AL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DON JORGE PAJARES MORAL, Procurador de los Tribunales, que actúa en nombre de la ASOCIACIÓN DE JUECES Y MAGISTRADOS “FRANCISCO DE VITORIA”, según acredito con el Poder que como DOCUMENTO nº 1 acompaño a la presente demanda, ante el Tribunal Constitucional comparece y por medio del presente escrito, y de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 49 de la Ley Orgánica 2/79 de 3 de octubre reguladora del Tribunal Constitucional, dentro del plazo de 30 días que al efecto concede el artículo 44 de dicha Ley Orgánica interpongo RECURSO DE AMPARO contra la sentencia del Tribunal Supremo de 16 de diciembre de 2014 por la que se desestima el recurso contenciosoadministrativo interpuesto en su día ante el Tribunal Supremo por nuestra parte, contra el nombramiento del Presidente del Consejo General del Poder Judicial sobre la base de lo dispuesto en el artículo 24 de la Constitución Española de 1978, referido a la tutela judicial efectiva, en su vertiente de proscripción de la indefensión, al no admitirse en el proceso judicial, la apertura del pleito a prueba y no practicarse las pruebas que acreditaban, de forma directa, los hechos en los en que se fundamentaba nuestra pretensión para declarar la nulidad de dicho acto, conforme razonaremos en el cuerpo de este escrito de demanda, así como por la proscripción que tal derecho fundamental otorga a los ciudadanos, merced al que, a los Tribunales de Justicia no les es admitido llevar a cabo una valoración irracional, 1 ilógica o arbitraria del objeto del proceso, en este caso, especialmente, a la vista de los hechos admitidos por la contraparte. Se acompaña al presente escrito como DOCUMENTO nº 2 copia de la referida sentencia, en cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 49. 2 de la citada Ley Orgánica 2/79, así como las copias pertinentes, de conformidad con lo dispuesto en el apartado 3 del citado artículo, fundándose la presente demanda en los siguientes: HECHOS PRIMERO: Que en su día formulamos demanda alegando que el 26 de noviembre, el Congreso de los Diputados celebró sesión plenaria en que acordaba proponer a su Majestad el Rey, los Vocales del CGPJ pertenecientes tanto a la categoría de Jueces y Magistrados como de Abogados y Juristas de reconocida competencia y con más de 15 años de ejercicio de su profesión. El día 27 de noviembre, en su reunión nº 43, el Senado elegía también a los Vocales de origen judicial y del turno de juristas (folios 739 y 758 del expediente administrativo). Los distintos periódicos de ámbito nacional (ABC, pág. 29, Nati Villanueva, El Mundo, pág. 12, María Peral, El País, págs. 14 y 15, Fernando Garea o La Razón, pág. 10, F. Velasco) dieron cuenta, el día 26/11/2013, de las cuotas alcanzadas por cada formación política, y del nombre de los candidatos propuestos por cada una de ellas y aceptados. 2 Tal cuestión fue denunciada por infringir la doctrina Constitucional no sólo por las Asociaciones Judiciales “Francisco de Vitoria” (ABC, 2711-2013, pág. 24, Nati Villanueva y A. I. Sánchez, y El Mundo, 27-112013 ) o “Jueces para la Democracia”, (El Mundo, 10-12-2013 págs. 1 y 12, María Peral) sino también por los Decanos de los Juzgados de España en su reunión anual en Sevilla de Diciembre de 2013 : “ lamentamos profundamente la nada deseable imagen que se ha transmitido a la sociedad como consecuencia de la renovación de los vocales en el CGPJ, cuyos nombramientos se han repartido los partidos políticos mediante las ya habituales cuotas previamente pactadas. Como ya hemos señalado en otras ocasiones anteriores, es necesario modificar el actual sistema de elección política de los vocales del CGPJ que tanto daño está haciendo, no ya a la institución -herida de muerte-, sino a los propios jueces y magistrados de este país, a pesar de que nada tienen que ver con esta indeseada situación; y también afecta, por supuesto, a los propios ciudadanos que no tienen porqué tolerar semejante perversión de sus instituciones. El sistema español de elección parlamentaria de los Vocales del CGPJ instaurado en 1985 y ahora revalidado, transmite una terrible imagen de contaminación política que incluso afecta a la elección del Presidente de la institución, que como ya viene siendo habitual, es designado y elegido por los partidos políticos aunque formal y aparentemente sean los Vocales quienes votan. No parece que sea ésta la manera en que se va a conseguir la confianza de los ciudadanos en la Administración de Justicia y lo más sangrante es que frente a ello poco se puede hacer, ni siquiera con el ejemplo que supone el trabajo diario de los jueces”. 3 Por si cupiese alguna duda del reparto partidista de los Vocales del CGPJ, mientras que Dª Rosa Diez denunciaba este reparto partidista antes de que se anunciasen los nombramientos, CiU defendía a su Vocal (El Mundo 21-11-2013, L. A. Sanz, R. de Ganuza), y el Sr. Rubalcaba se reunía con los Vocales elegidos a instancias del PSOE, el martes 3 de Diciembre (El Mundo 8-12-2013, pág. 8 ), y así lo reconocía y denunciaba Dª Esperanza Aguirre (El Mundo , 29-112013, pág. 15 ). Días antes, los días 21 y 20 de noviembre, los editoriales de ABC, (pág. 4) y El Mundo, (pág. 3) denunciaban este reparto partidista de las parcelas que ya se ocupaban en el Legislativo, en el órgano de gobierno de los jueces, ”cumpliendo así la condición de inconstitucionalidad que previó el T. Constitucional al admitir, con reservas, el sistema de elección parlamentaria de los Vocales de origen judicial”, y considerando antidemocrático tal control del Poder Judicial, especialmente si tenemos en cuenta que ya habían elegido hasta al Presidente de tal Órgano de Gobierno Judicial, lo que consideraban impropio de una democracia moderna y europea, de la regeneración democrática que pretendían llevar a cabo o de la lucha contra la corrupción que preconizaban. Entrando más en detalle, hemos de decir que, según señalaban unánimemente tales fuentes, 10 vocales fueron nombrados a instancias del PP, 7 a instancias del PSOE, que cedió un nombre a última hora a IU, siendo el nombre de la elegida, el que el Sr. Cayo Lara facilitó en una llamada, in extremis, del Sr. Gallardón (El Mundo 20-11-2013, pág. 5 , M. Hernández ). Los nacionalistas PNV y CiU 4 han nombrado uno cada formación, siendo conocidos, incluso antes, que el resto de los nombrados (ABC 4 y 11-11-2013, págs. 22 y 27, Nati Villanueva ). Ha trascendido que la manera de llegar al acuerdo entre las diferentes formaciones políticas ha sido que se aceptaban los Vocales propuestos mientras que no fueran vetados, lo que no sucedió con D. Gerardo Martínez Tristán y D. Álvaro Cuesta, que al mantenerse la voluntad de que fueran nombrados por la formación política que los propuso, los vetos se compensaron. Los negociadores, además del Sr. Rajoy y el Sr. Rubalcaba, fueron D. Antonio Camacho (El País 26-11-2013 , pág. 14 , Fernando Garea), el Ministro de Justicia, D. Alberto Ruiz Gallardón y su Secretario de Estado, D. Fernando Román (El Mundo 11 -11-2013, pág. 15, María Peral ). De los Vocales elegidos se destaca que Dª Clara Martínez Careaga está casada con el exfiscal General del Estado, D. Cándido CondePumpido, Dª Mª Victoria Cinto fue Viceconsejera de D. Patxi López, y Dª Roser Bach es esposa del actual Consejero de Justicia del Gobierno Catalán (El Mundo, 26-11-2013, pág. 10), y D. Gerardo Martínez Tristán se encuentra casado con una Consejera de CastillaLa Mancha (El País 26-11-2013, José Antonio Hernández ). No ha resultado elegida la candidata con más avales de la carrera judicial pero sí la que obtuvo menos (El Mundo, 26-11-2013, págs. 12 y 15, María Peral y El País 26 y 27-11-2013, págs. 14 y 17 , Fernando Garea ), no siendo la más representada la asociación judicial 5 mayoritaria, UPM, sino la minoritaria JD (El País 26-11-2013, pág. 14, Fernando Garea ). Las Asociaciones Judiciales “Francisco de Vitoria” y “Foro Judicial Independiente” 2ª y 4ª en nº de asociados no han obtenido ningún representante. Miembros de la Asociación “Francisco de Vitoria” se presentaron como candidatos con el aval de sus compañeros (El Mundo, 27-11-2013, págs. 12). Aunque PP y PSOE señalaron el 11-10-2011 (ABC, pág. 26, Nati Villanueva) que no pactaría quien sería el Presidente del CGPJ hasta negociar los Vocales, lo cierto es que agotado el mandato del anterior Consejo el 24 de Septiembre, el nombre del Sr. Lesmes ya aparece como posible Presidente el 2-10-2013 (ABC, pág. 28, Nati Villanueva). No consta en el expediente administrativo que la elección de los Vocales ni las propuestas que llevaron a cabo los Grupos parlamentarios obedecieran a actitudes, corrientes de pensamiento o sensibilidades judiciales de los candidatos. Consta en el expediente remitido por el Senado (folio 759) las indicaciones del Letrado Mayor sobre la forma de la elección y los criterios formales que establecen los arts. 122.3 de la LOPJ y la Ley Orgánica 4/2013 de 28 de junio, no constando ninguna referencia a la doctrina de la STC 108/1986. Dice así en el informe sobre la elección de los candidatos: “El Letrado Mayor señala que, conforme a lo previsto en el artículo 122.3 de la Constitución española y en la Ley Orgánica 4/2013, de 28 de junio, de reforma del Consejo General del Poder Judicial, por la que se modifica la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial, corresponde al Senado la designación de diez Vocales del Consejo General del Poder Judicial, cuatro entre juristas de reconocida competencia con más de quince años de ejercicio en su 6 profesión y seis correspondientes al turno judicial. Asimismo, las Cámaras deben designar tres suplentes para cada uno de los turnos por los que se puede acceder a la designación como Vocal, fijándose el orden por el que deba procederse en caso de sustitución. El Letrado Mayor señala que la Ley Orgánica del Poder Judicial no establece cómo se determina el orden de los suplentes por lo que se podría entender que el número de votos que obtenga cada uno de ellos determinará el orden de su designación, criterio que también va a ser así aplicado por el Congreso de los Diputados, y advierte que si se produjera empate entre alguno de ellos, sería necesario deshacerlo con un nuevo llamamiento. Asimismo, el Letrado Mayor informa de que esta tarde se procederá por el Congreso de los Diputados a realizar la designación de los Vocales que le corresponde. Por otro lado, el Letrado Mayor indica que la Ley Orgánica del Poder Judicial establece una serie de criterios sobre la composición final que debería tener el Consejo General del Poder Judicial en lo que se refiere a los Vocales de origen judicial. A estos efectos, su designación deberá respetar, como mínimo, la siguiente proporción: tres Magistrados del Tribunal Supremo; tres Magistrados con más de veinticinco años de antigüedad en la carrera judicial y seis Jueces o Magistrados sin sujeción a antigüedad. Igualmente, la Disposición adicional segunda indica que la designación se efectuará “... con observancia de lo previsto en el artículo 14 de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres”. El Letrado Mayor señala que se trata de unos criterios difíciles de asegurar en una elección que se realiza de forma 7 autónoma en cada una de las Cámaras. En relación con los Vocales de origen judicial, el Letrado Mayor recuerda que, con fecha 13 de agosto de 2013, y en cumplimiento de lo previsto en el artículo 578.1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, el Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial remitió la relación de las candidaturas definitivamente admitidas. Posteriormente, con fecha 5 de septiembre de 2013, comunicó la renuncia a candidato de D. José Luis López Fuentes.” SEGUNDO: Alegábamos también en la demanda, que el 9 de diciembre de 2013 se adoptó formalmente por el CGPJ el Acuerdo del nombramiento de su Presidente D. Carlos Lesmes. La prensa publicó el 11-11-2013 (El Mundo, pág. 15 , María Peral ), que el nombre del Presidente del CGPJ sería tratado por el Sr. Rajoy y Sr. Rubalcaba, señalando este periódico, el día 20-11-2013 (pág. 3), que ya se habían puesto de acuerdo ambos en el nombre del futuro Presidente del CGPJ, y La Razón, al día siguiente 21 (pág. 10, F. Velasco ), señaló que el Sr. Lesmes ocuparía tal cargo. De ahí que el día de su elección, el 9-12-2013, La Razón diese como noticia, el hecho cierto de que el Sr. Lesmes sería nombrado Presidente (pág. 18, F. Velasco ), seguridad que ya daba El País el 5-12-2013 (pág. 12, F. Garea y José A. Hernández ). En este sentido, los dos periódicos de mayor difusión (ABC y El País ), el día 10-12-2013 (págs. 17 y 20 ) señalaban que el nombramiento del Sr. Lesmes, como Presidente del CGPJ, se conocía desde hacía meses y que en el pacto de nombramiento de los Vocales se incluía que éstos tendrían que votar al Sr. Lesmes. 