Oficio 2200100748 Del 14 de Octubre de 2010

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Oficio 2200100748 Del 14 de Octubre de 2010
REF.: TRADICION DE BIENES INMUEBLES DENTRO DE UN PROCESO DE LIQUIDACION JUDICIALLEY 1116 DE 2006
Me refiero a su escrito radicado en esta Entidad con el número 2010- 01- 221902, mediante el cual, previa las
consideraciones allí expuestas, formula una consulta relacionada con la forma de hacer la tradición de los
bienes inmuebles dentro de un proceso de liquidación judicial, en los siguientes términos, advirtiendo que
tiene un carácter general y no puede convertirse en una asesoría particular para el auxiliar de la justicia:
1. El liquidador de una persona natural tiene facultades para celebrar negocios jurídicos frente a bienes
inmuebles que se encuentren embargados y secuestrados como consecuencia de que su titular fue objeto de
toma de posesión e intervención por parte de la Superintendencia de Sociedades?
2. Cuál es la forma de hacer la tradición del bien?
3. Si se vendiese el bien dentro del proceso de liquidación de la persona natural, la notaría debe correr la
escritura aceptando que el liquidador es el facultado para
ello?
4. En caso de que la notaria se rehúse a correr la escritura, cuál sería la forma de realizar el traspaso de
dominio del bien?
5. Si se negase la inscripción de la venta del inmueble por parte de la oficina de registro e instrumentos
públicos, cuál sería el procedimiento a seguir?
Sobre el particular, este despacho entra a resolver sus interrogantes en el mismo orden en que fueron
planteados:
a.- Como es de su conocimiento, el liquidador de una persona natural o jurídica, es el representante legal de
la misma, y como tal deberá desempeñar las funciones señaladas en la Ley 1116 de 2006, entre ellas las de
concluir las operaciones sociales pendientes al tiempo de la apertura del trámite liquidatorio y celebrar los
negocios jurídicos relacionados con la enajenación de activos que conforman el patrimonio del deudor.
Acorde con lo anterior, el artículo 57 ibídem, preceptúa que “ En un plazo de dos (2) meses contados a partir
de la fecha en que quede en firme la calificación y graduación de créditos y el inventario de los bienes del
deudor, el liquidador procederá a enajenar los activos inventariados por un valor no inferior al del avalúo, en
forma directa o acudiendo al sistema de subasta privada.
Con relación a los dineros recibidos y los activos no enajenados, el liquidador tendrá un plazo máximo de
treinta (30) días para presentar al juez del concurso, el acuerdo de adjudicación al que hayan llegado los
acreedores del deudor” . (El llamado es nuestro).
Del estudio de la norma antes transcrita, se desprende, de una parte, que respecto de los bienes de propiedad
del deudor concursado, específicamente de los bienes inmuebles se pueden adoptar las siguientes medidas: i)
la enajenación directa por parte del liquidador; y ii) la adjudicación de los mismos a los acreedores, para lo
cual se deberán seguir las reglas allí previstas, y de otra, que el dicho auxiliar de la justicia tiene amplia
facultades para celebrar los contratos de compraventa correspondientes y solicitar al juez concursal el
levantamiento de las medidas cautelares que pesan sobre tales inmuebles.
b.- Al tenor de lo previsto en el artículo 756 del Código Civil, se efectuará la tradición del dominio de los bienes
raíces por la inscripción del título en la oficina de registro de instrumentos públicos.
Para que exista tradición debe haber entrega del bien con la facultad e intención de transmitir el derecho, y la
capacidad e intención de adquirirlo. Tratándose de bienes inmuebles la tradición no se perfecciona con la
simple entrega del bien, sino que debe realizarse la respectiva inscripción en la Oficina de Registro de
Instrumento Públicos, aun cuando no se haga la entrega del bien inmueble, si la inscripción se realiza, la
persona será considerada dueña.
Así pues para que exista transmisión del derecho real de dominio de bienes inmuebles es necesaria
la realización de una escritura pública de compraventa y la inscripción de dicha escritura, de no
darse alguno de los dos requisitos la propiedad continuará en cabeza del vendedor del bien inmueble, dejando
al comprador, desprotegido frente a futuros conflictos que se puedan generar en torno al inmueble.
Ahora bien, es una carga del liquidador adelantar las gestiones pertinentes para cumplir con las funciones
atribuidas, entre ellas adelantar las gestiones necesarias para la enajenación de los activos; tal deber conlleva
la de explicar adecuadamente al notario la función judicial, el trámite que adelanta y las normas que sirven de
fundamento y lo habilitan para la disposición de los bienes; por lo demás, el trámite concursal no es
desconocido por los notarios lo cual asegura que su suposición pueda partir de un supuesto equivocado frente
al conocimiento de los notarios de estos procesos.
En los anteriores, términos damos respuesta a la consulta formulada, no sin antes advertir que la misma
tendrá el alcance del artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.
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