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LA PLANIFICACION AMBIENTAL y EL USO INTEGRAL DEL MONTE
EN ANDALUCIA
RA.SALAS DE LA VEGA
DELEGACION PROVINCIAL DE MEDIO AMBIENTE (JUNTA DE ANDALUCIA) CI MAURICIO
MORO,2-3°. 29.071 - MALAGA
RESUMEN
Se hace un repaso del proceso de elaboración de la Planificación Ambiental en Andalucía
y de la situación actual se extraen algunas conclusiones.
SUMMARY
We make the considerations over the Ambiental Planification in Andalusia Region
elaboration process and of the actual situation we extract sorne conclusions
INTRODUCCION
En la ley 4/89 de 27 de Marzo, de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y
Fauna silvestres, aparecen regulados por primera vez los Planes de Ordenación de los Recursos
Naturales, como instrumentos de planificación ambiental.
Los objetivos, contenido, efectos, obligatoriedad, procedimiento de elaboración, tramitación y
aprobación de los citados planes, se recogen en el Título II de la citada ley.
Dentro de este Título, y concretamente en el artículo 8 se hace referencia a que
reglamentariamente se aprobarán por el Gobierno Directrices para la Ordenación de los Recursos
Naturales, a los que, en todo caso, deberán ajustarse los Planes de Ordenación de los Recursos
Naturales que aprueben las Comunidades Autónomas. El objetivo de estas Directrices sería el
establecimiento y definición de criterios y normas generales de carácter básico que regulen la
gestión y uso de los recursos naturales.
Por esa época en Andalucía estaba en marcha un ambicioso plan de protección de gran parte
del territorio, concretamente de más del 17% entre lo existente y lo que se iba a declarar. Lo ya
declarado se había realizado en base a la ley 15/1975 de Espacios Naturales Protegidos. En la
misma se prevé la elaboración de un Plan Rector de Uso y Gestión cuya composición y tiempo
de elaboración vendrá fijado en el Decreto que regula cada Parque en concreto.
En consecuencia los Parques declarados en esta Comunidad, tenían aprobados sus
correspondientes PRUG, y que eran los instrumentos normativos que regulaban y regulan las
diferentes actuaciones y actividades que tienen lugar dentro del marco territorial del parque
natural.
En el año 1978, se realiza a nivel nacional el Inventario Abierto de Espacios Naturales de
Protección Especial, conjuntamente por el Instituto Nacional para la Conservación de la
Naturaleza, organismo autónomo del Ministerio de Agricultura y el Ministerio de Obras
Públicas. Este documento que se materializó en los denominados "Libros Rojos" se
particularizaba por provincias, y fué el documetno base, que después de una serie de revisiones y
ampliaciones, dió lugar a un Catálogo de Espacios Naturales. Los criterios utilizados en la
confección definitiva de este Catálogo fueron de tipo físico, natural, paisajístico, didácticos, etc.
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En la Comunidad Andaluza, y siguiendo los pasos marcados de colaboración entre
Ministerios, se complementa este Catálogo con otro de Espacios Naturales y Bienes Protegidos
incluidos en un Plan Especial de protección del Medio Físico, realizados a nivel provincial, por
la Consejería de Obras Públicas y basado en la ley del suelo de 17 de Junio de 1976.
En consecuencia, con este Inventario de Espacios Naturales, susceptibles de ser protegidos, se
estaba trabajando en Andalucía, cuando entra en vigor la anteriormente citada ley 4/89 de tal
forma que se plantea la duda de si seguir adelante con la puesta en vigor de una ley autónoma ó
si esperar al desarrollo de la ley estatal. Como quiera que en su artículo 15, se dice que la
declaración de los Parques exigirá la previa elaboración y aprobación del correspondiente Plan
de Ordenación de los Recursos Naturales de la zona, pero, aquÍ estuvo la solución del dilema,
recoge también que excepcionalmente se podrán declarar Parques y Reservas sin la previa
aprobación del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales, cuando existan razones que lo
justifiquen y que se harán constar en la norma que los declare. En este caso, la ley, habilita un
plazo de un año a paI1ir de la declaración, para tramitar el correspondiente Plan de Ordenación.
