A^O H. -Tomo 3. 10 de Marzo de 1901. Núm. 9 JSa Cnergia Cíécírioa REVISTA GENERAL DE ELECTRICIDAD Y SUS APLICACIONES P U B L I C A C I Ó N Q U I N C E N A L I L U S T R A D A S U M A R I O Sobre la . ^ n i d a d química (continuación), por José Echegaray. —Disposiciones eléctricas de maniobras de agujas y señales en vías férreas (ilustrado), por Eduardo D u y o s , — L a electricidad en la Exposición de París de 1900 (ilustrado), por E . M.—Los rayos Y, por A. Boyer.—Algunas experiencias sobre la propagación de las ondas hertzianas á lo largo de un hilo y á través del aire, por Emilio Guarini. - .Sobre aislamientos, por Luis León.— Crónica científica: Nueva lámpara de carbones inclinados,—Ensayos de conduclibilidad de las júntasele los carriles.— Lámpara de doble filamento —Superioridad de las corrientes trifásicas en los transportes de energía.—/«/pj-wafj'ón.—i/íroj y revistos. — Monografía de la pila Callaud (úlümo pliego). SOBRE LA AFINIDAD QUÍMICA (CONTINUACIÓN) E N efecto, supongamos k constante para todos los átomos de todos los cuerpos simples, y [ en esta hipótesis la ecuación de equilibrio anterior será única é invariable para cuantos Q/j? cuerpos simples existan, ó, mejor dicho, para el equilibrio de cada par de átomos de todos estos cuerpos. Si y, representa la menor raíz positiva de dicha ecuación, y esta distancia «fj es por su pequeiiez de las que hemos llamado del orden químico, resulta que para todos los cuerpos simples existirá una molécula compuesta de dos átomos, siempre á la distancia 'í^ uno de otro. Pero los químicos admiten, y en cierto modo se demuestra ó se comprueba, por las experiencias sobre los pesos moleculares que, en efecto, para la mayor parte de los cuerpos simples la molécula está formada por dos átomos. Esto sucede con el oxígeno, con el aaufre, con el hidrógeno, con el cloro, con el bromo, con el yodo y otros varios, cuyas moléculas se expresan por las fórmulas O', S \ W, Ci-, B', I», ó por las fórmulas O _ o, S - S, H - H, Cl - Cl, B - B, 1 - I. Pero no sucede en general para todos los cuerpos simples. Así, á menos de no caer en grandes contradicciones, hay que suponer que la molécula de mercurio se compone de un solo átomo g y lo mismo para el cadmio. Pero esto, como hemos dicho, está en contradicción con las formas de equilibrio, porque si k tiene el mismo valor para el oxígeno que para el mercurio, la ecuación es idéntica para ambos cuerpos simples, y coino es posible el sistema de dos átomos de oxígeno á la distancia será posible también el equilibrio de dos átomos de mercurio á la misma distancia, y á la vez existirán estas dos moléculas o — O ; l l g — lig lo cual es, en el estado actual de la ciencia, inadmisible, ó al menos no está conforme con la creencia general. ^á^^..,^- -..^ -^^^.^ _ ^'^^^^^^^ ELÉCTRICA Por el contrario, si 'y, es maj-or que las distancias químicas, entonces no se podrán combinar dos átomos de un cuerpo simple aislados, y ninguna molécula de cuerpo simple podrá estar representada por la fórmula A — A. Este resultado puede admitirse para el mercurio, por ejemplo; pero ño puede admitirse para multitud de cuerpos simples, entre los cuales están los que citamos antes. En Suma, que la constancia de k para todos los cuerpos simples es de todo punto inadmi- sible. V e s natural q u e la relación k no sea constante, y es una ventaja para la aplicación de la hipótesis mecánica á la química, que no lo s e a . En los problemas de física, cuando los cuerpos no están electrizados, puede admitirse para dichos cuerpos en estado neutro, que la relación entre la electricidad y la masa ponderable es constante. Allí las distancias son del orden físico. Se admite para las repulsiones eléctricas en función de las distancias la ley newtoniana. El problema de mecánica se simplifica todo lo posible, como se simplifica el problema astronónfico. Pero tratándose de una mecánica más refinada—si la palabra vale—, más estrecha, más exigente, nos parece inadmisible aquella hipótesis, que para problemas de otro orden de magnitud puede admitirse sin inconveniente. Y aun sobre esto, algo tendríamos que decir si no temiéramos separarnos más de lo justo de nuestro objeto. X Sobre esta variabilidad de k para los diferentes cuerpos simples, haremos todavía algunas observaciones. Que de observaciones sueltas y sin ningún género de pretensión dogmática se compone este trabajo. Se sabe en física que no todas las formas geométricas en una substancia dada tienen la misma capacidad eléctrica. Defínese en física la capacidad eléctrica de un cuerpo conductor diciendo que «es la carga eléctrica que es preciso comunicarle para cjue su potencial igual á la unidad, cuando todos los conductores que le rodean están en comunicación con el suelo ó depósito común». Así, en una esfera, la capacidad está representada por un número igual al que representa su radio, ó abreviadamente (eligiendo convenientemente el sistema de unidades), la capacidad es igual al radio. Si el ladio se duplica ó se triplica, la esfera podrá contener en su superficie do- ' ble ó triple cantidad de electricidad, sin que su potencial cambie ó, dicho en términos vulgares, sin que cambie su tensión ó su esfuerzo para abandonar la esfera }' saltar al medio ambiente. Pues de esta idea generalizada me propongo sacar partido para estudiar el equilibrio de las atmósferas etéreas sobre los átomos ponderables. No será la misma teoría de la capacidad eléctrica, porque no puede serlo, pues no puede admitirse para las repulsiones del éter en estas pequeñísimas distancias la ley newtoniana. ,. Como no pretendemos establecer una teoría, sino apuntar algunas ideas para el caso de que sean fecundas, nos contentaremos con un ejemplo. (Coiititmará.) LA ENERGÍA ELÉCTRICA 341 DE mwm BE IfflJB I SEBEES El Í S EfflEl 1 N la explotación de los ferrocarriles se da el nombre de eiiclaiuxuiicnto á toda disposición J que permite hacer solidarias las maniobras de palancas que accionan diversos aparatos, ta)f les como agujas, señales, etc. Para realizar semejante disposición se hizo precisa la concentración de las palancas de maniobra de aquellos aparatos, con la cual, no sólo se ha conseguido evitar todo error ó descuido por parte del guarda agujas, haciendo que los aparatos y señales, cuya maniobra y vigilancia les está confiada, obedezcan á su acción en el orden fijado, y que no se puedan maniobrar á la vez señales que autoricen movimientos que no pueden efectuarse simultáneamente, sino que permiten reunir en un solo local todos los aparatos de maniobVa en el que los vigilantes pueden, al abrigo de la intemperie, comprobar la situación de los aparatos y señales. Esta concentración de las palancas de maniobra, obliga á establecer transmisiones para realizar la acción á distancia de los aparatos de la vía; hasta aquí esas transmisiones eran rígidas, las que presentan algunas veces dificultades serias, cuando cl aparato que hay que accionar se encuentra muy alejado de la caseta central; el encargado de la maniobra tendrá que desarrollar un esfuerzo muscular, á veces considerable, si la transmisión es larga y presenta muchos cambios de dirección. Para evitar estos inconvenientes y suprimir, por decirlo así, todo límite al campo de acción de una caseta central de palancas, se hace uso de un manantial de energía auxiliar. El vigilante no tiene que hacer más que dirigir los pequeños distribuidores, que autorizan los movimientos posibles en la zona dependiente de su central; enclavando convenientemente esos distribuidores se imposibilitarán los movimientos que deben ser incompatibles. Vamos á describir á continuación el sistema de maniobra eléctrica de agujas y señales pre sentado por la casa constructora Siemens y Halske en la última E.xposición de París. La maniobra de las agujas se verifica por medio de pequeños motores eléctricos fijos y uni dos á los mismos aparatos que han de accionar. Estos motores reciben la corriente continua á 1 0 0 ó I 2 0 voltios, de una batería de acumuladores, instalada en la central de maniobra; la corriente recorre los conmutadores correspondientes instalados en aquélla y por la línea de transmisión alimenta los motores que mueven las agujas, resultando así éstas accionadas á distancia. El motor está excitado en serie y los inductores tienen doble arrollatniento para poder invertir el sentido de la rotación del motor, el cual, teniendo una reacción de inducido muy pequeña, ] permite mantener el ángulo de avance de las escobillas en la línea de simetría de los polos inductores; aquéllas y el colector son de fácil acceso y el motor resulta macizo, transportable y de potencia suficiente en el caso más desfavorable de cargas; el motor se sujeta á su plataforma con tirafondos y los conductores con tornillos de empalme, facilitándose así su reemplazo en caso de avería. La fig. i.'i representa en esquema las conexiones del sistema. Uno de los polos de la batería de acutiiuladores B, puede comunicar por medio del conmutador C con los conductores 1' ó 1" y por éstos, con uno de los enrollamientos M, M ' del inductor del motor A , de suerte que éste girará en un sentido ó en el opuesto, según la posición del conmutador C, situado en la estación central de maniobra. El contnutador N ' mandado por la aguja, une las escobillas del motor con una ú otra de las dos líneas, y su unión con la aguja es tal, que cuando ésta alcanza una de las posiciones extreinas, el conmutador salta bruscamente á la posición opuesta. Cuando en la central se invierte el conmutador C, se cierra el circuito á través del motor, yendo la corriente del polo positivo de B por 1", M', N ' , A y V" al otro polo; el motor arranca. LA ENERGÍA ELÉCTRICA 342 y la aguja es conducida á la posición opuesta; aí llegar ésta al extremo de su curso, salta el con­ mutador N' á su segunda posición, se interrumpe la corriente }' el motor se detiene. Si se con­ duce el conmutador C á su primera posición, arrancará de nuevo el motor, pero girando en sen­ tido inverso, y la corriente irá por 1', M, N' A y V"; la aguja volverá á su primitiva posición, saltará de nuevo N' sobre 1" y así sucesivamente. Vemos, pues, que cada movimiento de C, pro­ voca un desplazamiento de la aguja. Á fin de que el motor quede en corto circuito cuando no está en movimiento, para evitar la Figura I.a Figura 2.