Reg.: A y S t 254 p 199/206. En la ciudad de Santa Fe, a los diez días del mes de diciembre del año dos mil trece, se reunieron en acuerdo los señores Ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Santa Fe doctores Daniel Aníbal Erbetta, Rafael Francisco Gutiérrez, Mario Luis Netri, Eduardo Guillermo Spuler, con la presidencia del señor Ministro decano doctor Roberto Héctor Falistocco a fin de dictar sentencia en los autos caratulados "A., J. L. -RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD (EXPTE. 184/12) EN AUTOS: 'A., J. L. S/ HOMICIDIO SIMPLE Y LESIONES GRAVES' (EXPTE. 92/12) sobre RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD” (Expte. C.S.J. CUIJ N° 21-00508660-1). Se resolvió someter a decisión las siguientes cuestiones: PRIMERA: ¿es admisible el recurso interpuesto? SEGUNDA: en su caso, ¿es procedente? TERCERA: en consecuencia, ¿qué resolución corresponde dictar? Asimismo, se emitieron los votos en el orden en que realizaron el estudio de la causa, o sea, doctores Erbetta, Falistocco, Netri, Spuler y Gutiérrez. A la primera cuestión, el señor Ministro doctor Erbetta dijo: 1. Sucintamente el caso: 1.1. Por resolución 4, del 1.12.2009, el Tribunal de Juicio Oral de Venado Tuerto constituido al efecto en la causa N° 73/09 tuvo por aceptado el convenio de juicio abreviado celebrado por las partes, homologando el mismo, y en consecuencia, condenó a J. L. A. como autor penalmente responsable de los delitos de homicidio y lesiones graves en concurso real entre sí a la pena de doce años y seis meses de prisión, accesorias legales y las costas del proceso (arts. 45, 79, 90, 55, 5, 12 y 29 inc. 3, C.P.); unificando tal pena con la impuesta por el Juzgado de Primera Instancia de Distrito en lo Penal de Sentencia de Melincué en la causa N° 152/04 de una pena de cuatro años y seis meses de prisión, en una pena única de dieciséis años y dos meses de prisión, con declaración de reincidencia por primera vez (art. 50, C.P.) (fs. 323/327v., expte. N° 92/2012, unido por cuerda a los presentes). 1.2. Posteriormente, a fojas 341/354 -expte. N° 92/2012, unido por cuerda a los presentesconsta que se recibió oficio remitido al Juzgado en lo Penal de Sentencia de Melincué por el Presidente del Tribunal en lo Criminal N° 2 del Departamento Judicial de Quilmes, Provincia de Buenos Aires, por medio del cual se comunicaba la sentencia dictada en la causa N° 2594/5428 radicada en el Juzgado remitente, a fin de que se diera cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 58, primer párrafo “in fine” del Código Penal respecto de ésta y la sentencia dictada por el Tribunal a su cargo en la causa N° 73/2009. Ante esto, se requirieron los autos principales al Juzgado de Primera Instancia de Distrito de Ejecución Penal de Sentencia de Rosario donde estaban radicados y se corrió vista al Fiscal (f. 367, expte. N° 92/2012, unido por cuerda a los presentes) quien la contestó, expresando que, a su juicio, correspondía al Juzgado de Primera Instancia de Distrito en lo Penal de Sentencia de Melincué -por haber sido el que había aplicado la pena mayor- realizar la unificación de las sentencias (f. 368, expte. N° 92/2012, unido por cuerda a los presentes). Finalmente, por resolución 259, del 09.08.2011, el Juzgado de Primera Instancia de Distrito en lo Penal de Sentencia de Melincué dejó sin efecto la pena impuesta por el Tribunal en lo Criminal N° 2 del Departamento Judicial de Quilmes de cinco años de prisión dentro de la causa N° 2594/5428; unificó “...la condena y pena dispuesta a J. L. A....” en la presente causa N° 73/2009 con la fijada en la causa N° 2594/5428, imponiendo a A. la pena única y total de veinte años de prisión, accesorias legales y las costas del proceso (arts. 5, 12, 29 inc. 3, 40, 41, 55, 56 y 58, C.P.), aclarando que la presente decisión abarcaba a todas las causas señaladas como una única condena; y dispuso mantener la declaración de reincidencia por primera vez dictada contra el condenado (art. 50, C.P.) y que la pena unificada impuesta vencía el día 22 de febrero de 2025 (fs. 370/371, del expte. N° 92/2012, unido por cuerda a los presentes). 