Buda

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BUDISMO
Sabiduría, religión y filosofía que tienen su origen en Buda, «el Iluminado». El budismo surgió en el noreste
de la India en el siglo VI a.J.C. en un tiempo de agitación religiosa, como reacción, en parte, al brahmanismo
sacrificial.
La iluminación de Gautama
La vida de Gautama, su fundador, se sitúa por lo general entre el 560 y el 480 a.J.C. Nació en el bosque
Lumbini, en las laderas del Himalaya. Su padre era jefe de Kapilavastu; su madre, Mahamaya, murió siete
días después del parto. Tras una infancia y una juventud fáciles, rodeadas de placeres y protegidas del
sufrimiento, se casó con Yashodara y tuvo un hijo, Rahula. La curiosidad le condujo a traspasar los muros del
palacio paterno: el contacto con la amarga vejez, con la enfermedad frecuente y con la muerte inevitable, toma
de conciencia del carácter efímero y contingente de la condición humana, le afectaron tanto que dejó a su
familia para entregarse, en figura de mendigo, a las más severas prácticas ascéticas y a las más críticas
meditaciones en busca de una paz que había extraviado y que anhelaba inquebrantablemente. Tenía entonces
29 años.
El día de la luna llena de Vesakha (mayo de 523), meditando al pie del árbol bodhi en Uruvela, cerca del río
Neranjara, afluente del Ganges, como fruto de una prolongada fermentación hacia la verdad interior, obtuvo la
iluminación: intuyó que todo sufrimiento proviene del deseo y de la ignorancia de la verdadera condición del
ser humano. Por consiguiente, quien elimina el deseo elimina el dolor y, si no somos ignorantes, si somos
conscientes del morir de toda vida, desaparece la preocupación por el mundo material, nos liberamos de la
concupiscencia, del anhelo, de la ilusión, del egoísmo de la personalidad. Por lo mismo, la vejez, la muerte y
la rueda de las reencarnaciones quedarán superadas.
A partir de ese instante de luz, dejó de llamarse Siddharta Gautama para convertirse en el Buda. Cerca de
Benarés pronunció su primer sermón sobre la ley de las cosas (dharma). Reunió algunos discípulos y durante
20 años prosiguió su predicación a lo largo de la cuenca del Ganges.
La doctrina budista
Originalmente, el budismo parte de un total agnosticismo acerca de las grandes preguntas metafísicas que,
aunque fueran contestadas, no curarían, según el Buda, el dolor de lo efímero. Sólo la ampliación de la
conciencia, la experiencia de la absoluta vacuidad (nirvana), de lo inefable e impensable por esencia, puede
cerrar la herida de la radical finitud de todas las cosas. El mundo al que nos apegamos es como una casa que
arde y que acabará por consumirse.
Buda enseñó también la solidaridad universal de todos los seres humanos, que se descubre al renunciar al
propio ego, a la personalidad que el iluminado brinda a todos los seres del universo, con los que se sabe unido.
Aquel profundo investigador de la mente humana, murió, al parecer, en Kusinagara a la edad de 80 años,
recomendando a sus discípulos que no buscasen auxilio sino en sí mismos, sin negar ni afirmar la existencia
de Dios ni del alma humana, haciendo reposar su camino en la pregunta por la realidad última.
Las «cuatro verdades excelentes» del budismo son: el dolor, su causa,
su supresión y el camino hacia esta supresión. El dolor forma el tejido mismo de la vida humana, que a su vez
es producto de la ignorancia, causa de las pasiones, del deseo, del apego a los objetos exteriores que, actuando
por medio de la sensibilidad, dan origen a los seres. La extinción de la ignorancia destruye la potencia de los
sentidos, con lo que acaba el ciclo de las transmigraciones. La vía para ello son los «cuatro buenos caminos»:
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la ciencia, que demuestra la vanidad del mundo exterior, la toma de conciencia de la contingencia de los
objetos, la inanidad del yo y la locura de identificarse con él; y la observancia de las cinco «prohibiciones»:
matar, robar, cometer adulterio, mentir y emborracharse; la abstención de los «diez pecados»: como el
asesinato, el robo o la charlatanería; así como la práctica de las «seis virtudes trascendentales», el saber, la
limosna, la moralidad perfecta, la paciencia, la energía, la bondad y el amor al prójimo. De esta forma, todo
ser es responsable de sus actos y sufre las consecuencias de los mismos (karma). El sabio, en caso de alcanzar
la perfección, se convierte en bodhisattva y finalmente en buda.
