea un periodismo de opinión, pero
parcialmente, nunca generalices, para que entiendas, mira, puede
que en el central X la zafra sea un desastre, bueno, pues coges y redactas un comentario o reportaje, y haces talco al director o al que
220
Armando de Armas
tenga que ver con la situación creada, no tendrás dificultades de ningún tipo, al contrario, lo que sí no podrías hacer bajo ningún concepto es un trabajo donde se insinúe, ¡ni en lo más mínimo!, y te recalco, ¡mucho cuidado con las insinuaciones!, que la zafra como tal es
un desastre en la provincia, o que el desastre en el central X es resultado de un mal trabajo por parte de la Dirección Provincial del Ministerio del Azúcar, o menos aun, de la Dirección del Partido, porque
entonces eso sí tendría ya implicaciones políticas y no exagero si te
digo que hasta militares, porque si la zafra es el renglón fundamental, no ya de la provincia, sino de la nación, no podemos ponerle en
bandeja de plata datos de la zafra al Enemigo Malo, malo como es,
siempre acechante, pues basado en nuestras propias informaciones
podría, digamos, hacer sabotajes para exacerbar esos puntos flacos y
convertirlos en crisis, porque, lo sabemos, el enemigo cuenta con
medios sofisticados, y cuando digo sabotaje no me refiero a la explosión burda de una bomba en un central o la quema de un campo de
caña, es algo mucho más difícil de detectar, que va desde las bolas
contrarrevolucionarias con el fin de resquebrajar la férrea moral de
nuestros trabajadores azucareros hasta la introducción de plagas en
el país, la CIA es cerebro tenebroso y tenemos que combatirla con
las armas a nuestro alcance, a saber, el valor, la inteligencia y la
discreción, sobre todo la discreción, y por el camino de la discreción
podemos llegar a un arma mucho más poderosa, la desinformación,
fíjate, para que tengas idea, en los países de democracia burguesa la
prensa se designa como el cuarto poder, claro, en las condiciones del
socialismo la cosa cambia, ya no seríamos el cuarto poder, pero sí un
instrumento, un medio, lo más poderoso con que cuenta el Partido,
y esto no lo digo yo, lo dijo Lenin hace mucho tiempo, en el capitalismo la prensa está minada, corroída por la propaganda comercial y
el sensacionalismo, mientras que en nuestra sociedad la prensa está
dignificada por la propaganda político-ideológica, a la cual nos debemos, porque nuestro papel, y no otro, es el de educar y corregir a
las masas trabajadoras, interpretando las directrices del Máximo Líder, que es, en definitiva, el representante de dichas masas, me dirás
que de todo eso puede resultar un periodismo chato y aburrido, pero
no, ahí es donde está la clave del periodismo, del buen periodismo
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La tabla
socialista, en tener presente todo lo anterior e interpretar con sentido
creativo, no copiar lineamientos y orientaciones de manera burda y
mecánica, más bien, para que logres entender, la cosa va dirigida en
el sentido de hacer una especie de novela de dichas directrices emanadas del poder central, porque si no cuál sería entonces nuestra razón de ser, nos convertiríamos en meros informadores; las mujeres
del Departamento Informativo somos para él una nulidad, pero con
la rubia que vino de La Habana para acá es distinto, parece que ellos
se entienden, lo que no es para dudar porque a la verdad que ella
tiene la misma facha que él, con la diferencia de que ella tiene algo
así como un aire intelectual, una de esas intelectuales extravagantes
que les gusta dormirse a tipos de baja catadura, de reacciones primitivas, para, cómo decir, sentir emociones fuertes, porque a mí no me
engaña, él es muy capaz, seguro, de pegarle a las mujeres, con esa
cara de loco o chulo o qué sé yo que la mira a una como desnudándola, aunque en verdad a nosotras aquí ni nos mira, pero cuando
mira hay algo raro en esa mirada y es quizá que no contiene interés
en tu sexo, o no, más bien es como un escupitajo en tu sexo, y no por
sexo, sino porque es el sexo tuyo, como si tu sexo no le mereciese,
como si te rebajara a la condición de la potranca que levanta el rabo
en el potrero a la espera de penetraciones provenientes de cualquier
cosa candente y punzante, ay, no sé, de verdad, cómo un elemento
así puede estar trabajando en un órgano de prensa, es una especie de
atentado a la ética profesional o partidista o qué sé yo; Elena, la rubia que vino de La Habana; todas esas brujas partidistas me miran
mal porque me acuesto con Amadís, que si soy más vieja que él, que
si él es un bala perdida, que si anda siempre de tragos, que si no
tiene futuro, que cómo acostarse con un hombre así, envidia, envidia
es lo que sienten porque él no se las tira a ellas, y es más lindo que
el carajo, con esos crespos sobre la frente y esos ojos entre soñadores y tristes y drogados, se parece al Principito, eso eso, el Principito, un personaje de novela, que a la gente le cuesta trabajo creer,
gente vulgar, mi pepillo, mi consolador para cuando tengo deseos de
que me hagan gozar de verdad, pero a veces pienso que me engaño
y que detrás de esa mirada, que no acabo de entender por qué es
despreciativa con todos, y con todo, hay muchas más cosas, todo un
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Armando de Armas
mundo desconocido, y eso me desconcierta, a mí, que sé calar en lo
más profundo del alma con la mirada, que he corrido mundo, que he
corrido más hombres que mundo, y no sé a qué atenerme con este
principito que siempre es el mismo y es distinto cada vez, como un
cuento que tiene varias lecturas y al final no hallas con cuál quedarte
y acabas por inventarle tu propia historia con lo que un poco te conviertes en autora del cuento y eso me sucede y me siento su madre y
su Dios, aun cuando seguro él no cree en mí como no cree ni en él
mismo, o más bien, menos en él mismo que en nadie, lo que sí es
indudable es que Amadís tiene su encanto, tal vez gratuito, porque ni
hablar sabe, bueno, hablar, lo que se dice hablar, no, pero lo que es
lo otro, ¡Dios mío qué manera!, nació para chulo, se aprecia en sus
ademanes, en el estilo al caminar, en la forma que mira y acaricia,
caricias evidentemente profesionales pero indudablemente sentidas
en ese preciso momento en que las brinda como salidas desde el
centro mismo de su atormentada y atormentadora vida, aunque tal
vez para él eso no signifique mucho, porque, simplemente, su vida
no creo le importe mucho y a veces da la impresión de que vive desafiando, provocando, a la muerte, buscándola o buscando alguien
que se encargue de hacerle la faena, su personalidad se desdobla, en
el trabajo se le ve tímido, callado, medio bobo o qué sé yo, pero sales
a la calle con él y es otro, se transfigura, se siente rey, es reconocido,
admirado, y hasta respetado, en los bares, las discotecas y los cabarets de la ciudad, por los elementos asiduos a esos antros, las putas
se le babean detrás y los delincuentes lo saludan como significando
¡ese es de los nuestros y miren a donde ha llegado!, y a mí me da la
impresión que en cualquier momento a donde puede llegar es a la
cárcel, porque hasta ahora, y él lo sabe, no ha llegado a ninguna
parte, sus triunfos están en la marginalidad, y eso, creo, es lo que lo
distingue de los demás en el departamento, ellos se creen personalidades públicas, se toman muy en serio y no son más que peleles
bailando al compás de un ritmo monocorde, acordelados monos a la
pirueta, él hace como que sigue la rima junto a ellos, pero falso, se
les va, se les escurre, y se realiza en otra parte, donde ellos no quieren, o no pueden realizarse, en las broncas, las borracheras, el bisne
y las orgías, en todo aquello que los aleja del canon establecido, de
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La tabla
la terrible seguridad paterno-tribal, ellos acusan y gimen, ¡elemento
marginal!, y no saben o no quieren saber que la marginalidad ha
extrapolado sus marcos, que ha invadido a la sociedad toda, sólo que
es marginalidad controlada, domesticada marginalidad socialista a
la cual él no se somete; una amiga de Elena; Amadís no te va bien a
ti, es una especie de animal en dos patas, tú debes aspirar a un poeta
o algo de eso; Elena; ¡pobre!, no sabe que Amadís es un poeta, de la
vida, de la mala vida, de su vida, de-la-única-cabrona-vida-que-tenemos, y sabe usarla como otros usan la palabra, tal vez sólo lo estoy
idealizando y su única poesía es la de templar bien, aunque, eso
también es poesía, húmeda poesía corporal, y un mérito nada desechable en estos tiempos de stress y sedantes químicos y reuniones
y actos de repudio y marchas del pueblo combatiente, entre los que
más odian a Amadís en el Departamento Informativo se encuentra
Otavón, lo odia porque Amadís representa todo lo que Otavón quisiera ser y no se atreve, Otavón Pendejón, siempre pendiente del
perfeccionismo gramatical y escribiendo crónicas acerca del heroísmo de los dignos hombres de los cascos blancos con imágenes literarias al estilo de noche oscura como boca de lobo, nunca saldrá de
eso, no tiene vuelo, o cojones, que viene siendo lo mismo, a Amadís
puede que un día de estos lo maten de una puñalada o puede que
llegue algún día a la cima, pero nunca se quedará entre dos aguas
que es, en definitiva, para lo que nos han programado, para lo que
han desarrollado una eficaz maquinaria trituradora de individualidades, talentos, yo también soy una frustrada, pero al menos soy consciente de ello, no me creo una estrella ni una intelectual ni un carajo,
¿y Amadís?, no, Amadís no es ni tan siquiera un frustrado porque,
simplemente, nunca se ha propuesto ser algo, él es, lo único que
tengo es a mi hija y ni siquiera eso porque ha preferido irse con el
padre y el padre le mete ideas malas de mí y no es justo y entonces
lo único que atino es a dejarme usar por el primer hombre que me
invite a un hotel o a un buen restaurante, y salir con Amadís el día
que se acuerda de que yo existo, aunque con él nunca pueda adivinar
si la fiesta terminará en un potrero entre pirámides de bosta y un
sinsonte que nos picotea el pecho creyéndonos troncos de árboles de
tanta borrachera, en el hospital o en el piso de un calabozo, la trom-
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Armando de Armas
ba, lo imprevisto, que llega entre mordiscos y alaridos de lobo herido en lo profundo de la selva y te penetra no sé qué tiempo de violencias, miedos, odios, orgías, venganzas, humillaciones y porquerías
y deja la sensación de haberte acostado con todas las mujeres con
quienes él se ha acostado y un inexplicable regusto como a flor marchita en el cuerpo y una insondable lástima por ese atolondrado muchacho que va y viene de cabeza contra la pared de concreto como
mariposa ciega que buscase la luz a cualquier precio; el otro día estuvo aquí en la emisora Estrella Lagardere a quejarse ante el director
porque iba de paseo; perdón, no, los dirigentes del Partido como ella
no pasean, hacen recorridos de trabajo; y el caso es que sorprendió a
Elena y a Amadís tomándose una botella de ron bajo un aguacero y
nada menos que en la escalinata de la catedral de la ciudad, porque,
bueno, es verdad que como comunistas que somos no le debemos
respeto alguno a una institución que ha sido, como bien dijera el
Gran Lenin, el opio de los pueblos a través de la Historia, pero eso
no implica que, al menos públicamente, tratemos de mantener cierta
cordialidad con ella porque, como se sabe, los cambios en el plano
de lo objetivo son mucho más acelerados que en el plano de lo subjetivo, de lo cual se desprende el hecho de tener un país prácticamente futurista en cuanto al desarrollo de las relaciones de producción, y un pueblo todavía minado en muchos aspectos por
oscurantismos ancestrales como el culto al mentado Lázaro y a la
mentada Caridad, por lo que es obligación de los comunistas, sobre
todo los de la esfera ideológica, trabajar en el sentido de no herir
susceptibilidades religiosas y poder sumar así a la causa, la causa del
pueblo, además resulta muy feo que dos periodistas se estén dando
tragos a la luz pública cuando debieran ser ejemplo para el pueblo
trabajador, ellos van muy mal, se nos pierden entre las manos, y tenemos que hacer algo por el bien de ellos y del colectivo; Elena,
como yo, es una especie de oveja negra aquí en el Departamento, tal
vez por eso nos hemos unido, ella no es bonita, aunque tiene algo
como intelectualidad erotizada que le sale de muy adentro, y unas
manos que saben muy bien materializar lo anterior, también ella me
valora, no como otros que hacen la apología de mis vicios, ella también es una viciosa, todos estamos terriblemente viciados, pero ella
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La tabla
tiene arte para ser viciosa y arte, como yo, para violentar normas y
desacralizar; la palabra de orden es desacralizar, desde el coño de la
madre hasta la puta de la patria, pero tengo miedo; ¡¿de qué hombre?!; bueno, hombre, pues de caer en la sacralización de la desacralización, como escalar la tapia del cementerio con la luna llena y las
tumbas blancas, tenebrosamente blancas y cuidadas, refulgiendo
como casitas de plata en ciudad para enanos, ciudad de gentes paralelas, oscuras, terrosas, en descomposición, fuegos fatuos, carcomidas, polvo, al polvo volverás, algo como eso, sacralizar la desacralización de la muerte y su parafernalia subtérreo-lunar; Amadís, mira,
necesito que escribas un artículo acerca del papel del intelectual en
la sociedad; ¿en cuál sociedad?; no, en la nuestra, en la socialista;
pero ese tema es difícil, más bien es un tema que no me atrevería a
abordar, o al menos abordarlo con la profundidad que requiere; qué
pasa, Amadís, el intelectual revolucionario no tiene por qué temer a
la verdad; no es que no quiera a mis hijos, quisiera escapar con ellos,
pero por otro lado no tengo el derecho de arriesgar sus vidas, ni de
torcer el curso de sus vidas, sus karmas, cosa que un día pudieran
reprocharme, aunque también podrían reprocharme el que no me los
llevara, pero también los voy a privar de sus respectivas madres y
eso tal vez no lo perdona ningún hijo, les impediría entender por qué
los saqué de este país, es difícil que alguien entienda determinadas
circunstancias políticas, o de cualquier índole, por lo que sus padres
le cuenten, los hijos suelen ser implacables jueces, a lo que se uniría
el conflicto generacional muchas veces desembocador en revoluciones de jóvenes que cambian el mundo de sus adultos en mundo nuevo que un día a su vez querrán cambiar sus propios hijos, cada grupo
generacional creyéndose poseedor de la Verdad Absoluta, cambiacambia, líder-cambia, que al final nada cambia, lluvia sobre lluvia;
de todas formas la culpa es mía, por haberlos engendrado en este
país, pero uno es cobarde y los engendra por aquello de que los hijos
son necesarios, y entonces no sé qué cuento es ese del eterno agradecimiento de los hijos a sus padres cuando en realidad estos los
engendraron por su propia necesidad, todavía, que yo sepa, ningún
hijo ha pedido nacer, que lo de nacer, o renacer, debiera ser un problema de opcionalidad, que en tanto no sea así no será perfecta la
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Armando de Armas
democracia, y alguien argumentará que multiplicaos, cuando lo cierto es que a la hora de la cosa nadie se acuerda de la especie sino de
la gozadera, y si acaso en tener un macho que sea bien macho como
yo o una hembra que el día de mañana me atienda cuando caiga en
un hospital que las hembras son muy buenas y complacientes; porque las madres de ellos, mis hijos, no son conscientes de tener que
educar un hijo y no saber cómo, porque para ellas todo está muy
claro en cuanto a educación que para eso están las orientaciones de
los manuales, la prensa, la radio y la televisión, que lo otro es educarlos como unos rebeldes; un hombre que no dice lo que piensa no
es un hombre honrado; ¡díganme ustedes si les enseño a que siempre
digan lo que piensan!, cuando en realidad si quiero que vivan más o
menos bien, o que sobrevivan, tengo que enseñarlos a que sean como
el camaleón, ¡pobres mis pequeños saurios!; Nuestro Reto; el ejercicio del criterio ha sido característica de los intelectuales en el ámbito latinoamericano; cómo explicarles cuando sean hombre y mujer
que fui capaz de traerlos a la Mentira y dejarlos, lo peor, en la Mentira, ¿me perdonarán?; Cuba en ese sentido no constituye una excepción; dicen que un hombre en el exilio es un hombre en dos mitades,
pero esa otra mitad que se deja nunca va a ser tan física, tan dolorosamente física como cuando se dejan hijos; Francisco de Arango y
Parreño y los prohombres de nuestra nacionalidad en germen; hijos
que se dejan en unas circunstancias que no se quieren para uno; José
Martí y la intelectualidad independentista; expuestos a la misma
quiebra de valores que uno sufrió; Juan Marinello y los exponentes
del Despertar de la Conciencia Nacional Revolucionaria; y no sólo
que sufrió sino a la que se adaptó hasta el punto de no ser más que
un producto, atípico es cierto, pero producto, al fin y al cabo, de esa
quiebra de valores; por sólo citar tres ejemplos en tres períodos claves de la historia patria; estos últimos momentos que me quedan
aquí debiera de consumirlos junto a ellos, en una especie de familia
que nunca fuimos, que no supe darles; teniendo en cuenta tales antecedentes cabe preguntarse, ¿qué ha sucedido con nuestra crítica actual?; sin embargo consumo esos momentos, y me consumo, entre el
alcohol y las putas; tratemos de reflexionar, el advenimiento al poder
del proceso revolucionario y su pronta radicalización trajo consigo
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La tabla
una agudización de la lucha de clases; quisiera darles amor, mucho
amor, pero no sé si podré alguna vez; esto dio lugar a un estado de
guerra civil con acontecimientos que ya son historia y donde el vecino del Norte jugó su papel; no sólo porque me voy, sino porque me
han incapacitado para ofrecer amor, y no es que no lo sienta; está
claro que en tales circunstancias se imponía la sobrevivencia de la
Revolución y explica el hecho de que nuestros hombres de letras
presentasen una realidad compacta; es que ese amor, a la hora de
manifestarse, se distorsiona y algo que intenta ser una sonrisa o una
caricia puede no resultar más que una mueca o un golpe; era lo que
exigía la denominada época de los años duros; consecuencia de querer conciliar el amor con el odio de clases imperante; ahora bien,
sucede que, la obra revolucionaria se fue consolidando hasta el punto en que el camino andado se hizo irreversible; cómo enseñarles a
ser buenos al mismo tiempo que les enseñan a despreciar y perseguir
a los que no piensen como ellos; a partir de ese momento la actitud
de proyectar una imagen idílica de la realidad se fue convirtiendo,
paradójicamente, en un boomerang; y a repetir como verdaderos papagayos el dogma establecido; pues no vivimos en una sociedad
aséptica, pretenderlo es cuando menos ingenuo; porque cualquier
intento de mantener criterios propios es un crimen; y es lógico que
así sea, si reconocemos que el socialismo no es obra precisamente de
los dioses; ¿y si a pesar de todo un día me preguntasen acerca de
Dios?; y los hombres, pésele a quien le pese, tienen virtudes y defectos, ¡por suerte!, si no la tierra sería el más aburrido de los mundos;
¿les diré que Dios es el opio de los pueblos?; por tanto continuar
escondiendo debilidades sólo hace que vivamos creyendo que todo
marcha bien y suceda como cuando se guataquea la mala hierba y
por haraganería o falta de valor la tapamos con tierra en vez de sacarla de raíz; ¿y los alentaré a una educación espartana para que un
día se vayan a pelear a las guerras internacionalistas del África?;
resultados, al otro día la mala hierba emerge con más fuerzas, cosa
que sólo sirve para que el enemigo sienta el morboso placer de la
prostituta al divulgar a los cuatro vientos los pecadillos de la puritana; cierto que es amoral que los eduque en algo en lo cual no creo;
¿por qué continuamos, entonces, con algo tan perjudicial?; como
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Armando de Armas
también es igualmente amoral que me vaya y abandone el campo de
batalla para que el enemigo actúe a su gusto; a saber hay, como casi
siempre, las causas objetivas y las subjetivas; quedándome quizás
pueda atenuar en algo la influencia de la gonorrea ideológica sobre
sus infantiles psiquis; en el primer caso está la existencia de los TOTEMS, es decir, individuos que por obra y desgracia de la burocracia
son intocables e infalibles ante la crítica, que ha tomado la vía más
fácil; entonces estoy, cosa común en mí, entre la espada y la pared;
emprenderla con el taxista, el vendedor de churros o el cartero; sin
poder definir, no ya cuál actitud de las posibles a adoptar es la que
los perjudicaría, sino cuál de ellas los perjudicaría menos; ellos también funcionan mal pero no son los únicos, y menos los determinantes; para escoger, entonces, no como en los malos novelones, o buenos, entre los viejos contendientes del; en la segunda categoría nos
encontramos con la supervivencia de una mentalidad forjada en los
primeros años, en los intelectuales y en los funcionarios, según la
cual sacar a la luz los errores es hacer el juego al Imperialismo; bien
y el mal, sino entre el mal y el menos mal; es lo que el Comandante
en Jefe ha denominado síndrome del misterio, y que viene a unirse
al miedo a ser tildado de reaccionario, como si reaccionario no fuera, precisamente, eso que pretenden, es decir, conservarse en las
sombras, conservar lo establecido para que nada cambie, para que
siga de acuerdo a determinados intereses; pero lo triste es que la
decisión más conveniente sólo puedo saberla cuando ya será tarde
para mí y para ellos; y a la cómoda posición de no buscarse problemas, si somos justos, algo hemos avanzado al calor de la Rectificación, pero no es ni remotamente lo suficiente para airear el ambiente;
por tanto, es absurdo esperar por la decisión de unos jueces-hijos
que demorarán años en estar capacitados para decidir; ¿hasta cuándo
predominará la ineficacia de la crítica social, y la inexistencia de la
crítica política?; y que cuando puedan decidir sólo juzgarán el pasado de mi proceder con un Papi debiste haber hecho esto, o esto otro,
o aquello, que yo en tu lugar, y aun la decisión de estos presuntos
jueces; no es pronosticable, sólo es posible asegurar que, eso no ocurrirá en tanto predominen conceptos superficiales en la sociedad; lo
más probable, o seguro, estaría dividida en uno u otro sentido, por
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La tabla
tanto, en esta problemática no me es posible hacer uso de mi democraticidad y lo mejor es romper con todo, por mi cuenta y riesgo, e
irme, que ya después se verá qué fue lo mejor; hasta que se eliminen
viejos y nuevos prejuicios, se valore al hombre por su capacidad y
no por sus camaleónicas posturas, y mientras no obviemos la estúpida costumbre de medir la realidad con la vara del maniqueísmo más
absurdo, contribuir a la superación de dichos escollos da la medida
de realización del intelectual revolucionario, ese es NUESTRO
RETO; mira, Amadís, esto no es un problema personal como Jefe
del Departamento Informativo, independientemente de que yo esté
de acuerdo o no con lo que planteas en tu trabajo, el Consejo de Redacción considera lo siguiente; pecas de un liberalismo que realmente no favorece a nadie, no favorece al colectivo de trabajadores
de la Emisora, no favorece la marcha del Proceso de Rectificación
de Errores que lleva a cabo el Partido en la Provincia y, en última
instancia, no te favorece a ti como intelectual revolucionario, que de
eso no le cabe la menor duda a los del Consejo, que de lo contrario
ya no estarías entre nosotros, pero mira, tú eres joven y debes tener
sumo cuidado, porque como joven al fin, pecas de irresponsable,
impulsivo, y el intelectual, si es revolucionario, y repito, estamos
seguros de que tú lo eres, tiene una gran responsabilidad para con la
sociedad que es, en definitiva, la que ha permitido que dicho intelectual se desempeñe como tal, tú mismo, hijo de campesinos pobres
como eres, jamás hubieras ejercido como periodista en una sociedad
capitalista, el liberalismo burgués como tal ya jugó su rol en el pasado siglo, aunque todavía en las sociedades capitalistas puede jugar
algún rol en tanto se oponga radicalmente a dicho sistema, pero,
punto, hasta ahí nada más, tenemos que estar absolutamente convencidos de que el liberalismo burgués ha sido desplazado eficazmente
por el marxismo-leninismo, lo demás es, simplemente, hacer inoportunas concesiones a la llamada Democracia Representativa, que por
hipocresía y turbios intereses permite ciertas libertades, ¡claro!, en
tanto esas libertades no pongan en peligro al sistema y sus valores,
cosa ésta que atrapa a los ideólogos burgueses en su propia trampa,
al no poder arrasar, como quisieran, con el pensamiento revolucionario, nosotros, no, nosotros tenemos y proclamamos todo el poder,
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Armando de Armas
por derecho histórico, porque el pueblo nos otorga ese derecho, confía en su vanguardia, y no tenemos por qué traicionar esa confianza,
por qué jugar a la disidencia, ni mucho menos, el Consejo de Redacción no estima que tu trabajo es contrarrevolucionario, pero también
estima que es mejor cortar por lo sano antes que surjan malas interpretaciones y males mayores; Elena me ha confesado que el Boba le
gusta, desde que era niña y él una especie de mito entre la juventud
de la ciudad, de pelo rubio cayéndole en bucles sobre los hombros
como la peluca de un conde o algo así, con unos jeans desteñidos,
cuando en este país los jeans como moda eran simplemente una excentricidad, y una mochila que ella solía imaginar cargada de granadas y pistolas, porque en torno a él corría la leyenda que ya de niño
había sido correo y ayudante del Che en la Invasión a Las Villas, y
que después combatió en Playa Girón y en el Escambray, artista de
teatro, primero, y después de cine, para el que fue captado debido al
rodaje de un documental en la guerra del Escambray donde Boba
aparece durante una toma en que los alzados rompen un cerco de la
milicia, en el preciso momento en que la escuadra que el Boba mandaba se disponía a almorzar; los alzados se levantan de entre un
yerbal y saltan por encima de la carretilla con los alimentos, disparando como endemoniados sobre el reducido y desprevenido grupo,
matando al carretillero y a dos milicianos más, el Boba logra disparar su pistola desde la altura de la cintura sentado sobre el tronco de
un árbol donde iba a almorzar e hirió a un atacante en el abdomen,
pero otro que venía detrás le metió en la frente con la culata del fusil,
en el instante en que el Boba se incorporaba, cayendo hacia atrás
aparatosamente, como mueren los héroes de las películas americanas, escena minuciosamente captada por la cámara, y que luego un
equipo del ICAIC descubrió en los archivos, ya terminada la guerra,
en busca de material para una película sobre el Escambray, y para la
cual el director vio en el Boba el protagonista ideal, lo mandó a buscar por todo el Ejército Central, pero lo vinieron a localizar estudiando Humanidades en la Universidad de La Habana, de donde salió
por un tiempo para el rodaje de la película, como resultado de dicha
película entre las pepillas del Pre, por la época en que Elena lo conoció, circulaba una foto donde el Boba se estaba dando tremendo beso
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La tabla
en la boca con Consuelo Vidal; Elena; yo lo que tengo es miedo,
Amadís, porque tú sabes bien cómo es esto, y él tuvo después el
problema ese del atentado a Fidel, y por nada del mundo me atrevería a tener una relación con él, porque me señalaría para toda la vida,
al seguro; CONSEJO DEL TRABAJO, DELEG. PROV. C.N.C.
Ref. Exp. 2/1975; visto el exp. de referencia formado por reclamación de fecha 25 de enero de 1975, establecida por Carmelo Miravela Gómez, en su carácter de Director de Personal y Cuadro de la
Delegación Provincial del C.N.C., contra el trabajador Francisco de
Bobadilla Cuauhtemoc, actor en el Centro Dramático de Las Villas,
imputándole el haber sido sancionado por el Tribunal Provincial de
Las Villas, como autor de un delito contra los poderes del estado, a
la sanción de diez años de privación de libertad por sentencia de fecha 25 de diciembre de 1973, solicitando contra el mismo dicho
funcionario como sanción laboral, la separación definitiva de su cargo y centro y organismo; Amadís y el Boba conversan en un bar
frente a una botella de ron; sabes, Boba, tenía que decirte algo, hay
una jeva ahí, que está conmigo, pero que me ha dicho que tú le gustas, ¡y te tiene miedo!, por la situación política tuya; el Boba; y qué
se puede hacer entonces; nada, óyeme bien el plan que tengo, la cosa
es que yo puedo invitarla a salir un día que nos pongamos de acuerdo tú y yo, hablo con cualquiera de mis putas para que salga contigo
ese día, nos vemos por casualidad en cualquier bar, y yo; qué tal,
Boba, cuánto tiempo sin verte, viejo, por qué no nos vamos todos a
un cabaret, mira, te presento a una amiga, y de paso la invitación
podría ir por parte tuya, ya que tú sabes, no tengo trabajo; llegó el
día acordado; Amadís y Elena se topan con Boba y Josefina, la puta
que Amadís ha buscado para el complot contra Elena; dulce complot, en que tres se ponen de acuerdo para vencer el miedo de un
cuarto a favor del amor, intrigantes benditos, luchadores oscuros por
la felicidad, traición que Elena agradecerá; Amadís, amante comprensivo que entrega la amada en brazos de un amigo necesitado de
cariño y comprensión, y apoyo, sempiterno triángulo amoroso causante de tragicismos sin nombre que esta vez, gracias al nivel de civilización de los encartados se resuelve sin riadas de sangre, ni suicidios, ni traigo penas en el alma que no las mata el licor, bueno, lo
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Armando de Armas
cierto es que se logró una cosa buena, pero, la cosa no es tan romántica como pudiera creer cualquier ingenuo, el caso es que Amadís
vendió a Elena por una botella de ron, el Boba aceptó la compra,
barata por demás, porque quería correr una aventura erótica, estimulado por los cuentos que Amadís le hacía de las locuras que cometían él y Elena, y quería comprobar los efectos del choque leyendarealidad en la persona de Elena, sobre todo comprobar si podía
seguir siendo una leyenda, porque a él le encantaba el papel de personaje legendario, o en qué medida esa leyenda se desvanecía frente
a alguien que lo deseaba a través del cristal de los recuerdos de un
pepillo romántico y tirador de tiros de los años sesenta, ahora que
estaba viejo, no tan viejo como gastado por la humedad de las celdas
y las secuelas de huelgas de hambre, alcoholizado hasta la médula,
frustrado, neurótico, y sin los bríos sexuales que tanto acrecentaran
su fama entre las putas comedoras de cañones verde-olivo y brillos
de farándula; y la puta Josefina; entre paréntesis, un nombre bastante poco adecuado para una puta, sobre todo una puta de esta época;
se prestó para el complot porque hacía cualquier cosa con tal de que
al final terminara acostándose con Amadís; entran a un club y discuten con el portero porque ni Amadís ni Boba llevan cuellos, discusión que acaba cuando Boba le da cinco pesos para que el tipo se
calle, oscuridad, música suave, en la mesa hablan de trivialidades,
Amadís y Elena se besan, e intercambian lenguas, el Boba tose y se
decide a hacer lo mismo con Josefina, Josefina incómoda le da una
patada por el tobillo a Amadís, Amadís, media sonrisa, como siempre, y se empina el vaso de ron, Elena mira con el rabillo del ojo al
Boba, Amadís hace el celoso, el Boba protesta defendiendo a Elena;
Amadís; permiso para ir al baño; detrás va Josefina que se mata e
intercepta a Amadís en el pasillo; ¡óyeme, hasta cuándo es la comedia ésta!, estoy al meter un bateo que se va a oír en Hong Kong;
Amadís; déjame a mí, tú verás que esto se arregla ahorita; sí, sí, pero
la pelúa esa se está dando la lengua contigo, y conmigo sí no va que
por algo yo soy Josefina; ¿la de Napoleón?; Amadís; ¡chica, cálmate,
cálmate por favor!, ahora cuando lleguemos a la mesa tú me invitas
a bailar y tú verás cómo la cosa se resuelve a pedir de bocas; Elena
y el Boba se les han adelantado y bailan muy animadamente; bus-
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La tabla
cando en el techo del mundo un nuevo confíííííííííííííííín; Amadís y
Josefina comienzan también a bailar y se succionan boca a boca
como ventosas, entonces Elena aprovecha y comienza también a
succionar al Boba, cosa que ya había hecho cuando Amadís y Josefina estaban para el baño, pero quería tener una justificación, ¡ingenua!, para no quedar como una puta delante de Amadís; se van como
a las dos de la mañana y el portero comenta con un dependiente que
la juventud está perdida que si no se fijó cómo habían cambiado los
muy degenerados, mientras, los cuatro se alejan abrazados pegándose por turnos al pico de la botella; el caso de Elena es inconcebible
en una periodista, primero continuó relaciones con el Amadís ese, a
pesar de que el Partido no lo quiso más como periodista por conducta impropia; ¿qué es conducta impropia?; ¡imagínate tú!, en ese saco
cabe todo lo que quieras echar, bueno, pues no le bastó con eso y
ahora anda de relaciones con Francisco de Bobadilla, alias el Boba,
que de bobo no tiene nada pero sí mucho de sinvergüenza, fíjate, tú,
que tuvo el valor de prepararle un atentado al Comandante en Jefe,
siempre anda borracho, y no pierde ocasión para manifestarse en
contra del proceso revolucionario, pero ahí no acaba la cosa, es fama
de que se acuesta con los dos en una misma cama; ¡horror!; sí, sí,
una cochinada, tenemos que hacer un informe que recoja todo eso y
elevarlo al Núcleo del Partido y a la Sección Sindical, para que ellos
decidan, a mi entender, y yo no soy muy entendida que digamos,
para que alguien tenga acceso a los medios de comunicación masiva
en el socialismo debe ser intachable desde todos los puntos de vista
que se le mire, debe ser una especie de santo, un santo comunista,
pero santo; el Viejo me ha dicho que el comunismo es como una
religión, por lo que pienso que habrá que analizar un día la posible
relación entre la escolástica cristiana y la escolástica marxista, entre
fe marxista y fe cristiana, y sobre todo, entre la Santa Inquisición de
la Iglesia y la Santa Inquisición del Partido; ejerció Fidel su derecho
al voto, acompañado de Todor Yikov, en horas tempranas de la mañana de hoy; el Boba tuvo una pistola, que por supuesto después le
quitaron, con una dedicatoria del Che en las cachas, regalo que le
hizo el argentino por una acción de armas destacada durante la lucha
contra bandidos, ¿bandidos?, bueno, en definitiva los que combaten
234
Armando de Armas
contra el Poder, cualquiera que éste sea, son calificados por el Poder
como bandidos, quien se oponga al Poder no merece ni el calificativo de soldado, por supuesto, existe la variante en que los sublevados
alcanzan el triunfo y pueden entonces, con todo derecho, quitarse el
feo calificativo, y de hecho, los antiguos soldados defensores del
orden, o del desorden, pasan a ser los bandidos, que fue el caso de
los barbudos de la Sierra Maestra con respecto a los soldados batistianos, cosa que no le sucedió a los guerrilleros del Escambray y que
por tanto no hay Dios que les quite el San Benito, aunque, en espera
siempre de las reivindicaciones futuras, para no complicarnos mucho, llamémosles, insurgentes; en verdad yo no creo mucho en la
historia de la pistola y las cachas dedicadas por el argentino, porque
cuando Boba habla nunca se sabe si lo que dice es realidad o fantasía, a lo que se añade la vieja polémica acerca de si la realidad no es
más que la fantasía de cada cual, por lo que suponiendo que fuera así
no hay que reprochar nada al Boba, y si no lo fuera tampoco porque
en la fantasía del Boba, y seguro que en todas las fantasías, siempre
hay un acto divino, de creación, con lo que muchos se sonreirían
irónicamente al pensar que en el Boba hay algo divino, cosa que a
mí no me asombra en lo más mínimo, bueno, siguiendo mi argumentación acerca de por qué no hay que reprochar nada a las mentiras, o
las fantasías, del Boba, diré, simplemente, que es mi amigo, y un
amigo es siempre un amigo, pese a todo; de Boba lo único que puedo decir con certeza es que resulta un buen actor, y por lo mismo,
nunca se sabe cuándo actúa o cuándo no, él es personaje de novela y
cuesta creerlo de carne y hueso, quizá por eso es mi amigo, porque
da la medida de lo que soy, o de lo que somos todos; amalgama de
irrealidades y certezas que viene a resultar el único punto de referencia de nuestra esencia humana, que es decir, divina, que es decir el
humo me arde en los ojos, Luly y la Gata son una maravilla, adiós
hijos míos, quiero a Oriana, madre no llores, padre perdóname, adiós
muchachos compañeros de mi vida, barra querida, ¿la barra de
quién?, el cabaret se llena, el show me aburre, cada hombre lleva su
show por dentro, entonces para qué ver éste, todos, sin embargo,
somos parte del show, no del que llevamos dentro, sino del otro, del
de afuera, el Gran Show Universal para Divertimento del Padre
235
La tabla
Eterno y los angelitos y San Pedro quita el agua y pon el sol, sol
bueno y mal de espuma, dualidad mar-bueno, mar-malo, bueno porque es una vía, peligrosa, pero una vía, para irse, y malo porque si no
estuviera ahí rodeándonos fuera más fácil, de todas formas, malo, lo
que se dice malo malo requetemalo sería que en vez del mar estuviera el vacío, semejante al vacío interior, el que cada cual lleva como
una procesión; aquel día Eloy me ayudó a brincar la cerca, me ayudó
no, prácticamente me hizo rodar como un saco de papas; así debe ser
en la guerra, se ayuda al compañero herido, se carga, si es preciso,
se rueda, se empuja, se le azuza para que avance; y si me detengo,
mátame; pero no se le deja a merced del enemigo, las sirenas de la
policía sonaban cerca como en un largo quejido de animal herido
por el láser de entes extraterrestres que habían llegado con el fin de
experimentar sus armas con la elemental fauna terrestre, yo no estaba herido, yo lo que estaba era borracho y agotado, y un tanto golpeado, la bronca no había sido fácil, ¡dime tú una bronca con Corleone!, el padre de Amarilys, cuando nosotros nos hemos fajado,
juntos, contra otra gente miles de veces, y él ha visto mis mañas, mis
astucias en la pelea; no, compay, aquí no ha pasado nada; y allá-teva-el-trastazo cuando menos lo espera el contrario, dormirlo, dormirlo en el metro, y no dejar que te duerma, pero resulta que yo
también lo conozco a él, por eso fue todo tan rápido, fulminante, de
ambas partes, y con todo el cariño que nos teníamos, que nos tenemos, porque todavía seguimos siendo amigos, nos dimos a matarnos, y en medio del jaleo había un negro que yo no sé de dónde salió,
que se arrodillaba y gritaba, ¡paz, Jesús, yo quiero paz, Jesús, óyeme, Jesús, dame paz, dales paz!, y todavía hoy no he logrado saber
si se trataba de un pacifista convencido o un borracho comemierda,
loco porque le sonaran una patada en la cabeza, Esther tuvo un papel
destacado en la feroz batalla porque se quitó un zapato y lo esgrimió
de forma tal que no permitió que ninguna de las mujeres que venían
en el bando contrario nos diera por la espalda a mí o a Eloy; cuando
llamaron a la policía Eloy y yo nos desprendimos a correr para el
matorral que hay detrás de la Escuela Formadora de Maestros, entonces nos tiramos entre la hierba, con un estilo militar ¡que ya quisieran muchos formados en escuelas militares!, y al poco rato de
236
Armando de Armas
estar allí tendidos fue que aparecieron los dos negros con un palo en
la mano cada uno; ¡hijoeputas, así que mirando hueco!; díganme
ustedes, la última, caballeros, la última, Amadís y Eloy mirándole
hueco a dos parejas de negros templando, y no es un problema de
racismo, no, más bien es un problema de concepciones estéticas,
bueno el caso es que ellos lo pensaron así, y no había manera de
hacerles entender que estábamos allí en aquella posición tan poco
convencional huyéndole a la policía, que dejen eso que nos van a
coger por culpa de ustedes, tengo que hacer algo, pero no sé qué, lo
levanto por las patas y lo estrello con palo y todo, y después le doy
con el mismo palo, pero por otra parte lo más seguro es que no voy
a poder levantar al negro y me voy a ir al suelo junto con él, y el otro
aprovecha y me madura con el palo, si Eloy me pudiera coger la
seña todo cambiaría, Eloy no está tan borracho como yo, la bebida
es una cabrona, como las mujeres, y lo jodido es que siempre, o casi
siempre, andan convoyadas, está todo más oscuro que un culo; lo
que tienes que hacer, Amadís, en una bronca con un negro en la oscuridad es decirle, ríete negro, ríete, y cuando el negro se ría meterle
el viaje en la blancura de los dientes que allí mismitico está el negro;
compay, mire, dejen eso, vamos a conversar; ¡conversar pinga, mirahueco!; me desprendo no me desprendo, me quiere no me quiere,
no puedo con mi alma, esto se dice y no se cree, caballeros, dos
broncas, una detrás de la otra, bueno por algo yo soy el caballero
Amadís, espejo de la caballería andante, ¡pero coño qué jodido papel
éste de caballero andante!, y ahora, suponiendo que tenga fuerzas
para entrarle al negro y que Eloy me copiara la seña, y que todo resultara una acción rápida, eficaz y conjunta de las dos fuerzas guerrilleras, las del Comandante Eloy y las del Comandante Amadís, el
caso es que puede llegar la policía y entonces va y nos juzgan por
caballeros-guerrilleros-bronqueros y por caballeros-guerrillerosbronqueros-mirahuecos, que esta última causa es bastante poco honrosa, si se tiene en cuenta la prosapia de caballeros que somos Eloy
y yo, y el juez me dijo la última vez que me le paré delante con las
manos atrás como un guajiro que baila la Caringa, qué conexión
podrá existir entre la sobriedad y la solemnidad de un tribunal revolucionario y el baile de la Caringa, bueno, el caso es que yo tengo mi
237
La tabla
herencia guajira, y al decir de Lezama Lima hay dos tipos de guajiros, el guajiro bonus, es decir el guajiro bueno, comedor de boniatos,
bonachón, y tirador de pedos entre la alegría sana de la estabilidad
familiar, y el guajiro-rebencú, peleador de gallos, reyertero, tomador
del café fuerte y amargo y del aguardiente peleón, raptador de mujeres y con evidentes tendencias al cuatrerismo, y parece que mi herencia guajira viene de guajiro-rebencú, que a la vez tiene su herencia, distorsionada, es cierto, por el tiempo y las circunstancias,
siempre las circunstancias, pero herencia al fin y al cabo, en la tradición de los caballeros amadíses, cosa que desconoce este juez inculto e incorruptible impartidor de la justicia revolucionaria por lo que
me ha dicho sin miramientos de mi estirpe; si vuelve por aquí por el
tribunal con cualquier problema de desorden público o desacato, no
valdrán atenuantes, y además de la condena, mandaré una carta al
rector de la Universidad informándole de su conducta social, pidiéndole su expulsión, pues si no, ¡qué tipo de profesionales estamos
formando en este país!; ¡Eloy despréndete!; y me echo a correr con
todas las fuerzas que me quedaban; ¡párate puta!; y me han sonado
un toletazo en la espalda, que todo se paga en esta vida o en otras
que cuántos negros no habré apaleado yo cuando la esclavitud en mi
condición de dueño de ingenios y traficante negrero, pero seguí corriendo y no miré atrás y me escondí todo lo lejos de allí que me
permitieron las piernas, dentro del marabú, ¿Eloy habrá corrido
como yo o no habrá podido escapar?, a lo mejor le dieron los negros,
o lo cogió la policía, yo debiera volver a ver qué le pasó, pero bueno,
él debió de correr igual que yo porque le avisé, antes de hacerlo, ¿y
si vuelvo y él escapó cuando le dije que lo hiciera y me cogen los
negros, o la policía?, entonces, lo echo a perder todo, y, ¿estás seguro que tu miedo ha sido nada más que a la policía?, sí, a la policía, a
la policía nada más está justificado que un hombre como yo le tenga
miedo, ellos son una gran familia, o una gran desfamilia, pero el
caso es que son la fuerza, y por eso siempre ganan, que la cosa con
ellos nunca es de hombre a hombre y como el Viejo me decía nunca
se le pueden tirar patadas al aguijón, pero un día aprenderé a tirar
patadas parte-aguijón con zapatos especiales comprados en tiendas
de Economía de Mercado, esas luces que se ven pasar deben ser
238
Armando de Armas
carros patrulleros, o tal vez taxis, salgo del marabú despacito despacito, ya es tarde y llevo como dos horas enterrado en el marabú, deben ser como las cuatro de la madrugada porque ya los gallos cantan, el gallo cantará tres veces, aunque los gallos cantan a cualquier
hora que les dé la gana, camino por el medio de la calle porque hay
más posibilidades de escapar, el que te quiera coger tiene que venir
hasta el centro de la calle y en eso ganas tiempo, y ocurre ahí viene
un carro que me para al lado chirriando gomas, estoy cogido, y me
tiro de cabeza a la cuneta; ¡aguanta, Amadís, que somos nosotros!;
era el Chévere que había estado presente en la bronca y escapó cuando llamaron a la policía topándose por casualidad con Esther, que
había huido por su parte, llorando por la calle, y decidió entonces
robarse un taxi para buscarnos a Eloy y a mí; ahora nos preocupa
Eloy, lo buscamos y lo buscamos por todas partes, y nada, y ya damos por seguro que está preso, cuando al Chévere se le ocurre que
puede estar en la Cueva del Águila y vamos en el taxi robado hacia
allá, donde nos divertimos mucho, porque al ver el taxi Eloy piensa
es la policía y salta por una ventana en calzoncillos, en dirección a
la costa, cuchillo en mano, dice Eloy que no oyó cuando le dije que
huyera y no le quedó más remedio que decirle a los negros; si me
van a dar me tienen que dar aquí porque yo no voy a correr; y que
uno de los negros le decía; ¡tu socio es una putica!; y Eloy; sí, sí,
descarado es lo que es, y un ratón de cloaca; ¿Eloy habrá pensado de
verdad que me acobardé?, pero se lo dije, despréndete, y me desprendí, no iba a esperar a que dijera; querido hermano y comandante, dadas las condiciones objetivas en que se desarrollará la batalla
es conveniente que deliberemos para buscar la vía de una retirada
honorable, sin hacer concesiones al enemigo de clase, y con el ánimo de que sea una jugada táctica que, en definitiva, contribuya al
desarrollo de una estrategia que dé al traste con las fuerzas enemigas, entiéndase imperialistas, burguesas, cavernícolas, en suma, norteamericanas; ¿le habré dicho de verdad que se desprendiera?, o será
sólo una defensa que me inventé ante el tribunal de mi propio yo, el
yo-guajiro-reyertero-caballero-rebencú-de-la-tabla-redonda, no sé,
de verdad que no sé, pero de todas formas lo más lógico era irse,
porque nosotros los caballeros andantes no debemos malgastarnos
239
La tabla
en escaramuzas sino guardarnos para mejor ocasión que hasta para
eso hace falta el valor, además del hecho, cierto, de que no son fáciles dos broncas, una detrás de la otra, y la otra sin esperarla siquiera,
pero, por otra parte, ¿soy tan lógico?, ¿creo en la lógica?; Eloy es
más tranquilo que yo, desde chiquitos la Abuela decía en mí había
como un ser que me compulsaba a hacer cosas, a estar siempre en
algo, no importa qué fuese ese algo, un no sé qué de violencia siempre a punto de estallar, un complicar la existencia en aventuras inventadas o buscadas con el único fin de ponerme a prueba o tal vez
con el fin de combatir a cualquier precio el horror a un vacío, que
con el decursar de acontecimientos, podía muy bien encauzarse de
manera positiva, o negativa, eso depende del cristal con que se mire,
y desembocar en el desarrollo de un arte barroco llamador de la atención general, y por lo mismo altamente cotizado en dólares-talento y
digo dólares-talento porque considero válida la simbiosis, dada la
negatividad de una opinión muy generalizada según la cual el verdadero arte está reñido con el dinero y el bienestar material en general,
y hasta con la felicidad, lo que puede ser resultado, por una parte, del
interés de algunos en que los artistas vivan comiéndose un cable,
mientras ellos hacen la buena vida, y por la otra, de la justificación
en algunos artistas ante su ineptitud para triunfar con la fabulosa
máquina de hacer dinero que son los negocios, y lo de arte llamador
de la atención general es por el contraste con una pretendida modernidad paridora de edificios de apartamentos, y gubernamentales, de
una chatez que los hace parecidos a cajas de zapatos, o a sucias pajareras prendidas de las nubes, y ese ser que hay en mí no sólo gusta
de ponerme a prueba sino que gusta de poner a prueba a los demás,
todo lo que redunda en un ir más allá del límite, o de los límites, o
permanecer en el límite como quien anda por el filo de la navaja,
preocupándome por lo que está más allá del tiempo y el entorno en
que me tocó vivir, ¿me tocó?, no, a lo mejor ese entorno no me tocó
en suerte, o en desgracia, sino que ha sido mío de por siempre, para
todas las veces que he nacido y para las que naceré; Eloy es más
conservador, menos dado a la inventiva, a crearse un mundo más
allá de las posibilidades, a los riesgos innecesarios, a la aventura, a
las sensaciones extrañas que pueden ser, por ejemplo, erotizarse en
240
Armando de Armas
la caricia de la superficie fría de un bebedero de agua a las doce meridiano con un sol derretidor del asfalto en las avenidas, mientras
traga y traga el agua como un condenado y piensa que todo muy bien
pudiera detenerse en ese acto de acariciar lo frío y beber, sin la más
mínima incorformidad ante la eternidad frío-acuosa, menos dado al
experimento, a la percepción de las contradicciones porque para él
las cosas son como son y punto; Eloy, mi hermano, que no se va
conmigo porque nada le he dicho de mis planes, que seguro estoy
que también se iría porque aquí nos dividimos entre los que se van y
los que se quieren ir, ¿que no tenemos elecciones?, mentiras, patrañas, calumnias del imperialismo que se revuelve de odio en su propia hez al vernos aquí tan firmes y convencidos y florecientes, porque aquí todo el mundo puede elegir entre irse o quedarse, no faltaba
más, que con los pies también se vota, o con las balsas, y esa es quizás nuestra mayor contribución al desarrollo de la democracia, demo-cra-cia, d-e-m-o-c-r-a-c-i-a, demo, del griego demorar y cracia,
del griego gracia, demorar la gracia, el niño hizo la gracia, nos han
hecho la gracia, estamos de pies a cabeza cubiertos por la tal gracia
esa y hay una peste a gracia que no hay Dios que la aguante, somos
la diáspora, lava escupida del volcán, quizás el volcán mismo, la
incertidumbre ante el hecho cierto de volver a nacer, de hacer otra
vida, conformar otra familia, si es que a esto que tengo se le puede
llamar vida, familia, conocer otras amistades, y enemistades, somos
fetiches, decorados, en busca de un asidero para no suicidarnos en
masa, los que en este preciso momento estamos al lado de acá, templando, durmiendo, trabajando, muriendo, pensando buenas acciones, tejiendo cuartelazos, los que aquí saltan a mi lado como ridículos monos de feria, monos deslumbrados, no como el hombre del
Popol Vuh, de su propio origen, sino de las lentejuelas y sus destellos, del brillo encandilador, destellos y brillos de hojalatería del falso-bello-mundo-de-la-farándula-provinciana; somos, lo más cerca y
lo más lejano de la raíz, punto medio, ni una cosa ni la otra, la indefinición, si es que en este mundo hay algo definido, la irrealización,
el flote, el ser y no ser, el pertenecer y no pertenecer, soy pero no soy,
Sísifo en la cuesta, sencillamente terrible, porque pegados a la tierra,
la que dicen que es nuestra, no podemos tener una visión de conjun-
241
La tabla
to, acercarnos a lo que en realidad somos o a lo que debimos ser o al
atisbo de que no somos o de que somos una ilusión, entendernos,
vernos en la justa medida de nuestras potencialidades como nación,
¿dije nación?, inmersos como estamos en una indiferencia de muerte o en una hiperactividad al estilo de Domingo de la Defensa y
guardia de los CDR que convierten el acto que ejecutaremos el Lobo
y yo en un acto desesperado de heroicidad, cuando, pensándolo bien,
es lo más fácil, no, lo más fácil no, lo más fácil es permanecer en el
rebaño simplemente, no es lo realmente difícil, lo difícil, lo ideal, lo
que sí sería heroico es hacer que a la tabla le broten raíces y ocurra
una especie de revolución de viejos encofrados que florecen, féretros que reverdecen, paredes que crecen como árboles, barcos convertidos en bosques navegantes, puertas, camas, ventanas, sillas,
escritorios, butacas y escaparates amaneciendo a sus dueños en la
selva, nuestra selva, que no es de tigres y serpientes, sino de jutías y
tocororos; bueno, y entonces los que brincaron el charco, ¿qué?;
nada, si los que permanecemos del lado de acá pecamos de una cercanía que no llega a serlo porque está violentada, ellos pecan de lejanía, no menos violentada, que, entre otras cosas, produce, sobre
todo en los más viejos, una enfermedad conocida como EDULCORAMIENTO DEL PASADO, que es la invención de un pasado Otro
para sobrellevar un presente que es como las raíces de esos árboles
que crecen en las arenas cercanas a la costa y se expanden y alargan
como tentáculos impotentes en busca de la tierra, ¡por suerte!, ni
unos ni otros, Cuba, no será más lo que fue, ni tampoco lo que es,
será, tendrá que ser, interacción, búsqueda, pluralidad, entrecruzamiento, fusión y abrazo de raíces truncas, destrozadas, violadas,
martirizadas, desterradas, sin odios, pero con la condición, la única
condición de la voluntad de prender, de cavar hondo y subir tan alto
como lo permita este ciclo antes de la próxima GRAN EXPLOSIÓN, para, ¡cosa más linda, chico!, cuando cesen los últimos cataclismos y la jalea real comience a tomar sus cauces establecidos para
la conformación del Nuevo Universo, tener nosotros, una altura, o
mejor la posibilidad de una altura, una medida en que reconocernos
y decirnos; venimos de otros mundos y otros tiempos y no nos quedan cicatrices, pero, no las hemos olvidado, y quizás entonces, nos
242
Armando de Armas
sea posible olvidarlas después de LA GRAN EXPLOSIÓN que sobrevendrá al final de este otro ciclo, y así por los ciclos de los ciclos,
amén, Jesús; despidió Fidel, Primer Secretario del Comité Central
del Partido y Presidente de los Consejos de Estado y Gobierno, a
Pietr Jarozeewiez, miembro del B.P. del C.C. del Partido Obrero
Unificado Polaco y Presidente del Consejo de Ministros de la República Popular de Polonia; ¡madre mía, qué de cargos!, te das cuenta,
Amadís, como no hay culpables porque, sencillamente, todos somos
culpables, que existe el Gran Culpable Supremo, cierto, pero, ¿de
dónde salió el Señor de las Tinieblas?, bueno, pues, de las mismas
tinieblas que salimos todos, él es, nada más y nada menos que resumen, esencia y concentración frankesteniana de nuestros lados oscuros, esos a los cuales nunca hemos dado el sol y permanecen húmedos y babosos y putrefactos, él es el odio que todos llevamos dentro,
la soberbia, la ira, la ambición de poder; esa que hace sentirse a un
portero de cabaret de mala muerte como quien mira al mundo desde
la cima de una montaña; encarnado en circunstancias claves que habían llevado a las tropas de nuestros frentes oscuros a avanzar temerariamente por el cuerpo en formaciones al estilo cangrejo; si no,
entonces, cómo es que podría permanecer inmune en medio de su
Gran Culpabilidad, simplemente, porque es parte de nosotros y hemos sentido miedo de matarnos, al matarlo, como alguien que arranca la viruela al ojo de un guanajo que a su vez arranca también al ojo
como un pegote chorreante y cristalino, de todo lo cual resulta una
gama de culpables que se mezclan y entrecruzan, y como la vida, no
pueden enmarcarse, definirse, sin el peligro de caer en errores de
apreciación, debido a lo voluble e imbricado de las fronteras hasta el
punto de que en un mismo culpable pueden estar todos, o casi todos
los culpables, sin llegar a la categoría del Gran Culpable, o al menos
hoy puede ser un tipo de culpable y mañana otro, de acuerdo siempre con el más elemental sentido del desarrollo dialéctico en la sociedad, y en los individuos, pero de todas formas, no está mal para
que se comprenda mejor el asunto, que hagamos una especie de categorizaciones esquemáticas, quizás por aquello de que aun siendo
enemigos acérrimos de la culpabilidad de esquemas, no somos capaces de eludirla, y caemos en ella aunque sea por la vía de avanzar
243
La tabla
hacia los extremos contrarios; remember Colón; así, comenzaremos
por los culpables complacidos y orgullosos, los más cretinos a mi
entender, en ver reflejada y magnificada la imagen de sus lacras a
una escala internacional por obra, y desgracia, de un Trastocador de
las Cosas y su Sentido; aquí esquematizamos también al no tener en
cuenta que la vida puede no ser más que una trastocación general;
Trastocador que ubica los vicios en el lugar de las virtudes; otros
culpables, los que podríamos reunir bajo el rótulo de pragmáticos,
nada orgullosos ni complacidos, ni creídos, como el aldeano que
cree su aldea el ombligo del mundo, sino que están seguros, más
bien, de que su aldea es el culo del mundo, que hacen de tripas corazón y agitan banderolas, aplauden, se humillan, reptan en aras de
unas limosnas de libertad y bienestar, sobre todo al estilo de auto
Lada o apartamento amueblado o una semana de vacaciones en un
hotel de Varadero o viajecito al exterior; otros culpables, los indiferentes, los que no se han metido en nada, que han dejado hacer y que
les hagan, especie de maricones atrincherados en torres de marfil, y
que, en última instancia, siempre fueron salpicados de inmundicia
cuando no hundidos en ella; otros culpables, los que realmente creyeron, y creen, los que miraban, y miran, a supuestas conquistas
sociales y de salud y que se expresan en miren pa’ eso quién iba a
decir que mi hijo llegaría a ser doctor y que yo iba a visitar tres países como cumplidor de misiones internacionalistas, sin mirar, porque no pueden o porque no quieren, a qué precio; otros culpables,
los amadíses, los rebeldes sin causa, o con sobradas causas, los piedra rodante de calabozo en calabozo, el hampa, caballeros de códigos en desuso, los más al margen de la marginalidad, fulleros, tramposos, guapos, carteristas, putas, chulos y bugarrones de europeos
pagadores en divisa convertible de ardores tropicales, los que se realizaron en cuadros de tortilla, los artífices del navajazo en la oscuridad, los que optaron por ser ellos aun a costa de matar y robar, y
después terminaron, algunos, no siéndolo por aquella máxima del
poder que asegura el mejor colaborador de la policía es el delincuente, corruptos incorruptibles, herederos del Lazarillo de Tormes que
después pagaron la cuota de milicia porque el dado está malo y hay
que ser vivos y navegar con la corriente que camarón que se duerme,
244
Armando de Armas
los que nunca tiraron un tiro en las misiones internacionalistas como
carne de cañón barata del Imperio Soviético, pero lo tiraron con pistolas artesanales para arreglar cuentas pendientes de dólares o marihuana y casi nunca por motivos pasionales, los desertores del Servicio Militar Obligatorio, que después se llamó Servicio Militar
General, porque es un nombrecito más bonito, y murieron a tiros
despatarrados en las alambradas, los que no fueron a Angola o fueron para probar su hombría o para fachar en los quimbos o para escapar a la justicia o para tener una oportunidad de pasar a Occidente
o para limpiarme que ya estoy muy maleado en la cuadra o para
matar que es la única manera de hacerlo sin que te coja el talego;
pero también están los inmaculados, los que se inmolaron en las
guerrillas del Escambray, solos y olvidados del mundo, los que murieron poco a poco como carne que se hace piedra en las tapiadas del
presidio político, los que atacaron por Bahía de Cochinos, pero, a
pesar de todo, hay que decir aunque nos duela, también son culpables y lo son porque no supieron escoger entre la infinitud de estrategias posibles, la correcta, la que diera al traste con el Señor de las
Tinieblas, porque no supieron sacudir, despertar, levantar y convertir en tromba arrasadora a los otros culpables, y al final ésta puede
resultar, aunque tal vez exagere, entre en pose intelectual, la más
grave de todas las culpabilidades, por tanto, no se hable más, y veo
con el no se hable más lo tolerante, dialogante que soy, ¡todos, absolutamente todos, somos culpables!, ésta ha sido la carta de triunfo
del Señor de las Tinieblas, comprometernos hasta el punto de que
nadie se crea, ¡jamás!, con derecho a tirar la primera piedra, sin embargo, llegará el momento en que las tiraremos por montones, nubes
de piedras que cubran el sol, y entonces acabaremos con la Gran
Culpabilidad, y de paso, con el Señor de las Tinieblas; vendo zapatillas, almohadillas sanitarias, calzoncillos, camisetas, medias, sostenedores, aretes, peines, consoladores, matracas, preservativos, libros viejos, amuletos para la buena suerte, ungüentos restauradores
de la virginidad, bengalas, un gallo negro, soy el Moro de Venecia,
elemento antisocial, ¿por qué?, qué malo puede haber en que yo
proporcione a la gente resolver sus necesidades, dicen, que en un
intelectual no se ve bien, espíritu de tendero; mucha tienda, poca
245
La tabla
alma; no me convence que la literatura se tenga que pelear con el
dinero, ni creo que el dinero atrofie el ángel, el sentido de la creación, ¡pamplinas lo del artista en su buhardilla!, entre más abundancia más posibilidades de crear, de disfrutar del ocio creador, deseo
vivir de la literatura, ser su chulo aunque no la prostituya, la inteligencia debe pagarse, y pagarse bien, amo al dinero, el dinero es el
símbolo de la abundancia de Dios, no sé pues, qué cuento de culto a
la pobreza y camello por el hueco de una aguja primero que rico en
el Reino de los Cielos y Teoría de la Liberación y sacerdotes guerrilleros y pecado ostentar ropas extranjeras y viva el tercermundismo
y feroz imperialismo de países ricos que lo son porque devoran a
países pobres por cuanto la riqueza no se crea sino que se reparte y
el ahorro y la austeridad y si arriba los pobres del mundo y si la orden franciscana y si el comunismo y los derrochadores y si Carlos
Marx y Federico Engels y si patatín y si patatán, porque hay que
vivir ¿no?, y una de las formas de ayudarse en ese sentido es el dinero, y el dinero corrompe, pero hay otras cosas que también pueden
corromper a la literatura, y cabe la pregunta, ¿qué será más perjudicial a la literatura, depender para su publicación de intereses comerciales o de intereses políticos?; yo, desde aquí, desde esta mesa de
cabaret, escritor, o escritor que se lo cree para ser algo, llenar un
vacío, dar un sentido a la existencia, para tener un asidero en el despeñadero, pero escritor, al fin y al cabo, porque si me lo creo ya lo
soy, proclamo, que no sé cuál de las opciones es la mejor, quizá, lo
más probable, ninguna de las dos lo sea, pero, pido, téngase en cuenta a la hora de juzgar, la cantidad de editoriales con infinidad de intereses, gustos y preferencias, aunque el interés comercial esté siempre presente, en mayor o menor medida, entre los cuales siempre va
a haber cabida para un genuino interés literario, téngase en cuenta
eso, contra la existencia de la EDITORIAL, EDITORIAL-ESTATAL, es decir, mercachiflería y Cultura, inspiración y cálculo, mezquindad y creación, contra el PODER, monolítico, centralista, sobrehumano, sin matices, sin opciones, irreversible, enemigo de
frivolidades e individualizaciones pequeñoburguesas, ¡qué monserga viejo!, desatiendes el pie de la Gata que busca erecciones en tu
entrepierna que dice ella esa es una de sus formas preferidas de lle-
246
Armando de Armas
gar al orgasmo ya sea en cabarets o restaurantes o cualquier otro sitio donde haya una mesa y la entrepierna de un hombre para poner
la planta del pie descalzo, que se lo ha hecho también a las mujeres
pero que sólo han llegado al orgasmo ellas, aunque no niega que
siente placer al verlas retorcerse y disimular con los maridos al lado
que creen, tales espasmos son por las caricias, que ellos, machos
remachos les administran fríamente, por arriba, mientras ella mete el
pie bajo la saya y aparta con el dedo gordo la pata del blúmer y lo
pasa acariciador por el botoncito y lo introduce en el hueco tragador
y encharcado, lo de la Gata también es un arte como cualquier otro;
si Dios fue escritor, o es escritor, y eso nadie lo duda ya, entonces
nosotros somos palabras, palabras formadoras de palabras, escritores de una obra menor, pero obra al fin y al cabo, que puede o no
escribirse, que puede o no publicarse, que puede o no leerse, que es
nosotros, lo que hagamos o dejemos hacer, nuestros gritos y nuestros silencios, sonrisas como máscaras, insinuaciones, Luly y la Gata
y la despedida, del Lobo y mía, pero, sobre todo, la mía que el Lobo
tendrá la suya aunque la hagamos juntos, porque es así, porque el
Escritor Absoluto nos escribió para que así fuese, en soledad, para la
soledad; todo pasa y todo queda pero lo nuestro es pasar pasar haciendo caminos caminos sobre la mar; ante mí la galería de tetas
punzantes, tristes, humilladas, nada maternales, maternales, succionables, inchupables, abultadas como melones, escuálidas como hollejos, caídas como viejas bolsas hacia el abdomen o pezones casi
masculinos empegotados al pellejo; y de culos, empinaditos, cuadriculados y aplastados, desafiantes a la penetración contra natura, trágalotodos, fofos y marchitos, metidos hacia adentro como diciendo
que lo importante es el hueco y nada más, delineados y abundosos
como de criollitas de Wilson, comestibles, detestables; galería que al
final no es más que niebla, humo de cigarros en el cabaret, fango
diluido en agua, polvareda, intangibilidad, y entonces sólo quedan,
claramente particularizados, ferozmente individualizados, las tetas y
el culo de Oriana, mi culo y mis tetas, como si yo fuera ella, como si
ella fuera yo, combate detenido en el tiempo contra los universos
cerrados, un colectivo de dos, de uno-dos en contra de la colectivización, no la de Stalin, sino la colectivización toda; novela inconclu-
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La tabla
sa porque Dios no nos acabó de crear porque estamos siempre creándonos, haciéndonos, erigiéndonos en la carne, o tratando de que sea
en la carne y nunca en pedestales, que lo de pedestales; se lo dije a
Esther, y me mira y niega con la cabeza y esboza una risita de sí pero
no, como para dejar la posibilidad de que yo insista y entonces insisto, y cuando lo que más quisiera es que me abofeteara, arañara, mordiera, baja la cabeza y calla y el que calla otorga y es del carajo que
