6CFE01-243 - congreso forestal español

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6CFE01-243
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Plan de restauración de riberas y humedales en el parque regional en torno a los ejes de
los cursos bajos de los ríos Manzanares y Jarama (Madrid).
CEBALLOS-ESCALERA FERNANDEZ, J.1, FERNANDEZ-CARBAJALES CAÑETE, D.1,
LOPEZ NIEVA, P.1
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Parque Regional en torno a los ejes de los cursos bajos de los ríos Manzanares y Jarama. Comunidad de Madrid.
Resumen
El Parque Regional del Sureste, nombre con el que es comúnmente conocido el Parque
Regional en torno a los ejes de los cursos bajos de los ríos Manzanares y Jarama, se encuentra
en la Comunidad de Madrid. Su superficie, poco más de treinta y una mil hectáreas, ocupa
gran parte del sector suroriental del área metropolitana, extendiéndose por terrenos de
dieciséis términos municipales, incluido el de la capital.
Esta ubicación periurbana se ha traducido en un incremento constante de la presión sobre el
Parque, que tiene su expresión en las riberas de los ríos Jarama, Manzanares, Henares y
Tajuña. Estos se encuentran sobre grandes depósitos de arena y grava, explotados desde hace
décadas por plantas de extracción de áridos, lo que ha supuesto un fuerte impacto sobre el
medio.
Estos aspectos señalados conducen a un objetivo fundamental: restaurar y mejorar los
ecosistemas de ríos y lagunas. A principios de 2012 fue tomando forma una idea sobre la que
se venía trabajando desde unos años atrás, la redacción de un Plan que estableciese, a través
del conocimiento actualizado de la situación de estos espacios, una serie de actuaciones
encaminadas a su restauración, coordinadas con los distintos actores que intervienen sobre el
territorio (Administraciones, empresarios, asociaciones), para lograr el objetivo de devolver a
su estado natural a los ejes que vertebran este espacio natural protegido.
El Plan prevé el desarrollo de actuaciones a lo largo de cuatro años, entre 2012 y 2016,
dividido en dos periodos bianuales atendiendo a las prioridades de actuación definidas por el
estado de conservación de la ribera, la propiedad del terreno, las características del cauce y la
zonificación del Parque. Estas acciones como la retirada de barreras de protección,
demolición de antiguas edificaciones, desbroces, revegetación, etc, van acompañadas de un
programa para la consolidación y mejora de los tramos ribereños mejor conservados, así como
un programa de mejora de las zonas uso público situadas en la riberas de los ríos y lagunas.
También se plantea el desarrollo de un programa de investigación y otro de voluntariado que
ayuden a conseguir los objetivos marcados con este plan.
Por último hay que señalar que se ha desarrollado un conjunto básico de indicadores
ambientales con objeto de conocer y valorar los progresos en la ejecución del Plan y la
consecución de las metas y objetivos establecidos por éste.
Palabras clave
Espacios naturales protegidos, Parque Regional del Sureste, restauración de hábitat, ribera,
repoblación, calidad, índice QBR, indicadores ambientales.
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1. Introducción
Se define como ribera al lugar donde el agua y la tierra se encuentran en el paisaje,
aunque una definición más científica, se refiere a la ribera como el corredor ecológico por su
función de transporte a lo largo del eje longitudinal del río, que constituye, junto con el
propio cauce del río, el denominado corredor ripario o fluvial (FORMAN Y GODRON,
1986). Para la ley de aguas la ribera es la faja lateral de los cauces públicos situadas por
encima del nivel de las aguas bajas (RDL 1/2001, de 20 de julio, por el que se aprueba el
texto refundido de la Ley de Aguas).
El espacio de actuación de este plan comprende fundamentalmente este territorio, donde
la conservación de los ecosistemas ribereños es fundamental para la preservación del medio
natural. En los ríos viven y se mantienen numerosas comunidades biológicas, sirven de
corredor ecológico e intervienen de modo fundamental en la calidad de las aguas.
