NBALos Spurs alcanzaron la perfección en los últimos

Anuncio
NBA
34
2014
2015
35
Los Spurs
alcanzaron la
perfección en
los últimos
playoffs y
arrancan,
en otro
capítulo de su
eterna lucha
contra el
tiempo, como
campeón y
rival a batir
en una NBA
transformada
por el regreso
a Cleveland
Cavaliers de
LeBron.
¿ES QUE NADIE VA A SER CAPAZ DE JUBILAR A ESTOS TIPOS?
36
LOS PADRES
DEL INVENTO.
R.C. Buford,
en los
despachos,
y Gregg
Popovich, en
el banquillo,
son los
gestores de
estos Spurs
que han
encontrado
el elixir de
la eterna
juventud.
JUANMA RUBIO /
T
odo cambia en la NBA.
Todo menos San Antonio
Spurs. Asumimos que algún día
veremos unos playoffs de la Conferencia Oeste sin las espuelas
plateadas de Texas. Algún día. Y
que en algún momento no muy lejano echarán pie a tierra Tim Duncan, el mejor ala-pívot de la historia (acabará esta temporada con
39 años), y Gregg Popovich, sin
duda el mejor entrenador en activo y sin más comparación ya en la
historia que la que le pone frente
al espejo de Red Auerbach, Pat Riley y Phil Jackson. Al menos esta
vez nadie pronostica, como habíamos hecho casi todos en los últimos tres o cuatro años, la caída
del imperio milagroso de San Antonio. Porque es difícil no haber
escarmentado ya a estas alturas y
porque está fresco en la retina el
despliegue sublime de los últimos
playoffs y esas dos rondas finales
en las que aplanaron a los equipos de Kevin Durant y LeBron James, el ying y el yang de la actual
NBA, con un balance total de 8-3
“Estás en pista jugando contra
ellos y ni sabes cómo hacen lo
que están haciendo”, dice de
los Spurs Waiters, de los Cavs
37
y seguramente el mejor juego posicional en cinco contra cinco de
toda la historia del baloncesto.
Popovich tiene 65 años. Entre Duncan, Ginóbili y Parker suman 112. Ninguno ha defendido
otros colores distintos al negro y
plateado de los Spurs en un periplo que comenzó en 1996, cuando el mundo era tan distinto que
Google no había pasado todavía
de proyecto universitario. A partir del eje Popovich-Duncan, quizá
la unión de entrenador y jugador
más sostenible y exitosa de la historia junto a —otra vez los mitos
referenciales— las que formaron
Auberbach y Bill Russell o Riley y
Magic Johnson. Los Spurs no se
pierden los playoffs desde 1997 y
llevan quince años ganando 50 o
más partidos y superando el 60%
de victorias en Regular Season y
en ese siempre salvaje Oeste. En
los últimos playoffs, y en la quintaesencia de su juego de pases
extras y coreografías asombrosas, los tejanos ganaron 16 partidos con unas medias de casi 109
puntos anotados y 17 de diferencia sobre unos rivales ateridos, en
un estado que definió como nadie
Dion Waiters, el escolta de los Cavaliers: “A veces estás en pista y
ni sabes cómo hacen lo que están
haciendo”.
Los Spurs compiten por encima de todo contra sí mismos
después de un verano feliz en
el que se han dedicado a, como
siempre, dar pasos discretos en
la dirección correcta y lejos de los
grandes titulares y los culebrones
mediáticos. Aseguraron por la vía
rápida la continuidad de piezas
instrumentales (Diaw, Mills) en
su última y casi inefable versión.
Son vigentes campeones y poseedores de los premios al Ejecutivo
del Año (R.C. Buford), Entrenador
del Año (Popovich) y al MVP de las
finales (Kawhi Leonard, el delfín
de Popovich y Duncan). Entre Regular Season y playoffs, los Spurs
ganaron 78 partidos y perdieron
sólo 27, en ruta hacia una final en
la que asombraron al mundo y demolieron a LeBron y su big three:
mayor diferencia media de la historia de las finales (+14), mayor
UNA PAREJA
ETERNA.
Llevan
juntos desde
1997 y han
cambiado la
historia de la
NBA: Duncan
y Popovich
buscan el
más difícil
todavía: un
sexto anillo
en los Spurs.
38
LÍDER. Tony
Parker, el
más joven
(32 años)
del eterno
‘big-three’ que
forma junto
a Duncan y
Ginóbili, debe
liderar a los
Spurs junto
al emergente
alero Kawhi
Leonard (23).
diferencia total (528-458, +70 en
cinco partidos), el mejor porcentaje de lanzamientos desde que
existe el reloj de tiro (1954/55:
52,8%)… Y todo con un ecosistema per fecto en el que convivían
nueve jugadores nacidos fuera
de Estados Unidos en el gobierno blando pero incesante de Tim
Duncan, segundo jugador en la
historia que gana tres anillos en
tres décadas distintas, de 1999 a
2014, algo que sólo había conseguido hasta el pasado junio John
Salley (1989-2000). La penúltima
cabalgada del mayor de todos los
big three, un Duncan-Ginóbili-Parker que es ya el trío de jugadores
que ha sumado más victorias en
playoffs: 117, recién superadas
las que lograron juntos para los
Lakers Magic Johnson, Kareem
Abdul-Jabbar y Michael Cooper.
La última final, llena de datos
para el recuerdo, dejó dos que
explican la hoja de ruta que siguió después un verano de movimientos sísmicos: Michael Jordan
sólo concedió una derrota por 15
o más puntos en las seis finales
que disputó mientras que LeBron
perdió de esa forma los cuatro
partidos de la última lucha por el
título. El salario de su mano derecha, Dwyane Wade (18,5 millones
de dólares), era mayor que el que
Nadie había ganado una final
por tanta diferencia media
como los Spurs (+14) ante los
Heat de un LeBron superado
39
sumaban entre once jugadores de
San Antonio Spurs. La perfección
alcanzada por el perpetuo milagro en movimiento de los Spurs
no sólo evitó que hayan surgido
los habituales profetas del fin de
su era sino que ha transformado
literalmente el mapa de una NBA
que ha visto como cambiaban
drásticamente los centros de poder de la Conferencia Este. No la
estructura: sigue apuntando duopolio en el que, a priori, Cleveland
Cavaliers y Chicago Bulls serán
los Miami Heat e Indiana Pacers
de las dos últimas temporadas.
