hallazgo de un tremis visigodo en la peña de orduña (vizcaya)

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KOBIE (Bilbao).
Zientzietako Aldizkaria - Revista de Ciencias
Bizkaiko Foru Aldundia - Diputación Foral de Vizcaya
Nº XIII, 1983.
HALLAZGO DE UN TREMIS VISIGODO EN
LA PEÑA DE ORDUÑA (VIZCAYA)
Por José Antonio Ocharan Larrondo
RESUMEN
Se describe en este artículo, un tremis de Recesvinto hallado en las cercanías de la Peña de Orduña. En el aspecto numismático, se hacen dos breves estudios; en el primero, esperamos demostrar la no acuñación de silicuas por parte visigoda,
aduciendo las pruebas arqueológicas y comentando el párrafo de las «Etimologías» que creemos causante de esa errónea
afirmación. En el segundo, se ensaya un procedimiento para obtener el peso teórico de los tremises, resultando éste cercano a 1,51 gr.; se indica asimismo porqué otros valores son menos fiables.
En el aspecto histórico, la distribución geográfica de los vestigios netamente visigodos, es decir, anteriores al año 711,
parece abonar la hipótesis de una inexistente influencia visigoda en la Depresión Vasca, que, sin embargo, sí se manifiesta
en el entorno de la Llanada Alavesa. Hipótesis que se ve en cierto modo avalada por los datos que proporciona sobre esta
zona, la «Crónica de Alfonso 111». La línea divisoria de aguas entre la vertiente Cantábrica y la Mediterránea, habría funcionado pues, como una barrera cultural y política durante la época visigoda.
LABURPENA
Artikulu honetan, Orduñako Haitzaren inguruetan kausituriko Recesvintoren «tremis» bat deskribatzen da. Numismatika
aldetik, bi azterketa labur egitn dira; lehenengoa, visigothuek silikuarik txanpontzen sz dutela demostratzea espero dugu,
froga arkeologikoak ekarriz eta Etimologien pasartea komentatuz, gure ustetan, okerreko baieztapen horren eragilea bait
da. Bigarrenean, tremisen pisu teorioa ateratzeko prozedura bat probatzen da, 1,51 gr ingurukoa kalkulatzen dugularik. Halaber, beste balare batzu horren fidagarriak zergatik ez diren ere azaltzen da.
Alderdi historikoan, garbiro visigothuak diren arrastoen banapen geografikoak, hau da, 711. urtea baino lehenagokoak,
Euskal Zokogunean visigothuen eragin ezaren hipotesiarekin bat datorrela dirudi. Eragin hau nabarria da ordea,. Arabar Lautadako lurretan. Eskualde honetaz, «Cronica de Alfonso 111» delakoak eskeintzen dituen datuek ere, bestalde, abalatu egiten
dute nolabait hipotesi hori. Beraz, Kantabriar eta Mediterranear isurkien arteko uren mugalerroak, hesi politiko eta kultural
baten antzera jokatuko zukeen visigothuen garaian.
SUMMARV
In this article it is described a Reccesvinth Tremis, which was founded by the nearness of «La Peña Orduña». In the
numismatic aspect, it is made two shorts studies. With the first we hope to demostrate the no-mint of silicuas by the visigothics, alleging the archaeological proofs and comenting the paragrapgh of «THE ETIMOLOGIAS», which we think it is
the originating of that wrong afirmation.
In the second, it is made a process to obtain the theoretic weight of the Tremis being this near 1,51 gr. lt is indicated
in the same way why other values are less reliables.
In the historical aspect the geographical distribution of the signs clearly visigothics, that is, befare 711, it seems to gua-·
rantee the hypothesis of a no-existence visigothic influence in the Basque depression although is manifested in Alava plain,
hypothesis that it is, in a certain, guaranteed by the facts that proportionate· of this area the Chronicle of Alfonso 111. The
dividing line of water between the Cantabrian and Mediterranean slope, would worked then, as a cultural and political barrier.
