Roj: STS 4293/2012 Órgano: Tribunal Supremo. Sala de lo Contencioso Sede: Madrid Sección: 7 Nº de Recurso: 3763/2010 Nº de Resolución: Fecha de Resolución: 25/06/2012 Procedimiento: RECURSO CASACIÓN Ponente: JOSE DIAZ DELGADO Tipo de Resolución: Sentencia Resumen: SELECCION DE FUNCIONARIOS. AUXILIARES DE JUSTICIA. DESESTIMACIÓN POR NO ESTAR INCLUIDAS EN LA LISTA DE APROBADOS, UNA VEZ CORREGIDA CON LOS MISMOS CRITERIOS QUE SE DERIVAN DE UNA RESOLUCIÓN ANTERIOR. Encabezamiento SENTENCIA En la Villa de Madrid, a veinticinco de Junio de dos mil doce. Visto por la Sala Tercera (Sección Séptima) del Tribunal Supremo, constituida por los Magistrados antes citados, el recurso de casación número 3763/2010 , interpuesto por el Procurador de los Tribunales Don Álvaro Mario Villegas Herencia, en nombre y representación de Doña Tarsila , contra laSentencia de 30 de abril de 2010, dictada por la Sala de lo Contencioso- Administrativo (Sección Tercera) de la Audiencia Nacional, en el recurso contencioso-administrativo número 211/2008. Ha sido parte recurrida la Administración General del Estado, representada por el Abogado del Estado. ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO.- La sentencia recurrida contiene una parte dispositiva que copiada literalmente dice: "Fallamos:Desestimar expreso en materia de costas". el recurso.No hacer pronunciamiento SEGUNDO.Notificada la anterior sentencia, por la representación procesal de Doña Concepción y Doña Tarsila se presentó escrito ante la Sección Tercera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional, preparando recurso de casación contra la misma, teniéndolo por preparado la Sala de instancia y remitiendo las actuaciones a este Tribunal con emplazamiento de las partes. TERCERO.- Recibidas las actuaciones, por la parte recurrente se formaliza el recurso de casación por escrito que tiene entrada en este Tribunal en fecha 15 de julio de 2010, en el que tras alegar cuantos motivos de casación tuvo por conveniente, terminó suplicando se dictara sentencia en el recurso: (...)estimatoria y, en consecuencia, case y anule la referida Sentencia dictando nueva sentencia por la que se resuelva todo lo suplicado en nuestra demanda". CUARTO.- Mediante escrito presentado el día 28 de enero de 2011, el Abogado del Estado formalizó su oposición, solicitando se dictara sentencia en el recurso"(...)que lo desestime, confirmando en todos sus extremos la sentencia recurrida por ajustarse plenamente a derecho". QUINTO. - Mediante providencia de 19 de enero de 2012 se oyó a la parte recurrente y al Abogado del Estado sobre la documentación presentada en el recurso 8/6884/2009, habiendo formulado alegaciones. SEXTO.- El Procurador Sr. Villegas Herencia presentó escrito con fecha de entrada en el registro general de este Tribunal Supremo de 6 de junio de 2012, interesando se tuviera a Doña Concepción por desistida en el presente recurso de casación, lo cual fue acordado por Decreto del Secretario de esta Sala de fecha catorce de junio de 2012. SÉPTIMO.- Conclusas las actuaciones, se señaló para la votación y fallo el día 20 de junio de 2012, habiéndose adelantado la deliberación al día diecinueve del mismo, en que tuvo lugar. Siendo Ponente el Excmo. Sr. D. Jose Diaz Delgado, FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO.- La sentencia impugnada desestima el recurso contencioso-administrativo interpuesto, entre otras, por Doña Tarsila , contra la desestimación por silencio administrativo de su solicitud de revisión de oficio y nulidad de pleno derecho de la Resolución de 4 de noviembre de 1998 del Secretario de Estado de Justicia del Ministerio de Justicia, por la que se aprobaba y publicaba la relación definitiva de aspirantes que habían superado las pruebas de ingreso en el Cuerpo de Auxiliares de la Administración de Justicia, turno libre, convocadas por Orden de 17 de noviembre de 1997. Asimismo desestimaba la pretensión instada en el Otrosí de dicha solicitud de incoación del procedimiento de responsabilidad patrimonial por los supuestos daños sufridos por aquélla como consecuencia de su indebida exclusión de la lista de aprobados. SEGUNDO.- Los motivos jurídicos para la desestimación de la demanda se recogen en la sentencia recurrida en los siguientes términos: " SEGUNDO.- La temática relativa a la revisión de oficio que suscita el actual proceso ha sido ya abordada por este Tribunal en precedentes recursos análogos al presente, de tal manera que vamos a seguir ahora -en unidad de doctrina - la línea ya trazada con anterioridad. Así lasentencia de 30-4-2009 (recurso nº 945/2007) dijo lo siguiente: << Elart. 