CACCHA BUSTOS - Repositorio de la Universidad Autónoma

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FACULTAD DE HUMANIDADES
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO
TESIS
EL DERECHO A NO AUTOINCRIMINARSE EN LOS PROCESOS
PENALES EN EL DISTRITO JUDICIAL DE LIMA SUR
PARA OBTENER EL TÍTULO PROFESIONAL DE
ABOGADO
AUTOR:
Bch. Miguel Ángel, Caccha Bustos
Lima – Febrero
2016
1
DEDICATORIA
A nuestro creador Dios por guiarme y trasmitirme toda la
fuerza espiritual y no dejarme declinar en mis peores
momentos para alcanzar esta meta.
A mis padres: Luis y Talia por darme la vida, su amor,
sus deseos más puros y apoyo incondicional.
A mi hermana: por sus deseos y motivación para salir
adelante
A mi Novia Pamela, por la paciencia y su apoyo
incondicional.
A mis amigos: que me dieron su apoyo en los buenos y
malos momentos.
2
AGRADECIMIENTO
1. Mi gratitud y reconocimiento, a nuestro profesor de
tesis
“Hugo
González”,
quien
representó
para
nosotros una persona que nos brindó todo su apoyo
para la realización del presente trabajo. Con afecto y
estima personal.
2. Le doy las gracias a mi maestro “José Antonio Beraún
Barrantes” de quién aprendí como desenvolverme en
esta difícil carrera del Derecho; con sus enseñanzas,
consejos y experiencias aprendí a querer más esta
carrera, por eso hoy, mañana y siempre le estaré
infinitamente agradecido.
“Gracias a todos”.
3
RESUMEN
El presente trabajo de investigación titulado “EL DERECHO A NO
AUTOINCRIMINARSE EN LOS PROCESOS PENALES EN EL DISTRITO
JUDICIAL DE LIMA SUR”, que tiene como objetivo principal; determinar de
qué manera el derecho a no autoincriminarse se garantiza en los procesos
penales en los juzgados y salas especializadas adscritas al distrito judicial de
Lima Sur entre los años 2011-2014. El tipo de investigación es básica, teórica o
dogmática; el diseño es descriptivo simple ya que solo se recolectó información
en el campo de estudio. Para ello se utilizó como instrumentos de investigación;
cuestionarios y guía de análisis de documentos. La muestra estuvo
constituida por diez jueces penales, veinte fiscales provinciales penales y
cincuenta policías del distrito judicial de Lima Sur. Se concluyó que el
derecho/garantía a no autoincriminarse en el proceso penal peruano en el
distrito judicial de Lima Sur entre los años 2011-2014, no es garantizado por
todos los operadores jurídicos a la luz del proceso penal peruano.
Palabras clave: La no autoincriminación, derecho de defensa, presunción de
inocencia, dignidad de la persona, Poder Judicial, Ministerio Público, Policía
Nacional del Perú.
4
ABSTRACT
This research paper entitled "The right not to incriminate IN CRIMINAL
PROCEEDINGS IN THE JUDICIAL DISTRICT OF LIMA SUR", whose main
objective; determine how the right not to incriminate oneself is guaranteed in
criminal proceedings in courts and specialized courts attached to the judicial
district of Lima South between the years 2011-2014. The research is basic,
theoretical or dogmatic; the design is simple as only descriptive information was
collected in the field of study. For this was used as research tools;
questionnaires and document analysis guide. The sample consisted of ten
criminal judges, prosecutors and twenty fifty provincial criminal police for the
judicial district in southern Lima. It was concluded that the right / guarantee
against self-incrimination in the Peruvian criminal proceedings in the judicial
district of Lima South between the years 2011-2014, is not guaranteed by all
legal in light of the Peruvian criminal process operators.
Keywords: self-incrimination, right to defense, presumption of innocence,
dignity, Judiciary, Public Ministry, National Police of Peru.
5
INTRODUCCIÓN
Si la historia de la penas es una historia de
horrores, la historia de los juicios es una
historia de errores”
Luigi Ferrajoli
La investigación titulada: “EL DERECHO A NO AUTOINCRIMINARSE EN LOS
PROCESOS PENALES EN EL DISTRITO JUDICIAL DE LIMA SUR”, tiene como
problema principal: ¿El derecho a no autoincriminarse se garantiza en los
procesos penales en los juzgados y salas especializadas adscritas al distrito
judicial de Lima Sur entre los años 2011-2014?
Se ha planteado el siguiente objetivo: Determinar de qué manera el derecho a no
autoincriminarse se garantiza en los procesos penales en los juzgados y salas
especializadas adscritas al distrito judicial de Lima Sur entre los años 2011-2014.
Como hipótesis se han planteado: El derecho a no autoincriminarse se garantiza
en los procesos penales en los juzgados especializados adscritos al distrito
judicial de Lima Sur entre los años 2011-2014, conforme el derecho fundamental
de la dignidad de los investigados, imputados y procesados. El derecho a no
autoincriminarse se respeta en la etapa de investigación policial, en el distrito
judicial de lima sur entre los años 2011-2014, a la luz de los derechos a guardar
silencio y el derecho a la libertad de declaración. El derecho a no autoincriminarse
se respeta en la etapa de investigación preliminar e instrucción, por los fiscales y
jueces especializados del distrito judicial de lima sur entre los años 2011-2014,
considerando que no se le puede obligar al investigado e imputado a rendir su
manifestación, ni hacer preguntas ambiguas, capciosas o sugestivas. El derecho
a no autoincriminarse se respeta en la etapa de juicio oral por los jueces penales
del distrito judicial de Lima Sur entre los años 2011-2014, respetando sus
derechos fundamentales al momento de interrogar al procesado.
6
En relación con el derecho/garantía a no autoincriminarse podemos decir que es
una de las manifestaciones del derecho de defensa y de la presunción de
inocencia. El incumplimiento por parte del Estado (Poder Judicial, Ministerio
Público y Policía Nacional) en no respetar esta garantía constitucional merma los
derechos/garantías que tiene el investigado, imputado y procesado al momento
de enfrentar un juicio penal, ya sea en un proceso penal ordinario/sumario
(Código de Procedimientos Penales 1940) o en un proceso común (a la luz del
Nuevo Código Procesal Penal 2004).
Los derechos que tiene el investigado, imputado y procesado dentro de un
proceso penal, coadyuvan con una adecuada administración de justicia, ya que al
no respetar una garantía como la no autoincriminación se estaría afectando el
debido proceso con el que debe ser juzgado y procesado. Vale decir que un
estado constitucional de derecho, los operadores jurídicos que imparten,
administran y coadyuvan a la justicia deben tener bien en claro que cuando el
imputado guarda silencio, o se contradice en sus declaraciones no es indicio de
culpabilidad, sino está ejerciendo su derecho/garantía a no autoincriminarse.
El contenido de la presente tesis se desarrolla en 5 capítulos:
Capítulo I: Contiene planteamiento del problema; formulación del problema; los
objetivos, la justificación y las limitaciones.
Capítulo II: El marco teórico, los antecedentes y los términos básicos. Se enfatiza
en los temas referente al derecho a no autoincriminarse en el proceso penal
peruano; asimismo la revisión de fuentes de información.
Capítulo III : La metodología, consta del tipo y diseño de la investigación, los
instrumentos de recolección de datos, con la confiabilidad y validez. Asimismo la
población y muestra y las hipótesis.
Capítulo IV: Contiene los resultados de la investigación y la discusión.
7
En el Capítulo V:
Se expone la discusión de los resultados, que nos permitirán
demostrar o rechazar la hipótesis general y las específicas, de la investigación.
Finalmente, concluimos que el derecho/garantía a no autoincriminarse en el
proceso penal peruano es un derecho implícito de carácter constitucional que se
deprende del derecho de defensa y de la presunción de inocencia, así como el
debido proceso.
8
ÍNDICE
Dedicatoria
ii
Agradecimiento
iii
Resumen
iv
Abstract
v
Introducción
vi
Índice
ix
I. PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
1.1.
Planteamiento del problema
12
1.2.
Formulación del problema
17
1.2.1. Problema general
17
1.2.2. Problema específico
17
Objetivos
17
1.3.1. Objetivo general
17
1.3.2. Objetivo específicos
17
Justificación de la investigación
18
1.4.1. Justificación teórica
18
1.4.2. Justificación metodológica
19
1.4.3. Justificación práctica
19
1.4.4. Justificación legal
19
Limitaciones de la investigación
19
1.3.
1.4.
1.5.
II. MARCOTEÓRICO
2.1.
Marco teórico
22
2.2.
Bases teóricas
30
2.2.1. Definiciones doctrinarias sobre derecho a la
No Autoincriminación
30
2.2.2. Derecho a guardar silencio
33
2.2.3. Presunción de Inocencia
34
2.2.4. Teorías relevantes
36
9
2.2.5. La no autoincriminación en los sistemas procesales
38
2.2.6. La no autoincriminación y finalidad de la pena
40
2.2.7. Regulación Legal
42
2.2.8. Legislación Comparada
43
2.2.9. Jurisprudencia
43
2.3.
Términos Básicos
47
III. METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN
3.1.
Tipo y diseño de estudio
51
3.1.1. Tipo de investigación
51
3.1.2. Diseño de estudio
52
3.2.
Población y muestra
53
3.3.
Hipótesis
54
3.3.1. Hipótesis general
54
3.3.2. Hipótesis especificas
55
3.4.
Variables - Operacionalización
55
3.5.
Método de investigación
57
3.6.
Técnicas e instrumentos de investigación
57
3.6.1. Técnicas de recolección de datos
58
3.6.2. Instrumento de recolección de datos
60
IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN DE RESULTADOS
4.1. Resultados
64
4.2. Discusión
71
V. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
VI.
5.1. Conclusiones
77
5.2. Recomendaciones
79
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
82
VII. ANEXOS
85
10
CAPÍTULO I
PLANTEAMIENTO DEL
PROBLEMA
11
I.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
1.1.
Realidad del problema
El
derecho/garantía
a
no
autoincriminarse
se
encuentra
debidamente reconocido en los tratados internacionales que nuestro
país ha suscrito, tales como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos (artículo 14.3, literal g) y la Convención Americana de Derechos
Humanos (artículo 8.2, literal g), Estatuto de la Corte Penal Internacional
(artículo 55.1, literal a) y artículo 55.2, literal b), Protocolo Adicional I a
los Convenios de Ginebra (artículo 75.4, literal f), por citar los más
relevantes. De allí que el Tribunal Constitucional Europeo de Derechos
Humanos (en adelante TEDH), en la sentencia del 17 de diciembre de
1996, caso Saunders vs. Reino Unido, reconozca su carácter de
principios internacionales arraigados a la idea de fair trial.
Nos encontramos ante un derecho concreto del genérico derecho
de defensa, que se encontraba expresamente reconocido en la
Constitución Política del Perú de 1979, en su artículo 2, inciso 20, literal
K, sin embargo no fue reconocida expresamente en la Constitución de
1993, que limita en su artículo 2, inciso 24, literal H, el contenido del
derecho a la no autoincriminación a la prohibición de violencia física o
moral.
El derecho/garantía a no autoincriminarse tiene un definición
acorde con la doctrina catalogada según Bacigalupo (2005) como un
derecho fundamental/garantía, que una persona tiene de no colaborar
con su propia condena o de decidir si desea, voluntariamente, introducir
alguna información en el proceso penal. Esto tiene que ver con el
desplazamiento de la carga de la prueba que la asume quien acusa, lo
que genera que el inculpado no tenga la obligación de declarar o de
aportar elementos que lo llevan a su propia autoincriminación o, por
último, a aceptar su propia responsabilidad.
12
A pesar de ello y de encontrarse positivizado tanto a nivel
constitucional y en la legislación procesal, existe en la práctica cotidiana
un
desconocimiento
del
contenido
de
este
derecho.
Estos
acontecimientos han sido puestos en relieve con lo ocurrido en nuestro
país que se develó con la red de corrupción fuji-montesinista y la difusión
por los medios de comunicación, tanto de los juicios por estos casos
como por el trabajo de las comisiones investigadoras del Congreso de la
República. En estos casos emblemáticos como se les ha considerado se
ha cuestionado el silencio de alguno de los investigados o su renuencia
a colaborar con las investigaciones. Silencio que si bien puede ser
éticamente reprochable por la naturaleza de la acusación, es permitido
jurídicamente.
La garantía de la no autoincriminación está intrínsecamente
relacionada con la dignidad de la persona, según Eguiguren (2002, pág.
239) “El ciudadano tiene el derecho a defenderse en el proceso penal,
su defensa puede consistir en no proporcionar colaboración alguna con
la justicia, guardando silencio (total o parcial) o incluso mintiendo”. Este
razonamiento, por cierto, es consistente con la sistemática del artículo IX
del Título Preliminar del CPP que alude al derecho de defensa.
En el llano y en el quehacer de cada día los tribunales, es común
observar que muchos jueces sustentan sus resoluciones condenatorias
con frases como “teniendo en cuenta, además que el procesado estuvo
renuente a colaborar con la justicia a pesar de ser debidamente
exhortado” (Poder judicial, Expediente. N° 3043, año 2011), lo que
evidencia un pleno desconocimiento a la existencia del derecho a la no
autoincriminación.
13
Estudiosos del tema como San Martín. (2007, pág. 589) señalan
que:
El contenido del derecho/garantía a no autoincriminarse,
así como de la posibilidad de elección de aquello, que:
(…) a su vez el derecho a no declarar contra sí mismo y a
confesarse culpable implica dos notas esenciales i)
libertad para declarar, tanto en la decisión de hacerlo
cuanto en su contenido, y ii) ausencia de consecuencias
procesales en caso de que mienta, la mentira del
imputado no puede ser tomada como delito ni como
infracción procesal, lo cual dimana de la consideración de
que el silencio y las declaraciones del imputado han de
ser asumidas fundamentalmente como un medio idóneo
de defensa.
Se colige que el derecho/garantía a no autoincriminarse en sus
dos notas esenciales, implica en la primera que todo investigado o
imputado es tiene la plena libertad para ejercer su derecho a declarar sin
presiones físicas, sicológicas y morales, en el segundo contexto al
momento de declarar si miente o entra en contradicciones debe quedar
claro que no incurre en infracción, sino que es un modo de ejercer su
derecho a la defensa.
Albin, E. (S/A, pág. 19) considera que: “El derecho a la no
autoincriminación constituye un elemento identificador de la posición del
imputado dentro del proceso penal y esta, a su vez, permite, deducir
informaciones importantes sobre la idea del Estado que respalda un
procedimiento”.
14
Se infiere que el derecho/garantía a no autoincriminarse es un
derecho fundamental en la cual el imputado o procesado debe ser
informado que se le debe respetar estos derecho, a la luz de un debido
proceso o procedimiento.
Campos y Salas, (2011, pág. 191) afirman: “La lucha por el
reconocimiento del procesado como sujeto procesal permitió la abolición
del
tormento
en
las
constituciones
y
en
la
práctica
judicial,
comenzándose a reconocer principios procesales cada vez más
constitucionalizados; es este escenario el que permite establecer la
garantía de la no autoincriminación”.
Se deduce que el derecho/garantía a no autoincriminarse, surge
cuando se produce la abolición y la extinción de la tortura, flagelos y
castigos que se cometían contra un acusado en juicio, y que no se
respetaba este derecho pues se le obligaba a que reconociera el
presunto delito, sin llegarse a conocer si es culpable o inocente.
La aparición del derecho a la no autoincriminación es la
consecuencia de la abolición de todas las instituciones de corte
inhumano en el proceso penal como los métodos de forzamiento de
tortura. Al respecto Cubas (2009, pág. 51.) establece que el derecho a la
no autoincriminación es un principio procesal penal contemporáneo, que
a partir de la progresiva abolición de todas las instituciones o métodos
de interrogar que de algún modo podrían coaccionar al declarante,
hacen que exista un movimiento más humanizado en el proceso penal,
que como herramienta para el control social propio del poder punitivo del
Estado, debe estar en completa armonía con el pleno respeto del
principio de la dignidad humana y la libertad de las personas.
En la historia reciente la legislación procesal, la misma ley
ordenaba valorar los atestados policiales, realizados en dependencias
15
en donde no se emplean mecanismos procesales tendientes a garantizar
el ejercicio de este derecho.
Por ello el derecho a la no autoincriminación entendida como el
derecho que tiene el procesado de introducir en el proceso la
información que el considera conveniente, puede enfocarse en tres
dimensiones: el primero de ellos es la negativa a confesar, y acogerse,
por tanto, a guardar silencio; un segundo panorama, es si el imputado
puede brindar una declaración falsa o contradecirse con alguna
declaración antes brindada y un tercer panorama es la aceptación de
responsabilidad. En tal sentido cabe agregar que este derecho/garantía
se ha visto poco desarrollado en nuestro país.
En la actualidad, muchos jueces consideran aún vigente el art.
127°, de Código de Procedimientos Penales que señala “el juez le
manifestará que su silencio puede ser tomado como indicio de
culpabilidad” regulación que es concordante con el sistema inquisitivo,
recordando que esta figura juega un papel importante en la historia,
puesto que parte de la presunción de culpabilidad y que ha sido
derogada tácitamente por la Constitución Política del Perú, que
establece la presunción de inocencia.
En nuestro país numerosas sentencias judiciales se sustentan en
declaraciones bajo exhortación o en la presunción de culpabilidad del
silencio del procesado, por lo cual a nuestro entender devienen en
inconstitucionales al violentar el derecho no autoincriminación de los
procesados.
16
1.2.
Formulación del problema
1.2.1. Problema principal
¿El derecho a no autoincriminarse se garantiza en los procesos
penales en los juzgados y salas especializadas adscritas al distrito
judicial de Lima Sur entre los años 2011-2014?
1.2.2. Problemas específicos
a) ¿El derecho a no autoincriminarse se respeta en la etapa de
investigación policial, en el Distrito Judicial de Lima Sur entre
los años 2011-2014?
b) ¿El derecho a no autoincriminarse se respeta en la etapa de
investigación preliminar e instrucción, por los fiscales y jueces
especializados del Distrito Judicial de Lima Sur entre los años
2011-2014?
c) ¿El derecho a no autoincriminarse se respeta en la etapa de
juicio oral por los jueces penales del Distrito Judicial de Lima
Sur entre los años 2011-2014?
1.3.
Objetivos
1.3.1. Objetivo general
Determinar de qué manera el derecho a no autoincriminarse se
garantiza en los procesos penales en los juzgados y salas
especializadas adscritas al Distrito Judicial de Lima Sur entre los
años 2011-2014
1.3.2. Objetivos específicos
a)
Analizar si el derecho a no autoincriminarse se respeta
en la etapa de investigación policial, en el Distrito Judicial de
Lima Sur entre los años 2011-2014
17
b)
Analizar si el derecho a no autoincriminarse se respeta,
en la etapa de investigación preliminar e instrucción, por los
fiscales y jueces especializados del Distrito Judicial de Lima
Sur entre los años 2011-2014
c)
Analizar si el derecho a no autoincriminarse se respeta
en la etapa de juicio oral por los jueces penales del Distrito
Judicial de Lima Sur entre los años 2011-2014
1.4.
Justificación
Para un mejor estudio nos adecuamos a lo dispuesto por Méndez
(1995, pág. 92) quien expresa que: “La justificación de una investigación
puede ser de carácter teórico, practico o, metodológico”. Asimismo
Córdova Isaac (2013, pág. 40) añade una justificación legal.
1.4.1. Justificación teórica:
El estudio del derecho comparado sobre la materia investigada
permite tener una visión más global de la aplicación de la no
autoincriminación, y en base a ello hemos tratado de establecer los
criterios que imperan en los operadores jurídicos a efectos de saber si
respetan la incidencia del derecho/garantía a no autoincriminarse.
Es así que la justificación jurídica de nuestro trabajo de
investigación “El derecho a no autoincriminarse en los procesos
penales en el Distrito Judicial de Lima Sur”, se encuentra respaldada
en nuestra preocupación por conocer y saber en qué medida se vienen
respetando y aplicando adecuadamente el derecho/garantía a no
autoincriminarse en el Distrito Judicial de Lima Sur durante los años
2011-2014, con un análisis desde la perspectiva teórica.
18
1.4.2. Justificación metodológica:
El presente trabajo de investigación se ha utilizado instrumentos
como cuestionarios, y guía de análisis de documento para analizar el
derecho/garantía a no autoincriminarse en los procesos penales que se
realizan en el distrito judicial de Lima Sur.
1.4.3. Justificación práctica:
En los últimos años la vulneración a los derechos humanos ha
crecido significativamente en nuestro país, como consecuencia del
desconocimiento que tienen los operadores jurídicos, en referencia a la
aplicación de la no autoincriminación, como un derecho/garantía, en todo
proceso penal, debido a esta problemática surgen nuevas propuestas de
aplicación y exigibilidad para su cumplimiento, como una respuesta a la
solución de dicha problemática, donde los beneficiados directos son las
personas a quienes se les está siguiendo una investigación de carácter
penal, ya que con una adecuada aplicación de los derechos humanos en
un proceso penal, no se vulneran a los mismos.
