Complejo Cerealero Trigo – Maíz

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ANÁLISIS
TECNOLÓGICOS
Y PROSPECTIVOS
SECTORIALES
COMPLEJO CEREALERO
TRIGO – MAIZ
Responsable: María Cristina Añón
FEBRERO 2016
AUTORIDADES
■
Presidente de la Nación
Ing. Mauricio Macri
■
Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva
Dr. Lino Barañao
■
Secretario de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva
Dr. Miguel Ángel Blesa
■
Subsecretario de Estudios y Prospectiva
Lic. Jorge Robbio
■
Director Nacional de Estudios
Dr. Ing. Martín Villanueva
RECONOCIMIENTOS
Los estudios sobre complejos productivos agroindustriales fueron coordinados por el
Magister Gustavo Idígoras y asistidos por la Magister Sabine Papendieck. La supervisión y revisión de los trabajos estuvo a cargo del equipo técnico del Programa Nacional
de Prospectiva Tecnológica (Programa Nacional PRONAPTEC) perteneciente a la Dirección Nacional de Estudios del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva:
Lic. Alicia Recalde.
■ Lic. Manuel Marí.
■ Lic. Ricardo Carri.
■ A.E. Adriana Sánchez Rico.
■
Se agradece a los diferentes actores del sector gubernamental, del sistema científicotecnológico y del sector productivo que participaron de los distintos ámbitos de consulta del Proyecto. No habría sido posible elaborar este documento sin la construcción
colectiva de conocimientos.
Por consultas y/o sugerencias, por favor dirigirse a [email protected]
El contenido de la presente publicación es responsabilidad de sus autores y no representa la posición u opinión del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.
Trabajo realizado entre octubre de 2012 y abril de 2013.
COMPLEJO CEREALERO
TRIGO – MAIZ
El complejo cerealero es uno de los complejos más tradicionales y de mayor
importancia en el mundo agrícola, tanto a nivel nacional como mundial. A lo largo de
este documento se analizará básicamente antecedentes y perspectivas futuras de
dos de los integrantes más importantes de este complejo: trigo y maíz.
1
TENDENCIAS TECNOLÓGICAS ACTUALES
El complejo cerealero, al igual que el oleaginoso, puede subdividirse entre tres
sectores o bloques correspondientes a la producción primaria, la industrialización y la
comercialización de los granos y productos derivados.
Del primero de ellos participan los productores primarios, cooperativas, acopiadores
y proveedores de semillas, agroquímicos, fertilizantes, maquinaria agrícola y técnicos.
El segundo bloque tiene como integrantes industrias nacionales e internacionales
dedicadas a la molturación/molienda de los granos y su transformación en diversos
productos (harinas, aceites, pastas, galletitas, almidón, jarabes, cereales para
desayuno, barras de cereal, entre otros). Del tercer sector participan todos los
integrantes del mercado interno como aquellos que intervienen en el mercado
externo.
Este complejo es un generador sumamente importante de puestos de trabajo. En el
caso de la cadena de trigo estimaciones realizadas por el Instituto de Estudios de la
Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) (2011) indican que en el año 2009 la
producción del grano de trigo aportó 19.200 puestos de trabajo directos, la molienda
8.700 y las industrias de segunda transformación, en su conjunto, 105.000 puestos,
mayoritariamente proveniente de los establecimientos dedicados a la panificación
tradicional. A estos valores debería además sumárseles la generación de empleos
relacionados con el transporte y distribución de productos, las empresas de servicio y
las proveedoras de insumos.
La cadena del maíz por su parte, también se caracteriza por ser generadora de un
número relevante de puestos de trabajo. Según un estudio realizado por el Instituto
de Estudio de la Realidad Argentina y Latinoamericana (2011) en el año 2009 la
cadena generó 450.496 empleos incluyendo en esta cantidad los puestos
correspondientes a producción primaria, industrias, transporte, distribución de
materias primas y productos y trabajos indirectos generados por Empresas que
prestan diferentes servicios a la cadena.
2
Producción de cereales a nivel nacional
El trigo fue el cultivo fundador de la colonización agrícola de la región pampeana
siendo su historia paralela a la de la agricultura argentina.
Junto con el arroz y el maíz, el trigo es uno de los granos que más produce y
consume el hombre a nivel mundial. El trigo pan fue introducido en América por los
españoles, en tanto que el trigo candeal fue traído al país a principios del siglo XX,
iniciándose su difusión en la década del 30 con poblaciones introducidas por
inmigrantes europeos, principalmente en la provincia de Buenos Aires.
En Argentina más del 98% del trigo producido corresponde a trigo pan, y el resto a
trigo candeal (alrededor de 1%) y trigos blandos para la elaboración de galletitas.
Desde comienzos del año 2000 hasta la campaña 2011/2012 el área sembrada con
trigo pan prácticamente ha mostrado una tendencia decreciente (38,5% 2010/2011
en comparación con 2001/2002) que alcanzó sus valores mínimos en la campaña
2009/2010, para luego incrementarse ligeramente (Figura 1). En el período 1996/2001
el área promedio sembrada fue de 6,3 millones de hectáreas, en los siguientes cinco
años este valor se mantuvo prácticamente constante (valor promedio 6,2 millones de
hectáreas), valores que descendieron drásticamente en el período 2006/2011 hasta
un valor promedio de 4,85 millones de hectáreas. Estos valores se refieren al área
total sembrada con trigo, no sólo a trigo pan. Esta disminución del área sembrada
podría atribuirse, en principio, a la existencia de problemas climáticos y a políticas
públicas relacionadas con restricciones en la exportación.
En tanto que la producción ha experimentado en igual período (Figura 1) variaciones
importantes alcanzando valores mínimos durante las campañas 2008/2009 y
2009/2010. A partir de entonces la misma ha regresado a valores del orden de los 14
millones de toneladas, siendo el promedio de la década 13,3 millones de toneladas
de trigo pan. La producción de la cosecha 2010/2011 fue de 14,72 millones de
toneladas un 68% más que en la campaña anterior; en tanto que la correspondiente a
la campaña 2011/2012 descendió a un valor aproximado de 13,876 millones de
toneladas.
3
Entre las campañas comprendidas entre 2001/2002 y 2007/2008 el rendimiento de
trigo pan experimentó un ligero aumento, el cual decayó abruptamente en la
campaña 2008/2009, para alcanzar los valores más altos de la década en la campaña
2010/2011 (3.404 kg/hectárea). En la campaña 2011/2012 el rendimiento se redujo
ligeramente respecto a la campaña previa (3.310 Kg/hectárea).
Figura 1. a) Evolución del área sembrada (línea continua azul) y la producción (barra
amarilla), b) evolución del rendimiento de trigo pan los últimos quince años
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producción en millones de
toneladas
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area sembrada en millones de
hectáreas
a)
campañas
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1
rendimiento en toneladas por
hectárea
b)
cam pañas
Fuente: Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (2011), Instituto de Estudios de la
Realidad Argentina y Latinoamericana (2011)
El crecimiento en el rendimiento detectado entre 1986/1987 y la actualidad puede ser
atribuido a la incorporación de tecnología, como lo es el doble cultivo, y a la
introducción de nuevas variedades.
En cuanto al trigo candeal el área sembrada en la campañas 2010/2011 y 2011/2012
ascendió a 52,4 y 64,2 mil hectáreas respectivamente alcanzándose una producción
de 192 y 182,9 miles de toneladas para dichas campañas. Los valores de producción
son los mayores alcanzados en los últimos diez años.
El rendimiento también se incrementó en forma significativa, alcanzando en las
campañas 2010/2011 y 2011/2012 valores de 8.643 y 6.870 Kg/hectárea,
respectivamente.
