Doble retención fiscal por diviendos Expansión, 19/10/2002

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ARTICULOS DE OPINIÓN
Doble retención fiscal por diviendos
Departamento Fiscal
EXPANSIÓN. Sábado, 19 de octubre de 2002
Soy española y residente en Madrid, y compré acciones de EADS en la bolsa de Madrid. Del
pago de dividendos realizado por la compañía, la entidad bancaria depositaria de las
acciones me ha realizado una doble retención fiscal:
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Un 25% de retención en origen que, dice, ha correspondido al impuesto a pagar en
Bruselas, donde radica la compañía.
Un 18% de retención por el impuesto de la Renta que dice, ha correspondido a España.
Ante mi reclamación por esta doble retención por esta doble retención nacional e
internacional, me ha respondido la entidad bancaria depositaria que es en aplicación de una
ley española publica a primeros de este año. ¿Está en lo cierto la entidad bancaria? ¿Podré
desgravarme en la declaración de IRPF por ambas retenciones?
Estamos ante un ejemplo típico de doble imposición internacional, consecuencia directa de la
soberanía fiscal de los Estados para establecer sus propios impuestos. La soberanía en temas de
fiscalidad viene limitada por los acuerdos internacionales (medidas multilaterales), por las normas
domésticas de los propios Estados (medidas unilaterales) y por los Convenios para evitar la Doble
Imposición Internacional (los CDI), que suponen medidas bilaterales, teniendo siempre en cuenta que
los Acuerdos y Tratados Internacionales prevalecen sobre la legislación nacional de los Estados que los
ratifican.
En el caso planteado hay que tener presente que, si bien España ha adoptado en su legislación
nacional medidas para evitar la doble imposición internacional, entre España y Bélgica existe
concretamente un CDI.
Respecto a la obligación de retener, en cuanto a Bélgica, teniendo en cuenta la prevalencia del CDI
sobre la legislación interna, centrándonos en la regulación de los dividendos que contiene el Convenio.
Bélgica tiene derecho a practicar una retención en la fuente que no puede ser superior al 15%. En
cuanto a la entidad depositaria española (el Banco), a tenor del art. 71.1.d) del Reglamento del IRPF,
está obligada a practicar la retención general sobre los rendimientos del capital mobiliario del 18%.
Habiendo quedado establecida la procedencia de ambas retenciones, en cuanto a la forma evitar la
doble imposición, el artículo 23.1 del CDI establece que cuando un residente en España perciba rentas
que puedan someterse a imposición en Bélgica, España permitirá la deducción del impuesto pagado en
Bélgica. Esta cantidad a deducir no puede ser superior a lo que por esos dividendos correspondería
pagar en España.
En cuanto a la posibilidad de deducción de una retención practicada erróneamente (Bélgica debió
practicar el 15% y no el 25%), si bien las retenciones representan actos ajenos a la libre voluntad de
los sujetos pasivos obligados a soportarla y que ello supondría la ausencia de responsabilidad del
perceptor, jurídicamente habría motivos para que la Hacienda española sólo permitiese la deducción
de la retención establecida legalmente (15%). No obstante, la práctica indica que si la retención
soportada en el extranjero es acreditada debidamente y no supera el límite establecido legalmente (la
cantidad a deducir no puede ser superior a lo que por esos dividendos correspondería pagar en
España), se permite la deducción íntegra de la retención soportada.
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Respecto a la integración del dividendo y a su tratamiento en el IRPF del contribuyente español, se
deberá integrar en su base imponible el dividendo bruto, teniendo derecho a aplicarse la deducción
por doble imposición internacional con el límite de lo que correspondería pagar en España y a deducir,
asimismo, la retención del 18% practicada en España.
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