Cabezón de la Sal

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EL SENTIDO DEL TOPÓNIMO
Probablemente el término Cabezón derive de Kapezone, que se remonta a la época en que los romanos
dominaban Cantabria. Conocidos en el tema, afirman que dicha palabra significa medida, propia del Imperio
Romano y utilizada para la compra venta de sal o bien cabezo, cerro o montaña, accidente habitual en la
orografía de esta zona.
La expresión de la Sal que complementa al nombre del pueblo, alude a la fuerte tradición salinera que ha
caracterizado a este lugar desde hace ya muchos siglos ( s. X y XI ) y hasta fechas recientes.
Un siglo después, s. XII, Cabezón es nombrado como alfoz, unidad territorial superior a la aldea e identificada
con el concepto de valle.
A lo largo de su historia el nombre Cabezón de la Sal siempre aparece unido a sus minas de sal. La intensidad
de la producción fue tal, que buena parte de las construcciones urbanas corrieron el riesgo de desaparecer por
estar construidas sobre las vetas de sal.
El principal interés histórico de Cabezón viene dado por la explotación de los pozos de sal, en la villa de
Cabezón, en Vernejo y Carrejo, que con las salinas de las desembocaduras de Besaya y Pas, eran los núcleos
salineros principales de Cantabria.
MARCO GEOGRÁFICO
en el corazón de la Cantabria profunda; en la comarca costera, en su zona occidental, donde los valles
interiores pierden su definición hacia el norte y las montañas van ondulándose y difuminando su altura; donde
se impone un paisaje de valles fluviales casi perpendiculares a la costa, de pendiente acusada y corta longitud,
amplios y de fondo plano, nos encontramos con el Valle de Cabezón de la Sal
Ricardo Aguirre (Ex cura−párroco de Cabezón de la Sal)
Características geográficas
Nos encontramos en Cabezón de la Sal, término municipal que cuenta con una extensión de 33, 84 Km
cuadrados. Se sitúa a 45 km de la capital, 12 km de la costa y a 7 de la montaña.
Este municipio cuenta con los siguientes pueblos: Cabezón de la Sal, Villa y capital del Ayuntamiento,
Bustablado, Duña, Carrejo, Santibañez, Casar de Periedo, Periedo, Cabrojo, Virgen de la Peña, Ontoria y
Vernejo.
Cabezón de la Sal: villa y capital del ayuntamiento, tiene una población de 5.327 habitantes y se encuentra
situada a una altitud de 128 metros sobre el nivel del mar.
Bustablado: tiene una población de 59 habitantes y se encuentra a 5,2 kilómetros de Cabezón de la Sal y está
situado a una altitud de 240 metros sobre el nivel del Mar.
Duña: tiene una población de 45 habitantes y dista 5,2 kilómetros de la capital municipal. Se encuentra a una
altitud de 220 metros sobre el nivel del mar.
Carrejo: tiene una población de 279 habitantes. Se encuentra a 1,2 kilómetros de la villa y a una altitud sobre
el nivel del mar de 141 metros.
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Santibañez: tiene una población de 170 habitantes. Dista 1,7 kilómetros de Cabezón de la Sal y se encuentra
a una altitud de 160 metros sobre el nivel del mar.
Casar de Periedo: tiene una población de 782 habitantes. Se encuentra a 6 kilómetros de la capital del
municipio y a una altitud sobre el nivel del mar de 90 metros.
Periedo: tiene una población de 72 habitantes. Se encuentra a 5,2 kilómetros de la villa de Cabezón de la Sal
y a una altitud de 90 metros sobre el nivel del mar.
Cabrojo: 152 habitantes. Se encuentra a 5,3 kilómetros de la capital municipal y a una altitud de 80 metros
sobre el nivel del mar.
Virgen de la Peña: tiene una población de 85 habitantes. Se encuentra a 5 kilómetros de la villa de cabezón
de la Sal y a 79 metros de altitud sobre el nivel del mar.
Ontoria: tiene una población de 407 habitantes. Dista 1,6 kilómetros de Cabezón de la Sal y se encuentra a
125 metros de altitud sobre el nivel del mar.
Vernejo: tiene una población de 536 habitantes. Se encuentra a 1,5 kilómetros de la villa y a una altitud sobre
el nivel del mar de 127 metros.
Relieve
Enclaustrado entre montañas que algunas superan los 2.000 metros, presenta un aspecto cerrado.
