Close window to return to IVIS Proceeding of the NAVC North American Veterinary Conference Jan. 8-12, 2005, Orlando, Florida Reprinted in the IVIS website with the permission of the NAVC http://www.ivis.org/ Published in IVIS with the permission of the NAVC Spanish MANEJO DE LA INSUFICIENCIA RENAL CRONICA: VIVIENDO MÁS Y MEJOR Helio Autran de Morais, DVM, PhD, DACVIM College of Veterinary Medicine University of Wisconsin-Madison, Madison, WI La insuficiencia renal crónica (IRC) es un cuadro irreversible caracterizado por pérdida progresiva de nefronas funcionales provocando uremia y muerte. La progresión independe de la causa inicial y es el resultado final común a todas las nefropatías crónicas en animales y personas. Muchos factores son asociados con la progresión. Presencia de hipertensión arterial y proteinuria llevan a pérdida más rápida de la función renal. Muchas citoquinas, factores de crecimiento y substancias vasoactivas, especialmente el angiotensina II, la endotelina-1 y la TGF−β1 también participan en la progresión de la IRC. Durante la insuficiencia renal, el angiotensina II estimula la hipertrofia y la proliferación de células mesangiales renales, provocando esclerose glomerular. El angiotensina II induce la expresión de TGF−β1, TNF-α y de NF−κB. La TGF -β1 es el principal mediador de la esclerosis glomerular y de la fibrosis tubular intersticial inducidas por la angiotensina II. Como el angiotensina II también aumenta la concentración de NF−κB, ella participa en la respuesta inflamatoria que acompaña l IRC. Anorexia y pérdida de peso son los problemas más frecuentemente relatados por propietarios de gatos con IRC. Vómitos y úlceras orales son más comunes en perros. Con el desenvolvimiento de insuficiencia renal crónica, el riñón pierde la capacidad de concentrar orina causando poliuria y polidipsia y isostenuria (densidad urinaria entre 1.008 y 1.025). Histórico de poliuria y polidipsia en un paciente con insuficiencia renal prácticamente confirma que la alteración es crónica. Isostenuria ocurre en casi todos pacientes con IRC. Poliuria y polidipsia durante la hospitalización, por otro lado, puede ocurrir tanto en la IRC como en la insuficiencia renal aguda. Debido a la fibrosis que acompaña la IRC, existe una tendencia de los riñones disminuyeren de tamaño. Esta disminución de tamaño no es tan acentuada en el gato. Apenas 50% de los gatos con IRC tienen riñones pequeños. Ocasionalmente nefromegalia bilateral puede ser identificada en gatos con IRC. As 3 causas de nefromegalia bilateral en gatos con IRC son: linfosarcoma, peritonitis infecciosa felina y riñón policístico. Pacientes con IRC pueden ser osteodistróficos (debido al hiperparatiroidismo renal) y anémicos (en casos avanzados). ABORDAJE DEL PACIENTE CON IRC Caracterice la extensión y severidad del Problema Todo paciente con IRC debe ser evaluado clínica y laboratorialmente para determinar que medidas terapéuticas deben ser implementadas. Complicaciones deben ser identificadas y tratadas. Pacientes instables o deshidratados deben ser hospitalizados, rehidratados y estabilizados. El manejo conservativo empieza después del alta. Mantenga el Paciente Hidratado Poliuria en pacientes con IRC es obligatoria. Ella persistirá mismo que sea retirada el agua. Deshidratación ocurre muy rápidamente y es la principal causa de descompensación en la IRC. Agua limpia y fresca en grandes cuantidades es 1417 Close window to return to IVIS www.ivis.org imprescindible. El agua debe ser colocada en varios puntos estratégicos de la habitación y los potes deben ser mantenidos llenos. Algunos pacientes tienen poliuria tan severa que no se mantienen hidratados apenas bebiendo agua. En estos casos, es posible enseñar al propietario como administrar fluidos subcutáneos. Cincuenta mililitros por kilogramo de peso de solución de Ringer con lactato pueden ser fácilmente administrados diariamente en casa en perros y gatos que se tornan dependientes de rehidratación parenteral. Procure Causas Curables La mayoría de los pacientes con IRC tiene enfermedad bastante avanzada cuando del diagnóstico. Sin embargo, causas curables de insuficiencia renal (infección, cálculo, hipocalemia y hipertensión) estimulan la progresión de la IRC si no tratadas. Infección: Infección de trato urinario debe ser considerada en todos pacientes con. Cultivo y sensibilidad deben ser realizados en la primera visita y siempre que existir descompensación de la IRC o presencia