Psicologia Pastoral

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Psicología
Pastoral
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Introducción
El propósito de este Seminario es ayudar al lector a profundizar en la vida interior
del ser humano, a los efectos de conocerlo interiormente, y mejorar su condición
de vida. Muchos libros se han escrito con este loable propósito. Este Seminario
pretende hacerlo en forma diferente, porque no apunta a aspectos en que el ser
humano puede alcanzar un relativo conocimiento de sí mismo. Por el contrario,
pretende utilizar, al mismo tiempo, diferentes caminos con la intención de alcanzar
un acabado conocimiento del ser humano. Pero, como cada ser humano es
diferente, es mi deseo ayudar al estudiante a descubrirse al individuo en su
singularidad. Esto quiere decir que no hay plural para ningún ser humano. Cada
estudiante podrá encontrar personas con su mismo nombre y apellido, pero éstas
personas le serán totalmente extrañas. Lo serán, porque cada sujeto humano tiene
su propia historia, que es única e irrepetible. Además, cada sujeto humano está
sujetado por su propio inconsciente, que también es único e irrepetible. Esto es tan
simple como la diferencia de contenido de computadoras exactamente iguales.
Pensemos en diez computadoras, producidas en la misma fábrica, son iguales
mientras no se comiencen a utilizar. Al cabo de cierto tiempo, la que fue adquirida
por los monjes de un convento, tendrá diferente contenido que la comprada por un
traficante de drogas. Con seguridad, las otras ocho, serán también diferentes entre
si, en cuanto a su contenido.
Esta Seminario no tiene un enfoque que apunte exclusivamente al intelecto, a
nuestra racionalidad. El reinado del racionalismo, ha terminado. Recuerdo un
homber que me decía que él era un “libre pensador”, hoy me doy cuenta que no lo
era, aunque él creía serlo. Hasta principios del siglo pasado muchas personas
asumían esa actitud, creían que eran independientes y no se daban cuenta de que
eran arrastrados por las corrientes culturales de su época. Hoy, la mayoría de las
personas reconocemos que nadie piensa libremente, aunque se lo proponga con
toda las fuerzas de su voluntad. Hoy tenemos que reconocer que todos nos
encontramos bajo una catarata de información que nos ofrece la radio, la
televisión, los diarios, etc. Debemos reconocer, además, que somos presionados
por ideologías políticas, económicas, sociales, etc., que afectan toda nuestra vida.
Como consecuencia de estos factores, se limitan las posibilidades de tener un
pensamiento personal, libre de todas las influencias del entorno, que no sólo nos
rodea, sino que a veces nos ahoga. No, el camino racional no alcanza para
entender nuestra realidad, y mucho menos para alcanzar un acabado conocimiento
de nosotros mismos. No obstante, no debemos renunciar a nuestra racionalidad que
nos hace diferentes de los animales. Lo que sí debemos reconocer es que ella sola
no nos hace plenamente humanos. Por lo tanto, no renunciamos a la razón, pero sí
a su reinado.
Este Seminario, tampoco es un tratado de divulgación psicológica que pretende
que el lector sea su propio psicólogo. Esto sería tan absurdo como pensar que un
médico debería escribir un libro, donde se refiera a todas las enfermedades que se
conocen, a los medicamentos que existen en el mercado para curarlas, y que
sugiera que cada “paciente” se medique a sí mismo.
Si bien la época, o la moda, del racionalismo ha terminado, vemos nacer hoy una
nueva ideología que pretende ser absoluta y excluyente, el espiritualismo. Este
Seminario no tiene el propósito de ayudar al estudiante a que solucione sus
problemas, tampoco por ese único camino. Debemos diferenciar espiritualismo de
espiritualidad. Lo primero es una ideología, lo segundo es parte de la realidad del
ser humano. La caída del imperio soviético, con su ateísmo militante, le dejó libres
las manos al otro materialismo, el de la economía de mercado, que a veces utiliza
caretas religiosas; que se interesa por la economía global, sin importarle el hambre
de millones de personas que quedan sin trabajo. Por otro lado, el resurgimiento del
fundamentalismo islámico, que llegó a la barbarie del gobierno talibán afgano, y
del grupo terrorista de Osama Bin Laden; que desafió a la mayor potencia mundial,
destruyendo las torres gemelas, en Nueva York, y atacando al Pentágono,
produciendo la muerte de miles de personas inocentes, en el nombre de Alá. Los
que vivimos en Occidente debemos estar muy alertas frente a los extremismos
espiritualistas, supuestamente cristianos, de algunos grupos.
Hemos visto tres ideologías erróneas, cuando pretenden la exclusividad: El
racionalismo, el psicologismo y el espiritualismo. Las tres son inaceptables como
ideologías absolutas, y excluyentes. Sin embargo, las tres son aceptables como
elementos contribuyentes a la humanización del hombre. Porque el ser humano no
es sólo razón, emociones y sentimientos, o espiritualidad pura. Ha pasado casi
medio siglo desde que leí unas reflexiones acerca de la necesidad de equilibrio
entre la fe y lo racional, dichas reflexiones causaron en mi un gran impacto por
causa de la formación espiritualista que yo había recibido en mi adolescencia. Hoy,
al volver sobre ese libro, titulado: Lo Santo, aparecido en español en el año 1925,
me vuelvo a sentir identificado con el pensamiento del autor. Dice así Rudolph
Otto: “Cuando en una religión se mantienen vivos y despiertos los elementos
irracionales, éstos la preservan de convertirse en racionalismo. La saturación y
enriquecimiento con los elementos racionales la preserva de descender al
fanatismo......... La existencia de ambas especies de elementos, formando una sana
y bella armonía, constituye el criterio propiamente religioso que sirve para medir la
superioridad de una religión”. Debemos darnos cuenta de que, además, es
necesario incluir los recursos psicológicos en todo esfuerzo sincero por ayudar al
ser humano a encontrar la plenitud de su humanidad.
En mi ministerio he tratado de lograr el equilibrio entre la fe, lo racional y lo
psicológico, porque todas las dimensiones del equilibrio humano son
complementarias entre sí. No es posible lograr el equilibrio mental viviendo en
desequilibrio físico. Es decir, sin una buena salud. Algunas enfermedades
mentales son el producto del desequilibrio físico. De igual manera no existe
equilibrio físico si existe predominio del desequilibrio mental. La medicina
psicosomática lo pone en evidencia. Igualmente el predominio del equilibrio,
sobre el desequilibrio, en la vida espiritual, es un elemento indispensable para la
salud física y mental. El hombre es una unidad psico-somática-espiritual, y el
equilibrio se logra sólo en forma integral. Esta es la única forma de alcanzar la
salud plena. Pero no debemos perder de vista que el equilibrio y su resultante: la
salud, sea en el orden biológico, moral, espiritual, o psicológico, no es algo
definido que se puede atrapar en un momento dado, y conservar como un pájaro en
una jaula. El equilibrio es un juego constante de fuerzas antagónicas, que se van
modificando constantemente, mientras avanzamos hacia el objetivo del
completamiento de nuestra condición humana.
Debemos también recordar que el equilibrio, aunque es individual, no debe
procurarse en un espíritu individualista, sino a nivel comunitario. Sabemos que
algunas personas, a su deseo de mantener el equilibrio interior, causan
desequilibrios en su prójimo. La fe cristiana procura el equilibrio individual en
función social. Nuestra cultura en urbanización acelerada, pone en peligro, una vez
más, el equilibrio y la salud. La vida extrauterina comienza con una aspiración y
termina con una espiración. Uno puede pasar varios días sin comer y sin beber,
pero apenas podemos aguantar unos pocos minutos sin respirar. Y...¿qué estamos
respirando en las grandes ciudades? Y... ¿cómo respiramos? Vivimos encerrados
en ciudades acumulando toxinas. Para desarrollar la mente, el cuerpo, y la parte
espiritual de nuestro ser, es necesario tener en cuenta las condiciones especiales del
hombre de nuestros días. Los problemas del ser humano son determinados en gran
parte por su circunstancia.
En la época en que nos ha tocado vivir, que suele ser llamada posmodernidad, hay
quienes pretenden echar por tierra todos los fundamentos. Algunos, en su lucha
contra los fundamentalismos, suelen confundir el fundamentalismo, como
ideología, con los fundamentos sobre los cuales se debe edificar una vida plena.
Nos encontramos hoy con personas que pretenden cuestionar todos los valores,
aun aquellos que constituyen la familia, Si nos quedáramos sin fundamentos nos
encontraríamos en la situación de alguien que pretende atravesar una ciénaga sin
contar con algunas piedras firmes donde colocar sus pies. Muchos hoy ya han sido
tragados por la ciénaga. La humanidad todavía está a tiempo de encontrar valores
donde apoyar sus pies, para no hundirse.
La Biblia es el fundamento de la fe y de la ética cristiana. Pero hay un problema
muy importante a encarar, el de su interpretación. Es decir, el problema
hermenéutico. Justamente la hermenéutica, ha sido utilizada como excusa,
consciente o inconsciente, para expresar las ambiciones de poder de personas que
en los últimos tiempos, han creado miles de grupos religiosos, tanto dentro como
fuera del cristianismo. En América Latina, especialmente en la última década, se
ha incrementado, peligrosamente, la atomización del mundo llamado “evangélico”,
que a veces no es tan evangélico. Pero, a pesar de la diversidad de grupos, todos
utilizan la Biblia como base. Como suelen pensar diferente, ciertamente algunos se
están equivocando. Pero no voy a entrar a considerar cuestiones eclesiológicas, me
voy a limitar al tema de la utilización de la Biblia como fundamento para lograr
una mejor calidad de vida.
El fundamento indispensable: La Biblia
Ya hemos visto que en nuestra cultura, llamada posmoderna, algunos pretenden
hacer desaparecer ciertos fundamentos, que han servido como roca sobre la cual
edificaron sus vidas nuestros antepasados. La Biblia es el fundamento de la fe y la
ética cristiana. Desconocer su autoridad significa dejar de ser cristianos. Es
necesario, sin embargo, distinguir entre lo que la Palabra de Dios dice, de lo que
algunos dicen que ella dice. Aquí nos encontramos con la dificultad más seria que
tiene que encarar la Iglesia de nuestro tiempo, el problema hermenéutico.
El problema hermenéutico
¿Qué queremos decir cuando nos referimos a la sanidad? Estamos en presencia de
un significante, término que tomo prestado a la lingüística, y por debajo de dicho
significante encontramos muchos significados. Es evidente que no todos
queremos decir lo mismo cuando nos referimos a la sanidad, porque muchos le
damos significados diferentes. La diversidad de significados puede conducirnos a
una gran confusión que puede afectar al pueblo de Dios, y a las personas que
deseamos ganar para Cristo.
Necesitamos una autoridad, un fundamento aceptable para todos, que nos
esclarezca lo que queremos decir cuando nos referimos a la sanidad. Para el
cristiano, que pretende ser fiel al evangelio, la máxima autoridad para aclarar los
contenidos de nuestra fe, de nuestra moral, y de nuestra pastoral evangélica, es la
Biblia.
Aquí surge el problema de la hermenéutica, Tenemos diversas maneras de
interpretar algunos textos bíblicos. Cada uno se siente enmarcado en el contexto de
las diferentes herencias religiosas en las que nacimos al evangelio. Nadie tiene
derecho a dudar de la sinceridad, la fidelidad, y la honestidad de un creyente al
interpretar. Pero es necesario señalar que cualquier interpretación que esté en
pugna con las enseñanzas de nuestro Señor, la máxima revelación divina, está
errada.
Creemos que no existe una exégesis o una hermenéutica bio-químicamente pura.
Es por eso, que no pretendemos ni podemos expresar toda la verdad en este
Semianrio. Pero compartimos lo que creemos y lo colocamos como material de
trabajo para la reflexión, en el amor de Cristo, sobre lo que la revelación bíblica
nos dice acerca de la sanidad. También esperamos que los estudiamtes que lean
estas reflexiones puedan tomar como propias algunas ideas. Sobre todo en lo
referido a lo que dice la Biblia, sobre la manera de aplicar, coherentemente, lo que
ella nos dice en la situación compleja que vivimos, y cuáles herramientas de
nuestra cultura pueden ayudarnos a mejorar nuestras vidas.
El concepto de sanidad en el Nuevo Testamento
La palabra sanidad, según la Concordancia Bíblica, de la Editorial Caribe,
aparece seis veces en el Nuevo Testamento. (Hechos 3:16; 4:22; 4:30, I Corintios
12:9; 12:30 y Apocalipsis 22:12). Pero existen varios verbos, con sus respectivos
sustantivos que nos ayudan a descubrir lo que el Nuevo Testamento enseña sobre
la sanidad. Les propongo que reflexionemos sobre tres enfoques referidos a este
tema. Veamos:
1.- Según la Concordancia del Nuevo Testamento, la palabra íasis, sanidad,
aparece sólo tres veces: Lucas 13:32; Hechos 4:22 y 4:30. En Hechos 3:16, texto
que relata la curación de un cojo, aparece la palabra holoklerían, que significa
sanidad perfecta, o plenitud de la salud. Esta palabra no vuelve a aparecer en el
Nuevo Testamento. Por eso, en este primer punto vamos a referirnos sólo al verbo
iáomai y al substantivo íasis.
El verbo iáomai, aparece en los siguientes textos: Mateo 8:8,13; 13:15. Marcos
5:29. Lucas 5:17; 6:18,19; 7:7; 8:47; 9:2,11,42; 14:4; 17:15; 22:51. Juan 4:47;
5:13; 12:40. Hechos 9:34; 10:38; 28:8,27. Hebreos 12:13; Santiago 5:16 y 1 Pedro
2:24.
Del mismo verbo procede iatrós, palabra que significa médico. Es fácil recordarla
porque al médico de la mente se le llama psiqu-iatra. La palabra iatrós se utiliza
sólo siete veces en el Nuevo Testamento. En todos los textos se pone de
manifiesto la existencia, hace dos mil años, de la profesión de médico. En tres de
ellos Jesús dice: “Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos”
(Mateo 9:12; Marcos 2:17 y Lucas 5:31. Además, Jesús menciona un refrán
popular, referido a esos profesionales: “Médico cúrate a ti mismo”. También hay
dos referencias a una mujer que sufrió de flujo de sangre, durante doce años, quien
había gastado todo su dinero con médicos, sin lograr resultado alguno (Marcos
5:26 y Lucas 8:43), hasta que se encontró con el Médico Divino. Finalmente, en
Colosenses 4:14 San Pablo da testimonio de que San Lucas era médico.
2.- El verbo therapeúo, que significa cuidar y sanar, aparece 36 veces en los cuatro
evangelios, y 7 en otros libros del Nuevo Testamento. En San Mateo aparece 16
veces, en Lucas 14, en Marcos 5 y en Juan una sola vez. Lo encontramos cinco
veces en Hechos y dos en Apocalipsis. (Mateo 4:23,24; 8:7,16; 9:35; 10:1,8;
12:10,15,22; 14:14; 15:30; 17:16,18; 19:2; 21:14. Marcos 1:34; 3:2,10; 6:5,13.
Lucas 4:23,40; 5:15; 6:7,18; 7:21; 8:2,43; 9:1,6; 10:9; 13:14 (dos veces); 14:3.
Juan 5:10. Hechos 4:14; 5:16; 8:7; 17:25; 28:9. Apocalipsis 13:3,12). En muchos
casos, el contexto indica que la traducción debe ser servir o ministrar, en otros, el
contexto indica que la traducción correcta es sanar o curar. Por ejemplo en Mateo
4:23,24; 8:16, etc.
Therapeía, de donde viene la palabra terapia, aparece en Lucas 9:11, 12:42 y
Apocalipsis 22:2. Therápon, de donde viene nuestra palabra terapeuta aparece una
sola vez en el Nuevo Testamento y se aplica a Moisés como el sirviente, el que
cuida, el que ministra al pueblo. (Hebreos 3:5).
3.- Salvación, salud, libertad y liberación. La palabra sotería, no siempre se utiliza
para referirse a la salvación del alma. A veces se la utiliza para señalar la salvación
de la maldad de los enemigos, como en Lucas 1:71. Es en ese sentido que la utiliza
Esteban en su discurso de defensa en Hechos 7:25. Reina Valera aquí traduce
sotería por libertad. En Hechos 27:34 traduce por salud. “Por tanto, os ruego que
comáis por vuestra salud......”. La misma palabra griega la traduce por liberación
en Filipenses 1:19.
San Pablo utiliza el concepto de sotería como un proceso de liberación de todo lo
que ata al creyente. En Romanos 13:11, nos dice: “...porque ahora está más cerca
de nosotros nuestra salvación que cuando creímos”. Debe tenerse en cuenta que el
Apóstol está escribiendo a creyentes. Este texto se aclara en la epístola a los
Efesios donde aparece la liberación como un proceso. El concepto de liberación lo
expresa Pablo por medio de la palabra griega apolútrosis, que Reina Valera
traduce por redención. Justamente, redimir a un esclavo era otorgarle la libertad.
La raíz de esta palabra es el verbo lúo, que significa desatar. Es decir, apó es una
preposición que da mayor fuerza al verbo lúo, a la acción de desatar o liberar. El
proceso está marcado por dos extremos, que son: 1. Lo que ya tenemos en Cristo,
y 2. Lo que todavía nos falta alcanzar, la vida plena en Cristo. En Efesios 1:7
leemos: “....en quien tenemos liberación (redención según Reina Valera) por su
sangre, el perdón de pecados según la riqueza de su gracia.....”. En este versículo la
liberación es algo logrado en cuanto al destino eterno. Pero en la misma epístola,
(4:30), se nos dice que la redención o liberación todavía no se ha consumado: “No
contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el dia de la
liberación (redención).” Aquí se trata de la apolútrosis como algo por alcanzar. Si
bien somos salvos por la fe en Jesucristo y el arrepentimiento de nuestros pecados,
mientras haya algún problema espiritual, moral, económico, familiar, de salud, etc.,
que nos mantenga atados, la redención cristiana no se ha consumada en nosotros,
todavía. La experiencia de Pablo significa que este proceso de sanidad, puede ser
largo. En la mayoría de los casos no es puntual e instantáneo, sino lineal. Si somos
honestos con Dios, y con nosotros mismos, reconoceremos que a cada uno le falta,
todavía.
El concepto de sanidad de “lo interior del hombre” en el Nuevo Testamento
¿Qué queremos decir cuando nos referimos a la sanidad interior? ¿Significa que lo
interior está siempre enfermo? ¿Quién soy yo, cuando estoy dormido, y sueño?
¿Por qué un buen cristiano puede tener sueños pecaminosos? ¿Por qué es posible
decir palabras, o hacer cosas, en sueños, que despiertos ni siquiera pensaríamos?
En la Biblia se hace referencia a revelaciones divinas producidas a través de
sueños. Pero, no siempre los sueños tienen esa característica. Nuestro Señor dice:
“de la abundancia del corazón habla la boca”. (Mateo 13:24 ). De esa enseñanza
podemos deducir que: “de la abundancia del corazón soñamos lo que soñamos”. En
otras palabras, los sueños son la realización alucinada de nuestros propios deseos
inconscientes.
Tenemos almacenadas, en nuestro hombre interior, cosas buenas y cosas malas.
Desde el punto de vista teológico, tenemos la imago Dei y nuestra condición de
pecadores. Nos dice la Palabra de Dios que el hombre fue creado a imagen y
semejanza de Dios (Génesis 1:27). Pero la Biblia también se refiere a la caída del
ser humano, en Génesis 3. Luego, en cada uno de nosotros coexisten la Imagen de
Dios y el pecado original. Pecado original que es una especie de inconsciente
colectivo de la humanidad. De esta tensión interna suelen surgir los sentimientos
de insatisfacción, y la sensación de que nos falta algo. La Parábola del Sembrador
se refiere a cuatro tipos de estructuras psíquicas. Desde el punto de vista
psicológico tenemos que reconocer la existencia de temperamentos diferentes, algo
que traemos al mundo, al nacer, como una especie de equipaje inconsciente.
Además es necesario reconocer la incidencia, en nuestras mentes, de los traumas
infantiles, y la influencia de la enfermedad, o la salud mental, de los padres y otros
adultos sobre los niños.
Algunos creyentes tienen dificultades para distinguir lo anímico de lo emocional o
psicológico. Hay personas que afirman que no existen los problemas psicológicos.
Para ellos, toda dificultad “interior” es reducida a una problemática espiritual.
Sería muy útil lograr un consenso sobre el significado del significante sanidad. En
lingüística, significante es todo aquello que significa algo para alguien. La
estructura del lenguaje determina el significado de los significantes. Por ejemplo:
El significante “blanca” puede significar el nombre de una persona o el color de
un objeto, en las siguientes oraciones: 1.- La casa es blanca, y 2.- Blanca se casa.
El adjetivo anímico viene de la palabra latina anima, que significa alma. Sanidad
interior, tiene sentido si nos referimos a la salud del alma. En griego, el significante
psiqué puede significar tanto alma, como mente. Si alguien interpreta que los
problemas internos del sujeto humano, son exclusivamente espirituales; otra
persona, con el mismo derecho, podría asumir la actitud reduccionista inversa. Es
decir, tendría el derecho de afirmar que todos los trastornos internos del ser
humano son exclusivamente materiales, tales como: Cáncer en los órganos
internos, tuberculosis, trastornos cardíacos, úlceras, sida, etc. También se podría
argumentar que todos los trastornos de la insanidad interior tienen una causa
psíquica. Es decir, que tienen un origen psicosomático. Cuando alguien asume una
actitud reduccionista, contempla sólo una parte de la realidad, y se le podría llamar
hereje, en el sentido de haíresis, de parcial, por tomar la parte por el todo. En el
análisis de la naturaleza humana hay tres maneras de ser hereje: Como
espiritualista, como materialista y como psicologista.
Anímico, podría también proceder del término griego ánemos, que significa
viento. También el significante pneûma puede traducirse por viento, de él
proceden nuestras palabras: neumático, neumonía, etc., también puede significar
espíritu. El Señor hace un juego con dos significados de un significante, en San
Juan 3:8, cuando dice: “El viento (pneûma) sopla de donde quiere, y oyes su
sonido; más ni sabes de donde viene, ni a donde va; así es todo aquel que es nacido
del Espíritu (pneûma).” (En el Nuevo Testamento, en griego, pneûma está escrita
con letra minúscula, Reina Valera pone la e, de espíritu, con mayúscula, porque se
refiere al Espíritu Santo.
¿Presupone la sanidad interior la sanidad exterior? Claro que no, un buen cristiano
puede tener enfermedades del cuerpo tanto en su parte externa como en la interna.
También puede tener problemas espirituales, y anímicos o psicológicos. Es
necesario aclarar que la sanidad interior sí presupone la sanidad exterior cuando
ésta se refiere a las relaciones con el prójimo. En toda comunidad de fe hay
creyentes que, con mucha facilidad, crean tensiones con sus hermanos. Hay
algunos cuya sola presencia, y su actitud de vida, nos traen tranquilidad y paz. Son
los buenos discípulos del Gran Maestro, quien dijo: “Aprended de mí que soy
manso y humilde de corazón” (Mateo 11:29). También hay otros, cuya sola
presencia crea un ambiente de molestia o tensión. De la abundancia de la vida
interior se expresa exteriormente lo que realmente somos.
Una iglesia es un conjunto de personas que confiesan a Jesucristo como su Señor y
Salvador personal, conservan sus características individuales distintivas, adoran
juntos a Dios, interactúan entre sí a la luz del evangelio para el mutuo
enriquecimiento, y colaboran con Dios para el logro de la redención de todo el
hombre y de todos los hombres. Cuando digo: La redención, o liberación, de todo
el hombre, estoy incluyendo el adentro y el afuera. No existe la sanidad interior si
ésta no se expresa, en sanidad exterior, como fruto del Espíritu Santo, según
Gálatas 5:22-23. “Por sus frutos los conoceréis”, dice el Señor. Ciertamente, quien
no es capaz de interactuar con otros, a la luz del evangelio, para el mutuo
enriquecimiento, carece de sanidad interior porque su fruto exterior lo delata.
Hay varios significantes en el Nuevo Testamento que se refieren a la vida interior
del ser humano. Creo que es necesario que los tengamos en cuenta en toda
reflexión seria sobre la sanidad interior. Nos vamos a referir a algunos de ellos.
1.- Comenzamos por el concepto de hombre interior (éso ánthropos), que Pablo
presenta en Romanos 7:22 y Efesios 3:16. En oposición al hombre exterior, (édso
ánthropos) que aparece en 2 Corintios 4:16.
En todo el capítulo 7 de la Epístola a los Romanos, el Apóstol se refiere a su lucha
interna. Nos ocuparía mucho espacio hacer la exégesis de ese capítulo, por lo tanto,
renuncio a esa tarea. Sólo voy a señalar que en su vida interior Pablo encuentra
cosas buenas y malas, como cualquiera de nosotros. Siente una tensión interna muy
grande, seguramente agravada por estímulos o tentaciones externas, que le llevan a
exclamar talaíporos égo ánthropos, que me gusta traducir: “Pobre de mi, que soy
un ser humano” (Romanos 7:24). El proceso de sanidad integral sigue progresando
en la vida de Pablo. Varios años después de haber escrito la Epístola a los
Romanos escribe: “No que la haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto (teleiós);
sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por
Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una
cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que
está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en
Cristo Jesús” (Filipenses 3:13-14). Si consideramos las epístolas pastorales como
paulinas, aunque hayan sido retocadas posteriormente por un discípulo;
encontramos la certeza del Apóstol de que al final de su vida, había alcanzado la
culminación de su proceso de sanidad interior.. Este es su testimonio: “Porque yo
ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida esta cercano. He peleado la
buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está
guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo....” (2 Timoteo
4:6-8). Llama la atención el hecho de que se refiere a una corona para ser colocada
sobre alguien que va a ser decapitado, porque él sabía que, como ciudadano
romano, no podía ser crucificado. ¿Podría alguien cortar la cabeza del Ser Interior
de Pablo?
Veamos ahora el segundo texto donde Pablo se refiere al hombre interior. Esta
porción de las Escrituras es muy clara, pero al mismo tiempo es muy profunda.
Está cargada de significados espirituales y teológicos. Es un texto que se refiere a
la plenitud del ser humano, como meta deseable, y a la plenitud de Dios, es un
texto trinitario. Por lo tanto, me voy a limitar a citarlo en su contexto: “....para que
os de, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el
hombre interior por su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros
corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente
capaces de comprender con todos los santos cual sea la anchura, la longitud, la
profundidad y la altura, y de conocer al amor de Cristo, que excede a todo
conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios” (Efesios 3:16-19).
Este texto me recuerda el misticismo del autor del Evangelio según San Juan
cuando dice: “Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia” (Juan
1.16). Es la imagen del creyente ante la plenitud de Dios, comparable con la del
sol, que está lleno de luz y de calor; en forma semejante participa el creyente de
la gracia de Dios para siempre. (Cháris antì cháritos).
En el último texto donde Pablo se refiere al hombre interior, lo hace por oposición
al hombre exterior, y dice: “....aunque este nuestro hombre exterior se va
desgastando, el interior no obstante se renueva de dia en dia.” (2 Corintios 4:16).
Aquí se pone de manifiesto el proceso de sanidad interior en la vida de Pablo, a la
cual me he referido antes. Todos necesitamos esa renovación interior de dia en dia.
Todo creyente conoce cuáles son los medios de los que dispone para lograr la
renovación interior cotidiana. Es necesario robustecer el alma, nutriéndola con
alimento sano. El orgullo, la vanidad, el egoísmo, la frivolidad, han sido siempre
los corruptores de las almas. Debemos tener una buena calidad de vida interior,
tan buena como la que logró Pablo. También se necesita mucha humildad para
reconocer que todavía no somos todo lo que debemos ser.
La espiritualidad no es sólo un esfuerzo humano, aunque debemos ser compañeros
de trabajo, sunergoí, de Dios, como nos sugiere Pablo en 1 Corintios 3:9. No
debemos perder de vista que sólo Cristo nos puede dar el crecimiento interior, que
sólo el Espíritu Santo puede darnos conciencia de pecado, según Juan 16:8, para
lograr dicho crecimiento. Tampoco debemos olvidar que, por el amor del Padre,
recibimos al Hijo y al Espíritu Santo, para bendecir nuestras vidas. En el dia de
hoy existen muchos Testigos de Jehová y algunos testigos del Espíritu Santo. Sin
embargo, Dios desea que todos seamos testigos de la Santísima Trinidad. Quien se
sienta ajeno al concepto trinitario no es fiel al Dios, que nos ha sido revelado por
Jesucristo.
En el contexto del mensaje de Pablo a los Corintios, en el tercer capítulo de su
primera epístola, versículos 1 al 9, me gusta traducir sunergoí, en el versículo
nueve, no como “compañeros de trabajo de Dios”, ni como “colaboradores de
Dios”, como traduce Reina Valera, yo preferiría traducir: “jardineros al servicio de
Dios”. Porque es Dios quien otorga el crecimiento y la sanidad, Nosotros
colaboramos con la obra divina como simples “jardineros de nuestras almas y de
los demas cristianos ”. Para Pablo, el proceso de sanidad integral también implica
una transformación de la mente, dicho proceso es para Pablo una metamorfosis,
utiliza el verbo metamorfóo, (Romanos 12:1-2) de donde viene nuestra palabra
metamorfosis. Se refiere a la transformación de la mente. Proceso largo y difícil,
pero no imposible de lograr. La ciencia se ocupa de este tema desde distintos
enfoques: Neurología, psiquiatría, psicología, psicoanálisis, y otras técnicas
psicoterapéuticas.
2.- El segundo significante que deseo considerar es kardía, corazón. ¿Dónde está
el alma? ¿En el corazón? No sabemos. Lo que sí sabemos es que en los tiempos
bíblicos no se conocían las funciones del corazón. El médico y teólogo español
Miguel Servet (1511-1553), quien murió en la hoguera, como hereje, bajo el
gobierno calvinista de Ginebra, fue el primero en informarnos sobre el asunto. Su
libro: La restauración del cristianismo, publicado poco antes de su muerte,
contiene la primera descripción rigurosa del sistema circulatorio pulmonar. Es
decir, que mediante la colaboración de los pulmones, el corazón, y el resto del
aparato circulatorio, el organismo se alimenta con el oxígeno, que la sangre lleva
en sus glóbulos rojos, y que necesitan nuestros músculos para funcionar. En
tiempos de Jesús era común referirse al corazón para significar el hombre interior.
Hay una gran cantidad de textos: “Los limpios de corazón verán a Dios” (Mateo
5:8). Jesús mismo se define como un hombre manso y humilde de corazón. Y
afirma que ”de la abundancia del corazón habla la boca” (Mateo 12:34). En
ocasiones se utiliza, este significante, para expresar la comunicación de la vida
interior con la exterior, por ejemplo, en los binomios: Corazón-boca y Corazónrostro
3.- El tercer significante que deseo presentar es splágchon, entrañas, intestino,
víscera. Este significante tiene sólo un significado negativo, el que aparece en
Hechos 1:18, donde se dice de Judas, que: “......se reventó por la mitad y todas sus
entrañas se derramaron”. En todos los restante textos del Nuevo Testamento tiene
un significado positivo. Este significante, y el verbo de donde procede
splagchnídsomai son de difícil traducción. Por lo general se traduce por: Ser
movido a la piedad o la compasión, dando por sentado que los sentimientos
residen en el vientre, y no en el corazón, como solemos pensar hoy. En Mateo
9:36; Mateo 14:14; etc., es a Jesús mismo, a quien se le mueven las entrañas, para
sentir compasión. En Lucas 10:33 al buen samaritano, y en Lucas 15:20 al padre
del hijo pródigo, quien simboliza a Dios, se le mueven las entrañas. En todos los
casos Reina Valera traduce: Tuvo misericordia, compasión o algo similar.
La Biblia de las Américas acompaña a Reina Valera en la traducción del verbo,
pero cuando aparece el sustantivo, en todos los casos, tiene una nota que dice:
“Literalmente: entrañas”. Esta Versión traduce Filipenses 1:8: “...con el entrañable
amor de Cristo Jesús”, pero tiene una nota que dice: “Literalmente: en las
entrañas”. La misma nota aparece en la traducción de Filipenses 2:1. Es utilizado
tres veces en la epístola a Filemón; primero en el versículo 7, después en el 12,
donde dice: “recíbelo como si fueran mis propias entrañas”, sin embargo, en el
versículo 20, en esta versión, se traduce corazón, donde el texto original dice
entrañas, aunque no falta la nota explicativa. Finalmente, en 1 Juan 3:17 se hace
referencia a las personas que cierran sus entrañas a los pobres. Aunque en el texto
aparece corazón, una nota explica que en la lengua original dice entrañas.
4.- Del verbo noéo, (percibir, observar, comprender), proceden tres significantes
que se refieren a la mente, al entendimiento, en fin, a la razón. Estos significantes
son: Noûs, diánoia y nóema. En cuanto a noûs, veamos un par de textos Uno
puede tener la mente depravada, como afirma Pablo, en Romanos 1:28 de la
sociedad romana; o puede tener una mente semejante a la de Jesucristo. El afirma
de sí mismo: “Mas nosotros tenemos la mente de Cristo”. 1 Corintios 2:16. Noûs,
mente, aparece 23 veces en el Nuevo Testamento según la Concordancia Griega. 1.
Cuando el Señor Resucitado aparece a sus discípulos, dice el evangelio según San
Lucas 24:45: “Les abrió la mente para que comprendieran las Escrituras”. En
Romanos 7:23 Pablo dice: “pero veo otra ley en los miembros de mi cuerpo que
hace guerra contra la ley de mi mente”. Y en 7:25: “Así que yo mismo, por un
lado, con la mente sirvo a la ley de Dios, pero por el otro, con la carne, a la ley del
pecado”. Muy conocido es el texto de Romanos 12:2 “Y no os adaptéis a este
mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente”. Noûs, mente,
aparece cuatro veces en 1 Corintios 14:14.15,19. El texto dice así: “Porque si yo
oro en lenguas, mi espíritu ora, pero mi mente queda sin fruto. Entonces ¿qué?
Oraré con el espíritu, pero también oraré con la mente; cantaré con el espíritu, pero
también cantaré con la mente.” .......”en la iglesia prefiero hablar cinco palabras
con mi mente, para instruir también a otros, antes que diez mil palabras en
lenguas”. Noûs aparece 24 veces en el Nuevo Testamento.
Diánoia, es el fortalecimiento de noûs con el prefijo diá. O sea, diá + noûs, o
noós. Este es el término que se utiliza para expresar una de las maneras en que el
ser humano debe amar a Dios. El texto es una traducción al griego de
Deuteronomio 6:5, que dice así: “Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón
(kardía), y con toda tu alma (psiqué), y con toda tu mente (diánoia)”. Las tres
palabras griegas, aparecen en Mateo 22:37, Marcos 12:30 y Lucas 10:27. Además
de estos tres textos, diánoia aparece en Efesios 2:3 y 4:18; Colosenses 1:21;
Hechos 8:10 y 10:16; 1 Pedro 1:13; 2 Pedro 3:1 y 1 Juan 5:20. Nóema, aparece
solo seis veces en el Nuevo Testamento. Cinco en 2 Corintios y la sexta en
Filipenses 4:7.
Mas adelante veremos otro significante que se refiere a la mente humana que tiene
poca incidencia en la Biblia, pero mucha en el mundo científico, me refiero a fren.
En el campo de la psicología encontramos términos tales como: oligofrenia,
Esquizofrenia, frenologia, etc. En el Nuevo Testamento encontraremos este
significante, sólo dos veces, en un sólo versículo: 1 Corintios 14:20.
5.- Por último, hay un significante que se refiere a la vida interior del ser humano
que me parece fundamental. Me refiere a psiqué, el cual ya hemos visto en el
mandamiento que nos enseña la forma en que debemos amar a Dios. También
significa mente, de él procede psiquismo, psicología, psicoanálisis,
psicopedagogía, etc. Pero, en el texto bíblico, no se utiliza en ese sentido. En casi
todos los textos del Nuevo Testamento se refiere, específicamente, al alma. Por
ejemplo, Romanos 2:9: “Habrá tribulación y angustia para toda alma humana que
hace lo malo....”. El propio Jesús afirma: “mi alma está muy afligida....” (Mateo
26:38).
He revisado cuidadosamente la versión Reina Valera comparándola con el texto en
su lengua original, y he descubierto que hay 45 versículos donde psiqué se traduce
por alma. Hay unos pocos textos donde es necesario traducir por vida. Véase como
ejemplo: Mateo 6:25, 10:39 y 16:25. Tendríamos serias complicaciones teológicas
si tradujéramos psiqué por alma en Mateo 16:25, pues la enseñanza de Jesús
quedaría así: “Porque el que quiera salvar su alma, la perderá; pero el que pierda su
alma por causa de mi, la hallará”. En unos pocos pasajes bíblicos psiqué es
traducido por persona.
Considero al espíritu humano, pneûma con minúscula, como sinónimo de alma.
Pablo dice. “El Espíritu (Santo) mismo da testimonio a nuestro espíritu (humano)
de que somos hijos de Dios”. (Romanos 8-16). En general alma y espíritu se
utilizan indistintamente en el Nuevo Testamento. Pero nos encontramos con dos
textos oscuros. El primero es 1 Tesalonicenses 5:23 donde se dice: “y que todo
vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible....”. El otro texto
es más complicado todavía, me refiero a Hebreos 4:12 que dice: “Porque la
palabra de Dios penetra....hasta la división del alma y del espíritu”. Y las palabras
griegas son psiqué y pneûma. Yo no entiendo cómo se puede separar el alma del
espíritu. ¿No se trata de sinónimos? Dejo el interrogante para preocupación del
lector.
¿Cuál es la residencia del alma? René Descartes afirmó que ésta reside en la
glándula pineal. Dice así el filósofo francés: “El hombre es un compuesto de alma
y cuerpo , en nexo recíproco, cuyo centro de acción es la glándula pineal, en el
cerebro; pero hay una diferencia de esencia entre espíritu y cuerpo. El cuerpo es
divisible, el espíritu es indivisible”. 2. La glándula citada se encuentra en la parte
superior del cerebro medio. Se sabe que tiene el tamaño de un garbanzo, que la
descubrió el fisiólogo francés Philippe Pinel, de ahí viene el nombre. También
sabemos que, en los seres humanos, la glándula alcanza su madurez hacia los siete
años. Ésta segrega la hormona denominada melatonina, que fue descubierta en
1958. Se sabe que segrega la hormona durante la noche, para regular el sueño, e
interrumpe la secreción durante el dia. En un congreso de musicoterapia escuché a
un orador afirmar que la glándula pineal se dilata, en el ser humano, cuando
escucha determinado tipo de música. Yo no sé si esto es cierto. Pero todavía hay
mucho que investigar sobre esta glándula de secreción interna o endocrina. La
Biblia nos dice que el cuerpo es el templo del Espíritu Santo, pero ¿dónde está el
alma? ¿dónde el Espíritu Santo? Esta es una cuestión que, todavía, pertenece al
mundo de la fe; aun no pertenece al mundo de la ciencia o de la razón. Debemos
recordar las palabras de nuestro Señor a Tomas: “Porque me has visto, Tomás,
creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron” (San Juan 20:29).
Con diferentes significantes, tomados de la cultura de su tiempo, la Biblia nos
muestra la realidad que constatamos cotidianamente; que en cada uno de nosotros
existe una vida interior. Es el deber de cada ser humano, y especialmente de los
cristianos, cuidar y desarrollar esa vida interior conduciéndola a la salud, que es
también el camino de la salvación.
Evangelio y Cultura
La concepción bíblica de la vida interior del ser humano se inscribe dentro del
marco de la cultura de su época. La vida interior del ser humano sigue siendo
objeto del estudio científico, sin que se haya logrado, todavía, descifrar todos sus
misterios. Según el Dr. J. B. Rhine: “Es paradojal pero verdadero, que hoy
conocemos al átomo mejor que a la mente que conoce al átomo. Si pudiéramos
llegar a obtener con respecto a la mente tan sólo la mitad de la comprensión que la
física ha logrado sobre los elementos de la materia, estaríamos probablemente en
condiciones de revelar y utilizar principios directivos de tremenda significación
para la vida humana y la sociedad”. Ciertamente, aún hoy, no se sabe plenamente
como la mente se relaciona con el cerebro. Aunque se está avanzando mucho
últimamente. Fue en la segunda mitad del siglo 20 que los científicos descubrieron
la existencia de las endorfinas en el cerebro. Su existencia puede explicar por qué
los antiguos estoicos podían soportar el dolor. Quizás porque, de alguna manera,
inconscientemente, producían este anestésico natural. El Manual de Psiquiatría,
editado por Silvano Arieti, dice: “La lista de neurotransmisores o
neuromoduladores ha crecido enormemente en los últimos años. Aún, pocos de
estos mensajeros cerebrales, descubiertos recientemente, han afectado tan
rápidamente las ciencias de la conducta y la psiquiatría biológica, como lo han
hecho las endorfinas”.
