COMISIÓN EUROPEA Bruselas, 15.4.2016 C(2016) 2164 final

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COMISIÓN
EUROPEA
Bruselas, 15.4.2016
C(2016) 2164 final
DECISIÓN DELEGADA (UE) .../… DE LA COMISIÓN
de 15.4.2016
que modifica el anexo III de la Decisión n.º 466/2014/UE del Parlamento Europeo y del
Consejo por la que se concede al Banco Europeo de Inversiones una garantía de la UE
frente a las pérdidas que se deriven de operaciones de financiación en favor de proyectos
de inversión fuera de la Unión, en lo que se refiere a Bielorrusia
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EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
1.
CONTEXTO DEL ACTO DELEGADO
En enero de 2015, el COREPER aprobó una lista de 29 medidas de fomento de la política de
«compromiso crítico» de la UE con Bielorrusia. Una de estas medidas se refiere a la revisión
por parte de la UE de su enfoque restrictivo de la actividad de préstamo del Banco Europeo de
Inversiones (BEI) (actualmente Bielorrusia no puede optar a la garantía de la UE en el marco
del mandato de préstamo en el exterior del BEI para el periodo 2014-2020, que se concede en
virtud de una decisión del Parlamento Europeo y del Consejo1). Esta medida se puso de
relieve particularmente en las conclusiones del Comité Político y de Seguridad de 1 de
octubre de 20152.
En sus conclusiones de 15 de febrero de 2016, el Consejo decidió acelerar la aplicación de las
medidas encaminadas a reforzar la cooperación UE-Bielorrusia en determinados ámbitos
económicos, comerciales y relacionados con la ayuda, especialmente en lo que respecta a la
cooperación con las instituciones financieras internacionales [particularmente, el BEI y el
Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD)]. El Consejo también animó a
Bielorrusia a acelerar sus reformas económicas y garantizar el respeto de las libertades
fundamentales, el Estado de Derecho y los derechos humanos.
En el marco de las 29 medidas aprobadas por el Consejo, tuvo lugar una estrecha
colaboración entre la Comisión y el SEAE en la evaluación política, económica, social y
medioambiental de la situación actual de Bielorrusia. Estas evaluaciones concluyen que existe
suficiente margen para una flexibilización del enfoque restrictivo de la UE respecto de
Bielorrusia para permitir a este país que pueda optar a la financiación del BEI con la garantía
de la UE.
El anexo II de la Decisión n.º 466/2014/UE, que establece la lista de países que pueden optar
a la financiación del BEI con la garantía de la UE, incluye a Bielorrusia. En virtud del artículo
4, apartado 2, de dicha Decisión, la Comisión está facultada para adoptar actos delegados
relativos a modificaciones del anexo III, que establece la lista de países elegibles. De
conformidad con la política y estrategia de la UE respecto de Bielorrusia, y teniendo en
cuenta el contexto económico, social, ambiental y político general, así como las conclusiones
pertinentes del Consejo, debería incluirse a Bielorrusia en el anexo III, de modo que las
operaciones de financiación del BEI en este país puedan optar a la cobertura de la garantía de
la UE.
2.
CONSULTAS PREVIAS A LA ADOPCIÓN DEL ACTO
Contexto político
A nivel interno, Bielorrusia sigue siendo un Estado centralizado y autocrático, sometido a la
firme autoridad de su Presidente. El presidente Lukashenko fue reelegido el 11 de octubre de
2015 con el 83,5 % de los votos (según los datos facilitados por el Comité Electoral Central
de Bielorrusia). Aunque las elecciones se llevaron a cabo en un clima sosegado y se
autorizaron algunas manifestaciones, durante el recuento de los votos y la agregación de los
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Decisión n.º 466/2014/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 16 de abril de 2014, por la que se
concede al Banco Europeo de Inversiones una garantía de la UE frente a las pérdidas que se deriven de
operaciones de financiación en favor de proyectos de inversión fuera de la Unión, DO L 135 de
8.5.2014, p. 1 («Decisión n.º 466/2014»).
CFSP/SEC/0659/15.
