El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón TomoII (continuación) lLtoY por Tesisdoctoralpresentado donAntonioSánchez-Gijón f EL REGIMENJURIDICODE LA TENENCIA DE CASTILLOSY FORTALEZAS Bajo la direccióndel Prof. don JoséAsensi Catedráticode derechoConstitucional de la Universidadde Alicante Noviembre del 2402 Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 276 Capítulo IX DERECHOSDE GUERRAY DE SITIO Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 277 La guerra,a la altura del tiempo de que estamosocuprindonos,es una institucíón. Aunque su conducciónestédeficientementenormada,se sabesiernprequé función pública ha de cumplir en la sociedadde pueblos y naciones:arreglarlas diferencias insolubles por otros métodos,rectificar un agravio, castigaruna ofensa,restituir un bien indebidamentearrebatado,etc. También se sabequiénesson los titulares con derechoa entar en guera o a decla¡arla;y sobretodo, se reconocenlas condicionesque es necesarioreunir para ponerle fin: una rendición o, en el menos dariosode los casos,un tratado oneroso,despuésde los cualesse instala lapaz. En cuanto institución, la guerra entra con títulos propios en el campo de interés del derechopúblico, y en cuanto institución de derechopúblico, puede estudiarsesu historia desdeel punto de vista de su contribución a la formación de la historia del derechocomo disciplina acadánica y jwídica7e2. El periodo que nos ocupa es uno en que se usa y abusade la institución guerra. Pero hay que recalcarque no es la ferocidad de los combatientes,exacerbadapor rencorosasdisputasentre reinos proyectadasa escalaeuropeao por la fractura de la unidad de la Iglesia y en la fe, lo que hace esteperiodo interesantedesdeel punto de vista jurídico. Al fin y al cabo, ambos fenómenosya se habían conocido en el pasadono tan remoto: por ejemplo, en la guerra de los Cien Años entre los reinos de Francia e Inglaterra, o las guerraspor motivos de herejía, como la de los albigenses(siglos XII y XIII) y husitas(siglo XV). Ni siquierala apariciónde fenómenoscomparablescon éstos,como la lucha de los ReyesCatólicoscontralos reyesde Franciapor el dominio del reino de Nápoles,que cubrediez añosa caballoentrelos siglosXV y XVI (y que más tardese repetiría),o la insumisiónde gran partedel Imperio a CarlosV por causa de disputasde fe, dan cuentapor sí mismas de las innovacionesque se registrarána finalesde eseúltimo siglo y comienzosdel siguiente,el XVII, en el ámbito del derecho público. Esasinnovacionestoman dos rumbos:uno que conduceal derechode guerra como parte del derechode genteso derechointernacional,y otra que lleva a la aparición totalmentenovedosade un derechomilitar. tn' A esterespecto,Luis G. de Valdeavellano precisa: "La Historia de las Instituciones políticas y administrativases historia del ordenamientojurídico-público y, en cuanto tal, responde,como la Historia del Derecho,a dos ámbitosde conocimientodistintos:por una parte,la Historia; por otra, la Ciencia normativa del Derecho público". VALDEAVELLANO. Curso de Historia de las Institucíones españolas. De los orígenesal final de la Edad Media. Madrid, p. 98. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 278 NUEVOS MODOS DE ARBITRAR EL DERECHO DE GUERRA Pero si hemos dicho que ni la intensificación de la frecuenciani la ferocidad de las guerrasson por sí solaslas causasde que aparezcaesederechode guerrarenovado, junto al derechomilitar, nos debemospreguntarcuál o cuálesson las causaseficientes de la onergenciajurídica de ambos. SobreestacuestiónHedly Bull ha aportadouna teoría innatista. En su World Politics Bull señalaque la normativización de la guerra tiene su origen en reglas morales y todo cuanto deriva de procedimientosy costumbres:"... la guerra es de hecho un fenómenoinherentementenormativo; no se la puedeimaginar apartadade reglas segúnlas cualeslos sereshumanosreconocenlos comportamientosapropiadosy definen sus actitudeshacia ella". La guerra es un choquede agentesque se re@noceny usan la fuerza unos contra otros, "según reglas que puedenentendery aplicar". Por encima de esto, además,tienen como sereshumanossentimientosmorales y hacen ParaBull, pues,el caminoentrela predisposicióndel hombre a la eleccionesmoralesTe3. guerra y su voluntad y capacidadde atenerseen ella a nonnas es muy corto, y está facilitadopor la predisposicionmoral del individuo. Podríamoscalificar estemodo de pensarcomo iusnaturalista;un iusnaturalismoimpregnadode optimismo kantiano, muy propio del espíritu redentoristasobreel que se reconstruyóel sistemainternacional como sociedadde nacioneso NacionesUnidasdespuésde ls segundaguerramundial. Por tanto,no podemosver la opinión de Bull más que como una expresiónhistóricade humanasde sujetarla guerraa norrnasque la modereno, mejor aún, que las esperanzas Y en consecuencia debemosproponerotra respuestaa la preguntade por la suprimantno. qué en las guerrasse buscala normativizaciín de los comportamientosy se procura sujetarpor leyesa los agentesque las hacen,principalmentea los soldados.Esto es, la razónde la emergenciade un derechode guerrarenovadoy de un derechomilitar acordecon é1.Lo que haremossólo en el limitado marco históricoque nos hemos propuesto,y que hemoselegidoprecisamenteporquea travésde las prácticasextremas de la guerra,movidaspor una pasiónreligiosaque ahogabaala razón de estado,se contribuyóa que se crearancondicionespor las que los estadosse comprometíana tn' Hedley BULL, Wortd Potitic.s.Vol. 31,1979. En Geoffrey BEST, Humanity in Warfare.The modern History of the InternationalLaw of Armed. Londres,p. l. tno Clause*itz era escépticorespectode la posibilidad de que la guerra pudiese limitarse mediante unos principios ilustrados.Si en el siglo XVIII la guerrase limitaba a los combatesentre los ejércitos,se debió a una inconsistenciaen el modo de conducir la zuerra. no a la Ilustración. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 279 nonnar sus relaciones,en un marco que primero se entendía derechode gentesy 'co*o luego derechointernacional,donde la guerra como fenómenojuridico objetivo acabó por entrarTes. Creemosque la causaeficiente de esaaparición y evolución se encuentraen el desplazamientodel debatesobrela guerra,hastaentoncesembargadopor la moral y la religión en su búsquedade las razonesde la guerrajusta, a la mirada sobrela guerra como fenómenopolítico objetivo; ello unido a la aparición de nuevosmodos de hacer la guena; modos que reciamabanla movilización de recursosmateriales,organizativosy técnicospor cuentade un agentenuevo, el estadosoberano,y en una escalade intensidadtal que permite postular que por causade su frecuenciae intensidadse produceun cambio de mentalidad,impuestopor la necesidady la convenienciade los combatientes.Rechazandola perspectivainnatista de Bull sobrelas normas que se puedenaplicar en la guerra, sí se puede abrazarsu postuladodel reconocimientomufuo de las reglas que los combatientesconsiderannecesariasy convenientes;reglas que, precisamentepor esereconocimientomutuo, se convierten en leyes de la guerra,y sin esereconocimientono son leyes.A haceresasleyescontribuyede modo erninentela experienciade la guerrade sitio. Bobbio consideraque la teoría del bellum iustum fue puestaen crisis por la aplicaciónde los métodosdel positivismojurídico; por otro lado, el conceptode derechode guerra,o derechoen la guerra, ius belli, ha sido puestoen cuestiónpor los pasoshaciala guelTaentendidacomo totalidad,debido a la apariciónde ¿rrmascadavez más potentes,cuyo uso no admite fácilmentelimitacionestnó. Estastransformaciones se produjeronen el cursode ciertosprocesosde la evoluciónhistórica,y es preciso tomarlasen cuentadesdeuna perspectivahistórica. La aplicacióndel métodohistóricopondráde manifiestolas ocasionesen que se presentala necesidadde renovaciónde la normativa,y las oportunidadesrealesde hacerlo.El métodojurídico, por su parte,nos ayudaráa identificarlo que es creaciónexnovo y distinguirlo,por un lado, de aquelloque por venir del pasadoes antecedente, tn5 Geoffrey Best pone el inicio de esatendenciahacia lo que él llama derecho internacional humanit¿rio en el siglo XVI. BEST. Op. cit. p. l6- 17. Best admite que el derechode guerrase ha halladosiempreen el "evanescenteumbral de la jurisprudencia", por usar una expresión del jurista de la guerra Thomas Erskine Holland; o bien, "en el umbral evanescentedel derecho i¡ternacional", para usar la expresión de Hersh Lauterpacht.Best, que se asombrade que el derecho de guerra funcione, dice: "Y en efecto funciona. Todas las gueff¿Isinternacionales,y algunasgue¡rasciviles, desdeel siglo XWII se han suavizadopor obra del derechode guerra".BEST. Op. cit., p. 12. tnu BOBBIO. Les Rapports entre guel"reet droit,en "La guerre et sesüéories". En "Annales de PhilosophiePolitique". PressesUniversitairesde France.Paris 1970,p. 9. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 280 consuetudineo jurisprudencia, y por otro de todo aquello que decaeo estáa punto de decaerjurídicamente. Lo que ha decaídoen el tiempo que nos ocupa es la noción de guerrajusta. En los siglos XVI t XII el derechode guerra alcarzó un grado elevado de autonomíarespectodel universo moral propio del derechode gentes,tal como entendieronéstelos escolásticosen su concepciónglobal del derechonatural. Yánquez de Menchacaes un ejernplo de esemodo de considerarla guerra: segúné1,éstano es institución de derechode gentes,sino que tuvo su origen en la separacióny división del dominio de las cosastnt. Es el mismo pensamientode Luis de Molina, quien estudiael derechode guerra en el hatado que dedica a los modos de adquirir la propiedadTes. Aparece así la guerra vinculada al derechonatural, pero desprovistade cualquier sustantiüdad moral. Por derechode gentesse creaninstituciones,no porque seanjustaso injustas, sino porque son útiles. Yázquez aporta el ejernplo de la esclavitud,que es un hecho incontrastable antesque una injusticiaTee,en ñn, una institución que para Domingo de Soto era piadosa y utilísimatoo.Lo que a Menchacale importa en la guerraes su resultado,no su motivaciónjusta o injusta.Dirigiéndosea susresultadoses como se puedemoderarlas que el derechonaturalpermitiría8ol. más extremasconsecuencias 7e7"Las gueras se inventaron, no dispositivamente,como han pensadoalgunos, sino causativay ocasionalmente,porque las guerrasno fueron establecidaspor el Derecho de Gentes,sino que, habiendo sido separadoy dividido el dominio de las cosas,habiéndosehechola distinciónde lo tuyo y lo mio, surgieronentonceslas guerras...El dominio, pues,tuvo por origen el ansiay deseode dominar,y la divenidad de los ánimos.produjo las guerras.Por eso el Derecho de Gentesno produjo las guerrassino la ocasiónde guerrear".VAZQUEZ DE MENCFTACA.Controversiarum,I,cap. IX, no.5 y 6. toE Fraga comenta este aspectoparticular del pensamientode Molina: "EI Rey iba ala gue[a en busca de un Ducadode Milan o de un Reino de Nápoles;el generaliba a por un feudo y riquezas;el soldado,a lo que garbeasepor susmanos.De aquí la continuaalusiónal postliminio, etc". FRAGA IRIBARNE. turs de Molina v el derecho de la guena. Madrid 1947, p. 146. t* "... ,i la esclavitudse instlruyópor Derechode óentes, no porque ella seadura e inicua, sino para evitar mayores males y más crueles,como la matanza,carnicería y despedazamientode los prisioneros, ¿,quépuede importar que los vencidos seanaprisionadosen guerrajusta o injusta, para que se los haga o no siervosde los que los han cogido?¿Porqué siendola guerrajusta,los vencidospuedensalvarsu vida quedandoreducidos a esclavirud,y siendo la guerra injusta - es decir, justa para ellos - habrían de ser destruídospor no poder el enemigoreducirlosa esclavitud?No se olvide que no pudiendoel vencedor esclavizar a los vencidos, verosimílmente los destruirá,ya que su conservaciónes por parte de aquél un peligro permanente". V I\ZQUEZ DE MENCFIA CA. Controversiarum,L. I, cap. IX, no. 14 a 17. t* Lo dic. Yázquez de Menchaca:"A ñn de evitar tantamatanzainútil se perrnitió la esclavitud y los vencedores,en vez de matar a sus prisioneros, los vendieron. Por lo cual afirma Domingo de Soto que tal invención,no sólo es lícita, sino piadosay utilísima para los mortales".VAZQIJEZ DE MENCHACA. Controversiantm,I,cap. IX, no. 5 y 6. 80rAeste respectodice Adolfo Miaja de la Muela sobre Vázquez de Menchaca: "cree que la guerra, por regla general, sólo serájustapara una de las partes,pero a renglón seguido concedelos mismos efectosa la guerrajusta que a la que carecedejustificaciót: rechazala opinión de los que afirrnan que la guerra injusta no atribuye dominio, pero atribuye a estedominio el carácterde revocable, quedandoel que lo adquirió obligado a la restitución. En suma, la doctri¡a del jurista vallisoletano sobre la guerra es Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 281 Ambas transformacionesreflejan la presión de la utilidad y la necesidaden las ideas que las gentesse han ido formando sobrela guerra.Es útil para el estado de las consideracionesde justicia como guía suprernay única de su desembarazarse conducta.Por otro lado, las operacionesdel estadorequierendiligencia y prontitud en la acción, mientas que las exigenciasde la justicia imponen demoradosjuicios y polémicos arbitrajes.La guerra es por esenciala acción diligente y pronta, y su consumaciónpor medio del triunfo suponela imposición de una sentenciajudicial y el arbitraje más incondicionado; así, para Luis de Molina, "el vencedor deberárecordar que él es un juez, y no un demandante,al pronunciar sentenciacontra los enemigosy contra el Estadovencido"802.ParaDiego de Covam¡bias,la guerravindicativa hace las vecesde un tribunal de justicia. Lo que es más, frecuentementees de utilidad general que una guerra termine cuanto antes,aunquesu fin comporte la confirmación de un grado mayor o menor de injusticia. Por otra parte, al beligerantele aparececomo necesariala maximización de todoslos recursosmilitares a su disposición,puessu fin no es otro que la pronta terminación de la guerra,por medio de la imposición crecientede cargasy penalidades Por lo al enemigo,a manerade castigoa plazosde la sentenciafinal que le preparato3. que la tendenciaalatotalización de la guerra es ínsita a su propia naturaleza,aunque puedeverse frenadapor las convencionestácita o explícitamenteacordadasentre los de interéspropiosM.Estalimitación beligerantes,paralimitar el dañopor r¿rzones mufuamenteacordadasupone,además,una equiparaciónen derechosde los dos de esemodo, la beligerantes,dadoque los dos se los reconocenrecíprocamente; reciprocidadaparececomo un principio conformadordel derechode guerra,en cuanto indecisa,oscilante entre el imperativo de justicia que ha guiado a sus maestrosy un deseode humamzar susnonnascon el fin de moderarla aplicaciónestrictade los principios defendidospor los teólogosde la escuelavitoriana". MIAJA DE LA MUELA, Internacionalistas españolesdelsiglo XVI. Fernando Vázquezde Menchaca l5 l2- 1569).Prólogode Camilo Barcia Trelles. 1932,p. 80. 802MOLINA. De iustitia.Los seislibros de la justicia. DisputaciónC)Oil, 5. tot Bobbio estima que hay que distinguu entre la guerra como medio y la guerra como fin, en su relación con el derecho:por un lado, "la consideraciónde la guerra como medio de restablecerel derecho transgredidoequivale a atribuir a la guerra el carácterde sanción"; estaanalogía es sólo superficial, ya que una sanción que no estárespaldadapor las garantíaspropias de un juicio (que la justicia sení '\¡n cumplida) no da necesariamentela razón a quien la tiene; por eso la guerra tiene por fin establecer procediiento que permite al que la gana tener raz6n". BOBBIO. Op.cit. P. 9 t* Walzer no tiene mucha fe en los mecanismosde moderación de la tendenciaa los excesosde la guerra: 'No decimos que la guerra seael infierno porque sus enfrentamientoscarezcande toda restricción. Nos aproximaremosmás a Ia verdad si afirmamos que, por encima de ciertas cotas, el carácter infermal de Ia guerra nos arrastraa desentendernosde cualquier límite residual con tal de obtener la victoria. En esto radica Ia postrerati¡anía: quienesresistena la agresión se ven obligados a imita¡, y quizas incluso a exeder, la brutalidad del agresoC'.Michael WALZER, guenas justas e injustas. Paidós.Barcelona2001, p. 65, Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 282 modula o condiciona la necesidad:lo que yo hagopor necesidadal enemigo,puede el enemigohacermelo ami por reciprocidad, no por estrictanecesidad;así que yo seréel primer interesadoen moderar las respuestasa las necesidadesque me constriñen.80s. Pero no es sólo el ternor lo que mueve a acogerseal principio de reciprocidad; también es la esperanzade beneficios futuros: si ofrezco a una plazauna capitulación benigna, esperoque la próxima vez el enanigo me conespondade la misma forma cuandolas Los griegos y romanostenían frecuentementerazonespragmáticas tornas se vuelvan806. para la benignidad en la guerra,basadasen el interéspropio, esa"nodriza del humanitarismoen el desarrollo de las leyes de la guerra", como dice Bond807.En equivale a un contrato Molina, la reciprocidad se reviste de virtualidad contractualso8; Esta de la que, si se rompe, convocainmediatamentela sanciónde la represalia80e. represaliaes una institución que (no hace falta decirlo) figora como uno de los instrumentosde guerra a disposición de los contendientesde cualquier épocay lugar, de to' Los mecanismospsicológicos de esta tendenciainstintiva a codificar pautasde comportamiento ha sido esrudiadapor Robert Axelrod. En referencia a la guerra de trincheras en el frente francésdurante la I Guerra Mundial, afirma que se producia una interacción sostenida, "cuyo resultado establepodía ser la cooperaciónmutua basadaen la reciprocidad. En particular, ambaspartes seguíanestrategiasque no querían ser los primeros en romper, pero que seríanprovocados si era el otro el que las abandonaba" Este comportamiento i¡ducía acuerdossilenciososde no agresión.,treguastácitas, etc. La autocontención solía ser correspondida. Si los alemaneshacíandificil que los francesesrecogierassus raciones,los francesesharian dificil que los alemanescogieran las suyas. En principio la artillería parecíatener menos interesescreadosen este tipo de acomodos,pero los infantes sabíanmeter en el juego a los artilleros, invirándolescon regalos a las trincheras y hacerlescomprenderlas ventajasdel juego. AXELROD, op. cit. p. 77 y ss. Estejuego de la tropa era roto por los jefes orden¡indolesrealizar "raids" a las trncheras enemigas.donde los soldadossolo podíansalva¡susvidas matandoal enemigo.En estecaso,el mecanismode reciprocidad que les había llevado a estabilizar el frente, les empujaba a escalarla violencia como venganza,eso sí, como confirmadoel valor normativo de la reciprocidad. 8tu Diego García de Palacio alude a lo convenienteque es mantenerel principio de ejemplaridad en las tratativaspara entreg¿uuna plaza: "Y assi al que tratare en cualquier manera de rendir y entregar su ciudad, es razon hazelle mucha merced, buen tratamiento y commodidad, para que quando otra cosa tal se offrezca. no falte quien por el premio o favor que especira,haga o_trossemejantes,y que en los partidos y conciertosque con el se hizieren,se guardelo assentado".GARCIA DE PALACIO. Dialogos militares. México 1583.Editadopor Edicionesde CulruraHisprínica.Madrid 1944,fol. 85v. tn' Ja-.. E. Bond, The Rulesof Riot.Internal Securi1tand the Law of War. PrincetonUniversity Press,p. il. E08"Por lo que toca a la segundacuestión(si es lícito romper la fe prometidaa los enemigos),faltandoa 'Cuando se promete prometidoo justamentepactadocon ellos... Y así dice SanAgustín: lo.¡ustamente algo deberácumplirse, incluso al enemigo contra quien se combate,cuanto más al amigo a quien se defiende.Pero si el enemigono cumple lo establecido,tampoconosotrosestamosobligadosa cumplirlo'. Por ejemplo, si se establecentemporalmenteunas treguasy el adversariono las respeta,tampoco nosotros estamosobligados a hacerlo, aun cuando se hayan confrrmado por juramento. Ya que todo pacto lleva siemprela condición tácita: con tal de que tu Io cumplas...,con tal que tu recíprocamentelo cumplasen su totalidad".MOLINA. Op. cit. DisputaciónCXI. 'w El empe.ador Carlos V expresabaesosdos mensajesde forma ambivalente con estarespuestaa Enrique VIII, que en 1528 le declaró la guerra en alianza con el rey de Francia, y transmitida por medio del rey de armas del monarca inglés : ú'... porque yo tengo algunos súbditos suyos que puedo prender, le direis que si me quiererestirui¡los mios, que yo le restituirélos suyos,y si no, como él tratarelos míos así trataré yo los suyos". En Tratados internacionales de España. Carlos V. III-III.- España-Francia ( t 5 2 5 - 1 5 2 5 )P. o r P . M A R Ñ O . C S I C .M a d r i d 1 9 8 6 , p . 2 5 8 . Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 283 poco menor eficacia que las ¿umasmás potentes8l0.Para el maestrede campo Francisco de Melo el ejanplo tiene el valor indicativo de una ley de guerr4 en el casodel trato dado a los prisionerosstt.Como dice C. Phillipson, el énfasisque los griegos ponían en la represalia,"llegó a constituirse...en actojurídico regulzarizado"sr2. Sin embargoel principio de reciprocidad,que en gran parte estámotivado por razonesoperativasy utilitarias, no es suficiente para explicar la tendenciaa la normativización de la guerra,tal como observaTelford Taylor8l3.Por supuesto,como exigía Yáuquezde Menchaca,las norrnasdebíantambién serjustas para adquirir valor de ley, pero en materia de guerra era preciso que la necesidadcontribuyerade alguna forma jurídicamente razonablea la formación del derechode guerra. Los siglos XVI y XVII estanllenos de justificaciones de la necesidadcomo principio transformadordel derecho.Lo manifiesta Ayala con toda claridad: "Y ciertamenteque la necesidad muchasveceshacelícito lo que de oto modo no lo sería"814. No sólo eso,sino que tampoco pareceríailegal hacerlo cuandotales cosasson útiles al estado,pues él es el supremodador de normas. SegúnAyala, "No puede decirseque seacontra ley lo que se 8'0Fraga atribuye a Molina la teoría de que hay una relación de la represaliacon el comercio. Se supone que las represaliasse originaban por iniciativa de particularespara resarcirsede pérdidas por actos injustos de un príncipe contra las propiedadesdel súbdito de otro príncipe. Y comenta Fraga sobre ese parecerde Molura: "La insnrución siguió en pie hasta fines del siglo XVII. El mismo Grocio la justificaba con todo lujo de detalles.Lo único que se rechazaya en estaépoca es el erastum o responsabilidad personal,reduciendoselas represaliasa los bienes. "Molina (que sigue fundamentalmentela doctrina de Bártolo), afirma que, en principio, las represalias son lícitas.Paraello han de reuni¡ las condicionessiguientes: "lo. Autoridad legítima. "2o. Causajusta "3". Denegaciónde justicia. "En primer lugar. sólo el soberanopuede ordenar las represalias,lo mismo que es el único que puede declarar la guerra. "En segundotérmino, licet autem minor causa sfficiens sit, ut represaliare concedantur, quam ut bellum indicatur; sequititur tamen non levis causa. Ha de ser una violación del Derecho de cierta gravedad,para que procedael empleode un medio en sí mismo grave. "Finalmente.es precisoque el Gobiernoque va a decreta¡las represaliasse dirija previamentea aquel cuyos súbditoslas han provocadoy las van a sufrir. Solo en casode denegacióndejusricia procederáa seguiradeiante".FRAGA IRIBARNE. Op.cit.P. 162y s 8" Obs"*u Melo que "sirve el ejemplode ley" en el casode que el enemigouse de crueldadcontra los prisioneros que retiene, pues la misma crueldad usará el otro con los que guarda. MELO. Política militar en Avisosgenerales.Edición prologadapor JoaquínRODRIGUEZ ARZUA. Madrid 1944,p. 165. *'' C. PHILLIPSON, II InternationalLaw and Customsof Ancient Greeceand Rome. l9l l, p. 357. En JamesE. Bond, The Rootsof Riot. Internal Conflict and the Law of War. Princeton University Press,p. t2. 813"It is not easy to consider theserules as nothing more than strategicmilitary wisdom. A commander does not kill his prisoners becausehe does not want his own men slaughteredif they fall into an enemy's hands. Civilian populations should not be eliminated after they have been conqueredsince they can work for, pay tribute to, or be conscripted into, üe victorious army. Unrestrainedwarfare would jeopardize reconciliation and make later trade and peaceful intercourseimpossible. But many of the historical restraintson war cannot be explained solely by such strategicpragmatism". TAYLOR. Prólogo a The Law of lilar. A documentaryHistory, vol. I, ed.por Leon Friedman. Nueva York ??, p. 5. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 284 hace con urgentenecesidady aconsejadopor la utilidad pública. Pues el supremo Derecho,que Júpiter sanciona- como dice Cicerón - hace que seanlegítimas y justas todas las cosassaludablespara la República". Para García de Palacio la necesidadejerce su imperio acuciosamente:nada debeimpedir "la diligencia y libertadesque se deven tener en los necessariosy pres¡os hechosde la guerra"8l5.Lo que es más, la prestezaen la ejecuciónpuedetener tanta fuerzajustificatoria como la necesidad;así pareceverlo Campanella,que en materia de justicia criminal con pena capital aconsejadilatar la causa,pero en materia de guerra cree que debe acelerarsettu.Un militar como Francisco de Melo no podía hacer sino adherirsecon entusiasmoa esemodo de pensar8lT. Contra estecriterio de utilidad como principio del derechose pronunció Grocio, replicando a Bodino; para el holandés,la utilidad pertenecea la política, no al derecho8l8.Pudiendoestarde acuerdocon Grocio en estepunto, cabríanotar, sin embargo,que la política es un precursoro alcaloide del derecho,por decirlo de forma que exima de entrar en digresionesen un tema que ya ha sido repetiday suficienternente tratadopor autorescompetentes. Porquedebemosreconocerla existenciade dos orbes políticosdistintos,que mencionaremosa continuación,en los que el principio de utilidad se muestraconsiderablementeoperativo e influyente en las determinaciones jurídicashistóricamenteproducidas.Nos referimosal ámbito del estado,de un lado, y al mundo de la guerra,o militar si se prefiere,por otro, los cualesserántratados sucesivamente,aunqueen el casode la guerra o militar lo haremosmiís detenidamente sobrela especificidadque nos interesa,que es la guerrade sitio. Las fuerzasque transformanel derechobajo la presiónde la necesidady la urgencia,pero sobretodo de la utilidad, confluyeroncon, pero tambiénse vieron contenidaspor, las tendenciasjurídicas que desdela baja EdadMedia radicabanen el *'t AYALA. De lasle1,e-s 1,de losoficios de la guerra. Libro segundo,cap.Y , 7) p. 322. t't G R R C Í A D E P A L A C I O .o D . c i t . F o l . 9 l r . *ro"Las causascriminalesllevensesin prisa en tiempo de paz,puesningún retrasoen la decisiónde la muerte del hombre se hace largo, pero de ningún modo en tiempo de guerra". Tomas de CAMPANELLA. La Monarquía Hispónica. CapítuloXIII, "La justicia y su contenido".Traduccióndel latín, prólogo y notascríticasde Primitivo MARIÑO. Centro de EstudiosConstitucionales. Madrid 1982.P.79. 617"No hay ley que asientebien sobreel súbito furor de las armas,dondede todo punto son imposiblesde observarse". MELO. Op. cit. P.162. 8¡E Grocio separala utilidad de los principios del derecho.Cuandoexplica enlos Prolegomenaa su tratado de los derechosde guerra y paz las doctrinas y autoresque ha estudiadopara elaborar sus tesis, dice textualmente:"Me abstuvede lo que es de otra disciplina,como es Io que se hacepor utilidad, porque esto tiene su disciphna especial,la política. Esta trata por separadoA-ristótelesen sus límites para no mezclarla con otrs materias.Bodino hizo lo contrario. En él estadisciplina se confunde con el Derecho. Sin embargo, en no pocos pasajesde su obra hice mención de lo útil, aunquede paso y para distinguirlo claramentedel Derecho". De iure belli ac pacis. En Hugo Grocio. Del derecho de presa. Del Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 285 rey la principal fuente del derecho.En estapersonalizacióndel derechoen favor del principe observaremosdos momentos.En efecto, tan pronto como se subjetiüza en su personael derecho,ernpiezaa operar otra fuerza que reclama su objetivación. Veamos esto. La extensiónde la jurisdicción del rey supusoen su momento la suspensióny caducidadde las jurisdicciones señoriales.Al asumir el rey el monopolio de la jurisdicción, se obligaba a dos cosas:a organizar el aparatode lajusticia, su gobierno y administración,y a asegurarque el ejercicio de la jurisdicción fuesejusto, esto es, que sirviesepara impartir justicia imparcial. Paraque la justicia fueseimparcial era necesarioque el rey, fuente del derecho,se separasecuanto fueseposible del acto de juzgar. Esto era especialmenteproblemático en los asuntosde guerra,pues él era el dueñoyjefe de susejércitos En el ámbito del derechode guerra cabe,pues,preguntarsecuándo los reyes se planteanla necesidadde impartir justicia como un acto diferenciadode su obligación de mantener,mostrar,imponery ejernplarizarla nofina y la disciplinamilitares; cuándose pasade la libre disponibilidad del instrumental punitivo por parte del monarca,o de su corte,mediantevoluntariososactossubjetivosde interpretaciónde lo que esjusto y debido, a la objetivación de las normasy el ernpleode aquel instrumental punitivo de modo impersonale independientede su persona.Por ejemplo,se sabeque el emperador y de modo expeditivo,la aplicaciónde castigosde la máxima ordenópersonalmente, dureza,pero tambiénque dispusoque el consejode Guerrase sirviesedejuristas para asesorarse en casosde la mayor gravedad.En su tiempo se fue pasandodel principio de que "es ley cuantoplace al príncipe" al de nemoiudex in sua causa,por el que el príncipese haceobjetivamenteajenoa la causa,y los jueces,formalmente,adquieren independencia. La cuestión,planteadaasí,buscadeterminarel tránsitoentreel reconocimiento por partede los gobemantesde "la existenciade una situaciónjurídica subjetiva",en expresiónde Duguit, a otra en que "declaranquererque se realicey anuncianque, si es necesario,la coacciónmaterialde que disponense emplearáparaasegurarlarcalización por la fuerza"8le.Con mayor precisión,se trata de cuándoy de qué modo se revelauna En los voluntad.no subietivamente.sino como manifestacióndel acto iurisdiccionals20. derecho de la guerra ¡t de la paz. Edición bilingúe y notas de Primitivo MARÑO PEREZ. Centro de Madrid 1987,p. XIX. EsrudiosConstirucionales. 8'9DUGLIT.L'Etat, le Droit objectifet la loi positive,p.416. 820DUGLTIT.L'acte administratif et l'actejurbdictionel, en "Revue de Droit Public", 1906,p.449. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón . 286 ámbitos militar y de guerra, sujetosa severasprescripcionesdisciplina¡ias y penales, estacuestiónadquiereespecialrelevancia,porque no se percibe con nitidez la línea que separalo disciplinario de lo penal; en la guerra,las penasson casi todas arbitrarias,nos dice Mosquera,aunqueno deben ser afrentosas82l. Tatr arbitrariasparecíanser por necesidadlas penas,que una de ellas que Mosquera considerabaafrentosa(dar cuerdaa los soldados),fue sacadadel catálogoy convertida cuarentaaños despuésen no afrentosa82tEst" es un terna que honos tratado de describir con cierta extensiónen el capítulo correspondientea la evolución de la justicia militar en los siglos XVI y XVII. EN BUSCA DE LIN DERECHO DE SITIO Entraremosahorabrevernenteen el otro orbe político, el que sr¡rgede modo mas o menos súbito y espontáneoen una situación de sitio o asedio.El ordenamientocomún del estado,de cualquier tipo que sea,es puesto a prueba en una situación como la que se da en un sitio o, peor aún, en un asedio."El asedioes la más antigua forma de guerra total", dice Michael Walzer823. El ordenamientolegal que rige la convivenciadentrode una ciudadasediadafracasa;dentrode ella se produceun crucecaóticode jurisdicciones,surgenconflictosideológicosy de lealtades;hay una canerahaciala concentracióndictatorialde la autoridaden manosdel ejército;inevitablementedentro de éstese producenfracturas,ya que los interesesde los diversosestamentosmilitares suelenser contradictorios;los procedimientosordinariosde la justicia se ven obstruídos, y si hay que administrarla,es por la vía más expeditiva;generalmentese tratade una nueva'Justicia" arbitradapor el jefe militar. El recursojurídico que ap¿uece como más eficazy resolutivoparatratarde despejarlas crisis de todos los subsistemas dentrode una plazasitiadao asediada,los cualesexigensimultáneay competitivamente 8:l CristóbalMosqueraargumenladel siguientemodo: dado que casi todaslas penrrsque se dan por justicia en la guerra son arbitrarias, el auditor ha de procurar que por ellas no quede destruido el soldado, ni siquiera por las que son corporís aflictivas, ni que entrañen vergüenzapública, como cuerda o azotes, "ni semejantescastigosignominiosos de plebeyos". Estaspenasdejarian al soldado afrentado, por lo que quedaríanindignos de "igualarse en las hileras" con caballeros,hijosdalgo y "professoresde honra", como decía Sanchode Londoño y nos recuerdaMosquera. Hay muchas otftis pen¿¡smás adecuadas: multas,servicioen galeras("oficio de soldado...en estadomas humilde"), prisionesy pnvación del cargo. MOSQUERA DE FIGUEROA, Comentario en breve compendio de disciplina militar, en que se escrivela jornada de las islasde losAqores.Madrid 1596,fol. I l6v-l l7r. 822 la disciplina militar había decaídotanto, que fue preciso restaurarlacomo castigo no afrentoso; así lo hicieron las Ordenanzasde Felipe IV, de 1632. "Que ningun Soldado seacondenadoen pena afrentosa por ningun delito que cometa, salvo si fuere hurto o traycion. Y declaro no ser pena afrentosatrato de cuerda..." Ordenanzasde Felipe IV. 58. 1632. Un ejemplaren Ia BibliotecaNacional de Madrid, sign. R 35552. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 287 solucionesurgentes,es el derechopenal entendidode forma sumaria,y más específicamenteel militar. Una situación tan compleja como ésta,añadeWalzer en referenciaa los asediosen tiernposrecientes,"a¡rudaa explicar, aunquesostendréque no la justific4 la peculiar categoríaque ocupan las tácticasde asedioen las leyes de la ..R)4 guelTa"--'. Para aplicar las penasmás duras contra los que defienden lapl.aza(comocastigar la resistenciaobstinadao insensata)o contra los que dentro de una plaza se oponen a la resistencia(por ejemplo, los civiles frente a los militares) haría falta, de acuerdocon nonnas propias de la jurisdicción correspondiente,que éstashubieran sido manifestadas con relación al estadode excepciónpropio de un sitio o asedio.Paraque un acto de riguroso castigo seajusto, tiene que atenersea esteprincipio: no hay sanción sin precepto, ni preceptosin sanción8tt.En el casode la guerra de sitio nos preguntarernossi los preceptosy las sancionesestabanenunciadospor alguna normativa promulgadade forma positiva, o si esanormativa era meramenteaceptadacomo costumbre,o una prácticaera seguidaocasionalmente como "uso"; en fi.n,no otra cosaque fuentesdel derechosumamenteimprecisascomo paraser útiles a la justicia en una situacionesde tan intensaconflictividad. Como comentarioal margen,pero también como ilustración de la confusa tipificaciónjurídica de las situacionesmás exfemosasde los asedios,digamosque Walzer se asombrade que, cuandosejuzgó como posible crimen de guerrael sitio y asediopor hambrede los alernanessobreLeningradoen la II GM, el jefe alemánque, paraexacerbarel hambredentrode la ciudad,cañoneóa la poblacióncivil que intentaba escaparlibremente,fue absueltoporqueel tribunal consideróque, simplanente,había aplicadouna prácticalegal de la guerra826. Aunquetodo lo relacionadocon el derechode sitio y asedioduranteel periodo que nos ocupafueseimprecisoy confuso,existíasin embargouna normativaexpresada 82rwALZER. op. cit., p.223. tto l b i d . .o . 2 2 6 . 8tt No ioi"r"sa aquí el debatede si la sanciónforma parte o no de la norma. REDENTI sostieneque una normajurídica constade dos proposiciones:un preceptoy ciertas"providenciasde reaccióncontra el crimen o el entuertorepresentadopor la transgresióno inobservanciadel precepto"(Derechoprocesal, t. I, p. l 0). Le sigue VOCINO, para quien la sanciónes pafe esencialde la norma (Considerazioni sulgíudicalo, Milán 1963,pp. I0 y ss.) Se les opone VELLANI, quien dice que "la sanciónno es r¡n elementoesencialde la normajurídica", aunqueconcedeque "en las normasen que esüipresentecumple...una propia función autónoma,estoes, la de disponerla reacción,que deberáo podÉ seguir a la inobservanciade un precepto" (Nanraleza de la cosajuzgada. úad. SENTIS MELENDO, BuenosAires 1958).Creemosque para la concienciajurídica del periodo que nos ocupa la sanciónes parte integral y esencialde la norma. 826WALZER, op. Cit., pp.229232. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 288 de forma positiva y clara, y segúnella, cuandose rendía una plaza, el que la gobernaba caía indefectiblementeen las previsionesjurisdiccionales del derechopenal, o el de guera, ya que habíajurado dar la vida para que el príncipe no se viera desprovistode su bien, y si la entregabadeberíajustificar que el bien preservadocon la entrega(por ejemplo, la vida de sus soldados,o de la población) era mayor que el bien perdido, esto es, que la propia plaza.Naturalmente,no podía poner su propia üda en el plato de la balanzadonde se colocabanlas otras vidas; la suya no debía entrar en la pesada.En la entrega delaplaz4 esosbienesque se preseryandebensalvarsea beneficio del príncipe; esto es, los soldadoshan de poder seguir sirviéndole en otros combatesy los pobladoresdelaplaza seguirárnsiendo sus vasallos.Si no fuese así, si perdiesesoldados o vasallos,el agravio, la pérdida de la propiedaddel príncipe seríamayor, y por lo tanto más grave la responsabilidaddel gobernador.Pero no debe extrañamosque notmas que parecíanmuy precisas,como las del título XVIII de la Partida segunda,entrasenen zonadominadapor la imprecisiónde los preceptos,cuandose los sometíaa la pruebade la experienciaen una guerra completamentediferente de aquélla en que se concibieron los viejos principios.Veamosestatransformación. El derechode fortalezasmedieval descansabasobreel principio de la autonomía, o independenciasi se prefiere,de los que se acogíana él por algun pacto o conveniencia:la tenenciade un castillo requeríauna "postura" contractualy un juramento entre dos person¿rs. La construcciónde los muros de una plaza,su guarday defensa,se regulabanpor ordenanzascomunalesde la villa o ciudad;éstaseranmuradas o no segúnlos prescribieransusfueros.En suma,la fortificación de los lugares habitadosno era,por decirlo de algunaforma, cuestiónde derechopúblico del reino. Esto cambiaen la edadmoderna,cuandoninguna fortalezaescapa a la jurisdicción real. Entoncesestetema se convierteen cuestiónde derechopúblico. Aunque Bodin no se atrevióa elevarla construcciónde fortalezasparadefensade las ciudadesa ley del reino, sí lo hizo añosdespuésun antibodinianocomo pedro Barbosa,quien lo de construircastillosen las ciudadesson cosasque "estanya transformadasen una especie de derechode las gentes,como es estade castillos"827. 82t Pedro BARBOSA. Discursosde la iuridica y verdadera razon de estado... Contra Machavelo (sic) t'Bodino v los demaspoliticos de nuestros tiemposy sussequazes.Coimbra, sin fecha de publicación, reinado de Felipe IV, fol. 147v. El jurisconsul Barbosa era un experto en materia de fortificación y asedios,y demosfaba en su obrS estar en el secretode la construcción de aquéllasy las artimañas de éstos. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 289 La tensión dialéctica entre la jurisdicción real sobretodas las fortalezasy el carácterincipiente como derechopúblico de su construccióny tenencia,como señala Barbosa,planteamás de un dilernajurídico. Girolamo Frachettase ocuparáa su manera de estacuestión,y nosotrosle seguiremoscon comentarios,en busca de algún grado de certezajurídica. Frachettaplantea la cuestiónde si es lícito que aquél a quien el príncipe ha confiado una fortaleza la entregueal enanigo por cualquier razón, sin autorización suya. "Por un lado - dice - pareceque sí, puesto que la necesidadhace que todo sea lícito, y estálibre de cualquier ley. Se añadeque es ya un uso establecidoentre las nacionesy todo génerode milicia. Del otro pareceque no, porque no es lícito que nadie dé algo que no es suyo. De dondeno siendoni los capitanesni los soldadoslos dueños de las fortalezasque guardan,sino meros custodios,no puedendarla a otro. Añádaseel juramento que se prestaal aceptarla custodiade las plazas,de defenderlascon fidelidad y firmeza hastala muefie". Tenemosaquí enfrentados,por un lado, los argumentosde la necesidad,Qüe, como nos dice Frachetta,han acabadopor abrirseun hueco honorableentre las costumbresadmitidas en la milicia moderna,y la ley natural, que excluye el dar lo que no es de uno, y la ley positiva de obligaciónde cumplir el juramento. Expuestoen esostérminos, el dilerna planteadopor Frachettaes irresoluble si no se descubreny justifican los títulos de la costumbrepara erigirse en nonna que puede vencerlos obstáculospuestospor la ley naturaly por la ley positiva,enunciadosmás arriba.Por acumulacióno intensificacióndel gradode necesidad,¿puededarseel salto cuantitativo por el que la costumbrese convierta en nonna? ¿Quiénjuzgará que se ha alcanzadoesaintensidaden la necesidad?¿Sepuedenobjetivar, por ejonplo, sus diversosgradosmedianteel uso de un standardmetronómicoque nos diga el gradode necesidadpor el que, una vez alcatuado,se puedeconfavenir lo expresadopor la ley naturaly la positiva?Si existieratal standardde medición,seríaposible entonces establecerpor vía positiva un nivel, alcanzadoel cual, el estadode necesidadvencea las dos leyesmencionadas.Sin embargo,al hacerlo,estoes, al positivar el gradode necesidad,incurrimosen la incompatibilidadde dos normaspositivas(a saber:primera, dado un grado exacto de necesidadpodemosdar la plazaal enemigo; segunda,el juramentonos obliga a no dar laplaza nuncaal enanigo), lo que exige que se subsanela contradicciónentreellas. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 290 Frachettase arriesgaa dar una solución al caso,proponiendotres norrnaso medidasindicativas del grado de necesidad,que él trata de positivarE2E. Consideramos que dos de ellas son, para estacuestión,sólo peticiones de principio, a saber:"sólo la exfema necesidad",y sólo "cuando la muerte es inevitable".La otra razón estámejor fundamentada:"cuando se conoceser más útil al príncipe conservarla vida de los soldados".En efecto, con estaúltima noÍna se identifica un bien, la vida, que se opone netamentea un mal, la muerte. Esto, que por sí mismo constituye un principio de derechonatural, habrá sido, sin duda alguna,reconocidouna o muchasveces,de forma notoria, por el mismo príncipe y susministros,a pesarde lo que diga la estrictanorma positiva. Lo que remite la cuestiónde la licitud o ilicitud de la entregade la plaza al juicio del propio príncipe o de sus ministros, en quienesreside la supremajurisdicción y la facultad dejuzgar. Que es al rey al que hay que convencerde que la plaza se ha entregadolícitamente,lo recuerdael capitán Cristóbal Lechuga en su advertenciaa los que pretendenser alcaides,castellanoso gobernadores,"sin acordarsea lo que se obligan", que es: "conforme las leyesde España,muriendoo no muriendo,haziendolo que deven y lo que pueden,sin que por su parteaya falta, si pierden 7afuerza,no tienen mas disculpade la que el Rey les quisiere¿*"82e. Lo que queremosponer de manifiestoes la dificultad de que la norma seacapaz de frjar la licitud o ilicitud de la entregade una plaza,y del mismo modo que se puede usar de la arbitrariedadpara declararque ya se alcanzóel grado de necesidadextrana, quedaal arbitrio del príncipeel reconocerque, efectivamente,se alcanzó. Muchassituacionesde hechopodíanser identificadascomo no reuniendolos requisitosde una rendiciónlícita. Frachettamencionaun tipo de delito frecuente, consistenteen entregarlaplaza por simple temor de la muerte,cuandose han disparado los primeroscañonazos,"abusoy comrptelade milicia", por lo visto muy corriente,que los príncipes,muy sabiamente,castigancon la vida a los jefes que lo han hecho, E?E Girolamo Frachettatrata de dar su "risolutione" a esa antinomia: "E da dire che in tre soli casi é lecito ai capitani et soldati presidiarii di renderela Terra: I'un caso é quando mancano loro del tutto le veftovaglie, dico del tutto, percioche io non stimo lecito il renderle per non haver dentro da vivere se non per tanti giorni, aff,rndi otteneredal nemico migliori conditioni, solo I'estrema necessitáfa cio lecito - la qual si há da aspettare,etiandioche si dovessehaverpessimeconditioni,perciochepossononasceremolti accidentiin picciolo tempo,da salvaregli assediati.Il secondocasoé quandola morte é inevitabile,et il terzo quandosi dó si conoscepoter esseredi piü utile al Prencipesalvarla vita de' soldati,et de' capitani, che la prazza". FRACHETT A. Il seminario de governi di stato et di güera. Venezia MDCXIil. p. 6 16 y s. tt' Y añadeque, apartede estar sujetos a la volunta del rey, lo estariintambién a la opinión de muchos, "y quandomenosa la de los consejeros,y haziendolobien, a la de los ignorantesmaliciosos,embidiososy mas a la de todos". LECHUGA. Discurso del capitán Cristoval Lechuga, en que trata de la Artilleria ¡, de todo lo necessarioa ella, con un tratado defortificacion. M-llílrl^,MDCXI, p.267 . Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 29r "porque si no se aplica y observa,ninguna plaza estarásegura,por muy provista y bien guamecidade genteque esté"830. Obseruemosque lo que Frachettahace es denunciar los abusoscontra una regla que a la altura del tiempo en que publica su tratado, 1613, se dabaya por comúnmenteaceptada:rendir laplazapor necesidad.La justificación de esa regla había sido expresadaveintitrés años antespor Diego de Álaba y Viamont, que no era militar, aunquesí hijo de un afamadogeneral. Álaba trata de razonaÍen justicia la ya habitual práctica de rendir la plaza por necesidad,en contra de lo dispuestoo aconsejadopor las leyes positivas de tipo militar. Que las leyes decíanuna cosay los ejercitospracticabanotra, era una eüdente realidad que a Álaba, sin ningún interés de esosque hoy llamaríamos"corporativos", no le costabamucho reconocer.Así, no tiene recato en titular el capítulo que se ocupa de este turbador asunto"Ser muy propio del Capitan esforgadodarseaüendo desesperadode remedio". Puedehallarseel capitan con tal falta de gente,armasy ütuallas, que "el rernediode su vida aya de procederde la liberalidad y manificencia de los enemigos".Y sin mucha elucubraciónjurídica, Álaba enfatizael importante papel que a la necesidad cabíaen la conformacióndel derechode guerracontemporáneo83l. Hay muchasventajas y utilidad en aceptarlo irremediable:si se pierde hoy estaciudad, mañanase ganaotra, pero las vidas y la propia ciudadse conservan,y el capitany sus soldadospuedenvolver a serviral rey... Aceptarla perdiciónpropia y de los suyosantesque rendirseha oscurecidola fama de muchosque fuerontenidospor grandescapitanes;sushechos,sigue argumentandoAl¿iba,son actosde desesperación, que nacendel miedo y la cobardía832. En oposiciónterminantea la prescripciónde ignominia para el oficial que rinde laplaza por necesidad,pero sin morir en ella, Álaba le restaurael honor833. Segúné1,sólo hay *tt' "... il che si no si mette in uso et in osservanza,niuna piazzasarásicura,per ben munita et ben fornita digente". FRACHETTA- Op. cit. P. 617. 8r'i'hazie.,do de la necesidadvirrud, porque el rehusarde caer en poder de sus contrarios quando del todo esrácerrado el passoal remedio y con pelear es conocidamentepoco reparo el que podra tener el daño y universaldestruycionque espera.no es servicioque a Dios, ni a su Rey haze,sino muestrade desesperación".ALABA Y VIAMONT. El perfecto capitan instruido en la disciplina militar, v nueva ciencia de la Artilleri¿. Madrid MDXC, fol. 104r-105r. 831"porque de tal suerteestá tr¡rbado,espantadoy abatido el coragon del timido, y tanta es su imbecilidad y flaqueza,que ningun peligro se atreve a sufrir, y a trueco de no verse en el, no ay daño que a si mesmo no haga". Alaba da a seguido la larga lista de los que se dieron muerte por no arrostrar la derrota, y que lo hicieron "por flaqueza de animo y locura, y no a acto virtuoso ni de esfuergo". ÁLASR Y VIAMONT. Ibid. 833"Y los que entiendenquan poco peligra la honra del Capitan en mostrar estasujeción (quando el rehusarla,conocidamentepromete la destruycion y perdida general de todos) a ninguna cosa le obligan, sino solo a procur:Ir que el rendirse sea,sacandolas condicionesde mas honor y provecho para si y la autoridad de su Rey que pudiere sacar:porque aviendo assentadoestas,awa cumplido con todo lo que a Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón . 292 un casoen que el capitrínesforzadoy valeroso debeperder la üda sin entregarse: cuandoculpable de negligencia, sólo le quedacomo altemativa a la muerte en combate el arrostraruna üda de deshonory descrédib834. Pero la utilidad, que es una de las manifestacionesposibles de la necesidad,no cesade interferir en el más razonadode los discursossobreel derechode guerra,y aunquetodos los soldadosde la épocacoincidían en ensalzarlos méritos del que luchabacon honor, no faltaban r¿Lzones prácticaspara castigarmás severamenteal que luchabacon denuedoque al que lo hacía tímidamente.Las leyes de la guerra"que animan a la celeridaden la acción, puedenhacer aconsejablepor razonesde utilidad actuar en sentido contrario a la regla moral; al menos así pareció entenderloen algún momento de su campañaen los PaísesBajos Alejandro Farnesio.En efecto, el duque de Parmaintimó a los defensoresdel presidio de la ciudad de Sichern,que ya habían perdido ésta,para que se rindieran "a merced de los soldados"; los de dentro dijeron que sólo se entregaríana merced del duque. Sin que esto se les hubiera concedido,de todas formas se rindieron. Famesiomandó que todos fueran ejecutados,alegandohaber usadolos del presidio "mas de la terneridadque del valor, y querido esperarantesla fuerqaque la clemencia".Bentivoglio sostieneque el capitandel presidiose entregóa merceddel duque,lo que por costumbrellevabaaparejadoel perdónde los que lucharon con valor8l5. El hechode Sichemernpañóel prestigiode Farnesio,aunqueposteriormentesu comportamientotendió a la clemencia.Farnesiojustificó su acciónalegandomotivos de politica militar, porqueen el restode fortalezasque todavíateníaque tomar no podía perderni el tiempo ni aceptarel númerode bajasque una resistenciaobstinada,después de la vista del cañón,produciría.Estaes,eüdentemente,una explicaciónde la utilidad del terror. Lo que abrealgunascuestionesdesdela perspectivade las leyesde la guerra. Se alegóen el debatesobreestacuestiónque muchosde los ejecutadoseransoldados que quincedías anteshabíansido liberadosen Gemblouxbajo la promesade no volver a lucharcontrael rey; por lo menosen estoscasos,las ejecucionesse habríanajustadoa las leyesde la guerra.Desdeun punto de vista puramente'técnico",pareceque el su cargo estava,y a lo que un hombre esforgadofalto de socorro y favor estaobligado ahazer". ÁLe-Bn Y VL{MONT.Ibid. 8lo"es quando por culpa y descuydosuyo huviere llegado a tanto estrechoy peligro; porque entonces mejor partido le seramorir en defensade su floxedad y poca prudencia que quedar con vida, falto de honor y credito". Diego de ÁLnSe Y VhMONT. Ibid. 83s Cardenal BENTTVOGLIO. Guerra de Flandes escrita oor el eminentissimoCardenal Bentivollo. Madrid MDCXLIII, fol. 200. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 293 efecto buscadose consiguió, porque inmediatamentedespuésde Sichem se entregaron Diest, Léau y otras villas, para ser tratadascon clemencias36Y Philippeülle se entegó a don Juan de Austria poco después,bajo condicionesclementes,aunquese riendieron no tanto por la üsta del cañón como por la falta de víveres y de pólvora. En aparienciaacto arbitrario y cruel, estaresolución de Farnesiopodría escrutarsebajo el punto de vista de Álaba y Viamont que acabamosde exponer,el cual, en el marco del derechode gentes,pretendeprotegerlas üdas de todos contra los interesesentrariadosen la escalade valores propios del espíritu de la caballeríay de la milicia heroica. Tal punto de vista lo argumentarernosde estemodo: para evitar innecesariacarnicería,el capitánde una plazadebe reconocercon ecuanimidadsu derrota y entregarsea merceddel vencedor,sin querer alcarzar la gloria a costa de la vida de los dernás,aunquetambién de la suya propia. Las vidas de los otros no deben servir de peana parala soberbiadel capitan.Aquí los interesesvitales del villano, o del burguéssi se quiere, se alza, graciasal rigor de Farnesio,contra la soberbiacaballeresca de luchar contratoda esperanza. Pero,ironía de los hechoshistóricos,esaconsideración no debentomarla el burguésy el villano como una salvaguadiaincondicional para sus vidas y haciendas,como mostró el propio Famesioa los de Bredápor las razones opuestasa aquéllaspor las que castigóa los de Sichem:por mirar más por susvidas que por los derechosdel rey837. Estasdos resolucionesde Farnesio,aparentemente contradictorias(castigopor resistir,castigopor no resistir),veníanaconsejadas por la expeditividadtípicamentemilitar, que tan implacablanentese aplicabapor lado y lado, y sobrela que llamabala atenciónGrocio pararechaza¡la creenciaen la utilidad de los máximosrigores,e inclinar los combatientesa la clemencia838. Van der Essenaporta pruebasde que el castigo de Sichem fue ordenadoa Farnesiopor don Juan de Austria, entoncesgobernadorde los PaísesBajosE3ó. Leon VAN DER ESSEN, AlexandreFarnése,prince de Parme,gouverneurgénéral des Pavs-Bas.Tomo primero (1545-1578).Bruselas1933,p. 228 y ss. o'" Los burguesesde Bredá capitularon con el conde Mauricio cuando lo vieron llegar con sus fuerzas, rescatándosedel saco por treinta mil ducados,pero estandoobligados a meter la guarnición que Mauricio quisiese.Losjefes de la guarniciónal parecerno ofrecieronresistenciaa estaentrega,por lo que el duque de Parma trató el asunto como un caso de traición. Era exigible, al parecer,una defensaarriscada,por ser quella ciudad"lo más provechosodel ducadode Brabante",como dice Carlos Coloma, por lo que "con la prestezaque la ira acompañadade la razon y de la autoridad ejecuta,les fueron cortadaslas cabezasen las vailas del palacio de Bruselas". COLOMA. Las guerras de los Estados-Bajos,editado por la Biblioteca d-eAutores Españoles,Historiadoresde SucesosParticulares.Madrid, 1853,p. 26. t" R"spe"to de los castigosa ZuBhen, Narden y otras ciudadespor el duque áe Alba o su hijo Fadrique, dice Grocio: "Sin duda los españolescreían que estamanera de actuar, tan inusitada en todas las guerras anteriores,serviría para facilitarles en adelantelas victorias de forma más nípida. Pero mucho se equivocaban,porque es gran desdichaacostumbrara los hombres a dejarsevencer de otro modo que por la clemencia y la blandura, y esaes laraz6n de que el maltrato a esasciudadessirviera a las otras de ejemplo para volverlas más fieras y obstinadas,dándoleslugar a juzgar que los males de la paz eran más temiblesque los de la guerra... Y así, la desesperación alimentandosusesperanzas, tomaronresoluciones Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 294 Ciertas costumbresdestinadasa dejar expedito el camino militar con el menor daño para la población eran de generalaceptación:el ejercito solía, antesde emprender el sitio, prometer a la ciudad el salvo de vidas y bienes si se dejabaentrar pacíficamente. Era contra las leyes de la guerra faltar a la palabradada; si no se quería dar salvo a todos sino sólo a la mayoría, había que especificarquiénesquedabanexcluídos. Los vencidos de una plaza tenían los derechosque le dabala capitulación,que deben ser observados, y no era admisible condición inicua alguna, adüerte Molinas3e. Se considerabaun agravantede la ülla el no querer dar entradaal ejercito hasta el momento de ver puestala batería;el agravanteera aún mayor cuandola villa era del príncipe cúyo era el ejército8a0. El principe de Condé ofreció a Fuenterrabíaun trato favorable si se rendíandespuésde comprobarque le tenía puestaminas8al.El sitiado también podía admitir el darseal enemigo si éstelograbaponer el pie dentro de la muralla. En otro lugar hemos visto que se tomaba como testimonio del cambiojurídico de la plaza la imposibilidad de recibir socorro.No deberíaminusvalorarsela contribución de estasmedidasad hoc, generalmenteoportunistasy utilitarias, pero tendentesen parte a acortarla guerra y aligerar sus consecuencias,en la evolución futura del derechode guerray, en última instancia,del derechointernacionalsa2. tan valientes que desdeentoncesninguna plaza se rendía sin haber sufrido toda clase de extremos". GROCIO. Annales et histoires des troubles du Pays-Bas.Amsterdam MDCLXII, p. 48. "n "Po, lo que toca a los que se rinden en los asedioso en cualquier otra ocasión, ;i se entregancon alguna condición, como las de salvar las vidas, o cualquier otra no inicua, debení serlescumplido una vez aceptada.Pero fuera de esto,podran ser castigadossegúnla cantidad y cualidad de su culpa, conforme a lo que llevamosdicho". MOLINA. Op. cit. DisputaciónC)OüI. 5. 8o(' Bemardino de Mendoza, universiiario, miliar y diplomático, y que escribió una crónica de la guerra de los PaísdesBajos, decíaque Naerden"no merecíamenoscastigoque el que se le dió, si bien no quebrantaranla fe, por la reputación del ser ejército de su Rey, y el querer oponersea resistirle y que se les pusiesebatería,que es consideraciónsobrela cual han hecho(como se lee aun en las guerr-as que ha habidoentrepríncipescristianos)ejemplarescastigos,algunosejércitossuyosen plazasy castillosque, sin tener resistencia.se les querían defenderhastaponerles bateria". MENDOZA, Comentariosde lo sucedido en las guerras de los Países-Bajosdesdeel año de I 567 hasta el de I 577. Publicado por la Bibliotecade Autores Españoles,Historiadoresde SucesosPaticulares.Tomo segundo.Madrid, 1853,p. All at I, 8o' Paramover a ios de Fuenterrabíaa rendir laplaza,en el sitio de 1638,Condé los invitó a que eligieran a quien fuera a ver las minas que ya tenía hechasy las trincherasque cerrabanel cerco, y poder dar cuenta de la precana situación militar de la plaza, que hacía imposible su defensa.El maestrecampo Domingo de Eguía respondió que "lo que hemos resuelto es que V. Alt. buele las minas quando mandare,y disponga en ellas y en lo demascomo le pareciere,q. aquí estamosresueltosa ressitir, y bazer lo que se debe a lealissimosvassallosde nuestro Rey". Obispo PALAFOX, Sitíoy socono de Fuentenabia. Sucesosdel año de mil y seiscientosv treinta v ocho. Escritos por orden de su Magestad. Madrid, 1638, p. 351. to' Lo e*pr"ra de este -o¿o tetfót¿ Taylor: "As horrible as it might séem to justi$ the comilete destruction of conqueredtowns and persons,the limitations that were established,gradually evolved i¡to a set body of principles - often violated but still honored in the main - which were remarkably similar from culture to culrure and nation to nation. In generalprisoners and non-combatantswere to be spared, tribute was exactedunder locally appointed governors, and certain weapons(such as poisonous arrows) were outlawed".TAYLOR. Op. cit. P.4. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 29s Michael Walzer agrupaesascostumbres,prácticasy acuerdostácitos o expresosbajo la denominacióngenéricade "convención bélica"8a3. RIGOR SEGUN LEY. MODERACION POR COSTUMBRE Ni siquiera las más rigurosasformulacionesde los derechosdel príncipe a la obedienciay heroica sumisión de sus súbditosescapabaa la influencia moderadorade la costumbre.Tomemos y discutamosla formulación que hace Mosquerade Figueroa del derechoa castigarla ciudad rebelde.Auditor de armaday ejército, Mosquera fue juez de la causaabierta en las islas Azores contra los rebeldescapturadostras su conquistapor el marquésde SantaCrtz, en 1583,para instaurarel dominio de Felipe II como rey de Portugal. En su relato de la conquistay castigo de los culpablesde rebelión84, explica por qué cadauna de las islas Azores fueron declaradasrebeldes. El "pecado" de la ciudad y su república, afirma Mosquera,afectaa todos los que en ella viven, hayanhechoo no el mal. Hay "delitos de ciudad",que son los "de consejo,por conspiracióny de propósito";por lo tanto,la ciudadse puedecondenar "como si fuesepersonaprivada". Tan terrible sentenciaenseguidase modera: pero dado que como tal ciudad no es apta para que se le apliquen castigosadecuadosa "cuerpos sensiblesanimados",el castigo se ejecutacontra sus gobernadores,colegio o ayuntamiento,o la mayor partede ellos. Existe,sin embargo,una forma de penacapital que puedeaplicarsea la ciudad:amrinar sus castillos,pasararadospor ella, como en Cartago...,y paralas Azoresen concreto,la pérdidade susfueros,gracias,libertades, exencionese inmunidadesconcedidaspor los anterioresreyesde Portugal. Se tratade toda una visión naturalistade la vida política, llevadaa su expresión antropomórfica:"la ciudadse á de castigarcomo personaprincipal que lo manda,y las personasparticularescomo executores"845. La ciudadha sido castigada,pero no del mismo modo todassuspartes. to' "Los manualeslegalesno son el único lugar en el que se puede encontrar la convención bélica y su existenciaefectivano quedademostradapor la existenciade dichosmanualessino por los argumentos morales que invariablementeacompañana la práctica de la guerra. El derecho común de guerra se desarrollamedianteuna especiede casuísticapÉctica". WALZER. Op. cit. p. 82. Pero lejos de ver en la convención bélica algunos mecanismosdestinadosa moderar la guerra, Walzer cree que bajo esa denominación "acepta la producción de víctimas o, al menos, la asumey pone en ello su punto de partida". (p. 83). Walzer ignora las prácticasy reglas de la "convención bélica" destinadasa reducir la "oroducciónde víctimas". t& tuosqueRA DE FIGUEROA.Op.cit.Fot. l03r-104r. tot MosguERA DE FIGUEROA.Ibid. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 296 La argumentaciónde Mosqueradesarolla la tradicional cláusulade estilo, ya inscrita en el derechoromano, de que el castigo 1omerecíala mayoría, pero la clemenciaaconsejabalimitarlo a "los que se presumeque an estragadola republica". Apenashará falta sugerir que el argumentode la clemenciaes la otra cara del argumentode la utilidad de limitar el castigo,tanto porque bastaaplicarlo a la minoría para que surta el efecto de ejanplaridad en la mayoría, como porque extenderel castigo a la mayoría seríaprivar al rey de un número elevadode súbditos.Y al fin y alcabo no es el juez el que administrajusticia y clemencia,sino el rey, quien le ha dado comisión para aplicar el castigo a todos, pero también licencia para excedersede ella y hacer llegar su clemencia8a6. Mosquera,cuyo libro se publicó en 1596,estoes,cuandoya la guerraen los PaísesBajos habíamostradolos límites del rigor de la justicia, advierteque en las Azores se ha procedido contra la gente con mucha ternplanza,"no conforme a la gravedadde las culpas,ni como en la guerrase requierey pide. Porque... segúnlos bandosy ordenesmilitares de nuestrostianpos, solíandarsemas asperosy sangrientos castigosen ellas". Si estono es un reconocimientoimplícito de ciertacrisis del derecho de guerra,producidapor el fenómenode la guerramisma, lo parece.El ordenamiento jurídico nuncaes suficiente,piensaMosquera;hay que guiarsepor costumbres, prácticas,ejemplos,que la experienciadiaria va mostrando,aprobando,rechazando...807 CuandoMosqueraaduceciertabenignidaden la aplicaciónde las leyesde la guena en las Azoresrebeldescaeuno en la cuentade cuá¡rtohabíancambiadola filosofia del derechode guerra en los pocosañosfranscurridosdesdeque Diego de Covamrbiasnegabaa los rebeldesde los PaísesBajos un derechode beligerancia propiamentedicho8a8, en consonanciacon el comportamientoimplacabledel duquede Alba contraellos, como criminalesde lesamajestad,tan criticadopor Hugo Grocio8ae. 'ou MOSQUERA DE FIGUEROA.op. cit. Fol. I I0r. tot Mosquer" comprendela dificultadde construirun derechopropio de la guerra,que reúnaal tiempo suficientesbasesde legitimacióny conserverasgosde especificidad,y que le permitandeclararseparte del tronco común del derecho,pero al tiempo rama separada.Por eso aporta un listado largo de venas juridicas de las que el que administrajusticia debebeber:ésteha de procederpor argumentosy ejemplos, ya que no hay leyes escrius para todas las coyunturas; determinaní las semejanzascon otros c¿rsos, conocerálas enseñanzasde la historia, y tendrá en cuenta los principios del derecho establecidospor la disciplinamilitar que tienenfuerzade ley, la junsprudenciacivil y el derechoconsuetudinario("que es uno de los principalesmiembrosen que nuestroderechose divide"), el cual tiene fuerzade derecho escrito; pero sobre todo debe tener en cuenta que goza de "la comunicación del Príncipe"Cristóbal MOSQUERA DE FIGUEROA.Op.cit.Fol. I l5r-l l6r. *ot Diego de Covam¡bias reservabala denominación de guerra punitiva la que se hacía contra los súbditos rebeldes;esaguerraera sólo la ejecuciónde lajurisdicción propia, y sólo se podía hacercontra los súbditos. Para Covam¡bias, la punitiva no es propiamente guerra; en ella no cabenni la esclavirud ni la Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 297 El debateentre el rigor y la clemenci4 sin embargo,estabalejos de haberse zanjadoen favor de ésta,porque la necesidadmilitar no cesabade volver a meterseen é1 con susr¿Lzones. Contra la lenidad en favor del que se cree obligado a rendir la plaza por el bien común se alzan las opiniones de juristas bien informado sobrelas sorpresivas incidenciasde cualquier sitio o asedio.Así, Pedro Barbosa,de tiernpos de Felipe IV, advierte que "no pienseel Capitan que estáluego obligado á dexar el animo, ó á pensar que para la defensatiene menos derechoporque el enernigoaya llegado a poner el pie del muro adentro", ya son numerososlos casosen que habiendo ocurrido esto fue posible la defensay rechazaral enernigo.Ni siquiera se puedetomar pie en el hecho material de la entradadel enemigo dentro de los muros para darle, por sí sola, algún significado jurídico que legitime la rendición, pues su entradapodía haber sido consentidacon astuciapor los de dentro para hacerpedazosa los que entraron85o. EL DERECHO DE GUERRA DENTRO Y FUERA DE LOS MUROS Como se ve, en los sitios y asedios,cadacambioen la situación,en la relación de fuerzas,en el equilibrio socialinterno,en los designiosde los que mandan,está sujetoa juicios contenciosos,acerbamente disputadospor juristas y militaresssl.En medio de esasdisputasestáel gobernadorde la plaz4 verdaderolugartenientedel principe en su pequeñacircunscripción.Aunque son los capitanessuperioresde un ejércitolos únicosque puedenhacerpúblicasconvencionesy composiciones,igualeso desiguales,con el enemigoen nombredel rey, sin embargo,observaAntonio Aluarez, los capitanesinferioresy los alcaidespuedenhacerlolimitadamenteen casode peligro y necesidad,ya que tienentácito mandamientodel rey "para librar y asegurarlo que pudieren".Esto se haceparaque no perezcangentesnecesariasa la república,"de los qualeslos principestienenespecialcuydado,y los prefierena todaslas riquezasdel apropiaciónde los bienesdel vencido. too"El duquede Alba no reconociólas leyesde la guerrani a los confederadoscomo enemigoslegítimos. Cadavez que podía prenderalgunos,los hacíajuzgar como criminalesde lesamajestad,lo que no sirvió sino para producir de un lado y de otro una venganzaperpetua".GROCIO. Op.cit. P. 47. 8to BARBOSA. Op. cit. Fol. l53r v v. 85' FrancescoLanario da las siguientescausasde pérdida de las plazas: "por fuerte batería,por falta de defensores,o de municiones, o por hambre, o cansancio,o impaciencia de los soldadosque la guardan, voluntaddel pueblo,por traición de los soldados,de los capitanesy de los ciudadanosparticulares; además,porque no esperasocorro, o el que le venia ha sido roto, por ho estar cierta de ser socorrida, por esquivar la ruina del territorio, y finalmente por pacto, y por otras razones". LANARIO. Op. cit. P.26. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón . 298 mundo"852.Por otra p&rte,las tareasque correspondenal gobernadorde la plaza son interminables,y de ninguna se puede excusar853. La más dificil de ellas es la de ser el juez inapelablede todas las ocasionesque se ofrecen en condicionesde sitio85a. Fuera de los muros delaplaza. el que gobierna el campo enemigo no estámenos trabajadoque el de dentro, ni tampoco puede eximirse del papel de juez inapelable.Pero entre los dos hay una condición juridica que les diferencia, y que tiene gran trascendenciaen el derechode sitio. Mientras que el gobernadorde la plaza es ¿írbitro supremosobrela vida y haciendade burguesesy soldados,el generalque manda el c¿rmpoestáobligado hacia sus soldadospor la composición que haya hecho con ellos su príncipe. El generaldebe cumplir lo que es, por ley o por costumbre,derechode los soldados:de modo eminenteles debeel botin del saqueo.Lo dice con toda claridad Franciscode Melo: así como los oficiales adquierenen la guerra el pranio de su honra, los soldadoslo recibencon el botín8ss. En la exposiciónque Melo hacede las facultades arbitrariasdel capitan generalpara disponerdel botín se percibe en toda su ruda eficacia el principio de que la costumbrede la guerraposeíaen aquellostiemposuna v¿sjuridica dificil de refuhr8s6.Ni los más comedidosjuristas se atrevíana desafiarel poco claro 8s2 Textualmentedice: "puedenlos capitaneshazerpublicasconvenciones,conciertosy compusiciones yguales o desygualesen la guerra, aunqueaquello se entiendeen capitanessuperioresque guian sus propios exercitos, y los que criava Roma no lo podian hazer sin ser el pueblo consultado,y esperarsu mandado(como refiere Salustio)...y menoslo puedenhazerlos capitanesinferiores,que tienenexercito del rey, sin especialmando,porque el generalque tienenno se estiendea esto,mas en casode necessidad urgente bien se puede hazer. Y esta es verdaderaresolucion de los que escriven en ruos. propios terminos, porque en caso de peligro y necessidadson vistas tener los capitanesy alcaydestacito mandamientodel rey, pa¡a librar y asegur¿Ir lo que pudieren,y estosconciertosy composicionesvalen, y se han de guardar".ALVAREZ. De lo que son obligadosa hacer los buenosAlcavdes.Valladolid 1558.Fol. 64r. 8sl Francisco Lanario se ocupa extens¿Imente de los cuidados que ha de iener el que manda una ciudad asediada.Debe vigilar personalmentecada cosa, sobre todo las guardias,centinelasy rondas; procurará que se custodien las agua^s y comida; no debe salir de la ciudad sino cuando el enemigo estáa punto de entraren ella; debesaberque el tiempo de la cosechaes favorableal ejércitoen campañay pe{udicial a la gente asediada.También ha de ocuparsede si hay vino, pues si empieza a escasear,debera acosrumbrara los soldadosa beber más agua; si no esperasocotro, se ha precaver contra lo que puedan hacerlos ciudadanosprincipales;ha de reconocerla ciudadpor dentroy por fuera,y determinardónde colocar las guardias y el camino de las rondas y los puestosde centinela. Debe evitar el error de asignar a las compañíasun puesto de guardia f¡o, y no hará sabera los centinelaslos puestosque les van a asignar, hast¿el momento de hacerlo. Las salidasde los soldadosfuera en ciudad sitiada son peligrosísimas, porque importan más diez soldadosdentroque ciento fuera.LANARIO. Op. cit. P. 25. "" Lo dice Garcíade Palaciocon gran expresividad:"... mas como en los cercos,combatesy asaltos,casi siempre se ha de dar la orden tras la occasionque se offresce, me p¿¡resce no cans¿ren reglas, ni documentos,puesteniendoel Capitanla prudenciaque hemosdicho y advefido de los apuntamientos referidos en otras preguntasde nuestraconversacion,el occurrira mas propriamente a qualquier nescessidady prevencion, que yo podre referillo con largas razones". GARCÍA DE PALACIO. Op. cit. P .9 l v . 8s5La razón que de se consientaa los soldadosla pecoreay los robos de la victoria esráen que "este género de gentesde ordinario no sacanotro premio de la guerra, siendo iguales en el trabajo a los que por e)la despuésvienena gozar grandeshonrasy riquezas". MELO. Op. cit. P. I 6l . o'o Así, dice Melo: "en la junsdicción de la prudenciadel CapitrínGeneralesráel determinarlos c¿rsos en que tal sacosealícito o ilícito, convenienteo dañosoal serviciodel Príncipe".Es justo el sacodel ejército Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 299 fundamentode su licitudssT.Lo cual no impedía una meticulosaregulación del reparto, segúnnoÍnas creadaspor la costumbre8s8. Es en la condicionesde asedioo sitio de una plaza fortificada donde puedenser observadascon mayor detalle las transformacionesque han ido teniendo lugar en el derechode gue,lra,en cuanto la guerra afectaa la población en general,y no meramente a unos cuerposprofesionales.Es precisamentede eseroce o encuentroentre lo militar y lo civil, entre minorías armadasy masasinermes,en un espacioreducido cuyo suerte jurídica final (¿seguiráen manos de su príncipe, caeráen las del príncipe enanigo?) entrañariesgosvitales para todos, de donde mana con especialfuerzauna flujo de experienciasy vivencias a las que algunosjuristas y militares tratan de dar cauce jurídico. Lo que hace de la guerra de sitio una rama autónomadel derechode guerra es un hecho estructuralcaracterístico.Veamos esto. En el enfrentamientode dos ejércitos en campañaabierta,sus "emperadorss"o generalestienen muy poco o nada que componer entre ellos; a lo sumo debenrespetaralgunascostumbresderivadasde la caballería histórica y de la caridad cristiana,pero su combateacabarácuandouno de ellos se impongacomojuez vencedordel otro. Por otro lado, ninguno de los dos deberá componero pactarcon susejércitosni premios,ni contratosad hoc, ni derechos subjetivos;una vez más,sólo la costumbreles haráinclinarsea concederhonores,botín y castigos.En el choquearmadolos generalesson voluntadeslibres (las dos libres por el momento),y sólo por la fuerzase impondráuna sobreotra. Dentro de cadauno de los ejércitos,el generales el único al que relativamentepodremosllamar libre (aunque siempresujetoa su príncipe),y todoslos dernásestánsujetospor la disciplina impuesta autoritariamente. Despuésdel combate,los oficialesy soldadospuedeque caigan prisionerosdel ejércitoenemigo,pero no podransalir librementede susejercitos. vencido en campaña,o en la ciudad escalada,batida o llevada por interpresa;además,el furor súbito de las armasharía imposible una ley que lo prohibiera. No será lícito hacerlo en la ciudad que se da a partido, o a la merced del general,o por capitulaciones.Tampoco se podrá hacer en la ciudad rebelde donde haya una parte importante de la población que sea leal. Es recomendableno dar a saco las primeras ciudadesque se conquistanen una provincia, para invitar a las otras a entregarsea la piedad del capiuín s e n e r a lM . E L O . O p . c i t .P . 1 6 2 . f" A.í lo entiende'Ir4olina: "De suyo no es ilícito. Por lo que si se considerasenecesariopara la prosecuciónde la guerra, para encenderlos ánimos de los soldadosy aterrar a los enemigos,seÉ lícito entregaruna ciudad, aunque seacristiana, a los soldadospara que la saqueen,aunque seaverosímil que algunos soldadospor su culpa cometeránsemejantesdelitos; como también algunasveces será lícito una ciudad por caus¿rs razonables".MOLINA. Op.cit. Disputación C)Oil. I ll^cendiar o'o Juan Baños de Velasco nos da la información: "Es Ley Castrenseque la artilleria sobre los carretones es de V. Mag., y la otra del General de la Artilleria, las embocadasde los Artilleros, aunqueno en todos Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 300 En la guerra de sitio las condicionesson algo distintas. Pero distintas especialmentepara el generalo gobernadorque estádentro, pues dentro estánuna población civil, súbdita del príncipe u hostil, y una propiedadsustancialde su príncipe o que su príncipe reclam4 en situación de peligro, apartede la guamición. Fuera,no hay población civil, ni la propiedadde esaextensiónde campiña extamuros estáen cuestión,pues los ejércitosno puedenocuparlamucho tiempo. El gobernadorde la plaza,adernás,debe componersecon la población civil para algunos fines: hacer salir a las bocasinútiles, sometera disciplina de guerra a los útiles, acordarcon todos los mantenimientos,pero sobretodo, habrá de conseguirel mayor grado de acuerdoposible para el tipo de composición que posiblernenteno tenga que hacer cuando el ejército enemigoreduzcala ciudad por hambre,batería,asaltoo por el simple amedrentamiento. Es tan odioso estetipo de composiciones,que más propio seríallamarlas imposicionesa filo de espada.En cuanto al ejercito que defiendelaplaza, tan pronto como éstaes ocupadaquedadisueltoel vínculo de obedienciaentrejefes y soldados,porque,o todos caenprisioneros,o bien muchosson liberadosbajo condicionesque suponensu baja o "muerte" militar, pues dejan de estarlegalmentecubiertospor el estatutode combatientes,so pena de la vida, por lo menos duranteun plazo (duranteestacampaña, o duranteunosmeseso años).Tambiéndeberácomponero imponer a su ejércitoy a la poblaciónlos castigosque el generalenanigo exige paracriminalesde lesamajestad, traidores,los que incumplieronsu palabraanteriorde no luchar,etc. Además,se produciráun mercadeode los frutos de la victoria (bienesy personas):rescatesde prisioneros,exaccionesa la ciudad,derechoal saqueo,etc.,en casode rendición onerosa.En el mejor de los casospuedeque el generalvencedorcompartacon el vencidoel interésen que las reglasy condicionesmás beneficiosasobservadasen este casoparticularse constiruyanen norrnasgeneralesparatodos los casos;y si así lo espera,concederáclemenciay condicioneshonrosasparamuchoso todos. El instrumentojurídico por el que se transael rigor de la normativavigenteen materiade guerra(que prohibeentregarlas fortalezas,como hemosvisto) con las necesidades de supervivenciade las poblacionesy fuerzasmilitares condenadas por la guerrade sitio o asedioesla capitulación.La capitulaciónsuponela imposiciónde la necesidadsobreel ordenamiento ordinano de la guerra.Con la capitulación se trata de demarcarjurídicamenteel espacioen que se ha de pronunciarla sentenciaque se Paises;los viveresdel Generalque assitea la faccion".BAÑOS DE VELASCO. Politica militar de Príncipes.Madrid MDCLXXX, p. 313. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Volver al índice/Tornar a l'índex 301 derivará de esteresultadoparcial de la guerra.Por esouna capitulación puede ser vista como una "creación popular de derecho", en el sentido contanplado por la metodología jurídico-histórica de Savigny. Desdeesepurto de üsta la capitulación es una de las institucionesde la guerra,y dado que la guerra, a su vez, es institución del derecho público, hemos consideradode interés el estudio autónomode la capitulación como institución de derecho.Por ello nos proponemosen los capítulos siguientesanalizar con mayor detalle que hastaaquí todo tipo de condicionesy factoresque poseeninterés jurídico en un sitio o asedio,para entrar despuésen el estudio particular de algunas capitulacionesparticularmentesignifi cativas. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 302 CapítuloX LA GUERRADE SITIOY ASEDIOCOMOTESTDEL DERECHODE GUERRA Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 303 Estudiar la capitulación como un instrumentojurídico propio del derechode gentesinvita a dar explicacionessobreel tipo de guerra en que se produce,y las nvones de que esetipo de guerra haya surgido en un espaciogeográfico e histórico concreto. La guerra de sitio y asedioadquirió en Flandesy los PaísesBajos un desarrollo muy importante debido a unas condicionesque, usandoexpresionesde nuestrosdías, llamaríamosgeopolíticas,propias de eseteatro de operacionesen particular. Esas condicionesestabandeterminadaspor la abundanciade vías de c¡municación fluvial y de puertosde mar. La red de rios y canaleslimitaba considerablementela maniobrabilidad de los ejércitos en campaña;por otro lado, la elevadadensidadde población del territorio había determinadoun número elevadísimode lugareshabitados; muchos de estoslugareseran plazasfortificadas de antiguo, y todas se hallaban cómodamenteconectadasa redesde suministrosy lineas comerciales,por rios, canales y puertosmarítimos. El ejército que se proponía asediaruna ciudad debía cortar todas esasvías de comunicación,por las que podían llegar socorrosa los de dentro, hazaña raramenteconseguida.Ahora bien, para sostenerel asedioera preciso dominar las vías de accesoa las cabecerasmarítimas del sistemade rios y canales,y para alcanzareste dominio habíaque contar con una armadaimportante, lo que no era el casode las armas del rey de España.La dificultad de sostenerel asediomovía al ejércitoreal a apoyarse más en el ímpetuarrolladorque tratade ganaruna ciudadpor sitio, anpleandotoda la potenciade la artilleríay el arrojo de los soldados.Fue a travésde su experienciaen la guelra de los PaísesBajos como FranciscoManuel de Melo pudo caractenzarcon toda eficaciala guerrade sitio, poniéndolaen el segundolugar de los grandeshechosde arrnaspropiosdel capitángeneral,detrasde la victoria en la batallacampal.La derrota, por el contrario,invertíael orden:no se pierdetantareputaciónpor perderuna batalla campalcomo por tenerque levantarun sitio mantenidocon obstinación.El análisisque haceMelo, desdeel punto de vista de la doctrinamilitar, del sitio de una plaza es conciso:"Tres cosasalcanzanlavictoria de la más inexpugnableplazadel mundo,que son: estorbode socorro,bateríacontinua,resistenciaa las salidas"85e. Paraun general, no es desdeñablela gloria que un asediobien sucedidole puededar8tr. 8sn MELO, Política militar en Avisosgenerales.Edición prologada por JoaquínRODRÍGUEZ AP¿úA. Madrid1944.p.169. E* Así lo veía Ll ca¡denal Bentivoglio: "Las empresasmas arduassalen las mas glonosas, y en los cercos grandesse debe medir, no el numero de los dias, sino la utilidad de las consequencias".BENTIVOGLIO. Guerra de Flandes escrita por el eminentissimoCardenal Bentívollo. Madrid MDCXLII, p. I10. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón . 304 Los modos de tomar plazas son nr¡merosos,y muchos poseencaracterísticas singularese irrepetidasluego. Por supuesto,las formas violentas de tomarlas son las más frecuentes,pero no faltan las sutiles, como por inteligencia o traición, así como por acuerdo.La guerra de Flandesofrece un muestrario inacabablede modalidadesde toma y capitulación de plazas,tal como lo presentaFrancescoLanario en su Ze guene di Fiandra86l. La lógica de la guerra de plazas se llevaría, hacia la segundamitad del siglo XVII, a sus más exfrernosasconsecuencias.Si en la mayor parte de las ocasionesbélicas del siglo XVI el fin militar era destruir un4 o unas pocasciudadesenemigas,en el siguientesiglo se había elevadohastala necesidadde destruir el estadotodo. Así lo expresaclaramenteJuan Alfonso de Lancina: "El destruir la ciudad capital de los enemigoslos envilece y retarda;porque han de estardivertidos mientras la erigen; y el ver abrasadosu dominio y perdidassus haciendaslos aqueja,aunqueotras veceslos ofende e irrita. La destruccióndel país enanigo minora el poder, mayormentesi es de tal calidadque no tiene mar ni rios navegablespor dondeseafácil el proveerse"8ó2. D. W. Davies,en su introduccióna la crónicade RogerWilliams, TheActions in the Low Counties, explicalarazón de que la guerrade Flandesy los PaísesBajos pronto se convirtieraen una guerrade sitios: el ejercitoorangista,al principio de la contienda,era derrotadocon facilidad por el españolcuandose combatíaen cÍrmpo 8u' En 1573las tropasdel duquede Alba pusieronsitio a Harlem. Duró sietemeses.La ciudad se rindió, en cuantoa las personas."a discreciónde los vencedores";el sacofue recompradopor doscientos cuarentamil florines: los vencedoreshicieron morir por mano de verdugos más de 2.000, entre rebeldes, sediciososy herejes. "Adquirieron con todo esopoco despuéslos rebeldespor escaladala tierra de Sangertmdenbergh,en Brabante; Ramachino en Zelanda por acuerdo,y algunos días anteshabían ocupadopor inteligenciaAlcmaer en Holanda".Así, pues,en poco tiempo se habíanempleadoun modo junto a dos formassutilesde toma de plazas:acuerdoe inteligencia;y aún violento. la escalada, distingueremosentre ést¿sdos la que se expresade forma jurídica (acuerdo) y la que se expresade forma convencional(inteligencia).El l8 de febrerode 1574,Middleburgh,que estabaen manosreales,se rindió "por acuerdo",establecidocon aprobacióndel propio Orange,que estabaen Ramachi¡o. Zelandaquedó libre para los españoles.LANARIO. Le guerre di Fiandra. Amberes 1615,pp. 42-45.En 1578 Amsterdam se rindió a los rebeldes,y en contra de lo acordado fueron saqueadaslas iglesias y expulsados los religiosos(Ibid. p. 69). En 1572los EstadosGeneralespactaroncon el duquede Alengon y le dieron, nominalmente,Luxemburgoy el condadode Borgoña.Aarschot(Arescot)fue tomadapor los Estadospor inteligenciacon gentede dentro,en agostode 1578(Ibid. p. 73). La ciudadde Condé fue saqueadados vecesen un día de 1580.El 17 de septiembrede 1584Gantese dio a Farnesiopor "acuerdo",cuandolas tierr'¿svecinas habían caído en sus manos durante las fasesprevias del sitio de Amberes (Ibid. p. 92). Los anversanos, constreñidospor el hambre,concluyeron"acuerdo"con Farnesioel l7 de agostode 1585. 