CAPÍTULO CUARTO CÓMO HACER EXPRESIVO EL CUERPO SE HABÍAN OÍDO rumores de que las puertas cerradas del corredor de la escuela conducían a un salón que estaba convirtiéndose en museo, y que sería además sala de lectura. Alguien había oído que se habían reunido fotografías de las mejores pinturas y esculturas de todo el mundo, así como reproducciones y originales de objetos de arte. Se decía también que habría dibujos escénicos y retratos de actores en sus mejores papeles. La idea en que se apoyaba todo esto era que, si estábamos rodeados de esta clase de cosas la mayor parte del tiempo pasado en la escuela, no podríamos menos de fomentar una norma interior de belleza. Corría también el rumor de que nuestros instructores pensaban en hacer una pequeña exposición de falso arte. Parte de ella serían fotografías de los más vulgares y desordenados escenarios, de actores con disfraces teatrales exagerados, con exceso de maquillaje, haciendo alarde de visajes y muecas artificiales ... en una palabra, de todo lo que esperábamos aprender a evitar en nuestra actuación personal. Oímos decir que esta colección estaría en el salón siguiente, en la oficina de Rakhmanov. Normalmente estaría tras una cortina, y sólo nos la mostrarían para insistir en algún punto particular por efecto de contraste. Los rumores de ambos proyectos eran, como podíamos suponer, una prueba del celo pedagógico de Rakhmanov, y la razón por la que se habían difundido con tanto lujo de detalles, era precisamente su excitación y su orgullo. Hoy se abrieron ante nuestra vista las puertas cerradas del misterioso salón. Pero el "museo" distaba mucho de estar listo. Esparcidos sobre sillas, mesas, antepechos de ventana y aun por el suelo, se veían estatuas de yeso, grandes y pequeñas, unas cuantas pinturas, fotografías en su marco, y otras a medio montar en cartulina para cuadro, enormes volúmenes ricamente encuadernados, sobre arte, indumentaria, diseño escenográfico, ballet clásico y baile moderno. ¡En su ansiedad por hacer la exposición tan completa y efectiva como fuera posible, Rakhmanov no había dado tiempo para instalarla! Yo noté que en una pared había una placa con una lista de todos los museos y sitios de interés artístico en Moscú y sus alrededores, junto con el día y la hora en que estaban abiertos. Los números escritos a lápiz, alIado de la lista y los nombres de las autoridades ahí mismo consignadas, me hicieron colegir que íbamos a emprender un recorrido sistemático de estos lugares, coordinado con conferencias sobre las artes relacionadas con el nuestro: el de la actuación. 53 En una esquina había un auténtico arsenal de espadas, estoques, dagas, floretes, máscaras y pecheras, guantes para boxear, zapatillas de ballet y equipo para hacer gimnasia. En vista de esto deduje que también nuestro nuevo curso de entrenamiento corporal iba a considerarse un arte. Hoy Tortsov vino por vez primera a la clase ataviado como gimnasta sueco. Nos observó, y después de una media hora de clase normal, interrumpió la lección y nos .llevó a nuestro nuevo museo-salón, para hablarnos ahí. ~.\=:E'irgeneral la"genlen<fsll-be-usarlos1tlfárat"os"\ físicos con que nos ha dotado la naturaleza -empezó: diciendo-. No sabe desarrollarlo ni conservarlo en or-! den. Músculos fláccidos, malas posturas, pechos caídos, j son cosas que vemos a cada momento en torno nuestro.j Esto revela dos cosas: entrenamiento insuficiente y uso; ·inadecuado ee e8teiRstrwn~nto físico ''Tal vez un cuerpo con protuberancias en lugares donde no debían estar, piernas tan espigadas que su dueño se ve obligado a tambalearse, hombros tan hundidos, que rayan en lo deforme, son cosas que no tienen importancia en la vida ordinaria. De hecho, nos acostumbramos tanto a ellas y a otros defectos, que los aceptamos como fenómenos normales. "Pero, cuando aparecemos en el escenario, muchas deficiencias físicas menores atraen inmediatamente la atención. Ahí, millares de espectadores escudriñan al actor, con la agudeza de una lente de aumento. A menos que tenga la inte~ó.!!. de mostrarles un personaje con c~~o~_~!~~tof(sJ~o el actor d;b-;~erc;~~zd~/ ~on una agilIdad que realce la ImpreSlOn que desea \ i i -r···-----.; ¡crear, no que distraiga de ella; porque del defecto físico el actor no debe hacer ostentación, sino sólo mostrarlo en la medida oportuna. Para esto, necesita tener un \cuerpo saludable, en buenas condicio~es ?e funciona~iento y ca z de un con traordmarlo --- , stedes han hecho ya grandes progresos desde el día que comenzamos esta clase. Los ejercicios regulares diarios han empezado a agilizar, no sólo los músculos y las articulaciones que usan en la vida ordinaria, sino también otros que ustedes ni siquiera sabían que existían. Sin ejercicio, todos los músculos se marchitan, pero al revivir sus funciones y darles el tono debido, hemos logrado ser capaces de nuevos movimientos, de experimentar nuevas sensaciones, de crear sutiles posibilidades de acción y de expresión. Los ejercicios contribuyen a hacer el aparato físico más ágil, más flexible, más expresivo y aun más sensible . "Ha llegado el momento de considerar algo aún más importante, que debe ser fruto de sus ejercicios ... Tortsov hizo una breve pausa y preguntó: -¿Les causa admiración el aspecto físico de un robusto cirquero? Por lo que a mí toca, nada me parece más repulsivo que un hombre con hombros que se verían mejor en un toro, y con músculos que deforman todo su cuerpo con nudos gordianos. ¿Han observado también a estos "hombres fuertes" aparecer en el desfile, después de sus sesiones de levantar pesas, vestidos con elegantes trajes, y llevando de la brida hermosos caballos? En cierto sentido, me resultan tan cómicos como los payasos mismos. ¿Pueden imaginarse esos cuerpos embutidos en la indumentaria entallada de la Venecia medieval, o en una ceñida casaca renacentista, con sus medias correspondientes, como podrían llevarla los actores en Romeo y Julieta? ¡Qué espectáculo más absurdo! "Nadie me ha nombrado juez para dictaminar hasta qué punto se requiere esta cultura física en el mundo de los deportes. Mi único deber es advertirles que la adquisición de semejante desarrollº ~xagerado en geneí--Xal-~-inaceptahl.e_~!!elteatro./~quí necesitamos--cuerD-'; \ pos fuertes, robustos~-'de5arrollados en forma bien \ proporcionada,' ~rmoniosos, per~ sin e.xcesos antinatu. i rales. El proposlto de nuestra gImnasIa es corregir, no ~~"t1ªJ:"'.~L~y~!:po: .. r--··· ,._.~,_.-_ ..-_ _.-..__._._~. "Ahora, ustedes se hallan en un cruce de caminos. ¿Qué dirección van a tomar? ¿Querrán seguir la línea del desarrollo muscular dellevantador de pesas, o la de los requisitos de nuestro arte? Como comprenderán, mi deber es guiarlos por la segunda. "Nos proponemos añadir requisitos esculturales a nuestro entrenamiento gimnástico. Así como el escultor con el cincel busca la línea correcta, la hermosura en la proporción mediante el equilibrio de los miembros de la estatua que esculpe en la piedra, así el maestro de gimnasia debe tratar de obtener los mismos resultados con los cuerpos vivos. No existe lo que se llamaría una estructura humana ideal. Hay que producirla. Para eso, lo primero que se necesita es estudiar el cuer o entenger.1M-2!"~.p.9..!"~!()º~ de sus diversas partes. Cuando se encuentran defectos, hay que corregirlos. Lo que la aturaleza ha dejado sin hacer, hay que desarrollarlo, de suerte que los músculos de los hombros y el pecho se ensanchen. En cambio, habrá individuos que tengan hombros y pecho muy amplios; ¿para qué hacer que I estos defectos se aumenten con el ejercicio? ¿No es ¡ preferi~le dejar~os como están y c.once.n. .tr.ar las lernas, SIson de una esbe!~~_z_C!e~proporcionadaiJ Hoy trajo Tortsov un famoso payaso de circo a nuestra clase de gimnasia. Al darle la bienvenida, explicó: -Hoy vamos a agregar maromas a nuestras actividades. Aunque pueda parecerles extraño, esto ayuda al actor en sus momentos culminantes de exaltación y estimula su inspiración creadora. ¿Creen que es asombroso? La razón es que las acrobacias ayudan a desarrollar el talento para decidir. "¡Sería desastroso para un acróbata distraerse con bagatelas cuando está a punto de dar un salto mortal u otra maniobra de peligro! En esos momentos no hay tiempo para la indecisión: sin detenerse a reflexionar, tiene que encomendarse a la buena suerte y a su pericia. No tiene más que saltar, sea cual fuere la situación. "Esto es exactamente lo que un actor debe hacer cuando llega al clímax de su papel. En momentos semejantes, como cuando Hamlet dice '¡Dejad llorar al ciervo herido!', o cuando atelo exclama '¡Oh sangre, sangre, sangre!', el actor no puede detenerse a pensar, a dudar, a ponderar, a prepararse o a ponerse a prueba. ¡Es preciso que actúe, que se lance a velas desplegadas! Sin embargo, la mayoría de los actores adoptan una actitud muy diferente a este respecto; tienen pavor de los grandes momentos, y con mucha anticipación y enormes esfuerzos tratan de prepararse para ellos. Esto engendra nerviosismo y presiones, que les impiden proyectarse libremente en el momento cumbre, cuando necesitan entregarse de lleno a su papel. "A veces se darán un golpe en la frente y se les hará un cardenal. Su instructor procurará que no sea grave. Pero una ligera herida en aras del conocimiento no puede ser muy nociva. La siguiente vez intentarán sin tanta premeditación, sin dudar, con arrojo viril, ejercitando su intuición física y su inspiración. .laatenció~ I _:;~::~~ne;"¡'I~:::~~;a'.