Análisis de los condicionantes socioeconómicos del acceso a la

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Presupuesto y Gasto Público 48/2007: 37-57
Secretaría General de Presupuestos y Gastos
© 2007, Instituto de Estudios Fiscales
Análisis de los condicionantes socioeconómicos del acceso
a la educación superior *
LAURA DE PABLOS ESCOBAR
MARÍA GIL IZQUIERDO
Universidad Autónoma de Madrid
Recibido: Marzo 2007
Aceptado: Octubre 2007
Resumen
Existen en España numerosos trabajos que se han ocupado de analizar los determinantes de la demanda de educación
superior. Tras una exhaustiva revisión de un buen número de estos trabajos, puede decirse que la mayoría han coinci­
dido en señalar como factores que pueden influir positivamente en dicha demanda, el nivel educativo de los padres,
la situación geográfica, el tamaño del municipio o el hecho de ser mujer. Otras variables, como las tasas de desem­
pleo, la renta del hogar o el número de hermanos, parecen tener efectos más ambiguos en la demanda de educación
superior. En el nuevo milenio han aparecido nuevas fuentes de datos que nos permiten verificar si esta situación ha
cambiado. El trabajo que se presenta a continuación realiza un estudio de los condicionantes socio-económicos en el
acceso a la educación superior con datos de la Encuesta de Condiciones de Vida para el año 2004. Los resultados si­
guen la línea de estudios anteriores, destacando, de forma especial, como determinantes positivos: el hecho de ser
mujer, el mayor nivel educativo de los padres y de otros miembros del hogar o el hecho de que el sustentador princi­
pal trabaje. Como significativas y con impacto negativo se encuetran el hecho de tener hermanos menores de 16 años
y el porcentaje de miembros desempleados en la familia. La renta del hogar o las tasas de desempleo resultan ser no
significativas, corroborándose la tendencia apuntada en los años noventa.
Palabras clave: condicionantes socioeconómicos, educación superior, igualdad de oportunidades.
Clasificación JEL: I21, J24.
Abstract
We can find in Spain many papers focused on analysing which are the determinants of Higher Education demand.
After an exhaustive revision of many of these papers, we may say that most of them show a positive relation between
this demand and some factors, such as the level of education of parents, the geographical situation and the size of the
town, or gender issues. Some other variables, like unemployment rates, the household income or the number of si­
blings seem to have more ambiguous effects on Higher Education demand. In the new millennium, new database are
available, and it allows us to verify if this situation has changed. This paper studies which are the socioeconomic fac­
tors determining Higher Education access, using data from the Living Conditions Survey for 2004. Our results go in
the same line of previous studies, highlighting as positive determinants of Higher Education demand the following
ones: the fact of being a woman, the highest level of education of parents and other members of the household or ha­
* Las autoras agradecen los comentarios y sugerencias efectuados por un evaluador anónimo. Cualquier error u
omisión que permanezca en el mismo es de exclusiva responsabilidad de las autoras.
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Laura de Pablos Escobar y María Gil Izquierdo
ving a working householder. On the contrary, siblings younger than 16 or a larger share of unemployed members in
the family, have a significant and negative effect on the demand. Finally, household income or unemployment rates
are not significant, in the same trend observed in the nineties.
1.
Introducción
En el presente trabajo se ofrece un análisis para España de los factores socio-económicos
que condicionan la entrada de los estudiantes a los grados superiores del sistema educativo.
Este tipo de análisis es necesario para conocer si existen barreras de entrada para beneficiarse
de un gasto público que, hasta los años noventa, diversos trabajos venían avalando que era dis­
frutado, en buena medida, por individuos pertenecientes a hogares con rentas altas 1. Si bien en
la segunda mitad de los años noventa y principios del nuevo milenio, parece ser que la inciden­
cia distributiva del gasto en educación superior es más igualitaria, incluso algo progresiva 2, es
importante saber hasta qué punto el acceso está condicionado por el origen socio-económico
de los individuos y si este hecho puede provocar una merma en la igualdad de oportunidades y
condicionar la incidencia distributiva de este tipo de gasto 3. Se trata, por tanto, de aunar dos
conceptos de equidad 4: el relativo a la igualdad de oportunidades, según el cual el valor espe­
rado de la educación de individuos con las mismas preferencias debería ser idéntico, con inde­
pendencia de factores como la renta, la riqueza familiar, la clase social, la raza, el sexo o cual­
quier otra fuente de diferencias; y el referente a la incidencia distributiva del gasto público en
educación, que estudia los impactos de dicho gasto público en la distribución de la renta, anali­
zando quién se beneficia del gasto.
La literatura relativa a los condicionantes socio-económicos en el acceso a la educación es
abundante, tanto a nivel internacional como nacional (como se comprobará en el siguiente epí­
grafe). Este trabajo aporta, frente a investigaciones previas, una aplicación empírica que hace uso
de una nueva y reciente fuente de datos: la Encuesta de Condiciones de Vida para el año 2004. Se
trata de una base de microdatos, publicada por el Instituto Nacional de Estadística, que cuenta
con una extensa muestra de hogares y sus miembros, representativa a nivel de las Comunidades
Autónomas (CCAA, en adelante) españolas. Además, el uso de esta nueva fuente de datos permi­
te introducir en el análisis variables relativas al ingreso de los hogares, algo que no es posible con
otro tipo de bases de datos, como son las Encuestas de Población Activa (EPA) o con los censos.
De esta manera, se permite recuperar los análisis realizados con las Encuestas Básicas de Presu­
puestos Familiares (EBPF) de 1980-81 y 1990-91, lo que abre la posibilidad, con las cautelas ne­
cesarias 5, de poder realizar una cierta comparación inter-temporal acerca de la evolución que ha
experimentado la demanda de educación superior respecto a décadas pasadas.
El estudio se desarrolla a lo largo de cuatro epígrafes. Tras esta introducción, en el epígra­
fe segundo, se ofrece una revisión de la literatura aparecida en España en relación con el tema.
Esta revisión se articula en función de los factores que tradicionalmente han influido en la de­
manda de educación superior, analizando los resultados que cada trabajo ha obtenido para cada
variable. En el epígrafe tercero se realiza un estudio empírico de los factores socioeconómicos
que condicionan la entrada de los estudiantes a la educación superior en el año 2004. Para ello,
se describe el modelo empleado, la base de datos, las variables y los resultados alcanzados. Fi­
nalmente, en el epígrafe cuarto, se resumen las principales conclusiones.
39
Análisis de los condicionantes socioeconómicos del acceso a la educación superior
2. Revisión de algunos estudios de demanda de educación superior
para el caso español
Durante las últimas décadas, al análisis de los condicionantes que influyen en el acceso
a la educación superior ha constituido una línea relevante de investigación. Para el caso espa­
ñol, existe un importante número de estudios que proporcionan evidencia empírica sobre los
factores socio-económicos que determinan la decisión individual de acudir a la universidad 6.
