nñoII.-núm`.63.

SUSCRIPCION
ESPAÑA
.1 PESETA TRIMESTRE
PORTUGAL. 300RE 15.
Ciudad J^oarigo 24 de Junio de j9jj
NuMER
nñoII.-núm'.63.
Pero como los términos del enunciado son
falsos, la consecuencia tiene que ser lógicamenLa situación especial en que el Director de te falsa. Las cantidades recaudadas por suscripeste semanario se halla colocado, respecto á la ción no fueron incondicionalmente donadas en
Junta que entiende en la reconstrucción del ha- su mayoría: por el contrario, los donantes condi•rrio del Puente y socorro á los damnificados, ha cionaron su entrega destinándolas á construcciosido causa de que AVANTE, haya rehuido este nes en el arrabal del Puente.
asunto, en el cual se limitó, á ser mero narrador
Prueba al canto. De tres maneras distintas se
de los sucesos, y consejero de paz, calma, pru- hizo la recaudación: primera, donativo del Estadencia y buena fé. Quería evitar con tal conduc- do; segunda entrega hecha á persona determinata, la interpretación que á sus opiniones pudiera da; tercera, entrega directa al Ilustre Ayuntadarse, huyendo también del peligro de su mismo miento. La primera, la condicionó el Estado,
amor propio, que podía inducirle a convertir en dedicándola á construcciones, según consta en
parcialidad, ei criterio imparcial, propio de una el libramiento de la cantidad, obrante en las
publicación periódica que en algo se estima.
oficinas municipales. La segunda, la condicionaMas son de tal bulto los errores que como in- ron los donantes, porque tratándose de la donaconcusas verdades se sientan, de tal manera se ción verbal de cosa mueble que requiere la enpretende extraviar la opinión, que es ya hora de trega simultánea de la cosa donada, y siendo uno
acometer de frente el problema, para cumplir la de los donantes—y de los principales—el intermisión del periodismo, reflejo fiel, é inspirador mediario, fuerza será tener por inconcusa su afirmación, acerca,de tal condicionalidad. La terceimparcial, del público.
ra,
quedó condicionada por el mismo AyuntaUno de los errores que como tales Verdades
miento,
genuino representante de los donatarios,
se han sentado, es el siguiente: «los donantes hicieron sus donaciones sin condición, y al acep- al acordar en sesión ordinaria, de 2 de Enero de
tarlas los damnificados por medio de sus repre- 1910, que el producto de la suscripción particusentantes que las recogieron, perdieron los pri- lar, fuese destinado á construcciones.
Es falsa, pues, la primera premisa de la propomeros, en el acto, todo derecho sobre ellos.» { L a
sición y por tanto es falsa la conclusión de ella
Iberia, nümero 426 artículo firmado H. A.)
Cierto es, que así expuesto el argumento, la derivada. Mas aunque no lo fuera, por esta cauconclusión es jurídicamente cierta, como deriva- sa, lo sería por defecto de enunciación de la preda que es de los caracteres que integran toda do- misa segunda «los encargados de recogerlas en
nación, gratuidad, irrevocabilidad y contrac- representación de los damnificados, las aceptualidad y solo hubiera faltado, para que el más taron». No; no es eso, los encargados de recoexigente maestro en derecho la aceptase, que se gerlas, en representación de los damnificados,
hubiera añadido á ella como corolario; «á no ser las aceptaron condicionalmente, en la forma
que por ingratitud del donatario, quedase ipso en que habían sido hechas. ¿Quienes fueron
esos representantes? Si lo fué el Ayuntamiento,
facto revocada la donación.»
505
Siempre friunía la Deraa9
1
AVA NIE
ümco y genuino representante legal del purblo
al que la donación se hacía, el Ayuntamiento
aceptó la donación condicionada, ó la condicionó él mismo en uso de sus atribuciones; y asi en
sus sesiones de 2, 8, 12, 19 y 22 de Enero y 3,
5, 10 y 17 de Septiembre de 1910 acordó una y
otra Vez que las cantidades recaudadas, se dedicaren á construcciones; y aunque en la de 3 de
Septiembre, se trató de desvirtuar el acuerdo, á
petición de varios damnificados, en la de 5, se
acordó rectificar los acuerdos anteriores, modificándolos tan solo en cuanto al extremo de que
se hiciera el cálculo de los daños individualmente sufridos. Si lo fué el entonces Alcalde, señor
Velasco ¿cómo aceptó la donación que á sus representados se hacía? Condicionada, según él
mismo afirma, repite y proclama. Pero, ¡qué
más! ¡Si por acuerdo del Ayuntamiento, fueron
convocados los vecinos del Puente y en su reunión proclamaron, por inmensa mayoría, que las
cantidades se destinaren á construcción y reconstrucción de viviendas y que las nuevas se edificaren en la márgen izquierda del Agueda, acuerdo que fué base del adoptado por el Ayuntamiento, en sesión de 19 de Enero de 1910!
