criterios de adjudicación deben estar vinculados al objeto del

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TRIBUNAL ADMINISTRATIVO CENTRAL DE RECURSOS CONTRACTUALES
RESOLUCIÓN 891/2014
Recurso nº 901/2014 C.A. Cantabria 034/2014
En Madrid, a 05 de diciembre de 2014.
VISTO el recurso formulado por D. T.T.G., en nombre y representación de ASOCIACION REGIONAL DE
EMPRESAS DE LIMPIEZA DE CANTABRIA (ARELCA), contra el acuerdo de la Consejería de Presidencia y
Justicia del Gobierno de Cantabria por el que se aprueban los pliegos que han de regir en el acuerdo marco
del servicio de limpieza para la Administración de la Comunidad Autónoma de Cantabria, este Tribunal, en
sesión del día de la fecha, ha adoptado la siguiente resolución:
ANTECEDENTES DE HECHO.
Primero. Por el Secretario General de la Consejería de Presidencia y Justicia de Cantabria, actuando por
delegación, se aprueban los pliegos de cláusulas administrativas y de prescripciones técnicas que habrán de
regir en el citado procedimiento.
Segundo. El acuerdo se publicó el día 10 de octubre de 2014 en el DOUE y el 15 de octubre en el BOE y el
BOC finalizando el plazo para la formulación de ofertas el 17 de noviembre de 2014.
Tercero. El 3 de noviembre de 2014 tiene entrada en el Registro del Gobierno de Cantabria el anuncio previo
de interposición del recurso, así como el propio escrito de recurso dirigido a este Tribunal. El expediente,
junto con el informe del órgano de contratación fue recibido en este Tribunal el 7 de noviembre. El 20 de
noviembre de 2014 se solicitó a los posibles interesados la formulación de alegaciones, habiéndose
evacuado el trámite por las empresas TÉCNICAS DE LIMPIEZA Y MANTENIMIENTO DE CANTABRIA S.L. y
SERVICIOS QUIVIESA S.L. adhiriéndose ambas íntegramente al recurso y corroborando todos sus motivos.
Cuarto. El procedimiento de licitación se suspendió con fecha 14 de noviembre de 2014, en virtud de
resolución dictada al efecto en el curso del expediente 882/2014 que se siguió ante este Tribunal en
impugnación del mismo acto, habiéndose levantado dicha suspensión en la Resolución del precitado recurso.
FUNDAMENTOS DE DERECHO.
Primero. El presente recurso se interpone ante este Tribunal, que es competente para resolverlo de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 41.3 del Texto Refundido de la Ley de Contratos del Sector
Público (TRLCSP) y en el Convenio suscrito al efecto el 5 de diciembre de 2012 entre la Administración del
Estado y la de la Comunidad Autónoma de Cantabria y publicado en el BOE el día 13 del mismo mes y año.
Segundo. El recurso se interpone frente a un acto recurrible, de conformidad con lo dispuesto en el artículo
40.2 a) TRLCSP y en relación con un procedimiento de contratación de un contrato de servicios sujeto a
regulación armonizada, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 40.1 a) TRLCSP.
Tercero. El recurso está interpuesto por persona legitimada para ello de conformidad con lo señalado en el
artículo 42 TRLCSP y la consolidada doctrina de este Tribunal al respecto, al tratarse de una asociación que
asume la defensa de los intereses económicos del sector al que se dirige el procedimiento de contratación.