1.3. Contra esta decisión, interpuso la defensa técnica del imputado, recurso de revocatoria con apelación en subsidio (fs. 375/v., expte. N° 92/2012, unido por cuerda a los presentes), siendo rechazado por improcedente el primero por resolución 43, del 26 de marzo de 2012, concediéndose, en cambio, la apelación deducida en subsidio (fs. 386/387v., expte. N° 92/2012, unido por cuerda a los presentes). A fojas 421/429 -expte. N° 92/2012, unido por cuerda a los presentes- se agregó escrito del imputado por medio del cual interponía recurso de apelación “in pauperis”, siendo adecuado técnicamente por su defensor a fojas 434/438, expte. N° 92/2012, unido por cuerda a los presentes. Por resolución 162, del 5 de septiembre de 2012, la Cámara de Apelación en lo Penal de Venado Tuerto, confirmó la decisión apelada (fs. 451/453v., expte. N° 92/2012, unido por cuerda a los presentes). 1.4. Esta decisión fue recurrida “in pauperis” por el imputado al serle notificada (f. 459, expte. N° 92/2012, unido por cuerda a los presentes), adecuando luego su representante técnico el recurso de inconstitucionalidad local (fs. 1/8v.). Planteó que el fallo atacado no reunía las condiciones mínimas necesarias para satisfacer el derecho a la jurisdicción (art. 1, inc. 3, ley 7055) y que el irregular procedimiento y la no resolución con apego a las pautas constitucionales de todas las cuestiones introducidas en el recurso de apelación constituían un gravamen irreparable de imposible reparación ulterior. Al relatar los antecedentes del caso, señaló que si bien el decisorio fue dictado el 12.03.2010, los convenios y acuerdos de parte a los que refiere remiten al año 2009, es decir, fueron anteriores al dictado de la sentencia emitida por el Tribunal Oral constituido en Venado Tuerto, lo que demostraba que A. había tenido conocimiento de la existencia de ambos acuerdos, justificando que hubiera entendido de manera errónea que la sentencia dictada en Venado Tuerto abarcaba también al convenio firmado en Quilmes frente a otro representante del Ministerio Fiscal. Expresó que tanto el fallo de baja instancia como el de la Cámara desconocieron el bloque de constitucionalidad y su carácter operativo en nuestra Provincia, obrando con gravamen irreparable para su asistido, quien vio afectado el debido proceso legal, el principio de legalidad y su derecho de defensa. Alegó la afectación de la garantía del juez natural en el entendimiento de que el Juzgado de Primera Instancia de Distrito en lo Penal de Sentencia de Melincué no era el órgano jurisdiccional legalmente predispuesto para la unificación, al no haber sido el que impuso la pena mayor, ya que ésta fue dispuesta por un tribunal de juicio oral -que ameritaba la causa en razón de las conductas que en ella se investigaban-. Por otro lado, invocó la violación del principio de legalidad con base en que la Alzada, al haber ratificado el decisorio de baja instancia, cargó “el dolor de la segunda pena, vía simple sumatoria de montos a un reo ya afectado por una primer condena cuya imposición nuestro asistido consintió, abreviando el proceso pertinente, en la creencia de incluir en el segundo hecho por el que ya también había abreviado frente al fiscal de grado en la provincia de Buenos Aires, si bien la sentencia en aquel Estado se dictó a posteriori” (fs. 7v./8). Insistió con que en autos un juez no investido para actuar en el proceso, no compuso una condena única, sino que se limitó a sumar las penas impuestas en cada uno de los procesos. Concluyó que en el caso debió haber caído la cosa juzgada emergente del acuerdo de juicio abreviado suscripto por A., puesto que distintos tribunales habían dictado condenas a una única y misma persona por hecho todos cometidos con anterioridad al primer pronunciamiento, correspondiendo unificarse sentencias en el tribunal que impuso pena mayor. Agregó que éste debió determinar una única pena sobre la base de las escalas de los delitos por lo que se condenara al imputado, respetando el acuerdo de voluntades subyacente al convenio de juicio abreviado que A. entendía comprensivo de toda la situación. 