Calle 53 Nº 653 B1900BBA - La Plata Prov. de Buenos Aires, Argentina Tel/Fax: (0221) 489 - 3960/63 E-mail: [email protected] SE PRESENTA COMO AMICUS CURIAE.Excma. Suprema Corte: Edgardo Binstock, Secretario de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires y Dinora Gebennini, Directora de Participación, Liderazgo y Mujer, constituyendo domicilio procesal en calle 53 Nº 653, en autos caratulados: “R, L M y N.N. por nacer s/ Denuncia” con trámite de origen en el Tribunal de Menores Nº 5 del Departamento Judicial de La Plata, con el patrocinio letrado de la Dr. Cecilia Lopes, T° XLVIII, F° 24 del CALP, Legajo Previsional N° 69447-8, CUIT e Ingresos Brutos N° 27-25686964-6, Responsable Monotributista, nos presentamos a VE y respetuosamente decimos: I.- PERSONERÍA. Que conforme surge de la copia del decreto N° 2992/05, que en copia certificada acompaño, fui designado Secretario de Derechos Humanos por el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires el 12 de diciembre de 2003 y, como tal, resulto ser el representante legal de dicho organismo. Se adjunta además la correspondiente certificación de servicios que acredita el desempeño como Directora de Liderazgo, Participación y Mujer en el ámbito de la Dirección Provincial de Igualdad de Oportunidades de esta Secretaria, de la Lic. Dinora Gebeninni, cuyo decreto de designación se encuentra en trámite. Que por decreto 587/05 se acredita el carácter de abogada de la Secretaría a mi cargo de la Dra. Cecilia Lopes. II.- OBJETO. Esta Secretaría de Derechos Humanos se presenta ante esta Excelentísima Corte en carácter de “Amicus Curiae”, a fin de acercar elementos de análisis que -estimamos- pueden resultar de utilidad al momento de resolver el caso bajo Calle 53 Nº 653 B1900BBA - La Plata Prov. de Buenos Aires, Argentina Tel/Fax: (0221) 489 - 3960/63 E-mail: [email protected] análisis, en virtud de la incidencia que su decisión puede tener en la resolución de casos similares. III.- INTERÉS DE LA SECRETARÍA DE DERECHOS HUMANOS EN EL CASO. La ley de Ministerios de la Provincia de Buenos Aires establece, entre las funciones asignadas a la Secretaría de Derechos Humanos la de “Intervenir en materia de derechos humanos, su promoción y reafirmación en la sociedad y en los Poderes Públicos” (art. 30 inc. 1, ley N° 13.175). En consonancia con este fin, la Secretaría tiene entre otras funciones la de proponer las reformas legislativas o interpretaciones legales que realicen el objetivo prioritario de proteger integralmente los derechos humanos, estudiando, elaborando y proponiendo iniciativas de aplicación, creación o modificación de normas que tiendan a preservar y garantizar la plena protección de los derechos humanos (art. 30. inc. 3, ley N° 13.175). La Secretaría de Derechos Humanos está especialmente interesada en la resolución del presente litigio, no sólo en virtud de la cuestión particular relacionada con los derechos afectados, sino fundamentalmente por la relevancia que el caso podría tener en la resolución de otros similares y en virtud de las diversas aristas que conlleva la cuestión bajo análisis. Teniendo en cuenta los compromisos asumidos internacionalmente por el Estado Argentino, así como la nueva hermenéutica surgida de la Constitución Nacional reformada en 1994, la Secretaría entiende que los criterios judiciales aplicados en las anteriores instancias podrían implicar violaciones a derechos humanos que harían recaer en responsabilidad internacional si no se accede a una reparación oportuna. Calle 53 Nº 653 B1900BBA - La Plata Prov. de Buenos Aires, Argentina Tel/Fax: (0221) 489 - 3960/63 E-mail: [email protected] La relevancia tanto subjetiva como objetiva del conflicto planteado en autos, creó la convicción de la conveniencia de acercar al órgano judicial competente la opinión de esta dependencia. IV.- LA INSTITUCIÓN DEL AMICUS CURIAE. El instituto del “Amicus Curiae” consiste en que terceros ajenos a la disputa judicial, pero con un justificado interés en la resolución final del litigio, expresen sus opiniones respecto del caso analizado, a través de aportes de trascendencia para la sustentación del proceso judicial. La Corte Suprema de Justicia de la Nación, autorizó la intervención de “Amigos del Tribunal” en todos los procesos judiciales correspondientes a la competencia originaria o apelada en los que se debatan cuestiones de trascendencia colectiva o de interés general (Acordada 28/2004). Allí se sostuvo que el presente instituto, es “...un provechoso instrumento destinado entre otros objetivos, a permitir la participación ciudadana en la administración de justicia. El Tribunal considera