El agua es el elemento natural omnipresente y dominante del valle del Jarama y así
viene sucediendo desde el Terciario, cuando sus aguas empezaron a modelar el territorio del
Parque, hasta nuestros días (ver figura 1). También contribuyen a dotar al agua de este papel
protagonista la existencia de numerosas lagunas, artificiales en su gran mayoría, a lo largo y
ancho de los valles.
Figura 1. Mapa del Parque Regional del Sureste y los cursos de agua principales
La presencia de las actividades humanas en las riberas altera la morfología y la
dinámica fluvial de los ríos. Los cultivos de regadío, los aprovechamientos ganaderos y la
extracción de áridos por parte de las industrias mineras, supone la ocupación de las llanuras
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de inundación y la eliminación de la vegetación riparia con la consiguiente variación
morfológica de los cauces, el desvío de los flujos de agua superficiales y la regulación de los
cauces por medio de motas o barras de defensa dan como resultado, la emisión de nutrientes
al rio, la eutrofización, la contaminación de las aguas, la sobreexplotación de los acuíferos la
formación de profundas lagunas y el incremento del efecto de socavación de los cauces.
Las necesidades de restauración de las riberas, vienen siendo largamente estudiadas por
el Parque Regional del Sureste. Las bases para la elaboración de este plan de restauración, se
asientan sobre diferentes trabajos que se han ido realizando en este ámbito territorial tanto
desde un punto de vista metodológico como las “Bases Geomorfológicas y Dinámica Fluvial
para la restauración de los tramos fluviales del Parque Regional del Sureste” (GARCÍA
JALÓN y VIZCAÍNO, 2002), el “Plan de restauración de los tramos fluviales del Parque
Regional del Sureste” (GARCÍA JALÓN y VIZCAÍNO, 2003), y la guía “Restauración de
Ríos. Guía metodológica para la elaboración de la Comunidad de Madrid” (GONZÁLEZ
DEL TÁNAGO y VIZCAÍNO, 2007), como el estudio concreto y pormenorizado de la
situación actual de los ríos en cuestión incluido en la “Caracterización y Evaluación del
Estado de Conservación de los Ecosistemas de Ribera del Parque Regional en torno a los ejes
de los cursos bajos de los ríos Manzanares y Jarama” (CENTRO DE INVESTIGACIONES
AMBIENTALES DE LA COMUNIDAD DE MADRID, 2008), que divide en tramos los
diferentes ríos que discurren por el Parque y caracteriza su estado de conservación en función
del Índice de Calidad del Bosque de Ribera (QBR) (MUNNÉ et al. 2003).
Este trabajo sirvió de base para la elaboración del documento “Evaluación del estado de
conservación vegetal y caracterización por tramos de los sotos y riberas del Parque Regional
del Sureste” (CONSEJERÍA DE MEDIO AMBIENTE, VIVIENDA Y ORDENACIÓN DEL
TERRITORIO DE LA COMUNIDAD DE MADRID, PARQUE REGIONAL DEL
SURESTE, 2009), que permitió la corrección de algunas deficiencias derivadas de la
aplicación del citado índice mediante un exhaustivo trabajo de campo y es un pilar
fundamental para la realización de este plan.
El Plan ha tenido en cuenta asimismo las consideraciones derivadas de la Directiva
Marco Agua (UNIÓN EUROPEA, 2000) que índica que será preciso desarrollar y aplicar
planes de gestión para alcanzar el buen estado de los ecosistemas acuáticos de todos los países
de la Unión en 2015.
2. Objetivos
El objetivo fundamental de este Plan es definir un modelo marco de actuación con
objeto de restaurar y mejorar los ecosistemas de riberas y humedales, y preservar este espacio
natural. Para alcanzar este objetivo es necesario contar con un conocimiento actualizado de la
situación del territorio, y llevar a cabo una serie de actuaciones encaminadas a su restauración
y coordinadas con los distintos actores que intervienen sobre el territorio (Administraciones,
empresarios, asociaciones), con el fin de lograr el propósito de devolver a su estado natural a
los ejes que vertebran este espacio natural protegido.
