recurso_de_amparo_contra_sentencia_sala_3

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AL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
DON JORGE PAJARES MORAL, Procurador de los Tribunales, que
actúa
en
nombre
de
la
ASOCIACIÓN
DE
JUECES
Y
MAGISTRADOS “FRANCISCO DE VITORIA”, según acredito con el
Poder que como DOCUMENTO nº 1 acompaño a la presente
demanda, ante el Tribunal Constitucional comparece y por medio del
presente escrito, y de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 49 de
la Ley Orgánica 2/79 de 3 de octubre reguladora del Tribunal
Constitucional, dentro del plazo de 30 días que al efecto concede el
artículo 44 de dicha Ley Orgánica interpongo RECURSO DE
AMPARO contra la sentencia del Tribunal Supremo de 16 de
diciembre de 2014 por la que se desestima el recurso contenciosoadministrativo interpuesto en su día ante el Tribunal Supremo por
nuestra parte, contra el nombramiento del Presidente del Consejo
General del Poder Judicial sobre la base de lo dispuesto en el artículo
24 de la Constitución Española de 1978, referido a la tutela judicial
efectiva, en su vertiente de proscripción de la indefensión, al no
admitirse en el proceso judicial, la apertura del pleito a prueba y no
practicarse las pruebas que acreditaban, de forma directa, los hechos
en los en que se fundamentaba nuestra pretensión para declarar la
nulidad de dicho acto, conforme razonaremos en el cuerpo de este
escrito de demanda, así como por la proscripción que tal derecho
fundamental otorga a los ciudadanos, merced al que, a los Tribunales
de Justicia no les es admitido llevar a cabo una valoración irracional,
1
ilógica o arbitraria del objeto del proceso, en este caso,
especialmente, a la vista de los hechos admitidos por la contraparte.
Se acompaña al presente escrito como DOCUMENTO nº 2 copia de
la referida sentencia, en cumplimiento de lo dispuesto en el artículo
49. 2 de la citada Ley Orgánica 2/79, así como las copias pertinentes,
de conformidad con lo dispuesto en el apartado 3 del citado artículo,
fundándose la presente demanda en los siguientes:
HECHOS
PRIMERO: Que en su día formulamos demanda alegando que el
26 de noviembre, el Congreso de los Diputados celebró sesión
plenaria en que acordaba proponer a su Majestad el Rey, los Vocales
del CGPJ pertenecientes tanto a la categoría de Jueces y
Magistrados como de Abogados y Juristas de reconocida
competencia y con más de 15 años de ejercicio de su profesión. El
día 27 de noviembre, en su reunión nº 43, el Senado elegía también
a los Vocales de origen judicial y del turno de juristas (folios 739 y
758 del expediente administrativo).
Los distintos periódicos de ámbito nacional (ABC, pág. 29, Nati
Villanueva, El Mundo, pág. 12, María Peral, El País, págs. 14 y 15,
Fernando Garea o La Razón, pág. 10, F. Velasco) dieron cuenta, el
día 26/11/2013, de las cuotas alcanzadas por cada formación
política, y del nombre de los candidatos propuestos por cada una de
ellas y aceptados.
2
Tal cuestión fue denunciada por infringir la doctrina Constitucional no
sólo por las Asociaciones Judiciales “Francisco de Vitoria” (ABC, 2711-2013, pág. 24, Nati Villanueva y A. I. Sánchez, y El Mundo, 27-112013 ) o “Jueces para la Democracia”, (El Mundo, 10-12-2013 págs.
1 y 12, María Peral) sino también por los Decanos de los Juzgados
de España en su reunión anual en Sevilla de Diciembre de 2013 : “
lamentamos profundamente la nada deseable imagen que se ha
transmitido a la sociedad como consecuencia de la renovación de los
vocales en el CGPJ, cuyos nombramientos se han repartido los
partidos políticos mediante las ya habituales cuotas previamente
pactadas. Como ya hemos señalado en otras ocasiones anteriores,
es necesario modificar el actual sistema de elección política de los
vocales del CGPJ que tanto daño está haciendo, no ya a la institución
-herida de muerte-, sino a los propios jueces y magistrados de este
país, a pesar de que nada tienen que ver con esta indeseada
situación; y también afecta, por supuesto, a los propios ciudadanos
que no tienen porqué tolerar semejante perversión de sus
instituciones.
El sistema español de elección parlamentaria de los Vocales del
CGPJ instaurado en 1985 y ahora revalidado, transmite una terrible
imagen de contaminación política que incluso afecta a la elección del
Presidente de la institución, que como ya viene siendo habitual, es
designado y elegido por los partidos políticos aunque formal y
aparentemente sean los Vocales quienes votan. No parece que sea
ésta la manera en que se va a conseguir la confianza de los
ciudadanos en la Administración de Justicia y lo más sangrante es
que frente a ello poco se puede hacer, ni siquiera con el ejemplo que
supone el trabajo diario de los jueces”.
3
Por si cupiese alguna duda del reparto partidista de los Vocales del
CGPJ, mientras que Dª Rosa Diez denunciaba este reparto partidista
antes de que se anunciasen los nombramientos, CiU defendía a su
Vocal (El Mundo 21-11-2013, L. A. Sanz, R. de Ganuza), y el Sr.
Rubalcaba se reunía con los Vocales elegidos a instancias del PSOE,
el martes 3 de Diciembre (El Mundo 8-12-2013, pág. 8 ), y así lo
reconocía y denunciaba Dª Esperanza Aguirre (El Mundo , 29-112013, pág. 15 ).
Días antes, los días 21 y 20 de noviembre, los editoriales de ABC,
(pág. 4) y El Mundo, (pág. 3) denunciaban este reparto partidista de
las parcelas que ya se ocupaban en el Legislativo, en el órgano de
gobierno de los
jueces,
”cumpliendo así
la condición de
inconstitucionalidad que previó el T. Constitucional al admitir, con
reservas, el sistema de elección parlamentaria de los Vocales de
origen judicial”, y considerando antidemocrático tal control del Poder
Judicial, especialmente si tenemos en cuenta que ya habían elegido
hasta al Presidente de tal Órgano de Gobierno Judicial, lo que
consideraban impropio de una democracia moderna y europea, de la
regeneración democrática que pretendían llevar a cabo o de la lucha
contra la corrupción que preconizaban.
Entrando más en detalle, hemos de decir que, según señalaban
unánimemente tales fuentes,
10 vocales fueron nombrados a
instancias del PP, 7 a instancias del PSOE, que cedió un nombre a
última hora a IU, siendo el nombre de la elegida, el que el Sr. Cayo
Lara facilitó en una llamada, in extremis, del Sr. Gallardón (El Mundo
20-11-2013, pág. 5 , M. Hernández ). Los nacionalistas PNV y CiU
4
han nombrado uno cada formación, siendo conocidos, incluso antes,
que el resto de los nombrados (ABC 4 y 11-11-2013, págs. 22 y 27,
Nati Villanueva ).
Ha trascendido que la manera de llegar al acuerdo entre las
diferentes formaciones políticas ha sido que se aceptaban los
Vocales propuestos mientras que no fueran vetados, lo que no
sucedió con D. Gerardo Martínez Tristán y D. Álvaro Cuesta, que al
mantenerse la voluntad de que fueran nombrados por la formación
política que los propuso, los vetos se compensaron. Los
negociadores, además del Sr. Rajoy y el Sr. Rubalcaba, fueron D.
Antonio Camacho (El País 26-11-2013 , pág. 14 , Fernando Garea),
el Ministro de Justicia, D. Alberto Ruiz Gallardón y su Secretario de
Estado, D. Fernando Román (El Mundo 11 -11-2013, pág. 15, María
Peral ).
De los Vocales elegidos se destaca que Dª Clara Martínez Careaga
está casada con el exfiscal General del Estado, D. Cándido CondePumpido, Dª Mª Victoria Cinto fue Viceconsejera de D. Patxi López,
y Dª Roser Bach es esposa del actual Consejero de Justicia del
Gobierno Catalán (El Mundo, 26-11-2013, pág. 10), y D. Gerardo
Martínez Tristán se encuentra casado con una Consejera de CastillaLa Mancha (El País 26-11-2013, José Antonio Hernández ).
No ha resultado elegida la candidata con más avales de la carrera
judicial pero sí la que obtuvo menos (El Mundo, 26-11-2013, págs. 12
y 15, María Peral y El País 26 y 27-11-2013, págs. 14 y 17 , Fernando
Garea ), no siendo la más representada la asociación judicial
5
mayoritaria, UPM, sino la minoritaria JD (El País 26-11-2013, pág. 14,
Fernando Garea ). Las Asociaciones Judiciales “Francisco de Vitoria”
y “Foro Judicial Independiente” 2ª y 4ª en nº de asociados no han
obtenido ningún representante. Miembros de la Asociación
“Francisco de Vitoria” se presentaron como candidatos con el aval de
sus compañeros (El Mundo, 27-11-2013, págs. 12). Aunque PP y
PSOE señalaron el 11-10-2011 (ABC, pág. 26, Nati Villanueva) que
no pactaría quien sería el Presidente del CGPJ hasta negociar los
Vocales, lo cierto es que agotado el mandato del anterior Consejo el
24 de Septiembre, el nombre del Sr. Lesmes ya aparece como
posible Presidente el 2-10-2013 (ABC, pág. 28, Nati Villanueva).
No consta en el expediente administrativo que la elección de los
Vocales ni las propuestas que llevaron a cabo los Grupos
parlamentarios obedecieran a actitudes, corrientes de pensamiento
o sensibilidades judiciales de los candidatos. Consta en el expediente
remitido por el Senado (folio 759) las indicaciones del Letrado Mayor
sobre la forma de la elección y los criterios formales que establecen
los arts. 122.3 de la LOPJ y la Ley Orgánica 4/2013 de 28 de junio,
no constando ninguna referencia a la doctrina de la STC 108/1986.
Dice así en el informe sobre la elección de los candidatos:
“El Letrado Mayor señala que, conforme a lo previsto en el artículo
122.3 de la Constitución española y en la Ley Orgánica 4/2013, de
28 de junio, de reforma del Consejo General del Poder Judicial, por
la que se modifica la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder
Judicial, corresponde al Senado la designación de diez Vocales del
Consejo General del Poder Judicial, cuatro entre juristas de
reconocida competencia con más de quince años de ejercicio en su
6
profesión y seis correspondientes al turno judicial. Asimismo, las
Cámaras deben designar tres suplentes para cada uno de los turnos
por los que se puede acceder a la designación como Vocal, fijándose
el orden por el que deba procederse en caso de sustitución. El
Letrado Mayor señala que la Ley Orgánica del Poder Judicial no
establece cómo se determina el orden de los suplentes por lo que se
podría entender que el número de votos que obtenga cada uno de
ellos determinará el orden de su designación, criterio que también va
a ser así aplicado por el Congreso de los Diputados, y advierte que
si se produjera empate entre alguno de ellos, sería necesario
deshacerlo con un nuevo llamamiento.
Asimismo, el Letrado Mayor informa de que esta tarde se procederá
por el Congreso de los Diputados a realizar la designación de los
Vocales que le corresponde.
