Tríptico IVC+R

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El Convento de la Sagrada Familia de Nules es uno de los máximos
exponentes de la arquitectura de la orden carmelita descalza. Se
fundó en 1673, colocándose la primera piedra en 1675, a cargo
de su tracista fray Josep de la Concepción.
Este convento ha pasado por una azarosa historia. Así, en
1811 sufrió los azotes de la invasión francesa. En 1835, fruto
de la desamortización de Mendizábal, quedó deshabitado y
saqueado. En 1888 fue habitado de nuevo, esta vez por monjas
clarisas, hasta la Guerra Civil, momento en que sufrió de nuevo
grandes desperfectos y tuvo que ser reconstruido por la Dirección
General de Regiones Devastadas y Reparaciones. Las obras de
reconstrucción acabaron en 1943, y de nuevo fue habitado por
las clarisas hasta 1976, año en que marcharon definitivamente
del convento. A su marcha el convento fue derribado en 1976,
conservándose únicamente el templo de una nave con planta
de cruz latina y cúpula trasdosada en la intersección del crucero,
y alguna de sus obras más sobresalientes como: la capilla de San
José, cubierta con cúpula oval y rica ornamentación de estucos
y esgrafiados, que la convierten en un magnífico exponente del
barroco; el zócalo de azulejos valencianos de mediados del siglo
XVIII o la capilla dedicada a santa Teresa de Jesús, decorada
con yeserías policromadas sobre la vida de la santa, y presidida
por una imagen de vestir atribuida al imaginero valenciano José
Esteve Bonet en el siglo XVIII, que se ha restaurado ahora.
La imagen de santa Teresa de Jesús viste el hábito carmelitano de
las descalzas, es de estilo imperio y debió ser confeccionado en el
siglo XIX. Es de color castaño, con tocas blancas y velo negro, con
amplio manto blanco abrochado en el pecho, y ostenta el birrete
doctoral, ya que fue proclamada Doctor honoris causa por la
Universidad de Salamanca. Su postura es la de encontrarse en un
éxtasis místico, mirando al cielo, y sujetando el libro y una pluma
de escritora, junto a una paloma, símbolo del Espíritu Santo, para
indicar la sublimidad de sus escritos.
De los estudios realizados durante la restauración podemos
deducir que la actual imagen, de gran valor para la localidad por
su unicidad y calidad, seguramente fue intervenida por el escultor
y medallista Enrique Giner Canet después de la Guerra Civil. Así,
tuvo que tallar y policromar el ángel que porta el corazon y la
flecha de plata, el querubín con alas de color rosado y la nube
sobre la que se asienta el conjunto. Además, de retocar el ángel
que porta el tintero debido a pérdidas de policromía.
La imagen ha sido restaurada por el Servicio de Conservación y
Restauración de la Diputación de Castellón, y ha contado con la
colaboración del Institut Valencià de Conservació i Restauració
de Béns Culturals de la Generalitat Valenciana.
Detalle de la limpieza
Limpieza de uno de los ángeles
Catas de limpieza
Eliminación de suciedad
Consellera de Cultura i Esport: Trini Miró Mira
Presidente de la Diputación de Castellón: Carlos Fabra Carreras
Secretario Autonómico de Cultura: Rafael Miró Pascual
Directora General de Patrimonio Cultural Valenciano: Paz Olmos Peris
Diputado de Cultura de la Diputación de Castellón: Miguel Ángel Mulet Taló
Directora Gerente del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales:
Carmen Pérez García
Párroco de la Iglesia de san Bartolomé y san Jaime: Esteban Badenes Agustí
Técnico en conservación y restauración de Bienes Culturales. Escultura policromada:
Antonio Pagan Pérez
Técnicos en conservación y restauración de Bienes Culturales. Textiles:
Alicia Fortea Montañana, Nuria Pons Alemany
Becaria del Servicio de Conservación y Restauración de la Diputación de Castellón. Metal y Orfebrería:
Inmaculada Traver Badenes
scrc.dipcas.es
www.ivcr.es
c+r escultura policromada
Depósito Legal: CS- 44 -2011
Convento de la Sagrada Familia de Nules
Santa Teresa
Parroquia arciprestal de san Bartolomé y san Jaime
Nules
Proceso de consolidación
Limpieza de la policromía
Detalle inicial del rostro
Proceso de restauración
Estado inicial
La obra presentaba un estado de conservación regular con multitud
de patologías diversas. En la nube, los ángeles y el cuerpo de la santa
se evidenciaban problemas estructurales importantes: grietas y separaciones físicas de algunas zonas de la pieza, cuya causa fueron los
movimientos de la madera, acelerados por los elementos metálicos
añadidos a la escultura en anteriores intervenciones. Por otro lado, se
observaban golpes, roces, multitud de agujeros y tornillos, arañazos
en cara y manos.