Los objetivos de gestión vienen definidos por una serie de criterios previamente
establecidos y que son los siguientes:
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 Se considera de importancia prioritaria la restauración de las márgenes degradadas por
las actividades desarrolladas en ellas.
 Para la restauración vegetal de márgenes se utilizarán las especies propias de la
vegetación de ribera característica de los cursos bajos de los ríos que transcurren por el
Parque.
 Se procurará disponer en cada momento del mejor conocimiento posible acerca de la
calidad de las aguas de ríos y humedales, así como de la fauna asociada, con especial
atención a aves y anfibios.
 Se protegerán y fomentarán en especial las formaciones vegetales, poblaciones de
fauna y especies propias de los sistemas fluviales y ribereños. En particular, se
prestará atención prioritaria a la mejora de los hábitats acuáticos, en especial de las
márgenes de los ríos y lagunas, para favorecer el desarrollo de las poblaciones
ictícolas.
Se actuará así sobre un área determinada por las zonas que necesitan ser restauradas y
conseguir con ello devolver a estos ríos a un estado más próximo a sus condiciones naturales
originales, haciéndolo compatible con unos usos y aprovechamientos ya establecidos en sus
márgenes y llanuras de inundación, sin olvidar que las riberas de estos ríos puedan ser
recuperadas para su disfrute a través de una gestión del uso público compatible con la
recuperación y conservación del medio natural.
3. Metodología
El Plan de Restauración plantea la actuación sobre las riberas y espacios asociados de
los cursos de los ríos Jarama, Manzanares, Henares y Tajuña incluido en este espacio natural
protegido, y en este sentido, desde un punto de vista metodológico, el primer paso consistió
en la definición de un conjunto de criterios que trataran de definir tipología de actuaciones,
localización, así como pautas que permiten la realización de un calendario de las tareas a
realizar.
Las actuaciones a realizar que se derivan de la aplicación del plan varían en función de
los casos, definidos éstos por el estado en el que se encuentra el espacio sobre el que se actúa,
y van desde la realización de trabajos de demolición hasta la revegetación, pasando por
movimientos de tierras, limpieza o desbroce.
Las distintas acciones deben estar situadas en las zonas inundables dentro de un período
de retorno de quinientos años o estar calificadas como zonas de reserva natural, de acuerdo
con la zonificación establecida por el Parque Regional (ver figura 2).
La zonificación del Parque, establecida por la Ley 6/94 de creación de este espacio
natural protegido, señala como las zonas de reserva natural aquellas que han sido poco
modificadas o en las que la explotación actual de los recursos naturales ha potenciado la
existencia y el desarrollo de formaciones, comunidades o elementos naturales que merecen
ser objeto de protección, mantenimiento y mejora e incluye dentro de esta calificación a los
sotos y riberas de los ríos Manzanares y Jarama, con la lógica excepción de las zonas ya
incluidas dentro de las zonas de reserva integral, es decir aquellas que cuentan con el máximo
nivel de protección. Estas zonas de ribera incluidas dentro de la categoría de reserva natural se
incluyeron pues en el grupo de criterios de localización.
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Como zonas inundables se han considerado las delimitadas por los niveles teóricos que
alcanzarían las aguas en las avenidas cuyo período estadístico de retorno sea de 500 años
(COMUNIDAD DE MADRID, 2006), de acuerdo con lo establecido por el reglamento del
dominio público hidráulico.
Figura 2. Mapas con la unión de la zonificación del Parque y periodo de retorno.
Desde un punto de vista metodológico la suma de estos dos criterios permite considerar
no sólo las riberas como elementos lineales mensurables en unidades de longitud sino amplias
zonas cuyas superficies pudieran ser susceptibles de ser incluidas en los trabajos de
restauración.
