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M E S I ARBUSTOS,
PARTICULARMENTE LOS DE ORIGEN AMERICANO,
EXISTENTES AL AIRE LIBRE
EN EL JARDÍN BOTÁNICO DE MADRID
SEIS AÑOS DESPUÉS DEL CICLÓN DE 1880
CON DATOS NUMÉRICOS
POE
CATEDRÁTICO
Y RECTOR D E LA UNIVERSIDAD
CENTRAL.
MADRID.
IMPRENTA HE LA VIUDA É HIJA DE GÓMEZ
Bordadores,
1892.
10.
FUENTENEBRO.
ARBOLES í ARBUSTOS,
PARTICULARMENTE LOS DE ORIGEN AMERICANO,
EXISTENTES AL AIRE LIBRE
EN IL JARDÍN BOTÁNICO DE 1UDBIII
SKIS AÑOS DESPUÉS DEL CICLÓN DE 1886.
CON DATOS
NUMÉRICOS
POR
f l i © n i ©©liras©
?
CATEDRÁTICO
y
RECTOR D E LA UNIVERSIDAD
CENTRAL.
MADRID.
IMPRENTA
DE LA VIUDA É HIJA DE GÓMEZ
Bordadores,
1892.
10.
FUENTENEBRO
INDICACIONES GENERALES
Han pasado ya seis años después del terrible ctción
que en 12 de Majo de 1886 derribó grande número de
árboles y algunos arbustos del Jardín Botánico de Madrid, produciendo esta catástrofe profundo disgusto en
las personas que prestan su atención á cuanto se relaciona con los establecimientos de utilidad pública, por
más que ésta pueda ser indiferente á unos pocos atentos solamente á sus particulares intereses.
El Jardín Botánico no quedó destruido como los
pusilánimes y los malévolos se figuraron, y los esfuerzos para reparar en lo posible los daños causados dieron patente resultado, regularizándose las formas de
muchos árboles subsistentes que habían sufrido deterioros más ó menos considerables, y haciéndose algunas plantaciones tanto de árboles como de arbustos
dentro de los límites que permiten los escasos recursos destinados á conservar y mejorar cuanto concierne
al establecimiento.
Acaso sea oportuno en el presente año de 1892, y
antes que termine, llamar la atención sobre la relativa
importancia que tiene actualmente el arbolado del
Jardín Botánico de Madrid, con inclusión de bastantes
arbustos más ó menos notables, y sobre las especies de
origen americano, que tanto de los unos como de los
otros se cultivan y conservan en el mismo, prosperando al aire libre desde tiempos pasados ó cuya, introducción sea más ó menos próxima á los presentes.
Como noticia preliminar conviene hacer un resumen de las pérdidas ocasionadas por el ciclón de 1880,
según los datos entonces minuciosamente reunidos,
cuya publicación no fué inmediata, esperando que el
estado del Jardín Botánico llegase á mejorar y esto mitigase el efecto de los tristes pormenores contenidos en
las notas y apuntes, que se redactaron en medio del
desastre, y haciendo el exacto recuento de los árboles
y arbustos caídos. El número de los árboles derribados llegó á 560, siendo 206 los de las coniferas pertenecientes á 49 especies, y 354 los de otras familias, correspondiendo á 46 especies y algunas variedades; los
arbustos perdidos no pasaron de 83, pertenecientes á 11
especies, y agregados á los 560 árboles derribados componen un total de 643 árboles y arbustos, cuyas especies y variedades excedieron de 100. Afortunadamente
por hallarse repetidos los representantes de cada una
fueron pocas las desaparecidas, aunque entre ellas se
cuenta alguna difícil de ser reemplazada; pero es de sentir que el ciclón haya atacado de preferencia á los árboles antiguos y más resistentes, como se comprende por
no doblegarse, habiendo entre ellos 152 cuyos troncos
tenían más de un metro de circunferencia.
Precedió al ciclón atmosférico otro dependiente de
la voluntad humana y es el que afectó en el año 1882
á la porción de terreno propio del Jardín Botánico, an-
tiguamente inculto y entonces poblado de arbolado j o ven y variado, que se destruyó en parte para explanar
el sitio destinado á la construcción del edificio proyectado para la Escuela de Artes y Oficios, aunque ya no
le pertenezca. Este ciclón derribó 360 árboles y algunos arbustos más ó menos importantes, y agregando
aquéllos á los 560 que perecieron por efecto del ciclón
verdadero, resulta la pérdida total de 920 árboles del
Jardín Botánico desde el año 1882 hasta el 1886.
El antiguo arbolado era quizá demasiado numeroso
y no bastante variado en el Jardín Botánico, aunque
muy notable por la belleza y dimensiones de muchos
ejemplares, que aunque repetidos merecían conservarse como lo merecen los todavía permanentes. El exceso
de arbolado, que pudiera ser un motivo de censura
para los primeros directores del establecimiento, vino
á convertirse por consecuencia de los hechos ocurridos
en una impensada previsión, cuyo resultado es la actual existencia de un número de árboles bastante considerable, supuesto que entre los antigua y modernamente plantados pasan de 1.700 los que en el Jardín
Botánico contribuyen á la instrucción, recreo y comodidad del público. Ofrece interés el conocimiento de
las especies de estos árboles y también el de los arbustos con las indicaciones relativas á las respectivas procedencias en cuanto á los exóticos.
Existía en el Jardín Botánico un buen número de
coniferas indígenas y exóticas que se había procurado
aumentar modernamente, y aunque la colección en
cuanto á las especies no disminuyó, pasando de 50 á pesar de las vicisitudes sufridas, es de sentir que hayan
producido la pérdida de 355 árboles pertenecientes á
tan importante grupo, unos viejos y otros jóvenes, más
ó menos repetidos. Estábanlo mucho algunas especiesindígenas y éstas experimentaron mayor disminución
sin que haya dejado de afectar á las exóticas, menos
abundantes en ejemplares y que fueron reducidos á uno
ó dos por lo general, mientras que todavía predomi­
nan proporcionalmente las europeas y las cultivadas
en Europa desde tiempos antiguos. Al enumerar dete­
nidamente donde corresponde las especies americanasde coniferas que actualmente existen en el Jardín Bo­
tánico, se mencionan á la vez bastantes más ó menos
afines, que son originarias de la Australia, India orien­
tal, China, Japón y otras regiones, indicando el núme­
ro de los árboles respectivos que se conservan y tam­
bién en varios casos el de los que desaparecieron.
Diversos árboles de distintas familias que se hallan
en el Jardín Botánico son también mencionados al tra­
tar de las especies americanas notablemente afines,
siendo aquellos indígenas ó procedentes de Oriente, In­
dia oriental, China, Japón y alguna otra parte. Dase
al propio tiempo noticia del número de los árboles de
cada especie así indicada que actualmente existen, y de
paso se recuerdan las pérdidas consiguientes á los
desastres ocurridos. Pasan de 30 las especies no ameri­
canas en tal forma mencionadas, y el total de unas y
otras, agregando las que se dejan de nombrar incidentalmente y que son de varias procedencias, llega á 90,
sin incluir dos palmitos (Chamcerops excelsa Mart. et
Ch. humilis L.J, uno de la China algo multiplicado,
y otro de Europa, todas ellas representadas por mayor
ó menor número de ejemplares, habiéndose consignado
anteriormente en conjunto el de los perdidos. Las es-
pecies no indicadas en los expresados conceptos pertenecen á unos 22 géneros (Ailanthus, Alnus, Amygdalus, Broussonetia, Cercis, Koelreuteria, Laurus, Melia,
Monis, Olea, Pauloionia, Plañera, Platanus, Pterocarya, Pyrus, Salix, Sophora, Sterculia,
Tamarix,
Tilia, Ulmus, ZizyphusJ, existiendo de cada cual en
el Jardín Botánico uno, dos ó tres tipos específicos.
Aunque los ejemplares de algunos de éstos hayan disminuido mucho, la mayoría se halla suficientemente
representada; pero podrá satisfacer la curiosidad consignar que del Ailanto ó Árbol del cielo perecieron 38
y de la Broussonetia ó Moral de la China cayeron 25,
asi como 10 del Eleagno ó Paraíso y 20 de la Sófora
del Japón, prescindiendo de contar los olmos comunes
por haber quedado demasiados. Quedaron también muchos y buenos ejemplares del Olmo de las montañas
(Ulmus montana With.) que es europeo como el común ó campestre (Ulmus campestris L.J, y bastante
diferente de las especies americanas, aun cuando se
haya confundido con alguna de ellas entre nosotros antes de ahora, y los derribados de ambas especies eran de
los más notables por su antigüedad y dimensiones.
Pocos fueron los arbustos cultivados al aire libre
que perecieron en el Jardín Botánico por consecuencia
del ciclón ocurrido en Mayo de 1886, y quedaron por
tanto subsistentes todas ó casi todas las especies indígenas y exóticas más ó menos multiplicadas que se habían introducido antigua y modernamente, casi siempre mediante el recíproco cambio de semillas con los
establecimientos similares. Enuméranse particularmente las especies americanas y de paso se mencionan
las afines existentes, que son indígenas ú originarias
de diversas regiones del antiguo mundo, siguiendo el
sistema adoptado para los árboles, y resulta que de las
370 especies de arbustos y matas leñosas correspondientes á más de 100 géneros que se hallan en el Jardín Botánico, habría que designar aquí las dos terceras partes
para completar el número indicado. Esto seria prolijo,
y bastará decir que la procedencia de tales plantas es
tanto ó más variada que la de los árboles, como se comprende y explica por la superioridad del número.
Habíase empezado á formar una colección de árboles frutales y otra de variedades de la vid común; pero
hubo que sacrificarlas á la explanación del terreno
para las nuevas construcciones, y como una de ellas
era la del edificio destinado á la Facultad y Museo de
Ciencias, hubiérase tenido por bien compensadas aquellas pérdidas si tan importante proyecto, lejos de haberse paralizado, se hallase en vías dé llegar á la debida realización.