=> produoción de fiíertes chispas de extracorriente en las escobillas, se une solidariamente al C otro ] conmutador, B', que en cada posición de aquél une con el conductor V" la línea 1' ó 1" que queda fuera de circuito; con esta disposición se consiguen además las ventajas de disponer de un freno enérgico en la ruptura del circuito y detención del motor y evitar que cualquier corriente acci­ dental que circulase por la línea lo ponga en movimiento. Análogamente el conmutador N' mandado por la aguja tiene acoplado el N, cuya misión es la de unir, en las posiciones extremas de aquélla, con el conductor 1"', el 1' ó V que momentá­ neamente no está en circuito con el inducido. Este conductor 1'" se une á través de las bobinas del electroimán E, de gran resistencia óhmica, con el polo negativo de la batería. Por consiguiente, estando el motor en reposo (posición que indica la figura), estará recorrido el electroimán por una corriente, mientras que si aquél se mueve, queda el electroimán en corto LA ENERGÍA ELÉCTRICA _ _ __^_^_343_^ circuito, puesto que en ese caso el conductor 1"' comunica con el mismo polo de la batería por intermedio del 1' Ó 1"; al fin de cada movimiento, pasa la corriente por el electroimán, el cual, transmitiendo esta indicación á un cuadrante, asegura al encargado de la maniobra si la aguja está en movimiento ó si éste terminó. El electroimán E impide, además, que se deje inadvertidamente á la aguja en una posición intermedia. En efecto, admitamos que el conmutador C esté invertido y que antes de que la aguja haya terminado su movimiento, se lleve C á la posición- de la figura. La aguja podría quedar en una posición intermedia; pero esto no puede tener lugar si se instala el electroimán, porque la palanca acodada P de su armadura, retiene durante todo el tiempo en que no es atraída por aquél, ó sea mientras el motor está en movimiento, al conmutador C en su posición, y el empleado no puede interrumpir á voluntad el movimiento comenzado. En otra disposición más reciente (fig. 2.''), la solución que evita el movimiento incompleto de la aguja es aún más satisfactoria. Los conmutadores acoplados N y N' se mueven con la aguja, y el N' une, durante este movimiento, las dos líneas 1' y l" entre sí por medio de una pieza terminal en forma de arco, de suerte que sólo en las posiciones extremas de la aguja es cuando R Ó l" es interrumpida. De este modo queda la aguja forzosamente obligada á obedecer á cada movimiento del conmutador C, sin que pueda detenerse en ninguna posición intermedia, resultando así innecesario el calaje de la manilla del C por medio de la armadura del electroimán. Teniendo en cuenta que los conductores 1' y l" quedan en corto circuito durante la marcha del motor, es indispensable suprimir durante ese tiempo la comunicación entre el conmutador B' y el polo negativo de la batería; esto lo realiza el contacto C fijo á la armadura del electroimán E, el cual está ligado á otro conmutador D, cuyo objeto es el de poner una parte de la batería fuera del circuito cuando el motor esté próximo á detenerse, á fin de reducir el consumo de corriente en la posición de reposo. Estas disposiciones generales son, naturalmente, aplicables á toda instalación en que se trate de hacer pasar á un aparato de una posición á otra y de ésta á la primera, como, por ejemplo, señales, barreras de los pasos á nivel, etc., y sólo variarán las disposiciones de detalle de los órganos de transmisión entre el motor y el aparato conducido. Para transmitir el movimiento á las dos puntas de la aguja no es admisible el acoplamiento rígido de ellas entre sí ni con el mecanismo que las acciona; es necesario que la aguja quede acerrojada para los trenes que la aborden por la punta y que quede suelta y de fácil acceso por el talón, sin que por ello sufran el motor ni la transmisión. Estas condiciones, que parecen contradictorias, sobre todo tratándose de transmisiones mecánicas, pueden simultáneamente cumplirse con la disposición eléctrica de una manera muy sencilla. El aparato de calaje se compone de dos partes unidas por un embrague elástico; una de ellas se une rígidamente á la aguja y la otra al motor. Si un tren aborda la aguja por el talón, se desunen las dos partes metálicas y esta desunión se hace patente en la central por la interrupción del I'"'. La mismi desunión se produce cuando la aguja se detiene en su mo\'imiento por un obstáculo cualquiera, y aunque el motor seguirá marchando y el enclavamiento para la marcha en sentido contrario se producirá igual mente, como la línea 1'^ queda interrumpida, el electroimán E no anunciará el fin del movimiento de la aguja, y el vigilante, prevenido así, hará marchar el motor hacia atrás, volverá la aguja á su primitiva posición y se quitará el obstáculo que impedía la maniobra. El mecanismo está dispuesto de modo que el motor arranque sin carga y después se efectúe el embrague con el mecanismo que lo enlaza á la aguja; inversamente, al fin del movimiento de ésta, el motor se desembraga automáticamente antes de detenerse. El motor y el mecanismo de transmisión se dispone en una caja de palastro cerrada; una de las planchas da paso á un eje vertical de sección cuadrada, el que recibe una manivela horizon LA ENERGÍA ELÉCTRICA 344 tal: á cada movimiento del motor, describe aquélla un arco de unos 120° alternativamente de izquierda á derecha y de derecha á izquierda, cuyo movimiento es transmitido á la aguja. La maniobra de las señales es más sencilla que la de las agujas. EDUARDO DUYOS. logeniero de la Sociedad anónima d e electricidad de Chamberí. (Continuará.) LA ELECTRICIDAD EN L A EXPOSICIÓN DE PARÍS DE 1900 \ x el gran concurso internacional celebrado el pasado año en la capital de la República ^ francesa, ha desempeñado papel importantísimo, como era de esperar, la electricidad, cuyo (3^ S extraordinario desarrollo en estos últimos años es bien conocido. Por esta causa creemos útil dar á los lectores de L.\. E N E R G Í A E L É C T R I C A una ligera idea de la producción de energía en el recinto de la Exposición, consumo, distribución, y en general con cuanto se relaciona con t a n interesante asunto, reseñando antes someramente los datos relativos á la producción del vapor necesario para el funcionamiento de los motores. Producción de vapor.—Las casas constructoras de calderas que concurrieron á este concurso fueron en número de 18, sumando entre todas 92 calderas, cuya producción por hora podía llegar á ser de unos 234.000 kilogramos de vapor. Las 92 calderas fueron instaladas en las dos grandes fábricas de La Bourdonnais y Suffren; la primera, de 10 grupos, suministraba el vapor á los motores de la sección francesa, y la Suffren, compuesta de 13 grupos, á las secciones extranjeras. El cuadro adjunto indica las casas constructoras, tipo de las calderas y producción por hora. Í Número de los grupos. NOMBRES D E L O S C O N S T R U C T O R E S iMM. J. y .V. Niclausse M. Cre|>clle-Font.i5Ínc SccicOad ( l e l o s generadores Mnihni 3 y 17 Compañía IJalu ok y \Vilc< 1; 4 y 14 MM Roser y Compañía 5 M. Moiitupet 6 MM. Biclrix, Lcflaine. Nicolel 7 .\1M. Solignac. Crille y Compañía s Compañía de Fives Lille 9 10 y 12 MM. de Naeyer y Compnñíi iConip:ñía Galloway 11 MM. Filziier y Compcr "3 M. Steiiinniller 15 MM. l'etry Dereux iS 19 y 20 M. Ewald Bermingliaus M. I'elzold 21 JMM. Simonis y l . a n g 22 ÍM Pancksck 23 I y 16 2 Xúni. de calderas. Tipo de las calderas. 21 MuUilubular. ídem. ídem. ídem. ídem. ídem. Ídem. ídem. Semilubular. Multitubular. Galloway. MuUilubular. ídem. ídem. Cornwall. ídem. Mukitubular. Cornwall. I 7 14 6 6 I I 3 lO 6 I 5 I S I 2 i Producción e n por hora k i 1 o g ra m 0 s. 35.000 3 ooo 28.500 35.000 2O.C0O 10.000 2.700 1.150 6.250 35.000 15.000 2.000 17 500 3.720 12.700 2 . 160 3.250 1.700 Producción de c7urgia elcclrica.—Y.'i'í?.gr^x\ fábrica, que podía suministrar una potencia de más de 20 000 kilovatios, estaba formada por 36 grupos, distribuidos entre la sección francesa y las extranjeras, las cuales vamos á ver sucesivamente. Sección francesa.—Los giupos que constituían esta sección eran e n n ú m e r o d e 17, los cua- LA ENERGÍA ELÉCTRICA 345 les fueron instalados en la gran sala de máquinas de la izquierda del Palacio de la Electricidad (fig. i), en la cual, entrando por la puerta de la avenida de La Bourdonnais, encontramos: Grupo i.° Dinamos Decauville ainé de corriente continua, de 250 voltios con 2.800 amperios, movido por motor Crepelle y Goraud, de 1.200 caballos. 2.0 Dinamo de corriente trifásica (frecuencia 50), de 2.200 voltios y 180 amperios, con motor de 1.200 caballos, de la Compañía de Fives-Lille. 3-° Dinamo de corriente continua de 500 voltios, 1.400 amperios y motor de 1.200 caballos, de la Sociedad Alsaciana de Construcciones mecánicas. 4." Dinamo de corriente trifásica, de 5.500 voltios (frecuencia 25) y 65 amperios, de la c=x=]g urj H] 3/ 0 0CUASIA 33 III30'=' 177]r7r-i un [ ü I B B E D M. P • 1:7 n? í H I Compañía Thomson Houston, con motor de 1.200 caballos, de la Sociedad Anciens Etab"en Cail. 5.