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Documento de posición de la CES
Orientación para un nuevo marco europeo sobre los derechos de
información, consulta y representación en los consejos de
administración y supervisión
Adoptada en la reunión del Comité Ejecutivo Extraordinario de 13 de abril de 2016 en
La Haya y el Comité Ejecutivo de la CES de 9 de junio de 2016 en Bruselas
Contexto
El Congreso de Atenas dio mandato al Secretariado de la CES para iniciar un trabajo en
profundidad sobre la representación de los trabajadores en los consejos de
administración y supervisión. Varios grupos de expertos han investigado específicamente
las posibilidades de definir los principios fundamentales de la Directiva sobre el Estatuto
de la Sociedad Europea para garantizar que cumple su objetivo y también han discutido
las diferentes opciones para ampliar la representación en los consejos de administración
en Europa. Sobre la base del nuevo consenso alcanzado en octubre de 2014, el Comité
Ejecutivo de la CES adoptó una resolución 1 pidiendo una directiva que introduzca una
arquitectura nueva e integrada para la implicación de los trabajadores en las diversas
formas de sociedades europeas. Basándose en el acervo comunitario existente, la
directiva debe establecer altos estándares de información y consulta e introducir normas
mínimas ambiciosas para la representación de los trabajadores en los consejos de
administración.
Esta resolución es otro paso importante para el movimiento sindical europeo. Esta es la
primera vez que demandamos reglas de juego comunes equivalentes respecto al
derecho de los trabajadores a estar representados en los consejos de administración. La
resolución, no obstante, insiste en la necesidad de preservar las tradiciones nacionales.
La idea no es intervenir en situaciones puramente internas sino proponer una visión
sostenible para el Derecho europeo de sociedades. Cada vez que una empresa quiera
aprovechar las oportunidades que ofrece el Derecho europeo de sociedades, deberá al
mismo tiempo cumplir con los valores europeos comunes. El nuevo marco se convertiría
en la única referencia para la información, la consulta y la representación en el consejo
de administración para las formas de sociedades europeas (por ejemplo SE, SCE).
También se aplicaría a las sociedades que desean recurrir a los instrumentos legislativos
europeos relativos al derecho de sociedades que facilitan la movilidad de las empresas
como las fusiones transfronterizas, escisiones transfronterizas o transferencias
transfronterizas de domicilio social.
Diseñar un instrumento que se aplique al derecho de sociedades de la UE sin dañar las
tradiciones nacionales es un ejercicio delicado. Es necesaria una cláusula de noregresión. El Secretariado de la CES ha realizado un trabajo considerable para convertir
la demanda general de 2014 en propuestas concretas, en particular, organizando los
días 18-19 de febrero de un seminario de expertos sobre la implicación de los
trabajadores y una reunión extraordinaria el 19 de mayo de 2016.
Las razones de una directiva - ¿cuál es el valor añadido de una representación de
los trabajadores en los consejos de administración?
1
http://www.ccoo.es/cms/g/public/o/0/o24239.pdf
La estrategia de la CES para defender esta propuesta es demostrar su impacto positivo
en los intereses a largo plazo de las empresas de la UE y un crecimiento inteligente en
Europa. Nuestro objetivo es insistir sobre los indicadores que muestran que las empresas
donde los trabajadores están representados en el Consejo de administración tienen
mejores resultados económicos, pero también sociales y medioambientales, que las
empresas sin participación de los trabajadores 2.
Más democracia en el lugar de trabajo es lo que quieren los trabajadores y la sociedad.
La información, la consulta y la representación en el consejo de administración
conforman el triángulo de la comunicación. La representación de los trabajadores es una
fuente adicional de influencia en el centro de toma de decisiones de las empresas.
Puede ser una fuente de información fiable y precoz, así como una herramienta para
acceder mejor y más rápidamente a las decisiones de la dirección. Esto significa que la
función de representación debe ser tratada como una parte integral de todo el proceso de
información y consulta a fin de lograr un diálogo social serio en el lugar de trabajo. Es
esencial asegurar una articulación armoniosa entre todos los niveles de representación
de los trabajadores y los sindicatos.
Por último pero no menos importante, unas reglas de juego justas y comunes tendrían en
cuenta las lagunas e incoherencias del acervo comunitario, reduciendo los abusos y las
desviaciones de las normas nacionales. Cabe destacar que la tradición de
representación en los consejos de administración existe en 18 Estados miembros y el
36% de la mano de obra europea se beneficia de la participación en estos consejos.