Entre otros, se pueden mencionar, los estudios de Modrego (1987), Cea y Mora (1992), Cale­
ro (1996), Mora (1997), Peraita y Sánchez (1998), González y Dávila (1998), Petrongolo y
San Segundo (1999), Albert (1997, 1998, 2000), Marcenaro y Navarro (2001) y Rahona
(2005). Estos trabajos coinciden en utilizar una serie de variables de tipo socioeconómico co­
munes 7, por lo que a continuación se resumen los resultados fundamentales de las variables
clave que pueden afectar a la demanda de este nivel educativo, en cada uno de los trabajos re­
visados. La tabla 1 8 resume dichos resultados, especificando las bases de datos utilizadas y
decisiones metodológicas tomadas con los referidos estudios.
Tabla 1
Resumen de estudios de demanda de educación superior y origen socioeconómico para España
Autores
Modrego
(1987)
Cea y Mora
(1992)
Base de datos *
y muestra
Muestra aleatoria del
Censo de Población
y Viviendas de
Vizcaya en 1981.
Encuesta realizada
por el Consejo de
Universidades en
1985 a estudiantes de
COU.
Modelo
Variables
independientes
Resultados sobre
demanda
Probit en un modelo
secuencial (realizar
estudios superiores o
no y de ciclo corto o
largo).
— Relación positiva
— Sexo.
entre demanda y
— Socioeconómicas
mejor situación so­
(estatus profesio­
cioeconómica del
nal, renta del ho­
hogar.
gar, proporción de
miembros que cur­ — Mayor efecto en
las mujeres.
san estudios, situa­
ción profesional — El mercado laboral
no influye.
del sustentador).
— De mercado labo­
ral.
Logit independiente
no ordenado
— Personales (sexo, — Decisión de de­
manda tomada an­
edad)
tes de acabar COU.
— Socioeconómicas
(Centro público o — Mujeres: depen­
den más de lugar
privado, obtención
de residencia o be­
de beca, existencia
de más centros
cas.
universitarios, gra­ — Hombres: depen­
do de urbanismo)
den más del lugar
— Familiares (estu­
de residencia.
dios y profesión de
los padres)
— Académicas (nota
media de COU,
ciencias o letras)
40
Laura de Pablos Escobar y María Gil Izquierdo
Autores
Calero (1996)
Mora (1997)
Base de datos *
y muestra
Modelo
Variables
independientes
Resultados sobre
demanda
EBPF (1990-91).
Jóvenes entre 17-20
años
— Influencia positiva
— Personales
del nivel educativo
— Familiares
de los padres, ofer­
— Oferta universita­
ta universitaria, vi­
ria
Logístico de elección
vir en una gran
— Situación geográ­
discreta
ciudad, ser mujer.
fica
— Costes
directos — Influencia negati­
va de los costes di­
asumidos por las
rectos.
familias
EBPF (1990-91).
Jóvenes de 17 a 25
años.
Logit
— Influencia positiva
— Personales
del nivel educativo
— Origen socioeco­
de los padres, ser
nómico
mujer, vivir en ca­
— Espaciales
pital de provincia y
en menos medida
la renta del hogar.
Peraita y
Sánchez (1998)
EBPF (1990-91).
Jóvenes entre 16-28
años.
Logit ordenado
— Socio-económicas — Influencia positiva
del equipamiento
— Habilidad personal
cultural del hogar,
— Calidad de la edu­
tamaño del área de
cación
(equipa­
residencia y renta
miento cultural del
del hogar.
hogar)
— Condicionantes del — Influencia negati­
va: número de her­
mercado laboral
manos.
Albert (1998)
EBPF (1990-91).
Jóvenes entre 21-24
años.
Logit con corrección
por autoselección de
Heckman
— Influencia positiva
— Personales
posición socioeco­
— Familiares
nómica, número de
— Condicionantes del
hermanos, nivel
mercado laboral
educativo de los
padres.
Logit
— Influencia positiva
— Condicionantes
del nivel educativo
socio-económicos
y situación laboral
— Características per­
del
sustentador
sonales
principal, vivir en
— Condicionantes del
capitales de pro­
mercado laboral
vincias, y ser mu­
— Costes de oportu­
jer.
nidad y distancia a
la Universidad.
Modelo
probabilístico
— Condicionantes so­ — Impacto positivo
nivel de estudios
cio-económicos
de los padres
— Características per­
— Nivel de renta no
sonales
significativo
en
— Condicionantes del
1990.
mercado laboral
González y
Dávila (1998)
Petrongolo y
San Segundo
(1999)
EBPF (1990-91).
Jóvenes entre 18-24
años.
EBFF (1980-81,
1990-91). Jóvenes
entre 16-17 años.
Análisis de los condicionantes socioeconómicos del acceso a la educación superior
Autores
Base de datos *
y muestra
Modelo
41
Variables
independientes
Resultados sobre
demanda
— Personales.
— Condicionantes
socioeconómicos.
— Mercado laboral.
— Influencia positiva
del nivel educativo
y situación laboral
de los padres (so­
bre todo, madre),
ser mujer, hogares
monoparentales y
tasas de paro re­
gionales elevadas.
— Influencia negati­
va: vivir con los
padres.
EPA (1987 a 1998).
Muestra de jóvenes
de 17 a 24 años.
Logit con corrección
por autoselección de
Heckman.
Marcenaro y
Navarro (2001)
PHOGUE, 1994.
Jóvenes entre 18-25
años.
— Características fa­ — Impacto positivo:
ser becario, nivel
miliares
de estudios del pa­
— Condicionantes del
dre, ingresos fami­
mercado laboral
Probit con corrección
liares
— Condicionantes
por autoselección de
socio-económicos — Negativo: ser re­
Heckman.
petidor
— Características
— Indiferente: nivel
personales
de paro y estado
civil
Rahona (2005)
Módulo de
Transición de la
Educación al
Mercado Laboral
(2000) y Ampliación
de la EPA 2.º
trimestre del 2000.
Jóvenes entre 16-35.
— Influye positiva­
— Personales
mente el nivel de
— Nivel de estudios
estudios de los pa­
padres
dres, que la madre
— Situación laboral
trabaje, que el pa­
de los padres
dre realice trabajos
— Número de herma­
cualificados.
nos menores
— Comunidad Autó­ — Negativamente el
número de herma­
noma
nos menores.
Albert (2000)
Logit
* Nota: EBPF: Encuesta Básica de Presupuestos Familiares; PHOGUE: Panel de Hogares de la Unión Europea;
EPA: Encuesta de Población Activa.
Fuente: Elaboración propia.
Según la teoría del Capital Humano (Mincer, 1974; Becker, 1975), los individuos deci­
den su nivel óptimo de educación comparando el valor presente de las ganancias esperadas
de años de educación adicionales, con los costes asociados a dicha educación. Desde una
perspectiva individual, los beneficios de la educación son fundamentalmente de tipo moneta­
rio (mejores salarios), aunque también existen otros, de tipo no monetario (como mejor esta­
do de salud, mayor eficiencia en la producción de bienes y servicios en el hogar, trabajos me­
nos peligrosos, con mayor estabilidad laboral, etc.). Por el lado de los costes personales, los
estudiantes se enfrentan a costes directos (pago de matrículas en cada curso), costes indirec­
tos (transporte, libros, clases extra, manutención) y costes de oportunidad (salarios no perci­
bidos por estudiar en vez de trabajar). Además, hay otros factores que pueden condicionar de
forma decisiva el comportamiento de los individuos, tales como las características socio-eco­
nómicas del hogar de origen, características personales (como el sexo o la habilidad innata
del individuo) o cuestiones relativas a la situación geográfica.