El relieve lo conforma un pequeño valle entre los montes de Bustablado y Monte Allende, la Brañona por el
norte, Mozagro, Mozagruco e Ibio por el sur, Montes de Sierra de Ibio y sus lomas por el Este y al Oeste con
el Monte Escudo y Corona.
Los montes constituyen elementos esenciales del paisaje y contribuyen desde siempre a la economía de la
zona (son espacios de aprovechamiento forestal y ganadero).
En general, todo el territorio se ha visto transformado y alterado por la intervención del hombre. La
vegetación autóctona, prácticamente desaparecida, ha sido sustituida por pinos y eucaliptos.
El arbolado, que sigue poblando vastas extensiones de terreno, continúa aportando recursos, especialmente la
madera.
Los montes abarcan cerca de la mitad del municipio y hoy día siguen siendo en su mayoría de propiedad
pública. Las grandes masas arboladas proporcionan una reserva de recursos tanto naturales, económicos como
sociales.
Dos especies foráneas pueblan principalmente los montes: el pino Monterrey (Pinus radiata) y el Eucalytus
globulus, que dominan el 90% de la superficie arbolada (70% eucaliptales)
Por el contrario, las especies autóctonas que apenas suman el 2% son representadas por robles, castaños,
fresnos o avellanos, que constituyen un importante valor ecológico.
La deforestación en el municipio, aparece muy vinculada a la extensión de los usos agrícola y ganadero. La
extensión de superficies destinadas a prados de pasto normalmente se produce por medio de quemas y
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también va acompañada de un proceso de privatización de superficies comunales, en ocasiones ocupaciones
ilegales.
Hidrografía
Cabezón de la Sal está bañado principalmente por el río Saja y sus pequeños afluentes; el Navas, el San
Cifrian, el Rumaldero y Don Camilo.
El Saja nace en la vertiente norte de la Cordillera Cantábrica, y sigue una trayectoria perpendicular a la linea
de costa; en él se diferencian claramente tres tramos en relación con la forma de los valles y el
comportamiento de las aguas.
El tramo superior del río corresponde a una zona de fuertes pendientes y fuertes desniveles donde la dinámica
del río en esta parte es de aguas muy vivas. En el curso alto del río nos encontramos en una zona de
verdadera montaña.
En el curso medio del río, el cauce se encuentra ya por debajo de los 300 m de altitud, lo cual se traduce en
un descenso de la velocidad de las aguas y por lo tanto, desciende también su capacidad de erosión y
transporte.
En el curso bajo el relieve es mucho más suave. El desnivel que salva el río en esta zona es relativamente
pequeño y la pendiente se reduce a niveles mínimos; lo cual resulta mucho más favorable para las
actividades y asentamientos humanos (esto se ha traducido en una elevada densidad de población y un alto
grado de transformación del territorio)
La calidad de las aguas del río Saja es un aspecto importante. En el curso alto del río, las aguas son de
excelente calidad, pero los impactos más importantes se producen en zonas del curso medio y el bajo casi en
su totalidad, pues la contaminación del agua aparece como producto de la actividad humana.
En el primer tramo del valle de Cabezón la calidad del agua sigue siendo buena aunque el entorno del río
está mucho más alterado. La producción de agua potable hace necesario un tratamiento físico−químico, así
como una desinfección.
No obstante, la calidad cambia según los caudales del momento, pues con aguas altas, los contaminantes se
disuelven más y son reabsorbidos mejor; por el contrario, cuando el caudal disminuye los contaminantes
aumentan en proporción con el agua y se acercan a valores críticos de contaminación.
Actualmente el río aún conserva buena capacidad de autodepuración y autorregeneración, lo cual da lugar a la
existencia de aguas saludables que albergan a una abundante fauna piscícola con especies como la trucha y la
anguila, aunque también se ha dado la desaparición de otras (indicadoras de agua de calidad) como la nutria y
el salmónido.
Recientemente se ha iniciado un programa de saneamiento en el valle de Cabezón y se prevé poner en uso una
depuradora de aguas residuales en Casar de Periedo.
Hoy día, los núcleos urbanos siguen abasteciéndose de la Cuenca del Saja. Por lo que cada uno de los posibles
usos que se le puede dar al río necesita de infraestructuras, lo cual, desde un punto de vista ambiental genera
transformaciones en el medio que derivan cada vez más en conflictos, debido a la limitación de recursos.
