N° 116 - Poder Judicial de la Provincia de Santa Fe

Anuncio
Nº 116
Venado Tuerto,
08 de Junio de 2010.-
Y VISTO: El Expte Nº 12/2009, caratulado
“C., R. O. S/ HOMICIDIO CULPOSO – LESIONES CULPOSAS”; y
Y CONSIDERANDO: Contra la Resolución Nº
666 de fecha 11 de Septiembre de 2008, del
Sr. Juez en lo
Penal Correccional y Faltas local, Segunda Nominación, Dr.
Jorge
Gastonjáuregui,
por
el
que
no
hace
lugar
a
la
suspensión del juicio a prueba, propiciada por el Dr. Arsenio
Omar Domínguez, en su calidad de Abogado Defensor de R. O.
C.,
en
orden
interpuso
al
recurso
delito
de
de
Homicidio
apelación
la
Culposo
Defensa,
atribuido;
el
que
fue
concedido a fs. 151 de autos.
1) Al expresar agravios, el Dr. Arsenio
Omar Domínguez, por la Defensa de R. O. C., refiere al fallo
“Acosta” en el que el Máximo Tribunal de la Nación sentó
criterio en el sentido de que la suspensión del juicio a
prueba debe aceptarse aún cuando el monto de la pena sea
superior a los tres años de prisión o reclusión.
Afirma que la norma del Art. 76 bis de
nuestro
Código
Penal,
hace
aplicable
el
institución
en
cuestión a dos grupos de delitos: dentro del primero de los
grupos se encuentran aquellos que tienen prevista una pena
cuyo máximo no supere los tres años de prisión o reclusión y
dentro
del
segundo,
están
aquellos
delitos
que
tienen
previstas una pena carcelaria máxima mayor a tres años y un
mínimo de pena que no supere los tres años. Cita doctrina y
jurisprudencia que avala su posición.
Señala
que
es
irrazonable
excluir
del
régimen de la suspensión del juicio a prueba a los delitos
reprimidos con inhabilitación, porque esa sanción es menos
severa que la privativa de la libertad, que es la pena con
que se reprimen los delitos que prevén la aplicación de este
instituto. Da un ejemplo y cita jurisprudencia.
Analiza
un
pasaje
del
fallo
Acosta
dictado por la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación
y
concluye
que
el
criterio
que
limita
el
beneficio
hoy
solicitado a los delitos con pena no mayor a tres años, es de
una
interpretación
irrazonable
que
no
armoniza
con
los
principios legales que establecen las normas constitucionales
y las previstas en el Código Penal.
Solicita, en definitiva, que se revoque
el fallo apelado y formula reservas de recurrir ante los
máximos Cuerpos Provincial y/o de la Nación, vía Recursos de
Inconstitucionalidad
y/o
Caso
Federal,
ante
el
hipotético
caso que no se haga lugar a sus agravios.
2) El Sr. Fiscal de Cámaras Subrogante,
Dr.
Fernando
jurisprudencia
Palmolelli,
citada
por
dice
el
que
apelante
la
no
es
doctrina
y
aplicable
al
presente caso y ello porque la imputación formulada en la
Acusación
obedece
a
un
delito
de
Homicidio
Culposo,
con
escala penal que no sólo excede la pena de Tres Años, sino
que
va
acompañada
consecuencia
con
-considera-
pena
que
la
de
Inhabilitación
Suspensión
del
y
Juicio
en
a
Prueba no puede ni debe prosperar.
Afirma que el criterio que sostiene fue
avalado por el más Alto Tribunal en los autos “Gregorchuk”,
que se encuentra plenamente vigente y no fue revertido por el
reciente fallo “Acosta” citado por el Dr. Arsenio Domínguez.
Sostiene que el Sr. Fiscal de grado manifestó su negativa a
la procedencia del instituto en cuestión y la misma -dicedebe encasillarse en cuestiones de Política Criminal, atento
a que los accidentes de tránsito son una de las mayores
causas de muertes en este país. Agrega que la negativa, en
esta instancia, a la procedencia de la suspensión del juicio
a prueba
en
el
caso
de
autos
se
condice
con
el
interés
público en que eventos como el acontecido no se repitan y
ante una alternativa válida de juicio y para el supuesto de
arribarse a una condena, la inhabilitación y las reglas de
conducta contempladas en el art. 27 bis del Código Penal,
deben cumplirse con una finalidad de prevención especial y no
de mera retribución. Cita doctrina.