8 El País también señala al Sr. Lesmes como Presidente el día 20-102013 (pág. 10, Fernando Garea), destacando que fue Director General de Relaciones con la Administración de Justicia de 12 de mayo de 2000 hasta septiembre de 2005, en el último Gobierno de D. José María Aznar, pero señalaba que también se barajaban otros nombres como D. Manuel Marchena o D. Juan Saavedra. Antes, en 1996, el Sr. Lesmes había sido Director General. El 18 de ese mes se publicaba por J. L. Lobo que “La última palabra la dirá Mariano Rajoy. Pero Alberto Ruiz-Gallardón está moviendo todos los hilos para colocar a un magistrado muy cercano a él en la cúpula del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), cuya renovación negocian contra reloj el PP y el PSOE. El Ministro de Justicia quiere que el próximo presidente del órgano de gobierno de los jueces y del Tribunal Supremo sea Carlos Lesmes, un magistrado de su absoluta confianza que ya ocupó cargos de responsabilidad durante los gobiernos de José María Aznar, según han revelado a El Confidencial fuentes cercanas a esas negociaciones”. En estas circunstancia parece un tanto sorprendente que el Sr. Lesmes no se enterase de nada de lo expuesto, como se puede deducir de la entrevista que le realizó Dª María Peral y se publicó en El Mundo el 17-3-2014 . Sobre los pormenores de cómo se desarrollo la sesión de la elección nos informa Ernesto Ekaizer el 20 de dic. de 2013 en los blogs. de política de El País, en donde se dice que: “Algunas..., al menos algunas, reuniones del pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) deberían ser públicas. Aunque sobre gustos no hay nada escrito, mi preferencia sería para el pleno celebrado el pasado lunes, día 9 de diciembre, abocado a la elección del nuevo presidente del 9 CGPJ y del Tribunal Supremo. El presidente en funciones, D. Rafael Fernández Valverde, abrió la sesión a las once de la mañana. En la sesión anterior, jueves 5, abrió las propuestas Dª María Ángeles Carmona, por ser la benjamina del nuevo Consejo. Propuso a la velocidad de un rayo la candidatura de D. Carlos Lesmes. Dio por archiconocidos sus antecedentes. De modo que lo que quedó es eso, administrativamente, la propuesta del candidato. Por eso, en el pleno de votación del lunes 9, levantó la mano, nada más abrirse el turno de palabra, el magistrado y vocal, D. Juan Manuel Fernández Martínez, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Navarra. El presidente en funciones, le autorizó. El proponente hizo una larga enumeración de los títulos y antecedentes de D. Carlos Lesmes para ostentar el cargo. Destacó entre sus cualidades para ejercer la nueva función, su experiencia aquilatada en puestos políticos. Primero como director general de Objeción de Conciencia del Ministerio de Justicia, en mayo de 1996 y, más tarde, en mayo de 2000, como director general de Relaciones con la Administración de Justicia. Una posición que ocupó hasta ser elegido, el 28 de septiembre de 2005, presidente de la sala de lo Contencioso- Administrativo de la Audiencia Nacional; en 2010, pasó a la Sala Tercera, de lo Contenciosio-Administrativo, del Tribunal Supremo. Finalizada la propuesta del Sr. Lesmes para la presidencia, levantó la mano la vocal Dª Clara Careaga, que había planteado el nombre de la magistrada de la sala tercera del Tribunal Supremo, Dª Pilar Teso, en el primer pleno, el celebrado el 5 de diciembre. Su intervención ya no estuvo centrada solo en los antecedentes de la candidata sino en la razón por la que estimaba necesario elegirla. Según dijo, la elección de una candidata de alternativa a D. Carlos Lesmes, magistrado que era 10 conocido, a través de noticias que han circulado durante varios meses en los medios de comunicación, como el candidato del Ejecutivo, planteaba una cuestión de legitimidad que el nuevo consejo podía zanjar a través de un acto de independencia judicial. La vocal subrayó que se requería un alto sentido de responsabilidad. La elección de una candidatura alternativa al candidato oficial, enfatizó, es un "acto de emancipación" de los vocales del nuevo Consejo. Esta alusión directa a la falta de independencia de los vocales que se aprestaban a unirse como una piña para dar una mayoría que luzca al Sr. Lesmes fue mal recibida por sus colegas del pleno. Uno tras otro, varios vocales reivindicaron su independencia. Algunos, como el presidente de la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, D. Fernando GrandeMarlaska, se sintieron ofendidos por lo que calificaban como una desconsideración de la vocal. Otros, al finalizar la elección, como fue el caso de D. Gerardo Martínez Tristán, reiteraron algo que ya habían manifestado el jueves 5 de diciembre. Que los vocales debían felicitarse por haber dado muestras de independencia al nominar a dos candidatos para la presidencia del CGPJ y el Tribunal Supremo”. Consta en el expediente administrativo, la intervención de la citada Vocal Dª Clara Martínez Clareaga García en el acta de la reunión de 9-12-2013 ( págs. 3 y 4) en la que los Vocales eligieron formalmente a su Presidente , en donde dice: “Seguidamente hace uso de la palabra Dña. Clara Martínez de Careaga García, quien defiende la candidatura de Dña. Pilar Teso Gamella con la intervención que se refleja a continuación: “El gran factor de legitimación externa e interna del Consejo 11 General del Poder Judicial, es el nombramiento autónomo de su Presidente. El art. 123 de la CE atribuye a los Vocales del CGPJ, la facultad, exclusiva y excluyente, de proponer a S. M. El Rey el nombramiento del Presidente del Tribunal Supremo. El ejercicio inicial de esta facultad va a definir y condicionar toda la trayectoria de este Consejo, su prestigio ante la sociedad española, y ante los Jueces y Magistrados que integran el Poder Judicial, y su respetabilidad como órgano constitucional de Gobierno de un Poder independiente del Estado que no debe estar condicionado, ni influido, por ningún otro Poder. Consideramos por ello, con el máximo respeto a los méritos y cualidades del otro Magistrado propuesto, que la propuesta de Dña. Pilar Teso Gamella, dignísima Magistrada de la Sala Tercera del Tribunal Supremo, como Presidenta del Tribunal Supremo y de este Consejo General del Poder Judicial, aporta la cualidad distintiva, a diferencia de lo ocurrido en ocasiones anteriores, de su procedencia exclusiva del ámbito interno de los Vocales de este Consejo. El verdadero acto de emancipación del CGPJ, definido por el nombramiento autónomo de su Presidente, aún no se ha producido. Prueba de ello es que ningún medio de comunicación nos ha considerado capacitados para dar ninguna sorpresa. Con la elección de Dña. Pilar Teso Gamella, este órgano de Gobierno comenzaría su mandado legitimándose, externa e internamente, con una absoluta 12 demostración de independencia, frente a cualquier otra propuesta que, con el máximo de los respetos, aparece ante la opinión pública desde hace varios meses como procedente del Ejecutivo. Reitero, por tanto, la propuesta de Dña. Pilar Teso Gamella, como Presidenta del Tribunal Supremo, por sus reconocidos méritos, que ya fueron expuestos en la propuesta inicial ……………………………………. A LA SALA SUPLICO: Que teniendo por presentada la presente demanda, la admita y tras la admisión del proceso a prueba, en caso de que no se tengan por acreditados los hechos como notorios, y su sustanciación, y la práctica de conclusiones, anule el Real Decreto 979/ 2013 de 10 de diciembre por el que se nombra Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial y todo ello con expresa condena en costas a la parte demandada. Primer otrosí digo: Que de conformidad con el artículo 60 de la Ley 29/ 98 solicitamos la apertura del pleito a prueba para acreditar los siguientes puntos de hecho: 1) Que los distintos medios de comunicación dieron noticia de que la elección de los Vocales del Consejo General del Poder Judicial se había producido por acuerdo de los distintos grupos políticos , con excepción de U. P y D, mucho antes de su nombramiento en el Congreso y Senado, y en atención al criterio partidista de las mayorías parlamentarias y sin que se tuviesen en cuenta 13 las distintas corrientes de pensamiento, actitudes y corrientes de opinión existentes en la carrera judicial, siendo bien significativas en este punto la ausencia de representantes de la Asociación que represento y de la Asociación Judicial “Foro Judicial Independiente”, a pesar del notable número de sus asociados, algunos de ellos se presentaron, aun sin el aval de la Asociación con el de otros miembros de la Carrera. 