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JOSE ANTONIO OCHARAN LARRONDO
En primavera de 1973 y con motivo de la construcción de
un camino desde la cima del Puerto de Orduña al monumento de la Virgen de la Peña, las excavadoras removieron el terreno, quedando en superficie una moneda visigoda, que, encontrada por un recogedor de setas, me fue cedida temporalmente para su examen.
Se trata de un tremís o triente, único tipo que acuñaron
a su nombre los reyes visigodos ( 1). Era ésta una moneda
de oro, con un peso teórico de 1.51 gr., equivalente a la tercera parte de la moneda internacional de la época: el sólido
áureo romano-bizantino.
Las coordenadas del lugar del hallazgo son: 42º 58' 00"
latitud Norte y Oº 39' 10" longitud Este. (Mapa del Instituto
Geográfico y Catastral, nº 111, escala 1 /50.000). Fot. Nº 1.
Parece que no formaba parte de ninguna ocultación o tesorillo, pues el terreno fue inspeccionado sin encontrar ningún otro ejemplar.
DESCRIPCION DE LA MONEDA
Anverso: Presenta el busto esquemático de Recesvinto
mirando a la derecha y que divide a la leyenda:IER.•CCIS lvl•NT•SR. Fot. N° 2.
Reverso: Cruz sobre tres gradas, rodeada por la leyenda:IEIS P/\Ll PIVS. Al final de IP,·~nda presenta un símbolo
de aspecto solar. Fot. Nº 3 (2).
Peso:1,4680 gr. Se ajusta bastante bien al peso teórico
del tremis de 1,51 gr. (3), y a la media obtenida para este
reinado, sobre una muestra de 133 ejemplares: 1,4882 gr. (4).
Diámetro: 18,6 mm. (Medida tomada sobre el eje que pasa
por los centros de las dos cruces del reverso).
Posición de los cuños: • (En lenguaje numismático convencional: las seis en punto).
Ceca: lspali, es la antigua Híspalis, actual Sevilla; en los
tremis aparece siempre sin la H inicial y sin travesaño en la
A. Capital de la Bética, acuña a nombre de todos los reyes
visigodos a partir de Leovigildo, con excepción de los «rebeldes» ludila y Suniefredo, y de los dos últimos: Rodrigo
y Achila 11. El epíteto destinado al rey, es en todos los casos
de esta ceca: PIVS.
Fecha de acuñación: Recesvinto fue asociado al trono
el 20 de Enero del 649, por su padre Chindasvinto; en las monedas acuñadas a partir de esta fecha, figuran los dos nombres, ambos con el título de rey. No parece que Recesvinto
acuñara únicamente con su nombre en vida de su padre (5).
Al fallecimiento del nonagenario Chindasvinto el 30-9-653, Recesvinto queda como único rey, hasta su muerte en Gérticos el 1-9-672; dentro de este intervalo estaría la fecha de
acuñación de esta moneda.
Conclusión
El hayazgo de este tremis supone. incrementar en uno más,
los escasos lugares del País Vasco, que han proporcionado
material visigodo.
Por tratarse de un solo ejemplar y no de un tesorillo, la fecha de extravío no puede conocerse, proporcionando únicamente la fecha post-quem del año 653.
El lugar del hallazgo queda situado más al no.rte y más al
este que los demás vestigios netamente visigodos en el País
Vasco. Si en el caso de Alava, los hallazgos se sitúan en el
entorno de la vía Astúrica-Burdigala, éste de la Peña de Orduña quizá pudiera relacionarse con la no bien conocida prolongación del ramal de la anterior, que desde Puentelarrá llegaba a Osma de Valdegobía.
