No. 4 Alfabetización: ¿una campaña

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Publicación mensual de FLACSO
Nueva época, No. 4, mayo de 2001 / 1
Publicación mensual de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales/Flacso-Guatemala. Nueva época, No. 4, mayo de 2001
ALFABETIZACIÓN: ¿UNA
CAMPAÑA
DESPERDICIADA?
Virgilio Álvarez Aragón1
Arturo Matute2
1. EL
PROBLEMA
G
© Hugo de León
uatemala ha sido tradicionalmente considerada como un “país de
analfabetos”, en el que la mayoría de sus adultos no son capaces
de leer y escribir un texto corrido. Esta característica la arrastramos
desde la época colonial, porque la gran mayoría de la población dueña
de sus propias lenguas, al ser conquistada y avasallada, debió aceptar
la imposición del idioma del conquistador, sin que se le permitiese
dominarlo plenamente ni, mucho menos, se respetara la evolución de
sus lenguas originales. No es éste el espacio para discutir a fondo tal
cuestión, pero debe quedar claro que los antecedentes de nuestras
deficiencias en el dominio de la lectura y escritura del idioma occidental
que nos unifica, se anclan en la forma y manera como la conquista y la
colonización se produjeron, lo que conduce a pensar que su solución
sólo puede ser definitiva si resolvemos, de raíz, las distorsiones sociales
que esos procesos produjeron.
1
Doctor en sociología, profesor de la Facultad de Educación de la Universidade de Brasilia
y actualmente Coordinador Académico de FLACSO sede Guatemala. Ha concentrado sus
estudios en Sociología de la Educación Superior en América Latina y ha publicado en
revistas especializadas de Brasil y México.
2
Ingeniero Comercial graduado en la Universidad Nacional Andrés Bello de Chile,
Investigador de FLACSO-Guatemala.
Las opiniones expresadas en este suplemento son de la exclusiva responsabilidad de
sus autores.
Los intentos por alfabetizar –enseñar a leer y escribir a los jóvenes
y adultos que no lo consiguieron en la edad infantil– son variados en la
historia de Guatemala. Cíclicamente y según el interés político de los
grupos en el poder, se han hecho intentos por resolver el problema,
pero no se han encontrado los medios y recursos adecuados y más
efectivos. No obstante, algunos éxitos pueden señalarse. En los últimos
cien años logramos pasar de ser una sociedad casi totalmente
analfabeta (87% para 1893) a una medianamente alfabeta (36% para
1994), sin embargo, el problema continúa siendo lacerante. Las caídas
drásticas del analfabetismo en períodos relativamente cortos (como
sucedió entre 1964 y 1973 cuando la reducción fue del 34%) resultan
menos significativas si se piensa en el crecimiento demográfico.
Para combatir el analfabetismo se han hecho esfuerzos que, en
algunos momentos, fueron intensos y profundos. Durante el gobierno
del presidente Juan José Arévalo, por ejemplo, se impulsó una campaña
enérgica y osada pero a pesar de las buenas intenciones, los resultados
fueron mucho más bajos que lo esperado, como lo muestra el cuadro
siguiente:
2 / Publicación mensual de FLACSO
Nueva época, No. 4, mayo de 2001
CUADRO 1: Guatemala (1893-1994)
Tasas de analfabetismo anotadas en los diferentes censos
FUENTE: USAC-DIGI (1998)
Para el año 2000, las cifras de la Comisión Nacional de Alfabetización
–CONALFA– fueron cuestionadas por las autoridades educativas. Mientras
que el gobierno anterior consideraba que el analfabetismo correspondería
al 36.4% de la población adulta (personas entre 15 y 64 años), para la
administración actual ese dato es falso y debe suponerse más elevado.3
En esta “guerra de números”, para el Instituto Nacional de Estadísticas
–INE– existían 1,824,837 adultos analfabetas en 1999 (30.76% del
es una publicación de FLACSO - Guatemala y de
elPeriódico.