Cabe citar en este sentido la Resolución 458/2014 (Expte. TACRC 430/2014 VAL 059/2014): “La legitimación
activa de la parte recurrente viene otorgada en principio porque, como hemos puesto de manifiesto en otras
Resoluciones (recientemente en la nº 303/2014, de 11 de abril), la observancia estricta de la disciplina
rectora de la contratación “representa para una entidad que asume la defensa de los intereses colectivos del
sector algo más que un interés por la mera legalidad de los actos administrativos”, doctrina que se hacía
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descansar en la jurisprudencia del Tribunal Supremo y la del Tribunal Constitucional que, precisando el
concepto de interés legítimo, ha explicitado que abarca casos en que “hay una relación unívoca y concreta
de la asociación recurrente con el objeto del recurso”. Desechado por extemporáneo el recurso contra los
pliegos, el objeto del recurso es el de excluir la oferta adjudicataria, acto sobre el que pueden tener interés
unívoco y concreto las otras licitadoras concurrentes, en particular, la clasificada en segundo lugar. Pero en
ningún caso una asociación de empresas puede representar el interés legítimo de sólo alguna de las
licitadoras, máxime cuando justamente la clasificada en segundo lugar ha planteado recurso sobre bases
que nada tienen que ver con las alegaciones de AERTE y que, en absoluto, cuestionan el carácter -no
anormal, ni desproporcionado- de la oferta adjudicataria. En conclusión, no hay una relación unívoca y
concreta de AERTE con el objeto del recurso, por lo que debe entenderse que carece de legitimidad para
plantearlo y debamos inadmitir también el recurso contra la adjudicación”
Cuarto. Se alega por el órgano de contratación la posible extemporaneidad del recurso, al haber tenido
entrada el escrito de recurso en este Tribunal el 7 de noviembre de 2014, cuando el último día del plazo era
el 3 de noviembre de 2014. A este respecto, tal y como señala el propio órgano de contratación, el artículo 44
TRLCSP señala: 2. El procedimiento de recurso se iniciará mediante escrito que deberá presentarse en el
plazo de quince días hábiles contados a partir del siguiente a aquel en que se remita la notificación del acto
impugnado de conformidad con lo dispuesto en el artículo 151.4. No obstante lo dispuesto en el párrafo
anterior: a) Cuando el recurso se interponga contra el contenido de los pliegos y demás documentos
contractuales, el cómputo se iniciará a partir del día siguiente a aquel en que los mismos hayan sido
recibidos o puestos a disposición de los licitadores o candidatos para su conocimiento conforme se dispone
en el artículo 158 de esta Ley. c) Cuando se interponga contra el anuncio de licitación, el plazo comenzará a
contarse a partir del día siguiente al de publicación. 3. La presentación del escrito de interposición deberá
hacerse necesariamente en el registro del órgano de contratación o en el del órgano competente para la
resolución del recurso.” La debida interpretación de este artículo ha sido elaborada por este Tribunal a partir
de la doctrina sentada por la Audiencia Nacional en su sentencia de 30 de octubre de 2010, considerando
que el dies a quo debe comenzarse a computar desde la publicación del anuncio de licitación, pues desde
esa fecha está la documentación a disposición de los licitadores. En particular en casos como el presente
donde no coincide la fecha de los distintos anuncios de publicación, se ha señalado en la Resolución
719/2014: “A estos efectos, sobre el plazo para interponer el recurso especial contra los pliegos, procede
traer a colación nuestra Resolución 534/2013 de 22 de noviembre, recurso 701/2013, en la que este Tribunal
asume el criterio manifestado por la Audiencia Nacional (Sección Sexta de la Sala de lo ContenciosoAdministrativo, recurso 264/2011) en su sentencia de 30 de octubre de 2013, con arreglo al cual en
supuestos como el que se examina, el dies a quo, o momento inicial en el cómputo del plazo de 15 días para
interponer recurso especial contra los pliegos es el día en que bien tiene lugar la publicación de los anuncios
de licitación, pues desde esa fecha pudo el interesado recoger el pliego en el lugar indicado en los anuncios,
bien desde que se pone a disposición por medios electrónicos, informáticos o telemáticos los pliegos y su
documentación complementaria. Toda vez que se recurren dos actos distintos, el anuncio de licitación y los
pliegos, examinaremos los requisitos de tiempo y forma respecto de cada uno de ellos, bajo la premisa de
que se trata de un contrato sujeto a regulación armonizada. En cuanto al anuncio de licitación, dado lo
establecido en el artículo 142.1 del TRLCSP, el dies a quo es el siguiente a la publicación del anuncio de
convocatoria de licitación en el DOUE (11 de agosto), y por tanto el recurso ha sido interpuesto en tiempo
y forma. En cuanto a los pliegos, constando expresamente en el anuncio publicado en el DOUE la puesta a
disposición por medios electrónicos de los pliegos en el Perfil del Contratante de la Administración de la