La siembra de este cultivo se encuentra altamente concentrada en la provincia de
Buenos Aires. Durante la campaña 2011/2012 el 52% del área total sembrada se
localizó en esta provincia, seguida por las provincias de Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos
y La Pampa, con un 12%, 8%, 6% y 4% del área total sembrada, respectivamente.
Igual tendencia muestra la producción de este cereal, la cual durante la campaña
5
2010/2011 se distribuyó entre las provincias de Buenos Aires (60%), Santa Fe (12%),
Córdoba (11,7%), Entre Ríos (7,4 %) y Chaco (2,2%), completando el cuadro las
provincias de La Pampa, Tucumán, Santiago del Estero, Salta, Catamarca, San Luís,
Jujuy, Corrientes y Formosa con participaciones individuales inferiores al 1,6%.
Según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos la producción
mundial de trigo, no discriminado por variedad, ascendió en el 2011/septiembre de
2012 a 6768,1 millones de toneladas, correspondiendo a Argentina 13,5 millones de
toneladas. En el período 2007/2008 Argentina se posicionó en el décimo lugar entre
los productores mundiales de trigo, liderados por la Unión Europea, posición que no
ha podido alcanzar desde entonces. En el período 2011/septiembre 2012 ocupaba el
décimo segundo lugar. (Departamento de Agricultura de Estados Unidos, 2011)
Otro cultivo relevante de este complejo es el maíz. Este cereal tiene su origen en
México y se expandió en Argentina y Brasil después del 1600. Existen cinco clases
diferentes de maíz, según las características del grano, a saber: maíz dentado, maíz
colorado duro, liso o Flint, maíz pisingallo, maíz harinoso y maíz dulce, En nuestro
país el maíz colorado es el más extendido.
El cultivo de maíz es uno de los cuatro principales cultivos de Argentina. En la última
década, a diferencia de lo ocurrido a nivel mundial donde la tendencia fue siempre
creciente, el área sembrada con este cereal presentó una alta variabilidad. La misma
alcanzó un mínimo en la campaña 2008/2009, a partir de allí comenzó a
incrementarse alcanzado en el ciclo 2010/2011 los 4,6 millones de hectáreas y en la
campaña 2011/2012 los 5 millones de hectáreas (Figura 2a).
Más allá de ciertos altibajos asociados a problemas climáticos, la producción de maíz
mostró una tendencia creciente. Durante la campaña 2010/2011 se alcanzó una
producción record de 22,9 millones de toneladas gracias al incremento del área
sembrada antes mencionado; en tanto que en la campaña 2011/2012 se produjeron
20,95 millones de toneladas. (Lezcano, 2012; CIARA, 2012) (Figura 2a).
6
Figura 2. a) Evolución del área sembrada, barras rojas, la producción, línea azul y b) el
rendimiento de maíz, barras verdes, en la última década
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producción en millones de
toneladas
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area sembrada en millones de
hectareas
a)
cam pañas
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rendimiento en toneladas por
hectárea
b)
cam apañas
Fuente Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (2012) y CIARA (2012)
Los rendimientos a nivel nacional en la última década mostraron cierta variabilidad,
alcanzándose los mayores valores en la campaña 2009/2010 con 8.120 kg/hectárea,
valor que se redujo un 5 y un 18% en las campañas siguientes.
De acuerdo a estimaciones realizadas por el Departamento de Agricultura de Estados
Unidos (USDA 2012; Ghida Daza 2012) Argentina, en la campaña 2012/2013,
incrementaría su producción de maíz en un 26% considerando que se mantiene el
área sembrada en 3,5 millones de hectáreas y se logra un rendimiento superior al de
7
la campaña 2011/2012 del orden de 7,3 toneladas/ hectárea. De acuerdo a estas
estimaciones Argentina mantendría su posición como segundo productor mundial de
maíz.
Al igual que en el caso del trigo, este cultivo se concentra en las provincias de
Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, provincias que en la campaña 2010/2011 han
participado con un 35,8%, 24,9% y 15,4%, respectivamente de la producción total
nacional.
A nivel mundial la producción de maíz ha mostrado una tendencia creciente con
menores altibajos que la producción nacional. En el año 2010 la producción mundial
ascendió a 844 millones de toneladas, 60% de la cual se originó en Estados Unidos y
China. Argentina se ubicó en la posición quinta de los países productores de maíz.
El trigo y el maíz son dos cultivos de fundamental importancia para la rotación de
cultivos con soja y recuperar la caída del nivel de carbono del suelo que produce este
cultivo.
Si bien el trigo y el maíz son los principales cereales cultivados en el país existen
otros cultivos como los de sorgo, avena, cebada y centeno de uso cotidiano.
El sorgo es uno de esos cultivos que ha experimentado un importante crecimiento en
los últimos años, duplicándose el área sembrada entre 2006 y 2010 (500 mil a 1
millón de hectáreas). Aproximadamente un 20% del área sembrada se destina a la
preparación de silos y el resto a alimentación animal, molienda seca y húmeda, uso
industrial y producción de bioetanol. De acuerdo a datos del Ministerio de Agricultura,
Ganadería y Pesca, en el año 2010 se produjeron 3,6 millones de toneladas y se
molieron 224,9 miles de toneladas de sorgo.
En el caso de avena, cebada cervecera y centeno durante la campaña 2010 /2011 se
produjeron 0,66; 3,96 y 0,044 millones de toneladas, respectivamente y como
producto de la molienda se obtuvieron 17,8; 815 miles de toneladas de avena y
cebada cervecera y 467 toneladas de centeno.
8
Industrialización de trigo y maíz
La industrialización del trigo puede dividirse en dos etapas, la primera de ellas
corresponde a la molturación del grano generándose harina y gluten como principales
productos de primera transformación. En la segunda etapa se elaboran a partir de la
harina diferentes productos panificados, productos de segunda transformación,
como panes artesanales e industriales, galletitas y bizcochos, pastas frescas y secas,
gluten, entre otros. Cabe además señalar que a partir de subproductos de la
industrialización del trigo, afrecho y afrechillo, pueden elaborarse alimentos
balanceados, así como etanol a partir de granos de baja calidad, originándose
además subproductos como DDGS y DDG que se derivan a la industria de alimentos
balanceados. Otro subproducto importante lo constituye el germen de trigo el cual
puede ser utilizado para la obtención de aceite. (Figura 3).
Figura 3. Esquema de la industrialización del trigo
La harina es el principal producto de primera transformación de la cadena de trigo,
siendo los productos más importantes las harinas de 000 y 0000, las premezclas y la
harina integral.
9
En la década 2001 – 2010 la molienda de trigo se incrementó en un 46% mostrando
un promedio de 5,47 millones de toneladas/año. Actualmente el sector moltura algo
más
de
6,3
millones
de
toneladas/año
de
trigo,
valor
correspondiente
aproximadamente a un 45% de la producción total de grano, produciendo 4,7
millones de toneladas de harina/año. En el período enero-noviembre de 2012, según
datos de la Dirección de Mercados Agroalimentarios del Ministerio de Agricultura,
Ganadería y Pesca, la industria nacional molturó 5,65 millones de toneladas de trigo.
En los últimos años la introducción en el mercado de nuevos productos a partir de
grano entero han crecido significativamente, quizás traccionados por el concepto de
alimentos más saludables que ha primado en los últimos años, especialmente en los
países desarrollados.
En 2011 se encontraban registrados en el país 178 molinos harineros que se
distribuyen en 155 empresas, ubicados fundamentalmente en las provincias de
Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, las que contaban con el 45,5%, 23,6%
13,5% y 5,6% de los molinos totales, respectivamente. Con valores individuales
inferiores al 2,0% contribuyen las provincias de Tucumán, La Pampa, Salta, Jujuy, San