La Biblia no es un libro científico. Es la expresión de fe del pueblo de Dios. La
Biblia contiene, además, la revelación divina. Por eso, el evangelio nos viene
envuelto en la cultura de su época, y es lógico que así sea. En el mundo antiguo se
procuraba lograr el equilibrio, la moderación en la conducta humana. Ese sería el
equivalente a lo que hoy llamamos sanidad integral. Al faltar las herramientas
científicas, el hombre de la antigüedad intentaba expresar con claridad lo
incomprensible, por medio de mitos.
Platón trató de explicar la tensión interna que existe en todo ser humano mediante
el Mito de la Carroza. Un mito no significa que lo que se afirme, a través de él, sea
falso, todo lo contrario. El mito es una aprehensión intuitiva de la realidad, cuando
ésta no se puede alcanzar de otra manera. El mito siempre da cuenta de un origen.
Veamos un par de ejemplos; no es necesario sostener que dos personajes del
mundo griego, precristiano, Narciso y Edipo, hayan sido personas que realmente
existieron. Sin embargo, dos mitos los presentan como tales, para explicar dos
fenómenos de la conducta humana que son universalmente reconocidos: El
narcisismo y el complejo de Edipo. Éstos fenómenos han existido desde siempre.
Según el Mito de la Carroza, el ser humano es semejante a una carroza tirada por
dos caballos; uno es feo y malo y pretende arrastrar la carroza hacia el camino de
su elección. El otro es bello y bueno, y pretende llevar la carroza por otro camino.
El auriga, que tiene las riendas en sus manos, trata de conducir la carroza por el
centro del camino. El mensaje del mito también se expresa de otra manera. Afirma
Platón que el alma humana se expresa de tres maneras diferentes, como logistikón,
que reside en la cabeza, como thumós, que se encuentra en el tórax, y como
epithimía, que reside en el bajo vientre, donde están las funciones alimenticias y de
la reproducción. El thumós tiene la misma misión que el auriga del mito, deberá
mantener el equilibrio entre dos fuerzas contradictorias entre sí.
Es en este contexto cultural que se escribe el Nuevo Testamento, justo en idioma
griego. Sin embargo, el esquema bíblico no coincide con la división tripartita del
alma según Platón, aunque es comparable. Me parece que el concepto paulino de
hombre interior resume todos los otros conceptos que he examinado en este
capítulo. Los conceptos de corazón y entrañas se refieren a los afectos, los
sentimientos. En fin, lo psicológico. Las entrañas, en la revelación bíblica, no
coinciden con la epithimía griega, que suele ser traducida por concupiscencia. Por
el contrario, excepto en el caso del suicidio de Judas, las entrañas son expresión de
un llamado a la misericordia y la solidaridad, como ya hemos visto. La mente,
expresada en el Nuevo Testamento por noûs y diánoia, podría coincidir con el
logistikón, la lógica, lo racional, el entendimiento, en fin, la razón. El alma no
coincide con el thumós griego, que más bien se refiere a la fuerza de la voluntad.
El alma, (psiqué) y el espíritu humano (pneûma) se refieren al soplo de vida dado
por Dios, que, según el testimonio del Nuevo Testamento no puede ser destruido
por la muerte. Como dice Jesús: “Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no
pueden matar el alma....” (Mateo 10:28). Los significantes bíblicos que hemos
examinado van a servirnos de base para el resto del Seminario.
Cómo conocerse a sí mismo, y alcanzar la salud integral por el camino de la fe
En casi todas las iglesias cristianas se suele orar por los enfermos en los cultos
dominicales. En la mía se hace, en una parte de la liturgia que llamamos vida
comunitaria, la cual se divide en dos partes. En la primera, se da gracias a Dios
por las bendiciones recibidas, y muchas veces se agradece a Dios por la
restauración de la salud de algún hermano. En la segunda, los hermanos
congregados mencionan los nombres de las personas enfermas tanto del cuerpo,
como de la mente, o del alma, por los cuales desean interceder. Eso sucede todos
los domingos.
Es lógico que cualquier cristiano considere a la fe como un medio capaz de sanar
tanto la vida interior, en sus dos manifestaciones: La espiritual y la emocional,
como la vida exterior, el cuerpo. Tal valoración de la fe podría ser considerada
como una expresión de la subjetividad del creyente. Es más convincente el hecho
de que la misma afirmación sea hecha por profesionales, a partir del análisis
objetivo de casos particulares. Recibí un despacho de la Agencia Latinoamericana
y Caribeña de Comunicación (ALC), de fecha 4 de Junio de 1998, con el siguiente
título: Brasil: Fe y curación. No voy a reproducir los cuatro casos de curaciones
que aparecen. Me limitaré a reproducir algunos párrafos con reflexiones generales.
“Brasil: Confirmación de que la fe sana. Joinville Jun 4 (alc). La publicación de
diversos casos producidos en Brasil e investigaciones realizadas en Estados
Unidos, Canadá y Japón, confirmaron la antigua convicción, resaltada por Jesús, de
que la fe en capaz de curar”. Bajo el título en primera plana de “La fe que Cura” la
revista de circulación nacional IstoE publica varios casos de personas muy
conocidas en Brasil que recobraron la salud gracias a la fe. “El que tiene fe,
religiosa o no, busca una elevación espiritual que acaba por encontrar caminos que
pueden conducirlo a la curación, explicó la psico-oncóloga Ivonette García, de Sâo
Paulo, al semanario”. “Date Matthews, del Instituto Nacional de Investigaciones
para la Salud de Rockeville, Estados Unidos, estudió 325 casos sobre la relación
entre fe y curación. En el 75 por ciento de esos casos encontró una relación
positiva y por esa razón acostumbra a orar con sus pacientes en el consultorio”. “El
psiquiatra Thomas Oxman, de la Facultad de Medicina de Darmouth, Estados
Unidos, investigó a un grupo de 232 pacientes que se iban a someter a cirugía de
corazón y comprobó que la tasa de mortalidad fue tres veces mayor entre los
incrédulos”. Otra investigación demostró que los que creen en la vida después de la
muerte sufren menos ansiedad. “La fe es un ansiolítico natural”, afirma Franklin
Antonio Ribeiro, director de la sección paulista de la Asociación Brasileña de
Medicina Psicosomática”. “Convencidos de que hay una relación entre la fe y la
curación, los científicos tratan ahora de descubrir cómo es que el creer actúa sobre
el organismo o afecta al tratamiento médico. En un mundo en que todo se
racionaliza, tratan de encontrar una explicación. Incluso para las curaciones que
realizó Jesús”.
La oligopistía: Una enfermedad del alma
En este Seminario no nos ocupamos de la sanidad del cuerpo, sino de la salud del
alma y de la mente. Sin embargo, lo escrito precedentemente, acerca de la sanidad
del cuerpo por medio de la fe, fortalece nuestra fe y nuestra esperanza de alcanzar
nuestra sanidad integral por el mismo camino.
La oligofrenia es el trastorno del psiquismo que padecen las personas con
deficiencia mental. Etimológicamente significa: “poca mente”, (olígos + fren). La
oligopistía, que significa “poca fe” (olígos + pístis), no aparece en ningún
diccionario psicológico, psicoanalítico o psiquiátrico. Tampoco en diccionarios de
teología. Sin embargo, aparece en la Biblia, aunque sólo una vez, en San Mateo
17:20. Así como la persona oligofrénica es retrasada mental; la oligopística es
retrasada espiritual. Si bien oligopistía aparece una sola vez, oligopistós, el
adjetivo que califica a la persona cuya fe es pequeña o débil, aparece cinco veces
en el Nuevo Testamento.
Algo para destacar es que este significante aparece sólo en labios de Jesús. Él usó
ese término en el sermón de la montaña, Mateo 6:30, y en el pasaje paralelo de
Lucas 12:28. Lo repite cuando Pedro es incapaz de andar sobre las aguas,
habiéndoselo ordenado El; (Mateo 14:31) cuando los discípulos están aterrados por
la fuerza de las olas (Mateo 8:26); y cuando están preocupados porque les faltaba
el pan (Mateo 16:8).
La fe es una expresión del alma, no depende de la razón, por eso se la suele llamar
irracional. De ella depende, en gran manera la sanidad o la insanidad de un ser
humano, en sus dos manifestaciones: Lo espiritual y lo emocional. Si deseamos
evaluar a una persona sobre su vida interior, será imposible hacerlo si ésta no
habla; o escribe lo que piensa y siente. Por eso, vamos a trabajar sobre el
testimonio escrito hace muchos siglos, y por estar escrito, lo podemos evaluar hoy.
El primer autoanálisis cristiano: Las Confesiones de San Agustín
Repito, la fe es la expresión del alma. Sólo que a veces, ésta no se deposita en
Dios, sino en sustitutos. Los hombres no se dividen en creyentes y ateos; sino en
creyentes e idólatras; porque quien no cree en Dios cree en sus propias ideologías.
Agustín de Hipona fue un hombre que buscó la verdad y el sentido de la vida. Se
esforzó mucho recorriendo diferentes caminos. Su alma no tuvo descanso, hasta
que encontró su descanso en Dios. En sus Confesiones, una obra escrita hace más
de mil quinientos años, podemos encontrar una adecuada inspiración para nuestra
reflexión sobre nuestras propias vidas, y la posibilidad de autoanalizarnos para
lograr la sanidad que necesitamos. Durante varios milenios la oración a sido el
medio eficaz que han utilizado los creyentes, no sólo para acercarse a Dios, sino
también para enriquecer su vida espiritual, y sanarla de toda dificultad. Ese es el
caso de San Agustín. Vamos a reproducir una oración que aparece al final de sus
Confesiones, que si cada uno de los que lean este capítulo, lo hace identificándose
con los sentimientos que expresa, seguramente encontrarán ayuda para su
crecimiento personal en Cristo.
“¡Oh Verdad, luz de mi corazón! Que no me hablen ya más esas tinieblas mías a
las cuales resbalé y en las cuales me oscurecí, pero amándote aun entonces desde la
oscuridad. Anduve errado, pero conservé tu recuerdo. Oí tu voz que a mi espalda
me llamaba para que regresara a ti, mas apenas me dejó oírla el tumulto de mis
pecados. Y mira cómo ahora vuelvo a ti enardecido y anheloso de beber en tu
fuente. Porque mi vida no soy yo mismo. Si viví mal y fui mi propia muerte, ahora
revivo en ti. Háblame tú, amonéstame tú. En tus sagrados libros con sus arcanos
profundos deposito mi fe”.
Las Confesiones de San Agustín es el primer libro en el cual un cristiano intenta
hacerse un autoanálisis. La obra está dividida en trece libros y consta de 676
páginas. Los trece libros están presentados como oraciones dirigidas a Dios. Los
primeros nueve son realmente confesiones. En ellos el autor narra su vida desde su
tierna infancia hasta la muerte de su madre. Es en estos nueve libros donde mejor
podemos ver el alma de San Agustín, a través de su autoanálisis. Habla de si
mismo con una sinceridad asombrosa. No puede hacerlo de otra manera, porque se
está dirigiendo a Dios. Generalmente eso es lo que hacemos cuando oramos, pero
no es fácil ponerlo, por escrito, para que lo lean los demás. En los libros diez y
once reflexiona sobre la posibilidad de acercarse a Dios a través de la memoria, y
reflexionando acerca del tiempo. Los dos libros finales están dedicados a
reflexiones sobre el libro del Génesis.
Vamos a colocarnos en el momento histórico en que San Agustín escribe y expresa
su fe. Nació el 13 de noviembre del año 354, en Tagaste, que hoy se llama SoukAhras, ciudad de la antigua Numidia, la actual Argelia, en el norte de Africa. Su
madre, Mónica, era cristiana y su padre pagano. Formó pareja con una mujer
cartaginesa cuyo nombre se desconoce. De esta unión, en el año 372 nació
Adeodatus, nombre que en latín significa regalo de Dios. Este fue su único hijo,
San Agustín fue un padre soltero. En el año 373, Agustín se unió a la secta de los
maniqueos, filosofía dualista muy extendida, fundada por Mani, quien nació al sur
de Babilonia (actual Irak). Mani fue hasta la India, donde recibió la influencia del
budismo. Bajo la protección del rey persa Shapur, quien reinó entre los años 241 y
272, predicó en todo el imperio y hasta envió misioneros al imperio romano.
Agustín permaneció en esta secta hasta el año 382.
En el año 383 se trasladó de Cartago a Roma, pero un año más tarde fue enviado a
Milán, como catedrático de retórica, lo que hoy llamaríamos Letras. Allí se movió
dentro de la órbita del neoplatonismo, y también cultivo la amistad de Ambrosio, el
obispo de la ciudad. Este era el eclesiástico más distinguido de Italia en aquel
momento. Agustín solía asistir a la iglesia para escuchar sus sermones. Bajo la
influencia de Ambrosio, volvió a interesarse por el cristianismo. Un dia, según su
propio relato, creyó escuchar la voz de un niño que repetía: “Toma y lee”. El
interpretó esta voz como una exhortación divina a leer las Sagradas Escrituras.
Entonces leyó el primer pasaje que le apareció al azar, que dice lo siguiente:
“Andemos como de dia, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no es
lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y
no proveáis para los deseos de la carne”. (Romanos 13:13-14, en la Versión Reina
Valera). En ese momento decidió seguir a Cristo, se convirtió.
Otro factor importante, para que Agustín abrazara la fe cristiana, fue la conversión
al cristianismo de Victorino, un famoso retórico, y filósofo neoplatónico. Como
consecuencia de su conversión, en septiembre de 386 renunció a su cátedra, y se
retiró a Casasiaco, con su madre, su hijo, y algunos amigos para reflexionar sobre
la filosofía y la religión. El dia de Pascua del año siguiente recibió el bautismo de
manos de Ambrosio, obispo de Milán, junto con su hijo, y Alipio, su mejor amigo.
En el otoño del mismo año falleció su madre. En sus confesiones encontramos el
relato de los últimos días que estuvo con ella. Es uno de los pasajes más bellos y
conmovedores de esta obra. En agosto de 388 regresó definitivamente a su Africa
natal. En Tagaste vivió una vida de pobreza, oración y estudio, en su propia casa.
Fue aceptado como candidato al ministerio cristiano, y ordenado en el año 391.
Cinco años después, en el año 396 fue consagrado obispo de Hipona, allí ejerció su
ministerio episcopal hasta que le sorprendió la muerte. “Murió a los 76 años de
edad, el 28 de agosto de 430, cuando los vándalos asediaban a Hipona”.
De San Agustín, dice la Enciclopedia Barsa: “Sus obras teológicas orientaron por
muchos siglos a todo el pensamiento occidental. Cuantos lo han leído le asignan un
sitio especial en la historia de la humanidad y lo colocan en primera fila entre los
doctores y padres de la Iglesia”. Sin duda, la obra que ocupa nuestra atención, será
de gran ayuda espiritual a todos los que dediquemos suficiente tiempo, y atención a
sus experiencias personales. Debo aclarar que las Confesiones no fueron realizadas
a un sacerdote, sino directamente a Dios. Esta realidad pone de manifiesto las
costumbres de la Iglesia de esa época.
El Autoanálisis de Agustín
Lorenzo Riber, de la Real Academia Española, es el traductor de una de las
ediciones de las Confesiones de San Agustín, quien añade algunas notas
personales. Además escribió un prólogo, de 102 páginas, donde define en forma
singular lo que yo deseo expresar con el término autoanálisis. Dice Riber: “Sus
confesiones son la odisea por este amargo mar interior de un corazón sin fin y sin
suelo; maravilla de profunda introspección; oceanografía insondable, medición
estupenda del abismo desde cuyas profundidades el alma eleva a Dios la voz de sus
clamores temblorosos.”. Recomiendo la lectura de este prólogo, aunque advierto
que voy a seguir, todo el tiempo, el texto de la Editorial San Pablo. Todas las citas
que haré de ahora en adelante, se referirán a esa traducción que carece de prólogo,
pero que tiene una breve introducción, de sólo seis páginas. En ésta encontramos
un concepto similar al de Riber, el editor define la obra de Agustín como: “...un
monumento a la conciencia cristiana, monumento a la introspección y del
conocimiento del hombre”. Mas adelante dice: “No se puede evitar maravillarse
por el profundo autoanálisis agustiniano. Es un hombre capaz de descubrir las
mínimas tendencias de su corazón, sean buenas o malas”.
Teniendo en cuenta las afirmaciones coincidentes, de dos introducciones a este
monumento a las letras latinas, nos proponemos hacer un breve análisis de los
aspectos más sobresalientes de las Confesiones en lo que se refiere: 1.- Al
conocimiento que Agustín logró acerca de sí mismo, por medio de la
introspección. 2.- Su experiencia personal con Dios. En el entretejido de estos dos
factores podemos constatar el crecimiento de su vida espiritual. Especialmente
nos detendremos en aquellos aspectos que sigan teniendo vigencia y autoridad hoy,
para que sirvan de ayuda eficaz al creyente de estos tiempos posmodernos en que
nos ha tocado vivir.
La experiencia personal de Agustín va más allá de la individualidad del Obispo de
Hipona, en el siglo V. Su introspección puede convertirse en experiencia viva para
todos los seres humanos que deseen encontrar a Dios por diversos caminos.
Agustín parecería sugerirnos que lo encontremos dentro de nosotros mismos. Si
bien se trata de un libro del siglo 5, esta obra es un desafío, también, para el ser
humano del siglo 21.
Un monumento a la Introspección
Al acercarnos al texto de las Confesiones no podemos dejar de reconocer que se
trata de un monumento a la mirada hacia adentro de un ser humano. Un
monumento que se presenta ante cada uno de los cristianos como un desafío a
hacer nuestro propio autoanálisis. Comienza su introspección reflexionando sobre
su infancia. Se interroga acerca de lo que ocurrió con su infancia cuando llega a ser
niño. Reconoce que el niño que fue, de alguna manera, sigue estando dentro de él.
No se conforma, como suele hacer el ser humano común y corriente, en pensar en
su aquí y su ahora; está seguro que dentro de él están acumuladas experiencias que
han de determinar su conducta futura. Nos dice: “De la infancia pasé, pues, a la
niñez; o por mejor decir, la niñez vino a mi sucediendo a la infancia. Y sin
embargo la infancia no desapareció. ¿A dónde se habrá ido? Pero yo no era ya un
infante incapaz de hablar, sino un niño que hablaba. Esto lo recuerdo bien, así
como advertí más tarde el modo como había aprendido a hablar”.
Su autoanálisis le lleva a reconocer que era creyente, aún en aquellos momentos en
que su mente estaba confundida y su vida estaba muy lejos del ideal cristiano. Era
creyente, pero le faltaba la sanidad espiritual. Esta experiencia tiene una validez
para todos los tiempos, porque a muchos cristianos le ocurre exactamente lo
mismo. Sólo que no se dan cuenta, o no quieren tomar conciencia de esa realidad,
y se conforman con un cristianismo nominal. Cada creyente debería, como
Agustín, mirar dentro de sí mismo para analizar su fe, su vida, su conducta, para
darse cuenta si toda su persona es coherente con el evangelio que ha creído; o si
necesita crecer espiritualmente, hasta los niveles que necesita y que Dios desea.
Nos dice San Agustín: “Todavía siendo niño había oído hablar de la Vida Eterna
que nos tienes prometida por tu Hijo nuestro Señor.........yo era ya un creyente. Y
lo eran también mi madre y todos los de la casa, con la excepción de mi padre,
quien a pesar de que no creía tampoco estorbaba los esfuerzos de mi piadosa madre
para afirmarme en la fe en Cristo. Porque ella quería que no él sino tú fueras mi
Padre, y tú la ayudabas a sobreponerse.....” Como San Agustín conocía la actitud
de muchas personas de conformarse con poco en su relación con Dios, tanto en los
conocimientos bíblicos y teológicos, como en la experiencia personal de comunión
con el Eterno, le pide ser presionado por Él, para que lo busque: “Haz pues,
Señor, que yo te busque y te invoque; y que te invoque creyendo en ti, pues ya he
escuchado tu predicación. Te invoca mi fe. Esa fe que tu me has dado.....”
Ciertamente, una cosa es escuchar la predicación del evangelio, y otra encontrarse
con Dios.
Agustín reconoce la influencia de sus padres
Relata con toda sinceridad su apego a la vida erótica que busca sólo el placer, y
que desconoce el amor. Esta filosofía de vida parece ser la consecuencia de la
identificación con su padre, quien lo alienta en esa manera de proceder. El
establece una clara diferencia entre las influencias que recibía de su padre pagano y
de la piadosa madre cristiana. Acerca del padre dice: “En el año decimosexto de mi
vida, forzado por las necesidades familiares a abandonar la escuela, viví con mis
padres, y se formó en mi cabeza un matorral de concupiscencias que nadie podía
arrancar. Sucedió pues que aquel hombre que fue mi padre me vio un dia en los
baños, ya púber y en inquieta adolescencia. Muy orondo fue a contárselo a mi
madre, feliz como si ya tuviera nietos de mí; embriagado con su vino invisible, el
de su propia voluntad perversa e inclinada a lo más bajo; la embriaguez
presuntuosa de un mundo olvidado de su Creador y todo vuelto hacia las
criaturas”. La madre, por el contrario, fue un instrumento de Dios para ayudar a su
hijo a encausarse en la vida cristiana. Como ya he señalado, todas las confesiones
son dirigidas a Dios, en forma de oración. El siguiente párrafo reconoce ante Dios
cómo su madre lo ha ayudado. Estas son sus palabras: “¿Me atreveré a decir que tú
permanecías callado mientras yo más y más me alejaba de ti? ¿Podré decir que no
me hablabas? Pero, ¿de quién sino tuyas eran aquellas palabras que con voz de mi
madre, fiel sierva tuya, me cantabas al oído? Ninguna de ellas, sin embargo, me
llegó al corazón para ponerlas en práctica. Ella no quería que yo cometiera
fornicación, y recuerdo cómo me amonestó en secreto con gran vehemencia,
insistiendo sobre todo en que no debía yo tocar la mujer ajena. Pero sus consejos
me parecían debilidades de mujer que no podía yo tomar sin avergonzarme”. Las
influencias contradictorias del padre y de la madre dejaron una huella muy
profunda en este hombre que nació en el siglo IV y que ejerció un hermoso
ministerio cristiano. A partir de la toma de conciencia de su condición de pecador,
de los fundamentos de la piedad de su madre, y de la imposibilidad de encontrar
alimento para su alma en las ofertas de los maniqueos, finalmente llega Agustín al
encuentro con Dios que él mismo había deseado y pedido.
Agustín reconoce el valor de la oración intercesora de su madre como medio para
su conversión. Dice: “....tu sierva fiel lloró por mí más de lo que suelen todas las
madres llorar los funerales corpóreos de sus hijos. Ella lloraba por mi muerte
espiritual con la fe que tú le habías dado, y tu escuchaste su clamor. La oíste
cuando ella con sus lágrimas regaba la tierra ante tus ojos; ella oraba por mi en
todas partes, y tu oíste su plegaria”.
La Conciencia de Pecado.
Al final del primer libro, y sobre todo en los libros segundo y tercero, Agustín
reconoce su condición de pecador, de ser incompleto. En el primer libro se refiere
a hurtos de comida, movido por su gula, y al logro de victorias fraudulentas.
“Cometí muchos hurtos en la mesa y la despensa de mis padres, en parte movido
por la gula, y en parte también para tener algo que dar a otros muchachos que me
vendían su juego, trueque en el cual ellos y yo encontrábamos gusto. Pero también
en esos juegos me vencía la vanidad de sobresalir, y me las arreglaba para
conseguir victorias fraudulentas”.
En el tercer libro vuelve sobre su pasado, y afirma que vino a la ciudad de Cartago
para caer en una caldera hirviente de amores pecaminosos. “Aun no amaba yo,
pero quería ser amado; y con una secreta indigencia me odiaba a mí mismo por
menos indigente. Ardía en deseos de amar y buscaba un objeto para mi amor.
Quería ser amado, pero odiaba la seguridad de un camino sin trampas ni celadas”.
No obstante, en el libro cuatro confiesa haberse encontrado con el amor. Fue una
experiencia única, de la cual le quedó algo muy importante, un hijo. Reconoce que,
por primera vez le fue fiel a una mujer, aunque no llegó a casarse con ella.
Confiesa: “..... no tenía otra fuera de ella, y le guardaba la fidelidad del lecho. Con
ella pude experimentar la distancia que media entre un sano contrato que se cierra
con miras a la generación y un mero pacto de amor libidinoso en que la prole se
produce sin ser deseada aunque más tarde se haga amar”.
Agustín dedica algunas reflexiones en los dos últimos capítulos de sus
Confesiones, al relato bíblico de la Creación. Justamente en este libro encontramos
la naturaleza dialéctica del ser humano; por un lado está su naturaleza esencial, de
Imagen de Dios, (Imago Dei), y por el otro la de un ser caído en el pecado.
Expresa Agustín como existía en él, desde muy joven la tendencia a hacer el mal
por el placer de hacerlo. Confiesa que, con algunos amigos robó en un peral cuyos
frutos no le eran apetecibles. A medianoche sacudieron el peral, no porque
necesitaran las peras para comer, sino por el placer de hacer aquello que está
prohibido. Estas son sus propias palabras tomadas de su libro número dos: “...no
para comer las peras nosotros, aunque algunas probamos, sino para echárselas a los
puercos. Lo importante era hacer lo que nos estaba prohibido”. Mas adelante, en el
capítulo seis del libro 2, reconoce que él tenía en su casa frutos mejores que los que
había robado. Esta es su confesión: “...mi banquete consistió meramente en mi
fechoría, pues me gozaba en la maldad. Porque si algo de aquellas peras entró en
mi boca, su condimento no fue otro que el sabor del delito”. Terminando el
segundo libro, en el capítulo nueve ofrece más detalles de su maldad. Confiesa que
además de hacer el mal por el placer de hacerlo, tenía, además otro placer, el de
iniciar a otros en el delito. “.....no me interesaba la cosa robada sino el hurto
mismo, y no habría de cierto hallado gusto en ello sin una compañía”.
Su primer acercamiento fallido a la Palabra de Dios
Insatisfecho con el tipo de vida que había elegido, decidió comenzar a leer la
Biblia, aparentemente, por pura casualidad. Ya estamos en el tercer libro de las
Confesiones. Estas son sus palabras: “Por todo esto me decidí a leer las Sagradas
Escrituras, para ver como eran. Y me encontré con algo desconocido para los
soberbios y no comprensible a los niños: era una verdad que caminaba al principio
con modestos pasos, pero que avanzaba levantándose siempre más, alcanzando
alturas sublimes, toda ella velada de misterios”. Reconoció que en ese momento
de su vida no estaba preparado para doblar la cerviz ante la Palabra de Dios. Su
vanidad y su autosuficiencia le impedía aceptar la revelación divina. El lo confiesa
así: “Era aquella una verdad que debía crecer con el crecer de los niños, pero yo
me negaba resueltamente a ser niño. Hinchado de vanidad, me sentía muy grande”.
Su Verdadero Acercamiento a la Palabra de Dios
En un nuevo intento por acercarse a Dios, Agustín cae bajo la influencia de la secta
maniquea. El maniqueísmo apareció en la Iglesia de Armenia, se extendió a la
Iglesia Oriental, y después a la Occidental. Un siglo después de la muerte de
Manes, su fundador, ocurrida en el año 276, el maniqueísmo se extendía desde el
Turquestán hasta Cartago. Se suele llamar maniqueísmo a todas las expresiones del
dualismo con relación a la divinidad. La herejía cristiana del dualismo fue
defendida, entre otros, por los paulicianos, bogomiles, patarinos y cátaros. Como
dice Steven Runciman, en su libro: Los maniqueos en la edad media : “Finalmente
el dualismo moriría ante los sables turcos y las hogueras de los dominicos, pero
sobre todo ante sus limitaciones para ofrecerle al hombre una esperanza de
salvación”. Lamentablemente, en mi opinión, el maniqueísmo ha resucitado en
nuestro tiempo. Hay pastores que se refieren más a Satanás que a Jesucristo.
Parecería que, para ellos, en la vida cotidiana, Satanás tiene más poder que el
Señor.
El maniqueismo original tenía como doctrina fundamental la interpretación
dualista del universo, expresada en una constante lucha entre el bien y el mal.
Según la concepción dualista el bien, representado por la luz, está gobernado por
Dios. Las tinieblas por Satanás. Según sus doctrinas, en un principio la luz y las
tinieblas estaban totalmente separadas, pero surgió una catástrofe cuando las
tinieblas invadieron a la luz. Las dos se mezclaron y comenzó una lucha perpetua
entre ellas. La humanidad es un producto de esa lucha. Por ser material, el cuerpo
humano es perverso; por el contrario el alma es espiritual, es un fragmento de la
luz divina. Sin embargo, sufre en el mundo por encontrarse dentro del cuerpo y
debe ser liberada de su cautiverio. Según el neo-maniqueísmo actual, los creyentes
se encuentran frente a un dios bueno y otro malo. Este dios malo puede actuar
como si Dios no tuviera poder alguno. Por eso, creen que Satanás puede someter a
los creyentes. Entonces se cae en un relativismo moral, nadie asume
responsabilidad alguna, toda la culpa le corresponde al diablo.
Ya en su tercer libro, Agustín, define su experiencia con los maniqueos en la
siguiente forma: “Entonces fui a caer entre hombres de una soberbia delirante, muy
carnales y excesivamente locuaces en cuya boca se mezclaban en diabólico
mejunje las voces de tu nombre, del de tu Hijo Jesucristo y la del Espíritu Santo”.
Mas adelante afirma: “Decían cosas aberrantes no tan sólo de ti que eres la verdad,
sino también de los elementos de este mundo que tú creaste”. En el libro número
cinco nos cuenta que cuando tenía 29 años, encontró en Cartago a un obispo de los
maniqueos llamado Fausto de quien afirma era: “una verdadera trampa del diablo,
y a muchos enredaba con el atractivo de su suave elocuencia.......Lo que me
interesaba no era el hermoso platillo de las palabras, sino lo que pudiera haber de
sustanciosa ciencia en la doctrina que el dicho Fausto proponía. Mucho lo había
levantado la fama ante mis ojos”. En el mismo quinto libro afirma que durante
nueve años escuchó a los maniqueos y esperaba la llegada de Fausto porque los
otros líderes de ese movimiento no eran capaces de responder sus interrogantes.
Todos decían que cuando llegara Fausto, él me daría todas las respuestas. El
encuentro con Fausto fue para Agustín una desilusión: “Cuando Fausto por fin
llegó me encontré con un hombre muy agradable y de fácil palabra; pero decía lo
que todos los demás, sólo con mayor elegancia”. Mas adelante, en el mismo libro
quinto, se refiere a la desesperación que experimentó al comprobar que Fausto no
podía ayudarlo en su necesidad espiritual, afirma: “Cuando aquel hombre a quien
había yo tenido por excelente conocedor de las artes liberales se me apareció en
toda su impericia comencé a desesperar de que pudiera él aclarar mis problemas y
resolver mis dudas”.
El Autoanálisis lo Conduce a Encontrarse con Dios, a su Conversión
En el prólogo al sexto libro el editor dice: “Los libros sexto, séptimo y octavo
describen con maestría las luchas interiores de Agustín para marchar en la fe;
abandonar una concepción “física” y materialista de Dios y llegar a la aceptación
del único Dios del universo y Padre de nuestro Señor Jesucristo, le significó
alrededor de dos años de estudios, diálogos y reflexión”. Luego, una conversión
auténtica y fructífera, como la de Agustín suele ser el resultado de un proceso.
Aunque debemos reconocer que cada experiencia personal con Jesucristo es única
e irrepetible, y que las hay puntuales y lineales. Aquí nos ocupamos de la
experiencia singular de un hombre de Dios quien, después de más de mil
quinientos años, sigue convocando a los cristianos a la reflexión sobre la fe, y al
encuentro personal con Jesucristo. En el mismo prólogo que acabo de citar
encontramos las siguientes palabras: “El debate de Agustín en su camino hacia la
fe es a la vez intelectual y moral. Debe cambiar no sólo su modo de pensar, sino
también su modo de vivir. Ve y no ve; quiere y no quiere. Su ‘lucha con Dios’
puede ser paradigmática para quienes viven una experiencia similar”. Las palabras
finales del prólogo son un desafío para cada persona que lea estas líneas.
¿Es posible hacerse un autoanálisis hoy, semejante al que se hizo Agustín,
ayer?
Decidí poner a prueba la validez de este material, como medio para alcanzar la
sanidad integral, experimentando con mi propia congregación. A tal efecto,
organizamos un retiro espiritual para los días 1 al 3 de mayo de 1998, en un lugar
campestre. Antes del retiro todos los que habían decidido participar, treinta
personas, recibieron una copia del contenido de este capítulo, para estudio previo.
En el retiro respondí preguntas, aclaré conceptos y fomenté el diálogo.
Después les explique que San Agustín llegó al final de su autoanálisis con la
colaboración de un pequeño grupo de reflexión, integrado por su madre, su hijo y
algunos amigos; y que después de mucho tiempo de oración y de reflexión en
grupo, tomó una decisión personal. Les aclaré que él no fue el único que se
benefició de la reflexión grupal. De hecho, cuando en el año 387 fue bautizado,
también recibieron el bautismo dos miembros de ese grupo íntimo, su hijo, y
Alipio, su mejor amigo. Entonces sugerí que trabajáramos según la experiencia
agustiniana, en pequeños grupos, dirigidos por un coordinador, o coordinadora y
otra persona que tomara nota de las conclusiones para traerlas a la reunión plenaria
posterior. Para ayudar a la reflexión presenté varias preguntas que debían ser
trabajadas en cada grupo, y sugerí que añadieran otras, si lo deseaban. La respuesta
de los grupos fue muy rica. Después de la reunión plenaria insistí en la necesidad
que cada uno tenga su propio autoanálisis en forma personal. Entregué, entonces,
una nueva lista de preguntas para que cada uno las respondiera, por sí mismo, en
momentos de meditación privada. A continuación presento las dos listas de
preguntas, pensando que este material puede ser utilizado en otras comunidades de
fe, para contribuir a la sanidad espiritual de cada creyente en particular, y de la
comunidad de fe en general. El árbol puede ser árbol y bosque solamente en el
bosque. Igualmente, la experiencia cristiana, aunque es personal, debe ser vivida en
comunidad.
Cómo conocerse a sí mismo y alcanzar la salud integral por el camino de la
razón
El distinguido teólogo inglés, John Stott, en sus conferencias de 1995, en el
Seminario Internacional Teológico Bautista, de Buenos Aires, nos ha dejado un
material muy bueno para comprender la necesidad de mantener el equilibrio en
nuestras reflexiones teológicas y pastorales. Dice Stott: “El anti-intelectualismo es
una cosa negativa, es un modo de pensar destructivo, está minando el trabajo de la
Iglesia en todo el mundo, insulta a Dios que nos ha hecho a su propia imagen, seres
racionales...” 1. Pero después añade: “Si tenemos que arrepentirnos del antiintelectualismo también debemos hacerlo del anti-emocionalismo. No debemos
tratar de suprimir nuestras emociones humanas porque Dios nos ha hecho a la vez
seres emocionales y racionales”. 2. Para ambos extremos tiene un mensaje. Para
los intelectualistas, que no valoran lo emocional, usa la siguiente imagen:
“Ustedes saben que el renacuajo es una criaturita muy pequeña que tiene una
cabeza inmensa, y nada más. En realidad conozco renacuajos cristianos con una
cabeza enorme, llenos de teología bíblica y eso es todo lo que hay....” 3. Por otro
lado, invita a los emocionalistas a leer el Salmo 32:8-9 que dice: “Te haré
entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos. No
seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento, que han de ser sujetados
con cabestro y con freno, porque si no, no se acercan a ti”
Estoy totalmente de acuerdo con el Dr. Stott en la necesidad de equilibrio entre lo
racional y lo emocional, entre lo razonable y lo psicológico. Pero yo añado un
tercer factor. También necesitamos la puesta en acto de la fe, como expresión del
alma. Ninguno de estos tres factores, por sí sólo, puede ayudarnos a conocernos
plenamente, y a curar nuestra vida interior. Por la integración de estos tres factores,
se puede lograr los objetivos la salud integral del ser humano.
Por razones metodológicas estamos tratando estos caminos en forma separada.
Después, intentaremos lograr la integración de los tres. Los tres evangelios
sinópticos coinciden, como hemos visto, en que Dios debe ser amado con todas las
emociones y los sentimientos (kardía, splágchon), con todo el alma (psiqué,
pneûma) y con toda la mente, con toda la razón, todo el entendimiento (noûs,
dianoía, nóema, frén). No es fácil traer estas categorías de la cultura de los tiempos
bíblicos a la nuestra, del tercer milenio. Hemos colocado lo emocional como
equivalente a lo psicológico. Añadiremos luego un nuevo significante suneídesis,
conciencia, el cual aparece treinta veces en el Nuevo Testamento. No se encuentra
suneídesis como una cita rara, sino que, por la gran cantidad de textos que hacen
referencia a este concepto, se pone en evidencia su importancia. La conciencia fue
el estudio obligado de la psicología antigua, hasta que Freud descubrió lo
inconsciente. Este descubrimiento amplió enormemente el campo de estudio de la
psicología. Lo inconsciente también aparece en la Biblia, aunque en forma
implícita, ya lo veremos.
Tomando como punto de partida el texto bíblico que nos ordena amar a Dios con
todo el corazón, con toda la razón y con toda el alma, nos podemos preguntar:
¿Cómo amar a Dios con la razón? Trataremos de responder esta pregunta de dos
maneras complementarias entre sí. Primero vamos a investigar el testimonio de las
Sagradas Escrituras. En segundo lugar vamos a presentar las reflexiones que nos
ha dejado el padre del racionalismo, el filósofo francés René Descartes.
El significado de la razón en el Nuevo Testamento
Comenzamos por el uso de diánoia como expresión de la mente, el entendimiento,
lo intelectual, en fin, la razón. Según el testimonio evangélico, Jesucristo consideró
fundamental para la fe, el mandamiento que aparece en Deuteronomio 6:5.
Siguiendo ese texto, Jesús presenta la vida interior del hombre en tres
manifestaciones diferentes: Corazón, alma y mente. (Mateo 22:37; Marcos 12:30 y
Lucas 10:27). En estos textos estas manifestaciones de la vida interior del ser
humano son como canales a través de los cuales debe fluir el amor a plenitud. En
los tres casos se afirma que debe amarse con todo el corazón, toda el alma y toda la
mente. O sea, que el amor no debe ser limitado, sino expresado en su totalidad; en
cada una de las maneras que el ser humano puede expresarlo. La mente aquí
aparece como un elemento positivo que debe expresar el amor a Dios en su
plenitud. Luego, la mente, el intelecto, la razón, es un medio adecuado para
expresar el amor a Dios.
En otros textos del Nuevo Testamento, diánoia es un significante que se utiliza
para expresar diferentes actitudes de la mente humana. En 1 Juan 5:20 se afirma
que el entendimiento es un don divino. Las referencias que aparecen en la Biblia
remiten este texto a San Lucas 24:45, donde se afirma que el Cristo Resucitado
abrió la mente de sus discípulos para que comprendieran el evangelio. Sólo quiero
señalar que, en el texto de la epístola, no aparece diánoia sino noûs. Al citar a
Lucas, el autor de 1 Juan toma como sinónimos ambos conceptos.
En la epístola a los Hebreos se cita, en dos ocasiones, Jeremías 31:34, donde Dios
afirma que va a escribir su ley en la mente y el corazón humano. Llama la atención
la libertad con la que el autor intercambia mente y corazón. En Hebreos 8:10,
afirma que Dios pondrá sus leyes en la mente de los hombres, y que las escribirá
sobre sus corazones. En 10:16, dice que escribirá sus leyes en su mente y las
pondrá en su corazón. De todas maneras el intelecto humano, y sus sentimientos
(corazón) son “lugares” en el ser humano, donde Dios pone o escribe sus leyes.
Diánoia también tiene un sentido positivo en 1 Pedro 1:13, donde se ordena
mantener lista la razón para ponerla en acción. Una nota de la Biblia de las
Américas afirma que el texto dice literalmente: “Ceñid los lomos de vuestra
mente”. En 2 Pedro 3:1 el autor hace un llamado a despertar la razón sincera, o el
entendimiento. Luego, la razón podría estar “dormida”, o no ser sincera.