Para relacionar geográficamente este halazgo con los demás del País Vasco y su entorno se ha realizado el siguiente
mapa:
(1) Es frecuente encontrar autores que afirman que los visigodos,
(2) Miles, George C. en su obra <<The Coinage of The Visigoths of
además de los tremises en oro, acuñaron silicuas de plata, y no
Spain Leovigild to Achila 11» The American Numismatic Society.
falta quien, insistiendo en esta acuñación por parte visigoda, se
New york. 1952. Pág. 360, describe con el nº 368 (b), un tremis
la niega a los suevos (que sí las acuñaron). Por tratarse en su
similar, aunque presentando un punto al final de la leyenda del
mayoría de recopilaciones y no de trabajos de investigación, se
anverso.
podía pensar que estas afirmaciones irían desapareciendo en es(3) Sobre la metrología de los tremises, pueden consultarse:
- Heiss, Aloiss. «Monedas de los reyes visigodos de España». Imtudios más críticos.
Por ello es preocupante que en la obra de King, P. D. «Law
prenta Nacional. París, 1872, pág. 25.
and Society in the Visigothic Kingdom» .. Cambridge. University
- Mateu y Llopis, F. «La moneda Española». Barcelona, 1946,
Press. 1972, se insista en esta teoría, y se haga de tal forma que,
pág. 84.
sin afirmar nada, dejando una pregunta en el aire, sea el lector
- Gil Farrés, O. «La moneda sueva y visigoda» en Menéndez Piel que por vía casi sub-liminal, llegue a la conclusión de que sí
dal, R. «Historia de España» 111, pág. 178.
se acuñaron silicuas visigodas. Así, citando el pasaje de las «EtiY sobre todo: Miles, op~ cit. pág. 154 y ss.
mologías» que creemos ha sido desde el pasado siglo origen de
Existe disparidad entre autores sobre el peso teórico del tremís;
la confusión, King·pregunta: «Pero, ¿cómo pudieron pagarse las
siendo la tercera parte del sólido, éste la sexta parte de la onza
cuatro siliquae de Vlll.5.7. o los intereses del 12 % por 100 ... si ·
y ésta la doceava de la libra, bastaría conocer con exactitud el
no existían?». (Pág. 219, ver. cast.) Pues la respuesta es bien senvalor de una de estas unidades para determinar las demás; al no
cilla: se pagaron en silicuas, claro está, pero no acuñadas por
existir acuerdo, los pesos dados para el tremís van desde 1,50
los visigodos, sino procedenes del numerario romano-bizantino
a 1,52 gr. El peso de 1,51 gr. dado en este artículo, no es, claro
está, la media de ambos valores en un intento de conciliación;
que circulaba por la Península.
Resulta chocante que todos los autores admitan que los sólilo hemos obtenido por exclusión forzosa de ambos pesos.
Gil Farrés, (op. cit. pág. 178), da el peso de 1,52 gr., pero dedos aúreos que circulaban en el reino visigodo fueran romanobizantinos y la polémica surja por no admitir lo mismo para las
be tratarse de un error de imprenta o de cálculo, pues anteriorsilicuas. Aloiss Heiss, duraote sus doce años en España, dedicamente establece el del sólido en 4,54 gr., lo que le daría un valor
para el tremís de 1,513 gr.
do a la investigación numismática, examinó las noticias y ejemEl peso de 1,50 gr. lo da Heiss, al que sigue Mateu Llopis, (obras
plares de cobre .Y plata atribuidos, a los visigodos, llegando a la
conclusión de que se trataban de invenciones, obras de falsay páginas citadas); proviene este peso de establecer el de la onrios, monedas no visigodas y tremises auténticos, pero de tan
za en 27 gramos exactos, sin decimales, y de ahí creemos probaja ley que parecían de plata.
·
cede el error. No nos indica cómo calcula este valor para la onEl estado de la cuestión es que, la arqueología y los hallazgos
za, desde luego conocía el peso de 325,51 gr. del «exagium» de
han proporcionado del numerario visigodo unos 4.000 tremises
la libra de Justiniano que se conserva en el Louvre y del que resulta un peso para la onza de 27, 125 gr.
y ninguna silicua.
Divisoria de
aguas-+
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J.A.O.
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JOSE ANTONIO OCHARAN LARRONDO
DISTRIBUCION DE HALLAZGOS DE CARACTER
VISIGODO EN EL PAIS VASCO Y. SU ENTORNO
Se reflejan en el mapa, las divisiones administrativas actuales, para facilitar la ubicación de los hallazgos.