° Dinamos de corriente continua de 250 voltios y 700 amperios, de la casa Bréguet, con motor de 300 caballos, de la Société de Leval. 6 ° Dinamo de corriente trifásica, de 2.200 voltios (frecuencia 50) y 90 amperios, de A. Grammont, con motor de 600 caballos, de Piguet y C.» 7.° Dinamo de corriente trifásica, de 2.200 voltios (frecuencia 42) y IJS amperios, con motor de 850 caballos, de P. y A. Farcot. 8.0 Dinamo de corriente continua, de 250 voltios con 260 amperios y motor de gas de 120 caballos, de la C'"-- G"'' Eiectrique en Nancy. Este grupo fué el primero que se instaló con objeto de que suministrara la energía necesaria para los trabajos de la instalación de la Exposición. 9.0 Dinamos de corriente continua de 250 voltios y 2.240 amperios, de Weyher y Richemond, con motor de i.ooo caballos, de Daydí y Pillé. 10. Dinamos de corriente trifásica, de 3.000 voltios (frecuencia 50) y 52 amperios, de Weyher y Richemond, con motor de 500 caballos, de la C'=- G^"'- Eiectrique, Nancy. 11. Dinamos de corriente trifásica, de 2.200 voltios (frecuencia 50) y 150 amperios, de Weyher y Richemond, con motor de i .000 caballos, de Electricitc et Hydraulique. 12. Dinamos de corriente trifásica, de 2.200 voltios (frecuencia 50) y 190 amperios, de Delaunay-Belleville, con motor de 1.250 caballos, de Maison Breguet. 13. Este grupo está compuesto de dos dinamos y sus motores correspondientes; las primeras son de corriente continua y 500 voltios, con 450 y 150 amperios cada una, de Etabl. PostelVinay, y los motores, de 400 y 135 caballos respectivamente, son de Garnier. 14. Dinamo de corriente continua, de 250 voltios y 760 amperios, de la Société l'Eclairage eiectrique, con motor de 350 caballos, de Bietri.xc, Nicolet y C.^ 15. Dinamo de corriente alternativa trifásica, de 3.ooo voltios (frecuencia 50) y 95 amperios, de la Société l'Eclairage eiectrique, con motor de 800 caballos, de Dujardin y C.» 346 L A E N E R G Í A ELÉCTRICA 16. Dinamo de corriente trifásica, de 3.000 voltios (frecuencia 50) y 230 amperios, de Dujardin et C'^con motor de 1.500 caballos, de Schneider et C'=17. Dinamo de corriente continua, de 250 voltios y 1.120 amperios, con motor de 500 ca­ ballos, de la Société anonyme HautsFourneaux, de Maubenge. Secc20?tcs extranjeras.—Estas la forman 19 grupos, que en la fig. i llevan los números de 18 á 36, ambos inclusive, de los cuales vamos á dar una idea, clasificándolos por naciones. Grupos ingleses.—Los tres que constituyen la sección inglesa, son: 18. Dinamos de corriente continua, de 250 voltios y 1.120 amperios, con motor de 500 ca­ ballos, de Robey. 19. Dinamos de corriente continua, de 250 voltios y 1.120 amperios, de Mather et Platt. con motor de 500 caballos, de Galloway. 20. Dinamos de corriente continua, de 500 voltios y 2.630 amperios, de Siemens Brothers, con motor de 2.400 caballos, de Willans et Robinson. Grupos alemanes.—Estos grupos, como los ingleses y belgas, ocupan la sala de máquinas del lado de la avenida de Suffren, y son: 21. Dinamos de corriente monofásica (frecuencia 50), de 2.200 voltios y 480 amperios, de Helios Elek. Anl. Act. Ges., con motor de 1.900 caballos, de Augsbourg. 22. Dinamos de corriente trifásica, de 5.000 voltios (frecuencia 50) y 95 amperios, con mo­ tor de 1.400 caballos, de la casa Lahmeyer. 23. Dinamos de corriente trifásica, de 3.200 voltios (frecuencia 50) y 340 amperios, de Sie­ mens et Halske, con motor de 2.230 caballos, de la casa Borsing. 24. Dinamos de corriente trifásica, de 5.000 voltios (frecuencia 50) y 100 amperios, con motor de 2.000 caballos, de la casa Schuckert. Grupos belgas. 25. Dinamos corriente trifásica, de 3.000 voltios (frecuencia 50) y 150 amperios, de Kolben, con motor de i .000 caballos, de Carels. 26. Dinamos de corriente trifásica, de 2.200 voltios (frecuencia 50) y 150 amperios, de Pieper, con motor de i .000 caballos, de Van den Kerchove. 27. Dinamos de corriente trifásica, de 2.200 voltios (frecuencia 42) y 170 amperios, de Elec tricité et Hydraulique, con motor de i.ioo caballos, de Bollincks. Grupos suizos.—Los tres grupos que constituían esta sección fueron instalados al principio de las salas del Palacio de la Mecánica, en los pabellones más próximos á la avenida de Suffren. 28. Dinamo de corriente continua, de 500 voltios y 400 amperios, de Alioth, con motor de 360 caballos, de Mertz. 29. Dinamo de corriente monofásica, de 2.200. voltios (frecuencia 50) y 110 amperios, de los Ateliers d'Oerlikon, con motor de 400 caballos, de Julzer. 30. Dinamo de corriente trifásica, de 2.200 voltios (frecuencia 50) y 135 amperios, de los Ateliers d'Oerlikon, con motor de 700 caballos, de Escher-VVyss. Grupos austro-híingaros.—Los grupos 31 y 32 figuraron como de Austria, y el 33 como de Hungría; los tres fueron instalados en la sala que había entre la sala de fiestas y la fábrica de Suffren. (Fig. i.) 31. Dinamo de corriente trifásica, de 2.200 voltios (frecuencia 42) y 140 amperios, de Ganz, con motor de 910 caballos, de Erste Brunner. 32. Dinamo de corriente continua, de 500 volüos y 1.800 amperios, de Siemens et Halske, con motor de i.ooo caballos, de Ringhoffen. 33. Dinamo de corriente trifásica, de 2.200 voltios (frecuencia 50) y 180 amperios, de Ganz, con motor de 1.200 caballos, de Lang. Grupos italianos.—Estos fueron instalados en la parte baja del Palacio de la Electricidad. LA ENERGLA 347 ELÉCTRICA 34. Dinamo de corriente continua, de 500 voltios y 700 amperios, de Bacini, con motor de 600 caballos, de TOSÍ. 35- Dinamo de corriente continua, de 500 voltios y 1.400 amperios, de Schuckert, con motor de 1.200 caballos, de Tosi. Gnipo holajidés.—Este grupo, que en el plano (fig. i) llena el núm. 36, estaba constituido por dinamo de corriente continua, de 500 voltios y 600 amperios, de la casa Electrotech Industrie, con motor de 550 caballos, de Stork, y estuvo instalado en la sala .simétrica á la que ocupaban los grupos de Austria y Hungría. El cuadro siguiente es un resumen, por naciones, de la potencia que podían suministrar: POTENCIA E N Q U I L O V A T I O S . N A C I Ó N E S TrifáHicas de O. c o n t i B u a iMoilofá Bifásicas sicas de de de ¡ 2 . 2 0 0 VLT! 2 . s e o vlt. 3 . 0 0 0 vlt. 250 v o l t . 500 v o l t 2 . 2 0 0 v l t . .320 Francia Alemania Inglaterra.. . Bélgica Austria Italia Suiza Hungría Holanda 480 1.76S 1.020 •• • • •• • • •• • T o t a l e s . .. 560 1-340 > 900 1.025 200 > 300 1.88 o | 5.530 2.275 1.250 > I.I80 510 1.560 67S 190S 560 > 250 70 500 670 480 16.38S T0T.\LES 5.OCXJ vlt. 8.075 4.175 1.900 1.740 I.410 1.025 950 670 ÍOO 2.120 2.580 E. 20.245 M. ( Contmuará.) LOS B A T O S E T A existencia de estos rayos, denominados también uránicos, "por emitirlos las sales de este ¿ metal, fueron descubiertos en 1896 por el eminente físico francés Becquerel estudiando * ^ los fenómenos de la fosforescencia. Al someter á sus ensayos las sales dobles de uranio y potasio ó de uranio y sodio, observó que emitían radiaciones invisibles que, al igual que los rayos X, tenían la propiedad de hacer al aire buen conductor eléctrico, de atravesar gran número de cuerpos opacos á la luz y de impresionar las placas fotográficas. La emisión de estos rayos es continua, y no parece disminuir, aunque se aisle el cuerpo que las produce de los orígenes de electricidad, diferenciándose en esto de los rayos X y de los rayos catódicos, que no son otra cosa que transformaciones especiales de la energía eléctrica. Con el nombre de substancias radioactivas se comprende á todas aquellas que son susceptibles de emitir rayos Y. Según hemos dicho al principio, las sales de uranio fueron las primeras en que Becquerel descubrió esta propiedad, y en estudios recientísimos (11 de Junio de 1900) ha observado que todas las sales de este metal tienen siempre algo de radioactividad, propiedad que disminuye pero no desaparece, si se tratan con sales de torio ó con algún sulfato. • El torio, según descubrió Schmidt en 1898, es un metal más enérgico que el uranio. Mme. Sklodowska Curie, que se ha dedicado con ardor al estudio de los rayos Y, habiendo observado que el óxido de uranio, que se encuentra bastante abundantemente en la Naturaleea ^^üL Jt^ ENERGÍA ELÉCTRICA en estado de blendas, era más activo que el uranio metálico, supuso que debía contener impurezas capaces de desarrollar una acción radioactiva muy notable. Con este objeto analizó las blendas de uranio, y encontró compuestos radioactivos de bismuto y de bario y dos substancias que consideró como cuerpos simples, y que bautizó con los nombres de radio y polonio. El polojiio no ha podido hasta ahora obtenerse solo, sino asociado con el bismuto, del que acaso sea un estado alotrópico. Los únicos caracteres que le diferencian del bismuto son su grado de solubilidad y la propiedad radioactiva. Hasta ahora no se ha podido obtener en el espectroscopio ninguna raya distinta de las del bismuto. El radio, por el contrario, es afín del bario, con el que se encuentra siempre asociado y del que no puede separarse sino en parte, fundándose para ello en la diferencia de solubilidad de los cloruros de bario y de radio. Éste presenta 15 rayas espectroscópicas distintas, lo que hace que se tome como un verdadero cuerpo simple, según demostró Demargay en 1899. El año último, Mr. Debierne, analizando las blendas de to}-io, descubrió un tercer cuerpo análogo á él, cien mil veces más activo que el uranio, y al que DIO el nombre de atinio. Con éste son ya cinco los cuerpos simples nuevos que presentan la propiedad de emitir continuamente energía bajo la forma de rayos Y, sin que