í;;~~:':i:d~1;]'~;~! CICIOS-ntetICOS pue~en ser ~tll~s parae5e~ropósito. El. resto puede remedlarlo el dlsenador, el artIsta del ves\ ,tuario, un buen sastre y un zapatero peritqr.--~"· -- •• ~.< ,.,/J ._-------._~----_.__ .- ...•.. -_ .... _._._~---------\ ,j "Una vez que hayan desarrollado fuerza de VOlun:j ( tad en sus movimientos y acciones corporales, les será ! fáci~aplicarla ~ vivir ~l papel, y aprenderán a..entregar\ se sm pensar, mstantanea y plenament lpoder de la \i~ci~~_.~_~e la inspiración. En todo,s los papeiesnay "momentos dTficl s e este genero; dejen que el acrobatismo les ayude a dominarlos hasta donde sea posible. "El acrobatismo puede prestarles otro servicio. Les ayudará a ser más ágiles, a tener mayor eficiencia física en el escenario, cuando se yergan, se inclinen, se den vuelta, cuando tengan que correr y que hacer una multitud de movimientos difíciles y rápidos. Sí, los ejercicios acrobáticos les enseñarán a actuar con un ritmo y una velocidad imposibles para un cuerpo no entrenado. ¡Les deseo buena suerte! Tan pronto como Tortsov salió del salón, se nos pidió tratar de hacer unas maromas sobre el piso desnudo. Yo fui el primer voluntario, porque las palabras de Tortsov me habían hecho una impresión profunda. ¡Quién, si no yo, anhelaba liberarse de las dificultades inherentes a los momentos trágicos de un papel! Sin detenerme mucho a pensarlo, me lancé a la voltereta, con un sonoro golpe. Mi recompensa fue una protuberancia notable en la cabeza. Esto me enojó, y sin esperar más, me lancé a otra, y a otra más, y a una cuarta voltereta ... Esta vez la hinchazón fue en la frente. /-~ Hoy Tortsov se presentó a la clase e danza, e habíamos estado teniendo desde el princi ·0 temporada escolar. Luego continuó su comentario. Entre otras cosas dijo que esa clase no era parte fundamental del trabajo con nuestro cuerpo. Su función, como la de la gimnasia, es sólo complementaria, destinada. a prepa.ra..rn.os p~ra ot,ros f.$~ici~s más.}mportantes~J~~-º....est.ºJ).~es~la gran import~ r~ortsov atribuye al baile como auxiliar del \ desarrollo físico. No sólo sirve para hacer que el cuerpo \f5emantenga más erguido, sino también abre la puerta ~ movimientos, les da mayor amplitud, los define, les ~a cierto acabado que es de gran importancia, porque ~n ~esto recortado, mordido, no es apropiado en el esce~ ~--_._----- -También concedo valor a la danza -explicó luego Tortsov-, porque es un excelente correctivo de la posición de los brazos, las piernas y la espalda. "Hay gente que sólo por el hecho de tener el pecho hundido y los hombros caídos al frente, dejan que los brazos les cuelguen como péndulos por delante y les golpeen el abdomen o los muslos al caminar. Hay otros que por tener el pecho de pollo y los hombros exageradamente echados hacia atrás, ostentan un abdomen protuberante. Éstos dejan los brazos colgando hacia atrás. Ninguna de estas dos posturas es correcta. Los brazos deben colgar a los lados del cuerpo. "Muchas veces los brazos se mantienen con los codos vueltos hacia adentro, hacia el cuerpo. Es preciso que estén vueltos al revés, con los codos hacia afuera. Pero aun esto debe hacerse con moderación, porque cualquier exageración deformaría la postura y sería contraproducente. "La misma importancia tiene la posición de las piernas. Si ésta es incorrecta, el aspecto entero de la persona sufre las consecuencias. El individuo se ve incómodo, pesado, falto de simetría. "A muchas mujeres les pasa que las piernas, desde las caderas hasta las rodillas, están vueltas hacia adentro. Lo mismo les sucede con las plantas de los pies: con frecuencia los talones están vueltos hacia afuera y los dedos de los pies hacia adentro. "Los ejercicios de ballet en la barra son un magnífico remedio para estos defectos. Hacen que las piernas, 1 a la altura de la cadera, se vuelvan hacia afuera y adopten el ángulo correcto. Esto les da una apariencia de mayor esbeltez. La posición adecuada de las p~ernas a la altura de la cadera tiene un efecto sobre los pies, sobre los talones. Todo se alinea como es debido y los dedos apuntan hacia afuera, como conviene, cuando las piernas se mantienen en la posición correcta. "A propósito, no son sólo los ejercicios en la barra, sino también muchos otros movimientos de la danza los que ayudan a lograr esta postura. se basan en diversas posiciones y pasos, que requieren que las piernas estén vueltas hacia afuera, a la altura de la cadera, y los pies bien apoyados en el suelo. "Teniendo esto presente, quiero hacerles una recomendación más, de carácter doméstico, para una práctica diaria y frecuente. Es sumamente sencilla. Den vuelta a los dedos del pie izquierdo, tan afuera como les sea posible. Luego coloquen el pie derecho frente a él, también con los dedos vueltos hacia afuera, tanto como puedan. Al hacerlo, los dedos de su pie derecho deben tocar el talón del pie izquierdo, y los dedos del pie izquierdo deben quedar cerca del talón del pie derecho. Al principio, tendrán que apoyarse en una silla para mantener el equilibrio, tendrán que doblar considerablemente las rodillas y flexionar todo el cuerpo. Pero es necesario que traten de enderezarse, de enderezar las piernas y también el cuerpo. Este esfuerzo obligará a las piernas a volverse hacia afuera, a la altura de la cadera. Por otro lado, al principio los pies no se acercarán mucho entre sí, pero mientras no lo hagan, ustedes no podrán enderezarse. A medida que pase el tiempo, y que sus piernas empiecen a volverse hacia afuera, conseguirán adoptar la posición que les he indicado. Una vez que la logren practíquenla todos los días, con frecuencia, siempre que tengan el tiempo, la paciencia y la fuerza para hacerlo. Cuanto más puedan mantenerse en esa posición, con tanta mayor firmeza y rapidez se les volverán hacia afuera, a la altura de la cadera y de los pies. "Para efectos de plasticidad y expresión del cuerpo es también de gran importancia el desarrollo de las extremidades de los brazos y las piernas, es decir, de las muñecas, los dedos de la mano y los tobillos. "Para este trabajo, son muy provechosos el ballet y otros ejercicios de la danza. Al practicarlos, los pies y sus dedos pueden ser muy elocuentes y expresivos cuando se deslizan sobre el piso, ejecutando los diversos pasos. Son como una fina pluma que trazara un complejo diseño en una hoja de papel. Cuando la persona se yergue sobre los dedos de los pies, hace pensar en un vuelo. Los pies y sus dedos modifican la violencia de los movimientos, les dan tersura y gracilidad, enfatizan el ritmo y los acentos de la danza. Por eso, no es de admirar que en los ejercicios de entrenamiento de ballet se preste tanta atención a los dedos de los pies y a su desarrollo. Nosotros debemos aprovechar todos estos métodos. "En lo que atañe a las muñecas y los dedos de las manos, no estoy seguro de que los métodos del ballet sean muy recomendables. A mí no me convence mucho el uso que hacen de las muñecas los artistas del ballet. Lo encuentro amanerado, convencional, sentimental. Hay en él más "lindura" que hermosura. Muchas bailarinas danzan sin vida o con los músculos de las muñecas en tensión. "Sin embargo, hay todavía en la disciplina del ballet una cosa que es útil para desarrollar más el físico con miras al uso plástico del cuerpo, en cuanto a postura normal y porte general. "La columna vertebral, flexible en todas direcciones, es como un resorte en espiral, y debe estar firme~ mente asentada en su base. Debe, por así decirlo, estar bien 'atornillada' en su sitio, al nivel de la vértebra más baja. Si se siente que este 'tornillo' es fuerte, la parte superior del torso tendrá apoyo, un centro de gravedad; tendrá estabilidad y una posición recta. En cambio, si se siente que el 'tornillo' está suelto, la columna verte- bral -y por lo mismo todo el torso- perderán su estabilidad, su postura recta, su buena figura y con ellos la hermosura de sus movimientos y su fluidez plástica. "Este supuesto tornillo, este punto central que sostiene la columna vertebral, desempeña una función significativa en el ballet. Aprovéchense de él, y en sus clases de baile aprendan a adquirir formas de desarrollar, reforzar y colocar bien las vértebras. "Para esto, les tengo otro método más; es un sistema antiguo que pueden usar todos los días en su casa, cuando estén haciendo ejercicios correctivos para la columna. "En épocas pasadas, las institutrices francesas obligaban a sus pupilos de hombros caídos a acostarse sobre una mesa dura o sobre el piso, de modo que la parte posterior de la cabeza y toda la columna estuviera en contacto con la superficie plana. Los niños tenían que estar acostados en esa postura durante horas, mientras la paciente institutriz les leía algo en voz alta. ''Y hay otro modo de enderezar a los niños de hombros caídos. Las institutrices les pedían que doblaran los brazos, llevando los codos hacia atrás, y luego ellas deslizaban un bastón entre los brazos así flexionados y la espalda. Cuando el niño trataba de adoptar su postura normal, como es natural, sus brazos empujaban el bastón contra la espalda, y esta presión los obligaba a enderezarse. Los niños caminaban en esta posición durante horas, bajo la supervisión estricta de la institutriz, hasta que al fin la columna vertebral recibía suficiente entrenamiento para mantenerse erecta. "Mientras la gimnasia