no se pueda hurgar en la gente, en sus abismos, porque no resisten la
prueba, no resisto la prueba, que yo también soy gente, digo, si es
que los escritores no son divinos y si es que soy escritor, cuando en
realidad sólo soy el Hombre de maíz, el de palo, el de fango, eso, el
hombre de fango o más bien el hombre en el fango y he vivido tratando de salir del fango y no he logrado más que chapaletear y chapaletear y hundirme y hundir a otros y salpicar en todas direcciones
como el ventilador al que una vez un guajiro le cagó encima, pero
tampoco es tan sencillo, nada es tan sencillo, y creo que me he debatido siempre entre la creación y el vicio, aunque probablemente diga
todo eso sólo para consolarme y la realidad ha sido la de una pelea
entre el vicio y el vicio, sin creación alguna, sin embargo, estoy convencido de que lo único que me puede salvar es la creación porque
es lo único que realmente me importa, porque no importa que a un
hombre Todo le importe nada, si hay algo, una sola cosa, que realmente lo fascine y si eso es crear, si es intentar ser Dios, aunque ese
hombre sea un pobre diablo, vale, es lo que más vale, aunque nunca
llegue a crear nada o lo que llegue a crear nunca sirva a alguien para
algo, porque el hecho de que un pobre diablo quiera ser Dios o parecerse a Dios, ya es algo, bastante, diría que mucho, que entonces no
estaríamos perdidos y vendría a ser mentira que de buenas intenciones está empedrado el camino del infierno, porque, si todo no es más
que mentiras de otras mentiras de otras mentiras, el deseo, la convicción, de que se puede ser Dios, de que se puede crear, vendría a resultar la única certeza, aunque esa certeza sea la menos creíble, la
más misteriosa, inmersa en una insondable nebulosa de contradicciones en que amoralidad y moralidad, blanco y negro, bueno y
malo, divino y diabólico se resuelve en masa maleable de formas y
contenidos, o simplemente formas, que son UNO y TODO y puede
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Armando de Armas
que NINGUNO y NADA; y no quiero, pero ya no tengo más opción
que seguir el juego, que animarla a que desarrolle lo que ya está en
su mente, no puedo forzarla a que no lo haga, moralizarle acerca de
lo sagrado de la familia, del templo que puede ser el hogar; templo
viene de templar o templar viene de templo, templar instrumentos
musicales, templar el acero, templar el cuerpo, templar el concreto,
zonas templadas, templar el movimiento de los cuerpos desnudos,
extraña bestia de dos espaldas, el equilibrio, la realización, la ida, y
la venida, a una cuarta dimensión, la paz, peace, love, and liberty de
los hippies, círculo encerrador de la pata de gallina, estilización al
máximo del hombre y la mujer templando en el Tiempo, círculo
protector de dos seres; podrían ser más, pero es sólo un problema de
representatividad; que se aman un instante que es todo el Tiempo y
proclaman con descaro que del círculo para afuera cualquier cosa
puede pasar, nada nos interesa, todo es ajeno, sólo existimos nosotros y con nosotros basta y es muy bueno mirar al mundo desde estas
alturas; templos de una antigüedad en que los dioses bajaban en nubes de tormenta y se mezclaban y confundían con los humanos en
interminables, agotadoras; para los humanos, claro; crueles y extravagantes orgías donde las mujeres se preñaban de los dioses y los
hombres preñaban a la diosas, en una promiscuidad tal que hacía
muy difícil distinguir entre el culo de una divinidad y el de un humano; las divinidades-hembras eran tan insaciables y aberradas que
exigían cantidades industriales de penes y testículos cercenados por
espadas sagradas en el punto máximo de excitación sexual, de lo que
resultaba un amontonamiento de extraños animalejos sanguinolentos que a pesar de su estado lamentable garantizarían la fertilidad de
las cosechas y los animales; desde aquella época, vaga entre nosotros una raza de semidioses pervertidos y jodedores y buenas gentes
que han hecho la vida mucho menos aburrida en una era sospechosamente monoteísta y monogámica, con sacerdotes que tiemplan a
ingenuas, y no tan ingenuas, devotas muchachas bajo el amparo, y
hasta beneplácito, del Sagrado Corazón de Jesús y de la oscuridad
cómplice, sobrecogedora e imponente de columnas y capiteles que
en su grandilocuencia parecerían representar la grandeza del Todopoderoso y hacer un guiño picaresco a cada prenda íntima que vuela
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La tabla
por los aires con un sentido no muy preciso de la balística; está perdida, la he perdido, se perdió ella con la justificación de que si yo
meto a las putas a templar con los yumas en nuestra cama, putas que
seguro se estrenaron conmigo primero, porque éste es negocio que
requiere cierta confianza sólo alcanzable en los combates templarios, entonces por qué no habría de hacerlo ella, sin depender de mí,
con lo que ganaba más dinero y de paso se cobraba no sé qué cuentas
pendientes, pero, coño, ¿tenía necesariamente que mancharse?, ¿no
podía atenerse al precepto de haz lo que yo digo y no lo que yo
hago?, ¿tenía que izar la heroica bandera del feminismo precisamente sobre mis cuernos?, ¿era necesario que descendiese conmigo?, ¿le
era muy difícil mantenerse pura?, ¿pura de qué?, ¿puras o putas?,
no, no puede ser en esos términos, es sólo cuestión de letras, cambio
de r por t, pero no es fácil reconocerlo, sobre todo cuando se trata de
tu mujer, no es fácil asimilar que es así, que además no podría ser de
otra manera, interiorizar que cada mujer, incluyendo la tuya, ¡nada
de abstracciones!, puede ser pura o puta en su momento o ser las dos
cosas al mismo tiempo, todo esto está muy bien, pero la hora de la
verdad es cuando aguardas en un cuarto en tanto oyes en el cuarto
contiguo a un cerdo marinero venido sabe Dios, o el Demonio, de
qué confines del mundo templándote a la mujer por 20 dólares, más
20 por el uso del cuarto, y te entra, por muy duro que seas, o creas
serlo, un temblor y una cosa por dentro, en el corazón, o no precisamente en el corazón sino en la boca del estómago, que arde y duele
y atraganta y ahoga y que a duras penas logras disimular con una
sonrisa que más bien parece una mueca o el esbozo; de no ser quien
eres o quien representas ser; de un largo y lastimero llanto como de
fiera que cae en la trampa atravesada por múltiples lanzas, y dieras
cualquier cosa porque todo no fuese más que una pesadilla, o porque
de pronto ella se vistiese y dijese no puede, es una cochinada, no
nació para puta, eres un chulo y un maricón y si tanto necesitas el
dinero vete a hacer de bugarrón de los yumas, pero nada de eso ocurre, se comporta con una naturalidad pasmosa, y si al menos, ¡coño!,
lo hiciera como quien dice hazlo rápido que de mí no puedes esperar
más que lo estrictamente profesional, pero ya voy sintiendo unos
quejidos y lamentos y entrecortadas respiraciones, ¡y gritos!, que
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Armando de Armas
demasiado bien conozco en ella y que nada tienen que ver con la
resignada actitud del dejar hacer; han pasado los días y Esther me ha
dicho que se siente enamorada de un marinero pakistaní, ¡nada menos que un pakistaní!, y que se va con él para Pakistán o para donde
rayos sea, que el tipo se la lleva, que se casa, que ella misma paga el
divorcio, que si no me opongo, que el problema es volar de este infierno aunque sea para la Cochinchina, que está enamorada, sí, pero
no tanto, pero que ella ha comido demasiada mierda corriéndole detrás a Amadís, y él siempre por ahí de vacilón con sus putas, sus
borracheras y su literatura que buena puta ha de ser también, no sé
qué literatura podrá hacer un tipo como él que está en todas menos
en misa, como si yo fuera un trapo que se usa y se tira y punto; Amadís, media sonrisa, un trago, y dirige la mirada a las tetas de Luly que
apuntan por sobre la mesa como tarritos de un ternero, no, esa imagen es demasiado bucólica, más bien, como pequeños misiles antibalísticos, y de las tetas de Luly mira hacia el cortinaje rojo que tapiza las paredes del cabaret; no sé si por casualidad o como símbolo
de la pureza de nuestra ideología comunista; y del rojo cortinaje a
cada una de las mesas decoradas con botellas de Havana Club y
gentes que hablan extraños y lejanos idiomas que bien pudieran ser
el español, el francés, el inglés o el ronístico, y observa las volutas
de humo que suben hasta el sistema de luces de los años 50; novedad
para nosotros, dramáticamente retrocedidos en el tiempo, y especie
de exótica atracción para desenfadados turistas extranjeros, y le llega como desde otro universo la melosa voz del animador del show;
…ísimo que consiste en bailar un grupo alrededor de un número
determinado de sillas, que será siempre un número menor que el de
los bailadores, de manera que los bailadores se vayan eliminando de
la competencia a medida que pare repentinamente la música y no
encuentren silla donde sentarse, así hasta el final en que quedarán
dos bailadores y una silla, que como es lógico será del más ágil en
percibir el final de la música, y en poner las posaderas sobre la silla,
sencillísimo y divertidísimo, ya verán; ay marinero marinero quién
te enseñó a nadar; comienza la competencia de baile; fueron las olas
y el viento; se detiene la música y todos se precipitan cómicamente
a coger una silla y; el primer perdedor de la noche, pero no importa,
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La tabla
amigo, a lo mejor en la próxima está usted entre los finalistas, o quizás sea el ganador, lo que tiene que hacer es visitarnos más a menudo y probar; para Amadís la relación con Esther estuvo basada siempre en el dejarse querer, halagar, convencer de que no debía
marcharse, marchándose, no obstante, para volver borracho y ser
recibido, admirado de una fidelidad, o supuesta fidelidad, que él no
alimentaba y que premiaba con un me da lo mismo cualquier cosa
que tú puedas hacer, ante reproches o amenazas de ella, soy así, no
lo hago por hacerte sufrir ni mucho menos, si sufres es consecuencia
indirecta, no es mi objetivo, mi objetivo es sentirme bien a toda costa, aun a costa de que sufras, pero no es culpa mía, no lo es, no voy
a cambiar y si quieres seguir conmigo tiene que ser desde esa posición, entregaba caricias como migajas a un perro, y se iba a buscar
no sabía qué en el culo de mujeres hermosas, y no tan hermosas, de
quienes venía a conocer el nombre, si es que lo conocía, al otro día
de toda una noche de excesos alcohólico-sexuales, mujeres que tampoco le interesaban porque sencillamente nada le interesaba, excepto el recuerdo, el regusto, de la noche pasada, y a veces ni eso, porque el alcohol interponía sus cortinajes de niebla y era como si no
hubiera pasado nada, por mucho que la ejecutante de turno le jurase
que sí había pasado, y mucho, que mira como tenía la crica pelada
de tanto meterle y meterle sin venirse, no le interesaba ni Esther que
le iba a dar un hijo, si es que los hijos se dan, por aquello de que yo
soy la que le pariré a Amadís, como si Amadís fuese excelente semental o algo así, o como si un hijo fuese una credencial, en última
instancia una credencial bastante cara, y Amadís, dándole el gusto
del hijo como un regalito, porque yo sé que ya no te puedes hacer
más interrupciones; ni delito ni pecado, en nuestra sociedad socialista garantizamos el derecho de la pareja a tener o no tener hijos y
garantizamos, también, la plena igualdad de la mujer trabajadora
que así podrá dedicarse con ahínco al trabajo y a la defensa de la
patria, planificando adecuadamente la descendencia; en el fondo,
¿en el fondo de la Fosa de las Marianas?, yo no tengo malos sentimientos, y no quiero que por mi egoísmo se interrumpa un embarazo
más y va y la dejen estéril para siempre, sentíase magnánimo y esto
le reconfortaba, compensaba un poco sus supuestas malas acciones,
252
Armando de Armas
cuando la realidad es que Esther pagaba su precio, que además no
consideraba alto, por tener lo que ella creía que quería y que le hacía
decir; ¡yo soy la mujer de Amadís!, él siempre vuelve a mí, las otras
son aves de paso; lo cierto es que Amadís, entre violencias y borracheras, sabía ser tierno, dar la caricia precisa en el momento preciso,
entender cosas, ayudar, aunque la ayuda no pasase de un buen consejo, el consejo de quien parecía venir de vuelta de todo, ella intuía
que nadie ofrecería lo que Amadís con tanta intensidad, y sinceridad,
pues era como si esos pequeños ratos buenos fuesen Amadís, el verdadero Amadís, como si lo otro, excesos, violencia, pesadilla, no
fuesen más que revestimientos de caracol para sobrevivir, ser aceptado, y temido, en un mundo que a ella siempre se le presentó sin
ternuras ni comprensiones desde su andar de pies descalzos y blumercitos agujereados, las vacaciones en los campamentos pioneriles
en playa La Tatagua y el penetrar sola, a un descuido de la portera,
al cine del barrio a ver películas para mayores de dieciséis y sentir
que la criquita se le abría y cerraba como en pucheros al conjuro de
estremecedora comezón por las eróticas escenas en la pantalla; a ver,
usted, sí, sí, usted mismo, se retira del juego, no, ya perdió, se quedó
sin silla; no me importa, de verdad nunca me importó, no por despecho, ni por hacerme el bárbaro, que ya demasiado bárbaro es el mundo para que yo también vaya a presumir de bárbaro, ¿por qué será
que entre nosotros los cubanos la palabra bárbaro no tiene una connotación peyorativa?, vaya y dígale usted bárbaro a un alemán, o
inglés, a ver qué le sucede, no me sorprende la actuación de Esther,
no podía ser de otra manera, inclusive, unos días antes yo le había
profetizado cómo es que terminaría nuestra relación, profecía que ha
resultado ser bastante fiel a la realidad; realidad-ficción en el proceso creativo de una obra literaria; más bien siento perplejidad, no,
tampoco, es risa, sí, risa, ante la ingenuidad de un tipo como yo que
tiene que ver más con Don Catrín de la Fachenda que con el caballero Amadís de Gaula, al dejar perder una española que sólo pedía me
casase con ella para sacarme de este país-infierno, sin que hubiera
tenido que andar en estos trajines de pistola y asalto de lancha, por
ser fiel a mi modo a la supuestamente buena y sufrida Esther que a
la primera oportunidad que la pongo a hacer la faena, goza como una
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La tabla
condenada, y después le gusta un tipo o dice que le gusta, nada menos que con un pakistaní, y que conoció el amor con todo y la leyenda negra de lo poco dotados que están los pakistaníes, y que se va de
polizón hacia el Oriente o hacia donde sea, y me imagino a los viciosos marineros asiáticos pasándose la cantimplora, la buena y sufrida
Esther, que baila desnuda sobre la cubierta durante la larga travesía,
pero no te atormentes, mi socio, que a Don Catrín de la Fachenda le
sucedió lo mismo con una dama, por supuesto, hay que decir, con la
diferencia de que Don Catrín estaba mermado en sus facultades priápicas cuando le ocurrió tal desgracia, y que no desaprovechó la oferta de ninguna española para sacarlo del infierno por ser fiel a la supuesta dama; me he enamorado de Oriana, un caballero como yo
necesita a su dama que lo espere, es requisito de caballero; me encuentro por ahí con algún gigante, como de a ordinario les acontece
a los caballeros andantes, y lo derribo de un encuentro, o lo parto por
la mitad del cuerpo o finalmente lo venzo y lo rindo, ¿no será bien
tener a quién enviarlo o presentarlo y que entre y se hinque de rodillas ante mi dulce señora?; vamos a ver, presten atención, señores,
que esto se pone bueno, dos bailadores y una silla, un cubano y un
canadiense, diferencias de ritmo pero igual intensidad y deseos, muchos deseos de ganar; uno dos y tres; pam; se paró, se acabó, reñido
reñido reñidito de verdad, pero a fuerza de ser sinceros el triunfo es
de Canadá, plaf plaf, aplaudan muchachones; siempre ganan ellos,
tenemos una suerte del carajo para perder, parece es una suerte que
desde hace mucho está echada, pero que nunca se ha presentado tan
evidente como ahora que el cubano ha quedado con sus dos nalgas
bien plantadas sobre la silla y el canadiense milagrosamente apoyado en la punta de una nalga, bastante abundosa por cierto, y con una
mano puesta en el piso haciendo malabares; hilos truncos formando
una enrevesada madeja de insospechados laberintos a lo largo de un
tiempo viejo, con sabor a vino da las Galias y a casabe de las márgenes del Cauto, cogidos, prensados, amalgamados en sangre por el
caballo de fuego, la destrucción y la muerte en festín de carnicería
humana, miembros cercenados y vísceras salpicando piedras blancas como la leche, bárbaros enfrentando las poderosas legiones de
Julio César, martirizados, perseguidos, aniquilados en una eternidad
254
Armando de Armas
sin nombre, transmutados y reencarnados del lado de acá del Atlántico en el indio cubierto de pieles y mirada torva de las orillas de los
Grandes Lagos y en el indio de taparrabo y mirada dulce de las orillas del Cauto, uniéndose, refundiéndose en una persona que es muchas personas que es ese francés que fundó la Villa de Jagua y la
ciudad de Quebec, una mañana gris, radiante, neblinosa, tropical,
cálida, helada, para siendo uno, ser dos, ser muchos, y batirse a nalgazos por una silla al compás de uno dos y tres qué paso más chévere qué paso más chévere el de mi Cuba es, el de mi Cuba es el de mi
Cuba es el de mi Cuba eeeeeeeeee, sin embargo, sólo el taíno es
perdedor, sus nalgas empujan; imbuidas de un fuerte espíritu nacionalista; repelen, sudan y esfuerzan en una batalla que sabe perdió de
antemano, pero que echa; no porque sea un fanático o un loco, sino
por joder, por escupirle al mundo que él es un perdedor en su tierra
de guerras por la libertad y paz de los sepulcros; fiestas de los CDR
y peleas de gallo fino, abanderada del internacionalismo proletario y
de la defensa de la soberanía nacional, la dignidad y la autodeterminación que se ha materializado en enormes cartelones, consignas
grandilocuentes y hecatómbicas, vocinglería, bravuconería y batallas de nalgas, no ya las escuálidas del taíno, sino las abundosas, las
enfundadas en pantalones verde-olivo, de fístulas y temblores grasosos, gelatinosos, nalgas como caras vociferantes, degeneradas, mentirosas, cínicas, descompuestas, intrigantes, delatoras y sonrientes,
caras para hacer relajos, caras-nalgas nalgas-caras de cada día; así
como nosotros perdonamos a nuestros deudores; nalgas para turistas
y nalgas turistas, caras para consumo interno y caras para turistas;
bueno, aplaudan, señores, aplaudan por el Canadá, esa tierra maravillosa de protestantes, y también de católicos, devotos todos de la
democracia, que hoy nos acaba de mostrar la heroicidad de sus hijos
en el singular combate que el ciudadano canadiense acaba de ganar;
con las sandalias llenas de arena y las marcas de la trusa saliéndosele de bajo la blusa, ¡y diciéndome que no había ido a la playa!, una
vaharada de alcohol y rabia se me fue a la cabeza y la calle dio vueltas junto a su cara, cara grande, cara-nalga, cara-culo, desproporcionada con respecto a su cuerpo y la calle y las casas y los carros que
pasaban raudos e indiferentes, cara desfigurada como en espejo de
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La tabla
divertimentos infantiles, no pude resistirme y saqué la mano desde
bien atrás, como para hombre, y se la descargué en la nariz que se
movía como en un tic nervioso y anunciador de lo que se le venía
encima, la sangre me salpicó la mano y la camisa como en un tiro de
perdigones, ella cayó hacia atrás con los brazos abiertos en cruz,
caída lenta, de siglos, como si hubiera nacido para caer, como si
siempre hubiera estado cayendo en un insondable abismo, abismoabismo, abisalidad total, horrísono vacío en el cual yo también caía
desde siempre, desde que nací, o tal vez moría, en esta perdida región del mundo y tuve la certeza, ¿certeza?, de que no saldría porque
era un vacío tan abarcador como el tiempo y Dios y la patria y el
comunismo y todas las vidas juntas de héroes y patriotas y no tan
héroes ni patriotas y pícaros y delincuentes, vacío en el que se puede
estar de cabeza o de lado, en el que no somos nada y somos todo y
en el que me reconozco como un ser pensante; a partir de ese instante iría por el mundo con la nariz desfigurada, como si a mitad de
camino hacia la boca se le hubiese desviado en caprichosa curva,
especie de pegote en una cara esencialmente de hembra, hembra
esencial; Amadís es algo así como un peligro social, lo conozco desde hace mucho tiempo, desde que él y el Fuácata eran compinches,
el Fuácata fue novio mío, nada, locuras de juventud, fíjese usted,
qué clase de tipo sería que le decían el Fuácata, de fu, de malo, de
inservible, dime con quién andas y te diré quién eres, Amadís y él
eran uña y carne, ninguno de los trabajaba y vendían cualquier cosa
para tomar bebidas alcohólicas, se levantaban temprano y se iban a
la calle a enamorar las chiquitas del Preuniversitario o de la Escuela
de Economía o de la Escuela de Enfermería o de cualquiera de las
escuelas donde abundaran las hembras, dando tiempo a que fueran
las dos de la tarde, hora en que abría la cervecera del Malecón, un
lugar donde dicen se daban unas peleas horribles, puñaladas y eso, y
lo sé por un afeminado amigo mío que los espiaba para contarme los
chismes de todo lo que hacían en el día, ellos eran inseparables de un
tal Casimiro el Jabao, más o menos por el mismo estilo de ellos;
siempre andaban arreglando cuentas pendientes y salir con ellos era
como rifársela, no, las muchachas decentes no nos fijábamos en
ellos, lo que pasa es que tenían fama y uno terminaba por querer
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Armando de Armas
probar, saber qué había detrás de esa fama, para correr una aventura,
para decir, como algo que nos crecía delante de las demás, yo soy de
fulano, alguien de quien se hablaba, mal o bien, no importa, el problema es que se hablara, frente a otros muchachos que eran unos
guanajos, bitongos de la Juventud Comunista, hijitos de papá, que
pensándolo bien ahora que uno sabe lo que es la vida, eran los que
tenían futuro, los verdaderos inteligentes, los que después tendrían
un auto y un apartamento, y algunos, los más inteligentes, hasta dos
autos y dos apartamentos, claro, lo bueno que tenían los Fuácatas,
los Casimiros y los Amadíses es que con ellos había que caminar
para lo chapeado, como se dice vulgarmente, casi siempre lo hacíamos en grupo, dentro de unos edificios en construcción, una terminaba siempre con la espalda y las nalgas peladas por el roce contra
el concreto, pero satisfecha y contenta, y si tenías una cadena de oro
te la pedían prestada y supuestamente se perdía en una pelea o en la
playa, sí, porque yo creo ellos buscaban a las novias por las prendas
de oro, sobre todo Amadís, que en eso tenía más fama que ninguno
y aplicaba la tesis de la naranja de manera que cuando soltaba sólo
dejaba el hollejo, nosotras también hacíamos trastadas, unas veces
mandadas por ellos y otras porque ya nos gustaba esa vida de locos,
porque de nuestra época, unos más y otros menos, todos terminamos
por estar un poco locos, es como una enfermedad, una falta de algo
que sientes y no sabes qué pero que te hace muy infeliz, aunque
ahora una haga como que es feliz con los hijos y el marido con auto
y apartamento y una gran responsabilidad partidista que le obliga a
hacer un sexo cronometrado; Casimiro el Jabao, el Fuácata y yo nos
hemos bebido los cinco pesos que teníamos, esta vida de vagos es
rica pero también es dura porque uno tiene que estar siempre inventando para tomarse los tragos, lo bueno sería que apareciera un maricón aquí en el bar, un maricón con dinero, y nos pusiera una botella
de ron, mariconcito lindo, mariconcito de Dios, ¡mariconcito duro
sácame del apuro!, Tatica es el perfecto, yo le gusto y daría el salario
completo de un mes por tal de que me lo templara, primero lo embullo y después le digo que no, que no como gallo, aunque mi tío Yeyo
alguna vez lo comiera, no, mejor no digo lo de Yeyo porque entonces me va a decir que lo de bugarrón es un problema hereditario, el
257
La tabla
Fuácata sí le mete mano por veinte pesos, ¿y si insiste en tocarme?,
le remeto un papazo, no, eso no, en esto no funciona la violencia
como motor del desarrollo social, hablarle, convencerle de que el
Fuácata es el hombre que le conviene, que lo mío sería por el dinero
y que el Fuácata seguro se enamora y todo, el ron es rico pero es más
rico cuando lo paga un maricón, es rico no saber de dónde sale el
dinero, es como escupir las luces en el techo, un techo y unas luces
que no me pertenecen, que no pertenecen a nadie específico, ¿y no
pertenecen al Estado Socialista?, el Estado es nadie, nadie le ha visto el rostro, ¡pero el Estado Socialista es todopoderoso!, ahí, precisamente, está su debilidad, y no podría impedir que yo, hormiga
loca, le escupa su luz, luz estatal, luz rosada que incide allá arriba en
la pista entre las tetas de la cantante; no, mira, Tatica, aquí el único
que te va a conectar las tres libras de tubo es el Fuácata; bueno, que
conste, pago veinte para que el Fuácata me tiemple, pero me gustas
tú, Amadís, tú y nadie más que tú; mira, Tatica, deja el romanticismo
y olvídalo; pero, Amadís, no pierdes nada con probar mi culo y a lo
mejor después hasta te gusta; descuida, Tatica, tu hombre es el Fuácata y yo soy respetuoso con los amores de mis amigos; cerca de las
doce de la noche los cuatro toman la guagua rumbo al cementerio
con una botella de ron que se pasan de mano en mano, y no es eso lo
que extraña a los pocos pasajeros que a esa hora viajan en la guagua,
sino la presencia de ese señor canoso, a todas luces decente, demasiado decente quizás, pequeño y delgado, como de peso pluma, en
franca camaradería con tres jóvenes de largas melenas y jerga delictuosa, y ademanes, expresiones faciales, muecas que constituyen
una subversión, una provocación, especie de latigazo, escupitajo, al
rostro de la benemérita sociedad de obreros y campesinos; A LA
REVOLUCIÓN Y EL SOCIALISMO LE DEBEMOS TODO LO
QUE HOY SOMOS; ¿qué somos?; omos omos omos; cuando llegan
a la parada del cementerio se bajan de la guagua y caminan silenciosos, pasándose la botella de ron como si fuese una cantimplora, Tatica imaginando ser la cantimplora, EL QUE CONTIENE, EL EMPALADO, y toman por el oscuro sendero a un costado del
cementerio, sendero de alevosas emboscadas y amores clandestinos,
de coitos mercenarios y misas negras; Tatica; bueno, cuál es el que
258
Armando de Armas
me la va a clavar primero, ¿tú, Amadís?; no, no te hagas el inteligentón, te dije que el único que te va a clavar es Fuácata; Tatica y Fuácata saltan una cerca de púas; Fuácata, ágil, tigresco; Tatica, torpe,
como si para acometer cada movimiento requiriese remenear unas
nalgas esmirriadas que es posible adivinar bajo un ancho pantalón, y
se pierden tras los matorrales de un potrero que se extiende más allá
de la cerca; Amadís y el Jabao aguardan como si fuesen disciplinados cederistas de guardia en cuadra de cederistas horizontales, el
cementerio como cuadra, y se dan tragos entre un silencio y el otro,
silencios marcados por el canto de un grillo, grillo que le confiere a
la acción de empinar la botella, tragar, muequear y pasarla al compañero una extraña solemnidad, solemnidad del Tiempo, de un instante antes de tumbarle veinte pesos a un triste maricón, triste maricón
del Tiempo que permitirá que los tres pillos pasen alegremente el día
de mañana, vivir al día, que ese sí es existencialismo y no lo que
preconizaron famosos poetas y filósofos alemanes, franceses, de
otros países europeos y de los Estados Unidos, Albert Camus y Jean
Paul Sartre eran niños de teta comparados con nosotros, es verdad
que la conceptualización y toda esa monserga es de ellos, pero, ¿serían existencialistas de verdad de verdad, en la práctica?, ¿fue Carlos
Marx obrero?, qué dirían los existencialistas si nos vieran al Jabao y
a mí pendientes de una botella, del culo de un maricón, para que
fluya el tiempo y mañana sea hoy y hoy un borrón en la memoria,
sobre todo, ahora que ya el movimiento existencialista pasó de
moda; porque fue consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, expresión de la quiebra de los valores burgueses, estado de ánimo de la
intelectualidad burguesa ante un mundo cerrado a cualquier posibilidad que no fuera el caos y el genocidio; por lo que resultaría bueno
que nos tomaran como material de estudio para una discusión filosófica entre Carlos Marx, por una parte, y Albert Camus, Jean Paul
Sartre y Arthur Schopenhauer, por la otra, a ver qué explicación pueden dar ellos a nuestra existencia, más bien sobrevivencia, en un
puro estado de obreros y campesinos; la estética del existencialismo
es un reflejo de la degeneración universal de la burguesía moderna;
Casimiro el Jabao, el Fuácata y Amadís Popol Vuh son unos intelectuales burgueses degenerados, ¡degenerados como son!, ahogados
259
La tabla
en el marasmo de sus contradicciones y del sin sentido de una vida
colmada de satisfacciones materiales; que convierten el problema de
la Libertad en un problema puramente ético y entienden la Libertad,
según el espíritu del individualismo extremo, como libertad del individuo respecto a la sociedad; y ello es así, compañero Fidel, porque
esta clase obrera será siempre fiel a la Revolución, al Partido y a
usted; Casimiro el Jabao; oye, Amadís, tú sabes que se me está parando el tolete; Amadís; conmigo no tengas pena, son veinte pesos
más y cogemos tremenda borrachera, así que clávatelo clavador de
esclavos; si a nuestro invicto Comandante le dicen, ¡pa’ lo que sea,
Fidel, pa’ lo que sea!, lo que exclaman todos, los que nos representan, es la voluntad del pueblo, ¡SOCIALISMO!; el Fuácata avanza
delante, ¡caballero al fin y al cabo!, desbrozando el camino de matojos; rompiendo montes, ciudades, cambiando el curso a los ríos; y
detrás, doña Tatica, subiéndose aun los pantalones, al llegar a la cerca el Fuácata levanta triunfal lo que en la oscuridad parece el billete
de veinte pesos por el cual acaba de hincar su lanza en el fango, billete como ondeante banderita al viento, viento de banderas, somos
la bandera de la Juventud; masa azul y verde-olivo, masa obrera y
combatiente, con rojos pañuelos de lucha, gargantas enardecidas;
Tatica vomita y dice le da arcadas la leche cuando se la traga, pero
que le gusta, el Fuácata orgulloso de que su leche produzca arcadas,
y a la vez frustrado, pues Tatica, insaciable, pregunta ahora quién es
el próximo caballero que hincará la dorada lanza en su contento
culo; expresó que hoy tenemos trabajo y escuela para todos; el Jabao; ¿tienes veinte pesos más ahí?; Tatica; no, aquí no, pero en la
casa tengo más dinero guardado para estas emergencias, y si quieren
lo llevo mañana para mi trabajo y ustedes lo van a buscar allá, no
tienen por qué desconfiar, yo soy hombre de palabra, sí, no se rían,
un hombre, cumplo más con la palabra empeñada que muchos de los
que se las dan de machotes; comienzan a caer goterones, sin previo
aviso, como para bendecir lo que estaba teniendo lugar aquella noche en el sendero del cementerio entre tres caballeros andantes y una
dulce y varonil señora, lo de varonil, porque en el maricón, y entre
más maricón, mejor, se aprecia como una especie de masculinidad a
la hora de percibir y gozar el sexo que es como impotencia del mur-
260
Armando de Armas
ciélago para ser pájaro, a pesar de las alas y el deseo siempre latente,
y manifiesto, de plumar y anidar pichones cerca del cielo; ahora es
el Jabao el que se pierde con Tatica por la vía antes transitada, mientras Fuácata le cuenta a Amadís; tiene la espalda llena de granos,
sabes, quería que se la mordiera y yo, ni loco, hubiera sido como
morder una barra de mantequilla; el aguacero arrecia y por encima
del torrente se dejan oír los quejidos de placer de Tatica; Tatica siempre me ofreció dinero, pero no es un problema de dinero, es que creo
que después no me voy a sentir contento conmigo mismo, uno debe
tener ciertos límites, aunque sean pocos, que no se deben violar,
aunque al final sepas que en realidad no hay límites, que más bien
habitamos en el límite, no obstante, es cosa fácil, cierras los ojos y
empujas, lo malo es embarrársela de mierda, entre mujeres es distinta la cosa, ellas son bellas, y viene siendo como una especie de juego
erótico sin mayores consecuencias, una forma más de gimnasia elegante, suave, sin desgarramientos, sin penetraciones, sin traumatismos cavernarios, algo como aristocracia del sexo, la caricia oportuna, racional, sin dejar de ser apasionada, o la más apasionada entre
las caricias posibles, entre hombres no, los hombres son toscos, primitivos, inacabados, ríspidos, y una relación sexual entre hombres
debe ser considerada más como un atentado a la estética que un atentado a la moral, el hombre es la única especie del reino animal donde
el macho es más feo que la hembra, por eso, mujeres, amaos las unas
a las otras, pero, ojo, no solas, ¡por favor!, sino con un hombre como
yo que las entienda para más plenitud y fantasía realizada; puedes
pensar lo que tú quieras, pero fui el único que no lo clavé, tal vez fue
la lluvia que lo impidió o que ya había suficiente dinero para beber
o, simplemente, que no quise, que para eso estaban Casimiro el Jabao y el Fuácata, por lo menos el Fuácata, que fue al que yo le propuse el negocio, pensando que como le gustaba la bugarronería era
el tipo perfecto, desdeñando al Jabao que no pensé se fuera a prestar
para la faena, craso error, al Jabao no hubo que proponerle nada, él
solito se propuso que así andan las cosas por este mundo; al otro día
me fui con ellos a buscar el dinero, sin complejos, aunque dicen que
el beneficiario de un robo es lo mismo que si lo cometiera, ¿qué será
más inmoral robar o bugarronear?, oficio de bugarrón, de santo, de
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La tabla
poeta; por la orilla floreciente que baña el río de Yara; y oficio de
político revolucionario; el socialismo, que es un programa más
avanzado, que es un programa hacia la plena satisfacción de las necesidades vitales de nuestro pueblo; donde limpia, fresca y clara se
desliza una corriente; AZERBAIDZHAN SIGUE EN TENSIÓN; no
hay como caminar las calles; y saber que en cada esquina te asaltará
un recuerdo, jirones de la existencia que has ido dejando en el camino, El Camino de Santiago, de Juan de Amberes que traiciona el
Mito, la traición nuestra de cada día que hace avanzar a la Historia,
los alacranes que devoran a la madre, el alacrán en el círculo de fuego, el alacrán levantando la ponzoña contra sí mismo con la elegancia estilizada de espadachín arlequinesco, hay belleza en un alacrán,
belleza de lo terrible, no debiéramos asustarnos tanto ante la ponzoña del alacrán, bastante ponzoña hay en el mundo que es sólo eso,
ponzoña, para hacer los temerosos ante el alacrán, pobre alacrán que
no ha tenido la suerte del ratón o la cucaracha que figuran descaradamente como famosos protagonistas de cuentos infantiles; ahora
libraremos la Guerra de las Orquídeas, desarrollaremos una eficaz
estrategia de manera que eliminaremos semejante flor, flor de belleza enfermiza, que puede ser tomada como estandarte de combate de
los decadentes valores occidentales y desencadenar una revolución
de consecuencias imprevisibles entre los elementos de los bajos fondos en alianza con la parasitaria burguesía desposeída de sus bienes,
en contra del férreo y monolítico puño del proletariado en el poder;
POWER TO THE PEOPLE; además es una afrenta el sólo hecho de
la existencia de las orquídeas en un país donde todos trabajamos, o
hacemos que trabajamos, por el simple motivo de que son bellas, ya
que uso racional no tienen, no podemos admitir que cunda el ejemplo pernicioso de las orquídeas, demos, pues, latigazos a sus caras de
lechugas frescas; ¿hay lechuga en el mercado?; no, no tenemos lechuga, ni tomates, ni la madre de los tomates, ni ajos, ni arroz, ni
frijoles, ni ajíes, nada de eso, pero acabamos con los Bandidos de
Río Frío, esos elementos inescrupulosos que disfrazados de campesinos explotaron al pueblo inmisericordemente vendiéndole productos agrícolas a precios prohibitivos, bajo la anuencia de tecnócratas
y otros de mentalidad mercachiflera que querían arreglar el socialis-
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Armando de Armas
mo con fórmulas capitalistas, nada menos que eso, es verdad que ya
no tenemos ninguno de esos productos, pero en cambio tenemos una
excelente foto de dos metros por dos, y a todo color, de nuestro invencible Comandante en Jefe; nosotros pedimos la guerra porque es
el estado natural nuestro, difícilmente pueda existir otro pueblo con
tanta vocación heroica como el nuestro, podría muy bien ser una
guerra de las lechugas contra las orquídeas; y ¿de qué se me acusa?;
se le acusa de vil neutralidad, en esta guerra el que no está con nosotros está contra nosotros, usted podría afrontar una pena de treinta
años de cárcel, o fusilamiento; camina esposado entre dos guardias
e intenta, mientras avanza, encontrar a toda costa una mácula en las
paredes, la mancha de sangre de un mosquito aplastado de un manotazo certero y fulminante propinado por un exponente del pueblo
uniformado, la cagada de una mosca o aunque sólo fuese un desnivel
en el repello de la pared que proyectara una sombra, algo de qué
agarrarse, qué llevarse en este su último viaje, que sabe terminará al
final del pasillo, cierto que el pasillo era largo pues el final aun no se
vislumbraba, y se dijo si la vida a fin de cuentas no sería más que un
largo pasillo que sólo podías atrapar, es decir, ser consciente de su
transcurrir, en las desgarraduras de la piel contra las protuberancias
del concreto, en el debatirse entre las acechanzas de las telarañas, el
salitre y la humedad que penetra y roe hasta los huesos, y entendió
de golpe que este último pedazo de su tiempo no lo estaba viviendo,
lo desperdiciaba como si tuviese la eternidad por delante, ¿eternidad?, nada es eterno, ¿no será al revés?, todo es eterno, sólo que se
transforma, habita otras dimensiones, y vuelve, de lo contrario, por
qué entonces esa terca tendencia del Hombre a desaprovechar el
tiempo, ¿no hay en eso un convencimiento subconsciente de que se
es eterno?, sintió irresistibles deseos, sin ser masoquista, de que los
guardias, fornidos guardias, lo golpeasen ferozmente, que le dieran
de cabezazos contra la pared, pero ellos, nada, tan corteses y tan
marciales y tan hombres nuevos que le daba una rabia, quizás la rabia fuese un poco vivir, que tal vez lo matase antes de llegar frente
al pelotón de fusilamiento, y a la rabia siguió la voz como venida de
la supraconciencia; ¡Lázaro, levántate y anda!; por caminos de charcos y cagajones de caballo, preferible a la aséptica blancura de este
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La tabla
pasillo y esa luz que se siente deslizar fría y pegajosa por la espalda,
espalda terrosa, que será tierra, tierra o sangre, patria o muerte, socialismo o muerte, muerte o muerte de un tiempo que ya no es tuyo,
que nunca fue tuyo, que te prestaron un día que no pediste en un país
y bajo un sistema que tampoco pediste, y quisiste al país, no al sistema, porque fue el que te tocó en suerte, o mala suerte, y basta; hemos
dicho basta y echado a andar; ¿hacia dónde?; ya los americanos no
nos pueden parar; ¿parar qué?; y el problema no es saber que dejarás
de existir, el problema es saber que nada existe, que sólo existen la
falta de una grieta en la pared, esa insoportable luz, luz de tinieblas,
hacia las tinieblas, la impolutez de hiriente blancura, la blancura la
locura de los curas que te curan, y tus pisadas, y las pisadas de los
guardias, retumbando, multiplicándose, huyendo hacia una zona
Otra, temerosas de que un día regreses a ponértelas bajo los pies
llagados, a domesticarlas nuevamente y a hacerlas testigos de tu
próxima existencia, porque sencillamente no puede ser que no seamos eternos, sólo eso explica la facilidad con que nos despachan
hacia la región Otra, ¡PUM!, ¡PUM!, ¡PUM!, y San-Se-Acabó, como
en un juego, macabro juego en manos de niños, cómo entonces el
poder de un hombre iba a bastar para si vida o si muerte; César en el
Circo Romano, la cabeza del gladiador pendiente de que César ponga el pulgar hacia arriba o hacia abajo, pulgar de uña impecablemente arreglada y anillo de oro refulgente a la luz de las antorchas, además de una cicatriz recuerdo de viejas batallas con los bárbaros
germanos; esos mismos bárbaros que después se creyeron, e hicieron creer, que todo el resto del mundo era precisamente bárbaro y
que ellos eran los llamados por Dios a meterlo en cintura; cintura
que el César adornaba ahora con un antiestético cinturón de grasa,
¡malditos años!, hoy en la mañana para lograr excitación con una de
sus amantes tuvo que penetrarle su dedo pulgar en el complaciente
culo, el mismo pulgar refulgente en oro que el gladiador mira con
ojos implorantes y vacunos, sin sospechar siquiera que su vida o su
muerte tienen un ligero, y excitante, tufillo a mierda; con el sudor de
tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella
fuiste tomado; pues polvo eres y al polvo serás tornado; en la boca
un regusto a polvo mojado, regusto vaporoso como el que sale del
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Armando de Armas
suelo con las primeras gotas de lluvia después de larga sequía, estaba como en un desierto pero sin tormentas de arena para agarrarse,
se deslizaba inexorablemente por una pendiente límpida e imperceptible, pasillo en los últimos tiempos recorrido por incontables sacrificados, ¿qué número haría él?, pasillo que debía tener sus señales
del Horror, presagios de lo que ha estado esperando al final durante
todos estos años, pero no, no te da siquiera ese gusto, esa complacencia en lo teatral, y ofrece sólo esa blanquedad, sepulcros blanqueados, de una pureza que hace temblar, ahora, que no tenía miedo,
que no quería que los guardias creyeran que tenía miedo, y dejarse
conducir cortésmente como una dama escoltada por aquellos jóvenes de mentes puras como las blancas paredes del pasillo, típicos
exponentes de esta sociedad que él con su mente poblada de dobleces, con traiciones y retorcimientos había tratado de cambiar; bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo
en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
porque siempre es más fácil seguir el Camino, que el otro, el camino
de senderos que se bifurcan es para los tarados, los defensores de un
orden que no tiene que ver con nuestras realidades, y nuestras realidades son toda la lucha anterior, todo el pensamiento anterior, las
inmolaciones, las muertes y las entregas, pero, sobre todo, un pensamiento precursor cuya consecuencia lógica, inevitable, era desembocar como infinidad de afluentes en el Cauce Mayor del Socialismo, lo otro, aberraciones, mentes soñadoras, o soñolientas; ¡reformas,
ni soñarlo, reformas de qué!; automarginados de un mundo esplendoroso de sacrificios y proezas, escamoteadores de la verdad absoluta, traficantes de disturbios y malquerencias y emponzoñamientos y
odios y mezquindades; ¡unidad!, nuestro Pacto de Varsovia y nuestra OTAN es la Unidad; monolítica, sin grietas, ni fallas, ni desniveles, ni matices, blanco blanco blanco, como el pasillo por donde lo
conducen los guardias, que al final siempre es rojo rojo rojo, de un
rojo negruzco-coaguloso y tú, ¿no te da pena?, tú, tan debilucho, tan
poca cosa entre esas dos masas de músculos duros y frente erguida y
sonrisa feliz, de una felicidad fisiológica que le ronca el merequetén,
¿no te da pena que muy bien pudieras ser uno de ellos en vez de ser
lo que eres?, lagartija protestona y bravucona; y él, niño, cazando
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La tabla
lagartijas con un lacito de hierbas, propio para presentar en un concurso de innovadores y racionalizadores como solución al problema
de la importación de orcas del área de moneda libremente convertible en épocas de Período Especial en Tiempos de Paz; este tribunal
en juicio sumarísimo la condena a muerte por ahorcamiento acusada
del delito de ser y proclamarse lagartija, o más fácil, siempre teniendo en cuenta el ahorro, en este caso el ahorro de hierbas para las
vacas dadoras de leche a nuestra feliz infancia, este tribunal la condena a morir en garrote vil, que puede ser una vara común y corriente abandonada en el camino; las vísceras del animalito regadas por
la hierba y las salpicaduras de sangre en las manos y lávate las manos corriendo como Poncio Pilatos el quinto procurador de Judea
que allí donde mancha la sangre de una lagartija te salen ojos de
pescado; pecado mortal; ¡corre Anastasia, que llegó el pescado de la
cuota a la casilla!; aunque con eso no lo resuelves todo porque lavándote las manos eliminas los posibles ojos de pescado, pero sucede que no podrás dormir porque en la noche te asediarán miles y
miles de lagartijas despedazadas y mejor tirársela al gato descarado
que no sale a cazar ratones por aquello del equilibrio ecológico y no
sé qué cuento; el ratoncito Pérez se metió en la olla por la golosina
de la cebolla; cuando en una olla hay un garbanzo podrido tenemos
que eliminarlo pronto porque nos contamina la olla completa; y es
mejor una olla sana que una remendada; tú eres un garbanzo podrido
y estos otros garbanzos uniformados, los sanos, llenos de entereza y
valentía y honradez, ajenos a la contaminación ambiental, te llevan
a purificar; un gallo negro, cuatro pesos para hacerte una flecha, y tú
verás que se te abren los caminos, sucede que es mucho el maleficio
que te han tirado detrás, espíritus de chinos viejos, chinos descalzos,
y entonces fue el aletear del gallo sobre su cabeza y la sangre amelcochándole el encrespado pelo y corriéndole sinuosa por el cuello y
la espalda; dígame, usted, si al ratoncito Pérez que nada más hacía
dormir y callar le pasó lo que ya sabemos, qué no le pasará a Amadís, subvertidor del orden, matador de la esperanza, influido, e influidor, de corrientes ideológicas extranjerizantes; GRAN PARADOJA; antes el comunismo era percibido como algo ajeno a nuestra
idiosincrasia, algo propio de la Rusia, de la Europa del Este, de la
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Armando de Armas
China y demás extraños y remotos lugarejos, pero ahora resulta que
es percibido o se hace percibir como el estado natural nuestro, el
punto en que debía desembocar nuestra historia, la realización de los
ideales de Céspedes, Agramonte, Martí, Gómez y Maceo, por lo tanto cualquier intento de oposición al comunismo es, precisamente, lo
extranjerizante, lo importado, la antítesis de lo autóctono, un intento
deliberado por desmembrar la nación; TE LO PROMETIÓ MARTÍ
Y FIDEL TE LO CUMPLIÓ; salieron a un polvoriento patio y a la
incandescente bola del sol que la tierra paría allá por el horizonte,
quiso respirar aire puro de la mañana y sólo logró incorporar un
grueso olor de orines cortados en polvo a las sombras del amanecer,
y pensó en la posibilidad de morir siquiera bajo un aguacero, en el
agradable contraste entre el plomo quemándole, horadándole las entrañas y el agua corriéndole serpentosa por el rostro y penetrándole
la comisura de los labios resecos y ávidos del regalo celestial, algo
así como el famoso y caro palo de la calle Cazales de Cienfuegos, en
que la puta te cabalgaba para en el justo momento en que te venías,
o te ibas, colarte bajo los sacrosantos cojones un trozo de hielo, previamente situado en una cubeta al alcance de la prostituida mano,
nada, refinamientos de la cultura del placer en las zonas de tolerancia con sustentación en el contraste entre la calentura y la frialdad,
entre lo que se dilata y lo que se contrae, entre el éxtasis y la realidad, maripositas agridulces en restaurante chino, miedo-valor, bondad-maldad, izquierda-derecha, contraste que no sabes hasta qué
punto lo es y hasta qué punto es amalgama, pares de opuestos que se
complementan y rechazan, UNIDAD Y LUCHA DE CONTRARIOS, al decir marxistoso, iniciativa privada puteril y desarrollo tecnológico que permite el accionar nevoso en los rigores del trópico,
en tanto la pinga está en su punto de máxima erección, que es el
punto preciso en que comienza a ponerse fláccida y a descender y a
adelgazar y verse triste como pichón de pájaro vomitado en la tormenta, esplendorosa y alicaída pinga, mientras que el hielo se hace
agua e irrespetuoso te corre hacia el mismísimo culo y la puta; ¿te
gustó, papi rico, te gustó?; ¡qué tiempos aquellos de la zona de tolerancia, de la TOLERANCIA, en Cienfuegos, en Cuba, que ya pasaron!; pero conviene que si caes de bruces no se te vaya a meter el
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La tabla
polvo por la nariz como ocurre en películas de héroes que mueren en
el desierto, también conviene que no vayas a caer con la cara contra
una piedra, tu cara linda de ángel chulo no es para ser maltratada ni
siquiera en el último momento, además de que siempre habrá las
agencias de prensa extranjeras, ¡sensacionalistas como suelen ser!,
que se pongan a desbarrar acerca de que torturamos a los prisioneros
antes de pasarlos por las armas, falacia que no podemos permitir
porque, ¡nadie!, ¡óiganlo bien!, ¡nadie!, es tan escrupulosamente
cuidadoso como lo somos nosotros de no torturar a alguien que de
todas formas va a morir, no es un problema de barato sentimentalismo ni mucho menos, es más bien un problema de pragmatismo, no
podemos darnos el lujo del gato que se divierte con el ratón antes de
eliminarlo, las diversiones suelen ser costosas, en esto, como en muchas otras cosas, somos absolutamente asépticos, el mundo no tendrá más remedio que exclamar, ¡qué cadáveres más preciosistamente conservados!, en cuestiones de arte solemos ser enemigos del
preciosismo, del arte por el arte, ya que entendemos el arte debe ser
comprometido y partidista, pero también somos, sobre todo, dialécticos y por lo mismo en cuestiones de muertos nos adecuamos a las
circunstancias ¡y hay que ver nuestro esteticismo! a la hora de conservar los cadáveres que producimos, un poco flacos, es cierto, a qué
negarlo, pero usted no puede pedir a un pueblo sometido al bloqueo
de imperialistas y ex comunistas aliados, Mundo Unipolar, resultado
del cual tiene que mantener aun una libreta de racionamiento, que
ofrezca unos cadáveres regordetes; quisiera ver la cara de estos muchachones alegres, seguros, puros, saludables, convencidos del papel que les ha tocado jugar ante la Historia, aliados del poder, seguidores de la línea partidista, guardianes de la Norma, devotos del
internacionalismo proletario, la cara que pondrán al disparar sobre la
escoria, sobre quien mira a la muerte, escoria luminosa, en ese preciso instante que es pasado-presente-futuro, instante que es una falacia, ellos sólo tendrán el después, un después de novias, madres,
hermanos, tal vez hijos, y festejos de jamones y cervezas por el cabal
cumplimiento de heroica misión, en tanto yo tendré el descenso al
vacío de una oscuridad sin fondo, hasta Dios sabe cuándo, pero no
voy a culparlos a ellos por las bocas de los fusiles apuntándome y el
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Armando de Armas
sol llamarada en los ojos de días encerrado en celdas de una blancura impecable, ¡preparen! ¡apunten! ¡fuego!, y es una sinfonía de sonidos apagándose allá lejos, muy lejos, integración, beso y abrazo a
un polvo viejo como yo, reencuentro con un pasado que ahora es
Padre Eterno masturbándose y modelándonos en un barro maleable,
polvo de las calles, polvo que caminará las calles a impulsos del
viento y se meterá en las casas y en los ojos de los transeúntes, polvo
que será transeúnte, que hablará del tiempo y las lluvias que no caen
y la muerte y lo jodida o lo buena que es la vida, que hará la política,
el amor, el odio, la traición, desencantado o eufórico, bondadoso o
cruel, pero siempre sin saber, sin querer saber que es polvo amasado
en la simiente Del-Que-Todo-Lo-Sabe y que volverá a ser polvo en
la calle, en los andurriales o en el cañón de una escopeta oxidada y
vengadora, o simplemente homicida; cuentan que un viajero llegó
un día a Caracas al anochecer y sin sacudirse el polvo; me levanto
con el sol y salgo a la calle, porque el mío es oficio de madrugar a la
gente y percepción más allá de las cosas y su sentido, ¿cosas?, sí,
lagartijas decapitadas, hombre al paredón, niñas violadas, bandadas
de pájaros negros sobre campos minados, una botella de ron, un cuadro de tortilla, el cuadro de un famoso pintor, un bisté con papas
fritas, abejas libando al amanecer, fieles a la iglesia, un borracho no
tan borracho que no se equivoca y grita abajo Batista, atardeceres,
río cantarino, la cooperativización agrícola como nueva forma de
producción, un mitin relámpago, guerra relámpago, la centella, una
ceiba desafiante a la cooperativización en medio de caballerías y
caballerías roturadas, padre nuestro, hijos sin padre, fulano no tiene
madre, siempre alertas, el sindicato, la administración y el Partido,
conspiraciones, cuartelazos, halagos, puñaladas traperas, elecciones
del Poder Popular, erecciones del Poder Popular, que no me empujen, por favor, que no me empujen, cambio dos latas de leche condensada por un jabón, seremos como el Che, sueños libertarios, guajiritas despatarrándose ante los libertadores, y libertadores pero no
bobos ni capados, me caso para que me den derecho a coger la cerveza y los calzoncillos, blasfemias, pecado, arrepentimiento, pecado, arrepentimiento, la cagada de un pájaro en un parque, el parque
y su función social, cristianismo y marxismo, monjes franciscanos
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La tabla
recibiendo el carnet del Partido, monjes franciscanos en el tráfico de
drogas, la cosa en sí o la cosa para sí, o para nosotros; la cosa en sí
es también las esencias sobrenaturales, incognoscibles, inaccesibles
a la experiencia; Dios, la Libertad; vestido de blanco porque un toque de persona, digamos, confiable, facilita las cosas; ese tipo le
sacó la cosa a una jeva y lo tienen halando nueve meses; cualquier
parte del mundo material con existencia hasta cierto punto independiente y estable; correr y meterse en el tumulto de sudores, zarandeos, imprecaciones, pisotones y rascabucheos que es una guagua
desde que se intenta abordar, tomar un asiento en la parte trasera, la
cocina, donde no se cocina nada pero el calor ahoga, para dominar la
entrada y salida de la gente, la gorra del chofer y sus manos aferradas al timón como animalitos que ocultan algo bajo el vientre y la
sonrisa cómplice del extranjero junto a la cabina, calles y postes
eléctricos que corren en sentido contrario, parques y parejas que se
enamoran y palomas que levantan el vuelo a pesar de las escopetas
ciegas, de cañones oxidados, calladas desde un tiempo sin memoria,
pero peligrosas, precisamente, por tanto silencio acumulado, una señora con aires de dama de la beneficencia que carga con un perro
chino; y como el perrito era chino un señor me lo compró; que no
pierde ocasión de lamerle la papada, al tiempo que ella sonríe entre
satisfecha y apenada, junto a la puerta viaja de pie una muchacha, y
me decido a darle el asiento a la señora; por un poco dinero y unas
botas de charol; y a codazos abro una brecha entre la gente y me sitúo detrás de la muchacha, tan cerca que con cada vaivén y frenazo
de la guagua se me pega con su bolso Viajes-Cuba y sus nalgas provocadoramente enfundadas en ajustados jeans, alguien empuja, vociferando se queda en la próxima parada; pare cochero, cochero
pare; siento su carne y ella debe sentir la mía peligrosamente levantada bajo el pantalón como la carpa de un circo, y no sé por qué calles de la ciudad avanzamos, pero es delicioso sentirla a ella, pegarme a ella, frotarme junto a ella, pero, los empujones de la gente nos
separan y me vengo de no sé qué tiempo y espacio y siento rabia de
que se me vaya a perder en el tumulto, entonces reparo a mi lado en
un anciano de sombrero de paño y manos como endurecidas coas en
el amoroso ejercicio de hacer parir a la tierra, que entusiasmado oye
270
Armando de Armas
a un joven que le habla algo acerca del tiempo y las cabañuelas y las
cosechas; a las claras se aprecia que al joven le interesa un carajo el
tema campesino; mientras otro joven convenientemente situado detrás le extrae, con uñas largas, afiladas y brillosas, de un esmerado
arte de manicure, la abultada billetera al anciano agricultor; el cabaret es buen lugar para carterear a los turistas extranjeros, yo nunca he
tenido valor para carterear, el Lobo sí ha cartereado, pero el mejor en
ese arte era el Fakir, Fakir decía, voy por trescientos y regresaba con
los trescientos, cosa más extraña, él no bebía, y casi siempre realizaba esa faena cuando estábamos en grupo con deseos de beber pero
sin dinero, él era como un mago que salvaba la situación, ¡y de qué
manera!, cogíamos unas borracheras de padre y muy señor mío, eso
es lo que se llama desprendimiento y generosidad, con lo ajeno, él
era dueño como de un sexto sentido para meter la mano en el momento oportuno y en el bolsillo oportuno, pero también ha resultado
ser un intelectual, no en el carterismo, sino que ha leído y estudiado
mucho y sabe acerca de la problemática nacional, con un sentido
histórico que ya quisieran para sí muchos catedráticos apergaminados en rojos carnets del PARTIDO, sólo que su saber se desvirtúa o
pierde contundencia porque no puede, o no quiere, bajar a la raíz de
la CUESTIÓN, está demasiado comprometido, no comprometido en
el sentido de prebendas, que también las ha recibido, no comprometido en el sentido de hacer el mal, que todo el que se alía con el poder
lo ha hecho, o mejor, todos lo hemos hecho, porque en última instancia, todos, de una forma u otra hemos tenido algo que ver con el
poder, aunque no hayamos participado de él, lo que puede manifestarse, entre otros muchos aspectos, en la asistencia a un mitin porque
nos lo exigen y liberan de la jornada laboral que es sagrada y encima
de todo eso nos pagan; comprometido en el sentido de que creyó,
alguien que creció robando carteras en las calles pero que se decía y
creía revolucionario; y cuando alguien cree en algo no le va a resultar fácil deshacerse de esa creencia, porque si ese algo, ya sea una
idea o una puta, ha sido el esqueleto sobre el que se ha sostenido su
visión de los hechos y de las cosas, sus valores, perspectivas, justificaciones, identificaciones y ubicaciones, todo lo cual le permite de
manera fácil, tajante, inequívoca, pronunciar la terrible y salvadora
271
La tabla
frase; soy esto o soy lo otro, me debo a esto o me debo a lo otro;
reconociéndose por lo que cree ser o más bien por lo que creen ser
los otros, cómo va, entonces, a concienciar, que todo eso en lo que
ha creído es falso, que es una nulidad, tiene por tanto que aferrarse a
sus códigos, al mundo que se tejió o que le tejieron como quien pende de un saliente al borde de un abismo, o darse un tiro; un recién
nacido llora y la madre le ofrece un amoratado pezón, succiona y
calla, mientras suben a la guagua una niña inválida en silla de ruedas
adornada de flores y muñecos de peluche, la niña pálida y triste y
rubia como la muñeca; aquí con el Lobo y conmigo debieran de estar
no sólo el Boba, sino también el Fakir, pero no están porque ninguno
de los dos es confiable, el Boba por borracho y su manía de fantasear
y hablar, y seguir alimentando su leyenda negra, pero, ¿soy yo confiable?, ¿hay alguien confiable?, no sé, pero lo que sí parece ser cierto es que la unión de varias desconfiabilidades suelen formar la desconfiabilidad, Amadís y el Lobo en el secreto de algo son dos
desconfiabilidades, pero, Amadís, el Lobo, el Fakir y el Boba ya
formarían la Desconfiabilidad como categoría, el Fakir por sus vínculos con los Órganos del Gran Misterio, aunque lo salva la reminiscencia en él de un código, de una manera de actuar y entender la
hombría que es algo así como el llamado de la selva y que suele ir
contra las normas y la ley y los exponentes de esas normas y esa ley,
algo como no poder dejar de ser consecuente con su origen de reyertas, supervivencia en cárceles de mayor rigor y afición a las carteras
en los bolsillos ajenos, ahora, bien, hasta qué punto pervive en él ese
código y no es más que un elemento de duda y castigo en su psiquis
a la hora de decir al comprensivo y siempre atento oficial que lo
atiende, el Lobo y Amadís tienen una pistola para brincar el charco,
eso no lo aseguro, como nada aseguro, pero también pienso que si el
Fakir ha tenido algo que ver con las acechanzas de los Órganos del
Gran Misterio con respecto a mi persona no es culpa de él, es, en
primer lugar mía por hablar más de lo que debía en un momento
dado; voces que reclaman el pago del pasaje, siempre las voces, un
universo de voces o un universo de ecos de voces de hace mucho
tiempo, voces que llaman la atención, regañan, gimen, se comunican, traicionan, pelean, sisean entre los dientes, dirigen batallas, na-
272
Armando de Armas
rran juegos de pelota, arman intrigas de oído a oído y surcan el espacio como un rayo dentro de una campana en busca de un dueño,
alguien que las detenga, un fin o un orden o una vía para canalizarse,
y voces que piden paso para la niña mientras un hombre protesta
porque le han pasado una rueda de la silla por encima de un juanete;
ese que le ha servido durante tanto tiempo para quejarse, a falta de
otra cosa que hacer, y para evadir multitudinarias movilizaciones a
la agricultura; el perro ladra y me llega el olor acre de las axilas reunidas en asamblea solemne y la guagua ha comenzado a cabecear
peligrosamente; lo triste en el Fakir es que cree ha rebasado la marginalidad porque ha publicado obras y ha ganado premios y goza de
prestigio y es presentado como ejemplo de la capacidad reeducadora
de los centros penitenciarios y de la igualdad de oportunidades para
todos los ciudadanos y de que no importa las veces que un hombre
caiga sino las veces que se levante y ocupe un lugar en la sociedad y
de la libertad de expresión siempre y cuando esa expresión tao tao
tao tao, creyendo o haciéndose el que cree su amplia ficha policial ha
sido borrada y con ello su pasado tumultuoso, un pasado que muchos escritores envidiarían como materia prima para una gran obra,
materia prima que a su vez el Fakir no va a tratar en su obra, no porque no le gustaría, porque como escritor que es no puede ser bobo y
mucho menos modesto, no porque no esté convencido de que en el
buen desempeño de un escritor pesa el bagaje cultural pero más que
nada la intensidad con que haya vivido, sino porque sabe que de
plasmar su experiencia vital, sin ir al socorrido recurso de situar los
personajes en la otra dimensión temporal o espacial o espacio-temporal, simplemente, jamás aspiraría el embriagador olor de la letra
impresa, porque no se concibe, ni él mismo lo concibe, un héroe literario formado en familia revolucionaria, en contexto revolucionario y en escuela revolucionaria de un país socialista, dedicado al interesante, y audaz, ejercicio del carterismo; horror horror y horror, lo
nunca visto, porque el individuo siempre es producto de un régimen
social concreto; y continuando nuestra conferencia acerca de la escultura soviética diremos que la misma puede definirse como una
gran mole de concreto, humanamente desproporcionada, destinada a
una especie de héroes divinos, aplastadora de la individualidad y
273
La tabla
portadora de un terror psicológico del que difícilmente puede liberarse el ciudadano común en su presencia, la misma sensación de
empequeñecimiento que se sufre al penetrar en la grandiosidad de
algunas iglesias, pero, sin la armonía, el buen gusto, la espiritualidad
y los deseos de bondad y arrepentimiento que despiertan las iglesias,
lo que no salva a la arquitectura religiosa del terror, el de un dios
tremebundo e implacable, dispuesto a desencadenar sus furias con el
mismo poder que en Sodoma y Gomorra; de un extremo a otro de la
vía, un giro violento de timón y sucede la inversión; no de sexos, no
de valores; y los gritos y el hierro que se retuerce y desesperadamente lucho por no quedar atrapado abajo y aparto los cuerpos encima
de mí, y, allá arriba, colgando del piso como un espantajo está la silla
de la niña y la niña repta por el techo con el recién nacido entre los
brazos quizás intuyendo, o sabiendo, que éste será su único momento de entrega maternal, mientras la madre del recién nacido se debate en los estertores de la muerte con un tubo clavado entre las tetas,
y colgando de un pico del parabrisas rajado las manos del chofer
como banderitas ensangrentadas y creo que con un poco de suerte
evadiré las pesquisas y el interrogatorio policial y me sentaré, reflexivamente, sin apasionamientos, a escribir mi cuartilla de hoy; el
Boba es un viejo borracho, el Boba fue la mascota de la columna del
Che cuando la invasión a Las Villas; creyó y se lanzó a las llamas de
la revolución triunfante, convencido, como muchos, de que había
que cambiar el orden establecido en el mundo; quemar el cielo si es
preciso; y que el camino, la tercera vía entre el estalinismo y el American Way of Life, era el proclamado por Fidel, el Boba alfabetizó,
combatió en Girón y el Escambray y estuvo movilizado cuando la
Crisis de Octubre, ascendió por el andamiaje político-burocráticopolicial-militar, combatió a las Juventudes Católicas, bam bam bam
Boba tiratiro, páratequetetiro iro iro iro, primo hermano de la ira, ira
del que tira y del que le tiran, Tirante el Blanco que debiera, más
bien, ser Tirante el Rojo, ira de los que cayeron en defensa de la
patria a a a aaaaaaaaaa, caballero a la medida sin miedo y sin tacha,
los documentos oficiales no podrán tener en ningún caso, tachaduras
o borrones, Boba gritador de ¡paredón! ¡paredón! ¡paredón! y después él mismo al paredón, al presidio, a las huelgas, con los planta-
274
Armando de Armas
dos que después se acogen al plan, con los que no se acogen, con los
que colaboran, con los que no colaboran, toda una serie de cubanos
colaboracionistas con el régimen colonial de la isla pasados oportunamente por las armas, o ascendiendo en el comercio y la política
durante la República, Boba justamente apaleado por los miembros
de las Juventudes Católicas que a partir de ahora serían sus compañeros de presidio; el Fakir entra en el torrente de la revolución con
la alfabetización, pero no combate en Girón y el Escambray porque
no tiene edad militar, pero en cambio participa en las grandes movilizaciones al café y la caña, trágicamente marcado por la denominada década gris y el síndrome de la Zafra del 70, fervientemente revolucionario con fuertes tendencias a la marginalidad, y al
escalamiento social después de salir de la prisión condenado por
robo al carterismo, y continuar estudios, y publicar libros, no obstante, su compulsión a las carteras continuó hasta el punto que solía
