EXTRALIMITACIÓN DE LA FACULTAD REGLAMENTARIA DEL GOBIERNO NACIONAL EN EL DECRETO 2463 DE 2001 De la aplicación de la Supremacía Constitucional, del Control de Constitucionalidad a cargo del Consejo de Estado por medio de la acción de nulidad por inconstitucionalidad en la extralimitación de la potestad reglamentaria en los particulares, Juntas de Calificación de Invalidez que prestan una Función Pública. JORGE EFRAIN SANTANA GUARIN UNIVERSIDAD CATÓLICA DE COLOMBIA FACULTAD DE DERECHO ÁREA DE DERECHO PÚBLICO BOGOTÁ D.C. 2013 EXTRALIMITACIÓN DE LA FACULTAD REGLAMENTARIA DEL GOBIERNO NACIONAL EN EL DECRETO 2463 DE 2001 De la aplicación de la Supremacía Constitucional, del Control de Constitucionalidad a cargo del Consejo de Estado por medio de la acción de nulidad por inconstitucionalidad en la extralimitación de la potestad reglamentaria en los particulares, Juntas de Calificación de Invalidez que prestan una Función Pública. JORGE EFRAIN SANTANA GUARIN DIRECTOR: LISANDRO ROMERO UNIVERSIDAD CATÓLICA DE COLOMBIA FACULTAD DE DERECHO ÁREA DE DERECHO PÚBLICO BOGOTÁ D.C. 2013 ADVERTENCIA Este trabajo de investigación se realiza analizando la doctrina y la jurisprudencia, es decir la teorética al respecto, pero es de vital importancia hacer claridad en que el análisis es abordado de una forma tal, que luego de haber hecho el ejercicio investigativo, se procede a hacer una lectura exhaustiva, que apruebe el argumento propio, lo que permite evitar “el copia y pegue”, generando entonces apreciaciones personales, que se fundamentan en las citas a pie de página, por lo que la investigación en su gran mayoría esta consignada en palabras propias del ejercicio analítico e investigativo. Nota de aceptación Director de Tesis Jurado Jurado Bogotá D.C., Julio de 2013 DEDICATORIA A mis padres que me inspiran el esfuerzo y consagración, a mi esposa e hijo que son la fuente de energía que me permite avanzar en el proyecto educativo trazado en mi vida. A quien ilumino el camino del presente ejercicio académico el Doctor Jorge Vargas Rojas, que en paz descanse. CONTENIDO pág. GLOSARIO…………..…………………………………………………………………...11 LISTADO DE ABREVIATURAS…..……………………………….……………...…...15 INTRODUCCIÓN……………………..………………………………………….………17 1. ASPECTOS PRELIMINARES………………………………………..…………….25 1.1 PROBLEMA JURÍDICO A RESOLVER…..………………………..….…………25 1.2 OBJETIVOS…………..……………………..……………………...…….…………27 1.2.1 OBJETIVO GENERAL……………………………………………………………27 1.2.2 OBJETIVOS ESPECIFICOS…………………………………………………….28 1.3 HIPÓTESIS……………………………….……………………………….………...33 1.4 JUSTIFICACIÓN………………………….………………………………..……….35 1.5 ESTADO DEL ARTE…………………….……………………………….………...36 2. UBICACIÓN JURÍDICA DE LA SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL TIEMPO, MODO, LUGAR………….…………………………….…………………..………...39 2.1 ANÁLISIS ESTÁTICO DE LA JURISPRUDENCIA DE LA CORTE CONSTITUCIONAL………….……….………………...……...….………..………42 2.2 ANÁLISIS DINÁMICO CONSTITUCIONAL, DE LA SENTENCIA JURISPRUDENCIA C-415 de DE 2012 LA CORTE (SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL)………………………………………..……..………………..51 2.3 CONCLUSIÓN…………..…………………..………………...…………………….55 3. FUNCIÓN PÚBLICA……………………..…………..……………..……………….57 3.1 LA FUNCIÓN PÚBLICA EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA………………………………..………...……………………..…….......60 3.2 PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES DE LA FUNCIÓN PÚBLICA……………………………………..…………………………………...….64 3.3 LOS PARTICULARES QUE PRESTAN FUNCIÓN PÚBLICA………………………………………..…………………………………….70 4. COMPETENCIA DECRETOS CONTROL DE REGLAMENTARIOS CONSTITUCIONALIDAD A CARGO DEL DE CONSEJO LOS DE ESTADO…………………………………………..……………………………….....73 4.1 CONTROL CONSTITUCIONAL COMO GARANTÍA DE LA SUPREMACÍA DE LA CONSTITUCIÓN………..……………..…………………………………………….75 4.2 PODER JUDICIAL DE CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD…….…..…..76 4.3 CONTROL CONSTITUCIONAL DIFUSO……………….……………….….…...78 4.4 COMPETENCIA DE CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD A CARGO DEL CONSEJO DE ESTADO….……………………………….………………..………80 4.5 ACCIÓN DE NULIDAD POR INCONSTITUCIONALIDAD EN EL ORDENAMIENTO JURÍDICO COLOMBIANO……………..……………..……..83 4.6 JUSTICIA ROGADA EN LA ACCIÓN DE NULIDAD POR INCONSTITUCIONALIDAD……………………………...………………………....87 5. RESERVA LEGAL………………………………………………………..……........89 5.1 COMPETENCIA LEGISLATIVA…………..…………………………...…………..91 5.2 CLÁUSULA GENERAL DE COMPETENCIA Y RESERVA DE LA LEY Y SUS DIFERENCIAS………………………………..……………………..……………….94 6. POTESTAD REGLAMENTARIA……………………………………………..…….96 6.1 EXTRALIMITACIÓN DE LA FACULTAD REGLAMENTARIA DEL GOBIERNO NACIONAL……………………………………....…………………………...……..104 6.2 LÍMITES DE LA POTESTAD REGLAMENTARIA….………………..…...……106 7. EXTRALIMITACIÓN DE LA POTESTAD REGLAMENTARIA EN EL DECRETO 2463 DE 2001, ARTÍCULO 18…………………..…………………….……….....109 7.1 ANTECEDENTES NORMATIVOS…………….………………………..………..110 7.2 PROYECTO DE ARTÍCULO ACUSADO DE INCONSTITUCIONAL….…….112 7.3 NORMAS CONSTITUCIONALES VULNERADAS…………….………….…...119 7.4 ANÁLISIS DINÁMICO DE FALLOS DE TUTELA DEL CONSEJO DE ESTADO COLOMBIANO, SOBRE EXTRALIMITACIÓN DE LA POTESTAD REGLAMENTARIA EN EL CASO EN CONCRETO………………………..…..128 8. CONCLUSIÓN……………………………………………………………..…..…...139 BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………...….145 ANEXOS……………………………………………………………...………………....163 LISTA DE ANEXOS pág. Anexo A. A manera de resumen cuadro sinóptico de los temas tratados en el presente trabajo y su pertinencia para el mismo………………………………….. 160 EXTRALIMITACIÓN DE LA FACULTAD REGLAMENTARIA DEL GOBIERNO NACIONAL EN EL DECRETO 2463 DE 2001(ARTICULO18) RESUMEN La Supremacía Constitucional en su artículo 189 numeral 11 le otorga la facultad reglamentaria de la Ley al Gobierno Nacional; sin embargo, no le es dable al ejecutivo a través de un decreto reglamentario expedir disposiciones que vayan en contravía de la Constitución o extralimiten esa facultad concedida. Es así como en el artículo 123 de la Constitución Política se determina claramente que el régimen aplicable a los particulares que prestan funciones públicas así como su ejercicio, será regulado únicamente por la Ley. En el Decreto 2463 de 2001 artículo 18 se establece una inhabilidad al régimen de los particulares que prestan funciones públicas, por lo que se evidencia una clara extralimitación de la facultad reglamentaria del Gobierno Nacional al atribuirse una potestad que no le compete, con el ánimo de convertir en cuotas políticas algunos cargos, contrariando la Constitución. Palabras Clave: Supremacía de la Constitución, reserva legal, potestad reglamentaria, particulares que prestan funciones públicas, inhabilidades. ABSTRACT Constitutional Supremacy Clause 11 Article 189 gives the regulatory power of the Law to the National Government, but it is not possible to through an executive decree issuing provisions that go against the Constitution or overstep the authority granted. Thus, in Article 123 of the Constitution clearly determines that the regime applicable to individuals providing public functions and their practical, shall be governed solely by the law. In the Decree 2463 of 2001 Article 18 establishes a regime inability to individuals providing public functions, as evidenced by a clear overreach of the regulatory power of the national government to confer the power which is not competent, with the aim of political quotas become some charges, contrary to the Constitution. Keywords: Supremacy of the Constitution, legal reserve, statutory authority, individuals providing public functions, isabilities. GLOSARIO ACCIÓN DE NULIDAD POR INCONSTITUCIONALIDAD: La acción de nulidad por inconstitucionalidad es el mecanismo a través del cual se pretende la declaración de inconstitucionalidad, por parte del Consejo de Estado, de los decretos dictados por el Gobierno Nacional, cuya competencia no corresponda a la Corte Constitucional.1 ACCIÓN DE TUTELA: Es el mecanismo creado en el artículo 86 de la Constitución de 1991, mediante el cual toda persona puede reclamar ante los jueces la protección inmediata de sus derechos constitucionales fundamentales, cuando estos resultan vulnerados o amenazados por la acción o la omisión de cualquier autoridad pública o de los particulares en los casos establecidos en la Ley.2 ACCIÓN LEGAL: En torno a una acción legal debemos considerar ciertos factores relevantes tales como: La existencia de un interés jurídico de uno o más personas respecto de esa situación jurídica o de hecho, la existencia de un supuesto jurídico que regule la situación jurídica o hecho determinados; y la existencia de una autoridad del Estado que esté facultada para conocer y resolver sobre la acción planteada, y en su caso, satisfacer las prestaciones solicitadas a través del ejercicio de dicha acción. De esta forma, quien tenga acción legal para que se declare o constituya un Derecho en su favor, requiere acudir ante una autoridad del Estado capaz de conocer, resolver y en su caso, hacer ejecutar lo resuelto, es decir, se requiere de una autoridad con jurisdicción.3 CONSEJO DE ESTADO: Es el máximo órgano de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, encargado de resolver las controversias y litigios originados en la actividad de la Administración Pública.4 1 COLOMBIA. MINISTERIO DEL INTERIOR Y DE JUSTICIA, miércoles 10 de julio de 2013. Última actualización: 09/07/2012. Disponible en Web: http://www.mij.gov.co/econtent/newsdetailmore.asp?id=1511&idcompany=2. 2 COLOMBIA. PERSONERÍA DE BOGOTÁ. D.C. http://www.personeriabogota.gov.co/servicios/accion-de-tutela. 2013. Disponible en Web: 3 ALVARADO, Hernández Arturo. Publicaciones Periódicas. Revista Derecho Privado. Núm. 2. Agosto Año 2002. ISSN 0188-5049. Biblioteca Jurídica Virtual. Disponible en Web: http://www.juridicas.unam.mx/publica/rev/indice.htm?r=derpriv&n=2. 4 COLOMBIA. MINISTERIO DEL INTERIOR Y DE JUSTICIA, miércoles 10 de julio de 2013. Última actualización: 09/07/2012. Disponible en Web: http://www.mij.gov.co/econtent/newsdetailmore.asp?id=1511&idcompany=2. 11 CONSTITUCIÓN POLÍTICA: Es la norma fundamental, escrita o no, de un Estado soberano, establecida o aceptada para regirlo. La constitución consagra los derechos y libertades fundamentales, fija los límites y define las relaciones entre los poderes del Estado (poderes que, en los países occidentales modernos se definen como poder legislativo, ejecutivo y judicial) y de éstos con sus ciudadanos.5 CORTE CONSTITUCIONAL: Es la corporación judicial encargada de velar por la integridad y la Supremacía de la Constitución. Fue creada por la Constitución de Colombia de 1991.En la actualidad, cuenta con nueve magistrados, que son elegidos para periodos de ocho años por el Senado, a partir de las ternas enviadas por el Presidente de la República, la Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Estado. Antes de la Constitución de 1991, los asuntos constitucionales eran conocidos por la Corte Suprema de Justicia. Entre sus funciones, según el artículo 241 de la Constitución Política de Colombia se encuentra la de decidir sobre las demandas de inconstitucionalidad que promuevan los ciudadanos contra los actos reformatorios de la Constitución y contra las Leyes.6 FUNCIÓN PÚBLICA: Función Pública es toda actividad ejercida por los órganos del Estado para la realización de sus fines y, excepcionalmente, por expresa delegación legal o por concesión, por parte de los particulares.7 INCONSTITUCIONALIDAD: Es un adjetivo aplicable a lo que resulta contrario a la Constitución Política. En materia de Ordenamiento Jurídico, se refiere a las disposiciones que contravienen los mandados constitucionales.8 5 COLOMBIA. MINISTERIO DEL INTERIOR Y DE JUSTICIA, miércoles 10 de julio de 2013. Última actualización: 09/07/2012. Disponible en Web: http://www.mij.gov.co/econtent/newsdetailmore.asp?id=1511&idcompany=2. 6 COLOMBIA. MINISTERIO DEL INTERIOR Y DE JUSTICIA, miércoles 10 de julio de 2013. Última actualización: 09/07/2012. Disponible en Web: http://www.mij.gov.co/econtent/newsdetailmore.asp?id=1511&idcompany=2. 7 COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. Radicación número: ACU- 798. Sección Tercera. C.P.: German Rodríguez Villamizar. Bogotá, D.C., 05 de Agosto de 1999. 8 COLOMBIA. MINISTERIO DEL INTERIOR Y DE JUSTICIA, miércoles 10 de julio de 2013. Última actualización: 09/07/2012. Disponible en Web: http://www.mij.gov.co/econtent/newsdetailmore.asp?id=1511&idcompany=2. 12 INHABILIDAD: Las inhabilidades son aquellas circunstancias creadas por la Constitución o la Ley que impiden o imposibilitan que una persona sea elegida, o designada para un cargo público y tienen como objetivo primordial lograr la moralización, idoneidad, probidad, imparcialidad y eficacia de quienes van a ingresar o ya están desempeñando empleos públicos, en tanto que las incompatibilidades consisten en una prohibición dirigida al titular de una Función Pública a quien, por ese hecho, se le impide ocuparse de ciertas actividades o ejercer, simultáneamente, las competencias propias de la función que desempeña y las correspondientes a otros cargos o empleos, en guarda del interés superior que puede verse afectado por una indebida acumulación de funciones o por la confluencia de intereses poco conciliables y capaces, en todo caso, de afectar la imparcialidad y la independencia que deben guiar las actuaciones de quien ejercer la autoridad en nombre del Estado.9 JUNTA DE CALIFICACIÓN DE INVALIDEZ: Entidades privadas del orden nacional creadas por Ley y adscritas al Ministerio de Trabajo, sin ánimo de lucro y con personería jurídica, encargadas de determinar el origen de las contingencias, la fecha de estructuración de la invalidez y la fecha de estructuración, cuando se presenta controversia a la calificación realizada por las entidades de la seguridad social o cuando se solicita por particulares o como peritos.10 LEY: Es el acto normativo por excelencia que expide el Congreso, con sujeción a la Constitución.11 POTESTAD REGLAMENTARIA: La potestad reglamentaria es la facultad Constitucional que se atribuye de manera permanente al Gobierno Nacional para expedir un conjunto de disposiciones jurídicas de carácter general y abstracto para la debida ejecución de la ley, a través de las cuales desarrolla las reglas y principios en ella fijados y la completa en aquellos detalles y pormenores 9 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia: C-903 de 2008. M.P.: Jaime Araujo Rentería Bogotá, D. C., 17 de septiembre de 2008. 10 COLOMBIA. PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA. Decreto 2463 de 2001. Artículo: 11. 11 COLOMBIA. MINISTERIO DEL INTERIOR Y DE JUSTICIA, miércoles 10 de julio de 2013. Última actualización: 09 de julio de 2012. Disponible en Web: http://www.mij.gov.co/econtent/newsdetailmore.asp?id=1511&idcompany=2. 13 necesarios que permiten su aplicación, pero que en ningún caso puede modificar, ampliar o restringir en cuanto a su contenido o alcance.12 12 COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. Sección Tercera. C.P.: Ruth Stella Correa Palacio. Bogotá, D.C., 03 de diciembre de 2007. Sentencia, referencia: Acción de Nulidad en contra del Decreto 2170 de 30 de Septiembre de 2002. 14 LISTADO DE ABREVIATURAS Ac. Acuerdo Acl. Aclaración Admón. Administración Art., Arts. Artículo, Artículos Cap. Capítulo C. Const. Corte Constitucional Cfr. Confróntese C.N. Constitución Nacional Conc. Concepto C.P. Consejero Ponente CE Consejo de Estado CSJ Corte Suprema de Justicia D. Decreto D.R. Decreto Reglamentario Decis. Decisión Exp. Expediente Gr. Gracia Inc. Inciso J. y D. Jurisprudencia y Doctrina L. Ley Lit. Literal Mininterior Ministerio del Interior y de Justicia Mintrabajo Ministerio de Trabajo M.P. Magistrado Ponente Nº. Número Num. Numeral Pág. Página Par. Parágrafo 15 Proced. Procedimiento Pron. Pronunciamiento Rad. Radicación Regl. Reglamento Sec. Sección S. Plena Sala Plena Ss Subsiguiente Sent. Sentencia V.g. Verbi Gracia Vr. Verbo, Verbi 16 INTRODUCCIÓN Con la Constituyente de 1991, el soberano primario, el pueblo Colombiano, buscó garantizar sus derechos, evitando que no se detentara en un solo individuo el poder, instaurando en una estructura orgánica todo el aparato estatal, estableciendo una amplia gama de valores, principios, derechos, en su sentir dogmático y originando mecanismos de protección con el fin de ejercer un control flagrante al Poder Público.* La Constitución Política de 1991, trajo consigo un avance significativo, que garantiza el amparo de la Carta, al ampliar el espectro de cobertura Constitucional a la hermenéutica de los jueces Constitucionales, dándole la fuerza vinculante a la razón de la decisión de los fallos de esa Corporación y que constituyen precedente judicial Constitucional, abriéndole puertas a la argumentación jurídica y a los juicios morales, como mecanismos creadores de Derecho,13 adaptando la Justicia *La parte dogmática: Es la que recoge el orden de valores que responde la Constitución, los principios constitucionales que son esenciales para la comprensión del orden jurídico general y los derechos fundamentales que la Constitución reconoce y protege. En la parte dogmática también se encuentran determinadas declaraciones generales que se agotan en su propia formulación (Ejemplo: La capital de España es la villa de Madrid.). No en todas las Constituciones hay parte dogmática, pero siempre hay parte orgánica. Lo normal en los países de nuestro entorno geográfico y cultural es que existan ambas partes. La parte dogmática suele ir antes que la parte orgánica pero el orden de los factores es aquí irrelevante. Hay determinadas Constituciones cuya parte dogmática está fuera de la misma, así por ejemplo en Francia las distintas Constituciones que se han sucedido en el tiempo incorporan como parte dogmática la famosa Declaración de Derechos del Hombre y el Ciudadano de la revolución francesa que suele figurar a modo de preámbulo del texto constitucional. En la Constitución americana de 1787 la parte dogmática está constituida por las diez primeras enmiendas a la Constitución que se incorporaron a la misma en 1791 como consecuencia de la exigencia planteada por algunos Estados federados con motivo de su ratificación. La parte orgánica: Es la parte de la Constitución que regula el conjunto de los órganos en que se articula el poder del Estado y su funcionamiento. Constituyen Derecho válido e inmediatamente aplicable, sin perjuicio de la existencia de Leyes de desarrollo. Se ocupan básicamente de los siguientes seis supuestos: Normas que se refieren al establecimiento y regulación de los órganos de poder, determinando su existencia y estatuto jurídico. Normas que regulan el proceso de elección de los titulares que detentan los órganos de poder: como se forman el Congreso y el Senado, como se produce el nombramiento y cese de un Gobierno, como se articula el gobierno del poder judicial etc. Recogen tanto la designación como la sucesión de dichos titulares. Véase, GARCÍA RUIZ, José Luis, Introducción al Derecho Constitucional, Editorial: Universidad de Cádiz. Año de publicación: 2010. 17 a la realidad del dinamismo social, enmarcando una amplia gama de principios y desarrollando por medio del precedente, las garantías de la Supremacía Constitucional, lo que es un gran avance en un tema tan trascendente como lo es el Derecho Constitucional. La época en la que el Derecho funcionaba como una operación matemática computarizada, un silogismo,14 un juicio lógico, pareciera ir quedando en el pasado en el Derecho Colombiano, abriéndole paso a un sistema Constitucional garantista, donde la jurisdicción tiene un gran protagonismo, porque a fin de cuentas, los valores, fines, principios y derechos consignados en la Constitución Política, necesitan una interpretación, que por ser la Constitución en sí misma, adquieren fuerza vinculante.15 Colombia está adoptando un Derecho mixto, donde se complementan el positivismo propio de la teoría clásica de la escuela Kelseniana,16 lo que se ve reflejado en la jerarquización normativa, y el ejercicio hermenéutico vinculante que se le atribuye a los jueces Constitucionales en el caso Colombiano y gestado en sus inicios por las escuelas que obedecían a la jurisprudencia de intereses, entre esas: (Begriffsjurisprudez) Rudolf Ihering,17 en Alemania, o a la escuela francesa de Françoise Gény de la libre investigación científica del Derecho (école scientifique)18 y más recientemente al desarrollo doctrinario de Bonecasse.19 13 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T 414 de 1992 M. P. Ciro Angarita, Véase; Sentencia C-104 de1993, Sentencia C-113 de 1993 M. P. Jorge Arango Mejía; Sentencia C-131 de 1993, C083 de 1995 M. P. Carlos Gaviria Díaz; Sentencia T-123 de 1995 M. P. Eduardo Cifuentes; Sentencia C-037 de 1996 la Sentencia C-836 de 2001 M. P. Rodrigo Escobar Gil; Sentencia C-335 de 2008; Sentencia C-539 de 2011 M.P. Luís Ernesto Vargas Silva; Sentencia C-634 de 2011 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva . En estos fallos se propone que la interpretación, el ejercicio hermenéutico, consignado en la Ratio Decidendi, de los fallos emitidos por la Corte Constitucional, tienen fuerza vinculante. 14 ATIENZA, Manuel. Las Razones del Derecho. Centro de Estudios Constitucionales. Madrid. 1993. Pág. 39 y ss. 15 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia 634 de 2011. 16 KELSEN, Hans. Teoría Pura del Derecho, segunda edición, México, UNAM, 1986, Pág. 232. 17 VON IHERING, Rudolf. Abreviatura de El Espíritu del Derecho Romano. Traducción de Fernando Vela. Marcial Pons Ediciones Jurídicas y Sociales S. A. Madrid, 1997. Von Ihering, Rudolf. Bromas y veras en la ciencia jurídica. Traducción de Tomás A. Banzhaf. Editorial Civitas S. A. Madrid, 1987. 18 GENY, Françoise. Método de interpretación y fuentes en Derecho Positivo. Prólogo de Raimundo Saleilles. Segunda Edición. Editorial Reus S. A. Madrid, 1925. 19 BONNECASE, Julien. Introducción al estudio del Derecho. Segunda Edición. Traducción de Jorge Guerrero. Editorial Temis S. A. Bogotá D. C., 2000. 18 El pilar que cimenta este trabajo de investigación tiene sus fundamentos en la Supremacía de la Constitución Política de Colombia de 1991, en el avance normativo, sociológico, político, dogmático, orgánico y garantista que trajo consigo el Estado Social de Derecho,* instituido con su promulgación y en el respeto hacia la Carta Fundamental que los Decretos emanados por el Poder Ejecutivo deben tener para preservar la seguridad jurídica dentro del ordenamiento interno del país. Con la vigencia de la Constitución Política de Colombia de 1991, la Nación cambió sus preceptos Constitucionales, instaurando como fin último a alcanzar, el ideal de Dignidad Humana, aunado a la irradiación del ordenamiento jurídico que la Carta fundamental acogida comenzó a ejercer desde su instauración, es desde ese punto, donde la Supremacía de la Constitución (en latín supremus constitutio),*** comienza a cimentar la normatividad del Estado, propendiendo por una seguridad jurídica armónica dentro de su espectro normativo, en el sistema Constitucional Colombiano se ejerce una Supremacía de la norma normarum, al ser esta emanada del poder soberano del Estado, organizando en su parte orgánica la estructura del Estado, del poder y de sus funcionarios y en su parte dogmática; señalando unos preceptos de valores, principios, derechos y deberes de todos los asociados al mismo.20 Es evidente que la Constitución Política de 1991, trajo consigo un cambio importante al país y un avance normativo, político y sociológico, que lejos de ser un argumento filosófico o semántico, se convirtió en una garantía social, en esa búsqueda constante de respeto a la connotación de humanidad, intrínseca a una amplia gama de valores y principios propios del ideal de Dignidad Humana,* *** La palabra Supremacía se origina del latín supremus. “Dícese de lo más alto y eminente, que no tiene superior en su línea”. En el diccionario jurídico Abeledo-Perrot define a la supremacía como: “Superlegalidad y supremacía constitucional.” “La supremacía de la Constitución Política sobre el resto de prescripciones del sistema de Derecho nacional, es un principio estructurante del orden jurídico: el conjunto de prescripciones que integran el Derecho positivo, se ordena en un sistema normativo, en virtud de la unidad y coherencia que le imprimen los valores, principios y reglas establecidas en la Constitución. En otras palabras, el orden jurídico de la sociedad política se estructura a partir de la Carta Fundamental. Por eso, ha dicho la Corte: “La posición de supremacía de la Constitución - ha dicho esta Corporación - sobre las restantes normas que integran el orden jurídico, estriba en que aquélla determina la estructura básica del Estado, instituye los órganos a través de los cuales se ejerce de Estado la autoridad pública, atribuye competencias para dictar normas, ejecutarlas y decidir conforme a ellas las controversias y litigios que se susciten en la sociedad, y al efectuar todo esto, funda el orden jurídico mismo del Estado”. Véase, COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-415 de 2012. 20 Cfr. GARCÍA RUIZ, José Luis, Introducción al Derecho Constitucional, Editorial: Universidad de Cádiz. Año de publicación: 2010. 19 siendo este el interés de ese boom contemporáneo, como lo es la Constitucionalización del Derecho. ** Es así como ninguna de las personas, bien sea naturales o jurídicas, pueden hacer lo que a su arbitrio consideren, toda vez que la Supremacía Constitucional limita las atribuciones, facultades y potestades de cada uno de los colombianos, enmarcando aquellos principios generales del Derecho que enuncian que no existen derechos absolutos sino que cada uno de ellos tiene una barrera que impide extralimitarse en su ejercicio.21 Bajo la Constitución de 1991, las tres ramas del Poder Público*** deben trabajar armónicamente22 y complementarse entre sí para garantizar un efectivo ejercicio ** La Dignidad Humana se estructura correlacionado con la supremacía Constitucional y del Estado social del derecho, en aras de limitar el ejercicio del poder público dentro del Estado, garantizando el respeto al ser humano, en condiciones de vida adecuadas para preservar la integridad del individuo. Véase, STERN, Klaus, Das Staatsrecht der Bundesrepublik Deutschland, t. I: Grundbegriffe und Grundlagen des Stastsrechts Strukturprinzipien der Verfassung, München, Verlag C. H. Beck, 1977. Pág. 61 y s.s; así mismo, GEDERTSTEINACHER, Tatjana, Menschenwürde als Verfassungsbegriff, Berlín, Duncker & Humblot, 1990. Pág. 136 y ss. 21 LACRUZ BERDEJO, José L. Nociones de Derecho Civil, 60 edición, Barcelona, 1992. Pág.114, "Todo Derecho se halla pues limitado persé, internamente, por su propio sentido y vocación social" Véase: Luis Aguiar de Luque: «Los límites de los Derechos Fundamentales», Revista del Centro de Estudios Constitucionales, Núm. 14, 1993. Pág.10. *** A partir de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano se configura como una obligación que toda nueva Constitución contenga un capítulo relativo a los Derecho Fundamentales y división de poderes, ya que estos constituyen los fundamentos del Estado en el Derecho moderno. El poder político se distribuye entre órganos que comúnmente son designados con el nombre de poderes, llevan a cabo distintas funciones en virtud de la cual reciben su designación. Así tenemos de conformidad con la teoría clásica: El poder legislativo: Tiene como principal función elaborar las Leyes que estructuran al Estado, sus órganos dotarlos de su regulación y establecer sus relaciones entre sí y con los ciudadanos. El poder ejecutivo: Se encarga de ejecutar las normas de proveer mediante la facultad reglamentaria a la correcta observancia de las Leyes y de representar al país ante la comunidad internacional. El poder judicial: Resuelve controversias de carácter jurídico, se ocupa de vigilar y mantener la Supremacía Constitucional y de interpretar y aplicar la ley. BIBLIOTECA JURÍDICA VIRTUAL DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS DE LA UNAM. Análisis del Poder Político. Pág. 14. Disponible en Web: www.juridicas.unam.mx. 22 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-436 de 1994. En esta sentencia la Corte dice: “Con esta modalidad de exhorto, esta Corporación no está, en manera alguna, desbordando su competencia o invadiendo la órbita de actuación del Congreso. Por el contrario, el profundo respeto por la estructura del Estado y por la libertad de configuración política del Legislativo es lo que explica que la Corte se haya abstenido de delimitar materialmente el concepto de servicios públicos esenciales... El exhorto no debe, entonces, ser visto como una ruptura de la división de poderes son como una expresión de la colaboración de 20 del poder,* lo que se sustenta sumado a la teoría de Montesquieu, en el artículo 16 de la Declaración Francesa de los Derechos del Hombre, a su tenor: “Toda sociedad en la cual no este establecida la garantía de los derechos, ni determinada la separación de poderes, carece de Constitución”. Como es conocida, esta teoría surgió con la necesidad que tenía la sociedad como fin, limitar el ejercicio del poder, por lo que se mantiene vigente como estructura de la organización estatal contemporánea. Colombia en su Constitución Política adopta la teoría clásica, al estipular en el artículo 113: “Son ramas del poder público, la legislativa, la ejecutiva y la judicial. Además de los órganos que la integran existen otros, autónomos e independientes, para el cumplimiento de las demás funciones del Estado. Los diferentes órganos del Estado tienen funciones separadas pero colaboran armónicamente para la realización de sus fines”.23 De esta manera, el artículo 189 núm. 11 de la Constitución Política,24 le otorgó unas facultades al ejecutivo, confiriéndole entre esas, la función de reglamentar las Leyes. Más esta función encuentra su límite en varios artículos de la Constitución en sí misma, entre estos el artículo 123 ibídem,25 donde señala una facultad que es de estricta reserva legal, cuyo órgano competente para emitirlas es el Congreso de la República, en aras de conservar un orden político, económico y social justo, que los mismos para la realización de los fines del Estado... Además, este tipo de exhorto no es en manera alguna innovación doctrinaria de esta Corte o de esta sentencia, sino que éste surge de las tensiones valorativas propias del texto constitucional, en particular de aquélla que existe entre la supremacía normativa de la Constitución y el principio de libertad de configuración del legislador”. * Desde que Montesquieu formuló su teoría de la “separación de poderes”, ella se convirtió en un instrumento eficaz para combatir al absolutismo, puesto que al ser independientes y separados los poderes del Estado y estar radicados en órganos diferentes, se impide la preeminencia de un “poder” sobre los otros. GARCÍA- HERREROS S., Orlando. Manual de Administración Pública. Universidad Sergio Arboleda. Bogotá 2001. Pág. 6. 23 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 113. 24 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 189. Corresponde al Presidente de la República como Jefe de Estado, Jefe del Gobierno y Suprema Autoridad Administrativa: 11. Ejercer la potestad reglamentaria, mediante la expedición de los decretos, resoluciones y órdenes necesarios para la cumplida ejecución de las leyes. 25 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 123. Son servidores públicos los miembros de las corporaciones públicas, los empleados y trabajadores del Estado y de sus entidades descentralizadas territorialmente y por servicios. Los servidores públicos están al servicio del Estado y de la comunidad; ejercerán sus funciones en la forma prevista por la Constitución, la Ley y el reglamento. La Ley determinará el régimen aplicable a los particulares que temporalmente desempeñen funciones públicas y regulará su ejercicio. 21 permita alcanzar el ideal de justicia por medio de caminos guiados por una serie de principios como la igualdad.26 Si bien hay unas normas que limitan el ejercicio del poder, en varias ocasiones los funcionarios que lo detentan como un gran leviathan,* tratan de pasar por alto dichas normas promoviendo intereses particulares, que corrompen el sistema y terminan desangrando el Estado, es en este momento donde el Control Constitucional, le otorga poder a la rama judicial, para así salvaguardar la Supremacía Constitucional, correspondiéndole a los jueces, el desarrollo jurisprudencial, que garantice el amparo de la norma suprema. El autor de este opúsculo, le atribuye al Constituyente de 1991, la creación de la Corte Constitucional y a su jurisprudencia, el desarrollo hermenéutico vinculante de esta Corporación, que propende por ampliar la cobertura Constitucional a la mayoría de situaciones posibles,27 su importancia en aras de salvaguardar los intereses de cada una de las personas que conforman el Estado, protegiendo la Constitución y más aun garantizando los derechos de los individuos, de la colectividad, limitando lo que al ejercicio del poder se refiere, por medio de los 26 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 13. Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica. El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas en favor de grupos discriminados o marginados. El Estado protegerá especialmente a aquellas personas que por su condición económica, física o mental, se encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se cometan. * El filósofo y político inglés Thomas Hobbes en su libro el Leviathan, publicado en 1651, consigna la palabra Leviathan en el título de su libro y hace referencia al monstruo bíblico, en ocasiones incontrolable por el exhorto del poder Leviathan; hace analogía entre el monstruo y el Estado como aquella organización soberana representada por un poder público, que necesita al que un pueblo constituido le delega el poder, y que necesariamente necesita de un control, para que no se desborde su ejercicio. El Estado natural del hombre, es la ambición, situación en la que el más fuerte es el que se lleva la mejor parte. “Bellum omnium contra omnes”, “Guerra de todos contra todos”, y asegurar la paz. “Homo homini lupus est” (“El hombre es un lobo para el hombre”). 27 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T 414 de 1992 M. P. Ciro Angarita, Véase; Sentencia C-104 de1993, Sentencia C-113 de 1993 M. P. Jorge Arango Mejía; Sentencia C-131 de 1993, C083 de 1995 M. P. Carlos Gaviria Díaz; Sentencia T-123 de 1995 M. P. Eduardo Cifuentes; Sentencia C-037 de 1996 la Sentencia C-836 de 2001 M. P. Rodrigo Escobar Gil; Sentencia C-335 de 2008; Sentencia C-539 de 2011 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva; Sentencia C-634 de 2011 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva . En estos fallos se propone que la interpretación, el ejercicio hermenéutico, consignado en la Ratio Decidendi, de los fallos emitidos por la Corte Constitucional, tienen fuerza vinculante. 22 mecanismos instaurados en la Carta; bien sea de oficio o a petición de parte, porque de esa manera ha sido la única fuente de la administración que se ha preocupado por prevenir, evitar y disminuir atropellos, cuotas políticas, la corrupción del aparato estatal, ya que sin la jurisprudencia de control de constitucionalidad y a los juicios de inconstitucionalidad, la invasión de situaciones injustas y contrarias a la Constitución producidas por las desviaciones del poder, terminarían por corromper la estructura del Estado atentando contra los fines estatales.* Lo que verdaderamente impulsa esta investigación es el análisis tanto Constitucional como legal y en este último componente normativo, la escasa o casi nula regulación con fines sancionables en la extralimitación del ejercicio de una función de tanto impacto social, como lo es la producción de normas por parte del poder ejecutivo, arrogándose potestades legislativas y la tarea que asume el juez en su ejercicio hermenéutico y su desarrollo jurisprudencial, en aras de salvaguardar los preceptos constitucionales, conforme a que la sociedad está pidiendo a gritos, que se enmarquen reglas claras de juego, que se respete la norma suprema para frenar consigo los vacíos, oscuridades, abusos y atropellos que se producen constantemente en el trascurso del ejercicio del poder, encontrando resguardo en normas con visos de inconstitucionalidad, propiciando desigualdades y desequilibrios sociales.28 Se nos impone entonces, la necesidad de hacer uso de los mecanismos que tenemos a nuestra disposición, para proteger los designios Constitucionales, de enfrentar una situación que a diario se evidencia por la cantidad de normas que se expiden en el dinamismo del Derecho Colombiano, salvaguardando en un caso * Desviación de poder, dice Haubiou “es el hecho de una autoridad administrativa que realizando un acto de su competencia con observancia de las normas prescritas y no incurriendo en violación formal de Ley, usa de su poder con fines y por motivos distintos de aquellos en vista de los cuales le fue conferido tal poder; es decir, distintos del bien del servicio”. HAUBIOU, Précis de Droit Administratif, 10.» Editorial Parfs. 1921. Pág. 455. 28 LAFERRIERE, Cours de Droit Public e Administralif, vol. II, 1860. Págs. 511 y ss. Véase; En análogo sentido se expresó en España Peláez del Pozo cuando escribió: "Administrar en sentido lato no es sólo gobernar, ejecutar las Leyes y darles vida por medio de los Reglamentos, sino también examinar la validez de las reclamaciones que contra sus actos se produzcan y reconocer su oposición decidiéndolas en forma de juicio. La Administración no sería un poder con la suficiente energía y con los indispensables medios que a su índole corresponden, si no pudiera allanar los obstáculos que a su paso se ofrecen ni disminuir las dificultades no ilegítimas, sino legales y atendibles, que a su acción se oponen porque lastima derechos que se deben quejar y defender. Por eso la Administración no tiene el imperio mero, sino también cierta jurisdicción». PELÁEZ DEL POZO, Tratado teórico-práctico de la organización, competencia y procedimiento en materias contencioso administrativas, Madrid. 1949. Págs. 16 y s.s. 23 concreto, la Constitución, con el agravante de que el asunto no despierta el interés que debiera.29 Es de vital importancia que la Constitución se proteja, en razón de que la proliferación de desvíos legales politizados, trae consigo un abuso del Poder.30 El caso en concreto de extralimitación del Poder Ejecutivo Colombiano, al señalar en el Decreto Reglamentario 2463 de 200131 una inhabilidad que por mandato Constitucional es de estricta reserva legal, y que es producto del ejercicio investigativo efectuado en esta monografía, demostrar su inconstitucionalidad. 29 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-372 de 2011, M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub. Sentencia hito. Donde se prevé que en el caso colombiano, la Constitución directamente prevé varios mecanismos de protección de derechos. 30 Véase respecto abuso del poder, SOTELO DE ANDREAU, Mirta Gladis “La ética, la corrupción, la función pública. Tres elementos claves en los procesos de integración” Primer premio al mejor Trabajo otorgado por la Interamerican Barr Association México 1999. 31 COLOMBIA. PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA. Decreto Reglamentario 2463 de 2001. 24 1. ASPECTOS PRELIMINARES 1.1 PROBLEMA JURÍDICO A RESOLVER Como quedó consignado en la introducción de la presente monografía, el fondo del problema expuesto es propender por una constante indagación que logre cambiar el paradigma de desviación del Poder32en la producción normativa, buscando el uso de los mecanismos que el ordenamiento jurídico pone a disposición de los individuos, en aras de preservar la Supremacía Constitucional, evitando la proliferación de cuotas políticas y cargos en la Función Pública, viciados de favores burocráticos, examinando en un caso específico, atinente a una inhabilidad posiblemente inconstitucional que impide el acceso a los cargos como miembros de las Juntas de Calificación de Invalidez del Orden Nacional y Regional por vías Constitucionalmente amparadas, que garantizan el efectivo y eficaz ejercicio de la Función Pública resumida en una meritocracia idónea y cualificada, que el Gobierno Nacional, posiblemente equivocando la naturaleza de su función, bien sea porque el ejercicio de crear normas es de humanos y por provenir de esa humanidad, no es ajeno a caer en el error; o porque en el peor de los casos el poder busca favorecer intereses particulares, atentando contra todo principio Constitucional, generando que el acceso de las personas naturales a las vacantes de Función Pública, posiblemente sea por una dedocracia corrupta, amparada por una norma que probablemente no respetó el orden jurídico y que tiene visos de haber sido engendrada por un acto discrecional y que no obstante sea declarada inconstitucional por la jurisdicción, se presume legal. Si bien es cierto que por vía jurisprudencial la Corte Constitucional ha delimitado el ejercicio de la potestad reglamentaria33 en cabeza del ejecutivo, buscando 32 CHINCHILLA MARÍN, Carmen. La desviación de poder. Madrid 1989 y Segunda Edición actualizada y ampliada Editorial Civitas. Madrid 1999. Pág. 17. 33 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-700 de 1999, Véase; que anuló en su totalidad el sistema UPAC para la financiación de vivienda, por cuanto la regulación correspondía al legislador y había sido expedida por el ejecutivo; Sentencia C-704 de 2010, que delimita el ejercicio de la potestad reglamentaria, a su tenor: “El ejercicio de la potestad reglamentaria, exige el cumplimiento de dos requisitos: (i) la existencia previa de un contenido o una materia legal que pueda ser reglamentado, cuya finalidad es garantizar que por esta vía el Presidente de la República, u otro funcionario de la administración pública, ejerza funciones propias del legislador; y (ii) el respeto por parte de la autoridad que expide la reglamentación de tal contenido, de las demás Leyes y de la Constitución.” Cfr. COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-113 de 1993, cuando la Corte estudió el artículo 21 del Decreto 2067 de 1991, declaró la inconstitucionalidad de ese artículo, al considerar que la Ley no podía regular los efectos de los fallos del tribunal constitucional, pues esa era una atribución propia de la Constitución o, en su defecto, de la misma 25 salvaguardar los designios consignados implícita y explícitamente en la Constitución Política, en pro de buscar un ordenamiento jurídico justo, contrario sensu al sentir del alma de la Constitución, la realidad que nos aqueja busca atentar contra la norma de normas, con el único fin de favorecer intereses particulares. La propagación de normas inconstitucionales34 está a la orden del día, siendo un reto corregir y evitar los efectos jurídicos de cada una de ellas. Sin embargo en este intento se buscará en un caso concreto, analizar la posible nulidad de uno de tantos artículos, garantizando la jerarquía normativa, lo que nos lleva al surgimiento del siguiente interrogante: ¿El Gobierno Nacional de Colombia presuntamente se extralimito en las funciones y potestades reglamentarias, otorgadas en la Constitución Política, al consignar una inhabilidad para los miembros que integran las salas de decisión de las Juntas de Calificación de Invalidez del orden Nacional y Regional, en el artículo 18 del Decreto 2463 de 2001, que reglamenta los artículos 42 y 43 de la Ley 100 de 1993, lo que posiblemente abriría las puertas para que el artículo en cita, pueda ser declarado inconstitucional por la autoridad competente, a solicitud de parte? Corte Constitucional. Se estableció además un contenido sustituto para la norma, puesto que señaló que, conforme a la Constitución, correspondía exclusivamente a la propia Corte fijar libremente los efectos de sus fallos 34 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. La Sentencia C-545 de 1992; Sentencia C-149 de 1993; Sentencia C-109 de 1995, M P Alejandro Martínez Caballero; la C-473 de 1994, la C-496 de 1994; Sentencia C-037 de 1996; Sentencia C-690 de 1996 M.P. Alejandro Martínez Caballero; Sentencia C-187 de 1997; Sentencia C-702 de 1999 de la Corte Constitucional, M.P. Fabio Morón Díaz; sentencia C-737 de 2001; Sentencia C-1052 de 2001, MP. Manuel José Cepeda Espinosa; Sentencia 1087 de 2008, MP. Nilson Pinilla Pinilla. SV. Jaime Araujo Rentería; Sentencia C-327 de 2003; Sentencia C-619 de 2003; Sentencia C-162 de 2008 M.P. Humberto Antonio Sierra Porto. SV. Jaime Araújo Rentería y SV. Clara Inés Vargas Hernández; Sentencia C-375 de 2010 M.P. Mauricio González Cuervo, Sentencia C-734 de 2010 M.P. María Victoria Calle Correa. Sentencias donde se demandan normas que contrarían la Constitución y que son una pequeña muestra de la constante creación de normas Inconstitucionales, que van en contravía de la armonía y de los fines estatales. 26 1.2 OBJETIVOS 1.2.1 OBJETIVO GENERAL Con esta investigación se pretende determinar claramente por vía jurisprudencial, que el régimen aplicable a los particulares que prestan funciones públicas, así como su ejercicio, por mandato Constitucional, será regulado únicamente por la ley, esclareciendo lo primero, se podrá establecer que el régimen de estricta reserva legal aplica para los miembros de las Juntas de Calificación de Invalidez del orden Nacional y Regional, entidades creadas por la Ley 100 de 1993, y de acuerdo a la anterior connotación, comprobar que el Gobierno Nacional de Colombia se extralimitó en su potestad reglamentaria, al establecer una inhabilidad en el Decreto Reglamentario 2463 de 2001. 27 1.2.