Por un lado, los cambios del nivel del mar y por otro, la pendiente que ha tenido que salvar el río en este
último tramo y su comportamiento en relación con el relieve, ha generado un sistema de terrazas fluviales
dispuestas a diferentes niveles; debido al hecho de que cada vez que el nivel del mar descendía en periodos
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fríos, el Saja ganaba capacidad de erosión y en periodos cálidos, por el contrario, con el aumento del nivel del
mar, el río perdía fuerza y acumulaba sedimentos.
Como es lógico, las características hidrológicas del río Saja están directamente relacionadas con el clima
de su cuenca. Así el valle de Cabezón de la Sal, tanto por el relieve, que favorece los procesos de lluvia, como
por su proximidad al mar, que suaviza las temperaturas, proporciona al aire abundante vapor de agua.
Clima
Si analizamos el clima del Valle, concluiremos que posee un clima de tipo atlántico, pues el mes de Enero se
presenta como el más frío del año, con una temperatura media de 10º y el más cálido, Agosto con una
temperatura de 19º. Una temperatura media anual de 14º; con unos inviernos tibios (temperaturas medias de
10º a 12º) y veranos relativamente frescos (temperaturas medias de 17º a 19º)
El máximo de pluviosidad corresponde con la temporada otoño−invierno y el mínimo con el mes de julio. Sin
embargo, la lluvia no falta en ningún momento del año (los periodos de sequía son muy raros) pues el valle de
Cabezón se caracteriza por una lluviosidad persistente, con altas precipitaciones (1.500 mm de media anual);
pues las montañas que le rodean actuan como pantallas condensadoras que integran a este municipio
plenamente en la España húmeda.
Suelo
Los suelos se forman como consecuencia de numerosos procesos: impulsos tectónicos, el tiempo, el clima y la
actividad biológica.
El valle de Cabezón aparece encajado por la acción de la erosión, producida por sus ríos y arroyos, y el
descenso del nivel del mar. Se encuentra cubierto por sedimentos; areniscas, limonitas y calizas.
Cabezón de la Sal tiene el suelo, en su mayor parte, de origen aluvial y en las partes montañosas y zonas altas
predomina como material la arcilla.
ANÁLISIS URBANÍSTICO
Patrimonio artístico−cultural del municipio
En el municipio de Cabezón de la Sal, la arquitectura que representa el patrimonio artístico, y en
consecuencia, el interés turístico en este ámbito, coincide con construcciones levantadas en los siglos XVII,
XVIII y XIX.
La villa de Cabezón cuenta con infraestructuras tradicionales características, en cuanto a arquitectura de la
zona se refiere.
El Palacio de la Bodega, es una típica casona − palacio de finales del s. XVIII de estilo neoclásico;
perteneciente a la familia de los Ceballos.
Como patrimonio eclesiástico en la villa destacamos la Iglesia de San Martín, dedicada a San Martín como
su nombre indica. Esta construcción es de estilo barroco−montañés y fue construida entre los siglos XVII y
XVIII.
En la Iglesia encontramos una pequeña capilla dedicada a la Virgen del Campo, patrona de Cabezón.
Cuenta la leyenda que la imagen de la virgen fue descubierta por los cuernos de un toro cuando se disponía a
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beber agua de un bebedero. Así la imagen fue acogida como patrona de Cabezón de la Sal.
En 1901, se inauguró la casa del Conde San Diego, médico de la Real Cámara y miembro de la Real
Academia de Medicina.
Esta construcción, que hoy día forma parte de lo que se considera el centro de la Villa y por lo tanto una de
las zonas más transitadas, rompe con los esquemas arquitectónicos tradicionales del lugar porque se intentó
buscar la funcionalidad de una casa de descanso siguiendo el estilo centroeuropeo.
En el año 1981 fue donada por los condes al pueblo, y actualmente su función es la de Casa de Cultura de la
villa, donde encontramos una biblioteca dedicada a temas cántabros, el Centro de Estudios Rurales
−dependiente de la Universidad de Cantabria− la Escuela Taller, o las Escuelas de Música, Cerámica y
Folklore.
El jardín de la casa se ha convertido en parque municipal.
En el barrio de La Pesa, se encuentra la ermita de San Roque, que es un buen ejemplo de arquitectura
popular del siglo XVIII.