102.1 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, establece que "las Administraciones públicas, en cualquier momento, por iniciativa propia o a solicitud de interesado, y previo dictamen favorable del Consejo de Estado u órgano consultivo equivalente de la Comunidad Autónoma, si lo hubiere, declararán de oficio la nulidad de los actos administrativos que hayan puesto fin a la vía administrativa o que no hayan sido recurridos en plazo, en los supuestos previstos en elartículo 62.1". Por su parte, el apartado a) delart. 62.1 de la citada Leyen que se funda la petición de revisión de oficio formulada por la recurrente, dice que los actos de las Administraciones públicas son nulos de pleno derecho que lesionen los derechos y libertades susceptibles de amparo constitucional. Por otro lado, a tenor de la jurisprudencia, se debe poner de manifiesto «... el carácter restrictivo con el que debemos afrontar la cuestión que nos ocupa, referida a la revisión de oficio de una determinada actuación administrativa, que, de una u otra forma, ha devenido firme en dicha vía. Así, dijimos que "elartículo 102 LRJPAtiene como objeto, precisamente, facilitar la depuración de los vicios de nulidad radical o absoluta de que adolecen los actos administrativos, con el inequívoco propósito de evitar que el transcurso de los breves plazos de impugnación de aquellos derive en su inatacabilidad definitiva. Se persigue, pues, mediante este cauce procedimental ampliar las posibilidades de evitar que una situación afectada por una causa de nulidad de pleno derecho quede perpetuada en el tiempo y produzca efectos jurídicos pese a adolecer de un vicio de tan relevante trascendencia"» (Sentencias del Tribunal Supremo de 19 de diciembre de 2001,27 de diciembre de 2006y18 de diciembre de 2007). Pero, si bien, la revisión de oficio se puede realizar en cualquier momento y, por tanto, se trata de una acción imprescriptible, sin límite temporal alguno, hay que tener en cuenta los límites previstos en elart. 106 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, que prevé que las facultades de revisión no podrán ser ejercitadas cuando por prescripción de acciones, por el tiempo transcurrido o por otras circunstancias su ejercicio resulta contrario a la equidad, a la buena fe, al derecho de los particulares o a las leyes. Así las cosas, la actora dejó transcurrir más de ocho años de la resolución cuya nulidad se pretende, cuando, además, se trata de un acto de trascendencia importante para ella, como era no haber superado las pruebas selectivas para ingreso en el Cuerpo de Auxiliares de la Administración de Justicia, siendo un fraude de ley el hecho de que la demandante inste el procedimiento de revisión de oficio como instrumento para reabrir la vía administrativa que dejó de utilizar. Por tanto, no puede estimarse el recurso contencioso-administrativo, "... por más que la demandante invoque motivos de nulidad radical, por la elemental razón que no puede considerarse conforme a derecho, por razones de seguridad jurídica, pretender que la vía impugnatoria permanezca abierta de manera indeterminada..." (Sentencia del Tribunal Supremo de 30 de septiembre de 2008). La solución contraria, que se postula en la demanda, comportaría simple y llanamente reabrir plazos fenecidos expandiendo los contornos de la revisión de oficio hasta confundirlos con la impugnación ordinaria de los actos administrativos, lo que repugna a las más elementales exigencias derivadas de la seguridad jurídica, permitiendo cuestionar un acto administrativo dictado en 1998, aduciendo las mismas razones que se debieron invocar entonces mediante un recurso interpuesto en cumplimiento de los plazos impugnatorios legalmente fijados (Sentencia del Tribunal Supremo de 3 de diciembre de 2008). Sin que sea de aplicación lo declarado en laSentencia del T.S.J. de Madrid de 9 de mayo de 2006, invocada por la parte actora, que ha sido confirmada por elTribunal Supremo mediante la Sentencia de 23 de enero de 2009, atinente a pruebas selectivas para el ingreso en el Cuerpo de Oficiales de la Administración de Justicia, turno libre, porque en ese supuesto fue la Administración la cambió los criterios de valoración a raíz de un recurso en vía administrativa, utilizándose para unos mismos opositores distintos criterios de corrección para un mismo ejercicio. Pero, en el supuesto de nulidad en que se basa la recurrente derivado de variasSentencias del Tribunal Supremo como la citada por ella de fecha 31 de marzo de 2006,u otras, como las 29 de junio,15y22 de diciembre de 2005, yde 28 de junio de 2006, la Administración aplicó a todos los participantes del concurso una fórmula correctora para la puntuación del primer ejercicio en el proceso selectivo para el Cuerpo de Auxiliares de la Administración de Justicia convocado por Orden de 17 de noviembre de 1997, y, posteriormente, dicha fórmula fue considerada por las citadas Sentencias que violaba el derecho de igualdad consagrado en elart. 