42
Laura de Pablos Escobar y María Gil Izquierdo
En los estudios empíricos, existe una serie de factores cuyo impacto en la demanda de
educación superior se ha analizado de forma sistemática: la renta del hogar, el nivel de estu­
dios de los padres o de otros miembros del hogar, el número de hermanos pequeños, la situa­
ción laboral del sustentador principal, el número de parados en el hogar, el sexo del indivi­
duo, la situación geográfica del hogar del que procede el estudiante y variables relativas al
mercado laboral.
La renta del hogar de origen es una de las variables típicamente incluidas en el análi­
sis acerca de los determinantes de la educación, en aquellos trabajos que pueden utilizar va­
riables referidas a los ingresos del hogar (esto es, haciendo uso de las EBPF, 1980-81 y
1990-91, o bien del Panel de Hogares de la Unión Europea (PHOGUE en adelante,
1994-2001). Durante los años ochenta, los estudios muestran una relación positiva entre la
renta del hogar y la demanda de este nivel educativo, esto es, a mayor renta, más probabili­
dad de acudir a la universidad. A esta conclusión llegan los trabajos de Petrongolo y San Se­
gundo (1999) y Modrego (1987). En la década de los noventa esta relación no es tan contun­
dente. Así, unos estudios muestran que, aunque la renta del hogar siga afectando a la
demanda de educación superior, esta variable tiene un menor impacto en la demanda, que va­
riables de tipo socio-económico (como el nivel educativo de los progenitores). Éste es el re­
sultado que alcanzan los trabajos de Mora (1997), Peraita y Sánchez (1998), González y Dá­
vila (1998) con las EBPF para el año 1990-91, y Marcenaro y Navarro (2001) con el
PHOGUE (1994). Por su parte, Petrongolo y San Segundo (1999) demuestran que, con la
EBPF 1990-91, la renta familiar alta deja de ser explicativa en los años noventa.
Otro de los factores que usualmente se ha incluido en este tipo de estudios se refiere al
nivel educativo del sustentador principal, de ambos progenitores y/o de otros miembros
del hogar. Tal y como señala Rahona (2005), existen cuatro vías a través de las cuales el ni­
vel educativo de otros miembros del hogar puede influir en la decisión que toman los indivi­
duos objeto de estudio: el stock de capital humano de los padres como aproximación de la
habilidad innata de los hijos; el nivel educativo como proxy de la renta del hogar; influencia
en las preferencias de los hijos, en el sentido de herencia cultural; y finalmente, en el sentido
de la transmisión inter-generacional que propugnan las teorías radicales de Bowles y Gintis
(2004). Pues bien, todos los estudios consultados coinciden en señalar la gran importancia
del nivel educativo del padre o sustentador principal, o de ambos en conjunto (Calero, 1996;
González y Dávila, 1998; Albert, 1998; Marcenaro y Navarro, 2001; San Segundo, 2003).
Ahora bien, sobre todo es decisivo el mayor nivel de estudios que haya alcanzado la madre,
cuando éste se tiene en cuenta de forma diferenciada. Así lo demuestran los estudios de Cea
y Mora (1992), Mora (1997), Albert (2000) o Rahona (2005). Por su parte, los trabajos que
consideran el efecto derivado de que en el hogar haya otros miembros con estudios superio­
res, demuestran que el impacto en la demanda de educación superior es positivo, pero menor
que en los casos anteriores (Calero, 1996).
La existencia de hermanos (mayores o menores que el individuo analizado) también ha
sido estudiada desde una óptica diferenciada: por una parte, los hermanos menores pueden
suponer una carga económica adicional que puede afectar negativamente a la demanda
(Behrman et al. 1989), mientras que los hermanos mayores pueden asumir algunas responsa­
bilidades en el hogar, liberando así a los más pequeños para que puedan continuar estudian­
Análisis de los condicionantes socioeconómicos del acceso a la educación superior
43
do. La primera de las hipótesis ha sido sustentada por los estudios de Peraita y Sánchez
(1998), Rahona (2005), mientras que la segunda ha sido contrastada por Marcenaro y Nava­
rro (2001), quienes demuestran que los hermanos mayores tienen un mayor impacto positivo
en la demanda de educación superior en el caso de las mujeres.
En relación a la situación laboral del sustentador principal o de la madre, se supone
que una mejor posición de éstos en el mercado laboral influye positivamente en la demanda
de educación superior. La disponibilidad de un importante desglose de esta variable en las
EBPF y en la EPA ha permitido contrastar esta hipótesis en numerosos trabajos. Así, Cea y
Mora (1992), Calero (1996), González y Dávila (1998), Albert (2000) o Rahona (2005)
apuntan una mayor probabilidad de demanda cuando el sustentador principal es directivo,
profesional o técnico. Esta probabilidad disminuye cuanto menor es la categoría profesional
del sustentador. Rahona (2005) incluye además la situación laboral de la madre, demostran­
do que si ésta desempeña un puesto de trabajo de status profesional medio o bajo, repercute
negativamente en la decisión de cursar estudios universitarios.
La existencia de una mayor proporción de parados en la familia es otro de los factores
relativos al hogar que puede analizarse. Albert (1998) anticipa los dos posibles impactos que
esta variable puede tener en la demanda educativa: por una parte, puede darse un efecto ren­
ta, de tal manera que, a mayor número de empleados en el hogar, mayor demanda de este ni­
vel educativo; por otra parte, puede existir un efecto sustitución, mostrando que cuantos más
empleados haya en la familia, mayor es la preferencia por el mercado laboral, y por tanto,
menor demanda de este nivel educativo. Albert (1998) obtiene una dominancia del efecto
renta.
Uno de los resultados que sistemáticamente se ha obtenido en este tipo de trabajos se
refiere al hecho de que las mujeres españolas tienen una mayor probabilidad de demandar
estudios superiores (ceteris paribus el resto de variables). Este resultado contrasta con el de
otros países, donde ocurre lo contrario (González y Dávila, 1998, proporcionan referencias al
respecto). La literatura proporciona diferentes razones para explicar esta situación: Mora
(1997) argumenta que las mujeres necesitan un mayor nivel educativo para competir con los
hombres (teoría del filtro); Albert (2000) habla de la discriminación que pueden sufrir las
mujeres en el mercado laboral; en la misma línea, Marcenaro y Navarro (2001) plantean
cuestiones relativas a las mayores tasas de paro y mayor coste de oportunidad que sufren las
mujeres. Además, algunos trabajos presentan resultados diferenciados según sexo, obtenien­
do que existen ciertas variables que afectan de forma diferentes a la demanda, en función de
que el individuo sea hombre o mujer (Modrego, 1987; Cañada, 1999; Cea y Mora, 1992;
Marcenaro y Navarro, 2001; Albert, 2001).