En las epístolas a los Efesios y a los Colosenses se hace referencia a la mente en
forma peyorativa. En Efesios 2:3: “.....nosotros en otro tiempo vivíamos en las
pasiones de nuestra carne, satisfaciendo los deseos de la carne y de la mente...”. En
4:18 se hace referencia a personas “entenebrecidos en su entendimiento”, excluidos
de la vida de Dios....” En Colosenses 1:21, la Biblia de las Américas traduce: “erais
de ánimo hostil ocupados en malas obras”. En una nota aclara que literalmente el
texto griego dice: Enemigos en mente, donde se ha traducido ánimo hostil.
Noûs: El concepto de razón más común en el Nuevo Testamento
Noûs es el significante que aparece con mayor frecuencia en el Nuevo Testamento
para expresar los significados de intelecto, mente, razón, y entendimiento. Me
parece que a través de este significante se expresan los conceptos más
significativos sobre la mente humana, en su relación con la fe y la vida cristiana.
Voy a presentar los versículos bíblicos donde aparece noûs, agrupados en cinco
conceptos. Son las siguientes:
1.- La razón es de origen divino. Según el testimonio bíblico, es Dios mismo quien
abre el entendimiento al ser humano. Sin embargo, éste puede y debe cultivarlo.
Luego, se trata de una actividad divino-humana, donde la razón es el objeto común
de acción.. En Lucas 24:45, ya vimos, la acción de Jesucristo sobre la mente de los
apóstoles. En Romanos 12:2 se nos invita a hacer una metamorfosis, metamorfóo
es el verbo que se usa en griego, mediante la renovación de nuestra mente. En
Efesios 4:22-24 se presenta un desafío a la acción del creyente. Éste debe
desnudarse del hombre viejo y vestirse del hombre nuevo. Karl Barth tomó a
Efesios 4:24 como punto de partida en sus reflexiones sobre el hombre nuevo: ”Y
vestíos del hombre nuevo, creado según Dios en la justicia y la santidad de la
verdad”. En uno de sus libros afirma ocho veces que Jesucristo es el hombre
nuevo. Además señala que, “en Gálatas 3:27 y Romanos 13:14 “revestirse” del
hombre nuevo consiste concretamente en revestirse de Jesucristo”. Fundamenta
que Jesucristo es el hombre nuevo preguntando: ¿Cómo puede atribuirse al sujeto
“hombre” la justicia, la santidad, la misericordia la victoria sobre el pecado y la
muerte, y la inmunidad frente al diablo? Afirma que “esos son los atributos de Dios
y no del hombre”. No debemos olvidar que el eje sobre el cual gira el mensaje de
este pasaje bíblico es el versículo 4:23, que dice: “que seáis renovados en el
espíritu de vuestra mente”. Luego, la actividad del intelecto es un aspecto muy
importante en el proceso de transformación del ser humano. Realmente, Jesucristo
es el hombre nuevo, y debemos tomarlo como modelo de humanidad. Por eso,
Pablo afirma que se siente como una mujer con dolores de parto: “hasta que Cristo
sea formado en vosotros” (Gálatas 4:19).
2.- La mente de Cristo es el modelo para la mente humana. Lo que acabamos de
ver en el punto anterior, justifica que cada cristiano tenga como objetivo
fundamental, desarrollar su intelecto hasta tener una mente semejante a la de Jesús
quien, por la fe, se constituye en su modelo identificatorio. En Romanos 11:34, San
Pablo presenta una pregunta sobre la posibilidad de conocer la mente de Cristo.
En 1 Corintios 2:16 vuelve sobre la misma pregunta, y en esta ocasión afirma que
él lo ha logrado: “¿Quién ha conocido la mente del Señor, para que le instruya?
Más nosotros tenemos la mente de Cristo”. El propio Pablo aclara que la razón no
alcanza. Ciertamente, el cristianismo no es un sistema filosófico, o un teorema
matemático para ser demostrado. En su testimonio afirma que en las luchas de su
vida interior, la mente es su aliado, pero otras fuerzas internas le impiden hacer lo
que él desea, y le conducen a realizar cosas que, conscientemente, no desea. La
razón en su lucha interior aparece en Romanos capítulo 7. “Pero veo otra ley en los
miembros de mi cuerpo que hace guerra contra la ley de mi mente, y me hace
prisionero de la ley del pecado. Que está en mis miembros”. (7:23 según la Biblia
de las Américas). Este pasaje bíblico mostraría una derrota espiritual si el Apóstol
no colocara toda su fe sobre Jesucristo, cuando dice: “Gracias a Dios, por
Jesucristo Señor nuestro. Así que yo mismo, por un lado, con la mente sirvo a ley
de Dios, pero por el otro, con la carne a la ley del pecado” (7:25).
3.- La razón puede unir a los cristianos. En el siguiente texto voy a seguir la
Versión Reina Valera porque, en mi opinión, es la que más se acerca a lo que dice
el texto en su lengua original: “Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro
Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros
divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un
mismo parecer”. (1 Corintios 1:10). Aquí Pablo pone de manifiesto que, hoy como
ayer, las divisiones en la iglesia ocurren más por pasiones que por razones.
Especialmente por las ambiciones de poder de algunos líderes, que se deciden a
fundar su propia iglesia, como si fuera abrir un nuevo restaurante. La primera
epístola a los Corintios pone en evidencia las profundas divisiones que había en
esta iglesia. No corresponde que entremos ahora en detalles, sólo se necesita leer la
epístola para constatarlo.
Es necesario aclarar que la razón es una parte fundamental, sin la cual no seríamos
humanos. En sí la palabra “unidad”, referida a la iglesia aparece sólo dos veces en
el Nuevo Testamento, en su lengua original. En Efesios 4:3 y 4:13. En el primer
texto se aclara que la unidad viene del Espíritu Santo. Se trata de un genitivo de
origen, que no deja lugar a dudas. Dios desea la unidad de la Iglesia, eso se pone
de manifiesto en la oración de intercesión de nuestro Señor, según San Juan 17,
aunque en este texto no aparece la palabra unidad. Aquí se presenta a la unidad
entre el Padre y el Hijo como modelo, para la unidad de los cristianos: “...para que
todos sean uno. Como tú, oh Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos estén
en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste” (San Juan 17:21). Si
unimos Efesios 4:3 y Juan 17:21 descubrimos que la unidad de la Iglesia es una
demanda trinitaria. En 1 Corintios 1:10, se hace referencia al aporte humano a la
unidad de la Iglesia. También en Efesios 4.13 se enfatiza el aspecto humano de la
unidad: “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del
Hijo de Dios......”.
4.- La razón puede convertirse en un factor negativo cuando deprava al ser
humano. Hay cinco textos donde noûs es utilizada en ese sentido. Pablo afirma que
la sociedad romana tiene una mente depravada (Romanos 1:28). Textos similares
son: Efesios 4:17; 1 Timoteo 6:5; 2 Timoteo 3:8, y Tito 1:15.
5.- La mente puede ser guardada por la paz divina. Hay un texto donde se expresa
esta idea y donde se combina noûs con noéma, es Filipenses 4:7: “Y la paz de
Dios, que sobrepasa todo entendimiento (noûs), guarde vuestros corazones y
vuestras mentes (noéma) en Cristo Jesús”.
Otros significantes bíblicos para referirse a la razón
El significante noéma aparece en forma positiva, sólo en el texto que acabamos
de citar, Filipenses 4:7. En la segunda epístola a los Corintios aparece cinco veces
2:11; 3:14; 4:4; 10:5 y 11:3, siempre en forma negativa. Se refiere a mentes
depravadas, endurecidas, o desviadas.
Finalmente, me vamos a referirnos al significante frén, mente, que aparece sólo en
un versículo del Nuevo Testamento, pero repetido: “Hermanos, no seáis niños en la
manera de pensar; más bien, sed niños en la malicia, pero en la manera de pensar
sed maduros”. (1 Corintios 14:20). En los dos casos, en la lengua original tenemos
un sustantivo, pero, no sé por qué, Reina Valera traduce el sustantivo como si fuera
un verbo. Debo señalar que el verbo fronéo, pensar, de donde procede frén,
aparece veintidós veces en el Nuevo Testamento. En la mayoría de los casos se lo
traduce por pensar, y en algunos por sentir.
La duda lógica en el Nuevo Testamento
La duda puede ser estudiada desde tres puntos de vista diferentes:
1.- Como duda lógica, que pertenece al campo de la razón.
2.- Como duda psicopatológica, que pertenece al campo de la psicología, por
ejemplo, la que se expresa en las neurosis obsesivas.
3.- La duda espiritual, que pertenece al campo de la fe, como expresión del alma
humana.
En el Nuevo Testamento, encontramos muchas expresiones de la duda lógica y
algunos matices de la duda espiritual. Aunque debo reconocer que no es fácil
establecer una clara línea de demarcación entre ambas, me voy a limitar a analizar
cuatro verbos que reflejan diferentes aspectos de la duda, que nos permitirán ver
con claridad sus aspectos positivos y negativos.
1.- El verbo distádso. Este verbo procede de dúo, que significa dos. Con este
verbo se expresa la idea de estar entre dos. El matiz característico de esta
manifestación de la duda es la perplejidad. Este verbo es exclusivo del Evangelio
según San Mateo, donde aparece dos veces. Nos relata Mateo que cuando Jesús
caminó sobre las aguas, despertó en Pedro el deseo de hacer lo mismo. Entonces
Jesús le invita a descender de la embarcación. Nos dice el evangelista: “Pero al ver
el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse; dio voces diciendo: ¡Señor
sálvame! Al momento Jesús extendió la mano, asió de él y le dijo: ¡Hombre de
poca fe! ¿Por qué dudaste? (San Mateo 14:30-31). El evangelio afirma que Pedro
comenzó a caminar sobre las aguas (14:29) por el sólo mandato de Jesús. Pero, de
pronto, Pedro se encontró entre dos fuerzas. La de la Palabra de Dios, y la del
viento, entonces comenzó a dudar. La perplejidad, le lleva a hundirse, porque se
encontraba dividido entre la Palabra de Dios y la lógica. No es lógico que un ser
humano pueda andar sobre las aguas. En nuestro tiempo, hay muchas personas que
se hunden en el mar de la vida, porque se encuentran exigidos por dos fuerzas
antagónicas entre sí, por ejemplo, las del deber y las del deseo. Entonces vacilan y
se inundan de perplejidad. La duda lógica no siempre conduce a una respuesta
lógica. Muchas veces nos determinamos más por nuestra pasiones que por nuestras
razones.
El otro pasaje donde aparece este verbo es Mateo 28:17 que dice así: “Y cuando le
vieron, le adoraron; pero algunos dudaban”. No es lógico ver a un muerto que
haya vuelto a la vida. Uno puede suponer que está bajo los efectos de una
alucinación. Aquí hay una división entre lo que los ojos ven, y lo que la razón dice.
En principio todos le adoraron, después algunos siguieron creyendo plenamente,
pero a algunos les sobrevino la duda.
2.- El verbo diakríno. El matiz característico de esta acción de dudar es la
vacilación. Así aparece en muchos pasajes bíblicos. Veamos algunos: “De cierto os
digo, que si tenéis fe, y no dudáis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a
este monte decís: Quítate y arrójate al mar, será hecho”. (Mateo 21:21, según
Reina Valera, 1995). Una afirmación similar aparece en Marcos 11:23. En el libro
de los Hechos diakríno aparece dos veces (10:20 y 11:12), siempre en relación con
la visión de Pedro que estaba en completa contradicción con las costumbres judías,
de no comer la carne de ciertos animales considerados inmundos. Ante la
revelación divina, Pedro no vaciló, y fue con los mensajeros de Cornelio. En
Romanos 4:20, San Pablo utiliza el mismo verbo para expresar que Abraham no
dudó de las promesas de Dios, sino por el contrario, se fortaleció en la fe. Pablo
usa el verbo también en Romanos 14:13. La idea de la vacilación se expresa muy
bien en la epístola de Santiago, al comparar la duda con las olas del mar. Dice:
“Pero pida con fe, no dudando nada, porque el que duda es semejante a la onda del
mar, que es arrastrada por el viento, y echada de una parte a otra”. (Santiago 1:6).
Este verbo también aparece en Judas 22.
3.- El verbo diaporéo. Éste también es un verbo exclusivo de un autor. Aparece
sólo en Lucas y Hechos. El matiz característico de esta acción de dudar es el
asombro ante lo desconocido. A continuación reproduzco todos los versículos
donde aparece este verbo, para que el lector compruebe que se trata de un asombro
ante lo desconocido. “Herodes el tetrarca oyó de todas las cosas que hacía Jesús; y
estaba perplejo, porque decían algunos: Juan ha resucitado de los muertos” (Lucas
9:7). En la versión de Reina Valera se traduce diaporéo por “perplejo”. Lo que se
desea expresar, con este texto, es que el tetrarca estaba asombrado y hasta
temeroso por lo que había ocurrido. Veamos otro pasaje: “Y estaban todos atónitos
y perplejos, diciendo unos a otros: ¿Qué quiere decir esto?”. (Hechos 2:12). El
mismo estado emocional de asombro ante lo desconocido, que implica la duda,
aparece en Hechos 5:24 y 10:17.
4.- El verbo aporéo. Viene de dos palabras a y póros. A, como en nuestro idioma,
significa negación, como en a-normal. Póros, significa “un camino, una forma.”.
Luego a-póros nos da la idea de alguien que se encuentra imposibilitado de tomar
un camino que le conduzca a una solución. No hay camino, no hay forma, no hay
solución. Luego, el matiz característico de esta acción de dudar, es la frustración.
Veamos algunos pasajes en que aparece este verbo.: “Aconteció que estando ellas
perplejas por esto, he aquí se pararon dos varones, con vestidos resplandecientes”.
(Lucas 24:4). Las mujeres estaban perplejas, dice la versión Reina Valera. Yo
diría, se sentían frustradas. El sentimiento de frustración y de duda aparece
también entre los discípulos de Jesús, cuando este anuncia que uno de ellos le va a
traicionar: “Entonces los discípulos se miraban unos a otros, dudando de quien
hablaba”. (Juan 13:22). Veamos ahora este verbo en dos pasajes escritos por
Pablo. En Gálatas 4:19-20 leemos: “Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir
dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros, quisiera estar con
vosotros ahora mismo y cambiar de tono, pues estoy perplejo en cuanto a
vosotros”. Se trata de la frustración de un predicador que ve a su congregación
desviada de la doctrina que él le ha enseñado. Pablo se sentía, por un lado
frustrado, y por el otro, con dudas acerca de la fidelidad al evangelio de los
gálatas. La epístola tiene como objetivo conducir a los cristianos de Galacia por el
buen camino. El otro pasaje de Pablo lo encontramos en 2 Corintios 4:7-10: “Pero
tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de
Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en
apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero
no destruidos; llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús,
para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos”. El verbo
aporéo, aparece como un participio en 4:8, y en la versión Reina Valera se traduce
“en apuros”. Me parece que es necesario interpretar este verbo en su contexto.
Pablo presenta dos elementos relacionados entre sí: El vaso de barro, y el tesoro
que éste puede contener. Ciertamente, el ser humano tiene limitaciones, tanto
corporales como espirituales. No se discute la realidad de la fragilidad humana.
Pero, a pesar de todo, puede ser el continente de un contenido inapreciable. Desde
el punto de vista del ser humano, como vaso de barro, se encuentra en una
escalada peligrosa: Atribulados, en apuros (con dudas), perseguidos y derribados.
Pablo se enfrenta a la duda en toda su intensidad, pero la fe no se le apaga, todavía.
Aun tiene esperanza, aun tiene confianza en Dios todopoderoso. La situación que
el Apóstol relata es aparentemente desesperada, pero desea darles el mensaje a los
gálatas de que, aun en el estado en que se encuentra, no se siente indefenso y sin
esperanza.
Damos por terminadas las reflexiones sobre estos cuatro verbos. Pero todavía
queda algo por decir. Nos vamos a referir al caso de Tomás. Este apóstol ha sido,
históricamente, muy fustigado por sus dudas. Sin embargo, los cuatro verbos que
hemos analizado nos muestran que la duda es un ingrediente existencial de la vida
fecunda. También lo hemos visto en la experiencia paulina en Gálatas 4:20 y 2
Corintios 4:8. Por eso, salgo en defensa de Tomás. Tanto Jesús como Pablo nos
ponen como meta el aumento de nuestra fe. Pero ésta no se logra puntualmente,
sino que es el resultado de un largo proceso. Tomás no fue descalificado por tener
dudas. En mi experiencia pastoral nunca me he preocupado cuando un joven me ha
dicho que tiene dudas; sí me he preocupado, cuando un adulto me ha dicho que
nunca las ha tenido.
Tomas fue uno de esos seres humanos donde predomina una actitud crítica. La
invitación que recibió del Señor a convertirse en su discípulo; y su aceptación, por
Jesús, a pesar de sus dudas, son un buen testimonio bíblico de que Dios nos acepta,
y nos ama, a pesar de nuestras dudas, y dificultades intelectuales. Estoy de
acuerdo con el pensamiento de Alan Walker, cuando escribió: “Después de la
resurrección de Jesús, Tomás con su duda, hizo la mayor contribución a la historia
cristiana. A través de él surge una tremenda evidencia del poder convincente del
hecho de la resurrección”.
Hemos señalado que existen tres tipos de duda: La lógica, la psicopatológica y la
espiritual. Hasta ahora nos hemos ocupado, básicamente, de la duda lógica en el
Nuevo Testamento, aunque la espiritual suele aparecer como dimensión de
profundidad. La Biblia no se refiere a la duda psicopatológica, como la que se
manifiesta en las neurosis obsesivas. La duda neurótica paraliza el crecimiento
armónico de la personalidad, la bloquea y la hace perder energías en un
movimiento circular, sin sentido y sin posibilidad de realización.
Por el contrario, la duda existencial, es un ingrediente fundamental del desarrollo
espiritual para alcanzar una fe madura. Estoy de acuerdo con Paul Tillich cuando
afirma: “La infinita distancia entre Dios y el hombre nunca es salvada; es idéntica
con la finitud del hombre. Por lo tanto, el coraje creativo es un elemento de la fe,
aun en el estado de perfección, y donde hay coraje hay riesgo, y la duda está
implícita en el riesgo. La fe no sería fe, sino unión mística, si ésta fuese despojada
del elemento de duda que le es implícita”. La duda existencial puede equilibrar
nuestras vidas, entre lo racional y lo puramente emotivo. La duda existencial es
una útil herramienta en las manos de Dios. La duda neurótica puede crearnos serios
trastornos, que a veces, hace necesaria la intervención de un profesional de la salud
mental. Recordemos, sin embargo, que Jesucristo es también el Señor de los
neuróticos que le siguen como discípulos.
La duda lógica en el racionalismo cartesiano
Para la presentación de René Descartes,1596-1650, voy a procurar la colaboración
de los más destacados filósofos de los dos últimos siglos. Desde Hegel, fallecido
en el año 1831, hasta Ferrater Mora, Abbagnano, García Morente, y Julián Marías.
Comienzo por una pregunta. ¿Por qué a la obra de René Descartes se la denomina
cartesianismo? La explicación la encontramos en el Diccionario de Filosofía de
José Ferrater Mora. Muchas de las obras de Descartes fueron escritas
originalmente en latín. Su nombre en latín es Renatus Cartesius. Luego, es de su
apellido latino que proviene el nombre de cartesianismo, que se suele dar a su
filosofía. Cuando Hegel comienza sus reflexiones sobre Descartes lo menciona
por su apellido latino. Así dice Hegel: “Por lo que se refiere a la vida de Cartesio,
diremos solamente lo que sigue. Nació en 1596, en La Haye, pueblecito de Turena,
de una antigua familia noble. Recibió la acostumbrada educación en un colegio de
jesuitas.....” Sobre su relación con la Iglesia, Abbagnano nos ofrece un detalle
interesante: “Descartes conservó siempre relaciones afectuosas con sus maestros
jesuitas, y con uno de ellos, el padre Marino Mersenne, conservó relaciones de
amistad y correspondencia durante toda su vida”.
El estudio introductorio a cuatro obras de Descartes, escrito por Francisco Larroyo,
se titula: “Descartes, fundador del racionalismo”. Algo más añade Ferrater Mora:
“Descartes es considerado como ‘el padre de la filosofía moderna’ y también,
aunque con menos razón, como ‘el fundador del idealismo moderno’”. Quizás el
mayor reconocimiento de este filósofo francés, es la del filósofo alemán G. W. F.
Hegel, cuando afirma: “René Descartes es un héroe del pensamiento, que aborda
de nuevo la empresa desde el principio y reconstruye la filosofía sobre los
cimientos puestos ahora de nuevo al descubierto al cabo de mil años”.
Todos los filósofos que han reflexionado sobre Descartes, le han dado un lugar
muy importante a su duda metódica, que tiene como objetivo llegar a la certeza,
por el camino de la razón. Veamos lo que dice Julián Marías: “Descartes quiere
construir, si esto es posible, una filosofía totalmente cierta, de la que no se pueda
dudar; y se encuentra sumergido hasta lo más hondo en la duda. Y ésta ha de ser,
justamente, el fundamento en que se apoye; Descartes parte, al empezar a filosofar,
de lo único que tiene: de su propia duda, de su radical incertidumbre”.
Nos dice Ferrater Mora, que su filosofía ha sido objeto de numerosas
interpretaciones. Una de éstas me interesa en gran manera, es la siguiente: “Para
otros (como León Blanchet), Descartes pretendió hacer lo mismo que la Iglesia
católica que ha intentado frecuentemente: establecer un equilibrio entre teología y
filosofía , y entre revelación y razón”. Descartes estudió a San Agustín, y es
evidente que fue influido por sus enseñanzas. Ferrater Mora presenta un
antecedente agustiniano del cogito, ergo sum cartesiano. Es decir, de la
afirmación: “pienso, luego soy, o existo”. En la obra de Agustín titulada: La
Ciudad de Dios, Ferrater Mora señala un paralelismo con la afirmación cartesiana:
pienso, luego soy. Veamos: “El padre Mersenne indicó a Descartes cuán parecido
era su argumento al que consta en De civitate Dei, de San Agustín, Libro XI,
capítulo 26. San Agustín escribió allí lo siguiente: ‘Pues, ¿qué si te engañas? Si me
engaño soy’, una proposición conocida usualmente bajo la expresión: Si yerro,
existo”. Antes que Descartes, Agustín había escrito: “Si dudo es porque pienso, y
si pienso es porque existo”. La obra agustiniana, De Trinitate, tiene alrededor de
700 páginas. Citamos d dicha obra:
“Tiene certeza que es a ella a quien se la percibe, es decir, a ella que existe, vive y
comprende. Pero existe el cadáver y vive el bruto; más ni el cadáver, ni el bruto
entienden. Ella sabe que existe y vive, como vive y existe la inteligencia”.
“Comprender es vivir, y vivir sin existir no es posible. Esto nadie lo pone en tela
de juicio. En consecuencia, el que entiende, vive y existe, y no como el cadáver,
que existe y no vive, ni como el alma que no entiende, sino de un modo más
peculiar y más noble”.
¿Quién dudará que vive, recuerda, entiende, quiere, piensa, conoce y juzga?;
puesto que si duda, vive; si duda, recuerda su duda; si duda, entiende que duda; si
duda, quiere estar cierto; si duda, piensa; si duda, sabe que no sabe; si duda, juzga
que no conviene asentir temerariamente. Y aunque dude de todas las demás cosas,
de éstas jamás debe dudar; porque si no existiese, sería imposible la duda”.
Sobre estos puntos de contacto ha escrito Ferrater Mora: “¿Conocía (o tenía
presentes) ya Descartes los pasajes en cuestión de San Agustín y no hizo en su
respuesta más que seguir siendo como ha dicho Ortega y Gasset, ‘gran borrador de
sus propias huellas’ (O. C. VI (1953), 169 nota)? Más adelante añade Ferrater
Mora: “El hecho de que el Cogito agustiniano no sea algo accidental en su obra,
sino que, como decía Gilson, se haya repetido nada menos que cinco veces en sus
libros......El hecho de que la doctrina agustiniana no se hubiere interrumpido
durante la Edad Media.......Y durante el Renacimiento y comienzos de la Edad
Moderna.....El hecho de que Descartes se hallara en estrecha relación y aun bajo la
influencia del padre Mersenne y del Cardenal de Bérulle y, por lo tanto, ligado a
las tendencias claramente agustinianas del Oratorio”.
Manuel García Morente, en el prólogo a dos obras fundamentales de Descartes: El
discurso del Método y Meditaciones Metafísicas, donde el filósofo francés se
refiere a la manera en que él logró alcanzar el conocimiento de sí mismo y de
Dios, dice:
“El discurso del Método y las Meditaciones Metafísicas son obras de plenitud
mental. Exceptuando algunos diálogos de Platón , no hay libro alguno que las
supere en profundidad y en variedad de intereses y sugestiones. Inauguran la
filosofía moderna, abren cauces a la ciencia; iluminan los rasgos esenciales de la
literatura y del carácter franceses: en suma, son la autobiografía espiritual de un
ingenio superior, que representa en grado máximo, las más nobles cualidades de
una raza nobilísima”.
Descartes: El conocimiento de sí mismo, y de Dios
La preocupación de los primeros filósofos del mundo occidental, a fines del siglo 7
antes de Cristo, era encontrar el origen de todas las cosas, del mundo. A partir de
Sócrates, quien vivió en el siglo 5 antes de Cristo, y de los sofistas, el interés se
centró en el ser humano. Ferrater Mora asegura que esta división no es absoluta.
Afirma que se encuentran reflexiones acerca del hombre entre los presocráticos.
Sin embargo, admite la división porque: “los presocráticos tendían a concebir al
hombre en función del cosmos, mientras que los sofistas y Sócrates tendían a
concebir al cosmos en función del hombre”. Más tarde los filósofos tomaron un
tercer tema de reflexión: Dios. Luego, tres son los momentos más importantes de
los estudios filosóficos: El mundo, el hombre y Dios.
Las dos obras cartesianas que vamos a considerar, brevemente, corresponden a los
dos últimos temas de la reflexión filosófica: El hombre y Dios. En la antigüedad,
en el pórtico del templo de Delfos, frecuentado por personas que anhelaban recibir
iluminación interior, había una inscripción que decía: “Conócete a ti mismo”. Esa
fue una de las metas de Descartes, y, al descubrirse como uno que piensa, como un
ser humano, llegó a descubrir a Dios.
El Discurso del Método
En el año 1637, en forma anónima, apareció el libro de Descartes: El discurso del
método, el cual consta de seis partes. Nos interesa especialmente la cuarta parte.
En ella, expresa que ha encontrado los fundamentos de la metafísica, cuyos dos
fundamentos son: La existencia de Dios y del alma humana. Su método parte de la
duda metódica para arribar a la certeza. Esta cuarta parte del Discurso del Método
es, en verdad, un resumen anticipado de lo que después ha de desarrollar en sus
Meditaciones Metafísicas. Comienza la cuarta parte con las siguientes palabras:
“No sé si debo hablaros de mis primeras meditaciones que hice allí; pues son tan
metafísicas y tan fuera de lo común, que quizá no gusten a todo el mundo. Sin
embargo, para que se pueda apreciar si los fundamentos que he tomado son
bastante firmes, me veo en cierta manera obligado a decir algo de estas
reflexiones”.
Descartes declara que no le era posible aceptar que él no existía, porque su actitud
de dudarlo todo, era la prueba más evidente de su existencia, se dio cuenta de que
estaba pensando, de ahí su conclusión: Pienso, luego existo. Leamos sus propias
palabras:
“Examiné después atentamente lo que yo era, y viendo que podía fingir
que no tenía cuerpo alguno y que no había mundo ni lugar alguno en el que yo me
encontrase, pero no podía fingir por ello que no fuese, sino al contrario, por lo
mismo que pensaba en dudar de la verdad de las otras cosas, se seguía muy cierta y
evidentemente que yo era, mientras que, con sólo dejar de pensar, aunque todo lo
demás que había imaginado fuese verdad, no tenía ya razón alguna para creer que
yo era, conocí por ello que yo era una sustancia cuya esencia y naturaleza toda es
pensar, y que no necesita, para ser, de lugar alguno, ni depende de cosa alguna
material; de suerte que este yo, es decir, el alma por la cual yo soy lo que soy, es
enteramente distinta del cuerpo y hasta más fácil de conocer que éste, y, aunque el
cuerpo no fuese, el alma no dejaría de ser cuanto es”.
Al arribar al conocimiento de si mismo, de su existencia, se dio cuenta de que aun
seguía dudando. Esto le llevó a la conclusión de que si dudaba no era un ser
perfecto. Luego, debía existir un ser que no tuviera esa imperfección: “pues veía
claramente que hay más perfección en conocer que en dudar; y se me ocurrió
entonces indagar por dónde había yo aprendido a pensar en algo más perfecto que
yo; y conocí evidentemente que debía ser por alguna naturaleza que fuese
efectivamente más perfecta....... esto es para explicarlo en una sola palabra, Dios”.
29.
Meditaciones Metafísicas.
Esta obra fue publicada en París en el año 1641 con el título: Meditaciones acerca
de la filosofía primera, en la cual se demuestra la existencia de Dios y la
inmortalidad del alma. Las Meditaciones son seis y desarrollan las dos ideas
fundamentales del Discurso del Método: la existencia de Dios, y del ser humano.
Las Meditaciones son una exposición conceptual mucho más rigurosa sobre esos
dos temas. El libro comienza con una carta dirigida a los señores decanos y
doctores de la sagrada Facultad de Teología de París, en la cual se pone de
manifiesto la importancia del tema tanto para los filósofos como para los teólogos.
Teniendo en cuenta los objetivos de esta publicación, no debemos continuar
examinando las Meditaciones Metafísicas de Descartes. Esperamos que los
estudiantes se sientan motivados a leer estas dos obras cartesianas. Pero sí vamos a
reproducir un párrafo del mensaje de Descartes a los teólogos:
“Siempre he estimado que las dos cuestiones de Dios y del alma eran las que
principalmente requieren ser demostradas, más por razones de filosofía que de
teología, pues aun cuando a nosotros los fieles nos basta la fe para creer que hay
un Dios y que el alma humana no muere con el cuerpo, no parece ciertamente que
sea posible inculcar nunca a los infieles religión alguna, ni aun casi virtud moral
alguna, si no se les da primero la prueba de que esas dos cosas, por razón natural: y
por cuanto a menudo en esta vida propónense mayores recompensas para los vicios
que para las virtudes, pocos serían los que prefiriesen lo justo a lo útil, si no fuera
porque les contiene el temor a Dios y la esperanza de otra vida: y aun cuando es
absolutamente verdadero que hay que creer que hay un Dios, porque así lo enseña
la Sagrada Escritura, y, por otra parte, hay que dar crédito a la Sagrada Escritura,
porque viene de Dios (y la razón de esto es que, siendo la fe un don de Dios, el
mismo que concede la gracia para creer en las otras cosas, puede concederla
también para creer en su propia existencia), sin embargo no se podría proponer
esto a los infieles, quienes acaso imaginarán que se comete aquí la falta que los
lógicos llaman
círculo”.
Descartes: ¿ pudo conocerse a sí mismo Y sanar su vida integral?
Veamos la primera pregunta. En el cogito, ergo sum, Descartes se descubrió como
sujeto. Esto lo elabora muy bien Jacques Lacan cuando se refiere, varias veces al
sujeto cartesiano. De hecho, el tercer capítulo del Seminario 11 lo titula: ”Del
sujeto de la certeza”. Dice Lacan: “Para Descartes, en el cogito inicial, el yo
pienso, en tanto se vuelca en el yo soy, apunta a un real, pero lo verdadero queda
fuera hasta tal punto que Descartes tiene que asegurarse, ¿de qué? De un Otro que
no es engañoso y que, además, pueda garantizar con su mera existencia, las bases
de la verdad, garantizarle que en su propia razón objetiva están los fundamentos
necesarios para que el real que acaba de asegurarse pueda encontrar la dimensión
de la verdad. Sólo puede indicar las prodigiosas consecuencias que tuvo esto de
poner la verdad en manos del Otro, en este caso el Dios perfecto, cuyo asunto es la
verdad pues, diga lo que diga, será siempre la verdad.......”.
Para responder a la segunda pregunta, es necesario recorrer la biografía de
Descartes para constatar cómo las dos obras metafísicas, que he bosquejado, son la
consecuencia y el resultado de un cambio interior. Por qué no decirlo, de sanidad
integral. Para fundamentar esta afirmación me voy a basar en datos históricos, con
el propósito de probar que sus obras metafísicas son la expresión externa de un
cambio interno. Es conveniente preguntarse: ¿Cómo fue la vida de Descartes antes
de 1637, fecha en que apareció, en forma anónima el Discurso del Método? ¿Por
qué no lo firmó? ¿Por qué escribió en latín y no en francés? ¿Sería por sus
antecedentes? Veamos esos antecedentes. A los ocho años sus padres le enviaron a
la escuela jesuita de La Flèche en Anjou, allí permaneció hasta cumplir 16 años.
Más tarde estudió derecho en la Universidad de Poitiers, culminando sus estudios
en 1616. Sin embargo, nunca ejerció como abogado. Dos años más tarde ingresó al
ejército del principe Mauricio de Nassau, príncipe de Orange. Con la intención de
seguir la carrera militar sirvió en otros ejércitos. Nos dice Francisco Larroyo que
Descartes entró en combate entre los años 1618 y 1621. Claro, no se va a la guerra
con el propósito de conocerse a si mismo y sanar la vida integral. Se va a matar o a
morir. No murió, luego debe haber matado muchas personas. Se sabe que entre los
años 1623 y 1624 peregrinó por distintas partes de Italia. ¿Qué buscaba tan cerca
del Vaticano? Regresó a Francia, su país natal, y allí permaneció entre 1624 y
1628. Entonces se abrió un nuevo período para él; comenzó a profundizar en la
filosofía y realizó algunos experimentos de óptica. En 1928 vendió todas las
propiedades que tenía en Francia y se trasladó a Holanda, su lugar de retiro y
meditación. Fue durante su residencia en Holanda que editó el Discurso del
Método, en 1637. Esta obra da testimonio de su primer encuentro consigo mismo
y con Dios. Cuatro años más tarde, 1641, ahora con su firma, pero todavía en latín,
aparecieron sus Meditaciones Metafísicas. En el año 1647, se publicó la
traducción al francés, la realizó el duque de Luyne, la cual fue revisada por el
mismo Descartes.
Justamente, en la introducción a las Meditaciones, en su carta a los señores
decanos, y doctores de la sagrada Facultad de Teología de París, René Descartes se
declara creyente, dice: “A nosotros los fieles, nos basta la fe para creer que hay un
Dios, y que el alma humana no muere con el cuerpo”. Esta cita, que aparece
completa más arriba, se parece a un texto luterano; por las tres manifestaciones de
fe que aparecen a continuación: 1.- “A nosotros los fieles nos basta la fe” (¿Sola
fide?). 2.- “Hay que dar crédito a la Sagrada Escritura, porque viene de Dios”, 3.“Siendo la fe un don de Dios, el mismo que concede la gracia para creer en las
otras cosas puede concederla también para creer en su propia existencia”.
El cuidado pastoral implica el conocimiento de lo que creen y lo que no creen los
miembros de las comunidades de fe. Los pastores, y los dirigentes laicos, deben
saber si éstos están convencidos de que es tan importante creer como sentir.
Porque los espiritistas, los umbandistas, etc., también sienten, pero, ¿qué sienten?
Los feligreses deben saber que tanto sus ideas y pensamientos, como sus
sentimientos, pueden ser expresiones psicopatológicas. Las preguntas
fundamentales, a mi juicio, son las siguientes: ¿Cómo se puede vivir la fe en el
Señor, gozosa y sanamente? ¿Cómo se puede lograr un adecuado equilibrio entre
la fe y la razón? ¿Cómo podemos evitar caer en uno de los dos polos opuestos:
fanatismo y racionalismo? Recordemos la cita de Rudolph Otto y las de John
Stott. Confíamos en que el estudio de las experiencias de San Agustín, y de
Descartes, puedan iluminarnos el camino que debemos recorrer, para interpretar
adecuadamente las Sagradas Escrituras, y ser fieles a Jesucristo.
Cómo conocerse a sí mismo, y alcanzar la salud integral por el camino de la
introspección
Bela Szekely define la introspección como: “La acción y efecto de observarse
internamente a sí mismo......La introspección es considerada por diversas escuelas
como la única manera de captar lo psíquico, y hacen de ella su principal o único
método”. Más adelante añade otra definición complementaria: “La contemplación
de una vivencia mientras está produciéndose, o a través de la memoria, representa
el significado habitual del término tal como lo emplean los cartesianos, los
herbatianos, los empiristas ingleses y algunos psicólogos contemporáneos......El
introspeccionismo sostiene que el método introspectivo constituye el
procedimiento fundamental de la investigación psicológica”.
Ahora vamos a citar a José Ferrater Mora. El relaciona a los dos filósofos que han
sido objeto de estudio: San Agustín y Descartes, los cuales arribaron a
conclusiones a partir de la inspección interna de sí mismos. Esta es su definición:
“La introspección es la ‘mirada interior’ por medio de la cual se supone que un
sujeto puede ‘in-speccionar’ sus propios actos psíquicos. La introspección se
entiende a veces como un ‘mirar’ un ‘observar’ y a veces como un ‘sentir’. En un
sentido amplio se ha hablado de introspección al referirse al procedimiento usado
por algunos filósofos (por ejemplo, Descartes y San Agustín) con el fin de inferir
ciertas conclusiones de la introspección del sujeto”. Veamos ahora el enfoque
psiquiátrico. Antoine Porot define la introspección de la siguiente manera:
“Exploración que el sujeto realiza voluntariamente en el dominio de su vida
interior. Esta operación requiere desprenderse, al menos de momento, del mundo
exterior, concentrar la atención en la intimidad del yo”. Además, señala que no
todos los sujetos poseen la capacidad de introspeccionarse, y que algunos están
totalmente incapacitados para hacerlo. Reconoce, sin embargo, que hay algunas
personas que tienen mucha facilidad para lograrlo.
Limitaciones de la introspección
No debemos ser tan ingenuos como para suponer que la introspección está al
alcance de todos. No obstante, no debemos descartar la posibilidad de mirar dentro
de nosotros mismos, hasta donde sea posible, para conocernos mejor y alcanzar la
salud integral.
La introspección es un método que puede reinar en la conciencia, y aun en la
preconciencia. No obstante, es mucho más difícil, aunque no imposible, acceder a
las profundidades de lo inconsciente, por este método. La demostración más
palpable de la posibilidad de acceder a lo inconsciente, aunque sea parcialmente, la
encontramos en Freud; quien mediante la introspección descubrió, y describió, el
nuevo mundo de lo inconsciente. Pero no todos los seres humanos poseemos el
genio de Freud. El mismo afirma que, como lo inconsciente es inagotable, el
psicoanálisis podría ser interminable. Pero no debe serlo, afirma. Se suele dar de
alta al paciente, cuando éste ha logrado la solución de los problemas que le
hicieron demandar un análisis.
Más arriba hemos dicho que la introspección es un método que puede reinar en la
conciencia. Puede, pero no que debe. En algunos casos no es recomendable que
alguien intente hacerse una introspección; porque podría crearse más problemas,
que los que pretende solucionar. La autoayuda es posible, pero con limitaciones.
¿Cuáles son esas limitaciones? Veamos algunas:
En primer lugar, los psicóticos, los comúnmente llamados locos, no pueden
comprender la realidad, por encontrarse fuera de ella. Los psicóticos viven en su
propio mundo. Los neuróticos obsesivos suelen observarse excesivamente, algunos
están en una constante introspección inútil. La introspección compulsiva es un
síntoma de la neurosis obsesiva. Las personas muy escrupulosas, o centradas es sí
mismas, con tendencias hipocondríacas, podrían utilizar la introspección para
descubrir nuevas dificultades o enfermedades fantasmáticas. En cuanto a las
personas que Carlos Gustavo Jung denomina introvertidos, la introspección,
difícilmente, les ayudaría. Estas personas necesitan de alguien que, desde afuera,
les ayude a objetivar su subjetividad.
La autoayuda por vía de la introspección es viable para muchas personas,
supuestamente normales. No todas las personas que tienen que encarar conflictos
necesitan la ayuda de un profesional de la salud mental. Siendo la conciencia la
región del psiquismo donde la introspección es incuestionablemente eficiente,
vamos procurar ayuda en las Sagradas Escrituras. Aunque nos vamos a limitar al
Nuevo Testamento.