1.4.4. Justificación legal:
En cuanto a la justificación legal responde a fines de cumplir con
las normas (Constitución Política del Perú de 1979, y 1993, Código
Procesal penal de 2004; así como la jurisprudencia en materia penal) y
dispositivos vigentes, valorar a los derechos que la ley le designa, lo que
se percibe es que no hay una industria nacional interesada en aplicar el
derecho/garantía a no autoincriminarse en los procesos penales.
1.5.
Limitaciones
Se han tenido las siguientes:
19
1.5.1. Limitación temporal
La planificación del tiempo se hizo en forma oportuna para la
realización del trabajo de investigación.
1.5.2. Limitación bibliográfica
No ha existido abundante bibliografía sobre: “El derecho a no
autoincriminarse en los procesos penales en el Distrito Judicial de
Lima Sur”, asimismo carencia de referentes teóricos que debilita
las bases teóricos científicas de esta investigación.
20
CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO
21
2. MARCO TEÓRICO
Uno de los componentes o elementos básicos de cualquier investigación
es el marco teórico, debido a que su función es precisar y organizar las ideas y
conceptos de tal manera que los mismos puedan ser manejados, aplicados y
convertidos en acciones concretas. Según Hernández. (2007, pág. 22), define
el marco teórico como “El análisis y exposición de las teorías, los enfoques, las
investigaciones y los antecedentes en general que se consideran válido para el
correcto encuadre del estudio”.
Por consiguiente el marco teórico es la descripción de los elementos
teóricos planteados por uno o por diferentes autores que permite al
investigador fundamentar su proceso de conocimiento. De allí que este, no es
más que el conjunto de bases que sustentan una investigación, lo que a fin de
cuentas permitirá al lector una mejor comprensión del problema abordado.
En este sentido, Santaella (2008, pág. 26) considera que: “El marco
teórico es la exposición resumida, concisa y pertinente del conocimiento
científico y de hechos empíricamente acumulados acerca de nuestro objeto de
estudio”.
En tal sentido se colige que en todo proceso de investigación, un
elemento que sustenta o fija el camino a seguir en todo trabajo de investigación
es el marco teórico, ya que en base a este se inicia, continúan y extraen la
teoría que permiten respaldar la tesis.
Este paso implica analizar y exponer aquellas teorías, enfoques teóricos,
investigaciones y antecedentes en general que se consideran válidos para un
correcto encuadre del estudio.
La elaboración o construcción del marco teórico no es solo hacer una
revisión o reseña de lo que se ha hecho antes con título semejantes, sino de
22
insertarse de manera real y profunda en la actividad científica con el fin de
encontrar el sentido de la investigación que se quiere hacer. La investigación
teórica, previa a toda experimentación ubica al investigador dentro de este
proceso y le sugiere cuales son las preguntas que todavía no tienen una
respuesta comprobada y que son objeto de estudio.
El marco teórico no solamente abarca la revisión de conceptos y/o
teorías que apoyan una investigación.
2.1. Antecedentes del problema
Constituyen
los
recursos
ya
realizados
anteriormente,
relacionados con el problema a investigar, los cuales le van a servir de
apoyo y sustento para su desarrollo. Según Tamayo. (2006, pág. 73),
indica: “En los antecedentes se trata de hacer una síntesis conceptual de
las investigaciones o trabajos realizados sobre el problema formulado con
el fin de determinar el enfoque metodológico de la investigación”.
Entre los trabajos previos de identificación que sirvieron de base
al mismo se encuentran los siguientes antecedentes:
2.1.1. Internacionales
Se presentan a continuación tesis sobre estudios realizados
por algunos autores que están relacionados con la investigación en
el ámbito internacional.
Salazar (2013), en su trabajo de investigación centrada: “En
la sentencia de la Corte IDH de fecha 1999 (Caso Castillo Petruzzi
vs Perú)” sustentada en la Facultad de Derecho en la Universidad
Nacional Autónoma de México, tiene como objetivo dar a conocer
que: “La Corte IDH consideró probado que las víctimas fueron
23
exhortadas a decir la verdad. Sin embargo, determinó que no se
había demostrado que “esa exhortación implicara la amenaza de
pena u otra consecuencia jurídica adversa para el caso de que el
exhortado faltara a la verdad”. Tampoco consideró que existiera
prueba de que se les hubiese “requerido rendir juramento o
formular promesa de decir la verdad, lo cual contraría el principio
de libertad de aquellas para declarar o abstenerse de hacerlo”. Por
estos motivos la Corte resolvió que no había sido violado el
derecho consagrado en el artículo 8.3, de la Convención”.
Riveros (2008) sustentó la investigación titulada “El derecho
a guardar silencio: Visión comparada y caso colombiano”
sustentada en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Pontificia
Universidad Javeriana de Colombia. Tuvo como objetivo realizar
una descripción del derecho a guardar silencio bajo la normatividad
internacional tanto en materia de derecho penal internacional como
de aquel que corresponde a derechos fundamentales.
Concluyó:
Las garantías constitucionales que integran el derecho
de defensa material, entre ellas la de ser oído o guardar
silencio, así como la no autoincriminación, son garantías
históricamente
obtenidas,
constitucionalismo
moderno
reconocidas
por
y
tratados
por
los
el
internacionales que reconocen los derechos humanos,
los cuales hacen parte del bloque de constitucionalidad
en virtud de lo dispuesto por el artículo 93 del Estatuto
Fundamental, garantías que no pueden ser soslayadas
so pretexto de introducir uno u otro sistema jurídicopenal, independientemente del modelo del que se
tomen (pág. 141).
24
2.1.2. Nacionales
Galván (2013) realizó una investigación referente a “Al
Derecho a la No Autoincriminación” en la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos, en la Facultad de Derecho y Ciencias
Políticas. Concluyó que:
El
derecho
a
declarar
y
el
derecho
a
la
no
autoincriminación se fundamenta en la dignidad de la
persona, al ser reconocido como sujeto del proceso. Es
un derecho específico que se desprende del derecho de
defensa y la presunción de inocencia, comprende el
derecho a ser oído, es decir de incorporar libremente al
proceso la información que se estime conveniente y el
derecho a guardar silencio, esto es que su negativa a
declarar
no
será
tomado
como
un
indicio
de
culpabilidad. (pág. 98).
El derecho a no autoincriminarse se circunscribe al ingreso
de información al proceso por parte del inculpado, ya sea a través
de una manifestación oral o escrita; además es preciso que de su
ejercicio no se derive perjuicio alguno; para ello es preciso que del
silencio del acusado no pueda derivarse nada: no es indicio de
nada. Debe poder afirmarse que el silencio del acusado no puede
ser interpretado.
Campos (2011) realizó una investigación referente a “La
Garantía de la No Autoincriminación en el Código Procesal Penal
de 2004” en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en la
Facultad de Derecho y Ciencias Políticas. Concluyendo que con la
irrupción del pensamiento liberal en el proceso penal reformado del
siglo XIX se abrió paso a la idea de que el imputado debía ser
reconocido como un sujeto procesal dotado de derechos
25
autónomos en el proceso, y que podía hacer valer sus facultades,
derechos y garantías constitucionales y legales desde el momento
mismo en que se le atribuía participación en un hecho punible. Esta
posición provenía de la consideración estricta del principio de
presunción de inocencia o de no culpabilidad que superaba aquella
concepción inquisitiva que tendía a ver al imputado como un objeto
del procedimiento y de la investigación judicial, o sea, como una
fuente de información destinada a la averiguación de la verdad
material, generando todo tipo de excesos y abusos en contra del
imputado (entre ellos, la tortura) pues se consideraba a la
confesión como la “reina de las pruebas” y se trataba de llegar a
ella de cualquier manera.
La posibilidad de que un imputado pueda guardar silencio
respecto de los hechos que fundan los cargos que han sido
presentados en su contra y que lo podrían conducir a una privación
de sus derechos tiene su origen en la Inglaterra del siglo XVII,
época en la cual existía un órgano de represión gubernamental
denominado Cámara Estrellada o Star Chamber, que tenía por
objeto resolver los delitos de sedición; este órgano exigía al
imputado tomar juramento respecto de lo que iba a declarar, es
decir, buscaba solucionar sus casos por medio de la confesión
manifestada bajo juramento. Cuando el interrogado se negaba a
prestar el juramento exigido, o bien cuando decidía no declarar, el
tribunal ordenaba medidas de apremio en su contra, como la
aplicación de azotes, con la finalidad de “prevenir” que nuevos
imputados adopten la misma actitud; luego de varios años
desarrollándose este tipo de prácticas, se llegó a la determinación
de que obligar a un hombre a responder bajo juramento su culpa o
inocencia, era una violación de sus libertades individuales, esta
sería la razón por la que el derecho inglés acoge la denominada
garantía de la no autoincriminación, que comprendía la posibilidad
26
de que el imputado de un delito no pueda ser obligado a declarar
en su contra. Esta garantía también fue considerada en la Quinta
Enmienda
de la
Constitución
de
los Estados Unidos de
Norteamérica en el siglo XIX.
El derecho a no autoincriminarse y el derecho a no declarar,
en la actualidad, tienen reconocimiento en múltiples instrumentos
de derecho internacional público como el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos (artículo 14.3, literal g) o la Convención
Americana de Derechos Humanos (artículo 8.2, literal g).
Pérez (2008) realizó una investigación referente al “Derecho
a la no autoincriminación y sus expresiones en el derecho procesal
penal” en la Universidad San Martín de Porres. Facultad de
Derecho. Concluyó que: “La no autoincriminación constituye un
Derecho humano, que permite que el imputado no pueda ser
obligado a declarar contra sí mismo ni a declararse culpable” (pág.
4). El inculpado, protegido por la cláusula de no autoincriminación,
conserva la facultad de no responder, sin que pueda emplearse
ningún medio coactivo ni intimidatorio contra este y sin que quepa
extraer ningún elemento positivo de prueba de su silencio. El
imputado es un sujeto del proceso, y como tal, debe ser tratado de
conformidad con el principio acusatorio.
La declaración del imputado no puede considerarse como
fuente de prueba en sentido incriminatorio, sino como expresión del
derecho de defenderse; en otras palabras, el irrestricto respeto por
el sistema garantista, implica que la declaración del imputado no
pueda utilizarse en su contra; sus propios dichos deben de ser
valorados de acuerdo a su posición adversarial, como un medio de
defensa, cuestión distinta es que el imputado haciendo uso de su
mejor derecho decida confesar su culpabilidad.
27
El derecho a la no autoincriminación deriva del respeto a la
dignidad de la persona, que constituye una parte esencial del
proceso en un Estado de Derecho; se configura como una de las
manifestaciones del derecho de defensa, y en particular, es el
deber que impone la norma de no emplear ciertas formas de
coerción para privar al imputado de su libertad de decisión como
informante o transmisor de conocimientos en su propio caso;
reside, por último, en evitar que una declaración coactada del
imputado pueda ser valorada como elemento de cargo en su
contra. Si resultara externo y coactivo el estímulo que consiguiera
afectar y forzar la declaración del imputado, este adolecerá de
nulidad
absoluta.
Puede
decirse
que
el
derecho
a
no
autoincriminarse tiene como fundamento el derecho natural que
toda persona posee de intentar ocultar sus faltas, pues no podría
exigírsele al ciudadano que vulnere su propia esfera jurídica a
través de la declaración en su contra.
Quispe (2004) realizó una investigación referente a “El
Derecho a declarar y la garantía de la no autoincriminación” quien
sustentó en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos,
Facultad de Derecho y Ciencias Políticas. El objetivo de la
Investigación fue identificar y describir los problemas que se
suscitan en el proceso penal peruano por el desconocimiento y la
no aplicación de este derecho que le asiste a todo imputado en un
proceso penal, como manifestación del derecho de defensa y la
presunción de inocencia. Concluyó que la no autoincriminación
implica el derecho a no declarar contra sí mismo y a no confesarse
culpable o simplemente el "derecho a la no autoincriminación" se
presenta además como expresión del derecho de defensa: el
imputado como sujeto del proceso tiene el derecho a defenderse y
hacerse oír. El interrogatorio del procesado, es uno de los
momentos procesales importantes, donde el imputado se enfrenta
28
a la administración de justicia y todo lo que quiera o no quiera
declarar debe ser tomado como un acto de autodefensa.
La no autoincriminación es una modalidad de autodefensa
pasiva, es decir:
…la que se ejerce precisamente con la inactividad del sujeto
sobre el que recae o puede recaer una imputación, quien,
en consecuencia, puede optar por defenderse en el
proceso en la forma que estime más conveniente para sus
intereses, sin que en ningún caso pueda ser forzado o
inducido, bajo constricción o compulsión alguna a declarar
contra sí mismo o a confesarse culpable (pág. 56).
La prohibición de cualquier acto que perturbe o vicie esa
voluntad de declarar o de no hacerlo y las salvaguardas necesarias
para cautelar esta libertad es lo que se conoce como la garantía y/o
derecho a la no autoincriminación.
Visto así:
Romero (2009, pág. 32) sostiene que: La finalidad de
dicho principio es la de excluir la posibilidad de obligar al
imputado de cooperar activamente en la formación de la
convicción sobre sí mismo y la forma de conseguirlo es
mediante la prohibición de utilizar en el proceso cualquier
declaración del imputado que haya sido conseguido
mediante la violación del principio del cual nos ocupamos.
Una mirada analítica nos obliga además enmarcar el derecho a la
no incriminación dentro de la libertad a declarar del ciudadano.
Esta libertad tiene dos expresiones, una negativa y otra positiva,
esto es, la libertad de declarar y de no hacerlo. Este último es lo
que se conoce como el derecho a guardar silencio.
29
2.2. Bases teórico - científicas
Las bases teóricas permiten ampliar la descripción e integración
de todas aquellas teorías que logran un mejor desarrollo investigativo y
las relaciones mutuas que puedan existir, es decir, la unión entre el
problema y el marco teórico en donde se logran precisar los elementos y
la forma en que son manejados, alcanzando así los resultados. Según la
Universidad Nacional Abierta. (2007, pág. 139) considera a las bases
teóricas como “el conjunto de proporciones teóricas interrelacionada que
fundamentan y explican aspectos significativos del tema o problema en
estudio y lo sitúan dentro de un área específica o determinada del
conocimiento”.
En este sentido Hernández, Fernández y Baptista (2008. pág. 48),
expresan que las bases teóricas “se refieren a los basamentos teóricos de
contenido,
teorías,
concepciones,
filosofías,
adoptadas
en
una
investigación y que sirven de fundamentos a la investigación”.
2.2.1. Definiciones
doctrinarias
sobre
el
derecho
a
la
no
autoincriminación
Para iniciar con esta investigación es necesario considerar
ciertos conceptos y términos relacionados a la línea de estudio con
el fin de conceptualizar sobre la infracción de normas de derecho
de autor, a través de diversos documentos y estudios anteriores,
los cuales han servido de bases para entender un poco más la
materia.
A continuación algunos autores dan su definición sobre qué
significa para ellos la garantía de la no autoincriminación en el
proceso penal peruano, en sus fases del proceso:
Kirsch, (s/a, pág. 253) considera lo siguiente:
30
“El derecho a no autoincriminarse tiene como fundamento el
derecho natural que toda persona posee de intentar ocultar sus
propias faltas; no puede exigirse al ciudadano, por ende, que
vulnera su propia esfera jurídica a través de la declaración en su
contra”.
El autor hace una diferencia sobre qué derechos protege
tanto la no autoincriminación, como el derecho de defensa; si bien
este último se encuentra consagrado en la Constitución y se
desprende de la dignidad de la persona.
Asimismo Binder (1985, pág. 461) expresa que: “La no
autoincriminación es una expresión del derecho a la defensa en
juicio”.
Consideramos que el derecho a no autoincriminarse protege
la dignidad de la persona, partiendo de la premisa de que toda
persona no puede recibir tratos inhumanos o degradantes.
Al respecto Bacigalupo (2006, pág., 145) refiere que la no
autoincriminación es el derecho del imputado a “negar toda
colaboración con la acusación, sin sufrir como consecuencia de ello
ninguna consecuencia negativa, derivada del respeto a la dignidad
de las persona, que constituye una parte esencial de un Estado de
Derecho”.
Según, Cubas (2009, pág. 51) “considera que la aparición
del derecho a la no autoincriminación es la consecuencia de la
abolición de todas las instituciones de corte inhumano en el
proceso penal como los métodos de forzamiento de tortura”. Es
un principio procesal penal contemporáneo, que a partir de la
progresiva abolición de todas las instituciones o métodos de
interrogar que de algún modo podían coaccionar al declarante,
hacen que existan un movimiento más humanizado en el proceso
31
penal, que como herramienta para el control social propio del
poder punitivo del Estado, debe estar en completa armonía con el
pleno respeto del principio de la dignidad humana y la libertad de
las personas”.
Garberí (2009, pág. 285) sostiene que:
La garantía de la no autoincriminación se ubica entre los
derechos de defensa y presunción de inocencia, que le
sirven de barómetro. Como corolario del derecho de defensa
tenemos el derecho a no declarar contra uno mismo y a
guardar silencio sin que esto pueda ser interpretado en su
contra. El autor reconoce una doble dimensión de la
presunción de inocencia: por un lado, es una regla de juicio
en la actividad probatoria; y por el otro, es una regla del
tratamiento del imputado. La inadmisibilidad de la prueba y
la consecuente nulidad de la valoración para destruir la
presunción de inocencia se da si ha sido obtenida mediante
la vulneración de derecho fundamentales, como por ejemplo,
la confesión del imputado arrancada por tortura o sin previa
ilustración de sus derechos a no declarar contra sí mismo ni
a confesarse culpable.
Albin, (s/a, pág. 20) considera que: El derecho a no
autoincriminarse, no implica que el imputado no tenga la
obligación de comparecer al órgano de administración de justicia.
El imputado debe necesariamente concurrir ante la autoridad
jurisdiccional y ya frente al mismo, ejercitar su derecho de guardar
silencio, no autoincriminarse o mentir.
32
Finalmente, San Martín, C. (2008, pág. 111), concluye que:
La no autoincriminación constituye un derecho humano que
permite que el imputado no pueda ser obligado a declarar
contra sí mismo ni a declararse culpable en un proceso
seguido en su contra. El inculpado, protegido por la cláusula
de la no autoincriminación, conserva la facultad de no
responder, sin que pueda emplearse ningún medio coactivo
ni intimidatorio en su contra y ni que quepa extraer ningún
elemento positivo de prueba de silencio. El imputado es
considerado un sujeto del proceso, y como tal, debe ser
tratado de conformidad con el principio acusatorio.
2.2.2. Derecho a guardar silencio
Expresión del derecho a la no autoincriminación, por el
cual el silencio del inculpado no puede ser tenido como indicio
de culpabilidad. El silencio del inculpado no es susceptible de
ser valorado por el juzgador.
Romero (1997) señala que: el silencio constituye una
posible estrategia defensiva del imputado o de quien pueda
serlo; que en función de las circunstancias propias del caso,
puede justificarse que se extraigan consecuencias negativas
del
silencio
objetivas
cuando,
al respecto
existiendo
cabe
pruebas
incriminatorias
esperar del imputado una
explicación.
En relación al derecho a guardar silencio Reyna (s/a,
pág. 444) advierte que: “Puede ser ejercido de modo absoluto
(no se declara) o parcial (negativa a declarar respecto a
determinado aspecto) y es de carácter disponible, de modo tal
que si luego de producida la negativa, el imputado desea
declarar, podrá hacerlo sin ninguna restricción”.
33
El derecho a guardar silencio es una importante
manifestación del derecho a no autoincriminarse, por lo que
necesariamente se le debe informar al imputado, antes de su
declaración, que goza de este derecho, a fin de que pueda
ejercerlo cuando lo considere necesario, de conformidad con el
artículo 87.2 del NCPP.
2.2.3. Presunción de inocencia
Es
una
garantía
genérica
prevista
en
nuestra
Constitución como un derecho fundamental a la libertad. Se
constituye en una presunción iuris tamtum por la cual nadie
puede ser considerado como culpable si es que no existe una
condena penal que así lo declare. Es un concepto a partir del
cual se construye todo un modelo garantista de justicia penal.
La necesidad de erradicar la práctica de la tortura,
utilizada a fin de obtener la confesión de los inculpados, no
solo en épocas nefastas en la historia del derecho, sino incluso
modernamente, constituyó la causa de la implantación de la
garantía de la no autoincriminación. Las investigaciones sobre
este tema no pueden desdeñar la historia del derecho penal.