Secretario General de FLACSO
Wilfredo Lozano
San José, Costa Rica
Director de FLACSO-Guatemala
Víctor Gálvez Borrell
total de adultos del país), un dato confiable si se considera que el INE no
está interesado en ocultar o aumentar información y es el órgano
responsable de las estadísticas públicas.4 Aparte de la imposibilidad de
contar con datos confiables, la cuestión es que Guatemala sigue siendo el
país de Iberoamérica con la tasa más alta de analfabetismo. Cuando en el
mundo moderno se habla ya de sociedades de conocimiento, en las que
leer y escribir ya no es ni siquiera un punto de partida, la nuestra continúa
teniendo a la tercera parte de su población como analfabeta declarada, sin
considerar que muchos de los que se consideran alfabetizados apenas si
saben escribir su nombre, estando por ello alejados del mundo del
conocimiento afianzado en la lecto-escritura. El analfabetismo también se
concentra en las regiones más pobres y en las que la exclusión social es
más acentuada, como se evidencia en el mapa incluido en la pág. 3.
El analfabetismo parece ser, entonces, una cuestión más compleja
de lo que se piensa. Si se pretende realmente enfrentarlo deben tomarse
en cuenta estas informaciones pues los esfuerzos pueden resultar
desperdiciados, cuando no traer complicaciones mayores en un cuadro
social de por sí deteriorado.
CONSEJO ACADÉMICO DE FLACSO-GUATEMALA
Víctor Gálvez Borrell
Virgilio Álvarez / Walda Barrios/Silvel Elías/Gisela Gellert/Irene Palma/Edgar
Pape/Jorge Solares/Edelberto
Torres-Rivas
CONSEJO HONORARIO
■ Alain Touraine, Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales,
París, Francia. ■ Alejandro Portes, Johns Hopkins University, USA.
■ Volker Lühr, Freie Universitat Lateinamerika-Institut, Berlín,
Alemania. ■ Mitchell A. Seligson, University of Pittsburgh, USA.
■ Guy Hermet, Instituto de Ciencias Políticas, París, Francia.
Tels: (502) 362-1431 al 33
Fax: (502) 332-6729
Correo electrónico: [email protected]
Página web: http://www.geocities.com/athens/rodes/9162
Diseño, edición y diagramación: Magna Terra editores
Esta edición es posible gracias a: ASDI/SAREC
2. ANALFABETISMO: ¿SIGNIFICA
TAN
SÓLO NO SABER LEER NI ESCRIBIR?
Los analfabetos pertenecen a la franja social más pobre del país e
integran los grupos sociales más alejados de los ya precarios beneficios
que la sociedad guatemalteca puede ofrecerles. Incapaces de leer y
3
El Ministerio de Educación, si bien ha cuestionado los datos de CONALFA, no ha ofrecido
otras estadísticas.
4
Encuesta nacional de ingresos y gastos familiares 1998-99. El dato resulta ser 6.4%
menor que el ofrecido por CONALFA. Si consideramos que por ser una encuesta debe estimarse
algún error estadístico, puede pensarse que el analfabetismo se situaría aproximadamente
4% arriba o abajo del dato (entre 26% y 34%). Las cifras resultan más bajas que las de
CONALFA. La diferencia puede encontrarse en que el INE considera adulto al mayor de 18
años y para CONALFA, adulto es el mayor de 15 años.
Publicación mensual de FLACSO
Nueva época, No. 4, mayo de 2001 / 3
% analfabetas/poblac. adulta/departam.
Menos del 30%
Del 30% al 40%
Del 40% al 50%
Más del 50%
Fuente de información
CONALFA 2000
Porcentaje de analfabetas en relación con la
población adulta de cada departamento
escribir, su horizonte económico se circunscribe a las actividades peor
remuneradas. Adicionalmente a ello, están propensos a cualquier tipo
de engaño y manipulación ideológica, pues no tienen la posibilidad de
procesar la más mínima información, fuera de la transmitida oralmente
y en los pequeños círculos de su comunidad.
