xdo. do mercantil n. 2 a coruña

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XDO. DO MERCANTIL N. 2
A CORUÑA
SENTENCIA: 00204/2015
XDO. DO MERCANTIL N. 2 DE A CORUÑA
C/ ENRIQUE MARIÑAS S/N.- EDIFICIO PROA 7 PLANTA, (MATOGRANDE), A CORUÑA
Teléfono: 881881150-881881151
Fax: 881881152
S18550
N.I.G.: 15030 47 1 2015 0000573
ORD PROCEDIMIENTO ORDINARIO 0000270 /2015
Procedimiento origen:
/
Sobre CONDICIONES GENERALES CONTRATACION
DEMANDANTE, DEMANDANTE D/ña. MARIA MERCEDES GARCIA BELLON, JESUS ANGEL LOPEZ SILVA
Procurador/a Sr/a. MARIA DOLORES DOLDAN PALACIOS, MARIA DOLORES DOLDAN PALACIOS
Abogado/a Sr/a. TOMY PALACIOS MARTINEZ, TOMY PALACIOS MARTINEZ
DEMANDADO D/ña. BANCO DE CAJA ESPAÑA DE INVERSIONES, SALAMANCA Y SORIA S.A.
Procurador/a Sr/a. BEGOÑA ALEJANDRA MILLAN IRIBARREN
Abogado/a Sr/a. FERNANDO TORRES ALVAREZ
SENTENCIA 204/2015
En Coruña, a 27 de Noviembre de 2015.
La
Ilma.
Sra.
Mª
Salomé
Martínez
Bouzas,
Magistrada-Juez
del
Juzgado de lo Mercantil número dos de los de A Coruña, habiendo
visto los presentes autos de JUICIO ORDINARIO seguidos ante el
mismo a instancia de Dª. MARÍA MERCEDES GARCÍA BELLÓN y de D.
JESÚS ÁNGEL LÓPEZ SILVA, asistidos por el Letrado Sr. Palacios
Martínez y representados por la Procuradora Sra. Doldán Palacios;
sobre
NULIDAD
DE
CONDICIONES
GENERALES
DE
LA
CONTRATACIÓN
Y
CONSECUENCIAS ACCESORIAS, contra la entidad BANCO DE ESPAÑA DE
INVERSIONES SALAMANCA Y SORIA S.A., asistida por el Letrado Sr.
Torres
Álvarez
Iribarre;
en
y
representada
virtud
de
las
por
la
Procuradora
facultades
que
me
Sra.
Millán
confiere
la
constitución y las leyes dicto la siguiente sentencia
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- El presente procedimiento se inició en virtud de demanda
presentada
por
representación
la
que
Procuradora
ostenta
en
Sra.
autos,
Doldán
y
en
Palacios
la
que
en
la
concluye
suplicando se declare la nulidad por tener el carácter de cláusula
abusiva de la condición general de la contratación que consta en
la
cláusula
tercera
bis
del
contrato
de
préstamo
hipotecario
suscrito entre las partes en 1999 y de la cláusula tercera bis de
la escritura de novación del préstamo hipotecario de 2008, que
establecen
un
límite
mínimo
a
la
variabilidad
del
interés.
Condenando a la demanda a eliminar dicha cláusula del contrato y
sus
novaciones
y
modificaciones;
y
a
la
devolución
de
las
cantidades abonadas en exceso como consecuencia de la aplicación
de la referida clausula con efectos a fecha de publicación de la
STS de 9.05.2013. Con imposición de costas a la demandada.
La
demanda
se
basa
contratos no fueron
en
que
las
referidas
condiciones
de
los
ni negociada ni aceptada, fue introducida de
forma unilateral por la entidad financiera y ubicada en un espacio
claramente
secundario
de
la
escritura
de
manera
oscura
y
no
transparente. La demandada obvió cualquier tipo de información
sobre
la
cláusula
suelo
que
no
fue
en
ninguna
de
las
dos
escrituras ni informada ni negociada ni aceptada. Además se trata
de una condición general que garantiza únicamente los intereses
del banco. No se les presentó una simulación de los escenarios
posible.