Por ello un primer antecedente inmediato que hemos
encontrado respecto a este tema es el debate sobre la calidad
del inculpado como objeto o sujeto del proceso y su posterior
reconocimiento como sujeto del proceso. Luego de ello el
establecimiento de las garantías procesales implantadas a
nivel constitucional y su reconocimiento como derecho, permite
el desarrollo doctrinario sobre el derecho a no declarar sobre sí
mismo ni a declararse culpable.
34
En el derecho comparado el desarrollo de la no
autoincriminación encuentra una de sus fuentes principales en
el Due Process law inglés, ya que en Estados Unidos donde se
establece el contenido de esta garantía con el establecimiento
de la “Miranda Rule” y los mecanismos de salvaguarda de este
derecho/garantía.
En Estados Unidos, el Tribunal Supremo (1791)
estableció que el uso que hiciera cualquiera de sus Estados
miembros de una confesión que suponga cualquier tipo de
coacción supone una negación del Due Process of law, y por lo
tanto es inadmisible. Esta es la primera línea directriz para la
admisión de la confesión.
Por lo demás y respecto a que se siguen produciendo
condenas penales con violación a este derecho a la no
autoincriminación es menester resaltar los informes publicados
por las instituciones que velan por los derechos humanos,
sobre cifras de tortura.
La utilización de actos de prueba o de investigación se
origina
en
violación
autoincriminación
del
deviene
derecho/garantía
en
prueba
de
ilícita
o
la
no
“prueba
prohibida”, es decir que no puede ser incorporada al proceso,
tema que se encuentra ampliamente desarrollado por los
procesalistas modernos. Sin embargo, en lo que respecta a
nuestro país al no existir las salvaguardas positivas necesarias
de cautela a este derecho, las declaraciones obtenidas
violentando el derecho a la no
autoincriminación son
incorporadas al proceso, asumiéndose como lícitas.
35
2.2.4. Teorías relevantes
Las principales teorías en el presente trabajo de investigación consiste
en:
a. Perspectiva del análisis constitucional del Derecho a la no
autoincriminación en el proceso penal.
b. Perspectiva de la garantía de la no autoincriminación en el proceso
penal.
La primera teoría está representada por BINDER (1993), mientras
que la segunda está representada BACIGALUPO (2003).
Ahora para consolidar ambas teorías se ha realizado la triangulación
formulada por Denzin en 1970:
36
Proposiciones teóricas:
1.- Constitucional (Binder)
2.- Penal Clásica (Bacigalupo)
Interpretaciones:
1.- Se basa en un sistema de análisis
constitucional para ayudar al imputado,
inculpado o procesado al momento que
se inicia el proceso penal. (Binder, 2003)
2.- Se basa en asegurar que se cumplan
las garantías procesales penales, como
del derecho al debido proceso, derecho
de defensa, presunción de inocencia,
etc. (Bacigalupo, 2000)
Relaciones empíricas:
Uso de normas (leyes),
ejemplos,
lógica
y
hermenéutica
para
convencer.
Contraste:
Se defiende a la misma
persona (en el proceso penal)
pero con métodos distintos.
(Binder y Bacigalupo)
Selección de las mejores
propuestas:
Responden a la realidad, a la
edad contemporánea, a la luz
de la Constitución Política
Buscan
garantizar
los
derechos del imputado en el
desarrollo de un proceso
penal.
Reformulación de las teorías:
La
suma
de
la
teoría
constitucional y Clásica resulta
en un método ecléctico de
protección
a
la
persona
(imputada en un proceso penal)
ya que a lo largo del desarrollo
del mismo no se respetan sus
derechos constitucionales y no
se aplican las garantías que
ofrece un proceso penal a la luz
de las normas constitucionales.
37
2.2.5. El Derecho a No Autoincriminarse en los Sistemas Procesales
2.2.5.1. En el Sistema Procesal Acusatorio
Históricamente el sistema acusatorio fue el primero en aparecer
teniendo prevalencia hasta el siglo XIII, que luego sería sustituido
por el sistema inquisitivo, y que su esencia responde a la índole de
los juicios, esto es a una discusión entre dos partes opuestas, que
fuera
resuelta
por
un
juez.
Este
sistema
prevaleció
fundamentalmente en Grecia, Roma y el derecho germánico. Ahora
bien su relación con el derecho a no autoincriminarse tiene cierta
relevancia ya que en aquel sistema acusatorio antiguo de alguna
manera se respetaban los derechos y garantías que tiene una
persona cuando se le perseguí por la presunta comisión del delito,
es
decir
que
el
acusado
gozaba
del
derecho
a
la
no
autoincriminación, y que siendo parte del juicio podría ejercer su
defensa material, sin castigos morales ni físicos, por parte de los
adversarios, por lo que está claro que en éste sistema acusatorio
antiguo el derecho/garantía a no autoincriminarse fue respetado por
parte de las autoridades y actores en el un proceso penal. Por ello
una de las características fundamentales del sistema acusatorio
antiguo fue la oralidad, la publicidad y la concentración en el debate;
así como la libertad personal del acusado fue respetada hasta el
instante en que dicte sentencia.
2.2.5.2. En el Sistema Procesal Inquisitivo
Este sistema surge con los regímenes monárquicos, es decir con la
llegada de la monarquía a Roma, hay un cambio radical en la
estructura del proceso penal, en la que la soberanía pasó del pueblo
al emperador trayendo consigo la aparición de los funcionarios
encargados de la persecución del delito que ejercen la acción penal
a nombre del emperador. Durante el siglo XIII, hasta el siglo XVIII, lo
que prevaleció en toda Europa fue el sistema inquisitivo. Para Cubas
(2009) refiriéndose al sistema inquisitivo, señala que es el proceso
en el cual las funciones de acusación y de enjuiciamiento se
38
encuentran reunidas en una sola persona, frente a la cual el
individuo está en una posición de inferioridad. En este sistema el
papel protagónico lo tuvieron los jueces y la forma como se habían
recortado las posibilidades de defensa. En aquellos tiempos se
institucionalizó la violencia en su forma más cruenta, la tortura como
el mecanismo más eficaz para lograr la confesión, que caracterizó a
la prueba en este sistema. En cuanto a su relación con el
derecho/garantía a no autoincriminarse está claro que nunca lo
respetaron ni lo aplicaron cuando se sometía a una persona a juicio,
ya que el acusador buscaba llegar a la verdad a cualquier precio,
mellando y menoscabando la dignidad y la libertad del acusado. En
torno a las características que dio éste sistema es que durante el
curso del proceso, el acusado era segregado de la sociedad, la
prueba en cuanto a su ubicación, recepción y valoración es facultad
exclusiva del Juez, no había etapa contradictoria durante el juicio, la
instrucción del proceso es escrita y secreta.
2.2.5.3. En el Sistema Procesal Mixto
Históricamente el sistema procesal mixto, surge a partir del
movimiento revolucionario que se dio en el siglo XVIII, y que recoge
del sistema inquisitivo la exclusividad de la persecución del delito por
parte del Estado, es decir poder legitimado del Estado para actuar
contra los que delinquen; por otra parte recoge del sistema
acusatorio antiguo la oralidad, publicidad y el juicio oral, en torno a
un debate entre las partes, acusador, acusado y juez. Respecto a la
vinculación con el derecho a no autoincriminarse se sitúa en un
término medio, ya que si bien se le reconoce al acusado facultades
derechos y garantías, los mismo no son respetados ni aplicados a la
luz de un sistema procesal penal contemporáneo, por tanto
rescatamos algunas características de éste sistema las cuales son
que la persecución penal está a cargo del Ministerio Público, el
imputado goza de derechos y garantías, el estado tiene la carga de
la prueba mientras al imputado se le considera inocente.
39
2.2.6. El derecho a no autoincriminarse y la finalidad de la Pena
Para Peña Cabrera existen tres teorías acerca de la finalidad de la
pena y tenemos las siguientes:
2.2.6.1.
Teoría de la Retribución Absoluta
En ésta teoría los exponentes son Kant y Hegel. Según ella, la pena
no cumple ninguna función social, pues es una institución
independiente de su esfera social; es decir, agota toda virtualidad en
la generación de un mal al delincuente, de modo tal que el Estado,
en representación de la sociedad, toma venganza por la afectación
de algún bien jurídico relevante, aplicando un mal de similar
gravedad a la relevancia del bien en el ordenamiento jurídico. Se
trata de la concreción punitiva del antiguo principio del Talión: “ojo
por ojo, diente por diente”.
Esta teoría no sólo carece de todo sustento científico, sino que es la
negación absoluta del principio derecho a la dignidad, reconocido en
el artículo 1º de nuestra Constitución Política, conforme al cual: “La
defensa de la persona humana y el respeto por su dignidad son el fin
supremo de la sociedad y el Estado”.
2.2.6.2.
Teoría de la Prevención Especial
Por otra parte, la teoría de la prevención especial o también
denominada teoría de la retribución relativa, centra la finalidad de la
pena en los beneficios que ella debe generar en el penado o, cuando
menos, en aquellos que tengan la voluntad de ser resocializados. De
esta manera, la finalidad de la pena puede ser dividida en dos fases:
a) en el momento de su aplicación misma, teniendo como propósito
inmediato disuadir al delincuente de la comisión de ilícitos penales
en el futuro, desde que internaliza la grave limitación de la libertad
personal que significa su aplicación; y, b) en el momento de su
ejecución, la cual debe encontrarse orientada a la rehabilitación,
reeducación y posterior reinserción del individuo a la sociedad. Esta
finalidad encuentra una referencia explícita en el inciso 22 del
artículo 139º de la Constitución:
40
Son principios y derechos de la función jurisdiccional:
“El principio de que el régimen penitenciario tiene por objeto la
reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a la
sociedad.”
2.2.6.2.1. Teoría de la Prevención General
La teoría de la prevención general circunscribe su análisis, antes que
en el penado, en el colectivo, de forma tal que considera que la pena
tiene por finalidad influir en la sociedad a través de la efectividad de
la amenaza penal y su posterior ejecución en aquellos que, mediante
una conducta antijurídica, atentan contra valores e intereses de
significativa importancia en el ordenamiento jurídico y que, por tal
motivo, son objeto de protección por el Derecho Penal.
Hoy se reconoce una vertiente negativa y otra positiva a la teoría de
la prevención general. La primera establece como finalidad
sustancial de la pena el efecto intimidatorio que genera la amenaza
de su imposición en aquellos individuos con alguna tendencia hacia
la comisión del ilícito. Sin embargo, es discutible sustentar la tesis
conforme a la cual todo individuo proclive a la criminalidad genere el
grado de reflexión suficiente para convertirlo en objeto del efecto
intimidatorio. En algunos supuestos, dicho efecto es resultado, antes
que de la gravedad de la pena preestablecida, del grado de riesgo
de ser descubierto, durante o después de la comisión del delito.
Ahora bien en relación al derecho/garantía a no autoincriminarse y
su relación con la finalidad de la pena, en el marco de un derecho
procesal contemporáneo, vale decir que ambas instituciones juegan
un rol importante en el desarrollo del proceso penal, y luego de la
conclusión de la misma, ya que para evitar futuras nulidades y
apelaciones, los operadores jurídicos deberían emplear los derechos
y garantías que le asiste a un imputado al momento que comienza la
persecución penal. Asimismo debería existir un trabajo conjunto en
materia penitenciaria para que se cumpla con la finalidad de la pena
como resocializar y reintegrar al penado a la sociedad.
41
2.2.7. Regulación Legal
Se podría decir que este derecho y garantía tiene aplicación
universal,
al
encontrarse
regulado
en
diversos
tratados
internacionales de carácter supranacional y de aplicación entre los
países signatarios como el nuestro, tales como:
- La Convención Americana sobre los Derechos Humanos, en sus
artículos 1° y 8°-2., literal g).
- El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en sus
artículos 2-2, y 14-3., literal g).
- La Convención sobre los Derechos del Niño en el artículo 40 -2.,
literal a).
- El Convenio de Ginebra III, consagra la prohibición a la autoincriminación en su artículo 99.
- El Protocolo I, adicional a los Convenios de Ginebra de 12 de
agosto de 1949, en el artículo 75 -4. Literal f) trae expresamente
señalada la prohibición de la autoincriminación.
Si bien existe todo este listado de Tratados internacionales, este
derecho se encuentra reconocido además en diferentes textos
constitucionales de modo expreso o de modo delegado, como es el
caso de nuestra Constitución, e íntimamente relacionado con el
derecho a la presunción de inocencia, de ese modo ha sido invocado
por los tribunales internacionales.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha recordado en su
Sentencia del 17 diciembre 1996, (caso Saunders contra el Reino
Unido, parágrafo 68), en la Sentencia del 25 febrero 1993, (caso
Funke contra Francia, parágrafo 44) en la Sentencia del 08 febrero
1996, (caso John Murray contra el Reino Unido, parágrafo 45), que
el derecho al silencio y el derecho a no autoincriminarse, que no se
encuentran expresamente mencionados en el art. 6 del Convenio
Europeo de Derechos Humanos, residen en el corazón mismo del
derecho a un proceso equitativo y se enlaza estrechamente con el
derecho a la presunción de inocencia.
42
2.2.8. Legislación comparada
En relación a la garantía a la no autoincriminación, consagrado
en las normas legales y constitucionales de otros países, hago un breve
citado de las mismas, en las cuales esta garantía se encuentra protegida
en todos los países latinoamericanos.
ARGENTINA
Constitución Argentina de 1994 (art. 18) que
regula la garantía a la no autoincriminación.
BOLIVIA
BRASIL
ESTADOS
UNIDOS
Constitución Boliviana (art. 18).
Constitución Brasileña (art.5, numeral 3, y
numeral 62).
Constitución Colombiana (art. 33), consagra la
garantía a la no autoincriminación.
Legislación Procesal Costarricense (art. 278
CPP).
Código de Procedimiento Penales (art. 161).
Código Procesal Penal (art. 385).
Constitución Ecuatoriana (art. 77, numeral 7,
literal C), sobre la garantía a la no
autoincriminación.
Constitución de los Estados Unidos (En la V
enmienda, conocida como la enmienda Miranda)
MÉXICO
Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos (art. 20, apartado A, fracción II).
COLOMBIA
COSTA
RICA
CUBA
CHILE
ECUADOR
PARAGUAY
URUGUAY
VENEZUELA
Constitución Paraguaya de 1992, art. 12, inciso 1,
que
consagra
el
derecho
a
la
no
autoincriminación.
Constitución Uruguaya de 1997 (art. 20).
Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela de 1999 (art. 46).
2.2.9. Jurisprudencia
2.2.8.1.
Jurisprudencia
sobre
el
derecho/garantía
a
no
autoincriminarse en un proceso penal peruano, a la luz del
código de procedimientos penales de 1940.
43
Delito contra el patrimonio: Hurto en grado de
tentativa
Sala superior en lo
EXP. Nº 3043-2011
penal de lima sur
Acusado:
Agraviado:
MARINO
JESÚS
GONZÁLES RIVERA
Rayón Industrial Sociedad
Anónima
Se encuadra dentro de los
presupuestos del tipo penal
previsto en el Art. 185, del
Código Penal.
Se
le
incrimina
al
acusado intentar sustraer
un interruptor telefónico,
introduciéndolo debajo de
un
camión
cisterna,
aprovechando que no se
encontraban
sus
ocupantes, y que se
efectuaba la descarga del
combustible, por lo que el
personal de seguridad al
percatarse lo detienen.
Falla:
Confirmando la sentencia de primer grado, ABSUELVEN
al procesado Marino Jesús Gonzáles Rivera acusado
como autor del delito contra el patrimonio – Hurto en
grado de tentativa.
Que, el imputado goza de una presunción juris tantum;
por tanto en el proceso ha de realizarse una actividad
necesaria y suficiente para convertir la acusación en
verdad probada, por lo que las pruebas para ser tales
deben haberse actuado con escrupuloso respeto a las
normas tuteladoras de los derechos fundamentales pues
de lo contrario son de valoración prohibida.
Que, bajo estas consideraciones la manifestación
obtenida en sede policial carece de todo valor probatorio
para efectos de argumentar una responsabilidad penal
del procesado Gonzáles en los hechos materia del
proceso, toda vez que dicha declaración ha sido
obtenida violando las garantías genéricas del debido
proceso,
específicamente
la
garantía
de
no
autoincriminación reconocida por el artículo octavo
parágrafo segundo literal “g” (Derecho a no ser obligado
a declarar contra sí mismo ni a declararse culpable) de la
Convención Americana sobre los Derechos Humanos.
Comentario.- Se infiere de la presente sentencia que el
colegiado, ha interpretado de manera correcta y
adecuada el derecho/garantía a no autoincriminarse en
44
un proceso penal, puesto que como manda las normas
supranacionales y nacionales las torturas, los tratos
crueles e inhumanos a los procesados está proscrito de
la normativa, por ende se respeto y garantizó el derecho
a no autoincriminarse del procesado al absolverlo de
todos los cargos.
2.2.8.2 Jurisprudencia del Tribunal Constitucional Peruano sobre el
derecho/garantía a no autoincriminarse
Demanda de Hábeas Corpus a favor de Jhon Richard
Quispe contra los jueces de la CSJ de Tacna,
solicitando que se declaren nulas las sentencias que
lo condenan, que se realice un nuevo juicio oral,
alegando la vulneración de su derecho/garantía a la
no autoincriminación
Tribunal Constitucional del
EXP. Nº 3021-2013Perú
PHC/TC
Demandante:
Demandados:
Sostiene que, el 3 de octubre del
2011, se inició juicio oral en su
contra y que en su desarrollo al
efectuar su declaración, el
representante
del
Ministerio
Público le hizo "preguntas
sugeridas o inducidas, las que
fueron objetadas por su defensa
conforme a lo previsto por el
artículo 376° del Código Procesal
Penal; sin embargo, el órgano
jurisdiccional
permitió
las
preguntas cuestionadas. Agrega
que por haber el favorecido
guardado silencio durante el
juicio oral ante una pregunta que
le venía haciendo el Ministerio
Público (incidencia de la que se
dejó constancia en autos), el
órgano
jurisdiccional
hizo
Henry Dante Alfaro
Luna abogado de
don Jhon Richard
Quispe Quispe
Jueces superiores de
la CSJ de Tacna
Se encuadra dentro
de los presupuestos
del tipo procesal
penal previsto en el
Artículo
376.3,
literal
d,
sobre
Declaración
del
acusado.3. Si el acusado
acepta
ser
interrogado,
el
examen
se
sujetará a las
siguientes reglas:
d) No son admisibles
preguntas repetidas
sobre aquello que el
acusado ya hubiere
45
mención de que el guardar
silencio lo merituaría el tribunal
en su oportunidad, por lo que, a
partir de ese acto, se vio obligado
a contestar afirmativamente el
resto de preguntas realizadas, lo
cual ha dado lugar a una
sentencia condenatoria.
declarado, salvo la
evidente necesidad
de una respuesta
aclaratoria. Tampoco
están
permitidas
preguntas capciosas,
impertinentes y las
que
contengan
respuestas
sugeridas.
Han resuelto:
Declarar INFUNDADA la demanda, en lo que se refiere a
la afectación del derecho a la no autoincriminación.
El TC aprecia que, de los actuados del proceso penal
que se cuestiona y cuya copia se acompaña al
expediente constitucional, no se observa que el
demandante haya sido inducido a declarar contra sí
mismo durante el curso de los interrogatorios a los que
fue sometido. En todo caso, debe dejarse en claro que
de ninguna manera está permitido o se hace legítimo
que el juzgador condicione o induzca a error al
procesado en el sentido de que su silencio podrá ser
tomado como referente incriminatorio alguno, habida
cuenta que el declarante como cualquier otro procesado
tiene todo el derecho de permanecer en silencio si así lo
decide, correspondiendo a su abogado patrocinante el
orientarlo de forma adecuada en el ejercicio de sus
derechos.
Por lo demás, el TC advierte que, en la sentencia
condenatoria y en su confirmatoria (fojas 4 y 20), no se
merituó la declaración del favorecido en juicio, sino que,
más bien, se tomaron en cuenta otros medios
probatorios válidos e independientes que fueron
valorados en conjunto y que llevaron al órgano
jurisdiccional a adoptar la decisión contenida en la
sentencia condenatoria. Tales medios probatorios fueron
las declaraciones de las agraviadas (quienes ejercían la
prostitución en el inmueble materia de intervención); las
declaraciones de testigos, entre estos la declaración de
una fiscal adjunta que participó en la intervención; el
contrato del inmueble donde se cometió el delito; el
reporte de llamadas de los teléfonos celulares
pertenecientes a los acusados; unas cartas por las
cuales se solicitó la publicación de avisos en un diario
para la prestación de los servicios materia de imputación
y condena; ejemplares de dicho diario; entre otros
instrumentos y pruebas; así como las convenciones
46
probatorias, conforme se advierte de las referidas
resoluciones judiciales, lo que en modo alguno NO
conlleva a la invalidación de las sentencias
condenatorias, el juicio oral ni la realización de un nuevo
proceso penal.
