Sentencia No

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REPÚBLICA DE COLOMBIA
CORTE CONSTITUCIONAL
Sentencia No. T-445/94
PERSONA JURIDICA-Titularidad de derechos fundamentales
Sobre la titularidad de las personas jurídicas respecto de la acción de
tutela, esta Sala considera que ellas son ciertamente titulares de la
acción.
PROCESO DE JURISDICCION COACTIVA-Naturaleza
El proceso de jurisdicción coactiva es de naturaleza administrativa, por
cuanto su objetivo es hacer efectiva la orden dictada por la
administración de cobro de una obligación tributaria.
DEBIDO PROCESO EN JURISDICCION COACTIVA
La jurisdicción coactiva sí constituye una prerrogativa que gozan
algunas entidades de derecho público para cobrar créditos a su favor,
pero no es un sistema que permita a las entidades la violación del
derecho debido para el ejecutado. Si la Administración llegare a violar el
debido proceso dentro de procedimientos de jurisdicción coactiva, caben
los correctivos jurisdiccionales.
PRINCIPIO DE RAZONABILIDAD/PRINCIPIO DE RACIONALIDAD
La razonabilidad hace relación a que un juicio, raciocinio o idea esté
conforme con la prudencia, la justicia o la equidad que rigen para el
caso concreto. Es decir, cuando se justifica una acción o expresión de
una idea, juicio o raciocinio por su conveniencia o necesidad. La
racionalidad, en cambio, expresa el ejercicio de la razón como regla y
medida de los actos humanos. Es, simplemente, producto de la esencia
racional del ser humano. Por lo anterior es posible afirmar que no es
improbable que se presente la eventualidad de que un trato desigual
racional -el supuesto de hecho, el trato desigual y la finalidad sean
coherentes entre sí- no sea razonable, porque la finalidad perseguida no
es constitucionalmente admisible, como tampoco cabe desechar que
unos supuestos de hecho distintos con una estructura razonable sea
objeto de una diferenciación irracional. El Principio de la Razonabilidad,
aparece establecido en el artículo 36 del Código Contencioso
Administrativo.
CAUCION-Naturaleza/ARBITRARIEDAD ADMINISTRATIVA
La caución es una garantía de satisfacción de una obligación y como tal
es un medio para otorgar seguridad en el resultado de un proceso
ejecutivo, demostrando que la caución debe corresponder a unos límites
cuantificables con base en el monto de la misma obligación, lo que hace
que su fijación debe responder a un criterio de razonabilidad. Si dentro
de un proceso no se fijan criterios razonables tanto para facilitar el
cumplimiento de una obligación como para buscar medios eficaces para
ese cumplimiento, claro está todo dentro del marco legal, entraríamos
dentro de una órbita de arbitrariedad y como tal obstaculizaría el
ejercicio de un debido proceso.
CAUCION-Suma arbitraria
Se considera violatorio del debido proceso la fijación como caución de
una suma arbitraria, contraria al criterio de razonabilidad que debe
guiar un proceso judicial.
Señores
HONORABLES MAGISTRADOS
CORTE CONSTITUCIONAL
Magistrado ponente doctor
Ciudad
Referencia: EXPEDIENTE T-38830
Peticionario: Guido Orlando Hung Calderón.
Procedencia: Tribunal Administrativo del Valle.
Magistrado Ponente: ALEJANDRO MARTINEZ CABALLERO
Tema: El artículo 29 de la Constitución Política dentro de un proceso de
jurisdicción coactiva, La caución para desembargar bienes debe ser
razonable, Las personas jurídicas sí pueden ser sujeto de la acción de
tutela.
Santa Fe de Bogotá D.C., Doce (12) de octubre de mil novecientos
noventa y cuatro (1994).
La Sala Séptima de Revisión de la Corte Constitucional, presidida por el
Magistrado Alejandro Martínez Caballero e integrada por los Magistrados
Fabio Morón Díaz y Vladimiro Naranjo Mesa.
EN NOMBRE DEL
CONSTITUCION
PUEBLO
Y
POR
MANDATO
DE
LA
Ha pronunciado la siguiente
SENTENCIA
En proceso de tutela identificado con el número de radicación T-38830,
adelantado por Guido Orlando Hung Calderón.