propicia movimientos tan definidos que rayan en lo abrupto, señalando el ritmo con un acento marcado, casi militar, la danza tiende a producir fluidez, amplitud, cadencia en el gesto. Juntos despliegan la expresión total, la delinean, le dan forma, dirección, agilidad. "Los movimientos gimnásticos se ejecutan en líneas rectas. En la danza, las líneas son complejas y variadas. "Sin embargo, el ballet y la danza con frecuencia conducen a un refinamiento excesivo de la forma, a una gracia exagerada, a la afectación. Eso es malo. Cuando a un bailarín de ballet se le presenta la ocasión de señalar con un gesto de la mano un objeto inanimado, o alguien que entra o sale, no se limita a extender la mano en la dirección necesaria, sino que ante todo lleva el objeto al extremo diametralmente opuesto del escenario, para dar realce a la amplitud y la medida del gesto. En la ejecución de estos movimientos amplios y extensos, los bailarines de ambos sexos tratan de poner más belleza y más pompa de lo que se necesita. Esto explica sus poses, el sentimentalismo, el tono artificial, la exageración falta de espontaneidad y con frecuencia ridícula. "Para evitar cualquier repetición de este género en un escenario auténtico, es preciso e recuerden lo que he dicho ya muchas veces. Al actuar, ningún gesto rdebe hacerse por ergesto ~ismo. Sus movimientos deben tener siempre un propósito y una relación con el I contenido de su papel. La actuación productiva y con \ ~~alidad definida excluye aut~mática~_~~te la afectar, ClOn,~~_J!0se_!otr_~s_~~~_c~~.~.~:ll~~~~~f I i, 1 h ::::<- Hoy, Paul Shustov me arrastró materialmente a ver a su tío y a conocer a un viejo amigo de ambos, un actor famoso. Paul insistió en que debía aprovechar esta oportunidad para verlo en persona. Tenía razón. Pude conocer a un actor notable, que habla a través de los ojos, la boca, los oídos, la punta de la nariz y los dedos, con movimientos imperceptibles. Para describir el exterior de una persona, la forma de un objeto, el contorno de un paisaje, usaba un estilo increiblemente vívido, para reflejar externamente lo que tenía en la mente. Por ejemplo, cuando estaba describiendo el ambiente doméstico de un amigo suyo, que es más vigoroso aún que él mismo, uno podía verlo transformarse, ante sus propios ojos en un voluminoso mueble, en un exuberante vestuario, o en un sillón con exceso de tapicería. Al actuar así, no copiaba los objetos mismos, pero sí reproducía la sensación de esforzarse por seguir la línea de las costuras o de las juntas. Cuando habló del modo como él y su amigo habían andado dando traspiés entre todo aquel mobiliario, uno podía dibujar claramente en la imaginación un par de osos enjaulados. Para pintar esta escena, ni siquiera tuvo que moverse de su silla. Sentado ahí mismo, se ladeaba ligeramente a derecha e izquierda, se inclinaba hacia adelante, o levantaba el enorme abdomen, yeso era suficiente para dar la ilusión de quien tiene que adelgazarse para pasar junto a un objeto. En el curso de otra de sus descripciones, sobre una persona que había saltado de un trolebús en movimiento, y se había ido de bruces contra un poste, todos los que lo oíamos lanzamos al unísono una exclamación, porque nos había hecho ver el incidente en forma tan vívida. Más impresionante aún fue el intercambio sin palabras entre este actor y el tío de Paul, quien nos narró que cuando eran jóvenes, ambos habían tratado de hacerle la corte a la misma chica. El tío Shustov fue muy divertido tratando de vanagloriarse de su buen éxito, y más aún describiendo la derrota del otro actor. El segundo no dijo una palabra, pero en determinados momentos de la historia, en lugar de presentar una objeción, paseó los ojos sobre todos los presentes, como si estuviera diciéndonos: "¡Vaya desfachatez! ¡Éste no hace sino mentir, y todos ustedes, comparsa de incautos, no hacen más que oírlo y dar crédito a todas sus palabras!" En determinado momento, el voluminoso individuo cerró los ojos pretendiendo desesperación e impaciencia. Inmóvil, con la cabeza hacia atrás, meneó las orejas. Parecía como si las usara en lugar de las manos, para descartar la insistente verborrea de su amigo. Durante la siguiente letanía de bravatas del tío Shustov, su huésped, con calculada malicia, movió la punta de la nariz, primero hacia la derecha, luego hacia la izquierda. Después arqueó una ceja y luego la otra, hizo lo mismo con la frente y dejó que se le dibujara una sonrisa retozona en los carnosos labios. Estos insignificantes movimientos, casi imperceptibles, fueron de una elocuencia más nociva para los ataques de su amigo que un discurso entero. Otra disputa cómica sin palabras se entabló entre los amigos; discutían entre sí sólo con los dedos, pero a todas luces uno acusaba al otro de cierta picardía en relación con un lance amoroso. Después de la cena, mientras saboreábamos el café, el tío de Paul pidió a su invitado que representara su famosa escena sin palabras de Ostrovski: La Tormenta. Su escenificación descriptiva fue tan vívida desde el punto de vista pictórico, como desde el psicológico, si es lícito usar ese término aplicado a algo que se reproduce exclusivamente mediante expresiones faciales y de los ojos. CAPÍTULO QUINTO PLASTICIDAD DEL MOVIMIENTO MADAME SONOVA está dirigiéndonos una clase de movimiento plástico, como complemento paralelo a nuestra gimnasia rítmica. Hoy Tortsov se presentó en el vestíbulo del teatro, donde estábamos trabajando, para hablarnos. Empezó diciéndonos: -Quiero que sean muy conscientes del modo en que van a considerar esta nueva materia. Suele pensarse que el movimiento plástico debe enseñarlo un maestro o maestra de danza rutinario, y que el ballet y el baile moderno, con sus pasos y poses formales se encargan de transmitir al individuo el movimiento plástico que los actores teatrales necesitamos en nuestra profesión. "¿Será cierto esto? ''Les he indicado ya que las poses de ciertas bailarinas y de algunos bailarines estrella hombres se vuelven artificiales, que la sucesión de sus gestos resulta desproporcionada y ampulosa. Usan el movimiento y la plasticidad como fines en sí mismos. Aprenden movimientos sin relación con el contenido interno, y crean una forma desprovista de significado. "¿Por ventura tiene un actor necesidad de semejantes movimientos huecos y puramente externos? ¿Creen que comunicarán tersura y gracilidad a sus movimientos ordinarios? ''Ustedes han visto a estos bailarines y bailarinas fuera del escenario y vestidos con ropa ordinaria. ¿Les parece que caminan como nosotros queremos, cuando tratamos de reproducir un personaje de la vida real? ¿Creen que esa gracilidad y exquisitez exagerada mente estudiadas se aplican realmente a nuestros propósitos creativos? "Entre los actores dramáticos, conocemos algunos que usan esta clase de plasticidad con la intención exclusiva de impresionar a sus admiradores del sexo opuesto. Estos actores y actrices inventan combinaciones de poses, jugando con la hermosura de líneas del ~uerpo: los brazos trazan diseños aéreos de movimientos concebidos externamente. Esto, que llaman gesticulaciones, empieza en sus hombros, en las cad.eras, en la columna vertebral, y recorre la superficie de sus brazos y piernas, para retornar al punto de partida, sin haber logrado nada de valor creativo, sin llevar consigo verdadero estímulo interior para la acción, o un impulso destinado a lograr un propósito. Estos movimientos hacen su recorrido corporal, como la fuerza del aire que infla los neumáticos del automóvil del correo, que nos entrega las cartas sin interesarle su contenido. "Podemos admitir que esos movimientos son fluidos, pero también son vacíos y necios. Son como las finas manitas de la bailarina, que se agitan al viento para lucir su propia belleza. Aquí no hay cabida para esas prácticas de ballet, ni para poses de escenario, ni para gestos teatrales, que se deslizan siguiendo una línea puramente externa y superficial. Estos artilugios jamás podrán transmitir el espíritu humano de Otelo o de Hamlet. _----.---------------1 'Tratemos más bien de adaptar estas convencio- \ nes escénicas, estas poses y gestos a la representación! de algún propósito vital, a la proyección de una expe- \ riencia interior. Entonces sí, el gesto dejará de ser una simple gesticulación, para convertirse en acción real, \, con un ropósito y un contenido. ¡---".-".--.- ..__ . ~I "Lo q cesltamos son accIOnessencillas, expresivas, preñadas de contenido interno. ¿Dónde vamos a encontrarlas? "Existe otra clase de bailarines y actores de ambos sexos, distintos de los que hemos mencionado. Éstos se han fabricado una clase de plasticidad definiJa e inflexible, y no prestan ya atención a ese lado de sus actos externos. Para ellos y ellas, el movimiento se ha vuelto parte de su ser, una cualidad individual, una segunda naturaleza. Las bailarinas y los actores de esta especie no saben moverse si no es con fluidez. "Si se fijaran con atención en su propia mecánica, sentirían que de la profundidad de su ser, de su corazón mismo, emerge una energía no estéril, sino empapada de emociones, deseos y objetivos, que la emiten como una corriente interna de pulsaciones, destinadas a estimul~erminad~ acciolles. _ _ --.