Después de esto ¿qué queda del dogmático
principio sentado por el anónimo escritor de La
Iberia? Nada; es decir, sí; de la discusión brota
la luz y esta alumbra con claridad meridiana el
siguiente raciocinio: donadas varias cantidades con determinado destino y aceptada la donación así condicionada, la cosa donada tiene que ser empleada en la forma acordada por
el donante, quién en tanto, tiene perfecto derecho a exigir que la condición se cumpla ó se
tenga por no hecha la donación, reintegrándose de su importe.
Esta es la verdad'y esta es la conclusión, y si
alguien la pone en tela de juicio, que se atreva á
sostener lo contrario en contraVersia más amplia
que la que cabe dentro de los estrechos moldes
periodísticos, que no faltará quien le conteste y
demuestre la certeza de estos hechos, la ilegalidad de la proporcionalidad y las consecuencias
que de aquellos y de la aplicación de esta, se derivan.
vado asunto del Arrabal del Puente. ¿No habría
medio, señor Director, de poner fin rápIdatRente,
(aunque fuera, si es preciso, cortando por lo sano), al lamentable espectáculo, que está dando
Ciudad Rodrigo y que, ó mucho me equivoco, ó
pone en tela de juicio nuestra capacidad para administrar unas cuantas pesetas y lo que es más
triste, nuestro derecho á merecer, en casos análogos, la conmiseración ajena? Y ello es preciso, urgentísimo. Porque tal maña nos hemos dado
para embrollar un asunto sencillísimo, tales cosas Van saliendo á la superficie de este revuelto
lago, ayer tan apacible y tranquilo, tan triste idea,
estamos dando de nosotros mismos, que es muy
de temer, si, lo que Dios no permita, se repitiera la catástrofe, que no encontráramos quien nos
fiara una peseta.
Y digo yo: ¿Qué hay en el fondo de ese problema, tan claro al parecer, qué imposibilite ó dificulte su solución? ¿Hay algún misterio que los
profanos no podemos penetrar? Si lo hay, dígase; pero no se nos tenga en esta cruel y peligrosa incertidumbre. ¿Porqué V.V. que deben estar
enterados, porque los periodistas lo saben todo,
no hablan claro, dando la razón á quien la tenga
y quitándosela al que obre caprichosamente, ó
mejor, (puesto que es difícil que unos tengan toda la razón y otros ninguna, quitando de acá y
poniendo allá hasta dejar las cosas en el justo
medio? Porque hasta ahora he observado que el
que defiende, defiende á capa y espada todos,
absolutamente todos los a c t o s , todos los planes,
todas las intenciones de su cliente, y el que ataca, ataca con cuerpo y alma todos los actos, todos los planes, todas las intenciones del adversarios; y esto podrá ser siempre lo más digno de
gratitud, pero pocas V e c e s es lo más justo.
No Vaya V. á creer, amigo don Jesús, al leer
este preámbulo, que voy yo á presentarme á solucionar el problema; nada de eso. Ni tengo cabeza para ello, ni estoy al tanto de los secretos,
si alguno h a y , del asunto ni nadie me ha llamado
á terciar en este debate. Lo que Voy haciendo no
es más que un modo como otro cualquiera de tirar á V.V. de la lengua para que pongan en claro
si puede ser, dos ó tres puntos, que para mi, y
creo que para la inmensa mayoría de los lectores, están un poco oscuros.