apropiado que, en las causas en trámite ante sus estrados y en que se ventilen asuntos de trascendencia institucional o que resulten de interés público, se autorice a tomar intervención como Amigos del Tribunal a terceros ajenos a las partes, que cuenten con una reconocida competencia sobre la cuestión debatida y que demuestren un interés inequívoco en la resolución final del caso, a fin de que ofrezcan argumentos de trascendencia para la discusión del asunto…”. Este instituto procesal tiene sus orígenes más remotos en el derecho romano, incorporándose paulatinamente a la práctica judicial de los países de tradición anglosajona. Como ha señalado Cueto Rúa (“Acerca del amicus curiae”, en LL, 1988, D-721 Sección Doctrina), se consideró al instituto como un medio procesal adecuado para suministrar a los jueces la mayor cantidad posible de elementos de juicio para dictar sentencia justa. Calle 53 Nº 653 B1900BBA - La Plata Prov. de Buenos Aires, Argentina Tel/Fax: (0221) 489 - 3960/63 E-mail: [email protected] El Amicus Curiae es una institución cuya utilización se ha extendido en las más diversas instancias internacionales. Ha tenido un especial desarrollo ante los sistemas internacionales de protección de los derechos humanos, en virtud del interés general que suscita el ejercicio de los derechos fundamentales de las personas. Así, la utilización de este instituto constituye una práctica reiterada ante la Comisión y la Corte Interamericanas de Derechos Humanos, así como ante los órganos de protección de los sistemas europeo y africano de derechos humanos. Por su parte, el Amicus Curiae ha sido contemplado legislativamente en el orden nacional, a través de la ley Nº 24.488 (publicada en el B.O. 28/6/95), que declara la inmunidad jurisdiccional de los Estados extranjeros ante los tribunales argentinos. Dicho texto legal, en su artículo 7º dispone: “En el caso de una demanda contra un Estado extranjero, el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto podrá expresar su opinión sobre algún aspecto de hecho o de derecho ante el tribunal interviniente, en su carácter de “amigo del tribunal”. Asimismo, en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la ley Nº 402, de “Procedimiento ante el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires” (B.O. de la Ciudad Autónoma de Bs. As., 17/7/2000, ADLA LX-D-4599), establece en el artículo 22 que titula Amicus Curiae: “Cualquier persona puede presentarse en el proceso en calidad de asistente oficioso, hasta diez (10) días antes de la fecha de celebración de la audiencia. En la presentación deberá constituir domicilio en la jurisdicción. Su participación se limita a expresar una opinión fundamentada sobre el tema en debate. El/la juez/a de trámite agrega la presentación del asistente oficioso al expediente y queda a disposición de quienes participen en la audiencia. El asistente oficioso no reviste calidad de parte ni puede asumir ninguno de los derechos procesales que correspondan a éstas. Las opiniones o sugerencias del asistente oficioso tienen por objeto ilustrar al tribunal y no tienen ningún efecto vinculante con relación a éste. Su actuación no devengará honorarios judiciales. Todas las resoluciones del tribunal son irrecurribles para el asistente oficioso. Agregada la Calle 53 Nº 653 B1900BBA - La Plata Prov. de Buenos Aires, Argentina Tel/Fax: (0221) 489 - 3960/63 E-mail: [email protected] presentación, el Tribunal Superior, si lo considera pertinente, puede citar al asistente oficioso a fin de que exponga su opinión en el acto de la audiencia, en forma previa a los alegatos de las partes”. Todos los antecedentes reseñados inauguran una tendencia que viene a fortalecer la aceptación que del instituto del Amicus Curiae que se viene registrando en la práctica judicial nacional. En nuestro país existen numerosos antecedentes jurisprudenciales en los cuales tribunales locales aceptaron la presentación de un memorial en carácter de Amicus Curiae. Resulta importante destacar que además de las organizaciones no gubernamentales de derechos humanos, existen antecedentes de organismos públicos que han utilizado la herramienta del Amicus Curiae a fin de tomar posición acerca de temas de trascendencia social general. Así, la Procuración Penitenciaria de la Nación ha presentado numerosos memoriales en derecho en diversas causas relacionadas con personas privadas de su libertad, ante situaciones que si bien se referían a un interno en particular, su resolución podía coadyuvar a sentar criterios generales en favor de toda la población carcelaria. Con base en estos antecedentes, es posible afirmar que la