Por otro lado, el Letrado Mayor indica que la Ley Orgánica del Poder
Judicial establece una serie de criterios sobre la composición final
que debería tener el Consejo General del Poder Judicial en lo que se
refiere a los Vocales de origen judicial. A estos efectos, su
designación deberá respetar, como mínimo, la siguiente proporción:
tres Magistrados del Tribunal Supremo; tres Magistrados con más de
veinticinco años de antigüedad en la carrera judicial y seis Jueces o
Magistrados sin sujeción a antigüedad. Igualmente, la Disposición
adicional segunda indica que la designación se efectuará “... con
observancia de lo previsto en el artículo 14 de la Ley Orgánica
3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y
hombres”. El Letrado Mayor señala que se trata de unos criterios
difíciles de asegurar en una elección que se realiza de forma
7
autónoma en cada una de las Cámaras.
En relación con los Vocales de origen judicial, el Letrado Mayor
recuerda que, con fecha 13 de agosto de 2013, y en cumplimiento de
lo previsto en el artículo 578.1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
el Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder
Judicial remitió la relación de las candidaturas definitivamente
admitidas. Posteriormente, con fecha 5 de septiembre de 2013,
comunicó la renuncia a candidato de D. José Luis López Fuentes.”
SEGUNDO: Alegábamos también en la demanda, que el 9 de
diciembre de 2013 se adoptó formalmente por el CGPJ el Acuerdo
del nombramiento de su Presidente D. Carlos Lesmes.
La prensa publicó el 11-11-2013 (El Mundo, pág. 15 , María Peral ),
que el nombre del Presidente del CGPJ sería tratado por el Sr. Rajoy
y Sr. Rubalcaba, señalando este periódico, el día 20-11-2013 (pág.
3), que ya se habían puesto de acuerdo ambos en el nombre del
futuro Presidente del CGPJ,
y La Razón, al día siguiente 21 (pág.
10, F. Velasco ), señaló que el Sr. Lesmes ocuparía tal cargo. De ahí
que el día de su elección, el 9-12-2013, La Razón diese como noticia,
el hecho cierto de que el Sr. Lesmes sería nombrado Presidente (pág.
18, F. Velasco ), seguridad que ya daba El País el 5-12-2013 (pág.
12, F. Garea y José A. Hernández ). En este sentido, los dos
periódicos de mayor difusión (ABC y El País ), el día 10-12-2013
(págs. 17 y 20 ) señalaban que el nombramiento del Sr. Lesmes,
como Presidente del CGPJ, se conocía desde hacía meses y que en
el pacto de nombramiento de los Vocales se incluía que éstos
tendrían que votar al Sr. Lesmes.
8
El País también señala al Sr. Lesmes como Presidente el día 20-102013 (pág. 10, Fernando Garea), destacando que fue Director
General de Relaciones con la Administración de Justicia de 12 de
mayo de 2000 hasta septiembre de 2005, en el último Gobierno de
D. José María Aznar, pero señalaba que también se barajaban otros
nombres como D. Manuel Marchena o D. Juan Saavedra. Antes, en
1996, el Sr. Lesmes había sido Director General. El 18 de ese mes
se publicaba por J. L. Lobo que “La última palabra la dirá Mariano
Rajoy. Pero Alberto Ruiz-Gallardón está moviendo todos los hilos
para colocar a un magistrado muy cercano a él en la cúpula del
Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), cuya renovación
negocian contra reloj el PP y el PSOE. El Ministro de Justicia quiere
que el próximo presidente del órgano de gobierno de los jueces y del
Tribunal Supremo sea Carlos Lesmes, un magistrado de su absoluta
confianza que ya ocupó cargos de responsabilidad durante los
gobiernos de José María Aznar, según han revelado a El Confidencial
fuentes cercanas a esas negociaciones”. En estas circunstancia
parece un tanto sorprendente que el Sr. Lesmes no se enterase de
nada de lo expuesto, como se puede deducir de la entrevista que le
realizó Dª María Peral y se publicó en El Mundo el 17-3-2014 .
Sobre los pormenores de cómo se desarrollo la sesión de la elección
nos informa Ernesto Ekaizer el 20 de dic. de 2013 en los blogs. de
política de El País, en donde se dice que: “Algunas..., al menos
algunas, reuniones del pleno del Consejo General del Poder Judicial
(CGPJ) deberían ser públicas. Aunque sobre gustos no hay nada
escrito, mi preferencia sería para el pleno celebrado el pasado lunes,
día 9 de diciembre, abocado a la elección del nuevo presidente del
9
CGPJ y del Tribunal Supremo. El presidente en funciones, D. Rafael
Fernández Valverde, abrió la sesión a las once de la mañana. En la
sesión anterior, jueves 5, abrió las propuestas Dª María Ángeles
Carmona, por ser la benjamina del nuevo Consejo. Propuso a la
velocidad de un rayo la candidatura de D. Carlos Lesmes. Dio por
archiconocidos sus antecedentes. De modo que lo que quedó es eso,
administrativamente, la propuesta del candidato. Por eso, en el pleno
de votación del lunes 9, levantó la mano, nada más abrirse el turno
de palabra, el magistrado
y
vocal, D. Juan Manuel Fernández
Martínez, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Navarra. El
presidente en funciones, le autorizó. El proponente hizo una larga
enumeración de los títulos y antecedentes de D. Carlos Lesmes para
ostentar el cargo. Destacó entre sus cualidades para ejercer la nueva
función, su experiencia aquilatada en puestos políticos. Primero
como director general de Objeción de Conciencia del Ministerio de
Justicia, en mayo de 1996 y, más tarde, en mayo de 2000,
como director general de Relaciones con la Administración de
Justicia. Una posición que ocupó hasta ser elegido, el 28 de
septiembre de 2005,
presidente de la sala de lo Contencioso-
Administrativo de la Audiencia Nacional; en 2010, pasó a la Sala
Tercera,
de
lo
Contenciosio-Administrativo,
del
Tribunal
Supremo. Finalizada la propuesta del Sr. Lesmes para la
presidencia, levantó la mano la vocal Dª Clara Careaga, que
había planteado el nombre de la magistrada de la sala tercera del
Tribunal Supremo, Dª Pilar Teso, en el primer pleno, el celebrado
el 5 de diciembre. Su intervención ya no estuvo centrada solo en
los antecedentes de la candidata sino en la razón por la que
estimaba necesario elegirla. Según dijo, la elección de una
candidata de alternativa a D. Carlos Lesmes, magistrado que era
10
conocido, a través de noticias que han circulado durante varios
meses en los medios de comunicación, como el candidato del
Ejecutivo, planteaba una cuestión de legitimidad que el nuevo
consejo podía zanjar a través de un acto de independencia
judicial. La vocal subrayó que se requería un alto sentido de
responsabilidad. La elección de una candidatura alternativa al
candidato oficial, enfatizó, es un "acto de emancipación" de los
vocales del nuevo Consejo. Esta alusión directa a la falta de
independencia de los vocales que se aprestaban a unirse como
una piña para dar una mayoría que luzca al Sr. Lesmes fue mal
recibida por sus colegas del pleno. Uno tras otro, varios vocales
reivindicaron su independencia. Algunos, como el presidente de la
sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, D. Fernando GrandeMarlaska, se sintieron ofendidos por lo que calificaban como una
desconsideración de la vocal. Otros, al finalizar la elección, como fue
el caso de D. Gerardo Martínez Tristán, reiteraron algo que ya habían
manifestado el jueves 5 de diciembre. Que los vocales debían
felicitarse por haber dado muestras de independencia al nominar a
dos candidatos para la presidencia del CGPJ y el Tribunal Supremo”.
Consta en el expediente administrativo, la intervención de la citada
Vocal Dª Clara Martínez Clareaga García en el acta de la reunión de
9-12-2013 ( págs. 3 y 4) en la que los Vocales eligieron formalmente
a su Presidente , en donde dice:
“Seguidamente hace uso de la palabra Dña. Clara Martínez de
Careaga García, quien defiende la candidatura de Dña. Pilar Teso
Gamella con la intervención que se refleja a continuación:
“El gran factor de legitimación externa e interna del Consejo
11
General del Poder Judicial, es el nombramiento autónomo de su
Presidente.
El art. 123 de la CE atribuye a los Vocales del CGPJ, la facultad,
exclusiva y excluyente, de proponer a S. M. El Rey el
nombramiento del Presidente del Tribunal Supremo. El ejercicio
inicial de esta facultad va a definir y condicionar toda la
trayectoria de este Consejo, su prestigio ante la sociedad
española, y ante los Jueces y Magistrados que integran el Poder
Judicial, y su respetabilidad como órgano constitucional de
Gobierno de un Poder independiente del Estado que no debe
estar condicionado, ni influido, por ningún otro Poder.
Consideramos por ello, con el máximo respeto a los méritos y
cualidades del otro Magistrado propuesto, que la propuesta de
Dña. Pilar Teso Gamella, dignísima Magistrada de la Sala Tercera
del Tribunal Supremo, como Presidenta del Tribunal Supremo y
de este Consejo General del Poder Judicial, aporta la cualidad
distintiva, a diferencia de lo ocurrido en ocasiones anteriores,
de su procedencia exclusiva del ámbito interno de los Vocales
de este Consejo.
El verdadero acto de emancipación del CGPJ, definido por el
nombramiento autónomo de su Presidente, aún no se ha
producido.
Prueba
de
ello
es
que
ningún
medio
de
comunicación nos ha considerado capacitados para dar
ninguna sorpresa. Con la elección de Dña. Pilar Teso Gamella,
este
órgano
de
Gobierno
comenzaría
su
mandado
legitimándose, externa e internamente, con una absoluta
12
demostración de independencia, frente a cualquier otra
propuesta que, con el máximo de los respetos, aparece ante la
opinión pública desde hace varios meses como procedente del
Ejecutivo.
Reitero, por tanto, la propuesta de Dña. Pilar Teso Gamella,
como Presidenta del Tribunal Supremo, por sus reconocidos
méritos, que ya fueron expuestos en la propuesta inicial
…………………………………….
A LA SALA SUPLICO: Que teniendo por presentada la presente
demanda, la admita y tras la admisión del proceso a prueba, en caso
de que no se tengan por acreditados los hechos como notorios, y su
sustanciación, y la práctica de conclusiones, anule el Real Decreto
979/ 2013 de 10 de diciembre por el que se nombra Presidente del
Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial y todo
ello con expresa condena en costas a la parte demandada.
Primer otrosí digo: Que de conformidad con el artículo 60 de la Ley
29/ 98 solicitamos la apertura del pleito a prueba para acreditar los
siguientes puntos de hecho:
1) Que los distintos medios de comunicación dieron noticia
de que la elección de los Vocales del Consejo General
del Poder Judicial se había producido por acuerdo de los
distintos grupos políticos , con excepción de U. P y D,
mucho antes de su nombramiento en el Congreso y
Senado, y en atención al criterio partidista de las
mayorías parlamentarias y sin que se tuviesen en cuenta
13
las distintas corrientes de pensamiento, actitudes y
corrientes de opinión existentes en la carrera judicial,
siendo bien significativas en este punto la ausencia de
representantes de la Asociación que represento y de la
Asociación Judicial “Foro Judicial Independiente”, a pesar
del notable número de sus asociados, algunos de ellos se
presentaron, aun sin el aval de la Asociación con el de
otros miembros de la Carrera.
2) Que el nombre de quién iba a presidir el Consejo General
del Poder Judicial era conocido por la opinión pública y
los medios de comunicación antes de reunirse el propio
Consejo
General
del
Poder
Judicial
y
de
su
nombramiento efectivo por éste.