Ahora si, lo que aseguro á V. es, que lo que
Oairta. abierta
diga, lo diré con entera lealtad y franqueza, sin
al Señop Directop de AVANTE
apasionamientos de ningún género, guardando
perfecta equidistancia entre los dos extremos: no
Muy Sr. mío y distinguido amigo: Aunque aje- tengo interés personal en el asunto, no soy pano por córhpleto á toda contienda periodística, y riente, ni amigo, ni enemigo de ninguno de los
aún á todas las cuestiones que actualmente se damnificados, ni de ningún Concejal, ni de nindebaten en la localidad, no puedo ver con indife- gún individuo de la Junta ó de la Comisión; es derencia el giro que vá tomando el tan traído y lle- cir, que no me tocan las generales de la ley, y
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puedo hablar sin adular á estos ni temer á aque-t
líos, sin necesidad de lavar la cara á unos ni de
explotar inicuamente la ignorancia, la codicia ó
la miseria de los otros.
Esto supuesto; claro es, que ya es imposible
retrotraer e¡ problema á sus principios, cuando
su solución era tal Vez más fácil; ahora no hay
más remedio que aceptarlo tal como está planteado en la actualidad. Pero, como es preciso que
convengamos en algo, que nos sirva de punto de
partida, no estará demás exponer brevisímamente el estado de la cuestión, con lo cual quizá consigamos limpiar algo de broza en el camino.
Todos sabemos como á raíz déla catástrofe, se
reunió, de limosna, cierta cantidad, pequeña si se
tiene en cuenta la magnitud de la desgracia,
grande por los sacrificios que supuso, inmensa
por la buena voluntad con que se dió.
Esta cantidad, chica ó grande, suficiente ó insuficiente fué dada, si, para los damnificados,
pero no d los damnificados, pues, por voluntad
expresa de los donantes y, sin duda porque estas
personas les inspirarian absoluta confianza, fué
puesta en manos del Ayuntamiento y del Prelado
de la Diócesis, genuinos representantes del pueblo. Desde luego salta á la vista y no es posible
negar, á no estar cegado por la pasión, que una
limosna así hecha, es por su misma naturaleza
condicionada. Sin necesidad de atender á las
condiciones expliciias, que, en uso de un perfecto derecho puede fijar taxativamente el donante, sólo el hecho de ponerla en manos, no del
pobre á quien se intenta socorrer, sino de una
tercera persona ó entidad á quien se confía su libre distribución, impone á unos y á otros ciertas
obligaciones y ciertos derechos, que despojan á
esa limosna del carácter de absoluta é incondicional: de una limosna asi hecha ya no puede el
destinatario disponer libremente, es decir, cómo,
cuándo y en la forma que convenga á su antojo ó
á su personal interés, sino cómo, cuándo y en la
forma que el depositario estime conveniente; así
como también tiene este el deber sacratísimo, al
cual corresponde el derecho correlativo en la
otra parte, de no malgastar los fondos que le han
sido confiados, de observar escrupulosamente la
posible equidad, de atender primero á lo más necesario, de no falsear el concepto de limosna,
imponiendo condiciones, que conviertan el beneficio en carga pesada, de atender al bien general
con preferencia al particular de cada uno etc.,
etc.
cantidad á las más urgentes ateticlOfies, y, dicho
sea en su honor, porque así lo entendieron y así
interpretaron sus derechos y sus deberes, no pasaron frió ni hambre en aquellos aciagos días
los desgraciados Vecinos del Arrabal de Puente.
No será necesario advertir, que todo lo dicho es
aplicable á la Junta encargada más tarde de la repartición de las limosnas, puesto que, al suceder
á los primeros depositarios, heredó todos sus derechos y echó sobre sus espaldas las mismas
obligaciones y responsabilidades.
Paréceme, pues, que esta exposición breve y
clara (no porque yo haya acertado á hacerla con
claridad sino porque se trata de una cosa clarísima) del estado de la cuestión arroja luz meridiana sobre el fondo negro del enojoso problema; y
esto es precisamente lo que causa mi extrañeza
y lo que no acabo de entender: como y porqué,
siendo los principios evidentes, resulta tan embrollada y difícil su aplicación.
Así, (y con esto entramos de lleno en materia)
no entiendo: 1.° cómo teniendo la Junta el derecho innegable de repartir los fondos, cómo
cuándo y en la forma que estime conveniente,
y no habiendo derecho contra derecho, y no existiendo afortunadamente la circunstancia agravante del hambre, que todos sabemos es mala
consejera y en este caso reclamaría justísima"
mente derecho de prioridad, no entiendo, repito,
como se há podido reconocer en uno ni en dos
ni en media docena ni en todos los damnificados
juntos derecho á exigir que la distribución se haga cómo, cuándo y en la forma que parezca
conveniente e//05.