institución analizada tiene una marcada raíz democrática y su receptividad deriva de la forma republicana de gobierno y del principio de razonabilidad que debe guiar el accionar estatal, cualquiera sea el Poder de donde provengan esos actos de gobierno. El juez, por tanto, debe valerse de todos los elementos de conocimiento que estén a su alcance para lograr la mayor razonabilidad y, por ello, la mayor justicia en sus decisiones. Reiterando los conceptos vertidos por el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 2 de la Capital Federal, en oportunidad de aceptar un Amicus Curiae presentado por el CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales) “... la tarea de lograr una ajustada transformación del pensamiento jurídico actual, admitiendo ejes que permitan abrir nuevos campos de discusión, a efectos de encontrar alternativas y soluciones que nuestra realidad exige ... no sólo debe ser viable en el marco de Calle 53 Nº 653 B1900BBA - La Plata Prov. de Buenos Aires, Argentina Tel/Fax: (0221) 489 - 3960/63 E-mail: [email protected] discusiones académicas; la administración de justicia debe abrir sus puertas también a un debate en casos concretos con el fin de que la teoría y la praxis encuentren su justo medio”. En función de lo expuesto, esta Secretaría de Derechos Humanos se presenta ante esta Excelentísima Suprema Corte en carácter de “Amicus Curiae”, a fin de acercar elementos de análisis que -estimamos- pueden resultar de utilidad al momento de resolver el caso bajo análisis, en virtud de las cuestiones de orden público involucradas y la incidencia que su decisión pueda tener en la resolución de casos similares. V.- HECHOS. Con fecha 11 de Julio de 2006, el Tribunal de Menores Nº 5 del Departamento Judicial de La Plata dispuso “No hacer lugar al pedido de autorización para efectuar prácticas abortivas en la persona de L M R”. Cabe destacar que la progenitora de la joven no había requerido tal autorización en razón de que las circunstancias fácticas se enmarcaban en el supuesto de excepción del artículo 86 del Código Penal. Sustenta dicha afirmación el trámite que se estaba realizando en el Hospital San Martín que terminaría en la interrupción del embarazo, circunstancia que fue impedida judicialmente, como surgen de las constancias de autos. Apelada esta sentencia, es confirmada por la Sala II de la Cámara 1º de Apelación del mismo Departamento Judicial, a partir de lo cual y ante la interposición de los recursos extraordinarios correspondientes la causa se encuentra para que resuelva VE. VI.- CONSIDERACIONES DE LA SECRETARIA DE DERECHOS HUMANOS. En primer lugar debe destacarse que el asunto que tiene VE para resolver esta teñido de posibles injerencias que pueden relacionarse con la ética, la moral o la religión. Asimismo, no se desconoce que pueda ser dolorosa la decisión a la Calle 53 Nº 653 B1900BBA - La Plata Prov. de Buenos Aires, Argentina Tel/Fax: (0221) 489 - 3960/63 E-mail: [email protected] que se arribe de la misma manera que el resultado al que se llegue a partir de ella. Sin embargo, la objetividad e imparcialidad que la Justicia debe imprimir en los asuntos en que interviene marca el camino por el que debe correr la decisión a adoptarse, que no es otra que la que lisa y llanamente se desprende de la aplicación del ordenamiento jurídico vigente. El delito de aborto se encuentra tipificado por el Código Penal. El artículo 86 en su primera parte reza: “Incurrirán en las penas establecidas en el artículo anterior y sufrirán, además, inhabilitación especial por doble tiempo que el de la condena, los médicos, cirujanos, parteras o farmacéuticos que abusaren de su ciencia o arte para causar el aborto o cooperaren a causarlo”. Sin embargo, la segunda parte del artículo declara que en determinados casos el aborto no es punible, a saber: “El aborto practicado por un médico diplomado con el consentimiento de la mujer encinta, no es punible: 1) Si se ha hecho con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y si este peligro no puede ser evitado por otros medios; 2) Si el embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente. En este caso, el consentimiento de su representante legal deberá ser requerido para el aborto”. De la trascripción del artículo se desprende claramente que en los dos supuestos de excepción establecidos por la segunda parte del artículo 86 nada tiene que hacer la justicia, en el sentido de autorizar o no dicha práctica, siendo protagonistas únicamente de ese acto el “médico diplomado” y la persona que debe prestar su “consentimiento” al acto. Calle 53 Nº 653 B1900BBA - La Plata Prov. de Buenos Aires, Argentina