De esta cuenta, el analfabeto no es simplemente una persona
desprovista de las habilidades de la lecto-escritura: es alguien cuya
capacidad de verbalizar su pensamiento y construir procesos reflexivos
más complejos, también es limitada. La escritura es uno de los
mecanismos a través de los que una cultura se consolida: el dominio
de la misma, sea para expresarse o para entender lo que los otros
expresan, es básico. El analfabeta, privado de las más esenciales
herramientas para hacerlo, tiene vedada su incorporación a los
beneficios que el avance y desarrollo de la cultura le permite. Y ello se
agrava aún más en el caso del indígena y, sobre todo, en el de los
monolingües analfabetos.
Pero ser analfabeto quiere decir mucho más que eso. Significa
no tener acceso a la justicia (donde permanentemente es necesaria la
comunicación escrita), no contar con la certeza de la propiedad (pues
no se puede constatar lo que se nos ha adjudicado) y verse expuesto a
cualquier abuso y expropiación. El analfabeto no tendrá tampoco acceso
al poder público (pues no podrá proveerse de las informaciones
mínimas sobre opciones y alternativas) y estará sujeto a las relaciones
patrimonialistas. Se trata en consecuencia de un individuo privado de
la posibilidad para exigir sus derechos y definir los horizontes de sus
responsabilidades públicas. En síntesis: es alguien desprovisto de
ciudadanía.
El mapa del analfabetismo no sólo es el de las limitaciones de la
comunicación escrita, es también el de la exclusión, la marginación, la
miseria, el abuso y la explotación. Es, igualmente, el de la ausencia de
democracia y también de los mercados, pues el iletrado suma bien
poco a la actividad productiva y comercial, salvo su fuerza de trabajo,
miserablemente remunerada. Por ello, enfrentar el analfabetismo no
es sólo una responsabilidad social y política, sino la base para la
dinámica económica y la reactivación productiva.
El analfabetismo es, también, el sinónimo más claro de la pobreza.
Pero cuando una sociedad es en gran escala pobre-analfabeta, nos
golpea a todos. No existe la posibilidad del sálvese quien pueda dentro
de la cultura del avestruz (hacer como que no vemos). Los analfabetos
atrapan a los alfabetos, las comunidades precarias a las supuestamente
ricas, los países pobres a sus vecinos más desarrollados. Ésta es una
de las consecuencias de la globalización: ya no es posible que los ricos,
los alfabetos, los instruidos, los intelectuales se aislen y disfruten de
sus bienes. O se apuntan a favor de la recuperación de la sociedad o
serán empujados, tarde o temprano, en el mismo cauce de la corriente.
Resulta ya imposible vivir del espejismo que la miseria y el
analfabetismo son sólo problemas de quienes los viven y padecen
individualmente.
3. ALFABETIZAR:
UNA CUESTIÓN
IMPOSTERGABLE
De esa cuenta, resulta importante que el Ejecutivo haya puesto en
agenda la cuestión del analfabetismo. Si algún mérito tiene este
gobierno, es haber colocado –de manera insistente y activa– el dedo
en esta “llaga social”. Las autoridades educativas tienen razón al
argumentar que alfabetizar es una responsabilidad que debe ser
asumida por todos; sin embargo, el mecanismo adoptado, lleno de
imposiciones, improvisaciones y desorden, debilita y deslegitima esa
propuesta. Ya se señaló que el analfabetismo es un problema de todos.
Pero no basta una decisión pública (una orden del “supremo gobierno”
como se decía en el siglo XIX), para que los problemas de tipo social y
cultural puedan superarse. El Estado ha tenido tradicionalmente una
elevada dosis de responsabilidad en el cuadro económico y social antes
descrito, y está claro que cualquier solución pasa necesariamente por
las acciones que éste realice o deje de realizar.