Se incluye el trazado de las principales vías romanas, por
considerar que serían utilizadas por los visigodos como camino de penetración en territorio vasco. Esta estimación se
hace, por haber sido empleadas pocos años más tarde por
los musulmanes en sus incursiones contra los reinos del Norte, lo que prueba que se encontraban practicables en época
visigoda.
No todos los vestigios indicados en el mapa se pueden atribuir a los visigodos; al pretender incluir todos los que han
sido presentados como tales por autores contemporáneos,
nos vemos en la necesidad de presentar las objeciones que
se exponen en los números, 1, 3, 4, 8, 9, 10 y 14. Cuando
la atribución de esta época no es segura, la leyenda del signo se presenta con interrogación; los presentados sin interrogación, no deben ser considerados todos, como pertenecientes al período anterior al 711, pues hay que hacer notar
que algunos de ellos son fácilmente transportables en el es-
h-
Por nuestra parte, hemos intentado fijar el peso mínimo de la
bra a partir de los tremises, por disponer del peso de varios miles
de ellos.
Es casi una ley numismática, la tendencia de los gobernantes a
rebajar peso y ley de la moneda, para obtener un mayor beneficio de su acuñación; bastantes reyes visigodos usaron y abusaron de esta tendencia. Lo que resultaría una rareza histórica, es
la emisión de moneda de peso superior al legalmente establecido; no nos referimos a unos pocos ejemplares con sobrepeso,
sir.io a valores medios de emisiones continuadas, que, advertirían a los acuñadores de un mayor gasto de oro del debido; pues
bien, las acuñaciones de Recaredo en Córdoba, Viterico en Toledo, Chindasvinto en lspali y Recesvinto en esta misma ceca,
tienen de media, valores superiores a 1,50 gr. y en el caso de
la asociación de Chindasvinto con Recesvinto, la media de todas sus cecas alcanza 1,5057 gr. (Miles, op. cit. pág. 157 y ss.).
Ello nos hace deducir, para la libra, un valor de. al menos, 325,23
gr. y expresar por consiguiente el peso del tremis, empleando
dos decimale.s en 1,51 gramos.
(4) Miles, op. cit. pág. 162.
(5) Miles, op. cit. pág. 359. Quizá sea la excepción la moneda nº
366 de la citada obra.
(6) Los problemas históricos del fin del reino visigodo, no son ayudados en su simplificación por la numismática. Argumentos numismáticos, a favor y en contra, se pueden presentar para dar
como fecha final de las acuñaciones, el año 711 con Rodrigo,
el más comunmente aceptado del 714 con Achilla 11, (¿o las acuñó en el 710 cuando era rebelde frente a Rodrigo?), e incluso,
podemos apuntar una fecha no determinada, posterior al desastre del 711, con Rodrigo todavía en Lusitania; las leyendas del
último rey godo se ven así, condenadas a no desaparecer de la
Historia, por la sugestiva distribución geográfica y estadística de
los ejemplares conocidos.
(7) López Serrano, Matilde. «Artes decorativas de la época visigoda» en Menéndez Pidal, R. «Historia de España» 111, pág. 808.
(8) «Alaba, namque Bizcai, Alaone et Urdunia a suis incolis reperiuntur semper esse possessae». Alava comprendería las tierras
de Zuya, Urcabustaiz y Cuartango, quedando exclufda la Llanada alavesa; Vizcaya se extendería desde el Nervión al Deva, sin
el Duranguesado; Alaón sería el valle de Ayala, y Orduña el valle
alto del Nervión: Véase García de Cortázar, J. A. en «La organización del territorio en la formación de Alava y Vizcaya en los
siglos VIII a fines del XI». En «El habitat en la historia de Euzkadi». Bilbao, 1980, pág. 137.
pacio y en el tiempo; así ocurre con los tremises, que, terminada su acuñación en el 714 (6), se siguen utilizando en el
siglo IX; en cuanto a los jarritas litúrgicos, no sólo se siguen
usando, sino que su fabricación alcanza el siglo IX por lo menos (7).