I. ANTECEDENTES
Con base en los artículos 86 de la Constitución Política y 33 del Decreto
No. 2591 de 1991, la Sala de Selección correspondiente de la Corte
Constitucional escogió, para efectos de su revisión, la acción de tutela
de la referencia.
Por reparto le correspondió el presente negocio a esta Sala, la cual
recibió formalmente el expediente el día 5 de julio de 1994.
1. Solicitud.
Guido Orlando Hung Calderón, en representación de la empresa
COMAPAN DEL VALLE S.A., otorgó poder al abogado Sergio Gordon
Rivas, quien impetró acción de tutela contra la Dirección de Impuestos y
Aduanas Nacionales de Cali, fundamentada en los siguientes hechos:
a) Como consecuencia del incumplimiento reiterativo de la empresa
COMAPAN DEL VALLE S.A., en el pago del impuesto de retención en la
fuente, la Administración de Impuestos y Aduanas Nacionales de Cali,
mediante Resoluciones 02078 de abril 30 de 1992 y 06943 de diciembre
3 del mismo año, ordena como medida cautelar dentro del proceso
ejecutivo por jurisdicción coactiva, que adelanta contra dicha empresa,
el embargo y secuestro de once (11) vehículos automotores de
propiedad de los deudores, (ofrecidos por la empresa como garantía en
el pago de la obligación) y que se destinan al transporte de mercancías
producidas por COMAPAN DEL VALLE S.A.. El monto de la deuda
asciende a $ 35.000.000.
b) Con el fin de evitar mayores traumatismos dentro del proceso de
distribución de las mercancías producidas por COMAPAN DEL VALLE
S.A., el señor Hung Calderón, como representante legal de la empresa,
solicitó a la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Cali se le
sirva otorgar la mera tenencia de los bienes secuestrados.
La
Administración Tributaria mediante Resolución número 01225 de marzo
16 de 1994, resuelve "SEGUNDO: NO ACCEDER a las solicitudes en lo
relacionado con la tenencia de los bienes objeto de embargo y
secuestro", y exige una caución de $200.000.000, para autorizar "la
entrega a título de mera tenencia de los bienes objeto de las medidas
cautelares."
c) Como consecuencia de lo anterior el accionante de esta tutela
considera que "La indebida actuación de la administración nace cuando
ordena el decomiso de los automotores, impidiendo que Comapan del
Valle S.A., cumpla con uno de los objetivos sociales y por ende
paralizando la empresa y dejando sin trabajo a más de SETENTA
EMPLEADOS de la misma."
Por la conducta de la entidad demandada en la presente acción de
tutela, el peticionario considera violados los derechos al debido proceso,
al trabajo, a la vida y al sustento personal de los trabajadores de la
empresa, por lo que solicitó que "si es del caso que sea tutelado
transitoriamente nuestro derecho y mientras termina el proceso
ejecutivo adelantado por la Administración, ya sea que termine por
pago de la obligación o por remate de los bienes secuestrados.-"
2. Sentencia del Tribunal Contencioso Administrativo del Valle
del Cauca.
El Tribunal Administrativo del Valle al resolver en primera instancia la
acción de tutela de la referencia, mediante sentencia de abril 8 del año
en curso, resolvió tutelar el derecho al debido proceso de la empresa
COMAPAN DEL VALLE S.A., ordenando la revisión del auto 01225 de
marzo 16 de 1994, dentro de los 5 días siguientes a la notificación de la
sentencia. Tutela el derecho en consideración a los siguientes
argumentos:
- Arguye el Tribunal que la Dirección de Impuestos y Aduanas
Nacionales de Cali, a través de la Resolución 01225 de 1994, vulneró el
derecho fundamental al debido proceso de la empresa demandante,
debido a que en ella "Se guarda silencio acerca de la pertinencia de
conservar la tenencia sobre los automotores secuestrados. Igualmente
no se informa acerca de los criterios o factores tenidos en cuenta para
fijar la caución.".
Por lo anterior considera el A-quo que "Tales aspectos hacen que en
verdad al accionante se le hubieran lesionado con el acto en mención su
derecho al debido proceso, el cual debe ser restablecido. Por ello, como
la Corporación no puede ordenar ni su revocatoria, anulación o
suspensión, dispondrá la protección al derecho al debido proceso
solicitando al ente público tributario que revise su actuación y la adecúe
a los principios generales del derecho...".