El mismo período de tiempo se concede para la redacción de los Planes Rectores de U so y
Gestión, de los que se trate en el artículo 19 de la ley.
Por tanto, se termina de preparar el documento, que finalmente se aprueba por el Parlamento
Andaluz, en Junio de 1989, publicándose en BOJA (Boletín Oficial de la Junta de Andalucía) en
Julio de ese año, en forma de Ley por la que se aprueba el Inventario de Espacios Naturales
Protegidos de Andalucía y se establecen medidas adicionales para su protección. La cuantía de
los nuevos espacios protegidos fué de 14 Reservas Naturales, 30 Parajes Naturales y l7 parques
Naturales. De esta última figura que va a ser el centro de nuestra comunicación, ya existían 5
espacios, y que por tanto hacen un total de 22 parques naturales.
RESULTADOS
La situación de un Parque, una vez que ha sido declarado como tal, en cuanto a su
planificación ambiental, es que en esa declaración, concretamente en una disposición transitoria
se fija la obligatoriedad de tramitar el P.O.R.N. del Parque Natural. El primer inconveniente
surge, al no haberse producido el desarrollo normativo que se inddicaba en el ArtO 8 de la Ley de
Conservación de los Espacios Naturales y de la Flor y Fauna silvestres, en cuanto a las
directrices para la redacción de estos planes, marcando tan sólo unos contenidos mínimos.
El primer paso administrativo, se da con una acuerdo del Consejo de Gobiemo de la
Comunidad Autónoma, en el que autoriza al Organismo Competente de la misma a elaborar el
P.O.R.N. de los parques que previamente han sido declarados por ley, fijando asímismo los
trámites de aprobación de los mismos. En ese Decreto también se faculta a este organismo
competente a elaborar el Plan Rector de Uso y Gestión, fijando los contenidos mínimos y los
trámites de aprobación.
Normalmente la elaboración de los documentos que constituyen un avance de la
planificación, se encargan a empresas especializadas, y ya con esta base por parte de los distintos
departamentos administrativos se confecciona el Plan de Ordenación y el Plan Rector.
Una vez pasada esta fase de estudio, pasa a una comisión interdepartamental, que aglutina a
las diferentes Consejerías del Gobierno Autónomo y denominada en Andalucía el Comité de
Acciones Integradas para el Desarrollo Sostenible, este Comité aprueba provisionalmente el
P.O.R.N., y ya puede pasar a la fase pública.
Estos documentos han de pasar por un período de información pública, que incluye por un
lado la consulta a todos los intereses sociales, institucionales y ciudadanos afectados, y por otro
se somete a consideración de la Junta Rectora del Parque Natural y de los Ayuntamientos de los
términos municipales con territorio en el parque.
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Sin duda alguna, es en la fase de estudio por parte de la Junta Rectora, cuando la
Planificación Ambiental, alcanza su máximo de conocimiento e información pública. En efecto,
el hecho de que este órgano colegiado de participación ciudadana, aglutine a toda una serie de
intereses afectados, y que entre sus miembros se encuentren personas que conocen la realidad del
espacio en todas y cada una de sus manifestaciones, hace que si realmente se hace este trámite
como se tiene que hacer se produzcan en las diferentes comisiones, así como en los plenos
correspondientes, amplios y cualificados debates que indudablemente van a enriquecer y ajustar
a la realidad los documentos que se aporten a consideración de la Junta Rectora.
El papel de este órgano es diferente según se trate del P.O.R.N. que del P.R.U.G. En el caso
del primer Plan, la Junta Rectora se limita a estudiarlo e informar como cualquier otro organismo
aunque en este caso su informe sea preceptivo. En el caso del P.R.U.G. es la Junta la que lo
aprueba provisionalmente, esto es de una importancia enorme, ya que este documento va marcar
las pautas de] funcionamiento del espacio protegido, es por tanto un instrumento básico para la
gestión del Parque, aunque indudablemente ha de estar enmarcado en el P.O.R.N. que es en
realidad el que ha diseñado las líneas estratégicas de la marcha del Parque. Hacemos esta
observación, pues de una adecuada y plural composición de las Juntas Rectoras, va a depender
que estos documentos aparezcan equilibrados en sus contenidos, ó por el contrario puedan
presentar determinadas carencias ó tendencias algo extremas.