El significante conciencia (sunéidesis) en el Nuevo Testamento
En el Nuevo Testamento aparece treinta veces el significante sunéidesis,
conciencia. Nos llama la atención el hecho de que no aparece en los cuatro
evangelios. Sólo aparece en un texto que suele ser considerado como añadido
posteriormente, ya que no aparece en los manuscritos más antiguos. Me refiero a
Juan 8:1-11, el cual suele aparecer en la parte inferior de la página, escrito con letra
más chica, en el aparato crítico del texto griego. Después de estudiar los treinta
pasajes donde aparece el significante conciencia, hemos encontrado tres
significados diferentes, y complementarios entre sí, que exponemos a
continuación:
1.- Conciencia como la facultad de juicio moral. El primer pasaje que vamos a ver
es Romanos 2:15, y su contexto. Se pone de manifiesto la necesidad de la ley para
que el ser humano pueda vivir plenamente. Sin ley no hay salud, ni física, ni
espiritual, ni mental. Pablo se está refiriendo a los gentiles, que no tienen ley
escrita; sin embargo, él afirma que éstos la cumplen instintivamente. Porque de
otra manera no tendrían posibilidad alguna de lograr su sanidad. Con referencia a
ellos Pablo dice: “...porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino
los que cumplen la ley, ésos serán justificados. Porque cuando los gentiles, que no
tienen la ley, cumplen por instinto los dictados de la ley, ellos no teniendo la ley,
son una ley para sí mismos, ya que muestran la obra de la ley escrita en sus
corazones, su conciencia dando testimonio, y sus pensamientos acusándolos unas
veces y otras defendiéndolos.” (Romanos 2:13-15, según la Biblia de las
Américas). Cuando en esta versión se utiliza el término psicológico: “instinto”,
aparece una nota que explica que en la lengua original dice literalmente: “por
naturaleza”. Los animales actúan instintivamente, y éste comportamiento no puede
ser cambiado por el ambiente. Ellos actúan según su naturaleza. Es decir, como
Dios los ha creado. Para ilustrar lo que acabamos de decir, a una gallina clueca, se
le dio la oportunidad de empollar varios huevos de una pata. Cuando nacieron los
animalitos, la gallina los aceptó como sus hijos. Pero, pronto aparecieron serios
problemas de conducta. Los hábitos nocturnos de los patos enloquecían a la mamá
gallina. El conflicto llegó al clímax un dia en que, inocentemente, la gallina con
sus hijos, se acerco a la laguna. Los patos, siguiendo la irresistible fuerza del
instinto, se metieron en el agua, y se pusieron a nadar. La mamá gallina chillaba
desde la orilla sin animarse a entrar en al agua. Los patos actuaron según su
naturaleza, y no podían hacerlo de otra manera. Estaban programados para ser
como eran. El ser humano tiene mucho más que instintos. Ha sido creado a
imagen y semejanza de Dios. (Imago Dei). La Bíblia, da cuenta de un origen,
mediante el relato de la caída del ser humano. Por eso, desde entonces, coinciden
en los hombres, y en las mujeres, dos elementos contradictorios entre sí, que crean
tensiones internas tanto en el sujeto humano, como en las relaciones
interpersonales. Estos elementos son: El pecado y la imagen de Dios, aunque
dañada. Mas tarde apareció la ley. Es bueno que nos preguntemos: ¿Cómo afectó la
caída a la naturaleza humana? Por ahora, debemos conformarnos con la pregunta
de Pablo. ¿Qué quiere él decir cuando afirma que los no judíos tienen la ley escrita
en sus corazones, haciendo posible que se exprese su conciencia dando testimonio.
La imagen de Dios en el hombre no es antropomórfica. Dios es un ser moral y por
eso, la imagen de Dios en el hombre, es una imagen moral. Por eso, la imagen de
Dios se expresa, en el ser humano, mediante la conciencia moral. Tener conciencia
moral no es lo mismo que ser moralista. Significa ser semejante a Dios, que por
definición es amor. Por eso, vivir en el amor es vivir en Dios y con Dios.
Pablo insiste en el aspecto moral de la conciencia, cuando dice: ”Por tanto, es
necesario someterse, no sólo por razón del castigo, sino también por causa de la
conciencia” (Romanos 13:5). Este es un buen texto para trabajar, teniendo en
cuenta la diferencia que existe entre el evangelio, y la cultura en que nos ha
llegado envuelto. No vamos a estudiar todos los textos. Sólo queremos señalar que
sunéidesis aparece cinco veces en el capítulo 10 de la primera epístola a los
Corintios. Siempre con relación al problema ético y moral que se le presentaba a
esa congregación frente a las diferentes opiniones sobre si se debía comer, o no, la
carne sacrificada a los ídolos. (Véase: 1 Corintios 8:7; 10: 12, 25,27,28,29). Hay
otros textos que expresan esta idea.
2.- Sunéidesis, como expresión de la conciencia moral interna por las acciones de
uno, o de sus principios. Comenzamos con el texto dudoso que señalamos más
arriba: Juan 8:9, que dice: “Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia,
salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó
sólo Jesús, y la mujer que estaba en medio”. Hay otros pasajes donde se utiliza el
significante conciencia, en algunos casos para significar paz interior. En otros
expresa la inquietud interna, por la tensión que experimentan algunas personas
entre sus acciones, y los principios éticos y morales que sostienen. Es decir, la
tensión entre lo que se cree que se debe hacer y lo que se hace. En Hechos 23:1,
ante el Concilio, Pablo asegura que ha vivido delante de Dios con una conciencia
perfectamente limpia. En su defensa Pablo asegura: “Por esto, yo también me
esfuerzo por conservar siempre una conciencia irreprensible delante de Dios y
delante de los hombres” (Hechos 24:16). Otros pasajes, donde aparece sunéidesis
con el mismo significado son: 1 Timoteo 1:5 y 2 Timoteo 1:3.
3.- Conciencia como un marco interno, moral y espiritual. Este significado aparece
en los siguientes pasajes: Hebreos 9:14; Hebreos 13:18; 1 Timoteo 3:9 y Tito 1:15.
Lo inconsciente
El significante inconsciente no aparece, explícitamente, en las Sagradas Escrituras,
pero está implícito. No es nuestro propósito “santificar” a lo inconsciente
mostrando que éste se expresa en la Biblia. En tiempos bíblicos no había
computadoras, ni e-mails, ni Internet. Tampoco había imprentas, ni siquiera papel
para imprimir. Sin embargo, elementos técnicos de nuestra cultura, han contribuido
a que este seminario esté hoy al alcance de sus manos y gratis.
Nos interesa referirnos a la naturaleza humana, como la creó Dios, hasta donde sea
posible. Comprendo que es más fácil conocer la naturaleza animal que la humana.
Porque los animales no tienen cultura, ni represión. Una vez una persona afirmo
que lo inconsciente era un invento de Freud. Quien hizo tal afirmación posee una
educación universitaria. Hay algunas personas ingenuas, y otras ignorantes, aunque
sean egresados de universidades, que le atribuyen a Freud la invención de lo
inconsciente. Yo aceptaría esa afirmación, si alguien pudiera probarme que
Benjamín Franklin “invento” la electricidad. Tanto la electricidad, como potencia
energética de la materia, como lo inconsciente, como potencia energética del
psiquismo, han existido desde la creación. La dos fuerzas tienen una misma causa:
Dios.
Tanto lo consciente, como lo preconsciente y lo inconsciente forman el aparato
psíquico, tal como Freud lo presentó, por primera vez, en su libro: La
Interpretación de los sueños, escrito en 1899 y que apareció, como un saludo al
nuevo siglo, en el año 1900. Si bien Freud no inventó nada, fue el genio que
descubrió un mundo nuevo a través de la introspección.
La introspección de Freud: Su autoanálisis
La primera información que tenemos acerca de la introspección de Freud, lo que el
denominó, su autoanálisis, es la voluminosa e íntima correspondencia que él
mantuvo entre los años 1887 y 1902, con el Dr. Wilhelm Fliess (1858-1928), un
otorrinolaringóloco berlinés. La primera mención de la necesidad de Freud de
saber qué ocurría en su interior, aparece en una carta a Fliess, fechada en Viena el
7 de Julio de 1897. En ella dice: “Sigo sin saber qué ocurre dentro de mi; algo
desde las más hondas profundidades de mi propia neurosis se ha contrapuesto a
todo progreso de mi entendimiento de las neurosis, y tú has estado envuelto en ello
de algún modo”. En esta carta Freud reconocía su dificultad para alcanzar un
suficiente conocimiento de sí mismo, para sanar su vida interior. Era lógico, que
esto le ocurriera, porque el psicoanálisis todavía estaba en proceso de ser
descubierto; como teoría y como técnica, a partir de la experiencia clínica.
Justamente esa era la tarea que la historia le concedió a ese genio que fue Sigmund
Freud (1856-1939).
En una carta fechada en Aussee, el 14 de agosto de 1897, Freud asume que él es su
propio paciente, algo que parece raro. Sin embargo, en la introspección uno debe
esforzarse por ser, al mismo y tiempo, objeto y sujeto del análisis. Así escribió
Freud: “El paciente que principalmente me ocupa soy yo mismo. Mi histeria,
pequeña, pero muy realzada por el trabajo se ha solucionado en otro fragmento.
Otras cosas siguen estancadas...... El análisis es más difícil que cualquier otro. Es,
además, lo que me paraliza la fuerza psíquica para la exposición y comunicación
de lo ya conseguido....”
Freud descubrió el complejo de Edipo a través de la interpretación de sus propios
sueños. Este concepto fue establecido recién durante el verano y el otoño (del
hemisferio norte) en el año 1897. Las cartas del 64 al 71, dirigidas a Fliess,
muestran este importante acontecimiento.
En una carta fechada en Viena, los días 3 y 4 de octubre de 1897, tímidamente, y
hasta con cierta vergüenza, hace referencia a su propio complejo de Edipo, aunque
todavía no le ha dado ese nombre. Se nota su asombro, al referirse al interés por su
madre; esto se pone de manifiesto no sólo en lo que dice, sino también en el
cambio de idioma. El, escribiendo en alemán, usa dos palabras en latín, como para
que si alguien, que no fuese Fliess, leyese la carta, no entendiese. Las dos palabras
son: Madre, y desnuda. Por su extensión no es posible reproducir toda la carta
numero 70; creo, sin embargo, que dos párrafos son suficientes para presentar las
cuestiones fundamentales: “Desde hace cuatro días, mi autoanálisis, que considero
indispensable para el esclarecimiento de todo el problema ha proseguido en unos
sueños y me ha proporcionado los más valiosos puntos de apoyo y aclaraciones. En
ciertos lugares tengo la sensación de estar en el final, y hasta ahora siempre supe
por dónde continuaría la siguiente noche de sueño. Más difícil que todo ello me
resulta exponerlo por escrito........luego (entre los dos años y los dos años y medio)
se despertó mi libido hacia matrem, y ello en ocasión de viajar con ella de Leipzig
a Viena, en cuyo viaje pernoctamos juntos y debo de haber tenido oportunidad de
verla nudam...”
En la carta 71, de fecha 15 de octubre de 1897 relaciona, por primera vez, lo que le
acontece con la tragedia de Sófocles: Edipo rey. Estas son sus palabras: “Ser
sincero consigo mismo es un buen ejercicio. Un sólo pensamiento de validez
universal me ha sido dado. También en mi he hallado el enamoramiento de la
madre y los celos hacia el padre, y hasta lo considero un suceso universal de la
niñez temprana, si bien no siempre ocurre a edad tan temprana como en los niños
hechos histéricos......Si esto es así, uno comprende el cautivador poder de Edipo
rey, que desafía todas las objeciones que el intelecto eleva contra la premisa del
oráculo, y comprende por qué el posterior drama de destino debía fracasar
miserablemente”
En la muy extensa carta número 73, escrita el 31 de octubre de 1897, se siente un
poco desilusionado por las dificultades que le presenta su intento de penetrar en las
profundidades de su inconsciente, en ella dice: “Mi autoanálisis sigue
interrumpido; ahora advierto por qué. Sólo puedo analizarme a mí mismo con los
conocimientos adquiridos objetivamente (como lo haría un extraño); un genuino
autoanálisis es imposible, de lo contrario no existiría la enfermedad (la neurosis).
Puesto que todavía tropiezo con enigmas en mis pacientes, es forzoso que esto
mismo me estorbe en el autoanálisis”. En la carta 101 de fecha 3 y 4 de enero de
1899 parece un poco más optimista en cuanto al logro de su autoconocimiento,
dice: “he conquistado un pequeño fragmento de autoanálisis y me corrobora que
las fantasías son producto de épocas posteriores, proyectadas hacia atrás, desde el
presente respectivo hasta la primera infancia; y el camino por el cual ello acontece
ha resultado ser, de nuevo, una conexión-palabra”.
En su libro sobre la interpretación de los sueños Freud se refiere a la introspección
en los siguientes términos: “En la reflexión entra más en juego una acción
psíquica, lo cual no sucede ni aun en la más atenta de las observaciones de sí,
según se ve también por la expresión tensa y el entrecejo arrugado del que
reflexiona, a diferencia de la falta de mímica del que hace introspección. En
ambos casos tiene que haber atención reconcentrada”.
Más adelante, en la misma obra, hace una entusiasta valoración del autoanálisis
referida a la interpretación de los sueños. Nos dice: “Es seguro que se me opondrá
la duda en la confiabilidad de tales ‘autoanálisis’. En modo alguno está excluida, se
diría, la arbitrariedad. A mi juicio, es más favorable en la observación de sí que en
la observación de otros; comoquiera que sea, es lícito tentar hasta dónde se llega
en la interpretación de los sueños con el autoanálisis”.
Debemos recordar que el creador del psicoanálisis, quien tuvo en su diván un
incontable número de pacientes; algunos viniendo de países lejanos con ese fin,
nunca pasó por el diván. Nadie tuvo el honor de psicoanalizar a Freud; él fue su
propio analista. No conoció otra experiencia analítica que la del autoanálisis.
¿Es posible realizar hoy, una introspección semejante a la que se hizo Freud,
ayer?
No hay duda alguna acerca de la posibilidad de acceder al autoanálisis si nos
limitamos al campo de la conciencia. Hay personas que tienen la costumbre de
hacer un balance, cada noche, de lo que hicieron durante el dia. Hemos visto que
en el Nuevo Testamento sunéidesis, conciencia, se refiere a la facultad humana
para hacer un juicio moral. Claro que todos nos encontramos en falta, ante nosotros
mismos y ante Dios; pero el hecho de reflexionar sobre nuestra conducta nos ayuda
a dar pasos para superar la culpa, mejorando nuestra calidad de vida. También
hemos visto a sunéidesis como expresión de la conciencia moral por las acciones
internas de uno, o de sus principios. ¡Cuántas confesiones a la almohada! ¡Cuántas
vueltas en la cama para poder quedarse dormido! ¡Cuántas psicofármacos se
consumen para bajar la ansiedad, la depresión, o, sencillamente, para poder dormir!
Yo soy quien soy, también cuando estoy dormido. Porque, aun dormido estoy
activo, sueño. Pero, dormido ¿soy el mismo que soy cuando estoy despierto?
Podríamos responder, a la vez, que sí y que no. A pesar de la gran cantidad de
manifestaciones de la vida humana, que vimos en el primer capítulo, el ser humano
no está atomizado. No somos la suma aritmética de varios elementos. Así como
Dios es uno sólo, el ser humano, Su imagen y semejanza, también es uno . No
vamos a meternos en consideraciones sobre la forma en que se expresa la Divina
Trinidad. Ya es bastante tratar de entender como se expresa lo inconsciente, y su
relación con la conciencia. La pregunta que tenemos delante es la siguiente: ¿es
posible realizar hoy, una introspección semejante a la que se hizo Freud, ayer? Los
hechos ponen en evidencia de que si Freud, con los elementos científicos tan
limitados con que contaba en el año 1897, pudo conocer su inconsciente mediante
la interpretación de sus propios sueños, ¿por qué no vamos a poder nosotros? Hoy
contamos con el psicoanálisis; con su teoría, con su técnica, y con su clínica
psicoterapéutica, que él nos ha dejado. Tenemos más de lo que él tenía, gracias a
él. Hay situaciones, en nuestra vida cotidiana, cuyas causas conscientes son bien
evidentes. La introspección, en el plano de la conciencia nos puede conducir a la
necesidad de hacer cambios importantes en nuestras vidas. Aunque no siempre
queremos hacerlos. Es cuestión de medir los costos espirituales y psíquicos de
mantener una actitud flexible ante algo que nos hace daño. A veces sabemos que
hay en nosotros actitudes que debemos cambiar, pero no queremos, o no podemos
hacerlo. En el plano consciente ya tenemos suficiente trabajo para nuestra
introspección.
Otra cosa es lo inconsciente. Penetrar en sus laberintos, y encontrar la salida, no es
fácil. Cuando dormimos soñamos, y cuando soñamos, a veces deseamos, lo que
no deberíamos desear; y a veces nos animamos a satisfacer ese deseo. En algunas
ocasiones despertamos frustrados porque en el momento mismo de lograr la
satisfacción, viene alguien que nos impide lograr lo que deseamos. O
sencillamente, nos despertamos. ¿Quién nos despierta? Nuestra propia conciencia
moral, que según Freud, es un subsistema del superyo, el cual, aun dormidos nos
controla. Sabemos que el superyo es adquirido. Como cristianos, tenemos el deber
de preguntarnos seriamente, sobre la causa real de ese súbito despertar. Yo creo
que es causado por la imago Dei, como esencia moral innata. Aquí estamos ante el
viejo debate filosófico de si venimos al mundo como un papel en blanco, para ser
escrito; o si traemos algo en nuestra “mochila interior”. Durante varias décadas
creí en lo primero, ahora en lo segundo.
Freud nos ha dejado un importante estudio sobre la interpretación de los sueños, a
partir de su propia experiencia y reflexión. Estableció que hay una diferencia entre
el contenido manifiesto del sueño, es decir, lo que recordamos al despertar, y otras
representaciones que no se recuerdan; éstas constituyen el contenido latente.
Cuando soñamos, hacemos un trabajo con el sueño para hacerlo aceptable a la
conciencia, lo llenamos de símbolos. Hay principios que rigen el sistema
inconsciente. Freud se refirió en especial a dos de ellos: El desplazamiento y la
condensación. El sueño es desfigurado, o “disfrazado,” para que la conciencia nos
permita recordarlo. Las asociaciones libres sobre cada una de las partes del
contenido manifiesto, puede hacer surgir, en la conciencia, los elementos latentes,
escondidos, que nos dan la clave para entender nuestro propia problemática
interior.
Freud logró acceder a los elementos latentes del contenido manifiesto de sus
sueños, sin tener conocimiento previo de las leyes que el mismo descubrió
después. Es una tarea difícil, la de interpretar nuestros propios sueños, pero no es
imposible. No obstante, si pudiéramos tener el valor de hacer, solamente, una
sincera introspección en la parte consciente de nuestro psiquismo, nos ayudaría a
ver nuestra realidad, y a comprender nuestros conflictos internos.
Los discípulos de Freud, se quedaron fascinados con el psicoanálisis. Por lo tanto,
no mostraron interés alguno por el autoanálisis, pero hubo una excepción: Karen
Horney (1885-1952). Como casi todos los discípulos de Freud, ella se separó del
maestro. Entre otras causas, porque creía que en el psicoanálisis, era necesario
tener en cuenta los aspectos sociológicos y culturales. Se la ha considerado una
psicoanalista culturalista. Es una de las pocas mujeres que, a principios del siglo
pasado, se hicieron psicoanalistas. Se apartó de Freud, según ella, no para
enfrentarse al gigante, sino para ponerse a sus espaldas, para ver lo que él no podía.
Ella quedó impresionada por el autoanálisis freudiano. Por eso, escribió un libro
titulado: El autoanálisis, guía para indagar el propio subconsciente, donde ofrece al
lector los descubrimientos del psicoanálisis con el propósito de ayudarlo a
enfrentar sus propios problemas. Es fácil citar las opiniones de otros, más difícil
resulta poner por escrito lo que uno piensa, o lo que le ha movido a hacer
experimentos consigo mismo.
Desafío en una encrucijada
Antes de definir el desafío que pretendemos presentar en este Seminario, hay que
explicar lo que entendemos por encrucijada. Según un diccionario común,
significa: “Pasaje o lugar donde se cruzan dos o más calles o caminos”. La
encrucijada a la que me refiero es al punto de encuentro de los tres caminos que he
presentado. Nuestra intención es lograr una concepción holística del ser humano.
El holismo es una: “Doctrina según la cual un ser vivo tiene propiedades que
pertenecen al todo, más bien que a sus partes constitutivas, y que la dinámica de un
ser vivo no puede ser explicada como la resultante de elementos independientes”.
Esto no significa que la antropología bíblica divida al ser humano, en multitud de
elementos constitutivos. La revelación divina es holística, tanto en el Antiguo
como en el Nuevo Testamento. Los cristianos tenemos una fe trinitaria, pero no
somos politeístas. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, son expresiones de la
unicidad de Dios. El hombre, como imagen de Dios, también expresa su unicidad
como: Alma, mente y cuerpo. En esta obra, sin embargo, dejo al cuerpo fuera de
mi análisis, y me ocupo de tres aspectos que trascienden al cuerpo: La fe, la razón
y los estados emocionales o psicológicos, en los que incluyo la sinrazón de lo
inconsciente.
El desafío
Es a través de tres caminos: La fe, la razón, y los aspectos emocionales que
debemos encontrar al ser humano en su plenitud, en la encrucijada de la armonía
holística. Estoy procurando, pues, el encuentro de la teología, la filosofía y la
psicología en una encrucijada, donde se amplíen las posibilidades del ser humano
para conocerse a sí mismo, sanar su vida interior, y encontrarse con Dios.
En los tres caminos he utilizado un significante común: La introspección, o
autoanálisis. Además de tres caminos, he elegido a tres hombres, entre los más
destacados, durante los dos últimos milenios, en la búsqueda de sí mismos, y de
Dios, por medio de la introspección; en sus respectivas disciplinas: San Agustín,
René Descartes y Sigmund Freud.
En la primera mitad del siglo 20, habría sido muy temeraria la actitud, de un autor,
que pretendiera que le publicaran un libro con el contenido de este capítulo.
Ningún editor aceptaría que fuera posible llevar a una encrucijada, no para un
diálogo, sino para un encuentro profundo, a caminos tanto tiempo separados: La
teología, la filosofía, y la psicología. Algo ha ocurrido en el mundo para hacer
posible, lo que era imposible hace pocas décadas. No es sólo porque hemos
arribado al tercer milenio, sino porque hemos entrado en la posmodernidad.
La modernidad se había constituido en una tenaz opositora a todo tipo de
expresión religiosa; en lo que conocemos como proceso de secularización. La fe
religiosa era considerada, como un elemento oscurantista que debería ser superado.
Curiosamente, he escogido a Freud como uno de los invitados al encuentro en la
encrucijada holística. El, juntamente con Friedrich Nietzsche (1844-1900), y Karl
Marx (1818-1883), fueron los más radicalizados maestros de la sospecha sobre los
valores de la religión.
El pensamiento filosófico posmoderno no tiene una actitud agresiva hacia la fe,
como la tuvo el pensamiento moderno. Hoy se acepta la legitimidad del retorno de
la religión. Se tiende a restituir a la teología el lugar que había tenido en otras
épocas, al lado de la filosofía. Al respecto, el filósofo italiano Gianni Vattimo, en
un libro reciente, con un título muy interesante: Creer que se cree, expresa lo
siguiente: “El hecho es que el ‘fin de la modernidad’ o, en todo caso, su crisis ha
traído consigo también la disolución de las principales teorías filosóficas que
pensaban haber liquidado la religión: el cientificismo positivista, el historicismo
hegeliano y, después, marxista. Hoy ya no hay razones filosóficas fuertes y
plausibles para ser ateo o, en todo caso, para rechazar la religión”.
En la obra citada, Vattimo dedica bastante espacio para sus reflexiones en torno a
la doctrina paulina de la kenosis, (el vaciamiento de Cristo según Filipenses 2:511). Dice Vattimo: “Mas claramente: lo que reencuentro es una doctrina que tiene
su clave en la kenosis de Dios y, por tanto, en la salvación entendida como
disolución de lo sagrado natural-violento; esta doctrina se me ha transmitido por
una institución que, sin embargo, por lo que consigo entender, tiende a poner en
segundo plano precisamente este núcleo kenótico y secularizante, pero no hasta el
punto de impedir que se manifieste (sobre todo en la experiencia religiosa concreta
de los creyentes) y de substraerse al juicio que, en su nombre, se emite sobre la
institución misma. Por esto insisto tanto en el ‘no dejarse alejar de la enseñanza de
Cristo’ a causa del escándalo de la enseñanza oficial de la Iglesia.....” Vattimo es,
actualmente, profesor de filosofía de la Universidad de Turín.
Veamos ahora la posibilidad de encuentro, en la encrucijada holística, de la
teología, y la psicología. Más arriba incluí a Freud en el trío de la sospecha, con
Nietzsche y Marx. Ya hemos visto como el propio Freud buscaba encontrarse a sí
mismo, pero aparentemente, a diferencia de Descartes, no tenía interés en
encontrarse con Dios. Justamente en la enseñanza de Freud acerca de la elección de
objeto amoroso anaclítica, o por apuntalamiento, afirma que el ser humano, por lo
general, procura amar a alguien que tenga las características de su progenitor del
sexo opuesto. En la clínica psicoanalítica es muy común encontrar personas que
realizan la elección amorosa de una persona totalmente diferente; o sea, eligen al
negativo de su papá o de su mamá. No obstante, el padre, o la madre, siguen
siendo su modelo, aunque en negativo. Eso es, a mi juicio, lo que le sucedió a
Freud con Dios. Fue un hombre que buscó a Dios por vía de la negación, y no por
vía de la afirmación de fe. Al fin y al cabo, el encuentro con Dios es un encuentro
con el amor; porque por definición bíblica: “Dios es amor”. (1 Juan 4:8).
Justamente, la negación de la existencia de Dios, que hace Freud, en una veintena
de sus obras, representa una afirmación inconsciente de su existencia. La posición
de Freud es más religiosa que la de Jung quien, a pesar de ser hijo de un pastor
protestante, diluyó el concepto de Dios en el inconsciente colectivo. Lacan afirma:
“La verdadera fórmula del ateísmo es Dios es inconsciente”.
Cuando Freud se refirió a los mecanismos de defensa, se ocupó de la negación. El
afirmó que toda negación insistente era una afirmación inconsciente. ¿Qué mayor
insistencia que negar a Dios en una veintena de sus obras? Por otro lado, si Dios no
existe, ¿para que ocuparse de Él? En el año 1925 Freud escribió un artículo que
tituló: La negación, donde afirma: “Lo comprendemos: es el rechazo por
proyección, de una ocurrencia que acaba de aflorar. O bien: ‘Usted pregunta quién
puede ser la persona del sueño. Mi madre no es’ Nosotros rectificamos: Entonces
es su madre” Más adelante añade: “La negación es un modo de tomar conciencia
de lo reprimido”. Para concluir este tema, me basta con repetir las palabras con que
Freud da por terminadas sus reflexiones sobre la negación: “ Armoniza muy bien
con esta manera de concebir la negación el hecho de que en el análisis no se
descubra ningún ‘no’ que provenga de lo inconsciente, y que el reconocimiento de
lo inconsciente por parte del yo se exprese en una fórmula negativa. No hay mejor
prueba de que se ha logrado descubrir lo inconsciente que esta frase del analizado,
pronunciada como reacción: ‘No me parece, o ‘No (nunca) se me ha pasado por la
cabeza’ ”.
Hemos visto tres caminos, muy bien representados por tres de los más grandes
hombres que ha producido la humanidad. A pesar de ser tres, cada uno de ellos ha
utilizado el mismo método: la introspección. Tres caminos que se dirigen a la
encrucijada del encuentro holístico. Estos caminos son semejantes a los sueños, los
cuales tienen un contenido manifiesto y elementos latentes, no recordados, que
pueden ser conocidos a través de las asociaciones libres. Si no existiesen los
elementos latentes, los sueños carecerían de valor terapéutico.
La realidad holística formó parte de la vida cotidiana de San Agustín, Descartes y
Freud, seguramente, sin que ellos fueran conscientes de los que les acontecía. Si
nos detenemos a estudiar cuidadosamente, por así llamar, el caso de San Agustín, a
quien he presentado como el representante del camino de la fe, encontramos
muchos escollos en su recorrido. La filosofía y los problemas psicológicos no
estuvieron ausentes en él. En su afanosa búsqueda en la filosofía neoplatónica, y su
posterior encuentro con el maniqueísmo, ¿no estaba recorriendo el camino de la
razón, de la reflexión filosófica? Y en su búsqueda del placer indiscriminado; su
disfrute del mal por el sólo hecho de realizarlo; su exilio voluntario en Italia,
marchándose sin despedirse de su madre, ¿no son éstas las expresiones de una
seria problemática psicológica? Lo filosófico y lo psicológico están profundamente
imbricados en San Agustín. Como están en Descartes los factores psicológicos y
espirituales, y, en Freud, la problemática espiritual y filosófica. Estos tres caminos,
donde lo manifiesto y lo latente vienen juntos, no sólo aparecen en la historia, los
encontramos también en la personas comunes de hoy. La falta no puede faltar, por
eso demandan análisis. Con el tiempo descubrían que tenían lo que no creían tener,
y que les faltaba algo que creían poseer.
En el corazón de la encrucijada se encuentra su fundamento. El fundamento de
toda reflexión cristiana: La Biblia, como vimos al respecto, hay un valioso aporte
de Vattimo, que es el siguiente: “La religiosidad moderna –la única que no es dada
como vocación, si queremos que sea auténtica-- no puede prescindir, por esto, de
una de las enseñanzas originarias de Lutero: la idea del ‘libre examen’ de las
Escrituras”. Además, el fundamento y el objetivo del enfoque holístico no consiste
en desarrollar el espiritualismo como ideología; sino en propender al desarrollo de
una auténtica espiritualidad como lógica expresión de una fe madura, alimentada
en la encrucijada de la piedad, la razón, y las emociones sanas, en comunión con
Dios, y en armonía con el prójimo.
TERAPIA DEL ALMA
La necesidad de Terapia del Alma
En todos los tiempos y bajo las diversas circunstancias en las que encontramos al
hombre, la ciencia de la Terapia del Alma siempre ha existido. Aunque no siempre
se la ha tratado como una ciencia, y sólo recientemente se la conoce con éste
nombre.
Jesús y la mujer samaritana, en Juan 4, es un ejemplo típico aunque el
término Terapia del Alma ni siquiera aparece en el relato. Y como éste ejemplo,
hay muchos otros en La
Biblia.
En la actualidad, debido a muchas y diversas razones como el estrés, el ritmo de
vida agitado, la poca tolerancia, etc, es que la necesidad de la Terapia del Alma se
ha hecho mucho más notoria. Afirmamos entonces que: Muchas veces, a quienes
les decimos "vamos a orar contigo por el problema", no les es suficiente con ello.
Y me atrevo a
decir que ¡ni siquiera es la voluntad de Dios! En realidad, lo que
debemos hacer es
Tomar tiempo para:
1) Descubrir las raíces del mal
2) Atacarlos con el proceso correcto
3) Orar a Dios para que El "haga la obra".
Debemos tomar tiempo para encarar los problemas de la gente. Debemos dedicar
tiempo a escucharles y, en la medida de lo posible, buscar nosotros una solución
viable, natural y tan entendible como le sea posible al paciente.
A. La ciencia de sentirse bien
La gente se siente bien cuando:
a.
Está conforme consigo misma y con la vida.
b. Son amables con los demás (correctos en su trato con sus semejantes)
c.
Tienen la alegría de vivir, típica de quien vive en armonía y en equilibrio
emocional, sentimental y social (relaciones).
d. Tienen metas.
e. Cumplen con sus obligaciones. Casi siempre tienen éxito en lo que
emprenden.
f.
g.
Tienen fe y esperanza
Ven la vida con mucho optimismo.
h. Se ríen fácilmente y, aparentemente, no toman la vida demasiado en serio.
i.
Tienen un contacto fluido con los demás
j.
Siempre son responsables de sus palabras y de sus acciones.
k. Sus semejantes confían en ellos ya que siempre dan a conocer su forma de
pensar, y por tal razón, los demás siempre saben "dónde están parados".
Así es son personas como tú y yo. No importa si son ricos o pobres, cultos o
analfabetos, si viven en palacios o humildemente, si van a alguna iglesia o no.
Parecen tener "algo" especial. Por lo tanto experimentan la alegría de sentirse bien
y este sentirse bien tiene que ver con:
1) El sentido del humor
2) El estado de ánimo
3) La visión que el individuo tiene de sí mismo
4) Sus sentimientos
5) El estado emocional
6) La honestidad hacia sí mismo
7) El grado de fe y de confianza
8) Las relaciones hacia los demás
Debemos permanentemente estar atentos a los principios básicos de la felicidad y
concentrarnos en ellos para la vida personal. Se trata de aplicar con buen sentido
común las reglas básicas y sanas para una buena forma de vida.
B. Geometría de la vida
La felicidad que tienen los que se sienten bien, cuenta con la siguiente triple base
segura sobre la cual cada individuo afirma su confianza:
a.
En lo EMOCIONAL
b.
En lo SENTIMENTAL
c.
En lo SOCIAL (relaciones)
Al quitar o socavar una de las tres bases, se mina la estabilidad, y por ende, la
felicidad.
La forma de edificar este tipo de vida debe seguir ciertas reglas fijas y
permanentes. Al conocer dichas reglas, se torna más fácil el aplicarlas en lo
personal y también en nuestra tarea como Consejeros Pastorales. Además, sin la
aplicación (sólo la teoría), este curso no tiene sentido. La puesta en práctica de
tales reglas (o principios) debe ser:
1.
REGULAR (no importa las circunstancias)
2.
METÓDICA (se deben aplicar todas las reglas según cada ocasión)
3.
PERMANENTE (durante toda la vida)
Ésta es una acción conciente y controlada. Es una actitud a sabiendas y voluntaria,
por lo tanto un buen Consejo Pastoral debe aprender de memoria la siguiente
ecuación:
SABER + CONTROL = CONOCIMIENTO
CONOCIMIENTO + VOLUNTAD = ACCIÓN
Al poner en práctica (ACCIÓN) tales reglas o principios, se inicia en el interior del
individuo con determinadas formas de:
1.
PENSAR
2.
CREER
3.
ACTUAR
Al tratar con pacientes vamos a descubrir que para llegar al buen funcionamiento
de las reglas y principios arriba mencionados, es necesario satisfacer primero las
necesidades básicas y primarias de todo individuo.
Las necesidades básicas y primarias de todo individuo son:
1.
VALORARSE A SÍ MISMO
a)
¿conozco cuánto valgo?
b)
¿me respeto a mí mismo?
c)
¿me amo a mí mismo como Dios me ama?
2.
SABER DÓNDE SE ESTÁ PARADO
a)
¿en qué creo?
b) ¿qué es lo que valoro?
3.
PREOCUPARSE POR LOS DEMÁS
a)
¿amo a mi prójimo?
b) ¿me intereso activamente por él?
4.
CONOCERSE Y COMPRENDERSE A SÍ MISMO
a)
¿hago lo máximo que puedo?
b) ¿acepto en mí lo que no es tan atractivo?
5. UTILIZAR LOS TALENTOS PROPIOS Y LOS DONES OTORGADOS
POR DIOS
a)
¿sé lo que es mío propio?
b) ¿sé lo que me ha sido dado después de mi nacimiento?
c)
¿sé con qué dones Dios me ha equipado?
6.
ATREVERSE A EXPRESAR LOS SENTIMIENTOS MÁS ÍNTIMOS
a)
¿me atrevo a expresarme con confianza ante los demás?
b) ¿soy espontáneo en mi forma de actuar?
7.
ESTAR ARRAIGADO EN UNA REALIDAD FUERA DE SÍ MISMO
a)
¿tengo en mi vida un fundamento seguro que no tiembla?
b) ¿adoro y sirvo a un Dios amoroso y galardonador?
8.
VIVIR SU PROPIA VIDA
a)
¿quién dicta las normas de mi forma de vida?
b) ¿tomo la responsabilidad de todos mis hechos?
Tomando como punto de partida estas necesidades básicas y primarias de todo
individuo, estableceremos ahora los principios para una vida rica y feliz como el
secreto para sentirse bien.
Ante todo, se trata de utilizar con equilibrio (interno entre sí) cada uno de los
principios. Esto no es fácil. La mayoría de las personas ya tienen impregnadas
ciertas costumbres, prácticas, rutinas y maneras de actuar (a veces son manías) que
dificultan lograr el equilibrio necesario.
Cuando la vida pone al ser humano ante elecciones o desafíos, por regla general, la
mejor salida es encontrar un camino medio, natural y razonable, entre dos
extremos. Es imposible medir la alegría que sentimos cuando vemos que nos
hemos encontrado a nosotros mismos, hemos encontrado a nuestros semejantes en
su propio camino, y hemos encontrado la vida misma con todas sus exigencias y
también con todas sus ofertas.
LOS 8 PRINCIPIOS PARA UNA VIDA RICA Y FELIZ SON:
1. AMARSE A SÍ MISMO: Intentar ubicarse en un punto medio entre el
sentirse NULO en un extremo de la escala, y tener un concepto
EXAGERADAMENTE SEGURO en la forma de vida en el otro.
2. PONER A PRUEBA LAS APRECIACIONES PROPIAS: Intentar un
término medio entre CUALQUIER COSA SIRVE y, según mi punto de vista,
TODO ES BLANCO Y NEGRO.
3. PREOCUPARSE POR LOS DEMÁS: Intentar encontrar un punto medio y
céntrico entre UNA ENTREGA EXAGERADA DE SÍ MISMO y una forma de
vida EGOÍSTA Y OCUPADA SOLAMENTE EN SÍ MISMO.
4. ACEPTAR LAS DEBILIDADES PERSONALES: Intentar corregir la
imagen personal que o es ANGELICAL o es LLENA DE MALDAD.
5. UTILIZAR LAS CAPACIDADES PROPIAS: Intentar lograr un camino
medio entre FALTO DE IMPULSOS y IMPULSIVO.
6. EXPRESAR LOS SENTIMIENTOS: Tratar de lograr un equilibrio
verdadero entre la forma más cruel de DESALOJARLOS (ahogándolos) y
DARLES RIENDA SUELTA a los mismos (impulsivo).
7. PRACTICAR LA FE: Encontrar una forma de vida y una visión de la misma
que me mueva entre una DEPENDENCIA ENFERMIZA y una
INDEPENDENCIA CONFIANZUDA.
8. VIVIR LA VIDA PROPIA: Intentar encontrar un punto medio entre una
actitud de INCAPACIDAD y una que demuestre PODERÍO ILIMITADO.
Al haber estudiado detenidamente cada una de estos principios, hemos también
descubierto cuán importantes son para lograr un estado de equilibrio en nuestra
vida. Como individuos debemos lograrlas, y como Consejeros Pastorales debemos
saber aplicarlos.
Pero al mismo tiempo, si somos sinceros, también hemos notado qué difícil es
lograr dicho equilibrio. El balance de nuestra investigación nos muestra que - en
general - somos personas con tendencias "extremistas". Por lo tanto los 8
principios se convierten luchas internas para mantener un balance adecuado:
1.
Nulidad vs. Arrogancia o presunción
2.
Cualquier Cosa Sirve vs. Blanco y Negro
3.
Abnegación vs. Egocentrismo
4.
Angelical vs. Maliciosa
5.
Falto de Impulsos vs. Impulsividad
6.
Ahogar vs. Impulsivo
7.
Dependencia Enfermiza vs. Independencia Confianzuda
8.
Incapacidad vs. Todo lo Puedo
LAS ACTUTUDES HUMANAS
En nuestro mundo actual se van adquiriendo mayores conocimientos y logrando
muchas más experiencias en torno a la ciencia de la hasta hace pocos años atrás,
casi se desconocida, la Terapia del Alma.
Y así como no aceptaríamos que un zapatero - aunque tenga 40 años de práctica en
su oficio – que de repente comenzara a actuar como médico cirujano y realizara
una operación quirúrgica en nuestro cuerpo enfermo, tampoco aceptamos que un
terapeuta del alma comience a "cortar" en diferentes áreas de la vida sin tener el
conocimiento, la práctica o la experiencia para ello.
Pero, cuando el paciente enfermo requiere de diversos tratamientos Psiquiatricos
y/o Psicoterapéuticos al habérsele diagnosticado alguna enfermedad, también
necesita tanto de la Terapia del Alma - que debe funcionar Mano a Mano con el
resto del tratamiento - como de una comunión cristiana calurosa que pueda
contribuir a quebrar su aislamiento y soledad dándole la ayuda necesaria para
alcanzar una fe viva en Dios que le lleve en brazos a través de esa su difícil
situación.
Está escrito en La Biblia - La Palabra de Dios: "Aunque ande en valle de sombra
de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado
me infundirán aliento" - Salmo 23:4.