SEGUNDO.- Admitida a trámite la demanda se emplazó a la demandada
para que la contestara lo que hizo en tiempo y forma oponiéndose a
la
misma
alegando
que
la
parte
actora
fue
informada
en
todo
momento de la existencia de la cláusula suelo cuya nulidad se
pretende y de sus efectos. El documento cumplió los requisitos de
transparencia.
La
oferta
fue
personalizada
y
adaptada
a
sus
propias necesidades, y la cláusula fue redactada con sencillez y
claridad.
Además
la
STS
no
permite
la
retroactividad.
Se
les
informó con cinco días de antelación mediante entrega de la oferta
vinculante.
Y
durante
años
los
actores
han
asumido
la
citada
clausula por lo que su actuación ahora supone la contravención de
la
doctrina
Concluye
de
prohibición
suplicando
se
de
desestime
ir
la
contra
demanda
los
con
actos
propios.
imposición
de
costas a la parte actora.
TERCERO.- Tras ello fueron citadas las partes personadas a la
celebración de la audiencia previa al juicio, que tuvo lugar el
día 30 de Septiembre de 2015. En ella se trataron las cuestiones
2
procesales, documentales y demás según consta en el acta levantada
al efecto, y fue propuesta y admitida la prueba que consta.
El
juicio
se
celebró
en
fecha
25
de
Noviembre
de
2015,
practicándose la prueba admitida (interrogatorio de demandante)
tras lo cual las partes formularon sus conclusiones; y quedaron
los autos vistos para dictar sentencia.
CUARTO.-
En
la
tramitación
del
presente
procedimiento
se
han
observado las prescripciones legales esenciales.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- En el presente procedimiento las partes cuestionan la
validez y eficacia de la llamada cláusula suelo del contrato de
préstamo hipotecario que se referencia. El actor entiende así en
resumen
que
nos
hallamos
ante
una
condición
general
de
la
contratación que resultaría abusiva por no superar los requisitos
de transparencia fijados en la conocida Sentencia del Pleno del
Tribunal Supremo de 9 de mayo de 2013, y mostrar un manifiesto
desequilibrio
heterogénea
entre
cita
las
legal
prestaciones
y
de
jurisprudencial,
las
pero
partes.
que
se
Con
asienta
principalmente en el art. 82 del RD Legislativo 1/2007, la Ley de
Condiciones Generales de Contratación y la sentencia citada, se
suplica en consecuencia la declaración de nulidad de la nombrada
cláusula, amén de la devolución de las sumas abonadas en exceso
por tal motivo desde el 9 de mayo de 2013.
Frente a ello, el banco accionado ofrece como motivos de oposición
para sostener la validez de la cláusula, en esencia, la negación
de la naturaleza de condición general de la contratación de la
misma;
el
cumplimiento
de
los
parámetros
de
transparencia
que
hayan de ser realmente aplicables al caso, toda vez que aquélla
fuese
producto
de
una
negociación
individual
y
consciente,
plenamente aceptada por el prestatario durante la vida útil del
contrato;
sosteniendo
prestaciones
procedencia
actuación
en
pactadas;
de
de
efecto
los
cualquier
y
caso
negando,
retroactivo
demandantes
caso
alguno.
equilibrio
de
Y
contraviene
prohibición de ir contra los propios actos.
3
el
de
las
estimación,
la
señalando
la
que
doctrina
la
de
Debe partirse, en cualquier caso, de la realidad del contrato de
préstamo hipotecario de 24/06/1999 y la novación (ampliación con
modificación) de 12/02/2008 y su contenido –en particular, el de
las
cláusulas
atacadas-;
lo
que
se
desprende
de
la
falta
de
impugnación documental acompañada con la demanda (319, 281.3 y 405
de la Ley de Enjuiciamiento Civil). El texto del que se predica la
nulidad en el presente caso es el siguiente: en la escritura de
1999, claúsula tercera bis, “tipo de interés variable”, párrafo
cuarto “en ningún caso el tipo de interés nominal anual resultante
de cada variación podrá ser superior al 12 % ni inferior al 3%””.
