Roj: STS 4293/2012 Órgano: Tribunal Supremo

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Roj: STS 4293/2012
Órgano: Tribunal Supremo. Sala de lo Contencioso
Sede: Madrid
Sección: 7
Nº de Recurso: 3763/2010
Nº de Resolución:
Fecha de Resolución: 25/06/2012
Procedimiento: RECURSO CASACIÓN
Ponente: JOSE DIAZ DELGADO
Tipo de Resolución: Sentencia
Resumen:
SELECCION DE FUNCIONARIOS. AUXILIARES DE JUSTICIA. DESESTIMACIÓN POR NO
ESTAR INCLUIDAS EN LA LISTA DE APROBADOS, UNA VEZ CORREGIDA CON LOS
MISMOS CRITERIOS QUE SE DERIVAN DE UNA RESOLUCIÓN ANTERIOR.
Encabezamiento
SENTENCIA
En la Villa de Madrid, a veinticinco de Junio de dos mil doce.
Visto por la Sala Tercera (Sección Séptima) del Tribunal
Supremo, constituida por los Magistrados antes citados, el recurso de casación número
3763/2010 , interpuesto por el Procurador de los Tribunales Don Álvaro Mario Villegas
Herencia, en nombre y representación de Doña Tarsila , contra laSentencia de 30 de
abril de 2010, dictada por la Sala de lo Contencioso- Administrativo (Sección Tercera)
de la Audiencia Nacional, en el recurso contencioso-administrativo número 211/2008.
Ha sido parte recurrida la Administración General del Estado,
representada por el Abogado del Estado.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- La sentencia recurrida contiene una parte dispositiva
que copiada literalmente dice:
"Fallamos:Desestimar
expreso en materia de costas".
el
recurso.No
hacer
pronunciamiento
SEGUNDO.Notificada
la
anterior
sentencia,
por
la
representación procesal de Doña Concepción y Doña Tarsila se presentó escrito ante la
Sección Tercera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional,
preparando recurso de casación contra la misma, teniéndolo por preparado la Sala de
instancia y remitiendo las actuaciones a este Tribunal con emplazamiento de las
partes.
TERCERO.- Recibidas las actuaciones, por la parte recurrente se
formaliza el recurso de casación por escrito que tiene entrada en este Tribunal en
fecha 15 de julio de 2010, en el que tras alegar cuantos motivos de casación tuvo por
conveniente, terminó suplicando se dictara sentencia en el recurso: (...)estimatoria y,
en consecuencia, case y anule la referida Sentencia dictando nueva sentencia por la
que se resuelva todo lo suplicado en nuestra demanda".
CUARTO.- Mediante escrito presentado el día 28 de enero de
2011, el Abogado del Estado formalizó su oposición, solicitando se dictara sentencia en
el recurso"(...)que lo desestime, confirmando en todos sus extremos la sentencia
recurrida por ajustarse plenamente a derecho".
QUINTO. - Mediante providencia de 19 de enero de 2012 se oyó
a la parte recurrente y al Abogado del Estado sobre la documentación presentada en el
recurso 8/6884/2009, habiendo formulado alegaciones.
SEXTO.- El Procurador Sr. Villegas Herencia presentó escrito con
fecha de entrada en el registro general de este Tribunal Supremo de 6 de junio de
2012, interesando se tuviera a Doña Concepción por desistida en el presente recurso
de casación, lo cual fue acordado por Decreto del Secretario de esta Sala de fecha
catorce de junio de 2012.
SÉPTIMO.- Conclusas las actuaciones, se señaló para la votación
y fallo el día 20 de junio de 2012, habiéndose adelantado la deliberación al día
diecinueve del mismo, en que tuvo lugar.
Siendo Ponente el Excmo. Sr. D. Jose Diaz Delgado,
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- La sentencia impugnada desestima el
recurso contencioso-administrativo interpuesto, entre otras, por Doña Tarsila , contra
la desestimación por silencio administrativo de su solicitud de revisión de oficio y
nulidad de pleno derecho de la Resolución de 4 de noviembre de 1998 del Secretario
de Estado de Justicia del Ministerio de Justicia, por la que se aprobaba y publicaba la
relación definitiva de aspirantes que habían superado las pruebas de ingreso en el
Cuerpo de Auxiliares de la Administración de Justicia, turno libre, convocadas por
Orden de 17 de noviembre de 1997. Asimismo desestimaba la pretensión instada en el
Otrosí de dicha solicitud de incoación del procedimiento de responsabilidad patrimonial
por los supuestos daños sufridos por aquélla como consecuencia de su indebida
exclusión de la lista de aprobados.
