Tratamiento del asma

Anuncio
Evolución del tratamiento del asma
Curiosidades:
En la antigüedad el asma era tomada como un castigo divino, por lo que su tratamiento se basaba en
pedidos mÃ−sticos, oraciones, exorcismos, etc.
La medicina oriental trataba el asma con técnicas de acupuntura, y moxibustión (técnica que utiliza los
mismos puntos que la acupuntura pero mediante la aplicación del el calor producido por quemar una raÃ−z
llamada moxa)
PodÃ−a verse a demás en el “Tratado de terapéutica y materia médica de Armand Trousseau y H.
Pidoux”
de 1857, el consejo del uso de numerosos compuestos para tratar el asma como por ejemplo: Acido
cianhÃ−drico, Arsénico, Café, electricidad, tabaco, entre otros.
En la primera edición del manual Merck de 1899, se indicaba que contra el asma el tabaco era muchas veces
beneficioso y para los casos más severos, recomendaba la marihuana.
PodÃ−an encontrarse aceites con alcohol y opio para el tratamiento del asma y otras afecciones
espasmódicas. Charles Dickens era uno de los adeptos a este compuesto para aliviar sus crisis asmáticas.
La historia del tratamiento broncodilatador en el asma se remonta al 1900, con el uso de un extracto de
glándulas suprarrenales propuesto por Solis Cohen. A pesar de ser conocida por los chinos desde más de
5000 años atrás recién en 1924 entra en la medicina occidental la efedrina, utilizándose como
broncodilatador. Desde comienzos del siglo 20 la teofilina es al broncodilatador mas usado entre los
asmáticos, la misma es una metilxantina con estructura semejante a la cafeÃ−na o a la teobromina.
Históricamente su empleo, en el tratamiento del asma nace como recomendación de William Withering
que, en 1786 recomienda café fuerte como remedio para los sÃ−ntomas asmáticos.
Poco tiempo después en 1870 el doctor Henry Hyde Slater, que era asmático, afirma también que el
café fuerte es el mejor remedio disponible para el asma. En 1900, desde la década del 30, el laboratorio
Boheringer comienza a sintetizar teofilina, la que es ampliamente utilizada para tratar esta patologÃ−a, es
interesante resaltar que aun siendo usada durante décadas por millones de personas en el tratamiento del
asma, hoy se duda de su mecanismo de acción en el asma y su lugar lógico en el esquema medicamentoso,
aparentemente su mecanismo molecular de acción incluirÃ−a una inhibición de ciertas fosfodiesterasas,
antagonismo de la adenosina, estimularÃ−a liberación de catecolaminas, inhibición de la liberación de
mediadores involucrados en la inflamación bronquial e inhibición de la liberación de calcio intracelular.
La teofilina es un inhibidor no selectivo de las fosfodiesterasas (enzimas responsables de la de la
degradación de nucleótidos cÃ−clicos en la célula, lo que lleva a un aumento en la concentración de
AMP y GMP cÃ−clico). Pero, el grado de inhibición es bajo, (5-10 %) a las concentraciones terapéuticas
tolerables de teofilina, lo que generó estudios para el desarrollo de inhibidores selectivos y más potentes
que puedan ser empleados en el tratamiento del asma.
Posteriormente se desarrollaron broncodilatadores más potentes y con menor toxicidad (agonistas
adrenérgicos), lo que terminó finalmente desplazando a la teofilina al puesto de fármaco de tercera
lÃ−nea, usado cuando el asma no puede ser controlado por otros medios, o cuando el costo del medicamento
es el factor más importante. Alrededor del 1948 Ahlquist clasifica a los receptores adrenérgicos en alfa y
beta, reconociendo en éstos últimos la cualidad de la broncodilatación, por lo que se comienza a buscar
1
fármacos que actúen selectivamente sobre estos receptores, posteriormente (1967) los receptores beta se
subclasifican en beta 1 (acción estimulante cardiaca) y beta 2 (broncodilatadores). Desde ese momento la
búsqueda se centra en algún fármaco que estimule esos receptores. En los años 70 se reconoce en el
asma su carácter inflamatorio, lo que modifica sustancialmente el tratamiento de la misma agregando la
terapia antiinflamatoria, generando quizás el pilar mas importante hoy en dÃ−a en el tratamiento del asma,
los corticosteroides, dejando el uso de los fármacos broncodilatadores para el control de la crisis (esto
último en nuestros dÃ−as está cambiando con la aparición de broncodilatadores de acción prolongada).
Incluso, el uso precoz de corticosteroides inhalados serÃ−a un “modificador de la evolución”.
Con la asociación de beta dos de acción prolongada y corticosteroides inhalados teóricamente deberÃ−a
conseguirse la remisión de la enfermedad, hecho que lamentablemente no se ve en la práctica, lo que llevó
a la introducción del concepto de “remodelación bronquial”, llevando a redefinir la remisión, ahora ya no
como a la cura de la enfermedad sino a la ausencia de sÃ−ntomas. Comenzaron a surgir entonces nuevos
fármacos antiinflamatorios como los inhibidores de los leucotrienos y los inhibidores de las fosfodiesterasas
que agregarÃ−an dos ventajas principales: su uso por la vÃ−a oral y no poseer los efectos indeseables de los
corticoides. DÃ−a a dÃ−a se van generando nuevos compuestos que ayudan a los asmáticos a llevar su
enfermedad con cada vez menos limitaciones y podriamos pensar que estamos cerca del momento en el que la
enfermedad sea totalmente controlable aún en los casos de asma severa que son los que siguen preocupando
a la comunidad médica.
En lo personal, como experiencia propia, puedo reconocer en el té un gran aliado en los momentos en que
el Ventolin no está disponible para abrir un poco (aunque mas no sea) el camino al preciado aire cuando este
se encuentra dificultado.
¿Y vos tenés alguna recomendación?
¿Alguna medida de tu abuela te facilita salir de esos momentos? Dejame un comentario y, quien puede
negarte que seas el impulsor de nuevos estudios cientificos…
2
Descargar