entrar en los aglomeramientos de público con los dedos de las manos atados con ligas, de esa época adquirió también la costumbre de
comerse las uñas, con lo que se desarmaba más aun, hechos que
deberían constar en los anales; no tiene nada que ver con el ano; de
la reeducación penal en el socialismo y la fuerza de voluntad desplegada por un individuo para reintegrarse a la sociedad, nueva sociedad, hombre nuevo todavía no, porque había vivido una pequeña
parte de su vida en el capitalismo, lo que explica el hecho de que no
obstante su brillante educación, terminase de vez en cuando las acaloradas tertulias en talleres literarios apelando por un machete escondido en el caño más cercano; de su época de reyertero consagrado había adquirido la edificante costumbre, edificante porque impidió
en múltiples ocasiones que le tumbasen, es decir lo contrario de edificar, que es caer al pavimento ensangrentado por negros agujeros,
de esconder machetes Gallo por todos los caños en las calles de la
ciudad, cual redivivo mambí de las huestes de Maceo, hombre de
letras y de armas tomar, heredero de Diego Hurtado de Mendoza y
toda la prosapia de la tradición hispánica; ojo, ver aquí puntos de
contacto con el Boba y Amadís; haciendo correr a toda la pléyade de
insignes escritores cienfuegueros nada dados a seguir la tradición
hispánica, ni por las armas, y a veces, ni por las letras, bien mirado
275
La tabla
por el Comité Provincial del Partido, fichado y captado, aunque esto
último no ha sido científicamente demostrado, por los misteriosos
del Ministerio, y sacrificador de la obra a los intereses partidarios,
que de todos es sabido son los intereses del pueblo, de la patria, y
hasta de Dios, gloria a Dios en las alturas, las que hacen que un escritor termine siendo funcionario, fun-cio-na-rio, en función de, funcionando para, funcionando con, funcionando en contra de, y nada
de armas tomar y nada de letras hacer, que el destino histórico de
una generación y patatín y patatán tan rebelde que yo era ¡y para lo
que he quedado!, he quedado he quedado he quedado; Amadís y el
Lobo, hijos de errores y triunfalismos, de la guerra en Angola y Etiopía y el Congo y Argelia y, y, y de todos los lances caballerescos e
internacionalistas en cualquier parte del mundo, aunque jamás ninguno de los dos pisase ninguno de esos países, testigos del regreso
de gusanos convertidos en mariposas, mariposas etiquetadas y relumbrantes de áureas joyas al sol del mediodía, testigos de los trágicos acontecimientos de la Embajada del Perú y el desparrame-madre
del Mariel, de gentes que hoy vociferan, y golpean como el primero
en un acto de repudio, y mañana se van como escoria; Amadís y el
Lobo nuevos-hombres que no se venden porque, sencillamente, nacieron vendidos, cambiadores de cualquier cosa por un jeans, ¿qué
cosa no es cualquier cosa? ¿qué cosa es ser?, ser o no ser, jamar o no
jamar, los del caos, el no orden, el no respeto, perdidos perdidos
perdidos, reafirmados en las broncas y la borrachera y la marihuana;
Amadís y el Fuácata, el pelo a media espalda, muchos días sin bañarse, y por lo mismo, con tremenda peste a cojón de oso, la cara con
ralos y crecidos pelos que ellos quisieran tupidas barbas, falsificadores de recetas de alcohol de 90 grados para ligar con agua en las
fuentes públicas de héroes legendarios en las gestas por la independencia y tomárselo en las esquinas severamente observados por celosos y revolucionarios cuidadores del orden público, robando libros
en las librerías por seguir al pie de la letra eso que alguien dijo que
Martí dijo que robar libros no era delito, o leyéndolos escondidos
detrás de los estantes, los que no se podían llevar, para marcarlos y
continuar la lectura al otro día, como si estuvieran en una biblioteca,
ostentando sin pudor unos tenis agujereados y una vaharada de alco-
276
Armando de Armas
hol en cada palabra articulada, vida de calle, de no casa, no familia,
de sentarse en los bancos del Prado a jugarse un pomo de alcohol a
las chapas impares de los carros, de comer sobras en las pizzerías y
vagabundear de pueblo en pueblo, de carnaval en carnaval, en busca
de una felicidad y una alegría que se iba en cada amanecer en rollos
de serpentina amasados en orina, en el olor a pólvora proveniente de
los fuegos de artificio, en la oscuridad de los calabozos o el cuerpo
de guardia de abarrotados hospitales; las pastillas de Parkinsonil con
cerveza son un vacilón, mejor la rosada, con una sola en una jarra de
cerveza coges una nota madre, eso es lo mejor, que la fiesta te sale
en nada, y habría que establecer la relación entre productos farmacéuticos y las posibilidades de placer para la población en el Período
Especial en Tiempos de Paz, con lo que se vendría a demostrar en la
práctica el acierto de hacer más con menos, ya que, con un pomo de
alcohol de 90 grados ligado uno por uno con agua y dos pastillas de
Parkinsonil rosadas da para que dos compañeros desarrollen una
magnífica nota por el precio módico de cincuenta centavos, suponiendo que el pomo de alcohol valga cuarenta centavos y las pastillas diez, teniendo en cuenta que dichos ingredientes sean adquiridos
en la farmacia, ya sea por recetas médicas falsificadas o mediante
amistades, y no en el denominado mercado negro, donde evidentemente las cosas saldrían un poquitín más caras, pero así y todo el
precio seguiría siendo ventajoso si lo comparamos con los exorbitantes precios de una nota cogida con ron vendido en bares o cabarets, nada, que somos un pueblo hecho a las dificultades, y a capear
las dificultades, con alegría, sí señor, con mucha alegría, y unas iniciativas que dejan boquiabiertos a los demás pueblos del mundo; la
ciudad es enorme pastilla de Parkinsonil rosada, con bandadas de
pájaros que picotean y se van, no pájaros negros como en las películas de terror, sino pájaros brillantes, escandalosamente escarlatas,
unos pájaros muy bullangueros y alegres y de unos ojos muy tristes,
que el día de la Nochebuena que es la noche triste de Cortés se dan
el gran banquete de Parkinsonil, pájaros jodedores que no creen ni
en la madre que los parió y avanzan por el cielo con el fabuloso Simurgh al frente como líder indiscutido, ¿por qué siempre el líder?; el
Primer Secretario del Partido en la provincia se arrodilla ceremonio-
277
La tabla
samente ante el Simurgh y le habla con voz entrecortada de sollozos;
te hemos traicionado y tú te has vengado arrastrando a las juventudes, ahora estamos en paz, vuelve con nosotros, ayúdanos; el Simurgh le corta; jamás permitiré que el Partido destruya la Gran Pastilla de Parkinsonil para sembrar de caña los huertos, los parques, los
céspedes, las azoteas, los jardines y los búcaros, sólo aceptaré la
destrucción de la pastilla en caso de que cambien los sembrados de
caña por los de marihuana; el dirigente partidista; ¡oh, fabuloso Simurgh!, de eso precisamente se trata queremos que nos ayudes con
el cultivo y comercialización de marihuana pues pretendemos lograr
el desarrollo económico del país, y de paso, o más bien como un
objetivo priorizado, minar al imperio desde adentro, minar la moral
de la juventud norteamericana, que no hay nación fuerte sin una juventud moralmente fuerte, los métodos que emplearemos no importan, cualquier método es bueno si hace el suficiente daño al enemigo; los que crean que en Cuba pueden organizar una quinta columna,
los que crean que aquí pueden repetir la historia de lo que ha pasado
en otros países, los que quieran aquí jugar a la contrarrevolución, SE
VAN A TOPAR CON LAS MASAS, SE VAN A TOPAR CON EL
PUEBLO DE FRENTE; los pájaros empastillados van contra la pared, pared manchada de sangre, sangre impregnada de plumas como
extrañas avecillas que quisieran retoñar en la pared y se quedaran en
eso, en proyectos de aves como el ventilador es un proyecto de helicóptero, helicóptero con un inmenso cartel que dice POLICÍA, ¿será
para controlar el estado de ánimo de multitudes de pájaros empastillados al borde del motín?, a los amotinados se les barre con fuego
de ametralladoras, multitudes de cadáveres amontonados en el parque Martí, cadáveres horripilantemente mutilados, artísticamente
mutilados, limpiamente mutilados, partidos a la mitad por ráfagas de
ametralladoras que hacen su labor como sierras, y el borracho Matancín disparando a los aviones con un plátano macho, el pecho de
Matancín con más huecos que un colador, Matancín Héroe Nacional, todos héroes, pueblo de héroes, 5 de septiembre de 1957 que
todavía huele a pólvora y a sangre; olía la muerte, y cuando abrió los
ojos vio la figura ensangrentada del sacrificador que venía hacia él
con el cuchillo de piedra en la mano; una gran montaña de corazones
278
Armando de Armas
ensangrentados capturados en las Guerras Floridas para complacer
al dios, un dios harto de sangre, de una barriga que si se la pinchan
con un alfiler revienta como una chinche; Amadís en un cabaret de
mala muerte, de los no visitados por turistas, besa apasionadamente
a una muchacha mientras deja caer una pastilla de Parkinsonil en
polvo dentro del vaso de vino, la muchacha bebe y se siente feliz, es
la misma que pasó una noche con Amadís en la habitación de un
hotel y no hizo sexo porque; cuando digo, no quiero, no quiero y
punto, voy a hacer de todo, menos metérmela; y a medida que va
bebiendo más de la mezcla de Parkinsonil y vino los ojos se le abrillantan, se le abrillantan y empequeñecen con un brillo congelado,
que mira y no ve o ve más allá y cuando Amadís piensa que todavía
no está a punto, ella le dice, Amadís vamos a templar, no aguanto
más, no sé lo que tú me has hecho; la Gata viene de familia pudiente,
de la sacarocracia criolla, no, no precisamente criolla, porque su tatarabuelo, o algo de eso, era hijo de Edwin F. Atkins, fundador del
central Trinidad en el Valle de San Luis, pionero de la inversión de
capitales norteamericanos en la isla, y una muchacha de buena familia del valle trinitario, creo que los Iznaga, poseedora de uno o varios
ingenios que absorbió el central fundado por Atkins en el proceso de
concentración y centralización de la producción azucarera de la región, una historia que milagrosamente la Gata sabe muy bien y que
la enorgullece y la hace decir que ella es yuma y que un día va a
encontrar el derrotero de los tesoros que Atkins dejó enterrados en
Cuba, pero lo que ella no sabe es que Atkins no era un pirata, al menos no al estilo de Francisco Naou el Olonés, sino algo mucho más
refinado, propio de una época en que ya existían los grandes monopolios y consorcios bancarios, pero yo dejo a la Gata con su fantasía
según la cual un día su antepasado salió hacia las márgenes del río
Arimao con tres mulos cargados en barras de oro y dos esclavos para
que cavasen en determinado lugar de la rivera norte del río un hueco
para enterrar el tesoro y que una vez terminada la labor de cavar,
Atkins les disparó un tiro de pistola en la nuca a cada uno de los
negros; pistola que ella se la imagina de chispa y larga como una
carabina y de cabo barrocamente trabajado como en las películas de
Flynn; con lo que de paso la Gata argumenta que su pariente fue un
279
La tabla
precursor del método de matar que después emplearon, y reglamentaron, los que se proclamaron constructores del verdadero, y único,
paraíso comunista en Cambodia, y otros lugares; que cayeron de
bruces sobre los picos y dentro del hueco, hecho lo cual Atkins sepultó a los infelices negros junto con las barras de oro, y que desde
entonces las almas en pena de los dos esclavos custodian el lugar
para que únicamente bajo el requisito de que vayan tres sujetos y
uno de ellos mate a los dos restantes pueda ser extraído el tesoro,
que ya ha sido dado en sueños a muchas personas, pero que éstas
siempre se asustan por la condición de tener que matar a dos semejantes; a veces me pregunto qué diría Atkins de las fantasías de su
pariente y sobre todo qué diría si la viera rompiendo una tortilla;
degenerada degenerada en un país que corrompe las costumbres por
un clima que incita y tienta constantemente al pecado de la carne, y
a la lujuria en general; la familia de la Gata viene a Cienfuegos cuando queda claro que Trinidad se ha convertido en una ciudad detenida
en el tiempo e invierten en el comercio de telas en la afrancesada
Cienfuegos, negocio nada aristocrático pero de dividendos envidiables por el resto de la familia que permanecía en Trinidad aferrada al
porte señorial, a las siestas del mediodía entre quejumbrosas tojosas
y a una dignidad feudalesco-paternalista que exhibían sobre colonos, esclavos y la plebe de la añeja ciudad; los dividendos eran tan
exitosos que la Gata asegura tuvo una bisabuela que gustaba pasear
desnuda y con el rostro cubierto por un antifaz negro montada en
coche tirado por cuatro caballos por la zona de tolerancia de la calle
Cazales y que, además, había adquirido la muy poco edificante costumbre de mantener a cuatro chulos con el consentimiento del bisabuelo, un hombretón de mirada lánguida y amanerados ademanes;
Luly, no, Luly no conoce en su árbol genealógico nadie más allá del
padre y la madre, el primero un borracho tomador de alcohol de
bodega colado, y a veces sin colar, y la segunda, una mujer que ha
mantenido a Luly, a tres hermanos más y al marido, limpiando pisos
en oficinas y escuelas; ¡qué de retorcimientos, ajustes, reajustes,
desviaciones y circunstancias en el camino o el no camino de la vida
o de la no vida para que la Gata y Luly se reunieran en una mesa de
cabaret para mi despedida!, la Gata goza en la perversión, Luly no,
280
Armando de Armas
o tal vez, sí, pero le da como bochorno, no es una mala muchacha,
tampoco creo que la Gata lo sea, ¿es que puede haber algo de malo
en que dos mujeres se gusten?, ¡pecado contra natura!, ¿somos el
Lobo y yo unos corruptores?, no, más bien lo que somos es unos
vaciladores porque, en definitiva, hasta ahora ninguna de las muchachas a las que les hemos despertado el homosexualismo nos lo ha
echado en cara, ni se ha sentido corrompida o perdida, bueno, al
menos hasta lo que nosotros sabemos, porque ahí tienen a la Gata
que se desenvuelve como pez en el agua en la caza de una mujer y
es más agresiva que cualquier hombre, con una feminidad que ya
quisieran para sí muchas por ahí de las que se las dan de auténticas
mujeres, y eso, precisamente, es lo que más arrebata de la Gata, o lo
que más me arrebata, o lo que más nos arrebata al Lobo y a mí; aunque con Luly yo siento un no sé qué o algo como un remordimiento
de conciencia, y yo no debiera sentir eso, porque aquí nadie la está
obligando y ella sigue el juego y deja que la Gata le coja una mano
entre las suyas, y esto no tiene por qué ser malo, nada es malo nada
es bueno, es y punto, y a lo mejor después hasta le agradecen a uno
que las enseñó a relajar que para ellas debe ser como un sedante, un
antídoto contra el stress, y lo malo del stress es que, está bien que los
disfrutadores del confort y la bienaventuranza del desarrollo tecnológico paguen su precio en stress, nada es gratis en este mundo,
pero, ¡coño!, que nosotros paguemos ese precio sin confort ni bienaventuranza tecnológica ya es demasiado cruel y miren bien para
que vean que soy de confianza que a mí no tienen que estarme vigilando ni mucho menos que yo sí soy de patria o muerte e ideológicamente bien definido que la definición sexual es importante pero no
tanto como la ideológica y qué es ideología pues nada más y nada
menos que parte de la superestructura y como tal reflejo en última
instancia de las relaciones económicas es decir tal para cual y por
tanto Eloy no puede conducir un taxi porque no es ideológicamente
confiable y por ese mismo motivo se reúne con elementos antisociales y tiene dos actas de advertencia policíaca por reunirse con tales
elementos que antisocial es anti es decir contra la sociedad y nosotros te advertimos no precisamente de antisocial sino de andar con
antisociales que no es igual pero da lo mismo porque estás en peli-
281
La tabla
gro de cometer delitos que dime con quién andas y te diré quién eres
y la advertencia te la hacemos para que no te agarre de susto que
dicen que guerra avisada no mata soldado y huyuyuiiiiiii un susto
huyuyuiiiiii un miedo que por ahí viene el Coco niño y debes portarte bien que tienes dos advertencias y a la tercera va la vencida y son
cuatro años a presidio por peligrosidad y peligroso todo aquel que
piense no estar regimentado, ubicado, clasificado, organizado, definido, adaptado y con un comportamiento acorde a las normas y principios de nuestra sociedad; el marxismo-leninismo es una ideología
auténticamente científica, expresión de los intereses vitales de la clase obrera, de la inmensa mayoría de la humanidad deseosa de paz,
de libertad y de progreso; si los delincuentes, malversadores, especuladores y traficantes de dólares tienen necesariamente que moverse en taxi para sus operaciones, individuos como tú, Eloy, no pueden
conducir taxis, porque estaríamos facilitando la actividad del lumpemproletariado, y déjame decirte que no tengo pruebas, pero para
mí tú también eres traficante de divisas, y déjame decirte también
que no me hacen falta, me basta para condenarte, si quiero, con mi
convicción moral y la del tribunal, por supuesto, creo que somos el
único país en el mundo cuyo código penal puede condenar por convicción moral, que demuestra lo progresista que es la penalidad socialista para combatir a la delincuencia, ¿qué te parece?, no eres
nadie, absolutamente nadie, nosotros tenemos el sistema de leyes
más radical y avanzado en todo el orbe, así que no te me hagas ilusiones que tú y los otros taxistas que no queremos trabajando en la
base de taxis son simples cucarachas y a las cucarachas, plaf, un pisotón, dan un poco de peste y no joden más, y si quieren pueden
patear, lloriquear, reclamar, apelar a la instancia que quieran pero
aquí mandamos nosotros y nosotros somos el pueblo; we are the
world; y nadie les va a escuchar; Nadie Escuchaba; porque gentes
como ustedes son los culpables de que esto no marche bien y de que
en Europa del Este pasara lo que pasó, porque mientras el pueblo
trabajador y sus dirigentes sudan la camisa y se esfuerzan, ustedes
llevan un nivel de vida por encima de ese pueblo y sus dirigentes,
resultado de alianzas con la delincuencia y de delitos que cometen
ustedes mismos, Eloy, cará, parece hasta mentira con la confianza
282
Armando de Armas
que nosotros te teníamos, te considerábamos casi uno más, y resulta
que te nos has echado a perder en una cuarta de tierra, casi entre las
manos; tu cariño se me vaaaaaaaaaa como el agua entre los dedos; tú
pudieras estar cómodo, buscándote buena propina y hasta operando
con buena suma de dólares, yo, yo mismo te hubiera facilitado la
cantidad de dólares que te hiciera falta para las operaciones, todo
sería mucho más fácil para ti, pero, eres bruto, te niegas a colaborar
con nosotros por un falso concepto de la hombría, primero aceptaste,
te di los números claves para que me llamaras en cuanto tuvieras una
información que brindarme, y nunca lo hiciste, como si con nosotros
se pudiera jugar, como si fuéramos mentecatos, como si nos fuéramos a olvidar así como así de que tus informaciones pueden sernos
de gran utilidad, y no pasar nada, pues ya ves que te equivocas, sí
pasa, y pasa mucho, somos la fuerza y somos la inteligencia, y tú no
tienes nada que oponer a eso, no hay nada que oponer a eso, porque
nada se nos puede oponer, y recuerda, que el que mal anda mal acaba, después no vengas a llorar, porque todos lloran como puticas
cuando les llega la hora del cuajo; Oriana y yo padecemos de la misma impotencia de todos los amantes, la impotencia de no podernos
meter el uno dentro del otro y decimos, somos dos que es uno, pero
de todas formas lo decimos para darnos fuerzas y luchar contra la
condena de ser dos mundos tan cerca y tan lejanos y tan soledades y
siempre acabamos arañándonos, golpeándonos, dándonos de cabezazos y llorando la rabia de no podernos unir más que por allá abajo
unos instantes que tal vez sean todos los instantes atrapados entre la
penetración del Simurgh de cabeza erguida y desafiadora y carnes
tersas y el Simurgh todo vomitado y de cabeza abatida y carnes fláccidas y tan desplumado que más tiene que ver con el pájaro pitirre
que con el Simurgh, y a pesar de eso con el último estremecimiento
he mirado a las nubes que huyen asustadizas preguntándome que si
se le puede pedir algo más a la vida, porque Oriana me cabalga con
sus senos pequeños y la tibia humedad de sus nalgas, particularizadas, personalizadas, ajenas al carnaval de nalgas amasadas y cogidas
por mí mecánicamente como buen cumplidor del ritual de macho
cabrío nuestro de cada día; tempestad, calma, tempestad, por los siglos de los siglos, amén, Amadís y Oriana se aman en una azotea de
283
La tabla
la playa porque el día amaneció ofreciéndose para que lo vacilaran y
yo con un solo peso en el bolsillo porque el resto del dinero lo tenía
invertido en dólares, con ganas de divertirme y nos vamos al mar a
ver qué pasa, que siempre debe pasar algo, porque el mar es como
una cajita de sorpresas, mar-hacedor-de-pactos-con-el-Supremo,
mar-salvación, de los que logran llegar a la Florida y no se los tragan
los tiburones, y de los que se hunden y se los tragan los tiburones; la
Florida, ese enorme colmillo de monstruo antidiluviano que parece
que se va a comer a Cuba tan verde y tan chiquita como un camaleón
y tan tacita de oro del Caribe y tan Paraíso perdido y tan de Paraíso
perdido a Paraíso por recobrar y suerte que nos topamos a mi amigo
Urraca que tiene alquilada una cabaña en la playa; Amadís, mi hermano, no me carezcas, hay cerveza aquí la que tú quieras; y yo el
vaso lleno y el bigote chorreándome de espuma porque el que no se
embarra no goza y Urraca y su familia que se van a bañar que hay un
sol que es una maravilla para tostarse y yo que me quedo en la terraza tomándome la cerveza y Oriana y día mamey y poder ver la gente desde arriba, distantes, hormigas, y sentirme ajeno a todo y a todos; cuando usted entre aquí lo que vea aquí, lo que oiga aquí y lo
que digan aquí, cuando salga de aquí, por favor, déjelo aquí; y se
explica que así sea, amigo mío, porque el enemigo está al acecho y
tenemos que ser discretos, para convencerse nada más mirar el mapa
y ver el colmillo de la península de la Florida que parece nos quiere
tragar; Oriana negándose que a lo mejor nos ven desde abajo y yo
que si van a mirar que miren y las nubes allá arriba de juguetonas a
revoltosas, de blanco algodón a gris chocolate y, de pronto, una luminosidad enceguecedora, destellos amarillo-naranja, un instante de
no existir, un estampido de sabor amargo, y entre la multitud allá
abajo un enorme vacío que se abre como al dejar caer un escupitajo
en medio de un montón de hormigas, rumores confusos, que si un
muerto, que si dos, que si tres, que si un patrullero se había volcado
con los heridos, no me acabo de dar exacta cuenta de lo que ha sucedido cuando atravesado en el sidecar de una moto traen a Urraca, las
medias rotas y sanguinolentas como si una descomunal energía le
hubiera traspasado y salido por los pies, alaridos, sollozos, ¡al hospital!, ahí mismo, no, no, en el Lada, dan un portazo y el Lada arran-
284
Armando de Armas
ca y la puerta no cierra porque un pie le cuelga afuera semejante a la
pieza desarticulada de un muñeco, mientras las nubes van difuminándose hacia la calma y de lejos, muy de lejos, nos llega un olor a
tierra mojada; quizás el peligro no esté tanto en el colmillo como en
lo que tiene dentro, no en armas, no en Alfa 66, no en las ideas, sino
en el hecho extraordinario de una aldea que se ha convertido en ciudad con las sucesivas oleadas de cubanos, de cubanos que llegaron,
la mayoría, con una mano atrás y la otra alante y fomentaron capitales, pero, sobre todo, el peligro está en la posibilidad de comparación y en la asociación de ideas; dos cosas tiene La Habana que no
las tiene Madrid, el Morro, la Cabaña y ver los barcos venir; Morro
vetusto, folclórico, grande por gusto, militarmente ineficaz, metemiedo de piratas y otros bandoleros del mar que no pudo impedir
que los Casacas Rojas ingleses tomaran La Habana en 1762, Casacas Rojas que los ingenuos criollos pretendían envenenar con platanitos manzanos después de haberles brindado una buena cantidad de
copas de aguardiente, ¿platanitos manzanos?, ha muchos años fruta
maravillosa que los jóvenes de hoy recuerdan haber comido en la
niñez, o que los padres le recuerdan la feliz época en que se desayunaban con dicha fruta, por lo que hemos convocado a un congreso de
botánicos y agricultores con el fin de determinar el lugar donde se ha
metido durante todo este tiempo el Plátano Manzano, para lo cual
sólo contamos con algunas hipótesis y rumores como el de que dicho plátano fue desaparecido por participar en una conspiración
contra los órganos de los poderes del estado; si la cosa es así, está
bien desaparecido, bien fusilado, bien excomulgado del reino vegetal; y no es para menos si tenemos en cuenta que el plátano tiene
conexiones, o no conexiones, sino que es parte indisoluble de nuestra nacionalidad como la palma, la ceiba, la ciguaraya; que sin permiso no se pue tumbaaaaeeeee; quien dé doce vueltas a una ceiba a
las doce de la noche ve cosas del más allá, más allá de qué, ¿no estaremos en el más allá?, cosas horribles como aquelarres de brujas,
¿bruja?, mujer que surca los espacios siderales montada a horcajadas sobre una escoba, ¿escoba?, anteproyecto de nave cósmica, la
bruja suele ser mujer dulce, complaciente, burlona, tentadora, como
las que una vez se disfrazaron de sirenas y obligaron a Ulises a atar-
285
La tabla
se al palo mayor de la nave para no sucumbir a sus encantos, y eso
denota una grave debilidad ideológica del compañero Ulises que
cómo no va a estar seguro de poder resistir a los cantos de sirena del
capitalismo, igualmente el Plátano Manzano, o el plátano en cualquiera de sus variantes, tiene graves problemas ideológicos, en este
caso por su nacionalismo manifiesto, que las causas nacionalistas
son causas justas siempre y cuando no tengan que ver con el plátano
nuestro, con el desmembramiento de la URSS o con las luchas del
pueblo tibetano, lo que no quiere decir que el nacionalismo no haya
jugado, y juegue, su papel decisivo en la lucha de los pueblos hacia
el progreso social, que no por gusto Gerardo Machado expresó que
para mí todos los ismos son iguales, Machado que era doctor Honoris Causa de la Universidad de La Habana y que por Dios, la patria
y la democracia gobernaré con mano férrea este país, seré su salvador, padre protector, paladín de las libertades del Hombre, aunque
para ello tenga que estrangular con estas manos el gaznate a más de
un agitador comunista; ¡plebiscito de qué!, el pueblo cubano realizó
su plebiscito un primero de enero de 1959 hace ya treinta años y
votó por su Revolución y votó por el Socialismo, aunque en ese
momento no sabía que lo hacía por el socialismo; el 12 de agosto de
1933 Machado fue echado del poder por la Huelga Nacional General; con esa visión suya tan certera siempre, tan de luz larga, tan
abarcadora de disímiles fenómenos y situaciones, con ese poder
suyo de generalizar y conceptualizar detalles dispersos y aparentemente insignificantes nuestro Comandante en Jefe alertó, ¡recientemente!, acerca de la necesidad de intensificar la producción agrícola
que satisfaga las necesidades alimentarias de nuestro pueblo como
parte del sistema de estrategias para el período especial en tiempos
de paz; y no es que el plátano sea, por ejemplo, como la palma, emblemática de los Abakuá y símbolo nacional, es que se ha convertido
en el summum de la asimilación de las características nacionales
porque, digamos, cuando un extranjero ha logrado adaptarse a nuestra idiosincrasia decimos de él que está aplatanado, con lo que además, de paso, ponemos de manifiesto que las únicas metamorfosis
válidas no son la de Kafka y la del gusarapo en rana, sino que, y eso
es un invento de nosotros los cubanos, existe también la metamorfo-
286
Armando de Armas
sis del yuma en plátano, en los diversos tipos de plátanos que constituyen la platanidad, que será tema de estudio en nuestra próxima
conferencia que nos impartirá el profesor Plátano Macho Pérez de
ideología al servicio de la Pereztranca; que se queden ellos allá con
su Perestroika que acá tenemos, y oponemos, nuestra Pereztranca,
que por algo somos originales y sin copia, que si alguna vez copiamos ya es hora de seguir el camino propio; el Plátano ha sido condecorado con la Orden de Servicios Distinguidos a la Patria en campos
como la alimentación, la defensa, la salud pública, higiene y sexualidad humana; no, no estoy exagerando, más bien me quedo corto,
para que vean, empezaré a ejemplificar; el Plátano, está demostrado,
constituyó base fundamental de la alimentación de nuestros mambises durante las guerras por la dependencia, y aun hoy día es elemento importantísimo en nuestra dieta, sobre todo después de la aplicación del novedoso sistema Microjet, especie de combinación de la
hidrología y la aeronáutica, sin olvidar, lo que ha representado la
aplicación del Multiarado, bueno, entraremos en el terreno propiamente militar de la importancia del plátano, y aquí tenemos que está
científicamente demostrado que los proyectiles no atraviesan las
matas de plátano por lo que podrían ser empleados en la construcción de refugios antiaéreos y trincheras en el desarrollo de la guerra
de todo el pueblo en caso de que el enemigo osara atacarnos, mientras que en tiempos de paz podríamos proponer al Pacto de Varsovia;
tiene que ser rápido no vaya a ser que a los estúpidos del pacto se les
ocurra desintegrarse antes y nos quedemos con las ganas de brindar
un aporte a la causa de la liberación de los pueblos; el estudio de la
fibra de plátano, preferiblemente el plátano macho, para ser utilizada
en la construcción de un sistema antibalístico que se oponga al norteamericano conocido como Guerra de las Galaxias o Sombrilla Nuclear; en el terreno de la salud tenemos que no hay nada mejor contra
las diarreas que un buen fufú de plátano sin sal ni manteca, con lo
cual, de paso, ahorramos estos dos ingredientes, además de que un
platanal como cagadero es el mejor sustituto de un sofisticado sistema de baños sanitarios; buscar posibles conexiones lingüísticas entre platanal y anal; porque sinceramente, después del papel no hay
nada más práctico para limpiarse el culo que la hoja de plátano seca,
287
La tabla
y ahora se me ocurre que tal vez la famosa hoja de parra tapadora de
los aparatos de Adán y Eva no fuese tal, sino nada más y nada menos
que hoja de plátano seca, ah, me olvidaba, fíjense bien que la hoja de
plátano sea seca cuando la vayan a utilizar porque si es verde resbala y arma tremendo babiney y no limpia nada, y aunque sea seca
deben tener la precaución de usarla en el sentido transversal a la fibra para evitar que se rompa y se embarren los dedos, lo que de todas
formas viene a ser mejor que el empleo de la tusa que es método
mucho más arcaico; por último, y entrando en el área sexual, el Plátano suele ser remedio eficaz para aliviar la soledad en la cama de
viudas jóvenes, de mujeres cuyos maridos han partido a guerras internacionalistas, lo que de paso entra también en el terreno de la
importancia patriótico-militar, consuelo para muchachas feas, pretendidas vírgenes arrepentidas de haber pecado alguna vez y de maricones inconfesos; una mujer de nalgas abundosas, de caderas que
se abren en amplias curvas, de senos firmes, en la posición de piernas abiertas y de rodillas sobre la cama en actitud de meterse con
ambas manos un grueso y curvado plátano macho, viene siendo la
versión cubana más acabada del legendario Haraquiri japonés; y
aclaro, digo, repito, proclamo, y clamo, que nuestro Proceso de Rectificación de Errores y Tendencias Negativas es a la nación cubana
como la Perestroika es a la Gran Nación Soviética; el viento silba en
las hendijas del bohío y la mujer disputa a una puerca que se sabe a
punto de parir un montón de hojas de plátano para su hijito que tirita
echado sobre un bastidor de alambres mohosos y múltiples veces
empatados con alambres de cerca, mientras en La Habana unos niños se arrebujan en afelpadas colchas de querubines y conejos que
tocan la corneta y pastores con sus ovejas y niño Jesús en brazos de
su mamá, y los padres toman Brandy y juegan naipes en torno a una
mesa redonda; aclaración, no son los caballeros de la mesa redonda;
iluminados por una descomunal lámpara araña trabajada en oro y
plata, emprendedores hombres de negocio o no tan emprendedores
hombres de negocio o pretendidos hombres de negocio o en absoluto nada hombres de negocio confiados de su poderío económico por
el brazo fuerte del indio Batista que los sustenta y del pomposo Plan
Trienal con el que Batista aparentaba interesarse por el desarrollo
288
Armando de Armas
económico del país en el año 1936, lejano todavía el golpe del 10 de
marzo; general por aquí general por allá a usted sí no hay quien lo
tumbe general que usted no se cae ni de la cama nuestro general que
hay general para rato que no hay quien nos lo quite generalote lindo
con su sempiterno traje dril cien y su sonrisa los días de asueto allá
en la residencia de Cuquine; LLEGA FIDEL, APOTEOSIS; ni pan
sin libertad, ni libertad sin pan; Fidel; a los que me preguntan si soy
comunista les respondo, no, soy humanista, creo en el hombre, lo
respeto, creo que lo primero que hay que tener en cuenta al gobernar
son los derechos del individuo, su derecho a la libertad, a pensar
como quiera; con la boca reseca, los ojos hundidos, más pequeños
cada vez, haciendo gestos lentos, sentía como si la circulación de la
sangre quisiera detenérsele, ebrio, Amadís recorría la ciudad o se
sentaba en cualquier parte a disfrutar de aquel sopor, nube, humo,
perfume, flotar en el aire por sobre toda Cuba que es fábrica de futuro y consignas en carteles de neón o pintarrajeadas en las paredes
golpeándole en círculos concéntricos; no obstante sus méritos como
integrante de la platanidad y en defensa de la cubanidad no podemos
permitir que el Plátano Manzano haya desaparecido así como así de
la escena, o más bien por sus méritos estamos obligados a ser implacables con él, con lo que se evita que alguna mente, de las que siempre hay relacionando las cosas, va y le dé por pensar que el patriotismo, lo cubano, es incompatible con las ideas del progreso social
expresadas científicamente en la teoría del marxismo-leninismo o
muerte, cuando en realidad es todo lo contrario, porque nuestra historia anterior no es más que un tanteo de búsquedas que habría de
culminar inexorablemente en el sistema de partido único y economía socialista; desde Hatuey que vino de la vecina isla de Santo
Domingo a pelear a favor de los indios cubanos y dio lugar a nuestra
deuda inicial con el internacionalismo proletario hasta el compañero
Fidel; por tanto la presencia del Plátano Manzano nos resulta esencial como símbolo de la simbiosis cubanidad-marxismo-leninismo,
además de que la condena que le impongamos a dicho sujeto debe
también servir de escarmiento a posibles disidentes que va y quieren
hacer de la renuncia a la permanencia en las filas de la revolución un
problema para la marcha del proceso como ya una vez intentó hacer-
289
La tabla
lo Húber Matos; ¡los mato a todos pa que no jodan!; sacude la mata
Fidel; ¡Fidel! ¡Fidel! ¡Fidel! ¡Fidel! ¡Fidel! ¡Fidel! ¡Fidel!, es fiel,
¿fiel a qué?; la fidelidad conyugal es muy difícil de llevar cuando se
tienen treinta años, porque los jóvenes quieren ser fieles y no pueden, y los viejos quieren ser infieles y no pueden, y el sexo viene a
ser como una aspirina o más bien como un Parkinsonil ya que el
summum de la felicidad es la eyaculación, si no por qué entonces
decimos para referirnos a ella, me vine te viniste me vengo te vienes
me voy a venir te vas a venir, es porque en el verbo venir hay una
reminiscencia del tiempo en que eyacular se expresaba como venir o
volver al estado natural para el que fue creado el ser humano, el
reencuentro con los orígenes, vuelta al estadio antes del Pecado Original que no fue precisamente fornicar que más bien el Paraíso era
una fornicación perpetua y el pecado de Adán y Eva fue pensar que
era malo lo que hacían, no hacerlo, abochornarse de sus peludos
cuerpos que ya se parecían a nosotros que ya eran nosotros; una Eva
de peludas nalgas en cuatro patas en abierta espera de un Adán que
corre como un bólido y levanta el polvo del Paraíso con la lanza en
ristre, candente como tizón encendido, perenne penetrador siempre
bien recibido por la abertura evaica; chico, Adán es buen compañero
pero tiene una debilidad y se la voy a señalar aquí en el seno de esta
asamblea porque en las asambleas es donde se plantean los problemas y no en los pasillos y porque tenemos que ser críticos y autocríticos y sobre todo, críticos, y la cosa es, para no darle más rodeos,
que el compañero Adán es enfermo a acostarse encima de las espaldas de sus compañeros de albergue; y no lo vamos a permitir aquí
que hay un Partido que es fuerte, que es más fuerte que nunca; el
castigo que impongamos a Plátano Manzano tiene que ser ejemplar,
él, tan dulce tan delicado tan, diríamos, afeminado, y es el que más
problemas nos ha causado porque Plátano Macho con todo y su guapería sigue aquí contra toda esperanza, así que, desaparecer, ¡ahora!,
convertirse en enemigo del pueblo, ¡ahora!, cuando el pueblo más lo
necesita, cuando se avecinan tiempos terribilísimos debido a la situación en el campo internacional, im-po-si-ble, sencillamente, impo-si-ble; ¡jefe!, ¡jefe!, perdón, perdón pero Plátano Manzano no se
desapareció él, lo desaparecimos nosotros; ah, sí sí, ahora ya recuer-
290
Armando de Armas
do que sí, que ya una vez este tribunal lo condenó a desaparecer,
pero bien, no dilatemos más este juicio sumarísimo, y si ya lo condenamos a desaparecer una vez, lo volvemos a condenar a que desaparezca o a que permanezca desaparecido y no vuelva y no se oiga
hablar más aquí en mi reino del susodicho Plátano Manzano que es
un traidor a su pueblo y al suelo que lo vio nacer; quiero ser fiel a
Oriana aunque no siempre lo logro, aunque me guste Luly de ojitos
gachos, tiernecita, sí pero no, no pero sí, aceptando la mano de la
Gata, dejándose llevar por la bebida y la complicidad del cabaret y
la música; yo tengo un amor distinto contigo; aunque Oriana no esté
aquí pero que de todas formas está porque donde yo esté también
está ella, y no está porque ella dice no acepta este tipo de cosas o a
lo mejor no está porque sencillamente no quiero hacerle la prueba
definitiva a ver si cede o no cede a la tentación de la tortilla porque
va y no tengo el derecho de complicar tanto las cosas, buscar tanto
en el fondo de las cosas, llevar a la gente contra la pared, llevar a
Oriana contra la pared, que a lo mejor va y lo hace pero a lo mejor
también va y le hace daño, por qué por qué por qué Señor, si no hay
necesidad, si somos una ilusión, si mi ilusión es ella por qué destruirla, no tengo ese derecho, tengo miedo a que flaquee, ¿y no te da
miedo que Luly flaquee?, y a mí qué coño me importa Luly, soy un
cobarde flaqueador de otras que no sean Oriana, pero mi miedo es
justo porque cualquiera flaquea, todos flaqueamos, Cristo flaqueó en
la cruz, sólo un héroe comunista no flaquea; la Perestroika será muy
buena la democracia me gusta más; héroes comunistas dignos de la
mitología griega; no me soportaría después si la llevo, o se deja llevar; porque uno a veces se deja llevar para salvar la responsabilidad
y echarle la culpa a quien supuestamente lo llevó a uno a algo, ingenuas trampitas que de vez en cuando uno hace a la conciencia, yo no
lo maté, yo puse el cuchillo y él se le tiró encima; a que esté con otra
mujer, yo que tantas he llevado a eso y sé que después les gusta porque a fin de cuentas no es nada malo, porque nada es malo, porque
no hay fronteras trazadas entre el bien y el mal, entre Dios y Satán,
entre luz y tiniebla, entre democracia y dictadura; en el viejo mundo
vimos el espectáculo de multitudes inmensas aplaudir cuando Hitler
tronaba contra las democracias decadentes; no sé por qué este senti-
291
La tabla
mentalismo mío con Oriana, pero bueno, a fin de cuentas tengo que
reconocer que no soy un caballo ni mucho menos, y lo malo es que
muchas veces me he sentido avergonzado de no ser un caballo, quizás por un sentimiento tan atávico como el miedo a la oscuridad,
porque no hemos todavía acabado de desligarnos de la bestia y más
bien, creo, tenemos la bestia adentro, o más bien los indios americanos que vieron al guerrero medieval renacentista y a su caballo como
una integralidad demoníaca vislumbraron en realidad la esencia
exacta del Hombre, vislumbre que Dios había esperado darnos sólo
cuando ocurriera el encuentro o reencuentro o descubrimiento de un
mundo por el otro, por la sencilla razón de que el vislumbre de semejante esencia era demasiado terrorífica para que un solo mundo
pudiese soportarla, pero en nosotros los cubanos eso de la integralidad con la bestia se ve más, seguro por un problema de machismo,
si no cómo explicar que alguien con una significación nada peyorativa nos salude; ¡qué hay BESTIA!; o describa apologéticamente a
un tercero; ¡Fulano sí es la BESTIA!; todo lo que también viene a
demostrar de paso nuestra falta de formación democrática, pues, ni
siquiera nos hemos tomado el trabajo de consultar a las bestias acerca de su parecer ante semejante usurpación de identidad; los hombres reunidos en clanes vagabundeaban por las estepas con la maza
al hombro y el hambre como herida en el vientre, husmeaban la presa y se consideraban hijos del Lobo, del Leopardo, el León o el Tigre
porque deseaban, o envidiaban, que a veces suele ser lo mismo, la
fuerza y la elasticidad y la ferocidad de dichas bestias; OJO, de la
última cualidad nada tenían que envidiar; quiero ser un Tigre todos
los tigres; los gatos son anteproyectos de tigres, como los hombres
somos anteproyectos de dioses, algo debió de fallarle a Dios para
que nos dejara en el anteproyecto, lo cual me complace, no sólo por
lo difícil que imagino ha de resultar ser Dios, sino porque entonces
percibo que Dios está cerca de mí, aunque sólo sea por vía de la falibilidad, y entiendo de golpe el por qué los héroes del Realismo
Socialista no despiertan en los niños el deseo de imitarlos, de jugar
a ser ellos, SUPERMAN al menos tiene la debilidad de ser bonito;
señores, ¡qué clase de derrota para el machismo si de buenas a primeras se aparece un sesudo con una monografía demostrando que el
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Armando de Armas
arquetipo SUPERMAN no es más que una reacción de la homosexualidad latente en el norteamericano medio!, coraza ante el reino
de la dura competitividad; ni pensar que en Cuba alguien pueda hacer algo similar con el arquetipo Elpidio Valdés, so pena de ser acusado de enemigo del pueblo y la masculinidad machetosa de nuestros mambises; lo cierto es que el Hombre se ha apresurado siempre
a crear fronteras que lo separen del animal, miedo horrible a reconocerse como parte de la animalidad, como si no estuviese seguro de
su humanidad y tuviera que estárselo probando constantemente,
SOY HOMBRE SOY HOMBRE, ha mucho dejé la horizontalidad,
la horizontalidad como un tiempo sin nombre que no se puede recordar, porque, imaginen a la Princesa de Tal, o al Duque de Más Cual,
de sangre azul, of course, reconociendo su consanguinidad con el
cercopiteco, natural es, entonces, que se creen todas esas barreras y
defensas del abolengo y la pureza de razas; ¡y la pureza ideológica!;
que nos aíslan y diferencian y hacen sentir tan lejos del animal,
cuando en realidad nuestras fauces tienen aun el olor de la sangre
como detenido en el tiempo, tiempo de cavernas, en el mejor de los
casos, porque muchas veces suele ser olor de sangre fresca; puede
que hasta contaminada de SIDA; sangre derramada por el control de
esferas de influencia, de territorios o de la ideología que utiliza mecanismos de defensa como el aislamiento en campanas al vacío que
evitan el contacto, en este caso de las personas, o de las ideas de las
personas, con el medio ambiente; se instruye la causa 540 de 1989
por el delito de diversionismo ideológico; ¡búscalo, búscalo, a ver,
búscalo!, si es que existe en el código penal semejante delito; mire,
compañero, si no está lo inventamos y lo ponemos, qué te parece
eso, estudiantico influenciado por tendenciosas corrientes reformadoras y claudicantes con el Imperio; el policía pasado de tragos al
cantinero que cree su amigo porque, sencillamente, los borrachos
hacen amigos fácilmente independientemente de la clase social a
que pertenecen o de la clase social cuyos intereses representan; el
otro día recogimos a todos los rockeros esos con toda su churre y sus
pelos largos amarrados con cintas como rabos de yegua, que déjame
decirte con todo y su extravagancia están dirigidos por la CIA y
otros agentes del imperialismo internacional pero con nosotros no
293
La tabla
hay problemas porque los tenemos a todos bien controlados y en
cuanto se forme, porque, déjame decirte, nosotros sabemos que se
va a formar la gorda, los cogemos y los desaparecemos que ni en los
centros espirituales, todos están ubicados por sectores y por cuadras,
así que lo único que tenemos que hacer es pasarles la cuenta en
cuanto llegue el momento; el cantinero; pero, ¿es verdad eso de que
están vendidos a la CIA y los agentes del imperialismo internacional?, si es así son unos descarados y está bien que no aparezcan ni en
los centros espirituales; MIEDO MIEDO MIEDO MIEDO, mamita
siento mucho miedo y es que todo está tan oscuro; llévame contigo
pa’ la oscuridad, donde no se vea donde no se vea na’; meter miedo
y actuar por miedo, un miedo compulsivo, un miedo de sudores terrosos, enrarecido y comprimido bajo controles de acero que no se
sabe cuándo va a estallar en esquirlas de MIEDO cercenando el aire,
y las cabezas, un miedo viejo, tan viejo que resulta pestilente y ahoga y mata; matandilediledile matandilediledo, la señorita Miedo entrando en el baile que la baile que la baile y si no la baila le doy
martillo malo; en el siglo XIX el miedo al negro hizo a los hacendados cubanos más despiadados con sus esclavos, y sobre todo titubeantes a la hora de tomar las armas por la independencia; por tanto
en el siglo XIX el miedo tenía color, era ubicable, pero ahora, no,
ahora es un miedo del miedo, incoloro, aséptico, sin rostro ni figura
alguna, pero que de todas formas existe, lo palpas y te lo sientes
correr por la espalda, ¡y de qué manera!; CREO QUE ES CONSECUENCIA DE-LO-QUE-EN-MODA-ESTÁ; y hace mover las cosas como un vendaval grueso que compulsa a matar, a morir, a que
los hombres repten como serpientes, a delatar, a la ejecución de heroicidades y al acometimiento de obras benéficas, a la estampida y a
que el más guapo evacue la carga escatológica en los varoniles pantalones; aquí todo se hace por mis pantalones, por lo que porto dentro de mis pantalones; SALGA USTED QUE LO QUIERO VER
BAILAR, SALTAR POR LOS AIRES; el Chévere no se fue a pelear
a Angola por convicción ideológica, ni por agradecimiento a la revolución, ni por tener la oportunidad de poder salir alguna vez fuera
del país-prisión aunque fuese sólo a las selvas del África, ni por hacerse de ropa extranjera y equipos electrónicos, ni por agradecimien-
294
Armando de Armas
to a algún burócrata del Comité Militar que alguna vez le hiciera un
favor y que ahora necesitase cumplir la meta trazada ante el Partido
de internacionalistas a la guerra de Angola, ni por despecho ante un
amor desgraciado, ni porque él mismo fuese un desgraciado, ni por
evadir los problemas de la cotidianidad, ni por reunir una cuenta
bancaria, ni por probar la capacidad de su esposa de ser fiel en la
distancia, ni por librarse de dicha esposa y sus hijos por algún tiempo, ni por escapar de cuentas pendientes con la justicia, ni por fidelista, y menos comunista, ni por acumular experiencias con vista a
escribir una novela sobre las guerras internacionalistas, ni siquiera
por miedo a mancharse el expediente si decía que no iba; lo hizo, sí,
por miedo, miedo cerval a que pensaran que él tenía miedo, a que
alguien pudiera decirle, no vas por pendejo, quizás lo hizo para probarse a sí mismo que podía ser hombre frente a las balas, claro que
de esto no quedó nunca muy convencido, pues me confesó siempre
sintió miedo antes de entrar en combate, que se tragaba el miedo, lo
escondía, pero que de todas formas lo sentía como punzada en el
pecho, un vacío lacerante en el plexo solar, y un grueso sudor corriéndole por la espalda, espalda que ninguna de sus muchas mujeres
había logrado verle estando desnudo por su juramentación Abakuá,
y aquí habría que buscar conexiones entre dicha juramentación y el
miedo, sobre todo miedo con implicaciones sexuales; DE ANGOLA
SÓLO NOS LLEVAREMOS A NUESTROS MUERTOS; ese muerto no lo pago yo, que lo pague quien lo mató; Fuenteovejuna, señor,
Fuenteovejuna; toneladas de carne putrefacta, de huesos calcinados
en el desierto de Ogaden, muertos lindos, angelicales, imberbes, de
caras sin ojos, sin un ojo, sin nariz, de orejas quemadas como chicharrones de puerco, caras y cuerpos maltratados por la acción del
clima y la moderna tecnología militar; CABARET TROPICANA,
UN PARAÍSO BAJO LAS ESTRELLAS; qué mala estrella me guía;
muertos que son hijos, padres, hermanos, esposos, amantes, novios,
amigos, excelentes amigos y excelentes hijos de puta, alegres, mirahuecos, rumberos, sordos musicales, melancólicos, cínicos, despiadados, temerosos de Dios, devotos de Fidel, mayomberos, rockeros, aventureros, dogmáticos, inquietos, e inquietantes, cobardes,
valientes, borrachos, abstemios, drogadictos, militantes de la Juven-
295
La tabla
tud Comunista y el Partido, Adventistas del Séptimo Día, Abakuás,
Abakuás del Séptimo Día, Testigos de Jehová, testigos de infames
juicios en Tribunales Revolucionarios, intrigantes, traidores, esforzados chivatientes, ladrones al descuido, salteadores de caminos,
masones, caballeros templarios, templadores del templo, buscadores
de fortuna, buscadores de la mala fortuna, afortunados, herederos de
las tradiciones combativas del pueblo cubano, carteristas consumados, curas, curanderos, comeculos, mamaculos, maricones, comecandelas, cirqueros, malos poetas, futuros buenos poetas, jinetes,
jineteros, ex presidiarios, honestos, fulleros, con un sueño en la frente pálida; CON TU BLANCAAAA PALIDEEEEEEEEEZ; de cuerpos tatuados, tatuajes que son obras de arte, tatuajes que son burdos,
obscenos; en una tabla escribió FIDEL con su sangre; bugarrones
empedernidos, pro-chinos, pro-soviéticos, pro-yankis, amigos del
jeans y la Coca Cola; la cocaína me hace sentir feliz; felizmente
muerto; felizmente has regresado vivo, hijo mío; Coca e Ina son niñas muy modositas que pertenecen a los CDR, a la FMC y a las
MTT, mete y saca, saca y mete, siglas, muchas siglas, universo de
siglas, singadoras siglas, siglas en el espacio, remolino de siglas que
pausadamente, delicadamente, en cámara lenta, se acercan y se alejan en el cinematógrafo, de color púrpura, azul, rojo, radiantes siglas, escandalosas, descaradas, siglas en sí, para sí, siglas que vociferan y corren por un laberinto de espejos; ES UN LABERINTO MI
VIDA SIN TI; ¿estás segura esperarás fielmente hasta que regrese de
Angola?; lo juro, papito, lo juro, lo juro y lo juro por la bolsa del
canguro; FALSOS JURAMENTOS, PALABRAS QUE EL VIENTO LEJOS SE LLEVÓ; juro por la bolsa, no del canguro, sino de
mis cojones que si me pegas un tarro, te mato; ¡tarruoooooooooooooo!,
Hombre-Buey, Hombre ornamentalmente coronado con cuernos,
abundancia de cuernos, cuernos de la abundancia de semen regado
en el fértil surco, en la raja de la siempre fiel, pero impaciente, esposa del caballero combatiente; el Chévere declara; los de la UNITA y
los de las FAPLA son todos unos hijos de puta, cualquier negro de
esos vende a su madre por un pescado, aunque hay también sus excepciones que no vamos a decir ahora que todos son iguales, mira,
tú ves esta cicatriz que tengo en la frente, me la hizo un UNITA, un
296
Armando de Armas
día que un grupo de ellos cayó en una emboscada que le hicimos y
le matamos como a cuatro de primera y pata, unos soltaron las armas
al suelo y hacían gestos de que se rendían y otros cogieron la selva,
le seguimos el rastro a uno pero, ¡cuidado con eso!, no había Dios
que se acercara al tipango, él solito nos mató a cinco, tiraba mucho
y más bien que el carajo, en una de esas dejó de disparar y supuse
que se le habían acabado las balas y me fui delante del grupo para
cogerlo asando maíz, unos monos empezaron a chillar no sé si para
alertarme a mí o para alertarlo a él, pero parece que el alertado fue él
porque, sin esperarlo me saltó de atrás de una mata y me ha dado un
estacazo que la vista se me fue, lo único que recuerdo es que apreté
el disparador por instinto y vacié un peine, pero no le di, entonces
me arreó otro estacazo que vine a recuperar el conocimiento en un
hospital en Luanda, y gracias que lo recuperé porque casi me voy
para el otro barrio que los médicos no contaban conmigo, después
los muchachos que venían detrás acabaron la función con el negro
que dicen los esperó con la estaca como si fuera una bazuca, y lo
ametrallaron de tal forma que dejó las tripas enredadas en unos bejucos del monte aquel; entre los cubanos acantonados en Cabinda
corría la leyenda de un cubano que se había ido por el Mariel en el
año 80 y que manejaba una rastra Mack con aire acondicionado y
cristales calobares, atravesando las selvas angolanas de norte a sur,
siempre con una caja de cervezas Pilsen en la cabina, una pistola que
se le marcaba debajo del pulóver Perro, gafas oscuras y una gruesa
cadena de oro con un medallón de la Virgen de la Caridad que le caía
en medio del pecho; Chévere; a los cubanos nos tenían prohibido
que cruzáramos una palabra con el Escoria, que era como le decíamos, vaya ni saludarlo, esa era la orden que teníamos, a veces coincidía que él llegaba y se ponía a llenar los tanques de combustible en
la misma bomba que lo hacía la flotilla de camiones de nosotros, y
esperábamos la cola juntos, él, serio, no miraba para nadie, haciendo
lo suyo, yo por mi parte, igual, no me miras, no te miro, ahora lo que
sí no hacía lo que los otros chóferes de la flotilla que le huían como
si fuera un leproso, yo si me caía al lado en la cola seguía donde
estaba como si tal cosa, y te digo, yo no iba a hablarle pero si me
hablaba le contestaba, a veces se le veía en los ojos como el deseo de
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La tabla
decirme algo, nunca lo hizo, era como si se diera cuenta de la situación en que yo estaba o tal vez una cuestión de dignidad, cada vez
que eso pasaba me sentía como cuando se va a ver a un familiar recluido en una sala infecciosa o de quemados, lo tienes ahí, tan cerca
y tan lejos, porque por medio hay un grueso cristal que impide abrazarlo y decirle cómo te ha ido mi hermano; frontera invisible pero
que se interpone y separa como cualquier frontera o como la mejor
de las fronteras, las dos mitades de una naranja y el cuchillo por
medio; medio loco he regresado de Allá, el más Allá, más allá de
qué, allá-otro-mundo, Allá-África; África mía; entonces por mucho
que golpees al cristal, pegues la nariz contra el cristal, que arañes
con los dedos en el cristal, no podrás tocar tu otra parte que está del
lado de allá y él no podrá tocar la suya que está del lado de acá, allá
y acá, acá y allá, la impotencia de unir el acá y el allá como la impotencia de los amantes para penetrar sus respectivas soledades, para
fundir sus respectivos universos, y te digo que es duro porque acá en
el terruño el amigo de ahora puede ser el enemigo de mañana, pero
oye, mi panga, el peor enemigo cuando te lo encuentras afuera, y
afuera es la selva, las serpientes, una bomba cazabobos, la puta que
te invita cariñosa al quimbo para que los UNITA te descuarticen, el
niño de barriga inflamada que te pide las sobras de la comida y después te tira piedras, la emboscada, el miedo, siempre el miedo, el
miedo de no saber nunca quién es quien, el peor enemigo cuando te
lo encuentras afuera, se convierte en tu hermano, y es duro, repito,
que haya fronteras que te separen de tu hermano que es lo más lindo
que se tiene; Señora Cartaya Medina pide a las organizaciones humanitarias internacionales le presten atención a su caso; persona tiene derecho a salir de cualquier país, inclusive del propio; pero un día
me quedo botado en una carretera en medio de la selva por una goma
que se me ponchó y no traía repuesto, y te digo que no es fácil porque allá las selvas son territorio de la UNITA, en ella andan como
Pedro por su casa, es más, después que cae la noche todo es territorio
de la UNITA, hasta Luanda, y para colmo no se me quitaba de la
mente un procedimiento muy gracioso que tienen los UNITA cuando lo capturan a uno y consiste en que te ejecutan y dejan tendido en
medio de la carretera o del camino o de cualquier otro lugar que
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Armando de Armas
puedas ser visible, con los cojones cortados y metidos en la boca y
dos aberturas a cuchillo a ambos lados del vientre donde te meten las
manos como en una chaqueta, yo no sé qué significado pueda tener
eso, pero es indudable que alguno tiene, de todas formas es bastante
lo que le espera a uno en un caso de esos para que también se ponga
a pensar en lo que significan para ellos las gracias que harán con tu
cuerpo; chaquetas humanas, las mejores, miles de chaquetas humanas enterradas un 7 de diciembre en homenaje al Titán de Bronce,
chaquetas manchadas de sangre que flamean al viento, un viento
heroico y unas chaquetas muy gastadas muy gastadas que se desmenuzan al contacto y esparcen por el aire; LO QUE EL VIENTO SE
LLEVÓ; allí fuimos a defender un pueblo hermano cuya soberanía
estaba amenazada por bandas de la UNITA y tropas de Sudáfrica;
cuando un pueblo enérgico y viril llora; ¡llora aquí, coño, que los
hombres también lloran!; un llanto largo y viejo; reyezuelos de la
costa africana que venden a sus enemigos de tribu capturados en
combate, los venden a barcos traficantes de negros, a Pedro Blanco
el Negrero; visión de negros con el lomo doblado en cañaverales que
cortan la piel como navaja; en 1836 Inglaterra, la pérfida Albión,
consigue que España concerte un nuevo tratado que refuerza las medidas contra el contrabando de esclavos; Cuba es un baluarte, arte de
balas, la última trinchera, mentalidad de trinchera; tenemos una deuda con África y la vamos a pagar, como un día no muy lejano cobraremos la que tienen con nosotros los pueblos del Arauca, porque
para nadie es un secreto que nosotros los indios cubanos fuimos invadidos por sucesivas oleadas de indios araucas que se robaban
nuestras mujeres para violarlas en medio del mar y hacerlas sus esclavas, si los invadimos ahora, no sólo cobraremos la deuda histórica, sino que también les haremos grandísimo favor, les ofreceremos
una nueva sociedad, la del marxismo-leninismo, una sociedad inconmensurablemente más justa, más propiciatoria del desarrollo
económico y democrático, todo ello sin que dichos pueblos tengan
que hacer una revolución, se la haremos nosotros, los internacionalistas cubanos, con el consecuente ahorro para ellos de sangre y
muerte; el sol comenzaba a caer, iridiscente bola allá en el horizonte,
le quité el seguro al fusil AK y me dije, ¡a lo que sea varón!, enton-
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La tabla
ces vi saliendo de una curva como destellos azul-verdosos, a medida
que avanzaba aquello se configuró en una rastra y después en la rastra del Escoria, sentí alivio, no le hice señales de ningún tipo, pero
extrañamente estaba convencido de que pararía, me recosté a la cabina de mi rastra con los brazos cruzados, la rastra del Escoria paró;
¿en qué puedo ayudarle, amigo?; le expliqué lo ocurrido, él se tiró
de la cabina, sacó un neumático nuevo de paquete y me lo lanzó sin
decir esta boca es mía, durante un rato trabajamos juntos hasta colocar el neumático, fui a darle las gracias y dijo, espérate, en un hablar
cubano que nada tiene que ver con el acento de los cubanos en los
Estados Unidos, fue a la cabina y vino con dos cervezas Pinlsen,
cortaban de frías, y por primera vez entablamos una conversación,
empezamos, creo, por los hijos, los de él, que iba ya para ocho años
que no los veía, y la madre que ya no vería más, y los míos que hacía
año y medio, y menos mal que mi vieja estaba fuerte todavía, pero
que de todas formas suerte más cabrona la de nosotros tener que
estar separados de la familia y por si fuera poco tener que estar separados nosotros también por culpa de destino más jodido que cualquiera pueda imaginarse y no sólo nos separa sino que nos diferencia cuando la verdad es que somos la misma cosa y lo extraño sería
que no fuéramos la misma cosa y ya verán los UNITA esos si se les
ocurre venir por aquí lo que son dos pares de cojones echar, vomitar,
plomo y desquitarnos con ellos lo del Destino; un soldado viejo que
iba a la guerra por oficio, sin más entusiasmo que el trasquilador de
ovejas que camina hacia el establo, andaba contando ya, a quien
quisiera escucharlo, que Helena de Esparta vivía muy gustosa en
Troya, y cuando se refocilaba en el lecho de Paris sus estertores de
gozo encendían las mejillas de las vírgenes que; pero el día que nos
desquitemos con alguien más que no sean los-pobres-hijos-de-putade-los-unita, ¡ese Alguien que nos ha jodido!, y nos quitemos la costra de un tirón y pongamos a funcionar juntos, ¡siempre juntos!, allá
en la Isla lo que un día aprendimos separados por ahí en esos mundos; un monumento a las chaquetas humanas, mire usted qué buena
está la que tengo en mis manos, muy deportiva para el invierno
nuestro, el benévolo invierno nuestro, para montar en motocicleta,
con muchos flecos de piel, sin curtir, mire qué corte más elegante,
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Armando de Armas
qué clase de figura más atlética da a su cuerpo, éste es el gran mercado de chaquetas humanas con botonaduras de hueso y todo, originales, toque toque para que usted vea que aquí todo es original, nos
preciamos de ello, mejor que las de colmillo de elefante, aunque más
allá también tenemos preciosidades de colmillos de combativos y
feroces elefantes, ¡que puestos de culo siempre dan suerte!; la suerte
es grande y negra y apestosa como el culo de un elefante; pobrecitos
los elefantes que se mueren con sus trompas grandes y poderosas
que derriban árboles y estrellan tigres contra las rocas y no pueden
nada contra los misiles y las bombas y las sustancias químicas; una
división de elefantes lanzada al ataque de una división de tanques; te
vendo un tanque de alcohol de 90 grados para que estés un año borracho, que, en definitiva, es más sano que matar elefantes a cañonazos; una pulga en un circo ambulante se quería templar un elefante;
no, mire, por favor, no es por menospreciar su mercancía, pero estas
chaquetas tienen un fuerte olor a sangre; quién iba a decir nos íbamos a encontrar tú y yo aquí en esta jodida selva; la selva es como el
mar que cobra su tributo, si lo dudas pregúntaselo al escritor José
Eustaquio Rivera; oye, ¿no sientes llorar a los monos?, cuando llegué a la unidad todos comían monos y un día me embullaron para ir
a cazarlos, ¡maldita la hora!, yo fui el primero en ver uno chiquito,
así, y le tiré a la cabeza, pero le di en la barriga y, oye Escoria, ¿no
te pones bravo, no, porque te diga Escoria?, Escorión, mi herma, se
llevaba las manitos a la barriga y lloraba como un niño y te juro,
Escoria, que me acordé de mis hijos y me dije si había derecho, si
tenía derecho a hacer una cosa así, un monumento a los monos que
matamos en África, que yo no veo claro todavía que ellos sean tan
animales y nosotros tan personas, y te digo que me quedé como aletargado y no tuve cojones para volverle a tirar y hubiera dado cualquier cosa por remediar lo que ya no tenía remedio, entonces el que
tenía a mi lado lo remató con una ráfaga, estas cervezas están buenas
de verdad, mi ambición es tener un día una rastra así como la tuya y
andar con la cabina llena de cervezas y fotos de Playboy o más bien
andar tú y yo de Santiago a La Habana con dos rastras cargadas de
putas o de flores que es lo mismo; mi alma se irá volando para una
esquina habanera; pero un día seguro va a pasar que no es natural
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La tabla
que estemos así dispersos, botados, naciendo cada día, o mejor, muriendo cada día, temblando y llorando como el monito del tiro en la
barriga, ¡coño, que no me puedo olvidar del maldito mono ese!, no
llores más Escoria que los hombres no lloran y me vas a hacer llorar
a mí también y mira que no se vería bien que yo estoy jurado Abakuá
y ya no me puedo controlar más y que esto quede entre tú y yo y es
como si con nosotros estuviese llorando mucha gente; la viejecita
llora en primer plano ante las cámaras y el periodista le pregunta y
dice le mataron dos hijos en Angola y le queda uno que pronto irá
cuando tenga la edad y cuando sea y para lo que sea Comandante en
Jefe ordene; omnipresente y poderoso Huitzilopochtli lanzando a la
flor y nata de los ejércitos aztecas a las Guerras Floridas, dios sediento de sangre, siempre bañado en sangre, lustroso a fuerza de
sangre, apestoso a sangre, pendiente en la culminación de cada ciclo
lunar de las entrañas de los hombres de Tlaxcala que le traían sus
esforzados guerreros en cantidades como montañas, como el Popocatépetl, la montaña humeante, una montaña que es todas las montañas, cielo y paraíso de Tláloc, el dios de la lluvia; Huitzilopochtli,
alegre, de sonrisa satisfecha e ingenuamente manchada de sangre,
feliz con cada corazón vertido a sus pies y con cada chorro de sangre
que le corre por encima, dios tutelar, más terribilísimo que Jehová,
que es mucho decir; la violencia en los medios de comunicación
masiva, violencia que ellos no engendran sino que reflejan, cualquier película de video por terrífica que se proponga ser haría sonreír
irónico a Huitzilopochtli pataleando en ríos de sangre; dona tu sangre, salva una vida; un sollozar de monos heridos en la barriga, me
siento como un mono dejándome conducir por una cadena, todo tan
ajeno y lejano, show representado por entes extraños, de una dimensión espacio-temporal que no es la mía, que no logro acercar por
mucho que haga el esfuerzo en concentrarme y sentir que no estoy
fuera de esa dimensión, allá arriba, siempre el allá y el acá, maricones de un show de mierda y yo aquí estúpidamente mirándolos y
pellizcándome y no siento que estoy vivo, y puede que sea también
el alcohol que he bebido, pero no, es lo que me pasa siempre, como
si no me integrara o no formara parte, eso es, como si no formara
parte, y hace falta formar parte de algo, identificarse con algo, de lo
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Armando de Armas
contrario todo es como si estuvieras viendo una película, me pregunto si al Lobo, a la Gata y a Luly les pasará lo mismo que a mí, pero