A veces Jesús caminó sobre las aguas (Mateo 14:22-36), pero la mayoría de las
veces utilizó una barca al trasladarse sobre ellas (Lucas 8:22-25). De la misma
manera es con la Terapia del Alma. Debemos contar con que, además de las
intervenciones directas de Dios - los milagros espontáneos - también tendremos
que utilizar otras clases de "barcas" y confiar en ellas para que puedan trasladar a
los pacientes por sobre las aguas oscuras y profundas de la vida en que muchas
veces se encuentran remando con tantas dificultades.
DIÁLOGO: Arma esencial del Consejero Pastoral
PRINCIPIOS CLAVES EN EL DIÁLOGO
En nuestro estudio del Módulo anterior, vimos la importancia que tenía el hecho de
sentirse bien. Y en el mismo texto notamos lo esencial del diálogo para poder
descubrir cómo lograrlo.
Es así. Sin la posibilidad del diálogo, el trabajo del Consejero Pastoral sería
imposible. El arma esencial de todo aquel que quiere ayudar a los necesitados, está
en el poder comunicarse con ellos, ya que sin diálogo, no hay capacidad de lograr
una relación Consejero Pastoral-paciente.
Pero: no todos los diálogos son eficaces y constructivos. Muchas veces, al no tener
conciencia de ello, utilizamos (en nuestra labor como Consejeros Pastorales) el
diálogo en forma errónea. Y esto no debe ser así. Saber usar las palabras es vital.
Las hay creadoras, pobres y positivas. También veremos los tres tipos de diálogo
existentes.
En el estudio de los principios claves del diálogo veremos las tres piedras
fundamentales del mismo que son: el aceptar, el vivir la situación y el comprender.
También estudiaremos las tres áreas de la conversación: la diaria, la que brinda una
respuesta desacostumbrada, y la que crea tranquilidad. Existen diez reglas que se
debe tener en cuenta si queremos aplicar correctamente los principios del diálogo
fructífero. Hay que saberlas. Por supuesto: muchos errores y equivocaciones
cometen los terapeutas en el diálogo. ¿Cuáles son? También los analizaremos.
Finalmente, tenemos un último capítulo dedicado al peligroso ejercicio de los
juegos emocionales. Hay sensaciones positivas, negativas y de dependencia en los
mismos, que pueden resultar para vida o para muerte del paciente. Pero
comenzaremos viendo algunas realidades sobre las actitudes humanas.
ACTITUDES HUMANAS
EL estudio profundo de la personalidad humanos nos muestra lo más importante,
en lo que se refiere las actitudes humanas.
A) Los malestares síquicos producen enfermedades - El bebé que recibe
alimento, no solamente satisface su hambre llenando el estómago. El hambre del
bebé también tiene que ver con el consuelo, la cercanía y la seguridad que el bebé
necesita. El mismo padrón se repite en las personas mayores. Y por otro lado,
cuando sentimos falta de alimento “síquico", el estómago reacciona aumentando el
grado de ácido clorhídrico, y rápidamente se forma un cuadro clínico de catarro
estomacal que más tarde puede llegar a desarrollar hasta una úlcera estomacal.
Todo "dolor de estómago" está influenciado en gran manera por factores síquicos,
según la teoría hoy aceptada por la ciencia médica. El Dr. Sjövall, especialista en
situaciones anormales tanto síquicas como físicas, ha podido establecer que el 75%
de todas las enfermedades tienen su inicio en dificultades síquicas, y muchas de
estas dificultades - si no reciben la atención adecuada - pueden desarrollarse luego
hasta tornarse en enfermedades sicosomáticas. Nadie hasta ahora ha podido
desmentir las afirmaciones tan categóricas del Dr. Sjövall (ver explicación de
enfermedades sicosomáticas al final del compendio).
También ha quedado demostrado que éste principio también es válido en las
relaciones entre los seres humanos. Lo que comienza como algo insignificante,
crece y se profundiza en una manera tan desagradable que hasta deja huellas en las
funciones del cuerpo, primero huellas síquicas, y luego también físicas.
Como nuestras actitudes, vestidas de palabras, de mímicas o de acciones, son - la
mayor cantidad de las veces - la forma de comunicación entre las personas, es que
nuestras actitudes pueden crear, o bien distancia, o bien acercamiento. Y esto a su
vez tiene consecuencias a largo plazo, porque nuestras actitudes son tanto de orden
positivo como negativo. También - muchas veces - mezclamos ambas. No olvidar
tampoco que nosotros mismos estamos expuestos a las actitudes de los demás, y
todo esto en forma tan fuerte y reiterada, que muchas veces se tornan en hechos
imborrables.
B) Los grupos más expuestos - Es lógico que las personas con naturaleza
sensible experimenten las actitudes negativas dolorosamente. La sensibilidad
muchas veces tiene que ver con la niñez que el individuo ha vivido. Es por esta
razón que en la psicoterapia se utiliza el "método biográfico" que revisa la
situación del individuo desde su infancia.
Sin temor a equivocarnos podemos afirmar que en ciertos grupos de personas las
actitudes influyen en un área muy sensible. Las personas en posiciones claves, de
autoridad y de dirección, son exigidas más que otras en sus actitudes y también en
qué manera se comportan con sus colaboradores o con las personas que están en
situación de dependencia.
Quienes trabajan en hospitales son otro grupo muy expuesto. También lo son
quienes trabajan como terapeutas con pacientes enfermos. El pastor o sacerdote
que cumple con su tarea a conciencia es otra de las categorías de personas
tremendamente expuestas. Pero aquí también hay que decir que muchas veces se
piensa que hay que "trabajar duro" para conseguir buenas relaciones. Sin embargo,
la clave está en dejar brillar las actitudes positivas y correctas en el diario vivir
para lograr los efectos deseados.
C) Irradiar amor (en palabras y en acciones) - Lamentablemente, éste ángulo
de la cura del alma no ha recibido la atención que se merece. Sin embargo, debo
afirmar de que es uno de los cimientos más seguros en el edificio de la Terapia del
Alma. Tiene que ver con la confianza y con las relaciones. Y en la terapia
sistemática - no la esporádica - es cuando el irradiar amor significa tanto.
D) Las causas de nuestras actitudes - Si podemos influir en nuestros
pensamientos, también podremos influir en nuestras actitudes, tanto en sentido
positivo como negativo. Y al ser esto así, entonces somos "dueños" de nuestras
actitudes. Hay quienes afirman que nuestras actitudes son indisciplinadas, pero no
es así el caso. ¡Todo lo contrario! Nosotros mismos influenciamos en casi la
totalidad de los casos – Jeremías 29:11. Es Dios mismo el que también nos ha dado
las posibilidades de pensar, y de pensar positivamente - Jeremías 4:14. Los malos
pensamientos vienen de nuestro corazón - Mateo 15:19.
Tres causales comunes para nuestros pensamientos negativos son:
1.
El egoísmo
2.
La inseguridad interior
3.
El temor interior
En Mateo 26:33-35 podemos leer acerca de un ejemplo típico: pensamientos
negativos causados por la inseguridad y el temor interior.
E) Creando actitudes positivas - Lamentablemente no son pocos los que por
medio de actitudes equivocadas cierran el camino a las relaciones positivas y a una
tratamiento con resultado. Y aquí somos todos culpables. No solo pastores y
terapeutas. ¡Si tenemos una confesión de fe cristiana, debemos "darnos el lujo"
de
brillar con actitudes positivas!
1. Como ya hemos mencionado, si queremos transmitir actitudes positivas,
debemos comenzar con pensamientos positivos. Como la mayoría de las veces
nuestros pensamientos giran en torno a personas con quienes tenemos
relaciones de diferente tipo (más o menos frecuentes) es aquí donde
debemos
pedir ayuda a Dios.
2. Las palabras en el diálogo entre las personas son las que transmiten la mayor
parte del mensaje. Es por ello que nuestra actitud en relación con nuestras palabras
es determinante. Deben siempre ser palabras positivas.
3. Al estudiar el Nuevo Testamento, y especialmente la vida de la Iglesia, pronto
descubriremos que las acciones fraternales eran el resultado de pensamientos
positivos traducidos en palabras positivas que edificaban relaciones correctas y que
conducían, muchas veces, a acciones de ayuda.
PENSAMIENTOS Y PALABRAS
A veces los pensamientos surgen junto a las palabras - Mateo 12:34. No siempre
todo lo que decimos lo hemos preparado (pensado), y el juego entre pensamiento y
palabra es el reflejo de nuestro carácter, educación o preparación intelectual.
1. Palabras CREADORAS - Dios utilizó la palabra como un factor creativo
en Génesis 1:1-31. Jesús utilizó también, y con autoridad, la palabra para hacer
milagros - Marcos 4:35-41, y también con el poder de la palabra echó fuera al
diablo y destruyó sus obras. Las palabras en sí mismas no tienen poder existencial,
pero su utilización en las relaciones humanas hacen que ellas puedan crear, por
ejemplo, amistad o enemistad
2. Palabras POBRES - "Mis palabras son tan pobres" acostumbramos escuchar,
por ejemplo, cuando alguien intenta consolar un doliente. Pero, aún así, creemos
que nuestras palabras no son tan pobres y sin sentido como podemos creer. El
asunto está en darle a las palabras correctas el calor y el sentir que debe tener. El
poder hacerlo, como ya lo hemos mencionado, depende del contenido en nuestro
interior. Dejemos pues que nuestro mundo interior se llene de la paz y del amor de
Dios, y nuestras palabras estarán saturadas de lo mismo.
Hay personas que tienen dificultad en expresarse. Son personas, decimos, de
"pocas palabras". Personas tímidas (la timidez ha sido declarada una
enfermedad que puede y debe ser tratada). Es difícil llevar con ellos un
diálogo,
y es entonces la tarea del Consejero Pastoral es ayudarles a expresarse, pero
también debe saber "escuchar" lo que la persona no pronuncia con palabras. Es a
esto se le llamamos "el lenguaje corporal" o "el idioma del cuerpo". Es la manera
con la cuál se logra sacar a dichos pacientes de su aislamiento. Afirmemos aquí
que, en muchas casos, la sola comunión sirve de terapia y también de
entrenamiento en el hablar.
3. Palabras POSITIVAS - Peor que la pobreza de las palabras es el hablar
negativamente. Por medio de los medios masivos se nos satura a diario de
expresiones negativas ya que, lo que no es desastre, muerte, sangre, pelea, crimen,
robo, etc. ¡no es noticia! Esto influye en la formación y en el vocabulario diario
tanto de niños como de adultos. Como cristianos debemos pensar y hablar
positivamente, sin por ello negar la existencia de lo negativo. Debemos ser
concientes de que hay mucho positivo de lo cual hablar.
Pero una condicionante para ello es que sepamos y pensemos que siempre hay una
alternativa divina. Sencillamente nos debemos dejar saturar de los
pensamientos de Dios - Jeremías 29:11.
NECESIDAD DE DIALOGO
El diálogo es uno de los procesos más importantes en nuestra vida, y en manera
especial en la Terapia del Alma. Y así como cada caso es único, también el
contenido de cada diálogo deber ser único. Cada persona vive en su propio mundo.
Las situaciones personales son siempre únicas. No existen pues respuestas
preconstruidas en la tarea del Consejero Pastoral.
El diálogo entre el Consejero Pastoral y su paciente contiene las réplicas donde las
palabras, el tono de voz, el lenguaje corporal, las mímicas y las actitudes tienen
gran significado. Y así como el silencio, la pausa y la observación forman parte de
una partitura musical, también el silencio, la pausa y la observación forman parte
del diálogo en el proceso de tratamiento.
3 TIPOS DE DIALOGO
Estudiemos ahora el diálogo . Veamos en el mismo la actitud y las palabras tanto
en el Consejero Pastoral como en el paciente. Lo expresamos así:
1. El diálogo conmigo mismo - En primer lugar, al pretender ayudar a un
paciente, el Consejero Pastoral debe aprender a tener sesiones de tratamiento
"consigo mismo". En cuanto a cómo establecer esta modalidad de tratamiento,
tiene que ver con el diálogo conmigo mismo. El Consejero Pastoral debe
primeramente lograrlo consigo mismo - antes de pretender ayudar a los demás.
Preguntas y respuestas en un diálogo consigo mismo encontramos seguido en los
salmos de David. Ejemplo: Salmo 42:6.
2. El diálogo con Dios - En segundo lugar, para un cristiano, el diálogo con
Dios su Padre y con Jesús su Hijo, es lo más natural del mundo. Es en éste diálogo
que se
lleva a cabo también la oración. La oración es parte integral del mismo.
Cuando éste diálogo se mantiene con contenido y calor, se eliminan muchas
preguntas e interrogantes, y por ende, problemas. "Tan importante es la oración
para la vida del cristiano como lo es la circulación de la sangre para el cuerpo
humano" - ha dicho el Premio Nobel de química Alexis Carrel.
3. El diálogo con el prójimo - En tercer lugar e independientemente de si uno
es cristiano o no, cada individuo tiene necesidad de llevar a cabo un diálogo con
sus semejantes. Si nuestro interlocutor es una persona de nuestra confianza,
nuestro
diálogo puede resultar muy beneficioso. Un ejemplo nítido de esto lo
tenemos en la charla entre Jesús y la mujer samaritana que podemos leer en Juan 4.
Jesús toma la iniciativa con una de las necesidades básicas y muy naturales de todo
ser humano: "Dame de beber" para luego "edificar" el diálogo.
Otra de las verdades importantes que éste caso le enseña a todo Consejero Pastoral
es que no debe irse del diálogo, abandonarlo, hasta que el paciente haya recibido
respuesta a sus preguntas. Quizás no a todas, pero sí a algunas. Las suficientes.
En el caso que estamos mirando, se trata de encontrar - en la presencia de Dios y
poco a poco – a través de la Palabra de Dios y de su Santo Espíritu, las soluciones
a los problemas del paciente que necesita del auxilio del Consejero Pastoral. Por
último, digamos en este capítulo algo sobre la importancia de escuchar. De saber
escuchar.
TRES PRINCIPIOS BÁSICOS PARA EL BUEN OIDOR
1. Escuchar minuciosamente el problema hasta que se lo comprenda. El
Consejero Pastoral debe saber escuchar aún aquello que no se expresa con
palabras. Esta es la primer razón por la que es imprescindible observar
cuidadosamente el lenguaje corporal. Es aquí donde es muy importante "ver" el
lenguaje de los gestos, las lágrimas, las miradas, los movimientos nerviosos, la
ubicación de las manos y la flexibilidad o la tensión de los labios.
2. Escuchar positivamente (con una "actitud" positiva). El paciente debe
sentirse seguro de que el Consejero Pastoral está realmente interesado en su
problema. El paciente también observa el lenguaje corporal de su Consejero
Pastoral.
3. Escuchar en una actitud de relajamiento. El Consejero Pastoral nunca debe
dar sensación de apuro. Tampoco de que se siente forzado u obligado a "tomar el
caso". Su eficacia estará determinada por el grado de confianza que el paciente
pueda depositar en él a medida de que lo va observando en su accionar.
Un buen Consejero Pastoral no habrá de terminar la conversación y salir del
diálogo hasta haber concluido la totalidad de los temas pactados de antemano con
el paciente. Tampoco incluirá en su agenda otra sesión de tratamiento con un
nuevo paciente sin dejar un margen de tiempo de por lo menos una o dos horas. A
veces necesitará muchas más.
¡En el trabajo Consejería Pastoral un 26% es tarea de Psicoterapia, un 30%
corresponde a la confesión, pero un 44% corresponde al diálogo!
PRINCIPIOS CLAVES EN EL DIALOGO.
El aceptar, el vivir la situación y el comprender, son las tres piedras fundamentales
en la conversación entre el terapeuta y su paciente. Sobre este cimiento triple se
debe lograr un diálogo realmente profundo, positivo y productivo.
Estudiaremos ahora más detalladamente estas tres piedras fundamentales, y luego
haremos lo propio con diez consejos prácticos vitales para el éxito del diálogo
terapéutico.
1. Aceptar - aquello que comprendemos es más fácil de aceptar que, lo que no
comprendemos. Y el aceptar es imprescindible para que se pueda crear el clima
Psicológico necesario que hará posible la comunicación efectiva y profunda. Lo
que en realidad estamos diciendo es que tenemos que aceptar al ser humano que
hay detrás de los pensamientos, las palabras y las acciones: sin culpar, ni defender,
sino entender. Comparemos la forma de hablar de Jesús en su diálogo con la
adúltera cuando en Juan 8 le dice: "... ni tampoco yo te condeno".
2. Vivir la situación - Debemos diferenciar entre "simpatía" y "empatía".
Simpatía significa, en su máxima expresión, que nuestros sentimientos propios
buscan valorar una determinada situación, mientras que empatía es el intento de
ponerse en la situación del paciente y penetrar entonces en el mundo de otra
persona para ver, escuchar y comprender los puntos de vista del necesitado.
Tengamos siempre en mente la frase sabia del indígena cuando dijo: "Camina unos
pasos con mis sandalias antes de que me digas algo".
3. Comprender - La comprensión va de la mano de la empatía y edifica sobre
ella. Si no somos capaces de vivir la situación del necesitado, tampoco podremos
comprenderla. Al paciente le es necesariamente imprescindible que el Consejero
Pastoral mismo se ponga primeramente en su lugar. Por que es tan necesario
comprender a los demás, y a su vez ser comprendidos.
DIÁLOGO CONSEJERO PASTORAL-PACIENTE
Teniendo en cuenta lo que hemos estudiado hasta aquí, vamos a mirar ahora más
detenidamente la conversación del Consejero Pastoral-paciente y las reglas para la
misma. Dialogar es una ciencia, y como toda ciencia exige investigación, estudio y
puesta en práctica. El don natural de dialogar que cada individuo tiene, en menor o
mayor grado, no alcanza cuando se quiere emplear dicha capacidad en la labor de
Consejería Pastoral. Será la investigación, el estudio y la práctica la que
desarrollará dicha capacidad.
Esto es primordial en todas las ciencias, y no lo es menos en la Terapia del Alma.
Por eso es necesario aprender ciertas reglas básicas y a través de la puesta en
práctica de las mismas, y del ensayo permanente, aumentará la capacidad del
Consejero Pastoral en ayudar.
1. Conversación diaria - En el primer caso están los diálogos diarios y más
comunes del hogar. Inclusive las distintas frases de saludo: "Hola, ¿qué tal?" y las
respuestas a éstas: "Bien, gracias ¿y vos?" o "Y, no me puedo quejar" o
expresiones por el estilo.
2. Respuesta desacostumbrada - En el siguiente caso están las respuestas no
esperadas. Por ejemplo: "Me siento mal. En realidad no tengo ganas de hacer
nada". También pueden haber preguntas que buscan contestaciones por medio de
las cuales se quiere remarcar el estado de salud: "¿Cómo estás, realmente?". Una
pregunta de este tipo, que remarca una situación en particular, puede interpretarse
como una invasión en la vida personal del interrogado, si es que dicha persona no
está a la espera de una pregunta semejante. Puede también darse el caso de que el
lugar en el que estamos no sea el más adecuado ni la circunstancia la más
apropiada para una pregunta tan cercana o personal. ¡No lo olvidemos!
3. Tranquilidad creada - Al círculo más íntimo de un diálogo no se llega sino
cuando se ha logrado crear una zona de seguridad en la que el paciente se atreva a
entrar.
Primero a través de la conversación diaria, luego en la respuesta
desacostumbrada, para llegar al círculo más íntimo donde ha creado un área de
confianza y tranquilidad. Él mismo permitirá que el Consejero Pastoral lo
acompañe hasta esa zona central, aún al mismo centro del círculo, para observar lo
más íntimo y personal de su situación, de toda su debilidad, su imperfección y
hasta quizás, la vergüenza misma que pueda mostrar. Es importantísimo y
necesario que ambos entiendan que: el Consejero Pastoral, cuando pregunte, no va
a ser despedido ni mantenido "a distancia" por el paciente, aún cuando éste sabe
que sus debilidades serán descubiertas. Y es por lo tanto clave en todo diálogo, que
el paciente se atreva a vivir consigo mismo y con su situación, a pesar de que ha
sido (o será) descubierto por el Consejero Pastoral durante el progreso del diálogo.
Eso sí: no hay que dañar al paciente provocándole complejos, por ejemplo de
inferioridad, que llevará inevitablemente al cierre total de su corazón. Si esto
ocurre, será casi imposible volver a lograr contacto con su mundo interior. Al ver
este tipo de importancia en la conversación, el Consejero Pastoral y el paciente
deben tener tiempo y valor para acercarse a los problemas reales. No hay tangentes
hacia allí, y si tratamos de forzar los obstáculos, dañaremos seriamente la relación
y provocaremos consecuencias dolorosas en el paciente. También el propio
Consejero Pastoral puede ser dañado interiormente. Es pues necesario utilizar de
tal modo el tacto que permitamos que el paciente mantenga todas sus defensas
intactas, tanto como él o ella las necesita.
METODOLOGÍA DEL DIÁLOGO
Ahora, luego de haber aprendido algo más sobre los principios básicos de la
conversación en Consejería Pastoral, vamos a mirar la metodología de dicho
diálogo.
1. Primero un principio muy importante: comience siempre el diálogo con una
invitación abierta. Por ejemplo: "Bueno, Ud. quería hablarme sobre ..." o "Me
llamó porque quería hablar conmigo sobre ...". En esta invitación hay que dejar
siempre algo "colgando en el aire", algo que el paciente va a llenar con sus propias
palabras.
2. Un segundo principio clave es que el Consejero Pastoral debe tener en cuenta
la posición más adecuada para estar frente a frente con el paciente.
3. Un tercer principio a tener en cuenta es que debe siempre haber por lo menos
una mesa de por medio.
4. Una cuarta regla es que el Consejero Pastoral no debe sentarse
"abiertamente", sino que su "lenguaje corporal" debe ser tan cauto y cuidadoso que
no dé lugar a la más mínima sospecha. De ningún tipo. En ningún momento.
Causas, Diálogo y Secreto Profesional
COMENTARIOS
A continuación presentamos 10 consejos prácticos a tener en cuenta en la tarea
terapéutica para un buen desarrollo del diálogo mismo.
1. Hable poco - escuche mucho: Hemos sido creados con una sola boca, pero
con dos oídos, lo que debería significar que debemos escuchar el doble de lo que
hablamos. ¡Escuchar correctamente es muchas veces el 50% de la tarea
terapéutica! Por medio del escuchar permitimos que el paciente se abra y comience
a estructurar su mundo interior para luego lograr poner nombre y apellido a sus
diversos sentimientos o traumas.
2. Escuche activamente: ¡Sea observador! ¡Desde el comienzo mismo! Muchas
veces las frases claves pasan rápidamente en la conversación. Y en otras ocasiones,
como un agregado. Siempre es factible que se diga una frase - o alguna palabra que pueda dar la información necesaria, importante o decisiva para el caso. Por eso
es que se debe escuchar activamente desde el comienzo mismo de cada sesión.
3. Escuche aún aquello que "no se dice con palabras": ¡Escuche con el
"tercer" oído! ¡Con los ojos! ¡Con el sexto sentido! Fíjese siempre en el lenguaje
corporal (las manos, las mímicas, los gestos, el tono de voz empleado en
determinadas frases, etc). Esta observación (la segunda razón por la que es
imprescindible observar cuidadosamente el lenguaje corporal), si es cuidadosa,
dará información importante, y por sobre todo, ¡VERDADERA! No se puede ni
exagerar ni mentir con el lenguaje corporal. Pero sí con las palabras.
4. Respete el silencio y ... ¡tolérelo!: "Permanece en silencio o di algo que valga
más que tu silencio" dice el refrán español. Tanto el necesitado como su ayudador
necesitan de vez en cuando de pausas para hacer una suma de lo dicho y un
sumario de lo expresado hasta ese momento. Se trata entonces de probar el silencio
y de descubrir si:
a)
crea algo positivo o
b) cierra los caminos con llave
Cuando el silencio queda "vacío", cuando conduce a pérdida de tiempo, entonces
hay que quebrarlo. Por ejemplo preguntando: "¿En qué estás pensando?" o tratando
de recomponer el tema con lo último que el paciente dijo: "Me estabas diciendo
que ...". El conocido médico-siquiatra Dr. Erik Geijer ha dicho sobre el silencio lo
siguiente: "Sabio es solamente aquel que comprende el silencio". ¡Qué verdad!
5. Escuche mientras haya algo que escuchar: Esto significa darle al paciente
el tiempo y la libertad que necesita. El terapeuta no debe estar pensando en lo que
va a decir cuando el que busca su ayuda se calle. Existe entonces un gran riesgo de
que pierda información importante. Fènelons dice: "Habla poco y escucha mucho.
Piensa más en entender el corazón y acomodarte tú mismo a sus necesidades que
en decirle palabras sabias".
6. Pregunte cuidadosamente - pregunte por los sentimientos: Nunca pregunte
por curiosidad, sino para comprender. A veces el terapeuta tiene que preguntar,
justamente para poder comprender. Entender. Por ejemplo: "No entiendo bien ...
¿me quisiera hablar un poco más de esto?" (Nunca diga me quisiera "contar" sino
"hablar").
Como las conversaciones, por lo general, tratan más de sentimientos que de
hechos; y como la mayoría de las veces es en el plano emocional y sentimental que
existen los bloqueos y los estorbos, es necesario que el terapeuta ponga mucha
atención justo en los sentimientos y en las emociones. Debe por ejemplo preguntar:
"¿Qué siente Ud. cuando me habla a mí de éstas cosas?". Al mismo tiempo observa
las reacciones del paciente y su lenguaje corporal.
7. Dé suficiente tiempo: Esta expresión no significa que tenemos tiempo
ilimitado para el caso. La duración aconsejable para una consulta es alrededor de
45 minutos. Pero es durante ese tiempo que el terapeuta tiene que aplicarse a
entender diferentes tipos de problemas, así como tratar con diferentes clases de
personas y temperamentos. Nunca debe el terapeuta utilizar frases como "Por
favor: dígame el asunto en pocas palabras" u otras similares.
Sin embargo, y a pesar de lo mencionado, muchas veces es necesario "apretar" un
poco el diálogo para poder tocar un sólo tema a la vez. Para llegar a conclusiones.
Es entonces cuando el punto 8 resulta tan importante.
8. Enfoque: Algunos pacientes abruman con sus palabras. Esto es debido a
varias razones:
a)
están nerviosos
b) no están acostumbrados a dialogar sobre temas espinosos
c)
tiene serias dificultades para lograr expresarse
Es necesario entonces detener el flujo de palabras para que el terapeuta mismo no
sea arrastrado por la corriente de palabras y al fin pierda pié. Para solucionar este
problema puede por ejemplo sugerir que alguna de las cosas deban dejarse para
una próxima sesión, para poder detenerse sobre un determinado tema con más
tiempo. Por ejemplo, alguno de los temas que el propio paciente ha mencionado.
En todo caso, siempre deberá el terapeuta actuar con mucho tacto.
9. Sea genuino: ¡Sea Ud. mismo! No moralice. No generalice. No dirija. No
coaccione. No ejerza presión. La tentación de "predicar" en el diálogo, poniéndose
por encima del paciente y moralizar, es muchas veces grande. "Esto no lo hubiera
creído de Ud." o "Si yo estuviera en sus zapatos ...". Estas son frases que destruyen
rápidamente el clima abierto de una conversación. El terapeuta tendrá que ser muy
cuidadoso ... y ¡no usarlas nunca!
Otro riesgo es creer que se puede pasar por arriba del asunto, y es cuando se
comienza a generalizar. "Hay otros que tienen muchos problemas mayores que
Ud". ¡Justo como si le fuera de alguna ayuda al paciente saber de que otras
personas están en las mismas o en peores condiciones que él mismo! ¡NO!
El terapeuta no dará consuelo alguno con este tipo de reflexiones. Pero sí podrá
crear, o aumentar, sentimientos de culpa o de agresividad cuando de esta manera se
le pone al paciente en un plano donde se le puede moralizar o generalizar. Esta es
una mala manera de ejercer Terapia del Alma ... ¡aunque el terapeuta tenga toda la
razón del mundo!
Tampoco debe el terapeuta poner sobre sí mismo la responsabilidad de quién busca
ayuda a través de dirigir, y hasta quizás tratar de obligar al paciente a hacer aquello
que el terapeuta entiende es lo mejor. Esto nos lleva al décimo y último punto.
10 - El que busca ayuda debe poder elegir por sí mismo
Hay un refrán que dice: "Dele al pobre un pescado y podrá vivir hoy; enséñele a
pescar y podrá vivir toda la vida". Hay quienes tienen temor de elegir y tratan, de
ser posible, de pasarle esta responsabilidad a otros. La tarea del terapeuta es
siempre de dar ayuda para ayuda propia.
La labor del terapeuta es de mostrarle al paciente las razones que hablan a favor o
en contra de algo, pero dejándole a él mismo la responsabilidad final de elegir.
Esto es imprescindible para una correcta formación de la vida sentimental y
emocional del que busca ayuda. ¡Se edificará así, en él mismo, un valor propio! ¡Se
le ayudará así en su autoestima! Pero la tarea del terapeuta siempre es dar ayuda
para ayuda propia. Esta es la única forma correcta de ayudar. Así se le ayuda
también en su autoestima.
Y como es bien posible que el paciente pronto tenga que elegir nuevamente, y le
será imposible al terapeuta estar presente en cada una de esas situaciones, resulta
entonces ésta manera de aplicar Terapia del Alma la única necesaria, posible e
imprescindible.
Además debemos tener en cuenta que, le será completamente imposible al
terapeuta vivir observando las consecuencias de cada una de las elecciones de su
paciente. De ahí entonces la enorme importancia de lograr que el paciente tome sus
propias decisiones. ¡Siempre!
10.
REGLA DE ORO: Por último, y como "Regla de Oro" de parte de
quienes hemos trabajado muchos años con el diálogo en el ejercicio de la Terapia
del Alma, seamos concientes de que cada paciente se "entrega" de lleno a su
confidente. Por lo tanto, le debemos siempre la seguridad y la confiabilidad que le
brinda el "SECRETO PROFESIONAL".
Esto implica que lo que el paciente nos dice, debemos guardarlo en silencio.
Absoluto y total. Siempre. Jamás podemos comentarlo con alguien ni decírselo a
nadie. Bajo ninguna circunstancia debe salir de nuestra boca lo que se nos ha
confiado. Nunca. Ni siquiera en aquellos casos cuando "la obra lo requiere". Nunca
nada será tan importante que requiera de mi falta de profesionalidad al relatar a
otra persona lo que un paciente me ha confiado en lo secreto de una confesión. De
ello depende mi credibilidad como terapeuta.
Vamos ahora a estudiar algunos de los consejos a seguir para evitar errores y
equivocaciones en el intento por ayudar a otras personas. Para ello es necesario
apuntar algunos de los errores más comunes que se cometen.
1. Hablar de sí mismo: En conversaciones personales y en el ámbito de amigos,
es necesario hablar de sí mismo. Esto lo sabemos. Porque para poder lograr una
comunión profunda que no solamente tome sino que también otorgue, tenemos que
"querer compartir" nuestra vida con los demás. Y también nuestra forma de pensar.
Pero en el diálogo entre el terapeuta y el paciente este no es el caso. No se trata de
edificar una relación tal. Nuestras propias experiencias pueden ser de ayuda al
paciente en otra manera, pero no hablando de ellas.
Cuando comenzamos a hablar de nosotros mismos, el centro del interés pasa del
confidente al terapeuta. Se crean entonces en el diálogo terapeuta-paciente un sin
fin de emociones y experiencias entremezcladas que luego son difíciles de definir
y mantener separadas. Además será un diálogo que conducirá fuera del o de los
temas que en realidad son los que el terapeuta tiene que tratar.
También tenemos como terapeutas que ser concientes de que muchas veces
justamente es esto lo que el paciente desea lograr: que el foco del tema no sea él
mismo y sus problemas sino otra persona y otros los temas. A esto se le llama
"escapismo". Si el paciente trata de dirigir la conversación hacia la persona del
terapeuta, inclusive hacia su vida personal, es necesario impedirlo. Cortés pero
firmemente. Por ejemplo diciéndole: "Parece como que Ud. quisiera hablar de mí
ahora. ¿Es así?" De esta manera podemos ayudar al paciente a descubrir por sí
mismo su intento de escapar a la realidad de su problema y a la razón misma por la
cual ha venido a una sesión con su terapeuta.
NOTA: Al comenzar un diálogo terapéutico es común, y muchas veces necesario,
que el terapeuta dé algunas indicaciones sobre su persona, para familiarizar así al
paciente sobre quién es el que va a ayudarle. Pero, luego de ésta faz introductoria,
el diálogo debe siempre ser guiado a los intereses y a las necesidades del paciente
... y ¡allí debe permanecer!
2. No tomar en serio al confidente: Otro de los errores comunes es que no se
toma en serio al paciente. La realidad de cómo el terapeuta palpita el caso depende
de cómo escucha y cree en la situación misma. ¡No vemos el mundo como es sino
como lo vemos nosotros! La experiencia personal de algo es lo que luego
determinará las reacciones y las acciones posteriores.
Negar la experiencia del paciente significa barrer debajo de la alfombra el
problema, y el resultado será que las dificultades seguirán existiendo. Pero cuando
se toma en serio las vivencias personales y subjetivas del paciente, entonces las
posibilidades para nuevas y más profundas experiencias aparecen. Y éstas cambian
las perspectivas a maneras y formas más objetivas de verlas.
3. Tranquilizar y consolar: Un tercer error muy común es cuando
erróneamente el terapeuta trata de tranquilizar y consolar. Seguramente desea lo
mejor para el paciente. "Todo se va a arreglar. No se preocupe." - le dice. Hay sí
situaciones cuando los sentimientos de pánico deben enfrentarse con seguridades
tranquilizadoras. Pero muchas veces, la falta de sabiduría en la forma de dar el
consuelo impide la salida a flor de piel de los sentimientos y de las emociones.
Cuando reacciones tales como la angustia, el temor, la perturbación y la ansiedad
no salen a luz, entonces los problemas del paciente permanecerán insolubles.
Si el que busca ayuda entiende que no se toma en serio su angustia, y además, se le
resta importancia, entonces se pierden las posibilidades de continuar ayudándole
por medio del diálogo. Es que muchas veces el terapeuta trata de tranquilizarse a sí
mismo ante lo grave del problema que tiene entre manos. Tiene temor de no lograr
salir airoso.
Aquellos terapeutas que con su sola presencia y cercanía toman en serio al paciente
y su problemática, crean el consuelo y la tranquilidad real que el paciente necesita.
4. Dar buenos consejos: Aquí quisiera prevenir en dar demasiados "buenos
consejos" en el diálogo. El mejor terapeuta es aquel que logra que su paciente vea
por sí mismo las razones que hablan a favor o en contra de tal o cual situación. Por
ejemplo debe preguntar: "¿Qué pasa si Ud. hace así?" para después preguntar:
"¿Qué ocurre si Ud. no hace así?". Es aquí cuando se logra que las decisiones las
haga el paciente mismo. Y entonces será más fácil que luego siga el consejo que él
mismo se da, y no el que le trata de imponer el terapeuta por convicción propia. La
tarea del terapeuta siempre es ¡ayudar al paciente a ayudarse a sí mismo!
En la mayoría de los casos, se trata de ayudarle a ver y entender para luego poder
formarse una opinión al respecto. Logrado esto, el paciente toma las decisiones
bajo su propia responsabilidad. Ésta compete siempre a cada persona en particular.
5. Moralizar: Ya lo hemos mencionado en otra oportunidad. Pero viene al caso
recordarlo justo en éste capítulo. ¡Nunca moralice! "Si yo hubiera estado en su
lugar no ..." y frases por el estilo cierran definitivamente el camino que siempre el
terapeuta necesita mantener abierto al corazón del paciente si es que realmente
quiere ayudarle. El decirle que él mismo u otra persona no hubiera pensado o
hecho tal o cual cosa, nunca es de ayuda. Al contrario. Así que ... ¡no moralice!
JUEGOS EMOCIONALES
Siempre ocurre un intercambio de emociones y sentimientos en el desarrollo del
diálogo terapéutico. No existen situaciones "neutrales". El terapeuta tiende a tomar
partido. Las relaciones en el diálogo siempre se "colorean" de distintas clases de
sensaciones. Por regla general se trata de tres tipos diferentes de sensaciones:
positivas, negativas y de dependencia.
Ahora bien: no es solamente la situación actual, ni la persona con quien el
terapeuta está dialogando, que pone en acción sentimientos, emociones y
sensaciones. Aquellas personas que le son importantes al paciente (por ejemplo su
propio terapeuta), producen en él fuertes sentimientos como los que tuvo en el
pasado en quiénes alguna vez él mismo confió (padre, madre, esposo, esposa,
maestro, amigo, amiga, sacerdote, médico, pastor, etc.).
En las situaciones que se plantean en el diálogo terapeuta-paciente, el paciente se
"entrega" a su ayudador y se producen ciertas "combinaciones" en él mismo y en
los sentimientos pasivos que alberga hacia otras personas.
¡Es muy importante que el terapeuta logre reconocer estas combinaciones!
A éste fenómeno la psiquiatría le llama "traspaso". Lo primero que entonces
constatamos es que tal fenómeno de "traspaso" es imposible de evitar.
Lo segundo que el terapeuta debe vigilar atentamente es cuáles son sus propias
reacciones a las emociones que el paciente le "traspasa". A este fenómeno la
ciencia de la psiquiatría le llama "contra-traspaso". Y no es sólo importante que el
terapeuta vea y reconozca en sí mismo sus reacciones, sino que sobre todo, se trata
de que tenga completo control sobre las mismas.
Esto significa, por un lado, que no debemos tener demasiado temor a las
sensaciones positivas que aparecen en el paciente hacia el terapeuta. Estas
sensaciones positivas son muchas veces necesarias en el paciente para que luego
pueda lograr mostrar las sensaciones negativas como la angustia, el temor, la
desconfianza, etc.
Y por otro lado, el terapeuta no debe sentirse demasiado halagado cuando es
idealizado por el paciente y resulta el objeto de su admiración. En realidad no se
trata de su persona, sino mas bien de otras personas en el pasado en quienes tenía
tal confianza y ante quienes surgían tales sentimientos.
En todo caso, y en tales situaciones, el dominio de la mente y del espíritu son
imprescindibles para no dañar al paciente ni dañarse el terapeuta a sí mismo.
Tengamos esto siempre presente: Le está terminantemente prohibido a todo
terapeuta que se considere como tal, aprovecharse de la debilidad emocional de
quienes buscan su ayuda, en favor de hacer florecer sus propias emociones,
sentimientos o sensaciones.
ENFERMEDADES SÍQUICAS
Tienen que ver con el alma y con la mente. Normalmente se agrupan las
enfermedades síquicas en 5 grupos:
1.
Sicosis
2.
Neurosis
3.
Sicopatía
4.
Sicosomáticas
5.
Oligofrenia
También se ubican allí como enfermos a quienes abusan del alcohol, las drogas y
quienes tienen diversas desviaciones sexuales atípicas y enfermizas.
Algunos síntomas claros de los enfermos síquicos pueden ser:
A. Falta de ubicación (acompasar) a la realidad
B. Falta de entendimiento sobre un mal
C. Formas "raras" de procedimientos
Otros síntomas pueden ser: falta de claridad; confusión; alteración de los
pensamientos y alucinaciones diversas.
La esquizofrenia, las manías, cierto tipo de depresiones y algunos otros síntomas
similares pertenecen también a la sicosis (enfermedades mentales).
La neurosis se cuenta entre las enfermedades más livianas, pero pueden también
ser muy angustiosas y paralizantes. Sus síntomas suelen ser: angustia; obligación a
realizar ciertas acciones; dolores sin cambios físicos; reducción de deseos y
también sentimientos urticantes de culpa. A éste grupo pertenecen también la
histeria, las fobias, etc.
Las enfermedades sicosomáticas son las que producen males físicos a raíz de
disturbios síquicos. Pueden ser por ejemplo: fuertes dolores de cabeza (migraña);
úlceras estomacales; estrés; dolores de espalda y también erupciones en la piel.
SICOLOGÍA
La ciencia sobre el alma humana y los animales: sus formas de conducta,
experiencias, etc. El estudio principal es sobre la persona humana - a lo contrario
de la antropología, sociología y pedagogía que estudian los efectos y las actitudes
externas del ser humano.
PSICOTERAPIA
Contiene las distintas formas de tratamiento de los problemas sensoriales
(sentimientos) de las enfermedades síquicas y sicosomáticas. La meta de la
sicoterapia es quitar, cambiar o aliviar los síntomas cambiando así las actitudes y
sus relaciones directas, además de desarrollar la personalidad.
LA REGENERACION
Es el resultado de un largo estudio a nivel psico-espiritual y social, de la iglesia
cristiano evangélica de latino América. Esta basado en lo aprendido de los errores
cometidos por los que nos precedieron y el análisis de los frutos que nuestra
religión esta dando. No es nuestro deseo generar polémica ni mucho menos
división, simplemente enseñar con humildad y tolerancia a quienes por los engaños
del corazón y la maldad que reina en este siglo se han desviado de la verdad.