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS Se pretende conceptualizar y analizar por medio de la interpretación y uso que la Corte Constitucional como guardiana de la Constitución Política, le da por vía jurisprudencial a la Supremacía Constitucional y demostrar igualmente que esa hermenéutica interpretativa, al tener fuerza vinculante, es obligatoria, al constituirse en un método racional, en un campo tan poco explorado e intocable por las otras ramas del poder, como lo es el Derecho Constitucional. Se pretende realizar un estudio jurisprudencial de las atribuciones Constitucionales conferidas a la rama ejecutiva en materia reglamentaria, analizando diversos pronunciamientos emanados por las Corte Constitucional y el Consejo de Estado, que delimitan la potestad reglamentaria del Ejecutivo y que enmarcan su función evitando posibles abusos, desviación de poder o cuotas políticas, lo que evidenciará que es el control de constitucionalidad el mecanismo mediante el cual se intenta, por lo menos en primera medida poner freno a los intereses particulares amparados por normas que corrompen el aparato estatal, estableciendo que es lo anterior lo que crea inseguridad jurídica dentro del status quo vigente y que por lo tanto es necesario el Control de Constitucionalidad, para garantizar justicia y equilibrio jurídico. Se busca demostrar igualmente si el ejecutivo se extralimita en su facultad reglamentaria al contrariar las disposiciones consagradas en la Constitución Política de Colombia, analizando en el caso a continuación señalado y nunca antes investigado, como lo es el establecer si el régimen de las inhabilidades establecido en el Artículo 18 del Decreto reglamentario 2463 de 2001, al ser emanado por el Gobierno Nacional, es inconstitucional. Buscar la comprobación de mi hipótesis ante la autoridad competente y las entidades calificadas de la sociedad, en lo referente al motivo del presente estudio. Para alcanzar los objetivos expuestos, y en vista de que sin lugar a dudas, anterior a la hipótesis formulada en esta investigación no había ni doctrinaria, ni jurisprudencialmente argumentos desarrollados del problema planteado, respecto de si efectivamente el Gobierno Nacional Colombiano se extralimitó o no, en su potestad reglamentaria, generando una norma inconstitucional en el Decreto 2463 de 2001, y que luego de su comprobación posiblemente debe ser declarado nulo por la autoridad competente, se plantea como metodología, hacer un ejercicio 28 deductivo que de forma dinámica, explique y conceptualice cada una de las palabras que implícita y explícitamente componen el título de esta obra, partiendo de un análisis general que busque la noción amplia que se encuentra, alrededor de la Supremacía Constitucional Colombiana y el amparo que la Corte Constitucional y el Consejo de Estado buscan constantemente, con el alcance de sus fallos, en aras de proteger la norma normarum, ejerciendo un Control flagrante que con fundamento en la Constitución, intenta frenar la extralimitación de la Potestad Reglamentaria del poder Ejecutivo Colombiano, en la expedición de Decretos Reglamentarios que regulan la Función Pública; llegando a la deducción particular que dará respuesta al problema planteado y que sustentará la hipótesis formulada, y que desarrolla de manera específica la composición del título en cita, como lo es la “Extralimitación de la Facultad Reglamentaria del Gobierno Nacional en el Decreto Reglamentario 2463 de 2001.” La investigación que se desplegará a lo largo del texto, consistirá en la consulta como fuente de algunos apartes doctrinarios, y tal vez, siendo la más importante fuente de este texto, se abordará mediante un análisis estático y dinámico de algunos pronunciamientos y jurisprudencias de la C. Const. y el Consejo de Estado, en la historia reciente del país, para tal fin en el primer capítulo se buscará responder a las siguientes preguntas: ¿Cuál es el concepto de Supremacía Constitucional?, para luego intentar contestar a los siguientes interrogantes: ¿Qué es la Supremacía Constitucional?, ¿La Supremacía Constitucional es definitoria del Estado Social de Derecho?, ¿Dónde se encuentra el principio de Supremacía Constitucional?, ¿Cuál es la visión de la C Const., en relación a la Supremacía Constitucional?. Al contestar estas preguntas se concluye el por qué es necesaria la jerarquía normativa, si abarca todos los casos posibles dentro del ordenamiento jurídico, si la C. Const. crea Derecho en el ejercicio interpretativo de sus jueces condensado en sus fallos, o simplemente aplica la norma por medio del silogismo. Se concluirá, si el ordenamiento jurídico Colombiano tiene un sistema que aplica el positivismo, o por el contrario la hermenéutica del juez con fuerza vinculante jurisprudencial, o en su defecto, un sistema mixto. En el segundo aparte se buscará contextualizar y explicar respecto a: ¿Qué es la Función Pública?, ¿Qué connotación tiene el Servidor Público con Función Pública en la Constitución Política de Colombia?, ¿Cuáles son los principios Constitucionales más destacados en el ejercicio de la Función Pública?, ¿Quiénes son los particulares que prestan una Función Pública?. Aclarando estas preguntas, se concluirá si la Función Pública se atribuye Constitucionalmente, únicamente a los Servidores Públicos, si los particulares están facultados para ejercer una Función Pública, si los debe regular el Poder Ejecutivo, el Poder Judicial, o el Poder Legislativo, si como mecanismo sancionador están sujetos al Código Disciplinario Único, o a Un Decreto Reglamentario. 29 En el tercer acápite se desarrollará el tema concerniente a la Competencia de Control de Constitucionalidad en Colombia, en aras de establecer las diferentes competencias en materia de salvaguarda Constitucional; confrontando el Control ejercido por la C.Const. y el CE, concluyendo concretamente si Colombia cuenta con un Control Constitucional difuso y con fundamento en lo anterior, quien es el competente para conocer de la Inconstitucionalidad de los Decretos Reglamentarios emanados por el Gobierno Nacional, en aras de abrir el camino, que nos permita observar claramente, ¿Cuál es el organismo competente para conocer de la posible nulidad por Inconstitucionalidad de la norma consignada en el Decreto Reglamentario 2463 de 2001?, acusada en el problema. Aunado a lo anterior se analizará como complemento, la acción de nulidad por inconstitucionalidad, ¿Cuál es su concepto?, ¿Qué la regula?, ¿Contra qué normas procede?, ¿Cuál es su procedimiento?, ¿Cómo se interpone?, ¿Quién es la autoridad competente para su conocimiento? Contestando lo antepuesto, se concluirá si esta acción es la pertinente para conocer de la norma posiblemente viciada de Inconstitucionalidad, en el Decreto 2463 de 2001, lo que nos permitirá contar con las herramientas suficientes, para resolver el problema. En el quinto acápite se analizará el concepto de reserva legal, contestando a las preguntas ¿Quién es el organismo competente en materia legal?, ¿Por qué no le es dable al ejecutivo inmiscuirse en temas que no son de su competencia, sobrepasando sus límites reglamentarios, en temas reservados en su regulación, a la Ley?, mediante ejemplos de análisis dinámico jurisprudencial sucinto que demuestre en temas específicos que por amparo Constitucional, tienen reserva legal, nos acercaremos obteniendo un mayor panorama, a la reserva legal en el tema concerniente a la reglamentación de los particulares que temporalmente prestan una Función Pública. Concluyendo lo anterior, en este punto nos encontraremos en la potestad reglamentaria, contextualizando, que dice la C. Const. y el CE al respecto, delimitando en donde encuentra límite la potestad reglamentaria del Gobierno Nacional Colombiano, desligando por medio del análisis dinámico de la jurisprudencia, la extralimitación por parte del Poder Ejecutivo en la facultad reglamentaria, acercándonos cada vez más, con fuentes y fundamentos sólidos y coherentes, a lo particular del análisis deductivo de esta investigación. Finalizando este intento luego de haber desarrollado y precisado los conceptos estipulados en el título, teniendo ya una claridad producto del rigor investigativo y el análisis estático y dinámico de la jurisprudencia de las altas cortes, se contará con unas luces conceptuales que permitirán sustentar la hipótesis planteada y en aras de darle aplicabilidad a toda la teorética expuesta, en el capitulo número seis, 30 se abarcará con mayor detenimiento, precisión y fundamento, el caso específico de este trabajo, como lo es la Extralimitación de la Potestad Reglamentaria del Gobierno Nacional en el Decreto 2463 de 2001, al establecer una inhabilidad en su artículo 18, lo que nos permitirá concluir este trabajo a satisfacción, con un fundamento coherente, idóneo y suficiente, del por qué la hipótesis nunca antes planteada y formulada por primera vez en esta investigación, sometida ya a corroboración por parte de las autoridades competentes, debe ser comprobada por el Consejo de Estado procediendo a la anulación por vicios de Inconstitucionalidad de la norma en comento. Aunque el trabajo investigativo ejercido en esta monografía ha sido profundo pero sucinto, en vista que la finalidad en un principio no era entrar a corroborar o controvertir unos conceptos claramente establecidos y ampliamente fundamentados por la doctrina y la jurisprudencia de nuestro país, sino el real motivo de esta investigación era el poder establecer unos parámetros conceptuales claros, que fundamentaran una hipótesis especifica que no tiene mayores pronunciamientos y que por lo tanto, esta teorética, nos permitiera establecer una mapa de navegación que marcara unas pautas claras, guiando nuestro camino en la justificación del avance planteado en la hipótesis, siendo esto jurídicamente relevante para nuestro ordenamiento jurídico. Lo ideal hubiera sido desarrollar con mayor detenimiento y confrontación cada uno de los capítulos señalados, pero este no era el motivo del problema, ni de la controversia, por lo que no está de más decir, que este trabajo abre el camino para que cada uno de los apartes señalados a lo largo de esta monografía, posiblemente se desarrollen con diferentes puntos de vista interpretativos, en un postgrado, tiempo para el cual esperamos contar con el fallo del Consejo de Estado, concerniente a la corroboración o no de la hipótesis planteada en este trabajo. 31 1.3 HIPÓTESIS El Gobierno Nacional de Colombia en cabeza del Presidente Andrés Pastrana Arango, expidió el Decreto 2463 de 2001, por el cual se reglamentó la integración, financiación y funcionamiento de las Juntas de Calificación de Invalidez, desarrollando bajo su potestad reglamentaria consagrada en el artículo 189 .11 de la Constitución Política de Colombia, los artículos 42 y 43 de la Ley 100 de 1993. Sin embargo, para el autor de esta hipótesis, la rama Ejecutiva se extralimitó en su facultad reglamentaria, al señalar en el artículo 18 de la norma en cita, motivo de la presente controversia, una inhabilidad35 al ejercicio de la Función Pública de los particulares que temporalmente le están prestando un servicio al Estado, no perdiendo su naturaleza de entidades privadas, a su tenor: “Artículo 18. PERÍODO DE LOS MIEMBROS DE LAS JUNTAS DE CALIFICACIÓN DE INVALIDEZ. Los miembros de las Juntas de Calificación de Invalidez y sus respectivos suplentes serán designados por el Ministro de Trabajo y Seguridad Social, para períodos de tres (3) años. Quienes hayan actuado como miembros principales no podrán ser designados para más de dos (2) períodos continuos”.36 Como se explicará en el Capítulo 6 del presente documento, el aparte del artículo subrayado y en negrita, claramente establece una inhabilidad a los miembros de las Juntas de Calificación de Invalidez, y al ser estas entidades de naturaleza privada, como está consignado en la Ley 100 de 1993,37 por mandato Constitucional,38 el régimen a aplicar a los particulares que prestan temporalmente 35 Cfr., COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia del 1 de octubre de 2009. Expediente: 250002325000200112069-01 (6801-05). Consejo de Estado. Sección Segunda; Aunado a que la Corte Constitucional ha expresado que lo relativo al régimen de inhabilidades tenga reserva legal en su sentencia C111 del 25 de marzo de 1998; y el Consejo de Estado, tanto en su Sala de Consulta y Servicio Civil con el Concepto No. 855 del 8 de julio de 1996, como en su Sala Contencioso Administrativa – Sección Segunda, con la sentencia del 6 de agosto de 2009, Expediente: 110010325000200100231-01. Actor: Colegio Nacional de Curadores Urbanos. Demandado: Gobierno Nacional. 36 COLOMBIA. PRESIDENCIA DE LA REPUBLICA. Decreto 2463 de 2001. Artículo 18. 37 COLOMBIA. CONGRESO DE LA REPUBLICA. Ley 100 de 1993. Articulo 42 y 43. 38 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 123. 32 una Función Pública, es de estricta reserva legal; es decir, debe provenir de una Ley producida por el Congreso de la Republica de Colombia. Si bien la Constitución es clara en otorgar facultades ordinarias y extraordinarias al Gobierno Nacional en su función de expedir normas o desarrollarlas por medio de Decretos Reglamentarios, como lo señalan los preceptos 189.1139 y 150.1040 ibídem, estos mandatos no son amplios ni absolutos, ya que encuentran su límite dentro de la ajustada Supremacía Constitucional, en circunstancias especiales y concretas, como en el caso que nos atañe. El artículo 12341 de la Constitución Política de Colombia, señala un límite al artículo 189.11 ibídem, siendo atribución del autor de este documento,* la formulación de la hipótesis, de la posible nulidad por inconstitucionalidad del artículo 18 del Decreto 2463 de 2001, al considerar que el Ejecutivo se extralimitó en su facultad reglamentaria, al establecer una inhabilidad que es de estricta reserva legal, es decir, le corresponde al Congreso de la República, en el ejercicio de sus funciones, señalarla. 39 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 189. Corresponde al Presidente de la República como Jefe de Estado, Jefe del Gobierno y Suprema Autoridad Administrativa: 11. Ejercer la potestad reglamentaria, mediante la expedición de los decretos, resoluciones y órdenes necesarios para la cumplida ejecución de las leyes. * El autor de este documento en un ejercicio riguroso ha investigando esta formulación buscando su comprobación por más de 3 años, asesorando a uno que otro afectado para que por vía de Acciones de Tutela, se buscara el amparo de los derechos Fundamentales Constitucionales, vulnerados, toda vez que por motivo del Decreto 2463 de 2001, no contaron con la posibilidad de presentarse al Concurso de Méritos abierto en el 2010, por lo que luego de hacer un ejercicio reflexivo y volitivo, concluyo que la problemática suscitada por la norma en comento, ocasiono un gran detrimento a la seguridad jurídica del Estado, así como a los particulares que sufrieron un menoscabo en sus derechos, por lo que en el 2011, interpuso la acción pertinente buscando se declarara la nulidad del artículo 18 de la norma en cita, lo que corroboraría la hipótesis planteada. COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. Sección segunda. Acción de Nulidad por Inconstitucionalidad. Consejero Ponente: Gustavo Eduardo Gómez Aranguren. Bogotá, D.C. 15 de Noviembre de 2011. Radicación No.: 11001-03-25-000-2011-00660-00(AC). Actor: Jorge Efraín Santana Guarín. Demandado: Gobierno Nacional. 40 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 150. Corresponde al Congreso hacer las leyes. Por medio de ellas ejerce las siguientes funciones: 10. Revestir, hasta por seis meses, al Presidente de la República de precisas facultades extraordinarias, para expedir normas con fuerza de Ley cuando la necesidad lo exija o la conveniencia pública lo aconseje. Tales facultades deberán ser solicitadas expresamente por el Gobierno y su aprobación requerirá la mayoría absoluta de los miembros de una y otra Cámara. 41 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 123. […] La Ley determinará el régimen aplicable a los particulares que temporalmente desempeñen funciones públicas y regulará su ejercicio. 33 La presente hipótesis no despierta el interés que debiera, toda vez que nadie antes se había pronunciado al respecto de la Nulidad por Inconstitucionalidad en este asunto específico, incoando la acción de nulidad por inconstitucionalidad. Sin embargo, considero que no obstante de existir decisión de la jurisdicción resolviendo acciones de tutela instauradas en casos particulares y concretos, en donde se decide por vía de excepción de inconstitucionalidad a favor de los accionantes, dichas demandas parten de mi hipótesis, como bien fungí como asesor en alguna de ellas.42 42 COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. Sección cuarta, Consejera Ponente: Carmen Teresa Ortiz de Rodríguez. Bogotá D.C., 14 de abril de 2011. Radicación número: 25000-23-31-000-2011-00237-01. Actor: Jorge Vargas Rojas. Referencia: Acción de Tutela. 34 1.4 JUSTIFICACIÓN Lo anterior me llevó a presentar los argumentos en los cuales fundamento mi hipótesis, para su comprobación ante las instituciones autorizadas y calificadas de la sociedad, como los son el Consejo de Estado,* entre otros que mencionaré más adelante, buscando se declare la nulidad del citado artículo, para que a su vez este pierda los efectos jurídicos que han causado inseguridad al ordenamiento jurídico Colombiano,43 y que tantos daños y perjuicios le ocasionaron a varios de los demandantes, no permitiéndoles el acceso a concursar para aspirar a ser miembros de las Juntas de Calificación de Invalidez del orden Nacional y Regional, impidiéndoles la posibilidad de contar con un trabajo digno, y negándoles la garantía Constitucional de contar con un orden social justo, toda vez que al no tener acceso al concurso de méritos** se pasó por alto la experiencia acumulada y el trabajo cualificado, de aquellas personas que venían desempeñándose como miembros principales por dos periodos consecutivos,44 abriéndole el camino a una posible politización de dichos cargos, toda vez que varios de los miembros que actualmente integran las Juntas de Calificación de Invalidez, fueron funcionarios del antiguo Ministerio de la Protección social hoy Ministerio del Trabajo, en periodos anteriores al de su presente cargo, no generando para ellos ninguna inhabilidad o impedimento y si cerrando la brecha del concurso de méritos, contrario sensu, atropellando la jerarquía normativa la cual amparaba en su momento a los aspirantes que venían fungiendo como miembros por mérito propio. Resolver lo anterior garantizará la Supremacía Constitucional de un ordenamiento jurídico justo,45 sacando del mismo, dentro de su jerarquización, las normas que ** Observando la página oficial del Concurso de Méritos, se pudo establecer que el cronograma fijado para el concurso, era: para las fases de inscripción y de valoración de hoja de vida Enero de 2011, que el examen escrito se llevó a cabo el 26 de marzo de 2011 y que la lista definitiva de elegibles se publicó el 15 de abril de 2011. Disponible en Web: http://www.medicina.unal.edu.co/concursojuntas/descargas/aviso.pdf. 43 COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. Expediente de tutela No. 2011-00178-01, 23 de junio de 2011; Tutela 2011-00131-01 MP. Mauricio Torres Cuervo. Cfr., Sentencia del 1 de octubre de 2009. Expediente: 250002325000200112069-01 (6801-05). Sección Segunda. 44 COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. Sección cuarta, C.P.: Carmen Teresa Ortiz de Rodríguez. Bogotá D.C., 14 de abril de 2011. Radicación número: 25000-23-31-000-2011-00237-01. Actor: Jorge Vargas Rojas. Referencia: Acción de Tutela. 45 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-415 de 2012. Demanda de inconstitucionalidad contra el parágrafo del artículo 135 de la Ley 1437 de 2011 “Por la cual se expide el Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo”. Referencia: Expediente D-8820. Actor: Fernando Yepes Gómez. M.P.: Mauricio González Cuervo. 35 vayan en contravía de este y preservando el rango normativo que le da una posición de dominio a la Constitución, salvaguardando la seguridad jurídica colombiana, por lo menos en el presente intento específico. 1.5 ESTADO DEL ARTE Consultando la bibliografía Nacional e Internacional, así como la doctrina; en lo referente a la posible declaración de nulidad por inconstitucionalidad o la constitucionalidad del Decreto Reglamentario 2463 de 2001, expedido por el Gobierno Nacional de Colombia, así como la consulta rigurosa de una posible demanda de nulidad por inconstitucionalidad que anteceda la hipótesis planteada en este texto, se evidencia que no existe sin lugar a dudas ningún trabajo sobre el particular, ni siquiera intentado. Si bien existen algunos fallos de tutela al respecto, como bien se hizo la claridad en comento en la hipótesis planteada, parten de los mismos señalamientos formulados en la hipótesis, por lo que es del producto de la tesis formulada que inician las acciones, en los casos concretos. Los normas, así como la realidad jurídica de nuestro país, nos evidencian que un fallo de tutela tiene un término perentorio que cuenta con una mayor celeridad para su fallo, por lo que los jueces deben resolverlo con la prontitud que requiere la salvaguarda de los derechos fundamentales constitucionales de inmediata protección,46 en contraposición al fallo de una acción de nulidad por inconstitucionalidad,47 que tiene un debate probatorio más exhaustivo, al pretender dejar sin efectos una norma o acto administrativo de contenido general, que se presume acorde con los parámetros establecidos en la Constitución.48 Por lo que he concluido un documento producto de una investigación ardua y exhaustiva segmentando cada una de las palabras que conforman el título: Extralimitación de la Facultad Reglamentaria en el Decreto 2463 de 2001, para lograr un ejercicio deductivo que tanto explicita como implícitamente nos permita, conceptualizar de lo general y concluir particularmente un soflama, que conlleve a 46 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 86. 47 COLOMBIA. Ley 1437 de 2011. Artículos 135 y 184, ibídem. 48 GORDILLO ob. cit. Treve, Giuseppino “La presunzione di legitimitá degli atti amministrativi”. 1936. Pág. 84 y ss y 161 y ss MICHELI, Gian Antonio, “La Carga de la prueba. 1961. Pág. 278 “de por sí la presunción de legitimidad no es suficiente para formar la convicción del juez en caso de falta de elementos instructores”. González Pérez. “Derecho Procesal Administrativo Hispanoamericano”. Editorial Temis Colombia. 1985. Pág. 286. 36 esclarecer un tema que nos agobia, planteando un problema con argumentos válidos, sólidos y ligados; primero en la búsqueda de un artículo inconstitucional dentro del amplio espectro normativo que nos rodea, y segundo en aras de formular a todas luces una hipótesis, con elementos suficientes, coherentes y estrictos, siendo la primera persona49 en plantear dicha discusión en el caso concreto, con la búsqueda de unos efectos erga omnes*y sometiéndola para su comprobación ante un organismo autorizado como lo es el Consejo de Estado Colombiano, así como ante los intervinientes dentro del proceso, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, Ministerio del Trabajo y Ministerio Público, por lo que está en conocimiento de los sectores de la sociedad calificados en el tema específico, el producto de esta investigación. Si bien ninguna persona antes planteó el problema en concreto del artículo en cita, desarrollado en esta monografía, buscando que desaparecieran sus efectos del ordenamiento jurídico, en un sentido amplio y abstracto, en este trabajo si se pudo establecer que algunos tratadistas, así como la jurisprudencia de las altas Cortes Colombianas han trabajado sobre temas similares en lo referente: acciones de Inconstitucionalidad, de nulidad por Inconstitucionalidad, extralimitación de la facultad reglamentaria del Gobierno Nacional Colombiano, como veremos más adelante. Aunado a lo anterior, el Consejo de Estado de Colombia, ha accedido a las pretensiones de algunos accionantes de tutela que partieron de la hipótesis formulada en la acción de nulidad por inconstitucionalidad presentada hace algunos años y desarrollada por el autor del presente estudio, otorgándoles la posibilidad de presentarse al concurso de méritos, garantizando sus derechos fundamentales Constitucionales, lo que le da la razón a lo formulado por el autor de este intento, pero que por funcionar con mayor celeridad el procedimiento de la acción de tutela, como lo expresé anteriormente, se generaron los fallos primero, 49 Cfr. COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. Sección segunda. Acción de Nulidad por Inconstitucionalidad. Consejero Ponente: Gustavo Eduardo Gómez Aranguren. Bogotá, D.C. 15 de Noviembre de 2011. Radicación No.: 11001¬-03-25-000-2011-00660-00(AC). Actor: Jorge Efraín Santana Guarín. Demandado: Gobierno Nacional. 37 pero con efectos “inter partes”,50 como se observará más adelante, en esta investigación. * Traducción del latín al Español, erga omnes, con respecto a todo, en tratándose de efectos erga omnes, se refiere a efectos de carácter general, que produce unas consecuencias que vinculan a toda la sociedad, a toda la colectividad. 50 COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. Radicación número: 08001-23-31-000-2011-01079-01(AC). C.P.: Alfonso Vargas Rincón. Bogotá, D.C., Actor: Ubaldo Carrillo Coronado. Demandado: Ministerio de la Protección Social; Consejo De Estado. Radicación número: 11001-03-15-000-2011-00336-01(AC). C.P.: María Claudia Rojas Lasso. Actor: Carlos Ariel Giraldo Duque. Demandado: Ministerio De La Protección Social Y Otros; Consejo de Estado. Sección Quinta, C.P. María Nohemí Hernández Pinzón, radicación No 250002315000201100259-01. Actor: César Augusto Osorio Vélez, Demandado: Nación-Ministerio de la Protección Social-Universidad Nacional.; estos casos particulares referencian el Decreto 2463 de 2001, claro está que los accionantes en estos asuntos específicos, buscaron unos efectos jurídicos ”inter partes” por vía de excepción de Inconstitucionalidad, y que los planteamientos formulados en esos supuestos parten de la hipótesis propia de la Acción de Nulidad interpuesta por el autor de este trabajo, en el año 2011, con el único fin de buscar unos efectos “erga omnes” pero que debido a la falta de celeridad propia de la jurisdicción, y en este caso del CE, a la fecha del 12 de Julio de 2013, el Estado del proceso se encuentra: “para considerar traslado a las partes y Ministerio Publico, para presentar alegatos de conclusión”, actuación al despacho, como se evidencia en la página Web del CE, Disponible en Web: http:190.24.134.67/pce/consultaproceso3.asp?numero=11001032500020110066000. CONSEJO DE ESTADO. Sección segunda. Acción de Nulidad por Inconstitucionalidad. Consejero Ponente: Gustavo Eduardo Gómez Aranguren. Bogotá, D.C. 15 de Noviembre de 2011. Radicación No.: 11001¬-03-25-0002011-00660-00(AC). Actor: Jorge Efraín Santana Guarín. Demandado: Gobierno Nacional. Aunado a lo anterior en el fallo citado a continuación Consejo de Estado. C.P.: Carmen Teresa Ortiz De Rodríguez. Bogotá D.C., 14 de abril de 2011. Radicación número: 25000-23-31-000-2011-00237-01. Actor: Jorge Vargas Rojas. Referencia: Acción de Tutela. Impugnación contra la 000-2011-00237-01. Actor: Jorge Vargas Rojas. Referencia: Acción de Tutela. Impugnación contra la providencia de 16 de febrero de 2011 del Tribunal Administrativo de Boyacá. El accionante recibió asesoría del autor de este documento en aras de fundamentar la acción de tutela interpuesta y fallada a favor. Lo expuesto constituye sin lugar a dudas todo lo existente sobre el tema en específico. Sin dejar de lado de donde se deriva el problema planteado, como lo es el Decreto 2463 de 2001, que reglamento la Ley 100 de 1993. 38 2. UBICACIÓN JURÍDICA DE LA SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL TIEMPO, MODO, LUGAR «Suele afirmarse que la jurisprudencia es la ciencia del derecho. Pero es necesario que consista en algo más que en la organización y sistematización de un cuerpo de reglas de derecho...Hemos de confiar cada día más en los juristas para llevar a término la obra creadora que necesita el Derecho angloamericano. Los órganos legislativos, aunque en cierto aspecto sean los más calificados, sólo de manera intermitente pueden prestar atención a un trabajo constructivo de creación del Derecho para los fines del orden jurídico. Los jueces trabajan en condiciones que cada día les hace más difícil que sean los oráculos vivientes del derecho, excepto en cuanto dan autoridad a lo que ha sido formulado por escritores y profesores. Una interpretación que estimule la actividad jurídica en los países del Common Law, que impulse a nuestros escritores y maestros a orientar a tribunales y órganos legislativos, en lugar de seguirlos con una labor de simple ordenación, sistematización y de análisis conciliador, habrá cumplido debidamente su misión. Cuanto menos habrá hecho para la próxima generación una labor no inferior a la que las interpretaciones del siglo XIX hicieron para su tiempo». Roscoe Pound “Las grandes tendencias del pensamiento jurídico”. 39 Desde que se plantearon los preceptos de jerarquía normativa,51 el viaje doctrinario de esa teoría, permeo los sistemas jurídicos Latinoamericanos. El sistema jurídico Colombiano52 acogió paulatinamente a su producción normativa esa forma de sistema jurídico, instituyendo una graduación jerárquica en la elaboración normativa interna, generando un paradigma dentro del pensamiento de los operadores normativos y de los operadores judiciales, lo que constituyó un arraigo recalcitrante que buscaba propender por la sistematización lógica del Derecho,53 por la aplicación de silogismos, por una operación matemática computarizada, donde se estipula, un hecho, se adapta una norma y se genera un resultado, el propio término empleado de operador *jurídico le da esa connotación matemática; más el Derecho es dinámico, cambiante con las diferentes circunstancias de tiempo, modo y lugar, y contrario sensu a lo anterior, con la Constitución de 1991, se creó la Corte Constitucional, corporación que enmarcó el cambio de paradigma, al desarrollar hermenéuticamente una amplia gama de principios, valores y preceptos con fuerza vinculante,54 lo que abrió las puertas de la creación de Derecho con fines de Justicia por parte de la entidad en comento, 51 KELSEN, Hans. Teoría Pura del Derecho. Editorial Universitaria de Buenos Aires. Décima Segunda Edición. Buenos Aires, 1974. Pág. 172 y s.s. La teoría Kelseniana, nos hace una analogía del ordenamiento jurídico, con una pirámide, donde una norma subsume a la otra, siendo la norma suprema la Constitución, lo que permite enmendar cualquier laguna, obscuridad, o ambigüedad normativa, abarcando la mayoría de casos posibles por medio de la aplicación de una ficción jurídica, propia de la hermenéutica del juez, lo que confronta el Derecho positivo, con un Derecho que puede ser más justo, y al ser la justicia una valor adquiere la connotación de ideal. 52 LÓPEZ Medina, Diego Eduardo. Teoría impura del Derecho. La transformación de la cultura jurídica latinoamericana. Editado por Legis Editores S. A. 1ª. Edición, Universidad de Los Andes y Universidad Nacional de Colombia. Bogotá D. C., 2004. Pág. 281 y ss. * La definición de operador según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, es: operador, ra. (Del lat. operātor, -ōris, el que hace). 1. adj. Med. Que opera. U. t. c. s. 2. m. y f. Persona que se ocupa de establecer las comunicaciones no automáticas de una central telefónica. 3. m. y f. Profesional que maneja aparatos técnicos. 4. m. y f. Cinem. y TV. cámara (‖ persona cualificada para la toma de imágenes). 5. m. y f. Cinem. Persona que maneja el proyector y el equipo sonoro de películas. 6. m. Mat. Símbolo matemático que denota un conjunto de operaciones que han de realizarse. Véase, REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, diccionario de la lengua española, Vigésima segunda edición. Disponible en Web: http://lema.rae.es/drae/?val=operador. Nótese, en el aparte subrayado y en negrita, que operador, tiene una connotación matemática, que en pocas palabras, es mecánica, sin juicios interpretativos. 54 COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-414 de 1992 M. P. Ciro Angarita; Sentencia C104 de1993, Sentencia C-113 de 1993 M. P. Jorge Arango Mejía; Sentencia C-131 de 1993, C-083 de 1995 M. P. Carlos Gaviria Díaz; Sentencia T-123 de 1995 M. P. Eduardo Cifuentes; Sentencia C-037 de 1996 la Sentencia C-836 de 2001 M. P. Rodrigo Escobar Gil; Sentencia C-335 de 2008; Sentencia C-539 de 2011 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva; Sentencia C-634 de 2011 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva . En estos fallos se propone que la interpretación, el ejercicio hermenéutico, consignado en la Ratio Decidendi, de los fallos emitidos por la Corte Constitucional, tienen fuerza vinculante. 40 para así llenar los vacíos, oscuridades y ambigüedades del Derecho Colombiano, y ampliar un campo poco desarrollado por parte del legislador y del Poder Ejecutivo, por su carácter de intocable, como lo es la interpretación de la Constitución.55 Es en este punto donde se entremezcla la interpretación del juez Constitucional, con visos deontológicos con el positivismo jurídico, generando una forma impura de Derecho, o mejor aún, para no caer en términos despectivos, un modo mixto de Derecho56 que es lo que irradia en la actualidad al ordenamiento jurídico Colombiano. Alejándonos de la anterior discusión, que sigue siendo motivo de constantes controversias y esbozando de forma sucinta el panorama jurídico que nos rodea, nos acercamos a la conceptualización de Supremacía Constitucional, que desde el punto de vista positivista de la teoría de Hans Kelsen,57o Adolf Merkl se ha visto como aquel rango jerárquico normativo, dentro del cual la Constitución es la norma de normas, o norma suprema que irradia al resto del ordenamiento jurídico de un país, siendo esta el pilar fundamental al que se deben adaptar el resto de la graduación normativa, con el fin de garantizar al interior del Estado una efectiva seguridad jurídica; no obstante, para la visión de la Corte Constitucional58 Colombiana, se interpreta desde una perspectiva matizada de dogmática, al definirse como un principio estructurante del Derecho Positivo, por medio del cual se establecen los principios y valores a alcanzar y que son propios de cada Estado. Es de obligatorio cumplimiento para los operadores normativos, así como para las personas que tienen autoridad y facultad reglamentaria, armonizar cada una de las 55 COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-109 de 1995 M.P Alejandro Martínez Caballero, Sentencia hito, que establece las diferentes formas de interpretación constitucional.; Moreno Millán, Franklin, la jurisprudencia Constitucional como fuente del derecho, Editorial Leyer, Bogotá, D.C., 2002; Revista de la Academia Colombiana de Jurisprudencia # 316, Bogotá, D.C., junio de 2000, págs. 86 y s.s. 56 LÓPEZ Medina. El Derecho de los jueces. Pág. 2. 57 KELSEN, Hans. Teoría Pura del Derecho. Editorial Universitaria de Buenos Aires. Décima Segunda Edición. Buenos Aires, 1974. Pág. 172 y s.s. La teoría de Kelsen, nos hace una analogía del ordenamiento jurídico, con una pirámide, donde una norma subsume a la otra, siendo la norma suprema la Constitución, lo que permite enmendar cualquier laguna, obscuridad, o ambigüedad normativa, abarcando la mayoría de casos posibles por medio de la aplicación de una ficción jurídica, propia de la hermenéutica del juez, lo que confronta el Derecho positivo, con un Derecho que puede ser más justo, y al ser la justicia una valor adquiere la connotación de ideal. 58 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-415 de 2012. Demanda de inconstitucionalidad contra el parágrafo del artículo 135 de la Ley 1437 de 2011 “Por la cual se expide el Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo”. Referencia: Expediente D-8820. Actor: Fernando Yepes Gómez. M.P.: Mauricio González Cuervo. 41 normas que rigen a un país, con la Constitución Política; para organizar el orden jurídico y propiciar una seguridad jurídica estable y justa, lo que nos permite vislumbrar la mixtura jurídica que compone nuestro ordenamiento jurídico contemporáneo, como bien se estipula en la sentencia analizada estática y dinámicamente, según el oráculo de análisis jurisprudencial establecido por el profesor Diego Eduardo López Medina, en su libro “El Derecho de los jueces”59 ejercicio analítico a continuación desarrollado. Es pertinente el análisis de algunas sentencias sobre temas que implícita o explícitamente componen el título de la presente obra “Extralimitación de la Facultad Reglamentaria del Gobierno Nacional en el Decreto 2463 de 2001”, porque al no haber mayor desarrollo del tema específico, se tiene que abarcar el tema desde un punto de vista más amplio, que nos permita conceptualizar cada uno de los términos empleados, y de esta forma contar con la solidez de un soflama que cuente con fundamentos suficientes, la extralimitación de una Ley, de un decreto reglamentario, de un acto administrativo, etc.; parte de un límite, y esta barrera es establecida por la Supremacía Constitucional y la interpretación que la C. Const. hace al respecto, como se observa, en el siguiente punto. 2.1 ANÁLISIS ESTÁTICO DE LA JURISPRUDENCIA DE LA CORTE CONSTITUCIONAL SENTENCIA C-415 DE 2012 Lo que impulsa la decisión de esta Sentencia, objeto de análisis, es que se declare la inconstitucionalidad del artículo 135 -parcial- de la Ley 1437 de 2011, a su tenor: LEY 1437 DE 201160 Por la cual se expide el Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo. ARTÍCULO 135. NULIDAD POR INCONSTITUCIONALIDAD. Los ciudadanos podrán, en cualquier tiempo, solicitar por sí, o por medio de representante, que se declare la nulidad de los 59 LÓPEZ Medina, Diego Eduardo. El Derecho de los jueces. Legis Editores S. A. Bogotá D. C. 2000. 60 COLOMBIA. Diario Oficial No. 47.956 de 18 de enero de 2011. 42 decretos de carácter general dictados por el Gobierno Nacional, cuya revisión no corresponda a la Corte Constitucional en los términos de los artículos 237 y 241 de la Constitución Política, por infracción directa de la Constitución. También podrán pedir la nulidad por inconstitucionalidad de los actos de carácter general que por expresa disposición Constitucional sean expedidos por entidades u organismos distintos del Gobierno Nacional. PARÁGRAFO. El Consejo de Estado no estará limitado para proferir su decisión a los cargos formulados en la demanda. En consecuencia, podrá fundar la declaración de nulidad por inconstitucionalidad en la violación de cualquier norma constitucional. Igualmente podrá pronunciarse en la sentencia sobre las normas que, a su juicio, conforman unidad normativa con aquellas otras demandadas que declare nulas por inconstitucionales. El accionante acusa de inconstitucionalidad el parágrafo del artículo 135 del Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, buscando se declare su inexequibilidad, al estimar que es violatorio del preámbulo de la Constitución y de los artículos 2, 29 y 229 de la Constitución Política. El concepto de la violación se expone, en síntesis, en los siguientes términos: “1. Para el accionante, la norma demandada viola los siguientes artículos de la Constitución: el preámbulo y el artículo 2, “en lo relativo a la garantía de la efectividad de los principios”, el artículo 29, “en el respeto al debido proceso, al Derecho de defensa y contradicción” y el artículo 229, que consagra “el Derecho de acceso a la administración de justicia”.” “2. Luego de realizar una exposición teórica respecto del debido proceso y el Derecho de defensa, del Derecho al acceso a la administración de justicia, del principio de legalidad y del principio de jurisdicción rogada, el demandante señala que cuando el Consejo de Estado se pronuncia respecto de temas no invocados por el actor judicial dentro de las alegaciones de su demanda, se infringen los derechos al debido proceso y al acceso a la 43 administración de justicia, pues la ritualidad en el ejercicio de la acción de nulidad propone un espacio para que el productor del acto enjuiciado se defienda únicamente frente a argumentos jurídicos del reclamante, atendiendo la presunción de legalidad y de constitucionalidad que ampara el acto administrativo cuestionado.” “3. Agrega que permitir la atribución del parágrafo acusado genera desigualdad procesal entre las partes, pues en este caso la administración pública, que inicialmente sólo se defiende frente a los cargos de quien propone la nulidad, deberá avizorar las posibilidades de vicios de inconstitucionalidad que pueda determinar el Consejo de Estado al momento de la decisión, haciendo inocuas las garantías entrañadas en el debido proceso, como la contradicción. Permitir una competencia extra petita al juez contencioso administrativo coarta la posibilidad de un ejercicio pleno del Derecho de defensa de la administración pública. El litigio de anulación de un acto administrativo involucra a las partes en un punto de discusión preciso, y en torno a él desarrollan los argumentos defensivos, que principalmente se disertan en dos estadios, en la réplica al libelo demandatorio y en las alegaciones finales.” “4. Por tal razón, resulta justificado constitucionalmente que el contorno de la decisión del juez administrativo aparezca enmarcado dentro de la delimitación de la problemática jurídica a considerar en la sentencia, mediante la determinación de las normas violadas y el concepto de violación.” En esta Sentencia analizada por tratar un tema, como lo es la Supremacía Constitucional, que es de vital importancia para el desarrollo de la investigación, en aras de poder concluir respecto de la necesidad de armonía normativa de nuestro ordenamiento, se hace necesaria observar la intervención del Consejo de Estado: “1. En primer lugar, estima que el parágrafo demandado debe ser declarado exequible dado que su contenido constituye desarrollo del principio de Supremacía de la Constitución Política, el cual determina y condiciona la actividad de todos los poderes 44 públicos, entre ellos, como no podría ser de otro modo, el del Juez de lo Contencioso-Administrativo.” “2. En segundo lugar, con base en tesis tanto normativas como jurisprudenciales que expone ampliamente, concluye que el Consejo de Estado, como Tribunal encargado de practicar el control de constitucionalidad de los decretos y/o actos de carácter general indicados “por infracción directa de la Constitución”, debe poder proceder de similar forma a como lo hace la Corte Constitucional al resolver demandadas formuladas en ejercicio de la acción pública de inconstitucionalidad, esto es, a contrastar el acto normativo censurado con la totalidad de la Constitución Política.” “3. Luego, con base en jurisprudencia de la Corte Constitucional, manifiesta el denominado principio de “jurisdicción rogada” que se ha estimado característico del trámite de algunos procesos que cursan ante la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo, encuentra sus límites en la prevalencia de los derechos fundamentales, así como en la Supremacía de los principios y demás enunciados constitucionales, los cuales deben ser aplicados en todo proceso judicial incluso aunque no fueran invocados por las partes.” “4. Con base en lo expuesto concluye afirmando que los ataques del actor contra la norma demandada no pueden prosperar, “pues su aceptación no solo menoscabaría el principio de Supremacía constitucional, desconocería los referidos precedentes jurisprudenciales y dejaría de lado un deber a cargo de todas las personas - particulares y autoridades administrativas, entre ellas, lo cual, se reitera, descarta pretendidas vulneraciones al debido proceso y al Derecho de defensa como consecuencia de la aplicación del precepto demandado- de conocer y aplicar los dictados de la Carta Política sino que también supondría soslayar que un efectivo acceso a una administración de justicia recta y justa , así como la eficacia de los principios y valores constitucionales solo se salvaguardan, precisamente, si todas las autoridades judiciales, en general y el Consejo de Estado, en particular, hacen prevalecer los postulados y derechos consagrados en la Constitución ante el desconocimiento de los mismos por decisiones de las 45 autoridades, aun cuando dicha infracción no sea alegada por las partes dentro del proceso judicial respectivo”.” Analizando lo señalado anteriormente, el Consejo de Estado desde su intervención, se abroga la competencia complementaria de Control de Constitucionalidad, como bien lo estipula la Constitución, de aquellas normas cuyo control no corresponda a la Corte Constitucional, considerando que el parágrafo acusado debe ser declarado exequible, conforme además que la interpretación de control, debe ser abstracto e integral, es decir, la hermenéutica se debe ejercer contemplado todas las disposiciones constitucionales en aras de que lo realmente importante es salvaguardar la supremacía de la Carta Fundamental. La C. Const., analiza el problema desde una óptica del Derecho positivo, como noción y desde el punto de vista deontológico, como principio; lo primero abordado desde una perspectiva de jerarquía normativa y lo segundo comprendido como el principio de Supremacía Constitucional, ideal a propender, destacando su importancia, así: “La Supremacía de la Constitución Política sobre el resto de prescripciones del sistema de Derecho nacional, es un principio estructurante del orden jurídico: el conjunto de prescripciones que integran el Derecho positivo, se ordena en un sistema normativo, en virtud de la unidad y coherencia que le imprimen los valores, principios y reglas establecidas en la Constitución. En otras palabras, el orden jurídico de la sociedad política se estructura a partir de la Carta Fundamental.” Por eso, ha dicho la Corte, con anterioridad a este pronunciamiento analizado, como fundamento de línea jurisprudencial, en Sentencia C-1290 de 2001, lo siguiente: “La posición de Supremacía de la Constitución - ha dicho esta Corporación - sobre las restantes normas que integran el orden jurídico, estriba en que aquélla determina la estructura básica del Estado, instituye los órganos a través de los cuales se ejerce la autoridad pública, atribuye competencias para dictar normas, ejecutarlas y decidir conforme a ellas las controversias y litigios 46 que se susciten en la sociedad, y al efectuar todo esto, funda el orden jurídico mismo del Estado”61. (Negrilla en texto original).” Como se observa en las anteriores intervenciones de la C. Const., la Supremacía Constitucional, es considerada como principio, en el sentido de que los valores y principios consignados en la Constitución, siendo la Carta en sí misma, se erige como preponderante, al otorgar una guía que señala los caminos a seguir, con la finalidad de alcanzar unos ideales, como lo es la Justicia. Desde el punto de vista positivo, se ve la Supremacía Constitucional como una norma jurídica imperante sobre el resto de la estructura del Estado que se encuentra codificada y escrita. Ya vista la contextualización axiológica de la C. Const., como se explicó con anterioridad, en este aparte, la Corporación en comento, aborda el tema desde una perspectiva positiva, como se aprecia a continuación: “La noción de Supremacía Constitucional parte de la naturaleza normativa de la Constitución, que se revela en el carácter de fuente primaria del ordenamiento jurídico. En tal sentido, el artículo 4 de la Constitución Política indica: “La Constitución es norma de normas. En todo caso de incompatibilidad entre la Constitución y la Ley u otra norma jurídica, se aplicarán las disposiciones constitucionales”. Así, la naturaleza normativa del orden Constitucional es la clave de la sujeción del orden jurídico restante a sus disposiciones, en virtud del carácter vinculante que tienen sus reglas. Tal condición normativa y prevalente de las normas constitucionales, la sitúan en el orden jurídico como fuente primera del sistema de Derecho interno, comenzando por la validez misma de las normas infraconstitucionales cuyas formas y procedimientos de producción se hallan regulados en la propia Constitución.” La Supremacía Constitucional, entonces desde la visión de la Corte, comprende una mezcla de corrientes de Derecho, al observarse el respeto a unos ideales conformados por una serie de valores, principios, garantías y derechos fundamentales constitucionales, así como el sometimiento a una norma normarum y el acatamiento de unas normas consignadas en el Derecho escrito, y que como en el artículo 462 de la Constitución Política, consagra claramente una jerarquía normativa. 