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resultados aparecieron ciertos problemas significativos, que minaron la integridad del proceso
electoral. La situación en materia de democracia y derechos humanos también sigue siendo
fuente de seria preocupación, especialmente en lo que se refiere a la libertad de reunión y de
asociación y a la libertad de expresión y de los medios de comunicación. Bielorrusia sigue
siendo el único país de Europa en el que se aplica la pena de muerte.
Sin embargo, durante los dos últimos años se han realizado avances. Las tensiones
disminuyeron como consecuencia de una participación más proactiva de Bielorrusia en la
Asociación Oriental, el inicio de negociaciones sobre un Acuerdo de Facilitación de Visados
y Readmisión, la conclusión de negociaciones sobre una asociación de movilidad, el inicio de
la fase provisional UE-Bielorrusia sobre cuestiones de modernización, la adhesión del país al
proceso de Bolonia, la firma de un memorando de entendimiento para la cooperación sobre
seguridad energética, y la participación de Bielorrusia en el análisis periódico universal de
Naciones Unidas en materia de derechos humanos, habiendo aceptado el país 168 de las 259
recomendaciones formuladas en el mismo. En particular, las autoridades bielorrusas
accedieron a la realización de eventos encaminados a debatir una moratoria de la pena de
muerte. Por otra parte, a iniciativa de Bielorrusia, en julio de 2015 la UE y este país
reanudaron el diálogo sobre derechos humanos, habiéndose liberado el 22 de agosto de 2015 a
los últimos presos políticos.
El contexto regional también se alteró como consecuencia de la crisis de Ucrania. Hasta la
fecha, Bielorrusia ha adoptado una postura constructiva, actuando como anfitrión de las
negociaciones de paz, que dieron lugar a los acuerdos de Minsk. El país resistió la presión de
Rusia para introducir medidas restrictivas contra Ucrania, nunca reconoció la anexión de
Crimea y no suspendió las obligaciones de la zona de libre comercio de la Comunidad de
Estados Independientes respecto de Ucrania. En lugar de ello, Bielorrusia ha reiterado la
importancia que confiere a la integridad territorial de Ucrania y ha aumentado el comercio
con este país.
El 15 de febrero de 2016, el Consejo decidió que la UE prolongará las medidas restrictivas
respecto de 170 personas físicas y tres empresas3. Además, el Consejo decidió prorrogar por
un periodo de 12 meses el embargo de armas y las medidas restrictivas relacionadas con las
cuatro personas implicadas en la desaparición no resuelta de dos políticos de la oposición, un
hombre de negocios y un periodista. Al mismo tiempo, el Consejo decidió acelerar la
aplicación de las medidas encaminadas a reforzar la cooperación UE-Bielorrusia en una serie
de ámbitos económicos, comerciales y relacionados con la ayuda, con el objetivo de
modernizar el país y su economía en beneficio de la población bielorrusa, particularmente de
cara a la adhesión a la OMC y en cooperación con las instituciones financieras
internacionales, sobre todo el BEI y el BERD, con arreglo a sus mandatos respectivos.
Si se mantiene la tendencia positiva, con el tiempo ello llevaría a la negociación de un nuevo
marco legal que pondría a Bielorrusia en condiciones de igualdad con los otros países de la
Asociación Oriental.
En resumen, en el contexto de esta evaluación y basándose en las conclusiones del Consejo de
15 de febrero de 2016, la UE no debe seguir excluyendo a Bielorrusia del acceso a la
financiación del BEI en el contexto de la Decisión n.º 466/2014.
Evaluación económica y social
Tras los buenos resultados de los 15 años anteriores a la crisis mundial de 2009, la situación
macroeconómica de Bielorrusia se ha deteriorado de forma significativa, reflejando
principalmente unas limitaciones estructurales derivadas de un modelo de crecimiento en el
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Consejo de Asuntos Exteriores - 15.2.2016 - Conclusiones sobre Bielorrusia - 6052/16 COEST 30.
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que el sector privado y el mercado siguen jugando un papel insuficiente. Dado que ese
modelo ha dificultado una asignación eficiente de recursos y limitado el aumento de la
productividad, los intentos de fomentar el crecimiento flexibilizando las políticas
macroeconómicas, incluida la política salarial, han tendido a crear tensiones sobre la balanza
de pagos y sobre los precios.