1.5. La Cámara, por resolución 212, del 21 de noviembre de 2012, declaró la admisibilidad del recurso de inconstitucionalidad interpuesto “in pauperis” por el imputado (fs. 16/24). De la lectura del auto de concesión surge que el único motivo por el cual se admitió la vía recursiva intentada fue la circunstancia de haberse advertido que no hubo conocimiento personal entre el Magistrado y el imputado previo a la unificación (cfr. f. 22v.), habiéndose declarado inadmisible el recurso respecto de las postulaciones de la defensa relativas a la violación de la garantía de juez natural (cfr. fs. 21/v.); del principio de legalidad (cfr. fs. 21v./22); y de la alegada confusión del imputado respecto de las condenas abarcadas en la pena única dictada en juicio abreviado (fs. 22/v.). 2. En el examen de admisibilidad que corresponde realizar a esta Corte atento lo dispuesto en el artículo 11 de la ley 7055, no encuentro razones para apartarme de la posición sustentada por el A quo, de conformidad con lo dictaminado por el señor Procurador General (fs. 30/37). Voto, pues, por la afirmativa. A la misma cuestión, el señor Ministro decano doctor Falistocco expresó idéntico fundamento al expuesto por el señor Ministro doctor Erbetta y votó en igual sentido. A la misma cuestión el señor Ministro doctor Netri dijo: En el juicio de admisibilidad que corresponde efectuar de conformidad al artículo 11 de la ley 7055, acuerdo con el franqueo de la instancia extraordinaria. Es que si bien la resolución sobre la pena a imponer "resulta privativa de los jueces de mérito, cabe hacer excepción cuando (...) no se advierte una adecuada fundamentación respecto de tan trascendentes cuestiones" (Fallos:329:3006). En efecto, no obstante que el ejercicio de la facultad para graduar las sanciones dentro de los límites legales no es susceptible de revisión en la instancia extraordinaria (cfr. Fallos:306:1669; 308:2547, entre otros), sí atañe a esta Corte -por imperio constitucional y legal- exigir a los sentenciantes la debida justificación de las aserciones que se efectúen en el fallo (A. y S., T. 77, pág. 356; T. 150, pág. 352; T. 158, pág. 92; etc.), por lo que corresponde apartarse de la regla antedicha con base en la doctrina de la arbitrariedad (Fallos:315:1658; 320:1463), la que tiende a resguardar la defensa en juicio y el debido proceso (Fallos:311:948, entre otros). Dicha excepcional situación podría haberse configurado en el “sub judice” al no haberse realizado la audiencia prevista en el artículo 41 del Código Penal. Voto, pues, por la afirmativa. A la misma cuestión el señor Ministro doctor Spuler dijo: 1. Comparto y hago propio el relato de las constancias de la causa efectuado por el señor Ministro doctor Erbetta en los puntos 1.1 a 1.5 de su voto. 2. Dicho esto, advierto que del examen de admisibilidad que corresponde realizar a esta Corte atento lo dispuesto en el artículo 11 de la ley 7055, no encuentro razones para apartarme de la posición sustentada por el A quo en el auto de concesión del recurso de inconstitucionalidad. Consecuentemente, voto por la afirmativa. A la misma cuestión el señor Ministro doctor Gutiérrez expresó idéntico fundamento al vertido por el señor Ministro doctor Spuler y votó en igual sentido. A la segunda cuestión, el señor Ministro doctor Erbetta dijo: 1. Como se dijo al tratar la primera cuestión, en el caso la materia recursiva se encuentra circunscripta a la falta de realización de la “audiencia de visu” por el Tribunal que efectuó la unificación de condenas de J. L. A.. En consecuencia, ese solo aspecto es el que debe ser objeto de análisis en la presente decisión, atento a que las postulaciones de la defensa vinculadas con la violación de la garantía de juez natural, del principio de legalidad y de la alegada confusión del imputado respecto de las condenas abarcadas en la pena única dictada en juicio abreviado fueron rechazados por la Cámara al conceder el recurso de inconstitucionalidad, no habiendo la defensa técnica del imputado concurrido en queja ante esa Sede. 2. Sentado ello, cabe anticipar que propiciaré la declaración de procedencia de la presente impugnación de conformidad con lo expresado por el señor Procurador General, a cuyos fundamentos cabe remitir en mérito a la brevedad (cfr. fs. 34/37). Es que el análisis de las constancias de la causa permite comprobar que el Tribunal que, unificando las condenas impuestas a A., fijó en concreto, la pena única a cumplir, no tomó conocimiento personal del imputado. La cuestión de la necesidad de realización de la “audiencia de visu”, sus finalidades y las consecuencias de su omisión han sido abordadas