2) Que el nombre de quién iba a presidir el Consejo General del Poder Judicial era conocido por la opinión pública y los medios de comunicación antes de reunirse el propio Consejo General del Poder Judicial y de su nombramiento efectivo por éste. Tales hechos los consideramos notorios, pero en caso de que no los considere la Sala acreditados, solicitamos que se practiquen los siguientes medios de prueba: 1) La prueba documental consistente en el expediente administrativo, especialmente el acta de la reunión del Consejo General del Poder Judicial de 9- 12 -2013, en donde consta la intervención de la Vocal Sra. Clareaga, y de acuerdo con la carga de la prueba que se recoge en las Sentencias del Tribunal Constitucional 206/92, 22/97 y 68/2001, sin que en ningún apartado del expediente administrativo se señale que la elección de los Vocales del Consejo General del Poder Judicial debieran tenerse en cuenta las corrientes de pensamiento, actitudes y opiniones 14 de la Carrera judicial, destacando el informe de Letrado Mayor del Senado (folios 758 y 759 del expediente administrativo remitido por el Senado) 2) Que se requiera a los respectivos directores de los diferentes medios de comunicación que se mencionan en los antecedentes de hecho primero y segundo de nuestra demanda, en donde se recoge lo expuesto, para que remitan copia debidamente autenticada de las páginas originales que se citan en los indicados hechos primero y segundo de esta demanda. Además, citando en calidad de testigos, en caso de que lo considere necesario la Sala para que se tengan por probados los hechos, a los periodistas que se mencionan en los Hechos primero y segundo de la presente demanda, para que declaren sobre la veracidad de lo publicado y señalen las causas concretas de las que se derivaba el conocimiento de los hechos que se publicaban. Se acompaña como bloques documentales nº 1 y 2 fotocopia de la mayor parte de las publicaciones para su mejor identificación. Consideramos de gran trascendencia los hechos referidos en el punto primero de los puntos de hecho que se pretenden acreditar a través de la prueba correspondiente, en tanto que servirán para probar que el nombramiento del Presidente del Consejo General del Poder Judicial también formaba parte del pacto político parlamentario de nombramiento de los vocales como se anunció reiteradamente por los medios de comunicación y señalamos en nuestra demanda, alegando en este punto el artículo 24 de la Constitución Española por la indefensión que nos produciría respeto del acuerdo de 15 nombramiento del Presidente para que se ha declarado competente la Sala. SEGUNDO: En fecha 26 de septiembre se dictó Auto por la Sala, que señala en su f. jdco. y parte dispositiva dice lo siguiente: “ÚNICO.- Según lo dispuesto en el artículo 60.3 de la Ley Jurisdiccional 29/98, "se recibirá el pleito a prueba cuando exista disconformidad en los hechos y estos fueran de trascendencia, a juicio del órgano jurisdiccional, para la resolución del pleito". A la vista de lo manifestado por el Sr. Abogado del Estado en su contestación a la demanda, en la que expresa que "en cuanto a la autenticidad de las copias de los recortes aportados, esta representación no se opone a la misma", y a la vista, por otro lado, de que el expediente administrativo forma parte ya de las actuaciones de este proceso sin necesidad de un específico recibimiento a prueba, la Sala estima que no procede el mismo, por no ser las pruebas que se proponen, a la vista de aquellas circunstancias, de trascendencia para la resolución del pleito. Por lo expuesto, 16 LA SALA ACUERDA: No ha lugar al recibimiento a prueba del pleito 02/71/2014 solicitado por la parte demandante”. TERCERO: En la forma que mejor procedía en Derecho formulamos recurso de reposición contra el Auto de 26 de septiembre sobre la base de que: PRIMERO: El artículo 24 de la Constitución Española consagra el derecho a la tutela judicial efectiva de cuya doctrina ha extraído el Tribunal Constitucional que se encuentra el derecho a la prueba, rigiendo en la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa merced a su Disposición Final Primera, las normas que sobre la misma rigen en el proceso civil, de manera que la parte puede pedir prueba de todo aquello que siendo controvertido se pueda acreditar mediante los medios que se establecen en los artículos 299 y siguientes de la LEC, entre las que se encuentran la prueba documental y la testifical, debiéndose llamar como testigos a las personas que tengan noticias de hechos controvertidos relativos a lo que sea objeto del pleito, en el caso que nos ocupa, sobre los hechos que señalábamos en los hechos primero y segundo de nuestra demanda, de manera que tal y como solicitábamos en la demanda, si no se declaran tales como notorios, los periodistas deben declarar como testigos de los hechos de que informaban, ya que en las 17 noticias que indicábamos, no sólo se vertían opiniones sino que se recogían hechos y manifestaciones que les había hecho otras personas de relevancia para fundar tales aseveraciones, y que son relevantes para acreditar una cuestión que aparece como notoria, cual es que el nombre del Presidente del Consejo General del Poder Judicial era conocido antes no solo de que se reuniesen los Vocales del CGPJ con tal fin sino incluso antes de ser elegidos ellos mismos, y ello por un acuerdo de los partidos políticos. SEGUNDO: Ciertamente que nuestra demanda se basaba en noticias que se recogían en periódicos pero las mismas al margen de opiniones no ponen sino de manifiesto unos hechos constatados por personas, de ahí que de ser negados tales hechos por la demandada y no tenerlos por acreditados la Sala pidiésemos subsidiariamente que se practicase prueba testifical de los periodistas que afirmaban tales hechos. De la veracidad de los hechos que como testigos daban cuenta los periodistas son buena prueba las manifestaciones de la Sra. Clareaga, especialmente si tenemos en cuenta, que antes de conocer el expediente administrativo, ya lo conocíamos por haber sido publicado por un periódico, lo que nos da cuenta de la certeza de los hechos que publicaban. Si la Sala no tiene por acreditados los hechos en que se basa la demanda por notorios y conocidos por la sociedad en general debe abrir un periodo de prueba como señalábamos en nuestra demanda, ya que de lo contrario no solo es que la Sala no va a partir de hechos que por notorios y de los que han dado cuenta todos los medios de comunicación son conocidos por toda la sociedad sino que no se nos dará la posibilidad de acreditar los mismos, de manera que perderemos un pleito por no tener acreditados unos hechos, cuyas 18 consecuencias jurídicas son evidentes, a pesar de haber alegado los mismos y de presentar los medios de prueba correspondientes, documentales y subsidiariamente testificales, no solo de opiniones sino de los hechos objetivos que recogen y manifestaciones de terceros, personas relevantes en la materia en que se basan. . Que el nombre de quién iba a presidir el Consejo General del Poder Judicial era conocido por la opinión pública y los medios de comunicación antes de reunirse el propio Consejo General del Poder Judicial y de su nombramiento efectivo por éste es un hecho conocido por toda la sociedad sobre la base, no de opiniones sino de hechos comunicados por los periodistas de los que como testigos deben dar cuenta ante la Sala, si duda ésta de la veracidad de los hechos que se contienen en tales noticias y sobre la base de los que la sociedad ha dado por ciertos tales hechos, no solo por no haber sido negados por los interesados sino porque todos los periódicos, de todas las tendencias, presentaban hechos y detalles que inexorablemente conducían a ello. Por todo lo expuesto, consideramos en contra de lo razonado en el auto impugnado que los hechos alegados son relevantes para la aplicación de los preceptos que se señalan y las peticiones que se articulan, y que los medios de prueba que se presentan son útiles y hábiles para acreditar los extremos en que se basa nuestra pretensión, causándonos indefensión no practicar tal prueba, en caso de que no se tengan expresamente por acreditados y ciertos tales hechos. 19 Reiteramos, expresamente para el caso de que no se fuese estimado este recurso, la denuncia de vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva consagrado en el art. 24 de la CE, que consideramos infringido. SUPLICO : Por todo lo expuesto, solicitamos a la Sala que estime el recurso de reposición planteado y anulando la resolución impugnada, abra el correspondiente período de prueba y actúe en la forma en que solicitamos en el primer otrosí digo de nuestra demanda. CUARTO: Por auto de 14 de noviembre de 2014, se desestimaba el recurso de reposición interpuesto por nuestros mandantes contra el auto de 26 de septiembre de 2014, en que se había denegado el recibimiento del pleito a prueba en este proceso y ello según el auto citado que resuelve la reposición planteada porque: “ninguna necesidad de probar la realidad de la publicación de las noticias que por fotocopia acompañó la parte actora en su demanda, dado que, como también se apuntó en el referente en el auto recurrido, tal realidad ha sido aceptada por el señor abogado del Estado. Por lo demás, las pruebas propuestas no van dirigidas a favorecer la resolución del pleito ( artículo 60. 3 de la Ley Jurisdiccional 29/98), el cual tiene por objeto un acuerdo específico y concreto al que llegaron los miembros del Consejo General del Poder Judicial porque se eligió al presidente del Tribunal Supremo y del propio Consejo. Y son, por lo tanto, las cuestiones atinentes acuerdo específico las que son de trascendencia a juicio de este órgano jurisdiccional para la resolución del pleito”. 20 QUINTO: En el plazo procesal oportuno formulamos las siguientes conclusiones diciendo que: SEGUNDO: La mencionada sentencia del Tribunal Constitucional señaló expresamente, como hemos dicho en su fundamento jurídico décimo, que la verdadera garantía de que el Consejo General del Poder Judicial cumpla con la función que le ha sido asignada por la Constitución Española, en defensa de la independencia judicial, no consiste en que sea el órgano de gobierno de los jueces sino en que ocupe una posición autónoma y no subordinada a los demás poderes públicos, de manera que si el Presidente del Consejo General del Poder Judicial fuese nombrado, formalmente, por los Vocales, conforme señala el artículo 586 de la LOPJ, pero tal nombre ha sido previamente determinado por quienes no pertenecen al Consejo General del Poder Judicial se cumpliría la prohibición del Tribunal Constitucional había señalado como determinante de la vulneración del mandato que contiene el artículo 122 de la Constitución Española, siendo viciado, tal acto, con una causa ilegal, como lo es incumplir la Constitución Española, según la interpretación que debe realizarse de la Ley, de acuerdo con la doctrina del Tribunal Constitucional y la interpretación que tal norma viene expresamente establecida por el Tribunal Constitucional. La elección del Sr. Lesmes se produjo, formalmente, el 9-12-2013, y el 20-12-2013, Ernesto Ekaizer publicó en el medio de comunicación que se menciona en el apartado de hechos segundo, párrafo cuarto de nuestra demanda, la intervención de que después hemos tenido conocimiento exacto a través del expediente administrativo, cual es que la Vocal Sra. Clareaga señaló que, según noticias que habían circulado durante varios meses en los medios de comunicación, 21 Carlos Lesmes era el candidato del Ejecutivo, constituyendo un verdadero acto de emancipación, la elección de un nuevo candidato, dicho todo ello, en el ambiente en que los Vocales se aprestaban a unirse como una piña para dar mayoría que luzca al señor Lesmes, exigiendo un alto sentido de la responsabilidad para el citado acto de emancipación que exigía la independencia judicial, como cuestión de legitimidad del Consejo General del Poder Judicial. Las palabras literales que se publicaron por Ernesto Ekaizer en tal medio señalado, coinciden literalmente con las que consta en el expediente administrativo, de las que da fe, el Secretario General del Consejo General del Poder Judicial, D. José Luis Terreros Chacón. Este tipo de pruebas testificales, directamente plasmadas en periódicos, deben valorarse conforme a la sana