4.0 SÍNTESIS AMBIENTAL Y SOCIAL 4.1 SINTESIS DE LINEA BASE FISICA 4.1.1 SINTESIS DE LINEA BASE FISICA DEL SECTOR SELVA La selva es la región más extensa del país, aunque en el trazo del gasoducto representa la menor extensión del Proyecto estudiado, abarcando aproximadamente 182 km que es el 27.10% del trazo total. El kp 0 se encuentra a orillas del río Urubamba, en plena selva baja, a poco más de 300 msnm; de allí asciende, primero ligeramente a lo largo del valle del Urubamba y luego rápidamente cuando el trazo se interna en la cordillera Andina. La selva es una región que básicamente se caracteriza por sus climas pluviales, los cuales determinan la existencia del bosque tropical amazónico. Sin embargo, la ubicación de este complejo medio biológico ocurre sobre el flanco oriental de los Andes y por ello la selva asciende hasta poco más de 3,500 m de altitud. Esto determina que al interior de esta región existan importantes sub-regiones con características particulares, que se mencionan a continuación. 4.1.1.1 Clima A pesar de que toda la región selva está dominada por el bosque tropical amazónico, en realidad presenta diferencias notables de acuerdo a la altitud, pudiendo distinguirse claramente tres sectores: Clima de Selva Baja La selva baja es la región más extensa del país y de toda la amazonía en su conjunto. Está formada por todos los territorios que se ubican al este de los primeros contrafuertes andinos. Se caracteriza por ser una región de tierras bajas, de menos de 500 ó 600 m de altitud, que dan la apariencia de una extensa llanura cubierta de bosques, pero que en detalle consisten más bien de una amplia zona de relieves colinosos. El clima es cálido y húmedo, con temperaturas promedio anuales superiores a 24 y 25°C y precipitaciones que fluctúan entre 2,000 y 3,000 mm anuales. De acuerdo a la latitud hay una marcada estación lluviosa de diciembre a marzo, pero son también lluviosos los demás meses, sobre todo los de octubre, noviembre y abril. Los meses de junio, julio y agosto son particularmente secos. Las varia ciones anuales son relativamente débiles. Existen años que pueden superar en 40 ó 50% el promedio de precipitaciones y años en que pueden llegar igualmente a bordear el 60%. Este rango de variabilidad es pequeño comparado con los que se presentan en la sie rra o en otras regiones del país. Se trata de grandes volúmenes pluviométricos, que implican la EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-1 posibilidad de cuantiosos desbordes fluviales cuando se producen años lluviosos excepcionales. Clima de Selva Alta Sobre los 500 a 600 msnm se inicia el brusco ascenso por el flanco oriental de la Cordillera Oriental y faja sub-andina. En este caso, durante gran parte del año, las masas de aire provenientes del anticiclón atlántico, al pasar por la selva baja se encuentran con la orografía andina e inician un forzado ascenso. Este ascenso enfría las masas ocasionando una elevada condensación y formación de nubes, con las consiguientes cuantiosas lluvias. Durante el verano austral, la selva alta se ve igualmente favorecida que la selva baja y resto del país, con la predominancia de la convergencia intertropical húmeda en esta estación. De esta manera la selva alta resulta la región más lluviosa del país con precipitaciones superiores a 4,000 mm. Las referencias bibliográficas señalan, para zonas similares y relativa mente cercanas, lluvias de más de 8,000 mm para ciertos años lluviosos. La selva alta llega hasta unos 2,200 a 2,500 msnm y es una región esencialmente cordillerana de topografía agreste. La circulación aérea y la distribución de los sectores de lluvia a nivel local están bastantes influenciadas por la orografía. Clima de Ceja de Selva Sobre los 2,200 a 2,500 m de altitud, se extiende una franja cordillerana de bosque tropical, menos vigorosa que el bosque de la selva alta y especialmente de la selva baja. Esta zona, conocida como ceja de selva, es el límite hasta el cual ascienden los bosques amazónicos, correlativamente hasta el nivel que ascienden las lluvias orográficas de la selva alta. Aunque no existen registros meteorológicos sobre esta zona, se estima que las lluvias son similares o ligeramente inferiores a las de la selva alta, teniendo en cuenta la menor temperatura de sus masas de aire. Precisamente la menor temperatura es uno de los condicionantes para reducir la vigorosidad del bosque de la ceja de selva, conocida también como “bosque de neblinas”. La ceja de selva asciende hasta los 3,200 y 3,600 msnm, según variaciones locales y se estima que la temperatura es 10°C inferior a la de la selva baja. 4.1.1.2 Geología La selva en la zona de estudio presenta tres elementos estructurales mayores, la Cordillera Oriental, la faja sub-andina y el llano amazónico. Esta región se caracteriza en el primer caso por un relieve montañoso muy accidentado y agreste; en el segundo caso por una topografía más baja conformada por un alineamiento de colinas que corresponden a las estribaciones andinas orientales y en el último caso por una topografía depresionada suave y ondulada. En la mayor parte de esta región, las estructuras menores presentan una dirección andina, NO-SE; sin embargo, en el extremo norte, al estar afectada por la deflexión de Abancay, presenta una dirección E-O. En esta región, las rocas predominantes son de litología arcillosa o arenosa. Estas rocas han sido depositadas en el largo período de tiempo transcurrido desde el Neoproterozoico hasta el presente, habiendo sufrido por ello diferentes eventos tectónicos que en algunos casos EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-2 resultaron en un metamorfismo intenso en las rocas más antiguas y en otros significaron el fuerte plegamiento de los estratos rocosos que conforman la región cordillerana y la zona subandina. A esto se añade un plutonismo extendido que, sin embargo, tiene poca significancia en el trazo del gasoducto. La acción tectónica, representada por las estructuras plegadas o falladas de carácter regional o local, se extingue conforme el territorio se aleja del eje principal de plegamiento andino. Los procesos antes mencionados fisuraron la secuencia rocosa tornando frágiles y quebradizas las rocas y en consecuencia proclives al intemperismo químico hídrico. A estos procesos se aúna la alta pluviosidad de la región selva, lo que dio como resultado el desarrollo de una extendida capa residual arcillo limosa en las vertientes, cuyo espesor depende de las características topográficas locales. La deforestación generada por una creciente colonización en territorio cordillerano, dio lugar a la reactivación de los procesos erosivos. Esto generó deslizamientos y derrumbes en las partes altas y un incremento de sólidos en los cauces, lo que da como resultado la aceleración de los socavamientos y erosión lateral en los territorios bajos. En un contexto, donde las rocas y los materiales de alteración son poco competentes y coherentes, la ocurrencia de un sismo de magnitud media podría desencadenar eve ntos destructivos importantes. Sin embargo, se conoce que la zona presenta baja sismicidad actual y los sismos que ocurren son de foco profundo, lo que los hace poco destructivos. A pesar de ello se tiene referencia que en las regiones relativamente cercanas al río Urubamba, comprendidas entre las hojas de los cuadrángulos nacionales Timpía, Calangato y Río Providencia, ocurrieron sismos superficiales en los años 1962 y 1974, potencialmente muy destructivos de ocurrir en zonas pobladas. Además, se tiene que considerar que las rocas según su composición litológica presentan diferente respuesta a un evento sísmico. Las lutitas y pizarras paleozoicas así como los materiales arcillosos del manto mueble son los más fáciles de deformar, debido a su plasticidad y poca competencia; le siguen las areniscas y arcillitas terciarias poco litificadas. Los materiales conglomerados cuaternarios a pesar de su ligera o casi nula consolidación son poco deformables. Las calizas y margas son muy competentes por su alto grado de consolidación; sin embargo, su zona de exposición es limitada. Desde el punto de vista hidrogeológico, las aguas subterráneas tienen poca importancia para la selva, debido a que por la alta pluviosidad de esta región el recurso hídrico superficial es abundante. Cabe señalar que existe poca probabilidad de ocurrencia de napas acuíferas extendidas en territorio cordillerano, donde se asientan la mayor parte de las poblaciones de colonos. Esto se debe, por un lado, a la fuerte pendiente del relieve que obliga a que las aguas de precipitación escurran rápidamente y por otro, al substrato rocoso poco permeable. Sin embargo, no se descarta la ocurrencia de pequeños manantiales en zonas muy locales, los que estarían asociados a fracturamientos de las rocas. En lo s territorios bajos del llano aluvial, las poblaciones se ubican cerca a las riberas de los ríos y quebradas, las que satisfacen suficientemente sus necesidades hídricas. En cuanto a la construcción del gasoducto, las condiciones geológicas y topográficas plantean problemas serios en la Cordillera. A pesar de que el trazo sigue principalmente las líneas de cumbres para minimizar su impacto y facilitar su construcción, las capas rocosas se deben trabajar con explosivos. Esto podría desencadenar movimientos importantes de masa en las EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-3 vertientes aledañas, lo que perjudicaría incluso las obras que se ejecutan. En cambio en el llano amazónico del Urubamba las dificultades son menores, no siendo necesario el uso de explosivos en las terrazas aluviales y las facilidades de trabajo se incrementan notablemente. Por otro lado, los materiales para la construcción existen con cierta abundancia en los lechos de los ríos. 4.1.1.3 Geomorfología Correlativamente a las principales estructuras geológicas de la selva, la geomorfología presenta también conjuntos morfológicos asociados. La Cordillera Oriental y faja sub-andina se correlacionan con los ambientes montañosos, predominantes en la zona del trazo de selva. El llamado llano amazónico corresponde al extenso relieve de colinas del este y norte de la faja evaluada. Un tercer elemento morfológico son las llanuras formadas por las acumulaciones aluviales cuaternarias. Las montañas predominan ampliamente, constituyendo aproximadamente el 75% del trazo, mientras que las colinas constituyen el 21% y las llanuras el 4%. Una parte considerable de las formas de relieve de la franja evaluada en la zona de selva, aproximadamente el 35%, del total en el tramo de selva, que es casi la mitad de las zonas de montañas en selva alta, está mediana a muy fuertemente intervenida; es decir, deforestada en sectores considerables, con la vegetación transformada en cultivos de fuertes pendientes o con vegetación de pastos y regeneración parcial del bosque original. Estas zonas se ubican principalmente hacia las márgenes del río Apurímac y en menor medida