Y en la escritura de 2008, claúsula tercera bis, “tipo de interés
variable”, párrafo quinto
“en ningún caso el tipo de interés
nominal anual resultante de cada variación podrá ser superior al
12,50 % ni inferior al 3,50 %”.
De
la
misma
manera,
tampoco
se
discute
la
condición
de
consumidores de los demandantes.
SEGUNDO.- La primera cuestión debatida, así, pasa por considerar o
no la estipulación impugnada como una condición general en los
términos previstos en su Ley reguladora. De este modo, el artículo
1.1 de la Ley 7/1998, dispone que "Son condiciones generales de la
contratación
las
cláusulas
predispuestas
cuya
incorporación
al
contrato sea impuesta por una de las partes, con independencia de
la autoría material de las mismas, de su apariencia externa, de su
extensión y de cualesquiera otras circunstancias, habiendo sido
redactadas con la finalidad de ser incorporadas a una pluralidad
de contratos”.
Para su interpretación, resulta obligado acudir a lo resuelto en
la STS 9/5/2013, de la que se rescatan los parámetros que resultan
más relevantes para el caso.
Así, para que una cláusula tenga la consideración de condición
general
(P.
137),
Contractualidad:
debe
se
reunir
trata
de
los
siguientes
"cláusulas
requisitos:
contractuales"
y
a)
su
inserción en el contrato no deriva del acatamiento de una norma
imperativa
que
imponga
su
inclusión.
b)
Predisposición:
la
cláusula ha de estar prerredactada, siendo irrelevante que lo haya
sido
por
el
propio
empresario
o
por
terceros,
siendo
su
característica no ser fruto del consenso alcanzado después de una
fase de tratos previos. En particular en el caso de los contratos
4
de adhesión. c) Imposición: su incorporación al contrato debe ser
impuesta por una de las partes -aunque la norma no lo exige de
forma expresa, dada su vocación de generalidad, debe ser impuesta
por un empresario-, de tal forma que el bien o servicio sobre el
que
versa
el
acatamiento
Generalidad:
contrato
a
la
las
nada
más
puede
inclusión
en
el
cláusulas
deben
obtenerse
la
mediante
el
cláusula.
d)
mismo
de
estar
incorporadas
a
una
pluralidad de contratos o estar destinadas a tal fin ya que, como
afirma
la
doctrina,
se
trata
de
modelos
de
declaraciones
negociales que tienen la finalidad de disciplinar uniformemente
los contratos que van a realizarse.
Resulta
irrelevante
apariencia
(P.
externa,
138):
su
a)
La
extensión
autoría
y
material,
cualesquiera
la
otras
circunstancias; y b) Que el adherente sea un profesional o un
consumidor.
Sí se entiende trascendente que (P. 144): a) El hecho de que se
refieran
al
objeto
principal
del
contrato
en
el
que
están
insertadas, no es obstáculo para que una cláusula contractual sea
calificada como condición general de la contratación, ya que esta
se define por el proceso seguido para su inclusión en el mismo. b)
El conocimiento de una cláusula -sea o no condición general o
condición particular- es un requisito previo al consentimiento y
es necesario para su incorporación al contrato, ya que, en otro
caso,
sin
perjuicio
de
otras
posibles
consecuencias
-
singularmente para el imponente- no obligaría a ninguna de las
partes. c) No excluye la naturaleza de condición general de la
contratación el cumplimiento por el empresario de los deberes de
información exigidos por la regulación sectorial.
Y,
en
conclusión,
cláusula
a)
predispuesta
La
prestación
debe
del
calificarse
consentimiento
como
impuesta
a
por
una
el
empresario cuando el consumidor no puede influir en su supresión o
en
su
contenido,
de
tal
forma
que
o
se
adhiere
y
consiente
contratar con dicha cláusula o debe renunciar a contratar. b) No
puede
equipararse
la
negociación
con
la
posibilidad
real
de
escoger entre pluralidad de ofertas de contrato sometidas todas
ellas a condiciones generales de contratación aunque varias de
ellas
procedan
del
mismo
empresario.
c)
Tampoco
equivale
a
negociación individual susceptible de eliminar la condición de
cláusula
no
negociada
individualmente,
5
la
posibilidad,
cuando
menos teórica, de escoger entre diferentes ofertas de distintos
empresarios.
d)
La
carga
de
la
prueba
de
que
una
cláusula
prerredactada no está destinada a ser incluida en pluralidad de
ofertas de contrato dirigidos por un empresario o profesional a
los consumidores, recae sobre el empresario.