- Afirma el Tribunal Administrativo del Valle del Cauca que "el proceso
de jurisdicción coactiva si bien es de naturaleza administrativa, las
decisiones que allí se toman pese a ser administrativas, son
equiparables de cierta manera a decisiones judiciales, porque los
funcionarios encargados de adelantarlas, se encuentran investidos de
jurisdicción para adelantar dichos procesos coactivos" y como tal existen
instancias y trámites específicos que producen actos administrativos
revisables por los jueces contencioso administrativos.
Es necesario agregar que en cumplimiento de esta decisión la División
de Cobranzas de la Administración de Impuestos y Aduanas Nacionales
de Cali, expidió el auto 020419 de abril 18 de 1994, "POR MEDIO DEL
CUAL SE ENTRA A REVISAR EL AUTO No. 01225 DE MARZO 16 DE
1994", y en consecuencia se fija caución para otorgar la tenencia de los
bienes secuestrados en la suma de $80.000.000, en lugar de los 200
millones inicialmente establecidos.
3. La impugnación
La apoderada de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de
Cali, interpuso recurso de apelación contra la sentencia del Tribunal
Administrativo del Valle, con base en los siguientes argumentos:
- La decisión impugnada está desconociendo la esencia de la acción de
tutela, puesto que a través de esta no es pertinente "controvertir la
legalidad de un acto administrativo dentro de un proceso administrativo
de jurisdicción coactiva".
- La Administración de Impuestos y Aduanas Nacionales nunca violó el
derecho al debido proceso de la empresa demandada, ya que el acto
administrativo que se tuteló es solo el resultado del incumplimiento
reiterativo de los plazos y acuerdos de pago que la entidad tributaria le
viene otorgando a COMAPAN DEL VALLE S.A., para el cumplimiento de
sus obligaciones tributarias.
Seguidamente afirma la apoderada que "Debe tenerse en cuenta que
cuando se hizo el acuerdo de pago, la sociedad contribuyente tuvo la
tenencia de los vehículos, pero ya cuando se inició el proceso coactivo,
se secuestraron para garantizar plenamente la deuda que se está
haciendo efectiva.", demostrando que la actuación de la entidad
tributaria está lejos de ser violatoria de derechos fundamentales.
- El objeto social de la persona jurídica ejecutada puede desarrollarse
perfectamente puesto que, la finalidad social no es el transporte sino la
venta de pan.
4. Sentencia del Consejo de Estado
4.1. El Consejo de Estado al resolver en segunda instancia la acción de
tutela de la referencia, mediante providencia de mayo 13 del año en
curso, resolvió revocar la sentencia impugnada y en consecuencia
denegar la acción de tutela presentada por el doctor Sergio Gordon
Rivas, con base en la siguiente consideración:
- Afirma el Consejo de Estado que "Al respecto ya la Sala en anteriores
oportunidades se ha pronunciado en el sentido de que al art. 86 de la
C.N. se estableció para que fuera ejercitado por las personas naturales
por considerar que la naturaleza de la violación o de la amenaza de
derechos solo podía configurarse respecto a esa clase de personas."
4.2. Salvamento de Voto del Dr. Luis Eduardo Jaramillo Mejía:
Considera del Dr. JARAMILLO MEJIA que la Constitución Política
consagra la acción de tutela en favor de "toda persona", por lo que no
excluye a la persona jurídica.
- Hay varios derechos fundamentales que no solo se pueden predicar de
personas naturales sino también de personas jurídicas.
II. FUNDAMENTOS JURIDICOS
1. Competencia.
Es competente esta Sala de Revisión de la Corte Constitucional para
proferir sentencia de revisión dentro de la acción de tutela de la
referencia, con fundamento en los artículos 86 inciso tercero y 241
numeral noveno de la Constitución Política, en concordancia con los
artículos 33, 34, 35 y 36 del Decreto No. 2591 de 1991; además, su
examen se hace por virtud de la selección que de dichas acciones
practicó la Sala correspondiente, y del reparto que se verificó en la
forma señalada por el Reglamento de esta Corporación.