2.° No entiendo como teniendo la junta el deber sacratísimo de atender primero á lo más
necesario y de procurar el bien general con
preferencia a l particular de cada uno, y correspondiendo á todo deber un derecho, y estando en la conciencia de todos que lo primero, lo
más necesario, lo más urgente (después de alimento y abrigos), lo que beneficiaba á todos sin
perjudicar á ninguno, era la reconstru.cción de!
muro, que durante tantos años defendió heróicamente el Arrabal de las embestidas del Agueda,
no entiendo, repito, como siendo verdad todo esto, los vecinos del Arrabal no hán pedido, y si
han pedido, cómo no han pedido unánimemente,
insistentemente, diariamente, y si lo hán pedido,
porqué la Junta no há oído su petición, y si no lo
hán pedido, porque la Junta no há acordado, sin
que nadie lo pida, destinar la cantidad convenienEsto me parece que es puras matemáticas y te para esa obra necesaria, urgente, de utilidad
que basta el simple buen sentido para entender- general. Tres razones, á mi ver, ha podido tener
lo. Así lo entendieron el Ayuntamiento y el Pre- la Junta para esa misión, á primera Vista imperdolado destinando en los primeros momentos, sin nable: primera la esperanza de que el Estado hi-"
consultar á nadie y sin protesta de nadie, cierta ciera la obra por su cuenta; segunda, el temor
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AVANIE
de no interpretar bien la intención de los donantes; tercera, el propósito decidido^ absoluto,
irrevocable de construir las nuevas Viviendas
unos metros más allá, fuera del alcance del rio.
En cuanto á la primera razón, mentira parece
que todavía, visto lo visto^ haya en Ciudad Rodrigo quien confie en la protección oficial; y
aunque así fuera, aunque fuéramos tan afortunados, que llegara un día en que se hiciera ese milagro, medio habría entonces de recobrar la cantidad adelantada: otras cosas más difíciles se
hacen y aún se comprueban debidamente. La segunda razón apenas merece ser tenida en cuenta,
porque, aparte de que hay cantidades donadas
sin dpstino fijo, aún las destinadas expresamente á reconstrucciones, pudieran sin violencia dedicarse á ese fin, pues también los muros de defensa se construyen y reconstruyen. La tercera,
piadosamente pensando, (porque claro es que no
Vamos á hacer caso de habladurías), de seguro
que nada há influido en el ánimo de los señores
de la Junta, pues aún suponiendo que su intención preconcebida fuera construir en las Eras
del Puente, ¿los que quedan aún viviendo en el
antiguo Arrabal no són de Dios? ¿con qué derecho ó con qué caridad se les deja completamente indefensos, y sin salvación posible el día en
que al rio Vuelvan á atufársele las narices? Por
todas estas razones creia yo, señor Director, que
lo primero que debieron pedir todos los vecinos
del Arrabal semi-destruido y lo primero en que
debió pensar la Junta, fué en la reconstrucción
del muro; y como aún subsisten las mismas causas, pués, aunque el rio há demostrado ya otra
vez cuál es su perra intención, todavía no se há
áeaáxáo por ahora á llevarse todo el Arrabal,
sigue extrañándome, y desearía que V. me lo explicara, si lo sabe, porque no es esa la primera
y más enérgica petición de los damnificados y
la primera y más enérgica y más irrevocable decisión de la Junta.
liciosas desconfianzas y sospechas, que á nadie
favorecen y á ellos menos que á nadie.
Pero 4.° y último. Tampoco me explico como, tratándose de una limosna, y teniendo la
Junta la obligación ineludible de conservarle á
toda costa ese carácter, evitando imponer condiciones, que conviertan el beneficio en carga
pesada ó simplemente poniendo trabas desagradables; teniendo además en cuenta, que la condición impuesta por los donantes sólo puede referirse a l f i n , que es, construir ó reconstruir,
de ninguna manera, y si acaso solo como consejo, a l medio que es, concedámoslo, el Sindicato, y mucho menos al sitio en que se haya de j
edificar, digo que no me explico cómo y porqué
la Junta ha de extender su manto benéfico solamente sobre los que se avengan á sindicarse y no
sobre todos los que necesitan construir, cualquiera que sea el sitio que elijan para su vivienda,
que entre paréntesis, nadie puede conocer mejor
que el que lo há de habitar. La misión de la Junta parece que debiera ser facilitar, no dificultar
los fines que le són propios.