Propósito generar:
Que el alumno aprenda a definir los engaños de su propio corazón, los engaños
propios de estos últimos días y que aprenda a dejarse guiar y ayudar a otros a ser
guiados por el Espíritu Santo de Dios a una regeneración hasta la perfección a la
imagen de Jesús, nuestro Señor.
Objetivos específicos:
·
Que el alumno comience y avance en el entender el proceso de regeneración,
para que pueda trabajar en consejería lo más sano posible.
·
Aprender para poder enseñar las verdades de la regeneración en manos del
Espíritu Santo.
·
Aprender a aconsejar de manera responsable y eficaz.
El sindrome del re-ordenamiento
¿Qué es el síndrome del re-ordenamiento?
Es un estado emocional producido por una masiva concentración de verdades
enfrentándose a la mala información y engaños que eran parte del alma del alumno
antes de recibir el curso. Podríamos compararlo con una fiebre, la fiebre es un
síntoma que evidencia que el cuerpo está luchando contra los agentes infecciosos.
El sindrome del reordenamiento es parecido pues produce un estado de
incomodidad por un tiempo hasta que la persona encuentra la manera de reordenar
en forma sana las verdades bíblicas aprendidas en el curso.
¿Por qué sucede esto?
Este curso es el resultado de un largo estudio motivado principalmente por los
errores que se han cometido como consecuencia de habernos apartado de las bases
de la iglesia primitiva. El curso revela gran cantidad de engaños, que es la mezcla
de una verdad con una mentira con que hemos estado hacercándonos a Dios,
viendonos a nosotros mismos y a los demás por muchos años. Al enfrentárnos con
un modo más bíblico y al encarar las partes débiles de nuestro ser, afectadas por
estos engaños y mala información, nuestra alma producirá una sensación de
inestabilidad, en este estado el alumno se sentirá incómodo. A esto llamamos el
síndrome del reordenamiento pues las concepciones equivocadas sobre Dios, sí
mismo y los demás empezarán a cambiar y reordenarce y sabemos que todo
cambio es doloroso.
Esta es la principal evidencia de sanidad y regeneración, por lo que el alumno no
debe preocuparse.
Lo que hemos observado es que ocho de cada diez personas lo sufren y todos lo
superan sin problemas, testificando la obra del Espíritu Santo y que ahora ven
mucho más claramente la voluntad de Dios.
Desde el comienzo de la revolución industrial, pasando por las guerras mundiales y
la llamada revolución sexual; con el avance de la tecnología y de los problemas
económicos, el mundo ha sufrido cambios muy significativos, y ha tenido que
pagar un alto precio por el desarrollo.
Hoy, más que nunca, estamos viviendo las consecuencias. Estos cambios tan
acelerados, poco a poco, han ido desmembrando la sociedad. La puesta en boga de
la cultura consumista y la mentalidad capitalista son solo ejemplos de la pérdida
de valores que el hombre ha sufrido.
En medio de todo esto, quien ha tenido que pagar el precio más alto es la familia.
La familia ha dejado de ser el pilar y base de la sociedad más importante. Ya no es
la institución donde se forma la personalidad y los fundamentos morales de los
individuos que heredaran las responsabilidades del futuro. Algunos sociólogos y
trabajadores sociales creen que el hogar es el lugar más peligroso para un niño.
Líderes espirituales egoístas y ambicioso y gente sin escrúpulos son los que
gobiernan la mayoría de los países de Latino América. Los enfoques doctrinales
falsos, los gobiernos y sus malas políticas, no son más que el resultado ocasionado
por las familias disfuncionales de este siglo.
Miles y cientos de miles de personas sufren otra consecuencia que la Sociología
llama “vacío existencial “.
En medio de todo esto, la iglesia está tratando de ayudar a quienes llevan en sus
corazones pesadas cargas emocionales y profundas carencias, provocadas por las
deformaciones que causaron las familias disfuncionales.
Con el problema de llevar a estas personas en hombros, la iglesia ha desarrollado
varias técnicas para ayudar y aliviar su dolor.
Pero la incapacidad para manejar correctamente el tema hace que el resultado no
sea muy halagador. En relación con la cantidad, son muy pocas las personas que
han alcanzado verdadero alivio con dicha ayuda.
Sin el ánimo de menospreciar la ayuda que han prestado, queremos hacer una
breve explicación y una observación de las áreas débiles de dichas técnicas.
SANIDAD INTERIOR
1
La base de esta técnica se encuentra en la doctrina del perdón.
A. La ausencia de perdón provoca “raíz de amargura”, esta crea los desajustes
emocionales e impide que la persona se desarrolle, psíquica y espiritualmente
estable.
B. La terapia que Sanidad Interior propone, llevar a la persona a escudriñar su
niñez para así encontrar y perdonar a las personas que le han dañado y de esta
manera liberarse de los problemas emocionales.
C. La terapia funciona muy bien en hermanos que necesitan perdonar a personas
que están en el pasado.
2
Lamentablemente muchos de los que dan estas enseñanzas obligan a los
hermanos a perdonar usando inadecuadamente las importantes doctrinas bíblicas
sobre el perdón.
·
1 de Juan 3:15 “Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida”
·
1 de Juan 4:20 “Si alguno dice: yo, amo a Dios, y aborrece a su hermano, es
mentiroso, pues el que no ama a su hermano que quien ha visto, ¿cómo puede amar
a Dios, a quien no ha visto?
a. Pero cuando la persona descubren que aun siguen enojados y teniendo malos
recuerdos, esto los frustra y deprime, provocando que se estanquen
espiritualmente.
b. La técnica es débil para ayudar a hermanos que tienen que vivir o relacionarse
a menudo con la persona que les hace daño. Cuando se tiene que vivir con el
agresor.
c.
En esta técnica se acostumbra hacer indagaciones profundas de la vida y
traumas de la persona, pero esto debe hacerse con mucha delicadeza y hemos
conocido personas que al escuchar esos traumas y sufrimientos hacen cometarios
como: “qué bárbaro, que terrible” “uuh, que tortón”, etc. Estos producen en la
persona una idea mental despectiva de sí mismos y de su pasado.
d. La forma en que se usa la idea de raíz de amargura suele ser también muy
despectiva. “hay hermana lo que Ud., tiene es una raíz de chayote”
3
La mayoría de los obreros que usan esta técnica son empíricos[1][1] o han
sido enseñados por hermanos que han llegado a estas conclusiones, esto hace que
la técnica tenga muchas variantes dependiendo del expositor, por lo tanto, Sanidad
Interior no es una técnica definida y organizada, sino que se ve constantemente
influenciada, por la Psicología y en algunos casos, por la Nueva Era y el
humanismo.
LIBERACION
A. La técnica de liberación esta motivada por la doctrina acerca de la cancelación
de la actividad demoníaca en el individuo. Según los enfoques de liberación, los
problemas físicos, emocionales y espirituales son causados por los demonios.
B. La terapia liberación consiste en hacer una oración fuerte para reconocer y
desenmascarar a los demonios que están obrando en la persona.
3.1
En ocasiones estas oraciones provocan manifestaciones demoníacas por
verdaderas posesiones.
3.2
En otros casos son producto de los mismos desajustes emocionales y/o por
la presión ejercida por las personas que efectúa la liberación.
C. En liberación se cree que los problemas de depresión, angustia, ansiedad, son
demonios, más por nuestras investigaciones hemos descubierto que los demonios
se aprovechan de estos desajustes emocionales.
D. Liberación cuenta con un buen respaldo bíblico, pero, por el sobré énfasis en la
actividad demoníaca, los promotores caen en supersticiones espiritualistas
encontrando poseídos a personas que en realidad sufren de problemas emocionales.
E.
La parte débil de esta técnica radica en dos cosas:
1. Los demonios tienden a regresar, Jesús lo explicó claramente, así que para
solucionar este problema se le aconseja dos cosas que la personas después de una
liberación
a. No abran las puertas, es decir que no sigan haciendo las cosas que antes le
ponían en riesgo.
b. Nunca confiese algo que podría ser escuchado por el demonio y usado en
nuestra contra. Este enfoque es correcto hasta cierto punto, pero: ¿qué sucede si la
persona sufre de una debilidad que no puede controlar, como: la ansiedad o las
carencias efectivas, la depresión, etc.?
2. En segundo lugar sabemos que los demonios son usados para enseñarnos
lecciones de vida; la experiencia de el Apóstol Pablo es un ejemplo de esto: 2
Corintios. 12:7 7Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase
desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás
que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; 8respecto a lo cual tres
veces he rogado al Señor, que lo quite de mí.
3. Y en tercero hemos notado que la personas que practican la confección
positiva tiende a sufrir dos problemas que hacen difícil el proceso de regeneración:
a) Viven nerviosas y reprimiendo todo lo que dicen por miedo a que el demonio
las escuche.
b) Esconden y niegan sus debilidades, no pueden poner en practica 2 Corintios
12:9. “Gloriarse, gozarse en las debilidades.”
F. Siendo realista todos necesitamos una ministración para cancelar la influencia
de los demonios, pues sería errado negar dicha influencia, pero al igual que
Sanidad Interior, liberación se preocupa solamente de una parte del problema,
minimizando la necesidad de ayuda en el área emocional. Es más sencillo trabajar
con demonios que con almas y hemos visto que muchos no salen adelante en sus
terapias por la influencia del demonios, si logramos hacer una fusión equilibrada
de liberación y regeneración eficaz los resultados serán gloriosos, pues la una no
funciona sin la otra.
GUERRA ESPIRITUAL
A. No estamos seguros de que Guerra Espiritual sea una técnica en sí para ayudar
a personas con problemas emocionales; pero la incluimos en esta lista porque hay
muchos hermanos han mal interpretado las enseñanzas de este enfoque e intentan
solucionar sus problemas emocionales y alcanzar estabilidad usando este concepto.
B. Esta tendencia es quizás el mayor exponente del “neo-pentecostalismo”[2][2]
C. Esta técnica está basada en el estudio de la organización y el gobierno de
Satanás con las interpretaciones de Efesios capítulo 6:10-15.
D. Las bases doctrinales con que cuenta es sólidas. La idea de un Guerra Espiritual
es definitivamente válida.
1. La terapia, por así llamarle, que propone consiste en orar, “hacer guerra” para
así recuperar el terreno y las bendiciones que Satanás ha robado. Se entiende que
son los demonios los que causan los problemas y así impedimos que obren.
2. Está demostrada la eficacia que Guerra Espiritual tiene para motivar a los
hermanos a orar por misiones e influencias; pero es infructuosa para ayudar a
personas con problemas emocionales graves. Quienes sufren por ejemplo de algún
tipo de conducta esquizoide, la idea de la Guerra con los demonios, les hace
empeorar. En el caso de los hermanos que sufren de depresión, estos caen con más
facilidad en crisis y les es más difícil superarlas.
3. La idea de Guerra Espiritual se presta para que la espiritualidad se sobre
valore e impida ver claramente la realidad emocional.
E. Desde esta perspectiva, Liberación y Guerra Espiritual son similares. El
enfoque de Guerra Espiritual no debe ser mal interpretado, vivimos en guerra
contra Satanás pues el lo que desea es hacernos confundir y apartarnos de las
verdades. La idea de ser estrategas espirituales sabiendo exactamente donde obra y
como trabajan los demonios es válida, no podemos seguir espantando demonios
debemos aprender a trasformar los ataques del demonio a nuestro beneficio.
PSICOLOGÍA CRISTIANA O TEO-TERAPIA
A. Esta técnica es la que más influencia ha tenido de la Psicología.
B. Funciona sobre la comprensión y el estudio de las partes del alma que son tres:
1. Área cognitiva: que se encarga del conocimiento, el intelecto, el raciocinio, la
inteligencia.
2. Área emotiva: esta se encarga de las emociones: el miedo, la alegría. Si la
primera piensa en algo agradable la segunda sentirá alegría.
3. Área volutiva: Controla todos los impulsos que provocan los actos de la
voluntad, es decir las dos primeras hacen trabajar a la tercera.
C.
Esta técnica también da importancia a los cuatro temperamentos.
1.
Colérico
2.
Flemático
3.
Melancólico
4.
Sanguíneo
D. Es muy efectiva para ayudar a las personas con problemas emocionales a
conocerse así mismas.
E. La parte débil se encuentra es que esta técnica es excesivamente informativa y
carece del poder formativo que es en si lo más importante.
F. Otra de sus debilidades, siendo lo que más nos preocupa, es su racionalismo y
en muchos casos, cuando es mal entendida provoca que la enseñanza de los cuatro
temperamentos ayude a los hermanos a etiquetarse y condicionarse hasta el punto
de justificar los esquemas erróneos de conducta en ellos.
CONSEJERIA
A. La técnica de aconsejar a personas con problemas emocionales es quizás el
esfuerzo más grande que la Iglesia ha hecho para ayudar a los hermanos.
B. Esta técnica es la más común y está basada en la capacidad de escuchar y
motivar al aconsejado a encontrar el mejor camino o consejo, para luego afirmar la
decisión con un versículo bíblico, especialmente escogido para la circunstancia.
C. La técnica de consejería a diferencia de las demás tiene una base teórico
metodológica establecida, que está cimentada en la teoría de la crisis, que el Sr.
Slaikeu, define como: un estado temporal de trastorno y desorientación
caracterizado principalmente para la incapacidad del individuo para abordar
situaciones particulares utilizando los métodos acostumbrados para la solución de
problemas. En otras palabras, una persona se encuentra en crisis cuando pierde la
capacidad para encontrar una solución objetiva y lograr éxito en determinada
situación. Sobre esta teoría se establece el trabajo del consejero como alguien que
ayuda al individuo a encontrar esa solución.
D. La teoría de la crisis es una base magnífica para el entrenamiento de consejeros
pero lamentablemente es un tanto complicada y se necesita tiempo para poder
aprender un pequeño pero complejo número de características de una crisis, como
por ejemplo: Lo que es una crisis, los tipos de crisis, los diferentes síntomas que
genera una crisis, las etapas de la crisis, esto es muy interesante y útil para que un
consejero y ayuda mucho a las personas cuando este puede manejar las técnicas de
intervención en crisis.
E. La debilidad de esta técnica radica en el inconveniente que tiene algunos
consejeros en guiar al aconsejado a tomar las decisiones y aceptar el consejo por
las dificultades que causan los sistemas de auto defensa y negación.
1. El consejero necesita un entrenamiento muy delicado, pero, la educación es
muy superficial pues muchos consejeros no tiene tiempo para cursos largos,
provocando “consejeros” con un buen deseo de servir pero muy mal entrenados.
Esto hace que los consejos sean sobre espiritualizados o meras interpretaciones
personales del consejero.
2. Otro de los problemas que aquejan a la consejería es la falta de
confidencialidad.
Terapia psicológica tradicional.
A. El pueblo cristiano ha empezado a aceptar la ciencia de la Psicología como
un alternativa a la solución de los problemas emocionales.
B. En esta ciencia son muy diversas las técnicas para ayudar a las personas
necesitadas; la mayoría dan un resultado aceptable, pero nunca una cura eficaz.
C. Los psicólogos cristianos en su mayoría están usando terapias de la psicología
tradicional como: Análisis transaccional, Terapia racional emotiva, Conductismo,
etc.
D. Entre las debilidades de estas técnicas están:
1.
No acepta la influencia del Espíritu Santo.
2.
Los costos son muy altos.
3.
Los procesos son muy largos.
E. La Psicología como ciencia nos ayuda a entender el sistema psíquico creado
por Dios, a diagnosticar y definir patologías, pero a la hora de la terapia, la
Psicología no es cien por ciento eficaz.
I.
Todas las técnicas tienen parte de la razón
A. Lo que intentamos demostrar es que no dan un resultado eficaz.
B. La razón de las zonas débiles de estas técnicas radica en que no toman en
cuenta el problema en su totalidad.
1. Unas diagnostican muy bien el problema pero la solución es muy pobre
porque no llegan a la causa exacta.
2. Otras atribuyen las razones del problema a causas que en realidad son afectos.
“ La persona que no sale adelante es porque no tiene fe o simplemente no quiere
hacerlo”
C. Todas colocan la responsabilidad de cambiar en manos de las personas, sin
embargo, ni con su buena voluntad les es posible salir adelante.
D. En cualquiera de ellas, son comunes los abusos espirituales.
1. Si después del consejo, la liberación o la sanidad interior la persona no
cambia, el responsable no es la técnica sino el culpable es quien la recibió. “porque
no quiso someterse al Espíritu”.
2. Ninguna de estas técnicas se detiene a observar los resultados, es correcto que
observemos si la persona a la que aconsejamos logró superar la situación y si no
fue así debemos pedir sabiduría a Dios para ayudarle a encontrar la verdad que le
haga 100% libre.
Debemos primero tener claros el concepto de engaño: Un engaño no es igual a una
mentira, es mucho más peligroso, es la mezcla de una verdad y un mentira, un
engaño es un verdad mentirosa o una mentira verdadera. La característica más
importante del engaño es que crea con facilidad polémicas poniendo a los
cristianos de un mismo espíritu a discutir sobre la veracidad o no de dicho
concepto engañoso. El poder del engaños radica en dos aspectos:
1)
En la fina y muchas veces imperceptible mixtura de “mentira y verdad”.
2) La Biblia explica que el corazón es más engañoso y perverso que todas las
cosas en Jeremías 17:9.
Cuando el nivel de engaños, de deformación, de incapacidad espiritual en la
persona es muy alto, ésta, no logra distinguir dicha mixtura, no alcanza a definir la
mezcla que existe en el engaño que se está tratando de revelar y, por consiguiente
se confunde encontrando falsas o peligrosas las enseñanzas.
La concepción mágica
A. Una concepción es lo que creo, lo que entiendo ante determinada situación o
realidad, nuestras concepciones son los conceptos con los que elaboramos la
realidad. Dependiendo de estas concepciones actuaremos para bien o para mal.
1. Cuando decimos que alguien tiene una concepción pesimista, depresiva de su
problema, estamos expresando nuestro pesar ya que esta persona se ahoga en un
baso de agua. Si estuviéramos en sus “zapatos” actuaríamos de manera distinta.
Esto gracias a que nuestras concepciones son diferentes a las de ella.
2. Las concepciones, son el resultado de lo que nos ha enseñando la vida, a
través de nuestros padres, maestros, pastores etc. Con ellas nos enfrentaremos y las
situaciones y si estas son débiles o engañosas el resultado será casi siempre
doloroso.
B. La concepción mágica, consiste en una forma poco bíblica de ver la realidad.
Cundo una persona está ante un problema que no sabe como solucionar, usará la
concepción mágica creyendo que algún día Dios hará algo que cambiará las cosas
radicalmente y todo lo malo se acabará.
1. La persona no logra entender que llegó a esa situación en un proceso y de la
misma manera Dios desea sacarle de allí.
2. Es así que vive en una irrealidad, alimentada por fantasías y visiones de
“castillos en el aire”, de una nueva forma de vida. Donde el pensamiento de que
Dios algún día va a hacer algo que cambie todo de la noche a la mañana
radicalmente, se repite una y otra vez. Muchas veces estos castillos en el aire son
alimentados por los consejos de personas que también viven en la concepción
mágica de la voluntada de Dios.
3. Por consiguiente la persona no logra emprender el camino para la solución de
su situación, está estacada en la irrealidad de sus fantasías y en la concepción
mágica.
C. La concepción mágica le roba a la persona la capacidad de entender que Dios
nos transforma por medio de un proceso.
1. La mayoría de nosotros deseamos un cambio vertiginoso en nuestras vidas,
queremos respuesta rápidas a nuestras oraciones, no nos han explicado que las
mejores enseñanzas de Dios y la presencia que anhelamos conocer del Señor se
encuentra precisamente en el proceso de ir solucionado las situaciones dolorosas de
la vida, allí se va aprendiendo a confiar en él.
2. Sabemos que Dios es capaz de trasformar a una persona de la noche a la
mañana, pero estos casos de cambios “rápidos” no son la regla generar. En la
mayoría de los casos Dios decide hacer que la persona cambie en un proceso.
3. Todos créenos que los milagrosos son mágicos, instantáneos, repentinos, pero
esto no es siempre así, los milagros también se dan en procesos. Cuando la persona
no entiende los precensos que Dios usa, ora por años y años sin ver solución y casi
siempre termina resentida con Dios o sintiéndose muy culpable por no tener fe.
D. La concepción mágica de la obra de Dios se enseña de manera muy inocente.
Cuando alguien cuenta su testimonio y testifica la forma poderosa en que Dios
actuó, la personas beneficiada no describe el proceso por el cual Dios le hizo pasar,
así que lo cuentan rápido y emocionado, haciendo creer que todo sucedió de
manera milagrosa y a veces milagro es sinónimo de mágico.
1. Otras veces Dios hizo un milagro rápido, y la persona que testifica le dice a
los demás, que así como Dios obró con él, de la misma manera quiere hacerlo con
el problema de los que escuchan.
2. Dios actúa de diferentes maneras, según la persona dependiendo de los que
ésta necesite aprender, dependiendo de la situación y del problema, si no se explica
esto, se hace un gran daño a quienes escuchan y están buscando la voluntada de
Dios.
E. La concepción mágica de la obra de Dios hace que aceptemos todo tipo de
“formulas” y “pactos” con la promesa de “milagros mágicos”, rápidos para
liberarnos lo más pronto posible de las situaciones dolorosas.
1. Cuando Dios no tiene el propósito de enseñarnos algo por medio de dicha
situación, EL responderá rápido, pero si desea hacernos llegar a conocerle más
profundamente usará el proceso.
2. Si estamos infectado con la concepción mágica posiblemente nos cueste
mucho más salir de dicha situación.
Confesión positiva:
A. Podríamos empezar diciendo que las palabras “pensamiento positivo” se usan
con mucha frecuencia en el vocabulario de las sectas que están relacionadas con la
Nueva Era.
1. Según la idea de la mente positiva, es intentar lograr aprender a pensar de una
manera realista y objetiva, para luego dejar las quejas, los prejuicios y las
preocupaciones exageradas. La mentalidad de este pensamiento es válida y hasta
cierto punto sana (aquí esta la verdad, primera parte para conformar el engaño),
pero lo que se enseña de una manera “OCULTA“ es fortalecer el “YO” y
convencerlo de que es capaz de ser equilibrado y auto suficiente, (aquí está la
mentira).
2. La Nueva era se basa precisamente en la labor de ayudar a las personas a
deshacerse de todo lo que impida a alma humana ser feliz, y cuando esto se logra
se aprende a depender de el “YO” y no de Dios en los que ellos llaman una
conciencia ascendida.
B. Se puede notar con facilidad como la misma idea se usa dentro de la iglesia
invitando a los hermanos a ser “positivos y no negativos”, es claro que la forma
básica de pensamiento nuevaerista se ha infiltrado.
C. No solo esto sino que la suficiencia y la capacidad que nos aconseja los
engaños de los enfoques de confección positiva para enfrentar todo con buena cara
es una idea de la filosofía humanista.[3][2]
D. Al mezclar el enfoque engañoso del positivismo de la nueva era y la
interpretación fuera de contexto y sobre espiritualizada de los conceptos:
Proverbios 6:2 “te has enredado con las palabras de tu boca y has quedado
atrapado en los dichos de tus labios”.
Proverbios13:3 “El que guarda su boca guarda su vida, pero el que mucho abre sus
labios acaba en desastre”
E. Se consigue apoyar bíblicamente estas ideas, pero:
1. La palabra boca se menciona 392 veces en la Biblia Reina Valera del 1960 y
la mayoría de ellos, es decir en el contexto general de la Biblia, nos da la
enseñanza de que debemos pensar antes de hablar para no pecar al decir una
promesa que no podemos cumplir, una mentira, una exageración de la realidad, una
blasfemia, etc. Nunca nos da la idea “mágica” de que lo que confesamos con la
boca, sea malo o bueno, se creará ante nuestros ojos.
Eclesiastés 5:6 “No dejes que tu boca te haga pecar”
Proverbio15:28 El corazón del justo piensa antes de responder; la boca de los
malvados derrama maldad.
Proverbios 16: 23-24: 23 El que piensa sabiamente, se sabe expresar, y sus
palabras convencen mejor. Las palabras dulces son un panal de miel: endulzan el
ánimo y dan nuevas fuerzas.
F. Lo que más nos preocupa del enfoque engañoso de confesión positiva es que
al hacer una segunda mezcla con las ideas de Guerra espiritual, se enseña que no
debemos mencionar nada que rebele al demonio nuestra debilidad, enfermedad, o
duda, por que esto nos deja vulnerables a su acción.
G. Estas ideas provocan:
1.
Atemorizan al cristiano haciéndolo vulnerable.
2. Provoca que al caer se sientan muy culpables, porque seguro se les escapó
alguna información que el demonio usó. Dice: “es mi culpa yo abrí una puerta a
Satanás.
3. Los hermanos hacen un gran esfuerzo por impedir que Satanás sepa cosas de
ellos, esto los invita a esconder su debilidades y engañarse así mismos creyendo
que esas partes débiles son una vergüenza ante Dios y instrumento de Satanás.
4. Quedan expuestos a demonios sin saber que ellos saben más de nosotros que
nosotros mismos.
H. Las cosas que nos decimos con nuestros labios y en nuestra mente afectan
directamente a nuestra alma y esas cosas que decimos y nos decimos salen del
corazón.
Proverbios 18: 20 Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; Se saciará
del producto de sus labios.
Proverbios 21:23 El que guarda su boca y su lengua, Su alma guarda de angustias.
Las Bendiciones y maldiciones.
La cantidad de libros y mensajes sobre este tema es inmensa. No podemos negar
que tiene un excelente respaldo bíblico dichas enseñanzas. Más tenemos que
reconocer que estas enseñanzas no son doctrina.
1. No podemos decir que todas las cosas que nos pasan son consecuencia de una
maldiciones, pues podríamos ver malditos a la mayoría.
¿Qué es una maldición?
1. Maldición es lo opuesto a bendición, simplemente. La palabra maldición esta
cargada de una connotación mística-mágica, es decir que cuando pensamos en una
maldición nos imaginamos un conjuro sobre nosotros, algo místico que nos resigue
para hacernos daño.
2. Las maldiciones son un asunto de información, es decir mala información
que se trasmite de generación en generación, esta mala información es el producto
de las consecuencias de los pecados de los que nos precedieron. Existen dos tipos
de maldiciones:
a)
La información maldita contenida en el ADN. Eso incluye la herencia de
Adán, las enfermedades genéticas.
b)
La información psicológica y social, es decir el padre machista que cría
un hijo machista que a su vez heredará a su generación.
En regeneración eficaz no negamos del todo estas ideas pues realmente creemos
que la desobediencia trae problemas como por ejemplo:
·
Esterilidad, al casarse con un pariente sin saberlo, casamientos entre primos.
·
Pobreza por pereza y mala administración y no separar el diezmo por
ambición.
·
Cada uno de nosotros tiene dos padres, cuatro abuelos, ocho bisabuelos y
dieciséis Tatarabuelos, esto suma treinta antepasados de los cuales puede venir las
maldiciones.
Lo que deseamos hacer con este enfoque es aclarar que no debemos sobre
espiritualizar el texto de Deuteronomio 28, Dios allí está enseñando la ley de las
consecuencias, las ley de la causa y efecto, si pecas sufres y haces sufrir a los que
te rodean. La Biblia explica claramente que es diferente vivir bajo la gracia y otra
bajo las maldiciones de la ley, auque esto no nos libra de las consecuencias del
pecado. Creemos que en Cristo, fueron crucificadas todas esas maldiciones, La
maldición se elimina con la bendición (Lc. 6.28; Ro. 12.14). La maldición de la
Ley se ha deshecho con el sacrificio de Cristo (Gl. 3.10–14). La última palabra del
Antiguo Testamento es «maldición», pero el Nuevo Testamento se cierra con una
bendición. Si vivimos en obediencia a Dios no sufriremos de las consecuencias
La palabra regeneración se encuadra únicamente dos veces mencionada en versión
Reina-Valera de 1960, esta puede ser la razón por la que el nombre de este
ministerio a veces sea motivo de desconfianza. Decimos Regeneración "eficaz",
ya que confiamos en cambios absolutos y reales (eficaces) no parciales ni a
medias. Nuestra meta es lograr enseñar las verdades que son las únicas capaces de
generar un cambio real y duradero en la vida de los que amamos y sobre todo
quitar el velo de la ignorancia que ha hecho que muchos sufran manipulados por
los engaños satánicos.
La diferencia entre restauración y regeneración.
A. Restaurar: Significa hacer que algo que no podía ser usado viejo o roto pueda
volverse a usar de nuevo.
1. La restauración nos plantea el problema que en esencia el objeto restaurado es
el mismo, no ha cambiado a sido limpiado, arreglado, en sustancia con la
restauración no ha cambiado.
2. Si pedimos a Dios un corazón restaurado estaremos pidiendo que él
simplemente lo devuelva a su estado original y esto es insuficiente para alcanzar la
perfección prometida.
3. Un corazón restaurado tendría las mismas posibilidades de conducirnos al
pecado.
4. Es por esta razón que Dios habla a través de Jeremías diciendo: "Os dará
corazón nuevo" y nuevo no significa restaurado.
B. Regeneración: Es el cambio radical que el Espíritu Santo realiza en el hombre
cuando este, habiendo oído y creído la palabra de Dios, recibe a Jesucristo como
Salvador. La persona pasa del dominio del pecado al dominio del Espíritu, e inicia
el crecimiento y el progreso espirituales cuya meta es la perfección, el llegar a ser
semejante a Cristo
1. Regeneración es un nuevo nacimiento. El pasaje que mejor habla de la
doctrina de la regeneración es Juan 3:1-12, donde Jesús le explica a Nicodemo.
Allí nuestro Señor habló del nuevo nacimiento como la condición indispensable no
solo para ver o comprender el Reino de Dios, sino para entrar y pertenecer a él. La
figura de un segundo nacimiento o una regeneración da a entender que el cambio
debe radical idea de que el hombre está muerto en el pecado, pero que en el
Espíritu nace y vive, es prominente en el Nuevo Testamento (Jn. 5.24; Ef. 2.1; Col.
2.13).
2. El concepto de Regeneración es claro en toda la escritura: Gálatas 6:15:
Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una
nueva creación.
3. La palabra eficaz hacer referencia a el versículo de: Hebreos 4:11-12 Porque
la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y
penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne
los pensamientos y las intenciones del corazón, Donde se expresa el poder de las
verdades de la palabra como algo infalible, que es eficaz.
Todo lo que hay entre la verdad y la libertad, es el proceso que llamamos:
regeneración en manos del Espíritu Santo.
Juan 8:32 dice: "Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres"
A. Regeneración es la palabra que define el proceso en el cual una verdad sucesiva
tras otra va llevando al cristiano a la libertad física, emocional y principalmente
liberando al espíritu de las restricciones dañinas y pecaminosas del corazón
engañoso, (el alma, el yo).
B. En la Biblia la palabra regeneración solo se usa dos veces y en el Nuevo
Testamento: Mateo 19:27: Entonces, respondiendo Pedro, le dijo: Nosotros lo
hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué, pues, tendremos? 28Jesús les dijo:De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del hombre se siente en el
trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido, también os sentaréis sobre doce
tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.
1. Este es el punto más perfecto del proceso de regeneración cuando todo los que
somos por dentro y lo que nos rodea será regenerado a su nivel más perfecto.
·
Apocalipsis 21:11 Entonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el
primer cielo y la primera tierra habían pasado y el mar ya no existía más. Y yo,
Juan, vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de parte de Dios,
ataviada como una esposa hermoseada para su esposo.
·
Isaías 65:17: "Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra. De
lo pasado no habrá memoria ni vendrá al pensamiento.
C. El segundo versículo se refiera a la regeneración en manos del Espíritu Santo,
al inicio del proceso: Tito 3:5-6: nos salvó, no por obras de justicia que nosotros
hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y
por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros
abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador.
El Espíritu Santo y su labor regeneradora.
A. En el antiguo testamento, el protagonista principal fue Dios Padre, hay
pequeñas apariciones de Jesús y del Espíritu Santo, En el nuevo testamento el
protagonista esta vez es Dios Hijo, pero al culminar su labor tenía que regresar a la
diestra del Padre y prometió no dejarnos solos, enviando al Espíritu Santo, es él el
protagonista de la historia después de Jesús y es Él quien está más cerca de la
trinidad de nosotros, más cerca de los que lo estuvo Jesús, pues Él mora en
nosotros:
·
Romanos 8:9: Pero vosotros no vivís según la carne, sino según el espíritu, si
es que el Espíritu de Dios está en vosotros.
·
Ezequiel 36: 26 Pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en
mis estatutos.
B. El Espíritu Santo sabe que si desea regenerar nuestras vidas debe hacernos
llegar a verdades. La verdades son capaces de hacernos libre y el nos llevará a esas
verdades:
·
Juan 16:13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la
verdad.
C. Para muchos cristianos, las palabras Espíritu Santo connotan una idea de
poder, unción, fuego, manifestaciones sobre naturales etc. Decirle a los hermano
que entren en la presencia del Espíritu Santo, los invita a creer que eso se consigue
en el momento del llanto, del quebrantamiento, de ese instante en que se nos eriza
la piel o cuando sentimos un cosquilleo o corriente.
D. Pero esta es una visión muy pobre del Santo Espíritu, El es nuestro Maestro y
Guía, a Él le podemos preguntar las cosas que nos confunden, que desconocemos
sobre nosotros mismos y los demás y lo que nos rodea.
·
Juan 14:16: Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en
mi nombre, él os enseñará todas las cosas.
·
1 de Corintios 2:13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por
sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu Santo.
E. Creemos que la obra de regeneración es un proceso que consiste en recibir una
verdad sucesiva tras otra y que es el Espíritu Santo el Principal encargado.
En resumen
A. Después de orar y con el propósito de no ser reconocidos como un ministerio
de Sanidad Interior, Dios nos hizo entender que él, no solo está interesado en
restaurar vidas, pues restaurar es hacer que algo viejo se pueda usar de nuevo, más
bien él quiere REGENERAR vidas, que es hacer algo totalmente nuevo, una nueva
creación. Mas por la ignorancia y la desconfianza producida por tantos que han
hecho daños al cuerpo de Cristo, los términos regeneración eficaz han creado
apatía.
B. Regeneración Eficaz, no es un ministerio de Psicología. Ciertamente creemos
que Dios es el psicólogo por excelencia, el creó el psiquismo humano, el lo sana.
La Biblia es el tratado de psicología más acertado de todos los tiempos, en la
bíblica excite un constructo ideológico metodológico que explica ¿qué es? el alma
humana, ¿porqué está enferma? y también explica como se sana. Otras técnicas
que la iglesia evangélica está aceptando son una pálida mezcla de psicología
humanista y hasta de nueva era.
C. Regeneración Eficaz es un enfoque 100% bíblico de consejería, está basado en
dos conceptos bíblicos:
1.
LA VERDAD NOS HARA LIBRES:
·
Juan 8:32: 32y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
2. DIOS ENVIARA SU PODER EN LA DEBILIDADES:
·
2 Corintios. 12:9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se
perfecciona en la debilidad.
Es decir, que es un proceso en que una verdad sucesiva tras otra nos va haciendo
libres y trasformándonos el entendimiento de:
·
Romanos 12:2: No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio
de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena
voluntad de Dios, agradable y perfecta, en tres áreas específicas:
1.
La forma en que me veo a mi mismo, como hijo de Dios.
2. La forma en que veo a los demás, como personas a quien debo amar como me
amo a mí mismo.
3.
La forma en que veo a Dios, libre de religiosidades y engaños.
D. Por medio del reconocimiento de mis debilidades, el Señor va quebrantado el
"YO", enseñándome a hacer oraciones más profundas y a conocer siempre su
voluntad y obra en el proceso de regeneración de nuestras vidas. Mientras cada
circunstancia, sea dolor, pruebas o embates del enemigo:
1. 2 Co. 12:10 Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en
afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil,
entonces soy fuerte, nos enseña cuales son las partes débiles y puertas que hay que
cerrar, aprendiendo que nuestro pasado no es un fantasma que me atormenta sino
un tesoro que me hace rico en el presente, llegando poco a poco a ser más a la
imagen de Jesucristo.
2. Efesios. 4:13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del
conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la
plenitud de Cristo.
E.
Esto es Regeneración Eficaz en manos del Espíritu Santo.
·
Ezequiel 36:25-27 Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados
de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré
corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra
carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de
vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos,
y los pongáis por obra.
Regeneración Eficaz es:
A. El propósito más importante de Dios:
·
Efesios 4:13: Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del
conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la
plenitud de Cristo.
B. El nombre del proceso que consiste en recibir del Espíritu Santo, la Biblia y de
los maestro una verdad sucesiva tras otra hasta llegar a la libertad.
C. El nombre de nuestra causa como cristianos y terapeutas espirituales, nuestro
ministerio y nuestra meta es: Enseñar a los hermanos a creer, entender, y vivir un
estilo de vida basado en el proceso de regeneración.
D. Es también el nombre de la técnica terapéutica espiritual. Ésta consiste en un
conjunto de procedimientos que están orientados a ayudar a las personas a
deshacerse de lo que les impide el crecimiento emocional y espiritual, es decir
sacar lo que estorba en la obra del Espíritu Santo.
En la consejería regenerativa, tendremos que analizar la firmeza o la ausencia de
estos conceptos. Regeneración es un proceso en el que la persona va recibiendo de
la Biblia, el Espíritu Santo y los maestros, verdades. El consejero regeneracionista,
es alguien que ayuda las personas a deshacerse de todo lo que impida el fluir de
estas verdades, así que estos conceptos son la base en donde las personas
depositará las verdades sobre si mismas, sobre Dios y los demás.
La verdad.
A. Juan 8:32 dice: "Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" y Según el
diccionario la palabra verdad significa:
1.
Corrección del pensamiento.
2.
Cualidad del juicio que no se puede negar racionalmente.
3.
Conformidad de lo que se dice con lo que se siente se piensa y/o se cree.
B. Libertad significa:
1. Medida por la que el condenado a una pena es liberado antes de cumplir la
totalidad del castigo.
2.
La Libertad es un atributo de la voluntad
·
poner a un preso en libertad
·
Conseguir la libertad de la patria
·
la libertad del alma.
3. Estado o condición del que es libre, del que no está sujeto a un poder extraño
o a una autoridad arbitraria o no está oprimido por una obligación.
C.
¿Porqué la verdad tiene la capacidad de liberar?
1. A nivel del alma, una mentira o un engaño es capas de "encarcelar", a través
de las emociones que una persona percibe, es decir que los barrotes que conforman
esta cárcel son las emociones desordenadas.
2. Cuando se le explica a una persona que existe una gran diferencia entre ser
débil y pecador, pues el pecador sabe que está haciendo lo malo y no le importa y
cuando uno es débil sabe también que está haciendo lo malo pero si le interesa
encontrar la manera de ser trasformado, con esa simple verdad las emociones que
estaban siendo alimentadas por la mentira que le decían que era indigno ante Dios,
se rompen y la persona queda libre creyendo que Dios le ayudará en el proceso de
ir cambiando poco a poco.
3. Nos debe quedar claro que una verdad cambia la información que alimenta las
emociones engañosas, estas hacen que suframos. La verdad es una corrección del
pensamiento, esta corrección cambia las emociones engañosas por otras más sanas.
Ilustración: Roberto creía que nadie le entendía por eso gritaba.
El dolor
A. Al analizar versículos como: Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en
las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia,
prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza. Podemos notar la
verdad de que el dolor es beneficioso PORQUE:
1. El dolor es capaz de moldear nuestro entendimiento, sufrir por un error, nos
alienta a encontrar donde estamos equivocados.
2. El dolor crea dependencia de Dios, pasar por pruebas, tribulaciones, nos
ayuda a estar cerca de Dios.
B. ¿Por qué Dios usa el dolor para bendecirnos?
1. La respuesta podría ser esta: cuando él creó a los seres humanos tuvo el
dilema del libre albedrío, así que decidió poner del otro lado las leyes de la
consecuencia y así crear un equilibrio, es decir, que si la persona usa mal su libre
albedrío sufrirá las consecuencia, luego el hombre siguió pecando y acumulando
consecuencia que provocaron que otros sufran por las consecuencia ajenas, ante
esto Dios lo único que podía hacer era ayudarnos y enseñarnos a refugiarnos en él
cuando esto suceda.
2. Fue así que tuvimos que desarrollar el único antídoto para el dolor, una
mentalidad espiritual (es decir la mente de Cristo)
a)
La Biblia dice: "que todo nos ayuda para bien" y aquí se da una idea de
este tipo de mentalidad.
b)
Debemos saber que el dolor es inherente de la vida, el dolor es parte de
nuestro existir, no podemos hacer nada para deshacernos de él, así que es necesario
adquirir esta mentalidad, que de todo podemos sacar algo bueno. Filipense 1:29
Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino
también que padezcáis por él.