Comunidad Autónoma, lo que tuvo lugar el 8 de agosto, es también desde el día hábil siguiente a la
publicidad en el DOUE, que debe contarse el plazo para interponer el recurso en cuanto a los pliegos, por
lo que igualmente se interpuso en tiempo y forma.” El cómputo por ello debe hacerse desde la publicación en
el DOUE, pues en el anuncio se hacía constar expresamente la dirección web en la que los licitadores
podían encontrar los pliegos y la demás documentación complementaria y por tanto esa es la fecha en que
los pliegos estuvieron a disposición de los licitadores, tal y como expresamente se señalaba en el apartado
I.1) del citado anuncio. Ello supone que el dies a quo del plazo de presentación de ofertas era el 10 de
octubre de 2014 y no el 15 de octubre del mismo año, por lo que el plazo para la presentación del recurso
finalizaba el 28 de octubre y no el 3 de noviembre, de donde se deduciría, en principio, el carácter
extemporáneo del presente recurso. No obstante lo anterior, debe atenderse la queja señalada por el propio
recurrente relativa a la falta de claridad del anuncio de licitación en relación con los plazos de formulación de
recurso, remitiéndose a lo señalado en los artículos 58 y 60 de la Ley 30/1992. A este respecto debe
comenzarse por advertir que el contenido que debe tener el anuncio de licitación en un procedimiento de
licitación no es el señalado en dichos preceptos, sino el referido en la Disposición final segunda, “Modelos de
anuncios en publicaciones oficiales”, del Real Decreto 817/2009, de 8 de mayo, por el que se desarrolla
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parcialmente la Ley 30/2007, de 30 de octubre de Contratos del Sector Público: “Los anuncios de
información previa, de licitación y de adjudicación de contratos se ajustarán a los modelos incluidos en el
anexo II cuando hayan de publicarse en el «Boletín Oficial del Estado», y a los modelos incluidos en el anexo
III cuando vayan a ser objeto de publicación en el «Diario Oficial de la Unión Europea»” . Pues bien, en el
apartado VI.4.2) del formulario contenido en el anexo III relativo al anuncio de licitación que debe efectuarse
en el DOUE consta que en el anuncio deberán señalarse los plazos de presentación de recursos. En el
presente caso, en el anuncio de licitación en el DOUE el apartado VI.4.2) señala: “Presentación de recursos
Indíquense los plazos de presentación de recursos: 15 días hábiles contados a partir de la remisión de la
notificación de la adjudicación” En el anuncio por tanto nada se señalaba en cuanto al plazo de
interposición del recurso contra los pliegos, por lo que el anuncio de licitación resultaba defectuoso, lo que ha
de dar lugar a la consideración del presente recurso como formulado dentro del plazo y por lo tanto ha de
acordarse su admisión a trámite. Por lo demás, en cuanto a la alegación efectuada por el órgano de
contratación en el sentido de que el recurso sería extemporáneo por haberse presentado en el registro del
Gobierno de Cantabria, ciertamente no se acierta a comprender la misma, toda vez que según el propio
anuncio de licitación es precisamente el Gobierno de Cantabria el órgano de contratación, por lo que es en el
registro de dicho órgano donde debía presentarse el recurso. En todo caso, aun cuando se considerara como
fecha de presentación del recurso el 7 de noviembre, día en que tiene entrada el escrito en el registro de este
Tribunal, el mismo sería igualmente admisible, de conformidad con lo hasta ahora argumentado.
Quinto. Admitido a trámite el recurso por las anteriores razones, deben analizarse los vicios de nulidad que
el recurrente imputa al proceso: a) Nulidad del acuerdo de licitación por no contener el texto íntegro del
acuerdo, la determinación de si es o no definitivo en vía administrativa, el recurso que contra el mismo
procede y el órgano ante el que ha de interponerse y plazo para ello. b) Error en la estimación del precio
unitario del servicio que se licita al haberse tomado como base la tabla salarial aplicable en el año 2013,
siendo así que el servicio se va a desarrollar entre 2015 y 2018, no habiendo tenido en cuenta además otras
variables como la aplicación de la disposición final tercera del Real Decreto-Ley 16/2013, de 20 de diciembre,
de medidas para favorecer la contratación estable y mejorar la empleabilidad de los trabajadores, lo que
determina la obligación de cotizar por el plus de transporte que cobra todo el personal de limpieza. Además,
el presupuesto aproximado de los cuatro lotes no cubre el coste de los operarios directamente adscritos a
tareas de limpieza. c) Fraude en la licitación al fomentar la presentación de ofertas por debajo de los gastos
fijos de servicio. La fórmula de cálculo del valor por el que se adjudicará el servicio induce a la presentación
de ofertas por debajo de los costes laborales fijos del servicio. d) La exclusión de responsabilidad respecto a
obligaciones fiscales, laborales, Seguridad Social y Seguridad y Salud en el trabajo resulta contraria al
ordenamiento jurídico, no señalando en el pliego nada relativo al coordinador que necesariamente debe
nombrarse por el contratista en esta materia.
