Nota a Poy y la Ocal en Revista Inglesa Mes de Julio de 2013

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Nota a Poy y la Ocal en Revista Inglesa
Mes de Julio de 2013
El gol que se convirtió en Leyenda
Cuando la palomita de Aldo Pedro Poy envió a Rosario Central a la final
de la copa en 1971, le cambiaría su vida y redefiniría al club para
siempre. CuatroCuatroDos devela una historia tan brillante como
alocada.
Aldo Pedro Poy se seca el sudor de su frente, mientras espera el centro
que llegará al área penal, bajo el duro sol cubano. Preparándose para
hacerlo está el hijo del Che Guevara, Ernesto, quien como un experto,
reconoce el pique desparejo en la cancha improvisada, antes de enviar
el zapatazo al área. Mirando desde los costados están los tíos de
Ernesto –hermanos del Che Guevara- Ramiro y Ramón, así como el
embajador argentino en Cuba y miembros del gobierno cubano junto
con una multitud de hinchas, hombres, mujeres y chicos.
Todos han esperado pacientemente a lo largo de la ejecución de los
himnos nacionales de Cuba y Argentina y finalmente van a poder
presenciar lo que vinieron a ver.
El centro es lanzado y Aldo Pedro Poy, de cuarenta y nueve años, se
eleva con facilidad fruto del entrenamiento y la cabecea batiendo al
indefenso arquero. La multitud enloquece. Por vigésimo tercer año
consecutivo, Aldo Pedro Poy celebra el mismo gol, la misma palomita
que ha marcado una vez al año desde 1971, mientras los hinchas y
autoridades invaden el campo.
Para los no iniciados es un espectáculo bizarro: Ernesto Guevara
corriendo por el lateral, las formalidades de los himnos, los funcionarios
oficiales presenciando lo que parece ser un picado glorificado. Para los
que saben en cambio, esta es “la palomita”, una tradición anual que
marca al gol más celebrado de la historia del fútbol. Y para la gente
reunida en la Havana ese dia de 1994 la espera valió la pena.
El ritual anual- una recreación similar a las de Baddiel y Skinner en
Phoenix from the flames1 pero mucho más grande y a una escala
mucho más fanática honra al gol de Aldo Pedro Poy para Rosario
Central en la victoria en la semifinal del Campeonato Nacional de 1971
sobre sus archirrivales Newell’s Old Boys.
Es una escena que ha sido actuada y repetida por más de cuatro
décadas y tres continentes, desde Montevideo a Miami, de Buenos Aires
a Barcelona. Involucrada en la organización de estos festejos es una
sociedad secretaoculta formada por hinchas de Central dedicada a la
veneración de todas las cosas asociadas con el club. Es una costumbre
anual que viene haciéndose desde 1972 y que ha convertido a “la
palomita” en un símbolo del club, con una historia que ha tomado una
vida propia. Una que incluye 2000 máscaras de goma, al hijo de un
revolucionario cubano, al Libro de los récords Guiness, a un candidato
a la vicepresidencia de Estados Unidos y a un órgano humano
petrificado.
Con 1.3 millones de habitantes, Rosario es la tercera ciudad más
densamente poblada de la Argentina después de Buenos Aires y
Córdoba. Pero cuando se trata de defender a sus colores, su fervor no
tiene rivales. Es probablemente el único lugar en el país donde no hay
hinchas de Boca o de River. Rosario sólo tiene lugar para dos clubs:
Rosario Central y Newell’s. Los otros simplemente, no importan.
Hasta esa tarde del 19 de diciembre de 1971, los clubes rosarinos
nunca habían competido por un partido de copa. Por primera vez había
1
El citado era un segmento en el programa de la BBC Fantasy Football League, en el que se recreaban
importantes momentos de la historia del fútbol, con uno de sus protagonistas. Se hicieron 84 en total.
algo más que puntos en juego, un lugar en la final esperaba a los
vencedores más, lo que es más importante, una vida de derechos a
cargar al otro.