La era del ‘big three’ de Miami
(el experimento LeBron James-Dwyane Wade-Chris Bosh) duró cuatro años y tres días. El 8 de julio
de 2010, LeBron anunció en un
especial televisivo en el que pulverizó su imagen pública (el infame ‘The Decision’) que se llevaba
“sus talentos al Sur de Florida”. El
pasado 11 de julio, y a través de
una celebrada carta editada y publicada en Sports Illustrated por
el periodista Lee Jenkins, LeBron
anunció que hacía el petate y recorría el camino de vuelta: “Esto
va más allá del baloncesto, sé
que puedo significar aquí más de
lo que significaba en Miami. Quiero que los chicos del noroeste de
Ohio piensen que este es el mejor sitio en el que pueden estar.
Quizá así decidan quedarse aquí,
crear una familia o poner en marcha un negocio. Nuestra comunidad ha tenido que luchar mucho.
En el noroeste de Ohio nada te llega regalado. Todo te lo tienes que
ganar. Trabajas para lograr las cosas que te propones. Estoy preparado para aceptar el reto. Vuelvo
a casa”.
En un vieja de ida y vuelta al
infierno, LeBron destruyó y rehizo
de forma asombrosa su imagen
pública mientras mutaba de héroe
a enemigo público número uno y
otra vez a mesías de su Ohio natal. En Miami deja uno de los equipos más escrutados y analizados
de la historia y cuatro finales disputadas en cuatro temporadas:
dos ganadas y dos perdidas. Y
dos anillos, dos de sus cuatro
MVP de Regular Season y sus
PARA EL
RECUERDO.
El nivel
alcanzado
por los Spurs
en la última
final ante
Miami Heat
quedará para
el recuerdo
como una de
las mayores
exhibiciones
de siempre.
40
HIJO
PRÓDIGO.
Cleveland y
Ohio, cuatro
años después
de darle la
espalda,
celebraron
con euforia
la decisión
de LeBron de
volver a casa
para jugar en
los Cavaliers.
dos MVP de finales. Y un balance de 224-88 en Regular Season,
un 71% de victorias, y de 59-28
en playoffs. En su decisión de no
seguir en Miami influyó lo emocional, una suerte de eco migratorio
atávico con moraleja de hijo pródigo, pero también influyó la manera en la que San Antonio Spurs
les rastrilló por la pista durante la
final de 2014. El propio LeBron lo
reconoció haciendo obvio el efecto transformador que los Spurs
tienen sobre una NBA en la que,
para todos los que no tengan en
plantilla a LeBron o Durant, apenas se reconocen como culturas
ganadoras estructurales las que
representan, mundos opuestos,
Gregg Popovich y Phil Jackson. Ex
ayudantes del primero entrenan
El propio LeBron no tuvo
problemas en reconocer que
la paliza ante los Spurs influyó
en su decisión de dejar Miami
41
en Atlanta (Mike Budenholzer) y
Philadelphia (Brett Brown) mientras que los hijos deportivos del
Maestro Zen Jackson lideran la
nueva generación de entrenadores, de Brian Shaw (Denver Nuggets) a los debutantes, rutilantes
y millonarios Derek Fisher (New
York Knicks) y Steve Kerr (Golden
State Warriors).
En Cleveland, en su día la ciudad agraviada por la que lloraba
América, se frotan los ojos. Los
cuatro años sin LeBron, 97 victorias por 215 derrotas, le valieron
tres números uno de draft en un
sostenido golpe de fortuna en el
que algunos vieron una cuestión
de justicia cósmica pero que finalmente ha facilitado el gran
traspaso del verano: Kevin Love.
El ala-pívot, con sus más de 26
puntos y 12 rebotes por partido
de la pasada temporada, parecía
destinado a acabar en los Lakers
por ser californiano y sobrino de
uno de los Beach Boys. Pero se
marchó a Cleveland para jugar
con LeBron y porque los Cavs tenían dos números 1 de draft que
enviar a Minnesota Timberwolves
a cambio: Anthony Bennett y Andrew Wiggins. El otro, Kyrie Irving,
se queda y ensambla con LeBron
y Love un nuevo ‘big three’ que
dirigirá David Blatt, uno de los
grandes estrategas del entorno
FIBA que se estrena en la NBA,
y al que rodearán Waiters, Varejao, Tristan Thompson o Mike Miller, hombre de absoluta confianza
de un LeBron que ejerce de centro gravitacional de un poder que
siempre gira en torno a él. Ahora,
en su primera/octava temporada
en Cleveland, su gran rival volverá a ser el de su primera temporada en Miami: Chicago Bulls. Porque mientras que Indiana Pacers
tiene que lidiar con la marcha de
Lance Stephenson, la grave lesión
de Paul George y la crisis de identidad de Roy Hibber t, el gigante
triste, en Chicago recuperan a Derrick Rose, cambian a Carlos Boozer por Pau Gasol y abren la puerta a dos rookies a los que se les
caen los puntos de los bolsillos:
Doug McDermott y Nikola Mirotic.
Entre los tres nuevos (Gasol, Miro-
AMOR Y ODIO.
LeBron James
anunció
que volvía
a Cleveland
Cavaliers
con una ya
histórica
carta abierta
en Sports
Illustrated.
No todos se lo
tomaron bien
en Miami.
42
NUEVOS
VIEJOS
TIEMPOS.
Los Bulls
se rearman
para volver
a luchar por
el anillo a
partir de la
recuperación
total de
Derrick Rose,
su líder y el
MVP de 2011.
tic, McDermott) no llegan (14,7) a
los 15,3 millones de dólares que
cobró la temporada pasada un
Carlos Boozer en evidente cuesta abajo. Esta efectiva operación
de maquillaje añade pegada y variantes ofensivas a un equipo que
la temporada pasada juntó la segunda mejor defensa (por detrás
de la de los Pacers y primera en
bruto: sólo 90,2 puntos encajados de media) con un ataque
en el que nadie anotaba menos
(93,7) y sólo Philadelphia y Orlando anotaban peor. Dos equipos
que ganaron 42 partidos… entre
los dos.