Por otra parte, es común tener en cuenta la situación del mercado laboral en la que se
halla el individuo, a través de diferentes tasas de desempleo (normalmente, diferenciadas por
regiones y sexo). Con ello, se trata de aproximar de alguna manera por un lado el coste de
oportunidad de continuar estudiando en lugar de acceder al mercado laboral, y por otro lado, de
las expectativas de empleo (Albert, 2000 9). A nivel teórico, se supone que tasas de desempleo
juvenil elevadas incentivan la permanencia de los jóvenes en el sistema educativo, mientras que
mayores tasas de paro generales tienen el efecto contrario (San Segundo, 2001). A nivel empí­
44
Laura de Pablos Escobar y María Gil Izquierdo
rico, es posible utilizar tasas de desempleo de jóvenes entre 16-25 años y tasas generales de
paro, o bien tasas de paro para individuos con estudios secundarios y para estudios superiores.
Los resultados de los trabajos consultados no son contundentes en este sentido. Así, Petrongolo
y San Segundo (1999) corroboran las predicciones de la teoría. Sin embargo, Albert (2000),
con datos de la EPA para varios años, obtiene el impacto esperado para las tasas de desempleo
de los individuos con educación secundaria en la probabilidad de demanda (positivo), pero no
en el caso de las tasas de paro de individuos con educación superior. Por su parte, cuando
Albert (1998) y González y Dávila (1998) utilizan la EBPF 1990-91, obtienen que las tasas de
paro no tienen efectos en la demanda, contrariamente a lo obtenido en estudios previos.
Por último, es común incluir variables que tengan en cuenta cuestiones relativas al en­
torno espacial del individuo. En este sentido, se ha argumentado que una mayor cercanía a
las universidades y una mayor oferta de titulaciones favorecen la demanda de este nivel edu­
cativo (abaratando los costes indirectos de la educación). A pesar de la importancia de tener
en cuenta las barreras geográficas, las encuestas analizadas rara vez tienen información deta­
llada que permitan conocer si el individuo estudia en una región diferente a la de su hogar de
origen, lo que ha hecho que la tónica general en los estudios haya consistido en aproximar
estas cuestiones según la procedencia rural o urbana del individuo, y su relación con la oferta
académica. Cea y Mora (1992), González y Dávila (1998), Peraita y Sánchez (1998) mues­
tran que los individuos procedentes de capitales de provincia tienen mayor probabilidad de ir
a la universidad. Por su parte, Calero (1996) señala que la mayor oferta educativa afecta posi­
tivamente a la demanda. Adicionalmente, se puede señalar que algunos estudios controlan
este efecto para cada una de las CCAA españolas, analizando si existen efectos diferenciados
en la demanda por regiones. En este sentido, Rahona (2005) demuestra que, aunque existen
ciertas disparidades regionales, este efecto no es excesivamente importante, presumiblemen­
te por la existencia de campus universitarios en todas las capitales de provincia. A similares
conclusiones llegan González y Dávila (1998).
Resumiendo, se puede señalar que gran parte de los estudios apuntan como factores que
afectan positivamente la decisión de realizar estudios superiores: el nivel educativo de los pa­
dres, su situación laboral, la situación geográfica donde se habite o el hecho de ser mujer.
Otras variables, como las tasas de desempleo, la renta del hogar o el número de hermanos,
tienen efectos menos claros y dependen del estudio analizado.
Asimismo, de esta breve revisión se puede destacar la no inclusión de otro tipo de varia­
bles, como la habilidad innata de los individuos o los futuros beneficios (individuales o so­
ciales), así como los posibles costes directos e indirectos asociados a la educación superior. A
pesar de la importancia de estos factores en la demanda analizada, la falta de información deta­
llada en las encuestas disponibles 10, así como su dificultad de medición y de imputación a
cada individuo, hacen complicada su contrastación empírica. En este sentido, hay que destacar
los trabajos de Cea y Mora (1992) y de Peraita y Sánchez (1998), en los que se trata de aproxi­
mar la habilidad innata de los individuos: el primero de ellos cuenta con información detallada
acerca del rendimiento académico de los alumnos de COU, mientras que el segundo aproxima
la habilidad personal a través del equipamiento en bienes culturales del hogar. Por su parte, Ca­
lero (1996) es el único trabajo de los consultados que tiene en cuenta el peso que suponen los
costes directos (aproximados por el precio medio de matrícula) en relación a la renta del hogar.
Análisis de los condicionantes socioeconómicos del acceso a la educación superior
3.
45
El modelo de demanda de educación superior
En nuestro estudio, y siguiendo la literatura relacionada, se propone un modelo de elec­
ción discreta para formalizar la decisión de continuar con estudios superiores. Cuando un in­
dividuo perteneciente a un hogar 11 decide continuar con estudios superiores, comparará los
potenciales beneficios positivos derivados de años de educación adicionales (que suponen un
mayor capital humano), con los costes asociados. Además, y tal como se ha indicado ante­
riormente, existen otra serie de factores que pueden influir en esta decisión (origen socioeco­
nómico, situación del mercado laboral, entorno geográfico, etc.). Se trata por tanto, de una
elección discreta, que se concreta en la decisión de ir a la universidad o no, y que se basará en
la comparación de utilidades derivadas de cada opción, eligiendo el individuo aquella que le
proporcione la mayor utilidad. Resaltar que nuestro modelo analiza la demanda de educación
universitaria, esto es, nos estamos siempre refiriendo a educación universitaria. Además, en
concreto, se propone caracterizar la decisión de los individuos a través de un modelo proba­
bilístico de tipo probit.
A continuación, se comentan los datos y las variables empleados en el análisis, así
como los resultados alcanzados.
3.1.
Datos y variables: Análisis estadístico
La principal aportación de la aplicación empírica propuesta es la utilización como base
de datos de la última encuesta disponible con las características necesarias para este tipo de
análisis, la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV, de aquí en adelante) para el año 2004.
Las características más importantes de la ECV son:
• Responde a un diseño de panel rotatorio anual, con turno de rotación de ¼ cada año.
• Se refiere a las condiciones de vida y dispone de datos transversales y longitudinales
comparables y actualizados sobre la renta, el nivel y composición de la pobreza y la
exclusión social, a escala nacional y europea.
• Cuenta con una muestra de 15.355 hogares en el año 2004. La información aparece
detallada a nivel del hogar y de los miembros de cada hogar.
En este trabajo se han utilizado tanto datos de hogares como individuales, referidos ex­
clusivamente a una submuestra que contiene únicamente los individuos de 17 a 25 años,
como potenciales usuarios. La edad teórica de acceso a la educación superior es de 17 años,
siendo necesarios al menos 3 años para completar el ciclo más corto en la universidad y 1 ó 2
más para el ciclo largo, por lo que el límite superior de dicha edad teórica se situaría en los 21
ó 23 años. Sin embargo, se decide aumentar este límite a los 25 años, ya que se comprueba
que, debido a las elevadas tasas de repetición, esta edad se amplía en la mayoría de casos a
los 25 años. Como demandantes de educación superior se consideran tanto a los estudiantes
actuales de este nivel como a los que ya han completado este nivel educativo, pero que están
en ese grupo de edad. Los no demandantes de educación superior son aquellos que, con la
edad considerada, no realizan estudios superiores, ni son diplomados o licenciados, pero sí
46
Laura de Pablos Escobar y María Gil Izquierdo
terminaron la educación secundaria de segunda etapa (condición necesaria para poder acce­
der a la universidad). Los individuos que cumplen todos estos requisitos y que cuentan con
datos relativos a las variables independientes que a continuación se exponen, suponen una
muestra de 1.834 observaciones (que representan a un total poblacional de 2.540.216 indi­
viduos). El 73,79% de los mismos pertenecen al grupo de los demandantes de educación su­
perior.