hasta ahora se haya podido averiguar su origen. Desde hace cuatro años que se iniciaron los estudios experimentales, no se ha observado la menor disminución en el poder emisivo de las substancias estudiadas, sino que, por el contrario, más bien se ha podido observar un aumento, aunque no grande. En resumen: el Sr. Curie ha encontrado que los compuestos del radio, reducidos al estado sólido, aumentan lentamente de actividad, tendiendo hacia un límite que aún no está bien definido. Según algunos autores, la radioactividad de estos cinco cuerpos y sus compuestos podría producirse por un solo cuerpo simple que se encontrase como ellos en estado de impureza. A este efecto, Mr. Crookes expuso ante la Real Sociedad de Londres en 10 de Mayo último un ejemplo muy elocuente: tratando por el carbonato de amonio el uranio ordinario, y tratando el polonio por el hidrógeno sulfurado en solución acida, aisló un cuerpo trescientas veces más activo que el ura?iio, que denominó con el símbolo URX, y que podría muy bien ser un estado alotrópico del radio ó acaso un cuerpo simple especial. Mr. Crookes prometió continuar sus estudios sobre este asunto. Hasta la presente los métodos empleados para medir el poder radioactivo no pueden considerarse como exactos: cl que Mr. Curie emplea (y es el más aproximado) está basad j en'Ja propiedad que los rayos Y tienen de hacer al aire conductor. Al efecto reúne las dos armaduras de un condensador plano que tiene como aislador al aire, con un origen de electricidad y el todo en serie con un galvanómetro. En las condiciones normales, y estando el circuito abierto, no pasa ninguna corriente por el galvanómetro. Ahora bien; si entre las dos armaduras del condensador introducimos una substancia radioactiva, ésta emitirá rayos Y, que hacen al aire conductor, permitiendo, por consiguiente, el paso de una corriente que hace desviar la a^uja del galvanómetro. Así pueden compararse los poderes radioactivos de dos cuerpos con sólo comparar la desviación de la aguja galvanométrica, diciéndose de ellos que es más radioactivo el que produce mayor desviación. Hay algunos cuerpos que al ser expuestos á la acción de los rayos Y, especialmente si han estado en contacto con la substancia activa, adquieren la propiedad de emitir ellos también unos rayos análogos; esta radioactividad inducida aumenta rápidamente con el tiempo, tendiendo hacia un límite. Si entonces se retira el cuerpo inductor, el cuerpo inducido permanece activo durante algunos días, perdiendo, sin embargo, de día en día algo de su potencia. (La inmersión en el agua no hace desaparecer esta propiedad.) Este fenómeno tiene cierta analogía E N E R G Í A ELÉCTRICA 349 con la fosforescencia; pero mientras son pocos los cuerpos que pueden hacerse fosforescentes, son muchos los que pueden hacerse radioactivos por inducción. Los rayos Y, como los rayos X, permiten que se obtengan radiografías. En efecto; en\uélvase una placa fotográfica en varios trozos de papel negro y amarillo, expóngase á la acción del sol durante un día entero y no se obtendrá impresión alguna, lo que prueba la opacidad del papel á los rayos luminosos. Si sobre las envolturas de papel se coloca una substancia radioactiva, la placa será al instante impresionada; si se interpone la mano entre el papel y el cuerpo radiante, se obtendrá una radiografía mucho más débil que las obtenidas con los rayos X. (Véase en el Electrical Rcview del 9 de Marzo de 1900 las radiografías obtenidas con los rayos Y de una caja conteniendo una llave y una moneda, comparadas con las radiografías de los mismos objetos obtenidas con los rayos X.) Se comprenderá la inmensa ventaja que se obtendría si se pudiesen obtener radiografías más fuertes, puesto que el cuerpo radiante no pierde energía ni peso, y el procedimiento sería mucho más económico. Los rayos Y descargan los cuerpos electrizados del mismo modo que los rayos Roentgen, según hemos visto al tratar de la medida de la radioactividad. Este hecho puede explicarse, como ocurre con los rayos X, por la teoría de la yonización. Los rayos Y obran sobre una chispa eléctrica, transformándola en efluvio; este fenómeno, que puede producirse con el radio á un metro de distancia, no tiene comparación al tratarse de los rayos X. Otra de las diferencias existentes entre los ia)"os X y los Y es que las radiaciones catódicas se desvanecen por la acción de un campo magnético, mientras que los rayos X no experimentan acción alguna bajo la influencia de los campos magnéticos. Los estudios hechos, tanto por Becquerel como por Curie sobre los rayos emitidos por el radio, prueban que bajo la acción de un polo magnético se dividen en dos partes, de las que la una es desviada por el campo magnético, mientras que la otra no lo es. Los rayos . desviables presentan mucha analogía con las radiaciones catódicas y llevan consigo una carga eléctrica negativa, desviándose de un campo electrostático. Como no podemos concebir cargas eléctricas sin algo material que las contenga ó sirva de vehículo, admitiremos que los rayos Y, desviables, sean constituidos, como los rayos catódicos, por particulillas que se mueven en la dirección del rayo. La única diferencia entre los rayos Y desviables y los rayos catódicos podría ser 'que la carga eléctrica en los primeros es mucho menor que en los segundos, puesto que mientras basta (según Strutt) un campo de 350 gauss. para desviar los rayos catódicos con un radio de un centímetro, se necesitarían 5.000 para producir el mismo efecto con los rayos de Becquerel. Respecto de los rayos Y no desviables (como son todos los rayos del polouio y parte de los del radio), presentan una afinidad grandísima con los rayos X, de los que sólo se diferencian por las leyes de absorción. El hecho de no ser desviados ni por un campo magnético ni por un campo electrostático, hace que se los suponga privados de toda clase de carga eléctrica. Los rayos Y se propagan en línea recta, excepto en el caso que acabamos de ver, en que están influidos por un campo magnético y no se reflejan, refractan ni polarizan. Con pocas excepciones, atraviesan los mistnos cuerpos que son transparentes para los rayos X. Los rayos más desviables son también los más penetrantes y viceversa; los rayos del polouio que no son desviables no son capaces para atravesar una capa de aire de 4 centímetros de espesor. La absorción de los rayos desviables es normal y presenta, por consiguiente, un coeficiente constante, mientras que los rayos no desviables presentan un coeficiente de absorción que crece á medida que el rayo se aleja del cuerpo que lo emite. Esta extraña ley de absorción recuerda el modo de ser de los cuerpos en movimiento, 3 so _ LA ENERGÍA ELÉCTRICA que pierden una parte de su fuerza viva para vencer la resistencia del medio en que se mueven. Los rayos Y presentan varias propiedades químicas, i.o Propiedades análogas á las de la luz. a.—Reducen las sales de plata. b.—Reducen el peróxido de hierro. c.—Reducen el bicromato potásico. d.—Impresionan las placas fotográficas. 2." Propiedades particulares. a.—Transforman el oxígeno en ozono. í^.—Coloran en violeta el cristal, la porcelana y el papel blanco. Transforman el platino-cianuro de bario en un compuesto alotrópico de color obs­ curo. La coloración en violeta del vidrio y la porcelona, fenómeno que también se obtiene con los rayos X, lo atribuye Villar á la oxidación del manganeso que estos cuerpos contienen. Entre las acciones fisiológicas de los rayos Y, la más notable es la que experimenta un ojo cerrado al aproximarse un trozo de radio á una sien ó al mismo ojo cerrado, que recibe una sensación luminosa que recuerda la producida por la descarga eléctrica. Los cuerpos que se hacen fosforescentes ó fluorescentes por la acción de los rayos Roent­ gen, como ocurre con el platino cianuro de bario, presentan la misma fosforescencia ó fluores­ cencia por la acción de los rayos Y. Así, una mezcla de platino cianuro de bario con una subs­ tancia radioactiva, constituye un origen luminoso. Recíprocamente, las sales de las substancias radioactivas son todas más ó menos fosfores­ centes bajo la acción de la luz solar. Mr. Giessel ha preparado un bromuro de radio suficiente­ mente luminoso para que se pudiera leer con su luz. Entre las hipótesis hasta ahora emitidas sobre la naturaleza de estas radiaciones, la más ve­ rosímil es la de Trouton, que las considera como emisiones continuas de partículas materiales cargadas de electricidad. Basándose en los fenómenos de desviación en los campos magnéticos y eléctricos, Becquerel ha calculado el peso de las partículas emitidas por el cuerpo radiante por la canddad de electricid,id irradiada, que es el trabajo gastado. Si un cuerpo de masa m, cargado de una cantidad de electricidad e, atraviesa con v veloci­ dad un campo magnético de intensidad H, su trayectoria se desviará formando un rayo, cuya urvatura será: I m ' • = - H - Becquerel encontró experimentalmente que el producto H C varía de rayo á rayo; pero es constante para cada uno de ellos; su valor mínimo es 360 y el máximo 2.600, siendo H expre­ sado en gauss. }' C en centímetros. Luego el valor medio del térnnno v es 1.500 valor aná­ logo encontrado para los ra)'os catódicos (1.030 á 1.273). Por otra parte, el estudio de la desviación en un campo electrostático permite determinar la velocidad media de los rayos Y, que es: 1,5 V = X 10'" de donde se deduce: m — e _ 7 = 10 El Sr. Curie, por otra parte, midiendo la cantidad de electricidad emitida por i c m^ de com­ puesto radiante, cuyo espesor sea de 2 mm., encontró 4 X 10 unidades C. G. S. por i". Así, pues, si son N el número de partículas emitidas en i"« tendremos N e 4 X I0~'^. LA ENERGÍA ELÉCTRICA 3SI La fuerza viva de las partículas proyectadas en i" valen: w =• = I — ( N e ) . X = N m 4 X 10 X 10 - ' X X 1,5 " 10 4,5 unidades C. G. S. (erg.) luego la energía irradiada es sumamente pequeña. De un modo análogo se puede calcular la cantidad de materia proyectada del cuerpo, cuyo valor es N e = 4 X lo _12 y m = lo _7 que multiplicando entre sí estas dos ecuaciones dan: N m = 4 X 10i-'O gramos; por consiguiente, en un año el cuerpo emitiría. 