Con Derrick Rose como alfa y
omega, los Bulls serán un aspirante de consenso al anillo si el
base recupera una versión sencillamente saludable, no digamos
una parecida a la de su temporada 2010-11, cuando fue MVP
con 25 puntos y casi 8 asisten-
Golpe maestro en Chicago:
por menos de lo que ganaba
Boozer se hace con Gasol y los
rookies Mirotic y McDermott
43
cias por partido. Desde entonces,
masacrado por unas lesiones de
rodilla que parecen por fin atrás,
sólo ha jugado 10 de los 181 partidos oficiales que han disputado
los Bulls en las dos últimas temporadas. La otra wild card en la
Ciudad del Viento -además del impulso del nuevo escuadrón joven
que forman McDermott, Mirotic y
Snell- es Pau Gasol. El español
deja atrás trece temporadas en el
Oeste, cinco y media de ellas en
esos Lakers que quedan a la deriva con el último asalto de Kobe
Bryant fiado a un grupo repleto de
outsiders y jugadores de segunda
fila, los mejores o muy veteranos
(Nash, Boozer) o demasiado jóvenes (los rookies Randle y Clarkson). Por primera vez en el mercado y con liber tad para elegir
destino, Gasol buscó la ecuación
que le permitiera luchar por un tercer anillo y dar un último y buen
empujón a una cuenta que está
ahora en 156,5 millones de dólares ganados: de los 2,9 que cobró
como novato a los 19,2 de la temporada pasada. En Chicago competirá a un nivel que no le ofrecían
las ofertas superiores de Atlanta
Hawks, el equipo que le drafteó y
le envió a Memphis, o Lakers pero
por más dinero (unos 22,2 millones por tres temporadas) del que
llegaban a ofrecerle para luchar
por el título Spurs y Thunder, los
gigantes del Oeste.
Para Gasol el reto es mayúsculo, la última gran motivación que
buscaba para seguir en marcha a
sus 34 años. Irrumpe en un juego
interior en el que sus dos principales compañeros (Joakim Noah y
Taj Gibson) carecen de su extraordinario instinto ofensivo pero le
sacan un par de cuerpos en energía física y despliegue defensivo.
Con ellos tres, y los relevos que
pueda ganarse Mirotic, Thibodeau
dispone de uno de los juegos interiores más completos y profundos
de toda la NBA, un arma de destrucción masiva en manos de uno
de los grandes estrategas de la
liga: si acompañan las rodillas de
Rose, claro. Esa guerra por tierra,
mar y aire (Thibodeau contra Blatt,
Love contra Gasol, Varejao contra
OTRA
AVENTURA.
Después de
Memphis y
Los Ángeles,
Pau Gasol
inicia en
Chicago su
tercera etapa
tras trece
años en la
NBA. Será la
primera en el
Este.
44
SÓLO FALTA
GANAR. Los
Clippers
tienen una de
las mejores
plantillas de
la NBA en
manos de Doc
Rivers. El reto
es cambiar
la leyenda
maldita de la
franquicia.
Noah, Irving contra Rose y LeBron
contra todo lo que se le ponga por
delante) debería ser el eje narrativo de un Este animado por el
ascenso de los Wizards, los Raptors y los Hornets, que vuelven a
Charlotte, y con experimentos veremos hasta qué punto sostenibles como los otra vez multimillonarios Nets o unos Heat que han
evitado el ataque de pánico tras
la fuga de LeBron y seguirán siendo competitivos, ya que no desde
luego aspirantes.
El Oeste, mientras, volverá a
ser una entidad de competitividad infernal después de una temporada pasada en la que el noveno, Phoenix Suns, se quedó fuera
de playoffs con 48 victorias: las
mismas que sumaron los Raptors
para ser… terceros del Este. Una
trituradora híper igualada en la
que no tienen puesto asegurado
en las eliminatorias equipos que
sembrarían el terror al otro lado
del país como Grizzlies, Blazers,
Mavericks o incluso Pelicans y los
propios Suns. Al acecho del trono
de los Spurs se agrupa una desquiciada cadena alimenticia en el
que el pez muy grande se come
al grande pero es comido por el
mucho más grande: Mavericks,
Grizzlies y Blazers persiguen a
Rockets y Warriors que a su vez
persiguen a Clippers y Thunder. Y
todos persiguen a los Spurs. Los
El Oeste, otra vez salvaje:
Thunder, Clippers, Warriors o
Rockets, grandes apirantes al
trono de San Antonio Spurs
45
próximos meses serán cruciales
en la eclosión o colapso de los aspirantes Clippers y los aspirantes
a aspirantes Warriors, los primeros apremiados por la necesidad
de aprovechar su venta récord por
2.000 millones de dólares al peculiar multimillonario Steve Ballmer, ex jefazo de Microsoft, y el
sueño narcótico en el que viven
sus vecinos Lakers, que le ofrecen otra vez en bandeja de plata
su cabeza en otro año en el que
no recuperarán su hegemonía
histórica en el baloncesto californiano.
Pero quizá no haya franquicia
que comience curso con más presión que Oklahoma City Thunder,
un equipo que cumple un lustro
en una lucha por el anillo que ya
parece perenne en torno a un
eje Durant-Westbrook-Ibaka que
necesita un nuevo impulso para
no comenzar a resultar inestable.
Durant arranca, tras borrarse del
Mundial de España, como vigente
MVP después de una temporada
extraterrestre de 32 puntos por
par tido con un 50% en tiros de
campo. Y 7,4 rebotes, y 5,5 asistencias y 47 partidos superando
los 30 puntos… pero en la que se
quedó otra vez fuera de la final. Y
arranca lesionado y rodeado de
voces que se preguntan si imitará
a LeBron y emprenderá el camino
a casa para jugar en su Washington natal cuando acabe contrato
en el verano de 2016. Sea cual
sea el problema, egos o frustraciones, no hay medicina más eficaz que un anillo ni espejo más
saludable que San Antonio Spurs.
Fin del camino en los debates internos de los Thunder o la nueva
revolución de LeBron, finalmente
los Spurs esperan a la vuelta de
cada esquina y en cualquier análisis que se haga de la nueva temporada. Campeón, modelo y rival
a imitar y batir. Otra vez y diecisiete años después de que Tim Duncan se fuera a San Antonio con el
número 1 del draft. Un milagro en
permanente proceso que alimenta la leyenda de la NBA, que abre
un nuevo curso que promete ser
especialmente apasionante. Que
nadie falte a clase.
UN ALTO EN
EL CAMINO.
Nadie ha
jugado más
que el MVP
Durant desde
que llegó a la
NBA. Ahora,
una lesión
le obliga a
poner pie a
tierra en el
arranque de
temporada.
46
47
TÉCNICO
QUINTETO INICIAL
GREGG POPOVICH.
El mejor entrenador
en activo y uno de
los mejores de la
historia de la NBA.
TONY PARKER.
Puede que no sea el
mejor base, pero es
el base ideal para el
actual campeón.
DANNY GREEN.
Defiende, juega
siempre al servicio
del colectivo y es un
tirador de tres letal.