Una vez señalados estos criterios que definen el área de actuación del Plan hay que
detenerse en los criterios que van a marcar los tiempos de ejecución. Así, el estado de la
ribera, su calidad, determina un orden de prioridad para establecer la ejecución de las
actuaciones que se complementa con un segundo criterio como es la propiedad del terreno. En
este sentido se trabajó sobre la información digital disponible a nivel de parcela catastral con
el objetivo de conocer para cada uno de los municipios incluidos dentro del área de influencia
socioeconómica del Parque, donde se encontraban aquellos terrenos de propiedad pública
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dentro de este territorio. Es importante señalar que, como en el caso de la calidad del hábitat,
este criterio no sólo aporta una localización sino que además se trata de un criterio que
permite la priorización de las actuaciones por la mayor facilidad a la hora de actuar en
parcelas que por ejemplo su titular es la Comunidad de Madrid u otro ente público, que en
parcelas de titularidad privada.
El Plan no se circunscribe únicamente a la restauración de las zonas de ribera que
presentan unos valores de calidad incompatibles con los objetivos de gestión del Parque, sino
que pretende ir un poco más lejos con la realización de tareas transversales que garanticen la
necesaria mejora y conservación de este espacio natural protegido.
Así se plantea la ejecución de un programa de consolidación, mejora y enriquecimiento
de los tramos de ribera mejor conservados con el objetivo de preservar y sostener su estado
(ver figura 7).
También, y recordando la mencionada presión urbana sobre este entorno natural, hay
que señalar la presencia de distintas áreas recreativas en las zonas de ribera del Parque. En
estas zonas es necesario conjugar, por un lado su conservación, restauración y mejora, con la
necesaria oferta de áreas de esparcimiento para las poblaciones cercanas. Con este objetivo se
ha incluido dentro de este Plan de Restauración una serie de actuaciones a realizar tanto en las
mencionadas áreas recreativas como en otras áreas de uso público o cuyo interés haga
necesaria esta intervención. Estas actuaciones se centran en aspectos como la restauración y la
reforestación, acondicionamiento de accesos, mobiliario y cartelería.
Por último hay que señalar que se ha establecido un sistema de indicadores
objetivamente verificables (ver tabla 1) basándose en la “Propuesta de indicadores
ambientales para la Comunidad de Madrid” (COMUNIDAD DE MADRID CONSEJERÍA
DE MEDIO AMBIENTE, 1999) para cada ámbito y objeto de evaluación (EUROPARC,
2006) para realizar un seguimiento de los progresos logrados en la ejecución del Plan así
como de las tareas pendientes. Estos indicadores analizan los distintos criterios establecidos,
tanto en el plan de actuaciones, como el programa de consolidación y mejora y las
actuaciones en áreas recreativas.
Nombre del indicador.
Objetivo
Origen de los datos.
Unidades de Medida
Rangos de variación aceptables
Valores obtenidos
Valoración
Tendencia deseada.
Tabla 1. Esquema de indicador medioambiental.
4. Consecuencias y primeras actuaciones.
La primera consecuencia que deriva de la aplicación del Plan es una primera
aproximación a la determinación del espacio fluvial de los ríos que atraviesan el Parque
Regional del Sureste, un marco de actuación sobre el que se podrá continuar trabajando en el
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futuro pues no constituye el espacio de referencia del presente Plan, incorporando criterios
como los diversos cauces que ha adoptado el río en los últimos 100 años, meandros
abandonados, etc (OLLERO et al; 2010).
La información fue analizada mediante un Sistema de Información Geográfica con el
objetivo de cruzar la información existente y obtener una base sobre la cual poder conocer la
disposición espacial de los criterios señalados. Esta información permitió conocer las zonas
que cumplían con todos los supuestos de localización analizados, y una cifra, la superficie
sobre la cual sería necesario actuar (ver figura 3). Según los criterios adoptados, 829.4
hectáreas de terreno son zonas inundables (en un período de retorno de 500 años) o se
encuentran dentro de zonas calificadas como de reserva natural, y tienen una mala calidad de
ribera.