Juan, San Luís, Santiago del Estero, Chaco y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El
56% de los molinos existentes son micro o pequeños molinos pudiendo molturar
menos de 34 toneladas/día o entre 34 y 120 toneladas/día. El 33% de los
establecimientos poseen una capacidad de molturación que oscila entre las 120 y
360 toneladas/día, por lo que se consideran medianos; en tanto que el 10% se
consideran grandes siendo su capacidad de molturación superior a las 360
toneladas/día. (Instituto de Estudio de la Realidad Argentina y Latinoamericana 2011,
Lezcano, 2011).
Los datos de la capacidad instalada revelan que los diez molinos más grandes del
país representan aproximadamente un 40% de la capacidad de elaboración total
(Instituto de Estudio de la Realidad Argentina y Latinoamericana 2011, Lezcano, 2011)
Los molinos con mayor capacidad instalada pertenecen a Cargill S.A.C.I y Molinos
Cañuelas S.A.C.I.F.I. y A. Entre las Empresas que poseen los molinos medianos
10
figuran Andrés Logomarsino e Hijos, Sociedad Anónima Molinos Fénix y Cargill
S.A.C.I, entre otras.
La molienda anual promedio de trigo en la última década ha sido de 5,4 millones de
toneladas, registrándose una tendencia general creciente. En el período indicado la
cantidad de trigo molturado creció un 35,3%. En el año 2012 la provincia de Buenos
Aires fue la que registró una mayor participación en la molienda, seguida por las
provincias de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos (Figura 4).
Participación en la producción total (%)
Figura 4. Participación por provincia de la molienda de trigo pan en el año 2010
60
50
40
30
20
10
0
Buenos
Aires
Córdoba Santa Fe
Entre
Ríos
CABA
Otros
Localización
Fuente: Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca
La industria molinera local ha mejorado notablemente en los últimos años impulsada
por incentivos económicos, subsidios para molinería y modificaciones en los cupos
de exportación.
De acuerdo a datos aportados por el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina
y Latinoamericana (IREAL) de la Fundación Mediterránea (2011) y la Secretaría de
Agricultura, Ganadería y Pesca en el año 2010 un 73% de la harina, destinada al
consumo interno, fue industrializada. Aproximadamente un 70% del total se utilizó en
las elaboración de panificados, 10% en la industria de pastas, 7% en la de galletitas y
bizcochos y el 10% restante se destinó al consumo como harina fraccionada.
11
En el país se producen unas 3 millones de toneladas de pan, en su gran mayoría
artesanal (94%) y en menor proporción pan industrial. La panificación artesanal se
caracteriza por su amplia distribución territorial y el elevado número de
establecimientos que participan, número que en el 2010 se calcula en unos 33000
establecimientos. En contraposición la fabricación de pan industrial se encuentra
mucho más concentrada, siendo los principales Empresas del sector Compañía de
Alimentos Fargo S.A. y el Grupo Bimbo S.A.
En los últimos años se observa que la demanda de pan industrial ha crecido con
mucha mayor rapidez que la de pan tradicional, probablemente por el cambio de vida
de los consumidores. A pesar de ello el pan de panadería sigue representado la vasta
mayoría de las ventas.
En el mercado han surgido hace algunos años nuevos productos, denominados
baked-off, como son los productos panificados congelados que incluyen masas
refrigeradas, congeladas y pan precocido. Estos son productos que responden a
cambios de vida del consumidor y permiten contar con productos recién horneados
en todo momento. Esta tecnología ha sido incorporada por muchos panaderos
tradicionales, quienes han instalado los denominados “puntos calientes”, al igual que
restaurantes y hoteles.
Dentro de los productos de segunda transformación del trigo también figuran las
galletitas dulces (secas, rellenas u obleas) y saladas (crackers, galletas de agua y
crackers saborizadas), cuya producción desde el año 2003 ha mostrado una
tendencia creciente del orden del 13,2% anual. En el 2010 se elaboraron 423 mil
toneladas de galletitas, que representan un valor record para el sector, en tanto que
en 2012 se alcanzó un volumen elaborado de aproximadamente 408 mil toneladas.
Igual tendencia alcista ha experimento el consumo interno de estos productos
(Lezcano 2011, Instituto de Estudio de la Realidad Argentina y Latinoamericana 2011).
El mercado de galletitas y bizcochos se encuentra altamente concentrado, el 70% del
mismo corresponde a dos Empresas, a saber: la sociedad Arcor-Danone Kraft Foods.
El resto del mercado se encuentra repartido entre algunas Empresas medianas y
Empresas más pequeñas. En los últimos cinco años distintas Empresas han realizado
12
importantes inversiones que han permitido aumentar la capacidad instalada y mejorar
el equipamiento existente. Entre ellas cabe destacar la inversión realizada por el
Grupo Arcor en la planta localizada en Salto, Provincia de Buenos Aires, que la
convertirá en la planta de galletitas más grande de Latinoamérica (Ministerio de
Agricultura, Ganadería y Pesca 2011).
Otros de los productos de relevancia derivados de la harina de trigo son las pastas,
secas y frescas, un alimento que es unos de los favoritos de la población mundial.
Los productos de mayor calidad de este sector son aquellos elaborados con sémolas
provenientes del trigo candeal. Como se indicó previamente la producción de trigo
candeal a nivel nacional es sumamente reducida, del orden del 1% de la producción
total de trigo que se corresponde en la campaña 2011/2012 con 183 mil toneladas.
Esta producción esta básicamente concentrada en las provincias de Buenos Aires,
Tucumán y San Luís. En los últimos cinco años se ha observado una tendencia
creciente en la producción de este tipo de trigo. Desde el año 2010 la industria
moltura unas 200 mil toneladas de trigo candeal, valor que no se condice con los
valores de producción. De acuerdo a datos incluidos en el Informe Mundial de la
Pasta 2011 correspondiente a la Organización de la Pasta Internacional Argentina
elaboró, en dicho año, 324,4 mil toneladas de pastas alimenticias.
El sector de pastas esta integrado por más de 1500 establecimientos, 95% de los
cuales elaboran pastas frescas. El sector de pastas secas se encuentra mucho más
concentrado contabilizándose en el 2011 unos 80 establecimientos.
La Empresa que lidera el sector de pastas alimenticias es Molinos Río de La Plata
S.A., seguida por Kraft Foods. Recientemente se ha incorporado al sector el Grupo
Los Grobo y se han establecido algunas alianzas estratégicas tales como las
realizadas por la Empresa Unilever, que ha incorporado la elaboración de pastas
secas, con Molinos Tres Arroyos y la correspondiente a un sector de supermercados
chinos con el Grupo Los Grobo (Lezcano 2012, Instituto de Estudio de la Realidad
Argentina y Latinoamericana 2011).
En el caso de las pastas frescas el número de empresas involucradas es mucho
mayor, del orden de 1400 establecimientos.
13
A partir del año 2010 se han comenzado a producir inversiones en el sector industrial,
cooperativo y de PyME asociativas de productores, lo que indica cambios positivos a
nivel del sector, promisorios en años futuros.
En el caso del maíz su industrialización comprende dos procesos tecnológicos bien
diferenciados: la molienda húmeda y la molienda seca.
En el caso de la molienda húmeda los productos de primera transformación que se
obtienen son los distintos componentes del grano, a saber: almidón, gluten (meal y
feed), germen y fibra y a partir de ellos productos derivados como jarabe de fructosa,
glucosa, jarabe de maltosa, caramelo y aceite. Los productos derivados de esta
molienda son empleados por diversas industrias alimentarias y no alimentarias como
la farmacéutica, la textil y la de plásticos.
En la molienda seca, se obtiene trozos de maíz (hominy grits), sémolas para
expandidos, sémolas para cervecería, harina de maíz para polenta (corn meal), harina