No obstante, las autoridades han respondido a los tres últimos episodios de crisis o fragilidad
de la balanza de pagos con medidas de ajuste apropiadas que han logrado restaurar la
estabilidad macroeconómica. También han tomado medidas para aumentar el grado de
orientación al mercado de su economía, aunque hasta la fecha el enfoque ha sido demasiado
gradual y poco ambicioso, procurando restaurar la estabilidad económica y el crecimiento a
través de una modificación del sistema existente en lugar de avanzar resueltamente hacia un
auténtico modelo de economía de mercado. Por ello, puede considerarse importante la
adopción de un enfoque más decidido en favor de la transformación del sistema económico.
Tras tres años de crecimiento económico moderado (inferior al 2 % anual), Bielorrusia entró
en recesión en 2015 por primera vez en los últimos 20 años, estimándose que su PIB real
disminuyó un 3,9 %. Aunque la recesión se debió en gran medida a factores externos, tales
como la recesión en Rusia y Ucrania, los bajos precios de los productos básicos y el lento
crecimiento de la UE, también fue la consecuencia de la acumulación de los problemas
económicos y estructurales anteriormente mencionados.
La contracción de la economía estuvo impulsada por una caída de las exportaciones, que
reflejaba la recesión de sus principales socios comerciales, Rusia y Ucrania, así como por el
endurecimiento de la política monetaria, fiscal y salarial, que redujo la demanda interna y la
inversión. En cuanto a los factores positivos, unas políticas de demanda estrictas, junto con la
caída de la actividad económica, contribuyeron a contener la inflación en un contexto en el
que la acusada depreciación del rublo bielorruso estaba ejerciendo una presión adicional al
alza de los precios (de mediados de noviembre de 2014 a mediados de febrero de 2016 el
rublo bielorruso se depreció un 51 % frente al dólar). Por otra parte, una política fiscal
prudente salvaguardó el superávit presupuestario global, a pesar de la recesión y de las
elecciones presidenciales de octubre del pasado año. El banco nacional pasó a un régimen de
tipo de cambio totalmente flexible en junio de 2015, lo que contribuyó a proteger las reservas
de divisas, casi agotadas, y a absorber una parte de las perturbaciones externas, lo que llevó a
un significativo ajuste de la balanza por cuenta corriente (en 2015, se estima que el déficit por
cuenta corriente disminuyó hasta el 2 % del PIB, a partir del 6,7 % del PIB en 2014 y a una
cifra superior al 10 % del PIB en 2013).
Las autoridades han logrado algunos progresos en las reformas estructurales, aunque muy
limitados. Si bien las empresas estatales siguen dominando la estructura económica de
Bielorrusia, incluido el sistema bancario, se han realizado algunos avances en la gobernanza
empresarial, sustituyendo el sistema de objetivos cuantitativos estrictos por un sistema de
objetivos indicativos. Sin embargo, se ha avanzado poco en la privatización real de las
empresas estatales, no habiéndose alcanzado los objetivos anunciados por las autoridades en
anteriores planes de privatización. Este año, las autoridades se proponen avanzar en la
privatización de pequeñas y medianas empresas de propiedad estatal. También se ha avanzado
hacia una asignación más libre del crédito bancario reduciendo los préstamos bancarios en el
marco de programas públicos. A partir de febrero de 2015, la totalidad de los nuevos
préstamos públicos se canalizan a través del Banco de Desarrollo, lo que ha permitido
disminuir en cierta medida la injerencia del Estado en la actividad de los bancos comerciales.
Por otra parte, desde 2009, se han realizado avances significativos en la liberalización de
precios, aunque el proceso fue interrumpido temporalmente por la introducción al final de
2014 de una congelación de los precios, encaminada a limitar los efectos inflacionistas de la
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depreciación de la moneda. La proporción de los bienes con precios regulados en la cesta del
índice de precios de consumo ha disminuido desde cerca del 51 % en 2011 al 18 % en 2016,
tras una desregulación de todos los bienes de gran importancia social en enero de 2016.
Durante el último año, Bielorrusia también ha redoblado sus esfuerzos para avanzar en las
negociaciones de adhesión a la OMC.