2. Ausencia de otros medios de defensa judicial
Es procedente la acción de tutela contra autos de trámite proferidos
dentro de los procesos de jurisdicción coactiva, por cuanto estas
actuaciones no pueden ser controladas por la jurisdicción contencioso
administrativa, en efecto, el artículo 252 del Código Contencioso
Administrativo permite "en el trámite de las apelaciones, consultas,
recurso de queja e incidentes de excepciones" acudir a lo dispuesto en
el proceso ordinario de dicho código, en lo pertinente y, en lo demás, al
Código de Procedimiento Civil. En los juicios de jurisdicción coactiva
existen unas actuaciones, como la de fijación de caución, que se
determinan mediante resolución no susceptible de ser examinada por la
jurisdicción contenciosa administrativa. Por consiguiente, esta clase de
providencia es materia de la acción de tutela.
3. Acción de Tutela puede presentarse por Personas Jurídicas:
Esta Corte a través de las diferentes Salas de Revisión de Tutelas, ha
sentado doctrina uniforme en torno a la posición referente a que las
Personas Jurídicas pueden ser titulares de derechos fundamentales y
por ende pueden ejercitar la acción de tutela.
Así reiteramos lo que en su momento afirmó la Sala Cuarta de Revisión
en la Sentencia T-411/92 junio 17 de 1992.
"Sobre la titularidad de las personas jurídicas respecto de la acción de
tutela, esta Sala considera que ellas son ciertamente titulares de la
acción.
Para los efectos relacionados con la titularidad de la acción de tutela se
debe entender que existen derechos fundamentales que se predican
exclusivamente de la persona humana, como el derecho a la vida y la
exclusión de la pena de muerte (artículo 11); prohibición de
desaparición forzada, torturas, tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes (artículo 12); el derecho a la intimidad familiar (artículo
15); entre otros.
Pero otros derechos ya no son exclusivos de los individuos aisladamente
considerados, sino también en cuanto se encuentran insertos en grupos
y organizaciones, cuya finalidad sea específicamente la de defender
determinados ámbitos de libertad o realizar los intereses comunes.
En consecuencia, en principio, es necesario tutelar los derechos
constitucionales fundamentales de las personas jurídicas, no per se,
sino que en tanto que vehículo para garantizar los derechos
constitucionales fundamentales de las personas naturales, en caso
concreto, a criterio razonable del Juez de Tutela.
Por lo mismo encontramos actualidad en lo afirmado por la Sala Tercera
de Revisión en la sentencia T-437 de Junio 24 de 1992.
"A la luz de la preceptiva fundamental, no existe razón válida para
negar la tutela a las personas jurídicas por el hecho de serlo, pues eso
implicaría llevar a la práctica una inaceptable distinción que no ha hecho
el Constituyente. Este alude a "toda persona" cuando establece la
titularidad de la acción..."
4. Procedimiento Coactivo
4.1. Naturaleza Jurídica
La Jurisdicción coactiva es expresión de la prerrogativa que tiene la
administración de ejecutar los actos que ella misma define, para
algunos autores, como el profesor Hauriou es considerada como uno de
los privilegios exorbitantes de las Personas Administrativas, en virtud
del cual la entidad administrativa cobra, por intermedio de sus
representantes, las obligaciones fiscales.
Pero para el caso que nos ocupa en primer lugar hay que dilucidar si el
proceso de jurisdicción coactivo es de naturaleza administrativa o
judicial -aspecto relevante para explicar si es factible la acción de tutela
en estos procesos. Sobre el tema existe dos posiciones:
El Consejo de Estado en sentencia de mayo 8 de 1969 consideró que "
No puede remitirse a duda que las providencias dictadas por quienes
ejercen jurisdicción coactiva tienen la misma naturaleza jurídica de las
que profieren en juicio ejecutivo los jueces vinculados a la rama
jurisdiccional del poder público y que el conjunto de ellas constituye un
verdadero proceso judicial de ejecución y no un simple trámite
gubernativo, como los que adelantan los funcionarios de la rama
ejecutiva en desarrollo de sus atribuciones propias y dentro de la órbita
normal de dicha rama."
Por otro lado, la Corte Suprema de Justicia consideró que "la jurisdicción
coactiva no implica el ejercicio de la función jurisdiccional, sino que es
un procedimiento administrativo encaminado a producir y hacer efectivo
un título ejecutivo conforme a las normas de los artículos 68 del Código
Contencioso Administrativo y 562 del Código de Procedimiento Civil...”