hacia las márgenes de los ríos Mantalo, Urubamba y Poyentimari. Las zonas fuertemente intervenidas, sobre todo las que están en las regiones agrestes de la selva alta, experimentaron cambios morfológicos notables en las últimas décadas, especialmente por el incremento de la erosión. Anteriormente en estas zonas el bosque mantenía un equilibrio más o menos precario en las vertientes montañosas cubiertas por la vegetación. Sin embargo, la deforestación en zo nas lluviosas de fuerte pendiente desencadenó masivas acciones de erosión, ya que en la selva, bajo el bosque, las laderas tienen en superficie una proporción importante de partículas y suelos de profundidad decimétrica. Estas partículas y suelos al no estar protegidos por la vegetación, inician un pronto proceso de erosión laminar, abarrancamientos y pequeños derrumbes que transforman rápidamente el área, destruyendo los suelos y sobrecargando en sedimentos las corrientes fluviales. En condiciones naturales, las vertientes montañosas de la selva alta y ceja de selva tienen, normalmente, severos procesos de erosión laminar. Si bien el bosque protege las laderas del impacto directo de las lluvias, la ausencia de sotobosque, característica en los bosques tropicales originales, ocasiona que las copiosas lluvias que llegan desde el follaje del bosque al suelo escurran rápidamente por las pendientes. Estas lluvias escurren con una importante proporción de elementos finos, que dan un tinte rojizo a los ríos durante la estación de lluvias, cosa que sucede aún en las zonas de bosque no intervenido. Por otro lado, las vertientes cubiertas de bosques presentan eventualmente deslizamientos como efecto de las voluminosas lluvias que infiltran sobre formaciones rocosas sedimentarias y metamórficas. Esto se aprecia más en condiciones naturales, en la llamada ceja de selva. El acelerado proceso de deforestación de la zona del río Apurímac intensificó las acciones erosivas, especialmente la erosión laminar, la aparición de cárcavas e incluso la aparición de EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-4 fenómenos de torrencialidad marcados en algunas quebradas, que tenían antes un régimen hidrológico más regular. En los mapas de geomorfología y estabilidad física se identifican las zonas de fuerte intervención humana a fin de reconocer las áreas potencialmente críticas. A este reconocimiento se suman otros factores como la presencia de substratos geológicos que propenden a la ocurrencia de movimientos de masa, como sucede con las filitas de la formación Excelsior, que se distribuyen al suroeste de la faja de estudio. La zona de colinas es mucho más estable que las montañas de selva alta y ceja de selva, aunque a nivel interno presentan ciertas variaciones, principalmente según su altura, pendiente y material constituyente. Casi todas las colinas están formadas por materiales de antiguos rellenos cuaternarios, más o menos sueltos o por materiales rocosos terciarios de origen sedimentario, que son también poco consistentes. Las colinas son básicamente estables bajo el bosque tropical, pero en los escasos lugares donde se deforestaron, se han iniciado acciones erosivas severas. Finalmente, las llanuras son ambientes estables y los procesos de inundación en esta zona, tan extendidos en la selva, afectan muy poco ya que las llanuras aluviales en su gran mayoría son terrazas medias y altas no inundables. Las secciones inundables son bastante reducidas, como se aprecia en los mapas de geomorfología y estabilidad física. 4.1.1.4 Suelos y Uso de la Tierra Los suelos y el uso de la tierra están muy relacionados con la distribución geomorfológica. Los suelos de llanura son de origen aluvial y se diferencian según su antigüedad y niveles de inundabilidad. Estos suelos son profundos y su desarrollo genético varía entre muy escaso para los suelos inundables más recientes y marcado proceso de diferenciación genética para los suelos de terrazas aluviales más antiguas, los cuales presentan varios horizontes de diagnóstico en el perfil. Los suelos de colinas son menos profundos que los de terrazas y tienen desarrollos genéticos medianos, con algunos horizontes de diagnóstico. Los suelos de montañas, son generalmente menos profundos, llegando a superficiales en las zonas de mayor pendiente. Las pendientes elevadas reducen la intensidad del desarrollo genético de los suelos, a pesar de su antigüedad. Todos los suelos del área son ácidos o fuertemente ácidos, salvo los reducidos suelos inundables que reciben periódicos aportes minerales de las corrientes fluviales que elevan su pH. Por la acidez, la fertilidad natural de los suelos del área es baja. De otro lado, el bosque tropical amazónico cubre los suelos del área y los protege de la elevada potencialidad erosiva de las lluvias de la región, especialmente en las zonas de mayor pendiente y formaciones rocosas poco coherentes. Cuando estas áreas se deforestan y queman, la quema produce, inicialmente, una elevación temporal de la fertilidad natural que se traduce en buenas cosechas durante uno a tres años. Luego de este período se retorna a la fertilidad natural baja, con el agravante de que las lluvias eliminan parte de la vital capa superficial del suelo. Los campesinos deben quemar otros bosques para el mismo fin, desarrollando así una agricultura migratoria. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-5 Cuando este proceso migratorio agrícola es reducido, el bosque se regenera y las tierras se erosionan muy poco, lo que sucede incluso en condiciones naturales con los deslizamientos. Por ello, la agricultura migratoria es un proceso antiguo, que viene siendo practicado por las comunidades nativas ancestralmente. El problema surge con una población mayor de campesinos migrantes que coloniza la selva alta y desarrolla una agricultura migratoria sobre áreas extensas, ya que las posibilidades de regeneración del bosque disminuyen y se acelera la erosión de las tierras. Las áreas de selva ampliamente intervenidas sobre terrenos de fuerte pendiente, constituyen un importante pasivo ambiental para las obras del gasoducto, puesto que se trata de áreas que ya sufrieron un notable deterioro pero que además están en situación geodinámica más inestable que la que tuvieron bajo condiciones de bosque natural. El estudio de suelos concluye con una clasificación de tierras por capacidad de uso mayor, dispuesta por el Ministerio de Agricultura; según este análisis, a lo largo del trazo, una gran parte de las tierras son de protección, es decir, que no se deben usar con fines agrícolas dadas sus restrictivas condiciones ecológicas e inestabilidad. Buena parte del bosque de colinas y terrenos de pendiente es apta sólo para producción forestal, mientras que un reducido porcentaje de tierras es apta para cultivos permanentes o en limpio. Sin embargo, esta realidad está totalmente alterada por la deforestación de algunos sectores del trazo. 4.1.1.5 Hidrología Las corrientes de agua de la selva son concordantes con el clima y el relieve. Los grandes ríos como el Urubamba y el Apurímac tienen caudales de varios miles de m3 /s, especialmente durante los meses más lluviosos y descienden a varios cientos de m3 /s durante los meses más secos. A diferencia de los ríos de la costa y sierra, estos son navegables y desempeñan el importante papel de vías de comunicación en áreas que de otro modo sería muy difícil el acceso. Estos ríos sostienen una importante ecología con una notable variedad de especies biológicas que sirven de sustento a los pobladores del área. Los ríos de la selva tienen numerosos afluentes, los cuales son más torrentosos en la medida que se asciende hacia la selva alta. En la selva alta los caudales de creciente pueden ser muchas veces superiores a los de vaciante, con rápidas y bruscas crecidas que circulan por las fuertes pendientes. Los ríos de la selva baja son más regulares. Las napas freáticas son correlativas a los grandes volúmenes hídricos del clima pluvial, pero en general se trata de acuíferos que casi siempre están bajo los 5 m de profundidad, ya que filtran por las numerosas fisuras de los aforamientos rocosos, mayormente metamórficos. 4.1.1.6 Calidad de aire y ruido En la región selva la calidad del aire es buena en general. Los niveles de partículas y gases son muy inferiores a los estándares de calidad del aire establecidos en el D. S. No. 074-01 PCM y a los estándares de organismos internacionales como la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (USEPA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-6 Las estaciones de calidad del aire en la región selva se ubicaron teniendo en cuenta el lugar donde se encontrarán las estaciones de bombeo y los campamentos logísticos que se construirán durante las etapas de construcción y operación del gasoducto. Por esta razón, las estaciones se ubicaron en Las Malvinas, Alto Shimaa, Kepashiato, Villa Quintiarina y Kiteni, en Cusco. Los niveles de ruido en esta región se encuentran ligeramente por encima de los niveles establecidos por la OMS para horas diurnas y nocturnas. En estos lugares las fuentes de emisión de ruido son principalmente la fauna local e insectos característicos de la selva. En Las Malvinas se presentó el mayor valor de ruido registrado (62 dB), como consecuencia de que en este lugar se ubica el campamento logístico de Techint. 4.1.1.7 Calidad del agua En esta región la calidad del agua es buena. Se muestrearon 20 puntos, entre ríos y quebradas que cruzará el gasoducto. Los resultados de los parámetros físicos y químicos se encuentran dentro los límites máximos permisibles establecidos en la Ley General de Aguas para la Clase IV y de los establecidos por la USEPA, excepto para aceites y grasas. El mayor valor reportado de aceites y grasas se obtuvo en el río Mantalo con un valor de 19 mg/L. La presencia de aceites y grasas en algunos ríos y quebradas del sector selva es común debido a la existencia de taninos y aceites naturales que interfieren con el análisis del laboratorio. Para metales pesados disueltos los valores que se registraron se encuentran por debajo de los límites establecidos en la Ley General de Aguas Clase IV. Sin embargo, para mercurio se reportaron concentraciones por debajo del límite empleado por el laboratorio, 0.0004 mg/L. El límite de detección empleado por el laboratorio es mayor al valor límite exigido para la Clase VI en la Ley General de Aguas, razón por la cual no se puede establecer comparación alguna. 