Por lo expuesto, el TC declaró que en el presente caso
no se violó el derecho a la no autoincriminación.
Comentario.- En la presente causa tanto la justicia
ordinaria (Poder Judicial) como la justicia constitucional
(TC) no han tomado en cuenta que el procesado ha sido
inducido a contestar afirmativamente las preguntas que
le hacía el Ministerio Público, y que bajo la premisa del
colegiado que hizo mención que de no contestar las
preguntas sería evaluada en su oportunidad; esto
condujo a que el procesado rompiera con su derecho a
guardar silencio (como manifestación a su derecho a no
autoincriminarse) y contestará las preguntas ambiguas,
capciosas y sugestivas que le hiciera tanto el Ministerio
Público, como el colegiado que veían la litis, en tal
sentido en el presente caso no se ha respetado ni
garantizado el derecho/garantía a la no autoincriminación
en el proceso penal, por parte de los fiscales y jueces,
dictando un fallo condenatorio contra el procesado.
2.3. Términos básicos
2.3.1 La no autoincriminación.El derecho a “no ser obligado a declarar contra sí mismo ni a
declararse
culpable”
es
una
manifestación
de
los
derechos
constitucionales de defensa y de la presunción de inocencia. Es el
derecho del inculpado de introducir al proceso la información que
considere conveniente. Dicho derecho tiene dos expresiones: el derecho
a declarar y el derecho a no hacerlo.
2.3.2 Derecho a guardar silencio.Expresión del derecho a la no autoincriminación, por el cual el
silencio del inculpado no puede ser tenido como indicio de culpabilidad. El
silencio de inculpado no es susceptible de ser valorado por el juzgador. El
silencio es neutro, es decir, no es la afirmación ni la negación de lo que se
preguntó; esto no significa que el juzgador esté impedido a indagar el
motivo por el cual el imputado calla, ya que esto podría revelar algo, por
47
ejemplo: que la persona prefiere no entrar a discutir el asunto en el
escenario en que se plantea porque no lo considera apropiado, o que
prefiere preparar su defensa de mejor manera, o que considera que la
imputación en si misma no lo daña y prefiere no validarla haciéndose
cargo de ella, o porque recibe amenazas de otras personas vinculadas a
la comisión del ilícito penal, etc. El hecho de que el imputado guarde
silencio frente algunas preguntas de algún agente estatal destinadas a
esclarecer los hechos o su participación en estos, es en sí mismo poco
significativo, porque existen muchas explicaciones posibles de esa
conducta.
2.3.3 Garantías constitucionales del proceso.Producto de las lucha de los ciudadanos a fin de protegerse de
fuerza pública del Estado y de sus desbordes, se constituyen en
verdaderos límites a este poder y por eso tienen rango constitucional y
ese es su grado. Son a la vez principios orientadores de la actividad
legislativa de un Estado en materia de justicia.
2.3.4 Presunción de inocencia.Es una garantía genérica prevista en nuestra Constitución como un
derecho fundamental a la libertad. Se constituye en una presunción iuris
tamtum por la cual nadie puede ser considerado como culpable si es que
no existe una condena penal que así lo declare. Es un concepto a partir
del cual se construye todo un modelo garantista de justicia penal.
2.3.5 Derecho constitucional a la defensa.La “defensa” en un sentido lato, se entiende como aquel derecho,
reconocido constitucionalmente, que tiene toda persona, de solicitar ante
un órgano de justicia, una solución justa ante un determinado litigio. Aquí
se presenta el problema del individuo a quien supuestamente se le ha
lesionado un derecho, por lo que deberá recurrir a la justicia para efectuar
su reclamo, conforme a una garantía constitucional que va avalar dicha
48
reclamación. En un sentido más estricto y específicamente dentro de la
esfera penal, debemos decir que mediante la “defensa”, las partes
deberán estar en la posibilidad tanto en el plano jurídico como en el
fáctico de ser convocadas para ser escuchadas, y colocarse frente al
Sistema en una formal contradicción con “igualdad de armas” siendo pues
como lo señala Maier (s/a), “Una garantía frente al Poder del Estado y
representa una limitación del poder estatal”
49
CAPÍTULO III
METODOLOGÍA
50
3.1.
Tipo y diseño de investigación
3.1.1. Tipo de investigación
La investigación es un proceso que mediante la aplicación del
método científico procura obtener información. La investigación científica es
la búsqueda de conocimientos o de soluciones a problemas de carácter
científico; el método científico indica el camino que se ha de transitar en
esa indagación y las técnicas precisan la manera de recorrerlo.
De allí entonces que la Investigación puede ser clasificada por
diversos criterios, según: el propósito o finalidad perseguida. Teniendo en
cuenta la finalidad que persigue, la investigación se pueden clasificar en
pura y aplicada (Oyague y Sevilla, 2002, pág. 93).
Con lo que diremos que el tipo de investigación que se ha utilizado
está basado en la investigación pura o también denominada básica,
teórica, dogmática, la finalidad de dicha investigación radica en formular
nuevas teorías o modificar las existentes, mediante el descubrimiento de
principios, es decir se caracteriza porque parte de un marco teórico y
permanece en el; asimismo incrementa los conocimientos científicos o
filosóficos, pero sin contrastarlos con ningún aspecto práctico.
Por otro lado, según otros autores para definir sobre qué tipo de
investigación se utilizará basan en el aspecto de profundidad u objetivo en
el cual se clasifica en exploratoria, descriptiva, correlacional, explicativa y
experimental (Oyague y Sevilla, 2002, pág. 185).
Hernández, Fernández y Baptista (2003, pág. 113) establecen
estos cuatro tipos de investigación, basándose en la estrategia de
investigación que se emplea, ya que el diseño, los datos que se recolectan,
51
la manera de obtenerlos, el muestreo y otros componentes del proceso de
investigación son distintos.
El tipo de investigación que se recoge en la presente es una
investigación de carácter descriptivo, ya que vamos a poner énfasis en el
problema que tiene el estado peruano cuando administran justicia,
desconociendo garantías constitucionales como lo es “El derecho a no
autoincriminarse en los procesos penales en el distrito judicial de Lima Sur
entre los años 2011-2014”.
3.1.2. Diseño de investigación
Latorre (1996, pág. 54) considera:
Que el diseño describe con detalle qué se debe hacer y cómo
realizarlo, plasma las actividades, incluye los grupos de sujetos, las
variables implicadas. Tiene gran valor clarificador y especificador de
las ideas y tareas que hay que realizar. El diseño da respuesta a las
preguntas de investigación. En las investigaciones cuantitativas, los
diseños se presentan en forma de esquemas gráficos.
Marroquín (2012) quien cita a Sánchez-Reyes sostiene que:
“El diseño es un valioso instrumento que orienta y guía al
investigador en un conjunto de pautas a seguir, en un estudio o
experimento; es de carácter flexible, no un recetario rígido”.
Se ha utilizado el diseño descriptivo simple, puesto que en un
Estado
Constitucional
desconociendo
y no
de
aplicar
Derecho,
el
no
podemos
derecho/garantía
de
seguir
la no
autoincriminación en el proceso penal peruano, ya sea en un
proceso ordinario o sumario; o en su defecto en el proceso común
en aplicación con el NCPP de 2004, ya que toda práctica de tortura
52
e inducción de auto inculparse debe quedar proscrita en todos los
ordenamientos jurídicos del mundo.
3.2.
Población y muestra
3.2.1. Población
Está conformada por jueces, fiscales y policías, de sexo masculino.
 Jueces Penales Titulares
 Fiscales Provinciales Penales
 Policías de DIVINCRI
Tabla 1
DISTRIBUCIÓN DE JUECES PENALES TITULARES, FISCALES
PROVINCIALES PENALES, ABOGADOS PENALISTAS Y POLICÍAS DE
LA DIVINCRI DE LIMA SUR
POBLACION
Corte Superior de Justicia de Lima Sur
Jueces Penales
Titulares
Fiscales Provinciales
Penales
Policías de Lima Sur
20
x
Nº TOTAL
x
80
x
x
60
x
x
120
200
Fuente: Elaboración: Dirección de Estadística – Radio del Sur
3.2.2. Muestra
La muestra, es una pequeña porción representativa y
adecuada de la población, a partir de la cual el investigador va a
obtener datos que son puntos de partida de las generalizaciones.
Para elegir la muestra en la presente investigación se utilizó el
muestreo no probabilístico.
La muestra estuvo constituida por un total de 80 operadores
jurídicos (Jueces Penales, Fiscales Provinciales Penales, Policías
53
DIVINCRI del radio Urbano de Lima Sur) de sexo masculino,
instalados en las dependencias del Distrito Judicial de Lima Sur
conforme se detalla en el siguiente cuadro:
o Jueces Penales Titulares
10 personas
o Fiscales Provinciales Penales
20 personas
o Policías de DIVINCRI de V.E.S
50 personas
Tabla 2
DISTRIBUCIÓN DE JUECES PENALES TITULARES, FISCALES
PROVINCIALES PENALES, Y POLICÍAS DEL DISTRITO JUDICIAL
DE LIMA SUR
POBLACIÓN
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
SUR
Jueces Penales
Fiscales Penales
Policías de Lima Sur
3.3.
10
x
x
20
x
x
x
50
Nº TOTAL
30
80
Hipótesis
3.3.1. Hipótesis general.-
El derecho a no autoincriminarse no se garantiza en los procesos
penales en los juzgados y salas especializadas adscritas al distrito
judicial de Lima Sur entre los años 2011-2014, conforme el derecho
fundamental de la dignidad de los investigados, imputados y
procesados.
54
3.3.2. Hipótesis específicas
a)
El derecho a no autoincriminarse no se respeta en la etapa de
investigación policial, en el Distrito Judicial de Lima Sur entre
los años 2011-2014, a la luz de los derechos a guardar silencio
y el derecho a la libertad de declaración.
b)
El derecho a no autoincriminarse no se respeta en la etapa de
investigación preliminar e instrucción, por los fiscales y jueces
especializados del Distrito Judicial de Lima Sur entre los años
2011-2014, considerando que no se le puede obligar al
investigado e imputado a rendir su manifestación, ni hacer
preguntas ambiguas, capciosas o sugestivas.
c)
El derecho a no autoincriminarse no se respeta en la etapa de
juicio oral por los jueces penales del Distrito Judicial de Lima
Sur entre los años 2011-2014, respetando sus derechos
fundamentales al momento de interrogar al procesado.
3.4.
VARIABLES - OPERACIONALIZACIÓN
Entendemos por variable cualquier característica o cualidad de la
realidad que es susceptible de asumir diferentes valores, es decir, que
puede variar, aunque para un objeto determinado que se considere puede
tener un valor fijo.
Sabino (1980, pág. 68) establece: “Entendemos por variable
cualquier característica o cualidad de la realidad que es susceptible de
asumir diferentes valores, es decir, que puede variar, aunque para un objeto
determinado que se considere puede tener un valor fijo”.
Se deduce que la variable es un elemento fundamental que juega
un rol importante dentro de la elaboración de un trabajo de investigación.
55
Según (Arias, pág. 61) la operacionalización “es aquel proceso
mediante el cual se transforma la variable de conceptos abstractos a
términos concretos, observables y medibles, es decir, dimensiones e
indicadores”
En tal sentido se infiere que la operacionalización como proceso
metodológico permite que se puedan descomponer las variables que
componen el problema de investigación, partiendo desde lo más general a lo
más específico.
Según (Morales, pág. 31): “cuando por su amplitud o complejidad
resulta difícil medir una variable, se recurre a descomponerla en sub
aspectos o indicadores cuantificables”.
En tal sentido como se ha podido observar tanto la variable, como
el
procedimiento
de
operacionalización,
constituyen
elementos
fundamentales para realizar un adecuado desarrollo en la busca de un sólido
trabajo de investigación.
Tabla 3
Operacionalización de variables para la presente investigación
VARIABLES
DIMENSIONES
Etapa de
investigación
policial
INDICADORES

La realización del
atestado o parte
policial

Control judicial y de
las partes

Colaboración
del
Ministerio público en la
actividad
ITEM
Considera Ud. que la DIVINCRI
de Villa El Salvador, respeta la
garantía
de
la
no
autoincriminación
en
las
investigaciones
policiales
al
momento de expedir el atestado
o parte policial
Con respecto a la etapa
instructiva, Considera Ud. que se
está vulnerando la garantía de la
no autoincriminación y derechos
fundamentales al no tener la
Policía control judicial y de las
partes
Considera Ud. que la labor del
Ministerio Público se restringe en
la etapa instructiva a la luz del
56
investigadora.
Variable X = El
derecho/garantía
a no
autoincriminarse
Etapa de
investigación
preliminar
Juzgados y
salas penales
en etapa de
instrucción y
juicio oral
3.5.

Recomendaciones,
pedidos y sugerencias
del ministerio público

Realización
investigaciones
paralelas

La Instrucción

Realización de la
audiencia

La audiencia pública

La publicidad
de
Código
de
Procedimientos
Penales de 1940.
Respecto a las funciones del
Ministerio Público, Ud. está de
acuerdo a que solo hagan
recomendaciones, pedidos y
sugerencias al momento de la
actividad investigadora.
En el supuesto de que el
Ministerio
Público
realice
investigaciones por cuenta propia
y en forma paralela vulneraría la
garantía
de
la
no
autoincriminación en el proceso
penal peruano.
Considera Ud. que la instrucción
es la etapa más importante del
proceso penal peruano, según
algunos doctrinarios.
Considera Ud. que la instrucción
es la etapa más importante del
proceso penal peruano, según
algunos doctrinarios.
Respecto a la audiencia en la
etapa de juicio oral, ¿Considera
Ud. que es el acto procesal más
importante del proceso penal
peruano?
Considera Ud. que la audiencia
pública garantiza el derecho a la
no
autoincriminación
del
imputado en el proceso penal
peruano.
Considera Ud. que el principio de
publicidad es importante en el
proceso penal peruano.
Método de investigación
Se ha utilizado el analítico deductivo ya que parte de los principios
o teorías y luego se contrastó con los resultados.
3.6.
Técnicas e instrumentos de investigación
Para realizar un trabajo de investigación requerimos técnicas e
instrumentos que nos va a permitir arribar a resultados y con ello demostrar
las hipótesis que son respuestas supuestas que requieren ser comprobadas
57
y por ende cumplir con nuestros objetivos, empleando para ello método
deductivo, inductivo y analítico.
3.6.1. Técnicas de recolección de datos
Las técnicas son procedimientos sistematizados, operativos que
sirven para la solución de problemas prácticos. Las técnicas deben
ser seleccionadas teniendo en cuenta lo que se investiga, por qué,
para qué y cómo se investiga. Las técnicas pueden ser: La encuesta y
el análisis de documentos.
En tal sentido para nuestras investigaciones hemos utilizados las
siguientes técnicas:
a) Cuestionario.Se valoró por medio del cuestionario a jueces, fiscales, y
policías del distrito judicial de lima sur durante los años 2011-2014
Según Tamayo y Tamayo (2008, pág. 24), el cuestionario
“es aquella que permite dar respuestas a problemas en términos
descriptivos como de relación de variables, tras la recogida
sistemática de información según un diseño previamente establecido
que asegure el rigor de la información obtenida”.
Bajo esta premisa nos permite colegir que el cuestionario
es un proceso interrogativo que tiene como finalidad conocer lo que
opina la gente sobre una situación o problema que lo involucra, ya
que la única manera de saberlo es preguntando, a ello se suma que
se ha encuestado a las personas que están involucradas en el
presente trabajo de investigación (Operadores jurídicos jueces,
fiscales y policías).
58
b) Análisis de documentos.El análisis de información (documentos) parte desde la
simple recopilación y lectura de textos hasta la interpretación. Es
decir, el análisis es una actividad intelectual que logra el arte o la
virtud de perfeccionar capacidades profesionales por parte del
analista; todo esto gracias al empleo de métodos y procedimientos de
investigación, ya sean cuantitativos o cualitativos que le permiten
separar lo principal de lo accesorio y lo trascendental de lo pasajero o
superfluo.
Por lo cual inferimos que el análisis de información forma
parte del proceso de adquisición y apropiación de los conocimientos
latentes acumulados en distintas fuentes de información.
El análisis busca identificar la información “útil'', es decir, aquella que
interesa al usuario, a partir de una gran cantidad de datos.
Un breve resumen de los instrumentos de investigación nos
presenta Caballero (2000).
TECNICA
INSTRUMENTO
VENTAJAS
DESVENTAJAS
ENCUESTA
Cuestionario
Aplicable a gran número
de informantes sobre
gran números de datos
Poca profundidad.
ANÁLISIS DE
DOCUMENTOS
Guía de análisis
de documentos
Permite profundizar los
aspectos interesantes.
OBSERVACION DE
CAMPO
Guía de
Contacto directo del
observación de
investigador con la
campo
realidad.
Fuente: Elaborada por el autor
- Solo aplicable a un
pequeño número.
-Difícil
- Aplicación limitada
a aspectos fijos o
repetitivos.
59
3.6.2. Los instrumentos de recolección de datos:
Una vez que se ha definido el marco teórico, es necesario
que por medio de la medición se ponga a prueba las variables que ha
desarrollado en la estructuración del mismo. Dentro de este contexto,
Hurtado (2000, pág. 164), señala “que la selección de los
instrumentos de investigación implica determinar por cuáles medios o
procedimientos el investigador obtendrá la información necesaria para
alcanzar los objetivos de la investigación”.
Córdova (2013, pág. 106) mencionó: "La calidad de una
investigación depende de gran medida de la calidad de los
instrumentos de acopia de datos utilizados. En tal sentido, el
investigador debe procurar disponer de instrumentos válidos y
confiables”.
Los instrumentos son medios auxiliares para recoger y
registrar los datos obtenidos a través de las técnicas y pueden ser:
Técnicas de encuesta y Análisis de Documentos.
En esta línea de ideas, Grau, G. (2006, pág. 118) define los
instrumentos de investigación como “las herramientas utilizadas por el
investigador en la recopilación de los datos, los cuales son
seleccionados conforme a las necesidades de la investigación, en
función de la muestra elegida, y se aplican tanto para hacer acopio de
los antecedentes como para la observación del fenómeno”.
Por consiguiente, los instrumentos de investigación que
se ha de trabajar en la presente investigación han sido:
-
Cuestionario
-
Guía de análisis de análisis de documento
60
Cuestionario.El cuestionario es una técnica de recogida de datos
mediante la aplicación de preguntas a una muestra de individuos. A
través del cuestionario se pueden conocer las opiniones, las actitudes
y los comportamientos de los juristas.
En un cuestionario se realizan una serie de preguntas
sobre uno o varios temas a una muestra de personas seleccionadas
siguiendo una serie de reglas científicas que hacen que esa muestra
sea, en su conjunto, representativa de la población general de la que
procede.
Se elaboró 20 preguntas (abiertas y cerradas) relacionadas
con la no autoincriminación que se aplicaron 20 operadores jurídicos
entre jueces penales titulares, fiscales provinciales titulares y policías,
todos ellos laboran en el Distrito Judicial de Lima Sur.
Guía de análisis de documento.Ha sido empleado para la analizar las categorías y sub
categorías de las resoluciones judiciales expedidas por la Corte
Superior de Lima Sur (Poder Judicial) y Tribunal Constitucional.
El análisis documental es la operación que consiste en
seleccionar las ideas informativamente relevantes de un documento a
fin de expresar su contenido sin ambigüedades para recuperar la
información en él contenida.
61
Validez
Juez 1
Juez 2
Juez 3
Juez4
Juez 5
Sumatoria
Valor (V)
2
2
1
2
2
9
0.9
2
2
2
2
1
2
2
2
2
1
9
9
0.9
0.9
2
2
1
2
2
9
0.9
0.9
Respecto a la validez, del cuestionario sobre las preguntas han arrojado un 0.9, un
promedio muy aceptable.
62
CAPÍTULO IV
RESULTADOS Y
DISCUSIÓN
63
4.1.
Resultados de investigación
De acuerdo al proceso de investigación se va a plasmar los
resultados empleando una escala nominal.
Para ello se destinó cuestionario tanto a los jueces penales,
fiscales provinciales penales, y policías, teniendo la siguiente
interpretación de cuadros y gráficos:
El instrumento se aplicó a 80 profesionales; siendo estos
pertenecientes al sistema de Justicia Nacional, tales como Jueces y
Fiscales Penales, y Policías de la DIRINCRI, los cuales laboran en el
sistema de administración de justicia en el radio urbano de Lima Sur.
Con ello su pudo apreciar los distintos criterios de los
funcionarios que administran y colaboran con la justicia nacional
peruana.
En tal sentido el objetivo fundamental de la presente
investigación
es
identificar
el
derecho/garantía
de
la
no
autoincriminación en el proceso penal peruano en el distrito judicial
de lima sur, para lo cual presentamos a continuación los resultados
los cuales están con sus respectivas tablas y cuadros estadísticos
dados de manera objetiva. Todo ello en función a las hipótesis
planteadas, respondiendo a ella con los niveles de probabilidades.