61 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-1290 de 2001. 47 La finalidad de la Supremacía Constitucional como noción a la luz del artículo señalado y transcrito a pie de página, y desde la noción epistemológica de la Corte, consiste entonces, en la armonía y coherencia que deben tener todas las normas que componen el ordenamiento jurídico con la Carta Fundamental, en aras de estructurar y garantizar la seguridad jurídica al interior del Estado y a la subordinación que con apego a su supremacía, deben tener todos los ciudadanos; así como el Poder Público, y como principio, desde la hermenéutica Constitucional, tiene como finalidad garantizar, que con apego a la norma fundante, se procure, por establecer una concepción justa de Derecho, que propenda por alcanzar los fines estatales. Así mismo la Corte expresa que la Supremacía Constitucional, es el pilar fundamental del Estado Social de Derecho,*ya que al ser la fuente fundante del Estado, y ser producto del soberano primario, por excelencia, el pueblo; no solo enmarca el camino a seguir, para alcanzar unos ideales, valores y principios, sino que garantiza, la sujeción que se debe tener por parte del Poder Público y el conglomerado social para con esa imperatividad para de este modo responder al logro de los cometidos estatales. Además, promete unos mecanismos de participación ciudadana, derechos fundamentales constitucionales y proporciona los mecanismos para garantizar no solo la salvaguarda Constitucional, sino a su vez, garantizar el amparo de los *“También el concepto de supremacía normativa de la Carta Política es definitorio del Estado Social y Constitucional de Derecho. En virtud de la fuerza normativa de la Constitución, las autoridades no solo se hallan sometidas al Derecho positivo presidido por la norma superior, en el ejercicio de sus competencias; también para la realización efectiva de los derechos subjetivos consagrados constitucionalmente, ante dichas autoridades pueden los ciudadanos exigir la realización efectiva de los derechos constitucionales, algunos de los cuales son de “aplicación inmediata” -al tenor del artículo 85 constitucional-, merced, precisamente, a su fuerza normativa vinculante. De este modo, la supremacía normativa de las normas constitucionales se erige en un principio clave para la concreción del catálogo de derechos fundamentales y la efectividad de los demás derechos consagrados en la Carta Fundamental.” Véase. COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia 415 de 2012. 62 COLOMBIA, CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 4. “La Constitución es norma de normas. En todo caso de incompatibilidad entre la Constitución y la Ley u otra norma jurídica, se aplicarán las disposiciones constitucionales. Es deber de los nacionales y de los extranjeros en Colombia acatar la Constitución y las leyes, y respetar y obedecer a las autoridades”. 48 derechos, articulo 85 CP,63 teniendo el espíritu de la Constitución un magnetismo propio de una fuerza vinculante. Y concluye la C. Const., en la Sentencia analizada, respecto al contexto de Supremacía Constitucional: “Dicho de otro modo: la Constitución es norma fundante en una dimensión tanto axiológica (v. gr. Establece principios, derechos fundamentales y pautas interpretativas), como instrumental (proporciona los mecanismos para lograr armonía y coherencia en la aplicación de la Constitución), y en ese orden de ideas, el principio de Supremacía da cabida a la consagración de garantías fundamentales como fines prioritarios del Estado, y el establecimiento de controles de todo el ordenamiento y de una jurisdicción especial encargada de velar por su integridad.”64 Con base en la anterior fuente, se establece dentro del estudio, la importancia de respetar la Carta Fundamental, como norma suprema dentro de la normativa interna del Estado, desarrollando el resto de preceptos normativos con arraigo a ella, y preservando siempre su integridad, sustentando en el respeto a la Constitución, a sus principios y valores, entendidos estos últimos como los fines a alcanzar por la sociedad que conforma un pueblo soberano, y que en la evolución del Estado en sus fases primarias, al Estado Social de Derecho en el ámbito contemporáneo, no ha sido otro que el de alcanzar la felicidad y en este último alcanzarla por medio de la verdadera Dignidad Humana, respetando, garantizando y preservando los derechos de los administrados por parte de quienes detentan el poder, la administración, en condiciones sociales, económicas y de subsistencia idóneas e igualitarias, que guíen a la nación por los senderos de la justicia. La Supremacía Constitucional, así como la Dignidad Humana* como fin, son un eterno discurso a nivel semántico, doctrinal65 y jurisprudencial66 (como se 63 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 85. Son de aplicación inmediata los derechos consagrados en los artículos 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 23, 24, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 33, 34, 37 y 40. 64 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-1290 de 2001. Sobre el mismo tema, entre otras, las Sentencias: Sentencia C-436 de 1994; Sentencia C-037 de 2000; Sentencia C-207 de 2003; sentencia C398 de 2006; Sentencia T-688 de 2003, Sentencia C-415 de 2012, lo que constituye una línea jurisprudencial, respecto a Supremacía Constitucional. 49 evidencia en el análisis estático expuesto, Sentencia C-415 de 2012 y en la línea jurisprudencial citada), para encontrar así su sentido, justificación, aplicación y protección. * La Dignidad Humana, como valor y como ideal a alcanzar, como fin último de respeto a lo intrínseco del ser humano, es el avance más significativo de garantía social, instaurado por los Estados, que adoptaron las garantías propias del Estado social de derecho, en la Constitucionalización del Derecho contemporáneo y en la garantía de derechos fundamentales constitucionales que eso significa, para proteger así por parte del poder público, así como por parte de todo el conglomerado social, lo inherente al ser humano, a esa connotación de humanidad. Véase, MÜLLER, Jörg Paul, Soziale Grundrechte in der Verfassung?, Basel-Frankfurt, Verlag Helbing & Lichtenhahn. 1981. Pág. 152 y ss.; MÜLLER, Friedrich, Essais zur Theorie von Recht und Verfasung, Berlín, Duncker & Humblot. 1990. Pág. 172 y ss.; BADURA, Peter, "Das prinzip der sozialen Grundrechten und seine Verwirklichung im Recht der Bundesrepublik Deutschland", Der Staat. 1975. Pág. 17 y ss.; asimismo, CASCAJO, José Luis, "La tutela Constitucional de los derechos sociales", Cuadernos y Debates, Madrid. CEC. Núm. 5. 1988. Pág. 67 y ss. La Constitucionalización del Derecho instituye una serie de principios que guían el camino de los derechos, de las normas, hacia ese valor fin, ese valor a alcanzar y que garantiza el respeto a los mismos, como lo es la Dignidad Humana, como fin colectivo, y como respecto individual de cada uno de los seres humanos, plasmado en el articulado de las Constituciones de los países que adoptaron el Estado Social de Derecho. Véase, HÄBERLE, Peter, "Die Menschenwürde als Grundlage der staatlichen Gemeinschaft", en Isennee y Kirchof Editorial Handbuch des Staats Rechts, t. I: Grundlagen von Staat und Verfassung, C. F. Müller. 1987. Pág. 822. La dignidad humana se estructura correlacionado con la supremacía Constitucional y del Estado social de Derecho, en aras de limitar el ejercicio del poder público dentro del Estado, garantizando el respeto al ser humano, en condiciones de vida adecuadas para preservar la integridad del individuo. Véase, STERN, Klaus, Das Staatsrecht der Bundesrepublik Deutschland, t. I: Grundbegriffe und Grundlagen des Stastsrechts Strukturprinzipien der Verfassung, München, Verlag C. H. Beck. 1977. Pág. 61 y s.s; así mismo, GEDERTSTEINACHER, Tatjana, Menschenwürde als Verfassungsbegriff. Berlín, Duncker & Humblot. 1990. Pág. 136 y ss. 65 MORENO MILLÁN, Franklyn. La jurisprudencia Constitucional como fuente del derecho, Editorial Leyer, Bogotá, D.C. 2002. Pág. 65.; Monroy Cabra, Marco Gerardo. La interpretación Constitucional. Ediciones Librería del Profesional. Bogotá, D.C. 2002. Pág. 22. Caballero Sierra, Gaspar. “Corte Constitucional y legislador: contrarios o complementarios”, publicado en: Jurisdicción Constitucional en Colombia - La Corte Constitucional 1992-2000, realidades y perspectivas, edición de la Corte Constitucional y del Consejo Superior de la Judicatura, con el apoyo de la Escuela Judicial “Rodrigo Lara Bonilla” y de la Fundación “Konrad Adenauer”, Bogotá, D.C. Febrero de 2001. 66 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-1290 de 2001. Sobre el mismo tema, entre otras, las Sentencias: Sentencia fundadora de línea: T-06 de 1992, M.P. Ciro Angarita Barón; Sentencia C-436 de 1994; Sentencia C-445 de 1996 M.P. Hernando Herrera Vergara; Sentencia C-560 de 1999, M.P. Carlos Gaviria Díaz Sentencia C-037 de 2000; Sentencia C-207 de 2003; Sentencia C-398 de 2006; Sentencia T-688 de 2003; Sentencia C-415 de 2012, lo que constituye una línea jurisprudencial, respecto a Supremacía Constitucional. 50 Salvaguardar la Supremacía de la Carta Fundamental emanada del constituyente primario, por naturaleza el pueblo,* es garantizar el respeto al ser humano y por ello se ha consagrado la misma en instancias internas y externas, como límite a los abusos67 y a la falta de cultura democrática de algunos personajes, instituciones y organismos de poder que se creen omnipotentes, en varios países desarrollados y en vía de desarrollo, lo que vulnera el sentido propio de lo que es el derecho y en si la Democracia. El respeto de la Constitución por parte de todos es garantizar el respeto a los derechos fundamentales y constitucionales inherentes al ser humano y por ende cubrir con un manto de protección el atributo de humanidad. 2.2 ANÁLISIS DINÁMICO DE LA JURISPRUDENCIA DE LA CORTE CONSTITUCIONAL, SENTENCIA C-415 de 2012 (SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL) Como se estableció en el análisis estático anterior, la Corte Constitucional como guardiana de la Constitución en reiterados pronunciamientos vinculantes, establece una sola línea jurisprudencial, no solo al respecto de la fuerza vinculante de sus fallos, sino en el caso concreto, a la fuerza vinculante de la Supremacía Constitucional,** abordando desde dos puntos de vista del Derecho, como lo es la interpretación hermenéutica por parte del juez y el positivismo jurídico, la ratio decidendi (razón de la decisión), en las Sentencias analizadas abordan lo primero desde el punto de vista axiológico de la Supremacía Constitucional como principio, como fundamentalidad y como manual de interpretación, que implícitamente le concede a la Corporación en comento una facultad especial, vinculante y suprema, que por ser esta la institución creada, por antonomasia, para la salvaguarda de los preceptos constitucionales y la conservación de su integridad, caminando por los caminos de la justicia, toma la connotación fundante, de suprema, que a todas luces es una visión propia de las teorías interpretativas, de Geny68 o Dworkin,69 y por otro lado, como precepto * “La soberanía reside exclusivamente en el pueblo, del cual emana el poder público. El pueblo la ejerce en forma directa o por medio de sus representantes, en los términos que la Constitución establece.” Véase, COLOMBIA, CONSTITUCIÓN POLÍTICA, Artículo 3. 67 CHINCHILLA MARÍN, Carmen. La desviación de poder. Madrid 1989 y Segunda Edición actualizada y ampliada. Editorial Cívitas. Madrid 1999. Pág. 17 y s.s. Cfr. FERNÁNDEZ. Tomás Ramón Arbitrariedad y discrecionalidad. Editorial Cívitas Madrid. 1991. Pág. 24 y s.s. **"La posición de supremacía de la Constitución sobre las restantes normas que integran el orden jurídico, estriba en que aquélla determina la estructura básica del Estado, instituye los órganos a través de los cuales se ejerce la autoridad pública, atribuye competencias para dictar normas, ejecutarlas y decidir conforme a ellas las controversias y litigios que se susciten en la sociedad, y al efectuar todo esto, funda el orden jurídico mismo del Estado. La Constitución se erige en el marco supremo y último para determinar tanto la 51 escrito que instaura una jerarquía normativa, que en consonancia a la graduación normativa del ordenamiento jurídico, debe propender porque todo el sistema jurídico y la producción normativa, guarde armonía y coherencia, con la Carta fundamental, y en caso de contradicción, la propia Constitución como fuente suprema, otorga los mecanismos para garantizar su propia protección,* lo que evidentemente es vinculante y guía sus pasos por un camino de seguridad jurídica, siendo lo anterior un contexto propio del Derecho positivo de la teoría Kelseniana desarrollada por Adolf Merkl.70 En este sentido, lo que pueden parecer dos puntos de vista contradictorios, no lo son tanto, toda vez que la Corte le otorga su punto de encuentro en la fuerza vinculante del sentido amplio Constitucional, por lo que en el espíritu del sentir supremo, lo complementa, proporcionando un sistema mixto de Derecho, que propende por abarcar la mayoría de situaciones posibles. Como se estableció en el anterior acápite, existe una jerarquía normativa que convierte la Supremacía de la Constitución en un principio y doctrinariamente esto es entendido: pertenencia al orden jurídico como la validez de cualquier norma, regla o decisión que formulen o profieran los órganos por ella instaurados. El conjunto de los actos de los órganos constituidos -Congreso, Ejecutivo y jueces- se identifica con referencia a la Constitución y no se reconoce como Derecho si desconoce sus criterios de validez. La Constitución como lex superior precisa y regula las formas y métodos de producción de las normas que integran el ordenamiento y es por ello "fuente de fuentes", norma normarum. Estas características de supremacía y de máxima regla de reconocimiento del orden jurídico propias de la Constitución, se expresan inequívocamente en el texto del artículo 4."Véase, COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-415 de 2012. 68 Véase, GENY, Françoise. Método de interpretación y fuentes en Derecho Positivo. Prólogo de Raimundo Saleilles. Segunda Edición. Editorial Reus S. A. Madrid, 1925. 69 BENORINO RAMÍREZ, Pablo Raul, Dworkin Filosofía y Teoría del Derecho. Ara Editores. Perú.2010. Pág.137 y s.s. **“Un Derecho fundamental de las personas que bajo distintas formas se concede a ellas por la Constitución para vigilar su cumplimiento y obtener, cuando no sea así, que los poderes públicos ejerzan sus competencias dentro de los límites de la Constitución, se inspiren en sus valores y principios y respeten, en todas las circunstancias, los derechos y garantías de las personas.” Véase, COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL, Sentencia C-445 de 1996. M.P. Hernando Herrera Vergara. 70 Véase KELSEN, Hans. Teoría Pura del Derecho. Editorial Universitaria de Buenos Aires. Décima Segunda. 52 “Como un conjunto organizado de disposiciones que configura y ordena los poderes del Estado por ella construidos, y que por otra parte, establece los límites del ejercicio del poder y el ámbito de libertades y derechos fundamentales, así como los objetivos positivos y las prestaciones que el poder debe de cumplir en beneficio de la comunidad”71. La Constitución como norma de normas dentro del ordenamiento jurídico ocupa el más alto peldaño dentro de la pirámide normativa y a ella debe estar sujeto toda la normatividad del sistema jurídico. En el estudio doctrinario de la Supremacía Constitucional, así como de los valores, principios, derechos, instrumentos y organización del aparato estatal consagrados en ella, está la posibilidad inequívoca de su exigencia directa e inapelable, frente al Estado; la obligación del Poder Público de hacer congruentes las normas que se desprendan de la Carta Fundamental y que van a ser objeto de regulación dirigida a los administrados, incorporando los preceptos señalados como pilar fundamental; es decir, si el pueblo como constituyente, le reconoció previamente la Supremacía a la Carta y dicha Supremacía es exigida por el pueblo, le corresponde al Poder Público, garantizar lo allí consignado, de acuerdo a su política social, siendo entonces la Constitución y su aplicación de fundamentalidad, un servicio público vinculante por parte del Poder Público con sus conciudadanos y no programática. La Corte en cita plantea el respeto que deben tener los poderes del Estado con la Constitución, para preservar un orden social justo y armónico, que no atente contra los fines estatales y que en contraposición tenga caminos no sanos que terminen por corromper el sistema, al ir en contravía de los cometidos estatales, partiendo de la base de la obligación de las entidades públicas de respetarlos y de garantizar su cumplimiento de acuerdo a un sistema integrado de normas, recursos y servicios, directamente prestados por el Estado o por los particulares que prestan una Función Pública. La jurisdicción reconocerá esta clase de derechos y conminará al Poder Público a garantizar el principio de Supremacía Constitucional, consagrado en el artículo 4 de la Constitución Política de Colombia. 71 Cfr. GARCÍA DE ENTERRÍA, Eduardo. La Constitución como norma y el Tribunal Constitucional, Civitas, Madrid, 1991. 53 Se destaca la importancia que tiene la Corte Constitucional, que bajo la Constitución de 1991, recibió la función por antonomasia a consideración del autor de este documento más importante del ordenamiento jurídico, como lo es la guarda de la Supremacía Constitucional, bien sea como principio, o como norma, como ideal o como realidad, como deber ser o como ser, porque desde una perspectiva autónoma, ha sido un gran avance en el Derecho Colombiano, en aras de propender por la seguridad jurídica del sistema, así como por esa búsqueda constante de justicia. El Derecho es dinámico y cambia con las diferentes circunstancias de tiempo, modo y lugar, por la misma actividad con la que se mueve la sociedad, teniendo muchos estadios que doctrinaria y jurisprudencialmente aun no terminan, sin remontarnos al pasado y centrándonos ya en la modernidad, autores como Dworkin, filósofo del Derecho y crítico del positivismo, pretende construir una teoría general del Derecho que no excluya ni el razonamiento moral ni el razonamiento filosófico, plantea el “Derecho como integridad” que permite explicar, y justificar en que los jueces resuelvan los casos que caen sobre la esfera de las normas escritas, precedentes y, sobre todo, aquellos que plantan cuestiones controvertidas de índole constitucional, es decir, en palabras del filósofo, es una interpretación constructiva que depende de las valoraciones del intérprete y de acudir a valores sociales y principios, superando las normas, cuando afirma: “La integridad de un Derecho establece que los jueces deban fundar sus decisiones en principios, y no en razones de interés político…Una vez aceptado un principio como fundamento para resolver un caso determinado, el Juez debe aplicarlo, toda vez que sea pertinente, incluso en otras esferas distintas de la que dio origen al caso inicial”.72 72 BENORINO RAMÍREZ, Pablo Raul. Dworkin Filosofía y Teoría del Derecho. Ara Editores, Perú 2010. Pág. 137. 54 2.3 CONCLUSIÓN Abarcando el problema planteado, y justificando la hipótesis formulada desde un campo amplísimo, que desde todo punto de vista tiene correlación con el título, el problema, y con la hipótesis de esta obra, en vista de que la justificación de la hipótesis es abarcada de lo general a lo particular, es decir parte, del límite establecido a la facultad reglamentaria del Gobierno Nacional, y esta barrera esta consignada en la Constitución Política, como norma positivizada, consignada en el artículo 4 y como principio, como esa fundamentalidad, de los valores, de los ideales, de los fines estatales, de la interpretación vinculante de la C. Const., de la prevalencia en sí misma de la Constitución, lo que garantiza la no extralimitación en el ejercicio del poder, y en el caso que nos atañe, del Poder Ejecutivo, y si por el contrario esto llegara a ocurrir, la Constitución instituye, en razón de su salvaguarda, los mecanismos de protección, procedentes en ese caso, al igual que el órgano competente, para conocer de esa extralimitación, efectuando el ejercicio armónico73 y complementario propio del sistema de pesos y contrapesos,* lo cual se fundamenta en la Carta Fundamental, instaurando control al poder. La Supremacía Constitucional evidentemente a la luz de la C. Const. es definitoria del Estado social de Derecho, porque es mediante esa prevalencia, que se garantizan los derechos fundamentales constitucionales, los valores a alcanzar, los fines estatales, todo encaminado a propender por cumplir con los cometidos estatales que al cumplirse supliendo las necesidades estatales y con apego al cumplimiento de los deberes, al igual que a una efectiva garantía de los derechos, se termine preservando adecuadamente el atributo de Dignidad Humana de cada uno de los individuos del conglomerado social. * Desde que Montesquieu formuló su teoría de la “separación de poderes”, ella se convirtió en un instrumento eficaz para combatir al absolutismo, puesto que al ser independientes y separados los poderes del Estado y estar radicados en órganos diferentes, se impide la preeminencia de un “poder” sobre los otros. Véase, GARCÍA- HERREROS S., Orlando. Manual de Administración Pública. Universidad Sergio Arboleda. Bogotá 2001. Pág. 6. Compleméntese, Artículo 16 de la Declaración Francesa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, que establece que toda sociedad en la cual no esté establecida la garantía de los Derechos, ni determinada la separación de poderes, carece de Constitución. Además dentro de nuestro ordenamiento jurídico el Artículo 113 de la Constitución Política de Colombia instituye esta teoría: “Son Ramas del Poder Público, la legislativa, la ejecutiva, y la judicial. Además de los órganos que las integran existen otros, autónomos e independientes, para el cumplimiento de las demás funciones del Estado. Los diferentes órganos del Estado tienen funciones separadas pero colaboran armónicamente para la realización de sus fines”. 55 La jerarquía normativa, con prevalencia de la Constitución Política propende por guardar armonía y coherencia dentro del amplio espectro normativo, dentro de cada una de las normas que se subsumen entre sí, pero que siempre deben respetar la Carta Fundamental, para así conservar la seguridad jurídica del aparato estatal, guiándolo hacia concepciones de justicia. Se concluye además, que evidentemente la jerarquía normativa, no garantiza como Derecho positivo, abarcar todos los casos posibles, en vista que la producción normativa, es un ejercicio de humanos y por originarse en la humanidad, no es ajeno a caer en el error, o porque en ocasiones las normas subordinadas a la Constitución, obedecen a intereses particulares, lo que hace necesario el ejercicio hermenéutico, vinculante de la Corte Const. en sentido estricto, o de la jurisdicción amplísimamente, bien sea para corregir los errores normativos, adecuando la norma coherentemente a la Constitución, armonizando el ordenamiento jurídico, o para mantener un sistema justo, que busque la prevalencia de la colectividad, cuando las normas obedezcan a intereses particulares, dándole la segura evocación de suprema, a la Carta fundamental. El ordenamiento jurídico Colombiano, no es totalmente positivo, se puede decir que es un sistema jurídico mixto, porque cuenta con unas normas jurídicas, que obedecen a una jerarquía positivizada, pero a su vez se cuenta con un ejercicio hermenéutico vinculante, propio del juez Constitucional, que en ocasiones crea principios y reglas de aplicación de las normas, como se puede analizar en la línea jurisprudencial, citada en el capítulo objeto de la presente conclusión. Por último, de lo anterior se concluye la pertinencia de la Supremacía Constitucional, para la justificación de la hipótesis, porque es mediante el límite establecido por la misma, que se formula el problema y se plantea la hipótesis, probando que para que exista una extralimitación en la facultad reglamentaria del Gobierno Nacional en el Decreto Reglamentario 2463 de 2001, evidentemente, debe existir un límite y en este caso esa barrera se encuentra en la Constitución Política, por lo tanto, si no existiera la Supremacía Constitucional, sencillamente no habría problema, ni hipótesis que probar. 56 3. FUNCIÓN PÚBLICA En este capítulo se abordara el tema de la Función Pública, cuya pertinencia para la investigación, consiste en ex clarecer un concepto, que ilumine y fundamente la hipótesis formulada en este trabajo. Teniendo en cuenta que el Artículo 18 del Decreto 2463 de 2001, en estudio en este documento, establece una inhabilidad al régimen de los particulares que temporalmente desempeñan una Función Pública, es importante abordar este tema, así sea de modo lacónico, lo ideal sería profundizarlo, pero no siendo éste, el motivo principal del problema, y al ser un tema ampliamente desarrollado, la finalidad es que este tema abordado, proporcione las herramientas suficientes, para profundizar en un tema hasta el momento no estudiado, y que es producto de la suposición, como lo es la posible nulidad por inconstitucionalidad de una norma en concreto. Es necesario dentro de las herramientas que nos proporciona el abordar estos temas, conceptualizar claramente, pero de forma sucinta, porque lo realmente importante es que nos facilite una brújula que guie el mapa de navegación de este documento, hacia la justificación de la hipótesis. Un acercamiento al concepto de Función Pública nos permite analizar partiendo de aquella necesidad que tiene un pueblo soberano74 constituido en un territorio75, de organizarse en un Estado, concediéndole el poder a unos individuos, que por no ser el motivo, de dicha delegación; un caso particular, privado y concreto, sino un caso general, abstracto, amplio y popular, que por buscar unos fines estatales colectivos, el ejercicio de ese poder adquiere la connotación de público, porque cubre todas las esferas de esa sociedad.76 Atribuyéndoles una función que es la de organizar al Estado y cumplir con unos cometidos estatales, consignados en unas normas previamente establecidas y producto del pacto social entre los administrados, el pueblo y la administración, el Poder Público,77 como lo es la Constitución78 que marca las pautas funcionales 74 COLOMBIA, CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 3. 75 COLOMBIA, CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo101. 76 NOGUERA, Laborde R. Introducción General al Derecho. Volumen 1. Pág. 31 y s.s. 77 NOGUERA, Laborde R. Op. Cit., Pág. 32 78 COPETE, Lizarralde A. Lecciones de Derecho Constitucional. Pág. 12 57 que debe seguir la administración para alcanzar esos cometidos estatales, como lo puede ser el progreso del país, en condiciones de igualdad, justicia, dignidad humana de cada uno de los integrantes de su población o de su colectividad, entre otros fines.* Algunas definiciones de tratadistas en lo concerniente a la Función Pública son: El doctor Javier Henao Hadrón (Ex magistrado Corte Constitucional) considera que: “La Función Pública es un empleo definido como el conjunto de funciones señaladas por la Constitución, la Ley o el reglamento, que deben ser desempeñadas por una persona natural para atender necesidades permanentes de la administración pública.”79 De la definición anterior se puede comprender que el doctor Henao, al ser un ex magistrado de la C. Const., asume una posición Constitucionalista y garantista, al definir el concepto de la Función Pública, no incorporando la doctrina en sentido amplio como fuente auxiliar del tema en comento, dado que las labores encomendadas a las personas naturales, deben provenir de una norma previamente establecida, y desarrollada en un manual de funciones, cuya única finalidad será la de cumplir con los cometidos estatales, así como garantizar los derechos; por un lado de las personas que prestan una función pública, y por otro, salvaguardar los derechos del conglomerado social en general, porque de lo contrario las labores propias de la Función Pública, serian lo que cada persona natural interpretara como tal, y ejerciera a su arbitrio, contrariando el principio de * La Corte Constitucional en tal sentido se ha pronunciado, argumentando: “(…) La necesidad de realizar los fines estatales le impone un sentido al ejercicio de la Función Pública por las autoridades. Éstas deben cumplir la Constitución y la ley, ponerse al servicio de los intereses generales, desarrollar los principios de la función administrativa y desempeñar para ello los deberes que les incumben. Una actitud contraria de las autoridades lesiona tales deberes funcionales. Como estos deberes surgen del vínculo que conecta al servidor con el Estado y como su respeto constituye un medio para el ejercicio de los fines estatales orientados a la realización integral de la persona humana, (…)”, Véase, COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL, Sentencia C- 673 de 2005 M.P. Clara Inés Vargas Hernández; entre otras, Sentencia C-988 de 2006 M.P Álvaro Tafur Galvis, “Demanda de inconstitucionalidad contra el numeral 10 del artículo 324 de la Ley 906 de 2004 “por la cual se expide el Código de Procedimiento Penal.” 79 OLANO GARCÍA, Hernán, Alejandro. Constitución Política de Colombia, Séptima Edición. Ediciones Doctrina y LKey Ltda. Bogotá, D.C. Pág. 442. 58 confianza legítima80 instituida por la C. Const. Pero en sentido estricto, como ya se había estudiado con anterioridad en el capítulo de Supremacía Constitucional, La doctrina Constitucional, por considerarse por la propia C.Const la misma Constitución,81desarrolla en sus jurisprudencias principios y guía con su hermenéutica el ejercicio adecuado del desempeño de la función pública, como se observara más adelante, lo que constituye un pilar fundamental vinculante respecto a la idónea actuación de las personas que fungen al servicio del Estado, como se observa en el tema en comento. Por lo tanto lo que si puede hacer la doctrina es interpretar, contextualizar y conceptualizar, ha manera informativa, lo que se puede apreciar en el concepto de Función Pública del Comité Jurídico Interamericano al determinar: “Que "Función pública" es toda actividad temporal o permanente, remunerada u honoraria, realizada por una persona natural en nombre del Estado o al servicio del Estado, o de sus entidades, en cualquiera de sus niveles jerárquicos.”82 Y en la definición del diccionario de Osario: “Las funciones «el ejercicio de un órgano 80 Cfr. COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-173 de 2008. Entre otras que constituyen en tal sentido línea jurisprudencial, Sentencia T-123 de 1995; Sentencia C-083 de 1995; Sentencia C-037 de 2000; Sentencia C-131 de 2004, Sentencia C-472 de 2009; Sentencia T- 210 de 2010; Sentencia C-634 de 2011; Sentencia T-717 de 2012. Véase; “La confianza legítima es un principio originado en el Derecho Alemán, que en términos de esta Corporación tiene su fundamento en los postulados constitucionales de seguridad jurídica, respecto al acto propio y buena fe, y constituye un instrumento válido para evitar el abuso del derecho”. 81 COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL, Sentencia T 414 de 1992 M. P. Ciro Angarita; Sentencia C104 de1993, Sentencia C-113 de 1993 M. P. Jorge Arango Mejía; Sentencia C-131 de 1993, C-083 de 1995 M.P. Carlos Gaviria Díaz; Sentencia T-123 de 1995 M. P. Eduardo Cifuentes; Sentencia C-037 de 1996 la Sentencia C-836 de 2001 M. P. Rodrigo Escobar Gil; Sentencia C-335 de 2008; Sentencia C-539 de 2011 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva; Sentencia C-634 de 2011 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva . En estos fallos se propone que la interpretación, el ejercicio hermenéutico, consignado en la Ratio Decidendi, de los fallos emitidos por la Corte Constitucional, tienen fuerza vinculante. Véase; La Doctrina Constitucional, instaurada en los fallos de la Corte Constitucional, es la propia Constitución. Como se constata en la siguiente línea jurisprudencial 82 Comité Jurídico Interamericano, "Guía http://www.oas.org/juridico/spanish/legmodel.htm. para 59 el legislador". Disponible en Web: o la actividad de un aparato» Son públicas cuando giran en torno a la actividad propia del Estado.”83 El doctor Rodríguez Libardo, asume una posición contractualista al definir: “La Función Pública se entiende como el conjunto de relaciones laborales entre el Estado y sus servidores.”84 De las anteriores definiciones de Función Pública, se observa que cada tratadista aborda el término desde diferentes puntos de vista interpretativos, pero todos guardando una correlación entre sí, la interpretación propia del autor de este documento le da la connotación de Función Pública, al ejercicio laboral que las personas naturales, vinculadas con una tarea estatal, ejercen para cumplir con los cometidos estatales, es decir con las metas trazadas que permitan suplir las necesidades de la colectividad, así como las necesidades propias de la administración, una función que debe ser constante y sin pausas, en aras de buscar unos fines comunes que no dan tregua ante la falta de continuidad. 3.1 LA FUNCIÓN PÚBLICA EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA En la Constitución Política de Colombia de 1991, se cambió el concepto de empleado oficial anteriormente utilizado, para referirse a aquellas personas naturales que le prestaban un servicio al Estado, bien sea por un nombramiento popular, por uno discrecional, por un contrato laboral o por uno de prestación de servicios; por el término de servidor público, para diferenciarlos, se establecieron cuatro criterios que el doctor Libardo Rodríguez,85 nos resume a continuación y 83 OSORIO, Manuel. Diccionario de Ciencias Jurídicas, políticas y sociales. Montevideo, Editorial Obra Grande. 1986. Pág. 330. 84 RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ, Libardo. Derecho Administrativo, general y colombiano, Quinceava Edición. Editorial Temis. 2007. Pág. 219. 85 Ibídem, Pág. 157 y ss. 60 que con base a ellos en la Constitución de 1991, fue incorporado el concepto de servidor público86. Los criterios fueron los siguientes: “a) Formalista: Este criterio tiene en cuenta la forma de vinculación; distingue entre contrato y acto administrativo para determinar la calidad del servidor público, bien sea trabajador oficial en el primer caso o empleado público en el segundo caso, pero este criterio no es definitivo, ya que en la práctica se observa el principio Constitucional que hace énfasis en que prima la realidad sobre las formas. b) Finalista: Este criterio se refiere a la actividad; si el funcionario cumple funciones administrativas, es empleado público y si por el contrario son funciones que no son propias de la esencia publica, entonces se denominan trabajadores oficiales. c) Organicista: Este criterio observa la clase de institución, si aquella es una institución Estatal de trabajadores se denominan empleados públicos, institución Estatal es de carácter lucrativo, se trabajadores oficiales empresa o servicio los pero si la denominan d) Mixto: este criterio fusiona el criterio organicista y el finalista, pues considera que no basta con tener en cuenta la clase de entidad, sino que también debe observarse la actividad en la que se desempeña el trabajador, este es el criterio corrientemente aplicado, aunque se deben analizar los demás aspectos especiales.”87 86 COLOMBIA, CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 123."…Son servidores públicos los miembros de las corporaciones públicas, los empleados y trabajadores del Estado y de sus entidades descentralizadas territorialmente y por servicios..." 87 GONZÁLEZ RODRÍGUEZ, Miguel. La Función Pública en Colombia, Segunda Edición. Bogotá, Librería Jurídica Wilches. 1987. Pág. 4. 61 Según los anteriores criterios, sin importar cuál de los cuatro sea el más acertado, coinciden en lo mismo, al reflejar que la Función Pública que presta un servidor público, parte de una relación contractual, entre un individuo y el Estado, de lo que se puede extraer que la Constitución de 1991, incorporó el concepto de servidor público, para fundamentar de una forma más clara y precisa, el ejercicio de la Función Pública, para que de este modo el legislador concibiera el desarrollo normativo al respecto,* como se puede apreciar en el Código Único Disciplinario, adoptado en el 2002.88 Por otro lado los criterios incorporados por la Constitución Política de 1991, se diferencian entre sí, al diferir que de acuerdo al tipo de entidad de la que emane la relación laboral, será la connotación del servidor, o contrario sensu dependiendo de qué tipo de vínculo surja la relación del individuo con el Estado en tratándose del tema en comento. El criterio mixto es el que mejor se adapta a la realidad, toda vez que no es solo la entidad la que determina la naturaleza de la persona que presta la Función Pública, sino su manual de funciones, o la norma de creación del cargo, además desde un punto de vista personal considero que; el concepto de servidor público se queda corto, al ser muy estricto, en el sentido solo adquiere tal connotación la persona natural que trabaja para una entidad pública con una relación laboral y un contrato laboral, dejando de lado no solo a los particulares que prestan sus servicios por medio de un contrato de prestación de servicios, sino además a los particulares que prestan una Función Pública y que están al servicio del Estado * En tal sentido, “La misma Ley 909 de 2004, que promueve el empleo de los concursos de méritos para el ingreso a los empleos de carrera administrativa, señala en el artículo 2° que los criterios de selección objetiva pueden aplicarse en los procesos de selección de funcionarios destinados a ocupar cargos de libre nombramiento y remoción, en virtud de la libertad de configuración que tiene el legislador en materia de regulación de la función pública.” Véase, COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL, Sentencia condicionada o interpretativa. M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub. 88 COLOMBIA, CONGRESO DE LA REPUBLICA, Ley 734 de 2002. Código Único Disciplinario. En particular el Titulo IV; derechos, deberes, prohibiciones, incompatibilidades, impedimentos, inhabilidades y conflicto de intereses del servidor público. ** En tratándose de los particulares que temporalmente prestan una Función Pública, como es el caso de los miembros de las Juntas de Calificación de Invalidez, están sujetos a la acción disciplinaria sancionadora “el presente régimen se aplica a los particulares que cumplan labores de interventoría o supervisión en los contratos estatales; también a quienes ejerzan funciones públicas, de manera permanente o transitoria, en lo que tienen que ver con estas, y a los que administren recursos públicos u oficiales." Ibídem, Artículo 53. 62 por desarrollar una labor propia del mismo, y que al igual que el servidor público, están sujetos al Código Único Disciplinario,** así como al control que ejerce la Procuraduría General de la Nación,89no siendo lo anterior la discusión que nos concierne en esta investigación, si es pertinente para la misma, la naturaleza de los particulares que ejercen una Función Pública, como en el caso de los miembros de las Juntas de Calificación de Invalidez del orden Nacional y Regional, así como los principios que la rigen, entre ellos los de más preponderancia para la justificación de nuestro interés, son el principio de mérito, en vista de que la mayoría de vacantes que hay en el Estado relacionadas con los particulares que prestan una función pública,**se suplen por medio de un concurso de méritos.90 89 COLOMBIA, CONGRESO DE LA REPUBLICA, Ley 100 de 1993. Artículos 42 y 43.Véase; Como en el caso de las Juntas de Calificación de Invalidez del orden Nacional y Regional. Que desde su creación en la Ley 100 de 1993, su naturaleza; es de instituciones privadas que prestan una Función Pública, y los miembros que las integran son particulares que temporalmente prestan una Función Pública, y el control de su ejercicio está sujeto a la Procuraduría General de la Nación. * Aunque la línea jurisprudencial de los principios se analizara de manera integral, más adelante, es pertinente señalar en este punto que el principio de mérito, es propio de la Función Pública y es el principio rector de aquellos aspirantes a ejercer una función pública, aparte que se sustenta en “El artículo 125 de la Constitución elevó a rango Constitucional el mérito como principio rector del acceso a la función pública, y consagró la regla general del sistema de carrera como su principal manifestación. En efecto, el artículo 125 superior dispone que el concurso público y el sistema de carrera son la regla general para la provisión de los empleos de todas las entidades y órganos del Estado, y que el ingreso a los cargos de carrera depende de los méritos y calidades de los aspirantes” Véase, COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia interpretativa y condicionada C-181 de 2010. 90 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-329 de 2009, M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub. En esta sentencia la Corte tuteló los derechos fundamentales a la igualdad y al debido proceso de dos demandantes, quienes pese a obtener los puntajes más altos en el concurso celebrado para proveer los cargos de gerentes de dos empresas sociales del estado, no fueron nombrados en los respectivos cargos. La Corte consideró que la expresión “la Junta Directiva conformará una terna, previo proceso de selección de la cual” del artículo 28 de la Ley 1122 de 2007 es manifiestamente inconstitucional y decidió implicarla con fundamento en la excepción de inconstitucionalidad. Entre otras, Sentencia 181 de 2010; Sentencia T-169 de 2011. **Al respecto la Corte Constitucional ha dicho “En relación con los parámetros de interpretación Constitucional para la administración, la jurisprudencia de esta Corporación ha establecido que (i) la Constitución es la norma de normas, (ii) su interpretación definitiva corresponde a la Corte Constitucional, de conformidad con el art. 241 Superior, (iii) que por tanto al ser la guardiana de la integridad y supremacía de la Constitución, la interpretación que haga de ella es vinculante para todos los operadores jurídicos, administrativos o judiciales; y (iv) que el nivel de vinculatoriedad del precedente judicial es absoluto en el caso de las autoridades administrativas, quienes no gozan de la autonomía que le corresponde a los jueces. A este respecto ha dicho la Corte: “La Constitución Política es una norma. Por lo mismo, su aplicación y respeto obliga a un constante ejercicio hermenéutico para establecer su sentido normativo. La función definitiva en esta materia corresponde a la Corte Constitucional, conforme se desprende del artículo 241 de la Constitución. 63 No sin considerar los otros principios menos importantes, como se analizará a continuación, claro está abordando dentro del amplio espectro de principios con el que cuenta el ordenamiento jurídico Colombiano, los más importantes, para el caso que nos concierne, ya que estos no se podrían agotar en un solo intento y menos aun cuando constantemente la C. Const., interpreta, incorpora y desarrolla nuevos preceptos en esa materia al ordenamiento jurídico Colombiano.