Figura 3. Porcentaje de kilómetros a restaurar por río.
Este trabajo de gabinete fue posteriormente complementado con el lógico trabajo en
campo para comprobar tanto el resultado obtenido como las posibles dificultades a las que
deberían enfrentarse las distintas tareas de restauración.
Se observó, de forma general, que, dependiendo del grado de degradación de los sotos y
riberas los trabajos a realizar incluirían distintos niveles de complejidad. Esta variedad
aconsejó la realización de cinco módulos de restauración (ver figura 4) que, en función del
grado de degradación de la ribera, permitiesen establecer los distintos criterios de actuación a
la hora de acometer sus procesos de mejora.
Figura 4. Ejemplo del antes y después de uno de los módulos de restauración.
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Cada módulo lleva asociados unos trabajos concretos para su restauración. Se han
definido una serie de tareas que abarcarán todos los trabajos a realizar para la total
restauración de los terrenos objeto de este plan, para de este modo poder cuantificar el
esfuerzo económico necesario para llevarlos a cabo (ver tabla 2).
Actuaciones
Descripción
Limpieza y
acondicionamiento de
riberas
Demolición y retirada de
escombros
Limpieza de cauces y riberas, recogida de basura dispersa, poda, desbroce y
eliminación selectiva de vegetación existente.
Movimiento de tierras
Plantaciones
Demolición de antiguas edificaciones y de elementos de hormigón, además de su
transporte a vertedero
Incluye excavaciones, elevaciones del terreno nivelaciones, etc. dentro del cauce
y en las riberas o zonas adyacentes incluidas en el proyecto.
Apertura de los hoyos o preparación del terreno para la plantación, adquisición y
transporte de la planta, plantación propiamente dicha, con instalación de
protectores, abonado y riego en su caso
Tabla 2. Descripción de las actuaciones a realizar para la restauración.
Lógicamente no es posible abordar todos los trabajos necesarios de forma simultánea.
Fue necesario un nuevo análisis de los datos existentes con el objetivo de establecer distintos
horizontes temporales de actuación y prioridad a la hora de realizar las distintas tareas
propuestas.
El Plan de Restauración de las riberas se establece para realizarse en un período de
cuatro años divididos en dos fases bienales (ver figura 5):

Primera fase. Se acometerán aquellas actuaciones en zonas donde la calidad de
la ribera aconseje una intervención urgente, donde la propiedad del terreno sea
pública y se encuentren en zonas de reserva natural del Parque. Además se han
buscado nuevos emplazamientos en terrenos privados contiguos a zonas bien
conservadas o a zonas públicas sobre las que se esté actuando, para conseguir de
este modo una continuidad espacial en la restauración.

Segunda fase. Se actuará sobre aquellos terrenos que hayan quedado fuera de la
primera fase, tanto por tener una mejor calidad de la ribera como, en aquellos
terrenos de propiedad privada, donde no haya sido posible actuar en la primera
fase. Se realizarán también aquellas actuaciones encaminadas a mantener y
mejorar los resultados obtenidos en las zonas ya restauradas.
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Figura 5. Esquema de las fases de actuaciones.
La primera fase de trabajos de restauración comenzó con la definición de seis zonas de
actuación (ver figura 6), los sotos del Grillo y las Juntas, en Rivas-Vaciamadrid; el Vado y el
Parque Forestal en San Fernando de Henares; la Ribera de San Martín de la Vega; y Soto
Bayona en Titulcia. Estas tareas de mejora en las riberas de los ríos se circunscriben a 386,8
hectáreas. Por otro lado, y dentro de esta primera fase, se está trabajando en las diferentes
fórmulas para seguir trabajando, dentro de los criterios anteriormente expuestos, en 380
hectáreas más en zonas con una urgente necesidad de actuación.
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Figura 6. Mapas de localización con las diferentes zonas de actuación.