365 X 24 X 3.600 X 4 X 10—'° = 126 X 10—1' gramos, y en un período de diez años emitiría 126 X 10 — '' gramos, esto es, poco más de un centigramo. Este cálculo, que sólo hemos hecho grosso modo, podría muy bien conducir á una explicación del hecho de que hasta ahora no se haya podido llegar á reconocer variación alguna en el peso de los cuerpos radioactivos. Queda, no obstante, en pie el problema del origen de la energía que se irradia de los cuerpos activos. El eminente Trouton, para vencer esta dificultad, supone que los cuerpos radioactivos, uranio, torio, radio, polouio y ati?iio, no emiten, como generalmente se dice, partículas electrizadas, sino simplemente lúieas de fuerza análogas á las emitidas por los imanes y por los cuerpos electrizados en equilibrio. La energía no reside en la substancia radioactiva, sino en aquellos cuerpos en que se producen los fenómenos de fosforescencia y de fluorescencia, de yonización y de transformación química, del mismo modo que cuando un imán produce una modificación en un circuito eléctrico, la energía que lo ocasiona no existe en el imán, sino en el circuito mismo que recibe la acción. Esta hipótesis, aún no demostrada, presenta la gran ventaja de ser la única explicación hasta ahora propuesta y que no se separa del principio de la conservación de la energía. A. BOYER. Oficial d e T e l é g r a f o s . (De L'Elettricitá.) mm mw E LA P R O P M É DE LAS OÍDAS HERTZiAS Á LO LARGO DE Di HILO í Á IRAfÉS DEL AIRE T e l e g r a f í a c o n a y n d a d e u n s e n c i l l o t e l é f o n o c o m o receptor. L U Z F R Í A Con objeto de comprobar las ideas apuntadas desde el mes de Junio de 1899, he realizado las experiencias siguientes: i.^ EXPERIENCIA. Con ayuda de un manipulador telegráfico he cerrado el circuito de una batería de acumuladores de ocho elementos, intercalada en el primario de una bobina de inducción, donde un interruptor hacía la corriente intermitente. En dicho circuito, gracias á resistencias intercaladas, no cir(l) Por exceso de original no hemos podido insertar antes este artículo que nos remitió ó. principios de Diciembre nuestro distinguido colaborador Sr. Guarini, y el cual ha aparecido ya entre otras Revistas, en el Journal Telegra de Berna, y en Le Moniííiir Inílustríal, d.c París, de las que lo ha extractado alguna publicación española. —(A^. de la K.) 352 ^ ^ LA ENERGÍA ELÉCTRICA culaba más que una corriente de 4 amperios. La bobina daba como máximum, 4 cm. de chispa (entre disco y punta). La resistencia del circuito primario era de 0,11 ohmios y la del secundario 8.000 ohmios. Las extremiriades del hilo del circuito secundario de esta bobina iban á parar á dos bolitas, de 2 cm. pró.ximamente de diámetro, de latón niquelado, que cargaban un oscilador de Righi, de dos bolas de 0,10 cm. próximamente de diámetro, distantes entre sí cerca de i mm. Las bolas del secundario se encontraban á una distancia de 2 mm. próximamente del oscilador. De una de las bolas del secundario parte un hilo de cobre aislado de cerca de 12 m. de longitud. Este hilo atraviesa el enrollamiento de un teléfono (3,5 ohmios); el otro hilo del teléfono queda libre. El teléfono era, pues, de circuito completamente abierto. Con ayuda del manipulador telegráfico he transmitido puntos y rayas, y uno de mis asistentes, M. Hernalsteen, que escuchaba al teléfono al final de la escalera de mi laboratorio y desde donde no podía percibir las chispas del oscilador ni entender la manipulación, ha interpretado perfectamente las señales que yo le he transmitido. He tomado el sitio de mi asistente y yo también he percibido las señales que M. Hernalsteen ha transmitido. Coticliisiones: 1.^ Las corrientes hertzianas producen la imantación de un núcleo tan bien como las ordinarias; hay modo de realizar la telegrafía eléctrica con un solo hilo y sin vuelta por la tierra, teniendo un teléfono como receptor. z.'- E.XPERIENXIA. He intercalado entre la bola del oscilador y el teléfono un condensador. Las señales eran más intensas en el teléfono. Comparemos el hilo á la antena en la telegrafía sin conductores y esta experiencia nos prueba que se aumentan los efectos de la antena transmisora intercalando un condensador, probablemente porque se aumenta la energía de la descarga (','2 C V*). Conclusión: Se aumenta la energía radiante de la antena transmisora en la telegrafía sin hilos aumentando en cierta cantidad la capacidad y la energía de la descarga. 3." EXPERIENCIA. El condensador, en lugar de estar entre el oscilador y el teléfono, está unido á la extremidad libre del teléfono. El ruido en el teléfono es todavía mucho más enérgico. Conclusión: Se aumenta en cierta medida los efectos de la antena transmisora en la telegrafía sin hilos, poniendo una capacidad en la extremidad de aquélla. 4.* EXPERIENCIA. He combinado la experiencia núm. 2 con la experiencia núm. 3. Los signos del teléfono eran todavía más claros. Conclusión: Los efectos máximum de la antena transmisora en la telegrafía sin hilos son obtenidos cuando se aumenta en cierta medida la capacidad de la antena y cuando se pone en la extremidad de aquélla una capacidad. 5.11 EXPERIENCIA. He apartado de las bolas del secundario, que he puesto en contacto con las del oscilador, un condensador. Cuanto más aumentaba la capacidad del condensador más enérgicos eran los signos del teléfono. Conclusiones: i.^ Se aumenta la potencia de un transmisor por la telegrafía sin hilos, apartando de las bolas del oscilador un condensador. 2."^ Estos efectos aumentan en una cierta medida con la capacidad del condensador. 6.-' EXPERIENCIA. He modificado la experiencia núm. i poniendo la otra bola del oscilador en comunicación con la tierra; Los signos del teléfono eran enérgicos, pero de ningún modo más que en el caso de la experiencia 5, donde un condensador estaba apartado de las bolas del oscilador. Coficlusiones: i.° La toma de tierra en el transmisor por la telegrafía sin hilos puede ser ventajosamente reemplazada por un condensador apartado de las bolas del oscilador. 2.= Es probable que separando un condensador de capacidad apropiada de las bolas del oscilador, del transmisor, se obtengan mejores resultados que con la toma de tierra. 7.a EXPERIENCIA. Esta experiencia no difiere de la precedente (núm. 6) más que en que la toma de tierra estaba constituida por un hilo liado á la tubería del gas y atado del mismo lado que el hilo del teléfono. El efecto en éste era nulo sobre poco más ó menos, probablemente porque toda la diferencia del potencial se había transportado á la otra esfera. Conclusión: i.'- En un oscilador casi toda la energía irradiada está en el lado donde se transporta toda la diferencia del potencial. 2."* Si una de las bolas del oscilador está stijeta á la tierra, la mayor parte de la energía es radiada por la otra bola. 8.a EXPERIENCIA. ES la combinación de la experiencia núm. 5 con la núm. 6. Un condensador LA Ef^JRGIA E L É C T W : A _ _ _ 353^ está separado de las bolas del o5cilador al mismo tiempo qtie una de ellas está sujeta á la tierra y la otra al hilo del teléfono (siempre en circuito abierto). Los signos del teléfono eran un poco más enérgicos que en el caso de la experiencia 5, donde un condensador estaba separado de las bolas del oscilador. Conclusión: El papel de la tierra en un transmisor por la telegrafía sin hilos es menos importante que el de un condensador separado de las bolas del oscilador. 9.-''E.\¡'ERiENCi.4. He combinado las experiencias niímeros 4 , 5 y 6 . Un condeasador está apartado de las bolas del oscilador al mismo tiempo que una de las esferas de éite está unida á la tierra y la otra, por el intermediario de un condensador, toca á otro condensador, después de haber atravesado el enrollamiento de un teléfono. Con esta disposición es con la que he obtenido los efectos máximos en el teléfono. En esta experiencia, más que en las otras, es necesario tener cuidado de aislar el teléfono por una hoja de caucho bastante gruesa, para evitar las sacudidas y las chispas en la oreja del que estaba ap.-oximado al teléfono. Cr?Wtt«£7í/«; I.a Se constituye un oscilador muy potente en la telegrafía sin hilos cuando, un condensador está separado de las bolas del oscilador; 2 ° , una de las bolas de éste está unida á la tierra; 3.°, dando cierta capacidad á la antena; 4 . ° , poniendo una capacidad en la extremidad de aquélla. 1 0 . EXPERIENCIA. Un condensador está separado de las bolas del oscilador, una de las esferas del cual, después de haber atravesado el secundario (22 ohmios y 5.000 vueltas) de un transformador, tocaba á un condensador. Uno de los límites del primario (i ohmios y 50 vueltas) estaba unido al teléfono. El otro límite estaba libre. Mis auxiliares M. Specht desde luego, M. Hernalsteen después y en seguida yo, hemos podido comprobar en el teléfono signos más claros y más enérgicos que en las experiencias precedentes. He podido hacer una observación interesante: ésta es, que la corriente hertziana se había transformado en baja tensión, ya que tocando el hilo ó el teléfono, las sacudidas eran casi nulas. He suprimido el condensador unido por la extremidad libre del secundario del transformador; los resultados han sido los mismos. Conclusiones: i." Las corrientes hertzianas se transforman en más baja ó más alta tensión, en circuito abierto. 