El partido se iba a jugar en Estadio Monumental de River en Buenos
Aires “Dormimos en el estadio , así estábamos descansados y listos para
jugar” Aldo Pedro Poy le dijo a 442, los eventos de aquel día que
definiría su vida todavía frescos en su mente.
“Fui a tomar un poco de aire al balcón y un simpatizante de Newell’s
apareció y me empezó a insultar. Me enojé tanto que le dije que iba a
hacer un gol y que se iba a acordar de ese. Que ganaríamos y que iba a
hacer el gol del triunfo” Y así fue.
“La primera parte terminó cero a cero, En la segunda parte, fui a buscar
un corner y pensé que podía poner nerviosos a los defensores
gritándole a los fotógrafos: Prepará la cámara, que está por venir mi gol.
El arquero cortó el centro, recupero la pelota y lanzó un contra ataque.
La recuperamos, hubo un pase corto, un cambio a la derecha, desde
donde González mandó el centro. Estaba muy lejos de mí para patearla.
Por eso me tiré de palomita.”
El fotógrafo, habiendo recibido la instrucción profética, tomó su foto:
Poy su gol. Rosario ganó el partido 1 a 0, para después derrotar a San
Lorenzo en la final tres días después y lograr así su primer título
nacional, una victoria que fue más dulce, porque la final se jugó en el
estadio de Newell’s, El Coloso del Parque.
Poy, apodado “palomita” tuvo su lugar en la historia. Lo que no pudo
preveer sin embargo, fue lo que su gol llegaría a representar para el
club. Cuando un grupo de hinchas de Central lo llamó dos semanas
después para recrear su gol, cumplió, sin pensar más en el tema.
Los mismos hinchas lo llamaron luego, para el primer aniversario en
diciembre de 1972. A pesar que Poy no estaba consciente de ello en ese
momento, había nacido una ceremonia anual, por la que recibiría un
pedido similar cada año desde entonces. Siempre del otro lado de la
línea estaba alguno de la organización secreta de hinchas que creen que
su propósito es propagar la obra de Rosario Central.
Operando desde las sombras la OCAL (Organización Canalla Anti
Leprosa) fue clave para transformar esta palomita en el gol más
celebrado de todos los tiempos.
Originada varios años antes del gol de Poy, OCAL es una “versión
futbolística de la masonería” dice José Vázquez el Ministro de
Información de la Oganización. “Somos un grupo de empresarios
esclarecidos, nobles y políticos que tratan de ejercer influencia a favor
de Rosario Central” agrega.
Además de haber organizado un museo (en una ubicación secreta y
únicamente abierto a sus miembros) repleto de objetos relacionados con
el club, a sus miembros se les encargan con actividades que van desde
el reclutamiento de jóvenes, relaciones exteriores, búsqueda de
información y “guerra” (un término colorido adoptado por los miembros
dedicados a buscar pruebas sobre jugadores actuales de Newell’s que
fueron en su infancia hinchas de Central).
Uno de sus últimos reclutados es un renombrado científico argentino en
USA, dedicado a la clonación. “Ha sido nombrado Jefe de Clonación de
OCAL” “La tarea que se le ha encargado es la clonación de Poy” se ríe
Vazquez, sonriendo irónicamente.
Desde 1995 OCAL ha estado haciendo lobby para que la palomita entre
en el Libro Guiness de los Records. “Cualquier otro gol que Ud. pueda
recordar y aunque si todavía hay gente que lo recuerda, nadie ya lo
celebra hoy en día”, dice Poy. “Pero con este gol hay una verdadera
celebración todos los años. Y ha sido así desde 1972. Tengo pocas
dudas que va a ser admitido en el libro Guiness de los Records más
temprano que tarde”
Esta confianza en su hazaña rompe-records está basa en el hecho que
no tienen intención de detenerse por el momento. La meta de este año
está fijada en Miami, mientras que hay planes para dirigirse a las
Tierras Altas de Escocia en algún momento. “El primer presidente de
Rosario Central nació allí, en Dingwall, y sería lindo poder ir. Sé que va
a ocurrir en algún momento”, dice Poy.