Tel/Fax: (0221) 489 - 3960/63 E-mail: [email protected] Vale la pena recordar que en un precedente publicado en LLBA 2005 p. 1332, VE ha decidido por mayoría en el año 2005 confirmar la sentencia de un Tribunal de Familia resolviendo que no era necesaria una autorización judicial para que se practicase un aborto cuando se verificasen las circunstancias de hecho del artículo 86 inciso 1º. En esa oportunidad, el Dr. Roncoroni refiriéndose al tema dejó establecido que “…los únicos protagonistas de este acto médico … no son otros que la mujer encinta y el médico diplomado, que es el único dotado con el bagaje de conocimientos científicos y técnicos que permita apreciar, con la debida justeza, si el grado de peligro para la salud o la vida de la madre justifican la adopción de la práctica que ella consiente y si no hay otro medio de evitarlo. Si alguna duda tiene habrá de acudir a la consulta médica o la junta con otros profesionales del arte de curar y al Comité de bioética -como se hizo en el caso- pero nunca al Juez. ¿A guisa de qué ha de intervenir el Juez?. ¿Acaso estará llamado a jugar el rol de censor, supervisor médico o perito médico de los médicos?. No parece que esto entre en el campo de conocimiento de los jueces. La "prudentia" que integra la voz con que se suele denominar a la ciencia del derecho (jurisprudencia) y esa regla de oro que es la razonabilidad rechazan de plano tal pensamiento…” Este voto, como el de mayoría, reafirma el criterio de la necesidad del rechazo in limine de presentaciones de este estilo. Las características del presente conflicto distan bastante de aquel, ya que no hubo aquí un pedido formal de autorización para la realización de la práctica no punida penalmente una vez realizada. Por el contrario el sistema de salud estaba ya arbitrando los medios para realizarla, siendo suspendida por una injerencia judicial que puede ser calificada de arbitraria. Sin embargo, a partir de dicho precedente es posible vislumbrar la solución a la que debe abordarse y que esta Secretaría de Derechos Humanos postula. Calle 53 Nº 653 B1900BBA - La Plata Prov. de Buenos Aires, Argentina Tel/Fax: (0221) 489 - 3960/63 E-mail: [email protected] El proceso judicial debe estar al servicio de los derechos sustanciales de las personas y no debe entorpecer el ejercicio de los derechos constitucionalmente consagrados. Se estima que no debió mediatizarse una decisión que pudo haberse tomado validamente fuera de la órbita del Poder Judicial. Una vez acreditadas las circunstancias de hecho contenidas en la segunda parte del artículo 86 del Código Penal y reunidos los requisitos establecidos por él, “…sólo puede concluirse que la actuación de los profesionales de la salud autorizados debe dirigirse a adoptar las intervenciones médicas aconsejadas sin necesidad de requerimiento de autorización judicial…” (Del voto de la Dra. Kogan en el fallo mencionado). La actuación judicial en este caso se traduce en el retardo de la solución que válidamente están en condiciones de tomar los particulares, sin considerar el riesgo que implica el transcurso del tiempo en estas circunstancias. Esta Secretaría no desconoce que se halla en juego el derecho a la vida de la persona por nacer. En el artículo 4 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos se establece que “Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente”. En el artículo I de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre dispone que “Todo ser humano tiene derecho a la vida, a la libertad y a la integridad de su persona”. El artículo 6 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos enuncia que “El derecho a la vida es inherente a la persona humana. Este derecho estará protegido por la ley. Nadie podrá ser privado de la vida arbitrariamente” (inc. 1). Calle 53 Nº 653 B1900BBA - La Plata Prov. de Buenos Aires, Argentina Tel/Fax: (0221) 489 - 3960/63 E-mail: [email protected] El artículo 3 de la Declaración Universal de Derechos Humanos dice que “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”. Por último, en el artículo 6° de la Convención sobre los Derechos del Niño se añade que “Los Estados Partes reconocen que todo niño tiene el derecho intrínseco a la vida” y que “Los Estados Partes garantizarán en la máxima medida posible la supervivencia y el desarrollo del niño”. En lo que respecta a nuestro país, su artículo 1º había establecido que “Para los efectos de la presente Convención, se entiende por niño todo ser humano menor de dieciocho años de edad, salvo que en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad”, a lo que la República Argentina formuló la