Demandas de la CES en materia de derechos de información, consulta y
representación en los consejos de administración
La Directiva debería dejar el mayor espacio posible a las negociaciones al nivel de la
sociedad transnacional para permitir a las partes desarrollar un procedimiento de
información, consulta y representación en los consejos de administración que mejor se
adapte a sus necesidades y tradiciones. Los principios clave deben ser impuestos como
normas obligatorias y deben definirse requisitos subsidiarios ambiciosos. Estos requisitos
servirían como disposiciones alternativas en ausencia de un acuerdo o si las partes así lo
desean.
Se elaboran propuestas concretas que cumplen con los siguientes criterios:
Derechos de información y consulta reforzados
La directiva debe reforzar las normas mínimas existentes para la creación y
funcionamiento de un comité de empresa que será el interlocutor de la dirección con
respecto a la implicación de los trabajadores en la empresa. Partiendo del acervo
existente (por ejemplo, la refundición de la Directiva sobre CEE o la Directiva relativa a la
SE), la Directiva debe ofrecer soluciones sobre la composición de los comités de
empresa europeos, sus competencias y sus normas de funcionamiento al tiempo que
protege las prácticas nacionales y los procedimientos de información y consulta más
elaborados.
Las competencias de los comités de empresa pueden ampliarse útilmente para incluir las
decisiones relativas a la utilización de mano de obra externa (subcontratistas,
trabajadores temporales), a la protección de datos, las cuestiones ambientales, la
introducción de nuevas tecnologías, préstamos significativos, etc 3.
2
Ver por ejemplo la publicación del ISE “Benchmarking Social Europe 2016”
http://www.etui.org/Publications2/Books/Benchmarking-Working-Europe-2016
3
Como una ilustración del acervo actual, la revisión de la Directiva CEE establece lo siguiente:
p.69:
2
El funcionamiento del comité de empresa se puede mejorar exigiendo más de una
reunión al año y la creación de comités especiales con la ayuda de expertos (por
ejemplo, un comité económico).
Está, sobre todo, la delicada cuestión de la aplicación. La información y la consulta son
una parte integral de la toma de decisiones en la empresa a todos los niveles: local,
nacional y transnacional. Antes de que la dirección adopte una decisión final, el proceso
de información y consulta transnacional debe ser llevado a cabo de manera adecuada y
completa. Al mismo tiempo, se espera que la introducción de normas de representación
en los consejos de administración ayude a garantizar que los comités de empresa
reciben una información oportuna y de calidad.
Nuevas normas para la representación de los trabajadores en los consejos de
administración
La directiva tiene que introducir la obligación de establecer un sistema para la
representación de los trabajadores en el consejo. Esto puede ser a nivel del consejo de
administración (para sistemas de un solo nivel) o del consejo de supervisión (en el caso
de sistemas duales – a dos niveles). Esta directiva no tiene vocación, de hecho, de
regular la estructura del consejo de sociedades.
Cada representante de los trabajadores en el consejo debe ser miembro de pleno
derecho con los mismos derechos y obligaciones que los representantes de los
accionistas, incluido el derecho al voto. Esto significa que los representantes de los
trabajadores deben recibir una invitación a las reuniones del consejo en tiempo y
acompañadas de la documentación suficiente. Ellos deben tener el derecho de discutir y
hacer preguntas de forma individual. Deben disponer individualmente del derecho de
convocar reuniones extraordinarias y de solicitar que un punto particular sea incluido en
el orden del día.
Respetando plenamente las diferentes estructuras de las empresas, la Directiva debería
incluir una lista no exhaustiva de los puntos que deben ser incluidos en el orden del día
del consejo. La CES deberá también asegurarse de que, en las medidas de
acompañamiento de la legislación europea sobre sociedades, se incluyen las
disposiciones suficientes para obligar a todos los miembros del consejo a actuar en los
intereses de la empresa a largo plazo.
Los representantes de los trabajadores, tanto en el consejo como en el comité de
empresa, deben tener una protección contra el despido y el trato discriminatorio.
Asimismo, debe garantizarse que disponen del tiempo y la formación suficiente.
La confidencialidad es un tema que debe ser abordado con mucha cautela. Actualmente
la dirección clasifica demasiados temas como "confidenciales". Esto se traduce en una
información mediocre o ausente para los comités de empresa. Por tanto, es imperativo
que la Directiva defina razonablemente las implicaciones del concepto de
confidencialidad. Debe alcanzarse un delicado equilibrio entre, por una parte, la
necesidad de mantener la confidencialidad y, en segundo lugar, asegurar que los
representantes de los trabajadores son considerados como socios dignos de confianza.
