JUZGADO DE PRIMERA INSTANCIA E INSTRUCCION

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JUZGADO DE INSTRUCCION
NUMERO TREINTA DE MADRID
D. Previas nº 399/13
AUTO
En Madrid, a doce de marzo de dos mil trece.
Dada cuenta; visto el informe del Ministerio Fiscal interesando la
inhibición al Juzgado Central de Instrucción Número 5 de la Audiencia Nacional en
virtud del previo traslado conferido al efecto, y
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- En este Juzgado se siguen Diligencias Previas, registradas con
el nº 339/13, en virtud de denuncia formulada por el “Colectivo de Funcionarios Públicos
Manos Limpias” y, en su representación, por su secretario general D. Miguel Bernad
Remón, por un presunto delito contra la Hacienda Pública, falsedad documental y de
alzamiento de bienes, contra D. Luis Bárcenas Gutiérrez, alegando que como tesorero del
Partido Popular, éste habría venido elaborando una doble contabilidad, según refleja el
cuaderno-notas manuscritas, con donaciones aportadas por personas físicas y jurídicas
con presunta infracción de la Ley de Financiación de Partidos Políticos, abonándose con
cargo a dicha contabilidad “B” diferentes sobresueldos a miembros del partido, junto con
otros gastos de representación y diferentes regalos, todo ello según información revelada
por el Diario “El Pais” en su edición del día 3 de febrero de 2.013, cuya fotocopia
acompaña, dictándose Auto de fecha 11 de febrero de 2.013 acordando de forma previa
conferir traslado al Ministerio Fiscal a fin de que emita informe sobre admisión a trámite,
con práctica de las diligencias necesarias, al igual que sobre la competencia de este
órgano para conocer, en su caso, del presente asunto, debiendo poner en conocimiento
del Juzgado el contenido de las diligencias informativas que al parecer se siguen por
estos mismos hechos en la Fiscalía Anticorrupción, así como sobre el cumplimiento por
la parte denunciante de los requisitos exigidos para formalizar la acusación popular.
SEGUNDO.- Con fecha 22 de febrero de 2.013, hallándose la causa
todavía en la Fiscalía de Madrid, la Procuradora Dña. Mª Isabel Salamanca Alvaro
presenta escrito solicitando se le tenga por comparecida y parte en representación de la
citada Asociación “SFP Manos Limpias” y en concepto de acusación popular.
TERCERO.- Por diligencia de constancia de la Sra. Secretaria se acuerda
unir al presente procedimiento las siguientes resoluciones:
1/ Auto de fecha 7 de marzo de 2.013 del Juzgado Central de Instrucción
Número Cinco de la Audiencia Nacional en el que se acuerda la formación de pieza
separada en virtud del informe emitido por la Unidad de Delincuencia Económica y
Fiscal-Brigada de Blanqueo de Capitales y en el que sobre la base de los documentos
publicados en el Diario “El Pais” en sus ediciones escritas números 13.001 y 13.004 de
31 de enero y 3 de febrero de 2.013 y las declaraciones realizadas por el imputado,
constata la existencia de elementos subjetivos, objetivos y de coincidencia temporal entre
los hechos de los que ya venía conociendo, en relación a sus Diligencias Previas nº
275/08, y los nuevos elementos aportados a la causa por la acusación ejercida por el
representante D. Angel Luna en el indicado procedimiento, junto con el contenido de las
Diligencias de Investigación seguidas en la Fiscalía Especial contra la Corrupción y
Criminalidad Organizada con el nº de expediente 1/2013 y cuya remisión reclama a los
efectos de lo prevenido en el artículo 773-2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
2/ Auto de fecha 11 de marzo de 2.013 del Juzgado Central de Instrucción
Número Tres de la Audiencia Nacional, en el que se acuerda, junto con la práctica de
múltiples diligencias, la admisión a trámite de la querella interpuesta por “Izquierda
Unida”, y varios más, por estimarse por el momento competente para conocer de los
presuntos delitos de asociación ilícita, alteración de precio en concursos y subastas
públicas, receptación y blanqueo de capitales, cohecho, prevaricación, tráfico de
influencias, delito contra la hacienda pública, fraude y exacciones ilegales, encubrimiento
y falsedad y apropiación indebida de fondos electorales, contra D. Luis Bárcenas
Gutiérrez y varios responsables más, reclamando del Juzgado Central de Instrucción
Número Cinco la remisión de la documentación que se indica, a fin de previo traslado a
la parte querellante, resolver luego sobre la inhibición interesada por la propia Fiscalía.
CUARTO.- Con fecha 11 de marzo de 2.013 se recibe en este Juzgado
informe del representante del Ministerio Fiscal, según el cual, “a la vista de lo actuado y
circunstancias, existiendo conocimiento público de que los hechos objeto de la denuncia
presentada están siendo investigados por el Juzgado Central de Instrucción nº 5 de la
Audiencia Nacional, en las Diligencias Previas número 275/08, interesa la inhibición a
favor del referido juzgado por considerarle competente para el conocimiento de los
hechos referidos”.