por esta Corte en numerosos precedentes a partir del fallo “Mordini” (A. y S. T. 245, pág. 251) y en “Ojeda” -resuelta por esta Corte en el día de la fecha- cuyos fundamentos cabe aquí tener por reproducidos. Y si bien en el caso, los jueces que oportunamente impusieron las penas que se unifican por la decisión que en definitiva aquí se impugna celebraron la audiencia de conocimiento personal con el imputado -garantizándose de este modo el adecuado ejercicio del derecho a ser oído-, lo cierto es que las vicisitudes del proceso demuestran que el Tribunal que en definitiva determinó la pena única a cumplir por el justiciable -al unificar las condenas- no tuvo contacto “de visu” con él, quedando en rigor incumplido uno de los fines que esta audiencia persigue. En este sentido, la Corte nacional ha dicho que “una pena dictada sin escuchar lo que tiene que decir al respecto el condenado no puede considerarse bien determinada” (Fallos:328:4343); mientras que desde la doctrina se ha postulado que la exigencia del examen “de visu” constituye un acto indispensable para la motivación legal de la pena y que su omisión significa una fundamentación arbitraria de la pena impuesta (Nuñez, Ricardo C.: “Las disposiciones generales del Código Penal”, Buenos Aires, Lerner, 1988, pág. 157). En conclusión, al verificarse en autos que el Juez que determinó la pena única a cumplir por A. lo hizo sin tomar previamente conocimiento personal de aquél, corresponde que se declare procedente el presente recurso de inconstitucionalidad, anulándose el fallo impugnado. Voto, pues, por la afirmativa. A la segunda cuestión, el señor Ministro decano doctor Falistocco dijo: La materia recursiva ha quedado circunscripta al planteo referido a la falta de “audiencia de visu” del justiciable al realizar la unificación de condenas el Juzgado de Primera Instancia de Distrito en lo Penal de Sentencia de Melincué y, en ese aspecto, he de adelantar la procedencia de la presente impugnación. Ello así por cuanto, según surge de las constancias de la causa, no se realizó la referida audiencia, aun cuando el Juzgado de Sentencia debió realizar la mensura de la pena, en función del artículo 58 del Código Penal. En tales condiciones, entiendo que la materia recursiva es sustancialmente idéntica a la que fuera objeto de decisión en el voto del suscripto “in re” “Mordini” (A. y S. T. 245, págs. 251/274), a cuyos términos y conclusiones corresponde remitir en razón de brevedad. En consecuencia, al verificar en autos que el tribunal que determinó la pena lo hizo sin tomar previamente conocimiento personal del imputado, corresponde que se declare procedente el presente recurso de inconstitucionalidad, anulándose el fallo impugnado en lo relativo a la determinación de la pena según las reglas del artículo 58 del Código Penal. Voto, pues, por la afirmativa. A la misma cuestión, el señor Ministro doctor Netri dijo: A partir de los antecedentes registrados en A. y S., T. 245, págs. 251 y 395 he sostenido que la “audiencia de visu” prevista en el artículo 41 del Código Penal constituye un paso necesario para la determinación de la pena; que su omisión constituye un vicio subsanable y sometido a las reglas de las nulidades procesales. Ahora bien, más allá de que no puede existir una adecuada determinación de la pena sin “audiencia de visu”, considero que se trata de un acto procesal sujeto a los presupuestos tradicionales de nulidad. Vale decir, además de resultar un apartamiento formal del rito previsto en la ley, debe observarse un perjuicio ocasionado y, a su vez, la acusación temporánea del vicio de la parte interesada, pues, de otro modo, habrá existido convalidación de una actividad procesal irregular. Todo ello, conforme los artículos 161 y siguientes del ordenamiento procesal penal. En el “sub lite”, la única materia de discusión es la determinación de la pena impuesta en el marco de una unificación de condenas efectuada de conformidad al artículo 58 del Código Penal, siendo que el Juez de Primera Instancia de Distrito en lo Penal de Sentencia no intervino en el proceso que dio origen a la unificación. Cobra entonces relevancia la omisión del conocimiento directo e inmediato del condenado para la mensuración de la pena, lo que lleva entonces a la invalidación de la resolución