En cuanto a las variables utilizadas, siguiendo la literatura relacionada, pueden agru­
parse en diferentes vectores: variables de tipo personal, familiares, de oferta universitaria, de
entorno espacial y de mercado laboral. En la Tabla 2 aparece un resumen de las referidas
variables.
Tabla 2
Descripción de variables para el análisis de demanda de educación superior
Tipo de variable
Nombre de la
variable
Modalidad
de variable
Dependiente
DEMANDA
Dicotómica
1: Demanda E.S.
0: No demanda E.S.
Demanda de educa­
ción superior.
Personales
SEXO
Dicotómica
1: Hombre
0: Mujer
Sexo del individuo.
SITLAB
Categórica
1: Trabaja
0: No trabaja
Estatus laboral del
sustentador principal.
Nivel educativo má­
ximo alcanzado por
la madre.
Categórica
1: Sin estudios o con estudios primarios.
2: Estudios secundarios
(1.ª etapa).
3: Estudios secundarios
(2.ª etapa).
4: Estudios superiores.
Nivel educativo má­
ximo alcanzado por
el padre.
Categórica
1: Sin estudios o con estudios primarios.
2: Estudios secundarios
(1.ª etapa).
3: Estudios secundarios
(2.ª etapa).
4: Estudios superiores.
EDUCA_OTROS
Dicotómica
1: Hay algún miembro
en el hogar con educación superior.
0: No hay miembros en
el hogar con educación
superior.
Otros miembros de
la familia con educación superior (distin­
to de los padres).
MENORES
Dicotómica
1: Hay menores de 16
años en el hogar.
0: No hay menores de 16
años en el hogar.
Hermanos menores
de 16 años.
PROP_PARADO
Numérica
(porcentaje)
EDUCA_MADRE
EDUCA_PADRE
Familiares
Categorías
Descripción
Porcentaje de miem­
bros de la familia
desempleados.
47
Análisis de los condicionantes socioeconómicos del acceso a la educación superior
Tipo de variable
Nombre de la
variable
URBANIZA
Modalidad
de variable
Categorías
Descripción
Categórica
0: Baja densidad de población.
1: Densidad de población media.
2: Densidad de población elevada.
Procedencia del individuo (ciudad pequeña, mediana o
grande).
Oferta universitaria
y entorno espacial
OFERTA 12
Numérica
Ratio de estudiantes
en una CA que estudia en su propia región, en relación a
todos los estudiantes
en esa CA.
PARO_JOV
Numérica
Tasas de paro de jóvenes menores de 25
años, por sexo y
CCAA.
PARO_GEN
Numérica
Tasas de paro generales, por sexo y
CCAA.
Mercado laboral
Fuente: Elaboración propia a partir de ECV (2004). Variables PARO_JOV y PARO_GEN se obtienen a partir de la
Encuesta de Población Activa (IV Trimestre de 2004). Variable OFERTA se obtiene a partir de el Ministerio de
Educación, Cultura y Deporte (2005), «Las cifras de la Educación en España: Estadísticas e Indicadores», en los
cuadros que recogen la relación entre el domicilio familiar del alumnado en Educación Universitaria y la ubicación
del centro en el que cursan los estudios.
Finalmente, en las Tablas 3 y 4 se ofrecen los valores medios para las anteriores variables, diferenciando entre ambos grupos (demandantes y no demandantes de educación superior), ofreciendo la distribución de frecuencias para las variables categóricas (Tabla 3) y los
valores medios y la dispersión para las variables continuas (Tabla 4).
La Tabla 3 ofrece información relevante. Analizando la tercera y cuarta columnas (que
muestran los valores diferenciados de las variables entre demanda =1, demandantes de educación superior, y demanda =0, no demandantes de educación superior), se puede deducir
que los individuos que acceden a la educación superior:
● Pertenecen a hogares en los que el sustentador principal trabaja en una proporción ligeramente superior a los no demandantes (74% versus 68%).
● El porcentaje de padres y madres que han completado estudios superiores es mayor
en el caso de los demandantes (20% frente al 6%, en el caso de las madres y 26% versus 14% en el caso de los padres).
● Hay más miembros del hogar, distintos del padre y la madre, que también han completado este nivel educativo (36% frente al 10%).
● Los menores de 16 años suponen un menor porcentaje respecto al tamaño total del
hogar en el caso de los demandantes (13%) que en el de los no demandantes (19%).
● Las diferencias entre vivir en una ciudad grande, mediana o pequeña 13 no son elevadas entre los dos grupos, aunque puede llamar la atención que los demandantes procedan en un porcentaje ligeramente superior de poblaciones con densidad de población baja (27% frente al 24% de los no demandantes).
48
Laura de Pablos Escobar y María Gil Izquierdo
Tabla 3
Estadísticos descriptivos: distribución de frecuencias (%)
Variable
Categoría
Total
Demanda=1
73,79
26,21
SEXO
Mujer
Hombre
56,61
43,39
57,99
42,01
52,78
47,22
SITLAB
No trabaja
Trabaja
27,31
72,69
25,54
74,46
32,16
67,84
EDUCA_MADRE
E. Primaria y sin estudios
E. Secundaria, 1.ª etapa
E. Secundaria, 2.ª etapa
E. Superior
32,12
31,61
20,14
16,13
29,99
30,91
19,59
19,52
38,64
33,75
21,83
5,79
EDUCA_PADRE
E. Primaria y sin estudios
E. Secundaria, 1.ª etapa
E. Secundaria, 2.ª etapa
E. Superior
29,31
28,11
19,03
23,55
27,86
26,1
19,71
26,34
33,86
34,42
16,91
14,81
EDUCA_OTROS
No hay otros miembros con E.S.
Hay otros miembros con E.S.
70,74
29,26
63,62
36,38
90,49
9,51
MENORES
No hay menores 16 años
Hay menores de 16 años
85,38
14,62
87
13
80,89
19,11
URBANIZA
Alta
Media
Baja
53,05
20,31
26,64
53,43
19,1
27,46
51,99
23,66
24,35
DEMANDA
Demanda=0
Fuente: Elaboración propia a partir de ECV (2004).
Tabla 4
Estadísticos descriptivos: media y desviación típica
Total
Demanda=1
Demanda=0
Variable
PROP_PARADO
PARO_JOV
PARO_GEN
OFERTA
Media
D.T.
Media
D.T.
Media
D.T.
0,07471
0,22782
0,10847
0,20241
0,14631
0,06431
0,04098
0,05396
0,06203
0,22707
0,10750
0,20368
0,12800
0,06432
0,04031
0,05396
0,10985
0,22808
0,10882
0,19888
0,18357
0,06435
0,04121
0,05396
Fuente: Elaboración propia a partir de ECV (2004).
• Los parados representan en sus hogares una proporción menor que en el caso de los
hogares de los no demandantes (0,06 frente a 0,10).
3.2.