4.000 familiasprotestantessalieronde la ciudad (Ibid. p. 95). El 28 de septiembrede 1588la ciudad archiepiscopalde Bonn, que estabaen manos protesr2ntes,fue tomada "con ciertas condiciones" por las fuerzasde Farnesio (Ibid. p. 102). Bredrí fue tomada por Mauricio de Nassaupor traición, en 1589 (Ibid. p. 105).En 1593las fuerzasrealesdel condeMansfeldttomaronLa Chapellepor asaltoy con acuerdo (Ibid. p. 120).Rembergse rindió en octubrede 1605,despuésde resistirdos meses,con condiciones honrosas(Ibid. p. 200). tut LANCTNA . Comentariospoliticos a losannales de Cayo Cornelio Tacito (1687). Reedición, prólogo Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 305 abierto. Los rebeldespronto descubrieronla posturamilitar miís adecuadaa sus recursos:como poseíanun gran potencial naval, sus tácticasgiraban siernpreen la defensade plazasque pudieran ser fácilmente socorridaspor m¿u,ríos y canales8ó3. Roger Williams, el brillante soldadoinglés y cronista de la guerra de los PaísesBajos, atribuye importancia crítica a un sólo error del mando español,que tuvo consecuencias decisivassobrelas futuras camparias:no haber ocupadoel puerto de Flushing desdeel primer momentoss. Por otro lado, la guerra de fortificaciones no se redujo a la toma de castillos y plazashabitadas,sino que tuvo un crecimiento exponencialdebido a la facilidad con que se podían construir en terreno blando baluartesy murallas de tierra, que en algunoscasosllegaron a ser plazasmilitares de consideración865 Paraapreciarlo que había cambiadola mentalidad política de resultasde la guelra de sitio bastaapreciarque a fines del siglo XVI y, sobretodo, a comienzosdel XVII, las alegacionesde Maquiavelo en contra de las fortalezashabían sido totalmente olvidadassóó. El prestigio de las fortalezascomo signo del poder militar y de la grandeza de los príncipes era inmenso. ParaCampanella,la causade que los inglesesno pudieran fundar un imperio propio en el Nuevo Mundo eran las fortalezasespañolasde las costas de América8ut.JeanBodin habíainspiradoestemodo de pensar:"una ciudadsin murallas constituyeuna constantetentaciónpara sus eventualesinvasores,cuya codicia y -selecciónde JoséAntonio MARAVALL. Madrid MCMXLV, p.206. tur W. D. DAVIES. Introducción a TheActions of the Low Countries, de Sir Roger WILLLAMS. Cornell UniversiryPress.Ithaca,Nueva York 1964,p. )(LIX. E* Williams enfatizala importancia decisiva del poder naval para neutralizar las ventajas de que gozael que domina el territorio: "But let the seatbe never so strong, the master of the field will command it in time, unlessit be somestrongport like Flushing,La Rochelle,Calais,Marseilles,Brouage,Gravelines,or at üe least some frontier strong place that a stateor potentateda¡esnot assiege,having no hope to despair the governor to deliver it into their enemy's hands". Y añadeuna crítica muy fundada en rÍrzonesmilitares a los planesde campañade Alba: Dios quiso enceguecera los españolescuandodejaronel puerto de Flushing, "being the only port and key of the Netherlands,unfurished, and ended that of A¡twerp. All men of wa¡ of any judgment may easily conceive had they finished fust the citadel of Flushing, Zeeland had never revolted". La misma lnglaterra no hubiera intervenido enla guerra si los rebeldesno hubieran contadocon los puertos. WILLIAMS. Oo. cit. P. 34 v s. 8u5Luigi Blanch atribuye esterecurso o tra¡ili¿a¿ a lÁ príncipes de Nassau,con el fur de "arreshre I'impeto delle vecchiebandespagnuole,contro gli inespertie nuovi difensori dell'Olanda". BLANCH. Della scienzamilitare considerata né suoi rapporti colle altre scienzee col sistemasociale". Nápoles 1842,p. 88. No compartimoestavisión ingenuade los hechos,que hacenparecerque los españolesno practicabanla fortifrcación de campaña,y muestraa los holandesesdesprovistosde experiencia militar, cuando muchos de sus capitanesy soldadoshabían combatido en las filas del ejército imperial. Eóo Sin embargo. en el ocaso del siglo XVI la tesis de Maquiavelo resuenaen Baltasar Álamos de Barrientos, quien dice hablando del castillo de zaragoza:"no sé por dónde puede conveni¡ de que se tenga en pie, porque de suyo y solo no bastapara sustentarla tierra en obedienciacontra voluntad. Y es un testimonio de servidumbre y conquista,castillo en mitad de un reino, que no puede sino servi¡ contra los naturalesde eI..." ÁleuOS DE BARzuENTOS. Discurso político al rey Fetipe III al comienzode su reinado.Introduccióny notasde Modesto SANTOS. Barcelona1990,p.104. 867 Tomás de CAMPANELLA. La Monarquía Hispónica,capítulo XXV, "tnglaterra, Escocia e lrlanda"., traducción del latín, prólogo y notas críticas de Primitivo MARÑO. Centro de Estudios Constitucionales. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 306 y poder seríanmenoressi tuvieran que habérselascon una ciudad bien fortificada"868. Otros, sin anbargo, señalabanque era la posesiónde artillería 1oque anulabael valor de las defensasde las ciudades;así, el jurisconsulto Pedro Barbosarelata que "Fabricio Colona solia dezir que llevando á qualquier cerco artilleria de bater, le pareciaque ya llevaba las llaves del pueblo en la faltriquera"s6e.Ginés de Sepúlveda,sin embargo, recomendabaal príncipe prudentepreferir la guerra defensivaen ciudadesamuralladasa la ofensiva en tierras extrañas870. La tragedia evocadapor Bodino y la fatalidad sentenciadapor Colonna, de resultasde la guerra de sitio, nos mueven a mirar a éstapara encontraren su meollo vital cuanto pueda ser significativo para una apreciaciónjurídica del fenómeno.Lo v¿Imosa hacerdesdeel punto de vista del sitiado (tanto del gobernadorde laplaza como de la población), y desdeel punto de vista del generalo jefe del ejército que sitia. La antinomiafidelidad-traición tiene una valencia moral como norma de comportamientoy una valenciajurídica como obligación exigible. Puedeun capitán rendirse en el campo de batalla por miedo y no serátraidor, sólo cobarde;entregaun alcaide o gobernadoruna plaza por el mismo sentimientode miedo invencible, y será traidor,y apenasinteresasi fue cobardeo no. Ello se explicaporqueaquellarelacióndel gobernadorcon su plazano es más que la mediaciónde una relaciónmás profunda, esencialy directacon el rey o señor;y faltar al pleito homenajees una transgresiónde lo sagrado.El castellanono puedeenfegar su alcázarmás que bajo la autorizacióndel señor,porqueasí lo ha jurado al recibirlo, ofreciendosu vida en ello; por tanto,la M a d r i d1 9 8 2 p . . 189. 'u* Ya anade:iin murallas,las mujeres,los hijos, los bienesy posesionesno estánseguros."Es ridículo añrma¡ que los hombresque viven sin murallasson más valientes;si fuera así,no seríannecesariosni escudosni armas defensivaspara enfrentarseal enemigo". Bodino evoca las calástrofesi¡herentes a la caídade una ciudad en manosde susenemigos,cuandopreguntaa los que afrrmanque un paíscuyas ciudadesno están amuralladano seráinvadido pr los enemigos:"¿quién les impediráquemarlas casas, saquearlas ciudades,matar a los hombres,violar a las mujeres,sometera esclavituda los jóvenes?". BODIN. Los seislibros de la República,quinto, V. Traducciónde PedroBRAVO. Madrid, p. 182 y s. tun P.dto BARBOSA. Discursosde la iuridica ¡: verdadera razon de estado... Conta Machavelo (sic) y Bodino 'r,los demaspoliticos de nuestros tiemposy sussequazes.Coimbra, sin fecha de publicación, reinadode Felipe IV. fol. 149v. 8t0"Así. p.r"r, .l rey debe, ante todo, evitar esta temeridad y hacer uso de sus bienes y facultadespara repelerde susciudades,municipiosy castillosel ataquedel enemigo,no sólo con las armasde las guarnicionespuestaspara hacer frente a la situación, sino también construyendotorres y fortificaciones, montando artillería y ocupando al mismo tiempo con su ejército los lugaresmás destacadosy defendidos, ya personalmente,ya por medio de sus generales,y, bien guarnecidoslos campamentos,no debe permitir que el enemigo haga correríasimpunementey ha de evitar en lo posible que se dedique al asolamientode los campos, tratará de cortarle el aprovisionamientoy enviará refuerzos a las ciudadessitiadas,para que, al ver tantasdificultades, los enemigos se-vean obligados o a sali¡ de las fronteras o a acepüarun género de lucha desventajosa".GINES DE SEPULVEDA. Demócrqtesprimero. En "Tratados políticos de Juan Ginésde Sepúlveda".Ed. Angel LOSADA. Instituto de EstudiosPolíticos.Madrid 1963,p. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 307 pérdida de la vida se da por descontada,y el alcaidedebe entregarlasi necesariofuera, antesde rendir laplaza. En el plano moral nos encontramoscon que se trata de conservarun orden social originado en relacionesde fidelidad mutua, cohesionadaspor el sentimientodel honor. Un orden milenario que tiene en su vértice al rey o señor necesitade todos y cadauno de los sillares de su fundamento,de la inviolabilidad de todas y cadauna de las patentesde tenencia.Pero también se trata de un ordenjurídico cuyasprescripcioneshan sido codificadasal nivel normativo más alto; en el caso concretode Españaen el código de las Partidas.Jerónimo de Carranzaexpresala centralidadde la fidelidad al rey como arco, tanto del orden moral como del jurídico, en su análisisde la traición: "Entregar, Traer d Traspassarde lo iusto, y de la obligacion que cadauno tiene Naturalmenteá su Rey, se llama Traycion la que se comete á la PersonaReal, y estaes en muchasmaneras,d levantandosecontra el, d entregandoel Alcayde á los enemigospor miedo d por precio, ó por amenazasla Fuergaó Villa que le dieron en poder, ó siendoTercero ó Medianero para ello, aunqueno estena su Cargo las cosasque entregad procura entregar,si no como hombre Particular desseosoque el enemigose appoderede algun Castillo ó Fuerga"87t. Carratuarecuerdaque la ley del OrdenamientoReal del rey don Alonso separala traición de lo que vulgarmentese llama así, como dar muerte a alguien sin ofrecerle la oportunidad de defenderse,o de dárselacon uso de buenaspalabraso amistades,o por encargomediante dinero por cuentade otro; todo estono es traición sino alevosía.Sólo es traición un crimen contra el rey. La traición es la contrafigurade la "Gloria y Honra", cuyo epítomeespañoles don Hernán Pérezde Guzman,quien no sólo rechazóentregarlaplaza a quienes amenazaban de muertea su hijo, sino que ni siquierapensóen haceruna salidapara rescatarlo,porqueestono sería"Esfuergo"sino "Locura y Temeridad",por ponera la plazaen riesgode perdersepor un acto de amor patemo,estoes, como dice en su definición de la traición, "como hombreParticular".He ahí lo esencialde los problemas con que se enfrentael gobernadoro alcaideque sufreun sitio o asedio. Tal situaciónpone en juego los más sutilesefectospsicológicosy morales,los cualesprovocana su vez apelacionesa principios contradictoriosdel derecho.Dentro de una ciudadsitiadachocantantosinteresesvitalesencontrados,que se da lugar a que un partido coaccionepor todoslos mediosal otro, o que se suscitendifidenciasde dificil resolución.Así, se creansituacionesfácilmentemanipulablespor el jefe militar para *t' CARRANZA. Libro de Hieronimo de Carranga natural de Sevilla que trata de la philosophia de las arrnas v de su destreza), de la aggressiony defensionchristiana, f.25k. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 308 adquirir alguna convenienteventaja militar. Unas vecesse produce la diüsión de los habitantesentre los que se consideranlealesy los que se han mostrado o son consideradosdesafectosal príncipe; las más de las vecesse trata del miedo de todos al hambre. Esto es lo que facilitó que el gobernadorde Frisia, FranciscoVerdugo, explotara el rencor que los burgueseslealesde Groninga sentíancontra sus compatriotas rebeldes,y su poca disposición a compartir con ellos los socorrosque esperaban872. El cardenalBentivoglio lo dijo de forma concisa:"En los cercosobra muchasmas vezesla hambre que el hierro"873.Para cebarla, eÍaprácticageneralizadahatar de echarfuera las bocasinútiles; no sianpre se conseguía:en el sitio de Leiden puestopor los españoles los sitiadoshicieron salir a los niños y las mujeres,pero los españoles,paraque volvieran dentro, les cortabanlas faldas a éstas,con lo que, por vergüenz4 volvían sobresus pasos,a consumir las vituallas. Farnesioempleabalatáctíca de sorprendera una plaza cuandose celebrabamercadosTa; los lugareñosde la vecindad quedaban encerrados,y consumiíanlos víveres mas rápidamente. EL SOCORROCOMO FIGURA ruRÍDICA Por esoen los asediosla palabra"socorro" se pronunciacon una ciertaunción, como cuandoel espíritudesoladoinvoca la "salvación"y la "redención".En un plano de razónobjetivadopor el derecho,ya hernosvisto que "socorro" se toma como marcao límite paraalteraro manteneruna ciertasituaciónjurídica: continuaruna plaza en 8t' Los burguesesde la ciudad,que en su día se habíanmantenidofieles al rey de España,no se mostraban en esasituaciónmuy cooperativoscon Verdugo,puesno habíanpermitido que los soldadosde refuerzose metieranen la ciudad,obligandolosasí a alojarseen el burgo, fuera de los muros. En una salidade los españolesfrteroncapturadosalgunosholandeses, y llevadosa la ciudad . Es el propio Verdugo quien relatalos hechos:" Los Burgesesse los querianmatar,y queriendolosdefenderlos Soldados,les dixe que dexassenhazer a los Burgeses,por tanto mas empeñarlos.Dio estepequeñoeffecto tanto animo a los Burgesesque ya tenian al Enemigo en poco". VERDUGO. Commentario del coronel Francisco Verdugo de la guerra de Frisia. En XIIil años quefue Governadory Capitan general de aquel Estado y Exercitos por el Ret'D. Fhelipe M S. Napoles 1610,p. 223.Elmiedo que los burgueseslealesteníanhizo que impornrnarana Verdugo con quejas,porque creían que los socorros que esperabanno eran suficientesy temían que los los deslealesde dentro los acabarían.Así, "Quexavasseel Magisrado de que los socorros que inviavan no bastavanpara poder hazer la guerra ofensiva, y que la defensiva no los ayudava mas que a acabarlos de consumir".Id. n. 281. t'3 BENTIvOGLIO. op. cit. É tos. 870 En Maastricht, 1579, estatáctica salió al revés,pues las mujeres y los niños ayudaron grandementea la fortificación de la ciudad, y animaron a la resistrencia.Farnesiose vio pe{udicado, además,por el hecho de que los caserio se quedaronvacíos, y así el príncipe no pudo contar con peonespara la obra de sitio. En estapráctica Farnesioera inflexible: como prefería rendir por hambre antesque por artillería, llegó a recbazarla petición de los católicos de Yprés, ocupadapor los calvinistas, de que les dejara salir. VAN D E R E S S E N ,o p . c i t . t . I I I , p . 1 8 6 . Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 309 beligerancialegítima o entregarse.El fracasodel socorro desencadenala desesperación dentro delaplaza. con sus indeseablesconsecuenciasmorales8Ts. La sola evocaciónde la posibilidad de socorro se ernpleacomo prendapara mejorar la tratativa de una capitulación.Mientras la ciudad resistesin que le llegue socolro, o sin que se sepaque le llega, sus bazasparadesanimaral sitiador a continuar con su expugnación,o incluso para negociar con él una mejor capitulación, son altas. Pero si el socorrellega y es rechazadoy derrotadopor el sitiador, las bazasde la ciudad sitiada bajan drásticamentede precio, y sólo le quedadarsea merced del vencedor.Es ésteun cálculo militar cargadode consecuencias,no sólo para el conjunto de la campaña,sino para las cuestionesque debenresolversepor justiciattu. E, lo que le pasó a la ciudad de Haarlem, sitiada por el ejército real durantemuchos meses,el cual rechazóy derrotó las fuerzasde socorro enviadaspor Orange.Cuatro días después, Haarlem se entregó;se ejecutóun gran número de burguesesy soldados877,aunquedon Fadriquede Toledo perdonó a los que se pasaronal servicio del rey. Un conciertode entregabasadoen la llegadao no del posible socorrose convierte, en la variable fortuna de una guerra,en teatro para un drama de engañosy rofurasde la fe dada878. No es posible,quizás,expresarlo que se quieredecir mejor que tts Así lo veía el cardenalBentivoglio: "Cae fnaLnente cualquierP1agano socorrida;y en tal casolos defensoresmas obstinadosse buelvende ordinario los mas viles". BENTIVOGLIO. p. 120. ó. 876williams "it. Alba de expresalo agónicode una decisióncomo la de socorreruna plaza:disponiendo unas fuerzasde 26'000 soldadosy Orange sólo de una de 6.000 fue temerario intentar el socorro a los de Haarlem: "l do confessit, having any reasonto fight, but, being sure to perish both, it was our greatest shameto attempt it. If we had kept ourselvesundefeatedand given order to the town to have compounded wiü the enemy their composition had been the better; but, being defeated.,the toumsmenwere fain to yield to üe mercy of üe Duke of Alva, for the sight of our ensignsand cornetsso quailedtheir courage üat having no other remedy, they yielded to his mercy within four days after our overthrow". WILLIAMS. Op. cit. P.90. E7? Bentivoglio Lle.rael número de los ejecutadosa 2.000 entreherejesy los soldadosforasterosque habíansido dejadoslibres en Mons y otraspafes, bajo promesade no volver a luchar contrael rey. BENTIVOGLIO Op. cit. P. 124.En algún c¿rso, en Haarlem,la costumbreque determinaque el perjuro debemorir se cumplió incluso antesde la caídade la villa. Así, un cierto capitánBorder, que habiaestado en Mons y jurado no luchar,se pegó un tiro cuandovio que Haarlem se perdíai¡remisiblemente. Bernardino de MENDOZA. Comentariosde lo sucedido en lasguerras de los Países-Bajosdesdeel año de I 567 hasta el de 1577. Publicadopor la Bibliotecade AutorEs Españoles,Historiadoiesde Sucesos P¿ticulares. Tomo segundo.Madrid 1853,p.492. o'o A nombrede la liga anti-rmperial,el duquede Urbino puso sitio a Cremona,en septiembrede 1526. Le dio funosa batería con cuato grandescañones;Ios de dentro,alemanesy españoles,se dieron a pacro el día l4: debian entregíIrCremona dentro de de septiembre;debían salir sólo con lo suyo, y pagando lo que debían; dejarían la artillería, las municiones y otras piezas, excepto las armasmanuales;áoce imperiales quedaríanen rehenes;mientras todavía estuviesendentro de Cremona, estaríacon ellos, para supervisarel cumphmiento de lo pactado,dos gentileshombresde la liga. El duque daría salvoconductoa los alemanespara irse a Alemania y a los españolespara ir a Nápoles; el lugarteniente general del papa les daría otro para cruzar los estadospontificios. Esta rendición capitulada quedaba,sin embargo, en suspenso hastaque se demosfiaseque los imperiales, que tenían sitiado el castillo de Milán, no podían enviar el socorro suficiente para que Ia liga levantaseel sitio. Para comprob¿uesto, salieron cuatro imperiales y acompañadospor uno de la liga marcharon a Milan; estabanademásfacultadospara cobrar las soldadas Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 310 como lo hace fray Prudenciade Sandovalen su historia del emperador,en el casode la capturade Castel Sant'Angelo por Filiberto de Chalons,príncipe de Orange,generalde CarlosV: Estandoel papa sitiado en Sant'Angelo, "estuvieron concertadoscon que el Papapagasetrescientosmil ducadosde oro; y que entregaríalas ciudadesde Parmay Plasenciay a Civitavieja y a Ostia y el castillo de San Angelo hastaque el Emperadormandaseotra cosao hiciese pacescon é1.La cual concordia fue otorgadapor el Príncipe de Orange,que ya hacía el oficio de generaly era obedecido. "Y antesque el Papala firmase, supo cómo el ejercito de la liga venía en su favor y que estabamuy cercacon treinta mil hombresy viendo que los imperiales que estabanen Roma andabanembarazadosen el saco,sin orden ni concierto, atendiendosin recelo a solo robar, entretuvocon palabrasal príncipe de Orangedos días,hastaque ya vino a noticia de él y de los dernasimperiales que veníanlos enemigoscercade los muros de Roma". Se acercóel ejército de la liga pero FranciscoMaría de Montefeltro, duquede Urbino, no se atrevióa dar la batalla.Los imperialesse pusieronde nuevo a meterseen la ciudad y desbarataronla resistenciainterior. "Pasaronmuchostratos;la conclusiónfue: que el Papadaría cuatrocientosmil ducadospor el ejército,porquefuesensegurostodos los que en el castillo estabancon é1.El cual entrególuego,y se puso en poder de aquellos capitanes,y dio por rehenespara seguridadde esto,diez y sietecardenalesque con él estaban,y entregóel castillo de SanAngel, los castillosde tierra de Ostia y Civitavieja con el puerto"87e. La misma llegadafisica de socorrospuedeconvertirseen materiacontenciosasi no reúneciertosrequisitos,sobrelo que es muy dificil que los de dentroy los de fuera se pongande acuerdo.El socorrosubrepticio,¿esadmisible?¿Debeel socorrolegítimo ser sólo manifiesto?Es más,¿quése entiendepor socorro?:1) ¿la entradade vituallas, de los imperiales de Cremona. Bien sabíael duque de Urbino lo que había capitulado. Los imperiales que sitiaban el castillo de Milan estaba¡ a punto de amotinane por falta de paga, así que resultó imposible que los de Cremonarecibiesenningún socorroy cobrasenlo suyo. ttn F*y Prudencio de SANDOV AL Historia de la vida y hechos del Emperador Carlos f/. Tomo Il. En Bibliotecade AutoresEspañoles, n" 81. Madrid 1955,p.241-2. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 311 municiones y soldadosdentro de la plaza sitiada?,o 2)la aparición del ejercito de los de dentro a la espaldade los que sitian? Un casode dificil interpretaciónse presentóen abril de 1596 cuandolos hispano-flamencosdabanbateríaa los muros de Boulogne. Los francesesse espantaron,"y no queriendoesperarel asalto,se rindieron a condición de retirarseal castillo para rendirlo igualmente si dentro de seis días no eran socorridos", nos cuentaFranciscoLanario. Por negligenciadel que guardabacierto puesto,entra¡onen el castillo subrepticiamentesoldadosfranceses.De todos modos, pasadoel plazo de seis días, el archiduque-cardenalexigió la entrega;los de dentro se negaronalegandoque los 300 que llegaron les habían dado ánimos para esperarun socorromayor que los liberara. "Viniendo la cosa alafuerza - añadeLanario - el castillo fue tomado al asalto,y saqueadocon botín riquísimo. Se dijo que de los asaltantesno murieron más de cien, pero de los francesesmás de 800"880.Observemos que tantasvidas como se acabóperdiendoen realidad dependieronde un juicio litigioso de lo que constituíaun "socorro" legítimo. ¿Lo eran los 300 soldadosque habían entradosubrepticiamente,como alegabanlos franceses?Pero ¿no era legítimo por parte de los hispano-flamencos exigir que, desdeque se capituló,toda verificaciónde los hechosque condicionabanel resultadode la capitulaciónfuerapública y notoria,tal como lo habríasido la llegadade fuerzasdesdela campañacontralas líneasdel sitiador?Se halla aqui entrañadoun problana de validezde las pruebas:si la entrada fue subrepticia,¿cómose podíacomprobarque efectivamentehubo socorro?Si se rechazapor no probadoun socorro subrepticio, entonceses que sólo se admite como socorrolegítimo el que se presentea la espaldadel ejércitositiadory, sorprendiéndole o derrotándole,metadentrolos socorros.Por nuestrapartetendanos a creerque la necesidadde admitir la validezde la pruebaobliga a que éstaseareconocidade modo fácil, claro y patenteparatodos,como hubierasido, en efecto,la llegadadel socorro desdela campañacomo fuerzade combatesobreel campohispano-flamenco,lo que no se podíadecir del alegadosocotrosubrepticio. propia de la Toda éstasconsideraciones nos llevan a observaruna característica guena de sitio: el lugar de la verdad,o se si prefiereen lenguajede derecho,el valor de las pruebas.Veamosesto.Mientrasno se probarala alegaciónfrancesano se podría refutar que en realidad no se tratabasino de un vulgar acto de propagandade guerra, uno más de los elernentosde combateen todos los tiernposy lugares. 8to LANARIO. op. cit. P. r3i. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 3t2 EL LUGAR DEL TERROR El empleo del terror en los sitios y asedioses un instrumentopoderosísimoen manos del que lo emplea.Se usa para condicionar la negociaciónpara la entregade la plazade tal modo que el sitiador obtengaréditos que excedencon mucho el puro valor militar de su rendición y para que el sitiado pierda el valor de los activos que aún retiene dentro delaplaza. Por el terror "se compra" a los sitiados y susposesionesmas barato En la épocaque nos ocupa es la artillería la que primero siembrael terror. El sabio anpleo de los cañonespermitía en la épocainicial de la artillería ventajosas operaciones.Las más de las vecesestasoperacioneseranpr¡ramente"mercantiles" (el saqueo,el botín, el rescate),y en general,entre los siglos XV y XVI se consideraban compatiblescon las leyesy convencionesde la guerra,incluso cuandose había empleadoel terror. Su empleo podía ser tan productivo que las expectativasde ganancia rebasabanel valor fungible de las vidas y haciendas.Es lo que percibió Fernandoel Católico en el sitio de Illora, en la guerrade Granada.Los hechosvienenrelatadospor él mismo en una cartaal Concejode Seülla: "puso el artelleriatal terror e miedo en ellos que esamisma nocheme enbiarona suplicarme plugiesetomallos a partido". Es decir, los moros illorensesqueríandarsea Femando,negociandosusüdas y libertaden suscasas,a cambiode darle el dominio de la plazay quizástambiénalgunosde sus bienes.A Fernandono le interesó;queríaotra cosa.Siguió aplicandoel terror de sus cañones,hastaque éstosabrieronportillos en los muros,por dondepodríanentrarsus tropas.En estemomentofue a él a quien correspondióhacerun cálculode costos;así, dice al Concejosevillanoque como "non se pudiera(entrar)sin perdimentode gente, acordéde los tomar a misericordia,paraque se fuesendondequisiesen.E asi oy, viemes.se son ydos e me han dejadola villa"88l.Por el terror habíaalcanzadosu objetivo: el dominio nudo de la villa, de una forma no amparadapor las leyesde la guerra,sino más bien propia de esaesferametajurídicasólo sujetaal juicio de la historia,dondese proclamanlos derechosde conquista.La ambigüedadque traspasa todo esteincidenterepresenta,como un microcosmos,la ambigüedadjurídica y política de todo lo que se halla enluelto en una guera de sitios y asedios.El terror rompe los límites de las nocionesjurídicas sobrela guerra,y pone en evidenciala ambigüedadde susprincipiosEE2. tt' En JoseEnriqueRUIZ-DOMÉNEC, ¿'l Gran Capitán,EdicionesPenínsula,Barcelona2002,p. 16l. noEn la "Conclusión" de su libro Guerras iustase iniustas-MichaelWalzer. cuandoviene de analizarlas Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 313 El terror es, sin duda, una coacción,pero también es una forma de persuasión: quien lo sufre se persuade,bajo presión conminatoria,de las ventajasde sometersea él o de resistirlo. Como forma de persuasión,trata de convencera los amenazadosaquí y ahora,pero sobretodo a los otros. En estesentido es un mensaje;en fin, una forma de propaganda.Su ominoso nombre, probado en uno o dos sitios y sacos,surtía el efecto sobreel resto de las plazasno sometidas883. Empleandohabilidososmecanismos psicológicos, el terror servíatambién para aumentarla determinaciónde los soldados propios a combatir denodadamentessa. Como era de esperar,el terror tenía como consecuenciala represalia,ese mecanismoque bajo el imperio de la ira trata de sancionarun acto de guerra enemigo que por lo desorbitadode su crueldadse considerailegítimo, y que anteriormentehemos caractenzadocomo una modalidad del principio de reciprocidad8ss Cada sitio requiereun modo específicode resolverse.El generaly tratadista militar al servicio del emperadordurantela guerra de los Treinta Años, Raimundo Montecuccoli, hacía del terror parte de la primera modalidad de las cuatro formas de toma de plazas,a saber,ímpetu violento, bloqueo, sorpresay a fuerza886. El miedo implicacionesjurídicas, políticas y morales del bomba¡deo de terror practicado por los británicos sobre las ciudadesalemanasen la II Guerra Mundial, y analua el conflicto entre la necesidadde supervivencia y los derechoshumanos,dice: "siempre que nos hallamos en dicha esfera,experimentamosla suprema ti¡anía de la guerra y también, podría argumentarse,la supremaincoherenciade la teoría de la guerra". Editorial Paidós.BuenosAires, México, Barcelona,2000, p. 430. 883 Mientras los de Malinas tratabande las condiciones de ia enrega de la ciudad al duque de AIba, los soldados,sin aguardarel resultadoni el permiso, asaltaronlos muros ya desguarnecidos,y entraron a saco en la ciudad. A esterespectodice el cardenalBentivoglio: "Y porque al Duque no desagradabael castigo de la ciudad, y se hallava deudor al exercito de mucho dinero, se dispuso mas a recibi¡ la justificacion del saco, que a mostr¿Ircontra los soldadossu sentimiento". Prácticamentela misma situación se dió poco despuésen Zutfen. "Con el terror destosdos sacosbolvieron voluntariamente a la obediencia del Rei todas las ciudadesy tierras de la otra parte del Rheno en las provincias de Groninghen, de Overisel, de Frisa, y de Utrecht". Y aún añadeBentivoglio el caso de Naarden,donde "el menor mal fue el saco. Todos los Franceses,y todos los demas Heregesque estavandentro fueron muertos; y por colmo de misenaa la sangreseluntó el fuego..." BENTIVOGLIO.Op.cit. p. 109y s. oo' Es esto lo que pretendíael marquésde Pescaracua¡do arengó a los españolesque iban a luchar con los francesesen la batalla de Pavía: "Sabed que el Rey de Francia ha mandado echar bando o pregón que nadie tome españolesa vida, so pena que la perderá también el que lo tomare. ¡Mirad qué vanidad, si plensaque nos tiene ya las manosatadas!"Y añadeSandoval:"Esto dicho (dado que algunosconocieron su burla y fingimiento) encendió a la mayor parte en tanto coraje, que hizo gran daño en los enemigos. Porque se enojaron tanto los españoles,que muchos juraron de no tomar hombre a vida y de antes morir mil muertesque rendirse,que era lo que el marquésquería".sANDovAL. op. cit. p. 80. oo'En la toma de Doulensen 1585,segúncuentaFrancisco Lanario,"Pusieronlos españolesla tierra en saco, no perdonandoen el primer ímpetu a nadie; allí murieron mas de 2.000 hombres aptos para portar armas,sin tener en cuenta los oúos. Excusaronestaacción con el pretexto de haber querido vengar a su gente, que habían sido cruelmentemuertos por los francesesen la tierra de Han". LANARIO. Op. cit. P. l3t. 88ó"Se aracalaplaza vigorosamentepor todas partes,y con todo género de a¡:rrase instrumentos.Se executacuando se conoce que la guarnición es flaca,y que tenga algun terrorpánico". MONTECUCCOLI. Arte universalde la guerra. Madrid 1808,p. 81. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 314 también es útil en las oftas modalidades,y su propósito es desalentarla resistencia8sT. En realidad, cadafilósofo o tratadistade la guerra tenía su fórmula para producir un efecto conducentea la entrega delaplaz4 combinandoen diversasproporcioneslos contradictoriosafectosde un espíritu amedrentado;así, Bentivoglio: "Si bien aprovecha siempreunir a la clemenciael temor, daña emperounir al ternor la desesperación"888. En generalse consideratotalmentedesaconsejablellevar la guarnición de la plaza a la desesperación,por ¿Imen¿va de ser todos pasadospor las armas,o de infligir Sravescastigosa la población. Los mas propensosa caer en ella eran los prófugos y los que habíanjurado no volver a luchar. Muchos actosque parecíanheroicos eran impuestospor estoshombres a sus compañerosen la defensa,por saberque su vida estabaprobablementeamortizada.Esto es lo que observó el inglés Roger Williams sobreel sitio que Alba puso a Alkrnaar; dentro había muchos cuya vida había sido perdonadacuandose rindió laplazade Haarlem, sin duda bajo promesade no volver a luchar contra el rey dentro de un plazo determinado;éstos,adonás, no podían fugarse de la ciudad porque el férreo cerco de Alba no lo permitía; sólo les quedabamorir, y que al menosfuera combatiendoSse. A vecesel generalque concedíaalaplaza una capitulaciónventajosa,movido por su deseode ponersesobreotra cuantoantes, aceptabaque de laplaza saliesen,junto con los soldadosinocentes,algunoscarros cubiertosparaque escapasen los prófugos,rebeldesy perjurossin ser vistos.En determinadascampañas,el espíritu guerrerode los se disponíana resistir un sitio estaba tan exaltadoque los oficialesse dabanjuramentode matar al que deseaserendirsesm. No era inusualel casode los habitantesde una poblaciónque sejuramentanparano entregarbajo ningún conceptola plaza,ni tratarde ello, ni hablarcon el enemigo,so penade la vidasel.El heroismollevado al extremopodía,a veces,volversecontralos defensores.Despuésde un sitio de mesesy de una resistenciainfatigable,los defensores 887"Meter miedo en la plazaenseñándolescon falsos úofeos las vanderasy prisioneros, como si se hubieraganadouna batalla".MONTECUCCOLI. Id. P. 87. 888 BENTIVOGLIo. oD. cit. p. I lo. 88n wILLL{MS. oo. cii. e. ss. 8s Montecuccoli lá expresade esta forma: "Para defendersecontra los silios. Se hacejurar y firmar a los oficialesmayoresy sldadosde vivir y morir juntos: que (so) penade la vida nadie hable ni trate de rendirse".MONTECUCCOLL Op. cit. P.99 8e'Tal fue el caso de las mujeres de Agria, en Hungría, cuando la tenía sitiada Mahomet Bajá, general del sultanSoliman."Y (acordaron)que si por causade largo assedioviniessenen la ultima necessidadd. perecerde hambre,se comiessena¡tes los unos a los otros,q. rendirse,y q. trntos hombrescomo mugeres,trabajassenen fortificar los muros, y en socorrer a los q. peleassen,y q. por quitar sospechade alguna traycion, no se pudiessencomunicar mas de tres, hasta quatro personasjuntas. . . Con que pudieron resistirtrezeassaltosgeneralescon mucha constanciayvalor". Bernardinode ESCALANTE. "Diálogos del artemilitar". D. 21. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 315 de Maastricht, rendidos de cansancio, fueron sorprendidosen sueñoy no se dieron cuentade que los soldadosdel rey entrabanmedrosose incrédulos por una brecha.Este descuidohizo que la ciudad cayera,y la valiente resistencia,en lugar de ser reconocida con honores,fue castigadacon una terrible matara que costóla vida a muchos centenaresde personassn2. Al jefe militar delaplaza. Tapin, merecedorde honorespor su bravura y diligencia, lo mataron al encontrarloherido. De todas formas el teror surtió su efecto: en Amberes, que también estabaen manos de los rebeldes,apareciócon fuerzaun partido contrario al príncipe de Orange,al que se hacíaresponsablede la caída de Maastricht por no haber dado socorro alaplaza. El cardenalBentivoglio vio una relación directa entre el terror impuesto por el duque de Alba en la toma de las ciudadesy la obstinaciónen defendersecontra toda esperanza;así, dice sobrela entradaa sangrey fuego del hijo del duque, Fadriquede Toledo, en Holanda: "Introducidas las armasEspañolasen la Provincia, concibieron tanto horror aquellospueblos,que desesperados, o de conseguirperdon pidiendole, o de verle efectuadoalgandole,determinaronmantenersepor todos los caminospossiblesen la rebelióncomengada"se3 No andabalejos de estemodo de razonarel capitán Franciscode Melo, cuando dice de la desesperación como factor del combate: "aunqueel sitiadorestécon la mayor esperanzaposible de ganar laplaza, el Capitan Generaldebeaceptarcualquier partido que los sitiados haganen la entregade tal plaza,aunquepretendansacar convenienciasmayoresde las que consienteel aprietodel sitio; porquelos sucesosde la fortunason varios,y la desesperación vale muchasvecescomo un grandioso socorro"8e4. Uno de los rarossucesosque dabanalientosy esperanzaa los sitiadosera saberque el ejércitopropio habíasitiado al enemigoen una de susplazas,por lo que debíalevantarel sitio y acudir a socorrera los suyosen el otro8e5. En todo caso,el generalsitiadorteníaproblemas,si no tan dramáticoscomo los del gobernador,sí al menostan numerososy decisivos.Sussuministroy suslíneasde comunicacióny transportese hallabansujetasal hostigamientodel ejércitoenanigo. La tnt Leon Van der Essenestimael número de víctimasmortalesdel sitio en unas 10.000personas,la terceraparte de la población. En cuanto a la matanzadespuésde caer laplaza, aporta testimonios muy contadictorios, que varian entre 300 o 400 y 18.000.Y no se puede decir que las cifras se hinchaban a se achicabanpropagandísticamente,porque en la rebeldeAmberes se hablaba de las cifras mrís bajas.VAN DER ESSEN, Alerandre Farnese.Bruselas1934.t. II. P. 188. 8e3BENilvoGLIo. op. cit. P. I lo. 8q MELO. op. cit. P. 169. 8e5Bentivoglio, siempre buen observadorde la guerra, señalaque "entre las m¡áximasde la guerra ninguna es más practicadaque iltentar romper un asedio con la diversion de otro". BENTIVOGLIO. Op. cit. P. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón , 316 estaciónpara sostenerseen la camparlaextramurosera breve. La disciplina necesaria dentro de los cuartelesnecesitabaser tan draconianacomo dentro de la plaza. Su campamentoy el desplieguematerial y técnico que hubieserealizadopodía ser objeto en cualquiermomento de ataques,tanto desdedentro delaplaza como desdefuera, o quedar atrapado en un cerco contra su circunvalación896. Raramenteel ejército sitiador alcarzabala proporción ideal de superioridad númerica aconsejadapor la práctica militar; si son necesarioscuatro hombrespara sacar un muerto de su casa,dice Lanario, "son muchos más negessariospara hecharlo estando vivo"8e7.Cuando se elige a un generalo maestrede campo para poner un sitio o asedio se da por supuestoque conocelas máximas de estetipo de guerra8es: no se puede asaltar los muros de una plaza si no se tiene fuerzasarrolladoramentesuperiores;el peor número de bajas se producirá entre los primeros que asaltenla brecha;la fi,ria de la artillería de sitio habrá pasadodespuésde las primeras veinticuatro horas, etc.seeLas sorpresasexigían oficiales y soldadosmuy experimentadosy discretos;por eso raramentetenían éxito, y la mayor parte de ellas acababanen un descalabros0. EL SITIO COMO TRANSACCIÓN Lejos ya del espíritu de la guerrajust4 que declaraquerer resarcirsesólo del daño producidopor el enemigoinjusto, la guerrade los siglos XVI y XVII, sobretodo en su versiónde toma de plazas,se convierteen una suertede industriaen buscade beneficios.La guerrano sólo debeproducir frutos que sufraguenlos pesadosgastosen que se incurre,y satisfaganla necesidady la codiciade los que combaten;hay que sacar beneficioa toda costa:"donde no hay gananciade plazases buenohacerlacon los 3 5l . 8e6"No es otra cosa un exercito en la campañaque una gran Ciudad moble, governadacon leyes militares entremurallasde hierro". BENTIVOGLIO. OD. cit. P. l4l. 8ut FrancescoLANARIO. I trattati del principe e della gueffa.Nápoles MDC)O(VI, p. 23. 8nt Gitolamo FRACHETTA ofrece, en su Seminario de governi di statoet di guena,uno de los sumarios más completos de las máximas que se ref,rerena la defensade un plaza (opugnación) por sitio (expugnación)y asedio. 8NN DAVIES. Oo. cit. P. XXXVIII. * "Nioguna cosa de ordinario haze peligrar tanto las sorpres¿rs como el consentir que les sucedaluego tumultuosamenteel saco.Porque pueden entoncesponerseen armÍrslos vezinos de dentro, o sobevenir los enemigosde afuera; o juntarse ambascosas;de maneraque facilmente queden oprimidos los assaltadorespor hallarse esparcidosy desordenadosen aquel punto entre los robos y las demas licencias militares acostumbradas". BENTIVOGLIO. Op. cit. P.414. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 3r7 robos", aconsejaJuan Alfonso de Lancinaml. Los robos son una más de las "licencias militares acostumbradas",dice Bentivoglios2. Todo sitio poseeuna cierta valencia "comercial". La toma de una plazapone en manos del capitangeneralun activo que puedevaler mucho o nada,dependiendode las condicionesgeneralesdel teafo de la guerra. Si la plaza estálejos del gruesodel ejército enanigo, le convendránegociar con éstepara devolverselaa cambio de otras de su príncipe que el enernigoretenga.Si el ejército enemigo estácercade la plaza ocupada,éstale vale poco, pues el enernigoirá sobreella; y mejor le seráal capitan generalsalir de laplazay destruirla, "que la gente,cansaday disminuida por ganaruna empresa(Melo alude a la toma delaplaza), no estarápara defenderotra". Ahora bien, si decideretenerlaa la vista del enemigo,deberáhacer salir a la gente,desarmaday sin pertrecho,"con que pueda fatigar la campañadespuésde puestaen libertad", y los que quedenseantratadoscon justicia, pero bajo el temors3. Personasy cosasentran en el arqueodel botín, aunquesi éstees mucho y no puedeser acarreado,se procurarábeneficiar a las personasdejandolaslibresry. Antes de emprenderla campaña,o bien antesde poner sitio o asedioa una plaza,se dabaun bandocon las condicionesgeneralesdel saqueoy del repartodel botín. Podíahacerseun fondo común,o si la villa era tomadaal asaltose dejabaa cadasoldadoque tomaselo que pudiera;se fijaba el plazo en que la villa quedabasujetaal saqueo.Quedaba prohibido entregarseal saqueoantesde habersido reducidalaplaza, terminantemente so penade la vida. El saqueono era consideradocontrarioa las honorablescostumbres militaresms. El principal arqueode todoses el que cadauna de las parteshacepara la capitulación;los que la piden compararánel costode la rendicióncon el de la destrucción,muertey saqueo;el que la dicta compararálo que pierdeo ganaen botín con lo que ganaen vidas,ordendel ejércitoy libertadparamarcharenseguidasobreotra nt" LANCINA. oo. cit. p.208. *t "Ningunu .otá d" ordinario haze peligrar tanto las sorpresascomo el consentú que les sucedaluego tumultuosamenteel saco. Porquepueden entoncesponerseen ¿umaslos vezinos de dentro, o sobevenir los enemigosde afuera; o juntarse ambas cosas;de manera que facilmente quedenoprimidos los assaltadorespor hallarse esparcidosy desordenadosen aquel punto entre los robos y las demas licencias militaresacostumbradas". BENTIVOGLIO. Op. cit. P.414. mt M E L O . O p . c i t .P . 1 1 2 . n* En Ia toma de Génovapor los imperialesen l522,según cuentafray Prudenciode Sandoval,"La ciudad se saqueó,y porque el saco fue mejor de lo que el ejército pudo llevar, mandó Próspero(Colonna) q-ueningún ciudaanofuesecautivo". SANDOVAL. Op.cit. P.506. e0' Ver Hugo O'DONNELL. Poner una pica en Flandes en el sigloXVI. Proceso de reclutamienroy conducción de la infantería española."Revista de historia militar", año XXXVIII, 1994,no.76, pp. I l3 9 .E n p . 2 5 . Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 318 plazan6;esto conduceineütablemente a una reducción de las exigenciasdel de fuera, y a un aumentode expectativsdel de dentromT.Los de dentro, frecuenternentetienen que resignarseal saqueopor salvar las vidas; o quizás tenga que concederlas üdas de unos pocos para conservarintacta la ciudad. Los de fuera concederángustososa los soldados que se rinden los honoresde la salida, con tal de que cuanto antesabandonenlos burguesesa su suerte.Todo y nadapuede concertarse;todo o nadapuede cumplirse. Sin olvidar que todo el desarrollo de la negociaciónpara capitular se presta,de principio a fin, a la manipulación por fines estrictamentemilitares, tanto de un lado como de otroeo8.Con muchísima frecuenciael pedir parlamentolos de dentro a los de fuera para só La presenciade una buena fuerza y de una suficiente artillería delante de una plazarazonablemente guarnecidahace al defensory al ofensor cautelososcalculadores.Uno y oho, en realidad, razonan del mismo modo: calculando el costo de la ofensiva y el costo de la defensiva.Las condiciones objetivas, materiales,como por ejemplo el número de piezas de artillería, o el número de hombres,puede ser ventajoso para uno o p¿Iraotro. Sin embargo,hay una tendencianatural, instintiva, a agrandarlas ventajas del otro y a minusvalorar las propias. Muchas batallas se resuelvenasí: cuando se atribuyen al enemigo ventajasinsuperables,cuando, irónicamente,el enemigo estáa punto de reconocery ceder ante las supuestasventajasdel otro. Este parecehaber sido el caso del sitio de Cherascopor el marquésdel Vasto en septiembrede 1537.Cherascose habíadado a los franceses,y se hallababajo la gobernacióndel genovésCesaroFragoso. Llegado el marquésante Cherasco,envió sus trompetasintimando a la rendición. Fragoso contestóque no veía por qué tenía que hacerlo. Se dio batería a los muros de la ciudad. pero no se pudo entrar a la primera, por las muchas defensaspuestaspor los sitiados. Los imperiales se aprestarona dar el segundoasalto. Cuenta García de Cerezedaque "viendo CesaroFragoso que los españolesse aparejabanpara dalles otra batalla, é que no se podria defender,acordó de rendirse; y así, hizo salir un at¿mbor al Marqués diciendo que él con los otros coronelesy capitanescon su gente se rendia. con pacto que ellos pudiesenir con sus personasy armasy caballos y banderasy artillería y ropa en salvamento,sin ser desvalijadosni rescibir otro estorbo ni daño hastaser llegados en Saluzzo". En ese mismo momento,segúnnos cuentael cronista,el marquésdel Vasto estabapensando:"que su genteno habia podido en la batalla tomar la villa y que el tomalla por fuerza era cosa de gran daño para su gente, por su gran fortaleza y por la mucha gente que la defendía"; por eso "acordó de los tomar rendidos con todos los pactos que CesaroFragoso demandó". GARCÍA DE CEREZEDA. Tratado de lascampañasv otros acontecimientosde los ejercitos del Emperador Carlos I/. Tomo II, p. 284. not Lo más frecuenteen unas negociacionesdL rendición es ir rebajando las demandasiniciales si la otra parteob¡etala oferta.Asi, en la campañade 1537en Saboya,el maestrede campoAlvaro de Grado había puesto a¡tillería sobre el castillo de un lugar llamado La Pairosa.Según cuenta García de Cerezeda,el capirándel castillo,JuanAndrea de Plasencia,"conosciendocomo era puestaalli la batería,que por ningunamanerapodia dexar de ser batido el castillo y tomadopor fuerzao echádoleel castillo encima", envió a su alférez a informar de que estabandispuestosa rendirse con pacto de salü con vidas y personas, con sus armas y ropas y tomar el camino de Francia con guarda de soldadosimperiales. El maestrede campo ofreció aceptar la rendición a merced del marquésdel Vasto. Esto fue rechazadopor Juan Andrea. Así que, "viendo el maesede campo que querellostomar por fuerzade ¿um¿rs era matalle de sus soldados, y que si él daba batería,que seria am¡inar é deshacerel castillo, y que si lo am¡inaba no quedabafuerza en el paso donde tener su gente para la defensadel paso que tanto convenia guardarse",concedió el lacto que los sitiados demandaban.El capiuin Juan Andrea no podía, en realidad, exigir menos de lo que pidió; si no salian salvos y protegidos hastael confin de Francia los hubieran destruído en el camino los soldadosimperiales, así que salieron acompañadosdel maestrede campo y cien arcabuceros.GARCÍA D E C E R E Z E D A .O p . c i t . t . I I . P . 2 9 6 . n06 Los sitiadoresfrurr""r., de Carignano. en 1544,intimaron al maestrede campo Pirro Colonna a iniciar convesacionesde capirulación.Para ello enviaron a parlamentar con él dos coroneles.Colonna rechazóla venida de los coroneles,por temor de que su entradaen la villa diesea los soldadosimperialesla esperanzade la capitulación y se debili¡asesu voluntad de resistir; pero tampoco quería cambiar la expectativa francesade una rendición capituladapor una voluntad resueltade atacarde inmediato; por Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 319 negociarno era sino una forma de entreteneral sitiador, alimentar su esper¿mza de ganar laplaza sin costeo, simplernente,librarse por díasu horas de la bateríame.A la larga, estetipo de estrategemase mostró como lo que era; un intento ingenuo de engarlar,y aunquesurtió algún efecto en los primeros tiempos de las campañasde los PaísesBajos, pronto cayó en descréditoel0.A veces,las formalidadeshonrosasde una capitulación encubríanpor convenienciamutua la bellaqueríade los de dentroell El intento que hemoshecho en los párrafos anterioresde presentarun cuadro existencialy moral de la guerra de sitio no nos exime de mirar mas detenidamentelo que desdeun punto de vista jurídico estáentrañadoen un sitio o asedio.Recordemoslas cosasque hemos señaladohastaahora como relevantes:el dominio o propiedadde la plazao castillo, el juramento para su guarda,el régimenjurídico de |a tenenciao gobierno, el valor de las vidas y haciendasenjuego, así como las leyes,usos y costumbresvigentes en esemarco de relaciones.Como se ha podido entenderpor los párrafos anteriores,todo esem¿ucojurídico, en un sitio o asedio,estásiendo desafiado existencialmente por los interesesvitales de todos,civiles y milítares,jefes y soldados. Cadauno entiendede modo distinto, si no contradictorio,lo que considerajusto; el bien, o bienes,es para cadauno diferente que para el otro. Esto srea una paradojaque parece poner en tela dejuicio algo que afamadostratadistashan dadopor sentado:el vencedor es el juez del litigio. Sin necesidadde discutir estepunto, se puedeafirmar, sin embargo,que también el gobemadorde laplazao castillo entra a formar la sentencia ello pidió que el generalfi'ancésle escribieselo que teníaque decirle,que él lo estudiaría.Esperabaasí erltretenaren vana esperanzaal campo fi-ancésmientras llegaban socorros. -' Los de Leiden, sitadospor los españoles,"Para ganar tiempo enviaron un trompeta a Valdés (Franciscode Valdés),pidiéndolepermisopara k a parlamentarcon don Fernandóde Lanoy, Conde la Rocha, gobernadorde Holanda, que estabaen Utrecht. Como su intención era sólo entretenera los sitiadors y ver la manera de que se aflojase el cerco, le respondió Valdés que el que los tenía cercadosera y que si se repetía una petición de este tipo arcabucearíaal demandante".Joaquín llrv¡o-LanoV RODRIGUEZ ARZUA, prólogo a la edición de Espejoy disciplina militar,de Franciscode VALDÉS. Madrid1944.o.21. n'0 Y era ingenuopasarpor estetipo de engañono sólo porque se ponía fácilmenteen evidenciaque sólo buscabaganar tiempo, sino porque también podía ser el enmascaramientode una emboscada;por elemplo, sitiados ios españolesen la plaza de Sluis, indicaron su voluntad de parlamentarmientras enviaban aviso al duque de Alba de lo delicado de su situación. Así enftetuvieron cuatro días a los sitiadores,hastaque éstosexigieron la entregade la plaza,puesto que no habían llegado socorros.Cuando fueron a tomar posesiónde ella, fueron recibidos a cañonazos,y puestosen fuga. Eite tipo de ardid era vecestomado como práctica tolerable de guerra y otras como engañode mala fe. ?JSunas n" Tal fu. el caso de los defensoresalemanesde la ciudad de Bonn cuando los tenían sitiados los españolesde don Juan de Austria. El i¡cidente lo cuenta Francisco Verdugo, gobernador de Frisia: los alemanes,vieron "el extremo peligro del sitio, y por esto no quisieron tener orden, assi en las municiones de guerra como en las de boca: por tener tanto mas occasionde rendirse: principaünente despuesque supieron la venida d'el Conde de Mansfelt: pareciendolesque el Principe, por no dexar de véni¡ al cabo de su empresa,les haria mejor partido que otro, comeng¿uona tratar con el: y assi teniendo ambaspanes gana de acordarse,se hizo brevemente:saliendo la gente de guerra con sus armasy bagajes". Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 320 cuandoaceptalos términos de la capitulación,y al aceptartales y tales condiciones, beneficia o perjudica a unos o a otros de los de dentro, esto es, les da una sentenciasuí generis; el único modo que tiene de rechazarla sentenciadel vencedores oponersea ella hastala muerte; que es por otra parte a lo que pareceque le obliganlas leyes, como hernosvisto. Pero en estecasolo que hace es sentenciarcontra todos por igual. Pero veamosesto más detenidamente. Las leyes de Españaobligan al alcaide o gobernadorde plaza o castillo a resistir el intento de tomarlo por las armaso por argucias;habrá de hacetodo lo que estéen su poder, incluyendo el poner su vida en peligro; para ello ha de tener lo necesariopara defenderel castillo, es decir, hombresy armas,y sin ellos, dicen las leyes de España,no se puededefenderni amparar,y el castillo no seríanada.Pero si habiendo tenido todo lo necesario,el castillo ha sido puesto en peligro de perderse,deberávolver a toda su potenciade castillomediantelos socorrosque su señorle debeenüar. Y si el señorno le puedeenviar socorro,o el socorrono le puedellegar a tiempo, el gobemadordeberá poner en juego su vida y la de sus soldadosmientras el príncipe no le autorice a darlo al enemigo;y si no llega la autorización,o el príncipeno se la da, entoncesno quedará otro remedioal gobernadory guamiciónque combatirhastaque seaevidentepara todos,y que puedaserprobadoenjuicio (aunquelas leyesde Españano hablande juicio alguno),que el castillo iba perdiendosu serde castillo y estabasiendoaniquilado por Ia acciónexteriordel enernigo,o se perdió porqueel enemigologró entrar.Si el gobemadorperdió o no la vida en estacoyunturaes indiferenteantelas leyesde España, puestambiénhablanéstas,sin demérito,del alcaideque caeprisioneroen defensade su castillo.Todo estoparececlaro,y huelgadecir que lo que se dice del alcaideo gobemadorse predicade los hombresque defiendenel castillo,pero sólo hastacierto punto,porquehemosvisto que el alcaideestávinculadopor el juramentoespecíficoque ha hechosobreel castillo,pero no constaque las leyesde Españaexijan lo mismo al soldado,que sólo se halla ligado por juramentoa un serviciogenéricode armasal rey. La cosaadquiereotra dimensiónjurídica en la plazahabitada.La poblaciónno ha hechojuramentode defenderla,y ni siquierase halla obligadapor juramentoa prestarserviciode armasal rey. Tiene, esosí, una obligacióngenéricade acudir a la defensadel castillo del señor,o de los muros de la villa o ciudad.Pero,además,en situaciónde guerrala poblaciónestáinvestidade un statusjurídico singular:los habitantesse cuentanentrelos enemigosdel que estáfuera cercando,y como tal VERDUGO. Op.cit.P. l8l y s Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 321 enemigo, segúnel derechode gentesy las leyes de la guerr4 puede ser hecho esclavo (entre cristianos,sólo prisionero) o se le puededar muerte (entre cristianos esto es contra la caridad),y en todo casohabrá de pagar los costosde guerra del vencedor,pa.ra resarcirlo del daño que alegadamentele hicieron y ptrapagar los salariosde la guerra a la que se vio arrastrado.Y es muy probable que el vencedorquiera tomarsevenganza por lo que ha sufrido en el sitio, o quiera castigara los que contra toda razón se resistierona entregarse,o a los que fueron deslealesal principe, o traicionaron la palabradada.Como vemos, pues, son muchas las cosasque la justicia debetransaren un estadode sitio o asedio.Y a falta de un juez imparcial y ajeno a la causa, el mejor juez que quedano es otro que el propio generalvencedor. Dentro de la plaza.sin embargo,es poco probable que las cosasse vean con la objetividad jurídica con que hablan las leyes. Los que estándentro y no se hallan ligadospor obligaciónespecíficaen la defensadelaplazapensaránen lo que para ellos son bienesde tanto valor como para el príncipe y el gobernadorel castillo: sus propias vidas y haciendas.Y en riesgo de perder unas y otras, o las dos, importunaránal gobemadorcon ruegosy voces pidiendo misericordia, y reclamaranjusticia para esos bienespreciados,que merecenconserv¿rse,a su parecer,tanto como la propia plaza. Perocomo el que tiene el dominio de la situación,ademásdel mandatode su príncipe, es el gobernador,estemirará las leyes escritasy las acostumbradasde la honra militar, y puedeque pienseque le cumplemás atenderla ley y ganarhonra y fama para su apellido,el mejor bien y herenciaque puededejar a su descendencia. Y así podría empeñarseen una defensanumantina,heroica,contratoda esperanza, ciegaa los resultados.Los que clamanpor susbienes(vidasy haciendas)tratarande hacerlever que hay otrasleyesmás fuertesque las del ordenmilitar: el bien común y la caridad cristiana.Despuésde examinartodaslas alternativasjurídicas y moralespreviasa la decisiónde capitularo no, que hemostomadoprestadasdel Dr. Antonio Alvarez, trasladaremos el fallo de éstesobretan contenciosoasunto:"en el casoque avemos puesto,es acto de verdaderoesfuergo,virtuoso, loable y digno de premio, preferir el alcaydesu vida y la de los que con el estan,al interessede su fama o vana sospechade infamia puesya no le quedaotra cosaporquedevamorir, y librarsecon el mejor concierto que pudiere; y con hazer esto cumple el alcaydecon el esfuergoque ha de tener (conforrne a nuestraley), y haze actojusto, y haziendolo contrario haria cosa injusta". (Ver el desarrollodel argumentodel Dr. Álvarez en ApéndiceV). Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 322 Paraconservarla üda y la libertad, debehaber un principio que dote de legitimidad a la suspensióndel principio de lealtad incondicional al señor.Ese principio 1oponen algunos en el conocimiento de que lafortaleza, dadaslas condicionesdel sitio, estáperdida. Por lo tanto, hay que "saber" el momento en que lafortaleza ya está perdida por su señor.Esta "sabiduría", esteconocimiento,debebasarseen una apreciaciónacertadade las condicionesobjetivas del sitio. Hacer más de lo que esteconocimiento avala, esto es, querer defenderlaforlzlezamás allá del momento en que se reconocepor perdida, es insensatez.Creemosque éstafue una doctrina acreditadacomo legítima en las costumbresde derechocomún de Espariael2,guo, sin embargo,tendía a ser restringida en situacionesde peligrosidad para el reino, cuandocomprometíade modo crítico otras plazaso contingentesimportantesdel ejército, o cuandoimplicaba cuestionesde honor, fama y ambición,espectostodosellos que podíanencontrar,a su vez, fundamentoen costumbresmilitares arraigadas,prestigiadasy muchasveces exigibles Sobretodo lo que acabamosde decir en torno a las alternativasjurídicas y moralespreviasa la capitulación,sin embargo,debemoshaceruna advertencia:que en una guelTadominada,como todas,por las necesidades operativas,esascuestionesse welven un tanto especulativasy a vecesno muy pertinentespara la verdaderasituación militar de la guerra.En muchasocasiones,como hemosapuntadovariasveces,lo que cuentaes la liberaciónde recursosmilitaresmal empeñadosen un sitio o en la defensa de una plaza,paraaplicarlosa otros objetivosmás prometedores.El dinamismode lai campañasen los PaísesBajos no hubierasido posiblesi cadasitio, cadaasedio,cada capitulaciónhubieraestadosujetoal enjuiciamientopor juecesy tribunalesque, simplemente,teníanuna presenciamuy débil en el escenariode la guerra.Paraalgunos resultabaun tanto ridículo el puntillo de honor de algunoscapitaneso generalesde preciarsede no haberperdidonuncauna plazao fortalezadel rey. Sobreellos ironiza el capitanAlonso Yánquezen su biografiade Farnesio,porquesi esoera así,era porque nuncahabíanarriesgadonadani nadahabíanganadoparasu príncipeel3. n" Tal es lo que deliberaronlos defensoresde Zamor4 sitiadospor las fuerzasde los Reyescatólicos,después de que el alcaldeAlfonso Diaz de Cuevasdescribiesea los sitiadoslo desesperado de su situación:"que les seríaimputado á gran ignorancia,veyendo las cosasen tal estado,no haberconsejode salvar susüdas e bienessi pudiesen".Crónica de losRevesde Castilla. )OOW. n'' Así, dL ellos dice: "confiadosalgunosen su gobierno,experienciay reposo,les parecees mejor no perder por no aventuftu, que ganar por no perder, y hacen gran estimación y memoria cuando dicen que en tan largos años como a sus Príncipessirvieron en las guen-asno les perdieronplazani otra cosa; pero también, si se advierte, se podrá decir destostales que tampoco les ganaron ninguna, ni les dieron victoria Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Volver al índice/Tornar a l'índex 323 Despuésde haber consideradotodo lo que hemos creído significativo desdelos puntos de vista, moral, político y jurídico para la negociacióny acuerdode capitulación de una plaza,creemosestarmejor preparadospara presdntary estudiaralgunos ejanplos. que de contar fuese". Alonso VAZQUEZ. Farnesio. En Colección de Documentos Inéditos para la Historia de España,no. "72,p. 126. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 324 CapítuloXI LA CAPITULACIÓNCOMOTRANSACCIÓNY FIGURAruRÍDICAS Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 325 En las capitulaciones,si rige algún ordenamiento,no es el de una ley de guerra validada por tratadosentre los príncipes, sino una costumbre,una práctica que se considerageneralmenteconvenientepara los contendientes,en todas o en ciertas Como acuerdoso pactosentre beligerantes,las capitulacionesbeben circunstanciaselo. en una de las fuentesjurídicas del derechode gentesy el derechointernacional: la práctica consuetudinariaelevadaa normaels. La capitulación es una institución de la guerra,que para darsetiene que reunir algunosrequisitos. l) Dado que la capitulación es una suspensiónde armas,debeposeer característicasque la distingan de otras, como el alto el fuego, la tregua, el armisticio y la paz.2) Como suponela transferenciadel dominio de un lugar o artefacto(una ciudad fortificada, un castillo, un barco) de un beligerantea otro, debe distinguirse de otros modos de adquirir o perder dominio (conquista,cesión,permuta,etc.) y considerar quién tiene la competenciapara capitular.3) Como suponeel cambio del estatuto jurídico de un número de personas(por ejemplo, libre o no libre, combatienteo no combatiente,etc.) debedeterminarquiénesse verán afectadospor ella, cómo y en qué grado. 4) Como suponeuna sanciónpenal al enernigovencido, debe establecerlos castigosque a cadauno corresponde.5) Como la capitulaciónsuponeuna transacción entre interesescontrapuestos,debe alcanzarseel punto de acuerdomediante negociaciones o parlamentoshacia fuera,entrelos enemigos, y haciadentro,con los que han de quedarsujetosa las prescripcionesde la capitulación.6) Como negociación y acuerdo,la capitulación estarásujetaa procedimientosque salvaguardenel contacto entreenemigos,y otros que garanticenel cumplimientode lo estipulado. e'o La función normativa de la costumbretuvo la i¡fluencia que es reconocidapor los tratadistasen la evolución de las ideasy principios que dieron lugar a los derechosde guerra e internacional, al igual que en los ordenamientosi¡ternos más antiguos de los estados.Así, John Gilissen señalaque si el papel de la costumbrese reduce en determinadasramas del derecho,como el penal, sin embargo '6esmuy considerableen las ramas del derecho que no dependenenteramentedel Estado,por ejemplo el derecho supraestatal,como el derecho intemacional, o el derecho infraestatal,como el derecho disciplinario". GILISSEN. La coutume.Brepols,Thurnhout-BelgiumI982, p. 19. t'5 Así, L. Oppenheim dice: "es preciso adverti¡ que, así como la costumbrees la fuente originaria del Derecho i¡ternacional, los tratadosson una fuente cuya fuerza deriva de la costumbre.Porque el hecho de que los tratadospuedan frjar normas de conducta internacional, se funda en la regla consuerudinariadel Derecho de gentes,según la cual los tratadosson obligatorios para las partes conmtantes"". OPPENHEIM. Tratadode Derecho InternacionalPúblico. Tomo l-vol. I. Paz.Barcelona1961,p. 29.. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 326 CARACTEnÍsTTCIs FoRMALES Y SUSTANCIALES DE LA CAPITULAcIÓN Por todo esto debernosconsiderarla capitulación desdelos siguientescriterios: 1) sus efectossobrela guerra en curso; 2) competenciapara capitular; 3) el estatuto jurídico de las personas;4) la capitulación como sanciónpenal; 5) la capitulación como transacción,y 6) garantíasprocesalesde la capitulación. Aunque todos los requisitosmencionadosson formalmentenecesariospara una capitulación,muy poco de caráctergeneralpuede decirsesobreel contenidopues, como hemos visto en el capítulo anterior, cadauna estásujeta a condicionesexistenciales, militares y políticas distintas,por lo que cadauna debe ser especificada,tanto en sus rasgosparticularescomo en aquélloscompartidospor sernejanzao proximidad con otras capitulaciones.En estecapítulo trataremosde presentaralgunasde las capitulaciones más conocidasdel periodo que nos ocupa, atendiendoa precisarla formulación que en ellas se hace de los requisitos arriba mencionadosy a describir las particularidadesde cadauna de ellas, originadasen el tipo de situaciónmilitar y social concretaen que se produjeron. I ) Efectosde la capitulaciónen la zuerraen curso En cuantosuspensiónde armas,la capitulaciónsuponeun cesedefinitivo de la resistenciaarmadade la unidado fraccióndel ejércitoque capitula.Es diferentedel alto el fuego,que es una suspensióntemporaly puntualgeneralmente breve despuésde la cual las unidadesque la han pactadowelven al combate.Tambiénse diferenciade la tregua,que es una suspensióntemporal,generalmentefijada aplazo, pero generalen un frenteo campaña.Se diferenciadel armisticioen que éstees una suspensiónde ¿umas generalque paralizalas hostilidades,temporalo definitivamente,entrelos ejércitos contendientes, sin suspenderel estadode guerra.Y por último se distinguede la paz en que éstasuponeel cesedefinitivo de las hostilidadesy la abolicióndel estadode guerra. Por lo tanto,desdeun punto de vista operativo,la capitulaciónes una incidencia relativamentemenor de una guena, y desdeel punto de vistajurídico una figura de perfilesmuy precisosy poco contenciosa. Si la capirulaciónhace cesarlas armasen una situación de guerra, damospor supuestoque esasituaciónde guerraha tenido un comienzo.Determinarel momentoen que una plaza se halla bajo sitio es cuestiónjurídicamentedecisiva,y pasarlopor alto Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 327 puedetraer las más funestasconsecuencias.Ya hemos visto.en otra parte que un ejército se aveníaa entrar pacíficamenteen una plaza,si no había tenido que conminarla con la colocación de la artillería ante susmuros; otrosjefes militares más imperiosos exigían el allanamientode la plaza con sólo'Ver la afillería". Rebasadoesemomento sin que la plaza se allane, serátratadacomo ciudad sitiadq y puedeno tener ninguna importancia que no haya resistido la entradapara sufrir las consecuenciaseló. El estadode sitio es una figura jurídica determinadaespacialy temporalmente,con proyección, también jurídica, sobrela capitulación. 2) Competenciapara capitular Como forma de transmisión del dominio, hay que señalarque la capitulación no suponela transmisión de la propiedad,pues éstaúltima sólo puedehacersepor un acto de la autoridaden que reside la soberanía,el príncipe. Quien capitula, en la inmensa mayoría de los casossólo ostentauna representaciónfuncional, concretamentemilitar, del poder soberanodel príncipe, y sólo está facultado para cesarel uso de las armas, desistirde la resistenciay salir de laplazaet7. eró René Quatrefagesrelata el incidente de la rendición de Naa¡den: "Las tropas penetraronsin resistencia en la ciudad. Lo que pasó entonceslo ha visto y lo ha escrito el valón Guyón: al sonido de la campanade la antigua iglesia, que servía de ayuntamiento,todos los burguesesse reunieron, confrados,y esperabanlo que creían que sería la publicación de un bando. De repente,un grupo de mosqueterosse apostó en el portal y se pusieron a tirar. Tras algunassalvas, 'en medio de un clamor de agonía', acabaronlamafanza con ¿Irmablanca: 'esto fue la señal p¿Irauna devastaciónverdaderamentediabólica'. Escuadrasde soldadosinvadían las casasapoderándosede todo, torturando para robar el dinero y matando para terminar. Paraacabarcon los moribundos prendieron fuego al ayuntamiento". QUATREFAGES. Ios terciosespañoles(1567-1577).FundaciónUniversita¡iaEspañola,Madrid. P.270. en García-Galloafrrma ia existenciade un modo de capitulación,históricamentedado en España,que es distinto del que acabamosde exponer,y que suponela transmisiónde la soberaníabajo ciertas condiciones.Las tierrasse tom¿men España,dice, por conquista,capitulacióno cesión,y tambiénpor ocupación. La conquista se basaen un derechogeneral de reconquista de un territorio que fue del reino de Españaantesde la invasiónárabe,y por lo tanto se toma como restituciónde un bien, por lo que el que lo tomó injustamenteno conservaningún derecho,y como enemigopierde suspropiedadesy personas, quedandocomo esclavosde los cristianos.La capitulaciónproduceel mismo efectode restitucióndel bien injustamentetomado, pero suponesu entregapacífica, lo que es premiado u honrado con una promesade no consideraral que dewelve esebien como enemigo,por lo que puedeconserv¿usus personas.costumbres,la pÉctica de su religión y susbienes, y ser de izre vasallosdel nuevo señor.Con los conquistados,pues, el rey tiene un pacto como cualquier otro que mantengacon sus súbditos cristianos;las capitulacionesson sus fueros.En Españase tomaronpor conquistaMallorca ( I 129),Ibiza ( 1235),partede la provincia de Castellón(1228-38)y Málaga(1487).Por capitulaciónruelven al dominio cristianoMenorca( 1233),Valencia( 1238),Játíva(1244),Mula y Lorca (1244), Córdoba(1236), Jaén(1244), Sevilla (1248), Cádíz(1264), etc.,etc.,y Granada(1491). El reino de Murcia se dio en vasallaje (cesión) a Fernando III de Castilla; habiéndosemostrado m¿ístarde insumiso al vasallaje, el rei¡o de Murcia es tomado por Alfonso X. En Africa algunasplazas se toman por ocupación, esto es, como lugaresque han sido abandonados(Melilla, 1497)o deshabitados, como SantaCruz de la Mar Pequeña(1476). Unos son dadospor concesión:Arcila (1589), Ceuta(l 668); la mayoría son conquistados:Mazalquivir (1505), Peñónde Vélez de la Gomera(1508), Oran y Peñónde Argel (1509), Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón . 328 Debemosremarc¿Ir,sin ernbargo,que cuandodecimos "poder soberanodel principe" no nos referimos sólo y necesariamenteal titular tradicional de la soberanía (por ejernplo, los duquesde Brabante/reyesde Esparla,para el casode los PaísesBajos y Flandes)."Príncipe" es, para nuestropropósito, la figura política y jurídica que afirma la soberanía;una figura que suscitaentre los que ocupany defiendenla plaza una adhesiónsubjetiva, objetivadapor actos de acatamientoprevios: por ejanplo, un juramento de fidelidad al rey o a los EstadosGenerales,En el periodo que nos ocupa se da un enfrentamientotípico entre el antiguo régimen y un régimen revolucionario ernergente.Este último ha logrado dotarsede poder militar suficiente para desafiarcon éxito al del rey; mediante esepoder se hace con gran número de plazas,gobernadaspor elementosrevolucionarios,unos burgueses,otros caudillos populares,todos disidentes. Esta situación tiene el interésjurídico y político de que sacudey transformalas nocionesde soberanía,con resultadosinteresantespara la aparición de normas de derechode gentes.Pero antesde entrar en en esteaspecto,ve¿rmosel problema de quién tiene competenciapara capitular. Lo haremosen primer lugar desdea) el supuesto convencional,no revolucionario,y b) el supuestorevolucionario.Y lo haremoscon dos técnicasdistintas,paraa) analítica,parab) descriptiva. a) supuestoconvencional.no revolucionario. Todos los actosde una capitulaciónestándestinadosa formalizaruna rendición, y no más.Ni siquierael capitángeneraltiene el poderde transferirla soberanía,pues cualquiercesiónque hagaen el dominio de una propiedaddel soberanodebeser refrendadapor su príncipe.En la negociaciónparala capitulaciónde una plaza se exige que los enviadosde éstaseanplenipotenciarios;si cualquierenviadono es plenipotenciario,sólo se mantienecon él un cambiode opinionessobrelo que se puede negociar,pero entretantono se concederáuna tregua,que estáreservadaa la negociacióner8. Se entregalaplaza al enemigo sin prejuzgar la cuestiónde su propiedad,y constituyeentregasólo en un sentidomaterial,no sustantivo.El que capitulano Bugíay Trípoli (1510),La Goleta(1535),Larachey La Mamora(1610)y Alhucemas(1673).GARCÍAGALLO. Manual de historia del derecho español. I. El origen y la evolución del derecho. Octava edición revisada.Madrid 1979.P. 602. e'8 Bruselas envió algunos funcionarios a escucharla oferta de capitulación que pod.ríanobtener de Farnesio,en 1585.Sólo llevabanuna acreditacióncomo diputados.Farnesiono los quiso ver y exigió el Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 329 reconocederechosde conquistaa quien toma la plaza,ni cedenada en nombre de su príncipe, ni puedeusar de la plazaparauna permuta.Una capitulación, en principio, no comprometemás que al oficial que la concierta,y si no ha obtenido para ella el refrendo de su superior,la capitulación puede ser denunciadae inobseruadapor éste.De ahí la práctica de pedir al sitiador permiso para enviar emisariosal general,al objeto de obtenerde él la ratificación de lo pactadoele.Podía darseel casode que un gobernador de plaza se negasea entregarlapor capitulacionespactadaspor su capitan general,si el propio rey no le levantabala obligación de su juramentoe2o. El mismo tipo de capitulación cerradosatisfactoriamentecon una plazaque se entregaes ofrecido por el vencedora otras plazasaún en manos de una potencia enaniga, o de rebeldese2l. Hobbes,no obstante,ve alguna forma de soberaníaen aqueljefe que detentael mando y no tiene institución superior a la que sujetarsee22. Tal, podríamosdecir nosotros,el jefe de una plaza desesperadade defensasy de socorros,y sin noticias de su soberano;él mismo se vuelve entoncesuna imitación o suplantacióndel soberano. Normalmentelos oficialesque conciertanla capitulaciónson los mismos encargadosde su cumplimiento,por lo menosen susprimerasfases,y para ello deben facilitar todos los mediosmaterialesy administrativospara su ejecución:catros, caballos,barcaspara la salida,alojamientos,y rehenesde partey parteparael cumplimientode lo estipuladoy la devoluciónde los mediosmaterialesprestados. envio de plenipotenciarios. VAN DER ESSEN,op. cit., t. IV, p. 43. "'' Estapetición de autorizaciónsolía ser un ardid para dilatar la entregay mejorar las condicionesde la capirulaciónde la plaza.FranciscoHemándezde Avila se resistíaa entregarUtrecht,a pesÍr de que don Juan de Austria le había dado permiso escrito. Pidió que alguien saliesea comprobar la firma de don Juan,puestoque no ia conocía.Aún despuésde hechala comprobación,siguió obstinadoen no dar la plaza, hastaque obtuvo condicionesmuy favorablespara Ia rendición: banderasdesplegadas,tambores, arcabucesal hombro. etc. e20 Previendola necesidadde ceder laplazade Amberes,y ante el temor de que su gobernador,Sanchode Avila, desobedeciese la orden de don Juan,de entregarla,Felipe II le escribióen estostérminos: "si os ordenareque dejeis el cargo desaciudadela,lo hareis luego sin poner en ello dubda ni dificultad alguna. ni esperarotra orden ni mandamientomio, que haciéndolo por él mi hermano, yo desdeagora para entoncesos alzo por la presenteel juramento que por razón de Ia tenenciay cargo de la dicha ciudadelame teneis hecho, y os doy por libre y quito dél para siempre". Cédula del rey, desdeMadrid, 6 de noviembrede 1576.En Colecciónde DocumentosInéditospara la Historia de España,no. 31, p. 137. n2l Farnesioinvitó a los ganteses,en 1584,a que antesdo quinJedías aceptasenla misma capitulaóiónque acababade firmar con Brujas y Franc. Despuésde eseplazo reduciría Gante por la fuerza. n22 Pero Hobbes reafirma enseguidala doctrina de la soberaníaabsoluta:un general es "nombrado", y quien le nombraes su generalísimo,"que es el que tiene el poder soberano"ThomasHOBBES, Leviathan,cap. 18.Alianza. Madrid 1989,p. l5l. En el sitio de Tournai, en 1581,se dio el casode que estandoen la plaza la soberanaconsorte,princesa de Epinoy, el gobernador,a la vista de la falta de socorrosy de esperanzas,propuso tratar con el príncipe Farnesio,con tal de que los habita¡tes diesen su consentimientoy el consejo de guerra lo aprobase.La princesa deploró la decisión, pero se sometió a ella, puesto que ni una voz se opuso a aceptarlas condiciones clementesotorgadaspor Farnesio. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 330 Un tratado de paz entre dos príncipes suponíala devolución de todas las plazas que cadauno todavía retuviera del otro y que no pudieron ser recuperadaspor rendición capitulada.Los tratadosprocurabanexpres¿rcon perfecta simetría obligaciones similares para parte y p*ten". El príncipe que la entregano podrá, desdeque se firma el tratado,dañar los bienespropiedaddel príncipe legítimo, ni el príncipe legítimo exigirá que se le dejen a su beneficio las mejoras que el príncipe enemigohubiesepodido hacer mientras ocupó laplaza; así, cuandopor la paz de Vervins los espariolesdevolüeron las plazasque ocupabanen el norte de Francia y Bretaña,tenían expresamenteprohibido demoler las fortificaciones que habían sido hechasen su día por el rey de Fancia,pero podían demoler las que ellos mismos habían construídoe2a.Enresumen, el entregaruna plazapor capitulación no suponetransferenciade dominio. nt' Los españolestenían Teroüane,cuy¿rsfortificaciones habían sido demolidas anteriormentepor su señor el rey de Francia; por su parte, el rey de Francia ocupabala villa de Yvoix, pertenecienteal rey de Espana.Al devolverseel uno al otro lo que al otro pertenecía,y dado que Teroüanetenía su fortificación demolida, el rey de Francia tenía el derecho,según el art. VI del tratado de Chateauen Cambresis,de demoler la de Yvoix antesde devolverla al rey de España.Ambos se comprometían ademása no volver a fortificar ninguna de las dos vlllas. Recueil des traittez de Paix, Treveset Neutralité entre les Couronnes d'Espagne et de France. SecondeEdition. Anotado a mano: "depuis I'an 1526 au 1659". En Biblioteca Nacional de Madrid, sign.2164460.P. 155. e2t El tratado de Vervi¡ dice sobre Calais y otras plazas: "XIL Pour le regard de Calais, Ardres, Monthulin, Dourlens,la Capelleet le Chastelet,seronicellesplacesremiseset renduéspar ledit Seigneur Roy Catholique ou les Ministres efectuellementet de bonne foy, et sansaucunelongueur ne difficulté, pour quelquepretexteou occasionqui ce soit, á celuy ou á ceux qui serontá ce deputezpour ledit SeigneurRoy Tres-Chrestien,dedanslesdits deux mois precisement,á compter du jour et date de ces presentes.en I'estatquellesse trouventá present,sansy rien demolir, affoiblir ny endommageren aucune sorte; et sansque I'on puisse pretendrene demanderaucun remboursementpour les fortifications faites esditesplaces (sic), ny pour le payment de ce qui pourroit estre deu aux soldats et gens de guerre y estans: et se fera ladite restitutionentieredesditesplacessoit accompliedansledit tempsde deux mois". Sobre Blavet. en la Bretaña,fortificadade modo muy considerablepor los españoles,el mismo tratadodecía: "XIIL Quant á Blavet. la restirutionaussien serafaite effectuellementet de bonne foy, et sansaucune longueurne difficulté, sousquelquepretexteou occassionque ce soit, á celuy ou d ceux qui serontá ce commis par ledit SeigneurRoy Tres-Chrestien;ce dedanstrois mois du jour et date de ces presentes.Et poura ledit SeigneurRoy Catholique faire démoli¡ les fortiñcations par luy faites, ou par les siens audit Blavet, et autreslieux qui serontpar lui restituezen Bretagne,si aucunsy en a. "XIV. Restiruantlesditesplaces,poura ledit SeigneurRoy Catholique faire emporter tout I'artillerie, poudres,boulets, armes,viwes et autresmunitions de guerre, qui se trouveront esditesplaces entempsde la restirution. Pourront aussi les soldats,gens de guere, et autresqui sortiront desditesplaces, emporter tous biens meubles á eux appartenans,sansque leur soit loisible exiger aucuneschosesdes habitants d'icelles places et du plat Pais, ny endommagerleurs maisons,ou emporter aucunechoseappartenante ausditshabitana. "XV. Et á ce que les gens de guerre estansaudit Blavet se puissentplus promptement retirer en Espagne; les dit SeigneurTres-Ch¡estienles fera accommoderde vaisseauxet mariniers; dans lesquelsvaisseauxils pourront faire charger I'artillerie, vivres et autre munitions de guerre avec leurs bagages,estansaudit Blavet et autreslieux qui seront restituez en Bretagne; en baillant asseur¿rnce de la restitution desdits vaisseaux,et renvoy desditsmariniersdansle tempsqui seraaccordé.Ibid. pp. 190-193. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 331 b) supuestorevolucionario Toca ahora ocuparsede quién tiene competenciapara capitular cuandouna plaza sitiada se halla en una situación revolucionaria, y ha pasadode la lealtad al soberano fradicional al nuevo, del rey a, por ejonplo, los EstadosGenerales,o ha entradoen aliarza con príncipes extranjeros.Casoscomo ésteson mas interesantescuanto más grandees una ciudad y más complejo es el conjunto de susrelacionesde todo tipo, hacia dentro y hacia el exterior; y aún más si esaciudad es un foco importante de actividad comercial internacional. Es seguroque el derechoconsuetudinarioserátenido en cuentapor los sitiados como guía preferentepara su comportamientoen la esferainterna, pero en la externa, dado que se ha producido el hecho insólito de la ruptura de los lazos con el príncipe, las mentesse hallan en la más completa confusión respectode las basessobrelas que es posible conducir las relacionesexternasde forma jurídicamente coherentee2s. El caso más representativoen la historia modernade Europa es el de Amberes, en manos de los calvinistasdesde1579,en seguimientode los EstadosGenerales,y ligada al rey de Francia por juramento de lealtad,porque éstehabíaprometido liberarla del asedioque le teníapuestoel príncipede Parmadesde1984.Nos detendremosen estecaso. Asediaday sitiadapor Farnesiodurantedos años,se hallababajo la dirección política y militar del ilustradoburgomaestreMarnix de Saint Aldegonde,de confesión calvinista.Llegó un momentoen que las presionesinternasde partede la burguesíay el puebloa favor de un arreglocon el gobernadorgeneral,Farnesio,se hicieron irresistibles.Mamix tomó todaslas precaucionesnecesarias paraque cualquierdecisión de capirular o no estuvierafundamentadaen derecho:mandó que se hiciera un inventariode las vituallas;se hizo y éstearrojó que habíaalimentoparaun mes. Lo n25 Tomemos,por ejemplo,el casode Gante.La ciudad se hallabadominadapor un comité calvinista desde1577;estecomité empleóviolenciacontra los católicos.En 1584el principe de Parmala tenía sitiada.Uno de los líderesextremistas,Hembyze,se hizo con el poder absolutomediantela excitacióndel odio a los católicos, y llevó estepolítica hastael extremo de oponersea la libertad religiosa decretadapor los Esudos Generales.Una vez en el poder, Hembyze se comportó como un "príncipe"; como era contrario ala alíaru;ade Guillermo de Orange con el francésduque de Anjou, "protector" de las provincias flamencas,trató de componersecon Famesio para entregarlelaplaza1'como primer medida obtuvo un armisticio. Durante estearmisticio un golpe de mano de los burguesesquitó el poder a Hembyze, pero los burguesesestabantambién deseososde componersecon Farnesio.Estos nuevos dirigentes se mostr¿uontan i¡teresados como Hembyze por las relacionesexteriores.Ofrecieron volver a la obedienciadel rey pero conservandola alíanzacon los príncipes extranjeros.Orange y el principe d'Epinoy seríanparte del ratado de capirulación. Este despropósitofue rechazado,naturalmentepor Farnesio.Pero al menos ponia de manifiesto el interés vital de la ciudad de mantenerrelaciones comercialescon los otros estados. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 332 implicado en estamedida era que seríaforzoso resistir el sitio un mes más, pero no por más tiernpo. Mamix y los que le apoyaronsacaronla conclusión de que en esemes, o llegaba socorro o no habría alternativa a la capitulación. Por si éstafuera necesaria, Marnix debía abrir negociacionesde inmediato. Abrirlas oficialmente produciría el riesgo de que la población se volviese contra el consejomunicipal; Marnix dio, pues, el primer paso de tanteo, con una cartaa título personala Farnesio. Pero la ciudad tenía contraídasobligacioneslegalescon las provincias de Holanda y Zelanda por ello Marnix pidió a Farnesioque le facilitase el contacto con los de esasprovincias para que,junto con Amberes, volüeran a la obedienciadel rey. Para conseguirloera necesarioque la capitulación comprendierala libertad de conciencia para Amberes y las otras provincias. Una capitulación sin esteacuerdosupondríala ruptura de la liga con las provincias y la continuación de la guerra en éstas.A su vez, una situación como ésta,de ruptura de la liga, supondríala ruina de Amberes,pues su comerciocon las provinciasseríaimposible. Si Parmano concedíaestepwrto clave, haciendoasí viable el mantenimiento del marco de relacionesexternascreadodurantela situación de rebeldía,Amberes debía volver a los cálculosbásicosde una plaza sitiadaque no debepensarmás que en su propia salvacióne26. ¿Podianlas ProvinciasUnidassocorrerAmberesen tiempo útil, antesdel hambre?Marnix pidió que se aclaraseestacuestión,pues era importante desde un punto de vista legal,paralegitimar la aperfurade negociaciones.Quiso enviar emisariosparapreguntara las dos provincias,pero Farnesiono consintióesperar. Holanday Zelanda,además,no dieron más que promesas,aunqueparecíaclaro que no podíancumplirlasdadaslas condicionesclimáticasy temporales.