Continua diciendo que la "jurisdicción coactiva por la cual la
administración hace efectivos, mediante un mecanismo coercitivo, sus
propias decisiones en materia de obligaciones fiscales, no se sustrae ni
se excluye el control jurisdiccional. Por el contrario, de lo expuesto se
deduce que la función administrativa a cargo de los funcionarios
administrativos investidos de jurisdicción coactiva, y la función
jurisdiccional que compete ejercer a la jurisdicción de lo contencioso
administrativo se conjugan en materia impositiva y son ejercidas por
aquéllos y por ésta dentro de la órbita de competencia y de acción que
a cada uno le es propia."
Tesis que luego fue acogida por el Consejo de Estado en sentencia de
mayo 20 de 1983.
Esta Sala de revisión comparte esta última tesis sobre la naturaleza
administrativa del proceso de jurisdicción coactiva, pero en razón de los
siguientes argumentos:
La administración tiene privilegios que de suyo son los medios idóneos
para el cumplimiento efectivo de los fines esenciales del Estado,
prerrogativas que se constituyen en la medida en que solo a la
administración se le otorga la posibilidad de modificar, crear, extinguir o
alterar situaciones jurídicas, en forma unilateral, con o sin el
consentimiento de los administrados, incluso contra su voluntad.
Entonces la administración está definiendo derechos y a la vez creando
obligaciones inmediatamente eficaces, gracias a la presunción de validez
y de la legitimidad de que gozan sus actos. La presunción de legalidad
significa que los actos tienen imperio mientras la autoridad no los
declare contrarios a derecho. Este carácter del acto administrativo
llamado efecto de ejecutividad, tiene su fundamento en el artículo 238
de la Constitución Política por cuanto al establecer que la jurisdicción de
lo contencioso administrativo podrá suspender provisionalmente los
efectos de los actos administrativos que sean susceptibles de
impugnación por la vía judicial, significa a contrario sensu que mientras
no se suspendan los efectos de los actos administrativos, son
plenamente válidos.
También se encuentra contenido el principio de ejecutividad en el
artículo 64 del Código Contencioso Administrativo, el cual reza:
"Salvo norma expresa en contrario, los actos que queden en firme al
concluir el procedimiento administrativo serán suficientes, por sí
mismos, para que la administración pueda ejecutar de inmediato los
actos necesarios para su cumplimiento. La firmeza de tales actos es
indispensable para la ejecución contra la voluntad de los interesados."
Debe hacerse claridad en que la presunción de legalidad del acto
administrativo puede desvirtuarse, poniendo en funcionamiento así el
aparato judicial y trasladando al particular la carga de la prueba.
Entonces vemos cómo el control jurisdiccional de los actos
administrativos proferidos dentro de procesos de jurisdicción coactiva,
se ejercen con posterioridad a su expedición. (Artículo 68 del Código
Contencioso Administrativo).
También se puede decir que un acto administrativo ejecutable es un
mandato y como tal soporta un carácter imperativo, obligatorio contra
quien o quienes se dirige en forma particular o en forma abstracta, tesis
esta, que se conoce como el carácter ejecutorio de un acto
administrativo, siendo una consecuencia de la presunción de legalidad.
En conclusión la Constitución de 1991, en su artículo 238 le dio piso
constitucional a los efectos ejecutivo y ejecutorio de los actos
administrativos.
En el derecho español una de las modalidades de "Auto tutela" del
Estado es la relativa a la ejecutoriedad de los actos administrativos,
entendida como la facultad de la administración para definir situaciones
jurídicas sin necesidad de acudir a la acción judicial. En palabras de los
profesores Eduardo García de Enterría y Tomás-Ramón Fernández la
definen como "el sistema posicional de la Administración respecto a los
Tribunales,... La Administración está capacitada como sujeto de derecho
para tutelar por sí misma sus propias situaciones jurídicas, incluso sus
pretensiones innovativas del statu quo, eximiéndole de este modo de la
necesidad común a los demás sujetos, de recabar una tutela judicial.”.
Esa facultad de auto tutela es reconocida excepcionalmente a los
particulares (para casos como la legítima defensa, el derecho de
retención etc); además para ellos es facultativa, ya que por regla
general deben acudir a los tribunales.