4.1.1.8 Mapa de Estabilidad y Riesgo Físico Como resultado aplicativo del análisis integrado de la línea base física se presenta el Mapa de Estabilidad y Riesgo Físico del sector selva (mapa 4.1-1), el cual contiene una zonificación descriptiva basada principalmente en el análisis de los caracteres del relieve, condiciones climáticas, hidrodinámicas y de uso actual o potencial del área. El mapa reconoce rangos descriptivos para calificar las distintas áreas según sean estables o inestables frente a eventos físicos naturales, tanto desde el punto de vista del riesgo que las referidas ocurrencias pueden causar a las obras e instalaciones del proyecto, como a los riesgos que el propio proyecto presenta para las condiciones ambientales del área. El esquema clasificatorio que se presenta a continuación es descriptivo y se basa en términos que señalan determinados riesgos y ocurrencias físicas frecuentes o eventuales. Estos criterios, en conjunto, sirven para identificar áreas críticas, o señalar áreas que por sus restrictivas condiciones ambientales requieren determinadas prácticas de conservación o manejo. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-7 Desde el punto de vista de la línea base física, en la selva predominan ampliamente las zonas inestables, puesto que más del 60% de la longitud del trazo en esta región se ubica en ámbitos cordilleranos de muy fuerte pendiente, bajo los climas pluviales propios de la selva y muchas veces en formaciones geológicas poco consistentes. Al final de este acápite, el cuadro 4-1 muestra las longitudes y áreas involucradas en las distintas unidades de estabilidad y riesgo físico para la selva. A continuación se señalan las principales características de las unidades de mapeo identificadas en el mapa 4.1-1. 4.1.1.9 Áreas Estables Como su nombre indica, se trata de áreas donde las acciones morfodinámicas son reducidas, sea porque las pendientes son débiles, porque la cobertura vegetal protectiva es muy eficaz, o porque los factores geológicos y de uso de la tierra atenúan la geodinámica. En estas áreas, generalmente las operaciones pueden resultar relativamente sencillas de realizar, aunque siempre se debe considerar la s medidas para evitar daños específicos, especialmente en lo que concierne a los aspectos ecológicos o sociales. En el trazo de selva, mayoritariamente montañoso, bajo climas pluviales, compleja geología y localizada deforestación masiva, las áreas estables son en conjunto bastante reducidas, y el trazo las atraviesa en poco más de 6 km, que representan el 3.3% aproximado del trazado. En la zona se pueden reconocer dos tipos de áreas estables: Terrazas Aluviales y Lomadas Poco Intervenidas (E-1) Son áreas relativamente reducidas, ubicadas principalmente a orillas de los grandes ríos de selva baja, como el Urubamba. Son terrenos de muy escasa intervención humana y por ello son áreas donde el bosque tropical protege eficazmente el suelo. La estabilidad de estos ambientes es máxima, teniendo en cuenta que además de la protección del bosque, los terrenos son llanos y consiguientemente la erosión resulta sumamente atenuada. Estas terrazas, ubicadas a más de 10 m sobre los ríos, no son inundables y por ello tampoco están sujetas a la erosión fluvial; salvo en los bordes ribereños, donde los socavamientos más intensos pueden hacer retroceder los terrenos varios metros durante un período de creciente. Por otro lado, los materiales de las terrazas ofrecen condiciones topográficas y geológicas favorables a las excavaciones, las cuales no requieren emplear explosivos ni afectan aguas freáticas, generalmente ubicadas como mínimo a 5 m de profundidad. La longitud del trazo en estos terrenos suma menos de 5 km, que aproximadamente representan el 2.6%. Terrazas Aluviales Intervenidas con Cultivos (E-2) Son áreas que se localizan principalmente en el valle del río Apurímac, donde el trazo lo cruza en poco más de un km, que representa menos del 1% del trazado en selva. Este valle está fuertemente intervenido desde hace décadas. En estas áreas la vegetación del bosque tropical en las terrazas se reemplazó por cultivos. No obstante la carencia de bosque, la estabilidad EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-8 geodinámica es similar a la de la unidad anterior, debido a la horizontalidad de las terrazas, a la vegetación cultivada y a la no inundabilidad de estos terrenos. Sus condiciones operativas son igualmente favorables, pero en cambio, se trata de terrenos de especial valor agrícola y socioeconómico, sobre todo por tratarse de las pocas tierras agrícolas de valor que existen en la selva alta. 4.1.1.10 Areas medianamente estables, potencialmente inestables En estas áreas, bajo las condiciones actuales, el dinamismo es bajo; es decir no se aprecian acciones de geodinámica que puedan definir niveles de deterioro o riesgo físico, salvo sectores muy puntuales. No obstante, se sabe también que estas áreas, básicamente debido a pendientes considerables y suelos poco cohesivos, pueden pasar rápidamente a condiciones de inestabilidad geodinámica definida, si es que se produce una intervención que propicie la deforestación. En esta categoría se puede agrupar a los distintos tipos de colinas bajas reconocidas en el mapa geomorfológico de selva, que en conjunto son cruzadas por el trazado en poco más de 15 km, que representan aproximadamente el 8.3% del trazo en selva. Sus características más generales se señalan a continuación: Colinas Bajas de Bosque Poco o Nada Intervenido (EI-1) Estos relieves no son llanos, sino colinosos, de alturas inferiores a 80 m y pendiente de 15 a 50%. Sus accidentes topográficos son fuente de acciones erosivas, sobre todo porque las colinas tienen suelos relativamente profundos en la superficie y porque las lluvias son abundantes. Sin embargo, actualmente estos medios son poco erosivos, prácticamente estables, salvo un escurrimiento laminar que afecta ligeramente el suelo y pequeños movimientos eventuales de masa. Esta situación se debe a que son bosques poco o nada intervenidos. Se considera que si ocurren masivas acciones de deforestación como en otras zonas, se desarrollará el potencial erosivo acelerando el deterioro del medio. De otro lado cabe indicar que las condiciones operativas en estas áreas son algo dificultosas por la topografía y afloramientos rocosos, que en algunos casos requieren explosivos, con la consiguiente probabilidad de desestabilización de taludes. 4.1.1.11 Áreas medianamente Estables, Potencialmente Inestables En estas áreas el dinamismo actual también es bajo, pero a diferencia de la unidad anterior, se observan acciones geodinámicas que revelan un equilibrio bastante precario. Básicamente se trata de colinas altas y vertientes montañosas, actualmente bien protegidas de cubierta vegetal, donde sin embargo existe una determinada erosión. En consecuencia, se considera que la ejecución de obras en estos medios implica importantes riesgos potenciales de deterioro ambiental que se deben evitar. El trazo en estos sectores es de aproximadamente 22 km, que representan un 12% del trazado en selva: Las características de esta unidad de estabilidad son las siguientes: EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-9 Colinas altas y montañas de bosque poco o nada intervenido (ME -1) Las colinas de este grupo son elevaciones de altura generalmente comprendida entre 80 y 300 m sobre sus niveles de base locales. Bien protegidos por una cobertura vegetal poco intervenida, pero con pendientes superiores a 50% y substratos geológicos poco compactos o coherentes, de rocas arenosas y arcillosas terciarias, y conglomerádicas cuaternarias, hecho que les confiere una elevada inestabilidad potencial. Asimismo, en esta categoría se incluyen vertientes montañosas, con bosques igualmente poco intervenidos, que tienen magnitudes y pendiente superior a las colinas mencionadas, pero que en cambio poseen substratos geológicos más competentes. Las condiciones operativas en estos medios presentan dificultades topográficas y geológicas, e implican considerables riesgos de deterioro ambiental. 4.1.1.12 Áreas Inestables En estas áreas, que en conjunto son cruzadas por el trazado en aproximadamente 54 km (30% de la longitud del trazo en selva), se puede identificar fácilmente ocurrencias geodinámicas, las mismas que en magnitudes y frecuencias distintas, significan determinadas formas de deterioro ambiental, e incluso de riesgo físico, donde en consecuencia, la ejecución de obras puede conducir a incrementar las acciones nocivas de la geodinámica, si es que no se toman las medidas de conservación apropiadas. Se reconocen las siguientes clases de áreas inestables: Terrazas Bajas Inundables (I-1) Son los relieves llanos ribereños, sujetos a periódicas o irregulares inundaciones. Por ello, su estabilidad, debida a la horizontalidad del relieve, se transforma durante los meses de creciente. Durante estos meses la inundación puede provocar daños de distinto orden. Son áreas muy reducidas, que quedan principalmente a orillas del río Urubamba. La longitud que cruza el trazo en estos terrenos bordea solamente los 200 m que es una proporción irrelevante, para el conjunto del trazo, aunque su importancia reviste caracteres particulares. Las dificultades operativas provienen de la probabilidad de anegamientos durante las crecientes, la cercanía o superficialidad de la napa freática y la consiguiente probabilidad de ocasionar importantes daños ecológicos. Vertientes Montañosas Parcialmente Intervenidas (I-2) Estas zonas se cruzarán en aproximadamente 54 km, que representan el 30% del trazado en selva. Son parte de los abruptos relieves de la Cordillera Oriental y faja sub-andina aún están muy poco intervenidos y, por consiguiente, el bosque primario lo protege del elevado potencial erosivo debido a las pendientes y clima pluvial. No obstante, son frecuentes los sectores de mayor pendiente y de presencia de rocas poco compactas o coherentes. Esto provo ca eventuales acciones erosivas notables, como grandes movimientos de masa, aún en situación de bosque natural poco intervenido, de donde se EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-10 reconoce su actual condición de inestabilidad. Se considera que la deforestación en estas áreas puede causar severos deterioros ambientales desencadenando acciones erosivas de magnitud. Las dificultades operativas provienen de la agreste topografía y del substrato geológico que obligan al empleo de explosivos. Esto produce la desestabilización de taludes y generación de potenciales movimientos de masa de pequeña magnitud, que se deben controlar. 