KAWHI LEONARD.
El MVP de la última
final es la llave del
relevo generacional
en la franquicia.
TIM DUNCAN. El
mejor ala-pívot de
la historia sale aún
a doble-doble por
partido. Un genio.
TIAGO SPLITTER.
Aporta trabajo
sucio, pegamento
en las zonas y cada
vez más números.
SAN ANTONIO SPURS
CONTRA EL SÍNDROME DE STENDHAL
LO MEJOR
UNA
FÓRMULA
PULIDA
HASTA LO
PERFECTO
Los Spurs
tienen una
defensa
inteligente,
un ataque
imparable y
a los vigentes Mejor
Entrenador
y Mejor
Ejecutivo de
la NBA. Su
fórmula es
un milagro
constante y
sostenible.
JUANMA RUBIO /
D
e repente, los Spurs ya
no luchan contra la edad
sino contra el síndrome de Stendhal. Por primera vez en los últimos veranos, nadie habla de si
se le habrá acabado ya las fuerzas al núcleo Gregg Popovich (65
años)-Tim Duncan (38)-Manu Ginóbili (37)-Tony Parker (32). Esta vez
la cuestión es si el equipo texano
superará el vértigo de su propia
per fección: la confusión, el temblor, las palpitaciones e incluso
las depresiones que se producen
ante la exposición a obras de arte
especialmente bellas. El síndrome
de Stendhal...
Porque pareció durante la última final ante Miami Heat que
no se puede jugar mejor al baloncesto que estos Spurs, la ver-
¿Cómo mejorar lo que ya parece
perfecto? La progresión de
Kawhi Leonard (23 años) es la
gran llave de los ‘nuevos’ Spurs
Los Spurs ya no
luchan contra el
padre tiempo: esta
vez lo hacen contra
la perfección que
alcanzaron la
pasada temporada,
en la que jugaron
unos playoffs
insuperables.
sión más refinada de un equipo
que hace quince años ganaba,
ya a lomos de Popovich y Duncan, anillos a base de defender
y de cargar el juego en las zonas.
De ahí fue mutando en un proceso de lustros hasta esta última
versión de ataques deliciosos de
movimientos coreografiados y defensas inteligentes y mancomunadas. El secreto es sacar lo mejor
de cada jugador y el maestro en
lograrlo, eso y tantas otras cosas,
es Gregg Popovich.
Esta vez, además, los Spurs no
han tenido que tocar nada. Su verano, mientras otros acaparaban
titulares, ha sido un inteligente
ejercicio de continuidad constructiva en el que renovaron por la vía
rápida a dos de los suplentes que
fueron fundamentales en el pasado título: Mills y sobre todo Diaw,
un jugador cuya materia gris baloncestística es oro puro en manos de uno de los mejores entrenadores de la historia.
Así que de los Spurs podemos
esperar más de lo mismo, y eso
son excelentes noticias: una Regular Season en la que conservarán frescas las piernas de Parker, Ginóbili y Duncan sin perder
ni un ápice de competitividad y
unos playoffs en los que partirán
como rival a batir en un Oeste en
el que les persigue la madre de todos los ejércitos: Clippers, Thunder, Warriors, Rockets, Grizzlies,
Blazers, Mavericks… Pero en la
parrilla de salida, sólo un equipo
comienza como vigente campeón:
San Antonio Spurs, la historia maravillosa de un milagro perpétuo.
LO PEOR
EL PASO
DEL
TIEMPO,
SU GRAN
ENEMIGO
El ‘big
three’ de
los Spurs
suma 107
años y
Popovich
tendrá que
hilar muy
fino para
que sus
estrellas lleguen a los
playoffs con
gasolina. Lo
bueno: sabe
hacerlo.
HISTÓRICO.
Tim Duncan
es el mejor
ala-pívot de
la historia y
busca ahora
un sexto
anillo que
agrande
aún más su
leyenda y la
del equipo de
su vida.
48
49
TÉCNICO
QUINTETO INICIAL
DAVID BLATT.
Triunfó en Europa
con CSKA y Maccabi
y si maneja el grupo,
lo hará en la NBA.
KYRIE IRVING.
Peleará por ser el
mejor base de la
Liga si fortalece un
poco su carácter.
DION WAITERS.
Buen anotador, es
un peligro en el
vestuario por su
egocentrismo.
LEBRON JAMES.
El número 1 de la
NBA en ausencia de
Kevin Durant, es la
estrella del equipo.
KEVIN LOVE.
Se mueve bien en
la zona, es un gran
tirador, rebotea que
da gusto. Casi nada.
VAREJAO.
Un currante de las
canchas. Magnífico
jugador de equipo y
notable reboteador.
CLEVELAND CAVALIERS
CON LEBRON, LOS NUEVOS JEFES DEL ESTE
LO MEJOR
IRVING,
JAMES Y
LOVE: ‘BIG
THREE’
‘King
James’ no
está solo
en este
ambicioso
proyecto de
los Cavs.
Junto a
Kyrie Irving
y Kevin Love
forma un
‘big three’
que puede
dar muchas
alegrías en
el estado
de Ohio.
NACHO ALBARRÁN /
L
a historia de los Cleveland
Cavaliers puede entrar esta
temporada en su etapa más gloriosa. La franquicia, que ha pasado
por la Liga con más pena que gloria desde su aparición en 1970, va
a recuperar y a aumentar, si nada
se tuerce, los destellos de esplendor que le dio la irrupción de
LeBron James en el equipo. Y lo
hará porque, tras desterrarse cuatro años en Miami para ganar dos
campeonatos, el hijo pródigo de
Akron (Ohio) ha vuelto a casa dispuesto a hacer por fin de los Cavs
un equipo campeón.
Lejos queda ahora el revuelo
que se armó por su marcha en
Cleveland, la quema de camisetas con su nombre, los insultos,
los silbidos y desprecios. Todo ol-
Los Cavs pueden y deben pasar
de ser décimos en la Conferencia
Este a liderarla y pelear por el
anillo a las primeras de cambio
La vuelta a casa
de LeBron James
ha cambiado el
panorama de
una franquicia
que penaba en la
Conferencia Este
desde su marcha.
El hijo pródigo llega
con Kevin Love.
vidado y perdonado. Esas bajas
pasiones se viven ahora en Florida. LeBron explicó que no se iba
por desavenencias con Erik Spoelstra o con Pat Riley, ni porque
los Heat no tuvieran potencial...
