Guía para pagar lo justo a hacienda

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Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas
Servicio Infoaeca
Titulo: Guía para pagar lo justo a hacienda
Fuente: 5Días.com
Autor: Piedad Oriegui
Planes de pensiones e hipotecas suscitan las principales dudas de los
ahorradores. Hacienda aclara cuál es su fiscalidad
El servicio telefónico de información de Hacienda (901 335 533) recibe al año
más de 5,5 millones de llamadas. Lo que más interesa a los particulares es
conocer las posibilidades de desgravación en sus correspondientes
declaraciones de renta. En definitiva, saber cómo pagar tan sólo lo justo (o lo
que es lo mismo, lo menos posible dentro de la legalidad vigente). De ahí que
sobre lo que los inversores (ahorradores) solicitan más explicaciones a
Hacienda sea sobre planes de pensiones e hipotecas. En los últimos tiempos
también se están solicitando muchas más aclaraciones sobre los nuevos
productos financieros. Éste es un resumen sobre la fiscalidad, según deja claro
Hacienda, que se debe aplicar a los principales productos de ahorro e
inversión:
Planes de pensiones. Desde el pasado 1 de enero, las personas menores de
52 años pueden realizar aportaciones (tanto a planes de pensiones individuales
como de empleo) hasta un tope máximo de 7.212 euros, equivalentes a 1,2
millones de pesetas anuales sin importar cuál es su renta total ni la
procedencia de la misma (se admiten rentas del capital). A partir de los 52
años, el particular puede aumentar su volumen de aportaciones a razón de
1.202 euros (200.000 pesetas) por cada año que exceda de esta edad de
referencia. Se puede llegar así hasta un importe máximo de 22.838 euros
(3.800.000 pesetas) para partícipes de 65 o más años de edad. Estas
aportaciones disminuyen directamente la base imponible en el IRPF (se restan
del total de rentas obtenidas) lo que hace que el ahorro fiscal que supone
llevarlas a cabo oscile entre un 18% y hasta un 48% de su importe.
Fondos de inversión. Mientras no se vendan las participaciones, por mucho que
éstas teóricamente acumulen ganancias o pérdidas, no hay ninguna incidencia
fiscal. Cuando se venden las participaciones, si hay ganancias y éstas se han
obtenido en un plazo inferior al año, se deben incluir en la base imponible
general del IRPF. Tributan, por tanto, a los tipos marginales (entre el 18% y el
48%). Si se han superado los 12 meses de antigüedad, estas plusvalías
tributan a un tipo fijo del 18% en la base imponible especial. En ambos casos,
la entidad retiene a cuenta del IRPF un 18% de los beneficios obtenidos. Si al
enajenar las participaciones se han obtenido pérdidas con menos de un año de
antigüedad, éstas compensarán las ganancias patrimoniales de similar
duración o servirán para reducir los rendimientos del trabajo, con un límite del
10% de los mismos. Si las pérdidas se han obtenido en un periodo superior a
los 12 meses, únicamente compensarán (no se tendrán en cuenta a la hora de
pagar impuestos) las plusvalías obtenidas en un plazo similar.
Acciones. Su fiscalidad es igual que la de los fondos de inversión con la
particularidad de que no se aplica, en caso de beneficios, ninguna retención a
cuenta del IRPF. En ambos casos, para la posible compensación de las
pérdidas es necesario que hayan transcurrido dos meses desde que se
vendieron las primeras acciones o participaciones y se recompraron otras
iguales.
Dividendos. Se integran en la base imponible por el 140% de su importe
íntegro. En principio, por tanto, tributan al tipo marginal de cada contribuyente
(entre el 18% y el 48%) por este mayor valor. Sin embargo, sobre la cuota a
pagar (impuestos totales a abonar por el contribuyente) se aplica una
deducción del 40% del importe realmente percibido. Como al abonar sus
dividendos, las compañías retienen un porcentaje a cuenta del impuesto sobre
la renta (el 18%), estas cantidades también se tienen en cuenta para reducir
cuota.
Depósitos. Los intereses que se perciben procedentes de una imposición a
plazo fijo cuando se cobran en un plazo inferior al año tributan a los tipos
marginales de cada contribuyente como rendimientos del capital. Si los
intereses superan los dos años de antigüedad, los rendimientos que ofrecen se
reducen en un 30% a la hora de incluirlos igualmente como rendimientos de
capital en la base imponible general de la declaración de renta por IRPF. En
ambos casos, se aplica retención del 18% a cuenta del IRPF. En los depósitos
estructurados, por más que una parte del depósito se vincule al
comportamiento de un fondo de inversión o de unas acciones concretas, el
depósito no pierde tal carácter y, por tanto, sobre los rendimientos que estos
fondos o acciones generen no es posible aplicar el tipo fijo de tributación del
18%.
Seguros / segurfondos. De forma general, contratar un seguro no supone gozar
de ninguna ventaja fiscal a corto plazo. No se aplica deducción ninguna sobre
la cuota a pagar en la declaración anual de renta por las primas satisfechas
anualmente. Los rendimientos del capital que generen los seguros de vida (no
hay incrementos patrimoniales), que cuenten con al menos dos años de
antigüedad y que se cobren en forma de capital, se reducen a la hora de
incluirlos en la base imponible en un 30%, tributando, una vez corregidos, a los
tipos impositivos generales. Si los rendimientos de cualquiera de estos
productos se obtienen y perciben en un plazo superior a los cinco ejercicios,
éstos únicamente computan a efectos fiscales por el 35% de su importe,
mientras que si los periodos se alargan por encima de los ocho años, a la hora
de incluir los rendimientos obtenidos y cobrados en la base imponible
exclusivamente se tiene en cuenta el 25% de los mismos. Los segurfondos son
seguros de vida cuyas primas se invierten en fondos o cestas de fondos de
inversión. Al particular no le aparece ningún rendimiento de capital (nunca
ganancia o pérdida patrimonial) hasta que no deshace efectivamente el seguro.
Si lo que obtiene son rendimientos positivos, la fiscalidad a aplicar es la general
del seguro. Las pérdidas en los segurfondos son rendimientos negativos y
como tales reducen la base imponible general; sin embargo, si se han
conseguido en un plazo superior a los dos, cinco u ocho años se computan
única y respectivamente por el 70%, 35% o 25% de su importe.
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