Sufrieron recientemente las estufas del Jardín Botánico bastante deterioro por abusos cometidos exteriormente en las inmediaciones de las mismas, y cuyos
efectos se contrarestaron á tiempo para evitar una
nueva catástrofe. Las plantas que durante el verano se
colocaron y cuidaron al aire libre, han podido ya ser
resguardadas como en los años anteriores, antes de
empezar los fríos, y se conservarán libres del peligro
que las amenazaba y que hubiera destruido importantes colecciones y algunos ejemplares de edad secular.
Pasan de 1.500 las especies pertenecientes á 560 géneros que existen en los invernáculos y estufas del Jardín Botánico, y aunque el número de los individuos de
cada especie no sea uniforme ni tampoco invariable en
diversos años, bien puede calcularse que ordinariamente
se hallan á cubierto más de 4.000 plantas en aquellos
departamentos, que son indispensables para que en
nuestros climas pueda ser conocida la vegetación exótica. La colección de plantas crasas es numerosa y variada, existiendo ejemplares muy notables por su tamaño
y antigüedad; lo son también algunos heléchos arborescentes, y en particular dos Dicksonias enviadas de
Australia, como obsequio personal; pudieran indicarse
también no pocas especies de diferentes familias y procedentes de lejanas regiones, que además del interés
científico tienen el de ser útiles por sus aplicaciones.
El Catálogo anual de las semillas que se recolectan, y en su mayor parte se destinan á los cambios con
los Jardines extranjeros, puede dar idea aproximada de
la totalidad de las especies cultivadas en el de Madrid,
supuesto que no todas fructifican ó por lo menos no completan la madurez de los frutos y semillas respectivas.
Son más de 6.400 las especies contenidas en el último
de los catálogos correspondiente al año 1891 y exceden
de 1.300 los géneros y de 130 las familias en que aquéllas se hallan comprendidas, conforme á la clasificación
adoptada, resultando en atención á lo antes dicho que
estos números son alí?o inferiores á los efectivos.
Son complemento de las colecciones vivas los
herbarios de plantas indigenas y exóticas, contándose
entre éstas las americanas pertenecientes á las expediciones botánicas (1) que se destinaron al estudio de la
(lj Conferencias del Dr. D. Miguel Colmeiro, dadas en el
Ateneo de Madrid en Abril y Mayo de 1892 recientemente publicadas.
vegetación de las principales regiones del Nuevo Mundo, descubiertas y pobladas por los españoles. Tiene
también mucha importancia la colección de frutos de
diversas procedencias, que fueron modernamente clasificados y ordenados con las posibles indicaciones geográficas, mereciendo además particular mención las
muestras de maderas, cortezas y otras partes de los
vegetales.
El Jardín Botánico de Madrid por sus recuerdos
históricos y por serle inherentes muchos elementos
científicos que, si sufriesen deterioros ó desapareciesen,
no podrían ser fácilmente restaurados ni probablemente sustituidos, merece considerarse como una gloria
nacional, cuya existencia no debe someterse á eventualidades nacidas de intereses contrarios á la enseñanza,
salubridad y recreo del público, triple objeto que se
propuso el benéfico é ilustre fundador del establecimiento. Si alguna vez se pensase en trasladarlo ó sustituirlo por otro, sería menester que el nuevo se hallase
anticipadamente formado y poblado, teniendo presente
que esto no se improvisaría ni podría realizarse con escasos recursos como acaso se lo figurasen quienes lo
dispusiesen tenazmente impulsados por exigencias personales é injustificadas.
ARBOLES Y ARBUSTOS
AMERICANOS Y OTROS CONGÉNERES
EXISTENTES AL AtKE LIBRE
EN EL JARDÍN BOTÁNICO DE MADRID.
ARBOLES Y ARBUSTOS.
Abedul papelero de la América septentrional.
Es notable el Abedul papelero (Betula papyracea
Willd.) por su corteza, cuyas capas pueden emplearse
para escribir, destinándose á varios usos en la América del Norte y de esta especie hay en el Jardín Botánico de Madrid un arbolito.
El género Betula, tipo de las Betuláceas, contiene
veinticinco especies, dispersas principalmente en las regiones boreales de ambos mundos y pertenece á Europa
el Abedul blanco (Betula alba L.J, que también existe
en el Jardín Botánico con la variedad cuyas hojas están
profundamente divididas (laciniata) y que procede de
Suecia.
Abeto negro del Canadá.
Entre los Abetos americanos se encuentra el Abeto negro (Abies nigra Michx.) y de él hay un solo arbolito en el Jardín Botánico de Madrid, presentando
una variedad enana (pumita), también existente en el
mismo.
El género Abies, formado á expensas del Pinus y
sección suya para muchos, pertenece á las Coniferas
y comprende diez y ocho especies, distribuidas en las
regiones extratropicales y montuosas del hemisferio boreal de ambos mundos. Dos son las especies asiáticasque
existen en el Jardín Botánico: el Abeto de Siberia(14¿>z'<?,?
Pichta Forb.J y el Abeto Morinda de Himalaya (Abies
Khutrow Loud.J, representados por arbolitos únicos.
Hállanse además el Abeto rojo de los Alpes (Abies excelsa DC.J y de él hay treinta y nueve árboles, habiendo sido derribados por el ciclón del año 1886 unos diez
y siete; el Abeto blanco ó Pinabete (Abies pectinata DC.J, también europeo, que se halla en los Pirineos
y del cual queda un arbolito, habiendo sido derribados
dos en el año indicado; é igualmente vegeta el Pinsapo (Abies Pinsapo Boiss.), propio del Mediodía de
España, siendo diez los árboles existentes después del
ciclón, y habiéndose perdido cinco.
El género Cedrus es asimismo desmembración del
antiguo género Pinus, y contiene tres especies ó variedades sumamente notables: una de Himalaya, otra
oriental y la tercera atlántica. Quedaron en el Jardín
Botánico después del ciclón del año 1886 once árboles
del Cedro Deodara ó llorón (Cedrus Deodara Loud.J,
habiendo perecido siete y hay seis del oriental ó Cedro
del Líbano (Cedrus Libani Barr.), habiendo caído dos,
uno de ellos el más antiguo y ya existente en el año
1796, según el respectivo Catálogo.
Acacia de tres espinas originaria de la América
septentrional.
Abunda dentro y fuera del Jardín Botánico de Ma
drid desde época bastante antigua la Acacia de tres espinas f Gleditschia triacanthos L.J, procedente de la
América septentrional é introducida en toda Europa.
Perecieron por el ciclón de 1886 quince buenos árboles
de esta especie y se conservan doce de varios tamaños.
Había otra igualmente americana (Gleditschia monos
perma Walt.) antes del ciclón y por él dejó de existir el
único árbol que la representaba, sin haberse multipli­
cado oportunamente porque las semillas no llegaban á
sazonarse.
Hay además en el Jardín Botánico una Acacia de la
China ú hórrida (Gleditschia sinensis Lam.), otra de
grandes espinas {Gleditschia macracantha Desf.), tam­
bién procedente de la China, y una del Caspio {Gle­
ditschia caspica Desf.), que pertenecen al antiguo mun­
do, como se ve por las respectivas indicaciones.
El género Gleditschia corresponde á las Legumino­
sas y comprende unas seis especies distribuidas en am­
bos mundos.
Acacias falsas ó Robinias de la América septentrional.
Es común en los jardines y paseos la Acacia blan­
ca ó Falsa acacia {Bohinia pseudo-acacia Z.), proce­
dente de la América septentrional y son numerosas
sus variedades, contándose entre ellas la llamada Aca­
cia de bola ó umbraculífera y la Acacia piramidal ó
fastigiada. Aunque el ciclón de 1886 derribó en el Jar­
dín Botánico veintisiete de las primeras, nueve de las
segundas y treinta y siete de las terceras, quedaron
mayor número de todas ellas, contribuyendo á la be­
lleza del arbolado subsistente y que se ha procurado
aumentar. Hay de la Acacia blanca cincuenta árboles
y cuarenta de la Acacia piramidal, así como ciento cin­
cuenta Acacias de bola ó umbraculíferas, unas y otras
consideradas como de adorno. Hánse obtenido recien­
temente dos variedades: \&monophylla ó de hojas sim-
pies y la Decaisneana con flores de color de rosa, una
y otra todavía poco multiplicadas.
La Acacia rosa (Robinia hispida L.), también ori­
ginaria de la América del Norte, está representada por
ocho arbolitos, y de la Acacia pegajosa {Robinia viscosa
Vent.), igualmente americana, perecieron los que exis­
tían antes del ciclón, habiéndose obtenido posterior­
mente dos, procedentes de renuevos.
El género Robinia pertenece á las Leguminosas y
comprende unas cinco especies que son americanas.
Acebo de la Carolina.
Es el Acebo de la Carolina (Ilex Cassine Ait.) un
arbusto de la América septentrional cultivado en el
Jardín Botánico de Madrid, que presenta algunas va­
riedades, una de ellas (laurifolia) con hojas semejantes
á las del laurel.
El género Ilex, que fué colocado entre las Celastrí­
neas y es tipo de las Ilicíneas, comprende ciento cin­
cuenta especies, distribuidas en diversas regiones del
globo y principalmente en las tropicales, sin faltar en
las templadas. Hay en el Jardín Botánico el Acebo
de hojas anchas {Ilex latifolia Thunb.), que es del Ja­
pón, y el Acebo común (Ilex Aquifolium L.), propio de
Europa y que varía por el cultivo.
Agracejos americanos.