Hay que confesar, que esto hubiera sido más
fácil, si desde luego se hubiera principiado por
dónde debió principiarse, por la construcción del
muro de defensa, con lo cual hubiera desaparecido (si es que ha existido alguna vez, que lo dudo) la distinción, mejor dicho la muletilla, de zonas habitables é inhabitables en los antiguos solares del Arrabal del Puente. Pero nunca es tarde si la dicha es buena; reconstrúyase el muro,
hágase más grande la puerta del Sindicato, para
que puedan entrar por ella todos los necesitados
de protección, y quizá con ello se den por conformes los vecinos del Arrabal, y sin quizá los
respetables señores de la Junta se eviten más
dolores de cabeza.
Tales són, señor Director, los puntos oscuros
que yo desearía ver dilucidados para bien de
unos y tranquilidad de todos; y como hé oido
que su excelente periódico acoge noblemente todo lo que noble y honradamente se propone para
bien del pueblo, por eso me hé dirigido á V. en
la seguridad de que no echará en saco roto estas
dudas y preguntas.
Dándole gracias anticipadas, se ofrece de usted affmo. s. s. q. b. s. m.
t
M. HERNÁNDEZ.
3.° También me extraña, que teniendo obligación los damnificados de atenerse á lo que disponga la Junta respecto al como al cuando y á
la forma de la distribución de socorros, mientras
no conste que esta dilapida sus bienes ó que no
procede equitativamente etc., (suponer lo cual
sería en este caso una incalificable infamia), y
siendo la agrupación y la solidaridad el mejor,
quizá el único medio de sacar todo el partido posible al pequeño capital á distribuir, me extraña,
digo, que muchos de los interesados se resistan
á participar de las ventajas y beneficios, que puHan contraído matrimonio la preciosa señorita
dieran obtener del Sindicato de construcción,
que la Junta tuvo el buen acuerdo de crear. Esto Pura Melero Mirueña, con el joven sargento don
me parece que es no entender sus propios inte- Camilo (Veja.
reses y no sé si dar indicios de que abrigan ma5Ü8
nsrOTioi^s
AVAN in
Nuestro querido amigo don Eloy Montero G u tiérrez, exalumno del Seminario de esta ciudad,
ha terminado sus estudios de Teología, en el Seepinario de Salamanca, con tres sobresalientes,
habiendo obtenido en las Facaltades de Derecho y
Filosofía y Letras, de dicha capital seis sobresalientes, un notable y cinco matriculas de honor.
Enviamos por este triunfo, nuestra más entusiasta enhorabuena.
E n el B. O. déla provincia, se publico la R. ( ) .
del Ministerio de la Gobernación, prohibiendo la
venta délas carnea de los toros muertos en espec»
táculos taurinos, en localidad distinta de aquella
donde el espectáculo se haya verificado.
Por la Alcaldía, se ha enviado á todos los comercios de cuantos usan pesas y medidas un anuncio impreso, para que en sitio visible se fije, en
que se recuerda el cumplimiento del sistema métrico decimal, haciendo público, que desde hoy en
adelante, los dueños de los establecimientos no
despacharán más que por metros, litros y kilos.
¿Que apostamos á que el público es el primero que
resiste y sigue haciendo sus pedidos como antes
por libras, varas y cuartillos, sabiendo que ni las
pesas, ni las medidas están contrastadas y por
tanto que impunemente se le puede estafar?
H a fallecido, en Guadalajara, la Srta. Carolina
González Biescas, que durante varios años convivió con nosotros, al lado de su padre don Juan
¡González, capitán de carabineros. Acompañamos
á su buena madre y hermanos, en su honda pena.
También ha fallecido en esta Ciudad, doña María Bazán Giménez, madre y hermana, respectivamente, de nuestros buenos amigos don. A n t o n i o
Huertas y don Salvador Bazán, á quienes, como
á toda su familia, enviamos nuestro pésame.
• ••' •
H a tomado posesión del Consulado de Portugal, en esta Ciudad, el Sr. Vasco de Quevedo, de
cuyo nombramiento dimos cuenta en el número
anterior.