Mientras tanto Vazquez advierte sobre un misterioso y casi siniestro
plan que los haría aterrizar en la capital de Estados Unidos. “Por ahora
lo que puedo revelar es que el virus de Central ha sido inoculado a un
senador americano que ahora es un hincha canalla más” dice
adoptando el aire de conspiración que prefieren los miembros de OCAL.
“Hay muy buenas chances que se convierta en candidato a vicepresidente y ha dicho que le gustaría ver a Poy volando en el Capitolio”.
A pesar que los cabezazos y los centros en Escocia y un acto con un
potencial candidato a vice-presidente pueden parecer poco probables, es
imposible descartar nada. En especial teniendo en cuenta lo que ha
pasado anteriormente.
Como en 1998 cunado 2000 hinchas aparecieron usando caretas de
Poy, un mar de imitadores con caras de goma gesticulando (gurning)
para la cámara.
“Estoy acostumbrado a ciertas cosas, pero otras son simplemente
increíbles” dice Poy. “Todavía recuerdo cuando entré al lugar elegido
para la celebración de la palomita de ese año y la primer cosa que ví
fueron 2000 hinchas esperándome, todos usando una careta con mi
cara. Me asusté un poco, las caretas eran tan reales que fue como
mirarse en el espejo. En 2000 espejos!
Esa noche, recuerda Vazquez, la OCAL había tenido la idea de la
multiplicación bajo el lema “Hoy Soy Poy”, un símbolo de lo que
representa: un hincha defendiendo los colores de su equipo. Uno de
ellos, en la cancha. Hacer 2000 máscaras no fue fácil, pero OCAL
estaba decidida a hacerlo. “Él (Poy) había tenido la idea de reemplazar
las remeras que usamos siempre para sus goles, con caretas, pero
tenían que ser máscaras realistas” dice Vazquez. “Encontramos un
artista que hacía caretas políticas (piensen en máscaras como las de
Spitting Image2) y le llevamos una foto. Descubrimos que era un gran
amigo de Poy, que se esmeró para que las caretas fueran realistas”.
Desde mujeres maduras a chicos chiquitos, únicamente aquellos que
usaban la careta eran admitidos en el evento. Hubo que contratar
guardias de seguridad para asegurar que las cosas no se fueran de las
manos y para eliminar la amenaza de sabotaje. Cada año estas
celebraciones se preparan secretamente para evitar los sabotajes
posibles de los simpatizantes de Newell’s, muchos de los cuales son
conscientes de este homenaje a Poy y nada les gustaría más que
arruinarlo.
Aunque nunca hayan tenido éxito en su propósito, como ambos Poy y
Vazquez aclaran con beneplácito. En cuanto a las caretas, se han vuelto
internacionales. “Las hemos enviado a hinchas de todas partes del
mundo” dice Vazquez. “El 19 de diciembre hinchas de todas partes, se
ponen la careta de Poy, recrea el gol y nos mandan los videos”
2
Spitting Image fue un famoso programa inglés de humor político que usaba máscaras y marionetas al
estilo de lo que en Argentina fue Canal K
Este esfuerzo por difundir la palabra de Poy es parte del esfuerzo
coordinado de OCAL para incrementar el número de hinchas alrededor
del mundo, a través de un proceso que llaman evangelización. “La
palomita no es sólo una celebración, sino también un arma de
seducción masiva”
Un ex futbolista-hincha, Eduardo Coudet se convirtió en el símbolo de
esta hinchada fanática en los 90s, después de convencer a su esposa de
demorar el nacimiento de su hija dos días para que naciera el 19 de
diciembre. “Los doctores no entendieron las razones que les dí, pero sé
que Lola nació con una palomita”, dijo Coudet. “Le tendría que haber
puesto Paloma”
Otro signo de la veneración mesiánica debida a Poy es que los miembros
de OCAL no celebran la Navidad en diciembre, sino en a mediados de
setiembre, día del cumpleaños de Poy3. También distribuyen
certificados de nacimiento especiales con los colores del club y un
mensaje especial para el recién nacido: “Nos vemos en la celebración del
2071”.