¿Habíaotro príncipe extranjeroque diesegarantíasde socorro?El rey de Francia,EnriqueIII, acababade rechazarla soberaníaofrecidapor los EstadosGenerales.La reina de Inglaterra,que habíarechazadola ofertade soberaníay se contentabasólo con la calidadde "protectora",prometiósocorros,pero a los del consejono les pareciórealistapensarque podríanmaterializarse.La ausenciade esperanzade socorro,pues,sólo dejabala alternativade prolongarla resistencia,segúnlo permitieranlas vituallas.¿Podría ahorrarseen el consumode vituallasarroiandofuera de la ciudadlas bocasinútiles? ntu Murni* se veía a sí mismo como un soberanoimpotente: "Sin otro jefe, sin autoridad, sin medios de dinero o de víveres, sin socorro. No he ahorrado esfuerzoni de día ni de noche para hacer lo que un gobernador fiel o burgomaestrey un vigilante capitán de guerra (de lo que jamás anteshabía querido hacer profesión)debeo puede hacer". Carta al ministro inglés Walsingham. En VAN DER ESSEN, op. c i t .t . I V , p . 1 4 4 . Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón JJJ Esto último se intentó con unas 30.000 almas,pero debido a la oposición de los sitiadoressólo lograron sacarfuera 400 o 500. La negociacióncon Farnesioera,pues, inevitable si no se quería que la ciudad fuese asaltaday saqueada,y por ello perdiesetoda libertad, su seguridady su modo de vida. Esta cuestiónfue debatidaen consejosrepresentativosde las diversasinstituciones públicas y privadas: la magistraturaurbana,los oficiales de guerra,las guildas industriales,gremios de comerciantes,etc. La sambleade estoscuerposacordó que no había alternativa a la aperturade negociacionescon Parma. Marnix condujo en personalas negociacionescon Farnesio.Su mandato negociadorhabía sido minuciosamentedetalladopor la asamblea:paz generalcon las provincias del norte, libertad religiosa en Amberes; perdón general;ningún presidio extranjeroen la ciudade2T. Farnesiotenía facultadespara concederalgunos compromisossobretres de los puntos exigidos por Marnix, pero no sobreel de la libertad religiosa. Era voluntad repetidamenteexpresadapor el rey que esonuncase podíaconceder.De todosmodos, Farnesioordenóconsultasteológicassobrela concesiónde cierto gradode tolerancia,y comprobóque sólo podria haceralgunasconcesiones, a título de gobernadorgeneral, duranteun tiempo limitado, en basea razonesprácticas,no de principios. En cuanto a la guarnicióny presidio,no podríaconcederlo pedidomás que en el casode que Holanda y Zelandahicieran las pacescon el rey y cesaranen su arnenazamilitar a los ejércitos del rey. Hechassaberestascondiciones,los negociadoresde Amberesvolvieron a la ciudadparaexponerlasy obtener,en su c¿rso, la autorizaciónpara seguirnegociando. Un disturbiopopulara favor de la paz movió por fin a la asambleaa aceptarlas condicionesexigidaspor Farnesiocomo baseparala negociación.A las deliberaciones de las institucionesrepresentativas se habíaunido, pues,como en cualquierdemocracia del futuro, una expresiónde la opinión pública. El desarrollode estosacontecimientos muevea la reflexión sobrelas diferencias entreel modo de conducirselegalmenteantelos rigoresde una capitulaciónuna ciudad gobemadapor órganosrepresentativos y el modo de hacerlootrasplazasregidaspor las leyes y costumbresautoritariasde tipo militar. Dos formas de legalidad, una anergente, n" Ma-i* confesó a Richardot, un agentede Farnesio,que introducir soldadosen la ciudad supondría restablecerla ciudadela,'\rna de las cosasmortalesp¿l¡¿r una ciudadmercantil". En VAN DER ESSEN, o p . c i t . ,t . I V , p . I 1 9 . Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón . 334 otra consuefudinaria; una surgida de una situación revolucionari4 otra enmarcadaen el cuadro convencionalde la guerra. A lo largo de las deliberacionesse produjo un hecho significativo desdeel punto de vista del derechode gentes:los comercianteshanseáticospidieron a Parma el permiso de entrar en Amberes para salvar las cartas,privilegios y documentosde su Liga. Los extranjerosneutrales,pues,reclamabanderechosparticularesfrente a las partesen contiendapública. Más tarde, cuandolas negociacionesde capitulación estabanmás avanzadas,presentaronuna reclamacióndefinida de derechos:que en la capitulación figuraran medidaspara su seguridad;ser parte en el tratado independientementede su nacionalidad,calidad o condición, incluidos los comerciantes que duranteel sitio se habíanpasadoa Holanda y Zeiandao a país neutral, si volvían a Amberes antesde seismeses.Como garantíasuplernentariapara sus intereses,pidieron que en el casode que Holanda y Zelandaconfiscaransusbienes en represaliapor su vuelta a Amberes, Farnesiono debía concluir ninguna paz con esasprovincias sin exigirlesIa restituciónde los bienessecuestrados. Estapeticidnno estabadesprovistade ciertaconminacióna Farnesio:si el gobernadorgeneralno concedíaesagarantía,los comerciantesno tendríanmás remedio que abandonarAmberes y marchar a Holanda y Zelandapara recuperarlegalmentesus bienes,lo que supondríauna crisis comercial paraAmberesy una pérdidanetaparala economíadel rey. La Lex Mercatoria, esapráctica no escritaregida por norrnasconsuetudinarias, propia de la Liga Hanseática,reconociday respetadadesdeNovgorod hastaLa Rochellee2s, salíaal pasoparareclamarsusderechos.Al fin y al cabolos condesde Flandes,duquesde Brabantey emperadores del SacroImperio no habiancesadonunca de concederprivilegios y derechosa los comerciantesextranjerosy nacionalesque hacíanprosperarsusciudadesy les prestabandineroe2e. Esospríncipesse relacionaban con ciudadeshanseáticas que erande por sí soberanas.La basejurídicaesencialde esas 028 Ver JeanBASTIN , Les villes haweatiques ", leshanseset la Lac Mercatoria. En "Revue du Patrimoine Culturel Européen". Europa Nosu-a,n" 5, 2002. Bastin da estadefinición de la Lex Mercatoria:'\rna ley de los comerciantesno codificada;solamenteun conjunto de usoscomercialescuyo origen, y su sentido a veces,son i¡ciertos Aunque es de origen muy antiguo, extraído sobre todo de pÉcticas comercialeseuropeas,poseetambién reminiscenciasde derechoromano, pero sobre todo es, en parte, de creación espontáneao casi espontánea,resultadode la pníctica de los comerciantesque han transformadosususosen reglas".Op. cit., pp. 57-67. "n Los comerciantesde la Liga Hanseáticaalemanaobtuvieron privilegios por primera vez er:Flandesen 1252, concedidospor la condesaMargarita de Constanfinoplapara la ciudad de Brujas. Entre los privilegios estabanexencionestributarias, resolucionesjudiciales rapidaspara los pleitos comerciales, ejecución de las deudas,exoneraciónde la responsabilidadcolectiva. La sedeoficial de la Hansa en Falndes fue transferida de Brujas a Amberes en 1553.Andries VAN DEN ABEELE, Bruges et la Hanse allemand. En "Rewe du Patrimoi¡e Culturel Européen".EuropaNostra,no 5,2002,pp. 52.56. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 33s relacionesera la libertad de comercio, y el cumplimiento de la palabradada.Parece eüdente que desdedivesospuntos de vista los comerciantesextranjerosestaban legitimados para personarsede alguna forma en las negociacionesde capitulación. Baste con lo dicho hastaaquí sobreel casode Amberes para ilustrar los cambios políticos y socialesque condicionan la emergenciade expresionesrenovadasde un derechocontinuamenteen evolución. Es lo que Kelsen llamó "la creaciónde Derecho", y que segúnél se produce de modo eminenteen situacionesrevolucionarias,en las que el poder del monarca es suplantadopor el de una república, la cual trae'tn orden nuevo que es ya un ordenjurídico"; pero advirtiendo que si el nuevo orden prevalece,el acto de la rebeli6n es constituyente,y si la revolución fracasa,el acto se convierte en alta traicióne31.Esta alternativatan nítida de Kelsen, sin anbargo, mereceuna reconsideracióny cierta cualificación, como comprobaremoscuandotratemosmás delantede la capitulación de Amberes, en la que el filo cortanteentre lo que fue "constituyente" y lo que podría haber sido tomado como "alta traición" quedó redondeadopor esav¡s creadorade derechoque son la necesidad,la convenienciay la esperanza de reciprocidad.Y que se resumióen la útil clemenciacon los traidores. 3) El estatutoiurídico de las personas La capitulación debe especificarlas personasafectadasen razón de su estatuto personal(militar o civil) o, en su caso,en raz6nde su condiciónindividual (soldadou oficial, parael casode los militares,y si hombre,mujer, niño, anciano,clérigo, etc.,en el casode la poblacióncivil)e3'.Tambiéntoma en consideraciónel estadode saludde los afectados:enfermosy heridos.Determinaráparacadauna de esassituacionesun tratamientopsrticular,que puedeserde aplicaciónuniversalo personalizadaA vecesse hacíauna capitulaciónespecialcon la guarnición;contenidojurídico importantede esta capitulaciónespecialera eljuramento de los soldadosde salir librementecon tal de no volver a servir al enemigoen un plazo dado (cuatro,seismeses,un año, etc.)e32. Los n"' HansKELSEN. op. cit., p. 51. n'' Don Fadrique de Toledo preparó su enrada en Haa¡lem minuciosamente:se hizo dar una lista con Ios nombres de las personasque estabandentro; mandó que se reunieran en lugares separados,de acuerdo con nacionalidad,estarutoy condición (mujeres, niños, ancianos,etc.); las listas indicaban la forma en que se rendían, "que es llanamentea mi voluntad, sin condición ninguna". Se les autorizaba sólo la ropa puesta.Se le dio al conde de Bossu, que había de efectua¡ la entrada,una lista en la que iban anotadoslos nombres de los oficiales y person¿rs que había que deteneren manos de los barracheles.El conde recibirá las llavesde la villa y banderas,y se las daní a S. E. En QUATREFAGES. Op. cit. P. 46. n32 Cu.o de Ia de Bruselascon el príncipe de Parma,en 1585.Farnesioimpuso estarestriccióndurante Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón , 336 los enfermos militaresquedaranprisioneroso libres,los ciüles podransalir o quedarse; se y heridospodranquedarse mienhascurano salirlibremente,etc.Invariablemente de otra el culto oprimidohastaentoncesen la ciudadsitiada;a los seguidores restablece creenciaquela oficial selespermiteseguiren la ciudady practicarsu culto "sin duranteun tianpo (seismesescomoenToumai,un año,cuatroaños,como escándalo", mediantela en Amberes,etc.),hastaque,si no seconvierten,debansalir.Sesubsana toleranciacasosjurídicamenteintratables,comoel dematrimoniosy bautizosrealizados por el culto abolidoe33, o el de las sepulturas deherejesen cementerios devueltosa la Islesiacatólica. 4) La capitulación como sanciónpenal Toda capitulación lleva consigo alguna penalización;incluso si éstano es mencionadaen el documentode capitulación. La propia entradaen la plaza del ejército sitiadorinflige un castigocon su sola presenciaa todos o algunosde los que la ocupaban;el castigomás común es el saqueolibre por parte de los soldados,duranteun periodode tiempo,o bien la contribuciónde guerraque lo compense;los rebeldesy perjuros,o los más singularizadosde ellos, podránser apresados parahacerjusticia de ellos; los oficialesquedaranprisioneroso no, sujetosa rescateo no. Las punicionesmás incondicionadasse dan en una capitulación"a merceddel vencedof', expresiónque debeentendersecomo que el vencedorpuedelegalmenteno tenermercedalgunacon los que se entregan.Estaentregaa mercedse diferenciade una rendiciónincondicional en que éstaviene conminadapor el dominio vehementede las armas,mientrasque la capitulacióna mercedse ofreceen un documentopúblico o por señal(banderablanca, manosarriba,etc.),por la que implícitamentese apelaa la clemenciadel vencedor.Las capirulacionescon un alto gradode prescripcionespunitivas sononerosas,y las más tolerantessuelenrevestirsede formalidadesque exteriorizan su carácterde honrosas. Independientementede su innegablevalidez jurídica por cuanto era concedida,una seis mesesal gobemador de la plaza, Tympel; cuatro mesesa los oficiales superiores,y otros cuatro mesesa todos los demassoldadospero sólo para Brabante o Malinas. En estetipo de capitulación militar se solían determinar los caracteresrituales de su salida delaplaza. n" En Gant. y Brujas domindas por los calvinistas había muchos miles de personasafectadaspor este problema. Temían que si volvían al dominio del rey los hijos de estosmatrimonios fueran declarados ilegítimosy privadosdel derechode herencia.Ver VAN DER ESSEN,op. cit. t. III, pp. 209 y ss. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 337 capitulación honrosa solía encubrir una inmerecida concesióna favor del sitiado, por purasr¿vonesde expeditividad militar, de interés del sitiadore3a. Los funcionarios y magisüadosanterioresson sacadosde la prisión o welven del exilio, y los depuestosdepuransus penasen la carcel o medianteuna redención Pocos son pecuniariao, simplemente,son perdonadossi juran lealtad al soberanoe3s. ejecutados.Como la ciudad no ha sido saqueada,los gastosdel sitio, sobretodo la paga de los soldados,debe satisfacersecon un tributo a plazos. Las propiedadesreligiosas confiscadasson devueltasa sus anterioresdueños,y los de la religión depuestadeben pagar indemnizaciónpor los darlosy destruccionescausadas.La ciudad deberestaurar el presidio y admitir en él nueva guarnición. 5) La capitulación como transacción Hemos visto que en un sitio se arriesgala suertede multitud de bienes y valores: moralesunos,políticosotros,y materiales.Todos esosbienesinteresanen mayor o menor gradoa todoslos que se hallan bajo una situaciónde sitio o asedio;el bien más preciadode los militarespuedeser la hon¡a,que le obliga a tenerla propiedaddel principe como un bien mayor que su propia vida; estavaloracióndebeser transadacon otras,que constituyeninteresessupremosde otraspersonassitiadas:la vida propia y de la familia, sushaciendas,la vida de los soldados;tambiénpuedenestaren juego los interesesde las conciencias:religión, sentidode la lealtadal príncipe,arnora la patria, etc. Esosinteresesse hallan sometidosa tensiones,incompatibilidadesy contrariedades. Muchos habránde sacrificarlotodo o algunasde las msas que consideranvitales.Estos conflictosdebensertransadosenüe los sitiadoshastadondeseaposible,o si no, serán impuestosarbitrariamentepor los militares de la plaza,quienesa su vez habran e3o Las artimañaspara hacer aparecercomo hon¡osa una capitulación que se deseaconclui¡ por falta de ganasde combati¡ pueden ser muy sutiles. Tal fue el caso de los defensoresalemanesde la ciudad de Bonn cuando los tenían sitiados los españolesde don Juan de Austria. El incidente lo cuenta Francisco Verdugo, gobernadorde Frisia: los alemanes,vieron "el exfiemo peligro del sitio, y por esto no quisieron tener orden, assi en las municiones de guerra como en las de boca: por tener tanto mas occasion de rendirse: principalmente despuesque supieron la venida d'el Conde de Mansfelc pareciendolesque el Principe, por no dexar de venir al cabo de su empres4 les haria mejor partido que otro, comeng¿uona mtar con el: y assi teniendo ambaspartesgana de acordarse,se hizo brevemente:saliendo la gente de guerra con sus armasy bagajes".VERDUGO. Commentaio del coronel Francisco Verdugo de la guefta de Frisia. En XIIII años quefue Governadory Capitan general de aquel Estado y Exercitos por el Rqt D. PhelipeN. S. Napoles1610,pp. l8l y ss. n" Los plenipotenciariosde Bruselasreconocieron ante Farnesiohaber cometido crimen de lesa majestad contra el rey. Habiendo aceptadola vuelta a la obediencia al rey, obtuvieron el perdón. VAN DER ESSENo , p .c t .T . I V , p . 4 4 . Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 338 consultadoy tomado una resolución que no produzcafisuras en su unidad y 9ue, sobre todo, se puedajustificar ante sus superiores,que irrernediablementehan de juzgar su acción con el código militar en la mano, cuandolos de dentro welvan a sus filase36.Una capitulación no autorizada,o negligentementenegociada,tendrá probablementelas más gravesconsecuenciaspara sus autores,buscandoasí el generalno sólo restaurarla justiciay el honormilitar, sinosentarejanplaridade3T. Es frecuentela redacciónpor el jefe de laplaza capituladala rendición de una justificación oral o escrit4 en que se señalade forma clara que la jurisdicción puramentemilitar no justifica el disponerde la vida de la población; tal el casodel gobemadorde Bruselas,Tympel, quien resistió el sitio con toda valentía hastael último extrerno,y para quien la üda bajo el dominio del enemigotenía más valor que la cierta muerte por hambre de la población, y esto "por derechodivino y humano"e38. n3u Los defensoresde una plaza sitiada que ha perdido la esperanzade ser socorrida y de resistir uno o dos asaltosmás, deben empezara prepañr las pruebasque justifiquen su acción; en es¿rs pruebasdebe presentarse,por un lado, razones,y por otro observar ciertos procedimientos. Las razonesharan de la rendición un acto legítimo; los procedimientosgarantizaránque la rendición seaun acto lícito. Montecuccoli describeeste desenlace:"Reducidos al extremo los defensores,y avisado el principe con el qual se debe tener cifi-a y señal secretapara conocer y distinguir las cartasverdaderasde las falsas,debe el gobernadorhacer consejo de todos los oficiales, representándolesel estadode laplaza,,necesidadesy defectos.Si convienen todos en capitular y componerse,se formará un papel de la defensaque se hubiere que obligan a capitular, haciéndole firmar de todos los oficiales y hecho, los soldadosperdidos, y caus¿rs ciudadanosprincipales. Se tocará la llamada; y hecha tregua, se enviarán dentro personasde autoridad para tratar y ajustar las capitulaciones,y daán fuera rehenes.Se explicarán claramentelos artículos de la capitulacion, de modo que no haya que interpretar, ni quede duda ninguna". MONTECUCCOLI. Arte universalde la guerra. Madrid 1808,p. 107 y s. nlt Fuerzasde las Provincias Unidas tenían cercadaa Bredá, que se había mantenido leal al rey y era de gran importancia por ser lo más provechosodel ducado de Brabante. Los burguesesestabandispuestosa la resistencia,pero al saberque llegabael condeMauricio con grandesfuerzascapitularonpor 30.000 ducados,sin que la guarniciónreal se opusiese.La capitulaciónincluía la obligaciónde meter guarnición de los EstadosGenerales.El duque de Parma, "por ley de la guerra", hizo cortar la cabezaa los oficiales que habian aceptadotal capitulación. Parma, en opinión de Carlos Coloma, quería hacer notorio el rigor de la pena, porque la guarnición de Breda era de gente italiana, que él había querido favorecer para ponerla a la par en prestigio militar con los españoles.COLOMA. Las guenas de los Estados-Bajos. Publicadapor la Biblioteca de Autores Españoles,colección de Historiadores de SucesosParticulares. Madrid 1853.p. 26 y s. n" Su raeonamientoestácontenido en una memoria justificativa escrita para los EstadosGenerales,los Estadosde Brabante,elpríncipe Hohenlohe y el burgomaestrede Amberes, Manrix: "Il y avait des limites hxées á la défenseet au maintien de soi-méme et de ceux qu'on a sous sajurisdiction. Il faut sauver la vie, les biens et la réputation contre cer¡x qui veulent les dissiper ou les 6ter par force. Cet effet ne peut étre obtenu lorsqu'on veut maintenir les villes ou les places affamées,c¿uen ce cas, continuer la defense apporterait plus de mal et de cruauté que I'offensive de I'en¡emi. Les auteursne sont'ils pas d'accord que la famine est un des supplices les plus insuportablesdu moude? Si, au contraire, on se rend á I'ennemi, la vie peut se conserver,quoique avec quelquesincommodités. Le droit divin et humain I'a toujours trouvé plus raisonnableet mieux séantque de s'opiniátrer jusqu'á la derniére extrémite. N'y a-t-il pas I'exemple du peupled'lsraél assiégéá Béthulie par Holoferne,celui de ce méme peuple,encerclépar I'armée de JabésGalud, et criant au roi Osias qu'il valait mieux demeureren vie et louer Dieu, méme en captivité que languissantde famine et souffrant de soif, périr dans I'opiniátrité?". Reproducida en VAN DEER E S S E No , p .c i t .t . I V , p . 4 6 . Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 339 Sólo entonces,acabadasestastransaccionesinternas,el enemigo tomará en consideraciónla oferta de capitulación,y la contrastarácon sus demandasy necesidades.También para el sitiador, lo que concedeo niega obedecea un cálculo puramentetransaccionale3e. Aceptando la capitulación,la posición militar del general debequedarsensiblernentemejorada; las mejoras puedenser de ahorro de tiempo, libertad de movimiento de sus fuerzas,empleo de la artillería en otra parte, conservaciónde vidas, reducción del consumode ütuallas, etc. y, naturalmente,el conquistaro recuperaruna plaza para su príncipe, con susbienesmaterialesy humanose{. Huy, pues,una transacciónhacia denho, y üa negociaciónhacia afuera. Puedeocurrir que, por su interés, el sitiador conduzcados negociacionessimultiineas: con el gobernadorde la plaza y con los representantesde los burgueses%I. 6) Garantíasprocesalesde la capitulación Toda capitulación descansa,en última instancia,en la buena fe del vencedorque otorga sus condiciones.Ese otorgamientotiene el valor jurídico del juramento y el valor moral de la palabrade honor. Una serie de procedimientos garantizanque la capitulaciónse hacede buenafeea2. Las tratativasprevias suelenfijar las condicionesen que se procederáa parlamentary a ejecutarla capitulación.Hay obligaciónde las partesde reconocerse mutu¿Imenteel derechode parlamento,en el sentido de que el que lo solicita puede enviar bajo salvaguardiaarmadasus parlamentarioso puedepedir el intercambio de sus personaspor las de rehenes,aunquegeneralmentebastaque vayan precedidosde un cornetao tambor.Las personasde estosenviadosson inviolables%3. e3e Geoffrey Best da estadescripción:""Estas capitulacionesno er¿rnrendiciones,con todo lo que eso implica de victoria clara. Eran acuerdosprudentesentr€ una fuerza que iba con toda certezaa ganar y otra que iba con toda certezaa perder, en términos por los que se daba a la primera lo sustancialde la victoria (la tenenciade esaplaza fortihcada) sin extraer la última gota de s¿rngreen route, y que liberaba al último d,euna forma aceptablemente honorable".BEST, op. cit. p. 61. "" Las condicionesconcedidaspor Sprnola a la ciudad de Bredrí fueron tan generosas,en opinión del general Carlos Coloma, porque en realidad se había comprado "a meuos costa aquella plaza de lo que importaraquincedíasde estarsobreella". COLOMA. Op. cit. P. ló. no' Tal fu. el caso de la capitulación del marquésde Spinola con la guarnición y habitantesde Bredá. ea2 El cardenal Granvela atribuía los éxitos de Farnesioen la serie de rendiciones de plazas que devolvieron al rey el total dominio de Flandesa que el príncipe "ha observadoinviolablemente lo que ha prometido a los habitantes.Y si sus predecesoresen el gobiemo hubieran procedido así, nuestrasituación seía hoy mejor de lo que es". En VAN DER ESSEN,op. cit., t. III p. 143. prácticano era siemprerespetadaen las guerrasde Italia de comienzosdel XVI. Los españoles estabanen Roca Seca,cercade San Germán,cercadospor los francesesbajo el mando del marquésde Mann¡a. Esteenvió un cornetaemisario,intimándolesa que se fuesen.Los capitanesVillalva y Pizarro salierona Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 340 Las negociacionespuedenir acompañadaspor una tregua ternporal,o simplernentede un alto el fuego localizado, mientras en otras partesdel sitio se combate.A menos que se acuerdelo contrario, los trabajosde fortificación pueden continuar mientras se parlamenta;ahorabien, cuandoya se ha capitulado aunqueaún no se haya cumplido la entrega delaplaza, los trabajospodrrínquedarprohibidos o autorizadosexpresamentepara las dos partespor igual% La calidad de la capitulación honrosadebe ser puestade manifiesto mediante Como la capitulación es obligación pública" se debe expresionesrituales de respetoeos. anunciary publicar por bandosy heraldosea6. La violación de cualquierade las condicionesautoriza a dar por nula la validez de lo capitulado; y si lo capitulado se halla en fase de ejecuciónparcial, tal violación afectaráde nulidad todo lo que se haya podido ejecutaren favor de los que se rinden. No sólo la violación, también el incumplimiento de alguna de las cláusulasde la capitulaciónpuede anular la totalidad. La validez de una capitulación puededepender o bien dependedel de que se cumplauno sólo de dos o tres requisitossuficientes%7, é1,escucha¡onsu embajaday como respuestalo cogierno y lo colgaron de un olivo; el marquésprometió no respetarla vida de ningún español. Crónicas de los Reyesde Castilla, CDOOCD( Hemos üsto otros casosde inobservanciade estanorma en la suerrade Flandes. ea La capitulación de Brescia, de-I515, conteníauna cláusula en ese sentido: los imperiales, que tenían la plaza, no podían hacer obras en los muros, y los de la liga antiimperial (francesesy venecianos)no podían acercarseal foso ni construir minas durante el plazo de veinte días que se habían dado antesde entregar la plaza, si no se daba ninguno de los dos requisitos exigidos para dar por válida la capitulación. En Calais, los francesesenfegaron laplaza y se retiraron al castillo bajo capitulación, y con acuerdo de ambaspartes procedieron a fortificar unos el castillo y otros el campo del sitio, haciendo los españolesuna considerable obra de fortificación de cerco al castillo.que sin embargono evitó la entradade socorro. eos SegúnMontecuccoli,"Las capitulacione,** .r.ntuJosas son: salir libres,tocandolas caxas,banderas desplegadas,cuerda encendida,bala en boca, algunaspiezasde artilleria y municiones necesarias,carros y ca¡Tuagepara conducir los enfermos y bagage.Escolta suficiente hastael lugar que se les señalare,por tales caminos. en tanto tiempo, dexando rehenespara seguridadde la escolta.Se restituirá'n recíprocamentelos prisionerossin pagarla ranzon". MONTECUCCOLI. Op. cit. P. 108. nnu El tratado de tregua y abstenciónde guerra entre Carlos V y Francisco I, hecho en Bommy lez Teroüane,en I 537, establecíaen su art. II las condicionespara cesary levantarel sitio de Teroüanepor Carlos V, y expresabalas formalidades para el desalojo de las posicionesrespectivasy la de proclamación de la tregua: "Aussi est dit et accordé que le siege estantdevant la ville de Teroüane seraentierementosté et levé: et a cette fin, incontinent aprésla conclusion de cette presenteTreve et absti¡ence de guerre, et en mesmejour, en sera faite publication aux camps desdits SeigneursEmpereur et Roy: et sera I'artillerie reti¡ée et levée des lieux oú elle est assiseen banerie devant ladite Ville de Teroüane:et cesseronttous exploits de guerre d'une part et d'autre. Et á ce que ceux qui sont dans ladite Ville n'ayant á tirer et fai¡e aucunechoseau prejudice de la dite Treve et abstinencede guerre; seradu mesme instant de ladite publication envoyé par lesditesDeputez de mondit Seigneur le Dauphin un Heraut et Trompette Frangois, por notifier ladite Treve á ceux qui sont dedansladite Ville; et dedansdeux jours aprés seront les armées entierementretirées; á sgavoir celle dudit Seigneur Empereur de devant ladite Ville de Teroüane,et celles dudit seigneur Roy hors des limites desditsPais d'embas dudit SeigneurEmpereur et ne seront receusles soldatsde I'une part en I'autre". Recueildes traittez..., p. 90. q7 La capirulación de Brescia en 15I 5 lo dice de forma expresa,y no tácita, como se entiende en la mayor parte de las capitulaciones.Brescia, defendida por una guarnición imperial, estabacercadapor fuerzas francesas.Encontrándoseen extrema necesidad,se hicieron capitulacionesentre el lugartenientedel rey Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 341 cumplimiento de todos y cadaun de ellos%8.Una de las salvaguardasprocesalestípicas era la comprobaciónde que a la plazaque capitul abaa plazo fijo habían llegado socorros,porque si, efectivamente,hubiesenllegado, los sitiados debíande anunciarlo para volver legítimamentea las hostilidades,y para no ser acusadosde ruptura de la fe dadapedíanque los de fuera enviasencomisionadospara investigarlo; la calidad y volumen de lo que los sitiadorespodían considerarsocolro legítimo era materia de discusión,y en alguna ocasióndio motivo a la ruptura de la treguaqe. de Francia, Juan JacoboTrivulcio, marquésde Vigevano, y don Luis Isart, lugartenientedel emperadoren aquella ciudad. Sus condiciones comprendíancompromisos,derechos,obligaciones y garantíasmutuas, consagradasa mantener lapaz, aseguar las personasy proteger la propiedad, así como los derechosde los príncipes. La entregade la plaza se efectuaríaen el plazo de veinte dias si no intervenían uno, o los dos, de estosrequisitos: ser socorrida laplazadentro de eseplazo, y un acuerdo entre rey y emperador;si no se daba ninguno, los capítulos se declaraban"nulli et non facti". En caso de entegar la plaza, se le daría al propio Rey Cristianísimo o a personadesignadacon cartasfirmadas de su propia mano. En caso de llegada de socorro podían los defensoressali¡ en su ayuda, y se darían por nulos los capítulos. Tratados internacionales d.eEspaña. Carlos V. III-il.- España-Francia.Por P. MARINO, con la colaboraciónde M. MORAN. CSIC. Madrid, 1984,pp.73-76. no8 Uno de esteripo fue impuesto por Guillerrno de Orange a dos guarnicionesespañolas,segúnrelata Bernardino de Mendoza. Sitiados los soldadosrealesen Middleburgh y Ramua, bajo el mando de Cristóbal de Mondragón, le fue forzoso a éste entrar en capitulaciones;primero pidió pasaportepara unos emisariosque fuesenal duque a obtener su venia, y dar la plaza despuésde un plazo de cuatro días; lo que era contra la costumbre,sino que amenazócon Guillermo de Orange no sólo negó los p¿rsaportes, irse a los tres días y no admitir despuésningún trato. Mondragón hubo de entregarlaplaza sacandoel mejor partido que pudo obtener, que consistió en: "Primeramente que el dicho Mondragón, rindiendo las villas de Middelburg y Ramua, sin deshacerlas fortificaciones, así artillería y municiones como navíos, mercaduríasy bienes,saldrá con todos los solcladosde su coronelía que no quisieren servi¡ al príncipe de Orange de la isla de Walckeren con sus armasy banderas,cajas,ropa y bagajes,sin sacarotros bienes de los que les pertenecenni burguesesde la villa, y los que al contrario hicieren seráncastigadosa discrecion del principe de Orange. "Asimismo prometeÉ el dicho Mondragon, sobre su fe y palabra, de entregardentro de dos mesesentre las manos del príncipe de Orange a Felipe Manrique, caballero de San Aldegonde, el capitan JaqueSimon y un iuliano presoen la Haya, llamadoCitadella,y el tenientedel capitanWilleken Van Angeren y Peteyo.Y dondeno, seaobligado el dicho Mondragona volversea poner en las manosdel de Orange;y si el dicho Mondragón no quiere prometerlo seaobligado a dejar tres capitanesy sus alferecesy sargentos y cabosdescuadras,los cualesquedaranpresoshastaque los arriba dichos esténen libernd. "Asimismo saldrán los vivanderos y cañonerosy comisarios Manrique y Juan López y JaquesPatulla y suscriados,papelesy bagajes,y así haranlos clérigosy frailes,si quisieren,con susvestidosy hábito clerical: y para esto el príncipe de Orange promete dar buena orden, así para las personascomo bienes, de embarcarlosy darlesnavíos,llevándolosa la costade Flandesen toda seguridad.Prometiendolos dichos dipuradossu fe y palabra de hacer que los unos y los otros cumpliran lo que estádicho; y para ello serán dadosrehenestanto de una p¿rrtecomo de otra. Acordado en el castillo de Ramekin a los l8 de hebrero de 1574". MENDOZA, Comentariosde lo sucedido en lasguerras de los Países-Bajosdesdeel año de I567 hasta el de I 577. Publicadopor la Biblioteca de Autores Españoles,Historiadoresde Sucesos Particula¡es. Tomo segundo.Madnd, 1853,p.505. eae La ciudad de Calais, tenida por los franceses,estabasitiada por las fuerzasrealesespañolasdel archiduqueAlberto. La ciudad quiso capitulÍ¡r, y se le concedieroncuatro horas para que los que la defendíanse refugiasenen el castillo; al castillo se le concedíanseis días, en los que si no le llegaba socorro debía entregarse.En esosseis días sitiados y sitiadorestrabajaron a la vista unos de otros en la mejora de sus defensas,con la única condición de que nadie se acercaseal foso. Agotándose el plazo, los españolescontabanya con la entregade la ciudad, pues enviaron una embajadapara pedir el castillo, pero los francesesalegaronque en la última noche había enmdo un importante socorro, por lo que no faltaban a la fe dada al no entregar laplaza. Fue necesarioenviar una comisión para comprobar el supuesto socotro; y comprobado éste,se produjo el ataquey asalto,que terminó con la plaza d¿indosea la forma menosga¡antizadade capitulación:a merced.COLOMA. Op. cit. P. 135-6. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 342 LOS DERECHOS DE LAS GENTES EN LAS CAPITULACIONES Hablando de la guerra en Flandesy los PaísesBajos, hemos descrito numerosos casosde resolución funestade un sitio, terminado a laf:uerzao por capitulación onerosa, y de asediosconcluídospor rendición incondicional. Su gran número y ominosa fama no debenoscurecer,sin ernbargo,los casosen que la capitulación o rendición terminaba de la maneramás benigna, siendo ademascompatible con los supremosintereses políticos del reino o teritorio, y con los de la marcha de la camparia.El móvil principal de una capitulación generosasolía ser la voluntad de estimular a los rebeldesy disidentesa volver a la obedienciadel rey o del príncipe; para ello se abría una mesade capitulación con los habitantes,separadade la militare5o,pero subordinada,creetnos,al resultadode la capitulaciónprincipal, que era la militar; en ést¿incluso se negociabala libertadde los soldadosprófugos. Observaremosque la práctica de retenerprisionerospara percibir por su libertad el precio que se pactasec¿rsopor caso,tan común en la primera mitad del siglo XVI, va lentamente,y a todos,oficialesy soldados,se acabapor darleslibertad desapareciendo desdeel momento en que se abren las puertaspara que salgala guarnición, excepto a unospocosoficialesque quedaránde rehenesdel cumplimientode determinados artículos.Se repitenen todaslas capitulacioneslos articulossobrelos heridos,que podrán salir o quedarsea sanar;se detalla minuciosamentelas ayudasque se dan para que se vayan a tierrasde su señor:caballos,c¿uros,barcas,etc. A vecesse excluye la inspecciónde los bagajesde los que salenesl,o bien se da un perdón expresamente generala los prófugos.En casos,ni siquierase excluyedel perdóna los propios oficialesvasallosdel rey que defendieronla plazaenemigaque capitula;la prácticade tomarjuramentode no volver a tomar las armascontrael príncipedecae,y no se menciona;se legalizael robo de caballos,pueslos de caballeríapuedensalir con los suyosy con los que hubierentomadoen la ernpresaes2. e50 Encontramosmesasseparadasde capitulación en algunos sitios de los PaísesBajos, y también en Vercelli. Piamonte,en 1638,cuandoestaciudad tenidapor los francesescayó en poder del marquésde Leganés. e5rLa capitulación militar de Vercelli precisabaque "no se hani ningun mal tratamiento a la soldadescay gente q. saldrá de la ciudad, ni menos se les visitará su vagaje y ropa". En obispo PALAFOX. Sitioy socorro de Fuenterrabia. Sucesosdel año de mil y seíscientosy treintay oeho. Escritospor orden de su Magestad.Madrid, I 638. n'2 En la capitulación de Balsé, plaza fuerte de cierta importancia tenida por los fancesesen la comarca de Artois, en 1642,el maestrede campo Francisco de Melo concedió "Que todos los oficiales, assi de Ia Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 343 La concesióndel vencedormas significativa en una guerra atormentadapor problernasde religión y concienciaera, naturalmente,la que favorecía el clima de toleranciareligiosa, por muy restringida que fuese;en las plazasque caían en manos enanigas se acabópor renunciar a la imposición sobrelas concienciasde la religión del principe, admitiendo la permanenciade los de la otra fe que la del estado,bajo condicionesde discrecióny renuncia al culto público; durantemucho tiempo esta toleranciaestuvo sujeta aplazo, al final del cual, si no habíamediado conversión,los de la otra fe debíanabandonarlaplaza. Especialmentesignificativa en estesentido fue la capitulación de Amberes cuandola tomó Alejandro Famesioes3. No debe,sin anbargo, minusvalorarsela influencia que en la tendenciageneral hacia la benignidad en las capitulacionestenían las expectativasde reciprocidad para el casoen que, en otra ciudad, el ejército que concedíala capitulación fueseel que hubiera de capitular con su actual enemigo,como hemos señaladoen otras partes. No debepensarseque la magnanimidadde los vencedoresse mostró sólo al final de largos añosde sufrir los dos contendientesinnúmeros sitios y asedios,sucedidoscon incontablememorial de atrocidades.En realidad,muchasde las convencionesinscritas en una capitulación tomabansu inspiración y modelo legal en antiguostratadosde paz firmados por sus señores,que gustabande hacerpatentepara todos su magnanimidad. cavalleria como de la infanteria, de qualquier nacion que seansalgancon la misma capitulacion, sin que los puedanprender, ni detenerpor ningun modo, aunqueseanvasallos de su Magestad Caüolica, y si lot prendieren, los buelvan a sus oficiales sin castigarlos". En cu¿rntoa los caballos tomados, se autoriza su robo: " Que la cavalleria saldra con todos sus cavallos, y con los demas que han cogido en sus empresas, sin que los dueñosde ellos puedanpedirlos". Relacion verdadera de Io que sucedió en la conquista de la Villa de Balse,y condiciones con que se entregó al ExcelentíssimoSeñor Don Francisco de Melo.... Sevilla,1642. nt' segJuncuentaBentivoglio, éstosfueron los términosde la rendicióndeAmberes: "Que la ciudad de Amberesbolvia, como antes,a la obedienciadel Rei. Que el Principede Parma,en nombre déI, perdonavaa los vezinos los yerros cometidos en las passadasrebueltas,assi en el tomar las arnas, como en om qualquiermateria,en que huviessenprocedidocontrael Rei, y su Real Corona.Que para mantenerquanto se pudiessela contratacionen la ciudad, fuesselicito a qualquier persona,por quatro años, habitar en ella srn obligacion alguna particular en materia de conciencia y de Religión, con ral que no se hiziesseacto escandalosocontra la Religion Catolica,cuyo exerciciosolamentese avia de professaren adelanteen aquella ciudad. Passadoslos dichos quatro años, los que no quisiessenprofessar la Religion Catolica pudiessenpartir libremente, y llevar consigo todos sus bienes sin ningun genero de impedimento. Que la ciudad buscasseel modo, con el menor agravio que le fuessepossible, de reedificar las Iglesias am¡inadasantes,o despuescon el cerco. Se restituyessena la ciudad sus antiguos privilegios, libertad y prerrogativasen materia del comercio. Pagasseella quatrocientosmil florines para aliviar en parte al exercito de las fatigas y gastospadecidostanto tiempo en el cerco. Consintiessenlos vezinos de Amberes recibir y alojar en la ciudad dos mil Infantes, hastaver la resolucion que tomavÍrn la Olanda, la Celanda,y las otras Provincias confederadas,de bolver a la obedienciadel Rei, en el qual caso prometia el Príncipe quitar el presidio de la ciudad, y no renovar la Ciudadela en la forrna antigua. Se restituyessen liberalmente los prisioneros de ambaspartes; fuera del Señor de Teligni, para el qual era necessarioque el Príncipe tomasseorden particular de España,y prometiesseel Señor de SantaAldegonda no toma¡ las armas contra el Rei por un año". BENTIVOGLIO. Guerra de Flandes escríta por el eminentissimo CardenalBentivollo.Madrid MDCXLIII. o.277. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 344 Veamos el casode los súbditosde un príncipe o rey que prestanservicio de armasen favor de ofro, contra su señornatwal: era costumbreestablecidade antiguo que antesde que una plaza fuera devuelta a su legítimo dueño por tratado depaz, el príncipe que la ocupabadebía obtenerseguridadesen favor de los súbditosdel otro príncipe que le habían ayudado,y el príncipe señornatural debíarenunciar al castigo de sus vasallos. Esta era una costumbreo práctica que cubre el amplio m¿rco del periodo que nos ha ocupado:por ejonplo, tal fue el casocuando se negoció entre Felipe II y Enrique II la devolución de Casaly Monferrato a los marquesesde Monferrato, y el tratamiento dado a los rebeldescatalanesque habían servido a Luis XIII en la guerra de Secesiónde Cataluña,todo ello en el espaciode csi un sigloesa. Expondrernosalgunos casosde capitulacionesque consideramosrepresentativas de las motivaciones de todo tipo que intervienen en la iniciativa para, y la aceptaciónde, una capitulación de plaza,motivacionesque puedenser meramenteutilitarias por cálculo militar, convenientespor r¿vonespolíticas, morales por caridad cristiana,o bien de reconocimientode normasbasicasdel derechonatural y de gentes.Y terminaremos exponiendolas condicionesexistenciales,políticas y jurídicas que afectaronel sitio y capitulaciónde Amberes,en 1585,acordadaentrela ciudadrebeldey el príncipe Farnesio,por considerarlaun epítomede las experienciasanteriores,y características muy significativas para la evolución futura del derechode gentes,de los derechos humanosy del derechode comercio. Capitulaciónde Mons No habíantranscurridosino pocosañosdesdeel comienzode la que iba a ser interminableguerrade Flandesy PaísesBajos, cuandoFadriquede Toledo, tenido en otrasocasionescomo extremadamente cruel e implacable,concediólas capitulaciones de la ciudadde Mons, al frentede cuya resistenciase hallabaLudovico de Nassau,con guarniciónde franceses,valonesy flamencos,y algunosoficialesde su majestadque nto El a.t. XXII del tratado de Chateauen Cambresis,de 1559, establecíaque los marquesesdebían,bajo declaracióny juramento, perdonar toda desobediencia,ofensa y contravención cometidaspor haber "obedecido, seguido y servido las dos majestadesrespectivamente,sus tenientesy oficiales"; ni podrían "imputar(les) ni reprochar(1es)",y les dejarían vivir en paz en el disfrute de sus bienes,"y sin que se les puedaexigir derechos,deberes,ingresos,censos,rentasni otrascontribuciones".Recueildes traittez...,p. 162.De igual tenor es el art. LV del tratadode la isla de los Faisanes,de 1659,e¡rque el rey de Francia obtiene esu garantíaen favor de los catalanesque se habían sublevadocontra Felipe fV: se les restablecía la posesión,disfrute pacífico de sus bienes,honores,dignidades,privilegios, franquicias, derechos, exenciones,constitucionesy libertades.Ibid. p. 72. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 345 habíanprestadoayuda a la sedición y ocupaciónde laplazapor los protestantes.No fue una capitulación generosa(noventahabitantesfueron colgados),pero al menos no estabasujeta a la espaday a la angostamerced de Don F¡drique. Este consentíala salida de todos los que quisieran,exceptolos súbditosde su majestadque hubiesentomado armasy los que habían sido oficiales del rey antesde la entradade Ludovico y habían sido parte en la ocupaciónde laplazapor francesesy seguidoresde Ludoüco. Otros que hubiesenseguido el sen¡icio de los francesesy de las Provincias Unidas podían salir, en el entendidode que era mejor para ellos alejarse,porque si caíanen manos de las fuerzasdel rey "se les podran pedir las cosasque mal hubieren hecho". Algun punto menos generosoera la orden de que saliesende la ülla los que profesasenuna religión otra que la de S. M. Católica, aunquelo harían en las mismas condicionesque todos, con sus armas,caballos,bienes,mueblesy rop¿ls.Se exigía el juramento de cosfumbrea los que salíande no volver a tomar las armascontra susmajestadesCatólica y Cristianísima(se suponíaque los francesesque ayudabana los protestantesno luchaban por comisión de su rey), pero se exceptuabadel juramento al conde Ludovico, y los alemanese inslesese55. ess La capitulación de Mons la transcribeBernardino de Mendoza. Cuando estabaa punto de ser asaltada, los que la defendíanMons contra las fuerzasde don Fadrique de Toledo pidieron capitulaciones,y les fueron concedidaslas siguientes:"Primeramente,que la dicha villa de Mons se dará y volverá en las manos de su majestado del señor duque de Alba, gobernador,lugartenientey capitan general en sus Paises-Bajos. "Que todas las compañías,así de gentileshombresfrancesescomo de soldados,así de a pie como de caballo, y criados suyos y la gente que los sigue saldnln de la villa con sus armasy caballos y bienes, así mueblescomo no muebles. "Que el conde Ludovico de Nassauy todos los que le siguen, así criados como allegadosde su casa, aunqueseanvasallos de la majestadCatólica, puedan salir juntamente con las dichas compañíasde francesesy con las mismascondiciones. "Que los gentileshombresvasallos o sujetos de la majestadCatólica o otros cualesquierapuedan salir asimismo; conviene a saber,con sus ¿umasy caballos,vestidos, atavíosy otra cualquier ropa. "Que todos los soldados,walones, flamencosy otros cualesquieravasallos y sujetos a su majestadpuedan saiir de la misma manera,salvo que no seacon otras armasmas de espaday daga, sí o en sus caballos, si no fueren los capitanes,los cualespuedan sacartodas sus armas. "Que todos los vecinos de la dicha villa que han tomado armas en el entre tanto que el dicho conde Ludovico ha estadoen ella, así en el tiempo del sitio como antesdéI, salgan sin armas y puedan sacarsus muebles y ropas como los soldados,segúnestá dicho en el capírulo antesdestesobre ellos y sus caballos. "Que los demásvecinos y gente del pueblo puedan quedar, si quisieren, en la villa, sin que sean ni molestadassus personasni quitados sus bienes,salvo los oficiales de su majestady desasosegados todos los demásque en alguna manera hubieren entendido o ayudado en la toma de la dicha villa, o traido las armas voluntariamente o hubieren hecho alguna ayuda o servicio al enemigo. "Que todos los que profesarendiferente religión que la católica, que es la que su majestadtiene y se guarda en todos sus Estados,salgande la dicha villa con las mismas condiciones que los demasarriba dichos, sin que puedan quedarseen ella. "Que todos aquellos que salierende la villa, de cualquiera calidad que sean,no seránal presente detenidospor ninguna cosa que hayan hecho despuésde la toma de la dicha villa, antes gozarán amplísimamentede las condicionesdesteconcierto; entendiéndoseque despuésque seanpuestosen libertad y lugar seguro,conforme al concierto, que si ellos vienen a manos de su majestado de sus ministros, se les podrán pedir las cosasque mal hubieren hecho. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 346 Capitulación de SantaGertruden Fue concedidapor el duque de Parma,Famesio, y se firmó en la ciudad de Bredá. Se mostrababastantemenos intolerante que la de Mons respectode la religión, ya que daba a los reformadosun plazo de dos años antesde verse obligados a salir de la ciudad, si antesno volvían a la fe católica. Farnesiose esforzabapor una parte en recuperarla lealtad de los súbditosdel rey que le habían sido desleales;por otra, tratabade ganar para el ejército real a los soldadosde los EstadosGenerales.Paratodo ello se dabala mas amplia amnistía (no se ernpleabala palabra) a los delitos cometidos contra el rey desdeel año de 1566,con devolución de lo que se les hubiesepodido confiscar en todas las provincias fieles a su majestad;se les dabalibertad de comercio con las provincias enemigasduranteseis meses;se les extendíauna inmunidad de dos años contrajuicios por deudasgeneraleso particulares;los soldadosque habíanservidoa los Estados Generalespodían quedaral servicio del rey, con una serie de ventajas:ser pagadosde "Que todos aquellos que hubieren salido de la dicha villa, ahora seangentileshombres,soldadoso vecinos della o otros algunos, prometerány juraran de no tomar armas contra sus majestadesCatólica y Cristianísima, si no es debajo de su Rey Católico, excspto el conde Ludovico y los demasalemaneso ingleses,que no seranobligadosa algunjunnamento. "Todas estascosas,puntos, artículos y capitulacionesdichas entre las dichas personasque han capitulado de una y otra part€, en la forma que arriba es dicho, han prometido y prometen sobre su fe y honra de guardarlasinviolablemente, sin contraveni¡ directa ni indirectamente,de maner¿Ique se haga así, prometiendodemásque todosaquellosque saldránde la dicha villa, de cualquiercalidadque sean,no les seÉ tomado ni quitado ninguna de las cosasque en los conciertos se les han prometido de poder llevar, conformea la presentecapitulación. "Y por mayor ftrmeza de que se guardaránlas dichas capitulacionespor la parte del dicho señor duque de Alba. les dará el dicho señor Duque suficiente escolta de gente de armasy cuatro gentileshombres,el señorde Vertaing,el baron de Aubigny, el señorde Betencourty el señorde Potelles,los cuales caminaránen poder de los gentileshombresy gente que saliere de la dicha villa, alojando con ellos hasta haberlospuestoen partesegura;convienea saber,al condeLudovico y a todos los demásque le hubieren seguido,de cualquieracondiciónque sean,hastaponerlosen la villa de Ruremunda.Y a los gentileshombresy otros soldadosfrancesesy walones que querrán volverse en Francia, al Arbol de Guisa o en otro lugar de Francia más cerca de la villa de Avenes. "Y para seguridadde que tomarán los dichos cuatro gentileshombresy escolta de gente de armas que irá con ellos, quedaránen poder del señor de Noirquermes, en el lugar que ellos querrán nombrar de su gobierno,cinco gentileshombres; convienea saber,el señorde Soyeourt,la Nove, de Eccourt,de Lourmont, y el señor de Mons, hastatanto que los otros cuatro gentileshombresy la escolta seanvueltos y en parte segura,y que enürcesles serápermitido a los dichos gentileshombresfrancesesque se puedan ir donde les parecierey fuere su voluntad, adondeserán llevados con toda seguridad;entendiéndoseque si la dicha escoltay guardia hiciese algun daño y ofensa a los dichos cinco gentileshombres.que sean sueltos. "Y en testimonio de verdad, y que todo lo arriba dicho y capitulado de una y otra parte por los dichos capirulantesseráguardado,han hrmado estapresentecapitulación; y el señor de Noirquermes ha prometido y promete de hacerla firmar asimismo a los señoresduquesde Alba y Medinaceli y al señor don Fadrique de Toledo, general de la infantería, y al señor de Berlaymont, chief de finanzas.Hecho y acordadoen el sitio de Mons a los Ig de septiembrede l5T2". En MENDOZA. OP. cit. P. 469 y s. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 347 seles los atrasosquetuvieren,máscincopagasextras,y hastaa los prófugoscapfurados dabaperdóne56. Capitulación de Groninshen Una capitulación cuyo espíritu estabadominado por la voluntad política de aftarr:arla soberaníadel príncipe (en estecasolos EstadosGeneralesde Holanda) fue la de Groninghen,que en tiernpos del mandato de Parma se había mantenido a devoción del rey. Laplaza hubo de entregarsea las fuerzasdel condeMaurioio de Nassauporque no le iba a llegar socorro alguno, ya que el ejercito real estabaocupadoen Francia apoyandoa la Liga Católica. SegunBentivoglio, la capitulación enfatizabala sujeción de la plazaa los EstadosGenerales,de los que se hacía parte bajo sus leyes, y se le reconocíanlos privilegios e inmunidadesantiguas;tributaría como las derniás provincias, más algún otro esfuerzonecesarioa la guerra; establecíala libertad de n56 general El Carlos Coloma describe las capitulacionesde SantaGertruden en estostérminos: "Que perdonabaa los vecinos de aquella villa todos los delitos que pudieron haber cometido contra el Rey desdeel año de 1566. "Que se les restituirian todos sus bienes,muebles y raíces,en cualquier parte de las provincias obedientes que probasentenerlos. "Que no se les pudiesepedir cuenta de oficio que hubiesenadministrado del tiempo que estabanen la obedienciadel Rey. "Que se les concedíandos años de tiempo a los herejespara resolverseen volver a la obedienciade la Iglesia. o vendidas o arrendadassus haciendas,retirarse dentro dellos adonde fuese su voluntad. "Que gozasende allí adelantede todos los privilegios que de atrás hubiesenobtenido y gozado, con tal que no fuesenrepugnantesa la autoridaddel Rey y bien de la patria. "Que se les concedíalicencia para poder ir y contratar con las provincias y villas rebeldes,con tal que dentrode seismesesvolviesena residir a tierr¿sde la obedienciade su majestad,o por lo menos neutrales. "Que por término de dos añosno pudiesenser molestadosen juicio o fuera dél por deudasgeneralesni particulares. "Que se entendieseestomismo con los soldadosdel presidio. "Que se obligaba el Duque a procurar alcanzarperdón de los príncipes confinantes aliados del Rey, a los soldadosdel presidioque se supieseser susvasallos,de todos los dañosy atrevimientoscometidoscontra ellos. "Que si todos los soldadoso pa¡te dellos quisiesenquedaren serviciodel Rey, se les daríano solo competentesestipendios,pero todas las haciendasque probasenhaber sido suyas,aunque estuviesen ocupadas. "Que a los que quisiesenmilitar debajo de las banderascatólicas, se les restituirían tambien sus haciendas como a los demás. "Que se les pagaria en buena moneda todo el remate de cuentascausadasen servicio de los Estados;y para mostrar que la voluntad con que se les hacía estamerced correspondíaa la prontitud de su servicio, fuera de todo el remate,se les contaríancinco pagasmas, conforme al sueldo con que militaban en serviciode los rebeldes. "Que gozasentambien del perdón, aunqueno de las mercedes,los fugitivos, si acasose hallaban algunos dentrode la villa. "Estas fueron las capirulacionescon que se efectuó aquella importante negociación, comprando a menos costaaquellaplaza de lo que importaraquincedíasde estarsobreella". COLOMA. Op. cit. P. 16. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 348 conciencia,pero resewabael cultopúblicoa la religiónreformad4y dabalibertad registringidaa todos:nadiepodíamarcharal paísenonigoesT. Capitulacionesde Bredá Sitiadospor el marquésde Spinola, los de Breda, que no tenían recursosmás que para muy pocasjornadas, y habíanrecibido el aviso de susjefes de que pactaranlas mejores condicionesposibles,decidieron entregarse.Se abrieron dos mesasde negociaciones,una para atenderlas peticionesdel gobernadory el presidio de Breda, que basicamentese referían a la esferamilitar, y otra para las del Magistrado y pueblo de Bredá, que se referían a materiasde religión, libertadesciüles y de movimiento, bienes.etc. En la capitulación de tipo militar se acordó concederlo máximo: libertad absolutaparatodoslos soldadosy oficialesde cualquierrango,condicióno clase, incluso para los que habían servido al rey con anterioridada entrar en la plaza, y que por esopodíanser acusadosde traición.A todoslos del presidiose les eximía de cualquier castigoen susbienes,ya que podíanllevarselo suyo y tambiénlas presasque hubieren hecho;lo que no pudiesensacar,como bienesraíceso algunosmuebles,quedabaa su enteradisposiciónduranteaño y medio, en que podríanvender,enajenar,etc. esos bienes;se dabanrehenesparael embarqueo el caminode los que salían,y parala devoluciónde los caros y barcasque se les prestaban.Se hacianlas concesiones rirualísticasde costumbreen la salidade la fuerza,parasignificarla defensahonrosa que habíanhecho:banderaS tendidas,cajas,bala en boca,mechasencendidas,unas ntt Así resumeBentivoglio las capitulacionesde Groninghen:"Que la ciudad de Groninghencon el Pais circunstante,el qual forma aquella Provincia, debiesseen adelanteestar a la obediencia de los Ordenes generales,que representanel cuerpode las Provinciasconfederadas. Que se obligassea la union deste cuerpo, con hazersede alli en adelanteun miembro particular, y con sujetarsea aquellasmesmasleyes con que se unian entre si las demasProvincias a la defensacomun de su causa.Gozasse,por el contrario, la ciudad de Groninghen, con todo el nombrado País, Ios privilegios antiguos, y todas las inmunidades primeras.Recibiesseaquellaciudad y Provinciapor Governador,con la autoridadde los Ordenes generales,al conde Gullelmo de Nassao,y por entoncesentr¿$sencinco o seis vanderasde Infanteria en la ciudad. por quitar toda ocasión de tumultos, que pudiessennuevamentesuceder.Quedassenlibres las concienciasen materia de Religion en la dicha ciudad y Pais, pero que no se pudiesseexercita¡ en publico sino es aquella sola, a quien se dava nombre de Reformada.Debiessela ciudad y Provincia concurri¡ con los tributos, que tuviessenproporcion con sus fuergaspara mantener la gente de guerra, y hazer otros gastosnecessariosal mantenimiento de la causacomun. Fuesselibre a qualquiera passarcon las personas y con sus bienes a vivir a otra parte, con tal que no fuesseen el País enemigo. Dependiessedel Magistrado el govierno de la ciudad como antes,y se renovassede mano en mano el Magistrado según lo acostumbrado;haziendo empero el juramento de fidelidad a los Ordenesgenerales,en el modo que avian hecho las otras ciudades,que se avian sujetadoa la union". En cuanto a los soldados,Mauricio concedió que saliesenhon¡adamentecon armas y bagaje,con promesade no servir por tres mesesal rey de España Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 349 cuantaspiezasde artillería, etc, todo ello indicativo de que salíauna fuerza militar organizaday aún combatiente. Hubo más dificultad en cerrar el capítulo civil y político de la negociación.Se hallaban implicadas aquí cuestionesde deslealtadde los súbditosy las de conciencia.Al final hubo amplísimasconcesionesen todo. Se perdonabatodos los delitos que se hubieranpodido cometer;no se actuaríacontra nadie por crimen de lesa majestad.No se perseguiríaa nadie por materia religiosa, pero se dabaun plazo de dos añosa los reformadospara decidir quedarseo salirse de la villa; en todo casodeberíanconducirse "con modestiay sin escandalo"en la práctica de su culto; no se ordenabala salida de los ministros protestantes,pero se disponíaque pudiesensalir libremente; se habilitaría un jardín como cementeriode los reformados;se consentíael comercio con las Provincias Unidas y salir a negociar,con licencia del gobernador. Todo lo concedidopor el marquésde Spinola cayó bajo la conocida y estimable reputaciónde clemencia.Naturalmente,hubo quien lamentó las concesionesy la clemencia;algunosde éstosalegabanmotivos estrictamentemilitares: la defensa que habíanhecho los de Bredá fue temeraria,porque no tenían realmentecon qué hacerla, por lo que debíanhaberpasadodebajode las picas;bastanteconcesiónse les había hecho con la vida, y no era necesariodarles las armas.Otros criticaban que se diese tantalibertada los herejesy no se compensase a los católicosque habíansufrido exaccionesparala defensade la villa. HermanHugo, cronistadel sitio de Bredá,se inclina por ensalzarla clemenciadel marqués,aunque,con ciertaingenuidad,pone de manifiestoque tal clemenciaestabacondicionadapor perentoriasnecesidades militares, que le aconsejaban terminarla facciónde Bredá lo más rapidamenteposiblee5s. e-nalgunaexpediciónde la otra parte del Rhin. BENTIVOGLIO, Op. cit. P. 360. "'o Así. Hugo, en su Sitjo de Breda, dice que a Spinolale importabatanto como la clemencia, y dados "los movimientos de Francia, Italia, los de Alemania y Dinamarca, el desembaragarlo mas presto que se pudiesselas armas del Rey, que tanto se detuvieron en Breda; tenia por mayor gananciaaun el minimo espaciode tiempo, que los despojosno grandesde toda Breda, o alguna ignominia del enemigo, que se havía defendido valerosamente".HUGO, Herman. Sitio de Breda rendida a las armas del rey don Phelipe.IZ. Amberes MDCXXVII. Dos años antes se había publicado en Sevilla una versión abreviaday refundida de las capitulacionesde Breda; estasúltimas son las que reproducimos: "1. Perdon general en forma amplissima a todos los vezinos y habitantesen la ciudad de Breda. "2. Que todos los Burgesespuedan quedar en la ciudad por tiempo de dos años, para resolversesi quieren quedarsealli, y continuar la habitacion y domicilio, con obligacion de vivü quietamente,sin dar escandaloen quantoa la religion. "3. Si se quisieren yr de la dicha Ciudad, puedan disponer en el dicho tiempo de dos años sus bienes, llevandolosconsigo,o vendiendolossegúnmejor les estuviere. "4. Que si al presentese quisieran reti¡ar de la dicha ciudad, lo puedan hazer libremente. "5. Que para los que murieren en su religion se les señalaráun jardin para cimenterio, donde puedan sepultarlos cuerpos. "6. Que los predicantesde su religion salgan incontinente de la ciudad. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 350 Capitulación de Amberes Ya hernosvisto el interésparticular de las negociacionesque condujerona esta capitulación. En ellas se hallaron implicadas pesonasindiüduales y colectivas,en un contexto de relacionesexteriorestanto políticas como comerciales,de gran interéspara el derechode gentes.También hemos üsto la dificultad de conciliar justificadamente las pretensionesde los sitiados,de conseguircondicionesgenerosaspara la capitulación, con su extrernadamentedébil situación militar. Farnesiodetentabaen aquel momento un poder militar incontestadoen todas las provincias de Flandes.Con la ley en la mano, podría haber impuesto los más severos castigosa los que desdeun punto de vista jurídico no eran sino rebeldes. Consideracionesprácticasy políticas lo desaconsejaron.Los fenómenossociales observadosdentro de la plaza sitiada (aún dentro del marco de la rebeldía,reinabaun cierto ordenjurídico y procesal,al menos bajo el liderazgo de Mamix), así como las implicacionesinternacionales(los comerciantesextranjeros,los interesescomerciales de la ciudad y del rey) movieron a Farnesioa concederuna capitulación clonente para "7. Que los vezinos de la dicha ciudad no serán cargadosen las imposiciones,mas de lo que son o fueren los Varbanjones. "8. Que los Depositariosy demaspersonasa cuyo cargo ha estadoel dinero de la ciudad, y otras cosas publicas,no tenganobligaciona dar cuenta. "9. Que la guarnicion que enu?re de la gente de su MagestadCatolica serán acomodadosamigablemente. "10. Que no se procedeÉ contra los ministros Burgesesque han servido en el Magistrado, y serán comprehendidosen el perdon. " l l. Que los Burgeseshabitantesen Breda en el tiempo de los dos añosdichos,puedansali¡ con pasaportesdel Governador que fuere de la dicha ciudad a tratar en los lugaresde las Provi¡cias Unidas, los negociosque se les ofrecieren. "12. Que salganlos soldadosque esránde guarnicionen la ciudad,que son tres mil y quinientos,con sus ¿umas,cuerdasencendidas,balas en boca, y caxastempladas,y los Alfereces con sus vanderastendidas, junto con los demasoficiales,ingenierosy gentede arfilleria,y los dependientes de todos ellos, con sus haziendasy familias, y se les den carros y barcaspara ello, los qualesbolveán a embiar luego. " I 3. Que puedansacarquatro piegasde artilleria.dos mortereteslos q. escogieren,dandolescavallospara ello, los qualesbolveran. " 14. Que los bienesmueblesdel Principede Orange,que ay en el Castillo se puedansacarluego,o quedar a lo mas por seysmeses. " l 5. Que los soldadosque por enfermedadno pudieren salir luego, lo puedan hazer despues;y que sus acreedoresse ayan de contentar con que el deudor haga obligacion a pagarles. "16. A los soldadosoficialesque tuvierenbienesen Breda,y huvierenestadodos añosde guarnicion,se Ies dan diez y ocho mesesde tiempo para venderlos. " 17.Que seránlibres los presosde la ciudad,y exercitode su Magestaddel tiempo del sitio. " I 8. Que el Governador y la guamicion saldran de la Ciudad el Iueves por la mañana a cinco de Iunio de 1625.Fechasen dos del dicho mes y año. "Executósea los ci¡co de lunio, saliendodella tresmil y quinientossoldados,y diez cavallosmuy flacos, y entró la guarnicion de España".Relacion de las capitulacionesy conciertos que en nombre de la Catolica Mgestad del Re.vnuestro señor don Phelipe IIII trató el señor Marqués Ambrosio Espinola con el Governador de la Ciudad de Breda, para aversela de dar y entregar obedientea su Real Corona, se las concedioen laforma siguiente...Sevilla 1625. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 351 la población y otra honrosapara los militares. En ellas, sin onbargo, se restaurabande modo absolutolos derechosdel rey sobrelas personas,susrelacionesexternasy sus conciencias. Se firmaron el 17 de agostode 1585, en Beveren, cercade Amberes. La ciudad volvía a la obedienciadel rey como duque de Brabantey marquésdel Sacro Imperio. Renunciabaa las ligas y confederacionesacordadascon terceros.Se concedíaamnistía general("olvido") del pasado,"como cosano sucedida".Los refugiadosprocedentesde otras ciudadesya reconciliadas,acogidosen Amberes, podían viür en la ciudad o marchar a las suyascon susbienes sin ser molestados,bajo promesade no volver a luchar contra el rey. Los no católicos podian quedarseen Amberes cuatro añosmás, a condición de vivir "sin escándalo"(practicandosu religión sólo de puertasadentro),y se les prometía no investigarlesni inquetarles.A los cuatro años,si no se habían convertido, debereíansalir de Amberes pero podrían llevar consigo todos susbienes,o bien dejarlos en ella bajo la administraciónde la personaque designaran.Las propiedadesde la Iglesia y de los ecelsiasticosseríandevueltas,y sianpre tendrian derechode reclamaciónsobreellos, exceptoen aquelloscasosde necesidadpública, aunquecon indernnizacion.Los prisionerosde un lado y de offo seríanpuestosen libertad, exceptoalgún casoparticular. Los derechosde los comerciantesquedabangarantizadosante cualquier confiscaciónque pudieran sufrir en Holanda y Zeland4 ya que no se haría la paz con esasprovincias si no pagabanlo que hubieran tomado ilegítimamentea los mercaderes. Los privilegios de que gozabanlos extranjerosseríanmantenidos.Las iglesias por cuentade la ciudad. destruidaso demolidasseríanrestauradas Los capítulosmilitares comprendíanla entregaa las topas de Farnesiode toda la artillería,municiones,navesde guerra,etc. Farnesioentraríaen la ciudadcon dos mil infantesy dos regimientosde caballería.Si era posiblelapaz con Holanday Zelanda, esaguarnición saldríade Amberes y no se reconstruiríala ciudadela; si no, Amberes, al ser "ciudad fronteriza",necesitaríaguarnición.Los gastosdel sitio seríanabonadospor la ciudad,con una indemnizaciónde 400.000florines,pagaderosen plazosrazonables. El último capítulo del tratado estabadedicadoa Marnix de SainteAldegonde, quien debíajurar no alzarseen armascontra el rey duranteun año. En cuantoa las capitulacionescon los militares derrotados,éstosse podían marcharlibremente con sus guiones,banderasdesplegadas,trompetas,pífanos y Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 352 tamboressilenciosos,a¡masy municiones de guerra,mechasencendidas,y naüos para alejarsede la ciudadese. siguea VAN DERESSEN,op.cit.,t. IV, pp. 133-148. "n Est.resumen Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 353 CONCLUSION:HACIA LA DOCTRINA CONTEMPONÁNEEDE LA CAPITULACIÓN Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón . 354 Creemosque las enseñanzasde las guerrasde los siglos XVI y XVII tuvieron una influencia inmediata sobrelas reflexiones de los pensadoresy juristas conternporáneosa ellas, y aportaronelementosde juicio basadosen la costumbremilitar y prácticasdiplomáticas entre los príncipes,para formar los criterios biísicosy desarrollarulteriormente el moderno derechode gentesy, alapostre, el derecho internacional.La guerra de sitio fue un crisol que puso a pruebaviejas costumbres militares, y acreditó algunasotras como necesariaso convenientes,alterandoel legado consuetudinariomedievalizante.Hemos mostradonuevosmodos de formular las viejas costumbres:en el casode la entregade una plaza al enemigobajo ciertascondiciones, en el trato a los prisionerosy a los disidentes,en la protección obligada de los inocentes, en el cumplimiento de la fe dada entre enernigos,etc. Unas son normrisreconocidas como pertenecientesal derechonatural, y ofras admitidas como válidas y obligatorias por su uso repetido y su aceptacióntácitapor los contendientes,esto es, por consenso entre ellos (los "pactos mutuos" de que habla Suarezefl).También en el derechonatural se en¡aizala ley de guerra cuando sostienela absolutanecesidadde guardarfidelidad al juramento y de guardarla fe entre enanigos, ambasdoctrinastratadasen terminos de puro derechomilitar por Baltasarde Ayala. En conjunto,todasesasnonnasy formulacionesconsuetudinarias constituyenlo que de modo informal se puedellamar "derecho en la guerra" o más sencillamente"derecho de guerra", publicitado parcial y ocasionalmenteen diversostratados,doctrínales y códigos de conducta,aunquenunca como un cuerpo organizadoy sistematizadode doctrina. Sin olvidar, por otra parte, que como derechoconsuefudinariose mantienevigentepor cuantoes sancionado por los príncipes,como señalaBodinoeó1. tácitamente Lo más próximo que seha podido identificarpor los tratadistascontemporáneos como una sistematizacióndel derechode guerra,orgánicamenteasimiladopor el derechode gentes,es el De iure belli ac pacis, de Grocio, en el siglo XVII, y de forma más autónomay completaEI derecho de genteso principios de la ley natural, de Emerichde Vattel, en el siglo XVIII. Faltosde codificacionespositivasdel derechode guena, tanto Grocio como Vattel acudena lo que "de modo lácito", "tácitamente", etc., se toma como norrna de comportamientoen la guerra,regulado en Grocio por los nó0 De resonanciaspróximas a la idea del "contrato" como base de la teoría política de Altusio. nól G"orge H. Sabine señalaque, en la doctrina de Bodino, la facultad del monarca de legislar sobre todas Ias materiasde guerra y paz "implica también la autoridad del soberanosobre el derecho consuetudinario, al que sancionaal permitü su existencia". SABINE. Historia de la teoría política. Fondo de Cultura Económica.Madrid 1980.p. 302. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 355 principios del derechonatural y en Vattel por las exigenciasde la necesidady las constriccionesque impone el principio de reciprocidad,bajo la guía de la moderación cristiana.Ambos autores,que "suman" en sus doctrinas sobregentese internacionales los principios del derechomoderno de guerra,discernidosen las pruebasde interminablesy cruelísimasreglas,trasladanel derechode sitio y capitulación a nuevos fundamentos:no al derechonatural o al de gentes,que permiten las medidasmás extrefiiosas,sino a la justicia y la buena fe de los pactos (Grocio), o bien a criterios de humanidady buena fe (Vattel). (El Apéndice XI ofrece un sumario de las doctrinasde la guerra y el derechode sitio de Vattel). El espíritu que anima esasdoctrinasinspira en gran parte el derechode guerra contemporáneonuestro,aunquecreemosque éstese viene caracterizandomás por el álrimo entusiastay la predisposiciónanhelosacon que se expresa,que por lo justificado de sus expectativasde que el derechode guerra ayudaráal derecho"tout court", en el intento de poner el freno de la sanciónpenal a todas las guerras.Este es un espacio jurídico en que no se debe esper¿rel éxito de cualquier intento voluntarioso de positivación,por muy sistemáticoque sea. Lo cual no nos excusade ofrecer,como hacemossucintamente,lo esencialde la figura o institución de la capitulación en el derechointernacionalmoderno. sostieneque no se trata de un acto La doctrinamodernade la capitulacióneó2 pública internacional.Esta soberano,aunquesí de un acto de representación especificidad"internacional" debe ser aclaradaen el casode fuerzasinsurgentes,es decir, de fuerzasque son propiasdel estadosoberano,o "nacionales"aunquerebeldes. Se podráaceptarla capirulacióncon uno de esosgrupossi previamentese les ha reconocidoel carácterde beligerantesa los que se puedenextenderlas leyesde la guena. Si no se les ha reconocidoesecarácter,toda capitulaciónsupone inevitablementeun cierto gradode reconocimientode tal condición. En última instancia,una capitulaciónes una rendiciónestipulada,que se distinguede la rendiciónsimple,la cual no es otra que la que hemosvisto conminada irresistiblementepor las armas.Como acto jurídico, se mueve esencialmenteen la esfera eó2Puedenleersedossumariosde estadoctrinaenNuevaEnciclopediaJurídica,publicadabajo la direcciónde Carlos-E.MASCARENAS.Tomo III. Barcelona1978,bajo el epígrafe"Capitulación",y en TheInternationalLaw Dictionary,de Robert.L. BLEDSOEy Boleslawa. BOCZEK.SantaBárbara, California,y Oxford,Inglaterra1987bajolos epígrafes"Capitulation","Combatantsand "HagueConvention( 1907)" y "UnconditionalSurrender". Noncombatants" Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Volver al índice/Tornar a l'índex 356 del derechomilitar, pero puedetener algunasconnotacionespolíticas, en cuanto el jefe de la plaza ha ejercido funciones de gobierno y administrativassobrela comunidad. Puedeafectara las relacionesexterioresy al comercio intemacional, como hemos üsto en el casode Amberes. Tanto en el derechoconsuetudinarioadmitido en los siglos XVI y XVII como en las modernascodificacionesdel derechode guerra,una capitulación esjurídicamente obligatoria para las partes,aunquepor la del vencido sólo lo es desdeel momento en que sus terminos han sido ratificados por el jefe militar superior,y por la del vencedorsi no se obtuvo por perfidia. Su obligatoriedadestaincoporadaal art. 35 de la Convención de La Haya. La no ratificación, por el jefe superior, de una capitulación que ya ha surtido sus efectosno suponela abrogaciónde las condicionesespecíficamente aprobadaspor ella, aunquesupondrácon toda seguridadla aperturade un procedimiento penal por delito militar contra el que la suscribió. En todo caso,las enseñarzasde la guerra de sitio llevaron a que los ejercitos adoptarancriterios objetivablesbajo los que . fueselegal el rendir la plazae63 El no cumplimientode las condicionesde la capitulaciónpor partedel gobierno suponeuna violación del derechointernacional;y su violación por un subordinadosin órdenesde su gobiemo constituiráun delito militar. Vemos,pues,que la misma tensiónjurídica que se dabaentreel soberanoy el alcaidede una plazao castillo,se da entreel gobiernomodernoy el jefe militar. antesy ahoraen la solidezde un Fidelidadantesy subordinaciónahora,fundamentados mismo vínculojurídico. Tomandoprestadala ideade Kelsen,no se trata sino de una pluralidad de normasorganizadasen un sistema,en un orden, por su referenciaa una norna única como fundamentomismo de su validez: esanorna única es el juramento. A lo largo de los cambioshistóricos,cieltasraícesdel derechono pierdensu vitalidad. nu' Co.montuigne concedeque un general puede rendir laplazasi sus tropas han hecho la resistencia debida pero han sido decimadospor el sitiador. Vauban es miís estricto, y cree que un general no debe rendir la plaza antesde quedarsecon sólo un tercio de sus hombres. En el siglo XVII se consideraba honorable la rendición cuando el enemigo había alcanzadoa través de las trincherasuna cómoda posición de tro ¡jara abrir brecha. Por lo demás,se considerabainhumana la lucha dentro del recinto. A. CASSI RAMELLI. Dalle caverneai rifugi blindati. Milan 1964,p.400-403. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 357 APENDICES I. LA TENENCIA DE FORTALEZASEN EL DOCTRINALDE ALONSO DE CARTAGENA II. NATUR ALEZAruRÍDICA DEL VASALLAJEFEUDAL III. LA COSTUMBREDE ESPAÑAEN TINDOCUMENTOCATALÁN DEL XIV IV. PATENTEDEL GOBERNADORY CASTELLANODE PIOMBINO V. LAS ORDENANZASDEL DUQUEDE ALBA VI. LAS ORDENANZASDE FARNESIO VII. LAS ORDENANZASDEL PRINCIPEDE ORANGE VIII. ALABA DESCRIBEUN SITIO IX. LOSTRABAJOSDEL GOBERNADORDE LAPLAZASITIADA, SEGÚTN BAÑOSDE VELASCO X. GUERRAY GUERRADE SITIOEN TRESAUTORES Suárez, HugoGrocio Baltasarde Ayala,Francisco XI. EXPRESIÓNMADURA DEL DERECHODE SITIOEN VATTEL Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 358 arÉNprcnr LA TENENCIADE FORTALEZASEN EL DOCTRINALDEALONSODE CARTAGENA Alonso de Cartagena,obispo de Burgos,jurista y diplomático, es el autor de la última de las recopilacionesrealizadasen la Edad Media de las leyes de caballería:su Doctrinal de los cavalleros, escrito en una fecha incierta entre 1435 y l445ee. Nacido en 1384,Alonso de Cartagenamurió en 1456.Su üda se halla ligada a la formación de la memoria histórica de un periodo de la historia de Castilla y Europa particularmenteagitado. Estudió derechocanónicoy derechocivil en Salamanca.Fue auditor de la audienciade Castilla. Se doctoró en leyes en 1426.Fue cronista del reino de Castilla y consejeroreal de Juan II, y participó en negociacionesdiplomáticas con el rey de Portugal para la determinaciónde los derechosde Castilla a las islas Canarias. Cumplió otrasmisionesdiplomáticasen Navarra,e interwinoen la reconciliacióndel rey de PoloniaLadislaovl y el emperadorAlberto II de Austria; cumplió deberes y conciliaresen Basilea,Aviñón, etc. Fue nuncio papalen la cortede eclesiásticos Castilladurantealgún tiempo. Era de familia conversa,muy leal a los reyesde Castilla y, en la crisis del tiempo,medió entrelos infantesde Aragón; aquellacondiciónfamiliar posiblementele hizo inclinarse a favor del partido opuestoa don Alvaro de Luna, protectorde los judíos no conversos.Al conspirarparala detencióndel condestable, Cartagenahubo de romper el pleito-homenajeque con él mantenía,y privilegiar el que le manteníasujetoal rey. La disyuntivade concienciaen que esteconflicto le situó le convierte en un autor especialmenteapto para reexaminarcríticamentelas tradiciones medievalespropiasde la superestructura feudalde la sociedadde su tiempo, las cuales, en general,pasanel examende Cartagenay quedanen cierto modo revalidadaspara prolongarse,graciasen alguna parte al prestigio de su obra, durantemuchos años todavía.Entre su largaescuelade discípulosdestacaen el artepuramentemilitar y ecuestreAlfonso o Alonso Fernándezde Palencia,autor dela Batalla campaly de La eil Impreso por primera vez en Burgos, 1487, por Fad.riquede Basilea, y reeditado en 1497. Yer la edición del Doctrinal de los cavalleros, realízadapor JoséMaría VÑe LISTE, Universidad de Santiago de Compostela. 1995. Se trata de una reedición del Doctrinal, con amplio aparatocrítico y documental. En estaobra se hace relación descriptiva de las numerosasobras morales, históricas,jurídicas y diplomáticasde gue es autor Alonso de Cartagena. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 359 perfección del trtunfo militar, obra éstaúltima a la que aludiremos en otro lugar. La obra de Alonso de Cartagenase inscribe en la tendenciabajomedieval a prolongar la virtualidad de la sociedadfeudalizada,frente a las conmocionessocialesresultantesde las luchas políticas e ideológicas en que se preanunciael Renacimiento. La visión político-jurídica del orbe cristiano propia de Alonso de Cartagenaes la de una sociedadde potestadestanporales, bajo la suprernacíaespiritual del pontífice, por supuesto,pero no por ello menos estructuradaen torno a principios jerarquicos fundadosen la evolución histórica. El Imperio germiínico, sucesorlegal de Roma, se halla en la cúspide,y le sigue en un plano descendenteel reino o rey de Francia, en razón de ser herederodel imperio carolingio. Pero despuésüene Castilla, anterior al reino de Inglaterra; así, en Aviñón, camino del concilio de Basilea,pronunció su discursoAllegationes...factae... de prioritate sedis occupandaea rege Castellaein consilio Bassiliensi o Allegatio pro praecedentia regum Castellaeprae regibus Angliae, traducido al castellanocomo Proposíción que Alonso de Cartagenafizo contra los ingleses,seyendoembaxadoren el concilio de Basílea, sobre la preeminencia que el rqt nuestro señor ha sobre el rey de Inglaterra. Y mejoresderechostiene el rey de Castilla sobreel de Portugal en una cuestióncandente:así, en el concilio de Basilea, Cartagena presentósusAllegationesfactae... in consilío Bassiliensi super conquista insularum Canariae contra portugalenses,traducidascomo Proposicién sobre Portugal y los derechosde los reyescastellanossobre la conquista de las Canariase6s. ParaAlonso de Cartagena,los reyesde Castillapertenecenpropiamentea la estirpede los reyesde España,tal como se deducede otra de susobras,Anacephaleosis o Genealogíade los reyesde Españae6ó Otros escritosde Cartagenatienenpor objetojustificar la preeminenciade la noblezamediantela prácticade las virtudesmoralesvinculadasal cultivo prácticoy contemplativodel honor; así,su Epistula directa ad inclitum et magnificumdominum Fernandi de velasco, comitem de Haroe67,en que elogia a su contemporáneoPedro Fernándezde Velasco, primer condede Haro, como milítaris vir, y da recomendaciones paralas lecturasde los que se dedicana la profesiónmilitar. Igual compromisocon la nós En 1436el papa EugenioIV dio la bula que validabalas tesiscastellanas. '* Titulada Regum Hispanorum, Romanorum, Imperatorum, summorum PontiJicum, necnon Regum Francontm Anacephaleosls.Traducida al castellanopor Femán Pérezde Guzmán y Juan Rodríguez de Villafuerte, como Genealogíade los revtesde España. n6t Copiasdel texto de la cartaen códicesdel siglo XV de la BibliotecaNacional de Madrid, MS 3666 (olim M-56, fols. 22v a 30r); MS 4236 (olim M-100, fols. l32r a l48r). Ve¡ otrascopiasy edicionesen la VÑA LISTE. Op. cit., p. XXXII. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 360 orientaciónmoral y profesional de la noblezamilitar tiene Cartagenaen st Respuestaa una cuestiónque le había pleanteadoel marquésde Santillana,Iñigo López de Mendoza, sobre"el acto de cavalleria". El marquéshabía encontradoen el tratadoDe mílitia,de Leonardo Bruni, una formulación del juramente de caballeríaque no conocía, y por esoruega al obispo de Burgos que le aclareel contenido de la explicación dada por Bruni, que le pareceinsuficiente. Cartagenareconoceno haber leído el tratado de Bruni, pero como no ignora cómo surgió la caballería,le da al marquésamplia respuesta sobrelo que significa la condición militar del noble en los tiernpos que corren: las únicas empresasguenerasque son buenasa los ojos de Dios son las dirigidas contra los moros, y sólo habrápM en Castilla si los hidalgos y caballerosse dedican a la reconquistade España,hastalas costasde Africa. Debe verse,pues,en estacarta de Cartagenaal conde de Haro una fundamentaciónmoral, incardinadasin duda en la noción de guena justa, del alegado derechode los reyes de Españaposterioresa defenderlos derechosde la cristiandad mediantela fuerza, que tendría su aplicación práctica casi setentaariosdespuésde la Respuestaen la empresaconquistadoradel norte de Africa, onprendida primero por el cardenalCisneros,y continuadadespuéspor el ernperadorCarlosV, de la que nos ocup¿femosen cuantotiene que ver con el empeñode estatesis. El Doctrinal es una compilaciónde las leyesreferentesa la caballeríadispersas en cuerposlegislativos de vigencia seculary mas recientes,como las Partídas, el Fuero Juzgo, el Fuero de lasLeyesy los Ordenamientosde Alcalá, Valladolid, Madrid y En estatesisse presentay usacomo referenciael Doctrinal de los Segoviaeó8. caballeros,sin acudira esosfuerosy ordenamientosen susversionesusuales,y sin quererentraren la clarificacióncompleta de la cuestiónde los orígenes,variedadde versionesy vigenciade las Partidas,aunquede ellas es precisamentede dondeextrae Cartagenala mayor partede susextractoslegislativos.Esalabor de clarificaciónha sido ni objeto de una extensay competenteexégesis,que no puedeperfeccionarse completarseaquí,puesno es eseel propósitode estatesis.Se usanlos textosy leyesdel Doctrinal sólo como summade la cuestióna finalesdel siglo XV, estoes, en vísperas del periodohistóricoque constituyeel marco de estatesis;y se usansólo en cuanto nu* Con mucho es el código de \asPartidas el objeto principal de la recopilación de Alonso de Cartagena. SegunVÑA LISTE (op. cit. p. LI), se hacen en la obra 50 referenciasexpresasde ellas; siguen en orden del númerode citasel Ordenamientode Alcalá (13), el Fuero de las Leyes (7), el Fuero Juzgo(3), los Ordenamientosde Madrid y de las Tafurerías (2), y los Ordenamientosde Burgos, Guadalajara,Segoviay Toro. y el Decreto de Graciano(una mención cadauno). Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 361 pueden ayudar a aclarar el régimen de tenencia de fortalezas y castillos en 1oque hace a los usosy costumbresde España, numerosasvecesreferenciadosjurídicamente en ese periodo de la Edad Moderna. Cuando creamosque ciertasnornas y costumbresdel Bajo Medioevo como las contenidasen el Doctrínal entrarondespuésen desuso,o cedieronvalor normativo a otras prácticas,lo señalaremos,aunquesin tener que señalar textos legalesalternativos,por la sencilla rczón de que nos los hubo. También se usan ateniéndoseal texto y literalidad ofrecidos por Alonso de Cartagena"sin considerar necesarioatenderla versión más comúnmenteaceptadade las Partidas,la de Gregorio López,declaradoauténticopor Carlos V en 1555e6e. El editor moderno de estaobra, JoséMaría Viña Liste, describeel Doctrinal como'hn libro normativo, donde se establecenreglas de conducta,preceptosy enseñanzasque, con la inclusión de opiniones diversas,se dirige a los caballerospara instruirlos en materiasconcernientesa su estadoy profesión. La palabradoctrinal es también un tecnicismo del ámbito militar, en cuya terminología reciben el nombre de 'doctrinales' los ejercicios que practican las tropas en tianpo de paz para su instrucción en la tácticaelemental"eTo. Sin necesidadde entrar a dilucidar la cuestióndel significado literario del Doctrinal, presentadacon detallepor JoséMaría Viña Listeet' en su edición modernade la obra, debemosceñirnosen el siguientedesarrollo a lo que nos interesapara el propósitode estatesis: de la I ) su eficaciacomo recopilacióny hastacierto punto sisternatización legislaciónen materiade la profesiónmilitar 2) su utilidad como relacióny descripciónde las fuerzasmilitares existentesen su tiempo, así como del régimende tenenciade castillosy fortalezasy cuestiones relacionadascon la guerrade sitio, aspectoséstosúltimo que constituyenel núcleoy objetivo principal de estatesis,aunquereferidoscon preferenciaa la experienciade los siglos XVI y XVII; siglos en los que creemosque pervivennonnasvariablemente codificadas y costumbresadquiridasy desarrolladasen la Edad Mediae72. %nVer a esterespectoAlfonso GARCÍA-GALLO, Los,enigmas.de las "Partidas ", en "VII Centenario de las Panidas del Rey Sabio", por Luis REDONET Y LOPEZ-DORIGA, y Alfonso GARCIA-GALLO. Institutode España.Madrid 1963,pp. 27-37. nto op. cit., p. 45. nt' Op.cit., pp.XXXII y ss. et2Por esasrazonesde eficacia y utilidad se puede obviar la conveniencia de entrar a considerarotras obras comparablespor su temática caballeresca,anterioresa la de Alonso de Cartagena.Podríamoscitar entre orras el Llivre de l'ordre de Cavalleria de Ramon Llull (1275), inspirado en parte en el titulo XXI de las Partidas de Alfonso X. Tampoco serápreciso entrar en el Libro del cavallero y del escudero,de Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 362 Portanto,nosceñiremosconpreferenciaa la tercerade lastresfuentesde a saber,la "ordenanga por Alonsode Cartagena, inspiraciónde supropiaobraseñaladas por ello de leyesfechaspor aquellosqueovieronpoderde las establecq"',sin desdeñar de interésde susotrasdosfuentesde inspiración,esdecir,"las lo queconsideremos doctrinas de sabidores"y los "enxemplos de los antiguos"e73. ProcurareÍlos establecerlas diferenciasque puedahaber entre lo que en Cartagenaserásólo doctrina y lo que podamosconsiderarleyes,esto es, con fuerza de ordenamientonormado; aunqueal hacerlo no nos guíe un afiin exhaustivo,pues el propósito de esta fasedel trabajo no es otro que "apoderarnos"de elementos informativos y gnoseológicosque sirvan para describir y establecerel régimenjurídico de la tenenciade fortalezasen un periodo en que la "noble caballería",si no ha desaparecidodel todo, se reviste de formas sutiles dificiles de percibir bajo fenómenos sociales,políticos y militares muy diferentesde los que caracterizaronel periodo final de la Edad Media. En estesentido Cartagenahace función de puente entre dos mundos con el estilo vital propio del humanismo.Cartagena,señalaJuan Marichal, era un ecléctico incorporadoa la corriente humanistade su tiempoeto.Olga T. Impey 1oconsideraun precursordel humanismoen Españae75. Guillermo Verdín Díaz titula un trabajo suyo E/ humanismode Alfonso de Cartagenoe'6."Primer humanistaespañol", le llama Ottavio di CamilloeTt.A Mario Penna,enfatizandola modernidadde Cartagena,le pareceque el obispode Burgosha adivinadoel futuro de la profesiónmilitar, en la que acabaránpor prevalecerla inteligencia,el cálculoy la organización"sobre prendaspersonalesde fortalezay valor, buenaspara los duelosy torneospero tal vez peligrosasparalas y batallasque iban haciéndosesiempremás complejasy técnicamentecomplicadas"eTs; aún le atribuyeun papelrelevanteen la apariciónde nuevasformaspolíticas:"la visión don Juan Manuel, escrito et 1326.Mayor atención mereceránobras contemporáneaso posterioresal Doctrinal de los cavalleros, en tanto en cuanto ilustren, aclaren o amplíen puntos de i¡terés tratadoso no por Cartagena,y que irán ocupando su lugar oportuno del texto. e13 Doctrinal, Libro Primero,Prólogo. nto Juan MARCIHAL . La voluntad de estilo. Teoría histórica del ensayismohispánico. Revista de Occidente,Madrid 197I . P. I 5. Citado por Viña Liste en op. cit. p. XCI. nt5 Olga. T. IMPEY. Alfonso de Cartagena, traductor de Sénecay precursor del humanismo español, en "Prohemio", III.3 ( I 972), p. 493. Citadapor VÑA LISTE. en op_.cit., p. LX. n7ó "Anuario En Medieval", 3 (1990), p.205-206. Citado por VÑA LISTE. Op. cir P. LX. e71 El humanismocastellano del siglo XY.Yalencía, 1976.Cit¿do por VÑe LISTE. Op. cit., p. LXI. ntt Mario PENNA, ed.Discurso de don Alonso de Cartagena, obispo de Burgos, sobre la precedencia del Re.vCatólico (Juan III) sobre el de Inglatena en el concilio de Basilea, en "Prosistascastellanosdel siglo XV", tomo I. Madrid, Atlas, Real Academiade la Historia,Biblioteca de Autores Españoles,vol. I16. l959.LXV. Citado por Vi-ñaListe, en op. cit., p. LV. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 363 del obispo de Burgos mereceser destacadacomo anticipación muy interesantede las futuras orientacionespolíticas, militares e institucionalesdel Estado"eTe. Mas contenidamente,sin ernbargo,jrvga su obra Viña Liste, al decir que "Es innegableque Cartagenafue respetuosocon la estructurajerarquica de su sociedad,al igual que con los tradicionalesprivilegios nobiliarios, lo cual no implica ausenciani mengua de exigenciaséticaspara con el estamentomas aristosrático,sino todo lo contrario"eso. ParaJeremy Lawrence,por último, Cartagenano era un humanistapues se sentía apegadoal conocimiento moralizantemedieval, sino'tn hombre que desconfiabadel progresoinevitable de lo que él veía, y no sin razón, como una incipiente revolución contra el didactismo de la literatura medieval"e8l. Presentado,aunquesumariamente,Alonso de Cartagenaen las variadasfacetas de su personalidad,y situadasu obra en un campo de perspectivasdivergentespero no fuerternenteantagónicas,es posible ahora abordarel estudio de su Doctrinal de los cavalleros desdeel punto de vista de su relevanciapara el trabajo que nos ocupa. EL DOCTRINA¿, SUS DOCTRINAS Y LEYES Esla Conclusión de su Doctrinal dondeencontramosla justificación de la técnicaexpositivaque Cartagenaonplea para su recopilacióncomentadade las leyesde la caballeríavigentes,o todavíarelevantes,en su tiernpo.Confiesael autor que ha apartadolas leyes de caballeríade las otras que hubiera en los ordenamientosque utiliza; donde ha encontrado"materia militar" mezcladacon otras, dejó de lado estas últimas,exceptoen los casosen que se hallabantejidasde tal forma que no se las podía separasin "quebrantarla razón".No le importó repetirleyesque eranlas mismasen palabrasy efecto,cuandoerande diversosautores,"por que se sintieseque diversos príncipesy en diversostiemposlo establecieron".Ciertaprolijidad y desordenque se puedaencontrarse debe"a la buenae loable simplezade los tiemposantiguosen que nuestrosmayoresnon curavande mucho polir las palawas". Es en las Partida.sdonde se puedenencontrar"más dulce estilo" y "más científicasconclusiones",añade. También muestraCartagenahaberseplanteadogravesproblemasde la filosofia del derecho.No bastasaberselas leyes parajuzgar por ellas; también es importante ntn Mario PENNA. Citado por Viña Listeenop. cit p. LV. n8o vÑA LISTE. op. cit.. o. LXv. n8' Jeremy LAWREÑCE , i¿., Un tratado (latino) de Alonso de Cartagena sobre la educacióny los estudiosliterarios. UniversidadAutónoma de Barcelona,Bellaterra 1979,p.25. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 364 "establescerleyes de nuevo"; para esto último "es menesteringenio alglílntanto mas elevadoy exercitadoen algunasotras cienciasuniversales,por que mejor puedapens¿r los convenientese los inconvenientesqúe de la ley puedensalir". Apoyandoseen San Agustín, añadeque las leyes, una vez establecidasy firmadas, no puedenserjuzgada por eljuez sinojuzgar él por ellas. Si alguna ley de las que él naslada no gusta a quien le ha dado la encomiendade redactarel Docrinal, sttfralo con paciencia,"ca añadir o mudar o menguaro emendarcosaalguna de lo que en ellas es escrito sólo al rey pertenesce,e otra personaalguna sin expresosu mandadonon deve una sola palabra cambiar". Alonso de Cartagenaabre su Doctrinal con estaspalabras,que expresansu intención: Este líbro se llama Doctrinal de los Cavalleros,en que están copiladas ciertas Ieys e ordenangasque están en losfueros e partidas de los reinos de Castilla e de León tocantesa los cavallerosefiosdalgo e los otros que andan en actosde guerra...e82 Los epígrafesde cadauno de los cuatro libros que componenel Doctrinal son los siguientes: Libro primero: "De la fe católica,de las leys, de los cavallerose señores,de los adalidese peones,de la guerrapor tierra e por mar, de la hueste". Libro segundo:"De las emiendaso erechas,de las ganancias,galardonese castigosen tiempo de guerra,e de la defensade castillose fofalezas". Libro tercero: "De las asonadas,desafiamientos, rieptos,treguase pM. De la devisade la Vanda.de los tomeose de la amistad". Libro cuarto: "De los vasallose de susclases,de las behetríasy encomiendas, de algunascosasespecialesde los cavalleros,de los maleficiose privilejos". ntt En la "Tabla de los tírulos deste libro" se i¡dica la estructurageneral delDoctrinal. En efecto, en ella se mencionan: I ) Cuatro Libros y una Conclusión. Los Libros est'ándesignadospor numeraciónordinal (libro primero, libro segundo,etc.)s2 2) CadaLibro tiene un númerovariablede Títulos; éstosestándesignadostambiénpor ordinales (título primero, título segundo,etc.) 3) En los Libros pnmero, segundoy tercero cada Título contiene un número variable de Leys; la cantidadde Leys se designapor numeralescardinales('título primero en que hay seisleys...", título equis en que hay equis leys,-etc.)En el Libro cuarto los Títulos septimo, octavo y nono aparecen subdivididosen Rubricelas%2,cadauna de ellas con su título e indicacióndel número dJ leyesque comprende. Los Títulos y Rubricelas esán epigrafiadospor el tema de su contenido. Las Leys eslártenunciadaso denominadasuna a una de acuerdo con su contenido; ese enunciadoo denominación no figura en la tabla general, sino encabezandoel desarrollo de cada una de ellas. En la Tabla no ap¿uecemencionado el Prólogo que abre el desarrollo del texto del DoctrinaL Tampoco aparecenepigrafradosen la Tabla los títulos de los Libros, pero sí lo esránen el encabezamientodel texto Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 365 Por otro lado,la Conclusióncontieneen cincobrevespárrafosalgunas sobrela sumariasy expresivasdel propioAlonsode Cartagena consideraciones dejuzgarno sólode acuerdoconlas leyesrecibidassinotanrbién"establescer necesidad leysdenuevo". A la vistade los títulosde cadauno de los cuatrolibros,podemosadelantarque parael propósitode estatesisson: relevantes los libros especialmente l) el primero,quecontienelas leyesy constituciónde la caballería. 2) el segundo,quecontienelos prerniosy castigosdel ordenmilitar, y de la de los castillos. tomay defensa cualquierpuntoque sumariamente De los libros terceroy cuartoseescogerá puedaparecerde interés. Nobles. caballeríae hidal8uía Los actos de los caballerosa los que pertenece"gobernar la república" requieren no solo fortalezasino "coragon sabidor", dice Cartagenaen el primer pánafo del saberlas cosas Prólogo.SegunSanJerónimo,añade,"como a los médicoscolTesponde de la medecinae a los ferrerostratar las de las ferrerías,así a los cavalleroslas reglas de lo militar". Los caballerosdeben"guiar los fechospor la linea de la razón". Todaslas cosasescritassobrela caballeríase puedenreducir a las tres que repetimos:"doctrinas de sabidores","enxemplosde los antiguos"y "ordenangade leyesfechaspor aquellos y éstasnon solamenteatraenal ombre a bevir bien, que ovierenpoderde las establescer: mas aun han vigor de le apremiara ello". Vemos quejunto a las apelacionesal valor moral de las doctrinasy los ejemplos,Cartagenapone en igual pie las leyes,y señalaa quien las puedehacer,y no deja de apuntarque tienenpoder coactivo. Los que hicieron leyesen el pasado"no olvidaron en ellasde ponermuchas a la disciplinade la cavallería".PasaCartagenaa ocuparsede los reglaspertenescientes que escribieronleyesen el pasado,y empiezapor mencionarla que consideraley suprema:"la ley divinal que en amoslos santostestamentosse contiene".Luego vienen los mencionadospor San Isidoro: Foroneorey, Mercurio Trimegisto,Solón y Numa Pompilio. Entre los legisladoresno se cuentanlos que dio España"porque non ovo en ella tantacopia de pregoneroselocuentes". desa¡rolladode cadauno de ellos. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón . 366 Se ocupa, sin embargo,Cartagenade mencionar los legisladoresprincipales de España(aunqueevidentementese refiere sólo al reino de Castilla y Leon), a saber,"Don Alfonso el sexto, aquel que cobró a Toledo, fizo el Fuero de las lqts,Don Alfonso el décimo, fijo del rey don Fernandoque conquistó a Seülla, mandó ordenarlas Partidas. Don Alfonso el undécimo, aquel que venció la vatalla de Tarifa" fizo el Ordenamiento de Alcalá e algunasotras ordenangas". Hubo otas leyes, como el Fuero Juzgo "que fue fecho por sesantay seis obispos en el tianpo de los godos en el cuarto concilio de Toledo", que no tiene autoridadde derechogeneralsino que se aplica parcialmenteen partesdel reino de Leon. Aún mencionalas leyes de griegos y romanos,en las que se contienen'tnuchas cosasque pertenescensingularmenteal estadode los cavalleros,segundcualquierjurista puede ver por los liwos de derechocivil". Recomiendaa continuación a los hidalgos y caballerosque junto a los libros de doctrinasmilitares y crónica tengan otros que contenganlas leyes que debenconocer,y les insta "a aver avisamientode las leyes para seguir e mandar seguir a los vuestroslas cosasque por ellas son loadasy esquivarlas vituperadas".Vemos,pues,que el caballerotiene obligaciónde conocerlas leyesparahacerlascumplir". Se aprestaa continuaciónCartagenaa enunciarlas leyes de caballería(que, no lo olvidemos, nos interesan,y recogerernos,en tanto son leyes de la guerra, de la tenencia de castillos y fortalezasy del vasallaje como servicio militar o de armas).Adüerte Cartagenaque las va a presentar"non guardandola orden de los títulos que en sus lugarestenían,por cuantoen los libros dondeestán- por sermezcladascon otras muchas- ovieron de guardarla regla universalde toda la obra". Así que paraque mejor se entiendaal comienzode cadatítulo dirá "algunaspalabrasparaintroducciónpor que mejor se entiendala intenciónde las leyes",y seránseñaladascomo "Introdución" "porque sepaquien lo leyereque aquellaspalabrasson de la copilación,mas non han actoridadde ley"; y luego vendránlas "Leyes" señaladascomo tales.Y dado que las leyes procedende los cuerposlegalesmencionadosanteriormente,Cartagenaanuncia que sobreun mismo asuntopondrá primero las de las Partida, luego el Fuero y por fin los Ordenamientos. Este orden en la presentaciónde las norrnaslegalescitadaslo justifica Cartagena de estamanera:"razón es que se situe despuéslo que puede corregir a lo otro, como los legistas fazen,que las leyes que se llaman auténticaspónenlasdespuésde las otras, non Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 367 solamentepor Sermás nuevas,mas porque corrigen o declarano mandan a las primeras". Y advierte a seguidoque "en el tenor de las leyes non mudé palabra alguna,mas puse las palabrasmaterialesen que ellas estánescritas"; la escrituravale, añade Cartagena,por razón y por autoridad. El título primero del libro primero es expresivo del fundamentoen que Cartagenacree que se basantodas las leyes: "De la SantaTrinidad e de la fe católica", elevadaa formula legal por la decla¡aciónen el mismo sentidopor Alfonso X en la primera P artida, título terceroe83. Debajode Dios, las leyes."Puesde las leyesfablamos,razonablecosaes de saberqué virtud han", con sustres mandamientos,correspondientesa temaspropios de la patrística: la vida buena ("vivir onestamente"),vivir enpaz ("non dañar a otro") y justicia distributiva ("dar a cadauno lo suyo")e84.Da inmediatamenteCartagenalas sietevirtudes que Alfonso X atribuía a las leyes: l) mandar, 2) vedar, 3) consentir,4) dar pena al que lo merece,5) aconsejary enseñara hacer el bien y guardarsedel contrario,6) creer y 7) ordenar. El título tercero (De los cavalleros e de lo que han defazer\ diüde a los Estosúltimos "son hombresen tres estados:oradores,labradoresy defensoresess. establecidospara defenderla tierra e ampararla".Y entre los defensoreslos más para cavalleros"entrelos que "Oviesen honradosson los que "son escogidOS naturalmenteen sí vergüenga".Estosse encontaban entre los hombresde buen linaje; a éstos,en lenguajede España"los llamaronfijosdalgo". e83 Cuando Alonso de Cartagena nombre a Alfonso X como autor de las Partidas debe sobreentenderse que haceuna atribucióngenéricay tradicional,aunque,como es sabido,eserey es "autor" (en realidad, quien dirige su redacciónapoyándoseen diversasfuentes)de dos obras:una doctri¡al, el Setenario,y el Libro det Fuero o Fuero del libro, tarrtbiénconocido como Espéculo ("espejo de las leyes"). Las Partidas son la reelaboracióndel Libro del Fuero por juristasdel siglo XIV, con un sentido más romanista y canónico, y también más doctrinal, que aquél, discutido por muchos. Tampoco el nombre de Partidas obedecea esta reelaboración,denominadaLibro de las leyes,sino a una reelaboraciónposterior. Siete Partidas se deriva de las siete partes en que estádividido el Libro. Alonso de Cartagenatraslada repetidamentea su Doctrinal leyes literalmente atribuídas a Alfonso X en susPartidas, sin indicar (como por otra parte hicieron los recopiladoresdel siglo XIV) fecha de la promulgación de la ley, o la reforma sufi-idadesdeentonces. nto Libro primero (I), título segundo(2'), Introducción. n8t Esta clasificación deriva de la doctrina del siglo XI de Adalberón, obispo de Laon, y de Gerardo de Cambrai, según la cual se reconocíantres estados:bellatores, oratores, laboratores. Es una clasificación standard. Se encuentratambién en el Libro de Aleixandre, en el Poema de Alfonso Onzenoy en el Libro de losCien Capitulos.En Viña Liste, op. cit., nota no.74,p.20,y en María JoséGarcíaVera y María Concepción CASTRILLO LLAMAS. Nobleza y poder militar en Castilla afines de la Edad Media. "Medievalismo",año 3, n". 3, Madrid 1993.P.23. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 368 La hidalguía es un derechoque se tiene, pues üene "de derecholinaje de padre y de abuelo fasta quarto grado". Si es imprescindible ser hidalgo püa ser caballero, admitiremos que la hidalguía es la naturalezasustantivadel hidalgo, y la caballeríauna naturalezasobrevenidapor elección; el caballerodebe ser hecho. Cartagenadice: "Fechos non puedenser los cavallerospor mano de omne que cavallero non sea"; esto tiene un fundamentolegal: no puede ser "con derechodar un ornne a otro lo que non oviese". Hay una sola excepcióna esto: si el rey o su herederono son caballeros,podran de cavalleríae todo hacer caballeroa otro "por razón del reino, porque ellos son caveg¿rs el poder se encierradella en su mandamiento"; no obstante,nadie debehacerse caballeroa sí mismo, aunqueen algunosreinos se hace, señaladamenteen Españamas por costumbreque por derecho,aunquelos antiguos creíanque esto no debíahacerse, "ca dignidad, orden ni regla non puedeninguno tomar por sí, si otro non gela da". La caballería"es tan noble y tan onradacosaque debe entenderel que la da qué es lo que fazeen darla"; por eso no puedendarla los desmernoriadosni los menoresde catorceaños. La caballeríadebe estarligada a una cierta condición económica,pila que sea "puesta en oÍlne que oviese a mendigar con ella nin de fazer vid desonrada,nin otros"i que oviese de fuitar o fazer cosapor que merescieserecebir pena que es puestacontra los viles o malfechores".Tampocodebeserlo el menguadode cuerpo,y el que hace mercadurías,ni el traidor o alevoso,o el que estuüese enjuiciado por tal o p¿Iramuerte por yeno que hubiesecometido.Tampocose puedeobtenerla caballeríapor precio,ni por compra,puessólo debecomprarla que se ha por linaje. El hidalgo,para ser caballero,debeser antesescudero,y como tal ha de hincarse de rodillas "e rogar a Dios e a los santosque los guíene los aliñen como a omnesque entranen carrerade muerte". Ceñirá su espada,y le calzarénlas espuelas"por mostrar que, así como el cavalleropone las espuelasal cavallode diestroe de siniestropara "Los nuevos fazerlecorrer derecho,que así debe él fazer sus fechos enderegadamente". cavallerosson tenudosde obedescere de onrar a los que les dan la orden de cavallería, otrosí lo son a los padrinosque son confirmadoresdella". Así que no puedeel caballero que estaley redoblala culpa ir contrael que le hubiesedado la caballería.Obserr¡emos de los que, hechoscaballerospor su señornatural o principe, van luego contra é1,pues añadenal crimen de lesa personael de violar las leyes de la caballería.No faltarán en los tiempos que hemos de tratar detenidamentemás tarde, ejernplosde estedoble asravio. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 369 El juramento obliga a los caballerosa "non se escusarde muerte tomar por su ley"; es más, "no dubdarande morir por su señornatural, non tan solamentedesviando su mal e su dario,mas acrescentándolesu pro e su onra cuantomiis pudieren e sopieren, y esomesmo farán por pro comunal de su tierrarre86. ¡n estepunto hay que señalarque estasrigurosasexigenciasderivadasde la fidelidad y la lealtad no se atenuaron,como tendremos oportunidad de ver, durante el periodo que preferentementenos interesa. Antes bien, comprobarernosque estaley, que por su inspiración perteneceal orden moral, gravita sianpre como una ley civil y política de la mayor eficacia, y por tanto sianpre exigible. El juramento del caballerodebe ser firmado por é1,y junto a é1debe firmar uno o más testigosntt.El testimonio y las firmas parecen enfatízarel caráctercivil de un pacto que se ha querido rodear de un significado trascendente,casi espiritual. Es un pacto civil en tanto en cuanto se suponeque no se elige a un caballeroy nojura éstepor capricho o vanidad, sino por un compromiso de tipo práctico, como prestarun servicio o recibir una encomienda,esto es, un bien patrimonial. No otra cosaparecequerer decir Cartagenacuando,despuésde señalarlas gravesobligacionesdel caballero,señalatres párrafosmás adelanteque los caballeros"avían de guardartodas aquellascosasque derechamenteles eran dadasen encomienda,defendiéndolasbien así como lo suyo mgsmo". El caballerodebeoperar en un mundo carentede inocencia: puedementir en determinadoscasossin faltar a su honra: si le mentira se torna en un gran bien, si sirve paradesviarun daño,o es beneficiosa"metiendoasosegamiento con los omnesque e8ó Contrastala enjuta limitación del juramente DE la fidelidad al señor con otro tipo de juramentos de los caballerosde hacersedefensoresde la justicia y del bien. Asi, Philippe de Contamineda cuentade que Ia bendición eclesial en un acto de juramento relatado en una Oratio super militanrer lombarda se expresa en estostérminos: "Escucha, Señor, nuestrasplegariasy bendice con la mano de su Majestad estaespada con Ia que deseaser ceñido vuestro servidor para poder defender y proteger las iglesias, las viudas y los huérfanosy a todos los servidoresde.Dios contra la crueldad de los paganosy par¿ poder ser el terror de todos aquellos que les tienden celadas".Otra variedad de juramento se contiene en el Pontifical de Durand, de 1295; en é1,la obligación del caballero se extiende a que use la espada"para reprimir la maldad de los réprobosy proteger la justicia". Otras forrnas incluían la defensadel rey, de la Iglesia, de la justicia, de los peregrinos,la obligación de luchar contra los infieles, o la peregrinación a Tierra Santa. En La guena en la Edad Medjc, Nueva Clío, Barcelona 1984. Traducción de Javier Faci Lacasta.P. 346 ys. "t No pare." acertadala opinión de que el pleito-homenaje es una formula para la expresión del vasallaje de tipo militar, y el juramento una fórmula reservadaa pecheros,vecinos y moradoresde una villa o lugar que recibe señor.A esterespecto,ver Isabel BECEIRO PITA, La imagen del poderfeudal en las tomas de posesión bajomedievalescastellanas."Studia Historica", H" Medieval, vol. II, n".2, 1984. Ediciones Universidadde Salamanca.Págs.157-162.Pleito homenajey juramento creemosque van juntos en la mayoría de los casosde toma de posesiónde una tenenciade fortaleza o castillo. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 370 fuesenmovidos a fazer algun grand mal, o poniendo paz o acuerdoentre aquellosque se desamasen",aclaraCartagenasin mencionar la fuente de autoridad. Los caballerosson los que han de hacer la obra del rey, por lo tanto debenser honradospor éste,"guardando e onrando a si mesmoscon ellos"; los caballerosson su "escudo e defendimiento,e se han a parar a todo peligro que acaescierepara defenderlos".La honra tiene consecuenciasprotocolarias,que Cartagenaprecisay que no son de interés para nuestro caso.Poseenla inmunidad contra el ernbargo("prendar") de sus armas,caballosy otras cabalgaduras,pero no contra los bienes de su casa. El caballeroposeeprivilegios ("apartadasonrashan los cavallerossobrelos otros omnes"). Uno de ellos es el de no tener contra sí incidencia de cosajuzgada si despuésde ser fallada en su contra una dernandapudiesepresentar"alguna defensión", garantíaque entre los no caballerosestásólo reservadaa los menoresde veinticinco años.Estaráeximido de tormento, salvo en casode traición al rey o al reino cuyo vasallo fuese,o al reino donde morase.En estepunto Cartagenaparecequerer establecerdoctrina propia, pues aconsejaque, en contra de lo practicado en otros tiempos, al caballerotampoco puededárselemuerte vil (arrastramiento,ahorcamiento, despeñamiento),sino muerte por descabezamientoo hambre. El servicio al rey le hace inmune a perder cosapor causadel transcursodel tiempo, y si la han perdido pueden reclamar su restitución dentro del plazo de cuatro. Puedentambién en sus testamentos tomar las disposicionesque quisieren,lo que estávedadoa los otros hombres. regulada:se le La pérdidade la condiciónde caballeroestádetalladamente despojaráde ella "cuandoel cavalleroestoüesepor mandadode su señoren huesteo en fronterae vendieseo malmetieseel cavalloo las armas,o las perdiesea los dados"; por robarlasa los compañeros,o las empeñase;si hiciera caballeroa quien no debería o ganasedinero por vil menesterde manos,exceptosi se hallase serlo;si mercadease, La gravedadde esoscasospalidecefrentea aquellosque merecenpena en cautividadess. de muerte;en efecto,el caballeroserádesposeídode su condiciónsi "fuyese de la a su señoro castillo o algún otro logar que toviesepor su batallao desamparase mandado;e le vieseprendero matar,e non le acorriese,o non le diesesu cavallosi el suyo le matasen,o non lo sacasede presión - podiéndolo fazer - por cuantasmaneras pudiese".En fin, en los casosde aleveo traición,"antesle devendesfazer(como n88 Puedepresumirseque en cautividad podría ser fonado a trabajar para sustentarse,o bien, como afirma VÑA LISTE. Op. cit., p.44.para conseguirla redención. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 37r cavallero, quiere decir) que le maten"ese.Quedaafirmado así el principio de que la üda del señorvale más que la vida del caballeroque le es vasallo. Esta exigencia inexcusableestáen la basemisma del sistemalegal que regulará aún durantedos o mas siglos el régimen de tenenciasde fortalezasy las reglas de la lealtad en el combate,con numerososcasosde ejercicio del derechode exigibilidad del señorsobreel vasallo. El título cuarto se denominaDe diversosnombresque han los grandes señores que non son emperadoresnin rqts. En estaparte Alonso de Cartagenasigue lo que dice el rey Alfonso X en la Partida segunda,título primero en tres leyes, que transcribe literalmente. En la ley Cualesson los grandes e onrados señoresque non son emperadoresnin reyes,Alonso de Cartagenaindica el ámbito y validez de los títulos de señoríoen diversosestadosy reinos europeos.Príncipe "es nombre generalque pueden llamar a los reyes,pero en algunastierras es nombre de señoríoseñalado,así como en y en Antioquía y en Nápoles". Dejando de lado las Alemaña y en la Macecaeeo denominacionesy definiciones convencionalesde los títulos nobiliarios (duques, nos interesaretenerla mencionde los príncipesde Nápoles,pues condes,marqueses), en esereino siemprehubo un complejojuego de lealtadesy fuerosentrelos reyesde Nápolesy/o España,y los numerosospríncipesregnícolas.Igual retención harernosdel término "juez", ya que se da esenombre "a los señoresque juzgan e señoreanen Sardeña". "Capitanes"y'aaluasores", que son hidalgosen Italia y que en Espariase dicen "infanzones","non puedennin devenusarde poderde señoríoen las tierrasque han, o de los fuerasendeen cuantoles fuereotorgadopor los previlejosde los emperadores ,.99 I reyes limitada a la clasenobiliaria mencionadala posesión Queda,pues,perfectamente naturaldel señorío;ésosson los denominadosseñoresnaturalesy no otros,mientras que los infanzonessólo puedenadquirir tal condiciónpor concesiónregia.Señala n8n Tumbién hay un ceremonial para "toller" la condición de caballero: "que debe mandar el rey a un escuderoque le calce las espuelase que le cinga la espadae que le corte con un cuchillo la cinta de parte de las espaldas;otrosí, que le taje las correasde las espuelasteniéndolascalgadas.E despuésque esto le ovieren fecho, non deven llamarle cavallero, e pierde la on¡a e los previlejos de la cavallería, e demasnon deve ser rescebidoen ningún oficio de rey nin de concejo, nin puede acusarnin reptar a ningún cavallero". Üttmo párrafo del título tercero del libro primero. m Ver en VÑA LISTE. Op. cit. p. 46 la discusión en torno a estenombre y las posibles interpretaciones que se pueden hacer de esetopónimo, seguramentemal leído o impreso en ediciones de Las Partidas. *' A pesar de la seria limitación de rango que para los capitanessuponeestaprescripcíín del Doctrinal, María JoséGARCIA VERA y Concepción CASTRILLO LLAMAS sostienenque numerososy notorios nobles ostentaronel título de capiuín. En Noblezay poder militar en Castilla afines de la Edad Media. "Medievalismo".año 3. no.3, Madrid 1993.P. 28. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón . 372 Cartagenael rango de los "grandescastillos" junto a las üllas y otros lugaresque requierenla autoridadde aquel que en Italia llaman "potestad", que tienen el poder de jvgar "en aquellascosase por tanto tiernpo como les fuere otorgadopor los omnes de 992. aquel logar e non en más" La figura del virrey queda enunciada claramente en la anterior lqt cuando se ocupa del'licario", o adelantadodel rey o emperadory de los otros grandesseñoresen las provincias o lugaresdonde aquéllosno puedenpersonarse;los vicarios "deven usar de aquel poderío que los señoreshan que los dexan en sus logares,fueras endeen aquello que les ellos defendiesenseñaladamenteque non usasenen las otras cosasen que segundcostumbredel reino deven aver mandamientoseñaladoy en las que el rey non puede encomendara otro". Así, pues,hay formas del poderío del prícipe que Son indelegables,y otras que requierenseñalamientoexpreso.Esta ley exigirá impartir minuciosasprovisioneso instruccionesa los futuros virreyes cuandolos reyes los eligen parala comisiónde su servicio. La zuerra v los hombresque la hacen El título seis del libro primero, titulado De los adalides e de los almogadenese de losalmogávarese de lospeones,interesade modo particular por cuanto se ocupa de un tipo humanoy profesionalque ganaráascendientesocialy militar en los siglosXVI y XVII, y por el que Cartagenamaniñestamostrargran aprecioal mencionaralgunosde ellos "que no eranomnesde alta guisa,aunquepor causasuyase fizo alto fecho". No sólo debenser conocidaslas leyesque hablande los caballeros,sino tambiénlas que "disponende los otros omnesque parala gUerrason complideros".Y en apoyo suyo llama al testimoniode Alfonso X, que en la segundaPartida, título veintidós,los caractenzadel siguientemodo: Los adalides son aquellosque en la guerra debenguiar las huestesy las El adalid debetenersabiduría,esfuerzo,buen sesonaturaly lealtad.Debe cabalgadasnn'. *' En lu /qy titulada Cuáles son llamados capitanes e valuasorese potestadese vicarios, e qué poder hanne3 El .¡urídico milier iuan MARTÍNEZDE LA VEGA señalasobre el uso indistinto o confuso de estas dos palabras:"En los códigos castellanosy aragonesesque he podido estudiar se usan como sinónimas las palatras huestey cavalgada; pero JoséBARADO dice, con referencia al libro Los fueros de Cataluña, de Coroleu y Pella, que las leyes feudalesdel Condado distinguían la huestede la cavalgadaen que la primera sólo podía convocarla el jefe del Estado,al paso que todo señor podía llamar para la segundaa sus vasallos, y también en que la huestese congregabapor un hecho y un tiempo indeterminados, mientras que la cavalgadaera siempre para dia cierto y con limitación de tiempo. En Francia también se conocían la huestey la cavalgada,que se llamaban allí houst y chevaucherie.(Museo militar, tomo I, pág. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Jt3 conocerbien la tierra por donde han de correr para poder "salir en salvo con lo que robaren". Esta mención expresade los adalidesmuestraque, si bien es a ellos a quien estáreservadoun acto que en otro casoy situación seríacriminoso, en los de la guerra quedaperfectamenteamparadopor la ley. Los adalidesestáninvestidos igualmente de una responsabilidadmayor que otros con respectoa su señor,pues estos"fiándose en su fieldad se meten en poder de sus enanigos y en logaresdonde nunca entraron,ca si ellos lealesnon fuesenmayor seríala su traición que de otro omne". La designaciónde adalidesestá,segúnlas leyes presentadaspor Cartagena,plenamentenormada; su elección se hará por doce adalides,que debencomprobar si los candidatostienen las cuatro virtr¡desmencionadasmás arriba. Es interesanteseñalarel papel que en el mantenimientode la disciplina coresponde a los adalides.La ley titulada Cómo se debe fazer el adalíd, e qué Ie devedar el que lofiziese, e quépoder ha, e qué onra desque fuere adalid le atribuye la facultad de herir y castigara los que vayan a lugar o en maneraque les venga daño. La historia de la milicia durante el periodo que nos ocupa muestracasosde nefastasconsecuenciaspor no habersepodido o querido ejercer esta facultad con toda la eficacia necesaria.Otra facultad de gran consecuenciaque correspondea los adalideses la dejuzgar el repartodel fruto de las cabalgadas, estoes, el botín o presas. Al almozaden,señalaCartagena,llamaban antiguamente"cabdillo de las peonadas".Tambiéna él le estáreservadala posibilidaddel ascensosocial y militar; lo dice claramentela ley titulada Cómo deveserfecho el almoqaden,e quépena deveaver si non usarebien de su oficio: "E, magueraalgunofuesea tal que merescieseser adalid,non lo debe ser a menosque algún tiempo fuesealmogávarde cavallo,ca - segunddixeron los antiguos- las cosasque han de ir a bien siemprehan de sobir de un gradoen otro mejor, así como fazendel buen peónbuen almogaden,e del buen almogadenel buen almogávarde cavallo,e de aquelbuen adalid"eea. ,158)".En la obra de MARTÍNEZDELA VEGA, Derecho militar en la Edad Media,Zaragoza 1912, n o t a1 3 ,p . 9 1 . nno Debemos señalarque despuésde mencionar al aLnogávar como hombre de rango superior al almozadén,no nos da defurición ni ley que determine la clase de figura que es. Podemospresumir que es un caudillo o iefe de una huestede caballería. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 374 Estanpor fin los "peones", cuyastareasse coligen muy bien de la forma en que qudan caractenzadospor el título Cuáles deven ser los peonespara la guerra, e cómo devenestar aguísados.Que sean"ligeros y ardidese bien fazionadosde susmiembros para poder sofrir el afán de la guerra", armadosde lanzas,dardos,cuchillos o puñales; "que sepanbien tirar de vallestas"; "a tales cumple a fecho de guerramucho". Los almozadenesdeben"mucho amar e onrarlos de dicho e de fecho, partiendo bien con ellos las gananciasque fizieren". El botín como uno de los prernios de la guerra. Descritosya, y caracterizados,los diversosrangosdel orden militar, desdelos nobles y caballeros,hastalos peones,es preciso seguir a Cartagenaen las consideracionesque considerernospertinentesen cuanto a la guerra,siernpreen busca de cuanto searelevantepara el propósito que nos hemos marcado. La guerrareside en buenosfundamentosreligiosos. En el Evangelio, observa el Salvadordice: "Non vine poner paz, masguera. Lo cual declarandolos Cartagenaee5, santosdoctoresdizen que los unos pugnandopor la fe y los otros contrallándolase levantanlas guerrasjustas". Justay loable es la guerra que se hacepor la fe. Cartagena aporta la autoridaddel papa Gregorio (Ix)tnu, "que deseavamucho a menudo fazer guerra,non por deseode derramarsangre,mas por dilatar la casade la república e que fueseservidoDios y el nombrede nuestroseñorJesucristoextendidopor predicaciónde fe entre las gentessúbditas.Y esopertenecemucho a los caballeros".La casade la república de los seguidoresde Cristo, la "casa santa", es un tema que tendrá resonancias políticasy religiosasaún en el siglo XVI, como uno de los móviles de la guerracontra moros y turcos,como tendremosoportunidadde ver. RemiteAlonso de Cartagenaa lo que sobrela guerradijo Alfonso X en la Partida segunda,tírulo veintitrés,puesél fue quien "más distintamenteque legistas . Laopinión del Rey Sabiosobrela guerraestálejos de ser algunoslo pusieron"eel sombría;estádicho claramenteen la denominaciónde la primeraley del título citado por Cartagena,Que de la guerra viene asosegamientoe amistad. En la primera ley de estetítulo se lee: n" Introducción al título siete del libro primero. De la guerra que sefaze por tierra. nnó Gregorio IX vivió entre I 147 y l24l. Jurista, encargó a Reimundo de Peñafort la recopilación de las leyes canónicas,la cual sirvió de libro de enseñanzadel derechoeclesial en las universidadesy estudios generales.Movió al emperadorFederico II a emprenderuna cruzada. ee7 Introducciónal título sietedel libro primero. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 375 "Y el guerrear, maguera aya en si manera de destruir e de meter departimientoy enernistadentre los omnes,pero con todo esto, cuando es fecho como deve, aduzedespuéspaz, de que üene asosegamientoe folgura e amistad". La guerra no puedesalirse de la perspectivadel derecho,podriamos decir a la luz de las Partidas: debehacerse"con razón e con derecho"; Dios ayuda a los que así la hacen;los hombres se esfuerzanmás "por el derechoque tienen". Tres son las r¿vones que dan derechoa la guerra: acrecentarlos pueblos y la fe, y destruir a los que los contrarían:el servicio a la honra del señor; el amparode sí mismo y la honra de la propia tierra. Con lenguaje de hoy, diríamos que esastres razonesque dan derechoa la guera son: defensay expansiónde una causa,defensade la soberaníay autodefensa. Distingue la Partida entre la guerra interior ("de los enemigosque son dentro del reino, que fazen mal en la tierra donde son, robando e forgando a los otnneslo suyo sin razón") y la exterior ("contra los enemigosque son fuera del reino que les quieren tomar por fuerga su tierra o ampararlesla que con derechola deven aver"). Hay algo de perenneen la virtualidad de esteintento de distinción entre guera interior y exterior. Las guerrasde religión del XVI podrian perfectamenteversebajo esadoble perspectiva, lo que no quiere decir que se pueda tazar una nítida línea divisoria entre un géneroy otro de guerTas;al contrario, aparecenconfundidas,mezcladas;para uno de los contendientesson una guera al interior del reino, p¿Iraotros son la guerra llevada a cabo por una potencia extranjeray, por tanto, una guemade autodefensa.Bajo otra especie,se trata de los derechoshistóricos del soberanofrente a los anergentesderechosde un nuevoy desconocidotipo de soberano,el rey frentea la república.Mucho de la brutalidady de la sinrazón,sin límite de derecho,de las guerrasde religión procedede su ambigüedad:mientras se libra una guena que militarmente se comporta como exterior, políticamentelo hace como un conflicto interno para dirimir la cuestiónde quién es y puedeser el soberano. El Doctrinal, aportandosianpre las leyes y doctrinasde los ordenamientos anteriores,dedicagran atenciónal "acabdillamiento",estoes,al mando.De las cuestionesrelacionadascon éste,nos interesaparticularmenteuna que cae en el árnbito regulatorio del derecho:la disciplina. Esta cuestiónes presentadaen el marco de las operacionesde las diversasformacionesde combate:huestes,muelas, cuadras,acecaras, tropeles,etc. Se trata de movimientos tácticos que requierenun acaudillamiento Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 376 inmediato, del propio caudillo mayor o por el que él pusieseen su lugar. Hay una exigenciaoperativa ineludible: evitar el derramamientode las fuerzaspropias y aprovechar el del enemigo para desbaratarlo.Para ¿Isegurarel éxito no hay que dar A los que se ocasión"a la mala gentetom¿r mayor espantoe vencersemas aína"998. desmandeno derramenpuede el caudillo "ferirlos o matarlos o fazerleso dezirles otra cosacualquier por escarmiento",sin caer por ello en deshonra,ni estadisciplina puede crear enemistadde los así castigadosni de susparientes.Tal amplitud de facultadesde castigo,desdela muerte a la sanciónverbal, indica la existenciade una zona de la actividad militar que se reconocecomo poco apta para ahormarsedentro de una normativa justa y eftcaz.Se da ocasiónal caudillo o jefe para usar de esafacultad, unas vecescon crueldadextrema.otras con lenidad o ¿inimoconstructivo de la moral. Es la inmediatezde la necesidadoperativala que aconsejaráal mando usar de un expediente u oüo; parececomo si se reconocieraque no hay ley que puedaregular lo que un jefe tiene quejuzgar como conducenteo contrario a la victoria, suerteen la que va la vida de todos.Estazonaindeterminada,sujetaal arbitriojurisdiccional del jefe, rodeael núcleo duro en que siempre,en todas las guerrasde antesy después,descansauno de los secretosdel triunfo en combate:la responsabilidadintransferible del mando. Tan es así que el caudillo,como sigr.lediciendoel Doctrinal, no puedeexcusarsede imponer la esto disciplina:"Mas si, por aventura,fuesenataleslos cabdillosque non escarmentasen así como sobredichoes,devenellos aver la penacomo meresceaquelo aquellosque derramasene non quisiesenestaracabdillados";y seráel rey el que determineel castigo El de acuerdocon el daño que viniera por el derramamientoy por el no vedarloeee. "derramarse"aparecemás adelante,de nuevo,como la peor de las cuipasen el combate: los caudillos"deven ordenar,anteque la huestese mueva,cómo el rastrotodo vaya por un logar e non se partanpor muchos;e, si lo fizieren,viédengelomuy cruelmenteen los los de la hueste,seráurlos Y si por culpa del caudillo se desmandasen cuerpos"lOoo. caudilloslos castigadosen la forma y medidaantesdichat00l.Más adelantese dirá en términosaún más precisossobrela necesidadde impedir el derramarsede la hueste: "tres males grandesyazenen esto a los que lo fazen": que es "muy loco atrevimientose e8 En el encabezamientoque en el tírulo siete (De la guerra que sefaze por tiena) del primer libro, ley hay de hazese cómo se devenparar cuando deven entrar enfazienda o en que dice: Cuántas manerc¿s batalla. n* L"y Cuántas meneras ha¡, de hazer e cómo se devenparar cuando deven entrar enfazienda o en batalla. '* L"y Cómo devenser apercebidos los cabdillos en acabdillar Ia huestecuando van de un logar a otro. '*' L.y Cómo devenser loscabdillos apercebidosen acabdillar la huestecuando los enemigoslos Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón )tt grand avoleza",cuya causaes 'hon poder sofrir miedo"; "por el darlo y el mal que podría venir a los de la hueste";'Jl el otro mal que endevernía seríala pena que ellos devenrescebirpor el yerro que fazen,o los cabdillos por nzóndellos si non gelo vedasen".Por eso,como los antiguosquerían,"mayor miedo deven aver los de la hueste de la pena que entiendenrescebir del señor- en la maneraque sobredichaes por los yerTosque fizieren que el peligfo o la muerte que los enemigosles puedendar"l002 Lafortaleza de una huesteque se mantieneunida es percibida como equivalente a fortificación: debenlos caudillos"fazeÍ posartodos en uno y enfortalescerla hueste cuanto más pudieren. E por esto llamavan antiguamenteen latin a la huestecastro, qve quiere tanto dezir como posadafuerte y ordenadamentefecha para defendersede los enemigos"loo3. La forma misma en que los que cercanuna villa o castillo debenprepararel sitio suponeque el sitiador también debe fortificarse: hará una cercatodo alrededor,y cárcavas(fosos) entre la posadade la huestey el cerco de la villa o castillo, tanto para que los de dentro no les sorprendancomo porque la huestede los cercadoresno se desmandesaliendo.Se insistede nuevo en esto:los caudillos"deven catarque ninguno non seaosadode derramarnin de ir a los enanigos si non cuandogelo mandaren". También para esto se remachala necesidaddel castigo,y el castigopara el caudillo que dejarede castigar("E por yerro que los dichos cabdillosfiziesendevenaver pena, segundestamesmaley dize")1004. La doctnna militar del Doctrinal Lejos de situarsesólo en el ámbito de las doctrinaslegales,el Doctrinal se situa en el plano de la doctrinamilitar; así,cuandodistingueentreel modo de frecuentemente tomar castillo o villa pequeña,y el convenienteparatomar villa grande:"Guardávanse mucho los antiguosde poner engeniossi non a castillo o a villa pequeñaporqueen tales logaresfazian más daño derribandolos muros e las torres e aun las casas,e matandolos omnes,lo que non podrían fazer en las villas grandes;ca éstasde lieve nunca se toman, saltearan en alguna partida. '*' L"y Cómo losrqvs e los otros caballeros de la huestedeven catar todas aquellas cosascon que mayor daño podránfazer a losenemigos,e sin costa e daño del pueblo, y en cuántas maneras lo podrán mejor fazer. ''' L"y Cómo debe et cabdillo catar logar convenible en que pose la hueste'* L"y Cómo devenser o cómo devenpasar aposentadas las huestescuando cercarenvilla o castillo de los contrarios. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón , 378 si non por fambre o por furto, o por cavas o por feridas de votones con que derribasen los muros, o por castillos de maderaque llegasena las torres con que las enüasenpor Son éstas fuerga;e, por combatirlastan afincadamenteque los subiesenpor escala"loOs. formas de asedioy sitio que certifican que la doctrina militar no había de cambiar tanto como se podría suponercon sólo mencionar el posterior desanollo de la artillería de sitio y la revolución en la arquitecturamilitar, propios de la guerra del siglo XVI; en efecto, con las variacionesen la técnica militar que iranos señalando,se puede confirmar que la guera de sitio se sostieneen los siglos posterioresal Renacimiento sobreuna doctrina muy sanejante a la enunciada.Esto refuerza el argumentode que las doctrinasque norrnanlegalmenteel comportamientomilitar tampoco registranuna cesurao rompimiento entre un modo medieval y otro post-renacentista. Repasay recuerdael Doctrinal la nomenclaturade las accionesde guerra,para darlesla precisión y el rigor que luego, posiblernente,permitan dotarlasde precisión jurídica. En algunos casosa la definición del término que las designava unido el protocolode las señalesque debenacompañarlas1006. En cuanto a la palabracombate,observarernossus variacionessemiinticasa travésdel tiempo: "Combatir, segundlos antiguos sabidoresmostraron,tanto quiere dezir como cometimientoque fazenambaslas partesla una contrala otra...; en las tierrasdondese fabla el lenguajelatino dizen combatir a todo fecho de armas,tan bien cuandolidian en campocomo cuandocombatenvilla o castillo,o lidian uno contraotro. '*' L.y Cómo losrq,s e losotros caballeros de la huestedeven catar todas aquellas cosctscon que ma.r'ordaño podrán.fazer a los enemigos,e sin costa e daño del pueblo, y en cuántas maneras lo podrán mejor.fazer. t* Da tambiénlas siguientesdefiniciones:"Lid llamaron cuandose combatieronen el camino uno por otro e dende arriba cuantosquier que fuesen,e non oviesen cabdillos de la una parte nin de la otra que traxiesenseñacaudal; y esemesmo nombre pusieron cuando se ayuntavanrebatosamentede la una parte y de la otra cavalleros armadosque non paran hazesni¡ tienden señas"."Fazienda llamaron do ay cabdilllos de amaspartes,en que faze caü uno su poder tendiendo su señae parando mientes e cabdillando su compaña". "E batalla pusieron nombre do ay reys de amaspartese tienen estandartese e gaguera;mas señaladamentepusieron este señasdo paftrn sus hazes,con delanterae con costaner'Írs nombre porque los emperadorese los reys, cuando se avían ayunta.runos con otros para lidiar, solían fazer tañer trompetase batir atabales,lo que non era dado a otro omne". Torneo "es cuando pasao posa la huestecabo villa o castillo de los enemigos,o lo tienencercadoe salena lidiar los de dentro con los de fuera e tórnansea alvergar cada uno a su logar; y esto mismo es cuando las huestesposan en tiendasunas cerca de otr¿rse salen los cavalleros de amaspartespara fazer de ann¿¡se tropeles e compañas;pero non tengan los om¡es que este torneo se entiendepor los torneamientosque usan los omnes en algunas tierras non para matarsemas para fazersea las armas". "Y espolonada.rllaman otra manera de lid, qu es cuando los de la huesteovieren algún logar de los enemigoscercadoo pasancabo él e los de dentro los acometen de guisa que los de fuera han por fuerga de den-¿ncarcon ellos; e porque esto deve ser fecho de rezio muy aina.nor eso se llama espolonada". Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 379 "Mas antiguamentelos de Españaestenombre mudaron en muchasmaneras, segundlos fechos de armaseran e los omnes que los fazian. E por ende el combatir que deximos, tovieron que non conveníapara dezirlo sobreotra cosasi non cuando combatenalguna fortalezaque quieren tomar. Y el cercar es dicho cuandolos embarran (¿ernbarazan?) de maneraque por ninguna parte non osan salir, de guisa que los han despuésa entrar por fuerga". Observaremosque el significado de combatír volvió en el tianpo que nos interesaa la primera acepción,y para la segundase reservóla de batir (batir un castillo, dar bateríaa una muralla, etc.) y sus En las diversasmanerasde guerrerías, el Doctrinal dalas cabalgadaslooT variantes,las algarasrj0Sy coruedurasr$,e,así como las celadasror0. La zuerranaval La guerra naval es objeto también del interés delDoctrina/oll . Como ley primera de la guerra naval, al igual que en la de tierra, aparecela obediencia:"Pero un mandamientoay común en Íunasestasguerras,el cual quiero que con diligencia acatéis; e fallaréisque es en todaslas mas leys mandadoque con granddiligenciaobedezcan todos al capitán". A partir de aquí Cartagenase acogea la autoridad del rey don Alfonso, en el título veinticinco de la segundaPartida. No debe llamarse a engañoel que hace la guerra por mar: "La guerra de la mar es cosacomo desesperadae de mayor peligro que la de la tierra"; estaguena necesitaaún más que la de tierra el sermuy acaudillada.Si en estaúltima existediscrecionalidadparaimponer castigos,en la de mar no ha lugar sino parala máxima pena:"los antiguos...non pusieronotra penaa los que en fechodella se desmandasen si non que perdiesenlas cabegas".Siguenotras lmt Cabalgadasson "Cuando se departenalgunascompañassin huestepara ir apresuradamentea correr a algún logar o a fazer daño en sus enemigos,o cuando se apartande la huestedespuésque es movida para eso mesmo". Pueden serconcejeras,"do van grand poder de gente que se atreven a ¿umartiendas e fazer fuegos mientras la cavalgadaanda, o a la salida". La encubierta "cuando son los que van en las cavalgadastan poca gente o han tal fecho de fazer que non quieren ser descubiertosmientra en la tierra de los enemigosfueren". '*t Algaras " son otras manerasde guerra que fallaron los antiguos que eftrn muy provechosaspara facer daño a los enemigos.Ca el algara es para correr la tierra e robar lo que i fallaren" l00e"La corredura es cuando algunos omnes salen de algún logar e toman talegaspa¡a entrar a correr la tierra de los enemigos,e tórnanseal logar donde salieron... non se faze si non de poca campaña,e por eso han de u de furto, e non paladinamentecomo los del algara". r0t0 No define el térmtnocelada, por lo demásobvio, ,iio qu" da insrucciones sobre el modo de ejecutarlay los castigospara los caudillos que no las sucedenbien. to" Libro primero, título octavo:De la guerra que sefazepor mar. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 380 comp¿Iraciones entrelas dosformasde guerra:la flota es"como la huestemayoro en otro armamientomenorque se fazeen logar de cavalgada".El almiranteen su flota es "como si el rey mesmoi fuese",y debejuzgar de acuerdocon la ley quepermiteal rey juzgar.El almirantedebe"apoderarse" del ánimode los hombres;"omnesquehan justicia e grandcabdillamiento".Seráarmadoalmirantecomosi fuese siempremenester armadocaballerolol2. Debajo de los almirantesestánlos "cómitres"; "tanto han poder cadauno de los cómitres en su navío como el almirante sobrela flota o armadaen que fuese"; por tanto, tienen poder de juzgar,pero sus sentenciaspuedenser recurridas en alzadaante el almirante, pero no ante el rey, salvo cuando el rey mismo estáen la flota. No es el almirante quien nombra sus cómitres, sino el rey o su mandado;por eso no le puede infligir castigo corporal. A los cómitres les cabenlas mismas obligacionesy castigos que a los caudillos. Les siguenlos "naucheles","aquellospor cuyo sesose guíanlos navíospor la mar"; "esos son como adalidesen la tierra". Si la nave se perdiese,incluso "por su mal guiamiento",debenmorir por ello. En la jerarquíanaval les siguenlos "proerer'rl0l3,"alieres"l0l4, "sobresalientes"l0l5 y otrosmarineros. Por otro lado, los navíosrecibenuna consideraciónjurídica como si fuesen castillos.Así, "B¿stimentodevenaver en los navíosbien así como en los castillos".Los caudillosde los navíosdebensaberque si pierdensu navío,"son por endemás traidores,tan bin como si perdiesenun castillo,e devenperderlos cuerpose lo que ovieren". Mas cuandolo hiciesenbien; "deven ser onradose guardados;e otrosí les devendar sus soldadase su partede las gananciasque fuerende los enemigos,y escarmentarlos que errarenen el armada,segundque fuere el yerro y el logar y el r0rr"Y el que destaguisa fuere escogidopor almirante,cuandole quisieren fazer devetener vigilia en la iglesiacomo si oviesede ser cavallero;e deve venir otro día anteel rey vestidode ricos pañosde seda;e hale de meter una sortija en la mano diestra por señal de la onra que le fizo, otrosí una espadaagudapor el poder que le da; y en la siniestramano un estandartede las señalesde las armas del rey, por señal de acabdillamiento que le otorgó. E, estandoasí, dévele prometer que conquerirá por amparar la fe y por ácrescentarla onra y el derecho de su señor, e por pro comunal de su tierra, e que guardaní e fará lealmentetodas las cosasque oviere de fazer, segundsu poder. E, desquetodo esto fuere acabado,dende adelanteha poderío de almirante en todas estascosas,segúndicho es". '"'' "aquellos que van en la proa de la galea, que es en Ia delantera,e porque su oficio es de ser en las primeras feridas cuando lidian". "q* van acercadellos (de los proeres) en las costaneras,que son como alas en el navío". llll Iols"ios omnes que son puestosa áemasen los navíos así como vallesterose otros omnes de armas". Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 381 ganancias, castigossegúnlugary tiernpo,todo tiempoen quefuerefecho".Soldadas, indicaunasimetríaexactaconel ordende la caballería. El pueblo en la zuerra El título nono del libro primero del Doctrinal comietua diciendo que si la gente fuera "de buen coragor", y "aunque ley alguna sobreello non oviese", no haría falta el llamamiento a la guera para que todos los caballerosy hombres de linaje acudierana servir a su príncipe. Mas como no es así, "los componedoresde las leys non quisieron olvidar esteartículo, mas ordenaronque viniesen los naturalesa servir al rey en su hueste". Los primeros obligados a ello son los hidalgos, "c4 pues por el exercicio de las armashan tantasomas y franquezas".Por eso el rey Alfonso instituyó ciertasleyes, en el título décimo de la segundaPartida. La primera se ocupa de cómo debe el pueblo guardarel reino de sus enemigos,y qué penascorrespondenlos de la tierra que se mostrasenenanigos del rey; se tata, pues,del enemigo exterior y del interior. Los antiguosmandaronque ninguno pudiera excusarsepor honra de linaje, de probanzao de privilegio, de ayudar al rey con sus manos y huestes("compañas"); si todos fallasen,deberíanacudir las mujeres; ni por dinero se puede excusar.Los que esto no hacen"son traidores e deven morir por ello e perder todo cuanto ovieren"l0l6,a no ser que estuviesenenfermoso llagados. Tambiénel pueblo es tenido de venir en huestecuandoel enanigo enfa en la tierra,cuandocercavilla o castillo y cuandoel enemigoquisieselidiar con el rey en día señalado.Son,pues,tres modos de combatedel pueblo con el enanigo: salir al pasode su incursión,obligarle a levantarel sitio de una villa o castillo y acudir a la batalla campal.l0l7.Cadatipo de combateexige una respuestapopulardistinta. A Ia entradadel enemigoen la tierra debenacudir los que sepande ella, sobre todo los que estuviesenmás cerca,y para ssto "non han menesterotros mandaderosnin cartasque los llamen"l0l8.Los que no quieranacudir seránexpulsadosdel reino. Más grave deshonraque la anterior "lo seríacuandolos dexasencerc¿rla villa o el castillo, parafincar en ello los enanigos por ca estoseríaya como manerade sosegamiento 'o'u L"y Cómo debe el pueblo guardar al rey de susenemigos. 'o't L.y Cómo deve el pueblo venir en huestecuando los enemigosdefuera entrasenen la tierra por fazer daño en ella de pasada. -r0r8 La misma ley Cómo deve el pueblo venir en huestecuando losenemigosdefuera entrasenen la tierra por fazer daño en ella de pasada. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 382 esforgados,así se mostraríanlos de la tierra por covardese por flacos". En estecaso todos estanobligados a venir; y si no acudieseny el castillo se perdiese,serían castigadoscon penasmayoresque en el casoanterior: los hombreshonradoscon la expulsión del reino y el desheredamiento."E si fuesende menor guisa, devenmorir por ello e perder todo cuanto ovieren"l0ln.He uhí, pues,una ley que veremosmantenerse legalmenteen vigor durantelos dos siglos siguientesal del del Doctrinal, con las excepcionesy mudanzasque tendre¡nosocasiónde ver. En fin, más rigurosas son aún las condicionesque obligan a socorreral rey en batalla campal, pues afecta estaley no sólo a los vasallosnaturalessino a los que moran en la tierra y puedentomar armas.No hacerlo seríatraición, y por tanto "debe aver tal pena en el cuerpo y en lo que oüere como aquel que dexa a su señorcaer en peligro de todo mal, e al reino donde es natural o do mora en perdición,lo2o. La existenciao no de castillos que esténpor el rey es otro de los factoresque condicionany refuerzanlas obligacionesde los vasallosde acudiren su socorro."Los antiguos de España",dice la siguienteley, "cataron todas las cosascon razón"; por ello, determinaronque cuandoel rey entraseen tierra de enemigosno tuviese menor guarda que cuandoel enemigoentraseen su tierra.Larazónreside en que en el reino propio, "si fuesemayor el poderde los enemigosque el suyo, si non se atreviesea lidiar con ellos, avíanvíllas e castillose fortalezasa que se pudiesenacoger",pero el rey no los tendríaen el reino enemigo.Así que el rey tiene derechoa llamar a los suyos,ponerles plazo en que puedan"guisarse"parael servicio;no les pondráplazo, sin embargopara el servicioen el reino enemigo,"porquepodría serde pocosdíaso de muchos". Si no viniesenen el plazo señalado,el rey podráquitarlesel bien que les hubierahechoy podríanser echadosde la tierra. Mayor penacorrespondería a los que, entradoscon el rey en el reino enemigo,se volviesende la hueste,"porque esto seríaya como traición en desampararsu señoren tierra de enemigos".Y la penaque les tocaríasería proporcionalal daño causado,de modo que si el rey perdiesela vida, recibiríanel mismo castigoque "por el desmandamiento dellos lo recibiera";es éstauna fórmula equívocaque no deja entenderdel todo si en el casode muerte del rey atribuíble al de los suyos,el castigode éstosseríala penade muertel02l. desmandamiento 'o't L.y Cómo debe el pueblo venir en huestecuando los enemigosdefuera ecrcasenalguna villa o castillo en la tierra del rev. 'oto L"y Cómo debe el pu'eblo venir en huestecuando losenemigosdefuera entrosenen la tierra para lidiar con el rev". 'o'' L"y Cómo el pueblo debe venir en huestecuando el rey entrase en tierra de los enemigosparafazer Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 383 También con el cerco puestopor el rey a villas o castillos del reino enernigo tienen los vasallos obligacioneshacia é1:debenvenir armadosy abastecidoscuandoles anunciesu intención de cercar,o cuandodespuésde puesto el cerco les llamase a mantenerlo.El que no acudaseráechadodel reino, y los que se vayan del cerco sin mandatodel rey perderánla mitad de su heredamientossi por esacausano se pudiese ganar el lugar, "poque por su culpa fue el rey deseredadode su heredadque pudiera aver de sus enemigor,lo22.La incondicionalidad de estemandatode obediencia,por el que no se entra a considerarsi esjusto o no que el rey tome heredadque perteneceal rey enemigo,tiene evidentementetrascendenciajurídico-política, por cuanto los obligados al servicio no tienen derechoa poner en cuestiónla legitimidad de la toma; la cual, como es natural, puede estarperfectamentelegitimada, y ser legal, desdela perspectivade las necesidadesoperativasy diplomáticas de la guerra.Pero al decir esto sólo se quiere señalarlas razonesprácticasde no admitir como legítima la discusión en tiempo de guerra de las r¿vonesen que el soberanofundamentasu acción. El juicio sobresi se estáhaciendoo no la guerra justa no es nunca consideradoadmisible por el soberano,quien tampocotolerarácon resignaciónjuicios a posteríori sobrela justicia de su causa. El rigor de la ley se acentuaen el casode que el rey hubiesede dar la batallaen el reino enemigo;entoncesdebenacudirtodoslos que sepande ella, seano no llamados,puesel rey se pone en extremopeligro, cosaque no le pasaríaen su reino, dondesiemprepodríarefugiarseen villa o castillo propios.El que no acudaseráechado del reino si es hombrehonrado,y si es hombrecomún echadoigualmente,y perderála mitad de susbienes.Más gravees irse de la huesteantesde la batalla;si es hombre hon¡adoperderála mitad de su bienesy echadodel reino; si es hombre común perderá la vida. En fin, el gradosumo de "desmandamiento"es huir del campo"de la batalla desquelas hazesfuesenparadasfastaque fue acabada,o si se fuesenpara sus enemigos":estosserían"traidoresconocidos,e devenmorir por endey perdercuanto Y queríanlos antiguosque ni las mujeresni ovieren",y suscasasseríanderribadas1023. los hijos de éstostaleslos pudiesenacogeren su hogar.Peroañadela ley que las más de las leyes del Fuero Juzgo "no son ya para en estetiempo". mal de pasada. tor2 Ley Cómo el pueblo debe venir en huestecuando el rey quisiere cercar villa o castillo de sus enemtgos. 'ot' L.y Cómo deve pueblo venir en huestecuando el rey oviesede aver batalla con susenemigos el dentro en la tierra dellos. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón . 384 tan rigurosode obligacionesy castigoscomoel hastaaquí En un ordenamiento pronios o indemnizaciones puedeecharseen falta el capítulode derechos, presentado quecorrespoderían a los que,habiendoservidolealmente,sufrandaños.Por esoel rey al final del libro primerode st Doctrinal, Alfonsoestableció,segúnrecogeCartagena que"aquellosquerecibierenel daño,queseenterguenen la buenade aquellosquenon unaexacción enunciarse aquíla institucionalizaciónde los quisieronayudar"lo'o.Pare"" económicaa los culpablesen favor de los leales,modestoprincipiodel derechoal de unaguerra.Temaqueseráampliamente resarcimiento de laspérdidasresultantes desarrollado en el segundolibro del tratadodel obispode Burgos. Valor militar de los premiosy pelierosde la codicia En el prólogo al libro segundo,titulado De lasemiendaso erechas.De las ganancias,galardones e castigosen tiempo de guerra. E de la defensade castillos e fortalezas, nos dice Cartagenaque "si todas las leys de la cavalleríainduxiesen estos peligrose trabajosnon abríaomne que quisieseser cavallero,ca razonablernente se desviaríantodos de se poner a peligro e trabajo si non esperasendello algún fnrto". Así que seránprecisasleyes que les indemnicen ("anendarles") las pérdidasy les repartan gananciaspor su guerear: "Y esto todo atribuyó san Isodoro (sic) especialmenteal derechomilitar, de lo cual algo ay que pertenesceal peligro e trabajo,e algo a remuneración",nos dice Cartagena.Y añade:los legistas"asazcopiosofablaron" de los delitosmilitares de los caballerosy suspenas,y erajusto que tambiénhablasende "los gualardonesque merescenlos que bien sirven". El jurisconsultomueve a los hombresa "fazer buenosnon solo con miedo de las penasmas con amonestamientos de gualardón".Las leyesdel reino dijeron "como devenser gualardonados los que bien los que sirven en las guerrase non callandode qué guisadevenser escarmentados yeran". Justicia"comutiva" (conmutativa),gananciay galardón(justicia distributiva), nos dice Cartagena,son los ffes modosde satisfacerlos derechosde los caballerosy de los otros que guenean.La justicia conmutativaconsisteen enmendarlos dañosde cuerposy haciendascausadospor la guerra;la segundason los beneficiosde la participación en lo que haya que ganarpor la guerra; la terceraes el premio a las 'o'o L"y Lo que debe ser guardado si guemas ay en España o en Galizia o en Francia, e los que lo non guardaren qué pena deven aver. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 385 proezas.Vemos, pues, que no sólo se trata de restituir las cosas(bienesy personas,o la compensacióncorrespondientea ésta)al estadoanterior, sino de sacarbeneficios y adquirir honra. Son tres condicionesconstitutivasdel derechode guerra en tiernposde Cartagena,y que lo seguiránsiendo en los siglos siguientes. Una de esasjusticias, sin embargo,es más necesariaque las otras dos: es la conmutativa,que "consiste en la satisfacciónde los que guerreanla una es emendarles el daño que resciben"; esto estájustificado porque "los derechosdieron más favor a aquéllosque litigan por evitar daño que a aquéllosque contiendenpor aver ganancia"lo25. Apela ahora Cartagenaala Partida segunda,título veinticinco. "Herecha llaman en Españaa las emiendasque los omneshan de recebir por los dañosque reciben en las guelT¿ts, e tomó estenombre de una palabraque dizen 'erzer', que quiere dezir tanto como 'levantarla cosaque se cayó'. Dado que "Omnes es la más onradacosaque fizo Dios en estemundo", las herechasque se refieren a sus cuerposson las primeras que debenser atendidas;por ejanplo, si el hombre fueseherido, quedaselisiado, cayese preso o perdiesela vida. La caídaen cautiverio es la mas f;ácilde restituir: bastacanjear al preso por otro preso de su misma condición, y si no lo hubiere, debe apartarsedinero de la cabalgadaparacompraroúo que quedaseen lugar del preso.Las heridasfisicas recibiránindemnizacionesminuciosamentedetalladaspor la Partida en maravedíes contantes,instituyendoasí la baselegal de los derechosdel soldadopor heridasde guerrat02ó. Si el caballeromuereen la cabalgada,se daráa susherederosequisdinero (150 maravedíesenla Partida), y si fuesepeón la mitad. La terceraparte se reservarápara su árnima(rezospor sacerdotes y frailes),y lo demása susherederos,si hubiesemuerto sin "lengua" o sin testamento,pero como él dispusosi hubiesetestado1027. Tambiénhabrá indemnizaciónpor la pérdidade bestiasy armasen la cabalgada;paraestablecerel derechode reclamaciónde daños,antesde la cabalgadalos "apreciadores"elegidos entre los caballerosharanun inventario de lo que cadauno aporta,los cualesapreciarán despuésel fruto de la cabalgaday haranlas enmiendasjustasrOtt.Siguea éstaley otra '0:' Lib.o segundo.tírulo primero,De lasemiendasa que llaman en Españaereches,Introducción. 'u'o Leyes Mucho convieneque se emienden los daños que los omnesreciben en tiempo de guena, Qué quiere dezir emienda e por qué rc¿zones la devenfazer y en cuántas maneras,y Como devenserfechas las herechaso emiendasdel daño que los que guerrean reciben en suscuerpos. '.01' Lry Qué debe aver de la cavalgda el que muere en ella. 'ott Lay Cómo devenfazer laserechasde ios daños que losomnesreciben en sus cosc¿s que son aoreciadas. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 386 muy detallada,para el casode que los apreciadoresno pudiesenhacer su tarea", prescribiendounas indemnizacionestasadas;puede ser necesarioel juramento sobre el valor pagadopor la cosaperdida, y lapresentaciónde testigosl02e. El título segundodel libro segundodel Doctrinal se ocupaDe la parte que los omnesdevenaver de lo que ganaren en tíempo de guena. En su Introducción Cartagena alude a las leyes de Españapara las reglas que se debenobservarpara repartir las gananciasde la guerra.Rernite Cartagenaal título veintiseis dela Partida segunda,la cual en su primera hytoto no se recataen decir que "Ganancia es cosaque naturalmente cobdician fazer todos los omnes,e mucho más los que guerrean".Pasanlas siguientes leyes a establecerel modo de partición de las ganancias,y en qué tiempo y de qué maneradebehacerse."Partición quiere dezir cómo dar a cadauno su derechode la cosa que se parte". El lenguajede estaley es abiertamentemencantil: los bienes deben partirse "derechamente",así no hay desacuerdo,cadauno es pagadocomo le corresponde,y si así se hace,cadauno tiene "buena parte con gand derecho". El procedimientopara el reparto viene regulado a continuación: se reunirá todo lo habido y se esperaráal regresode los que han ido en pos del enernigo;y no sólo por lealtada estosúltimos, sino porque"los omnesoviesensaborde fazermal a los con quien guereasen e de seguirlosnon se terniendoque recebiránperdida nin daño nin mengua de lo que devenaver si oviesenfincado". Mas adelantese establecenlas penasde los que no esperana los del seguimiento,y aún las sancionesque les correspondena éstos por no últimos si "por vilezadel coragono por menguade sesoo'fuesendesbaratados 03I saberacaudillarsel . La siguiente leyl032razonasobrebasespuramenteoperativas,pertinentesen el combate,la necesidadde contenerla codicia: así,si los enernigos,ya vencidos,ven que los vencedoresse peleanentreellos por la ganancia,caeránsobreellos y recuperaránlo perdido;se pierdegananciacuandolos que deberíanseguiral enemigoen buscade mayor ganancia,se quedanatrásdisputándosela que ya tienen. No menos respaldadapor r¿vonesoperativases la que afecta a la gananciaque se puedetenerentrandoen villa o castillo. Laley correspondientelo33 dice: 'o'n L"y Cómo dewn fazer lasherechasdel daño que los omnesreciben en sus cosasque non son apreciadas. tÓ30 Ley Quéparte deven aver de lasganancias losomnesque andan en glrerra. 'o'' L"y Qué quiere dezir partición e a qué tienepro e cómo se devefazer. 'ot' L.y Cómo se devenguardar de non ser cobdiciosos losque andan en guet-ra. 'ot' L"y Cómo los omnesnon se devenparar a robar cuando entraren en villa o castillo o otrafortaleza, e qué pena merescene deven aver los que Iofiziesen. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 387 "Entrando algunospor fuergaülla o castillo o oha fofialez4 rlon se deven parar a robar, ca en esto yazenmuy grandespeligros a los que lo fazen, porque los omnes se han de esparcerentrandopor las casasde los que i moran, de que son siernpremás sabidoreslos de aquel logar que los otros que vienen de fuera; e donás, andandoasí, non se puedenver nin acorrerunos a otros así como farían andandoen el campo en logar descubierto.E por esto son muchasvegadas vencidos o muertos o presos;e aún üene endeotro mal: que fazen perder al señorpor su culpa aquel logar de que podría ser heredado,y ellos otrosí pierden el bien que podrían aver. E por todas estasrazonesnon se deve ninguno parar a robar fasta que todos seanbien apoderadosde todas las fortalezas". Lo mismo se aplicaa los navíos,ariadeestaley. El caballeroque no lo haga así perderála ganancia;el otro perderála ganancia,y lo pecharádoblado. Si por causade esedesmandamientoel rey fuesevencido, o cayese preso o muerto, se aplicará la pena correspondienteal daño. La misma regla y sanción se aplica en estamisma ley a los que roban en el cursode la lidia. Recuerdaestaley que los antiguostenían otra forma de castigo: hacercaminar a los culpablesa "cavalleros aviesas"sobreyeguaso asnosy con el rabo en la mano. Pero hoy, segúnlos tiernpos, debenvaler los castigosque el rey o los señoresimpusieren,de modo de "toller e crescere menguaren las cosasque entendierenque abránpro e tollerán daño". Se reserva,pues,offa vez un núcleodejurisdicción La ley estableceel derechodel rey al quinto de lo robado,por estasrazones: reconocimientode señorío,por deudonatural,por agradecimientopor el bien que de él reciben,porqueel rey los defiendey por ayudarlea las misionesque ha hechoo podría hacer.El rey no puede,sin embargo,disponerlibrementedel fruto de esequinto, pues no lo puedeenajenaren beneficiode otro, sino sólo "la pro que salieredel quinto"lO3a. El rey tiene derechosexclusivossobreotrascosasy personas:el caudillo mayor de los enemigos,con susmujeres('hna o más segundde cuál ley fuese"),sushijos y criados; susmuebles.Y ademáslas villas y castillos y fortalezas,"en cualquier manera que las ganaren";y donde rey no hubiese,las casasde los hombresmas honradas.Lo mismo se aplicaráa los navíos.Estosderechoslos ganael rey en todo tipo de acción militar mandadapor él: batalla, fazienda,lid, cabalgada,torneo, espolonada,algara, Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 388 celadao entrandovilla o castillo por fuerza o por hurto, o naüos de los enanigos. Y si el rey no estápresente,el caudillo que estápor él deberecibir el quinto para el rey. El rey puede financiar una cabalgada,por ejemplo ("dar talegaS"),y entoncesllevará la mitad de lo que se ganare.Es el rey el que juzga si su quinto ha sido satisfecho.Sin anbargo, en batalla en que el rey no se ha personadoy que no ha pagado,primero se satisfaránlas herechaspara resarcir los daños,luego se pagarálas guardas,escuchasy atalayeros,por fin se hará almonedade lo que quede,y se dará el quinto al rey. No se almonedarán,sin embargo,aquelloscosasque por derechopropio sólo al rey pueden darselo35. El rey, sin embargo,no tendrá derechoal quinto en los torneosy espolonadas, cabalgadas,huestes,etc., que no haya pagado,excepto si se trata de cosasque sólo a él estánreservadast03ó. Provisión especialse hace en favor de los atalayerosy escuchas,en razón de la peligrosidadde su oficio, que si no lo sabenhacerbien "los prendeno los matanlos enemigos"lo3t. Por esodebenserpagadosantesde que se hagala partición,adernásde aquelloque se acordócuandose hizo la postura(el montantede lo que pidieron por acometerla acción).lgual se debehacercon los bam¡ntesl0"y l* "lenguas"l03e. Se ocupanlas leyesde Partidas de otro oficios: guardadoresloa0, cuadrilleroslel, y como su oficio es trabajosotienen derechoa concertarsu paga,que les serádada antes de que el repartoseahecho.Perosi estosoficiales(atalayeros,escuchas,bamrntes, lenguas,guardadores,cuadrilleros) no hubiesenconcertadosu paga,para evitar contiendadeterminaronlos antiguosque los de la cabalgadaeligiesenalgunoshombres 'o'o L.y Por qué razón deven dar al rev su derecho de lo que ganalen en lasguenas. '0" L.y Por qué razón devendar al rqv su derecho de lo que ganaren en lasguerras. to'u L"y De cuáles coso:tque sean ganadas en la guerra non deven dar derecho al rey. 'ott L.y Cómo losatalavdores e las escuchasdevenfazer su oficio e aver todo lo que ganarenfaziendo su oficio '038"Bamrntes son llamadosaquellosomnesque embianpara andarcon los enemigose sabersu fecho dellos". Ley Cómo los barruntes e los que van tomar lengua devenser pagados ante de la partición, e lo que ganaren es suyo. t03n"Y otros ay que van tomar lengua. Y esto es cuando los omnes quieren ir en huesteo en cavalgadae non sabenfecho de los enemigosciertamente,y embian algunos ornnesque tomen ourne o muger, el primero que fallaren, por que puedan aver sabiduríadellos". Ley Cómo los barntntes e los que van tomar I.e^ygua devenser pagados ante de la partición, e lo que ganaren es suyo. '*' "Guardadores deven ser puestosen las huestesy en las cavalgadaspara guardar todas las cosasque i ganarende los enemigos,por que non se pierdan nin las roben nin las furten". Ley Del oficio de los guardadores e de los cuadrilleros. '*'"éstos han de ser tomados faziendo cuatro partes de la huesteo de la cavalgaday escogiendocada cuarto un buen omne leal... cada uno de ellos ha de saberlas erechasque caen en los de su cuarto". .Ley Del ofcio de los guardadores e de los cuadrilleros. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 389 buenosde entre ellos, que decidiesenlo que había que pagarles;y debenser tres o cinco para que no haya ernpate,y jurar que decidiriín honradamentelM2. La ley siguiente,Cómo devenrobar el campo de las cosasque i yuguieren, es un intento bastanteaparatosode poner alguna medida de norma en unos hechosde por sí violentos, rapidos y caóticos:el robo de lo que se encuentraen el campo del vencido. Es dificil seguir el argumentode la nonna que se pretende:para que no se pierdan las cosas que allí se encuentrany hacermejor la partición, los antiguos disponíanque éstano se hiciese sino despuésde tres días,para poder allegar todas las cosasüvas y reunir en montón todas las otas. Si en el entretantovolvían los vencidosy derrotabana los vencedores,los echabandel campo y quedabandueñosde todo lo que había sido suyo, pero si otra huestede los anterioresahoravencidos, se echasesobrelos ahora vencedores,podrían recuperarlo que los primeros vencedoresganarony luego perdieron si vencían a aquéllospor segundavez.Entoncesse plantearíala cuestión: ¿de quién es el botín, de los primeros que lo tomaron y luego lo perdieron o de los que lo han tomado de nuevo? La ley dice sobreestaenrevesadasituación (pero históricamente no tan inverosímilcomo parece)que "estosque la postrimeravegadaoviesenvencido los enemigosdevenaver toda la gananciaque los otros desampararon en el campo cuandofueronvencidos,e non son tenudosde les dar dello partepor razónde la primera gananciaque fizieron. Y estoes porqueellos lo ganaronde nuevo e los otros lo avían perdido". La ley sigueconsiderandouna larga casuísticasobresi las huestes persiguierono no al enemigo,y si no, si estabano no cansadoso eran de número grande o pequeño,de tal modo qu no es posiblediscernirel propósitopacificadory conciliador que, en general,puedeapreciarseen muchasde las otrasleyesmilitaresls3. Laplei¡esíade rendiciónde un castillo Más enjundianormativatiene la ley que se ocupade la participaciónde lo que se encuentraen villa o castillo,ganadospor fuerzao por hurto'o*. En ningún caso"non se deven parar los omnes a robar ninguna cosafasta que toda la villa o castillo ayan ganadoe seanapoderadosde todas las partesde las fortalezas".Pero una vez tomada, '*t L"y Cómo devenser pagados por alvedrío losoficiales sobredichos cuando non oviesenpuesto cosa cierta aue les diesen'*' L.y Cómo deven robar el campo de las cosasque i yuguieren. '* L"y Cómo devenpartir lo quefallaren en la villa o en el castilto quefuere entrado por fuerga o por furto. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón . 390 "la primera cosaque deven fazer es dar al rey aquel logar que ganrironsi se acertarei, apoderándolede todas las fortalezas;e, si non, al caudillo que fuese en su logar"; y si no estuviesenni uno ni el otro, debenescogerhombres señaladosa quien se 1oden, para que "en voz del rey que lo tenga". Despuésde normas tan claras,estaley decae transitoriamenteen la casuísticaconfusa: se dará ade,lnasal rey lo dicho en leyes anteriores,excepto"aquellas que fuesentajadascon tiserase cosidascon aguja", y lo demásse dará "en alvedrío de buenosoÍrnes comunalesque se acertaronen aquel fecho"; y si no se avienen,el concierto debehacerlo cumplir el rey segúnlos méritos de los que los tomaron. Hecho esto, se reservaráuna parte para guardas,cuadrilleros y otros oficiales. Pero enseguidala ley recuperael sentido de lo que de verdad importa norrnar,y determinaque si la villa o castillo se hubieseentradopor hambre, entonces todos los de dentro quedancautivos del rey, y él dará a los que le ayudaronlo que quisiere. Si a los de dentro se les deja salir con los cuerpospero dejando atrássus pertenencias("su aver"), la mitad de éstasserándel r€y, y de la huestela otra mitad. Ahora entra la ley a determinarun casode gran consecuenciaen las guerrasde los siglos futuros,puesse repite en innumerablesocasiones,sobretodo en las guerrasde los PaísesBajos. Se trata de la capitulación(palabraque la Partida no usa)paradarseal sitiador: "Mas si pleitesíafuesepuestaque saliesencon los cuerpose con los averes,esto debe ser guardadofirmemente en todas guisas,en la maneraque fuesefecho,e cualquieraque lo quebrantase, si fuesede los mayoresomres, debeserechadode toda la tierra; e si de los menores,morir por ello o perder cuantooviere si non lo fallaren". Se trata,pues,de la garantíamás solemne,la que trata de asegurarla libertady hastala vida de los que se entregan,un momentolleno de dramay peligro, pueses probableque los que salen seanvistos por los sitiadorescomo sustanciosos rehenesen potencia,cuyosrescatesse les escapande las manospor capitulacioneso conciertosde los que los más de ellos no sabennada,y si saben,les daranmotivos para las más incquietantessospechas de engaño.Es un momentoen que la disciplina debemostrarse como un freno implacable,o disolversetodo en la anarquía. Método y arbitrio de las ganancias Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 391 Laley referenteal fruto de las cabalgadaslesestableceque todas las cos¿ls ganadasseanaducidasa montón, del que se dará al rey su derecho;se pagarálrlas erechasy las otras cos¿rsque han de haber los oficiales, y de todo lo dernasse haran cargo los cuadrilleros y haran las particiones en favor de aquelloshombres a los que representan,a los que pagaránuna vez hechaalmonedade lo que quedase. Otras leyes se ocupande lo ganadaen celadapor una compaña,o por dos que no supiesenla una de la otraleó; en esteúltimo caso,es necesarioque todos "catasen carrerade derechocon que lo departiesen",por lo que la norma estableceque lo que cadauna tome, seapara ella excepto1oque seadel rey o del señor.Pero si las compañas supieranla una de la otral0a7,Iamayory la menor debennegociarquién correrá primero, o si entraránjuntas en el lugar, y cómo se repartirán lo que obtengan.Esta ley indica sin duda la necesidadde que las compañasse unan como ejercito cuando sepanla una de la otra. Solucionesarbitralesparecidasse establecenen la ley que se ocupa de las gananciasen el casode dos cabalgadaso más que caensobreun lugarlMs.En estos casosdebemirarse cuál es la mayor y cuál la menor, quién supo primero de lo que se podíahaceren la celada,o cuál de las dos se movieseantesa emprenderla.Dificilmente puedecreerseque estaley pudiera servir de norma que evitaselas más encendidas disputasentrelos hombresde estadoble celada. De mayor eficaciaparecela regulaciónde los procedimientospara establecery personalizarla identidadde los que tienenderechoa la particiónde las ganancias.La ley Cómo devenser partidas las cosasque ganaren en Ia gueffa segund la cantidad de los omnese de las bestiase de las armas es un dechadode claridad en comp¿Iracióncon las enrevesadas disposicionscasuísticasque hemosmencionado.Estaley, despuésde establececlaramenteestanorrna: haceralgunosconsiderandos, "Y esto posieron los antiguos,que eran savidoresde guerra,porque, así como cuandoalgunos saliesende villa o de castillo o de otra fortaleza avíart de salir por puertasseñaladaspara ir en huesteo en cavalgadapor que los pudiesencontar para saberquién era cadauno o dónde o cúyo e qué levava, que '*t L"y Cómo se debepartir lo que se ganare en la cavalgada senzilla o doble.. '* L"y Cómo dewn partir lasganancias quef;zieren los que se echaren en la celada sobre alguna villa o castillo, '*t L"y Cómo devenfazer cuando dos compañasyoguiesen en celada e sopieren la una de la otra. '*t L"y Cómo devenpartir la ganancia cuando dos cavalgadas o más o riedrocavalgadas sefallaren en Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 392 así los podiesencontar pasandoso la langa.Y esto fizieron por cinco razones:La primera, por sabercuántoseran. La segunda,por sabercómo ivan guisados.La tercera,por sabercadauno qué parte debe aver de lo que ganase.La cuarta, porque, si algunosmenguasenpor muerte o por feridas o por enfermedado por alguna cosaa que los embiasenlos de la huesteo de la cavalgadao los que mal quisiesenfazer por tomarse a sus tierras, o para ir apercebiro ayudar a los enemigos,que luego fuese sabido cuáleseran e cuántose allende desto,por ser sabidorescuántoseran los que fincavan, pil& estarapercebidose guardarsede sus enernigos.La quinta razón es porque, si algunos estrañosüniesen entre ellos, que fuesenluego conoscidosporque pudiesenguardarsede su daño, e para no dexar levar parte engañosamentede lo que ellos oüesen ganadoqueriéndoles fazer creerque eran de su compaña". Esta es una norrna en que se imbrican de forma escuetala eficacia militar con la formulaciónde los procedimientosnecesariosparainstituir a los individuos en los derechoscontraídospor la participación en un acto militar. Al contar y anotar el nombre, la raigambredel soldado,las pertenenciasque aporta,etc., se acercael derecho al individuo, se le hacesu titular; al tiempo se usa la identificaciónparadiscriminar entre el hombre leal y el posible enemigo,o traidor, o cobardeo simple aprovechado. Ahora bien, salir por una puertafacilita la labor de control, ello es evidente; pero, ¿quéhaceren el casode una huesteo cavalgada,en que no hay puerta por la que pasar?Se harápasara los caballerosy peonesentredos hombres: "como en manerade paredese de pilares,e la langadesusoatravesadaen logar de cumbre,e tovieron por bien (los antiguos)que todos saliesenpor allí así como por puerta". Los dos hombresseránde caballoparahacerp¿lsara los caballeros,y de a pie parahacerpasara los peones. El título tercero del libro segundodel Doctrinal se ocupa de galardonesy méritosl0te.En su IntroduccióncomparaCartagenalas leyesde Roma con las de España;aquéllas"non quisieronen ello específicamente disponel'; por el contrario, t*n L"y De losgualardones que losomnesdeven aver en tiempo de guerra segund susmerecimientos. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 393 "buena consideraciónovieron las leys de Esparlaen fablar abiertamentecuanto fablar se puedede la manerade gualardonesque por los fechos de guerra se deven daf'. Los enunciadosdoctrinalesde estaa manerade justicia quedaronestablecidosen las leyes de la segrurdaPartída, título veintisiete, segúnnos indica Cartagena:"bien por bien e mal por mal"; "justicia complida es que faze mantenerlas cosasen buen estado"los0. Estosgalardoneslos debe dar el rey, o el señoro el caudillo a "los que fueren buenosen la guerrd' o asus hijos si sus padresno estuüeran üvoslost. Pero no todos son iguales ante los galardones:"dar gualardóna los que bien fazen es cosaque convienemucho a todos los omnes en que ha bondad,e mayormentea los grandes señores"lo52. Pero debehaber garantíasde que el hecho de armashon¡oso recibe su galardón; el señoro caudillo que no reconoceel mérito y no da el galardón doblado a quien, por ejemplo, ha derribado la insignia del caudillo enemigo o ha entregadosu caballo a su señorpor haber muerto el de éste,debe ser penadocon la anulación de su beneficio y su desheredamiento.Pero del mismo modo que el que tiene un comportamientohonrado en combatedeberecibir doble su beneficio, también doble o más serásu pena: en efecto, si no diesesu caballoy no luchasepor su señor,"fincaría por traidor e devemorir por ello, como aquelque podieraguardara su señorde muerteo de prision e non lo quiso". Igual premio debehaber por lo que perdió en la guerra; y esegalardón "deve ser más e mejor que lo que perdio porque la perdida fue en guelra, ca de otra guisa non seríagualardón". Así mismo, tiene derechoel que sirve honradamentea su señora ser rescatadopor éstesi caepreso.Y si sufre amputaciónde un miernbro (feamiento),debe el señordarle"bien señaladocon que puedaguaresceren su vida, de guisaque non ande pobre"."Bien señalado"indica que el bien que se da debeser declaradocomo cosa cierta,puestocontralas rentasde un lugar o beneficio;y estocomo derecho,no como merced: "ca muy grand derechoes que le tuelga pobrezaen estemundo". Si el hombre muriese en la guerra por su señor,el galardón lo recibirán su mujer e hijos, o el pariente más próximo. "E si los señoresque en estascosasque deximoserrasena susvasallos, sin la gran malestangaque farian, puédengeloellos mesmos-si quisieren - demandar,o los que dellosvinieren,por cortedel rey"1053. He ahí, pues,claramenteestablecidoel principio de que los derechosson exigibles,y se hallan garantizadospor el derechode 'otu L"y 'ot' L"y '0" L.y 'ot' L.y Gualardón deven aver los omnespor los buenosfechos quefazen en las guerras. Qué cosa es gualardón e quién lo devefazer e a quién deveserfecho. Quépro nascedelgualardón. De losgualardones quefazen a los omnespor pérdidas que reciben en las guerras. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 394 apelación.Esta cuestiónde los derechoscontraídospor vicios y dañosde guerra es uno de los factoresdeterminantesen los comportamientosde los soldadosy oficiales en las guerras;una mala regulación o satisfacciónde estosderechoshabía dado y daría los peoresresultadosen cuanto a juridificación de la guerra y a sus resultadosmilitares, como tendremosocasiónde ver repetidamente.El establecimiento,de forma tan clara, de esederecho,no era sin embargogarantíaplena de su cumplimiento; las limitaciones materialeseran inexorables:"Mas la demandaque desusodeximos que puedenfazer los vasallosa sus señoresnon se entiendecontra aquellos que quieren dar gualardonese non pueden,mas contra los otros que podrían e non quieren", añadefinalmente la ley. Los hechosde honra y el derechode honra Algunos servicios del vasallo a su señoro rey son tan señaladosque merecenla elevaciónde la condición baja del que los cumple: tal los que maten o prendanal caudillo enemigo;se les puedehacerhijodalgossi no lo fuesen;si fuesensiervos,se les haríalibres; si pecheros,"quitarle de pecho","ca a tal como éstepuédeloél por derecho algar entre los otros de su linaje en bien e oma por estefecho señaladamente".Y si el bienfechorfuesehombrehonradoy de buen linaje, debeel señorloarle, agradecérselo públicamentey aumentarlesu beneficioy honra.Los que estono hicierenpudiendo evitar la muerte o prisión del rey, verán sus casasderribadasy sus herederosnacidos, despuesechadosde la tierra,pero no los que ya tuviesel0sa. Los hechoshonradoscon motivo de la toma de una villa o castillo merecen consideraciónespecialde una de las leyesde Partidas. El primero que entrasepor fuerzadebíarecibir una recompensaen metálicoy una de las mejorescasasque no fuesealcázaro casadel señordel lugar; al segundo,tambiénpremio en metálicoy otra casa;al tercero,Ia mitad que al anterioren metálico,y otra casa.Los tres,además, podían retenerpara sí un preso cadauno, excepto la mujer e hijo del señordel lugar; encimade esto,"todo lo que ellos oviesene pudiesen robar por sí mesmos,que non fuesencosasque señaladamentepertenesciesen al rey". Se declaratambiénla herencia quedan a favor de mujer e hijos si los que realizanlahazañamuriesenen la acciónloss. así claramenteformulados los derechosa formar un patrimonio a costa del vencido, y el de saqueoo robo; ésteúltimo seráuno de los derechosmás ferozmentedefendidopor la 'oto L"y De losgualardonesque son más de razón. 'ot' L"y Qué guatardón devenaver losque entran en villa o castillo o fortaleza porfuerga Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 395 soldadescay oficiales en los siglos que nos han de ocupar, dandole al tipo de guerra característicode la épocaparte de su mordiente inmoral y alegal, pues no sólo atentaba contra ta integridad del patrimonio del vencido o conquistado,sino que era ocasiónde las más cruelescoaccionescontra la integridad fisica de éste. El derechomedieval de inspiración feudal se inclina claramentea favor de la honra y la recompensaadquiridaspor medio del arrojo y del valor, y no tanto por los ardidesde guerra.Así se pone de manifiesto en la ley que estableceque los que ganen villa o castillo por hurto, aunque"este fecho es de muy gand peligro", los antiguosno quisieron que tuvieran los galardonesque ganabanlos que lo hacíanpor fuerza y entrabanlos primeros,sino sólo lo que ganabanlos otrosl0só. En los hechosdudosos,antesde negar el galardón es preciso que el caudillo tome consejoy decida "por alvedrío" si el que lo reclama lo mereceefectivamente. Puédeseimaginar la conflictividad de una situacion como ésta,proclive a enquistarseen animadversionesy resentimientos,siernprepresentesen las relacionesde subordinación entrela tropa y los oficiales,como tendremosocasiónde ver paralos siglos veniderosl05T. La disciplinacomo materiade derecho Todo lo que hemos venido considerandoen el título del Doctrinal que acabamos de desarrollary tratarse ocupa,como hemosobservado,de los derechos,y las garantías que los respaldan,de los que combatenhonradamente, así como los castigosde los que así no lo hacen.Quedapor trataren el siguientetítulo la importantecuestiónde la disciplinamilitar. Si el anteriortítulo se ocupabade una cuestiónde derechopúblico, aunqueen gran parte viniese formulado en términos subjetivosde derechofeudal, el tírulo de que nos ocuparemosahoratrata de una cuestiónde derechointerno,o de "derechoprofesional",si cabedefinirlo así.La denominaciónde estetítulo cuartodel libro segundodel Doctrinal no deja dudasde qué se trata:De cómo devenser castigadosv escarmentadoslos que andan en las guerras, por los yerros quefizieren. Dentro de esederechomilitar o especial,se trata de un derechopenal.Su génesis,sin embargo,la ve Cartagenaen el "derecho común" de los romanos,cuando en la Introducciónal título dice: 'o'u L"y Qué guatardón deven aver los quefurtan villa o castillo o fortaleza. 'ott L"y En qué manera devengualardonar por alvedrío los buenosfechosque los omnesfizieren. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 396 "mucho es de guardaren la guerra que los yerros della seanmuy castigados,porque son muy peligrosos; onde Cipión Africano el primero, segund dél recuentan,dezíaque en los fechos de armastorpe escusationes dezir'non 1o cuidé', ca todas las cosasse deven pensarprimero, porque son los erroresmuy dificiles de reparar.E por esto los romanosmuy agramenteusavande la disciplina militar, lo cual parescenon solamentepor las istorias, mas aún por las leys del derechocomún...' A partir de estebreve preludio, el Doctrinal se remite a las leyes de la segunda Partida, título vigésimo octavo. Esta comienzadistinguiendo entre lo que constituye disciplina contra el desmandamientoo la ignorancia de las cosasde la guerra (lo que podríamosllamar hoy comportamientono doloso), de lo que merecepena (comportamientodoloso); es la diferencia entre castigo y escarmiento;el castigo puede ser una amonestacióno una "ferida de palo"; el escarmientoes "como manerade justicia", y se reservaparadocedelitosl0s8. El primero de ellos, dar información o pasarseal enanigo, o colaborar con él contralos suyos,merecepenade muerteen todos los casos.En estaley se recuerdala prudenciaentrañadaen el acto de hacerpasara los hombresbajo lalar:r;a, para contarlos y conocerlos,de modo que se pudierasaberquién se habíapasadoal enanigo, o si, de welta la hueste,viniesealgun enonigo escondidoen ella parahacerdañolose. Contra el desmandamientoo "derramamiento" el caudillo puede arnenazaro maltratarde palabraal caballero,pero no difamarlo;golpearal que lo haceo a su caballo,e inclusoherirlo. Y al "menor". matarlol060. loss"E las razonespor que se debe esto fazer son doze: la primera, si diesen sabiduria a los enemigosde los suyos;la segunda,si se fuesenpara ellos; la tercera,si viniesencon ellos a fazermal a los suyos;la cuarta, si non se guisiesenacaudillar; la quinta, si metiesendesacuerdoen la gente; la sesta,si moviesen pelea: la setena,si se frriesen o se matasenunos con otros o se desonrasende palabra o por fecho; la octava, si furtaseno tomasenpor fuerga o por engaño lo que toviesen r¡nosa otros; la nona, si non guardasenla vianda o la despendiesenante de tiempo; la décima, si non ayudasena fazer justicia; la onzena.si embargasen al que la oviese de fazer; la dozena,si embargasenlas postura que oviesenpuestas entre sí o con otros. E sobre cada uno destosyerros mostr¿rremosen las leys destetitulo qué pena merescenlos que lo fazen, segundlos antiguos lo posieron". Ley @é cosa es castigo y escarmiento,e a qué tienepro e por qué rc¿zones se devenfazer en la guena. 'u'" L"y Quépena merescen los que diesensabiduría a los enemigoso sefuesenpara ellos o los a.tudasenafazer a los suvosmal. 'ouo L"y Qré es lo que puedenfazer loscaudillos contra aquellos que non quisíesenmandarsepor ellos e qué bienes nascendel caudillamiento e qué males cuando non sefaze como se deve. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 397 Contra los que meten discordia, la ley correspondientelO6l autoriza,"desqueles fueseprovado" el delito, a la prisión, y a perder los ojos si el propósito de la discordia es que no se lleve a cabo la acción emprendida;pero esto para los hombresmenores, que para los hidalgos bastarála prisión mientras el hecho durare,y el exilio al arbitrio del rey. Los que mueven pelea entre los suyos seráncastigadoscon la amputacióndel miembro con que hubieseherido al otro, o si le matase,"que le soterrasenso el muerto", excepto"defendiendo su cuerpo" o legítima defensa.Pero esto para los menores,porque en cuanto a los mayores,seránencarceladosa perpetuidado echadosdel reino de por vidal062. Los que roban deben ser escarmentadoscaramente,"e mayoñnente aquellosque lo fazen en tiempo de guerra,que deven sertodos unos para fazer daño a los enernigose guardarseasí dello. El castigorequiere de pruebaspor "dos oÍlnes de los de la cavalgadaque fuesende buen testimonio";el Rey Sabiodice en estaleylOó3 que los castigosde los antiguospor robo incluían el cortar las orejaso las manos,pero observa que dado que "lisiar omne es fuerte cosa", le pareció "derecha razónde los mandar señalaren las carascon un fierro caliente". Y donde antesse enterrabahastala cintura al que robabacomida a un compañeroy éstepodía tirarle una lanzadadesde"nueve pasadas",é1,el rey, instituíaque sólo se le castigasecon la marcadel hierro. Una ley se ocupaotra vez de los que roban cosasa suscompañerosen tianpo de guera; el que lo hacedeberádevolverel doble. En el casodel "menor" que no tiene con qué los antiguosdecíanque debíacortárselela mano, señalael rey, pero no hacede nuevo la observaciónsobrela "fuerte cosa"que es lisiar a un hombre,con lo que cabe presumirque esta"ley" no pretendeser sino una amonestacióny una advertencia,no una nonnaaplicableloe. Una ley se consagraa la disciplinaen el comer;nadiepuedecomer su comida antesde tiernpo, porque luego puede quedarsesin nada que comer, y tendrían los otros que darle de lo suyo; se les pasarápor alto las dos primeras veces,pero a la terceraserán presosy no se les darámás que pan y agua'out. '*' L.y '*' L"y 'ou' L.y 'o* L.y '*t L"y Quépena merecen losque meten desacuerdoen lascompañascon quien vienen a la guerra. Cómo devenser escannentados los que buelvenpelea entre los suyosen tiempo de guerra. Cómo devenser escaftnentadoslos quefurtaren algo a suscompañerosen tiempo de guena. Quépena merecen losquefuerqan o roban alguna cosaa suscompañerosen tiempo de guerra. Cómo devenser escarrnentadoslosque comen sustalegas ante de tiempo. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 398 Todos los que fuesenen cabalgadao huestedebenayudar a que los encargados de hacerlahaganjusticia, "ca en esto guardanal rey su señoríoe su derechoe fazen en ello pro de sí mesmosen ayudar a aquellosque han de escarmentarlos males que entre ellos se fiziesen". Los que no lo hiciesen seránechadosde la cabalgadao de la hueste,si fueran de los menores,y si de los mayores,perderántodo el beneficio que el rey les haya hecho. "Mas si por aventuraalgunos fuesentan locos o tan atreüdos que esta justicia quisiesenanbargar, deven aver esamesmapena que deximos de los otros e, demás,perder todo cuanto allí traxiesen"t06ó. Tendremosocasiónde ver la relevanciade estaley, pues es frecuenteestedelito ocurrir en los casosde motines y rebeldía dentro de una plaza. La necesidadde disciplina es especialmentegrandecuando se trata de contener la codicia, para que no interfiera en el combatey no desbarateel buen orden de la guera. Cartagenatrata esteasuntoocupándosede las posturas,que son los conciertos que hacenentre sí los hombresque andanen guerras,con el objeto de repartirselas ganancias,de acuerdoy en proporción con lo que cadauno pone. La ley sobreesto dice que cadauna de las posturas"es de guardarmucho, ca lo que ellos mesmosponen unos con otros de su grado e sin premia alguna,bien se entiendeque non lo fazen si non por su pro, por que puedanmejor acabarsu fecho;e por endedebesermucho tenida". Ello, claro está,dejando apartelo que correspondeal rey. La ley no determinalas penaspara los que no cumplenlas posturas,sin dudapor no interesarestomás que a los que las hacen,aunqueobservaque "debe ser mucho escarmentadoel que tal postura quebrantare,así que le han de menguarnadade la penaque en ella fuerepuesta;e si non oviesepena,develeserdadapor alvedríodel rey"l067. '*u L.y Cómo devenser escarrnentadosaquellos que no ayudan afazer la justicia a losque Ia han de fazer o la embargan en tiempo de guerra. La obligación del caballero de hacerjusticia es expresadade forma más categóricapor Ramón Lull en su tratado de mística caballeresca,el Libro de la orden de caballería (segundaparte, "La cual habla de la orden de caballería y del oficio que es propio del caballero":"9): Por los caballerosdebeser mantenidala justicia, puesasí como los juecestienenoficio de juzgar, así los caballerostienen oficio de mantener lajusticia. Y si el caballero y las letras pudiesen convenir entre sí tanto que el caballero poseyesela suficiente ciencia como para serjuez, juez deberíaser el caballero; pues aquel por quien la justicia puede ser mejor mantenida es más convenientepara serjuez que otro hombre, con lo que el caballero es convenientepara serjuez". Biblioteca de Cultura Catalana, Alianza Editonal/Enciclopédia Catalana,Introducción de Luis Alberto de Cuenca,p. 'out L.y Cómo deven,r, oror-"nlados todos losque non guardan lo que ponen intre sí o con otros cuando andan en guerra. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 399 La traición v sus maneras PasaCartagenaa continuación a ocup¿rsede un delito de la maxima gravedad, el de traición, y lo hace introduciéndolo mediantelo que él llama Rubricela, con la intención de que "sepanlos cavallerose fijosdalgo cuan aborrecidopecadoes e sabiendo- se esquivencon muy grand diligencia él e lo escarmientencuando alguno en él cayere". Paralo que apela al rey don Alfonso X en la Partida séptima,título segundo, en una ley titulada "Esse magestatíscrimen", en latín, tanto quiere dezir en romance com yerro de traición quefaze omne contra la persona del rey. Catorcemanerasde traición cita la Partida: la que atentacontra la vida del rey, su vida o su honra ("La primera e la mayor, e la que más fuertementedebe ser escarmentada");unirse a los enernigospara pelear contra el rey; incitar al alzamiento contra el rey; aconsejara otro señorque quiere darseen obedienciaal rey no hacerlo, o estorbárselo;alzarsecon castillo o villa del rey, o darselaa su enernigo;desampararal rey en batalla; hacerbullicio o alzamientoen el reino; matar a los altos oficiales del rey; quebrantarla seguridadque el rey ha dado a la gentede algún lugar o tiena; matar o hacerhuir rehenesdel rey; alzarseun oficial con un oficio o fortaleza que el rey ha dado ya a otro; derribar alguna imagen del rey hechapara honrarle; en fin, "La catorzenaes cuandoalguno faze falsa monedao falsa los sellos del rey". Expondremosen su integridad la quinta manerade taición, pues hace al propósitode estatesis,puesse refierea la tenenciade castillo o villa en nombre del rey. Dice así: "La quinta es cuandoel que tiene por el rey castillo o villa o otra fortaleza,se algaen aquellogar o lo da a los enemigoso lo pierdepor su culpa o por algún engañoque le fazen;y esemesmo yerro faría el ricoome o el cavallero o offo cualquier que basteciesecon vianda o con ¿umasalgún logar fuerte para guerrearcontra el rey o contra la pro comunal de la tierra, o si traxiese otra cibdado castillo,maguerle tuviesepor el rey". Son, pues,cuatro formas distintas de cometertraición en torno a una fortalezao villa del rey: alzarsecon é1,darlo al enernigo,perderlo por su culpa y perderlo por engaño.Salvo la primera, se trata de cuestionesfuerternentecontenciosasdebido a la Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 400 improbabilidad de, o dificultad en probar, la culpa en cada caso.Rendirse,¿essiernpre dar la plaza al enanigo? La incompetenciamilitar, ¿esdelito?; ¿quiény cómo se mide la incompetencia?Perderlaplazapor engaño,¿suponemala voluntad?; ¿sonla ingenuidado la estupidezun crimen? Alfonso X no hizo sino recogerla docfrina anterior sobrela traición, rernontándoseexpresamentea Alfonso VII en una de las leyes de las cortes de Nájera (aunquepodría haber ascendidoa tiempos más remotos); así, incorpora estaley en su Ordenamientode Alcalá, título treinta y dos, que resumelas manerasde traición en nueve, que no referiremosaquí1068 más que en lo que conciernea la traición en materia de fortalezas.Así, dice expresamente: "La quinta es cuando el que tiene castillo o ülla por el rey, o otra fortaleza,e se alga con él o lo da a los enemigoso lo pierde por su culpa por engañoque recibiese. "La sestaes cuandoalgunostienen castillo del rey o de otro omne o señorpor omenajey le non da a su señorcuandogelo pide, o lo pierdenon morandoi, defendiéndolo,teniéndolobastecidoe faziendotodaslas otrascosas que debe fazer paradefenderel castillo segundfuero e costumbrede España;o si traxierevilla o cibdado castillo del rey, maguernon lo toviesepor el rey". Vemos,pues,que se ha introducidoun factor configurativodel delito de traición que no estabaexpresadoen la lista de catorcem¿uleras, del título segundodela Partida séptimaarribamencionada:la de no dar la fortalezacuandose la piden al que la tiene; sin dejar de observar,no obstante,que estaforma de delito puedeidentificarsecon la de alzarsecon el castillo o villa, que sí aparecemencionadaen dicha Partida. El Ordenamientode Alcalá aún recogeformasnovedosas,si bien más confusas, de traición, cuandodice que la novenamanerade traición es: "poblar castillo viejo del rey o peñabrava sin mandadodel rey para fazerle deservicio o grand daño o mal a la tierra; otrosí, si alguno poblare por serviciodel rey e non gelo fiziere saberfastatreintadíasdel día que lo pobló, para fazerdél lo que el rey mandare;e cualquier que tal fortalezatomase,aunque él non la toviesepobladanin labradamás otro algunode quien la él ovo, sea Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 401 tenudo de venir al plazo del rey e fazer della lo que el rey mandare, así como de otro castillo que toüese por omenaje;e cualquier que 1oasí non frnere seapor ello traidor". Parececlaro en estaley que no hay nada de materiajurídica específicaaplicadaa un derechode "tenencia de castillos", diferenciablede cualquier otra forma de traición; si se toma castillo o peñabrava del rey sin su mandado,se nos dice, se comete delito sólo cuandodesdeellos se le hace deservicio o daño a la tierra, no por el hecho de que se tomen; cuandose toman, aún sin el permiso expresodel rey, la única obligación a cumplir es informar al rey antesde treinta días y hacer despuéslo que él mandare.El considerartaidor al que no cumpliera esterequisito (digamos,de tipo "administrativo") resulta sorprendente,desproporcionadoe incoherenteen un sistemade normas que quiere enfatizar la más creíble y grave criminosidad del delito de alza¡sede forma manifiesta con el castillo o villa contra la voluntad del rev. Derechoespecíficode la tenenciade castíllos Es evidenteque la normativa en materia de tenenciadebíahallarse establecida de forma más rigurosa en otro ordenamiento.En efecto, Alonso de Cartagenalo presentaen el tírulo quinto del libro segundode su Doctrinal, cuyadenominaciónes Cómo se devenaver los omnesen guardar e bastecery en defendery en dar los castillos efortalezas del rey e del reino. Los caballerosdebensaberde las cosasde la guerra,dice Cartagenaen su Introducción, y también de las materias"que tañena las cosasadherentesa ella, de las cualesuna de las principaleses la guardade los castillose casasfuertes",que "se devenguardarcon diligenciaa manerade guerra".Para Cartagena,la doctrinafue establecidapor Alfonso X en la Partída segunda,título décimooctavo. La doctrinaque se va a desarrollarse halla incardinadaen la más generalde las obligacionesdel pueblo con respectoa los bienesmueblesy raícesdel rey, establecida en el titulo décimo séptimode la segundaPartida. Por ello, la primera ley del título décimooctavodel libro segundomanifiesta:"Onde, puesque en el título antedéste fablamoscuál debe ser el pueblo en guardaral rey en las cosasque son llamadas muebleso raizesque pertenescena él señaladametnepara su mandamiento,queremos '68ver e n V Ñ A L I S T E .O p . c i t . ,p p . 1 6 0 - 1 6 1 . Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón . 402 aquí mostrar cómo el rey debe ser guardado en sus villas y en sus castillos y en las ofras fortalezasque pertenescena él e a su reino"l06e.Remitiendo a esadoctrina, la siguiente l"ytoto del título décimo octavo aclaraque "Raiz, segundlengua de España,es llamada toda cosaque non es mueble, como dexímos en las leyes del título ante déste.Mas comoquier que en ellas mostramosde los heredamientosdestamaneraque son quitamentedel rey, qusremosagora aquí dezir de los otros que, maguer son suyospor señorío,pertenescenal reino de derecho". El pueblo debe guardaral rey en los castillos. Este pueblo no se refiere al que llamamos hoy día "llano", sino al conjunto de los pobladores,nobles y plebeyos.Hay dos formas en que el pueblo ha de guardaral rey; una genérica,que "pertenecea todos comunalmente",y otra específica,que pertenece"a omnes señalados".Dentro del genérico"pueblo", pues, estánlos específicos"todos comunalmente"y "omnes señalados".A la guardacomunal perteneceque "non le furten nin le tomen por engaño ninguna de sus fortalezasnin consientana otros que lo fagan, ca los que lo fiziesen farían traición conoscidapor que deven morir e perder todo cuanto ovieren". Esto parececlaro,y bastepor ahora. La misma ley se ocupa a continuación de la guardaque correspondea "omnes señalados".Estase divide en dos: la que correspondea aquellosque lo tienenpor concesionde heredamiento,y la que correspondea aquellosque lo tienenpor "tenencia"loTl. Los de heredamientose tienena título privativo, pero con limitaciones:"non los deven enagen¿Ir en ninguna maneraen üda nin en muerte a omnes de fuera de su señoríonin a otros de quien podisesevenir guerranin dañoal reino". El "fuero antiguo de España",señalaa continuaciónestaley, determinaque "si los quisierenvendero cambiar,dévenlo primeramentefazer saberal rey e queriendoél dar tanto por ellos en aver o en cambiocomo otro de la tierra diese,alos de aver". Y estoa pesarde que la cartade otorgamientoque recibió en su día el señorque lo quiereenajenardice que el rey "gelo davaparafazersu voluntaddello como de lo suyo"; pero, añadea seguido, rftn Denomin adaCuál deve ser el pueblo en guardar e bastecery en defendery en dar los castíllose las fortalezas del rqv e del reino. Esta "ley" en concreto no desarrolla su propio enunciado,que deja para otrasleyesque siguen. 'oto L"y Cómo deve el pueblo guardar al rey en sus castillosy en susfonalezas, e qué pena merecen los que effaren en esta guarda. t071 En Partida 1/, tín¡lo 18, I se estableceestosdos modos de concesión;además,atribuyemayor obligacióna Ia concesiónpor tenencia:"ca estosson tenudosmas que todos los otros de guardarlos, teniéndolosbastecidosde homes et de armas,et de todas las otras cosasque les fueren menesterde maneraque por su culpa non se puedanperder", Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 403 "non se entiendepor eso que aquel cuyo es el heredamientodeva ende fazer cosapor que el rey nin el reino finquen deseredadosnin que reciban mal nin daño de aquello que él dio parafazer bien". Hay pues dos heredamientos:el que puedetransmitir el señor con permiso del rey, y el del propio rey, que es inenajenable. La guardade los castillos "por tenencia" es para "que los tenganpor é1".Los que los tienen de estemodo "son tenudosmás que todos los otros de guardarlos",y larazón de d¿irselosde estaforma es que "los guardende maneraque los puedandar sin ernbargoalguno cuandolos pidiere". Sirven, pues, al rey por su directa e inmediata disponibilidad, mientras que el servicio que le dan los de heredamientoestámediado por el señorío.Diríamos que los primeros "son del rey" y los segundos"estaránpor el rey", y tanto unos como otros son fortalezasdel reino. La guardapor heredamientoo tenencia,sin ernbargo,pasapor las alternativasde su defensay las de su mantenimientoy transmisión de mano a mano, con los peligros que todo ello implica. De esto se ocupa la ley Cómo devenser dados e recebidoslos castillos", que siguea la anterior.Segúnella, "los españoles...veyendoel grandpeligro que podría acaescera su señor e a ellos memos si las fortalezasdel reino se perdiesen,posieron cuatro cosaspor que fuesenmejor guardadas:la primera,cómo recibiesenlos castillose por quién; la segunda,cómo los guardasen;la tercera,de cómo los defendiesen cuandomenesterfuese;la cuarta,cómo los diesencuandogelos danandaseno los oviesena dar por derecho". Se disponen,pues,las modalidadesde la entregay recepción.Parala entregade los castillosque fuesendel rey, debenestarpresentesel que lo da, seael rey o quien le represente,y el que lo recibe;y parasu recepcióno devolución,el rey los recibirá"por su mandadoe señaladamentepor su portero". El portero ha de ser natural del reino y conocidopor su nombrey por la tierra de dondesea'ott. 'ott Con estaprecisa descripción de la figura del "portero" queda contestadala duda de Emilio CABRERA sobre qué podría ser Ia figura del Portero Mayor de Andalucía, ejercido, por ejemplo, a primeros del siglo XIV por Pay Arias de Castro. En Noblezay señoríos en Andalucía durante la Baja Edad Media, en "La nobleza peninsular en la Edad Media". VI Congreso de Estudios Medievales. FundaciónSanchez-Albornoz.León 1999.p. 104. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 404 El rey pondráplazoparaquequienlo recibe1otome;si no llegasedentrodel debeseguirpechandoconlos gastos,peroluegoque plazo,el quelo tieneactualmente selo entreguele cobrarálos gastosquedebieroncofferpor cuentadel nuevo. en Hay razonesparaquela enhegasehagapor portero,quevienenespecificadas la siguienteleyloT3: "Pusieron los sabiosantiguos e toüeron por bien que la enterga(sic) de los castillos fuese fecha por mano de portero e non por otro oficial, porque ellos estánsiernprea la puerta del rey e conoscenmás los orlnes que entran e salen,e los otros del reino a quien van muchasvezescon cartase con mandados,e son ellos otrosímás conoscidosde las sentes"lo7a. Ellos conocenmejor a los ofos y los otros le conocensuficientementea ellos; he ahí la razónde instituir a los porteros en notarios o testigos. El que recibe el castillo no debetener complacenciacon el plazo que se le da para tomarlo, pues si vencido el plazo en que él debíatenerlo ya abastecidode cosasy de hombres,el castillo se perdiese,"debe aver tal pena como quien faze perder castillo a su señor". No obstante,si él se excusaracon 'tazones derechas"de no poder recibirlo en el plazo,el que lo tiene todavíaseráculpadode su pérdida.Comparala ley los modosde perderel castillo del que lo recibey del que lo tiene todavía:"Comoquier que amosestosyenos sobredichoserande traición, con todo estonon son las penasiguales, porqueen mayor culpa es aquelque lo perdió teniéndoloque el otro que non lo tenía,e lo fizo perder". De ahí se deduceque el rey quiere que el que lo tiene lo deba guardary amparar,"maguer non lo vengan a recebir al plazo que les fue puestonin se ernbien escusaraquellosque los avíande tomar,fuerasendesi fuesencastillos aplazados,así como dize adelanteen las leyesque fablandellos". 'ott L.y Por qué razonestovieron por bien losantiguos que las entergasde los castillosfuesenfechas por mano de portero, e qué pena deven aver los que non fueren recebirlos al plazo que lesfuere puesto. 'oto En el Fuero Viejo de Castilla (1, 2, l) se da una versión extensadel procedimiento de recepción por el portero: "este es fuero de Castilla: que si el Rey da algund castiello a tener a alguno, el deve ge lo dar por suo portero, e el portero devel' meter en esta guisa en el: llamando a la puerta del castillo diciendo ansí: vos, fulan, que tenedeseste castiello, el Rey vos manda que entreguedesa mi el castiello por el, ansi como estasua carta dice, e yo faré del aquello quel' me mando. El qüe tiene el castiello debe rescivú las cartas,e darl'el castiellg, ansí como el Rey manda. E el portero, que ende le rescivir del devel'tomar por la mano e saca¡lefuera a el, e a quantos fallare dentro con el; e debe él entrar dentro e cerrar las puertas a¡te los testigosque y fueren; e despuesque abrier las puertas,e entrare en el aquel que el Rey manda, deve decir ansi quando I'entregare: yo vos do estecastiello por mandado del Rey e vos entrego de é1,ansi que fagadesde él guerraetpaz". Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 405 Hay cuatro manerasen que se puedenrecibir los castillos sin intervención de portero. La primera es cuando,en camparia,al rey "le diesenalgun castillo tan a so ora que non podiesenaver portero señalado",por lo que el rey lo puede dar a cualquier sin más ceremonia;pero esteque así lo recibe debeluego ir al rey a pedirle que lo mande tomar, y si el rey le pide que se lo quede,entoncesse lo debe enhegarpor portero. La segundamaneraes cuando alguno se aniesga a tomar un castillo mal labrado o lugar flaco, cuya guardaseadudosa."Onde, cualquieraque moshaseal rey verdaderamenteel peligro en que podría caer por la flaquezadel tal castillo... no caería por endeen pena de traición porque dixo la verdad". Aunque, de todos modos, si el castillo o lugar fuera a la postre defendible y lo perdiese,se le considerarátraidor. Es evidenteque en un casocomo éste,dictado por la necesidady la urgencia, entraña riesgo gmve para el que se arriesgaa tomarlo, pues lo toma sin garantíade que la indefendibilidad es y seráadmitida como pruebaa su favor. En la terceramarierael rey recibe y entregaa continuación los castillos "por peñoso por entregade malfetrías" que tuviesen que enmendarquieneslos tienen; en estecasolos puededar sin porterosi quisiere,"porqueno son suyos".Los que así los reciben debenguardarlosbajo pena de traición, por si los que los tuüeron los recobraran. En fin, la cuartamanerase da en los casosen que el rey tomasepara sí aquellos castillosque pudiesetenerpor heredad,paraacogersea ellos "en tiemposseñaladospor reconoscimientode señorío,segundel fuero antiguode españa".A esteapoderamiento, dice la ley, se llama en algunoslugaresde Españapotestad.Cuandose haga,el que lo tiene debesacartoda su compañay dejar entrara los hombresdel rey,'! el pregonero del rey ha de pregonarmanifiestamentecomo aquel logar es real", y podrá tenerlo tantos días como hubiesensido señaladosen "el paramientoque fue fecho cuando el castillo fue dado". No entregaral rey el castillo al cual tiene derechoen las condiciones del paramientoes igualmentedelito de traición. Que la negativadel señordel castillo sobreel cual el rey tenía derechode estarpor paramientonno debía ser una incidencia tan infrecuentelo pruebael hecho de que la misma ley se ocupapormenorizadamente del procedimientoque debe seguir el rey para instar al que lo tiene, y no lo quiere entregar,a que 1ohaga: debepedirle por carta con consejode su corte que lo entregue; si vinise él mismo, la corte se lo debepedir; si aún no lo entregase,debe ser onplazado a hacerloen nuevedías,y luego tres días,y por fin un día más. Sólo entoncespodrá darle la penareservadaa la traición. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 406 Otraley dispone,según"los antiguosde España",queel querecibeel castillolo puedahacerpor mediode otrapersona;por ejernplo,en casode minoríadel quelo por peligrode muertesi fuesea recibirlo,o cuandose recibe,por su enfermedad, encuentreacusadoo retado.En todosestoscasosel que1oha de recibir asumeigual quecualquierotro titular, y si lo perdiese,incurriríaen la mismapena responsabilidad detraiciónlo7s. El alcaidey la tenenciade castillo a fuero de España Varias leyes siguen a ésta,ocupándosede la figura del alcaide.La primera de ellasl0Tó afirma con intencionadasolannidad que: "Tener castillo, segundfuero de España,es cosaen que yazemuy grand peligro, ca pues que ha de caer el que lo tobiere - si le pierde por su culpa - en traición que es puestacomo igual de la muerte del señor". El que toma castillo de señordebe ser de buen linaje de padre y madre, leal, esforzado."E sabidorconvieneque sea".En fin, debetenerrecursospropios,porque "no debe ser mucho escaso"para "saber partir con los omnes lo que toüese cuando menesterle fuese".Señalemosaqui que éstaúltima no es una mera cláusulade estilo, porque,como se verá más adelante,seránfrecuenteslos casosen que los alcaidesy gobemadoreshayan de poner de lo suyo para mantenerla guarnición, o seránacusados de no haberlohecho,como debían. Ademásde todo esto,debeser acuciosoy diligente, "e non se partir dél en tiernpo de peligto"; y ampararloy defenderlohastala muerte. Estaobligaciónse extiendea su mujer e hijos: "e por ver tormentar o ferir o matar la muger o los fijos e otros oÍtnes cualesquierque mucho arnase,nin por ser preso o tormentadoo ferido de muerte o amenazadode muerte, nin por otra ruzón que ser podiesede mal o de bien que le fiziesen o le prometiesende fazer,non deve dar el castillo nin mandar que lo 'ott L"y Por cuáles razonespueden dar los que han de recebir los castillos otros que los reciban por ellos. 'otu L"y Cuáles devenser losalcaides de los castillos e qué es lo que devenfazer por suscuerpos en la guarda dellos. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 407 den, ca si lo fiziese caeríapor ende en pena de tal traición como quien trae (traiciona) castillo de su señor". No faltarán en siglos posteriorescasosde extorsión extrernacomo la aquí descrita,que tuvieron un efecto u otro sobrela defe,nsade un castillo o fortalez4 como tendremosocasiónde ver; por lo que no seránecesariosino mencionar de pasadael conocido casode Sanchode Guzman, gobernadorde Tarifa. El alcaideno puede salir del castillo en tiempo de peligro; si de todos modos lo hubiesede hacer,pondrá en su lugar, "segund fuero de España",a otro que seahidalgo de padre y madre,"e seaomne con quien aya deudo de parentescoo de gand amor"; y ésterecibirá las llaves y se le rendirá homenajepor los que estanen el castillo; y el que da ésteen esascondiciones"debe tomar omenajedéI, que las faga e las guarde,so pena de traición"'077.Se estableceasí un pacto de sangreentre el linaje que tiene el castillo y el que lo ha dado, como se podrá ver en los casosen que el rey entregaun presidio o fortalezaen heredamientoa un caballero,ptr& sí y sus hijos, formula éstaque garantizó con frecuenciael éxito en el mantenimientode importantesplazas fuera de los territorios del reino. Pero este"pacto de sangre" que optimizalas garantíasdebe ser aún respaldadopor otra suplanentaria: si el de denfo, por avenenciacon el de fuera, quisieradarlo al que lo pide, determinala "lealtad de España"que "los otros que fuesen en el castillo non gelo dexasenfazeren ninguna manera". El linaje sigueprimandosobrecualquierotra consideración;si el que tiene el castillo muere"sin lengua",estoes, sin habernombradoel que tendríael castillo si él muriese,debesucederle"el más propincoparienteque en el castillo oviere", y si no, "deven fazeralcaideal mayor omne que en el castillo fuerepar tenerlo"l078. Se ocupanotrasleyesde las guamicionesque debentenerlos castillos: caballeros,escuderosy otros hombresde armas,"segundla posturaque oviere con el rey de quien lo toviere", e igualmentevelasy sobrevelas(centinelas),así como las rondasque han de ir por el castillo y por fuera, y los escuchas.El alcaide debehacer justicia con el que no cumpla lo que debe"como de omne que le quiere hazertraición". Y señalaestaley, como queriendono comprometersecon penatan sumaria,que "los '0" L"y Cuál deveser el alcaide quefinca en el castillo por mano del mayor cuando bafuera a alguna porte e qué es lo que devefazer él e los otros quefincan. 'ott L.y En qué manera devenfazer alcaide cuando el que tiene el castillo muere sin lengua. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 408 antiguos usarona despeñara los que fallavan dormiendo en la sazónque devían velar, despuésque dos vegadaslos avían despertadocastigandolosque non lo fiziesen"l07e. La siguienteley se ocupa del suministro o bastimiento del castillo; lo primero a pescado,molinos, muelas, carbón,leña, tener es dgua,y luego pm, y despuésc¿rrnes, vestido, calzado,etc.; "non deven olvidar la sal nin olio nin las legumbres". Si por faltar las cosasnecesariasel castillo se perdiese,incurriría el alcaide,también por esto, en pena de traición1080. En torno a estacuestiónde los abastecimientostendremosocasión de ver cómo surgieronlos más acervosconflictos y algunosde los miís penososcasosde deserción,traición y pérdida de plazas. Lo mismo puede decirse,y en la misma pena incurre si a ello faltaren, en cuanto a las armas.El alcaide debemantenerjuntas en un mismo almacénlas suyaspropias y las que le ha dejado el señor;y las guardará,y no consentiráque se dañeno se pierdan. Las armasque por su descuidose pierdan, las pecharádobladas;eso si el castillo no se pierde por causade su falta o deterioro, porque entoncesla pena es de traiciónl08l. El mayor énfasisde estasleyes de las Partidas es puesto en la que se ocupa de la guardade los castillosen combateto*t.En susenunciadosse acudea las apelacionesmás emotivas: ardimiento, esfuerzo,sabiduría,cordura,ternor a la mala fama, buena prez, etc. Los alcaidestampocopuedenentar en consideraciones de doble lealtad: "deven defenderel castillo muy ardidamente,feriendo e matando los enemigoslo más recio que podieren,de maneraque los non dexen llegar a é1,ca en esto non devenparar mientes a padre nin a fijo, nin a señorque ante oviesen avido, nin a otro orrrnedel mundo que del otro cabo fuese,que viesen que el castillo les quisiesenfazer perder,porque mucho seríacosasin razón e contra derechode guardarorme a aquel que le quisiesefazer traidor al rey". Tampoco puedehaber eximentepara el alcaide cuyo castillo es tomado por descuido,porquedebesaberque "más vegadasgelostoman por sabiduríao por arte que por fuerga". Por eso, si fuesencercadosninguno puede abrir las puertaspara hacer ya que si el castillo se perdieseel que lo hiciese"fincaria por traidor e espolonadas, 'otn L"y Que et alcaide deve meter en el castillo a tantos omnese tales con quien pueda bien guardarlo. 'oto L"y En qué manere devenser bastecidos los castillos devianda e de las otras cosasque son menester. tot' L"y Cómo devenser bastecidos los castillosde armas. tot' L"y Cómo se deven los castillos con esfuergoe con ardimíento guardar. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 409 deve morir por endela más cruel muerte que le podiesendar e perder la meitad de lo que oviere". Si el mismo alcaidelo hiciese y el castillo se perdiese,seríareo de haición, aún en el casode que él mismo muriesel083. El alcaide no debetener vergüerua en hacer ingenios y otras cosascon que defenderel castillo; esto es, aunquela ley no lo dice, debehabajar por sus manos para hacermas seguroel castillolo8a. El sesoy la sabiduríadel alcaide debenaplicarsetambién a las obrasnecesarias en los castillos, en tiempo de paz y más aún en tiernpo de guerra,y si alguna cosase hubiera caído, "deven los que i fueren acorrerloslo mas aína que podieren labrándolo"lo8s. Se ocupa la ley de una de las circunstanciasmas frecuentesen las incidenciasde la guerra de sitio: el alcaide se halla fuera del castillo por alguna razón,y el castillo es cercadopor el enanigo. Entonces,"todas las otras cosasdevenposponere dexar por acorrer". Por tanto, tan pronto como el alcaide lo sepavendrá con hombres armadosy trataráde meterseen el castillo, y si no lo lograra, deberápor lo menos entrar en lid para t086. intentarlode nuevo El pueblo también estáobligado a acudir a la defensasi supiesede un castillo o lugar fuerte que estásiendo cercado,o de otro que pudieseser tomado por el enernigo para desdeél atacarel reino; debeentoncesadelantarsey tomarlo. La pena en que incurrirían los que eso no hicieren debe ser "muy grand", y aunquelos antiguosno quisieronponerpenacierta,"tovieron por bien que el rey gelaspodieseponer con alvedríode su corte"lo87. Fe. procedimientoy lev en la devoluciónde los castillos Un nuevogrupo de leyesse ocupaa continuaciónde cómo debendar los alcaideslos castillos,cuandose los pidiesensusdueñoso cuandoellos los quisiesen devolver. 'ott L.y 'oto L.y 'ott L.y 'otu L.y Que en defender e guardar los castillos ha menestercordura e sabiduría. Cómo el alcaide del castillo deve usar de sabiduria. Cómo los castillosdevenser acorridos labrándolos. En qué manere deven los alcaides socoryer en tiempo de guerra a los castillos que tovieren del rgl.,. r0¡? Ley Cómo losdet puebto deven acorrer los castilloscuando los enemigos los cercaseno los combatiesen.La Partida II, 18, 17 se ocupa precisamentede estaobligación: "Cómo los del pueblo deven acorrer a los castillos cuando los enemieos los cercaseno los combatiessen" Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 410 trata del procedimientopara pedir su devolución: el La primera de esasleyeslO88 rey ha de enüar su mandadero o su carta para que el alcaide se lo venga a dar, y él debe acudir de modo inmediato para hacerlo, pues estaes la forma de cumplir con su lealtad. Solo puede excusarsede hacerlo si el castillo estuviesecercado,o si no pudieseir al rey por enfermedado herida. En todo caso,"encarecieronlos de España"que "se devían aventurara todo peligro por dar los castillos a sus señores,ca toüeron que era mucho mejor prendermuerte en veniendo a los dar que caer en pena de traición non lo queriendo fazd'. Pero también el rey debeguardarciertasreglas al pedir la devolución; no puedehacerlo "por cualquier manera" o por olvido del procedimiento; y esto "por guardarel peligro que podría acaescerpor falsedadde mandaderoo de carta"-Por 1o tanto, sólo lo puederecibir por sí o por portero cuandoel que lo tiene se presentaante él y delantede testigosescuchaque lo debeentregar;entonceséstevolverá al castillo y cuando esténallí el portero y el que lo ha de recibir, sólo entonceslo entregaráal portero. "Onde, quien destaguisa que dicho avemosnon diese el castillo al señor cuandogelo demandase,faría gran traición como aquel que se alga con el castillo de su señor,que lo pusieronpor igual de la muerte". Pero hay situacionesy circunstanciasen que el que tiene el castillo puede negarsea darlo, y esto "ante lo tovieron los antiguosde Españaque faría lealtad". Una de ellas es obvi4 y no deberíasiquiera figurar como ley: cuandoel que lo ha de dar tuviera sospechade que el mandaderoo la carta son falsos. Otra situación es más comprometida:cuandoel que ha de dar el castillo observeque el que lo ha de tomar "tenía tan poca compañaque lo non podría con ella guardar". También tiene derechoa no darlo en tiempo peligroso; pero para hacer esto debetener hombresbuenospor testigosquejuzguenlas razonespor las que no lo debedar, y enviarseloa decir al rey por carta.Si el rey le vuelve a mandarque lo dé a pesarde todo, entoncesdebehacerlo Into sln dllacron'""'. Puededarseel casode que el alcaidequieradar el castillo y el señorno se lo quisiera tomar. Querría darlo, por ejernplo,por no poderlo mantener;debe entonces emplazaral rey o señora que se lo tome, y esto con ciertos procedimientos:presentarse ante él y emplazarlo;si no se lo tomase,habrá de ir de nuevo a la corte y decirlo delante 1088 Ley En qué manera deven ser dados los castillos a los señores cuyos fueron, por guardar los omnes su lealtad. totn L"y Por qué razones non está mal al alcaide en non dar el cstillo por mandado de señor, maguer aya recebido Dortero dé|. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 411 de algunos que seande su "poridad"; y aún deberáir una terceravez si no se lo tomara, pero esta vezlo hará "por su corte ante los más omnes e mejores"lOm. Agotados estosprocedimientos,y no habiendopodido aún dar el castillo, el alcaide debe seguir otros procedimientos:vuelto al castillo, esperarátodaüa nueve días, y despuésde otros tres "deve llamar omnesbuenosnaturales- cavalleroso omnes de orden e labradores- de los mejores que fuesenen el castillo, si los i oviere, e, si non, de los otros que él podiere aver de aquelloslogaresque fuesenmás cerca". Expuestassus razonespara dejar el castillo, les dará cuentade lo que deja en el castillo de lo que le dieron cuandolo tomó; y si nada de sustanciaqueda,al menos debe dejar un can, un gato, un cedazo,una artesa,una olla y algunosotros objetos de casa,"por mostrar que lo toviera siemprebastecidoe que todo se despendieraen guardadel castillo, si non estas cosasseñaladasque quedaron".Luego se irá con la compañay saldráél el último de todos y cerrarála puertalOet.Si el rey estácerca,irá a darle la llave, si no la gvrdará,y si teme que se la roben en el camino delantede testigosla echarádentro del castillo. Aún no han terminado sus fatigas para acabarde cumplir su obligación; deberáhacer público que obra con justicia, y por ello debehacerrepicar las campanasdel lugar, y si no lo hay las mandarárepicar en otros dos o tres lugarespróximos donde haya iglesia y consejo,paradar a conocerque el castillo quedadesamparado y que puedanir los del consejoa guardarlo."Y emplazadoel castillo desteguisa, e faziendo estascosasasí como dichas son, maguer se perdieseel castillo después,non caeríaen yerro nin en pena ningunael que lo toviese,porquela culpa seríadel señore non dé1". Perosi el alcaideno puedetenerel castillo porqueel señorno le da lo que le prometió para sustentarlo,debe emplazarsu entregaen plazos más largos. Tres veces pediráque se lo tomen,como ha sido dicho, y si no lo hacenlo pediránuevedías seguidos.Si aún así no se lo toman,lo anplazará por treintadías,y aún deberátenerlo nuevedíasmás. Despuésde esto,podrádejarlo al tercerdía en la forma arriba indicadal0e2. No seríaestatediosaocurrenciaun hechoinsólito; al contrario,estaley habráde ser siemprereferenciainmediata y efrcazen la multitud de casosen que el tenientede un castillo o fortaleza debefundamentarsu derechoa dejarla, por hallarse 'o'o L"y En qué manere deven losalcaídes emplazar los castilloscuando losseñoresson en culpa non gelos queriendo rcmar. t-"t Qué deve aún fazer el alcaide despuésque oviere emplazadoel castillo. llll 'u" Ley Cómo el alcaide puede emplazar el castillo, non le queriendo dar el señor lo que le avía a dar por Ia tenencia dé\. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 4t2 puesta en aprietos extremos por el enemigo y en circuntancias en que el señor no le pudiesesocorrer,como tendremosocasiónde ver. La casuísticade que se ocupanlas leyes de las Partidas estalejos de agotarse con estasúltimas, en las que se suponeque el alcaide quiere dejar el castillo por razones que él aducede buena fe. Hay otro casoen que se suponeque puede obrar de mala fe al ernplazarla entregadel castillo, por ejonplo, aquel alcaide que dice a su señorque quiere dejar el castillo, pudiéndolo tener, por afan de ganar algo; también si negociase su posturadiciéndole al señorque ningún otro 1opodría tener tan bien como é1,por lo que le deberíadar algo que posiblonente el señorno le pueda dar. Nada de esto lo podría hacer el alcaide en tiernpo de guerra,porque seríatraición, y en tiempo depaz debedar el emplazarrrientoen la maneraindicadal0e3. Puedeocurrir que un alcaide tengaun castillo "en fieldad", esto es, el que dos reyesponen entre sí "por razón de amor o de posturasque ayan prometidaso juradas de se tener unos a otros", y quiera o debadevolverlo a uno de ellos por causade disputa entre los dos reyes. Segúnel "fuero de España",declaraestaleylo%,el alcaide lo debe entregara aquel rey de quien seaseñornatural, independienternentede "el pleito o la posturadiga de otra guisa". Pero para que esto surta efecto legal, debepedirlo "mucho afincadamente, deziéndoleo faziéndoledezir mal por ello; y estonon una vez, mas dos o más, hastanueve días, diziéndogelo cadadia por corte o en logar que lo oyan muchos". Hay una razónpráctic4 favorable al alcaide,en esaincómoda situación de dobleslealtadesenfrentadas:"que semejeque lo fazea fuergae que puedair tomar consejo",y porquepuedasacaren salvo lo suyo. Pero como para simular la presión sobre el alcaide el rey su señornatural ha dicho mal de é1,el alcaideapareceríadeshonradoa los ojos de los otros.Paraevitar esta injusticia contrasu honra,la siguientel"y'ont ofreceuna sutil argucialegal que le permitesalvarla.El rey señornaturalno le retará,estoes,no le pediráel castillopor sí, sino por medio de su portero.Es éstepersonajeel que debedecir mal del alcaideque aparentano querer entregarel castillo; así, cuandolo devuelva,el rey no habrá de desmentirseal reconocerque el alcaide,despuésde todo, "era bueno e leal". Y para reforzar la escenificaciónde esteajuste o justa de honras,el alcaide entregaráel castillo "mostrandotodavíaque es mucho agraviado". 'on' L.y fué es lo que deve ser guardado cuando losalcaides emplazan los castillos como non deven. 'o'o L"y Cómo se deven emplazar los castillosque son dados enfieldad. 'on' L.y Por cuáles rozonesdefendieron losantiguos que non reptsse el rey a su natural. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 413 Como es natural, el otro rey que tenía dado en fieldad el castillo al anterior alcaide,que no era su vasallo natural, se sentirá agraviado.Para cumplir con el pacto de fieldad que tenía hecho, debe entoncesel alcaideir a él y decirle que hizo su derechoen dar el castillo al señornatural, pero "porque le fizo omenaje,que por aquello mete su cuerpo en su poder y en su merced. E faziéndolo desta guisa, guardará su derecho tan bien al un rey como al otro, porque ninguno non le puedadezir mal con razón"tonu.Es de presumir que una ley como éstano acabaríade aquietarel ánimo del alcaide que, puesto en la disyuntiva de tener que desheredara uno y heredaral oÍo de sus señores, tuviese que ir a dar excusasal desheredado. La casuísticano se agota:puede ocurrir que el rey señornatural deseeque el castillo tenido en fieldad por el alcaide lo entregueésteal oho rey; el alcaide necesitala garantíade que si lo hace "non aya blasmo que le puedarept¿r despuésporque lo ¿¡5'10e7.Por eso, el rey señornatural se lo emplazará"así complidamentecomo sobredichoes", y pasadostodos los plazos, no lo dará al otro rey, sino al portero de su señor.Así seráel rey señornatural el que dé lo suyo al otro rey, no el alcaide. Otro casomás complicado es aquél en que el castillo puesto en fieldad es propiedadde un rey, pero el alcaide es vasallo natural del rey no propietario. Si el rey propietarioofendeal otro, éstepediráal alcaidesu vasalloque le dé el castillo; el alcaide,entonces,no debe darselo,sino ernplazarpor teinta días tres vecesal rey propietario a que enmiendeel daño que hizo a su señornatural, el otro reyton8. En comprometidasituaciónpuedeencontrarsetambiénel alcaideque no sea Debe naturalni vasallode ninguno de los dos reyesque tienenun castillo en fieldadloee. dar entoncesel castillo a aquelrey "que recibiesetuerto", pero ha de "afrontar':l100 u ambosprimero si pudiesehacerlo,y despuésernplazarlo"a aquelque con derecholo deve aver,ca entoncespuedefazerestoque desusoavemosdicho sin malestanga".Esta ley contemplaotro casoposible:el del alcaideque, siendonaturalde uno de los reyes, quisiera ponerseen la situación anterior, esto es, no natural de ninguno de los dos reyes, pero ninguno puededesnaturarsede su señor "si él (el señor) ante non desnafurárndose, fiziesepor qué". roeó Ley Cómo devefazer el que toviese el castillo defieldad despuesque lo oviesedado a su señor. 'ont L"y Cómo el que toviere castillo enfetdad non lo deve dar a otro rE), maguer gelo demandesu señor. '*t L"y Cómo devefazer del castillo defietdad el que lo toviere y ha deudo de naturaleza o de vasallaje con el un rev e con el otro. 'ot L"y Cómo devenfazer de los castillosdef;etdad aquellos que lostienen e non son vasallosde un rey nin del otro. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 4t4 La guardade un castillo debe ser hechano sólo por el alcaide que lo tiene, sino también por los propios reyes que lo dieron en fieldad. Ellos no puedentomarlo por fuerzao hurto, o por cualquier otro medio, más que por tres motivos: primero, si cuando éstosdijesen que lo iban a hacer, el que 1otiene se negasea darlo, y lo hará preferenternenteaquél rey con señorio sobreel lugar donde se halla el castillo. Segundo, podrían, si cuandole pidiesen el castillo, el alcaidemetiesedentro mas de lo que fuese necesariopara su abastecimiento,porque eso indicaría que pensabaresistirsea la entrega.En fin, una tercera:azón seríala de que el alcaidehiciese mal en la tierra donde se halla el castillo. "Onde, cualquier señorque de otra maneralos tomase,faría muy grand aleve, como aquel que quiere meter a su vasallo, sin derecho,en yerro de traición"llol. Deben los reyes guardarlas posturasque pusieron en la fieldad de un castillo, y por eso "todos los sabiosde España"acordaronque sólo pudiesentomarlo para sí en dos casos:primero, si uno de ellos quebrantaseal otro la posturapor la cual lo habían puestoen manos de fieles; en esecaso,el agraviadodeberá"afrontárselo" al otro, "embiándogelo a mostrar por su corte treinta días, e nueve días, e aún tres más", y si aún no se quisieseenmedar,podría tomar el castillo "por cualquier manera". Segundo: "cuando se levantasetal guerra entre ellos que se oviesena guenear el uno al otro manifiestamente,ca entoncesel que tomare el castillo de fieldad al otro, serásuyo quitamente,pues que el amor i non fuese sobreque eran las fieldadespuestas".Pero si lo tomaseaquélen cuya tierra no estuvieseel castillo,no lo debetomar parasí, sino darlo a un hombreseñaladoque lo tengapor ellos.Y el rey que lo tomasede otra guisa caeríaen la penade dicho y hechoque en la fieldad se hubiesepuesto,y "faría malestangapor que caeríaen blasmode las gentescomo quien menguaen su verdad"ltot.Co-o se ve, las cosasllaman a su dueñosi por faltar el "amor" no las pudiesentenerya más los que se dieron la fe de otra manera. llm Posiblementecon sigrrificado de "carear", "confrontar" las posicioneso derechosde los dos reyes. tto' L.y Por qué razonespueden tomar ¿on derecho losreys o los otrosseñores los castíllosdefieldad a los que los toviesen. "o' L"y Por cuáles razonesse pueden losreys tomar loscastillos los unos a los otros que avían metido enjieldad, maguer se los tomen e se los ayan de tornar. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 4t5 Oblieacionespor vasallajey por naturalezaen la tenenciade castillos en la posesión Una ley trata de establecerlas normas que debenser obsen¿adas de castillos, atendiendolas relacionesde nattxalezay/o vasallaje que mantienencon su rey o señorlos que aquéllostienenll03."1.{aturalezae vasallaje son dos mayores deudos que omne puedeaver con señor,ca la naturalezale tiene siernpreatadopara armarle (¿amarle?)y non ir contra é1,y el vasallajepara servirle lealmente.E por endelos antiguosde España,que cataronmucho estascosas,pusieron de cómo los reyes deven ser guardadose selidos de sus naturalese de sus vasallos". Y esto importa particularmenteen todo cuanto atañaal heredamientoy mengua del señoríodel rey. Por eso /os antiguos no quisieron que los naturalesno tuvieran en su tierra sino los castillos y fortalezasque contasen"con su plazer o por su mandado" (del rey). Esto 1ohicieron para que los naturalesestuviesesianpre avenidoscon sus señores,y que éstos"non oviesena erar atreviéndoseen sus fortalezas".Y por la confianzaque depositabanen los señores,tuvieron los reyes a bien que "las casasde los nobles fuesenguardadas como castillos".La intención,a lo que se ve, es que el rey asegurea los naturalesde que no tendránseñorque no cuentecon la aquiescencia real; pero a su vez cuentacon los naturalespara que los señoresno se "atrevan en sus fortalezas"; y a los señoresles asegurala santidadde su casa.El rey, pues,aparecea la vez como la clave de un sistemaordenadode conñanzamutua y como parte o eslabónde la cadenaque la hace posible. Despuésde sentarla,la ley aplicaestadoctrinaa diversoscasosde tenenciay toma de castillos y fortalezas.Así, en razón de esadoctrina favorable al señornatural o rey, "pusieron (ios antiguos) que todo vasallo, aunquenon fuese su natural, que cuandoquierque ganasevilla o castillo o otra fortalezaen su conquistao doquierque la podiesenganar,que gela diese,por razónde señorío";la ley no lo dice expresamente, pero debe entenderseque el casoconsideradoes el de un castillo situado en la tierra del rey, donde su señoríogoza naturalmentede preferencia.Ahora bien, si quien toma el castillo es naturalde eserey pero vasallode otro señor,si se lo dieseal rey dejaríade cumplir su obligacióncon el señorque le tiene en vasallaje.En estecaso,debetambién contemplarsede algún modo la norma del vasallaje:"e tovieronpor derecho(los antiguos) que lo diese al otro señor cuyo vasallo fuese,pero esto con pleito que lo diese tto' L"y Cómo se devendar los castillos al rey quefueren ganados e cobrados en susconquistaspor sus vasallos e Dor susnaturales. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 4t6 al rey". El señoríonatural, pues, apareceaquí m¿isfuerte que las relacionesde fidelidad pactada;el derechopúblico de la soberaníaprevalecesobre el derechoprivado.del feudalismo. Que estaes la intención de los antiguo,sapar€ceclaro en la siguiente prescripción de estamisma ley: la que ha de darseal casoen que un tenedorde castillo que es natural y vasallo a un tianpo de su rey, perdiesesu castillo y luego intentase recuperarlo;esenatural y vasallo no puede adquirir el derechoa no dar el castillo al rey tomando como excusael despedirsede su vasallajeo haciéndosevasallo de otro; "tal engañocomo éstenon tobieron por bien los antiguosque valiese". A estaprescripción sigue otra para el casoen que el que tiene el castillo no fuesevasallo del rey, sino sólo su natural; si lo perdiesey luego lo recuperase,no debedarseloal rey; pareceésteun casode rebus sic stantibus, aunquela ley no lo dice. En fin, otra prescripción mas considerael casodel que fuesenatural de un rey y vasallo de otro (no se refiere necesariamenteal caballeroque ya tiene un castillo), y ganasealgun castillo en la conquistade aquel rey cuyo natural fuese; en tal caso,no se lo tiene que dar a aquel señorcuyo vasallo fuese,si esteseñor,el rey, no le hubiesehecho antes"cosa por que con derechose le podiesedesnaturar".Vence una vez mas la raz6nde sujeción por naturalezasobrela sujeciónpor vasallaje.No vale, pues,que un caballeroque se pone en conquistacon o por su rey, y despuésanunciaque se va a desnaturar,y se pone sobre un castillo y 1otoma, puedaquedarsecon el castillo; su intento de engañoes evidente. La ley, por último, insiste en que no puede alguien desnaturarsede su señor"si non por grand razón e muy derecha,que fueseprimero mostradaen su poridad e después afrontadapor corte fasta tres vezes.E quien de otra guisa lo fiziese, non valdría nada". Como vemos por estaúltima norrna, la "gran razóne muy derecha"que debe acompañarel intento de desnaturarse,no debe causarescándadalo,pues antesde hacer públicasen cortelas alegacionesde ofensaque lo explican,debenhacerseen "poridad", estoes.en el secretoo intimidad"e. El pleito homenajese renuevacon cadarey Cuandohay rey nuevo deberenovarsecompletamenteel conjunto de pleitos de vasallajeestablecidossobreciudades,villas y castillos,y las otrasfortalezas.Cesanlas "G En el "Glosario" que VÑA LISTE hace acompañara su edición delDoctrinal de tosCavalleros, ap¿Irecela palabra "poridad" dehnida de estemodo: "secreto, confidencia, reserva;conversaciónsecreta; materia reservada"(p.322). En el "Diccionario de uso del español", tomo II, de María Moliner, Editorial Gredos,Madrid 1989(p. 806), aparecedefinida como "fem.; ant. 'Puridad', 'secreto'o'intimidad"'. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 4t7 tenenciascuandomuere el antecesor,y todos esoslugaresdebenser devueltosal nuevo rey. Este podrá darlos a quien quisiere,y todos debenhacerlehomenajenuevo de que los darancuandolos pidierello5. También quedaestablecidala forma en que los que hayan de seguir teniendo castillos y fortalezasque se tienen por "donadio" o donativo del anterior rey, han de hacer el homenajeal nuevo rey, en razónde su soberanía:debenir todos a él en el plazo de treinta días; el homenajecomprendela obligación de hacer guerra y pM por mandado del nuevo rey, la de acogerleen los castillos cuandoquisieseentrar en ellos, que allí corra su moneda,etc- Cualquieraque erraseen "algunas destascosasque pertenescenal señoríodel reino, non lo queriendoernendarasí como el rey fallase por derecho,debe ser deseredadodel logar que toüere y nunca lo debe cobrar él nin olnne de su linaje, mas sianpre debe fincar al reino a quien lo él quiso toller menguandosu derecho"l106. Los que tienen castillos en el territorio del reino por heredamientono donadopor el rey, es decir, donadopor otros señores,también debenacudir al nuevo rey a hacerle homenaje"por ser en su señoríodel rey nuevo". Los que tienen los castillos se obligan a Ias cosasdichas en Ia anterior ley, excepto si fuviesen "postura" con el nuevo rey "por que menguasealgunade ellas". Para"acordarsede algunacosaque pertenesciese a aquelfecho", estoes, las condicionesde la "postura",que pudiesenmenguarel homenaje,se concedeun plazo de cuarentadías,más otros treinta, y treinta más, cien en total, para que se cumpla el homenaje. En eseplazo el rey no puedetomar "aquellos logaresfuertes"no donadospor rey, exceptosi hiciesenmal en el reinoll0T. También puedeocurrir que algunos tengancastillos por posturaso feudo con el rey; en estoscasosel rey apareceríaen un plano como figura privada que tiene postura (pacto o concierto) y feudo, y en otro como encarnandoel señorío propio del soberano. Tambiénéstosdebenhacerel homenajeal rey nuevo de cumplir los pactosque tienen con el rey anterio."O8.Aprot echaAlfonso X estaley paraestablecerla doctrinadel más completo derechoque da al rey el señoríonatural, tanto ante los caballerosque tienen castillo como ante los hombreshonradosy los otros.Y dice: "ot L.y Cómo deven entergar al rey nuevo las villas e castillos e las otrasfortalezas, y en qué manera le devenfazer omenaje aquellos a quien los él diere que los tenganpor é1. "* L"y Cómo devenfazer omenaje al rey nuevo de los castillos que son en su señorío, maguer los oviesenalgunos heredado de otra parte y fasta cuánto tiempo lo han defozer. t'ot L"y Cómo devenfazer omenaje al relt nuevo de los castillos que so nen su señorío, maguer los oviesenalpunos heredadosde ota parte. "ot L.y C"ómodevenfaze, omera¡á de bs castillosque algunos toviesenpor postura o porfeudo. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Volver al índice/Tornar a l'índex 418 "E todos estosomenajesque desusodeximos, tan bien de los heredamientosque dan los reys como de los otros que han los oÍlnes de otra parte, e otrosí estosde los feudos, se deven renovar cadaque se cambiarenpor muerte o por vida de aquellosque los tovieren. Mas los otros omnes que non ovieren del rey tierra nin oficio nin castillo nin otos heredamientosen ninguna de las maner¿lssobredichasen las levs ante destadeven venir a honrar e conoscerseñoríoal rev nuevo". Como pruebadel indiscutido imperio que los reyes quieren establecersobretoda forma de tenenciade castillos y fortalezasdel reino, Alonso de Cartagenaañadeun "item" a la última ley dando trasladodel título treinta del Ordenamientode Alcalá,por el que el rey Alfonso XI "tomo en su guarday encomiendalas casasfuertes e castillos". El título mencionadomotiva la ley que enuncia,en el hecho de que los hidalgos y hombresbuenos"que eran conuscoen estascortes" pidieron que él los tomasetodos en su encomienday defendimiento,"por que ninguno nin ningunos no se aheüesen a tomar casasnin castillos unos a otros por fuerganin por furto, nin los derribasen",al objeto de que desdeellos no se pudiesehacerdañoni malfetríaen el reino. Por ello el rey tomó "en nuestroseguramientoy en nuestraguarda" todas las casasfuertesy castillosde todoslos prelados,ordenes,hidalgosy otros cualesquieradel reino. Y el que los tomarepor fuerzao por hurto, o los derribasen,deberíamorir por ellolloe. Por último, Alonso de Cartagenase ocupade otros tipos de vasallaje (solariegollt0, devisa'lll y behetríatttt¡de los que no nos vamosa trataraquí,por serde escasoo nulo interésparanuestropropósitolll3. "' L.y Cómo toma el rey en su guarda v en su encomienda las casasfuertes e los castillos, e qué pena debe aver el que los tomare ofurtare o denibare, e los que acogieren a estostales. 'tt0 "solariego tanto quiere dezir como ornne que es poblado en suelo de otro; y esteatal puede salir cuando quisiere de la heredadcon todas las cosasmuebles que i oviere, mas non puede enajenaraquel logar e solar nin demandarla mejoría que i oviere fecha, mas debe fincar al señor cuya es". Ley Qué quiere dezir devisa e solariegos, e qué departimiento ha entre ellos, del título veinticinco de la cuarta Partida. "" "E derisa tanto quiere dezir como heredadque viene al omne de parte de su padre o de su madre o de sus agüeloso de los que él deciende,que es departida entre ellos e sabenciertünente cuántosson e cuáles los parientesa quien pertenece".Ley Qué quiere dezir devisa e solariegos, e qué departimiento ha entre ellos, del tírulo veinticinco de la cuarta Partida. "'t "Behetría tanto quiere dezi¡ como heredamientoque es suyo quito de aquel que vive en él e puede recebir en él a cualquier señor que quisiere que mejor le faga. E todos los que fueren enseñoreadosen la behetríapueden i tomar conducho cada que quisieren,mas son tenidos de lo pagar a nueve días, etc.". Ley Behetría es el heredamientoque omnepuede recebir por señor a quien quisiere que mejor lefaga. I I 13Esasson formas de señorío que sólo se practican "eu algunos lugares segundfuero de Castilla"; una de esasformas, el señorío solariego, sólo "veemos en algunos lugarespequeñosdestascomarcas". (Introducción al título cuarto del libro cuarto del Doctrinal). Las behetríasse tocaron muy brevementeen Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 419 epÉNorcpn NATURALnza ruNÍDICA DEL VASALLAJE FEUDAL Si hacemosun análisis de los diversoscontenidosdel conceptode naturalezaen la Edad Media, tal como vienen descritosen las diez manerasde naturalezade las veremosque dos de ellas caenen un Partidas (última redacción,4,24, Prólogo)I114, ámbito jurisdiccional puramentebilateral y privado: vasallaje (la segundamanera)y caballería(la cuartamanera).Otras sietepertenecena un ámbito jurisdiccional público o común: raigambre en la tierra del señor(primera), criarza (tercera),casamiento(quinta), heredamiento(sexta),"por aforramiento" (octava),por tomarse cristiano (novena)y por morar diez años en la tierra (décima); otra tiene ambivalenciajurisdiccional: por ser sacadode cautividad o ser liberado de muerte o deshonra(séptimao setena). De los deudosque tienen los naturalescon sus señores,tal como üenen descritosen las Partídas(última redacción,4,24,pró1ogo,4. (1)ll15:amarlos,sawirlos, la honrarlos,etc.,destacapor su fuerteinclinacióna la jurisdicción caballeresca obligaciónde dar la vida por ellos. De las cuatromanerascomo se puedeperderla naturalezatt16, una de ellas,la traición del natural al señoro a la tierra, perteneceal ámbito jurisdiccional caballeresco, las Partidas, aunqueen los Ordenamientos"fue algún un poco más declarado"; además,son muy rams. Cartagenadice: "non vemos que las aya si non en Castilla y en León, e non generalmenteen ambos rei¡os, mas solo aquendeDuero en ciertas provincias en cada uno destosreinos; e allende Duero ha una sola, e oí dezir que en el reino de Pornrgal - entre Duero e Miño - ay otra". (Introducción al título quinto del libro cuarto del Doctrina[). "'o 2. ( l) Quantas manerasson de naturaleza.- (2) Diez maneraspusieron los sabios antiguos de naturaleza: (3) La primera, e la mejor, es la que han los omesa su señor natural, porque tambien ellos, como aquellos de cuyo linaje descienden,nascieron efueron raigados, e son, en la tierra onde es el señor. (4) La segunda es la que avienepor vasallaje. La tercera,por crianga. La quarta, por cavalleria. (5) La quinta, por casamiento.La sexta,por heredamiento.La setena,por sacarlo de captivo o por librarlo de muerte o deshonrra. La octava,por afonamiento de que non rescibeprecio el que lo afona. La novena,por tornarlo christiano. (6) La dezena,por moranQade diez años quefaga en la tierra, maguer sea natural de otra. "'i4. ( l) Det debdo que han losnaturales con susseñorese con la tiena en que biven: e cómo deve ser guardada esta naturaleza entrellos (2) A los señoresdeven amar todos susnaturales por el debdo de la naturaleza que han con ellos, e servirlos por el bien que dellos resciben e esperanaver en honrrarlos por la honna que resciben dellos, e guardarlos porque ellos e suscosctsson guardadas por ellos, e acrescentar susbienesporque lossu¡tosse acrescientanpor ende, e rescibir buena muertepor los señoressi menesterfuere... (4) E esta naturaleza que han los naturales con susseñoresdeve siempre ser guardada con lealtad, guardando entre si todas las cosas que por derecho devenfazer los unos a los otros, segund diximos en la segundaPartida destelibro, en las leyes quefablan en esta razón. 'u " 5. ( I ) Cómo se puedeperder la naturaleza. (2) Desnaturar, segund lenguaje de España, tanto quier dezir como salir ome de la naturaleza que ha con su señor o con la tierra en que bive. (3) E porque esto es como debda de natura, non se puede desatar si non por alguna derecha razon. (4) E las derechas rozonespor que los naturalespueden estofazer, son quatro. La una espor culpa del natural, e las tres Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 420 mienhas que las otras tres (maquinaciónpor el señorde la muerte del natural, deshonra de la mujer del natural por el señor y desheredamientodel natural por el señor contra derecho),pertenecenal ámbito jurisdiccional común o público, independientementede sus efectossobreel ordenamientojurisdiccional caballeresco;la última de las razones aducidas(desheredamientocontra derecho)se mantiene,sin anbargo, en el ámbito puramentecaballerescosi tal desheredamientose mantieney el señor"no quisiesse caberderechopor juizio de amigos"). Pacto feudal y señoríonatural El principal objetivo del feudo es ayudar al rey en la guerra: "el vasallo es tenudo por razón de feudo que tiene dél de ayudarleen todas las guerrasque oviese a comengarderechamentey otrosí en todas las guerrasque moviesenotros contra é1a tuerto", dice la siguienteec1"r:rlI17. Volviendo al tema de la distinción entre feudo y otras formas de señorío caractenzadaspor el servicio debido al rey por naturalezay sus correspondientes mercedes,debernosrepararen otra claradistinciónlegal entreellasllls: es el heredamiento.No se heredaun feudo como se heredauna finca patrimonial. Hay un derechoespecialpara la herenciade feudo: por ejemplo, las hijas no los heredanantes que los hijos; 'ttno o dos o cuantosquierque sean,lo heredantodo enteramente";y todosellos "fincan obligadosde servir al señorque lo dio a su padreen aquellamanera que su padre avía a servirlo por é1".Los nietos del señorpuedenheredarel feudo si son hijos del hijo del señor,aunquesu padreno viva, pero no si el nieto es hijo de la hija del señor.Es decir, las mujeresno puedentransmitir la herenciadel feudo, aunquesí puedentutelar los derechosde los hijos habidospor matrimonio con hijo de señor feudal.Ahora bien, el último en la línea sucesoriaal feudo es el nieto, quien no puede transmitirloa sushijos, estoes,a los bisnietosdel primer señor.Por lo danás, no puede heredarfeudo quien seamudo, ciego,enfermoo lisiado; tampocoquien seamonje, religiosoo clérigo.Nada de estoes así en los heredamientos por las leyescomunes.La por culpa del señor. (5) esto serie como quando el naturalfiziesse traizion al señor o a la tiena, ca solamentepor el fecho es desnaturadode los bienes e de las honrras del señor e de la tiena. (6) La primera de las tres que vienepor culpa del señor, es quando se trabaja de muerte de su natural sin razon e sin derecho. La segundasi lefaze desonrra en su muger. La tercera, si le desheredassea tuerto e no le q,uisiessecaber derechopor juizio de amigos o de Corte. "" Ley Qué servicio devenfazer por losfeudos los vasallos a susseñores,otrosí cómo los señoresdeven guardar a susvqsallos su derecho. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 42r ley, finalmente, welve a distinguir entre las dos formas de señorío,señalandolas diferenciasentre "dar por feudo" y "dar en feudo". La primera expresiónse reservapara la forma feudal genuinay peculiar, privativa de señory vasallo, ésaque se suponeque no es "fruto frecuentede España"; la segundaentendemosque se refiere a la forma de derechopúblico: "reino o marca o condadoo otra dignidad realengaque fuesedada en feudo". Estaúltima no la heredani el hijo ni el nieto del vasallo, a no ser que expresamenteel rey o anperador no hubiesendado el feudo también para hijos y nietos. La herenciaes de derechodel vasallo feudal, pero sólo por dos generacionesmás; por el contrario, en el casodel vasallo de realengoes merced otorgada.En fin, otra ley determinaque el feudo que llamaremos,por un tropo del lenguaje,"feudal" no se heredapor línea que subao ascendente(hermanosy padresdel señor feudal), sino (hijos y nietos)rrre. descendente Siendo el pacto feudal un contrato privado, las dos partestienen derechoa denunciarlopor incumplimiento, de maneraque cadauno tiene derechoa recuper el bien si el otro faltare a lo pactado.Tal es el casosi el vasallo traicionasea su señorde cualquierade las formassiguientes:si buscasesu mal, o le hiziesedarloen susbieneso personas,o no se lo desviase,o le pusiesecercoen su villa o castillo,o no ayudasea liberarlede prisiónr''o; pero tambiénpodríaocurrir que el señorfaltasea su vasallode las mismasformasanteriores,o contrala personadel vasallo,su mujer, sushijos e hijas, nueras,nietas,etc.; entoncesel señorperderála propiedaddel feudo,y quedapropiedad del vasallo"parasiemprepor juro de heredad"ll2l. Tampoco debe el vasallo empeñarel feudo sin otorgamientode su señor,pues lo perdería.En fin, el hijo varón que hubiesede heredardebe ir al señoren el plazo de un año y un día a hacerlepleito homenaje,o si no perderáel feudo, a no ser que seamenor de catorceaños.Igual debehaceel vasallocuandomuereel señorll22. Consideraciónespecialmerecenlos casosen que por razóndel feudo se suscita contiendao litigio entreel señor,el o los vasallos,y terceraspersonas.Cuandoel señor y el vasallo tengancontiendasobresi éstehubiera de perder el feudo, "tal pleito como éstenon deve ser librado por el señor",sino que debenconfiar el pleito a otros vasallos "'* L.y Quiénpuede heredarelfeudo e quién no. "'n L.y Cómo lospadres o loshermanosde los vasallos non heredan etfeudo. "to L.y Por qué razonesel vasallo puedeperder elfeudo. "t' L"y Por cuálesyerros que el vasallofaze al señor pierde elfeudo, e otrosí el señor la propiedad si verra contra el vasallo. "" L"y Cómo el vasallo non deve enajenar elfeudo, e cómo elfijo despuésde la muerte del padre deve venir ajurarf;delidad al señor e a susfijos, e por qué cosaspuede el señor cobrar elfeudo sin dar cosa Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 422 del mismo señor,y "deve cadauno dellos aver por firme y estarpor lo que ellos judgaren". Si el pleito fuese entre vasallos de un mismo señor,debe ser el señor el que dirima el pleito. Mas si el pleito fueseentre el vasallo q el señory un exfaño, entonces "el jvez ordinario que oye todos los otros pleitos 1odeve librar", aún cuando la contiendaseasobrecosadel feudo. Eso mismo ocurriría en el casoen que la contienda fuese entre dos vasallos de dos señoresdistintosll2'. Como se ve, el señor conservael mero imperio, en tanto en cuanto él mismo no estéinteresadoen el litigio, pues en ese casodebetransferirsela facultad dejuzgar a tercerapersona. Lo que el señorentregaen feudo a su vasallo debe ser dado por carta de donación en que se describael lugar, su término con todas suspropiedades,y la facultad de "aver y esquilmar e fazer en ello todo lo que quisiere" salvo venderlo y enajenarlo, sin ser necesarioel otorgamientode juez o de otra persona;el seriormanifiesta en la carta que "fue dado en feudo firme, establee valedero". El que recibe el feudo debe prometer al señor,jurando sobrelos evangelios,ser en adelanteleal vasallo, él y sus herederos,al señory susherederos,para sianpre jamás, así como guardarsus derechos, etc.,contratoda otra personasalvo la del rey, o el señoríode éste.ll2a La singularidadjurídica de estepacto feudal, en comparacióncon la relación de señoríonatural, queda reforzadapor la denominaciónque se le da al acto de donación del feudo: investidura.Así, la ley arriba mencionadaestableceen su penúltimo párrafo que por el acto descrito en ella, "el señorpor su dicho, por confirmamiento e por confirmeza destefecho, envistió al vasallo del feudo desusonombrado con una vara que teníaen la mano e con sortiia e con lúas". Ritualesdel señorío Ritual del reconocimientodel señoríodel rey es el besarlela mano susvasallos, segúnla costumbrede España:"Y esto son tenudosde fazer al rey por dos razones:la una, por el deudo de la naturalezaque han con él; la otra, por reconoscimientodel señoríoque ha sobreellos"ll25. alguna por él 1t el fijo del vasallo perderlo después de la muerte de su padre. "t' L"y Quíén deveserjuez entre el señor y el vasallo cuqndo acaescierecontienda entre ellos por razón defeudo. t"o L"y Cómo se ha defazer la carta de lo que algún señor ha de dar enfeudo a susvasallos. "tt Leu En aué sazón es tenudo el vasallo de besar lq mano al señor e cuáles son. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Volver al índice/Tornar a l'índex 423 Mu ConcepciónQuintanilla Raso dice sobrela exteriorización de la relación vasallática: "Desde otro punto de vista, el ejercicio de la autoridad señorial implicaba la consabidarelación señor-vasallos,con caráctermultipolar.... Una relación que comienzacon el propio acto de toma de posesión, cadavez más valorado como proyección de una determinadaimagen de poder nobiliario-señorial, que, al mismo tiempo constituía el reflejo de la dependenciavasallática.El interéspor el estudio de estasceremonias- olvidadas o postergadasen la historiografia durantemucho tiernpo se ha intensificado, y ahora se interpretancomo uno de los miis importantesrecursosde superioridad,de 'poder simbólico', puestosenjuego por la nobleza,mediantela emisión de mensajesexpresosde poder, ritualizados, con profusa utilización de los elementossimbólicos por naturaleza- el locus, así como el lenguajevisual, verbal y gestual- dirigidos a unos destinatarios,que, a su vez, se veían obligados a ofrecer un 12ó. mensajede sujeción"l r12ó ¡v1a.Concepción QLIINTANILLA RASO. EI protagonismo nobiliario en la Castilla bajomedieval. Una revisiónhistoriográfica(1984-1997)."Medievalismo"oaño'7,n".'7. Madrid 1997,pp. 187-233. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 424 apÉNprcpru c¡.reLÁNDELxIV LAcosruMBREop BspañAENLrNDocuMENTo Incipit opusculumReverendissimiac pntdentis viri lldefonsi, recordationis alte Regisdei gracia Romanorumac Castelle,de hiis que sunt necessariaad stabilimentum Castri temporeobsidionis etfortissime guerre et multum vicinett2T. La disposición comienzadeclarando:.De Castro operando non potest omnino tradi regula generalis, quoniam opus uniuscuiusqueCastri habet secundumsitum loci maxime ordinari; Sed de hiis que sunt necessariaad stabilimentum Castrí in tempore obsidionis, velfortissime guefte et multum vicine,feci hic aliqua scribí de hiis que ego didici atque vidi. Así, Quoniam multa victualla et arma multa et guarnimenta et omnesapparatus Camereet Coquine debentibi poni in Castro. Entre otras cosasdebehaberpiper oleum acetumet siricum ad cordas ballistrarumfaciendas, et sal lapideum, ut est sal Cardone. Et de annonis que magis durant, Sicunt millíum at adac7a(?) et glandes durant multum si coquintur in aqua et postea siccantur ad solem.Et de lignis tam ad medelamquan ad opus ignis. Así mismo debehabermultumferntm in massa,y cannabum,así comolana succidaet multa stupa et multi panni lini, tam novi quam veteris,ad opus vulneratorum. Médicoscirujanoscon susinstrumentos,carpinteroscon los suyos,y canteros,y arquitectocum instrumentissuis sibi necessariis,si fieri potest. Muelas y molinos de mano y férreos,y íoch alquitrat y foch grezech.Y ballestasde torno y de otro tipo, y flechasde hierro, escudosy lorigas,tiendasy pabellones. Se ocupatambiénde la distribucióndel espaciode un castillo segúnlas necesidades militares:debehaberdomussubtenaneeparaguardarcosasy vituallas. Et sint ibi receptaculain quibus hominesse recipiant in adventu lapidum ab ingeniisproiectorum.Tambiénse ocupade los que puedenser enviadosa los castillos, milites sivepedites, sive Magistri armorum vel scolaresprovecti et repetitores, non sint y Scolaresnovi.El señordel castillo debetenercon él naturalessuyosy consanguíneos, otros que le esténobligadospor beneficios. "" Fol. 253r-254r. Transcripción de Fidel FITA. En Boletín de la Real Academia de la Historia, tomo XVI, 1890fiulio-diciembre),p. 342 y ss. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 425 No debemeter dentro del castillo ni inüdentes, ni hombresociosos, curiososy sediciosos.Ni admitir dados,tables y ajedrez,qui trahunt hominesad pigriciam et incitant ad riexam; ni consentirtiro al blanco con da¡dos,lanzas,etc.quedesgastanlas armaspropias y del señor. Debe haber por el contrario novelasy libros de gestas,y sobrelas guerras,libros que den ánimos y deleiten. El señordel castillo debe ser hombre de géneronoble y de animo, de modo que los demasnoconsiderenindigno estarbajo é1. Item sí sunt.c. necessariiad castntm deffendendum,Trecenti debent ibi poni, si obsidessperant venturos,ad hoc ut cessantibusinfirmis aut wlneratis possint satis sfficere ad deffendendum.Et propter ingeniaparanda et traenda si ibifiant, Et pro muris laciendis aut reficiendis, et maximoper hoc ne ípsi obsidíonelassarent ipsos, pugnam eis continuam inferendo. Item non exeantultra garades,seu lisses,ad agendumconflictum sea faciendam cum illis de obsidione, Quia plus nocent obsessisuna plaga vel mors unius quam obsidentibusCentum. Item et quia plura Castra sunt amissa quia illi de stabilimento Castri exhibant ad conflictum seu ad fasendam,et llli de osidíoneponebant se ínter ipsos et Castrum, et erant ibi mortui seu capti et Castrum amissum. Item nullus homo seu mulier intret Castrum, quamvis aforat cartam vel engenia, vel veniat interrogaturus utrum velint eum retinere pro servitute, ven tanquam vehitans ad eso dispacta et tanquam conquerensde adversariis domini dícti Castri, vel interrogaturus utrum talis homo vel mulierfugierínt ad ípsos,vel utrum velint tales emeresi eas aferret, vel quacunqueoccasioneveníant; quia ibi prefatis modís veniunt baratatoresseu exploratores,quos nos vocamusin terca nostra spies. Item si obsidio ibi fuerit vel speratur in brevi ventura, non exeat locutum alíquis de Castro cum aliquo de obsidione,seu etiam cum consanguineovel amico suo, nisi alcaudusCastri,vel socii (?) alcaudi quos alcaudus tradíderit, audiant omnia que dicta fuerint ei. Nec recipiat aliquis cartam ab aliquo sibi missamsine licencia alcaudi, quí faciat legi coram se distam cartam. Item gtayle, seu veytle, non exeantextra Castntm, necpro lignis apportandis nec in aliquo modoalio. Item eligantur Octo defidelioribus, quí bini quater in nocteexcitentet refoveant dictas veytlas. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 426 Item caveant sibi ltli de stabilimento ne respondentinsimul ad orationem quefit in Castris in introhítu.i. in Crepusculo,quam orationem nos vocamusin terra nostra bonbay; quia in generalí vociferatione omniumpossentperpendere illí de obsídione diminutionem eorumper infirmitates vel vulnera vel per ntortes. Item sint muri Castri alti valde, et lapides minuti ultra numerumsupra muros, quia prohiciendo dictos lapides minutos defendunturmuri miro modo; et quia scale non possíntfirmari supra dictos lapides minutos, nec manus hominum qui ascenderevellent supra muros. Item sint in dicto Castro culmerie (al marge4 columbaria) apromptu in loco tuto ab ingeníis, et loca ad Columbossimiliter. Item sint ibi Orti, in quibuspossint essecaules, et porri et cepe,aut ad minus allia, menta,salina, et petrossíllum, et celiandrum et erbe medecinales. Item sint ibí domus,in quibus arma et guarnimentastabilimenti stent salva in loco convenientíet mundo.Et dicto domussínt bene serratecum clavibus, ita quod llli de stabilimento non possint ibi intrare nisi in simul cum alcaydoquando neccessitas incumbuerit; Quia si dicta arma et guarnimenta starent in loco communi, cito essent destructa et perdida et inveterata,propter homínesquí in mirando et temptandoet discoperiendoet ludendo et revolvendotractaren ea toda die. Item sint ibi canesbenevigilantes, et ansareset pahonesponantur in locis per quosfacilius potest ascendíad Casnam. Et sint ibi vites, quia siforte uve non pervenerint ad maturítatempropter altitudinem etfrigidítatem loci, habebitur ibi agreste: set dicto vites non plantentur nec mittantur circa muros Castri. Item sint ibibade (quieredecir'Vigías", del francés"vedette")et maximein temporenubiloso: et, nebulamultum spíssa, fuerint etiam dicte badeet aliqui alii de stabilimentoper muros tota. Qualiter autem columbi, qui cartasdefferant, mittantur; et qualiter agant illi de Castro si sol eis defuerit; et qualiter seproperent contrafoveas et castella lignea et contra trabuquetafundibula et certa ingenia; Que operafiant in Castro ad ipsum latenter et insperaterecuperandum,si aliquo temporeamissumfuerit, vi velfurto; Et qualiter patent quamplura alia que sunt convenienciaad obsessos;et qualiter aque Cisternarum possint munde et sano servari, et vina clarafieri, et reparari; Et qualiter arma et guarnimentaa rubigine et linea custodiri, Et Carnessalse a vermibus e/ arnis (gusanillos,en catalánarnas) mndarí; et quampluraalia ad dictas res Castrorum Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Volver al índice/Tornar a l'índex 427 pertinentia preparari et renovari, longa mora essethoc omnia enarrare. Sed ad presens sfficiant que sunt scripta. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 428 APENDICEIV PATENTEDEL GOBERNADORY CASTELLANODE PIOMBINO El 10 de octubre de 1580 el rey firmó la patentede nombramientodel gobernadory castellanode Piombino, a favor del maestrede campo Franciscode Valdés, en los siguientestérminos: "Don Philipe por la gragiade dios Rey de Spañade las dos Sicilias de Hierusalemetc. archiduquede Austria duque de Borgoña de bravantey de milan conde Abspurgti (sic) de Flandesy de Tirol ef. Por quanto haüendo vacado el cargo de nuestrocastellanoo alcaide del castillo de Pomblin y de governadorde la gente y presidio que en el y en la dicha tierra y torre de la puerta della y Roquetade la mar y en la de Escarlin se entretienena nuestro sueldoy una compañíade Infanteria spañolaque alli neside por dexagionde don Antonio de Texeda,queriendoencomenda¡y proveer lo uno y lo otro a personade la fidelidad experiengiay cuydadoy ügilangia que para la guarday seguridaddel dicho castillo tierra y puerto se rrequiere y conogiendoque en Vos el Maestrede campo Frangiscode Valdes concurrenlas dichas y otras Buenas partesy calidadesy teniendo notigia y enterasatisfagionde lo bien que aveis servido al emperadormi señorque estaen gloria y a mi en las jornadas y cosasde guerra que en wo. tiempo se an offresgido en diversaspartesy ultimamente en los nuestrosestadosde Flandescon cargo de Maestro de campo de un tergio de Infanteria spañolay ala buena quentaque haveis dado de todo lo que se os ha encomendadoy confiando q. hareis siemprelo mismo como Buen vasalloy criadonuestro,havemostenido y tenemospor bien de eligiros nombrarosy proveerossegúnque por la presentede nuestropropio motu qiertasgienciay rreal autoridadelegimosnombramosy proveemosy diputamosa vos el dicho maestrode campo Frano.de Valdes por el tiempo que fuere nra. mrd. y voluntadpor alcaideal uso despañadel dicho castillo de pomblin y fuergasa el anexasy governadorde toda la gentede guerra y presidio que en el y en la dicha tierra y fuergas ay al presentey huviere adelantea mo. sueldo de qualquier Nagion que seay por capitande la dicha Compañíade spariolescon toda la autoridadjurisdiqion preeminengiasprerrogativasderechosy emolumentosque a los tales cargostocan y pertenegentocar y pertenesgersueleny puedenjusta y devidamentesegúny como lo tenia el dicho don Antonio de Texedapara que como tal castellanogovor.y capitannro. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 429 podais proveerhordenary mandar en nro. nombre todo aquello que üeredes convenir a nro. servigio y a la seguridady conservagiondel dicho castillo y tierra de Pomblin y al buen gobierno y disgiplina de la gentede guerra que alli reside agoray huüere de rresidir adelantea nro. sueldo de qualquier nagion que seaque para hazer y executarlo susodichoy qualesquierohas cosasa los dichos cargosannexasy pertenesgientesen qualquier rnanera,las qualestenemosaquí por expresadas,os damos y concedernosel poder y Auctoridad que se rrequierepor la presente,por la qual rrespectivamte.dezimos y mandamosa todos y qualesquiernuestrosofigiales, soldados,contadorpagador, comissarios,Munigionero, tenedorde vastimantos,artilleros, Ingenieros,offigiales de la fabrica del castillo y otras qualesquierpersonasde qualquier nagion y condigion q. sean que al presenteresideny nos sirven en el presidio guardia y custodiade el dicho castillo y tierra de Pomblin que os ayan y tengan,tracten y respectenpor nuestro castellanoo alcaydedel dicho castillo y governadorde el dicho presidio y los españolesde la dicha compañiapor su capitany como a tal os obedezcanlos unos y los otros y hagany cumplan todo lo que por vos les fuere hordenadoen qualesquiercasosy cosasque se os oftresgiereny cumplieren a nuestro servio.y a la buena guardia defensay conservagion de la dicha tierra castilloy puertode Pomblin sin poner en ello escusadilagionni contradigionalguna,bien asi como si por nos mismo les fuesemandado,y paraque os podais sustentarcomodamentees nuestramrd. y voluntad que ayais y lleveis de nos con los dichoscargosdesdeel dia que por gertificagionde los ofigialesque vinieron con la gentespañolaque salio de Flandesconstarequé se os dexo de pagarel sueldode maestrode campoen adelantetodo al tianpo que los tuvieredesy nos sirvieredesen ellos el mismo salarioque tenia el dicho Don Antonio de Texeday mandamosa Pedro de Mata nro. veedorde los gastosde la gentede guerray otros de nuestrospresidiosde la marina de Toscanay al ofigial de nuestroscrivanode rragionde Napolesque al presentetiene cargode librar el sueldoy pagade la dicha genteo a los que por tiempo lo tuvieren,que tomandola razonde estanuestrapatenteen los libros de susofigios os asienteen ellos.eldicho salarioy que os libren en el Pagadorque agoraes o por tiempo fuere de los dichos presidios,al qual asimismo mandamosque pague con effecto todo lo que asi se os librare a los tiemposy segúny como se pagavasu sueldoal dicho Don Antonio de Texeday que todo aquellose le pasey resgivaen qta. al dicho pagadorcon las tales librangasen virtud de la presenteo de su trasladoautenticoy de was. cartasde pago sin otro Recaudoalguno. Pero ante todas cosasqueremosy mandamosque ayais de hazery prestar,hagaisy presteiscon effecto juramento y pleyto omenajede fidelidad Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 430 segúnel uso y costumbrede Spañaen manos del illustre don Juan de Quñiga, comendadormayor de Castilla, Pringipe de Pretapregianuesfroprimo y nuestroüsoRey lugar tiniente y capitan generalen el reyno de Napoles o de la personaque el para ello nombrareante un notario publico y testigos,que terneis y defendereisel dicho castillo de Pomblin y fuergasa el annexasa honor y fidelidad nra. y de los Reyesde Spañanros. susgesoresy que hareis y cumplireis todo aquello que un Bueno y leal Alcaide, governadory capitan es obligado ahazer y cumplir y que no entregareisel dicho castillo a personaninguna sin expresahorden y mandamientonuestroo de los dichos nuestros pero que sianpre que por nos o por ellos os fuere mandadolo dexareislibre susgessores y llanamentea quien os hordenaresin poner en ello duda dificultad ni delagion alguna. Que para que el dicho nro. Viso Rey lugartiniente y capitan generalo la personaa quien lo cometieretome y regiva de nos en nuestronombre el dicho juramento y pleito homenajele damos por la presenteel poder que se rrequiere,y haviendole vos asi hecho mandamosque se os de y entregela posesionde los dichos cargoscon toda la Artilleria, munigiones,pertrechosy otras qualesquier cosasnuestrasque ayan destara wo. cargo en el dicho castillo y tierra de Pomblin, de las qualesmandamosque se haganquatro inventariosde un mismo tenor con intervengionde los dichosveedory ofigial de nuestroservio.de rragion y el otro se ymbie acaremitido a nro. secretarioinfrascripto para que en todas partesse tenga qta. y rrzvon de lo que alli huüere y a vos asi mismo paraque rresgivaisde los ofigialesy soldadosque rresiden os damosel podernegessario y huvierende rresidir en el dicho castillo y tierra de Pomblin a nuestrosueldoel juramentode fidelidad que los talesacostumbrany devenhazer,y porquehavemos cometidoy hordenadoal dicho nuestroViso rrey lugartinientey capitangeeneraldel Reyno de Napolesque tengacuidadode hazerproveerde aquelReino las pagasy las y defensade el dicho castillo y tierra de parala sustentagion otrascosasnesgesarias Pomblin y de las otrasplagasy presidiosque tenemosen la dicha marina de Toscana aveisde tener Recursoa el y avisarlede todo lo que se ofresgierey vieredesque cumple a nuestro servio.y al bien y conservagiondel dicho castillo tierra y puerto de Pomblin y de lo que fuere menesterpara que el lo provea segúnviere convenir, y vos le obedesgereiscomo a nra. propia personay cumplireis en todo sushordenescomo si fuesennuestras,que nos por la presenteencarg¿rmos al dicho nuestro Viso rrey lugar tiniente y capitan generaldel dicho Reino de Napoles y al que por tionpo lo fuere, que en lo que a el tocare os guardey haga guardary cumplir enteramentelas prerninengias honoreslibertadesfranquezasinmunidadesy otras qualesquier cosasque por rrazon de Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Volver al índice/Tornar a l'índex 431 los dichos cargosos pertenesgeny deveis aver y gozary los unos ni los otros no hagan ni permitan hazer lo contrario de lo suso dicho en manera alguna, por quanto nuestra gragiales es cara,que tal es nuestravoluntad, y en testimonio dello os havsmos mandadodar la presentefirmada de nuestramano y selladacon nuestro sello secretoy rrefrendadade nuestro Secretarioinfra scripto, fecha en Badajoz adiez dias de el mes de Octubre del Año de el nasgimientode nuestro SalvadorJesuXpo. de mil y quinientosy ochenta"l128. "tt Archivo General de Simancas.Estado 1082-223. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 432 APENDICEV LAS ORDENANZASDEL DUQUE DE ALBA Las incluye Sanchode Londoño en su El discurso sobre laforma de reduzir la disciplina militar a mejor y antiguo estadotI2e.Contienenpreceptospara la protección de diversosbienesreligiosos, morales,materialesy personales.Tambén tipifica algunos delitos en razón de las circr¡nstanciasde sitio o asedio. El orden de declaraciónde los delitos y las penases arbitrario, y carecede clasificación y numeración.Las ordenanzaspromulgan medidaspara la protección de bienesmorales pertenecientesal ámbito de la religión, de la disciplina, otros bienes socialescomo la vida y la salud,jurídicos como la seguridaddel ejército, materiales como la hacienda;y se hace una detalladaexposición de los principios jurídicos y disciplinariosque han de afectara los sitios y asediosde plazas. Protecciónde bienesrelieiosos Blasfemar se castigacon treinta días de prisión por la primera vez, sesentapor la segundamás el castigo de vergüenzade llevar mordazaa la lengua. Para evitar ocasión de blasfemia,se prohibenlos juegos ilícitos. Los sacerdotes(ungidos de Dios\ y religiosos gozande una protección especial: ningún soldadodebeponerleslas manosencima.Tampocopodranlos soldadosy oficialesalojarseen iglesia,monasteriou hospital,ni en casaso granjaspertenecientes a aquéllos. Los soldadosdebenconfesarsea lo menosuna vez año. Los capitanesy oficiales deberáncuidar de que lo cumplen, y etr casode incumplimiento deberáninformar al maestrede campo para que por bando público los destierreny los oficiales del sueldono los asientenen otras compañías. Protecciónde bienesmorales Ningún soldadohará fuerza a mujer so pena de la üda. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 433 Protecciónde la disciplina Ningún soldado debe abrir enemistad o pendencia con otro durante la guerra y jornada, si no fuere por vía de acuerdo,y si lo hace seráso pena de la üda. Las banderas,capitanes,oficiales y soldadossaldráncon "grandísima diligencia" a ocupar las plazas señaladascadavez que se tocare arma; si llegan tarde, el oficial perderásu oficio, y el soldado cogido infraganti sufrirá el castigo que le den sus oficiales. Ningun soldadopuede salirse"sin necesidadinescusable"del escuadrón formado ni dejar la hilera donde los oficiales le hubieranpuesto, so pena de castigo arbitrario. Pero si alguno se saliesepara robar o hacer desórdenes,sólo por éstosdelitos puedeperderla vidall30. Las medidasordinariasde disciplina cotidiana se aplican también a situaciones extraordinarias,como son las correríasy saqueos.Así, ningún soldadopodrá salir a correr sin orden y licencia de quien se la puededar, "so pena de perder todo lo que ganarey otro castigo arbitrario, que se estiendaa la vida, si la calidad del casolo requiriere". rr2e Bruselas,1596.En Colecciónde DocumentosInéditospara la Historia de España,no. 102,p.354. "ro Esta es un orden de ls de mayos signihcación en los ejárcitos de entonces.Des-mandarse,esto es, salirsede la línea de mando por iniciativa propia, es desobedienciarayana en el delito, y muchas veces tipificada como tal. Baltasar de Ayala, Lanario y otros aportan testimonios de la historia rom¿maque recriminan esasacciones.Jerónimo de Urrea, algunos años antesde la ordenanzadel duque de Alba, se ocupa del tema; para é1,el que lo hace es coo si dejaseel servicio de su rey; y si lo hace saliendo de plaza sitiada, comete delito: "Tampoco deve el soldado sali¡ sin orden a escaramug¿rr, hecho de annas, ni correría; y si por caso un buen soldado desseosode ganar honrra y subir por su valer a principales c¿ugos de guerra, pensandohazer servicio a su Rey o Capitan, saliessea reconocer el campo del enemigo, o la forrezaque tuviessecercadasin orden de su Capitan, o reconociendolacomo buen soldado, fuesseherido de maneraque no pudiessemas valer para servir en la guerra, no solamentesu Capitan o Rey no seria obligado a recompensarley favorecerle,por que le mancaron serviendo a su parecer,mejor que otro, mas mereceriacastigo por haver passadolas guardias.y centinelassin licencia, y por que el soldado tiene obligacion de no dexar sin orden un punto, en tales tiempos su vandera;y si una ciudad o castillo esta cercado,y dentro del oviesseotro soldado de Ia intencion del que os he dicho, y saliessede noche o de dia del castillo sin licencia, y reconociessemuy bien el assientodel campo enemigo, y trincheas,y entradasy salidas,por que es gravisimo delito salir el soldado, sin licencia, del presidio por el gran peligro que seria, si por cassolos enemigos le tomassen,por que entenderianpor el todo aquello bueno o malo que dentro tuviessen,y seria causade perdersela fuerga.Y si esossoldadosson culpados,por dexar su vandera,o presidio si¡ licencia aunquesu i¡tencion haya sido buena, son lo, no por lo que hazen, sino, por lo que dexan de hazer en lo que son obligados, que es no disponer de sus personassin licencia, y orden de sus officiales, sino estar alli esperandolo que les ordenaran". Para enfatizar las tnigicas consecuenciasque pueden seguirsede un sali¡sede la formación o de la comp¡ñía, Urrea cita el caso de Maldonado, quien estandode guarnición en Castilnovo abandonólaplaza para ir a aceptarun reto al que le habían emplazadoen Lombardia; en ausenciasuya, Castinovo se perdió; y quién sabesi, si Mldonado hubiese estadoalli, laplaza no se hubiera perdido,"pues entendemosque un solo hombre suele dar una gran victoria"; hipótesis poco probable, pero de todos modos irrefutable. Dialogo de la veradera honrra militar, que tracta como se ha.de conformar la honrra con la conscientia.Yenecia, MDLXVI, fol. 57r58r. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 434 a los superiores, so penade que Lo quesetrajerede correríasdeberepresentarse pierdanla partequeles habíade caber,y otro los quelo encubriesen o defraudasen castigoarbitrario. tambiénal que vayaa sacomanosin orden. Castigoarbitrariocorresponderá Protecciónde la jerarquía militar El soldadoque hiriere a un oficial, especialmentea su superior "sobre la orden y serviciode su Mad.", debemorir por ello. Si el soldadotoma la espadacuandolos oficiales van a castigarlepor faltas o desórdenes,"sea castigadoarbitrariamente,conforme al lugar y la qualidad del delicto". Protección dela vidadel soldado Ninguncapitanu oficial puedeexclamar"musra"o'?natadle"contraun soldado,aunqueno sesigalo quedrjo,y por estoperderála compañíao el oficio; pero si sesiguierala muertedel soldado,"muerael officialpor ello". Protecciónde la justicia "Que ningun soldadoimpida a los ministrosde justicia el exercitarsusofficios, so penade la vida". Protecciónde la sezuridaddel eiército Ningún soldadoni otra personaplaticarácon el enemigo,especialmente en secreto,so penade la vida. El que supiereque otro sirve de espíay no lo descubre, incurreen la misma penadel principal, estoes,de la vida. No debehaberjuntas secretasni corrillos públicos, porque en ellos se fabrican los motines, "y se tratta por coniecturasde quanto passoen los consejossecretos,de que procedeavisar a los enernigosp¿ra que se aperciban" La aplicación de la pena de muerte se hace sumariapara quien hiciere o fijare carteles,o dijere palabrasescandalosasque puedancausartumulto o motín, y quien lo Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 435 hace "muera por ello sin ser oydo". Igual castigo coresponderá a la personaque no manifieste al superior que alguno ha escrito o fijado cartelescon palabrassediciosas. Un soldadodeberáperder la vida si deja la centinela;y si se apartadel lugar donde le hayan puesto sus oficiales, o si se sentase,se someteráal castigo que le den los oficiales infraganti. Si se hallare durmiendo, puede ser castigadocon pena de vida. El soldadodebe acudir cuando"se requiriere presto resistencia"por lo menos con las armasofensivas,si no puedellevar consigo las defensivas,e infragantilos ofi ciales puedecastigarle. Ningún soldadoprovocaráal enernigo,rú atacaráescaramuza,sin orden del que se la puededar, so penade la vida. Protecciónde la hacienda Que ninguno compre vituallas fuera de laplaza señaladapara ello; y si lo hiciere,se le aplicarácastigoarbitrario. Protecciónde la salud Castigo arbitrario corrsponderáa los que arrojen cosasdentro de los cuarteles,o lo hagan en parte donde la putrefaccióny el mal olor puedancorromper el aire; si el casolo requiere,el castigopuedeextendersea la vida. Delitos por siruaciónde sitio o asedio Algunos delitos estantipificadospor su relacióncon la guera de sitio, sin dejar por ello de estarlopor cualquierotro aspectodoloso. Así, el soldadoque fuerzaa mujer, "especialmenteen pueblostendidoso tomadospor asalto", perderála vida, ya que "en tales partesla fuerga es major"; el forzamiento de las mujeres "siernpre se ha de tener por fuerga,aunqueparezcaque espontaneamente venganen lo que se les ruega. So penade la vida, "que ningun soldadomatemuger,niño, viejo ni persona inhabil, aunqueseaen la furia del vencer". Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Volver al índice/Tornar a l'índex 436 Sin mencionar castigo específico,el bando prohibe las juntas secretasy corrillos públicos enraz6n de que "desanimana los que tienen cargosde defenderfortalezas, porque los tales corrillos suelenprocederde flaquezade los que los hazen". Ningún soldadopodrá salir a reconocercampo o fortaleza,ni a otra cosa,"sin orden del que se la pudiere dar, so pena de la vida". Destacauna disposición por su fuerza de obligar cuandola reputacióndel rey estáen juego. Así, "porque en rindiendosea pacto o concierto qualquieraplaqq ciudad, villa, castillo o fuerte, estaso la protección de la MagestadReal y de su Capitán general, ningun soldadoentre a saquear,ni a tomar cosaalguna sin orden, so pena de la üda, ny se llegue a sus fosos o muros, porque no seacausade desorden,so pena de castigo arbitrario, que si el casolo requiere,se estiendaa la üda". Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 437 APENDICEVI LA ORDENANZADE FARNESIO Alejandro Farnesio,duque de Parma,gobernadory capitan generalde los Países Bajos, promulgó en mayo de 1587 dos decretos,uno que se ha dado en llamar "la gran Ordenanzade Farnesio", en que se instituye la figura del auditor generaldel ejercito, y el edicto instituyendo el oficio de preboste.El primero es un documentode importancia excepcionalpara la historia de la justicia milita¡, que pareceno ha sido suficientemente valorado, entre otras cosaspor el insuficiente desarrollo de la historiografia de la justicia militarl'''. Ambos decretosfueron publicados con siete días de diferencia; el primero tiene fechadel l5 de mayo de 1587.Farnesiodeclaratl32que lo publica "no aviendo visto hasta agorainstrucion ni ordenanganinguna de lo que toca al cargo de los Auditoresen un exsrcito". El edicto del prebostelleva fechade 22 de-uyott". Lu "gran Ordenanzade Farnesiocontieneun preárnbuloy 39 artículos (orduranza señalada como I; los artículos,indicadospor numerales).El edicto del Prebosteconstade 19 artículos(edicto señaladocomo II; artículosindicadospor numerales) "3'J. Moreno Casadoha señaladola escasaatención que los historiadoresdel derecho españolhan prestadoal derechomilitar. Este autor señala"la personalidady relevancianotorias que, en alguna faceta, tiene el Derecho militar; en el Derecho penal más acusadamenteque en ninguna otra". MORENO CASADO. Las ordenanzasde Alejandro Farnesio, de 1587. "Anuario de historia del Derecho españoI". Madrid l96l, pp. 431-458.Uno de los historiadoresdel derechofue, en la segundaparte del siglo XIX, el penalistay auditor militar Román Riaza, quien era de la opinión de la existencia de un derechopenal castrensecomo ftlma especial,de tipo profesional, del derecho penal común. Así: "El derecho penal miliur forma entre estosderechospenalesprofesionalesque pudiéramos llamar el grupo más importante y desarrollado.Si. como queda señalado,la importancia de las transgresionesy el desarrollo de los preceptosque las dehnen y castiganse mide por el interés social que el ejercicio de cada profesión encierra, seguramenteno habrá ninguna que excedaal de la milita¡". Este breve texto pertenecea r¡na nota enviada por Riaza al profesor JIMENEZ DE ASUA, y que éstepublicó debidamenteatribuida a su autor en Tratadode DerechoPenal, t. Il. BuenosAi¡es, 1950,p. 1107. 'll'En efecto,el texto del bando o proclamaque lo da a conoceres introducido por estepronunciamiento:"L El duque de Parmay Plasencia.Siendorazón que todos los que tienencargos,para que los administrenbien, entiendanlo que dellos dependey lo que les toca"no aviendovisto hastaagorainstnrcion ni ordenanga ninguna de lo que toca al cargo de los Auditores de un exercito,nos ha parecidohazer la presentecon r¡na declaracion de la juridicion militar, para remediar algunos abusosy que sepanahora y siernpre lo que han de hazer..." La lecturay transcripciónde estaordenanzay la de los prebostesla hacemosa partir de la transcripciónhechapor J. MORENO CASADO desdeuna obra titulada Sumade todas las leyespenales, canonicas, civiles y destosRqvnos,de mucha utilidad, y provecho, no solo para los naturales dellos, pero para todos en general. Primera y segundaparte. Autor Francisco de la Pradilla Barnuevo, doctor en Leyesy Abogado. Y el Licenciado D. francisco de la Baneda, Alcalde de Algadas, de la ciudad de Toledo. Adícionó las nuevasPrematicas, Leyesy Penas Milítares. Dispuesto todo por Andres de Canasquilla. Dirigido al Licenciado Don Diego de Conal y Arellano, del Consejo de su Magestad en el Suprerno de Castílla. Madrid 1 6 2 1p, p . 1 2 4 - 1 3 8 . t'33 Ordenanzasy edicto del preboste,editadospor MORENO CASADO. Las ordenanzasde Alejandro Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 438 LA ORDENANZA Y EL OFICIO DE AUDITOR El edicto o decretode la ordenanzavaprecedidopor el texto del pregón en que se anunció, en que se hace "declaración" de la jurisdicción militar y sobrela "calidad del oficio de auditor general"ll3a.El razonamientopara determinarla necesidadde la jurisdicción militar, que seráejercida en nombre del capitan generalpor el auditor general,se halla en el artículo 23 del edicto. Sejustifica la jurisdiccion militar por la necesidadde que los soldadosvayan de una proüncia a otra sujetosa un¿lsmismas leyestl35,por esto se han promulgado las leyes del ejército. El soldado estásujeto a la ley que el ejército porta consigo. Creemosque en esto consisteesencialmenteel "privilegio militar". Sobreel auditor generaldescargael capitan generaltodos los negociosy casos de justicia; los juzga y determinaen su lugar; ejerce,pues, la jurisdicción en nombre del capitángeneral.Ninguno podrá tener más autoridadque el auditor en cosasde justiciar136, sino el maestrede campogeneral;para ello el capitangeneral da al auditor general"todo el poder y autoridad que tenemosde su Magestaden las cosasde justicia" (l.l ). Los puntosy artículosdadospor la orde¡ranza tienen fuerzade ley "per modum provisionis facta, que de parte de su Magestado nuestraotro se ordene" (1.39). El artículodos circunscribela jurisdicción militar: se extiendea "todos los casos, querellas,delitos y maleficiosque acontecierenentresoldadosy gentede guerra";en Farnesio,de 1587. "Anuario de historiadel DerechoespañoI".Madrid 1961,pp.43 1458. ll3a En efecto, la parte introductoria de la ordenanzaprecisa que "no aviendo visto hasta agora instrucion ni ordenanganinguna delo que toca al cargo de los Auditores de un exercito, nos parecido hazer la presente(ordenanza) con una declaracion de la juridicion militar". "" "potqu" los soldadosque estandebaxo de sus vanderasa qualquieraparte que vay¿rnhan de ser siempre las mismas leyes, costumbresy privilegios, gue no es razón que por andar de una provincia o tierra a offa ayan de mudar a cada paso leyes ni de costumbres,ni tampoco conviene a la autoridad de Ia disciplina militar que los soldadosestensugetosa las leyes y costumbresde la provincia en que hazen la guerra"(1.23). "'u Este artículo, el primero de la declaración,aunquedetermina que nadie tendrá más autoridad que el auditor general"en las cosasde la justicia", no eleva estapreeminenciasobre el maestrede campo general"en quanto dependierede su cargo". Textualmente, esteprimer artículo dice: "El autoridad y calidad del of;cio de Auditor general.- El oficio de Auditor general es muy preeminentey de mucha importancia, porque <es> la personasobre quien el Capitan general descargatodos los negocios y casos de justicia, que el propio avia de juzgar y determinar, y ansi se puede dezir que tiene el exercicio de la juridicion del Capitan general,y por tanto queremosy es nuestravoluntad que ninguna personade qualquier condicion o calidad que sea desteexercito, fuera del Maestre de Campo general, en quanto dependierede su cargo, tenga tanta autoridad en las cosasde justicia quanta el Auditor general y que en todo lo que ordenare,concernientea su oficio, ninguno le contradiga, sino que le den assistenciay favor, so pena de la desgraciadel Rey mi señor por lo qual lo avemosdado y.lamos todo el poder y autoridad que tenemosde su Magestad en las cosasde justicia". Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 439 esaesferano puedeninten¡enir otrosjueces y justicias, ni consejos,porque ello sería "contra razóny contra leyes y privilegios militares". En eseámbito, correspondeal auditor mantenerla autoridad,jurisdiccion y disciplina militar (I.2.). Se estableceel principio de publicidad de los bandosen que se estatuyenpenas, los cualesdebenser puestosin scriptis, y firmados por los maestresde campo o gobernadores,dando fe de su publicación los escribanosdel auditor, asentiindolosen sus registroscon dia, mes y año, y permitir así que no se ejecutenpenassin el jücio y conocimiento de los auditores(I.36). La propia ordenanzase da a conocerpor pregón público, a toque de cometa, en la corte del capitan generaly en los cuartelesdel ejército (r.3e). Quedanal exterior de estajurisdicción las causasde accionesreales,hipotecarias y de sucesiónde bienesraícesy patrimoniales,sujetasa la jurisdicción común y los edictos del emperador,pero sin derogaren nadalos privilegios militares (I.3). Los casos sucedidosantesquedanexcluídos del fuero militar. El auditor generalconocey determinalos casosde todas las personasde cualquier nación que formen parte del ejército,independientemente de si son de a caballo,o estánen campañao presidio(I.5). El auditor generalpuedeprocedere informarse ex officio entre cualquier gente o nacionesdel ejército(I.6). El capitan generalrecuerdaque las causasque importaren pena de vida, y particularmentelos crímenesde lesamajestad,rendiciónde plazasy otros semejantes, le estánreservados,pero juzgar de ellos correspondeal auditor general,'! a ningun otro". No obstante,el auditor generalno resolverásobrenada de esto sin comunicarlo con el capitángeneral,y en otros casosde mayor cuantíalo hará con el maestrede campo general(1.7). La justicia impartidapor el auditorgeneraly los otros auditoresQtarticulares, estoes.de las unidadeso plazas)se ejecutabrevernente.Los casosque no admiten dilación, como desórdeneso motines,permitiránhacerjusticia por el principal ministro de guerrao cualquierauditorque se hallasepresente(I.8). En los desórdenesen que intervienen soldadosde diferentesregimientos,el auditor presenteprenderáa todos, remitiendoa cadauno a su propia unidad (I.28). Los casosrepentinosintroducenuna excepcióna la reservahechaanteriormente,en favor del capitan generalsi significan pena de vida, aunquelos auditoresy los que estuvierena cargo de la gentetienen su permiso para dar pena de muerte a los que hicieren desórdenesy lo merecieren;de esta inclusión por causarepentinaquedanexentaslas personasde calidad, de cuyos casosse Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 440 ha de dar parte al capitán generalll3T;tampoco se podrá aplicar la pena de muerte en casosen que el maestrede campo y el auditor no estuüesende acuerdo(I.9). Los auditoresjueces militares han de proceder"breve y sumariamente",sin dilación, pues hacerlo de otro modo "no conviene a la soldadescay milicia" (1.22).Las sentencias civiles sobrebienes se ejecutarana petición de parte tan pronto como se produzca su (I.23). traslado auténticoal prebostegeneral,capitanesde camparlay barracheleslt3E El derechode gracia, así como los de concedersalvoconducto,perdón y remisión estánreservadosal capitan general,quien los ejercerádespuésde haber tenido relación del auditor general,quedandolos dernasexcluídos de estederecho,"so pena de nulidad y desgraciadel Rey mi señor"(I.10). Quedareguladala atribución de competenciasjurisdiccionales en razón del lugar: todos los otros pleitos (los que no impliquen pena de üda ni lesa majestad) quedanatribuídos a los jueces naturales:así, aquellosen que se ven envueltaspersonas de un mismo regimiento, tercio o presidio, tocan a sus auditoresy jueces particulares; entre personasde distintos regimientos,tercios o presidios en caus¿lsciviles, el actor seguiráel fuero y audienciadel reo, y la parte que se considereagraviadatendrá su recursoal auditor general.En casoscriminales entre personasde distinto regimiento, tercio o presidio,los auditoresy juecesparticularesenviaránal presocon las informaciones(diligencias) a su juez, pero en casosde honra se remitirá el recursoal maestrede campogeneraly al auditor general(I.l l). Del mismo modo que el auditor generaldeberernitirse en algunos casosal capitángeneralcomo supremomagistradojudicial, así debenhacerlo en sus jurisdiccioneslos auditoresparticularesen relacióncon los jefes de regimiento,tercio, gobernadores de presidiosy generalde la caballería,ya que no tienenlos auditores particulares'Jurisdicciónseparadaunos de otros sino conjunta" con éstosúltimos. Pero "" Po, ejemplo, con ocasión del sitio de Amiens fueron capturadosnumerososnobles franceses,que quedarona disposición del conde de Fuentes,quien los envió a Amberes; tres de ellos, Aracourt, Griboval y Rinseval, dieron cuarentamil ducados;el Almirante de Francia podría haber valido doscientosmil, pero desaforn¡nadamentefue muerto de un pistolet^zo por orden del comisario general Contreras,quien de ese modo puso fin a la pelea por la personadel almirante entre dos españoles,alegandoel comisario que el hacerlo se debió a que la acción de guerra no había terminado, y por tanto no podían sus hombres pÍtr'¿lrse a recoger botín ni prisioneros para el rescate.Carlos Coloma presr¡memás bien que Contreras actuó así por envidia de una tan rica presa.En COLOMA, Las guerras de los Estados-Bajos,Biblioteca de Autores Españoles,tomo segundo.Madrid 1853,p. ll4 y 116. t'" "Ofi.io ¡urídico-milit¿r en el siglo XVI, cuyo nombre italiano (seg. Dicc. Acad, I ) significaba capitríur de alguaciles,alguacil mayor del campo o ejército (Alrnirante). El Diccionario de la lengua española,de la Real Academia, 18"de. 1956,sólo da la significación,como término anticuado,de'jefe de los alguaciles', y lo deriva'del ant. Fr. barigel, y éste del germ.Barigildus, jefe". Del glosario de MORENO CASADO que acompañaa su edición de los edictosde Farnesio.Op. cit. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 441 su jurisdicción estálimitada a casoscriminales que no suponganla vida u honra de capitán, alferezo personaprincipal, y a los casosciviles que no superenlos treinta escudos;en casocontrario (honra, pena de vida y más de treinta escudos)los casos seránremitidos al capitan general,quien por mano del auditor generalenviará la sentenciadefinitiva que deberánpronunciar los auditoresparticularesdebajo de sus nombres.También se establecenlos procedimientosde registro y refrendo de las sentencias(I. l2). Se concedea los auditoresla facultad de intervenir en lugar de los jefes militares en casode flagrante delito, cuando en alojamiento,presidio o en marcha del tercio estuvierenausentesel maestrede campo o el gobernador;así, podrá el auditor prendera los delincuentessin necesidadde diferirlo hastacomunciarlo al maestrede campo o gobernador(1.l3). La jurisdicción sobre el lugar determinatambién la jurisdicción sobrelas personas.Así, soldadosde diferentesnacionessübditosde su majestadque estuviesen destacadosen los presidios,apartadosde sus coronelesy regimientos, caentambién bajo lajurisdicción de los gobernadores y auditores,aunquese les concedeel derechoa que asistanal exameny definición de los procesossuscapitanesy oficialesmayores 0.l4). Se admiteuna descentralización de la administraciónde justicia por razónde nacionalidad,pero conservandola unidad jurisdiccional y la magistraturasupremadel capitán general:así, para evitar que se produzcan"muchas desórdenesy faltas en la administraciónde la justicia", a causade la pretensiónde los coronelesde nación alemanade tenerjurisdicción civil y criminal, privativa y absoluta,sobresoldados, oficiales,etc. de susregimientos,y sobrevivanderos,carniceros,mozos,etc.,estoes, tambiensobreciviles, el capitángeneraladmiteque los coronelesalernanestenganen campañao en presidiojurisdicción, pero el auditory el prebostepodránprenderlos delincuentes,así oficialescomo soldadosalemanes,y los entregarána sus coroneles, paraque seanéstoslos que conozcande las causas,bajo penade suspensiono privación de sus cargossi anduviesennegligentes,en cuyo casopodrán ser prendidosde nuevo los delincuentespor el preboste,para que seancastigados"de parte del capitan general". Cuando los regimientosde nación alemanaesténen presidio donde haya gobernador, pero lejos de suscoroneles,estarána la ordeny jurisdicción de aquéI,así como los vivanderos,carniceros,etc. (1.l5) Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 442 Se estableceuna protecciónjurídica contra los alernanesy a favor de los burguesesy soldadosde otra nación que tuvieren pleito con un alemán,pues si en sus regimientosno se cumple la justicia, podran los actorestomar su recurso al maestrede crrmpogeneraly auditor generaldel ejercito, ante los que deberácomparecery responderel alemálr,so pena arbitraria (I.16) No hay instancia superior a la que apelarpor encima del auditor general,porque en las cosasdejusticia representaal capitan general; a éstesólo se podrá acudir por causadejusticia por vía de suplicación(I.17). Las presasy botines se han de presentaral maestrede campo, y ser declaradas buenaspor el auditor general.Este llevará la ügésima parte de los botines y presasque se den por buenossin pleito, y la décimaen los que se den con é1.Se excluyede este que necesitanla licencia del capitán general,"por ser arreglo el rescatede las person¿rs, cosade mucha importancia y consequenciay que dependede nuestraautoridad"; por tanto,sólo el auditor generalpodrá entenderen los pleitos sobredichospresos(I.21). En casosde crimen y delito grave se podrá procedercontra los delincuentes escondidos(latitantes),ausenteso fugados0.25). La jurisdicción del auditor generalse extiendetambién a las diferencias,causas y casosde la corte (casadel capitangeneral,comitiva de los jefes y oficiales,criados, etc.)rr3e, en tanto no haya en ella un alcaldede corte (1.27). Los burguesesy personasde la corte delincuentespuedenser prendidos tanto por los auditorescomo por los ministrosde justicia de la tierra,pero deberánser entregadosa susjuecescompetentes;estoes,el soldadoo personade la corteprendido "'n Los oficialesque se desplazabancon el ejército llevabanconsigocriados,si se lo permitíansus recursos.FranciscoManuel de Melo, por ejemplo,oficial hispano-portugués en Flandes,teníacinco, y hubiera podido llevar ocho si tuviese el dinero. "Gran cantidad de segundones,e incluso de primogénitos, acudian al ejército con sus pequeñascortes; los veteranosmarchabana veces con sus mujeres". En algún lugar de Italia un capitan ocupó todo un pueblo p¿ra su corte: "De aquí que al preguntarsequién paraba alli se respondieseque 'estabaalojadoel capitancon su corte"'. JoaquínRODRIGUEZ ARZVA, prólogo a la edición de Espejoy disciplina militar, de FranciscoVALDÉS. Madrid 1944.p. I l. Esta relajación de los usos militares era particularmentegrave en los PaísesBajos, con consecuencias indeseablessobre la operatividad del ejército y la lealtad de la población. Así lo señalaronlas Ordenanzas de Felipe IV, de 1632:"De averserelaxadoen mis Exercitosla buenay loable costumbreque solia aver, de que los Soldadosviviessen en camaradas,se han seguido generalmenteinconvenientesde gran consideración,y que necessitande remedio, en particular en los PaysesBaxos, donde el excessoen las comidas es mucho, y por esterespectose multiplica el vagaje en los Exercitos, estorvandolas facciones importantes,que con menos embaragosovagaje fueran practicables,sustentandolos que debrian dar exemplo a muchos holgaganes,que solo sirven de entretenerlos chismes,parcialidadesy desassossiegos, pretendiendoy obteniendopor favor las Compañiasy cargos que vacan, a los ojos de los que sirven con mayor trabajo, necessidady meritos, siguiendosede la superfluidad y necessidaden que ponen estos gastos,excessosde mucha consideracion,perjudiciales a las Provincias donde se alojan, o campeanlos Exercitos, destruyendolasa titulo de salvaguardias,y haziendolosaborreciblesen ellac". Ordenanzasde Felipe IV, de I632. 42. Un ejemplaren la Biblioteca Nacional de Madrid, R 35552 Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón , 443 porjuez de la tierra seráentregadoal auditor general,y el burguésprendido por el prebostegeneralal juez de la tierra (I.28). El mismo criterio de separaciónde jurisdicciones se prevé para los casosen que se hallen implicados soldadoso person¿rs de la corte, de un lado, y los del país por otro; tanto los auditorescomo los jueces de la tierra podrán prenderlosindistintamente,pero les formar¿inprocesojuntamente, aunque la sentenciase dará por el juez del preso (I.29). La jurisdicción militar se extiendea los ciüles (burguesesy villanos), cuando el ejército se halle en campañao en guarnición o presidio, por delitos de taición o caso atroz contra el servicio de su majestado la seguridadde su milicia; tales delincuentes podran ser prendidos,sentenciadosy castigadospor los maesüesde campo, gobernadoresy auditores,a no ser que fuesenrequeridospor la justicia ordinaria, en cuyo casoavisara¡ral capitan generalantesde entregarlos,ptr& ordenarlo que convenga (1.30).Pero como norrna general,los ministros de la guerra no podrán prender burgueses,ni los juecesde la tierra soldados(I.29). La ordenanzadota también al auditor particular de un estatutopropio. En efecto, ni los maestresde campo o gobernadores,ni otras personas,tendránjurisdicción alguna sobrelos auditores,ni podran prenderlosni procedercontra ellos sin dar cuentaprimero al capitángeneraly recibir orden para ello, "porque es nuestravoluntad que como ministrosde justicia no tenganotro superiorque a nos y al Auditor general"(I.31). Todos deberántener consideracióncon la dignidad del cargo de auditor, por lo que se les acomodarálo más cercaposibledel maesEede campo(I.32). Se da protecciónpor vía dejusticia a la vida y la integridadfisica de los soldados,pueslos ministrosy oficialesno podránquitárselani "mancarles"(cortarles) susmiembros,debiendomoderarsuscastigos,no imponiéndolospor causaparticular alguna,so penade procedersecontraellos (1.33).La proteccióncontrala detención arbitraria,por causao interésparticular,se refuerzacon la obligaciónque se impone a todos de que tan pronto se prendaa un soldadou otra persona,los capitanes,sargentos mayores,barrecheles,etc., deber¿lninformar de ello a los auditores,fuere por causa grave o leve, del mismo modo que tampoco seránsueltossin intervención de los maestresde campoo auditores(1.34). Otro artículose ocupade las penasde los soldadosque se pasande unas compañíasa otras sin orden, que puedenser de muerte o arbitraria, y de la prohibición de que los capitanesde éstaslos admitan,los cualespuedenser sancionadoscon multas Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 444 de veinticino escudosde oro (I.35). Se estableceigualmente lo que se ha de hacer con los bienes de los soldadosque mueren sin testamento(I.37 y 38). EL OFICIO DE PREBOSTE Farnesioestatuyólos artículos que normabanel oficio de preboste,"par&mayor claridad de las instrucionesviejas que ay del dicho oficio". Los capítulos del edicto tendrán fuerza deley per modumprovisíonís factahasta que se dispongaotra cosa ((II.19). El prebostegenerales el ejecutor de los bandosy órdenesdel capitan generaly de las constitucionesmilitares, así como de las sentenciasy decretosdel auditor general (II. 1) 1140. El prebostese ocuparáde que el asentamientoy levantamientodel campo se haga en buen orden (II.3). Cuando el campo estéasentadosaldráa prender a los que se hallaren desmandadoso cometierenotros actosde indisciplina (II.a); todos los prebostes,capitanesde campañao barrachelesacomparlaranal prebostegeneralcada vez que ésteasí lo requiera (II. 5). Podrá el prebostegeneralincluso ejecutarpena de vida u otra corporal con todos los que cometandelito flagrante contonplado por bando u orden(11.6). Perseguiráy prenderáa todos los que cometierenotros delitos, incluídos los alemanes,a los que deberáentregara sus coroneleso mariscal de campo de su nación, debiendoasegurarsede que seancastigadosde acuerdocon sus norrnas,y si éstosno lo hicieren, los prebostesavisaránde ello al capitín generalo al maestrede campo general (11.7).Los prebostesparticulares,capitanesde campañay barrachelesparticulares podrán prender al hallado en flagrante delito, pero no podran ejecutarpena de muerte u otra corporalsin ordeny decretode justicia (II. 8). Deberándar cuentaal auditor generalo a los particularesde los que prendierenen el plazo de veinticuatro horas, aportandotestigos,sin poder soltarlossin decretodel juez, so penaarbitraria(II.9). Los presosno podránserdesvalijadosni despojados,debiéndosehacerinventariode sus cosas(ll.l0). Se harálo mismo con lo que se hallareque habíasido robado,pfra que sea restituidopor el juez (II.l l). Pararecibir y cobrarlos derechosdel oficio se procederá (II.12). El prebostese ocuparáde que las segúnlo que antiguamentese acostumbraba tasasfijadas para las mercancías,víveres y municiones (alimentos)por el capitán llo0Francisco Lanario dice que el preboste,"como pie y ojo de lajusticia, ha de encontrarseen todas partes,observandotodas las faltas y encarcelandolos delincuentes".LANARIO. I trattati del Principe e della Guerra. Libro segundo.Nápoles, MDC)O(VI, p. 91. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Volver al índice/Tornar a l'índex 445 generaly maestresde campo generalse observen(II.13). Se ocuparádel cumplimiento de los bandos,buenapolicía y disciplina del ejercito, así como del añage,medida y peso de víveres y municiones ((II.14). Se encargarántodos los prebostesde que se recojan y entierrenlejos de los cuarteleslos cuerposmuertos, carroñase inmundicias (II.15). Ni el prebostegeneralni los demásministros de justicia podran hacer composicionescon las parteso delincuentes,sino lo que por decretodel juez fuere dispuesto(II.16). El edicto dota al prebostegeneralde una fuetza de hombres a caballo y alabarderos,que estariin exentosde otros servicios de armasque no seanlos del cargo del preboste,aunque quedansujetosa la muestra;el maestrede campo le dará de socorro la gente que el prebostenecesite(II. I 8). Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 446 APENDICE VII LAS ORDENANZAS DEL PRINCIPE DE ORANGE El 13 de agostode 1590, esto es, tres arlosdespuésde que Alejandro Farnesio promulgasesu ordenanza,promulgó la suya su enemigoprincipal, el príncipe de Orange. Se trata de un instrumentojurídico distinto al de Famesio; podríamos considerarloun bando penal militar; de hecho declaraordenarla disciplina militarrr4r. A diferencia de la situación en el ejército enonigo, esto es, el real de España,el de Orange es un ordenamientototalmenteex novo, promulgado por los líderespolíticos de la república proclamadarecientementecomo Provincias Unidas. Las gentesde guerra estabanobligadasa jurarlaslro2.Enelcontextopolítico real de las Proüncias Unidas,las ordenanzasde Orangereflejan la voluntad de éstede domina¡ enteramenteel ejercito, a lavez que expresael acatamientoincondicional al ente que ha puesto eseinstrumento en sus manos,los EstadosGenerales,los cualesle dan la confianzaen tanto mantenga bajo ferrea disciplina a unos contingenteshumanosque de otro modo perturbaríanel orden interno; las ordenanzasrecogenademásla voluntad de Orangede administrar escrupulosamentelos recursospuestosen susmanos,para no incurrir en la desaprobación de los EstadosGenerales. Constade un preámbulo y 82 artículos. El preámbulo declaraque, como la experienciamuestratodos los días, las gentesde guerra cometendesórdenescon el pretexto de que no existe ninguna ordenanzani reglamentopromulgado y publicado. La ordenanzaes un listado lineal de delitos tipificadosy las penasque les corresponden. Ni en el preár'nbuloni en los primeros artículos remite la ordenanzaa los fines de la justicia, que no es mencionada;en esto difiere vivamente de la ordenaruade Farnesio, que sí lo hace,remitiendoa la justicia del rey. En el articuladode la de Orangeno hay "o' Editada en holandésy francés,y recogida en el Recueil des ordonnancesmilitaires de Sa Majesté Britanninque pour le reglement des troupes qui son au serttice de Leurs Hautes PuissancesNos Seigneurs les Etats Générauxdes Provinces-Unies des PatsBas. Suivant la Copie de Jagues Scheltus,Imprimeur Ordinaire de Sa Mjesté Britanninque. LaHaya, 1701. Contiene la ordenanzadeclaradade las fuerzas británicas, otras de los príncipes de Holanda del siglo XVII, y la de Guillermo de Orange, de 1590. Sólo nos ocuparemosde éstaúltima, que en holandésse tittlJaArticul-brief ofie Ordonnantie op de discipline Militaire. Gedaenendegearresteert den 13 Augusti 1590,y en francés se titula Ordonnance qui concerne la Discipline Militaire. Feaute et anétée le I3. du mois d'Aoút,1590. Hemos seguido la versión francesa. ll42 Fueron ordenadas,concluídasy promulgadaspor los estadosgeneralesde las Provincias Unidas de Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 447 lugar para las garantíasprocesales,ni para reglar los procedimientosde aprehensiónde los delincuentes,juicio y ejecución de las sentencias.Por otra psrte, la ordenanzano equivale a todo el ordenamientomilitar vigente: remite, en los casosno contemplados en ella, a los bandos,reglamentosy costumbresmilitares (LXXXI), sin más especificación.La justicia que se aplica es acusadamentesumaria,y no se indica la existenciade vías de recurso.No se identifican órganosjudiciales específicos;todo el poderjurisdiccional, incluso en lo que afect¿a la vid4 estáen manos de jefes militares de alto y bajo rango. Por todo esto creemosque la ordenanzade Guillermo de Orange de 1590muestrarasgosnotorios de ser, por un lado, un ordenamientopara la guerra total, controladopor los mandosmilitares operativosa su arbitrio, y, por otro, un instrumento de coacciónen manos de un estamentopolítico revolucionario (los Estados Generalesy su consejode Estado). Siendo esto así, como sreemosque es, se trataríade juridificantes (o si se prefiere, pseudouna muestramás de las consecuencias juridificantes, cosaque no es nuesfo propósito discutir ni medir con exactitud) del estadode necesidadpropio de la guerra,y ademásuna guerra revolucionaria. En su desarrollopresentauna serie de bienesa protegermediantela disciplina militar: la santidadde Dios, el buen nombrey derechosde las ProvinciasUnidasy sus agentesprincipales,la vida y bienesde los inocentes,y, de un modo atenuado,la vida de los prisionerosy oficiales.Todo ello se aseguramedianteun régimendisciplinarioy penal severísimo,que recaeprincipalmente sobrelos soldados.Examinarernosla ordenanzasegúnla calidady valoraciónde los bienesprotegidos. l. La santidadde Dios El primer artículo de la ordenanzaestáconsagradoa protegerla santidadde Dios contralos que toman su nombreen vano y blasfernan(tresgradosprogresivosde pena: multa y prisión, castigocorporal,destierromis nud en chemise).El artículo segundo extiendeestaproteccióna la palabrade Dios y a susministros. los PaísesBajos, en consultacon el consejode Estado.Preámbulo. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 448 2. Personasy bienes de los inocentes El siguiente artículo (III) abre la lista de los que serancastigadoscon la pena de muerte, incluyendo entre los primeros meurtresvolontaires, viols, adultéres, incendies, larcins, brigandages,violences,faussetez,et semblablescrimes et delits publics, et ceux quí sont contre nature; el que salgaa pillar y a cometer extorsionesy robos, será colgado y estangulado(XLf. Seránrigurosamenteazotadosy desterradoslos que insulten, golpeen,amenacen,etc. a üudas, muchachas,niños (IV). Los abusos,pillaje o la coacciónpor dinero contra los habitantesde las Provincias Unidas y sus aliados serán castigadoscon la pena de muerte (XIV); 3.- El buen nombre y derechosde los EstadosGeneralesy susmagistrados Gozande la máxima protección mediantela aplicación de sancionesmáximas (pena de muerte): hacer empresao conspiracióncontra los EstadosGenerales, gobernadores, capitanes,etc. (V); los que conociendoesoshechosno los denuncien (VI). Otro artículoda amplísimaproteccióncontrala maledicencia,burla o ultraje de palabraa los EstadosGeneraleso particulares,el consejode Estadoy susmagistrados: quien los cometaserapuni de mort sansaucunemisericorde(IX). La traición pasándoseal enemigose castigacon la muerte(LV). Los prisionerosde calidad capturadospor los soldadosseránpuestosa disposiciónde los EstadosGeneraleso del consejode Estado,y suscaptoresrecibiránuna recompensahonorable(LX). Se castiga como a ladrón al soldadoque tome ganadoen las tierrasde las ProvinciasUnidas (XXIII), 4.- Los bienesmateriales Penade horca para los que dañenlos víveres y otras cosasdestinadasal ejército, guarniciones,ciudades,plazas,etc. (XIX). 5.- La disciplinamilitar Los que inciten al motín o haganasambleailícita (VIf; los que se hallen o inciten a asistira esasasambleas(VIil); el que causealteracióno hagadiscurso Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón . 449 sediciosoporque la paga no le ha llegado (XXXVID , pena de muerte en todos los casos.Penade muerte también para los que hablen con propósitos de sedición,motín, rebelión, o por callarselas intencionesde otros, así como informar a los soldadosde las palabrassediciosasde otros (X y XI); pena de la üda para los soldadosy aún capitanes que hagan asambleasin permiso de sus superiores,y para los que esténpresentes (XXXV); el que grite "al dinero" (críer a I'argent) en presenciadel enemigo o en camino a una empresa,pena de la vida (nOffI); el que metido en una pelea llame en su ayuda a los de su nación, será"colgado y estrangulado"(X)O([X). Bajo pena de la vida se castigael cambio de compañíasin autorización,o ausentarsesin pasaporteo permiso del capitan,y el tomar el capitan al soldadode otra compañíaque no tenga permiso (XVI y XVI). Se prohibe alejarsedel cuartel de su bandera,o de la guarnición, más allá del alcancedel cañón sin permiso del capitan, so pena de la vida (XXI); lo mismo, sin remisión, para el que abandonayendo o viniendo de campañasu banderao estandarte(XXIV); pena de la vida para los capitanes,tenientesy alferecesque se ausentande las plazaso ciudadespor ir a por suspagaso a cosasparticularessin permisode su comandante(XXXUII). 6. La sezuridadcolectiva Todos los delitos relacionadoscon la guardia y centinelacaeninexorablemente bajo penade muerte:al que descuidesu guardiau otra ordenque se le haya dado (XXVI), al centinelaque se duerme(sansaucune misericorde,XXYll), al que abandonael cuerpode guardiasin esperaral relevo (sansaucunemisericorde,XYlil); al que se ausentadel cuerpo de guardia más de dos horasdurante el día, o cualquier momentoen la noche(XXX); al que da a conocerla orden(consigna)al enernigoo a otro, o la cambia,penade muerte(XXIX). El cabou otro comandantede la guardiaque dé permisoa dos soldadosparasalir a pelear,penade muerte(sansaucuneremissíon XLIII). Entrary salir espadaen mano del campo,cuartel,ciudado plaza dondeel soldadose halle de guarnición sin permiso de sus superiores,pena de muerte (XXXII). Todo soldadoo comandanteque salgao entre del campo, la ciudad o fuerte por otro lugar que la puerta y camino ordinario, serácolgado y esfrangulado(XLVI). La tercera vez que el soldado de guardia no estépresto para march¿rcon los otros alaplaza de armassera passépar les armes (LVID. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 450 7.- El orden en combate El orden en cornbatese guardade modo estricto: todo soldadoque llame a otro para dar sobreel enernigosin permiso del jefe, serácastigadocon la muerte (XLII). El que no acudadiligenternente,al toque de alarma, a su banderay enseña,y el que no acuda,o corra a otro lugar sin permiso de su comandante,o llegue tarde a su enseña, serácondenadoa muerte (XLV[I). El primero que huye en el combatepodrá ser muerto libremente; y si escapa,serádeclaradoSchelm(bribón), y condenadoa muerte (sans aucuneremission,Ll). 8.- La autoridadde los jefes La desobedienciaa los comandantesse castigacon pena de muerte; de igual modo las contravencionesa las órdenesque se hayan publicado a son de trompeta y tambor (XLVII). El soldadoque tome las armascontra sus oficiales superioresserá condenadoa muerte (LXXVII). El que se enfrometaen el cometido del sargentomayor, seasoldadoo capitán, o no se contentecon la plaza o alojamiento que se le haya dado por aquél o por el furriel, o quien perturbea los otros en los suyos, serácondenadoa muerte (LVII). El capitan que altere a los soldadosde otro serácastigadocon pena de muerts (LVI). 9.- Vida v precio de la vida de prisioneros Los prisionerosy rehenesdeben ser entregados,so pena de muerte, al comandantelo más pronto posible, o antesque anochezca(LIX). Una garantíade la vida de los prisioneroscontrala arbitrariedadde los soldados se encuentraen el artículo que prohibe darlesmuerte sin el permiso del generalo del comandantede la unidad, so pena de ser desarmadoy desterradode las Provincias Unidas. Estamisma garantíase aplica al momento de fijar un rescatepor el prisionero. La puestaen libertad una vez pagadoel rescaterequiere el permiso del comandante (LXI). El que tengaun prisionero y le deje pasearsepor el campamentoo la guarnición sin permiso del comandante,lo perderási cualquier otro lo capturade nuevo (LXID. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 451 10.-Derechode botín El registro y el reparto del botin quedanaseguradospor ciertos procedimientos: se dará a conocerlo obtenido al comandanteen el plazo de tres horas despuésque hubiesellegado al campo para ser registrado(LXIII); el que venda por su cuentaparte del botín, o lo haga vender por otro, serácondenadoa muerte, afin qu'en touteschoses un bon ordre soit d'autant mieux observé,et quepersonne ne soitfrastré de son droit (LXIV). I 1.- Rectaadministraciónde la justicia Una sumariadisposición procedimentalprevé los pasospara administrar castigos o medidasdisciplinarias: cuandoel soldadohaya cometido una falta" su capitán está obligado a ponerlo a disposición del general,o del comandantedel cuartel, quienes mandaránhacer la información sobre el hecho, con los capitanes,tenientesy alfereces que se hallen presentes,quienesjuzgaran conforme a los artículos de la ordenanza (LXV)"o'. Las dos mencionesdel termino Conseilde Guene se hacenen un artículo sobreel abandonoo ausenciade un un lugar fortificado (ver más adelante)y en el artículo dedicadoa extenderla ordenanzaa los vivanderos,quienesestaránsujetosa ella, lo mismo que al consejode guerra(LXXDL*. Por lo dernás,en el texto no se determinanlas característicasdel acto de juzgar segúnla ordena¡za,ni se le da nombre, aunquepareceevidenteque se trata del consejode guerra. 12.-Inmunidadde los ministrosde lajusticia Sólo dos oficiales, apartedel general,comandante,capitán,tenientey alférez, son mencionadosen la ordenanzacomo teniendo función y fuero militar: se trata del comisariode guerraparalas revistasl'oty "l preboste.El que insulte de hechoo de "03 Lorsqu'un Soldat aura commis quelquefaute, son Capüaine sera obtigé, d peine de suspensionpour frois mois, de le mettre entre les mains du Général, ou du Commandantdu Quartier, quiferafaire Information du fait, avec les Capitaines, Lieutenants et Enseignes,qui seront presents, et ensuite en jugera avec alx conformementaux articles de cette ordonnance. t'* Toutes Vivandiersde t'Armée seront soúmis d tous lesarticles de cette ordonnance sur lespeines y contenües.aussibienau'au Conseilde Guerre.."a5 El equivalentede este oficial en el ejército español recibíaun nomb¡e parecido: comisario general. Alaba y Viamont lo describe al compararlo con su antecedenteromano: "Conqueridor era el que "sí, estavapresentea las muestrasy reseñasde los soldados.A estele respondeahora el Comissario general, a Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 4s2 a muerte(L)Oilf. La funcióndel palabraal comisariode guerraserácondenado nadie,independientemente prebosteseentiendequeesla detenciónde los delincuentes; de quiénsea,puedeoponersea queel prebostedetengauno o muchossoldados (LXXV). 13.- Otrosbienesproteeidos Otras disposicionesse ocupande delitos castigadoscon penascorporales, destierro,suspensiónde la soldada,etc. tales como hablar o comunicar con los enviados del enemigo (castigo corporal, XIII), maltratar a los huéspedes(aguay pan, degradación,expulsión del ejército, XVII|; lisiar o herir a oto (mano cortada,XVIII), comprar víveres y mercancíasantesde que seanllevadasal almacénpara ser tasadas,o pillar la bodegao tienda de un vivandero (pena corporal, )O(); simular enfermedad grave para ir en caffo (deshonray destierro,XXV); dar puñetazosy golpes a otro (el mismo castigo delantede todos, XXXIV); afrentarde palabrau obra a otro (reparación de la injuria delantede todos,e incluso el desarmey la expulsión,XLIV y XLV); abandonode la banderao estandarte(pena corporal, XLX); salirsede la fila o del lugar (agravwáel delito, LXVII); dondese le ha puesto(penacorporal,L); emborracharse negarseun capitán o soldadoa pasarrevista (degradacióny expusión, LXVIIIIIa6); suplantara otro en la revista o hacerla con caballo y atmasprestados(desarmey expulsiónde la compañía,LXIX); pasarrevista,o enrolarse,en dos compañías(pena corporal, LXX); estropear,dañar o empeñarlas armas(desnudadoy expulsadode la compañíapor seismeses,LXXI); tomar atmaspor empeño(pagaráel doble de su precio, LXXII);jugarse o deshacerse de las ¿umas,o tenerlassucias(expulsiónde la compañía,sin permisoni pasaporte,LXXIII); sustraermuniciones,víveresy armasde Ios compañeros(despojamientoy expulsiónde la compañíapor tres meses,LXXII|; dar menospagaa los soldadosde lo ordenado(degradación,LXXVII); hacerse vivandero,incluso los mismos soldados(desarme,LXXIX); dar los vivanderosvino o cervezadespuésde la puestade sol y antesdel amanecer(multa, LXXX). cuyo cargo fuera desto estáproveer de bastimentos,armas,y municiones el exercito, y dar las pags, y hazer las cuentas".ALABA Y VIAMONT. El perfecto capitan instntido en la disciplina militar, y nueva ciencia de la Artilleria. Madrid, MDXC, fol. l5lr. FrancescoFerretti d'Ancona atribuye al comisario generalun papel mas importante: ¿Éeguftuel suministro del ejército en sus hasladosy marchasy adquirir las vituallas en la provincia. FERRETTI D'ANCONA, Della asservanzqmilitare. Venecia MDLXXU, p. 47. it46 Touf Capitaine, ou Soldat, qui réfusera de passeren revúe, sera cassé. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 453 En fin, nadie podrá eximirse de sometersea la ordenanzapor no estarpresente en su publicación, y para que nadie alegueignorancia, los EstadosGeneralesordenan que los artículos seanleídos y publicados en todas partes,y los comisarioslos han de leer cadavez que haganmuestra,y tomaranjuramento a las tropas (LXXXII). LAS ORDENANZAS DE ORANGE Y LOS SITIOS En el conjunto de disposicionesde la ordenatuadel príncipe de Orange se puede haceruna selecciónde las que hacenreferenciaa aspectosjurídicosespecíficosde la guera de sitio y el correlativo derechode capitulación.Haremosuna breve descripción del contenido de los siete artículos que entendemosinciden sobreeseaspectoconcreto. El artículo XII, que se ocupa de las ciudadesbloqueadaso asediadas,deterrnina dos universosjurídicos separados:el interno de la ciudad, y el externo, donde estáel enemigo con sus aliados: no puedehaber comunicaciónalguna entre uno y otro, salvo que quien detentala supremapotestaddentro de la ciudad lo autorice expresamente;la supremapotestadreside en el gobemadoro capitan de la ciudadrraT.queda prohibido salir del c¿rmp¿rmento o plaza, o de una casafuerte, que esténasediados,sin permiso del capitáno del comandante(XXII)"48. Estaprevenciónse repitemás adelantecasi en los mismostérminos,si se salesin permisodel capitan(XL)t'on. Los EstadosGenerales extiendensu jurisdicción igualmente sobrelas plazasa las que han dado salvaguardasy otrasgarantías;entendemosque estose refierea las plazasde todo tipo que se han dado r50. en capirulación(XV)r El abandonoo ausenciade las posicionesfortificadasde combate(fuerte,brecha o trinchera)por aquéllosa quienesse han confiado,por cualquiercausaque fuere, t'o' Personre tant des villes bloquées,ou assiéges,qu'auftement, en pourra sur peine de la vie avoir correspondanceavec I'Ennemi, soit de bouche, ni par écrit, ni par aucunevoye que ce puisse étre, non plus qu'avec aucun de sesAlliez soit secretementou publiquement, qu'il n'en ait eu auparavant permission de son G'ouverneurou de son Capitaine, ou qu'il ne le leur aitfait connaítre d'abord. Il y aura aussimémeoeine Dour ceux aui aideront les dits Ennemis. our leur oréteront secours. t'o' Qricorqur,rár, p"'r-irrion de sonCapitaine,ou Commandantsortiia, soitdu camp, soitd'aucune place ou Maison-forte assiégée,sera pendu, pour quelque occasion que ce pusisse étre qu'il sorte, ou soit sorti, soit pourfounage ou autement. rr+s Qui sera trouvé dejour ou de nuit hors du Camp, ou d'une Place assiegéesanscongé de son Capitaine, sera puni de mort. "50 Personne aussi,sur peine de la vie, n'attentera, o entreprendra a chose aucune contre lespersonnes, Villes, Villages, Hameaux, Cháteaux, Ports de Mer ou autres biens, a qui les Etats Généreaux auront accordé des sauvegardesou autres suretez. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Volver al índice/Tornar a l'índex 454 por el consejo quepudiesenseraprobadas llevarápenademuerte,a no serpor r¿¡zones de guerrallsl. Contrastala durezade la anterior prescripción con la pena que correspondea quien rinde o entregauna plaza al enemigo,el cual recibirá solamentepena corporal (LIII)rls2. En esteartículo no se hacereservapara la obtención del permiso de rendición dado por el comandanteen jefe o los EstadosGenerales,lo cual hace pensarque se ha querido dar a los gobernadoresde plazasamplio margen de confr,atua,o incluso derecho a determinarpor su propio arbitrio las condicioneshonorablesy convenientesde rendición. Contrastavivamente estevacío legal con las minuciosasprescripcionesde las "constitucionesdel reino de España"(por anplear un término de Ayala), entre las que hay que incluir las previstasen el capítulo XVIII de la segundaPartida. Las prescripcionesreferentesa motines, alteraciones,etc., en campamentoo guamición tienen su trasladopara el casode una plaza asediada,donde todas las accionesque puedandebilitar la defensaseráncastigadascon la pena de muerte (sans ls3. remission,LIV)l t's' Tout Capitaine, ou Soldat, d qui I'on aura confié la défensede quelque Fort, Bréche, ou Tranchée,ne la pourra quitter de lui-méme, ni s'en absentersous de vaíru prétextes, ou pour aucunescausesque ce puisse etre, s'il n'en á ordre, ou des raisons qui puissent étre approuvé:spar le Conseil de Guerre, sur oeine de mort. \"' Dé¡"^" á qui que soitde rendre, ou de livrer d l'ennemi quelque Place, dont la garde luí aura eté confée, á peine de punition corporelle. rts3 Qui dans une Place assiegéesortirá de son Quartier pour crier qu'il lui faut payer sesgages, ou mémeen parlera, ou qui refusera de combatre, de travailler, ou de garder son poste, ou qui en dégoutera les autrespar quelque voye que ce soit, oufera quelque autre chose,par laquelle la défensede la dite Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 455 APENDICEVIII Ár-nee DESCRIBE trN sITIo Diego de Alaba y Viamont haceun minucioso examende los procedimientos que un capitán,buen profesional, ha de aplicar cuandopone sitio a una plaza.No todos esosprocedimientosson estrictamentemilitaresl l5a: "consideraráel Capitan antesde poner cerco el socorro que a los enemigosles puedevenir y el remedio de que podrá usar para prohibir el passo". Habrá de tener el dibujo o planta del lugar, estudiarápor dónde puede ser batido con más facilidad, si el terreno es apto para minas y otros artificios de fuego, tratará de sabercuántossoldadosy naturalesestána la defensa,qué capitaneslos gobiernan:tentarácon alguna piezade artillería los sitios flacos y fuertesaptospara batería,y de acuerdocon lo que vea plantarála artillería, y llevará el ejército a un lugar resguardado,que pueda ser fonificado, y que tengaabundanciade agua... Pero sobretodo ha de mostrar gran capacidadde información sobrelas gentes del lugar cercado:si hay pazy conformidadentreellos, si procedencon cuidadoen las guardiasy centinelas,etc. No le debenfaltar al capitan ciertascapacidadesde percepciónque hoy llamaríamos"psicológica": "Y porque el rendir qualquierafuerga por el medio de una buena industria y traga assegurala voluntad y fidelidad de los rendidos,y el poco dañode los conquistadores, antesde usar de algun rompimientoy violencia,procuraráel Capitanvalersede algunosmediosque adelantese diran". Con expresividadmuy moderna,dice que el capitan"á de considerarque es lo que muevea defendersela villa o ciudadque quierecercar";por ejernplo,si la causaes suyao de la parcialidadde algún príncipe.Si la causaes suya,habráque esperaruna determinación de pelearmucho mayor. Si, por el contrario,la causaes por algun beneficiorecibido, hay que usarcon los cercadosla liberalidady el interés."Y assiconociendoque la ciudad es de tratos, procurarátener conocimiento con algunosde los que en ella fueren mas poderosos,tratando de ganarlesla voluntad con dadivas,honras o riquezas,para que en el asalto le seanfavorables,o le den alguna puerta,o otra parte por donde pueda Place put étre en aucune maniére empechéeet retardée, sera puni de mort sans remission. 'r5a Diego de ALABA Y VIAMONT, El perfecto capitan instruido en la disciplina militar, y nueva cienciade la Artilleria. Madrid. MDXC. fol.83v-94v. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 456 entrar, corrompiendoy sobornadoalgun artifice de los que se ocupan en la fortificacion..." Para esto onpleará el capitánhombresinteligentesy bien hablados, o'conrazonesy palabrasbien ordenadas",que haran recurso al soborno,pero también a la evocaciónde las violencias, muertes,destruccióny estragosque ocrüren cuandoun lugar ha de ser allanado.La mejor oportunidadposible la ofrece la ciudad dividida en bandosy facciones,"comomuchos lugaresde Italia y otras proüncias lo están", pues en esecasose podrá preguntara una de las faccionessi no querranver salir de la ciudad a sus contrarios,a cambio de da¡le al capitanuna entradaen ella. Aunque no lo mencione en primer lugar, Álaba y Viamont no pasapor alto el "preálable" esencialque debetener en cuentael buen capitán: "antes que se apoderedel (lugar), á de considerarsi la genteque tiene bastapara conservarlo ganado;porque no siendo suficiente para ello, solo servirá el entrar dentro de acorrarlarse,para con mas facilidad ser hallado de los enernigos,si con algun nuevo socorro tratarende rebolver sobreel". Unavez que el capitanha hecho todas las cosasque dependende su capacidad profesional y de su buen entendimiento,hará que todo el peso del esfuerzodescanseen las rutinasy procedimientospropiosde una bien establecidadisciplinamilitar. En el real del ejército el capitán echaráun bando de las leyes que lo han de regir: que haya quietud,que no se comprenvituallas sin estartasadoslos precios,que ningunoblasfeme ni reniegue,que no toquenlas iglesias,que nadiese ausentedel camposin licencia,que nadie andesin bandaroja, que ninguno prestearmas,que no pasenplaza en otra compañía,que no vayande correríasin licencia,que nadiehableni trate con el enemigo,que nadiedesamparesin autorizaciónel puestoque le han asignado,que nadie saqueelugar alguno sin licencia,, en fin, la larga lista de prescripcionesy prohibiciones, habitualen los ejércitosdesdepor lo menoslos tiernposde las Partidas, si no mucho antes. Asentadoel campoy echadoslos hilos del trato con los dentro,acabapor llegar el momento de la determinación.El capitan actuaráde estaforma: "Y si le pareciereconvenir hablar a los enemigospara amonestarloscon razones eficaces,que antesde llegar a rompimiento se rindan, ernbiarápara esteefeto uno de los que mas esperienciade todos los suyostuviere de cosasde guerra,para que con su buenatragay razonesles persuadael serlesesto de mucha importancia, señalandolesun breve tiempo para el ultimo acuerdoy resolucion, el qual passado,no lo haziendo aparejarála atilleria, escalas,puentesy maquinas,con que huviere de dar el assalto". Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 457 Como no se ha llegado a acuerdoalguno, el cerco debe empezara surtir su efecto; así, prosigue Álaba, las trincheraspermitiran a la artillería acercarsea los muros; la cual hará su labor conta los travesesde los baluartesy los muros de las cortinas. Puestaa rodar estarutina, se aceleraránlas operacionesde engaño,información y desinformaciónque permitiran la resolución del sitio. Lo que sejuega ahora es el dominio de la brechaque la artillería ha abierto en los muros de la fortaleza.El mismo asalto a la brecharequiere de astucias:la artillería y los arcabucesde sitio dispararánsin bala, pero los de dentro no se atreverána asomarla cabezaporque escuchanun ruido espantoso;la infantería avanzaráconfiada. Esta primera estratagemanunca surtirá todo el efecto deseable,y los de dentro, intimidados al principio, se dan cuentadel engañoy sacaránsus armas,comprometiendoa los asaltantes,que no podriín ser cubiertospor el fuego propio, por estaren la línea de tiro contra lafortaleza. Se habrande retirar. Y lo habrande intentar de nuevo. Los de dentro también sabenemplearlos recursos"piscológicos" y desinformativosde la guerra.Por los de dentro "suele echarsede industria fama de conciertospor el carnpo,para provar y descubrir el animo del Capitan general,y conocerlas esperanzasque tiene del sucessode la conquista". Ante estosintentos al capitán"importa mostrarsemuy constante,y confiado, riguroso y severo,despreciando el poder de sus enemigos,y dando a entenderque estánmuy ternerosos",pero dandoles tambiéna entenderque ha tenido'tecados de conciertosde mucho honor y ventajapara él" que le han hecho llegar algunosde dentro, aunqueél sabeque estánfaltos de bastimentosy municiones,por lo que no estádispuestoa admitir ningún pactoni concierto,"y que lo mas a que se allanaráseráa darleslugar que huyan, dejando libre la ciudado fortalezaque defienden,y que no allanandosea estolos passaraa todosa ya que llegarála ocasiónen que al cuchillo". Cosa,por cierto,qu. Álubu desaconseja, capitánle convengaestardispuestoa ser"liberal y clemente,y procedercon recatoy prudencia";suponemosque esaocasiónes, aunqueÁlaba no lo dice, el momentode cerrar el trato para la entregade la plaza cuandola artillería haya causadotodo el efecto que se esperade ella. Álaba se pasaahora al campo del capitan sitiado, y nos hace ver el revés de la trama. Parael capitán"puesto en esteestrecho",es crucial mantenerlínea de comunicacióncon su carnpo,más allá del real del enernigo.Deberáinformar del aprieto en que se halla, y tratará de ganartiempo entreteniendoal sitiador con esperanzasde trato, por lo que pedirá pláticas "mostrando les en ellas querer entregarla ciudad o fuerga,guiando el Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Volver al índice/Tornar a l'índex 458 negociode maneraquela dilacionle puedaserdeprovecho,llegandoel socorroque y descuidandose su campo espera,gastandoentretantoel enernigosusmantenimientos, en ofenderle...";quizásasílos cercadospuedansalirparacombatirconüalos descuidados sitiadores,queya veíanel triunfo enla mano,y derrotarlos... Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 459 APENDICEIX LOS TRABAJOSDEL GOBERNADORDE LA PLAZA SITIADA, SEGÚN BAÑOSDE VELASCO Baños de Velasco describe,en su Politica militar de Príncipes, los procedimientosde orden interno aplicadosen una plaza fortificada con el fin de mantenerlaseguraen poder del príncipe. Lo que puedeparecertediosay puntillosa rutina disciplinaria constituyenuna serie de procedimientosprotocolizados,destinados cadauno de ellos a asegurarlaplaza frente a cualquier contingencia.Aún siguiendo rigurosamentelos procedimientos,las plazas,sin anbargo, se ven muchasvecesen peligro. Entoncesaparecede modo crítico el problemajurídico de que laplaza podría cambiar de dueño; ésteproblona entrariaotro, el de la responsabilidaddel que la tiene por el príncipe, y el príncipe le exigirá que hagabueno su juramento, pues el juramento fue hecho precisamentepara ser cumplido en esascircunstancias,con ocasión de sitio. Como toda garantíay seguridadjurídica del príncipe descansaen la fidelidad del gobernadorde la plazasitiada,Bañosseñalalas condicionesque éstedebereunir: por supuesto,por delantela fidelidad, pues de eso se trata, de cumplir un pacto con el príncipe.Ha de ser,además,hombrede experiencia,estoes,que haya conocidositio o asedioanterior. Que seaespañolpreferiblemente,pero esto lo debedecidir el examen del historial de los que sirven al rey; lo mismo se aplicaa los soldadostttt. No puedeproducirsefisura alguna en la estructurajurídica que protege la tenenciade la plaza. Le enterezade esaestructurase mantieneincluso cuandola plaza ha de ser entregadaal enemigopor capitulaciónautorizada.Lo mismo que las providenciasdel tírulo XVIII dela Partida segundaestablecenel emplazamientodel castillo para su entregaal rey, con plazo y procedimientopara que el alcaide enhegue las llavesdel castillo,en la capirulaciónmodernael gobernadorentregarálaplazaal Ir5srEsta Cabegaha de ser personade assegurada fidelidad,libre de codicia...,que se haya visto en otros asedios",pero esto se le puede dispensarcon tal de que los que estána su lado "ayan corrido por este rotero". Si se ha de preferir al que sea "natural" (español)o "nacion" (de los dominios del rey de Españao a su servicio por soldada),"el examen de lo actuadocalificará la persona;pero en igualdad de meritos, primero ha de ser el Español, que el auxiliar o extraño". El mismo criterio de méritos cabepara los soldados:"si vasallos o estrangeros,unos y otros como han obrado en sus Tercios y Coronelias, si han defendido orros Presidios".BAÑOS DE VELASCO. Politica militar de Principes. Madrid MDCLXXX, p.320. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 460 último minuto de la hora ernplazadaen la capitulación, y hasta eseminuto el gobernador estaráobligadopor sujuramentol156. La tenenciade la fortaleza en seguridadse refiere no sólo a la integridad de la plaza sino también a la de suspartes,sobretodo la mas importante, el control de los travesesll5T.Porquees desdelos travesesdesdedonde se defiendela muralla, y si el enernigono tiene la muralla, no tiene esperarzatlss. Las obligacionesdel gobernadorse vuelven más acuciosascuando comienzael sitio: "desdeel dia que se cerrarenlas puertastodo es una continuadafatiga"ttte. La fortificación no sólo es defensay seguridad:es también protección de los cuerpos,y a ello ayuda la arquitectura,"escudode las üdas en las guerras"l ló0.Fuera de los muros, todo debe ser arrasado,p¿uadejar en el desamparoa los enemigostt6l. La población de la plaza se verá regimentada,pero serábueno mantenera las familias en lealtad para afrontar los problernasde las bocasinútiles, que consumen bastimentos,embarazanlas operaciones,importunan a los suyosútiles con intimaciones de no resistencia,etc.ll62Nafuralmente,se procurarásacardelaplazaa las mujeres, niños y ancianos.Esto último es más imperioso en las plazastomadasal anernigoo en tierra extranjerat' u'. "su I-aplaza debe entregarse,por no poder defenderse,en la hora veinficuatro del día concertado para ello. Bañosde Velascono dice más sobrecómo debehacerse,sino que recomiendamas bien seguir el ejernplodel caballeroluxemburguésMonsieur de Malandri, quien haciéndoloasí en Monfinedy contra los franceses, recibió un cañonazo que le causó la muerte, teniendo tiernpo antesde expirar de pedir se le enüase al rey de Españaun pañuelomojado en su sangre,indicrándoleque hastaahí le había servido. Subrayacon ello Baños que ni la expectativade una pronta entregapuedeatenuarla resolucióny obligación de defenderlaplaza. A¡tes de la primera campanadadel reloj, obligación de da¡ la üda por laplaza, bajo el más riguroso imperio de la ley; despuésde la última campanadade la hora veinticuatro,justa liberación de tan pesadacarga. BANOS DE VELASCO.Oo. cit. P.337 v s. "tt Lo dice de modo terminLte: no hay ,"p-o, que valgan,de los múltiples que puedenhacersea los muros de una fortalezaque estásiendoatacada,si se ignora que "todo estono aprovechapara estorvaral q. ha ganadolos travesses,y puedeabocarla Artilleria dellos contra la Plaza".BAÑOS DE VELASCO. Op.cit. P. JJJ. I's8 El enemigo,"mientrasno ocuparcla muralla, tiene la desesperacion más proxima que la empressafeliz". BANOS DE VELASCO.333. "" BAños DE VELASCO. op. cit. p. 320. "uu El cuerpodel ejército "necesitade reparoexterior y vestido que le abriguecontra las inclemenciasde los temporales,artilleria, arcabuzeriay demas ofensasde una expugnación. Toca esto inmediatamente a los lngenieros,scienciaque en Españase ha dado e¡rdesestimar,siendoestaarquitecturael escudode las vidas en las guerras".Op. cit. P. 320. ' tu' Así, cuandola plazavaya a ser sitiada,el gobernadordebeni volar y terraplenarel caserio,las huerlasy todo lo que estéfuer¿de los muros, "porque servirá de abrigo y vezindadal foso, sin riesgo, cubriendoseen estosburgos". Deben ser derribadostodos los edificios que puedanservir de escalaal sitiador para asaltarlos muros.BAÑOS DE VELASCO. op. cit. Pp.328. r'ó2 BAÑos DE vELASCO. op. cit. p.326. "63 Si la plaza sitiada ha sido tomadaal enemigo, y se halla en tier¡a extranjera y los vecinos han quedado denfro, "no se ha el Governador de fiar de sus obras, sin anteshazerlos salir fuera ó quitarles las arrnas;y aun con esto no se librari¡ de la fragua de algunastraiciones como ha sucedido en Flandes". Baños lanza Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 461 El gobernadorde la plaza ha de ser, como el alcaide de las Partidas, "sabidor" de las cosasde la guerra.Baños cita numerosasestratagemasusadaspara taicionar una plazarru. Como se suponeque los esparlolesseránlos menos propensosa la traición al rey de España,se les confiará la guardia de puertasy murallas; pero sobre ellos mismos se tomaránprecaucion"sttut. Si en una plaza sitiada todo es control y prevención de lo imprevisto, en una plaza en paz todo es control de las rutinas: abrir y cerrar las puertas,guardarlas llaves, hacer las rondas,dejar entrar y salir los burguesesy villanos, los carros,las barcas,etc., siemprebajo la custodiade un oficial y con las armasen la manol16ó.Estasrutinas serán ayudadaspor el uso reglado de señalesl167, y se simultanearánlas inspeccionesde todo, fuera y dentro de las murallaslló8.La aperturade las puertases una situación de "alarma" en su sentido literal, pues es momento propicio a las emboscadasll6e. una advertenciade cautelageneral: "velar sobre los accidenteses tener escusadossus peligros, siendo la quien á los hombreslos acreditade sabios".BAÑOS DE VELASCO. Op. cit. P. 328 y ss. d.esconfianqa t'* Si la puerta es atzcaü con un ariete, alguien puede arrojar desdearriba una tenazáque la enganchey por ella suban los sitiadores.Un hombre que se salga con autorización puede ser un espíaque lleve escritasen sus espaldaslos aprietos de la plaza; un canutillo puede llevar dentro un escrito, ser tragado por un soldado, para cuando salga en surtida quedarsefuera y dar informacióu. Por mucha confianza que se tenga en la guarnición, es obligado tomar determinadasprevencionesque eviten la impensabletraición. "ut Baño* aconseja(siguiendo en ello a las ordenanzasde Felipe IV) que si en una plazasitiada hay soldadosde diversasnaciones,no se dé cuartel fijo a una de éstas,"para escusarlasde qualquier intento de entregao traicion, assi en murallas como puertas,sino a los Españoles,como lo tiene acordadola Magestaden sus Ordenangas".Pero ni siquiera los españolesescaparána otra cautela: "no ha de saber el soldgdo en qué parte le ponen a que haga la posta, hastael mismo punto que su Oficial se la señale". BANOS DE VELASCO. OD. Cit.P.322. "* Una hora antesde que ,. pongu el sol todos los de la guardia, con las armas en las manos, se recogerándentro. Entoncesse cerrarán las puertas.En algunos presidios las llaves se dan al gobemador; en otros se quedanen el cuerpo de guardia en manos del capiuin, sin que pueda abrir más que en presenciade toda la guardia armada. En otros casos,las llaves pueden quedarseen los cerrojos de la puerta, pero prendidas todas por un pestillo con llave, que quedaraen manos del gobernador.BRÑOS Og V E L A S C O .O n . c i t . P . 3 2 5 . lló7 Desdeel cuerpo de guardia se ha de llevar un control continuo de todas las puertas.Esto se hace mediante toques de campana.Si se toca a la vela desdeel cuerpo de guardia, que tiene la mayor de las campanas,todas las puertashan de responder;si toca al arma, han de hacerlo también; si alguna se adelanta,saldráuna patrulla de soldadosa ver lo que pasa. "ó6 Al romper el alba comienzaun lento proceso:la campanamayor toca tres veces"y se rompe el nombre,si no hay enemigos", al oir esta señal se retira la guardia de las murallas, se dan las llaves de las puertas de los revellines y casamataspara que puedan sali¡ sus centinelas. Se dejan nuevÍ[ guardas sobre las murallas, revellinesy casamatas;salencaballosa observarel campo; se abrenlas puertas delaplaza. BAÑOS DE VELASCO.Oo. cit. P.328. "6n Mientras se abren, el capitan y su guardia han de estar armas en mano, atentosa que nos les hagan una emboscada,como la que hicieron los soldadosde Hernán Tello a Amiens. Han pasadodos horas desdeque amaneció.Pero la vela continúa, una vez se ha emprendido el rutinario tráfico de villanos y campesinosque entran y salen con sus cosas,bestiasy c¿uros.Estos, si llevan heno, o lana, o leña, han de ser tentadoscon picas, para que no pase lo que Tello les hizo a los de Amiens. Lo mismo ha de hacersesi en la villa entran barcaspor el rio. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Volver al índice/Tornar a l'índex 462 El propio gobernador delaplaza, que en principio pareceque no debe fiarse de nadie, tampoco debe fiarse de sus propias reaccionesante los estímulosüolentos y sorprendentesque se dan en una plazabajo sitiollT0. Hay un momento en que todos los peligros se acumulan:por la noche, cuando el enemigoya tiene emplazadasy fortificadas suspiezasy fijadas sus alzasde tiro, y no tiene que hacermás que tirar con toda comodidad contra la muralla. La información que necesitatener el gobernadordelaplaza sobreel efecto que la bateríaestáteniendo es de importancia crítica. Debe resolver todo problema de esetipo con pericia técnicalrTr. En conclusión,hanos visto que el gobemadorde una plar;q en Baños de Velasco, debe ser a un tiempo alcaidetradicional,jefe político de un comuni dady director de un aparatotécnico muy regulado. "to Baños aconsejala medición cuidadosade las propias reaccionesante las novedadesque se produzcan en el curso de un sitio: cualquier cosa nimia puede tener consecuenciasfatales.Pone como ejemplo el alboroto y el toque de alarma tocado por los españolespor causade "una leve escaramuza"entre francesesy españolesen el sitio de Amiens: pasandopor un revellín el jefe de laplaza, Hernán Tello, a ver lo qge era, le mataron.BANOS DE VELASCO. Op. cít.P.327. I I7I Las guardiashan de reforzarsepor la noche cuando el enemigo da batería a la plaza,para observar el efecto que su fuego produce y para acudir a cualquier contingencia. Surge el problema de la visibilidad. Los de dentro deseansaberel efecto de la batería,si los enemigos cruz¿utel foso, o si inician la escalada, etc.; para todo eso necesitantener luces artificiales que iluminen el foso; pero las luces pueden ser útiles para los de la batería,porque les pueden mostrar lo incorrecto de sus tiros, con lo que los corregirán. Baños desestimaesteúltimo peligro, pues recomiendase hagan luces con cuerdasempapadasen pez, para sacarlaspor hierros fuera de la muralla y permitir a las guardias observarlo que pasa.BAÑOS DE V E L A S C O .O o . c i t . P . 3 3 1 . Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 463 APÉNDICE X GUERRA Y GUERRA DE SITIO EN TRES AUTORES Baltasarde Ayala, FranciscoSuárez,Hugo Grocio. I) BALTASAR DE AYALA El hispano-flamencoBaltasarde AyalallT2 realizaun esfuerzoexhaustivode erudición y de análisispara fundamentarlos principios jurídicos que cree deben aplicarsea la situación de excepcióncreadapor la guerra.La guerra altera el orden jurídico, sin que se pueda estarsegurode cuálesson los límites y confines de un orden propio de la guerra. Ayalanos hace leer la guerra modernaen los libros de la guerra antigua: "... los mismos ingeniosde los hombresque hoy existen,ya antiguamente y eventosde las cosasque hoy día acontecenya existieron,y tambiénlos mismos c¿rsos 173. entoncesocurrieron"l Y se lanzaenseguidaa buscarlas ideasy principios propios del derechonatural, del derechode gentesy aún del derechodivino, adernasde conceptosfilosóficos y morales,que le permitan discernir, miís que enunciar,normasde incuestionableaplicaciónal derechode guerradel día: "la cosamilitar estátan puestaen por la protección lugar seguropor las leyes,como asimismolas leyesson conservadas rr72 Era hijo de un comercianteburgalés instalado en Amberes, Diego de Ayala, y de Agnes de Renialde, flamenca.Nació en 1548 en esta ciudad, y a los 17 se matriculó en derecho en la universidad de Lovaina. Baltasar fue nombrado "auditor del campo y del ejército" de Alejandro Farnesiopor documento del 27 de mayo de 1580que se conservaen los archivosdel reino de Bélgica.Este cargohabíasido creadoen 1553, y su primer titular fue el Dr. Juan Strati¡o. El documento de nombramiento, tal como lo reñere Jaime Peralta.señalaque el rey tiene al ejército en Flandespara defenderlo contra el príncipe de Orange y otros herejes,por lo que,para "mejor poder teneresteejército en buenadisciplinay justicia hemoshalladomuy convenientey necesariode nombrar a algún personajeletrado, sabio y experimentadoen materia de justicia, para ejercer en él el cargo y oficio de Auditor General del Campo"; el documento alaba "el buen sentido, literatura, lealtad, diligencia y experiencia de nuestro bien amado maestro Baltasar de Ayala, licenciado en Derecho, (al que) se le da pleno poder, autoridad y mandato especialde dicho cargo". Su misión era asesoraral generalísimoFarnesio "en las materias concernientesa la justicia, según derechoy razón y nuestrosedictos y ordenanzas".PERALTA, Baltasar de Ayala y el derecho de la guena". Madrid 1964, pp. 66 y ss. Sobre el nombramiento de Ayala como auditor, dice Fraga: "Lo cierto es que Ayala va de tal modo a llenar su cargo, que muy poco despuésde su muerte, y en base a la altura que él le supo dar, Farnesiova a regular deñnitivamente la institución en el famoso edicto de 15 de mayo de 1587. FRAGA IRIBARNE, Baltasar de Ayala. "Revista españolade Derecho Internacional", no. l, 1948, p. I 3 6 -I 3 7 . "t' ParaNicolas Ramiro Rico, el estadomodemo (y sin duda Ayala) "expropió en su beneficio a la entera historia romana", con especialincidencia en la doctrina de la guerra y en sus técnicasde organización. RAMIRO RICO. Estudio preliminar a De iure et fficiis bellicis et disciplina militari, de Ayala. Edición, traducción y notas de Manuel Fraga iribarne. Instituto de Estudios Políticos. Madrid 1948, p. XXIV. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 464 ttto. En otras ocasionesno muestrauna fe tan firme en la de las armas", escribe contenciónde la guerrapor las leyes: "... la mayoría de las veceslas leyes que han sido dadasdurante lapaz (a no ser talvez las que por causade su perpetuautilidad se dan para siernpre)son derogadaspor la guerra,y las que se dan en guelra las quita la pv,"tt7s. Ayala propone muy pocasnormasy da por aprobadaspocasleyes; sólo las que da por danostradasy son tomadassegúnla costumbrepor incontrovertibles. No hay sabiduríaescolásticaen Ayala, sino contemplacióndel hecho militar y bélico, y a éstetratará de demarcarlocomo un orbe autónomo con respectoa los otros derechosde que se ocupa en su obra. Este orbe p¿Irececaótico. Se cree que intentar reducir las injurias de la guerra a las normas de la justicia va contra larazón, pero Ayala lo rechaza:"hay en la guerra, como enlapaz, derechos,y contra aquellosque no quieren sometersea lo justo ni dejarseregir por larazÍ¡no es injusta la fuerzdtrr76.yu noÍna le correspondedarla al príncipe, pues él es "en quien reside el arbitrio de la guerray de la paz"; el derechode guerra es derechodel príncipe, como declarala ley Julia de majestad.En el siglo XVI el príncipe es una transposicióndel imperator primigenio, como generalen jefe del ejército, y como magistradosuprono de la repúblicalttt. En esto consistela tarea de Ayala, en encerrarferreamentela guerra dentrode la esferade competenciasy del derechodel príncipell78. Ayala da un giro decisivo hacia la objetivación de la guerra como materia de derecho(a diferencia de la noción de la guerra como un problema moral) cuando desplazade su eje la noción de guerrajusta: sujusticia no resideen que se refieraa lo buenoy equitativo,o a lo que los hombreshonradoshacen;lo decisivopara sujusticia es si la guerra se hace segúnderecho,y esto a su vez se reducea que la haga quien tiene potestadparaello: el príncipesoberanol'tn.De modo que una guera puedeteneruna tt14 De iure et oficiis betlicis et disciplina militari. Dedicatoria a Alejandro Farnesio. "7t Libro segundo,cap.V, I ) p. 3 18. ll?óPrefacio. "tt Ramüo Rico dice sobreDe iure et fficiis belticis et disciplina militari: "En estaobra no trata Ayala solamentede lo que despuésse ha comprirnido en una especialidadjurídica. No tenemosante nosotrosun manual de derecho internacional ni un compendio de derecho militar. Pero lo importante estáen otra parte. El problema que en esta obra se debatees pura y simplementeel problema de la soberanía monárquica".RAMIRO zuCO. Estudiopreliminar.Op.cit. P. )ilX. "t8 Ra*üo Rico atribuye gran sigaificado al hecho de que Ayala fue un jurista hispano-flamencoal servicio del rey de España,en tiempos de guerra en los PaísesBajos. Allí, dice, se dirimía la pugna jurídico-política entre la novedosanoción de la soberaníadel estadoencarnadaen el príncipe y el derecho público particular, más bien estamental,del Brabante natal de Ayala. Y añade:"La doctrina de la guerra es el momento crucial de toda teoría política", nos dice el profesor. Estudio preliminar. RAMIRO RICO. Op. cit. P. XXV. "tn La sentenciacrucial dice así; ". .. todo lo que aquí llevamos dicho sobre las justas caus¿tsde la guerra debe referirse más bien a lo equitativo y 1obueno, y al oficio de un buen varón, que al efecto del Derecho. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 465 causainjusta, pero serjusta por ella misma, por haber sido declaradapor quien tiene la potestadde hacerlo; y ello determinaque puedahaber un guerra que seajusta por ambas parteslls0.Esta concepción,como puedepreverse,crea el problema de si es guerra lo que los no soberanoshacencontra el príncipe, y Ayala se ocupa de é1. Nos a¡rda a situar el problema el ma¡co histórico que Nicolás Ramiro Rico da a la obra de Ayala. Ramiro Rico alude, en su introducción a la obra de Ayala, a que las necesidadesgeopolíticast'8t de los estadostienen una influencia decisiva en la evolución histórica y contribuyen al alumbramientode nuevos órdenesjurídicos. Así, la política moniírquica de supresiónde los poderesintermedios entre los soberanos españolesy el pueblo "tenía que extendersea los PaísesBajos, uno de los grandes centrosneurálgicosde la estrategiamilitar española...En jaque no podía Españatenera Franciasin dominar susaccesosestratégicos, desdelos pirineos a Flandes"ll82. Partamosde esemarco histórico: como auditor del ejército real, Ayala se halla en la incómoda situación de tener quejuzgar a personasy sucesosafectadospor la resistencia armadade algunasfaccionesestamentalesflamencas,es decir, a los que de todos modos son suscompatriotas,y cuya rebeliónno sólo es un atentadoal príncipell83,sino que Y como quiera que solamentelos príncipes soberanos,que no tienen superior, tienen derecho a hacer la guerra, no conviene discuti¡ sobre la equidad de la causa.Mas en cierto modo podría decirsejusta una guerra aunqueno se haga conjusta causa.Pues son varias las significaciones de lojusto, como anotó Budeo, que no siempre designa la equidad y la justicia, sino a vecestambién una cierta impiedad". En su texto latino dice: Ex superioribus quoque colligere licet, quod quae hactenusde iustis belii causisdicta sunt, magis ad aequum et bonum, et viri boni fficium, quam ad iuris efectus refeni debent. Cum enim summis tantum principibus, qui superiorem non habent, belli gerendi ius sit, de aequitate causae disceptare non convenit-Hinc certo modo iustumpoterit dici betlum, etsinon ex iusta causa geratur. Iusti enim variae sunt significationes: ut annotavii Budaeus.Neque semper aequitatem et iustitiam designat, sed,aliquandoetiamplenitudinemquandamsignifcat. Libro primero, cap. II,34), p. 71. """ Dice Ayala que "p¿ueceque puede defendersela opinión de Alciato y Fulgosio, quienesafirman que puede una guelra serjusta por ambaspartes, contra la opinión normal de los intérpretes,lo cual, si se refiere a la justa causade guerra, es exactísima.Pues siendo recíprocamentecontrarios los enemigos,es también necesarioque tengan contrarios derechos,y una y la misma causade guerra no puede serjusta paraambos".Libro primero,cap.ll,35), p. 72. "o' La señalaimplicitamente;no empleala palabrageopolítica. "o'Para estapolítica (polítíca de seguridad la llamaríamoshoy), los soberanosno podían sino arrogarse el derecho exclusivo de la guerra, negándoseloa los estamentos. Estudio preliminar. Op. cit. p. XXVII y ss. "t3 Los rebeldesera¡ los herejes:"la rebelión contra el príncipe es un crimen gravísimo, que se equipara al de herejia, y al desobedientese le considerainfiel". Libro primero, cap. II, 23). JaimePeralta atribuye a Bodino una considerableinfluencia sobre Ayala, y como una de las pruebasque presentahace la comparación de ese texto del jurista españolcon esteotro del francés:Faut-il mettre un estat au hazard? ... il y a choseplus dangeureuse,ni plus pernicieuse, que la désobeissanceet mespris du sujet envers le souverain? (Rep. III,U, 427). Poco más adelanteañade:"Bodino romperá de una vez por todas con la tradición europea,pa¡a otear el campo europeo con ojos limpios de ensoñacionesmedievales.Baltasar de Ayala, por el contrario, católico y español,querrá aferrarsea la concepción unitaria de Occidente, claro que ahora esteOccidente reducido al Imperio católico de España".Jaime PERALTA. Op. cit. P p. 31. No creemosque haya mucho de medievalizantee¡ el pensamientode Ayala desdeel momento en que se aparta del concepto tradiconal y escolásticode guerrajusta; mas bien trata de explicar la guerra en términosjurídicos, no morales; tampoco en lugar alguno de su tratado muestra una concepción unitaria de Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 466 tiene una dimensión internacionalineütable, ya que frustra esasnecesidades geopolíticasde su príncipell8a. Ayala, pues, se ve obligado a pensaren terminos de derechointerno, pues se trata de una rebelión contra el príncipe, pero sin perder de üsta que la experienciade la guerra interna no podrá tener sino consecuenciasparalelasen cualquier guerra externa, entre príncipes ¿Cómo debejuzgar los hechosde guerra de los PaisesBajos?, ¿por el derechode gentes,como una guera enfre príncipes enonigos, o por el derecho soberano,como rebeldes,"por ejecución de la jurisdicciín", pata emplearuna expresión que Ayala toma prestadade Covam¡bias?Como rebeldesy como enemigos,responde. Ahora bien, mientras los rebeldesno puedendeclararseenemigosdel príncipe porque no obran por derechode guerra,el príncipe sí puede declararlostal, porque es él quien detentaesederechot'tt. quien hace enemigosa los rebeldeses el príncipe, y éstosno puedeninstituirse a sí mismos como tales, ni estánamparadospor el derechode guerra. Al estarlos rebeldessumidos en una sociedadmás amplia, en la que sin duda gran parte son súbditoslealesy por tanto inocentes,a Ayala se le presentael problerna prácticode hacerla guerraa los injustosen medio de la repúblicacomúnl186. Jurista pero también militar, Ayala sabeque la guerra ha de afectara todos en mayor o menor medida; se acercaasí a la noción de guerra total: en ella no puedehaber neutrales,ni indiferentes.Ayala opina que la ley de Solón,que priva de hogar,de patria y de fortuna a quien no toma partido en una contiendacivil, seríautilísima en estecaso:"Puessi los buenos,por su exegeradamodestiay paciencia,cedena los malos intentosde los Occidente.Estemismo conceptode Occidenteles hubieraparecidoa Ayala y a Bodino como excéntricoy ucrónico. rl8a El tratado de Ayala, que es consideradoel más evolucionado trabajo jurídico de la guerra de su tiempo, alejado ya de la perspectivapuramentemoral de la guerrajusta, adquiere en un pasaje relacionado con éste de la sedición (él no habla de motines), un carácterinstructivo y ejemplarizante,que no podemos sino ver relacionado con su experiencia de la guerra de Flandes:"Es memorable lo que de Anibal ref,rerenlas historias, pues habiendo hecho durante trece años la guerra en tierra enemiga,tan lejos de la patria, y con varia forn¡na, con un ejército no conciudadanosuyo, sino mixto, con confusión de muchas gentesque no tenian común la ley ni la costumbreni la lengua, diferentes hábitos, vestido, ¿umas, ritos, religión, diosesdistintos, y así, un cierto vínculo les unía, sin que entre ellos mismos ni contra el general existiera ninguna sedición, siendo así que frecuentemente,en la tierra enemiga, les faltaba el dinero, la soldaday los permisos. Lo mismo leemos de Viriato, que durante ocho años constantemente, durante los cualeshizo la guerra a los romanos, tuvo un ejército disciplinadísimo, sin sediciones,formado por toda clasede hombres".Libro tercero,cap. XIV, 8) p. 52a. Sin necesidadde acusara Ayala de lisonjero respectode Alejandro Farnesio,no pueden pasarsepor alto las evocacionesde un tiempo presenteen que se da¡r circunstanciassimilares a las que describedel pasado. I t8sr'1o, derechosde la guerra no podnin tener lugar más que si la guerra se hace con la autoridad y en nombre del príncipe soberano;de otro modo no puede hablarsede guerra". Primer libro, cap. II, 15), p. 46. "tu "Llamo República... la comunidadde los ciudadanos,asociadapor el consentimientodel derechoy la comuniónde utilidad". Libro primero, cap. II, 22) p. 5a. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón , 467 ciudadanossediciosos,creyendoque así tendriín lapaz, se sometenal durísimo yugo de la seryidumbre,que despuésintentar¿án vanamentesacudif'I187. El debatede la zuerrajusta Jaime Peraltacomentaestetexto de Ayala: "Mas, para que la guerra se diga justa, debe en primer lugar hacersey acometersepor la autoridady mandato del príncipe soberano,en quien reside el arbitrio de la guerray de la pat""". Peraltasale al paso de los que han atacadoa Ayala "como una personaque prescindelisa y llanamente del contenido ético de la acción bélica y atiendesólo a la formula legal". Peralta rechaza estainterpretación,pues cree que la expresiónadverbial "en primer lugar" de la frase de Ayala exige que haya otros requisitos que debenacompañaral de la autoridady mandatodel príncipe. Y esosrequisitos Peraltada por supuestoque son los de la guerra justa, semejantesa los que permitirían a un juez justo fallar en la causade un particular, segúnlo que Ayala dice texfualmentea seguido:"al particular no le correspondehacer la guerra,ya que puedey debeperseguirsu derechoante los tribunales". Es evidenteel error de estainferencia de Peralta:el particular que se querella ante los tribunales puede tenero no teneruna causajusta,pero lajusticia sólo podrá darse(o no darse)en el fallo. En el pleito de un particularno importa tanto la justicia de su querella,como la justicia del fallo. Ayala buscafallosjustos, no causasjustas,puesél esjurista, no filósofo moral. De todosmodos,él esperaque el príncipeseajusto, puestoque lo concibe sometidoal derechodivino y nafural. Peraltaaportacomo pruebade que en Ayala la autoridaddel príncipe no es el único fundamentode la guerrajusta, cuando afirma que otros requisitos de la guerra justa, segúnAyala, serían:"la defensade nueshopropio lmperio, de nuestrapropia persona,de nuestrospropiosamigos,de nuestrospropiosaliadosy de nuestra prosperidad"ll8e. Sin embargo.creemosque no es dificil imaginarsituaciones hipotéticasen que todasesascosaspodríanhacersesin ningún motivo justo. No es en la justicia de la guerradondeAyala pone la nota distintiva de lo que él llama la guerra justa, sino exactamenteen la voluntaddel príncipe.Que no es otra su concepción,queda confirmado en el mismo pánafo citado por Peralta,donde Ayala añade:"Por tanto, es " t ' L i b r o p r i m e r o c. a p .I I , l 7 ) , p . 5 0 . "ooLibro primero.cap.II. 7) p. 38. "0" Libro primero,cap.II, t l) p.42. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 468 justa la gUerra,como decía Cayo Pontio, generalde los samnitas,para aquellosa quieneses necesaria".Sin embargo,podernosadmitir cierta ambigüedaden estamateria en Ayala, ya que, a punto y coma seguidos,añadeque "son piadosaslas armaspara quienessin ella no quedaninguna esperanza".Una guerra que un príncipe considera justa, pero si no quedaotra esperanzapara que se haga necesariano es necesariamente justicia que las ¿rmas,entonceslas armaspuedenser piadosas. Peralta rechazala interpretación dadaa la doctrina de Ayala por Brown Scott, quien, segúné1,"exagerae interpretamal la teoría de Ayala". La interpretaciónque Brown da, segúnPeralta,al pensamientode Ayala es la de que "la declaraciónde guerra por el poder supremodel Estadolegalizauna guelra, cualesquieraque seansu moralidad y la equidad,y las leyes de la guerra que rigen su manejo entran en acción cuandola guerra es declaradapor el poder supremo,hechapor partesque se hallan dentro de la definición de enemigosy que tienen el derechoa sostenerla guerra"lls. La debilidad de la crtítica de Peraltaa la opinión de Brown es puestade manifiesto por él mismo cuando,despuésde enunciarla,señala:"Si sejuzga esteproblana con las solas palabrasde Ayala, facilmente puede arribarsea las conclusionesde Brown Scott. Pero hay que tener presenteque el autor hispano-flamencoparte de una pranisa: como súbditode Felipe II no podíaimaginarque el poderimperial de Felipeprocediera injustamente,no porque fuera un servidor incondicional del Rey de España,sino por una razónevidente.Felipe II, como poder católico,era un podermoral"llel. Creernos que, efectivamente,Ayala ve en la de Flandesuna guerrajusta, pues la guerra del príncipecontralos rebeldesesjustísimotto'.Peronos preguntamos,¿parallegar a esta conclusiónera necesarioel esfuerzode erudicióny pensamientode Ayala? El ya sabía antesde escribir que la guerra erajusta, pero que, de todas formas, estaballena de injusticias,delitos y crueldades.Es a estoshechosa los que Ayala se dirige, paradarles forma de derecho,no parahacerjusticia. La dificultad de la tarea emprendidapor Ayala es puestade relieve por Ramiro Rico: "... la acciónmilitar tiene exigenciasespecíficas,siendolo característicodel 'estadode guerra' la imposibilidadde sujetarloa un sistemajurídico cabal. lnternamente,como acción,la guerrajamás es totalmente'juridificable"'lle3.¿Es,en 'reo La cursiva es del propio Peralta.Baltasar de Ayalay el derecho de la guena.Insula. Madrid 1964.P. 85. "n'PERALTA. op. cit. P. 86. "nt Libro primero, cap. II, 12)p.44. rre3 Estudio preliminar a De iure et fficiis betlicis et disciplina militari. Traducción de Manuel Fraga Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 469 efecto, totalmenteinjuridificable? Ayala, sin embargo,trata de encontar el fundamento de su juridificabilidad, ! croohallarlo en "que la guerra se haga por los que se incluyen en el número de los enernigosy tienen derechode beligerancia"ll%. Los que tienen derechode beligeranciason los príncipes. Determinadoel territorio jwídico de la guerra como algo reservadoa los principes, pasaAyala a ocuparsede las transaccionesque éstoshacenentre sílles. Son tres las clasesde tratados: I ) cuandose dictan leyes al vencido en la guerra; 2) tratado de paz y amistad entre dos príncipes enemigosque son iguales en la guerra, en que los dos quedancon sus leyes, aunqueuno de ellos pueda admitir ley del otro; 3) de amistad y sociedadbajo determinadascondiciones,entre dos que no son enemigosy en la que no se dan leyes el uno al otro. El príncipe y los poderesdel eeneral Lo que aquí nos interesaes la primera clasede tratados,el que el vencedor impone al vencido para hacerlapaz, del que Ayala se ocupapara reafirmar el imperio absolutodel príncipesobretodaslas cosasde la guerra ylapazrte6.Y le interesa particularmentepara delimitar, respectodel imperio del príncipe, las facultadesque le quedanal que hace la guera por el príncipe, su general.Para ello primero afirma lo que el no puedehacer: lapazsin consentimientodel príncipeo del puebloo del senadotteT; que pactacon el enernigosin permiso del príncipe cometeun crimen de lesa majestad. Despuésseñalalo que el generalpuederecibir: la direccióny mando del ejército,y hastala plena y libre potestadde todas las cosas,pero de ningun modo la facultad de hacerlapaz con el enemigo,"Pueslo que es de Derechoregio no se incluye bajo cualesquierapalabrasgenerales,sino solamentecuandose concedede un modo especial y expreso",y aún en estecasono ejerceun derechode magistraturay de imperio, "sino Iribarne.Institutode EstudiosPolíticos.Madrid 1948,p. X)OilV "noLibro primero,cap.II, 35) p.72. "ns Ayala empieza a hablar de los tratados,por los cuales"se transigían íntegramentelas amistades,las ciudadesy los reyes,como doctamentedisertóMenipo". Libro primero, cap.VII l) p. 188. I reó"Por lo demrís.así como al sumo príncipe le correspondemover las arruas,hacer la I'uera, formar el ejército y hacer las levas, así, recíprocamente,pactar tratadosy treguascon el enemigo es cosa que toca al sumo imperio". Libro primero, cap. VII, 5) p. 196. I re7'(Lo cual fue previsto antiguamentepor el Derecho fecial, y mas tarde por la ley Julia de las provincias y la ley Cornelia de la majestad.Puessin la autorización del pueblo o del Senado(cuya potestadha sido totahnentetransferida al príncipe) no se podía sancionarnada que obligase al pueblo". Libro primeror cap.Vn, 5) p. 196. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 470 por nuda acción de la leyrles.Privado así el generalde la facultad de intervenir jurídicamente en el resultadode la guerra5veremosla facultad que a juicio de Ayala le quedaal general,la de hacer treguas,pero sólo si se hacen"por tiernpo breve y de presente",ya que la guerrapermanece,porque ponerle fin perteneceal principe. Ayala contonpla las ventajasde la tregua sobretodo en relación con las negociacionesde paz: el generaldictaba las condiciones,y mientras los legadosllegaban a Roma se daba tregua al enernigo,a la esperade que el senadonegociaselapaz."rree.Las facultades otorgadasal general,sin embargo,no eximen al generalde esta¡siempre sujeto al derechocomúnl2oo. El general,en cuyo nombre se impone la disciplina en el ejército, estásujeto él mismo a la disciplina del propio mandatoque ha recibido, que no puede excederl2ol. Ayala toma pie del castigo al suplicio que quiso imponer el dictador Papirio contra Quinto Fabio, el cual, llevado de la espera¡uade una victoriq que obtuvo, había desobedecidosu orden de no atacar.Esmuy posible que Ayala encontraraestarigidez del mando poco convenientepara una campañacomo la de Flandes,donde el ejercito raramenteoperabaen escuadronescompactos,y se hallaba ademasfraccionadoen varias operaciones,plazasfuertesy guarniciones,y donde las oportunidadesde un golpe de mano exitoso, o de una estrataganaoportuna podía obtenerresultadossorprendentes. Ayala sugieredesventajasde esaconcepciónromana del mando cuandoda el ejanplo de Marco Valerio, que no acudió en socorro de los proveedores,que estabansiendo atacados,cuandomuy bien podía haberlossalvado,porque ternía la reacción del mismo Papirio,que le habíadadola ordende no salir del campamento.Por esoAyala se atreve a decir que "el que estáal frentede los soldadosdebedarleslicenciade un modo limitadísimo", y en todo caso,"en el tiempo de la expedición,o estandocercael enemigo,ninguno en absolutopuedeestarlejos de las enseñas"1202. "n8 Ayala rechazala opinión de Duareno, de que si el general recibe la plena y libre potestad,puede hacer la paz con el enemigo.Libro primero, cap. VII, 5) p. 199. I ree'(Por lo demás,una vez concedido a uno el imperio, seráprudente otorgarle el libre arbitrio de decidi¡ sobre la totalidad de las cosas,a ejemplo del Senadoy del pueblo de Roma, que concedíanal emperador la decisión sobre todas las cosastocantesa la guerra. Y dejaban a sujuicio si debía procederseesperando o combatiendo,sitiar esta o aquella plaza, sin resery¿rsemás que la autoridad para declarar una nueva guera o de estipularun tratadocon el enemigo". Libro segundo,cap.II, 22) p.292. 1200 '(Y ciertamente,por libre que se le permita al general la administración de todas las cosassegún su arbitrio, no obstante,si algo hace fraudulentamente,respondede ello". Libro segundo,cap. 11,23) p. 298. 120'Así, dice Ayala: "Pues el exceder los límites del mandato siempre se tuvo por viciosísimo en lo militar, castigándosecon la pena capital, incluso actuandocon éxito". Libro tercero, I,4) p. 418. '202 Libro tercero,cap. II, 7) p. 422. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 471 El juramento como expresióndel estatutomilitar Ayala afirma que "se llama soldado a los que han prestadojuramento, quedan ligados por él y se les incluye en los registros.Y en las escuadrasson soldadoslos Ayala, sin anbargo, enfatiza la importancia del vínculo marinerosy los roneror::1203. moral y jurídico representadopor el juramento, antesque la situación registral del soldado.Así, señalaque entre los romanosnadie podía combatir ni perseguircon la espadaal enanigo si no estabaligado por el juramento militar. Hasta al propio enernigo se le atribuía una especiede fuero (Ayala no ernpleaestetermino), de tomar como injuria el que le matasequien no hubiera prestadoel juramento, comparándolocon la injuria a un ciudadanoo a un aliadol2oo.En el estatutomilitar figura de modo eminente el derechodel soldado a matar a los enernigos,lo que estásancionadopor la ley canónicay civil, y si no lo hace cuandose le ordena,incurre en abandonoo desprecio del imperior20s.Ayala detalla las obligacionesen que incurrían los soldadoscuando juraban por los dioses:acudir a la orden de los cónsules,no marcharsesin su permiso, no fugarseni escaparpor tsmor, no abandonarsus unidadescomo no fuera para tomar o pedir órdenes,o herir al enemigo o defendera un ciudadano.Mas tarde, como escribió Vegecio,jurabanpor Dios, Cristo y el Espíritu Santo,y por la majestaddel emperador, como'\¡n dios corporal",que haríanvalerosamente cuantose les ordenase,que nunca abandonarían la milicia ni rehuiríanla muertepor la Repúblicartou. El soldado,con todo, sólo puedellegar al juramentoy al serviciomilitar si es hombre libre; así,Ayala hablade la prohibición de recibir como soldadosal redimido que aún no ha pagadosu rescatel2o7, puesse suponeque es todavíaprisionerode quien le capturóy le dejó suelto paraque vayaa buscarel dinero del rescate. Uno de los fraudesmás flagrantesdel juramento es la deserción.Sin embargo,la figura delictiva que le correspondeno se instituyeen derechohastaque al desertorse le cogede nuevo'208. ¿Puededeberseestecondicionala la necesidadde tenerla pruebade la culpabilidad,.demodo que no se tratede un casofortr¡itode caídaen combate,o prisión? Ayala no lo dice, pero puedepresumirseque se da esaexigencia de prueba, 1203 Libro tercero.cap. IV 3\ p.432. r2e Libro tercero. v. r ¡ i. ++S. t20s "up. ltaque tam lege canonica quam civili permissum estmiliti hostemin bello occidere; imo nisi fecerit,reus erit imperii deserti vel contempti. Libro tercero, cap. IV, p.433. 120ó Libro t€rcero,cap. V, 3) p. a50. r20t Libro tercero,cap. IV, Q p. a36. D"r"rto, iniure dicitur, qui per longum tempusvagatus reducítur. Libro tercero, cap. XII, 1) p. 504. "08 Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 472 porque en caso similar (los soldadosque son restituídospor el enernigo),ha de constar que fueron capturadosy no prófugost'ot. Admite sin embargoque no todas las desercionesdebencastigarseigualmente: se ha de tener en consideraciónel grado del desertor,su estipendioy su vida anterior; si lo hizo una vez o vaias, sólo o con otros, si cometió otros delitos, y por cuánto tiernpo. Si lo hace en tionpo depaz, el castigopuede reducirsea la degradación;si en tiernpo de guerra, el delito es capital; se agravael caso del desertorque se pasaal ejercito enanigol2lo. La deserción,sin embargo,puedeno ser un delito insanablesi el desertorse entrega,y en esec¿rsoes posible el perdón. La deserciónmás gtave es la de los exploradoresque denuncianlos secretosa los enemigos:los que lo hacen"se computanentre los traidoresy sufren la pena capital, y suelenser quanadosvivos o colgadosde una horca"l2ll. Estaforma de traición la equiparaAyala con la de espionajea favor del enonigo, pues enüañaperfidia, mienhas que la misma acción de espionajecometidapor el enemigo es menos odiosa y no entrañaperfidiar212.Planteadaasí la cuestión,Ayala se preguntasi es digno de un varón noble ser espíay explorarlos consejosy hechosde los enernigos,y respondeque'ho lo juzgo indigno de varón noble, sino también extraordinariamenteglorioso", con tal de que lo haga por amor a la República y no por la retribución; si lo hace por ésta,le cabría la nota de ignominia'213. Inquietudla de Ayala explicableen el cursode una guena en la que el espionaje,o si se prefiere la aportaciónde información secreta,o inteligencia, llegó a ser uno de los elementospreliminares de la planificación militar. Aunque Ayala no asimila la sedición a una ruptura fraudulentadel juramento militar, sí la haceaproximaal crimen de lesamajestad,al menosentrelos romanos;en cuantoal ejércitode Su MajestadCatólica,Ayala se guardamucho de tipificarla como tal, por lo embarazosode los frecuentesmotinesde los terciosl2la.Así, Ayala cita el castigoa la penacapitalde los soldadosromanosculpablesde sedición,pero añadea seguidoque en las constitucionesdel reino de España,"segúnla calidaddel delito y de 'ron L i b r o t e r c e r oc, a p .X I I I , 2 ) p . 5 1 0 . 't'o "Contra los tránsfugas,como reos de mayor crimen y traidores de la patria y de los ciudadanos, siempre se ha juzgado acérrimamentey fueron indignos de perdón. Pues,como dice Paulo, el urínsfuga que con mal consejo y ánimo traidor abandonasu patria, ha de tenerseen el número de los enemigosy se le castigacon la muerte". Libro tercero,cap. XIII, l) p. 508. 't" Libro tercero,cap.XIII, 3) p. 510. 't't L i b . o t e r c e r oc, a p .X I I I , 5 ) p . 5 1 2 . ''" Libro tercero, xft, 6) p. 512. l2la "up. en estacuestión tan equáivoca,Ayala recurre a ejemplos de Césary Pompeyo, Poniéndor" u ,"jrr.o que padeciendosedicionesextremadamentepeligrosas,supieron, con castigosy halagos,hacer volver a la obedienciaa sus soldados,y aún rehabilitarlos, cosa frecuenteen la guerra de Flandes dentro del ejército real. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 473 la persona,se ordenael castigo"; la forma extremadel delito de sedición, y lo que la convierte en traición o crimen de lesa majestad,segúnda a entenderAyala, es la sedición hechapara impedir la ocasiónde alcanzarun éxito milit¿rl2rs. Como hombre experimentadoen situacionesequívocascomo los motines, que si no son actos de sedición consumadaestánpróximos a ello, Ayala recomiendaa los generalesextremada prudencia,pues en el consentimientode los obedientesconsistesu propia faetzar2r6. Ayala enunciaposibles formas positivas de tratamientojurídico de la sedición, a falta de una normativa más específica:así, aconsejacondenarsólo a los autoresde la sedición, no seaque de otro modo se encienda"el furor militar"; "allí donde hubiera surgido la culpa,allí consistierala pena",añadel217. El licenciamiento suponíala disolución del juramento. Mientras durasenlas condicionespor las que se prestó,no podía licenciarseal soldadosin su consentimiento, a no serque fuesedespedidopor dernéritol2ls.Ayala estudióminuciosamentelas formulas de disolución del juramento practicadasen Roma, sin duda por considerarlas vigentesen el ejércitoespañolr2le. Ayala describeotras característicasdel estatutomilitar de Roma que parecen evocar su validez en el ejército español,al menos como referentede lo que sería conveniente.aunquedebieradeterminarloun estudio detalladodel estatutomilitar de los siglosXVI y XVIIr22o. r:rs L i b r o t e r c e r oc, p . X I V . 2 ) p . 5 1 8 . ¡r¡o"No obstante,ha de aconsejarsea los generalesde la guerra que no usen temerariamentede su imperio, cuya fuerza toda consisteen el consentimientode los obedientes,si tal vez existiera el peligro de que los soldadosno han de escucharles,como prudentemente¿rmonestaron los legadosa Apia Claudio, que queríaser cruel con los soldados,que al ser llevadosal combate,por odio haciaé1,en torpe fuga habíanu¡elto a los campamentos".Libro tercero,cap. )üII, 3) p. 520. '2't Libro tercero,cap. XIII, 7) p. 522. ':'8 Libro tercero, vt, l),2j p. a56. 't'n "up. En Roma había úes clasesde licenciamiento:honesto,por invalidezy por ignominia.Por licenciamiento honesto se conservabapagay sobresueldos;por invalidez se daban de baja del servicio los viejos, enfermos o defectuosos;éste se concedíacon intervención de médicos y de un juez, y si el enfermo se curaba,no podía volver a la milicia. Para dar licenciamiento ignominioso era preciso antes disolver el juramento, y esto se hacía por razón de delito o crimen. Ulpiano, dice Ayala, añadió un cuarto motivo de licenciamiento: del que se une a la milicia por rehusarlas cargaspúblicas, al cual se licencia pero sin dañode la estimación.Libro tercero,cap.VI, 2),3),4),5),6),7),9), pp.456 y ss.El que incurre en infamia perpetuano puede ser soldado, y al ser relegado se disuelve su juramento. Libro tercero, cap. IV, 7)p.436. '220 A esterespectodice Ayala: "Por otra parte, los colonos, ni aunquese ofrezcan esponfáneamente, deben ser admitidos en la milicia ni obligados a ello contra su voluntad. Puesno importa menos a la República que haya quienescultiven los campos que los que hayan de hacer la guerra. Y se ha decidido que los colonos que se alisten en la milicia seanrevocadosa su primera condición. Pues la miseria de los círmposno se compadececon el decorode la milicia". Libro tercero,cap. fV, 5) p. 3a. A sensu contrario, el soldado tiene prohibido ejercer la agricultura, el comercio o cualquier otro negocioTampoco puede adquirir un terreno en la provincia donde presta el servicio. No puede ser procurador de Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 474 Ayala señalaalgunos de los priülegios reservadosa los soldadosen tionpos de los ror-nanos:no podían ser encarceladospor causade deuda,ni ser embargadossus bieneshastael punto de dejarlos en la indigencia, pero si había sentenciacontra sus bienespero él se hallaba en servicio, no se adjdicaríana sus acreedoresdefinitivamente; püblicas, ni debíaprestartestimonio contra quedabaexcusadode la tutela y otras carg¿rs su voluntad; no le perjudicabala ignorancia de las leyes, pues estabamás ocupadoen conocerlas armasque a éstas,etc. En cuanto a los testamentos,se le concedenamplias facultadespara validarlos, lo cual se explica por las situacionesen que podía encontrarsepor causade su servicio, de modo que dos testigosbastabanpara dar fe de su voluntad, o incluso, en combate,era válido el testamentohecho en su escudoo en el polvo. Ayala señalaque, fuera de las necesidadesde la campaña,el soldado esparlolestá obligado a testarpor el derechocomún, segúnlo establecidopor "ley real de las Españas";además,el testamentose rompe fácilmente por la nuda voluntad del soldado, de modo que puedeocurrir que el soldadomuera con dos testamentosválidosl22l. Ayala sale al paso de los que dudan de que en el ejercito del día los soldados gozabantodavíade aquellosprivilegios del soldadoromano;a esadudarespondecon un argumentono del todo aclaratoriode la cuestión:"es lo mas cierto que a los soldados que estánincluídos en los registrosy que combatenfuerte e intrépidamentese les concedenestosprivilegios,por lo menosaquellosque no seancohibidospor el uso"l222 La fe entre enemigos Si el contenido del juramento es consideradoinstitución definitoria del estatuto del soldado,se siguelógicamenteque la palabradadaentreenernigos,quopretendeser obligacióny fidelidadmutuascomo el juramento,debemantenerentreellos algún valor o significado jurídico, teniendo en cuentaadernásque se da generalmenteentre gentes que compartenun mismo modelo estatutario.Apuntaranos que en la guerra de los Píses Bajos la cuestióndel juramento dado entre enemigostenía una importancia crítica desde el punto de vista estrictamenteoperativo: si un soldadocaíaprisionero, podía conseguir nadie, más que de sus propias cosas,ni puede ser acusadormás que del crimen de lesa majestad,o para defendersede injurias contraél y los suyos.Libro tercero,cap. fV, I l) y l3), p. 438. '22' El cap. VIi del libro tercero esfá enteramentededicado a los privilegios de los militares, pp.462-479. rttt Libro tercero,cap. VII, 2l p. a78. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 475 la libertd bajo promesade no luchar duranteun cierto tiempo; si no lo cumplía, su mala fe podía traerle las m¿ásfunestasconsecuenciasl223. Ayala toma de la experienciaromana razón de la importancia de guardaro no la fe jurada al enanigo, y se declarapartidario de mantenerlar2z4. Por nuestraparte obseryamosque estadeferenciahacia el enemigo contrastacon la continua evocaciónde los derechos,incluso los más excesivos,que el beligeranteadquieresobrela üda y haciendade culpablese inocentes.Si el derechode gentespermite grandeslicencias al beligerante,confirmadaspor el derechode guerr4 ¿por qué no permite también la de derrotar cuanto antesal enernigo,por todos los medios, incluso con el engaño?Ayala acudea un argumentoinspirado en el espíritu cristianol225,pero lleno ademasde espíritu práctico, de utilidad para los fines de la guerra.Veamos esto.Ayala aduce:"Ni crea nadie que el enernigoa quien jura no debe considerarsecomo projimo. Pues precisamentesejura para tenerlepor amigo y para que, por medio del tratado de paz, de enemigo se haga amigo". Del mandatodivino de amar al prdimo se ha pasado imperceptiblementea la recomendaciónpráctica de obtenerpor la buena fe el objetivo de la guerra,es decir, la paz. El carácterutilitario de la recomendaciónquedamás claro una o dos líneasmás abajo, cuandodice quejurar en falso es inútil y perjudicial al jefe militar. Esto es cierto por una raz6n: si esejefe no cumple su fe, el enernigotampoco estaráobligadoa la suya;además,los soldados,viendo que sujefe no la guarda, tomaránla "religión del juramento",que "es el vínculo principal de la disciplina militar", por "cosa leve"1226. Puestaasí en evidenciala utilidad de guardarel juramento, Ayala, obstinadoen mantenersu fundamentoen el plano de lo trascendente,afirma: "Por lo tanto,todo lo que, interviniendojuramento,se confirma con la invocaciónal nombredeDios (lo mismo si se prometeperdónal enemigoo graciaal reo o pranios a los soldadosen casode victoria), no debeser anuladopor ningunaconsideraciónde 'ttt En la toma de Haa¡lem por don Fadrique de Alba, en 1570, fueron capturadossoldadosque habían jurado no luchar contra los españoles; fueron pasadospor las ¿rrrnas. Joaquín RODRIGUEZ ARZIJA, p^$logoa la edición de Espejoy disciplina militar, de FranciscoVALDES. Madrid 1944,p. 17. 1224 "No hay cosa mayor entre los mortales que la fe, ni m¿íssanta,como siempre estimaron los antiguos, y asi, los romanos quisieron que estuvieseen el Capitolio, al lado de Júpiter, Optimo Máximo". Ayala se adhiere a esa doctrina: "cuando se hace la guerra con un enemigojusto y legítimo creo que no deben quebrantarsecon perjurio los pactos bélicos y hostiles, incluso los celebradospor particulares.Puescosa grave es quebrantarla fe". Ayala también afirma la necesidadde observar la fe dada a un enemigojusto, bajo fuerza: "Ni debe admitirse la opinión de quienesopinaron que lo acordadocon el enemigo a la fu^erza no debetenersepor ñrme". Libro primero, cap. W, l) y 2) pp. 146-150. '"' Aunque Ayala no lo dice así. r22ó El texto de Ayala dice así: "Pues el vínculo principal de la disciplina militar es la religión del juramento, la cual, si empieza a tenersepor cosa leve, en vista del ejemplo del general, lo mismo entre los enemlgosque entre los soldados,es necesarioque todo se alborote y se perturbe". Libro primero, cap. VI, Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 476 utilidad ni por temor de ningún peligro, sino que es fija e inmutable la palabrade la cual se pone como testigode fe a Dios"l227. Dicho todo 1ocual, podemosafirmar que no es necesariofundar la convención del juramento en el derechodivino (derechoque tiene Dios a que se cumpla lo que en su nombre se ha prometido) para darle faerza de obligar, con fundamento tanto en el derecho de gentes como en el de guerra, y una virtualidad que no se distingue particularmentede la que tiene en el derechociüI. Es más, se podría quitar de la ruptura del juramento la expectativade la vindicación, para que el juramento siguiera conservandosu virtualidad. Así pareceadmitirlo el propio Ayala, cuandopoco mas adelanterepite con Cicerón que "el fraude turba el juramento, mas no lo disuelve"l228. Pero todo lo dicho hastaahora sobreel punto del juramento y de la fe dadatiene su aplicación en el casode enemigo 'Justo", que para Ayala sólo es aquél legítimamente reconocido como tal por el príncipe. ¿Quéhay, pues,de aquéllosque no lo son (bandolerosy piratas) pero a los que se ha dado la fe por miedo? Como causarmiedo no esjusto," no obligará, por el mismo derecho,nada de lo que por estacausase haya actuadoo prometido, ni puedeconvalidarsepor juramento, pues lo que es nulo no puede ser confirm ado"t229. Ayala también entraráen la consideracióndel rebeldeal que por una razón o por otra se da la fe. Ayala lo situajurídicamente ente el bandido que impone condiciones por la violenciay el tirano que las impone por el miedo. "siendo enernigosinjustos,los rebeldesno puedenactuarpor derechode guerra", afirma. Tampoco el contrato impuestopor el rebeldecon lesión del príncipetienevalidez ni debecumplirsel2'O. Es más,ni siquierael príncipepuedeaccedera ello, "puestodo lo que es de derechoregio estáfuera de comercio y anejo a la corona,de tal modo, que no puede separarsede ella... por su espontánea voluntad". A los súbditosrebeldesles estaríamejor, aconseja Ayala, seguirel aviso de Bodino, de que no pactenpor sí mismos sino que lo hagapor ellos un príncipe extraño y vecino, ya que las convencionesentre rebeldesy príncipes son las más nulasde las posibles. 3) p. 152. '"t Libro primero.cap.VI, 3) p. 152. '"0 Libro primero,cap.VI.4) p. 154. '-'Libro primero,cap.VI.7) p. 158. 1230 "Además, comoquiera que el pueblo no puede pactar sobre las cosastocantesa la República, ni siquiera con extraños,lo cual sólo estápermitido al príncipe, al cual estáencomendadatoda la República y en quien reside el arbitrio óe Lapaz y de la guerra, mucho menos podrá someteral príncipe a unas condiciones inicuas". Es al príncipe a quien correspondedar leyes al pueblo, no recibirlas. Libro primero, c a p .V I , 8 ) p . 1 6 0 . Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 477 Necesidady utilidad en el derechode sitio Ayala atribuye a la necesidady a la utilidad un importante rol funcional en la estructuradel combate:la necesidadpor sí sola poseefuerzay es invencible. La necesidadse debe estimularr23t.Por otro lado, la utilidad impone sus normas a la guerra: "Y así, dice Cicerón, nuestrosmayoressiernpreobedecieronen paz a la costumbre,en guerra a la utilidadtttz3z.¡6*rás, como guía de su práctica militar, el generalno debeobligarse a cosasque le pondran en necesidad.nidebe desecharlas que jurídicas de interés para la guerra le reportenutilidadl233.Todo ello tiene consecuencias de sitio. a) La necesidad Apoya Ayala su teoría de la necesidaden ejemplos y precedentes,en que se muestrael consabidorecursode los generales,de quernarsus cuarteles,fortificaciones o navespara frustrar cualquier esper¿rnza de los soldadosde salvarse,a menos que ataquencon ímpetu y desesperaciónal enanigo. Así, Quinto Fabio quanó los cuarteles y arengóa sus soldadosdiciéndolesque "las fortificaciones debían estarsegurascon las ¿umasy no las armascon las fortificaciones"; así, Astiages,rey de los medos, puso a la retaguardiadel ejército combatientesque debíanmatar a los que retrocedieranante el enemigo; igual hacían los romanos anpleando unidadesde caballería. Donde la investigaciónjurídica de Ayala se muestramas propositivae innovadoraque meramenteexploratoria o descriptiva es en los dos capítulos que dedica Comienza Ayalapor acumularlos a la guerrade sitio y susimplicacionesjurídicasl23a. r23r El capítulo XI del segundolibro del tratado de Ayala se titula Ia necesidadde combatir ha de imponersepor todos los medios a los soldados, mientras que al enemigo ha de evitársele. Este capítulo se abre con estasafirmaciones:"Cuánta sea la fuerza de la necesidad,abundantementelo han demostrado los hlósofos, que pretendenque por la necesidadtodo se hace. Y así, Tales, interrogado sobre qué era lo más poderoso,respondió que la necesidad,pues es lo único que no se puede vencer. Y conocida su fuerza y su valor, y cuánto puede en todas las demásacciones,pero sobre todo en la guerra, considerandolos sumos generaleslo que aumentael ánimo de los soldados,suelenprocuftIr con gran ahinco que sus soldadosseanobligados por la necesidaddel combate". '232Libro segundo, cap.V, 2) p.320. 1233 "... así como no debe tomarsetemerariamentela defensade los lugares que no se pueden defender, así tampoco debenín abandonarsefácilmente los que puedanromper y obstaculizarel ímpetu enemigo". Libro segundo,cap.l, 14)p.254. tt'o Son éstoslos capítulos XVII y XVIII del libro tercero, titulados respectivamenteDe los que abandonan las centinelas u obran menosrectamente,paro sobre todo el segundo,titulado Del que pierde Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 418 factoresque agravanen los sitios los rigores de la guerra: todos los valores materialesy morales quedanernbargadospor las necesidadesdel sitio o asedio;así,hay que llevar a cabo una gran destrucciónde propiedadescomo faseprepratolirarns.Igualmente,el juramento prestado,la seguridaddel ejército y de la república, el honor individual, todo adquiereun carácterextrernadamenteimperioso en la guerra de sitio.l236. Evoca Ayala las gravesconsecuenciasde la indisplina en el cumplimiento de las obligacionesde vigilancia en la defensade campamentos,fortalezas,ciudades,etc. Por negligencia"muchos ejércitos fueron derrotadosy vencidosy muchos campamentos capturadosy fortalezasocupadas".Por ello, con razón,se castigacon la muetrte,como dice Paulo, al que abandonalas centinelasde palacio, o se despeñaal que descuidala guardia, o, como determinanlas constitucionesde España,al que advertido dos veces, Si en la ügilancia de fortalezasla se duerme estandode guardia una terceral237. indisciplina da lugar al delito capital, en la tenenciade castillos y plazasal delito capital se une el deshonor.La doctrina que Ayala quiere dejar bien entendidala resumeen este texto: "Si los siervos estanobligadosrespectoa sus señores,con peligro de su cabeza,a custodiarla casalo mismo frente a los domésticosque los extraños, cuánto más aquellosa quienesse encomiendala custodiade una fortaleza,o plaza fuerte y la salud pública, para protegerla cual ningun peligro, ningún sufrimiento, ni la muerte misma, deberehuirse,por lo que debe observarseuna diligenciaexactísimaen la custodiade un fuerte.Y así,por la ley Julia de majestad,es responsableel que no haya mantenidoun fuerte o haya entregado un campamentoa los enernigor,l23S. Apoyfudose en numerososcasosde sitios de la antigüedadromana,Ayala se detienepormenorizadamenteen algunos en particular, a los que parecetomar como unafortaleza o reducto cuya defensale estaba encomendadao la entrega a los enemigos.Despuésde estosdos sólo quedandos breve capítulos más para terminar el tratado. r2l5"Por lo demas,mientras dure la guerra, si ello conviene a la República, no sólo las de los enemigos, sino incluso las de los propios ciudadanos,se podrán destrui¡ las casasy murallas desdelas cuales se pudieran temer incendios o añagazas,incluso sin pagar indemnización alguna, como estáestablecidoen las leyes".Libro segundo,cap. ll,15) p.262. r23ó La necesidades la supremaley de la guerra en general, y no sólo de la guerra de sitio: el dictador Marco Junio, despuésde la derrota de Caruras,decidió hacer soldadosa los forajidos condenadosa la pena capital y por pena pecuniaria. Libro tercero, cap. IV, I p. 436. 't" Libro tercero,cap.XVII, l),2),3),4) pp. 538-541. 't" Libro tercero,cap.XVIII, l) p. 542. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 479 parábolade casos.semejantesen la guerra de Flandest'3e.Ayala se ocupa con mucho detalle del sitio de Ena, en Sicilia, en lo que le seguimos. En Ena se produce un conflicto de jurisdicciones enfre un pueblo que desea consetvarsu soberaníay un castellanode fortalezaque estáobligado por juramento, no al pueblo, sino a su jefe. Los habitantesde Ena habían admitido guarnición romana como aliados.Himilcón, que sitiaba Ena, tuvo tratativas con los enensespara la entrega de la ciudad, por lo que éstospidieron al comandantede la guarnición, Lucio Pinario, que les devolviera las llaves. Pinario replicó que él había recibido las llaves del cónsul Marcelo, y por lo tanto la ciudadela"no estabaa su arbitrio ni al de los enenses,sino al de quien se la había encomendado.Y que abandonarla guarnición era crimen capital entre los romanos". Añadió que, ya que Marcelo no estabalejos, le enüasen legados, "pues en él reside el derechoy el arbitrio". Los enensesse negarony exigieron la devolución de las llaves, estavez amenazandocon vengarsesi no se las daba.Pinario recurrió entoncesa una estratagema:dijo que necesitabaestarsegurode que todo el pueblo queríala devolución, y no unos pocos, por lo que el pueblo debíareunirsepara así manifestarlo. En efecto, reunido el pueblo en asamblea,'todos a una" exigieron lo mismo, "amenazandoferozmente".A una señal,los soldadosdieron una carga,y "fueron miserablernentedestrozadoslos enenses;y con estahazañase conseló Ena". Marcelo aprobó estaacción, "entendiendoque con el temor contendríaa los sicilianos, aterradosde traicionar a las guarniciones"l2aO. Creemosque en estasituación hay varias cuestionesde interésjurídico, que comentaremos:en primer lugar estáel juramento de Pinario hecho a Marcelo, de no entregarla fortaleza a otro sino a él; en segundolugar estáel de las obligacionesmutuas entrealiados;por último, el de la libertadsoberanade los ciudadanos,o sea,la de la "república" de Ena en particular. Son tres esferasdel derecholas que se cruzan en esta '23e Lucio Rupilio, que luchaba en Sicilia contra los fugitivos, se vio obligado a abandonarla provincia porque su yerno, Quinto Fabio, había perdido por negligenciala fortaleza Tauritana. Porque se prendió fuego al terraplén del campamento,en el sitio de Lípari, poniéndolo en peligro, Cayo Cota mandó azotar y degradara Publio Aurelio Pecuniola.Porque los enemigosprendieron fuego al terraplén Marco Antonio diezrnó dos cohortes,condenó dos decuriones,licenció con ignominia al legado y mandó dar cebadaa los demásde la legión. Ticio Turpilio Silano, el único en escaparcon vida de la caída delaplaza de Vacca, conseguidacon engaño,fue condenadoa la pena capital despuésde un juicio. Quinto Cincinato depuso del consuladoa Lucio Municio y le excluyó del botín por no considerarlo digno, al habersedefendido sólo "por el foso y la valla", y no por su valor, y por no haberseatrevido a abrir las puertaspara salir al encuentrodel enemigo. Alejandro de Macedonia condenó a muerte a quien abandonósu puesto en la guarda de un castillo. Los cartaginesescrucificaron al castellanoque dejó que los mrmerfinos echaran fuera su guarnición para meter otra de romanos. El castellanotemerosode Aorno en la India, dijo Alejandro, hizo del peñón un lugar fácil de tomar, aunque era inexpugnablepor naturaleza. ''oo Lib.o tercero,cap. XV[I, l) p. 5aa. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 480 situación: el militar, al que perteneceel juramento de tenenciade la fortaleza; el de gentes,propio de la alianza con Roma, y el privativo o ciül del que es "príncipe" por sí mismo en su ciudad. Ayala se inclina de inmediato a dar la primacía a la obligación de mantenerel juramento de tenenciade la fortaleza,pues es eüdente que en la guerra la primacía debe corresponderal derechomilitar. Esto conviene con lo establecidopor las constitucionesde España,"en las que se estableceque nadie deberehuir la muerte por la defensade una fortaleza,por cuya custodiadebe cualquieraprocedercon fuerte ánimo, incluso contra su padre, su hijo o cualquier señor", y en ello le va el honor. Ni siquiera "la necesidaddel hambre" le forzaráa hacerlol2al.Es más, la eficacia del juramento no vence siquiera cuandovencenlas condicionesen que se contrajo: así, quien ha sido relevadode la tenenciade lafortaleza, habiéndoseya designadoun sustituto, sigue obligado a defenderlacon su vida. Como hemos visto en otra parte, no bastahaber sido reernplazadoen la tenenciapor el rey, sino que es necesarioque las llaves se entreguen al sucesoro al portero del rey: sólo entoncessurte efecto la disolución del juramento. Hasta aquí lo que dice la tradición romana y las leyes de España(o si se prefiere lo establecidoen la Partida segunda,título XVIII). Lo que Ayala añadea continuación hace intervenir, junto a aquellostres derechos(militar, de gentesy privativo o político), un cuarto, el derechode guerra. En estaesferadel derechoreina la necesidad. Ayala argumentadel siguientemodo: la justicia exige que uno no seacastigado sin culpa. En el casode una fortalezaque es ocupadapor el enemigo,o se entrega,hay que ver más allá del mero hechode su pérdida;el problernaes: ¿hayculpa en su pérdida?Los romanos,dice, admitieronen algunoscasosque podíahaberun bien mayor que proteger(conservarla vida de los soldadosincólumeparael serviciode la república), que el de una simple fortalezat2a2.Ayala lo apruebadiciendo: "Y así, al que obligadopor la necesidad,que ni siquieralos dioses- como dice en cierto lugar Tito Livio - puedensuperar,destituídode toda humanaayuda, entregael fuerte al enemigo, creo que no es merecedorde ningún suplicio. Puesel que hacelo que puedecumplela ley". Y sigueuna breverelaciónde situacionesen que la necesidadimpera sobrelos actosde los hombres,dándolesuna forma de ley que les protegede la penay les exime de la culpa ''o' "antes debe comer a su hijo que entregar la fortalezasin la voluntad de su señor... Pues la salud de la República debe preferirse al amor de los hijos".. A esto sigue la rememoración del ejemplo de Alonso Pérezde Guzmán en Tarifa. r2a2 Se refiere a la decisión de Lucio Atilio, gobernadorde laplazade Locres, que viendo que los ciudadanosiban a entregarla ciudad a los cartaginesessin poder impedirlo, abandonóLocres y se refugió Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 481 Así, "el vasallo no estáobligado a prestarfidelidad a su señormas que en cuanto puedahacerlo. Puesninguna obligación hay de cosasimposibles". Confrontado el hombre con lo imposible, queda zujeto al imperio de la necesidadl2a3. Así, "la mayoría entiende que la ciudad que carezcade una adecuadaguarnición se excusadel crimen de lesa majestadsi se entregaal enemigo, sobretodo si no se le envíaauxilio". Así, "el comandantede una fortalezano estáobligado a defenderlasi el rey no le proporciona lo que es necesariopara la defensa";"1o cual hace que el vasallo no esté obligado a prestarservicios al señorni a reconocerlesionpre que ésteabandoneal vasallo en su necesidad-r24. "Y así, entiendoque el comandantede una fortalezatalvez mal guamecid4 desamparadode toda ayudahumanay esperanzade auxilio, y que no pueda soportarla fuerzade los enanigos, podrá mirar por sí y por la guarnición por medio de un pacto o de cualquier otro modo y abandonarlafortalez4 sobretodo si, intentado todo en vano, constaque igualmentehubiera caído el fuerte en poder de los enernigos". b) La utilidad Con una fuerzano mucho menor que la de la necesidadinterviene en el derecho de guerra la utilidad, bajo la consideraciónpráctica de que no hay que esperarnada de lo que no se puedeconseguir:"no estaráobligado el alcaidede una fortalezaa someterseél y la guarnición a una muerte indudable, que no tanto conservala República como la perjudica".Por eso,la prevalenciadel sentidodel honor sobreel de utilidad a la repúblicapuedeserreprobado"ot . La saludde la repúblicay de la patriapuedeexigir tanto la entregade una fortalezacomo la muerte defendiéndola. En corroboraciónde susopinionesacudeAyala a las constitucionesdel reino de España,"que por lo demásson bastantesseveras".Así, el que recibe un fuerte mal construídoy desguarnecidono incurre en crimen de lesa majestadsi el enanigo se en Reggio. r243"Por esto, a los que obligados por la necesidad,entregarona los turcos lafortaleza de Schora,que éstossitiaban, refiere Egnatio que al volver a Venecia no fueron objeto de reprensiónalguna. Pues entendíael Senadocuánta era la fuerza de la necesidad,a la cual ningún valor puede resisti¡" t244"Y Carlos Demoulin enseñaque los antiguos reyes de Francia permitían a las ciudadesque no se pudierandefenderentregarsea los enemigos".Libro tercero,cap. XWII,4) p. 550. l24s"Por que lo Calicratides,general de los lacedmonios,con razón fue culpado por preferir el daño de la escuadraque el de su honor particular, y Cleombroto, que temiendo la envidia, atacó temerariamentea Epaminondas,destruyendolas fuerzasde España". Libro tercero, cap. XV[I, 5) p. 550. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 482 apoderacon violencia de é1,sin culpa suya,y salva la üda. Es más, esecomandante puede abandonarel fuerte, "según la norma prescrita en las mismas leyes", si antesha notificado al rey su deseode abandonarlapor no poderla defender,y las razonesde hacerlo, y el rey aún no le ha enviado el sucesor. Por lo cual, el mandatorígido de entregarla vida antesque por propia mano se entregue laforlalezaal enemigo, tan enfáticamente manifestado en diversas partes del tratado de Ayala, ap¿receaquí condicionadopor imperativos modificadores de tan inexorable normativa. La normativa más suave,sin embargo,sólo instituirá derechoa favor del que entregalaplazapor necesidad,si éstetoma ciertasgarantíasprocesales que lo avalen: así, no deberáhacersec¿rgode la fortaleza "sin un granjuicio", lo que podríamosinterpretarcomo midiendo bien su capacidadpara obligarsepor conhato de tenencia.Además,debe comportarsede tal modo que demuestreque la entregala hizo "compelido por la necesidada la rendición", lo que equivale a presentarpruebasde descargo.Debe verse claramentela utilidad de que él y los suyos conservenla vida para la república, a cambio de un fuerte que de todos modos habría de ser para el enemigo. La utilidad, la ganancianeta para la república, debequedara salvo an cualquier transacciónpor la vida. Haciendo estasconsideraciones,tan pragmáticas,que entran legítimamenteen el ámbito del derechode guerra,Ayala, sin anbargo, no acabade expulsarde la esferade estederechotoda consideraciónmoral, como la del honor. Así, sostieneque el que entregala fortalezapor necesidady utilidad incurre de todos modos en ignominiatzo6. Pero aún estaignominia sigue siendo útil, ya que "ha de sufrirse antesestaignominia, si él y los suyosa así convienea la República,que,defendiéndolaen vano y entregándose la muerte, abandonarla patria y perjudicarla". Con esto, pareceindicar Ayala que el que se acogeal derechode rendir laplazapornecesidad debe aceptarmanchar esederecho con la ignominia,por utilidad de la república.Aparece,de estemodo, un derecho (rendir la plazaen las condicionesdichas), lastradopor una carga.Tan insólita 'tnos son los deberesdel jefe y otros los del exigenciala justifica Ayala diciendoque soldado;éstedebe combatir con fortaleza, aquéldebeprocurar 1oquejuzgue que conviene a la república", con lo que sin duda señalaque lo que conüene a la república es la conservaciónde la vida de los soldados,que son más numerosos.Entoncescabela pregunta:¿por qué no se admite que el derechodel jefe a rendir laplaz4 dadaslas 124ó '(Y ciertamente,para haber cumplido en grado máximo el papel de un varón fuerte, sin embargo, apen¿rs cabe que sin nota de ignominia entregueel fuerte". Libro tercero, cap. XVIII, 6) p' 552. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 483 condicionesya dichas, debequedareximido de la ignominia, que aunqueno tenga consecuenciapenal sí la tiene moral? Creernosque de 1oque se trata es de aplicar una suertede'tsura" utilitaria, aplicadaal derechoal honor, en favor de la repúblic4 estimulandola aceptaciónde la muerte con honor, la cual perfeccionaríael derechoya adquirido y reconocido,descargándolode la ignominia. Si se aplicara a esehipotético designio de Ayala la calificación de intento de coacción,sólo podríamosreplicar alavez que, efectivamente,es mas que probable que la coaccióngravite, legítima o ilegítimamente,esono importa, en la esferadel derecho de guerra,pues ésta,como ha mostradoAyala, se halla inextricablernentevinculada con la necesidady la utilidad, figuras centralesdel derechode guerra.Pero eso quedafuera de la intenciónde estetrabajo. La actitud de los escritoresde temasmilitares en esetiempo se inclinaba a restringir al máximo posible el arbitrio del capitano gobernadorp¿Iradisponer el abandonoo la retirada de parteso del todo de una plaza.Jerónimo de Urrea apenas contemplacasosen que por utilidad, cálculo racional de las posibilidadesde resistencia, o preservaciónde la vida, estéjustificado retirar las fuerzasde una determinada posición, dentro de una plaza sitiada. Al contrario, mira suspicaztnenteal capitán que manda a sus hombresretirarsedesdelos muros delaplaza a los del castillo; aconsejaa los hombresque desobedezcan,o le exijan al capitanmostrar la orden del generalpor la que debenabandonarsu posición. Sólo reconoceel derechodel capitan a ordenarel repliegueo entrega"por sobradafuergade enernigosapraniandoa retirarse..., entendiendoestarsobreminas y en parte donde fuesenbolados con artilleria, que en tal casono harian bien los soldadosen no creer y obedecera su Capitan". Pero no demasiadosatisfechocon esaslicencias contadas,Urrea abruma al lector con "¿quantos exemplosde nuestrostiempossin passarmas adelanteos podria yo dar de pocos,que . han vencidoa muchosc¡tt247 La utilidad ha dado lugar al establecimientode derechosdel beligerante, perfectamenteestatuídospara la guerra de sitio. Veamos esto. Como agente significativo durante el tiernpo que transcurreentre la aperturade negociacionespara la capitulación de la plazay la aprobaciónde lapaz por el capitan generalapareceel legado. Es una figura, dice Ayala, introducida por el derechode gentes;su protección L2a1 Dialogo de la verdadera honrra militar, que tracta como se ha de conformar la honrra con la conscientia. Venecia MDLXVI. fol. 89v. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 484 estaba gararúízadaenRoma por el derecho feciall2as.Ayala retrata al legado en el derechoromano como figura dotadade gran unción "Los legadoshan sido entre todas las gentessionpre segurose inviolabler,l24e.No puedenser hechosesclavoscomo los otros enemigos.Sin embargo, Ayala, que lucha contra rebeldesa su príncipe, se encuentracon la necesidadpráctica de admitir legadossuyos, seapara negociar la entrada enlaplaza rebelde, seapara darselaa éstos.Recordemosque el duque de Alba mandó ahorcara uno de dos legadosque ünieron a proponer una capitulación.Ayala parte de la basede que, por derecho,los súbditosdel principe no puedenser legadosdel enanigol2sO.Además, es indigno de la majestaddel príncipe enviar legadosa los rebeldesl25l. Los derechosde los rebeldesque se entregan Ayala no rehuye tan delicadacuestión.¿Tienenlos rebeldesderechosde legación?La cuestiónes significativa porque en esaguerra fueron frecuenteslos acuerdosprácticospara hacertreguaso "altos el fuego" temporales,sobretodo en relación con la guena de sitio y las capitulacionesde rendición. Dada la exclusión que Ayala hace,cabela preguntade si en razón de su indudable utilidad, siquiera para esos casos,el enviado a parlamentarquedabacubierto por alguna garantía.Ayala sientauna doctrina enteramenteexcluyente:"este derechode los legados,lo mismo que los demás derechosde guerra,conviene solamentea los enemigos,y no a los ladrones,rebeldesy demásque no se contienendentro del número de los enemigos"rzs2.Ayala, que hanos visto vencersemuchasvecesen favor de lo que es razonableante lo ineütable y lo por la realidady necesario,emite con esaexclusiónun juicio totalmentedesaprobado por la praxis de la guerra. ''ot Los legadosque esán en el otro reino cuando estalla la guerra peÍnanecen libres, a diferencia de todos los otros de su reino. Ayala describecuán útiles son los legados:"Y todo esto ciertamenteque se les tributa a los legadoscon una razón máxima: para que existan quienesrecíprocamentepuedan actu¿Ircon seguridadsobre las condiciones depaz, de trafadosy de treguas,los cuales frecuentementecon poco trabajo elrminan grandescontroversias.Y así los romanos con el derecho de la guelra y de lapaz, quisieronque fuera especialmente inviolable el derechode los legados..." Libro primero, cap. IX, 2) p. 222. 'ton Libro primero,cap.IX, l) p.220. 't'o Libro primero, cap. IX, 6) p.226. '"' Libro primero, cap. IX, 6) p.226. 'ttt Libro primero, cap. IX, 4) p.224. Ayala aduce el caso de los legadosenviados sin el consentimiento de Carlos V por el duque de Milán, que maquinabauna guerra, a los que por ser súbditos imperiales mandó encarcelar.A sus súbditos Rincón y Fregoso,que iban como legadosde Francisco I al turco, Carlos V los mandó matar. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 485 Las ambigüedadesjurídicas creadaspor la situación de guerra contra provincias rebeldespresentaotros desafiosa la mentejurídica de Ayala. Tomemos por ejonplo el casodel derechode botín con respectoa una ciudad que no ha sido tomad4 sino que se ha entregado.Nuestro auditor no aporta criterio jurídico preciso para estecaso.Se limita a presentarel de los focenses,que enfregaronsu ciudad a Lucio Emilio "con el pacto de que no sufrirían ninguna hostilidad", a lo que accedioel romano porque "se saqueaban las ciudadestomadas,no las entregadas"l253. Aunque éstaes una doctrina clara, ya que la inclusión de un pacto rernite la cuestiónal derechoconhactual, excluyéndolo del de guelra, Ayala oscurecela cuestiónal añadir que las ciudadesentregadasquedanal arbitrio del generaly no del de los soldados.Creemosque Ayala se muesta, al menos en estepasaje,incierto sobreaspectosjurídicos de algunos casoscontemporáneossuyos, en que por pacto, efectivamente,algunasciudadesse enhegabanal generalenemigo, pero con casuísticamuy variada.Así, una ciudad podía enhegarsecon condiciones pactadas,y esto las ponia a resguardodel derechode guerra,como hemos dicho, pero otras vecesse entregabana merced del general,y esto las dejabaplenamentesujetasa su arbitrio. Este tipo de decisiones(entregarsecondicional o incondicionalmente)muestra la importancia de los momentossubjetivospor los que pasaun determinadocolectivo cuandose trata de determinaren derechoel comportamientohumano. Ayala y el derechonatural moderno El tratado de Ayala es una contribución mayor al derechode guerra. Sin embargo,él no haceuna demarcaciónneta entre las esferasdel derechode guerra y el de gentes,o entre éstey el natural. Frecuentementehabla de modo indistinto de uno o de otro, y tampoco las fronterasentre el derechonatural y el divino estánclaramente trazadas.Sin embargo,es firme su intento de señalartodos los principios y notas distintivas que permiten a un fenómenodado (combate,muerte, prisión, represalias, rendiciones,capitulaciones,etc.) entraren la esferadel derechode guerral2sa. 't" Lib.o primero,cap.C,4) p. 104. '"* Grocio situa el derechode un vencedor de infligir o no injuria al enemigo que se rinde en el ámbito del derecho de guerra; es un derecho admitido por la ley de la guerra que el vencedor rechaceel ruego del enemigo de ver respetadasu vida cuando se rinde (libro III, cap. fV, )(I). En cuanto a la represalia,Grocio limita su legalidad bajo el derechode guerra a Ia que se ejecutacontra la personaque ha causadoel mal que dio origen a la guerra; matar a otras personasen represaliao por su obstinación en resistir puede p¿uecerplausible a los historiadores,dice, pero es injustificado (libro III, cap. IV, )ilI!. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 486 Pero el que no hace o dernarquelas esferasde cadauno de esosderechosno quiere decir que su doctrina y su modo de enfocar los problemasjurídicos no obedezcan a una concepcióngeneraldel derecho.Como no puede ser de otra forma en el universo cognitivo de las claseseducadasde su tiempo, su enfoquey perspectivasson las del derechonatural, y a él se remite Ayala en numerosasocasiones;pero no pertenecea la escuelaque hace del derechode gentesla secuenciahumana del derechonatural. Aquella baseiusnatualistade fondo, que de todos modos informa su pensamiento,no estáconectadaen Ayala con la teologí4 por lo que no podanos situarlo en la escuelade un Vitoria, por ejanplo, aunquecreemosque tuvo influencia sobre Suárez,que le siguió. Está conectadamás bien con la noción de que el poder político determina racionalmenteun ordenjurídico, del cual le interesaespecialmenteel derechode guerra, entendidocomo "derecho a hacer la guerra" y como "derecho a aplicar dentro de la guerra". Con el derechoa hacer la guerrarelaciona todas sus consideracionessobre el derechode gentes,y con el derechoa aplicar dentro de la guerrarelaciona las que tienen que ver con las leyes y la disciplina militares. Su método es inductiüsta, empírico: acumulahechos,con significado jurídico no siempreclaro, pero con valenciajurídica adquirida a través de la costumbre,las constitucionesy las leyes, de las que la necesidad y la utilidad toman su fundamentoracional. Ayala pareceseguir la definición que de derecho daYáuquezde Menchaca: "Con la palabraDerecho(ius) designamoslas leyesy costumbresde cadauna de las ciudades,conformeconstapor variasdisposicioneslegales"tttt.Paraé1,el ejércitoes como una más de las ciudadesdel príncipe.La cargade la pruebade si la guerraesjusta o no, se trasladaen Ayala a la pruebade si la guerra ha sido declaradao no por el príncipelegítimo, con lo que se halla en coincidenciadoctrinal con Vazqvez,pataquien iustum apellatur id, quod legitimum est. Siguiendoel análisisde la obra deYínquezhechapor FranciscoCarpinterotttu, señalaremosbreve¡nenteque Bartolo, dos siglos antesque Ayala, había separadoel irzs civile, propio de.la comunidadpolítica, del derechonatural, que era como un reflejo de las leyes divinas sobrela naturalezay el hombre. El derechode origen humano se basa en la utilidad, dirá más tarde Connanusl2sT: lo justo perteneceal orden moral, y su fin es 'ttt VÁZQLIEZ DE MENCHACA. Controversiarum illustrium aliarumque usufrequentium libre III.25, no.4. t"u CARPD[ERO. Del Derecho Natural medieval al Derecho Nanral moderno: Fernando Vázquezde Menchaca.Universidadde Salamanca,1977,p. 3ó y ss. t2s7 El derecho civil es quod omnibus et pluribus in quaqumquecivitate utiles est.En Commentariorum Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 487 la equidad, mientras que la ley se formula positivamente,y su fin es la utilidad; el derechose refiere al hombre en sociedad.En esteenfoquecoincide Miguel de Ulzumrm, para quien el derecho humano es utilitario, aunque todas las reglas que se dan los hombresprocedendel derechonatural. En Vazquez la formación del derechode gentesy del derechocivil gira en tomo En relación con el derechonatural, que a la utilidad, la justicia y el consentimientol2ss. es intemporal, aquellosdos derechosson "introducidos", "inventados"l259;no son ernanacióndelarazón propia del derechonatural. Yáuquezaún clasifica el derechode gentesen nno "primario", que opera ex naturale ratione (que separaa los hombres de otros seresdel orden natural), y otro secundario,(que est alia pars, quaeprocedit ex usu gentium, y da lugar a institutosjurídicos como la esclavitud,la guerra,las cautividades, etc.)1260, el cual, originalmente, surgeen el ordenamientocivil de una determinada comunidad como propuesta,para ser luego aceptadolibremente por otras comunidades políticasl26l. Es en esteúltimo sentido, de "proposición"t262de un cierto ordenamiento(en el casode Ayala, militar), donde hallaremosla contribución de Ayala a la transformación del derechode gentes,que no tardaríaen producirsedebido en gran parte a las experienciasde la guena de Flandesy los PaísesBajos, sobrelas que piensay escribe Ayala sin mencionarlas. iuris civilis libri . Basilea 1557, libro I, cap. 6, no. 2 'ttt A esterespectodice Carpintero:"... el problemadel'origen'o de la firndamentaciónde los institutos jurídicos más importantestiene una fuerte trascendencia,y ello se nos muestra en el estudio del poder politico, la propiedad privada o del Derecho de sucesiones.Estasinstituciones, en Vázquez, dependen,en lo que se refiere a su misma existencia,de la voluntad de los sujetosque se ven afectadospor ellas, ya que las fundamentaexclusivamenteen el Derecho positivo humano y les da tan sólo una base consensualista, negandoque se basenen el Derecho Natural, lo que suponeun fuerte cambio en los criterios necesarios para determinar su función y sus limitaciones". CARPINTERO. Op. cit. P. 85. '2'n Dice Carpintero: "los juristas medievales- y Yázquez los sigue en estepunto - eran de la opinión de que los diferentes institutosjuridicos fueron 'introducidos' o 'inventados' ('inventa sunt', 'introducta por los diferentes'tipos' de Derechos". sunt', son las expresionesque empleanmás frecuentemente) CARPINTERO.Op. cit. P.84. r2m"Derecho de gentessecundario- dice Vazquez - es el que no fue dado juntamente con la creación del género humano, sino que en el transcursode los tiempos se halla admitido por la mayor parte de los pueblos que se rigen por leyes y cosrumbresy que no llevan vida salvaje al modo de los animales: como por maniñesta razón nos vemos obligados a confesar,fue en un principio sólo Derecho civil y no de Gentes,si bien fue también admitido por todos o la mayor pafe de los pueblos poco a poco o sucesivamente,de modo que dicho derecho se consideró en un principio solementeDerecho Civil, pero despuéscomenzóa ser Derechode gentespor la aprobacióny la acogidaque le dieron".89,no.24. t2órA esterespectodice Carprntero:"En este tema, Yázquez se apartade los teólogos españoles coefáneos:en efecto, éstosentendíanque el Derecho de gentestoma su validez del consentimientode todo el Orbe, por lo que este Derecho aparecíarevestido de una autoridad y dignidad mucho mayor que la que le confiereYiuquez".CARPINTERO. Op. cit. P.93. l2ó2No que él lo haya propuestoa otras sociedadesciviles - nada más lejos de de su inteligencia tan presuntuosaintención -, sino a los juristas y militares, dos grupos simpre implicados en las luchas intemas Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 488 FRANCISCO SUAREZ Aunque Suárezdice ocuparsede la "guerra justa", 1ohace desdela perspectiva de de la soberanía,de laraz1nde estadoy de la función imperialista de la guerrat263, forma que su doctrina tiene interés desdeel punto de vista de la "guerrt' tout court. Siendo de derechonatural el derechoa la guerra,sus formulaciones se expresanen terminos de derechode gentes,y se admite que en las normas de la guerra influyen las costumbresy los usos. Suarezno abandona,sin onbargo, el trasfondo moral que, según cree,debeinforma¡ la política del soberano.La impronta jurídica de tratamiento de la guera se inspira en los cánonesgracianos,Digesta y código justinianeo. Luciano Pereñadice que la labor crítica de Suarezes muy superficial y de escasointerés científicol2*. Su teoría del poder legítimo y de la causajusta de la guerra se apoya en Vitoria y Domingo de Soto; Diego de Covamrbias y Baltasarde Ayala le sirven para desarrollarsu doctrina del derechoa la guerr4 y para sus doctrina sobreinocentesy no Pereñasostiene,sin embargo,que la ürn¡d inocentesse apoya en Domingo Bátñezt26s. del trabajo de Suárezconsisteen la sistematizaciónque dio a las doctrinasprecedentes. Suárez,añadePereña,ha llevado a cabo "el esfuerzodialéctico más grandeque ha hecho la ciencia del derechointernacionalmoderno", al convertir la teoría de la guerra justa en teoría política de la guerra"* . La doctrina de la guerra de Suarezse halla dispersaen numerosostextos, pero lo sustancialde ella se contiene,denfo de la disertaciónsobrela caridad, enla Disputatio XIII.De bello, de la edición de Coimbra (1621), y recogelas leccionesde Suárezsobrela guerra en esauniversidad portuguesa de la . Larazónde que la guerrase incluya en las enseñanzas en el curso 1583-1584t267 caridades que aquéllatiene por fin la justicia y el amor en la pazt268. y externasde suscomunidades. '2ó3 Luciano PEREÑA VICEI.ITE. Teoría de la guena en Francisco Suárez.CSIC. Madrid MCMLIV, p. I35. 't* PEREñA vICENTE. op. cit. P.29. 