crítica, tomando en consideración, la razón de ciencia que hubiesen dado (Disposición Final Primera de la Ley 29/98, en relación con el artículo 376 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, respecto de este tipo de de medios de reproducción de los arts. 382 y sgts del citado texto legal), y más concretamente con un criterio de valoración legal, que dice que es admisible la presunción como medio de prueba, cuando se produzca un enlace preciso y directo, según las reglas del criterio humano entre el hecho demostrado y el que se trate de deducir (art. 108.2 de la LGT). Consideramos que algún valor como prueba otorga que el nombre que se menciona públicamente con meses de antelación, incluso en fecha anterior al nombramiento de los Vocales que lo deben elegir con libertad, que luego resulte elegido. La periodista María Peral en el Mundo señalaba, el 11-11-2013, antes del nombramiento de los Vocales que se produjo los días 26 y 27 de noviembre, que Rajoy y Rubalcaba iban a tratar el nombre del 22 Presidente del Consejo General del Poder Judicial, dando cuenta este periódico, el 20 de ese mes de noviembre, que ya se habían puesto de acuerdo y que era Lesmes el nombre acordado, noticia que también se daba por F. Velasco en La Razón el día 21 de noviembre, seguridad que daban F. Garea y José Antonio Hernández en El País el 5-12-2012, si bien habían señalado los pormenores de la negociación dos meses antes, el 20-10-2013, que también describía, respecto del método para la elección del Presidente, en fechas muy anteriores a la elección de los Vocales, el periódico ABC el 10-12-2013. Nos remitimos, en este punto, a los párrafos primero segundo y tercero del apartado Segundo de hechos, de nuestra demanda. TERCERO: Es evidente, que nuestros mandantes, cuando interpusieron el recurso judicial no lo hacían con la finalidad de que fuese acreditado, que tales periódicos publicaban tales noticias, sino con la finalidad de que si no se les atribuía el carácter de una prueba plena, sí que podía constituir un indicio de la veracidad de los hechos, bases del recurso que se interponía, cuyo objeto era la declaración de nulidad del Real Decreto 979/2013 de 10 de diciembre, es decir, la nulidad de un acto administrativo del que se presentaba, cuando menos, un principio de prueba y sobre el que se razonaba jurídicamente. La sana crítica ha de ponerse en conexión con un criterio generalizado de convicción, como señala la ley, no con uno particular o concreto que tenga una determinada persona singular. Difícilmente puede admitirse que es un criterio de valoración de sana crítica y un criterio humano de conexión, si la misma choca abiertamente con la generalidad. Dice el abogado del Estado en el escrito de contestación 23 a la reposición planteada sobre la no admisión de la apertura del pleito a prueba, que las noticias de periódico incorporadas al procedimiento mediante recortes sólo hacen prueba de la publicación de la noticia pero no pueden convertirse en prueba de los hechos a que se refieren, ya que como señal el auto 226/1988 del Tribunal Constitucional, que determinados periodistas o comentaristas políticos afirmen que la elección del presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial fue objeto de un pacto político supone simplemente el reflejo de ese estado de opinión pero tal circunstancia no puede tener incidencia fáctica o jurídica alguna en la actuación administrativa concreta, como es la adopción del acuerdo de nombramiento por el Pleno del Consejo General del Poder Judicial, ya que el derecho a la prueba, queda satisfecho mediante la incorporación a las actuaciones del expediente administrativo y de aportación de las copias de los recortes de los periódicos y la admisión de su autenticidad. Lo primero que hemos de decir, es que no se incorporaron todos los periódicos de que se hacía mención y segundo, que al menos, algún valor ha de darse a las noticias de hechos que aquí se acaban de mencionar y que señalábamos en la demanda, que no constituyen opiniones: que Rajoy y Rubalcaba hablen en determinada fecha, es un hecho, no una opinión, que será verdadero o falso pero es un hecho, y lo mismo que de predicarse de que en tal conversación se haya tratado de una determinada materia en concreto, como lo es el nombre del Presidente del CGPJ, o que en el curso de la misma hayan llegado a un acuerdo sobre el nombre del mismo. Si todos los periodistas de las más diversas tendencias, que informan sobre tales hechos son unánimes en describirlos aunque con distintas palabras, 24 es lo ordinario que la sociedad española, entre la que se encuentran nuestros mandantes y ese Supremo Tribunal, haciendo uso de su sana crítica, tenga la convicción, de que tales hechos son reales, y si a ello le añadimos que se menciona un nombre de los posibles entre cientos, y luego resulta que, realmente, es el elegido, pues no puede decirse que la opinión pública española o quien crea tales noticias hayan actuado de una forma arbitraria o caprichosa, o al margen de la lógica humana sino todo lo contrario, es decir que tales hechos los han valorado de acuerdo con una crítica sana y no con la propia de un enfermo mental, con una presunción que establece nuestra ley, cual es que entre el hecho demostrado y aquel que se deduce haya un enlace preciso y directo, según las reglas del criterio humano, de tal manera que creemos que cualquier persona, que aplique la sana crítica de acuerdo con criterios generalmente admitidos por la lógica y la razón humana no pueden llegar a consecuencias totalmente contrarias a estas conclusiones sobre la base de los hechos, de que los medios de comunicación y periodistas, unánimemente, han informado. Si todos los periodistas y periódicos de España dicen que Rajoy y Rubalcaba han hablado antes y han tratado el nombre del Presidente del CGPJ, y han llegado a un acuerdo en el mismo, describiendo los pormenores de ese discurrir fáctico y negociación, y ese nombre es conocido entre más de los cien posibles, incluso antes de conocerse a quienes formalmente los iban a elegir, constituye el ejercicio de una sana crítica, considerar que lo que tales periodistas y periódicos han informado, constituye la verdad sobre los hechos que publicaban, pero por si cabía alguna duda, señalábamos en el apartado segundo de solicitud de pruebas de nuestra demanda, que 25 para el caso de que tales declaraciones recogidas por escrito en los periódicos no constituyesen una prueba plena a juicio de la Sala, que se les citase a tales periodistas en calidad de testigos, para que se tuviesen por probado los hechos, a los periodistas que se mencionan en los hechos 1º y 2º de la presente demanda para que declaren sobre la veracidad de lo publicado, y señalasen las causas concretas de las que se deriva el conocimiento de los hechos, y “las causas concretas de las que se deriva el conocimiento de los hechos que se publicaban”, decíamos en la demanda. Tras la lectura del último párrafo del primer otrosí de nuestra demanda no debe haber ninguna duda al respecto, ya que “Consideramos de gran trascendencia los hechos referidos en el punto primero de los puntos de hecho que se pretenden acreditar a través de la prueba correspondiente en tanto que servirán para probar que el nombramiento del Presidente del Consejo General del Poder Judicial también forma parte del pacto político parlamentario de nombramiento de los Vocales como se anunció reiteradamente por los medios de comunicación y señalamos en nuestra demanda, alegando en este punto el artículo 24 de la Constitución Española por indefensión que nos produciría respecto del acuerdo nombramiento del Presidente para el que se ha declarado competente la Sala”. Presentamos un principio de prueba, que no se puede negar que es bastante rotunda, como lo son los testimonios de periodistas plasmados en los periódicos: unánimes, sin contradicción, aderezado con el hecho cierto, de que no había resultado elegido ningún miembro de la Asociación “Francisco de Vitoria”, muy mayoritaria en la Carrera judicial, a pesar de que la sentencia Tribunal Constitucional mencionada, obligaba a que tuviesen cabida las 26 diversas tendencias de la Carrera judicial, lo que ya era determinante para la contravención del artículo 122 de la Constitución Española, en palabras del Tribunal Constitucional, nombramientos que eran proporcionados a la fuerza parlamentaria (cuestión matemática elemental de la que también dieron cuenta los periodistas), lo que también determinaba que se sobrepasaba otra línea infranqueable para actuar conforme con la Constitución, y de esta naturaleza, también consideramos el nombramiento del Vicepresidente del Tribunal Supremo, al no soportar su legalidad, el mínimo contraste con lo que literalmente señala el artículo 299.3 de la LOPJ, y la jurisprudencia recaída sobre tal precepto, señalando el art. 300 de la LOPJ, que el escalafón de la Carrera judicial puede reformarse hasta por periodos de tres año. Lógicamente los medios documentales y testificales de prueba deben conectarse con el objeto del proceso, cual es la ilegalidad por inconstitucional del nombramiento del Presidente del Consejo General del Poder Judicial el 9-12-2013, que se produciría aunque formalmente tal día, los Vocales eligieran a Carlos Lesmes, realmente, el nombramiento estaba ya decidido por Rajoy Rubalcaba, antes de que se eligieran a los propios Vocales, siendo razonable concluir que en tal supuesto, el CGPJ no ocuparía una posición no autónoma sino subordinada a la del resto de poderes del Estado. Es decir, se presentaban unas pruebas testificales recogidas en documentos pero si no bastaba con lo plasmado en los periódicos o subsidiariamente, como hemos transcrito, se pedía que tales testigos comparecieran ante la Sala, para que informasen sobre la veracidad de los hechos de que se daba cuenta en los periódicos y de la manera en que habían tenido conocimiento, inclusive si eran 27 invenciones o suposiciones suyas o actos de adivinación de lo que habían transmitido No debe olvidarse, que en otros Consejos Generales del Poder Judicial anteriores, han sido claramente el Presidente del Gobierno y el de la oposición, por ejemplo Zapatero y Rajoy, quienes, formalmente y de viva voz, lo transmitieron a la prensa el 22-9-2008. CUARTO : María Peral, F. Velasco, F Garea y José Antonio Hernández son periodistas, que no adivinadores, echadores de cartas o estudiosos del tarot, con décadas de experiencia en informaciones de esta clase de eventos, de manera que debe de considerarse que son testigos bien experimentados y hábiles conocedores de esta materia. Sin duda, por tal motivo, concedió Lesmes a María Peral, la entrevista el 27-3-2014, en la que señaló, entre otras manifestaciones, como método adecuado para dirigir la Carrera judicial, el del palo y la zanahoria; no creemos que si la citada periodista hubiese mentido los días 11 y 20 de noviembre de 2013 sobre hechos tan graves como los que señalamos, le hubiese concedido tal entrevista. Por tales razones son por las que solicitamos que en caso de que exista alguna duda de cualquier sentido, que se les cite a declarar sobre todo los extremos mencionados Nuestros mandantes impugnaron el acuerdo del Consejo General del Poder Judicial de 9-11-2013 en que se