FUNDAMENTOS JURIDICOS
PRIMERO.- Habiendo expresado los Juzgados Centrales de Instrucción
Números 3 y 5 de la Audiencia Nacional su interés en conocer al parecer de unos mismos
hechos, aún sin haberse expresamente requerido de inhibición como tampoco reclamar el
conocimiento de la presente causa, obligado se hace recordar primero que los parámetros
utilizados para la determinación de la competencia objetiva, cuando se trata de la
atribución a los Juzgados Centrales de Instrucción, no se hace por la clasificación de las
infracciones en delitos y faltas del Código Penal, ni según el tipo y cuantía de las penas,
ni siquiera por el aforamiento, reservado a un concreto tribunal. Se hace con arreglo al
criterio de un elenco de concretos delitos, numerados en el artículo 65.1º Ley Orgánica
del Poder Judicial, además de los cometidos fuera del territorio nacional y aquellos otros
asuntos que les atribuyan especialmente las leyes.
Por otra parte, y aunque el Tribunal Supremo, por Auto de fecha 11 de
marzo de 1.997, declara que “el carácter singular con que aparece en la Sala de la Penal
de la Audiencia Nacional y de los Juzgados Centrales de Instrucción, el sistema
jurisdiccional ordinario, determina que el artículo 65 de la L.O.P.J. haya de ser
interpretado en cuanto a la extensión de las competencias con carácter restrictivo a fin de
no perturbar el derecho al Juez legalmente predeterminado, que reconoce el artículo 24
de la Constitución Española”, es evidente que si la competencia objetiva para conocer de
determinados delitos se atribuye a la propia Audiencia, la decisión no puede ser otra que
inhibirse del conocimiento del asunto a favor de aquella, conforme a lo dispuesto en el
artículo 88 de la repetida Ley Orgánica, caso de que, como en este concreto supuesto
sostienen ambos Juzgados, de los informes policiales y la documentación aportada pueda
inferirse la competencia de estos órganos para conocer de los mismos y siempre sobre la
base de que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional extenderá su competencia al
conocimiento de los delitos conexos con todos los expresamente reseñados,
considerándose como tales, según el artículo 17 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal,
entre otros, y en lo que aquí interesa, los diversos delitos que se imputen a una persona al
incoarse contra la misma causa por cualquiera de ellos, si tuvieren analogía o relación
entre sí, a juicio del Tribunal, y no hubiesen sido hasta entonces definitivamente
sentenciados, correspondiendo en tal caso asumir la competencia al primero que ha
incoado las correspondientes actuaciones caso de que los ilícitos que se persiguen tengan
señalada igual pena, según el artículo 18 de la misma Ley.
SEGUNDO.- De ahí que, ante la controversia suscitada entre ambos
órganos judiciales, pendiente al parecer aún el Juzgado Central de Instrucción Número 3
de pronunciarse definitivamente sobre la inhibición interesada por el Ministerio Fiscal a
favor del de igual clase Número 5, a la vista de la documentación recabada y de las
alegaciones de la parte querellante, según los propios términos de la resolución dictada
por aquél, de momento y por aplicación de la doctrina antes expuesta, ha de ser este
último órgano a quien se habrán de remitir las presentes diligencias por ser el primero
que conoce del asunto, a salvo lógicamente lo que pudiera resultar de la cuestión de
competencia que entre ellos pudieran dirimir, en su caso.
En efecto, y entendiendo este último órgano judicial, en Auto de fecha 7 de
marzo de 2.013 que figura unido a la causa por diligencia, que los delitos por los que
decide la apertura de pieza separada guardan directa relación de conexidad con los
hechos y personas sujetos a su investigación, la competencia que por razón de la
naturaleza del delito en principio pudiera venir atribuida a la jurisdicción ordinaria, decae
a favor del mismo, aun cuando los ilícitos por los que este Juzgado de Instrucción
Número 30 de Madrid ha decidido la apertura de diligencias no sea ninguno de los
contemplados en el meritado artículo 65 de la repetida Ley Orgánica.
Ahora bien, y de conformidad también con lo dispuesto en el artículo 25 de
la Ley de Enjuiciamiento Criminal, entretanto no recaiga decisión judicial firme por
dicho Juzgado Central de Instrucción aceptando la competencia en virtud del testimonio
remitido al efecto, el Juzgado de Instrucción Número 30 de Madrid deberá seguir
practicando todas las diligencias necesarias para comprobar el delito, averiguar e
identificar a los posibles culpables y proteger a los ofendidos o perjudicados por el
mismo, dejando desde ahora mismo constancia que una vez aceptada, en su caso, la
competencia por aquél resolución firme, el Secretario judicial remitirá los autos
originales y las piezas de convicción al que resulte competente.