Cuéntanse entre los Agracejos americanos el provis­
to de grandes espinas {Berberís macracantha Schrad.),
el caroliniano {Berberís caroliniana Loud.) y el glau-
co (Berberísglauca Humb. etBonpl.), los dos primeros
déla América del Norte y el último de la meridional,
habiéndose recibido en el Jardín Botánico de Madrid
con los nombres expresados.
El género Berberís, tipo de las Berberideas, contiene un grande número de especies admitidas por los
horticultores y que pueden reducirse á unas cincuenta
dispersas en el antiguo y nuevo mundo. Presenta diferentes variedades el Agracejo común (Berberís vulgaris L.J, que es indígena y del cual acaso no merezca
distinguirse el Agracejo del Canadá (Berberís canadensis Mili.), aunque se halla en la América septentrional.
Entre las especies y variedades más ó menos caracterizadas que hay en el Jardín Botánico, merecen citarse
el Agracejo con hojas enterísimas de Karatau (Berberís intege'rrima Bunge) y otros dos (Berberís Wallichiana DC. et B. aristata DC?) de Nepalia.
Alamos ó Chopos americanos.
Cuatro son las especies de Chopos ó Alamos (Populus) de la América septentrional que actualmente se
hallan en el Jardín Botánico de Madrid, aunque uno
ó dos de ellos ya habían figurado en sus antiguos Catálogos. Resistió el ciclón del año 1886 el Álamo ó Chopo del Canadá (Populus canadensis Michx.) y de él
hay ahora diez árboles. Son cuatro los correspondientes al Álamo ó Chopo de Virginia {Populus monilifera Ait.) y hay uno que pertenece al Álamo ó Chopo
balsamífero (Populus balsamifera L.), existiendo solamente dos del Álamo ó Chopo de la Carolina (Populus angulata Ait.), notable por los ángulos suberosos
2
de las ramas, y del cual fueron derribados cinco por el
ciclón.
Cuéntanse entre las especies indígenas el Álamo piramidal ó Chopo de Lombardía (Populus fastigiata
Poir.), del que se conservan tres árboles en el Jardín
Botánico, habiendo perecido por el ciclón otros tres, y
el Álamo blanco (Populus alba L.) que abunda, siendo
nueve los árboles existentes por haber sido repuestos,
atendido que había quedado uno solamente. No se ha
replantado todavía el Álamo temblón (Populus trémula L.) que existió antes de ahora.
Corresponde el género Populas á las Salicíneas y
son diez y ocho las especies descritas y distribuidas en
ambos mundos, principalmente en las regiones septentrionales.
Algarrobo de Chile.
Existe en el Jardín Botánico al aire libre un robusto y elevado árbol que es el Algarrobo de Chile, acaso
traído en 1788 por los autores de la Flora del Perú y
Chile, cuando regresaron de su expedición. Induce á
creerlo que figura en los Catálogos del Jardín, publicados en 1796 y 1803 con el nombre de Mimosa Siliquastrum, que le dio seguramente Gómez Ortega, autor del primero de aquéllos y que confirmó Cavanilles
en el segundo de los mismos, así como en su obra inédita titulada Hortus Regius Matritensis (1804) con cien
dibujos, correspondiendo el señalado con el número 37
al Algarrobo de Chile. Lagasca lo estudió á su vez,
describiéndole en el opúsculo que destinó á varios géneros y especies de plantas nuevas y que fué publicado
en 1816, apareciendo entonces el árbol con el nombre de
Acacia Siliquastrum Lag., que conservó hasta que fué
considerado como perteneciente á otro género, siendo
denominado Prosopis Siliquastrum DC, y así figura
en las obras descriptivas de mayor importancia.
Pertenece el Algarrobo de Chile á las Leguminosas
como todos los Prosopis, y son ocho las especies de la
sección Algarrobia, todas americanas, si bien están distribuidas en las regiones tropicales y subtropicales
de ambos mundos otras diez especies de diferentes
secciones. Cómense las legumbres de algunos Prosopis y también se aprovechan para el ganado, comprendiéndose por tanto el origen de la denominación
dada primeramente por los españoles, que procuraban asimilar las plantas americanas á las de Europa,
y en particular á las de España, donde tenemos el verdadero Algarrobo (Ceratonia Siliqua L.), traído de
Oriente y perteneciente á las Leguminosas, como los
demás Algarrobos. No debe, por tanto, extrañarse que
el historiador Molina en su obra sobre Chile haya llamado Ceratonia chilensis al árbol que los españoles denominaron Algarrobo de Chile, y que soporta el clima
de Madrid, donde florece y fructifica, habiendo llegado en el Jardín Botánico á cien ó más años de existencia.
Almez de Virginia ú occidental y otras especies
americanas.
Aunque el nombre de Almez sea propio de un árbol del Mediodía de Europa, y por tanto muy conocido
en España, háse aplicado como genérica igual denomi-
nación á otras especies que se encuentran esparcidas
en diversas regiones templadas y tropicales del globo.
Nuestro Almez, ó sea el común (Celtis australis L.), es
un buen árbol, cuya madera se utiliza y tiene diferen­
tes usos, comiéndose además sus frutillos llamados almecinas, y aun cuando perecieron por efecto del ciclón
de 1886 diez y nueve hermosos ejemplares de esta es­
pecie, queda todavía un número mucho mayor de ellos
distribuidos en el Jardín Botánico. También resistieron
y se conservan cinco buenos Almeces de la especie
oriental dedicada á Tournefort (Celtis Tournefortii
Lam.), habiendo sido derribado uno solo por el ciclón,
y del Almez de Virginia ú occidental (Celtis occidentalis L.) existen diez y ocho, limitándose á ocho los que
fueron víctimas de aquella catástrofe.
El Almez de Virginia ú occidental es común en lo
más cálido de la América septentrional, abundando en
el Misisipí y apreciándose su madera y también la cor­
teza que sirve para curtir. Los frutos, que los america­
nos usan contra la disentería, son rojizos, mientras que
son negros los del Almez común y amarillentos los del
Almez llamado oriental por Tournefort. Tiene buen
follaje el Almez de Virginia y la frecuente inclinación
de sus ramos le dan cierto aspecto no destituido de be­
lleza, pudiendo utilizarse este árbol como ornamental.
Son seculares ó poco menos los Almeces de esta especie
que existen en el Jardín Botánico, supuesto que figura
entre los vegetales enumerados en los antiguos Catálo­
gos del mismo.
El género Celtis, tipo de las Celtídeas, comprende
actualmente unas setenta especies esparcidas por el
globo, aunque no todas sean bien diferentes ó bastante
caracterizadas para que merezcan distinguirse. Algunas se cultivan en los Jardines botánicos de Europa, y
tres de ellas (C. sinensis Pers., C. crassifolia Lam. et
C. Auclibertiana Spach.), la segunda y tercera de origen americano, hánse introducido por siembra recientemente en nuestro establecimiento, donde se halla
también una planta joven del Almez espinoso (Celtis
spinosa Spr.) que es del Brasil, procurando reparar por
éste y otros medios las pérdidas sufridas.
Amorfa fruticosa y otras especies americanas.
Todas las especies de Amorfa proceden de la América septentrional y la fruticosa (Amorpha fruticosa L.) existe en el Jardín Botánico de Madrid desde
fines del último siglo, figurando en el Catálogo correspondiente al año 1796. Presenta actualmente algunas
variedades (pallida, glauca, pubescens, crispa) y se han
constituido otras especies (Amorpha nanaNutt. A. fragrans Sweet. A. Lewisii Lodd. A. caroliniana Hqyn, et
A. elataHayn.), existentes en el Jardín Botánico de
Madrid y que se diferencian poco.
El género Amorpha pertenece á las Leguminosas y
contiene ocho especies, que se hallan en la América del
Norte.
Araucaria ó Pino de Chile y la del Brasil.
Dos son las Araucarias de la América meridional
que se conservan en el Jardín Botánico de Madrid: el
Pino de Chile ó araucano (Araucaria imbricata Pav.)
y el Pino blanco ó bermejo del Brasil (Araucaria bra-
siliensis A. Rich.), que no resisten los rigores del invierno y necesitan estar á cubierto durante él.
Es el género Araucaria uno de los más notables de
las Coniferas y contiene diez especies distribuidas en la
América meridional, islas del Pacífico, Nueva Caledoniá y Australia. Hay en el Jardín Botánico la califica-da de excelsa [Araucaria excelsa R. Br.), que proviene de la Isla de Norfolk y está representada por cuatro árboles grandes y dos pequeños; la de Cook [Araucaria Cookii R. Br.) de Nueva Caledonia, y la de Cunningham (Araucaria Cunninghami Ait.) de Australia,
existiendo una de cada especie. Existe además del género Dammara, afine al anterior, la especie llamada
robusta (Dammara robusta C. Moore), que también
es originaria de Australia.
Arce del Canadá ó sacarino.
Uno de los Arces de la América septentrional que
dan azúcar por contenerlo la savia, es el calificado de
sacarino (Acer saccharinum L.), y hay en el Jardin
Botánico de Madrid un arbolito de esta especie, la cual
ya figuró en el Catálogo del año 1803, no hallándose
en los sucesivamente publicados.
El género Acer, que es tipo de las Aceríneas, comprende cincuenta especies distribuidas en diferentes territorios de los dos mundos. Las europeas existentes en
el Jardín Botánico son el Arce común ó Moscón (Acer
campestre L.), el Arce de Mompeller (Acer monspessulanum L.), el Arce Real ó aplatanado (Acer platanoides i . ) y el Arce blanco ó Falso plátano (Acer pseudoplatanus L.), estando representada esta especie por
once buenos árboles y las demás por corto número da
ellos, aunque las pérdidas ocasionadas por el ciclón de
1886 no hayan sido de grande importancia en cuanto á
los Arces, habiendo afectado casi exclusivamente á los
denominados Falsos plátanos, y de ellos fueron siete los
derribados.