4.1.1.13 Áreas muy Inestables Como su nombre indica, son las áreas de mayor riesgo, tanto desde el punto de vista de la inestabilidad y ocurrencia actual de procesos severos de erosión y deterioro ambiental, como de un riesgo potencial aún mayor al que se observa actualmente. Estas áreas son relativamente frecuentes en la selva alta, especialmente en las zonas más lluviosas que coinciden con los sectores topográficos más agrestes y de geologías poco competentes. Los sectores que se consideran como muy inestables son mayoritarios en este tramo de selva, y abarcan aproximadamente 85 km de longitud (46.7%). Las unidades identificadas se describen a continuación: Vertientes Montañosas Muy Intervenidas, con Acciones Erosivas Severas (MI-1) Las formas del relieve son las mismas que las descritas en la unidad anterior, con la diferencia que están fuertemente intervenidas. En estas áreas el bosque original se transformó casi completamente en terrenos de cultivo y bosques secundarios, lo que desarrolló serios procesos erosivos. La erosión laminar se intensificó propiciando la aparición de cárcavas y procesos de torrencialidad, como esporádicos huaycos en algunas quebradas. Esto sucede sobre todo en las montañas que bordean el río Apurímac. Las dificultades operativas son las mismas que las de la unidad anterior, con el añadido de afectar numerosos terrenos de cultivo y zonas más desestabilizadas. La longitud del trazo en estos sectores totaliza más de 64 km (35.2%). Vertientes Montañosas Poco Intervenidas de Muy Alto Potencial Erosivo (MI-2) Algunos sectores de la selva alta se caracterizan por la presencia de substratos geológicos, altamente favorables a la ocurrencia de riesgosos movimientos de masa, como sucede por ejemplo con el grupo Excelsior, de filitas y esquistos altamente fisurados y plásticos. Estas áreas están poco intervenidas, por lo que el bosque tropical las mantiene en situación de relativo equilibrio morfodinámico, con la ocurrencia eventual de movimientos de masa y erosión laminar. Se considera que en caso de deforestación estas áreas tienen un riesgo mucho mayor, por lo que durante las operaciones se deberá tener las máximas precauciones de manejo ambiental. La longitud del trazo en estos sectores totaliza casi 21 km (11.4%). EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-11 Cuadro 4-1 Resumen de Unidades de Estabilidad y Riesgo Físico para el tramo de selva Estabilidad y Riesgo Físico Áreas Estables Áreas Estables, Potencialmente Inestables Áreas Medianamente Estables, Potencialmente Inestables Símbolo Incidencia en el trazo Longitud (Km) Superficie en la franja evaluada (Ha) E-1 4.84 10,544 E-2 1.29 3,150 Colinas Bajas de Bosque Poco o Nada Intervenido EI-1 15.16 15,522 Colinas altas y montañas de bosque poco o nada intervenido ME-1 21.95 29,661 Terrazas Bajas Inundables I-1 0.02 3,003 Vertientes Montañosas Parcialmente Intervenidas I-2 54.20 25,987 MI-1 64.09 29,205 MI-2 20.74 11,173 Unidad Cartográfica Terrazas Aluviales y Lomadas Poco Intervenidas Terrazas Aluviales Intervenidas con Cultivos Áreas Inestables Áreas Muy Inestables 4.1.2 Vertientes Montañosas Muy Intervenidas, con Acciones Erosivas Severas Vertientes Montañosas Poco Intervenidas de Muy Alto Potencial Erosivo SÍNTESIS DE LINEA BASE FISICA DEL SECTOR SIERRA La sierra es la región propiamente andina del país y en el trazo del gasoducto representa la mayor longitud, abarcando aproximadamente 273 km que es el 40.65% del trazo total. Los límites son un poco arbitrarios, por lo que se opta por la cota 1,200 msnm en el oeste como límite con la costa y los límites del bosque amazónico que ascienden por los Andes orientales hasta altitudes variables que van de 3,200 a 3,600 msnm. La sierra es una región que se caracteriza por la heterogeneidad de sus climas, determinada por la altitud de los relieves andinos, lo que condiciona la existencia de varios pisos altitudinales y ecológicos. También se caracteriza por la variedad de sus topografías y complejas estructuras geológicas, que hacen alternar altiplanicies con cumbres aisladas, disectadas por profundos valles interandinos que dirigen una compleja circulación aérea e hidrológica. A continuación se describen brevemente las condiciones ambientales del sector sierra en el trazo del gasoducto: 4.1.2.1 Clima Una breve descripción de las características ambientales de la sierra obliga inicialmente a una cierta zonificación climática, la cual permite a grandes rasgos reconocer tres sectores principales: EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-12 Clima de la Zona Alto-andina La zona alto-andina se extiende aproximadamente sobre los 3,800 msnm, altura que varía según las condiciones locales. El clima es esencialmente frío y húmedo, con precipitaciones anualmente superiores a 600 mm, con zonas que pasan de 1,000mm, con temperatura promedio anual que varía entre 4 y 10ºC, en una zona que tiene siempre temperaturas de congelamiento nocturno, por lo menos durante toda la estación seca. La pluviosidad está principalmente concentrada entre los meses de diciembre a marzo y los demás meses concentran aproximadamente entre 20 y 25% de la precipitación anual. Por las bajas temperaturas, propias de las masas aéreas altoandinas, las lluvias, aún siendo frecuentes, resultan de baja intensidad en comparación con las lluvias de las regiones de selva y del piso andino inferior cálido. Esto favorece el desarrollo de la vegetación de la zona altoandina, puesto que el humedecimiento del suelo es paulatino y no se producen escurrimientos torrenciales. Además, una parte de estas lluvias ocurre bajo forma de granizo o nieve, lo que humedece mejor el suelo con posterioridad a su fusión. A pesar de la buena distribución anual de las lluvias y de sus intensidades, las temperaturas nocturnas congelantes reducen las posibilidades bióticas. Por ello las zonas alto-andinas consisten de praderas de pocas especies adaptadas al clima frío. Clima de la Zona Medio Andina Bajo los 3,800 msnm y aproximadamente hasta los 2,800 ó 2,600 msnm se extiende el piso de laderas andinas de valle, formando la zona medio andina, caracterizada por ser la región de cultivos andinos tradicionales de secano. El desarrollo de los cultivos en este piso responde a la disponibilidad de recursos hídricos proporcionados por las precipitaciones, en un cuadro térmico menos riguroso que en el piso anterior. Las lluvias totalizan entre 800 y 500 mm anuales y la temperatura promedio anual varía entre 11 y 17ºC. Un factor importante es que las temperaturas de heladas sólo se dan en los niveles más altos de este piso y únicamente durante los meses de junio a agosto. Clima de la Zona Inferior Andina Bajo los 2,800 y 2,600 m de altitud, la zona andina disminuye drásticamente su lluvia anual de valores que van de 500 mm, para los sectores más húmedos, a menos de 50 mm en el contacto con el desierto costero. De esta manera la zona inferior andina se presenta en un contexto de grandes vertientes montañosas áridas y semiáridas, donde no se practica la agricultura de secano, salvo los fondos de valle irrigados. El 95% de las lluvias ocurren concentradas en los meses de diciembre a marzo, por lo que hay varios meses completamente secos. Debido a la mayor temperatura de las zonas bajas andinas, las lluvias, que son menos frecuentes, pueden ser mucho más intensas que en la zona alto-andina, causando una escorrentía mayormente torrencial. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-13 4.1.2.2 Geología La región sierra del área de estudio cruza cuatro importantes unidades morfoestructurales del país. Estas unidades son: la Cordillera Occidental, que es un prominente levantamiento de relieve abrupto y montañoso conformado por rocas meso-cenozoicas; las altiplanicies que se desarrollan por encima de los 4,000 msnm, en gran parte labradas sobre rocas volcánicas terciarias o conformadas por sedimentos de origen glacial; los valles interandinos que ocupan las zonas depresionadas pero caracterizadas por su topografía suave, sub- horizontal y la Cordillera Oriental, menos prominente que la primera, pero de relieve igualmente agreste y montañoso, que se desarrolla en el extremo oriental del estudio y que está conformada por rocas paleozoicas. Se presentan cuerpos intrusivos graníticos del batolito de la costa que afectan la secuencia rocosa andina occidental. Considerando el aspecto tectónico, la zona se puede dividir en dos sectores claramente diferenciados, cuyo límite aproximado está dado por el río Torobamba. Un sector occidental donde se manifiesta la tectónica andina con sus etapas de levantamiento, plegamiento y magmatismo extendido (plutónico y volcánico) de gran significancia en el trazo en estudio y un sector oriental afectado por varios eventos tectónicos polifásicos que dieron como resultado una mayor complejidad estructural y un metamorfismo más o menos intenso en sus rocas conformantes. En este contexto estructural los severos cambios climáticos producidos en el cuaternario modificaron significativamente la parte alta de estos dos sectores, produciendo el desgaste por erosión glacial de los altos relieves cordilleranos y la generación de un muy inestable manto detrítico coluvial en sus vertientes, rellenando paralelamente las áreas depresionadas periglaciales. La probable ocurrencia de eventos sísmicos que con relativa frecuencia asolan esta región, están mayormente asociados a la interacción de la placa Nazca con la placa Sudamericana, lo que genera sismos de foco superficial e intermedios, algunos de los cuales llegan a alcanzar magnitudes de VI a VII en la escala de Mercalli Modificado. No se pudo probar que algunos de ellos estén asociados a la reactivación de fallas geológicas. Por cercanía, la zona más occidental del área de estudio está expuesta a los efectos de movimientos sísmicos que se producen en la costa central peruana. Estos eventos producen la modificación del relieve y la ocurrencia de derrumbes y deslizamientos, algunos de los cuales pueden alcanzar gran dimensión. Las diversas litologías presentan diferentes respuestas ante una ocurrencia sísmica; así, las rocas y materiales arcillosos son los de más fácil deformación por su plasticidad y baja competencia. En el mismo orden de inestabilidad están los materiales coluviales poco coherentes presentes en las vertientes muy empinadas, las tobas volcánicas por su alta porosidad y poca compactación siguen en el orden de inestabilidad y deformación. Rocas estables muy competentes son las rocas ígneas ácidas del batolito de la costa que, sin embargo pueden presentar algún grado de meteorización superficial. Los conglomerados aluviales y fluvioglaciales, a pesar de su baja consolidación, son escasamente deformables, presentando la ventaja adicional de su horizontalidad. Las zonas hidromórficas son potencialmente muy riesgosas debido a su baja coherencia y a la posibilidad de licuefacción de sus materiales finos. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-14 Considerando el aspecto hidrogeológico de la región, ésta presenta diversas particularidades tanto en sentido vertical como en sentido horizontal del relieve, dependiendo de los factores que actúan. Entre estos factores sobresalen dos: la intensidad de las precipitaciones y los caracteres litológicos. Las aguas subterráneas se manifiestan principalmente como manantiales, se logró identificar algunos en las zonas cordilleranas occidentales y orientales. Los materiales coluviales son muy porosos y permeables, permitiendo la infiltración de las aguas de precipitación. Sin embargo, su espesor de pocos metros, le resta significancia hidrogeológica. Los aluviales del valle del Torobamba y los sedimentos fluvioglaciares presentan espesores de 30 a 50 m, siendo los más favorables para la generación de napas acuíferas. Las calizas, a veces por acción cárstica, contienen cavernas por donde circulan los flujos de agua meteórica hacia niveles inferiores, habiéndose observado en algunos sectores acumulaciones de travertino y pequeños manantiales. Las rocas intrusivas y volcánicas de la vertiente occidental presentan un moderado grado de fisuramiento, pero las escasas lluvias no permiten la formación de manantiales importantes. Los caudales medidos generalmente fueron menores a 1 lt/s, menos frecuentes fueron los de 1 a 3 lt/s y más raros los mayores a 3 lt/s. Los procesos de carga y descarga son de corta duración y estaciona les. Esto lleva a deducir que el tendido de tuberías se realizará en terrenos mayormente secos, aunque existen en algunas zonas alto-andinas áreas hidromórficas permanentes con presencia de bofedales y áreas depresionadas cuyas capas superiores se podrían saturar temporalmente por las aguas de precipitación. En cuanto a la construcción del gasoducto, las principales restricciones geológicas están determinadas en primer lugar, por los caracteres topográficos abruptos o empinados en algunos casos, lo que obliga a usar explosivos en vertientes inestables y en otros casos, allanados pero con hidromorfismo permanente; en segundo lugar, por las litologías blandas, alteradas o poco coherentes. Los materiales de construcción se pueden obtener en volúmenes suficientes en los lechos fluviales, en los depósitos morrénicos o coluviales y en los roquedales. 4.1.2.3 Geomorfología Las unidades geomorfológicas de la sierra están estrechamente relacionadas a zonas climáticas y a la evolución geológica. Los principales conjuntos morfológicos se pueden agrupar en: Zonas Alto-andinas En esta zona predominan las altiplanicies o mesetas ligeramente onduladas, alternando con macizos rocosos más o menos aislados. Los relieves rara vez sobrepasan los 800 m de altura sobre el nivel de las llanuras circundantes. Las formas estructurales son más simples hacia el oeste de Ayacucho, donde predomina una topografía ligera o moderadamente accidentada, mientras que hacia el este, hacia la zona de selva, las vertientes alto-andinas son más complejas y accidentadas. Los relieves que aparecen en la zona alto-andina son de mesetas, entre las que emergen colinas y macizos montañosos, formando en conjunto una topografía poco accidentada. Esta EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-15 zona presenta influencias notables según la estructura geológica. Así por ejemplo, se observa una baja tasa de disección sobre las extensas acumulaciones volcánicas al oeste de Ayacucho, mientras que numerosos escarpes rocosos a manera de barras o crestas aparecen en las vertientes de la Cordillera Oriental, cerca de la selva. En conjunto, las zonas alto-andinas se modelaron por las recientes acciones glaciales cuaternarias, las cuales sobre-excavaron los valles, para dejar valles en forma de U con morrenas de fondo arcillosas, que al igual que la cobertura morrénica de las altiplanicies, dan lugar a la formación de áreas hidromórficas o bofedales. Las acciones erosivas son débiles en toda la zona alto-andina, salvo sectores localizados debido a fuertes pendientes aisladas o a la presencia de formaciones rocosas poco coherentes. Esto sucede, por ejemplo, con rocas arcillosas de la formación Casapalca, que afloran en las cabeceras del río Huaytará o en tufos volcánicos blandos que aparecen en distintas partes de las extensas altiplanicies al oeste de Ayacucho. Sin embargo, localmente, algunos sectores montañosos de magnitud, con laderas empinadas de más de 500 m de altura sobre el llano circundante, incluyen taludes coluviales de material más o menos inestable, que da cierta inestabilidad a estas áreas. Zonas Medio Andinas En este piso agrícola de laderas al secano, aparecen una serie de superficies de erosión de topografía llana a disectada, pequeños fondos de valle aluvial llanos y amplias zonas de vertientes montañosas moderada a fuertemente accidentadas. Este complejo mo rfológico presenta particularidades, principalmente según la topografía. Los fondos de valle y superficies de erosión, casi totalmente cultivados, son zonas estables donde no se produce mayor erosión visible, en comparación con las vertientes montañosas, donde los taludes coluviales, en gran parte inestables, están sujetos a la formación de cárcavas y abarrancamientos, pero sobre todo sujetos a la ocurrencia de riesgosos movimientos de masa. Este hecho es particularmente notable en el valle del río Torobamba, donde a las fuertes pendientes y magnitud del relieve, se suman condiciones geológicas de rocas arcillosas poco coherentes. Un hecho que favorece la ocurrencia de estos riesgosos movimientos de masa es la existencia de numerosos canales de riego no revestidos. Zona Inferior Andina En general estas áreas son laderas áridas o semiáridas, casi desprovistas de cultivos, con suelos superficiales y una notable abundancia de vertientes rocosas alternadas de formaciones coluviales más o menos inestables. Además de las laderas, en la zona medio andina se presentan fondos de valles aluviales, parcialmente cultivados con riego. Es una zona altamente erosiva, debido a la semi-aridez climática que favorece la formación de cárcavas y abarrancamientos, redundantes a su vez en un marcado dinamismo de los fondos de valle aluvial, que se sobrecargan de sedimentos. Las quebradas que pasan bajo las laderas semiáridas generalmente ocasionan flujos sólidos de huaycos, como se aprecia en el fondo de valle del Torobamba. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-16 El trazo del gasoducto evita la torrencialidad de los ríos de la parte baja andina y los abarrancamientos y numerosas cárcavas de la sierra en el sector del río Pisco, ya que viene desde la costa por el valle de dicho río y se interna en la sierra mediante el ascenso en las laderas de la quebrada Polvareda. A partir de aquí, el trazo sigue líneas divisorias que dejan abajo las activas zonas erosivas del bajo valle del río Pisco. 4.1.2.4 Suelos Una zonificación generalizada de los suelos de la sierra presenta más o meno s la siguiente distribución: • Suelos hidromórficos y de turba: son los oconales que se desarrollan en zonas depresionadas de la zona alto-andina, concentrando las aguas superficiales, haciendo aparecer en superficie un anegamiento más o menos permanente de humedales, de especial importancia en la conservación ecológica e hidrológica del área. Son suelos ácidos, con elevada proporción de elementos orgánicos, con cierto potencial de corrosividad. • Suelos minerales de zonas alto-andinas: son los de buen drenaje interno que rodean a los oconales, cuyas características de profundidad, pH, estructura, textura y otros, varían según la pendiente y material geológico originario. Aunque su fertilidad natural puede ser diversa, su productividad está limitada por las condiciones climáticas que impiden la posibilidad de cultivos. • Suelos minerales de las zonas medio andinas: son suelos de buen drenaje interno, que se presentan en diversas fisiografías de la zona media andina, generalmente bajo la condición de terrenos de cultivo. Los suelos dominantes están constituidos por acumulaciones coluviales y laderas de pendientes entre moderadas a fuertes, que por ser generalmente cultivados de manera inapropiada, vienen soportando un severo deterioro por erosión. En forma más localizada, en las zonas medio andinas aparecen ciertas superficies erosivas y terrazas de fondo de valle, donde la topografía llana favorece el desarrollo de suelos y el aprovechamiento agrícola. Entre estos sectores cabe mencionar los valles de Vinchos y las pampas de Acocro, donde los suelos minerales se mantienen mejor contra la erosión, debido a la poca pendiente. • Suelos minerales de la zona inferior andina: son suelos que tienen generalmente granulometrías gruesas, por lo que el drenaje resulta algo excesivo a excesivo. Los suelos dominantes se desarrollan sobre formaciones coluviales inestables en fuertes pendientes y una amplia distribución de formaciones puramente líticas. Los fondos de valle incluyen suelos aluviales de morfología estratificada, incluye ndo formaciones de cauces. Como se aprecia, los suelos de la sierra están determinados por las condiciones climáticas en primer término y por las condiciones topográficas en segundo. Como capacidad de uso mayor o potencial, las tierras aptas para cultivos en limpio resultan escasas por las severas limitaciones de pendiente, las cuales sólo son notoriamente reducidas en las zonas altoandinas, donde no existe posibilidad de cultivos debido a las bajas temperaturas. Las zonas aptas para cultivos en limpio aparecen de manera definida sólo en las superficies de erosión local y fondos de valle de la zona media. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-17 Sólo se encuentran tierras aptas para cultivos permanentes en la parte de las laderas poco inclinadas y depósitos coluviales de la zona inferior andina, donde localmente se puede tener también pequeños terrenos aptos para cultivo en limpio. Los terrenos aptos para producción forestal ocupan sectores reducidos de las laderas ubicadas entre la zona media y alto-andina. La mayoría de los suelos de la sierra son aptos para pastos. Estos suelos se concentran en las extensas áreas alto-andinas, donde por las bajas temperaturas, las zonas llanas no pueden ser cultivadas, quedando relegadas al uso de sus pasturas. La aptitud para pastos en estos terrenos generalmente es de calidad media o baja y excepcionalmente la calidad agrológica es alta. Finalmente, la mayor proporción de laderas de la zona media y alta y la casi totalidad de laderas de la zona inferior, no tienen vocación agropecuaria ni forestal, siendo únicamente tierras de protección, con fines de conservación de cuencas, turismo, biodiversidad, etc. 4.1.2.5 Uso de la tierra Al igual que las demás variables ambientales, el uso de la tierra está condicionado por el clima. Existe un piso agrícola en la zona media andina, donde se ubica tanto la mayor actividad agrícola como la mayor cantidad de caseríos y poblados mayores. Las zonas altas son objeto de ganadería extensiva, mayormente de ovinos y en orden decreciente de auquénidos, vacunos y equinos. Las zonas bajas son objeto de pastoreo extensivo, casi siempre caprino y temporalmente ovino y vacuno. Cabe indicar que en las zonas altas, la actividad ganadera generalmente está en condición de sobre-pastoreo, donde una población de ganado no bien conducida depreda las pasturas en terrenos de diversa pendiente. El resultado es el inicio de acciones erosivas, cada vez más notorias en las zonas alto-andinas. Del mismo modo, la agricultura de laderas tiende a ocasionar severas acciones erosivas, sobre todo cuando se realizan surcos de cultivo en el sentido de las pendientes. Además, la red de canales sin revestimiento, que caracteriza a las laderas cultivadas, tiende a causar procesos de deslizamiento de tierras. 