14 de la Constitución. En consecuencia, procede desestimar el recurso contencioso-administrativo>>. Los razonamientos que acabamos de transcribir son de aplicación -mutatis mutandi- al supuesto que ahora contemplamos, lo que determina la desestimación del actual recurso en lo que se refiere al procedimiento de revisión de oficio. En otro orden de ideas, en la solicitud de revisión de oficio se incluía también la petición -reiterada en la demanda del recurso que nos ocupa - de indemnización consistente en las retribuciones dejadas de percibir, y ello con la disminución de las retribuciones percibidas y el aumento de los gastos correspondientes a las actuaciones administrativas iniciadas por las interesadas para lograr la revisión de la resolución y la indemnización por responsabilidad patrimonial. Pues bien, tampoco la mentada petición indemnizatoria solicitada al amparo del título relativo a la responsabilidad patrimonial por mal funcionamiento de la Administración Pública puede prosperar una vez decaída la petición principal de revisión de oficio. Es preciso reparar en que el análisis de la eventual indemnización por el título que acabamos de mencionar solo sería posible a través del estudio de las infracciones que se denuncian por la vía de la revisión de oficio, de tal manera que cegada esta última vía por las razones más atrás expuestas deviene improsperable la pretensión indemnizatoria, que no deja de articularse como accesoria de la petición de revisión de oficio, de tal manera que la claudicación de esta última arrastra necesariamente el decaimiento de aquélla." TERCERO.- La parte recurrente funda su recurso en dos motivos de casación al amparo delapartado d) del artículo 88.1 de la Ley Jurisdiccional. El primero de los motivos denuncia la infracción del ordenamiento jurídico y de la jurisprudencia, por vulneración por la sentencia recurrida de losartículos 14y23 de la Constitución españolay62 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembreasí como de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional que declara que se infringe el principio de igualdad en los supuestos en que, en el seno de un mismo proceso selectivo, un ejercicio es corregido con arreglo a dos criterios distintos ya que los aspirantes a una misma convocatoria son evaluados con elementos distintos de corrección. Considera que, habiendo declarado esta Sala que la fórmula de corrección empleada por el tribunal calificador de las pruebas selectivas era discriminatoria y contraria alartículo 14 de la Constitución española, la Administración debió haber procedido a la completa revisión de oficio de la resolución de 4 de noviembre de 1998 y no limitarse sólo a la corrección de la puntuación de aquellos aspirantes que, al no figurar incluidos en aquélla, promovieron recursos en vía judicial en los que se estimaron sus pretensiones. Por ello, argumenta que la sentencia recurrida, al no apreciar que procedía la revisión de oficio, consiente y, por tanto, también incurre en una infracción delartículo 23.2 de la Constitución española, al dispensar un trato desigual a los opositores de un mismo proceso selectivo. En el segundo motivo, denuncia la infracción delartículo 102 de la Ley 30/1992y de la jurisprudencia referida a la revisión de actos administrativos nulos (cita, entre otras,sentencias de 22 de febreroyde 1 de junio de 2007,de 23 de junio de 2008yde 13 de julio de 2009). Sostiene, en esencia, que la sentencia recurrida, al rechazar la procedencia de la revisión de oficio instada a la Administración, vulnera el referido artículo al desconocer la nulidad de pleno derecho de la resolución antes citada que mantiene sin revisar la puntuación de los aspirantes que no la recurrieron, desconociendo la imprescriptibilidad del vicio de nulidad y la ausencia de plazo legal para solicitar la nulidad de un acto de pleno derecho, como lo es la resolución de 4 de noviembre de 1998. Con base en todo ello y puesto que la nota sin transformar obtenida por las Sra. Tarsila (158,96 puntos) resulta superior a la de algunos de los opositores que figuraban aprobados en la referida resolución así como la de algunos aprobados en virtud de ejecución de sentencias estimatorias del recurso de casación que promovieron, interesa se declare el derecho de la recurrente a ser incluida en la relación de aprobados y a ser nombrada funcionaria del Cuerpo de Auxiliares de la Administración de Justicia. CUARTO.