Tales hechos los consideramos notorios, pero en caso de que no los
considere la Sala acreditados, solicitamos que se practiquen los
siguientes medios de prueba:
1) La prueba documental consistente en el expediente
administrativo, especialmente el acta de la reunión del
Consejo General del Poder Judicial de 9- 12 -2013, en donde
consta la intervención de la Vocal Sra. Clareaga, y de
acuerdo con la carga de la prueba que se recoge en las
Sentencias del Tribunal Constitucional 206/92, 22/97 y
68/2001, sin
que en ningún apartado del expediente
administrativo se señale que la elección de los Vocales del
Consejo General del Poder Judicial debieran tenerse en
cuenta las corrientes de pensamiento, actitudes y opiniones
14
de la Carrera judicial, destacando el informe de Letrado
Mayor del Senado (folios 758 y 759 del expediente
administrativo remitido por el Senado)
2) Que se requiera a los respectivos directores de los diferentes
medios de comunicación que se mencionan en los
antecedentes de hecho primero y segundo de nuestra
demanda, en donde se recoge lo expuesto, para que remitan
copia debidamente autenticada de las páginas originales que
se citan en los indicados hechos primero y segundo de esta
demanda. Además, citando en calidad de testigos, en caso
de que lo considere necesario la Sala para que se tengan por
probados los hechos, a los periodistas que se mencionan en
los Hechos primero y segundo de la presente demanda, para
que declaren sobre la veracidad de lo publicado y señalen las
causas concretas de las que se derivaba el conocimiento de
los hechos que se publicaban.
Se acompaña como bloques documentales nº 1 y 2 fotocopia
de la mayor parte de las publicaciones para su mejor
identificación.
Consideramos de gran trascendencia los hechos referidos en el
punto primero de los puntos de hecho que se pretenden acreditar a
través de la prueba correspondiente, en tanto que servirán para
probar que el nombramiento del Presidente del Consejo General del
Poder Judicial también formaba parte del pacto político parlamentario
de nombramiento de los vocales como se anunció reiteradamente por
los medios de comunicación y señalamos en nuestra demanda,
alegando en este punto el artículo 24 de la Constitución Española por
la indefensión que nos produciría respeto del acuerdo de
15
nombramiento del Presidente para que se ha declarado competente
la Sala.
SEGUNDO: En fecha 26 de septiembre se dictó Auto por la Sala,
que señala en su f. jdco. y parte dispositiva dice lo siguiente:
“ÚNICO.- Según lo dispuesto en el artículo 60.3 de la Ley
Jurisdiccional 29/98, "se recibirá el pleito a prueba cuando exista
disconformidad en los hechos y estos fueran de trascendencia,
a juicio del órgano jurisdiccional, para la resolución del pleito".
A la vista de lo manifestado por el Sr. Abogado del Estado
en su contestación a la demanda, en la que expresa que "en
cuanto a la autenticidad de las copias de los recortes aportados,
esta representación no se opone a la misma", y a la vista, por
otro lado, de que el expediente administrativo forma parte ya de
las actuaciones de este proceso sin necesidad de un específico
recibimiento a prueba, la Sala estima que no procede el mismo,
por no ser las pruebas que se proponen, a la vista de aquellas
circunstancias, de trascendencia para la resolución del pleito.
Por lo expuesto,
16
LA SALA ACUERDA: No ha lugar al recibimiento a
prueba
del
pleito
02/71/2014
solicitado
por
la
parte
demandante”.
TERCERO: En la forma que mejor procedía en Derecho
formulamos recurso de reposición
contra el
Auto de 26 de
septiembre sobre la base de que:
PRIMERO: El artículo 24 de la Constitución Española consagra el
derecho a la tutela judicial efectiva de cuya doctrina ha extraído el
Tribunal Constitucional que se encuentra el derecho a la prueba,
rigiendo en la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa
merced a su Disposición Final Primera, las normas que sobre la
misma rigen en el proceso civil, de manera que la parte puede pedir
prueba de todo aquello que siendo controvertido se pueda acreditar
mediante los medios que se establecen en los artículos 299 y
siguientes de la LEC, entre las que se encuentran la prueba
documental y la testifical, debiéndose llamar como testigos a las
personas que tengan noticias de hechos controvertidos relativos a lo
que sea objeto del pleito, en el caso que nos ocupa, sobre los hechos
que señalábamos en los hechos primero y segundo de nuestra
demanda, de manera que tal y como solicitábamos en la demanda,
si no se declaran tales como notorios, los periodistas deben declarar
como testigos de los hechos de que informaban, ya que en las
17
noticias que indicábamos, no sólo se vertían opiniones sino que se
recogían hechos y manifestaciones que les había hecho otras
personas de relevancia para fundar tales aseveraciones, y que son
relevantes para acreditar una cuestión que aparece como notoria,
cual es que el nombre del Presidente del Consejo General del Poder
Judicial era conocido antes no solo de que se reuniesen los Vocales
del CGPJ con tal fin sino incluso antes de ser elegidos ellos mismos,
y ello por un acuerdo de los partidos políticos.
SEGUNDO: Ciertamente que nuestra demanda se basaba en
noticias que se recogían en periódicos pero las mismas al margen de
opiniones no ponen sino de manifiesto unos hechos constatados por
personas, de ahí que de ser negados tales hechos por la demandada
y no tenerlos por acreditados la Sala pidiésemos subsidiariamente
que se practicase prueba testifical de los periodistas que afirmaban
tales hechos. De la veracidad de los hechos que como testigos
daban cuenta los periodistas son buena prueba las manifestaciones
de la Sra. Clareaga, especialmente si tenemos en cuenta, que antes
de conocer el expediente administrativo, ya lo conocíamos por haber
sido publicado por un periódico, lo que nos da cuenta de la certeza
de los hechos que publicaban.
Si la Sala no tiene por acreditados los hechos en que se basa la
demanda por notorios y conocidos por la sociedad en general debe
abrir un periodo de prueba como señalábamos en nuestra demanda,
ya que de lo contrario no solo es que la Sala no va a partir de hechos
que por notorios y de los que han dado cuenta todos los medios de
comunicación son conocidos por toda la sociedad sino que no se nos
dará la posibilidad de acreditar los mismos, de manera que
perderemos un pleito por no tener acreditados unos hechos, cuyas
18
consecuencias jurídicas son evidentes, a pesar de haber alegado los
mismos y de presentar los medios de prueba correspondientes,
documentales y subsidiariamente testificales, no solo de opiniones
sino de los hechos objetivos que recogen y manifestaciones de
terceros, personas relevantes en la materia en que se basan.
.
Que el nombre de quién iba a presidir el Consejo General del Poder
Judicial era conocido por la opinión pública y los medios de
comunicación antes de reunirse el propio Consejo General del Poder
Judicial y de su nombramiento efectivo por éste es un hecho conocido
por toda la sociedad sobre la base, no de opiniones sino de hechos
comunicados por los periodistas de los que como testigos deben dar
cuenta ante la Sala, si duda ésta de la veracidad de los hechos que
se contienen en tales noticias y sobre la base de los que la sociedad
ha dado por ciertos tales hechos, no solo por no haber sido negados
por los interesados sino porque todos los periódicos, de todas las
tendencias, presentaban hechos y detalles que inexorablemente
conducían a ello.
Por todo lo expuesto, consideramos en contra de lo razonado en el
auto impugnado que los hechos alegados son relevantes para la
aplicación de los preceptos que se señalan y las peticiones que se
articulan, y que los medios de prueba que se presentan son útiles y
hábiles para acreditar los extremos en que se basa nuestra
pretensión, causándonos indefensión no practicar tal prueba, en caso
de que no se tengan expresamente por acreditados y ciertos tales
hechos.
19
Reiteramos, expresamente para el caso de que no se fuese estimado
este recurso, la denuncia de vulneración del derecho a la tutela
judicial efectiva consagrado en el art. 24 de la CE, que consideramos
infringido.
SUPLICO :
Por todo lo expuesto, solicitamos a la Sala que estime el recurso de
reposición planteado y anulando la resolución impugnada, abra el
correspondiente período de prueba y actúe en la forma en que
solicitamos en el primer otrosí digo de nuestra demanda.
CUARTO: Por auto de 14 de noviembre de 2014, se desestimaba
el recurso de reposición interpuesto por nuestros mandantes contra
el auto de 26 de septiembre de 2014, en que se había denegado el
recibimiento del pleito a prueba en este proceso y ello según el auto
citado que resuelve la reposición planteada porque: “ninguna
necesidad de probar la realidad de la publicación de las noticias que
por fotocopia acompañó la parte actora en su demanda, dado que,
como también se apuntó en el referente en el auto recurrido, tal
realidad ha sido aceptada por el señor abogado del Estado.
Por lo demás, las pruebas propuestas no van dirigidas a favorecer la
resolución del pleito ( artículo 60. 3 de la Ley Jurisdiccional 29/98), el
cual tiene por objeto un acuerdo específico y concreto al que llegaron
los miembros del Consejo General del Poder Judicial porque se eligió
al presidente del Tribunal Supremo y del propio Consejo. Y son, por
lo tanto, las cuestiones atinentes acuerdo específico las que son de
trascendencia a juicio de este órgano jurisdiccional para la resolución
del pleito”.
20
QUINTO: En el plazo procesal oportuno formulamos las siguientes
conclusiones diciendo que:
SEGUNDO: La mencionada sentencia del Tribunal Constitucional
señaló expresamente, como hemos dicho en su fundamento jurídico
décimo, que la verdadera garantía de que el Consejo General del
Poder Judicial cumpla con la función que le ha sido asignada por la
Constitución Española, en defensa de la independencia judicial, no
consiste en que sea el órgano de gobierno de los jueces sino en que
ocupe una posición autónoma y no subordinada a los demás poderes
públicos, de manera que si el Presidente del Consejo General del
Poder Judicial fuese nombrado, formalmente, por los Vocales,
conforme señala el artículo 586 de la LOPJ, pero tal nombre ha sido
previamente determinado por quienes no pertenecen al Consejo
General del Poder Judicial se cumpliría la prohibición del Tribunal
Constitucional había señalado como determinante de la vulneración
del mandato que contiene el artículo 122 de la Constitución Española,
siendo viciado, tal acto, con una causa ilegal, como lo es incumplir la
Constitución Española, según la interpretación que debe realizarse
de la Ley, de acuerdo con la doctrina del Tribunal Constitucional y la
interpretación que tal norma viene expresamente establecida por el
Tribunal Constitucional.
La elección del Sr. Lesmes se produjo, formalmente, el 9-12-2013, y
el 20-12-2013, Ernesto Ekaizer publicó en el medio de comunicación
que se menciona en el apartado de hechos segundo, párrafo cuarto
de nuestra demanda, la intervención de que después hemos tenido
conocimiento exacto a través del expediente administrativo, cual es
que la Vocal Sra. Clareaga señaló que, según noticias que habían
circulado durante varios meses en los medios de comunicación,
21
Carlos Lesmes era el candidato del Ejecutivo, constituyendo un
verdadero acto de emancipación, la elección de un nuevo candidato,
dicho todo ello, en el ambiente en que los Vocales se aprestaban a
unirse como una piña para dar mayoría que luzca al señor Lesmes,
exigiendo un alto sentido de la responsabilidad para el citado acto de
emancipación que exigía la independencia judicial, como cuestión de
legitimidad del Consejo General del Poder Judicial. Las palabras
literales que se publicaron por Ernesto Ekaizer en tal medio señalado,
coinciden literalmente con las que consta en el expediente
administrativo, de las que da fe, el Secretario General del Consejo
General del Poder Judicial, D. José Luis Terreros Chacón.