Calicanto occidental, arbusto americano.
Es un arbusto de hojas grandes el Calicanto occidental (Calycanthus occidentalis Hook.) de California,
que fructifica perfectamente en el Jardín Botánico de
Madrid, variando algún tanto.
El género Calycanthus está compuesto de tres especies, siendo americanas y es tipo de las Calicánteas.
Pertenece á ellas igualmente, y constituye género diverso el Calicanto precoz (Chimonanthus jragrans
Lindl.) con flores olorosas y que procede del Japón.
Callicarpa de América.
Es la Callicarpa de América (Callicarpa americana L.) un arbustito procedente de la parte septentrional
del Nuevo Mundo, y se halla en el Jardín Botánico de
Madrid desde fines del último siglo, supuesto que consta en el Catálogo del año 1796.
El género Callicarpa pertenece á las Vei'benáceas
y contiene treinta especies distribuidas en diferentes regiones de ambos mundos, hallándose principalmente
en las tropicales ó casi tropicales. Hay en el Jardín Botánico la Callicarpa del Japón (Callicarpa japónica
Thunb.), menos común que la americana.
Carpe americano.
Procede de la América septentrional el Carpe americano (Carpinus americana Micha).) y de él hay dos
arbolitos en el Jardín Botánico de Madrid. Es generalmente conocido el Carpe de Europa (Carpinus Betulus L.), llamado Abedulillo, Olmedilla, Charmilla,
Hojaranzo ú Ojaranzo, que era común antiguamente
en los jardines, y de esta especie se conservan tres arbolitos en el de Madrid, habiendo sido derribado uno
solo por el ciclón del año 1886.
El género Carpinus corresponde á las Cupulíferas
y contiene nueve especies dispersas en las regiones templadas del hemisferio boreal.
Catalpa de la América septentrional.
Procede la Catalpa común de la América septentrional y existe en el Jardín Botánico de Madrid desde
el año 1796 por lo menos, supuesto que figura en el
Catálogo respectivo. Conoció Linneo este arbolito
(Bignonia Catalpa L.) y Cavanilles por haberse formado un nuevo género le dio distinto nombre [Catalpa
temífolia Cav.), aunque el aceptado en la actualidad
sea otro (Catalpa syringcefolia Sims.), como lo saben
cuantos consultan las obras de jardinería modernas.
Consérvanse nueve de estos arbolitos en el Jardín Botánico, habiendo sido derribado uno solo por el ciclón
del año 1886.
Hay otra Catalpa de la China (Catalpa Bungei A.
Mey.) modernamente introducida en el Jardín Botánico y existen cinco arbolitos de esta especie.
Pertenece á las Bignoniáceas el género Catalpa
que comprende seis especies distribuidas en ambos
mundos.
Cestro llamado Parqui ó Palqui en Chile y el Cestro
con orejuelas del Perú.
El Parqui ó Palqui de Chile (Cestrum Parqui
L'Herit.) y el Cestro con orejuelas (Cestrum auriculatum L'Herit.) del Perú, cuyas flores alguien comparó
á las del jazmín, se cultivan en el Jardín Botánico de
Madrid desde principios del siglo actual, supuesto que
consta su existencia en el Catálogo del año 1803. Otras
especies necesitan ser resguardadas, y entre ellas se
cuentan el Galán de día (Cestrum diurnum L.) y la
Dama ó Galán de noche (Cestrum nocturnum Murray)
que proceden de las Antillas y prosperan al aire libre
en las provincias meridionales.
El género Cestrum pertenece á las Solanáceas y
contiene un ciento de especies bien caracterizadas, aunque las enumeradas llegan á ciento sesenta, siendo todas correspondientes á las regiones más ó menos cálidas de América.
Ciprés del Canadá ó Cedro blanco de Virginia
y Ciprés Lawsoniano de California.
Proceden de la América septentrional el Ciprés llamado Cedro blanco (Chamcecyparissphceroidea Spach.)
y el Ciprés Lawsoniano (Chamcecyparis Lawsonia-
na Parí.) que suelen cultivarse en algunos jardines
y que son árboles parecidos á los cipreses, existiendo la
segunda especie en el Jardín Botánico de Madrid desde
tiempo no lejano, y no la primera que pereció á conse­
cuencia del ciclón de 1886.
El género Chamcecyparís corresponde á las Conife­
ras y contiene seis especies, unas americanas y otras
del Japón, siendo de éstas la parecida al brezo (Chamaycyparís ericoides Hort.) , que existe en el Jardín
Botánico.
Ciprés con grandes frutos y Ciprés Macnabiano,
ambos de California.
Dos son los verdaderos cipreses americanos que ac­
tualmente existen en el Jardín Botánico de Madrid, el
uno arborescente, cuyos frutos son grandes (Cupressus
macrocarpa Hartw.) y el otro que no llega á ser árbol
[Cupressus Macnabiana Murr.), siendo ambos proce­
dentes de California.
El género Cupressus corresponde á las Coniferas y
contiene unas doce especies distribuidas en las regiones
templadas de Asia, Europa oriental, América del Nor­
te y Méjico. Los cipreses del antiguo mundo, cultiva­
dos desde época remota entre nosotros, presentan mu­
chas variedades, que frecuentemente se califican de es­
pecies verdaderas. Hállase en este caso el Ciprés
común (Cupressus fastigiata DC), originario de Asia,
y de él hay en el Jardín Botánico veinte árboles, ha­
biendo sido derribados por el ciclón de 1886 una trein­
tena; pero se hallan en cambio algunas variedades (globulifera, ambigua, retrofracta, etc.), bastante notables.
También las presenta el Ciprés de rama abierta (Cupressus horizontalis Mili.) de igual origen y del que se
perdieron treinta árboles en el año indicado, quedando
sesenta y además una notable variedad, (thujcefolia),
prescindiendo de otras. Había del Ciprés de Portugal,
llamado Cedro de Goa (Cupressus glauca Lam.) cinco
buenos árboles que perecieron por consecuencia del
ciclón y que se hallan sustituidos por cuatro todavía
jóvenes de la misma especie, calificada de elevada (excelsa) por algunos jardineros. Son igualmente asiáticos
el Ciprés toruloso (Cupressus torulosa Don.) con alguna variedad (majestica) y el Ciprés Corneyano (Cupressus Comeyana Knight.), existentes en el Jardín
Botánico, así como el Ciprés fúnebre fCupressus funebris Endl.) de la China.
Ciruelo mirobolano ó cerasífero de América.
Procede de América el Ciruelo mirobolano ó cerasífero (Prunus Myrobolana L.), como también el Cerezo enano ó deprimido (Cerasus depressa Pursh.), que
suele llamarse Cerezo del Canadá, y de ellos se conserva el primero en el Jardín Botánico de Madrid.
Los géneros Prunus y Cerasus corresponden á las
Rosáceas, y cada uno de ellos contiene una veintena de
especies que se encuentran en las regiones templadas
del hemisferio boreal. El Cerezo de racimo ó Árbol de
Santa Lucía (Cerasus Padus DC.) es indígena y se cultiva en el Jardín Botánico.
Clemátides procedentes de América.
Tres son las especies americanas del género Clema­
tis que existen en el Jardín Botánico de Madrid, donde
fueron modernamente introducidas, y son arbustos sar­
mentosos, como otras congéneres. Proceden de la Amé­
rica septentrional la Clemátide cilindrica (Clemalis
cylindrica Sims.), así como la Clemátide de Virginia
(Clematis virginiana L.) y es originaria de la América
meridional la Clemátide de Caripe en Cumaná {Cle­
matis caripensis Bumb. et Bonpl.) menos común que
las anteriores.
El género Clematis corresponde á las Ranunculá­
ceas y contiene un ciento de especies, distribuidas en
las regiones templadas de ambos mundos, hallándose
pocas éntrelos trópicos. Además de las tres indicadas
como americanas, cultívanse en el Jardín Botánico
otras Clemátides exóticas é indígenas, contándose en­
tre las primeras algunas de la China y dos del Japón.
Cordia con hojas de aliso procedente de Méjico.
Procede de Méjico la Cordia con hojas de aliso
(Cordia alnifolia Rcem. et Sch. J, que se halla en el Jar­
dín Botánico de Madrid, recientemente introducida.
El género Cordia pertenece á las Borragíneas y lle­
gan á doscientas las especies descritas, que algunos
creen reducibles á ciento ochenta, distribuidas en las
regiones más cálidas de ambos mundos.
Cornejo blanco ó cundidor y Cornejo apretado,
ambos americanos.
Proceden de la América septentrional el Cornejo
blanco ó cundidor (Cornus alba L.) y el Cornejo apretado (Cornus stricta Lam.), que existen en el Jardín
Botánico de Madrid, siendo muy antiguo el primero.
El género Cornus es tipo de las Córneas y comprende veinticinco especies dispersas en Europa, Asia y
América, viviendo generalmente en las regiones templadas. Cultívanse el Cornejo macho {Cornus mas L.)
y el Cornejo encarnado (Cornus sanguínea L.) que son
indígenas.
Culen ó Té de Chile.
Tiene el Culen ó Té de Chile (Psoralea glandulosa L.) otros nombres en diferentes partes de América,
donde se usa como medicinal y se halla en el Jardín
Botánico de Madrid por lo menos desde el año 1796,
como consta por el Catálogo respectivo.
El género Psoralea corresponde á las Leguminosas
y contiene unas cien especies distribuidas en diferentes
regiones de ambos mundos, siendo pocas las que pertenecen á Europa, y entre ellas se cuenta el Trébol
hediondo ó Yerba cabruna (Psoralea bituminosa L.),
común en España.
Encina multiforme y la de frutos grandes, árboles
americanos.