Sea bien venido el Sr. Quevedo, á quien saludamos cordialmente, en el doble concepto de representante de una nación hermana, cuya prosperidad, de todas veras deseamos, y de compatriota,
ya que según nuestros informes, es descendiente
directo de nuestro gran humorista don Francisco
de Quevedo y Villejas.
Hffifc. •
.
,
•*'))*
Con gran solemnidad se celebró en la Iglesia
^ÍP
Se encuentra ^ntre nosotros, pasando una temporada con su abuelo, don José A . Jorge, el jóven
y ya distinguido estudiante salmantino Salvador
Vázquez deParga y Jorge, quien en sus exámenes
de prueba del curso, de primer año de Medicina)
ha obtenido dos matriculas de honor, amén de varios sobresalientes.
Hemos saludado en está: procedentes de San
Martin de Trevejo, (Cáceres), el ex-gobernador de
Barcelona y otras provincias, don Nicolás Ojesto.
su bellísima hija Feliciana y el párroco don Constantino Estévez, de paso para Madrid, y la preciosa Srta. Enriqueta Sánchez, hija del Fiscal de la
Audiencia de Zamora, don Lisardo Sánchez Cabo,
de paso para Salamanca; al gerente de la H i d r o eléctrica don Francisco López Mancisidor; doña
Luisa Flores, con sus hijos Ramona y Emilio F i guerola; don Julián Maldonado, Vice-Consu! de
Portugal; doña Nicasia Iglesias y doña Juliana
Blanco, de Iglesias, procedentes de Astorga; don
Emigdio de la R i v a y su esposa doña Laura Ibanez, y don Francisco López, capellán de Fuenteguinaldo.
de San Agustín la primera comunión de varios
niños de los que concurren al Colegio de Teresianas. Ofició el Doctor Sr. Marsal, Provisor de la
Diócesis, quien al final dirigió á los niños sentidísima y elocuente plática; y recibieron la coraunión las niñas Manolita Muñiz, Conchita Camisón, Fanny Somoza, Carrnencita Iglesias, E l v i r a
de la R i v a , Angelita Caballero, María Jesús Carrasco y Modesta Martín, y los niños A n g e l
Hernández, Manolo Matilla, Modesto y Domingo
Martín, Saturnino Gozález y José Prieto.
También recibierón laprimera comunión en laae
San Andrés (Capilla de Cerralbo) los niños Tomás
Hernández Domínguez, y Paco García Izquierdo.
M i l enhorabuenas á los pequeños y á sus padres.
Por la ('omisión nombrada por el Ayuntamiento, en la sesión del sábado ú l t i m o , fué recibido el
nüevo edificio destinado á escuela graduada, i m propiamente denominado grupo escolar.
Grandísimas son las deficiencias que en el edificio se notan, sobre todo en la parte destinada á
habitaciones del conserge, completamente inhabitables, en el cemento del piso y en la cerca del
patio; deficiencias de que no culpamos á nadie,
porque en realidad no sabemos si las obras se
han llevado á cabo por administración ó por contrata.
En su día hablaremos más claro del asunto.
Y á propósito de la recepción de las escuelas,
damos la voz de alerta al Ayuntamiento y á los
padres de familia. Suponemos, fundadamente, que
el ferial de caballerías desaparecerá de la p r o x n
midad del nuevo edificio, á no ser que se quiera
que anden los niños, después de sacar la escuela
de la población, revueltos con caballerías y feriantes, en los dias de mercado semanal y ferias
5Ü9 —
AVANTE
brc, se celebró en la noche y madrugada del ig
del corriente la visj¡ilia y procesión délas Espigas;
la procesión salió de la Capilla de Cerralbo, su*
hiendo por la rampa del Seminario hasta el rebeHín de la Puerta del Conde, donde tuvo lugar la
ceremonia de la bendición de los campos.