creo que no, que, al menos aquí, sólo yo siento ese distanciamiento
y ese terrible no formar parte de nada, estar y no estar, y no es que
me convierta en un espectador, no, el problema es que participo y no
siento que lo hago, y puedo darle una puñalada a alguien de una
manera tan impersonal que no siento que soy yo quien empuja el
cuchillo, sino que todo lo voy viendo desde los diferentes ángulos
posibles, casi como en el cine, y no veo cómo pueda ser que uno
meta el cuchillo y se vea al mismo tiempo de espaldas inclinado
sobre el apuñaleado, y no soy ningún asesino, soy más bien un ajusticiador; pistola, bam bam bam en nombre del pueblo, en nombre de
los innombrados vamos a hacer Huelga General, que no vuelen las
mariposas, que se apaguen los cocuyos, que no canten los pájaros,
que no sollocen los monos heridos en la barriga, que no se queje la
tojosa, que no combata el gallo por el control de las hembras, que no
aúllen los perros, que el hombre-lobo no salga las noches de luna,
que no corran las aguas, que no naden los peces, que el verdugo no
deje caer el hacha, que las mujeres no sean coquetas, que el viento
no silbe en las hendijas de las paredes, que la caña no dé azúcar, que
la sangre deje de ser roja, y azul, que los puercos no coman palmiche, que la soga no vaya detrás del caldero, que se olviden los ritos
de cada día para que cada día salga el sol, que el viento no deshoje
las rosas, que las rosas no tengan espinas, que Amadís deje de ser fiel
a Oriana, que los murciélagos no cuelguen del techo, que el gato no
cace ratones, que el perro no sea huevero, que la ceiba deje de resistir al rayo, que el rayo deje de herir a la palma, que la palma no sea
más símbolo nacional, que los niños no cuelguen lagartijas de las
matas de bledo, que los suicidas dejen su oficio, que la bala regrese
al cañón del fusil, que los caballeros se nieguen a armar nuevos caballeros, que el gitano se detenga, que los bueyes no vayan delante
de la carreta, que se nos olvide el nombre, todo ello en demanda de
una demanda por cuatro millones de dólares a Quien-todo-lo-creóy-nombró por el descuido fatal de no nombrar a los innombrados; es
del carajo esto de yo no ser yo, de verme otro, de que nada de lo que
me rodea tenga un significado real, solo, tan solo que no estoy ni
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La tabla
conmigo mismo, o tal vez ocurra que no me reconozca porque éste
no es mi cuerpo, el de mi alma, alma que se ha extraviado en un
cuerpo que se ha dado mucho gusto pero que también ha recibido
muchos golpes, laceraciones, y entonces ahora resultaría que las cicatrices que tengo no son mis cicatrices, sino las de un cuerpo otro,
situado en una lejana otroridad, pero yo me opongo resueltamente,
valientemente, a perder mis cicatrices ganadas en feroces y caballerescos lances, son la única prueba real de que he vivido, o lo menos
ilusorio de lo que he vivido, de todo cuanto tengo; tengo, vamos a
ver, lo que tenía que tener; no sé, realmente, si el verso de Guillén
nos favorece en algo, podría ser una terrible ironía, a pesar del mismo Guillén, sé que Neruda clasificaba a los guillenes en Guillén el
Bueno y Guillén el Malo, entonces Guillén el Malo, es decir, el
nuestro, dijo; Neruda escribió el libro Confieso que he bebido; hay
que desconfiar de ambos, pues si yo no creo ni en mí mismo, quién
le dijo a nadie que voy a creer en un poeta comunista y millonario y
en otro erigido por Fidel Castro como Poeta Nacional en vida; vida
de perros; la suya no, por supuesto; quiero conocer a niños de aquí y
de allá y a todos llevar un mensaje de felicidad; ¿FELICIDAD?;
puede ser también este sentirse extranjero en todas partes; ¿partes
pudendas?; este como eterno flotar que me desgarra y revuelve violento como perro con rabia en el intento de morderse la cola en la
búsqueda de un asidero, perro suspendido de su cola en el abismo,
felicidad que puede ser Oriana y puede ser la pistola; Heredia, trece
años en el exilio, ante el Teocalli de Cholula, consumiéndose por el
desarraigo, dolido de una naturaleza que no es la suya y de la suya
porque el precio de tenerla es el de humillarse al amo que oprime a
la patria; Heredia, envejeciendo en juventud por las ansias de una
libertad que no ve el día llegue para su patria, renunciando, entregándose, de mano temblorosa y ojos extrávicos y desaforados y coléricos y suplicantes, escribiendo la fatal carta al Capitán General
Miguel Tacón; taconéala taconéala taconéala como puedas; Huitzilopochtli fue Dios crudelísimo, pero nunca los poetas nahuacs recibieron de él castigo de exilio, además podemos argumentar a su favor que en aquella época todavía no se había formulado la Declaración
Universal de los Derechos del Hombre, aunque es cierto también
304
Armando de Armas
que el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento, lo
cual es correcto, pero no podemos ser extremistas ya que se trata
nada más y nada menos que de un dios, y los dioses pueden permitirse ciertas libertades, aun la libertad de suprimir las libertades, o
más aun, la libertad de suprimir la vida, y lo malo entonces no vendrían a ser los dioses por muy matones que sean y, sí, los individuos
que se creen dioses para ser matones, para ostentar poder, que Huitzilopochtli, con todo y sus Guerras Floridas y sus bacanales de sangre, era una especie de juego folclórico, que sirvió, además, como
propaganda de guerra a Hernán Cortés, coartada para hacer tierra
rasa de todo un imperio; al lado de un semillero de ojivas nucleares
y los totalitarismos de izquierda y de derecha que han asolado al
mundo en los últimos tiempos el Dios azteca no puede menos que
hacernos sonreír indulgentemente; Porfirio Díaz fue un prócer que
se preocupó por mantener el orden, la moral y las buenas costumbres, que ya nos venían desde la colonia, entre los hermanos mejicanos, amantísimo caudillo del pueblo nahuac; nuestros caudillos,
¡tantos que hemos perdido ya la cuenta!, cometieron la reverenda
estupidez de buscar el apoyo de los jerarcas de Washington cuando
en realidad estos no siempre iban a resultar eficaces como sostenedores de sus poderes de horca y cuchillo, simplemente, porque en
Washington están atrapados sin remedio en su propia trampa del
juego a la democracia; NOTA; consultar el libro IMPLICACIONES
LÚDICAS EN EL CAMINO HACIA LA DEMOCRACIA, del destacado profesor Democrático Juguetón; precisamente en una época
en que todo caudillaje a la sombra washingtoniana comenzaba a resultar arcaico y lo verdaderamente eficaz, novedoso y elegante iba a
ser un caudillo de nuevo tipo que a los clásicos atributos de bravuconería machista, culto fálico, carisma, paternalismo, matonería,
herencia de la picaresca hispana, alardes caballerescos, brujería y
mentalidad feudal, uniría unos atributos de prerrogativas de poder
absoluto científicamente justificado en la teoría, y la práctica, del
marxismo-leninismo, las enseñanzas del ínclito camarada Stalin, alguna que otra lectura de Primo de Rivera, los elementos más funcionales del nacional-socialismo alemán, el igualitarismo rasante; excepto, claro, para la Vanguardia entre las vanguardias; y una actitud
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La tabla
de beligerancia constante y vocinglera frente a los Estados Unidos,
caudillaje éste que tendría el beneplácito, y el apoyo militante, de la
opinión pública internacional y la intelectualidad; todo pasa y todo
queda, pero lo nuestro es pasar; Méjico no debe confiar en el General Porfirio Díaz, por qué toda una nación habría de confiar en un
solo hombre por muy macho, inteligente y generalote que sea; pasa-rá-ha-cien-do-ca-mi-nos, caminos sobre la mar; caminos, eso es
todo lo que necesitamos, no, no exactamente lo que necesitamos,
pero sería una gran cosa para nuestro desarrollo lúdico-democrático
que sobre la mar se tendieran muchos caminos, nadie pararía entonces a la muchedumbre que se iría por sobre los caminos permiso
permiso permiso no me empujen por favor que no me empujen y
Patriarca y generalotes se quedan solos y muy tristes porque no tienen ya a quienes mandar y entonces deciden irse también por sobre
la mar en busca de sus queridos-odiados-súbditos pero estos se percatan y hacen jugada de engaño y dan media vuelta y avanzan hacia
la Isla y entonces es que interviene Jehová y bombardea y hunde los
salvadores caminos sobre la mar y deja a Patriarca y generalotes
embarcados al lado de allá del charco que son Patriarca y generalotes los que deben permanecer exiliados de la Tierra Prometida; según las tácticas y la estrategia del Generalísimo Máximo Gómez en
los combates de la Reforma; re-for-ma, ¿reforma?, del latín reformare, transformar, corregir; que no cagar; amplio movimiento antifeudal y anticatólico que se produjo en Europa durante la primera
mitad del siglo XVI y sentó los principios del protestantismo; Reformismo, corriente política en el interior del Movimiento Obrero, niega la necesidad de la lucha de clases, de la Revolución Socialista y
de la Dictadura del Proletariado; ¿así que reformitas aquí?, morirrrrrrrrrrrrrr antes que retrocederrrrrrrrrrrrrrrr; componte, niña, componte que ahí viene tu marinero con-ese-bonito-traje-que-pareceun-cocinero; con lo que sería la primera revolución en la Historia de
la Humanidad que se haga corriendo, sobre todo, corriendo sobre el
mar, millones de Cristos sobre las olas, olas que producen Cristos,
Cristos de las olas, olas de Cristos, haciendo como que huyen y regresando a levantar un nuevo país; táctica de guerrilla marinera y
civilista con base en la Campaña de la Reforma librada por el Gene-
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Armando de Armas
ralísimo Máximo Gómez; al país habrá que comenzar a levantarlo
en las mentes, será pues una revolución mental; primer círculo, el
limbo, niños inocentes, patriarcas y hombres ilustres; séptimo círculo, primer recinto, los violentos contra el prójimo, el Minotauro, las
ruinas del Infierno, el Fagetón y los centauros, diversas clases de
violentos contra el prójimo; realmente Dante nunca supo lo que es el
Infierno; no soy un tipo selectivo, o tal vez sí, sólo que mi selección
es intuitiva, el cálculo no entra a jugar en ella para nada, la mía es
probablemente la auténtica selección, la menos prejuiciada, Oriana
llegó a mí, así, sin más ni más, una noche cualquiera en que yo estaba muy solo en la primera mesa de la última hilera del cabaret y ella
estaba en la mesa de al lado con una amiga, nos quedamos mirándonos, instante mágico, y en ese preciso instante supimos que nos habíamos estado buscando desde siempre, como si la vida, ¡o las vidas!, no fuese más que constante búsqueda sin saber exactamente lo
que se busca y que aparece un buen día y nada tiene que ver con lo
que conscientemente esperábamos, pero que algo nos alumbra y
dice es lo que habíamos estado buscando, aunque a veces pienso qué
es lo que realmente nos une, pues no tenemos comunidad de intereses culturales, o más bien, ella no tiene, o tenía, interés cultural alguno, ahora ella lee y podemos hablar de libros y de las posibles relaciones entre los personajes de los libros y nosotros, pero a veces no
sé si lo hace por puro placer o por complacerme a mí, aunque tales
sutilezas no deben preocuparme, lo importante es que lea y punto, y
si verdaderamente la lectura no le interesa y lo hace por amor, eso
dice mucho de su capacidad de entrega y al menos yo seré un eficiente promotor cultural por vía del tálamo, y entonces los influjos,
y los fluidos, de mi personalidad no son nada negativos, o al menos
no tan negativos como algunos interesadamente han pretendido, reflexión aparte, lo cierto es que me complace sobremanera que Oriana conozca de libros y cosas que personajillos de títulos y posición
social revolucionaresca no conocen, seguros como están de ellos y
de la realidad científica y simplonamente explicada, masticada, en
directrices panfletarias, sin molestarse siquiera mirar más allá del
buró y la silla en que pegan el culo cada día durante ocho horas a
realizar la ficción de que trabajan a cambio de la ficción de un salario
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y sentirse miembros útiles de la Nueva Sociedad, todo cuanto leen
está encaminado a fortalecer la tonta seguridad que padecen, a no
dejar ni un solo resquicio a la espontaneidad, a la iniciativa individual, a la suerte y al misterio, esto los hace creerse muy importantes,
y lo son, importantes mediocridades encumbradas, flamantes almacenes de mierda en dos patas; Oriana estableciendo asombrosas relaciones entre sus experiencias sensoriales de lo ya vivido, eso ya lo
dije, ya me lo dijiste, ahora pasará tal y más cual cosa, nos conocidos
otras veces en otros tiempos, eso ya lo hice o lo soñé, soñé con un
lugar y gentes que no conozco, y la teoría de la transmigración de las
almas, el ciclo del eterno retorno y el Big Bang, la eternidad, en
suma; Oriana, cada viernes una flor para la Virgen de la Caridad, la
virgencita se acuerde de nosotros y no te suceda nada, Amadís, tú
que siempre andas fuera de la ley, y algún día pueda yo volver a ver
a mi padre que un día lo obligaron a irse siendo yo una niña, ahora
tú también tienes que irte y dejas a tus hijos, y esto es como un castigo, un país donde todo el mundo deja a sus hijos, país sin padres, a
una niña le hace falta su papá y me he sentido tan sola siempre tan
sin los brazos velludos y fuertes de mi padre, tan sin nadie que dijese regresa temprano a casa o, simplemente, hoy no puedes salir, que
las niñas detestan y que me hubiera gustado tanto tener padre que me
lo dijera, me acuerdo que ya divorciado de mi madre nos venía a ver
y entonces era la gran fiesta, la gran fiesta de papi, no vivía con nosotros, pero nosotros, mis hermanos y yo, vivíamos en la ilusión de
que en cualquier momento podía llegar, y ocurría cuando menos lo
esperábamos, pum, llegaba él, con mucho dinero y a pasear para
todas partes, gente sana, sin malicia, pero que sabía muy bien cómo
y cuándo ir a buscar los pesos, suficiente para que en el año 80 la
policía le diese a escoger entre la cárcel o el exilio, eso me lo explicaba en una cartica que me dejó a mí que era la más grandecita, y
ahora, como si nada hubiera cambiado, aquí nada cambia, tú también en lo mismo, no me lo dices, pero lo sé, esto es una desgracia
para los niños, es algo que no quisiera para tus hijos, todavía tengo
clavado en la mente un fragmento de la carta; y cuando salga de los
cuatro años de cárcel, seguro me van a meter cuatro años más, porque para ellos siempre voy a ser peligroso; no sé qué peligroso podía
308
Armando de Armas
ser mi papá, siempre complaciente y bueno conmigo, y con todos,
que él tenía muchos amigos, mujeriego sí lo era y debe seguir siéndolo allá en el Norte, pero ese no es defecto malo, al menos en mi
padre no lo veo tan malo, que ya contigo cambia la cosa y quisiera
fueras mío nada más, tener esa seguridad, pensar que eso tuyo que
me da tanto placer no vaya a hacer la misma faena con otra, resulta
que una es egoísta, si no fuera así no te querría, no te me rías, bien
sé que no eres un objeto para ser de mi propiedad, te valoro por tus
condiciones, aunque por ahí digan cosas malas de ti, no me importa
la gente, siempre habla, no todas tienen la suerte de encontrar alguien que haga sentir tan bien en todos los sentidos como tú, así
fríamente entiendo las cosas, pero cuando pienso otra mujer puede
desearte me entra una furia que me roe por dentro, tú eres hombre
deseable, debes entender te quiero mío mío y sólo mío, te esperaba
hace años y no fue fácil llegaras a mí, tú y yo lo sabemos, sabemos
que nuestro encuentro no fue un encuentro, sino espera en el tiempo,
un tiempo sin memoria, no quiero ni pensar que pudieras no haber
llegado, o peor, haberme cruzado contigo en el camino y seguir de
largo sin saber que eras lo que había estado esperando, tú, amigoamante-hermano-marido-padre, todo, de pronto, una persona muchas personas, no es fácil, he sufrido, pero finalmente tú lo recompensas todo, aunque, de todas formas volverme a sentir entre los
velludos brazos de mi padre es algo que necesito, que añoro para
llenar un espacio perdido de mi niñez, no importa que ya nada sea
como antes, pero lo necesito, quiero lo entiendas y lo tengas en
cuenta si planeas algo para escapar de este infierno, yo sé, yo intuyo,
que estás en algo, y tú y mi padre juntos todo lo podrían y yo sería la
mujer más feliz del mundo, aunque digan que eso no es posible,
después que te tengo voy viendo que la felicidad no es imposible, tal
vez me haya ayudado la Virgen de la Caridad, cada viernes le pongo
una flor roja, aunque tal vez ese no sea su color, no importa, una flor
es siempre una flor y cuando le hice la promesa dije una flor roja, no
voy a cambiar ahora aunque sepa no es su color, ella es tan linda que
parece una niñita, se sabe no lo es por el niñito que carga entre sus
brazos, quisiera tener un hijo de Amadís, pero tener un hijo en este
país es egoísmo, no puedo sacrificar a ese ser, mi hijo, por la nove-
309
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dad de la maternidad, cuando tenga un hijo quiero bautizarlo, no
quiero que nazca esclavo, es un grandísimo descaro parir hijos esclavos, ¿habrá cambiado mucho mi padre?, en las fotos se ve más
joven que cuando estaba en Cuba, en las fotos aparece en un yate
muy lindo, un yate que parece un pájaro blanco, y detrás un mar
azulísimo, en una de esas fotos sostiene un enorme pez por la cola,
dice mi tío, el coronel, que seguro ese pez no lo pescó él, como tampoco son suyos el yate, ni la espléndida casona, ni el auto último
modelo, que esas cosas se las alquilan a los cubanos para que se tiren
fotos y las manden diciendo que son sus propiedades, con lo que
hacen tremendo negocio los vivos americanos y de paso nos penetran por acá ideológicamente, parece ser que esa forma de penetración suele ser muy dolorosa para las gentes como mi tío, Amadís me
ha contado que últimamente tiene un sueño recurrente en que llega
a una enorme ciudad y siente un peso muy grande en el pecho como
si algo le fuese a estallar dentro y unos incontenibles deseos de llorar
y como remordimiento mordiéndole en las entrañas y petrifica la
sangre y los órganos todos y rabia e impotencia y se percata de pronto que esa ciudad no es La Habana ni Santiago ni Cienfuegos sino
que está nada menos que en Miami y no se ha podido despedir de sus
hijos y se encuentra en medio de una calle limpia y recta y desierta
como pista de aterrizaje de naves cósmicas y un silencio de muerte
que hiere en los oídos y deseos de orinarse allí mismo sobre la absoluta limpieza, entonces despierta y se palpa y me palpa hasta tomar
conciencia de que está en la cama a mi lado, se levanta y da una
vuelta por la terraza, vuelve y me pide le pase la mano por la cabeza,
no se duerme más en toda la noche y comienza a contarme el sueño
con el ceño fruncido para parecer duro, pero yo sé lo hace para contrarrestar los deseos de llorar, esto le ha sucedido durante todas estas
noches, le preparo siempre un cocimiento de tilo e intento se lo tome
pero dice es mierda y destapa una botella de ron y se está bebiendo
hasta el amanecer para caer de espaldas sobre la cama, lo arrebujo
bien bajo la colcha y me pego a su cuerpo y cuando el sol ha subido
al centro del cielo es que despierta y hacemos el amor maravillosamente bien, pero al terminar veo su mirada perdida en un impreciso
punto y es que se está acordando de ese horrible sueño e intento
310
Armando de Armas
hablar cosas, boberías, que lo liberen de la pesadilla; yo quiero que
la ley primera de nuestra república; REPÚBLICA DE CUBA; repu
repu reputalamadre del que no piense aquí como yo, yo, y sólo, yo,
por los siglos de los siglos, amén, yo; sea la dignidad plena del Hombre; hombre que vas creciendo; crecer hacia nuevas formas de producción agropecuaria, agroindustrial, OGROINDUSTRIAL, al menos que crezca el Ogro si no puede crecer el Industrial, el Rojo Ogro
contra el Blanco Industrial, el Rojo Ogro de las siete mil cabezas;
Cabezas Altamirano; ano del Ogro, Ogro del ano, logros del ano del
Ogro orgulloso de la Utopía que alegre pía, silba, con catorce mil
lenguas como sierpes que cazan pájaros en el aire; llego ya, compañeros, el despegue económico que sólo una Revolución Socialista
podía lograr; AGRADECEMOS LOS LOGROS DEL OGRO; haremos más con menos, genial idea revolucionaria, idea que es roja y
verde como las palmas que cortaremos y arrasaremos en la más violenta guerra del Hombre contra las huestes del Reino Vegetal para el
fomento de fabulosos planes agrícolas que vendrían a solucionar la
situación alimentaria del pueblo cubano; la novela de la tierra; miles
de palmas en el aire impulsadas por el accionar de toneladas de dinamita; el hombre, embadurnado en mezcla de sudor y tierra colorada, la piel y los labios resecos, cuarteados, calcula el tiempo, hace
funcionar el mecanismo que hará estallar la carga en el tronco, entonces huye despavorido varios metros, los de la vida y la muerte,
para tirarse de bruces en medio de un pedregal, y no puede ver la
explosión que levanta una nube de polvo colorado y la majestuosa
palma ascendiendo en punta con las pencas alisadas hacia abajo
como el pelo largo de una muchacha; LAS PALMAS SON NOVIAS
QUE ESPERAN; extrañísimo cohete verde, y ya en la cumbre, enorme flecha cansada, curva con elegancia etérea, da una voltereta y cae
con estrépito; va cabalgando sobre-una-palma-herida; desmochador
de palmas es viejo oficio en extinción, lo ejecuta casi siempre un
hombre alto y flaco, machete y cuchillo a la cintura, hombre que
trepa cerca del sol; INDISPENSABLES REQUISITOS PARA EL
DESMOCHADOR DE PALMAS; no padecer de vértigos, no tener
miedo a las ranas, ni a las avispas, chipojos y alacranes que suelen
habitar en tales alturas, no ser entretenido, tener habilidad en el uso
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La tabla
del cuchillo, y, sobre todo, no creerse que por estar en las alturas es
un alto personaje, lo cual podría hacer sospechar a los alegres muchachos de la Seguridad del Estado la intención de rebajar o competir con el Máximo Entre Los Máximos; el desmochador suele ser
muy admirado, y querido, de las mujeres y se ha dado el caso de
desmochadores que se han visto obligados a trepar desnudos y a la
precipitada sobre las palmas, y permanecer allá arriba durante semanas, comiendo palmiche, en tanto un burlado marido hace molinetes
con afilado machete Gallo a la espera de que el burlador caiga de la
palma rendido por la fatiga; esa atracción fatal de las mujeres por los
desmochadores pudiera deberse al romanticismo de observar su obra
de altura, el descenso de los racimos de palmiche cimbrando sobre
una cuerda que cabalgan como raudos y verdes jinetes, antecedente
del tiovivo, y por otra parte, podría ser también que dicha atracción
se deba a los celos, al despecho y a la envidia que produce en las
mujeres el maridaje, a veces evidente, entre el desmochador y la
palma, entre el Hombre y la Diosa-Reina, entre el macho y el símbolo, entre la Bestia Bípeda y la Bella, vuelta a los matrimonios arbóreos del comienzo de las eras, patética boda que se inicia con el
ajuste de las trepaderas y el amarre del desmochador a la palma,
afincamiento del pie en el tronco y el abrazo posesivo para el ascenso bamboleante y peligroso mientras que la esbelta aúlla y gime de
placer mediante sus pencas en las límpidas alturas, placer que llega
a su climax con el fin de la faena y el desmochador recostado al
tronco de la reina palma como pidiéndole perdón por tanta osadía, y
en no pocas ocasiones con dicho desmochador estrellado contra el
filo de una roca o suspendido, en el mejor de los casos, sobre una red
de bejucos del monte como si fuese una especie de bandera gimiente; presintiendo todo eso es virtualmente imposible que las mujeres
no estén fatalmente atraídas por los caballeros desmochadores, de
ahí se explica que con la visita de un desmochador sean las mujeres,
junto a los cerdos y los niños, por diferentes razones, claro, las más
alegres y dispuestas, y también las más tristes; Amadís y Urraca
habían conocido a dos muchachas la noche anterior en el dancing de
la playa, en Rancho Luna, al otro día temprano se encontraron con
ellas bajo unos cocoteros en la misma playa y, como era costumbre
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Armando de Armas
entre ellos, siempre que hubiera, se pusieron a beber alternativamente ron y cerveza, el ron para la nota fuerte y la cerveza para refrescar
el gaznate, así, además, lograban la embriaguez requerida con menos dinero, aunque para esa época el dinero no constituía, al menos
para Amadís, precisamente un problema, ya que su control en el
mercado negro había venido aumentando en los últimos tiempos; el
día era soleado y las rotundas muchachas en tanga eran elemento
más que suficiente para hacer sentir bien a los amigos, es más, para
que en ese preciso instante no sintiesen deseos de pedir más a la
vida, además, allí estaba el mar, siempre el mar, pero no como una
cotidianidad más, como suele suceder, sino como lo que realmente
era, un milagro, un privilegio, una grandiosidad al alcance de los
ojos y el cuerpo, algo que había sido causa de incontables guerras
entre pueblos por la necesidad o el deseo de abrirse paso hacia Él,
inmutable, movedizo, tempestuoso, génesis, principio y fin, serpiente que se muerde la cola, serpiente de aguas, aguas serpentosas, un
mar viejo, el mar que aquí veis es el mismo en las costas de la Florida que en las costas de Cuba, o en las de Asia, ¿Asia dónde va el
mar?, no, el mar no va, ni viene, el mar lleva y está, simplemente
está, ES, metáfora de Dios, Dios mismo, amigo y traidor, cementerio
de barcos corsarios y piratas, de galeones españoles atestados de
barras de oro y plata y añejos vinos, barcos cargados de esqueletos
que una vez fueron bellas damas y honorables caballeros, empedernidas prostitutas y truhanes de marca mayor; el hombre marinero no
se debe casar; bajo el mar pudiera estar sepultada la Atlántida, ¿quiénes fueron los atlantes?, ¿por qué desaparecieron?; porque al saltar
al barco lo pueden engañar; es bueno tomar cervezas y mirar al mar
y tirarse entre sus olas cuando ya las cervezas te han pintado el mundo de rosado, es como si la misma madre de uno lo volviese a acoger
en su vientre, o entre sus brazos cuando uno llega totalmente borracho a casa y dejarse ir y nada importa y es tan inmensamente rico
estarse así entre las olas que te cubren y te llevan para el fondo y
después flotar entre manchas de atún y petróleo un punto en la inmensidad perdido en la inmensidad que mira casitas blancas en la
línea también blanca de la costa cazasubmarinos cazando el submarino amarillo capitaneado por el honorable capitán Nemo y entonces
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La tabla
el gran Ernest Hemingway como si fuera de safari por el África persiguiendo submarinos alemanes por todo el mar Caribe y Cuba la
islita caimán declarando feroz guerra a Alemania y Hitler y sus generales que no la encuentran en el mapa y Batista vendiéndoles petróleo a los submarinos alemanes y los camaradas comunistas apoyando a Batista y yo tomándome una cerveza y mirándole las
rotundas nalgas de dulce bahía a la pepilla que se ha acostado a mi
lado en la arena, de ella sólo sé lo que hubo de decirme anoche en el
dancing y que anteriormente había dicho a un amigo mío que yo le
gustaba y quería conocerme, sus nalgas invitan a cabalgar montura
sin estribos, cabalgar sin bridas, bridas de espumas, espumas entre
sus piernas, olas que vienen y van entre sus piernas, entre sus muslos
pendejudos, afeitados hasta la mitad en un corte que me la erecta
nada más que de mirarlo, espumosas olas que le penetran la tanga y
la concha y dejan en ella sedimentos de los mares del mundo, algas,
diminutos peces muertos y algo de la inevitable contaminación ambiental; si-este-amor-nació-de-una-cerveza; la cerveza debiera venir
a las casas por tubería como el gas y el agua; gobernaré siempre y
siempre tendré al pueblo alegre; ¿y cómo?; con cerveza, un pueblo
con la barriga llena de cerveza y papas fritas es incapaz de irse a la
revuelta; otra-cerveza-beberé-para-olvidar; esta noche me la templaré, jugaré a la ruleta rusa, morir de SIDA es morir de amor, Amor
en tiempos del SIDA, de Amadís García Márquez, el impuro amor
de los puros y constantes amadores; un-amor-que-surge-en-unamesa-entre-espumas-se-debe-sepultar; dicen que cada estrella es un
sol y cada sol una galaxia como la nuestra y no veo por qué tengamos que ser los únicos ocupantes del Universo, los lindos, los escogidos de Dios para habitar el macrocosmos, los elegidos de su gracia, bastante jodidos estamos para que seamos los únicos, y, además,
si estuviéramos solos entonces el poder de Dios no sería tan infinitamente grande como seguramente es, diversos soles como diversos
mundos, una horrísona explosión con una luminosidad como de mil
soles juntos, ellos, los habitantes de esos ignotos mundos va y están
viendo ahora que anochece y estoy medio borracho y me dispongo a
hacerle obra de varón a la pepilla y la pepilla se deja resbalar la tanga por su tersa piel y estamos los cuatro solos y Urraca hace saltar
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Armando de Armas
una teta de negro pezón abultado a la suya y comienza así la batalla
sobre las arenas donde ha de correr la sangre blanca y espesa de los
caballeros y hacemos la apuesta a ver quién resiste más en el combate y en la apuesta va una caja de cervezas para el ganador que
nunca en la historia de la caballería hubo competencia más atractiva
y de más arte y mi pepilla mira para ellos y la de Urraca para donde
estamos nosotros en tanto Urraca y yo hacemos lo mismo puesto que
la solución a la imposibilidad de verse uno mientras tiempla está en
templar mirando a otra pareja templar o a varias que en esto no tienen por qué existir límites excepto los que uno mismo se imponga y
deja que los puritanos y los impotentes y las religiones judeo-cristianas y las sociedades pro buenas costumbres y las Brigadas de Respuesta Rápida y los Comités de Defensa de la Revolución en lucha
contra el SIDA y los convencidos de la planificación familiar marxista-leninista y los feos y envidiosos y las frígidas y las compañeras
de la Federación de Mujeres Cubanas y la Unión de Ex-combatientes del Miembro Amputado en las Guerras del África y la Sociedad
Protectora no de animales sino de madres solteras digan enfurecidos
es PROMISCUIDAD que mientras tanto nosotros gozamos muchísimo y manera de sentirme bien caballeros y manera de gustarles la
pinga a las locas éstas y ahora resulta estoy clavando a la de Urraca
y Urraca hace otro tanto a la mía y me niego creer que a supuestas
inteligencias en otras galaxias no les guste semejante despelote y
aquí viene muy bien el término despelote porque la cosa es como
desenrollar una pelota de hilo y el hilo está formado de prejuicios y
tabúes y complejos y soledades que somos e intentamos disminuir lo
soledades que somos así como también intentamos disminuir el frío
y neblinoso vacío sideral que nos corroe por dentro y nos convierte
al Urraca y a mí en una suerte de artistas sexuales barrocos y si ellos
en las otras galaxias han llegado a un estadio tal de desarrollo que lo
hacen por control remoto allá ellos con su condena y que me perdonen si es que además de verme me pueden oír pero no estoy dispuesto a renunciar a la libertad; ¿libertad?; se produce un salto del reino
de la Necesidad al reino de la Libertad; y la necesidad hace parir jimaguas, cosa que viene a explicar la explosión demográfica que
amenaza a los países del Tercer Mundo; el clérigo Malthus muy pia-
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La tabla
doso y recogido en sus hábitos pidiendo perdón al cielo por cada uno
de sus pausados movimientos que él considera como irreparables
actos de violencia, con una sonrisa beatífica, mientras desata guerras, epidemias, terremotos, volcanes en erupción, olas de terrorismo, rompe matrimonios y condena a la esterilidad a las mujeres anglosajonas, todo ello para salvar a la humanidad de convertirse en
una enloquecida jauría canibalesca; el fin justifica los medios; los
muertos de la reconcentración de Weyler y los muertos de la colectivización de Stalin no importan, no importan, si al final ganan la
integridad española y la causa del proletariado mundial; y las cosas
queridos amiguitos, de pinga queridos amiguitos, hay que cortarlas
por lo sano y si la tal Necesidad hace parir doble el problema consiste en eliminar a la tal Necesidad que es una puta muy vieja y muy
mala y que como puta y como vieja y como mala que es sabe mucho
y nació en una cueva sin nombre una noche de invierno en que chiflaba el mono y un rey-brujo-artista pintaba en las paredes la figura
del rinoceronte que el clan deseaba cazar al día siguiente porque
llevaban no sabían cuántas lunas alimentándose de raíces y algo
muy persistente les punzaba la barriga y el rinoceronte había escapado a todas las encerronas que le habían tendido, mientras el resto del
clan dormía apiñado en torno a la hoguera de maderos resinosos que
mezclaban su olor al de las grasas corrompidas, en una promiscuidad tal de machos, hembras, viejos y niños que milenios después
harían poner el grito en el cielo a los inclaudicables defensores de la
moral cristiana, el rey-brujo-artista; ¿multioficio ya en época tan remota?; combina colores y traza líneas en un esfuerzo sobrehumano
por ser fiel a la figura del animal, que sólo así existirá y que sólo así
se dejará atrapar, un niño saca la cabeza de abajo de las pieles que lo
cubren en un intento por evadir el olor de un sonoro pedo y una mujer se queja y recoge un pie que ha estirado y quemado en la punta
del dedo gordo con un tizón ardiente; ahora mientras tiemplo veo el
rastro que hemos dejado en la arena yo y la pepilla que estaba conmigo hace unos instantes arrastrándonos para llegar hasta donde
Urraca y su pepilla y cambiar como el chucho cañero cambia el tren;
frase ésta que refleja cómo a pesar de la penetración ideológica del
enemigo todavía Amadís conserva reminiscencias de la base econó-
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Armando de Armas
mica fundamental de su entorno, con lo que se demuestra una vez
más la validez de la teoría marxista; es un rastro muy extraño como
sólo puede hacerlo la bestia de dos espaldas, y no dudo que los seres
de otros mundos se pregunten acerca de esa metamorfosis en que
dos seres se hacen uno, si pudiera les explicaría, y si entre ellos hubiese hembra les explicaría mediante una clase práctica, la práctica
es el criterio de la verdad, al decir de Lenin, pero ya en la noche nos
meteremos en el dancing de la playa y se nos agotará el dinero, tomaremos sólo agua mineral Ciego Montero, y eso nos salvará, no
estaremos borrachos, sino lúcidos ante lo que viene, porque dos amigas de las pepillas locas nos llevarán con ellas en una guagua en que
viajan con dos compañeros de trabajo, y va a resultar que los compañeros de trabajo, haciendo dejación de los sólidos principios colectivistas que deben regir la actuación de nuestra gloriosa clase
obrera, intentarán violarlas y entonces Urraca y yo como buenos
quijotes que somos; bueno, que soy, pues por el físico Urraca es más
bien un Sancho Panza; lo evitaremos, y uno de los tipos le dará un
bofetón a una de las muchachas, en tanto yo me le meteré por debajo y le daré al tipo un eficaz estrellón contra el escalón de la guagua,
el tipo sacará un machete de no sé dónde, y yo correré hacia la cuneta a la búsqueda desesperada de una piedra o gravilla o cagajones de
caballo, algo contundente con qué defenderme o al menos con qué
cegarlo, pero nada, no aparecerá nada, no aparecerá nada, nada,
mientras Urraca correrá despavorido por medio de la carretera, sin
buscar nada, o buscando poner la mayor distancia posible entre él y
el caballero del machete, entonces el caballero en vez de perseguirme a mí perseguirá a Sancho, digo, a Urraca, y yo, como en las películas cómicas, le caeré a su vez detrás al del machete, y haciendo
uso de las tácticas guerrilleras aprendidas de nuestra Historia, lo
atraparé por la espalda y le aplicaré una doble Nelson, y resulta ser
que dicha llave es muy efectiva para inmovilizar al enemigo, pero
inofensivo y todo el machete quedará todavía en su poder, y no podemos asegurar haber desarmado a un caballero si el susodicho caballero sostiene aún el arma en su mano, no me quedará entonces
más remedio que ¡Urracaaaaaaaaaaaaaaaa! y el grito se perderá en la
carretera, ¡quítale el macheteeeeeeeeee!, y Urraca irá casi llegando a
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La tabla
Cienfuegos, ¡qué manera de correr, caballeros, qué manera!; sí, eso
somos, caballeros, caballeros andantes en bicicleta china, sobre todo
ahora que llegó la era luminosa donde la bicicleta ha venido a constituir una verdadera revolución en la rama del transporte; entonces al
fin Urraca se dará cuenta que el tipo ya no va tras él y regresará para
quitarle la espada que tomaré yo en mis manos y le diré al tipo ¡arriba que esto es directo para Cienfuegos! y no llamamos a la policía
porque somos hombres y no creemos en la ley; elementos antisociales intentan desviar un avión de Cubana hacia Miami y no lo logran
por la entereza y valentía del piloto y la tripulación que prefirió caer
en el mar antes que ceder a las amenazas de los antisociales que
fueron muertos en el acto por la actuación decisiva de un miembro
de nuestro glorioso Ministerio del Interior que sacó su pistola y abrió
fuego sobre los maleantes; un lumpen desvió una guagua de La Habana para Varadero y pidió que le pusieran un bote con gasolina o
volaba la guagua y a sus pasajeros con dos granadas y la acción valiente y decidida de un miembro del MININT impidió el vandálico
acto con dos disparos de pistola a la cabeza del tipo; desviar un
avión con un machete viene siendo algo así como la repetición de las
hazañas de nuestros mambises, pero en el aire, y sería hacer justicia
al intento mambí de bombardear con un avión de pedales las posiciones españolas en la Trocha de Júcaro a Morón; como el gallo de
Morón sin plumas y cacareando; cosa más grande que el gallo sea el
símbolo del machismo y que a alguien que le digan picha de gallo
muy bien puede coger una soga y ahorcarse; aunque los mambises
que se enfrentaron con armas casi rudimentarias a uno de los ejércitos más modernos del mundo de la época; ¿sería verdad eso o es
simplemente parte de nuestra retórica del heroísmo?; no debieran
ver con buenos ojos la consumación de un hecho terrorista en pleno
vuelo de un avión de pasajeros que entre ellos los había como Maceo
que consideró el uso de la dinamita como una falta de ética guerrera
ante el espectáculo de jóvenes rayadillos desmembrados sobre la
hierba de Guinea en un potrero minado, lo que no tiene por qué extrañarnos si tenemos en cuenta que en la modernidad un general
puede ser un tipo gordito, calvo y miope, sentado detrás de un buró
atestado de mapas y rodeado de sistemas computarizados, y no es
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Armando de Armas
que los generales de antes fuesen precisamente una belleza pero debían tener ciertas cualidades físicas, y hasta morales, porque las guerras no eran a las escupidas que para mí, ¡hasta ahora!, son las mejores guerras que se han inventado, ya que por ejemplo, al que le metan
un escupitazo en un ojo pierde y sale del combate y tiene que hacer
dejación de los territorios ocupados o de la ideología que defendía,
aunque, déjame decirte una cosa, si no existieran las guerras tal y
como las hemos conocido hasta ahora en su esencia exterminadora
fuera otra la historia de la Literatura y el Cine, además de que sería
una historia bastante aburrida, y como es lógico suponer estaríamos
privados de gran cantidad de obras que son verdaderas joyas del
arte; lo que son las cosas, la puta que defendí a expensas de que me
volaran la cabeza de un machetazo está aquí en el cabaret del brazo
de un intelectual y no me saluda y ni siquiera me mira y menos parece acordarse que pudieron haberme matado por defenderla a ella,
quisiera ver qué haría el intelectual en un caso así, tal vez va y dice;
¡ay, no, inconcebible, no se la tiemplen a ella, tiémplenme a mí que
para algo soy el caballero y por lo mismo dispuesto estoy a sufrirrrrrrrrrrrr, ay, a sufrirrrrrrrrrrrr cualquier cosa por mi dama!; tal vez
hice aquello porque pudiera ser cierto que todos llevamos dentro
vocación al heroísmo y es verdaderamente hermoso esto de arriesgar la vida por alguien aunque ese alguien sea una puta y después ni
te lo agradezca porque pensándolo ella es muy fina y muy bien y
sólo puede codearse con gentes como ella y no con elementos de
tendencias claramente manifiestas del bajo mundo que va y a lo mejor se metió en el lío porque a tipos así les gustan los problemas y no
por ayudarla a una ni la cabeza de un caballo, especie de aventureros, o de locos o qué sé yo; comprendo la necesidad de los caballeros
andantes de tener una dama para ofrendarle su amor y dedicarle sus
aventuras y hazañas, caballero sin dama no es caballero completo, es
más, no es nadie; más halan dos tetas que dos carretas; aunque la
dama, todo puede suceder, aprovechando una noche en que el caballero duerme en vísperas de lanzarse a larga guerra contra pueblos
herejes en sabe Dios qué remotas tierras del Diablo, se levante sigilosamente y robe la llave del cinturón de castidad y la lleve diligente
al cerrajero del castillo, alcahuete y picardo, para que le haga un
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La tabla
duplicado que ocultará con celo a la espera de darle el uso adecuado;
pero, así y todo, el caballero que cae de su caballo ensartado por
certera lanza no puede menos que tener una casta dama, un ideal, a
quien invocar en el momento postrero, cuando se espera muera por
un rey que no ha visto en ninguna de las batallas libradas en su nombre, y en el de Dios, por supuesto, y por llevar la Fe Cristiana a unos
herejes que demasiado bien se sienten con sus satánicas idolatrías,
tanto que llegan al punto de matar y dejarse matar por tal de conservarlas; un escritor que ha escrito y publicado muchos libros, orondo
con su puta del brazo, escritor con la revolución todo, contra la revolución nada, escritor nada problemático, nada revoltoso, nada anarquizante, nada indisciplinado, muy formalito, desprovisto de individualismo, o individualidad pequeñoburguesa, que cumple
rigurosamente con lo establecido, guardián de la norma, de personajes nada contradictorios, planos, asépticos como el escritor, libres de
caer en tentación, o cayendo en tentación para rectificar después sabiamente, revolucionariamente, que la palabra de orden es rectificar
para continuar en este Proceso de Ratificación de Errores y Tendencias Negativas, sin excentricidades, ni modismos extranjerizantes,
una persona buena y sencilla que no le gustaría verse complicada en
feos asuntos, que dice poemas moderadamente eróticos después de
haber bajado unos tragos de Havana Club, unos tragos nada más,
porque hay que mantener la compostura proletaria y permitirse sólo
la pequeña rebeldía de ciertas libertades con su puta que tampoco lo
es tanto pues nunca se ha visto en la necesidad de jinetear o al menos
no con marinos mercantes pakistaníes aunque tal vez sí con algún
decadente embajador francés que eso no es jinetear sino amor o comercio de altura; EL EROTISMO NO ESTÁ PROHIBIDO, SIEMPRE QUE SEA COMEDIDO, RESPETUOSO DE LA MORAL
COMUNISTA, NO PODEMOS PROHIBÍRSELO AL MÁS ERÓTICO, PERO TAMBIÉN HEROICO, DE LOS PUEBLOS; un escritor de personajes sin cojones para ir por el mundo reventando botellas contra el pavimento y las paredes, o lanzando piedras contra las
vidrieras de las tiendas del pueblo; excelentes vidrieras sin pretensiones consumistas como corresponde a nuestra sociedad, decoradas
con banderolas rojinegras del 26 de Julio y las siglas PCC, que quie-
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Armando de Armas
ren decir, vaya para mis posibles lectores internacionales, Partido
Comunista de Cuba, trabajadas en metal semejante al oro; personajes castrados que no saben siquiera lo que se pierden con abstenerse;
VOTO DE ABSTENCIÓN; de reventar botellas o romper vidrieras,
se siente una extraña sensación de júbilo y realización y poder al oír
la explosión y ver el rosario de vidrios espejeantes a la luz de la luna,
que no del sol, pues se supone que actividades tan poco ortodoxas
requieran de la cómplice nocturnidad; iré por el mundo como caballero rompedor de botellas; el mundo en una botella; el barco dentro
de la botella; náufrago que en una lejana y desierta isla del Pacífico
tira la botella al mar con el mensaje; favor de compadecer a este infortunado náufrago y no importunarlo con lanchas de salvamento;
qué posibilidades reales tendrá esa botella de llegar a una mano receptiva, teniendo en cuenta los arrecifes y la marejada y la cantidad
de gentes que encuentran una botella flotando en la playa y la lanzan
mar adentro sin tener en cuenta que en ella podría venir un desesperado mensaje; a mí me hubiera gustado escribir Robinson Crusoe; el
Diablo suele habitar en las botellas; lo esencial en el escritor es domesticar al Diablo, o dejarse domesticar por el Diablo, probablemente por ello lo demoníaco tiene atracción irresistible para ciertos
escritores, quizás también porque el Diablo fue el Primer Escritor
Disidente del Escritor Absoluto; Yo, EL SUPREMO, prohíbo la publicación de su obra porque es subversiva, sí, ya sé, es cierto que su
obra no incita a la violencia, pero incita a la pasividad y a la indiferencia, o no, tal vez no incita, sino que sugiere un estado Nirvana
que no es el más conveniente en nuestras condiciones de un enfrentamiento ideológico feroz con los enemigos de clase; el escritor es
un sadomasoquista en comercio carnal con la Literatura; en cualquier momento voy y le meto el dedo en el culo a la puta para que se
muera de envidia el orondo escritor, que no es escritor de provincia,
sino escritor nacional; CLASIFICACIÓN DE ESCRITORES; escritores de la cuadra, escritores de la circunscripción electoral, escritores del municipio, escritores de la provincia, escritores de la nación
y escritores del internacionalismo proletario; la Literatura es arte de
elites pero nosotros la vamos a proletarizar como también vamos a
literaturizar al proletariado; el escritor en la torre de marfil, torre de
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La tabla
Babel, torre de Pisa y torre de Iznaga, las torres son expresión de la
prepotencia de los hombres, del ardiente deseo de ver más allá de
dos palmos de sus narices, de estar más cerca de Dios; valedera es la
unión de una puta con un escritor, teniendo en cuenta las gradaciones, porque hay escritores auténticos y auténticas putas, suponiendo,
por supuesto, que la autenticidad exista, existo luego pienso en la
autenticidad, pienso en la autenticidad luego existo, pienso en la
capa estrellada de la Virgen de la Caridad como metáfora del Universo, Magna Mater, virgencita tan universal y tan de arroz con frijoles, tierna madre que besa la corona de espinas a la cabeza del
Mesías, méceme mucho dulce amor mío, méceme suave en la hamaca a la brisa que viene del cañaveral al mediodía, quiero dormir y no
morir en la cruz, cruz buena y mar de espuma, arena fina y la cruz,
huir como el Diablo a la cruz, campo de cruces para el altar de la
patria, patria o muerte venceremos, escritor de patria o muerte, socialismo o muerte, muerte o muerte; LA PATRIA LIBRE, semanario
democrático-cosmopolita, precio, veinte centavos; anaman anaman
anaman con chévere camina como chévere; el Chévere no fue el 7 de
diciembre a recibir su medalla de combatiente internacionalista, ni
se le ocurre verse como los generales soviéticos todo cubierto de
condecoraciones y entorchados; CONSEJOS AL CHÉVERE; mira,
Chévere, acéptala, una medalla es siempre un honor, y si ganada en
combate más todavía, ya que te arriesgaste no puedes menos que
aceptar la gratificación moral que ofrece la sociedad, el pueblo, el
Partido y el gobierno a los que como tú arriesgaron sus vidas por
pueblos hermanos, lo contrario es una falta de tacto tuya, cuando
sabemos te la tienes merecida; la medalla no dice nada, o al menos
no me dice nada a mí, quiero aunque sea la libertad de no aceptar esa
medalla, de negarme a recibir honores, tristes honores, mi mayor
hazaña en Angola fue matar un mono y no veo ninguna gracia en ser
condecorado por matar un mono, manada de monos maniatados es
lo que somos, habría que darle una medalla al Escoria junto a mí,
sólo así aceptaría la chatarra esa, también habría que condecorar a
los monos, sobre todo una medalla, post mortem, para el mono que
acribillé a balazos, una medalla no resolvería la carga que llevo dentro, carga de odio, o de alegría por no haber regresado forrado en
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Armando de Armas
elegante traje de madera, pero de todas formas odio por igual a los
FAPLA y a los UNITA y sobre todo a los hijos de puta que me mandaron para allá en nombre del internacionalismo pero no van ellos ni
mandan a sus hijitos, pero más odio a mí mismo, el más cabrón de
todos los odios, me lo merezco por haber ido a una guerra a hacer el
héroe del internacionalismo proletario y contra la propiedad privada
y el imperialismo yanki, en un país donde no hay proletariado y
donde los únicos yankis estaban protegidos por nuestras tropas en
compañías petroleras, de manera que los comandos de la UNITA no
les hiciesen daño alguno, pero sobre todo me odio por no haber pedido asilo político en Gandhes al regreso de la misión, el deseo de
ver a mis hijos no me dejó tomar tal decisión, aunque tal vez debí
hacerlo precisamente por ellos, y para colmo ahora la mujer, la madre de mis hijos, se quiere divorciar, me he vuelto celoso, bebo mucho y me da por pensar que mientras estuve en Angola ella pudo
bailarse un tipo, no hay evidencia alguna, pero me digo que simplemente pudo hacerlo muy bien hecho, el crimen perfecto, bebo y le
doy golpes y los muchachos miran y lloran, aunque ya sólo miran, al
pasar la borrachera se me cae la cara de vergüenza, más cuando sé
que en las escuelas les dicen que su padre es un héroe internacionalista y que ellos como pioneros debieran seguir mi ejemplo, y por mi
madre, no quisiera que ellos fueran la clase de héroe que yo he sido,
sino que sean hombres sencillos y que eduquen a sus hijos mejor de
como yo lo he hecho con ellos, pero resulta que el héroe que soy no
tiene cojones para hablarles claro, miedo a las dificultades que vayan a tener mañana en este país, eso me hace odiarme más pues me
fui al África a probar mis cojones pero parece que allá los perdí; el
Boba es una especie de paria, juguete de las circunstancias históricas, o juguete de las circunstancias que él mismo se ha creado, quizás todos no seamos más que eso, creadores de nuestras circunstancias, eterna revolución que se hace y deshace por los siglos de los
siglos, revolución dentro de la revolución, ciclo de afirmación-negación-afirmación, así, en el mismo instante en que un líder y sus
adeptos comiencen a conspirar para hacer una revolución ya estarán
creando las premisas, los gérmenes, que darán lugar al surgimiento
de la revolución que los destronará a ellos, por lo que entonces la
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La tabla
muerte no sería precisamente lo contrario de la vida, sino más bien
el intervalo, el descanso, la calma, el justo tiempo para que surja otra
vida, o la misma vida más perfeccionada, o igualmente imperfecta,
o atrozmente más imperfecta, es decir, nada es esencialmente diferente a nada, los contrarios se oponen y se complementan, quizás la
intuición de dichas verdades explican el miedo cerval que sentía
Amadís siendo pequeño ante esos seres contrahechos, de cabezas
desproporcionadas, cuerpos endebles, mirada vacuna, jorobas de camello y rostros deformes como horribles caretas, era como si esa
atroz visión de humanidad le mostrase lo que un día fuimos o la
anticipación de lo que un día seremos; el desarrollo de las Fuerzas
Productivas trae consigo el desarrollo y fortalecimiento del proletariado, con lo que paradójicamente la burguesía cava su propia tumba
y el proletariado se convierte en su sepulturero; DRAMÁTICOS
ACONTECIMIENTOS EN EUROPA DEL ESTE HAN DADO AL
TRASTE CON EL LLAMADO CAMPO SOCIALISTA, CAMBIOS QUE SE HAN VISTO OBLIGADAS A ACEPTAR LAS CÚPULAS GOBERNANTES DEBIDO A LAS EXIGENCIAS DE UN
AMPLIO MOVIMIENTO DE MASAS EN EL CUAL EL PROLETARIADO HA JUGADO UN PAPEL PREPONDERANTE; MILES DE MANIFESTANTES EN MOSCÚ RECLAMAN MÁS DEMOCRATIZACIÓN Y LA PRIVATIZACIÓN DE LA ECONOMÍA;
canta el coro; quién lo diría quién lo diría como eras y como eres;
resulta que lo preocupante ahora es que va y en las transformaciones
que han terminado con el monopolio del comunismo está el germen
de futuras transformaciones que quieran volver con la misma cantinela de la dictadura del proletariado y la construcción del futuro luminoso; por tanto yo que he logrado el distanciamiento desde esta
oscuridad neblinosa de humo y aguardiente etiquetado como Havana Club, que he comprendido cosas, que nada humano me es ajeno
porque llevo un dios dentro, quizás un pequeño dios, pero un dios,
que un dios es siempre un dios no importa de qué tamaño, que soy
uno y muchos, compacto y diverso, bueno y malo, aristócrata cuya
sangre entronca con los duques del Agua Tibia y los alcoliteros del
barrio de San Lázaro, hembra y macho, demócrata y fascista-comunista, rebelde y aguantón, guapo y pendejo, les voy a dictar una me-
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Armando de Armas
dida inviolable, una vez sometida a votación y aprobada en la próxima reunión de la ONU, que consistirá en la creación de un país como
Museo del Comunismo, al cual tendrán acceso libre, gratuito, que no
todo tiene por qué ser economía de mercado, todos los ciudadanos
del mundo para que puedan constatar con sus propios ojos las bondades del sistema, pero a su vez los ciudadanos del país escogido no
podrán salir, en misión de ningún tipo, a los demás países del mundo, no vaya a ser que en dichas salidas se dejen influenciar por el
putrefacto mundo exterior y debido a esa influencia hagan una revolución que nos joda el museo, ese país-museo, propongo, pudiera
muy bien ser la siempre fiel isla de Cuba; no, noooooo, protestamos,
que ya Cuba tiene bastante; a ver a ver, vamos a oír a los que protestan, cubanos, ¿no?, ¡ah!, claro, por supuesto, continúen; no estamos
de acuerdo con que Cuba sea esa reliquia histórica y proponemos
que sea Estados Unidos quien asuma dicho papel; pero un momento,
un momento, eso es inaudito, en Estados Unidos hay toda una tradición democrática y de lucha a favor de la democracia en el mundo
como no la tiene ningún país aquí, además de que instaurar allá el
comunismo sólo sería posible con una revolución y el conocido derramamiento de sangre y la destrucción que eso conllevaría, algo
terrible; bueno, vamos por puntos, ¿OK?, en primer lugar, mira, si
como tú dices, ellos, los Estados Unidos, son el campeón mundial en
la lucha por la democracia y además, sus perfeccionadores, qué de
malo tendría, entonces, que hicieran un aporte, un último sacrificio
a favor de la democracia, sacrificando, precisamente, sus conquistas
en ese sentido para que siga floreciendo en el mundo, y mantener
para sí, que nada está desprovisto de interés, el status de defensor
primero de la democracia, bien ganado por cierto, ante la comunidad
internacional, aunque sea ofreciéndose como cabeza de turco, es
más, creemos que dejar a Estados Unidos como reliquia de lo que
fue el comunismo o como espantapájaros del fantasma comunista
surtiría mucho más efecto que dejar a un pobre y pequeño país, sería
mucho más demoledor y dramático y aleccionador, pues en el caso
de países como Cuba siempre cabría la justificación de las incidencias del pasado colonial bajo la égida de una metrópoli atrasada y
más rapiñadora de riquezas que propiciadora de un desarrollo, y la
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La tabla
pertenencia al llamado Tercer Mundo; TERCERMUNDISMO,
mundo tercero, tercer canto del gallo, tercera dimensión, a la tercera
va la vencida, ciudadanos de tercera, compañeros de tercera, tercermundistamente comprometidos; mientras que si instauramos el museo en una nación como Norteamérica no habría entonces peros que
valgan ante el desbarajuste económico y la bancarrota moral que se
cernirían sobre una sociedad ha poco con sus indiscutidos vicios
pero con sus indiscutidas virtudes de progreso, por tanto, mi propuesta es, desembarquen en territorio de los Estados Unidos las
fuerzas de la ONU e instauren a sangre y fuego, si fuera preciso, un
estado totalitario de corte estaliniano; OJO; lo del ano es pura coincidencia en dicho vocablo, no hay dobles intenciones; con el noble
fin de salvaguardar para siempre la Democracia Universal y evitar,
de manera radical, es cierto, la continuación del ciclo revolucióndemocracia-revolución, y así probar, aunque sea con opuestos objetivos, aquella tesis marxista del surgimiento de la Revolución Socialista en aquellas naciones de más desarrollo de las Fuerzas
Productivas, pero, creemos, no obstante, no sean necesarios tales
alardes de fuerza y destrucción, pues confiamos en la voluntad democrática de los aquí presentes, fundamentalmente en la voluntad
democrática del pueblo y el gobierno de los Estados Unidos, para
una vez llevada a cabo la votación aceptar disciplinadamente la voluntad de la mayoría; ¡permiso, permiso!, necesito hablar como representante de la otra parte, lo que usted y sus seguidores pretenden
es absolutamente descabellado e improcedente y antidemocrático,
sí, antidemocrático, porque en el supuesto de que sus propuestas
sean mayoritariamente aceptadas, ¿por ventura, no estaríamos sometiendo una minoría a los dictámenes de una mayoría?, ¿y todo lo
que dicta no tiene un elemento dictatorial, inclusive, una aburrida
maestra que dicta sus lecciones en una perdida escuelita rural?, ¿no
estaría esa democracia que usted proclama, y en nombre de la cual
vocifera, minada de origen por el germen de la dictadura?, no, no
quiero respuesta alguna, simplemente los Estados Unidos no pueden
acatar una decisión que acabaría con el sistema de democracia representativa en su territorio, a cambio de que en el mundo a más nadie,
nunca, se le ocurra jugar al comunismo, sería el absurdo, lo grotes-
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Armando de Armas
co, que sólo vendría a demostrar, en caso de que se impusiese tal
decisión, una vocación suicida que el positivo pueblo de los Estados
Unidos de Norteamérica estaría muy lejos de poseer, no la aceptará
el pueblo norteamericano, no la aceptará el gobierno, no la aceptará
el Pentágono, ni nosotros, los aliados del más poderoso país de la
tierra, así que, nuestra posición queda clara; pero oigan eso, ¡oigan
eso!, representantes de estados soberanos de todo el orbe, que hemos
luchado y que durante todas nuestras vidas hemos tenido fe en las
ideas y principios democráticos, con la que se viene el representante
de la otra parte, es simple y llanamente, inaudito, i-nau-di-to, monstruoso, como descubrir de pronto que la madre de uno es una prostituta y que de ella no puede esperar nada, una madre o un dios por el
que se han soportado cárceles, privaciones de todo tipo, humillaciones, torturas y abstinencias, la gran estafa, así como así, sin más ni
más, no puede ser, nos resistimos a que nos maten la esperanza que
es lo único que tenemos, y si la democracia más que una realidad es
una ilusión, nos negamos rotundamente a perder dicha ilusión, porque con ella desapareceremos nosotros también, creo, el representante de la otra parte ha hecho gala de una prepotencia que quiero
pensar es sólo fruto de su mente enferma y no de un estado de opinión generalizado entre los integrantes de la otra parte, quiero pensar que es un advenedizo, que no tiene apoyo, que sus opiniones han
vertido tanto horror entre los integrantes de la otra parte como entre
nosotros, que no va a suceder lo que él dijo y que el cónclave va a
adoptar, sin dilación, la voluntad democrática por dura que ésta sea,
de lo contrario, no nos va a quedar más remedio a nosotros que regresar en nuestros respectivos países a las formas de gobierno anteriores a la modernidad, es decir, a la Monarquía, porque quiero expresar aquí, vendría a resultar, entonces, el único poder que se
muestra sin subterfugios ni edulcoramientos, tal cual es en su forma
bruta, primitiva e ingenua, sosteniéndose en dicha fuerza por el
mandato divino, así de sencillo, sin complicaciones ni monsergas
que no han hecho más que llenar el cerebro de humo a las masas,
ansiosas de nuevos y exóticos mitos, y muchas veces a los propios
líderes, la monarquía como vía y solución al crucigrama ideológicopolítico a que nos ha conducido la modernidad, y no es que vayamos
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La tabla
a renunciar a la modernidad, no, eso no, sino que la modernidad
debe entenderse como lo llano y accesible, sin disquisiciones filosóficas, ni laberínticas contradicciones que frenan los impulsos, degeneran el espíritu y conducen a la ociosidad; constituiremos una confederación de estados monárquicos que no tengan que recurrir al
marxismo-leninismo o a los ideales de la Gran Revolución Francesa
para explicar la razón de ser de su poder; estoy aquí porque estoy y
punto; un punto negro formado por círculos concéntricos en el techo
por donde escapar un día en que las cosas se pongan muy difíciles;
una mujer es tremendo punto en la medida en que brinde a muchos
hombres, juntos o por turnos, la posibilidad de escapar a otras dimensiones o mundos por su punto negro y peludo; y nadie tiene por
qué cuestionar nuestra actuación y no es que estemos en contra del
cuestionamiento, que ya se sabe esa posibilidad de no cuestionamiento la brinda ampliamente la dictadura del proletariado; trescientos sesenta meses de nostalgia, tres décadas de destierro y desunión;
pero el estadista marxista tiene que recurrir a la retórica de las leyes
objetivas y subjetivas, el internacionalismo proletario y el futuro luminoso; mi generación se aferra a una raíz sin tierra; un futuro de
campos de caña incendiados y un General Candela cabalgando un
caballo alado y yo tomándome una cerveza fría en el restaurante La
Verja con una tarja en la pared; centro de tradición heroica; y otra
tarja; en esta casa nació Federico Fernández Cavada, alias General
Candela, fusilado por las tropas colonialistas españolas el 1º de julio
de 1871 en Nuevitas; María Candela es una negra presidiaria y pendenciera que tiene un culo como una montura; mientras nosotros
gobernaremos a nuestros pueblos con el desenfado de los césares, de
Alejandro Magno y Carlomagno, de Carlos V y Atila, de Gengis
Kan y Enrique VIII con su cara redonda y su ceño fruncido y sus
muchas mujeres decapitadas; decapitar mujeres debe ser un entretenimiento muy divertido y, sobre todo, revelador de la naturaleza femenina; un cuello largo y estilizado como el de una gacela sostiene
una cabeza de perfiles griegos que cae tronchada como una flor por
el golpe certero de la filosa hacha; porque nadie puede tildarnos de
reaccionarios ni mucho menos, porque nada ha aportado más al progreso de la humanidad que el pensamiento y la cultura y la forma de
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Armando de Armas
ser del Renacimiento y qué fue el Renacimiento sino una vuelta a la
antigüedad clásica, y en esencia eso es lo que proponemos, una vuelta al pasado para perfeccionar el presente, la búsqueda de la verdad
en el ejemplo de poder que nos legaron aquellos hombres rudos;
¿tarrudos los tipos?; cruentos, ingenuos e intrigantes que proclamaban sin el menor asomo de pudor; yo gobierno como intermediario
de Dios; el intermediario es una lacra social que tenemos que erradicar en la sociedad socialista por el daño que causa al presupuesto del
pueblo trabajador y a los principios que sustentan dicha sociedad;
socializaremos las mujeres y eso será lo más lindo que tenga el comunismo, tu mujer es la mía y la mía es la mía; no, eso no, eso es
trampa; bueno, está bien, como tú quieras, el problema es que se
pueda templar aquí sin restricciones de ningún tipo, ¡vaya por ver la
leche correr!, porque si racionamos la comida; para que todos alcancen, no porque la productividad en el sistema de propiedad social
sobre los medios de producción sea inferior al de la propiedad basada en la explotación del hombre; no tenemos por qué racionar la
templazón; yo pertenezco a la orden de caballeros templarios; ¿monarquía?; bueno, eso viene de mono; monos muertos por ráfagas de
AK en las junglas de África; que según Darwin son el punto de partida de nuestro árbol genealógico, y los primeros reyes fueron los
primeros monos que dejaron de serlo, y por ser los primeros hombres comenzaron a mandar sobre los demás que vinieron después y
se denominaron monarquía que viene a ser en resumidas cuentas un
conjunto de monos muy envarados y creídos de sí; ¡cuidado!, ese
tipo es mono, no, no es que se haga el gracioso ni que coma platanitos en las matas, es que pertenece a la monada y te puede meter o
mandar a meter preso por hablar o hacer lo que no debes; ¿monada?;
cuerpo de policía; del griego unidad; término filosófico con el que se
designa la unidad estructural, sustancial del ser; en la mónada se
refleja todo el mundo, la mónada, como individualidad, contiene
como en germen lo infinito; Napoleón no, y no es que no simpaticemos con el pequeño corso es, simplemente, que Napoleón es un producto de la Revolución Francesa y como tal lanzó sus ejércitos a la
guerra, conquistó, desmembró, y sojuzgó a Europa en nombre de la
civilización, la modernidad y las libertades del hombre y de los pue-
329
La tabla
blos sin los cojones suficientes para decir esto lo hago porque soy
Napoleón y necesito y amo y soy el poder y punto; un viejo soldado
de las guerras napoleónicas arrastra una pierna y hurga con la muleta en un basurero en busca de algo que llevarse a la boca; mi hermano se fue por el Mariel en el 80 y está viviendo en California; ¿y
cómo anda él?; bueno, figúrate, tú, con una pierna que arrastra; el
pobre qué pena me da; ¿pobre dices?, no hombre, no, si lo que arrastra es una pierna de jamón; el caso es que Boba no tiene la culpa de
haber sido atraído, impulsado, catapultado y zarandeado por un conjunto de fuerzas unidas y contrapuestas a la manera de intensos remolinos que giran en una dirección para imprevisiblemente girar en
otra, en círculos que se contraponen de abajo a arriba y de arriba a
abajo, en una guerra que los desintegra e integra con la misma rapidez, que los confunde, los separa y enfrenta, pero que al mismo
tiempo dichos círculos van a contraponerse, mezclarse, confundirse
y enfrentarse con círculos de otros remolinos, que a su vez tendrán