Por fin, cuando el material visigodo hallado o la cita histórica es anterior al 711 y se halla dentro del País Vasco, se
ha recuadrado signo y numeración.
Se indica la línea divisoria de aguas, por ser una barrera
natural, de difícil traspaso estratégico, que no es probable
fuera rebasada por los visigodos mas que de forma esporádica, ya que sus campañas estaban dirjgidas, más qué a dominar un territorio, a impedir las incursiones vascas por el
valle del Ebro. Sin contar la zona transpirenaica, (nº 16 y 23)
de diferente geografía, los hallazgos más al Norte no traspasan dicha línea. La depresión vasca permanece así vacía de
restos visigodos.
A la vista de la distribución de los hallazgos arqueológicos, se puede pensar que, tal vez, cuando la «Crónica de Alfonso 111», reflejando otra de Alfonso 1 anterior al año 757,
nos indica que Vizcaya, Ayala y Orduña siempre fueron poseídas por sus habitantes (8), nos está indicando que esa depresión vasca, además de permanecer exenta de la presencia árabe, lo fue también de la visigoda; el cronista ¿emplearía la palabra «sempern para indicar un período de menos de
cincuenta años? (711-757). No es probable. ·
DESCRIPCION DE LOS PUNTOS SEl\IALADOS EN EL
MAPA
VIZCAYA
Nº 1: Jarrita litúrgico de Mañaria: Jarrita de indudable
estilo visigodo; está considerado como ejemplar tardío.
Palo!, P. de: «Bronces hispanovisigodos de origen mediterráneo, l. Jarritas y patenas litúrgicos. Barcelona.1950. Pág.
67. López Serrano, Matilde.: op. y pág. cit.
Nº 2: Tremis de Orduña.
Nº 3: Lápidas de San Pedro de Abrisqueta: Su atribución a época visigoda, aparece en el folleto publicado, por
«La Agrupación Pro-Conservación de la Ermita de San Pedro deAbrisketa», con motivo de la restauración de la ermita en 1980. La descripción artística se hace en dos partes;
la segunda corre a cargo del profesor D. Antonio Rodríguez
Colmenero el cual la divide en tres apartados: «Restos romanos (siglos 111-V)», «Resto romano tardío o visigótico (siglos V-Vil» y «Restos visigóticos y paleocristianos» que fecha en los siglos VI-VII y IV-VI respectivamente, estableciendo
así una continuidad de hallazgos entre los siglos 111 y VII.
No estando de acuerdo con estas atribuciones, presentamos nuestras discrepancias comentando los párrafos referentes al período visigodo:
«Resto romano tardío o visigótico (siglos V-VI) En el interior, en la misma pared, cerca de los anteriores, se halla otro
fragmento de inscripción, de piedra arenisca. Sólo se interpreta de forma coherente el vocablo POS (vit) = puso.»
Su duda, en la atribución romano .o visigótica, nos está
indicando que este trozo de inscripción no posee elemento
que permita fecharla con aproximación. Fot. 4. «Restos visigóticos y paleocristianos» .. «Luce en el centro una cruz griega
de la que penden el alfa y la omega. En la parte inferior debió haber grabado el grueso de la inscripción, que ha desaparecido en gran parte (siglos VI-VII)»
La atribución a estos siglos la estimamos totalmente gratuita; el mismo profesor Rodríguez Colmenero, en su artícu-
HALLAZGO DE UN TREMIS VISIGODO EN LA PEÑA DE ORDUÑA (VIZCAYA)
lo «El habitat en el País Vasco durante la etapa romanovisigoda» en «El habitat en la historia de Euskadi». Bilbao,
1980. pág. 89. Fotografía 8, muestra su duda sobre la atribución visigótica de esta cara de la lápida. (Fot. Nº 5).