* 3.2 PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES DE LA FUNCIÓN PÚBLICA La Función Pública, se constituye como uno de los pilares del desarrollo estatal Colombiano, ya que gracias a su correcto ejercicio, el Estado, construye día a día, sus ideales, cumpliendo con los cometidos estatales instituidos en la Constitución Política de 1991,91 consolidando por lo tanto, las garantías propias del Estado Social de Derecho, como bien lo expresa el doctor Pedro Alfonso Hernández: “Con la consolidación del Estado Social de derecho, se abre paso a una nueva generación de derechos fundamentales dentro los cuales la Constitución da especial tratamiento a los asuntos que atañe al trabajo y la seguridad social. El régimen de la Función Pública recibe un tratamiento privilegiado, puesto que cerca de la mitad de los 380 artículos de la Constitución Política contienen disposiciones sobre el modelo y el régimen de Función Pública en Colombia.”92 Por lo tanto, como garantía del cumplimiento de los fines estatales, dentro de un ejercicio de la Función Pública, para tal fin se instituyen una serie de principios, que guían el camino idóneo a transitar, y que desde la Constitución en sí misma, Véase, COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL, Sentencia hito C-539 de 2011. Respecto al mismo tema: Sentencia C-335 de 2008, Sentencia T-116 de 2004; Sentencia T-116 de 2004; Sentencia SU-1122 de 2001; Sentencia C- 836 de 2001; Ver además sentencias T-698 de 2004, T-252 de 2001, Sentencia T-439 de 2000, T-068 de 2000, SU- 047 de 1999, T-175 de 1997, Sentencia T-260 de 1995, entre muchas otras. 91 RODRÍGUEZ, Libardo. Derecho Administrativo. Pág. 157 y ss. 92 HERNÁNDEZ, Pedro Alfonso, "Evolución de la carrera administrativa y principios constitucionales del modelo de Función Pública en Colombia. Bogotá, Sep. 2006. Disponible en Web: http://www.iij.derecho.ucr.ac.cr/archivos/documentacion/inv%20otras%20entidades/CLAD/CLAD%20XI/do cumentos/hernaped.pdf 64 aclaran el panorama, irradiando todo el ordenamiento jurídico, en aras de conservar el espíritu propio del correcto ejercicio de la Función Pública.93 A la luz de la Ley 909 de 2004, se establecen como principios para el desarrollo de la función pública, los siguientes: Igualdad, mérito, moralidad, eficacia, economía, imparcialidad, transparencia, celeridad y publicidad.94 Es importante señalar en este punto, que el principio que más nos interesa desarrollar es el principio de mérito, en vista de que este es el principio más prevalente para la investigación, por considerarse por la Corte Constitucional, criterio rector del acceso a la Función Pública y por ser el principio que guía el acceso a los cargos de aquellos particulares que temporalmente prestarán una Función Pública, lo que se interpreta del artículo 125 de la Constitución Política,95 y que es uno de los motivos que justifican la hipótesis planteada en este trabajo, reiterando sin desconocer, la importancia de los demás principios rectores de la Función Pública, aunado a que la Corte Constitucional como se observa en la línea jurisprudencial analizada,96 en materia de los principios que enmarcan la 93 COLOMBIA, CONGRESO DE LA REPUBLICA, Ley 909 de 2004. Por el cual se expiden normas que regulan el empleo público, la carrera administrativa, gerencia pública y se dictan otras disposiciones. 94 Cfr. COLOMBIA, CONGRESO DE LA REPUBLICA, Ley 909 de 2004. Artículo 2. 1. 95 COLOMBIA, CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 125. 96 COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-631 de 1996. M.P: Antonio Barrera Carbonell. Consideraciones de la Corte. "Quienes como servidores públicos acceden a la Función Pública deben reunir ciertas cualidades y condiciones, que se encuentren acordes con los supremos intereses que en beneficio de la comunidad se gestionan a través de dicha función. Y, es por ello que tanto la Constitución como la Ley regulan las inhabilidades que comportan la carencia de dichas cualidades e impiden a ciertas personas acceder a la función pública". Sobre los principios que rigen la Función Pública. véase además la siguiente línea Jurisprudencial donde se trata de forma integral los principios que rigen la carrera administrativa, es decir la Función Pública, sentencia fundadora de línea C- 479 de 1992; y entre otras sentencias la C- 195 de 1994; C040 de 1995; C- 041 de 1995; C- 037 de 1996; C- 030 de 1997; C- 539 de 1998; C- 110 de 1999; C- 109 de 2000; C- 371 de 2000; C- 486 de 2000; Sentencia C-563 de 2000; C- 292 de 2001; C- 954 de 2001; C- 1177 de 2001; C- 517 de 2002; C- 1079 de 2002; C- 969 de 2003 y C- 077 de 2004; Sentencia C-1230 de 2005, además la siguiente sentencia de gran preponderancia en la materia Sentencia C-1262 de 2005, M.P. Humberto Antonio Sierra Porto y más recientemente la sentencia condicionada e interpretativa C-181 de 2010, M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub, que desarrolla el principio más prevalente para la investigación, por considerarse por la Corte Constitucional, criterio rector del acceso a la Función Pública y por ser el principio que guía el acceso a los cargos de aquellos particulares que temporalmente prestaran una Función Pública y que es uno de los motivos que justifican la hipótesis planteada en este trabajo, a su tenor: “El artículo 125 de la Constitución elevó a rango Constitucional el mérito como principio rector del acceso a la función pública, y consagró la regla general del sistema de carrera como su principal manifestación. En efecto, el artículo 125 65 Función Pública, no aborda uno por uno, sino que los aborda de una forma integral, por ser complementarios entre sí, dándole la connotación de rector; al principio de mérito, por lo que en tratándose de este tema, se abordarán los principios en conjunto, resaltando el mérito, como pilar que cimenta la Función Pública. Al respecto la C. Const. se pronuncia en una de las sentencias más importantes del tema, argumentando: “La provisión de empleos públicos a través de la figura del concurso, obedece a la satisfacción de los altos intereses públicos y sociales del Estado, en cuanto garantiza un Derecho fundamental como es el acceso a la función pública, realiza el principio de igualdad de tratamiento y de oportunidades de quienes aspiran a los cargos públicos en razón del mérito y la calidad y constituye un factor de moralidad, eficiencia e imparcialidad en el ejercicio de la función administrativa. Por lo tanto, la oportuna provisión de los empleos, con arreglo al cumplimiento estricto de las reglas del concurso y el reconocimiento efectivo de las calidades y el mérito de los concursantes asegura el buen servicio administrativo y demanda, cuando se presenten controversias entre la administración y los participantes en el concurso, de decisiones rápidas que garanticen en forma oportuna la efectividad de sus derechos, más aún cuando se trata de amparar los que tienen el carácter de fundamentales”.97 Desde esta óptica, la interpretación de la Corte Constitucional, evidencia que los principios de acceso a la administración pública, se subsumen entre sí, a la vez que se complementan, más se hace necesario rescatar que la relación Estadoaspirante a acceder a un cargo por vía de concurso de méritos, esta debe ser una relación de ganar-ganar; por un lado el aparato estatal consigue funcionarios que tengan capacidades, aptitudes y actitudes cualificadas, de tal forma elige el capital humano más idóneo, en aras de garantizar el cumplimiento de los fines estatales; por otro lado, por medio del concurso de méritos, guiado por los principios superior dispone que el concurso público y el sistema de carrera son la regla general para la provisión de los empleos de todas las entidades y órganos del Estado, y que el ingreso a los cargos de carrera depende de los méritos y calidades de los aspirantes” 97 COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-720 de 2008, M.P. Jaime Córdoba Triviño. 66 rectores, el aspirante a acceder a un cargo público, cuenta con las garantías de que el proceso de su interés va a llevarse a cabo, bajo criterios de transparencia y respeto por sus derechos, lo cual se constituye en una efectiva garantía de amparo constitucional de imparcialidad, lo que se refleja en la necesidad de observar todo lo concerniente a la función de la estructura del Estado con la esencia de los ideales consignados en la parte dogmática Constitucional, reflejada en el resto de normas que conforman el cuerpo normativo interno. Concepción que se desarrolla con mayor amplitud en la sentencia T- 169 de 2011, M.P. María Victoria Calle Correa, al estructurarse la Función Pública desde el principio de mérito, en términos de la Corte Constitucional: “El principio de mérito garantiza que la función administrativa se desarrolle con fundamento en los principios constitucionales de igualdad, moralidad y eficacia” , además es la propia Carta Fundamental la que en su artículo 125 eleva al rango de criterio rector del ejercicio público al mérito “Los empleos en los órganos y entidades del Estado son de carrera.(…)(…) El ingreso a los cargos de carrera y el ascenso en los mismos, se harán previo cumplimiento de los requisitos y condiciones que fije la Ley para determinar los méritos y calidades de los aspirantes.(…)”98 Como se observa, la Constitución se blinda al establecer los lineamientos para que mediante el correcto ejercicio de la Función Pública, se logren los cometidos estatales,* lo que efectivamente rige en el intervencionismo estatal, no solo como garantía de preservar lo que implica la connotación propia del Estado Social de Derecho, sino de conservar la integridad de los derechos plasmados en la Carta Fundamental, por lo que al mismo tiempo la Corte Constitucional recalca 98 Cfr. COLOMBIA, CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 125. Compleméntese con el Artículo 209, ibídem. * Respecto a lo cometidos estatales y los fines del estado, Véase, COLOMBIA. CORTE CONTITUCIONAL, Sentencia C-1174 de 2005; además la corte se ha pronunciado al decir que los principios rectores de la Función Pública: “Asegura el cumplimiento de los fines estatales de manera eficiente y eficaz, en conformidad con el artículo 209 de la Norma Superior, ya que la prestación del servicio público por personas calificadas redunda en la eficacia y eficiencia en su prestación, además de que el mérito como criterio único de selección equipa de neutralidad la función pública, conjura la reproducción de prácticas clientelistas y la saca de las oscilaciones partidistas.” Véase, entre otras, las Sentencias C-387 de 1996, M.P. Hernando Herrera Vergara, y la C-315 de 2007 M.P. Jaime Córdoba Triviño. En ambas con decisión unánime. 67 constantemente en sus fallos la imperatividad de la Constitución sobre el resto del ordenamiento jurídico. Así mismo al respecto, la relatoría de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia aborda el tema puntualizando y conceptualizando cada uno de los principios rectores de la Función Pública, fundamentándose en Sentencias de la Corte Constitucional. Es así como en providencia 29206, M.P. Yesid Ramírez Bastidas, aparte de explicar cada uno de los principios, expone claramente su complementariedad, entre sí. Al respecto con fundamento en la Sentencia generadora de línea jurisprudencial C-165 de 1993 de la Corte Constitucional, se concluye, al decir: “Tales principios no deben ser letra muerta sino que, por ejercicio de la Función Pública porque los mismos son la Constitución viva. Con razón se ha afirmado que la Constitución no sólo pretende que los derechos de los ciudadanos se hagan efectivos, esto es, que se borre la consabida brecha entre normas válidas y normas eficaces, también pretende que los mecanismos por medio de los cuales los ciudadanos ven garantizados sus derechos sean efectivos. De ahí el énfasis en los principios de igualdad, moralidad, eficacia, economía, celeridad, imparcialidad y publicidad de la función administrativa consagrada en el artículo 209 y la exigencia contemplada en el 228 para que los términos procesales se observen con diligencia so pena de sanciones.”99 99 COLOMBIA. CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Relatoría Sala de Casación Penal, providencia 29206, M.P. Yesid Ramírez Bastidas. En este pronunciamiento se conceptualiza de una modo claro, todo lo referente a principios de la Función Pública, exceptuando el principio de mérito el cual la Corte Constitucional desarrolla ampliamente en la sentencia condicionada e interpretativa, que compila otros pronunciamientos de esta corporación C-181 de 2010 “La introducción de este principio Constitucional persigue tres propósitos principales: En primer lugar, asegura el cumplimiento de los fines estatales de manera eficiente y eficaz, en concordancia con el artículo 209 superior. La prestación del servicio público por personas calificadas redunda en eficacia y eficiencia en su prestación. De otro lado, el mérito como criterio único de selección dota de imparcialidad la función pública, impide la reproducción de prácticas clientelistas y sustrae la Función Pública de los vaivenes partidistas. En segundo lugar, el mérito como criterio rector del acceso a la Función Pública garantiza varios derechos fundamentales de los ciudadanos: Permite la materialización del Derecho de las personas a elegir y ser elegido, así como el Derecho a acceder al desempeño de funciones y cargos públicos. También asegura el Derecho al debido proceso, pues demanda el establecimiento de reglas y criterios de selección objetivos que sean conocidos de antemano por los aspirantes al cargo. La garantía del debido proceso, a su vez, se relaciona directamente con el respeto de la buena fe y la confianza legítima en el cumplimiento de las reglas del proceso de selección. Adicionalmente, este principio protege el Derecho al trabajo, ya que si el mérito es el criterio determinante de la promoción y la permanencia en el empleo, 68 De acuerdo a lo anterior, es como los principios rectores de la Función Pública se constituyen como una norma superior, que permiten enmarcar unos parámetros claros en el ejercicio de la Función Pública, sin importar, y sin diferenciar entre sí, la función ejecutiva, legislativa o la judicial y que respecto a su fundamentalidad se erigen como normas de aplicación inmediata, en el desarrollo del ejercicio público, siendo una fuente ideal y preponderante, de acuerdo a su connotación axiológica, que como ideal que estructura el Estado Social de Derecho, garantiza la idoneidad de los funcionarios públicos, evitando el nepotismo, clientelismo, o politización de los cargos públicos o de los cargos que por concurso de méritos se le asignan a los particulares que temporalmente prestarán una Función Pública.100 únicamente la falta de mérito puede ser causal de remoción. En este sentido se debe recordar que los servidores públicos como trabajadores son titulares de derechos subjetivos, como el Derecho a la estabilidad y a la promoción en el empleo. En tercer lugar, la selección con fundamento en el mérito promueve la igualdad de trato y de oportunidades, pues, de un lado, permite que cualquier persona calificada para el cargo pueda participar en el respectivo concurso y, de otro, proscribe la concesión de tratos diferenciados injustificados. Este propósito se materializa, por ejemplo, en la exigencia de llevar a cabo procesos de selección basados exclusivamente en criterios objetivos. En este sentido, la Corte ha indicado que las razones subjetivas de los nominadores –por ejemplo de índole moral- no pueden prevalecer sobre los resultados de los concursos de selección. También ha rechazado los motivos secretos y reservados para descalificar a un candidato. Ha reiterado que la pertenencia a un partido político como criterio de selección fue prohibida por el propio constituyente en el artículo 125 superior. Por último, ha entendido que el uso de criterios raciales, étnicos, de género, económicos, ideológicos, religiosos o de índole regional para la selección del personal del Estado constituye una forma de discriminación.” * La función ejecutiva, función legislativa, función judicial, son funciones independientes la una de la otra, aunque su ejercicio debe guardar armonía con las demás, así como debe haber una efectiva cooperación entre sí, y son las que componen la función del estado “Es tradicional distinguir en el Estado tres funciones básicas, la legislativa, la ejecutiva y la jurisdiccional. Esas funciones se definen a partir de la ley. La función legislativa la emite, la ejecutiva la ejecuta o aplica y la jurisdiccional declara su alcance frente a las controversias entre particulares o en las de estos con las entidades públicas.” Véase, GARCÍA HERRERO, Orlando. Manual de Administración Pública. Bogotá D.C. 2001. Pág. 6 y s.s. 100 CHINCHILLA MARÍN, Carmen. La desviación de poder. Madrid 1989 y Segunda Edición actualizada y ampliada. Editorial Civitas. Madrid. 1999. Pág. 17 y s.s. 69 3.3 LOS PARTICULARES QUE PRESTAN FUNCIÓN PÚBLICA Como se analizó en el punto anterior acerca de la Función Pública, y siendo motivo que nos atañe el de aquel particular que presta una función pública, podemos deducir que particular es aquella persona natural o jurídica,101que por su naturaleza, es privada, es decir independiente, con autonomía presupuestal, administrativa, patrimonio propio diferente al del Estado, que desarrolla una actividad que no atenta contra el ordenamiento jurídico, en la búsqueda de un beneficio propio, que no debe desconocer el interés de la colectividad, pero que en principio en el ejercicio de su naturaleza particular, es sujeto del Derecho privado.* Del mismo modo, el ejercicio de la Función Pública por parte de los particulares, se diferencia en que mientras el particular a la luz del artículo 6 de la Constitución Política, ** solo es responsable por infringir la Constitución y la Ley, los particulares que prestan una labor pública, son responsables al igual que los servidores públicos, por contravenir la Constitución, la Ley y por la omisión o extralimitación propia del desempeño de su encomienda pública. 101 NOGUERA Laborde R. Introducción General al Derecho. Volumen 1. Pág. 2 y ss. * Al respecto del régimen privado, la Corte Constitucional refiriéndose a las Empresas de Economía mixta, Fundamenta esta apreciación, que si bien lo expresa a un caso particular, su discurso sirve de fuente en un sentido abstracto. “El artículo 97 de la Ley 489 de 1998 precisa que las sociedades de economía mixta “desarrollan actividades de naturaleza industrial y comercial” y este elemento de su configuración aporta una importante explicación acerca del régimen jurídico al que se somete la responsabilidad de sus servidores y de la exclusión de algunas de ellas del conjunto de los sujetos que son disciplinables de conformidad con la Ley 734 de 2002. La responsabilidad exigida de acuerdo con las reglas del Derecho privado a las que, por regla general, las ha sometido el legislador, tiene clara correspondencia con el objeto social de las sociedades de economía mixta que, si bien es cierto, cuentan con aportes de índole pública, están caracterizadas por el ánimo de lucro que persiguen los comercialmente asociados, mediante el desarrollo de actividades industriales o comerciales que acercan al Estado o a sus entidades al ámbito propio de los particulares, hasta el punto de tornar recomendable la sujeción a un régimen de Derecho privado, juzgado más acorde con “el tipo de actividades industriales y comerciales”, con “la situación de concurrencia con los particulares y con razones funcionales y técnicas atinentes al cumplimiento de su objeto social.” Véase, COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL, Sentencia C-338 de 2011, M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo. **“Los particulares sólo son responsables ante las autoridades por infringir la Constitución y las leyes. Los servidores públicos lo son por la misma causa y por omisión o extralimitación en el ejercicio de sus funciones”. Véase, COLOMBIA, CONSTITUCIÓN POLÍTICA, Artículo 6. 70 Desde esta óptica en lo que se refiere a un particular que presta una Función Pública, se evidencia que está sujeto y responde conforme al régimen del Derecho público,102 por la sola circunstancia de prestar un servicio de carácter público, si bien la naturaleza de ese particular sigue siendo privada, su fin es el de prestar una labor pública, que por regla general, en principio correspondería al Estado proporcionar, por lo que al igual que el poder público, debe garantizar que los cometidos estatales encomendados en su función, se cumplan a cabalidad, trabajando armónicamente con el Estado, respetando los preceptos consagrados en la Constitución y las normas en general, además ajustando su función con una serie de principios que guían el camino de su labor pública y de las normas que los regulan, no teniendo dirección distinta, que alcanzar los fines estatales, como ya expuso anteriormente.103 El anterior criterio es reiterado por la Corte en las Sentencias C-563 de 1998 y C181 de 2002. En la Sentencia C-037 de 2003, la Corte amplia e impulsa este criterio, al considerar que el ejercer o cumplir funciones públicas es un elemento esencial para determinar si el particular es o no sujeto del control disciplinario. Y más recientemente en la Sentencia C-338 de 2011, estipula: “La Corte, al precisar el concepto de función pública, dice que ésta es el conjunto de funciones que cumple el Estado, a través de los órganos de las ramas del poder público, de los órganos autónomos e independientes y de las demás entidades o agencias públicas, en orden de alcanzar sus fines; funciones que no sólo son predicables de las personas que se vinculan al Estado mediante la elección o nombramiento y la posesión del cargo, sino también de los particulares que, en los casos establecidos en la Constitución y la ley, pueden investirse de la autoridad del Estado y desempeñar funciones públicas administrativas o judiciales.”104 102 COLOMBIA, CONGRESO DE LA REPUBLICA, Ley 734 de 2002. Artículo 53. Sujetos disciplinables. “El presente régimen se aplica a los particulares que cumplan labores de interventoría en los contratos estatales; que ejerzan funciones públicas, en lo que tienen que ver con estas; presten servicios públicos a cargo del Estado, de los contemplados en el artículo 366 de la Constitución Política, administren recursos de este, salvo las empresas de economía mixta que se rijan por el régimen privado. Cuando se trate de personas jurídicas la responsabilidad disciplinaria será exigible del representante legal o de los miembros de la Junta Directiva.” Compleméntese con la Sentencia de la Corte Constitucional. 103 COLOMBIA, CONGRESO DE LA REPUBLICA, Ley 734 de 2002, Código Único Disciplinario, “ 104 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-338 de 2011. 71 Como se observa, el particular que presta una Función Pública es sujeto del Derecho público, y por lo tanto responde como tal. En el mismo sentido el poder público debería respetarle sus garantías, al consignar en una Ley y no en un Decreto Reglamentario, la regulación de su ejercicio, como lo estipula la Constitución con el principio de reserva legal en lo concerniente al particular que desempeña una Función Pública105 y como posiblemente no sucedió, con la estipulación de una inhabilidad en el caso de las Juntas de Calificación de Invalidez del orden Nacional y Regional, con el Decreto Reglamentario 2463 de 2001.106 Del mismo modo, los particulares llamados a ejercer la función pública, no son servidores públicos, como lo explica el doctor Orlando García: “…dentro de los servidores públicos, además de los miembros de las corporaciones públicas, de los empleados públicos o funcionarios públicos y de los trabajadores públicos, se cuentan los particulares que son llamados eventualmente a ejercer funciones públicas y quienes por ese solo hecho, no adquieren el carácter de servidores públicos.”107 Se observa entonces que los particulares que prestan una función pública, son sujetos del Derecho público conforme al sentido objetivo y material, propio de su función, porque al ser una labor propia del Estado, su realización por parte del particular tiene un interés público. Contrario a que el vínculo de la relación Estadoparticular, formalmente no le da la prerrogativa al particular de ser servidor público.108 105 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 123. 106 COLOMBIA. PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA. Decreto Reglamentario 2463 de 2001. Artículo 18. 107 GARCÍA HERREROS, Orlando. Manual de Administración Publica, Bogotá D.C., 2001, Página 148. 108 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-286 de 1996; Sentencias C-563 de 1998, Sentencia C-1076 de 2002; Sentencia C-181 de 2002; Sentencia C-127 de 2003; Sentencia C-181 de 2002; Sentencia C-037 de 2003; Sentencia C-529 de 2006; Sentencia C-736 de 2007; Sentencia 338 de 2011. 72 4. COMPETENCIA CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD DE LOS DECRETOS REGLAMENTARIOS A CARGO DEL CONSEJO DE ESTADO La competencia jurisdiccional en lo referente al Control de Constitucionalidad que consagró nuestra Constitución, es de una gran amplitud al abarcar como protección de la Supremacía de la Carta Fundamental, de las contingencias o atropellos normativos que puedan afectarla tanto por parte del legislador, como por el resto de operadores normativos, de donde se extrae para el caso que nos atañe la competencia residual que tiene el Consejo de Estado, para ejercer Control de Constitucionalidad, en unas circunstancias especiales, como se analizaran más adelante. Antes de la Constitución Política de Colombia de 1991, no existía dentro de la jurisdicción la Corte Constitucional, por lo que le correspondía a la Corte Suprema de Justicia, en primera medida efectuar ese Control Constitucional, Corte que por su preponderancia dentro del ordenamiento jurídico, adquirió el nombre de “Corte de Oro”,* y función que permaneció latente por parte de esa corporación hasta que tras el surgimiento de la Carta Fundamental de 1991, esa facultad fue adquirida imperantemente por la C. Const.,109 situación que cambió radicalmente la estructura de la jurisdicción, al otorgarle no solo esa competencia a la corporación en comento, sino al conceder la facultad al Consejo de Estado para que de forma residual,110 actúe ejerciendo control de constitucionalidad en unos casos específicos que no sean de competencia de la Corte Constitucional, por lo que el ordenamiento jurídico Colombiano cuenta con un control de constitucionalidad difuso, como se explicará más adelante. Siendo el anterior motivo uno de tantos, que genera el famosos “choque de trenes”, es decir, la disputa por tomarse la atribución de organismo de cierre dentro del ordenamiento jurídico.* 109 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 239 y ss. * Bajo la vigencia de la Constitución de 1986 al no existir la Corte Constitucional creada con la Constitución de 1991 le correspondía a la Corte Suprema de Justicia, conocer del control de constitucionalidad. Véase, entre otros fallos de control de constitucionalidad a cargo la Corte Suprema de Justicia: Sentencia del 2 de agosto de 1912, M.P. Alberto Suárez Murillo en Gaceta Judicial. Título XXII. Pág. 5 y s.s.; Sentencia del 28 de julio de 1924, M.P. Luis R. Rosales en Gaceta Judicial. Título XXXI. Pág. 53 y s.s.; Sentencia del 7 de octubre de 1936, M.P. Eduardo Zuleta Ángel en Gaceta Judicial. Título XLIV. Pág. 8 y s.s., etc., citados por MARTÍNEZ CABALLERO, Alejandro, “Tipos de sentencias en el Control Constitucional de las leyes: la experiencia colombiana”, en: Revista de la Academia Colombiana de Jurisprudencia Núm. 316, Bogotá, D.C., junio de 2000. Pág. 96 y s.s. 110 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 237.2. 73 En este sentido, de acuerdo a la Constitución Política de 1991 y la Ley Estatutaria de Administración de Justicia, Ley 270 de 1996, el Control de Constitucionalidad busca obtener unas condiciones de máxima seguridad jurídica, que por medio de la hermenéutica Constitucional, permita garantizar el amparo supremo, buscando siempre fines de justicia material y formal, logrando una efectiva Supremacía Constitucional. La Constitución otorgó en ese sentido como mandato propio de las funciones que les competen, ejercer el control de Constitucionalidad a la Corte Constitucional,111el Consejo de Estado,112 los jueces de tutela,113 los tribunales administrativos114 y los demás organismos115 estales que formalmente deben funcionar con apego a los designios constitucionales, del mismo modo se desprende que el deber encomendado por la Carta Fundamental es de obligatorio cumplimiento, por lo cual toda la colectividad aunque materialmente no sean competentes para conocer de la materia controladora de inconstitucionalidades, en su actuar diario si les compete el respeto por la Constitución. * Los temas específicos que son obligatoriamente propios del control ejercido por parte de la corte constitucional, y que son impostergables, indelegables e irrenunciables, son los consagrados en la Constitución Política Colombiana, Artículo 241 111 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo. 241 y ss. Ley 270 de 1996; Ley Estatutaria de la Administración de Justicia, Articulo 86. Además, Corte Constitucional. Sentencia C-180 de 1994; Sentencia C-560 de 1999 M.P. Carlos Gaviria Díaz. 112 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo. 237 y ss. Ley 270 de 1996; Ley Estatutaria de la Administración de Justicia. 113 Véase, COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 228 y ss. Ley 270 de 1996; Ley Estatutaria de la Administración de Justicia, Artículo 86, 88, 89. 114 COLOMBIA. CONGRESO DE LA REPUBLICA. Ley 1437 de 2011, Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo. Artículo 151 y ss. Además, Corte Constitucional, Sentencia C-180 de 1994. 115 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 4. Además, Corte Constitucional, Sentencia C037de 1996 M.P. Vladimiro Naranjo Mesa. 74 4.1 CONTROL CONSTITUCIONAL COMO GARANTÍA DE LA SUPREMACÍA DE LA CONSTITUCIÓN El Control de Constitucionalidad, surge entonces como un mecanismo de protección de la Carta, en la medida con la que se Constitucionalizó el Derecho,116 para garantizar la salvaguarda de la Supremacía de la norma de normas, por lo que sin ese control todo el mundo la pasaría por alto, lo que generaría inseguridad jurídica al interior del Estado, lo que evidentemente se reflejaría en el Derecho internacional, como la no viabilidad, de dicho Estado por inseguridad juridica, por citar un ejemplo: para la inversión, o llevar a cabo relaciones comerciales, lo que afectaría el progreso del país. La Corte Constitucional, como principal guarda de la Constitución, se ha pronunciado al respecto: “La Supremacía normativa de la Constitución, tiene como su principal garantía la existencia del control de constitucionalidad, a cargo de determinados órganos del poder judicial. En principio, todos los poderes públicos deben velar porque la producción del Derecho se ajuste a las reglas formales y contenidos materiales del orden constitucional, del mismo modo que sus actuaciones concretas. Así, los actos del gobierno, la actuación de las autoridades administrativas -y de algunos particulares en casos especiales-, las mismas decisiones de los jueces y los actos de legislación, se hallan dominados por el principio de Supremacía de la Constitución y sujetos a diversos tipos de exámenes de constitucionalidad de los mismos, en unos casos a través de mecanismos de control concreto de la constitucionalidad de las actuaciones públicas -por vía de acción o excepción- y en otros eventos mediante modalidades de control abstracto de los actos legislativos, las Leyes y otras normas generales -por vía de acción o por ministerio de la Constitución .”117 116 GARCÍA DE ENTERRÍA, Eduardo. La Constitución como norma y el Tribunal Constitucional. Editorial Civitas. Madrid. 1991. 117 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-415 de 2012. Demanda de inconstitucionalidad contra el parágrafo del artículo 135 de la Ley 1437 de 2011 “Por la cual se expide el Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo”. Referencia: Expediente D-8820. Actor: Fernando Yepes Gómez. M.P.: Mauricio González Cuervo. 75 Dentro de esos planteamientos de la Corte Constitucional, se puede recalcar que el Control de Constitucionalidad es un deber que nace desde la propia Constitución, para garantizar su salvaguarda, y es un deber en el sentido que le corresponde, a toda la estructura del aparato estatal la obligación de respetar la Constitución, lo que a la luz del artículo 4 de la Constitución Política,118 refleja tal designio a toda la colectividad. Abordar este amplio campo del Derecho jurisdiccional Colombiano, en este trabajo es un ideal, sin embargo tal esfuerzo no sería suficiente en esta investigación, por lo extenso del tema, aunado a que la profundidad del mismo no es la esencia de este intento, por lo que el tema se debe acotar al punto relevante y pertinente para nuestra investigación, en aras de seguir elaborando un mapa de navegación que nos facilite la conceptualización teorética y que por lo tanto, nos permita ubicarnos en la acción de nulidad por inconstitucionalidad y su organismo competente, justificando el mecanismo idóneo para buscar la nulidad del artículo 18 del Decreto Reglamentario 2463 de 2001, motivo de la hipótesis formulada y la cual a lo largo del trabajo se ha pretendido justificar. En concreto en tratándose del tema, nos vemos en la tarea de abordar en este punto solo el Control de Constitucionalidad que ejerce el Consejo de Estado, porque en el caso específico de la hipótesis planteada, se constituye este, en el organismo esencial y competente para conocer de la acción de nulidad por Inconstitucionalidad, por tratarse la investigación de un Decreto emanado de la facultad reglamentaria del Gobierno Nacional. 4.2 PODER JUDICIAL DE CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD El Control de Constitucionalidad se plantea no solo como una garantía de fundamentalidad de la Constitución, sino como un servicio público a cargo del Estado. Los preceptos consignados dentro de la Constitución desde un punto de vista dogmático, pueden ser vistos como aquel deber ser, compilado en el mundo ideal, por lo que como un deber ser, se debe alcanzar, eso sería lo ideal, y para lograrlo corresponde efectuar un control eficiente y eficaz, toda vez que el ser nos 118 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 4. “La Constitución es norma de normas. En todo caso de incompatibilidad entre la Constitución y la Ley u otra norma jurídica, se aplicarán las disposiciones constitucionales. Es deber de los nacionales y de los extranjeros en Colombia acatar la Constitución y las leyes, y respetar y obedecer a las autoridades. 76 muestra la realidad, y ésta es en el status quo vigente, que el sistema se corrompe rompiendo la armonía normativa, bien sea porque los creadores de las normas son seres humanos, que no están ajenos al error, o porque los intereses particulares de cada uno de los individuos terminan permeando el sistema,* viciándolo de designios desviados y manipulados que atentan contra ese deber ser.119 Se hace necesario para la efectiva aplicación de la Constitución, como norma suprema, un control que corrija los vacíos, ambigüedades, oscuridades, errores y vicios legales, teniendo como resultado una garantía real de protección que permita alcanzar los fines estatales consagrados como ideales dentro de la sociedad. Respecto a la titularidad del poder jurisdiccional del Control de Constitucionalidad, la Corte Constitucional se ha pronunciado al respecto, al decir: “La titularidad del poder judicial de control de constitucionalidad abstracto, ha sido radicado en cabeza de la Corte Constitucional y el Consejo de Estado. En la primera, respecto de normas constitucionales, legales, decretos a los que la Constitución les asigna fuerza de ley, y otros actos con contenido material de Ley o que forman parte del trámite legislativo. Al Consejo de Estado, en relación con “decretos dictados por el Gobierno Nacional, cuya competencia no corresponda a la Corte Constitucional”. Con tal sistema de control judicial se busca que en la expedición de las normas que integran el ordenamiento jurídico, se respete la jerarquía de la Carta Fundamental, como norma de normas, de modo que en todo caso de incompatibilidad entre la Constitución y la Ley u otra norma jurídica, se aplique las disposiciones * Evocando al mundo ideal Aristotélico a ese “opus uranus” del que la realidad es un reflejo imperfecto, propio de la actividad humana, que se mantiene en el error da la realidad, se fundamenta este punto en uno que otro fragmento de autoría de Aristóteles “(…) el legislador que dicta la ley; está por entero en la naturaleza misma de las cosas; porque ésta es precisamente la condición de todas las cosas prácticas. Por consiguiente, cuando la Ley dispone de una manera general, y en los casos particulares hay algo excepcional, entonces, viendo que el legislador calla o que se ha engañado por haber hablado en términos generales es imprescindible corregirle y suplir su silencio, y hablar en su lugar, como él mismo lo haría si estuviese presente (…)”ARISTÓTELES. Ética a Nicómaco, Libro V, Capitulo. X. Traducción de Mariano de Azcarate. México, 1922. 119 CHINCHILLA MARÍN, Carmen. La desviación de poder. Segunda Edición actualizada y ampliada. Editorial Civitas. Madrid. 1999. Pág. 17 y s.s. 77 constitucionales, tal constitucional.”120 como lo preceptúa el artículo 4° Entonces, en el mismo sentido de la Corte Constitucional, le es dable ejercer este control a los órganos jurisdiccionales, porque son ellos quienes aplican la Ley, y propenden por la justicia, en primer lugar correspondiéndole en lo que se refiere al Control Constitucional de los actos jurídicos emanados por el Poder Legislativo y en circunstancias especiales en las que el Poder Ejecutivo tiene la facultad de que sus pronunciamientos tengan fuerza material de Ley, a la Corte Constitucional; y en segundo lugar de los actos jurídicos emanados del Poder Ejecutivo, en el uso de sus facultades administrativas, al Consejo de Estado, porque de ninguna manera se puede ser juez y parte dentro de una violación flagrante de la Constitución, ya que esto llevaría a que el ordenamiento jurídico y en si el Estado, se desvié a una forma impura del poder, a una demagogia, anarquía o dictadura,121 que se ha visto a lo largo de la historia trae consigo consecuencias nefastas. 4.3 CONTROL CONSTITUCIONAL DIFUSO En razón de lo anterior, el control abstracto de constitucionalidad en Colombia es difuso,122 por cuanto no es ejercido por un solo órgano del Estado sino por varios: La Corte Constitucional como función esencial y permanente, en su carácter de supremo órgano de la jurisdicción Constitucional, el Consejo de Estado, por vía residual, pues como ya se ha indicado, éste también ejerce funciones de ese orden, pero no en un sentido amplio y abstracto, sino como coadyuvancia en el ejercicio de control de constitucionalidad a cargo de la Corte Constitucional. En consonancia con lo anterior, se suma que aparte de que el Control Constitucionalidad dentro del ordenamiento jurídico Colombiano es difuso, el 120 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-415 de 2012. Demanda de inconstitucionalidad contra el parágrafo del artículo 135 de la Ley 1437 de 2011 “Por la cual se expide el Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo”. Referencia: Expediente D-8820. Actor: Fernando Yepes Gómez. M.P.: Mauricio González Cuervo. 121 ARISTÓTELES, Política. México, Porrúa, 1982. Pág. 205 y s.s. 122 COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL. M.P. Carlos Gaviria Díaz. Sentencia C-560 del 4 de agosto de 1999.Respecto al control difuso Véase, Sentencia C-1154 de 2008. 78 aludido control debe ser abordado de una forma abstracta e integral dentro del ejercicio hermenéutico propio del juez. En tal sentido, la Sentencia de la Corte Constitucional C- 415 de 2012, es trascendente porque constituye la compilación de varios pronunciamiento de la Corte respecto al tema de Supremacía Constitucional y de la competencia de control abstracto de constitucionalidad a cargo de la C. Const., y del Control integral a cargo del CE, por ser una Sentencia que busca la inconstitucionalidad del parágrafo del artículo 135 de la Ley 1437 de 2011 (Código Administrativo y de lo Contencioso Administrativo) al preceptuar que el Consejo de Estado, en el control de constitucionalidad que haga en las demandas de nulidad por inconstitucionalidad, no estará limitado a fallar con base en los cargos formulados en la demanda, sino que dentro de su ejercicio hermenéutico puede adaptar su fallo, fundamentándolo en la violación de cualquier norma constitucional, así esa norma no haya sido incoada en la demanda.123 Respecto al Control Constitucional ejercido de forma residual por el Consejo de Estado, la Corte Constitucional, como guardiana por antonomasia, ya se había pronunciado al respecto, aceptando tal situación, fundamentándose en que el amparo de la Supremacía Constitucional, debe ser de inmediata protección, por lo 123 COLOMBIA. CONGRESO DE LA REPUBLICA, Ley 1437 de 2011, Artículo 135. Nulidad por Inconstitucionalidad. Los ciudadanos podrán, en cualquier tiempo, solicitar por sí, o por medio de representante, que se declare la nulidad de los decretos de carácter general dictados por el Gobierno Nacional, cuya revisión no corresponda a la Corte Constitucional en los términos de los artículos 237 y 241 de la Constitución Política, por infracción directa de la Constitución. También podrán pedir la nulidad por inconstitucionalidad de los actos de carácter general que por expresa disposición Constitucional sean expedidos por entidades u organismos distintos del Gobierno Nacional. PARÁGRAFO. El Consejo de Estado no estará limitado para proferir su decisión a los cargos formulados en la demanda. En consecuencia, podrá fundar la declaración de nulidad por inconstitucionalidad en la violación de cualquier norma constitucional. Igualmente podrá pronunciarse en la sentencia sobre las normas que, a su juicio, conforman unidad normativa con aquellas otras demandadas que declare nulas por inconstitucionales. Al respecto del Control Constitucional integral, entendido esto, como la confrontación hermenéutica que el intérprete que está haciendo el juicio de constitucionalidad, debe observar dentro de todo el articulado constitucional; la norma posiblemente vulnerada y confrontarla con la norma demandada por inconstitucionalidad, así la norma Constitucional infringida no se haya formulado en los cargos de la demanda. Véase, Sentencia C-153 de 2002, “En desarrollo del artículo 241 de la Constitución Política, la Corte Constitucional deberá confrontar las disposiciones sometidas a su control con la totalidad de los preceptos de la Constitución” entre otras; COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL, Sentencia C- 739 de 2001; “la posibilidad de invocar argumentos adicionales sustentados en otras normas fundamentales que servirán para adoptar una mejor decisión.” Sentencia C-037 de 1996; “por cuanto el Control Constitucional de las Leyes no es rogado sino integral, ya que corresponde a esta Corporación estudiar las normas impugnadas frente a la totalidad de los preceptos de la Constitución, y no únicamente en relación con las disposiciones constitucionales señaladas por el actor” Sentencia C-497 de 1998; Sentencia C-415 de 2012. 79 que el control no está a cargo únicamente de ella, sino que irradia a todas las instituciones del Estado, por ser la norma fundante del Estado, lo que logra consolidar la prevalencia de los fines esenciales del mismo, por lo que al Consejo de Estado, al igual que la Corte, le es dable asegurar el efectivo cumplimiento de los designios constitucionales. Al respecto concluyó, en la sentencia C-197 de 1999, que: “…tratándose de derechos fundamentales de aplicación inmediata, el juez administrativo a efecto de asegurar su vigencia y goce efectivos debe aplicar la correspondiente norma constitucional, en forma oficiosa, así la demanda no la haya invocado expresamente”.124 Lo que evidencia que en aras del principio de impulso del proceso, la alta Corte de la jurisdicción administrativa tiene la obligación de analizar la demanda en concreto y en el ejercicio interpretativo, abarcar de una forma amplia e integral, buscando dentro de todo el espectro normativo Constitucional, la posible norma Constitucional vulnerada, sin ser necesaria la total claridad de la parte que incoó la acción, entonces le corresponde al Consejo de Estado como entidad cualificada y legitimada esclarecer los hechos, ajustarlos a la norma constitucional, en aras de buscar siempre la verdad y la justicia. 4.4COMPETENCIA DE CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD A CARGO DEL CONSEJO DE ESTADO El Consejo de Estado como suprema corte de la jurisdicción contenciosa administrativa, además de las atribuciones propias de su función pública125 por mandato Constitucional, posee la facultad de ejercer Control Constitucional, con el fin de conservar la integridad y Supremacía de la Constitución Política, por lo que es competente para conocer de: 124 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-197 de 1999. 125 COLOMBIA. CONGREO DE LA REPUBLICA. Artículo 237; Ley estatutaria 270 de 1996, Artículo 35, 37, 38; Ley 446 de 1998, Artículo 33. 