En otras localidades del municipio, como Carrejo, encontramos la Casona− Palacio de los Haces, que fue
construida en el siglo XVIII, reconstruida más tarde por la Diputación, donde hoy se alberga al Museo de la
Naturaleza (nombrada Monumento histórico− artístico el día 20 de diciembre de 1984; Bien de Interés
Cultural el 11 de enero de 1985; ampliación del Bien de Interés Cultural al entorno de la Casona el día 17 de
octubre del 2002 y finalmente a fecha de 30 de Abril del 2003, se ha presentado la tramitación de inclusión
en el Inventario General del Patrimonio Cultural de Cantabria, como Bien Inventariado)
Entre la villa de Cabezón y la localidad de Carrejo, podemos ver la residencia Sagrada Familia, edificio de
estilo neogótico levantado en el siglo XIX y que actualmente sigue funcionando como Residencia de
Ancianos.
Si seguimos el camino del valle, llegamos a Santibáñez, donde podemos ver el palacio de Gayón, edificado en
la segunda mitad del siglo XVII. La Iglesia de San Pedro, construida también en el XVII, y la Ermita de
Santa Lucía, levantada en el siglo XVIII.
Situándonos en Casar de Periedo, podemos ver, por un lado, las Ermitas de los santos Justo y Pastor y La
Barca, ambas del siglo XVII, y el palacio de Gómez de la Torre o Casa de Jesús de Monasterio, edificio
construido en el siglo XVIII (habiéndose presentado a fecha de 30 de abril del 2003, la tramitación para la
inclusión en el Inventario General del Patrimonio Cultural de Cantabria, como Bien Inventariado)
En Periedo se encuentra la Iglesia parroquial de San Lorenzo, la más antigua del municipio, que se
construyó en el siglo XVI.
En Duña− Bustablado podemos ver la Iglesia parroquial de Santa Eulalia (siglo XVII) y las ermitas de San
Roque y san Ildefonso, que datan ambas del siglo XVIII y representan un buen ejemplo de la arquitectura
popular de la época.
En Vernejo se ubica la Ermita de La Castañera del siglo XVIII.
Finalmente, llegamos a Cabrojo donde encontramos la casa− solar de los Rubín de Celis del siglo XVII.
El legado urbanístico
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Cabezón de la Sal ha sufrido una gran transformación: de caracterizarse como una aldea rural, a considerarse
actualmente una villa plenamente urbana.
Gracias a su situación geográfica, eje de comunicaciones, se ha visto atravesada en los últimos años por
carreteras nuevas que permiten la llegada de una masa de forasteros en los meses de verano, paseantes durante
todo el año, y otros que busca allí su residencia.
Cabezón de la Sal es el tipo de pueblos que ofrece una vida más tranquila en el campo pero con la ventaja de
ser una villa urbana, comercial y de servicios.
La posibilidad de adquirir una vivienda en este lugar, encrucijada de valles cantábricos, donde la costa se
encuentra a algo más de distancia que la montaña, rodeado de un paisaje maravilloso, contando con la
cercanía de una urbe, como es Torrelavega, a solo 18 Km de Cabezón y con la de la capital (Santander) a 45
km, ha supuesto que esta villa se marque como objetivo en un gran número de personas, muchas de ellas,
residentes ya del municipio, pero que buscan alojamiento en la villa, no tanto familias enteras, sino hijos
emancipados que buscan la comodidad de los recursos y las posibilidades que ésta ofrece y de las que carecen
algunas de las localidades del municipio.
La formación de avenidas, calles comerciales, espacios urbanos −como son las plazas− para la celebración de
los mercados semanales; el cambio de la casa rural a la vivienda urbana; la división y agregación de parcelas,
etc., han producido la necesidad de que la evolución de la aldea tenga una serie de normas de regulación del
crecimiento.
El núcleo urbano de Cabezón lo constituyen una serie de barrios, dos de ellos principales: La Pesa y Salines.
Siendo según parece, La Pesa anterior por las características de su emplazamiento y la antigüedad de sus
edificios. Pero con la evolución del comercio en la zona, este barrio se vio desplazado en importancia, debido
a la cercanía del barrio de Salines a la carretera general de Santander− Oviedo, donde la actividad comercial
tomó mayor importancia puesto que constituía la zona de paso de los comerciantes. Este hecho explica las
agrupaciones de casas en forma lineal en torno a la carretera. Como consecuencia, a principios del siglo XX
las tradicionales casas rurales se fueron sustituyendo por las casas de comerciantes.