Continuando la descripción de la anterior lápida en su cara trasera, indica: ... «El registro inferior presenta una austera cruz aspada, sin duda la X (ji) griega, sobre la que cae perpendicularmente otra línea que posee su remate superior en
el registro de arriba, pudiendo observarse que no representa
otra cosa que la «P» (ro) griega, y el conjunto un clarísimo
crismón.» Fecha esta cara en los siglos IV-VI. Fot. Nº 6 y
Nº 7.
Este «clarísimo crismón», está totalmente inventado; para
formarlo se ve obligado a:
1º. Poner la estela cabeza abajo; la posición correcta de la
lápida es la normal, es decir, la parte adelgazada, destinada
a permanec.er hincada, hacia abajo; lo corrobora el espacio
exento de grabados que hay en ambas caras, cosa lógica pues
estaba destinado a permanecer bajo tierra; véase cómo en
la cruz griega de la otra cara, el alfa y la omega penden hacia
abajo indicando la posición correcta.
2º. A considerar una «ro» el conjunto formado por la línea
central vertical, más otras¿?, trazadas en el registro inferior
izquierdo. La vista «in situ» de la lápida nos muestra, que,
dicha línea central tiene una técnica de grabado diferente a
las demás (está trazada por otra mano o en otra fecha?) y
que los trazos del registro inferior que pudieran ser aprovechados para completar la «ro» tienen sus simétricos enfrente, formando por sí mismo un conjunto homogéneo.
No podemos considerar como visigodo ninguno de los restos hoy día conocidos de San Pedro de Abrisqueta.
Nº 4: Columna de Santos Antonios de Urquiola: Trozo de columna de carácter tan sobrio, que impide su atribución probable a una época determinada. Es citada como capitel de estilo visigodo por:
Estomba, M.: Tradiciones y costumbres de Vizcaya. En «Enciclopedia Histórico-Geográfica de Vizcaya». IV. San Sebastián, 1981, pág. 118.
ALAVA
Nº 5: Enterramiento en cueva en «Los Gorosn: Enterramiento de cuatro personas; entre los materiales que les
acompañaban, destaca una hebilla de tipo liriforme (siglo VII).
Palol, P. de: «Los objetos visigodos de la cueva de Los Goros». IAEA. Vitoria, 1971, pág. 25 a 32.
Nº 6: Hebilla y armas en Guereñu: Hebilla de cinturón,
también de tipo liriforme. Llanos, A.: «Descubrimiento fortuito en Guereñu (Alava).» EAA, 11. Vitoria, 1967. págs.
118-119.
Nº 7: Victoriacum. Ciudad «fundada» por Leovigildo; se
la viene identificando con la actual Vitoria o con la lruña alavesa, (la Veleia romana). A reserva de la publicación de nuevas investigaciones, la hemos situado sobre esta última, considerando a favor de éste emplazamiento, su formidable posibión estratégica, digna de tener en cuenta en una zona conflictiva; adem.ás hay otro dato a nuestro juicio significativo.
En la «Crónica de Alfonso 111», describiendo las conquistas
de Alfonso 1, se menciona la Velegiam Alabensem y otros
lugares de menos importan,cia, pero no aparece Victoriacum.
Dada la corta distancia teórica entre ambas ciudades, resulta extraño no aparezcan ni en éste, ni en algún otro documento mencionadas a la vez. Parece lógico pensa que lo que
hizo Leovigildo, más que «fundarn, fue fortificar Veleia, como hicieron los romanos en el conflictivo siglo IV y los árabes E;in el VIII.
89
N° 8: Cerámica de la cueva de Cil de Belauquio. Su
atribución no tan segura, como en el caso de «Los Goros».
Agorreta, J. A.: La alta edad media. En «Guía del Museo Provincial de Arqueología de Alava». Vitoria, 1978, pág. 73 a 75.
Nº 9 y 10: Cenobios de Valdegobía y Treviño. Su atribución a época visigoda no es segura.
Barandiarán, J. M.: «Excavaciones en el Montico de Charratu y en Sarracho. 1966». EAA, 11. Vitoria, 1967. pág. 20.
