HACIENDA LOCAL Legitimación El Ayuntamiento está legitimado para promover reclamaciones económicoadministrativas. Sentencia de la Audiencia Nacional, Sección 6ª, Sala de lo contencioso administrativo, de 13 de diciembre de 2013 (Roj SAN 5227/2013). Antecedente normativo Cita: -Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General Tributaria. -Ley 29/1998, de 13 de julio, de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa. 1. Planteamiento. ¿Está legitimado el Ayuntamiento para promover reclamaciones económico administrativas contra la valoración catastral de un bien inmueble?. Así lo reconoce la Audiencia Nacional en dos recientes sentencias de 4 y de 13 de diciembre de 2013, en las que un Ayuntamiento recurre las resoluciones del Tribunal Económico Administrativo Central relativas a la asignación de valores catastral a determinados bienes inmuebles. El Tribunal Económico Administrativo Central inadmite el recurso de alzada interpuesto por el Ayuntamiento por entender que carecía de legitimación para formular reclamaciones económico administrativas, frente la delimitación y valor catastral de un bien inmueble a efectos del impuesto sobre bienes inmuebles. Esta falta de legitimación la ratifica el Abogado del Estado en su escrito de contestación. No obstante la sala recuerda que, aunque la cuestión de legitimidad de los Ayuntamientos no ha sido pacífica, esta cuestión ha quedado definitivamente resuelta por el Tribunal Supremo entre otras, en las sentencias de 28 de diciembre de 2011 y de 21 de febrero de 2013. 2. Consideraciones de la Audiencia Nacional La sala de la Audiencia Nacional, en la sentencia de 4 de diciembre de 2013, reconoce la condición de interesado y la necesidad de notificar y emplazar a los Ayuntamientos afectados a fin de que puedan comparecer como interesados en el procedimiento económico administrativo y en el contencioso administrativo, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 241.3 de la Ley General Tributaria, que dice: “3. Estarán legitimados para interponer este recurso los interesados, los Directores Generales del Ministerio de Economía y Hacienda y los Directores de Departamento de la Agencia Estatal de Administración Tributaria en las materias de su competencia, así como los órganos equivalentes o asimilados de las Comunidades Autónomas y de las Ciudades con Estatuto de Autonomía en materia de su competencia.” 1 Además de este artículo, el Ayuntamiento cita el artículo 232.1.b) de la misma Ley General Tributaria que dice: “1. Estarán legitimados administrativas: para promover las reclamaciones económico- a) … b) Cualquier otra persona cuyos intereses legítimos resulten afectados por el acto o la actuación tributaria. …” La Sala en la sentencia de 4 de diciembre de 2013 y en la posterior de 13 del mismo mes y año, reconoce la legitimación de los Ayuntamientos para impugnar la fijación de valores catastrales, sobre la base de los argumentos recogidos por el Tribunal Supremo, entre otras, en las sentencias citadas con anterioridad, de 28 de diciembre de 2011 y de 21 de febrero de 2013. El Tribunal Supremo, en las sentencias referidas, consideró que existía indefensión cuando se inadmitió el recurso de reposición por aplicación de los artículos 223.3 y 232.2 de la Ley General Tributaria. La sala de la Audiencia Nacional reproduce los argumentos del Tribunal Supremo en los que se afirma, en primer lugar, la legitimación de los Ayuntamientos para interponer reclamaciones económico-administrativas ante el Tribunal Económico-administrativo central (a); y, en segundo lugar, en los que se pone de manifiesto la actuación administrativa que ha dado origen a la inadmisión y, en consecuencia a la indefensión (b). a) Legitimación de los Ayuntamientos en la interposición de reclamaciones económico-administrativas Así, el Tribunal Supremo, en la primera de las sentencias referidas (28 de diciembre de 2011), afirma que “al Ayuntamiento recurrente debe reconocérsele legitimación para impugnar la fijación de valores catastrales pues de ello depende su posterior recaudación por el concepto de Impuesto sobre Bienes Inmuebles, no siéndole indiferente al Ayuntamiento la valoración de los inmuebles de su término municipal no solo a efectos recaudatorios, sino en general por las repercusiones que esos valores tendrán en la inversión inmobiliaria en el municipio, en los traslados de población, en el propio urbanismo, etc. El Ayuntamiento recurrente ostenta, pues, un interés indirecto, al no participar directamente en la fijación de los valores catastrales, pero legítimo pues le otorga legitimación para impugnar la Ponencia de valores, legitimación que le negaba el TEAR.” b) Actuación administrativa que causó la inadmisión y consecuente indefensión En la segunda de las sentencias citadas (21 de febrero de 2013), analiza la causa de inadmisión del recurso de reposición presentado por un Ayuntamiento contra la valoración catastral de un bien inmueble, en una aplicación incongruente basada en los artículos 223.3 y 232.2) de la Ley General Tributaria. El Tribunal Supremo parte de la idea de evitar la confrontación entre Administraciones. Así, recuerda cómo el artículo 44 de la Ley de la Jurisdicción 2 Contencioso-Administrativa, extiende a todos los litigios entre Administraciones Públicas el trámite previo del requerimiento como instrumento para su evitación. La sentencia reconoce que “sobre la idea de evitar en lo posible la confrontación entre Administraciones Públicas, la vigente Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa suprime el recurso administrativo entre ellas y ofrece como alternativa un procedimiento de resolución de conflictos