Quién sabe. Sólo dijo que estaba
“yendo a casa”. “Siempre pensé
que iba a regresar a Cleveland y
terminar mi carrera aquí, aunque
no sabía cuando. Mi relación con
el noroeste de Ohio va más allá del
baloncesto. No me di cuanta hace
cuatro años. Ahora sí”, palabra de
‘King James’.
Al contrario que en su primera
etapa en los Cavs, el jugador más
completo de la NBA ahora no está
sólo. Forma un nuevo ‘big three’
con uno de los mejores bases de
la Liga, Kyrie Irving, y un todoterreno extraordinario como Kevin Love,
aunque el propio LeBron habla de
un “big 15” para no favorecer la
idea de que los egos pueden estar
por encima del concepto de equipo. Se reencuentra con Varejao, se
ha traído a sus amigos Mike Miller
y James Jones, y coincide por primera vez con Shawn Marion y Dion
Waiters. Tiene equipo y un gran entrenador, David Blatt, rookie en la
NBA pero con mucha experiencia y
currículum ganador en Europa.
Opciones. Si ‘El Elegido’ fue
capaz de llevar a Cleveland a las
Finales de 2007 (derrota por 4-0
ante los Spurs) con Hughes, Snow,
Ilgauskas, Gooden y Varejao, ahora los Cavs pueden y deben pasar
de ser décimos en la Conferencia
Este a liderarla y pelar por el anillo
a las primeras de cambio.
LO PEOR
ES UN
EQUIPO
REPLETO
DE EGOS
David Blatt
debe intentar que no
haya conflictos en una
plantilla de
estrellas,
repleta de
egos que
tendrán que
sublimar
sus instintos en beneficio del
conjunto.
Cuidado con
Waiters.
REGRESO
DESEADO.
LeBron James,
natural de
Akron (Ohio),
vuelve a su
estado y a
su primer
equipo en
la NBA, con
la intención
de hacerle
campeón.
50
51
TÉCNICO
QUINTETO INICIAL
TOM THIBODEAU.
Entre los cinco
mejores técnicos de
la NBA. Especialista
defensivo.
DERRICK ROSE.
Segundo retorno
tras superar dos
graves lesiones. La
estrella del equipo.
JIMMY BUTLER.
Insaciable. Puede
llegar a jugar los 48
minutos sin bajar el
ritmo en el partido.
MIKE DUNLEAVY.
Especialista más
alla de la línea
de tres puntos. Su
veteranía es un plus.
PAU GASOL.
Es uno de los
mejores ‘cuatros’
del mundo. Gran
visión de juego.
JOAKIM NOAH.
Garra. Fue
nombrado Mejor
Defensor de la
temporada pasada.
CHICAGO BULLS
LLEGA EL VIENTO DEL ESTE
LO MEJOR
LA VUELTA
DE ROSE
A LAS
CANCHAS
Rose ha
sufrido
dos graves
lesiones
que le han
tenido parado durante
casi dos
temporadas
completas.
Su retorno
es el punto
de inicio
para que
los Bulls
luchen por
el anillo.
J. I. PINILLA /
A
l afamado detective creado
por Conan Doyle, Sherlock
Holmes, su hermano le narraba la
historia de un viento que lo arrasaba todo. Era el viento del Este.
Y ahora, en Chicago, la Ciudad del
Viento, situada en la Costa Este,
toma forma ese cuento. Los Bulls
vuelven a soñar al ver con esperanzas de la vuelta de Derrick Rose,
el alfa y omega de ese viento colosal. Tras mucho sufrimiento, el ‘1’
retorna para comandar una nave
forjada por su entrenador, Thibodeau, en la disciplina, la unión y la
colectividad. Ese el carácter de un
técnico que creó su reputación a la
sombra de Doc Rivers en Boston,
cuando los Celtics ganaron un anillo (2008) y perdieron otro (2010)
ante los Lakers.
La llegada de Pau Gasol ofrece
a los Bulls, no sólo calidad y
anotación, sino la experiencia de
haber jugado Finales de la NBA
La franquicia de
Illinois ve con
esperanza la nueva
temporada gracias
al regreso de
Rose, el fichaje de
Gasol y la llegada
de los novatos
McDermott y
Nikola Mirotic
Thibs llegó para recuperar el
rumbo de un equipo a la deriva.
Con él a los mandos y Rose como
guía, los Bulls volvieron a superar
las 41 victorias en una temporadas después de 12 sin superar el
50% de triunfos, salvo dos campañas con Skiles a los mandos. El
entrenador partió de lo que mejor
sabía hacer, la defensa. Y desde
ese punto, los Bulls han ido creciendo. Desde su llegada en la
temporada 2010-11, el equipo
siempre ha estado en las ronda
finales de la NBA.
La llegada de Pau Gasol desde
Los Ángeles es lo más relevante
para un equipo que desea ganar
el campeonato. El español trae
consigo la experiencia de luchar
y lucir dos anillos, y la calidad de
un jugador de 2,13 que dará, junto al mejor defensor del año pasado, Noah, un plus de inteligencia al ataque. El español formará
parte del núcleo duro de un equipo de supervivientes, que han escrito líneas asombrosas gracias a
los jugadores como Hinrich, Butler
y Gibson.
Al margen del Gasol, cabe destacar la llegada del rookie McDermott, el mejor especialista en triples desde Korver. El alero cuenta
con toda la confianza de Thibodeau y amenaza el puesto en el
cinco inicial de Dunleavy. El rookie
formó parte del Quinteto Ideal de
la Summer League de Las Vegas
junto a su compañero Snell. También han llegado jugadores como
Brooks, Moore y un Mirotic, canterano del Real Madrid, que debuta
en la NBA.
LO PEOR
BAJA
ROTACIÓN
EN LOS
PARTIDOS
La confianza
de Thibodeau por
sus cinco
jugadores
de inicio, le
hace apostar poco por
su segunda
unidad. De
esta forma,
jugadores
como Butler
pueden llegar a disputar todo el
encuentro.
HA VUELTO.
Derrick
Rose se ha
recuperado
totalmente de
sus problemas
de rodilla y
está listo para
comandar a
los Bulls hacia
el olimpo
donde les dejó
Jordan.
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TÉCNICO
QUINTETO INICIAL
SCOTT BROOKS.
Buen desarrollador
de talentos y dudosa
capacidad para
resolver partidos.
WESTBROOK. Ha
aprendido a ser
sargento antes que
teniente y el equipo
lo agradece.
JEREMY LAMB. El
equipo necesita de
una regularidad
anotadora que aún
no ha tenido.
KEVIN DURANT. El
mejor de 2014 se
pierde el inicio de
año y casi la carrera
por el MVP de 2015.