80 “(…) las acciones de nulidad por inconstitucionalidad de los decretos dictados por el Gobierno Nacional, cuya competencia no corresponda a la Corte Constitucional”.126“El Consejo de Estado se dividirá en salas y secciones para separar las funciones jurisdiccionales de las demás que le asignen la Constitución y la ley.”127 Así las cosas, en materia de control abstracto de Constitucionalidad, respecto a Decretos expedidos por el Ejecutivo, la Corte Constitucional128ocupa la más amplia competencia y el Consejo de Estado, por vía residual, conoce de todos aquellos actos que no están atribuidos a la Corte.129 Corresponde entonces al Consejo de Estado: “(…) Conocer de las acciones de nulidad por inconstitucionalidad de los decretos dictados por el gobierno nacional, cuya competencia no corresponda a la Corte Constitucional”.130 126 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Artículo 237.2. 127 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. M.P. Carlos Gaviria Díaz. Sentencia C-560 del 4 de agosto de 1999. Expediente D-2303. 128 COLOMBIA, entre otras sentencias de la CORTE CONSTITUCIONAL: C-447 de 1992 (Decreto 680 de 1992), C-556 de 1992 (Decreto 1155 de 1992), C-366 de 1994 (Decreto 1178 de 1994),C-466 de 1995 (Decreto 1370 de 1995), C-027 de 1996 (Decreto 1900 de 1995),C-122 de 1997 (Decreto 80 de 1997), C-300 de 1994 (Decreto N° 874de 1994), C-802 de 2002 (Decreto 1837 de 2002), C-070 de 2009 (Decreto 3929 de 2008), C-135 de 2009 (Decreto 4333 de 2008), C-254 de 2009 (Decreto 4704 de 2008), C- 843 de2010 (Decreto 2693 de 2010), C-156 de 2011 (Decreto 4580 de 2010) y C-216 de 2011 (Decreto 20 de 2011), C049 de 2012. 129 COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL. M.P. Carlos Gaviria Díaz. Sentencia C-560 del 4 de agosto de 1999. Además respecto a la competencia de Control Constitucional a cargo del CE, de Decretos Reglamentarios expedidos por el Gobierno Nacional, Véase, línea jurisprudencial; Sentencia 415 de 2012; Sentencia C-049/12; Sentencia C-156 de 2011; Sentencia C-522 de 2009; Sentencia C-259 de 2008; Sentencia C-1154 de 2008; Sentencia C-1191 de 2008; Sentencia C- 094 de 2007; Sentencia C-790 de 2006; Sentencia C-739 de 2001; Sentencia C-927 de 2000; Sentencia C-217 de 1996; Sentencia; Sentencia C-508 de 1996; Sentencia C-189 de 1994; Sentencias C-250 de 1994. Entre otras. 130 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 237.2. 81 Y esos decretos de los cuales no es competente la C. Const., se encuentran consignados en el artículo 241 de la Constitución Política,131 como evidentemente lo ratifica la Corte, al expresar: “(...) ¿Sobre cuáles decretos puede pronunciarse el Consejo de Estado en ejercicio de la competencia prevista en el numeral 2º del artículo 237 constitucional? La respuesta es evidente: sobre todos los que no estén contemplados dentro de las atribuciones que la Constitución Política confiere a la Corte Constitucional. Articulo 241 Así, entonces, resulta inconstitucional que el legislador estatutario entre a hacer una enumeración taxativa de los decretos objeto de control por parte del tribunal supremo de lo contencioso administrativo, pues ello no está contemplado en el artículo 237 en comento y tampoco aparece en parte alguna de esa disposición –como sí sucede para el numeral 1º.- una facultad concreta para que la Ley se ocupe de regular esos temas. Limitar de esa forma los alcances del numeral 2º del artículo 237 de la Carta es a todas luces inconstitucional (...)".132 Desde luego para la C. Const. el Gobierno, no solo produce actos administrativos propios de su gestión y del funcionamiento de su estructura, sino que le corresponde desarrollar la Ley, como autoridad del poder ejecutivo, por lo que estos actos, en aras de salvaguardar la Supremacía de la Carta Fundamental, como garantía del Estado Social de Derecho, deben ser objeto de control, buscando siempre la subordinación a la Constitución y a la armonía normativa que protege. En consecuencia, todos los decretos de carácter general (distintos de los que tienen contenido legislativo) dictados por el Gobierno Nacional, no atribuidos a la Corte Constitucional, pueden ser demandados por inconstitucionalidad ante el Consejo de Estado.133 Por lo tanto, el Control de Constitucionalidad de los 131 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Articulo 241; COLOMBIA, Corte Constitucional. M.P. Carlos Gaviria Díaz. Sentencia C-560 del 4 de agosto de 1999. 132 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. M.P. Carlos Gaviria Díaz. Sentencia C-560 del 4 de agosto de 1999. Expediente D-2303. 133 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. M.P. Carlos Gaviria Díaz. Sentencia C-560 del 4 de agosto de 1999. *“Tratándose de decretos dictados por el Gobierno Nacional, comparten competencia para su conocimiento la Corte Constitucional y el Consejo de Estado. Corresponde al Tribunal Constitucional, decidir las demandas de 82 Decretos expedidos por el Gobierno Nacional, el conocimiento lo comparten entre la Corte Constitucional y el Consejo de Estado.* Concluyendo, es pertinente para la investigación el observar que el Consejo de Estado es el organismo competente para conocer de las acciones de nulidad por inconstitucionalidad de los Decretos de carácter general, impersonal y abstracto, que no tengan fuerza material de Ley, que expida el Gobierno Nacional. 4.5 ACCIÓN DE NULIDAD POR INCONSTITUCIONALIDAD EN EL ORDENAMIENTO JURÍDICO COLOMBIANO La pertinencia de analizar este punto para la investigación, es observar que la acción de nulidad por inconstitucionalidad, entendida como el mecanismo consagrado en la Constitución, por medio del cual, cualquier ciudadano puede solicitar ante el Consejo de Estado, que se declare la inconstitucionalidad de cualquier Decreto dictado por el Gobierno Nacional que vulnere la Carta Fundamental, cuya competencia no corresponda a la C. Const.; como ya se hizo claridad en la exposición que precede este punto y que por lo tanto, se ubica como la herramienta idónea para buscar el amparo constitucional, en el caso hipotético en el que la Supremacía de la Carta haya sido infringida por la estipulación de una inhabilidad en el Decreto Reglamentario 2463 de 2001, como justificación de la hipótesis planteada. Recalcando como se analizó en los acápites anteriores, la autoridad competente dentro de la jurisdicción Colombiana para conocer acerca de la acción de nulidad por Inconstitucionalidad, de los Decretos Reglamentarios expedidos por el poder ejecutivo que no corresponda a la competencia de la C. Const. es el Consejo de Estado, es decir, los que no se encuentran señalados en el artículo 241 de la Constitución Política; que a grandes rasgos son los que tienen fuerza material de Ley, como lo son: los Decretos Leyes o de habilitación legislativa por el Congreso de la República, el Decreto del Plan Nacional de Inversiones, los Decretos Legislativos o de Estados de Excepción y los Decretos Especiales expedidos en ejercicio de facultades extraordinarias conferidas por la Asamblea Nacional inconstitucionalidad presentadas contra: (i) los decretos Leyes o de habilitación legislativa por el Congreso de la República, (ii) el decreto del Plan Nacional de Inversiones, (iii) los decretos legislativos o de estados de excepción y (iv) los decretos especiales expedidos en ejercicio de facultades extraordinarias conferidas por la Asamblea Nacional Constituyente; la competencia para adelantar de control de constitucionalidad de los decretos dictados por el Gobierno Nacional “cuya competencia no corresponda a la Corte Constitucional”, corresponde al Consejo de Estado.” Véase, COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL, Sentencia C- 049 de 2012. 83 Constituyente.134De los demás Decretos expedidos por el Gobierno Nacional conocerá el Consejo de Estado. La función de Control Constitucional conferida al Consejo de Estado, se deriva o nace de la propia Carta de 1991, en su artículo 237.2, a su tenor: Artículo 237. Son atribuciones del Consejo de Estado: 1. Desempeñar las funciones de tribunal supremo de lo contencioso administrativo, conforme a las reglas que señale la ley. 2. Conocer de las acciones de nulidad por inconstitucionalidad de los decretos dictados por el Gobierno Nacional, cuya competencia no corresponda a la Corte Constitucional.135 La anterior consagración Constitucional subrayada y en negrilla, generó la promulgación por el legislador de la Ley 1437 de 2011,136 que materializó la existencia de este medio de Control Constitucional, con dos objetivos fundamentales, de un lado regular la legitimación por activa, que en este caso, es cualquier ciudadano el que puede solicitar ante el Consejo de Estado, que se declare la nulidad del Decreto Reglamentario que a consideración se encuentre vulnerando la Carta Fundamental. En este sentido, se puede analizar que la Ley en comento, limitó el uso del mecanismo legitimando exclusivamente a los ciudadanos; es decir, que solo las personas mayores de 18 años, de nacionalidad Colombiana, que cuenten con su Cédula de Ciudadanía, pueden incoar esta acción. Del mismo modo, este artículo, además, nos señala las pautas de en qué casos específicos es procedente la citada acción, como ya se explicó con anterioridad; en los casos en que un Decreto Reglamentario, o alguno de sus artículos que lo conforman, expedido por el Gobierno, vulnere la Carta Fundamental. Igualmente es procedente este mecanismo de protección Constitucional, en los casos que busquen la nulidad de un acto de carácter general, expedido por entidades 134 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C- 049 de 2012. 135 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 237. 136 COLOMBIA, CONGRESO DE LA REPUBLICA, Ley 1437 de 2011; Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo. Artículo 135. 84 diferentes al Gobierno, en los casos en los que la Constitución lo haya expresado.137 Por otro lado, el artículo 184 ibídem, determina el proceso especial a seguir para hacer uso de este mecanismo, como medio de control en los procesos contenciosos. Al respecto de este artículo, se puede analizar para el caso que nos atañe, que cada sección del Consejo de Estado, conoce de un tema específico, por lo tanto las acciones de nulidad por inconstitucionalidad, serán competencia de la sección y el magistrado ponente que le corresponda esa materia, esto con el fin de guardar consonancia y aptitudes cualificadas para conocer de la misma. Es conforme a lo anterior, que en el caso de la posible Extralimitación de la Facultad Reglamentaria del Gobierno Nacional en el Decreto Reglamentario 2463 de 2001, al señalar una inhabilidad que afecta laboralmente a los particulares que temporalmente prestan una función pública, por versar este decreto sobre temas laborales; conocerá la sección Segunda del Consejo de Estado.138 Igualmente, se señala que en la demanda se deben estipular las normas Constitucionales posiblemente infringidas y sustentar en el concepto de violación, las razones en las cuales se fundamenta que la norma demandada es inconstitucional. Es de aclarar, que si bien deben existir unos fundamentos que argumenten la posible inconstitucionalidad de una norma, al ser esta una acción que puede incoar cualquier ciudadano, se intuye que no todas las personas están cualificadas para sustentar jurídicamente una demanda, por lo que la Corte Constitucional, como ya se analizó con anterioridad, incorporó el Control de Constitucionalidad abstracto e integral.139 En el mismo sentido, así no se haya estipulado en la demanda la norma Constitucional vulnerada, o concretamente no se hayan consignado en el concepto de violación de la misma, las razones del por qué el accionante considera que esa norma es inconstitucional o específicamente, las normas superiores que considera infringidas, en ese supuesto caso le corresponde al intérprete jurídico de Control de Constitucionalidad, hacer un juicio hermenéutico con apego a todo el conglomerado normativo de la Constitución, así como analizar 137 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-415 de 2012. 138 COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. Acuerdo 58 de 1999. 139 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-415 de 2012. 85 las posibles razones que sustenten esa eventual inconstitucionalidad, para así determinar dentro de su decisión, si la norma acusada es nula por inconstitucionalidad o por el contrario se encuentra ajustada a la Carta Fundamental (Artículos 135 y 184, ibídem).140 140 COLOMBIA, CONGRESO DE LA REPUBLICA, Ley 1437 de 2011. Artículo 135. “Nulidad por Inconstitucionalidad. Los ciudadanos podrán, en cualquier tiempo, solicitar por sí, o por medio de representante, que se declare la nulidad de los decretos de carácter general dictados por el Gobierno Nacional, cuya revisión no corresponda a la Corte Constitucional en los términos de los artículos 237 y 241 de la Constitución Política, por infracción directa de la Constitución. También podrán pedir la nulidad por inconstitucionalidad de los actos de carácter general que por expresa disposición Constitucional sean expedidos por entidades u organismos distintos del Gobierno Nacional. Parágrafo. El Consejo de Estado no estará limitado para proferir su decisión a los cargos formulados en la demanda. En consecuencia, podrá fundar la declaración de nulidad por inconstitucionalidad en la violación de cualquier norma constitucional. Igualmente podrá pronunciarse en la sentencia sobre las normas que, a su juicio, conforman unidad normativa con aquellas otras demandadas que declare nulas por inconstitucionales.” Por otro lado el artículo 184 que normativiza el procedimiento a seguir para hacer uso de la mencionada acción, a su tenor: Artículo 184.” Proceso Especial para la Nulidad por Inconstitucionalidad. La sustanciación y ponencia de los procesos contenciosos de nulidad por inconstitucionalidad corresponderá a uno de los Magistrados de la Sección respectiva, según la materia, y el fallo a la Sala Plena. Se tramitará según las siguientes reglas y procedimiento: 1. En la demanda de nulidad por inconstitucionalidad se deberán indicar las normas constitucionales que se consideren infringidas y exponer en el concepto de violación las razones que sustentan la inconstitucionalidad alegada. 2. La demanda, su trámite y contestación se sujetarán, en lo no dispuesto en el presente artículo, por lo previsto en los artículos 162 a 175 de este Código. Contra los autos proferidos por el ponente solo procederá el recurso de reposición, excepto el que decrete la suspensión provisional y el que rechace la demanda, los cuales serán susceptibles del recurso de súplica ante la Sala Plena. 3. Recibida la demanda y efectuado el reparto, el Magistrado Ponente se pronunciará sobre su admisibilidad dentro de los diez (10) días siguientes. Cuando la demanda no cumpla alguno de los requisitos previstos en este Código, se le concederán tres (3) días al demandante para que proceda a corregirla señalándole con precisión los requisitos incumplidos. Si no lo hiciere en dicho plazo se rechazará. 4. Si la demanda reúne los requisitos legales, el Magistrado Ponente mediante auto deberá admitirla y además dispondrá: a) Que se notifique a la entidad o autoridad que profirió el acto y a las personas que, según la demanda o los actos acusados, tengan interés directo en el resultado del proceso, de conformidad con lo dispuesto en este Código, para que en el término de diez (10) días puedan contestar la demanda, proponer excepciones y solicitar pruebas. Igualmente, se le notificará al Procurador General de la Nación, quien obligatoriamente deberá rendir concepto; b) Que se fije en la Secretaría un aviso sobre la existencia del proceso por el mismo término a que se refiere el numeral anterior, plazo durante el cual cualquier ciudadano podrá intervenir por escrito para defender o impugnar la legalidad del acto administrativo. Adicionalmente, ordenará la publicación del aviso en el sitio web de la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo; c) Que el correspondiente funcionario envíe los antecedentes administrativos, dentro del término que al efecto se le señale. El incumplimiento por parte del encargado del asunto lo hará incurso en falta disciplinaria gravísima y no impedirá que se profiera la decisión de fondo en el proceso. En el mismo auto que admite la demanda, el magistrado ponente podrá invitar a entidades públicas, a organizaciones privadas y a expertos en las materias relacionadas con el tema del proceso a presentar por escrito su concepto acerca de puntos relevantes para la elaboración del proyecto de fallo, dentro del plazo prudencial que se señale. En el caso de que se haya solicitado la suspensión provisional del acto, se resolverá por el Magistrado Ponente en el mismo auto en el que se admite la demanda. 5. Vencido el término de que 86 4.6 JUSTICIA ROGADA EN LA ACCIÓN DE NULIDAD POR INCONSTITUCIONALIDAD No obstante de propenderse por una seguridad jurídica por medio de la Supremacía Constitucional, y de un Control Constitucional que garantice esa superioridad normativa, sumado a una efectiva protección de carácter social, es a la luz de la doctrina y de la jurisprudencia, un principio Constitucional a amparar, dándole la consigna de un deber ser y como un Derecho en sentido estricto, porque le es dable a cualquier persona hacer valer sus derechos frente al Estado, por medio de la petición de parte, de la solicitud del amparo de sus derechos o en su defecto de la salvaguarda de la Constitución; bien sea por medio de la acción de inconstitucionalidad, en lo concerniente a las Leyes, cuya competencia como ya se ha mencionado corresponde a la Corte Constitucional, o por medio de la acción de nulidad por inconstitucionalidad, de la cual es competente para su conocimiento el Consejo de Estado, en lo referente a actos emanados del Poder Ejecutivo, entre otros mecanismos de protección. En relación al postulado de petición de parte, en lo concerniente al Control de Constitucionalidad la Corte Constitucional, conceptúa: “Como la carga procesal que debe asumir el accionante cuando demanda un acto administrativo, que lo obliga a citar las normas violadas y explicar el concepto de la violación -que para el accionante se estaría también desconociendo en el precepto acusado-, ya esta Corporación ha reiterado que el Control Constitucional no es meramente rogado sino integral, manifestando: “ La Corte no puede ignorar la presencia de ese vicio en la formación de la disposición acusada, incluso si éste no fue señalado por el actor ni por ninguno de los intervinientes, por cuanto el Control Constitucional de las Leyes no es rogado sino integral, ya que corresponde a esta Corporación estudiar las trata el literal a) del numeral anterior, y en caso de que se considere necesario, se abrirá el proceso a pruebas por un término que no excederá de diez (10) días, que se contará desde la ejecutoria del auto que las decrete. 6. Practicadas las pruebas o vencido el término probatorio, o cuando no fuere necesario practicar pruebas y se haya prescindido de este trámite, según el caso, se correrá traslado por el término improrrogable de diez (10) días al Procurador General de la Nación, sin necesidad de auto que así lo disponga, para que rinda concepto. 7. Vencido el término de traslado al Procurador, el ponente registrará el proyecto de fallo dentro de los quince (15) días siguientes a la fecha de entrada al despacho para sentencia. La Sala Plena deberá adoptar el fallo dentro de los veinte (20) días siguientes, salvo que existan otros asuntos que gocen de prelación Constitucional. 87 normas impugnadas frente a la totalidad de los preceptos de la Constitución, y no únicamente en relación con las disposiciones constitucionales señaladas por el actor”.141 De este manera, si bien la acción de nulidad por inconstitucionalidad es incoada por cualquier ciudadano, después de instaurada ante la jurisdicción, por tratarse no solo del amparo de la Supremacía Constitucional, sino de un deber que rige el ejercicio de la función jurisdiccional, le corresponde al juez de conocimiento, impulsar el proceso en aras de averiguar a todas luces la verdad,* buscando los fines de justicia y en el caso del Control Constitucional, garantizar el efectivo amparo de la Constitución, como norma normarum, así como de propender por una armonía normativa que genere al interior del Estado seguridad jurídica.142 141 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-415 de 2012. 142 COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL. Demanda de inconstitucionalidad contra el parágrafo del artículo 135 de la Ley 1437 de 2011 “Por la cual se expide el Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo”. Referencia: Expediente D-8820. *Aunado a lo citado en la norma, los pronunciamientos efectuados por la Corte Constitucional, con el fin de aclarar toda oscuridad o duda que se pueda presentar en el ejercicio de interpretación de los citados artículos, preceptuó que: “el Consejo de Estado en los juicios de nulidad por inconstitucionalidad no estará limitado para proferir su decisión a los cargos formulados en la demanda y que, en consecuencia podrá fundar la declaración de nulidad por inconstitucionalidad en la violación de cualquier norma constitucional, al igual que podrá pronunciarse en la sentencia sobre las normas, que a su juicio, conforman unidad normativa con aquellas otras demandadas que declare nulas por inconstitucionales, está reafirmando los principios superiores de supremacía e integridad de la Carta Fundamental, consagrados en los artículos 4 y 241 de la Constitución y el principio de configuración normativa del legislador en materia de acciones y procesos (art. 150 C.P.).” COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL. Demanda de inconstitucionalidad contra el parágrafo del artículo 135 de la Ley 1437 de 2011 “Por la cual se expide el Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo”. Referencia: Expediente D-8820. 88 5. RESERVA LEGAL Lo esencial de este capítulo para la investigación es, el establecer que la competencia del legislador para hacer la Ley, es autónoma e independiente, que si bien debe trabajar armónicamente a la luz del Artículo 113 de la Constitución Política, con los demás poderes del Estado, le corresponde ser autónomo en el ejercicio parlamentario, estableciendo un límite a la potestad reglamentaria del Poder Ejecutivo, como órgano al que le corresponde por mandato Constitucional, desarrollar por medio de la Ley, los preceptos de la Carta Fundamental, aclarando la competencia del Poder Legislativo y del Ejecutivo en materia reglamentaria, estaremos cerca de justificar que en ciertos temas, se goza de estricta reserva legal, como en el caso del régimen de los particulares que desempeñan una Función Pública, lo que corrobora la pertinencia de este punto, para este intento investigativo. Un acercamiento conceptual de la reserva legal, puede ser aquella atribución propia del Poder Legislativo, creador de Leyes, propia de su función e inherente al ejercicio parlamentario, que blinda la autonomía de cada órgano del Poder Público, propia como ya se fundamentó, de la teoría clásica hoy vigente, como lo es la tridivisión del poder, otorgándole competencias independientes a cada uno de los tres poderes, potestades que son señaladas en la parte orgánica de la Constitución de forma clara y precisa. Entonces la creación de las Leyes, así como la garantía de que el desarrollo Constitucional será legislado por medio del ejercicio parlamentario, la Ley se subsume a la Constitución y destinada a la colectividad, emanará de un organismo colegiado, evitando se detente el poder en un solo individuo, propendiendo por un control armónico y coherente entre los órganos que conforman la estructura del Estado. Se plantea entonces que la reserva legal se concatene con el espíritu propio de la Ley y así mismo, con la facultad propia de a quien le compete hacerla por mandato del constituyente primario, en aras de cumplir con la satisfacción de las necesidades sociales. Al respecto el profesor Humberto Sierra Porto dice que: “La técnica de la reserva de Ley prohíbe que la regulación de una materia sea realizada de manera primaria por reglamentos, Esta 89 prohibición es una conclusión obvia, pues de permitirse la deslegalización se producirá un resultado igual que si la reserva no existiese. El efecto de la reserva es que la potestad legislativa resulta irrenunciable en las materias reservadas.”143 Sobre esta teorética se pronuncia también el tratadista Mariano Magide Herrero, en los siguientes términos: “Los estatutos legales de las administraciones independientes presentan una serie de particularidades que las diferencia de las demás administraciones institucionales y debilitan la capacidad de dirección del Gobierno, configurando su particular posición institucional respecto de este. Estas garantías de independencia se establecen principalmente en relación con el gobierno. No obstante, esta perspectiva resulta parcial. Es habitual afirmar que la independencia que se predica de estas organizaciones tiene como finalidad su neutralización política, en el sentido de sustraerla de influencias partidistas”.144 Conforme a las anteriores apreciaciones, la reserva legal se erige como una herramienta fundamental que sirve para limitar el ejercicio del poder, toda vez que el ejercicio parlamentario tiene por antonomasia la competencia de elaborar la Ley con apego a la Constitución, lo que evidentemente le otorga la capacidad autónoma e independiente de actuar, disponer y obrar, siendo restringido normativamente por la Constitución, por lo que la labor reservada al legislador goza de un barrera que le impide recibir presiones e influencias de los otros órganos que conforman la estructura del Estado. El legislador se reserva por mandato Constitucional la competencia de hacer la Ley y la facultad de reglamentar en temas concretos, como en el caso que inspiró el presente opúsculo, la regulación del régimen de los particulares que prestan funciones públicas,145o en lo referente a tributos e impuestos, entre otros, que se 143 Cfr. SIERRA PORTO, Humberto. Conceptos y tipos de Ley en la Constitución Colombiana, Universidad Externado de Colombia. 1998. Pág.8 y s.s. 144 MAGIDE HERRERO, Mariano. Límites Constitucionales de las Administraciones Independientes”. Madrid, Ministerio de Administraciones Pública e Instituto Nacional de Administración Pública. 2000. Pág. 83 y s.s. 145 COLOMBIA, CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 123. 90 fundamentarán más adelante, lo que se erige como un ejercicio propio, proteccionista y garantista en el Estado Social de Derecho* instituido con la Carta Fundamental. 5.1 COMPETENCIA LEGISLATIVA La competencia Legislativa que consagró la Constitución Política de 1991, es de gran amplitud **y busca proteger a todas las personas de los abusos propios de las dictaduras, garantizando el correcto ejercicio de la Democracia, en todo su espectro, obteniendo condiciones de máxima seguridad y logrando una consideración más humana y menos corrupta dentro de la producción legal, ya que dentro de un sistema normativo jerárquico y armónico, los controles se hacen más eficientes. * El concepto de Estado Social de Derecho es una noción propia de la ideología política alemana (Sozialstaat y “Sozialrechtsstaat”). Consiste en un sistema político que impone al Estado la misión de garantizar ciertos derechos considerados esenciales para la subsistencia mínima de la persona en el interior de la sociedad sin privaciones irracionales; para el efecto, al Estado se le atribuye la prestación o coordinación de ciertos servicios. Se trata de un modelo estatal que interviene directamente en la sociedad, en procura de asistencia social y redistribución de la riqueza para mitigar la desigualdad social que hace inoperantes las garantías del Estado de Derecho. En el Estado colombiano fue incluida la cláusula social a partir de la Constitución Política de 1991, como parámetro que define la naturaleza de la organización Estatal; convirtiéndose en principio nuclear que irradia todo el sistema jurídico, determinando así el alcance de las distintas instituciones jurídicas que integran nuestro orden jurídico. SILVA HENAO, Juan Fernando. Evolución y Origen del Concepto de Estado Social Incorporado en la Constitución Política Colombiana de 1991. Revista Ratio Juris Vol. 7 Núm. 14 (enero-junio 2012) pp. 141-158, Unaula. Compleméntese COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-415 de 2012. ** Al respecto la Corte Constitucional: En sus términos “La jurisprudencia Constitucional ha sostenido que por regla general corresponde al Congreso de la República, en virtud de la cláusula general de competencia legislativa, desarrollar la Constitución y dictar las Leyes o normas con fuerza de ley, y sólo de manera excepcional, tal competencia estaría radicada en cabeza del Ejecutivo. De esta manera, cuando la Constitución señala en forma general la asignación de una competencia al Estado, se debe entender con tal manifestación, que le está entregando en principio dicha competencia al legislador, y a partir del ejercicio de la misma, los demás órganos podrán ejercer sus respectivas competencias.” Véase, COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL. Referencia: expediente D-8071. Actor: Arnoldo Antonio Goez Medina y otros. Demanda de inconstitucionalidad contra la Ley 1324 de 2009, “por la cual se fijan parámetros y criterios para organizar el sistema de evaluación de resultados de la calidad de la educación, se dictan normas para el fomento de una cultura de la evaluación, en procura de facilitar la inspección y vigilancia del Estado y se transforma el ICFES.” Magistrada ponente: Dra. María Victoria Calle Correa. Bogotá, D.C., 06 de septiembre de 2010. 91 En tal sentido, el artículo 150 de la Constitución Política,146 estipula las funciones del Congreso y la que se instaura como labor principal, es la de elaborar la Ley, además en materia de límites al poder legislativo, la propia Constitución taxativamente en su artículo 136 los señala. 147 Igualmente en Sentencia de la Corte Constitucional C-527 de 1994 M.P. Alejandro Martínez Caballero,148 se ratifica que el Poder Legislativo se reserva la facultad de hacer la Ley, limitando su ejercicio no solo a las normas constitucionales que expresamente lo digan, sino que su ejercicio se ve limitado por todo el ordenamiento constitucional, es decir el Congreso debe legislar, con apego a la Supremacía Constitucional, de lo que se desprende que la Ley no puede vulnerar los derechos de la colectividad, ni los principios y valores constitucionales. En ese sentido en Sentencia C-971 de 2004 M.P. Manuel José Cepeda Espinosa,149 en pocas palabras dice que la competencia legislativa, es la otorgada por mandato Constitucional al Congreso de la República y que en este sentido, es el legislador quien desarrolla la Constitución mediante la Ley, y la interpretación de la Corte no se queda estática, porque amplía el argumento, al decir que el legislador es el único que cuenta con el poder de decidir sobre la oportunidad en la cual legisla, es decir, el momento idóneo de hacer la ley, los contenidos así como el alcance que la norma va a tener, al igual que la permanencia que la Ley puede tener en el tiempo, lo que evidentemente le da una autonomía propia a su competencia, situación en la que ningún otro poder puede tomar partido del ejercicio parlamentario. Y como último alcance de la línea jurisprudencial en materia de Competencia Legislativa, la Corte Constitucional en Sentencia C-704 de 2010 M.P. María Victoria Calle Correa;150 sostiene que le compete hacer la Ley por mandato 146 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 150. 147 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 136. 148 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-527 de 1994 M.P. Alejandro Martínez Caballero. 149 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-971 de 2004 M.P. Manuel José Cepeda Espinosa. 150 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-704 de 2010 M.P. María Victoria Calle Correa. 92 Constitucional al Poder Legislativo y no solo hacer la Ley, sino en el mismo sentido desarrollar la Constitución y dictar normas con fuerza de ley, lo que en definitiva vendría siendo los mismo, la Carta Fundamental, es la norma principal y la Ley elaborada por el legislador, es la norma secundaria, que tiene gran amplitud al abordar el desarrollo normativo de todas las materias que instituyó la norma de normas. Sin embargo, en vista de que en la mayoría de los casos toda regla general tiene su excepción, en esta Sentencia la Corte replica que de manera excepcional, tal competencia la puede suplir el Poder Ejecutivo, en razón de lo previsto en los artículos 150.10, 181.11 y 212 de la Constitución Política.* En este sentido El Gobierno Nacional, puede tener funciones normativas, sin desconocer el apego a la Constitución y a la Ley, al ser las normas que expide el Gobierno de tercera categoría y en aras de respetar la subordinación que tiene con respecto a las normas antecesoras. De esta manera, siguiendo la visión de la Corte, se puede entender que cuando la Constitución señala en forma general la asignación de una competencia del aparato estatal a un determinado Poder, se debe interpretar de una forma más amplia, en aras de la complementación y colaboración armónica de cada una de las instituciones que conforman el Poder Público, esto sin dejar de lado el respeto por la Constitución y la Ley, coherencia que debe guardar entre sí cada uno de los órganos del sistema estatal, ya que la Constitución en primer lugar le entrega la competencia normativa al legislador y conforme a esto, los demás órganos pueden llevar a cabo sus funciones.** * La Constitución Política le otorga facultades ordinarias y extraordinarias para expedir normas al poder ejecutivo, aclarando que la potestad reglamentaria del ejecutivo está limitada por la Constitución y la Ley. Véase. COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículos 150.10, 181.11 y 212. **“La Constitución colombiana radica en el Congreso la cláusula general de competencia, tal y como esta Corte lo ha señalado en numerosas ocasiones (Constitución Política Art. 150 Ordinal 1 y 2) . Esto significa que en principio las reglas a las cuales se sujeta la sociedad son expedidas por el Congreso, mientras que el Presidente ejerce su potestad reglamentaria para asegurar la debida ejecución de las Leyes (Constitución Política Art. 189 Ordinal 11).” Véase, COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL, entre muchas otras sentencias, la Sentencias C-417 de 1992 M.P. Fabio Morón Díaz; Sentencia C-398 de 1995 M.P. José Gregorio Hernández Galindo; Sentencia C-473 de 1997 M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz; Sentencia C-568 de 1997 M.P. Fabio Morón Díaz; Sentencia C-543 de 1998 M.P. Carlos Gaviria Díaz; Sentencia C-1191 de 2000 M.P. Rodrigo Uprimny Yepes; Sentencia C-234 de 2002 M.P. Eduardo Montealegre Lynett. Y más recientemente la sentencia C-704 de 2010 M.P. María Victoria Calle correa. 93 5.2 CLÁUSULA GENERAL DE COMPETENCIA Y RESERVA DE LA LEY Y SUS DIFERENCIAS En general, se puede afirmar que en la competencia legislativa, en el ordenamiento jurídico Colombiano según lo contenido en la Constitución y lo desarrollado en esa materia por la Corte Constitucional, corresponde por antonomasia al Congreso de la República, como cabeza del Poder Legislativo; sin embargo, a pesar de su autoridad en materia legal, la Corte Constitucional ha manifestado en su jurisprudencia que, no necesariamente el poder de hacer la Ley a cargo del legislador, significa que ese poder tenga que abordar toda la materia y abarcar todos los casos y aspectos posibles de una forma abstracta e integral en tratándose de la materia específica de la que por medio de una Ley se esté conociendo, ya que es la propia Constitución la que instituyó la complementariedad y el ejercicio de colaboración armónica para el logro de los fines, en principio de las corporaciones que estructuran el Estado151 y en general de los fines propios a alcanzar, propugnados en la Carta Fundamental. Por lo anterior, la Ley en ocasiones, sin que sea obligatorio, puede enmarcar o delimitar una materia y corresponderá al Poder Ejecutivo por mandato Constitucional,* por medio de Decretos Reglamentarios, desarrollar de un forma más íntegra y concreta la Ley, es evidente que solo si hay una Ley en una materia específica, solo el Gobierno Nacional, puede regular en esa materia, es decir solo sí y solo sí hay una Ley preestablecida que le otorgue esa concesión al Poder Ejecutivo, la potestad de reglar, éste lo puede hacer. De lo contrario, si no fuese así y el Gobierno Nacional elaborara una norma sin ningún fundamento previo, incurriría en una extralimitación a su ejercicio por abordar temas que no le competen y que están limitados a otros órganos del Poder, como ya se ha expuesto, la norma emanada del Poder Ejecutivo es una norma de tercer grado al estar sometida y limitada a la Constitución y a la Ley. Lo anterior se diferencia de los temas que tengan estricta reserva legal, ya que en estos asuntos el mandato Constitucional limita la regulación de esas materias específica y únicamente a la Ley, al ejercicio parlamentario, por lo que le corresponde al Congreso tratar a profundidad, dentro de su desarrollo normativo, el tema, por lo que no le es dable al Poder Ejecutivo regular esos temas que 151 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 113. * Como ya se había tratado el poder ejecutivo por mandato Constitucional goza de una facultad extraordinaria y ordinaria de reglamentar y crear normas. Véase, COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículos 150.10, 181.11 y 212. 94 gozan de estricta reserva legal, porque estaría desbordando las facultades otorgadas por la Constitución, desconociendo la legitimidad del Legislativo, y extralimitando su competencia, como se examinará en el acápite correspondiente. En este sentido, lo que sí se puede adelantar es que no solo en cuanto al régimen de los particulares que prestan funciones públicas hay reserva legal, 152 además en materia tributaria, en materia educativa, en temas relacionados con la contratación estatal, entre otros, la potestad reglamentaria por parte de ejecutivo tiene su límite como bien se explica en la Sentencia C-704 de 2010 M.P. María Victoria Calle Correa y al respecto en tratándose del fundamento de lo anterior, se puede observar la línea jurisprudencial citada a pie de página.* 152 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 123. Véase; Como se expone, lo concerniente al régimen de los particulares tiene reserva legal y solo le es dable entonces al poder legislativo el regular en esa materia. 95 6. POTESTAD REGLAMENTARIA El tema abordado en este punto es oportuno para la investigación, en aras de observar de una forma analítica, que la potestad reglamentaria otorgada al poder ejecutivo no es absoluta, sino que contrario sensu, encuentra unos límites constitucionales y legales en su ejercicio y que en lo concerniente al Decreto Reglamentario 2463 de 2001, analizado más adelante en el ejercicio específico de este intento, posiblemente si se vulneró la Constitución Política, al establecerse una inhabilidad de estricta reserva legal. Lo que se encuentra en uno de tantos sustentos abordados a lo largo del trabajo y en lo concerniente a los límites de la potestad reglamentaria desarrollados en este punto de la investigación. Así como en el capítulo de reserva legal, se determinó que es la facultad que tiene el Congreso o Poder Legislativo de atesorarse la creación de la ley, de regular en temas específicos y de desarrollar la Constitución. Le corresponde al Poder Ejecutivo o Gobierno Nacional, el desarrollo de la ley, buscando la practicidad y efectividad de la aplicación de esta y la reglamentación de la misma en aras de continuar con la jerarquía y armonía normativa del Estado, de que se complementen entre sí todas las entidades que estructuran el aparato estatal y en ese sentido el ejercicio del poder se concatene con todo el ordenamiento jurídico. En Sentencia proferida por el Consejo de Estado, referencia: CE-SEC2-1974-0619, se define la potestad reglamentaria, señalando lo siguiente: “Esta potestad tiene por finalidad obtener la “cumplida ejecución de las Leyes”. Esta función se cumple por medio de los llamados Decretos reglamentarios que tienen por objeto hacer eficaz, activa, plenamente operante la norma superior de derecho, pero nada más que eso. No puede el Gobierno, so pretexto de ejercer dicha potestad, introducir normas nuevas, preceptos que no se desprenden de las disposiciones legales, que no estén implícitos en ellas, reglas que hagan más gravosas para los particulares sus obligaciones, o que restrinjan sus derechos.”153 153 COLOMBIA, CONSEJO DE ESTADO. Sección Segunda. Referencia: CE-SEC2-1974-06-19. C.P. Eduardo Aguilar Velez. Bogotá, 19 de junio de 1974. Se señala esta sentencia decidida en vigencia de la Constitución de 1886, sin vigencia, en vista de que se conceptualiza claramente en el aparte trascrito y citado, acerca de la Potestad Reglamentaria. 96 Con fundamento en lo preceptuado por el Consejo de Estado, la potestad reglamentaria es la facultad otorgada al Poder Ejecutivo, para proferir normas que desarrollen la Ley, para que de este modo, cumpla con la función propia de su poder como lo es la de ejecutar las Leyes, propendiendo por una correcta armonía de los poderes entre sí, que de forma coherente y armónica complemente el ejercicio del Poder Público. Sin embargo, esta atribución encuentra su límite en varios escenarios: el primero, en los valores y principios consagrados en la parte dogmática de la Constitución, que constituyen la axiología Constitucional, entendidos como instituciones preponderantes dentro de todo el ordenamiento Jurídico,* como ya se explicó con anterioridad, con observancia a lo expresado por la Corte Constitucional, lo que es la Constitución persé, y que como ya se analizó tiene fuerza vinculante, por considerarse sus fallos un complemento de la Carta Fundamental.154 El segundo escenario que limita la facultad Reglamentaria, dentro de una apreciación positivista de jerarquía normativa como ya se estudió en el capítulo de Supremacía Constitucional, es la Ley. El tercer escenario, es que debido a que la potestad reglamentaria es una función propia del Poder Ejecutivo, esta facultad encuentra su límite donde comienza la competencia de los otros poderes,155 es decir, que el Gobierno Nacional, no puede legislar a su arbitrio, porque esta competencia corresponde por antonomasia al Congreso de la República, o en su defecto, elaborar Sentencias que apliquen la norma por su no observancia porque esto es propio del Poder Judicial. Y el último escenario, es que la atribución reglamentaria del poder ejecutivo, no puede vulnerar los derechos propios de cada uno de los individuos, más claramente, las normas consignadas en un Decreto *“La Constitución Política no es sólo un conjunto de normas superiores del ordenamiento jurídico, sino que expresa un orden de valores que debe ser realizado por los operadores jurídicos y políticos de ella. A su vez, los enunciados constitucionales por regla general tienen un alto nivel de abstracción y admiten diversos desarrollos alternativos que pueden ser adoptados en base al principio democrático, a través de la posible alternancia en el poder de las fuerzas políticas que se suceden en el tiempo, todo ello por los medios definidos y regulados por la Carta Fundamental. Esta perspectiva de textura abierta de los preceptos constitucionales obliga a una interpretación de ella conforme con sus valores y principios en un sentido unitario y sistemático, buscando asegurar y garantizar al máximo posible, el pluralismo y la libertad del legislador en la configuración legal de la vida social y política, pudiéndose consultar a ZAGREBELSKY”. Véase, NOGUEIRA ALCALÁ, Humberto, artículo citado, Revista Iberoamericana de Derecho Procesal Constitucional, Pág. 101. 154 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T 414 de 1992 M. P. Ciro Angarita; Sentencia C104 de1993, Sentencia C-113 de 1993 M. P. Jorge Arango Mejía; Sentencia C-131 de 1993, C-083 de 1995 M. P. Carlos Gaviria Díaz; Sentencia T-123 de 1995 M. P. Eduardo Cifuentes; Sentencia C-037 de 1996 la Sentencia C-836 de 2001 M. P. Rodrigo Escobar Gil; Sentencia C-335 de 2008; Sentencia C-539 de 2011 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva; Sentencia C-634 de 2011 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva. En estos fallos se propone que la interpretación, el ejercicio hermenéutico, consignado en la Ratio Decidendi, de los fallos emitidos por la Corte Constitucional, tienen fuerza vinculante. 155 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Artículo 113. 97 Reglamentario expedido por el Ejecutivo, no pueden ir en detrimento de los derechos del conglomerado social.