Desde este general planteamiento, el acervo probatorio obrante en
autos no permite alcanzar la conclusión de que la cláusula a
examinar haya sido fruto de una negociación individualizada de
acuerdo con los criterios acabados de exponer. Debe partirse, en
primer lugar, de la inverosimilitud de que el contrato, extenso y
prolijo
en
detalles
técnicos,
hubiera
sido
redactado
todo
él
previa negociación de cada una de sus cláusulas. La existencia de
una
multiplicidad
hecho
notorio.
de
La
condiciones
propia
en
semejantes
escritura
informa
términos
de
que
es
un
contiene
condiciones generales.
No existe prueba, sino antes al contrario, de que la introducción
de la cláusula suelo, concretamente la del caso en particular, no
fuese imperativa en un contrato de préstamo a interés variable
como el de litis. Y aunque existieran otros productos –lo que no
es incompatible con la naturaleza de la cláusula, como ha dicho el
TS-, lo que no consta en modo alguno es que existiese posibilidad
por parte del prestatario de obtener en este caso, siquiera a
cambio de la variación de otras de las condiciones del contrato,
una modificación del tipo mínimo fijado. Acaso pudiera discutirse
el
plazo
de
amortización,
el
interés
nominal
u
otras
circunstancias, pero no existe constancia, que es lo relevante, de
que el llamado suelo entrase dentro de las condiciones a negociar.
Es sabido, además, que existe una regla específica sobre la carga
de la prueba (artículo 82.2, párrafo segundo, del TRLGDCU) en el
ámbito
de
la
contratación
con
consumidores,
pues
cuando
se
pretenda sostener entonces que determinada cláusula inserta entre
el
condicionado
general
habría
sido
objeto
de
negociación
individual sería el predisponente el que debería demostrarlo. Lo
que
ha
sido
considerado
de
especial
aplicación
(vid.
STS
22/4/2015) a los contratos bancarios. La falta de prueba a que se
ha hecho referencia determina la aplicación de la norma citada y
por tanto de lo dispuesto en el artículo 217.3 de la Ley de
Enjuiciamiento Civil.
6
La conclusión que se alcanza, así, de lo que sencillamente se
acaba de apuntar, no es otra que nos hallamos, en efecto, ante una
auténtica
condición
general
de
la
contratación,
toda
vez
que
concurren los indicados, en los términos expuestos, requisitos de
contractualidad,
predisposición,
imposición
y
generalidad.
Debe
ser rechazado así, sin más, el motivo de oposición consistente en
negar la pretendida naturaleza a la cláusula de litis.
Estamos, pues, ante una condición general de la contratación que
por tanto ha de ser examinada bajo el prisma de lo dispuesto en su
Ley reguladora (7/1998) y de los criterios establecidos en la
citada STS 9/5/2013. Toda vez que, como se declara en ésta, que
una condición general defina el objeto principal de un contrato
(como con carácter general ha de entenderse de las denominadas
cláusulas suelo, en tanto que definidoras del precio del préstamo)
y que, como regla y por ello mismo (como resulta del art. 4.2 de
la Directiva Comunitaria 43/13), no pueda examinarse la abusividad
de su contenido, no supone que el sistema no las someta al doble
control
de
atacada,
y
transparencia,
cuya
falta
que
de
debe
ser
cumplimiento
aplicado
a
constituye
la
el
ahora
motivo
esencial por el que cabría entrar en el examen de la abusividad de
la
condición
atacada.
(SAP
Pontevedra
30/4/2015,
entre
innumerables) siempre teniendo en cuenta que ha sido aceptada la
condición de consumidor de la parte accionante.