- Entrando ya en el análisis de la cuestión objeto del presente recurso, debemos significar que esta Sala y Sección ya se ha pronunciado sobre un asunto similar al que es objeto de este recurso en lasentencia de 13 de febrero de 2012 (recurso de casación nº 6884/2009). Decíamos en ella que: "QUINTO.- Elarticulo 106 de la ley 30/1992dispone, bajo la rúbrica "límites de la revisión ", que "las facultades de revisión no podrán ser ejercitadas cuando por prescripción de acciones, por el tiempo transcurrido o por otras circunstancias, su ejercicio resulte contrario a la equidad, a la buena fe, al derecho de los particulares o a las leyes". Es decir, si de un lado, en elarticulo 102 de la ley se establece la posibilidad de proceder a la revisión de oficio, o a solicitud de parte interesada(articulo 118 de la misma ley), sin plazo ("en cualquier momento), pese a no haber recurrido en el plazo de dos meses tras la notificación expresa, en el articulo 106 se establece la posibilidad de que su ejercicio se modere por la concurrencia de las circunstancias que allí se prevén. Lasentencia de esta Sala, sección segunda, de 17 de enero de 2006sostiene en su fundamento jurídico cuarto que:" La revisión de los actos administrativos firmes se sitúa entre dos exigencias contrapuestas: el principio de legalidad, que postula la posibilidad de revocar actos cuando se constata su ilegalidad, y el principio de seguridad jurídica, que trata de garantizar que una determinada situación jurídica que se presenta como consolidada no pueda ser alterada en el futuro. El problema que se presenta en estos supuestos es satisfacer dos intereses que son difícilmente conciliables, y la solución no puede ser otra que entender que dichos fines no tienen un valor absoluto. La única manera de compatibilizar estos derechos es arbitrando un sistema en el que se permita el ejercicio de ambos. De ahí que en la búsqueda del deseable equilibrio el ordenamiento jurídico sólo reconozca la revisión de los actos en concretos supuestos en que la legalidad se ve gravemente afectada y con respeto y observancia de determinadas garantías procedimentales en salvaguardia de la seguridad jurídica, y todo ello limitando en el tiempo el plazo para ejercer la acción, cuando los actos han creado derechos a favor de terceros". E igualmente sostiene que ante la redacción del articulo 106 de la ley 30/992, "parece evidente que la decisión última sobre la procedencia o no de la aplicación del art. 106 dependerá del caso concreto y de los bienes jurídicos en juego, comprendiendo el precepto tanto la prescripción tributaria, como la de los derechos y obligaciones originados en el seno de las relaciones entre la Administración y el ciudadano y los derechos adquiridos en las relaciones entre particulares". Y recuerda que elTribunal Supremo, entre otras, en las sentencias de 11 de mayo de 1981,7 de junio de 1982y7 de mayo de 1992, no ha dudado en dar prevalencia al principio de seguridad sobre el de legalidad. En consecuencia, la existencia o no de estas circunstancias que prevé elarticulo 106 de la ley 30/1992, y que suponen una excepción del principio general de inexistencia de plazo para solicitar la revisión de los actos nulos de pleno derecho, ha de ser examinada caso por caso. Un análisis de la aplicación de dicho precepto por la jurisprudencia nos indica que en los casos analizados ha existido una pasividad en el ejercicio de la solicitud de revisión de los actos nulos por quienes podían hacerla durante un largo periodo de tiempo pese a tener conocimiento de los hechos que fundamentarían la causa de nulidad alegada. Así, sin ánimo exhaustivo, lasentencia de esta Sala de 16-7-2003, (sección. 4ª, recurso 6245/1999), en su fundamento jurídico dice que" (...) es un dato decisivo el de que transcurrieron más de veinte años desde el acuerdo de colegiación hasta la denuncia de irregularidades, por lo que debemos considerar que la revisión de dicho acto resulta ahora contraria a la equidad". Lasentencia de 24-5-2005 (sección 3ª, recurso 2987/2002), no da lugar a la solicitud de devolución y reconocimiento de propiedad de una biblioteca y herbario que fueron incautadas en 1938 y declara que la acción para reclamar comienza a contarse desde el día en que pudo ejercitarse, según elart. 1969 CC, y resulta obvio que las primeras herederas que intervinieron en el acto de incautación, ya estaban en disposición de ejercitar la acción, aún durante la existencia de un régimen autoritario, pues el CC no fue derogado y tanto sus normas como las reguladoras de la jurisdicción contencioso-administrativo se aplicaban pacíficamente por los Tribunales. Asimismo sostiene que elart. 