Autogenerado - Diario Judicial

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Poder Judicial de la Nación
Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo
Sala VIII
Expediente Nº 41.379/2012
SENTENCIA Nº
39304
JUZGADO Nº 25
AUTOS:
“MINISTERIO
DE
TRABAJO
17712/2012
c/ARTE
RADIOTELEVISIVO ARGENTINO S.A. s/EJECUCION FISCAL”
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los 26
mes de
diciembre
días del
de 2012, se reúnen en acuerdo los jueces de la Sala VIII
de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo para dictar sentencia en la causa
del epígrafe, y, de acuerdo con el resultado del sorteo realizado, proceden a votar
en el siguiente orden:
EL DR. LUIS A. CATARDO DIJO:
I.- Llegan los autos a conocimiento del Tribunal, como
consecuencia de lo resuelto en la queja anexa por cuerda, en la cual se dispusiera
abrir la instancia recursiva, deducida por la demandada a fs. 25/42, contra la
Resolución de fs. 4/22 que le impusiera una multa por infracción a diversas normas
de la ley 23.551.
Se agravia Arte Radiotelevisivo Argentino S.A. por lo que
considera son falta de atribución de los instructores, la ausencia de notificación del
dictamen acusatorio y su irregularidad. Invoca ilegalidad de la sanción y falta de
tipicidad. Argumenta la existencia de litispendencia, sostiene la inexistencia de
violación a las normas mencionadas en el resolutorio y que la competencia para
dirimir la cuestión es judicial y, por último, solicita la eximición o reducción de la
pena.
Celebrada a fs. 91 la audiencia del artículo 13 de la ley 18.695,
las actuaciones quedan en estado de ser resueltas.
II.- El Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, mediante
Resolución 57727 del 31 de agosto del corriente año, impuso a la recurrente una multa de $
2.420.000.- por infracción a los artículos 6, 44, 46 y 50 de la Ley 23.551.
Cabe memorar, como surge de los considerandos de la resolución
atacada, que el origen de la sanción es el requerimiento de la UTPBA formulado con fecha
7 de junio, por presunta violación de la libertad sindical, a raíz de haberse impedido el
ingreso al establecimiento de la agraviada de un delegado de la comisión interna, el señor
Héctor Ricardo Junghanns.
El artículo 116 de la Constitución Nacional establece que
“Corresponde a la Corte Suprema y a los tribunales inferiores de la Nación, el
conocimiento y decisión de todas las causas que versen sobre puntos regidos por la
Constitución, y por las leyes de la Nación,…”.
Ello importa la absoluta imposibilidad de los otros poderes del
Estado de asumir la competencia o tomar injerencia respecto de cuestiones cuya
inteligencia es de exclusivo resorte del Poder Judicial y, menos aún, cuando las mismas se
encuentran pendientes de resolución dentro de este ámbito. Es una cuestión que va ínsita
con la división de poderes propia de los sistemas republicanos de gobierno.
Así lo ha entendido la Procuración del Tesoro de la Nación, al
sostener, reiteradamente, que “Estando la cuestión originaria, sometida en la actualidad a la
decisión de un órgano judicial, sería inadecuado emitir una nueva opinión sobre el
expediente radicado ante los tribunales; cuando se trata de una causa judicial, por
encontrarse reservada en forma exclusiva y excluyente al Poder Judicial de la Nación
(arts. 116 y ss. de la Constitución Nacional), su tramitación exige que los restantes
Poderes del Estado eviten verter apreciaciones que hagan a la decisión de aquélla
(conf. Dict. 201:121; 214:212, 343; 223:158; 250:178)” (Dict. N° 206/06, 26 de julio de
2006. Expte. N° 364/06. Intendencia Municipal de la Ciudad de Santiago del Estero;
Dictámenes 258:121).
La causa se encuentra sometida a decisión judicial hasta su total
terminación, lo que comprende no solamente la emisión de los pronunciamientos
correspondientes a cada una de las etapas del Juicio (Sentencias de primera y segunda
instancias), sino todos los actos procesales posteriores, tendientes a obtener el
cumplimiento de la misma. En tanto ello sea así, la administración carece de facultades
para disponer el modo de acatamiento de una sentencia judicial y arrogarse facultades
inherentes al Poder Judicial especialmente previstas en el Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación (arts. 499 y siguientes), salvo requerimiento específico que
pudiera efectuar el órgano judicial, que no es el caso que nos ocupa.
Aun soslayando el precedente del más Alto Tribunal en cuanto a
que los derechos acordados por una sentencia no pueden considerarse en rigor incorporados
al patrimonio del actor con carácter definitivo, si se encuentra pendiente la decisión de los
agravios (Fallos 303:1736) la misma Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sostenido
que “a los efectos de examinar los agravios expuestos por el recurrente respecto de la
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Sala VIII
Expediente Nº 41.379/2012
normativa en examen es imprescindible recordar que una de las consecuencias derivadas de
la "separación de poderes" o "distribución" de los poderes, principio fundamental de
nuestra estructura política y organización jurídica (arts. 1 y afines de la Constitución
Nacional), es que corresponde a los tribunales de justicia conocer y decidir las causas
que lleguen a sus estrados y hacer cumplir sus decisiones, según las reglas y
excepciones que prescriba el Congreso”.