Este tipo de pruebas testificales, directamente plasmadas en
periódicos, deben valorarse conforme a la sana crítica, tomando en
consideración, la razón de ciencia que hubiesen dado (Disposición
Final Primera de la Ley 29/98, en relación con el artículo 376 de la
Ley de Enjuiciamiento Civil, respecto de este tipo de de medios de
reproducción de los arts. 382 y sgts del citado texto legal), y más
concretamente con un criterio de valoración legal, que dice que es
admisible la presunción como medio de prueba, cuando se produzca
un enlace preciso y directo, según las reglas del criterio humano entre
el hecho demostrado y el que se trate de deducir (art. 108.2 de la
LGT). Consideramos que algún valor como prueba otorga que el
nombre que se menciona públicamente con meses de antelación,
incluso en fecha anterior al nombramiento de los Vocales que lo
deben elegir con libertad, que luego resulte elegido.
La periodista María Peral en el Mundo señalaba, el 11-11-2013,
antes del nombramiento de los Vocales que se produjo los días 26 y
27 de noviembre, que Rajoy y Rubalcaba iban a tratar el nombre del
22
Presidente del Consejo General del Poder Judicial, dando cuenta
este periódico, el 20 de ese mes de noviembre, que ya se habían
puesto de acuerdo y que era Lesmes el nombre acordado, noticia
que también se daba por F. Velasco en La Razón el día 21 de
noviembre, seguridad que daban F. Garea y José Antonio Hernández
en El País el 5-12-2012, si bien habían señalado los pormenores de
la negociación dos meses antes, el 20-10-2013, que también
describía, respecto del método para la elección del Presidente, en
fechas muy anteriores a la elección de los Vocales, el periódico ABC
el 10-12-2013. Nos remitimos, en este punto, a los párrafos primero
segundo y tercero del apartado Segundo de hechos, de nuestra
demanda.
TERCERO:
Es evidente, que nuestros mandantes, cuando
interpusieron el recurso judicial no lo hacían con la finalidad de que
fuese acreditado, que tales periódicos publicaban tales noticias, sino
con la finalidad de que si no se les atribuía el carácter de una prueba
plena, sí que
podía constituir un indicio de la veracidad de los
hechos, bases del recurso que se interponía, cuyo objeto era la
declaración de nulidad del Real Decreto 979/2013 de 10 de
diciembre, es decir, la nulidad de un acto administrativo del que se
presentaba, cuando menos, un principio de prueba y sobre el que se
razonaba jurídicamente.
La sana crítica ha de ponerse en conexión con un criterio
generalizado de convicción, como señala la ley, no con uno particular
o concreto que tenga una determinada persona singular. Difícilmente
puede admitirse que es un criterio de valoración de sana crítica y un
criterio humano de conexión, si la misma choca abiertamente con la
generalidad. Dice el abogado del Estado en el escrito de contestación
23
a la reposición planteada sobre la no admisión de la apertura del
pleito a prueba, que las noticias de periódico incorporadas al
procedimiento mediante recortes sólo hacen prueba de la publicación
de la noticia pero no pueden convertirse en prueba de los hechos a
que se refieren, ya que como señal el auto 226/1988 del Tribunal
Constitucional, que determinados periodistas o comentaristas
políticos afirmen que la elección del presidente del Tribunal Supremo
y del Consejo General del Poder Judicial fue objeto de un pacto
político supone simplemente el reflejo de ese estado de opinión pero
tal circunstancia no puede tener incidencia fáctica o jurídica alguna
en la actuación administrativa concreta, como es la adopción del
acuerdo de nombramiento por el Pleno del Consejo General del
Poder Judicial, ya que el derecho a la prueba, queda satisfecho
mediante la incorporación a las actuaciones del expediente
administrativo y de aportación de las copias de los recortes de los
periódicos y la admisión de su autenticidad.
Lo primero que hemos de decir, es que no se incorporaron todos los
periódicos de que se hacía mención y segundo, que al menos, algún
valor ha de darse a las noticias de hechos que aquí se acaban de
mencionar y que señalábamos en la demanda, que no constituyen
opiniones: que Rajoy y Rubalcaba hablen en determinada fecha, es
un hecho, no una opinión, que será verdadero o falso pero es un
hecho, y lo mismo que de predicarse de que en tal conversación se
haya tratado de una determinada materia en concreto, como lo es el
nombre del Presidente del CGPJ, o que en el curso de la misma
hayan llegado a un acuerdo sobre el nombre del mismo. Si todos los
periodistas de las más diversas tendencias, que informan sobre tales
hechos son unánimes en describirlos aunque con distintas palabras,
24
es lo ordinario que la sociedad española, entre la que se encuentran
nuestros mandantes y ese Supremo Tribunal, haciendo uso de su
sana crítica, tenga la convicción, de que tales hechos son reales, y
si a ello le añadimos que se menciona un nombre de los posibles
entre cientos, y luego resulta que, realmente, es el elegido, pues no
puede decirse que la opinión pública española o quien crea tales
noticias hayan actuado de una forma arbitraria o caprichosa, o al
margen de la lógica humana sino todo lo contrario, es decir que tales
hechos los han valorado de acuerdo con una crítica sana y no con
la propia de un enfermo mental, con una presunción que establece
nuestra ley, cual es que entre el hecho demostrado y aquel que se
deduce haya un enlace preciso y directo, según las reglas del criterio
humano, de tal manera que creemos que cualquier persona, que
aplique la sana crítica de acuerdo con criterios generalmente
admitidos por la lógica y la razón humana no pueden llegar a
consecuencias totalmente contrarias a estas conclusiones sobre la
base de los hechos, de que los medios de comunicación y
periodistas, unánimemente, han informado.
Si todos los periodistas y periódicos de España dicen que Rajoy y
Rubalcaba han hablado antes y han tratado el nombre del Presidente
del CGPJ, y han llegado a un acuerdo en el mismo, describiendo los
pormenores de ese discurrir fáctico y negociación, y ese nombre es
conocido entre más de los cien posibles, incluso antes de conocerse
a quienes formalmente los iban a elegir, constituye el ejercicio de
una sana crítica, considerar que lo que tales periodistas y periódicos
han informado, constituye la verdad sobre los hechos que
publicaban, pero por si cabía alguna duda, señalábamos en el
apartado segundo de solicitud de pruebas de nuestra demanda, que
25
para el caso de que tales declaraciones recogidas por escrito en los
periódicos no constituyesen una prueba plena a juicio de la Sala, que
se les citase a tales periodistas en calidad de testigos, para que se
tuviesen por probado los hechos, a los periodistas que se mencionan
en los hechos 1º y 2º de la presente demanda para que declaren
sobre la veracidad de lo publicado, y señalasen las causas concretas
de las que se deriva el conocimiento de los hechos, y “las causas
concretas de las que se deriva el conocimiento de los hechos
que se publicaban”, decíamos en la demanda. Tras la lectura del
último párrafo del primer otrosí de nuestra demanda no debe haber
ninguna duda al respecto, ya que “Consideramos de gran
trascendencia los hechos referidos en el punto primero de los puntos
de hecho que se pretenden acreditar a través de la prueba
correspondiente en tanto que servirán para probar que el
nombramiento del Presidente del Consejo General del Poder Judicial
también
forma
parte
del
pacto
político
parlamentario
de
nombramiento de los Vocales como se anunció reiteradamente por
los medios de comunicación y señalamos en nuestra demanda,
alegando en este punto el artículo 24 de la Constitución Española por
indefensión que nos produciría respecto del acuerdo nombramiento
del Presidente para el que se ha declarado competente la Sala”.
Presentamos un principio de prueba, que no se puede negar que es
bastante rotunda, como
lo son los testimonios de periodistas
plasmados en los periódicos: unánimes, sin contradicción, aderezado
con el hecho cierto, de que no había resultado elegido ningún
miembro de la Asociación “Francisco de Vitoria”, muy mayoritaria en
la Carrera judicial, a pesar de que la sentencia Tribunal
Constitucional mencionada, obligaba a que tuviesen cabida las
26
diversas tendencias de la Carrera judicial, lo que ya era determinante
para la contravención del artículo 122 de la Constitución Española,
en palabras del Tribunal Constitucional, nombramientos que eran
proporcionados a la fuerza parlamentaria (cuestión matemática
elemental de la que también dieron cuenta los periodistas), lo que
también determinaba que se sobrepasaba otra línea infranqueable
para actuar conforme con la Constitución, y de esta naturaleza,
también consideramos el nombramiento del Vicepresidente del
Tribunal Supremo, al no soportar su legalidad, el mínimo contraste
con lo que literalmente señala el artículo 299.3 de la LOPJ, y la
jurisprudencia recaída sobre tal precepto, señalando el art. 300 de la
LOPJ, que el escalafón de la Carrera judicial puede reformarse hasta
por periodos de tres año.
Lógicamente los medios documentales y testificales de prueba
deben conectarse con el objeto del proceso, cual es la ilegalidad por
inconstitucional
del nombramiento del Presidente del Consejo
General del Poder Judicial el 9-12-2013, que se produciría aunque
formalmente tal día, los Vocales eligieran a Carlos Lesmes,
realmente,
el nombramiento estaba ya decidido por Rajoy
Rubalcaba, antes de que se eligieran a los propios Vocales, siendo
razonable concluir que en tal supuesto, el CGPJ no ocuparía una
posición no autónoma sino subordinada a la del resto de poderes del
Estado. Es decir, se presentaban unas pruebas testificales recogidas
en documentos pero si no bastaba con lo plasmado en los periódicos
o subsidiariamente, como hemos transcrito, se pedía que tales
testigos comparecieran ante la Sala, para que informasen sobre la
veracidad de los hechos de que se daba cuenta en los periódicos y
de la manera en que habían tenido conocimiento, inclusive si eran
27
invenciones o suposiciones suyas o actos de adivinación de lo que
habían transmitido No debe olvidarse, que en otros Consejos
Generales del Poder Judicial anteriores, han sido claramente el
Presidente del Gobierno y el de la oposición, por ejemplo Zapatero y
Rajoy, quienes, formalmente y de viva voz, lo transmitieron a la
prensa el 22-9-2008.