Es decir el resultado de la contrastación de hipótesis todo ello nos
van a permitir demostrar dicha hipótesis o en todo caso serán
rechazadas.
64
Gráfico 1:
El derecho/garantía a no autoincriminarse no se garantiza en los procesos
penales en los juzgados y salas especializadas adscritas al Distrito Judicial
de Lima Sur entre los años 2011-2014, a pesar de ser considerado un
derecho fundamental de la dignidad de los procesados.
15%
5%
20%
Si
Muy adecuada
60%
Poco adecuada
No
Fuente: Elaborado por el autor
Respecto a la consulta elaborada que se le formuló a los jueces y jueces
superiores penales, fiscales provinciales penales y policías adscritos al radio
urbano de Lima Sur, en cuanto a los procesos penales sumarios y ordinarios
a la luz del Código de Procedimientos Penales de 1940, y al proceso común
con el NCPP de 2004, que en el día a día se desarrollan durante un proceso
penal, si respetan el derecho/garantía a no autoincriminarse, alcanza a un
15%, la encuesta corrobora que la aplicación de la no autoincriminación en
las distintas etapas del proceso penal peruano no es respetada por algunos
operadores jurídicos de Lima Sur, en juzgados y salas, fiscalías/fiscalías
superiores y comisarías, lo que significa que no se puede confiar al
momento de los interrogatorios, declaraciones instructivas y manifestaciones
policiales.
65
Gráfico 2:
Se infiere que los policías adscritos al distrito judicial de Lima Sur, no
respetan el derecho/garantía a no autoincriminarse, puesto que desconocen
que el investigado tiene el derecho a guardar silencio, a la libertad de
declaración e incluso el derecho a mentir, al momento de rendir su
manifestación policial.
5%
15%
80%
Si
No
en blanco
Fuente: Elaborado por el autor
Respecto a la consulta realizada a los policías adscritos al distrito judicial de
lima sur, el 80% de los policías afirman que desconocen y por ende no
respetan el derecho/garantía a no autoincriminarse del investigado, y que a
la luz de éste derecho/garantía los mismos puedan guardar silencio, tener
libertad al momento de declarar e incluso mentir cuando rindan sus
manifestaciones policiales; por otro lado solo un 15% de los policías conoce
el derecho/garantía, más no lo respeta.
66
Gráfico 3:
Se colige que los fiscales provinciales penales y jueces penales no respetan
el derecho/garantía a no autoincriminarse, puesto que obligan al investigado
e imputado a rendir su declaración instructiva en la etapa de investigación
preliminar e instrucción.
2%
2%
20%
Si
48%
Mucho
Poco
28%
Nada
en blanco
Fuente: Elaborado por el autor
Respecto a la consulta a los fiscales provinciales penales y jueces penales
del Distrito Judicial de Lima Sur, el 48% de éstos afirman que el
derecho/garantía a no autoincriminarse no tiene los alcances de un derecho
fundamental del cual gozan los investigados e imputados y que ello no es
óbice para que el investigado e imputado rinda su declaración, en la etapa
de investigación preliminar e instrucción.
67
Gráfico 4:
Se infiere que los jueces y jueces superiores penales adscritos al distrito
judicial de lima sur, no respetan el derecho/garantía a no autoincriminarse,
ya que al momento de interrogar al procesado en la etapa de juicio oral no
se
le
informa
que
goza
de
derechos
fundamentales,
como
el
derecho/garantía a la no autoincriminación.
12%
26%
Si
6%
56%
Mucho
Poco
Nada
Fuente: Elaborado por el autor
Respecto a la consulta a los operadores jurídicos (jueces penales) adscritos
al Distrito Judicial de Lima Sur, el 56% de los magistrados afirman que el
derecho/garantía a no autoincriminarse, no es considerada como un derecho
fundamental dentro de un proceso penal en la etapa de juicio oral, y por
ende el procesado no puede acogerse al derecho a guardar silencio, ya que
constituiría el delito de desobediencia a la autoridad, mientras que solo el
12% afirma que si lo respeta puesto que la dignidad del procesado juega un
papel importante dentro del proceso penal.
68
MATRIZ DE ANÁLISIS DE CONTENIDO
Según la definición clásica de Berelson (1971, citado por Hernández,
Fernández y Baptista, 2003, pág. 412), sostiene que "el análisis de
contenido es una técnica para estudiar y analizar la comunicación de una
manera objetiva, sistemática y cuantitativa".
Según Sierra Bravo (ob. cit.), el objeto del análisis de contenido, es el
contenido expreso de la comunicación, en el texto de que se trate. Sin
embargo, el análisis no pretende quedarse con el contenido manifiesto,
sino "… inferir de él consecuencias relevantes de naturaleza psicológica,
sociológica, política, histórica, etc. Sobre el origen, destino y aspecto de
los mensajes" (pág. 288).
También, Krippendorff (1980, citado en Hernández, Fernández y
Baptista, 2003, pág. 412), relaciona el análisis con el significado de los
datos dentro de un contexto, cuando lo define como "una técnica de
investigación para hacer inferencias válidas y confiables de datos
respecto a su contexto.
El autor Hernández, Fernández y Baptista (2003).El análisis de contenido
se efectúa por medio de la codificación, que es "el proceso en virtud del
cual las características relevantes del contenido de un mensaje se
transforman a unidades que permitan su descripción y análisis precisos"
(pág. 413).
69
UNIDAD DE
ANÁLISIS
Exp. N° 28172007-PHC/TC
Exp. N° 30212013/PHC/TC
CATEGORÍAS
SUBCATEGORÍAS
Derecho fundamental a la
dignidad de las personas
Derecho
a
no
autoincimirnarse,
o
incriminar al cónyuge o
parientes
Prohibición de la coacción física
Prohibición de la coacción moral
Derecho a mantenerse silente
Derecho a mentir
Derecho a la libertad de
declaración
Derecho a un debido proceso
Derecho a la defensa
Derecho a la presunción de
inocencia
Decisión sobre su propia
declaración
La no autoincriminación como
autodefensa pasiva
Obligación de informar sobre los
beneficios de este derecho
Prohibición de exigir juramento
o promesa de honor
Derecho a conocer los cargos
por los que se investiga
Derecho Humano
Derecho de defensa
Exp. N° 10642011-PJ-LIMA
SUR
Exp. N° 10451999-PJHUÁNUCO
Derecho/Garantía a la no
autoincriminación
70
4.2. Discusión de resultados
A continuación se discuten los resultados obtenidos
contrastados por las teorías, normas y jurisprudencia.
Rojas, M. (1992, pág. 24.) sostiene que: "La discusión es
el lugar donde se interpreta, aclara, justifica y relaciona los
resultados y las conclusiones (...). Señalar las aplicaciones
prácticas y teóricas de los resultados obtenidos, así como las
limitaciones implícitas".
Day, R. (1996, pág. 44-45) afirma que: "La finalidad
principal de la discusión es mostrar las relaciones existentes
entre los hechos observados (...) y lo más que uno podrá hacer
será arrojar un poco de luz sobre la parcela de la verdad".
En la hipótesis general se ha planteado: El derecho a no
autoincriminarse se garantiza en los procesos penales en los
juzgados y salas especializadas adscritos al distrito judicial de
Lima Sur entre los años 2011-2014, conforme el derecho
fundamental de la dignidad de los investigados, imputados y
procesados.
Galván (2013) realizó una investigación referente a “Al
Derecho a la No Autoincriminación” en la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos, en la Facultad de Derecho y Ciencias
Políticas. Concluyó que:
El
derecho
a
declarar
y
el
derecho
a
la
no
autoincriminación se fundamenta en la dignidad de la persona, al
ser reconocido como sujeto del proceso.
En nuestro estudio que hemos realizado, nos indica que
los operadores jurídicos como jueces y jueces superiores
71
penales, fiscales provinciales/superiores penales y policías de
Lima
Sur,
que
respetan
el
derecho/garantía
a
la
no
autoincriminación, alcanza a un 15%, la encuesta corrobora que
el respeto de la no autoincriminación en las distintas etapas del
proceso penal peruano no es garantizada por los operadores
jurídicos de Lima Sur, en juzgados, fiscalías, comisarías e
incluso salas penales y fiscalías superiores, lo que significa que
no se puede confiar en los interrogatorios, declaraciones
instructivas y manifestaciones policiales, que se realizan en un
proceso penal peruano.
Esto se demuestra con los resultados, ya que el 60% de
los operadores jurídicos consideran que no se respeta el
derecho/garantía de la no autoincriminación en el proceso penal
peruano; asimismo, en el ámbito legal no se encuentra
reconocido expresamente. Esto se concatena con los estudios
realizados por Pérez (2013) quien considera que en muchos
casos no se garantiza este derecho en tal aspecto o proceso.
Por tanto podemos señalar que mientras se siga
desconociendo la garantía de la no autoincriminación, y en
consecuencia no sea respetada dentro del proceso penal
peruano, ya sea con el código de procedimientos penales de
1940, o con el NCPP de 2004, los derechos fundamentales del
investigado, imputado y procesado no estarán garantizados.
Asimismo el Tribunal Constitucional en su STC N° 30212013-PHC/TC, ha considerado que la no autoincriminación es un
derecho que garantiza a toda persona a no ser obligada a
descubrirse contra sí misma, a no ser obligada a declarar contra
sí misma o lo que es lo mismo, no ser obligada a acusarse a sí
misma.
72
En cuanto a las hipótesis específicas:
Primera.- El derecho a no autoincriminarse no se respeta
en la etapa de investigación policial, en el distrito judicial de
Lima Sur entre los años 2011-2014, a la luz de los derechos a
guardar silencio y el derecho a la libertad de declaración.
El artículo IX del título preliminar del Código Procesal
Penal, reconoce diversos derechos y garantías a favor del
investigado y del imputado, los cuales tienen operatividad
plena desde el momento mismo en que surge el riesgo de que
el ciudadano pueda ser sometido a investigación de naturaleza
penal.
En ese sentido a la consulta realizada a los policías que
laboran dentro del radio urbano de Lima Sur, el 80% de los
policías afirman que desconocen el derecho/garantía a la no
autoincriminación del investigado, y por ende no lo respetan,
ello a pesar de que a la luz de este derecho/garantía pueden
guardar silencio, tener libertad para declarar e incluso mentir al
momento de rendir su manifestación, mientras solo un 15% lo
conoce más no lo respetan.
Esto se demuestra con los resultados obtenidos a través
de los operadores jurídicos (policías) quienes consideran que no
cumplen con respetar la garantía de la no autoincriminación en
el proceso penal peruano; en la etapa de investigación preliminar
y por ende no se garantiza su derecho a guardar silencio y/o
como a la libertad de declaración e incluso a mentir, asimismo,
en el ámbito constitucional no está reconocido expresamente.
Esto de conformidad con los estudios realizados por Campos
(2011) quien considera que en muchos casos no se aplica
adecuadamente tal aspecto, y en concordancia con los
73
atestados y partes policiales recabados en donde se demuestra
la vulneración a este derecho/garantía.
Por tanto se infiere que el derecho/garantía a la no
autoincriminación del investigado representa que se lleve a
cabo un debido proceso, respetando los derechos y garantías
que las normas procesales y constitucionales le atribuyen al
sujeto pasible de investigación penal, a la luz de la
investigación preliminar o investigación preparatoria.
Segundo.- El derecho a no autoincriminarse no se
respeta en la etapa de investigación preliminar e instrucción,
por los fiscales y jueces especializados del distrito judicial de
Lima Sur entre los años 2011-2014, considerando que no se le
puede obligar al investigado e imputado a rendir su
manifestación, ni hacer preguntas ambiguas, capciosas o
sugestivas.
La prohibición de preguntas ambiguas, capciosas o
sugestivas se encuentra referida al modo de formulación de las
preguntas frente a las cuales, la persona va rendir su
declaración. Esta proscripción se fundamenta en que el
interrogatorio en el modelo garantista, es el principal medio de
defensa
que
tiene
el
imputado
o
procesado,
en
las
investigaciones que se le sigue.
En relación a la consulta a los fiscales y jueces penales
del distrito Judicial de Lima Sur, el 48% de estos afirman que el
derecho/garantía a la no autoincriminación no es un derecho
fundamental del cual gozan los investigados y que ello no es
obstáculo para que el denunciado manifieste o rinda su
declaración, en la etapa de instrucción.
Esto se demuestra con los resultados, ya que solo el 2%
de los operadores jurídicos (fiscales y jueces penales)
74
consideran que cumplen con respetar la garantía de la no
autoincriminación en el proceso penal peruano; en la etapa de
instrucción al momento de tomarle la declaración al imputado,
asimismo, en el ámbito legal no está reconocida expresamente.
Esto se concatena con los estudios realizados por Salazar
(2013) quien considera que en muchos casos no se respeta el
derecho/garantía a la no autoincriminación al momento que se
le exhorta al investigado o imputado a rendir su declaración.
Por tanto se colige que el derecho/garantía a la no
autoincriminación en su etapa de investigación preliminar e
instructiva no es respetada por el titular de la acción penal, así
como por el juez instructor, ello de conformidad con las
formalizaciones de denuncias y auto apertorio de instrucción
que se le siguen a los sujetos pasibles de investigación.
Tercero.- El derecho a no autoincriminarse no se respeta
en la etapa de juicio oral por los jueces penales del distrito
judicial de Lima Sur entre los años 2011-2014, respetando sus
derechos
fundamentales
al
momento
de
interrogar
al
procesado.
Puede decirse que el derecho a no autoincriminarse tiene
como fundamento el derecho natural que toda persona posee
de intentar ocultar su propias faltas o delitos, no puede exigirse
al ciudadano por ende que vulnere su propia esfera jurídica a
través de una declaración en su contra.
Respecto a la consulta a los operadores jurídicos (jueces
y jueces superiores penales) del distrito judicial de Lima Sur, el
56% de los magistrados afirman que el derecho/garantía a la
no autoincriminación, no es considerada como un derecho
fundamental dentro de un proceso penal en la etapa de juicio
75
oral, por ende en la mayoría de casos no se le informa al
procesado que puede acogerse al derecho a guardar silencio,
mientras que solo el 12% afirma que si respete este derecho,
puesto que la dignidad del procesado juega un papel
importante, y de no respetarla afectaría un debido proceso.
Esto se demuestra con los resultados, ya que el 6% de los
operadores jurídicos (jueces y jueces superiores penales)
consideran que si cumplen con respetar la garantía de la no
autoincriminación en el proceso penal peruano; asimismo, en el
ámbito legal argumentan que no está reconocido expresamente.
Esto se concatena con los estudios realizados por Reyna (2013)
quien
considera
que
en
muchos
casos
no
se
aplica
adecuadamente tal aspecto, a pesar de encontrarse en la etapa
de juicio oral, o en la etapa de juzgamiento, bajo la premisa de
que dichas audiencias tienen carácter de públicas, ello de
concordancia con las resoluciones expedidas por la Corte
Superior de Justicia de Lima Sur.
Por tanto se deduce que el derecho/garantía a la no
autoincriminación, no es reconocido, ni respetado como un
derecho fundamental que garantiza un debido proceso penal
en contra del procesado.
Finalmente concluimos que el derecho/garantía a no
autoincriminarse no es reconocido por los distintos operadores
jurídicos que son los encargados de administrar o impartir
justicia, en un supuesto moderno estado constitucional de
derecho, lo que acarrea que día a día los investigados,
imputados y procesados vean vulnerados sus derechos
fundamentales que como tal se le deben otorgar a la luz de un
procesal penal peruano moderno.
76
CONCLUSIONES
Primera.- El derecho/garantía a no autoincriminarse es un derecho
fundamental que en el marco de un proceso penal peruano en el Distrito
Judicial de Lima Sur, sea con el Código de Procedimientos Penales de
1940 o a la luz del NCPP de 2004, lamentablemente no es conocido por la
mayoría de los operadores jurídicos que administran e imparten justicia, o
que en su defecto teniendo conocimiento de aquella garantía simplemente
no la respetan en el proceso penal peruano.
Segundo.- El derecho/garantía a no autoincriminarse a pesar de ser un
derecho reconocido por la constitución política del Perú, no es respetado
por los policías que laboran dentro del radio urbano del Distrito Judicial de
Lima Sur, en la fase de investigación preliminar con el CPP de 1940 y en la
etapa de Investigación Preparatoria con el NCCP de 2004.
Tercero.- El derecho/garantía a no autoincriminarse no se aplica
adecuadamente en la etapa de investigación preliminar e instrucción,
puesto que muchos fiscales y jueces penales de Lima Sur, no respetan
este derecho que se encuentra consagrado en normas nacionales y de
carácter supranacional, tales como tratados y convenios internacionales.
Cuarto.- El derecho/garantía a la no autoincriminación no se aplica en la
etapa de juicio oral, puesto que los jueces y jueces superiores penales no
informan los derechos que tiene el procesado al momento de ser
interrogados, y por ende se estaría vulnerando las garantías que ofrece un
proceso penal moderno a la luz de un estado constitucional de derecho.
Quinto.- El derecho/garantía a no autoincriminarse, recogido por el artículo
IX del título preliminar del Código Procesal Penal, es un derecho
fundamental que se encuentra íntimamente relacionado al derecho de
defensa y derecho al debido proceso, establecido en el artículo 139
77
(numerales 14 y 3. Respectivamente) de nuestra Constitución Política. Este
derecho no protege, únicamente, la posibilidad de guardar silencio del
imputado o procesado, sino que su protección alcanza a la declaración del
investigado y a la elección del contenido de dicha declaración, la cual no
necesariamente debe encontrarse sujeto a la “verdad”. Ello es así en
cuanto, a diferencia de otros sistemas procesales penales, como el
norteamericano, por ejemplo el imputado no tiene la condición de testigo
dentro del proceso penal y, en consecuencia, no tiene deberes de
veracidad y colaboración con la administración de justicia, de ahí que como
muestra de ello el Código Procesal Penal, a diferencia del tratamiento del
antiguo Código de Procedimientos Penales, no contemple, si quiera, la
posibilidad de exhortar al imputado a decir a la verdad.
Sexto.- El derecho a no autoincriminarse prohíbe que se ejerza violencia o
tortura contra las personas a fin de obtener una declaración, aunado a ello
se ha demostrado que las autoridades policiales aún siguen recurriendo a
métodos a fin de obtener una confesión, ello debido a la desinformación
sobre éste derecho, la ausencia de un abogado defensor y a la falta de
obligación de informar que las personas a las que se le sigue una
investigación penal gozan de éste derecho.
Sétimo.- El derecho a no autoincriminarse se extiende a otras divisiones
del derecho, no solo abarca el derecho penal sino que también está
presente en todo procedimiento que implique una sanción, como el
procedimiento
administrativo
sancionador
o
ante
las
comisiones
investigadores del Congreso de la República.
Octavo.- Finalmente vale decir que la decisión del imputado de guardar
silencio o declarar, y dentro de ésta última de declarar falsamente o brinda
falsa justificación no solo se encuentra enmarcado dentro del ejercicio de
su derecho a no autoincriminarse, sino también dentro del ejercicio derecho
de defensa, y consecuentemente del debido proceso.
78
RECOMENDACIONES
Las
recomendaciones
que
planteamos
serán
en
base
al
derecho/garantía de la no autoincriminación que tienen los imputados en el
proceso penal peruano.
1.
Se necesita adoptar medidas en cuanto a la Institución de la
Policía Nacional del Perú, y de sus operadores policiales que llevan a cabo
diversas diligencias en cuanto son las investigaciones policiales, en el
marco de un proceso penal moderno, es decir que los agentes policiales
conozcan que dentro de un proceso penal existen garantías de cortes
constitucionales que les asiste a los investigados como es la no
autoincriminación, y que las confesiones del investigado a través de las
torturas o castigos crueles e inhumanos por parte de la autoridad se
encuentran proscritas de plano.
En tal sentido estas recomendaciones van dirigidas al Señor
José Luis Pérez Guadalupe, en su condición de Ministro del Interior
(MININTER) y al Jefe de Inspectoría General del Sector Interior de la
Policía Nacional del Perú, General PNP Miguel Alfredo Basilio Grossman,
quiénes deben a través de los órganos encargados deberán supervisar de
manera permanente, la labor que realizan los policías del Perú, llevando a
cabo las investigaciones de distintos delitos que se suscitan a diario en
todo el país, y que dentro de aquella investigación los oficiales respeten los
derechos y garantías que le asiste a todo investigado en un proceso penal.
2.
Asimismo se necesita hacer un trabajo en conjunto entre los
poderes y organismos que administraran e imparten justicia, corroborando
o verificando que a las personas que son sometidas a un largo y tedioso
proceso penal, se les respete y garantice sus derechos fundamentales,
tales como el derecho/garantía a la no autoincriminación, tales como la
obligación que tienen los fiscales y policías de informar sobre el derecho a
79
guardar silencio que es un presupuesto indispensable para cautelar la no
autoincriminación, por lo que debería existir una normativa.