TERCERO.- Las premisas del primer control de transparencia o de
incorporación, derivado de lo dispuesto en los arts. 5 y 7 de la
LCGC,
se
satisfacen,
como
reconoce
el
Tribunal
Supremo
en
la
sentencia antes citada (p. 202), en el caso de las cláusulas
suelo, siempre que se dé cumplimiento en los procesos de concesión
de préstamos hipotecarios a los consumidores las previsiones de la
normativa
sectorial
(OM
de
5
de
mayo
de
1994),
ya
que
ésta
garantiza razonablemente tales premisas; en particular atención a
que,
ciertamente,
la
redacción
de
la
impugnada
cláusula
del
contrato de préstamo hipotecario, reproducida supra, tomada de
modo aislado, cuenta con una redacción sencilla.
En el presente caso, resulta del caso la citada normativa, vista
la razón principal del préstamo, que
era la compra de vivienda.
No consta que a la escritura de 1999 se uniera oferta vinculante,
pese a la afirmación de la entidad demandada. En la escritura de
7
12.02.2008
se
adjunta
“nota
de
condiciones”
de
préstamo
hipotecario, con validez hasta el 7.04.2008, pero no consta fecha
de
entrega
a
los
prestatarios,
ni
por
tanto
que
fuera
con
anterioridad a la firma de la escritura de ampliación. Lo mismo
puede decirse respecto de la oferta vinculante acompañada como
documento
número
seis
con
la
contestación
de
la
demanda,
que
carece de fecha. Y en cuanto al acompañado como documento número
ocho
con
la
contestación
de
la
demanda,
que
si
bien
aparece
firmada por los demandantes (así lo reconoce en el interrogatorio
el Sr. López Silva) no consta la fecha en la que se les pasó a la
firma, pues constan en el documento varias fechas pero ninguna de
ellas referida a la fecha de entrega a los solicitantes.
Tampoco
se
puede
entender
superado
el
segundo
control,
de
transparencia propiamente dicha, lo que revela una abusividad que
ha de ser declarada. Para efectuar éste, el Tribunal Supremo nos
señala (p. 225) diversos criterios que serían reveladores de falta
de transparencia de las cláusulas suelo/techo. En concreto:
“a) Falta información suficientemente clara de que se trata de un
elemento definitorio del objeto principal del contrato.
b) Se insertan de forma conjunta con las cláusulas techo y como
aparente contraprestación de las mismas.
c) No existen simulaciones de escenarios diversos relacionados con
el
comportamiento razonablemente previsible del tipo de interés
en el momento de contratar.
d) No hay información previa clara y comprensible sobre el coste
comparativo con otras modalidades de préstamo de la propia entidad
–caso de existir- o advertencia de que al concreto perfil de
cliente no se le ofertan las mismas.
e) Se ubican entre una abrumadora cantidad de datos entre los que
quedan enmascaradas y que diluyen la atención del consumidor.”
Criterios
que
no
constituyen
un
catálogo
exhaustivo
de
circunstancias a tener en cuenta con exclusión de cualquier otra,
ni
tampoco
la
presencia
aislada
de
alguna
de
ellas
es
necesariamente condición suficiente para que deba considerarse no
transparente una cláusula suelo (o suelo/techo), como precisó el
Tribunal
Supremo
en
su
auto
de
8
fecha
3
de
junio
de
2013,
aclaratorio de la precedente sentencia de 9 de mayo de 2013. Y
revisando
los
hechos
acreditados
en
atención
a
los
parámetros
expuestos, la conclusión a alcanzar ha de ser negativa.
Así, se trata de una condición general que, aunque su redacción
sea
ciertamente
clara,
está
enmarcada
en
el
contexto
de
una
pluralidad de epígrafes subsiguientes al de la estipulación de un
interés variable, en el que se inserta esta mención, de modo que
prevalece la apariencia de que el tipo sería nominalmente variable
al alza y a la baja cuando, en realidad, exclusivamente lo sería
hacia
arriba,
pues
hay
una
limitación
que
merced
a
ese
tope
inferior lo convertiría en fijo, por debajo, a favor del banco.