fina de maíz y harina zootécnica (hominy feed). Como productos de segunda
transformación se puede mencionar: los cereales para desayuno y las barras de
cereal (Figura 5). En ambas moliendas se obtiene germen el cual se utiliza en la
elaboración de aceite de maíz, producto de alto valor agregado.
14
Figura 5. Esquema de la industrialización del maíz
Del volumen de grano destinado al consumo interno una gran proporción se deriva a
la alimentación animal bajo las formas de alimento balanceados, silaje de maíz,
subproductos de la molienda o grano entero y el resto a las moliendas seca y
húmeda. Recientemente parte del grano se deriva además para la producción de
etanol.
La molienda seca es un sector tradicional, que aporta productos de alta calidad y que
ha incrementado en los últimos años su posicionamiento en el comercio internacional.
El sector de molienda húmeda es un sector de nivel tecnológico sumamente alto y es
central para el desarrollo de países más avanzados, así como para diferentes
industrias como la farmacéutica, la alimentaria, la producción de biomateriales, entre
otras, las que podrían demandar cantidades sumamente importantes de maíz.
El principal destino de la producción de maíz es la exportación como grano,
destinándose al mercado interno alrededor del 38% de la producción. La mayor parte
de este volumen se destina a la alimentación animal, principalmente de aves, bovinos
y cerdos tanto para la producción de carne como para la producción de huevos y
15
leche y aproximadamente un 8% a la molienda distribuido en un 6% para molienda
húmeda y el 2% restante para la molienda seca. Estos valores, diferencian a
Argentina de otros países en los que el nivel de exportación de granos es mucho
menor y evidencian una baja capacidad para su industrialización.
De acuerdo a datos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (Lezcano, 2012)
tanto la industrialización por molienda seca como por molienda húmeda han crecido
en forma sostenida en el último quinquenio (Figura 6). La industrialización por
molienda seca fue la que experimentó un mayor crecimiento (37,7 %) en 2011
respecto a 2010, en tanto que la molienda húmeda aumentó un 10,4%. La cantidad
de miles de toneladas de maíz industrializados por cada tecnología fue de 227,5 y
1224,1, respectivamente.
Con referencia a la producción de alimentos balanceados en base a maíz, en igual
período mostró la misma tendencia (Figura 6), registrándose un incremente del
13,3% en 2011 respecto al año 2010.
Figura 6. Evolución de la industrialización de maíz mediante molienda seca y húmeda
Producción en miles de toneladas
y de alimentos balanceados
3000
2500
2000
1500
1000
500
0
1
2
3
4
5
6
7
años
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
Nota: Las barras azules corresponden a la evolución de alimentos balanceados, la roja a
molienda húmeda y las verdes a molienda seca.
Fuente: Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca
En el año 2011 se produjeron 460 mil toneladas de jarabe de fructosa (JAM 55 y JAM
42), 150 mil toneladas de glucosa, 60/70 mil toneladas de jarabe mezcla, 20 mil
toneladas de jarabe de maltosa, 10/12 mil toneladas de colorante caramelo, 20 mil
toneladas de maltodextrina, 100/110 mil toneladas de almidones, 40/45 mil toneladas
16
de almidones modificados, 20 mil toneladas de gluten meal, 250 mil toneladas de
gluten feed y 35 mil toneladas de aceite de maíz (Secretaría de Agricultura, Ganadería
y Pesca, 2011), valores que representan entre un 20 y un 37% más de los obtenidos
en 2007, dependiendo del producto.
De acuerdo al Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana
(2011) en el país se localizan 26 plantas de molienda seca básicamente en las
provincias de Buenos Aires (34,6% del total de establecimientos), Córdoba y Santa Fe
con igual número de establecimientos (19,2% del total de establecimientos, cada
una). La capacidad instalada del conjunto de plantas es del orden de las 1.500
toneladas diarias. Estos molinos pueden adoptar diferentes estrategias para
posicionarse como productores de trozos para cereales de desayuno o snacks,
sémolas o gritz.
Como productos de segunda transformación de la molienda seca se ubican los
cereales para desayuno y las barras de cereal. El país cuenta con 23 Empresas
elaboradoras de este tipo de productos, 14 de las cuales producen solamente barras
de cereal, 5 se dedican a la producción de cereales para desayuno y las 4 restantes
elaboran ambos tipos de productos. Estas Empresas se encuentran ubicadas en las
provincias de Buenos Aires, Córdoba, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Santa Fe y
San Luís; las cuales cuentan con 14, 6, 3, 3 y 1 establecimientos respectivamente.
Las empresas dedicadas a la molienda húmeda de maíz son cuatro con un total de
seis plantas que tienen en conjunto capacidad instalada de unas 3000 toneladas
diarias. Dos establecimientos, localizados en provincia de Buenos Aires, concentran
el 59% de la capacidad total instalada. Recientemente se han incorporado a esta
actividad empresas como Bunge y Cargill.
Cabe destacar las posibilidades que posee la cadena del maíz en la producción de
biocombustibles y energías renovables, actividad que ha experimentado un enorme
crecimiento a nivel mundial en los últimos años. En particular el maíz puede ser
utilizado para la producción de bioetanol y biogas. Hasta la fecha la producción de
bioetanol proviene, a nivel nacional, de la caña de azúcar, fuente que no resulta
suficiente para cumplir con la meta fijada por la Ley 26093 (2006) la cual establece
17
para el año 2010 un contenido de etanol en las naftas del 5%, para reducir las
emanaciones de monóxido de carbono. A raíz de esto se encuentran en desarrollo
proyectos de producción de bioetanol a partir de maíz, los cuales además generarán
un subproducto proteico de buena calidad, como son los granos destilados, aptos
para la elaboración de alimentos balanceados o formulación de raciones para
animales. Este subproducto puede comercializarse seco, DDG, o húmedo WDG.
También se comercializa otro subproducto denominado DDGS, seco, o húmedo
WDGS, constituidos por granos destilados más el jarabe o solutos obtenidos en el
proceso de centrifugación.
En el año 2012, comenzó a operar en la provincia de Córdoba el primer
emprendimiento de producción de bioetanol, Bio.4 S.A. El mismo está conformado
por 24 socios, de los cuales 23 son productores agropecuarios. La planta está
proyectada para procesar unas 214 mil toneladas año de maíz, 250 mil litros de etanol
y 180 mil toneladas de DGS. En el mercado existen otras cuatro empresas, ProMaíz
S.A., Agroctanos, Vicentín S.A.I.C. y Aca Bio Coop. Ltda., que también producen
etanol a partir de maíz (Secretaría de Energía de la Nación).
Participación en el comercio internacional
En los últimos años, el comercio mundial de trigo, liderado por Estados Unidos,
promedia las 135 millones de toneladas. En los últimos veinte años este mercado ha
sido mucho menos dinámico que el de oleaginosos, mostrando un crecimiento lento.
Esto probablemente pueda ser atribuido a los cambios de dieta experimentados a
nivel mundial.
En el caso particular de Argentina el volumen de las exportaciones de trigo pan
muestra un importante decrecimiento a partir de los años 2007-2008 (Figura 7),
probablemente esto sea consecuencia de la menor superficie sembrada y a
condiciones climáticas adversas. El principal destino de las exportaciones Argentinas
han sido Brasil (85,6% en volumen en 2010) y con participaciones individuales
inferiores al 5%: Colombia, Perú, Bolivia, Egipto, y Sudáfrica (Lezcano 2011).
18
volumen exportado en millones de
toneladas
Figura 7. Evolución de las exportaciones de trigo en los últimos años
12
10
8
6
4
2
0
2002
20032 2004 32005 2006
2007
20086 2009 72010
1
4
5
8
9
año
Fuente: Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca
En cuanto a la harina de trigo, incluidas las premezclas, se ha observado una
tendencia creciente en el mercado de exportación, tanto en términos de volumen
como de valor (Figura 8). Cabe señalar que en el 2010 las exportaciones de las
premezclas crecieron un 42% en volumen y un 532% en valor. El destino principal de
estas exportaciones, al igual que en el caso de granos, lo constituye Brasil con una
participación en volumen del 69,3% en el 2010; seguido por Bolivia (24,8%). Otros
destinos, con participaciones menores al 5% fueron Chile, Cuba y Uruguay.
19
Figura 8: Evolución de las exportaciones de harina en los últimos años
valor en millones de US$ FOB
1200
volumen en miles de
toneladas
1000
800
600
400
200
0
2002
20032 20043 2005 42006 52007 2008
2009
2010
2011
2012
1
6
7
8
9
10
11
años
Nota: Las barras negras representan los volúmenes exportados y la línea amarilla el valor del
monto exportado.
Fuente: Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca
El comercio mundial de los productos derivados de la harina de trigo presentó un
mayor dinamismo que los correspondientes a granos y harinas. En el período 19962009 ha mostrado un crecimiento del 7,9% anual en término de valores y 4,7% anual
en términos de cantidad.
A nivel nacional la exportación de productos panificados registrada en los últimos
seis años ha sido oscilante, manteniéndose en valores cercanos a las 31 mil
toneladas. En términos de valor las exportaciones han mostrado una tendencia
creciente. El principal destino de los productos panificados es Chile, que concentró el
26% del volumen total exportado, seguido por Uruguay (19,3%), Angola (16,6%),
Paraguay (13,2%) y Brasil (10,7%). Bolivia, Estados Unidos, España, Cuba y Perú
participaron individualmente con porcentajes de volumen inferiores al 5%.
La exportación de galletitas y bizcochos fue en el año 2010 de 35,1 miles de
toneladas. En la última década el mayor volumen exportado se alcanzó en el año
2006, 36 mil toneladas, en tanto que el 2010 fue el año más importante en términos
de valor. Prácticamente el 80% de estos productos fueron exportados a Uruguay,
Angola, Paraguay, Chile y Bolivia.
20
En cuanto a las pastas alimenticias, los últimos cinco años (2007-2011) las
exportaciones han mostrado un comportamiento fluctuante, notándose una
tendencia creciente en términos de valor. En 2011 se exportaron 51 mil toneladas de
pastas alimenticias por un valor de 44 millones de US$. En 2011 aproximadamente el
80% del volumen exportado se dirigió a Chile (59,1%) y Angola (33,3%). La fuerte
demanda de pastas alimenticias por parte de Chile fue de carácter netamente
coyuntural dado que se debió al incendio de una de las principales plantas
elaboradoras de pastas secas. En el año 2012 los productos más exportados fueron
“pastas sin cocer, sin rellenar, sin huevo, en envases menores de 1 Kg” (80% del
volumen total exportado), “discos de masa y demás formas similares” y “pastas
rellenas en variedades diferentes a los ravioles, sin congelar”.
Estados Unidos se ha destacado históricamente como el principal exportador de maíz.
En el año 2010 participó con el 47,2% del volumen total exportado a nivel mundial.
Argentina en igual año se ubicó como segundo exportador con una participación del
14,6% del volumen total exportado, seguido por Brasil.
Desde el año 2007 hasta el presente el conjunto de productos aportados por la
molienda seca de maíz a la exportación ha registrado un aumento sostenido tanto en
términos de volumen como de valor comercializado (Figura 9).
21
Figura 9. Evolución de las exportaciones de productos de maíz provenientes de la
molienda seca
30
500
volumen en miles de
toneladas
400
350
20
300
15
250
200
10
150
100
5
volumen en miles de
toneladas
450
25
50
0
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
años
Nota: Las barras azules representan a la harina de maíz, las barras verdes a grañones y
sémola y la línea amarilla a maíz de otro modo.
Fuente: Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca
En el año 2011 se exportaron 485,9 miles de toneladas de productos derivados de
este tipo de molienda. Los productos más exportados del sector, según la posición
arancelaria, son harina, grañones y sémolas y granos de maíz de otro modo (ej.
mondados, perlados, quebrados). En el año 2011 los “granos de maíz de otro modo”
representaron el 92% del valor exportado por el sector, seguidos por “harina de maíz”
con una participación del 7,4%, mientras que “grañones y sémolas” y “germen de
maíz” aportaron sólo un 1%. Las exportaciones de todos estos productos mantenían
una constancia en volumen hasta el año 2007, a partir del cual se inició un período de
tendencia creciente. Aún así la participación de Argentina en el comercio
internacional es baja, representando aproximadamente el 2%. Estos productos se
exportan a diferentes países, ocupando los primeros lugares Chile y Uruguay,
seguidos por Angola con volúmenes significativamente menores.
Con referencia a las exportaciones de cereales para desayuno debe destacarse que
en los últimos años el mercado de exportación ha mostrado un importante
dinamismo. Los principales exportadores de este tipo producto son Inglaterra,
Alemania, Estados Unidos, Francia y Canadá. Argentina, si bien ha incrementado su
participación en este mercado, muy interesante por el valor agregado de estos
22
productos, tiene aún una muy baja participación, inferior al 1% del mercado total. El
principal destino, durante el año 2009, para los cereales para desayuno inflados,
tostados o en copos correspondió a Chile, República Dominicana, Colombia, Uruguay
y Estados Unidos; mientras que Colombia, Chile, Uruguay y Paraguay lo fueron para
los cereales para desayuno extraídos y las barras de cereal.
En cuanto a los productos de maíz derivados de la molienda húmeda, si se considera
el período comprendido entre el año 2003 y el presente, se observa un primer
período (2003-2006) en el que se exportó entre 100 y 120 miles de toneladas, valor
que decreció abruptamente en el año 2007, para luego retomar una tendencia
creciente (Figura 10). En el año 2011 se exportaron unas 90 mil toneladas de
productos derivados de la molienda húmeda de maíz que se repartieron entre
dextrosa (41%), almidón (35%) y fructosa 55 (19%).
Chile y Uruguay fueron los principales destinos de estos productos, representando en
2011 prácticamente un 80% del total exportado.
Figura 10: Evolución de las exportaciones de productos de maíz provenientes de la
molienda húmeda
valomuen exportado en miles de
toneladas
140
120
100
80
60
40
20
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
años
Fuente: Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca
Los principales productos exportados fueron almidón, dextrosa, glucosa y fructosa 55.
Los tres primeros productos han mostrado una tendencia creciente en la exportación
en el período considerado, en tanto que fructosa 55 muestra en igual período una
23
tendencia decreciente. Otro producto que se ha comenzado a exportar a partir del
año 2005 es fructosa 42. En términos de valor estos cinco productos han
experimentado una variación positiva si se comparan el año 2011 con el 2010, valores
del orden de 25,5, 22,7, 14, 19,5 y 162,6 %, respectivamente.
A nivel internacional las exportaciones de productos derivados de la molienda
húmeda de maíz han sido lideradas por Estados Unidos y China.
24
PERSPECTIVAS FUTURAS DEL COMPLEJO A NIVEL NACIONAL Y
MUNDIAL
A nivel mundial se espera en las próximas tres décadas un incremento de la demanda
de alimentos (de la producción agrícola) del orden del 70% respecto de los valores
demandados en el período 2005/2007 (Alexandratos 2011, Alexandratos y Bruinsma
2012, Food and Agriculture of the United Nations 2006, 2007, 2009). Este aumento
será impulsado por el crecimiento de la población mundial, el traslado de los
habitantes de las zonas rurales a las ciudades, el aumento del ingreso por persona así