Por ello las recomendaciones van dirigidas al Fiscal de la
Nación y al Jefe de las Fiscalías Supremas de Control Interno del Ministerio
Público, en cuanto a la supervisión de las resoluciones fiscales que se
emiten a diario en el Distrito Fiscal de Lima Sur, puesto que en la estructura
de las mismas se observa que la mayoría de los fiscales provinciales
penales y superiores penales emiten formalización de denuncias y
dictámenes
acusatorios
sin
respetar
el
derecho/garantía
a
no
autoincriminarse.
3.
Por otro lado en nuestro País, al no existir las salvaguardas
positivas necesarias para cautelar y proteger este derecho/garantía, las
declaraciones
obtenidas
durante
el
proceso
violentando
este
derecho/garantía son actualmente incorporadas al proceso penal peruano,
asumiéndose como lícitas, cuando en realidad constituyen prueba
prohibida por lo urge su reglamentación a fin de evitar que se sigan
produciendo sentencias condenatorias que violenten este derecho/garantía
a la no autoincriminación, y porque no incluirlo de manera clara, expresa y
precisa en la carta magna del Perú.
Vale decir que estas recomendaciones van dirigidas al
Presidente del Poder Judicial y a la jefa de OCMA para que cumplan con
hacer una exhaustiva revisión de las resoluciones en materia penal que
expiden los magistrados, tales como los auto apertorio de instrucción y las
sentencias condenatorias, ya que las mismas se emiten vulnerando el
derecho/garantía a la no autoincriminación de los procesados.
4.
Exhortar al Presidente del Consejo Directivo de la AMAG y a
los miembros que la conforman, capacitar y formar a los magistrados del
distrito fiscal y judicial de lima sur, en torno al desarrollo del proceso penal,
80
y que conozcan a fondo el derecho/garantía a no autoincriminarse que
tiene el investigado cuando el Estado lo persigue por la comisión de un
delito, ello a la luz del sistema constitucional de convencionalidad
consagrado en la cuarta disposición final y transitoria de la Constitución
Política del Perú, puesto que como sabemos nuestro País ha ratificado
diversos convenios y tratados internacionales como la Declaración
Universal de Derechos Humanos. Puesto que en la distintas resoluciones
judiciales y fiscales expedidas por los magistrados que radican ene l radio
urbano de lima, se observa que éstos no respetan ni aplican el
derecho/garantía a no autoincriminarse que tiene el investigado, imputado y
procesado en el desarrollo de un proceso penal.
5.
Finalmente ponemos a conocimiento al Presidente del
Consejo Nacional de la Magistratura y a los miembros que la conforman,
ser más exigentes al momento de la evaluación y ratificación que se les
hace a los magistrados del poder judicial y del Ministerio Público del Radio
Urbano de Lima Sur, ya que ante la creación de éste nuevo distrito fiscal y
judicial de Lima Sur, la mayoría de los magistrados por la premura del
tiempo y a veces por el desconocimiento, no respetan ni aplican derechos y
garantías fundamentales que se deben dar a la luz de un proceso penal
contemporáneo, tales como el derecho de defensa, presunción de
inocencia y debido proceso, ý en concreto el derecho/garantía a no
autoincriminarse que en diversas etapas del proceso penal se observa que
ha sido vulnerado. Es por ello que invocamos tener mayor énfasis al
momento de evaluar y ratificar a los magistrados que imparte y administran
justicia, ya que estas omisiones afectan el desarrollo del proceso y en
muchos casos vulnerando la dignidad y la libertad de las personas.
81
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84
ANEXOS
85
ANEXOS
Jurisprudencia Nacional e Internacional
1.- Jurisprudencia del Tribunal Constitucional Español.
SUMILLA:
Se
señala
los
alcances
del
derecho
a
la
no
autoincriminación a raíz de la cuestión de inconstitucionalidad
planteada contra el art. 380 del C.P. que tipifica como delito, la omisión
del conductor a someterse a las pruebas de alcoholemia cuando es
requerido por los agentes de Seguridad.
Nº 197/1998, del 21-12-1996, Fecha BOE 04-01-98.Pte.: Ruiz Vadillo,
Enrique
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- La presente cuestión de inconstitucionalidad tiene por
objeto el enjuiciamiento del art. 380 C.P. desde la perspectiva de los
arts. 1,1, 9,3, 17,3, 24,2, 25,2 y 53 CE. El nuevo tipo penal establece
que "El conductor que, requerido por el agente de la autoridad, se
negare a someterse a las pruebas legalmente establecidas para la
comprobación de los hechos descritos en el artículo anterior, será
castigado como autor de un delito de desobediencia grave, previsto
en el art. 556 de este Código (265)". El Juzgado de lo Penal número.
1, de Palma de Mallorca considera que este precepto contraría el
principio de proporcionalidad de las penas y su orientación hacia la
reeducación y reinserción social, y lesiona los derechos a no declarar
contra uno mismo y a no confesarse culpable. El Fiscal General del
Estado apoya en lo esencial el planteamiento del auto
de
86
cuestionamiento, si bien con una doble limitación: su objeto se reduce
al ámbito típico referido a las pruebas de alcoholemia, único
relevante para la decisión judicial que la suscita; sólo aprecia la
contradicción constitucional planteada desde el contenido de los
arts. 24,2 (derecho a no declarar contra sí mismo y a no confesarse
culpable, y derecho de defensa) y 25,1 CE (que sería el que acogería
el principio de proporcionalidad de las penas).
El Abogado del Estado, por su parte, considera que el fondo de la
cuestión no es estimable. Los únicos defectos que en realidad serian
atribuibles al precepto cuestionado, y no a los que regulan las
pruebas a las que éste se refiere, son rechazables a la luz de la
consolidada jurisprudencia de este Tribunal relativa a que las
pruebas de detección discutidas no constituyen una declaración en
el sentido de los correlativos derechos del art. 24,2; CE y a la luz del
canon de análisis de proporcionalidad perfilad o recientemente en la
STC 55/ 1996.
SEGUNDO.- Antes de entrar en el análisis del fondo de la cuestión
planteada, debemos precisar su objeto ya que, como queda dicho, el
Fiscal pretende limitar su alcance únicamente a lo atinente a las
pruebas de la alcoholemia. Basa su alegato en la irrelevancia parcial
del artículo cuestionado y con ello la irrelevancia parcial de su validezpara el sentido de la resolución que debe dictar. Entiende que, como
lo que se le imputa al denunciado en el procedimiento de origen
es su "negativa a someterse a las pruebas de alcoholemia. Basa su
alegato en la irrelevancia del artículo cuestionado y con ello la irrelevancia
parcial de su validez para el sentido de la resolución que debe dictar.
Entiende que, como se le imputa al denunciado en el procedimiento de
su origen es “su negativa a someterse a la prueba de alcoholemia”,
87
habría que limitar el juicio de constitucionalidad a esta "posibilidad
comisiva", a este "supuesto de delito de desobediencia", dejando al
margen, en aras a la preservación del sentido y la naturaleza de la
cuestión de inconstitucionalidad, el análisis del art. 380 C.P. en lo
relativo a la negativa a las pruebas de detección de la conducción
bajo la influencia de drogas tóxicas,
estupefacientes o sustancias
psicotrópicas.
Tiene razón la Fiscalía cuando acentúa la trascendencia del requisito
de relevancia para la preservación de la correcta utilización del cauce
de la cuestión de inconstitucionalidad. Sin embargo, al determinar el
objeto de este tipo de proceso constitucional debe tenerse presente
que, aunque la cuestión de inconstitucionalidad deba plantearse
ineludiblemente con ocasión de la aplicación de un precepto legal
concreto a un caso determinado, el objeto de control es el precepto
considerado en abstracto; aunque, para distinguir la cuestión del
recurso de inconstitucionalidad en algunas sentencias de este
Tribunal se haya calificado la primera como proceso de control
concreto, con esta expresión se ha querido destacar que es un
proceso que tan sólo puede plantearse con ocasión de la aplicación
del precepto cuestionado a un caso concreto y siempre que de su
validez dependa el fallo suspendido en el proceso judicial; sin
embargo , una vez promovida la cuestión, el objeto y el tipo de
control
es
en
lo
sustancial
idéntico
al
del
recurso
de
inconstitucionalidad ya que en los dos casos se trata de contrastar en
abstracto el precepto legal con las normas que integran el llamado
bloque de la constitucionalidad.
TERCERO.- El fondo
de
la cuestión
suscita dos
problemas
principales, a saber: la conformidad del art. 380 CP con los derechos
a no declarar, a no confesarse culpable y, más en general, con el
88
derecho a la defensa y a la presunción de inocencia contemplados
en los arts. 17 y 24,2 CE y, en segundo lugar, la proporcionalidad de
la pena ex art. 25,1 CE en relación con los arts. 1,1, 9,3 CE y, en
especial, con el art. 17 del Texto constitucional.
El órgano
cuestionante
sugiere
también
otra perspectiva
de
evaluación constitucional de la norma penal referida: la de la
orientación de las penas privativas de libertad hacia la reeducación y
reinserción social a la que se refieren los arts. 25,2, y 53,1 C.E.
Concretamente sostiene que la pena de privación de libertad prevista en el art. 380 CP "está orientada, exclusivamente, a una
finalidad de prevención general", con lo que se desconoce el
mandato contenido de los preceptos citad os en la Constitución. No
obstante, como ya adelantábamos y como destaca el Aboga do del
Estado, los argumentos esgrimidos para sustentar la infracción del
art. 25,2CE y la del art. 53 CE, de improcedente e infundada
invocación carecen de poder de convicción.
En efecto, no se entiende por que esta concreta pena privativa de
libertad, descrita abstractamente en el artículo como es lo habitual,
no está o no estará orientada en su ejecución a los fines de
reeducación y resocialización social. Asimismo, debe recordarse que
este Tribunal ha reitera do que las finalidades del art. 25,2 CE no
tienen un carácter prioritario sobre otras de prevención general
u
otras
el
de
prevención
especial;
es más,
resulta
discutible
presupuesto de que la propia imposición de la sanción no despliega
ninguna función resocializad ora
(SSTC 19/ 398B, 150/ 3991,
55/1996).
Por otra parte, si lo que quiere decirse al alegar la vulneración del
art. 25,2 CE es que los autores del delito contemplado en el art. 380
CP no requieren socialización, debe precisarse que esta afirmación
89
comporta en última instancia la negación del carácter lesivo del
comporta miento típico, que no implicaría ningún atentado a la
sociedad, así como la consideración de que la re- socialización en
cualquiera de sus grados sólo viene indicada con respecto a ciertos
delitos. Ninguna de estas afirmaciones y premisas será cogida.
CUARTO.- El primero de los núcleos de la presente cuestión de
inconstitucionalidad se refiere, pues, a la conformidad del nuevo tipo
penal con el derecho del detenido a no declarar y con los derechos
de todos a no declarar contra sí mismos y a no confesarse culpables.
El escrito de la Fiscalía, por su parte, añade la perspectiva del
derecho de defensa.
Esta duda de constitucionalidad ha sido ya, en su esencia,
expresamente abordada y resuelta por este Tribunal. La STC 103/
1985 afirmaba que "el deber de someterse al control de alcoholemia
no puede considerarse contrario al derecho a no declarar, y no
declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable, pues no se
obliga al detectado a
emitir
una declaración
que exteriorice un
contenido, admitiendo su culpabilidad, sino a tolerar que se le haga
objeto de una especial modalidad de pericia, exigiéndole una
colaboración no equiparable a la declaración comprendida en el
ámbito de los derechos proclamados en los arts. 17,3 y 24,2 CE" (f. j.
3º también, STC 76/ 1990, f. j. 10º; AATC 837/ 1988, f. J. 2º;
y221/
1990, f. j.2º).
Contemporáneamente, la STC 107/ 1985 añadía que la realización
de una prueba de alcoholemia no entraña exigencia alguna de
declaración autoincriminatoria del afectado, y sí sólo la verificación de
una pericia técnica de resultado incierto y que no exorbita, en sí, las
funciones propias de quienes tienen como deber la preservación de
la seguridad del tránsito y, en su caso, en mérito de lo dispuesto en
90
el art. 492,1 LECr., la detención de quien intentare cometer un delito
o lo estuviere cometiendo. En estos términos, la verificación de la
prueba
que
se
considera
sometimiento, no ilegítimo
supone,
para
el
afectado,
un
desde la perspectiva constitucional, a
las normas de policía, sometimiento al que incluso, puede verse
obligado sin la
previa existencia de indicios de infracción, en
el
curso de controles preventivos realizad os por los encarga dos de
velar por la regularidad y seguridad del transito" (f. j. 3º; también,
SSTC 22/ 1988, f. j. 1º, y 252/ 1994, f. j.4º).
Esta doctrina ha sido recordada en otras ocasiones con éstas u otras
palabras. Así, la STC 195/ 1987 afirmaba rotundamente que en la
determinación del grado de alcohol en sangre a través del
correspondiente test de alcoholemia no es contraria a las garantías
constitucionales (f.j.2º); el ATC 61/ 1983 establecía que sin perjuicio,
naturalmente, del derecho del ciudadano a rehusar la sujeción a tal
prueba y de soportar las consecuencias que del rechazo se puedan
derivar (f.j.2º) y la STC 252/ 1984 reiteraba la caracterización de la
prueba de alcoholemia como “una pericia técnica en que la
participación del detenido con declaraciones autoinculpadoras está
ausente” (f. j. 4º). Más recientemente, la STC 197/ 1995 volvía a
negar la catalogación de dicha prueba como declaración (f. j.8º).
QUINTO.- Debemos ahora reiterar esta doctrina, con ocasión de la
resolución de la presente cuestión y de las nuevas dudas de
corrección jurídica que al respecto ha levanta do el art. 380 CP. La
resurrección de esta incertidumbre, por cierto, carece de apoyo en la
norma cuestionada, que no sólo no establece pruebas de detección
de alcohol o drogas en los conductores, como apuntábamos antes,
sino que tampoco impone ex novo su obligatoriedad: se limita a
91
aumentar el rigor de las consecuencias de su incumplimiento y a
elevarlas del ámbito administrativo al penal.
Como ya anunciábamos, la reconsideración que ahora se nos pide,
ni siquiera ampliando las perspectivas del enjuicia- miento a otros
aspectos del propio art. 24, puede dar pie a un cambio de criterio
jurisprudencial. Recientemente recordaba el Tribunal Europeo de
Derechos Humanos (S 17 diciembre 1996, caso Saunders contra el
Reino Unido, parágrafo 68; previamente en la S 25 febrero 1993, caso
Funke contra Francia, parágrafo 44, y en la S 8 febrero 1996, caso
John Murray contra el
Reino
Unido, parágrafo 45), el derecho al
silencio y el derecho a no autoincriminarse, no expresamente
mencionad os en el art. 6 del Convenio, residen en el corazón mismo
del derecho a un proceso equitativo y enlazan estrechamente con el
derecho a la presunción de inocencia. Nuestra Constitución si
menciona específicamente los derechos "a no declarar contra sí
mismo y a no confesarse culpables, estrechamente relacionad os, en
efecto, con el derecho de defensa y con el derecho a la presunción
de inocencia, de los que constituye una manifestación concreta.
Así, por una parte, el silencio constituye una posible estrategia
defensiva del imputado o de quien pueda serlo, o puede garantizar la
futura elección de dicha estrategia. Como explicábamos "in extenso"
en la STC 197/ 1995, mientras que en el viejo proceso penal
inquisitivo "regido por el sistema de prueba tasada, el imputado era
considerado como objeto en el proceso penal, buscándose con su
declaración, incluso mediante el empleo del tormento, la confesión
de los cargo s que se le imputaban, en el proceso penal acusatorio el
imputado ya no es objeto del proceso penal, sino sujeto del mismo,
esto es, parte procesal y de tal modo que su declaración, a la vez
que medio de prueba o acto
de investigación, es
y ha de ser
92
asumida esencialmente como una manifestación o un medio idóneo
de defensa. En cuanto tal, ha de reconocérsele la necesaria liberta d
en las declaraciones que ofrezca y emita, tanto en lo relativo a su
decisión de proporcionar la misma declaración, como en lo referido al
contenido de sus manifestaciones. Así pues, los derechos a no
declarar contra sí mismo y a
garantías o
no confesarse culpable (...) son
derechos instrumentales del genérico derecho
de
defensa, al que prestan cobertura en su manifestación pasiva, esto
es, la que se ejerce precisamente con la inactividad del sujeto sobre
el
que
recae
o
puede
recaer
una
imputación,
quien,
en
consecuencia, puede optar por defenderse en el proceso en la forma
que estime más conveniente para sus intereses , sin que en ningún
caso pueda ser forzado o inducido, bajo constricción o compulsión
alguna a declarar contra si mismo o a confesarse culpables (f. j. 6º).
Por otra parte, los derechos alegados en la presente cuestión
entroncan también con una de las manifestaciones del derecho a la
presunción de inocencia: la que sitúa en la acusación la carga de la
prueba; esta carga no se puede trocar tácticamente haciendo recaer
en el imputado la obligación de aportar elementos de prueba que
supongan una autoincriminación. En palabras también de la STC
197/ 1995, "el ejercicio del "iuspuniendi" del Estado en sus diversas
manifestaciones está sometido al juego de la prueba de cargo o
incriminatoria de la conducta reprochada y un procedimiento en el
que la persona a la que se le imputa aquélla pueda ejercer su
derecho de defensa". (f.j.7º).
SEXTO.- A la luz de lo anterior tiene pleno sentido la diversidad de
perspectivas que desde el propio seno del art. 24,2 CE, y partiendo
de un origen y un fundamento dogmático común, aplican al precepto
cuestionado el órgano judicial cuestionante y el Fiscal General. La de
93
los derechos a la no declaración y a la no confesión es, desde cierto
punto de vista, más restringida, pues puede considerarse que
comprende
únicamente
la
interdicción
de
la
compulsión
del
testimonio contra uno mismo, mayor amplitud tiene la prohibición de
compulsión a la aportación de elementos de prueba que tengan o
puedan tener en el futuro valor incriminatorio contra el así compelido,
derivada del derecho de defensa y del derecho a la presunción de
inocencia. Esta amplitud, sin embargo, debe so- meterse a un doble
tamiz en el complejo equilibrio de garantías e intereses que se
concitan en el procedimiento sancionador: las garantías frente a la
autoincriminación se refieren en este contexto solamente a las
contribuciones del imputado o de quien pueda razonablemente
terminar siéndolo y solamente a las contribuciones que tienen un
contenido directamente incriminatorio.
Así, en primer lugar, tal garantía no alcanza sin embargo a integrar en
el derecho a la presunción de inocencia la facultad de sustraerse a
las diligencias de prevención, de indagación o de prueba que
proponga la acusación o que puedan disponer las autoridades
judiciales o administrativas. La configuración genérica de un derecho
a no soportar ninguna diligencia de este tipo dejaría inermes a los
poderes públicos en el desempeño de sus legítimas funciones de
protección de la libertad y la convivencia dañaría el valor de la
justicia y las garantías de una tutela judicial efectiva, y cuestionaría
genéricamente
la
legitimidad
de
diligencias
tales
como
la
"identificación y reconocimiento de un imputado, la entrada y registro
en
un
domicilio,
o
las
intervenciones
telefónicas
o
de
correspondencia. En esta línea, en relación con una diligencia de reconocimiento médico de una imputada, tuvimos ya ocasión de
precisar que su ejecución "podría ser compelida mediante la
advertencia de las consecuencias sancionad oras que pueden
94
seguirse de su negativa o de la valoración que de ésta quepa hacer
en relación con los indicios ya existentes" (STC 37/ 3989, f. j. 8º).
Los mismos efectos de desequilibrio procesal, en detrimento del
valor de la justicia, y de entorpecimiento de las legítimas funciones
de la Administración, en perjuicio del interés publico, podría tener la
extensión de la facultad de no contribución a cualquier actividad o
diligencia con independencia de su contenido o de su carácter, o la
dejación de la calificación de los mismos como directamente
incriminatorios a la persona a la que se solicita la contribución. En
sum a, como indican el prefijo y el sustantivo que expresan la
garantía de autoincriminación, la misma se refiere únicamente a las
contribuciones de contenido directamente incriminatorio.
SEPTIMO.- Aplicando lo que antecede en los dos fundamentos
anteriores a la presente cuestión de inconstitucionalidad, hemos de
reiterar, en primer lugar, que las pruebas para la comprobación de la
conducción bajo la influencia del alcohol o de drogas tóxicas,
estupefacientes o sustancias psicotrópicas, y,
entre ellas, las
de
espiración de aire a través de un alcoholímetro, no constituyen
en rigor una declaración o testimonio por lo que no pueden suponer
vulneración alguna de los derechos a no declarar , a no declarar
contra uno mismo y a no confesarse culpable.