CUARTO : María Peral, F. Velasco, F Garea y José Antonio
Hernández son periodistas, que no adivinadores, echadores de
cartas o estudiosos del tarot, con décadas de experiencia en
informaciones de esta clase de eventos, de manera que debe de
considerarse que son testigos bien experimentados y hábiles
conocedores de esta materia. Sin duda, por tal motivo, concedió
Lesmes a María Peral, la entrevista el 27-3-2014, en la que señaló,
entre otras manifestaciones, como método adecuado para dirigir la
Carrera judicial, el del palo y la zanahoria; no creemos que si la citada
periodista hubiese mentido los días 11 y 20 de noviembre de 2013
sobre hechos tan graves como los que señalamos, le hubiese
concedido tal entrevista. Por tales
razones son por las que
solicitamos que en caso de que exista alguna duda de cualquier
sentido, que se les cite a declarar sobre todo los extremos
mencionados
Nuestros mandantes impugnaron el acuerdo del Consejo General del
Poder Judicial de 9-11-2013 en que se nombraba don Carlos Lesmes
como Presidente del Consejo General del Poder Judicial, señalado
que la Constitución Española es una norma de obligado cumplimiento
y que las leyes han de interpretarse de acuerdo con la misma, de
manera que como había señalado el Tribunal Constitucional, en una
interpretación auténtica del artículo 122 de la Constitución Española,
28
sus mandatos no se pueden ignorar y actuar de forma
diametralmente opuesta, a lo que exige este Tribunal, debe
enjuiciarse como contrario a la ley. La impugnación se basa en que
tal nombramiento está viciado de tal nulidad, ya que al elegirse,
realmente, al Presidente del Consejo General del Poder Judicial por
quienes no son Vocales y cuando ni siquiera habían sido elegido
estos, se está vulnerando la garantía institucional del Consejo
General del Poder Judicial, cual es su posición autónoma y no
subordinada a los demás poderes públicos.
El abogado del Estado pretende con una especie de lectura parcial
de nuestra demanda, atribuir a la descripción de eventos concretos
y localizados en el espacio y en el tiempo, como es la existencia o no
de una conversación, participantes, y su contenido y resultado, el
carácter de opinión, atribuyendo el carácter de sana critica a todo lo
contrario que piensa la sociedad española, que ha fundado su
convicción en los hechos y resultados, publicados por todos los
periodistas y periódicos, razón por la que, además, quiere obviar la
petición de testifical que formalizamos en nuestra demanda, para que
se acreditase la veracidad de los hechos publicados y las causas
concretas del conocimiento, es decir, para que en caso de alguna
duda
se conozcan los hechos relevantes y sobre los que
pretendemos que se ilustre a la Sala.
Normalmente, los hechos que constituyen el objeto del proceso son
desconocidos para la sociedad y es la parte quien lo acredita sin
mayor conocimiento de aquélla, pero en este caso, por el mero hecho
de que la cuestión fuese conocida con claridad por la generalidad de
la sociedad, no empece a que el Tribunal, a través de los mismos
conocimientos y con la sana crítica que ha analizado las noticias, los
29
analice, tomando incluso declaración testifical de quienes informaron
a la opinión pública de los hechos relevantes de general
conocimiento: que el nombre de Carlos Lesmes fue tratado y
acordado por Rajoy y Rubalcaba entre los cientos posibles para
presidir el Consejo General del Poder Judicial, y la sana crítica y la
convicción generalizada basada en criterios de lógica humana deben
de conducir, necesariamente, a esta convicción sin perjuicio de que
si el Tribunal lo considera oportuno, tal y como habíamos solicitado
en nuestra demanda, tome declaración a tales personas, que sin
lugar a dudas explicarán las causas de sus conocimientos.
En cualquier caso, reiteramos nuestra protesta de indefensión para
el caso de no tener por acreditados los hechos base de nuestra
pretensión no se practiquen las testificales solicitadas.
Debe tenerse en cuenta, que nos ocupa una cuestión de Estado, de
acentuado contenido de orden público, en el que también deben
destacarse los poderes de oficio del Tribunal para alcanzar el
conocimiento de la realidad, de lo que se sujeta a enjuiciamiento, de
ahí que solicitamos, que para mayor claridad y conocimiento, que se
cite a declarar en diligencia final de prueba, a los mencionados de
testigos para que ilustren a la Sala de los testimonios que han
plasmado en los periódicos y sobre las causas de su conocimiento
para mayor seguridad.
SEXTO: Que el día 16 de diciembre se dictó sentencia que
desestimaba el recurso contencioso- administrativo.
SÉPTIMO: Que el día 13 de enero del presente año 2015 se
presentó incidente de nulidad de actuaciones por vulneración del
30
derecho a la tutela judicial efectiva motivada por la inadmisión de la
prueba propuesta.
Este incidente de nulidad fue inadmitido a trámite por providencia de
fecha 14/1/2015.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO: Dice el Artículo 4.1 de la LOTC (Ley Orgánica 2/79) que
los derechos y libertades reconocidos en los artículos 14 a 29 de la
Constitución serán susceptibles de amparo constitucional, en los
casos y formas que esa Ley establece, y el Artículo 44 del mismo
texto legal que:
1. Las violaciones de los derechos y libertades susceptibles de
amparo constitucional, que tuvieran su origen inmediato y directo en
un acto u omisión de un órgano judicial, podrán dar lugar a este
recurso siempre que se cumplan los requisitos siguientes: a) Que se
hayan agotado todos los medios de impugnación previstos por las
normas procesales para el caso concreto dentro de la vía judicial. b)
Que la violación del derecho o libertad sea imputable de modo
inmediato y directo a una acción u omisión del órgano judicial con
independencia de los hechos que dieron lugar al proceso en que
aquellas se produjeron, acerca de los que, en ningún caso, entrará a
conocer el Tribunal Constitucional. c) Que se haya denunciado
formalmente en el proceso, si hubo oportunidad, la vulneración del
derecho constitucional tan pronto como, una vez conocida, hubiera
lugar para ello.
31
2. El plazo para interponer el recurso de amparo será de 30 días, a
partir de la notificación de la resolución recaída en el proceso judicial.
SEGUNDO : Sosteníamos en nuestra demanda, lo que
resaltábamos en conclusiones, que el nombramiento del Presidente
del Consejo General del Poder Judicial D. Carlos Lesmes se produjo,
formalmente, el 9-12-2013 pero el nombre de quien iba ostentar el
cargo de Presidente del Consejo General del Poder Judicial Carlos
Lesmes era conocido por la sociedad española merced a la
publicación que llevaron a cabo todos los periódicos importantes
españoles, de las más diversas tendencias, en fechas previas al
nombramiento de quienes lo tenían que elegir, los Vocales del
Consejo General del Poder Judicial que fueron elegidos los días 26 y
27 de noviembre de ese año.
El 18 de octubre de 3013 se publicaba en el periódico digital El
Confidencial por J. L. Lobo que “La última palabra la dirá Mariano
Rajoy. Pero Alberto Ruiz-Gallardón está moviendo todos los hilos
para colocar a un magistrado muy cercano a él en la cúpula del
Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), cuya renovación
negocian contra reloj el PP y el PSOE. El Ministro de Justicia quiere
que el próximo presidente del órgano de gobierno de los jueces y del
Tribunal Supremo sea Carlos Lesmes, un magistrado de su absoluta
confianza, que ya ocupó cargos de responsabilidad durante los
gobiernos de José María Aznar, según han revelado a El Confidencial
fuentes cercanas a esas negociaciones”.
El día 20-10-2013 en la pág. 10 del periódico El País, Fernando
Garea señalaba que era muy probable que Carlos Lesmes fuese el
32
Presidente del CGPJ, y ello lo decía porque también se barajaban
otros nombres, con muchas menos posibilidades, como
Manuel
Marchena o Juan Saavedra, destacando que Carlos Lesmes fue
Director General de Relaciones con la Administración de Justicia de
12 de mayo de 2000 hasta septiembre de 2005, en el último Gobierno
de D. José María Aznar,. Antes, en 1996, el Sr. Lesmes había sido
Director General.
El 11-11-2013, la periodista María Peral señalaba en la pág. 15 del
periódico El Mundo, que el nombre del Presidente del CGPJ sería
tratado por el Sr. Rajoy y Sr. Rubalcaba.
El día 20-11-2013 la citada periodista María Peral señalaba en la pág.
3 del periódico El Mundo, que ya se habían puesto de acuerdo ambos
en el nombre del futuro Presidente del CGPJ, y que sería Carlos
Lesmes.
El día 21-11-2013, el periodista F. Velasco, en la pág. 10 de La
Razón señaló que el Sr. Lesmes ocuparía tal cargo.
El 5-12-2013, los periodistas F. Garea y José A. Hernández , en la
pág. 10 de El País,
destacaban la certeza de que con toda
seguridad, Carlos Lesmes sería nombrado Presidente del CGPJ.
El día de su elección, el 9-12-2013, pero antes de que se llevase a
cabo la votación, el periodista F. Velasco, en la pág. 18 en La Razón
dió como noticia, el hecho cierto de que el Sr. Lesmes sería
nombrado Presidente.
Los dos periódicos de mayor difusión nacional (ABC y El País ), el
día 10-12-2013 (págs. 17 y 20 ) señalaban que el nombramiento del
Sr. Lesmes, como Presidente del CGPJ, se conocía desde hacía
33
meses y que en el pacto de nombramiento de los Vocales se incluía
que éstos tendrían que votar al Sr. Lesmes.
Se pedía en la demanda que en caso de que tales negociaciones o
tratos y resultados de ellos no se entendiesen probados por las
declaraciones que se hacían por los testigos periodistas en los
periódicos que se citaban, que se les tomase declaración en el
Tribunal para que no cupiese duda alguna al momento de enjuiciar
sobre la veracidad o mendacidad de lo que todos publicaban.
TERCERO: Señala la STC 359/2006 (rec. 7349/2004), en su f. jdco.
2º que con relación a la doctrina de ese Tribunal en materia de la
debida admisión o no de la prueba, que podría lesionar derechos
fundamentales era necesario recordar lo declarado en nuestra STC
165/2001, de 16 de julio, donde se sintetizaban las líneas principales
de esta doctrina:
“a) Este derecho fundamental, que opera en cualquier tipo de
proceso en que el ciudadano se vea involucrado, no comprende un
hipotético derecho a llevar a cabo una actividad probatoria ilimitada
en virtud de la cual las partes estén facultadas para exigir
cualesquiera pruebas que tengan a bien proponer, sino que atribuye
solo el derecho a la recepción y práctica de las que sean pertinentes
(SSTC 168/1991, de 19 de julio; 211/1991, de 11 de noviembre;
233/1992, de 14 de diciembre; 351/1993, de 29 de noviembre;
131/1995, de 11 de septiembre; 1/1996, de 15 de enero; 116/1997,
de 23 de junio; 190/1997, de 10 de noviembre; 198/1997, de 24 de
noviembre; 205/1998, de 26 de octubre; 232/1998, de 1 de diciembre;
96/2000, de 10 de abril, FJ 2), entendida la pertinencia como la
34
relación entre los hechos probados y el thema decidendi (STC
26/2000, de 31 de enero, FJ 2).
b) Puesto que se trata de un derecho de configuración legal, es
preciso que la prueba se haya solicitado en la forma y momento
legalmente establecidos (SSTC 149/1987, de 30 de septiembre;
212/1990, de 20 de diciembre; 87/1992, de 8 de junio; 94/1992, de
11 de junio; 1/1996; 190/1997; 52/1998, de 3 de marzo; 26/2000, FJ
2), siendo sólo admisibles los medios de prueba autorizados por el
ordenamiento (SSTC 101/1989, de 5 de junio; 233/1992, de 14 de
diciembre; 89/1995, de 6 de junio; 131/1995; 164/1996, de 28 de
octubre; 189/1996, de 25 de noviembre; 89/1997, de 10 de
noviembre; 190/1997; 96/2000, FJ 2).