como un aumento de la cantidad y calidad de kilocalorías consumidas por día y por
persona particularmente de países en desarrollo y cambios en el perfil de alimentos
que forman parte de la dieta.
Estos mismos estudios estiman un aumento de la demanda de cereales del orden del
49% (demanda estimada en el 2050 respecto de la correspondiente al período
2005/2007) y del 66% para los granos forrajeros. Estos porcentajes implican contar
con 3 billones de toneladas de cereales destinadas tanto a consumo humano como
animal y producción de biocombustibles y energías renovables, lo que implica 2,1
billones de toneladas más que las producidas actualmente a nivel mundial.
La producción de cereales deberá aumenta en 1 billón de toneladas por año. Las
demandas pasarán de 200 millones de toneladas a 470 millones de toneladas en el
2050.
En principio el nivel de consumo de trigo, tanto en los países desarrollados como en
los países en desarrollo, tenderá a estabilizarse. En cuanto al consumo de maíz,
elemento básico junto con el mijo y el sorgo de la dieta de varios países africanos –
sub Sahara, podría incrementarse y elevar el promedio de consumo de este tipo de
granos en los países en desarrollo. No se esperan incrementos en los países
desarrollados.
El mercado de granos forrajero está experimentando un crecimiento mayor que el
pronosticado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos y la FAO-OCDE.
25
Según estos últimos organismos los derivados de la cadena del maíz: comercio de
carne aviar, vacuna y cerdo, así como leche en polvo y quesos, serán los que más
aumentarán el volumen de comercialización, lo que dará un impulso favorable a la
cadena.
La demanda estimada para el 2050 deberá, en principio, ser provista por los países en
desarrollo. Actualmente los países en desarrollo consumen el 61% de los cereales
producidos en el mundo, valor que aumentará al 67% en el año 2050 y producen el
56% del total de cereales, valor que ascenderá la 60% en el 2050.
Se estima que el consumo de trigo alcanzará en tres décadas aproximadamente 60
Kg/año/persona; en tanto que el uso de maíz más sorgo y mijo sufrirá un ligero
aumento alcanzando en el 2050 unos 40 Kg/año/persona.
Gran parte del consumo de cereales se destina a la alimentación animal. Para los
países en desarrollo este valor al presente es del orden del 36% y se estima que
aumentará para el 2050 a un 56%.
También se proyecta un incremento marcado del uso de los cereales en la
producción de biocombustibles.
Distintos estudios prospectivos (INTA 2012, Instituto de Estudio de la realidad
Argentina y Latinoamericana 2011, Oliverio y López 2010) realizados a nivel nacional
plantean un escenario positivo para la producción de cereales, siguiendo la tendencia
internacional. En principio existe un convencimiento que tanto la cadena del trigo
como la del maíz pueden experimentar un fuerte crecimiento en un futuro.
En los diferentes escenarios construidos se prevé un aumento del área sembrada, del
nivel de producción y del rendimiento tanto para el maíz como para el trigo. En la
tabla 1 se muestran los valores estimados en los escenarios planteados en estos
estudios.
26
Tabla 1. Estimaciones de los valores de área sembrada, producción y rendimiento
para trigo y maíz en el año 2020
Trigo
Maíz
Cereales
Área sembrada
6,8- 7,1
5,2
14
Producción
16- 22,8 - 23
37,1- 45,9
60,6
Rendimiento
2,9 – 3,2
8,6
--
El área sembrada esta expresada en millones de hectáreas, la producción en millones de
toneladas y el rendimiento en millones de toneladas por hectáreas.
Los datos estimados por Instituto de Estudios de la Realidad Argentina y
Latinoamericana (2011) e INTA (2012) son prácticamente coincidentes, en tanto que
los correspondientes a la Fundación Producir Conservando son inferiores,
particularmente en lo que respecta a producción estimada de trigo debido a que se
ha considerado alcanzar un menor rendimiento. Todos los estudios plantean un
crecimiento significativo en el área sembrada, por ejemplo, del orden de 2,2 veces
respecto del área plantada en el año 2010 en el caso del trigo.
La producción de trigo alcanzada en el 2020 se seguirá comercializando tanto a nivel
interno como externo, excepto que los estudios realizados plantean un aumento del
uso de trigo a nivel nacional. Se estima que aproximadamente el 45% de la
producción será utilizada internamente por la industria molinera e industrias
involucradas en elaboración de productos de segunda transformación y el 55%
restante será comercializado en el mercado externo como grano. Estas estimaciones
implican una mayor actividad en la industria molinera, esperando alcanzar los 7,7 –
7,2 millones de toneladas de harina a fin de la década, lo que supone un crecimiento
promedio anual del orden del 5,2%. Para que esto pueda lograrse se deberá utilizar la
capacidad ociosa que tiene hoy día la industria molinera y ampliar molinos existentes
o crear nuevos emprendimientos, lo que implica un fuerte plan de inversión por parte
de la industria.
El escenario planteado por Instituto de Estudios de la Realidad Argentina y
Latinoamericana (2011) considera que alrededor del 75% de la harina producida sería
utilizada por las industrias de panificación (66%), de pastas alimenticias (14%) y la
productora de galletitas y bizcochos (12%), el 8% restante sería comercializado como
27
harina fraccionada. Estos porcentajes son ligeramente diferentes a los actuales, dado
que en este estudio se ha priorizado la elaboración de productos, como las pastas
alimenticias y galletitas y bizcochos, que poseen un potencial exportador superior al
de los productos panificados. En el caso de las proyecciones realizadas por INTA no
se ha priorizado el uso de harinas con este destino.
En cualquiera de los escenarios se prevé un incremento de la elaboración de
productos de segunda transformación que varía entre un 10 y un 50% respecto al
comienzo de la década, según el producto. Esto incremento, sin lugar a dudas,
demandará de nuevas inversiones destinadas a ampliar la capacidad instalada.
Dado que parte de los productos de segunda transformación se comercializarán en el
mercado externo, los escenarios construidos suponen un mejor posicionamiento de
las industrias argentinas en el mercado internacional de panificados, pastas
alimenticias y galletitas y bizcochos, así como de granos y harinas. Se prevén
incrementos en la participación Argentina muy importantes. En el caso de productos
panificados el escenario planteado estima un volumen de 327 mil toneladas
destinado al mercado externo, de galletitas y bizcochos y pastas alimenticias se
proyecta exportar 520 y 400 mil toneladas, respectivamente.
Considerando precios FOB para los productos a exportar cercanos al promedio del
período 2007-2010, el valor de exportaciones para la cadena del trigo llegaría a 5.815
millones de US$. Este escenario es en realidad exigente dado que implica
incrementar la participación del país en el contexto internacional entre 2 y 10 veces,
aproximadamente: trigo 3,15% a 8,64%; harina 7,94% a 15,38%; productos
panificados, galletitas y bizcochos 0,4% a 5,25% y pastas alimenticias 0,25% a
3,95%, comparando porcentajes exportados en el año 2009 con los esperados para
fin de la década.
La evolución esperada para la cadena del trigo requeriría de unos 70000 nuevos
puestos directos de trabajo.
Para lograr los cambios esperados, en líneas generales, se cuenta con las tecnologías
necesarias y/o las mismas están disponibles a nivel internacional.
28
Con referencia a la cadena de maíz de acuerdo a uno de los estudios llevados a cabo
por el Instituto de Estudios de la Realidad Argentina y Latinoamericana (2011), al
estudio de INTA (2012) previamente citado y un tercer documento elaborado por
MAIZAR (2008), existen buenas posibilidades para el crecimiento tanto de los
productos derivados de la molienda seca como de aquellos provenientes de la
molienda húmeda, en la medida que las condiciones macroeconómicas permanezcan