nombraba don Carlos Lesmes como Presidente del Consejo General del Poder Judicial, señalado que la Constitución Española es una norma de obligado cumplimiento y que las leyes han de interpretarse de acuerdo con la misma, de manera que como había señalado el Tribunal Constitucional, en una interpretación auténtica del artículo 122 de la Constitución Española, 28 sus mandatos no se pueden ignorar y actuar de forma diametralmente opuesta, a lo que exige este Tribunal, debe enjuiciarse como contrario a la ley. La impugnación se basa en que tal nombramiento está viciado de tal nulidad, ya que al elegirse, realmente, al Presidente del Consejo General del Poder Judicial por quienes no son Vocales y cuando ni siquiera habían sido elegido estos, se está vulnerando la garantía institucional del Consejo General del Poder Judicial, cual es su posición autónoma y no subordinada a los demás poderes públicos. El abogado del Estado pretende con una especie de lectura parcial de nuestra demanda, atribuir a la descripción de eventos concretos y localizados en el espacio y en el tiempo, como es la existencia o no de una conversación, participantes, y su contenido y resultado, el carácter de opinión, atribuyendo el carácter de sana critica a todo lo contrario que piensa la sociedad española, que ha fundado su convicción en los hechos y resultados, publicados por todos los periodistas y periódicos, razón por la que, además, quiere obviar la petición de testifical que formalizamos en nuestra demanda, para que se acreditase la veracidad de los hechos publicados y las causas concretas del conocimiento, es decir, para que en caso de alguna duda se conozcan los hechos relevantes y sobre los que pretendemos que se ilustre a la Sala. Normalmente, los hechos que constituyen el objeto del proceso son desconocidos para la sociedad y es la parte quien lo acredita sin mayor conocimiento de aquélla, pero en este caso, por el mero hecho de que la cuestión fuese conocida con claridad por la generalidad de la sociedad, no empece a que el Tribunal, a través de los mismos conocimientos y con la sana crítica que ha analizado las noticias, los 29 analice, tomando incluso declaración testifical de quienes informaron a la opinión pública de los hechos relevantes de general conocimiento: que el nombre de Carlos Lesmes fue tratado y acordado por Rajoy y Rubalcaba entre los cientos posibles para presidir el Consejo General del Poder Judicial, y la sana crítica y la convicción generalizada basada en criterios de lógica humana deben de conducir, necesariamente, a esta convicción sin perjuicio de que si el Tribunal lo considera oportuno, tal y como habíamos solicitado en nuestra demanda, tome declaración a tales personas, que sin lugar a dudas explicarán las causas de sus conocimientos. En cualquier caso, reiteramos nuestra protesta de indefensión para el caso de no tener por acreditados los hechos base de nuestra pretensión no se practiquen las testificales solicitadas. Debe tenerse en cuenta, que nos ocupa una cuestión de Estado, de acentuado contenido de orden público, en el que también deben destacarse los poderes de oficio del Tribunal para alcanzar el conocimiento de la realidad, de lo que se sujeta a enjuiciamiento, de ahí que solicitamos, que para mayor claridad y conocimiento, que se cite a declarar en diligencia final de prueba, a los mencionados de testigos para que ilustren a la Sala de los testimonios que han plasmado en los periódicos y sobre las causas de su conocimiento para mayor seguridad. SEXTO: Que el día 16 de diciembre se dictó sentencia que desestimaba el recurso contencioso- administrativo. SÉPTIMO: Que el día 13 de enero del presente año 2015 se presentó incidente de nulidad de actuaciones por vulneración del 30 derecho a la tutela judicial efectiva motivada por la inadmisión de la prueba propuesta. Este incidente de nulidad fue inadmitido a trámite por providencia de fecha 14/1/2015. FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO: Dice el Artículo 4.1 de la LOTC (Ley Orgánica 2/79) que los derechos y libertades reconocidos en los artículos 14 a 29 de la Constitución serán susceptibles de amparo constitucional, en los casos y formas que esa Ley establece, y el Artículo 44 del mismo texto legal que: 1. Las violaciones de los derechos y libertades susceptibles de amparo constitucional, que tuvieran su origen inmediato y directo en un acto u omisión de un órgano judicial, podrán dar lugar a este recurso siempre que se cumplan los requisitos siguientes: a) Que se hayan agotado todos los medios de impugnación previstos por las normas procesales para el caso concreto dentro de la vía judicial. b) Que la violación del derecho o libertad sea imputable de modo inmediato y directo a una acción u omisión del órgano judicial con independencia de los hechos que dieron lugar al proceso en que aquellas se produjeron, acerca de los que, en ningún caso, entrará a conocer el Tribunal Constitucional. c) Que se haya denunciado formalmente en el proceso, si hubo oportunidad, la vulneración del derecho constitucional tan pronto como, una vez conocida, hubiera lugar para ello. 31 2. El plazo para interponer el recurso de amparo será de 30 días, a partir de la notificación de la resolución recaída en el proceso judicial. SEGUNDO : Sosteníamos en nuestra demanda, lo que resaltábamos en conclusiones, que el nombramiento del Presidente del Consejo General del Poder Judicial D. Carlos Lesmes se produjo, formalmente, el 9-12-2013 pero el nombre de quien iba ostentar el cargo de Presidente del Consejo General del Poder Judicial Carlos Lesmes era conocido por la sociedad española merced a la publicación que llevaron a cabo todos los periódicos importantes españoles, de las más diversas tendencias, en fechas previas al nombramiento de quienes lo tenían que elegir, los Vocales del Consejo General del Poder Judicial que fueron elegidos los días 26 y 27 de noviembre de ese año. El 18 de octubre de 3013 se publicaba en el periódico digital El Confidencial por J. L. Lobo que “La última palabra la dirá Mariano Rajoy. Pero Alberto Ruiz-Gallardón está moviendo todos los hilos para colocar a un magistrado muy cercano a él en la cúpula del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), cuya renovación negocian contra reloj el PP y el PSOE. El Ministro de Justicia quiere que el próximo presidente del órgano de gobierno de los jueces y del Tribunal Supremo sea Carlos Lesmes, un magistrado de su absoluta confianza, que ya ocupó cargos de responsabilidad durante los gobiernos de José María Aznar, según han revelado a El Confidencial fuentes cercanas a esas negociaciones”. El día 20-10-2013 en la pág. 10 del periódico El País, Fernando Garea señalaba que era muy probable que Carlos Lesmes fuese el 32 Presidente del CGPJ, y ello lo decía porque también se barajaban otros nombres, con muchas menos posibilidades, como Manuel Marchena o Juan Saavedra, destacando que Carlos Lesmes fue Director General de Relaciones con la Administración de Justicia de 12 de mayo de 2000 hasta septiembre de 2005, en el último Gobierno de D. José María Aznar,. Antes, en 1996, el Sr. Lesmes había sido Director General. El 11-11-2013, la periodista María Peral señalaba en la pág. 15 del periódico El Mundo, que el nombre del Presidente del CGPJ sería tratado por el Sr. Rajoy y Sr. Rubalcaba. El día 20-11-2013 la citada periodista María Peral señalaba en la pág. 3 del periódico El Mundo, que ya se habían puesto de acuerdo ambos en el nombre del futuro Presidente del CGPJ, y que sería Carlos Lesmes. El día 21-11-2013, el periodista F. Velasco, en la pág. 10 de La Razón señaló que el Sr. Lesmes ocuparía tal cargo. El 5-12-2013, los periodistas F. Garea y José A. Hernández , en la pág. 10 de El País, destacaban la certeza de que con toda seguridad, Carlos Lesmes sería nombrado Presidente del CGPJ. El día de su elección, el 9-12-2013, pero antes de que se llevase a cabo la votación, el periodista F. Velasco, en la pág. 18 en La Razón dió como noticia, el hecho cierto de que el Sr. Lesmes sería nombrado Presidente. Los dos periódicos de mayor difusión nacional (ABC y El País ), el día 10-12-2013 (págs. 17 y 20 ) señalaban que el nombramiento del Sr. Lesmes, como Presidente del CGPJ, se conocía desde hacía 33 meses y que en el pacto de nombramiento de los Vocales se incluía que éstos tendrían que votar al Sr. Lesmes. Se pedía en la demanda que en caso de que tales negociaciones o tratos y resultados de ellos no se entendiesen probados por las declaraciones que se hacían por los testigos periodistas en los periódicos que se citaban, que se les tomase declaración en el Tribunal para que no cupiese duda alguna al momento de enjuiciar sobre la veracidad o mendacidad de lo que todos publicaban. TERCERO: Señala la STC 359/2006 (rec. 7349/2004), en su f. jdco. 2º que con relación a la doctrina de ese Tribunal en materia de la debida admisión o no de la prueba, que podría lesionar derechos fundamentales era necesario recordar lo declarado en nuestra STC 165/2001, de 16 de julio, donde se sintetizaban las líneas principales de esta doctrina: “a) Este derecho fundamental, que opera en cualquier tipo de proceso en que el ciudadano se vea involucrado, no comprende un hipotético derecho a llevar a cabo una actividad probatoria ilimitada en virtud de la cual las partes estén facultadas para exigir cualesquiera pruebas que tengan a bien proponer, sino que atribuye solo el derecho a la recepción y práctica de las que sean pertinentes (SSTC 168/1991, de 19 de julio; 211/1991, de 11 de noviembre; 233/1992, de 14 de diciembre; 351/1993, de 29 de noviembre; 131/1995, de 11 de septiembre; 1/1996, de 15 de enero; 116/1997, de 23 de junio; 190/1997, de 10 de noviembre; 198/1997, de 24 de noviembre; 205/1998, de 26 de octubre; 232/1998, de 1 de diciembre; 96/2000, de 10 de abril, FJ 2), entendida la pertinencia como la 34 relación entre los hechos probados y el thema decidendi (STC 26/2000, de 31 de enero, FJ 2). b) Puesto que se trata de un derecho de configuración legal, es preciso que la prueba se haya solicitado en la forma y momento legalmente establecidos (SSTC 149/1987, de 30 de septiembre; 212/1990, de 20 de diciembre; 87/1992, de 8 de junio; 94/1992, de 11 de junio; 1/1996; 190/1997; 52/1998, de 3 de marzo; 26/2000, FJ 2), siendo sólo admisibles los medios de prueba autorizados por el ordenamiento (SSTC 101/1989, de 5 de junio; 233/1992, de 14 de diciembre; 89/1995, de 6 de junio; 131/1995; 164/1996, de 28 de octubre; 189/1996, de 25 de noviembre; 89/1997, de 10 de noviembre; 190/1997; 96/2000, FJ 2). c) Corresponde a los Jueces y Tribunales el examen sobre la legalidad y pertinencia de las pruebas, no pudiendo este Tribunal Constitucional sustituir o corregir la actividad desarrollada por los órganos judiciales, como si de una nueva instancia se tratase. Por el contrario, este Tribunal sólo es competente para controlar las decisiones judiciales dictadas en ejercicio de dicha función cuando se hubieran inadmitido pruebas relevantes para la decisión final sin motivación alguna o mediante una interpretación y aplicación de la legalidad arbitraria o irrazonable o cuando la falta de práctica de la prueba sea imputable al órgano judicial (SSTC 233/1992, de 14 de diciembre, FJ 2; 