Voces: TARJETA DE CREDITO ~ LEY DE TARJETA DE CREDITO

Anuncio
Voces: TARJETA DE CREDITO ~ LEY DE TARJETA DE CREDITO ~ TITULAR DE TARJETA DE
CREDITO ~ EMISOR DE TARJETA DE CREDITO ~ PREPARACION DE LA VIA EJECUTIVA ~ JUICIO
EJECUTIVO
Título: Reconocimiento o desconocimiento de documentación prevista en la Ley de Tarjeta de Crédito para la
preparación de la vía ejecutiva
Autor: Petraglia, Tomás
Publicado en: Sup. Act. 07/07/2015, 07/07/2015, 1 - LA LEY07/07/2015,
Cita Online: AR/DOC/2147/2015
I. Introducción
El título III —arts. 39 a 42— de la ley 25065 (en adelante "LTC") establece una serie de normas particulares
relativas al cobro judicial de las deudas emergentes del contrato de tarjeta de crédito, sean estas deudas del
titular para con el emisor o del emisor para con el proveedor.
En lo que aquí nos interesa, el art. 39 de dicho cuerpo normativo prevé: "Preparación de vía ejecutiva. El
emisor podrá preparar la vía ejecutiva contra el titular, de conformidad con lo prescripto por las leyes procesales
vigentes en el lugar en que se acciona, pidiendo el reconocimiento judicial de: a) El contrato de emisión de
tarjeta de crédito instrumentado en legal forma. b) El resumen de cuenta que reúna la totalidad de los requisitos
legales. Por su parte el emisor deberá acompañar: a) Declaración jurada sobre la inexistencia de denuncia
fundada y válida, previa a la mora, por parte del titular o del adicional por extravío o sustracción de la respectiva
tarjeta de crédito. b) Declaración jurada sobre la inexistencia de cuestionamiento fundado y válido, previo a la
mora, por parte del titular, de conformidad con lo prescripto por los arts. 27 y 28 de esta ley".
Se establece, pues, un procedimiento especial para la conformación de un título ejecutivo complejo que
habilitaría el cobro judicial del saldo deudor del titular de la tarjeta a través de un proceso ejecutivo. A
continuación se analizarán las particularidades de este procedimiento previo al juicio ejecutivo y los alcances
del desconocimiento que podría efectuar el titular de la tarjeta de crédito.
Se aclara que la cuestión reviste interés únicamente para el caso de que el saldo deudor no haya sido
ingresado a una cuenta corriente bancaria. Ello, en tanto esta posibilidad existe en nuestro derecho a pesar de la
prohibición del art. 42 de la LTC, siempre que la cuenta no se haya abierto a ese fin exclusivo y que exista pacto
expreso en los términos del cuarto párrafo del art. 793 del Cód. de Comercio. Así lo ha sostenido autorizada
doctrina (1), sin perjuicio de la existencia de opiniones en contrario (2).
II. La preparación de la vía ejecutiva en general
El juicio ejecutivo es un proceso sumario en sentido estricto (3), es decir, un proceso caracterizado por la
fragmentariedad de conocimiento (4). Esto determina que en su trámite el debate se limitará a un determinado
tipo de hechos, quedando fuera de la posibilidad de alegación de las partes y del conocimiento judicial de otros,
como ser los relativos a la causa de la obligación que se ejecuta.
Ahora bien, para que sea posible exigir judicialmente el cumplimiento de una obligación a través de esta vía,
es necesario que ella se encuentre documentada en un título al cual la ley le asigne el carácter de título ejecutivo
(conf. arts. 523 del Cód. Procesal Civil y Comercial de la Nación —CPCCN—, 518 del Cód. Procesal Civil y
Comercial de la Provincia de Buenos Aires —CPCC Bs. As.— y normas concordantes de otros Códigos
provinciales). La limitación en el derecho de defensa a la que se ve sometido el ejecutado se justifica entonces
por la existencia de un documento al que la ley atribuye cierta presunción de legitimidad.
Existen ciertos títulos —títulos completos— que por sí mismos constituyen títulos ejecutivos. Otros, en
cambio, requieren ser complementados o perfeccionados a través del cumplimiento de ciertos trámites previos
(5). Estos trámites previos —diligencias preparatorias— transforman al simple quirógrafo en un título ejecutivo.
Los ordenamientos procesales locales y el CPCCN prevén algunos supuestos en los cuales un documento
que no es título ejecutivo puede convertirse en tal. Son coincidentes las previsiones del CPCCN y del CPCC Bs.