Es la Encina multiforme (QuercuS polymorpha
Cham. et Schl.J un árbol de Méjico introducido recien-
teniente en el Jardin Botánico de Madrid, como tam­
bién la Encina de frutos grandes (Quercus macrocarpa
Michx.) que procede de la América del Norte.
El género Quercus corresponde á las Oupulíferas y
contiene unas trescientas especies dispersas en el he­
misferio boreal de ambos mundos, y particularmente
en las regiones templadas. Hállase en el Jardín Botá­
nico la Encina de Mirbeck (Quercus Mirbeckii Bur.J,
de Argelia, y algunas de las especies indígenas, tales
como la Encina de bellotas dulces (Quercus Ballota
Desf.) y el Roble (Quercus RoburL.J, cada una repre­
sentada por cinco árboles.
Enebro de Virginia y el de las Bermudas.
Consérvanse en el Jardin Botánico de Madrid diez
enebros de la especie virginiana (Juniperus virginiana L.J que presenta algunas variedades, y entre ellas
la cenicienta (cinerascens), así denominada por el color
de las hojas. El Enebro de las Bermudas (Juniperus
bermudiana L.) está representado por una sola planta.
Pertenece el género Juniperus á las Coniferas y se
cuentan veinticinco especies esparcidas por el hemis­
ferio boreal, tanto en el antiguo como en el nuevo
mundo. Es de la China una de las especies cultivadas
(Juniperus chinensis L.J, existente en el Jardín Botá­
nico, hallándose igualmente algunas de las que crecen
en la Península, tales como el Enebro común (Junipe­
rus communis L.J, el de frutos grandes (Juniperus ma­
crocarpa Sibth.J y el de frutos encarnados (Juniperus
phceniceaL.J, llamado Sabina roma ó suave.
Espino ó Cratego coccíneo y el de hojas diversas,
arbustos de la América septentrional.
Tiene los frutos rojos el Espino ó Cratego coccíneo
(Cratregus coccínea L.), procedente de la América sep­
tentrional y que existe en el Jardín Botánico de Madrid,
como también el Espino ó Cratego de hojas diversas
(Crakegus heterophyüa Flügg.J de igual procedencia.
El género Cratcegus, que pertenece á las Rosáceas
y se halla entre las Pomáceas, contiene sesenta y cinco
especies, acaso no todas rigorosamente admisibles como
tales, y distribuidas en ambos mundos, perteneciendo
unas quince á la América septentrional. El Espino
majuelo (Crataigus Oxyacantha L.J, de Europa, presen­
ta en los jardines algunas variedades y además se cultiva
la Piracanta (Crata?gus Pyracantha Pers.), también
indígena, así como el Azerolo (Crat'jegus Azarolus L.), conocido por sus frutos, y hay en el Jardín
Botánico el Cratego negro [Cratcegüs nigra Waldst. et
Kit.J, de Hungría, que debe su nombre al color de los
frutos.
Espirea con hoja de opulo, que llaman Siete cortezas
y es americana.
Es la Espirea con hojas de ópulo (Spira?a opulifolia L.) un arbustito de la América septentrional, que
algunos llaman Siete cortezas, y se cultiva hace
tiempo en el Jardín Botánico de Madrid.
El género Spiraea corresponde á las Rosáceas y
comprende unas cincuenta especies, distribuidas prin-
cipalmente en las regiones templadas ó algo frías del
hemisferio boreal. Hay en el Jardín Botánico dos especies del Japón y además algunas de las indígenas. Presenta bastantes variedades la Espirea con hojas de
hipericón (Spircea hypericifolia L.), y la Espirea con
hojas de sauce {Spircea salicifolia L.), ambas europeas
y cultivadas.
Ferdinanda de Méjico.
Es la Ferdinanda (Ferdinanda augusta Lag.) un
arbustito de Méjico, introducido en el Jardín Botánico
de Madrid y descrito por Lagasca en el año 1816 al
publicar el Catálogo del año anterior.
El género Ferdinanda, constituido con pocas especies pertenecientes á las Compuestas, no debe conservarse en concepto de algunos, y la planta indicada se
juzga por los mismos como correspondiente al género
Zaluzania, que comprende siete especies mejicanas.
Filadelfos americanos.
Proceden de la América septentrional el Filadelfo
de flores grandes (Philadelphus grandiflorus Wílld.),
el hermoso [Philadelphus speciosusSchrad.), el de Zeyher (Philadelphus Zeyheri Schrad.) y el de Gordon
(Philladelphus Gordonianus Lindl.J que se cultivan en
el Jardín Botánico de Madrid.
El género Philadelphus es tipo de las Piladélfeas y
comprende doce especies, distribuidas en Europa, América septentrional, Japón é Himalaya. La Geringuilla
ó Celinda (Philadelphus coronarius L.) es indígena
y se cultivan generalmente algunas variedades de la
misma, existiendo además en el Jardín Botánico el Filadelfo de Nepalia {Philadelphus nepalensis Wall,) menos conocido.
Fresno americano.
Hay en la América del Norte varios fresnos, y uno
de ellos fué conocido por Linneo (Fraxinus americana L.), hallándose esta especie representada en el Jardín Botánico de Madrid por cinco arbolitos. Diferenciase del Fresno común á primera vista por tener el
americano los foliólos enteros ó poco dentados y de
color glauco ó verdemar por el envés, siendo árbol de
rápido crecimiento y de buena madera. Existió antiguamente en el Jardín Botánico, supuesto que se halla
indicado en el Catálogo del año 1796, aunque debió
perecer pronto, porque en el del 1800 circulado como
lista de pedidos hechos á los demás jardines, figura entre otras especies congéneres.
Son indígenas el Fresno de Vizcaya (Fraxinus excelsior L.) y el de Castilla ó de la tierra (Fraxinus
anpustifolia Vahl.) bien conocidos, y del Fresno de flor
{Fraxinus Ornics L.) quedaron trece árboles después
del ciclón de 1886, existiendo además uno del de hojas
diversas (Fraxinus heterophyüa Vahl.), procedente
de Inglaterra, é introducido en algunos jardines.
Las Fraxíneas son una tribu de las Oleáceas y del
género Fraxinus hay una treintena de especies, no
todas bien constituidas y caracterizadas, que crecen en
las regiones templadas y subtropicales del hemisferio
boreal de ambos mundos.
Granado enano de América.
Considérase procedente de América el Granado
enano (Púnica nana L.), arbustito cultivado en el
Jardín Botánico de Madrid, como en otros varios, y
que parece ser mera variedad del Granado común.
El género Púnica constituye por si solo la familia
de las Granáteas y comprende dos especies, que algunos reducen á una, siendo ésta el Granado común (Púnica Granatum L.), con diferentes variedades y entre
ellas la enana hallada en América. Aunque por el ciclón del año 1886 fueron destruidos seis Granados indígenas, quedaron más de cincuenta, algunos con flores
dobles.
Groselleros de América.
Son cuatro los groselleros de la América septentrional que existen en el Jardín Botánico de Madrid: el
Grosellero áureo (Ribes aureum Pursh.), el desparramado (Ribes divaricatum üougl.), el oloroso (Ribes
odoratum Wendl.) y el de escaramujo, (Ribes Cynosbati L.) , siendo conocido el último desde tiempo
lejano.
El género Ribes, tipo de las Grosularieas, contiene
cincuenta y seis especies, distribuidas en Europa, Asia
y América, siendo utilizadas algunas de ellas por sus
frutos. Hállanse en este caso el Grosellero rojo (Ribes
rubrum L.),el Grosellero negro (Ribes nigrum L.) y
la u v a espín (Ribes uva crispa L.), comunmente cultivados.
Guacimilla cimarrona de Cuba.
Es la Guacimilla cimarrona de Cuba (Sponia micrantha Dne.) un árbol que se halla en muchas partes
de América y que se ha introducido recientemente en
el Jardín Botánico de Madrid.
El género Sponia pertenece á las Celtídeas, y
como Celtis fué tenida la especie indicada, siendo unas
veintisiete las congéneres esparcidas en las regiones
cálidas del orbe.
Guayácana de Virginia.
Había de la Guayacana de Virginia ó Placaminero
(Diospyros virginiana L.) tres arbolitos en el Jardín
Botánico de Madrid antes del ciclón del año 1886, y de
ellos quedan dos que fructifican perfectamente. Desde
1803 existió esta especie en unión del Guayacán africano ó Lodoñero (Diospyros Lotus L.), cuyos frutos
se comen después de pasados en varias partes donde es
cultivado.
El género Diospyros pertenece á las Ebenáceas y
comprende ciento cincuenta y tres especies dispersas
en el globo.
Heimia con hojas de sauce, originaria de Méjico.
Es la Heimia con hojas de sauce (Heimia salid folia Link) un arbustito con flores amarillas, que procede de Méjico y se cultiva en el Jardín Botánico de
Madrid.
El género Heimia es sección del Nescea, que corresponde á las Litrarieas y comprende doce especies, unas
de América y otras de África.
Hibisco de Mosquete procedente de la América
septentrional.
El Hibisco, que Palau dijo ser de Mosqueta (Hibiscus Moscheutos L.), es originario de la América septentrional y se halla en el Jardín Botánico de Madrid
desde tiempo algo lejano.
El género Hibiscus pertenece á las Malváceas y
comprende ciento cincuenta especies en grande parte
esparcidas por las regiones tropicales de ambos mundos, hallándose fuera, de ellas en número menor. Conócese en los jardines la Rosa de Siria (Hibiscus
syriacus L.), que es un arbusto con diferentes variedades, hállase espontánea la Aurora (Hibiscus Trionum L.) y se cultivan al aire libre ó resguardadas muchas especies originarias de diversas partes del globo.
Huinghan ó Huigan de Chile.