Resultados del modelo de demanda de educación superior
La estimación de la demanda de educación superior para el año 2004 se presenta en la
Tabla 5. Los resultados se ofrecen en dos modelos complementarios (Modelo 1 y Modelo 2),
en los que se tienen en cuenta de forma separada los niveles educativos de los miembros del
49
Análisis de los condicionantes socioeconómicos del acceso a la educación superior
hogar y la situación laboral del sustentador principal. El objetivo es evitar que, debido a la
elevada correlación de dichas variables, no se puedan captar los efectos diferenciados de
cada variable 14. El test de razón de verosimilitud indica que las variables especificadas son
significativas en conjunto. Los resultados que se proporcionan son robustos a la heterocedas­
ticidad. Los porcentajes de predicciones correctas son diferentes, según la demanda tome el
valor 1 ó 0 (67,93% y 57,02%, respectivamente, en el primer modelo y 71,78% y 47,11% en
el segundo). Para calcular estos porcentajes se toma como punto de corte el porcentaje de de­
mandantes de educación superior 15 (73,79%). Los coeficientes de las variables proporciona­
dos son interpretables en términos de su efecto marginal, es decir, según la variación en la
probabilidad que se produce al considerar un cambio en la variable tomada como referencia
en cada caso, manteniendo el resto constantes. La falta de variables relativas al rendimiento
académico puede influir en estos resultados (Calero, 1996; Rahona, 2005), disminuyendo la
precisión del modelo presentado.
Tabla 5
Resultados de la estimación de dos modelos probit de demanda de educación superior
MODELO 1
Variable
SEXO
SITLAB
EDUCA_MADRE (E. Secundaria 1.ª etapa)
EDUCA_MADRE (E. Secundaria 2.ª etapa)
EDUCA_MADRE (E. Superior)
EDUCA_PADRE (E. Secundaria 1.ª etapa)
EDUCA_PADRE (E. Secundaria 2.ª etapa)
EDUCA_PADRE (E. Superior)
EDUCA_OTROS
MENORES
PROP_PARADO
URBANIZA (Densidad media)
URBANIZA (Densidad alta)
OFERTA
PARO_GEN
PARO_JOV
Coeficiente
(dF/dx)
–0,07368
0,06646
0,05581
0,06791
0,21193
0,24475
–0,11441
–0,41260
0,00432
0,04175
0,05696
–0,00468
0,00241
MODELO 2
t-ratio p-valor
–2,05
2,22
1,83
2,04
6,35
8,93
–3,19
–4,72
0,13
1,40
0,20
–0,84
0,66
0,040
0,027
0,067
0,041
0,000
0,000
0,001
0,000
0,900
0,161
0,841
0,400
0,509
Coeficiente
(dF/dx)
t-ratio p-valor
–0,08181
–2,22
0,026
0,01497
0,08503
0,15148
0,24144
–0,08834
–0,53500
0,02409
0,05897
0,05848
–0,00466
0,00325
0,46
2,45
4,27
8,35
–2,46
–5,91
0,67
1,96
0,20
–0,81
0,85
0,647
0,014
0,000
0,000
0,014
0,000
0,502
0,050
0,840
0,420
0,395
Medidas de bondad de ajuste
N.º observaciones **
Test de razón de verosimilitud (12) y (11), respect.
Test de significatividad conjunta
Pseudo R2
% predicciones correctas * para demanda=0
% predicciones correctas * para demanda=1
1.489
150,45
0,000
0,1355
57,02%
67,93%
1.370
124,96
0,000
0,1280
47,11%
71,78%
Nota: Categoría de referencia: mujer con padres sin estudios o estudios primarios, sustentador principal sin trabajo,
que vive en hogar sin menores y sin más miembros con E. Superior, en una zona con densidad de población baja.
* punto de corte = 0,74.
** La ligera diferencia en el número de observaciones entre los modelos se debe a la existencia de missing values.
Fuente: Elaboración propia a partir de ECV (2004).
50
Laura de Pablos Escobar y María Gil Izquierdo
Analizando los coeficientes y la significatividad individual de cada una de las variables,
se llega a las siguientes conclusiones:
La variable personal (SEXO), relativa al sexo del individuo, muestra que las mujeres
tienen una mayor probabilidad de demandar educación superior, en línea con otros estudios
para el caso español. Este resultado contrasta con otros países de nuestro entorno, como se­
ñalan González y Dávila (1998). La creciente proporción de mujeres que acceden a la educa­
ción superior es una tendencia clara en países industrializados, y más aún en España (Mora,
1997). Los mayores rendimientos que se supone obtienen las mujeres de la educación supe­
rior pueden relacionarse con esta situación (véase el trabajo de Arrazola y Hevia, 2001). En
este sentido, la teoría del filtro puede explicar este resultado, ya que las mujeres necesitan un
mayor nivel educativo que los hombres para ser más competitivas en el terreno laboral
(Albert, 1997 y 2000). También las mayores tasas de paro que sufren las mujeres puede in­
centivar su demanda de niveles de educación superiores (Marcenaro y Navarro, 2001). Final­
mente, Calero (2006) apunta a factores relativos a la discriminación en algunos puestos de
trabajo (por ejemplo, de la rama de las ingenierías), que pueden determinar esta situación.
Pero además, para explicar este resultado se pueden apuntar los mejores resultados académi­
cos que las mujeres obtienen en relación a los hombres 16.
En relación con las características del hogar de origen, el hecho de que el sustentador
principal trabaje (SITLAB) resulta ser un factor significativo y positivo en la demanda para
el año analizado 17, de forma similar a estudios anteriores (Calero, 1996; González y Dávila,
1998; Albert, 2000; Rahona, 2005). Sin embargo, cuando la variable situación laboral del
sustentador se separa en más categorías (como en estudios previos), los resultados no son
contundentes. La menor desagregación en categorías de esta variable en la ECV (2004) fren­
te a otras encuestas (EBPF o EPA), y la escasa diferencia de resultados en 2004 en cuanto a
la situación laboral del sustentador entre demandantes y no demandantes, pueden explicar
este resultado.
Por su parte, el nivel educativo de los padres es significativo y supone un importante de­
terminante en el acceso a la educación superior. Existe una relación directamente proporcio­
nal entre el hecho de demandar educación superior y el nivel educativo de los padres. Sin em­
bargo, los impactos en la probabilidad son diferentes (evaluados en modelos diferenciados
para evitar problemas de multicolinealidad, como se comentó anteriormente): en el caso de
la madre (EDUCA_MADRE), el hecho de que haya completado cualquier nivel educativo
superior al de primaria, proporciona a su hijo una mayor probabilidad de demandar educa­
ción superior. Además, si la madre tiene estudios superiores, la probabilidad de que el indivi­
duo demande este nivel es un 21% superior frente a la categoría de referencia, ceteris paribus
el resto de variables. El caso del padre (EDUCA_PADRE) muestra la misma tendencia, aun­
que con dos matices: por una parte, haber completado estudios secundarios de primera etapa
no parecen tener un efecto diferenciado significativo frente a los primarios; por otra, el im­
pacto de tener estudios superiores es inferior al caso de la madre (15%).
El que existan en el hogar otros miembros, distintos a los padres, con este nivel educati­
vo (EDUCA_OTROS) también tiene un fuerte impacto positivo. Por tanto, el que haya otros
miembros, normalmente hermanos, que tengan estudios superiores, marca una tendencia cla­
Análisis de los condicionantes socioeconómicos del acceso a la educación superior
51
ra para los hermanos que se plantean acudir a la universidad. Esto refleja la importancia de la
tradición educativa de la familia y de la mayor información disponible sobre estudios univer­
sitarios.