La "Auto tutela" se ha clasificado en declarativa o ejecutiva y
conservativa o agresiva. La conservativa "protege una situación dada";
la agresiva o activa "tiene por contenido una conducta positiva y por
resultado una mutación en el actual estado de cosas, aunque actúe en
protección de una situación previa."
La auto tutela declarativa es esa facultad de la administración de
beneficiarse de "una presunción de legalidad que la hace de
cumplimiento necesario, sin necesidad de tener que obtener ninguna
sentencia declarativa previa".
En cuanto a la aututela ejecutiva "esta expresión va más allá que la
anterior: aparte de eximirse a la Administración de la carga de obtener
una sentencia ejecutiva, facultándola para el uso directo de su propia
coacción sin necesidad de recabar el apoyo de la coacción judicialmente
administrada. Así como la auto tutela declarativa se manifiesta en una
declaración o en un acto, la ejecutiva supone el paso al terreno de los
hechos, del comportamiento u operaciones materiales, concretamente
al uso de la coacción frente a terceros."
Pero es necesario aclarar que la autotutela ejecutiva se predica
únicamente en obligaciones de contenido económico, lo que hace que
no todo acto de la administración es autotutelable ejecutivamente. Esto
se deduce del artículo 68 del Código Contencioso Administrativo.
En conclusión, considera esta Sala de Revisión que el proceso de
jurisdicción coactiva es de naturaleza administrativa, por cuanto su
objetivo es hacer efectiva la orden dictada por la administración de
cobro de una obligación tributaria. En otras palabras esta jurisdicción
es el uso de la coacción frente a terceros y la expresión de una
autotutela ejecutiva.
4.2. Dentro del Proceso Administrativo de Jurisdicción Coactiva
es procedente la acción de tutela.
Determinado el carácter administrativo de la jurisdicción coactiva, se
colige que tales actuaciones son susceptibles de tutela judicial.
Es claro que el administrado está sujeto o sometido a potestades de la
Administración, pero esa sujeción solamente supone una eventualidad
de soportar efectos razonables, por cuanto las obligaciones que impone
la Administración no son fruto de su propia iniciativa, sino que tienen su
fuente en la Constitución, en la ley o en normas de inferior jerarquía
aplicables a cada caso en particular. En general la actuación de la
administración está limitada al cumplimiento de los fines esenciales del
Estado y a garantizar los derechos de las personas y solo si ésta cumple
con los ellos, su actuación está ajustada a la ley.
O en otras palabras "Tal privilegio posicional comporta una
excepcionalidad que no tiene por qué ser aberrante.
Ni la
Administración debe transformarse en un sujeto justiciable igual que los
ciudadanos, ni la doble prerrogativa es por naturaleza incompatible con
una acabada tutela judicial efectiva. La excepcionalidad significa que
ese status de poder debe limitarse y condicionarse para servir a la
realización de los cometidos que corresponden a la Administración en el
seno del Estado Social y Democrático de Derecho."
Entonces, surge la pregunta: cuál es la finalidad de una ejecución por
parte del Estado? No se trata solamente de hacer efectiva una
obligación expresa, clara y actualmente exigible sino de recoger bienes
que van a contribuir a la satisfacción de los fines esenciales del Estado.
(Artículo 2 y 365 de la Constitución Política).
4.3. El artículo 29 de la Constitución Política es predicable a los
Procesos de Jurisdicción coactiva.
Dentro de la filosofía y estructura del Estado, la relación que éste
comporta con los entes a él subordinados es correlativa, lo que hace
que existan para los dos derechos y obligaciones que deben cumplirse y
respetarse. Una de las obligaciones más claras que las personas
amparadas dentro del ámbito de protección y soberanía de un Estado
tienen para con él, es la obligación tributaria.
La Obligación tributaria es una forma de proveer al Estado de fondos y
de impulsar la economía, está "constituida por el deber de pagar el
impuesto correspondiente a los hechos económicos realizados, ya sea
que esta haya sido cuantificada por el mismo contribuyente, o agente
retenedor o que el Estado lo haga, mediante una liquidación o
resolución en la cual se establezca sanción.".
Por lo anterior el nacimiento del crédito fiscal depende de dos
fenómenos a) que se verifique determinado hecho atribuible a
determinado sujeto y b) que de acuerdo con la ley ese hecho tenga la
virtud de vincular al sujeto a quien se imputa su verificación, con el
sujeto a quien se debe dar cierta cantidad de dinero a título de
impuesto o sujeto activo.