interadministrativos.” En este sentido, añade que “el artículo 44 de la Ley 29/1998, de 13 de julio, siguiendo la senda marcada por los artículos 65 y 66 de la Ley 6/1985, de 2 de abril, de Bases de Régimen Local”, establece que: "1. En los litigios entre Administraciones Públicas no cabrá interponer recurso en vía administrativa. No obstante, cuando una Administración interponga recurso contencioso administrativo contra otra, podrá requerirla previamente para que derogue la disposición, anule o revoque el acto, haga cesar o modifique la actuación material, o inicie la actividad a que está obligada (....)" . El artículo 44 es un mecanismo legal de concertación y entendimiento entre Administraciones Públicas “para evitar litigios, conforme al clima de coordinación que es principio general de las relaciones entre todas ellas (artículo 103.1 CE; artículo 55 de la LRBRL; artículo 3 de la Ley 6/1997, de 14 de abril, de Organización y Funcionamiento de la Administración General del Estado artículos 3 y 4 de la LRJPAC, modificada por la Ley 4/1999, de 13 de enero y artículo 4 de la Ley 12/1983, de 14 de octubre, del proceso autonómico)." Existen, no obstante, otras formas de resolución de conflictos “que se ven acompañadas o suplidas por la vía contencioso-administrativa.” En todo caso, añade, el significado de este artículo 44 ha sido matizado por el propio Tribunal cuando declara que “no se aplica cuando se trata de resolver o solventar una disparidad de criterios entre Administraciones Publicas y una de ellas actúa en la relación jurídico-administrativa entablada como un particular y no como un poder Público. Hay que aplicar entonces la legislación reguladora de la actividad como afirma el defensor de la Administración, y procede la interposición de recurso en vía administrativa si esa legislación lo ha previsto.” La referida sentencia de 21 de febrero de 2013, afirma que esta necesidad de evitar litigios entre Administraciones Públicas con competencias diversas, se ha hecho efectiva en los ámbitos catastral y tributario “cuando la recaudación que puede proporcionar un acto o resolución se destina a una entidad distinta de la que los dictó.” Esta situación, sigue la sentencia, se contempló en la Ley 25/1995, de 20 de julio, de modificación parcial de la Ley General Tributaria de 1963 y que también introdujo determinadas modificaciones en el procedimiento económicoadministrativo, y añadió un nuevo supuesto de falta de legitimación para promover reclamaciones económico-administrativas...” En esta línea, sigue la sentencia, el artículo 232.2 de la Ley General Tributaria niega la legitimación para interponer reclamaciones económicoadministrativas a “los organismos u órganos que hayan dictado el acto impugnado, así como cualquier otra entidad por el mero hecho de ser destinatario de los fondos destinados mediante dicho acto.” Este precepto en coordinación con el artículo 222 3 de la misma Ley1, que regula el recurso de reposición contra actos dictados por la Administración tributaria susceptibles de reclamación económico-administrativa, “es el que sirvió de base a la Gerencia del Catastro de Salamanca para descartar la inadmisión de interpuesto por el Ayuntamiento hoy recurrente. Sin embargo, de forma incongruente, la notificación de la resolución de la Gerencia Territorial del Catastro, declarando inadmisible el recurso de reposición contra la fijación del valor catastral de la Presa de Aldeadávila, por aplicación de los dos preceptos acabados de citar, se hizo al Ayuntamiento hoy recurrente, indicando como recurso procedente, la reclamación económico-administrativa ante el Tribunal Económico Central, cuando de seguirse el criterio contenido en dicha resolución, resultaba pertinente el recurso contencioso-administrativo ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. Tan improcedente actuación administrativa, que se vio confirmada por la resolución del TEAC, es la causa real por la que se ha negado hasta ahora al Ayuntamiento recurrente una respuesta a su impugnación de la valoración catastral realizada por la Gerencia Territorial del Catastro de Salamanca y, en definitiva, de la indefensión que también se denuncia…”. 3. Conclusiones de la Audiencia Nacional En consecuencia, la Audiencia Nacional, en base a los argumentos del Tribunal Supremo que declaran resuelta definitivamente la cuestión de la legitimación de los Ayuntamientos para promover reclamaciones económicoadministrativas en favor del reconocimiento de su legitimación y, en base al amplio concepto de legitimación establecido en nuestro derecho, en particular recogido en el artículo 232.1.b) de la Ley General Tributaria, reconoce la legitimación al Ayuntamiento recurrente en vía económico-administrativa. 1 El artículo 222 citado dispone lo siguiente: “Objeto y naturaleza del recurso de reposición. 1. Los actos dictados por la Administración tributaria susceptibles de reclamación económico-administrativa podrán ser objeto de recurso potestativo de reposición, con arreglo a lo dispuesto en este capítulo. 2. El recurso de reposición deberá interponerse, en su caso, con carácter previo a la reclamación económicoadministrativa. Si el interesado interpusiera el recurso de reposición no podrá promover la reclamación económico-administrativa hasta que el recurso se haya resuelto de forma expresa o hasta que pueda considerarlo desestimado por silencio administrativo. Cuando en el plazo establecido para recurrir se hubieran interpuesto recurso de reposición y reclamación económicoadministrativa que tuvieran como objeto el mismo acto, se tramitará el presentado en primer lugar y se declarará inadmisible el segundo.” 4