106 Ley 30/1992pone como límite a la revisión de los actos nulos la prescripción de acciones, de la que no se sustrae la acción reivindicatoria, que siempre habrá de fundarse en un acto de ocupación ilícito, sea o no real esa ilicitud. La ya citada de la Sección Segunda de 17-1-2006 (recurso 776/2001), sostiene que no procede declarar la nulidad de pleno derecho del procedimiento ejecutivo , teniendo en cuenta que, dado el tiempo transcurrido desde su inicio y, consecuentemente, desde la pérdida del bien por el Ayuntamiento demandante, que excede con mucho el plazo de prescripción de treinta años legalmente previsto, debe otorgarse prioridad al principio de seguridad jurídica sobre el principio de legalidad, sin que pueda revisarse, muchas décadas después la revisión de un acto consentido y firme, sobre el que pueda gravitar alguna duda acerca de su sujeción estricta a las normas de aplicación. La de la Sección 5ª, de 21-2-2006 (recurso 62/2003), confirma la sentencia impugnadaal considerar improcedente la revisión solicitada ya que acceder a la revisión supondría traspasar los límites legales establecidos, pues al tratarse de un deslinde aprobado en 1989, el tiempo transcurrido y la equidad hacen improcedente la revisión, pues de lo contrario se atentaría contra el principio de seguridad jurídica y los derechos de terceros. En el mismo sentido lasentencia de dicha sección de 27 de febrero de 2007 (recurso 3829/2005) , que no da lugar al recurso de casación interpuesto contra los autos que acordaron inadmitir el recurso contencioso relativo al deslinde de la zona marítimo-terrestre de un término municipal y a un expediente de recuperación posesoria del dominio público marítimo-terrestre. La de la misma sección de 20-2-2008 (recurso 1205/2006), declara que ha caducado de modo inequívoco y manifiesto el plazo de interposición del recurso, ya que se pretende impugnar unos deslindes aprobados 59 años y 11 años antes de la interposición. La de la sección 4ª, de 1-7-2008 (recurso 2191/2005), desestima el recurso de casación interpuesto contra la STSJ de Galicia que confirmó la resolución del Jurado Provincial de Montes Vecinales en Mano Común de Pontevedra, sobre denegación de la solicitud de anulación del acuerdo por el que se declaró como vecinal en mano común un monte. La Sala declara que "el ejercicio de la facultad de revisión que pretende hacer valer la parte actora se presenta contrario a la buena fe y como tal no merece ser acogida la postura de quien consciente y voluntariamente difiere de forma tan exagerada las posibilidades de reacción que siempre tuvo a su disposición, estando prevista la aplicabilidad de dicho artículo 106 precisamente como adecuado complemento para evitar que la ausencia de un plazo para instar la nulidad pueda ser torticeramente utilizada en actuación contraria a la buena fe". Lasentencia de la sección 5ª, de 17-11-2008 (recurso 1200/2006) no da lugar al recurso habida cuenta que cuando se pretende dirigir la impugnación en vía jurisdiccional contra un acto dictado hace más de cincuenta años, lo que es de todo punto anormal en el tráfico jurídico, hay que comenzar por exponer y justificar con entera claridad las circunstancias que hacen viable la impugnación, y si toda la argumentación de los recurrentes descansa en el hecho de que no les fue notificado el deslinde, han de comenzar por demostrar su calidad de interesados en el año 1947, lo que no han hecho. SEXTO.- Pues bien, en el presente caso no se dan esas circunstancias de mala fe en la posición de la recurrente que hagan presumir la posibilidad de conocimiento de la ilegalidad del acto administrativo durante un largo periodo de tiempo y la actitud pasiva ante dicha causa de invalidez. Sostiene la sentencia recurrida que la recurrente solicitó la revisión diez años después de dictarse el acto administrativo cuya revisión solicitan, si bien admite que solo dos años desde que se empezaron a dictar sentencias por esta Sala que declaraban la nulidad de aquel plazo, que la recurrente acorta al conocimiento de la ejecución de las mismas por parte del Ministerio de Justicia. Pero en el presente caso, la recurrente no recurrió las listas en las que se hizo público el resultado del proceso selectivo porque las presumieron legítimas y ajustadas a las bases de la convocatoria, sin que la formula correctora que dio lugar a la anulación de aquél se hiciera publica ni trascendiera su aplicación, de tal forma que no puede imputarse a los particulares la pasividad en la impugnación de un vicio de invalidez que les era absolutamente desconocido. No se puede decir lo mismo de la actitud de la Administración, pues tras