4.1.2.6 Hidrología Los recursos hídricos de la sierra están distribuidos en cursos de agua de régimen permanente, estacional y esporádico. Varios ríos como el Pampas, Vinchos, Huaytará, Torobamba y Yucay, entre otros, tienen caudales que van de algunos cientos de m3 /s. durante las crecientes, hasta poco más de 1 ó 2 m3 /s durante las vaciantes. Esto indica una fuerte torrencialidad, especialmente para los ríos de la zona inferior. En la parte alta, los ríos son mucho menos torrentosos, alimentados durante la estación seca por los numerosos bofedales de la parte alta. Los acuíferos son sumamente variados, habiendo zonas donde las formaciones rocosas son impermeables, como el batolito costero, de las cabeceras del río Huaytará, donde es improbable la presencia de aguas subterráneas. En cambio, bajo las formaciones morrénicas y sedimentarias, los acuíferos pueden formarse hasta profundidades variables, que posteriormente surgen en las paredes de los valles, como manantiales, que contribuyen con el sostenimiento ecológico. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-18 4.1.2.7 Calidad de aire y ruido La calidad del aire en la región sierra es, en general, buena ya que los niveles de partículas (PM10 ) y gases (CO, SO2 , NOx y HC) están por debajo de los estándares de calidad del aire publicados en el D. S. No. 074-01 PCM y de organismos internacionales como USEPA y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cabe mencionar que las estaciones de calidad de aire se colocaron en los lugares donde se construirán las estaciones de bombeo, pues éstas serán fuentes de emisión de contaminantes durante la operación del gasoducto. Las zonas de Vinchos y Torobamba en Ayacucho, serán los lugares donde se ubicarán las estaciones de bombeo. Estos lugares cuentan con fuentes de emisión propias de esta zona como son el tránsito vehicular y las carreteras en mal estado, además de los fuertes vientos que se presentan en algunas épocas del año, como verano, lo que favorece la dispersión de partículas y gases. Las mediciones de ruido realizadas en esta zona, presentan como fuentes de emisión: el viento, la fauna local y algunas actividades humanas que se desarrollan en los centros poblados. En estas zonas el nivel de ruido es bajo y no supera los límites establecidos por la OMS en horas nocturnas y diurnas y la Ordenanza Municipal 015 de la Municipalidad de Lima Metropolitana. En algunos sectores desérticos el nivel del ruido es bastante bajo en los cuales la única fuente de emisión de ruido es el viento. 4.1.2.8 Calidad de agua La calidad del agua en sierra es, generalmente, buena para los parámetros físicos y químicos. Cabe mencionar que se muestrearon 22 puntos ubicados en diferentes ríos y quebradas que cruzan el gasoducto. El análisis de los parámetros químicos y metales pesados disueltos se realizaron en un laboratorio acreditado. Asimismo, el valor reportado para metales pesados y disueltos (As), muestreados en las quebradas Curiyama y Rangracuna, están por encima del valor máximo permisible de 0.1 mg/L para la clase IV de la Ley General de Aguas, pero dentro del valor exigido por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (USEPA). 4.1.2.9 Mapa de Estabilida d y Riesgo Físico Como resultado aplicativo del análisis integrado de la línea base física se presenta el Mapa de Estabilidad y Riesgo Físico del sector de sierra (mapa 4-1), que contiene una zonificación descriptiva basada principalmente en el análisis de los caracteres del relieve, condiciones climáticas, hidrodinámicas y de uso actual o potencial del área. El mapa reconoce rangos descriptivos para calificar las distintas áreas según sean estables o inestables frente a eventos físicos naturales, tanto desde el punto de vista del riesgo que las referidas ocurrencias pueden causar a las obras e instalaciones del proyecto como a los riesgos que el propio proyecto presenta para las condiciones ambientales del área. El esquema clasificatorio que se presenta a continuación es descriptivo, basado en términos que señalan determinados riesgos y ocurrencias físicas, sean frecuentes o eventuales, criterios que en conjunto sirven para identificar áreas críticas, o para señala áreas que por sus EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-19 restrictivas condicione s ambientales requieren determinadas prácticas de conservación o manejo. Concordante con las variadas condiciones ambientales de la sierra, en esta zona hay un variado rango de estabilidades y categorías de riesgo que se sectorizan por zonas desde el punto de vista climático, de ubicación dentro de las zonas alta, media e inferior andina y de la presencia de formaciones rocosas con distinto comportamiento erosivo. Al final de este acápite, el cuadro 4-2 muestra las longitudes y áreas involucradas en las distintas unidades de estabilidad y riesgo físico para sierra. Los siguientes son los niveles de estabilidad y riesgo reconocidos para el trazo del gasoducto en esta zona. 4.1.2.10 Áreas Estables Son las áreas de sierra donde las acciones morfodinámicas actuales son reducidas, y donde se considera también que el potencial morfodinámico ante la ejecución de proyectos resulta poco distinto de las condiciones actuales. Esta situación de estabilidad se presenta mayoritariamente en las zonas altoandinas, donde las pendientes son por lo general débiles, donde existe una eficaz cobertura vegetal protectiva herbácea, y donde generalmente las lluvias frecuentes, tienen bajas intensidades erosivas. Adicionalmente hay áreas estables también en los fondos de valle y superficies locales de la zona medioandina. En estas áreas, generalmente las operaciones pueden resultar relativamente sencillas de realizar, aunque siempre se debe considerar las medidas para evitar daños específicos, especialmente en lo que concierne a los aspectos ecológicos o sociales. Las áreas estables representan cerca de 62 km de longitud del trazado en sierra (22.7%). Las áreas reconocidas en esta categoría de estabilidad son las siguientes: Altiplanicies y Fondos de Valle Glacial (E-1) Estas áreas se distribuyen ampliamente en las zonas alto-andinas. Tienen topografías de suave pendiente y escasos accidentes topográficos. Están conformadas por acumulaciones morrénicas dejadas por las glaciaciones cuaternarias. A las condiciones topográficas muy poco accidentadas se suma una cobertura generalizada de gramíneas y un bajo potencial de lluvias en climas fríos. Por ello, se trata de ambientes estables, de muy baja erosión actual y potencial, salvo sectores muy localizados. Las condiciones operativas incluyen una amplia facilidad para las excavaciones y riesgos ecológicos relativamente bajos, en la medida que no se alteren los regímenes hidrológicos. Tienen para el trazo una longitud aproximada de 35.3 km (12.9% del trazo en sierra). Bofedales Alto-Andinos (E-2) Son los sectores hidromórficos, ubicados en las partes bajas de las altiplanicies y laderas altoandinas, donde tienden a concentrarse las escorrentías que descienden de las laderas o surgen afloramientos freáticos. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-20 Los bofedales son suelos anegados que se forman en las acumulaciones morrénicas glaciales y son relativamente fáciles para las excavaciones. Sin embargo, son sectores de especial importancia ecológica para la sierra y para el régimen hidrológico en general, por lo que es recomendable que estas zonas se eviten en lo posible. Representan una longitud en el trazo de 23.3 km (8.5% del trazo en sierra). Fondos de Valles y Superficies de Erosión Local (E-3) Estos sectores son también de topografías llanas y estables, sin mayor presencia de acciones erosivas. Se encuentran en la zona medio andina, bajo una intensa presión agrícola. Las operaciones son fáciles de realizar en estas zonas de suelos formados por materiales sueltos que no requieren explosivos. Sin embargo, son terrenos de alto valor agrícola relativo, teniendo en cuenta la escasez de este tipo de tierras de valor en la sierra. Estas importantes tierras agrícolas, serán cruzadas por el trazo en poco más de 3 km (1.2% del trazo en sierra). 4.1.2.11 Áreas Ligeramente Inestables A diferencia de la categoría anterior, en estas áreas se observan acciones erosivas, en algunos casos locales, y en otros más o menos frecuentes o generalizados, pero que inciden poco en el deterioro del medio, estimándose que estas áreas no tienen tampoco potenciales geodinámicos elevados, porque en sus condiciones naturales y de uso de la tierra que hay en estas zonas andinas, no se prevén cambios drásticos ante la ejecución de proyectos como el de tendido de los ductos. Las áreas ligeramente inestables se hallan mayoritariamente en las mesetas altoandinas, y en menor proporción en los valles interandinos, totalizando 95.3 km para la longitud del trazo (34.8% de la longitud del trazo en sierra). Las unidades reconocidas en esta categoría son las siguientes: Superficies de Erosión y Altiplanicies Disectadas (LI-1) Son zonas de topografía intermedia, de accidentes formados por colinas y disecciones de varias decenas a más de 100 m de altura, con pendientes variables de 10 a 50%. Generalmente se ubican en la zona alto-andina y en meno r proporción en la zona media. Los accidentes topográficos generan algunas acciones erosivas, especialmente en las altiplanicies disectadas, parcialmente cultivadas con cultivos alto-andinos. Las condiciones operativas son más o menos sencillas, con excavaciones que por lo general no requieren de explosivos, salvo sectores puntuales. En las zonas de mayor pendiente hay ligeras probabilidades de generar desestabilización de taludes. Totalizan 32.8 km de longitud del trazado en estas áreas (12.0% de la longitud del trazo en sierra). EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-21 Colinas y Vertientes Montañosas (LI-2) Son zonas de topografía más accidentada que la unidad anterior y también se ubican en el piso alto-andino. Debido a que los accidentes topográficos son mayores, las acciones erosivas se desarrollan con mayor frecuencia. Del mismo modo, aparecen con mayor frecuencia taludes de materiales relativamente inestables. Las condiciones operativas presentan dificultades por la topografía y afloramientos rocosos, que exigen uso de explosivos, con el consiguiente riesgo de desestabilizar taludes y propiciar acciones erosivas más o menos débiles. Totalizan 62.5 km en la longitud del trazado en estas áreas (22.9% de la longitud del trazo en sierra). 