En el caso del P.O.R.N. después de la fase de Información Pública, pasa nuevamente al
Comité de Acciones Integrales para el Desarrollo Sostenible, que lo actualiza en función de las
alegaciones que se hayan tenido en cuenta ó no y que finalmente acuerda elevarlo al Consejo de
Gobierno para su aprobación definitiva, a través de la Comisión Delegada de Planificación y
Asuntos Económicos.
Tratándose del P.R.U.G., como la que aprueba provisionalmente es la Junta Rectora, es
después de esta aprobación cuando viene el período de información pública antes citado.
Posteriormente se tienen en cuenta ó no las alegaciones presentadas y una vez informado por la
administración urbanística, se eleva al Consejo de Gobierno, para su aprobación definitiva.
En Andalucía, se ha procurado aprobar conjuntamente los dos documentos.
Estos trámites administrativos, que hemos descrito,. no tienen exactamente los mismos
contenidos, cuando el proceso se realiza normalmente. Esto es, cuando se elabora el Plan de
Ordenación de Recursos Naturales y después pasamos a la declaración de esa zona objeto de
estudio, como espacio protegido, en función de los datos que apunta el Plan.
En estas circunstancias varía el hecho de que todavía no existe Junta Rectora y por tanto no se
produce el debate cualificado antes descrito.
CONCLUSIONES
-Es fundamental la existencia de una planificación ambiental aprobada por norma
suficiente,normalmente un decreto,en un espacio protegido.
-Esta planificación no se debe limitar al Plan de Ordenación de los Recursos Naturales y al
Plan Rector de Uso y Gestión,sino que deben estar completados con un Plan de Desarrollo
Integral y con un adecuado Programa de Fomento. No hay que olvidar que en una buena
planificación siempre tiene que haber un componente económico.
-El perido de vigor del P.O.R.N. ha de ser superior y múltiplo del plazo de ejecución del
P.R.U.G. Como referencia se podría hablar de ocho años para el primer plan y de cuatro para el
segundo.Finalizando ambos conjuntamente siempre.
-Los planes estarán lo más consensuados posible,y habrán de tener la elasticidad suficiente
para su adaptación a la realidad territorial.
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-Los plazos de elaboración y revisión serán lo más breves posibles a fin de evitar vacios
normativos.
-Necesidad de que un comité evalúe el grado de cumplimiento de los planes en su
finalización.
-La evaluación de los recursos naturales de un territorio será lo más estandarizada posible a
fín de que se puedan homologar espacios naturales protegidos entre sí, independientemente de
vai venes político-socio-económicos.
-Las zonificaciones serán tambien comparables entre unos espacios y otros siendo
exportables a otras autonomías.
-Es conveniente la realización de diversas ordenaciones técnicas de los recursos naturales
renovables o no y que en lo posible han de estar integradas.
ANEXOS
Según datos Junta de Andalucía, los contenidos del P.O.R.N. y del P.R.U.G. serán:
a) P.O.R.N.
1. Memoria Descriptiva.
1.1. Ambito territorial del Plan.
1.2. Síntesis del diagnostico.
1.2.1. Del medio físico y biótico.
1.2.2. De la estructura socieconómica y territorial.
1.2.3. Principales datos estadísticos y análisis de los mismos.
1.2.4. Principales obstáculos y potencialidades.
2. Memoria Justificativa.
2.1. Alcance del P.O.R.N.
2.1.1. Marco Jurídico del P.O.R.N.
A. La Constitución Española.
B. La legislación estatal.
C. La legislación autonómica.
2.1.2. La planificación ambiental y el P.O.R.N.
A. El P.O.R.N. y el P.R.U.G
B. El P.O.R.N. y el P.D.!.
C. El P.O.R.N. y los P.F.
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