4 / Publicación mensual de FLACSO
Las campañas alfabetizadoras han sido casi permanentes,
tanto en los gobiernos democráticamente electos como en los
militares de fachada democrática. Campañas de alfabetización (como
las del Acuerdo Ministerial 1832-2000 y sus posteriores revisiones)
ya se vivieron, por ejemplo, durante la administración del Cnel. Arana
Osorio. Y al igual que como se prevé en la actualidad, los resultados
fueron más que tímidos. En aquella época, los jóvenes que fueron
obligados a participar eran los estudiantes de magisterio, quienes
debían alfabetizar cinco personas y podían hacerlo en el transcurso
de los tres años de su formación.5 En el presente caso y luego de
varios estira y afloja, la obligación ha quedado en alfabetizar a por lo
menos una persona, a cambio de la suspensión del Seminario de
Estudios Sociales.6
Aceptando, sin conceder, que parte de la solución contra el
analfabetismo esté en la realización de campañas (como si alfabetizar
fuese igual que vacunar), las mismas deben ser bien planificadas y
organizadas. La primera cuestión está relacionada con los recursos.
En la propuesta de presupuesto para el año 2000, el Ministerio de
Educación exigía un fuerte incremento. Parte de la justificación era la
campaña de alfabetización, sin embargo éstos no fueron proveídos y
al momento de aprobar el nuevo presupuesto, el Ministerio de
Educación vio reducidos sus gastos.7
Nueva época, No. 4, mayo de 2001
En la medida en que el Ministerio de Educación no obtuvo mayor
aumento en sus recursos, se vio obligado a redefinir su estrategia en
relación con la alfabetización. El partido en el gobierno mostró, así, que
no tenía una política clara para la educación, pero además quedó claro
que las visiones de futuro de los dos grupos del FRG: el del Congreso y el
del Ejecutivo, son de horizonte limitado: las próximas elecciones. Se
evidenció en igual forma, el estilo marcadamente confrontativo y
autoritario de hacer política: han sido comunes expresiones como “no
vamos a parar ni para tomar envión”, o “el que no quiera alfabetizar
tendrá que prestar servicio militar”, que si bien tienen alto efecto
propagandístico, manifiestan no sólo un total desinterés por la
negociación y por sumar aliados, sino también la manera autoritaria y
caudillista con las que se quiere enfrentar los problemas. Sin recursos
extras para poner en marcha el proyecto alfabetizador, pero sin tener
tampoco una visión clara y completa del problema, la administración
terminó por darle a la campaña un tono de propaganda y confrontación,
más que de propuesta incluyente y democrática.
Dentro de este contexto, no se contrató personal adicional y
mucho menos se hizo un estudio profundo para producir los materiales
de alfabetización. Se trató, entonces, más de una campaña mediática
que educativa. Veamos los alcances reales que la misma puede llegar
a tener a final de año:
Cuadro 2: Guatemala
Analfabetismo y matrícula en diversificado, por departamento
Fuente: ME y CONALFA 2000.
5
Es muy probable que habiendo sido estudiantes de secundaria de aquella época, algunas de las autoridades ministeriales actuales se hallan inspirado, con poca creatividad y criticidad,
en aquella campaña.
6
Esta actividad es una breve y somera investigación sobre problemas del país, que de manera organizada permite a los jóvenes tener un contacto, relativamente coherente, con la
situación socioeconómica del país. Al cambiarlo por la alfabetización los jóvenes han perdido la oportunidad de palpar sistemáticamente la realidad del país, siendo lanzados a realizar
una actividad para la cual ni ideológica ni técnicamente se encuentran preparados. Los colegios privados se opusieron vehementemente a esta mudanza, porque para algunos dicho
seminario les genera importantes beneficios.
7
Según nota periodística, “en el programa serán invertidos Q50 millones por concepto de material didáctico (...) sin embargo Torres no hizo referencia a los viáticos que han solicitado
los estudiantes” (PL 7/02/01). Es decir, los gastos estimados son sólo en producción de los materiales.
Publicación mensual de FLACSO
Nueva época, No. 4, mayo de 2001 / 5
primaria cuando les correspondía;8 es decir, en los tres años restantes por
lo menos 250,000 nuevos analfabetas exigirán atención y serán
mayoritariamente habitantes de las regiones menos atendidas y más
alejadas. Apenas ocho de cada diez niños y niñas logran entrar a la escuela
y de ellos, menos de la mitad alcanzan el tercer grado y dominan los
mínimos rudimentos de la lectura y escritura. Esto significa que cada año,
siete de cada diez menores dejan la escuela y se convierten en analfabetas
funcionales. Los datos son mucho más graves para las niñas del área
rural, lo que confirma de nuevo que el esfuerzo debe hacerse en esas
regiones, si se quiere efectivamente enfrentar el problema de la educación
del país.