SERGE IBAKA.
Consolidado como
uno de los grandes
defensores, ahora le
toca atacar el aro.
K. PERKINS. Pocas
alegrías mayores
para OKC que el fin
de su contrato. Pasa
desapercibido.
OKLAHOMA CITY THUNDER
ASALTO AL ANILLO, VOLUMEN 4
LO MEJOR
UN SÚPER
‘BIG 2’
Tener a
Durant y a
Westbrook
asegura,
mínimo,
una final
de Conferencia. Son
dos de los
cinco mejores jugadores de la
liga y juntos
forman la
mejor pareja
de la competición. Un
tremendo
‘Big two’.
ABRAHAM ROMERO /
C
uando LeBron alzó el título de 2012 con los Heat
en la final ante los Thunder pensábamos que sería la primera de
muchas batallas entre Miami y
Oklahoma City, pero la realidad
es que esa lucha sólo la hemos
visto en la carrera por el MVP y en
algunos chispazos de la Liga Regular. Las lesiones, el poco poder
de reacción de Scott Brooks en
algunos partidos y la ‘soledad’ de
Durant y Westbrook en muchos
momentos de los Playof fs han
cimentado dos fracasos de los
Thunder en las últimas dos temporadas. Y entendamos lo de ‘fracaso’. El año pasado el físico de
Ibaka dijo ‘basta’ y, aunque volvió
para ayudar, su equipo claudicó
ante el mejor baloncesto que se
En 2010 estábamos ante el
mayor ‘proyecto’ de la NBA. Casi
en 2015, sólo les hemos visto
una vez en las Finales
Después de perder
las Finales de 2012
ante LeBron y sus
Heat, los Thunder
siempre han sido
favoritos pero
no han vuelto a
luchar por el anillo.
Deben hacerlo para
mantener a Durant.
ha visto en el Siglo XXI: San Antonio Spurs. En 2013, sin Westbrook, Oklahoma City y Kevin Durant
sí que fracasaron, con mayúsculas, ante Memphis Grizzlies.
El inicio de curso está marcado por la ausencia por lesión de
Durant, que se perderá los dos
primeros meses de competición
(algo más de 20 par tidos) por
una fractura en el quinto metatarsiano del pie derecho. Su baja y
posterior adaptación al ritmo de
juego influirán en la posición de
los Thunder de cara a los Playoffs
a pesar de que abril se vea todavía muy lejano. De cómo salgan
sus compañeros de este problema dependerán sus opciones en
abril. Y es que más allá de victorias o derrotas, lo que se medirá
es la capacidad de producción de
la ‘segunda unidad’. Los Reggie
Jackson, Jeremy Lamb o Steven
Adams deben dar un paso adelante y demostrar que Westbrook y
Durant tendrán ayuda en Playoffs.
Ahí radica el peso de la ausencia,
ahora, del MVP. Incluso Ibaka deberá aportar más en ataque.
En cuanto a Westbrook, fue el
mejor de su equipo en la pasada
postemporada. Mejor incluso que
Durant. No en vano venció prácticamente él sólo a los Clippers en
semifinales. Ahora se enfrenta al
reto de liderar a los Thunder como
‘primera espada’, algo que siempre se le ha autoimpuesto desde
fuera como una querencia personal, pero que en los últimos meses ha sido poco demostrable:
Russell asiste, lidera y supo dejar
sitio Durant.
LO PEOR
NO HAY
AYUDAS
Westbrook y
Durant pueden ganar
muchos partidos, pero
no pueden
ganar el
título. Necesitan mayor
ayuda de
sus compañeros. Más
de Jeremy
Lamb, de
Reggie Jackson y hasta
de Serge
Ibaka en
ataque.
SIN EL MVP.
Los Thunder
iniciarán la
temporada
sin Kevin
Durant, su
gran estrella,
por una
fractura en
el quinto
metatarsiano
del pie
derecho.
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TÉCNICO
QUINTETO INICIAL
DOC RIVERS. Uno de
los mejores técnicos
de la NBA. Visión
táctica y mano
izquierda.
CHRIS PAUL. Falló
en los playoffs
del año pasado y
se quiere vengar.
Talento y liderazgo.
JJ REDICK. Un gran
anotador lastrado
por su físico hasta
que lo ha trabajado.
Buena mano.
MATT BARNES.
Defensa, carácter y
algo de ‘juego sucio’
de vez en cuando.
Necesario.
BLAKE GRIFFIN.
Tercero en el MVP
del año pasado,
aspira a luchar con
LeBron por él.
DEANDRE JORDAN.
Tiene un ‘don’ para
el rebote que ha
acompañado con
una gran defensa.
LOS ANGELES CLIPPERS
HOLLYWOOD YA NO ES DE PÚRPURA Y ORO
LO MEJOR
ADIÓS A
DONALD
STERLING
Los playoffs de los
Clippers
estuvieron
marcados
por los
comentarios
racistas
de Donald
Sterling, su
propietario.
Ahora está
Steve Ballmer, ex de
Microsoft, y
nada debe
enturbiar su
temporada.
ABRAHAM ROMERO /
P
ocos finales de año tan
traumáticos como el que
vivió la plantilla de Los Angeles
Clippers la pasada temporada.
En medio de la polémica por los
comentarios racistas de Donald
Sterling, el equipo consiguió vencer a los Warriors en la primera
ronda de playoffs (4-3) y compitió
contra los Thunder hasta el último minuto del quinto partido. Ahí,
cuando los Clippers vencían por
seis puntos a falta de 50 segundos y ya acariciaban la final del
Oeste (se hubieran puesto 3-2 con
el siguiente partido en casa), su
universo implosionó. Chris Paul, el
mejor base de la liga, perdió dos
balones y los Thunder escribieron
una de las páginas doradas de los
playoffs del Siglo XXI.
Con los Lakers en ‘barbecho’,
esta temporada sus vecinos,
los Clippers, son la gran
esperanza de Los Angeles
La franquicia ‘mala’
de L. A. tiene una
de las mejores
plantillas de la
NBA. Blake Griffin
llega en su mejor
momento y Chris
Paul quiere pisar
unas Finales que se
le resisten.
Este año su timón lo sigue manejando Doc Rivers, un magnate
de los banquillos. Y en la pista, a
pesar de su error ante OKC, está
Chris Paul. Además, Blake Griffin
se enfrenta a la que posiblemente sea su temporada más importante hasta ahora. Con la vuelta
y teórica adaptación de LeBron
James a Cleveland y las lesiones
de Kevin Durant y Paul George, el
ala-pívot nacido en Oklahoma es
uno de los grandes aspirantes a
llevarse el trofeo. La pasada campaña logró su máxima anotación
por par tido (24,1) y el número
máximo de asistencias por encuentro (3,9).