SEGUNDO.- Los motivos jurídicos para la
desestimación de la demanda se recogen en la sentencia recurrida en los siguientes
términos:
" SEGUNDO.- La temática relativa a la revisión de
oficio que suscita el actual proceso ha sido ya abordada por este Tribunal en
precedentes recursos análogos al presente, de tal manera que vamos a seguir ahora
-en unidad de doctrina - la línea ya trazada con anterioridad. Así lasentencia de
30-4-2009 (recurso nº 945/2007) dijo lo siguiente: << Elart. 102.1 de la Ley 30/1992,
de 26 de noviembre, establece que "las Administraciones públicas, en cualquier
momento, por iniciativa propia o a solicitud de interesado, y previo dictamen favorable
del Consejo de Estado u órgano consultivo equivalente de la Comunidad Autónoma, si
lo hubiere, declararán de oficio la nulidad de los actos administrativos que hayan
puesto fin a la vía administrativa o que no hayan sido recurridos en plazo, en los
supuestos previstos en elartículo 62.1". Por su parte, el apartado a) delart. 62.1 de la
citada Leyen que se funda la petición de revisión de oficio formulada por la recurrente,
dice que los actos de las Administraciones públicas son nulos de pleno derecho que
lesionen los derechos y libertades susceptibles de amparo constitucional.
Por otro lado, a tenor de la jurisprudencia, se debe
poner de manifiesto «... el carácter restrictivo con el que debemos afrontar la cuestión
que nos ocupa, referida a la revisión de oficio de una determinada actuación
administrativa, que, de una u otra forma, ha devenido firme en dicha vía. Así, dijimos
que "elartículo 102 LRJPAtiene como objeto, precisamente, facilitar la depuración de
los vicios de nulidad radical o absoluta de que adolecen los actos administrativos, con
el inequívoco propósito de evitar que el transcurso de los breves plazos de
impugnación de aquellos derive en su inatacabilidad definitiva. Se persigue, pues,
mediante este cauce procedimental ampliar las posibilidades de evitar que una
situación afectada por una causa de nulidad de pleno derecho quede perpetuada en el
tiempo y produzca efectos jurídicos pese a adolecer de un vicio de tan relevante
trascendencia"» (Sentencias del Tribunal Supremo de 19 de diciembre de 2001,27 de
diciembre de 2006y18 de diciembre de 2007).
Pero, si bien, la revisión de oficio se puede realizar
en cualquier momento y, por tanto, se trata de una acción imprescriptible, sin límite
temporal alguno, hay que tener en cuenta los límites previstos en elart. 106 de la Ley
30/1992, de 26 de noviembre, que prevé que las facultades de revisión no podrán ser
ejercitadas cuando por prescripción de acciones, por el tiempo transcurrido o por otras
circunstancias su ejercicio resulta contrario a la equidad, a la buena fe, al derecho de
los particulares o a las leyes.
Así las cosas, la actora dejó transcurrir más de
ocho años de la resolución cuya nulidad se pretende, cuando, además, se trata de un
acto de trascendencia importante para ella, como era no haber superado las pruebas
selectivas para ingreso en el Cuerpo de Auxiliares de la Administración de Justicia,
siendo un fraude de ley el hecho de que la demandante inste el procedimiento de
revisión de oficio como instrumento para reabrir la vía administrativa que dejó de
utilizar.
Por tanto, no puede estimarse el recurso
contencioso-administrativo, "... por más que la demandante invoque motivos de
nulidad radical, por la elemental razón que no puede considerarse conforme a derecho,
por razones de seguridad jurídica, pretender que la vía impugnatoria permanezca
abierta de manera indeterminada..." (Sentencia del Tribunal Supremo de 30 de
septiembre de 2008). La solución contraria, que se postula en la demanda,
comportaría simple y llanamente reabrir plazos fenecidos expandiendo los contornos
de la revisión de oficio hasta confundirlos con la impugnación ordinaria de los actos
administrativos, lo que repugna a las más elementales exigencias derivadas de la
seguridad jurídica, permitiendo cuestionar un acto administrativo dictado en 1998,
aduciendo las mismas razones que se debieron invocar entonces mediante un recurso
interpuesto en cumplimiento de los plazos impugnatorios legalmente fijados (Sentencia
del Tribunal Supremo de 3 de diciembre de 2008).