--., La energía caldeada por la emoción, saturada del eseo, regida por el intelecto, desencadena el movimiento ) con seguridad y orgullo, comoun embajador que cumpliera con una importante misión. Esta clase de energía se manifiesta en una acción consciente, llena de sentimientos, de contenido, de propósitos que no pueden hacerse \1 realidad, si se traduce en mecanismo y desaliño, en lugar ¡'\ de vibrar al unísono con sus propios impulsos espirituales. "A medida que va fluyendo por toda la red dª-Jl sistema muscular, estimulando los centros motores más íntimos, esta energía es el mejor acicate de la actividad ex~ a lo largo de los ~razos,'~-columna vertebral y el cuello, sino que llega también a las piernas, estimulando esos músculos y haciendo que el individuo camine de determinada manera, cosa que es un factor de suma importancia cuando uno está en el escenarIo. "¿Se han preguntado alguna vez si su modo de andar en el tablado es diferente de su paso ordinario, cuando van por la calle? í,<sCe5-diTere~·-y--l-a-r-a-z-6ñe5·que en la vida diaria caminamos en forma incorrecta, mientras en la escena se nos obliga a hacerlo como la naturaleza lo \ exige, de acuerdo con todas sus leyes. En eso reside laJ ma or dificultad--" -..---- ---.-.------ ..- -."Las personas a quienes la naturaleza no ha dotado con un andar sano y normal, y que son incapaces de desarrollarlo mediante entrenamiento y aprendizaje, recurren a toda clase de estratagemas para disimular su defecto cuando están frente al público. Lo que aprenden es un modo de andar que resulta artificioso y pintoresco. Pero esa clase de movimiento de locomoción, que quiere ser teatral, no debe confundirse con el auténtico andar de escenario, basado en leyes naturales. "Hablemos de ese modo de andar conforme con la naturaleza y del modo de adquirirlo, para que eliminemos del escenario, de una vez por todas, ese otro estilo de moverse, como de quien anda en z os tan usado or muc ores En otras palabras, aprendamos a caminar como si nunca lo hubiéramos hecho, desde el \ \principio, y no sólo en el escer.ario, sino también fuera \ kle él. r--.----- J "..__ J No bien había terminado de hablar Tortsov, cuando Sonya saltó y empezó a contonearse ante él, haciendo gala de su andar, que a todas luces ella considera un modelo de perfección. -SHí -dijo Tortsov, arrastrando la voz con tono deliberado, mientras sus ojos estudiaban los pequeños pies de Sonya con atención-. Las mujeres chinas usan zapatos estrechos para transformar sus pies en pezuñas, corno las de las vacas. Y... ¿qué decir de las damas de nuestra época? ¿Son muy diferentes de las chinas en su modo de deformar una de las partes más complejas y excelentes de nuestro aparato físico, el' umano, ~ desempeña uneapel tan)mpor~te? ¡A qué c ase .~•. ) de barbarTe seeñtregan, sobre todo las mujeres, la.s actrices! Un andar hermoso es uno de sus mayores . encantos ... ¡y lo sacrifican en aras de la moda y de ridículos tacones! -. -- ....._.._"._._ e elante, voy a pedir a nuestras estudiantes que vengan a la clase con zapatos de tacón bajo, o mejor aún, sin tacón. Nuestra encargada del guardarropa les proveerá de todo lo que necesiten. Después de Sonya, nuestro acrobático Vasya demostró su andar ligero. Sería más correcto decir que no caminaba, sino flotaba. -Si los pies de Sonya no cumplen su misión, los tuyos se sobreactúan --comentó Tortsov-. En eso no hay daño alguno. Es difícil desarrollar un pie bien formado, pero es sin comparación más fácil reducir su acci6n. No tengo preocupación alguna por lo que a ti respecta. A Leo, que avanzaba pesadamente frente a él, Tortsov le advirtió: -Si la enfermedad o un accidente te hubiese dejado con una rodilla inflexible, andarías de doctor en doctor, tratando de encontrar alguno que le devolviera la flexibilidad. ¿Cómo es posible que tú, que ahora tienes dos articulaciones de la rodilla poco menos que atrofiadas, te preocupes tan poco por tu impedimento? La realidad es que la flexión de esa articulación tiene una importancia enorme. ¡Nadie puede caminar con piernas rígidas e inflexibles! El problema de Grisha consistía en la rigidez de la columna, que también desempeña una función importante en el modo de andar de la persona. A Paul, Tortsov le sugirió que se lubricara las articulaciones de la cadera, que parecían oxidadas. Esto le impedía lanzar la pierna hacia adelante lo suficiente, acortaba su paso y lo dejaba fuera de proporción con respecto a su estatura. Anna ofreció el ejemplo de una falla constante entre las mujeres. De la cadera a la rodilla tenía las piernas vueltas hacia adentro. Tendría que hacer más ejercicios en la barra del ballet para lograr volverlas hacia afuera. Los dedos de los pies de María estaban tan vueltos hacia adentro, que sus pies prácticamente se tropezaban uno con otro. En cambio, los dedos de Nicolás estaban demasiado vueltos hacia afuera. El uso que yo hago de mis piernas le pareció arrítmico a Tortsov. -1\Í caminas del mismo modo que hablan ciertas personas. Arrastran las palabras y luego, por alguna razón, de repente las hacen cascabelear como guisantes secos. Un grupo de tus pasos será deliberado y luego, de pronto, te preci itas, co o si llevaras botas de sie e leguas. " ejás caer" los pa~mo o que pa 1 a el corazón." omo resultado de esta revisión adquirimos conciencia de los defectos de nuestro modo personal de caminar y del modo de andar de los demás compañeros y compañeras, y descubrimos que ~(;)~~1?(~!!!~S ~º!I10., hacerlo bien. os encoíifiamoscomo los pequeñuelos,)1 que tienen que aprender desde el principio este importante y difícil arte. Para ayudarnos en esta tarea, Tortsov nos explicó la estructura de la pierna y el pie, y la , base de un andar adecuado. 71 .\~.errocarr.il' se mu~va con toda la suavi~ad posible, en línea horizontal! sm grande~_~ltas ba as. -~aescr--n)irles así el modo de andar y de correr, me viene a la memoria un incidente que me impresionó profundamente. Estaba observando el paso de unos soldados. Desde el otro lado de la cerca que me separaba de ellos podía verIes la cabeza, los hombros y el pecllo. No parecían ir caminando en absoluto, sino deslizándose sobre patines de ruedas, o en esquíes, sobre una superficie perfectamente tersa. Se tenía la sensación de que resbalaban mansamente, casi flotando, sin ningún subir y bajar abrupto. "Este efecto podía producirse porque todos los resortes apropiados de sus caderas, rodillas, tobillos y pies estaban cumpliendo sus funciones en forma maravillosa, y gracias a ellos, las partes superiores del cuerpo iban positivamente flotando a lo largo de la cerca, en línea horizontal. "Para darIes una imagen más clara de la función individual de cada miembro, comparable a los muelles del vagón, voy a ocuparme de ellos uno por uno. "Para empezar en la parte su erior co ntrémonos en las articulaciones de la elvis y la cadera. Tienen una do e unClOn:en primer lugar, al caminar actúan como la columna vertebral: amortiguan los choques laterales y la oscilación del torso; en segundo lugar, imp'-llsan hacia adelante toda la pierna, cada vez q~e damos un paso. Este movimiento tiene que ser amplIo y libre, proporcionado a nuestra estatura, a la longitud de nuestras piernas, a la longitud de nuestro paso, a la velocidad, al ritmo y al carácter de nuestro andar. "Cuanto mejor se proyecta hacia adelante la pierna desde la cadera, con tanta mayor libertad y ligereza volverá ha· at~,_y el~~ más largo y más rá ido De ahora enaaeIante, ese lanzamIento e a pierna hacia a4~1JlJl!;eo hacia atrás, desde las ras, no eberá depender de nuestro torso, aunque éste con frecuencia trata de interferir, inclinándose hacia ade- A guisa de introducción nos dijo: -No es tanto un actor, como un ingeniero o un mecánico lo que tienen que ser, para comprender y apreciar plenamente la actividad de nuestro aparato motor. Luego prosiguió: -La pierna humana, desde la pelvis hasta el pie, me recuerda la infraestructura de un vagón pullman de ferrocarril. Gracias a la multitud de resortes y muelles, que absorben y moderan los impactos en todas direcciones, la parte superior del vehículo, donde se acomodan los pasajeros, permanece casi inmóvil, no obstante el hecho de estarse moviendo a una velocidad enorme, y de estar siendo sacudidos por todas partes. sto es o e e e suce er con el an ar e una persona, cuando \camina o corre. En esas ocasiones, el torso -con el tórax, los hombros, el ~uello y la cabeza- deben mantenerse imperturbables, serenos, enteramente libres en us movimientos, como el pasajero que viaja en tren de rimera Clase. Esto es posible gracias a la columna vertebral. ' "El propósito de ella es actuar como resorte espi(, ral, que se flexiona en todas direcciones, al más ligero 1 movimiento, para .mantener el equilibrio de los hombros I y la cabeza que,hasta donde sea posible, deben perma\ necer tranquilos y libres de conmociones. \ "Lo mismo que en el vagón de ferrocarril, nuestros ~uelles están en la parte inferior del cuerpo, en las caderas, las rodillas, los tobillos y en todas las articulaciones de los dedos de los pies. Su función es amortiguar los golpes cuando caminamos o corremos, lo mismo que cuando inclinamos el cuerpo hacia adelante, hacia atrás, hacia los lados, en cualquier movimiento de proyección o de rotación. "Tienen también otra función, que es la de impulsar hacia adelante el cuerpo que sostienen. La desempeñan de modo que el cuerpo humano, como vagón de ! lante o hacia atrás, para dar mayor impulso a nuestro movimiento de locomoción, que deb~ser obra exclusiva de las piernas. "Se requieren ejercicios especiales para desarrollar un buen paso y un amplio y libre giro desde las caderas. "El problema es: ¿qué clase de ejercicio? Pónganse de pie y recárguense, primero con el hombro derecho y luego con el izquierdo y con el respectivo lado del torso, en un poste o en la jamba de una puerta. Este apoyo es necesario para conservar una posición vertical fija. Impide que el cuerpo se tlexiones en una dirección o en otra. Después de haber establecido en esta forma la posición vertical del torso descansen con firmeza todo su peso en la pierna que está junto al poste o la jamba de la puerta. Elévense ligeramente sobre los dedos de 108 pies y hagan oscilar la otra pierna, recta -sin doblar la rodilla-, primero hacia adelante y luego hacia atrás. Al hacerlo, traten de llegar en ambos movimientos al ángulo recto. Al principio deberán hacerlo sólo por poco tiempo y en cámara lenta, prolongando el tiempo, para poder ejercitar todos los músculos correspondientes. Por supuesto, no podrán llegar al límite inmediatamente. Esto hay que lograrlo en forma gradual y sistemática. "Una vez hecho este ejercicio con la pierna derecha, por ejemplo, dénse vuelta y háganlo con la pierna izquierda. "Tengan cuidado en uno y otro caso de que el pie no forme ángulo recto con la pierna, sino que apunte en la di~~~n de éstas cu~n~~~~_~~eja_del~~~!