las sentencias de esta Sala que anulan dicha formula correctora, la Administración demandada debió proceder de oficio a la revisión de las listas y a incluir aquellos opositores que sin dicha corrección hubieran aprobado el proceso selectivo, y la falta de aplicación a todos los opositores de la misma formula de corrección, en este caso, de la inaplicación de la formula correctora, es la que infringe el principio de igualdad, según las sentencias del Tribunal Constitucional y de esta Sala a las que luego se hará referencia. De ello se desprende que no existe en el transcurso del plazo para recurrir mala fe en los recurrentes, y sí un incumplimiento del deber de aplicar los criterios de valoración modificados a todos los opositores por parte de la Administración, máxime si se solicita la revisión y en lugar de proceder a tramitarla se guarda silencio sobre dicha solicitud. Esta Sala y Sección ya se ha pronunciado recientemente en un asunto análogo al ahora examinado -nulidad de pleno derecho de la Resolución de 4 de noviembre de 1998 del Secretario de Estado de Justicia- en nuestraSentencia de 20 de mayo de 2011, recaída en el recurso de casación nº 6596/2009. Por ello, alegándose similares motivos de impugnación y atendiendo a criterios de unidad de doctrina y seguridad jurídica, bastará para estimar el presente recurso de casación reproducir el fundamento jurídico cuarto del citado precedente, en el que se sostenía que: << Entrando en el examen del recurso de casación, los motivos serán abordados a la vez dada la conexión existente entre ambos al estar basados en la interpretación sostenida por los recurrentes respecto delartículo 106 de la Ley 30/1992y la consiguiente aplicación del procedimiento recogido en el artículo 102 para declarar la causa de nulidad de pleno derecho del artículo 62.1.a). Pues bien, centrado en los términos expuestos el objeto de debate los motivos de casación deben ser acogidos y por tanto el recurso de casación ha de ser estimado. Conviene señalar que esta Sala y Sección ya ha tenido ocasión de pronunciarse sobre un asunto análogo al presente - denegación de solicitud de nulidad de pleno derecho resolución administrativa referida a la oposición de Oficiales de la Administración de Justicia-, en nuestraSentencia de 13 de julio de 2009 (recurso de casación nº 3709/2006), a la que hace referencia la parte recurrente en su recurso, en la que abordaba la cuestión referida a la aplicación de los límites a la revisión delartículo 106 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, en concreto en lo relativo a sí el "tiempo transcurrido" entre la fecha de la resolución y la fecha de la solicitud de nulidad de pleno derecho permitiría la aplicación del citadoartículo 106 y consecuentemente ello impediría la revisión de oficio al amparo delartículo 102 de la mencionada Ley 30/1992. En dicha Sentencia se mantenía al respecto en su fundamento de derecho segundo que:<<(.../...)sin que sea óbice a ello la alegación del tiempo transcurrido entre la resolución administrativa cuya revisión de oficio se pretendía y el momento en que se presentó la solicitud de la misma. Y no lo es, en primer lugar, porque no hay un plazo máximo establecido por la Ley al efecto. Y, en segundo término, porque para hacer valer ese límite hay que tener presente todas las circunstancias concurrentes. La apreciación de las que se han dado en este caso lleva a la solución contraria a la defendida por la Abogado del Estado. En efecto, tal como dice la sentencia recurrida, la nulidad radical derivada de la infracción delartículo 23.2 de la Constituciónque se cometió en la evaluación de la segunda prueba y las consecuencias que eso supuso para el proceso selectivo --plasmadas en numerosas sentencias del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo-- llevan a excluir que el tiempo transcurrido en este caso impida la revisión de oficio>>. Pues bien el anterior criterio resulta plenamente aplicable al presente recurso de casación, toda vez que esta Sala y Sección ha tenido ocasión de pronunciarse -sentencias a las que alude la parte recurrente-, respecto a las pruebas selectivas para el ingreso en el Cuerpo de Auxiliares de la Administración de Justicia convocadas por Orden de 17 de noviembre de 1997 del Ministerio de Justicia y más concretamente en lo relativo a la utilización de la fórmula correctora por el Tribunal Calificador en la corrección del primer ejercicio y si la misma cumplía las condiciones para poder ser considerada efectivamente igualitaria y rectamente ajustada a lo establecido en las bases de la convocatoria, llegando a la conclusión que la calificación del primer ejercicio fue