Se encuentra además ubicada en el condicionado general entre una
abrumadora cantidad de datos entre los que queda enmascarada y que
contribuyen a diluir la atención sobre la misma del consumidor.
La
cláusula
recibe
asimismo
un
tratamiento
impropiamente
secundario de modo que el consumidor no percibirá su verdadera
relevancia.
Tampoco consta de modo mínimamente fehaciente que se realizasen
simulaciones, al menos al corto plazo, de las posibles evoluciones
del
tipo.
Se
trata,
así,
de
que
el
contratante
tenga
representación real de lo que ha de pagar no obstante el descenso
del tipo de referencia por razón del límite, y ésto no consta.
Prevalece así, en cualquier caso, la apariencia de que el tipo
sería
nominalmente
realidad,
variable
exclusivamente
lo
al
alza
sería
y
a
hacia
la
baja
arriba,
cuando,
pues
hay
en
una
limitación que merced a ese tope inferior lo convertiría en fijo,
por debajo, a favor del banco.
En definitiva, no consta que el consumidor haya podido tener cabal
conocimiento de la trascendencia económica de la cláusula.
Y
esta
falta
de
transparencia
encubre
una
cláusula
que
objetivamente puede considerarse abusiva. Se ha procedido, así, a
la fijación de un mínimo (en este caso, el 3.00% y el 3,50 %), que
puede convertir en meramente teórica la posibilidad de variaciones
a la baja del tipo de interés; máxime cuando, como se ha dicho ya,
la apariencia inicial es que el tipo fluctúa libremente.
La cláusula, pues, opera tan sólo en beneficio del banco, sin
contrapartida
para
el
prestatario
que
haya
podido
durante todos los años de vigencia del contrato.
9
verificarse
Se
produce,
en
suma,
un
desequilibrio
en
las
prestaciones
en
perjuicio del consumidor; lo que integra el presupuesto legal de
abusividad, y la nulidad ha de ser declarada.
No puede hablarse –como pretende la demandada- de confirmación del
contrato por aquiescencia del demandante, por el hecho de haber
abonado pacíficamente las cuotas, por cuanto como se ha dicho ya,
las
razones
ofrecidas
no
se
refieren
a
un
contrato
con
consentimiento viciado que pueda ser confirmado ex art. 1.309 del
C.C., sino ante una cláusula nula por incumplimiento del doble
control de transparencia exigido legal y jurisprudencialmente.
CUARTO.- Declarada la nulidad de la cláusula, resta por determinar
cuáles hayan de ser las consecuencias de ésta. En primer lugar, la
declaración de nulidad la deja fuera del mismo por propio efecto
de
la
sentencia;
de
modo
que
las
cuotas
futuras
deberán
ya
aquietarse a la inexistencia del límite mínimo.
Respecto de la devolución de cantidades solicitada, como establece
la
sentencia
del
Pleno
del
TS
de
25/3/2015
procederá
la
restitución al prestatario de los intereses que hubiese pagado en
aplicación de dicha cláusula a partir de la fecha de publicación
de la sentencia de 9 de mayo de 2013. Lo que coincide con la
petición de la parte actora.
Y ello sin desconocer las alegaciones efectuadas por la parte
demandada, que pretende no se atribuyan efectos desde el 2013 sino
desde la fecha de la presente sentencia, por entender que la
retroacción de tales efectos se previó como sanción a la entidad
directamente afectada por dicha sentencia, sin que la cláusula
suelo de este asunto pueda identificarse con aquella. Sin embargo,
a juicio de este tribunal, los efectos son precisamente no de
sanción
sino
favorables
a
la
entidad
bancaria,
pues
la
regla
general sería la retroacción al momento del inicio del contrato.
En este sentido debe recordarse que la Comisión ha propuesto al
TJUE que conteste que no es posible en virtud del Derecho de la UE
que los tribunales nacionales puedan moderar la devolución de las
cantidades que ya ha pagado el consumidor, pues más allá de la
excepción mencionada de salvaguarda de la seguridad jurídica, no
existe límite alguno a los efectos de la “no vinculación” de las
cláusulas
abusivas.
