DICTAMEN 129 DICTAMEN Nº. 129/2004, de 6 de octubre.* Expediente relativo a reclamación de responsabilidad patrimonial iniciado a instancia de Dª X, como consecuencia de la asistencia sanitaria recibida en el Servicio de Urgencias del Ambulatorio de la Seguridad Social X. ANTECEDENTES Con fecha 17 de enero de 2000 Dª X dirigió reclamación previa al ejercicio de la acción judicial civil frente al INSALUD de Toledo, en base a los siguientes hechos: “[...] Con fecha 4 de octubre de 1997, la compareciente acudió al Servicio de Urgencias del Ambulatorio de la Seguridad Social de la localidad de X para ser tratada de una dermatitis, siéndole recetada la inyección del medicamento denominado URBASÓN el cual fue suministrado vía intramuscular por el ATS de servicio D. X, provocando determinadas lesiones que afectan al nervio ciático. [...] Como consecuencia de dicha acción se formuló denuncia contra esa entidad y su dependiente, tramitándose como Juicio de Faltas nº 92/1998 por el Juzgado de Instrucción número 2 de X, que terminó con sentencia condenatoria en instancia y absolutoria en apelación, en la fecha de 5 de mayo de 1999. [...] En la referida sentencia de apelación, la Ilma. Audiencia Provincial de X acordaba, entre otros pronunciamientos, “... revocar la resolución de instancia, reservando expresamente a la parte perjudicada el ejercicio de la acción civil”. [...] Se concreta la reclamación en la suma de DOS MILLONES SEISCIENTAS NUEVE MIL NOVECIENTAS DOCE PESETAS (2.609.912 PESETAS)”. Los hechos considerados probados en la Sentencia de la Audiencia Provincial de X que se cita son los que a continuación se relatan: “... en 4 de octubre de 1997, sobre las 19’50 horas, acudió al Servicio de Urgencias del Ambulatorio de la Seguridad Social de X la luego perjudicada X, a quien se le diagnosticó “dermatitis” y se le prescribió el fármaco “Urbasón” por vía intramuscular, encargándose de inyectar la misma el ATS de guardia, que al pinchar en el glúteo derecho interesó el nervio ciático de la paciente, produciéndole hipoestesia cutánea leve en zona dependiente del nervio ciático derecho, fascículo lateral del nervio ciático, especialmente en porción corta del músculo biceps cruzal derecho, tardando en curar 197 días, durante los que no estuvo incapacitada para sus ocupaciones habituales, precisando tratamiento para su curación, y quedándole como secuelas: neuropatía con neuralgia del nervio ciático y parexia de fascículo lateral del nervio ciático derecho y que afecta a fibras que inervan el músculo extensor corto de los dedos del pie derecho y un 5-10 % de pérdida de unidades motoras de la porción corta del músculo biceps cruzal y músculos dependientes de dicho nervio”. * Ponente: Inmaculada González de Lara y Ponte 1 Dictámenes Consejo Consultivo Castilla-La Mancha.- 2004 Instruido el correspondiente procedimiento de responsabilidad patrimonial, se propuso la estimación parcial de la reclamación interpuesta por la interesada, declarando su derecho a percibir una indemnización de 14.211,65 Euros, y habiéndose valorado la secuela de “neuralgia de nervio ciático” en 15 puntos, y cada uno de esos puntos según el Baremo actualizado conforme a la Resolución de 24 de enero de 2003 de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones. EXTRACTO DE LA DOCTRINA “Continuando con el análisis de la relación de causalidad invocada y el carácter antijurídico del daño aducido, debe indicarse primeramente que la reclamante ha configurado nítidamente la causa de su petición sobre la base de un funcionamiento anormal de los Servicios de Urgencias del entonces Ambulatorio de la Seguridad Social de X, al entender que las lesiones que padece en el nervio ciático se deben a la mala administración de un inyectable por parte del ATS de guardia. El examen de la posible responsabilidad patrimonial de la administración sanitaria en este caso debe limitarse a si la actuación del Servicio de Urgencias del citado centro, respecto intervención sanitaria requerida por la perjudicada en aquel momento, fue la adecuada. El juicio que efectúa la reclamante respecto de la actuación del personal sanitario que le atendió nos lleva a poner de relieve en primer término cuáles son las obligaciones que resultan demandables del personal sanitario en general. Procede acudir para ello a la asentada doctrina formulada por nuestra jurisprudencia conforme a la cual en el ejercicio de la medicina no puede exigirse al profesional de la misma la obligación de obtener un resultado de recuperación del enfermo porque aquélla no es una ciencia de garantía de resultados dado el riesgo inherente que conlleva, de modo que en la valoración de la conducta profesional de