Háse denominado el Huinghan ó Huigan de Chile
diversamente por Gómez Ortega y por Cavanilles en
los primeros años del presente siglo. El uno lo consideró como un Schinus (Schinus dependens G. Ort.) y
el otro como un Amyris (Amyris polygama Cav.), habiéndose formado después un nuevo género (Duvaua),
que comprende cuatro especies, y es una de ellas el
mencionado arbolito (Duvaua dependens DC.) , que
está representado en el Jardín Botánico de Madrid por
cuatro iguales, habiendo perecido á impulsos del ciclón
de 188fi uno solo.
El género Duvaua pertenece á las Terebintáceas y
sus cuatro especies son de la América meridional, creciendo fuera de los trópicos.
Jazmín de Virginia y Bignonia de zarcillos, procedentes
• de la América septentrional.
Es el Jazmín de Virginia (Tecoma radicans Juss.),
generalmente conocido, y no tanto la Bignonia de zarcillos (Bignonia capreolata L.)\ ambos vegetales provienen de la América del Norte, hallándose en el Jardín Botánico de Madrid desde principios del siglo actual, supuesto que figuran en el Catálogo que en el
año 1803 fué publicado.
Los géneros Tecoma y Bignonia pertenecen á las
Bignoniáceas y comprenden el uno veinticuatro especies dispersas en el globo y el otro más de ciento que
son americanas.
Larrea nitida indígena de la América meridional.
Fué Nee quien trajo de América las semillas del
arbustito que describió y denominó Cavanilles con
otros dos congéneres, conservándose en el Jardín Botánico la especie indicada (Larrea nitida Cav.), que figura en el Catálogo del año 1803, y siendo dos los ejemplares vivos de la misma que permanecen sin haberse
multiplicado por no sazonárselas semillas.
El género Larrea corresponde á las Zigofíleas y
comprende cuatro especies que son americanas.
Loniceras ó Madreselvas americanas.
Entre las Loniceras ó Madreselvas de diversas procedencias que se hallan en el Jardín Botánico de Madrid, cuéntanse algunas americanas, cuales son la Madreselva gibosa {Lonicera gibbosa Willd.), originaria
de Méjico, la Madreselva de Ledebour (lonicera Ledebourü Eschsch.), procedente de California, y otras de
la América del Norte {Lonicera parviflora Lam. L.
Macrophylla Hort. L. MorrowüA. Gray.) más ó menos
notables.
El género Lonicera, que pertenece á las Caprifoliáceas, contiene ochenta especies, distribuidas en las regiones templadas ó algo cálidas del hemisferio boreal,
siendo pocas las que corresponden á los trópicos. P r e senta en el Jardín Botánico bastantes variedades la
Madreselva de Tartaria (Lonicera talarica L.), existiendo también dos especies de la China y del Japón
además de otras que son europeas, y entre ellas algunas de las comunes en España.
Madura de fruto anaranjado, procedente
de la América septentrional.
La Madura de la América del Norte es un árbol
dioico, cuyos frutos tienen la apariencia de naranjas
(Madura aurantiaca Nutt.) y de los tres que existían
en el Jardín Botánico antes del ciclón de 1886 se conserva uno masculino.
Pertenece á las Moreas el género Madura, y además
de la especie americana, se indica una de la China.
Magnolia común de los jardines.
La Magnolia común de los jardines, que se distin­
gue por sus grandes y blancas flores (Magnolia gran­
diflora Z..), es americana, y aunque proviene del Nor­
te, prospera entre nosotros, si bien le convienen los
climas frescos ó poco calurosos. Dos árboles de esta es­
pecie quedaron en el Jardín Botánico después del ciclón
de 1886, sin que hayan llegado todavía al período de
mayor desarrollo.
El género Magnolia, tipo de las Magnoliáceas, con­
tiene unas catorce especies, seis de ellas propias del
Japón, China é Himalayay las demás americanas; una
del Japón (Magnolia purpurea Cari. ) y otra de la
China (Magnolia Jula,n Desf.), también se cultivan en
los jardines.
Mahonia con hojas de acebo y la trifoliada,
arbustos americanos.
Procede de la América septentrional la Mahonia
con hojas de acebo (Mahonia Aquifolium Nutt.), que
se cultiva en el Jardín Botánico de Madrid, siendo cua­
tro los arbustos existentes, y es de Méjico la Mahonia
trifoliada (Mahonia trifoliata Bot. Reg.), doblemente
representada en el mismo Jardín.
Corresponde el género Mahonia á las Berberídeas
y contiene doce especies, unas americanas y otras asiá­
ticas.
Menispermo del Canadá.
Es un arbustito el Menispermo del Canadá (Menispermum canadense L.) que procede de la América septentrional y se cultiva en el Jardín Botánico de Madrid.
El género Menispermum, tipo de las Menispermáceas, contiene dos solas especies, una americana y otra
asiática.
Negundo de California y Negundo con hojas de fresno,
también americano.
Es de moderna introducción el Negundo de California [Negundo californicum Hook.) y de él existe en
el Jardín Botánico de Madrid un arbolito, cuyo crecimiento será rápido, condición propia de esta especie,
que es una de las que tienen las hojas provistas de tres
foliólos. El Negundo con hojas de fresno (Negundo fraxinifolium Nutt.) llámase también Arce con hoja de
fresno por haber pertenecido antes al indicado género,
siguiendo á Linneo (Acer Negundo L.), y así se halla
indicado en los Catálogos del Jardín Botánico, publicados en los años 1796 y 1803. Hay actualmente catorce de estos árboles de la América septentrional que resistieron al ciclón de 1886, habiendo perecido uno solo,
y presentan algunas variedades en cuanto á la división
y colorido de las hojas. Son muy pocas las especies del
moderno género perteneciente á las Aceríneas, habiendo sido formado con algunos Arces.
Nogal negro, árbol americano.
Es el Nogal negro (Juglans nigra L.) un árbol procedente de la América septentrional, que tiene las ramas abiertas y crece con rapidez, siendo sólida su madera á pesar de ello. Consta su existencia en el Jardín
Botánico de Madrid desde el año 1803, según el respectivo Catálogo, conservándose un árbol antiguo que
fructifica y siete jóvenes de esta especie, todos salvados
del ciclón de 1886.
El género Juglans es tipo de las Jugiándeas y tenemos desde época antigua en Europa el Nogal común
(Juglans regia L.), originario de Persia, existiendo en
el Jardín Botánico diez árboles de esta especie que resistieron al ciclón, limitándose á tres los perdidos.
Conócense unas siete ú ocbo especies del género
Juglans esparcidas en diferentes regiones del hemisferio boreal de ambos mundos.
Pavia amarilla y Pavia de gruesas espigas,
ambas americanas.
Es la Pavía amarilla (Pavia lútea Poir.) un árbol
bastante elevado y la Pavia de gruesas espigas (Pavia
macrostachya DC.) un arbolíto, ambos semejantes al
Castaño de Indias y que son originarios de la América
septentrional, habiéndose introducido antes de ahora
en el Jardín Botánico de Madrid.
El género Pavía pertenece á las Hipocastáneas y
difiere poco del JHsculus, los cuales unidos comprenden
unas catorce especies, distribuidas entre el antiguo y
nuevo mundo. El Castaño de Indias (¿Esculus Hippocastanum /..), procedente de Himalaya y del Asia central, todavía representado en el Jardín Botánico por
treinta y dos árboles, es común en los paseos y ostenta
diferentes variedades, ana de ellas con flores dobles, y
se cultiva también el Castaño rojizo (¿Esculus rubicunda Herb. amat.), notable por el vivo color de las flores.
Pichi de Chile.
Es el Pichi de Chile (Fabiana imbricata R. et Pav.)
un arbusto que dieron á conocer los autores de la Plora
del Perú y Chile, siendo originario del segundo de
estos países.
Pertenece el género Fabiana á las Solanáceas y
comprende once especies, hallándose todas en la América meridional.
Pino sabiniano, Pino insigne y Pino de madera pesada,
americanos.
Hánse introducido modernamente en el Jardín Botánico de Madrid tres pinos americanos: el Pino sabiniano (Pinus sabiniana DougL), el Pino insigne (Pinus
insignis DougL), ambos originarios de California, y el
Pino de madera pesada (Pinus ponderosa DougL) procedente de las montañas peñascosas.
Es el género Pinus uno de los principales de las
Coniferas y comprende setenta especies, casi todas dispersas en las regiones extratropicales de ambos mundos, siendo pocas las- que crecen entre los trópicos.
Existen en el Jardin Botánico el Pino de Canarias
(Pinus canariensis Chr. Smiíh) y el Pino llorón (Pinus excelsa Wall.) de la India oriental, además de varios indígenas. Entre éstos se hallan el Pino piñonero
(PinusPinea L.), acercándose á doscientos, jóvenes
todavía, el número de los de esta especie; el Pino de
Alepo (Pinus halepensis Mili.) y de él perecieron polla fuerza del ciclón del año 1886 unos veinte y seis árboles, quedando setenta y ocho; el Pino rodeno llamado por algunos marítimo (Pinus Pinaster Soland.),
cuyo número se redujo á cuatro; el Pino salgareño
(Pinus Laricio Poir.), que también llaman carras
queño y representado por cuatro árboles; el Pino nazarón, que es otro salgareño (Pinus pyrenaica Lapeyr.),
acaso no diferente del anterior y reducido a l a unidad,
así como el Pino común (Pinus sylvestris L.), que tanto abunda en las sierras próximas.
Pita ó Agave de América.
Floreció alguna vez al aire libre en el Jardín Botánico de Madrid la Pita ó Agave de América (Agave
americana L ) , que lo hace comunmente en las provincias meridionales y orientales de España.
El género Agave pertenece á las Amarilídeas y
comprende unas cincuenta especies bien caracterizadas,
aunque entre los horticultores sean muchas más las admitidas como diferentes, y el origen de todas ellas es
americano.
Poinciana de Gillies, arbusto americano.