efectivamente discriminatoria y perjudicial, acogiendo por ello la violación de losartículos 14y23 de la Constituciónque se denunciaban. En consecuencia aplicando el criterio expuesto respecto al transcurso del tiempo delartículo 106 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, en los supuestos en los que una actuación administrativa es anulada en vía judicial por vulnerar los derechos fundamentales delartículo 14y23 de la Constitución, derivándose de dicha declaración la posible nulidad de pleno derecho que la parte recurrente reclama al amparo de la imprescriptibilidad de ese vicio invalidante, debe llevar a excluir la posibilidad de aplicación del límite temporal a la revisión contenido en el referido artículo 106 que fue aplicado por la Sentencia recurrida, que por este motivo debe ser anulada y nos obliga a resolver el pleito dentro de los términos en que está establecido el debate procesal. Y ello, porque, frente a lo que se sostiene en la sentencia no nos encontramos ante un intento de reabrir un plazo caducado, el de dos meses de impugnación del acto expreso, pues ese plazo solo existe en los casos de anulabilidad del acto, no en los de nulidad, en que no existe plazo para la reclamación, según dispone elartículo 102 de la ley 30/1992, en consecuencia cuando se ejercita la acción no existe acto consentido, pues para ello sería preciso que se hubiera ejercitado la reclamación en vía administrativa y su resolución expresa no se hubiera combatido en tiempo>>. SÉPTIMO.- Ahora bien, la anulación de la sentencia de instancia en cuanto rechaza la procedencia de la revisión de oficio dado el tiempo transcurrido en aplicación delartículo 106 de la Ley 30/1992no implica en sí misma el reconocimiento del derecho a la situación jurídica que reclama la recurrente. Debemos comprobar si, eliminada la fórmula correctora que empleó el tribunal calificador hubiera tenido acceso a la lista de aprobados del ámbito territorial por el que concurrió, en su caso, resto de península y Baleares. Al comprobar ese dato observamos que en elrecurso 5094/2010 que dio lugar a la sentencia de 21 de julio de 2011figura un cuadro en el que se reflejan las calificaciones obtenidas por el último aprobado en cada uno de los ámbitos territoriales en los que se desarrolló el proceso selectivo, en particular, para el ámbito territorial de resto de península y Baleares, se otorgó la calificación de 153,43. Esa es la razón por la que, al no coincidir ese dato con el que resulta de las presentes actuaciones mediante providencia de 20 de julio de 2011 recabamos la lista de aspirantes que habrían aprobado por orden decreciente de haberse eliminado la fórmula correctora empleada por el Tribunal Calificador para cada uno de los ámbitos territoriales del proceso selectivo. Según este listado, ajustado al número de plazas que figuraban en la resolución de 4 de noviembre de 1998 por la que se aprobaba y publicaba la relación definitiva de aspirantes que superaron las pruebas selectivas para ingreso en el Cuerpo de Auxiliares de Justicia, el último de los aprobados por resto de península y Baleares obtuvo 162,19 puntos de tal manera que la recurrente, Dª Marí Jose que consiguió 154,63, no conseguiría aprobar". QUINTO.- Pues bien, siendo los anteriores criterios y razonamientos plenamente aplicables al presente recurso de casación, procede, en consecuencia, estimar el recurso de casación y desestimar el recurso contencioso-administrativo por cuanto no procede reconocer el derecho de la recurrente a que se le tenga por superado el proceso selectivo convocado por la Orden de 17 de noviembre de 1997 para el ingreso en el Cuerpo de Auxiliares de la Administración de Justicia, atendida la puntuación obtenida por el último de los aspirantes incluidos, para el ámbito territorial de resto de Península y Baleares, en la lista de los que habrían aprobado por orden decreciente de haberse eliminado la fórmula correctora empleada por el Tribunal Calificador para cada uno de los ámbitos territoriales del proceso selectivo, remitida por la Administración a requerimiento de esta Sala, y que, en el referido ámbito territorial, fue de un total de 162,19 puntos, de manera que la recurrente que - tal y como se desprende de las actuaciones y ella misma reconoce en su escrito de interposición del recurso de casación - obtuvo sin aplicar la fórmula correctora 158,96 puntos, no la supera. Y a lo anterior no obsta lo alegado por su representante procesal en el trámite conferido para ello en la providencia de 19 de enero, ya que si bien es cierto que la resolución de 4 de noviembre de 1998 es la que hemos tomado en consideración en ocasiones anteriores como fundamento