-P~'. _j"Al caminar -como ya he dicho- las caderas\ (SUben y bajan. Cuando la derecha está levantada al I \ la~zar la ~ierna derecha ~acia adelante, la cadera' iz-! q~llerd baJa, alechar haCIa atrás la pierna correspon~( dIente Al suceder esto, uno siente cierto movimiento gira rio en las articulaciones de las caderas. " 1 siguiente resorte debajo de la pelvis son las rodillas. También ellas tienen una doble función: ayuuerpo a avanzar y absorben los impactos y las sacudidas verticales del peso del cuerpo, cuando pasa de una pierna a la otra. En ese momento, una pierna, al hacerse responsable de ese peso, está ligeramente tlexionada, pero sólo en la medida necesaria para mantener el equilibrio de los hombros y la cabeza .Despu~1 --que las caaeras haInrumplido- con su unClOnde mover el torso hacia a?elante y de regular su eq.uilibrio, es el I turno de las rodIllas, para enderezar y así Impulsar más ~-a-.deJante alío el cuerRº-~~_f.'!ostienei!f'-·------------_···j "Un tercer juego de resortes, un verdadero racimo de ellos, que modifica y promueve los movimientos del cuerpo, está situado en los tobillos, los pies y todas las articulaciones de los dedos. Éste es un mecanismo sumamente complejo, de gran agilidad e importancia por lo que atañe a nuestra facultad de andar, y les ruego que presten especial atención -_ ~ a tlexión e a lerna a la altura del tobillo hace ¡avanzar al torso más aún en su camino. El pie con sus I.dedos participa en esta acción, pero tiene todavía una "función más: absorber los golpes que causa el movimien\~!--~ldo a su mecanismo rotatorio. "Hay tres mañeras de usar este mecanismo de nuestros pies y sus dedos, y producen tres clases de modo de andar: "En la prL~~ talón inicia eJ paso; "enra8egunda, ~Tiint~entera del pie se asienta en el suelo al mismo tiempo; ~ "en la tercera ~onocida como el andar helénico o a la IsadOra Duncan- primero se asientan los dedos del pie~y'luego tod~}ülcia atrás;-liasra-1í~g&r--ar talon. Deañfel peso vuelve a los dedos en una especie de movimiento giratorio. "Por el momento, me referiré al primer modo de andar, que es el más ordinario entre la gente que usa tacones en los zapatos. Cuando ustedes caminan en esta r \ forma, el talón es la primera parte del pt~_q.uep so de ue ~ yde ér~as:a~ia-e:rr~~nt~!-;hasta lle ~r ~ los dedos. Sm'enrbat"go, es'tos11o se flexlOnan hacIa áfrás:--sobre sí mismos, sino más bien se aferran al suelo, como las garras de un __ ª.l1imal. '--p~so-del c~ comienza a hacer presión a lo largo de las articulaciones de los dedos, éstos se enderezan, y en esta forma s~!Ü.~E. del suelo, hasta que elJIlovliniento llega a la-punta del dedo~ El peso-del cuerpo se marit-rnrnr-ahí por un moment'O--; como sucede cuando una bailarina danza sobre la punta de los dedos, pero no impide el impulso de locomoción hacia adelante. Este últim.º-.iy,_~-º_f:!t:~sortes,desde el tobillo hastaeJdedo-iórdo,-de§~mpeña\!_npap~ _I!1uy i~.iiQi-líiJ1te'-P~ramostrarles la influe"n-éiade los dedos en loque se refiere a la longitud y la rapidez del andar de la persona, voy a darles un ejemplo de mi propia experIencIa. "Cuando voy caminando a casa o al teatro, y los dedos de los pies van cumpliendo con su función al máximo grado, sin aumentar la velocidad llego a mi destino cinco o siete minutos antes, que si caminara sin tratar de lograr el mayor rendimiento de mis pies con sus dedos, para hacer más expeditos mis movimientos. Es importante que los dedos del pie lleven el paso hasta la punta de sus yemas. "De un modo semejante, los dedos del pie modifican los impactos, y su significado en el desempeño de este papel es enorme. Tiene una importancia singular en el momento en que uno trata de mantener un paso uniforme, y cuando las sacudidas verticales más indeseables tienden a producirse con la mayor fuerza, es decir, cuando uno pasa el peso del cuerpo de un pie al otro. Esta etapa de transición es la más peligrosa para la conservación de un paso uniforme. En este momento todo depende de los dedos del pie (sobre todo del dedo gordo). Más que ningún otro de los resortes del cuerpo, ellos tienen el poder de interrumpir el cambio del peso, ~eer de un pie a otro, por medio de la acción modificadora de sus extremidades. "He tratado de describirles las funciones de las diversas partes integrantes de las piernas, y para eso hemos ex minado detalladamente la acci6n de cada una ) en--! de ella . En reahda.Q.~jÜrtratHIJ.·..a.n.p.·' ..ór.s.-e.· ..p.a.r ..lid ..o..,..s.i.no forma simult~~~ __ Y.en ~II!_C?!!!~S~_~I1t_erdependencia. Consideren el instante en que el peso delcue-rpópa-sa· de una pierna a la otra, como sucede en el segundo estadio del ímpetu del cuerpo hacia adelante y en la tercera fase del impulso, en el que el peso regresa al otro pie; en una u otra forma, todas las piezas motrices de la pierna están funcionando juntas. Es imposible poner por escrito to as sus mutuas relaciones su a o o recíproco. Esto ustedes tienen que descubrirlo en sí mismos, con ayuda de sus propias sensaciones cuando estén en movimiento. Lo único que yo puedo sugerirles es el \,plan de operación de esta espléndida y compleja pieza del aparato, que es la pierna humana. \ Cuando Tortsov concluyó sus explicaciones todos los estudiantes comenzamos a ensayar ese paso. Pero de hecho el andar era notablemente más defectuoso que antes, y ni respondía a sus antiguos hábitos, ni se sometía a los nuevos preceptos. Tortsov notó cierto progreso en mí, pero se apresuró a añadir: _. Es verdad que tus hombros y tu cabeza están libres de movimientos violentos. Te deslizas, pero siempre a lo largo del suelo, no logras volar por el aire. Por eso, tu caminar se parece más a un reptar o arrastrarse. Caminas como lo hacen los camareros de restaurante, temerosos de derramar la sopa. Se protegen el cuerpo y los brazos, y con ellos las bandejas, para que nadie se las sacuda o golpee. "Sin embargo, este deslizamiento al andar tiene ventajas sólo dentro de ciertos límites. Si se rebasan, resulta exagerado, resulta lo que vemos en los camareros. Se necesita algo de movimiento ascendente y descendente del cuerpo. Los hombros, la cabeza y el torso ---~. __ .- p.ueden flotar en el espacio, pero que la línea no sea rlguro amente l'_~ta: déjala ondular con suavidad. "El an~~r no delieser-un rePt~ Le suphqu~C1r1'a-la-dif9rencia ambas cosas. Por lo visto, en un andar reptante, cuando el peso del cuerpo pasa, por ejemplo de la pierna derecha a la izquierda, la primera termina su función en el momento preciso en que la segunda inicia la suya. En otras palabras, el pie izquierdo trasmite el peso del cuerpo en el momento en que el derecho lo toma sobre sí. En consecuencia, en un andar reptante o arrastrado no existe esa fracción de segundo en que el cuerpo parece lanzarse a lo alto, apoyado exclusivamente en el dedo gordo de un pie, que está cumpliendo hasta el último á~ice, 1~_~.l1C"~_~!1 ~uetiell.e. pre~~tin!l~~~n el movi.,\ mJ(~nto.-En el camInar que se eleva sobre el suélo",luiY hn momento, un verdadero instante en el que la persona ¡parece desprenderse de la tierra, como una bailarina ~.~e yergue sobre la punta cl~ los dedos del pie. Despuésoe' ese-instantede""íngravidez, 'se iniCia e-r descenso, el hundimiento, suave, imperceptible, uniforme, y la transmisión del peso del cuerpo, de un pie al otro. .--Según T~rts~~;;~~sdos mom~~-t~~-la elev~ión e~ el aire y el cambio suave de un pie al otr~ son el secreto del ej~rcicio, ~orque encierran la clave d~ un paso lige\ ~o, umfor~e.,. I.n.a. lte.rado, de. ese pa~ que tiene la cali- j e~e .u~_~gll_-~~~~~~~L~spacio·1 ----------' SIn embargo, no es tan sencillo como parece ese ~otar al caminar. En primer lugar, es dificil percibir ese Instante en el que se verifica la elevación. Por fortuna, yo tuve la ~uerte de se~tirlo. Luego Tortsov se quejó de que yo brIncaba, subIendo y bajando trazando una línea vertical. ' -Pero ... ¿cómo puedo elevarme sin hacer ese movimiento? -le pregunté. ! ------ .. ---- --------- ---.. ----------~ ~ -Debes desprenderte del suelo, no hacia arriba \ \&1!ºhªC:!ll_ll<l~.l.~~te..l en Jín~_h~ontal./------_."