Por su parte, el hecho de tener hermanos menores de 16 años (MENORES) tiene un im­
pacto negativo y significativo, como ya se obtenía en otros trabajos, como Albert (1998) o
Rahona (2005). Esta variable muestra la carga económica adicional que supone que en el ho­
gar haya niños pequeños, lo que puede afectar negativamente la demanda (Behrman et al.,
1989).
El porcentaje de miembros desempleados en la familia tiene un fuerte efecto negativo
(superior al 40%) y significativo (PROP_PARADO), lo que refleja que, cuanto mayor es esta
ratio, menor es la probabilidad de demandar educación superior. Esto muestra que, cuanto
mayor es la proporción de desempleados en una familia, mayor será la preferencia de los
individuos en la edad analizada por el mercado laboral frente a continuar en el sistema edu­
cativo.
En cuanto a la variable que aproxima el entorno geográfico (URBANIZA), ésta no
muestra un impacto claramente significativo en la probabilidad de acceso a la educación su­
perior, en función de la densidad de población del hogar de origen del individuo. Esto con­
trasta con otros estudios, como los de Calero (1996) o González y Dávila (1998), en los que
se ponía de manifiesto una mayor probabilidad de acceso cuando el individuo viviera en una
capital de provincia a comienzos de los años noventa. Sin embargo, la existencia de universi­
dades en todas las capitales de provincia en la actualidad, la similar distribución de deman­
dantes y no demandantes según el tamaño de la población y la diferente definición de esta va­
riable en función de las encuestas, contribuyen a explicar este resultado.
De forma complementaria, la variable OFERTA parece no tener un efecto significativo,
lo que indicaría que en la actualidad en nuestro país no parece existir un problema relativo a
la oferta universitaria en ninguna Comunidad Autónoma.
Para reflejar la situación del mercado laboral, se incluyen en el modelo las tasas de de­
sempleo general (PARO_GEN) y para jóvenes (PARO_JOV), tratando de aproximar el coste
de oportunidad que supone completar estudios superiores. Aunque con los signos espera­
dos 18, ninguna de las tasas tiene efectos significativos en la probabilidad de demandar edu­
cación. Se observa así un comportamiento ambiguo de las variables referidas al paro a lo lar­
go del tiempo, en línea con los resultados de trabajos anteriores (González y Dávila, 1998;
Albert, 1998, Marcenaro y Navarro, 2001). Como señala San Segundo (2003), esto puede de­
berse a la escasa importancia de los mercados laborales locales para los titulados universita­
rios.
Finalmente, quisiéramos realizar un comentario acerca de una de las variables que tra­
dicionalmente se ha incluido en el análisis de los condicionantes socioeconómicos en el ac­
ceso a la educación superior: la renta del hogar de origen. Una renta elevada del hogar de ori­
gen ha tenido un claro impacto positivo y significativo en la probabilidad de demandar
educación superior a comienzos de los ochenta, pasando a mostrar una relación no tan evi­
dente durante los años noventa (como demuestran los estudios referenciados anteriormente).
A pesar de la relevancia de introducir una variable que refleje la renta del hogar, y disponien­
52
Laura de Pablos Escobar y María Gil Izquierdo
do la ECV (2004) de esta variable, los resultados de las estimaciones muestran un comporta­
miento ambiguo de la misma. Los tests de diferencias de medias que se han realizado para
analizar esta situación muestran que los valores medios y la dispersión no son muy diferentes
entre ambos grupos (demandantes y no demandantes), lo que puede explicar estos resulta­
dos. Sin duda, la publicación de la nueva ola de la ECV permitirá contrastar si esta situación
se mantiene en el año 2005.
4.
Conclusiones
Son numerosos los trabajos realizados en España con el objetivo de conocer cuáles son
los factores que condicionan el acceso a estudios superiores concretándose el análisis en es­
tudios universitarios. La relevancia de este tipo de estudios se debe al interés que existe por
complementar los estudios relativos a la equidad de la educación (sobre todo los que analizan
la incidencia distributiva del gasto público en educación superior), analizando si existe igual­
dad de oportunidades en el acceso a este nivel educativo. En este sentido, resulta de interés
estudiar si existen barreras de entrada para beneficiarse de un gasto público que típicamente
se ha considerado de mayor aprovechamiento por parte de las rentas altas, así como si existe
una dependencia de las inversiones educativas del estudiante respecto de las condiciones de
su hogar de origen que puedan provocar una pérdida de dicha igualdad de oportunidades.
Adicionalmente, los resultados obtenidos de estos trabajos pueden ser de gran ayuda para
evaluar las diferentes políticas de financiación educativa.
En cuanto a las decisiones metodológicas concretas, la inmensa mayoría de los estudios
consultados se han realizado con los datos de la Encuesta Básica de Presupuestos Familiares
de 1990/91, siguiendo una metodología bastante semejante tanto en la forma de modelizar la
decisión de ir o no a la universidad (modelos de elección discreta), como en la selección de
variables independientes (personales, entorno socio-económico, condiciones de mercado la­
boral, ubicación, etc.).
En este sentido, una importante aportación de este trabajo es la síntesis que se ofrece de
los principales trabajos realizados hasta el momento en esta materia. También se realiza una
clasificación y ordenación de la evolución que cada uno de los factores que condicionan la
demanda de educación en las últimas décadas. Así, gran parte de los estudios apuntan como
factores que afectan positiva y sistemáticamente a la decisión de realizar estudios superiores,
el nivel educativo de los padres, el entorno geográfico donde se habite o el hecho de ser una
mujer. Otras variables, como las tasas de desempleo, la renta del hogar o el número de her­
manos, tienen efectos menos claros y dependen del estudio y del período analizado. Así, la
mayor renta del hogar de origen muestra tener un impacto menor en la decisión de estudiar
en los estudios más recientes.
La aportación central de este trabajo es contrastar, a través de un modelo de elección
discreta, con datos actuales de la nueva Encuesta de Condiciones de Vida de 2004, si se man­
tienen los resultados obtenidos en trabajos anteriores o no. La novedad de esta encuesta, así
como la disponibilidad de medidas de ingresos, no disponibles en otras fuentes (como la
Análisis de los condicionantes socioeconómicos del acceso a la educación superior
53
EPA o los censos), permite retomar y actualizar los estudios de determinantes del acceso a la
educación superior. En el nuevo milenio, buena parte de los condicionantes de acceso se
mantienen. En este sentido, destacan como factores positivos: el hecho de ser mujer; el nivel
educativo de la madre (con un impacto mayor que en el caso del padre); el nivel educativo
del padre (aunque en el caso del padre, la diferencia significativa se produce sobre todo cuan­
do éste completa estudios superiores); otros miembros del hogar con estudios superiores; o el
hecho de que el sustentador principal trabaje. Como significativas y con impacto negativo en
la probabilidad de demandar, aparecen el tener hermanos menores de 16 años, así como el
porcentaje de miembros desempleados en la familia.
