con punto de acuerdo, por el que se exhorta a los congresos locales

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CON PUNTO DE ACUERDO, POR EL QUE SE EXHORTA A LOS CONGRESOS LOCALES A
DESPENALIZAR LOS DELITOS DE INJURIA, DIFAMACIÓN Y CALUMNIA EN SUS
LEGISLACIONES, A CARGO DEL DIPUTADO GERARDO PRIEGO TAPIA, DEL GRUPO
PARLAMENTARIO DEL PAN
El suscrito, diputado federal de la LX Legislatura, integrante del Grupo Parlamentario del Partido Acción
Nacional, con fundamento en los artículos 58 y 60 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso
General de los Estados Unidos Mexicanos, somete a consideración de esta honorable asamblea el siguiente
punto de acuerdo, bajo las siguientes
Consideraciones
La libertad de expresión constituye una de las garantías más sólidas de la democracia y el desarrollo moderno
de los Estados. Esta libertad no sólo exige que los individuos sean libres de transmitir ideas e información, sino
que también toda la sociedad pueda recibir información lo más oportuna y objetiva posible. La violación de la
libertad de expresión y de prensa constituye una violación a la democracia, marco necesario para la realización
de los derechos humanos.
La libertad de expresión es un derecho humano fundamental reconocido en diversas declaraciones y tratados
internacionales, tales como la Declaración Americana sobre Derechos Humanos y Deberes del Hombre, la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, la Declaración Universal de Derechos Humanos, y el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, todos ellos instrumentos internacionales de los que México es
parte.
En nuestro país, la libertad de expresión se encuentra tutelada por el artículo 6o. de la Constitución Política y
establece que "la manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino
en el caso de que ataque a la moral, los derechos de tercero, provoque algún delito o perturbe el orden público y
que el derecho a la información será garantizado por el Estado".
Por otro lado, la libertad de prensa se encuentra garantizado por el artículo 7o. de la Carta Magna que establece
que "es inviolable la libertad de escribir y publicar escritos sobre cualquier materia. Ninguna ley ni autoridad
pueden establecer la previa censura, ni exigir fianza a los autores o impresores ni coartar la libertad de
imprenta, que no tiene más límites que el respeto a la vida privada, a la moral y a la paz pública. En ningún caso
podrá secuestrarse la imprenta como instrumento del delito".
En términos de nuestra Constitución, podemos decir que existe definición sobre la función de los
comunicadores, partiendo de la base de que toda persona tiene derecho a ser informado, que existe además la
libertad para comunicar pensamientos y opiniones incluso publicándolos, y que se considera que los
comunicadores tiene como profesión recabar datos, analizarlos y, con base a ellos, informar a los demás sobre
los temas que les interesan. Entonces resulta evidente que la práctica del periodismo es una manifestación
perfecta de la libertad de información y de prensa. En esa tesitura es irrebatible que los medios de
comunicación masiva, los periodistas y demás comunicadores tienen el derecho de informar a los habitantes y,
de manera correlativa, surge la obligación para que los órganos del Estado tutelen dichos derechos.
Los periodistas cumplen con una función importante, ya que ofrecen al público una fuente informativa
independiente, por lo que deben brindárseles la mayor protección posible. Cabe señalar que es deber del Estado
prevenir, investigar y castigar a los responsables del asesinato y otros actos de violencia perpetrados con objeto
de acallar el ejercicio del derecho a la libertad de expresión.
Las agresiones contra el ejercicio del periodismo y la libertad de expresión restringen los derechos de los demás
ciudadanos, ya que ven limitado su derecho a la información. Se trata, por consiguiente, de evidentes
violaciones a los derechos humanos que se manifiestan algunas veces de manera grosera y criminal, y otras de
forma sutil y disimulada, pero igualmente dañina.
Es por estas razones que el Ejecutivo federal publicó el pasado 13 de abril de 2007 en el Diario Oficial de la
Federación las reformas al Código Penal Federal que derogaron los artículos 350 al 363, suprimiendo las
disposiciones relativas a los delitos de injurias, difamación y calumnias.
Sin embargo, a pesar de haber sido eliminados los llamados "delitos de prensa" de la legislación federal, aún las
legislaciones locales no han adecuado su marco legal que garantice el pleno ejercicio periodístico en nuestro
país. De tal suerte que sólo los estados de Chihuahua, Quintana Roo, Durango, Tamaulipas y Chiapas han
despenalizado estos delitos.
Por lo anteriormente expuesto, someto a la consideración de esta honorable soberanía el siguiente proposición
con
Punto de Acuerdo
Primero. Se exhorta a los Congresos locales a que despenalicen los delitos de injurias, difamación y calumnias
en sus legislaciones locales, conforme al decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el pasado 13
de abril de 2007.
Dado en el Palacio Legislativo de San Lázaro, a 10 de abril de 2008.
Diputado Gerardo Priego Tapia (rúbrica)
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