Si ‘debe ser’ el año de Paul y
Griffin, inevitablemente debe ser
el año de los Clippers. Desde la
llegada del base suman dos derrotas en semifinales y una en primera ronda, con lo que llegar a la
final de Conferencia suena, como
mínimo, a obligación. Es, sino la
que más, una de las plantillas
con más profundidad de la liga.
A un quinteto formado por Paul,
Redick, Griffin o DeAndre Jordan
se unen suplentes de la talla de
Jamal Crawford, Farmar o Spencer
Hawes, jugadores que serían titulares en muchas franquicias de la
liga. A priori, pocos puntos débiles: fuerza, defensa y puntos en
la zona, un interior capaz de ‘abrirse’ como Hawes, un alero defensor como Barnes, un director de
juego como Paul, y dos anotadores exteriores ‘compulsivos’ como
JJ Redick y Jamal Crawford. Complicado encontrar 10 jugadores
mejores en la competición.
LO PEOR
MUCHA
PRESIÓN
Con los
San Antonio
Spurs
rotando y
los Thunder
iniciando
el curso
sin Kevin
Durant, los
Clippers
tienen la
obligación
de liderar
el Oeste
desde el
principio.
Es su hora,
y tienen
plantilla.
EL DÚO
DINÁMICO. El
crecimiento
de Griffin
durante el
último año y
medio hace
que la pareja
que forma
con Paul sea
una de las tres
mejores de la
NBA.
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LOS OUTSIDERS
DALLAS MAVERICKS
Mucho talento alrededor de Nowitzki
WASHINGTON WIZARDS
Algo se mueve en la capital federal
MANUEL DE LA TORRE /
Por detrás de Cleveland y
Chicago, los Wizards asoman
como candidatos a hacerse con
la última posición del podio de
la Conferencia Este. A la buena
imagen y positivas expectativas ofrecidas tras la campaña
anterior hay que sumar (pese
a la marcha de Trevor Ariza) la
buena labor realizada por parte
Pierce llega a los Wizards
para unirse con Wall y
Beal: una línea exterior
que invita a soñar
de Ernie Grunfeld desde la dirección deportiva.
No sólo consiguió renovar al técnico Randy Wittman y a Marcin
Gortat, sino que ha incorporado para la rotación a un buen
interior como es DeJuan Blair y
ha reunido junto a la dupla WallBeal a Paul Pierce, un superclase cuya veteranía y experiencia
puede resultar fundamental en
los momentos decisivos.
No obstante, ‘The Truth’ no será
la primera opción en ataque de
los ‘magos’, esa responsabilidad recaerá en John Wall, todo
un all star llamado a marcar una
época. Bradley Beal, una máquina de anotar de sólo 21 años,
NACHO ALBARRÁN /
Mark Cuban, genio y figura hasta
la sepultura, no se da por vencido y ha reunido de nuevo una
buena plantilla para que Dallas
pueda pelear al menos en la
dura Conferencia Oeste. El propietario de los Mavericks, famoso por sus excentricidades y sus
declaraciones subidas de tono,
pero también por su absoluta
implicación en el equipo, quiere
darle otra oportunidad de éxito a
Nowitzki, su gran estrella.
Nelson, Felton, Parsons, Jefferson, Chandler, Lewis, Al-Farouq
completa la línea exterior. Por
dentro cuentan con el brasileño
Nene y el ‘Martillo Polaco’ Marcin
Gortat. Un quinteto de vértigo.
En definitiva, un año para soñar y
seguir creciendo hasta el verano
de 2016, momento en el que
contarán con margen salarial para
lograr la guinda del pastel: convencer a Kevin Durant para que
firme por el equipo de su casa,
por el equipo de la capital.
HOUSTON ROCKETS
Dar un paso adelante para no retroceder
JUANMA RUBIO /
La pasada fue en conjunto una
buena temporada para los Rockets. Jugaron bien, en algunos
tramos escandalosamente bien,
y ganaron 54 partidos, nueve
más que en la campaña anterior. Eso les sirvió para pasar
del octavo al cuarto puesto del
Oeste, casi hasta la línea de
meta persiguiendo a los Clippers
en busca de la tercera posición
y un lugar en el podio del ‘Wild
West’. 54 victorias: el mismo
balance que los Heat y sólo
peor en toda la Liga que los
Este verano ha fallado el
plan maestro: el ‘no’ de
Bosh dejó al equipo sin
una tercera estrella
de Spurs, Thunder, Clippers y
Pacers. Pero en los playoffs se
metieron de lleno en la trampa
que les tendieron los Blazers y
cayeron demasiado pronto, en
una eliminatoria antológica de
primera ronda cuyo marcador
total tras seis partidos fue de
672-670 para los de Oregón.
Ese final de curso dejó un
sabor amargo para un equipo
que comenzó la temporada con
aspiraciones muy altas gracias
a la revolución del general
manager Daryl Morey, que en
dos años cambió radicalmente
el roster de la franquicia y puso
su futuro en manos de la pareja
James Harden-Dwight Howard. El
objetivo era añadir este verano
una tercera estrella, y a punto
estuvo de llegar Chris Bosh.
Pero no llegó. Ni (claro) LeBron
o Carmelo. Así, sin esa tercera
Los Mavs han acumulado
mucho talento para
esta campaña: Parsons,
Nowitzkis, Chandler, Ellis. .
Aminu, Johnson, Lamb, Smith,
Villanueva y Haywood son los
fichajes de los texanos, casi
todo el equipo, aunque todos no
cabrán el roster final. Se fueron
Calderón, Marion, Carter, Blair,
Dalembert, Ellington… Siguen
Ellis, Wright, Harris... Muchos
cambios que suponen una
incógnita, pero parece que hay
calidad para estar entre los ocho
mejores. Que la cosa funcione
dependerá en gran medida de
que el entrenador, Rick Carlisle,
experto en sacar el máximo a
sus jugadores, consiga hacer
funcionar a una plantilla muy
versátil.
Muchas de las opciones de
éxito de los Mavs pasaran por el
comportamiento de los nuevos
bases, Nelson y Felton, y por el
momento de forma que muestre
Nowitzki. Hay mucho talento
junto, quizá la acumulación
más acertada en el trabajo de
despachos de la postemporada
sólo por detrás de Cleveland.