'tót PEREÑA VICENTE, estudio prelimrnar a Guerra, intervención,paz internacional, de Francisco Suárez.EspasaCalpe.Madrid ¿?p. l4 y s. 1266 "Pero más sistemáticoque todos ellos, ha construído un tratado completo de guerra que sintetiza, incorpora y acilaliza toda la doctrina de la escuelaespañolade derecho internacional". PERENA VICENTE, estudiopreliminar a Guerra, interttención....", pp. l6 y ss. l2ót Pereñaestablecela situación de los temas de la guerra en el conjunto de la obra de Suárez,así como sus fuentes,en Teoría de la guena... Op. cit. Pp. 13-24. Para el estudio de las doctrinas de Suárezse ha utilizado el libro de PEREÑA, Guerra, intervención..., QUoofiece los textos relevantesde Suárezen esta materia, en versión española. Las notas que siguen han sido trasladadascon mención de su fuente y número de la págrna tal como figuran en este libro de Pereña. ttusgrio id dictat ratio naturalis, et quia nihit est magis necessariumad generis humani conservationem, pacem etjustitiam fat¿m. SUAREZ. Opus de triplici virtute..., t. )ilII, tract. III, disp. V, sec. IV. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 489 Suarezdeclaraseguir a SantoTomás y Diego de Covarubias en su doctrina sobrequién tiene poder legítimo para declararla guerra: por derechonatural 1otiene el soberanoque no tiene superior en lo temporal, o la República que se reservó sernejante jurisdicción para sí. La facultad para declararla guerra es un poder dejurisdicción, cuyo ejercicio pertenecea la justicia vindicatival26e. El profesor de Coimbra sigue a Vitoria en la visión del príncipe que hace la También correspondea los jefes militares y políticos guerra como juez de la causal27o. del reino, si son llamados a consulta, jtv,gat respectode la justicia de la guerra que se va a emprender,por lo que debenestarinformados. Los que no son llamados a consultano tienen la obligación de informarse sobresu justicial2Tl; tampoco los simples soldadosl2Tt.Esta idea dota a la gue,lrade un carácterjudicial: "el que hace la guerra es como el juez que, una vez comer:zadoel proceso,se hace señorde la causa"adquiriendo . El que va alaguerra incoa un proceso:"La el derechode procederhastael finnl273 guerrahace las vecesde un juicio criminal", repite Suárreztz7a. En una obra que mira la guerra desdela perspectivade la caridad ocuparáun lugar importante los límites al castigo que recaeránsobreel culpable. Es éstauna cuestióntratadaanteriormentepor Baltasarde Ayala, a quien cita Suarezen esta materia, y que admite el castigo al inocentepor utilidad del Estadol'7s.S.rárezmuestra una tendenciaa asumir la lógica inexorable de la guerra: "es justo inferir al enemigo todos los dañosque parezcannecesariospara obtenerla satisfaccióno para conseguirla Pareceun mentís victoria... Porquesi es lícito el fin, tambiénlo seránlos medios"l2Tó. al adagio"el fin no justifica los medios". Conscientedel extrernosoalcancede ese principio, Suareztrata de restringirlo. Por eso apuntaa seguidoque "ningún mal causadoal enemigo durantela guerra es calificado como injusticia, si exceptuamosla muertede inocentes".El derechonatural,dice Suarez,declarainocentesa los niños, las mujeresy todoslos que no puedentomar las armas,así como por derechode genteslos 'tón PEREÑA VICENTE. Guerra.,intervención.. . . Capítulo segundo,primera conclusión, I . 1270 "... debe eljuez hacer las investigacionesoportunasantesde pronunciar sentenciaen asuntos privados; luego proporcionalmentedebe hacerselo mismo en la causapública de la guerra". Guerra, intervención...Capírulosexto,segundaconclusión,5. "" Guerra, inter-vención...Capítulo sexto,terceraconclusión,6. '2" Gu"oo, intertención... Capítulo segundo,terceraconclusión,6. 1273 Gueoa, intervención... Capítulo séptimo, primera conclusión, 4. L2'74 De bello; sec.IV, nos. 5 y 7. '"t En Baltasar de Ayala. De iure et fficiis bellicis et disciplina militari. Estudio preliminar de Nicoliás Ramiro Rico. Edición, traducción y notas de Manuel Fraga lribarne. Instituto de Estudios Políticos. M a d r i d 1 9 4 8 .c i t . I . I V . 5 . "'u Gueoa, intervención...Cap. séptimo,primera conclusión,5. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 490 ernbajadores,y por derechopositivo los religiosos y sacerdotes.Pero si los inocentesde la primera clasedebenescapara la muerte, no 1oharan a los castigosy reprlracionesque les tocaráncomo miembros del estadoque cometió la injustici4 el "estado culpable"l2tt, como lo llama Suárez,quien añadeque "por el delito del todo puede ser castigadala parte que por sí misma no ha participado en el crimen"; estecastigo puede consistir en la privación de sus bieneshastala plena satisfacción,y aun de su Los cristianos gozan de la ventaja que les da el derechode gentes,de que no libertadl27S. puedenser hechosesclavos,aunquesi presoshastaque seanredimidos "por un justo precio", como lo afirma una ley de las Partidasr2Te.De estepriülegio estanexcluídos por costumbrelos que han renunciadoa su fe. El uso, sin ernbargo,permite que los herejesgocende éll28o. La vida de los inocentesno estáa resguardode todos los peligros, ya que es lícito matarlos "sin intentarlo directamentecuandoes necesariopara conseguirla victoria"l2sl; los medios para alcarzaréstahaceninevitable que otros darlos "necesariamentevayan unidos con la muerte de los inocentes,como son los incendios de ciudadesy la destrucciónde fortalezas.El que tiene derechoal fin de la guerra, hablando,lo tiene tambiéna esosmedios"l282. absolutamente Vemos, pues,que el estadode necesidadpropio de la guerra obliga a desconsiderarlos derechosde los inocentes,el primero de ellos a su propia vida. Por nuestraparte diremos que aquella autorizacióna penalizar a los inocentes,si ello es necesariopara obtenerla victoria, es especialmentesignificativa en el casode la guerra de sitio: al sitiadorde una plazale interesaque los inocentesse quedendentrode ella paraque consumanlos víveres, y ala inversa,a los asediadosles convieneecharlos fuera, para que no los consuman,y si lo hacen,los sitiadorestrataránde devolverlos a la ciudad, a cañonazossi es necesario,o matarána los primers que salganpara disuadir a los demásde salir. Los inocentescreanun estadode necesidadobjetivo que ninguno de ttt' Sobt" la culpabilidad en la guerra según Suárezdice Pereña:"El concepto es meramentejurídico y de apreciacióntécnica. No es precisamenteciudadanoculpable el que tiene una culpa personal. Existe únicamenteuna responsabilidadjurídica. Se esjurídicamente responsable,porque se ha lesionadoun principio jurídico, aunquemoralmente se sea inocente. Su¡írezha construído un criterio puramente externo fácilmente aplicable en la realidad y que evita la complicación pnictica del principio moral, que exigiría el conocimiento psicológico de la responsabilidad.lnocente o culpable, realmenteno significa otra cosa que beligerante o no beligerante". PEREÑA VICENTE, estudio preliminar a Guerra, intervención..., Op. cit. P. 42 y s. "" Guerra, intervención... Cap.séptimo,quinta cnclusión,11. '27e Segunda,tít. XXIX. "80 Grerra, intervención... Cap.séptimo,quinta conclusión,12. Greno, intervención....Cap. séptimo,quinta conclusión,14. "8' t"' Gr"oo, intervención...Cap.séptimo,quinta conclusión,15. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 49r los contendientesquerrá importar a sus filas. Vemos, pues, que las gara¡rtíasque se puedan imaginar en su favor no pueden tener en muchos c¿Isosürtualidad alguna; en otros, las garantíastienen un precio, como todo en la guerra: los inocentespodriín salir de la ciudad si entreganal sitiador, al salir, un rescatede bienesy rop¿rspor su libertad. Suárezhaceuna aportaciónjurídica interesante,en cuanto al derechode la guerra de sitio, cuandopone la obligación de defenderuna plaza con la vida fuera del contexto moral y señorial propio de la Edad Media, tal como, por ejemplo, es afirmado en las Partidas. En éstasy en toda la literaturajurídica que les sigue, si la plaza es entregadasin defensahonrosa,se atentacontra el honor del señory se produce algo que equivale a "la muerte del señor". En Suarezla obligación de defenderlaplaza con la vida descansaen el pacto contracfualpropio de los soldadoscon su soberano:"Como los reyes estanobligados a pagar a sus soldados,también éstostienen obligación de cumplir con su deber.Estarán,por tanto, obligados a luchar valientementey a no huir, ni abandonarsu puesto o trinchera"; estecontrato "obliga a los jefes de plazas fuertes a no rendirlas por miedo a la muerte o al hambre; tienen hecho un pacto con su príncipe en estascondiciones,recibiendo por ello el sueldo que da origen a estaobligación de . ..rtR1 rustrcla""---. Dentro del derechogenerala castigara los vencidos, el vencedorposeeun poder discrecionalpara condenarlosa muerte; así, por "causamuy urgente" se podrá matar a una "multitud grandede hombres"; esto no se podrá hacer, sin anbargo, una vez obtenidala victoria, debiendolimitarse el castigoa "algunosenonigos culpables...para escarmientode los demás"1284. Una facultad tan discrecionaldel vencedorapareceen Suárezcontenidapor su doctrina de fondo de que la guerra es como un juicio, y "debe cumplirse en la guerra la equidadde un procesojudicial; no puedeentoncesser castigadoel reo con cualquier clasede castigo,ni puedeser sin mesuraprivado de todos susbienes;debeser castigado ¡u victoria, pues,abreuno o muchos en proporcióna la gravedadde su delitor:1285. procesoscontra los hallados culpables.Por nuestraparte, en nuestro afan de contrastar los principiosjurídicos de la guerrade sitio con su aptitud de aplicación,señalanosque en el casode una ciudad o plaza fuerte tomada al asalto,en que hay que disponer perentoriamenteel destino de los prisionerosciüles y militares, si todo se ha de llevar '283 Guerra, intervención... . Cap. séptimo, 2.Paraesta extensión del deber contractual a los defensores de plazas se apoya en Cayetano,en De vinculo obedientiae.Opuscula Omnia. Lugduni 1508, 9. l. t"o Guerre, intervención... Cap. séptimo, tercera conclusión, tercer¿rconsecuencia,4. '28s Guerra, intervención... Cap. séptimo, primera conclusión, tercera consecuencia,10. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 492 por debido trámite procesal,tal como sugiereSuárez,se requeriráun aparatomínimo de justicia, que dadaslas condicionesmaterialesy humanasque son de imaginar, no podría ser sino sumariay muy posiblementearbitraria. La relación jurídica entre el príncipe y el soldadopropia de la guerramoderna aparecereflejada en Suárez,en contrastecon formulacionesmedievales.Las "reglas ordinariasde justicia" de que habla Suárez,y que los soldadosdeben cumplir para la obtención del botín, han cambiado.No existe una obligación "a hacer especialmenteuna justa distribución en el reparto del botín despuésde la üctoria";hay que atenersea las normas fijadas por los monarcasen cadareino, "o al menos las admitidaspor el uso o costumbre'rl28ó. 5a observaen el uso de esaadversativa"o" la preferenciade Suiírezpor el príncipe como fuente de legitimidad, con precedenciasobrelo que tengan que decir el uso y la costumbre.Esto parecerevocar la costumbremedieval; así, se recordaráque, por ejernplo, en la Partida XVIIII287 se tiene por costumbreque lapostura que los que andan en guera han puesto entre sí sirva de criterio para la distribución del botín. Sólo si no hubiesenhecho la postura antesde obtenerlo,el botín se repartirá al albedrío del rey. Es lógico que en tianpos de Suarezseael monarcael que establezcala norma, pues todos tienen con el rey una mismapostura y no puedenhacer entresíposturas particulares.El imperium del rey en estacuestióndel botín se ejercerápor medio de sus ministrosen los ejércitosl288. En Suarezse presentaotÍavez la vieja cuestióndel valor de la palabraque se ha dado al enemigo. Suárezrespondeque en principio no estápermitido romper la palabra dada"pues envuelveuna injusticia manifiesta". El enfoquemoral aplicado a su respuestadebió parecerlepoco convincente,cuandoa continuación indica que ha de guardarsela palabra,si se ha dado "como por una especiede pacto mutuo y por fines Creemosque es éstauna honestos,y haya sido ratificadoparacrearestaobligación"l28e. forma oblícuade decir que esjusto mentir al enemigo,pero que no debehacersesi ese "pacto mutuo" obliga a su mantenimiento,so penade sufrir la más pesadasanción. Piénseselo que supone,por ejemplo,la palabrade no volver a tomar las armasque se exige al que se rinde, para dejarle marchar; si no lo cumple, la próxima vez que sea '286Guerra, intervención...Cap. séptimo,2. '28tTítulo XXVIII, ley XI, Como devenser escarrnentadoslos que non guardassenlas posturas entresi, o con otros que anduviessenen la guefta. 1288 '.Los soldadosno pueden requisar nada por su propia autoridad antes o despuésde alcanzarla victoria, ya que no tienen en sí poder alguno, sino únicamente el que reciben de su soberanocomo agentessuyos. Por tanto, no pueden tomar legítrmamentecosa alguna sin autorización expresao uícita de susjefes". Guena, interttención...Cap.séptimo,terceraconclusión,terceraconsecuencia. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 493 apresadocon l¿rsarmrrsen la mano pagarácon su üda su mala fe. No es una obligación moral, ni la buena fe, sino la convenienciay la necesidad(o el instinto de conservación) lo que mueve a los contendientesa mantenerla palabra dada.Del cumplimiento o no de estos"pactos mutuos" dependíaa vecesla vida de muchos,por ejernplo, cuando el sitiado en extremo peligro prometía dar la plazasi en tantasfechasno le llegaba socorro,o debía entregarlacuandoviese plantar ante sus muros la artillería enemiga.El no cumplimiento de eseverdaderopacto o "tratado" ad hoc e in situ solía tener las mas trágicasconsecuencias. En el curso de una guerra el precio que el vencido haya de pagar por la paz fluctua de acuerdocon la suertede los combates.Suárezprevé una situación en que la victoria empiezaa favorecera una de las partes(él habla de "la parte que lucha por la justicia"); en esecaso,ésteno se satisfarácon menos que la rendición incondicional, y ello tanto porque sigue siendo tan juez de la causacomo cuandola onprendió, como porque ahora,cuandola guerra dura ya algun tiempo, 'ha aumentadola injusticia y, por consiguiente,ha aumentadotambién el derechoa una mayor satisfacción".En la satisfacciónque el vencido ha de dar hay tres pafes: restituir lo que injustamente retenía,indemnizar los darioscausadosa su anemigoy alguna cosamás como castigo por la injusticiainferida,y esto enrazónde la justicia distributivay de la vindicativat2s. El precio que debe pagar el vencido, nos dice implícitamente Suárez,no agota necesariamentelos derechosdel vencedor;si quiere garantizarsela paz en el futuro, podrá aún retenerlas ciudadesy proüncias del enanigo, y esto no tanto para castigarlo como paraimpedirle volver a hacerlo injusto, como se hacecon un malhechor,que cuandocumplesu condenaaún se le castigacon el destierrol2el. Suárezno disipa la perplejidad que invade al que se preguntaqué derechos adquierepor su victoria el combatienteinjusto, y que ya hanos expresadoen relación con la doctrina de Vitoria. Si ésteobtiene la rendición incondicional del otro,la restitución, la indemnizacióny el castigo que impondrá no harán sino agravarla injusticia primera. En el orden moral, Suarezno puedehacer otra cosaque atribuir los derechosde restitución, indemnizacióny castigo a quien esjusto; si no lo fuese,no tendría derechoa nada de aquéllo. Por estavía, pues,la moral se muestraimpotente para comprenderla realidad,una realidad que incluye la eventualvictoria del injusto. Sin "'n Gu"rro, intervención...Cap. septimo,última conclusión,19. "no Gueoa, intervención...Cap. séptimo, primera conclusión, 4. "nt Guerra, intervención...Cap. séptimo,séptimaconclusión,16. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 494 embargo,es evidenteque al razonarlos derechosque el vencedor (para él'Justo") va adquiriendo a medida que se acerca su üctoria, Suarez está razonando los derechosque también el vencedor injusto alegará,y su alegación tendrá una fuerza de obligar como si fueseel másjustísimo de los vencedores.Con 1oque en el mundo de los príncipesy estados,lo que va a contar es el hecho incontrovertible de que habrá un vencedor,y es con él con el que ha de mantenersela convivencia o coexistencia.No cuentala moralidad sino la fverzasuficiente para vencer. Los príncipes debenconte'lnplarla posibilidad de tener relacionescon vencedoresinjustos. GROCIO Grocio expresócon terminos muy precisosel anclaje que la razónhumana encuentraen la voluntad de Diosl2e2.Esta voluntad divina se manifesta en la ley natural. de leer en las leyes de la naturalezalo que es bueno y Laruzón humana es cap¿Lz conveniente;lo que el hombre lee en ella le proporciona su noción del derechonatural. Lo que en el Hastaaquí una lectura de Grocio en clave de humanismo escoliísticol2e3. marco de estederechonatural correspondea la gobernacióny relación de los hombres, unos con otros, cae en la esferadel derechott*. El entendimientohumano hace de la Grocio declarasu intenciónde conservaciónde la sociedadla fuentedel derechol2es. ocuparsepreferenternentede estaclasede derecho,al que llama de gentes,porque a su Cuando el derechode gentesse ocupa entenderno ha sido tratado suficientementel2e6. de las relacionesde los hombresdentrode una civitas nos movemosen la esferadel derechode gentesprimario. Cuando interviene el consentimientode los pueblos para darseleyes con las que gobernarsepor ellas en sus relacionesmutuas, se construyeel 'tnt Lo que Dios declaró querer es derecho, tal dice la primera regla del derecho natural, que Grocio da en los Proleeómenosdel traudo De iure predae. 'tnt Hugg"err*acherdescribeasí la influencia de la escolásticamoderna en Grocio: "Aunque seade un orden diferente,la deudade Grocio con el humanismojurídico equivale al que él ha contraído,desdeel punto de vista sistemático,hacia la escolástica".IIAGGENMACHER, op. cit., p.48. 'tto Lo qu" manifiesta el consentimientode voluntadesunidas de todos los hombres es Derecho. Segunda regla de los Prolegómenos. t2es iure belli ac pacis.Prolegómenos,6, 7 y 8. De r2eó"Muchos han intentado comentar y hacer un compendio del Derecho civil, del romano y del patrio, pero de aquel Derecho, que rige entre muchos pueblos o entre los gobenrantesde los mismos, que procede de la misma naturalezao de las leyes divinas, de las costumbreso de un pacto tácito, pocos han tratado. De un modo general o con cierto orden, nadie hastaahora lo ha hecho, aun cuando interesaal génerohumano que así se haga". Prolegómenosa De jure belli ac pacis.Et Hugo Grocio. Del derecho de presa. Del derecho de ta gueia y de li paz. Traducción, introducción y notas de Primitivo MARÑO Madrid 1987,p.32. GÓMEZ. Centro de EstudiosConstitucionales. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 495 derechode gentessecundarío,que es obligatorio para todos los pueblost"'.Huy ademásun derechode gentessecundariovoluntario, que es el que los pueblos,por costumbre,aceptanpositivar. La pertenenciade determinadasobligacionesa un tipo u otro de derechode genteses argumentadacon mayor o menor claridad por Grocio; así, asignaal derechode gentesobligatorio la inmunidad diplomática, la sepulturade los muertos, etc., y al voluntario la esclavitud.Pero la esclaütud, a su vez, puedeverse abolida si entre un grupo de pueblos (por ejemplo, cristianos)se establecela costumbre de no hacer esclavossino prisioneros.Por estosejemplos se puedepercibir fácilmente que el derechonatural secundario,tal como lo formuló Grocio, era el que habría de ejercermayor influencia en las formulacionesfuturas del derechointernacional. Por otro lado, la inclinación del derechonatural a la justicia hace posible que los medios para alcaruarlaseantambién un derecho.Uno de los medios con los que se buscarestaurarlajusticia es la guerra; por lo tanto, la guerra es de derechonatural, y con la guera van una serie de accionesque son también de derechonatural y que el derechode gentesacepta,como el derechoa hacerpresade las mercancíasdel enemigol2es. Obsenemos,pues,que al vocar Grocio la guerrahacia la justicia se mantienedentro de la tradición escolasticade la teoría dela guerra justa. En susProlegómenosa In tres líbros dejure belli ac pacis, Grocio declarasu deseode salir al paso de los que piensanque la guerra y el derechoson incompatiblesl2ee. No es así:la guerraestásujetaal derechol3oo, pueses de derecho natural y por lo tanto es racional. Ahora bien, si se preguntaque dónde está escrito ese derechoque sujeta a la guerra,Grocio contestarácon Dión de Prusaque "entre los enemigosel Derecho escrito, o sea,el civil, nadavale, pero que el no escrito es el que vale, o sea,aquelque dicta la naturalezao que se constituyepor el consentimientode l2e7 Cuanto todas las repúblicas manifiestan querer, es derecho.Octava regla. 'tnt Ertu teoría la desarrolla Grocio en su De iure predae, escrito para fundamentarante los tribunales holandesesun caso de derecho de presa contra un barco portugués,pertenecientepor tanto a la jurisdicción del rey de Españay Pornrgal. l2ee"Esta obra nuestraes más necesariapor cuanto que tembién en nuestro tiempo no faltan, y antes tampoco faltaron, quienesdespreciabanestaparte del Derecho, como si no existiesede él mris que el nombre. En boca de casi todos eslá el dicho de Eufemo en Tucídides: 'Lo útil no es en absoluto injusto, para un rey o para una ciudad que tenga imperio'. Y semejantea esto es lo que se dice: 'Entre los poderososlo que es más fuerte es másjusto, y la república no puede regirse si no es cometiendo rnjusticias'. Ademas, las controversiasque stugen entre los pueblos o reyes tienen a Marte (dios de la guerra) como árbitro. Pero el que la guerra estétotalnente alejadade todo derecho no sólo es opinión del lulgo, sino que también doctos y sabiosse inclinan a estaopinión. Nada mas frecuente que el contraponer derechoy gue¡ra". De iure bellí ac pacis. Prolegómenos,paragrafo 32. '3@"Le.¡os de la verdad lo que algunos piensan, que todo derecho cesa ante la guerra; más bien, que no debe emprendersela guerra sino para consegui¡ el derecho y que, una vez iniciada ésta, debe llevarse según la forma de derechoy de buena fe". Prolegómenos,par. 25. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 496 los pueblos"l3Ol. Derechonaturaly derechode gentes,éseesel ámbitoen quesemueve la guerra,un árnbitonormadoquehacequeaparezcan las leyesde la guema.La guerra esde derechonatural,y por lo tantoracional,y todo serracionalpuedeentendersus leyes. El derechode zuerra Pero Grocio no se esfuerzasólo en estructurarel arbol del derechoen sus diversasr¿unas,sino que lo circunscribeo separarespectode otras ciencias;así, respecto de la política. Paraello acudea la noción de utilidad. En efecto, en su tratado describe incidenciasde la guerra en que la utilidad p¿receimponer la conductaaconsejable.Pero la utilidad no forma parte del derecho,dice Grocio, o no es una categoríajurídica, podríamosdecir nosotros.La utilidad, dice Grocio, pertenecea la políticat'ot. Sirt embargo,habremosde observarque la utilidad no se deja desposeerdel todo de cualquier valenciajurídica. Implícitamente se reconoceesto por el propio Grocio cuandoargumentaen favor de limitar los dañosque se infligen al enernigo:aunque existe el derechode causardaño a su propiedadr303 sin obrar mal (por necesidad,o por causade una deuda,o por castigarel mal), seríaimprudente dañarlesin asegurarningun beneficio a uno mismo: "Por tanto, los prudentesestáninfluídos normalmentepor consideracionesde utilidad". Y creemosque esto es así por una razónjurídica: que todo daño que se causaal enemigo debe estardestinadoresarcirsecuanto antesdel daño que él originalmente causó,de modo que todo daño causadopor nosotrosque no sirve para resarcirnos,sino que es una pérdida gratuita, en realidad deberíacomputarsecomo parte del resarcimiento.Puedehabercasos,sin embargo,en que precisamentela utilidad aconsejedestruirla propiedaddel enemigo,para compeleral enernigoa hacerlapazt3M. Así que podemosafirmar,replicandoa Grocio, que la utilidad mantieneuna relación ambiguapero persistentecon el derecho. r3or Prolegómenos,p¿u.26 y 27. 1302 "Me abstuvede lo que es de otra disciplina, como es lo que se hace por utilidad, porque esto tiene su disciplina, Ia política. Esta la trata por separado Aristóteles en sus límites para no mezclarla con otras materias.Bodino hizo lo contrario. En él esta disciplina se confunde con el Derecho. Sin embargo, en no pocos pasajesde mi obra hice mención de lo útil, aunque de paso y para distinguirlo claramentedel Derecho".Prolegómenos,par. 57. 1303 En Grocio, "la propiedad de los enemigos,debe estarpara sus enemigos en la misma relación que la propiedad sin dueño". De iure belli ac pacis. Libro III, cap. VI, IX. '3* Libro III, cap.XII, I. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 497 Esa mezcla de lo útil o práctico con lo jurídico la encontramosconstantemente. Grocio reconoceque lo que estápermitido por el derechode guerra (matar a los prisioneros,incluso a los que deseanrendirse)puede que no searecomendabledesdeun o'Sabemospor punto de vista práctico. Diodoro Sículo dijo, segúnnos recuerdaGrocio: experienciaque el azarde la guerra es el mismo para todos los beligerantes,que éstos no desconocenque cualquierade las partes,si es derrotadaorecibirá el mismo tratamientoque ha dado al vencido"l305.Poco más adelanteGrocio señalaque para evitar que los peligros de la guerra se extiendandemasiado,los beligerantesdeben considerarque es más ventajosopara ellos no hacer determinadascosas,como las aguasdel enemigot'ou.Los enemigosharan bien en manteneracuerdos envenen¿¡r Y aunqueno es aconsejable tácitos para reducir los riesgosde la guerr4 añadel307. envenenarlas aguasdel enemigo,no hay razónpararechazarotras accionesque pueden inducir represaliasdel mismo género,como la desviaciónde un rio o cegaruna Grocio ha podido vers, sin duda, toda la eficacia y utilidad del principio de fuenter3os. reciprocidad en la guena de los PaísesBajos, y ha apreciadosus consecuenciasen la formación del derechode guerra. Su historia de la guerra de los PaísesBajos es más expresivaen estepunto que cuanto puedadecir su tratadol3oe. Pero no hay que tratar de sacardel principio de utilidad, o de la reciprocidad demasiadocaudaljurídico; no es facil construir regulacioneslegalesde aplicación generala basede la conveniencia,o de la amenazade la reciprocidad. Como muy bien señalaGrocio en su historia de la guerra,los enemigospuedenconsiderarque es convenienteatenerseen un terreno a unasreglas comunes,pero puede que uno de ellos encuentremás ventajosono hacerlo en otro: por ejernplo,unas reglas puedenservir en el combateterrestre,pero no se aceptanpara el combateen el marl3l0. Uno de los ejanplos más clarosde cómo la noción de utilidad interuieneen las deterninacionesdel derechode genteses el casode la esclaütud, tratado por Grocio. El '305 Libro IiI, cap. IV, XIII. '36 Libro III, cap. IV, XV. '3ot Libro III, cap. IV, Xw. '3ot Lib.o III, cap. IV. XVII. 13@ Cuenta Grocio cómo el duque de Alba trataba como criminales de lesa majestada los rebeldesde los PaísesBajos, ejecutandomuchos de ellos, entre otros a los prisioneros, y dando lugar a una "venganza perpetua"; por eso, "la parte contraria no dejaba de ejercer el mismo rigor contra los que caían en sus manos, sin ninguna consideraciónde sus cualidades,hasta que una necesidadmutua obligaba a unos y a otros a usar de la buena guerra". Annales et histoires des troubles du Pays-Bas.Amsterdam, MDCLKI, o.47. l''o Arí, Grocio cuenta que la necesidadmutua de reducir las consecuenciasde las represaliasentre los españolesy los confederados,llevó a estosúltimos a est¿blecer'1¡ncomercio recíproco de las armas sobre la tierra, y un imperio absoluto sobre ellos en la mar". Annales et histoires... p. 47 . Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 498 entendimientoaconsejaal hombre la conservaciónde la sociedady de la üda: por tanto, no debellevarse a cabo una resistenciaque las ponga en peligro: la üda estapor encima de la libertadt3lt. Es éstauna convicción vehementeque domina el espíritu de los que ya no tienen ninguna esperanzarazonable de salvar su libertad, una vez que la plaza,sin defensasy sin esperanzade socorro, estáperdida. Por naturaleza,o en la condición primitiva de la naturaleza,los sereshumanos no son esclavos. Pero por el derecho de gentes, la esclavitud ha adquirido una gran importancia; se convierten en esclavoslos enemigosuna vez que han sido traídos "dentro de las líneas". y son esclavosno sólo las personascapturadas,sino también sus mujeres e hijos y descendientes,al tiernpo que pierden sus propiedades.Y la razón de que el derechode genteshaya introducido estacostumbrees que el captor, atonperado por tantasventajascomo le reporta la vida del esclavo,se contengaen aplicar el máximo grado de severidad,esto es, su derechoa darle muerte. No se trata aquí, arlade Grocio, de un sobreentendidode que el prisionero no serámuerto por su captor, sino sólo de indicar que es más ventajosopara ésterespetarlela üdal3l2. Grocio, sin embargo,admite que estapráctica, aunquepropia del derechode gentes,no es universal;los judíos no la aplicaban,ni los francos;lo que es más, los cristianos,por reverenciaa la ley de Cristo, han infoducido'tm grado de progreso" mediante el acuerdode no hacer esclavosa los prisioneros,ni venderlos,ni obligarlos a trabajar ni sufrir la suertede los esclavosen otros aspectos.Y en su lugar se ha introducido la costumbrede guardarlos prisionerosbajo custodiahastaque se paguepor ellos un rescate,fijado por el vencedor,"a menosque se haya establecidoun acuerdo definitivo". Las costumbresde la mayor partede las nacionesadmiten,sin ernbargo,que los prisionerosde alto rango son entregadospara su guardaal estadoo a su cabeza, mientrasque los de menorrango son guardadospor suscaptores.t"'. del enemigo, que se convierten en esclavoscuando entran dentro de las Como las person¿rs líneas,así las cosasse pierden de la misma manera; y retornan por derecho de postliminio cuando entran en los límites del estado,o de otro modo, dentro de sus defensas."Como dice Pablo, el hombre se pierde cuando sale de las fronteras; y nuestro hombre, segúnPomponio, sigue siendo ciudadanohasta que es capturadopor el enemigoy llevado dentrode ,o, d"f"nr^1314. 13r'Libro II, cap. )O(V, VI. Libro III, cap.)O(V, ry. t3t2De iure belli... Libro III, cap.VII, I-V. '3'3Libro III, cap.VII, IX. 13ra Libro III, cap.VI,III. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 499 Derecho de guerra y costumbre en la zue,lrade sitio Un area eminente en que se aplica con todo el rigor el derecho de gentes en perjuicio del enemigo es en sus ciudadesy fortificaciones. No es contrario a la nainalezadespojar a aquel a quien es honorablematar: "Por tanto, no es extrario que el derechode genteshaya permitido la destruccióny saqueode la propiedad de los enemigoscuya muerte estápermitida. De acuerdocon esto, Polibio, en el quinto libro de susHistorias, dice que el saqueoo destrucciónde las fortificaciones del enemigo, sus puertos,ciudades,hombres,barcos,cosechas,y cosrrssernejantes,estáincluído en las leyes de la guerra". Y suscribiendoa Polibio, Grocio señalaque "Casi en cada página de los escritoshistóricos se encuentranrelatos de la destrucciónde ciudades enteras,o del arrasamientode ciudadeshastalos cimientos, e incendios.Debe notarse, adernás,que esosactos es permisible realizarlos contra los que se han rendido"l3ls. Como se ve, hay una cara tenebrosadel derechode gentes,que contrastaüvamente con la imagen de lenitivo que generalmentese asociacon esederecho. Aunque la guerra seade derechonatural, en la regulación de sus alternativas intervienenconsideraciones de las distintoscategoríasdel derecho.En Grocio, lo que se capturaen la guerra se convierte,por derechociüI, en propiedaddel pueblo o del rey que ha librado la guerra,aunquepuedehaberseconcedidoun derechode distribución del ejércitot3'u.Perocabeque estederechoseamodificado atribuídoa los comandantes por la costumbre,"cuando se la introduce rectamente",y se dé por ley el botín como no comomercedl3tt. concesion, Grocio adviertede lo injustificadode confundirlos preceptosde la disciplina militar con cualquier forma de derecho.Lo dice tratando de disipar el error de pensar que despuésde oída la señalde retirada del combate,el que causadaño al enemigodebe ser castigadopor haberviolado el derechode gentes.No es así; al enemigose le puede seguirhaciendodaño despuésde la señal,pero el soldadoque lo hagadebeser castigado por haberroto la disciplinar3r8. r3'sLibro III, cap.V, I. '3'óLibro III, cap.VI, XXI. 'llt Lo que puede hacersepor un contrato, o como pago de lo que se debe, o como reembolso de las pérdidas que se han sufrido, o compensaciónpor una contribución dineraria a la guerra, como cuando los aliados y súbditos sirven sin paga o menor paga de la que correspondepor sus servicios. Libro III, cap. VI, XXII. r3r8"Se engañanlos que piensan que el principio mencionado tiene su origen en el derecho de gentes. Esto parececlaro si considerasque, así como cualquierapuede tomar la propiedad del enemigo, también, como hemos mostrado más arriba, tiene derecho a no guardar con él ninguna consideración.El consejo de Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 500 jurídicasquevan produciendo Grocioobservaconsutilidadlas transformaciones Por ejemplo,la rendiciónestablece las alternativsde la guerraa medidaquesuceden. unarelaciónjurídica nuevaparael queserinde.En efecto,la rendición"hacedel quese rindeun súbdito,y confiereel podersoberanosobresí mismoa aquéla quienseha rendido"l3l9. Grocio no lo reconocecomo un derecho,ptro cree que la rendición de los que aceptanentregarseen terminos razonablesdeberíaser aceptada.Una cosfumbre multisecular ha reglado de forma bastanteconstanteel modo de dar cumplimiento a algo que es útil a todos en la guerra de sitio. Grocio lo explica: "era regla entre los romanosla aceptaciónde la rendición de una ciudad antesde que el arietehubiera sacudidolos muros... La costumbrese aplica hoy día a los lugaresno fortificados antes de que se abra fuego con los cañones;y en los c¿rsosde plazasfuertementefortificadas, antesde que comienceel asaltoa los muros"l32O. La costumbreacudeuna vez más en socorro de los que 1opuedenperder todo por derechode gentes.La garantíade seguridadde los que se rinden incondicionalmente no puededescansaren el derechode gentes,que permite matar a los enemigos;Grocio señalamás bien que descansaen la justicia y el honor, aunque'tal comportamientose hacenecesariopor la regla de la costumbre".IJn comportamientoasí no prueba sino la probidad del vencedor,quien, de todos modos, es "el dueño absoluto", no cabiendo reservastales como "rendirse a la prudenciao a la merced del vencedor.Esas expresionesno son sino expresionescorteses"l32l. En estoscasosentendemosque el derechoilimitado de disponer de la vida de los que se entregana merced está autorizado por el derechode gentes,que permite hacertodo daño al enemigo.No obstante,creemos que en los tiempos en que Grocio escribió su tratado, eran cadavez más frecuentesotras formas de rendición, aconsejadaspor su utilidad recíprocay consentidasmutuamente por la costumbre:así,el dar la rendicióncondicionalsujetaa la seguridadde la vida, la libertad de las personas,o incluso de ciefias propiedades,o por la seguridadde toda la Caton (que no debía luchar por su cuenta quien no estuviesebajo el juramento de servir en el ejército, en estecoso su propio hijo).proviene de la disciplina militar romana..., que contenía la provisión de que quien no obedecieselas órdenesdebía ser castigadocon la muerte, incluso si su acción tenía éxito.... La razón es que, si se consintiesetal desobediencia,las avanzadillaspodrían ser abandonadaso, con un aumentodel desorden,el ejército o una parte podría meterseen batallasmal concebidas,una situación que debe ser evitada a toda costa". Libro III, cap. XVIII, I. '3'n Libro III, cap.)o(, XLIX. '320 Libro III, cap. XI, XIV. r32rLibro III, cap. XX, L. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Volver al índice/Tornar a l'índex 501 población. 'oTalesrendiciones,en algunos casos,puedenintroducir una especiede 1322. soberaníamixta", añadeGrocio Estrechamentevinculada con las formulas jurídicas de rendición de una plazU pactadasen una capitulación, surgela figura del rehén,que cumple el papel de garantía de una promesa,accesoriadel tratado. La entregade un rehén puede ser hechapor el que tiene el poder y la autoridad sobre sus súbditos.De acuerdocon el derechode gentes,un rehén puede ser muerto, armqueesto no casacon la justicia moral, a menos que el rehén haya merecido el castigo,observaGrocio. Los rehenes,a su vez, no pueden ser esclavos.¿Puedeel rehén intentar escaparse?Pareceser que el estadoque lo entrega no tiene intención de privarle de la posibilidad de huir, aunqueél mismo puede renunciar a ella si deseagozarde mayor libert¿d1323. Resumiremosesta sucintarepresentacióndel derechode guerra en Grocio haciendola observaciónde que la guena de sitio ofrece numeros¿rs instanciasen que los más categóricospreceptosdel derechode gentesson modificados, adaptadoso hasta alteradospor prácticasde la guena guiadaspor decisionesracionalesen búsquedade la mayor utilidad y convenienciade los contendientes,sin perder de vista el efecto codificador de las costumbresque tienen los principios de utilidad, reciprocidad y consentimientomutuo, todo ello con una proyección directa sobrelas futuras leyes de la gue¡ra y el derechointernacional,más inmediata que las genéricasprescripcionesdel derechode gentes. '"t Libro III. cap. XX. LI. t323 Libro III, cap.)Ofl, LII-LIII-LN. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 502 APÉNDICE XI EXPRESIÓN MADURA DEL DERECHO DE GUERRA Y DE SITIO EN VATTEL Emerich de Vattel (1714-1767) confesóque su tratadoEl derecho de genteso principios de la ley natural ("Le droit des gens") era una obra de divulgación del tratado Ius gentium de Christian Wolff Vattel se separadel pensamientode Wolff, sin anbargo, en cuanto no cree que seaposible una comunidad de nacionescon poderes sobrelos estadosindividuales. Las nacionesde Europa estánunidas por sus relaciones habitualesy sus diversosinteresesen un cuerpo común; esasrelacionesconsistenen la atenciónque los soberanosprestana los asuntoscomunes,las prácticasde los embajadores,las continuasnegociacionesque tienen lugar, todo lo cual hace de Europa una especiede República, en la que todos son independientes,pero se unen por intereses comunes,con el fin de de mantenerel orden y preservarsus libertades. El sisternade estadoses comparableal orden natural. El paradigmadel derecho de genteses el gobierno de los estadosy de los hombrespor los principios del derecho y en ella se natural; principios que estánpresentesa la concienciade los soberanosl324, imponen como un "derecho natural necesarío" (también usa la expresión"derecho de gentesnecesario"). Por lo que toca a los efectosexterioresentre los hombres,mas allá de sus conciencias,hace falta una regla mas seguray flácil, y éstees el derechode gentesvoluntario. En resumen,el derechonecesarioejercesus exigenciassobrela concienciadel soberano;el derechovoluntario permite al soberanoexigir su Como entrelos soberanosno hay juez posible, cumplimientoa los otros soberanost3t5. se ven obligados a mirar la guerra como justa para una parte y para la otra. Por lo tanto, no importatanto la justicia de la causa(cuestiónque no se puededilucidar) como la Son medioslegítimoslos que los soberanosacuerdanque legitimidadde los mediosl32ó. '3to"Pertenece a todo estadolibre y soberanoeljuzgar en su conciencia sobre lo que sus deberesexijen de é1,y de lo que puede o no puede hacer enjusticia, y si los demásse atrevenajuzgarle atentancontra su libertad y le ofenden en sus más preciososderechosy ademas,inclinando cada uno la justicia de su parte, se atribuirá todos los derechosde la guerra, y pretenderáque su enemigo no tiene ninguno". CL)O(XV[I, p.240. 1325 Vattel usa indistintamente las denominaciotes derecho natural voluntario y derecho de gentes voluntario. CLX)CüX, p. 24 | -2. 1326 "La primera regla de este derecho en la materia de que tratamoses que la gucrraen forma en cuanto a susefectos,debe mirarse comojusta de una y otra parte. Esto es asolutamentenecesario... si se quiere poner cierto orden y alguna regla en un medio tan violento como el de las arrras, si se quiere poner límites a las calamidadesque produce, y dejar una puerta siempre abierta al restablecimientode lapaz; porque es impracticable el obrar de otro modo de Nacion a Nacion, puesto que no reconocenjuez entre e l l a s " .C X C . o . 2 4 3 . Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 503 seandeclaradoscomo tal, pues no hay juez superior que pueda decidirlo por el1osl327. Vattel puede ser situado en una escuela"positiüsta" del derechointernacional Añadamosque Vattel escribeen un tiempo en qug ya se habla de "los derechos de la patria" y "derechosde la humanidad"l328,expresionesambasanunciadorasde un tiempo radicalmente nuevo, que aún no ha llegado. Vattel, que en general representala culminación de las tendenciasmoderadorasintroducidasen el derechode guerrapor las convencionesen torno al derechode gentes,a lo largo de mas de dos siglos de inusitada violencia pero decrecientebrutalidad, contemplaráaún en su tiempo una guerra que, a la postre, no duda en considerarguiada por la'trbanidad"l32e, sin poder siquiera imaginar que los sagradosderechosde la patria y de la humanidad,por él reconocidos,iban a dar excusaspara unas gueras que dejaron pequeñoslos horrores de todas las guerras pasadas,no tanto en su queldad objetiva, que mas o menos siguió siendo la misma, como en su escalay letalidad. Cada oficial de la guera, del primero al último, nos dice Vattel muy al principio, reciben la autoridad que tienen de su soberano,dentro del ámbito de la comisión atribuída a cadauno. La comisión "simple" (no limitada) da al generalun poder absoluto sobreel ejército. La guerra del día exige que el generall33O, que no puede comunicarseconstanternentecon el soberano,tenga "carta blanca". Por las mismas razonesde comunicación(mejor dicho, por incomunicación), el gobernadorde una plaza sitiada "se encuenfa revestido de toda la autoridaddel estadoen lo que concierne a la defensadelaplazay ala salud de la guarnición", y puede capitular en nombre de su soberanopor la plaza,guarnición, magistradosy ciudadanost"', aunqueen esto hay que observarel uso que se hacede estafacultadpor cadanación1332, pueses precisoque los agentessubalternosno se excedande su comisión. 1327 "¿Quién serájuez entre ellos para fijar a cada un sus derechosy sus obligacines, para decir a éste,tu tienes derecho de tomar las armas,de asaltartu enemigo, de reduci¡lo por la fuerza, y al otro: tu no puedescometer más que injustas hostilidades,tus victorias son homicidios, tus conquistasrapiñas y vandalismo?" Emerich de VATTEL, El derecho de gentes o principios de la ley natural, vol. III. Traducido por Manuel PascualHernández.Madrid 1820. CL)OO(VIII,p.240. Existen "los derechos perfectos ' ' 3 2 í C L Vde I I I .una nación". (XXVI, p.32). p. 193. '"n Co*p-áodola con la de los tiempos pasados,Vattel puede decir de la del día: "las nacionesde Europa hacen casi siempre la guerra con mucha moderación y generosidad,y de estasdisposicionesnacen muchos usos laudables,y que llegan muchas vecesal extremo de la urbanidad". CLVIII, p. 194. 1330 Vattel cita , por ejemplo, a Marlborough, general en jefe del ejército aliado en la guerra de Sucesión Española,terminada poco antesde su nacimiento. t33rrc( y XXI, pp.26-27. 1332 "... debe consulta¡seen este asunto la costumbrey los usos recibidos. Si se sabeque en una Nacion los oficiales de un cierto grado han estadorevestidosconstantementede tales o tales poderes,se presume legítirnamenteque se halla autorizado con ellos aquel con quien se tiene que tratar". )([X. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 504 Cuando el soberanodeclarala guerra a otro soberano,se entiendeque es la por eso,todos los súbditos de éstason nación la que declarala guerra a otra nación1333; incluidos entre los enemigos;también las mujeres y niños, aunquedeban ser tratadosde Si todos los súbditos son forma distinta que los hombres que llevan armasl33o. enernigos,todas sus cosaspuedenser apropiadaspor el soberano(botín)L33s,yel soberanoenonigo perderásus ciudadades(conqui.stds)hastaque restituya al soberano vencedorlo que le debe en un tratado depaz'336. Los que escapanal mandato de su soberano(mediantela deserción,po ejemplo) son considerados"ciudadanospérfidos, traidores a su patria", por lo que se hacenreos de penade muertel337. Necesidad A nuestro entender,tal como la presentaVattel, la necesidades una de las fuerzascatalizadorasdel derechode la guerra. Son frecuenteslas referenciasde Vattel a la necesidaden estecontexto: "desde el punto que se declaró la guerra hay el derechode practicar contra el enanigo cuando es necesariop¿rallegar a estefin, para hacerle entrar en razón y para obtenerde él justicia y seguridu6,l338'"sólo la más extrerna o necesidadpuedejustificar una accióntan terrible" (matara los prisioneros)133e; quemar los barrios de una ciudad para que el enanigo no se aloje en ellosl3ao;"es cierto y estábien reconocidoque tal medio o tal acto de hostilidad es necesariogeneralmente '333 LXX. p. 84. 't'o LXXif, p. 85.:"... de Nacion a Nacion los derechosy las pretensionesafectanal cuerpode la sociedad con todos sus miembros". En otro lugar volveÉ sobre ese asunto: es obligado notar que las mujeres, los niños, los viejos y los enfermos"son enemigosque no oponenningunaresistencia,y por consiguienteno hay un derecho de maltratarlos en su persona,ni de usar contra ellos de violencia, y mucho menos de quitarles la vida". CXLV, p. 167. Son pues como soldadosque se rinden. Lo mismo debe decirse de los ministros de la religión (CXLVI, p. 168), de los labradoresy en general del pueblo desarmado(CXLVII, p.169). t"t CLXIV, p.2ol. '"u CLXII. p.2oo. 1337 En dempos de Vattel los desertoreseran tan numerosos,que se volvió necesariousar de clemencia; así, si se tomaba una plaza y dentro de ella se habían refugiado desertoresdel ejército vencedor, en las capitulacionesse solía concertar que saliesen delaplaza carros cubiertos, en los que se salvabanlos desertores.CXLIV, p. 167. trra 6XXXVI, p. 153. r33n Se refrere a la orden dada por Enrique V de Inglaterra de matar a los prisioneros despuésde la batalla de Azincourt, ante el temor de un ataquefrancésal campamentodonde se guardaban.CLI, p. 178. ''oo CLXVIII. o. 208. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 505 para superarla resistenci¡rl3al.En fin, para decirlo del modo más explícito posible con palabrasde Vattel: "el derechosigue paso a prlso a la necesidad"r342. Ahora bien, no vale cualquier alegaciónde que en la gueira ha sido necesario hacer esto o lo otro para quedarexcusadopor ello. El fin legítimo propuestoen la guerra da un verdaderoderechoa los medios necesariospara conseguirlo,por 1oque lo que se hace fuera de esoslímites quedareprobadopor la l"yt'o'. Entonces,¿como se determina lo que quedaráreprobadopor la ley?: se ha de ver si se hace mas de lo necesario para alcalar la victorial3*. Pero esteprincipio generalnecesitareglas que ayuden a determinarlo que es necesarioo innecesariopara la üctoria. No es facil fijarlas; no hay juez común que arbitre estacuestión; cadauno juzga por sí lo que cree necesitarpara alcarzarla.Por ello es preciso atenersea "reglas generalesindependientesde las circunstancias,y de una aplicación facil y segura".Vattel sugiereque una de estas reglas seríano hacerlo que no contribuye al sucesode nuestrasrlrmasni aumentala fuerzadel enemigot3os. Las nacionesque estanen guera, pues, se ven obligadasa atenersea las reglas del derechode gentesnecesario,pero por el derechode gentes voluntario toleraránlo que es imposible evitar sin introducir mayoresmalesl3a6 M utuaIismo y r eciprocidad Vattel se ocupa de diversasreglas y prácticasque suponenel condicionamiento mutuo del comportamientode los enanigos: lo que hace uno surteun efecto similar sobreel ánimo y los designiosdel otro: lo que le estápermitido al uno le estápermitido al otro; lo que es ventajosoparauno es ventajosoparael otrol3a7.Los dos contendientes estanobligadosa emplearsólo los medioslícitos autorizadospor el derechonecesario, pero entreellos puedenadoptarprescripcionespor derechovoluntario;por ejernplo,los enemigospuedenestarde acuerdoen evitar los horroresa que a vecesla soldadescase '30'cxxxvll. p. 154 '3otcxxxvil, p. rs+ '30'cxxxvll,p. 153. '3* La respuestaes: "todo se reduce a estaregla: todo el mal que se hace al enemigo sin necesidad,toda hostilidad que no se dirije a la obtención de la victoria, y al fin de la guerra, es una licencia condenadapor la ley natural".CLXXII, p.2ll. '3ot Por ejemplo, debilitar al enemigo al que necesitamosvencer mediante la quema y saqueodel país se puede, según las leyes de la guerra, hacer; devastarun país cuya conservaciónseríaútil para una paz va contrael derechode gentes.CLX)ilII, p.2ll-2. equitativa,como mera veng¿r¡rza, ''ou cxcll. o.248. ''otccxxxtll, p.303. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón . 506 se trataría aquíde las convencionesque las entregaen una ciudad tomada al asalto1348; nacioneshacen entre sí por un consentimientode hecho, como establecióGrociol3ae. Algunos de los efectoscausados,señalaremospor nuesta pdo, son agmvatorios de la üolencia, otros son lenitivos; incluso los que son agravatoriospuedencontenerun propósito mostrativo de la convenienciade introducir lenitivos en el comportamiento agravatoriodel oho, para beneficio mutuo. Una acción agravatoriallama a la retorsión, y una acción lenitiva equivale a un "contrato" de buen comportamiento.Cuando el hecho que suscitaríala represalíano se ha producido todaví4 suelebastar anunciarla para que se produzcael efecto disuasoriodel hecho agravante.La disuasión es una invocación al mutualisrnoy lareciprocidad como factoresracionalesque controlan la guerra.De todos modos, si la disuación falla y el acto de retorsión se hace necesario,no por eso pierde necesariamentesu caráctermostrativo, indicador de la convenienciade entrar en el pacto lenitivo; algo que podría enunciarseasí: "puesto que has llegado a los mayoresexcesosdel combate,puedo hacer con los tuyos lo que tu has hecho con los míos, o bien puedo bacerlo que a mí me gustaríaque tu hubierashecho con los míos: tu eliges". Una oferta como ésta,que apuntatanto al agravamientocomo a la lenidad, posee,en las dos posiciones,un efecto disuasorioperfectamenteracional. Creemosque reflexiones como éstafueron uno de los mecanismos,junto con el de la necesidad,mas claramentedeterminantesen la conformación de un derechode guerra que tuviera en mente contenerladentro de las reglas de una ley. Retomandoel hilo de Vattel, añadamosque las nacionesbuscany aceptanreglas generalespara identificar lo que es legítimo o no en la guerra, segúnel derechode y que puedan"convenir gentes;reglasque puedanreconocersemufuamentel3sO, Veamosuna de estasreglas:en la guerraes legítimo matar al recíprocam"n¡"'1351. enanigo que oponeresistencia,puessi se la perdonaraestaríayo obligadoa sufrir la injusticial3tt;pero si no me oponeresistencia,estoes, si deponelas armas,ya no tengo '308 cxcl, p.244. l3oeEstasconvenciones" se establecenpor la historia, y no por el raciocinio, se fundan en hechosy no en principios". CXCII, p. 246. 1350 "... es absolutamentenecesarioque en esta materia se atengan mutuamentelas nacionesa reglas generales.Por eso luego que es cierto y estabien reconocido que tal medio o tal acto de hostilidad es necesariogeneralmentepara super¿rla resistenciadel enemigo y llenar el objeto de una guera legítima, estemedio tomado asi en generalpasapor legítimo y honesto en la guerra según el derecho de gentes". CXXXVII, p. 154. '"'CLXXIV,p.216. t:5:6ro(XIX, p. 156. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 507 derechoa matarlel3s3;he ahí un límite al derechode matar al enemigo, generalmente aceptadoen la Europa del tiempo, por mutua conveniencial354. Sin embargo,ante la violación de los límites de la guerra cabela retorsión, que en la guerra recibe el nombre de represali¿. Esta no es ota cosa que el intento de obligar al enemigo a que observelas leyes de la guerral3tt,lo cual, normalmente,no hay por qué recordarselo,porque sabemosque él es conscientede las ventajasde observar las mismas reglas,como la de conservarla üda de los prisioneros;pero si no es así, si el enanigo los mata, entoncesel otro tendrá derechoa matar a algunosde los prisioneros enernigosque retenga,esto es, hará una represalia,por la seguridadpropia y de los Vattel pone un ejonplo eficacísimo de los suyos,de los que es responsablet3su. de represalias:el conde de benéficosefectosque ejercenlas represaliaso las ¿lmanezas Fuentes,en 1593,ordenóno perdonarla üda a los prisionerosde las Proüncias Unidas, y condenarcon la muerte el pago de contribucionesal enanigo; pero las quejasde la nobleza y del clero, "y mucho mas las murmuracionesy los rumores de los soldados que se veían ya expuestosa una muerte infame, obligaron a los españolesa restablecer estosusos indispensablesque se llaman segúnVirgilio belli commercia,el rescateo canjede los prisioneros"l35T. El efecto disuasoriode la retorsión puede surtir un efecto moderadorde la gueffa, tan eficaz como cualquier constricción derivadadel derechonatural. En efecto, como señalaVattel, el uso de las armasenvenenadasestáprohibido por la ley natural, "que no permite dar una extensióninfinita a los males de la guerra"; pero poco más adelanteañadeel argumentoque, diremos, poseemayor fiJeruacoactiva: "si envenenamosnuestrasatmasnos imitará el enanigo, y sin adelanta¡nada para que ''5' Es lo que el propio Vattel, en una nota a CXL, llama la "buena guerra", acordadaentre españolesy holandeses,que sin embargo no hicieron extensiva a la guerra por m¿Ir.Recoge Vattel estedato de la historia de la guerra de los PaísesBajos de Grocio, lib. 14, p. 150. Los españoleshabían enviado tropas desdeLisboa, a petición de Spinola. Sabedoresde ello los holandeses,las esperaronen el paso de Calais, con orden de echar al mar sin remisión a cuantossoldadosse hiciesen prisioneros. CXL, p. 157. r3s4"Es digna de todo elogio la humanidad con que se conducen la mayor parte de las nacionesde Europa en hacer la guerra en el dia. Si alguna vez en el calor de la acción se resisteel soldado a rendirse, es siempre a pesar de los oficiales, que se aceleranpor salvar la vida a los enemigos desarmados".CXL, p. t57 '355 Walzer expresaesta idea de Vattel con estosterminos: "Las represaliasde estetipo (se refiere a matar prisioneros en represaliapor la e3jecuión de otros prisioneros del enemigo) tienen como objeto el cumplimientode la convenciónbélica", WALZER, op. Cit. P. 283. l3só Vattel, en nota a estepunto, recuerdaque el almirante Witt creía que el aLnirant4zgo no tenía derecho a ordenar represalias,y que éstaspertenecíanal príncipe. CXL[, p. 159t"t Nota aCL,p. 174. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 508 nuestrosaltercadosse decidan,habremosconseguidosolamentehacer la guerramás cruel y más horroror¡rl3s8. No menos elocuentey expresivo de la eficacia moderadorade la convenienciao utilidad es la consideraciónque hace Vattel sobreque "ningún soldado sejactaría de haber quitado la vida al rey enemigo,pues los soberanosse convienentácitamenteen Noternos el adverbio tácitamente;muchasde las poner sus personasen seguridu¿'I35e. convencionesque se consideranparte de las leyes de guerrano necesitansiquiera expresión,porque la sanciónde no observarlases suficienternenteexpresiva:la retorsión, la represaliay hasta si se quiere lavengarua. En las represaliashay algo de ejemplaridadmecanicista,de estimulación de reflejos condicionados:así, se podrá asolarlos camposdel enonigo que se da a esta '1rnaNacion adernás,se puede asolara Sangrey fuego misma práctica barbaral360; injusta y feroz",como se ha practicadocon ciertasciudadesde Africal36l. En resumen,todas las consideracionesanterioresen torno a la juridicidad inherentea las nocionesde mutualidad y reciprocidad cregmosque encuentan su confirmación con uno de los juicios más conclusivosde Vattel al cerrar su libro sobrela guelra: "La obligación de observarentre sí las leyes comunesde la guerra es pues absoluta,e indispensablepara entrambospartidos, y la misma que la ley natural impone a todaslas nacionesde estadoa estado"l362 Plazassitiadas En una plaza sitiada, el primer problana jurídico que se planteaes el del status de la poblaciónlocal como enemigadel que ernprendeel sitio. Tan pronto como el soberanodclara la guerra,sus súbditosestánobligados a tomar como enanigos propios los enemigosdel soberano,pero los súbditos,al igual que los soldados,no puedenobrar sino por órdenesdel soberano.Por el derechode gentes,todos los súbditospuedenobrar hostilmente contra el enemigo si el soberanose lo ordena,pero por derechopúblico las nacionesde Europa, al menos las que tienen derechoreglado, permiten que el pueblo etc.,queson secarlas, lasaguas,no asídesviarlas, "tt CLVI, p. 190.Lo mismodebedecirsede envenenar CLVII,p. l9l. medioslícitosdeguerra. '35n cLIX, p. 196. ''uoCLXVI,p.204. r3ór"¿Quiénpuededudarqueel rey de Españay laspotenciasde Italia tuvieronsob¡adarazo\para lasciudadesmarítimasdeAfrica, queeranmadriguerade piratas,que destruirhastasusfundamentos turbansin cesarsu comercio,y llevanla desolacióna susdominios?"CLXVII, p. 205. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón s09 pennanezcapasivo, y sólo los ejércitoshacenla guerral3ó3;la orden de realizar actos hostiles no es, pues,general(todos debenvolcarseconta el enemigo), sino particular (sólo los soldadosdebenhacerlo)I3ú. Esto tiene las mas delicad¿Isconsecuenciasdentro de una plaza sitiadarpues en principio cualquier no soldadoque hostigara al ejercito que sitia la plaza podría ser tratado sin consideración,y ser ahorcadopor haber actuadosin comisión de su príncip"t'ut, pues se suponeque éstano se le ha podido dar, puesto que tal es la convenciónentre las nacioneseuropeasl3ó6. Uno de los límites generalmenteaceptadossegúnel derechode gentesconsiste en restringir el uso del derechode matar los enernigos,y uno de estoslímites evidentes es el no derechode matar al enernigoque rinde las armas;lo cual, en una plaza sitiad4 Como suponeque'Jamásdebenegarsela vida a la guarniciónqueofrececapitular"l3ut. toda regla general,estatiene también su excepción,que es la del derechoa castigarcon pérdida de la vida al soldadoo súbdito que ha üolado las leyes de la guerrat3ó8. Hemos visto en otra parte que había sido práctica romana concederla vida de la guarnición de una plaza si se rendía antesde que los arietesy otros artefactosse plantasendelantede los muros; en tianpos más recientes,el duque de Albq siguiendo una práctica muy común en las guerrasde Italia, ofrecía la üda a los que se rindiesen antesde que se diesebateríaa las murallas, pero condenabaa muerte a los responsables si la plaza era tomada por fuego y asalto.Ante hechosde estetipo, Vattel se pregunta: "¿Cómo se ha podido imaginar en un siglo ilustrado que es permitido castigarcon la pena de muerte a un comandanteque haya defendido su plaza hastael último extremo, o al que en una plazade débil resistenciahaya tenido valor para oponersea un ejército real?Estaidea reinabatodavíaen el último siglo, de la cual se hacíauna supuestaley de guerra,y aún en el día no se ha destruídotodavía"I3ón.Sin necesidadde entrar a discutir estacuestión,no dejaremosde decir que el comportamientode los romanosy del duque de Albal3i0podíaposeerplenaracionalidaden algunoscasosconcretos,a la luz del r3ó2 Las cursivasson añadidas.CCXCV. p.362. ''u'ccxxvl ,p.289. cc)oilv,p.287. "* r365 "... las leyes de la milicia prohiben expresamenteobrar sin orden, y estadisciplina es tan necesaria, que no deja casi lugar a la presunción". Aunque Vattel habla en estecaso de lo que pueden hacer los soldadosy los subalternos,la doctrina es igualmente clara para los no soldados.CC>OOC, p.29413óó cc¡o mismo sucedecon los corsarios,a los cuales solo una comisión de su Príncipe o de su almirante, si llegan a ser cogidos, puede asegurarlosde que se les trate como prisioneros hechos en una guerra en forma". CCXXVI, p.289. r3ó7 Ver CXXXX y CXL. ''ut cxLI. p. 158. '3u'cxLIII, p. l6l. '3?0Vattel cuenta que el duque de Alba reprendió a PrósperoColonna por haber aceptadola capitulación Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 510 análisis que el doctor Antonio Alvarez hizo en su Tractado en tomo a la cuestiónde si el alcaide de un castillo tiene derechoa luchar desesperadamente, aún cuandolo dé por perdido, exponiendosu vida y la de los suyosl3Tl.A estaracionalidad opone Vattel otr4 basadaen el cálculo de la necesidado convenienciapuramentemilitar: la obstinada defensade una plaza poco fortificada puede salvar al estado,y el valor suple el defecto de las fortificacionest"t. Cuando esautilidad militar no existe, señalapoco después,la amenazade muerte puedelegítimamentecumplirse contra el obstinadol3T3. La costumbrede "las Naciones cultas de Europa" tienden a favorecerel que las mujeresy los niños y otras personasdesarmadaspuedanir libremente donde quieran, aunquehacerlosprisionerosseríaun derechode guerral3Ta. sin embargo,la nuda utilidad militar suele impoRersea las costumbresde "moderación y urbanidad"; tal es el casode las plazassitiadas,donde se dan "fuetrtesr¿vonespara desentenderse de la urbanidad", y obligar a perrnanecerdentro a estas"bocas inútiles", y así poder rendir la plazapor hambrel3Ts. de rendición deljefe de una plaza, que antesde que los cañonesdisparasense había negado a rendirla. CXLIII. o. 163. '"' Ve. iractado sobre la le.vde la Partida de lo que son obligados a hazer losbuenosAlcaydes. Valladolid, 1558.Cuartaparte. t3tt Vattel señalaen unu not" Ios ejemplos del caballero Bayardo en Mezieres y del sitio de Malta, de 1565. Y dice: "La arnenazade una pena injusta lo es en sí misma; es también un insulto y una injuria... Puédenseemplear mediosjustos y honestospara reducir a un gobernadora no espeftr inútilmente al último exftemo... Se intima al gobernadorel que se rinda, cuando es tiempo, se le ofrece una honrosa y ventajosacapitulación, amenazándolede que si esperael último extremo, no se le recibira sino como un prisionero de guerra o a discreción. Si se obstina y se le obliga por fin a que se rinda a discreción, se puede usar contra él y su gente de todo el rigor del derecho de la guerra, sin que éstese estiendajamas a privar de la vida a un enemigo que rinde las armas". CXLIII, p. 162. La endeblezdel argumento es evidente por sus contradicciones;si el defensorse entregaa discreción, el vencedor tiene derecho a quitarle la vida por derecho de guerra, como el propio Vattel reconoceen otra parte; si se puede emplear con él el rigor de la guerra, qué duda cabe que la muerte de los que resistendesesperademente es rigurosa. Si por castigo del vencedor el vencido pierde la vida, no hay nada que ésteno hubiera dado ya por perdido. Los argumentosrechazandoel de Vattel podrían complicarsetodavía más si se entrara en consideracionesde mosfracion mutua, o convenio rácito entre enemigos:es mejor no arriesgar vidas luchando por causasmenores(una ciudad mal defendida es casi por definición una plaza sin importancia), e ir a lo que importa, a los combateso sitios decisivos; eso abreviará la guerra. Reconozcamos,sin embargo, que aunque el argumento de Vattel es endeblepor contradictorio, no deja por ello de tener racionalidad, pues cualquier resistencia,por débil y desesperadaque sea,resta fuerzasy rapidezal enemigo. La discusión, como vemos, se va escapandodel ámbito jurídico para entrar puramenteen un cáiculo operativo y militar, cuya racionalidad y justicia habría que examinar de nuevo por sus resultados. 1373 "Pongamos por ejemplo que una nación se sometaenteramentea las armas del vencedor, esceptuando una sola fortaleza,y que no hay socorro alguno que esperarde fuera, ni aliado ni vecino que se intereseen salvar el resto de estanacion conquistada:se debe entonceshacer saber al gobernador el estadode las cosas,intimarle la rendición de la plaza, y se Ie puede amenazarcon la muerte, si se obstina en una defensaabsolutamenteinútil, sin otro objeto que el de la efusion de sangre.Si permaneceinflexible, m_erece sufrir la pena con que se Ie amenazójustamente". CXLIV, p. 165. '37t C X L V I I I, p . 1 7 l . r37s CXLVIII, p. l7l. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 511 La utilidad militar se impone frecuentementesobrecualquier otra consideración; así, en un sitio se debenrespetarlos edificios que "hacen honor a la humanidad"; el que los destruyees "enemigo del génerohumano", dice Vattel, ptro advierte: "si es necesariodestruir edificios de estanaturalezapara las operacionesde la guelra, como para adelantarlos trabajos en un sitio, hay derechode hacerlo"l376.Como vemos, parece que en esto del derechode guerra siernprese tiende a dar validez a\rra norma como ésta:en la guerra no debehacerse1oque estáproscrito, excepto cuando es necesario... Si el sucesode la guerra dependede la toma de una ciudad, valen contra ella las medidasmiís extremas,como el bombardeopor bala roja. Pero conscientedel carácter acumulativo, por un lado, y consensualpor otro, del progresode las leyes de la guerra, Vattel evoca la esperanzade que los enernigosrenuncien a tales medidasl377. El momento crucial de la suertede una plaza sitiada es, apartede su pérdida o del desistimientodel enanigo, la tratativa para su entregaal sitiador. Es un episodio de gran complejidadjurídica, una de las grandesocasionesde una guena, dice Vattel. Se hace siempredentro de la comisión que han recibido el jefe sitiador y el gobernadorde por lo que éstossólo podrantratarde su posesión,no de la propiedado del la plazar378, derechosobreella. Además, siempre,la capitulación trata sobrela suerteque ha de correr la guamición, y frecuentementela de la propia población; en cuanto a la guamición, vemos en offa parte las r¿vonespor las que los hombrespuedendar su palabrade no volver a luchar en la guerra,pero el jefe que prometiera que los soldados no lucharánen otra guera contra el soberanoque la toma excederíala comisión recibida del suyo, que alcanzasólo a estaguerral3tn.Vattel analizala capitulación en sus diversosproblemasjurídicos. La tregua (para parlamentarcon vistas a la entrega,o para cualquierotro fin) es el preliminarobligado.Desdeque se concierta,sitiado y sitiador '3tu Y añad" Vanel: "pues el propio soberanodel país o su general,no reparanen destruirlos, cuando a ello los impelen las necesidadeso las máximas de la guerra, y el gobernador de una plaza sitiada quema susbarriospara impedir que susenemigosse alojen en ellos". CLXVIII, p.207-8 llTr ('En el año de 1694 bombardearonlos inglesesmuchasplazas marítimas de Francia, cuyos maestres causabangolpes mortales al comercio de la Gran Bretaña; la virn¡osa y digna esposade Guillermo III no oyó con verdaderasatisfacciónlas hazañasde Ia flota; antesbien se dolió de que la guerra hiciese necesariastales hostilidades,añadiendoque esperabaque operacionesde esta clase se harían tan odiosas, que en lo sucesivo se renunciaría a ellas de una y otra parte". CL)ilX, p.209. Comprobemoscómo las mas pías intencionesse resignan ante la necesidadde la guerra. '"t ccLXI,p.324. l37e"As' es, que los comandantespueden convenú en el modo con que se poseerála ciudad que capitule; el general sitiador puede prometer la seguridadde los habitantes,la conservaciónde la religión, las franquicias y los privilegios. En cuanto a la guarnición puede concederlael salir con arrnasy bagages,con todos los honores de guerra, que se la escolte y conduzcaal lugar seguro, etc. El comandantede laplaza puede entregarlaa discreción, si a ello le obliga el estadode las cosas;puede tanto él como su guarnición rendirse como prisioneros de guerra, o dar palabra que no tomarán las armas contra estemismo enemigo, Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón . 512 tienen obligacionesy derechosmutuos: todas las cosasafectadaspor la guerra deben el sitiado no continuar en el estadoen que estánen el momento de iniciarse la tregual3Eo: puede rep¿rar las murallas, aunque sí podrá hacer obras dento de ellas; tampoco tendrá derechoa meter socotros,aunquesi 1ologra hacer subrepticiamente,esto no debe considerarseruptura de la tregua sino culpa del sitiador por su descuidot3Et.Vattel no dice nada sobrelo que no puedehacer el sitiador para mejorar su postura ofensiva. El incumplimiento de lo capitulado constituiría una perfidia, una ruptura de la palabrao la fe dadapor el comandantede los vencedores,y tendría las más negativas consecuenciassobreel curso de la guerrat'8'. También los vencidos deben cumplir escrupulosamentelo capitulado,incluso el rescateexigido a un particul&r,Y d esto no se puedeoponer su soberano,que no ha podido dar órdenesa su súbdito mientras dwó el sitio, por lo que éstetuvo el derechonatural de mirar por su seguridad;también en esto debensalvaguardarselas garantíasque salvan la üda, porque de ofro modo la üda, en adelante,no seríarespetadal3".Los salvoconductosson necesarísimosen el procesode una capitulación; además,emanande la autoridad soberana,ejercida mediando los ofi cialesdel príncipel38a. Si el comercio de los neutralescon el enemigono estáprohibido (aunquese realizaa riesgo del neutral, pues sus mercancíaspuedenser legalmenteincautadaspor el otro beligerante),en una plaza sitiada la prohibición es absoluta,y el que intente comerciarcon ella ha de sertratadocomo enemigol3ss. Fortalezas Toda las clasesde fonificaciones (fortalezas,murallas, baluartes,etc.) "pertenecena la guerra". Seríajusto arrasarlas,demolerlas;hacerlo debilitaría al enemigoy se reduciríanlas pérdidasde los inocentes.Vattel no explicapor qué se produce esteefecto benéfico, y por qué una ciudad no fortificada seríamás segura:al fin y al cabo, una ciudad cuyasmurallas hayan sido demolidasquedaen riesgo de ser y aunhastael fin de la guerra..."CCLXI, p.325-6. o susaliadoshastaun términoen quesecouvengan, p. 314. ccxLVII, "to '3t'ccxLVII, pp.313y s. 138'"Porque, confianzasele daráen adelante? los mayores Las ciudadesqueataquesoportarán ¿qué y a unadefensadesesperada, malesantesquefiarseen supalabra;fortifica a susenemigosreduciéndolos CCL)íII ,p.327. seránterriblestodoslos sitiosquetengaqueemprender". '"'ccLXIV, p. 328. '380 ccLXVI ,p.332. ''8t cxvll, p. 134. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 513 conquistadaa pie llano. Parece,pues,indic¿r que las fortalezasestaríanmejbr apartadas de las ciudades,para alejar la guerra de la población inocentel386. El trato dado a los rebeldes "Es una cuestiónfuerternenteagitadael sabersi el soberanodebe observarlas leyes ordinarias de la guerra con los súbditosrebeldesque han tomado las armascontra Son rebeldeslos que toman é1",ernpiezadiciendo Vattel al tratar estacuestión1387. todas las violencias que los súbditos injustamenf¿las armascontra su soberanol3ss; cometan(asonada,sublevación,sedición)l38eson "crímenesde Estado,aun cuando se funden en justos motivos de queja", pues siemprequedabael recurso a la justicia para dar satisfacción.Si la justicia es denegaday la opresión es grandey manifiesta, el pueblo turbará el reposopúblico. Pero Vattel no acabade confirmar que el pueblo tiene derecho,en esecaso,a la rebelión; él apela a la clernenciadel soberano,que castigará rigurosamentea unos pocos y perdonaráa los muchos; y aunquehacer lo contrario (castigara muchos)no lo califique de crimen,Vattel lo consideraindignol3m. El castigo a los rebeldes,tal como lo presentaVattel, creemospor nuestraparte que es una cuestiónafectada(y regulada)por el principio de reciprocidad; así parece afirmarlo nuestrotratadistacuandodice: "Si el soberanose cree con derechode hacer ahorcarlos prisioneros,como a rebeldes,el partido opuestousaráde represaliasl3el. 138ó '(Este es el gran partido que ha sacadola Francia de sus victorias en una guerra en la que no pretendía hacerconquistas".CL)O(, p. 210. cct-xxxvr,p.347. "tt '388 "Llámanse rebeldestodos los súbditos que toman injustamentelas amias contra el caudillo de la sociedad,ya sea que pretendandespojarlo de la autoridad suprema,ya sea que se propongan resistir a sus órdenesen algun negocio particular, y de imponerle condiciones". CCL)OOffIII, p. 348. ''8n CCLXXXIX, p. 349. ''* Pr.a Vattel el verdadero crimen está en el castigo a un gran número, y pone como ejemplo el cometido por el duque de Alba, que sejactaba de haber hecho caer veinte mil cabezas.Compara este comportamiento con el de Enrique IV, que perdonabasiempre a sus enemigos,"ganando el afecto de sus fieles súbditos,mientras que el Duque de Alva hizq ps¡ds¡ a Felipe II las Provincias Unidas". CCXC, p. 351. r3er"El duque de Alva condenabaa muerte todos los prisioneros que podia hacer, de los confederadosde los PaísesBajos; pero estosus¿ron de represalias,y le obligaron por fin a respetaren ellos el derecho de Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 5r4 Guardarla fe al enernieo Sobrela fe de las promesasdescansala tranquilidad de las naciones,sostiene Vattell3e2;la obligación de guardarlapertenecea las leyes de la naturaleza,y sin guardarlano habría leyes de la guerra. Aunque la guerra suponela ruptura de los tratadosentre dos naciones,es decir, la palabraque se dieron ya no vale y se quitan los derechosque se habían dado por El interés común les ellos, no por eso es prudentefaltar a la fe dada al enemigol3e3. mueve a convenir recíprocamenteen ciertas cosasl3%;su observanciaes una condición tácital3es. Guardarla fe debe distinguirse del derechodel enanigo a conocerla verdad: al por ejemplo, se le puede enemigo se le puedementir si no tiene derechoa conocerlal3e6; hacer objeto de engañosy estrategonas.Un ejernplo de engañoseríafingir que una plaza se va a entregarpor perfidia de alguien del interiorl3eT'en ürtud de esteprincipio, el la comrpciónde susoficialesl3ee; se puedeemplearcontrael enernigoespíasl3e8, empleo de transfugasy desertores,inteligenciascon uno de los partidos en que se divide el enernigo,etcl400.Pero el enernigosí tiene derechoa conocerla verdad en casosde humanidad,como por ejemplorecibir noticiasde interésfamiliar paralos prisioneros,o el mejor caminoparaemprenderla retiradadespuésde la rendiciónlaot. gentesy las leyesde la guerra.Grocio, Annal. de los PaísesBajos lib. 2". En nota a CCXCIV, p. 357. '"t C L X X I V, p . 2 r 4 . ''n' CLXXV, p.217. '3no cLXxIV.o.216. 'tn'CLXXVI, p. zrs. "l3e7 * CLXXVIr,p.22o. Vattel, siguiendo a Grocio, cita el caso de la argucia contra Mauricio de Nassaupara apoderarsede Venloo: los que entraron engañadospor un supuestotraidor de dentro fueron capturadosy condenadosa muerte; eso se hacía legalmente,porque no mucho antesse había convenido, para evitar estetipo de traición, que los que entraftut por estaperfidia seríancondenadosa muerte. Después,deVenloo se volvió al uso anterior, y se consideró de nuevo a los que entrabancon ese fin como prisioneros de guerra comunes,excepto si iban disfrazados.No hace falta deci¡ que el trato reservadoal traidor verdadero,no simulado, no era el mismo. CL)OCVIII, p.222. Vattel fundamentael derecho del que ha sido tentado para traicionar una plaza a vengarsedel que lo hace, pues con su oferta le ha inftigido una injuria. Mrís adelanteda otro ejemplo, tomado de Grocio y su historia de la guerra de los PaísesBajos: dos soldados españolesque trataron de corromper a un taberneroy un soldado inglés para que les entregaranun fuerte cerca de Berg-Opzoom fueron a su vez víctimas de un doble engaño: el gobernadordel fuerte les pidió al taberneroy al inglés fingir el Eato, lo que indujo al duque de Parma a intentar la toma, y por ello sufrió una severaderrotaque le costó3.000 hombres.En CL)OOíI,p.232. '3nE cLXxIX,p.228. r3en CLXXX, p.227. 'ooo CLXXXI. o. 230. 'oo'CLXXVIr.p.z2o-r. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 515 El que se excedeen la comisión que le ha dado el príncipe engañaal otro, y por lo tanto el que 1ohace debe reparar el daño que pueda causar, incluso si ha engarladoa su enanigo, porque entre los enernigosmismos debe guardarsela fbl402. La importancia de guardarla fe al enemigo,observamospor nuestraparte, reside en que la palabradada es la justificación en que se funda cualquier expectativade limitar o contenerlos derechosde guerra del vencedor;no es el menor de esosderechos el de disponerde la vida de los prisioneros en determinadoscasos,por ejemplo, cuando no puede alimentarlosni guardarlos;entoncespodría matarlos. Para evitar la aplicación de estederecho,propio del de gentes,interviene una institución del derechode guerra, consistenteen el pacto de libertad para el prisionero, anpeñando su palabra de no volver a tomar las armascontra su vencedor.Vattel afirma que un pacto así es válido ante el soberano,y que el oficial que lo capitulaseno se habría excedido de su comisiónlao3.La razónde esto creemosque se halla en el hecho de que el soldado prisionero es, desdeel punto de vista del servicio de su soberano,tan bueno como r¡n soldadomuerto, es decir, de nulo servicio, y aunqueel soberanono se puedabeneficiar militarmente de la libertad que el soldadoobtiene por su palabra,pues no puede obligarle a seguir luchando, al menos es el soldado(al fin y al cabo un súbdito del rey) el que ve protegido un bien inestimable,su propia vida, y el oficial que le autoriza a dar su palabrano quita nada al rey, y por tanto no se ha excedido de su comisión. Ahora bien, estepacto de humanidadnecesitade una garantíade riguroso cumplimiento: que el soldadoliberado en esascondiciones,si vuelve al combatey es capturadode nuevo, sea ejecutado.No hacerlo seríacomo vaciar de valor e intencionalidadla institución de la fe dadalooa. Derecho de rescate Estrechamentevinculada con la cuestióny obligación (segúnderechode gentes necesario)de guardarla fe con el enemigo se halla la del rescatede los prisionerosde guema.En ella se mezclan inextricablementeconsideracionespropias del derecho mercantil y del derechode guerra. La norma de guardarla fe al enemigo tiene un reflejo de largo alcanceen los comportamientoscon los prisionerosy, en última instancia,en la too'xx, p.27. ' o o ' c x L I X p, . 1 7 6 . '** ",["] Ár"- s'ino de los prisionerosde guerra,de lasguamicionesquecapitulan,y de lasciudades CL)OilV,p.216' queserinden,si no sepudiesecontarconla palabradeun enemigo?" Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 5r6 humanizaciónde las leyes de la guerra.Los principios de mutualismo y reciprocidad informan todos los aspectosjurídicos de estacuestión. Observemos,además,que la toma de prisioneros solía ser masiva como consecuenciade un sitio victorioso, y que en cualquier capitulación los términos del trato a los prisioneros era uno de los puntos más discutidos, puesto que podía producir el final feliz de la capitulación o su fracaso. Veamos los antecedentesde estacuestión,para entrar enseguidaen los planteamientosde Vattel. Una costumbreadoptadapor el derechode gentes,en corrección del derechonatural de disponerde la vida del enanigo, fue en su día la esclavitud.La practicabanlos romanos,dice Vattel, porque "se creían con derechoa hacerlosperecer"; por ello podremosdecir que la utilidad de la esclaütud es eüdente para el vencedor,y puedeque hastalo seapara las dos partes.Hoy las cosasse ven de otro modo, señalaVattel: hacerlo esclavoes continuar con él el estadode guena, y por tanto"nadame debe"lao5. No es el casodel moderno prisionero de guerra; él representaun activo en manos de su captor. Mejor dicho, es su libertad la que representaun activo potencial; y por eso es tratadacomo 'trna propiedad"l{6. Como yo tengo derechoa mantenerle prisionero (por lo menos hastaque se firme el tratado depaz, en el que deberáhaber una cláusulapara su liberación), el prisionero puede comprar lo que yo tengo (su libertad en mi mano). Si acordamossu libertad por precio, se hace '\¡n contrato perfecto". Hay algunosaspectoslegalesde interéssobrelos preliminaresy ejecucióndel contrato:el captordeberáinformarsebien de lo que vale su prisionero,puessi luego resultamás rico de lo que suponíano podrá reclamarmás rescateal conocerlo. Si aquí la cargade la pruebacaeen el captor,en otro aspectorecaesobreel prisionero:é1no puedefalsearsu identidad,ha de identificar su rango honradamente,pues de acuerdocon ésteel captor tiene derechoa estipular el precio; disfrazar el rango "es un fraude que da el derechode anularun convenio'4ot.Si el rescatese adeuda,la situaciónjurídica entrelos dos es como la de acreedory deudor; no habrá diferencia ni siquiera si el prisionero muere toot Y añadeVanel airado contra la esclavitud: "¿Qué es pues la vida sín la libertad? Si alguno la mira todavía como un favor cuendo se la dan con cadenas,mi¡ela en buena hora, que acepteel beneficio, que se sometaa su condición y lleve sus deberes;pero que los estudieen otra parte. Muchos autoreshan tratado largamentesobre esto, pero yo me contento con lo dicho, que felizmente esteoprobio de la de la Europa". CLII, p. 180. humanidadha desaparecido 'oou ccLXXxIV. p. 345. 'oot ccLXXX,p.34r. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 5t7 todavía deudor de su rescate;susherederosdeberanasumir la deudal{8. El paralelo mercantil es completo: el prisionero debetener o allegar los recursoscon vistas a cerar el trato, y si muere procurandoentre amigos y parienteslos recursos,como aún no lo ha cerrado,susherederosnada deben;si una cláusuladel contrato ya cerradoestableceque |a liberación se efectuaráuna vez pagadoel rescate,y el prisionero muere, nada deberán sus deudos,pues el captor sólo había dado una promesade libertad, que no se ha podido cumplir; puede ocurrir también que el contrato no seauna promesade libertad, sino que estéconcluído perfectamentepero el prisionero se quedó en prendade la seguridaddel pago; en esecaso,si muere, sus deudosdebenpagar el rescate,porque esapersonaya no era prisionero sino garantela0e. Pillaje Como el soberanoes el único que puedetener pretensionessobreel enemigo, él sólo es quien tiene derechoa apropiarsede sus cosas.Por tanto, las cosasmuebles tomadaspor los soldadosdel soberanoson del soberano;los soldadosno tienen derecho sobreesascosas,pues él los mantiene,les paga,todo lo que hacenlo hacen en su nombre; igual ocurre con lo tomado por los soldadosauxiliares o socios en la guerra que llevan sueldo. Sin anbargo, la costumbrees que el soberanoaccedaa dar a los soldados la parte del botín que le agrade,y el generalpermite, bajo ciertas condiciones,el saqueo, sobretodo de una ciudadtomadaal asaltol4l0.En esostiempos,en lugar de la costumbre del pillaje se ha subrogadola de las contribuciones;tan evolucionadaha llegadoa estar esacostumbre,que en tiernposde Luis XIV se hacíanffatados,preüos a cualquier guerra,parafijar el monto de las posiblescontribucionestott. Conveniosy capitulaciones Vattel recuerdala evocaciónque Grocio hace de los comerciosde la guerra, de Virgilio y Tácito, "pues las ocurrenciasy los acontecimientosde la guerra obligan a los enemigosa celebrarentresí diversosconvenios"tot'.Estoscomerciosdependende la fe 'oot CCLXXXI ,p.342. toon ccLXxxI, p. 342 y ss. 'o'o CLXV.p.2ol. 'o" CLXV, p.202. 'ott ccxxxlll, p. 298. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón Volver al índice/Tornar a l'índex . 518 que se guardenentre sí los enemigos:son el armisticio o suspensiónde armas,y la tregua. El primero es para muy breve tiempo (enterrar a los muertos, una entrevista entre generales,etc.), la segundaes para un tiempo considerablelal3.Hay treguas generales,que afectana todas las plazasy campañas,y particulares,que afectana una sola plaza o lugarlala.El gobernadorde una p\azaque entra en tregua se suponeque obra con toda la autoridaddel soberanopara estecasoparticular, pero la tregua general estáreservadaal soberanolals. 'o'l Se observaráun deslizamientosemánticodel uso de las palabrasen estaversión en españolde la obra de Vattel, respectode su uso en otros tiempos; "suspensiónde armas" y "tregua" se llamó al convenio entre el rey de Españay las Provincias Unidas por doce años, desde 1609. Armisticio, modernamente, equivale a la suspensiónde armas definitiva, e implica prácticamentela aceptaciónde la derrota de uno de los dos contendientes(armisticio de la primera guerra mundial). 'o'occxxxvll. p.3ol. 'o''ccxxxvll,;. 303. Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón 519 BIBLIOGRAFIA Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 2003 El régimen jurídico de la tenencia de castillos y fortalezas. Antonio Sánchez-Gijón s20 ABADAL I VINYALS, Ramón d' . Les "Partidas" a Catalunya. Editada por "Estudis UniversitarisCatalans".VI. BarcelonaI914. AHRENS. Curso de Derecho natural o defilosofia del DerechoALABA Y VIAMONT, Diego de.El pedecto capitan instruido en la disciplina mílitar, y nueva ciencia de la Artillería.Madnd, MDXC. Ál-eUOS DE BARRIENTOS, Baltasar.Discarso político al rqt Felipe III al comienzo de su reinado. Introducción y notas de Modesto SANTOS. Barcelona 1990. ALVAREZ, Antonio. Tractado sobre la ley de la Partida de lo que son obligados a hazer los buenosAlcaydes q. tienen a su cargofortalezas y castillosfuertes. Valladolid, I 558. 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