Sin que sea de aplicación lo declarado en
laSentencia del T.S.J. de Madrid de 9 de mayo de 2006, invocada por la parte actora,
que ha sido confirmada por elTribunal Supremo mediante la Sentencia de 23 de enero
de 2009, atinente a pruebas selectivas para el ingreso en el Cuerpo de Oficiales de la
Administración de Justicia, turno libre, porque en ese supuesto fue la Administración la
cambió los criterios de valoración a raíz de un recurso en vía administrativa,
utilizándose para unos mismos opositores distintos criterios de corrección para un
mismo ejercicio. Pero, en el supuesto de nulidad en que se basa la recurrente derivado
de variasSentencias del Tribunal Supremo como la citada por ella de fecha 31 de
marzo de 2006,u otras, como las 29 de junio,15y22 de diciembre de 2005, yde 28 de
junio de 2006, la Administración aplicó a todos los participantes del concurso una
fórmula correctora para la puntuación del primer ejercicio en el proceso selectivo para
el Cuerpo de Auxiliares de la Administración de Justicia convocado por Orden de 17 de
noviembre de 1997, y, posteriormente, dicha fórmula fue considerada por las citadas
Sentencias que violaba el derecho de igualdad consagrado en elart. 14 de la
Constitución.
En consecuencia, procede desestimar el recurso
contencioso-administrativo>>.
Los razonamientos que acabamos de transcribir son
de aplicación -mutatis mutandi- al supuesto que ahora contemplamos, lo que
determina la desestimación del actual recurso en lo que se refiere al procedimiento de
revisión de oficio.
En otro orden de ideas, en la solicitud de revisión
de oficio se incluía también la petición -reiterada en la demanda del recurso que nos
ocupa - de indemnización consistente en las retribuciones dejadas de percibir, y ello
con la disminución de las retribuciones percibidas y el aumento de los gastos
correspondientes a las actuaciones administrativas iniciadas por las interesadas para
lograr la revisión de la resolución y la indemnización por responsabilidad patrimonial.
Pues bien, tampoco la mentada petición indemnizatoria solicitada al amparo del título
relativo a la responsabilidad patrimonial por mal funcionamiento de la Administración
Pública puede prosperar una vez decaída la petición principal de revisión de oficio. Es
preciso reparar en que el análisis de la eventual indemnización por el título que
acabamos de mencionar solo sería posible a través del estudio de las infracciones que
se denuncian por la vía de la revisión de oficio, de tal manera que cegada esta última
vía por las razones más atrás expuestas deviene improsperable la pretensión
indemnizatoria, que no deja de articularse como accesoria de la petición de revisión de
oficio, de tal manera que la claudicación de esta última arrastra necesariamente el
decaimiento de aquélla."
TERCERO.- La parte recurrente funda su recurso
en dos motivos de casación al amparo delapartado d) del artículo 88.1 de la Ley
Jurisdiccional. El primero de los motivos denuncia la infracción del ordenamiento
jurídico y de la jurisprudencia, por vulneración por la sentencia recurrida de
losartículos 14y23 de la Constitución españolay62 de la Ley 30/1992, de 26 de
noviembreasí como de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional que declara que se
infringe el principio de igualdad en los supuestos en que, en el seno de un mismo
proceso selectivo, un ejercicio es corregido con arreglo a dos criterios distintos ya que
los aspirantes a una misma convocatoria son evaluados con elementos distintos de
corrección.
Considera que, habiendo declarado esta Sala que la
fórmula de corrección empleada por el tribunal calificador de las pruebas selectivas era
discriminatoria y contraria alartículo 14 de la Constitución española, la Administración
debió haber procedido a la completa revisión de oficio de la resolución de 4 de
noviembre de 1998 y no limitarse sólo a la corrección de la puntuación de aquellos
aspirantes que, al no figurar incluidos en aquélla, promovieron recursos en vía judicial
en los que se estimaron sus pretensiones. Por ello, argumenta que la sentencia
recurrida, al no apreciar que procedía la revisión de oficio, consiente y, por tanto,
también incurre en una infracción delartículo 23.2 de la Constitución española, al
dispensar un trato desigual a los opositores de un mismo proceso selectivo.
En el segundo motivo, denuncia la infracción
delartículo 102 de la Ley 30/1992y de la jurisprudencia referida a la revisión de actos
administrativos nulos (cita, entre otras,sentencias de 22 de febreroyde 1 de junio de
2007,de 23 de junio de 2008yde 13 de julio de 2009). Sostiene, en esencia, que la
sentencia recurrida, al rechazar la procedencia de la revisión de oficio instada a la
Administración, vulnera el referido artículo al desconocer la nulidad de pleno derecho
de la resolución antes citada que mantiene sin revisar la puntuación de los aspirantes
que no la recurrieron, desconociendo la imprescriptibilidad del vicio de nulidad y la
ausencia de plazo legal para solicitar la nulidad de un acto de pleno derecho, como lo
es la resolución de 4 de noviembre de 1998.