TERCERO.- En otro orden de cosas, y siendo el motivo de incoación de
diligencias por parte de este Juzgado la denuncia formulada por el Colectivo “Manos
Limpias” al amparo del artículo 101 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, y de la que
por turno de reparto le corresponde conocer, debemos significar que la acción popular se
concede a los ciudadanos como facultad de instar la persecución de un ilícito penal
aunque no se trate del ofendido por el delito, sino de una mera persona que considere
pertinente la aplicación del “ius puniendi” del Estado, de tal manera que frente a la
acción ejercitada por el Ministerio Fiscal, la acción popular se configura como derecho
de todo ciudadano a obtener la tutela judicial efectiva en cuanto a su pretensión de
perseguir la comisión de un hecho ilícito penal, lo cual está reconocido en la propia
Constitución Española. El concepto de ciudadano en sentido amplio se entiende por una
amplia jurisprudencia abarca en cualquier caso tanto a las personas físicas como a las
jurídicas.
Ahora bien, y además de ese concepto genérico de acción popular como
ejercicio de un derecho de persecución de ilícitos penales concedida a todo ciudadano,
existe un concepto más restringido de acción popular entendida como acción que ejercita
la acusación popular, es decir, la que ejercita una persona no ofendida directamente por el
delito. Esta definición deriva de distinguir una acusación particular en sentido estricto,
que es la que sostiene el ofendido por el delito, y una acusación popular ejercitada por
quien no es ofendido por el delito, ni es víctima, ni su heredero o representante.
Y en esta última acepción, cuando la acción popular se entiende en sentido
estricto como acción de persecución de un hecho ilícito penal por persona no ofendida
por el delito, precisamente por no ser víctima del ilícito penal, se le exigen una serie de
requisitos de capacidad, legitimación y postulación más estrictos que al ofendido por el
delito. Así, y respecto a la capacidad, no se permite el ejercicio de esa acción a entidades
sin personalidad jurídica. En cuanto a la legitimación, no es posible su ejercicio por
extranjeros. En lo relativo a postulación, se exige que comparezca con Procurador
habilitado con poder especial y Abogado, no estando permitido que designe uno de
oficio. Asimismo se exige que la acción popular se ejercite mediante la interposición de
una querella, pues este instrumento comporta la manifestación de voluntad de
constituirse en parte en el proceso penal. También se exige la prestación de la fianza que
el Juez determine.
De ahí que en aplicación de esta doctrina legal, y en cuanto respecta al
pretendido ejercicio de la acción penal por parte del mencionado Colectivo “Manos
Limpias”, esta queda lógicamente supeditada al cumplimiento de los requisitos previstos
en los artículos 274 y 280 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, a saber, presentación de
querella y prestación de fianza, pues en cuanto a la primera, y no tratándose de causa ya
iniciada, de conformidad con la Sentencia del Tribunal Supremo de 12 de marzo de 1992,
dicho presupuesto continúa siendo imprescindible, al igual que el requisito de exigencia
de fianza impuesto por el artículo 290 de la citada Ley, lo que, según Sentencias del
mismo Alto Tribunal de 22 mayo de 1992, 3 de junio de 1995 y 4 de junio de 1997,
constituye igualmente requisito de admisibilidad de la querella cuando esta es medio de
iniciación del procedimiento penal, como sin duda es este el caso.
Al cumplimiento de ambos presupuestos queda supeditada, pues, la
condición de parte acusadora de la Asociación denunciante, y sólo una vez formalizada,
habrá de resolverse respecto a la práctica de las diligencias por ella solicitadas si se
considerase oportuno antes de que aquél otro órgano decida sobre la aceptación de la
competencia aquí promovida.
Vistos los preceptos legales citados, sus concordantes y demás de general y
pertinente aplicación,
S.S.ª, DISPONE: Acordar la inhibición de las presentes Diligencias
Previas, registradas en este Juzgado con el nº 399/13 en favor del Juzgado Central de
Instrucción Número Cinco de la Audiencia Nacional, a donde se remitirá testimonio de
las presentes actuaciones, a fin de que exprese si acepta definitivamente la competencia
para conocer de las mismas y poder en tal caso remitirle toda la documentación, efectos e
instrumentos, en su caso, intervenidos como relativa a los ilícitos investigados, si bien
entretanto este órgano deberá continuar con la práctica de las diligencias que estime
necesarias una vez se formalice la acción popular a través de la interposición de la
correspondiente querella por la entidad denunciante, todo ello en la forma establecida en
el fundamento jurídico tercero de esta resolución.
Notifíquese este Auto al Ministerio Fiscal y restantes partes personadas,
haciendo saber que contra el mismo cabrá interponer recurso de reforma y/o apelación,
en el plazo de tres o cinco días, ante este mismo órgano.
Así lo acuerda, manda y firma, D. Francisco Javier Teijeiro Dacal,
Magistrado-Juez del Juzgado de Instrucción Número Treinta de Madrid.
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