2.=^ Las corrientes hertzianas se transforman en más baja ó más alta tensión como las corrientes alternativas ti oscilantes ordinarias. 3.='Las corrientes hertzianas manifiestan de los efectos por distancias por circuito abierto (metálicamente ó por la tierra), así como también cuando están en baja tensión. 1 1 EXPERIENCIA. He completado la experiencia niím. 1 0 en este sentido, que en lugar de unir una extremidad del primario del transformador á uno de los extremos del transformador, he unido á una extremidad del secundario ( 1 1 . 0 0 0 ohmios) de una bobina de inducción de 25 cm. de chispa (entre punta y disco). Una de las extremidades del primario (0,25 ohmios), de esta bobina que estaba unida á una extremidad del teléfono, donde todavía se entendían bien los signos, pero no tan fuertes como anteriormente. Las sacudidas eran entonces nulas. El primario del primer transformador ( t ohmio), y el secundario del segundo transformador ( 1 1 . 0 0 0 ohmios), constituyendo todo una línea telegráfica de circuito abierto completamente, de ii.ooi ohmios de resistencia. Conclusiones: i." Es posible telegrafiar con un hilo y sin vuelta por la tierra á muy largas distancias. 2." En una línea telegráfica de un solo hilo y sin vuelta por la tierra, se puede tener la tensión que mejor convenga. 12 EXPERIENCIA. Queriendo aseguraime de que el teléfono obraba tan enérgicamente sólo porque estaba unido á una de las bolas del oscilador, directamente ó por el intermediario de bobinas de inducción, he suprimido la comunicación del secundario del primer transformador con la bola del oscilador. Apenas se podían percibir los ruidos en el teléfono. Conclusiones: i.^ Las oscilaciones hertzianas se pasan á un punto determinado (teléfono) con más intensidad, cuando el aparato que se encuentra en este punto (teléfono) está unido en circuito abierto, directamente (experiencias ntim. i y siguientes) ó por el intermediario de bobinas de inducción (experiencias mím. 10 y siguientes), por una de las bolas del oscilador. 2.^ Es posible percibir los ruidos en un teléfono, cuando en la proximidad se producen las ondas hertzianas. 354 • LA ENERGÍA ELÉCTRICA 13. EXPERIENCIA. He querido asegurarme mejor délos hechos anteriormente expuestos, encerrando la bobina, el condensador y el oscilador en una caja metálica con agujeros redondos para la entrada y salida de los hilos, y he reproducido todas las experiencias anteriores, después de haber tenido cuidado de ligar el hilo del teléfono á una de las bolas del oscilador. Los resultados para las experiencias desde la i." á la 10 han sido los mismos. Solamente cuando he queiido repetir la experiencia niini. 12 no he entendido nada en el teléfono, las ondas hertzianas, no pudiendo, gracias á la caja metálica, alcanzar los hilos Hados al teléfono. Esta experiencia confirma el resultado niim. i de la experiencia 12. Emilio Guarini. Bruselas, Diciembre 1903. (Se continuará.) SOBRE AISLAMIENTOS Preguntas y respuestas. i.a Dentro del buen funcionamiento, .-qué aislamiento mínimo debe tener una canalización aérea de corriente eléctrica, tanto entre un conductor y la tierra como entre dos conductores paralelos de polaridad contraria con relación á la clase de corriente (alternativa ó continua), con-' diciones climatológicas, longitud de la línea, intensidad y tensión empleada.2.1 Prudencialmente, ;qué aislamiento mínimo debe existir entre los circuitos primario y secundario de un transformador de corriente alternativa, con relación á la mayor tensión de ambos circuitos. 3.a ¿-Podrían decirme si se ha publicado en castellano algián libro que concrete mis anteriores preguntas.?—F. C. Esta pregunta es tan compleja que se haría preciso para satisfacerla debidamente dedicarle, no una, sino todas las páginas de varios mimeros consecutivos, sin que ofrecieran ni interés ni amenidad para el resto de los suscriptores; pero á la complejidad hay que añadir las dificultades de efectuar un trabajo en que precisa el estudio amplio y detenido de elementos tan poco conocidos como las resistencias específicas de las diferentes muestras y naturalezas de dieléctricos que pudiesen emplearse en los aislamientos, el de las diferentes clases de corrientes en sus efectos sobre aquellas substancias, y, en fin, el de las condiciones climatológicas bajo sus aspectos de temperatura, presión y estado higrométrico que por todos esos conceptos hacen variable la resistencia específica del aire, de la gutapercha, del caucho, etc. Sentiré, pues, que aun tratando de reducirme á ciertos límites, sea imposible dar una contestación por completo satisfactoria al señor D. F. C ; y vamos al asunto: I.'' Haciendo abstracción del deterioro que causan en los dieléctricos las tensiones más ó menos elevadas, y que dentro de ciertos límites es proporcional al tiempo de funcionamiento, la resistencia del aislador que envuelva I03 conductores de la corriente, depende de la pérdida de energía por tal concepto en la red y que será siempre un tanto por ciento de la suministrada por las dinamos ó alternadores (no debe confundirse esta pérdida por derivación á través del aislamiento con la que tiene lugar por el efecto Joule en la masa metálica del conductor). La ley ( l ) Nuestro ilustrado colaborador Sr. León y Nanez ha tenido la amabilidad de encargarse de solucionar la complicada consulta que nuestro suscriptor Sr. J. C. nos remitió para su resol-Jción. Comprendarin nuestros favorecedores que n o nos será posible atender con 1ga.1l solicitud otras consultas, porque s e n a necesario convertir á nuestra publicación en u n centro técnico y dedicar muchísimo tiempo á cada una. Suplicamos á nuestros suscriptores no olviden que la Revista trata de contestar á c o n c i s a s , no a teorías completas. —(A', de la R ) LA ENERGÍA ELÉCTRICA 355 de Ohm nos da ahora la fórmula de la resistencia en la derivación. Si queremos, pues, que la pérdida por tierra ó por contactos sea de de la potencia El, la resistencia del aislamiento debe m ser m veces mayor que la del conductor, es decir, r = m ohmios, porque entonces la intensi. dad I se ramifica en dos circuitos con intensidad i é i' inversamente proporcionales á las resistencias. E ., = -ir="' ^ = m ó i = m i' siendo siempre i 4 - i' = I. La condición de vúiiiino aislamiento depende de la perdida que se conceda como admisible ó más económica, que no sería difícil calcular por un procedimiento parecido al de Thomson, para determinar la sección más económica que debe darse al cobre, y una vez acordada esa pérdida, que llamamos de la energía total suministrada por las máquinas, debemos multiplicar por m la resistencia del conductor y obtendremos la que debe darse al aislamiento, sea de aire, sea de una substancia cualquiera que lo envuelva uniformemente. Ahora bien; la resistencia de las substancias aisladoras, aunque sujeta á alteraciones poco conocidas (sobre todo la de la gutapercha), lo está generalmente á la ley de Davy, que se expresa por r==p-^, siendo p la resistencia específica, 1 la longitud, en nuestro caso espesor de la capa aislante, y s la sección recta, que aquí, para abreviar, consideraremos como la superficie de un cilindro cuyo diámetro sea el promedio entre el exterior d y el interior d' de aquella capa, }• que, por consiguiente, teniendo presente la fórmula geométrica que da las dimensiones de la superficie del cilindro de diámetro y longitud igual á la del conductor L, será d - 1 - d' : — C — L = 2 71 d, L llamando d, al diámetro medio A l t A , Podemos, pues, expresar ya 2 en que substituyendo 1 por su valor TTd, L y d' por el diámetro interior d', con lo que el error co- metido será prácticamente despreciable ante las dimensiones L de la transmisión, tendremos d —d' Esta ecuación y la r = m R hallada más arriba, nos permiten solucionar todos los problemas que se compendian en la primera pregunta, con suficiente aproximación para la práctica industrial, exceptuando los que se refieren á las condiciones climatológicas, de cuya influencia, que no afecta más que á la resistencia específica p hablaremos después; pero no es, al parecer, un valor aproximado lo que se solicita, sino uno de exactitud teórica y convincente. Para eso debemos considerar la fórmula hallada como aplicada á una capa cilindrica de espesor infinitamente pequeño d X y suponiendo la envolvente dieléctrica constituida de capas análogas, integrar entre las superficies y -^; tendremos, pues, d' ^ d' 356 LA ENERGÍA P ELÉCTRICA d p V- ' ° g -TF = 0,183 — d 'og —r y entre dos conductores (ida y vuelta) considerarse doblándose la diferencia de po0,434. puede 4T.h ^ d' ' ^ que L ^ d' tencial, debe duplicarse también la resistencia, con lo que tendremos r ^ o 366 ? , d log -j- expresión que se hallaría también dividiendo por 2 la longitud L asignada en un principio. Por otro procedimiento, basado en. las teorías electrostáticas, podemos obtener también la resistencia buscada; pero para exponerlo sin dar demasiado extensión á este modesto estudio, debemos admitir desde luego algunas fórmulas que, aunque conocidas generalmente por los electricistas, no se han vulgarizado. Consideremos el conductor como un condensador cilindrico cuya capacidad en unidades electroestáticas sería c= ^ 7 ^ (*) y como la carga Q sería Q = C (V, - y la resistencia del dieléctrico R = V,) ~ ^2 llamando I á la intensidad de la corriente que lo atraviesa, tendríamos, dividiendo ambas expresiones, Qlog4- -Q=ci Ó R = . ^ CI = 0.2172 L j o,2i72L. I. pero la relación -5- es igual á un tiempo y este es naturalmente proporcional á la resistencia es específica p del dieléctrico, expresándose esta función por O = - ? - ; luego tendremos 47c d' p p '"^ d' p log d valor idéntico al hallado anteriormente. (Suponemos al lector ilustrado sobre la clase de unidades que ha de aplicar para que las precedentes fórmulas sean homogéneas.) Para la aplicación á las corrientes allernativas, ha de tenerse presente en la fórmula r = m ^ que para E debe tomarse la tensión máxima y no la eficaz, lo que se obtendrá mutiplicando ésta por s/2~ ó dividiéndola por 0,70. LUIS L E Ó N NIÍÑEZ. ( [*) Coritimiará.) Véase Condensaiíurs á dlindrts onceniíiqties en el Traite d' e^eclricité et de magnetisme de A. Vaschy. CRÓNICA N a e v a l á m p a r a de a r c o c o n c a r b o n e s inclinados. La casa Ganz & y C.