el mismo despelote interno, dándose como resultado una totalidad
absolutamente despelotada, sin comienzo ni fin, y donde los cambios y encontronazos parecen constituir el medio y el fin, de todo lo
cual resulta que el Boba no tiene cabida en esta sociedad socialista,
excomulgado por la Iglesia Católica, golpeado en la prisión por sus
compañeros de celda que antes fueron perseguidos por él a tiro limpio cuando se creía con la verdad en la mano gracias a unos cuantos
manuales de marxismo hospedados de por siempre en su mochila y
leídos aprisa en círculos de estudio o en los descansos de la compañía después de agotadoras marchas, y sobre todo, cuando se creía
parte importante del poder con su rutilante uniforme verde-olivo y
su pistola de cachas dedicadas por el Che, vejado y humillado por
los presidiarios comunes juramentados a la secta de los Abakuá por
hacer mofa de los preceptos que condenan la homosexualidad pasiva en dicha secta y condenado a muerte por la organización Alfa 66
debido a su presunta colaboración con los Órganos de la Seguridad
del Estado, con lo que habría contribuido a desactivar no sé qué importantes planes de dicho grupo armado, nada, atrevido que es él y
mejor que permanecer en la sala de la casa en pantuflas, sentado
frente al televisor, viendo pasar las imágenes de un mundo revuelto
330
Armando de Armas
y convulsionado como el centro de un terremoto, que para el Boba
lo importante, lo esencial es la búsqueda, si encuentras o no será una
cuestión de suerte o de táctica y estrategia, pero en la búsqueda
constante de la verdad debe estar la verdad misma, en la entrega del
que se tira de cabeza al laberinto de espejos y al final se rompe la
cabeza y se corta, pero que se levanta y vuelve a tirarse porque sabe,
o más bien intuye, que a pesar de las cortaduras, el dolor, el chichón
y la sangre, los espejos no son más que ilusión y lo único que podría
ser cierto es su voluntad de hender cristales con la cabeza y el cuerpo
como misil disparado; hombres-misiles disparados y estrellados
contra los muros de la fortaleza, la fortaleza que guarda al poder, el
poder de los muertos, el que fabrica a los muertos, el de los muertos
sobre los vivos, muertos miserables en su comportamiento con respecto a la paz, hijos como son, en su mayoría, de la violencia, es
decir, del poder, asumen no obstante la paz como su condición número uno, de ahí, indudablemente, la expresión paz de los sepulcros,
nuestra paz, que nadie puede negarnos el mérito de haber mantenido
al país en paz durante tanto tiempo, mientras nuestros hermanos tercermundistas se desgastan en guerras civiles, entonces, a qué temer
a la fabricación de muertos, chapearle la cabeza a éste o aquel, si tal
es el precio de la paz, si los muertos son la paz misma, si mis amigos
son los muertos, si los muertos muertos son, si los muertos que vos
matáis gozan de buena salud, léase, buena paz, y si los muertos, sobre todo los nuestros, son por lo regular hijos de la violencia, esto
viene a demostrar como falsa cierta tesis esgrimida por sesudos
hombres de ciencia del Iluminismo Francés del XVIII que postulaba
que hijo de gato necesariamente caza ratón; nuestros muertos no son
más que verdaderos patriotas pacificados; Yarini también fue un patriota, a su manera, como son todos los patriotas, la Guerra de las
Portañuelas que libró Yarini no fue más que manifestación en los
bajos fondos habaneros de la guerra que debió librar la burguesía
criolla por desarrollar y controlar la industria nacional frente a la
avalancha de capitales extranjeros; en 1905 había veintinueve ingenios de propiedad norteamericana, cuya producción constituía el
veintiuno por ciento de las zafras cubanas; pero a los muchachos de
la burguesía cubana les faltó el valor que tuvo Yarini de morir con
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La tabla
una pistola caliente en la mano enfrentándose al francés Lotot y a
sus hombres por el control de la putería nacional en San Isidro; Lotot pudo matar a Yarini porque no fue un lance de caballeros, sino
que le preparó una encerrona apostándose en los tejados de San Isidro, en tanto Yarini pasaba acompañado de sus amigos, con lo que
en La Habana de principios del XX se da un acontecimiento que
reúne elementos de la epopeya del Oeste Norteamericano y de la
Tragedia Griega, y que sitúa al chulo Alberto Yarini en un lugar cimero de la Historia Patria como defensor de la dignidad de las portañuelas nacionales; me hubiera gustado vivir la época de Yarini,
haber sido él, o tal vez suceda que no lo recuerde, pero que efectivamente fui Yarini y esos bares y mujeres alegres que se me aparecen
en los sueños son reminiscencias de una época que ya viví como
Yarini en traje de Dril Cien y sombrero blanco y caro paseándome
por San Isidro y sonrisa fácil y mano experta en caricias y el golpe
preciso y declarando en el hospital instantes antes de morir que los
franceses muertos en la reyerta corrían de mi parte y que el amigo
que me acompañaba nada tenía que ver con tales muertos porque un
amigo es siempre un amigo y qué más da un muertecito más o menos cuando precisamente ya las leyes de los hombres no te van a
poder juzgar, eso, ser Yarini, en vez de ser un chulito de café con
leche, como soy, que tiene que sonreír y ser amable y buscar las
hembras que sepan satisfacer a plenitud los sofisticados gustos, y las
aberraciones, de los decadentes hombres provenientes de una sociedad decadente; ¿decadente?; sí, decadente, pero al menos eso quiere
decir que viene de una determinada altura, malo es no caer, significa
que nunca se ha tenido altura; quisiera ser como Yarini y batirme a
tiros con todos estos hijos de puta; ¿cuáles?; tantos hay que no sabría
por dónde comenzar, pero por ahora me conformo con tirotear a los
que atentan contra la dignidad nacional, que es la mía, en tanto individualidad que conforma, junto a otras, esta mierda de país muy
triste y muy alegre y muy trágico y muy cómico y muy infernal y
muy paradisíaco y muy de pan con timba; bueno, aceptado todo lo
que digas del país, siempre y cuando no identifiques el país con
quienes lo gobiernan, no hay razón que justifique semejante desatino; tienes razón, tienes toda la razón del mundo, perdóname si he
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Armando de Armas
cometido ese pecado, pero, a fuerza de poner infinidad de recursos
en función de la propaganda doctrinal, terminan, en primer lugar,
ellos mismos, identificándose con el país, y obligándote a ti, simple
compañero, por disímiles métodos, burdos y sofisticados, a identificar al país con quienes lo dirigen, o con quien lo dirige, o con quien
lo desdirige, y es horrible que tan poca gente, o una sola gente, se
abrogue el derecho de ser todo un país y por tanto el derecho de interpretar y dar curso a los anhelos y esperanzas de un pueblo, hasta
el punto que un certero disparo a la cabeza de Esa Gente pueda verse, inclusive por el autor del disparo, como un disparo a la cabeza
misma de la patria; ES ARA Y NO PEDESTAL; la pederastía es
vicio muy extendido entre la población cubana, fundamentalmente
en la de color, y que tiene su origen en las dotaciones de esclavos de
los ingenios azucareros donde escaseaban las hembras, cosa que
procuraban los amos con el fin de evitar trifulcas entre los ejemplares machos y conservarles además todo el vigor para el corte de la
caña, machos que entonces comenzaron diligentemente a satisfacer
sus impulsos primarios mediante el comercio carnal contra natura,
con lo que los hacendados salían doblemente perjudicados; ¡vaya
metodología de sabotaje a las relaciones de producción esclavistas!;
ya que igualmente los practicantes anales eran motivo de trifulcas, a
veces sangrientas, entre los machos alanceadores e igualmente tales
prácticas consumían vigor aprovechable en el corte de la caña, añadiéndole el hecho, totalmente improductivo, de que como se supondrá semejantes intercambios carnales no podían dar el fruto de nuevos críos que engrosasen la dotación de esclavos; yo también fui
combatiente, y esa condición no me la puede quitar nadie, siempre
me han estado quitando cosas, pero la único que nunca se le puede
quitar a alguien es lo vivido y lo aprendido, que los capitales suelen
perderse por desacertadas operaciones de inversión, te los pueden
robar o te los interviene la Revolución Triunfante en nombre del
nuevo estado de obreros y campesinos; primer estado de obreros y
campesinos del hemisferio occidental; ¿estado?; estado de gestación, estado de paranoia total, estado libre asociado, estado de embriaguez, estado de lucidez mental y estado de coma, sálvese quien
pueda, coma quien pueda, comer ha sido durante toda la historia del
333
La tabla
hombre su gran aventura, los generales de la revolución comen avellanas, ave César, Avellaneda poetisa, César pájaro; estado, organización política de la clase económicamente dominante, tiene por fin
mantener el orden de cosas existentes y aplastar la resistencia de las
otras clases, en el futuro cederá su lugar a la autogestión social comunista; el estado de todo el pueblo que surge de la dictadura de la
clase obrera cuando se llega a un determinado nivel en la edificación
de la sociedad comunista, constituye un escalón próximo ya a la futura sociedad sin ESTADO; dígame, usted, lo que son las cosas, así
que la más perfecta maquinaria estatal va a conducir, precisamente,
a la extinción del estado; y aprendí a ser un combatiente en país de
combatientes y combatí por no cumplir, convertirme en un recluta,
siete pesos mensuales, del Servicio Militar Obligatorio o Servicio
Militar General, como le llaman ahora, mismo perro con diferente
collar, perros al fin; un collar de perlas para mi reina, reina por un
día, querida, un día de estos gritaré a los cuatro vientos, te quiero te
quiero te quiero, quiero Oriana estés siempre conmigo y ahorita mismo te voy a buscar y no me van a importar ni el Lobo, ni la Gata, ni
Luly, nadie, el problema es que te vayas conmigo, que no soporto la
separación, o al menos la separación de ti, aunque no te haya dicho
nada, nada Oriana que ya llegamos y mira con qué facilidad rompo
las olas a pesar de las millas nadadas, todo un récord, Oriana, y no
hay tiburón en todo el mar que se atreva, que para eso llevo la pistola en la boca, nada más esperar a que la bestia se acerque y abra bien
la boca, entonces, le meto el cañón bien adentro y sin miedo a que
me arranque el brazo porque en el momento en que esté cerrando la
bocaza voy a estar apretando el gatillo y ya verás Oriana mía cómo
escupe la sangre y tiñe el agua, y no temas que yo soy tu caballero y
cabalgo sobre las olas como si tal cosa; soy lo que se llama un pacifista consecuente, es mejor estar preso o que lo maten a uno que
adaptarse a la disciplina militar, cuádrese soldado, cabo de la guardia yo siento un tiro, pelado al coco y el sol que te despelleja la cabeza y las leyes se cumplen no se discuten, la discusión como herejía, acatar, eso es, hay que acatar las órdenes del mando, ordeno y
mando, mando y ordeno, la tropa está hambreada, mi general, pues
que se cocinen las suelas de los zapatos y se las coman, no comas
334
Armando de Armas
mierda que una sopa de clavos no hay dios que se la dispare, disparar primero y preguntar después, uno no quisiera morirse pero a veces es preferible morir, morir por la patria es vivir, vivir por siempre
a tu lado, Oriana, el Lobo sabe bien lo que es eso, sabe más que yo
porque tuve más suerte y cogí la amnistía de Raúl Castro, alias la
China, a los desertores; ¿cuántos?; no se sabe, quizás nunca se sepa,
secreto militar, secreto de secreto; pero así y todo antes de la amnistía fue mucho lo que tuve que huirle a los Boinas Rojas, que, entre
paréntesis, no eran malos muchachos, sólo que persiguiendo a los
que no se adaptaban tenían la posibilidad de pasarla un poquito mejor y se daba el caso de que les regalaban setenta y dos horas de pase
y una caja de cerveza por cada desertor que capturaran; cazador de
desertores debe ser un buen oficio, al menos, un poquito mejor que
ser desertor; es como si yo siempre estuviese desertando de algo; o
tal vez no sea exactamente así porque simplemente nunca he militado en nada, y menos pertenecido a, identificado con, soy nada, pero
mi nada no es nadería; nada Oriana que ahí se ven ya las costas de la
Florida; Hernando de Soto descendiendo en un ataúd sostenido por
cuatro cuerdas atadas a las cuatro proas de las naves que restan de su
expedición armada, la noche oscura hendida por las antorchas, y una
mirada como de resignada incomprensión en aquellos hombres del
Renacimiento con mentalidad medieval que en esta noche bajan el
cadáver de su impetuoso jefe al fondo de un ignoto río, mientras, un
poco más allá, en la frontera entre la luz y las sombras, brillan en la
selva los crueles ojillos de una fiera y se sienten chillidos que pueden ser de monos o gritos de guerra de indios que preparan la próxima emboscada, envalentonados como están por la muerte del jefe de
los débiles, ¡ahora lo saben!, y pálidos dioses poseedores del rayo; la
primera vez que me cogieron fue por un chivatazo de la vieja jefa del
comité; buscar posibles conexiones entre una vieja jefa de comité y
el gran jefe guerrero de una tribu sioux; te vendo un par de zapatos
de lengua de comité; comité comité comité, en cada cuadra un comité y en cada barrio un bugarrón; y cuando fui a saltar por la ventana
del fondo de la casa un ceremillar de Boinas Rojas como auras tiñosas rondando la carroña y es del carajo saber que la carroña eres tú y
que tantas auras tiñosas te quieren comer; ¡párate hijoeputa!, ratata-
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La tabla
tatatatata ratatatatatatata, y mi madre, ¡ay, coño, que me lo matan!,
pero yo creo sólo querían asustarme porque ni un arañacito me hicieron, aunque después cuando me llevaban esposado el teniente se
rió con una risita extraña y me dijo que tenía tremendo ángel de la
guarda, ahora, lo que yo sí sé es que si no se me hubiera virado el pie
no me hubieran cogido y es del carajo que en medio de una balacera
se te vire un pie, sobre todo cuando los pies son la única arma que se
tiene, y para que usted vea a lo mejor eso fue lo que me salvó porque
yo, a la verdad, no le aconsejo a nadie que le corra delante a un Boina Roja armado con un AK; el teniente tenía una cara redonda y
noble de guajiro que todavía no ha acabado de soltar el arique, sin
embargo, después a él le tocó en suerte matar al Pepillo, a quien
conocí una vez que me cogieron no sé ni por dónde y llegué a Canaleta esposado junto a él, lo cual es buena circunstancia para iniciar
una amistad, era un muchacho de La Habana como de diecisiete
años que habían agarrado en la Rampa y venía vestido con un jeans
Lois, unas zapatillas Cobra, un reloj Orient y un pulóver Franco Puggi, lo sé porque era una época en que no era fácil obtener todo eso,
porque el jineteo no existía o existía con métodos muy primitivos ya
que todavía no se habían instalado las diplotiendas como ahora, y les
decía a los custodios de la guagua con las lágrimas corriéndole por
la cara, una cara linda que hubiera hecho las delicias del bugarrón
más exigente en cualquiera de las prisiones militares a que nos podían mandar; les doy todo lo que traigo arriba más quinientos pesos
a cualquiera de ustedes que vaya a mi casa en el Vedado, si me sueltan, que dinero y ropa para mí son mierda, yo lo que quiero es estar
en la calle; los muchachos lo miraron con la codicia en los ojos, pero
tuvieron miedo o se tuvieron miedo unos a los otros porque no aceptaron, a mí me dio lástima el Pepillo y no sé por qué cojones, porque
yo estaba tan jodido como él, y como él, a merced de la voluntad de
otra gente, quizás, siempre, por muy libres que seamos estamos a
merced de otra gente, pero, coño, nunca eso es tan evidente como
cuando te llevan esposado y las boquitas de los AK negras y estrechas como un culo apuntándote a la barriga, que no sé por qué no
apuntan al pecho, y es, para mí, una orientación del mando como
para que la muerte de un desertor no haga pensar en el más mínimo
336
Armando de Armas
indicio de heroicidad y ellos, si es así, deben tener razón porque leí
u oí acerca de la historia de un joven que vivía orgulloso de su padre
porque había muerto de un tiro de pistola en el pecho en el transcurso de un duelo, y quién te dice que el muchacho sufre un trauma
cuando alguien, imprudente, que siempre los hay, le reveló las verdaderas circunstancias de los fatídicos acontecimientos, donde efectivamente el padre había muerto de un tiro, pero no en el pecho, sino
en la barriga, y no en el campo del honor, sino en una trifulca en un
burdel de mala muerte, aunque yo el joven no hubiera vivido con ese
trabajo porque, en definitiva, la esencia del asunto continuaba siendo la misma, muerte del padre por disparo de arma de fuego con las
mismas consecuencias para la viuda y el hijo, lo otro, es sólo una
cuestión de adorno que muy poco aporta en realidad al hecho mismo
de la muerte, por supuesto, no hay discusión, de que te maten corriendo que te maten parado y de que te maten parado que te maten
matando; matar es un placer; el Lobo asegura que después que lo
haces una, puedes hacerlo mil veces sin remordimientos de conciencia, y eso tal vez demuestre que para Dios matar no es una cuestión
de cantidad sino del hecho en sí y matar a un hombre es matar un
poco a todos los hombres y estar en una escaramuza es estar como
en una guerra mundial porque, para el combatiente de cualquiera de
las dos guerras mundiales, o de cualquier guerra, la contienda no se
da en su totalidad sino en fragmentos, en la escaramuza particular en
que participó dicho individuo, aun cuando participara en las grandes
batallas decisivas de cualquiera de los dos conflictos, sólo estaría en
escaramuzas porque así, qué pena de los retóricos del heroísmo, es
como se dan las batallas en la realidad, por muy grandes que sean, se
dan para cada uno de sus participantes en particular, para éste, la
batalla no fue más que la defensa de una hondonada, para el de más
allá, la permanencia en un punto de observación, para otro, la carga
contra una triste colina o una retirada a la desbandada, para otro más,
el impacto de metralla que lo deja ciego y desfigurado, y para el de
más acá, el vacío de la muerte, así la Gran Batalla no es más que
muchas pequeñas batallas que son como muchas pequeñas guerritas
que hacen la GUERRA; la guerra de Troya, las Cruzadas, la Conquista de Méjico y la Segunda Guerra Mundial son la misma guerra
337
La tabla
a través del tiempo y sus soldados un solo soldado en el tiempo,
entonces, por qué no voy yo a ser un combatiente si he sentido el
olor de la pólvora y el silbido del plomo desgarrando los mangles y
las voces de mando y el miedo como animal salvaje y he tenido la
misma probabilidad, o más, de morir que los niños héroes de Chapultepec o que los combatientes en el sitio de Leningrado, y un día
de estos habrá que darme una medalla de combatiente; esos generalotes soviéticos llenos de medallas y entorchados son un primor;
¡eran-dos-alpinos-que-venían-de-la-guerra!; aquella misma noche
que lo trajeron el Pepillo se tiró a cruzar la alambrada, los reflectores
daban contra la barraca como latigazos de un jubo cuqueado y gritos
y las ráfagas ratata tatata ratata ratatatatatatatatatatata toda la madrugada, como si el Pepillo no fuese el Pepillo sino toda una compañía,
al otro día, al clarear, nos sacaron al desayuno, una galleta y agua
con azúcar tibia, y vimos, no sé si con horror o con asombro o con
ambas cosas a la vez, o tal vez, ya, con ninguna de las dos, que todavía no habían retirado al Pepillo de allá arriba de la alambrada, tenía
los brazos en cruz, tan alto que había que levantar la mirada para
verlo, y era como una versión del Cristo crucificado en la post-modernidad, le faltaba una zapatilla Cobra, el pantalón tenía un desgarrón desde las nalgas hasta muy abajo y dejaba ver una pierna muy
blanca y muy hinchada como si no tuviese nada que ver con el cuerpo flaco y se la hubiera pegado allí algún chistoso demiurgo por joder, la espalda, llena de puntos negruscos que después, más cerca,
eran unos agujeros sanguinolentos que le salían por el pecho en unos
boquetes para meter dos puños de hombre cerrados, y a la cabeza, le
faltaba toda la parte izquierda y daba la impresión de ser la cabeza
de uno de esos seres que tienen el cuerpo normal y una cabecita
como la de un fósforo, por lo demás, pareciera que durmiera allá
arriba porque no tuvo tiempo de despertarse y bajar de donde había
subido a dormir durante la noche debido al insoportable calor de la
barraca y la sabrosa brisa que debe soplar allá en las alambradas lo
adormeció de tal forma que no oyó el de pie y ahora que el sol había
salido le daba pena o miedo que el Teniente le metiese un reporte, no
sé por qué a mí me parecía eso, porque entre los guardias se oía el
comentario alabancioso de la clase de puntería que tenía el Teniente,
338
Armando de Armas
pues, todos habían tirado de manera que parecía una guerra aquello,
y lo era, pero no tiraban a darle, hasta que llegó el Teniente con un
plegable y le puso todas las del cargador en el cuerpo al Pepillo; y
hoy como a las doce fue que bajaron al Pepillo cuando ya había varias auras rondando y algunos oficiales vomitaron en el almuerzo, lo
que motivó que los oficiales más viejos comentasen que eso de los
vómitos era blandenguería y falta de preparación combativa; la preparación física y sicológica es fundamental en los combatientes a la
hora de enfrentar al enemigo, llevamos más de treinta años preparándonos para si deciden atacarnos, ha sido la más larga, la más dolorosa, la más efectiva, la más sacrificada, la más obstinada, la más
la más la más preparación de un pueblo para la guerra; aquí-allá-yrataplán; hemos preparado regimientos blindados de impedidos físicos y es cosa de ver a los inválidos en sus sillas de ruedas recubiertas
con planchas de acero y ametralladora emplazada al frente descender una montaña tirando ráfagas a trocha y mocha; ¿tendrá esto que
ver con la Trocha de Júcaro a Morón?; haciendo blanco en un viejo
barco anclado en la costa con una bandera norteamericana flameante
en la popa, porque, si algo no nos pueden negar los imperialistas con
todo y sus campañas de difamación, es nuestra capacidad de organizar, agrupar, colectivizar, regimentar y controlar, ahí está precisamente nuestra fuerza; es la fuerza del pueblo; pueblo mío que estás
en la colina; a los imperialistas nunca se les hubiera ocurrido eso de
que íbamos a hacer de los inválidos una tropa de choque, y menos
una tropa de choque con poder combativo nada simbólico, es decir,
demoledoramente real, una tropa de choque blindada; blindaremos
por ti y porque te vaya bien; allá tiemblan ellos en su cubil porque
saben que aquí hasta los limitados físico-motores están dispuestos a
inmolarse de la manera más cara posible antes que permitir que
vuelva el capitalismo, y para que no se asombren, entre nuestros
planes futuros está el adaptarles también esteras y motores a las sillas de ruedas de nuestros impedidos, esa es, compañeros, la vocación de un pueblo a preservar su soberanía y sus conquistas sociales;
Cuba potencia médica mundial, potencia deportiva mundial, potencia cultural mundial; nosotros los cubanos somos muy potentes y
por eso es que las extranjeras se vuelven como locas cuando tienen
339
La tabla
el privilegio de probarnos en la cama, somos un pueblo realmente
hecho para la cama y en vez de la caña podría muy bien ser la cama
nuestro producto nacional, lo que sucede es que debido a un problema de prejuicios y a la lucha por sacar el país del subdesarrollo y
edificar el comunismo, hemos olvidado o reprimido nuestras verdaderas posibilidades sexuales; es un error salir del subdesarrollo, el
subdesarrollo es maravilloso, sólo subdesarrollo permite escribir
frente a una ventana, levantar la vista y ver una gallina picotear entre
la hierba, una hierba nada recortadita, nada simétrica, en esencia,
silvestre, y las vacas paciendo y espantándose las moscas con el
rabo, mientras unos pajarracos negros les extraen garrapatas de las
orejas y se les prenden a las tetas en una visión surrealista que haría
palidecer de aburrimiento y envidia a la máquina de coser y el paraguas sobre una mesa de disección, mugiendo con una tranquilidad y
un aire de eternidad soberanos; las vacas son propiedad estatal y los
pájaros y los peces y el aire y el agua y el cielo azul y las sillas de
ruedas tanques de guerra de nuestros inválidos y el gancho con que
bajaron al Pepillo de la alambrada; ¿Alhambra?; sí, señor, teatro Alhambra, el mejor ejemplo de que la mejor política cultural es precisamente no tener ninguna; política cultural, política salarial, política
internacional, política sexual, política de cuadros y política digestiva, esta última es fundamental puesto que una mala política digestiva puede conducir a una revolución de pedos y diarreas, de Padre y
Muy Señor Mío, aunque, probablemente no exista la tan ponderada,
y pundonorosa, política digestiva, ni ninguna otra, excepto LA POLÍTICA DE LAS DIGESTIONES, sí, como lo oye, el caso es que la
política, LA GRAN POLÍTICA, depende de las digestiones de los
Máximos Líderes; CORO; cambia, Líder, cambia; así, la noche en
que el Máximo Líder tuvo una buena digestión no hay mayores problemas y puede que hasta se permita sus chistecitos o regalos o indultos o la aprobación de alguna ley de supuesto beneficio popular,
pero, si el Máximo tuvo una mala digestión y la misma le produjo
pesadillas, cosa frecuente entre los máximos, entonces veremos al
otro día las pesadillas convertidas en realidad como por maléfico
encanto, por eso sostengo yo en cierta tesis acerca del poder, que los
Máximos Líderes suelen tener mucho de consumados artistas, y de
340
Armando de Armas
artistas surrealistas, por esa extraordinaria capacidad que poseen,
como nadie, para convertir en realidad lo onírico, si es que hay realidad y si es que hay lo onírico, por tanto, la política de las políticas,
la que las contiene a todas, es LA POLÍTICA DE LAS DIGESTIONES, y eso está muy claro, hombre, si no por qué crees tú que los
Máximos Líderes tienen garantizada una dieta por encima de las
posibilidades del pueblo trabajador, no es, malpensado, si lo pensaste, por una cuestión de privilegios, que eso es propio solamente de
las sociedades divididas en clases, una revolución, si lo es de verdad,
elimina de raíz los privilegios, y a los privilegiados, esa superdieta
se las imponen los mismos máximos para poder digerir lo mejor
posible y gobernar lo mejor posible, cosa que, además, y a pesar de
errores circunstanciales, siempre logran porque la sabiduría y luz
larga de los Máximos Líderes es cosa bien sabida, probada, y el
ejemplo más palpable de ello lo constituye el racionamiento de alimentos a la población con lo que logran sabiamente evitar la obesidad entre las grandes masas, y todas las enfermedades afines; PERIODO ESPECIAL EN TIEMPOS DE PAZ; COMUNISMO DE
GUERRA; qué cosa más horrible, comunismo, y si no bastara, comunismo de guerra; ESTAMOS A LA ALTURA DE NUESTROS
MAMBISES, HAREMOS SUS SACRIFICIOS Y MÁS; ¡más, dame
más, papi, dámela toda!; hay que ahorrar, compañeros, evitemos el
despilfarro, acuérdense de la patria, control, mucho control; LA
MAÑANA EN EL CAMPAMENTO; mataron res ayer, y al salir el
sol, ya están los grupos a los calderos; Domitila, ágil y buena, con su
pañuelo egipcio salta al monte, y trae el pañuelo lleno de tomates,
culantro y orégano; uno me da un chopo de malanga, otro, en taza
caliente, guarapo y hojas; muelen un mazo de cañas; costó trabajo
enganchar al Pepillo para bajarlo, el Teniente le tiró el gancho una
pila de veces y siempre falló, la gente comentó que era muy bueno
tirando con el AK, pero malísimo con el gancho, otros argumentaron
que eso no le demeritaba porque lo del gancho no formaba parte de
la táctica y la estrategia que debió haber aprendido el Teniente; entonces el Teniente dijo; lo mío es tirar, lo de recoger muertos y heridos es cuestión de la Cruz Roja, lo mío, lo de cualquier militar, es
hacer bien su tarea, miren aquí la mía, mi Pepillo; que-eres-mía-
341
La tabla
sólo-mía-y-que-te-quiero; quiero erigir un templo de adoración a los
huracanes, al Huracán, nuestro Dios Tutelar, tenemos que ir hacia el
rescate de su culto, instauraremos una religión donde el precepto
primero sea la adoración sin límites al Huracán, se lo merece por su
fuerza destructiva, imprevisible y sanadora; esos frecuentes huracanes que nos azotan, como nunca antes, son producto de diabólicos
experimentos yankis, ya que ellos no tienen valor de atacar, envían
huracanes, se valen de las fuerzas oscuras de la naturaleza para sus
ruines fines; y el primer paso para instaurar dicha huracanesca religión como la religión oficial, es erigir un templo de manera que en
el mismo podamos encerrar al Huracán, junto al Huracán encerraremos, para la plena satisfacción de sus ansias destructoras, edificios,
sembradíos, animales y hasta personas, y podríamos organizar giras
turísticas al epicentro del Huracán, con lo que de paso aumentaríamos la entrada de fuertes divisas a la economía nacional, así, el Huracán nuestro Dios, lejos de ser ente terribilísimo, factor de inseguridad y desorden, se convertiría en inestimable renglón económico,
y no exagero si digo que a la vuelta de diez años nos sacaría del
subdesarrollo; en un lateral del templo abriremos un boquete, con
tapa a presión, y por ahí echaremos en sacrificio a los animales, personas, edificios, sembradíos y plantaciones cañeras, eso no se haría
a lo loco, sino que se haría un estudio previo para determinar las
plantaciones más raquíticas y de menos rendimiento por hectárea, de
igual manera se procederá con las vacas, y las personas, agregándose en el caso de las últimas, consideraciones de índole político-ideológica, con lo que además, el templo y su Dios jugarán un papel
fundamental en la eliminación de disidentes y otras especies dañinas; los caballeros amadíses somos una especie en extinción; al templo podría llamársele Centro Adoratorio del Huracán, y el mismo
podría capitalizar la nueva religión para toda el área del Caribe y así
tendríamos un instrumental insospechado de penetración y control,
y ayuda, sobre los demás pueblos hermanos del Caribe, ahora, bien,
aconsejamos que a la custodia del Huracán encerrado dediquemos
los más sofisticados recursos de Inteligencia y el despliegue de los
mejores batallones de nuestras Tropas Especiales con el fin de que el
acceso al lugar sea un hecho rigurosamente estudiado y controlado,
342
Armando de Armas
¡y lo más importante!, que la persona objeto del control no pueda
darse cuenta de que está siendo controlada, que todo funcione de
manera muy natural, sobre todo, con los visitantes extranjeros, que
con los del patio, si vamos a ver bien, hasta conviene que sepan que
no se pueden poner en ninguna gracia porque le partimos la siquitrilla en un abrir y cerrar de ojos; el siquitrillado es un nuevo vocablo
incorporado por la terminología política de la revolución; deja que
ellos digan y piensen que van a encerrar al dios Huracán por toda la
eternidad, y no digo que no logren encerrarlo durante un tiempo,
pero un día, seguro, va a explotar el templo y saldrá el dios hecho
furia coleteando en infinitud de serpientes en círculos concéntricos a
ras del suelo, de manera que no quede títere con cabeza en todo el
territorio nacional, será una hecatombe purificadora, justa y necesaria, que nos alcanzará a todos por igual, Huracán cercenador de palmas y pedestales, de centrales azucareros y plazas públicas, de dogmas y pesadillas, de ideales y prejuicios, primero en la Historia de
esta siempre fiel isla de Cuba que actuará fuera y dentro de la mente
y más dentro de la mente que en cualquier otra parte; vientos de
50.000 kilómetros por hora azotan la región norte-sur, este-oeste de
la Mente Cósmica, de lo que se desprende una catástrofe cuyas consecuencias son aún imprevisibles, pero de la cual podemos adelantar
que no quedará idea sobre idea y que las fuertes lluvias mentales que
atacan desde la madrugada de hoy han producido un desplazamiento
de la diarrea mental que ha dejado a muchas mentes en un vacío
absoluto, la mierda se desborda y ahora sólo nos resta esperar a que
el nivel de las aguas siga subiendo porque ya no hay mecanismo
capaz de frenar la acción liberadora de los elementos desencadenados; el próximo boletín se emitirá dentro de una hora; es la hora de
los ciclones y no se ha de ver más que vigas en el aire como palos
manejados por un fabuloso especialista en las artes marciales japonesas y el silbido de las ráfagas del viento contra la fachada de los
edificios que resisten, tambalean, se inclinan y caen como sincronizadas fichas de dominó impulsadas por un dedo maligno, implacable
y vengador; la venganza es dulce, muy dulce, ¿sabes?; ¡sabes qué!,
¡un huracán ni soñarlo!, no podemos permitir semejante cosa en el
territorio nacional, escaparía a nuestros controles y pronósticos, sus
343
La tabla
oscuras fuerzas se revertirían en contra nuestra; NUESTRA FE EN
EL FUTURO LUMINOSO; y déjenme decirles algo, hasta ahora
hemos tolerado a los huracanes, pero ellos esencialmente son contrarrevolucionarios, se oponen al marxismo-leninismo en tanto que
elementos ciegos de la naturaleza, ajenos a nuestros gustos, preferencias y costumbres, a nuestra militancia partidista, a nuestras intenciones de hacer del Universo un todo armonioso y regimentado,
científicamente explicable y conocido como la palma de la mano;
mano de fanáticos adoradores del Huracán es lo que son y tendrán
que pagarlo en la hoguera por hechiceros; Giordano Bruno llevado a
la pira un 17 de febrero, dicen algunos que ya no iba nada convencido de su próxima reencarnación y hasta que se maldijo y aceptó los
consuelos religiosos del oficiante, otros dicen que hizo un guiño malicioso al verdugo que encendía el fuego bajo sus pies y que podía
significar en la próxima yo seré el aire y tú quizás sólo el leño que se
consume; cayó a tierra con un sonido como de papas dentro de un
saco lanzado al vacío desde un cuarto piso y en los ojos abiertos,
muy abiertos, no había odio, ni ira, ni impotencia, sino una como
dulce sorpresa de niño cogido en falta de juegos prohibidos, la boca
sonreía como disculpándose de la sangre y la ropa en ese estado tan
deplorable, él, que era uno de los pepillos que mejor vestía en las
descargas de por el Vedado, en una época en que los pepillos se preciaban de no bañarse y de andar llenos de parches y con una peste a
cojón de oso que obligaba en ocasiones a la policía, cuando los recibía como huéspedes, a situarlos en calabozos aparte del resto de los
presos por temor a provocar motines carcelarios entre estos últimos,
que no toleraban tal peste; cuando lo bajaron no me afectó nada, sólo
que me costaba creer que estaba verdaderamente muerto y durante
días me dio por pensar que era sólo una broma del Teniente, una de
esas bromas campesinas de mal gusto, ingenuas, toscas, a veces
crueles, pero reveladoras siempre de una esencia noble y en comunión con los espacios abiertos, que pueden llegar a dañar pero sin el
más mínimo asomo de malignidad, y cuya expresión más genuina se
me da en una carcajada de áureos destellos al sol del mediodía, broma para sanamente mantenernos entretenidos y no pensáramos más
en la fuga; Capitán Fuga del Ejército Central me dio el pase; son
344
Armando de Armas
jóvenes díscolos e inadaptados sociales, marginales, con trastornos
de la personalidad, tendientes al vicio y a la vida fácil de las ciudades, sin capacidad de concentración, con desajustes en el seno familiar, agresivos hasta el punto de expresarlo en la forma de gesticular
y caminar, atolondrados, con una terrible inversión de los valores y
degenerados física y mentalmente y penetrados ideológicamente por
la propaganda enemiga y penetrados analmente; hace falta estrechar
los vínculos entre la escuela, el hogar y los CDR; unida, organizada
la familia mayor; mayormente ese es el tipo de joven que tenemos
en las prisiones militares, camaradas asesores soviéticos, y creemos,
y lo vamos a demostrar en un trabajo científico que realizamos al
respecto, que la respuesta para solucionar todas las desviaciones que
minan la moral de la juventud está en militarizar más la enseñanza
ya desde los círculos infantiles, los culeros y demás accesorios de la
canastilla, incluyendo los pomos de leche, podrían ser llamativos
uniformes de camuflaje, con lo que además de imbuir a los niños de
una formación patriótico-militar y de acercarlos a nuestras más caras tradiciones combativas, eliminaríamos, de manera relativamente
fácil y económica, cierta supervivencia pequeño-burguesa de desarrollo individualista de la personalidad, ya que determinados niños
se sienten fuera del colectivo, sea por razones de superioridad o inferioridad, que en última instancia siempre estas razones van a estar
estrechamente relacionadas, y así se situaría a todos a un mismo nivel y despertaríamos en los infantes; infantes de marina de la 82
División acaban de propagar un zarpazo más a la paz y la autodeterminación de los pueblos; el sentido de pertenencia a algo o a alguien;
pertenezco a; Cuerpo de Bomberos de San Nicolás del Peladero,
Unión de Churreros de Ceiba Mocha, Sindicato de Vagos de Artemisa, Carteristas Unidos por la Causa Común, Proletarios de Todos los
Países Uníos, Sindicato de Maricones Afiliados a la Mamancia, Juramentados del Palo Miyongo, Liga de Ex-Combatientes de la Loma
del Palo Cagado, Unión Nacional de Borrachos Autorizados, Sindicato de Expendedores de Marihuana al Menudeo, Liga de los Comunistas Arrepentidos, Unión de Putas Reivindicadas, Asociación de
Reivindicadores de Putas, Federación de Jineteros al Descaro, Unión
de Salteadores de Caminos Retorcidos, Cofradía de los Chivatos de
345
La tabla
Lengua Fina, Unión de Escritores Sin Libros; lo cual contribuye,
notablemente, al fortalecimiento de una personalidad positiva y a la
participación activa en la construcción de la nueva sociedad y en la
plasmación de los valores que corresponden a dicha sociedad, los
valores revolucionarios y comunistas, martianos y marxistas, cosa
que ellos puedan apreciar en el colectivo al que pertenecen, y en sus
propias personas vinculadas al colectivo, el entronque cómodo, suave, esperado, añorado, necesario, lógico y racional del pensamiento
independentista cubano encabezado por la figura de José Martí y los
ideales de Marx, Engels y Lenin, llevados a la práctica en nuestro
país por el siempre invencible Comandante en Jefe, lo que sería una
experiencia muy bonita y además productiva, por cuanto no podemos dejar la formación de la personalidad del individuo, es decir del
colectivo, a la espontaneidad o al seguimiento de determinados valores ajenos a nuestra realidad político-social, casos como el nombrado Pepillo se hubiesen podido evitar con un mayor control de la
niñez y la juventud, control que debe y tiene que ser riguroso, no
importan las campañas difamatorias que levanten nuestros enemigos si de lo que se trata es, precisamente, de lo más valioso, de la
arcilla fundamental de nuestra obra; muñecos de arcilla con sus muñones, millones de muñecos de arcilla con sus muñones, rígidos,
resecos al sol, cuarteados, inmovibles, en posiciones agresivas, grotescos, mongoloides, firmes, antielásticos, cuadrados, con miedo a
las redondeces, con una única expresión de miedo en sus ojos ciegos, idénticos entre sí, hijos del mismo molde, moldeados a imagen
y semejanza de las ideas, y caprichos, del Padre Eterno, muñecos
vergüenza para el Padre Eterno, pero al fin y al cabo, contento, porque no le salieron pecadores como los adanes y las evas del otro
Padre Eterno que lo de Él, es decir, el de los muñecos de arcilla, sí
es educación y formación integral y moral y firmeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeees, para lo que sea, perdón, pa’ lo que sea
pa’ lo que sea, Papá, pa’ lo que sea, una conguita e, pa lo que sea sea
sea sea sea sea usted bienvenido a la región de los muñecos de arcilla del siglo XXI, pa’ lo que pa’ lo que pa’ lo que palo que nace torcido jamás su tronco endereza; ellos, nuestros enemigos, presentan
el Control como fin y no como medio en nuestra terapéutica políti-
346
Armando de Armas
co-social, pero alegrémonos, entristecernos ha, el día en que coincidamos con el Enemigo, el día en que el enemigo no nos aborrezca,
el día que diga qué bien se están portando, cómo han cambiado, no,
eso nunca, primero desaparecer, hundirnos en el mar, comernos los
unos a los otros, suicidarnos en masa, qué dije, suicidarnos, no, error,
perdonen, una vez más me he equivocado, y no es que yo me equivoque mucho, el problema es las conferencias de prensa, las reuniones, las dificultades de índole internacional, y nacional, que últimamente he tenido que dar frente, de frente marrrrrrrrrrrrchen, un dos,
un dos, un dos, tres cuatro, tres tres, tres dos, uno cuatro, cuatro uno,
tres cuatro, tres cuatro, comiendo mierda y rompiendo zapato, oh
perdonen, perdonen, son cosas de los últimos tiempos, la crisis del
capitalismo mundial, vivimos aislados, pero no tanto, la decadencia
de la sociedad capitalista, que allí los jóvenes lo que quieren es ganar dinero ganar dinero ganar dinero ganar dinero y ganar dinero,
horrible, no, yo he sufrido esa lacra, que donde quiera que el hombre
llega quiere controlarlo todo, tenerlo todo, mandar a todos, y eso lo
permite el dinero, por eso soy enemigo del dinero, por eso nuestra
sociedad es la más perfecta, la más humana, la más justa, la más
pura, ave maría purísima, suicidarnos no, que eso sería darles en la
vena del gusto a nuestros enemigos, resistir, eso es, resistir hasta las
últimas consecuencias, y cuando no quede más remedio, ahí está
vivo el ejemplo de Calixto García, un tiro en la barbilla, de abajo
hacia arriba, ¡qué contentos se van a poner los muy hijos de puta!, de
manera que la bala salga por la cabeza, y la Virgen de la Caridad, así,
sí, esos sí son mis hijos, únicamente así, morirrrrrrr antes que retrocederrrrrrrrrrrr, pero a fin de cuentas, somos el único país libre de
analfabetismo en toda América Latina y una mortalidad infantil inferior a la de muchos estados de Norteamérica, el país más poderoso, el más prepotente; me voy pal’ pueblo hoy es mi día; muy bonito
eso de los bailarines disfrazados de guajiros macheteros y los saquitos de azúcar tan monos como estuches de perfumería, pero, probablemente ningún maricón de esos haya cortado una caña jamás en su
vida; vida de perros; AGRADECIDO COMO UN PERRO; ¿agradecido de qué?; perro maldito al infierno; nuestro de cada día; días de
la semana son 7; 7 es el culo; Dios descansó el día 7; 7 pecados ca-
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La tabla
pitales; no se puede evitar el 7; EVITAREMOS QUE LAS IDEAS
DEL SOCIALISMO CAIGAN EN SACO ROTO; de verdad que yo
tampoco he cortado caña en mi santísima vida, bueno, sí, la que se
comía la vaca pinta del Abuelo, hoy nos sacan de las galeras hacia
los cañaverales; VERDE QUE TE QUIERO VERDE; es la esperanza de que el Dios Tutelar Huracán se acuerde de sus hijos en desgracia; desgracia de madre, tres hijas y cuatro putas; YO NO TUMBO
CAÑA QUE LA TUMBE EL VIENTO QUE LA TUMBE LOLA
CON SU MOVIMIENTO; a las tres mataron a Lola; LOLA Y LA
TRAGICOMICIDAD EN EL CUBANO; rica esa bailarina con sus
empinaditas nalgas y ese movimiento circular como de batidora y su
coletica semejante a plumas de cisne y el deseo de subirme a la pista
y ahí mismo clavársela por entre las plumas y convertir esto en
show-sex para encanto de turistas izquierdizantes faltos de emociones fuertes; el Lobo; pensar que entre tú y yo nos hemos templado a
todas las bailarinas de este show; Amadís; pensar que el mar está
infectado de tiburones; venirme a decir a mí el Teniente que tengo
que cortar caña y que el esfuerzo decisivo y que el desarrollo del
país y que el deber de un revolucionario y que no cuentan errores
cometidos y entre más errores más sacrificios por la REVOLUCIÓN
y que la caña es el renglón fundamental de nuestra obra; tremenda
caña voy a coger si no dejo de beber, el Lobo parece borracho, debiera no estarlo, mala liga es la del sol que quema en medio del mar
y la resequez del ron en la garganta, además están el salitre y las
quemaduras, todo agua y nada de esa agua para beber, el todo y la
nada; Amadís; ¡no bebas más, Lobo!; y el Lobo, guiño, sonrisa-picarona-dedometidoenelculo-de-la-Gata, se empina atrás medio vaso
de ron; uno de los dos debiera ser el jefe, ¿crea hábito lo de tener
jefe?, me echo Nafasolina en la nariz no porque realmente me haga
falta sino porque la Nafasolina crea hábito, que bien clarito lo dice
la etiqueta por fuera, y me he convertido en un habituado de la Nafasolina que compro a sobreprecio en el mercado negro, porque en
la farmacia casi nunca hay; ¡compañero, la Nafasolina está en falta!;
los jefes nunca se ponen en falta, siempre hay uno dispuesto a la
sucesión del trono no importa por qué medios, será por eso que todos somos viciosos a los jefes, sobre todo al Jefe Absoluto, al que no
348
Armando de Armas
te deja pensar, que te libera de toda responsabilidad, inclusive de la
responsabilidad de ser uno mismo que es la aparentemente más sencilla, pero también la más grande de todas las responsabilidades; en
la fuga no hay logros parciales, por tanto sólo nos está dado lograrla,
es lo primero que nos proponemos en serio; UN SEÑOR MUY SERIO CON UNAS ALAS ENORMES; no serio, coño, sino viejo; un
día Amadís para colarse en el show saltó una cerca altísima, una
pared, y cayó en el medio del camerino en el momento justo en que
el Jefe de Escena, un mariconazo viejísimo, hacía ensayar con severidad al cuerpo de bailarinas estatuarias, y al caer Amadís del techo,
del cielo casi, en el centro del círculo de mujeres semidesnudas, o
semivestidas con lentejuelas, se hizo un silencio embarazoso, asombradas las bailarinas, enfurecido el mariconazo, hasta que el Denis,
ambia y amigo de Amadís, luminotécnico del cabaret, con una de
esas salidas suyas, comenzó a presentar al caballero, ángel caído del
techo, con una extrema, estudiada solemnidad, a cada una de las
bailarinas que por demás habrían pasado todas por la cama de Amadís, hasta finalmente llegar a donde el enfurecido Jefe de Escena y
decirle, mira te presentó a un señor muy viejo con unas alas enormes, momento en que el coro de bailarinas, el Denis y el alado señor
rompieron en una estruendosa carcajada, mientras Amadís se escurría por un costado de la pista de baile hacia el interior del Cabaret
Guanaroca; si yo fuera ese señor no pasaría trabajo alguno, nada más
levantar el vuelo y planear un rato por sobre la ciudad, para despedirme de ella, quizás por ese romanticismo ramplón que te lastra
para llevar a cabo planes de verdadera envergadura; DURA CIEN
AÑOS, NO HAY MAL QUE DURE CIEN AÑOS NI CUERPO
QUE LO RESISTA; ¡resistiremos!, ¿quién resiste más?, el que primero saque la cabeza de abajo del agua es gusano; Marco Polo y el
gusano de la seda, en él se dan la mano el comerciante, el aventurero, el embajador, el hombre de acción y el artista; ¿y el marinero?;
claro, estúpido, si fue al Oriente, y en aquella época no iba a ser en
avión; EL AVIÓN DE MARCO POLO; probable novela; ¿qué es
una novela?; bueno, una novela es, una novela es, no-ve-la, no la ve,
no ve usted que nos hemos acostumbrado a clasificar, diferenciar,
etiquetar, enmarcar y denominar todo; todo es mentira, o verdad,
349
La tabla
hasta un día; día detrás del otro; ese otro que no soy yo, pero que sin
embargo, se mueve, digo, lo soy, soy el que quiere escribir una novela con palabras nunca dichas ni escritas, por aquello de la originalidad, ¿sabes?, ¿y si todo está dicho, escrito y hecho?, angustia terrible la de saberse condenado a no crear, a no ser un poco Dios, a no
ser Dios, no obstante ser Dios, extraño Dios que no ha podido ser
estudiado a fondo, Dios en el fondo, el fondo de Dios, saberse Dios
y no poder ejercer como tal, Dios subutilizado, un excedente en el
Socialismo, un desempleado en el Capitalismo, un Dios estéril, confundido y asediado por múltiples dudas y despertenencias a un universo angustioso, torturante, terribilísimo, por no podérmelo meter,
entender, en esta pobre cabecita mía, impotencia de Ser y no Ser, EL
GRAN CONFLICTO, la paradoja de reconocerme en la Mente Universal y estar alejado de Ella; tener un machete afilado en la mano y
decirle al Teniente que quiero amolarlo más, así, la piedra da vueltas
y más vueltas y afila, se come al machete en tanto la cabeza me da
vueltas, las vueltas de un tornillo, el tornillo del cerebro; RACIONALISMO, del latín rationalis, surgió como intento de explicar las
particularidades lógicas de las verdades y su carácter limitado sólo
se supera con el marxismo; y pruebo el pavoroso filo en la yema de
los dedos, pienso no es suficiente todavía, y doy vueltas a la piedra,
las vueltas de la piedra, la piedra del sacrificio, ¿es esto racional?, el
racionalismo como movimiento filosófico es, no me importa si lo
que hago es racional o no y, además, quién determina qué es racional
y qué no lo es, quién determina la probable conexión entre el desgaste del machete y el desgaste de mi cuerpo, entre Dios y el desgaste,
entre el desgaste de las envolturas materiales y el acercamiento a
Dios, ¡Dios mío tengo que resolver mi problema!, y mi problema es
el sol del mediodía, la sed y las hojas de caña que crueles me cortan
el cuello; cuello de botella, cintura de botella, culo de botella, botella
del culo, cuello del culo; el suelo está cubierto de botellas, de ilusiones; locos están los comunistas si piensan que voy a tumbar una
caña; nadie quiere saber que detrás del excelente bouquet de una
flamante botella de ron se esconde, pugna por salir, un pegajoso olor
a sangre, sudor y lágrimas; nada que ver con el famoso grupo de
rock; para darme el tajo es preferible cerrar los ojos y, zaz, salgo del
350
Armando de Armas
asunto, a lo que sea varón, a lo que sea, sea verdadero varón, si tiene
valor para hacerlo tiene que tener valor para mirarlo, que un soldado, un hombre, un triste y solo y desamparado hombre tiene que
saber asumir las consecuencias de los actos; SE CELEBRAN ACTOS EN CONMEMORACIÓN DEL 26 DE JULIO POR TODO EL
PAÍS; COLORIDOS ACTOS DE ABANDERAMIENTO DE BATALLONES DEL EJÉRCITO JUVENIL DEL TRABAJO; General
de las Cañas, General Guarapo, pasa revista a sus aguerridas tropas,
escuadras de macheteros que avanzan a golpes de certeros tajos
como herederos dignos del glorioso Ejército Mambí; si logramos
que cada soldado del Ejército Juvenil del Trabajo y que cada preso
militar se considere un Maceo, la zafra azucarera de este año será
todo un éxito; pero, cómo lograr que un pobre recluta o un pobre
preso se considere nada más y nada menos que Maceo; ahí, compañero, precisamente, es donde radica la eficiencia de nuestro trabajo,
el trabajo de ellos es cortar la caña, el nuestro es convencerlos mediante la agitación y la propaganda político-ideológica que deben
hacerlo, y hacerlo bien, hacerlo imbuidos del romanticismo y el heroísmo que una vez movieron a nuestros próceres, claro que la distancia entre ellos y esos próceres es como de la Tierra a la Luna, no
somos nada ingenuos, pero qué de malo habría en que le hiciésemos
creer que pueden emular a los Grandes Hombres, qué trabajo, en
última instancia, nos costaría tal faena con todo el caudal de ideas
científicamente demostradas, y demostrables, que poseemos y sabemos manejar a nuestro antojo, además, si logramos que alguien se
crea Dios, o el Demonio, en buena medida ya lo es, muchos de ellos
se creen una especie de Robin Hood, nuestro deber y nuestra obligación es lograr que se crean maceos, maceos del trabajo, que amen el
trabajo militarizado como una particularidad de nuestro proceso,
como un aporte nuestro al marxismo-leninismo; ¿aporte?; bueno, es
verdad que ya lo han hecho otros antes que nosotros en otras partes,
pero, como dije anteriormente, y vale para nosotros, qué trabajo nos
cuesta proclamar y hacernos a la idea de que esta forma de trabajo
tan novedosa y productiva la creamos nosotros; entonces, si los ojos
tienen libre albedrío, consecuencia de ser hijos del Ojo de Dios, ¿por
qué intentar cerrarlos ante la presencia de un espectáculo verdadera-
351
La tabla
mente desagradable?, ¿no es hipócrita tratar de que se cierren como
niñas mimadas ante los horripilantes avatares de la vida?, ¿no pretenderíamos, por casualidad, hacerlos débiles?; el deber de todo revolucionario, ¿revolucionario?, ¿qué revolucionario ni cabeza de
una pinga?, ¿son revolucionarios los guardias y oficiales?, lo son o
no lo son, no lo voy a discutir, me tiene sin cuidado, pero, lo que sí
hay que dejar por sentado es que si ellos lo son yo no lo soy; soy la
ola contra el arrecife, espuma a lo largo de la línea de la costa, espuma de la cerveza empinada en tarro a proa de nave vikinga que arremete contra el enemigo, espuma de la orina que cae en flecha de oro
sobre un círculo de piedra, el círculo de piedra, la piedra de mi sacrificio, la piedra que da vueltas y afila mi machete, soy, soy-un-niñocontrarrevolucionario-que-mi-escuelita-meo-a-diario; Amadís avanza unos metros por entre los plantones del surco de caña, hacia la
soledad del interior del cañaveral, y se sienta en posición de Buda,
flaco, el rostro pálido, la cabeza pelada al rape, un coco, un coco
seco, los ojos brillándole acuoso-ensangrentados, una vez más prueba el filo del machete en la yema de los dedos, el viento, frío, se
cuela por entre los surcos de caña, susurrantes carrileras verdes, y
quisiera dormirse entre la paja y no despertar jamás, ser raíz, canuto,
paja, hoja de la caña, ajeno a las galeras y las marchas y contramarchas y los reflectores que violan la noche a la búsqueda de fugados
y los disparos, siempre los disparos, como si estuviéramos en una
guerra, el caso es que lo estamos, disparos de balas trazadoras como
líneas de muerte que se les escapan a nerviosos custodios hacia los
matorrales o hacia las galeras, porque un chivato informó que se
planeaba una fuga, o porque un iluso que parece no le bastó con lo
del Pepillo se lanzó a las alambradas, ajeno al pasillo que conduce a
la enfermería cada mañana adornado con rastros de sangre de muchachos abatidos por las balas o apuñalados en las galeras en riñas
que tienen origen en el robo de una lata de leche condensada, la
deuda por un paquete de Parkinsonil o el celo entre pederastas; más
racional es, creo, tomarme la pierna izquierda por la parte de adentro, donde más músculos hay, y apretar con la mano de esa misma
pierna de manera que brote bien hacia afuera la pelota de músculos,
mientras con la derecha aferro fuerte el machete, como si fuera un
352
Armando de Armas
Maceo en el instante mismo antes de lanzarse a la carga contra una
columna española; e hizo un movimiento suave y preciso de afuera
hacia adentro, y cuando retiró el arma un surco rojo, corto y profundo, le quedó abierto en dos tapas de carne; se acordó de la historia
según la cual Colón en su primer viaje habría hecho una rifa entre la
tripulación, por supuesto que él no entró, para ver a quién le tocaba
ser sacrificado como alimento de los demás porque ya las provisiones se habían ido a bolina y corrían el riesgo de perecer todos por
hambre, y que una vez cocinado el infeliz en un caldo, probó Colón
antes que nadie y lo encontró tan sustancioso y rico que lo echó al
mar por la borda manifestando; ¡esto no hay Dios que se lo coma!;
por temor a que sus hombres se aficionaran tanto a la carne humana
que se devorasen los unos a los otros y más aun, lo devorasen a él,
que por mandato divino tenía que llevar a cabo tan importante misión; cuando encontraron a Amadís estaba acurrucado entre la paja
manchada de sangre y hablaba incoherente de la lucha que había
sostenido con un dragón que logró herirlo en la pierna pero que él
pudo matar con el machete tras feroz batalla, que ellos no veían al
dragón muerto sobre las cañas porque para eso había que tener vista
o sensibilidad o como se le llamase a eso de ver más allá de las cosas, que de verdad le daba mucha pena, por los ojos no videntes de
ellos, pero no todo el mundo estaba capacitado para ver un dragón,
que lo importante era que él había enfrentado y matado al dragón,
ese dragón que durante tanto tiempo lo había estado importunando a
él y a todos, que lo más difícil en el enfrentamiento a un dragón es
la vaharada de fetidez que lanza junto a chorros de fuego por sus
múltiples bocas; el dragón no es más que un antecedente directo del
lanzallamas moderno; lo de la fetidez se explica porque los dragones
padecen de una enfermedad congénita que los médicos llaman halitosis y que algunos humanos, por desgracia, también padecen, pero
en los humanos no es congénita sino adquirida a través del beso con
un dragón, que los dragones suelen transmutarse en seres humanos
y vagar durante las noches por las calles y los bares en busca de pareja humana, ellos resultan ser muy románticos y cariñosos pero,
cuidado, que no por gusto he cabalgado por encima del tiempo y los
cañaverales y he llegado hasta aquí para matar al dragón, lo encontré
353
La tabla
dormido entre la paja, confundido entre la paja, porque ellos poseen
el sistema de camuflaje más perfecto que imaginarse pueda, al extremo de que pudieran muy bien servir entre nuestras tropas elites; soy
escritor de elites encerrado en mi torre de marfil, torre desamparada
ante las miles de ojivas nucleares que se han convertido en nuestras
compañeras en este viaje por la vida; mi caballo rozó primero las
flores de las cañas con sus cascos, aplastó después unos cuantos
plantones y le cayó encima al dragón que despertó con un chillido
horripilante, no apto para ser oído por humano alguno, sacó sus cinco cabezas perrunas de entre sus alas de murciélago, ojos sanguinolentos, colmillos curvos y lenguas como sierpes, se afincó en sus
patas-garras, escarbó en la tierra como toro en celo, y me lanzó su
primera vaharada de fuego y fetidez, una larga cola me hacía movimientos hipnóticos, pero yo no era primerizo en la lucha contra semejantes esperpentos y sólo atendía a las cabezas, de donde sabía
podía venir el mayor peligro, las cabezas cambiaban constantemente
la coloración del amarillo-rojizo al rojo-escarlata, arremetí de nuevo
en mi caballo negro, estilizado y enjaezado de oro y plata, con la
espada tomada con las dos manos por sobre mi cabeza; una buena
cabeza contra cinco perrunas cabezas; la capa escarlata flameante al
viento, el yelmo incrustado de brillantes fulgurantes al sol, la armadura escamada con cruz de oro al pecho y arco y carcaj de flechas
terciados a la espalda, y lancé un tajo con todas mis fuerzas de arriba
a abajo con el fin de partirlo por en medio de sus cinco perrunas cabezas, pero, el muy pícaro, reptó por entre la paja y esquivó la cuchillada, respondiéndome con cinco andanadas de fuego, una de las
cuales me alcanzó en la pierna a pesar de que ya el caballo revoloteaba por encima de las flores de las cañas, entonces fue que comprendí que no podía jugar tan limpio con un dragón y me acordé de
las tácticas de guerrilla que emplearon el cacique Guamá y el generalísimo Máximo Gómez en la lucha contra el Dragón Español, sin
duda ellos fueron los precursores, o al menos los precursores más
famosos, de la lucha guerrillera en nuestro país; primer país liberado; ¿liberado de qué?; y me hice el que huía en alas del viento; viento norte, por supuesto; y con eso lo dormí en el metro, y lo dormí de
forma tal que ya empezaba a coger su siesta de nuevo; dígame, us-
354
Armando de Armas
ted, dormir la siesta en un país como el nuestro tan necesitado de
brazos y cabezas que trabajen en pro del desarrollo de la nueva sociedad, y nada menos que un dragón, con sus cinco cabezas que si
las usara para pensar y no para jugar con candela otro gallo cantaría
en este país; cuando viré las bridas al caballo y me volví sobre el
dragón; se equivocaron los que pensaron que yo, Dovrinia Nikitich
digo, Amadís, me iba, como todos, a vivir los encantos de la democracia al Norte después de unos cuantos aguajes de enfrentamiento
con el bicho pero, nada de eso, y aquí vuelvo de nuevo a la carga; sus
cinco cabezas perrunas cabeceaban ya soñolientas cuando le caí justo detrás y lo pinché con la espada en el lomo, en la base de la cola,
que levantó para batirla enloquecido en todas direcciones, dejándome al descubierto la incandescente y arrugada flor de su culo, por
donde, sin perder tiempo, le introduje la espada hasta la cruz, se la
enjuagué dentro y allí se la dejé porque de nada podía servirme ya
porque si apestosa tienen la boca los dragones cómo no tendrán el
culo, las cabezas se retorcieron emitiendo un alarido, le tembló el
cuerpo todo en su deformidad, se le crisparon las garras, una diarrea
sanguinolenta comenzó a manar por el mango de la espada y una
hediondez como de mil animales muertos cubrió todo el cañaveral;
bueno, amigos radioescuchas, ante los micrófonos de Radio Rebelde, en exclusivo, tenemos al camarada Amadís de Gaula, perdón al
héroe Dovrinia Nikitich, bien camarada Nikitich, cómo ve usted,
parte indisoluble de la historia rusa, el proceso de la Perestroika que
tiene lugar en estos momentos en la Unión Soviética; bueno, mire,
de entrada déjeme decirle, su pregunta me ha dejado un poco desconcertado, realmente no vine preparado para ella, pienso, no obstante que, ¡ay, caballeros, que va, no puedo! no estoy acostumbrado
a esto de los medios masivos de comunicación, a la verdad, yo sólo
sé de combates con dragones y esas cosas, sí, sé que para ustedes eso
sería lo difícil, pero imaginen ustedes cada loco con su tema, vaya,
preferiría no hablarles de la Perestroika y sí contarles una anécdota
de mi amigo Ilia de Morom quien rechazó indignado las ofertas del
enemigo para que traicionase al príncipe Vladimir, que con frecuencia maltrataba a sus súbditos, y una vez tuvo una desavenencia con
Ilia y lo mandó a encerrar en un calabozo para que muriese por in-
355
La tabla
anición, por lo que furioso ante tanta injusticia los demás caballeros
abandonaron al príncipe; con lo que el zar Kalin aprovechó para
atacar Kiev con un ejército armado y equipado como para arrasar la
ciudad; Vladimir, débil en la soledad del poder no sabe qué hacer y
corre desesperado y lagrimeante de un lado a otro de su palacio,
cuando su hija le aconseja que libere a mi amigo Ilia, y el príncipe
descubre con estupor que el prisionero está vivo porque su hija lo ha
estado alimentando a escondidas, y se tira a los pies del prisionero
para pedirle que salve Kiev; Ilia, entonces, acepta ir al combate,
pero, primero aclara al soberbio y autoritario soberano que no lo
hará por él sino por la Santa Rusia, las viudas y los huérfanos, que él
no es caballero para servir a un déspota, porque los déspotas y su
poder son como las estrellas fugaces y sólo es eterno y esencial el
anhelo de libertad de los pueblos; y que me perdonen los camaradas
periodistas si por mi torpeza no he podido dar respuesta a la pregunta que me formularon, ruego tengan en cuenta yo vengo de muy lejos en el tiempo y la modernidad me aterra y quizás mis opiniones
no tengan absolutamente ninguna vigencia; una fuga no era fácil,
alambradas con garitas en alto cada diez metros, y por entre las
alambradas cables eléctricos de la 440, potentes reflectores, perros
amaestrados y un sistema de chivatos ¡que líbrenos Dios de engendro semejante!, todo como para decir, me pudro aquí; adiós muchachos compañeros de mi vida; suponiendo que lograras evadir las
alambradas y los cables eléctricos y las garitas erizadas de ametralladoras, entraban a jugar su papel los perros, ¡y qué manera de jugarlo!, no era a los pies a donde se tiraban, sino a la garganta, hubo
un muchacho al que un perro le arrancó las cuerdas vocales y lo de
pedir el agua por señas ya no fue para él una frase hecha; el perro es
el mejor amigo del hombre; el perro tradicionalmente siempre ha
estado de parte del poder, no es por gusto uno de los animales más
inteligentes, quizás por eso me desagraden los perros, tan correctos
tan guardianes del orden tan vigilantes y tan perros, en suma, y hay
algo de abyecto en la alegría expresada por el perro al menear el
rabo cuando ve al amo, donde quizás se encuentra más la identificación hombre-perro, identificación que se debe a que el hombre ve en
el perro al otro perro que lleva dentro; perro de presa, por supuesto;
356
Armando de Armas
y el perro simplemente ve en el hombre a un perro en dos patas al
que debe respetar; el gato no, el gato es otra cosa, hay en él una dignidad, una majestuosidad y una actitud filosófica ante la vida que ya
quisieran muchos hombres, ese andar siempre al acecho, nervios en
punta, dispuesto a lanzarse sobre la presa, ese estar en la casa pero
no estar, pertenecer pero no pertenecer, elementos que no dejan margen a la seguridad frente al gato, que nos hacen comprender, si miramos al fondo de las cosas, que simplemente no hemos domesticado al gato, que en última instancia lo que existe entre el gato y
nosotros es sólo un pacto en regla, ni vasallaje ni conquista, sino
intereses por ambas partes, y punto, eso no quita que haya camaradería y hasta una especie de amistad, pero todo muy de parte y parte,
sin entregas incondicionales, que se expresa en la actitud del gato al
dejarse acariciar mientras ronronea para que nosotros volquemos en
él nuestras ansias de amor frustradas o descarguemos como por encanto nuestra sobredosis de stress en su pelambre relajadora, a cambio de un plato de comida que nunca viene mal cuando la caza ha
sido mala, cosa que nos confía y gusta sobremanera porque nos hace
sentir poseedores del gato, cuando en realidad simplemente el gato
nos usa como nosotros lo usamos a él, como todos nos usamos los
unos a los otros en todas las relaciones, aun en las más supuestamente desinteresadas, y entonces ocurre que el estúpido hombre tiene su
gato y lo ve saltar por sobre la mesa, por la ventana o por los tejados
y dice qué mono qué lindo mi gatico qué feliz soy con mi gatico sin
saber que en ese gato aparentemente doméstico hay un tigre y que un
buen día puede desaparecer, elementos que hicieron se divinizara al
gato, o se le asociara con las fuerzas demoníacas, lo que al final es la
misma cosa, de todas formas, el gato nos da cada día una lección en
el ritual de enterramiento de su mierda, cosa que parece sencilla,
pero que tiene detrás toda una filosofía y un accionar de vidas anteriores que lo hacen, una vez llevada a feliz término la mayor necesidad y uno de los placeres mayores, acordarse de que no está solo en
el mundo, o en los mundos que habitamos, y que constituye a mi
entender la lección primera para los que decidan aprender a vivir en
democracia, que es aprender a respetar el derecho que tienen los
demás a no oler nuestras pestilencias; ¿por qué a la Gata le dirán
357
La tabla
así?, ¿se lo pusimos nosotros?, sí, nosotros mismos, y creo que fue
por su agresividad para cazar niñas, que es tal que cada hombre que