351/1993, de 29 de noviembre, FJ 2; 131/1995, de 11 de septiembre, FJ 2; 35/1997, de 25 de febrero, FJ 5; 181/1999, de 11 de octubre, FJ 3; 236/1999, de 20 de diciembre, FJ 5; 237/1999, de 20 de diciembre, FJ 3; 45/2000, de 14 de febrero, FJ 2; 78/2001, de 26 de marzo, FJ 3). d) Es necesario asimismo que la falta de actividad probatoria se haya traducido en una efectiva indefensión del recurrente, o lo que 35 es lo mismo, que sea ‘decisiva en términos de defensa’ (SSTC 1/1996, de 15 de enero, FJ 2; 219/1998, de 17 de diciembre, FJ 3; 101/1999, de 31 de mayo, FJ 5; 26/2000, FJ 2; 45/2000, FJ 2). A tal efecto, hemos señalado que la tarea de verificar si la prueba es decisiva en términos de defensa y, por tanto, constitucionalmente relevante, lejos de poder ser emprendida por este Tribunal mediante un examen de oficio de las circunstancias concurrentes en cada caso concreto, exige que el recurrente haya alegado y fundamentado adecuadamente dicha indefensión material en la demanda, habida cuenta de que, como es notorio, la carga de la argumentación recae sobre los solicitantes de amparo. (SSTC 1/1996, de 15 de enero; 164/1996, de 28 de octubre; 218/1997, de 4 de diciembre; 45/2000, FJ 2). e) La anterior exigencia se proyecta en un doble plano: de una parte, el recurrente ha de razonar en esta sede la relación entre los hechos que se quisieron y no se pudieron probar y las pruebas inadmitidas (SSTC 149/1987, de 30 de septiembre, FJ 3; 131/1995, de 11 de septiembre, FJ 2); y, de otra, quien en la vía de amparo invoque la vulneración del derecho a utilizar los medios de prueba pertinentes deberá, además, argumentar de modo convincente que la resolución final del proceso a quo podría haberle sido favorable, de haberse aceptado y practicado la prueba objeto de controversia (SSTC 116/1983, de 7 de diciembre, FJ 3; 147/1987, de 25 de septiembre, FJ 2; 50/1988, de 2 de marzo, FJ 3; 357/1993, de 29 de noviembre, FJ 2), ya que sólo en tal caso, comprobado que el fallo pudo, acaso, haber sido otro si la prueba se hubiera admitido, podrá apreciarse también el menoscabo efectivo del derecho de quien por este motivo busca amparo (SSTC 30/1986, de 20 de febrero, FJ 8; 1/1996, de 15 de enero, FJ 3; 170/1998, de 21 de julio, FJ 2; 36 129/1998, de 16 de junio, FJ 2; 45/2000, FJ 2; 69/2001, de 17 de marzo, FJ 28)” (FJ 2). 3. En el presente caso debe partirse del hecho de que, desde el primer momento, el recurrente de amparo puso de manifiesto en sus escritos que pretendía una determinada prueba, la testifical, a los efectos de demostrar que se había procedido a la extracción de minerales y a la explotación, antes de la fecha de vencimiento de la concesión administrativa tras el requerimiento realizado por la Administración. Dicha prueba fue denegada mediante Auto de 14 de diciembre de 1998 “por considerarse innecesaria conforme determina el artículo 566 de la [Ley de enjuiciamiento civil: LEC]”. Recurrido en súplica, fue desestimado por Auto de 12 de enero de 1999, porque “no se han desvirtuado los razonamientos jurídicos de la resolución recurrida”. Insiste de nuevo el demandante de amparo en su recurso de casación ante el Tribunal Supremo al considerar que se le ha generado indefensión el rechazo de la prueba testifical propuesta. A la vista de los acontecimientos, cabe afirmar, en primer lugar, que la demanda de amparo cumplió con uno de los requisitos a los que este Tribunal vincula el examen de fondo sobre la vulneración aducida, esto es, el de haber solicitado en forma y momento legalmente establecidos la prueba que finalmente le fue inadmitida. 4. Debe igualmente, en segundo lugar, verificarse si las pruebas solicitadas y no admitidas constituyen “pruebas pertinentes”, entendida la pertinencia como la relación entre los hechos probados y el thema decidendi, si bien partiendo de la base de que el examen sobre la legalidad y pertinencia de las pruebas corresponde a los Jueces y Tribunales y de que este Tribunal Constitucional tan sólo es competente para controlar estas decisiones judiciales cuando se hubieran inadmitido pruebas relevantes sin motivación alguna, o 37 mediante una interpretación y aplicación de la legalidad arbitraria o irrazonable. En este punto conviene por ello recordar cuál ha sido la motivación sobre la que los órganos judiciales han ido sustentando a lo largo del procedimiento la inadmisión de las pruebas solicitadas. En ese caso, que se resuelve en la STC 359/2006, se decía que frente a la prueba admitida y valorada, básicamente documental indirecta, para demostrar la existencia de explotación de la concesión, la testifical propuesta era una prueba directa sobre la efectiva extracción de mineral antes de la fecha límite, por lo que era claramente pertinente respecto al objeto del pleito. Prejuzgó el órgano judicial, el contenido de la prueba, posicionándose sobre su hipotética fuerza persuasiva antes de proceder a una valoración conjunta de la prueba. De la importancia que para el proceso por el que ahora se solicita la nulidad, tenía acreditar este extremo da cuenta el párrafo siguiente de las conclusiones, y en que se basa nuestra demanda, de ahí la relevancia que este recurso tiene en la resolución de la nulidad presentada: “ Nuestros mandantes impugnaron el acuerdo del Consejo General del Poder Judicial de 9-11-2013 en que se nombraba don Carlos Lesmes como Presidente del Consejo General del Poder Judicial, señalado que la Constitución Española es una norma de obligado cumplimiento y que las leyes han de interpretarse de acuerdo con la misma, de manera que como había señalado el Tribunal Constitucional, en una interpretación auténtica del artículo 122 de la Constitución Española, sus mandatos no se pueden ignorar y actuar de forma diametralmente opuesta, a lo que exige este Tribunal, debe 38 enjuiciarse como contrario a la ley. La impugnación se basa en que tal nombramiento está viciado de tal nulidad, ya que al elegirse, realmente, al Presidente del Consejo General del Poder Judicial por quienes no son Vocales y cuando ni siquiera habían sido elegido estos, se está vulnerando la garantía institucional del Consejo General del Poder Judicial, cual es su posición autónoma y no subordinada a los demás poderes públicos”. La Sentencia cuya nulidad solicitamos sobre la base de los derechos fundamentales que consideramos vulnerados resuelve la cuestión en los siguientes f. jdcos. CUARTO.-…………….. Pero este Tribunal no puede deducir (vistas las actas que se han transcrito) que los 16 Vocales del C.G.P.J. que votaron a favor del Sr. Lesmes lo hicieron como un cumplimiento de un mandato imperativo. ……………………… QUINTO.-……………….. La voluntad libre de los Vocales que votaron a favor del Sr. Lesmes no puede ponerse en duda a causa de la teórica existencia de tratos o convenios políticos previos, a la vista de las razones circunstanciadas que todos ellos expusieron en su explicación de voto, como se ve en las actas. Nada de esto se dice en la demanda, pareciendo que esos hipotéticos tratos, regateos o convenios políticos previos, habrían de determinar sin más la existencia de un mandato 39 imperativo, que viciaría en todo caso la voluntad de los electores. Las cosas no son así. Nada hay en el expediente administrativo que pueda llevar a esta Sala al convencimiento de que los Vocales del C.G.P.J. que votaron al Sr. Lesmes lo hicieran acatando órdenes o cumpliendo condiciones, y, por tanto, con voluntad torcida, sino (según se deduce de las actas) con el ánimo de nombrar para el cargo a un Magistrado del Tribunal Supremo que creían prestigioso y experimentado……………… Nuestra demanda se encuentra basada en la doctrina que estableció la sentencia del Tribunal Constitucional Pleno 108/86 de 29 de julio, en el recurso 839/1985, en la que se viene a destacar que el Consejo General del Poder Judicial no es sólo el órgano de autogobierno de los Jueces sino que para que cumpla su verdadera garantía institucional, la que le ha encargado la Constitución, ha de ostentar una posición autónoma y no subordinada al resto de poderes del Estado. No nos vamos a extender más en la doctrina de la citada sentencia, de sobra conocida por ese Tribunal, pero si el nombre del Presidente del Consejo General del Poder Judicial es el que han elegido informalmente y en un pacto que legalmente no les compete, los titulares de otros poderes del Estado es evidente que tales Vocales, todos o parte relevante, se convierten de hecho y de derecho en delegados o comisionados de otro poder, de manera que se infringiría de manera clara la Constitución como norma suprema del ordenamiento jurídico, y señala la STC 108/1986 , según señala 40 el F. Jdco décimo de la misma. Por ello, nuestra postura en el proceso ha sido que, en caso de que no se consideran determinantes las pruebas testificales de tales hechos publicados en todos los periódicos importantes de España, debería de admitirse la prueba testifical ante el Tribunal Supremo, de tal manera que la denegación de tal prueba testifical consideramos que vulnera el derecho a la tutela judicial, efectiva en su vertiente de derecho a la defensa. En el proceso contencioso administrativo se admiten pruebas al margen del expediente administrativo y los actos administrativos tienen causa, una formal que en ocasiones no es la real, según se puede aparentemente extraer del expediente administrativo, de manera que interesando al Derecho y a la justicia, la búsqueda de la verdad y realidad de los fenómenos, se debe investigar la existencia de una causa falsa, ya que, en muchas ocasiones, como la que nos ocupa, la causa real no es la que formalmente aparece, y la forma de averiguarla es el examen de elementos objetivos y directamente enderezados a acreditarlos y que normalmente no constan en el expediente administrativo. Se llevaban también a cabo unas alegaciones y se presentaba también una prueba indiciaria con relación al nombramiento de los Vocales, y del Vicepresidente cuyo nombramiento y elección también vulneraba la citada sentencia 108/86 y la legalidad ordinaria por las razones que allí se sostenían. Entendemos que en este caso, como el que resuelve la sentencia del Tribunal Constitucional 356/2006 de que hacemos mención se produce el mismo vicio, cual es que se resuelve sin haber practicado todas las pruebas que eran relevantes y determinantes. Y además, en este caso que ahora sometemos a la consideración del Tribunal 41 Constitucional, entendemos que se infringe todavía de una forma más notable la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, toda vez que el Tribunal Supremo resuelve sobre la base de indicios indirectos, que realmente no son nada relevantes, cuando con las pruebas que entendemos, que se deberían practicar, se podría determinar, directamente, si efectivamente existieron tales acuerdos o conversaciones, o no existieron, de una forma directa y concluyente, sin tener que resolver sobre hipótesis indirectas e irrelevantes, como hace la sentencia; es más, aunque hubieran existido tales conversaciones, como sin duda se informa por acreditados especialistas en la materia, y se hubieran llegado a tales resultados que todos señalan, creemos que formalmente en el expediente administrativo y en la actuación de los Vocales no se hubiera puesto de manifiesto sino que habrían razonado en términos admisibles en Derecho, que es lo que han hecho, de ahí que sea absolutamente ilógico que se apele al expediente administrativo para resolver, en una cuestión en la que existen pruebas directas y concluyentes o podría haberlas. Como decíamos en nuestra demanda, tales hechos al ser conocidos por toda la sociedad por haber sido publicados en todos los periódicos, podían considerarse como notorios, mayormente cuando las publicaciones son reconocidas por la contraparte. Pero para el caso de que no se tuviese como probado tal extremo, solicitábamos que se practicase la prueba testifical de los testigos periodistas que habían publicado tales noticias, lo que se denegó por auto de 14 de noviembre de 2014, en que se desestimaba el recurso de reposición interpuesto por nuestros mandantes contra el auto de 26 de septiembre de 2014, en que se había denegado el recibimiento del 42 pleito a prueba en este proceso y ello según el auto citado que resuelve la reposición planteada porque: “ninguna necesidad de probar la realidad de la publicación de las noticias que por fotocopia acompañó la parte actora en su demanda, dado que, como también se apuntó en el referente en el auto recurrido, tal realidad ha sido aceptada por el señor abogado del Estado. Por lo demás, las pruebas propuestas no van dirigidas a favorecer la resolución del pleito ( artículo 60. 