Con base en todo ello y puesto que la nota sin
transformar obtenida por las Sra. Tarsila (158,96 puntos) resulta superior a la de
algunos de los opositores que figuraban aprobados en la referida resolución así como la
de algunos aprobados en virtud de ejecución de sentencias estimatorias del recurso de
casación que promovieron, interesa se declare el derecho de la recurrente a ser
incluida en la relación de aprobados y a ser nombrada funcionaria del Cuerpo de
Auxiliares de la Administración de Justicia.
CUARTO.- Entrando ya en el análisis de la cuestión
objeto del presente recurso, debemos significar que esta Sala y Sección ya se ha
pronunciado sobre un asunto similar al que es objeto de este recurso en lasentencia de
13 de febrero de 2012 (recurso de casación nº 6884/2009). Decíamos en ella que:
"QUINTO.- Elarticulo 106 de la ley 30/1992dispone,
bajo la rúbrica "límites de la revisión ", que "las facultades de revisión no podrán ser
ejercitadas cuando por prescripción de acciones, por el tiempo transcurrido o por otras
circunstancias, su ejercicio resulte contrario a la equidad, a la buena fe, al derecho de
los particulares o a las leyes". Es decir, si de un lado, en elarticulo 102 de la ley se
establece la posibilidad de proceder a la revisión de oficio, o a solicitud de parte
interesada(articulo 118 de la misma ley), sin plazo ("en cualquier momento), pese a
no haber recurrido en el plazo de dos meses tras la notificación expresa, en el articulo
106 se establece la posibilidad de que su ejercicio se modere por la concurrencia de las
circunstancias que allí se prevén.
Lasentencia de esta Sala, sección segunda, de 17
de enero de 2006sostiene en su fundamento jurídico cuarto que:" La revisión de los
actos administrativos firmes se sitúa entre dos exigencias contrapuestas: el principio
de legalidad, que postula la posibilidad de revocar actos cuando se constata su
ilegalidad, y el principio de seguridad jurídica, que trata de garantizar que una
determinada situación jurídica que se presenta como consolidada no pueda ser
alterada en el futuro. El problema que se presenta en estos supuestos es satisfacer dos
intereses que son difícilmente conciliables, y la solución no puede ser otra que
entender que dichos fines no tienen un valor absoluto. La única manera de
compatibilizar estos derechos es arbitrando un sistema en el que se permita el ejercicio
de ambos. De ahí que en la búsqueda del deseable equilibrio el ordenamiento jurídico
sólo reconozca la revisión de los actos en concretos supuestos en que la legalidad se
ve gravemente afectada y con respeto y observancia de determinadas garantías
procedimentales en salvaguardia de la seguridad jurídica, y todo ello limitando en el
tiempo el plazo para ejercer la acción, cuando los actos han creado derechos a favor
de terceros".
E igualmente sostiene que ante la redacción del
articulo 106 de la ley 30/992, "parece evidente que la decisión última sobre la
procedencia o no de la aplicación del art. 106 dependerá del caso concreto y de los
bienes jurídicos en juego, comprendiendo el precepto tanto la prescripción tributaria,
como la de los derechos y obligaciones originados en el seno de las relaciones entre la
Administración y el ciudadano y los derechos adquiridos en las relaciones entre
particulares". Y recuerda que elTribunal Supremo, entre otras, en las sentencias de 11
de mayo de 1981,7 de junio de 1982y7 de mayo de 1992, no ha dudado en dar
prevalencia al principio de seguridad sobre el de legalidad.
En consecuencia, la existencia o no de estas
circunstancias que prevé elarticulo 106 de la ley 30/1992, y que suponen una
excepción del principio general de inexistencia de plazo para solicitar la revisión de los
actos nulos de pleno derecho, ha de ser examinada caso por caso.
Un análisis de la aplicación de dicho precepto por la
jurisprudencia nos indica que en los casos analizados ha existido una pasividad en el
ejercicio de la solicitud de revisión de los actos nulos por quienes podían hacerla
durante un largo periodo de tiempo pese a tener conocimiento de los hechos que
fundamentarían la causa de nulidad alegada.
Así, sin ánimo exhaustivo, lasentencia de esta Sala
de 16-7-2003, (sección. 4ª, recurso 6245/1999), en su fundamento jurídico dice que"
(...) es un dato decisivo el de que transcurrieron más de veinte años desde el acuerdo
de colegiación hasta la denuncia de irregularidades, por lo que debemos considerar
que la revisión de dicho acto resulta ahora contraria a la equidad".