se respete debiera tener a su disposición una niña como la Gata, que
es ella y es todas las mujeres a la vez, una mujer todas las mujeres,
entregándose tierna, delicada y vividora hasta la médula de cada
juego amoroso que haga o que le hagan, fuerte, activa, arrebatadora
y casi brutal, remolino vertiginoso siempre, la dualidad misma, la
transposición de campos, un grito a la intolerancia y una escupida al
enyesado rostro del Dogma, ¿sabrá la Gata que ella es tantas cosas a
la vez?, no, y es mejor que no lo sepa, no vaya a ser que se ponga
engreída y entonces sí que se jode y no es nada, que lo maravilloso
no puede tener conciencia de que lo es y mucho menos proclamarlo,
hay en eso algo de los tesoros convertidos en carbón por la imprudencia del favorecido al comunicar a una segunda persona lo que le
fue entregado sólo a él durante el sueño bajo la condición de no decirlo a nadie; terminantemente prohibido romper el encanto; no obstante creo que antes que acabe el show voy a decirle a la Gata que
me gusta y que admiro su desfachatez y provocación a tanto guardián de la norma como hay por ahí; ¿norma?; si no cumplen la norma en el campo no habrá pase para los alumnos, orden del director;
nombre de mujer, reglas de conducta, medida a no sobrepasar so
pena de entrar en contradicción con la sociedad y convertirte por
tanto en un antisocial, digo, con la sociedad no, con los que dicen
que representan a la sociedad, con los vanguardias de la sociedad;
las normas morales de la clase reaccionaria, por ejemplo, la burguesía imperialista, frenan el desarrollo; las normas de la moralidad comunista se han convertido en la URSS en normas de todo el pueblo
y reflejan el avance de la sociedad hacia el comunismo; las normas
morales básicas de los edificadores del comunismo se han fijado en
el programa del PCUS; las normas de la Gata que no son normas que
son la antinorma deberían estar plasmadas en el programa del PCUS
y hasta en los planes quinquenales; ¿quinqué?; sistema de alumbrado primitivo, pero menos primitivo que la chismosa, utilizado por
los habitantes de nuestros campos; en el campo alegre tengo una
casita; un campo polvoriento, de hierbas y arbustos raquíticos, manchas de petróleo, cauces sin agua, grietas como cicatrices en rostro
358
Armando de Armas
quemado, árboles sin hojas, lagartijas fugitivas de otros tiempos,
suelos calcinados, agricultura de desmonte, una turbina succionando
en una represa de aguas hediondas y verdosas y peces muertos o
vivos con protuberancias y excrecencias en los cuerpos como nueva
especie que se estuviese gestando en experimentos de genética, palmas de pencas que penden como ripios de banderas que un día fueron verdes; el verde es el color de la esperanza; el pueblo se vistió de
verde-olivo; compre usted aceite de Olivo; fulano está verde de la
guapería; los marcianos son verdes; el heroísmo se vistió de verde;
verdecer la vida; vida verde; ¡que viva el Partido de los Verdes!, que
vamos a proclamar como partido único porque Martí creó un partido
y no dos; reconocemos, y lo reconocemos porque somos ante todo
críticos, y autocríticos, que estamos maltratando, o mejor, hemos
maltratado en el pasado, un tanto a nuestros campos, pero eso no es,
en modo alguno, un maltrato absoluto y sistemático, y menos aun un
maltrato malintencionado, sino que se ha dado en determinados sectores del campo, respondiendo a las necesidades alimentarias de la
población, lo que en términos de actualidad sería el Plan Alimentario del cual todos hablan pero que nadie ve porque no es soplar y
hacer botellas sino que se lleva su tiempo y eso lo saben los hombres
de campo, es verdad que a veces nos ha faltado una visión futurista
del asunto, pero ya enmendamos eso, y ejemplo de ello es que para
el próximo quinquenio nos proponemos firmemente eliminar el desbroce de malezas para el cultivo mediante el uso del fuego, práctica
que hemos dudado en eliminar porque todos saben, amigos y enemigos, lo respetuosos que somos de las tradiciones agrícolas que nos
vienen de nuestros antepasados los taínos, y eso no es conservadurismo barato ni romanticismo ramplón, es preocupación por salvaguardar las raíces, que un pueblo sin raíces tiende a desaparecer, más
ahora que las fuerzas del imperialismo y la reacción se sienten fuertes y a la ofensiva, no obstante, eliminaremos, dolorosamente, la
práctica del desbroce por fuego, y mire, una prueba definitiva que
aquí sí tenemos en cuenta el medio ambiente es que no ha surgido
ningún partido de los llamados ecologistas, que si en las sociedades
corrompidas de Occidente abundan tales partidos es porque los ciudadanos no están seguros, y claro que no lo pueden estar, de que el
359
La tabla
equilibrio ecológico no puede ser afectado si de obtener ganancias
se trata, entre nosotros el pueblo sabe, está consciente, de que el
Partido Comunista en su papel rector y como depositario de los intereses obreros, tiene la perspicacia y la inteligencia necesarias para
ubicar como tarea de primer orden el mantenimiento del equilibrio
del sistema ecológico en aras del bienestar de las generaciones que
nos sucederán, sé que por ahí existen compañeritos un tanto confundidos, o francamente reaccionarios, disfrazados de un verde de relumbrón para decir al oído de quien quiera oírlos que estamos deforestando la isla, pero no les tememos, ni nos preocupan en lo más
mínimo, pues estamos absolutamente convencidos de que sólo el
Sistema Socialista permite el desarrollo de una política encaminada
a salvaguardar las riquezas naturales, ya que no responde a intereses
mezquinos de propiedad privada, sino al interés común del mejoramiento humano; hemos llenado el país de la especie de los hurones
para acabar con la especie de los ratones, y resulta que ahora no tenemos como acabar con los hurones, ni con los ratones, pues los
muy hijos de puta ahora se han hecho amigos, pero el equivocarse es
de humanos; me he hecho amigo de un preso común y hoy me ha
traído una muda de ropa civil; aquí tienes, la más elegante, para que
te maten elegante; se me han enfriado los cojones, he tenido la exacta dimensión de la muerte ante mis ojos, hasta ese instante la muerte
fue algo ajeno, e improbable, algo que tenía que ver con otros menos
conmigo, es dramático cómo unas palabras, simples palabras, dichas
así como al descuido y puede que hasta ingenuamente, te abren todo
un abismo de miedos e incertidumbres ante las dimensiones de algo
que hasta ese instante era absolutamente abstracto; aún en el momento en que bajaron al Pepillo de la alambrada con la cabeza destrozada y la cara de sorpresa; aquí tienes, para que te maten elegante;
tal vez lo dijo para acobardarme, que estos presidiarios tienen una
manera tal de decir las cosas que en nada se parece a la manera en
que lo dice la gente que nunca se ha visto obligada a recostar su cara
contra las rejas, el caso es que ahora, por vez primera, veo claro la
frontera vida-muerte, o más bien la continuidad vida-muerte, que
debe tratarse de eso, continuidad, y no frontera, al menos no frontera
como el Muro de Berlín o las famosas, y funestas, 90 millas entre La
360
Armando de Armas
Habana y Cayo Hueso, pero ver claro, si es que se puede ver claro,
no significa que tengo que apendejarme, por el contrario, debo decirme que si el ciclo en que estoy debe cerrarse dentro de unas horas,
tendrá que abrirse algún día en un tiempo donde estén prohibidos los
perros mordedores de carne fugitiva, las alambradas y las balas, de
todas formas, no me es fácil hacerme a la idea de que me van a tirar
por la espalda y yo, indefenso, sin más alternativa que esperar el
golpe seco mientras corro con los ojos cerrados, cerrados no, que lo
que te va a venir, te viene, que la gracia es aguantar lo que venga con
los ojos bien abiertos, que muchas veces la salvación depende de lo
abierto de los ojos; OJITOS ACEITUNADOS, BOQUITA DE CARMESÍ; éste que me trajo la ropa civil lleva como diez años guardado
porque dicen que mató a un tipo por un jarro, pero así y todo no se
ve mala gente, y lo mejor, me ha dado una mano, aunque reconozco
que la fracesita que me dijo al dármela no me agradó ni un poquito,
pero la gente no tiene por qué decirle a uno lo que uno quiere que le
digan, ese es el problema de los detentadores del poder absoluto, que
siempre les dicen lo que ellos quieren que les digan, total, qué trabajo cuesta decírselos, más, cuando decir lo contrario puede significar,
en el mejor de los casos, la pérdida del favor y la confianza del mandatario con respecto al ingenuo súbdito, no obstante, esta constante
adulación, contrariamente a lo que pudiera esperarse, se vuelve contra el propio caudillo que irá entonces por la vida como coloso parado en piernas de plastilina por entre juegos de espejos que le devolverán su imagen de irreprochable perfección, horrible perfección
que tiene su verdadero origen en la importancia de la cabeza, tanto
que, la mayor preocupación del hombre en cualquier época y circunstancia es mantenerla sobre los hombros, y por mantenerla sobre
los hombros, los hombres dicen y hacen cualquier cosa; la cabeza
del Bautista en bandeja de plata es suerte que nadie quiere para la
suya por mucha vocación de mártir que posea; vaya, hombre, si todavía uno fuese un dragón no tendría por qué preocuparse tanto por
una cabecita más o menos, ya que siempre quedarían bastantes de
repuesto, pero sucede que uno no es un dragón y cuenta con una sola
y triste y atormentada cabeza y no hay razón para estarla ofreciendo
a las furias y caprichos y malas digestiones e insatisfacciones sexua-
361
La tabla
les de un Máximo Líder; CAMBIA, LÍDER, CAMBIA; aunque, tal
vez, el dragón sólo sea una manifestación aberrante, o aberrada, en
el sentido de que sus cabezas le salen todas juntas, en tanto que cualquier ser humano común poseerá igual número de cabezas que el
dragón, o más, sólo que éstas le estarán esperando en la eternidad
como en una carrera de relevo, y el portador en el momento que
posee una de dichas cabezas no estará nada convencido de que es
así, de que tendrá otras vidas con sus respectivas cabezas, y por supuesto cuidará al precio que sea necesario la que tiene ubicada sobre
los hombros, ya que no es nada aconsejable el andar por esos mundos de Dios dilapidando la cabeza cuando se sabe la Historia ha demostrado hasta la saciedad que hay gentes con una vocación irresistible a rebanar y coleccionar cabezas, vocación perfectamente
realizable cuando se tiene poder, o cuando se está bajo la sombra del
poder, también en contra del poder se puede desarrollar tan emocionante vocación, pero ya con un poco más de peligro para la propia,
yo de verdad quisiera conservar la mía todo el tiempo que sea posible, aunque de vez en cuando me vea obligado a ponerla en peligro,
en realidad, todos, siempre, la tenemos en peligro; al inventor de la
guillotina debió de quedarle la cabeza echando humo; la cabeza es
humo; se le fueron los humos a la cabeza; el humo asciende y forma
estrafalarias cabezas de seres invisibles en el espacio que se corporizan con su presencia; un humo negro y hediondo es el que sale de
la quema del basurero municipal, elevándose al cielo en zoomórficas
columnas; no se asusten que esto es sólo la quema del basurero municipal, que la quema del basurero nacional va a ser otra cosa, pues
habrá tanto humo que confundiremos el día con la noche como debió ser en los Comienzos; ¡cojones, echen basura sin miedo!, estoy
en la basura como dentro de una piscina, acostado de bruces en el
piso del camión, ¿cuántas paletadas de basura necesitará el camión
para llenarse?, sube sube como el agua; cúbreme cúbreme cúbreme;
para cubrirme totalmente harán falta 40 paletadas, tal vez 80, esto se
parece mucho a un enterramiento en vida, no puedo dejar que me
caiga tierra en el huequito que abrí con una bayoneta en el piso del
camión para meter la nariz y respirar; combatientes de Bahía de Cochinos que viajan en la caseta de hierro herméticamente cerrada de
362
Armando de Armas
un camión militar, esposados con las manos atrás, unos sobre otros
como fardos, meados, cagados, el aire falta, el aire es un tesoro, todo
el oro por un poco de aire, todo por el aire, aire aire aire en el aire en
el aire en el aire flotar flotar flotar, los meados y los sudores se evaporan hacia el techo, techo cielo techo nube; soy una nube y nadie
me puede atar; atados como estamos, y va cayendo del techo-cielo
del techo-nube como una lluvia, meado-sudores, pero lluvia que refresca algo y entra por la comisura de los labios; proceso de evaporación; formación de cúmulos; vamos a bombardear a las nubes para
que llueva, la sequía es algo serio, tome Coca Cola bien fría, eso,
una Coca Cola bien fría, los héroes toman Coca Cola, sólo los héroes comunistas no toman Coca Cola, caen como moscas, la muerte
por asfixia no es tan horrible, no hay nada que sea tan horrible; dicen
que somos mercenarios, mer-ce-na-rios, el aire en gotas, sólo una
gota de aire, de Coca Cola, somos la cola del cometa, el cometa brilla y es lindo y polvo y desechos cósmicos y lo que fuimos y lo que
seremos y búmbata como pelotas contra el hierro de la caseta que
quema y el hierro es cielo y es nube allá arriba en el techo, prenderme del techo y mamar del techo, idiosincrasia sexual del cubano,
libertad libertad libertad, agua y sobre todo aire aire aire y el negro
raspa en el piso con la hebilla del cinto militar, todos somos militares, militares por necesidad, el negro raspa raspa que te raspa con la
hebilla del cinto y es que a Dante nunca le encerraron así en un camión militar rodeado de otros camiones cargados de milicianos con
metralletas que no oyen, o que no quieren oír, los golpes que damos
contra las paredes de acero, siguen cayendo como moscas, no sé
cuántos ya, ni cuántos más caerán, todos, seguro que todos, a los
milicianos les dijeron que éramos mercenarios, la claridad, la claridad del huequito, el negro raspó y raspó y logró el huequito con la
hebilla, la vida es una hebilla, la vida es un hueco, te fabrican por un
hueco, naces por un hueco, gozas por el hueco, el negro bueno, el
negro de Martí, me empuja contra el hueco y halo el aire y siento que
estoy vivo y dicen los milicianos que el negro es un reverendo hijo
de puta que vino a pelear para que lo hicieran esclavo de nuevo; un
hombre tiene que saber resistir ciertas cosas en la vida; necesito resistencia para no tener que resistir el Servicio Militar Obligatorio, S
363
La tabla
M O, ¿se-meó?; RESISTENCIA PARA LA VICTORIA; es más cómodo resistir en la obediencia que en la desobediencia; UN DOS,
TRES CUATRO, comiendo mierda y rompiendo zapatos; botas rusas para marchar; botas rusas para montarse en una guagua a las
cinco de la tarde y permiso, permiso, pisando como un elefante sobre delicados zapaticos rosados de oficinistas y estudiantes que
vuelven a casa a preparar comida o leer novelones románticos o a
soportar la penetración de brutalizados maridos para a la mañana
siguiente volver al desgaste de la rutina diaria en la oficina; ¡¿están
apendejados o qué?!, echen, echen más, que no se me vea nada fuera; les di 20 cajas de cigarros a cambio de que me taparan con basura, los comunes hacen cualquier cosa por cigarros, hasta soplarles a
los guardias que estoy aquí bajo la basura, aunque parece que el que
me trajo la ropa para que me maten elegante tiene cierto código moral, extraño o retorcido, pero su código moral, sé que no me va a
delatar, no entiendo cómo un hombre puede matar por un jarro, dicen que el jarro era de aluminio y tenía el nombre de una mujer en el
fondo, el caballero Amadís en el fondo de un camión de basura, llegar hasta el fondo de las cosas, las cosas sin fondo, qué dirán los
reglamentos de la Orden de Caballería sobre el particular, los estatutos de la Unión de Jóvenes Comunistas sólo mencionan la contaminación con la basura ideológica, lo malo de la basura son los papeles
embarrados de mierda que me van cubriendo la cara, manchones de
mierda sobre la foto de altos dignatarios que discuten cuestiones de
estado constituyen un atentado a lo más sacro de la patria, pero los
soldados, clases, oficiales y presos de este campamento-prisión no
tienen la culpa del criminal bloqueo yanki que impide limpiarse el
culo con papel higiénico, estos papeles se adaptan como el agua a la
geografía de mi cuerpo, es como darse un chapuzón de mierda, tal
vez hemos estado todos chapaleteando entre la mierda, cualquiera
puede ahogarse bajo el peso de la basura, he dicho a los comunes
que si me delatan y quedo vivo los mato, me robo un AK y los ametrallo, si no fuera por la arenilla que corre por entre los sucios papeles y se te mete en la nariz sería todo más fácil de soportar, todavía
estoy a tiempo de decir a los energúmenos que no me sigan tirando
basura encima, que ya, se acabó, no puedo con esto, que no es mie-
364
Armando de Armas
do, que es asco, falta de aire, aire puro que va a los pulmones y
limpia y sale, visualizado por un yoga, un yoga amigo que hará levitar mi cuerpo sobre tanta inmundicia, cuerpo nuestro que nos hace
pecadores, el Rey Cuerpo, el cuerpo manda y nosotros obedecemos,
esclavos del cuerpo, librarnos de él, transmutarnos en otros cuerpos,
en uno de esos gusanos que pululan en los tanques de basura y cuando vengan los guardias, no, Teniente, aquí no hay nadie, mucha peste, sí, nada más, dicen las balas no atraviesan la basura, la mierda no
arde, hasta aquí llegan los ruidos como amortiguados en corcho, universo de corcho, país de corcho, quiero estar lejos, una voz me llama
en la lejanía, lejanía de sentimientos, la basura me cubre, me moldea, yo-basura, detritus social, escoria, rezago del pasado capitalista, fondo, fondillo del mundo, culo del mundo, carne de culo, culos
en dos patas que dirigen naciones, amos, anos socialistas, Ano Absoluto, lo anal en los anales de la ideología, Universo-Camión-deBasura, la basura es el mejor de los fertilizantes, sobre mí detritus de
militares pundonorosos y viejas ratas de presidio, si no fuera por la
arenilla tan molesta podría hasta dormirme aquí y despertar en el
basurero municipal, sacudirme un poco la ropa y caminar por la carretera hasta encontrar un bar, darme un trago para relajar tensiones
y celebrar que soy un hombre libre, ¿libre?, bueno, en relación a
como estoy ahora, caminar por una carretera aunque no vaya a ninguna parte y nadie me espere en ninguna parte, una carretera recta y
sin baches para caminar descalzo en noche de luna llena; retatatatata
ratatatatata pingaaaaaaaaaaaaaaaa; me jodí, estoy cogido, dicen estos maricones que no me mueva que no es conmigo que fue un preso
que le sacó la pinga a un custodio y que el custodio comenzó a tirar
contra las galeras, que esas son las ráfagas, que no hay pro de ningún
tipo y que hay como cinco presos militares heridos, ¿no será que
estos hijos de puta le avisaron a los guardias lo de mi fuga y ahora
me están durmiendo para que me maten aquí abajo?, y yo no puedo
morir así bocabajo que no es posición para morir un caballero, y las
gárgaras se hacen bocarriba en la cama, pero, no, tal vez sea verdad
porque si no ya le hubieran tirado al camión y una ráfaga de AK lo
estremecería todo y ahora oigo que discuten con el chofer para montar a los heridos en la cabina y sobre la basura y no quiero me vaya
365
La tabla
a caer sangre arriba, no por escrúpulos ni dada de eso, sino porque
no voy a poder caminar mucho con la ropa manchada de sangre,
gritan que viene el jefe de la unidad en un jeep y seguro los montan
en el jeep porque este trastajo no corre nada, este alboroto me va a
ayudar, lo único malo sería que me faltara el aire, pero lo del aire es
subjetivo, porque lo que tengo que hacer es evitar que la basura cubra el huequito que abrí con la hebilla del cinto militar, perdón, con
la bayoneta, no sé a qué cuento viene aquí una hebilla militar cuando
los guardias nos quitan los cintos para que no nos ahorquemos, aunque por mí que den todos los cintos que quieran que yo no le doy ese
gusto de ahorcarme a nadie, eso es economizarles mi muerte y quiero que paguen el precio en balas, aunque las balas ellos las pagan en
azúcar, en azúcar y en sangre, y no en moneda convertible, de todas
formas lo que es por mí no se ha producido ni una onza de azúcar
que la única caña que he cortado era para la vaca pinta del abuelo
Montalbán, menos mal, gracias al negro, digo, al huequito, tal vez
no muera ahogado como el primo Calibán, o como él, no, peor, porque él murió ahogado en agua y yo moriré ahogado en mierda, es
mejor que le metan un tiro en la cabeza a uno que morirse aquí bajo
la basura; a-esconderse-que-viene-la-basura; basura cósmica; basura nuclear; Núcleo del Partido; me está entrando como un sueño, un
sueño pesado, marea, que baje que baje la marea para irnos todos a
pie, que baje hasta que el mar se seque, ese sueño es la muerte y no
quiero la muerte, quiero este cuerpo que me lo dieron para gozar y
no para terminar bajo la basura, nadie calcula lo que pesa un camión
de basura, nadie calcula lo que pesa un camión de basura, nadie calcula, ya se mueve el camión, se detiene en la posta de control, pasa,
veo por el huequito la línea divisoria de la carretera que huye velozmente hacia atrás, ¿será verdad que el camión arrancó o son espejismos de mi mente?, ¿o es el sueño?, si logro resistir este sueño pesado puedo resistir un ataque nuclear, y si ahora me duermo sería para
mí lo mismo que si hubiesen lanzado la bomba atómica, el final,
imagino la cara que pondrán los buscadores de tesoros en el Basurero Municipal cuando revuelvan la inmundicia y me encuentren dormido con esta ropa elegante como si una novia me estuviese esperando en uno de esos pueblos a lo largo de la Carretera Central; cada
366
Armando de Armas
luz que asoma en la carretera pudiera ser de los Boinas Rojas, ¿por
qué el color rojo para sus boinas?, determinada gente prefiere determinados colores, los maricones prefieren el rosado, los niños, las
fieras y los pueblos primitivos prefieren el rojo; UN TORO EMBRAVECIDO EMBISTIENDO EL HUIDIZO TRAPO ROJO; una
luz en la carretera es siempre una esperanza, esperanza de que no se
trate de los Boinas Rojas, ¿quién fue el inventor de la boina?, la más
famosa y funesta es la del Che Guevara, los Boinas Rojas no son
malos muchachos, simplemente son, Son 14, no catorce Boinas Rojas, sino el grupo musical que canta aquello de y si Dios te diera un
hijo no le pongas mi nombre para que no sea como yo, ¿cómo soy
yo?, el hecho de Ser es bastante, lo que sucede es que estamos acostumbrados al milagro y por eso no lo percibimos, el milagro está en
el aire que respiramos, en el hecho mismo de respirar, defecar, caminar, permanecer perpendicularmente prendidos al Globo Terráqueo
con los abisales vacíos cósmicos a nuestro alrededor, y sin embargo,
no caernos; CRECED Y MULTIPLICAOS; el milagro se encuentra
en la posibilidad siempre presente, trágica y esperanzadora de la
muerte, esperanzadora de que es sólo un entretiempo para volver a
la vida, de que es el medio más eficaz para que no estemos en el
mundo los unos sobre los otros, de que no se agoten los recursos
alimentarios, de que te libere de insoportables padecimientos, de
que un día nos sitúe a la diestra del Señor, de que le corresponda el
turno a otro y no a ti, de que se lleve al Máximo Líder que impide tu
felicidad, quien de todas formas al final no resulta tan malo porque
de no haber existido Él, ¿a quién culparías tú de infelicidad?; el
mundo está hecho de infelicidad; canción más mierdera, chico; la
muerte es la esperanza de poder decir allá los vivos con su condena
y la esperanza de que efectivamente no estamos condenados a la
inmortalidad, cada vez que veo aparecer una luz me tiro a la cuneta,
he vivido lanzándome a las cunetas, tengo una preparación combativa que le roncan los mameyes; declina debajo de los mameyes Machado poniendo leyes y el pueblo comiendo harina; nunca se siente
uno más solo que cuando está en la carretera de noche y pasa un
carro que te ha iluminado y se va llevando la luz y las sombras comienzan a cubrirte y el motor va zumbando cada vez más lejos, es el
367
La tabla
momento del imprevisto de un asaltante, o de un fantasma, posiblemente el que me asalte a mí salga asaltado, no estaría mal quitarle la
ropa a un ingenuo asaltante porque ésta que traigo puesta tiene tremenda peste a mierda, a calabozo, no se imaginan ustedes la cara de
un asaltante asaltado, la del cazador en la trampa, terrible, ellos no
están preparados para eso, para ellos todos pertenecemos a la categoría de asaltados o cazados, todos menos ellos, pero conmigo se
joden, tienen que aprender a ver el mundo en todas sus posibilidades, ustedes los asaltantes se creen muy temidos y no saben la de
cosas que se ocultan al acecho en la noche, me dan pena los asaltantes, peligroso yo que tengo detrás de mí a todo el cuerpo de Boinas
Rojas como pitirres sobre el aura tiñosa; los pitirres son felices aves
que vienen de la Florida a veranear a la isla, y después, pueden regresar de nuevo a la Florida; sin embargo, ellos, los Boinas Rojas, se
parecen más a las tiñosas que yo; aura tiñosa ponte en cruz, las tiñosas y el calvario de Cristo, Cristo y los soldados romanos, Amadís y
Cristo, Cristo y los Boinas Rojas; porque tienen la cabeza tocada de
una vistosa boina roja, roja como la cabeza de un aura, como el Ejército Rojo, el glorioso e invencible Ejército Rojo, rojo rojo rojito rojito como la sangre, la sangre de los hermanos caídos en la defensa
de la soberanía angolana no corrió en vano, en vano se empeñan los
imperialistas en atacarnos y calumniarnos cuando la razón y la justicia están de nuestra parte, la boina del Che era negra, conocí a un
gallego ex combatiente de la República Española que usaba una boina negra y hablaba muy mal del comunismo, no me explico por qué
me comporto tan condenadamente mal, a veces pienso que soy un
mal hijo que no agradece a madre Revolución lo que ha hecho por
mi educación y mi salud de una manera absolutamente gratuita y lo
que ha hecho por no dejarme caer en la miseria, sobre todo en la
miseria moral que padecen los jóvenes de Occidente, madre perdóname una vez más así como nosotros perdonamos a nuestros deudores, perdóname por los soldados que despliegas en mi búsqueda y
por las balas que han malgastado en mi captura y por las que a lo
mejor emplean en mi muerte uno de estos días, madre todopoderosa
y generosa e implacable con tus enemigos, ¿soy yo tu enemigo?,
madre, una cucaracha no es digna de ser tu enemigo, búscate enemi-
368
Armando de Armas
gos que acrecienten tu gloria; GLORIA A DIOS EN LAS ALTURAS; yo no seré más que una cucaracha aplastada por uno de tus
tanques de guerra cuando en verdad bastaría con un pisotón de alguno de tus buenos hijos; ALEGRES Y DIGNOS MUCHACHOS
BOINAS ROJAS NO MALGASTAN SU TIEMPO A LA CAZA
DE CUCARACHAS; será la única especie que sobrevivirá en caso
de una hecatombe nuclear; no quiero me comparen con bicho tan
repulsivo, con un tigre, sí, tal vez con un gato, para no pedir mucho,
no, si no pido mucho, sólo un lugar bajo el sol; conspiración de los
Rayos y Soles de Bolívar; saber que en una de mis vidas estuve en
esa conspiración, ¿y si en vez de eso fui esclavista o pirata?, probablemente, quizás por eso estoy en una carretera al acecho de una luz
al doblar de cualquier curva, pago cosas, no debo quejarme, es bueno que un hombre sepa pagar cosas sin quejarse, entre el esclavista
y el pirata, prefiero al pirata, tan cruel el uno como el otro, pero el
pirata tiene cierto halo romántico; CON DIEZ CAÑONES POR
BANDA VIENTO EN POPA Y A TODA VELA; en su enfrentamiento a todas las banderas, en su fiera afirmación de la individualidad frente al Absolutismo de la época, en su búsqueda de una posición en la vida, en la sociedad, contra la sociedad y por su cuenta y
riesgo, a despecho de las condiciones de la sangre azul y las exigencias de servidumbre incondicional al PODER, yo, pirata, perseguido
por los Boinas Rojas, es decir, las fuerzas españolas, desde niño quise ser bandido del mar y mi primo Jorge no fuera bobo que por lo
regular los piratas estaban mal armados y harapientos y perseguidos
y con hambre en tanto los españoles estaban bien armados y de uniformes rutilantes y bien comidos y eran perseguidores, parece es mi
estrella, siempre me ha correspondido ser el perseguido, ¿cambiará
la suerte?, tal vez, nunca se sabe, es como en el cachumbambé, aunque podría cambiar la suerte y yo que estoy tan acostumbrado a hacer el perseguido, a vivir al filo de la navaja, no pueda adaptarme a
la normalidad, y entonces haga de nuevo el perseguido, o lo que es
peor, el perseguidor, por cobrarme todas las que me hicieron cuando
era el perseguido; a pesar de mis preferencias pirateriles, no estoy
seguro de que haya sido un pirata, más bien creo fui esclavista, cuando más, capitán de barcos negreros, o cazador de negros en la costa
369
La tabla
africana, ¿cómo será el oficio de perseguidor?, del eterno cazador de
hombres con su escopeta y sus babeantes perros peinando las montañas de Ti Arriba, a la búsqueda de palenques de cimarrones, eterno
rancheador, como si el espíritu o la psicología del rancheador permaneciese al acecho en el tiempo; debiera existir una tercera vía, o
la opcionalidad de una tercera vía, ¡que si de escoger se trata!, no
creo nadie vaya a preferir andar por ahí por esos inhóspitos montes,
huyendo, ya sea detrás o delante, que esto último no determina, sino
las circunstancias que son esencialmente casi las mismas, siempre
las cabronas circunstancias incidiendo sobre unos pobres tipos que
se creen muy importantes y muy seguros y muy convencidos de lo
que hacen y por qué lo hacen; ¿de qué te quejas malagradecido si la
revolución te lo ha dado todo?; mi eterno agradecimiento al General
Gerardo Machado por haber construido la Carretera Central que camino entre sobresaltos de perseguido esta noche que no sé dónde me
va a amanecer; una carretera es siempre un buen lugar para los fantasmas, fantasmas con vocación de gitanos que pululan por las carreteras del mundo; caminar de noche por carretera desierta hace filosofar; qué sucedería si un buen día tomamos conciencia de que,
efectivamente, somos eternos, creo, sobrevendría un cataclismo moral, qué tendría entonces sentido, si sabemos el tiempo siempre
siempre nos va a sobrar, en cuanto a la lingüística, desaparecerían,
además de muerte, términos como tiempo preciso y tiempo perdido,
patrimonio, entre otros, de mandatarios, burócratas, escritores y carteristas, términos que se diluirían en el Tiempo-Tiempo, TIEMPO
ABSOLUTO, yo ante semejante cataclismo moral me acostaría
tranquilamente a dormir una siesta de milenios para reponerme de
precipitadas fugas como ésta, ¿y los máximos líderes?, ¡ah!, ¡los
máximos!, contentísimos de saber que el tiempo no es ya implacable
en cuanto a arrebatarles la deliciosa tajada del poder que tanta sangre les ha costado, la de otros, claro; SE PRODUCIRÁ UNA REVOLUCIÓN DE LAS MASAS OPRIMIDAS CONTRA EL RELOJ; es terrible esto de caminar con hambre por una carretera sin
principio ni fin y por lo mismo no va a ninguna parte ni tiene puntos
de referencia; ¿seré yo el mismo en la noche y la carretera y la fuga
y el acecho que el que se sumerge en la semiclandestinidad y los
370
Armando de Armas
juegos de luces y la música y las lentejuelas de este cabaret?; yo
cabaretero, suena bonito, gentes de cabaret, cuerpo de carabineros,
no, carabineros no, mejor cabaretero, que en el cabaretero hay como
un dejar hacer, un tomar la vida como venga, alegrar la vida como
sea, pasarla lo mejor posible, el caos, el caos dentro del caos, me
hablo, me converso, me masturbo, yo, el más turbado masturbador
en los disturbios, yo en la carretera, yo en el cabaret, en ambos casos
inciden las mismas circunstancias de soledad, de refugio, de autocomplacencia, de egoísmo, de encerramiento en lo cerrado del universo que somos, de evasión; el carabinero es otra cosa, en él todo
está reprimido y regimentado, excepto la necesidad y a veces el placer de matar, reprimido y regimentado por aquello de que para reprimir hay que reprimirse, y para regimentar, regimentarse, es organizado y uniformado, su visión padece de la capacidad de ver los
colores en su justa dimensión, precisos, delimitados, ajenos a toda
manifestación de promiscuidad, lo contrario del cabaretero que va a
disfrutar del amalgamiento, la promiscuidad, porque está intuitivamente convencido de que un color es todos los colores sin comienzo
ni fin como en una gran mancha de múltiples y contrapuestas acuarelas unidas por El-Pintor-Cuya-Paleta-Está-En-Todas-Partes y que
por lo mismo pintó de gris esta carretera, un gris que no produce
ningún efecto especial, pero como no eres nada bobo te percatas
enseguida de que su verdadero efecto especial radica, precisamente,
en el hecho de no tener ninguno, en producir una especie de desasosiego que da por la búsqueda de algo que remita a vivencias otras,
gris, gris de toda grisedad, y después sólo manchas de aceite, aceitosos oasis, y luces de carros que vienen raudas y me lanzo de cabeza
al vacío negro de la cuneta, nadie calcula la cantidad de fantasmas
que habitan una carretera, gentes que repentinamente han quedado
en el punto medio de un viaje, y a partir de ese instante viajan aburridamente en la eternidad, viaje absoluto, sin llegar nunca a parte
alguna, pobres estos fantasmas que debieran darme miedo y me dan
compasión, felices ellos que al menos me tienen a mí que me compadezco, de mí nadie se compadece, ni mi madre, porque la pobre
me cree en estos momentos totalmente reivindicado, es decir, a salvo, en un campamento cañero esperando en brazos del sueño la hora
371
La tabla
del ¡de pie! y el afilado de las mochas y toda la parafernalia correspondiente al honesto cumplidor de los deberes patrios, tengo miedo
de que venga el amanecer y huyan los fantasmas, soy sólo un hombre que va por la carretera gris con sus fantasmas y una estrella, su
estrella, seguido de un batallón de Boinas Rojas que eficazmente
peinan los matorrales en su búsqueda, no puedo detenerme, tengo
que seguir aunque sepa que no voy a llegar a ninguna parte, pero el
solo hecho de caminar me hace bien, aunque las botas me aprieten y
se me hinchen los pies dentro, los zapaticos me aprietan las medias
me dan calor, para este bonito viaje me hubieran hecho falta las zapatillas Cobra del Pepillo, ¿a dónde habrá ido a parar la zapatilla que
le faltaba?, ¿en qué punto de aquellos yerbajos que rodean la disciplinaria estará acurrucada y escondida la zapatilla?, zapatilla con
dos o tres agujeros de bala y alguna que otra mancha de sangre impregnada de partículas de tejidos; algún día un niño jugará por los
alrededores y entre oxidados aros de barril, hierros retorcidos, casquillos de bala y cañones de fusil habitados por arañas, encontrará
una zapatilla mugrienta con la etiqueta todavía rutilante de la marca
Cobra y pensará que envolviéndola y atándola fuerte con una cuerda
le servirá para jugar a la pelota, el niño estará gracias a Dios situado
en un futuro de la Historia Patria en que le será dado tener muchas
pelotas de encendidos y variados colores pero por aquella extraña,
extraña para los adultos, actitud de los niños de despreciar los más
lujosos juguetes a favor de los más rústicos artefactos, se apropiará
de la mugrosa zapatilla sin sospechar siquiera que alguna vez dentro
de la misma habitó un pie que fue convertido en masa sanguinolenta,
carne enlatada, y que las manchas más oscuras que la adornan no
son más que restos de grasa y tejidos humanos, menos sospechará
que una vez alguien llamado Pepillo quiso comprar su libertad con
aquella cosa deforme y sucia que una vez fue la admiración en las
fiestas de los pepillos del Vedado, el niño no sospechará que de conocerse que él tiene semejante cosa en su poder las autoridades se la
arrebatarían, y cambiarían inclusive por una bicicleta, para vaciarla
en yeso y levantar un monumento de sobrehumanas proporciones en
alguna plaza pública del país, probablemente en el mismo Vedado,
monumento que podría financiar la firma de zapatos deportivos Co-
372
Armando de Armas
bra, y procuraré estar presente el día que develen el monumento,
tomándome una cerveza Hatuey en una esquina de la plaza, y contrariamente a lo que esperaría el descomunal zapato no logrará despertar en mí ningún sentimiento especial, sino sólo el efecto de una
aburrida película donde unos aburridos señores, representantes de
las clases vivas; léase no bobas; de la localidad intentan adornar un
parque con un zapatón que por algún oscuro motivo ellos creen sensacional, me daré un trago, media sonrisa, sonrisa-mueca, y recibiré
con beneplácito el regalo de la cagada de un pájaro posado allá arriba entre las ramas de un almácigo; veo venir una luz; luz al final del
túnel; es lo que hemos estado esperando durante todo este tiempo;
tengo que decidirme porque ahorita va a amanecer; esta noche amanecemos, amanecemos guarachando; y ya los perros y sus amos han
de andar sobre mi rastro, quién me lo iba a decir a mí, que siendo
niño leía conmovido las historietas ilustradas donde valientes cimarrones eran perseguidos por babeantes perros, que me iba a ver un
día en la misma condición del cimarrón en pleno siglo XX en un país
donde supuestamente no hay lugar para la aventura y las situaciones
límites y todo es científicamente demostrable y los perros animales
fieles que sirven al Hombre para el bien de otros hombres porque,
sencillamente, ya no existen mezquinos intereses de clase, que dichos intereses de clase eran los que hacían que hombre y perros
persiguiesen con saña a otros hombres; 1789; UNA IDEA QUE
TRANSFORMÓ AL MUNDO; HOMBRES SON POSEÍDOS POR
LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS DEL
HOMBRE; el maligno documento los persigue y envuelve, los atrapa y los eleva, enorme papel escrito en letras góticas, viajar sobre la
DECLARACIÓN como sobre una alfombra mágica por países de
ensueño, antiguos reinados de príncipes y encantadas doncellas y
dragones múltiples veces decapitados por aguerridos pretendientes a
la mano de la hija del Rey, que hoy son países del Tercer Mundo
azotados por sequías y hambrunas y la firme convicción de construir
el Socialismo, convicción que por supuesto materializarán porque
ya poseen lo fundamental para TAN ALTO FIN, han erigido cada
uno de ellos a un MÁXIMO LÍDER que es muy sabio y muy bueno
y muy reunidor en su sacra persona de las más caras aspiraciones de
373
La tabla
sus respectivos y atribulados pueblos; YO EL SUPREMO DECLARO QUE SOY EL ÚNICO CAPACITADO PARA DECLARAR; un
hombre se dirige a otro; ¡un momento, por favor, ciudadano!, ¡yo no
soy ningún ciudadano!, ¡compañero!, ¡y más compañero que usted!;
EL CIUDADANO COMO UN ESTIGMA; ¿qué dirían al respecto
Bonaparte, Jefferson, Goethe y Miranda?; nada, media sonrisa, un
trago de ron, y pensó en el TERROR en que degeneró LA GRAN
IDEA, vio a la alacrana devorar a sus propios hijos y los hijos a su
vez devorar a la alacrana; HOMBRE CIUDADANO; una declaración erigida como una vela encendida sobre un río de sangre, y ahora resulta que nadie quiere, que nadie puede, ser ciudadano, sino,
compañero, camarada; de la misma camada; un túnel muy oscuro y
largo y estrecho con mucha gente metida a la fuerza dentro, gente
que a tropezones y empellones busca desesperadamente una luz, luz
que parece haber desaparecido para siempre, o, sencillamente, nunca existió, como si en realidad el túnel no ascendiera hacia la superficie, sino que desde siempre ha estado hundiéndose hacia el centro
de la Tierra; VIAJE AL CENTRO DE LA TIERRA; un pueblo en el
centro de la Tierra con sus leyes y sus héroes y un MÁXIMO LÍDER, ajeno, indiferente, y puede que hasta ferozmente dispuesto a
combatir contra el fantasma de la luz; LA LUZ DE YARA; cuentan
los guajiros que por las serranías de Yara suele vagar durante las
noches sin estrellas una gran luz que es el alma en pena del Cacique
Hatuey; debo decidirme por aquella luz que viene a lo lejos, tiene
que ser mi salvación, todos tenemos derecho; A UN ESTADO DE
DERECHO, ESO ES, UN ESTADO DE DERECHO; ¿y mataremos
a los izquierdos?; no voy a tener tan mala suerte, merezco que sea un
hombre de bien el que conduce ese carro, esa luz, que me pregunte
hacia dónde voy y yo, hacia donde usted vaya, un hombre que no
tema de los fantasmas que salen de noche a parar carros en la carretera, fantasmas que juegan malas pasadas a los incautos conductores, si tengo que pagarle le pagaré, no quiero favores, sólo un servicio, un buen servicio, para retribuirlo como Dios manda; BUEN
SISTEMA DE SERVICIOS SANITARIOS; puede hasta suceder
que el hombre viaje solo y quiera llevarme para que le dé conversación y le ahuyente el sueño y los jodedores fantasmas de la carretera,
374
Armando de Armas
claro, el pobre hombre no tiene evidencia alguna que le pruebe que
no soy un fantasma, pero vale la pena que se arriesgue, estamos acá
para servirnos, marineros somos y en el mar andamos, y si la balsa
de uno va bogando bien y hay otra en peligro de hundirse, nada más
justo que se le remolque y se le dé provisiones, en asunto de balseros
es hoy por ti y mañana por mí, al menos mientras dure la navegación, más nunca navegaré, soy Nadie, todos somos Nadie, nada de
nadies nadando en la Nada Absoluta, cuando el chofer me proponga
hacer viaje con él le diré que cómo no, que para donde usted quiera
que para eso somos cubanos, para ayudarnos los unos a los otros,
cubanos y revolucionarios, no se puede ser cubano sin ser revolucionario, ni revolucionario sin ser comunista, es imposible que no nos
ayudemos en momento tan difícil como éste, ¿difícil?, bueno, sí,
digo, no, me refiero a lo difícil que quieren poner las cosas los imperialistas con sus amenazas de agresión y el Bloqueo Económico que
hace, por ejemplo, que yo ande a pie y descalzo por la carretera y no
vaya al volante de un Mercedes Benz, que ande solo y con frío, hace
un frío de padre y muy señor mío, me cala hasta los huesos, estoy
bloqueado, quiero escapar, escapar de mí, de todos, de todo, de este
enorme cerco o túnel o trampa, maldita trampa del tiempo que no me
deja volar, los hombres debiéramos tener alas aunque no fuésemos
ángeles, la condición de alado no tiene por qué estar unida a la condición de ángel, con un par de alas yo resolvía el problema, aleteo y
asciendo suavemente por sobre las mesas ante los atónitos ojos del
Lobo, la Gata, Luly y de todo el cabaret pendientes de mis acrobacias aéreas por entre las luces del techo que dan destellos violáceos
a mis alas, hasta situarme en el punto justo en que bajando en picada
pueda salir por la puerta por sobre la cabeza del portero al cual tuve
que sobornar con cinco pesos para que me permitiera entrar hace
unas horas, para inmediatamente elevarme al cielo y voltear grácilmente rumbo norte, con un poco de frío, cosa natural de noche y a
estas alturas y teniendo en cuenta que voy batiendo las alas y que no
puedo acurrucarme en ellas, pero en cambio tengo que caminar y
caminar por la carretera gris, caminante entre las brumas, y menos
mal que allá viene esa luz, la esperanza de la luz para los ciudadanos
de Carajo, ¿qué país es ese?, un importante país del Tercer Mundo
375
La tabla
dirigido por un Máximo Líder, ¿y no habrá ciudadanos honestos que
enfrenten y derroten a ese que desdirige Carajo?; PROMETEO ENCADENADO, de Esquilo; Io; ¿pues es posible que Zeus caiga jamás del Imperio?; Prometeo; me parece que te alegrarías de ver ese
desastre; Io; ¿y cómo no, yo que tan miserablemente estoy padeciendo por su causa?; Prometeo; bien puedes tener por cierto que eso ha
de suceder; Io; ¿quién lo despojará del tiránico cetro?; Prometeo; él
a sí mismo, con sus desatentadas resoluciones; en Carajo son todos
como el erizo, bien defendidos con púas; un pobre y solitario erizo
entre escarpadas rocas con sus negras, ridículas y ponzoñosas púas
para repeler un eventual ataque enemigo; un extraño erizo que se
vuelve sus propias púas o que posee púas de doble punta para al
unísono pinchar y pincharse y que al final acaban por dañar más su
propio cuerpo; ERIZO MÍO QUE ESTÁS EN LA COLINA, TENDIDO COMO UN VIEJO; viejo erizo maricón preñado con miles de
larvas de erizo que se pinchan las unas a las otras, como para no
perder la costumbre, al son de viejos cánticos guerreros dirigidos la
larva llamada Erizo Mayor; una playa muy bella, la más bella, donde
los bañistas suelen terminar cojos por la acción de los erizos; ¿cómo
puedo quitarme la ponzoña inoculada por un erizo?; con una tabla,
tabla de la ley, que alguien te dé con una tabla de la ley en la planta
del pie; pero, eso es tortura; siempre hay una forma de torturar, torturar es fácil, la tortura es como Dios que está en todas partes, en
cada uno de nosotros hay un torturador, ¿quién no ha tenido deseos
alguna vez de azotar a una de esas mujeres de nalgas abundosas en
apretados jeans que andan sueltas por las calles?, eso es reflejo del
torturador que llevamos dentro, otra cosa es, por supuesto, la institucionalidad de la tortura; hace falta una gran tabla para matar a la
ponzoña; LA TABLA; la ponzoña de erizo es un buen renglón exportable con vista a fomentar en el mundo, sobre todo en el Tercer
Mundo, la filosofía del erizo y crear un, dos, tres, muchos Vietnams,
como quería el camarada Che, en una época en que las selvas desaparecían bajo la acción de bombardeos químicos y los niños corrían
desnudos e incendiados por el napalm; CUANDO LOGREMOS INCENDIAR AL MUNDO NO HABRÁ IMPERIALISMO NI DIOS
QUE SE NOS RESISTA; qué cosa será la luz que se acerca, nadie
376
Armando de Armas
puede saber, sólo Dios, y él no te dice es esto o es lo otro, puede que
Dios sugiera, sí, eso, Dios sugiere, un Dios que sugiere cosas y no
dice nada, o dice, sugiriendo, Dios que nos creó, digo, nos sugirió,
sólo somos sugerencias de Dios, Dios existe porque es la sugerencia
misma, y nosotros, sus sugeridos, que existimos sólo en la medida
que sugiramos, sugiero que la luz que se acerca no sea la de un carro
militar, sino la luz del carro de un pacífico ciudadano, en nuestro
país no pueden existir ciudadanos pacíficos, pero ese tendrá que ser
pacífico y se dispondrá a socorrer al caballero Amadís que viene de
librar feroz batalla en nombre de su dama, caballero que camina con
botas rusas Vaquetetumbo; EXCELENCIA DE MARCA EN EL
CALZADO RUSO; pudiera ser que la luz no sea más que un platillo
volador en la carretera, ¿sabrán sus tripulantes lo que es huir?, ¿cómo
darles la exacta noción de lo que es huir?, porque si llegaron hasta
aquí a través de millones de años luz se supone que sean tan evolucionados que no tengan la noción de la huída, no imagino a un evolucionado extraterrestre de esos corriendo delante de un policía con
el plomo silbándole en sus orejas, si es que tienen orejas, o escondido bajo toneladas de basura para escapar de una cárcel disciplinaria;
¿disciplinacuánto?; sí señor, disciplina consciente, eso es lo que esperamos, y exigimos, de nuestros soldados, clases, oficiales y presos, según la experiencia tomada por nosotros de quien fuera director del penal de Isla de Pinos durante el gobierno del General
Gerardo Machado, disciplina impuesta entre prisioneros comunes y
políticos con una eficacia que nos resulta aleccionadora, Castells,
creo, se nombraba el tipo, claro, nosotros como dialécticos que somos hemos adaptado sus enseñanzas a nuestra realidad actual y hemos ido mucho más lejos, hemos extendido su método de disciplina
consciente a la llamada sociedad libre, es decir, presos y ciudadanos
beneficiados por el mismo método de disciplina consciente, porque
no hay nada más lindo que un pueblo sometido alegremente a la
disciplina consciente, marchando de uno en fondo, fila india, uniformado, unido, pueblo unido jamás será vencido, monolítico, pidiendo
permiso para reírse, para hablar, para leer, para escribir, para tomar
agua, para bañarse, para rascarse, para hacer el amor, ¿el amor se
hace?, pueblo ideológicamente fuerte, radical en la defensa de los
377
La tabla
sagrados principios, ese es nuestro ideal de pueblo, y lo logramos, y
seguiremos logrando, pues contamos con las más sofisticadas técnicas para la aplicación de la disciplina consciente, cosa con la que no
contaba el pobre y folclórico Castells; necesito alguien o algo que
me guíe y diga si debo parar ese carro o nave espacial o lo que sea
que viene hacia mí, o por el contrario si debo lanzarme una vez más
a la cuneta, es tan difícil decidir algo, sobre todo cuando te han acostumbrado a que otros decidan por ti, aunque este caso es distinto, no
tengo alternativas; NUNCA TUVO AMADÍS ALTERNATIVAS,
AL-TER-NA-TI-VAS, VAS VIENDO NO ME DEJAN ALTERNAR AR AR AR ARMÉMONOS PUES PARA PODER ALTERNAR; y sabes no es posible dejarlo para después, es urgente hacer
cualquier cosa, cualquier cosa es la mujer de un chino, un chino
descalzo es lo que tengo detrás, no sé qué hacer, ¡qué malo es no
saber qué hacer!, pero algo haré pues no puede suceder que me encuentre aquí al amanecer, amanecer de pájaros que cantan y murmurio de aguas que caen en suaves cascadas y rosáceos dedos del alba
allá en el horizonte y cama tibia y mujer buena y desnuda al lado y
la esperanza como una luz, pero en cambio todo es tan terrible que
prefiero un encuentro cercano del tercer tipo que un encuentro cercano de cualquier tipo con los heroicos Boinas Rojas, especialmente
cuando no sé qué consecuencias pueda acarrearme un encuentro con
los extraterrestres, porque se habla mucho de sus supuestas buenas
intenciones y de que son, en caso de que sean capaces de llegar hasta acá, unos tipos supercivilizados y que por lo mismo deben haber
eliminado las políticas de conquista y que sus relaciones con nosotros serían sólo de colaboración en el sentido de continuar la labor
civilizadora que una vez en el tiempo, un tiempo remoto, ellos mismos habrían iniciado entre nosotros, ¡pobres criaturas con ínfulas de
pequeños dioses!, pero lo cierto es que nadie ha podido demostrar
hasta ahora que no vendrían precisamente con las intenciones contrarias y me acuerdo, no sé por qué, de hazañas civilizadoras como
la de César en la Conquista de las Galias, las Cruzadas, la Conquista
del Imperio Azteca a manos de Cortés y otras tantas empresas civilizadoras y desafortunadas, para los civilizados, por supuesto, y es
que mis preferencias vienen precisamente por la vía de no conocer
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Armando de Armas
el comportamiento que tendrían conmigo los extraterrestres y sí demasiado bien el que tendrán los valientes muchachones del cuerpo
de Boinas Rojas, así que, nadie podrá acusarme de vendido a intereses foráneos por mis preferencias, en la vida todo debiera ser cuestión de preferencias, no quiero ser militar, ¡que me respeten!, siento
miedo, miedo de que no sean los tipos del espacio, y en cambio,
sean, por ejemplo, Atila y sus hordas montadas sobre corceles de
ruedas, ¿cómo se las arreglaría el apestoso Atila para reclutar a sus
guerreros, y sobre todo, para mantenerlos entre sus huestes? pues,
que yo sepa, en semejante época no existían disciplinarias para castigar a los desertores, ¿o es que existía un consenso general entre los
clanes bajo su mando acerca de la necesidad de hacer la guerra para
la adquisición de nuevos territorios allá en el decadente Occidente?,
pueblos enteros yendo a la guerra, mujeres, niños y viejos tras los
guerreros, eran lo que vendría a ser la impedimenta para el Ejército
Mambí durante las guerras por la independencia, gente trashumante,
cola de ejércitos, siguiendo los avatares de la guerra, impedimenta
muchas veces atacada por las fuerzas españolas, gente que huye despavorida, cayendo, levantándose, cayendo para no levantarse más,
atravesada por el sable o el fuego del Mauser; LA SERPIENTE SE
MUERDE LA COLA; para la oficialidad española Maceo era el Atila tropical, ¿y Weyler?, no, Weyler no, era todo un caballero, nada
menos que el antecedente más directo de lo que después serían Lenin Calva de Terraplén con sus ojos orientales y su obcecada idea del
Superhombre Proletario y Hitler Bigotito Lindo con sus ojos de poseso y su obcecada idea del Superhombre Ario, antecedente en cuanto a la creación de campos de concentración; valiente sorpresa la del
guerrillero ruso de una aldea perdida en el monstruoso mapa de la
URSS, que acuchilla a un soldado alemán de las SS en el recodo de
un camino y ve que con la primera cuchillada la sangre que brota a
borbotones no es azul, sino roja, repite y repite el acuchillamiento
hasta el cansancio de la muñeca en busca de la sangre azul que le
diga que efectivamente él, pobre y estúpido campesino, ha matado
un dios ario, dios bello y dios cruel, pero dios al fin y al cabo que
muriendo lo hace ascender a él, aunque sea por un instante, a la categoría de dios o de matador de un dios que viene siendo lo mismo,
379
La tabla
y decepcionado, suelta el cuerpo del alemán que sujeta pasándole
una mano por la espalda, y cae hacia atrás con los movimientos de
un muñeco de trapo, ¿sabrá este aldeano ruso, devenido guerrillero
por la fuerza de las circunstancias, la historia de mi tío Yeyo apuñaleando un muñeco de trapo que le habían situado en el camino por
donde necesariamente tenía que pasar después de visitar una novia?,
¿qué posibles conexiones entre el guajiro ruso apuñaleando un dios
y el guajiro cubano apuñaleando al demonio de la noche en el mismo
preciso y maldito instante?, y para colmo Hitler busca en el mapa a
ver qué isla de indios y negros emplumados es la que le acaba de
declarar la guerra con todas las de la ley; a los desertores se les debe
un monumento porque se habla de la lucha por la paz y el desarme y
convertir las armas en arados y bla bla bla, pero nadie ha tenido cojones suficientes para levantar un monumento al Desertor Desconocido, que los desertores vienen a ser los verdaderos soldados en la
lucha por la paz, los demás, en su mayoría, son demagogos con fines
políticos; de pronto, dos ejércitos están a punto de enfrentarse en
árida llanura de arenosas ventiscas, la lanza presta, la espada a la
cintura, el escudo al frente, los ojos acechantes, los cascos con crines
de caballos tremolantes al viento, el hedor de sudores y miedos que
anteceden al combate, nervios tensados ante la cercanía de la muerte
y la incertidumbre de quiénes serán los elegidos para ver la victoria,
o la derrota, el recuerdo de la mujer amada que espera en la tienda,
unos enormes deseos de cagarse dentro de la armadura y; cuando ya
nos íbamos a batir resultó que uno de los tipos del problema era
medio primo del Chévere y se conocieron y aquí no ha pasado ni
pinga caballeros que somos familia y pedimos una botella de Havana Club más y dice el medio primo del Chévere que él es el timonel
del yate del Delegado; ojo, no el Delegado del Partido Revolucionario Cubano, sino el Delegado del Ministerio del Interior en la Provincia; y que el Delegado es un tipo chévere de verdad y el Chévere
que aquí el único chévere soy yo y el primo que no importaba si el
Delegado era chévere o no porque él nada diría de la presencia de
ellos allí y los guardias que cuidan el yate son mis socios y tomen lo
que quieran muchachos lo mismo Hatuey que Polar que Cabeza de
Perro que la cabeza de una pinga que whiskey y coman queso o ja-
380
Armando de Armas
món o camarones o langostas o lo que gusten que están en su casa
digo en la casa del Delegado que es igual que si fuera la de ustedes
y si el Delegado supiera la clase de tipos que somos el Chévere y el
Lobo y yo va y le da un infarto o mejor si supiera que estamos metidos dentro de su yate porque él nos conoce bien de sobra como traficantes de divisa y no puede permitir que los llamados jineteros
trafiquen con la divisa moneda fuerte del enemigo y la langosta vale
mucho en el mercado mundial y está muy bien que el Delegado la
tenga en su yate pero lo que sí no está nada bien es que se la coman
los tres mosqueteros o jineteros o proxenetas o tahúres esos de Amadís, Chévere y el Lobo que además están fichados por otras lindezas
más como el diversionismo ideológico y la ostentación desenfadada
de una vida disipada que daña muy seriamente la moral proletaria y
es imperdonable que le coman la langosta al Delegado y se emborrachen como cerdos a costa de la economía nacional que a todos estos
pillos debieran encerrar que díganme ustedes quién ha visto eso de
los ratones de fiesta en casa del gato con botas lustrosas botas militares de charol y Carpentier sí tenía razón en lo de real maravilloso
en América y la puta que vino conmigo maravillada de las alfombras
del yate y los cuadros y el confort y las camas y si no fuera porque
tus amigos van a querer también lo hacíamos en la cama del Delegado y si ellos quieren qué importa que para eso somos amigos para
compartir las cosas y todos para uno y uno para todos y llevar a la
práctica las ideas del comunismo y la práctica criterio de la verdad y
aquí todos somos iguales desde el más humilde militante de base
hasta el más alto cuadro del Buró Político y ustedes saben bien lo
que significa ser militante del Partido que los militantes tienen que
ser ejemplos y el día que no sean ejemplos los sacamos de nuestras
filas y la puta qué buena está la langosta del Delegado y le encantaría
chuparle la langosta al Delegado que conmigo se pasaba bien y se
divertía pero que el riesgo y nada como la seguridad y el respeto y el
miedo que a Amadís y al Lobo y al Chévere se le respeta entre los
bandoleros como ellos pero nada de consideración social y política
y es bueno eso que una puta tenga aspiraciones sociales y políticas y
el entierro de Yarini y la cubanidad y detrás del féretro el Señor Presidente de la República y los comerciantes de más rango y las damas
381
La tabla
de sociedad y las putas de San Isidro y excombatientes del Ejército
Libertador y los chulos amigos del difunto y el clero y los sindicatos
y algún que otro anarquista que recibió seguro refugio de Yarini en
su imperio de San Isidro y sigan los franceses con su Napoleón que
nosotros seguimos con nuestro Chulo Nacional y la charanga y los
vendedores de churro y los santeros y los paleros y el ataúd envuelto
en la enseña nacional como correspondía a un Chulo Nacional que
es mejor que Poeta Nacional y la Mente Nacional está en crisis y no
es precisamente por culpa de Yarini y vivan los Conservadores y
también los Liberales y la República sin mediatizada ni seudo ni los
otros apellidos y San Yarini va a resucitar y ya verán las jineteras lo
que es un chulo de verdad y no los chulitos de café con leche de
ahora educados en Escuelas en el Campo y aquí no se rinde nadie y
preferible hundirnos en el mar y el palito del gallo y puede que Yarini haya vuelto en la figura de Amadís y cuando vino como Yarini
lo hizo para que lo matara Lotot o los hombres de Lotot y quería
seguir siendo caballero o caballero chulo porque la dialéctica es la
dialéctica y las circunstancias y ya al amanecer nos vamos y le digo
a la puta que llene de cervezas Hatuey su mochila de colores fosforescentes y yo me meto como puñales todas las que puedo en la faja
del pantalón y vamos todos borrachos y que viva el Duque digo el
Delegado y su magnificencia y si nos coge nos pela y es de lo más
rico amanecer borracho sin que te haya costado un quilo la fiesta
porque hay delegados como éste que lo sacrificaron todo por la patria y general más joven de las FAR porque siendo casi un niño ya
era oficial del Ejército Rebelde y tan militar que le dice a la mujer
vamos a hacer el amor o tal vez hacer el amor no tal vez vamos a
limpiar el armamento y ella que no que está cansada que vino de una
recepción con las delegadas de la provincia al Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas y el Delegado que es una orden ¡coño! y
preparada apunto fuego y el pájaro vomita sobre la pelambre y quedan como unas perlas y el pájaro muerto y el Delegado se acuerda de
unas pastillitas que hay ahora que dicen que son lo mejor para estas
cuestiones de la Defensa y las mandará a pedir a La Habana a otro
general amigo que él se las pagará cuando vaya de viaje al Occidente corrupto y firme coño que mañana es otro día y hoy son sólo ma-
382
Armando de Armas
niobras que mañana a primera hora será el fusilamiento y no retuerzas la boca que son órdenes y las órdenes se cumplen y no se
discuten y se pone los pantalones con estudiado gesto militar o de
matón y grita por el chofer y éste viene solícito y le ordena partir
inmediatamente hacia La Habana y localizar en el Estado Mayor
General al general Gumersindo Pérez y pedirle las pastillas que una
vez le prometió para el caso de que le hicieran falta como táctica
para desarrollar la estrategia y que a las seis de la mañana del próximo día tenía que estar de vuelta con la orden cumplida que era un
importante asunto de estado lo que estaba en juego y saben ustedes
lo atrevida que se han vuelto las gentes en este país que Amadís y
sus compinches se han atrevido a meterse en el yate de semejante
Delegado todo porque el timonel del yate resultó ser el medio primo
del Chévere lo que no dice nada porque quién prueba que Amadís y
sus compinches no hicieran un atentado al yate u obligaran al primo
timonel a navegar con rumbo norte y lo que son las cosas Lobo no
haber pensado en eso aquella vez todo hubiera salido más fácil que
ahora porque en un yate como ese llegamos en nada a Caimán Grande que es yate muy marinero y nos ven llegar allá y dicen miren para
eso los yates que se gastan la gente de la Cuba Socialista y todavía
se van como si acá fueran a encontrar yates mejores que tal vez iguales sí pero no mejores nada espejismos de la sociedad de consumo;
la desbandada, ambos ejércitos corren en sentido contrario, se dispersan, tropiezan, arrojan las lanzas, las espadas y los escudos y el
campo es un basurero de armas semicubiertas por la arena y los cascos han perdido toda belicosidad y más bien parecen tibores bocarriba a la espera de uso más racional, y los hombres corren al encuentro
de sus esposas, hijos y padres que esperan ansiosos en las tiendas el
resultado de la batalla que de ello depende si mañana serán libres o
esclavos y los abrazan y ante la pregunta de cómo ha podido ser la
derrota sólo atinan a responder ¡nunca más!, mientras, el cielo encapotado es surcado por águila blanca con flores entre las garras y el
pico; yo soy maestro Cinco Picos, he subido el Pico Turquino cinco
veces; ¿y eso para qué?; para demostrar que aparte de enseñar a los
niños tengo una preparación física adecuada para el caso de que el
Imperialismo Yanki se atreva a hollar el sagrado territorio nacional;
383
La tabla
política cultural en defensa de la cultura nacional; Goethe será el
único de su tiempo capaz de superar esta contradicción entre lo universal y específico, afirmando que la vocación de toda cultura es la
universalidad; cada nación deberá constituir su ejército de desertores y el problema de la paz quedará resuelto para siempre y podrán
crearse condecoraciones para los desertores que más se hayan destacado, podríamos, por ejemplo instituir la Orden Pepillo de Primer
Grado, para los que murieron o fueron heridos en el intento de fuga;
fuga de capitales de los países económicamente atrasados hacia los
países desarrollados; lo que no puedo explicarme por qué yo que
siempre quise ser el jefe de una guerrilla en las selvas de América
Latina ahora no quiera ser ni siquiera soldado del ejército más poderoso de América Latina que, en definitiva, la guerrilla no sería más
que el embrión de ejércitos tan poderosos como el que poseemos
nosotros, ¿nosotros?, ¿quién es nosotros?, hombre, el pueblo, representado claro está, en la máxima dirigencia del Partido; Partido único; somos un pueblo de partido único e idea única; ¿cuál es tu idea?,
¿eres pacifista?; no, en realidad no sé, sólo quiero no tener que marchar metido dentro de ese horrendo uniforme verde-olivo que me
hace parecer un mameluco, ¿mameluco?, no, yo no soy ningún mamalón de esos que esa palabra allá en la disciplinaria quiere decir
otra cosa, no, pero hay diferencia entre mamalón y mameluco, que
el mamalón, en dependencia de su capacidad bucal presta determinados servicios en una disciplinaria, mientras que el mameluco no
prestaba ningún servicio al pueblo egipcio, si al menos en el Servicio Militar nos pusieran a construir pirámides, aunque para el espíritu racionalista de la Ilustración la construcción de pirámides podía
constituir algo totalmente absurdo e innecesario, no creo lo fuera
tanto, porque con una pirámide como la que se hacían los faraones,
¿se hacían?, ¿quién puede afirmar que un señor de aquellos tomó
jamás una piedra en las manos, una piedra para la construcción?,
decía, con una pirámide de esas esperando para cuando uno se muera a cualquiera le entran deseos de morirse lo antes posible, y se me
ocurre que los esclavos las construían gustosos para que a los faraones les entrasen ganas de morir y así librarse de ellos con la esperanza de que los sucesores no serían tan hijos de puta, que los métodos
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Armando de Armas
de rebeldía de los pueblos son variados y sutiles en proporción directa al grado de represión que ejercen sobre ellos sus gobernantes,
creo, además, que para embullarlos más aun los enterraban con sus
esposas y concubinas que podían ser miles, ¡qué manera de gozar
esos tipos, caballeros!, que ahora por casarse uno con dos mujeres a
la misma vez lo acusan enseguida de poligamia y puede hasta ir a la
cárcel, cuando la verdad es que un hombre debiera tener cuantas
mujeres pueda, siempre que ellas lo entiendan y no ocurran por tal
motivo escándalos y altercados públicos, igualmente debiera de
ocurrir con las mujeres que quieran tener dos o tres, o los maridos
que deseen, que si vamos a ser democráticos tenemos que serlo hasta las últimas consecuencias y no detenernos donde se nos afecten
determinados intereses, la democracia debe estar por encima de
todo, y se podría hasta convocar a elecciones en esa especie de hogares colectivos para determinar cuál es la esposa o el esposo preferido, campañas electorales que se podrían llevar a cabo una vez al
año, con el objetivo de que nadie tome la democracia como medio
de endiosarse en el poder; el poder es maravilloso porque hasta un
tipo como yo quisiera tener un poco, debe ser como un vicio, una
vez que lo has probado no hay quien te lo quite y te aferras a él aunque en ello te vaya la vida, si total qué es la vida sin el poder, yo
quisiera al menos tener el poder de detener esa luz que viene de allá
y cerciorarme bien de quiénes vienen detrás de ella, y si son los Boinas Rojas poderlos desintegrar y montarme en el jeep y seguir como
si tal cosa que ¡coño! un día debe tener uno derecho a salirse con la
suya que a fin de cuentas uno no perjudica a nadie que los que perjudican de verdad casi siempre mueren en sus camas y muy tranquilos con un cura a la cabecera y millones en los bancos que aquí tenemos el caso de Batista; ¡abajo Batista, coño!; qué valiente eres,
Amadís, me conmueve tu valentía al gritar abajo por alguien que
está tan abajo que a nadie le importa y menos va a tomar represalias
por ello, pero, por qué no te animas y gritas otro nombrecito, ándate,