Durante el pasado decenio, el rápido crecimiento económico contribuyó a una reducción
substancial de las ratios de pobreza y a una mejora de la distribución de la renta. La tasa de
pobreza absoluta disminuyó de una cifra superior al 30 % en 2002 al 6,3 % en 2012, mientras
que el coeficiente de Gini se redujo del 0,30 a cerca del 0,26 en el mismo periodo. Como
consecuencia de la recesión que afectó al país el último año, la tasa de desempleo, que se
mantuvo al bajo nivel de aproximadamente el 0,5 % de la mano de obra durante años, lo que
reflejaba en parte un empleo excesivo en las empresas estatales, aumentó moderadamente en
2015 (al 1 %). Para poder afrontar los desafíos de la reorientación de una economía dirigida
directamente por el Estado hacia una economía más basada en el mercado, Bielorrusia tendrá
que desarrollar una red de protección social moderna, en particular reforzando sus regímenes
de prestaciones de desempleo y de asistencia social, así como su sistema de pensiones.
Las autoridades negocian actualmente con el FMI un programa de ajuste macroeconómico y
reforma estructural que se apoyaría en un Servicio Ampliado del Fondo, e igualmente en la
hoja de ruta para la reforma estructural que el Banco Mundial ha elaborado recientemente en
estrecha consulta con las autoridades. La UE respalda activamente a ambas partes para llegar
a un acuerdo.
En este nuevo contexto, y a condición de que se establezcan las medidas de reforma
adecuadas, el apoyo financiero de la UE y de la comunidad internacional, particularmente
mediante la flexibilización de las limitaciones a las actividades del BEI en Bielorrusia, podría
ayudar al país a desarrollar su sector privado, mejorar su infraestructura y reforzar el aumento
de su productividad, y contribuir así a mejorar el dinamismo y el crecimiento a medio plazo
de su economía.
Aspectos medioambientales
Bielorrusia se caracteriza por una baja densidad de población y vastas zonas de paisajes
naturales, humedales y bosques. La degradación del suelo, la contaminación de las aguas
subterráneas y superficiales, la gestión de residuos y la contaminación radiactiva provocada
por el accidente de Chernóbil en 1986 son algunas de las principales preocupaciones
ambientales que tiene actualmente el país. Un importante nuevo factor de riesgo aparecerá a
partir de 2018 con la puesta en funcionamiento del primer reactor de la central nuclear de
Astravets.
Bielorrusia está dispuesta a aproximar su legislación medioambiental a la normativa europea
y es el único país de la Asociación Oriental que considera prioritario el medio ambiente entre
los tres sectores de cooperación bilateral en el marco del Programa Indicativo Plurianual.
Varios proyectos de cooperación transfronteriza se están desarrollando en el contexto de
programas con Letonia, Lituania, Polonia y Ucrania, principalmente en los sectores de agua y
gestión de residuos y prevención de riesgos naturales (inundaciones, incendios forestales).
El dialogo sectorial con Bielorrusia sobre medio ambiente también está avanzando a buen
ritmo y en el suelen participar representantes bielorrusos de relativamente alto rango. Entre
las cuestiones medioambientales transfronterizas pendientes actualmente entre la UE y
Bielorrusia cabe citar las relacionadas con la biodiversidad, la gestión de la calidad del aire,
cuestiones sometidas al Convenio de Espoo en relación con la central nuclear de Astravets, y
la gestión y protección de ríos comunes, tales como el Niemen.
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A nivel regional, Bielorrusia participa activamente en el grupo de expertos sobre medio
ambiente y cambio climático de la Asociación Oriental y en varios programas regionales de la
UE sobre medio ambiente. El país también organizó con éxito el Primer Diálogo Ministerial
Informal de la Asociación Oriental sobre medio ambiente en 2015 y participa en varios
acuerdos multilaterales sobre medio ambiente.
El apoyo de la comunidad internacional, por ejemplo a través de la financiación del BEI que
fomenta la aplicación de las normas medioambientales apropiadas, contribuirá a un desarrollo
del país sostenible y favorable al medio ambiente.
3.
ASPECTOS JURÍDICOS DEL ACTO DELEGADO
El objetivo de la presente Decisión Delegada de la Comisión es modificar el anexo III de la
Decisión 466/14/UE añadiendo Bielorrusia a la lista de países que pueden optar a las
operaciones de financiación del BEI cubiertas con la garantía de la UE.