* La Corte Constitucional, en sus fallos ha reconocido que corresponde al Presidente de la República como Jefe del Gobierno y Suprema Autoridad Administrativa, ejercer la potestad reglamentaria, mediante la expedición de los decretos, resoluciones y órdenes necesarios para la cumplida ejecución de las leyes. Del mismo modo, como el Presidente de la República no es un ser omnipotente que conoce de todos los temas que va a regular, le corresponde a cada uno de los Ministerios cualificados,156en cada uno de las materias específicas, con el aval de la Presidencia, el desarrollar la Ley propia en la materia especializada, sin atribuirse competencia a su arbitrio en una cuestión que no es de su conocimiento, atendiendo de este modo, las necesidades del Estado, con el fin de conseguir los cometidos constitucionales. Esta labor la deben ejercer con arraigo a los preceptos normativos consignados en la Constitución y en la Ley. En consonancia, se puede observar claramente que a la luz de la Constitución Política, la Potestad Reglamentaria, recalcando, encuentra su límite como ya se explicó anteriormente, pero en este punto de la investigación se suma que es deber obligatorio de los funcionarios del poder ejecutivo, a quien se le haya atribuido el encargo de expedir una norma no legislativa, acogerse a los preceptos normativos de la Constitución y la Ley, so pena de ser considerada una norma inconstitucional. Por otro lado, como la Potestad Reglamentaria faculta al Poder Ejecutivo para que mediante una disposición reglamentaria, desarrolle la Ley, es de notar que sin una Ley previamente estipulada por el Legislador, por lo que se autoriza la ejecución por medio de un reglamento emanado del Ejecutivo, no cabe la posibilidad de que 156 COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia compiladora de línea jurisprudencial C- 1005 de 2008 M.P. Humberto Antonio Sierra Porto. “La tarea de los Ministerios consiste en desarrollar funciones previamente determinadas en la Legislación y en el Reglamento por lo que en relación con la posibilidad de regulación que les asiste, su competencia es de orden residual y sus atribuciones de regulación ostentan un carácter subordinado a la potestad reglamentaria del Presidente de la República así como atañen únicamente al ámbito de su respectiva especialidad. A la luz de la jurisprudencia Constitucional no resulta inconstitucional que una Ley le confiera de manera directa a los/las ministros (as) del despacho atribuciones para expedir regulaciones de carácter general sobre las materias contenidas en la legislación, cuando estas tengan un carácter técnico u operativo, dentro de la órbita competencial del respectivo Ministerio, por cuanto, en ese caso, la facultad de regulación tiene el carácter de residual y subordinada respecto de aquella que le corresponde al Presidente de la Republica en ejercicio de la potestad reglamentaria.” 98 el Gobierno Nacional reglamente en ese situación, dado que sin una Ley, no hay un Decreto Reglamentario, y si lo hubiera, a todas luces se estaría vulnerando la Constitución, ya que el Ejecutivo se estaría extralimitando en su atribución Reglamentaria, al pretender legislar o entrometerse en una materia que por estipulación Constitucional es de estricta reserva legal. En la práctica, esto muchas veces sucede, el Poder Ejecutivo se extralimita en sus potestades reglamentarias, quizás en su afán de obedecer a intereses particulares, al nepotismo y a la politización del Derecho, generando desigualdades sociales y desequilibrios normativos, que generan inseguridad jurídica y van en contravía de los fines de justicia propios de la Constitución, apreciación que se corrobora con los casos de conocimiento público, como el caso Nulle y la proliferación de Sentencias de inconstitucionalidad proferidas por la Corte Constitucional y el Consejo de Estado desde 1991 y como se presume por el autor de este trabajo, sucedió en el Decreto Reglamentario 2463 de 2001, al consagrar una inhabilidad de estricta reserva legal, como se ha reiterado, se analizará más adelante en el capítulo concerniente al desarrollo de la justificación propia de la hipótesis, como un ejercicio concreto y específico. Para instruir mejor esta aseveración, el Consejo de Estado, preceptúa que: “El Decreto Reglamentario está encaminado a su finalidad de hacer práctica y posible la aplicación de la Ley en su natural desarrollo y que, por lo tanto, no puede limitarse a reproducir en forma literal y exhaustiva la norma reglamentada.”157 En este sentido y en la práctica, el Poder Ejecutivo tiene que ser condescendiente con su función de ejecutar la Ley, no se puede limitar, ni exceder en su atribución reglamentaria, tiene que propender por un desarrollo normativo que permita la aplicación de las normas por parte de la jurisdicción, en un ejercicio armónico y complementario del Poder Público. 157 COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. Sentencia fundadora de línea, Sección Primera. Referencia: Expediente No. 2613 Decretos del Gobierno Nacional Bogotá, D. C., 1 de octubre de 1993. C.P. Yesid Rojas Serrano. 99 La Potestad Reglamentaria encuentra su sustento evidentemente en la parte orgánica de la Constitución Política, al consignar en su artículo 189.11,158 que corresponde al Gobierno nacional: “Ejercer la potestad reglamentaria, mediante la expedición de los decretos, resoluciones y órdenes necesarios para la cumplida ejecución de las leyes.”159 Por lo tanto, al ser el Decreto Reglamentario el desarrollo de la Ley, y con fundamento en la jerarquía normativa propia de la pirámide Kelseniana,160 es una norma de tercer grado, que luego de la Constitución y la Ley, recibe el nombre de reglamento, está subordinado a las normas que la anteceden, por lo que debe fundamentar su contenido en esa Supremacía jerárquica, de donde emana la atribución conferida, por lo que deben guardar armonía con estos preceptos formal y materialmente, ya que son los que justifican su existencia, del mismo modo tienen fuerza vinculante y su contenido es de obligatorio cumplimiento, así sea inconstitucional, en vista de que se gozan de presunción de legalidad propia de las normas, aunado a que por ser de carácter general e impersonal, producen efectos erga omnes, y como señala la doctrina de la Corte Constitucional: “la razones políticas que fundamentan el ejercicio de la potestad reglamentaria pueden resumirse en dos: 1. La necesidad de asegurar la organización y funcionamiento del aparato administrativo, y; 2. El aumento de aquellos sectores en los que el Estado puede intervenir, limitando derechos o actividades de los particulares para garantizar condiciones de bienestar e interés colectivo, requiriendo la presencia constante de autoridades administrativas mediante el reconocimiento legal de competencias.”161 158 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. 189.11. 159 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 189.11 160 KELSEN, Hans. Teoría Pura del Derecho. Editorial Universitaria de Buenos Aires. Décima Segunda Edición. Buenos Aires, 1974. Pág. 172y ss. 161 COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. Sentencia 36054 de 2010, Radicación número: 110010326000200800101 00 (36054). C.P. Enrique Gil Botero. acción de nulidad. procedimientos de selección de contratistas. Bogotá, D.C., 14 de abril de 2010. 100 Como se observa, estos Decretos Reglamentarios se instituyen con el objetivo de garantizar el efectivo ejercicio armónico y complementario de las normas, la interacción de la colectividad con las normas; el respeto de los deberes y derechos por parte de la sociedad. Entonces los Decretos Reglamentarios se hacen necesarios para la labor propia del Poder Público en aras de garantizar el alcance de los cometidos estatales. Sin embargo, el legislador siendo la Ley y dentro de la Supremacía que guarda, respecto de la facultad reglamentaria del Poder Ejecutivo, siendo este el Decreto Reglamentario, puede optar por agotar mediante la Ley, concretamente el objeto de la misma, es decir, mediante la Ley abarcar todo el campo de aplicación, desarrollando minuciosamente cada uno de los preceptos reglamenta en un tema específico, no dejándole espacio al Gobierno Nacional de reglamentar, ya que el legislador, mediante la Ley minuciosamente puede dejar normativizado el tema a profundidad, esto sin ir en detrimento de los derechos Constitucionales del Poder Ejecutivo, en vista de que la Ley tiene un carácter imperante sobre el Decreto Reglamentario, desde luego esto en algunos casos no sucede, porque el ejercicio del Poder Público, en el estatus quo vigente, obedece en ocasiones al tráfico de influencias, a los intereses particulares que politizan las normas y a la corrupción, lo que se corrobora con la realidad que nos rodea.162 Sin duda alguna, hay razones de peso para que en temas específicos, el legislador bien sea por mandato constitucional, por el amparo de la reserva legal, por el ejercicio propio y atribuible únicamente al Poder Legislativo (al tener sus pronunciamientos legislativos el carácter de imperante en confrontación con el Decreto Reglamentario), o debido a la importancia que para el Estado por consideración de la Constitución tenga el tema objeto de normar, el legislador se reserva la facultad de emitir normas con un mayor desarrollo reglamentario del tema objeto de regulación, o simplemente, bien sea por mandato Constitucional o por el rango normativo de la Ley, se limita el ejercicio reglamentario del Gobierno Nacional. 162 HAUBIOU, Précis de Droit Administratif, 10.» ed., Parfs, 1921, Pág. 455. Véase, Chinchilla Marín, C. La desviación de poder. Madrid 1989 y Segunda Edición actualizada y ampliada Editorial Civitas. Madrid 1999. Pág. 17. Desviación de poder, dice Haubiou “es el hecho de una autoridad administrativa que realizando un acto de su competencia con observancia de las normas prescritas y no incurriendo en violación formal de Ley, usa de su poder con fines y por motivos distintos de aquellos en vista de los cuales le fue conferido tal poder; es decir, distintos del bien del servicio”. 101 Como lo propugna la Corte Constitucional en Sentencia compiladora de línea jurisprudencial 704 de 2010 M.P. María Victoria Calle Correa: “En virtud de la cláusula general de competencia corresponde al legislador desarrollar la Constitución y dictar las Leyes sin que necesariamente éstas tengan que desarrollar integralmente la materia, pues puede delimitar el tema y permitir su concreción por medio de reglamentos administrativos; en tanto que cuando se trate de un asunto que tenga reserva legal, por mandato específico de la Carta, corresponde exclusivamente al Legislador desarrollarla, pues la reserva de Ley es una institución jurídica que obliga al legislador a regular aquellas materias que el constituyente decidió que fueran desarrolladas en una ley” Como se observa, la potestad reglamentaria del Ejecutivo no es absoluta y encuentra sus límites, dentro de la propia Constitución, así como en la Ley, normas que debe respetar en materias específicas, al abrogarse el Poder Legislativo la reglamentación de estos temas, recalcando, bien sea por mandato Constitucional, o por ministerio de la reserva legal, como; en lo referente a impuestos,163 la contratación estatal,164materia educativa, y el que realmente nos 163 La materia referente a tributo en Colombia, tiene reserva legal, como lo señala la Corte Constitucional “El principio de legalidad tributaria puede ser entendido, según la jurisprudencia constitucional, al menos en tres sentidos diversos: en primer lugar, como la exigencia de respetar la reserva competencial de los órganos de representación popular pluralistas para decretar, modificar o suprimir tributos; en segundo lugar, como una orden, dirigida a los órganos de representación popular facultados para establecer las contribuciones fiscales y parafiscales, enderezada a garantizar que todo acto de imposición predetermine debidamente los elementos mínimos de la obligación tributaria, orden con variantes en sus alcances materiales, dependiendo de la especie tributaria que pretenda crearse; y en tercer lugar, es entendido en el contexto de un Estado unitario, como la prohibición de que las entidades territoriales establezcan contribuciones en contravención a lo dispuesto en la Constitución y la ley.” Véase, COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL. Referencia: expediente D-8071. Actor: Arnoldo Antonio Goez Medina y otros. Demanda de inconstitucionalidad contra la Ley 1324 de 2009, “por la cual se fijan parámetros y criterios para organizar el sistema de evaluación de resultados de la calidad de la educación, se dictan normas para el fomento de una cultura de la evaluación, en procura de facilitar la inspección y vigilancia del Estado y se transforma el ICFES.” M.P.: María Victoria Calle Correa. Bogotá, D.C., 06 de septiembre de 2010. 164 En materia contractual, en este último, como bien lo señala el Consejo de Estado: “De conformidad con lo previsto en el numeral 11 del artículo 189 de la Constitución Política, la potestad reglamentaria concedida al Presidente de la República, también incluye las normas relacionadas con la contratación estatal, lo cual no sólo constituye un mandato legal, sino que es necesario, puesto que el Estatuto Contractual no regula en forma integral el tema. En efecto, el inciso final del artículo 150 del Estatuto Superior faculta al Congreso para expedir el Estatuto General de la Contratación de la Administración Pública, lo cual no implica que tenga que hacer una regulación integral y casuística, como lo señaló la Corte Constitucional en la Sentencia C-949 de 102 interesa para el objeto de nuestra investigación; el régimen de los particulares que temporalmente prestan una función pública,165 entre otras materias. Por citar un ejemplo: En temas educativos, el Gobierno Nacional no puede reglamentar a su arbitrio, sin embargo sí y solo si, la Constitución Política, le otorgara esta facultad, le sería dable, pero no es el caso de Colombia; toda vez que dentro del ordenamiento jurídico interno, no se le otorga al Poder Ejecutivo autonomía o independencia para expedir reglamentos, por lo que está sujeto, como ya se expuso, en primer lugar, a la Carta Fundamental, y en segundo lugar, a la Ley, respetando la jerarquía vertical normativa y la subordinación que de ella se deriva.166 167 2001. El Presidente de la República al hacer la reglamentación correspondiente, debe tener en cuenta entonces los límites que le imponen las normas superiores, y principios como los de razonabilidad y proporcionalidad, es decir que no existe libertad absoluta para tal fin.” Véase, COLOMBIA, CONSEJO DE ESTADO. Sección Segunda. C.P.: Víctor Hernando Alvarado Ardila. Bogotá D.C., 28 de febrero de 2013. Radicación número: 11001-03-25-000-2011-00509-00(1990-11). Actor: Andrés Felipe Chávez Alvarado. Demandado: Gobierno Nacional. 165 Véase, COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA. 166 Al respecto la Corte ha dicho: “En materia educativa existe una estricta vinculación del reglamento a La ley, es decir el papel del reglamento es desarrollar y precisar la Ley y no llenar los vacíos legales, pues tal como ha dicho esta Corporación “el ejercicio de la potestad reglamentaria requiere la existencia previa de un contenido o una materia legal que pueda ser reglamentada”. En lo que tiene que ver con la función de inspección y vigilancia la Corte ha dicho que dicha función es en realidad de control, tiene un origen Constitucional y un fundamento legal, puesto que su ejercicio sólo es procedente cuando la Constitución lo ordena y a partir de los parámetros y criterios generales determinados previamente por el legislador. En consecuencia, la Corte ha diferenciado entre el ejercicio de la potestad reglamentaria de la educación y el ejercicio de la inspección y vigilancia de la misma, entendiendo que ninguna de las dos habilitan al Gobierno para expedir reglamentos autónomos o independientes y que en ambos casos, sus competencias están subordinadas a la ley.” Véase, COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL. Referencia: expediente D-8071. Actor: Arnoldo Antonio Goez Medina y otros. Demanda de inconstitucionalidad contra la Ley 1324 de 2009, “por la cual se fijan parámetros y criterios para organizar el sistema de evaluación de resultados de la calidad de la educación, se dictan normas para el fomento de una cultura de la evaluación, en procura de facilitar la inspección y vigilancia del Estado y se transforma el ICFES.” M.P. María Victoria Calle Correa. Bogotá, D.C., 06 de septiembre de 2010. 103 6.1 EXTRALIMITACIÓN DE LA FACULTAD REGLAMENTARIA DEL GOBIERNO NACIONAL Luego de navegar por las generalidades de la investigación, en este punto nos acercamos ya a nuestro destino, a lo especifico de este intento, como lo es la "Extralimitación en la Facultad Reglamentaria del Gobierno Nacional en el Decreto 2463 de 2001, Articulo 18.” Dentro de las facultades otorgadas a uno u otro poder en un sistema estatal, democrático, participativo y social; debe existir una relación jurídica, social y de Derecho armónica, complementaria y justa entre los organismos públicos del Estado, así como entre este y sus connacionales; para no encontrarnos con alteraciones del sistema, que generarían necesidades de corrección inmediata para no propiciar una inseguridad jurídica. Es aquí donde se analiza que los derechos no son absolutos168 y que encuentran un límite, dentro del mismo ordenamiento jurídico, en alguna circunstancia de tiempo, modo y lugar, o bien donde comienzan los derechos del otro individuo. Como vimos en el acápite de reserva legal, siendo la potestad reglamentaria, un Derecho facultativo de rango Constitucional, al igual que todos los derechos, esa facultad atribuida al Gobierno Nacional no es absoluta y encuentra su límite en la Constitución, igualmente en la Ley. Cualquier hecho que sobrepase ese límite, atenta contra la armonía normativa, el ordenamiento jurídico y la seguridad jurídica, constituyéndose en una extralimitación del Derecho facultativo de reglamentar previamente otorgado por la Carta Fundamental, lo que flagrantemente rompe con el orden, la justicia y la igualdad. Es así como nuestros máximos guardianes de la Constitución, en diversos pronunciamientos, han considerado circunstancias en las cuales el Gobierno Nacional de Colombia se extralimita en sus atribuciones reglamentarias.169 168 Así, como manifiesta LACRUZ BERDEJO, José L.: Nociones de Derecho Civil, 60 edición, Barcelona, 1992, Pág.114, "Todo Derecho se halla pues limitado perse, internamente, por su propio sentido y vocación social" Véase: Luis Aguiar de Luque: «Los límites de los Derechos Fundamentales», Revista del Centro de Estudios Constitucionales, Núm. 14, 1993, Pág.10. 169 Entre otras sentencias sobre la materia, Véase, COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia compiladora de línea jurisprudencial C-704 de 2010. M.P. María Victoria Calle Correa. Consejo de Estado. Sección primera. Radicación número: 11001-03-24-000-2010-00180-00, Bogotá D.C., 10 de junio de 2010. C.P. María Claudia Rojas Lasso; en esta demanda fue demandado el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, por considerar que la expresión “cuando éstos no estén autorizados por los reglamentos para dicha 104 En el caso del artículo 18 del Decreto Reglamentario 2463 de 2001, que se presume legal y se encuentra vigente y vinculante porque no hay una Sentencia que le haya hecho perder sus efectos jurídicos por inconstitucional,170 flagrantemente se establece una inhabilidad al régimen de los particulares que desempeñan Funciones Públicas, es evidente que se determinó en la Carta, que no le es dable al poder ejecutivo, la facultad de reglamentar en ese caso específico; sin embargo se plantea que éste Derecho no requiere de una norma Estatutaria, porque no es un Derecho fundamental el que se pretende desarrollar, sino lo que se plantea en la hipótesis es que es de estricta reserva legal la reglamentación del tema mencionado, debe ser objeto de regulación mediante la vía legal por la reserva de la que goza y que el constituyente primario quiso que tuviera la regulación del tema en comento. No se desconoce claro está, que hay un posible perjuicio irremediable, sobreviniente a la publicación del citado Decreto, toda vez que al excluir de la aspiración al cargo a las personas que venían fungiendo como miembros principales por dos periodos continuos,171 ocasionó en la mayoría de los casos a los individuos aspirantes al concurso de méritos inhabilitados por la norma citada, un detrimento en derechos fundamentales constitucionales de amparo inmediato, que tuvieron que ser reclamados por vía de acción de tutela para que de este modo se tutelaran sus derechos amparados por la Constitución, aminorando un perjuicio en virtud de un Decreto Reglamentario atentatorio de la Carta; producto de una extralimitación de la potestad reglamentaria del Gobierno Nacional, como se analizará más adelante.172 destinación”, contenida en el artículo 3°, parágrafo segundo, del Decreto 2590 de 2009, y contra el artículo primero del Decreto 4933 de 2009, referentes a propiedad horizontal, vulnera la Constitución”. 170 COLOMBIA. PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA. Decreto 2463 de 2001. 171 COLOMBIA. PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA. Decreto Reglamentario 2463 de 2001. 172 Véase los únicos fallos de tutela existentes, COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. Sección cuarta. C.P. Carmen Teresa Ortiz de Rodríguez. Bogotá D.C., 14 de abril de 2011. Radicación Núm.: 25000-23-31-0002011-00237-01. Actor: Jorge Vargas Rojas. referencia: acción de tutela. impugnación contra la providencia de 16 de febrero de 2011 del tribunal administrativo de Boyacá. fallo. Consejo de Estado. Sección quinta, C.P. María Nohemí Hernández Pinzón. Radicación Núm.: 250002315000201100259-01. Actor: César Augusto Osorio Vélez. Demandado: Nación-Ministerio de la Protección Social-Universidad Nacional. Consejo de Estado. Sección segunda. C.P.: Alfonso Vargas Rincón. Bogotá, D.C., 16 de noviembre de 2011. Radicación Núm.: 08001-23-31-000-2011-01079-01(AC). Actor: Ubaldo Carrillo Coronado. Demandado: Ministerio de la Protección Social Ministerio Colombia. Consejo de Estado. Sección primera. C.P.: María Claudia Rojas Lasso. Bogotá, D.C. 2 de febrero de 2012. Radicación Núm.: 11001-03-15-000-2011-00336-01(ac). Actor: Carlos Ariel Giraldo Duque. Demandado: Ministerio de la Protección Social y otros. 105 Es en este acápite donde luego de navegar por algunos apartes de la teorética Constitucional conveniente para nuestra investigación, se dilucida, se esclarece y se justifica una evidente existencia de extralimitación de la facultad reglamentaria en el Decreto reglamentario 2463 de 2001, tanto no existe prohibición legal que impida a los miembros de las Juntas de Calificación de Invalidez actuar por más de dos períodos continuos.173 Lo anterior evidentemente atenta contra el mandamiento constitucional, a su tenor el artículo 123 de la Constitución Política de 1991174. En este caso se observa evidentemente que hay una estricta reserva legal, que limita la facultad conferida al Poder Ejecutivo, en el artículo 189.11 de la Constitución Política,175 por lo que es de notar que no es de competencia del Gobierno el reglamentar en esta materia, máxime cuando hay unas normas preestablecidas, qua si lo decretan. 6.2 LÍMITES DE LA POTESTAD REGLAMENTARIA Ya en la Constitución Colombiana de 1886 se le habían establecido límites a la potestad reglamentaria conferida al Poder Ejecutivo. Antecedentes Constitucionales: El Artículo 120.3 de la Constitución de 1886, sin vigencia actualmente, consagró en el artículo en comento, los límites de la potestad reglamentaria, al consignar que esta facultad, obligatoriamente tiene que seguir la Ley. Para una mejor ilustración me permito transcribir un aparte de la norma señalada: “no puede invadir la zona de reserva legal ni afectar la naturaleza intrínseca de la norma reglamentada. Esa naturaleza, por su parte, está caracterizada por la necesidad de obtener la ejecución de las Leyes atendiendo a su finalidad y a su espíritu, en orden a realizarla de manera general, pero siempre mediante una interpretación concreta que en todos los casos debe ser Justa, adecuada y exacta en su intención al precepto reglamentado, sin que siquiera razones de pretendida conveniencia administrativa puedan modificarlo, pero en el fondo 173 PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA. Decreto Reglamentario 2463 de 2001. Artículo 18. Acusado. 174 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 123. 175 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 181.11. 106 esa potestad no es sino una prolongación de la facultad legislativa, para efectos administrativos, exclusiva y propia del Congreso de la República, máxime cuando, como en el presente caso, se trata de un reglamento de ejecución, secundum lege*.”176 Es decir los Decreto Reglamentarios emanados por el Gobierno Nacional obligatoriamente tienen que seguir la Ley. Recalcando, es imperioso reconocer que en el ordenamiento jurídico Colombiano, desde la Constitución de 1886 y pasando por la Constitución de 1991, vigente en la actualidad, los Decretos Reglamentarios tienen la función de desarrollar la Ley, de una forma más específica, abordando minuciosamente los aspectos objeto de regulación, conservando obligatoriamente el espíritu de la Ley y la Supremacía Constitucional, entonces no puede discutirse de ninguna modo, que la potestad reglamentaria atribuida al Poder Ejecutivo, encuentra su límite en la norma normarum, porque es claro que como norma fundante del ordenamiento jurídico, es imperante por la propia connotación que le da el articulo 4 superior y la interpretación de la Corte Constitucional, de suprema. En el mismo sentido, la Ley tiene un mayor grado jerárquico normativo que el Decreto Reglamentario, circunstancia que supedita y limita la potestad reglamentaria del Gobierno Nacional a los señalados preceptos, barrera que propende siempre en su esencia por la correcta ejecución de la Ley, con apego indiscutible a la Constitución; por lo tanto, cualquier desborde material o formal de la Constitución Política o la Ley, que el Gobierno efectué al expedir una norma, bajo la consigna del artículo 189.11, constituye una extralimitación de su potestad reglamentaria y una vulneración flagrante a la Constitución y a la Ley. Del mismo modo, si no hay Ley que regule una materia, no habrá Ley que reglamentar, por lo tanto si se normativizara al respecto, sería otra forma de extralimitación. De hecho, la Corte Constitucional determina el alcance de la potestad reglamentaria, al inferir que: * Traducción del latín al español, secundum legem: siguiendo la ley, conforme a la ley, es la referencia latina para referirse a aquellas circunstancias, o preceptos que tienen que ajustarse a la ley. 176 COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. Sala de lo Contencioso Administrativo. Sección Segunda. Consejero ponente: Eduardo Aguilar Velez. Bogotá, D. E., 19 de junio de 1974. Actor: Gustavo Humberto Rodriguez. Demandado: Gobierno Nacional. 107 “Depende de la valoración política que el Legislador haga de la materia que desarrolla pues puede regular íntegramente una materia sin dejar margen alguna a la reglamentación, o abstenerse de reglar algunos aspectos, que el Presidente la reglamente para su debida aplicación. La potestad en estudio no es absoluta porque tiene como límite y radio de acción a la Constitución y la ley, y no puede ejercerse para alterar o modificar el contenido y espíritu de la ley.”177 Por lo que ante cualquier irregularidad, o argumento que demuestre que el Gobierno excedió su potestad reglamentaria, al expedir una norma que vulnere la Constitución en sentido amplísimo, es decir, integrando la jurisprudencia de la Corte Constitucional, que como lo señala la Corporación en cita, tienen fuerza vinculante, por ser la Constitución misma, como ya se explicó anteriormente, o la reserva legal, amparada por la norma normarum, constituye motivo suficiente para instaurar una demanda de nulidad por inconstitucionalidad y ante esta circunstancia, el Consejo de Estado, obligatoriamente debe decretar la nulidad solicitada, interpretando de forma abstracta e integral, las consignas Constitucionales, imperando siempre la Supremacía de la Carta, sobre cualquier otra consideración, de carácter político, personal o burocrático, porque lo que se busca es garantizar los derechos de todo el conglomerado social, por medio de la salvaguarda de la norma de normas, evitando normas fundadas en un nepotismo malsano, en intereses politizados, o beneficios viciados de corrupción. Los objetivos a alcanzar por las normas son la Justicia, por medio de normas claras, idóneas, coherentes, que propendan por una seguridad jurídica constante y estable. Cualquier anomalía en una norma de tercera categoría, como lo es el Decreto Reglamentario, es considerada contram legem (contraria a la Ley), contraria a la Constitución y por lo tanto debe perder su fuerza vinculante dentro del ordenamiento jurídico. 177 COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. Sección Primera. Consejera ponente: María Claudia Rojas Lasso. Bogotá, D.C., 05 de mayo de 2011. Radicación número: 11001-03-24-000-2005-00064-01. Actor: Jorge Alberto Guerrero Lozano. Demandado: Gobierno Nacional. 108 7. EXTRALIMITACIÓN DE LA POTESTAD REGLAMENTARIA EN EL DECRETO 2463 DE 2001, ARTÍCULO 18 Partiendo de lo general, es decir desde la Supremacía Constitucional como límite dentro del ordenamiento jurídico y que ante cualquier desborde del poder otorgado en sus preceptos se supone una extralimitación, pasando por la competencia de Control de Constitucionalidad a cargo del Consejo de Estado, y su atribución para conocer de la acción de nulidad por inconstitucionalidad, como mecanismo idóneo para buscar la nulidad de un Decreto Reglamentario expedido por el Gobierno Nacional, analizando la potestad reglamentaria a cargo del poder ejecutivo, y las circunstancias de extralimitación de esta facultad, fundamentándonos en la Doctrina, y en la Jurisprudencia de las altas Cortes, en su mayoría de la Corte Constitucional. Este aparte de la Investigación constituye la aplicación de toda la teorética expuesta hasta este punto, llegando a lo particular de la investigación, concluyendo e incorporando cada uno de los conceptos analizados, y que justifican la hipótesis planteada. Proponiendo en un caso en concreto, no desarrollado nunca antes, con una visión que simpatice con unos efectos erga omnes, en una posible nulidad por inconstitucionalidad emprendida con una visión mixta del Derecho, dogmática si se quiere, pero sin dejar de lado el positivismo evidente en nuestro ordenamiento jurídico. Propendiendo por el respeto que el Gobierno Nacional dentro de su potestad reglamentaria, debe obligatoriamente tener por la Constitución Política, propugnando porque el ordenamiento jurídico Colombiano, por lo menos en este caso en concreto, goce de Seguridad Jurídica, propiciando porque el apego armónico y complementario del poder público a la norma normarum sea una realidad y preservando porque se conserven lo fines de justicia consignados en la Carta. No se pretende dar respuestas definitivas al problema, toda vez que el Consejo de Estado como autoridad competente, será quien tenga la última palabra respecto de este caso concreto, pero si evidenciando al poner en conocimiento el problema suscitado, y en este punto ofrecer bajo un juicio deductivo, racional, coherente, analítico y expositivo, los fundamentos que justifican la posible nulidad de la norma consignada en el artículo 18 del Decreto Reglamentario 2463 de 2001. Propendiendo siempre como ya se expresó anteriormente por una efectiva justicia, en un ordenamiento jurídico que muchas veces parece carecer del mismo, constituyéndolo no como realidad, sino como ideal que en la mayoría de las veces 109 cuesta trabajo alcanzar, situación que espera el autor de esta monografía, por lo menos en este caso concreto sea una realidad y el citado artículo del Decreto aludido, sea declarado nulo por vicios de inconstitucionalidad. La teorética expuesta se utiliza, con el fin de argumentar, con unos conceptos claros, pertinentes y procedentes para el caso en particular, aplicándolos en pro de justificar la inconstitucionalidad del citado artículo. Además se utiliza una hermenéutica deductiva, que explica y aclara un flagrante quebrantamiento de las consignas Constitucionales, probando sin lugar a dudas que evidentemente el Artículo18 del Decreto 2463 de 2001 al estipular una inhabilidad, es inconstitucional. Este hecho sin embargo, no solo sucede en la norma que conforma la hipótesis esbozada, analizada y justificada en este trabajo, sino que ocurre constantemente en el ordenamiento jurídico del status quo contemporáneo Colombiano, que bajo amparos normativos viciados pero que gozan de presunción de legalidad, siendo vinculantes por lo tanto, buscan obedecer a intereses particulares politizados.178 Es importante señalar que en lo concerniente al artículo acusado del Decreto Reglamentario 2463 de 2001, no hay línea jurisprudencial, ni doctrina que se pronuncie, como se reiteró a lo largo de la investigación. 7.1 ANTECEDENTES NORMATIVOS Por poder conferido en la Constitución Política de 1991, el legislador elabora la Ley 100 de 1993 y en sus artículos 42 y 43,179 creó las Juntas de Calificación de 178 CHINCHILLA MARÍN, Carmen. La desviación de poder. Madrid 1989 y Segunda Edición actualizada y ampliada Editorial Civitas. Madrid 1999. Pág. 17. Además, obsérvese; Corte Suprema de justicia de Colombia. La protección de los derechos humanos a través de la jurisprudencia.2008. Konrad Adenaver Stiftung. Centro Internacional para la Justicia Transaccional. Compleméntese con la amplia gama de sentencias que se encentran en nuestro ordenamiento jurídico. 179 COLOMBIA, CONGRESO DE LA REPUBLICA, Ley 100 de 1993. Artículo 42. Juntas Regionales de Calificación de Invalidez. En las capitales de departamento y en aquellas ciudades en las cuales el volumen de afiliados así lo requiera, se conformará una comisión interdisciplinaria que calificará en primera instancia la invalidez y determinará su origen. Las comisiones estarán compuestas por un número impar de expertos, designados por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, quienes actuarán de conformidad con la reglamentación que para tal efecto expida el Gobierno Nacional. Los honorarios de los miembros de la 110 Invalidez, ordenando al Gobierno Nacional la reglamentación de la integración, financiación y funcionamiento de éstas. En consecuencia, el Gobierno Nacional en ejercicio de su potestad reglamentaria Artículo 189.11 de la Constitución Política, expidió el Decreto 2463 de 2001, reglamentando la integración, financiación y funcionamiento de las Juntas de Calificación de Invalidez. Así mismo, de conformidad con lo previsto en el Artículo 11 del Decreto 2463 de 2001, se determinó la naturaleza jurídica de las Juntas de Calificación de Invalidez, señalando que son organismos de creación legal, autónomos, sin ánimo de lucro, de carácter privado, sin personería jurídica, cuyas decisiones son obligatorias. Sus integrantes son designados por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, de conformidad con lo señalado en el artículo 17 del Decreto citado, no tienen el carácter de servidores públicos, no devengan salario, ni prestaciones sociales, sólo tienen Derecho a los honorarios establecidos en la norma en comento. En el artículo 18 ibídem,180 señala las inhabilidades de los miembros que las integran, al establecer que no podrán concursar quienes hayan actuado como principales por dos períodos continuos. comisión serán pagados por la entidad de previsión o seguridad social o la sociedad administradora a la que esté afiliado el solicitante. COLOMBIA, CONGRESO DE LA REPUBLICA, Ley 100 de 1993. Artículo 43. Créase la Junta Nacional para la Calificación de los Riesgos de Invalidez con sede en la capital de la República, integrada por un número impar de miembros designados por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Esta Junta, que será interdisciplinaria, tiene a su cargo la resolución de las controversias que en segunda instancia sean sometidas para su decisión por las juntas regionales o seccionales respectivas. Los honorarios de los miembros de la Junta serán pagados, en todo caso por la entidad de previsión o seguridad social correspondiente. El Gobierno Nacional reglamentará la integración, financiación y funcionamiento de la Junta Nacional de Calificación de Invalidez, de su secretaría técnica y de las Juntas regionales o seccionales, el procedimiento de apelación, el manual único para la calificación de la invalidez y demás normas necesarias para su adecuado funcionamiento. Parágrafo: Los miembros de la Junta Nacional y los de las Juntas Regionales de Calificación de Invalidez de que trata el artículo anterior, no tienen el carácter de servidores públicos. 180 COLOMBIA, PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA. Decreto 2463 de 2001. Artículo 18. “Período de los Miembros de las Juntas de Calificación de Invalidez. Los miembros de las Juntas de Calificación de Invalidez y sus respectivos suplentes serán designados por el Ministro de Trabajo y Seguridad Social, para períodos de tres (3) años. Quienes hayan actuado como miembros principales no podrán ser designados para más de dos (2) períodos continuos”. 111 El hecho de que la anterior inhabilidad se haya estipulado en un Decreto expedido por el Gobierno Nacional, evidentemente es contrario a la norma de normas, toda vez que como se ha expresado ampliamente a lo largo de este estudio, por voluntad de la Constituyente de 1991, se determinó que el régimen de inhabilidades e incompatibilidades es de reserva legal, contrariando abiertamente el ordenamiento superior. 7.2 PROYECTO DE ARTÍCULO ACUSADO DE INCONSTITUCIONAL Como se observó en el acápite de antecedentes normativos, tenemos una norma fundante que prevalece jerárquicamente sobre el resto del ordenamiento jurídico que es la Constitución Política de 1991, de la cual se sitúa al mismo nivel, la hermenéutica desarrollada por la Corte Constitucional, respecto a Supremacía Constitucional, que como ya se fundamentó en el capítulo correspondiente, tiene fuerza vinculante, tenemos una norma de segundo grado respecto de la Constitución, que expidió el Congreso de la Republica, que es la Ley 100 de 1993, que se subordina a la Constitución Política y por ultimo tenemos una norma de tercer grado, un Decreto Reglamentario, que se supedita a la Constitución y a la Ley, como lo es el Decreto 2463 de 2001, expedido por el Gobierno Nacional, si bien pareciera que la jerarquía normativa se está respetando y que la armonía y complementariedad se está llevando a cabo, es en este punto donde se entra a analizar que el artículo 18 de la norma citada a continuación, al establecer una inhabilidad, contrarió el ordenamiento Constitucional: “Artículo 18. PERÍODO DE LOS MIEMBROS DE LAS JUNTAS DE CALIFICACIÓN DE INVALIDEZ. Los miembros de las Juntas de Calificación de Invalidez y sus respectivos suplentes serán designados por el Ministro de Trabajo y Seguridad Social, para períodos de tres (3) años. Quienes hayan actuado como miembros principales no podrán ser designados para más de dos (2) períodos continuos”.181 (Subrayado y negrilla fuera del texto original). En el aparte subrayado y en negrilla del citado artículo, se puede ver claramente que el Gobierno Nacional, impuso una inhabilidad a las personas naturales, particulares por ser esta la naturaleza de las Juntas de Calificación de Invalidez, ya mencionada en el acápite anterior, que aspiran a ser designados en un cargo como miembros principales, por más de dos periodos continuos. 181 COLOMBIA. PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA. Decreto 2463 de 2001. Artículo 18. 112 Si bien el artículo 189 de la Carta, establece, las funciones del Presidente de la Republica, como Jefe de Gobierno, Jefe de Estado y Suprema Autoridad Administrativa, otorgándole en el numeral 11 ibídem, la potestad de reglamentar, al señalar: “Ejercer la potestad reglamentaria, mediante la expedición de los decretos, resoluciones y órdenes necesarios para la cumplida ejecución de las leyes.”182 Sin embargo, en el caso específico que nos atañe del artículo 18 del Decreto Reglamentario de 2001, la mencionada potestad reglamentaria encuentra un límite, por ser la misma Constitución la que en casos especiales, le reserva la facultad de reglamentar a la Ley, al Poder Legislativo, como en el caso objeto de examen, en este asunto específico, como lo es el régimen de los particulares que prestan funciones públicas, como lo establece el artículo 123, ibídem: “Son servidores públicos los miembros de las corporaciones públicas, los empleados y trabajadores del Estado y de sus entidades descentralizadas territorialmente y por servicios. Los servidores públicos están al servicio del Estado y de la comunidad; ejercerán sus funciones en la forma prevista por la Constitución, la Ley y el reglamento. La Ley determinará el régimen aplicable a los particulares que temporalmente desempeñen funciones públicas y regulará su ejercicio. (Subrayado y Negrilla fuera del texto original). En el aparte del artículo subrayado y en negrilla, se puede evidenciar que es la misma Constitución la que en este tema específico, le reserva a la Ley el régimen aplicable, así como la regulación del ejercicio de los particulares que temporalmente presten un servicio de carácter público al Estado, por lo tanto el Ejecutivo se excedió del campo de aplicación conferido en el artículo 189.11 ibídem, al consignar una inhabilidad en el aludido Decreto, lo que prueba la flagrante vulneración de la Supremacía Constitucional. 182 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 189. 113 En este punto de la investigación, se prueba evidenciando con claridad que el Poder Ejecutivo se extralimitó en su facultad reglamentaria al estipular en el artículo 18 del Decreto 2463 de 2001, una inhabilidad que le compete únicamente determinarla al Poder Legislativo, por ser un tema de importancia pública, que a la luz del Artículo 123 de la Constitución Política, goza de estricta reserva legal, circunstancia por la cual se considera que debe ser declarado Nulo por Inconstitucional por parte del Consejo de Estado, ya sea en su totalidad o parcialmente, por ser un Decreto de carácter general dictado por el Gobierno Nacional, atentatorio de la reserva legal amparada por la Carta Fundamental. Lo que se puede evidenciar a toda luz, por medio de un ejercicio deductivo que nos demuestra un resultado de flagrante violación a la Supremacía Constitucional al establecer una inhabilidad, entendida esta como lo señala la Corte Constitucional en Sentencia C-546 de 1993, como: “aquellas circunstancias creadas por la Constitución o la Ley, que imposibilitan que una persona sea elegida o designada en un cargo público, y en ciertos casos, impiden el ejercicio del empleo a quienes ya se encuentren vinculados al servicio, y tienen como objetivo primordial lograr la moralización de quienes van a ingresar o ya están desempeñando empleos públicos”.183 Como se observa en el aparte ilustrado, la inhabilidad es una circunstancia creada únicamente por la Constitución o la Ley, no siendo atribuida a un Decreto Reglamentario. En ese sentido, no solo la Constitución en sí misma determina la competencia de establecer una inhabilidad, sino que la propia Corte Const. así lo reitera, concepto que se desarrolla con mayor amplitud en la Sentencia C-028 de 2006, M.P. Humberto Antonio Sierra Porto, al afirmar: “Que el derecho disciplinario y, por ende, las inhabilidades poseen una naturaleza constitucional, ya que constituyen un presupuesto fundamental de la potestad que tiene el Estado de disciplinar a los servidores públicos y a los particulares que cumplen funciones públicas. En dicho sentido, señala que el artículo 6 de la Carta Política fija las bases ético-filosóficas, frente al ejercicio de la función pública, pues dispone que los servidores públicos no sólo responden por el incumplimiento de la Constitución y la ley, sino por la infracción u omisión de los deberes funcionales que se le han asignado, esto es, consagra 183 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-546 de 1993: REF.: Expediente No. D-320 Demandante: José Fernando Salgado Suarez. M.P: Carlos Gaviria Díaz. 114 una cláusula de responsabilidad que da sustento a los diversos controles que contempla la Constitución para el adecuado funcionamiento del Estado, la cual tiene distintos matices: el penal, el fiscal, el patrimonial y el disciplinario.”184 Siguiendo la línea jurisprudencial, la Corte Constitucional, en la anterior Sentencia, interpreta el principio de reserva legal, aclarando que el Poder Legislativo se encuentra facultado legítimamente por el artículo 123 de la Constitución Política, para incorporar dentro del ordenamiento jurídico por medio de una Ley, las inhabilidades que él considere, con el fin de asegurar que los servidores públicos efectivamente adelanten sus labores al servicio del Estado, del interés general, a favor de la colectividad, en aras de esa constante búsqueda de alcanzar los fines Estatales consignados en la Carta Fundamental, por lo que le es dable por mandato Constitucional únicamente a ese poder del Estado, el establecer los límites al ejercicio de la Función Pública, así como al de los particulares que la han de prestar. Igualmente, continuando la línea jurisprudencial, la Corte Constitucional en Sentencia C-325 de 2009 M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo, se sostiene que: “La Corte Constitucional ha forjado una doctrina consolidada en torno a la cual, cualquier desconocimiento de disposiciones de la Carta, específicamente frente a las causales de inhabilidad 184 COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-028 de 2006, M.P. Humberto Antonio Sierra Porto, Sentencia a la que anteceden como línea jurisprudencial, en el mismo sentido: Sentencia C-546 de 1993; Sentencia C- 948 de 2002, que “el Legislador bien puede establecer inhabilidades permanentes derivadas de la comisión de faltas disciplinarias, siempre y cuando la medida adoptada se adecue a los criterios de razonabilidad y proporcionalidad y con ellas no se restrinjan ilegítimamente los derechos fundamentales de quienes aspiran a acceder a la función pública." (negrillas agregadas). En el mismo sentido la Sentencia C-100 de 2004, en esta decisión la Corte concluyó que la atribución constitucional otorgada al Poder Legislativo para establecer los parámetros y requisitos que se imponen para el acceso a los cargos públicos, "tiene como finalidad salvaguardar el interés general y propender por el logro de los fines esenciales del Estado. En este orden de ideas, satisfacen los parámetros de razonabilidad y proporcionalidad, aquellos límites que inequívocamente permiten asegurar la realización de los principios que orientan la función pública, es decir, la eficiencia, economía, igualdad, celeridad, imparcialidad y publicidad". Entre otras, Sentencia C-124 de 2003 y Sentencia C-948 de 2002, respecto a las inhabilidades con fines sancionables consignadas del artículo 45 de la ley 734 de 2002, Código Único Disciplinario, las Sentencia C-181 de 2002, que se refiere al artículo 46 de la ley 734 de 2002; las Sentencias C-1076 de 2002 y C-948 de 2002; antecedidas de las Sentencias C-142 de 2001 y C- 1052 de 2001. Entre otras. 