Lasentencia de 24-5-2005 (sección 3ª, recurso
2987/2002), no da lugar a la solicitud de devolución y reconocimiento de propiedad de
una biblioteca y herbario que fueron incautadas en 1938 y declara que la acción para
reclamar comienza a contarse desde el día en que pudo ejercitarse, según elart. 1969
CC, y resulta obvio que las primeras herederas que intervinieron en el acto de
incautación, ya estaban en disposición de ejercitar la acción, aún durante la existencia
de un régimen autoritario, pues el CC no fue derogado y tanto sus normas como las
reguladoras de la jurisdicción contencioso-administrativo se aplicaban pacíficamente
por los Tribunales. Asimismo sostiene que elart. 106 Ley 30/1992pone como límite a la
revisión de los actos nulos la prescripción de acciones, de la que no se sustrae la
acción reivindicatoria, que siempre habrá de fundarse en un acto de ocupación ilícito,
sea o no real esa ilicitud.
La ya citada de la Sección Segunda de 17-1-2006
(recurso 776/2001), sostiene que no procede declarar la nulidad de pleno derecho del
procedimiento ejecutivo , teniendo en cuenta que, dado el tiempo transcurrido desde
su inicio y, consecuentemente, desde la pérdida del bien por el Ayuntamiento
demandante, que excede con mucho el plazo de prescripción de treinta años
legalmente previsto, debe otorgarse prioridad al principio de seguridad jurídica sobre el
principio de legalidad, sin que pueda revisarse, muchas décadas después la revisión de
un acto consentido y firme, sobre el que pueda gravitar alguna duda acerca de su
sujeción estricta a las normas de aplicación.
La de la Sección 5ª, de 21-2-2006 (recurso
62/2003), confirma la sentencia impugnadaal considerar improcedente la revisión
solicitada ya que acceder a la revisión supondría traspasar los límites legales
establecidos, pues al tratarse de un deslinde aprobado en 1989, el tiempo transcurrido
y la equidad hacen improcedente la revisión, pues de lo contrario se atentaría contra el
principio de seguridad jurídica y los derechos de terceros. En el mismo sentido
lasentencia de dicha sección de 27 de febrero de 2007 (recurso 3829/2005) , que no
da lugar al recurso de casación interpuesto contra los autos que acordaron inadmitir el
recurso contencioso relativo al deslinde de la zona marítimo-terrestre de un término
municipal y a un expediente de recuperación posesoria del dominio público
marítimo-terrestre.
La de la misma sección de 20-2-2008 (recurso
1205/2006), declara que ha caducado de modo inequívoco y manifiesto el plazo de
interposición del recurso, ya que se pretende impugnar unos deslindes aprobados 59
años y 11 años antes de la interposición.
La de la sección 4ª, de 1-7-2008 (recurso
2191/2005), desestima el recurso de casación interpuesto contra la STSJ de Galicia
que confirmó la resolución del Jurado Provincial de Montes Vecinales en Mano Común
de Pontevedra, sobre denegación de la solicitud de anulación del acuerdo por el que se
declaró como vecinal en mano común un monte. La Sala declara que "el ejercicio de la
facultad de revisión que pretende hacer valer la parte actora se presenta contrario a la
buena fe y como tal no merece ser acogida la postura de quien consciente y
voluntariamente difiere de forma tan exagerada las posibilidades de reacción que
siempre tuvo a su disposición, estando prevista la aplicabilidad de dicho artículo 106
precisamente como adecuado complemento para evitar que la ausencia de un plazo
para instar la nulidad pueda ser torticeramente utilizada en actuación contraria a la
buena fe".
Lasentencia de la sección 5ª, de 17-11-2008
(recurso 1200/2006) no da lugar al recurso habida cuenta que cuando se pretende
dirigir la impugnación en vía jurisdiccional contra un acto dictado hace más de
cincuenta años, lo que es de todo punto anormal en el tráfico jurídico, hay que
comenzar por exponer y justificar con entera claridad las circunstancias que hacen
viable la impugnación, y si toda la argumentación de los recurrentes descansa en el
hecho de que no les fue notificado el deslinde, han de comenzar por demostrar su
calidad de interesados en el año 1947, lo que no han hecho.
SEXTO.- Pues bien, en el presente caso no se dan
esas circunstancias de mala fe en la posición de la recurrente que hagan presumir la
posibilidad de conocimiento de la ilegalidad del acto administrativo durante un largo
periodo de tiempo y la actitud pasiva ante dicha causa de invalidez. Sostiene la
sentencia recurrida que la recurrente solicitó la revisión diez años después de dictarse
el acto administrativo cuya revisión solicitan, si bien admite que solo dos años desde
que se empezaron a dictar sentencias por esta Sala que declaraban la nulidad de aquel
plazo, que la recurrente acorta al conocimiento de la ejecución de las mismas por parte
del Ministerio de Justicia. Pero en el presente caso, la recurrente no recurrió las listas
en las que se hizo público el resultado del proceso selectivo porque las presumieron
legítimas y ajustadas a las bases de la convocatoria, sin que la formula correctora que
dio lugar a la anulación de aquél se hiciera publica ni trascendiera su aplicación, de tal
forma que no puede imputarse a los particulares la pasividad en la impugnación de un
vicio de invalidez que les era absolutamente desconocido.