° acaba de poner á la venta una lámpara de arco para corrientes alternativas y mucho más ventajosa que las de corriente continua existentes en la actualidad, CIENTÍFICA Sabido es que la situación vertical de los carbo^les en toda lámpara de arco presenta, entre otros, inconveniente de arrojar sombra el carbón inferior; esto se ha evitado en la lámpara representada en las figuras adjuntas. Los carbones están inclinados á 50" con la horizontal y mantenidos en esta situación por medio de los soportes y del reflector, LA ENERGÍA ELÉCTRICA al cual atraviesan para venir á formar el arco en su parte inferior. Esta posición inclinada de los carbo­ nes tiene además la ventaja de economizar espacio en las lámparas, no siendo, por lo tanto, necesario con estas lámparas con carbones inclinados utilizar grandes bombas de cristal; un sólo casquete esféri­ co, móvil sobre charnelas, es suficiente. 357 do obtenerse dicho resultado cuando aquella cir­ cunstancia no se verifique, sin más que variar la longitud e d de uno de dichos circuitos. Los dos conductores b y e pueden substituirse por uno solo, como manifiesta la fig. 2.», en la que está indicada la sencilla disposición de las comuni­ caciones y contactos. Cuando la resistencia del trozo a b de carril sea igual á la del b d, más la que opone la junta, el gal­ vanómetro marcará el cero; si así no sucede, bastará mover el contacto d hasta que esto se verifique, que­ dando determinado dicho dato por el valor de la diferencia de las resistencias de las partes a b y e d, expresado en longitud de carril, que puede tradu­ cirse en ohmios, por ser conocida la relación que liga entre sí ambas cantidades. De la regulación se encarga un electromotor dife­ rencial, cuyo movimiento, por medio de ruedas y engranajes especiales, se traduce en acercamientos La junta será tanto más perfecta cuanto más se ó alejamientos de los carbones. aproximen los valores de las resistencias de a b y e d, Medidas fotométricas llevadas á cabo con esta no debiendo pasar nunca la de la junta de un 20 lámpara acusan doble intensidad de luz que en las por 100 de la de un carril. El resultado de las me­ antiguas de igual clase, sin contar con cpie además didas e.s, como se ve, independiente del valor de la toda la luz engendrada es lanzada hacia abajo. intensidad de la corriente de vuelta, que es la uti­ ~ C . R. lizada, no necesitándose otro origen de electrici­ E n s a y o s d e c o n d n c t í b i l í d a d ilc l a s j n n - dad.—E. G. t a s de l o s c a r r i l e s . L á m p a r a de «loble ü l a n i c n t o . l,a importante Revista Allgcmcine Elcktricitats Desde hace largo tiempo vienen trabajando los GeseUs-chaft describe un procedimiento muy prác­ electricistas más afamados por encontrar un medio tico para determinar la resistencia opuesta al paso que permita graduar á voluntad la intensidad de la de la corriente por las juntas de los carriles de los luz proporcionada por las lámparas de incandes­ tranvías ó ferrocarriles eléctricos, que los utilizan cencia y, por consecuencia, el consumo de las mis­ como conductor de vuelta. mas. La Revista Electrical World A^^cúhs. la lám. El fundamento del método es que si sobre un para Hylo, que cr nstituye una solución que restielconductor existen dos circuitos derivados a m b y ve, aunque sólo en parte, el problema. c m d (fig. I."), y entre los dos se intercala un gal. Dicha lámpara, representada en el grabado ad­ vanómetro diferencial G, éste marcará el cero si la junto, tiene dos filamentos, que corresponden á in* resistencia de ambos circuitos es la misma, pudien- 358 LA ENERGÍA ELÉCTRICA tensidades luminosas de ruta y i6 bujías, bastando para que entre un circuito uno ú otro con darla un cuarto de giro. Los filamentos se fabrican en condiciones tales, que ardan á. temperaturas dife­ porta la energía bajo una tensión E (fig. i), la tensión soportada por cada aislador de rcsistencia p sera En cambio, la tensión soportada por cada aislador en una corriente trifásica que tenga igual diferencia de tensión E entre dos conducE tores, será -^-j— (fig. 2); y como E es menor que -^-^ resulta que si la resistencia de aisla­ dores p y la de la capa aisladora es igual, el aislamiento de la red trifásica se destruirá mu cho antes que el de la red monofásica (destruc­ ción de aislamiento proporcional al cuadrado de tensiones). Resulta, pues, que los mismos aisladores }' ~K-— rentes, aumentándose, por consiguiente, la dura­ ción, pues mientras uno de dichos filamentos se deteriora, el otro permanece inalterable. La duración de este tipo de lámparas varía, se­ gún la Revista mencionada, entre 1.200 y 7.000 horas. S u p e r i o r i d a d de l a s c o r r i e n t e s trifási­ cas en l o s t r a n s p o r t e s de e n e r g í a . M. Marius Latours, en un artículo publicado el 16 de Febrero en LEclairaje Eiectrique, re­ bate el principio, casi axiomático en los trata­ dos de electrotecnia, que afirma la superioridad económica de las corrientes trifásicas al trans­ portar igual potencia con igual tensión que otra corriente continua ó monofásica, por aho­ rrarse el 25 por 100 de cobre. El error de cálculo reside en no tener en cuenta el gasto de aislamiento, y es que ge­ neralmente este importantísimo asunto se ol­ vida lamentablemente al resolver las cuestiones económicas. Poco importa, dice Marius Latours, la tensión de transporte; lo que importa es las tensiones soportadas por los aislamientos (cubierta aisla­ dora y soportes aisladores), tensiones que fijan el gasto de aislamiento. En efecto; si la corriente monofásica trans­ aislamiento que soportan una tensión trifásica \l son capaces de soportar, en igualdad de condi clones, una corriente monofásica E; y como con esa tensión la monofásica tendrá igual co­ bre que la trifásica, hoy será más económica aquélla, pues ahorramos — de aisladores y aisla 3 miento y V;) de entretenimiento. Si en vez de ahorrar en aislamiento ponemos en la monofásica aisladores de triple campana. I 7- ÍT en vez de aisladores de doble campana, y en lugar de una capa aisladora de 2 mm., de 3 mm., resultará aumentada la resistt;ncia de aislamiento de p á tensión p y podemos aumentar la monofásica hasta s e r E , con lo que resulta una economía del 20 al 25 por 100 en favor de la monofásica. Deduce Marius Latours que el gasto de ais LA ENERGÍA ELÉCTRICA lamiento aumenta con las fases, y que las corrientes con fases impares reducen la tensión entre conductores, sin ventaja alguna para el aislalamiento, puesto que éste se ha de verificar entre cada conductor y un punto neutro. Demuestra, por último, que si en vez de disponer los aislamientos en tensión se disponen en cantidad, es decir, se divide cada conductor monofásico en n ramas, igual gasto originará una corriente alternativa simple ó una polifásica de 2 n fases.—J. G. B. —•-- --^ 359 ma piramidal de la torre de Nuestra Señora, decidiéndose por fijar sólidamente sobre la tercera galería, por medio de cuerdas, una especie de caña de pescar formada da dos series de tres bambús, asegurados por anillos metálicos. En la extremidad de este soporte se ató la antena formada por siete hilos de de mm., la cual descendía lo más verticalmente posible hasta cerca de los 40 • INFORMACIÓN Telegrafía sin conductores.—Consecuen- cias deducidas de las últimas experiencias realizadas en Bélgica.—En números anteriores hemos dado cuenta de los buenos resultados alcanzados en losensayos de telegrafía sin conductores, llevados á cabo el pasado mes para comunicar las ciudades de Bruselas y Anvers, distantes 41 kilómetros, intercalando un repetidor en Malines. Nuestro distinguido colaborador, el ilustre electricista Signor Guarini, nos da á conocer en atentas cartas, que con gusto extractamos, algunos datos referentes á las mencionadas experiencias, y las consecuencias deducidas de sus minuciosas observaciones. En los ensayos del 12 de Febrero entre Malines y Anvers (22 kilómetros) instaló las estaciones en la torre de la Catedral de Saint-Rombaut y en la de Nuestra Señora de las mencionadas poblaciones, utilizando antenas sencillas sin capacidad en la parte superior. (Figs. i.^' y 2.") Para instalar la de Anvers (fig. 2.