_·_'.1 Además me insistió en que no--aebía haber interrupción; nada de disminuir el movimiento del cuerpo al dar el paso. El impulso hacia adelante no debe interrumpirse ni siquiera por una fracción de segundo. Afianzado en el dedo gordo del primer pie, debe continuarse el impulso a la misma velocidad con que se inició el paso. Esa clase de paso va como rozando la tierra; no se eleva bruscamente en línea vertical, sino avanza en línea horizontal más y más hacia adelante, desprendiéndose imperceptiblemente del suelo, como un aeroplan~ en el momento de despegar; luego, con la misma suavIdad, va sumergiéndose, sin ningún subir y bajar. Este movimiento horizontal hacia adelante traza una línea ligeramente curva, casi ondulada; en cambio, el saltar y dejarse caer, en movimiento vertical, da por resultado una línea quebrada en un zigzag angular. Si un forastero hubiese' entrado hoya nuestra clase, habría pensado que estaba en el pabellón de parapléjicos de un hospital. Todos íbamos y veníamos, totalmente absortos en la mecánica del movimiento, con l~ a~ención concentrada en los músculos y, en aparienCIa, Inmersos en algún problema desconcertante. El efecto de ese esfuerzo de concentración era ~nr~dar los centros. ~otores. Cosas que se hacen por InstInto, estaban eXlgléndonos la más concienzuda supervisión, y revelándonos nuestra ignorancia en materia de anatomía y del sistema de músculos locomotores. Lo que sucedía en realidad era que tirábamos de cuerdas que no debíamos y producíamos la clase de movimientos inesperados que hace un títere, cuando se enredan sus hilos. ,Sin embargo, la concentración de la atención en nuestros movimientos sí producía el resultado positivo de enseñarnos a tener un saludable respeto hacia el refinamiento y la complejidad del mecanismo de nuestras piernas. De pronto estábamos descubriendo cuán entre- lazados y complementarios son todos nuestros mOVImientos. Tortsov nos exigía que ejecutáraI!l~s cada paso hastª-~ mínim~4_~!!,:!le.rBa1o-~a~iÓñY~) estuvImos cammanaoJpaso por paso, mIentras/~~amInaba u~tr!lJ5_'pr~l!ias.se.f-1_~~~i!>_I1e.~_~I.l1ace._~19· ~ Con una vara en la mano, me señalaba exactamente el lugar y el momento en que los músculos se me ponían tensos en. la pierna ~ef:~cha. Al mismo tiemp~, Rakhmanov cammaba conmIgo de~:otro lado. Y" c~n ;Su propia vara, me señalaba los músculos tensos' de la pierna izquierda. -Fíjate bien -me dijo Tortsov-; cuando mi vara se desliza a lo largo de tu pierna derecha, que está extendida hacia adelante, llevando el peso del cuerpo, la vara de Rakhmanov se desliza hacia abajo, a lo largo de tu pierna izquierda, que está pasándole a la derecha el peso del cuerpo. Luego comienza el movimiento inverso: mi vara se desliza hacia abajo y la de él hacia arriba. ¿Notas que este movimiento alternativo de nuestras varas, de los dedos del pie a la cadera y de ésta a los dedos del pie, se produce en direcciones opuestas? Mi vara sube cuando la suya baja, y viceversa. Así es como trabajan los pistones en una máquina de vapor de estructura vertical. Observa bien cómo la f1exión y el relajamiento de las articulaciones proceden uno tras otro, de arriba abajo y de abajo arriba. "Si tuviéramos una tercera vara, podríamos señalarte la forma en que una parte de esta energía sube por la columna vertebral, amortiguando choques y conservando el equilibrio. Una vez cumplida su misión, la tensión de la columIUl desciende de nuevo hasta los dedos de los pies, donc;lese originó. , "Hay un detalle más que debes notar: Cuándo nuestras varas suben hasta tus caderas, hay una pausa de un segundo cuand'o dan vuelta al llegar a la articulación, para comenzar a bajar otra vez. I -Sí, lo hemos notado -dijimos todos-, ¿qué sentido tiene esa 'vuelta' de la vara? r pero, ------f=¡Cómo!'¿N o-sfe"iilenus'tedeSnilsmosese .~ miento rotatorio dentro de la ar~iculación de la cadera? ), . Hay algo que realmente parece gIrar, antes de comenzar / ~ajar por la pierna. (j.iníirié traeá tamemofia--esa manIobra de patIO en la que la locomotora, al llegar a la última estación, da vuelta en redondo, antes de iniciar su viaje en la dirección opuesta. Nosotros también tenemos esa especie de 'tornamesa' en la articulación de la cadera; es un movimiento del que yo me siento muy contciente. rJiia-ádvertenclamás~¿Se-han" "da"d-o"-~uen ta con ~estreza las articulaciones de nuestras caderas actúan precis.... a.mente en el instante en que recibtjnJ.~/ _tensión ascen~_~!1kY_déscargan_ la d~.ent.e1fSon como los volantes de la máquina de vapor, que modifican los choques en los momentos de peligro. 'Esto es lo que sucede cuando nuestras caderas se mueven de arriba abajo y de abajo arriba. I Me atrevo a decir que en mi caminata de regreso a casa hoy, los transeúntes, al verme, me juzgaron ebrio o anormal. Estaba aprendiendo a caminar. Por cierto, era muy difícil. El instante en que el peso del cuerpo pasaba de una pierna a la otra parecía especialmente complicado. Ya cerca del final de mi recorrido, me pareció que había logrado librarme de la sacudida que se producía al pasar el cuerpo de un pie al otro ... digamos, de los dedos del pie derecho al talón del izquierdo, y luego (después que el movimiento de traslado había recorrido toda la planta del pie izquierdo), de los dedos de éste, al talón del pie derecho. Además, pude darme cuenta, por mi propia experiencia, que la suavidad y uniformidad de la línea del movimiento hacia adelante, dependía de la acción bien coordinada de todos los muelles de las piernas, de la armoniosa colaboración de las caderas, las rodillas, los tobillos, los talones y los dedos del pIe. Yo tenía la costumbre de parar un momen~ al llegar al monumento de Gogol. Mientras permanecía sentado ahí, en una banca, me dediqué a observar a la gente que pasaba y a estudiar su modo de andar. Y... ¿qué descubrí? Que ni uno solo de ellos daba un paso completo hasta la punta de los dedos, ni se mantenía apoyado, siquiera durante una fracción de segundo, en la yema del dedo gordo. Sólo a una niña pequeña le noté el andar ágil y flotante, en lugar del arrastrarse que observé en todos los demás. No cabe duda de que Tortsov tiene razón: la gente no sabe hacer uso de ese maravilloso aparato que son sus pIernas. Por eso tenemos que aprender. Tenemos que empezar desde el principio y aprender a hacer todo: andar, hablar, ver, actuar ... Tiempo atrás, cuando Tortsov nos dijo algo parecido a esto, yo me sonreí internamente, seguro de que expresaba esas ideas para dibujar un cuadro muy vivo. Pero ahora puedo apreciar el sentido estrictamente literal de sus palabras, y su relación con nuestro futuro programa de desarrollo físico. bb~-dlllTila é.ñler conci~_~~~~_cl~~_~ __ dee5to es ya l~ D'l!~~~a) \~ ------. 'l. ---. Tortsov volvió a hacerse presente en nuestra clase de movimiento plástico. Esta vez nos dijo lo siguiente: -El movi1hiento y la acción, que se originan en las reconditeces del espíritu y siguen un patrón interior, son esenciales para los verdaderos artistas en drama, ballet y las demás artes teatrales y plásticas. "Es la única clase de movimiento idóneo para nosotros cuando estamos creando la forma física de un personaje. -¿Cómo debe lograrse esto? -preguntó un estudiante. -La señora Sonova nos ayudar' a resolver ese problema. Al decir esto, Tortsov dejó por un rato la clase en manos de la señora Sonova. -Fíjense en esto -explicó ella-; tengo aquí en la mano una gota de mercurio. Voy a dejarla caer con mucho cuidado en la punta misma de mi dedo índice. Al decirlo, actuó como si estuviera inyect'ndose el mercurio imaginario en el dedo, exactamente en los músculos. -Ahora háganlo ustedes y dejen que recorra todo su cuerpo -ordenó-o No se precipiten. Háganlo poco a poco. Que pase primero por las articulaciones de los dedos de la mano; que éstas se enderecen para dejar10 deslizarse hacia abajo hasta la palma hasta la articulación de la muñeca, luego al antebrazo al codo. ¿Llegó ya ahí? ¿Se ha deslizado alrededor de éste? ¿La sintieron claramente? No tengan prisa ... Sientan su recorrido. Así..., muy bien ... ¡magnífico! Ahora, poco a poco, observen cómo se desliza hasta el hombro. Eso es ... así. .. ¡Maravilloso! Todo su brazo se ha desdoblado, se ha extendido y levantado ... Sí... articulación por articulación. ¡No, no, no! ¿Por qué dejar de pronto que el brazo entero caiga como un palo? ¡El mercurio va a rodar por él Y a caer al suelo! Deben dejarlo fluir lentamente ... poco a poco...; primero, del hombro al codo... Ahora flexionen el codo. Eso es; así se hace. Pero, por lo pronto, no bajen el resto del brazo ... Por nada del mundo, porque perderían el mercurio. Así... Ahora procedan; déjenlo bajar a la muñeca. No demasiado aprisa. ¡Cuidado ... cuidado ... mucho cuidado! ¿Por qué dejaron caer la muñeca? ¡Manténganla levantada! ¡Cuiden bien el mercurio! Despacio ... despacio. Así... así, ¡perfecto! Ahora deslícenlo sucesivamente a lo largo de las articulaciones de la mano y los dedos. En esta forma, miren ... Que se mu~van hacia abajo, hacia abajo, lentamente. Muy bien. Esta es la última flexión. Ahora la mano está vacía ... El mercurio ha fluido hacia afuera. "Esta vez voy a verter el mercurio en la coronilla de tu cabeza -dijo, dirigiéndose a Paul Shustov-. Déjalo deslizarse a lo largo del cuello, pasar por todas las vértebras de tu columna, atravesar la pelvis y correr por toda tu pierna derecha. Luego permite que vuelva a subir y que atraviese el arco de