a la hora de resolver si un recurrente tenía derecho a formar parte de la relación de aprobados en el ámbito territorial correspondiente y ello siendo conscientes de los problemas que suscitaba ante la ausencia de la que debió elaborar la Administración demandada tras la declaración de ilegalidad de la fórmula correctora que alteraba por igual las puntuaciones de todos los aspirantes, también lo es que, en el seno del recurso de casación nº 6884/2009, en el que se sometía a nuestra consideración un asunto similar al que es objeto del presente recurso de casación, la Sala, al apreciar cierta contradicción entre los datos obrantes en dicho recurso y los que figuraban en otro anterior ya resuelto porsentencia de 21 de julio de 2011, recabó la lista de aspirantes que habrían aprobado por orden decreciente de haberse eliminado la fórmula correctora empleada por el Tribunal Calificador para cada uno de los ámbitos territoriales del proceso selectivo. Este listado fue debidamente traído al presente recurso mediante la providencia antes referida de 19 de enero de 2012, habiéndolo sometido al correspondiente debate de las partes, para la cual se confirió el oportuno plazo para alegaciones. En este listado, ajustado al número de plazas que figuraban en la resolución de 4 de noviembre de 1998 por la que se aprobaba y publicaba la relación definitiva de aspirantes que superaron las pruebas selectivas para ingreso en el Cuerpo de Auxiliares de Justicia, el último de los aspirante incluidos en la misma, sin aplicar la fórmula correctora, para el ámbito territorial de resto de Península y Baleares aparecía con una puntuación de 162,19 - la misma, por cierto, que figura en el informe de 6 de marzo de 2009, elaborado por el Subdirector General de Medios Personales al Servicio de la Administración de Justicia, evacuado previo requerimiento de laAudiencia Nacional en el marco del recurso nº 211/2008 sobre el que recayó la sentenciaque es objeto de la presente casación y que la recurrente, en sus alegaciones, sostiene que es el que debe ser tenido en cuenta a los efectos de resolverla -. Por lo demás, esta Sala, desde el momento en que es conocedora de la lista de aspirantes que habrían aprobado por orden decreciente de haberse eliminado la fórmula correctora empleada por el Tribunal Calificador para cada uno de los ámbitos territoriales del proceso selectivo, no puede sino resolver los recursos tomando como referencia este listado, a pesar de que, como se dijo, en ocasiones anteriores habíamos comparado la puntuación sin transformar de un recurrente con la relación contenida en la resolución de 4 de noviembre de 1998, ajustándonos únicamente a la verdad formal pues la Sala, desde las primeras sentencias que se pronunciaron sobre la fórmula correctora empleada por el Tribunal Calificador, ponía de manifiesto que la alteración de las puntuaciones justificaba la necesidad de realizar una revisión de oficio con el fin de dispensar un trato igual a los aspirantes. Por último, se debe significar que este criterio de atender a este último listado elaborado por el Ministerio de Justicia ha sido ya seguido por, entre otras, lassentencias de esta Sala de 20 de marzo de 2012 (recursos de casación nº 5494/2010,5116/2010y 5088/2010) yde 27 de marzo de 2012 (recursos de casación nº 918/2010y4779/2009) que han desestimado las pretensiones de los respectivos recurrentes al no alcanzar la puntuación del último de los aprobados en el ámbito territorial respectivo. Y no teniendo derecho la recurrente, por las razones antes expuestas, a superar el proceso selectivo en el que tomó parte es claro que tampoco puede accederse a la responsabilidad patrimonial que venía reclamando con base en tal pretendido derecho. SEXTO.- Los razonamientos precedentes conducen a la estimación del recurso de casación y a la desestimación del recurso contencioso-administrativo. Sin costas. FALLAMOS 1º Que estimamos el recurso de casación nº 3763/2010 , interpuesto por el Procurador de los Tribunales Don Álvaro Mario Villegas Herencia, en nombre y representación de Doña Tarsila , contra lasentencia de 30 de abril de 2010, dictada por la Sala de lo Contencioso-Administrativo (Sección Tercera) de la Audiencia Nacional, que anulamos. 2º Que desestimamos el recurso contencioso-administrativo nº 211/2008. 3º Que no hacemos imposición de costas en la instancia debiendo correr cada parte con las suyas del recurso de casación. Así por esta nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos PUBLICACION.- Leída y publicada que fue la anterior sentencia por el Excmo. Sr. D. Jose Diaz Delgado, Magistrado Ponente en estos autos, de lo que como Secretario certifico