C.
Existen tres tipos de dolor:
1. El dolor que me provoco a mi mismo: el 90% de las cosa que sufrimos es por
nuestras malas decisiones, por ser dirigidos por el alma y no por Dios.
2. El dolor que otros me provocan: sabemos que las personas que más dolor nos
han causado son las personas que:
·
Se supone que nos tenían que amar, padres, hermanos, familiares
·
Las personas en quien más confiábamos, amigos, novios, pastores,
gobernantes, etc.
3. El tercer tipo, es el dolor que simplemente llega: Una catástrofe natural, un
accidente, etc.
D. Engaños y mentiras que nos impiden vivir en la verdad bíblica que aconseja:
Romanos 8:28-29 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les
ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a
los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a
la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
1. Al tratar de escapar del dolor muchas de las personas que no pueden aprender
de las consecuencia, sufren del terrible error de intentar escapar del dolor, han
pasado tanto dolor que lo único que desean es impedir que el dolor les siga
lastimando, es así que son capaces de hacer cualquier cosa para impedirlo con:
·
Brujería
·
Dinero
·
Pactos religiosos.
2. Incluso a Dios le cuesta regenerarlos pues no buscan ayuda por miedo al dolor
de enfrentarse a lo que les hizo daño y al dolor del proceso del cambio.
3.
Se resienten con Dios, por el dolor que según ellos él permitió.
E. Falsos enfoques de nuestra religión: Se nos ha enseñado que el cristiano que
pasa por necesidades es por que está fuera de la bendición de Dios, y estamos de
acuerdo, muchas veces esto sucede por la desobediencia a consejos claros de Dios.
Pero cuando se hace un sobre énfasis en el tema, se produce un engaño y
empezamos a creer que si pasamos por dificultades, pruebas, necesidades,
tribulaciones, es por que no fuimos lo suficientemente buenos y santos y por
consiguiente estamos fuera de la bendición de Dios y por eso nos pasan todas estas
cosas.
1. Es decir: cuando se mezclan el deseo de escapar del dolor con el sobre énfasis
del peligro de la desobediencia, aprendemos que el dolor es malo y que es nuestra
culpa. Nos han enseñado a obedecer a Dios por miedo, no por gusto y
conveniencia.
2. Esta mentalidad no es correcta, pues no todo el dolor es por nuestra
responsabilidad, y cuando es nuestra responsabilidad no aprendemos de él pues
estamos culpándonos pensando que nos lo merecemos por ser tan malos cristianos.
3. Un cristiano nunca esta fuera de la bendición de Dios, si es que se mantiene
cerca de la verdad, el es capaz de usar el dolor para ayudarnos a ser mejores. Así
que cuando estemos sufriendo en vez de pensar en cuanto nos merecemos el
castigo, pensemos en que debo aprender de esto que me hace sufrir y seguir
adelante con el querer y el hacer que Dios produce en mi (Fil. 2:13).
El Pasado.
A. La forma en que yo conciba mi pasado en crucial para mi proceso de
regeneración. ¿Cómo veo a mi pasado?:
1. Como un montón de sucesos que prefiero ni recordar y vivo lamentándome
por lo amargo que fue mi pasado.
2.
Digo, el pasado ya es pasado y no tengo por que re-vivirlo.
3. Es mi pasado un fantasma que me atormenta, teniendo un trauma para cada
situación de mi vida.
B. Nuestro pasado en tan real como el ahora, nosotros somos el resultado de
nuestro pasado y lo que en el sucedió.
C. Es un error obviar el pasado, tratar de hacer que no existe, hacer esto nos
produce:
1. Que no sepamos la razón de nuestros esquemas erróneos de conducta en el
presente.
2. Que no podamos aprender del pasado, arriesgándonos a cometer una y otra
vez los mismos errores.
D. 2 de Corintios dice que debemos gloriarnos en las debilidades y las debilidades
se originaron por los sucesos de nuestro pasado, gracias a el pasado tenemos las
debilidades y gracias ha esas debilidades dependemos de Dios y gracias a esa
dependencia podemos conocerle cara a cara y ver su poder reposado en nuestra
vida.
E. Uno de los conceptos más importantes de regeneración eficaz es del de
conciliar el pasado con el presente y esto se logra cuando Dios me da la capacidad
para ver a mi pasado no como fantasma que me atormenta, sino como un tesoro del
que puedo sacar lecciones y tener una guía para el presente.
1.
Esto se logra en un proceso, no es tan fácil como decirlo.
2. Conciliar mi pasado con el presente me permite, aceptarme, pues sino acepto
mi pasado no me acepto a mi mismo, es decir, que si odio mi pasado, me odio a mi
mismo. "Mi pasado es un tesoro que me hace rico en el presente"
1.
La renovación por medio de la trasformación de nuestro entendimiento.
A. Otro de los importantes conceptos que son base para el proceso de regeneración
es el de la dinámica con la que Dios trasforma nuestro entendimiento.
B. Romanos 12:2 dice: No os conforméis a este siglo, sino transformaos por
medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la
buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
1. El entendimiento deformado hace que nos cueste entender la voluntada de
Dios, por tener una mentalidad conforme a este mundo.
2. Si deseamos entender su voluntad debemos tener una trasformación del
entendimiento en tres áreas:
·
Con respecto a Dios.
·
Con respecto a nosotros mismos.
·
Con respecto a los demás.
C.
El proceso de trasformación se da a través de las tres fuentes de verdad:
1.
El Espíritu Santo, el nos lleva a toda verdad.
2. La Biblia, en ella esta el modelo de mentalidad que es eficaz para una vida
exitosa.
3.
Los maestros, personas puestas por Dios para hacernos entender su voluntad.
D. Cuando una verdad llega a nuestro espíritu, confronta al engaño o la mentira
acuñados en nuestra alma, con esta confrontación sucede que la información
cambia, esto hace que tengamos una nueva mentalidad, es decir que la forma de
entender las cosas, de elaborar la realidad ahora es diferente, esto provoca que la
manera en que me veo a mi mismo, a los demás y a Dios es nueva, así mis
pensamientos, sentimientos y acciones también serán distintos.
El espíritu del hombre.
1. Entre las enseñanzas más olvidadas y menos impartidas está el tema del
espíritu del hombre.
1. Posiblemente otros habrán escuchado o aprendido diferentes interpretaciones
de los textos bíblicos que hablan del tema y básicamente lo que se ha enseñado es
que tenemos tres partes: cuerpo, alma y espíritu y que el espíritu es quien da vida al
ser humano.
2. Otros dicen que tenemos dos partes: alma y cuerpo y que el espíritu es parte
del alma.
3. En regeneración eficaz creemos que tenemos efectivamente tres partes y que
la más importante de ella es el espíritu del hombre, esta parte es la que debe ser
gobernada por Dios y esta a su vez debe gobernar al alma y el alma al cuerpo.
4. Pero lo que en realidad sucede es que el alma intenta gobernar a Dios, al
espíritu, al cuerpo y al mundo. Lo anterior es el equilibrio correcto, esto sería una
vida controlada por el yo o lo que en regeneración eficaz llamamos un cristiano
almático.
2. La psicología le llama la espíritu la consciencia. La Biblia se refiere de
manera muy clara sobre el espíritu y su función: Proverbios 20:27, Explica este
orden funcional correcto aseverando que es el espíritu, gobernado por Dios es el
que escudriña y dirige al corazón:
·
Proverbios 20:27 Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre, La cual
escudriña lo más profundo del corazón.
·
Salmos 18:28 Tú encenderás mi lámpara; Jehová mi Dios alumbrará mis
tinieblas.
3. Dios la colocó el espíritu para poder comunicarse con el hombre y de esa
manera Dios le hace que entienda.
·
Job 32:8 Ciertamente espíritu hay en el hombre, Y el soplo del Omnipotente
le hace que entienda.
4. El espíritu es la parte más noble del ser humano, es esencialmente divino, El
espíritu vuelve a Dios quien lo creo:
§
Eclesiastés 12:7b "y el espíritu vuelva a Dios que lo dio".
5. Dice Ezequiel 36:26 Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro
de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón
de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis
estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra. Explica que Dios debe
darnos un espíritu nuevo, esto podríamos interpretarlo que Dios nos hará pasar por
un proceso en el que nuestro espíritu se liberará de las restricciones de nuestro
corazón engañoso.
·
Es el espíritu nuevo que Dios pondrá en nosotros, el canal único capaz de
transformar el alma humana, deformada y engañosa.
·
La mayoría de los consejos, predicas que no dan frutos es por que están
siendo dirigidas a una de las partes del alma, muy comúnmente a las emociones,
otras al intelecto, pero lo espiritual no puede ser intelectualizado pues el intelecto
no soporta las preguntas sin respuestas y dentro de lo espiritual esto se da mucho.
·
Las verdades deben venir de Dios a nuestro espíritu y de allí influenciar el
alma sacando de ella los engaños y mentiras, colocando verdades e información
emocional e intelectual sana y santa.
6.
Ser espiritual no es igual a ser religioso.
·
El espiritual vive en una busqueda constante de la verdad, el religioso busca
emociones o respuestas intelectuales.
·
El espiritual a logrado definir cuando su corazón engañoso le habla, el
religioso o almático, confunde todas las voces: la de los demonios, las de sus
debilidades, la del Espíritu santo, la del espíritu, no sabe cual es cual.
·
El espiritual busca más entender a Dios, el religioso está más interesado en
sentirlo.
·
El espiritual logra sacar provecho de todas las cosas, el religioso o almático
escapa del dolor y le teme a los demonios más que así mismo.
·
El espiritual se gloría de ser débil y ama a su prójimo como así mismo, pues
el amor de Dios, su misericordia le han enseñado a amarse a sí mismo, el almático
desprecia a los demás de la misma forma que se desprecia a sí mismo por débil.
·
No dejemos de pedir a Dios un espíritu nuevo, libre del gobierno del alma,
este llegará a nosotros por medio de las verdades que nos hacen libre.
Los demonios.
A. Existe ya una materia que se encarga de el estudio de los demonios, esta es la
demonología, en ella se explica quienes son, de donde viene, como operan etc. los
demonios.
Existen dos verdades que en cierto sentido revolucionarias, es decir que apuntan a
renovar nuestro entendimiento, estas son:
1. Todas las cosas nos ayudan para bien incluyendo a los demonios. Esta verdad
limpia el miedo que tenemos por los demonios y nos ayuda a saber que si un
demonio se ha aprovechado haciéndonos caer es por que hay una debilidad y el
suceso en el que el demonio me atacó me puede ayudar a descubrir esa parte débil
y quizás desconocida de mi corazón engañoso.
2. Esto da pie para la segunda verdad: Dios suele usar a los demonios para
enseñarnos lecciones de vida. La experiencia del apóstol pablo en 2 Cor 12:7ss
(que ya hemos analizado) lo demuestra.
B. Los regeneracionistas creemos que los demonios son títeres en manos de Dios
y están bajo nuestros pies.
1. Creemos que Satanás es un enemigo secundario que el principal es nuestro
corazón engañosos, del que él se aprovecha para alejarnos de Dios.
2. No confundamos la idea de: "no tenerle miedo de Satanás" con perderle el
respeto. No hay que tenerle miedo, sino más bien respetarle, si le perdemos el
respeto y lo subestimamos, podríamos olvidar que:
·
Aun así es nuestro enemigo.
·
El es muy astuto.
Jamás podemos fiarnos de él embriagándonos con la idea de que está bajo nuestros
pies. Mientras esté atento y viviendo como un estratega espiritual, recuerde que la
idea de ser estratega espiritual es estar atento a la obra del Satanás y por medio de
la verdad lograr convertir sus ataques en beneficio propio, le tendremos bajo
nuestros pies.
Desde aquí, empieza una nueva etapa en nuestro curso, hemos estudiado lo que es
correcto de las técnicas de ayuda de nuestra iglesia y sus partes débiles, hemos
llegado a la conclusión que cada una de las técnicas es sana en una parte y hemos
aprendido a aprovecharla. Sanidad interior muy acertadamente se encarga de el
problema del perdón, Liberación trabaja correctamente con la influencia de los
demonios etc. Es decir cada una tiene una parte de la solución. Regeneración
Eficaz, reúne las verdades de cada una. La doctrina de regeneración eficaz esta
basada, a diferencia de las otras en el concepto de debilidad. A continuación nos
dedicaremos a explicar y defender bíblicamente las verdades de este enfoque que
sea olvidado o mal interpretado por la ignorancia. Aprenderemos todo sobre las
debilidades, las bases bíblicas sobre las debilidades cómo se forman, cómo
funcionan, que generan y como se curan.
2 de Corintios 12:9-10 dice: Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder
se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en
mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por
amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en
persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
A. La debilidades son la materia prima que Dios usa para hacernos perfectos, el
usa la debilidad para ejercer su poder y llevarnos a la perfección.
1. ¿Cómo se logra esto? La debilidad genera dependencia de Dios y esa
dependencia hace que le permitamos a Dios ser trasformados.
2. Sin las debilidad, Dios no tendría oportunidad de ayudarnos, por tanto, gracias
a ellas, podemos llegar a conocer a Dios más profundamente.
3. El Apóstol Pablo decía, que se gloriaba en las debilidades, por eso creemos
que es importante estudiarlas, entender a que se refiere la Biblia cuando dice que
hay que gozarnos y gloriarnos por ser débiles.
B. Gloriarse, gozarse en las debilidades significa, saber que Dios Padre, Dios hijo
y Dios Espíritu Santo nos aman precisamente por ser débiles.
1. En cambio la familia, la iglesia y la sociedad, nos ha rechazado por ser
débiles.
2. Se nos ha enseñado a esconder nuestras debilidades por miedo a ser
rechazados aprendiendo a usar máscaras de falsa santidad, falsa humildad, etc. El
propósito es esconder las debilidades de los demás y de nosotros mismos.
3. La religión nos ha enseñado a conocer todo sobre los demonios, pero no nos
han enseñado nada sobre las debilidades, que usan los demonios para hacernos
pecar.
4. La debilidad es motivo de vergüenza ante nosotros mismos, tendemos a
menospreciarnos y Autodestruirnos por ser débiles.
5. La religión tiende a respetar al fuerte y rechazar al débil. Nos enseñan que
Dios solo acepta a los fuertes y capaces. Hemos llegado a creer que Dios nos
rechaza por ser débiles.
6. Gloriarse en la debilidad es aceptar nuestra incapacidad y gozarse en la
oportunidad que tenemos de depender de Dios, dado que él está listo y en
posibilidades de hacer de nuestras debilidad virtudes.
7. Gloriarse significa saber que no soy capaz de cambiar y alegrarme de no
serlo, pues así entiendo que mi “yo” no maneja mi vida, sino mi dependencia de
Dios por ser débil, Pablo decía “cuando soy débil entonces son fuerte”, he
aprendido que si sigo tratando de cambiar basado en mis promesas a Dios, en los
compromisos que hago con el, en mis fuerzas y buena voluntad, no lograré ser
perfecto, sino, más bien, mi dependencia de Dios por ser débil me llevará a la
perfección (Ef. 4:13)
8. Vivir conforme a 2 da de Cor 12:9:10, es no avergonzarme por mi pasado
pues mi pasado me hizo débil y mi debilidad me hace depender de Dios en el
presente, y esa dependencia y querer escapar de los errores a los que me llevan las
debilidades, me hace estar cerca de Dios y esa cercanía poco a poco y verdad tras
verdad, me hace cada día más libre. Sin debilidad, no hay reposo, ni perfección del
poder de Dios en nuestra vida.
Por otro lado, no debemos confundir que gloriarse en las debilidades significa,
condicionarse.
A. Diciendo: “ah..., como soy débil y Dios me entiende no hay que hacer nada
para lograr un cambio”
B. Hay personas que mal interpretan esta verdad diciendo “ soy débil, Dios me
entiende déjenme en paz, no me digan nada hasta que Dios me cambie.
C. ¡No!, Lo que este verso quiere decir, es que entendamos que nuestra debilidad
nos impide llegar a ser perfectos y que gracias a ellas Dios sabe que dependemos
de él, nunca nos invita a tomar una actitud de derrotado. Dios desea cambiar
nuestras vidas de no ser así no entraremos en el reino de los cielo.
1 Corintios 6:9 dice: ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios?
No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni
los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni
los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.
En la Biblia hay todo un conjunto de verdades que nos llevan a la libertad, pero
antes hay que lograr desarrollar dependencia de Dios y la independencia de
nuestras propias verdades (basadas en nuestro propio yo).
A. Dios hace el 98% del esfuerzo para que nosotros cambiemos, que está
constituido en hacernos llegar a las verdades, el usará las debilidades, las pruebas,
el dolor en generar, nos dará el querer como el hacer, hará que pongamos sus
preceptos por obra, la fuerza durante este tiempo de cambio, que es muchas veces
confuso y doloroso como su palabra Ez. 36:26
B. Nosotros hacemos el 2%, este, está constituido por:
1. Estar dispuestos: hay una diferencia entre querer y no poder y no poder y
creer que se es capaz de poder. Es decir, escuchamos todo el tiempo que “querer es
poder” por eso no es siempre así, nos han mentido, haciéndonos creer que nosotros
podemos, los cristianos debemos aprender a decir, no puedo, no soy capaz soy
débil, pero quiero, no deseo seguir en esta situación, quiero aprender a hacer tu
voluntad. Es así, que si un cristiano se convence de que necesita cambiar, pues sino
sus debilidades se lo llevará al infierno y entiende que solo Dios a través de sus
verdades puede hacerlo libre, depende de Dios y cambia.
2. La segunda cosa es estar dispuesto a aprender y entender las verdades, Dios
no nos invita a un cambio en la acción, en lo de afuera, es decir en las cosas que
hacemos, esto lo enseña la religión, la religión nos enseña ha prometerle cosas a
Dios dice: “vengan y hagamos pacto con Dios”, la religión nos enseña a hacer
cosas por Dios y eso es religiosidad, no debemos hacer promesas a Dios sino
aprender a creer las promesas que él tiene para nosotros, luego por la fuerza que
genera la gratitud haremos obras de agradecimiento por su bondades. El nos invita
a un cambio de mentalidad en lo de adentro, no en lo de afuera, de entendimiento
de mentalidad y actitud. Dios desea que nuestros
pensamientos cambien para
que las acciones sean diferentes. Ro. 12:2. Debemos entender que esto se logra
estando dispuestos a aprender y entender verdades que son las que nos harán libres.
Las verdades no se sienten se entienden.
Oseas 6:6 dice: Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de
Dios más que holocaustos.
La tremenda importancia de la comprensión de las debilidades en el proceso
regenerativo.
A. Sin duda la idea de estudiar la debilidad puede en principio sonar psicológica y
de hecho lo es, entendamos que la Psicología no en sino el estudio del alma
humana, la Biblia está repleta de descripciones de las funciones del aparato
psíquico (alma, corazón) que Dios en su sabiduría creó, por esta razón decimos que
la Santa Biblia en el tratado de Psicología más importante que existe.
B. El estudio de las debilidades del alma humana nos permite tres beneficios de
suma importancia:
1. Entender las debilidades que nos impiden el crecimiento espiritual y le quita
el poder al yo. Basta con dar una mirada al problema de nuestra debilidad para que
quede claro que sin Dios nuestra vida está perdida. El primer paso para todo
cambio está en reconocer el problema y las incapacidades para solucionarlo. El
cambio comienza cuando nuestro yo no estorba.
2. Entender las debilidades, sus razones y funciones nos permite hace oraciones
más profundas y poderosas. No es lo mismo orar diciendo a Dios: ayúdame,
cámbiame, restáurame, que decir al Señor la debilidad exacta y reconocer los
desordenes que está nos produce, hacer oraciones bien hechas, que den en el
blanco es mucho más efectivo.
Santiago 4:2 dice: Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis
alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.
Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. Versión
Dios habla hoy: Ustedes quieren algo, y no lo obtienen; matan, sienten envidia de
alguna cosa, y como no la pueden conseguir, luchan y se hacen la guerra. No
consiguen lo que quieren porque no se lo piden a Dios; y si se lo piden, no lo
reciben porque lo piden mal, pues lo quieren para gastarlo en sus placeres.
3. El análisis de las debilidades nos permite entender exactamente el mover del
Espíritu Santo, saber como él esta obrando, actuando en el proceso de
regeneración. El desconocimiento de este factor, además de hacernos sufrir más de
lo necesario nos desvía de la voluntad de Dios confundiéndonos si saber si la
situación que estamos pasando es o no de Dios. Esta confusión nos desvía
retrasando el proceso de regeneración.
2 de Corintios 12:7-9 dice: Sin embargo, si quisiera gloriarme, no sería insensato,
porque diría la verdad; pero lo dejo, para que nadie piense de mí más de lo que en
mí ve, u oye de mí. Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase
desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás
que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres
veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia;
porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por un momentos Pablo no
entendía lo que le sucedía haciendo oraciones infructuosas, hasta que reconoció su
debilidad y comprendió la razón de su dolor, esto fue lo que lo regeneró.
Las debilidades. ¿qué son?
1. Las debilidades son la falta de energía moral, una parte de nuestro sistema
psíquico que nos impide actuar correctamente. Las debilidades psicológicas o
emocionales (también existen físicas como la esquizofrenia o la epilepsia) están
constituidas por dos factores.
A. Una emoción engañosa.
B. Una imagen metal o recuerdo y/o un impulso inconsciente.
2.
Las debilidades son muchas he aquí una lista de las más comunes.
·
Culpa.
·
Inseguridad.
·
Dependencia.
·
Nerviosismo.
·
Alucinaciones.
·
Desánimo
·
Frustración.
·
Vergüenza.
·
Depresión.
·
Miedo.
·
Volatilidad.
·
Resentimiento.
·
Baja Auto Estima.
·
Carencias Afectivas.
·
Fobias.
·
Complejos.
·
Apatía.
·
Ansiedad.
·
Obsesión.
·
Negación.
·
Desconfianza.
·
Ignorancia.
·
Indecisión.
·
Hiper-sensibilidad.
·
Problemas de identidad.
3. Las debilidades no son pecados, son más bien el efecto de un suceso del
pasado que deja débil, inestable, en confusión a una determinada área del alma.
4. El esquema regenerativo, es una forma de explicar como se forman las
debilidades, todo comienza con los tres factores responsables que crean la
deformación, las debilidades, los errores o pecado y que a su vez causa las
consecuencia y entre ellas las muerte. Estos tres factores son:
A. La herencia de Adán.
B. La herencia de los Padres.
C.
El ambiente del mundo, donde nos criamos.
5.
Estos tres causan:
A. La deformación, es lo que causó un suceso traumático, es la mala información
muchas veces inconsciente que alimenta la debilidad.
B. La debilidad que a su vez es un desorden que actúa en confusión, causada por
dicho suceso traumático. La debilidad no es un pecado, ya que no es
responsabilidad de la persona sufrir esa reacción, se da sin que el individuo pueda
controlarla.
C. Ésta, generará un sin número de sentimientos y emociones que nos llevan a
cometer errores o pecados, trayendo consecuencias a nuestra vida y al final la
muerte.
Ya, que entendemos como se forman las debilidades debemos ahora comprender
como funcionan.
A. Todo comienza con un seceso traumático, este producirá un conjunto de
pensamientos y emociones.
B. Estas emociones casi siempre dolorosas serán alimentadas por las imágenes de
dicho suceso o por los impulsos inconscientes de sucesos olvidados por su dolor.
1. Todo esto generara los que llamamos un esquema erróneo de pensamiento, es
decir que el suceso doloroso deformó el entendimiento de la persona, creo una
debilidad que es en si un forma equivocada de información con que esta persona
elaborará su realidad. Todas las debilidades están basadas en un esquema erróneo
de pensamiento, por ejemplo: en la culpa, la persona piensa que es su culpa cosas
que no lo son o cree que ser culpable es tan malo que si se disculpa perderá ante
los demás. En el miedo la persona piensa que cosas que no son peligrosas pueden
hacerle daño. Creer que los demás son todos malos y que no se puede confiar en
nadie evidencia los esquemas erróneos de pensamiento que esta persona tiene de sí
mismo, por consiguiente de los demás. (el ladrón juzga por su condición)
2. Cuando la persona está frente a una situación dolorosa (esta puede ser
parecida a un suceso de su pasado), reaccionara con la información deformada y
así ejecutará un esquema erróneo de conducta. Es decir, actuará en debilidad, con
el alma, animado por las emociones engañosas, seguramente pecará haciendo daño
a otros y así mismo.
C. Cuando una verdad hace libre a una persona lo que sucede es que la
información deformada es decir:
1.
Las imágenes y recuerdos del pasado.
2.
Los esquemas erróneos de pensamiento.
3.
Los impulsos inconscientes.
Perderán su poder al haber una corrección del pensamiento, es decir que se cumple
así Romanos 12:2, efectuándose una renovación del entendimiento llevando a la
persona un paso más a la mente de Cristo y a la perfección.
Trate de dibujar el proceso en que funciona la debilidad:
APUNTES
[1] ¿Ser afeminado es pecado o debilidad? Los hombres con rasgos femeninos
(amanerados) no son homosexuales, aunque el versículo parece referirse a ellos,
debemos entender que dichos rasgos se adquieren en la interacción con la familia,
en este caso una persona que se crió entre mujeres. Aun así es una debilidad y Dios
desea que esto cambie.
[2] No se confunda con la creencia popular de que existe una debilidad por las
mujeres etc. Esto es pecado y se llama lascivia. Este pecado la causa una o un
conjunto de debilidades.
La Mala identidad en Cristo o Baja estima, la culpa, el resentimiento, el
miedo y la Frustración
Hemos llegado a la etapa en nuestro curso donde aprenderemos como se presentan
y funcionan las principales debilidades. Esta información nos servirá para realizar
diagnósticos. Es importante que comprendamos lo mejor posible como reaccionan
las personas que sufren de estas debilidades para así ayudarles a encontrar las
verdades que le harán libres. Decimos que son las más importantes pues son las
más comunes.
La baja auto estima o la mala identidad en Cristo
El termino baja auto estima, es un ejemplo de cómo la psicología y su jerga[4][1]
se ha infiltrado en las verdades con las que los cristianos elaboran su realidad. Este
termino es 100% psicológico, no es bíblico; hemos dicho que no hay problema en
usar los conceptos de la psicología siempre y cuando tengamos claro que la terapia
debe ser bíblica y espiritual. El problema con el término baja auto estima es que
nos llega cargado con una ideología, es decir nos produce connotaciones que de
manera muy engañosa tienden a alimentar el “yo” y poner en peligro la
dependencia de Dios. En la “psicología popular” hemos aprendido que tener buena
auto estima es ser siempre positivo, no dejarse menospreciar por otros, pensar
siempre bien de si mismo, etc. Esto hasta cierto punto es correcto, pero la auto
estima es mucho más que esto, además, decimos que es un concepto engañoso pues
aunque parece sano en realidad lo que hace es alimentar nuestra independencia y
capacidad, exaltando nuestros atributos y dignidad y allí es donde está el problema.
En regeneración eficaz creemos que no somos nada sino por Dios, sabemos que es
posible triunfar con la fuerza del “yo” (aunque pocas personas lo logran) pero no
deseamos hacerlo sino con la ayuda de Dios, es muy sencillo equivocar la fuerza
con la que actuamos y nos regimos cuando estamos expuestos a engaños como los
del concepto de baja estima. Se preguntarán ¿si esto está mal, que es lo correcto?,
esta pregunta, planeo contestarla (con la dirección de Dios) al estudiar: que es el
auto estima y cual es la parte humanista psicológica del término auto estima, para
luego explicar el enfoque bíblico, es decir la auto estima de la Biblia.
1.
Características de las personas con problemas de auto estimación.
A. Se siente diferente a los demás: cree que nos es igual a otros, auque reconoce
sus buenas cualidades considera que por ellas es diferentes. No se siente seguro de
las habilidades y capacidades que Dios le dio
B. Piensa y habla mal de sí mismo: la mayoría de nosotros hablamos mal y
pensamos mal de si mismos, por eso decimos que esta es una debilidad muy
común.
C. Basa sus emociones, decisiones, en general su auto concepto en las opiniones
de los demás. Un consejo o crítica constructiva, deteriora su auto concepto.
D. Ya que cree que los demás piensan mal de ella (el) y piensa apocadamente de
sí, piensa muy negativamente del mundo de los demás.
2.
Debilidades relacionadas con la baja estima:
A. Inseguridad: La persona cree que los que piensa o hace no es lo más adecuado
aun que se halla probado la eficacia de dicho pensamiento o acción.
B. Dependencia: La baja estima puede invitar a depender de un sinnúmero de
cosas para lograr seguridad. Dinero, estudios, personas (cónyuge, amistades)
religión, belleza física, hijos, fuerza (músculos, artes marciales, etc.).
C. Complejo de inferioridad y de Superioridad: El auto estima baja suele
presentarse en estos dos extremos opuesto pero que en esencia están generados por
una misma razón: un concepto equivocado de si mismo.
3. Creemos que una correcta auto estima se alcanza cuando la persona logró
suplir en su vida dos necesidades esenciales:
A. La necesidad de pertenencia: Todas la personas necesitamos sentirnos parte de
algo es decir un núcleo que nos aporte identidad. Este debe ser la familia. Cuando
alguien no acepta a su familia, su entorno tiende a dejar desatendida esta
necesidad. El sentimiento de pertenencia tiene que ver con la influencia del
ambiente de lo social.
B. La necesidad de ser amado: Esta necesidad incluye el ser respetado, aceptado,
protegido, ser abrazado, besado, chineado. Esta necesidad está ligada a lo
emocional, lo afectivo, lo interno.
i.
Cuando estas dos necesidades se
suplen adecuadamente la persona tuvo la oportunidad de elaborar un concepto de si
mismo, los demás y de Dios, correcto. Este conjunto de conceptos correctos son la
auto estima. Cuando estos conceptos no existen, o no son correctos es la baja
estima.
ii.
En palabras más sencillas, el auto
estima es el constructo que se hace con la información obtenida de la interacción
afectiva con la familia y el ambiente. La buena estima es la presencia de toda esta
formación correcta, la baja estima sería lo contrario. Usando más exactas la Auto
estima o la desestimación.
4.
Los peligros de la terapia para elevar el auto estima.
A. Debemos entender que no sirve de nada tratar de hacer que la persona vea lo
grande y especial que es pues esto puede provocar dos cosas:
i.
Absolutamente nada: Hay personas que
son incapaces de ver sus propias cualidades pues piensan que quererse es malo. La
persona podría empezar a compararse con otros y luego de hacer un intento de ver
sus cualidades terminará concluyendo de que si es especial pero el otro más.
ii.
Que la persona aprenda a sobre
estimarse: Hemos podido cocer personas que antes eran muy inseguras y
dependiente y que ahora han cambiado a el extremo opuesto, esto es conocido
como la megalomanía[5][2] y aunque piensan y actúan de manera distinta siguen
teniendo baja estima.
B. La auto estima es un asunto de identidad y auto respeto, tenemos que tener
cuidado al ayudar a otros en su auto estima con lo dicho anteriormente debemos
saber que hay que analizar los componentes sociales y efectivos. La verdadera auto
estima no se alcanza hasta que la persona no mejora su concepto de sí misma, los
demás y de Dios.
C. La identidad en Cristo y la aceptación de mis debilidades y que ellas me
acercan a Dios. En estos dos conceptos debe estar basada la auto estima de una
persona.
i.
La identidad en Cristo: Esta tiene que ver con la información bíblica sobre el
concepto que Dios tiene de nosotros. Este concepto es clave para ayudar a la
persona a sentirse parte de el reino de Dios y co-heredero con Cristo, no por su
capacidad sino más bien por su necesidad que Cristo suplió en la cruz. Este
enfoque bíblico nos aleja de la terapia a favor del auto estima que es en su totalidad
100% “yoisista” y deja a la persona lista para entender el segundo punto.
ii. Las debilidades son mi fortaleza: Esta verdad bíblica tiene la capacidad de
ayudar a la persona a aceptarse por cuanto Dios le acepta. Empezar a aprender y
entender, verdades que le harán libre. Comprender que la debilidad le hace
dependiente de Dios y eso lo lleva a la perfección.
D. El auto estima debe estar basada en lo que Dios opina de mi, no en lo que yo o
los demás opinen, sea esto bueno o malo. Por esta simple variante enseñamos que
hay que tener cuidado con este enfoque.
E. En la jerga de regeneración eficaz para no usar el concepto de baja o alta
estima, podríamos decir: Buena o mala identidad en Cristo.
La culpa
A. La culpa es la debilidad más común, pues la mayoría de nosotros las sufrimos
en mayor o menor grado.
B. La culpa es una emoción alimentada siempre por el recuerdo (una imagen) del
una acción, omisión o pensamiento que esta fuera de la voluntada de Dios u otra
persona y que resulta en daño para otro y para sí mismo.
C. La culpa se aprende en la a través del mensaje culposo que es una forma
especial de hablar que ordena las palabras de una forma específica, mezclándolo
con una frase despectiva y un tono incriminatorio con el fin de manipular o herir.
D. El pensamiento culposo no es igual al pensamiento espiritual, la culpa habla de
una forma hiriente, la voz del espíritu invita a la persona a encontrar soluciones y
aprender de cada suceso de la vida.
E.
La culpa trae graves consecuencia que impiden el crecimiento espiritual:
1. La culpa alimenta el yo: Una persona que se siente culpable tratará de cambiar
por sus propias fuerzas con el fin de liberarse de la culpa, no escogerá
espiritualmente la ayuda de Dios pues la culpa le hace creer que si lo logra por
voluntad propia y esfuerzo propio, será digno ante Dios, esto hace que la persona
ponga su fe en la propia capacidad y no en la de Dios.
2. La culpa le roba el efecto de gratitud al perdón y a la gracias de Dios: Las
personas que se sienten perdonadas por Dios, las que él sacó del pecado y liberó
del infierno, se sienten tan agradecidas que no pueden parar de hacer obras por
gratitud a Dios, son personas que les fluye el deseo de agradar a Dios no por culpa
u obligación sino más bien por agradecimiento. Cuando una persona se siente
culpable tiende a obligarse a agradar a Dios cayendo en religiosidad. Por otro lado
la culpa hace que después de recibir el perdón de Dios la persona no se sienta
perdonada.
3. La culpa ata la pasado haciendo perder las bendiciones del presente: Muchos
de nosotros sufrimos apuñalándonos por errores del pasado, eso nos provoca que
nos estanquemos en determinada época de nuestra vida y vivamos sin ver las
bendiciones de Dios, pues en muchos casos nos sentimos indignos.
4. La culpa hace que veamos los errores más grandes de los que en realidad son:
La mentalidad culposa produce un sentimiento de indignidad muy profundo
haciendo que maximicemos las situaciones en las que nos equivocamos
provocando que le demos una dimensión exagerada y condenante y aterradora.
5. La culpa no le permite decidir eficazmente: Muchos de los que nos
equivocamos tendemos a dejarnos llevar por la culpa sin tener la capacidad de
reflexionar en el error, decimos: “si la hice negra también la hago trompuda". No
hay capacidad para detenernos y rectificar en el acto.
6. La culpa no le permite aprender de los errores: La mayoría de nosotros al
equivocarnos nos apuñaleamos depuse de un error y no somos capaces por la culpa
de sacarle una lección al error, creemos que lo correcto es solamente aprender del
éxito, esto hace que caigamos una y otra vez en lo mismo pues no aprendimos del
error anterior.
7. La culpa hace que aprenda a disculparse con excusas: Las personas que se les
hace sentir culpables cuando se equivocan reaccionan la mayoría de las veces
defendiéndose con una excusa.
8. La culpa hace que lastimes a otros haciéndoles sentirse culpables
manipularlos o hiriéndolos: Las personas que fueron criadas y enseñadas a través
de la culpa y/o que se sienten muy culpables tienden a manipular a otros, creyendo
que así cambiarán: Un grupo no menor usa la culpa como arma para herir y
controlar.
9. La culpa produce rebeldía: Una persona que la culpan constantemente para
educarle o adoctrinarle tiende, tarde o temprano a generar una conducta rebelde.
10. La peor de las consecuencia de la Culpa es que nos hace sordos a la voz del
Espíritu Santo y sensibles a la voz de Satanás: La culpa es el instrumento más
poderoso que los demonios tiene para hacer que una persona nunca crezca, la culpa
le dice al cristiano que Dios lo rechaza y Satanás se lo afirma, la culpa hace sentir
indigno de la gracia de Dios a un cristiano y Satanás le ayuda a creerlo. El usa la
culpa para apartar al cristiano de toda posibilidad de cambio.
F. Debe quedar claro que no estamos enseñando a los hermanos a tomar una
actitud pusilánime, falsamente se nos ha dicho que nuestro enfoque tiende a
“chinear” el pecado. Esto es falso pues lo que intentamos enseñar es a no sentir se
culpables sino a sentirse conciente. Lo que está mal lo está y no tratamos de hace
que las personas lo ignoren sino que con las fuerzas de Dios, no las nuestras, y, por
gratitud y respeto a Dios, no por culpa y religiosidad, encontremos la manera de
enfrentarlo.
El resentimiento
A. Todas las debilidades generan problemas en cuatro áreas: física, emocional,
social y espiritual. La culpa es una debilidad que produce problemas
principalmente a nivel emocional y espiritual, el resentimiento los produce sobre
todo consecuencia a nivel social.
B. El resentimiento es un desorden del sistema evocativo, este sistema nos hace
capaces de traer de la memoria sucesos, olores, sabores etc.
C. A causa de una actitud mal sana muy fuerte los sentimientos desordenan las
emociones provocando que la persona sienta y resienta sin poder parar de sentir, a
esto llamamos resentimiento.
D. A continuación nos dedicaremos a resaltar las consecuencia de tipo social.
·
Tendencia a clasificar a las personas por grupos
·
Tendencia a mirar los defectos antes que las virtudes
·
Tendencia a rechazar a las personas que se parecen físicamente al agresor
(madres solteras).
·
Les cuesta mucho amar abiertamente y dar la confianza por el miedo a ser
las timados
·
Aislamiento social
·
El error de los demás es casi imperdonable, juzgan, murmuran y critican al
que se equivocó
·
El resentido es orgulloso, revanchista, pelionero, vengativo.
·
Se ofende con facilidad.
·
Les gusta jactarse públicamente de su dureza de carácter dicen: “Yo, no
tengo pelos en la lengua” “Yo, soy sincero (a) a mí que no me vengan a jugar de
vivos”.
·
Les cuesta mucho perdonar y, si lo hacen no olvidan.
·
Culpabilidad mezclada con enojo.
·
El resentimiento produce volatilidad.
E.
El resentimiento al igual que todas la debilidades produce pecados.
F. Con respecto al resentimiento tenesmos que entender que Dios aborrece el
pecado de la falta de perdón, la persona debe perdonar pero no siendo obligada, se
debe hace una explicación clara que para llegar al perdón más puro se debe
entender que el perdón costa de un proceso que está constituido por:
1. El Perdón primario, que es la decisión, el momento que la persona de corazón,
por voluntada propia decide perdonar, esto pude tardar algún tiempo, no es sano
que una persona llegue a esta decisión de manera apresurada.
2. El perdón procesal, en donde la persona va siendo regenerada en un proceso
donde aprende a perdonarse así misma, pero eso es coherente ayudarle primero con
la debilidad de la culpa. Una evidencia del perdón puro, logrado a través de este
proceso es cuando podemos ver en la persona cambiado su visión de Dios, de el ó
ella misma junto con la forma en que entiende a los demás.
3. El proceso del perdón debe culminar cuando la persona ha dejado de sufrir
por lo que perdió, le hicieron. No tiene nada que ver con los recuerdos, sino que la
persona recuerda sin dolor ni enojo. Ilustración: Marco y los 100 mil colones.
El Miedo
A. La debilidad del miedo se la ha mal interpretado por mucho tiempo, se mal
enseñado que es un pecado haciéndolos creer que el miedo es lo contrario de la fe.
1. Creemos que el miedo produce que la fe no se desarrolle, pero no
necesariamente una persona que sufra de temores significa que no tiene fe.
2. El miedo al igual que las dudas esta alimentado y alimenta a las demás
debilidades.
B. La debilidad del miedo se produce básicamente a causa de Información
deficiente de tres tipos:
1. Información equivocada: La persona elabora su realidad con mentiras o
engaños, Posiblemente Está infectado de supersticiones y creencia equivocadas.
Basa su realidad con esta información y por consiguiente comete errores y sufre
quedando más temerosa.
2. Información inexistente: La persona no cuenta con información suficiente
para elaborar su realidad, es decir al tomar decisiones o emprender un proceso.