Si bien es posible que con el esfuerzo de los jóvenes estudiantes
de diversificado el analfabetismo disminuya, la reducción será en todo
caso mínima, ya que la corrección del problema no está siendo atacada
en donde debería serlo: ampliando con profundidad y calidad la
cobertura de la escuela primaria. De otra forma, el mapa del
analfabetismo-pobreza del país continuará siendo el mismo.
4. APRENDER:
UNA CUESTIÓN DE
AUTOESTIMA
© Hugo de León
En términos de la apropiación de la lecto-escritura, hay acuerdo en el
sentido que los adultos no sólo tienen mayor dificultad para adquirirla
que los niños, sino que se encuentran menos motivados para hacerlo.
La última decisión ministerial estableció la obligación de los
estudiantes de educación media de alfabetizar al menos a una persona.
No importa dónde la encuentren, dónde lo hagan y de qué
procedimientos se valgan, la cuestión en esta campaña es el número.
¿Pero a cuántos es posible alfabetizar? Si tomamos en cuenta los datos
del cuadro 2, los cálculos parecen simples: si cada alumno de
diversificado alfabetizara a cinco personas (pues la obligación de
alfabetizar es sólo del último año), en tres años el analfabetismo estaría
reducido a menos de la mitad (sobrarían 955,215 analfabetas); éxito
rotundo.
No obstante, estos cálculos no tomaron en cuenta ni la geografía
del país ni las condiciones propias de cada localidad. En el departamento
de Guatemala podría ser que, aun si cada alumno alfabetizara a cinco
personas en tres años, los analfabetas sobrantes serían apenas 41,000,
pero ¿cómo enviar jóvenes a resolver el problema del exceso de
analfabetos en Huehuetenango (en donde cada estudiante de
diversificado debería alfabetizar 307 personas, o en Quiché, en el que
por cada alumno de diversificado existen 45 analfabetas?) Con estos
pequeños cálculos se demuestra que la cuestión no es de simple sumar
y dividir; el problema es mucho más complejo, pues entre otras
cuestiones se debe tomar en cuenta las horas que invertirán en su
movilización los estudiantes-alfabetizadores, para trasladarse a las
comunidades de difícil acceso.
Pero hay un dato más: cada año se suman 83,000 nuevos
analfabetos, que son los jóvenes que no lograron ingresar a la escuela
La cuestión emotiva es fundamental: la persona consciente de
que debe y necesita alfabetizarse, ya tiene buena parte del camino
andado. El problema estriba en cómo lograr que el adulto analfabeta
alcance esta conciencia, que no la obtendrá de la noche a la mañana.
Es necesario que se descubra como dueño de sus derechos y
responsabilidades, que se asuma como ciudadano. Sólo entonces podrá
tener interés en alfabetizarse, porque con ello, como bien lo mostrara
Paulo Freire en sus innumerables trabajos sobre el tema, logrará percibir
las puertas para una vida libre, en la que se constituya en sujeto de su
propia historia. De esa cuenta, la alfabetización no es un fin sino un
medio, que sólo se alcanza cuando los individuos se descubren
ciudadanos, actores y sujetos de su propio destino. Sólo se interesa
en alfabetizarse el que toma conciencia de sus derechos .
Lamentablemente muchas campañas de alfabetización, con lastres
autoritarios y caudillistas, olvidan este elemento fundamental, pues
construir ciudadanía no sólo es complicado, sino también puede
resultar peligroso.
En el presente caso, el proceso de concientización estuvo ausente
y apenas se alcanzó una mínima motivación para los alfabetizandos y
alfabetizadores. La construcción de ciudadanía quedó al margen, en la
ilusión de algunos que ingenuamente creyeron que con sólo lanzar la
campaña de alfabetización, todos irían a apoyarles. Si el mundo fuera
tan simple, Guatemala no estaría al final del pozo del analfabetismo y
de la pobreza en el que se encuentra.