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DECISIÓN DELEGADA (UE) .../… DE LA COMISIÓN
de 15.4.2016
que modifica el anexo III de la Decisión n.º 466/2014/UE del Parlamento Europeo y del
Consejo por la que se concede al Banco Europeo de Inversiones una garantía de la UE
frente a las pérdidas que se deriven de operaciones de financiación en favor de
proyectos de inversión fuera de la Unión, en lo que se refiere a Bielorrusia
LA COMISIÓN EUROPEA,
Visto el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea,
Vista la Decisión n.º 466/2014/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 16 de abril de
2014, por la que se concede al Banco Europeo de Inversiones una garantía de la UE frente a
las pérdidas que se deriven de operaciones de financiación en favor de proyectos de inversión
fuera de la Unión4, y en particular su artículo 4, apartado 2,
Considerando lo siguiente:
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(1)
En Bielorrusia se han observado algunos progresos en los ámbitos económico, social,
medioambiental y político desde la adopción de la Decisión n.º 466/2014/UE.
(2)
En enero de 2015, el COREPER aprobó una lista de 29 medidas de fomento de la
política de «compromiso crítico» de la UE con Bielorrusia. Una de estas medidas se
refiere a la revisión por la UE de su enfoque restrictivo respecto de la actividad de
préstamo del Banco Europeo de Inversiones (BEI) en Bielorrusia.
(3)
En sus conclusiones de 1 de octubre de 2015, el Comité Político y de Seguridad
estableció una lista de medidas concretas adicionales para reforzar el compromiso
crítico de la política de la UE con Bielorrusia, y particularmente la medida de
flexibilización de las restricciones que se aplicaban a la financiación del BEI en este
país.
(4)
En sus conclusiones sobre Bielorrusia de 15 de enero de 2016, el Consejo decidió
acelerar la aplicación de las medidas encaminadas a reforzar la cooperación UEBielorrusia en una serie de ámbitos económicos, comerciales y relacionados con la
ayuda, con el objetivo de modernizar el país y su economía en beneficio de la
población bielorrusa, particularmente de cara a la adhesión a la Organización Mundial
del Comercio y en cooperación con las instituciones financieras internacionales,
particularmente el BEI y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD),
con arreglo a sus mandatos respectivos. El Consejo también animó a Bielorrusia a
acelerar las tan necesarias reformas económicas.
(5)
La adopción por Bielorrusia de medidas concretas encaminadas a respetar las
libertades fundamentales universales, el Estado de Derecho y los derechos humanos
será esencial para el diseño de la futura política de la Unión en relación con este país.
(6)
Habida cuenta de la evaluación política de Bielorrusia, el apoyo financiero de la
Unión y de la comunidad internacional, particularmente mediante la flexibilización de
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DO L 135 de 8.5.2014, p. 1.
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las limitaciones de las actividades del BEI en Bielorrusia, podría ayudar al país a
desarrollar su sector privado, mejorar su infraestructura y reforzar el incremento de su
productividad, y contribuir así a aumentar el dinamismo y el crecimiento a medio
plazo de su economía. Por otra parte, las operaciones de financiación del BEI que
fomentan la aplicación de las normas medioambientales apropiadas deberán contribuir
a un desarrollo del país sostenible y favorable al medio ambiente.
(7)
Por ello, la Comisión, tras haber evaluado la situación económica, social,
medioambiental y política global de Bielorrusia, con la participación del Servicio
Europeo de Acción Exterior, considera que este país puede añadirse al anexo III de la
Decisión n.º 466/2014/UE, que establece la lista de países que pueden optar a la
financiación del BEI con la garantía de la Unión.
(8)
Procede, por tanto, modificar la Decisión n.º 466/2014/UE en consecuencia.
HA ADOPTADO LA PRESENTE DECISIÓN:
Artículo 1
En el punto B.2 del anexo III de la Decisión n.º 466/2014/UE, la expresión «Europa Oriental:
República de Moldavia y Ucrania» se sustituye por la expresión «Europa Oriental:
Bielorrusia, República de Moldavia y Ucrania».
Artículo 2
La presente Decisión entrará en vigor a los veinte días de su publicación en el Diario Oficial
de la Unión Europea.
Hecho en Bruselas, el 15.4.2016
Por la Comisión,
El Presidente
Jean-Claude JUNCKER
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