Tampoco menoscaban "per se" el derecho a la presunción de
inocencia por inversión de la carga material de la prueba. Las
pruebas de detección discutidas, ya consistan en la espiración de
aire, ya en la extracción de sangre, en el análisis de orina o en un
examen médico, no constituyen actuaciones encaminadas a obtener
del sujeto el reconocimiento de determinados
hechos o su
interpretación o valoración de los mismos, sino simples pericias de
resultado incierto que, con independencia de que su mecánica con95
creta no requiera sólo un comporta miento exclusivamente pasivo,
no pueden catalogarse como obligaciones de autoincriminarse, es
decir, como aportaciones o contribuciones del sujeto que sostengan
o puedan sostener directamente, en el sentido antes d icho, su
propia imputación penal o administrativa, ya que, según se dijo en la
STC 76/ 1990 respecto de la obligación de exhibir o aportar
determinados documentos contables, con ello quien se ve sometido
a esas pruebas "no está haciendo una declaración de voluntad ni
emite una declaración que exteriorice un contenido admitiendo su
culpabilidad. En el mismo sentido se pronuncia la STC 197/ 1995 en
relación con la obligación del titular de un vehículo de identificar al
conductor presuntamente responsable de una infracción. De ahí
que no exista el derecho a no someterse a estas pruebas y sí, por
contra, la obligación de soportarlas.
Esta obligación nace, en efecto, no sólo de la evidente legitimidad
genérica de este tipo de actuaciones de los poderes públicos como
actuaciones de indagación de la policía judicial para la detección de la
comisión de delitos, sino también de una justificación análoga de las
mismas cuando corresponden a la función de supervisión de la
Administración
de
que
las
actividades
peligrosas
lícitas
se
desarrollen en el marco de riesgo permitido por el ordenamiento.
Desde la óptica del ciudadano y como contrapartida de la propia
permisión del riesgo circulatorio, ésta se traduce en un correlativo
deber de soportar estas actuaciones de indagación y control, y de
colaborar con su práctica, dentro naturalmente del espacio ya
reseñado que demarcan sus garantías procedimentales esenciales.
En efecto, la conducción de vehículos a motor es una actividad que
puede poner en grave peligro la vida y la integridad física de mu chas
personas, hasta llegar a convertirse en la actualidad en la primera
96
causa de mortalidad en un segmento de edad de
la población
española; de ahí que, como sucede con otras mu chas actividades
potencialmente peligrosas, resulte plenamente justificable que los
poderes públicos, que deben velar en primerísimo lugar por la vida
de los ciudadanos, supediten el ejercicio de esta actividad al
cumplimiento de severos requisitos, sometan a quienes quieran
desarrollarla a controles preventivos llevados a cabo por parte de las
Administraciones Públicas y se anude a su incumplimiento sanciones
acordes con la gravedad de los bienes que se pretende proteger.
La obligación de someterse a las pruebas de detección de alcohol u
otras sustancias estupefacientes, a pesar de las dudas que pudiera
suscitar el tenor litera l del art. 380 CP, tiene como objetivo, pues, el
de comprobar si los conductores cumplen las normas de policía
establecidas para
garantizar
la seguridad del tráfico. Dicho
sometimiento no sólo supone una autoincriminación en relación con un
delito contra la seguridad en el tráfico, por lo ya expuesto, sino que
constituye hoy en el nuevo Código penal el mandato típico de un
delito específico de desobediencia, respecto del cual, a su vez, frente
a lo que sugiere el Fiscal, carece de sentido plantear la negativa al
sometimiento a las pruebas no como delito per se, sino como un
acto de autoincriminación.
El criterio expuesto converge en lo esencial con el de la resolución (73)
7 del Comité de Ministros del Consejo de Europa, de 22 marzo
1973, que indica que "nadie podrá negarse o sustraerse a una
prueba del aliento, a que se le tome una muestra de sangre o
a
someterse a un reconocimiento médico. Las legislaciones nacionales
serán las responsables de velar por la aplicación de este principio
(punto II, 2 c). Es también acorde con el que sustenta al res- pecto el
Tribunal Europeo de Derechos Humanos (S 17 diciembre 1996, caso
97
Saunders contra el Reino Unido, parágrafo 69) y la Co- misión
Europea de Derechos Humanos (asuntos 968/ 61 y 8.239/1978).
OCTAVO.- El segundo interrogante fundamental que desde la
Constitución se dirige al art. 380 CP se refiere a la relación de
proporcionalidad entre el desvalor del comporta miento que tipifica y
la pena de prisión de 6 meses a 1 año que se le asigna. El
desequilibrio resultante constituiría, a juicio del órgano judicial
cuestionante y del Fiscal, una infracción de los arts. 1,1, 9,3 y 25,1
CE: así lo demostraría tanto la suficiencia protectora de la seguridad
viaria de medidas alternativas de índole procesal o administrativa,
como la comparación de la conducta típica sancionada con merece la
conducta a cuya detección se dirigen las pruebas requeridas (arresto
de 8 a 12 fines de semana multa de 3 a 8 meses, y privación del
derecho a conducir vehículos de motor y ciclo motores por tiempo
superior a 1 e inferior a 4 años).
El planteamiento constitucional del problema indica- do por el Fiscal
es el adecuado. Como afirmaba la STC 55/ 1996, "el principio de
proporcionalidad
no
constituye
en
nuestro
ordena-
miento
constitucional un canon de constitucionalidad autónomo cuya
alegación pueda producirse de forma aislada respecto de otros
preceptos constitucionales. Es, si quiere decirse así, un principio que
cabe inferir de determinados preceptos constitucionales y, como tal,
opera esencialmente como un criterio de interpretación que permite
enjuiciar
las
posibles
vulneraciones
de
concretas
normas
constitucionales (...). El ámbito en el que normalmente y de forma mu
y
particular
resulta
aplicable
(...)
es
el
de
los
derechos
fundamentales (f. j. 3º). En el presente caso lo que en realidad se
plantea es el trata miento desproporcionad o de la liberta d personal
en cuanto contenido de una sanción, lo que nos lleva naturalmente
98
de la mano del art. 17 CE al art. 25, CE (STC 55/ 1996, f. j. 3º "in
fine").
NOVENO.- Cualquier tacha de desproporción en esta sede y, en
general, en jurisdicción de declaración de inconstitucionalidad debe
partir inexcusablemente "del recuerdo de la potestad exclusiva del
legislador para configurar los bienes penalmente protegidos, los
comportamientos penalmente reprensibles, el tipo y la cuantía de las
sanciones penales, y la proporción entre las conductas que pretende
evitar y las penas con las que intenta conseguirlo". En el ejercicio de
dicha potestad "el legislador goza, dentro de los límites establecidos
en la Constitución, de un amplio margen de liberta d que deriva de su
posición constitucional y, en última instancia, de su específica
legitimidad democrática (...). De ahí que, en concreto, la relación de
proporción que deba guardar un comporta miento penalmente típico
con la sanción que se le asigna será el fruto de un complejo juicio de
oportunidad que no supone una mera ejecución o aplicación de la
Constitución, y para el que "ha de atender no sólo al fin esencial y
directo de protección al que responde la norma, sino también a otros
fines legítimos que puede perseguir con la pena y a las diversas
formas en que la misma opera y que podrían catalogarse como sus
funciones o fines inmediatos
a las diversas formas en
conminación abstracta de la pena y
que la
su aplicación influyen en el
comporta miento de los destinatarios de la norma intimidación,
eliminación
de
la
venganza
privada,
consolidación
de
las
convicciones éticas generales, refuerzo del sentimiento de fidelidad
al
ordenamiento,
resocialización,
etc.-
y
que
se
clasifican
doctrinalmente bajo las denominaciones de prevención general y de
prevención especial. Estos efectos de la pena dependen a su vez de
factores tales como la gravedad del comportamiento que se pretende
99
disuadir, las posibilidades fácticas de su detección y sanción, y las
percepciones sociales relativas a la adecuación entre delito y pena"
(STC 55/ 1996, f. j. 6º).
"La reflexión anterior anticipa ya los límites que en esta materia tiene
la jurisdicción de este Tribunal frente al legislador (...). Lejos (...) de
proceder a la evaluación de su conveniencia, de sus efectos, de su
calidad o perfectibilidad, o de su relación con otras alternativas
posibles, hemos de reparar únicamente cuando así se nos demande,
en su encuadramiento constitucional. De
ahí que una hipotética
solución desestimatoria ante una norma penal cuestionada no
afirme nada mas ni nada menos que su sujeción a la Constitución,
sin implicar, por lo tanto, en absoluto, ningún otro tipo de valoración
positiva en torno a la misma" (f. j. 6º). En sum a, no se trata ahora de
evaluar la eficacia o la bondad del art. 380 ni de calibrar el grado de
desvalor de su comporta miento típico o el de severidad de su
sanción. Sólo nos compete enjuiciar si en esta intervención legislativa
se han
respetado
los límites
externos
que
el principio de
proporcionalidad impone desde la Constitución al trata miento de la
libertad personal.
DECIMO.- Antes de enjuiciar la alegada desproporción de la sanción
desde la perspectiva suscitad a por el órgano cuestionante, conviene
precisar, como "prius" lógico de este enjuiciamiento, los bienes o
intereses que la norma cuestionada pretende proteger.
Esta
primera
aproximación
al
problema
de
proporcionalidad
suscitado podría incluso conducir ya a su resolución desestimatoria "si
el sacrificio de la libertad que impone la norma persigue la
preservación
de
constitucionalmente
bienes
o intereses, no
proscritos,
sino
ya,
sólo,
por
también,
supuesto,
socialmente
irrelevantes (STC 111/ 1993, f. j. 9º)" (STC 55/ 1996, f. j.7º).
100
Como se desprende de la rúbrica del capítulo en el que se inscribe
"delitos contra la seguridad del tráfico", de la caracterización como
"conductor" de su sujeto activo y de la naturaleza de la conducta que
las pruebas a las que se refiere trata de verificar conducción de un
vehículo a motor no cabe duda de que la de protección de la
seguridad en el tráfico rodado forma parte de las finalidades
esenciales del art. 380 CP. La propia expresión de esta finalidad
inmediata lleva a la constatación de otra mediata: el riesgo que se
trata de evitar la seguridad que
se trata de protegerlo es
fundamentalmente para "la vida o la integridad de las personas" (art.
381), bienes que se integra n así en el ámbito de protección de la
norma.
Una segunda inferencia de la finalidad de la norma cuestionada
tiene su origen en la catalogación expresa del tipo como de
desobediencia grave, previsto en el art. 556 CP. La punición de la
desobediencia trata, por una parte, de proteger el "orden público", tal
como indica el título en el que se ubica el delito. Dicho orden público
se entiende en la doctrina y en la jurisprudencia del Tribunal
Supremo bien como orden jurídico, bien como paz social, o como
clima de tranquilidad en la esfera no íntima o privada de los
ciudadanos, o como coexistencia social, pacífica y adecuada de las
relaciones interindividuales. Si bien este primer aspecto del objeto de
protección puede verse como una mera abstracción del ya definid o
como seguridad del tráfico, que sería el orden y el sector concreto de
lo público que se trata de asegurar, debe destacarse una segunda
finalidad protectora propia del tipo penal de desobediencia, cual es
la constituida por la dignidad y las condiciones de ejercicio de la
legítima función pública también llamado principio de autoridad -,
aspecto este de protección que acentúa el Aboga do del Estado en el
presente proceso.
101
La
constatación
anterior
de
las
finalidades
de
la
norma
cuestionada, corrobora da por el debate parlamentario habido en la
tramitación de la disposición, demuestra la razonabilidad de la
medida y no tiene mayor es ambiciones de precisión que las que
sirven al análisis de la alegación de posible desproporción de la
pena del art. 380 CP. A partir de dicha conclusión no requiere mayor
fundamentación, por su obviedad, la afirmación del carácter
socialmente relevante de los bienes protegidos. La indiscutible
trascendencia del mismo debe, sin duda, tenerse muy presente al
enjuiciar la proporcionalidad de las penas previstas. Por lo de- más,
que la norma no persigue dichas finalidades legítimas a través de la
punición del ejercicio de derechos fundamentales, y en concreto del
derecho de defensa, del derecho del detenido a no declarar, del
derecho a no declarar contra uno mismo y a no confesarse culpable,
y del derecho a la presunción de inocencia, es algo que ya hemos
argumentado y concluido en el fundamento anterior.
UNDÉCIMO.- El órgano judicial cuestionante no pone en duda la
idoneidad cualitativa de la sanción de prisión de 6 meses a 1 año
para procurar el sometimiento de los conductores a las pruebas de
detección y para contribuir así a la consecución de los demás fines
mediatos de la norma. Si alega, en cambio, la desproporción de la
sanción dada la existencia de otras medidas menos gravosas.
Respecto del canon para determinar la proporcionalidad de un
precepto basado en el argumento de "la existencia o no de medidas
alternativas menos gravosas pero
de
la misma
eficacia que la
analizada", ya hemos dicho que el control de este Tribunal
Constitucional "tiene un alcance y una intensidad mu y limitadas" so
pena de arrogar se un papel de legislador imaginario que no le
corresponde y de verse abocado a realizar las correspondientes
consideraciones políticas, económicas y de oportunidad que le son
102
institucionalmente ajenas y para las que no esté orgánicamente
concebido, pues, "sólo si a la luz del razonamiento lógico, de datos
empíricos no controvertidos y del conjunto de sanciones que el
mismo legislador ha estimado necesarias para alcanzar fines de
protección análogos, resulta evidente la manifiesta suficiencia de
un medio alternativo menos restrictivo de derechos para
la
consecución igualmente eficaz de las finalidades deseadas por el
legislador, podría procederse a la expulsión de la norma del ordenamiento (SSTC 55/ 1996, f. j.8º).
Las medidas alternativas han de ser, pues, palmaria- mente de
menor intensidad coactiva y de una funcionalidad manifiestamente
similar a la que se critique por desproporcionad a. Las que alega el
Mº Fiscal que reúnen dichas características son la in- movilización
del vehículo del conductor que se niega al sometimiento de la prueba
de detección de alcohol o drogas, las sanciones administrativas
preexistentes a la nueva pena, y la imposición de dichas pruebas por
los Juzgados de Instrucción en el marco del ordenamiento procesal
penal.
Pues bien, desde los estrictos límites a los que debe ceñirse nuestro
enjuiciamiento,
debe
afirmarse
que
las
medidas
alternativas
aducidas o no son palmariamente menos gravosas para los
ciudadanos no lo son, por ejemplo, las medidas de compulsión
judicial directa previstas en nuestro ordenamiento- o no tienen de
forma manifiesta una similar eficacia -no la tienen la inmovilización
del vehículo ni las sanciones administrativas, cuya menor gr a- vedad
impide a este Tribunal concluir que vayan a causar similares efectos.
Ninguna de las propuestas resulta pues convincente para afirmarla
manifiesta falta de necesidad de la pena del art. 380 CP.
103
DUODÉCIMO.- La posible tacha de desproporción en la que más
abundan el auto de planteamiento y el informe del Fiscal es la que se
derivaría
de
la
comparación
directa
entre
el
desvalor
del
comportamiento tipificado y la cuantía de la sanción. Sostendrían la
afirmación de un tal desequilibrio inconstitucional los siguientes
argumentos: el cotejo de la sanción del art. 380 CP (que por remisión
al art. 556 CP es de 6 meses a 1 año de prisión) con la más leve del
que le precede ("arresto de 8 a 12 fines de semana o multa de 3 a 8
meses y, en cualquier caso, privación del derecho a conducir
vehículos a motor y ciclomotores , respectivamente, por tiempo
superior a 1 y hasta 4 años"), que castiga un comportamiento, el de
conducción bajo la influencia de las drogas o del alcohol, a cuya
detección se dirige instrumentalmente el comportamiento que impone
el precepto cuestionado; la comparación de la gravedad de los
comportamientos que se catalogaban jurisprudencialmente como de
desobediencia grave con el ahora conceptuado
como tal; la
impunidad de la negativa del imputado a someterse a pericias de
indagación en relación con cualquier otro tipo de deli- tos, incluidos
los más graves; y la intención típica del sujeto activo del delito de
velar por su defensa o por su dignidad, lo que disminuiría el desvalor
de su conducta.
En aplicación de las ideas fundamentales relativas al principio de
proporcionalidad como criterio de enjuiciamiento del trata miento de
derechos fundamentales, hemos de reiterar que la relación final que
guarde la magnitud de los beneficios obtenidos por la norma penal y
la magnitud de la pena es el fruto de un complejo análisis político
criminal y técnico que sólo al legislador corresponde y que, por ende,
en ningún caso se reduce a una exacta proporción entre el desvalor
de la sanción y el desvalor del comportamiento prohibido, según un
hipotético baremo preciso y pre- fijad o. La relación valorativa entre
precepto y sanción sólo será indicio de una vulneración del derecho
fundamental que la sanción
limita cuando atente contra "el valor
104
fundamental de la justicia propio de un Estado de Derecho y de una
actividad pública no arbitraria y respetuosa con la dignidad de la
persona (SSTC 66/ 1985,
f. j. 1º; 65/ 1986, f. j. 2º; 160/ 1987, f. j. 6º b;
111/ 1993, f. j. 9º; 50/ 1995,fj. 7º)" (STC 55/ 1996, f. j. 9º); es decir,
cuando concurra un desequilibrio patente y excesivo o irrazonable
entre la sanción y la finalidad de las normas a "partir de las pautas
axiológicas constitucionalmente indiscutibles y de su concreción en la
propia actividad legislativa" (STC S5/ 1996, f. j. 9º). Sólo este criterio
de proporcionalidad es el que corresponde aplicar a este Tribunal
para la evaluación de si se ha producido un sacrificio excesivo del
derecho fundamental que la pena restringe. A ese contenido mínimo
de proporcionalidad se constriñe, pues nuestro juicio, por lo que,
como hemos reitera do, no comporta ninguna evaluación añadida de
calidad o de conveniencia de la norma cuestionada.
DÉCIMO TERCERO.- A la vista de los importantes bienes e intereses
protegidos que resumíamos en el f. j. 10º y a pesar de la indudable
severidad sancionad ora que en sí supone la imposición de una pena
privativa de liberta d, no constatamos un "desequilibrio patente y
excesivo o irrazonable" entre el desvalor de la conducta y la sanción
que nos conduzca a afirmar que se ha producido una lesión de la
libertad desde la perspectiva de los arts. 17,1 y 25,1CE.
Ninguno de los argumentos comparativos que se aporta n en
oposición a esta conclusión posee capacidad de convicción para
modificarla:
a) Como señala el Aboga do del Estado, la comparación con el art.
379 CP, en primer lugar, ignorar la entrada en juego en el art. 380
CP de un nuevo bien jurídico, el propio de los delitos de
desobediencia, que no queda comprendido o consumido, cuando menos no totalmente, en la protección de la seguridad
del
trafico que procura la interdicción de la conducción bajo la
105
influencia del alcohol o de las drogas del art. 379CP.
No es ésta la única objeción que debe oponerse a la comparación
propuesta. De una parte, debe advertirse que no siempre el
legislador considera en el Código penal vigente de menor gravedad
o merecedores de menor sanción los comportamientos de incidencia
mas lejana en el bien finalmente protegido que los que lo afectan de
una manera más inmediata. El peligro abstracto o remoto puede
merecer un castigo mayor que el próximo; y esto es, a juicio del
legislador, lo que sucede en este caso, en el que, de no atajarse el
peligro abstracto se incrementaría de modo incalculable el número
de casos en que se produciría el peligro próximo. Por otra parte,
debe resaltarse que la conducción bajo la influencia de las drogas o
del alcohol no sólo constituye un comporta miento delictivo
autónomo, sino también una forma de comporta miento imprudente
que puede lesionar la vida y la integridad física de las personas. La
obligación de someterse a las pruebas referidas en el art. 38, no
pretende únicamente la detección y evitación de una conducta
peligrosa, sino que se dirige instrumentalmente también a la
detección y evitación de la comisión de homicidios y lesiones
imprudentes.
b) La comparación con el delito genérico de desobediencia grave
parte de una interpretación no irrazonable pero discutible del
mismo en torno a la injerencia de cierto s elementos subjetivos de
los que carecería supuestamente el comporta miento que
describe el art. 380 CP, que sería así más leve. Se dice así que
es propio del delito de desobediencia el ánimo del sujeto activo
de
socavar, desprestigiar
o menospreciar
el principio de
autoridad, y que esa intención, en cambio, estaría
ausente
en
el
siempre
conductor que se niega a las pruebas de
106
detección de la influencia del alcohol o de drogas, o bien, en
cualquier caso, que no sería relevante, pues el nuevo tipo del
art. 380 CP no la exigiría.