^S»
Con motivo del reciente triunfo obtenido en los
Juegos florales de Bada józ por nuestro paisano y
amigo, el eximio poéta don José Montero, hemos
mensuales y anuales. O ¿es que no se había contado con ese peligro serio y constanteV
E"l miércoles próximo pasado, celebró su primera misa, el jóven presbítero don Joaquín Galache. E n tan solemne acto, fueron padrinos, don
A n g e l Salgado Marcó y su esposa doña Visit-ición Pinedo, oficiando de Presbítero asistente, don
Cándido Ledtsma. Ocupó la cátedra sagrada don
Saturnino Moro Palos, quien tomando como te-
tenido lo satisfacción y el orgullo de ver en Blanco y Negro y Nuevo Mundo, el retrato del autor,
y en este último la poesía premiada, con acertado
juicio crítico que la ilustrada Revisía de Madrid11*
hace de la «Canción española» de Montero, h
cual considera, muy acertadamente á nuestro juicio, como la suprema fórmula, en que debe cristaHzar la moderna orientación poética. De nuevo
felicitamos á nuestro poéta y nos felicitamos á
nosotros mismos por la parte que tuvimos en que
el ilustre mirobrigense fuera conocido en la tierra
que le vió nacer.
ma la misión del sacerdote, mostró ser un orador
sagrado, que promete ocupar un puesto preeminente entre los mejores de su clase, apenas la pailra de todo novicio desaparezca por completo.
La concurrencia fué numerosísima, predominando
en ella todas las clases sociales que quisieron mostrar á los honrados padres del nuevo sacerdote,
don Pedro Calache y doña Tomasa Prieto al
afecto y cariño que Ciudad R o d r i g o les profesa.
Después de la ceremonia, fueron obsequiados
los concurrentes, sirviéndoles pastas, dulces y l i cores en el Hotel de los padrinos, en cuyo mismo
local se sirvió suculento banquete, para los íntimos de la familia.
Los regalos recibidos por el oficiante, fueron
numerosos, entre los cuales descollaron, por su
riqueza, algunos de señoras pertenecientes á la
colonia portuguesa, que reside en esta Ciudad.
A y e r salió para Madrid, acompañado del señor
Provisor nuestro ilustrísimo Prelado, con objeto
de asistir al Congreso Eucaristíco, habiéndoles
precedido el mayordomo, don Juan Sentís. En el
mismo trén y con el mismo objeto salieron don
Serafín Vegas, Protesor del Seminario y don Juan
Fuentes Villarón, Capellán del Hospital. E n uno
de los próximos dias saldrán los sacerdotes, don
Santos Castaño, don Andrés García, don Francisco Valls, don Román Marcos, don Leandro (íüi|
tián, don Juan . Manzano, don Benigno Borrón,
don Saturnino Moro, don Angel Posadas, don
Luciano Rodríguez, don Elias Serradilla y los seglares, don Eduardo Yepes, don Eduardo Ruíz,
don Jesús Valls, don Dionisio Moro, don Pablo
Valías, don Joaquín Martín y don José Emilio
Sánchez.
E l día primero del próximo mes darán principio las misas gregorianas, en la capilla de la Venerable O. T., aplicadas por el alma de don Matías Cavero Canto.
,
• •
Por el reciente luto que lleva el Cuerpo activo
de la Sociedad de Bomberos voluntarios de esta
Ciudad, han sido suprimidos todos los festejos
con que celebra la festividad de su Patrono.
Esta mañana ha sido dicha una misa rezada en
sufragio de todos los socios fallecidos, á la que
concurrió el Cuerpo activo en masa, la Junta D i rectiva de la Sociedad y numerosos socios.
Continúa en depósito, en poder de los banqueros Viuda de Domínguez é Hijos" y á disposición de los vecinos del Puente, con solo el aviso
con cuatro días de anticipación, la suma de pesetas 14.091'68.
E l pasado martes se extravió de esta Población,
un perrito fino de caza, orejas largas, negras, pelo blanco azulado, lleno de motitas negras azuladas; se distingue de los demás canes, por lo bonito de su tipo.
A quién lo entregue gratificará su dueño Jesús
Montejo.
Con la solemnidad y concurrencia de costum-
Después de brillantes ejercicios, ha recibido el
grado de bachiller en S. Teología, en este Seminario Conciliar, el aventajado alumno don Gonzalo Martín Sánchez.
E l ilustrísimo señor Obispo ha dispensado, en
la forma y con las excepciones acostumbradas,
de la obligación del descanso en los dias festivos,
mientras duren las faenas de la recolección.
H a recibido el grado de bachiller en el Instituto de Salamanca, don José Gallo y Gallo hijo de
nuestro amigo don Pedro Registrador de la Pr0'
piedad.
Se encuentra enferma en Valladolid, donde estaba pasando una temporada, doña María Josefa
Ruano, viuda de Torres.
