Galería de tipos k ippieiii Mm

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Año XI
Cartagena 18 de Octubre de 1918
DEFEHSOE
Galería de tipos
Núm. 230
mm
cua florida, cumpii-ario co u <• neo inok'Cfti'-l, Hpvrecíi la ütacndi».
precepto de la Igiesi^: yo uo sé por \,% fhylloxera vatatrts y el
i
como so las conipone, poro prac- üidium.
EL H O M B R E - M I T A D
tica esta acto con tanta reserva,
—¡C'raííib'.! uo e- éíta ln opiEl ejamplar más carioso de ia que uo hay tüemoria so !e haya üióü pública.
fecauda raza (1« lüi bípadoi ;ii.;o- Cjgido in fraganü. No ayun», por
—¿Q.áóu oB el púiilico? ¿Grao
moiaticioa y tran»¡góntí}a e^*, SÍQ * tíl péíiíQo esCido d.i su ostótnigo, ustuu fiU loa bei'riuchtís dei Vulgénero da d;nU, lo quo yo doy en reveldij a las tranquilas digeai,io- go?
la flor de llamar el liom'ore-initad. ues, lo qurf couacuuye uua Tar—Vamos, repudie yo, que la
Emp caüioa por hacar uti bos- dadora eul'erujeilad que, siu em- magulfijt huca que acaba usted
quejo de su íig'ura. A! bombre- bargo, no le priva para en^uiíir d« comprar por uua bicoca, por
mitad la veréis siempre Oütre lis en funda» y reattiurauta pávos casi u ida, es negocio rwdoudo.
comitivas ofi.i5Íiilo3, forma ol sé- trufuius, j uuoucs y otioü lüan—¿Qu<4 haCü?, pregunio don
quito obiigtdo de las celebridn- jaroa; pero, ea lo qu; sa dice: ¿qué M i t i S Algo dlStaidO.
doí de moda, ¿S^ cauta nu Te ie impoft'i a Dios ni a a ígltjsia,
—¡Hombrej la de Ua pobieeitas
Deum cou motivo de cualquier cucharada uiá* o cucharaüa me- moujas, que radica en el tVraz
fausto sucftao? Allí Va el üombre- nos, ua p<ato da oscuáiidos gui- vallt) de R ituwrce íuei'te.
mit»d. ¿S< celebra un funeral sautas o um tueuta dechultitaa
—'Es verdad, mo la quedé.
por el aimi de loa mártires de hi que htga uua parca colación, o
—Somos auiigus, ¿no es así,
patria víctiinaíi d^ la tiraaí;? fuerte? Sou bjgitelas quo él D. Miaí.irV ¿ ii ló myiistara tsii
Allí acude el hoiiíbre-iiiitiid. Lid hombre grave, Uo aümite.
t'r»nqat;Zu'?
filanlrq^ía da un baile para euu•r-Nada de eso.
Ei hijo sumiso del Pontificado,
gar uü» lágiitn i a la miseria: ¿ií? coa toüo, quiere que ei Pontifico
—Usieü se tiene por muy ca4$ fijo el hombre-mitad ha tirado transija con las necesidades íle la lólico y por muy honrado y
su óbolo-—tiu duro en pieza—a la época; que meter bulla con el justo.
gran bandeja y ha recojiio ai pa- •ubiimo Nom possumus es qui—Me envanezco en serio.
se la lánguida femenina mirada tarle simpatíüS a la Raligióu ca—Pues bien: ¿por qué compra
de unos ojos azulea que a tener la tólica; que no someterse, en parusted fincas que no venden las
facultad (lela pitabra, le dirían: te, a las ideas dominautos es deepropietarias?
«¡Adiós, sal ero i»
poseersa del hermoso dictado de
—-Já... j4... já.i.; ¡y qué atrafii socio del Ateneo, no porque humitdad.Su bello ideal es que el sado e ignoraute estA usted! ¿gs
allí sd juegue, ni se baile, ni BI sacerdocio uo sea poítico, que se decir, que uo hay distingos en el
CQiaa, üi se murmur«; HO ««ñor, deje tíu p iz o ou guorra a las fa- mundo? ¿Nu S!>be su candida
sino porque es un centro cientí- milia», que se encierra en el tem- merced que el hombre es un oomfico, y... l» verdad, quien entre p o, que ^trausija cou tos des- pueKttú deaimp tt«?
ahogos populacheros, que la imsabios anda, a go se le pega.
—Lo ignoraba: que había
Si.es Vtíiada de discurso polí- piedaa hagi d» las suyas; el fiu hombres simpluB, aiuonimo de
| K ^ literario o económico, qua y al cabo, oice nuestro hombre^ majaderos, hombres piiius, hom•OQ los menos, el hombre-mitad convencido, la li^ligióu católica bres codiciosos, sí, scuor pero,
ocupa su HÍiial y pronuncia un será eteru», como eterno es su di- no hombres cumpuistoa de simentusiasta ¡bravo! al £IR de una vino Fundador.
ples.
clámíuia rimbombante, para sen—Oiga usted, seüor iutr JOBÍtar pUzi de erudito. Si el orador,
genle,
üig<i usted. Yo, cooio caBosquejado ya «1 retrato del
con sus lucubraeioneí, présenla
tó
ico
de
verHS, uo lie comprido
houibre-uiítad, oigámosle; y colos euCHnlos de la moderu» civila
tinca;
mi
conciencia me lo humo para oírle acra preciso que
liz'dcióu ou contrasta con épocas
biera
prohibido;
pero yo, comerhable, vamos a bautizarle por
paaadae, nuestro hombre felicita
ciante
la
he
coaiprado.