c) Corresponde a los Jueces y Tribunales el examen sobre la
legalidad y pertinencia de las pruebas, no pudiendo este Tribunal
Constitucional sustituir o corregir la actividad desarrollada por los
órganos judiciales, como si de una nueva instancia se tratase. Por el
contrario, este Tribunal sólo es competente para controlar las
decisiones judiciales dictadas en ejercicio de dicha función cuando
se hubieran inadmitido pruebas relevantes para la decisión final sin
motivación alguna o mediante una interpretación y aplicación de la
legalidad arbitraria o irrazonable o cuando la falta de práctica de la
prueba sea imputable al órgano judicial (SSTC 233/1992, de 14 de
diciembre, FJ 2; 351/1993, de 29 de noviembre, FJ 2; 131/1995, de
11 de septiembre, FJ 2; 35/1997, de 25 de febrero, FJ 5; 181/1999,
de 11 de octubre, FJ 3; 236/1999, de 20 de diciembre, FJ 5;
237/1999, de 20 de diciembre, FJ 3; 45/2000, de 14 de febrero, FJ 2;
78/2001, de 26 de marzo, FJ 3).
d) Es necesario asimismo que la falta de actividad probatoria se
haya traducido en una efectiva indefensión del recurrente, o lo que
35
es lo mismo, que sea ‘decisiva en términos de defensa’ (SSTC
1/1996, de 15 de enero, FJ 2; 219/1998, de 17 de diciembre, FJ 3;
101/1999, de 31 de mayo, FJ 5; 26/2000, FJ 2; 45/2000, FJ 2). A tal
efecto, hemos señalado que la tarea de verificar si la prueba es
decisiva en términos de defensa y, por tanto, constitucionalmente
relevante, lejos de poder ser emprendida por este Tribunal mediante
un examen de oficio de las circunstancias concurrentes en cada caso
concreto, exige que el recurrente haya alegado y fundamentado
adecuadamente dicha indefensión material en la demanda, habida
cuenta de que, como es notorio, la carga de la argumentación recae
sobre los solicitantes de amparo. (SSTC 1/1996, de 15 de enero;
164/1996, de 28 de octubre; 218/1997, de 4 de diciembre; 45/2000,
FJ 2).
e) La anterior exigencia se proyecta en un doble plano: de una
parte, el recurrente ha de razonar en esta sede la relación entre los
hechos que se quisieron y no se pudieron probar y las pruebas
inadmitidas (SSTC 149/1987, de 30 de septiembre, FJ 3; 131/1995,
de 11 de septiembre, FJ 2); y, de otra, quien en la vía de amparo
invoque la vulneración del derecho a utilizar los medios de prueba
pertinentes deberá, además, argumentar de modo convincente que
la resolución final del proceso a quo podría haberle sido favorable, de
haberse aceptado y practicado la prueba objeto de controversia
(SSTC 116/1983, de 7 de diciembre, FJ 3; 147/1987, de 25 de
septiembre, FJ 2; 50/1988, de 2 de marzo, FJ 3; 357/1993, de 29 de
noviembre, FJ 2), ya que sólo en tal caso, comprobado que el fallo
pudo, acaso, haber sido otro si la prueba se hubiera admitido, podrá
apreciarse también el menoscabo efectivo del derecho de quien por
este motivo busca amparo (SSTC 30/1986, de 20 de febrero, FJ 8;
1/1996, de 15 de enero, FJ 3; 170/1998, de 21 de julio, FJ 2;
36
129/1998, de 16 de junio, FJ 2; 45/2000, FJ 2; 69/2001, de 17 de
marzo, FJ 28)” (FJ 2).
3. En el presente caso debe partirse del hecho de que, desde el
primer momento, el recurrente de amparo puso de manifiesto en sus
escritos que pretendía una determinada prueba, la testifical, a los
efectos de demostrar que se había procedido a la extracción de
minerales y a la explotación, antes de la fecha de vencimiento de la
concesión administrativa tras el requerimiento realizado por la
Administración. Dicha prueba fue denegada mediante Auto de 14 de
diciembre de 1998 “por considerarse innecesaria conforme determina
el artículo 566 de la [Ley de enjuiciamiento civil: LEC]”. Recurrido en
súplica, fue desestimado por Auto de 12 de enero de 1999, porque
“no se han desvirtuado los razonamientos jurídicos de la resolución
recurrida”. Insiste de nuevo el demandante de amparo en su recurso
de casación ante el Tribunal Supremo al considerar que se le ha
generado indefensión el rechazo de la prueba testifical propuesta.
A la vista de los acontecimientos, cabe afirmar, en primer lugar,
que la demanda de amparo cumplió con uno de los requisitos a los
que este Tribunal vincula el examen de fondo sobre la vulneración
aducida, esto es, el de haber solicitado en forma y momento
legalmente establecidos la prueba que finalmente le fue inadmitida.
4. Debe igualmente, en segundo lugar, verificarse si las pruebas
solicitadas y no admitidas constituyen “pruebas pertinentes”,
entendida la pertinencia como la relación entre los hechos probados
y el thema decidendi, si bien partiendo de la base de que el examen
sobre la legalidad y pertinencia de las pruebas corresponde a los
Jueces y Tribunales y de que este Tribunal Constitucional tan sólo es
competente para controlar estas decisiones judiciales cuando se
hubieran inadmitido pruebas relevantes sin motivación alguna, o
37
mediante una interpretación y aplicación de la legalidad arbitraria o
irrazonable. En este punto conviene por ello recordar cuál ha sido la
motivación sobre la que los órganos judiciales han ido sustentando a
lo largo del procedimiento la inadmisión de las pruebas solicitadas.
En ese caso, que se resuelve en la STC 359/2006, se decía que
frente a la prueba admitida y valorada, básicamente documental
indirecta, para demostrar la existencia de explotación de la
concesión, la testifical propuesta era una prueba directa sobre la
efectiva extracción de mineral antes de la fecha límite, por lo que era
claramente pertinente respecto al objeto del pleito. Prejuzgó el
órgano judicial, el contenido de la prueba, posicionándose sobre su
hipotética fuerza persuasiva antes de proceder a una valoración
conjunta de la prueba.
De la importancia que para el proceso por el que ahora se solicita la
nulidad, tenía acreditar este extremo da cuenta el párrafo siguiente
de las conclusiones, y en que se basa nuestra demanda, de ahí la
relevancia que este recurso tiene en la resolución de la nulidad
presentada:
“ Nuestros mandantes impugnaron el acuerdo del Consejo General
del Poder Judicial de 9-11-2013 en que se nombraba don Carlos
Lesmes como Presidente del Consejo General del Poder Judicial,
señalado que la Constitución Española es una norma de obligado
cumplimiento y que las leyes han de interpretarse de acuerdo con la
misma, de manera que como había señalado el Tribunal
Constitucional, en una interpretación auténtica del artículo 122 de la
Constitución Española, sus mandatos no se pueden ignorar y actuar
de forma diametralmente opuesta, a lo que exige este Tribunal, debe
38
enjuiciarse como contrario a la ley. La impugnación se basa en que
tal nombramiento está viciado de tal nulidad, ya que al elegirse,
realmente, al Presidente del Consejo General del Poder Judicial por
quienes no son Vocales y cuando ni siquiera habían sido elegido
estos, se está vulnerando la garantía institucional del Consejo
General del Poder Judicial, cual es su posición autónoma y no
subordinada a los demás poderes públicos”.
La Sentencia cuya nulidad solicitamos sobre la base de los derechos
fundamentales que consideramos vulnerados resuelve la cuestión en
los siguientes f. jdcos.
CUARTO.-……………..
Pero este Tribunal no puede deducir (vistas las actas que se han
transcrito) que los 16 Vocales del C.G.P.J. que votaron a favor
del Sr. Lesmes lo hicieron como un cumplimiento de un mandato
imperativo.
………………………
QUINTO.-………………..
La voluntad libre de los Vocales que votaron a favor del Sr.
Lesmes no puede ponerse en duda a causa de la teórica
existencia de tratos o convenios políticos previos, a la vista de
las razones circunstanciadas que todos ellos expusieron en su
explicación de voto, como se ve en las actas.
Nada de esto se dice en la demanda, pareciendo que
esos hipotéticos tratos, regateos o convenios políticos previos,
habrían de determinar sin más la existencia de un mandato
39
imperativo, que viciaría en todo caso la voluntad de los
electores.
Las cosas no son así. Nada hay en el expediente
administrativo que pueda llevar a esta Sala al convencimiento de que
los Vocales del C.G.P.J. que votaron al Sr. Lesmes lo hicieran
acatando órdenes o cumpliendo condiciones, y, por tanto, con
voluntad torcida, sino (según se deduce de las actas) con el ánimo
de nombrar para el cargo a un Magistrado del Tribunal Supremo que
creían prestigioso y experimentado………………
Nuestra demanda se encuentra basada en la doctrina que estableció
la sentencia del Tribunal Constitucional Pleno 108/86 de 29 de julio,
en el recurso 839/1985, en la que se viene a destacar que el Consejo
General del Poder Judicial no es sólo el órgano de autogobierno de
los Jueces sino que para que cumpla su verdadera garantía
institucional, la que le ha encargado la Constitución, ha de ostentar
una posición autónoma y no subordinada al resto de poderes del
Estado. No nos vamos a extender más en la doctrina de la citada
sentencia, de sobra conocida por ese Tribunal, pero si el nombre del
Presidente del Consejo General del Poder Judicial es el que han
elegido informalmente y en un pacto que legalmente no les compete,
los titulares de otros poderes del Estado es evidente que tales
Vocales, todos o parte relevante, se convierten de hecho y de
derecho en delegados o comisionados de otro poder, de manera que
se infringiría de manera clara la Constitución como norma suprema
del ordenamiento jurídico, y señala la STC 108/1986 , según señala
40
el F. Jdco décimo de la misma. Por ello, nuestra postura en el
proceso ha sido que, en caso de que no se consideran determinantes
las pruebas testificales de tales hechos publicados en todos los
periódicos importantes de España, debería de admitirse la prueba
testifical ante el Tribunal Supremo, de tal manera que la denegación
de tal prueba testifical consideramos que vulnera el derecho a la
tutela judicial, efectiva en su vertiente de derecho a la defensa.
En el proceso contencioso administrativo se admiten pruebas al
margen del expediente administrativo y los actos administrativos
tienen causa, una formal que en ocasiones no es la real, según se
puede aparentemente extraer del expediente administrativo, de
manera que interesando al Derecho y a la justicia, la búsqueda de la
verdad y realidad de los fenómenos, se debe investigar la existencia
de una causa falsa, ya que, en muchas ocasiones, como la que nos
ocupa, la causa real no es la que formalmente aparece, y la forma de
averiguarla es el examen de elementos objetivos y directamente
enderezados a acreditarlos y que normalmente no constan en el
expediente administrativo.
Se llevaban también a cabo unas alegaciones y se presentaba
también una prueba indiciaria con relación al nombramiento de los
Vocales, y del Vicepresidente cuyo nombramiento y elección también
vulneraba la citada sentencia 108/86 y la legalidad ordinaria por las
razones que allí se sostenían.