Por lo que es necesario que el poder
sancionador del Estado disponga de un sistema apto para hacer
efectivos coercitivamente derechos ciertos que tiene a su favor, a través
del Proceso de Jurisdicción Coactiva.
Este proceso (de jurisdicción coactivo) es administrativo, se surte ante
la administración pública, reúne instrumentos por medio de los cuales
se debe adelantar el cobro coactivo de las deudas fiscales; también
debe orientarse dentro del marco establecido por los principios básicos
de un Estado de Derecho, que a la vez señalan los lineamientos de un
debido proceso.
En conclusión, la jurisdicción coactiva sí constituye una prerrogativa que
goza algunas entidades de derecho público para cobrar créditos a su
favor, pero no es un sistema que permita a las entidades la violación del
derecho debido para el ejecutado. Si la Administración llegare a violar el
debido proceso dentro de procedimientos de jurisdicción coactiva, caben
los correctivos jurisdiccionales.
4.3.1. Medidas cautelares dentro del proceso de Jurisdicción
Coactiva
El sistema procesal con base en la certeza de la existencia del derecho,
debe dotar a los asociados de un proceso de características
especialmente coercitivas que les permita, mediante la intervención del
Estado, hacer efectivos esos derechos cuando se pretende
desconocerlos; el medio idóneo para hacerlo es el proceso de ejecución.
Y esos medios coercitivos que permite hacer efectivos los derechos son
precisamente las medidas cautelares.
En los procesos de jurisdicción coactiva, proceden dos clases de
medidas preventivas: el embargo y secuestro, las cuales se decretarán
y practicarán de acuerdo con las reglas generales establecidas en el
Código de Procedimiento Civil. Así el artículo 837 del Estatuto Tributario
dispone que "previa o simultáneamente con el mandamiento de pago, el
funcionario de la administración podrá decretar el embargo y secuestro
preventivo de bienes del deudor que se hayan establecido como de su
propiedad."
Si bien no existe una cuantificación exacta del valor por el cual se debe
embargar y secuestrar bienes dentro de un proceso tributario, el
artículo 838 del Estatuto Tributario dispuso que "El valor de los bienes
embargados no podrá exceder del doble de la deuda más sus intereses.
Si efectuado el avalúo de los bienes, éstos excedieren la suma indicada,
deberá reducirse el embargo si ello fuere posible, hasta dicho valor,
oficiosamente o a solicitud del interesado.".
4.3.2. La caución para desembargar bienes debe ser razonable
Con relación al principio de la razonabilidad ya esta Corte se ha
pronunciado en diversas oportunidades así "la razonabilidad hace
relación a que un juicio, raciocinio o idea esté conforme con la
prudencia, la justicia o la equidad que rigen para el caso concreto. Es
decir, cuando se justifica una acción o expresión de una idea, juicio o
raciocinio por su conveniencia o necesidad. La racionalidad, en cambio,
expresa el ejercicio de la razón como regla y medida de los actos
humanos. Es, simplemente, producto de la esencia racional del ser
humano. Por lo anterior es posible afirmar que no es improbable que se
presente la eventualidad de que un trato desigual "racional" -el
supuesto de hecho, el trato desigual y la finalidad sean coherentes entre
sí- no sea "razonable", porque la finalidad perseguida no es
constitucionalmente admisible, como tampoco cabe desechar que unos
supuestos de hecho distintos con una estructura razonable sea objeto
de una diferenciación irracional."
El Principio de la Razonabilidad, aparece establecido en el artículo 36 del
Código Contencioso Administrativo "En la medida en que el contenido de
una decisión, de carácter general o particular, sea discrecional, debe ser
adecuada a los fines de la norma que la autoriza, y proporcional a los
hechos que le sirven de causa.". Debe aplicarse en todas las
actuaciones de la Administración incluyendo la actuación que es objeto
de estudio.
Pues bien, el Código de Procedimiento Civil dispone en su artículo 519
que "Si las medidas cautelares ya se hubieren practicado, el demandado
podrá solicitar la cancelación y levantamiento de la misma previa
consignación de la cantidad de dinero que el juez estime suficiente para
garantizar el pago del crédito y las costas, la cual se considerará
embargada para todos los efectos.", lo que es perfectamente aplicable
en el evento de procesos de jurisdicción coactiva, donde el CPC, es
norma supletoria para casos de vacío legal. (Artículo 1 y 267 del Código
Contencioso Administrativo).