Una campaña que movilice a la sociedad, exige que todos los
actores sociales participen. De esta cuenta, el partido de gobierno
debería haber sido la organización que abanderase la propuesta: sus
8
Datos de Unidad de Informática, 1999, Ministerio de Educación.
6 / Publicación mensual de FLACSO
alcaldes, corporaciones municipales y militantes los primeros en
comprometerse; igualmente, las organizaciones sindicales que durante
tanto tiempo dirigió el actual ministro de Trabajo, así como el resto de
organizaciones populares y de derechos humanos a las que pertenecían
algunos de los funcionarios de la actual administración, antes de
incorporarse al gobierno. Sin embargo nadie se ha movido, y a lo sumo,
han planteado tímidas invitaciones para que los jóvenes cumplan con
las disposiciones ministeriales.
De esta cuenta, los adultos irán a regañadientes a las clases de
alfabetización y los jóvenes intentarán, por todos los medios, hacer
más fácil y sin problemas su tarea. Y al final del año todos estarán
contentos: los jóvenes habrán concluido su formación y lograrán
graduarse (sin haber tenido que realizar “el tedioso seminario”), alguno
que otro analfabeta habrá aprendido a leer, sin entender a ciencia cierta
para qué lo hizo, pero las autoridades gubernamentales podrán recorrer
el país nuevamente a ritmo de campaña electoral, para ganar más fotos
en la prensa y algunos minutos en la televisión. El espectáculo estará
montado. Pero ¿se habrá logrado combatir efectivamente al
analfabetismo y reducir la pobreza?
5. POR SUERTE, NO TODO ESTÁ PERDIDO
A pesar de todas las limitaciones y problemas, la campaña de
alfabetización permitió relanzar con mayor fuerza que antes la cuestión
del analfabetismo en la agenda de los medios de comunicación y de la
sociedad en general. Corresponde entonces, continuar y profundizar el
tema, avanzar en el análisis de sus causas y efectos, discutir y proponer
alternativas rompiendo con las visiones mesiánicas y voluntaristas.
Nueva época, No. 4, mayo de 2001
no sólo se comprometen directamente con la eficiencia escolar de sus
hijos, sino que se ingenian en proveer a los niños de mejores condiciones
para el estudio. Administrada por grupos no gubernamentales y
permanentemente evaluada, esta propuesta permitiría disminuir
significativamente la deserción y evasión escolar y enfrentar, desde su
base, el problema del analfabetismo crónico que nos agobia. Claro está,
este programa exige un complemento fundamental: el mejoramiento
sustancial y profundo de la educación primaria, tanto en términos de
contenidos como de materiales debiendo además considerar de manera
real y efectiva la valorización del personal docente. Este es un programa
que tendría que priorizar las zonas rurales e indígenas, donde al final de
cuentas se concentra el mayor número de niños y niñas desatendidos
por la escuela primaria; en fin, lo que se exige es asumir, de una vez por
todas que el personaje más importante de una sociedad son sus niños y
que es en ellos en donde debe hacerse la mayor inversión.
La segunda tarea cubre en parte la alfabetización, que tendría
que dejar de ser un programa cargado de efectos propagandísticos
para buscar, sobre todo, la eficiencia en los resultados. De ese cuenta
y como se ha argumentado en estas páginas, lo importante es centrar
esfuerzos en las zonas en las que el analfabetismo es mucho más alto,
zonas que no sólo son de difícil acceso, sino que se encuentran
desposeídas de la más mínima infraestructura. Formas para realizarla
existen muchas, pero todas exigen dos componentes fundamentales:
la profesionalización del alfabetizador y el apoyo real y eficiente para
que éste realice su tarea. Sólo de esta forma la alfabetización se podría
convertir en un programa de carácter nacional, abandonando sus
resabios populista-autoritarios y demagógicos.