de sedimento activo en la urinálisis. Pacientes con infección deben ser tratados con antibióticos con base en la sensibilidad. Tratamiento por hasta 6 semanas puede ser necesario se hay evidencia de pielonefritis. Cálculos: Nefrólitos son muy raros en gatos, pero cálculos de oxalato y estruvita pueden ocurrir en pacientes con IRC. Remoción quirúrgica es indicada en pacientes con hematuria o obstrucción que posan tolerar la anestesia. Hipocalemia: Hipocalemia es más común en gatos con IRC pero puede ocurrir también en perros. Hipocalemia crónica es una de las causas de IRC en gatos. Corrección se hace con potasio oral en la dosis diaria inicial de 5 la 8 mmol dividida en 2 o 3 tomadas por 4 – 7 días en gatos y de 4 – 44 mmol en perros. Después de la estabilización del potasio sérico arriba de 4 mmol/L, inicia-se la manutención con 2 – 4 mmol por día en el gato. La dosis de manutención es ayustada de acuerdo con la concentración sérica de potasio. Hipertensión Arterial: 60 a 75 % de los gatos y un numero considerable de perros con IRC tienen hipertensión arterial. Como el riñón es un de los órganos afectados por la hipertensión arterial, la ausencia de tratamiento favorece la progresión de la enfermedad. Gatos y perros hipertensos con IRC son tratados inicialmente con inhibidor del ECA (enalapril: 0,5 mg/kg q12-24h; o benazepril: 0,5 mg/kg q24h) asociando el amlodipina (0,625 la 1,25 mg en el gato y 0.1 mg/kg en el perro) cuando el inhibidor del ECA no normalizar la presión arterial. Identifique Complicaciones Tratables Varias complicaciones de la IRC pueden ser tratadas mejorando de la cualidad de vida y en algunos casos aumentando la expectativa de vida. Las principales complicaciones tratables son: deshidratación, hipocalemia, hipertensión, hiperfosfatemia, acidosis metabólica, anemia y gastritis. Hiperfosfatemia: Hiperfosfatemia favorece la progresión de la IRC. Dietas para nefrópatas tienen restricción de fósforo, pero la restricción no es suficiente en pacientes con insuficiencia avanzada. Quelantes de fósforo (hidróxido de aluminio: 10 – 30 mg/kg q8h; acetato de calcio: 30 – 45 mg/kg q12h; carbonato de calcio 45 – 75 mg/kg q12h) deben ser administrados junto con las refecciones. Hidróxido de aluminio debe iniciado en pacientes hiperfosfatémicos para www.ivis.org Published in IVIS with the permission of the NAVC The North American Veterinary Conference – 2005 Proceedings minimizar la ocurrencia de calcificación de tejidos moles. Una vez que el fósforo retorne al normal, es recomendable la administración de un compuesto a base de calcio para prevenir la intoxicación por aluminio. La calcemia debe ser monitorizada en pacientes recibiendo quelantes de fósforo con calcio. Acidosis metabólica: Acidosis metabólica estimula la síntesis de amonia renal favoreciendo la progresión de la IRC. Debe-se tratar pacientes con bicarbonato sérico (o CO2 total) < 16 mmol/L. Bicarbonato de sodio puede ser adicionado en la dieta en la dosis de 7 - 12 mg/kg/día. La dosis debe ser ajustada con base en la concentración sérica de bicarbonato. Bicarbonato de sodio puede ser preparado en una solución con 84 gramas de bicarbonato de sodio en 1 litro de agua. Esta solución contén aproximadamente 1 mmol/ml y puede ser guardada en el refrigerador por varios meses. La dosis inicial es de 0,5 ml en gatos y de 0.5 a 10 ml en perros. La solución puede ser administrada en la comida o directamente por vía oral. La baja palatabilidad es el problema mayor, especialmente en gatos. Citrato de potasio (dosis inicial: 0,3 – 0,5 mmol/kg q12h) es una boa alternativa, especialmente en gatos hypokalémicos, porque propicia alcalinización y potasio. Debe-se tener cuidado con el uso de citrato de potasio como agente único para corrección de la hipocalemia, porque el puede causar alcalosis metabólica. Anemia: Varios factores contribuyen para la anemia en la IRC. Pacientes con IRC tienen disminución de la media-vida de las hemacias, deficiencias nutricionales, pérdida de sangre crónica que puede levar a la deficiencia de hierro, y pueden tener anemia por enfermedad crónica. El factor más importante es la deficiencia de eritropoietina. El manejo de la anemia debe incluir la corrección de las pérdidas crónicas gastrointestinales (gastritis) y corrección de la nutrición. Puede-se aumentar el número de hemacias circulantes con transfusiones sanguíneas o con la administración de eritropoietina. Esteroides anabólicos (decanoato de