Es esta clase de adoración la que hace que ni un día pase para Poy sin
que se recuerde su heroísmo. “Esté en Rosario o en una playa en
Uruguay la gente me pide un autógrafo. Esto no es normal para alguien
que se retiró hace 39 años” dice Poy. Pero no lo cambiaría por nada. De
hecho, le debe su actual carrera de concejal de la ciudad, a la fama y el
apoyo obtenidos por su gol “Fui elegido gracias a los votos de los
Centralistas que viven en Rosario”
Fueron estos mismos fanáticos fundamentalistas (die-hard) que casi se
cuelan en su casamiento en una iglesia local en 1974. “El cura me dijo
que iba a hacer toda la ceremonia en cinco minutos porque la gente
estaba saltando sobre los confesionarios y robando imágenes de ángeles
como souvenirs” dice Poy, recordando que le aconsejaron salir por la
puerta trasera para que tanto él como su flamante esposa pudieran
escaparse de los hinchas que se habían aglomerado afuera. “Seiscientos
metros de hinchas estaban esperándome afuera. Si no hubiera salido
por la puerta principal, creo que hubieran incendiado la iglesia”
Poy jugó toda su carrera en Rosario Central, convirtiendo 64 goles en
311 partidos. Se inició en las divisiones inferiores y rechazó ofertas de
Paris Saint-Germain y del Celta de Vigo. Dos años antes de su gol, el
club había acordado venderlo a Los Andes, Poy se enteró y se escondió.
3
La Navidad Ocalista es, en realidad el 14 de septiembre.
“Mi papá me llevaba a pescar a estas hermosas islas deshabitadas” dice
Poy. “Solamente cuatro pescadores vivían allí. El día que me enteré del
rumor que me habían vendido, ví a uno de esos pescadores y le pedí
que me llevara. Desaparecí en la isla. Cuando volví, una semana
después, la transferencia se había caído. No quería dejar Central”
Mientras estuvo en la isla, decidió dejarse crecer el pelo y el bigote,
adoptando el aspecto que se convertiría en su marca registrada. Se
retiró a los 29 años después de sufrir una lesión jugando contra, nada
más y nada menos, que Newell’s. Para ese momento era el máximo
goleador contra los archi rivales con seis goles, habiendo perdido sólo
cuatro de los veinticinco clásicos en los que jugó (con 10 triunfos y 11
empates). Lo que derivó en el canto de los hinchas de Central: Aldo Poy,
Aldo Poy, el papá de Newell’s Old Boys.
Un tributo más adecuado puede encontrarse en el museo de OCAL, uno
que resume la irracionalidad (absurdity) de la celebración de 42 años de
Poy. Este recuerdo está situado al lado de la pelota con la que Poy hizo
el gol aquella tarde de diciembre de 1971 y cada camiseta usada por
Poy desde 1972. “Un día, Ricardo Di Rienzo, el jugador que me marcaba
en aquel partido, se sintió enfermo y lo llevaron al hospital” dice Poy.
“Estaba sufriendo de apendicitis y fue al quirófano. Los cirujanos lo
reconocieron inmediatamente. Después de operarlo, no tiraron a la
basura el apéndice, sino que lo preservaron en un frasco y luego lo
donaron a la OCAL.
Y allí está hasta el día de hoy: un recuerdo alocado (bizarre) del gol más
celebrado de la historia. La etiqueta del frasco resume esta historia
improbable “El órgano más cercano a Aldo Pedro Poy, el día de su
palomita contra Newell’s Old Boys”
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