Otra consecuencia ha sido la localización (ver figura 7) de los enclaves que serán
restaurados en el programa de consolidación, mejora y enriquecimiento, así como en el
programa de mejora de áreas recreativas, de uso público y zonas de interés.
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Figura 7. Mapas de localización de actuaciones dentro del Programa de Mejora
Para estos programas también se han descrito una serie de trabajos concretos a realizar
en cada una de ellas, como son la reposición de marras, desbroce manual y con maquinaria,
reposición y emplazamiento de cartelería, acondicionamiento de caminos, etc. Acompañado a
la descripción de los trabajos se le han asociado unos gastos derivados.
A lo largo del 2012 se han realizado diferentes actuaciones. Estos trabajos han sido de
distinta envergadura, en algunos casos se ha procedido a la restauración total de los tramos de
ribera como ocurre en “Las Islillas”, Mejorada del Campo, donde se ha procedido a la
demolición de antiguas edificaciones, limpieza y desbroce de la zona, para finalizar con la
revegetación de estos terrenos. En otros casos estos trabajos se encuentran en su fase inicial,
sirva como ejemplo el caso del paraje del “Soto del Grillo” en el término de municipal de
Rivas-Vaciamadrid, donde se han realizado los trabajos de demolición de antiguas
edificaciones y subsolado de soleras de hormigón, estando a falta de los últimos trabajos de
desbroce y revegetación.
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Fotografía 1. Edificaciones situadas en espacio fluvial.
Fotografía 2 Trabajos de demolición.
Fotografía 3. Trabajos plantación.
Fotografía 4. Ribera en buen estado.
6. Discusión
El Plan fue diseñado, como se ha señalado, para ser desarrollado en cuatro años, pero la
experiencia de este primer año de funcionamiento lleva a pensar que el horizonte temporal es
demasiado estrecho dada la complejidad de algunas de las tareas necesarias para la ejecución
de las distintas actuaciones previstas y quizás sea esta la primera de una serie de fases en las
que se dividirá el Plan para su ejecución.
Estas dificultades están relacionadas fundamentalmente con la disposición de los
terrenos sobre los que es necesario intervenir, por lo que se deberá trabajar en las diferentes
fórmulas que nos permitan ir actuando en los terrenos particulares del ámbito de actuación.
En ese sentido, una opción podría ser la introducción de criterios relacionados con el
manejo y restauración del territorio fluvial en los principios de ecocondicionalidad que cada
vez con más fuerza se van instaurando en el primer pilar de la PAC. Otra fórmula, esta vez
relacionada con el segundo pilar, la política de desarrollo rural, sería el establecimiento de
subvenciones para la reforestación de terrenos de ribera, de una manera similar a la
reforestación de tierras agrarias.
Formulas más directas podrían ser el establecimiento de convenios con los propietarios,
o la adquisición mediante medidas compensatorias.
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Ya se ha señalado que la aplicación del índice QBR al estudio de las riberas del parque
supuso un valor de partida sobre el que ampliar el conocimiento de estos ecosistemas, pero
sus conclusiones distaban, en algunos casos, mucho de la realidad y esto es debido a las
especiales características de los cursos de agua que vertebran este espacio natural protegido.
Su estudio pormenorizado posterior si permitió contar con valores “reales”, pero el esfuerzo
tanto en términos materiales como humanos para su realización lleva a plantear la posibilidad
de utilizar otros métodos y en este sentido se está valorando la posibilidad de utilizar la
tecnología LIDAR para el desarrollo de un índice de calidad de riberas óptimo.
En este sentido no sólo la revisión de la calidad de las riberas, especialmente en el
período de tiempo posterior a las actuaciones, supone un elevado gasto de recursos, tanto
económicos como de personal, también la revisión de los distintos indicadores necesarios para
la comprobación de la evolución del plan, actuaciones, áreas recreativas, etc., demandan unos
recursos que, dadas las circunstancias actuales, son difíciles de conseguir por lo que se
fomentará, en la medida de lo posible, la utilización de nuevas tecnologías para la evaluación
de la evolución de la calidad de las riberas.