Sexto. El órgano de contratación ha presentado su informe, de conformidad con lo dispuesto en el artículo
46.2 del TRLCSP, en el que únicamente alega sobre la inadmisibilidad del recurso, no efectuando alegación
alguna en cuanto al fondo del asunto.
Séptimo. Pues bien, en relación con los defectos formales advertidos por el recurrente, debe recordarse que,
como antes se dijo, el contenido del anuncio de licitación no es el descrito en el artículo 58 de la LRJPAC,
normativa que sólo resulta de aplicación con carácter subsidiario pero no cuando, como en este caso, existe
una regulación específica sobre la materia, en concreto, la contenida en la Disposición final segunda del Real
Decreto 817/2009, de 8 de mayo, a que antes se hizo referencia. A la vista del anuncio de licitación, por
tanto, únicamente se observa el defecto antes advertido sobre el plazo de formulación de recursos, al haber
omitido el plazo aplicable al recurso formulado contra los pliegos, defecto que tiene relevancia en cuando al
plazo de su interposición, pero que no puede dar lugar sin más a la nulidad del procedimiento, según doctrina
de este Tribunal manifestada entre otras en la Resolución 78/2013. En este punto, por tanto, el recurso debe
ser desestimado.
Octavo. Se alega a continuación, el incumplimiento de las normas que regulan el precio y el valor estimado
de los contratos, toda vez que el precio unitario ha sido calculado tomando como base una situación fáctica
irreal, pues se aplica una tabla salarial contenida en un convenio colectivo que no resulta de aplicación en la
actualidad y además no se han tenido en cuenta otros aspectos como el nuevo régimen de cotizaciones
sociales relativas a los pluses a abonar a los trabajadores del sector; en relación con el “presupuesto
aproximado”, no coincide la cifra alcanzada con el precio unitario/hora y el número de horas total que se
contempla en el propio acuerdo marco. No obstante, lo cierto es que de los datos ofrecidos por la recurrente
no es posible constatar taxativamente que el valor estimado o el precio unitario fijado por el órgano de
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contratación incurra en el vicio que se le imputa, pues se limita a alegar que el precio quedaría por debajo de
los costes laborales, pero a la vista del convenio colectivo en vigor no es posible manifestar que así sea y
tampoco se aporta ninguna documentación ni se propone prueba alguna para acreditar tal afirmación. A este
respecto, como ya hemos señalado en numerosas resoluciones, (como referencia en la Resolución
110/2013, de 14 de marzo), al fijar el presupuesto de un contrato hay que partir del principio de eficiencia y
de los objetivos de estabilidad presupuestaria y control del gasto. Así lo establece el artículo 1 del TRLCSP,
al disponer que la regulación de la contratación tiene por objeto, entre otros, el de “…asegurar, en conexión
con el objetivo de estabilidad presupuestaria y control del gasto, una eficiente utilización de los fondos…”. De
acuerdo con este objetivo de control del gasto hay que interpretar el artículo 87 del TRLCSP cuando indica
que “Los órganos de contratación cuidarán de que el precio sea adecuado para el efectivo cumplimiento del
contrato mediante la correcta estimación de su importe, atendiendo al precio general de mercado, en el
momento de fijar el presupuesto de licitación y la aplicación, en su caso, de las normas sobre ofertas con
valores anormales o desproporcionados”. Pues bien, en el presente caso, el PCAP señala: “ Para la
estimación de los precios unitarios y del presupuesto aproximado del acuerdo marco se han tenido en cuenta
los precios fijados en el Convenio Colectivo del Sector de Limpieza de Edificios y Locales y de Limpieza
Industrial para la Comunidad Autónoma de Cantabria, así como las facturaciones correspondientes al año
2013 de los diferentes contratos de estos servicios que se están ejecutando en el ámbito de la administración
de la Comunidad Autónoma de Cantabria.” Como también hemos señalado en resoluciones anteriores
corresponde al órgano de contratación apreciar las necesidades a satisfacer con el contrato (artículo 22 del
TRLCSP) y, además, es el que debe ordenar la dedicación de los recursos de que dispone y definir los
servicios que contrata para el cumplimiento de sus fines. “En función de dicha definición los eventuales
interesados deben adoptar la decisión de presentar sus ofertas a las licitaciones si les conviene” (Resolución
156/2013, de 18 de abril). Puesto que en la licitación se han presentado dieciséis ofertas, se debe admitir
que los cálculos realizados por el órgano de contratación para determinar el precio de licitación no están por
debajo del coste real del mercado, habida cuenta de que el artículo 87 del TRLCSP citado no determina los
conceptos que deba contener el presupuesto de licitación de estos contratos. Procede, por tanto, desestimar
el recurso en este punto.