3. Sucesos del pasado no resueltos: Existen personas que no han logrado
aprender de sucesos de su pasado, esto hicieron que la persona quedara lastimada y
esta tiende a alejarse de todo lo que le parezca peligroso, haciendo que nunca tome
decisiones o se arriesgue.
La Frustración
1. Al igual que la mayoría de las debilidades la frustración es alimentada y
alimente a las demás.
2. Esta debilidad es producida por los siguiente factores:
a. Culpas del pasado: Esto incluyen: decisiones mal tomadas, cargar las
consecuencias y no haberlas aceptado, haber empezado algo y haber podido
terminarlo etc.
b. Asuntos inconclusos: No haber terminado los estudios, no haber pagado una
deuda, etc.
3. La frustración es un estado que padece el que está privado de una situación
que entiende que le corresponde, lo que hace que se sienta defraudado en sus
fuerzas. Se puede hablar de frustración tanto por la falta del objeto deseado como
por el encuentro inesperado de un obstáculo en el camino de la satisfacción de los
deseos. La respuestas a la frustración son diversas y depende de la persona que está
frustrada, de la personalidad y de las determinadas situaciones. La respuesta de una
persona frustrada es casi siempre agresiva no necesariamente física, sino que
también puede ser agresividad de tipo verbal o incluso de tipo auto destructivo.
LAS DEBILIDADES
1.
Conceptos importantes:
A. Son la materia prima que Dios usa para hacernos perfectos, él nos ama
precisamente por ser débiles.
B. Gloriarse en la debilidad es aceptar nuestra incapacidad y saber que esto es
precisamente que me acerca y me hace depender. Las debilidades producen
dependencia de Dios.
C. Las debilidades al producir dependencia de Dios quiebran el “YO”.
D. Conciliar el pasado con el presente significa: Que ya no nos sentimos sucios e
indignos por el pasado, ni escapamos de el obviándolo y aborreciéndolo, sino
damos gracias por cada cosa que sucedió pues sabemos que eso nos hizo débiles y
esa debilidad nos hizo depender de Dios y esa dependencia nos hace conocerlo
cara acara y verlo reposar su poder en mis debilidades que me produjo mi pasado.
Significa que mi pasado es un tesoro que me hace rico en el presente, no un
fantasma que me atormenta.
E. No debemos confundir que gloriarse en las debilidades significa,
condicionarse. Muchas personas podría confundirse creyendo que como la
debilidad no es pecado no hay que preocuparse mucho por ellas, diciendo: “ soy
débil, Dios me entiende déjenme en paz, no me digan nada hasta que Dios me
cambie. Lo que este verso quiere decir, es que entendamos que nuestra debilidad
nos impide llegar a ser perfectos y que gracias a ellas Dios sabe que dependemos
de él, no nos invita a tomar una actitud pusilánime[6][1]. Dios desea cambiarnos en
nuestras vidas pues sino, no entraremos en el reino de los cielo.
i. 1 Corintios 6:9 dice:¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de
Dios? No Erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los
afeminados[7][2], ni los que se echan con varones, 10ni los ladrones, ni los avaros,
ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de
Dios.
F. La ilustración de los porcentajes nos enseña dos cosas:
i. La obra de regeneración la hace Dios usando las pruebas, las dificultades, “el
dolor” y la dependencia que produce las debilidades.
ii. El cambio que él ejerce se produce cuando estemos dispuestos a aprender y
entender verdades. Dios desea que nuestros pensamientos cambien para que las
acciones sean diferentes debemos entender que esto se logra estando dispuestos a
aprender y entender verdades que nos harán libre, de nosotros mismos (de los
engaños del corazón). Las verdades no se sienten se entienden.
1. Oseas 6:6 dice:Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de
Dios más que holocaustos.
2. Romanos 21:2 dice: Transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios,
agradable y perfecta.
G. La tremenda importancia de la comprensión de las debilidades en el proceso
regenerativo:
i.
Entender las debilidades que nos impiden el crecimiento espiritual le quita el
poder al yo.
ii. Entender las debilidades, sus razones y funciones nos permite hace oraciones
más profundas y poderosas.
iii El análisis de las debilidades nos permite entender exactamente el mover del
Espíritu Santo, saber como él esta obrando, actuando en el proceso de
regeneración.
iv.
Cuadro explicativo:
Una sensación de incomodidad, frustración e incapacidad
La necesidad de la persona le genera gran dependencia de Dios y le deja lista para
empezar a entender verdades que trasformarán su entendimiento, haciéndole libre
de las consecuencia de las debilidades. El entender las debilidades en la terapia
espiritual regenerativa es producto de tres fuentes de verdades:
1.
La Biblia.
2.
El Espíritu Santo.
3.
Los maestros.
Se quebranta el “YO”, la persona se da cuenta de su necesidad.
Baja Autoestima
El termino baja auto estima, es un ejemplo de cómo la psicología y su jerga se ha
infiltrado en las verdades con las que los cristianos elaboran su realidad. Este
termino es 100% psicológico, no es bíblico; hemos dicho que no hay problema en
usar los conceptos de la psicología siempre y cuando tengamos claro que la terapia
debe ser bíblica y espiritual. El problema con el término baja auto estima es que
nos llega cargado con una ideología, es decir nos produce connotaciones que de
manera muy engañosa tienden a alimentar el “yo” y poner en peligro la
dependencia de Dios. En la “psicología popular” hemos aprendido que tener buena
auto estima es ser siempre positivo, no dejarse menospreciar por otros, pensar
siempre bien de si mismo, etc. Esto hasta cierto punto es correcto, pero la auto
estima es mucho más que esto, además, decimos que es un concepto engañoso pues
aunque parece sano en realidad lo que hace es alimentar nuestra independencia y
capacidad, exaltando nuestros atributos y dignidad y allí es donde está el problema.
En regeneración eficaz creemos que no somos nada sino por Dios, sabemos que es
posible triunfar con la fuerza del “yo” (aunque pocas personas lo logran) pero no
deseamos hacerlo sino con la ayuda de Dios, es muy sencillo equivocar la fuerza
con la que actuamos y nos regimos cuando estamos expuestos a engaños como los
del concepto de baja estima.
Se preguntarán ¿si esto está mal, que es lo correcto?, esta pregunta, planeo
contestarla (con la dirección de Dios) al estudiar: que es el auto estima y cual es la
parte humanista psicológica del término auto estima, para luego explicar el
enfoque bíblico, es decir la auto estima de la Biblia.
1.
Características de las personas con problemas de auto estimación.
a. Se siente diferente a los demás: cree que nos es igual a otros, auque reconoce
sus buenas cualidades considera que por ellas es diferentes. No se siente seguro de
las habilidades y capacidades que Dios le dio.
b. Piensa y habla mal de sí mismo: la mayoría de nosotros hablamos mal y
pensamos mal de si mismos, por eso decimos que esta es una debilidad muy
común.
c. Basa sus emociones, decisiones, en general su auto concepto en las opiniones
de los demás. Un consejo o crítica constructiva, deteriora su auto concepto.
d. Ya que cree que los demás piensan mal de ella (el) y piensa apocadamente de
sí, piensa muy negativamente del mundo de los demás.
e.
Cree que quererse, auto respetarse está mal, es malo.
2.
Debilidades relacionadas con la baja estima
a. Inseguridad: La persona cree que los que piensa o hace no es lo más
adecuado aun que se halla probado la eficacia de dicho pensamiento o acción.
b. Dependencia: La baja estima puede invitar a depender de un sinnúmero de
cosas para lograr seguridad. Dinero, estudios, personas (cónyuge, amistades)
religión, belleza física, hijos, fuerza (músculos, artes marciales, etc.).
c. Complejo de inferioridad y de Superioridad: El auto estima baja suele
presentarse en estos dos extremos opuesto pero que en esencia están generados por
una misma razón: un concepto equivocado de si mismo.
3. Creemos que una correcta auto estima se alcanza cuando la persona logró
suplir en su vida dos necesidades esenciales:
a. La necesidad de pertenencia: Todas la personas necesitamos sentirnos parte
de algo es decir un núcleo que nos aporte identidad. Este debe ser la familia.
Cuando alguien no acepta a su familia, su entorno tiende a dejar desatendida esta
necesidad. El sentimiento de pertenencia tiene que ver con la influencia del
ambiente de lo social.
b. La necesidad de ser amado: Esta necesidad incluye el ser respetado, aceptado,
protegido, ser abrazado, besado, chineado. Esta necesidad está ligada a lo
emocional, lo afectivo, lo interno.
Cuando estas dos necesidades se suplen adecuadamente la persona tuvo la
oportunidad de elaborar un concepto de si mismo, los demás y de Dios, correcto.
Este conjunto de conceptos correctos son la auto estima. Cuando estos conceptos
no existen, o no son correctos es la baja estima. En palabras más sencillas, el auto
estima es el constructo que se hace con la información obtenida de la interacción
afectiva con la familia y el ambiente. La buena estima es la presencia de toda esta
formación correcta, la baja estima sería lo contrario. Usando más exactas la Auto
estima o la desestimación.
Los peligros de la terapia para elevar el auto estima
Debemos entender que no sirve de nada tratar de hacer que la persona vea lo
grande y especial que es pues esto puede provocar dos cosas:
a.
Absolutamente nada: Hay personas que son incapaces de ver sus propias
cualidades pues piensan que quererse es malo. La persona podría empezar a
compararse con otros y luego de hacer un intento de ver sus cualidades terminará
concluyendo de que si es especial pero el otro más.
b. Que la persona aprenda a sobre estimarse: Hemos podido cocer personas que
antes eran muy inseguras y dependiente y que ahora han cambiado a el extremo
opuesto, esto es conocido como la megalomanía[8][4] y aunque piensan y actúan
de manera distinta siguen teniendo baja estima.
La auto estima es un asunto de identidad y auto respeto, tenemos que tener
cuidado al ayudar a otros en su auto estima con lo dicho anteriormente debemos
saber que hay que analizar los componentes sociales y efectivos. La verdadera auto
estima no se alcanza hasta que la persona no mejora su concepto de sí misma, los
demás y de Dios. La identidad en Cristo y la aceptación de mis debilidades y que
ellas me acercan a Dios. En estos dos conceptos debe estar basada la auto estima
de una persona.
·
La identidad en Cristo: Esta tiene que ver con la información bíblica sobre el
concepto que Dios tiene de nosotros. Este concepto es clave para ayudar a la
persona a sentirse parte de el reino de Dios y co-heredero con Cristo, no por su
capacidad sino más bien por su necesidad que Cristo suplió en la cruz. Este
enfoque bíblico nos aleja de la terapia a favor del auto estima que es en su totalidad
100% “yoisista” y deja a la persona lista para entender el segundo punto.
·
Las debilidades son mi fortaleza: Esta verdad bíblica tiene la capacidad de
ayudar a la persona a aceptarse por cuanto Dios le acepta. Empezar a aprender y
entender, verdades que le harán libre. Comprender que la debilidad le hace
dependiente de Dios y eso lo lleva a la perfección.
El auto estima debe estar basada en lo que Dios opina de mi, no en lo que yo o los
demás opinen, sea esto bueno o malo. Por esta simple variante enseñamos que hay
que tener cuidado con este enfoque. En la jerga de regeneración eficaz para no usar
el concepto de baja o alta estima, podríamos decir: Buena o mala identidad en
Cristo.
Siguiendo con el estudio de debilidades, en este seminario deseamos enseñar, sobre
la debilidad de la depresión. Se ha mal enseñado que esta debilidad es un demonio,
nada está más alejado de la realidad y nada es más satánico que decirle a una
persona que sufre de depresión que está endemoniada, esto la frustra y
comúnmente la mete más en depresión, sabemos que los demonios se aprovechan
de las personas que la sufren. No se puede concebir la depresión como el resultado
de una causa única, siendo su origen multifactorial. Existen dos teorías acerca del
origen de la depresión; Una dice que es originada por alteraciones orgánicas, la
otra dice que tiene un origen psíquico. En todos los casos es conveniente tratarlo en
forma integral, cuando se descarten los factores orgánicos, se inicia una terapia en
la que se atienden los componentes afectivos. Desde un punto de vista psicológico.
Esta enfermedad aparece como consecuencia de un proceso de duelo mal
elaborado. Estamos de duelo cuando perdemos algo, y si esta pérdida es poco
significativa, pasa inadvertida. Si la pérdida es importante produce una conmoción
que compromete la estabilidad emocional del la persona. Una persona que está de
duelo tiene un estado de ánimo profundamente doloroso, aparece desganada,
angustiada. Sufre una pérdida de interés por el mundo, ya sea seres queridos,
trabajo, la sexualidad, etc. Pareciera que ha perdido su energía pero en realidad
ésta desvitalización expresa que ha puesto toda su energía en el duelo. Este estado
no es patológico, ya que luego de un tiempo desaparece, si se acepta la realidad, es
decir, la ausencia definitiva de lo que se ha perdido y se decide seguir viviendo a
pesar de ello. Se recupera el interés por la vida y la capacidad productiva. Pero si
éste estado se hace permanente se convierte en patológico y así estamos frente a
una DEPRESION. La persona no ha podido resolver el duelo, que es aceptar la
pérdida y seguir viviendo de todos modos, y queda inmovilizada en esa situación.
Cuando la pérdida es concreta como: la muerte de un ser querido es fácil reconocer
la causa de la depresión. Cuando la pérdida es más ideal, más abstracta como por
ejemplo: la pérdida de la libertad, del poder adquisitivo, de la capacidad de
procrear, de la juventud, una relación, el respeto del ser querido la estabilidad en el
matrimonio etc., es difícil reconocerlo. Hay personas que no le dan importancia a
las pérdidas para no enfrentarse con el dolor del duelo, dicen que no les afecta,
pero esto en una situación engañosa porque queda pendiente y es como una herida
abierta que vuelve a sangrar cuando otra pérdida la reaviva. En el transcurso de la
vida nos enfrentamos con sucesivas pérdidas, por ejemplo: con el nacimiento
perdemos el estado intrauterino, luego hay que desprenderse del chupete, se caen
los dientes, se ingresa al jardín, en fin, sería muy extenso enumerar todas las
pérdidas que sufre el ser humano además de las accidentales. Hay personas
especialmente sensibles a las pérdidas, a las que les resulta difícil elaborar nuevos
duelos, por lo tanto, tampoco podrían ayudar a sus hijos a elaborarlos,
transmitiéndoles así esta dificultad en el seno de la familia donde se aprende una
mentalidad depresiva. La personalidad depresiva se caracteriza por la incapacidad
para manejar las pérdidas y dolores de la vida.
Tipos de duelos o pérdidas.
1. Pérdidas concretas: Estas tiene que ver con los objetos tangibles, incluye:
peder dinero, dañar algo valioso, que se muera el perro, la vida está llena de este
tipo de pérdidas.
2. Perdidas abstractas: Estas son pérdidas tan reales como las primeras pero está
compuestas de elementos intangibles, tales como: la pérdida del amor de otra
perdona, la ambición, el respeto de si mismo, el control de determinada situación.
3. Pérdidas imaginarias: Podemos imaginar tanto perdidas abstractas como
concretas. Podemos imaginar que le hemos caído mal a alguien o que otras
personas están hablando mal de nosotros o que no tendremos el empleo que
siempre hemos querido por que nos retrasamos unos minutos y escogieren a otros.
Ilustración: El medico. La depresiones que se experimentan, provocadas por
perdidas imaginarias pueden ser más severas que las provocadas por las perdidas
reales. La imaginación es muy poderosa y por lo tanto capaz de generar fuertes
depresiones.
4. Amenaza de pérdida: Está sucede cuando no sabemos como finalizará cierto
acontecimiento. Cuando algo significativo no ha ocurrido aún, esto provoca que
estemos en suspenso sin saber si será algo bueno o malo este estado de suspenso
puede generar una depresión severa.
Tipos de depresiones
A continuación, hablaremos de los diferentes tipos y categorías de depresión, para
luego mencionar algunos de los síntomas más comunes e intensidades que la
depresión presenta con el fin de ir aprendiendo sobre esta debilidad. La depresión
bien puede ser vista de tres formas:
1. Como síntoma: Es parte de un sistema de aviso de nuestro cuerpo, llamando
la atención hacia algo que está mal. También puede ser un síntoma de que algo
anda mal en el organismo, la depresión bien la puede causar una enfermedad.
2. Como enfermedad: Es su forma más severa y la llamamos depresión
psicótica, constituye una categoría de enfermedad por si sola. También conocida
como depresión mayor , tiene dos formas:
a. La depresión unipolar (un polo) que provoca que la persona se deprima
gravemente.
b. La bipolar (dos polos) donde existen alternadamente periodos de conducta
depresiva maniática[9][1] y estados de alegría y estabilidad.
3. Como una reacción a los problemas de nuestra vida diaria, por ejemplo:
perdidas significativas, fracasos etc. También se la conoce como depresión
reactiva, este es la clase más común de depresión Este tipo de depresión debe durar
poco tiempo, de lo contrario puede convertirse en algo crónico.
4.
También podríamos ver a la depresión en tres categorías mayores para
entenderla más claramente:
a.
La depresión endógena:[10][2] Por lo general se entiende que es originada
por trastornos bioquímicos en el cerebro, el sistema hormonal, o el nervioso.
Algunas son consecuencias directa de infecciones o alguna enfermedad. No se ha
logrado entender cómo puede ser trastornada la química del cerebro, más estas
depresiones responden muy bien a medicamentos antidepresivos, y por lo general,
se acepta que tiene una base bioquímica. Estas depresiones aparecen de una forma
cíclica[11][3]. De vez en cuado la persona se deprime, sin haber una razón
aparente para ello. Estas depresiones se hacen más graves por la fatiga y la tensión.
Las depresiones sicóticas son la forma más severa de depresiones endógenas. No
tienen nada que ver con la clase de personalidad que uno tenga y pueden ocurrirle a
la persona más alegre y activa. Se les llama sicóticas porque sus síntomas son
extremadamente severos, a menudo la persona tiene delirios de estar desvalida y
rodeada de una maldad tan descomunal que resulta evidente que la persona está
fuera de contacto con la realidad.
b. La segunda categoría de depresión se conoce como depresión exógena que
significa desde afuera. Estas son reacciones a lo que sucede externamente, son las
depresiones que experimentamos en el diario vivir. Son psicológicas.
c. La tercera categoría se conoce como depresión neurótica, que viene cuando se
van acumulando a través de un largo periodo de tiempo, dolores y tristezas y
perdidas mal elaboradas. Ocurren cuando no sufrimos por nuestras pérdidas en una
forma sana, en lugar de darles solución desarrollamos un estilo de vida
caracterizado por la autocompasión y tratar de ignorar el dolor. La persona
comienza a envolverse en sentimientos de tristeza, escondiéndose en la depresión
para así no tener que sufrir las ansiedades de la vida cotidiana y el esfuerzo de
afrontarlas. Esta depresión neurótica es malsana. Se alimenta de su propia miseria,
la persona que la sufre rehúsa salir de su casa y enfrentarse a la vida. Los síntomas
de la depresión
Los síntomas de la depresión pueden ser de tres tipos:
1.
Síntomas psicológicos:
a.
Sensación de tristeza
b.
Desasosiego: Inquietud, intranquilidad, etc
c.
Sensación de vacío.
d.
Sensación de desesperanza y pesimismo.
e.
Sentimiento de culpabilidad por el motivo más insignificante.
f.
Baja autoestima, pensamiento de indignidad.
g.
Pérdida de el interés por el placer y cosas que antes agradaba hacer.
h.
Pensamientos de muerte y suicidio.
i.
Volatilidad , irritabilidad.
j.
Hipersensibilidad al rechazo.
k.
Miedo e inseguridad.
l.
Dificultad para tomar decisiones
2.
Síntomas físicos:
a.
Pérdida del pacer sexual.
b.
Ansiedad.
c. Trastornos en el sueño: insomnio, deseo de dormir demasiado, despertarse y
no poder dormir.
d. Problemas en los hábitos alimenticios: perdida del apetito o bien comer
compulsivamente. Bajar o subir de peso de forma brusca.
e.
Disminución de la energía, fatiga, lentitud.
f.
Dificultad para concentrarse, pérdida de la memoria.
g.
Dolores crónicos y de cabeza.
h.
Enfermedades que no repoden a tratamiento médico.
3.
Síntomas espirituales, puede llevar a la persona deprimida a dos extremos.
a.
Retraerse de Dios: Sentir como que Él nos rechaza, esta reacción es
provocada por la excesiva culpa que se experimenta en la depresión.
1.
Suponer que Dios nos esta castigando con su rechazo por no ser fuertes.
2.
Sentimos que le hemos fallado a Dios.
3.
Apatía por lo espiritual, por haber intentado de todo y no salir adelante.
4.
Poner a un lado la Biblia y la oración.
5.
Pérdida de la fe en Dios y en su capacidad para ayudarnos.
6.
Creer que la depresión es un pecado.
b. El extremos opuesto es abrumarse con actividades espirituales cayendo en la
religiosidad.
1.
Excesivo interés por las emociones.
2.
Pasar demasiado tiempo en la “oración pesimista”
3.
Usar la Biblia como una amuleto.
4.
Condicionar la obra de Dios a nuestras acciones.
5. Esto se hace para alivianar el sentimiento de culpabilidad, provocado por la
depresión o por que se cree que obviando la realidad y enfrascándose el lo
religiosos no se re-caerá en depresión.
Para poder identificar mejor la depresión podríamos nombrar tres intensidades:
1. Depresión Ligera: Se caracteriza por un bajo estado de ánimo o una perdida
temporal del interés, la forma de pensar no se altera. Físicamente se experimenta
ansiedad y un nudo en la boca del estómago, el sueño, la alimentación y la
concentración se ven muy levemente alterados casi de forma imperceptible.
Espiritualmente puede que la persona tienda a aislarse pero de forma temporal.
2. Depresión medina: Los síntomas antes mencionados se intensifican y la
sensación de desesperanza se hace mucho más patente, los pensamientos empiezan
a ser negativos y la persona se ensimismisa, la depresión parece dominar. Emerge
la culpa y hay trastornos pero no severos en la concentración, el apetito y el sueño.
Espiritualmente hay un retraimiento o un bajón.
3. Depresión severa: Todo lo mencionado ocurre pero con mayor intensidad.
Acompañado de frecuente llanto se hace presente una pesada melancolía y muchos
pensamientos culposos y de indignidad. En lo físico ocurre una severa alteración
en el apetito, el sueño y la apariencia personal se deteriora restándole importancia a
bañarse, afeitarse, maquillarse, etc. Se hace muy duro hacer las labores cotidianas.
En lo espiritual la persona se retrae por completo o se involucra febrilmente en
actividades religioso-emotivistas.
SÍNDROMES PSICO-ESPIRITUALES
La labor del consejero regeneracionista es como la de un jardinero, nosotros no
producimos el cambio sino Dios, nuestro trabajo es quitar las “piedras, las ramas,
las hormigas, poner en mejor terreno, etc, para que sea Dios quien de el
crecimiento. Debemos ayudarles a aprender verdades, a manejar el dolor, las crisis,
ayudarles a aprovechar las pruebas y los embates del demonio para que exista
crecimiento. Es decir colocarlos en el “riel” que lleva a la regeneración,
ayudándoles deshacerse de todo lo que les impida crecer y la, enseñarles a crecer
en el espíritu no en el alma, a través de la dependencia a Dios y no del “yo”. En
este tema analizaremos algunos de los más comunes síndromes psico espirituales,
con el fin de que Ud., use esta información para diagnosticar debilidades que
impiden el crecimiento.
¿Que es un síndrome psico-espiritual?
Básicamente es un conjunto de debilidades funcionando al mismo tiempo. Es un
conjunto de síntomas característicos, que nos alertan de que existen debilidades. Al
detectar un síndrome, podemos diagnosticar las debilidades que lo conforman. A
continuación una lista de los que estudiaremos
1.
El síndrome “yo” debo.
A. Este es el más común de los síndrome psico-espirituales, lo produce dos
factores:
1. La persona no comprenden claramente el proceso de regeneración, no ha
recibido las verdades que le harán libre, no ha podido permitirle al Dios entrar a las
áreas de su corazón más afectados por que no sabe como hacerlo. Posiblemente
cree que estas están sanas o que no es importante o simplemente no las conoce.
2. Creen que es su responsabilidad efectuar el cambio en su vida para así
liberarse de la culpa. La persona realmente piensa que es capaz de trasformar su
vida. La religión le ha hecho entender esto, cuando le dice: “Ud. debe cambiar,
Ud., debe hacer esto y aquello, para agradar a Dios”, etc, alimentando el yo y no la
dependencia y esto en realidad desagrada a Dios.
B. Le llamamos así, pues es característico de los que lo sufren, usar con mucha
frecuencia las palabras “yo debo” para referirse a procesos que solo Dios es capaz
de efectuar para lograr un cambio.
·
Yo debo dejar esto, yo debo hacer aquello, etc. Cuando lo correcto es decir:
Dios debe hacer que yo deje esto, Dios prometió aquello, el es quien me cambia, lo
que he hecho me lo produjo Dios.
·
Recuerde la ilustración de los porcentajes, lo que tenemos que hacer es estar
dispuesto a un cambio, hay una diferencia entre las personas que quieren y creen
que pueden y no logran nada y las que quieren y sabes que no pueden sino con la
fuerza de Dios.
C. Este síndrome lo generan dos debilidades:
·
Culpa: Note que la persona no desea cambiar por dependencia o por
agradecimiento, sino por deshacerse del la terrible sensación de culpa.
·
Ignorancia: Esta es una de las debilidades más usadas por los demonios esto
se aprovechas de las verdades que la persona desconoce.
·
Mala identidad en Cristo: o como común mente se le llama baja auto estima.
2.
Síndrome de la Mala concepción de Dios.
A. La concepción que una persona tenga de Dios es muy importante para su
crecimiento, la imagen mental que esta tenga de Dios y la forma en que esta
persona piensa que Dios la ve pueden debe ser lo más sana posible. Existen
concepciones sobre Dios tan intimas que ni la misma persona sabe que las tiene. A
continuación analizaremos algunas de la más comunes:
1. El dios bombero: aunque suene despectivo, sirve para definir la concepción de
la persona que cree que Dios debe estar allí cuando esta tiene una necesidad, no lo
es capaz[12][1] de percibirlo cuando tiene que tomar una decisión, solo cuando
algo malo pasa.
2. El dios fuego consumidor: La persona cree que Dios cree que Dios se puede
enojar con facilidad y castigarle. Estas concepción hace que la persona piense que
Dios les envía los castigos y el sufrimiento.
3. El dios todo amor: La persona cree que Dios, le comprende, que Dios le
entiende, que Dios sabe..., tiende sin darse cuenta a tratar de manipular a Dios por
su misericordia.
4. El dios acreedor: La persona siente que le debe algo a Dios, su imagen mental
de él hace que esta piense que Dios está esperando que se le pague una deuda (orar,
diezmar, evangelizar, etc).
5. El dios papá: La persona siente que Dios actuará como su papá, obligándole a
portarse bien y no ser malo.
6. El dios mentiroso: Esta es característica de las personas que han sufrido u
oraron a Dios pidiendo un milagro que no sucedió, sintiendo que Dios no cumple
con lo que promete. Muchas personas al no entender la voluntad de Dios se
confunde haciendo de esta concepción muy común.
7. La concepción de Dios ambigua bivalente: La persona no tiene claro quien es
Dios, que es lo que el quiere, es común notar que las persona no logra responder
con certeza a la pregunta ¿cuál es la voluntad de Dios para tu vida para los
próximos 5 años? Esta contestará ambiguamente. Es bivalente por que persona no
sabe si Dios es fuego consumidor o puro amor.
B.
La concepción que tengamos de Dios esta dictada por dos factores:
1. Las figuras de autoridad: Esto incluye principalmente a papá y mamá, además
de maestros, tíos, sacerdotes, pastores, etc. Una persona que tuvo un padre ausente
posiblemente sentirá a Dios lejano, si estas figuras lo rechazaba sentirá que Dios le
critica. La forma en que se concibe a Dios tiene una relación muy estrecha con la
influencia de estas figuras de autoridad, en la primera infancia Dios no es alguien
importante ni un modelo, si no su padre principalmente y las demás figuras. En la
adultes esta influencia marca la forma en que percibo a Dios, constantemente
vemos a Dios desde le perspectiva de esto modelos.
2. La socialización: Esto tiene que ver con lo que la sociedad nos enseñó de
Dios, la religión, el ambiente, etc.
C. Debilidades relacionadas con la mala concepción de Dios: No podemos
definir algunas debilidades específicas pues cada una de las concepciones
anteriores están influenciadas por una o varias, más es claro que esto lo provoca
conflictos no resueltos con alguna o varias de las figuras de autoridad. Al detectar
la concepción equivocada específica podremos diagnosticar la debilidad y el
esquema erróneo de pensamiento.
3.
Síndrome de la religiosidad.
A. la religiosidad comúnmente se la conoce como un pecado, en regeneración la
definimos como una debilidad, más es un síndrome pues la provoca más de una
debilidad.
B. Un religioso es aquel que cree que cumpliendo leyes y liturgias se salvará. Un
religioso dice: “valgo por lo que hago, y si no logro hacer no valgo”. El religioso,
basa su valor ante Dios y los demás en las obras que logra cumplir. Se obliga a
orar, se obliga a leer la Biblia, etc.
C. La religiosidad la producen dos factores:
1. La familia disfuncional de la cual proviene la persona: Si esta persona no
logró suplir las necesidades de pertenencia y de ser amado y aceptado, estas
quedarán bacías, la persona tratará de llenar sus necesidades emocionales y
existenciales de cualquier manera, vicios, relaciones, dinero, religión, etc.
2. La doctrina legalista: Nuestra religión esta llena de un sinnúmero de
conceptos religiosos, la religión le hace entender a la persona que si no cumple con
estas leyes y liturgia pasaran dos cosas: a) Será rechazado por el grupo, b) Dios le
rechazará por no ser perfecto. La religión rechaza al débil. La religión dice que la
persona debe cambiar y le obliga a cumplir con reglas y liturgias, sin antes
enseñarle que es Dios quien nos da la capacidad para cumplirlas.
D. De esta manera la persona que llegó del el mundo con necesidad de aceptación
y pertenencia tiene que empezar a cumplir con las leyes y liturgias para ser
aceptado. No por agradecimiento y dependencia de Dios, sino por la presión del
grupo.
E.
Debilidades relacionadas.
1. Mala identidad en Cristo. (problemas de identidad, de pertenencia, de auto
aceptación)
2.
Culpa.
3.
Miedo: notemos que nos enseñan a obedecer a Dios por miedo y culpa.
4. Síndrome de la lucha por el poder
A. Es claro que la mayoría de los conflictos en el liderazgo es a causa de la lucha
por el poder. El poder permite a quienes lo posee imponer su voluntad hacia otros,
es por esto que todos lo desean.
B. La iglesia evangélica ha sido estructurada de manera equivocada, no funciona
bajo un liderazgo lineal sino más bien piramidal.
1. En el lineal: los cinco ministerio funcionan en armonía guardando la
autonomía de cada uno, es decir, el evangelista se ocupa de ganar las almas y el
maestro las enseña y el pastor las cuida. Es decir todos tiene una parte del poder.
2. En el piramidal: el único que tiene el poder es el líder ó el pastor, los demás
ministerios son secundarios, así que comienza una lucha por lograr el poder,
tratando de desprestigiar al que tiene el poder.
C. Si analizamos las disputas comunes entre líderes que tan relacionadas con el
poder, notaremos que hay dos razones típicas por las que disputan:
1. La razón: Pelean por que tiene diferentes políticas de dirigir el proyecto. Lo
interesante es que esto es normal y hasta cierto punto sano, más los líderes casi
siempre terminan en conflictos, que hace que se comience con una campaña de
desprestigio que afecta a todo le grupo en general, no son capaces de tener un
conflicto político y terminar conciliando partes, para que el proyecto continué. La
razón también conlleva a interpretaciones bíblicas, sobre, liturgias y leyes. El que
tiene o quiere el poder tratará de imponer su sus propias interpretaciones o razones
y no aceptará la de los demás.
2. El prestigio: Los que desean poder desean prestigio, el prestigio de ser el
líder, el de ser maestro, el ser pastor. Este prestigio los hace sentir llenos y capaces
y luchan por el sin importarles las consecuencias que los choques puedan causar en
el grupo.
3. El poder en la Iglesia es tener la razón y tener prestigio. Los que imponen su
razón y tienen prestigio tiene poder.
D. Debilidades relacionadas con el síndrome de la lucha por el poder.
1.
Ignorancia: De los procesos de administración y liderazgo bíblicos.
2. Mala identidad en Cristo: Las personas creen que teniendo el poder (razón y
prestigio) serán más aceptadas y admiradas, que llenarán sus vacíos
existenciales[13][2] y emocionales.
5. Síndrome de apatía ministerial
A. Este síndrome se genera por dos razones:
1. Apatía ministerial es el estado emocional en el que entran las personas que
perdieron en la lucha por el poder: Estas personas no quieren ser lastimadas, sabes
que ser líder o tener un cargo es problemático y que seguro tendrán que enfrentarse
ante un sinnúmero de conflictos que son desagradables y prefieren rechazar los
cargos manteniéndose al margen, esto hace que la obra de Dios se estanque.
2. Otros simplemente se siente incapaces: Creen que servir al Señor es asunto de
santos y perfectos y no se sienten capaces.
B.
Debilidades relacionadas.
1. Resentimiento: La persona fue lastimada en la lucha por el poder o como
consecuencia de que otras luchaban por el poder.
2. Inseguridad: La persona no sabe los dones que Dios le dio, no confía en las
facultades que Dios le otorgó, no excite un liderazgo establecido que le ayude a
desarrollarse.
6. Síndrome de apatía por evangelizar.
A. Cada vez en más común ver que pocos dan testimonio del Señor. Este
síndrome lo producen varias debilidades.
1. Culpa: La persona piensa: “como voy a evangelizar si yo estoy pero que los
del mundo”
2. Ignorancia: La persona no conoce el proceso de regeneración. No sabe
exactamente como hacerlo, cree que debe aprender técnicas y trucos y cosa por el
estilo sin entender que solo debe hablar de lo que Dios hizo en su vida, pero cree
que es poco lo que tiene que testificar.
3. Miedo: Básicamente al rechazo, a quedar mal por hablar de religión, en el
fondo sabe que las personas últimamente no cree en la religión evangélica y que
sacará argumentos contundentes.
7. Síndrome del museo.
A. La mala concepción que los miembros tienes de si mismo les hace tener una
mala idea de los demás.
B. Cuando esto sucede nace el síndrome del museo, ya que las personas
realmente piensan que la Iglesia es para santos y perfectos, como en un museo las
cosas deben estar en completo orden y pulcritud.
1. La Iglesia es más bien un hospital, donde hay enfermos y necesitados, en los
allí no se rechaza a los débiles sino que se los atiende, no así en los museos.
2. Las miembros se rechazan así mismos y se maltratan por ser débiles y de la
misma manera en que se tratan así mismos tratan a los demás, exigiéndoles
perfección. Esto genera chismes, cuentos, etc.
C. Debilidades relacionadas.
1.
Ignorancia.
2.
Culpa.
3.
Resentimiento.
4.
Miedo.
5.
Mala concepción de Dios de sí mismo y los demás.
6.
Mala identidad en Cristo.
8. Síndrome del borrón y cuenta nueva.
A. La persona vive culpándose por lo mal cristiano que es, recuerda cuando se
convirtió y como se sentía en esa época (el primer amor) y se dice a sí mimo: “un
día lo voy a lograr, me pondré vivo y voy a leer la Biblia tres capítulos por día,
orare una hora, diezmaré siempre, etc, etc, etc., un día voy hacer un borrón y
cuenta nueva”
B. Muchas veces después de un campamento o un culto especial, la persona
comienza con su rutina litúrgica para luego fallar y no ser constante,
desanimándose y en muchos casos apartándose.
C. Debilidades relacionadas:
1.
Culpa.
2.
Mala Identidad en Cristo.
3.
Ignorancia.
4.
Religiosidad.
5.
Apatía.
6.
Desánimo.
7.
Acto reflejo: donde la persona critica en el otro lo que desprecia de sí mismo.
9. Síndrome de la dicción a las emociones.
A. Debemos aclarar que las emociones no son mala Dios nos las dio y cuando no
son ellas quien nos manejan tiene una función muy importante que es la de ayudar
a que una verdad se ponga en practica.
B. Nuestra alma tiene tres partes:
1. La cognitiva: hay personas que no usan las emociones para intentar acercarse
a Dios, lo hacen con el intelecto, el raciocinio, pero este no alcanza pues Dios y las
cosas que él hace muchas veces no tienen una lógica clara para nuestra mente
finita.
2. Otros lo hacen con la voluntad: se dedican a ser obras para Dios y tratar de
agradarle con las cosas que hacen.
3. El grupo más gran trata de conocer a Dios por medio de las emociones: paz,
alegría, tranquilidad, etc. Estas dan usa sensación de llenura que normalmente
confundimos con la “presencia de Dios”
C. Este síndrome consiste en que las persona se dedica en buscar a Dios con las
emociones para así amortiguar las sensaciones desagradables de los vacíos,
traumas, debilidades, etc. Es así que se hace adicto a sentir y apático a entender.
D. Debilidades relacionadas: Básicamente todas, en realidad este síndrome es
más bien un mecanismo de escape del dolor y la realidad. El síndrome del Show
(del espectáculo) que consiste en preparar el culto de una manera lo más emocional
posible dando énfasis al sentir y poca atención al aprender verdades, se convierte
en un factor que alienta a la persona a seguir escapando de su realidad, por
consiguiente esta nunca resuelve sus conflictos personales y familiar, nunca da
frutos duraderos, nunca crece.
10. Síndrome de la concepción mágica.
A. Cuando las personas no sabe qué hacer con sus necesidades, no pueden
reconocer un camino seguro a la solución de su dolor con frecuencia generan una
mecanismo de escape.
B. En este caso la persona creen que algún día pasará algo y todo cambiará
súbitamente. De manera mágica.
C. El que sufre de este síndrome no entiende que Dios comúnmente hace las
cosas a través de procesos.
1. Los procesos llevan tiempo y esfuerzo y muchas veces dolor, la persona
escapa de los procesos por miedo al esfuerzo y el costo.
2. La religión nos habla poco de los procesos y nos predica un concepto mágico
de Dios y su obrar.
D. La persona no entiende que en el proceso conocerá a Dios, muchos se quejan
de que no saben cuál es la voluntad de Dios, que no logran una comunicación y
comunión con él, el proceso de regeneración desarrolla este comunión con Dios.
E.
Debilidades relacionadas: Todas, pues este en un mecanismo de escape.
NOTA: PARA LA APROBACIÓN DE ESTE SEMINARIO ENVIAR UN
ENSAYO SOBRE EL MATERIAL DEL SEMINARIO. Recuerda el numero de
paginas del mismo no debe ser menor de 3 [email protected]
o [email protected]
[1][1] Que es un resultado inmediato de las ideas de alguien sin un respaldo
científico probado, calificado, cuantificado, que sólo se funda en la observación de
los hechos, en la mera práctica, en las conclusiones personales de la persona.
[2][2] Término usado para definir los movimientos que son precursores de
tendencias como: La unción de la risa, la doctrina de la prosperidad, entre otras.
[3][2] Humanismo, en filosofía, actitud que hace hincapié en la dignidad y el valor
de la persona. Uno de sus principios básicos es que las personas son seres
racionales que poseen en sí mismas capacidad para hallar la verdad y practicar el
bien. El término humanismo se usa con gran frecuencia para describir el
movimiento literario y cultural que se extendió por Europa durante los siglos XIV
y XV. Este renacimiento de los estudios griegos y romanos subrayaba el valor que
tiene lo clásico por sí mismo, más que por su importancia en el marco del
cristianismo.
[4][1] f. Lenguaje especial que usan los individuos de ciertas profesiones y oficios.
[5][2] Manía o delirio de grandeza.
[6][1] Falto de ánimo, cobarde, desinteresado.
[7][2] ¿ser afeminado es pecado? No, la feminidad en algunos hombres no
quiere decir que son homosexuales , esto lo produce el ambiente, no es pecado,
pero Dios desea que eso no entre al cielo.
[8][4] Manía o delirio de grandeza.
[9][1] maníaco, -ca; maniaco, -caadj.-s. Que padece manía. 2 Propio de la manía:
delirio
[10][2] endógeno, -na
adj. Que origina o nace en el interior, como la célula que se forma dentro de otra.
2 Que se origina en virtud de causas internas.[10][2]
[11][3] cíclico, -ca adj. Relativo a un ciclo.
[12][1] No es que no quiere, sino que no es capaz, no sabe hacerlo, no lo confunda.
[13][2] Los vacíos existenciales tiene que ver con el ¿quien soy y a donde voy?
Cuando la persona no sabe que ministerio tiene, cual es su lugar en el cuerpo de
cristo sufre y causa problemas al grupo.
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