La caución es una garantía de satisfacción de una obligación y como tal
es un medio para otorgar seguridad en el resultado de un proceso
ejecutivo, demostrando que la caución debe corresponder a unos límites
cuantificables con base en el monto de la misma obligación, lo que hace
que su fijación debe responder a un criterio de razonabilidad.
Si dentro de un proceso no se fijan criterios razonables tanto para
facilitar el cumplimiento de una obligación como para buscar medios
eficaces para ese cumplimiento, claro está todo dentro del marco legal,
entraríamos dentro de una órbita de arbitrariedad y como tal
obstaculizaría el ejercicio de un debido proceso. Más aún cuando el
debido proceso "conecta las meras formalidades de un proceso con las
condiciones de justicia del mismo, establecidas por determinadas
normas constitucionales procesales, aplicables a toda suerte de
procesos"
5. El caso concreto.
La Constitución Política, en su artículo 86, establece como elemento
esencial de la acción de tutela la existencia de violación de derechos
fundamentales o amenaza de conculcación de estos. En el caso bajo
examen, considera esta Sala de Revisión de tutelas:
a) Con relación al debido proceso: Se considera violatorio de este
derecho fundamental la fijación como caución de una suma arbitraria,
contraria al criterio de razonabilidad que debe guiar un proceso judicial.
Aunque la Dirección de Impuestos y Aduanas de Cali, en cumplimiento
de lo establecido por el Tribunal Administrativo del Valle, revisó el acto
administrativo que se consideró violatorio de este derecho fundamental,
por lo que hace que la orden que esta Sala de Revisión de tutelas pueda
emitir, sería inocua, de todas maneras la modificación de la caución
tuvo como causa la decisión del Tribunal, luego este falló se confirmará.
b) Con relación a la sus puesta vulneración de los derechos al trabajo, a
la vida y al sustento personal de los trabajadores de la empresa, esta
Sala de Revisión de tutelas no considera que se hayan vulnerado o se
encuentren amenazados por la actuación de la Administración de
Impuestos y Aduanas de Cali, porque esta entidad está haciendo
efectivas cargas o gravámenes que COMAPAN DEL VALLE S.A. tiene a
favor del Estado.
Incluso según consta en el expediente la
Administración de Impuestos, otorgó a la Empresa deudora un plazo
mediante la concesión de un acuerdo de pago, en donde la empresa
ofreció como garantía los vehículos cuya solicitud de tenencia es objeto
de discusión.
La Dirección de Impuestos y Aduanas de Cali, como ente encargado de
exigir el cumplimiento de la prestación tributaria, debía tomar medidas
que garanticen el pago, siendo las adecuadas el embargo y secuestro de
los bienes dados en garantía por la empresa deudora, como en efecto
se realizó, actuación que está lejos de vulnerar derechos sino más bien
se constituye en el cumplimiento de su deber.
En mérito de lo expuesto, la Sala Séptima de Revisión de la Corte
Constitucional
RESUELVE
PRIMERO: REVOCAR la Sentencia de mayo 13 de 1994, proferida por
el Consejo de Estado, por las razones expuestas en la parte motiva de
esta decisión y en consecuencia CONFIRMAR el fallo emitido por el
Tribunal Administrativo del Valle del Cauca el 8 de abril del año en curso
SEGUNDO: COMUNICAR a través de la Secretaría General de la Corte
Constitucional el contenido completo de la sentencia al Consejo de
Estado, a la Dirección de Impuestos Nacionales de Cali y al peticionario
de la presente tutela.
TERCERO: DEVOLVER el expediente al Tribunal Administrativo del Valle
del Cauca, a efectos de cumplir con lo establecido en el Decreto 2591
de 1991.
Notifíquese, comuníquese, publíquese, cúmplase e insértese en la
Gaceta de la Corte Constitucional.
ALEJANDRO MARTINEZ CABALLERO
Magistrado Ponente
FABIO MORON DIAZ
Magistrado
VLADIMIRO NARANJO MESA.
Magistrado
MARTHA VICTORIA SACHICA DE MONCALEANO
Secretaria General
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