Con la construcción de la carretera de Cabezón a Saja, que atraviesa el barrio de La Pesa, se produce un punto
clave, el cruce de ambas calles, donde se empezaron a realizar las actividades principales, y donde finalmente
se formaliza la plaza del pueblo.
A partir de este punto, será entonces desde donde comienza la configuración del resto de plazuelas y calles.
La inauguración parcial del ferrocarril a finales del siglo XIX produce un cambio en el crecimiento de la villa,
pues la necesaria buena comunicación de la estación con el lugar donde se dan cita a las actividades
mercantiles, y demás, del pueblo ha condicionado el desarrollo del mismo, proliferando en torno a él las
principales industrias (fabrica de sal, de queso, textil, etc.) y formando un nuevo barrio.
A mitad del siglo XX la Comisión Provincial de Urbanismo redacta varios planes para una serie de
poblaciones como Comillas, Santoña y Cabezón de la Sal. Esto supone un intento de regular el desarrollo, que
se frustra, debido a los grandes propietarios que ven amenazadas sus tierras.
A partir de 1968 y hasta final de siglo, se produce un gran desarrollo que no introduce nuevos elementos, por
lo que constituye un avance en cantidad pero no en calidad.
Desde 1933 por Cabezón de la Sal han pasado numerosos planes y ordenaciones que han intentado regular el
crecimiento de la villa. El que actualmente se encuentra en vigor, es un plan de normas urbanísticas, aprobado
en el año 1997 y presentado por Fernando Cuerno Cabrero.
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En estos momentos se encuentra en trámite la aprobación de las nuevas ordenanzas urbanísticas (que se prevé
que empezarán a funcionar en el año 2004), puesto que estas regulaciones cambian cada 4 o 5 años.
El barrio de La Pesa tiene un plan urbanístico distinto; el P.E.R.I (plan especial de reforma interior) que se
firmo en el año 97, todavía sigue en vigor, y de momento no hay una propuesta para que se apruebe otro.
A continuación podemos ver las ordenanzas para la construcción de viviendas de lo que se considera el casco
de la villa de Cabezón:
ANÁLISIS DEMOGRÁFICO
Evolución
demográfica entre
1900 y 2002
Población
Cabezón de la Sal
1900
1.269
1950
2.489
1970
2.623
1981
3.834
1991
4.718
31 de Diciembre 2002
5.327
Bustablado
Duña
68
38
86
55
81
41
79
41
59
42
59
45
Carrejo
Santibañez
205
139
275
180
245
333
240
112
192
151
279
170
Casar
Cabrojo
Periedo
Virgen de la Peña
279
76
135
ND
433
107
123
ND
551
103
83
128
582
104
91
159
543
90
77
141
782
152
72
85
Ontoria
Vernejo
TOTAL
314
92
2615
441
204
4393
446
408
5042
405
423
6070
382
394
6789
407
536
7914
Los análisis demográficos de cada año reflejan la disminución progresiva de población en las zonas rurales de
nuestro país.
Cantabria también se ha visto afectada por ésta tendencia −principalmente en sus áreas centrales− pues
paradójicamente sus municipios rurales más accesibles, como es el caso de Cabezón de la Sal, han
experimentado un crecimiento de población, acompañado de un proceso de migración importante, que ha
supuesto el traslado de muchas familias (en su mayoría procedentes de la región) a la Villa de Cabezón.
Este municipio se escapa del modelo demográfico típico de las áreas rurales: crecimiento hasta la primera
mitad del siglo XX y despoblación desde entonces hasta la actualidad.
Así, Los Tojos, Valle de Cabuérniga o Ruente, municipios que lindan con el de Cabezón, muestran una
evolución totalmente opuesta, esto es, pérdida progresiva de población, y más notable cuanto más difícil es el
acceso.
Cabezón, precisamente, tiene las características de estar bien comunicado con el resto de la región y de
desempeñar un importante papel como espacio rural.