siguiente reserva al ratificar la Convención: “Con relación al artículo 1° de la Convención sobre los Derechos del Niño, la República Argentina declara que el mismo debe interpretarse en el sentido que se entiende por niño todo ser humano desde el momento de su concepción y hasta los 18 años de edad”. Todas estas normas gozan de jerarquía constitucional a partir de la reforma de 1994 (artículo 75 inciso 22º CN). En consonancia con todas estas normas supralegales, el aborto está penalizado en nuestro país ya que atenta contra la vida, que se alza como el bien jurídico más protegido. Es en esa inteligencia que la legislación penal argentina sólo admite dos excepciones de las que se hizo mención anteriormente. Son esas dos excepciones y ninguna otra más. Esta despenalización ha existido desde antaño y una de ellas se encuentra en debate en el presente conflicto. Esta excepcionalidad está vinculada íntimamente a dos circunstancias particulares en las que el aborto realizado no será penado, ya que en esos casos no puede requerirse de las personas conductas heroicas en pro de la vida del nasciturus. La ley es clara al respecto: no obliga a abortar, sino que dispone que quienes Calle 53 Nº 653 B1900BBA - La Plata Prov. de Buenos Aires, Argentina Tel/Fax: (0221) 489 - 3960/63 E-mail: [email protected] se encuentren en alguna de esas situaciones y opten por dicha medida, no van a ser perseguidas penalmente. Aún más, tampoco serán estigmatizadas judicial y socialmente. El derecho a la vida como derecho humano establece que debe ser tutelado a partir del momento de la concepción intra o extra corpore pero ello no implica que dicho derecho humano tenga mayor jerarquía que otros derechos fundamentales y humanos y que en caso de colisión con otros derechos fundamentales y humanos estos no puedan prevalecer sobre el derecho a la vida. Tampoco es posible pasar por alto que el presente caso está teñido por circunstancias vinculadas a una familia pobre y a la intervención del sistema público de salud, dos circunstancias que han habilitado la injerencia de la Justicia de Menores, en ejercicio del Patronato del Estado reglamentado por el Decreto Ley 10.067/1983. La decisión de la Juez actuante en primera instancia, avalada por la sentencia de la Cámara de Apelaciones, avasallan el ejercicio pleno de patria potestad sobre esa persona aún menor de edad. Amparándose en la anacrónica figura del “buen padre de familia” hacen ejercicio del poder estatal, inmiscuyéndose en los asuntos de este tipo de familias e invadiendo esferas no jurisdiccionales, en total desacuerdo con los postulados de la Convención sobre los Derechos del Niño que, sin embargo, tergiversan para fundar su postura. Gil Domínguez tiene dicho al respecto: “…Si se sustituye mujer de escasos recursos por mujer con un mínimo poder adquisitivo y hospital público por clínica privada seguramente el resultado de la ecuación será distinto al que supone la intervención de un tribunal. Es insoportable ver como en este país la pobreza se castiga aún en aquéllas situaciones en donde claramente el ordenamiento jurídico posibilita la realización de determinadas conductas…” (El aborto voluntario tepapéutico no es punible en la Argentina y los médicos de los hospitales públicos lo pueden practicar sin requerir autorización judicial, publicado en LA LEY 2005-D, 664). Es aquí donde el Derecho Internacional de los Derechos Humanos encuentra su origen, a saber: en el límite a la acción represiva del Estado Calle 53 Nº 653 B1900BBA - La Plata Prov. de Buenos Aires, Argentina Tel/Fax: (0221) 489 - 3960/63 E-mail: [email protected] frente al individuo. En este sentido, la mirada de la protección integral de derechos aplicada a la infancia y a las personas en situación de vulnerabilidad implica la obligación por parte del Estado de garantizar hasta el máximo de los recursos disponibles sus condiciones sociales de existencia sin resignar la identidad, su capacidad de decidir y su vinculación con la familia. Es por todo lo expuesto que esta Secretaría de Derechos Humanos estima que la decisión de VE debe reafirmar el criterio instaurado en el fallo del año 2005, avanzando en la necesidad de no injerencia estatal en cuestiones como la que hoy está en discusión. VII.- PETITORIO. En razón de lo todo antedicho, de VE se solicita: 1- Se admita la presentación de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires en carácter de Amicus Curiae. 2- Al momento de la resolución del presente caso se evalúen y analicen las consideraciones vertidas desde la perspectiva de los derechos humanos por esta Secretaría. Proveer de conformidad que, SERÁ JUSTICIA