Agorreta, J. A.: op. cit. págs. 74 y 75.
NAVARRA
Nº 11: Pamplona: Como obispado envía delegado a los
concilios de Toledo: 111 (589), XIII (683), y XVI (693); la ausencia en los concilios durante casi .un siglo, puede explicarse,
entre otros motivos, por la inestabilidad de la zona en ese
período. (En este intervalo 589-693, los vascos luchan contra Gundemaro (610), Sisebuto (613), Suintila (621 ), Sisenando (633), Chindasvisto (642), Recesvinto (653) y Wamba
(672).
Sobre la necrópolis: Mezquíriz, M. A.: «La necrópolis visigoda de Pamplona». Príncipe de Viana, núms. 98 y 99. Pamplona, 1965, pág. 107.
Sobre el hallazgo de dos monedas de Suintila: Mateu y. Llopis, F.: «Sobre los límites de la conquista visigoda en Vasconia y Cantabria». Ampurias VI (1944), pág. 223.
Sobre cipo funerario: Boletín de la Academia de la Historia,
tomo XXIX.
Nº 12: Ologitum. Se la identifica con la actual Olite. Suintila reconstruyó las defensas de la fortaleza.
Nº 13: Arroniz. Hebilla, de cinturón.
Rodríguez Colmenero, A.: El habitat en el País Vasco durante la etapá Romano Visigoda. En «El habitat en la historia de
Euzkadi». Bilbao, 1980, pág. 102.
N° 14: Gastiain. Decoración.
Rodríguez Colmenero, A.: Op. cit. pág. 102.
Nº 15: Monasterio de Leyre.
Puertas Tricas, R.: «Iglesias Hispánicas». Madrid, 1975, pág.
22.
ZUBEROA
Nº 16: Tesorillo de Mauleon. Cuatro tremises de Suintila y uno de Sisenando.
Miles, G. C.: Op. cit., pág. 171.
ENTORNO GEOGRAFICO
Nº 17: Calahorra. Obispado, y además ceca con Suintila.
Menéndez Pidal, R.: «Historia de' España», tomo 111, págs.
292 y 295.
Miles, G. C.: Op. clt., págs. 80 y 273.
Nº 18: Monasterio de Albelda y necrópolis.
Taracena, B.: «Excavaciones en las provincias de Soria y Logroño». MJSEA, 1925-1926, IV, nº gral. 86, págs. 38 y ss.
Nº 19: Monasterio de San Millán.
Puertas Tricas, R.: Op. cit., págs. 17-18.
Nº 20: Enterramientos en la cueva del Juyo. Se trata
de un enterramiento pagano que, sin embargo, proporcionó
un collar de cuentas visigodas.
González Echegaray, J. y Janssens, P.: «Memoria de las
excavaciones de la Cueva del Juyo. 1955-1956». Santander,
1958, págs. 9-10.
Nº 21: Monasterio de San Juan de la Peña.
Nº 22: Monasterio igalense. En la actual Eugui.
Puertas Tricas, R.: Op. cit., pág. 159.
Nº 23: Monasterio Hurdaspalense. En la actual Urdax.
Puertas Tricas, R.: Op. cit. pág. 159.
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JOSE ANTONIO OCHARAN LARRONDO
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1. Lugar del hallazgo. El punto exacto se e.ncuentra en la intersección de los dos cruces.
HALLAZGO DE UN TREMIS VISIGODO EN LA PEÑA DE ORDUÑA (VIZCAYA)
2. Anverso de la moneda.
3. Reverso de la moneda.
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JOSE ANTONIO OCHARAN LARRONDO
4. Fragmento de inscripción en S. Pedro de Abrisqueta.
5. Estela de Abrisqueta, cara anterior.
6. Estela de Abrisqueta, cara posterior.
HALLAZGO DE UN TREMIS VISIGODO EN LA PEÑA DE ORDUÑA (VIZCAYA)
7. Estela de Abrisqueta, detalle cara posterior.
V
8. Trozo de columna de S. Antonio de Urquiola.
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