No se puede decir lo mismo de la actitud de la
Administración, pues tras las sentencias de esta Sala que anulan dicha formula
correctora, la Administración demandada debió proceder de oficio a la revisión de las
listas y a incluir aquellos opositores que sin dicha corrección hubieran aprobado el
proceso selectivo, y la falta de aplicación a todos los opositores de la misma formula
de corrección, en este caso, de la inaplicación de la formula correctora, es la que
infringe el principio de igualdad, según las sentencias del Tribunal Constitucional y de
esta Sala a las que luego se hará referencia.
De ello se desprende que no existe en el transcurso
del plazo para recurrir mala fe en los recurrentes, y sí un incumplimiento del deber de
aplicar los criterios de valoración modificados a todos los opositores por parte de la
Administración, máxime si se solicita la revisión y en lugar de proceder a tramitarla se
guarda silencio sobre dicha solicitud.
Esta Sala y Sección ya se ha pronunciado
recientemente en un asunto análogo al ahora examinado -nulidad de pleno derecho de
la Resolución de 4 de noviembre de 1998 del Secretario de Estado de Justicia- en
nuestraSentencia de 20 de mayo de 2011, recaída en el recurso de casación nº
6596/2009.
Por ello, alegándose similares motivos de
impugnación y atendiendo a criterios de unidad de doctrina y seguridad jurídica,
bastará para estimar el presente recurso de casación reproducir el fundamento jurídico
cuarto del citado precedente, en el que se sostenía que:
<< Entrando en el examen del recurso de casación,
los motivos serán abordados a la vez dada la conexión existente entre ambos al estar
basados en la interpretación sostenida por los recurrentes respecto delartículo 106 de
la Ley 30/1992y la consiguiente aplicación del procedimiento recogido en el artículo
102 para declarar la causa de nulidad de pleno derecho del artículo 62.1.a).
Pues bien, centrado en los términos expuestos el
objeto de debate los motivos de casación deben ser acogidos y por tanto el recurso de
casación ha de ser estimado.
Conviene señalar que esta Sala y Sección ya ha
tenido ocasión de pronunciarse sobre un asunto análogo al presente - denegación de
solicitud de nulidad de pleno derecho resolución administrativa referida a la oposición
de Oficiales de la Administración de Justicia-, en nuestraSentencia de 13 de julio de
2009 (recurso de casación nº 3709/2006), a la que hace referencia la parte recurrente
en su recurso, en la que abordaba la cuestión referida a la aplicación de los límites a la
revisión delartículo 106 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, en concreto en lo
relativo a sí el "tiempo transcurrido" entre la fecha de la resolución y la fecha de la
solicitud de nulidad de pleno derecho permitiría la aplicación del citadoartículo 106 y
consecuentemente ello impediría la revisión de oficio al amparo delartículo 102 de la
mencionada Ley 30/1992. En dicha Sentencia se mantenía al respecto en su
fundamento de derecho segundo que:<<(.../...)sin que sea óbice a ello la alegación
del tiempo transcurrido entre la resolución administrativa cuya revisión de oficio se
pretendía y el momento en que se presentó la solicitud de la misma. Y no lo es, en
primer lugar, porque no hay un plazo máximo establecido por la Ley al efecto. Y, en
segundo término, porque para hacer valer ese límite hay que tener presente todas las
circunstancias concurrentes. La apreciación de las que se han dado en este caso lleva a
la solución contraria a la defendida por la Abogado del Estado. En efecto, tal como dice
la sentencia recurrida, la nulidad radical derivada de la infracción delartículo 23.2 de la
Constituciónque se cometió en la evaluación de la segunda prueba y las consecuencias
que eso supuso para el proceso selectivo --plasmadas en numerosas sentencias del
Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo-- llevan a excluir que el tiempo
transcurrido en este caso impida la revisión de oficio>>.
Pues bien el anterior criterio resulta plenamente
aplicable al presente recurso de casación, toda vez que esta Sala y Sección ha tenido
ocasión de pronunciarse -sentencias a las que alude la parte recurrente-, respecto a
las pruebas selectivas para el ingreso en el Cuerpo de Auxiliares de la Administración
de Justicia convocadas por Orden de 17 de noviembre de 1997 del Ministerio de
Justicia y más concretamente en lo relativo a la utilización de la fórmula correctora por
el Tribunal Calificador en la corrección del primer ejercicio y si la misma cumplía las
condiciones para poder ser considerada efectivamente igualitaria y rectamente
ajustada a lo establecido en las bases de la convocatoria, llegando a la conclusión que
la calificación del primer ejercicio fue efectivamente discriminatoria y perjudicial,
acogiendo por ello la violación de losartículos 14y23 de la Constituciónque se
denunciaban.