510
AVANIE
los exámenes celebrados en el Conservatorio de Música y Declamación, ha obtenido sobreal¡(;rite en el primer año de solfeo, con la espe' Ijal distinción de serle entregada la nota en el acI t0i la niña Mariana Elvira Montero, hija de nnesl tros queridos amigos don Emilio E l v i r a Zapata y
joña Elisa Montero, á quienes como á su encantaclora hija, enviamos nuestro parabién.
Por el Gobierno militar de esta provincia y plaza, se ha hecho fijar en los sitios públicos y rogado á la Alcaldía, que haga circular el bando siguiente:
«En la noche ó madrugada del día 16 han robado en la galería de este Gobierno que dá á la
Jluralla una maceta ó tiesto que contiene una
planta pequeña de hojas fuertes y estrechas que
producen la flor llamada lis.
Este punible hurto, más que por su valor intrínsico acusa el poco respeto que merece el edificio del Gobierno Militar y no estando dispuesto
áconsentirlo considero conveniente que se haga
público la grave penalidad en que incurre los que
asaltan y penetran en los edificios Militares amparados por la oscuridad y confiados en el descanso de los moradores entregados al sueño, advirtiendo podría ocurrir que sorprendidos infraganti los delicuentes é ignorando la intención
de los mismos, se le rechazarán con las armas,
sin poderse preveer que las heridas que recibieran
resultaren graves ó leves»
Cecfuras para las ¡OMttcifas
falta de medios ó de Voluntad, y para que sea
duradera, es preciso no abusar de la paciencia de
los amigos, procurar no molestar, ser muy tole*
rantes con todos sus defectos, no dudar de su
cariño porque nos visiten poco, en una palabra,
que haya mutua confianza y libertad, y asilas
más duras privaciones, nos parecerán suaves
cuando nos las imponemos por los seres queridos.
Sarinafa.
Registro Civil
NACIMIENTOS:
Fabiana Hernández Rodríguez.
MATRIMONIOS:
Belisario Caballero Pascual, con M a n u e l ^
Cruz, Peña.—José Blanco Sánchez, con María
de la Piedad Sánchez Hernáddez.—Crispiniano
Gómez Bernal, con Angela Cenizo 'Gómez.—
Camilo Oreja Luis, con María Purificación Melero Mirueña.
OTJJLTOS
DÍA 25 DE JUNIO.—Dominica tercera despué'á
de Pentecostés. El Purísimo Corazón de María,
con rito doble mayor y color blanco.
SANTA IGLESIA CÁTEDRA^.—Misa conventual á las ocho y media y á las once otra rezada.
CAPILLA DE CERRALBO. —Misa parroquial á
ocho y á las once y media, otra rezada. A las
seis y media de la tarde empieza la Novena al
Sagrado Corazón de Jesús.
PARROQUIAS. —Misa conventual á las ocho y
media, con explicación del Santo Evangelio,
La amistad, mis hermosas jovencitas, es un
sentimiento del alma, dulce y tranquilo, es ese
algo necesario al corazón humano, es la Vida;
así, pues, sin participar de los deleites del amor,
nos ofrece inagotables dulzuras.
La amistad, siempre es hija de la simpatía, na' -V
ce espontáneamente en la niñéz, vá creciendo
MERCADOS
Cada día más en la juventud y se consolida en la
IDÍ.A. S O X J B J X J I N r i O
edad madura; esta amistad es la verdadera, porgue no tuvo por base nigún móvil inl-eresado, ni
e§oista. No quiero decir que sólo en los primeas años se adquieren los buenos ' amigos, pues Trigo candeal, fanega.
» barbilla
» .
en todas las épocas de la vida, caminamos ^hacia Centeno
» .
este hermoso sentimiento, que se llama amistad. Cebada
» .
» .
La falsa amistad, es muy egoísta, y busca Algarrobas
Guisantes
» .
sietnpre los amigos que más le convienen y más Garbanzos
»
'e divierten; pero hay otro grado, digámoslo así, Habas
» .
Alubias
» .
sostiene el trato entre personas bien educaPatatas, arroba
y hace agradable la vida. No se debe exigir
IMP. D E E N R I Q U E C U A D R A D O C l o u A D R O D R I G O .
^ ella, lo que no puede ó no quiere darnos, por
511
Péselas C t s
10
9
7
7
7
8
17
8
23
1
50
75
50
50
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