Si bien se ha admitido que, en pos de adecuar el citado principio a las
necesidades de la vida cotidiana, en ciertas oportunidades y bajo estrictas condiciones el
Poder Ejecutivo u organismos de la administración realicen funciones jurisdiccionales, ello
ha sido bajo la condición de que tal ejercicio no implique un total desposeimiento de
atribuciones en perjuicio del Poder Judicial, pues lo contrario implicaría autorizar la
supresión o, cuanto menos, la omisión del principio de división de poderes, sin cuya
vigencia la forma republicana de gobierno queda sin base que la sustente y, en
consecuencia, las funciones estatales resultan potencialmente desquiciadas con el
consiguiente desamparo de las libertades humanas (confr. Fallos: 247:646 "Fernández
Arias").
“Es que, en definitiva, no debe perderse de vista que la disposición
constitucional que niega al Presidente de la República el ejercicio de funciones judiciales o
el derecho de conocer en causas pendientes o de restablecer las fenecidas responde al
propósito de poner a cubierto a los habitantes de los abusos del gobierno y al de marcar la
línea divisoria de los tres poderes que lo integran (Fallos: 149: 175)” (CSJN A. 910.
XXXVII.; Administración Federal de Ingresos Públicos c/ Intercorp S.R.L. s/ ejecución
fiscal”; 15 de junio de 2010).
Tal como surge de las actuaciones obrantes por cuerda, que llevan el nº
1.511.922/2012, al momento en que se efectúa el Dictamen Acusatorio Circunstanciado de
fecha 12 de julio de 2012, el expediente judicial donde se tramitaba la reincorporación del
señor Junghanns se encontraba en trámite, a punto tal que la misma se verificó el día 1 de
agosto, según denuncia realizada en el expediente 1.521.848/ 2012, anexado al antes
mencionado, lo que evidencia la falta de competencia del órgano administrador para
disponer la reinstalación de la mencionada persona y, menos aún, para tener por
configurada una infracción en base a una constatación para la cual carecía de facultades.
A juicio del Tribunal, ésta sola circunstancia basta para dejar sin efecto la
sanción aplicada, no obstante lo cual, se entiende necesario aclarar que, de admitirse la
sanción aplicada por el Ministerio de Trabajo, se estaría afectando el principio “non bis in
ídem” que, con base en la seguridad jurídica, impide que una persona pueda ser juzgada dos
veces por la misma causa, de modo de quedar sujeta indefinidamente a penas sucesivas,
cuando ya ha sido condenada y ha cumplido la condena.
Al respecto, no caben dudas que eso es lo que ocurre en estos autos, ya que
la autoridad de contralor consideró la infracción como grave en función de lo establecido
por el artículo 4, inciso a) de la ley 25.212, soslayando que esta Sala confirmó el
pronunciamiento del Juzgado nº 80 que ordenó la reincorporación del trabajador por
considerar discriminatorio su despido, de conformidad con el artículo 1 de la ley 23.592 y
condenó al pago de los salarios caídos, como sanción, justamente, por ese obrar contrario a
las previsiones del artículo mencionado.
Si a lo expuesto se añade que el Ministerio de Trabajo tampoco tiene
competencia para imponer multas por presunto incumplimiento de normas cuya
interpretación es exclusivo resorte del Poder Judicial, por así haber sido previsto legalmente
(arts. 47 sigtes. y concordantes de la ley 23.551), no puede sino concluirse, a mi criterio,
que la multa impuesta debe ser revocada.
Lo expuesto me exime de dar tratamiento a los demás argumentos
volcados por la apelante en su presentación.
En definitiva, propongo en este voto: se revoque la resolución
apelada y se deje sin efecto la multa aplicada; se impongan las costas de Alzada a la
parte actora por no encontrar mérito alguno para soslayar la aplicación del principio
general (artículo 68 del C.P.C.C.N.) y se regulen los honorarios de la representación
letrada del Ministerio de Trabajo y de Arte Radiotelevisivo Argentino en las sumas
de $ 7.000.- y $ 10.000.-, respectivamente, en virtud del monto presuntamente
involucrado, según los datos aportados por la recurrente (art. 38, L.O.)
EL DOCTOR VICTOR A. PESINO DIJO:
Que por compartir los fundamentos, adhiere al voto que
antecede.
Por ello, el TRIBUNAL RESUELVE:
1) Revocar la resolución apelada y, en su mérito, dejar sin efecto la multa aplicada
a ARTE RADIOTELEVISIVO ARGENTINO S.A.;
2) Imponer las costas a la actora;
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Expediente Nº 41.379/2012
3) Regular los honorarios de la representación y patrocinio letrado de las partes
actora y demandada, en las sumas de $ 7.000.- y $ 10.000.-, respectivamente.
Regístrese, notifíquese y, oportunamente, devuélvanse.vp
LUIS A.CATARDO
VICTOR A. PESINO
JUEZ DE CAMARA
JUEZ DE CAMARA
Ante mí:
ALICIA MESERI
SECRETARIA
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