Como podemos observar en el cuadro, el municipio de Cabezón ha crecido indudablemente, centrándose
principalmente este hecho en la Villa, pues el resto de las localidades han sufrido evoluciones demográficas
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muy diversas. Así, los núcleos de Bustablado y Duña, siguen el desarrollo típico de poblaciones rurales,
creciendo hasta 1950 y decreciendo desde entonces. Carrejo también ha seguido la misma línea. La localidad
de Santibáñez, por el contrario, crece notablemente hasta 1970 adquiriendo una población de 333 habitantes,
y a partir de entonces comienza a decrecer hasta que en la actualidad posee la mitad de población que en su
momento de auge: 170 habitantes. Casar no sigue la línea tradicional, si no que en la segunda mitad del siglo
XX continúa creciendo en habitantes. Cabrojo, que tras 1950 comienza a despoblarse, en la actualidad
aumenta algo en habitantes. Periedo carece de datos demográficos hasta 1970, donde constan 128 habitantes;
hasta 1981 sigue aumentando en número y tras esta fecha comienza a decrecer, siendo actualmente 85 las
personas que allí viven. Ontoria sigue el modelo típico de decrecimiento a partir de 1950. Y, finalmente,
Vernejo, que junto con Casar y la Villa de Cabezón, experimenta un crecimiento progresivo a lo largo de los
años.
El crecimiento de la Villa es claramente el mayor en comparación con las otras localidades del municipio,
pues desde 1900 hasta el 2002 ha visto cuadruplicada su población, pasando de 1.269 a 5.327 habitantes en
el 2002.
La Villa, y el municipio de Cabezón, ha experimentado en el último siglo una transformación demográfica
cuya explicación se debe principalmente a los cambios económicos. Ciclos económicos y ciclos demográficos
se han enlazado, modificando así las estructuras demográficas del municipio.
La explotación de las minas de sal y su crisis posterior, las transformaciones en la estructura agraria y
especialmente ganadera, la llegada del ferrocarril en 1905 y el consiguiente desarrollo de los servicios que
este hecho arrastró, la instauración de la Textil Santanderina en 1930 y de otras industrias relacionadas a la
cerámica y los muebles, etc., han dotado de una especial singularidad a la villa de Cabezón de la Sal, y
explican por tanto, el espectacular desarrollo demográfico que se ha venido dando desde principios del siglo
XX. El gran crecimiento de la villa viene de la mano de todos estos sucesos, que han dado a Cabezón
propiedades exclusivas como centro industrial y terciario.
LA INDUSTRIA
A finales del siglo XIX, el sustento principal de los pobladores se basaba en una actividad agraria tradicional,
en la que se combinaban cultivos de cereales y huerta con una ganadería extensiva. Paralelamente a esto, se
llevaban a cabo también otra serie de actividades, como la desarrollada en la fábrica real de sal, los molinos
harineros, la transformación de la abundante madera, el barro, que se obtenía de los depósitos de arcillas, etc.
Cabezón sumaba un número importante de actividades preindustriales, aunque todas ellas secundarias frente a
la principal, la agraria.
A principios del siglo XX comenzaron a surgir actividades propiamente industriales. La fuerte crisis que
sufrió la fábrica real de sal a finales de XIX, produjo la disolución de la misma; y a principios del siglo XX,
mediante una subasta, se repartieron las salinas a empresarios privados. Esto produjo la apertura de nuevos
pozos, que junto con la gestión de los mismos, constituyeron la principal actividad industrial que se produjo
en Cabezón.
La entrada del ferrocarril impulsó los comienzos industriales, pues favorecía la entrada y salida de materias
primas y nuevos productos.
Con la transformación de la madera comenzaron a surgir serrerías, ebanisterías y fábricas de muebles.
En los años veinte comenzó la construcción de lo que será el referente industrial principal de la villa, la
fábrica de producción textil de algodón. La fábrica textil destacó sobre las demás debido a las dimensiones del
establecimiento y la empresa que se constituyó en torno a este negocio. Atrajo a cantidad de mano de obra y
potenció las expectativas industriales de Cabezón.
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Paralelamente a este suceso comenzó a gestarse el cambio agrario, que de una ganadería variada y extensiva,
evolucionó hacia la especialización de ganadería vacuna de orientación lechera en estabulación, lo cual
favoreció la explotación ganadera como actividad industrial.
Durante este periodo se fue consolidando la industria cabezonense que acabó presentando diversas ramas: la
textil y la confección, el aserrado y la fabricación de muebles, las cerámicas, la sal, el queso, el calzado, los
curtidos, etc., precisamente no pocos sectores para tratarse de una localización rural.
Tras una fuerte crisis en los años setenta, muchas de las empresas fueron desapareciendo, y actualmente son
tres las ramas principales. La Textil Santanderina, con 400 empleados; la rama de la madera, negocios
mobiliarios; y la cerámica, con dos establecimientos principales.