Noveno. La tercera alegación considera incorrecta la fórmula para la ponderación del único criterio de
adjudicación que se ha utilizado, el precio, por considerar que fomenta la formulación de ofertas por debajo
de los costes fijos. Debe comenzarse por recordar lo dispuesto en el artículo 150 del TRLCSP en relación
con los criterios de adjudicación y en particular lo dispuesto en su apartado 2º: “Los criterios que han de
servir de base para la adjudicación del contrato se determinarán por el órgano de contratación y se detallarán
en el anuncio, en los pliegos de cláusulas administrativas particulares o en el documento descriptivo. En la
determinación de los criterios de adjudicación se dará preponderancia a aquellos que hagan referencia a
características del objeto del contrato que puedan valorarse mediante cifras o porcentajes obtenidos a través
de la mera aplicación de las fórmulas establecidas en los pliegos. Cuando en una licitación que se siga por
un procedimiento abierto o restringido se atribuya a los criterios evaluables de forma automática por
aplicación de fórmulas una ponderación inferior a la correspondiente a los criterios cuya cuantificación
dependa de un juicio de valor, deberá constituirse un comité que cuente con un mínimo de tres miembros,
formado por expertos no integrados en el órgano proponente del contrato y con cualificación apropiada, al
que corresponderá realizar la evaluación de las ofertas conforme a estos últimos criterios, o encomendar
esta evaluación a un organismo técnico especializado, debidamente identificado en los pliegos.” Sobre los
requisitos que han de reunir las fórmulas que en cada caso se apliquen a los criterios que no dependen de
un juicio de valor, como es el caso del precio, se ha pronunciado igualmente este Tribunal en resoluciones
como la nº 103/2013: “el artículo 150.2º expone que se dará preponderancia a los criterios de adjudicación
que hagan referencia a características del objeto del contrato que puedan valorarse mediante cifras o
porcentajes obtenidos a través de la mera aplicación de las fórmulas establecidas en los pliegos, y que estos
criterios han de figurar en el pliego, y este criterio se reitera en el artículo 67.2º i) del Real decreto
1098/2001, de 12 de octubre, por el que se aprueba el Reglamento de la Ley de Contratos de las
Administración Públicas. De acuerdo con estos preceptos y la doctrina de la Junta Consultiva de
Contratación Administrativa será preciso establecer en el pliego una fórmula matemática concreta, o
explicación escrita para su forma de determinación, siendo admisibles aquellas que sean acordes al criterio
de adjudicación establecido en el pliego. La fórmula matemática debe figurar en el pliego y resultar accesible
a todos los eventuales licitadores y no sólo aquellos que participaron en la licitación”. Cabe igualmente citar
la doctrina del Tribunal Administrativo de Recursos de la Comunidad de Madrid, que en resolución nº
173/2014 señaló además: “La Guía sobre Contratación Pública y Competencia, publicada por la Comisión
Nacional de la competencia afirma que “la puntuación atribuida al precio o tarifa de las distintas ofertas debe
ser proporcional a la reducción del presupuesto base que permite cada una de ellas, para no desvirtuar el
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impacto de este parámetro a la hora de decidir la adjudicación del contrato”. Si bien el órgano de
contratación goza de libertad para la elección de los criterios de adjudicación, esa elección solo puede recaer
en los que van dirigidos a identificar la oferta más ventajosa económicamente, por lo que exige una
ponderación proporcional lineal que asigne la puntuación atendiendo al mejor precio ofertado que atiendan al
precio de licitación como punto de referencia para determinar la puntuación de cada licitador. En cuanto a las
consecuencias de la falta de concreción de la fórmula para la asignación de la puntuación correspondiente al
criterio del apartado 19.b) es doctrina reiterada de este Tribunal que, una vez aceptado y consentido el PCAP
el mismo deviene firme y se convierte en ley del contrato, salvo que se aprecien vicios determinantes de
nulidad de pleno derecho. Por ello procede la interpretación del contenido de la cláusula en los términos