Indicando
que
la
Comisión
respetuosamente
propone al TJUE responder a la cuestión prejudicial planteada por
10
el Juzgado de lo Mercantil nº 1 de Granada del siguiente modo: La
interpretación de la “no vinculación” que realiza el art. 6.1 de
la Directiva es incompatible con una interpretación que determine
que la declaración de la nulidad de la citada cláusula extiende
sus efectos hasta la declaración de la misma. El cese en el uso de
una
determinada
cláusula
declarada
nula
por
abusiva
no
es
compatible con una limitación de los efectos de dicha nulidad,
salvo
que
juzgada.
moderar
sea
No
la
necesaria
es
posible
devolución
para
que
de
preservar
los
las
el
principio
tribunales
cantidades
de
nacionales
que
ya
ha
cosa
puedan
pagado
el
consumidor en aplicación de una cláusula declarada nula desde el
origen por defecto de información y/o transparencia.
QUINTO.- De acuerdo con lo establecido en el artículo 394.1 de la
Ley de Enjuiciamiento Civil procede imponer las costas a la parte
demandada. Sin que justifique la no imposición las alegaciones de
la demandada por entender que en el momento de la contestación a
la demanda (2.07.2015) no existían dudas ni de hecho ni de derecho
que justificaran su oposición.
Vistos
los
preceptos
legales
citados
y
demás
de
general
y
pertinente aplicación,
FALLO
Que ESTIMANDO la demanda presentada por Dª. MARÍA MERCEDES GARCÍA
BELLÓN y de D. JESÚS ÁNGEL LÓPEZ SILVA, asistidos por el Letrado
Sr.
Palacios
Doldán
Martínez
Palacios;
sobre
y
representados
NULIDAD
DE
por
la
CONDICIONES
Procuradora
GENERALES
Sra.
DE
LA
CONTRATACIÓN Y CONSECUENCIAS ACCESORIAS, contra la entidad BANCO
DE ESPAÑA DE INVERSIONES SALAMANCA Y SORIA S.A., asistida por el
Letrado Sr. Torres Álvarez y representada por la Procuradora Sra.
Millán Iribarre; declaro la nulidad de las cláusulas siguientes:
de la escritura de 24/06/1999, claúsula tercera bis, “tipo de
interés
variable”,
interés
nominal
párrafo
anual
cuarto
resultante
“en
de
ningún
cada
caso
variación
el
tipo
podrá
de
ser
superior al 12 % ni inferior al 3%”. De la escritura de novación
(ampliación con modificación) de 12/02/2008, claúsula tercera bis,
“tipo de interés variable”, párrafo quinto
11
“en ningún caso el
tipo de interés nominal anual resultante de cada variación podrá
ser superior al 12,50 % ni inferior al 3,50 %”.
Condeno a la demanda a devolver a la parte actora las cantidades
que,
por
percibido
efecto
desde
de
la
las
citadas
publicación
de
disposiciones,
la
Sentencia
se
hubieren
del
Tribunal
Supremo de 9/5/2013.
Con expresa imposición de las costas del presente procedimiento a
la parte demandada.
La presente resolución no es firme y contra ella cabe RECURSO DE
APELACIÓN para ante la Ilma. Audiencia Provincial de Coruña a
interponer directamente en este Juzgado el plazo de 20 DÍAS desde
su notificación, previa acreditación del depósito de la cantidad
de 50 euros en la cuenta de depósitos y consignaciones de este
mismo Juzgado, domiciliada en la Entidad Banesto.
Notifíquese a las partes.
Así lo acuerdo, mando y firmo.
LA MAGISTRADA
LA LETRADA DE LA LETRADA DE LA ADMINISTRACION DE JUSTICIA
PUBLICACIÓN.- La anterior sentencia ha sido publicada por el Sr.
Juez que la suscribe en el mismo día de su fecha, estando celebrando
audiencia pública con mi asistencia el secretario, de lo que doy fe.
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