A pesar del gran proceso de terciarización que ha sufrido la villa, a principios de los años noventa, el
porcentaje de población ocupada en industria y construcción sobrepasaba a la empleada en los servicios.
Este proceso de industralización ha convertido a Cabezón en centro dinámico, reflejándolo en sus estructuras
demográficas, pues mientras este municipio no deja de crecer, su periferia estancada y deprimida, disminuye
paulatinamente en número de habitantes, muchos de ellos atraídos por la activa villa.
SISTEMA DE COMUNICACIONES
En 1905, con la construcción del ferrocarril, quedó comunicado el trayecto Vizcaya − Santander − Asturias.
Desde entonces, el tiempo de duración del viaje se ha ido reduciendo, de dos horas y media a principios de
siglo, a una hora en la actualidad. El número de trenes que hoy día pasan por Cabezón, dirección Santander o,
por el contrario, dirección Oviedo, es muy grande; por lo que disponen de un amplio horario. Además,
efectúan paradas en núcleos importantes como son Torrelavega, camino de Santander, y Llanes, cuando se
dirige a Oviedo.
La llegada del ferrocarril fue el impulso decisivo que produjo el cambio de la villa tradicional en centro
comarcal moderno. Esto estimuló el desarrollo de las ferias y mercados, la proliferación de comercios y
servicios, el establecimiento de fábricas y talleres, etc.
A continuación podemos ver los horarios de trenes Cabezón de la Sal−Santander y Santander−Cabezón de la
Sal, donde se aprecia el gran abanico de posibilidades que ofrece la red ferroviaria, tanto de horarios como de
lugares conectados en el trayecto:
A finales del siglo XIX, se construyó la carretera del Saja, la comarcal 625, que une Cabezón con la comarca
de Campoo, pasando por Reinosa, a través del Valle de Cabuérniga. En esta carretera también se localizan los
núcleos del municipio, Carrejo y Santibañez. Por esta carretera se llevaba la sal a Castilla
Sobre la ruta histórica que enlazaba "las Asturias de Santillana" con "las Asturias de Oviedo, se trazó una de
las vías de comunicación más importantes de la región, la carretera que une Santander con Oviedo y que
recorre todo el norte, desde el País Vasco a Galicia, la N−634. Sirve de conexión con núcleos de Cabezón
como Virgen de la Peña y Casar, y enlaza a Cabezón con las ciudades y villas más importantes de la zona
como Santander, Torrelavega, Castro Urdiales, Laredo, Santoña, y por occidente, San Vicente y Comillas.
Cabezón se encuentra situado sobre la nueva autovía del Cantábrico, que hoy día ya queda comunicado con el
País Vasco, principales ciudades de Cantabria, Asturias y en un futuro muy próximo, Galicia.
También se verá afectado por la autovía de la Meseta, que se encuentra en construcción, y que unirá Santander
con Palencia y Valladolid.
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Éstas dos últimas vías juegan un importante papel en la ya excelente conexión de Cabezón a nivel intra y
extrarregional.
En autobús también encontramos amplias posibilidades de movimiento hacia el exterior de la comarca. Por un
lado, podemos coger autobuses que vayan a Potes o Renedo de Cabuérniga todos los días (incluso festivos), y
por otro, autobuses de la conocida empresa ALSA, que efectúan el trayecto Gijón − Irún, que pasan por
Cabezón y tienen paradas en numerosas villas y ciudades importantes.
A continuación podemos ver el horario de autobuses de la empresa ALSA en el trayecto Gijón− Irún:
A escala intracomarcal, resulta llamativo la, en ocasiones, ineficaz red viaria, pues facilita más las relaciones
con el exterior que con el interior de la comarca. Así, la mayor parte de núcleos del área, presenta deficiencias
en cuanto al sistema público de transportes, pues, por ejemplo, la posibilidad de ir a Comillas desde Cabezón
en transporte público, sólo es posible en la temporada de verano (y sin una fecha estipulada) y únicamente a
las 14.00 horas. Al igual que para ir al municipio de Mazcuerras, que linda con el de Cabezón (en principio
constituían ambos un solo municipio): sólo es posible los sábados a las 11.30 de la mañana.
Tanto la villa como el valle se benefician de las intervenciones públicas de transporte que facilitan cada vez
más su articulación con el resto del territorio regional y nacional.
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