nandrolona 1-5mg/kg) no elevan el hematocrito. Transfusiones de papas de hemacia o de sangre total pueden ser usadas en el manejo crónico de la IRC. Gatos y perro con hematocrito < 20% son candidatos para transfusiones. La corrección del hematocrito mejora el estado general del paciente, el apetito y el ánimo. El problema mayor de las transfusiones es el risco de reacciones transfusionales que aumenta con el número de transfusiones. Como la vida media de las hemacias es menor en la uremia, algunos pacientes necesitan transfusiones a cada dos semanas. Debe-se siempre asegurar que la sangre a ser transfundida es compatible. Administración de eritropoietina SC corrige la anemia en pacientes con insuficiencia renal crónica que no tengan deficiencia de hierro. La dosis inicial es de 100 U/kg tres veces por semana hasta que se obtenga un hematocrito de 30% (en torno de 4 a 12 semanas). Después de atingido el hematocrito de 30%, eritropoietina es administrada una vez por semana. Os efectos colaterales más importantes de la eritropoietina son policitemia, hipertensión, convulsiones y depleción de las reservas de hierro. Desarrollo de anticuerpos anti-eritropoietina puede ocurrir en 25 la 30% de los pacientes. En estos casos, el hematocrito retorna a los valores anteriores al tratamiento. Close window to return to IVIS www.ivis.org Gastritis: La gastritis secundaria al acumulo de gastrina puede ser tratada con bloqueadores de receptores histamínicos H2 o con bloqueadores de bomba de hidrógeno. En gatos, famotidina (0,5 mg/kg q24h o q12h) parece ser más eficaz del que otros inhibidores H2 en el controle de la gastritis urémica. Fármacos citoprotetores (sucralfato 0,25 gm q12h o q8h) y antieméticos (metoclopramida 0,2 – 0,5 mg/kg q8h) también auxilian en el manejo de la gastritis, anorexia y vomito. Mantenga el paciente nutrido La dieta es un de los factores más importantes en el manejo de pacientes con IRC estables. Ella debe contener concentraciones bajas de sodio, cloro, proteína de alto valor biológico, y fósforo. La restricción de sodio y cloro es necesaria porque muchos pacientes con IRC tienen hipertensión. Además, la restricción de sodio (y de proteína) disminuye la intensidad de la poliuria. Disminución de la proteína en la dieta mejora la cualidad de vida, reduce los síntomas, la concentración sérica de urea, la poliuria y la acidosis, mas no está claro se aumenta la supervivencia. La restricción de fósforo disminuye la progresión de la enfermedad, mejora la acidosis metabólica, el hiperparatiroidismo y la hipocalcemia, la calcificación metastática y mejora la cualidad de vida Administración de dieta específica para nefrópata puede ser iniciada tan pronto sea diagnosticada la IRC. Es más fácil la introducción de la nova dieta en los estadios iniciales de la insuficiencia renal. El inicio precoz de la dieta parece tener efectos benéficos en gatos y perros con IRC. Pacientes con concentración sérica de creatinina > 2,5 mg/dl y de urea > 75 mg/dl deben necesariamente recibir dieta para nefrópatas. Manejo de la Anorexia: Muchos pacientes con IRC son anoréxicos. El primero paso en el manejo de la anorexia es controlar la náusea y el vomito. Famotidina es muy eficaz en gatos y perros que no comen, mismo cuando no vomitan. Metoclopramida puede ser utilizada en animales con vómitos. Orexígenos como vitaminas del complexo B o ciproheptadina pueden funcionar en algunos pacientes. Alimentación naso-gástrica o por tubo gástrico debe ser considerada en casos severos de anorexia. Prevenga la progresión de la enfermedad Insuficiencia renal crónica es generalmente una enfermedad progresiva y medidas terapéuticas para disminuir la progresión de la IRC deben ser instituidas. Restricción de proteína y fósforo en la dieta, controle de la presión arterial, corrección de la acidosis metabólica y del hiperparatiroidismo son os métodos clásicos de controle de la progresión de la IRC. El angiotensina II parece ser un de los principales mediadores de la deterioración de la función renal durante la IRC, especialmente en animales con proteinuria. El angiotensina II y las substancias activadas por ella en el glomérulo y túbulos son responsables por la glomerulosclerosis, fibrosis, apoptosis celular renal, bien como por la inflamación que acompaña la IRC. Consecuentemente, inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina están se tornando parte de la terapia de animales proteinúricos con IRC. www.ivis.org 1418