Procede de Buenos Aires la Poinciana de Gillies
(Poinciana Gilliesii Hook.), que como todas sus afines,
se estima por la belleza de sus flores.
El género Poinciana corresponde á las Leguminosas y suelen incluirse actualmente en el que Linneo
denominó Ccesalpinia, las pocas especies del antiguo y
nuevo mundo que se conocen por lo común con aquel
nombre genérico.
Ptelea trifoliada, arbusto americano.
Es la Ptelea trifoliada (Ptelea trifoliata L.) un arbusto con frutos alados, que procede de la América
septentrional y que ya figuraba en el Catálogo del Jardin Botánico de Madrid correspondiente al año 1796,
habiéndose obtenido después una variedad (mollis) actualmente existente.
El género Ptelea fué colocado entre las Terebintáceas, aunque constituyendo un grupo especial y contiene seis especies que se hallan en la América del
Norte.
Raigón del Canadá.
Procede de la América septentrional el árbol que se
conoce entre nosotros con el nombre de Raigón, acaso
por la facilidad con que se propaga por medio de los
renuevos que produce á su alrededor. Había catorce
buenos árboles de esta especie en el Jardín Botánico, y
de ellos quedaron solamente dos á consecuencia del ci-
clon de 1886, aumentados después hasta el número de
diez j nueve, aprovechando los brotes radicales que
ya constituyen otros tantos arbolitos. Recibió antiguamente la denominación de Guilandina dioica L. que fué
sustituida por la de Gymnocladus canadensis Lam.,
que en la actualidad tiene y con la cual figura en todos
los Catálogos del Jardín Botánico desde el que se publicó en el año 1803, pudiendo deducirse de esto la antigüedad de los dos árboles salvados del ciclón.
El Raigón del Canadá es árbol de buena madera, y
se dice que sus hojas tiñen de amarillo, siendo bastante frondoso y no desprovisto de belleza. Pertenece
el Gymnocladus á las Leguminosas, y entre ellas se
halla colocado cerca del género Gleditschia, una de
cuyas especies (Gleditschta triacanthos L.), tan común
en los paseos de Madrid y vulgarmente llamada Acacia
de tres espinas, es también originaria de la América
del Norte.
Romerillo de Chile y otros dos arbustitos congéneres,
igualmente americanos.
Es el Romerillo de Chile (Baccharis rosmarinifolia Hook.) un arbustito que como dos del mismo género
procedentes uno del Perú (Baccharis salicifolia Pers.)j
otro déla América del Norte (Baccharis halimifoliaL.),
se cultivan hace algunos años en el Jardín Botánico
de Madrid.
El género Baccharis corresponde á las Compuestas y comprende unas doscientas cincuenta especies ó
algunas más, que no parecen bien diferenciadas, y todas son americanas.
4(5
Saúco del Canadá y Saúco con vello, que es también
americano.
Son arbustos el Saúco del Canadá (Sambueus canaclensis L.) y el Saúco con vello (Sambueus pubens Micha).), que proceden de la América septentrional y existen en el Jardín Botánico de Madrid.
El género Sambueus pertenece á las Sambúceas,
que son una tribu de las Caprifoliáceas y contiene diez
ó doce especies dispersas en las regiones templadas ó
entre los trópicos en las montañas de casi todo el globo.
Es indígena el Saúco común (Sambueus nígra L.) que
presenta algunas variedades, y entre ellas la de foliólos
divididos (laciniata) y también lo son el Saúco racimoso (Sambueus racemosa L.) y el Sauquillo ó Yezgo
(Sambueus Ebulus L.), cuyo olor es desagradable.
Sinforina común y Sinforina racimosa llamada Mata
de perlas, arbustitos de la América septentrional.
Se diferencian mucho por sus frutos la Sinforina común (Symphoricarpos vulgaris Michx.) y la Sinforina
racimosa (Symphoricarpos racemosus Michx.), que merece llamarse Mata de perlas por parecerlo sus blancos frutos bastante duraderos y muy vistosos, siendo
originarios de la América septentrional ambos arbustitos antes de ahora introducidos en el Jardín Botánico
de Madrid.
El género Symphoricarpos corresponde á las Caprifoliáceas y contiene seis especies, que se hallan en la
América del Norte y Méjico.
Solano ajazminado del Brasil y Solano
de Buenos Aires.
Es un arbustito del Brasil el Solano ajazminado
(Solanum jasminoides Paxton) y se ha hecho casi espontáneo el Solano de Buenos Aires (Solanum bonariense L.), ambos cultivados en el Jardín Botánico de
Madrid, figurando el último en el Catálogo del año
1796.
El género Solanum, tipo de las Solanáceas, contiene
más de setecientas especies, llegando las enumeradas á
novecientas por haberse admitido muchas que no merecen distinguirse, y se halla la mayor parte de todas
ellas en las regiones tropicales ó casi tropicales de ambos mundos, aunque principalmente en las del nuevo,
siendo pocas las extratropicales. Cuéntanse entre ellas
la Dulcamara (Solanum Dulcamara L.) y el Solano de
Sodoma (Solanum sodomceum L.) que son indígenas.
Tejo del Canadá.
Hay en el Jardín Botánico de Madrid el Tejo del
Canadá (Taocus canadensis Willd.), representado por
un solo arbolito, cuya especie es susceptible de variar
por su color y frondosidad.
El género Taxus pertenece á las Coniferas y se considera compuesto de seis ú ocho especies, que algunos
reducen á una sola, hallándose en el hemisferio boreal
de ambos mundos. El tipo principal lo constituye el
Tejo común (Taxus baccata L.), propio de Europa y
del Asia septentrional con muchas variedades (erecta,
pyramidalis, variegata, etc.) cultivadas, ven elJardín
Botánico existen veintiséis tejos, siendo tres de ellos
correspondientes á las variedades indicadas.
En el grupo de las Taxíneas se halla el Ginkgo de
la China (Salisburia adianthifolia Sm.) y de él hay
dos en el Jardín Botánico. Aproxímanse las Podocárpeas á las Taxíneas, y entre las primeras se cuenta el
género Podocarpus, cuyas especies pertenecen al he­
misferio austral de ambos mundos. Tres son las exis­
tentes en el Jardín Botánico: el Podocarpo de la China
(Podocarpus chinensis Wall.), el que tiene hojas de
adelfa (Podocarpus nereifolia R. Br.), originario de
Nepaliay el alargado (Podocarpus elongata L'Herit.),
del Cabo de Buena Esperanza.
Tuya occidental ó Árbol de la vida americano y Tuya
iigantsa de la California.
Llámase Ciprés de abanico á la Tuya occidental
(Thuja occidentalis L.), que es un árbol del Canadá,
antes de ahora introducido en el Jardín Botánico de
Madrid, donde también se halla una especie de Cali­
fornia bastante mayor (Thuja gigantea Nutt.J, repre­
sentada por cuatro árboles jóvenes, siendo principal­
mente susceptible de modificarse la primera y entre
sus variedades (Wareana, péndula, elegantíssima, com­
pacta, etc.) hay algunas que suelen hallarse en nues­
tros jardines.
El género Thuja corresponde á las Coniferas y se
ha dividido en cinco secciones que algunos tienen por
verdaderos géneros, cuyas especies en su conjunto no
pasan de doce, perteneciendo á la América septentrio-
nal y al Asia oriental. El Árbol de la vida chino ó
Tuya oriental (Thuja orientalis L.) es de la sección
Biota y pasan de ciento los arbolitos de esta especie
existentes en el Jardín Botánico, siendo muchas sus
variedades (áurea,variegata, pyramidalis,nana, sibirica, tatarica, etc.) y además existe una (meldehsis) que
se considera como híbrida. Dos son las especies de Biota que se conocen y seis las de Chamcecyparis que se
considera también como sección, quedando cuatro para
las demás del género tal como se ha dividido.
Vides americanas.
Son muchas las especies americanas de Vid que se
conocen y es considerable el número de las variedades
é híbridas obtenidas por los cultivadores con el principal objeto de evitar ó aminorar los daños causados por
la plaga filoxérica. Existen en el Jardín Botánico de
Madrid la Vid de hojas redondas (Vitis rotundifolia
Michas.), que equivale parcialmente á la Vid zorruna
( Vitis vulpina L.); la Vid Labrusca ó la Parriza americana ( Vitis Labrusca L.), entre cuyas derivadas se
cuentan la Catawba y la York Madeira; la Vid de estío
{Vitis• uestivalis Michas.) que ha originado la llamada
Jacquez y acaso también la Belaware; la Vid de ribera
ú olorosísima (Vitis riparia Michas.), que parece haber
producido la denominada Clinton; la Vid de hojas acorazonadas ( Vitis cordifolia Michas.), origen de la nombrada Solonis, atribuida también á la de ribera; la Vid
de monte (Vitis montícola Buckley), la Vid cinérea y la
Cornucopia, que es híbrida.
Son procedentes de Asia la Vid común ( Vitis vini4
[era L.) con numerosas variedades, y la Vid con hojas
de peregil (Vitis laciniosa L.), cultivadas desde tiempos remotos, habiéndose introducido modernamente
otras especies igualmente asiáticas con el mismo objeto
que las americanas, y de aquéllas hállanse en el Jardín Botánico las que se dicen Romaneti y Berlandieri,
así como la Davidii llamada Spinovitis entre los cultivadores.
El género Vitis, tipo de las Ampelídeas, contiene
grande número de especies, particularmente si se comprenden las de los Císsus, Ampelopsis y otros géneros
constituidos antes de ahora , llegando á doscientas
treinta en la actualidad, casi todas tropicales ó subtropicales. Estañen el Jardín Botánico al aire libre la
Parra de cinco hojas (Cissus pentaphylla Willd.) del
Japón, la Parra oriental (Cissus orientalis Willd.), la
Parra Virgen (Ampelopsis hederacea DC.) y la acorazonada (Ampelopsis cordata Michx.) americanas las
dos, é igualmente la que tiene hojas de acónito (Ampelopsis aconitifolia Bunge) y la que las presenta de
lúpulo (Ampelopsis humulifolia Bunge) ambas de la
China.