atacada por la vía del recurso de inconstitucionalidad. Voto, pues, por la afirmativa. A la misma cuestión, el señor Ministro doctor Spuler dijo: 1. Como se sostuvo en la primera cuestión, la materia recursiva se circunscribe a la cuestión atinente a la falta de realización de la “audiencia de visu” por el Tribunal que efectuó la unificación de condenas de J. L. A.. En esa tarea, cabe memorar en primer lugar que en la causa “Mordini” (A. y S. T. 245, pág. 251; criterio sostenido en A. y S., T. 245, pág. 275; T. 246, págs. 24, 121 y 308; T. 250, págs. 184, 216, 253, 306, 328 y 347) me he expedido sobre la importancia de la “audiencia de visu” en sistemas de enjuiciamiento escritos. Concretamente, en el antecedente referido -y en su jurisprudencia consecuencial reseñada precedentemente- enfaticé en la necesidad de realización de la audiencia de conocimiento personal, toda vez que un mínimo contacto directo e inmediato entre el imputado y el juez competente para dictar la condena resulta una exigencia que hace al debido proceso, al garantizar el derecho del condenado a ser oído antes de que se lo condene y constituir así un estándar mínimo que en el caso de no ser respetado, conduce a descalificar el pronunciamiento como acto jurisdiccional válido. El análisis de las constancias de la causa permite comprobar que si bien los jueces que impusieron las condenas -Tribunal Pluripersonal de Juicio Oral de Venado Tuerto y Tribunal en lo Criminal N° 2 del Departamento Judicial de Quilmes-, celebraron la audiencia de conocimiento personal con el imputado, lo cierto es que el Juez de Primera Instancia de Distrito en lo Penal de Sentencia de Melincué fue quien en definitiva mediante decisorio de fecha 09.08.11 (fs. 370/371, expte. N° 92/2012), confirmado por la Alzada y cuyo pronunciamiento es impugnado por la defensa por vía del recurso de inconstitucionalidad, efectuó la unificación de las referidas condenas, de conformidad al artículo 58 del Código Penal y, como consecuencia de ello, dictó una única condena sin previamente tomar contacto “de visu” con A.. Así las cosas, esta tarea de unificación de condenas y que tuvo como resultado el dictado de una única condena por quien no intervino en el proceso que dio origen a las mismas, exigía la realización de la referida audiencia previo a resolver y, por tal razón, entiendo que en el caso no se satisfizo en momento oportuno la finalidad del instituto que aquí nos ocupa, que, como se dijo, constituye un estándar mínimo para satisfacer el recaudo de inmediación y el derecho a ser oído. Por las razones apuntadas, considero que ello es suficiente para concluir en la descalificación del pronunciamiento de Alzada como acto jurisdiccional válido. Voto, en consecuencia, por la afirmativa. A la misma cuestión, el señor Ministro doctor Gutiérrez expresó idénticos fundamentos a los vertidos por el señor Ministro doctor Spuler y votó en igual sentido. A la tercera cuestión, el señor Ministro doctor Erbetta dijo: Atento al resultado obtenido al tratar las cuestiones anteriores, corresponde declarar procedente el recurso de inconstitucionalidad y, en consecuencia, anular la sentencia impugnada. Remitir la causa al tribunal que corresponda a los fines de que la misma sea nuevamente juzgada con los alcances expuestos. Así voto. A la misma cuestión, el señor Ministro decano doctor Falistocco y los señores Ministros doctores Netri, Spuler y Gutiérrez dijeron que la resolución que correspondía dictar era la propuesta por el señor Ministro doctor Erbetta y votaron en igual sentido. En mérito a los fundamentos del acuerdo que antecede, la Corte Suprema de Justicia de la Provincia RESOLVIÓ: Declarar procedente el recurso de inconstitucionalidad y, en consecuencia, anular la sentencia impugnada. Remitir la causa al tribunal que corresponda a los fines de que la misma sea nuevamente juzgada con los alcances expuestos. Registrarlo y hacerlo saber. Con lo que concluyó el acto, firmando el señor Ministro decano y los señores Ministros por ante mí, doy fe. FDO.: FALISTOCCO ERBETTA GUTIÉRREZ NETRI SPULER FERNÁNDEZ RIESTRA (SECRETARIA) Tribunal de origen: Cámara de Apelación en lo Penal de Venado Tuerto. Tribunal que intervino con anterioridad: Juzgado de Primera Instancia de Distrito en lo Penal de Sentencia de Melincué.