anímate, caballero de mil batallas, candoroso y pundonoroso caballero, anímate, sobre todo, si quienes vienen allá son los guardias
que te buscan y grítales el nombrecito que tienes que gritarles a ver
hasta dónde tienes cojones, cojones son los que te sobran para andar
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La tabla
huyendo por ahí como un forajido pero para más nada y no sé por
qué será si en definitiva el riesgo de una bala puede que sea hasta
mayor huyendo que enfrentándote tú solo con una compañía, armado, claro está, de un AK, pero, el caso es, Amadís, que tú no sabes ni
tirar, al menos con armas de reglamento, y un cubano debe saber tirar y tirar bien, bienaventurados los que saben tirar, pero tirar hacia
donde hay que hacerlo y no hacia blancos de cartón en figuras del tío
Sam en unidades de milicias los Días de la Defensa, que bebiéndote
una botella de ron de buena marca en un cabaret para turistas no se
hace una revolución; una revolución que acabe con la manía de las
revoluciones; ni se hace ninguna cosa, excepto ver cómo la Gata
estrecha el cerco de seducción sobre Luly; bellísimas las dos, y cómo
el Lobo las mira sumamente complacido y les habla no sé qué de la
destrucción del mito de la penetración y el animador del show pregunta no sé qué acerca del pago de las Milicias Territoriales para el
público cubano, cosa absurda porque él sabe que el público cubano
aquí adentro es muy reducido, pese a que el show se llama Cubanísimo y yo le pusiera Mariconísimo por lo amanerado y artificial que
es todo aquí adentro, y sin embargo no está bien que critique porque
entre estas semipenumbras me he gastado o malgastado buena parte
de mi vida, lo cual, además, es mucho mejor que esto de andar huyendo de los enérgicos y valientes muchachos Boinas Rojas, el rojo
para los comunistas y el rosado para los maricones, aunque, como
sabemos, nada está tan definido, porque de nadie es un secreto, del
rosado al rojo no va mucho, así que no podemos andar con mucho
cuento; defiéndete tú que yo me defiendo como pueda; puedo puedo
puedo hacer que nazca una serpiente de un huevo de águila; debiéramos haber puesto un águila en el escudo nacional, pero en nuestros
campos no existen las águilas, ah bueno, si no tenemos águilas, muy
bien pudiéramos tener en el escudo nacional un aura tiñosa, pero eso
es un sacrilegio a la dignidad patria, no, no lo es, que el aura es animal mucho más positivo que el águila, quien sólo sabe de rapiñas y
ferocidades y alevosos ataques, el aura, por el contrario, sólo se alimenta de los muertos, qué hubiera sido de nuestros campos, o más
bien de nuestro país, si durante las guerras por la independencia y
durante las otras guerritas que hemos tenido las auras no se hubiesen
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Armando de Armas
comido a los muertos de ambos bandos con una imparcialidad tal
que haría palidecer de envidia a lo más serio de la historiografía y la
prensa supuestamente menos comprometida, más objetiva, creo que
las auras pudieran ocupar un sitial de honor en nuestro estatus de
potencia médica mundial, y se me ocurre que el aura no fue incluida
en nuestro escudo nacional porque a la verdad que es fea como carajo, y no veo por qué la lindura tenga que ser cualidad determinante
cuando sobran otras virtudes, eso es, me parece, un reflejo de la tendencia del hombre a trastocar las cosas y su sentido, debido a lo cual
se llega a convertir en símbolo a los vicios en lugar de las virtudes,
por ejemplo, yo soy más admirado entre mis compañeros que los
muchachos buenos que nunca se fugan, ni contestan, ni se fajan y
cumplen el Servicio Militar como Dios manda, ¿cómo Dios manda?,
manda menda más que nadie, nadie manda más que menda, el Gran
Manda Más, el Que Más Mea, ¡manda cojones esto!, mande usted
amo, amo esta isla, el amo me ama, Mao ama a Fidel, Fidel a maMao, mamalón como es, prefiero una y mil veces construir pirámides que cortar caña, que con las pirámides va y embullo a los faraones a que se mueran pero con la caña no voy a lograr nada, y menos
que nada el desarrollo del país que desde que tengo uso de razón lo
estoy oyendo anunciar relacionado con el corte, alza, tiro, molida,
exportación y mercado de la caña, además el hecho de llevar atrás el
machete y dejarlo caer de un golpe seco y preciso, bien abajo, abajo
y de un solo tajo, que ni una sola gota de azúcar quede en los cañaverales, caña-vera, veracidad de la caña, veracidad del desarrollo de
un pueblo en revolución, caña de verdad, la que vale, la única, la de
azúcar, la que no es caña santa, ni caña brava, si caña agria, la cañavera que simboliza el cetro de Cristo como rex iudaerum, la caña de
azúcar y la flagelación y el escarnio, la verdad de Cristo, los esclavos
en los cañaverales al sol del mediodía, los gloriosos soldados del
Ejército Juvenil del Trabajo, EJT, libran heroica batalla en los cañaverales, Cristo y la zafra de los Diez Millones, el látigo sobre los
cañaverales, la veracidad del látigo ideológico, Veracruz, la verdadera cruz, el único Cristo, el que camina por sobre los cañaverales y
no se hunde ni corta con las hojas y el Cristo que se hunde y se corta
y es crucificado sobre una tonga de caña, acto que no tiene ninguna
387
La tabla
trascendencia, salvo imaginar que pertenezco a la caballería de Ignacio Agramonte y que cada caña que cerceno es la cabeza de un Boina Roja, digo, la cabeza verde de un español, que bien puede ser
también un marciano, pero con los chícharos que me dan en plato
llano hasta la imaginación se me atrofia y lo que podría hacer es
dejar de comer y declararme en huelga de hambre y de paso entrar
en el delirio que dicen ataca a los que están en huelga de hambre y
construirme un mundo con los colores que yo quiera, sin nada que
ver, por supuesto, con la maravilla de un albergue cañero o de una
disciplinaria para muchachones con trastornos de la personalidad,
una personalidad a veces aparentemente muy extrovertida pero en
realidad sumamente introvertida que camina sin su cuerpo por una
carretera del país, mi país, ¿a quién lo compré?, nunca nadie lo ha
comprado pero ha sido vendido infinidad de veces, todos estamos
enumerados para la venta desde que nacemos, una cultura de venta,
no de vender, sino cultura de ser vendidos, vendidos como carne de
puerco, número de inventario cero tal tal más cual, todo inventariado, todo inventado, no, inventariado, que no es lo mismo ni se escribe igual inventor que inventariador, Newton que Juan Pérez, es tan
común el Juan Pérez ese que nadie que presuma de sangre azul o al
menos de determinado rango social o político o artístico osaría llamarse Juan Pérez por nada del mundo, y debiera decirse en vez de
por nada del mundo, por algo del mundo, porque la nada es sólo eso,
nada, es decir, alguien no haría algo por nada, como si la nada fuera
el equivalente del todo, ¿o es que efectivamente los extremos se tocan?, es como si el universo no fuera infinito o que, simplemente, su
infinitud consiste en ser uno y diverso y volver siempre sobre sí
mismo en una especie de recurva eterna, el mundo es una gran curva, estamos siempre sobre una peligrosa curva, de ahí la redondez de
la tierra, el universo es redondo, las redondeces de las mujeres, la
mujer está más en sintonía con el universo, la angulosidad de los
hombres no simpatiza a la Mente Universal, la Mente Universal es
libidinosa, Fulano es un tipo cuadrado, el cuadrado es la imperfección, la no armonía, la finitud, el precipicio para despeñarse, la no
continuidad, la antidialéctica, el Demonio, el antiarte, la chatez, la
previsión, el antiplacer, del odio al cuadrado salieron las tierras rea-
388
Armando de Armas
lengas, nuestros colonizadores a pesar de la fama de estúpidos que
se ganaron eran lo suficientemente inteligentes como para intuir los
peligros de la cuadratura, la última revolución, la Revolución Absoluta, es la que tendremos que hacer en contra de los Demonios Cuadriculadores del Universo, esa quizá sea la única que no lleve en sí
el germen de la próxima revolución, esta carretera es el Universo y
es nada, yo soy la nada, somos nadas de la Nada, del Todo, voy a
jugarme el todo por el todo y voy a intentar parar esa luz, luz de Yara
que vaga por los campos de Cuba en busca de un redentor a quien
entregar la llama para descansar en paz hasta el próximo ciclo, dicen
cada vez que hay una revolución la luz se esconde y no se ve más
hasta tanto no dejan de oírse los últimos disparos y el olor de la pólvora se va esfumando como un alarido lento y profundo de la Maestra al Escambray y los revolucionarios de ayer son los conservadores
de hoy, y es entonces que sale con más brillo, que no hay descanso
para el alma de Hatuey desde que fue quemado vivo por no querer ir
al cielo porque allá van los españoles, alma que ha sido múltiples
veces traicionada, que desde el mismo momento en que el sacerdote
le promete ir al cielo a sentarse a la diestra del Señor a cambio de
que se convirtiera a la fe cristiana es víctima de falacia porque, en
primer lugar, se le propone traicionar su fe en ídolos, símbolos que
representan fuerzas de la Naturaleza del bien y del mal y a sus antepasados por un dios ajeno, cruel, implacable y solitario en el ejercicio del poder en su Reino Celestial, a cambio de la salvación, y en
segundo lugar, en caso de aceptar lo que le pedían, era sólo por miedo y no por convicción, y en tercer lugar, el indio no podía estar seguro de que su alma volase realmente al cielo después que lo quemaran, y en cuarto, a lo mejor ni el mismo sacerdote que le ejercía los
oficios estaba muy convencido de la ascensión de las almas, y en
quinto, Hatuey lo único que tenía como hecho cierto es que dijese lo
que dijese de todas formas lo iban a achicharrar, de aquella época
para acá los hijos de este pueblo han sido inmisericordemente vendidos y lo peor, las mayores ventas las hemos hecho entre nosotros
mismos; Máximo Gómez despojado del grado de Generalísimo por
una Asamblea que no hizo un solo disparo a los españoles, retirado
a morir en su quinta, relegado, decepcionado por las miserias de los
389
La tabla
hombres, digno y desdeñoso del poder, era el precio que le pagaban
por servicios extraordinarios a una patria que hizo suya, unos hombres que, irónicamente, le hicieron más bien que mal al impedir que
entrara en la galería de héroes maculados por el ejercicio pacífico
del poder, ganado en combates que más tenían de epopeyas homéricas que de guerra irregular librada a las puertas del siglo XX, ¿será
sólo casualidad que Hatuey y Gómez nacieran en la misma isla para
venir a morir aquí, traicionados por las mismas circunstancias, por
las mismas gentes, que se fueron moldeando en tiempos diferentes
que es el Tiempo Total?, entre los campesinos de Oriente se comenta en las sobremesas que anteceden al sueño y bajo el sortilegio de
los juegos fantasmagóricos de la lámpara chismosa batida por el
viento que baja de la serranía que el generalísimo Máximo Gómez y
el cacique Hatuey son el mismo ser, un ser en el Tiempo, y no es que
la luz de Yara, el alma de Hatuey, vague por la serranía en busca de
la violencia, de la revolución, más bien lo que pide es la Revolución
Absoluta, que se continúe más allá del eco de los disparos, el regusto por la sangre y el olor de la pólvora, la que lo cambie todo para
seguir cambiando en un perenne no dejar piedra sobre piedra que no
requiera de la violencia porque, entonces, el Cambio sería el summum del estado natural del individuo, una revolución en definitiva
que se revolucione constantemente, que no devore a sus padres-hijos
y que no macule a sus héroes, tendría que ser más bien una revolución sin héroes o al menos sin héroes instalados sobre pedestales o
que baje a los héroes instalados sobre pedestales y los ponga a beber
cerveza en cantidades industriales y a comer papas fritas en bares a
cielo abierto; la revolución es un sacrilegio y los revolucionarios son
o se convierten en sacrílegos; sólo que no resulta tan fácil, ni tan
delimitado, ni tan como uno quisiera, hasta el punto de que en la
misma medida en que una revolución echa por tierra valores tenidos
hasta ese momento como sagrados y absolutos, cercenados por la
espada que se lubrica en la sangre y los escupitajos de la masa que
pide y necesita el Cambio, ya está consagrando, absolutizando, unos
valores nuevos que en la misma medida que se consagran y absolutizan van dejando de ser nuevos y de ser revolucionarios para entronizarse con una ferocidad tal que hace pensar en la etapa anterior en
390
Armando de Armas
algo como especie de juego de niños, una etapa deseable, hasta instaurar la Norma que regirá a partir de ese momento en alardes de
irreversibilidad y que habrá que reverenciar so pena de que te acusen
de elemento antisocial, terrorista, pancista, títere al servicio del Imperio, enemigo del pueblo y sus conquistas, de contrarrevolucionario, en suma, cuando en verdad sólo eres el revolucionario del momento que luchará y ofrendará su vida, si es preciso, por una
revolución que ya llevará en sí los gérmenes de la revolución que
echará por tierra a esa que aún no ha comenzado, en lo que podría
llamarse el ciclo de la eterna Sacralización-Desacralización-Sacralización por los siglos de los siglos, hasta tanto no ocurra la REVOLUCIÓN que se revolucione a sí misma, que se haga y deshaga al
mismo tiempo, que sea fiel a sus múltiples infidelidades, que se erija
más en espuma que en pedestal, que se mime y se fustigue en un
equilibrio tal que los cambios sucedan unos a otros como en el fluir
del río que miras y que cuando lo dejas de mirar, y vuelves a mirarlo,
en un espacio de tiempo que bien pudiera ser un pestañazo, sigue
siendo el mismo río pero a su vez ya no lo es en absoluto, río sin las
violencias de los saltos y remolinos de madres de agua que entretengan la vista en rejuegos de imágenes demasiado evidentes para ser
esenciales; es el río que va hasta las puertas del Paraíso; estar con
una jeva que me diga cosas al oído, estúpidas-falsas-cosas como te
quiero y tú eres el único hombre que existe para mí y te esconderé
en mi casa pase lo que pase y los guardias esos que te persiguen no
darán jamás contigo mi pequeño Robin Hood, Robin Hood, no, Hatuey, que Robin Hood es todo un símbolo para colonizados culturales y está muy lejos allá por los bosques de Bretaña donde tal vez ya
nadie se acuerde de él, en cambio, Hatuey me entregó las flechas y
esta luz; que ilumina y mata; iba matando canallas; haz el amor conmigo y verás cómo lo hace un taíno, apuesto a que nunca te has
acostado con un taíno, pruébame y verás lo que es gozar, pero no te
apures que yo soy más que un indio, soy la esperanza, ¿esperanza,
tú?, esperanza de que te maten o de que un disparo de esos de balas
explosivas te arranque una pierna y vayas por el mundo como cangrejo desmuelado, soy la luz, rabia, la rabia hecha luz, la luz que
vela, la luz de la vela flotando sobre una tabla en el río una noche de
391
La tabla
tempestad, ¿el río?; es el Puraná, todo lo arrastra, siempre parece
estar confundido, carece de análogos y aproximaciones; ¡no, viejo!,
te hablo del río Yara, sólo me interesa el Yara, que de él nadie se
acuerda, tan pobre y desvalido siempre, tan a la buena de Dios, tan
corderito del Señor, bueno, no importa si Yara o Puraná, son simples
nombres, lo realmente importante es el Río, un solo río que es todos
los ríos naciendo y muriendo en todas partes a la vez, serpientes
acuosas, ¿y la luz de Yara?, es todas las luces, ¿y el alma de Hatuey?,
es la de Giordano Bruno y la de todos los que murieron en la hoguera, y la de Cristo, y la de todos los que murieron en la cruz, incluyendo a los dos malhechores que lo acompañaban aquel dichoso-fatalinútil-importante-grotesco día en que Poncio Pilatos se lavó las
manos; las carreteras son como heridas o cicatrices de la tierra, campos cruzados por carreteras que van en todas las direcciones y no
van a ninguna parte, que forman complicadísimos nudos que nadie
puede desentrañar, y yo me alegro, para que no me encuentren,
¿cuántos metros cúbicos bajo el concreto hay en el país?, ¿cuánto se
deja de producir en la agricultura por cada carretera que se construye
para que los muchachones Boinas Rojas vayan raudos en sus jeeps?,
bueno mira, tanto por tanto entre más cuanto, es tanto, no sé, a la
verdad que son cálculos económicos un tanto complicados, ¿economía?, es una falacia, sólo la política; una buena política de conservación e incremento de pastos y forrajes para lograr el gran salto en la
producción ganadera de nuestro país; nosotros exportamos las vacas
porque el pueblo cubano como el hindú las considera sagradas, quizás no por los mismos motivos, que los nuestros son más bien históricos que religiosos; ¿por qué?, ¿hay alguna vaca que sea Héroe Nacional?; no, mira, es un poco largo y complicado de explicar, pero lo
intentaré, resulta que las vacas son elemento intrínsecamente ligado
a nuestro patrimonio, porque allá por los siglos XVI y XVII las salazones de cuero de nuestras vacas eran una especie de moneda para
el contrabando entre los pobladores de las costas cubanas y los bucaneros; ojo, aunque a los bugarrones se les ha conocido también
con el nombre de bucaneros no precisamente los bucaneros tenían
que ser bugarrones; que arribaban a dichas costas en busca de avituallamientos para sus naves, por tanto, el cuero de nuestras vacas
392
Armando de Armas
fue un medio para violar el férreo monopolio comercial que mantuvo España sobre sus colonias americanas hasta la ocupación de La
Habana por los ingleses en 1762; con lo que además del patriotismo
queda demostrada también la vocación latinoamericanista de nuestras vacas que ayudaron junto a bucaneros y criollos, llevando como
se sabe la peor parte, a enarbolar desde muy temprano las banderas
del liberalismo y la economía del mercado en este continente, lo que
explica la importancia de la ilegalidad como componente del ser
nacional cubano, y la permanencia de una picaresca entre nosotros a
la espera de que se le literaturice y de que se comience a ver la Historia a través de héroes que se bajan del altar de la patria y nos hacen
un guiño de pícara complicidad; un bistec de res es lo que me haría
falta ahora, pero no es una res, sino una red roja y verde-olivo la que
se tiende tras de mí como jamo de cazar mariposas, mariposa-pez,
soy pez-mariposa y no me van a coger, que una mariposa es acabada
obra de la naturaleza y si también es pez, pues más acabada todavía,
estoy acabado, no, no lo estoy, acabados están ellos que no tienen
estos colores brillantes y estas alas para volar entre las aguas del
Puraná y navegar por sobre las flores del jardín de una viejecita que
cada mañana mira la salida del sol mientras orina de pie entre rosas
y príncipes negros; por eso es que usted ve que exportamos todas las
vacas, y dejamos sólo unas pocas para dar a la población de una
manera racional; lo que nada tiene que ver con el racionalismo de la
Ilustración en el siglo XVIII; porque en última instancia, no prohibimos a nadie que coma carne de vaca, o de toro, porque hasta en eso
somos democráticos, claro, que alguien que coma carne de res todos
los días no puede ser bien visto por las autoridades, sobre todo si no
es autoridad, pero el hecho de no prohibir tajantemente el consumo
de la carne de vaca es una prueba fehaciente de nuestra madurez
democrática, el estoicismo y frugalidad no son impuestos desde arriba, sino que tienen raíces de pueblo, y si algún día por motivos de
períodos especiales en tiempos de paz, o de guerra, tenemos que
erradicar totalmente la carne de res de la dieta del pueblo cubano no
agarrará de susto a nadie y más bien todo será mejor porque probaremos a ser vegetarianos; vegetari anos anos vegetando; constituiremos una sociedad de bucaneros y la vida será mucho más romántica;
393
La tabla
soy romántico y llevaré una flor a esa muchacha que me espera en
un pueblo de la carretera entre explosiones de voladores y ríos de
cerveza y orina, un pueblo que se originó gracias a la carretera que
construyó Gerardo Machado; un triste y solitario bucanero perseguido por las tropas del General y Doctor Honoris Causa Gerardo Machado; entregamos en nombre del Consejo de Estado y de Ministros
y del pueblo de Cuba la Orden José Martí al excelentísimo camarada
Ciclanejo de Tal por la lucha sostenida a través de su vida a favor de
la paz y la causa de los pueblos y el internacionalismo proletario y la
construcción del socialismo en su heroica patria Gugulandia; para
mí la patria es el culo de las mujeres, una patria de enmarañados y
oscuros bosques con un profundo y perpendicular valle al centro
como cicatriz de carnosos bordes y una roca que es el punto clave
para estremecer todo el país, de olor característico que a veces recuerda el olor que viene de los poblados de pescadores en que se
seca bacalao al sol; los sudores de las soldaderas de Pancho Villa se
confunden con los sudores de los caballos, en marchas al punto del
mediodía por un valle donde el aire viene cargado de un polvo pesado que se mete por todos los orificios del cuerpo, y también por el
orificio de la patria, patria o muerte, quiero un 30-30 para echar mucha bala, sesenta razones para no ser monja y meterse a soldadera,
que la época de los conventos ha pasado o más bien la época de los
conventos cerrados ya que las monjitas andan por el mundo con Sor
Juana a la cabeza, ayúdeme Sor Juana Inés de la Cruz a salir de este
atolladero en que me he metido, en que me han metido, que si te veo
aparecer no te tendré miedo ninguno, aunque a lo mejor yo no sea
santo de tu devoción porque alguna vez he ejercido de proxeneta,
pero me anima saber que la santidad consiste en comprender a los
hombres y sus circunstancias, y te prenderé cada día una vela al
amanecer y hasta me hincaré de rodillas porque de todas formas si tú
no pones tu mano ellos me cogerán y me pondrán de rodillas pero no
ante ti sino ante el teniente experto tirador y con las manos esposadas a la espalda, cuéntame, Sor Juana, de ángeles que andan por el
cielo con esposas plateadas entre las alas y con aureolas rojas, cuerpo de ángeles Aureolas Rojas especialmente creado para perseguir a
los desertores de los ejércitos de Jehová; un ejército de ángeles des-
394
Armando de Armas
cendiendo sobre la tierra justo en el preciso momento en que las
fuerzas de la ONU se declaran impotentes para solucionar la llamada Crisis-de-las-Ojivas-Calientes, fue durante un verano y los ángeles se desparramaron sobre la faz de la Tierra y como soldados de
todo ejército victorioso se dieron a la tarea de fornicar con nuestras
madres, nuestras esposas y nuestras hermanas, dejando como prueba
de ello una temible raza de gigantes con unas alas hipertrofiadas e
inservibles, habitadas por unos bichitos repugnantes que no eran
piojos pero tampoco ningún espécimen celestial conocido, que caminaban por las calles con un aire entre torpe y prepotente y una
mirada donde podía decirse se concentraba la esencia de todos los
vicios, esa raza se fue mezclando de forma tal con los humanos que
ya hacia el año 2700 A C se tienen pocas noticias del hallazgo de
nacimientos de niños con estaturas más allá de lo normal y con muñones de pluma a la espalda, tal vez el Teniente sea un descendiente
de ángeles, ¿dónde está mi ángel de la guarda?, es una guardia muy
larga y algunos ángeles suelen quedarse dormidos durante toda la
vida del supuesto protegido, pero si mi ángel de la guarda está dormido y me sucede algo me van a tener que oír porque lo plantearé
como una negligencia ante el Señor en asamblea sindical, porque el
sindicato aquí tiene que jugar su papel, porque no puede ser que esté
de parte de la administración y el Estado, porque entonces vendría a
ser como si tú le pagaras al que te va a matar para que te tire por el
pecho y no por la barriga, porque lo único que te está dado pedir es
que te mate de la manera menos dolorosa posible, porque de todas
formas me van a matar, o no, tal vez no me maten, tal vez sólo me
maten si corro, tal vez me cogen y no me matan, ¿cogen?, ¡a mí no
hay quien me coja, coño!, que el que se deje coger es maricón, señor,
aguante un momento se le quema el instrumento, nadie ha hablado
aquí de semejante aberración, sólo se trata de echarle el guante a un
desertor de mierda que con su proceder mancha el buen nombre de
nuestras gloriosas Fuerzas Armadas Revolucionarias, nombre que
viene desde el Ejército Libertador, pero si me cogen y me maltratan
lo voy a plantear ante el Tribunal de la Santa Inquisición y los acusaré de cazadores de brujas para aquelarres nocturnos; éste es cabaret de brujas, mujeres mágicas que de la nada, del sudor de su cintu-
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La tabla
ra, se visten a la última moda de Occidente, mujeres que sinuosas se
mueven entre el humo de los Marlboros y el sudor corrompido de
hombres provenientes de templadas regiones, sudor corrompido en
trópico de aires acondicionados deficientes; EL DESARROLLO
DEL TURISMO SERÁ UNA INCONMENSURABLE INYECCIÓN DE DIVISAS CONVERTIBLES PARA LA ECONOMÍA
NACIONAL Y SEREMOS EL CENTRO TURÍSTICO MÁS PODEROSO DEL CARIBE; pues nuestra hospitalidad, la alegría del
cubano, la irrebatible realidad del hecho social nuestro, unos principios inclaudicables y un Comandante en Jefe que le roncan los cojones; una frustración enorme como una montaña de basura, ¿está permitido a un escritor cubano abordar un tema como ese?, ah, sí, por
supuesto, lo que sucede es que en torno a la libertad de expresión en
el socialismo se han tejido demasiadas leyendas negras, más bien,
burdas calumnias de intelectualoides resentidos, buscar algo más al
respecto es caer en el terreno del absurdo; absurdamente convencido
de que algún día volveré a estar sentado en este cabaret de mesas
oblicuamente alineadas con respecto a la pista de baile para evitar
que un cabezón, que siempre los hay, se le plante delante a uno y le
impida ver el show a plenitud, un insípido show que he venido repitiendo noche tras noche desde hace una eternidad; tiempo de cabaret; el cabaret en el tiempo; cabaretear es vocablo de nueva aceptación por parte de la muy Real Academia Española de la Lengua, hay
en la tal academia unos señores muy circunspectos con unas enormes lenguas que diligentes amanuenses vestidos de blanco sostienen
reverentemente sobre angarillas de oro, lenguas gordas y moradas y
ásperas que no son honorables, ni cómicas, ni inspiran lástima, ni
odio, ni hambre, nada tienen que ver con la lengua estofada, ni pueden relacionarse con la chivatería, al menos no en el presente, porque si alguna de ellas tuvo en el pasado, bajo Franco, que delatar a
algún compañero de dudosa moralidad y comportamiento anarquizante o marxistoide, no es cosa que se pueda apreciar en la grandilocuente amorfidad de dichas lenguas; mire, amigo, una prueba de que
aquí en este país un escritor escribe lo que quiere, la puede encontrar
usted en mi obra, por ejemplo, ahora trabajo una novela atrevidísima
que trata el tema del amor entre homosexuales, específicamente en-
396
Armando de Armas
tre dos homosexuales masculinos; ¿autobiografía?; no, hombre, no,
pura imaginación, es verdad, y esto no es para que lo publiques, que
tuve que acostarme con un homosexual para tener la experiencia del
comportamiento sexual desviado, pero, le aseguro, por mi honor de
intelectual revolucionario, la cosa no pasó de ahí, es decir de una
relación puramente profesional, que nosotros los escritores tenemos
licencia para tales lances y no se nos debe censurar por ello, para
nosotros todo viene a ser material de estudio, comenzando por uno
mismo y su sexo, la creación es desgarramiento del entretejido, casi
siempre retorcido, de nuestras vivencias, físicas y espirituales,
¿quién ha visto normas morales para medir la conducta de un dios?,
bueno, decía que trataba la homosexualidad en mi novela y ya quisiera usted ver no digo ya el desenfado sino la crudeza con que abordo el tema, no le enseño ahora la novela porque no es ético que un
escritor enseñe trabajos sin pulir, eso de pulir nos vincula al proletariado, al Partido, a una concepción nada elitista del arte, a no creer
en la genialidad y menos en la inspiración que tiene más que ver con
el espiritismo que con la visión científica del mundo a que estamos
obligados como revolucionarios, pero la trama donde verdaderamente se complica es cuando uno de los homosexuales que es maestro y militante de la Juventud Comunista tiene que marchar a Nicaragua a cumplir con el sagrado deber internacionalista, en tanto su
pareja se opone a perder el amor que lo ha realizado, que lo ha elevado a una dimensión nunca antes conocida; aquí me extiendo en
una documentada explicación acerca de la incidencia que tiene la
penetración anal, y sus niveles, en la elevación hacia dimensiones
otras; una actitud un tanto individualista pero que en definitiva, pienso, enriquece al personaje, esta fricción entre los dos muchachones,
sí, porque son jóvenes entre los veinticinco y los treinta años, provoca toda una serie de disquisiciones filosóficas; ambos son medianamente cultos; que resultan verdaderamente maravillosas desde el
punto de vista narrativo; modestia aparte, aunque nosotros los escritores no tenemos por qué ser modestos; hasta que el que se dispone
a cumplir la misión internacionalista, más politizado, y convencido
del papel que debe jugar la heroica juventud cubana, independientemente de sus preferencias sexuales, en la ayuda a los pueblos herma-
397
La tabla
nos, reflexiona, y se dice que si el Gobierno, el Partido, el Sindicato
y el Pueblo fueron capaces de regalarle un central azucarero a Nicaragua, y un central azucarero no es bobería, cómo no va a ser capaz
él de sacrificarse y perder a su amante, que tampoco es bobería, pero
que es algo que sólo atañe a él en tanto ser amatorio desviado; entonces rompe la relación y parte precipitadamente hacia el aeropuerto,
pero sucede que el otro, hasta ese momento retardatario en el desarrollo de su conciencia política, decide aparecerse en el aeropuerto,
y ocurre una escena de despedida muy tierna en los baños del aeropuerto, donde los sorprende in fraganti un señor que ha venido a
despedir a su hija que se marcha definitivamente a los Estados Unidos con la madre, el señor pone el grito en el cielo y arma determinado revuelo pero la cosa no pasa de ahí porque se da cuenta que no
puede llamar a la policía para que se lleve a aquellos desvergonzados rezagos del oprobioso pasado burgués porque él es militante del
Partido y no le conviene que trascienda el hecho de haber venido a
despedir a su ex mujer y a su hija que traicionan a la patria y a Fidel,
lo que vendría a sumarse al lío que de seguro ya se había buscado
por autorizar la salida de la menor; el Partido Comunista de Cuba es
en esta hora; ¿qué hora?; no importa, el show termina temprano; y
siempre, el partido de la Revolución, el partido del Socialismo y el
partido de la Nación Cubana; lo cual puede, muy bien, ser tema para
otra novela, pero bueno, en ésta es sólo un subtema que explica por
qué los donceles no van a parar a la policía y en consecuencia no se
frustra el viaje del homosexual internacionalista, pero las cosas se
complican más todavía después de la partida, pues el que se queda
en Cuba es movilizado un mes para hacer preparación combativa
por las Milicias de Tropas Territoriales, y allí, bajo una tanqueta
tiene una especie de affaire con un capitán que es además profesor
de táctica, todo lo cual sucede con un buen desarrollo del conflicto
interno del personaje que a pesar de todo sigue queriendo a su caballero internacionalista ausente; el momento nos llama a fortalecer la
unidad estratégica de todas las fuerzas y sectores en torno al Partido
y a Fidel; nuestro congreso marcará; ¿el congreso de quién?; una
nueva etapa en el perfeccionamiento de la sociedad cubana y de sus
instituciones democráticas, y en la profundización del Proceso de
398
Armando de Armas
Rectificación; y comienza a torturarse constantemente con lo que
considera una deslealtad a su amor, la novela, por qué no decirlo, es
todo un melodrama, y ya sabemos la aceptación que tienen entre la
población los melodramas brasileros que ponen en la televisión,
pero un melodrama de los buenos, con imágenes fuertes y muy cuestionadoras de prejuicios determinados que aun subsisten en nuestra
sociedad producto de la doble moral burguesa y de la nefasta influencia judeo-cristiana y de una mala interpretación de las concepciones del marxismo-leninismo y el estalinismo, y bueno, para concluir y responderte lo que me preguntabas al principio, los
compañeros de la Seguridad del Estado saben de esta novela, la conocen, no porque se las he enseñado sino por el celo que todos sabemos ponen ellos en el cumplimiento del sagrado deber de defender
las conquistas del estado socialista, y sin embargo no he tenido ninguna visita de esos compañeros para advertirme nada, ni para presionarme, ni para enmendarme la plana, ni para darme sanos consejos, ni para intimidarme, ni para interesarse por la estética, todo lo
que prueba que la creación es pura y simplemente libre en este país,
¿quieres tema más atrevido que el que trata mi novela?, nada, amigo
periodista, es sólo un problema de valor y yo lo tengo, el escritor,
ante todo, debe ser valiente, de ahí esa enorme cantidad de escritores
que compartieron el ejercicio de las letras con el ejercicio de las armas en la Historia de la Literatura, de lo cual Cervantes es sólo el
más significativo de los ejemplos, esa valentía es nuestra herencia y
debemos ser consecuentes con ella, yo mismo, soy teniente de las
Milicias de Tropas Territoriales y estoy dispuesto a enfrentar al Imperialismo Yanki en el momento necesario; AL FRENTE DEL
PLAN DE LA REVOLUCIÓN, CONTAMOS CON LA GUÍA Y
LA ENORME EXPERIENCIA DEL COMPAÑERO FIDEL; EN
ESTOS MOMENTOS DIFÍCILES FIDEL SIGNIFICA LA PROFUNDIDAD DE PENSAMIENTO, LA PREVISIÓN CLARA DE
LOS PELIGROS, Y EL RUMBO SEGURO DE NUESTRA PATRIA, SU PERMANENTE DIÁLOGO CON EL PUEBLO; Monólogo Interior de Ulises; NOS SEÑALAN EL CAMINO PARA
MARCHAR ADELANTE; cuando marcho parece que la suerte va
conmigo, quizás sea psicológico, pero sin dudas la suerte para mí
399
La tabla
está en marchar, alejarme lo más que pueda de este lugar; EVITAR
LA GUERRA, IMPONIÉNDOLE AL AGRESOR UN PRECIO IMPAGABLE, EQUIVALE A GANARLA; yo pienso igual, aquí todo
el mundo piensa igual, por ello es que trabajamos a favor de eliminar
la diferencia entre los sexos, para que usted goce como ella, para que
pueda gestar como ella, somos una sociedad igualitaria, y como
pienso igual, evitaré la guerra imponiendo un precio en sangre por
mi captura que no les resulte rentable; LA RENTABILIDAD EN LA
EMPRESA SOCIALISTA; ¿de qué rentabilidad hablas, hijo mío?;
Padre, hablo del Diezmo, del Diezmo que los campesinos de la comarca debemos pagar a la Iglesia, personificada en usted, encarnación de Dios y defensa contra el Enemigo, por eso, Padre, hemos
acordado en esta junta de vecinos, digo, en esta asamblea sindical,
que usted sea elegido como destacado en la defensa de la Patria,
digo, del Castillo; siempre las circunstancias, las circunstancias en
que nace y se desarrolla un joven que es ya, por decreto, el hombre
nuevo, nuevo de paquete me he comprado un reloj Orient cinco estrellas, ¿cuál de ellas será la estrella del Oriente que guió a los Reyes
Magos hasta el niño Jesús?, estornudas y te dicen, ¡Jesús!, por lo que
deduzco debe ser remedio muy bueno contra el catarro; water resistent; all stainless steel; lo que me haría falta es que este reloj sea
resistente a los tiros de AK para ponérmelo aquí mismito donde me
late el corazón como una paloma asustada, ¿cómo tendré yo el corazón?, ¿estará de verdad el valor en el corazón?, de ahí que algunos
guerreros primitivos se zamparan suculentas cantidades de corazones extraídos de los enemigos capturados en combate, el remedio
contra el Miedo es una gran cazuela de corazones en palillos y repartir gratis por todo el país a lo largo de toda la Carretera Central, y si
es posible hasta por la Autopista, las calles de los pueblos y los caminos vecinales, que es tiempo de acabar, como sea, con el Miedo,
que somos muy valientes para aguantar sobre los hombros el peso
del susodicho Miedo, ¡abajo el Miedo, coño!; no grites que te pueden oír; que me oigan si lo que quiero es que alguien en mucho
tiempo oiga algo, sobre todo algo diferente a esa letanía que se ha
venido repitiendo día tras día durante tanto tiempo con la perseverancia de una garrapata; coman, señores, coman, no me escatimen
400
Armando de Armas
con los corazones ni hagan caso a los escrúpulos, en caso de que
alguien conserve todavía semejante rezago del pasado, por los coágulos de sangre, que ese es el precio que tenemos que pagar y a la
vez el tributo que recibiremos, nosotros, aprendices de Huizilopochtli, para que no haya un solo dios comedor de corazones, sino que
todos vamos a ser dioses sin que haya uno por encima de nosotros y
lo vamos a lograr porque el dios tendrá miedo de estar en esa posición debido al precio que le haremos pagar, de manera tal que no le
resulten negocio las veleidades del poder; que yo, Amadís, caballero andante de no tan triste figura, con la formación revolucionaria
que he recibido no me dé cuenta de que la patria me necesita como
soldado es algo verdaderamente inaudito, realmente me siento abochornado de no disciplinarme para defender esta revolución que nos
lo ha dado todo, todo, sí, recuerda, a esta revolución le debemos
todo lo que somos, ¿y qué soy?, soy un cangrejo en la carretera, un
cangrejo desmuelado, un perseguidor o un perseguido de luces en la
oscuridad, o más bien de la Luz, de la Luz de Yara que viene hacia
mí y no estoy lo suficientemente acicalado para recibirla y va y Hatuey hasta se me asusta por la peste a mierda que traigo arriba, aunque pensándolo bien peor debieron de oler los españoles contra los
que guerreó, forrados en sus armaduras refulgentes al sol tropical,
sin bañarse por aquello de que la cáscara guarda al palo y por miedo
al pecado de verse, y estregarse, las partes pudendas; Hatuey y sus
hombres no olían mal porque acostumbraban bañarse dos y tres veces al día y untarse el cuerpo con miel y andar desnudos, aunque
más les hubiera valido a las huestes de Hatuey y Guamá cubrirse
para el combate, si se hubieran apertrechado con armaduras de carapachos de cangrejo que resistieran las estocadas, otro gallo hubiera
cantado; San Cristóbal de La Habana; gobernada en 1514, cuando
llegan Narváez y Las Casas, por el cacique Habaguanex, cuyo cacicazgo comprendía desde El Mariel hasta Matanzas; podríamos llamarla también San Cristóbal de la Sabana que a lo mejor es de ahí
de donde viene el vocablo Habana y no de Habaguanex; los fantasmas suelen aparecer cubiertos con sábanas blancas y si son demoníacos huyen cuando les hacemos una cruz con los dedos; la cruz y
la espada o la espada y la espada nos estaban esperando desde siem-
401
La tabla
pre a los que nacimos al sur del Río Bravo, y a los otros, los del
Norte, les estaba esperando la máquina de vapor, ¿crees tú, por casualidad, en el determinismo geográfico?, no, simplemente en el determinismo y en la necesidad de cagarnos en su madre una y mil
veces; porque las huestes de Guamá y Hatuey pudieran haber fundido el carapacho de los cangrejos y hacer escudos protectores, o combinar genéticamente varias especies de cangrejos con caballos capturados a los españoles; una vez descubierto que jinete y caballo no
eran la misma cosa; y lanzarlos al ataque o lanzarse ellos al ataque
montados sobre cangrejos gigantes, perfectísimas máquinas de combate, ante lo cual los conquistadores no hubieran tenido más remedio que huir como el diablo le huye a la cruz, que así al menos se
hubiera mantenido la pureza de la raza india muy bonita y muy valiente, ¿por qué siempre que se habla de valentía se habla también de
lindura?, como si alguien valiente tuviese que ser necesariamente
bonito; hasta hermosos de cuerpos se vuelven los hombres que luchan por la libertad de su patria; yo, Amadís, lindo y valiente, aunque por otra parte se dice que el hombre es como el oso, entre más
feo más hermoso, tonterías, aliento que se da un machista feo y despechado, Hatuey y Guamá indios lindos y valientes que debieron
utilizar la táctica y la estrategia necesarias para rechazar a los conquistadores españoles y así evitar la toma de La Habana en 1762 por
los ingleses y después el estúpido cambio, estúpido para nosotros, de
La Habana por la Florida, porque Hatuey y Guamá después que se
dieran cuenta, inteligentes al fin y al cabo, de que estuviéramos todavía en taparrabos y cazando pájaros en un río con el agua hasta el
cuello y una güira en la cabeza, de seguir la isla bajo el control indígena, hubieran pedido la invasión de los ingleses con su Revolución
Industrial y su libre comercio y su protestantismo ramplón y quizás
nos hubiéramos ahorrado unas revoluciones cruentas, pero, nada,
fallaron en no cruzar genéticamente los caballos capturados al enemigo español con cangrejos, de todas formas no hay por qué desesperarse, quizá la próxima vez lo hagan mejor, que tal vez ellos tenían
conciencia de esa próxima vez y de que realmente no valía la pena
precipitarse; ¿y eres tú valiente, Amadís?; bueno, atrévete a hacer lo
que yo hago y a no seguir como cordero el Índice del Señor; orgullo-
402
Armando de Armas
so yo que pertenezco a las ovejas del Señor; oh, Dios mío, ayúdame
por favor, no quiero ser oveja, sólo quiero me permitas ser cabra y
saltar riscos y despeñaderos aunque detrás de mí suenen los disparos
y el plomo arranque lascas a una roca; cazar cabras salvajes en un
monte de mi propiedad, ¿es eso mucho pedir?; sí, pides demasiado;
pido, además, por sobre todas las cosas, que todo salga bien y no
tenga que usar la pistola; ¿te preocupa mucho tener que matar?; matandile dile dile dile matandile dile dile dile; no, de verdad sólo me
preocupa no poderme ir, no poder escapar de este país, aunque no
creo sea bueno cargar con muertecitos en la conciencia; siempre los
muertos pesan; ésta es tu patria y no debes abandonarla porque grullo en tu tierra aunque sea en una pata; pata y panza; una panza
enorme con una pata de pezuña en el centro; animales con pezuña no
comeréis; el tocororo tampoco porque es el ave nacional; ¿nacionalidad?; para eso lucharon y murieron generaciones de combatientes,
para eso triunfó y se afirmó definitivamente el socialismo en esta
tierra; de bellas cotorras y palmas reales; vamos a ver, cotorritas,
queremos establecer un debate democrático entre ustedes en que las
unas defenderán la conveniencia de la destrucción de los bosques
para lograr el desarrollo agrícola en tanto las otras defenderán la
conveniencia de la destrucción de los bosques para lograr el desarrollo agrícola; el debate, compañeras cotorras, tenemos que cultivar el
debate; me da lástima el crac crac de los cangrejos aplastados bajo
mis botas rusas, militares, estoy vestido muy pinchín, pinchín no,
que esta ropa bajo la basura se me ha puesto de madre, bueno pero
la ropa es buena y me la dieron para que me mataran elegante, pero
los pies los tengo como los del pavo real, muy feos, injertados en
estas botas como patas de elefante, un elefante contoneándose torpemente, e inocentemente, dentro de una cristalería y los bomberos
con chorros de agua y él tomando de los chorros con la trompa y
vertiéndosela sobre el cuerpo como si tal cosa y los cristales crac
crac pobrecitos los cangrejos siempre caminando hacia atrás o hacia
el lado, somos un enorme cangrejo, recula y recula en nuestro anticuado carapachón; el Boba estuvo en huelga de hambre y lo ataron
al asta de la bandera de la prisión en que lo tenían y cuenta que por
las noches venían los cangrejos a morderle los dedos de los pies y
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La tabla
por eso es que le faltan cuatro y que en el momento en que se los
estaban comiendo no le dolía nada porque lo que tenía en la mente
era una gran fuente con un suculento enchilado de cangrejo y alrededor de la fuente él y unos amigos se sentaban a comer con unos cucharones que más bien parecían palas de virar concreto y a tomar
unas cervezas frías que se partían en unos botellones como de barro
que seguro eran de otra época y sostenían una conversación muy
amena sobre arte y no se hablaba de política y era muy estimulante
estar allí ante la gran fuente y hacerle reverencias y que no hubiera
nada antes ni después de ese preciso momento en que cantan y beben
en torno a la fuente que nada tiene que ver con la fuente en que traen
la cabeza del Bautista ni con beber en la fuente de los clásicos del
marxismo o como si no hubieran existido antes o más bien como si
siempre hubieran existido allí y el mundo no fuera más que una
fuente de cangrejos y botellones de cerveza y amigos conversando
plácidamente en una temporalidad en que ayer hoy y mañana no
importan; tengo ganas de salir de esto, de terminar a como sea, aunque me cojan, aunque la luz que me viene encima sea la luz del jeep
del Teniente, es preferible un dos tres cuatro comiendo mierda y
rompiendo zapatos, aguantar bofetones y patadas por el culo, arrastrarme ante el Teniente para que me escupa la cara, estar en una
celda al aire libre con el sol, la lluvia, el frío y la tormenta, a no saber
qué va a ser de mí en el próximo maldito segundo, todo en el mismo
maldito segundo, ¿es que alguna vez sabemos qué nos va a suceder
en el próximo maldito segundo?, sólo puedo declararme dueño del
pasado, usar de él a mi antojo, quiero que todo pase, que termine el
show y amanezca otro día en el mar o al otro lado del mar, la mar
tenebrosa, mi única alternativa, mi boleta electoral, mi partido, la
partida, mi único partido, sistema de partido único, ¡que viva el sistema de partido único!, quemar las naves, yo nuevo Hernán Cortés,
conquistador de la duda, las contradicciones, las tinieblas, príncipe
de las tinieblas, conquistador del odio, el miedo, el asco, las putas, la
desesperanza, pero, sobre todo, el miedo, un miedo que me compulsa a hacer cosas y a no esperar a que los acontecimientos vengan por
su propio peso, que tengo derecho a hacer algo aunque sólo sea por
miedo, no quiero ser más lo que soy, ¿qué soy?, porque se lo deba a
404
Armando de Armas
alguien o a algo, te lo prometió Martí y Fidel te lo cumplió, quiero,
tal vez, mejor, hundirme en el Estrecho de la Florida, deberme sólo
a mí, pero de todas formas, aun allá, te debes a Ella, siempre Ella,
¿como si no tuviera el derecho a existir independientemente de
Ella?, no hay salida, estés donde estés será por Ella, para bien o para
mal, marcado de por vida por un período de tránsito, período de
tránsito doble, al derecho y al revés, al revés me gusta más, aunque
cueste sacrificios, pero ya lo que llaman al derecho me tiene aburrido, que se vire la tortilla, pero de todas formas, virándose la tortilla
y aun después de la tortilla virada eres un resultado de Ella, no hay
forma de huir de Ella, de todas formas le voy a huir todo lo que yo
pueda, no voy a esperar por los acontecimientos, Ella, siempre Ella,
Ella y sólo Ella, la madre, la perversa, la esposa, la puta, la hermana,
la tortillera, la de la verdad en la mano, la mentirosa, la seductora, la
frustrante, nunca escaparás, a donde quiera que vayas serás su consecuencia, trata, anda, de huir de tu pasado, no puedes, ¿verdad?, no
eres nadie, Amadís, sólo una consecuencia, nunca, jamás, la causa
de algo, puedes morirte que no vales la pena, resultado, producto,
siempre hijo nunca padre, eres un buen hijo de puta, puta madre mía,
que eres mía sólo mía y que te quiero; al menos, ten el valor suficiente y dispara sobre todos, ¡vamos, hazlo!, dispara, anda, dispara, que
entonces todavía seguirás siendo la Consecuencia, el hijo de otros
disparos, Amadís de la Nada, dispara, que no serás tú quien lo hagas,
lo habrán hecho otros y tú serías sólo el Eco, ¿en nombre de la rosa?,
Amadís, dis dis dis dis retumbando de montaña en montaña desde la
Maestra al Escambray; buscando-en-el-techo-del-mundo-un-nuevoconfín; confinado a treinta años de prisión por hacer disparos de
pistola en un cabaret para turistas extranjeros en un acto de terrorismo inusual en el país de menos violencia política en el orbe, nunca
dispararé aquí, y no es por miedo, ni porque me repugne matar a
tontos turistas, ni por precaución, ni por tacto, ni porque sea un tipo
racional, sino porque, simplemente, no llevo la pistola encima, la
tengo enterrada en un lugar de la costa, cerca de donde voy a dar el
golpe, golpe genial, aunque amanezca con la boca llena de hormigas, aun así seré vencedor de las olas, del tiempo, del miedo, del que
tengo y del que tienen otros, de la hipocresía, aun de la mía, de la
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La tabla
fuerza, de la duda, no, de la duda no, por favor, que el día que se te
ocurra vencer la duda estarás perdido, del cansancio, de la mentira,
del odio, de la muerte, del dogma, del deseo, del estigma, del amor,
de la estupidez, de la chivatería, de la Historia, del hambre, del tigre,
del sapo, de la brujería, de la luna, del frío, de los posibles visitantes
extraterrestres, del desierto, de Satán, del Apocalipsis, de tentaciones, del Olvido, daaaaaaame-un-beso-y-olvida-que-me-has-besado,
de la traición, de la escasez, de las consignas, del patriotismo, de la
lujuria, del colectivismo, del bien y del mal, de la libertad, de las
cadenas, de los mediocres, del genio, también del genio de la lámpara de Aladino, de los funcionarios, de los papagayos y las cotorras,
del dolor, de los ríos de orina, de las balas, del silbido escalofriante
de las balas, de los accidentes del tráfico, del tráfico de divisas, de la
mierda, de la ambrosía, de las teorías económicas del Che, del Che,
del vino, de las mujeres, de las cartas marcadas, de las emboscadas,
de las puñaladas, del equilibrio, del filo de la navaja, de ojos bellos,
de la gonorrea, de las justificaciones, de las nalgas, de una yunta de
bueyes, bueycito lindo sácame del apuro, de las palomas, de un gato
sobre la máscara de Tut Ank Amon, de las máscaras, de las mascaradas, de Dios, de los sueños, del dinero, de la moral, de la envidia, de
los CDR, de la luz, del misterio, de la impaciencia, del cangrejo,
cangrejo-cáncer, del orden, de ángeles, aun de los que invadieron la
tierra y engendraron la raza maldita, del caos, de ejércitos de lesbianas, de las masturbaciones en noches de insomnio, del desaliento, de
la impotencia; el 26 de junio de 1954, una verdadera procesión se
encamina por el corredor de la pirámide; del egoísmo, de los Derechos del Hombre, de los fantasmas, de Pepito el de los cuentos, de la
esperanza, de las rejas, de las rajas, del carbón, de condilomas mentales, de la mente, del cuerpo, de caras-baratijas, del incesto, de los
excesos, de lo podrido, de la seguridad, ¿del estado?, de las flores, de
campos arrasados por la guerra, de la guerra; un hombre tan grande
es para que no quepa en un ataúd, su ataúd debió ser un volcán, un
terremoto, un torrente de aguas bajando una montaña, una montaña,
un cúmulo de nubes, nunca un ataúd de vulgares tablas; NO DEBIÓ
DE MORIR, AY, DE MORIR; la muerte le llegó de frente como él
quería, aunque no faltan los que digan que lo mataron por la espalda,
406
Armando de Armas
al menos que le azuzaron el caballo para que lo mataran de frente,
por envidia o miedo a la civilidad, o por ambición de poder, o vaya
usted a saber por qué carajo, ¿cabe tanta grandeza en un ataúd?, dicen que cualquier día de estos regresa porque él tiene qué ver con
Cristo, ¿por qué el sacrificio?, ¿ambos no habrán incidido negativamente con la praxis del sacrificio y la glorificación de los pobres y
leprosos?, ¿no será esa predisposición al sacrificio causa de que
exista precisamente el Sacrificio, y los Sacrificadores?, ¿y la glorificación de los pobres y leprosos no hará de esa condición una especie
de moda, moda macabra de demagogos sin cuento?; las mesas del
cabaret con sus velitas encendidas parecen ataúdes, ataúdes alegres,
alegres de una alegría de relumbrón, de dientes para afuera, de risasmuecas entre las luces y el alcohol y las insinuaciones y los temores
y la promiscuidad de sudores, sudores fríos, sudores gruesos, sudores del SIDA, alegría que se va, que quieres retener pero que de todas formas se te va e intentas recuperar cada noche en el cabaret,
sabiendo que como los sueños volará con el amanecer; despertar en
un ataúd de plata en medio del mar, y no tiene que ser de plata, que
un ataúd de madera bien calafateado puede ser magnífica embarcación para escapar de la muerte que te mata un poquito todos los días;
mesas que se golpean unas a otras, desaparecen y vuelven, y dan
vueltas como trompos, como resaca de un gran naufragio, a la espera de gentes que naufragaron hace un tiempo viejo, muy viejo, y
buscan desesperadamente donde asirse, mesas cubiertas de botellas
de ron que milagrosamente no se viran, mesas cubiertas de vómito,
navegando hacia la nada o el todo; quiero que el Lobo, Luly y la
Gata caigan al mar y no se ahoguen y tomen otra balsa, digo, otra
mesa, para navegar solo, solito, para irme a buscar a Oriana; Oriana
mía que estás en la colina; no sé por qué me habré aliado a un tipo
como el Lobo, ¿soy yo mejor que el Lobo?, qué pensará de eso la
Seguridad del Estado, ¿qué pensará Dios?, ¿qué pensarán los organismos interesados?, ahora mismo voy a crear un yate para navegar
con Oriana, yo de capitán y ella de grumete, la imagen crea cosas,
las cosas son la imagen, la imagen es las cosas, dos mundos, uno de
imágenes y otro de cosas, o más bien dos mundos de imágenes y al
carajo las cosas, o más bien infinitos mundos de imágenes, juego de
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La tabla
espejos, la sombra espiando a los cuerpos, miedo a las sombras, quizás yo repte por el piso y mi sombra es quien camine en dos pies,
Amadís llora y grita llamando a su mamá porque el viejo de los pantaloncitos cortos y las llagas y los perros y las muletas se ha movido
con sus perros en el cuadro frente a su cama y la mamá viene y lo
tranquiliza y le dice no te asustes hijito mío que es sólo una imagen;
Amadís y Oriana yacen desnudos frente al espejo de la habitación,
quizás esa obsesión de Amadís frente a los espejos se deba a un convencimiento inconsciente, y no tan inconsciente, de gozar en la cama
y gozar en la imagen del espejo y gozar más allá de la imagen del
espejo en otras infinitas posibilidades de su imagen, de su Yo, un yo
que se crea en la imagen y se hace infinito en el espacio y en el tiempo porque es sólo eso, imagen; Amadís, no puedes continuar trabajando en nuestro órgano de prensa porque la imagen que tú proyectas no es la mejor; la imagen de Amadís haciendo el amor en todos
los espejos del mundo, la encueridad amadisiana uniéndose a otras
encueridades en la eternidad de los espejos, del mundo; después de
concluir una sagrada jornada laboral, perdón, sexual, yo estaba tendido bocarriba en la cama con las manos cruzadas bajo la cabeza y
la pinga en posición horizontal, acomodada sobre el abdomen y
apuntando hacia el ombligo, fláccida, pero todavía en la longitud de
la erección, como queriendo eternizar el vigor de la templadera, escupiendo sobre el pozo del ombligo un hilillo de leche, mientras
Oriana miraba fijamente al espejo, como ida más allá de la corporeidad del espejo, cuando de pronto se incorporó en la cama asustada y
dijo; ¡anda carajo!, ¡el majá, Amadís, el majá!; qué majá ni qué ocho
cuartos; te lo juro, Amadís, vi como si el rabo tuyo fuera un majá, un
majá sobre una piedra en un potrero, hacía rato que lo estaba viendo
y me tenía como hipnotizada, yo lo miraba y él me miraba sin moverse, como se pone el majá cuando atraviesa un camino, por la
cruz, dicen, y cuando se me salió el anda carajo es porque lo vi mover la cabeza, sacarla como una banderita por encima de la piedra,
como si hubiera visto una gallina u otro animal y se dispusiera al
ataque, qué es esto, por qué pasan estas cosas, Amadís, tengo miedo,
mucho miedo, fue como una visión demoníaca, divina; yo haría
cualquier cosa por tal de que la mesa navegue bien, tengo que tratar
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Armando de Armas
de que no se me apague la vela, por si va y uno se extravía de noche
por esos mares del infierno y los guardacostas americanos lo puedan
encontrar, no, espérate, apaga mejor la vela, también puede ser que
te vean las torpederas cubanas, que si un torpedo encentra a una
mesa de estas la desaparece con botellas de ron y todo, aunque yo
me aferraré a la botella y llegaré ante el Señor dándome tragos por si
la cosa con el Señor resulta un poco aburrida; Señor, no hice nada
malo, sólo que ellos la tenían cogida conmigo y mire cómo me han
puesto de sangre, pero no se asuste Señor, no es sangre mía, es de
otros, yo no he muerto, sólo estoy muy cansado y muy sucio y algo
triste, pero ya de estar aquí con usted me voy poniendo contento, y
tal vez pueda, si usted fuera tan amable, descansar sobre una nube,
yo siempre soñé descansar sobre una nube, tan sólo eso pido, Señor,
una nube para descansar por los siglos de los siglos; quiero que baje
una nube de fuego aquí a la carretera y me cubra y ascender y ascender y ascender, que el milagro debe existir, y si existe por qué no voy
a poder experimentarlo en mi persona, en mí que estoy dispuesto a
aceptarlo, que la primera condición para experimentar el milagro es
la disposición a aceptarlo, el milagro es sólo ruptura o violación o
entrechocamiento o variación o subversión de las coordenadas de la
realidad, realidad-milagro, Milagro es nombre de puta, la realidad es
en sí un milagro, el milagro lo hizo Dios, somos un portento de la
Mente Universal; y cuando veas descender la nube de fuego sobre tu
cabeza déjate envolver como si tal cosa, es decir, como un viajero
cuyo medio de transporte habitual son las nubes de fuego enviadas
por el Señor, nubes artilladas para conquistar el mundo; necesito un
milagro que me salve, no puede ser que la Iglesia haya decretado
que el tiempo de los milagros quedó atrás, la época en que se amarraban los perros con longanizas, bendito tiempo aquel donde la nobleza era ley y el pícaro a duras penas subsistía, ¿qué sería de mí en
tiempos de los amadíses?, nada muchacho, acuérdate de que nada es
tan delimitado, ni incontaminable, y que los extremos se tocan, porque el mismo Amadís es hijo de la picardía, es decir, de los amores
ilícitos del rey Perión y la reina Ericena, debido a lo cual esta última
lo lanzó al mar montado en una barca con el cartelito; éste es Amadís, hijo de reyes; y una pavorosa espada, por lo que después lo lla-
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La tabla
marían el Doncel del Mar, nombre bastante amariconado para un
tipo tan duro como dicen que era el mentado Amadís, es decir, el
máximo exponente de la caballería andante por excelencia, el perfecto caballero, llevaba en sí el germen de lo que sería después la
picaresca y los pícaros de toda laya; es un milagro que no haya estallado ya la conflagración nuclear y que yo no fuera el Pepillo amanecido sobre la alambrada como un estandarte; el estandarte de la
libertad descosido a balazos; la vida misma es un milagro, la vida y
los infinitos obstáculos y acechanzas conocidos y no conocidos que
se le enfrentan para que no sea vida, para acabar con el milagro; todavía no me he dispuesto a morir, sólo a huir, sé, sin embargo, que
en la huída puede alcanzarme la muerte, pero la asumo sólo como un
riesgo, no como una decisión ni mucho menos, que el solo hecho de
oír cantar un sinsonte es milagro por el cual merece la pena vivir,
ellos no son asesinos, son como yo, sólo que en distintas circunstancias, o en las mismas, obligados por las mismas circunstancias a
hacer lo que simplemente yo no haría, si me matan será por nerviosismo, cuando han matado habrá sido por el sobresalto, sobresaltados de la muerte, aunque no se puede descartar la posibilidad de que
entre ellos haya verdaderos asesinos, si me encuentran procuraré no
ponerlos nerviosos, los nervios son cosa mala, sobre todo cuando al
que está nervioso le tiembla el índice en el disparador de un AK,
mejor sería no me los encontrara, ellos tienen el sacrosanto deber de
eliminarme, soy un atentado contra los poderes del estado, ¿quién es
el estado?, un rey dijo; el estado soy yo; y otro dijo; la revolución
soy yo; no hay nada malo en eso, en definitiva, todos los gobernantes se lo creen así y tratan por todos los medios, ortodoxos y no ortodoxos, de que el pueblo se lo crea así, que por ejemplo, la traición
al líder sea vista como traición a la patria, sólo que nuestro rey ha
sido el único que ha tenido la sinceridad o el descaro de proclamarlo;
ESTATUAS DE LENIN SE DESMONTAN DE SUS PEDESTALES Y SE VENDEN A PEDAZOS COMO RELIQUIAS; me corroe
un gran aburrimiento a pesar de mi existencia accidentada y díscola,
y comprendo, precisamente en esta noche, la última que pasaré aquí
por no sé qué tiempo, que mi vida hasta ahora no ha sido más que un
gesto brusco, un revolcón por sacudirme de arriba ese aburrimiento
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Armando de Armas
que nos han tirado como una manta gruesa, pesada, negra, mantecosa, con olor a incienso y a cloacas, pero siempre tan condenadamente uniforme que nunca nadie sabe dónde termina su capa y dónde
comienza la del vecino; todos ellos vienen detrás de mí, al menos así
siento que le importo a alguien, que si permaneciera en las barracas
a ritmo de marchas y contramarchas y canto de himnos victoriosos y
en el corte de la caña y obediente a la voz de ¡firmes! no le interesaría a nadie, ¿a quién puede interesar un tipo así?, a nadie, por supuesto, y menos que a nadie a los mismos Boinas Rojas, porque
entonces qué sentido tendría para ellos el riguroso entrenamiento en
las artes marciales, el aprendizaje en el manejo de las más extrañas
y modernas y mortales armas, sus lustrosos AK y las cartucheras
repletas de balas, el alarde de correajes y charreteras y el indolente
porte de cowboys, es decir, si no hubiera tipos como yo se darían
cuenta de que son simples payasos, mientras que, lo contrario, si de
vez en cuando aparece un tipo como yo, lo suficientemente loco
como para correrles delante a sus bocas de fuego, pueden sentir que
tanta parafernalia combativa no es una forma más de comer mierda,
sino una forma distinta, un rito que les permite realizarse en la salvaguarda de los intereses de la nación, y para que tú veas, yo también me siento sumamente realizado, y complacido, sabiendo que
algo tan insignificante como yo, tan distorsionante y retorcido, pueda representar algún peligro para algo tan omnipotente y recto como
es la Nación y el Estado y todas esas cosas que deben ser lo mismo
porque siempre andan o las ponen juntas; peligro para la Seguridad
del Estado; pero, ahora no sé, si será el peligro para la institución
que llaman así, en esos términos, o para la seguridad, propiamente
dicha, del estado; mira, chico, no vamos a entrar en ese tipo de discusiones, el peligro consiste en que un día va y haya más desertores
que Boinas Rojas y el estado quede indefenso ante el ataque de corsarios y piratas que asolarían nuestras costas para llevarse nuestras
riquezas y nuestras mujeres y minar nuestras instituciones y nuestra
ideología; Padre Nuestro que estás en la loma con un tirapiedras
cazando palomas; contrariamente a lo que pueda pensarse las palomas guerrean ferozmente entre sí; La Habana se llenó de barbudos y
collares de Santajuana y olor a monte y risas y fiestas y disparos al
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La tabla
aire y libertad y ahora sí no habrá nada más que nos arrebate esta
dicha y por fin la democracia y oportunidades para todos y resortes
de máquinas traganíqueles desperdigados por las calles y encumbrados personajes que mordían el labio y putas locas por acostarse gratis con los hacedores de la libertad y revolucionarios de última hora
que vestían el uniforme verde-olivo y se ponían pelucas de pelo largo y barbas postizas y maricones vírgenes exacerbados por el olor a
macho de los rebeldes y madres llorando de alegría por el regreso de
sus hijos y madres llorando porque no ven regresar a sus hijos y
carteristas haciendo la zafra y hampones de categoría a la precipitada en aviones y yates y rateros proclamando a quien quisiera oírlos
esto es del pueblo y ofrendas a la Virgen de la Caridad del Cobre y
ahora el progreso y vivirá Martí y Fidel es Cristo y cristales rotos y
esto que hemos logrado no nos lo va a quitar nadie y comentarios de
si comunismo o no comunismo y una revolución tan cubana como
las palmas y el melón es verde por fuera y rojo por dentro y con todos y para el bien de todos y Fidel es el HOMBRE y esta revolución
que costó la vida a 20.000 cubanos aunque tal vez ni siquiera llegaron a 5.000 de ambos bandos pero da igual acá todo da igual y antiguos esbirros que se esforzaban ahora en demostrar a las nuevas
autoridades que podían ser útiles todavía y muchachas que decidían
que la virginidad era un ridículo pellejo que producía enfermedades
tan terribles como el cáncer y que lo mejor era volársela de un cañonazo y el caos y muchachos que saben de tiros y marchas y contramarchas y comer yeguas y de subir lomas pero no de finanzas y
economía y política y voy bien Camilo y los comentarios Camilo es
el brazo derecho y Camilo es del pueblo y ahora sí está el pueblo en
el poder y ahora progresará la pequeña propiedad como quería Martí porque un país de pequeños propietarios es un país feliz y jovenzuelos fatuos exhibiendo pistolones de la época del Olonés y Henry
Morgan repellándole el culo a las pepillas y viudas buscando remedio a su mal y volvieron los mambises y no habrá más guerra aquí y
armas para qué y no más torturas y muertos aparecidos en caminos
reales y ahora estará permitido todo lo que la ley no prohíba y Martí
te lo prometió y Fidel te lo cumplió y Fidel ésta es tu casa y Él no es
igual que los descarados que nos habían gobernado hasta ahora y
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Armando de Armas
habla con el pueblo y besa a los niños y qué lindo Dios mío ese pepillo con barbas y la moda será ahora de pelos largos y barbas y
boinas y arriba corazones y no habrá que usar laxantes contra el estreñimiento y el estreñimiento es un tirano y abajo los tiranos y la
diarrea es democrática y sólo Dios salva y Dios nos mandó a Fidel y
Dios está con nosotros y tengo vamos a ver lo que tenía que tener y
banderas del 26 y banderas cubanas y trajes Drill Cien Taylor y eso
es Fidel Castro vencedor de la tiranía y constructor de una Cuba
Nueva y abajo los conjurados de la Rosa Blanca y nadie podrá discutir al 26 de Julio la dirección de la Federación Nacional de Trabajadores Azucareros y colectas de la libertad y palomas que revolotean sobre el máximo líder y niños y aplausos y ¿quién habrá soltado
las palomas ese día a la hora precisa?, para que quede en la historia
el autor del artilugio porque, ¿eran tan inteligentes aquellas palomas