Las escuelas budistas
Unos 140 años después de la desaparición física de Buda sobrevino la gran escisión entre la secta hinayana
(pequeño vehículo), más tradicional e individualista, y la mahayana (gran vehículo), más solidaria y universal,
ya que el boddhisattva retrasa su entrada en el nirvana y se queda en la etapa que lo precede en beneficio de la
humanidad. Se sucedieron también diversos concilios. Por otra parte, muchos peregrinos chinos visitaron la
India a partir del siglo I d.J.C. Así, al tiempo que declinaba, hasta hacerse minoritario, en su lugar de origen,
absorbido por el hinduismo, el budismo prosperaba en países vecinos, como el Tibet. A mediados del siglo VI
penetró en
Japón, donde, en el siglo XII, creó una variante netamente original, el zen.
Entre las principales escuelas budistas, además de las mencionadas,pueden citarse: la madhyamika, que
intenta adoptar una vía media entre la existencia y la no existencia: la realidad es innombrable e incalificable;
la yogakara, para la cual sólo la conciencia es real: el espíritu es la realidad última y nada está fuera de él; la
sukhavati o tierra de felicidad, según la cual el ser humano sólo alcanza la liberación por su fe en la gracia de
Buda, que debe serconstantemente invocado; y finalmente, la dhyana, que se especifica por sus métodos de
meditación.
En la actualidad, el budismo cuenta con más de trescientos millones de adeptos. Sin embargo, en cuanto
religión colectiva, se aparta netamente de la experiencia del Buda, centrada en una honda interiorización de la
conciencia humana y en un monaquismo estricto de corte netamente masculino.
Ahora vamos a hablar algo sobre Buda, como padre del budismo.
Buda
Padre del budismo, cuyo verdadero nombre era Sakyamuni o Siddharta Gautama. Su vida se sitúa alrededor
de los siglos VI y IV a.J.C. Según la tradición, era hijo del rey Suddhodana y de la reina Mahamaya del reino
de Sakya, actualmente zona fronteriza entre India y Nepal, y miembro, por lo tanto, de la casta guerrera.
Vivió rodeado de lujo y comodidad, y se casó a los dieciséis años. Su vida cambió a los veintinueve, al
meditar sobre la pobreza de la condición humana. Comprendió que el sufrimiento era algo implícito a la
existencia y decidió abandonar su reino, a su esposa y a su hijo, para buscar el conocimiento. Fue hacia el sur,
al reino de Magadha, en busca de maestros que le enseñaran. Tras algunas experiencias místicas
insatisfactorias, se fue a vivir cerca de Uruvela con cinco ascetas y llevó durante seis años una vida de
austeridad y sacrificios. Cuando estaba a punto de abandonar su búsqueda, alcanzó la «iluminación» o
«despertar» a los treinta y cinco años, mientras meditaba bajo un árbol en Bodh Gaya.
Pasó el resto de su vida enseñando a otros las «cuatro nobles verdades»: la existencia es miseria; el apego es la
causa del existir; se puede poner fin a la miseria con la eliminación del apego; el apego se destruye aplicando
la «óctuple senda» (la fe, la palabra, la acción, la vida, la mente, la meditación, la resolución y la opinión
justas o rectas). El cumplimiento de esta regla lleva al nirvana, que se puede definir como el estado absoluto
en que no se distingue la vida de la muerte, el bien del mal y el conocimiento de la ignorancia.
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En las siguientes páginas hemos impreso unas fotografías relacionadas con el tema para conocer mejor esta
Religión y a la vez Cultura que cada dia toma mas importancia gracias a su expansión y su creciente número
de militantes.
Dalai Lama hablando con los medios.
TRABAJO REALIZADO POR ROBERTO MORA PARA SU NIÑA ELY. ESPERO QUE OS SIRVA, VA
KON FOTOS PARA LA MEJOR PRESENTACION.
UN ABRAZO.
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