Entendemos que en este caso, como el que resuelve la sentencia
del Tribunal Constitucional 356/2006 de que hacemos mención se
produce el mismo vicio, cual es que se resuelve sin haber practicado
todas las pruebas que eran relevantes y determinantes. Y además,
en este caso que ahora sometemos a la consideración del Tribunal
41
Constitucional, entendemos que se infringe todavía de una forma
más notable la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, toda vez
que el Tribunal Supremo resuelve sobre la base de indicios
indirectos, que realmente no son nada relevantes, cuando con las
pruebas que entendemos, que se deberían practicar,
se podría
determinar, directamente, si efectivamente existieron tales acuerdos
o conversaciones, o no existieron, de una forma directa y
concluyente, sin tener que resolver sobre hipótesis indirectas e
irrelevantes, como hace la sentencia; es más, aunque hubieran
existido tales conversaciones, como sin duda se informa por
acreditados especialistas en la materia, y se hubieran llegado a tales
resultados que todos señalan, creemos que formalmente en el
expediente administrativo y en la actuación de los Vocales no se
hubiera puesto de manifiesto sino que habrían razonado en términos
admisibles en Derecho, que es lo que han hecho, de ahí que sea
absolutamente ilógico que se apele al expediente administrativo para
resolver, en una cuestión en la que existen pruebas directas y
concluyentes o podría haberlas.
Como decíamos en nuestra demanda, tales hechos al ser conocidos
por toda la sociedad por
haber sido publicados en todos los
periódicos, podían considerarse como notorios, mayormente cuando
las publicaciones son reconocidas por la contraparte. Pero para el
caso de que no se tuviese como probado tal extremo, solicitábamos
que se practicase la prueba testifical de los testigos periodistas que
habían publicado tales noticias, lo que se denegó por auto de 14 de
noviembre de 2014, en que se desestimaba el recurso de reposición
interpuesto por nuestros mandantes contra el auto de 26 de
septiembre de 2014, en que se había denegado el recibimiento del
42
pleito a prueba en este proceso y ello según el auto citado que
resuelve la reposición planteada porque: “ninguna necesidad de
probar la realidad de la publicación de las noticias que por fotocopia
acompañó la parte actora en su demanda, dado que, como también
se apuntó en el referente en el auto recurrido, tal realidad ha sido
aceptada por el señor abogado del Estado.
Por lo demás, las pruebas propuestas no van dirigidas a favorecer la
resolución del pleito ( artículo 60. 3 de la Ley Jurisdiccional 29/98), el
cual tiene por objeto un acuerdo específico y concreto al que llegaron
los miembros del Consejo General del Poder Judicial porque se eligió
al presidente del Tribunal Supremo y del propio Consejo. Y son, por
lo tanto, las cuestiones atinentes acuerdo específico las que son de
trascendencia a juicio de este órgano jurisdiccional para la resolución
del pleito”.
Decíamos en el recurso de reposición contra la no admisión del pleito
a prueba que:
PRIMERO: El artículo 24 de la Constitución Española consagra el
derecho a la tutela judicial efectiva de cuya doctrina ha extraído el
Tribunal Constitucional que se encuentra el derecho a la prueba,
rigiendo en la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa
merced a su Disposición Final Primera, las normas que sobre la
misma rigen en el proceso civil, de manera que la parte puede pedir
prueba de todo aquello que siendo controvertido se pueda acreditar
mediante los medios que se establecen en los artículos 299 y
siguientes de la LEC, entre las que se encuentran la prueba
documental y la testifical, debiéndose llamar como testigos a las
personas que tengan noticias de hechos controvertidos relativos a lo
que sea objeto del pleito, en el caso que nos ocupa, sobre los hechos
43
que señalábamos en los hechos primero y segundo de nuestra
demanda, de manera que tal y como solicitábamos en la demanda,
si no se declaran tales como notorios, los periodistas deben declarar
como testigos de los hechos de que informaban, ya que en las
noticias que indicábamos, no sólo se vertían opiniones sino que se
recogían hechos y manifestaciones que les había hecho otras
personas de relevancia para fundar tales aseveraciones, y que son
relevantes para acreditar una cuestión que aparece como notoria,
cual es que el nombre del Presidente del Consejo General del Poder
Judicial era conocido antes no solo de que se reuniesen los Vocales
del CGPJ con tal fin sino incluso antes de ser elegidos ellos mismos,
y ello por un acuerdo de los partidos políticos.
SEGUNDO: Ciertamente que nuestra demanda se basaba en
noticias que se recogían en periódicos pero las mismas al margen de
opiniones no ponen sino de manifiesto unos hechos constatados por
personas, de ahí que de ser negados tales hechos por la demandada
y no tenerlos por acreditados la Sala pidiésemos subsidiariamente
que se practicase prueba testifical de los periodistas que afirmaban
tales hechos. De la veracidad de los hechos que como testigos
daban cuenta los periodistas son buena prueba las manifestaciones
de la Sra. Clareaga, especialmente si tenemos en cuenta, que antes
de conocer el expediente administrativo, ya lo conocíamos por haber
sido publicado por un periódico, lo que nos da cuenta de la certeza
de los hechos que publicaban.
Si la Sala no tiene por acreditados los hechos en que se basa la
demanda por notorios y conocidos por la sociedad en general debe
abrir un periodo de prueba como señalábamos en nuestra demanda,
44
ya que de lo contrario no solo es que la Sala no va a partir de hechos
que por notorios y de los que han dado cuenta todos los medios de
comunicación son conocidos por toda la sociedad sino que no se nos
dará la posibilidad de acreditar los mismos, de manera que
perderemos un pleito por no tener acreditados unos hechos, cuyas
consecuencias jurídicas son evidentes, a pesar de haber alegado los
mismos y de presentar los medios de prueba correspondientes,
documentales y subsidiariamente testificales, no solo de opiniones
sino de los hechos objetivos que recogen y manifestaciones de
terceros, personas relevantes en la materia en que se basan.
.
Que el nombre de quién iba a presidir el Consejo General del Poder
Judicial era conocido por la opinión pública y los medios de
comunicación antes de reunirse el propio Consejo General del Poder
Judicial y de su nombramiento efectivo por éste es un hecho conocido
por toda la sociedad sobre la base, no de opiniones sino de hechos
comunicados por los periodistas de los que como testigos deben dar
cuenta ante la Sala, si duda ésta de la veracidad de los hechos que
se contienen en tales noticias y sobre la base de los que la sociedad
ha dado por ciertos tales hechos, no solo por no haber sido negados
por los interesados sino porque todos los periódicos, de todas las
tendencias, presentaban hechos y detalles que inexorablemente
conducían a ello.
Por todo lo expuesto, consideramos en contra de lo razonado en el
auto impugnado que los hechos alegados son relevantes para la
aplicación de los preceptos que se señalan y las peticiones que se
articulan, y que los medios de prueba que se presentan son útiles y
45
hábiles para acreditar los extremos en que se basa nuestra
pretensión, causándonos indefensión no practicar tal prueba, en caso
de que no se tengan expresamente por acreditados y ciertos tales
hechos.
Reiteramos, expresamente para el caso de que no se fuese estimado
este recurso, la denuncia de vulneración del derecho a la tutela
judicial efectiva consagrado en el art. 24 de la CE, que consideramos
infringido.
SUPLICO :
Por todo lo expuesto, solicitamos a la Sala que estime el recurso de
reposición planteado y anulando la resolución impugnada, abra el
correspondiente período de prueba y actúe en la forma en que
solicitamos en el primer otrosí digo de nuestra demanda.
Reiterábamos en Conclusiones que: “ Normalmente, los hechos que
constituyen el objeto del proceso son desconocidos para la sociedad
y es la parte quien lo acredita sin mayor conocimiento de aquélla,
pero en este caso, por el mero hecho de que la cuestión fuese
conocida con claridad por la generalidad de la sociedad, no empece
a que el Tribunal, a través de los mismos conocimientos y con la sana
crítica que ha analizado las noticias, los analice, tomando incluso
declaración testifical de quienes informaron a la opinión pública de
los hechos relevantes de general conocimiento: que el nombre de
Carlos Lesmes fue tratado y acordado por Rajoy y Rubalcaba entre
los cientos posibles para presidir el Consejo General del Poder
46
Judicial, y la sana crítica y la convicción generalizada basada en
criterios de lógica humana deben de conducir, necesariamente, a
esta convicción sin perjuicio de que si el Tribunal lo considera
oportuno, tal y como habíamos solicitado en nuestra demanda, tome
declaración a tales personas, que sin lugar a dudas explicarán las
causas de sus conocimientos.
En cualquier caso, reiteramos nuestra protesta de indefensión para
el caso de no tener por acreditados los hechos base de nuestra
pretensión no se practiquen las testificales solicitadas.
Solicitamos la nulidad por vulneración del derecho consagrado en el
art. 24 de la CE referente a la tutela judicial efectiva por indefensión,
ya que no se nos ha permitido acreditar elementos relevantes en que
se basa nuestra petición de nulidad del Presidente del CGPJ, Sr.
Lesmes, como lo son la existencia o no de conversaciones entre el
Presidente del Gobierno, Sr. Rajoy, y el de la Oposición Sr.
Rubalcaba para determinar el nombre del futuro Presidente del
CGPJ, y resultado de las mismas, incluido si los Vocales que
propusieron se hicieron con el compromiso de votar a determinado
Presidente o a algunos de ellos, con mayoría suficiente”.
CUARTO :Es absolutamente imposible según las reglas del
criterio humano, que el nombre del presidente de un órgano, elegible
entre cientos, se conozcan antes de conocerse el nombre de quienes
van a formar el órgano que lo debe elegir, dejando a salvo que este
nombre sea elegido, realmente, por otros, como señalan las fuentes
que apuntaban este nombre.
47
La sentencia del Tribunal Constitucional 177/2011 de 18 de julio
(recurso 570/2005), 48/2008 de 11 de marzo (recurso 1784/2004) y
el auto 153/2001 de 15 de junio del Tribunal Constitucional señalan
que se vulnera el derecho a la tutela judicial efectiva, consagrado en
el artículo 24 de la Constitución Española y determina la debida
admisión y estimación de un recurso de amparo por vulneración de
los derechos fundamentales, cuando la valoración de la prueba se
verifica en contra del criterio humano, lo que determina, sin duda, una
valoración ilógica, irracional o arbitraria.
Así como nadie se puede obligar a lo imposible, constituye
igualmente un principio general del Derecho, que el resultado de una
prueba no pueda llegar a conclusiones que sólo son admisibles
desde el punto de vista de la adivinación, la magia y los sortilegios,
cuando además existe una explicación explícita y lógica de todo ello,
lo que en este caso es bien trascendente, así como la admisión por
la contraparte, de que era cierto lo que transcribimos y había sido
publicado por todos los periódicos.
Todos los periódicos señalaban las causas del nombramiento de
Carlos Lesmes como Presidente del Consejo General del Poder
Judicial, incluso antes del propio nombramiento de los Vocales,
señalando que obedecía a un pacto entre Rajoy y Rubalcaba,
señalando también, cuándo se iban a reunir, la agenda y su
resultado. De ahí se infiere, necesariamente, tanto por ser notorio o
admitido, al reconocer la realidad de las publicaciones, que tal
resultado debe ser el lógico según las reglas del criterio humano y no
uno imposible según estas reglas.