Es necesario que se mantenga la discusión del tema, que todos
los actores se incorporen al debate; que, por ejemplo, las distintas
organizaciones de directores de colegios que con tanto ahínco se
lanzaron a defender a sus pupilos, trabajen para encontrar las
verdaderas soluciones al problema. Pero sobre todo, que los técnicos
que apoyan a los responsables de definir las políticas sociales y estos
mismos, así como los que intentarán participar en las próximas
elecciones, entiendan que la solución al analfabetismo tiene dos
aspectos fundamentales. Uno, la realización de procesos planificados
y conscientes de alfabetización de adultos, pero sobre todo, hacer
eficiente y funcional la escuela primaria, logrando que todos los niños
en edad escolar sean atendidos, permanezcan en la escuela y se
aprovechen de ella. Dos, en la perspectiva que la solución de un
problema como éste va acompañado del tratamiento que se dé a otros
temas como el empleo, la producción y la redistribución de la riqueza.
Es sugestiva, para el caso de hacer eficiente la educación primaria,
la solución que en otros países del continente se ha adoptado: la bolsa
escuela para los niños de educación primaria. Redefinir las prioridades
de la inversión pública y privada, la ejecución de las políticas sociales
y la atención de aquellas zonas que sufren de mayor exclusión, resulta
también una cuestión vital.
La primera opción consiste en subsidiar la permanencia de niños
en la escuela primaria, estimulando que concluyan todo el ciclo. La
experiencia, practicada en varios estados brasileños por ejemplo,
demuestra que a través de un pequeño subsidio –equivalente a un
salario mínimo– las madres de familia (que son quienes reciben la bolsa)
© Hugo de León
Publicación mensual de FLACSO
Nueva época, No. 4, mayo de 2001 / 7
ACTIVIDADES ACADÉMICAS DE
MAYO 2001
MÓDULOS
DE EDUCACIÓN AMBIENTAL,
JUVENTUD Y DESARROLLO SOSTENIBLE
T
omando en cuenta que el deterioro de los recursos naturales
está en gran medida determinado por factores sociales,
económicos y políticos que disminuyen las posibilidades de
alcanzar una equilibrada convivencia con el medio ambiente y mejores
expectativas para las futuras generaciones, FLACSO viene realizando una
serie de módulos de educación ambiental a nivel nacional.
Recientemente, el 5 y 26 de mayo, se realizaron dos módulos dirigidos
a 290 jóvenes, aglutinados en organizaciones regionales: la Asociación
de Padres de Familia K’amol B’ey Sololá y Educación Básica para el
Trabajo en Zacapa y Chiquimula –BEZACHI–.
La escogencia de los departamentos indicados es consecuencia
de la visión que tienen los jóvenes sobre la situación ambiental en la
cuenca del Lago de Atitlán, sobre su riqueza y deterioro por una parte,
y sobre la fragilidad a desastres de los ecosistemas de Chiquimula y
Zacapa por la otra. En una de las fases de este proyecto, los participantes
tomarán parte en un encuentro en el que discutirán sobre propuestas,
planteamientos y posibles soluciones para la problemática ambiental
de sus respectivas regiones.
AGENDA
DE INVESTIGACIÓN PARA
FORMULAR POLÍTICAS DE MIGRACIÓN EN
Uno de los resultados iniciales de este trabajo ha sido la creación
de la Coordinadora Departamental de Educación Ambiental de Sololá,
iniciativa impulsada por maestros y Coordinadores Técnicos
Administrativos (CTAs). La misma busca convertirse en una instancia
de cooperación y coordinación interinstitucional del departamento de
Sololá, para reducir los problemas ambientales a través de la educación.
En otros departamentos como Quiché, Quetzaltenango,
Huehuetenango, San Marcos y Totonicapán, se ha concluido con el
proceso de capacitación y existe la expectativa de que surjan iniciativas
similares a la de Sololá dentro del grupo de beneficiados.
GUATEMALA
El Programa de Migración de FLACSO se ha propuesto construir una
agenda de investigación sobre la dinámica migratoria en Guatemala,
involucrando para ello a los diferentes sectores de la sociedad civil
representados en la Mesa Nacional para las Migraciones –MENAMIG–, a
funcionarios públicos, de la cooperación internacional y académicos
de diferentes centros de investigación.