3 de la Ley Jurisdiccional 29/98), el cual tiene por objeto un acuerdo específico y concreto al que llegaron los miembros del Consejo General del Poder Judicial porque se eligió al presidente del Tribunal Supremo y del propio Consejo. Y son, por lo tanto, las cuestiones atinentes acuerdo específico las que son de trascendencia a juicio de este órgano jurisdiccional para la resolución del pleito”. Decíamos en el recurso de reposición contra la no admisión del pleito a prueba que: PRIMERO: El artículo 24 de la Constitución Española consagra el derecho a la tutela judicial efectiva de cuya doctrina ha extraído el Tribunal Constitucional que se encuentra el derecho a la prueba, rigiendo en la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa merced a su Disposición Final Primera, las normas que sobre la misma rigen en el proceso civil, de manera que la parte puede pedir prueba de todo aquello que siendo controvertido se pueda acreditar mediante los medios que se establecen en los artículos 299 y siguientes de la LEC, entre las que se encuentran la prueba documental y la testifical, debiéndose llamar como testigos a las personas que tengan noticias de hechos controvertidos relativos a lo que sea objeto del pleito, en el caso que nos ocupa, sobre los hechos 43 que señalábamos en los hechos primero y segundo de nuestra demanda, de manera que tal y como solicitábamos en la demanda, si no se declaran tales como notorios, los periodistas deben declarar como testigos de los hechos de que informaban, ya que en las noticias que indicábamos, no sólo se vertían opiniones sino que se recogían hechos y manifestaciones que les había hecho otras personas de relevancia para fundar tales aseveraciones, y que son relevantes para acreditar una cuestión que aparece como notoria, cual es que el nombre del Presidente del Consejo General del Poder Judicial era conocido antes no solo de que se reuniesen los Vocales del CGPJ con tal fin sino incluso antes de ser elegidos ellos mismos, y ello por un acuerdo de los partidos políticos. SEGUNDO: Ciertamente que nuestra demanda se basaba en noticias que se recogían en periódicos pero las mismas al margen de opiniones no ponen sino de manifiesto unos hechos constatados por personas, de ahí que de ser negados tales hechos por la demandada y no tenerlos por acreditados la Sala pidiésemos subsidiariamente que se practicase prueba testifical de los periodistas que afirmaban tales hechos. De la veracidad de los hechos que como testigos daban cuenta los periodistas son buena prueba las manifestaciones de la Sra. Clareaga, especialmente si tenemos en cuenta, que antes de conocer el expediente administrativo, ya lo conocíamos por haber sido publicado por un periódico, lo que nos da cuenta de la certeza de los hechos que publicaban. Si la Sala no tiene por acreditados los hechos en que se basa la demanda por notorios y conocidos por la sociedad en general debe abrir un periodo de prueba como señalábamos en nuestra demanda, 44 ya que de lo contrario no solo es que la Sala no va a partir de hechos que por notorios y de los que han dado cuenta todos los medios de comunicación son conocidos por toda la sociedad sino que no se nos dará la posibilidad de acreditar los mismos, de manera que perderemos un pleito por no tener acreditados unos hechos, cuyas consecuencias jurídicas son evidentes, a pesar de haber alegado los mismos y de presentar los medios de prueba correspondientes, documentales y subsidiariamente testificales, no solo de opiniones sino de los hechos objetivos que recogen y manifestaciones de terceros, personas relevantes en la materia en que se basan. . Que el nombre de quién iba a presidir el Consejo General del Poder Judicial era conocido por la opinión pública y los medios de comunicación antes de reunirse el propio Consejo General del Poder Judicial y de su nombramiento efectivo por éste es un hecho conocido por toda la sociedad sobre la base, no de opiniones sino de hechos comunicados por los periodistas de los que como testigos deben dar cuenta ante la Sala, si duda ésta de la veracidad de los hechos que se contienen en tales noticias y sobre la base de los que la sociedad ha dado por ciertos tales hechos, no solo por no haber sido negados por los interesados sino porque todos los periódicos, de todas las tendencias, presentaban hechos y detalles que inexorablemente conducían a ello. Por todo lo expuesto, consideramos en contra de lo razonado en el auto impugnado que los hechos alegados son relevantes para la aplicación de los preceptos que se señalan y las peticiones que se articulan, y que los medios de prueba que se presentan son útiles y 45 hábiles para acreditar los extremos en que se basa nuestra pretensión, causándonos indefensión no practicar tal prueba, en caso de que no se tengan expresamente por acreditados y ciertos tales hechos. Reiteramos, expresamente para el caso de que no se fuese estimado este recurso, la denuncia de vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva consagrado en el art. 24 de la CE, que consideramos infringido. SUPLICO : Por todo lo expuesto, solicitamos a la Sala que estime el recurso de reposición planteado y anulando la resolución impugnada, abra el correspondiente período de prueba y actúe en la forma en que solicitamos en el primer otrosí digo de nuestra demanda. Reiterábamos en Conclusiones que: “ Normalmente, los hechos que constituyen el objeto del proceso son desconocidos para la sociedad y es la parte quien lo acredita sin mayor conocimiento de aquélla, pero en este caso, por el mero hecho de que la cuestión fuese conocida con claridad por la generalidad de la sociedad, no empece a que el Tribunal, a través de los mismos conocimientos y con la sana crítica que ha analizado las noticias, los analice, tomando incluso declaración testifical de quienes informaron a la opinión pública de los hechos relevantes de general conocimiento: que el nombre de Carlos Lesmes fue tratado y acordado por Rajoy y Rubalcaba entre los cientos posibles para presidir el Consejo General del Poder 46 Judicial, y la sana crítica y la convicción generalizada basada en criterios de lógica humana deben de conducir, necesariamente, a esta convicción sin perjuicio de que si el Tribunal lo considera oportuno, tal y como habíamos solicitado en nuestra demanda, tome declaración a tales personas, que sin lugar a dudas explicarán las causas de sus conocimientos. En cualquier caso, reiteramos nuestra protesta de indefensión para el caso de no tener por acreditados los hechos base de nuestra pretensión no se practiquen las testificales solicitadas. Solicitamos la nulidad por vulneración del derecho consagrado en el art. 24 de la CE referente a la tutela judicial efectiva por indefensión, ya que no se nos ha permitido acreditar elementos relevantes en que se basa nuestra petición de nulidad del Presidente del CGPJ, Sr. Lesmes, como lo son la existencia o no de conversaciones entre el Presidente del Gobierno, Sr. Rajoy, y el de la Oposición Sr. Rubalcaba para determinar el nombre del futuro Presidente del CGPJ, y resultado de las mismas, incluido si los Vocales que propusieron se hicieron con el compromiso de votar a determinado Presidente o a algunos de ellos, con mayoría suficiente”. CUARTO :Es absolutamente imposible según las reglas del criterio humano, que el nombre del presidente de un órgano, elegible entre cientos, se conozcan antes de conocerse el nombre de quienes van a formar el órgano que lo debe elegir, dejando a salvo que este nombre sea elegido, realmente, por otros, como señalan las fuentes que apuntaban este nombre. 47 La sentencia del Tribunal Constitucional 177/2011 de 18 de julio (recurso 570/2005), 48/2008 de 11 de marzo (recurso 1784/2004) y el auto 153/2001 de 15 de junio del Tribunal Constitucional señalan que se vulnera el derecho a la tutela judicial efectiva, consagrado en el artículo 24 de la Constitución Española y determina la debida admisión y estimación de un recurso de amparo por vulneración de los derechos fundamentales, cuando la valoración de la prueba se verifica en contra del criterio humano, lo que determina, sin duda, una valoración ilógica, irracional o arbitraria. Así como nadie se puede obligar a lo imposible, constituye igualmente un principio general del Derecho, que el resultado de una prueba no pueda llegar a conclusiones que sólo son admisibles desde el punto de vista de la adivinación, la magia y los sortilegios, cuando además existe una explicación explícita y lógica de todo ello, lo que en este caso es bien trascendente, así como la admisión por la contraparte, de que era cierto lo que transcribimos y había sido publicado por todos los periódicos. Todos los periódicos señalaban las causas del nombramiento de Carlos Lesmes como Presidente del Consejo General del Poder Judicial, incluso antes del propio nombramiento de los Vocales, señalando que obedecía a un pacto entre Rajoy y Rubalcaba, señalando también, cuándo se iban a reunir, la agenda y su resultado. De ahí se infiere, necesariamente, tanto por ser notorio o admitido, al reconocer la realidad de las publicaciones, que tal resultado debe ser el lógico según las reglas del criterio humano y no uno imposible según estas reglas. Nos remitimos en este punto a nuestro escrito de conclusiones, sin perjuicio de señalar aquí alguna mención: “Que Rajoy y Rubalcaba 48 hablen en determinada fecha, es un hecho, no una opinión, que será verdadero o falso pero es un hecho, y lo mismo que de predicarse de que en tal conversación se haya tratado de una determinada materia en concreto, como lo es el nombre del Presidente del CGPJ, o que en el curso de la misma hayan llegado a un acuerdo sobre el nombre del mismo. Si todos los periodistas de las más diversas tendencias, que informan sobre tales hechos son unánimes en describirlos aunque con distintas palabras, es lo ordinario que la sociedad española, entre