Wellingtonia ó Sequoia jigantea y la siempre verde,
procedentes de California.
Existen en el Jardín Botánico de Madrid cuatro
árboles de la especie jigantesca (Sequoia gigantea
Endl.), que antes fué denominada Wellingtonia, principalmente en América y que procede de California.
Su aspecto es algo parecido al de los cipreses, aunque
realmente difiere mucho de ellos.
El género Sequoia corresponde á las Coniferas y
está constituido por dos especies propias de California,
siendo una la calificada de jigantea y otra la designada
como siempre verde (Sequoia sempervirens Endl.), que
fué tenida por Taxodium antes de ahora y que también
se halla en el Jardín Botánico.
Pertenece igualmente al grupo de las Taxodíeas el
género Cephalotaxus representado en el mismo Jardín
por una especie de la China (Cephalotaxus Fortunei Hook.) y por dos del Japón (Cephalotaxus pedunculata Sieb. et Zuce, et Ceph. drupácea Sieb. et Zuce),
existiendo arbolitos únicos. En el mismo caso se halla
otra Taxodiea del Japón (Cryptomeria japónica Don. et
Cryp. elegans Veitch.), cuyo porte es susceptible de variar bastante.
Yerba de las Pampas, mata americana.
Es la Yerba de las Pampas (Gynerium argenteum Nees) una grande y elegante mata. Aunque esta
planta no es leñosa, se incluye aquí atendiendo al tamaño y belleza, que la distinguen entre otras de la misma familia, que proceden de la América meridional, y
se multiplica fácilmente, prosperando bien en el clima
de Madrid, como se ve en el Jardín Botánico y en
otros.
El género Gynerium, que pertenece á las Gramíneas, comprende tres especies originarias de las regiones tropicales ó casi tropicales de América.
Yerba Luisa del Perú, arbusto así llamado.
Hase dado el nombre de Yerba Luisa (Lippia citriodora H. B. et Kunth) al arbustito del Perú, que Palau
denominó Aloysia y figuró como Verbena en el Catálogo del Jardín Botánico de Madrid correspondiente al
año 1803.
El género Lippia pertenece á las Verbenáceas y
comprende unas noventa especies distribuidas en diferentes regiones del globo, y principalmente en varias
de América. Una especie herbácea algo cosmopolita
(Lippia nodiflora Rich.) se halla en España.
Yuca gloriosa y Yuca con hojas de aloe,
ambas americanas.
El nombre de Yuca se aplica vulgarmente en América á plantas muy diferentes; pero las Yucas de los botánicos tienen las raíces fibrosas, mientras que son tuberosas y grandes las de las Yucas amargay dulce, que
se usan como alimenticias en las Antillas y otras partes del nuevo mundo. La Yuca gloriosa (Yucca gloriosa L.) y ia Yuca con hojas de aloe (Yucca aloifolia L.)
son plantas leñosas de adorno que se hallan en el Jardín Botánico de Madrid y en otros varios, é igualmente la Yuca filamentosa, así denominada por Linneo.
El género Yucca, que pertenece á las Liliáceas,
contiene doce especies americanas bien distintas, aunque puedan enumerarse bastantes más entre las hortenses.
Zarza de Moisés del Perú muy espinosa
y la de hojas aserradas.
Llaman Zarza de Moisés en el Perú á un arbusto
(Colletia spinosa Lam.), que Willdenow calificó de hó­
rrida, y és también espinosa la especie que tiene hojas
aserradas (Colletia serratifolia Vent.), igualmente del
Perú, y ambas existentes en el Jardín Botánico de Ma­
drid.
El género Colletia corresponde á las Rámneas y
comprende trece especies pertenecientes á la América
meridional, hallándose principalmente fuera de los tró­
picos.
Zarza con película blanca, procedente de la América
septentrional.
Es notable la Zarza con película blanca (Rubus
leucodermis Üougl.) , originaria de la América sep­
tentrional y que se halla en el Jardín Botánico de Ma­
drid con una quincena de especies europeas más ó me­
nos caracterizadas, entre ellas el Frambueso (Rubus
ideeus L.), generalmente cultivado.
El género Rubus pertenece á las Rosáceas y si hu­
bieran de aceptarse como verdaderas especies cuantas
están descritas, llegarían á quinientas las distribuidas
en las regiones templadas y cálidas de ambos mundos;
pero acaso deban reducirse á ciento las incuestiona­
bles, según lo creen algunos botánicos de grande auto­
ridad. Algo parecido sucede con las especies del géne­
ro Rosa que rigorosamente quizá no pasan de treinta,
aun cuando sean ciento ochenta las descritas y muchas
más las enumeradas, todas ellas propias del hemisferio
boreal, siendo pocas las americanas.
Zumaques venenosos de América.
Son dos los Zumaques venenosos de la América
septentrional que existen en el Jardín Botánico de Madrid desde el año de 1803, según el correspondiente
Catálogo. Uno es el Tosiguero común (Rhus Toxicodendron L.) y otro el Tosiguero arraigante (Rhus radicans L.), que son poco diferentes.
El género Rhus pertenece á las Terebintáceas y
comprende ciento veinte especies, que se hallan en las
regiones cálidas extratropicales de ambos hemisferios
principalmente, y también en las tropicales, aunque en
corto número. Es indígena el Zumaque de tenerías ó
común (Rhus cortaría L.) y suelen cultivarse el Fustete ó Árbol de las pelucas (Rhus Cotinus L.) igualmente europeo, y el Zumaque de Virginia (Rhus thyphina L.), que es americano. Crece asimismo al aire
libre en el Jardín Botánico el Zumaque medio-alado
(Rhus semialata Murr.) de la India oriental.
Géneros de los árboles y arbustos mencionados en las páginas
que se indican.
Abies, 13.
Acer, 22, 40.
^ísoulus, 41, 42.
Ailanthus, 7.
Agave, 43.
Alnus, 7.
Amorpha, 21.
Ampelopsis, 50.
Amygdalus, 7.
Amyris, 36.
Araucaria, 21, 22.
Baccharis, 45.
Berberís, 16, 17.
Betula, 13.
Bignonia, 37.
Biota, 49.
Broussonetia, 7.
Csesalpinia, 44.
Callicarpa, 23.
Calycanthus, 23.
Carpinus, 24.
Catalpa, 24.
Cedrus, 14.
Celtis, 20, 21.
Cephalanthus, 51.
Ceratonia, 19.
Cerasus, 27.
Cercis, 7.
Cestrum, 25.
Chamserops, 6.
Chimonanthus, 23.
Cissus, 50.
Cleinatis, 28.
Colletia, 53.
Cordia, 28.
Cornus, 29.
Cratsegus, 31.
Cryptomeria, 51.
Cupressus, 26, 27.
Dainmara, 22.
Diospyros, 35.
Duvaua, 36, 37.
Elseagnus, 7.
Fabjana, 42.
Ferdinanda, 32.
Fraxinus, 33.
Gleditschia, 14,15.
Guilandina, 45.
Gymnocladus, 45.
Gynerium, 51.
Heimia, 35.
Hibiscus, 36.
Ilex, 16.
Juglans, 41.
Juniperus, 30.
Koelreuteria, 7.
Larrea, 37.
Laurus, 7.
Lippia, 52.
Lonicera, 38.
Madura, 38.
Magnolia, 39.
Mahonia, 39.
Melia, 7.
Menispermum, 40.
Morus, 7.
Negundo, 40.
Nessea, 36.
Olea, 7.
Paulownia, 7.
Pavia, 41.
Philadelphus, 32. 33.
Pinus, 42, 43.
Plañera, 7.
Platanus, 7.
Podocarpus, 48.
Poinciana, 44.
Populus, 17, 18.
Prosopis, 19.
Prunus, 27.
Psoralea, 29.
Ptelea, 44.
Pterocarya, 7.
Púnica, 34.
Pyrus, 7.
Quercus, 29, 30.
Rhus, 54.
Ribes, 34.
Eobinia, 15.
Eosa, 53.
Rubus, 53.
Salisburia, 48.
Salix, 7.
Sambueus, 46.
Scjiinus, 36.
Sequoia, 50, 51.
Solanum, 47.
Sophora, 7.
Spiraea, 31, 32.
Sponia, 35.
Sterculia, 7.
Symphoricarpos, 46.
Tamarix, 7.
Taxus, 47.
Tecoma, 37.
Thuja, 48, 40.
Tilia, 7.
Ulmus, 7.
Vitis, 49.
Wellingtonia, 50.
Yucca, 52.
Zizyphus, 7.
Señeros de los arbustos no mencionados y que también existen
en el Jardín Botánico.
Anagyris.
Androsaemum.
Arbutus.
Atraphaxis.
Aücuba.
Bupleurum.
Buxus.
Campylotropis.
Caragana.
Cistus.
Cneorum.
Colutea.
Coriaria.
Coronilla.
Corylus.
Cotoneaster.
Cydonia.
Cytisus.
Deutzia.
Diervilla.
Eriobotrya.
Evonymus.
Fontanesia.
Forsithya.
Genista.
Halimodendron.
Hippophae.
Incarvillea.
Indigofera.
Jasminum.
Kerria.
Lagerstroemia.
Ley cestería.
Ligustrum.
Lycium.
Medicago.
Myrtus.
Nerium.
Ononis.
Osmanthus.
Paliurus.
Periploca.
Phillyraea.
Photinia.
Phlomis.
Pistacia.
Pittosporum.
Ehamnus.
Euscus.
Smilax.
Spartium.
Syringa.
Ulex. .
Viburnum.
Vitex.
Wisteria.
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