Debemos recordar, en relación con ello, que no corresponde a este
Tribunal, sino a los órganos judiciales y significativos y definitivamente
al Tribunal Supremo, indicar como han de interpretarse los
preceptos penales. Es la contemplación abstracta del precepto penal
cuestionado, de la opción legislativa en si, la que corresponde a
esta jurisdicción de declaración de inconstitucionalidad; por ello no
parece de recibo los argumentos basados en un determinado
entendimiento de las normas cotejadas: presupone discutiblemente
la existencia de cierto ánimo peculiar de desprestigio de la autoridad
en el delito genérico de desobediencia y parece negar, también
discutiblemente, su existencia fáctica en la conducta tipificada en el
art. 380 CP o su exigencia normativa en el enunciad o normativo de
éste.
En este ámbito de comparación el delito de desobediencia grave se ha
intentado también sustentar la desproporción en el plano objetivo de
los tipos comparados: en que en la desobediencia específica del art.
380 CP falta de la gravedad propia de la desobediencia del art. 566
CP, con lo que se establecería una pena igual para comportamientos
de gravedad notablemente desigual. Sin embargo , tampoco este
argumento parece convincente para sostener el reproche de
inconstitucionalidad, pues, con independencia del juicio que al
respecto pudieran venir realizando algunos órganos judiciales y con
independencia también de cualquier otra consideración de política
criminal, no
puede calificarse en absoluto de irrazonable el que el
legislador haya decidido catalogar como grave un determinado tipo
de desobediencia en virtud
de que se produce en un ámbito
socialmente tan trascendente como es el de la seguridad del tráfico
107
en relación con la conducción bajo la influencia de las drogas o del
alcohol. La orden cuya desobediencia se sanciona tiende a proteger,
en última instancia, bienes tan trascendentales como la vida y la
integridad física de las personas.
c) Cuando se afirma, en tercer lugar, la impunidad de otras
conductas de resistencia al sometimiento a diligencias de
indagación, se está volviendo a introducir como elemento de
compa- ración, no otra opción legislativa, que es lo
único
procedente en este ámbito de análisis de proporcionalidad de
las normas, sino un modo altamente discutible de entender y
aplicar el delito genérico de desobediencia grave, que excluiría
genéricamente de su ámbito la oposición de un imputado por
cualquier otro delito a ser objeto de pericias de indagación o de
reconocimiento. Por lo demás, ninguna relevancia tiene en
materia de proporcionalidad lo que también se sugiere como
agravio comparativo: la especificación típica de este tipo de
desobediencia frente a otras que también se producirían en el
ámbito procesal o pre-procesal. En definitiva, el hecho de que el
legislador penal especifique un tipo concreto de desobediencia
grave
no
puede
derivarse,
sin
más,
ninguna
tacha
de
desproporción.
d) La última de las líneas argumentales que podrían apuntar a un
posible desequilibrio directo entre precepto y sanción es la que
sostiene la levedad del comporta miento incriminado en virtud
del ánimo del sujeto activo de proteger su integridad física o sus
intereses en un futuro procedimiento.
Pero, como hemos visto, esta intención subjetiva no tiene el
respaldo objetivo del ejercicio de los correspondientes derechos
procesales o a la intimidad o a la integridad física, sea porque
108
directamente no entran en juego en el tipo de pruebas cuya
denegación se sanciona, sea porque deban ceder frente a otros
derechos o intereses preponderantes. El que, por lo demás, sin
esa
cobertura
objetiva,
puedan
pervivir
dichos
elementos
subjetivos, constituye un dato que en función del origen del
ánimo o de su intensidad o de otro tipo de circunstancias toma
ya en cuenta la legislación penal en sus preceptos generales
para la precisión del grado de injusto del hecho y del grado de
culpabilidad, y con ello para atemperar o incluso para negar la
pena. Dicho en otros términos: aun admitiendo su discutible
inherencia
al
comportamiento,
las
intenciones
subjetivas
alegadas no comporta n una automática y significativa reducción
del desvalor del comportamiento; cuando lo hagan según los
criterios generales del Código Penal, generarían la correspondiente
reducción de la sanción.
e) Una última objeción de desproporción de la sanción del art. 380
repararía en la posible levedad de la desobediencia en los
supuestos en los que el sujeto activo no ha sido advertido de las
consecuencias penales de su negativa a someterse a las
pruebas de detección de una conducción en condiciones
inadecuadas. Basta señalar al respecto que en el ordenamiento
jurídico
y,
singularmente,
en
el
Código
penal
existen
instrumentos más que suficientes para valorar las consecuencias
que pudieran derivarse de tal circunstancia.
En suma, hemos de negar que la gravedad de la sanción del art.
380 CP suponga, por su desproporción con los fines de esta
norma o con el desvelar del comporta miento que tipifica, una
lesión del derecho a la libertad. Dicha sanción no supone, desde
la perspectiva constitucional que nos es propia, un sacrificio
inútil, innecesario o excesivo de la libertad.
109
FALLO: En atención a todo lo expuesto, el Tribunal Constitucional
por la autoridad que le confiere la Constitución de la Nación
Española, ha decidido: Desestimar la presente cuestión de
inconstitucionalidad.
Dada en Madrid, 2 octubre del 2000. José Gabaldón López,
Presidente en funciones.- Fernando García Mony GonzálezRegueral.- Vicente Gimeno Sendra.- Rafael de Mendizábal Allende.- Julio
Diego
González
Camp os.- Pedro
Cruz Villalón.-
Carlesy Cabrera.- Tomas S. Vives Antón.- Pablo García Manzano,
Magistrados.
110
2.- JURISPRUDENCIA NACIONAL:
2.1. SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
EXP. N.° 00897-2010-PHC/TC/
APURÍMAC
WENCESLAO ZENÓN
ESPINOZA LÓPEZ
RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
Lima, 25 de mayo de 2010
VISTO
El
recurso
de
agravio
constitucional
interpuesto
por
don Hitler Espinoza López, a favor de don Wenceslao Zenón Espinoza
López, contra la resolución de la Sala Penal Transitoria de la Provincia de
Abancay de la Corte Superior de Justicia de Apurímac, de fojas 50, su
fecha 23 de febrero de 2010, que declaró improcedente la demanda de
autos; y,
ATENDIENDO A
1. Que, con fecha 3 de febrero de 2010, el recurrente interpone demanda de
hábeas corpus contra los vocales integrantes de la Sala Mixta de la
Provincia de Abancay de la Corte Superior de Justicia de Apurímac,
señores Alarcón Altamirano, Olmos Huallpa y Mendoza Marín, con el objeto
de que se declare la nulidad de la Resolución de fecha 2 de febrero de
2010, que resuelve condenar al favorecido a cinco años de pena privativa
de la libertad por el delito de violación sexual (Expediente N.° 036-2009.
111
Refiere que debe reponerse los hechos al estado anterior de la cuestionada
sentencia condenatoria toda vez que viola los derechos a la libertad
personal, al debido proceso y de defensa, entre otros. Al respecto señala
que los deudos de la agraviada, tomando la justicia en sus manos,
mediante amenaza de victimar al beneficiario lo condujeron ante el Fiscal
Provincial Penal de Aymaraes, acreditándose ello del expediente del que se
pude advertir que no existe la correspondiente intervención policial. Afirma
que, el favorecido, una vez puesto a disposición judicial sin la intervención
de la Policía Nacional, fue obligado a autoinculparse. Es en este contexto
que el actor solicitó la nulidad del acto procesal de la declaración
instructiva, sin embargo los emplazados procedieron a emitir la sentencia
condenatoria sin antes resolver el indicado pedido de nulidad.
2. Que la Constitución establece expresamente en el artículo 200º, inciso 1,
que el hábeas corpus procede cuando se vulnera o amenaza la libertad
individual o los derechos constitucionales conexos a ella. De otro lado el
Código Procesal Constitucional establece en su artículo 4° que el proceso
constitucional de hábeas corpus procede cuando una resolución judicial
firme vulnera en forma manifiesta la libertad personal y la tutela procesal
efectiva; por lo tanto no procede cuando dentro del proceso penal que dio
origen a la resolución que se cuestiona no se han agotado los recursos que
otorga la ley para impugnarla, o cuando, habiéndola apelado, esté
pendiente de pronunciamiento judicial.
3. Que el derecho a no autoincriminarse constituye derecho interno y ostenta
fuerza normativa directa, conforme lo establecen los artículos 1° y 55° de la
Constitución, en tanto derecho de la persona humana que se encuentra
reconocido de manera expresa en el ordinal g) del artículo 8º de la
Convención Americana de Derechos Humanos, que como parte de las
"Garantías Judiciales" mínimas que tiene toda persona procesada,
reconoce el derecho a no ser obligado a declarar contra sí mismo ni a
declararse culpable. Al respecto, se debe señalar que a través del hábeas
corpus es susceptible de controlarse todo acto u omisión de actos de
112
cumplimiento obligatorio que incidan de manera negativa y directa en el
derecho a la libertad individual, y del cual, a su vez, se denuncia su agravio
constitucional; v.gr. del pronunciamiento judicial que, vulnerando el derecho
a no autoincriminarse, restringe el derecho a la libertad individual.
4. Que, no obstante, pese a que el derecho a no autoincriminarse se tutela a
través del hábeas corpus, en el presente caso en concreto corresponde que
la demanda sea rechazada, por falta de firmeza de la resolución judicial
cuya nulidad se pretende. En efecto, de los actuados y demás
instrumentales que corren en los autos, no se acredita que la resolución
judicial cuestionada cumpla con el requisito de firmeza exigido en los
procesos de la libertad, esto es que se haya agotado los recursos que
otorga la ley para impugnar la resolución judicial que agravaría los derechos
reclamados, habilitando así su examen constitucional [Cfr. STC 4107-2004HC/TC, caso Leonel Richie Villar de la Cruz]; lo que resulta corroborado del
Informe N.° 003-2010-S-SMA-CSJAP/PJ, de fecha 4 de febrero de 2010,
que señala que el favorecido, en el acto de lectura de sentencia, interpuso
recurso de nulidad (fojas 8 y 10). Por consiguiente, la reclamación de la
demanda resulta prematura en sede constitucional.
Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que
le confiere la Constitución Política del Perú
RESUELVE
Declarar IMPROCEDENTE la demanda de hábeas corpus de autos.
Publíquese y notifíquese.
SS.
MESÍA RAMÍREZ
CALLE HAYEN
ETO CRUZ
113
2.2.
SENTENCIAS DEL PODER JUDCIAL
a) SUMILLA: Las declaraciones obtenidas violando las garantías
genéricas del debido proceso, específicamente la garantía de la no
autoincriminación, carecen de todo valor probatorio.
Expediente: Nº3043 - 11
SS. Pimentel Calle / Rafael Yana/ Cairo Cari
Villa María del Triunfo, primero de marzo de dos mil catorce.VISTOS: Interviniendo como Vocal Ponente el Doctor Pimentel
Calle; por los fundamentos de la recurrida y de conformidad
con lo dictaminado por el Señor Fiscal Superior en su dictamen
de fojas ciento noventa y ocho, y CONSIDERANDO: Además,
Primero: Que, se les atribuye a los
procesados que el día
veinticinco de enero de dos mil once intentaron sacar de la
empresa agraviada Rayón Industrial Sociedad Anónima
un
interruptor telefónico, introduciéndolo debajo de un camión
cisterna en circunstancias en que sus ocupantes no se
encontraban en el mismo, aprovechando que se efectuaba la
descarga del combustible a la planta de fuerza de la indicada
empresa, hecho del cual se percató el personal de seguridad
de dicha empresa; Segundo: Que, los imputados gozan de una
presunción juristantum; por tanto en el proceso ha de realizarse
una
actividad
necesaria
y
suficiente
para
convertirla
acusación en verdad probada, por lo que las pruebas para ser
tales deben haberse actuado con escrupuloso respeto a las
normas tuteladoras de los derechos fundamentales pues de lo
contrario son de valoración prohibida; Tercero: Que, bajo estas
consideraciones la manifestación obtenida en sede policial
carece de todo valor probatorio para efectos de argumentar una
114
responsabilidad penal del procesado Gonzáles en los hechos
materia del proceso, toda vez que dicha declaración ha sido
obtenida violando las garantías genéricas del debido proceso,
específicamente la garantía de no autoincriminación reconocida
por el artículo octavo parágrafo segundo literal “g” (Derecho a no
ser obligado a declarar contra sí mismo ni a declarar se
culpable) de la Convención Americana sobre los Derechos
Humanos; Cuarto: Que, siendo esto así y no existiendo
pruebas legalmente producidas en el proceso que acrediten la
participación del procesado en la comisión del acto delictuoso;
CONFIRMARON la sentencia de fojas ciento ochenta y ocho su
fecha veintiséis de noviembre de dos mil trece, que falla
ABSOLVIENDO a Marino Jesús Gonzáles Rivera del Delito de
Hurto en grado de tentativa en agravio de Rayón Industrial
Sociedad Anónima y RESERVA el proceso contra Raúl Almonte
Mercado hasta que sea habido, y con lo demás que contiene;
Notificándose y los devolvieron.
115
b) SUMILLA.- Al probarse la existencia de maltratos con el examen
médico practicado al detenido, quien había ingresado sano a la
entidad policial para su investigación.
Expediente Nº 1064-2011- Villa María
Sala Especializada en lo Penal, Sentencia Resolución Nº30
Lima Sur, Villa María del Triunfo, veintitrés de mayo de dos mil
trece.
VISTOS: Interviniendo como Vocal ponente el doctor SS. / Rafael
Yana; por los fundamentos de la recurrida; y, CONSIDERANDO:
Además; Primero.- Que el Hábeas Corpus tradicional tutela la
libertad física o ambulatoria, en cambio el fundamento de lo que
se conoce en doctrina constitucional como Hábeas Corpus
conectivo procede
pública
que
contra
impliquen
actos
u
agravación
omisiones
ilegítima
de
de
autoridad
la forma
y
condiciones en que se cumple la privación de la libertad, el fin de
este Hábeas Corpus no es procurar la libertad del detenido sino
enmendar la forma o el modo en que se cumple la detención, si
ellos son vejatorios: Segundo.- Que, el inciso 3) del Artículo 12 de
la Ley Nº 23506, establece que se vulnera o amenaza la libertad
individual
cuando
la
persona
es
violentada
para
obtener
declaraciones; que este, es uno de los componentes de la libertad y
seguridad personal que se encuentran previstos en la letra h)
inciso 24) del Artículo 2 de la Constitución Política del Estado;
Tercero.- Que, el Juez de Hábeas Corpus ha constatado in situ y
mediante el médico legista en la diligencia de verificación que el
beneficiario de la presente acción ingresó a las instalaciones de la
DIVINCRI de Villa María del triunfo en buen estado físico, siendo
que posteriormente el médico legista al revisar al detenido
determinó haber sufrido las lesiones descritas en dicha acta;
Cuarto.- Que, en consecuencia habiéndose acreditado el acto
116
lesivo, es procedente
amparar la presente acción de garantía,
por estas consideraciones: CONFIRMARON la sentencia de fojas
veinticinco, su
fecha
declara FUNDADA
veintitrés de mayo de dos mil trece, que
en parte
la acción de
Hábeas
Corpus
interpuesta por Rosario Angela Samaniego Orellana a favor de su
hermano Fernando Alfonso Samaniego Orellana en contra de los
miembros policiales de la DIVINCRI de Villa María del Triunfo, y
los que resulten responsables de las lesiones causadas durante
las investigaciones a cargo del Mayor PNP Jorge Benjamín
Fernández Falcón, por Atentado contra la Libertad Individual,
maltratos a fin de obtener declaraciones y dispone se remitan
copias certificadas de lo actuado a la Fiscalía Provincial Penal de
Turno, para que se
pronuncie conforme a sus atribuciones; e
INFUNDADA en lo demás que contiene; estando a que la
presente
resolución
sienta
precedente
de
la
observancia
obligatoria; MANDARON que consentida o ejecutoriada que sea se
publique en el Diario oficial El Peruano por el término de la ley; y
los devolvieron.
SS. SS. Pimentel Calle / Rafael Yana/ Cairo Cari
117
c) SUMILLA.- Debe restarse valor probatorio a las declaraciones
policiales prestadas por quienes fueron previamente objeto de
agresión física; además, la sola imputación no corroborada con
pruebas idóneas no sirve para emitir Sentencia Condenatoria y que
se encuentran exentos de responsabilidad penal quienes realiza
actos de colaboración mediando la amenaza de sufrir un mal grave
e inminente en contra de su integridad física.
Expediente Nº 1045-99-Huanuco Sala Penal “C”
Lima, veintiséis de julio del años dos mil
VISTOS; de conformidad con lo dictaminado por el señor fiscal;
y por los fundamentos de la resolución materia de grado:
declararon NO HABER NULIDAD en la sentencia recurrida de
fojas ciento cincuenta y cuatro, su fecha dieciocho de noviembre
de mil novecientos noventa y nueve, que absuelve a Luis
Esteban Pérez Rojas de la acusación fiscal por el delito de
terrorismo en agravio del estado; con lo demás que contiene; y
los devolvieron.
SS. Saponara Milligan; Fernández Urday; Bacigalupo Hurtado;
Paredes Lozano; Rojas Tazza.
Instrucción Nº99-0046-121006-JP
Expediente Nº1798-T Corte Superior de Justicia de Huánuco
Pasco.
118
Dictamen Nº114Señor Presidente de la Sala Penal de la Corte Suprema de
Justicia de la República:
Vienen estos autos por Recurso de Nulidad concedido al
Procurador Público, contra la sentencia de fojas 154/ 155, su
fecha 18 de noviembre de 1999, que Falla: ABSOLVIENDO a Luis
Esteban Pérez Rojas de la acusación Fiscal formulada en su
contra por el delito Contra la Tranquilidad Pública – Terrorismo,
en agravio del Estado.
De la revisión de los actuados se tiene que, el encausado en su
instructiva de fojas 52/ 54 y en el interrogatorio del juicio oral a
fojas 148 y siguientes ha sido coherente y uniforme en señalar
que fue obligado por miembros de la organización
terrorista
Sendero Luminoso a aceptar el cargo de mando militar bajo
amenaza de muerte y de ser despojado de sus tierras; que,
por
otro
lado
el
inculpado
afirmando
haber
tenido
la
participación en acciones subversivas, refiriendo además que
si enterró el arma de fuego (inoperativa y en mal estado de
conservación de acuerdo a la pericia balística forense que corre
a fojas 106/107) y los paneles solares de la citada agrupación
sediciosa fue para evitarse problemas con efectivos policiales,
a quienes informó sobre su ubicación (a fojas 32) luego de que
fuera intervenido; que, el procesado niega el contenido de su
manifestación en la Base Contra
Subversiva Nº 313 – Los
Laureles a fojas 20/ 22, en razón de haber sido maltrata do
físicamente tanto en el ejército como en la policía nacional,
versión que es respaldada por el contenido de los certificados
médicos obrantes a fojas 30 y fojas 34 que, solamente existe
en contra del encausado la sindicación genérica de Euder
Rengifo Gonzales que policialmente se hiciera a fs. 23/ 27; que,
no existe actas de registros personal y domiciliario que
determinen que se le haya encontrado al inculpado especies u
objetos que lo vincule con la referida organización terrorista, no
registrando además antecedentes penales como se aprecia a
fojas 85.
Por lo expuesto y considerando además que, no aparecen
elementos suficientes que acrediten en forma indubitable la
participación del inculpado en los hechos sub-materia; y
teniéndose en cuenta que, para imponer una condena en este
tipo de ilícito
penal que por su naturaleza se sanciona con
penas severas, es necesario tener plena convicción sobre la
responsabilidad del autor en el hecho criminoso, considerando
además que la Jurisprudencia ha señalado que debe restarse
valor probatorio a las declaraciones policiales prestadas por
quienes fueron previamente objeto de agresión física, que la
sola imputación no corrobora da con pruebas idóneas no sirve
para emitir Sentencia Condenatoria y que se encuentran
exentos de responsabilidad penal quienes realizan actos de
colaboración mediando la amenaza de sufrir un mal grave e
inminente en
contra
de su integridad física; y que en todo
caso lo actuado en la secuela del proceso nos conducen a la
duda sobre el accionar del Procesado, lo cual le favorece de
acuerdo al Principio del Indubio Pro Reo, contemplado en el
Artículo 319, Inciso once de la Constitución Política, siendo por
ello de aplicación a lo dispuesto en el Artículo 284, del Código de
Procedimientos Penales; razones por las cuales esta Fiscalía
Suprema considera que su absolución se encuentra arreglada
a ley, y en uso de sus facultades conferidas por el inciso 3) del
Artículo 83, del Decreto Legislativo Nº 052- Ley
orgánica del
Ministerio Público propone a la Sala se declare NO HABER
NULIDAD en la sentencia recurrida a fojas 154/155.
Lima, 10 de marzo de1999
Romeo Edgardo Vargas Romero, Fiscal Supremo, Cuarta
Fiscalía Suprema Penal.
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