Nos remitimos en este punto a nuestro escrito de conclusiones, sin
perjuicio de señalar aquí alguna mención: “Que Rajoy y Rubalcaba
48
hablen en determinada fecha, es un hecho, no una opinión, que será
verdadero o falso pero es un hecho, y lo mismo que de predicarse de
que en tal conversación se haya tratado de una determinada materia
en concreto, como lo es el nombre del Presidente del CGPJ, o que
en el curso de la misma hayan llegado a un acuerdo sobre el nombre
del mismo. Si todos los periodistas de las más diversas tendencias,
que informan sobre tales hechos son unánimes en describirlos
aunque con distintas palabras, es lo ordinario que la sociedad
española, entre la que se encuentran nuestros mandantes y ese
Supremo Tribunal, haciendo uso de su sana crítica, tenga la
convicción, de que tales hechos son reales, y si a ello le añadimos
que se menciona un nombre de los posibles entre cientos, y luego
resulta que, realmente, es el elegido, pues no puede decirse que la
opinión pública española o quien crea tales noticias hayan actuado
de una forma arbitraria o caprichosa, o al margen de la lógica humana
sino todo lo contrario, es decir que tales hechos los han valorado de
acuerdo con una crítica sana y no con la propia de un enfermo
mental, con una presunción que establece nuestra ley, cual es que
entre el hecho demostrado y aquel que se deduce haya un enlace
preciso y directo, según las reglas del criterio humano, de tal manera
que creemos que cualquier persona, que aplique la sana crítica de
acuerdo con criterios generalmente admitidos por la lógica y la razón
humana no pueden llegar a consecuencias totalmente contrarias a
estas conclusiones sobre la base de los hechos, de que los medios
de comunicación y periodistas, unánimemente, han informado.
Si todos los periodistas y periódicos de España dicen que Rajoy y
Rubalcaba han hablado antes y han tratado el nombre del Presidente
del CGPJ, y han llegado a un acuerdo en el mismo, describiendo los
49
pormenores de ese discurrir fáctico y negociación, y ese nombre es
conocido entre más de los cien posibles, incluso antes de conocerse
a quienes formalmente los iban a elegir, constituye el ejercicio de
una sana crítica, considerar que lo que tales periodistas y periódicos
han informado, constituye la verdad sobre los hechos que
publicaban, pero por si cabía alguna duda, señalábamos en el
apartado segundo de solicitud de pruebas de nuestra demanda, que
para el caso de que tales declaraciones recogidas por escrito en los
periódicos no constituyesen una prueba plena a juicio de la Sala, que
se les citase a tales periodistas en calidad de testigos, para que se
tuviesen por probado los hechos, a los periodistas que se mencionan
en los hechos 1º y 2º de la presente demanda para que declaren
sobre la veracidad de lo publicado, y señalasen las causas concretas
de las que se deriva el conocimiento de los hechos, y “las causas
concretas de las que se deriva el conocimiento de los hechos
que se publicaban”, decíamos en la demanda. Tras la lectura del
último párrafo del primer otrosí de nuestra demanda no debe haber
ninguna duda al respecto, ya que “Consideramos de gran
trascendencia los hechos referidos en el punto primero de los puntos
de hecho que se pretenden acreditar a través de la prueba
correspondiente en tanto que servirán para probar que el
nombramiento del Presidente del Consejo General del Poder Judicial
también
forma
parte
del
pacto
político
parlamentario
de
nombramiento de los Vocales como se anunció reiteradamente por
los medios de comunicación y señalamos en nuestra demanda,
alegando en este punto el artículo 24 de la Constitución Española por
indefensión que nos produciría respecto del acuerdo nombramiento
del Presidente para el que se ha declarado competente la Sala”.
50
Presentamos un principio de prueba, que no se puede negar que es
bastante rotunda, como
lo son los testimonios de periodistas
plasmados en los periódicos: unánimes, sin contradicción, aderezado
con el hecho cierto, de que no había resultado elegido ningún
miembro de la Asociación “Francisco de Vitoria”, muy mayoritaria en
la Carrera judicial, a pesar de que la sentencia Tribunal
Constitucional mencionada, obligaba a que tuviesen cabida las
diversas tendencias de la Carrera judicial, lo que ya era determinante
para la contravención del artículo 122 de la Constitución Española,
en palabras del Tribunal Constitucional, nombramientos que eran
proporcionados a la fuerza parlamentaria (cuestión matemática
elemental de la que también dieron cuenta los periodistas), lo que
también determinaba que se sobrepasaba otra línea infranqueable
para actuar conforme con la Constitución, y de esta naturaleza,
también consideramos el nombramiento del Vicepresidente del
Tribunal Supremo, al no soportar su legalidad, el mínimo contraste
con lo que literalmente señala el artículo 299.3 de la LOPJ, y la
jurisprudencia recaída sobre tal precepto, señalando el art. 300 de la
LOPJ, que el escalafón de la Carrera judicial puede reformarse hasta
por periodos de tres año.
Lógicamente los medios documentales y testificales de prueba
deben conectarse con el objeto del proceso, cual es la ilegalidad por
inconstitucional
del nombramiento del Presidente del Consejo
General del Poder Judicial el 9-12-2013, que se produciría aunque
formalmente tal día, los Vocales eligieran a Carlos Lesmes,
realmente,
el nombramiento estaba ya decidido por Rajoy
Rubalcaba, antes de que se eligieran a los propios Vocales, siendo
razonable concluir que en tal supuesto, el CGPJ no ocuparía una
51
posición no autónoma sino subordinada a la del resto de poderes del
Estado. Es decir, se presentaban unas pruebas testificales recogidas
en documentos pero si no bastaba con lo plasmado en los periódicos
o subsidiariamente, como hemos transcrito, se pedía que tales
testigos comparecieran ante la Sala, para que informasen sobre la
veracidad de los hechos de que se daba cuenta en los periódicos y
de la manera en que habían tenido conocimiento, inclusive si eran
invenciones o suposiciones suyas o actos de adivinación de lo que
habían transmitido No debe olvidarse, que en otros Consejos
Generales del Poder Judicial anteriores, han sido claramente el
Presidente del Gobierno y el de la oposición, por ejemplo Zapatero y
Rajoy, quienes, formalmente y de viva voz, lo transmitieron a la
prensa el 22-9-2008.
El Tribunal Constitucional en la STC108/ 1986 ha señalado que el
CGPJ no puede ocupar una posición subordinada al resto de poderes
del Estado, y tales conversaciones respecto del nombre del
Presidente y el posterior nombramiento del acordado ponen de
manifiesto inexorablemente esta posición subordinada, como lo ha
entendido toda la sociedad española, sin que, a pesar de la gravedad
de estos hechos se haya negado por sus responsables, sin olvidar
que incluso en épocas recientes, quienes ocupaban tales cargos
institucionales, lo dijeran expresamente en ruedas de prensa, como
señalábamos en Conclusiones. Téngase también en cuenta que en
este sentido también las formas son importantes y es necesario
conocer la veracidad o falsedad de tales imputaciones para lo que es
preciso citar a tales testigos si se duda de lo que han dicho en los
periódicos, ya que afecta a la causa de tales actos administrativos.
52
Alegamos también, la vulneración de este derecho fundamental a la
tutela judicial efectiva sobre la base de una valoración no razonable
o arbitraria de la prueba sobre la base de que el CGPJ debe ocupar
una posición autónoma y no subordinada al resto de los poderes
públicos, ya que cuando se elige al Presidente de un órgano que ha
de ostentar tales garantías y el nombre de ese Presidente es tratado
por personas a las que tal actuación les está vedada y tal nombre se
conoce antes de elegir a las personas que deben de elegirlo, lo cual
solamente es factible en un ejercicio de magia o adivinación salvo
que el nombramiento se haya hecho, realmente, por estas personas
que ocupan los citados cargos políticos y cuya simple negociación
y menos acuerdo, determinen que este CGPJ no ocupe una posición
autónoma y no subordinada al resto a los demás poderes públicos,
lo que determinaría una vulneración de la de la jurisprudencia
establecida en la sentencia 108/86 del Tribunal Constitucional Pleno
por una valoración arbitraria de la prueba propuesta y cuya realidad
es admitida por la contraparte.
Si se reconoce la veracidad de que todos los periódicos dan tales
noticias por percepciones directas, constituye una valoración ilógica,
arbitraria o irrazonable de lo admitido por la contraparte, negar la
existencia de tales hechos, que de no ser ciertos sería
completamente imposible que se produjeran, sobre la base de
indicios indirectos derivados de situaciones en las que es normal que
no se ponga de manifiesto la ilegalidad de la actuación de quienes
hablan, de manera que tal forma de actuar constituye una valoración
irrazonable, ilógica y arbitraria de los hechos admitidos, y como antes
hemos dicho, sobre todo, cuando la Sala se ha negado a practicar
53
determinadas pruebas directas y que traería toda la claridad en caso
de duda.
QUINTO: Consideramos que la presente demanda tiene una gran
trascendencia Constitucional, no sólo por la importancia que en este
ámbito tiene el órgano cuyo nombramiento ha sido impugnado sino
también para la aplicación y debido cumplimiento de la jurisprudencia
del Tribunal Constitucional, establecida en la sentencia 108/86 de la
que ya hemos hecho referencia, y además con relación a la
jurisprudencia, que en materia de prueba se establece en la
sentencia del Tribunal Constitucional 359/2006, entre otras, ya que
entendemos que se produce una indefensión de trascendencia
Constitucional, toda vez que no se abre el procedimiento a prueba y
se deniegan las pruebas propuestas tendentes a acreditar
directamente los hechos en que se basa nuestra pretensión, lo que
consideramos produce indefensión en los términos que señala el
Tribunal Constitucional, puesto que se nos impide acreditar los
hechos a los que resultaría aplicable el Derecho, esencialmente, la
jurisprudencia del Tribunal Constitucional establecida en la sentencia
108/86, que respalda plenamente nuestra pretensión de nulidad; y
con relación a la valoración de la prueba se infringe la jurisprudencia
establecida en las sentencias del Tribunal Constitucional 177/2011
de 18 de julio (recurso 570/2005), 48/2008 de 11 de marzo (recurso
1784/2004) y el auto 153/2001 de 15 de junio entre otras, ya que
implica una valoración arbitraria de la prueba, sobre la base de los
hechos que se reconocen por la contraparte, toda vez que las
conclusiones a las que se llega por el Tribunal Supremo son
totalmente contrarias al criterio humano, como acredita la convicción
pública notoria y unánime que toda la sociedad tiene sobre esa
54
cuestión, sobre la base de tales elementos admitidos por la
contraparte.
Por todo lo cual SUPLICO AL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL que
tenga por presentado este escrito y por hechas las manifestaciones
que en el mismo se contiene, y por interpuesto en tiempo y forma,
en la representación que ostentó, RECURSO DE AMPARO contra la
sentencia del Tribunal Supremo de 16 de diciembre de 2014 por la
que se desestima el recurso interpuesto en su día por nuestra
mandante contra el nombramiento de D. Carlos Lesmes como
Presidente del Consejo General del Poder Judicial, y se sirva
admitirlo, y previos los trámites oportunos, dicte sentencia por la que
se declare la nulidad de la referida resolución judicial y de todos los
trámites procesales que han ocasionado la indefensión a nuestra
mandante, hasta el día 25 de septiembre de 2014, incluido el auto
de 26 de septiembre de 2014, en que se denegó el recibimiento del
pleito a prueba en este proceso por el Tribunal Supremo, y todo ello,
por la vulneración de los derechos fundamentales expuestos.
Es justicia que pido en Madrid a 26 de enero de 2015
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