En consecuencia aplicando el criterio expuesto
respecto al transcurso del tiempo delartículo 106 de la Ley 30/1992, de 26 de
noviembre, en los supuestos en los que una actuación administrativa es anulada en vía
judicial por vulnerar los derechos fundamentales delartículo 14y23 de la Constitución,
derivándose de dicha declaración la posible nulidad de pleno derecho que la parte
recurrente reclama al amparo de la imprescriptibilidad de ese vicio invalidante, debe
llevar a excluir la posibilidad de aplicación del límite temporal a la revisión contenido
en el referido artículo 106 que fue aplicado por la Sentencia recurrida, que por este
motivo debe ser anulada y nos obliga a resolver el pleito dentro de los términos en que
está establecido el debate procesal.
Y ello, porque, frente a lo que se sostiene en la
sentencia no nos encontramos ante un intento de reabrir un plazo caducado, el de dos
meses de impugnación del acto expreso, pues ese plazo solo existe en los casos de
anulabilidad del acto, no en los de nulidad, en que no existe plazo para la reclamación,
según dispone elartículo 102 de la ley 30/1992, en consecuencia cuando se ejercita la
acción no existe acto consentido, pues para ello sería preciso que se hubiera ejercitado
la reclamación en vía administrativa y su resolución expresa no se hubiera combatido
en tiempo>>.
SÉPTIMO.- Ahora bien, la anulación de la sentencia
de instancia en cuanto rechaza la procedencia de la revisión de oficio dado el tiempo
transcurrido en aplicación delartículo 106 de la Ley 30/1992no implica en sí misma el
reconocimiento del derecho a la situación jurídica que reclama la recurrente. Debemos
comprobar si, eliminada la fórmula correctora que empleó el tribunal calificador
hubiera tenido acceso a la lista de aprobados del ámbito territorial por el que
concurrió, en su caso, resto de península y Baleares.
Al comprobar ese dato observamos que en
elrecurso 5094/2010 que dio lugar a la sentencia de 21 de julio de 2011figura un
cuadro en el que se reflejan las calificaciones obtenidas por el último aprobado en cada
uno de los ámbitos territoriales en los que se desarrolló el proceso selectivo, en
particular, para el ámbito territorial de resto de península y Baleares, se otorgó la
calificación de 153,43.
Esa es la razón por la que, al no coincidir ese dato
con el que resulta de las presentes actuaciones mediante providencia de 20 de julio de
2011 recabamos la lista de aspirantes que habrían aprobado por orden decreciente de
haberse eliminado la fórmula correctora empleada por el Tribunal Calificador para cada
uno de los ámbitos territoriales del proceso selectivo.
Según este listado, ajustado al número de plazas
que figuraban en la resolución de 4 de noviembre de 1998 por la que se aprobaba y
publicaba la relación definitiva de aspirantes que superaron las pruebas selectivas para
ingreso en el Cuerpo de Auxiliares de Justicia, el último de los aprobados por resto de
península y Baleares obtuvo 162,19 puntos de tal manera que la recurrente, Dª Marí
Jose que consiguió 154,63, no conseguiría aprobar".
QUINTO.- Pues bien, siendo los anteriores criterios
y razonamientos plenamente aplicables al presente recurso de casación, procede, en
consecuencia, estimar el recurso de casación y desestimar el recurso
contencioso-administrativo por cuanto no procede reconocer el derecho de la
recurrente a que se le tenga por superado el proceso selectivo convocado por la Orden
de 17 de noviembre de 1997 para el ingreso en el Cuerpo de Auxiliares de la
Administración de Justicia, atendida la puntuación obtenida por el último de los
aspirantes incluidos, para el ámbito territorial de resto de Península y Baleares, en la
lista de los que habrían aprobado por orden decreciente de haberse eliminado la
fórmula correctora empleada por el Tribunal Calificador para cada uno de los ámbitos
territoriales del proceso selectivo, remitida por la Administración a requerimiento de
esta Sala, y que, en el referido ámbito territorial, fue de un total de 162,19 puntos, de
manera que la recurrente que - tal y como se desprende de las actuaciones y ella
misma reconoce en su escrito de interposición del recurso de casación - obtuvo sin
aplicar la fórmula correctora 158,96 puntos, no la supera.