El objetivo del taller es identificar los temas de investigación que
se consideren necesarios para contar con conocimientos e información
para el análisis que dé cuenta del fenómeno migratorio en Guatemala
y la región, y que aporten a su vez elementos para la formulación de
políticas públicas y programas de desarrollo comunitario y regional
adecuados a las necesidades de la población que migra y a las
especificidades de este fenómeno social.
estima que la formulación de políticas públicas puede
requerir la realización de investigaciones y/o de la capacidad de los
distintos interlocutores que participan en estos procesos paralelos.
Dentro de ellos formación/capacitación de recursos humanos,
mediación entre sectores y actores para el alcance de acciones de
cooperación, negociación, acercamiento y otras estrategias para facilitar
el relacionamiento entre grupos sociales con intereses diversos.
FLACSO
Al primer taller de discusión y propuesta del 21 y 22 de mayo,
asistieron más de 60 invitados en representación de organizaciones
miembros de la MENAMIG, centros de investigación, la cooperación
internacional, instituciones públicas y expertos en el tema.
8 / Publicación mensual de FLACSO
Nueva época, No. 4, mayo de 2001
NoVEdaDeS
LOS
DIFÍCILES SENDEROS DE LA PAZ EN
GUATEMALA
206
GUATEMALA:
GUDRUN MOLKENTIN
EXCLUSIÓN SOCIAL Y
Q.20.00
ESTRATEGIAS PARA ENFRENTARLA
344
PÁGS.
VÍCTOR GÁLVEZ BORRELL / GISELA GELLERT
Q.75.00
Los dos documentos que se
incluyen en esta publicación
fueron preparados como
insumos para el Informe de
Desarrollo Humano 2000,
Guatemala: la fuerza incluyente
del desarrollo humano,
elaborado por el Sistema de
Naciones Unidas. Ambos
enfatizan algunas de las
respuestas sociales de la
población que sufre exclusión
social para enfrentarla, es decir,
las opciones a las que recurren
los excluidos individual o
colectivamente considerados
para sobreponerse a ella.
Esta investigación tuvo por
objetivo realizar un diagnóstico
sobre las concepciones de la paz y
la reconciliación que perciben o
plantean diferentes actores
sociales, con énfasis en el nivel
local de aquellos que fueron
excluidos del proceso oficial de la
paz. Con base en los resultados se
señalarán puntos de partida para
campos de acción dirigidos a la
consolidación de la paz cuyo
alcance será mayor que la
aplicación actual de los
instrumentos de cooperación
bilateral sobre el desarrollo en este
sector.
IDENTIDAD
Y RACISMO EN ESTE FIN DE
SIGLO
152
LOS JÓVENES
GUATEMALTECOS A FINALES
PÁGS.
RENÉ POITEVIN (COORDINADOR)
Q.50.00
Este informe ofrece un
impresionante volumen de
información, producto
tanto de una encuesta
practicada a 2,000 jóvenes
de todo el país como de
otras técnicas cualitativas,
(entrevistas y la
realización de grupos
focales). Su publicación
busca dar a conocer tal
información al público y a
las organizaciones
interesadas, para provocar
la reflexión que alimente la identificación de nuevas pistas de
interpretación sobre este importante sector de la población en
Guatemala y mejorar, así, las explicaciones sobre su
comportamiento. Tiene en ese sentido, un claro carácter
motivador de la discusión y no pretende ser, en consecuencia,
una versión definitiva ni acabada sobre el tema.
PÁGS.
AURA MARINA ARRIOLA
Q42.00
DEL SIGLO XX
144
PÁGS.
Está escrito desde la
aparente paradoja de
comparar lugares tan
disímiles. Aparentemente,
porque hoy la globalización
ha dado lugar –a pesar del
desastre apocalíptico que
conlleva– a que alienten
horizontes más amplios y
redes inter y transculturales,
en las que se percibe una
noción muy diferente de la
historia donde se esboza la
pluralidad de las perspectivas
éticas.
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