As. al respecto, previendo las siguientes posibilidades: (i) reconocimiento de documentos que por sí solos no
traigan aparejada la ejecución, (ii) reconocimiento del carácter de locatario y exhibición del último recibo por el
ejecutado por alquileres o arrendamientos, (iii) determinación judicial del plazo de pago de la obligación que se
pretende ejecutar cuando él no fue determinado en el título constitutivo, y (iv) reconocimiento por el ejecutado
del cumplimiento de la condición a la cual se encontraba sujeto el pago, si la obligación fue sometida a dicha
modalidad (arts. 525 del CPCCN y 523 del CPCC Bs. As.).
III. La preparación de la vía ejecutiva en la ejecución de saldo deudor de tarjeta de crédito
Nos abocaremos aquí al primero de los supuestos enunciados anteriormente, es decir, al reconocimiento de
documentos que por sí solos no traigan aparejada la ejecución. Ello, en tanto, según establece el art. 39 de la
LTC, la vía ejecutiva para el cobro del saldo deudor de tarjeta de crédito se prepara con el reconocimiento
judicial de dos documentos: El contrato de emisión de tarjeta de crédito y el resumen de cuenta.
Cierta doctrina ha criticado la previsión del art. 39 de la LTC, por entender que el legislador nacional debe
decidir precisamente la procedencia de la vía ejecutiva o de conocimiento, pues la distinción entre vía ejecutiva
© Thomson La Ley
1
y vía ejecutiva con previa preparación es una cuestión estrictamente procesal (6).
Por nuestra parte, observamos que existe —al menos a primera vista— cierta incompatibilidad entre las
previsiones de los arts. 525, inc. 1, del CPCCN y 523, inc. 1, del CPCC Bs. As., por un lado, y las del art. 39 de
la LTC, por el otro. Es que los artículos siguientes de ambos ordenamientos procesales, al regular el trámite de
la diligencia preparatoria de reconocimiento de documentos, prevén la citación del ejecutado a efectos de
reconocer o desconocer —no el documento— sino la firma inserta en el documento y los efectos de tal
reconocimiento o desconocimiento. Así, cabe hacer notar que, si bien uno de los documentos a reconocer
—contrato— necesariamente deberá tener la firma del usuario, el otro —resumen de cuenta— evidentemente no
la tendrá, pues se trata de un documento unilateral emanado del emisor de la tarjeta.
Así, en el caso previsto en los ordenamientos procesales nos encontramos con dos escenarios posibles:
Reconocimiento —expreso o tácito— de la firma inserta en el documento o desconocimiento, previéndose en
este último caso en la mayoría de los ordenamientos locales la posibilidad de que el ejecutante opte por producir
una prueba pericial caligráfica (conf. arts. 528 del CPCCN y 526 del CPCC Bs. As.) y proseguir con el trámite
ejecutivo si el experto interviniente determinare la autenticidad de la firma.
IV. Posibles conductas del ejecutado
Ahora bien, está claro que en cuanto al primero de los documentos —contrato— las alternativas posibles no
difieren de las enunciadas en el título anterior, pues, reconocida expresa o tácitamente la firma por el ejecutado
o por el dictamen pericial, el contenido del documento se tendrá por reconocido (conf. art. 1028 del Cód. Civil).
Pero, ¿qué sucede con el resumen de cuenta?
El art. 22 de la LTC prevé la obligación a cargo del emisor de la tarjeta de remitir mensualmente un resumen
de cuenta detallando las operaciones registradas. Los arts. 26 y ss. prevén la posibilidad de que el usuario
impugne los consumos registrados, lo que debe acontecer dentro de los treinta días de recibido el resumen.
La jurisprudencia ha entendido en general que "La falta de recepción de las liquidaciones mensuales
emitidas por la entidad otorgante de la tarjeta de crédito no obsta la ejecución por saldo deudor de dicha tarjeta"
(7), y que la oposición del ejecutado no puede basarse en la impugnación de los consumos —cuestión que debe
efectuarse en la oportunidad prevista por el art. 26 de la LTC (8) —, sino que se encuentra limitada al
cuestionamiento de la forma extrínseca del documento, es decir, a los recaudos que para su emisión establece el
art. 23 de la LTC (9), pues dicha falencia importaría la pérdida de la vía ejecutiva (10).
Sin embargo, otro sector ha interpretado que el desconocimiento de los resúmenes por parte del ejecutado
determina la improcedencia de la vía ejecutiva, sin perjuicio de la posibilidad de cobro a través de un proceso de
conocimiento (11).
