El Ampurdaaés. bajado à distancias considerables, de sueríe que los àrboles luego volvieron à cobrar su primer vigor. Olra observacion que viene al apoyo de la antecedente: càvese una zanja larga à corta distancia de un àrbol nuevo y ilénese despues de una buena tierra; bien. pronto se vera que las raíces llegan à la zanja, siguen su direccion y se extienden à distancia considerable. Del rnismo modo cuando se plantan los àrboles muy profundamente en la tierra decaen basta que hayan echado raíces horizontales hàcia la superfície que està labrada y muilida ; así que hayan llegado à ella, se les ve adquirir una vegetacion fuerte y vigorosa. De esta observacion resulta claramenteque ninguna cosa hay tan mal entendida como el método de algunes agricultores, que se persuaden en probar mejor haciendo sus plantíos en extremo bondos. Cuando se ha caido en tal error y se reconoce una vegetacion que forzosamente ba de ser lànguida, no hay medio mas seguro para remediarlo que el de sacar el àrbol y volverlo à plantar à menor profundidad. Si se quiere notar bien el mal suceso de los àrboles nuevos que suelen plantarse en las cercauias de los pueblos, se vera que su dèbil vegetacion ó crecimiputo no tiene otra causa que su plantío muy hondo. Se desea que esta reflexion haga buen efecto. Resulta, pues, de lo que se acaba de decir y de las experiencias referidas, que las raíces de los àrboles se extienden à grandes distancias así que encuentran salida en un terreno bien muUido, rodeando y dando considerables vueltas para llegar à el: lo mismo es de todas las plantas de los trigos y de las yerbas. Las hojas son, hablando propiamenle, los órganos de la traspiracion en las planías, y sus raíces los órganos que chupaa y envian el alimento por el tallo ó tronco Iiàcia todas las partes de las plantas: es Diuy natural que en la economia de la vegetacion las plantas reciban mas jugo que no traspiran de él, lo que se prueba conforme se las ve siempre engrosar respectivamente à la altura que adquieren. Por poco que se quiera mirar con el apoyo de la física la extension de la superfície de las hojas de los vegetales, que se acaba de hacer patente que sirven à sa traspiracion, no se dudarà ya de la considerable extension que las fibras de sus raíces deben tener, pues son loa órganos inmediatos que chupan, esto es, por las que reciben su alimento. KM Bandera negra. Siempre vemos con nuevo placer esta bella produccion, que íeniendo todo el sabor del teatro aníiguo, se distingue por una forma mas correcta y mas sostenida dignidad en los personages principales; cuyas consabidas conOdencias con los criados, se ven esta vez acertadamente sustituidas por la amena charla de Beltran y de !a Due5a; habiéndose lucido en estos papeles como saben bacerlo D." Luisa Valero y el Sr. Llovera; quienes realzaron Diputació de Girona — Servei de Biblioteques con indisputablo mérito lo cómico de aquelles coloquios.—D." Carlota Amigo comprendió bien la interesanto parte de protago-nisla. Si tuviéramos à mano la comèdia, no podríaraos dejar de marcar alguiios versos de la gran escena con el Marqués en el tercer aclo; donde so la vió efectivamente sublimo é inspirada, y en que tuvo arranques y actiludes de consumada actriz. Alguna corona de artista serà obtenida con ménos talenlo del que ella hizo gala en la representacion do esta escogida obra del laureado poeia Uodriguoz Rubí. Y à propósito de la St". Carlota. No acertamos à comprender còmo puede soportar tan cansado y continuo trabajo. Desempofiar cada noche un papel principal y tan bien estudiado, son esfuerzos que no hemos visto hacer à nadie; y anadiremos, que es siempre una peligrosa temeridad abusar de la memòria y felices disposiciones por mas grandes que ellas sean- Do todos modos, la empresa y el publico deben agradecerle su aplicacion y condescendència. Por segunda vez se ha puesto en escena el drama. La cruz del matrimonio; que si ha sido muy celebrado, tambien so ha visto mas de una vez raaliciosamenlo disecado por el escalpelo de la crítica. Ko es estraho; porque si tionc beliezas de primer órden, no so le pueden negar tampoco sus muchos y evidentes defectes. Tanto se ha quorido sublimar aquel tipo de la madre de família, tanto se la enaltece con tanta paciència y tanta abnegacion, que sin pensarlo viene à caer poco mènos que en un risible idiolismo. Someliéndose