Subsidiariamente, advierte el Sr. Fiscal
de Cámaras que ni la Defensa ni el propio imputado ofrecieron
una
nueva
alternativa
de
inhabilitarse
y
solicita
-en
definitiva- que se rechacen los agravios planteados por el
apelante y se confirme íntegramente lo resuelto por el A-quo.
II) En la presente causa deben tratarse
los agravios planteados por la Defensa de R. O. C. contra la
resolución
que
deniega
la
suspensión
de
juicio
a
prueba
tendiente a lograr que se revoque la misma.
El Juez de Primera Instancia denegó la petición de la
Defensa
basándose
en
que
el
artículo
76
bis
veda
la
posibilidad de aplicar el presente instituto a los casos en
que estuviera prevista la pena de inhabilitación y también
cuando exista oposición del Fiscal.
La
Defensa
considerar que con el caso
se
agravia
en
virtud
a
“Acosta” la Corte Suprema de
Justicia Nacional zanjó la discusión doctrinaria y decidió
que
la
suspensión
de
juicio
a
prueba
puede
ser
aceptada
cuando la pena supere los tres años de prisión. Consideramos
que tiene razón la Defensa pues no es racional que cuando el
Magistrado considere que una pena puede ser menor a los tres
años de prisión o reclusión, aunque el máximo en expectativa
sea superior, no permita la utilización de este instituto,
pues ello va en contra del fin resocializador
de la pena y
precisamente
modificó
desde
jurisprudencia
el
nacional
caso
“Acosta”
-aunque
ya
se
algunos
la
tribunales
inferiores venían sustentando esta posición- y se aceptó la
suspensión del juicio a prueba cuando la expectativa de pena
no supere los tres años de prisión o reclusión, aunque el
máximo sea superior.
En el citado caso se sostuvo “ (...) 7)
Que en tales condiciones , cabe concluir que el criterio que
limita el alcance del beneficio previsto en el artículo 76
bis a los delitos que tienen previsto una pena de reclusión o
prisión cuyo máximo no supere los tres años se funda e una
exégesis irrazonable de la norma que no armoniza con los
principios
enumerados,
interpretación
extensiva
toda
de
la
vez
que
punibilidad
consagra
que
niega
una
un
derecho que la propia ley reconoce, otorgando una indebida
preeminencia a sus dos primeros párrafos sobre el cuarto al
que deja totalmente inoperante”. También la Corte Suprema de
Justicia de la Provincia de Santa Fe ha manifestado “(...)
Más
aún
teniendo
en
cuenta
el
sentido
y
teleología
del
instituto -resocialización con evitación de condena-, resulta
casi elemental que si las circunstancias de la causa permiten
presumir que en caso de condena su ejecución se dejaría en
suspenso, sería absurdo forzar la prosecución del juicio para
llegar a igual resultado, y lo que es más gravoso, sin evitar
el efecto estigmatizante
de la condena y los resultados
negativos de las penas cortas privativas de libertad que no
contribuyen
a
la
mencionada
finalidad
resocializadora.
En
conclusión, estimo que la única interpretación razonable del
artículo en cuestión es la que sostiene que comprende dos
grupos de delitos, un primer grupo que encierra a aquellos
que tienen prevista una pena de reclusión o prisión cuyo
máximo no supera los tres años (párrafos 1º y 2º) , y un
segundo que comprende a delitos -no incluidos en el primer
grupo- que, previendo la ley penal un máximo de pena superior
a los tres años de privación de libertad, permiten el dictado
de una condena cuyo cumplimiento puede dejarse en suspenso de
acuerdo al artículo 26 del Código Penal (párrafo 4º). Tal
solución es, además, la que ha adoptado la nueva normativa
procesal
penal
de
nuestra
provincia,
que
dispone
que
la
“probation” podrá ser solicitada “en aquellos casos en la que
sea procedente una condena e ejecución condicional” (art. 24
ley
12.734
decreto
y
ley
art.
8
II
125/09).”
Provincia
de
Santa
“Cecchini
Walter
S/
del
(Corte
Fe,
texto
ordenado
Suprema
Voto
Homicidio
del
de
Dr.
Culposo
suspensión de juicio a prueba, 6/5/2009.)
aprobado
Justicia
Erbetta
-
en
de
por
la
autos
Incidente
de
Atento a las consideraciones efectuadas y
a jurisprudencia citada consideramos que se puede otorgar la
suspensión del juicio a prueba aún en los casos en que el
magistrado considere que se va a aplicar una pena que no
supere los tres años de prisión o reclusión, aunque el máximo
de la figura penal sea mayor.