Finalmente, hay variables que suponen un cambio destacable respecto a resultados pre­
vios de los años ochenta, y que, sin embargo son coherentes con los observados en los años
noventa. Así, la situación del mercado laboral, la oferta universitaria o el tamaño de la pobla­
ción del hogar de origen parecen no tener efectos significativos en la demanda. Por su parte,
la renta del hogar de origen parece no tener una relación positiva con el acceso a mediados
del nuevo milenio.
Por todo ello, puede deducirse que la renta no es el factor explicativo más importante en
la demanda de educación superior. Se puede decir que las barreras de entrada que existen en
la actualidad en nuestro país para acceder a la universidad se centran fundamentalmente en
cuestiones relativas al nivel educativo de los miembros del hogar (sobre todo de la madre) o
su situación laboral, y no tanto en la renta del hogar o la situación del mercado laboral. Este
resultado corrobora el incremento en el acceso por parte de todos los grupos de renta a este
nivel educativo, en consonancia con los resultados alcanzados en análisis de incidencia dis­
tributiva del gasto público en educación superior. En relación con el sistema de financiación
educativa, parece que las mejoras que en estos períodos se han producido en ciertas políticas
educativas (mejora del sistema de becas, libre acceso a universidades de cualquier CCAA,
etc.) han contribuido a los resultados obtenidos, aunque habría que seguir incidiendo en
aquellas familias con niveles menores de capital humano (San Segundo, 2003).
Notas
1. Como algunas de las aportaciones más recientes a los estudios de incidencia distributiva del gasto público en
educación superior en nuestros días, utilizando la metodología de incidencia normativa, se pueden citar, entre
otros, los siguientes trabajos: Estruch (1995), Pérez (1996), Calero (1996, 1998, 2002), Gimeno (2000), De
Pablos y Gil (2007).
2. Vid. La ponencia presentada al XIV Encuentro de Economía Pública celebrado en Santander en febrero de
2007, L. de Pablos, M. Gil: «Gasto Público en educación superior: Acceso e incidencia».
3. Autores como Richardson (1985), coinciden en la necesidad de que los estudios de incidencia del gasto se
completen con un análisis de los condicionantes socioeconómicos del acceso a la educación superior. Esta au­
tora realiza un estudio de este tipo para el caso australiano. Se trata de un análisis que trata de dar una respuesta
clara de quiénes son los que se benefician de la educación superior, a través del estudio de los determinantes
del acceso a este nivel educativo. Entre ellos, destaca la habilidad del individuo, sus aspiraciones personales y
su capacidad para superar las pruebas de ingreso en la universidad. La renta familiar o la posición socio-eco­
nómica también son importantes, aunque existe una dispersión amplia entre las rentas de las familias cuyos hi­
54
Laura de Pablos Escobar y María Gil Izquierdo
jos acceden a la educación superior y las que no. La profesión del padre también es importante, así como la
cercanía a la información relativa al acceso a la universidad.
4. Para una revisión de los conceptos de equidad en temas educativos, véanse Pérez (1999) y Sánchez Campillo
(1999).
5. En este sentido, hay que destacar que los datos se refieren a muestras y diseños muestrales diferentes.
6. Con la denominación de educación superior se puede englobar en España a toda la enseñanza postsecundaria.
La educación universitaria es la que recoge la práctica totalidad de los estudios superiores, con más del
90-95% de los alumnos. El 5% restante está compuesto por un conjunto de enseñanzas que se pueden agrupar
en tres categorías: estudios que ofrecen una titulación equivalente a la universitaria pero que, por su carácter
específico, no se imparten en la universidad (enseñanzas artísticas de grado superior y la enseñanza superior
militar); la formación profesional de grado superior, que ofrece una titulación postsecundaria, pero de nivel in­
ferior a la universitaria; y, por último, un conjunto de enseñanzas que se rigen por disposiciones legislativas
específicas y que ofrecen una titulación propia no equiparable con el resto de los estudios mencionados. En el
presente trabajo, y debido a la falta de información relativa al resto de enseñanzas, se equipara la educación su­
perior con la universitaria.
7. Aunque hay que tener en cuenta el uso de fuentes de datos diferentes implica en algunos casos decisiones me­
todológicas diferenciadas, en cuanto a la elección de variables, muestra y tipo de análisis.
8. Hay que señalar que existen en la literatura otros trabajos que evalúan los determinantes del acceso a la educa­
ción, aunque no están centrados estrictamente en el nivel de educación superior. Así por ejemplo, el trabajo de
De la Rica y San Martín (1999) se centran en la demanda de estudios de postgrado; Cañada (1999) analiza la
transmisión del capital humano entre una generación y la siguiente; San Segundo y Petrongolo (2002) estudian
los determinantes de la demanda de educación secundaria post-obligatoria, con una muestra de individuos en­
tre 16 y 17 años.
9. Sin embargo, la misma autora señala que en un país como España en el que hay una elevada movilidad laboral
entre regiones, las tasas de paro regionales no son una buena proxy de los costes de oportunidad.
10. Las encuestas que tradicionalmente se han utilizado en este tipo de estudio tienen objetivos múltiples, por lo
que es lógico que no cuenten con información altamente específica sobre, por ejemplo, temas educativos,
como puedan ser el rendimiento académico de los alumnos, si acuden a un centro público o privado, etc.
11. Para el caso de la educación obligatoria, se supone que los padres toman las decisiones relativas a la educación
de sus hijos, derivando utilidad de enviar a sus hijos al colegio. En el caso de la educación superior, es más
plausible pensar que son los hijos (casi mayores de edad en la mayoría de los casos) los que realizan sus pro­
pias decisiones. Aún así, hay que señalar que, para el caso español, y dada la estructura familiar de los estu­
diantes de educación superior, existe siga existiendo, para la mayoría de los estudiantes, una dependencia res­
pecto al hogar familiar, fundamentalmente económica, durante este período educativo. Por ello, se justifica en
nuestro caso la elección del hogar como unidad de análisis.
12. La variable OFERTA muestra la situación del entorno territorial del individuo (su CCAA de origen), en rela­
ción con la oferta de plazas universitarias de su región, siguiendo la propuesta de Calero (1996).
13. Las definiciones del tamaño de las poblaciones se proporcionan en la metodología de la ECV (2004).
14. En concreto, hay una correlación estadísticamente significativa (calculada como correlación por pares) entre
el nivel de estudios de la madre y del padre de un 0,5433, y de un 0,1745 entre la situación laboral del padre y
su nivel de estudios.
15. Las razones estadísticas para adoptar esta decisión se explican con detalle en Green (1998), p. 767.
16. Véanse los resultados obtenidos por sexo en el «Sistema estatal de indicadores de la educación», del INCE, o
en los resultados de aprobados en las Pruebas de Acceso a la Universidad en Estadísticas de la Educación Su­
perior del INE.
Análisis de los condicionantes socioeconómicos del acceso a la educación superior
55
17. Tampoco se obtiene significatividad de esta variable cuando se desagrega en más categorías (trabaja a tiempo
completo, a tiempo parcial, jubilado, etc.).
18. La teoría predice que tasas de desempleo de jóvenes elevadas suponen un incentivo para permanecer en el sis­
tema educativo, mientras que las tasas de paro generales tienen el efecto contrario (San Segundo, 2001).
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