ciega à las contínuas y bàrbaras exigencias de un hombre perverso, à quien y à todo contesta ornen, aunque seaen contra del bienestar y de la honra, sacritíca voluntariamente hasta el pervenir de su inocente hijo; y no sabé mostrar enlcreza y resoiucion mas que una vez por defciidcr su vestido de percal. De lo sublime à io ridículo no suele haber mas que un paso. Aílàdase à esto, que el argumento nos presenta quien es víctima mas que de las propias de las agenas culpas; mientras que al jugador, al disolulo, al verdaderamente tentador y criminal, en gràcia de an arrepentimiento tardío, se le reserva la mas envidiable felicidad. flenunciaraos à enumerar otros pensamicntos à cual mas estraíios ó inverosímües de que està lleno el drama. Si conociéramos un medio para distinguir los aplausos que se tribu (an à los acíoreg, de los que so dirigen al autor de una composicion, se evitaria la perplejidad, la indecision en que araenudo nos encontramos en el teatro; temiendo que se apropie el uno lo que dirigimos al otro. Sin este reparo, de buena gana habríamos hecho coro con el publico, prodigàndolos tambien el pasado domingo en el drama I Pobre madre!., coyo dcsempeiïo fué por cierto esiiicriidisimo.—Ver torturar desapiadadanienle, duranle cinco horas morlales, el corazon de una dèbil niugTr, de una madre,, es cansado: es una cosa horrorosa. Por loi tanto, y no eslando en nuostra mano, miiligar ni abreviar aquelles tan largos padeciímienlos, preferimos y resolvemos renunciar como formalraente renunciamos por siempre jamàs à presenciarlos. —Lo üflico que por dicha del espectador atenua un poco la amarga situaciòU de Mariana, es que sin embargo de susínauditas desventuras y del Iranscurso de los anos, se mantiene como por milagro siempre jóven y bonita; contrastando con la edad y las canas del General; haciendo una escepcion à la ley comun, y logrando como dijo aquel cèlebre ingenio, que el tiempo no pasase por ella. Ese temor de parecer vieja siquiera sea por un rato no mas; esa corapensacion à tanlos infortunios, fueron bien imaginades por parte de la actriz encargada de dicho papel; que pudo así suavizar en cierto modo las sombrías tintas de tan horripilante cuadro. iBenditasea! El jueves ultimo se dieron Laï prohibiciones, comèdia en tres aclos y en verso del Sr. Eguilaz, en la qüe fueron con justícia aplaudides los actores ; distinguiéndose el Sr. Saez y el Sr. Llovera cspecialmonte por la naturalidad con que imito la socarronería del ladino Editor y su fingida tos, capaz con ella de enganar al mismísimo Galeno, D. Eahiendo leido varian veces en los pe~ riòdicos tanto nacionales como estranger os que son muy frecuentes los envenenamienlos producidos por fes selas ú hongos, me ha sugeriíto su lectura la idea de escribir una lacònica memòria ú fin de poder prestar un Servicio à la himanidad con la publicacion de un método esperimentado para precaver sus eslragos. DE LOS ÍIOKGOS Ó SETAS. Es cosa de gran importància conocer perfectamente esta família de plantas que con tanta proíusion y variedad se hallan esparcidas eu la superücie de la tierra, por emplearse algunas de sus espècies en la econoniía domèstica como sustancía nutritiva , por los principios azoados, azúcar y raanita que contienen y otras porque tienen uso en medicina. Los botànicos han descrilo hasta el dia mas do tres fíiil espècies de hongos: su forma varia iníinito; «nas veces no tionen ninguna; otras , toman el aspecte de una matèria liquida, pulverulenta, íilaraentosa; ora el de masas globuiosas, prolongadas etc, y en otras, y son las mas, presentan la figura de un quitasol abovedado. En este caso, se llama sombreritlo à la parte superior y esíi' pitó al pié. Los corpúsculos reproductores se encuentran desnudos ó contenidos en capsulitas diseininadas por lasuperfícíedel hongo ó en vueltas en un recepta cu lo llamado ((peridivm-». En estos cuerpos vemos tambien la fornsacion de nuevos individuos por cl desarmllo progresivo de sus filamentos radicií'ormcs, al paso que los corpúsculos que haliamos regularmente distribuidos sobre el úiymen'urm son sumamonto analogos à las esporulas El color do las setas prcséntaso muy víiriíido, però jamàs es de un verde intenso, generalmente hablando. jQuè Servicio tan extraordinario prestaria à la humanidad el sabio que consumado en el estudio de la ciejiçia de las plantas estableciera una