Si bien el A Quo no mencionó el máximo de
la
pena
como
impedimento
para
rechazar
la
suspensión
de
juicio a prueba, entre sus argumentos mencionó la oposición
del Fiscal y precisamente este utilizó como único argumento
el máximo de la pena. Respecto a ello debe resolverse si la
oposición
del
Sr.
Fiscal
es
vinculante
o
no
para
el
Magistrado; al respecto consideramos que si lo es cuando se
refiere a las particularidades del caso, pero no cuando su
opinión es contraria a la legislación, a la interpretación de
la
misma
o
cuando
discrecionalidad
no
carece
debe
ser
de
fundamento,
caprichosa.
En
pues
el
la
caso
mencionado, la Corte Suprema de Justicia provincial expresó
“Finalmente,
oposición
del
cabe
analizar
representante
la
del
relevancia
Ministerio
en
el
caso
Publico
de
Fiscal
para la concesión del beneficio, considerando que el A Quo
aludió a ella como un obstáculo para la suspensión del juicio
seguido a Cecchini Walter. En relación a la cuestión, estimo
que dada la finalidad de la “probation” antes mencionada y su
carácter de finalidad para el imputado, no puede admitirse
una discrecionalidad total y absoluta del actor penal, de
modo tal que al dictaminar acerca de su procedencia debe
hacerlo motivadamente, conforme a las exigencias del artículo
67 del Código Procesal vigente (en igual tenor artículo 85 de
la ley 12.734). En este sentido, entiendo que en este caso la
oposición fiscal no puede resultar vinculante por adolecer de
debida
fundamentación,
al
basarse
en
meras
alegaciones
genéricas respecto de la tesis que a su criterio debe primar
en la hermenéutica del artículo 76 bis del Código Penal,
justificando
su
postura
en
una
norma
que
se
reputa
irrazonable” (Voto del Dr. Rafael Gutiérrez).
El último tema a tratar se refiere a si
se puede aplicar la suspensión de juicio a prueba en los
casos en que se establece pena de inhabilitación. Este tema
también fue tratado por la doctrina y la jurisprudencia en
forma reiterada y del desarrollo de ambas surgieron una tesis
restringida y una amplia, la primera niega la posibilidad de
otorgar la “probation” en todos los casos, mientras que la
segunda
sólo
la
impide
cuando
la
inhabilitación
es
considerada pena exclusiva y la admite cuando la misma se
aplica en forma conjunta con otra pena. Adherimos a esta
última posición pues resulta irrazonable no poder aplicarse
en casos de delitos culposos -fundamentalmente en el caso de
homicidio o lesiones culposas-, cuando la inhabilitación se
puede aplicar como regla de conducta y sí hacerlo en casos de
delitos dolosos. Esta fue, también, la posición tomada en el
mencionado
refirió
al
caso
“Cecchini
respecto
“En
Walter”,
este
el
aspecto,
Dr.
Gutiérrez
también
la
se
“tesis
amplia” aquí considerada razonable es la que ha adoptado el
nuevo Código Procesal Penal de nuestra provincia, que dispone
en relación a este punto que “cuando el delito prevea pena de
inhabilitación, ella formará parte de las reglas de conducta
que se establecen” (artículo 24 ley 12.734 y art. 8 II del
texto ordenado aprobado por decreto ley 125/09).
Precisamente, en esta causa en particular
el
Defensor
reconoce
-a
fs.
144-
que
el
A
Quo
puede
establecer reglas de conducta para el caso que se admita la
probation.
Conforme
corresponde
declarar
a
lo
procedente
antedicho
el
entendemos
recurso
que
interpuesto,
separar al A Quo de la causa atento a haber emitido opinión,
quien deberá remitir el expediente al suplente legal, el que
previa vista al Fiscal deberá emitir nueva resolución .
Atento
Apelaciones
en
lo
Penal
a
de
lo
antedicho,
Venado
la
Tuerto
Cámara
de
RESUELVE:
1)
Declarar procedente el recurso interpuesto y, en consecuencia
revocar la resolución atacada. 2) Disponer la separación del
A Quo, quien deberá remitir el expediente al suplente legal,
el que previa vista al Fiscal deberá emitir nueva resolución.
Insértese,
agréguese
copia,
hágase
saber
bajen.
Dr. Fernando Vidal
Dr. Tomás Orso
Dr. Gustavo García Méndez
Dr. Sergio Fenice
y
Descargar