estables.
El estudio realizado por INTA prevé que en promedio se duplicará la producción de
derivados de la molienda seca. En tanto que se espera un crecimiento mucho mayor,
del orden de 7 veces en su conjunto, de alimentos balanceados destinados a las
cadenas aviar, porcina, láctea y bovina.
Cabe asimismo resaltar que se incluye como factor de crecimiento de esta cadena la
producción de bioetanol, estimándose para el 2020 una producción de 316 mil
toneladas.
El estudio realizado por IERAL focaliza el crecimiento de la molienda seca en tres
productos: uno de transformación primaria, la polenta y dos de transformación
secundaria: barras de cereal y cereales para desayuno. Con referencia a la polenta se
espera un crecimiento del 5% anual en volumen, basado en un aumento del
consumo interno y externo. En el caso de los cereales para desayuno y barras de
cereal, el escenario planteado considera: - la sustitución de las importaciones lo que
implicaría el incremento de la producción en 455 toneladas por año, - un aumento del
consumo interno del orden del 20% y – un incremento de las exportaciones a una
tasa promedio anual equivalente a la correspondiente al período 1998-2008, que fue
de un 185 %anual.
En su conjunto, para los productos seleccionados, la molienda seca debería crecer a
un ritmo promedio anual del 2,6%.
En el caso de la molienda húmeda el escenario planteado por INTA estima para fin de
la década una duplicación de la producción de fructosa, almidón, almidones
modificados y aceite. Por su parte IERAL plantea un escenario en el que la
29
producción se incrementaría para el 2020 en 1,2 millones de toneladas, equivalente a
un crecimiento del 8% anual.
En ambos estudios se plantea un crecimiento en volumen y monto de las
exportaciones, particularmente para los productos de la molienda húmeda, en más
de dos veces. En el caso de la exportación de productos de la molienda seca se
estima que los que crecerán más serán maíz perlado, maíz tostado e inflado y
alimentos balanceados y para mascotas (INTA 2012).
Para fines de la década y en base a los escenarios planteados se espera que las
moliendas seca y húmeda generen unos 3.305 nuevos puestos de trabajo.
Para que se logren estas proyecciones se necesitará de inversiones, particularmente
en el caso de la molienda húmeda, ya que en la molienda existe capacidad ociosa y la
necesidad de nuevos emprendimientos será menor.
Para alcanzar el crecimiento deseado, tanto de la cadena del trigo como la del maíz,
se requiere de los conocimientos y tecnologías que permitan que estos granos
exhiban todo su potencial. Entre ellos se requiere el aporte de la genética, la
biotecnología y la tecnología de alimentos.
En el caso de la cadena del trigo, si bien Argentina es a nivel mundial un productor
importante no aprovecha esta materia prima para obtener productos de mayor valor
agregado. Exporta menos de un 5% en volumen de productos de segunda
transformación como productos panificados, galletitas y bizcochos y pastas
alimenticias, productos que poseen un precio mucho más elevado que el grano y
además generan mayor cantidad de puestos de trabajo directos.
Esta cadena debe aprovechar las oportunidades que se le presentan a nivel mundial,
relacionadas con la demanda de productos de conveniencia y el requerimiento de
alimentos más saludables. En este sentido se presentan como productos de
relevancia las pastas Premium elaboradas con sémola de trigo candeal, así como
comidas preparadas a base de pastas y productos panificados, galletitas y bizcochos
elaborados con harina integral, con un contenido reducido en ácidos grasos trans y
30
en sodio, y productos panificados bake-off. Sería importante asimismo promover la
producción de trigo candeal.
Resulta de suma importancia para la elaboración y exportación de los productos de
segunda transformación, así como para la exportación de harinas concretar, a nivel
nacional, la diferenciación del trigo de acuerdo a su calidad industrial. La clasificación
del trigo requiere de importantes modificaciones en la cadena tanto en el
funcionamiento de la misma como en inversiones en los campos y el transporte, en
los acopios, en los molinos, etc.
Para realmente aumentar la potencialidad y competitividad de la cadena del trigo se
requiere además sortear debilidades como la implementación de sistemas de
aseguramiento y gestión de calidad y normas HACPP, en todos los establecimientos
de productos de segunda transformación, particularmente los de menor tamaño y/o
artesanales, así como fortalecer los laboratorios de análisis de calidad en los molinos,
y plantas que elaboran pastas. Por otra parte deberían solucionarse algunas
asimetrías existentes particularmente a nivel de los establecimientos que elaboran
pan tradicional y de las pequeñas empresas molineras.
Para lograr el crecimiento de la cadena de trigo se requerirá de nuevas inversiones
destinadas a la ampliación de capacidades instaladas y/o desarrollo de nuevos
emprendimientos.
En el caso del maíz la genética debería aportar en el desarrollo de híbridos de maíz
para zonas del país diferentes de la zona núcleo maicera y la pampa húmeda, en
tanto que la Biotecnología debería contribuir con nuevos eventos específicos que
favorezcan a nuestros cultivos y al medio ambiente, más allá de los relacionados con
la tolerancia a la sequía, uso eficiente de nutrientes, entre otros.
También se requiere de continuos desarrollos en el área de agroquímicos, así como
de tecnologías ligadas al monitoreo y aplicación de fertilizantes.
31
Otro aporte fundamental lo constituye el sector de maquinaria agrícola quien tendrá
que seguir progresando a efectos de que se puedan cumplir con los crecimientos
estimados.
De la tecnología de alimentos se requiere del desarrollo de nuevos productos así
como del desarrollo de tecnologías aptas para la fabricación de biomateriales.
Existe también un amplio espectro de tecnologías o productos, desarrollados o en
desarrollo a nivel internacional, que son una vía de incrementar valor agregado al
grano. Entre ellos se puede mencionar: obtención de zeínas, producción de ácidos
como hidroxipropiónico y succínico, butano, etanol a partir de celulosa (The
Agricultural of Utilization Research Institute, 2009).
Para esta cadena también se requerirá de inversiones que permitan incrementar la
capacidad instalada o desarrollar nuevos emprendimientos.
Cabe recordar que Argentina posee una relación entre área sembrada de oleaginosas
respecto al área sembrada con cereales, inversa a la de la mayoría de los países del
mundo. Esto particularmente es debido por el crecimiento que ha tenido el cultivo de
soja, cultivo que provoca la disminución del nivel de carbono en el suelo. Esto sólo se
recupera con el cultivo de gramíneas, como el trigo y el maíz. El primero de estos
cultivos es el cereal de invierno estratégico para lograr sustentabilidad, así como lo es
el maíz y el sorgo como gramíneas estivales. El maíz en particular captura tres veces
más carbono que la soja y posee un sistema radicular que mejora la estructura del
suelo y reduce la evaporación de agua.
La sustentabilidad del sistema productivo a nivel nacional requiere de un fuerte
aumento del área sembrada con gramíneas.
32
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
El comercio mundial de alimentos procesados crece a tasas superiores a las del
comercio de los productos agrícolas básicos, especialmente en los referentes a los
productos derivados cerealero así como el de oleaginosos.
En los próximos años se debe focalizar el esfuerzo en aprovechar la materia prima
que ofrecen los cereales para obtener productos de alto valor agregado así como
desarrollar nuevos productos destinados tanto al sector alimentario y no alimentario,
tal como el sector energético, la industria de plásticos, la industria farmacéutica, la
industria textil, entre otras.
Tecnológicas