la pelvis para bajar por la pierna izquierda hasta el dedo gordo de ese pie. Después lo dejarás subir a la pelvis y regresar a lo largo de tu columna ... hasta el cuello ... a través de la cabeza, hasta llegar a la coronilla. Todos hicimos lo mismo, dejando que el mercurio imaginario nos recorriera los miembros, los hombros, la barbilla, la nariz ... y luego lo dejamos salir del cuerpo. ¿Sentimos realmente cómo pasaba por nuestro sistema muscular, o sólo inventamos que sentíamos el mercurio fantástico recorriéndonos el cuerpo? La maestra no nos dio tiempo para reflexionar sobre esto. Nos puso a hacer los ejercicios, sin dar cabida a raciocinios de disección. -El director, aquí presente, les dirá todo lo que necesitan aprender -dijo la señora Sonova-, pero en el ínterin sigan trabajando con cuidado, con mucho cuidado; ¡hagan estos ejercicios una y otra vez! Tienen que insistir en ellos mucho tiempo, para beneficiarse verdaderamente con sus frutos. -Ven acá, Kostya -invitó Tortsov- y respóndeme con toda franqueza. ¿No opinas que tus condiscípulos tienen ahora mayor fluidez en los movimientos que antes? Me volví a mirar al gordo Leo, y tengo que confesar que me sorprendió la rotundez de sus movimientos. Sin embargo, no tardé en atribuirla al hecho de que su rechoncha figura realzaba el efecto buscado. En cambio, no podía pensar lo mismo de Ana, con sus angulosos hombros y sus puntiagudos codos y rodillas. ¿Dónde había adquirido esa fluidez de movimiento? ¿Sería posible que el mercurio imaginario, en su uniforme y apacible recorrido por todo su cuerpo hubiera producido semejante resultado? El resto de la lección estuvo a cargo de Tortsov. -Madame Sonova ha llamado la atención de ustedes sobre el movimiento de la energía a lo largo de la red de nuestra musculatura. La misma atención debe centrarse en ir a caza de puntos de presión, en el proceso de relajación de los músculos. Éste es un tema que ya hemos discutido en detalle. ¿Qué otra cosa es la presión muscular, o el llamado espasmo, sino la liberación de energía que estaba encarcelada? - "De los ejercicios que hicieron el año pasado para enviar ciertos rayos o mensajes sin palabras *, ustedes aprendieron que la energía opera no sólo en nuestro interior, sino también en el exterior; que brota de las profundidades de nuestro ser y se dirige a un objeto que está fuera de nosotros. "Lo mismo que en aquel proceso, ahora debemos concentrar la atención en la ejecución del movimiento plástico, en el que aquél desempeña un papel muy importante. Es esencial que su atención fluya en forma concomitante con la corriente de energía, porque esto ·Puede verse con provecho el capítulo VI de Un actor se prepara, Constantin Stanislavski; pp. 81 Y S8. Ed. DIANA, México, 1987. de ayuda a crear una línea interminable e ininterrumpida, que es la base de nuestro arte escénico. "A prop'ósito, esto puede decirse también de las demás arte~. ¿No creen que la música, por ejempio, deba tener la mIsma línea continua de sonido? Es evidente que un violín no puede producir la melodía si el arco no se mueve sobre las cuerdas con suavidad y constancia. "Y... ¿qué creen que suceda si se arranca del diseño del pintor esa línea ininterrumpida? -Tortsov quiso lle,:ar la comparación aún más lejos-. ¿Podría lograr el SImple boceto de un dibujo sin esa línea? ¡Es claro que no! Esa línea continua es una necesidad absoluta para el pintor. "¿Qué pensarían de la cantante que emitiera sonidos como tos intermitente, en lugar de verter con tersura la nota sonora íntegra? -Yo le sugeriría que se fuese al hospital, en lugar de presentarse en el escenario -me atreví a decir, en tono de broma. -Luego, traten de extraer el ágil dilatarse de esa misma línea en la danza de un bailarín. ¿Podría crear una verdadera danza sin ella? -recalcó Tortsov. -Es claro que no -le contesté. -Pues bien, el actor necesita tener esa línea continua tanto como cualquier otro artista. O, ¿creen ustedes que podamos arreglárnoslas sin ella? Todos convinimos con nuestro director en que no es posible. . -Por eso -concluyópodemos considerar esa línea como esencial a cualquier arte. Pero esto no es todo. "El arte mismo nace en el momento en que sienta sus reales esa línea ininterrumpida, llámesela sonido voz~dise.ño o ~ovimiento. Mientras no"existan más qu~ SOnIdos martIculados, proyecciones aisladas de la voz n~tas o exclamacio~es sueltas, en lugar de música; mIentras no haya mas que líneas separadas, puntos en lugar de un trazo, o conmociones espasmódicas aisladas í en lugar de un movimiento coordinado, no cabe hablar de música, de canto, de dibujo o pintura, de danza, arquitectura o escultura ... en fin, no puede hablarse tampoco de arte dramático. "Lo que quiero que hagan es observar cómo se establece esa línea continua del movimiento. "Fíjense en mí y repitan lo que voy a hacer. Como ven, mi brazo, con el mercurio ficticio en los dedos, está colgando alIado de mi cuerpo. Pero yo quiero levantarlo, para que el metrónomo se ajuste a su ritmo más lento, al número diez. Supongamos que cada tiempo del compás represente una nota de un cuarto. Cuatro tiempos formarán una medida de tiempo de cuatro cuartos, que yo utilizaré íntegra para levantar el brazo. Tortsov puso el metrónomo en movimiento y advirtió que iba a dar principio a la sesión. -Tenemos la cuenta de uno, la nota de un cuarto, durante la cual ejecuto uno de los movimientos componentes, levantar el brazo, con el consiguiente desplazamiento de energía, del hombro al codo. "La parte del brazo que aún no se ha levantado debe estar relajada, libre de toda tensión, y colgar suelta, como un látigo. Los músculos relajados dan flexibilidad al brazo, que luego podrá extenderse, como el cuello de un cisne. "Observen también que al levantar o bajar el brazo, lo mismo que en otros movimientos que se hacen con él, hay que conservarlo cerca del cuerpo. Un brazo alejado es como una vara que se levanta sólo de un extremo. La mano debe extenderse a partir del punto donde está el resto del cuerpo, y una vez terminado el propósito del movimiento, recogerse a su lugar. El gesto se inicia en el hombro, pasa a la extremidad del brazo y vuelve a su punto de partida que es el hombro. "Vamos adelante. Contemos dos. Éste es un segundo cuarto de la medida, durante la cual se hace otro movimiento sucesivo; el mercurio. imaginario pasa del codo a la muñeca, cuando se levanta esa parte del brazo. "Luego contemos tres. El tercer cuarto se dedica a levantar la muñeca y las articulaciones de los dedos, una por una. "Por fin, a la cuenta de cuatro, su última nota de un cuarto, levantan todos los dedos. "Exactamente de la misma manera, dejo ahora caer el brazo, calculando una nota de un cuarto para cada uno de los cuatro movimientos de flexión. "Uno, dos, tres, cuatro ... En ese momento, Tortsov comenzó a contar exabrupto a gritos, como comandante militar: -¡Uno! -luego una pausa para el siguiente número de la cuenta- ¡Dos!-otro silencio- ¡Tres! -nueva pausa- ¡Cuatro! Hubo una espera y luego continuó, una y otra vez. En vista del ritmo tan lento, las pausas entre una orden y otra se ampliaron considerablemente. Los tiempos del compás, alternados con inactividad silenciosa impedían cualquier fluidez del movimiento. Nuestros brazos se movían por impulsos aislados, como carreta que atraviesa a duras penas una hilera de surcos profundos. -Hagamos otra vez el mismo ejercicio a una velocidad doble de la anterior. Que cada nota de un cuarto incluya dos tiempos de compás, uno y uno -como dos corcheas en música-, dos y dos, tres y tres, cuatro y cuatro, en lugar de los números simples. El resultado será que en cada medida conservaremos las mismas cuatro notas de un cuarto, pero divididas en ocho partes u ocho notas. Repetimos el ejercicio en esa forma. -Como habrán podido ver -dijo Tortsov-, los intervalos entre una cuenta y otra fueron más breves, porque había más en la medida, yeso facilitó cierta fluidez del movimiento. -¡Qué extraño! ¿Será posible que el solo hecho de contar en voz alta influya en la uniformidad del alzar y bajar un brazo? Desde luego, el secreto no está en las palabras, sino en la atención, que se concentra en el modo como dirigimos nuestra energía. Cuanto menores sean las fracciones de cada tiempo de compás, tanto mayor será el número de ellas que acomodemos comprimidas dentro de cada medida, para llenarla; tanto más continua será la línea de atención que sigue a cada minúsculo movimiento del flujo de energía. Si la medida se fragmenta en porciones aún menores, en el grado en que se vuelve más compacta, la línea de atención y el movimiento de la energía se vuelven más constantes, y otro tanto sucede a la acción del brazo. "Ahora vamos a poner a prueba lo que acabo de decirles. A renglón seguido hicimos una serie de pruebas, en las que la nota de un cuarto se fragmentó en tres partes, luego en cuatro, seis, doce, dieciséis, veinticuatro y aun más fracciones en cada medida. Los movimientos fueron fundiéndose uno en otro, hasta que resultaron constantes y uniformes, como el murmullo mismo de los tiempos de compás: uno-uno-uno-uno-uno-uno-uno-uno-dos-dos-dosdos-dos-dos-dos-dos-tres-tres-tres-tres-tres- tres-tres-trescua tro-cua tro-cua tro-cua tro-cua tro-cua tro-cua tro-cuatro ... Al final yo ya no pude contar, porque el esfuerzo exigía una rapidez de dicción que yo no tengo. La lengua se me deslizaba, emitía sonidos, pero las palabras no se