Presumen de big four (Nowitzki,
Ellis, Parsons y Chandler), pero
el Oeste es una selva en la que
buenos equipos no han sobrevivido antes. Eso sí, estos Mavs
tienen pinta de ser divertidos y
darán guerra si nada se tuerce y
alcanza los playoffs.
Gasol, Lee y Allen se perdieron
bastantes partidos por lesión.
La anterior fue Randolph el que
estuvo ausente. Así la franquicia
de Tennessee podría aspirar a
completar un balance que le per-
mitiera evitar a los huesos del
Oeste en primera ronda de los
playoffs. Aunque en una división
tan brutal como la Suroeste, con
Spurs, Mavs, Rockets y Pelicans,
no será nada fácil.
MEMPHIS GRIZZLIES
Continuidad en busca de más puntos
IGNACIO ALBARRÁN /
Los Grizzlies han hecho una
clara apuesta por la continuidad
de un proyecto que lleva varios
años funcionando, primero con
Lionel Hollins y desde la pasada
campaña con David Joerger al
frente del banquillo. Si algo va
bien, para qué cambiarlo. A la
base del equipo, formada por
Marc Gasol, Randolph, Conley
Lee, Prince y Allen, se ha unido
un sexto hombre legendario y de
calidad, Vince Carter, cuyo rendimiento con los Mavs el curso
anterior fue notable.
estrella que acompañe a Harden
y Howard, los Rockets tendrán
difícil dar ese paso adelante definitivo en el Oeste. Para hacerlo
tendrán que hacer de la necesidad virtud, reforzarse como
bloque y sobre todo ajustar una
defensa en la que Ariza mejorará a Parsons, baja importante
en ataque, y en la que Harden
promete más esfuerzo. Si lo
logran, tendrán mucho ganado.
Vince Carter ha
aterrizado en Memphis
después de una notable
campaña en los Mavs
La mayor virtud de Memphis
seguirá siendo su extraordinaria
defensa, en ese aspecto fue
el tercer mejor conjuntos de
la última Liga (94,6 puntos en
contra de media en la 2013-14)
y su mayor problema también: le
cuesta generar puntos (27ª con
96,1 por partido). Ese será el
punto donde más incidencia tendrá que hacer Joerger, buscando
soluciones para mejorar el tiro
exterior, pasando por la mejora
de fiabilidad de Conley y la ayuda de Carter desde el banquillo.
Ahí estuvo uno de los principales
fallos del equipo, los suplentes
apenas producían en ataque.
Por encima de ajustes y de
rendimientos individuales,
Memphis necesita tener una
temporada tranquila en cuanto
al estado físico de los jugadores. La campaña pasada Marc
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GOLDEN STATE WARRIORS
La hora de los ‘Splash Brothers’
JUANMA RUBIO /
Una pretemporada impecable
ha cimentado la sensación de
que los Warriors son uno de los
grandes peligros, quizá el mayor,
para el trío Spurs-Thunder-Clippers que parte en primera línea
de la parrilla de salida en el
Oeste. Mark Jackson convirtió a
los de Oakland en un buen equipo defensivo pero no desarrolló
un ataque al nivel de un bloque
que incluía a David Lee en la
zona y a los ‘splash brothers’
en el perímetro: Stephen Curry y
Klay Thompson.
Curry sería uno de los
principales aspirantes
al MVP.. si no existieran
LeBron y Kevin Durant
La tumultuosa salida de Jackson, que tenía al vestuario en el
bolsillo, puede haber acabado
siendo una excelente noticia
porque su puesto lo ha ocupado
un Steve Kerr que se estrena
como ‘head coach’ pero que
era, pese a su inexperiencia,
una de las piezas más codiciadas del mercado veraniego. No
en vano, Phil Jackson le tuvo
‘casi’, ‘casi’ fichado para sus
Knicks. Su objetivo es mantener
la actitud defensiva y aplicar un
sistema de ataque más refinado. El resto lo pondrá la excelente materia primera que maneja:
Stephen Curry ha alcanzado un
nivel que le haría estar entre los
grandes favoritos al MVP si no
existieran Kevin Durant y LeBron
James. La pareja que forma
con Klay Thompson es uno de
los mejores ‘backcourts’ de la
NBA. Y si a Bogut le respetan
las lesiones, también forma una
pareja interior de primer nivel,
y muy complementaria, con
David Lee. Además, los Warriors
tienen profundidad con Andre
Iguodala, Harrison Barnes, Draymond Green, Shaun Livingston,
Leandrinho Barbosa… Ha llegado la hora de soñar en Oakland,
ha llegado la hora definitiva de
Stephen Curry en la NBA.
La función del base, otra vez,
será complementarse con el
multifacético DeRozan y el todoterreno Ross. Los tres son la
escolta de una de las mejores
parejas interiores de la NBA:
Johnson (aguerrido y brutal ante
el aro) y Valanciunas. La perla
lituana es uno de los mejores
centers de la Liga y por encima
de él en el Este sólo está Roy
Hibbert.
TORONTO RAPTORS
La alegría vuelve a Canadá
J.I. PINILLA /
La felicidad ha vuelto a Canadá.
Después de cinco temporadas,
los Raptors volvieron a disputar
las rondas finales de la NBA y
aunque un tapón de Paul Pierce
en el séptimo encuentro ante los
Brooklyn Nets acabó con el sueño de los de Toronto, la magia ya
había retornado a un Air Canada
Center. El pabellón estuvo a reventar durante los cuatro encuentros de la eliminatoria, a los que
se sumaron los 20.000 aficionados que apoyaron a los suyos en
los aledaños del campo.
Los Raptors sólo han
hecho un fichaje de
renombre: el anotador
Lou Williams
Los cinco iniciales de Casey,
los mismos de esta campaña
(Lowry, Lowry, Ross, DeRozan,
Amir Johnson y Valanciunas)
anotaron el 69% de los puntos
del equipo (73,2 de 105,8 por
cada 100 posesiones, el noveno
mejor de la NBA) y con buenas
decisiones desde la línea de
tres puntos (37,2%, séptimos) y
en el porcentaje total de tiros de
campo (44,5%, novenos).
Estos son los datos de un
equipo cuyo refuerzo más
sonado para esta campaña es
un anotador de la vieja escuela,
Lou Williams. Es un jugador de
experiencia constatada para un
equipo donde el general seguirá
siendo Lowry, uno de los bases
más deseados de la NBA por su
increíble año, no son lo estadístico, sino en su forma de asumir
los galones dejados por Gay.
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