En el caso del trigo resulta fundamental lograr la diferenciación del trigo de
acuerdo a su calidad industrial.

También se debe favorecer el aumento del valor agregado de los productos y
la elaboración de alimentos saludables y aprovechar las oportunidades que en
este sentido brinda el contexto.

En el caso de maíz convertir volúmenes de maíz en productos de origen
animal terminados, a efectos de incrementar el valor agregado, en lo posible
en origen y desarrollar nuevos productos de alto valor basados en distintos
componentes del maíz, tanto para uso alimentario como no alimentario (zeínas,
producción de etanol a partir de celulosa por vía bioquímica, ácido
hidroxipropiónico y succínico, entre otros).

Para ambos cultivos se debe continuar con el desarrollo de nuevos híbridos
que mejoren la producción y/o que otorguen características diferenciales a los
granos.
33

También resulta de relevancia el uso de los mismos en el campo de la energía,
para la producción de bioetanol.
Logística y articulación

Promover la integración de los actores de las cadenas proveedores de
insumos,
acopiadores,
transportistas,
productores
pecuarios,
plantas
procesadoras, semilleros, exportadores, etc.

Incrementar la capacidad instalada de acopio y almacenamiento.

Aumentar la capacidad instalada de las diferentes industrias involucradas en
ambas cadenas alimentarias.
Políticas públicas

Promover las exportaciones de productos de segunda industrialización así
como prestar apoyo en la apertura de nuevos mercados y en la inserción
internacional de las empresas del complejo.

En el caso particular del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación
Productiva de la Nación sería importante:

Fomentar la creación de nuevos grupos en diferentes zonas del país y/u
orientar las temáticas de los grupos de investigación y desarrollo ya
consolidados a temáticas de importancia para estas cadenas.

Impulsar la formación de grupos mixtos de trabajo conformados por el
sector de investigación y desarrollo con productores y/o empresas a
efectos de sinergizar los esfuerzos de cada uno de ellos y obtener un
mayor impacto en menor tiempo.
34

Fomentar la constitución de redes de laboratorios interdisciplinarias para
contar con mayores recursos humanos e infraestructura para abordar las
necesidades de investigación y desarrollo.

Impulsar el desarrollo conjunto de nuevos híbridos, tecnologías y
productos de mayor valor con los aspectos reglamentarios requeridos para
su aprobación.
35
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