distinguían. A esta velocidad máxima, mi brazo se movía sin la mínima interrupción, pero muy lentamente, porque el ritmo del metrónomo estaba todavía fijado a diez. El resultado fue una tersura y uniformidad de movimiento admirables. En efecto, pude ver que el brazo se desenrollaba y enrollaba de nuevo como el cuello de un cisne. Luego Tortsov nos dijo: -Podemos establecer otro paralelo. Esta vez lo haremos con un motor de fuera de borda. Al principio produce ruidos explosivos intermitentes, pero luego se vuelven constantes, como el girar de la hélice. "Es lo que les pasa a ustedes. Al principio es como si estuvieran escupiendo la orden, y luego, el llamado de los tiempos del compás se convirtiera en un único sonido ininterrumpido de murmullo y de lento movimiento plástico. Esto es adaptable a los prop6sitos del arte, porque así se logra una melodía sostenida y constancia en el movimiento. "Tendrán mayor conciencia de esto cuando hagan el ejercicio al compás de la música, porque en lugar del murmullo de su voz, que lleva la cuenta, tendrán la hermosa línea continua del sonido musical. En ese momento, Rakhmanov se sent6 al piano y comenz6 a tocar algo con ritmo lánguido, lento. A ese compás estiramos los brazos, las piernas y la columna. -¿Sintieron fluir su energía en una imponente marcha a lo largo de una línea continua? Ése es el mo- vimiento creador de fluidez, de la plasticidad en el movimiento del cuerpo, que es tan necesaria para nuestro arte. "Esta línea interior brota de las profundas reconditeces de nuestro ser, y la energía que engendra está saturada del estímulo de emociones, de fuerza de voluntad, ~de intelecci6n._ ..... '--' ...._- .. . .... ____ J "Una vez que ustedes logren, con laay / ejercicio sistemático, acostumbrarse a ejecutar y disfru- . tar sus acciones siguiendo una línea intern. a..., en lugar i de la externa, su recompensa será comprender 1o...JUl~ / significa la emoci6n del movimiento mismó. '.....·-Terminamo8 tos ejercicios,y"TórlSovrei ter6: "Una línea continua, ininterrumpida del movimiento en nuestro arte, es la materia prima de la que mold~º~ laCorma.plásticJl.u.. ..... .._0 __ /.--J"Nuestra línea de acci6n está sujeta a fabric;:ci6nartístiC8, del mismo modo que un hilo continuo de lana o de algod6n adquiere forma al pasar por el huso. En determinado punto la hacemos más ligera, en otro la \ ..... I ( " . U:CIadel'7 reforzamos, en un tercer estadio tal vez aceleremos o disminuyamos el ritmo, retengamos la línea, la quebrantemos, le agreguemos acento rítmico, o finalmente coordinemos nuestro movimiento con el énfasis de la cadencia y del ritmo. 1-···__ ·· .. __ ··_-_·_'--_·_··, .. ···. ¿ uéTnstantes'ae la acci6n producida deben coincidir con los tiempos de compás de nuestra mente? "Estos estadios son fracciones de segundo, poco menos que imperceptibles, durante las cuales la corriente de energía pasa por los puntos separados de la articulaci6n de los dedos, o de las vértebras de la columna. "Son esas fracciones de segundo las que percibe nuestra atenci6n. Al dejar correr la gota imaginaria de mercurio de una articulaci6n a otra, tomamos nota del instante en el que la energía que simboliza pasa por el hombro, el codo, la flexi6n de las muñecas, las articulaciones de los dedos. Eso fue lo que hicimos con el acompañamiento de la música. "Es posible que la coincidencia no haya sido exacta. Puede no haberse producido cuando la esperábamos; tal vez llegó un poco antes ... o un poco después. Quizá ~l us.t.ede.s.n.o..... c..ontaro.n. .c. on toda precisi6n, sino a enas ap,tQ_?tlmaci6n,el tiempo..deL.c~ o Importante es que la acci6n dividida en esa forma los llen6 de cadencia \ y de ritmo, que en todo momento fueron conscientes de (1 la medida, y que su atenci6n fue en pos de la cuenta, ) cada vez más fragmentada, que su lengua ya no pudo,./ ijevar, hasta darle ~c.!.I.!~e.rKü:n -asr;"esuñtiecno-que'se cre6 una línea ininterrumpida de atenci6n, y con ella el flujo continuo de acci6n que andábamos buscando. Lo que result6 especialmente placentero fue la relaci6n que se estableci6 entre un movimiento interno de energía y la melodía. Vanya, que trabajaba con ahínco ~ mi lado, descubri6 que "la música efectivamente suavizaba todos nuestros movimientos, haciendo que se deslizaran con la tersura de un relámpago lubricado". Los sonidos y el ritmo promueven una continuidad tersa y una ligereza de movimientos que da la sensación de que el brazq se desprende volando del torso, por deci~ión propia:J .. . . _. __ ---.-=~'=:::~~~.::::=::-.:-=--" ¡ Hicimos otros ejercicios parecidos con las piernas,' \lticolumna vertebral y el cuello. En éstos, la energía' recorría nuestras vértebras, como solía hacerlo cuando ¡practicábamos la relajación de las tensiones muscu",,' [1 ~ i ares. I' ~Cuando la corriente de energía fluía hacia abajo, nos parecía estar sumergiéndonos en las regiones del inframundo. Cuando subía a lo largo de la columna vertebral, nos daba una sensación de ingravidez y de elevación sobre la superficie de la tierra. Un ejercicio análogo con las piernas estimuló su acciópyIa de J9S músculos del pie para caII!i.~~. , ... ".....JCadavez que 10grábamoS'establecer un flUJOiiñl:-¡ ¡forme y regular de energía, conseguíamos también un andar terso, medido y elástico. En cambio, cuando la energía llegaba por impulsos, o se agolpaba en puntos ' de la articulación o en otros centros de locomoción, I JJ,ues..troandar era.º-,ªsi~a.!~_trre~lar'l) -El hecho de que su andar tenga una línea uniforme de movimiento -explicó Tortsov- significa que hay cadencia y ritmo inherentes en él. "Cualquier movimiento en esas condiciones -por ejemplo el de sus brazos- está dividido en fracciones integrantes de momentos, en los que la energía pasa a lo largo de las articulaciones (en el estirarse de la pierna, la proyección hacia adelante del cuerpo, su retroceso, el cambio de los pies, la modificación de las sacu(ljdas,etc~tera). "Por eso -insisto-si continúan con sus ejerci .• ("cios, deberán poder coordinar la medida de su compá;:¡ externo y el ritmo de su paso, con la medida correspon'¡ diente de la línea interna del movimiento de la energía;, como lo hicimos al trabajar con los brazos y la columna! vertebral! ·..J ¡ ..,J --~-.-.--..I Realmente, ¡cuánta atención se requiere para vigilar el movimiento regular y rítmico de energía! El menor descuido y surge luego el espasmo indeseado, se interrumpe el flujo terso del movimiento, y recae el acento en el sitio indebido. __ ",_JSe nos puso también a cortar el-flujo de energia. ¡Lo mismo hicimos con la cadencia y el ritmo. El resulitado fue una pose inmóvil. Nos convenció su verosimili:tud cuando estuvo justificada por un i~pulso interno. ¡Esa clase de pose se convirtió en acción ~etenida, en una \escultura viva. Es muy agradable no sólo actuar bajo un .impulso interior, sino también permanecer inactivo con [,ritmo y cadencia./ recopíÍar las enseñanzas de la clase, Tortsov comenteS: --.. -En su trabajo anterior, en sus clases de gimnasia y de danza, estuvieron ocupados con la línea externa del movimiento de los brazos, las piernas, el cuerpo entero. Hoy han aprendido algo más: la línea interna del movimiento, que es la base de la plasticidad. "En sus manos está decidir cuál de estas dos líneas -la interna o la externa- es la más importante; cuál creen que sea la más idónea para producir una imagen física en el proscenio, de la vida de un ser humano, para crear un personaje./Nuestra opinrón unánime dio a Tortsov motivo para decir: -Siendo así, se dan cuenta de que, como base de la plasticidad del movimiento, es preciso establecer un flujo interno de energía. De que éste, a su vez, debe coordinarse con la medida de compás del ritmo y la cadencia. "A esta sensación interior de una energía que recorre el cuerpo la llamamos 'sentido del movimiento'. Por fin he comprendido, por medio de mis propios' sentimientos, el significado de una energía motriz, para el logro de plasticidad. Puedo vislumbrar claramente lo que voy a sentir cuando esté actuando en el escenario y "_·Para CAPÍTULO esa corriente me recorra el cuerpo. Puedo sentir la línea interna y continua, y me doy clara cuenta de que sin ella no puede haber belleza en el movimiento. Siento desprecio, dentro de mí, hacia todos aquellos retazos, astillas de movimiento ... movimiento a medias. No poseo aún la habilidad necesaria para lograr ese gesto amplio, que sabe externar una emoción, pero soy consciente de que debo adquirirla. En otras palabras, no he conseguido todavía "plasticidad en mis moviIIlientos","el sentido del movimien~O"_,P~!~~rpued~ .desdeanora barruntarfos-ennn(persona, e intuir que la plasticidad externa se basa en SEXTO DOMINIO y \nuestr..'!.sentido interior del movimiento de energía. ¡,,*,' CONTROL HOY HABÍA en nuestro museo-salón un gran pendón en la parte del frente, con las palabras "Dominio y control". Tortsov no hizo alusión a él inmediatamente. Nos preguntó si recordábamos el .ejerci~io con .el e~ajenado mental •. Había sido una eXltosa lmprovlsaclOn en la que, creyendo que un hombre escapado de un pabelló~ de psicópatas estaba detrás de la pue~ta, yo me metI bajo una mesa, sin más arma para legítima d~fensa que un pesado cenicero. Después de detallar las cl~cunstancias del caso, Tortsov nos organizó para repetIrlo . • Puede vertle Un actor se prepara, de Constantin Stanislavllki; ellpañol de Editorial Diana, México, 1987, capítulo 5. Edición en