literales más arriba expuestos y conforme a los criterios interpretativos también señalados. Cabe aquí traer a
colación las Instrucciones del Interventor General de la Administración del Estado, de 16 de febrero de 2011,
sobre las medidas de refuerzo del Plan de revisión del gasto y el Plan de Austeridad 2011-2013 cuando
ordena que: “En los expedientes de contratación en los que se propongan varios criterios de adjudicación, se
analizará el peso relativo asignado al precio y se comprobará si en la aplicación de los criterios de
adjudicación está prevista la utilización de fórmulas polinómicas que, en la práctica, pudiera dar lugar a que
diferencias importantes en los precios ofertados no reflejaran diferencias de la misma importancia en las
puntuaciones asignadas” En todo caso, siguiendo en este punto la doctrina del Tribunal de Justicia de la
Unión Europea, manifestada entre otras en Sentencia de 16 de septiembre de 2013 (asunto T402/06), los
criterios de adjudicación deben estar vinculados al objeto del contrato y tener como finalidad la determinación
de la oferta económicamente más ventajosa para la Administración contratante, sin que quepa incluir criterios
de carácter social, como la estabilidad en el empleo, salvo que éstos estuvieran efectivamente vinculados al
objeto del contrato. En el presente caso el único criterio establecido en el PCAP era el precio, criterio
indiscutiblemente vinculado al objeto del contrato. Además se establece la siguiente fórmula: “Para cada uno
de los lotes el licitador deberá introducir los precios unitarios de hora de servicio por categoría sin IVA,
pudiéndose introducir como máximo dos (2) decimales. La adjudicación de cada lote se realizará a favor del
menor precio medio ponderado en cada lote que se calculará en base a la siguiente fórmula: Precio medio
ponderado por lote = Pl x 0,75 + Pp x 0,15 + Ppe x 0,10 Donde: - Precio unitario de hora de servicio de la
categoría “Limpiador/a” (Pl) (sin IVA) - Precio unitario de hora de servicio de la categoría “Peón” (Pp) (sin
IVA) - Precio unitario de hora de servicio de la categoría “Peón especializado” (Ppe) (sin IVA)” Pues bien, la
fórmula utilizada cumple con los requisitos establecidos tanto en la doctrina de los distintos Tribunales
competentes en la materia, como en la jurisprudencia antes señalada, pues permite ordenar las distintas
ofertas de forma proporcional, sin que se advierta que la fórmula produce distorsiones incompatibles con el
principio de igualdad y libre concurrencia ni se haya alegado nada a este respecto. Por el contrario se vuelve
a incidir sobre la posibilidad de que se efectúen ofertas por debajo de los costes fijos labores. A este
respecto, debe señalarse que la relación entre la oferta y los costes del servicio es una cuestión que tiene
relevancia en cuanto a la fijación del precio y el valor estimado del contrato, tal y como se ha analizado en el
punto anterior, pero en ningún caso puede servir de base para la exclusión de una oferta según lo señalado
en el propio pliego de conformidad con lo dispuesto en el artículo 152 TRLCSP, tal y como se ha manifestado
en diversas ocasiones, pudiendo destacar la Resolución 634/2014: “Las apreciaciones de la recurrente se
fundamentan en cálculos del precio/hora deducido del Convenio colectivo del sector de limpieza de edificios
y locales de Cantabria. Pero el cumplimiento de la normativa laboral es una cuestión relativa a la ejecución
del contrato. La apreciación sobre si con las ofertas presentadas se pueden satisfacer los salarios
establecidos en el convenio colectivo, es una cuestión ajena al proceso de licitación y que, en todo caso,
debe verificarse en la ejecución del contrato. Por tanto, la alegación de la recurrente sobre la imposibilidad
de que la oferta adjudicataria pueda cubrir siquiera los costes de personal derivados del convenio colectivo
del sector, no es motivo para rechazar tal oferta. Así lo hemos manifestado en múltiples resoluciones (como
referencia en la nº 136/2012, de 20 de junio) en el sentido de que no se puede rechazar una proposición o
impedir la adjudicación de un contrato por la única causa de un hipotético incumplimiento de las tablas
salariales de un convenio colectivo”. En este punto, por tanto, el recurso también debe ser desestimado.