¿Vá u«ted
nuestra cuanta, llamándole, para
oon calor al disertante y le dice,
comprendiendo
la
teoría
de lo*
mayor claridad de los cínceptos,
alargándole su enguantada ni!:- D. MiLí,«.
distingo»?
Qo: «Amigo mío, es usted un to—Yii . j-ís dícir, que el cató—Y iqué Caro se vende usted,
rrent,« de erníiición. un volcán
lico
ha d<>j tdo la piaza al CJmorde floi ido3 oouceplús; quien no señor dou M.tías!: ni con mil anCÍHllt^?
se convííiiza con sus rizones, es zuelos se :e pasca.
"CabiUy couío el comerciíiite
—L 8 operacioúes de mi c.sa
digno de que se le compadezca
ha
visto en ol negocio un conjundfi couiflrfúo me ti'Mvan esclavo.
pOTSu ceguera.»
to
redondo,
lo hice
¿Qué quiere usté;)? <Í1 trabajo e»
El «UiVi,;o ¡v-sy-'í El !o dic'^, y unn cruü que non ¡¡njuís) «i di- * —¿Y en todo aplica üstiíd esta
no es cosa quH si le contrailiga: vino MMestro y ..
regí V
oye misa hiü do nitigof*, la de lu»
— Ku todo, y eHtoy tan tro—U-,tad tri.b^ja,
doce, miuutoi más. minutos m-.—¿Q ó hacer, querido, q';ó quilo", he acept'ido. cotiiO comorno<; se arro lilla duratite loa prc- haceI?
ciaot»", se entif^nde, lá tolerancia
ci»o-» moinuuoi aei Introito y Ion
—Ptírn H1 munoa trabaja u»t.»d roligiox'i, porqu»'"ju fraternidad
kiries, y sobr ^ to^io a 11 e OV;ÍCÍÚÍI cu» bnen éxito.
ensaücha e; círc.i; o do •; n oper;.— l)^ todo hay í>n la viña ,¡«1 cíoücs, armouiZH ¡os c•:r.•sctep*I^:
de i»i S igrid * H )aú\ y el Cáliz.
Coaíieaa nua vsz al i.ño por Pas- señor: junto a la lozana cepi de como po'íiico, estoy por 48 Igle-
sia lihr", dfntro ii'i Hlstado libre
tami icíj; como e«totico, deploro
09 íitas'Cí dei racionalismo y del
la ítfíiQírnt'da inopir'rta"; pero como ciudHdauo, fSMty por la libertad íií) libertinaje.
—Oi^i me cou vanea usred, y
horro desde luego el CHSÍ, si use
prueba dónde acaba su c.'itolicisino y iórido empi-za su comercio,
su ¡JO ítica y su ciudadMoí»., porque yi; supongo que e^íus enatiO
sjmp;.'8 le i-Hted t-nlrán una
conciencia aparte, muy distinta
de la tínica que poseo yo; y üomo
é»ta, por más que la a íaricie con
distingos, me reprende foto el
mal que cometo y me shba atpoco bien qn* ejeeatOj dwseo » s tf'r en qué tienda de iiítraraari-.
nos venden esas coucieucias para comprarme ios mostos que necesita y «priooonar, por vieja y
testaruda, la que we j^conpaí»
desde que tengo uso de razón.
—jLas do»!—dijo Ü. Matías^
mirando su reloj, amigo mió, es
tarde y tengo cita, hasta ofe-o
día.
Y se alejó, como perro que
arrastra un caldero.
Nos ha dejado con la paiahra,
eu la boc ; es su sistema
Lector de mi alma, ¿e» D. íí«n
tííis un mito de tui imaginación
a cono.;er el góucro? Dichoso tú,
si nunca h-s tropezado con este
tipo, especie de va i>inte ado^wín
que, como loa de nuestrap csileSj
proporciona tropezQnep j t|íistj|
Cíúdas de funestos resultadoj»,
k ippieiii Mm
de sastras y la Casa
Alfonso López
de trajes talares
grisliana Holución deleonfikto
H .ce unos días daba moa OOéO»
ta del píftnteamiftDtod»» na <%&flicto de trabajo entre é ^ él»
tr*jea talar«s, da I» CMfteW <k»
.SHÍI Jerónimo, núm. IS. (Mosfiei*
uoí hoy, como obr«ras CHtólireas
que sonioa, díir conocer a todoj|,
i;i c'istian» solución de dicho
conflicto. F-li pasírto yxfv*'» f»
r»«uió í8 Jimt» (íji-f^ctiva e©Btficbo B'ftrtr «n el doiuicilio «©eiai
dfá la Agrupación, calle de la Ea«.
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