V. Conclusión
En nuestra opinión, el texto legal regula la cuestión con claridad. Su interpretación integradora nos lleva a
participar de la primera de las posiciones expuestas con algunas aclaraciones. Ello, en tanto la LTC prevé
expresamente un procedimiento de impugnación extrajudicial de los resúmenes que puede ser iniciado dentro de
los treinta días de su recepción (arts. 26 y ss. de la LTC). En dicha oportunidad, ante las observaciones
presentadas por el titular, el emisor deberá corregir el error o dar las explicaciones del caso.
En este contexto, reabrir la discusión sobre la procedencia o improcedencia de los rubros previstos en los
resúmenes en un proceso de conocimiento fragmentario como el ejecutivo nos parece improcedente. Ello no
quita que la cuestión pueda ser discutida nuevamente, pero en un proceso de conocimiento pleno.
Debe tenerse en cuenta en este punto que esta solución resulta concordante con la situación de la cuenta
corriente bancaria. Allí también resulta improcedente el cuestionamiento de los componentes del saldo en un
proceso ejecutivo (conf. art. 793, tercer párrafo, del Cód. de Comercio), sin perjuicio de la posibilidad de
revisión prevista en el art. 790 del Cód. de Comercio.
Las conductas posibles del ejecutado estarían circunscriptas entonces, a nuestro entender, a las siguientes
posibilidades: (i) impugnación del resumen por carecer de alguno de los requisitos previstos en el art. 23; y/o
(ii) impugnación del resumen por ser diferente al efectivamente recibido. En este último caso, consideramos que
a los efectos probatorios deberá acompañarse el documento recibido, el cual deberá ser reconocido o
desconocido por el ejecutante.
En nuestra opinión, y con base en la jurisprudencia citada en la nota número (7), no está dentro de las
posibilidades de defensa la alegación de la falta de remisión del resumen. Nótese aquí que, en concordancia con
esta solución, el Proyecto de Código Civil y Comercial recientemente aprobado por la Cámara de Diputados, en
su art. 1403, prevé la aprobación del resumen de cuenta corriente bancaria si su falta de recepción no es alegada
dentro de los treinta días posteriores a la fecha en que debía efectuarse.
(1) GÓMEZ LEO, Osvaldo R. y FERNÁNDEZ, Raymundo L., Tratado teórico-práctico de derecho
comercial, t. V, Depalma, Buenos Aires, 2004, cita online: AP1612/006875.
© Thomson La Ley
2
(2) C. Civ. y Com. Mar del Plata, sala 3ª, 29/5/2012, "Banco Santander Río S.A v. Venuto, Juan y otra
s/cobro ejecutivo", ED del 24/7/2012, p. 7.
(3) PALACIO, Lino E., Derecho procesal civil, t. VII, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1994, nro. 1048.
(4) PALACIO, Lino E., Derecho procesal civil, cit., t. I, nro. 62.
(5) PALACIO, Lino E., Derecho procesal civil, cit., t. VII, nro. 1062.
(6) MILITELLO, Sergio A., Tarjeta de crédito, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1999, cita online AP
2210/000645.
(7) C. Nac. Com., sala C, 3/3/2000, "Banco de la Ciudad de Buenos Aires v. Rott, Ramón R. y otro", LL
2001-C-776, DJ 2001-2-553; en contra: C. Civ. y Com. Córdoba, 6ª, 23/2/2011, "C.C.C. La Capital del Plata
Ltda. v. Casas, Enrique R. y otro", LLC 2011 (junio), p. 543.
(8) C. Doc. y Loc. Tucumán, sala 1ª, 24/11/2010, "Tarjeta Platino S.A v. Loto, Diego L.", LLNOA 2011
(marzo), p. 210; CAPUTO, Leandro J. y CÁRREGA, Francisco J., "Algunas cuestiones procesales en la ley
25065", JA 2000-III-895.
(9) C. 2ª Civ. y Com. Paraná, sala 2ª, 5/11/2002, "Banco de la Nación Argentina v. Baucedo, Félix C.",
LLL 2003(febrero), p. 68, AR/JUR/929/2002; C. 2ª Civ. y Com. Paraná, sala 2ª, 20/12/2006, "Nuevo Banco de
Entre Ríos S.A v. Oviedo, Ester L.", LL Online AR/JUR/10464/2006.
(10) C. Doc. y Loc. Tucumán, sala 1ª, 30/3/2012, "Banco Santiago del Estero S.A v. Pizarro, Diego S.",
LLNOA 2012 (junio), p. 564, AR/JUR/8412/2012
(11) C. Civ. y Com. Morón, sala 2ª, 14/6/2012, "Banco Credicoop Cooperativo Limitado v. Porres, Estela
C. s/cobro ejecutivo", LLBA 2012 (septiembre), p. 916, AR/JUR/33862/2012.
© Thomson La Ley
3
Descargar