Décimo. Finalmente, se ha alegado la nulidad del PCAP por no haber tenido en cuenta las obligaciones
relativas a la prevención de riesgos laborales y por establecer la exclusiva responsabilidad del adjudicatario
en su cumplimiento, siendo así que es la normativa de prevención de riesgos laborales y salud laboral la que
determina la responsabilidad de cada una de las partes. Pues bien, a este respecto ha de señalarse que los
pliegos de contratación tienen un carácter contractual, es decir, están llamados únicamente a definir la
relación entre las partes: la Administración y el adjudicatario, documento que en ningún caso excluye la
aplicación de cualesquiera normativas sectoriales pudieran imponer otro tipo de obligaciones a cada una de
ambas partes, que en ningún caso quedarían eximidas de su cumplimiento, sin perjuicio de que la
introducción de cláusulas como la señalada en el PCAP permita después a la Administración repercutir al
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adjudicatario los perjuicios que en su caso se le hubieran deparado como consecuencia de la asunción de
tales responsabilidades si éstas le fueran imputables a éste. Por lo demás, el hecho de que en el pliego no
se contemplen específicamente las distintas obligaciones impuestas por la normativa correspondiente no
significa que las mismas no hayan de ser cumplidas, circunstancia ésta que puede quedar al margen de los
términos del contrato, por lo que tampoco en este punto se aprecia ilegalidad alguna por parte del PCAP.
Finalmente, no puede dejar de aludirse a lo ya manifestado en otras ocasiones por este Tribunal sobre la
competencia para efectuar manifestaciones ajenas a la materia de contratación pública, contenida, entre
otras, en la Resolución 1013/2013; “Por lo demás, conviene recordar que la competencia del Tribunal se
limita al estricto ámbito de la contratación pública, sin extenderse, en ningún caso, a cuestiones atinentes al
cumplimiento o incumplimiento de la normativa laboral, lo que, sin perjuicio de las consideraciones
anteriores, impide al Tribunal entrar a considerar la naturaleza jurídica (normativa, como sostienen los
recurrentes, o extraestatutaria, como alega RTVE), del Acuerdo de suscrito el 12 de julio de 2006 entre
representantes de RTVE, SEPI y los Sindicados, todo ello sin perjuicio de la posibilidad que asiste a los
interesados de hacer valer sus derechos laborales ante los órganos competentes de la Jurisdicción Social”.
Por todo lo anterior,
VISTOS los preceptos legales de aplicación
ESTE TRIBUNAL, en sesión celebrada el día de la fecha
ACUERDA:
Primero. Desestimar el recurso interpuesto por D. T.T.G., en nombre y representación de ASOCIACION
REGIONAL DE EMPRESAS DE LIMPIEZA DE CANTABRIA (ARELCA), contra el acuerdo de la Consejería
de Presidencia y Justicia del Gobierno de Cantabria por el que se aprueban los pliegos que han de regir en el
acuerdo marco del servicio de limpieza para la Administración de la Comunidad Autónoma de Cantabria.
Segundo. Declarar que no se aprecia la concurrencia de mala fe o temeridad en la interposición del recurso
por lo que no procede la imposición de la sanción prevista en el artículo 47.5 del TRLCSP.
Esta resolución es definitiva en la vía administrativa y contra la misma cabe interponer recurso contenciosoadministrativo ante la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria,
en el plazo dos meses, a contar desde el día siguiente a la recepción de esta notificación, de conformidad
con lo dispuesto en los artículos 10.1 k) y 46.1 de la Ley 29/1998, de 13 de julio, Reguladora de la
Jurisdicción Contencioso-Administrativa.
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