La existencia de amplias zonas dedicadas a la actividad minera en el Parque y su
localización, en la mayor parte de los casos, dentro del territorio o espacio fluvial, convierte a
sus responsables en una parte fundamental dentro de la ejecución del Plan.
7. Nuevas perspectivas.
La puesta en marcha del Plan de Restauración del espacio fluvial del Parque Regional
del Sureste durante el año 2012 supone un hito en la lucha por la conservación y mejora de un
hábitat muy sensible a su alteración.
El Plan trata de incidir en los problemas que han llevado a las riberas del Parque a
perder su condición natural dentro de un esquema de análisis de la situación, determinación
de medidas y ejecución de actuaciones, que conduzca en un medio plazo a la recuperación de
estos ecosistemas.
Prima pues en este plan la restauración de los valores y los procesos naturales, basada
en la selección de la mejor información disponible y en la relación permanente y fluida con
otras administraciones y particulares, de manera que sea posible involucrarles en la defensa y
protección de los valores de las riberas de unos ríos que se constituyen en ejes vertebradores
de este espacio natural protegido.
La introducción de un sistema de indicadores permitirá un seguimiento actualizado de
los progresos en la consecución de los objetivos, tantos de los planteados en la elaboración de
este Plan como en los objetivos que se marcan desde la gestión de este Parque para la mejora
y conservación de este territorio que engloba las riberas, y que no se contemplan como un
entorno aislado sino como un espacio abierto a las relaciones que se establecen en el medio
natural y su imbricación en un entono fuertemente humanizado como es el sureste de la
Comunidad de Madrid.
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Fotografía 5 y 6. Antes y después de los trabajos de restauración en el “Soto de las Juntas” realizados a lo largo de
los últimos diez años.
Fotografías 7 y 8. Antes y después de los trabajos de restauración en Las Islillas” una de las primeras actuaciones
realizadas en el marco del presente plan.
Fotografías 9 y 10. Antes y después de los trabajos de restauración en “El Soto de Las Cuevas”.
8. Agradecimientos
A todos aquellos que han trabajado y trabajan día a día por la conservación, restauración
y mejora de nuestros ríos y sus espacios fluviales asociados.
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9. Bibliografía
CENTRO DE INVESTIGACIONES AMBIENTALES DE LA COMUNIDAD DE
MADRID; 2008. “Caracterización y evaluación del Estado de Conservación de los
Ecosistemas de Ribera del Parque Regional en torno a los ejes de los cursos bajos de los ríos
Manzanares y Jarama”. Comunidad de Madrid.
CONSEJERÍA DE MEDIO AMBIENTE, VIVIENDA Y ORDENACIÓN DEL
TERRITORIO DE LA COMUNIDAD DE MADRID. PARQUE REGIONAL DEL
SURESTE; 2009. “Evaluación del estado de conservación vegetal y caracterización por
tramos de los sotos y riberas del Parque Regional del Sureste”. Comunidad de Madrid.
CONSEJERÍA DE MEDIO AMBIENTE Y ORDENACIÓN DEL TERRITORIO DE LA
COMUNIDAD DE MADRID; 2006. “Las zonas inundables de la Comunidad de Madrid.
Análisis y Cartografía”. Comunidad de Madrid.
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de los tramos fluviales del Parque Regional del Sureste”. Consejería de Medio Ambiente de la
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del Parque Regional del Sureste”. Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de
Madrid.
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Metodológica para la elaboración de proyectos”. Ministerio de Medio Ambiente.
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público en los Espacios Naturales Protegidos”. Fundación Fernando González Bernáldez.
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espacios naturales protegidos”. Fundación Fernando González Bernáldez. Fundación
Biodiversidad.
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octubre de 2000, por la que se establece un marco comunitario de actuación en el ámbito de la
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OLLERO, A; IBISATE, A; ELSO, J; 2010. “El territorio fluvial, espacio para la
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