Las carnaciones presentaban suciedad, principalmente en los ángeles. Además de retoques de antiguas intervenciones, restos de barniz,
polvo y grasa.
En la policromía se observaba descohesión, cazoletas, y pérdidas. Incluso faltantes del soporte (dedos de los pies y manos de los ángeles).
En cuanto a la estructura de madera que sostiene el cuerpo de la santa, presentaba un importante ataque de insectos xilófagos, acelerado
por la humedad y el polvo que se acumulaba tanto en el tejido de
relleno como en los cartones pegados a la estructura. Los elementos
metálicos de sujeción de la santa se encontraban sucios y oxidados,
produciéndole daños directos al busto.
Estudios científicos
Los estudios científicos han permitido obtener informacion importante
sobre la naturaleza de los distintos materiales empleados en la obra,
como pigmentos y cargas, y estudiar la técnica de ejecución.
Conjunto escultórico
Se retiraron todos aquellos elementos añadidos y se desmontaron las
diferentes piezas del conjunto. A continuación, se realizó un tratamiento
de desinsectación por anoxia mediante atmosfera modificada de
nitrógeno para erradicar qualquier foco activo de insectos xilófagos.
Consolidamos los estratos pictóricos con peligro de pérdida, levantamientos y craqueladuras, mediante cola natural. Una vez asentadas
las capas de policromía y la imprimación, procedimos a la limpieza
físico-mecánica con brochas, y bisturí para retirar los restos de cera.
Posteriormente se realizó una limpieza físico-química, utilizando diversos disolventes, geles y mezclas, eligiendo el más adecuado para
cada pieza del conjunto, con diferentes metodologías de actuación
según la zona a tratar.
Posteriormente, se unieron todas aquellas partes que presentaban
inestablilidad. Para ello se emplearon espigas de madera para
conseguir estabilidad estructural. Se tallaron y modelaron aquellas
partes de la obra que se encontraban perdidas. Se utilizó un estuco
natural en aquellas zonas con faltantes de estrato pictórico.
Tras estos pasos, se le aplicó un primer barnizado. El proceso de
reintegración cromática se llevó a cabo en dos fases: una primera con
colores al agua mediante la técnica del puntillismo, y una segunda
de ajuste con colores al barniz. Finalmente, se aplicó un barniz de
protección.
Las técnicas analíticas utilizadas en el estudio han sido: la microscopia
óptica con fuentes de luz visible y ultravioleta, y la microscopia
electrónica de barrido acoplada con un sistema de microanálisis
mediante espectroscopia en dispersión de energías de rayos X (SEMEDX).
En general, la pieza presenta una preparación blanca de yeso
mezclado con cola animal, sobre la que se observan las capas de
policromía de las carnaciones elaboradas con albayalde y bermellón.
Las policromías grisáceas presentan pigmentos como azul ultramar
sintético y amarillo de plomo.
Detalle del bordado en metales,
macrofotografía con microscopio
estereoscópico
Imagen SEM en modalidad
electrones retrodispersados.
Lentejuela en cobre dorado
Conjunto textil
Las diversas piezas textiles que forman este conjunto de
indumentaria, están confeccionadas con un tejido de raso de
seda y su decoración principal está realizada con bordados en
metales, con aplicación de diversos tipos de hilos entorchados
metálicos con alma de seda e inserción de lentejuelas y elementos
de pedrería.
Los diversos estudios analíticos, han permitido, entre otras cosas,
identificar los distintos materiales metálicos utilizados, definir la
técnica de elaboración y evaluar el estado de conservación a
nivel microscópico. Estos análisis, han evidenciado fenómenos
de corrosión de la plata con formación de cloruros y sulfuros, y
también una severa corrosión del cobre en la superficie de las
lentejuelas.
Además de estas alteraciones, las zonas de bordado presentaban
diversos faltantes y pérdidas de fijación de estos elementos. Entre
los deterioros más problemáticos, destacaba la acumulación de
suciedad depositada sobre el tejido y numerosas pérdidas de hilos
de urdimbre del raso y múltiples roturas y desgarros, desperfectos
estos que eran más acusados en las zonas superiores de prendas
como el manto, vestido y frontal, coincidentes con el cuello de la
imagen escultórica. También presentaban erosiones y pequeños
agujeros producidos por el uso de alfileres, así como diversas áreas
con manchas de origen orgánico.
La restauración llevada a cabo sobre estas piezas, además de
eliminar los agentes de deterioro que habían contribuido a su
degradación, ha pretendido devolver la unidad y estabilidad a
este conjunto. Los tratamientos de restauración se centraron en
la limpieza mecánica, alineación y corrección de deformaciones,
consolidación y reintegración de las áreas deterioradas y fijación
puntual de elementos sueltos mediante costura.
Estado inicial
Microscopía óptica, 50x
Microscopía electrónica de
barrido
Detalle de la limpieza
Engatillado
Corrección de deformaciones
Macrofotografía
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