como para saber que debían revolotear en torno al Salvador de la
Patria?, hubo una, sin embargo, que expresando desidia, y disidencia, le cagó el cuello de la chaqueta antibalas y dicen los que lo
vieron que el Comandante siguió como si tal cosa, con un dominio
sobre sí mismo que nadie del pueblo pudo percatarse del tragicómico incidente; Ciudad de Panamá, en la noche del 14 al 18 de abril de
1959 una fuerza expedicionaria de invasores desembarcó en las playas de Panamá procedente de Cuba; la fuerza estaba dirigida por un
panameño que se ahogó en la playa; el mando fue tomado por un
cubano llamado César Vega; la mayoría de los invasores eran cubanos y algunos veteranos de la lucha en la Sierra Maestra; cuando le
dije a Fidel Castro en Montreal, Canadá, del desembarco de los invasores que habían salido de Cuba, estaba de lo más preocupado y
furioso; el capitán Furia vendrá al frente de los desarrapados de la
Tierra y como un ciclón arrasará con los privilegios y abusos de los
poderosos; bienaventurados los poderosos; tiemblan los poderosos
que por ahí viene el capitán Furia; ¡huyuyuyyyyyyyyyyyyyyyyyy
qué furia!; nunca lo vi así; entonces en Houston, Texas, hablé con él
y con su hermano menor, el comandante Raúl, respecto a la invasión
que no sólo había puesto nervioso a Panamá sino al continente por
entero; Fidel reiteró su preocupación y Raúl Castro me dijo que
Rubén Miró sería arrestado y deportado de Cuba; el día que sostuve
413
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estas largas entrevistas con los hermanos Castro, se informó que había salido una segunda expedición de Cuba hacia Panamá y Miró
hizo otras declaraciones en La Habana; la sinceridad de la denuncia
de la conspiración, hecha repetidas veces por Fidel Castro y subrayada en una dramática transmisión por radio al pueblo cubano desde
su avión, en viaje a la Argentina, será probada por la detención de
futuras expediciones desde la Perla de las Antillas; ¡condenamos
enérgicamente agresión yanki a Panamá!; panamá quererte panamá
gozarte; y no lo permitiremos, no podemos permitir que al hermano
pueblo panameño lo agredan impunemente, ya es hora que sepan los
poderosos vecinos del Norte que hace mucho tiempo dejamos de ser
el traspatio de su mansión, sobre todo, después del triunfo de la Revolución Cubana, con qué derechos se van ellos a erigir en gendarmes del mundo; corremos así el peligro de que cada vez que a ellos
se les ocurra acusar de narcotraficante al primer mandatario de una
nación que no se doblegue ante sus mezquinos intereses, manden
allí a desembarcar sus marines y arresten a hombres de estado como
vulgares delincuentes; con qué derecho, me pregunto yo, van ellos a
intervenir en Panamá bajo el burdo pretexto de implantar la democracia, de qué democracia hablan ellos, cuando Manuel Antonio Noriega está en el poder porque las masas lo aclaman como líder que
interpreta las aspiraciones nacionalistas del pueblo panameño; estamos, por principio, en contra de la ingerencia en los asuntos internos
de los países, en contra del abuso de la fuerza para dirimir querellas
internacionales y en contra de los Estados Unidos que por poderosos
se sienten con derecho a imponer a otros pueblos su modo de vida y
la paz, la paz de los sepulcros; ¡que viva el heroico general Manuel
Antonio Noriega!; ¡yanki conmigo no te metas porque a mí se me
respeta!; respe respe respe, la cucaracha sobre la raspa en el fondo
del caldero; es una cuestión de respeto, que me respeten mi derecho
a deambular por la carretera a esta hora y con ropa para que me maten elegante, con derecho a que no me maten; diles que no me maten; no me maten, por favor, que no me maten, que no me empujen,
por favor, que no me empujen; el Moncada fue el motor pequeño
que echó a andar el motor grande de la Revolución; revolu revolu
revolu; Lulú, o niña bonita, en la charada es el quince, el cinco es
414
Armando de Armas
monja; Sor Juana Inés de la Cruz; cinco jarras de cerveza es una
monja, monja viciosa, que va a las cerveceras a escribir versos, recriminada por los borrachos del siglo XVIII que no conciben que
una monja ame, beba cerveza, piense y escriba, la opción, la simple
opción de tomarme una cerveza fría el día que quiera, o tenga el dinero, lo que nunca debiera de suceder es que por ventura tenga el
dinero y no aparezca la delicada, sencilla, popular, democrática, milenaria, ambarina cerveza de nuestros hermanos vikingos; sobre la
proa de la nave un vikingo prendido a su cuerno de cerveza, navega
en el tiempo, un tiempo gélido, pero tiempo de opciones, o de luchar
por las opciones, por las simples y vulgares opciones, por la vulgar
opción de una cerveza en la terraza de un hotel un día en que el sol
cae como plomo derretido sobre los campos y acaricias la botella y
te acuerdas de la monja desnuda en la habitación y ¡qué bueno que
hayan inventado la cerveza! y el campo calcinado y el polvo que se
lleva el viento y atraganta a campesinos que doblan el lomo en la
cosecha y la otroridad y sientes que el límite entre la otroridad y la
yoidad es una cerveza sudada en helamientos perlosos, el ártico en
tus manos, la lámpara de Aladino, digo, la máquina del tiempo, relaciones contenido-continente, botella-cerveza, latica-cerveza, tarrocerveza, un solo continente y un solo contenido a través del tiempo,
nave vikinga bamboleante como cáscara de nuez en gélido mar encrespado a la conquista de la tierra de los monikongos, vikingo, camiseta, short, botella de cerveza congelada, escapulario de la Caridad del Cobre al pecho-coraza, escudo, yelmo, correajes, espada,
tarro de cerveza; la opción es lo que nos relaciona, la opción en un
mundo y en un tiempo que no nos deja muchas opciones; Gran
Tiempo Absoluto; Monarquía Absoluta; Absolutismo del Tiempo; el
tiempo y yo en una carretera de mi país; primer país liberado paga
su pan y cebolla con camiones de soldados; huyendo de los soldados
de Eric el Rojo, momento, time, no relacionar, o no identificar, Eric
el Rojo con Boinas Rojas, coincidencia de colores pero, punto, que
no es digno de un vikingo dejar su nave y su cerveza para correr por
una carretera a perseguir a un desertor, carretera mía que estás en los
cielos, cielo de bugarrones negros, digo, perdón, de nubarrones negros, de ángeles negros; cada nube es el urinario de un ángel, negro,
415
La tabla
por supuesto, porque los ángeles ángeles no orinan ni hacen caquita,
sino que pasan la angelical vida revoloteando en torno al Señor con
movimientos suaves y aburridos y una única obsesión, la de abatirse
sobre la faz de la Tierra como una vez les ordenara el Señor, única
prueba de vida en sus eternas vidas; los negros no, los negros no son
ángeles ni la cabeza de un guanajo, sino que son unos impostores
que en días de tempestad suelen confundir al Señor y a los otros
ángeles, pero son descubiertos en cuanto los ángeles ángeles perciben olor a caca o son salpicados de orina desde una nube y entonces,
bajo las órdenes del Señor, la emprenden a patadas por el culo con
los impostores que descienden despavoridos y emitiendo horrísonos
chillidos hacia donde los acoge solícito papá Satán con una sonrisa
que podría ser angelical de no ser por un casi imperceptible rictus
que se le desdibuja a un costado de la boca; así y todo yo le juro a
usted que encantado de la vida me cambiaría por un angelote de
esos, aunque sea por un ángel negro, elevarme y elevarme y flotar y
flotar por entre las nubes como si tal cosa y tirarle una sonora trompetilla al Teniente y sus alegres muchachones; NIÑOS JUGANDO
AL QUEMAO; tú, sin nada en las manos, corre que te corre corre y
el otro niño detrás con el brazo montado y la pelota en el directo,
apuntándote a la espalda desnuda, avanzas en zigzag, pero sabes que
esto te servirá de muy poco porque el otro pone la bala donde pone
el ojo, digo, la pelota, y él está ahí detrás, precisamente, para quemarte la espalda y tú delante, precisamente, para no dejártela quemar, él es un ángel ángel y tú un ángel negro, y piensas, no es justo
eso de que él lleve la pelota y tú sólo la espalda que se expone, que
el juego debiera ser cada cual con su pelota, ¡y a batirse!, como en el
viejo Oeste, pero sucede que el mundo está mal repartido y unos
tienen pelota y otros no, eso le pone emoción al juego, al menos para
el que observa o para el que tiene la pelota y, ¡paf!, ¡hijodeputa!, me
diste duro, y la roncha comienza a levantarse y se extiende como una
ramazón roja que cubre toda la espalda y dicen que el orificio de
entrada es pequeño pero que el de salida es un negro e inmenso boquete al que le cabe un puño, y a veces dos, es como si la bala, digo,
la pelota, se sintiera presa dentro de tanto tejido y músculos y huesos
y explotara hacia afuera llevándoselo todo por delante como cuando
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Armando de Armas
clavas una puntilla en una tabla y por arriba una eficaz entrada y por
debajo un desajuste, un caos, de astillas botadas hacia el exterior,
algo que da miedo; LA HOZ Y EL MARTILLO; un símbolo, o no,
qué símbolo, nada más alejado del símbolo, de la sugerencia, es directo, literal, sin la más mínima aspiración a la metáfora, martillo,
¡pum!, hoz, ¡zas!, las cabezas dejan de tenerse sobre sus hombros,
escuálidos hombros de hambreados hombres; multitudes decapitadas que enfurecidas blanden la hoz y el martillo, ¡homenaje al Carpintero de Nazareno, a la proletarización universal como vía de acceso al paraíso!; Lenin se sintió enfurecido cuando alguien diseñó el
escudo soviético con una espada, ¡estúpido diseñador!, lo de nosotros es la paz, paz y trabajo para todos, que la hoz y el martillo no
cesen su laboreo, que corten y machuquen cabezas sin cesar de manera que hiendan las huestes enemigas, Cristo fue comunista, de ahí
la relación cruz-espada, la cruz de la espada que espera a los cristianos en el Tiempo, Cristo Comunista en las Cruzadas, pretendemos el
mejoramiento humano, enmendar al hombre, hombre pecador, burgués, en suma, nuestro enemigo es UNO, Satán-Imperialismo-Yanki, si los cristianos hacen dejación de la obsoleta cruz y asumen la
hoz y el martillo ya no serían entonces el opio de los pueblos; TAL
VEZ EL ÍNCLITO CAMARADA LENIN FUMABA OPIO CUANDO DIJO LA GENIAL FRASE; no sería cosa de mucho trabajo ver
a los curas en sotanas rojas; no necesariamente tocados con boinas
rojas, aunque los obispos se ponen sus boinas rojas en la punta de la
cocorotina; bendiciendo a las multitudes con martillos y hoces entrelazados y artísticamente trabajados en oro pendientes de sus cuellos, ¡es una maravilla cómo un cuello puede definir a primera vista
la profesión!, y hasta la personalidad de un individuo, el mío, por
ejemplo, es de tipo lumpen-proletariado, y no me lo voy a dejar partir así como así que a cualquiera aquí le parten el culo y no pasa
nada, pero el cuello ya es otra cosa de mayor peso y menos fetidez,
que se puede cortar como escarmiento al lumpen-proletariado de
toda la nación, que tiene que hacer la carrera del Servicio Militar
Obligatorio como el más conspiscuo heredero de las más sagradas
tradiciones de lucha del proletariado cubano que arranca con Hatuey
que no era cubano y vino aquí a laborar por nuestra libertad; no te
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La tabla
metas con el indio que esa puede ser su luz, que ojalá que así sea por
tu bien; te digo adiós; cabaret de mierda, angelicales putas informantes de la policía, camareros tristes y malhumorados, católicos
hipocritones, obreros de avanzada venidos al cabaret por orientación
directa de la Sección Sindical, por aquello de que las diversiones
deben ser para el proletariado y no para el lumpen-proletariado,
mustias señoras de doce años iniciadas en el sexo una noche de borrachera tras las rojas; ¡siempre el omnipresente color rojo!; cortinas
de la pista de baile por pícaros funcionarios de las Altas Esferas,
comunistas de relumbrón, veteranos internacionalistas como mi
amigo el Chévere, hijos de buena madre, maricones obcecados por
el brillo de las lentejuelas, anos parlantes, penes juguetones, sirenas
que se aburrieron del sonido de las olas y subieron a darse un trago,
Homero que viene y nos dice al oído que él no fue ciego ni escribió
La Ilíada y menos La Odisea ni la cabeza de un caballo, traficantes
de carne de caballo, mesas tatuadas a navaja, las navajas a punto,
Lorca a la búsqueda de un falo, y el otro poeta, Machado, vestido
todo de negro y flotando por entre el humo, Hemingway jineteando
porque siempre fue un aventurero, Maceo resabioso afilando el machete por una esquina, Martí levantando una copa, Camilo sonrisa
amplia ante la insistencia de un turista extranjero para llevarse a su
habitación a una mustia señora de doce años iniciada en el sexo una
noche de borrachera tras las rojas cortinas de la pista de baile, un
hombre nuevo, un caballero andante armado a la búsqueda de la
pacotilla, cederistas de lenguas que se les salen de las bocas, apologistas, catequizadores, conspiradores de mesa, hombres consecuentes con sus ideas, ¿ideas?, son ideas, son ideas nada más, son ideas
que tú te haces, hacerse una idea como hacerse una paja, inquisidores, especuladores, jineteros, chivatos, matones frustrados, locos
que aun aman, madres solteras lanzando a sus hijos al mar por el
pasadizo secreto de un castillo en arca con mensaje es hijo de reyes
y una pavorosa espada para servir a la causa del proletariado mundial, Fernando Ortiz peleando dos gallos finos sobre una mesa del
cabaret, a uno lo azuza con un canuto de caña y al otro con un tabaco
encendido, todos miran asombrados como queriéndose reconocer,
pero las brumas y las hueras palabras y el miedo, siempre el miedo,
418
Armando de Armas
no lo permiten; adiós para siempre adiós; ¿a dónde vas tan apurado?,
no sé, ni tan siquiera sé, tal vez a ninguna parte, tal vez siempre,
aunque no nos movamos, estamos yendo a alguna parte, parte del
mundo donde pueda encontrarme, ¿me he perdido?, ¿me perdieron?,
no, simplemente naciste perdido, vamos pues a encontrarnos en una
carretera de mi país, en una carretera sin una piedrita que pueda
molestarte en la planta del pie; huellas de pie sobre la arena; arena
fina y Pilar; Pilar García fue un buen muchacho al servicio de Batista; Ba-tis-ta-ta-ta-ta-ta, no hagas así que me asustas; cabo de la guardia siento un tiro, ay que estoy herido; herido de muerte, muerto en
vida, muerte que es vida, vida de perros, jauría de perros persiguiendo al negro Estanislao, Estanislao ascendió la meseta que rodea el
valle donde está enclavado el ingenio Santo Cristo de los Destiladeros; ¿es que Cristo además de carpintero, predicador y milagrero,
fue también destilador de alcoholes, o más bien hacedor de alcoholes?; para más información sobre eso debes hurgar en los archivos
del FBI acerca del desarrollo extraordinario de la mafia en los Estados Unidos en la década del 30; y ascendió trabajosamente la cordillera, detrás de él, cuando el sol asomase en el horizonte, sabía que
vendrían los perros y el rancheador, podía adivinar ya las imprecaciones del ranchearador, los ladridos y el jadeo de los perros, lo que
más le aterrorizaba era el jadeo, absoluto, constante, infinito, como
una extraña risa, como un coro de lenguas colgantes y babeantes que
se mofasen de él, negro capturado en las costas de Angola; que además nunca sabría, ¿cómo habría de saberlo?, que su captura en Angola y su posterior traslado a Cuba para ser utilizado como bestia de
trabajo serviría como justificación al envío de tropas mercenarias
cubanas a dicha nación africana; ahora, mientras corría, ya sin rumbo, no pensaba en la aldea donde había nacido y la vida era muy
simple, aunque por supuesto nada feliz, sino en que moriría despedazado por los perros y que tal vez, si se ponía dichoso, el rancheador llegaría a tiempo para volarle la tapa de los sesos de un disparo
a boca de jarro, tatatatata ratatatata, ¿ratatatatata?, no, debió ser, más
bien, ¡pum!, más romántico, menos parecido a una maquinaria rompedora de cocos secos, así terminaría todo más rápido, la muerte no
era lo malo, lo malo, lo realmente malo, infernal, era el espacio-
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La tabla
tiempo entre el punto en que la muerte te ronda, que la estás esperando, que sabes se te va a lanzar de un momento a otro, y la llegada,
rotunda, de la muerte, es el miedo al vacío, ese vacío en que estás
vivo pero no vives más que pendiente de la venida de la muerte;
venirse o irse a la cuarta dimensión o la nada o el todo, dejar de ser
y ser más que nunca, detención del tiempo en un segundo, violación
y compenetración de universos cerrados, movimientos espasmódicos y templar del cuerpo con el ritmo del Universo, posibilidad del
REGRESO AL GÉNESIS, irracionalidad, éxtasis, éxtasis de la racionalidad, finitud-infinitud, vuelta a los comienzos y regreso al futuro, la animalidad y la divinidad penetrándose mutuamente, Dios y
el Diablo, caos y ordenamiento, expresión máxima de la impotencia
y realización absoluta, dos que son uno y son la diversidad, punto
máximo de la flecha en el espacio que es el preciso momento en que
comienza a doblar la elipse, flecha detenida en un espacio-tiempo
desconocido, vislumbre de la muerte, la muerte, la vida, la muertevida, eterno renacer, insertarse en la Totalidad, Paraíso, de Paraíso
perdido a Paraíso recobrado, trompetilla al Paraíso Proletario, ternura y desgarramientos, penetración y abrazo absorbente, lubricativo,
totalizador, sin llegar a ser totalitario, deseos de tragarlo todo, desdoblarse en el todo, el Padre Eterno soplando sobre la imagen y semejanza amasada en fango, ¡y semen!; instante en que el negro Estanislao no va a morir porque ya está muerto, porque naciste muerto
y solo, ahora, en este espacio-tiempo de pestañazo, de golpe, has
entendido todo en una luminosidad que no te hace desear otra cosa
que la muerte, ahora morirán contigo los que te disparan y los que
mandaron a disparar y los indiferentes y los condolidos y los que
nunca se metieron contigo y menos se condolieron y los que te quisieron y los que realmente te odiaron y sientes lástima de ellos que
se creen vivos y mueren, sin embargo, contigo, ignorantes del secreto que sólo tú estás poseyendo y has poseído otras muchas veces y
olvidado otras tantas y del cual ahora eres cabalmente consciente
como a través de un deslumbramiento, o alumbramiento, y sabes
también que a la vuelta de no sabes qué tiempo, eones de tiempo tal
vez, volverás a este preciso instante; preciso instante en que estás y
ya no estás; y sufres terriblemente en la impotencia de la incomuni-
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Armando de Armas
cabilidad, más evidente ahora, con otros seres humanos; ya tú no
eres humano; incomunicabilidad para contarles acerca de los misterios del Más Allá, y sabes que de no ser por esa incomunicabilidad
absoluta crearías la obra de las obras, la Obra Absoluta, que nada
más leerla el autor pueda prescindir de todos los demás libros, y es
insoportable para un escritor vislumbrar la posibilidad de consagrarse como el Escritor Absoluto; casi como Dios, o casi como Dios, no,
porque todos los escritores somos como Dios mismo, ¡o al menos
eso nos creemos!; y que todo quede en ese vislumbre enceguecedor,
cocinándose en la ira, la impotencia y la imprecación, para llegar
retorciéndose como sierpe de múltiples cabezas a los pies del Señor,
y en cada una de sus cabezas la imagen del libro que pudo ser la
aprehensión del tiempo real, ¿real?, que abarcaría el intervalo entre
el disparo y la penetración de la bala que desgarra, corta los tejidos;
teje, Penélope, teje y desteje, para que sea el Odiseo quien penetre la
madeja de hilos, gruesos, alámbricos y ensortijados, con su poderosa
verga surcadora de mares, derribadora de cíclopes y abstinente de
sonsacadoras sirenas, hasta llegar Allí donde todo es facilidad de
profundos y resbaladizos terrenos, húmedos, absorbentes, tibios,
acogedores y con una capacidad tal de dilatación que hacen sentir a
la verga, cuando menos, disminuida, o no tan disminuida como ridícula, apenada; que nada tiene que ver con el aumento del pene; ante
tanto alarde suyo de penetrabilidad y conquista, cuando en realidad
allí todo estaba dispuesto para la penetración y la conquista; ¿penetración?; penetración imperialista en los pueblos del Tercer Mundo,
uno dos tres mundos, uno, dos y tres, qué mundo más chévere, qué
chévere más mundo; el chévere-cheverón y el mito de la penetración; ¿de capitales?, ¿fálica?, ¿es buena o mala la penetración de
capitales extranjeros, de falos, de falos extranjeros?, eso depende,
¿de qué depende?, bueno, en cuanto a la penetración de capitales
extranjeros te diré que somos una nación independiente, ¿20 de
mayo?, ¿Primero de enero?; amo esta isla; está bien, no me lo eches
en cara, no es que no la ame, y no voy a cometer, tampoco, la imprudencia de decir que la amo más que tú, cuando la realidad es que la
estoy dejando, pero, te diré, es algo muy difícil de medir, ¿que no
soy un patriota?, OK, pero la verdad es que tampoco nunca lo he
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La tabla
pretendido así que, al menos, no soy, como tantos, un frustrado del
patriotismo, en realidad, no soy un frustrado de nada porque simplemente nunca he pretendido nada o, tal vez, nunca he podido pretender nada, excepto coger atajos, esquivar, evadir, zafar el hombro,
huir, mi vida es perenne estampida, ¿mi vida?, somos, ya lo sabes, la
estampida, estampa de la Virgen de la Caridad que no por gusto es
nuestra patrona, dicen la Virgen María es todas las vírgenes y todas
las Marías; María penetrada por el Espíritu Santo; penetraciónmuerte, penetración-vida, no es cuestión del instrumento utilizado
sino más bien de la esencia de la penetración; en realidad el instrumental de Satán es muy amplio y variado; el variopinto mundo de
corrientes filosóficas y partidos políticos que conforman e interpretan la realidad cubana de hoy sin ser objeto de censura alguna o represión; ¿sí?; sí, cómo no, oye bien, la corriente marxista, la leninista, la marxista-leninista, la marxista-martiana, la martiana en vías
del marxismo, la leninista-martiana, la comunista, la socialista, el
materialismo dialéctico, e histórico, la teoría de lucha del proletariado, LA TEORÍA FIDELISTA, el Partido Comunista, el Partido Único, el Partido, el Partido del Pueblo, el Partido de los Obreros, el
Partido Capaz de Mantener la Existencia de Cuba en Tanto Nación
Independiente, el Partido de Vanguardia, el Partido del Honor y de
la Inteligencia; y como nación independiente no podemos permitir
la penetración de capitales extranjeros, eso es un tabú inviolable,
digo, lo violaremos, porque somos ante todo dialécticos, si las circunstancias nos obligan; siempre las circunstancias incidiendo, determinando, jodiendo, en suma; ahora que los soviéticos están flojos
como la mierda de vaca en primavera y el Campo Socialista es un
espejismo; en cuanto a la penetración del falo, es también un tabú, y
cada cual es libre de cumplir con el tabú o de violarlo, las mujeres,
sobre todo, en la lucha por la igualdad plena son muy partidarias de
la violación del mito de la penetración del falo, o del mito de lo necesario de la penetración del falo, y nosotros somos tan democráticos que no nos metemos en eso; cada cual hace de su culo un tambor; ahora en cuanto a la penetración del falo con apellidos, es decir
la penetración de falos extranjeros, la consideramos mala, altamente
nociva, un tabú realmente inviolable, al menos para los que no están
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Armando de Armas
capacitados u autorizados para semejante sacrilegio, y no es por una
cuestión de capricho y menos de intolerancia, el problema consiste
en que la penetración fálica extranjera inspira desde la más remota
antigüedad un gran terror en el hombre ya que se supone todos los
extranjeros practican las artes de la magia y la brujería, y en ese
sentido la penetración del pene extranjero puede traer perniciosos
resultados para el alma del nativo, de ahí que se cuiden tanto de su
influencia; esos resultados perniciosos son producidos voluntaria o
involuntariamente por los penes extranjeros, lo que llevado al caso
concreto de nuestra realidad actual nos hace concluir que el daño es
voluntario, teniendo en cuenta la confrontación ideológica y política
a que estamos sometidos y a la vil garra de la CIA siempre dispuesta
a pasar de la confrontación ideológica y política a la del terrorismo
más aberrante; el hombre primitivo antes de dejar que los penes extranjeros se mezclaran libremente con las nativas, y los nativos, de
su tribu realizaba una serie de ceremonias con vista a eliminar los
poderes mágicos de dichos penes extranjeros que podían traer por
consecuencia, además de la contaminación del alma, el hecho de que
las nativas, y los nativos que siempre los hubo, se fuesen de la tribu
hechizados por los poderes mágico-penetrativos de los penes extranjeros, con lo que se producía una fuga de mano de obra barata, y por
qué no, también de capitales, lo que trae por consecuencia que cuando uno ha llegado de embajador, o en misiones de inteligencia, a una
tribu extranjera y lo agasajan hasta el punto que uno se cree importante personaje, merecedor de todos los honores, sufra gran desilusión al enterarse que tales agasajos no son más que ceremonias limpiadoras de las nefastas influencias del extranjero pene de uno, claro
en todo esto hay sus categorías y los penes extranjeros de todas las
regiones no son igualmente perniciosos; antes, por ejemplo, los penes soviéticos no eran casi perniciosos y los norteamericanos lo eran
sobremanera, parecido a lo que ocurría con los de toda el área capitalista, pero en la actualidad la cosa ha cambiado en forma tal que
los penes soviéticos, y los de toda Europa del Este, se han convertido en los más peligrosos, nada, boberías, altibajos de la brujería internacional; de ahí que, nosotros, fieles guardianes de las más nobles
tradiciones de nuestros antepasados nos cuidemos tanto del comer-
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La tabla
cio carnal con extranjeros; las Tropas Especiales de las FAR son una
respuesta y una herencia de las tradiciones combativas del pueblo
cubano; esta Carretera Central es un ejemplo de nuestras más bellas
tradiciones, ¿con lo fea, lo estrecha y la de curvas que tiene?, sí,
porque es sabido que la carretera iba a tener un metro más de ancho
por cada lado, pero sucede que, ¡oh ingenio creador del cubano!,
inmediatamente esos dos metros se categorizaron como una inversión antimoderna y usurpadora de un considerable espacio para la
agricultura de incalculable valor en el desarrollo del país y el beneficio de las clases más desposeídas, pero, con la condición, irrevocable, de mantener el mismo presupuesto de cuando se pensaba construir la carretera con los dos metros; ¿pero, hombre, eso es
malversación?; no, hombre, no, qué atrasado eres, entre nosotros eso
se llama ocurrencias de la cubanidad y estímulo no ortodoxo a la
iniciativa privada y tolerancia y reubicación de capitales, nada más,
te decía, es la más bella de nuestras tradiciones porque nos sitúa en
el punto medio de la frontera de lo real-maravilloso; hoyyyyyyyyyyyy,
un día como hoyyyyyyyyyyyy, queremos dar al pueblo cubano dos
noticias que incidirán extraordinariamente en nuestro posterior desarrollo histórico, la una es mala y la otra es buena, la primera es que
este año comeremos piedras; no importa, estamos dispuestos a los
mayores sacrificios para lograr el desarrollo, pero, diga, Comandante, por favor, la noticia buena; perdón, pueblo, parece que hay un
malentendido, ya dije la noticia buena, la mala es que las piedras no
alcanzarán para todos; un delicioso batido de piedras cortesía del
Gobierno Revolucionario para extravagantes turistas, nuestros innovadores y racionalizadores han trabajado heroicamente; entre nosotros todo es heroico, no podemos prescindir de la heroicidad, somos
pueblo de héroes, aquí nacen héroes como la mala hierba, tenemos
ese gran privilegio, de ahí que la exportación de héroes es una de las
principales fuentes de entrada de divisas convertibles para la maltrecha economía nacional; se le pregunta al niño, ¿niño qué tú vas a ser
cuando seas grande?, y el niño responde, yo quelo yo quelo sel uno
guerrillero heroico, o mejol, uno turista heroico; en el logro de la
piedra comestible y creo, compañeros, sin falsos optimismos, que
este año lo lograrán, no queremos hacer pronósticos anticipados,
424
Armando de Armas
pero casi tenemos la certeza de que constituirá una revolución alimentaria, que vendría a resolver las necesidades de los hambreados
pueblos del Tercer Mundo, de los sectores más humildes de los llamados países del Primer Mundo, claro, no vamos a ser dogmáticos,
y no descontamos la posibilidad de que un millonario se haga servir
un asado de piedras, y no debemos negárselo, siempre y cuando pague en moneda libremente convertible, todo eso, además de lograr
en un tiempo relativamente breve el desarrollo económico del país,
y demostrar la superioridad de las relaciones de producción socialistas sobre las relaciones de producción basadas en la propiedad privada; es extraordinario, increíble, lo que puede lograr la mente humana; ¿es que hay alguna otra?; sí, la Cósmica; ¿pero, no somos
marxistas?; olvida eso y atiende al discurso; extraordinario lo que
puede lograr la mente en momentos de crisis y cuando está al servicio de una causa justa, nuestro futuro está ahí, y cuando digo AHÍ,
me refiero a la ingeniosidad e inventiva de los revolucionarios para
solucionar los más disímiles, y difíciles, problemas en la construcción socialista; a mí me hubiera gustado ser uno de esos tiburones
amigos de Machado que se jamaron parte del dinero de la Central, o
no, más bien un heredero de cualquiera de ellos, muy admirado y
respetado como descendiente de uno de los Puros de la Patria, pero
no, tengo que conformarme con ser alguien que pisa la carretera,
agradecido claro está, porque ladrones y todo, la hicieron y no es lo
mismo caminar en la madrugada por un trillo de perros que por una
carretera, decantada con turbios fines, pero carretera al fin y al cabo,
democrática carretera que recoge el eco de mis pisadas-botas-rusasvaquetetumbo-para-que-me-maten-elegante, sin la más mínima expresión de censura ni rechazo ni violencia; que si habrá violencia
será en la carretera, pero no proveniente de ella, sino de los excelentes muchachos Boinas Rojas; por el hecho de que yo sea un prófugo,
carretera-sumum-de-la-democracia, porque en ella hasta un prófugo
de la justicia, ¿de qué justicia?; tiene libertad de expresión, aunque
dicha libertad de expresión esté reducida al retumbar de las pisadasbotas-rusas-vaquetetumbo-para-que-me-maten-elegante, lo otro no
es más que alardes de democracia, sin embargo, sé que estoy pisando sobre tragedias, sobre dolor, sobre hechos violentos, sobre queji-
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La tabla
dos, sobre miembros cercenados, sobre la sangre, sobre el odio, sobre el miedo, sobre cadáveres putrefactos, sobre armas destrozadas
y oxidadas, sobre hierros retorcidos, sobre carne chamuscada, sobre
la muerte, que ahora mismo siento el estruendo de una fulminante
carga al machete, emboscadas, el fru fru de las sogas en ahorcamientos colectivos, descargas de fusilería, acuchillamientos y desastrosos
accidentes de tránsito, tengo un miedo que me cago y a lo mejor va
y alguna vez me creí valiente, hasta un héroe, si no qué era mi obsesión por la guerrilla, por la pandilla que creé y situaba mentalmente
librando fieros combates en las selvas del Amazonas, irse es una
soberana cobardía, ¿y quedarse?, lo que no puede pasar es que me
quede así como así y ya, algo, hacer algo, no importa qué, ni para
qué; camina que te camina el Andarín Carvajal; la libertad de no
pensar es la más cómoda, bendita sea la libertad de ser una tuerca
más en el excelente engranaje de una máquina perfecta, cumpliendo
tu función tuerqueril cabalmente, engrasadamente, ¡revolucionariamente!, evitando el rozamiento, y si la máquina un día estalla o acelera o cancanea o funciona mejor o engorda o crece o le dan taquicardias o tritura un obrero, no es mi culpa, he cumplido con mi
libertad de ser una tuerca, ¡que vivan los trucutuercas!, felices ellos
que han sabido constituirse en los más celosos guardianes de la Norma, N-o-r-m-a, un excelente muchacho muy normalito él pero tan
aburrido tan aburrido que ninguna muchacha lo quiere, ellas quieren
la maravillosa excitación de un muchacho que transgreda, que se
haga sentir no importa en qué sentido, que la gente se vuelva y diga,
ahí va fulano, que no sea un Pepe más, que acerca de él se cuenten
historias, no importa cuáles, el problema es que se hable, no importa
si bien o si mal, un día vamos a transgredir la muerte, pero, creo, no
podremos, porque ella es la transgresión misma, la más grande puta
que un día todos vamos a conocer, ¿y si no fuera así?, ¿y si fuera la
mujer más casta?, ¿y si la transgresión fuera la vida?, puta vida la
más puta de todas las putas vidas, maridaje vida-muerte; RIESGOSA LA ECONOMÍA DE MERCADO PARA PAÍSES DE EUROPA
ORIENTAL; Él se defenderá, todo el tiempo se ha defendido, desde
tiempos inmemoriales ronda alrededor de la ciguaraya su figura siniestra, todo el día y hasta altas horas de la noche, en la mano hace
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Armando de Armas
oscilar una honda, que dice Él es la de David, relación Él-Goliat, qué
dirían David y Goliat de semejante comparación, ¿aceptaría David
que Goliat usurpe su personalidad?, ¿lo aceptará Goliat como matador?, ¿se permitirá Goliat no ser Goliat y ser David?, ¿permitirá la
honda ser lanzada por Goliat en una rotunda inversión de su sentido
histórico?, ridículo lo de Goliat agazapado como David a pesar de
sus pesados arreos de combate que casi no le permiten agazaparse y
lanzar la honda, acechante en torno a la ciguaraya, suponiendo enemigos en el silbido del viento contra el bosque, en una rama que se
parte, en el aletear de una paloma o en el corretear de los venados,
los venados son de Él, todo aquí es de Él, pero tiene miedo, un miedo atroz que le lleva a disfrazarse de David y oscilar la honda con
torpes movimientos de simio, nervioso, porque en última instancia
sabe que ésta no es su arma y que no sabrá usarla en el momento
preciso, Él, Rey de la Ciguaraya, rey y homicida, porque para llegar
a cobijarse bajo su real sombra tuvo que matar al rey anterior, no con
la honda sino con la daga, teme, teme porque sabe que, tarde o temprano, más temprano que tarde, tendrá que llegar quien lo mate para
sustituirlo, esa es la regla del culto, matar para ser rey para a su vez
un día ser matado por un aspirante a rey, el oficio de guardián perenne de la ciguaraya le confiere el título de rey, y la vida, y a eso están
obligados todos los de su condición, pero seguramente ninguno fue
acosado por tan atroces pesadillas como Él, durante años, ¿cuántos?,
no importa la cifra, muchos más de los que alguien deba permanecer
en el poder, bajo ciclones o días espléndidos, bajo conflictos internacionales a punto de convertirse en hecatombe nuclear o en la relativa
calma de las movilizaciones a la agricultura, las marchas del pueblo
combatiente y las maniobras militares, en crisis económicas o en
esplendores triunfalistas, al son de la violencia política o de la retórica y la demagogia, en la catástrofe o en la aburrida normalidad,
habrá de mantener su guardia solitaria y lo poco que duerma será a
riesgo de perder la vida, que Él dice no le importa, pero que en realidad le importa mucho, al menos para permanecer bajo la sombra de
la ciguaraya; sin permiso no se pue’ tumbaaaaaaaa; la menor relajación en el oficio de Cancerbero, la más mínima duda, la más pequeña oportunidad a sus enemigos, reales o inventados, la más simple
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La tabla
disminución en su capacidad de camuflarse, y convencer, lo harían
pagar con el dolor quemante de la daga penetrando uno de sus pulmones, Él no tiene opción y quiere que todos los animales del bosque se dejen embarcar en su carro de muerte, los atosiga con su
verborrea cansona y repetitiva y sobre todo con el mito de su invencibilidad, y a pesar de sus abundantes canas y arrugas mal disimuladas se las da de poseer una potencia sexual que ha mucho abandonó
su organismo como las aves migratorias y de vez en cuando muestra
a todos los animales del bosque su falo increíblemente erecto debido
al efecto de cápsulas vivificantes que serviles donceles; ¡por supuesto que no el Doncel del Mar!; le suministran durante las noches,
traídas de lejanos y corrompidos países de Occidente, a exorbitantes
precios en divisas convertibles, países de los cuales Él tiene prohibido hablar en sus predios; su tragicómica figura de David-GoliatCancerbero ensombrece el paisaje de bosques esplendorosamente
verdes y montañas de líneas suaves, como de ensueños, de animales
que bien pudieran ser los del Paraíso y pájaros que entonan un sinfín
de melodías invitadoras a remolonear en la cama antes de partir al
trabajo, de gallos que cantan al amanecer, no sabemos si de pura
alegría o de puro anunciar la venida del Mesías, tierra donde las
plantas, incluyendo la marihuana, se dan lujuriosamente silvestres,
donde los campesinos, a pesar de la nueva mentalidad, la concienciación, la proletarización y el colectivismo, siguen criando y entrenando sus gallos de pelea, territorio que Él administra desde abajo
de la ciguaraya como su finca o su coto de caza con la indolencia de
quien se cree con derecho a la eternidad pero que irremediablemente
será matado por el aspirante a Rey de la Ciguaraya, que deberá ser
un rey muchos-reyes y deberá cambiar las cosas y su sentido, a saber, deberá cambiar el Culto de la Ciguaraya por el Culto a la Sucesión del Reinado de la Ciguaraya, y ya no habrá que usar más la daga
para la sustitución del rey, que tampoco tendrá que vivir como un
forajido en perenne acecho, sino que vestirá de cuello y corbata y
ofrecerá sonrisas hollywoodenses y estará consciente del tiempo
exacto en que deberá cumplir sus funciones de Rey de la Ciguaraya
y se retirará, llegado ese tiempo, tranquilamente, aburridamente,
quizás a criar gallos finos en un rincón apacible de la floresta para
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Armando de Armas
que otro rey ocupe su lugar elegido por la voluntad popular; voy a
orinar aquí al borde de la carretera, lo mejor que puedo hacer es tener ecuanimidad y ponerme a orinar como si tal cosa, como si nada
me importara nada, que así, aunque sean los mismos muchachones
Boinas Rojas puede que pasen de largo y digan, nada, ese es un pobre guajiro que le entraron deseos de orinar, que quien huye se orina
en los pantalones pero no se para a hacerlo y a vacilar a las estrellas
como lo está haciendo ese tipo, es mejor dejarlo todo a la suerte, que
puede muy bien suceder que sea un chofer humano, ¿hay algún caballo que sea chofer?, y me vea triste y desvalido y abandonado en
medio de la carretera tan desierta y tan gris y tan sin principio ni fin
y se apiade de mí y, ¡vamos, muchacho, que te voy a dar un adelantón!; ¡TODOS AL DESFILE DEL PRIMERO DE MAYO!; pim qui
ti pam pam, pim qui ti pam pam, pam qui ti pam pam, pam qui ti pam
pam, comparsas de sudados negros que golpean sobre tambores, calderos; vacíos desde luego; cencerros y hojas de guatacas, y negras
de exuberantes culos meneándose como batidoras, alegres batidoras,
blancos y blancas patones que mal imitan el baile de los negros;
desfilan los Sindicatos de la Salud, el Azúcar, la Alimentación; desfila la ASOCIACIÓN NACIONAL DE AGRICULTORES PEQUEÑOS, ANAP, con una enorme carretilla al frente, atestada de las más
diversas y deliciosas frutas tropicales, primorosamente representadas en yeso, niños montados a caballo y vestidos de verde-olivo y
armados de ametralladoras plásticas; un-dos-tres-cuatro, comiendo
mierda y rompiendo zapatos, desfilan nuestra gloriosas Milicias de
Tropas Territoriales, MTT, ¡métetela maricón!, detrás de las Milicias
camina un enorme cartel que reza; primer lugar de la provincia en el
pago del día de haber para las MTT en la Emulación Nacional; y
debajo en letras pequeñitas; si está atrasado en el pago del día de
haber aproveche hoy que es día primero de mayo y páguele a su
sindicato; pague lo que debe, tome chocolate y pague lo que debe;
no, cacao no, porque desgraciadamente el abastecimiento de cacao
no ha llegado de las provincias orientales para acá debido al despiadado bloqueo que nos aplican los desgraciados imperialistas; las
MTT desfilan marciales, firmes, decididas, entrenadas, dispuestas a
todo, sobre todo las milicianas, pueblo uniformado y armado, tene-
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La tabla
mos las armas, esa es la mejor prueba de democracia, pueden revisar, que las armas no tienen balas, pero tienen decisión de lucha, no
cojan lucha que son cien años; A PARTIR DEL 15 DE JULIO MIL
NIÑOS DE CHERNOBIL VENDRÁN A CUBA; Cuba sííííííííííííííííí,
por la Revolución, por el Socialismo, viva el Primero de Mayo; una
motocicleta avanza disfrazada como un enorme televisor tirado por
un tío Sam que solícito limpia el tubo de pantalla con un pañito y
hace como que sintoniza y en la pantalla se lee; TELEAGRESIÓN
NO; ABAJO LA MAL LLAMADA TELEVISIÓN MARTÍ; y unos
jodedores que pasan y gritan; ¡arregla, arregla, que queremos ver
bien!; y el tío Sam sigue dando saltitos y haciendo reverencias y
Amadís; ¡le ronca la pinga que haya payasos como éste!; REALIZAN LOS ESTADOS UNIDOS MANIOBRAS ENFILADAS
CONTRA CUBA; ahora vemos desfilar a los perros de raza; sí, sí,
no se me asombren, que ellos también tienen derecho a proletarizarse, a pesar de que el pasear perros siempre haya sido símbolo del
modo de vida burgués y por eso mismo en algunos momentos los
perros han sido, injustamente, catalogados como enemigos de clase,
y eso es lo lindo y grande que tiene la Revolución Nuestra que no se
ha guiado nunca por prejuicios caninos, digo, clasistas, y da oportunidades a todos, sí, ya sé que me vas a contar la anécdota esa de que
hubo un pintor medio loco que se paseaba por los bulevares parisinos con un cangrejo atado a una cuerda y un lacito, para burlarse de
las costumbres burguesas, pero nosotros lo que buscamos es la unidad del pueblo cubano y no veo nada de malo en que ingenuas amas
de casa y honestos caballeros-proletarios con un apacible caballeroburgués dentro paseen sus perros en señal de apoyo al socialismo; ya
antes de terminar el desfile la gente comienza a aglomerarse en torno
a los quioscos de expendio de cerveza a granel, entre ellos Amadís,
y al concluir la última palabra del discurso la muchedumbre se lanza
al ataque de los quioscos y pipas móviles de cerveza, enarbolando
cubos que forman un mar de color amarillo-rojo-azul, prevaleciendo
sobre una infinita gama de tonalidades; OJO; el rojo no tiene que ver
en absoluto con la lucha del proletariado, ni el amarillo con la antiguamente denominada, por los comunistas, Central de Trabajadores
Amarillos, o CTK, ni el azul con las franjas de la bandera de Narciso
430
Armando de Armas
López, es pura coincidencia de la Red Comercial de Productos Minoristas; cubos como banderas al asalto de una fortaleza, los más
osados logran escalar la torre de la fortaleza y plantan sus banderascubos por sobre las cabezas de los demás asaltantes y las pipas móviles corren en zigzag para deshacerse de los guerreros que se prenden con la perseverancia de ladillas y suben a las torretas de los
tanques para ametrallar al enemigo UNITA que se esconde en los
quimbos y se empujan desde las pipas y caen a tierra y vociferan y
tiran piedras como si tirando piedras los monos les fuesen a devolver
con la misma furia los cocos repletos de fresca cerveza y los policías
blanden eficazmente sus negros toletes y disparan al aire y echan
gases lacrimógenos a los ojos de los guerreros y desarman a niñoshombres educados en beneméritas cátedras de presidio que han venido a celebrar la Fiesta del Proletariado Mundial con machetes Gallo escondidos en las patas de los pantalones y uno de estos
niños-hombres educados en beneméritas cátedras de presidio le vuela la cabeza de un machetazo a otro niño-hombre educado en beneméritas cátedras de presidio y la cabeza cae rodando como una ensangrentada pelota de fútbol a los pies de Amadís que calza zapatos
blancos de proxeneta celebrador del Primero de Mayo y le mancha
un zapato y Amadís escupe sobre la sangre y estrega el zapato cuidadosamente con un pañuelo también blanco y no mira a la pelota de
fútbol pateada por quienes corren presurosos a sumarse al ataque de
las diabólicas fortalezas móviles y mira al campo de batalla y a las
banderas-cubos-victoriosas que logran pasar el puente levadizo del
castillo y se sumergen en el maravilloso-líquido-ámbar-espumeante
que el avaro Señor del Castillo defiende celosamente para sí y entonces el caballero Amadís va al frente de las huestes de guerreros cubierto con su plateada armadura resplandeciente al sol y dando tajos
mortales o quizás inmortales a diestra y a siniestra descabezando a
malos caballeros y cercenando a la mitad a encantados gigantes y
socorriendo a doncellas cautivas en las torretas de los tanques y
piensa en su Oriana que es la única y la bienamada y si hay otra
empújala que es de cartón y troca su lanza hendedora de escudos y
arneses en esplendoroso cubo amarillo y le dice al pipero oyehijodeputa llena bien ahí que este cubo hace veinte jarras y conmigo sí hay
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La tabla
que andar claro que me las sé todas y le gustaría que Oriana lo viese
en la cima de la torre de la fortaleza del avaro señor llenando su cubo
de cerveza como el mejor de los hombres-cubos hijos de la mujercuba y vikingo vencedor sobre la proa de la nave cortadora del gélido mar empinándose el cuerno de cerveza y encaramado sobre la
torre comprende el por qué de la Torre Iznaga y el por qué de todas
las torres y se empina el cubo de cerveza y cae de espaldas resbalando por la montaña de hombres-cubos todo empapado en cerveza y
alegre porque la cabeza que rodó hasta sus pies manchándole el zapato blanco de proxeneta celebrador del Primero de Mayo no fue la
suya sino la de un niño-hombre educado en las beneméritas cátedras
de presidio y alegre por la conquista de la pipa de cerveza y por haber estado en la cima y aun por el vértigo de la caída de espaldas
mientras en la mente le sigue martillando la propaganda radial; después del desfile por el Primero de Mayo, que será el más grandioso
en toda la Historia, el pueblo, y fundamentalmente los jóvenes, podrá beber de la rica cerveza a granel y bailar al ritmo de lambada,
lambada antiimperialista, por supuesto, y es necesario aclarar que la
cerveza sólo se venderá después de finalizado el discurso de clausura del desfile, además, una vez concluída la actividad política se
ofertarán refrescos, bocaditos de pasta a dos por persona, rositas de
maíz y unas enormes barras de pan a una por núcleo familiar para
demostrar al enemigo calumniador que nosotros aquí no carecemos
de alimentos para la población; el periodista se sumerge en el río de
pueblo con cartelones de ABAJO EL IMPERIALISMO, NO LES
TENEMOS ABSOLUTAMENTE NINGÚN MIEDO, MÁS FIRMES Y DECIDIDOS QUE NUNCA A CONSTRUIR EL SOCIALISMO, LOS TRABAJADORES DE LA EMPRESA TAL ESTÁN
DISPUESTOS A VIVIR CON SU REVOLUCIÓN O A MORIR
POR ELLA, PA LO QUE SEA FIDEL PA LO QUE SEA, pan onque
sea Fidel pan onque sea; periodista; a ver, compañero, usted que no
porta ningún cartel, ¿qué opinión tiene acerca de la teleagresión?,
hable hable que estamos transmitiendo en vivo para toda la nación y
un poquito más allá; bueno, mire, yo pienso; ¡¿ah, piensa?!; sí, que
la solución, que todo es un problema de opción; ¡¿cómo de opción?!;
sí, que la solución está en el hogar frente a la televisión y en la op-
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Armando de Armas
ción de mover el aparato en uno u otro sentido; ¡¿cómo en uno u otro
sentido?!; sí, en el de los canales nacionales o en el de TV Martí;
uiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii uiiiiiiiiiiiiiiii uiiiiiiiiiiiiiiiii uiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
uiiiiiiiiiiiiiii; lamentamos, queridos radioescuchas, una lamentable
interferencia en nuestra frecuencia, debido, quizás, a alguna tormenta desencadenada en el éter, dentro de breves segundos volveremos
a estar con ustedes, transmitiendo las incidencias de este Primero de
Mayo, el más grande y concurrido en la Historia de nuestros Primeros de Mayo; Mayo, mes de la siembra, siembra de maíz y de tempestades; quien siembra vientos recoge tempestades; segundo domingo de mayo; Día de las Madres; aquí lo que no hay es madre;
Madre de Dios; la madre de los tomates; to-ma-te una cerveza cuando el sol del mediodía te pese en la frente y creas que el trópico no
es el mejor de los mundos posibles; continuamos nuestras transmisiones con motivo del Primero de Mayo, ahora en la tribuna con los
invitados especiales, preguntaremos acerca de la escasez de alimentos en el mundo, que como sabemos es uno de los flagelos que más
azota a la humanidad, con nosotros ante el micrófono, un etíope,
díganos, por favor, qué opinión tiene usted acerca de la escasez de
alimentos; ¿a alim aliment alim?; bueno, bien, pasamos ahora a un
norteamericano, ¿qué opinión tiene usted acerca de la escasez de
alimentos?; ¿es esca escase ez esca?; continuamos con la entrevista,
en este caso probamos suerte con un cubano, ya sabemos todos de la
chispa y del ingenio de nosotros los cubanos, a ver compatriota,
¿qué opinión tiene usted acerca de la escasez de alimentos?;
¿ooooooo opipi op opini ón?; y nuestras palabras son toscos instrumentos para hacer llegar hasta ustedes que no han tenido el privilegio de estar aquí en la tribuna junto a Fidel, el mar de banderas
multicolores, de consignas que muestran la ingeniosidad del pueblo,
de brazos levantados en alto y de niños sobre los hombros de sus
padres que quieren hacer patente su disposición a construir el Socialismo; ¡AHORA SÍ VAMOS A CONSTRUIR EL SOCIALISMO!;
¿y hasta ahora qué habíamos venido haciendo?; USTEDES HAN
DEMOSTRADO QUE SON DIGNOS REPRESENTANTES DE
LA MASA DE JÓVENES QUE INTEGRAN LAS FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS Y DE LA JUVENTUD CUBA-
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La tabla
NA, REVOLUCIONARIA, MARTIANA, COMUNISTA Y PATRIOTA; Fidel entregó al general de división Cinta Frías la bandera
cubana que llevamos a Angola los primeros combatientes internacionalistas en 1975; Amadís se desabotonó el pantalón para que lo
mataran elegante y comenzó a orinar mirando las estrellas, se sintió
pequeño, tuvo frío, hambre, un hambre atroz, como para comerse
crudo al dragón que una vez había matado en feroz combate en medio de un cañaveral, y el disparo del chorro lo sorprendió, como
siempre, con un estremecimiento que le corrió por la espalda, desde
la nuca hasta donde la espalda pierde el honor, honor de caballero
andante por la carretera, y era placentero aquel estremecimiento, y
se preguntó qué relación podría haber entre aquel chorro de inmundicia y las constelaciones de estrellas que parecían hacerle guiños
cómplices desde la inmensidad del cosmos, un cosmos que siempre
le había torturado por la incapacidad para metérselo en la cabeza;
todo lo que escapa a nuestras posibilidades llega a torturarnos; y se
dijo que después de todo bien merecía la pena vivir por el solo hecho
de orinar y mirar a las estrellas, ¿cuántas hormigas estaría ahogando
con su chorro de orina?; el Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, las FAR, destacó que la reunión se caracterizó por la
profundidad en los análisis y el espíritu constructivo de las intervenciones; el chorro serpenteó por el pavimento y se encaminó hasta el
borde mismo de la carretera y fue cayendo a tierra y formó un espumoso charco parecido a la cerveza que llueve de las pipas los días
Primero de Mayo, que la tierra tragó con avidez hasta dejar unas
burbujas como globitos de detergente, globitos que un niño soplara
desde atrás de un tubo de calabaza y se hubiesen emposado allí para
morir en la tierra, para resistir antes de morir en la tierra, la tierra lo
traga todo, tiene gran sed de cosas, de cuerpos, y de los más disímiles líquidos, incluido, ¡claro está!, la sangre, ahora yo soy el que más
mea en este preciso instante, no puede haber otro que mee más que
yo en cientos de kilómetros a la redonda, ¿cuántas gentes habrán
meado aquí antes que yo?, pero eso no importa, los meados de Amadís no son iguales a los de otros caballeros, pues él es un caballero
con todas las de la ley; y, sobre todo alertas, ya que una serie de
movimientos y de gigantescas maniobras militares estadounidenses,
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Armando de Armas
coincidentes en tiempo y en espacio alrededor de nuestro país, sospechosamente no publicados en algunas de sus partes fundamentales
y que incluyen la presencia de agrupaciones navales en nuestra región, así como ciertas medidas en la Base Naval de Guantánamo,
nos obligan a hacer más valedero que nunca el principio; ¡sorprendidos jamás!; al enemigo imperialista le decimos junto con toda la
juventud cubana; ¡el miedo no come aquí!; ¡yanki, desmaya eso!; es
verdad que antes que yo muchos orinaron aquí pero yo lo hago como
nadie lo ha hecho hasta ahora; antes que yo muchos han escrito o
dicho lo mismo pero yo lo voy a hacer de manera que parezca que
nunca nadie lo ha dicho o escrito, ¡aunque a la verdad que ni en eso
mismo que acabo de decir soy origina!; lo cierto es que sólo nos está
permitido crear sobre lo ya creado, claro, que cada cual diga lo suyo,
que lo diga, pero a su manera, y lo mío es algo que tiene que ver con
un tiempo y circunstancias y anhelos y esperanzas y sueños y vidas
que no tienen edad, un alma muy vieja en medio de una carretera,
posada sobre una botella de ron en un cabaret a punto de cometer un
acto de terrorismo con nocturnidad y alevosía, ¡uyuyuyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy, Dios mío, qué miedo!, todos deseamos
eso, que se nos tema, ¡y en verdad todos somos de temer!, la luz de
los faros le dio por la espalda, al doblar de la última curva antes de
llegar a Amadís, que vio correr su sombra por la carretera como un
monstruoso cabo de tirapiedras con un colgajo en medio, se acordó
del signo hippy tatuado por él a punta de cuchillo en todas las cerveceras de Cienfuegos, y pensó que aquel colgajo que se le mostraba
raudo le bastaría para alcanzar la trascendencia y mear a la cabeza de
todos, la sombra fálica se corrió con brusquedad a la cuneta, y desapareció, como lo hubiera hecho en los buenos y viejos tiempos su
temible enemigo Arcalaus el Encantador, y a sus espaldas sintió el
frenazo, no hubo palabras, sólo un chasquido seco y el frío de las
esposas cerrándosele en las muñecas, el falo cayó dentro de la portañuela como un pájaro muerto y el meado caliente le corrió por
entre las piernas empapándole el pantalón que le habían prestado
para que lo mataran elegante y sintió algo como alivio de animal
resignado, y contrariamente a lo que esperaba, el Teniente no le pegaba ni le injuriaba, y la brisa que entraba por la ventanilla del cho-
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La tabla
fer lo hacía sentir casi feliz, sobre todo, cuando se acordaba de cierta historia oída en las galeras de la disciplinaria referida a la famosa;
famosa entre los soldados desertores; guagua que recorría la isla los
miércoles de cada semana desde el Cabo de San Antonio hasta la
Punta de Maisí, reeditando la heroica invasión de Gómez y Maceo y
la de Camilo y el Che, sólo que al revés y no a la búsqueda o huída
del enemigo, sino a la búsqueda de desertores que reconcentraban en
determinados puntos a lo largo del trayecto, esta guagua era una especie de prisión itinerante que pasaba por campos y ciudades y puebluchos dejando una estela de humo negro y unos ayes y cojones y
pingas y un fuerte olor a mierda y meados, que en las madrugadas de
los miércoles despertaban a campesinos y obreros de avanzada preguntándose si la teoría marxista-leninista no los habría engañado en
lo tocante a la no existencia del Infierno, el hecho sucedió en el tramo de carretera de Cruces a Mal Tiempo, la vieja guagua Girón; esa
era su marca, heroica marca; echaba humo como una monstruosa
cafetera, cafetera de gigantomas, en la subida de una lomita y los
custodios, que eran cuatro armados de AK plegables, decidieron que
dos de ellos irían a la casa de un guajiro a pedir agua para echar al
radiador, llevándose la única linterna que venía en la guagua; los
custodios venían hambreados, sudorosos, los nervios en punta; y comenzamos a salir por una abertura que habíamos venido haciendo a
segueta en el piso de la guagua, en la parte trasera, desde que salimos del poblado de Mayarí, donde montaron a un fugado que no sé
cómo logró pasar la segueta, salíamos de uno en uno, con desesperada calma, en silencio, teníamos que alcanzar los matorrales antes
que regresaran los custodios que habían ido por el agua, hubo ocho
de nosotros que no quisieron escapar, por miedo, o porque habían
prometido a sus padres no hacerlo, o porque ya estaban cansados de
escaparse y de que los cogieran, de la huída, de ser la estampida, o
vaya usted a saber por qué, el caso es que se quedaron en la guagua,
satisfechos por el deber cumplido, el deber de no huir, o recriminándose duramente por haber perdido la oportunidad, o ambas cosas a
la vez, y cuando los aguadores llegaron y enfocaron la linterna para
el interior de la guagua, descubrieron la evasión, y como locos comenzaron a hacer cantar los plegables, los cuatro al unísono, por
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Armando de Armas
venganza o por miedo; siempre el miedo posibilitando las cosas; o
por orgullo; el orgullo de los custodios suele ser muy fuerte, por lo
que el Comité de Base de la UJC en la disciplinaria recomienda hacer un estudio científico, basado en el Método de Investigación Marxista, acerca del orgullo de los custodios; con una saña incrementada
por el olor a pólvora y los ayes y los no me maten, y cuando al fin
lograron ser conscientes de lo absurdo; ¿qué es lo absurdo?; de masacrar a los que precisamente no habían huido, encontraron a la luz
de la linterna un amasijo sanguinolento de ocho cuerpos extrañamente entrelazados, y atrás, contra la plancha de acero verde-olivonegruzco del fondo de la guagua, pegotes de masa cerebral y pelo;
ocurrió un 15 de diciembre de 1895 en que tuvo lugar el célebre
combate de Mal Tiempo entre las tropas cubanas de los generales
Máximo Gómez y Antonio Maceo y el Regimiento de Canarias, en
el cual son dignas de destacar la carga sobre el cuadro enemigo, que
fue deshecho a machetazos en pocos minutos, y otra contra un contingente de quinientos españoles que llegaron a las tres de la tarde en
un tren del Central Teresa que quedó en poder de las fuerzas cubanas
de los generales Serafín Sánchez y Bernardo Boza, teniendo aquellos que retirarse; dos horas más tarde, a banderas desplegadas; banderas-hombres-cubos al asalto de pipas móviles de cerveza un Primero de Mayo, el más grandioso de nuestra Historia; llegaba la
columna de caballería de Juan Bruno Zayas; que no usaba sayas, al
menos no para las cargas al machete; que afortunadamente no tuvo
que actuar, además del numeroso parque capturado, fue cogida la
bandera y el archivo del Regimiento de Canarias; en ese archivo
Amadís descubrió que su primer antepasado por vía materna en
Cuba no fue el abuelo huidor en tanque de papas, sino que, antes
habían venido otros en son de guerra como buenos representantes de
la raza guanche, pero por un problema de identificación con el abuelo huidor en tanque de papas Amadís olvidó pronto lo descubierto en
el archivo; los guanches de riscos y despeñaderos, cercenados, hendidos, descuartizados por los siboneyes de suaves y ondulantes colinas y llanos como pistas de aterrizaje; un aire neblinoso entró por la
puerta del cabaret, y Amadís tuvo la certeza de que pronto se decidiría todo, y la ansiedad dio paso a una sensación de me da igual cual-
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La tabla
quier cosa, no depende de mí, yo no soy, soy partícula en el torrente,
el show finalizaba; Cienfuegos Cienfuegos siempre será; las bailarinas se remeneaban de culo al público, abundosos y protuberantes
culos emplumados de rosado, custodiados por reverendos maricones
que nunca llegarían a ser verdaderos homosexuales, en poses de
chucheros de los años 50, Amadís no sabía por qué misteriosas conexiones relacionaba aquellos culos emplumados con Quetzacoalt,
la Serpiente Emplumada; el ilustre náufrago que arriba envuelto en
algas a las costas de Méjico procedente del Oriente y que los moradores del lugar tomaron por una serpiente emplumada; es un error
pretender medir el tiempo, quiero que vayas, hijo, a la región de los
seres sin tiempo; INSTRUCCIONES PARA BALSEROS; dos cámaras de tractor infladas colocadas sobre una base de hierro o acero,
recubierto todo con una lona; demostraremos cómo los aztecas, mayas e incas fueron conquistados en las tinieblas de un tiempo sin
memoria por expediciones de feroces guerreros siboneyes que partían en sus balsas de combate desde la costa norte de la Gran Cuba,
Imperio del Gran Kan Habaguanex; no vaya a ser que venga una
picúa y explote las cámaras o te pinche el culo, que eso es moral y a
los yonis no les gustan los tipos con mácula; tienes que llevar agua
con limón para no deshidratarte, latas de conserva y cremas para la
piel que contrarresten la acción abrasadora del sol, además, mechones mojados en petróleo para encenderlos en las noche y ahuyentar
a esas bestias hijodeputas que son los tiburones, remarás durante
toda la noche, no importa el cansancio, la sed, los delirios del que va
a tu lado y se quiere lanzar al agua; ¿sería eso lo que sintió Ulises
cuando se hizo atar al palo mayor de la nave y que después la tradición adornó con el cuento de las sirenas seductoras?; la horrenda
negrura del mar y la cohorte de enamorados tiburones, enamorados
de tu carne, y las llagas sangrantes en las manos de tanto remar y
remar, rema rema rema a son de látigo y tambor, y crees que fuiste
valeroso guerrero vikingo y tal vez sólo fuiste simple esclavo remero, no importa el látigo lacerándote la espalda si sabes que cada latigazo es un metro que te aleja del LÁTIGO MAYOR; Quetzacoalt
flotando a la deriva frente a las costas de Cabo Cañaveral envuelto
en bejuco Ubí, pero, ¿qué les iba a enseñar Quetzacoalt a los norte-
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Armando de Armas
americanos?, ¿con qué los iba a deslumbrar?, ¿y si en ese momento
da la grandísima casualidad que va a despegar una nave cósmica?,
¿cómo les explicaría que es un ente venido de ignotos mundos situados más allá del Camino de Santiago o de cualquier otra constelación visible, de una sociedad nueva, de un lugar donde impera el
modelo NEW MAN?, imposible, no me creerían nada de cuanto dijese, ¡y eso que los norteamericanos son un pueblo crédulo!; Cienfuegos Cienfuegos Cienfuegos siempre será, la linda Ciudad del Mar;
las luces se mueven raudas de un culo emplumado a otro, según el
que se vaya meneando mejor, es decir, más representativo de la cubanidad recaudadora de dólares, las luces son como reflectores en la
costa a la búsqueda desesperada de infiltraciones y exfiltraciones,
sobre todo de las últimas, que de las primeras ya nadie ni se ocupa;
Amadís se empina un trago, media sonrisa, y mira para Luly y la
Gata, Luly tiene la blusa abierta y a la Gata chupándole una teta con
desespero, como si en el chupar le fuese la vida, no por amor, ni siquiera por erotismo, sino más bien por impotencia, por un furor contenido desde nadie sabe qué TIEMPO, mientras una mano amasa la
teta libre y la otra desaparece bajo el mantel, un mantel de sucios
arabescos, y la Gata no es gata, sino pulpo, y entonces Amadís descubre que las tetas que él había imaginado rotundas y contundentes
como toronjas o agresivas como tarros de añojo, son fláccidas, de un
uso milenario a pesar de la corta edad de Luly, que tiene los ojos en
blanco y parece una virgen a medio camino entre la diestra del Señor
y las dulces aberraciones, el Lobo cabecea, y a intervalos, como en
un esfuerzo por despejar las neblinas, se da un trago y mete, también, bajo el mantel una mano que Amadís imagina hurgadora, hábil,
entre el húmedo y resbaladizo y alámbrico boscaje de Luly, compartiendo o disputándose el territorio con la mano de la Gata, y ahora
Amadís baja, por inercia, medio vaso de ron, tiene arcadas, y le
llega de nuevo ese aire neblinoso que viene de la puerta del cabaret;
como en Londres de Jack el Destripador; y no siente nada, ni euforia, ni tristeza, ni miedo, ni nostalgia, ni deseo de cubrirse, sino vacío, un vacío dentro de otro vacío; Cienfuegos siempre Cienfuegos,
Cienfuegos siempre será, la linda Ciudad del mar; y las bailarinas y
sus custodios los regios chucheros de los años 50 y las botellas de
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La tabla
ron y los maquillajes corridos y el humo y la música y la despedida
y la plástica sonrisa del animador del show y próspero año nuevo y
el piso de losas trabajadas en fina artesanía con motivos franceses y
los ingenuos turistas y sus cazadores furtivos y las niñas iniciadas en
el sexo tras las rojas cortinas en noche de borrachera y los funcionarios iniciadores que giran y giran y GIRAN como en una gigantesca
centrífuga o ruleta del nunca parar, mientras Luly y la Gata quedan
suspendidas en el aire neblinoso, como animal de lenguas que se
bifurcan, se buscan, y se encuentran más allá del HASTÍO, del VACÍO, y Amadís se va llenando, atarugando de una rabia como de un
perro que llevara emboscado dentro, y crece y crece y CRECE y se
manifiesta ahora a través del vaso de ron que aprieta y aprieta y
APRIETA en la mano sin dolor, sin importarle los picos de vidrio
penetrándole los tendones como si fueran de plastilina, y por entre
los cuchillos transparentados y luminosos encajados en sus tendones
ve discurrir con indolencia, como si ocurriera en otro universo, una
mezcla de sangre y ron que le llega hasta el codo y gotea en el piso
como en un intento de perforar las losas afrancesadas y la corteza
terrestre y la esfera misma y salir al otro extremo del mundo, quizás
a la Plaza de Tianamen, pero no hizo más que formar un charco, y de
eso precisamente se trataba, ¡de brincar el charco!, que Amadís miraba con una sonrisa; medio-sonrisa, medio-mueca; casi feliz.
Firmada en la ciudad de Cienfuegos, Cuba, a los 4 días del mes de mayo
de 1990 y revisada por última vez en la ciudad de Miami, Estados Unidos,
a los 8 días del mes de marzo de 2008.
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Este libro se terminó de imprimir en España,
en octubre de 2008.
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