médicos y sanitarios, queda descartada toda responsabilidad más o menos objetiva, sin que opere la inversión de la carga de la prueba, siendo imprescindible que por la parte reclamante se pruebe la relación causal y el reproche culpabilístico, que puede manifestarse a través de una negligencia omisiva en la aplicación de un medio curativo o, más generalmente en la existencia de una acción culposa o negligente en tal aplicación (entre otras Sentencias del Tribunal Supremo 14 de abril de 1999; de 23 de marzo de 2001; y de 30 de enero de 2004, R.J. Aranzadi 2615, 3984 y 439, respectivamente). El cumplimiento de dicha obligación de medios se ha concretado por el Tribunal Supremo, -valga por todas la Sentencia de 25 de abril de 1994, R.J. Aranzadi 3073- en los siguientes deberes: “A) Utilizar cuantos remedios conozca la ciencia médica y estén a disposición del médico en el lugar en que se produce el tratamiento, de manera que [...] la actuación del médico se rija por la denominada «lex artis ad hoc», es decir en consideración al caso concreto en que se produce la actuación e intervención médica y las circunstancias en que la misma se desarrolle, así como las incidencias inseparables en el normal actuar profesional, teniendo en cuenta las especiales características del autor del acto médico, de la profesión, de la complejidad y trascendencia vital del paciente y, en su caso, la influencia de otros factores endógenos [...] para calificar dicho acto como conforme o no a la técnica normal requerida, pero, en cualquier caso, debiendo de hacerse patente que, dada la vital trascendencia que, en muchas de las ocasiones, reviste para el enfermo la intervención médica, debe ser exigida, al menos en estos supuestos, la diligencia que el 2 DICTAMEN 129 derecho sajón califica como propia de las obligaciones del mayor esfuerzo; B) Informar al paciente o, en su caso, a los familiares del mismo, [...] del diagnóstico de la enfermedad o lesión que padece, del pronóstico que de su tratamiento puede normalmente esperarse, de los riesgos que del mismo, especialmente si éste es quirúrgico, pueden derivarse y, finalmente, y en el caso de que los medios de que se disponga en el lugar donde se aplica el tratamiento puedan resultar insuficientes, debe hacerse constar tal circunstancia, de manera que, si resultase posible, opte el paciente o sus familiares por el tratamiento del mismo en otro centro médico más adecuado; C) Continuar el tratamiento del enfermo hasta el momento en que éste pueda ser dado de alta, advirtiendo al mismo de los riesgos que su abandono le puedan comportar; y D) En los supuestos -no infrecuentes- de enfermedades o dolencias que puedan calificarse de recidivas, crónicas o evolutivas, informar al paciente de la necesidad de someterse a los análisis y cuidados preventivos y que resulten necesarios para la prevención del agravamiento o repetición de la dolencia.” Hecha esta exposición introductoria, ha de señalarse que a la vista de la documentación obrante en el expediente, y especialmente de los informes emitidos por el Médico Forense del Juzgado de Instrucción número 2 de X y el Inspector Médico asignado a la instrucción del mismo, con el que coinciden los otros informes médicos incorporados, puede afirmarse que el servicio sanitario prestado al paciente cuando se le administró vía intramuscular la medicación requerida no se adecuó a la “lex artis ad hoc”. En concreto, de los citados informes y de los hechos probados en el procedimiento penal previamente seguido, se deduce que hubo un descuido o error por parte de la persona que puso la inyección, ya que la pinchar en el glúteo derecho afectó el nervio ciático de la paciente, provocándole las lesiones por las que se reclama. En consecuencia, existe relación de causalidad entre la actuación de personal sanitario que administró el inyectable y los perjuicios alegados por la reclamante. Declarada la existencia de la citada relación de causalidad, procede reconocer del derecho de la perjudicada a ser indemnizada con la cantidad que reclama en su solicitud, que asciende a 15.685,89 Euros (2.609.912 pesetas), teniendo en cuenta que se trata de una valoración de los perjuicios ponderada y prudente, ajustada a los límites establecidos por el Baremo de la Ley sobre Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor”. DICTAMEN “Que existiendo relación de causalidad entre la asistencia sanitaria recibida por Dª X en el Servicio de Urgencias del Centro sanitario dependiente del SESCAM en la localidad de X y los perjuicios alegados, procede dictar resolución estimatoria de su reclamación, reconociéndole el derecho a percibir una indemnización de 15.685,89 Euros”. 3 DICTAMEN 129 5