-'), se tropezó con algunas dificultades que dependían de la for- metros del suelo (la tercera galería está 106 metros más elevada que el nivel de la calle y i i i sobre el nivel del mar), oblicuando para entrar en la estación receptora, instalada en una casa próxima. El cohesor de esta estación era del tipo Blondel, constituyendo la toma de tierra una trenza de tres hilos á una plancha metáHca. Entre las antenas de ambas estaciones estaban intercaladas las edificaciones de Malines y Anvers, varias aldeas, y castillos y elevaciones del terreno de 5 á 30 metros. Empleando una corriente de 2 á 2,5 amperios en la estación transmisora se han obtenido buenas comunicaciones. Se han intentado las precedentes comunicaciones con toma de tierra en el transmisor y sin ella en el receptor, obteniéndose peores resultados que en la experiencia Bruselas Malines, exi)licando este hecho el autor por la ausencia de toda capacidad en la parte superior de la antena receptriz de Anvers, mientras que la de Bruselas estaba provista de un cono de 50 hilos. Estima Guarini que la capacidadá que aludimos y el aislamiento del cohesor tienen por efecto producir un vientre de vibración en el 36o LA ENERGÍA ELÉCTRICA punto de la antena ocupado por el cohesor, fundamentando esta opinión en el hecho de haber obtenido mejores resultados uniendo el extremo libre del cohesor á un largo hilo metálico que constituía el secundario de una bobina de inducción, como manifiesta lafigura3 . ' ' ¡a sola diferencia de que en Anvers el receptor comprendía un cohesor. Suprimiendo la toma de tierra al cohesor (figura '^^) se han podido recibir algunas señales transmitidas con un aparato así reducido. Dedúcese de lo expuesto la interesante consecuencia que se puede establecer prácticamente d grandes distancias la telegra- Figura 3 . Se ha observado además que suprimiendo el oscilador en Mahnes y uniendo la antena á uno de los extremos del secundario del carrete de inducción (figura 4."), empalmando el otro á tierra, se ha fía sin conductores, empleando corrientes alternativas en lugar de las ondas hertzianas. Con objeto de comprobar el papel desempeñado por la antena en este sistema de telegrafia ( i ) , se reemplazó el cilindro de 50 hilos de Malines por un cable formado por siete hilos de i mm. de diámetro, quedando incierta la comunicación hasta que se aumentó la intensidad de la corriente de 4 á 6 amperios y subsdtuyendo la parte inferior de la antena que se hallaba constituida por un cable trenzado de 9 ramales, por 7 hilos de timbre de i mm. de diámetro, las señales han podido recibirse en Mahnes con una corriente de 3 amperios (sin el cilindro de 50 hilos en Malines). La explicación de este fenómeno estriba en la hipótesis de que las otidas eléctricas son perpetidiculares al hilo en cada punto de su vwwwmvvw Figura 4.' obtenido comunicación, habiéndose recibido en Anvers tres palabras de las doce transmitidas. En i-calidad, en esta experiencia se ha hecho uso de la -wimvm- 4. superficie, conclusión demostrada y admitida en una nota presentada recientemente á la Academia de Ciencias de París por el profesor Conmarina, á propósito de la fotografía de los efluvios. Como consecuencia, un hilo cilindrico de I m. de altura, por ejemplo, produce en el éter una perturbación en un espacio limitado por los dos planos perpendiculares al hilo trazado por sus extremidades. Si en un punto del radio de propagación se encuentra un elemento superficial de conductor (antena receptriz), se obtiene un efecto máximo de inducción eléctrica en este elemento cuando es tangente al plano de las fuerzas eléctrica y magnética. De aquí resulta la ventaja de emplear para antena un hilo cilindrico en lugar de un cable, pues en este caso la superficie es helicoidal (en vez de ser cilindrica) y los planos normales á esta superficie no son paralelos entre sí, como les sucede á los perpendiculares á la de su cilindro rectoi Figura 5.' telegrafía sin conductores, no por ondas hertzianas, sino por un sistema análogo al empleado por Edison (patente americana 1891, núm. 465.971), con. (l) Las ideas de Guarini sobre este asunto están expuestas detalladamente en el interesante aru'culo que con el indicado título publicó L A E N E R G Í A ELÉCTRICA en los números 3 y 4. — ( W . Í/Í /a Ji.) L A ENERGÍA ELÉCTRICA 361 to el grave inconveniente, al parecer no evitado hasta el día, á pesar de haberse anunciado repetidas veces, de conseguir la imposibilidad de intercepuso de antenas cilindricas, dispuestas de modo que los tación .de los despachos transmitidos por los sisteplanos normales á una de ellas trazados por los ex- mas de telegrafía sin conductores. treinos comprendan la antena de la estación corresLa condición necesaria es el empleo de ondas ponsal. de determinada longitud para cada cohesor, de modo que sólo pitedan ser recibidos por el aparato La comunicación entre el cabo Lizard y la punta mistonizado con el de la estación transmisora y no de Sle. Cathetine.—La prensa europea, al dar cuenpor ninglin otro. ta de la comunicación conseguida el primer día Para que un mismo cohesor pueda registrar desdel reinado de Eduardo VII por medio de los apapachos de estaciones diferentes, será necesario varatos Marconi, entre las estaciones instaladas en el riar el punto de unión con tierra, en relación con cabo Lizard en el Cornwall y la punta de Ste. Cala longitud de la onda que debe recibirse, siendo therine, en la isla de Wigh, distantes 200 millas, manifiesta su desconfianza en la exactitud de la también posible recibir con una antena de varias noticia y hasta ha"y algunas Revistas extranjeras que estaciones, valiéndose de diferentes cohesores enlarelacionan este asunto con la necesidad que tiene la zados á ella en puntos que den las longitudes compañía concesionaria en Inglaterra de las paten- correspondientes á las mencionadas dimensiones tes Marconi, de dar esperanzas de futuros rendi- de las ondas. mientos á los accionistas, sosteniendo el valor de El mismo profesor ha ideado también un nuevo los capitales empleados en este negocio, que está modelo de transmisor que aumenta la tensión de lejos de proporcionar las pingües ganancias que se las ondas y permite, por lo tanto, un alcance esperaban. mayor. dando lugar á fenómenos de interferencias, difusión, etc. Resulta, por lo tanto, demostrado prácticamente que el efecto má.ximo se obtiene haciendo Sin duda, para desvirtuar los razonamientos empleados por los que así piensan, ha escrito Flood Page, director de The Marconi International Ma- La telegrafía sin hilos en España.—Conforme adelantábatnos en el tíltimo número, se encuentra ya en Tarifa, constrtiyendo el poste á que ha de rine Cotnrnunication C.° Litd, una carta fecha 18 de fijarse la antena, el personal que ha de remudar al Febrero á la Revista de Berna, Journal telegrapiti- comandante Cervera en ios pequeños ensayos engüe, en la que dicho señor, desmintiendo las afirma- tre dicha plaza y la de Ceuta. Según leemos en la prensa de Barcelona, el disciones de la indicada publicación (que decía que tinguido ingeniero D. Pompello Martí dio ante esalgunos entusiastas hablan de tranquear una discogido público una conferencia en el Ateneo de tancia de 150 kilómetros, y que en su opinión nadie dicha ciudad sobre «la telegrafía sin hilos», indiha llegado más que hasta 7 5 kilómetros), hace cando el fundamento, perfeccionamiento de los priconstar que en la actualidad la citada comunicameros aparatos, aplicaciones y estado actual del ción entre Lizard y Ste. Catherine (300 kilómenuevo sistema de comunicación. tros) es regular y efectiva, hechos que pueden—diSobre el mismo tema versó también la que rece—comprobarse consultando una carta. cientemente estuvo á cargo del entendido oficial Ante tal aseveración y dada la autoridad del prode Telégrafos Sr. Martínez, en el «Centro instructifesor Eleming, que hizo idénticas manifestaciones vo electricista», de Valencia. en una reciente conferencia científica dada en LiAmbos señores merecen el elogio que con gusto verpool, no cabe dudar de la exactitud de la notiles tributamos, por su buen deseo de vulgarizar cocia, que en realidad representa un adelanto en la nocimientos tan útiles á la sociedad. telegrafía sin conductores, con la que hasta ahora no se había llegado á tal distancia, que no debe olvidarse es por mar, donde no existen los obstácuLIBROS V REVISTAS los que en tierra disminuyen considerablemente el Curto elemental de Fisica 'moderna, de D . P e d r o M a s alcance de las ondas eléctricas. colaíii, c a t e d r á t i c o de F í s i c a y Química del I n s t i t u t o d e Z a r a g o z a . U n v o l u m e n d e 804 páginas e n cuarto y Sistema Slaby-Arco. — En la Sociedad de Elec- 894 g r a b a d o s , 20 p e s e t a s . tricidad de Berlín ha expuesto recientemente el Transporte y distrihxición de energía por corriente» profesor Slaby á presencia del emperador, minis- trifásicas, p o r D . Eduardo B u y o s , t e n i e n t e d e ingenietros y distinguido y numeroso ptiblico, el funda- r o s y profesor d e l a A c a d e m i a del Cuerpo. mento del método con el que se cree haber resuelImp. de Antonio Marzo, Pozas, 12. mr J SISTEMA BOHLER, U INGENIERO i CONSTRUCTOR. Condensación.—La economía de combustible producida por el empleo de los condensadores ó de los eyecto-condensadores, no puede obtenerse desgraciadamente muchas veces por razón de la gran cantidad de agua que necesitan aquellos aparatos (260 á 300 litros por caballo y hora). Los Refrigerantes vienen á solucionar esta dificultad por completo, pudiendo emplearse los condensadores en todas ocasiones, puesto que el gasto de agua por evaporación es de ó litros por caballo y hora en el refrigerante de persiana que representa el grabado; y aun este gasto se anula en los eyecto-condensadores por la condensación del vapor procedente de los cilindros de la máquina. Resulta, pues, que el gasto de agua para la condensación con los refrigerantes es nulo. Refrigerantes Refrigerantes de con persianas ventiladores y y chimeneas. ai aire libre. TARIFA DE LOS REFRIGERANTES DE PERSIANA Ó CHIMENEA FUERZA en caballos. • GASTO en litros p o r hora. 4. 500 frarcos 100 ! SUPERFICIE- I de los tanques en me. 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