la que se encuentran nuestros mandantes y ese Supremo Tribunal, haciendo uso de su sana crítica, tenga la convicción, de que tales hechos son reales, y si a ello le añadimos que se menciona un nombre de los posibles entre cientos, y luego resulta que, realmente, es el elegido, pues no puede decirse que la opinión pública española o quien crea tales noticias hayan actuado de una forma arbitraria o caprichosa, o al margen de la lógica humana sino todo lo contrario, es decir que tales hechos los han valorado de acuerdo con una crítica sana y no con la propia de un enfermo mental, con una presunción que establece nuestra ley, cual es que entre el hecho demostrado y aquel que se deduce haya un enlace preciso y directo, según las reglas del criterio humano, de tal manera que creemos que cualquier persona, que aplique la sana crítica de acuerdo con criterios generalmente admitidos por la lógica y la razón humana no pueden llegar a consecuencias totalmente contrarias a estas conclusiones sobre la base de los hechos, de que los medios de comunicación y periodistas, unánimemente, han informado. Si todos los periodistas y periódicos de España dicen que Rajoy y Rubalcaba han hablado antes y han tratado el nombre del Presidente del CGPJ, y han llegado a un acuerdo en el mismo, describiendo los 49 pormenores de ese discurrir fáctico y negociación, y ese nombre es conocido entre más de los cien posibles, incluso antes de conocerse a quienes formalmente los iban a elegir, constituye el ejercicio de una sana crítica, considerar que lo que tales periodistas y periódicos han informado, constituye la verdad sobre los hechos que publicaban, pero por si cabía alguna duda, señalábamos en el apartado segundo de solicitud de pruebas de nuestra demanda, que para el caso de que tales declaraciones recogidas por escrito en los periódicos no constituyesen una prueba plena a juicio de la Sala, que se les citase a tales periodistas en calidad de testigos, para que se tuviesen por probado los hechos, a los periodistas que se mencionan en los hechos 1º y 2º de la presente demanda para que declaren sobre la veracidad de lo publicado, y señalasen las causas concretas de las que se deriva el conocimiento de los hechos, y “las causas concretas de las que se deriva el conocimiento de los hechos que se publicaban”, decíamos en la demanda. Tras la lectura del último párrafo del primer otrosí de nuestra demanda no debe haber ninguna duda al respecto, ya que “Consideramos de gran trascendencia los hechos referidos en el punto primero de los puntos de hecho que se pretenden acreditar a través de la prueba correspondiente en tanto que servirán para probar que el nombramiento del Presidente del Consejo General del Poder Judicial también forma parte del pacto político parlamentario de nombramiento de los Vocales como se anunció reiteradamente por los medios de comunicación y señalamos en nuestra demanda, alegando en este punto el artículo 24 de la Constitución Española por indefensión que nos produciría respecto del acuerdo nombramiento del Presidente para el que se ha declarado competente la Sala”. 50 Presentamos un principio de prueba, que no se puede negar que es bastante rotunda, como lo son los testimonios de periodistas plasmados en los periódicos: unánimes, sin contradicción, aderezado con el hecho cierto, de que no había resultado elegido ningún miembro de la Asociación “Francisco de Vitoria”, muy mayoritaria en la Carrera judicial, a pesar de que la sentencia Tribunal Constitucional mencionada, obligaba a que tuviesen cabida las diversas tendencias de la Carrera judicial, lo que ya era determinante para la contravención del artículo 122 de la Constitución Española, en palabras del Tribunal Constitucional, nombramientos que eran proporcionados a la fuerza parlamentaria (cuestión matemática elemental de la que también dieron cuenta los periodistas), lo que también determinaba que se sobrepasaba otra línea infranqueable para actuar conforme con la Constitución, y de esta naturaleza, también consideramos el nombramiento del Vicepresidente del Tribunal Supremo, al no soportar su legalidad, el mínimo contraste con lo que literalmente señala el artículo 299.3 de la LOPJ, y la jurisprudencia recaída sobre tal precepto, señalando el art. 300 de la LOPJ, que el escalafón de la Carrera judicial puede reformarse hasta por periodos de tres año. Lógicamente los medios documentales y testificales de prueba deben conectarse con el objeto del proceso, cual es la ilegalidad por inconstitucional del nombramiento del Presidente del Consejo General del Poder Judicial el 9-12-2013, que se produciría aunque formalmente tal día, los Vocales eligieran a Carlos Lesmes, realmente, el nombramiento estaba ya decidido por Rajoy Rubalcaba, antes de que se eligieran a los propios Vocales, siendo razonable concluir que en tal supuesto, el CGPJ no ocuparía una 51 posición no autónoma sino subordinada a la del resto de poderes del Estado. Es decir, se presentaban unas pruebas testificales recogidas en documentos pero si no bastaba con lo plasmado en los periódicos o subsidiariamente, como hemos transcrito, se pedía que tales testigos comparecieran ante la Sala, para que informasen sobre la veracidad de los hechos de que se daba cuenta en los periódicos y de la manera en que habían tenido conocimiento, inclusive si eran invenciones o suposiciones suyas o actos de adivinación de lo que habían transmitido No debe olvidarse, que en otros Consejos Generales del Poder Judicial anteriores, han sido claramente el Presidente del Gobierno y el de la oposición, por ejemplo Zapatero y Rajoy, quienes, formalmente y de viva voz, lo transmitieron a la prensa el 22-9-2008. El Tribunal Constitucional en la STC108/ 1986 ha señalado que el CGPJ no puede ocupar una posición subordinada al resto de poderes del Estado, y tales conversaciones respecto del nombre del Presidente y el posterior nombramiento del acordado ponen de manifiesto inexorablemente esta posición subordinada, como lo ha entendido toda la sociedad española, sin que, a pesar de la gravedad de estos hechos se haya negado por sus responsables, sin olvidar que incluso en épocas recientes, quienes ocupaban tales cargos institucionales, lo dijeran expresamente en ruedas de prensa, como señalábamos en Conclusiones. Téngase también en cuenta que en este sentido también las formas son importantes y es necesario conocer la veracidad o falsedad de tales imputaciones para lo que es preciso citar a tales testigos si se duda de lo que han dicho en los periódicos, ya que afecta a la causa de tales actos administrativos. 52 Alegamos también, la vulneración de este derecho fundamental a la tutela judicial efectiva sobre la base de una valoración no razonable o arbitraria de la prueba sobre la base de que el CGPJ debe ocupar una posición autónoma y no subordinada al resto de los poderes públicos, ya que cuando se elige al Presidente de un órgano que ha de ostentar tales garantías y el nombre de ese Presidente es tratado por personas a las que tal actuación les está vedada y tal nombre se conoce antes de elegir a las personas que deben de elegirlo, lo cual solamente es factible en un ejercicio de magia o adivinación salvo que el nombramiento se haya hecho, realmente, por estas personas que ocupan los citados cargos políticos y cuya simple negociación y menos acuerdo, determinen que este CGPJ no ocupe una posición autónoma y no subordinada al resto a los demás poderes públicos, lo que determinaría una vulneración de la de la jurisprudencia establecida en la sentencia 108/86 del Tribunal Constitucional Pleno por una valoración arbitraria de la prueba propuesta y cuya realidad es admitida por la contraparte. Si se reconoce la veracidad de que todos los periódicos dan tales noticias por percepciones directas, constituye una valoración ilógica, arbitraria o irrazonable de lo admitido por la contraparte, negar la existencia de tales hechos, que de no ser ciertos sería completamente imposible que se produjeran, sobre la base de indicios indirectos derivados de situaciones en las que es normal que no se ponga de manifiesto la ilegalidad de la actuación de quienes hablan, de manera que tal forma de actuar constituye una valoración irrazonable, ilógica y arbitraria de los hechos admitidos, y como antes hemos dicho, sobre todo, cuando la Sala se ha negado a practicar 53 determinadas pruebas directas y que traería toda la claridad en caso de duda. QUINTO: Consideramos que la presente demanda tiene una gran trascendencia Constitucional, no sólo por la importancia que en este ámbito tiene el órgano cuyo nombramiento ha sido impugnado sino también para la aplicación y debido cumplimiento de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, establecida en la sentencia 108/86 de la que ya hemos hecho referencia, y además con relación a la jurisprudencia, que en materia de prueba se establece en la sentencia del Tribunal Constitucional 359/2006, entre otras, ya que entendemos que se produce una indefensión de trascendencia Constitucional, toda vez que no se abre el procedimiento a prueba y se deniegan las pruebas propuestas tendentes a acreditar directamente los hechos en que se basa nuestra pretensión, lo que consideramos produce indefensión en los términos que señala el Tribunal Constitucional, puesto que se nos impide acreditar los hechos a los que resultaría aplicable el Derecho, esencialmente, la jurisprudencia del Tribunal Constitucional establecida en la sentencia 108/86, que respalda plenamente nuestra pretensión de nulidad; y con relación a la valoración de la prueba se infringe la jurisprudencia establecida en las sentencias del Tribunal Constitucional 177/2011 de 18 de julio (recurso 570/2005), 48/2008 de 11 de marzo (recurso 1784/2004) y el auto 153/2001 de 15 de junio entre otras, ya que implica una valoración arbitraria de la prueba, sobre la base de los hechos que se reconocen por la contraparte, toda vez que las conclusiones a las que se llega por el Tribunal Supremo son totalmente contrarias al criterio humano, como acredita la convicción pública notoria y unánime que toda la sociedad tiene sobre esa 54 cuestión, sobre la base de tales elementos admitidos por la contraparte. Por todo lo cual SUPLICO AL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL que tenga por presentado este escrito y por hechas las manifestaciones que en el mismo se contiene, y por interpuesto en tiempo y forma, en la representación que ostentó, RECURSO DE AMPARO contra la sentencia del Tribunal Supremo de 16 de diciembre de 2014 por la que se desestima el recurso interpuesto en su día por nuestra mandante contra el nombramiento de D. Carlos Lesmes como Presidente del Consejo General del Poder Judicial, y se sirva admitirlo, y previos los trámites oportunos, dicte sentencia por la que se declare la nulidad de la referida resolución judicial y de todos los trámites procesales que han ocasionado la indefensión a nuestra mandante, hasta el día 25 de septiembre de 2014, incluido el auto de 26 de septiembre de 2014, en que se denegó el recibimiento del pleito a prueba en este proceso por el Tribunal Supremo, y todo ello, por la vulneración de los derechos fundamentales expuestos. Es justicia que pido en Madrid a 26 de enero de 2015 55 56