La información del comité de empresa europeo se referirá en particular a la estructura, la situación
económica y financiera, la evolución probable de las actividades, la producción y las ventas de la empresa o
del grupo de empresas de dimensión comunitaria. La información y la consulta al comité de empresa europeo
se referirán sobre todo a la situación y evolución probable del empleo, las inversiones, los cambios
sustanciales que afecten a la organización, la introducción de nuevos métodos de trabajo o de nuevos
métodos de producción, los traslados de producción, las fusiones, la reducción del tamaño o el cierre de
empresas, de establecimientos o de partes importantes de estos, y los despidos colectivos.
La consulta se efectuará de modo que permita a los representantes de los trabajadores reunirse con la
dirección central y obtener una respuesta motivada a cualquier dictamen que puedan emitir.
3
De lo contrario las reuniones del consejo podrían convertirse en acontecimientos vacíos y
las decisiones importantes se tomarían entre bastidores.
Las normas de confidencialidad deben permitir el necesario flujo de información con el
debido respeto a las obligaciones de confidencialidad. Las mismas normas de
confidencialidad se aplicarán por igual a los representantes de los trabajadores en los
consejos de administración y a los representantes de los accionistas. No habrá
disposiciones específicas de restricción de confidencialidad que se apliquen únicamente
a los representantes de los trabajadores. Los representantes de los trabajadores en los
consejos de administración deben tener el derecho a comunicarse regularmente con los
órganos nacionales y europeos de representación de los trabajadores.
Existen diferentes métodos y tradiciones para elegir o designar a los representantes de
los trabajadores en los consejos de administración. Independientemente del método
utilizado, debe obtenerse un mandato genuinamente europeo, mediante la garantía de
que los procedimientos de selección y de designación cubren toda la mano de obra
europea. Debe incluir además una prerrogativa reservada a las organizaciones sindicales
apoyadas por las FSE, y excluir cualquier papel de la dirección en la selección de los
representantes de los trabajadores en los consejos de administración. El mandato de los
representantes de los trabajadores en los consejos de administración es la defensa de
los intereses a largo plazo de la empresa en su conjunto, incluidos los intereses de los
trabajadores.
La CES propone un enfoque escalonado comenzando con un nivel de representación de
los trabajadores más bajo para una pequeña empresa y aumentar gradualmente en
función del tamaño de la empresa (tanto en un sistema de un solo nivel como en un
sistema dual):
•
•
•
Las pequeñas empresas de 50 a 250 empleados (dentro de la compañía y sus
filiales directas e indirectas) tendrían un bajo nivel de representación de los
trabajadores en el consejo (2 o 3 representantes);
en las empresas de 250 a 1000 empleados (dentro de la compañía y sus filiales
directas e indirectas), los representantes de los trabajadores deberían ser un
tercio de los miembros del consejo;
en las grandes empresas con más de 1.000 empleados (dentro de la compañía y
sus filiales directas e indirectas), debería estar garantizada la paridad (la mitad de
los asientos).
La Directiva no debe dar lugar a una situación en la que los representantes de los
trabajadores en el consejo de administración no tengan un comité de empresa al que
remitir un informe. Por tanto, es necesario garantizar la coherencia entre, por un lado, las
reglas que establecen el número de representantes de los trabajadores y, por otro, los
umbrales para el establecimiento de un comité de empresa. Los umbrales establecidos
en la refundición de la Directiva no pueden servir como referencia.
La CES considera que la igualdad y la diversidad de género en la sala del consejo de las
empresas constituyen un principio democrático esencial que tiene un impacto económico
positivo. El principio de la igualdad de género, sin embargo, debe seguir siendo distinto
del de la diversidad: las mujeres no constituyen ni un grupo ni una minoría sino uno de
los dos tipos del ser humano que representa más de la mitad de la población mundial,
por no hablar de que son el 45% de la mano de obra europea.
Por lo tanto, la participación equilibrada de mujeres y hombres en los órganos de toma
de decisiones no es sólo una cuestión de diversidad, sino un requisito esencial de los
principios fundamentales de la democracia y los derechos humanos, consagrados en los
Tratados de la UE y la Carta de los Derechos Fundamentales. Cada género debe estar
representado en las estructuras de toma de decisiones a un nivel de entre el 40% y el
4
60%. Este principio debería aplicarse tanto a las empresas que cotizan en Bolsa como a
las sociedades que no cotizan y tanto a los miembros ejecutivos como a los no ejecutivos
de los consejos de administración y supervisión.
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