115 previstas en su texto, constituye una incompatibilidad normativa que debe ser corregida por el juez constitucional, pues no es jurídicamente posible que la ley deje sin efectos un mandato de superior jerarquía proveniente directamente de la Constitución. Precisamente, en aplicación de este criterio uniforme, la Corte ha procedido a retirar del ordenamiento o a condicionar la permanencia en el mismo, de aquellas disposiciones que en materia de inhabilidades han desbordado los límites expresamente señalados por la Carta.”* En la anterior Sentencia, la Corte Const.; deja claro que la Supremacía Constitucional es la que estructura el ordenamiento jurídico y por lo tanto, en cuanto al régimen de inhabilidades e incompatibilades, como es la propia Constitución la que señala los parámetros a seguir en tal situación, por lo tanto, cualquier norma que contraríe los preceptos Constitucionales debe desaparecer del ordenamiento jurídico, después del juicio hermenéutico realizado por la Corporación que ejerce el control de constitucionalidad. El artículo 18 parcialmente demandado, señala una inhabilidad ya que dispone que no podrán concursar quienes hayan actuado como miembros principales de las Juntas de Calificación de Invalidez por dos períodos continuos entre los años comprendidos desde la expedición del Decreto 2463 de 2001, es decir, el 2001, hasta la fecha en que se abrió el concurso público, el 2010. Es de aclarar que los miembros de las Juntas de Calificación de Invalidez del orden Nacional y Regional, por ser su naturaleza jurídica de particulares que temporalmente prestan 116 una Función Pública, están sujetos al régimen de inhabilidades e incompatibilidades de los servidores públicos, al Código Único Disciplinario.185 En este sentido, el artículo 53 de la Ley 734 de 2002, Código Único Disciplinario, estipula que este régimen será aplicado a los particulares que prestan una Función Pública, de modo que en tratándose de aquellos particulares que cumplan labores en las Juntas de Calificación de Invalidez del orden Nacional y Regional, que ejercen una Función Pública, que por tal condición es propia del Estado, y en lo relacionado a éstas, son de las contempladas en el Artículo 366 de la Constitución Política, de lo que se deduce implícitamente que en el estricto sentido de la labor desempeñada por las Juntas, consiste en la necesidad que tiene el Estado de emitir dictámenes de Calificación de Invalidez, para que por medio de este mecanismo las ARL Administradoras de Riesgos Laborales, los * Como se observa en la sentencia analizada el régimen de inhabilidades es de estricta reserva legal, por lo tanto es reiterado por la Corte tal circunstancia, así mismo en esta sentencia se vuelve a definir el concepto de inhabilidad: “La Corte ha indicado que las inhabilidades son circunstancias previstas en el ordenamiento jurídico, que concurren en los individuos con aspiraciones de ingresar al servicio público y, por excepción, de permanecer en él, y que les impide cumplir con dicho propósito, concretamente, en razón al conflicto que se generaría entre sus intereses personales y los intereses públicos.” Véase, COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL, Sentencia Integradora Sustitutiva C-325 de 2009 M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo y siguiendo la misma línea jurisprudencial; Sentencia C-468 de 2008; Sentencia C-348 de 2004; Sentencia C-311 de 2004; Sentencia C-147 de 1998; Sentencia C-068 de 2008; Sentencia C-618 de 1997; Sentencia C-367 de 1996; Sentencia C-373 de 1995; Sentencia C-320 de 1994; Sentencia C-537 de 1993, entre otras. 185 COLOMBIA, CONGRESO DE LA REPUBLICA, Ley 734 de 2002. Artículo 53. Sujetos disciplinables. “El presente régimen se aplica a los particulares que cumplan labores de interventoría en los contratos estatales; que ejerzan funciones públicas, en lo que tienen que ver con estas; presten servicios públicos a cargo del Estado, de los contemplados en el artículo 366 de la Constitución Política, administren recursos de este, salvo las empresas de economía mixta que se rijan por el régimen privado.” * Respetando el precedente jurisprudencial contenido en la sentencia C-425 de 2005, teniendo en cuenta el grado de incapacidad, el estado de salud y las patologías anteriores del paciente cuando la calificación de la perdida genere la condición de invalidez por contingencias comunes o profesionales o conjuntas. Véase, COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL, Sentencia C-415 de 2005. En el mismo sentido Véase la sentencia de la Corte Suprema de Justicia, Sala Casación Laboral, Radicado No.38.614 M.P. Luis Gabriel Miranda Buelvas que se resume en lo siguiente. En lo referente a la Pensión de Invalidez la Corte Suprema de Justicia Sala Laboral en Sentencia del 26 de julio de 2012, al resolver la controversia frente a una aseguradora que hace de administradora de riesgos laborales, preciso frente a la prestación pensional que pretendía la demanda solo reconocer en un 30%, correspondiente al riesgo profesional sin asumir la totalidad del pago de la mesada, que el Juzgado de conocimiento decidió en primera instancia argumentando la falta de sustento jurídico y que el pago de la pensión de origen común lo debe asumir la administradora de fondos de pensiones al cual se encuentra afiliado el trabajador, sin que en el ordenamiento jurídico colombiano exista disposición alguna que obligue a las administradoras de riesgos al pago de la totalidad de la pensión en caso de invalidez, cundo esta se deriva de discapacidades provenientes tanto del origen común como profesional, alegando que debe existir cuando menos una solidaridad entre el fondo de pensiones y la administradora de riesgos laborales. 117 Fondos de Pensiones y los diferentes actores del Sistema Integral de Seguridad Social, otorguen con base a unos parámetros preestablecidos,* la pensión de Invalidez, lo que evidentemente se necesita para satisfacer las carencias de aquellos conciudadanos, que se encuentran en estado de indefensión por tener una debilidad manifiesta.186 En efecto, las Juntas tienen una Función Pública, pero su naturaleza es de particulares, porque la Ley 100 de 1993, en sus Artículos 42 y 43, igualmente que el artículo 11 del Decreto acusado así lo consagra. En tal sentido, el Artículo 123 de la Constitución Política, determina que el régimen de inhabilidades debe ser consagrado por una Ley, lo que evidentemente contraría la inhabilidad contemplada en el Decreto acusado, por lo que es necesario formular los cargos de Inconstitucionalidad, y de esta forma justificar la hipótesis de este intento, pues se considera que el Gobierno Nacional, vulneró las consignas de Supremacía Constitucional. Como ya se había explicado en el Capítulo concerniente a la Función Pública, los particulares que prestan una Función Pública están sujetos al régimen de público, en consonancia con esto, los miembros de las aludidas Juntas están sometidos al régimen del Derecho Público. También integran el conjunto de los sujetos a los que se les debe aplicar el régimen disciplinario previsto en la mencionada Ley 734 de 2002. A juicio del libelista, la comentada inhabilidad evidentemente carece de justificación Constitucional, porque el Artículo 123 de la Carta Fundamental, le reserva a la Ley la contemplación de inhabilidades a los particulares que prestan una Función Pública, como se ha venido recalcando, y es así, como las Juntas de Calificación de Invalidez, hacen parte de esa abstracción Constitucional, de conformidad con lo previsto en los Artículos 42 y 43 de la Ley 100 de 1993; las Juntas hacen parte del sector privado, pero su labor es pública, por lo que se sigue lo estipulado en la Ley 734 de 2002, Código Único Disciplinario, Artículo 53; 186 COLOMBIA, CONGRESO DE LA REPUBLICA, Ley 100 de 1993, Artículo 2. “la cobertura de todas las contingencias que afectan la salud, la capacidad económica y en general las condiciones de vida de toda la población, con el principio de unidad (literal e) en cuanto a la unidad de prestaciones y que tales postulados lo que pretenden es garantizar integralmente la protección contra todas las contingencias, en especial las que afectan la capacidad económica, con la finalidad de lograr el bienestar individual y asegurar la calidad de vida acorde con la dignidad humana, ya que en un estado de invalidez que excluye a la persona de la actividad laboral y de los recursos para su subsistencia y de su familia, es la seguridad social la que debe asegurar una respuesta que neutralice los efectos perversos de esa situación de necesidad…” compleméntese, entre otros artículos 40 y ss. 118 es decir, estos particulares, son sujetos disciplinables bajo ese régimen sancionatorio de inhabilidades, no siendo posible que a través de un Decreto Reglamentario, se determine o se complemente ese régimen, como flagrantemente sucede en el aparte censurado del Decreto 2463 de 2001. El hecho de que la inhabilidad acusada y analizada en este Capítulo se haya estipulado en un Decreto expedido por el Gobierno Nacional, evidentemente es contraria a la norma de normas, toda vez que por voluntad de la Constituyente de 1991, se determinó que el régimen de inhabilidades e incompatibilidades es de reserva legal. Por lo tanto, le compete únicamente al Congreso de la República, determinar dicho régimen por medio de una Ley, a menos de que la Constitución exprese lo contrario, lo que no sucede en este caso en concreto. Por lo tanto, no le compete al Gobierno Nacional establecer el régimen de inhabilidades e incompatibilidades, ya que esto propendería por una inestabilidad jurídica dentro del ordenamiento Nacional y se prestaría para un mal manejo de prebendas y puestos políticos que a lo único que conllevaría sería a un trasteo de puestos laborales burocratizando el ejercicio de la Función Pública y atentando contra el principio de mérito, propio de la selección objetiva a cargo del Estado en los concursos públicos. En consecuencia, el régimen de inhabilidades e incompatibilidades que dicte el Gobierno mediante un Decreto reglamentario, carece de eficacia jurídica, toda vez que es contrario a la Constitución Política y por tanto debe ser declarado Nulo por la autoridad competente, el Consejo de Estado. 7.3 NORMAS CONSTITUCIONALES VULNERADAS En consecuencia de lo anteriormente expuesto, al confrontar la norma acusada con la Constitución, se puede distinguir, que el artículo 18 del Decreto Reglamentario 2463 de 2001, es violatorio del preámbulo, porque al establecer una inhabilidad, entendida esta como bien lo señala la Corte Constitucional en el régimen de los particulares que temporalmente desempeñan funciones públicas, las personas aspirantes a los mencionados cargos se abstraen de contar con el amparo Constitucional consignado en el preámbulo, como lo es; el que la Nación debe asegurar a sus integrantes el trabajo, la justicia, la igualdad, así como la garantía de un orden político, económico y social justo, que lejos de ser un dogma, es un deber por parte de quienes detentan el poder, cumplirlos a cabalidad. 119 Preámbulo “El pueblo de Colombia, en ejercicio de su poder soberano, representado por sus delegatarios a la Asamblea Nacional Constituyente, invocando la protección de Dios, y con el fin de fortalecer la unidad de la Nación y asegurar a sus integrantes la vida, la convivencia, el trabajo, la justicia, la igualdad, el conocimiento, la libertad y la paz, dentro de un marco jurídico, democrático y participativo que garantice un orden político, económico y social justo”.187 Aunado a lo antedicho, el artículo acusado vulnera el principio de Democracia188 consignado en el Preámbulo Constitucional, porque al establecerse un inhabilidad a los miembros de las Juntas de Calificación de Invalidez que venían fungiendo en dicho cargo por más de dos períodos continuos, se les restringió el acceso a la Función Pública, por lo tanto se limita injustamente el acceso a participar en los asuntos del Estado.* 187 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Preámbulo. 188 WOLFGANG Böckenörde. Colección estructuras y procesos: Estudios sobre el Estado de derecho y la democracia. Madrid: Trota. 2000. * En este sentido se ha referido la Corte Constitucional de Colombia: “(…) Este reparto general de competencias normativas entre la ley y el reglamento no es casual ni caprichoso sino que responde a finalidades profundas, tal y como esta Corte lo ha indicado en varias oportunidades. Así, la sentencia C-710 de 2001, MP Jaime Córdoba Triviño, indicó que esa estructura de competencias atiende al desarrollo del principio de división de poderes y a la necesidad de que el derecho, además de ser legal, sea democráticamente legítimo (CP Arts. 1, 2, 3 y 113). La legitimidad del derecho se encuentra vinculada al principio democrático de elaboración de las leyes. Las normas que rigen una sociedad deben ser el resultado de un procedimiento en el que se garanticen en especial dos principios: el principio de soberanía popular, en virtud del cual los límites al ejercicio de las facultades de las personas que hacen parte de una colectividad tienen como único origen legítimo la voluntad popular. Y el principio del pluralismo, como una garantía de participación de la diversidad de los individuos y grupos que componen una sociedad.” Como ya se había analizado con anterioridad en este trabajo, Véase, COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL, entre otras sentencias la 704 de 2010 y compleméntese con las sentencias; Sentencia C-474 de 2003 M.P. Eduardo Montealegre Lynett. SV. Marco Gerardo Monroy Cabra. Reiterada, entre otras, por las Sentencias C-1648 de 2000 MP. Cristina Pardo Schlesinger; Sentencia C-675 de 2005 M.P. Jaime Araújo Rentería; Sentencia C-852 de 2005 M.P. Rodrigo Escobar Gil. SV. Humberto Antonio Sierra Porto; SPV. Alfredo Beltrán Sierra; y AV. Álvaro Tafur Galvis. 120 En síntesis, el Artículo 18 del Decreto Reglamentario 2463 de 2001, atenta contra el Preámbulo Constitucional, al preceptuar una inhabilidad que es de estricta reserva legal, lo que evidentemente atenta contra la Supremacía de la Carta. Como se explicó en el Capítulo Primero de este trabajo, la Supremacía de la Constitución es imperante sobre el resto del ordenamiento jurídico, es un principio como implícitamente se vislumbra en el Preámbulo, que estructura, el conjunto de prescripciones que integran el Derecho Positivo, y al consignar los valores, principios, integrando armónica y coherentemente las normas del sistema, unificando los ideales, fines a lograr por todos los preceptos normativos, lo que guía y estructura el orden jurídico de la sociedad. Por lo tanto, el artículo acusado, al establecer una inhabilidad de reserva legal, rompe con toda esa unidad normativa, con la coherencia, y con la armonía estructurada desde el Preámbulo Constitucional. Por otro lado, se contraria el Artículo 4 ibídem, porque con la vigencia del Decreto, los efectos jurídicos del mismo se siguen produciendo, lo que irrespeta a toda luz el principio de Supremacía Constitucional ya estudiado en otro aparte de este trabajo, perdiéndose la jerarquía de la norma de normas y propiciando la aparición de inseguridades jurídicas y contradicciones dentro del ordenamiento normativo. “Artículo 4. La Constitución es norma de normas. En todo caso de incompatibilidad entre la Constitución y la Ley u otra norma jurídica, se aplicarán las disposiciones constitucionales. Es deber de los nacionales y de los extranjeros en Colombia acatar la Constitución y las leyes, y respetar y obedecer a las autoridades. En tal sentido, el Artículo 4 de la Constitución Política, al otorgarle la virtud de suprema a la Constitución, a la norma normarum, evidencia que el artículo acusado de Inconstitucionalidad, al atribuirse una disposición que no le compete a un Decreto Reglamentario estipular, quebranta la naturaleza normativa del orden Constitucional, al ser el Artículo 4 de la CP, el que establece la jerarquía normativa propia del Derecho Positivo. Instituye dentro del sistema jurídico interno, la sujeción que las demás normas deben tener con respecto a su imperatividad, como atribución de la fuerza fundante, primaria y vinculante de sus disposiciones. Igualmente, el Decreto 2463 de 2001, al ser una norma infraconstitucional, debió acogerse a los designios Constitucionales, respetando la reserva legal que en materia de los particulares que prestan una Función Pública, en probidad de su supremacía, la Constitución dispuso. 121 Además, el artículo motivo de la controversia, vulnera el principio de igualdad, consignado en el Artículo 13 de la Carta Fundamental, porque al establecer una inhabilidad deja en condiciones de desventaja, a los aspirantes que cuentan con la idoneidad que produce la experiencia, de haber actuado por más de dos períodos como miembros principales de las Juntas de Calificación de Invalidez, frente a aquellas personas que solo han tenido un período o que no han concursado. Así mismo, se evidencia una desigualdad frente a aquellos particulares que prestan funciones públicas, que si están regulados por la Ley y no por un Decreto Reglamentario, como es el caso de las Cámaras de Comercio.189 “Artículo 13. Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica. El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas en favor de grupos discriminados o marginados”. A la par, se observa que el artículo 18 del Decreto Reglamentario, al establecer una inhabilidad vulneró el principio de igualdad, porque generó una desigualdad entre las Juntas de Calificación de Invalidez y todas aquellas entidades o particulares que prestan una Función Pública, por lo tanto al no respetarse la reserva legal, se ocasionó una vulneración Constitucional, en desmedro de los miembros que fungen como principales por dos períodos o más, continuos. Como anteriormente se señaló en el juicio de Inconstitucionalidad realizado por este estudio, evidencia que la desigualdad es real y evidente, porque el acto de carácter general, impersonal y abstracto en el que se consignó la inhabilidad 189 COLOMBIA, CONGRESO DE LA REPUBLICA, Ley 734 de 2002. Código único Disciplinario. Artículo 54. Cfr. con la Sentencia de la Corte Constitucional. Sentencia C-1142 de 2000 M.P. José Gregorio Hernández Galindo, al respecto: “Las funciones de las cámaras de comercio, en especial en lo que toca con el registro mercantil, son de carácter público, no obstante la naturaleza privada de tales entes, como lo ha señalado la Corte en varias de sus providencias. No obstante su naturaleza privada, las cámaras de comercio cumplen funciones públicas de aquellas que corresponde ejecutar al Estado, pero que, en virtud de lo previsto en el artículo 210 C.P., también pueden ser desarrolladas por particulares, en los términos que señale la ley. En efecto, el inciso 2° del citado artículo constitucional consagra que los particulares pueden cumplir funciones administrativas en las condiciones que la ley señale, trasladando al legislador la facultad de precisar en qué forma pueden las personas privadas desarrollar este tipo de funciones.” 122 acusada, se expidió en contra del orden jurídico presidido por la Constitución, porque esta facultad esta en cabeza del Poder Legislativo y no del Ejecutivo. Es importante considerar que el artículo acusado, además vulnera el principio de Confianza Legítima, que si bien no se encuentra consignado explícitamente en la Constitución, la Corte Constitucional dentro de sus decisiones vinculantes, lo ha enmarcado como un principio de rango Constitucional, que implícitamente se encuentra en la Carta Fundamental, en el artículo 83.190 El principio de Confianza Legítima la Corte Constitucional en Sentencia T-173 de 2008, señaló lo siguiente: “[…] un principio constitucional en cabeza de todos los administrados lo cual obliga al Estado a procurar su garantía y protección”.191 Aunque explícitamente, el principio de Confianza Legítima no se encuentra en la Constitución, para la Corte, se deriva de los principios constitucionales de buena fe192 y seguridad jurídica,* por lo que al desprenderse de ellos adquiere el carácter de Supremo.193 190 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 83. Compleméntese con las Sentencias de la Corte Constitucional, Sentencia T-123 de 1995; C-083 de 1995; Sentencia C-O37 de 2000; Sentencia C-131 de 2004; Sentencia T-1094 de 2005; Sentencia T-173 de 2008; Sentencia C-472 de 2009; Sentencia T-210 de 2010; Sentencia C-432 de 2010; Sentencia C- 717 de 2012, entre otras que se desprenden de la anterior línea jurisprudencial. 191 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-173 de 2008. 192 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. En la sentencia C-1194 de 2008, la Corte Constitucional, se refirió: “en tanto la buena fe ha pasado de ser un principio general del derecho para transformarse en un postulado constitucional, su aplicación y proyección ha adquirida nuevas implicaciones, en cuanto a su función integradora del ordenamiento y reguladora de las relaciones entre los particulares y entre estos y el Estado”. compleméntese con las Sentencias, entre otras: Sentencia T-123 de 1995; Sentencia C-131 de 2004, Sentencia C-472 de 2009; sentencia T-850 de 2010; Sentencia T-717 de 2012. * La profesora María José Viana Cleves, explica que: “sobre el principio de Estado Social de Derecho es necesario anticipar que, tal como lo ha señalado Carlos Bernal, “no solo está compuesto por principios formales, tales como el reconocimiento de un catálogo de derechos fundamentales, el sometimiento de los órganos del Estado al Derecho y la división de poderes, sino además por principios de justicia material”, dentro de los cuales se encuentra la seguridad jurídica”. Véase, VIANA CLEVES, María José. El principio de la Confianza Legitima en el Derecha Administrativo Colombiano. Universidad Externado de Colombia. 2007. Pág. 107. el fundamento se puede complementar con las sentencias de la Corte Constitucional Colombiana, Sentencia C- 634 de 2011, que le concede la connotación de principio fundante del estado Social 123 De tal forma, la Confianza Legítima en la línea jurisprudencial citada a pie de página, entre otras Sentencias que siguen la misma línea, en resumen, este principio se deriva y se desarrolla con base al principio de buena fe, en Sentencia C-432 de 2010, la Corte determinó lo siguiente: “el principio de la Confianza Legitima es una proyección de aquel de la buena fe, en la medida en la que el administrado, a pesar de encontrarse ante una mera expectativa, confía en que una determinada regulación se mantendrá”. Siguiendo la línea jurisprudencial, en Sentencia T-308 de 2011, la Corte concluyó lo siguiente: “…como elemento incorporado al de buena fe, la Confianza Legitima puede proyectarse en el hecho de que se espere la perpetuación de especificas condiciones regulativas de una situación, o la posibilidad de que no se apliquen exigencias más gravosas de las ya requeridas para la realización de un fin, salvo que existan razones Constitucionales válidas para ello”. Y en la misma línea la Sentencia T-215 de 2011, afirma la Corte al analizar el asunto sub judice, que: “[…] De igual manera la Corte ha indicado que el principio en mención tiene, entre otras, dos manifestaciones, cuales son el respeto por el acto propio y la Confianza Legítima, que busca de Derecho, Constitucional; Sentencia T-850 de 2010 donde se la da el fundamento a la seguridad jurídica en el artículo 1 y 4 de la Constitución Política de Colombia; Sentencia T-1094 de 2005; Sentencia C-1094 de 2004; Sentencia T-502 de 2002, al respecto, señala: “en materia de competencias, la seguridad jurídica opera en una doble dimensión. De una parte, estabiliza (sin lo cual no existe certeza) las competencia de la administración, el legislador o los jueces, de manera que los ciudadanos no se vean sorprendidos por cambios de competencia. Por otra parte, otorga certeza sobre el momento en el cual ocurrirá la solución del asunto sometido a consideración del Estado”. Además, la sentencia fundamentadita de línea C-177 de 1994, en la que se argumenta que la seguridad es el derecho mismo, dentro del estado de derecho, porque es la negación de la arbitrariedad y valor fundante de todos los otros valores jurídicos que sin el carecerían de sustento. En la sentencia C-613 de 1996 se le da el calificativo de principio constitucional. 193 Cfr. COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T- 1094 de 2005; Sentencia T-2010 de 2010; Sentencia T-850 de 2010 124 prevenir a los particulares y a las autoridades para mantener una coherencia en sus actuaciones, un respeto por los compromisos a los que se han obligado y una garantía y estabilidad y durabilidad de la situación que objetivamente permita esperar el cumplimiento de las reglas propias del trafico jurídico”. En pocas palabras, el principio de Confianza Legítima consiste en que el Estado debe garantizar que esa confianza depositada por el administrado, en el Poder Público, sea garantizada por medio de disposiciones claras, expresas y armónicas que no sean contradictorias, para ser exigibles, que sean constantes en el tiempo, y que en caso de cambiarse alguna estipulación, debe otorgarse un tiempo prudente de transición para que el ciudadano se adapte a la nueva consigna normativa; además, el aludido principio propende porque las normas estén legítimamente expedidas por la autoridad competente. Por lo anterior, se evidencia que indudablemente con la promulgación de la norma acusada de inconstitucionalidad, el Artículo 18 del Decreto Reglamentario 2463 de 2001, se vulneró el principio de Confianza Legítima, debido a que los miembros de las Juntas de Calificación de Invalidez del orden Nacional y Regional, confiaban en que las normas que los regulaban, debían ser proferidas por mandato Constitucional por un órgano competente, como lo es el Congreso de la República, en lo concerniente a la reserva legal. En consonancia con lo anterior, el Gobierno Nacional se atribuyó una potestad que no le compete, por lo que se colige que la confianza depositada por los administrados respecto a la legitimidad de la norma que regula el régimen de inhabilidades, se vio menguada con la expedición de la norma acusada, por no haber sido la inhabilidad prescrita, consagrada, ni consiganada por la autoridad competente. Por otro lado, la norma acusada violenta el Derecho al trabajo en condiciones justas, en razón a que al no poderse presentar al concurso de méritos, los aspirantes al cargo que se encuentran injustamente inhabilitados por la norma aludida, no tienen la posibilidad de contar con el acceso a la Función Pública en el cual tienen experiencia; además el Decreto al ser vinculante, abstrae a los aspirantes del Derecho Constitucional por medio del cual, la Ley emanada del Congreso, y no un Decreto Reglamentario, le asigna funciones públicas a las profesiones legalmente reconocidas, así como el acceso a funciones y cargos públicos, porque efectivamente con la inhabilidad tratada, los miembros principales que por dos períodos hayan fungido como tales, en las Juntas de Calificación de Invalidez, no se podrán presentar al concurso de méritos y por lo tanto el Estado 125 no les garantizará un trabajo digno y justo, limitándoles inconstitucionalmente la asignación de Funciones Públicas. (Artículo 25, 26 y 40, ibídem). “Artículo 25. El trabajo es un Derecho y una obligación social y goza, en todas sus modalidades, de la especial protección del Estado. Toda persona tiene Derecho a un trabajo en condiciones dignas y justas”. “Artículo 26. Toda persona es libre de escoger profesión u oficio. La Ley podrá exigir títulos de idoneidad. Las autoridades competentes inspeccionarán y vigilarán el ejercicio de las profesiones. Las ocupaciones, artes y oficios que no exijan formación académica son de libre ejercicio, salvo aquellas que impliquen un riesgo social. Las profesiones legalmente reconocidas pueden organizarse en colegios. La estructura interna y el funcionamiento de éstos deberán ser democráticos. La Ley podrá asignarles funciones públicas y establecer los debidos controles”. Se advierte que el artículo acusado, vulnera flagrantemente el Derecho de acceso a la Función Pública, puesto que, por una parte, está prohibiendo el acceso de los ciudadanos que como miembros principales venían desempeñándose por dos periodos continuos y, por la otra, está restringiendo la participación en los procesos de selección, al inhabilitarlos. Entonces, lo que busca el precepto demandado, es pasar por alto la Constitución, los valores, los principios, los derechos, en sí la Supremacía de la Constitución, rompiendo con la coherencia de la armonía normativa, por lo que le corresponde al Consejo de Estado mediante el control constitucional integral, garantizar el amparo Constitucional dentro del Estado Social de Derecho. Artículo 40. Todo ciudadano tiene Derecho a participar en la conformación, ejercicio y control del poder político. Para hacer efectivo este Derecho puede: 1. Elegir y ser elegido. 2. Tomar parte en elecciones, plebiscitos, referendos, consultas populares y otras formas de participación democrática. 126 3. Constituir partidos, movimientos y agrupaciones políticas sin limitación alguna; formar parte de ellos libremente y difundir sus ideas y programas. 4. Revocar el mandato de los elegidos en los casos y en la forma que establecen la Constitución y la ley. 5. Tener iniciativa en las corporaciones públicas. 6. Interponer acciones públicas en defensa de la Constitución y de la ley. 7. Acceder al desempeño de funciones y cargos públicos, salvo los colombianos, por nacimiento o por adopción, que tengan doble nacionalidad”. En el mismo sentido, el régimen de inhabilidades e incompatibilidades aplicable a los particulares que prestan una Función Pública, como ya se abordó, tiene reserva legal, de lo que se deduce que al ser los miembros de las Juntas de Calificación de Invalidez, particulares que ejercen funciones públicas, en lo concerniente al régimen de inhabilidades, sólo el legislador puede restringir el acceso al ejercicio de la misma y no le corresponde al Gobierno Nacional. Finalizando, como ya se ha venido reiterando, el Artículo 18 del Decreto Reglamentario, vulnera el Artículo 123 de la Carta Fundamental, al establecer una inhabilidad al régimen de los particulares que temporalmente prestan una Función Pública, cuya regulación es de estricta reserva legal, como bien lo señala el artículo citado a continuación: “Artículo 123. Son servidores públicos los miembros de las corporaciones públicas, los empleados y trabajadores del Estado y de sus entidades descentralizadas territorialmente y por servicios. Los servidores públicos están al servicio del Estado y de la comunidad; ejercerán sus funciones en la forma prescrita por la Constitución, la Ley y el reglamento. La Ley determinará el régimen aplicable a los particulares que temporalmente desempeñen funciones públicas y regulará su ejercicio”. Como se evidencia, el artículo demandado, vulnera el principio de reserva de la Ley instituida Constitucionalmente en el Artículo 123 de la Carta Fundamental, 127 para la regulación de los particulares que temporalmente prestan una Función Pública y en el caso de los miembros de las Juntas, por ser su naturaleza jurídica, de particulares que prestan una Función Pública, como está consignado en el artículo 43 y 44 de la Ley 100 de 1993, como lo es la de emitir dictámenes que determinen la discapacidad de las personas naturales, así como su origen, si es Común o Profesional, para que las entidades de la Seguridad Social asuman el riesgo de las contingencias presentadas, con observancia a esto otorguen o no, la pensión de Invalidez, dado el caso, como ya se fundamentó con anterioridad. Ahora bien, se han dado las pruebas pertinentes para evidenciar si el artículo atacado, es inconstitucional o no, ya que flagrantemente el Gobierno Nacional, con la consigna de la inhabilidad señalada, rompió con la armonía normativa, irrespetando a todas luces la Supremacía Constitucional. Como se evidencia en el anterior ejercicio de deducción, el artículo acusado, vulnera fehacientemente la Constitución Política, por lo que es deber del operador judicial, declararlo Nulo por Inconstitucionalidad, para que de esta forma pierda el carácter y la fuerza vinculante, así como sus efectos jurídicos. 7.4 ANÁLISIS DINÁMICO DE FALLOS DE TUTELA DEL CONSEJO DE ESTADO COLOMBIANO, SOBRE EXTRALIMITACIÓN DE LA POTESTAD REGLAMENTARIA EN EL CASO EN CONCRETO En este acápite, se abordarán mediante un análisis dinámico jurisprudencial e integral, los únicos cuatro fallos de tutela,194 que aunado a la demanda de nulidad por Inconstitucionalidad interpuesta por el autor de este documento, constituyen según el desarrollo analítico e investigativo realizado, lo único existente doctrinaria 194 Véase los únicos fallos de tutela existentes, COLOMBIA, CONSEJO DE ESTADO. Sección cuarta. C.P. Carmen Teresa Ortiz de Rodríguez. Bogotá D.C., 14 de abril de 2011. Radicación Núm.: 25000-23-31-0002011-00237-01. Actor: Jorge Vargas Rojas. referencia: acción de tutela. impugnación contra la providencia de 16 de febrero de 2011 del tribunal administrativo de Boyacá. Fallo. Consejo de Estado. Sección quinta, C.P. María Nohemí Hernández Pinzón. Radicación Núm.: 250002315000201100259-01. Actor: César Augusto Osorio Vélez. Demandado: Nación-Ministerio de la Protección Social-Universidad Nacional. Consejo de Estado. Sección segunda. C.P.: Alfonso Vargas Rincón. Bogotá, D.C., 16 de noviembre de 2011. Radicación Núm.: 08001-23-31-000-2011-01079-01 (AC). Actor: Ubaldo Carrillo Coronado. Demandado: Ministerio de la Protección Social Ministerio Colombia. Consejo de Estado. Sección primera. C.P.: María Claudia Rojas Lasso. Bogotá, D.C. 2 de febrero de 2012. Radicación Núm.: 11001-03-15-000-2011-00336-01 (AC). Actor: Carlos Ariel Giraldo Duque. Demandado: Ministerio de la Protección Social y otros. 128 y jurisprudencialmente a nivel Internacional. Del mismo modo, en todo el ordenamiento jurídico Colombiano, al respecto a la hipótesis de Inconstitucionalidad formulada, en lo concerniente al Decreto Reglamentario 2463 de 2001, que en este trabajo se acotó de un modo investigativo propio del ejercicio académico. En este punto ya finalizando la investigación, partiendo de lo general del tema al inicio de la investigación, se observará de un modo particularísimo, que la hipótesis planteada es corroborada en sentido favorable por la autoridad competente, que si bien aún no se ha fallado respecto a la nulidad interpuesta como producto del ejercicio investigativo, encontrándose el estado actual del proceso después de dos largos años, en alegatos de conclusión. El Consejo de Estado, fallando en un sentido inter partes, tuteló los derechos fundamentales que se desprendían de la Inconstitucionalidad del Decreto, debido a la imposición de una inhabilidad por parte del Gobierno Nacional, que por mandato Constitucional es de estricta reserva legal, como ya se explicó y que a continuación se comprueba con el pronunciamiento de esta alta Corte, en casos concretos de acción de tutela, ya que tras la promulgación del Decreto Reglamentario, se vulneraron derechos fundamentales de protección inmediata. Es de precisar, que la hipótesis planteada en este trabajo, surgió de una inquietud presentada al autor de este estudio, con fundamento a una pregunta que hace unos cuatro años aproximadamente, el doctor Jorge Vargas Rojas, le formuló, toda vez que el fungía como miembro principal de la Junta Nacional de Calificación de Invalidez, y debido a la inhabilidad estipulada en el Artículo 18 del Decreto 2463 de 2001, no se podía presentar al concurso de méritos, que por medio de un contrato interadministrativo del Ministerio de la Protección Social hoy Ministerio del Trabajo, encargó a la Universidad Nacional de Colombia, que llevara a cabo el examen de selección, para elegir los miembros que iban a integrar las nuevas juntas, en el sentido de capital humano. Debido a que el doctor Vargas, llevaba dos periodos consecutivos, no pudo concursar. El autor de esta examen en su afán investigativo, observó que no habían pronunciamientos en ese entonces por parte de ninguna alta Corte u otra institución del Estado, así como que no había doctrina al respecto de la situación en comento, entonces avocó a la labor, de buscar normas Constitucionales, que posiblemente infringiera el Decreto Reglamentario en cita, observando en primer lugar, de qué norma surgió la creación de estas instituciones, su naturaleza, lo que se encontró en la Ley 100 de 1993, y en el ejercicio investigativo y hermenéutico, 129 se encuentra con el Artículo 123 de la Constitución Política de Colombia, y haciendo un juicio personal y volitivo, analiza la situación planteada, al confrontar la calidad de los miembros de las Juntas de Calificación de Invalidez del orden Nacional y Regional, con la figura propia de las Cámaras de Comercio,195 los cuales por la naturaleza jurídica estipulada en la norma de su creación, son particulares que prestan una función pública, y que están sujetos a las inhabilidades e incompatibilidades de los servidores públicos contempladas en el Código Único Disciplinario. El punto de estudio tenía que ver con dilucidar la posible existencia de un germen de Inconstitucionalidad en el Artículo 18 del Decreto Reglamentario 2463 de 2001, por lo que se procede a formular una posible hipótesis de Inconstitucionalidad, que sin otro interés diferente al ejercicio académico, permitió asesorar al doctor Vargas, en la interposición de una acción de tutela y a la presentación, como primera persona, de la acción de nulidad por Inconstitucionalidad. A continuación se analizará dinámicamente la decisión tomada por parte del Consejo de Estado en el caso del doctor Vargas, y de una forma integral, los otros tres fallos existentes, que concretamente se fundamentan en la misma hipótesis, que ya fue justificada en este trabajo. Del mismo modo el Consejo de Estado tutela los derechos fundamentales constitucionales, en el mismo sentido y con iguales fundamentos. El Consejo de Estado considera que es procedente la acción de tutela, en este caso particular, al considerar que si bien el mecanismo idóneo, ordinario y especial, dentro del ordenamiento jurídico es la acción de nulidad por Inconstitucionalidad, que sirve para dar a conocer al Consejo de Estado, respecto de la posible inconstitucionalidad del Artículo 18 del Decreto Reglamentario 2463 de 2001, en los caso específicos en los que se incoa la acción de tutela como mecanismo de inaplicabilidad por inconstitucionalidad de la norma en comento, 195 COLOMBIA, CONGRESO DE LA REPUBLICA, Ley 734 de 2002. Código único Disciplinario. Artículo 54. Cfr. con la Sentencia de la Corte Constitucional. Sentencia C-1142 de 2000 M.P. José Gregorio Hernández Galindo, al respecto: “Las funciones de las cámaras de comercio, en especial en lo que toca con el registro mercantil, son de carácter público, no obstante la naturaleza privada de tales entes, como lo ha señalado la Corte en varias de sus providencias. No obstante su naturaleza privada, las cámaras de comercio cumplen funciones públicas de aquellas que corresponde ejecutar al Estado, pero que, en virtud de lo previsto en el artículo 210 C.P., también pueden ser desarrolladas por particulares, en los términos que señale la ley. En efecto, el inciso 2° del citado artículo constitucional consagra que los particulares pueden cumplir funciones administrativas en las condiciones que la ley señale, trasladando al legislador la facultad de precisar en qué forma pueden las personas privadas desarrollar este tipo de funciones.” 130 con efecto inter partes, para que por medio del amparo Constitucional se permita acceder al concurso de méritos, a aquellas personas naturales, que fungieron como miembros de las Juntas de Calificación de Invalidez por más de dos periodos consecutivos, períodos de tres años, la acción de tutela se erige como un mecanismo procedente y pertinente, porque en el caso particular, no se busca que el Consejo de Estado falle respecto de la nulidad por Inconstitucionalidad de la norma en cita con efectos erga omnes, sino lo que se busca es la tutela de unos derechos fundamentales constitucionales que con la entrada en vigencia del Decreto Reglamentario 2463 de 2001, se vieron vulnerados y que en consonancia con lo anterior, las personas que aspiran a los cargos en estas entidades, pueden sufrir un perjuicio irremediable, al no obtener el amparo constitucional; que por medio de la acción interpuesta, le es dable al juez Constitucional conocer del tema, por lo que son casos específicos en los que se requiere la protección inmediata de los derechos, cuyo impulso procesal se hace efectivo en un sentido inter partes, lo que hace posible que el ejercicio hermenéutico del juez, permita concluir si efectivamente se tutelan los derechos constitucionales fundamentales que se consideran vulnerados, permitiendo el acceso al concurso de méritos con el fin de que luego que se publique la lista de elegibles, se seleccionen las personas a ocupar los cargos de miembros, dejando sin carácter vinculante, es decir sin efectos, el Artículo 18 del Decreto en cita, en los casos en los que se buscó el amparo de tutela, pudiéndose presentar al concurso, las personas que como miembros principales de las mencionadas Juntas, hayan fungido por dos períodos o más en el cargo, en contraposición a una norma que es Inconstitucional. Sobre el particular, ha sostenido la jurisprudencia Constitucional que: “...en casos como los presentes, en los que se está ante un cuestionamiento que se dirige contra un acto de carácter general, impersonal y abstracto, en los cuales, sin embargo, la pretensión no considera el acto cuestionado en abstracto, sino que se orienta a enervar sus eventuales efectos lesivos de derechos fundamentales en un caso concreto, para determinar la procedencia de la acción de tutela es necesario establecer, por un lado, que se está ante una amenaza cierta que de la aplicación de un acto de carácter general, impersonal y abstracto, se derive una afectación de los derechos fundamentales de una persona y que, en tal eventualidad, el 131 acudir a las vías ordinarias podría comportar la ocurrencia de un perjuicio irremediable...”*196. En opinión del autor de este análisis, la situación anterior a la luz del Consejo de Estado, como garante de la Constitución en este caso, era evidente y clara, pero que para el antiguo Ministerio de la Protección Social hoy Ministerio del Trabajo, no lo era tanto, quizás con fundamentos viciados con un germen de política y burocracia, que no tenían suficiente sustento y que tal vez si se encontraban viciados de intereses particulares, expresaban dilatoriamente en sus intervenciones: “Por su parte, el Ministerio de la Protección Social y la Universidad Nacional de Colombia - Instituto de Desarrollo Humano Capacidades y Diversidades consideran que al actor no se le vulneró Derecho alguno y que por el contrario, (…) sostuvieron que el actor contaba con otro medio defensa como era la acción de nulidad.”197 El Consejo de Estado determina la procedencia de la acción de tutela, con fundamento en la posible vulneración de derechos fundamentales constitucionales de protección inmediata, con el fin de evitar un perjuicio irremediable, sobreviniente, generado por la posible Inconstitucionalidad del Artículo 18 del Decreto 2463 de 2001, se examina en el conjunto de las ratio decidendi de los cuatro fallos de tutela existentes, que el Consejo de Estado expone, indica y admite que la norma en cita, efectivamente vulnera la Constitución, al analizar la naturaleza del acto administrativo atacado en las acciones de tutela, bajo los *196 “Sobre el particular, ha sostenido la jurisprudencia Constitucional que: (…)“en casos como los presentes, en los que se está ante un cuestionamiento que se dirige contra un acto de carácter general, impersonal y abstracto, en los cuales, sin embargo, la pretensión no considera el acto cuestionado en abstracto, sino que se orienta a enervar sus eventuales efectos lesivos de derechos fundamentales en un caso concreto, para determinar la procedencia de la acción de tutela es necesario establecer, por un lado, que se está ante una amenaza cierta que de la aplicación de un acto de carácter general, impersonal y abstracto, se derive una afectación de los derechos fundamentales de una persona y que, en tal eventualidad, el acudir a las vías ordinarias podría comportar la ocurrencia de un perjuicio irremediable”(…) Véase, COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL, Sentencia T-1073 de diciembre 12 de 2007. 197 COLOMBIA, CONSEJO DE ESTADO, Sección primera. C.P.: María Claudia Rojas Lasso. Bogotá, D.C. 2 de febrero de 2012. Radicación Núm.: 11001-03-15-000-2011-00336-01(AC). Actor: Carlos Ariel Giraldo Duque. Demandado: Ministerio de la Protección Social y otros. 