Y a lo anterior no obsta lo alegado por su
representante procesal en el trámite conferido para ello en la providencia de 19 de
enero, ya que si bien es cierto que la resolución de 4 de noviembre de 1998 es la que
hemos tomado en consideración en ocasiones anteriores como fundamento a la hora
de resolver si un recurrente tenía derecho a formar parte de la relación de aprobados
en el ámbito territorial correspondiente y ello siendo conscientes de los problemas que
suscitaba ante la ausencia de la que debió elaborar la Administración demandada tras
la declaración de ilegalidad de la fórmula correctora que alteraba por igual las
puntuaciones de todos los aspirantes, también lo es que, en el seno del recurso de
casación nº 6884/2009, en el que se sometía a nuestra consideración un asunto
similar al que es objeto del presente recurso de casación, la Sala, al apreciar cierta
contradicción entre los datos obrantes en dicho recurso y los que figuraban en otro
anterior ya resuelto porsentencia de 21 de julio de 2011, recabó la lista de aspirantes
que habrían aprobado por orden decreciente de haberse eliminado la fórmula
correctora empleada por el Tribunal Calificador para cada uno de los ámbitos
territoriales del proceso selectivo.
Este listado fue debidamente traído al presente
recurso mediante la providencia antes referida de 19 de enero de 2012, habiéndolo
sometido al correspondiente debate de las partes, para la cual se confirió el oportuno
plazo para alegaciones. En este listado, ajustado al número de plazas que figuraban en
la resolución de 4 de noviembre de 1998 por la que se aprobaba y publicaba la relación
definitiva de aspirantes que superaron las pruebas selectivas para ingreso en el Cuerpo
de Auxiliares de Justicia, el último de los aspirante incluidos en la misma, sin aplicar la
fórmula correctora, para el ámbito territorial de resto de Península y Baleares aparecía
con una puntuación de 162,19 - la misma, por cierto, que figura en el informe de 6 de
marzo de 2009, elaborado por el Subdirector General de Medios Personales al Servicio
de la Administración de Justicia, evacuado previo requerimiento de laAudiencia
Nacional en el marco del recurso nº 211/2008 sobre el que recayó la sentenciaque es
objeto de la presente casación y que la recurrente, en sus alegaciones, sostiene que es
el que debe ser tenido en cuenta a los efectos de resolverla -.
Por lo demás, esta Sala, desde el momento en que
es conocedora de la lista de aspirantes que habrían aprobado por orden decreciente de
haberse eliminado la fórmula correctora empleada por el Tribunal Calificador para cada
uno de los ámbitos territoriales del proceso selectivo, no puede sino resolver los
recursos tomando como referencia este listado, a pesar de que, como se dijo, en
ocasiones anteriores habíamos comparado la puntuación sin transformar de un
recurrente con la relación contenida en la resolución de 4 de noviembre de 1998,
ajustándonos únicamente a la verdad formal pues la Sala, desde las primeras
sentencias que se pronunciaron sobre la fórmula correctora empleada por el Tribunal
Calificador, ponía de manifiesto que la alteración de las puntuaciones justificaba la
necesidad de realizar una revisión de oficio con el fin de dispensar un trato igual a los
aspirantes.
Por último, se debe significar que este criterio de
atender a este último listado elaborado por el Ministerio de Justicia ha sido ya seguido
por, entre otras, lassentencias de esta Sala de 20 de marzo de 2012 (recursos de
casación nº 5494/2010,5116/2010y 5088/2010) yde 27 de marzo de 2012 (recursos
de casación nº 918/2010y4779/2009) que han desestimado las pretensiones de los
respectivos recurrentes al no alcanzar la puntuación del último de los aprobados en el
ámbito territorial respectivo.
Y no teniendo derecho la recurrente, por las
razones antes expuestas, a superar el proceso selectivo en el que tomó parte es claro
que tampoco puede accederse a la responsabilidad patrimonial que venía reclamando
con base en tal pretendido derecho.
SEXTO.- Los razonamientos precedentes conducen
a la estimación del recurso de casación y a la desestimación del recurso
contencioso-administrativo. Sin costas.
FALLAMOS
1º Que estimamos el recurso de casación nº 3763/2010 ,
interpuesto por el Procurador de los Tribunales Don Álvaro Mario Villegas Herencia, en
nombre y representación de Doña Tarsila , contra lasentencia de 30 de abril de 2010,
dictada por la Sala de lo Contencioso-Administrativo (Sección Tercera) de la Audiencia
Nacional, que anulamos.
2º Que desestimamos el recurso contencioso-administrativo nº
211/2008.
3º Que no hacemos imposición de costas en la instancia debiendo
correr cada parte con las suyas del recurso de casación.
Así por esta nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y
firmamos PUBLICACION.- Leída y publicada que fue la anterior sentencia por el Excmo.
Sr. D. Jose Diaz Delgado, Magistrado Ponente en estos autos, de lo que como
Secretario certifico
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