132 presupuestos de violación de derechos fundamentales constitucionales en los casos concretos, anotados en precedencia. Por los anteriores motivos expuestos, la teorética del Consejo de Estado, fundamentándose en la Supremacía de la Carta Fundamental y en su ejercicio interpretativo, concede el amparo de los derechos fundamentales constitucionales, para prevenir perjuicios irremediables que pueden surgir, si no se amparan tutelando los derechos por medio de la inmediatez del mecanismo de la acción de tutela, solo en las situaciones particulares. Desde luego, como se expuso en la justificación de la hipótesis planteada, el Consejo de Estado aborda el problema desde una connotación de jerarquía normativa, que como sustento normativo comenzó por determinar la naturaleza jurídica de los miembros de las Juntas de Calificación de Invalidez, lo que fácilmente pudo constatar en la Ley 100 de 1993, Artículo 43, el cual estipula que son particulares en ejercicio de Funciones Públicas, de lo que inmediatamente intuye que el régimen aplicable a esas entidades y en específico a los individuos que fungen como miembros, personas que por ser particulares, su reglamentación debe ser de rango legal como garantía del ejercicio de su Función Pública y como amparo de la Supremacía Constitucional, lo que se corrobora en el Artículo 123 Constitucional, ya estudiado en el punto anterior. Por lo tanto, al no tener duda alguna de la naturaleza de los miembros de las entidades creadas con la Ley 100 de 1993, el Consejo de Estado concluye que efectivamente son particulares que ejercen Funciones Públicas, y que por lo tanto, el régimen de inhabilidades e incompatibilidades aplicable a ellos, es de estricta reserva legal, y que en este sentido, le corresponde al Congreso de la República legislar al respecto. En el mismo sentido, sostiene que en el caso que concita la atención de esa Corporación, fue el Gobierno Nacional quien desconoció esta reserva legal y consagró en el Decreto 2463 de 2001, la mencionada inhabilidad para fungir como miembro principal de una Junta de Invalidez del orden Nacional y Regional, al establecer en el Artículo 18; que no podrán ser designadas las personas que hayan actuado como miembros principales por dos períodos continuos,198 situación en la que evidentemente, el Poder Ejecutivo se extralimitó de la potestad reglamentaria conferida por mandato constitucional.199 198 COLOMBIA, PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA, Decreto Reglamentario 2463 de 2001. Artículo 18. 199 COLOMBIA. CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 189.11. 133 El Consejo de Estado entonces, en los cuatro fallos analizados, establece una sola línea jurisprudencial, al constatar que evidentemente hubo una vulneración de la Constitución por parte del citado Decreto, y que por lo tanto, al desprenderse de lo anterior, la no posibilidad del acceso al concurso de méritos que se llevará a cabo cada tres años, para el cambio de los mencionados miembros, va en contravía de derechos fundamentales constitucionales, los cuales se ven afectados inminentemente, lo que se puede sobrevenir en un perjuicio irremediable, en vista de que las fechas de convocatoria, deben cumplir con un cronograma que permita establecer la lista de elegibles. Es significativo recalcar, que el Consejo de Estado, en los cuatro fallos existentes, tuteló los derechos a favor de los accionantes, abrigándolos con el manto Constitucional, cuya prevalencia se inspira en la Supremacía Constitucional Sin embargo, el único Derecho fundamental que el Consejo de Estado considera vulnerado es en los casos concretos y por medio del cual procede a tutelar decidiendo a favor de los accionantes e inaplicado la inhabilidad contenida en el Decreto Reglamentario 2463 de 2001, en sentido inter partes, es el Derecho fundamental constitucional, de acceso a desempeñar funciones y cargos públicos,200 toda vez que considera esta Corporación, que al no respetarse la 200 COLOMBIA, CONSTITUCIÓN POLÍTICA. Artículo 40.7. Cfr. “Conforme a lo anotado en precedencia, se revocará el fallo proferido por el Tribunal de Cundinamarca, Sección Tercera, Subsección B, el 16 de febrero de 2011, para en su lugar inaplicar para el caso concreto la inhabilidad contenida en la nota 8 de la Convocatoria al Concurso público para establecer la lista de elegibles de las Juntas de Calificación de Invalidez y el artículo 18 del Decreto 2463 de 2001 por desconocer el Derecho fundamental de acceso al ejercicio de funciones públicas del actor, por lo que se ordena a las entidades demandadas, siempre que cumpla con los demás requisitos, adelantar los trámites necesarios para la inscripción y participación del actor en el presente concurso. En mérito de lo expuesto el Consejo de Estado, por medio de su Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Cuarta, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley.Falla. REVOCASE la sentencia impugnada, proferida el 16 de febrero de 2011 por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Sección Tercera, Subsección B, dentro de la acción de tutela promovida por JORGE VARGAS ROJAS contra el Ministerio de la Protección Social y la Universidad Nacional de Colombia –Facultad de Medicina –Instituto de Desarrollo Humano DIS –Capacidades y Diversidades, para en su lugar inaplicar para el caso concreto la inhabilidad contenida en la nota 8 de la Convocatoria al Concurso público para establecer la lista de elegibles de las Juntas de Calificación de Invalidez y el artículo 18 del Decreto 2463 de 2001 por desconocer el Derecho fundamental de acceso al ejercicio de funciones públicas del actor.” Véase, COLOMBIA, CONSEJO DE ESTADO. Sección cuarta. C.P. Carmen Teresa Ortiz de Rodríguez. Bogotá D.C., 14 de abril de 2011. Radicación Núm.: 25000-23-31000-2011-00237-01. Actor: Jorge Vargas Rojas. referencia: acción de tutela. impugnación contra la providencia de 16 de febrero de 2011 del tribunal administrativo de Boyacá. * Tal salvaguarda tiene una clara inspiración en el principio democrático en la medida que solo reconoce en el máximo órgano de representación popular la atribución para fijar las inhabilidades y de esta forma restringir 134 reserva legal, que como garantía constitucional goza el régimen de inhabilidades de los particulares que desempeñan Funciones Públicas, se corrompe la Democracia al desconocerle al máximo órgano de representación popular, sus atribuciones para legítimamente instituir las inhabilidades aplicables en uso de lo consagrado en la Carta Fundamental.* Por lo tanto, la norma en comentó desconoce innegablemente, la posibilidad de las personas que aspiran a ser miembros y que venían cualificadamente desempeñándose por más de dos periodos consecutivos fungiendo como miembros de las Juntas de Calificación de Invalidez del orden Nacional y Regional, inhabilidad Inconstitucional que niega la el principio de la capacidad electoral, como claro desarrollo del Derecho fundamental a acceder al desempeño de funciones públicas, así sea bajo la condición de particular o sin tener la calidad de servidor público. Véase, Consejo de Estado. Sección Quinta, Consejera Ponente María Nohemí Hernández Pinzón, radicación No 250002315000201100259-01 Actor: César Augusto Osorio Vélez, Demandado: Nación-Ministerio de la Protección Social-Universidad Nacional. 135 posibilidad de acceder a los procesos de selección, lo que no es una expectativa, sino un Derecho innegable.201 Es interesante considerar, que si bien el Consejo de Estado, solo tuteló el Derecho fundamental constitucional, consignado en el Artículo 40.7 CP, a juicio del autor la inhabilidad estipulada en el Artículo 18 del Decreto Reglamentario 2463 de 2001, se desprende la vulneración de más derechos fundamentales constitucionales, que ya se explicaron con anterioridad. 201 A continuación se expondrán los fallos de tutela del Consejo De Estado. “FALLA REVOCASE la sentencia impugnada, proferida el 16 de febrero de 2011 por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Sección Tercera, Subsección B, dentro de la acción de tutela promovida por JORGE VARGAS ROJAS contra el Ministerio de la Protección Social y la Universidad Nacional de Colombia –Facultad de Medicina –Instituto de Desarrollo Humano DIS –Capacidades y Diversidades, para en su lugar inaplicar para el caso concreto la inhabilidad contenida en la nota 8 de la Convocatoria al Concurso público para establecer la lista de elegibles de las Juntas de Calificación de Invalidez y el artículo 18 del Decreto 2463 de 2001 por desconocer el Derecho fundamental de acceso al ejercicio de funciones públicas del actor. ORDÉNASE a las entidades demandadas, siempre que cumpla con los demás requisitos, adelantar los trámites necesarios para la inscripción y participación del actor en el presente concurso.” Véase, COLOMBIA. Consejo de Estado. Sección cuarta. C.P. Carmen Teresa Ortiz de Rodríguez. Bogotá D.C., 14 de abril de 2011. Radicación Núm.: 25000-23-31-000-2011-00237-01. Actor: Jorge Vargas Rojas. referencia: acción de tutela. impugnación contra la providencia de 16 de febrero de 2011 del tribunal administrativo de Boyacá. “FALLA: CONFIRMASE la sentencia del 30 de septiembre de 2011 por medio de la cual el Tribunal Administrativo del Atlántico dentro de la acción de tutela interpuesta por UBALDO CARRILLO CORONADO. Dentro de los 10 días siguientes a la ejecutoria de esta providencia remítase el expediente a la Corte Constitucional para su eventual revisión.” Véase, Consejo de Estado. Sección quinta, C.P. María Nohemí Hernández Pinzón. Radicación Núm.: 250002315000201100259-01. Actor: César Augusto Osorio Vélez. Demandado: NaciónMinisterio de la Protección Social-Universidad Nacional. Consejo de Estado. Sección segunda. C.P.: Alfonso Vargas Rincón. Bogotá, D.C., 16 de noviembre de 2011. Radicación Núm.: 08001-23-31-000-2011-01079-01 (AC). Actor: Ubaldo Carrillo Coronado. Demandado: Ministerio de la Protección Social Ministerio Colombia. “FALLA: PRIMERO. REVOCASE el fallo de siete (7) de octubre de 2011, proferido por el Tribunal Administrativo de Risaralda (Sala de Decisión). SEGUNDO. AMPARENSE los derechos fundamentales a la igualdad y acceso a la administración de justicia del actor. TERCERO. ORDENASE al Ministerio de la Protección Social y a la Universidad Nacional de Colombia que dentro de las 48 horas siguientes a la notificación de este fallo, dispongan las medidas necesarias para que el señor Carlos Ariel Giraldo Luque pueda participar en la Convocatoria para realizar el Concurso Público de Selección de elegibles para integrar las Juntas Nacionales de Calificación de Invalidez y Regionales de Calificación de Invalidez del país, siempre y cuando cumpla con el resto de requisitos exigidos.” Consejo de Estado. Sección primera. C.P.: María Claudia Rojas Lasso. Bogotá, D.C. 2 de febrero de 2012. Radicación Núm.: 11001-0315-000-2011-00336-01 (AC). Actor: Carlos Ariel Giraldo Duque. Demandado: Ministerio de la Protección Social y otros. 136 Por recordar un ejemplo: Del principio de igualdad se entiende que se le debe dar igual trato a circunstancias iguales y en el caso aludido a los particulares que prestan una Función Pública, como las Cámaras de Comercio, entre otras entidades de connotación particular con Función Pública, sus inhabilidades están consignadas en la Ley; en el Código Único Disciplinario y en el caso de las Juntas de Calificación de Invalidez, como se evidenció, es así, pero se le suma a esa Ley una inhabilidad consignada en un Decreto Gubernamental. Por lo tanto, se está vulnerando el Derecho fundamental Constitucional a la igualdad y de lo anterior sobreviene la vulneración al principio de confianza legítima, que aunque no se encuentra explícitamente consignado en la Carta Fundamental, es decir no se encuentra positivizado, la Corte Constitucional en su ejercicio hermenéutico consignado en su jurisprudencia, que como ya se analizó tiene el carácter de vinculante por ser la Constitución en sí misma, le dio la atribución de principio supremo, que en tal sentido es vulnerado por el Decreto 2463 de 2001, Como se ha planteado en sus generalidades a lo largo de este trabajo y como particularmente ya se analizó y se fundamentó en el parágrafo anterior. Es de notar, que el Consejo de Estado en el fallo de tutela, radicación No. 250002315000201100259-0, Consejera Ponente María Nohemí Hernández Pinzón, expresa que: “Esa reserva legal indica, a su vez, que no pueda ser el Gobierno Nacional, en ejercicio de su potestad reglamentaria quien establezca las inhabilidades, y que si lo hace las mismas no tengan eficacia jurídica por su manifiesta oposición a la Constitución, como así sucede en el sub lite al haberse consagrado en el artículo 18 del Decreto 2463 del 20 de noviembre de 2001 la prohibición en comento.” De lo anterior se analiza que si bien el Consejo de Estado argumenta que si el Poder Ejecutivo se extralimita en su potestad reglamentaria, las normas que se exorbiten no tendrán efectos jurídicos, por vulnerar la Constitución, considera el autor de este documento, que este argumento debería ser aplicado de una forma inmediata en connotación con el Artículo 4 CP, al decir de una forma inmediata y ágil, perder su vigencia, su carácter vinculante, y sus efectos jurídicos, desapareciendo del ordenamiento jurídico casi que de inmediato a su promulgación. Esto para garantizar una seguridad jurídica que propenda por una justicia eficaz, ya que en la praxis jurídica, las normas Inconstitucionales, deben 137 surtir un proceso demorado y desgastante para el aparato jurisdiccional, que comienza con la interposición de una demanda que no encuentra resultados inmediatos, y que debido a la presunción de legalidad, la norma no pierde vigencia hasta que el Juez de Control de Constitucionalidad no la decrete, por lo que de la vulneración de la Supremacía Constitucional, se desprende la vulneración de derechos que en ocasiones ocasionan un perjuicio irremediable. Estas breves disposiciones analizadas demuestran que la inhabilidad consagrada en el Artículo 18 del Decreto 2463 del 20 de noviembre de 2001, vulnera claramente la Carta Fundamental y lo que se deriva de esta, es decir, los principios de supremacía, confianza legítima, acceso a las funciones y cargos públicos, como Derecho fundamental, así como la reserva legal, razón suficiente para que se declare su nulidad por Inconstitucionalidad, lo que flagrantemente corrobora, justificando la hipótesis planteada en este opúsculo, aunque aún no se haya obtenido el respectivo fallo de la acción de nulidad por inconstitucionalidad, insaturada. 138 8. CONCLUSIÓN El Derecho como fin, siempre ha tenido la ardua labor de alcanzar unos ideales, que propendan por beneficiar a cada uno de los individuos del conglomerado social, y ese ideal superior a lograr, en el Estado Social de Derecho instituido por Colombia con la Constitución Política de 1991, no es otro que la Dignidad Humana, valor que propende por satisfacer las necesidades de cada uno de los individuos de la sociedad, propiciando por unas condiciones de vida más benéficas para que satisfaciendo esto, se conforme una sociedad feliz y tranquila, que lleve por las sendas del progreso al Estado. Las sociedades ensayando y errando, han aprendido que la Dignidad Humana se consigue limitando el Poder Público y garantizando los valores, principios, y derechos fundamentales, consignados en la norma más suprema del ordenamiento jurídico, esa norma en la que la sociedad como único soberano y como constituyente primario, propendió por propugnar sus deseos de bienestar. Garantizar la Supremacía de la Constitución, es garantizar el límite del poder, guiando el Derecho por senderos de justicia y de seguridad jurídica por los que se llegue a la cima del respeto de los derechos por parte de quienes detentan el poder para con cada uno de las personas que conforman el conglomerado social. Esa tarea la ha asumido en su gran medida la jurisdicción por medio del Control de Constitucionalidad, toda vez que como se evidencia, se cuenta con un ordenamiento jurídico con visos mixtos de Derecho Positivo y la fuerza vinculante de los pronunciamientos de la Corte. Siguiendo esta conclusión, la Carta Fundamental le ha dado prerrogativas interpretativas a la jurisdicción, que como desarrollo jurisprudencial de la propia Constitución, vincula, blindando el orden Constitucional de cualquier desvío del poder, del nepotismo, o de los atropellos y vicios que en nada tienen que ver con la idea de Derecho. Vale la pena mencionar que el gran desarrollo normativo en materia Constitucional en nuestro medio, es la jurisprudencia, en lo que se refiere a dogmática constitucional, de valores, principios, así como de la fundamentalidad y garantías o del Derecho de las personas en la salvaguarda de sus amparos Constitucionales. Es imperioso reconocer que ya la Corte Constitucional analiza el desarrollo y madurez de la jurisprudencia, para crear Derecho cuando existen vacíos y falencias en un tema en concreto, porque como se explicó con anterioridad, la realidad del Derecho, al igual que el de la sociedad, es su dinamismo, por lo que la 139 Ley se queda corta, más aun cuando cuenta con tantos vacíos, oscuridades, ambigüedades, propias de un ejercicio humano del que emanan. Es en este momento donde ningún caso se puede quedar sin resolver, así como que la particularidad de que en cada caso hace del ejercicio hermenéutico judicial un complemento de vital importancia dentro del ordenamiento jurídico, en esa búsqueda constante de justicia. Por lo que es de trascendental importancia darle la suficiente atribución a la jurisprudencia, la cual se citó a lo largo de la investigación, en la mayoría de los casos, porque es esta la fuente que ha logrado abarcar la mayoría de circunstancias que requieren de una protección efectiva de los derechos inherentes a cada uno de los seres humanos. De este mismo modo, la jurisprudencia marca el paradigma en el campo de lo ideal del derecho, desarrollando los valores y principios, dando claridad a la realidad jurídica, llenando vacíos normativos, guiando en un sentido coherente el amplio campo del Derecho, señalando pautas de aplicación del mismo, y ampliando el espectro de aplicabilidad de la Constitución por medio de la hermenéutica del juez de control Constitucionalidad, que vincula, como bien se expuso en su momento. Continuando con la conclusión investigativa, la Función Pública sirve para que mediante su labor idónea, se suplan las necesidades de la estructura del Estado, así como que se propenda mediante un ejercicio armónico y complementario por alcanzar los cometidos Estatales, esos fines a alcanzar en aras de buscar el beneficio de la sociedad, por medio del progreso continuo y constante en condiciones de vida beneficiosas. Por lo tanto, como garantía del cumplimiento de los fines estatales, dentro de un ejercicio de la Función Pública, para tal fin se instituyen una serie de principios que guían el camino idóneo a transitar, y que desde la Constitución en sí misma, aclaran el panorama, irradiando todo el ordenamiento jurídico, en aras de conservar el espíritu propio del correcto ejercicio de la Función Pública. Por medio de los principios de igualdad, mérito, moralidad, eficacia, economía, imparcialidad, transparencia, celeridad y publicidad, propios del ejercicio de la Función Pública, se demarcan los lineamientos que garantizan la idoneidad de los funcionarios que van a prestar sus servicios al Estado. El principio de mérito, es el principio más prevalente dentro de la Función Pública, por considerarse por la Constitución y por la Corte Constitucional, criterio rector del acceso a la misma y por ser el principio que guía la posibilidad de pertenecer a los cargos de aquellos particulares que temporalmente prestarán una Función Pública, lo que se interpreta del artículo 125 de la CP. 140 El suministro de personal para ocupar empleos públicos a través de la figura del concurso de méritos, obedece a la garantía de una efectiva democracia en el Estado Social de Derecho, toda vez que mediante la salvaguarda de un Derecho fundamental como es el acceso a la Función Pública; igualmente se preserva la idoneidad de los funcionarios públicos, evitando el nepotismo, clientelismo, o politización de los cargos públicos o de los cargos que por concurso de méritos se asignan. La Constitución se blinda, al establecer los lineamientos para que mediante el correcto ejercicio de la Función Pública, se logren los cometidos Estatales, lo que efectivamente rige en el intervencionismo Estatal, no solo como garantía de preservar lo que implica la connotación propia del Estado Social de Derecho, sino de conservar la integridad de los derechos plasmados en la Carta Fundamental. En este sentido, los principios rectores de la Función Pública se constituyen como una norma superior, que permiten enmarcar unos parámetros claros en el ejercicio de esta, sin importar y sin diferenciar entre sí, la Función Ejecutiva, Legislativa o Judicial y que respecto a su fundamentalidad, se erigen como normas de aplicación inmediata, en el desarrollo del ejercicio público, siendo una fuente ideal y preponderante en el Derecho. El particular que presta una Función Pública, es sujeto del Derecho Público, y por lo tanto responde como tal. En el mismo sentido, el Poder Público, debería respetarle sus garantías al consignar en una Ley y no en un Decreto Reglamentario, su ejercicio, como lo estipula la Constitución con el principio de reserva legal en lo concerniente al particular que desempeña una Función Pública y como sucedió con la estipulación de una inhabilidad en el caso de las Juntas de Calificación de Invalidez del orden Nacional y Regional, con el Decreto Reglamentario 2463 de 2001. La reserva legal se erige como una herramienta fundamental que sirve para limitar el ejercicio del poder, en vista de que el ejercicio parlamentario tiene por antonomasia la competencia de elaborar la Ley con apego a la Constitución, lo que evidentemente le otorga la capacidad autónoma e independiente de actuar, disponer y obrar, siendo restringido normativamente únicamente por la Constitución, por lo que la labor reservada al legislador goza de un barrera que le impide recibir presiones e influencias externas. 141 La estricta reserva legal en temas especiales, por su alto impacto social, como en el caso de los particulares que prestan una Función Pública, se estipula en la Constitución y se limita la regulación de esas materias específica y únicamente a la Ley, al ejercicio parlamentario, por lo que solo le corresponde al Congreso tratar esa materia a profundidad, entonces, no le es dable al Poder Ejecutivo, regular esos temas que gozan de estricta reserva legal, porque si así lo hiciera, estaría desbordando las facultades otorgadas por la Constitución, desconociendo la legitimidad del Legislativo, y extralimitando su competencia. Por lo tanto, al ser el Decreto Reglamentario el desarrollo de la Ley, es una norma de tercer grado, que luego de la Constitución y la Ley, recibe el nombre de reglamento, está subordinado a las normas que la anteceden, por lo que debe fundamentar su contenido en esa Supremacía jerárquica, de donde emana la atribución conferida, por lo que deben guardar armonía con estos preceptos formal y materialmente, ya que son los que justifican su existencia, tienen fuerza vinculante y su contenido es de obligatorio cumplimiento, así sea inconstitucional, en vista de que se gozan de presunción de legalidad propia de las normas, aunado a que por ser de carácter general e impersonal, producen efectos erga omnes, como lo señala la doctrina de la Corte Constitucional. Como se observa, estos Decretos Reglamentarios se instituyen con el objetivo de garantizar el efectivo ejercicio armónico y complementario de las normas, la interacción de la colectividad con las mismas, el respeto de los deberes y derechos por parte de la sociedad. Entonces, los Decretos Reglamentarios se hacen necesarios para la labor propia del poder público en aras de garantizar el alcance de los cometidos estatales. La potestad reglamentaria del Ejecutivo no es absoluta y encuentra sus límites dentro de la propia Constitución, así como en la ley, normas que debe respetar en materias específicas al abrogarse el poder legislativo la reglamentación de esos temas, recalcando, bien sea por mandato Constitucional, o por ministerio de la reserva legal, como en lo referente a impuestos, la contratación estatal, materia educativa, y el que realmente nos interesa para el objeto de nuestra investigación, el régimen de los particulares que temporalmente prestan una función pública, entre otros. Dentro de las facultades otorgadas a uno u otro poder en un sistema estatal, democrático, participativo y social, debe existir una relación jurídica, social y de Derecho armónica, complementaria y justa entre los organismos públicos del Estado, así como entre este y sus connacionales, para no encontrarnos con 142 alteraciones del sistema, que generarían necesidades de corrección inmediata para no propiciar una inseguridad jurídica. Cualquier anomalía en una norma de tercera categoría, como lo es el Decreto Reglamentario, es considerada contraria a la Ley (contram legem), contraria a la Constitución y por lo tanto debe perder su fuerza vinculante dentro del ordenamiento jurídico. La Constitución Política de 1991 es el pilar fundamental donde se cimenta el ordenamiento jurídico de Colombia, otorgando en su artículo 189.11202 la potestad reglamentaria que se le reconoce al Poder Ejecutivo en cabeza del Gobierno Nacional, en aras de desarrollar las disposiciones legales emanadas del Congreso de la República. La Supremacía Constitucional en aras de garantizar un orden justo, limitó esa facultad reglamentaria en casos específicos como la consagrada en el artículo 123, la cual determinó que es de reserva legal el régimen aplicable a los particulares que desempeñan funciones públicas, así como su regulación,203 límites que el Gobierno Nacional, en reiteradas ocasiones, pasa por alto para así obedecer a intereses particulares, ocasionándole daño al ejercicio de la Función Pública, atentando contra el pacto social entre la administración y los administrados, dejando vacíos que propician actos jurídicos viciados de corrupción. El Decreto 2463 de 2001 proferido por el Gobierno Nacional, en su artículo 18, evidentemente excede la facultad reglamentaria y contraría la Constitución Política, en tanto atenta contra el Preámbulo y los Artículos 13, 25, 26, 40 inciso 7 y 123, contra la Confianza Legítima depositada por los ciudadanos en la administración, en vista de que se vulnera la norma superior, al ser clara ésta, al otorgarle reserva legal en sentido estricto y en sentido amplio al Congreso de la República, el régimen aplicable a los particulares que desempeñan funciones públicas, así como la regulación de su ejercicio. 202 COLOMBIA, CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA. Artículo 189. 11. Corresponde al Presidente de la República como Jefe de Estado, Jefe del Gobierno y Suprema Autoridad Administrativa: Ejercer la potestad reglamentaria, mediante la expedición de los decretos, resoluciones y órdenes necesarios para la cumplida ejecución de las leyes. 203 COLOMBIA, CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA. Artículo 123 ibídem. 143 Así mismo, el Artículo 18 del Decreto reglamentario 2463 de 2001, al fijar una inhabilidad de reserva legal, vulnera el Derecho a la igualdad que en la parte axiológica de la Constitución Política de Colombia, al tenerse como principio fundamental, así como fin, expresado en el Preámbulo de la norma superior y en el Artículo 13 de la misma e irradiando al resto del ordenamiento jurídico, ya que aquellas personas que cuentan con la experiencia de haber sido miembros de las Juntas de Calificación de Invalidez por dos períodos o más consecutivos, se ven injustamente privados de participar en el proceso de selección a través de concurso público, aun cuando ni la Constitución ni la Ley, han estipulado dicha prohibición. Aunado a lo anterior, el Consejo de Estado ha inaplicado el artículo en cita, tutelando en varios pronunciamientos los derechos fundamentales vulnerados, tras la promulgación del mismo, lo que corrobora la hipótesis planteada por el autor de este opúsculo, sustentando el espíritu del trabajo desarrollado. Por los motivos expuestos, el Artículo 18 del Decreto Reglamentario, desconoce la reserva legal, por lo que es procedente la demanda de nulidad por Inconstitucionalidad para que dentro del ordenamiento jurídico, sea declarado nulo el citado artículo, perdiendo así sus efectos, para lo que es competente el conocimiento de dicha demanda el Consejo de Estado, demanda que fue presentada por el autor de este texto, el 15 de Noviembre de 2011 y que su estado actual se encuentra “para considerar traslado a las partes y Ministerio Público, para presentar alegatos de conclusión”204, actuación al Despacho, por lo que se concluye este trabajo a satisfacción, ya que se logró abarcar todo el tema, dándole respuesta al problema concitado, justificando la hipótesis planteada y demostrando que dentro de nuestro ordenamiento jurídico, hay innumerables Sentencias que demuestran la vulneración constante a la Constitución Política, por lo que es necesario protegerla en un ejercicio constante, bien decía Cicerón “Quodam modo praescriptum est iure naturali, ut protegamus mores nostros legesque” “En cierta forma está mandado por el Derecho natural que protejamos nuestras costumbres y leyes”. 204 COLOMBIA, CONSEJO DE ESTADO. Sección Segunda, Acción de Nulidad por Inconstitucionalidad. Consejero ponente: Gustavo Eduardo Gómez Aranguren. Bogotá, D.C. 15 de Noviembre de (2011). Radicación número: 11001-03-25-000-2011-00660-00(AC). Actor: Jorge Efraín Santana Guarín. Demandado: GOBIERNO NACIONAL. 144 BIBLIOGRAFÍA I. LIBROS Y REVISTAS 1. AGUIAR de Luque, Luis: «Los límites de los Derechos Fundamentales», Revista del Centro de Estudios Constitucionales, Núm. 14, 1993. 2. ALVARADO Hernández, Arturo. Publicaciones Periódicas. Revista Derecho Privado. Núm. 2. Agosto Año 2002. ISSN 0188-5049. Biblioteca Jurídica Virtual. Disponible en Web: http://www.juridicas.unam.mx/publica/rev/indice.htm?r=derpriv&n=2. 3. ARISTÓTELES. Ética a Nicómaco, Libro V, Capitulo. X. Traducción de Mariano de Azcarate. México, 1922. 4. ARISTÓTELES. Política. México, Editorial Porrúa, 1982. 5. ATIENZA, Manuel. Tópica y jurisprudencia. Taurus Editores. Madrid, 1984. Las razones del Derecho. Centro de Estudios Constitucionales. 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NARANJO Mesa, Vladimiro. Teoría Constitucional e Instituciones Políticas. Tercera Edición. Bogotá. Editorial Temis. 1999. 36. NOGUEIRA Alcalá, Humberto. Sentencias de los tribunales constitucionales y sus efectos en América del Sur artículo citado, Revista Iberoamericana de Derecho Procesal Constitucional. Núm. 2, (julio, diciembre de 2004) Editorial Porrúa, México. 37. NOGUERA Laborde R. Introducción General al Derecho. Volumen 1. Bogotá. Editorial Temis. 2000. 151 38. OLANO, García, Hernán Alejandro. Constitución Política de Colombia, Séptima Edición. Ediciones Doctrina y LKey Ltda. Bogotá, D.C. 39. OSORIO, Manuel. Diccionario de Ciencias Jurídicas, políticas y sociales. Montevideo, Editorial Obra Grande, 1986. 40. PELÁEZ del Pozo. Tratado teórico-práctico de la organización, competencia y procedimiento en materias contencioso administrativas, Madrid, 1949. 41. 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Disponible en Web: http://www.oas.org/juridico/spanish/legmodel.htm. 2. COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO, Consulta de procesos. http:190.24.134.67/pce/consultaproceso3.asp?numero=1100103250002011 0066000. 3. Real Academia de la Lengua Española, http://lema.rae.es/drae/?val=operador Disponible en Web: 4. http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/2/979/13.pdf 5. http://fdciudadanos.files.wordpress.com/2009/06/constituba.pdf 6. http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/8989/4/%C3%8DNDICE%20DE%2 0ABREVIATURAS.pdf 7. http://www.derechoconstitucional.es/2012/01/contenido-de-laconstitucion.html 8. http://www.derechoconstitucional.es/2012/01/contenido-de-laconstitucion.html 9. http://www.juridicas.unam.mx/publica/rev/cconst/cont/7/ard/ard4.htm 10. http://ruc.udc.es/dspace/bitstream/2183/1984/1/AD-2-1.pdf 11. http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718090X2011000100003&script=sci_ arttext 12. http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=627313. http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/1993/C-546-93.htm 14. http://www.mij.gov.co/econtent/newsdetailmore.asp?id=1512&idcompany=2 &idmenucategory=2 15. 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Disponible en Web: http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/codigo/codigo_conten cioso_administrativo.html4. COLOMBIA, Ley 1437 de 2011, Código de procedimiento administrativo y de lo contencioso administrativo. Diario Oficial No. 47.956 de 18 de enero de 2011. Secretaria del senado. Disponible en Web: http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/codigo/codigo_conten cioso_administrativo.html5. COLOMBIA, Congreso de la República, Ley Estatutaria de la Administración de Justicia, Ley 270 de 1996. 6. COLOMBIA, Ley 100 de 1993. Por el cual se crea el sistema de Seguridad Social Integral y se dictan otras disposiciones. Diario Oficial No. 41.148 de 23 de diciembre de 1993. Secretaria del senado. Disponible en Web: http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley/1993/ley_0100_19 93.html7. COLOMBIA, Ley 734 de 2002, Código Único Disciplinario. 8. COLOMBIA, Ley 909 de 2004. Por la cual se expide normas que regulan el empleo público, la carrera administrativa, la gerencia pública y se dictan otras disposiciones. 9. COLOMBIA, PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA. Decreto 2463 de 2001. Por el cual se reglamenta la integración, financiación y funcionamiento de las juntas de calificación de invalidez. Publicado en el Diario Oficial 44.652 del 21 de Noviembre de 2001, Alcaldía de Bogotá. Disponible en Web: http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=6273155 IV. SENTENCIAS DE LAS ALTAS CORTES COLOMBIANAS, LÍNEAS JURISPRUDENCIALES A. EN TRATÁNDOSE DE LA FUERZA VINCULANTE PRONUNCIAMIENTOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL: DE LOS 1. COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL: Sentencia T-414 de 1992 M. P. Ciro Angarita; Sentencia C-104 de1993, Sentencia C-113 de 1993 M.P. Jorge Arango Mejía; Sentencia C-131 de 1993, Sentencia C-436 de 1994; C-083 de 1995 M. P. Carlos Gaviria Díaz; Sentencia T-123 de 1995 M. P. Eduardo Cifuentes; Sentencia C-037 de 1996; SU- 047 de 1999; Sentencia C-836 de 2001 M. P. Rodrigo Escobar Gil; Sentencia SU-1122 de 2001; Sentencia T-116 de 2004; Sentencia T-116 de 2004; Sentencia C-335 de 2008; Sentencia C-539 de 2011 M.P. Luís Ernesto Vargas Silva; Sentencia C-634 de 2011 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva. B. EN TRATÁNDOSE DE SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL: 1. COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL: Sentencia T-06 de 1992, M.P. Ciro Angarita Barón; Sentencia C-436 de 1994; Sentencia C-445 de 1996, M.P. Hernando Herrera Vergara; Sentencia C-560 de 1999, M.P. Carlos Gaviria Díaz; Sentencia C-037 de 2000; Sentencia C-1290 de 2001; Sentencia C-207 de 2003; Sentencia C-398 de 2006; Sentencia T-688 de 2003; Sentencia C-372 de 2011, M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub; Sentencia C-415 de 2012. C. EN TRATÁNDOSE DE FUNCIÓN PÚBLICA Y PRINCIPIOS DE LA MISMA: 1. COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL: Sentencia C- 479 de 1992; Sentencia C- 195 de 1994; Sentencia C- 040 de 1995; Sentencia C- 041 de 1995; Sentencia C- 037 de 1996; Sentencia C-631 De 1996. M.P.: Dr. Antonio Barrera Carbonell; Sentencia C - 030 de 1997; Sentencia C- 539 de 1998; Sentencia C- 110 de 1999; Sentencia C- 109 de 2000; Sentencia C371 de 2000; Sentencia C- 486 de 2000; Sentencia C-563 de 2000; Sentencia C- 292 de 2001; Sentencia C- 954 de 2001; Sentencia C- 1177 de 2001; Sentencia C- 517 de 2002; Sentencia C- 1079 de 2002; Sentencia 156 C- 969 de 2003; Sentencia C- 077 de 2004; Sentencia C- 673 de 2005 M.P. Clara Inés Vargas Hernández; Sentencia C-1230 de 2005, además la siguiente sentencia de gran preponderancia en la materia Sentencia C-1262 de 2005, M.P. Humberto Antonio Sierra Porto; Sentencia C-988 de 2006 M.P Álvaro Tafur Galvis; Sentencia T-720 de 2008, M.P. Jaime Córdoba Triviño; Sentencia Condicionada e Interpretativa C-181 de 2010, M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub. 2. COLOMBIA, CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: Relatoría Sala de Casación Penal, Providencia 29206, M.P. Yesid Ramírez Bastidas, 15 de mayo de 2008. D. EN TRATÁNDOSE DE PARTICULARES CON FUNCIÓN PÚBLICA: 1. COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL: Sentencia C-286 de 1996; Sentencias C-563 de 1998, Sentencia C-1076 de 2002; Sentencia C-181 de 2002; Sentencia C-037 de 2003; Sentencia C-127 de 2003;; Sentencia C529 de 2006; Sentencia C-736 de 2007; Sentencia 338 de 2011,M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo. E. EN TRATÁNDOSE DE CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD: 1. COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL: Sentencia C-180 de 1994; Sentencias C-250 de 1994; Sentencia C-189 de 1994; Sentencia C-037de 1996 M.P. Vladimiro Naranjo Mesa; Sentencia C-508 de 1996; Sentencia C217 de 1996; Sentencia C-497 de 1998; Sentencia C-197 de 1999; Sentencia C-560 de 1999 M.P. Carlos Gaviria Díaz; Sentencia C-927 de 2000; Sentencia C-739 de 2001; Sentencia C-153 de 2002; Sentencia C790 de 2006; Sentencia C- 094 de 2007; Sentencia C-259 de 2008; Sentencia C-1154 de 2008; Sentencia C-522 de 2009; Sentencia C-156 de 2011; Sentencia C-049 de 2012; Sentencia 415 de 2012. Competencia de Control de Constitucionalidad a cargo del Consejo de Estado. 2. COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL: Sentencias C-447 de 1992 (Decreto 680 de 1992), C-556 de 1992 (Decreto 1155 de 1992), C-366 de 1994 (Decreto 1178 de 1994),C-466 de 1995 (Decreto 1370 de 1995), C027 de 1996 (Decreto 1900 de 1995),C-122 de 1997 (Decreto 80 de 1997), C-300 de 1994 (Decreto 874 de 1994), C-802 de 2002 (Decreto 1837 de 2002), C-070 de 2009 (Decreto 3929 de 2008), C-135 de 2009 (Decreto 4333 de 2008), C-254 de 2009 (Decreto 4704 de 2008), C- 843 de2010 157 (Decreto 2693 de 2010), C-156 de 2011 (Decreto 4580 de 2010) y C-216 de 2011 (Decreto 20 de 2011), C-049 de 2012. F. EN TRATÁNDOSE DE RESERVA LEGAL: 1. COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL: Sentencias C-417 de 1992 M.P. Fabio Morón Díaz; Sentencia C-398 de 1995 M.P. José Gregorio Hernández Galindo; Sentencia C-473 de 1997 M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz; Sentencia C-568 de 1997 M.P. Fabio Morón Díaz; Sentencia C-570 de 1997 M.P. Carlos Gaviria Díaz; Sentencia C-543 de 1998 M.P. Carlos Gaviria Díaz; Sentencia C-1191 de 2000 M.P. Rodrigo Uprimny Yepes; Sentencias C-1648 de 2000 M.P. Cristina Pardo Schlesinger; Sentencia C710 de 2001, MP Jaime Córdoba Triviño; Sentencia C-234 de 2002 M.P. Eduardo Montealegre Lynett; Sentencia C-474 de 2003 M.P. Eduardo Montealegre Lynett. SV. Marco Gerardo Monroy Cabra; Sentencia C-675 de 2005 M.P. Jaime Araújo Rentería; Sentencia C-852 de 2005 MP. Rodrigo Escobar Gil. SV. Humberto Antonio Sierra Porto; SPV. Alfredo Beltrán Sierra; y AV. Álvaro Tafur Galvis; Sentencia C-782 de 2007 M.P. Jaime Araújo Rentería; Sentencia C-704 de 2010 M.P. María Victoria Calle correa. G. EN TRATÁNDOSE DE POTESTAD REGLAMENTARIA A CARGO DEL GOBIERNO NACIONAL: 1. COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL: Sentencia C-290 de 1997 M.P. Jorge Arango Mejía. SV. Eduardo Cifuentes Muñoz; Sentencia C-530 de 2003 M.P. Eduardo Montealegre Lynett. SV. Jaime Araújo Rentería. En igual sentido, en la sentencia C-162 de 2008; Sentencia C-162 de 2008 M.P. Humberto Antonio Sierra Porto. SV. Jaime Araújo Rentería; SV. Clara Inés Vargas Hernández. Sentencia compiladora de línea jurisprudencial C1005 de 2008 M.P. Humberto Antonio Sierra Porto; Sentencia compiladora de línea jurisprudencial C-704 de 2010 M.P. María Victoria Calle Correa. 2. COLOMBIA, CONSEJO DE ESTADO: Sección Segunda. Referencia: CE-SEC2-1974-06-19. C.P. Eduardo Aguilar Velez. Bogotá, 19 de junio de 1974. 158 Sección Primera. Referencia: Expediente No. 2613. C.P. Yesid Rojas Serrano. Decretos del Gobierno Nacional Bogotá, D. C., 1 de octubre de 1993. Sentencia 36054 de 2010, Radicación número: 110010326000200800101 00 (36054). C.P. Enrique Gil Botero. Acción de nulidad. Bogotá, D.C., 14 de abril de 2010. Sección primera. Radicación número: 11001-03-24-000-2010-00180-00, Bogotá D.C., 10 de junio de 2010. C.P. María Claudia Rojas Lasso; Contra Decreto 2590 de 2009, y contra el artículo primero del Decreto 4933 de 2009. Sección Primera. C.P. María Claudia Rojas Lasso. Bogotá, D.C., 05 de mayo de 2011. Radicación número: 11001-03-24-000-2005-00064-01. Actor: Jorge Alberto Guerrero Lozano. Demandado: Gobierno Nacional. H. EN TRATÁNDOSE DE COMETIDOS ESTATALES: 1. COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL: Sentencias C-387 de 1996, M.P. Hernando Herrera Vergara, Sentencia C-1174 de 2005; Sentencia C-315 de 2007 M.P. Jaime Córdoba Triviño. I. EN TRATÁNDOSE DE INCONSTITUCIONALIDAD: 1. COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL: Sentencia C-545 de 1992; Sentencia C-149 de 1993; Sentencia C-109 de 1995, M P Alejandro Martínez Caballero; la C-473 de 1994, la C-496 de 1994; Sentencia C-037 de 1996; Sentencia C-690 de 1996 M.P. Alejandro Martínez Caballero; Sentencia C-187 de 1997; Sentencia C-702 de 1999 de la Corte Constitucional, M.P. Fabio Morón Díaz; sentencia C-737 de 2001; Sentencia C-1052 de 2001, MP. Manuel José Cepeda Espinosa; Sentencia 1087 de 2008, MP. Nilson Pinilla Pinilla. SV. Jaime Araujo Rentería; Sentencia C-327 de 2003; Sentencia C-619 de 2003; Sentencia C-162 de 2008 M.P. Humberto Antonio Sierra Porto. SV. Jaime Araújo Rentería y SV. Clara Inés Vargas Hernández; Sentencia C-375 de 2010 M.P. Mauricio Gonzales Cuervo, Sentencia C-734 de 2010 M.P. María Victoria Calle Correa. 159 J. EN TRATÁNDOSE DE INHABILIDAD: 1. COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL: Sentencia C-537 de 1993; Sentencia C-546 de 1993 M.P. Carlos Gaviria Díaz; Sentencia C-320 de 1994; Sentencia C-373 de 1995; Sentencia C-367 de 1996; Sentencia C618 de 1997; Sentencia C-111 de 1998; Sentencia C-147 de 1998; Sentencias C-142 de 2001; Sentencia C- 1052 de 2001; Sentencia C-181 de 2002; Sentencia C- 948 de 2002; Sentencia C-1076 de 2002; Sentencia C-124 de 2003; Sentencia C-100 de 2004; Sentencia C-311 de 2004; Sentencia C-348 de 2004; Sentencia C-028 de 2006 M.P. Humberto Antonio Sierra Porto; Sentencia C-068 de 2008; Sentencia C-468 de 2008; Sentencia Integradora Sustitutiva C-325 de 2009 M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo. 2. COLOMBIA, CONSEJO DE ESTADO: Sentencia del 1 de octubre de 2009. Expediente: 250002325000200112069-01 (6801-05); Sala de Consulta y Servicio Civil. Concepto No. 855 del 8 de julio de 1996; Sala Contencioso Administrativa, Sección Segunda, Sentencia del 6 de agosto de 2009, Expediente: 110010325000200100231-01. Actor: Colegio Nacional de Curadores Urbanos. Demandado: Gobierno Nacional. K. EN TRATÁNDOSE DEL DECRETO REGLAMENTARIO 2463 DE 2001: 1. COLOMBIA, CONSEJO DE ESTADO: Sección segunda. Acción de Nulidad por Inconstitucionalidad. Consejero Ponente: Gustavo Eduardo Gómez Aranguren. Bogotá, D.C. 15 de Noviembre de 2011. Radicación No.: 11001¬-03-25-000-2011-00660-00(AC). Actor: Jorge Efraín Santana Guarín. Demandado: Gobierno Nacional. 2. COLOMBIA, CONSEJO DE ESTADO: Sección cuarta. C.P. Carmen Teresa Ortiz de Rodríguez. Bogotá D.C., 14 de abril de 2011. Radicación Núm.: 25000-23-31-000-2011-00237-01. Actor: Jorge Vargas Rojas. Referencia: acción de tutela. Impugnación contra la providencia de 16 de febrero de 2011 del tribunal administrativo de Boyacá. Fallo. Consejo de Estado. Sección quinta, C.P. María Nohemí Hernández Pinzón. Radicación Núm.: 250002315000201100259-01. Actor: César Augusto Osorio Vélez. Demandado: Nación-Ministerio de la Protección Social-Universidad Nacional. Consejo de Estado. Sección segunda. C.P.: Alfonso Vargas Rincón. Bogotá, D.C., 16 de noviembre de 2011. Radicación Núm.: 0800123-31-000-2011-01079-01(AC). Actor: Ubaldo Carrillo Coronado. 160 Demandado: Ministerio de la Protección Social Ministerio Colombia. Consejo de Estado. Sección primera. C.P.: María Claudia Rojas Lasso. Bogotá, D.C. 2 de febrero de 2012. Radicación Núm.: 11001-03-15-0002011-00336-01(AC). Actor: Carlos Ariel Giraldo Duque. Demandado: Ministerio de la Protección Social y otros. L. EN TRATÁNDOSE DE LA FUNCIÓN DE LAS JUNTAS DE CALIFICACIÓN DE INVALIDEZ: 1. COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL: Sentencia C-415 de 2005. 2. COLOMBIA, CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: Sala Casación Laboral, Radicado No.38.614 M.P. Luis Gabriel Miranda Buelvas. M. EN TRATÁNDOSE FUNCIÓN DE LAS CAMARAS DE COMERCIO: 1. COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL: Sentencia C-1142 de 2000 M.P. José Gregorio Hernández Galindo. N. EN TRATÁNDOSE DE CONFIANZA LEGÍTIMA: 1. COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL: Sentencia T-123 de 1995; C-083 de 1995; Sentencia C-O37 de 2000; Sentencia C-131 de 2004; Sentencia T-1094 de 2005; Sentencia T-173 de 2008; Sentencia C-472 de 2009; Sentencia T-210 de 2010; Sentencia C-432 de 2010; Sentencia T-215 de 2011; Sentencia T-308 de 2011; Sentencia C- 717 de 2012. O. EN TRATÁNDOSE DE SEGURIDAD JURÍDICA: 1. COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL: Sentencia C-177 de 1994; Sentencia C-613 de 1996; Sentencia T-502 de 2002; Sentencia C-1094 de 2004; Sentencia T-1094 de 2005; Sentencia T-850 de 2010; Sentencia T2010 de 2010; Sentencia C- 634 de2011. P. EN TRATÁNDOSE DE BUENA FE: 161 1. COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL: Sentencia T-123 de 1995; Sentencia C-131 de 2004, Sentencia C-1194 de 2008Sentencia C-472 de 2009; sentencia T-850 de 2010; Sentencia T-717 de 2012. 162 TEMAS TRATADOS Y SU IMPORTANCIA Supremacía Constitucional Preámbulo Artículo 4 Artículo 13 Artículo 22 Artículo 40.7 Artículo 123 Corte Constitucional Principios: Buena fe Confianza Legítima Seguridad Jurídica Constitución Política de 1991 Consejo de Estado Función Pública Control de Constitucionalidad Artículo 241 CP Poder Ejecutivo Potestad Reglamentaria 181.11 Particulares que prestan funciones Públicas Ley 100 de 1993 Crea Juntas de Calificación de Invalidez del orden Nacional y Regional Reserva Legal Inhabilidades Decreto Reglamentario 2463 de 2001 163 LEYES, DECRETOS, REA MENTOS Expide