4.1.2.12 Áreas Inestables Las áreas consideradas inestables, son las que muestran acciones erosivas visibles y activas sobre el medio, determinando condiciones de deterioro, que en algunos casos representan importantes riesgos para la seguridad del proyecto o para las propias áreas involucradas. Básicamente son zonas de montaña y topografía agreste, con geologías complejas y mal uso de la tierra, lo que les confiere incluso potenciales de riesgo elevados, por lo que la ejecución de proyectos en estas áreas debe desarrollarse con las convenientes medidas de conservación. En conjunto representan el 35.6% de la longitud del trazo en sierra, y las unidades identificadas en esta categoría son: Vertientes Montañosas (I-1) Son laderas de la parte media e inferior de la zona andina, que bordean los principales valles. La topografía es sumamente accidentada, con grandes vertientes montañosas de distinta litología y estructura, y con variado uso de la tierra. Las acciones erosivas que se observan son marcadas, con el desarrollo de cárcavas, abarrancamientos y procesos de movimiento en masa. Se presentan tanto sobre las cabeceras del río Huaytará, como principalmente en los flancos de los ríos Torobamba y Yucay. En todos estos lugares, la agricultura en terrenos inapropiados genera notorios procesos erosivos que contribuyen a la inestabilidad del medio. En cuanto a condiciones operativas, son relativamente difíciles, porque demandan constantes empleos de explosivos, con probabilidades frecuentes de desestabilizar taludes, así como incrementar las cargas torrenciales de las quebradas que quedan bajo el trazado. Son sectores que requieren de rigurosas medidas de manejo ambiental. Estas montañas inestables representan una longitud de 97.2 km del trazado, que es el 35.6% de la longitud del trazo en sierra. Fondos de Valle Aluviales Áridos (I-2) Son sectores ribereños de las principales corrientes fluviales que se hallan en el piso inferior andino, que tienen como característica esencial la de ser extremadamente torrentosos, con EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-22 voluminosos escurrimientos durante la estación de lluvia, y caudales mínimos o secos durante las vaciantes de junio a noviembre. Los fondos áridos cercanos a la costa están casi completamente secos gran parte del año, pero presentan una notoria carga de fondo en sus lechos, que implican riesgos de generación de avenidas. Los riesgos operativos de estos fondos se relacionan precisamente con las cargas torrenciales y probabilidad de destrucción de tuberías, así como el hecho de que las obras, cuando están ubicadas por encima, puedan incrementar las cargas sólidas de estos torrentes. El fondo de valle inestable más crítico es el del río Torobamba, donde sin embargo la longitud de trazo involucrado es muy pequeño y no cartografiable, por lo que no hay representación numérica para su indicación. 4.1.2.13 Áreas muy Inestables Son las áreas de mayor riesgo, tanto desde el punto de vista de la inestabilidad y ocurrencia actual de procesos severos de erosión y deterioro ambiental, como de un riesgo potencial aún mayor al que se observa actualmente. Ello implica que en estos sectores pueden presentarse acciones morfodinámicas de sumo riesgo para situaciones de períodos extremadamente lluviosos o sísmicos. Estas áreas son relativamente frecuentes en ciertos sectores de la sierra del país, y en el caso de la zona de estudio, se hallan sobre todo en las vertientes que enmarcan el río Torobamba, donde las pronunciadas pendientes se suman a la geología poco competente del área. Las características generales de esta categoría de inestabilidad se indican a continuación: Vertientes Montañosas de Topografía Abrupta (MI-1) Son las vertientes de topografía más abrupta identificadas en el trazado, y que además se caracterizan por presentar substratos geológicos favorables a la erosión y procesos geodinámicos. Particularmente se trata de un amplio sector en el valle del Torobamba, donde las pendientes y magnitud del relieve son muy pronunciadas, donde además se presentan formaciones rocosas arcillosas poco consistentes, de pizarras y esquistos, condiciones agravadas por el mal uso de la tierra. En este sector se observan grandes cárcavas rectilíneas, por donde periódicamente descienden coluvios gravitativos, además de escurrir durante lluvias como pequeños torrentes muy activos. Se observan también numerosos arcos de derrumbes, varios de ellos activos, con órdenes de magnitud de varios miles de m3 cada uno de ellos. Se observan asimismo, huellas de grandes deslizamientos, del orden de millones de m3 , que no se descarta que puedan reactivarse. En suma se trata de una zona de alto riesgo geodinámico, que estuvo inicialmente considerada en el trazo evaluatorio, como se observa en el mapa geomorfológico Precisamente, por las severas condiciones geodinámicas encontradas, es que se ha cambiado el trazo a uno que pasa más al norte, por la localidad de Ninabamba, donde la topografía es menos agreste, y consiguientemente también menores los riesgos geodinámicos. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-23 Otra zona muy inestable, se presenta en las vertientes que descienden hacia el río Pisco, cerca de la costa. En este caso la magnitud de los relieves y pendientes es muy grande, pero las rocas son mucho más compactas e impermeables, como es el caso del batolito costero. Sin embargo, sobre estas vertientes, las lluvias tienden a ocasionar arrastres de partículas que prontamente saturan los fondos de las quebradas, con la consiguiente formación de huaycos que afectan los fondos de las quebradas, llegando con violencia a los valles principales. El trazo del gasoducto evita convenientemente los riesgos de las avenidas, ya que pasa por la divisoria entre las cuencas torrenciales, pero debe notarse que los trabajos en las divisorias, pueden eventualmente originar mayores aportes de sedimentos y carga torrencial a las quebradas, con un consiguiente aumento en el riesgo de huaycos, que debe evitarse mediante rigurosas prácticas de manejo. La longitud total de estos riesgosos tramos para el gasoducto es de casi 15 km (5.5% del trazo total en sierra). Cuadro 4-2 Resumen de Unidades de Estabilidad y Riesgo Físico para el tramo de sierra Estabilidad y Riesgo Físico Áreas Estables Áreas Ligeramente Inestables Áreas Inestables Áreas Muy Inestables 4.1.3 Unidad Cartográfica Altiplanicies y Fondos de Valle Glacial Bofedales Alto-Andinos Fondos de Valles y Superficies de Erosión Local Superficies de Erosión y Altiplanicies Disectadas Colinas y Vertientes Montañosas Vertientes Montañosas Fondos de Valle Aluviales Áridos Vertientes Montañosas de Topografía Abrupta Símbolo Incidencia en el trazo Longitud (Km) Superficie en la franja evaluada (Ha) E-1 35.32 10,233 E-2 23.35 6,185 E-3 3.08 1,549 LI-1 32.80 11,850 LI-2 62.47 25,013 I-1 97.2 27,581 I-2 -- 325 MI-1 14.91 5,485 SÍNTESIS DE LINEA BASE FISICA DEL SECTOR COSTA El tramo de costa del gasoducto se extiende aproximadamente por 216.6 km que representan el 32.25%. La costa es la región menos extensa del territorio peruano, se ubica al occidente de la Cordillera andina y abarca una estrecha franja de terreno que va desde el litoral pacífico hasta altitudes variables, según la latitud y otros factores de orden local. En la zona central del país, aproximadamente entre los departamentos de Lima e Ica, la costa se extiende hasta altitudes máximas de 1,200 a 1,300 msnm. Esta franja de terreno presenta dos características básicas: 1. Ser una región extremadamente desértica, donde las precipitaciones no sobrepasan los 50 mm anuales para los sectores más húmedos. La aridez climática es la característica básica que define a la región costa pero, a pesar de la relativa homogeneidad de los valores EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-24 pluviométricos en la región, siempre se pueden diferenciar dos sectores climáticos costeros paralelos al litoral. En primer lugar tenemos el desierto litoral, que es la faja de terreno ubicada entre el litoral oceánico y altitudes variables entre 400 y 800 msnm. Es un desierto relativamente templado, soleado en verano y con frecuentes nieblas y exiguas precipitaciones invernales. Hacia el este, hasta el límite con la sierra, se encuentra el desierto interior, que a diferencia del desierto litoral, carece de las neblinas invernales. Este desierto siempre está soleado y esporádicamente recibe algunas precipitaciones que ocurren sobre el piso inferior de la sierra. 2. La segunda característica básica de la costa es su relieve, el cual está formado, en su mayor parte, por llanuras de origen aluvial antiguo, alternado por colinas rocosas y estribaciones montañosas de la cordillera Andina. Actualmente las llanuras son modeladas únicamente por una débil erosión eólica y esporádicas escorrentías torrenciales. Las diferencias topográficas de las llanuras eriazas presentan sectores plenamente llanos y otros de topografía ondulada a disectada debido a la existencia de pequeños accidentes topográficos, afloramientos rocosos y acumulación de dunas. Además de estas características básicas, la costa presenta algunas particularidades por distintas causas. La posición litoral es una de ellas, la cual define la existencia de playas arenosas, acantilados y marismas de vegetación halófita. La evolución histórica y condición socioeconómica ocasionaron que entre las llanuras eriazas se extiendan amplios valles y superficies que se incorporaron a la agricultura mediante grandes obras de irrigación. Por ello, la costa presenta un paisaje con elementos naturales, en gran parte desértico, de muy baja biomasa y escasa biodive rsidad, con notables elementos sociales, como el emplazamiento de ciudades, industrias y uso intensivo de valles costeros y llanuras desérticas. A continuación se describe brevemente los rasgos esenciales de los distintos componentes ambientales en la región costa. 4.1.3.1 Clima Toda la costa a lo largo del trazo del gasoducto es un desierto extremo, con lluvias anuales menores a 50 mm, para los sectores más húmedos, pero predominantemente inferiores a 20 y 10 mm para el área en general. Las variaciones anuales son mínimas y no existen años lluviosos que modifiquen temporalmente la condición desértica. La ocurrencia de anomalías climáticas como los fenómenos El Niño, muy pocas veces producen lluvias significativas. El último evento pluvial de importancia en el área se produjo el 15 de enero de 1970. En Lima la precipitaron de ese día llegó casi a 30 mm, en un año sin fenómeno El Niño. Desde entonces, en el desierto litoral las esporádicas precipitaciones veraniegas no han pasado de unos pocos mm para los días excepcionalmente lluviosos. En el capítulo de clima de costa de la línea base, se señaló que los dos tipos básicos de desierto que se presentan en el área del gasoducto son: desierto litoral, húmedo y de neblinas invernales y desierto interior, siempre soleado y de esporádicas lluvias veraniegas que llegan de la sierra. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-25 La mayor parte del trazo está sobre el desierto litoral, desierto que se inicia aproximadamente desde el km 480, en el valle del río Pisco y se dirige hacia Lima recorriendo por más de 200 km las llanuras y el piedemonte occidental desértico. El desierto interior, se extiende por poco más de 20 km en el trazado del gasoducto, desde el límite con la sierra (km 455 aproximadamente) recorriendo la quebrada Polvareda y valle del río Pisco, hasta el km 480, donde se inicia el desierto litoral. Las temperaturas son ligeramente más cálidas en el desierto interior, el cual está libre de las neblinas invernales. Sin embargo, ambos tipos de desierto son climas térmicamente poco contrastados. Los vientos son generalmente brisas débiles a moderadas, con velocidades que rara vez sobrepasan los 50 km/h. Los vientos Paracas, conocidos por su relativa fuerza de hasta 80 y 90 km/h, no alcanzan la faja donde se construirá el gasoducto. En suma, excluyendo la falta de lluvias que genera las carencias hídricas de la costa, las condiciones climáticas del área son sumamente benignas, puesto que no hay contrastes térmicos acentuados, los vientos son débiles y las anomalías pluviales extremadamente raras. En estas condiciones, los terrenos de cultivo bajo riego pueden producir más de dos cosechas al año, de una amplia variedad de cultivos, ya que no existen limitantes térmicas. Desde el punto de vista de la estabilidad del medio, el desierto poco variable de esta región determina que las condiciones de estabilidad sean ampliamente dominantes a lo largo del tramo, debido a que las lluvias y viento son muy raros o débiles para generar acciones erosivas de consideración. Además de la alta productividad climática potencial de los suelos y la marcada estabilidad erosiva, el clima desértico determina también la baja sensibilidad biológica del medio ya que no favorece el desarrollo biótico en los terrenos. 4.1.3.2 Geología La costa central tiene tres elementos estructurales principales: las colinas litorales de rocas sedimentarias y volcánicas mesozoicas, las llanuras interiores cubiertas por sedimentos cuaternarios y las estribaciones montañosas del este, formadas principalmente por las rocas intrusivas del batolito costero. Localmente, como sucede en la zona litoral de Chincha y Pisco, aparecen formaciones sedimentarias del terciario superior, como testigos de que dicha zona fue hasta ese lapso un fondo marino. Sobre el relieve actual, predominan ampliamente las formaciones cuaternarias que forman las extensas llanuras costeras, a veces interrumpidas o alternadas por las colinas y vertientes montañosas de las formaciones mesozoicas y el batolito. La actividad sísmica es otro elemento notable de la geología costera, ya que por la mayor cercanía de la costa al plano de subducción interno que hay entre la placa Nazca y la placa sudamericana, las fricciones internas redundan en sismos más cercanos y menos profundos hacia la costa, que hacia las otras regiones del país. Sin embargo, la eventua l sismicidad es sumamente irregular, ya que existen períodos históricos muy activos y otros de relativa estabilidad. La costa de Lima por ejemplo, sufrió tres fuertes terremotos, de intensidades en la escala de Ritcher entre 7.2 y 7.6, en 1966, 1970 y 1974, antecedidos por otro gran terremoto ocurrido en 1940. Desde entonces la costa central no ha sufrido un sismo de esas magnitudes y es impredecible el momento en que vuelvan a suceder. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-26 Por otro lado, los sismos inciden con intensidad distinta en los diversos medios geológicos y, en general, se puede afirmar la elevada resistencia de las formaciones rocosas costeras a las deformaciones producidas por ondas sísmicas, especialmente las rocas intrusivas, volcánicas, calizas y areniscas casi indeformables. Las formaciones de lutita y yeso son al contrario, muy poco competentes, pero de escasa distribución en el territorio costero. Las formaciones de relleno cuaternario y también los sedimentos terciarios de Pisco, son bastante menos competentes que las formaciones rocosas mesozoicas y el batolito; pero también entre estas formaciones de relleno hay notables diferencias. Los depósitos aluviales antiguos son poco deformables, en comparación con las arenas eólicas cuaternarias y los sedimentos marinos terciarios, especialmente cuando estos materiales están afectados por napas freáticas superficiales. Desde el punto de vista hidrogeológico, las aguas subterráneas tienen especial importancia para la costa, teniendo en cuenta la escasez de recursos hídricos en esta región. Los acuíferos se forman bajo las extensas formaciones de relleno cuaternario permeables, luego de que los ríos y quebradas que descienden de la sierra llegan a las llanuras costeras e infiltran importantes volúmenes hídricos. Para la generalidad de la costa a lo largo del trazo, los acuíferos están a profundidades mayores a 40 y 50 m, e incluso bastante más. Pero en ciertos sectores, cercanos a los valles costeros y especialmente cercanos al litoral, las aguas freáticas se van haciendo más superficiales hasta aflorar en superficie en ciertas playas y bahías litorales. Con respecto a la construcción del gasoducto en el tramo de costa, la geología no plantea problemas mayores o de extrema gravedad. Al contrario, presenta más bien condiciones mayoritariamente favorables. Las formaciones rocosas por ejemplo, si bien se deben trabajar con explosivos con el riesgo de desestabilizar taludes y cierta dificultad para disponer desmontes, son terrenos altamente competentes frente a riesgos sísmicos. Los rellenos cuaternarios, si bien no tienen la estabilidad antisísmica de las formaciones pétreas, son lo suficientemente estables, salvo los sectores eólicos de arenas recientes y los sectores litorales de afloramiento de aguas freáticas. A estos riesgos relativos de las formaciones cuaternarias, se contraponen las facilidades operativas para la instalación del gasoducto mediante métodos sencillos de excavación, que no requieren explosivos. Finalmente, la geología local provee fácilmente de las cantidades de material requeridos para la construcción. 4.1.3.3 Geomorfología El relieve costero es en gran parte correlacionable con los conjuntos geológicos mayores de la región. Los rellenos cuaternarios forman las llanuras, que en conjunto representan aproximadamente el 80% del territorio y los afloramientos rocosos mesozoicos y del batolito, forman las colinas y estribaciones montañosas, relieves de topografía medianamente agreste, que representan el 20% del trazo. Localmente, antiguos depósitos aluviales del cuaternario antiguo forman también colinas, como sucede al sur de Cañete y las formaciones terciarias del sur aparecen igualmente como llanuras en la zona de Chincha. En un segundo nivel de detalle, las formas de relieve se correlacionan con agentes y procesos erosivos específicos. Al respecto cabe citar los medios litorales, las llanuras interiores, los valles aluviales, los piedemontes de la Cordillera y, finalmente, las vertientes agrestes del piso inferior andino. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-27 Los medios litorales reciben influencia de las débiles amplitudes de mareas de la costa central, de la acción erosiva del oleaje, por la acumulación en playas y barras y de la formación de albuferas y marismas litorales. No obstante, este medio está muy poco representado en el trazo del gasoducto, el cual está generalmente ubicado a varios kilómetros del litoral. Las llanuras y colinas interiores están sujetas a la acción erosiva y acumulativa del viento. Las vertientes áridas del piedemonte andino están sujetas a esporádicas acciones erosivas debidas a las lluvias del desierto interior. Por último, los valles costeros, están prácticamente cubiertos de cultivos y son bastante estables, salvo en los sectores ribereños, afectados por el dinamismo estacional de los ríos. Aunque la acción erosiva del viento es permanent e y generalizada a lo largo de la costa, sus efectos morfológicos en cambio no son muy significativos. Ello se debe a que en el área los vientos rara vez sobrepasan los 50 km/hora para las ráfagas de mayor velocidad, las cuales son capaces de arrancar y transportar del suelo únicamente las partículas de limos y arenas más finas. Luego de un tiempo de este proceso, el suelo queda formado por partículas superficiales gruesas que no son fácilmente removibles por el viento, quedando por mucho tiempo como superficies estables, tanto más aún cuando poseen una elevada salinidad y están humedecidas por las neblinas y lloviznas invernales. Las acciones erosivas debidas a las muy raras lluvias de la costa, suelen ser en esta zona más importantes que la permanente acción del viento, sobre todo las escorrentías que llegan de quebradas que tienen sus cabeceras en los pisos inferiores de la sierra. Por ello, varias quebradas que atraviesan las llanuras mediante cauces irregulares, causan a veces acciones erosivas que modifican temporalmente la estabilidad del desierto. Las esporádicas y poco predecibles escorrentías torrenciales abren nuevos cauces en la llanura y destruyen los pavimentos de partículas superficiales gruesas. Estas partículas son, por un tiempo, fácilmente atacables por el viento, el cual obstruye con depósitos los cauces formados, lo que propician que las siguientes avenidas torrenciales excaven nuevos lechos. Este caso es particularmente importante en una amplia faja de las pampas Ñoco y El Carmen, en la provincia de Chincha. Otra acción erosiva importante se presenta en los lechos inundables de los ríos que descienden de la sierra, los cuales tienden a ser sumamente torrentosos. La amplitud de las áreas inundables y de erosión fluvial no guarda tan estrechas relaciones con la magnitud y caudales, sino más con el carácter de la torrencialidad de las corrientes. De esta manera, en algunos años pueden ser más destructivos los desbordes que se producen en la quebrada Topará (km 531) y el río Chilca (km 643), que durante muchos meses están completamente secos, pero que durante crecientes pueden desbordar por amplios sectores poco predecibles, en comparación con los más caudalosos, pero igualmente más regulares ríos Cañete y Pisco. La geomorfología costera a lo largo del trazo representa para el gasoducto condiciones mayormente favorables en cuanto a la topografía y ocurrencia de procesos erosivos de riesgo. La topografía de llanura facilita las excavaciones y tendido de tuberías, aunque con una cierta inestabilidad geológica en las acumulaciones arenosas más sueltas. Este tipo de depósitos de gruesas acumulaciones casi no se presentan a lo largo del trazo. Las topografías agrestes, si bien representan ciertos obstáculos operativos, como por ejemplo la necesidad de operar con explosivos o la probabilidad de desestabilizar ciertos taludes, su naturaleza geológica es EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-28 favorable a la estabilidad antisísmica. Los valles cultivados tampoco representan riesgos geodinámicos ni dificultades operativas, pero en cambio se trata de terrenos de alto valor social y económico. Los escasos sectores de riesgo geodinámico en el trazo costero son la faja de terrenos de las pampas Ñoco y El Carmen (km 515 al 531), donde se presentan periódicas e irregulares avenidas torrenciales por pequeñas quebradas que cambian constantemente de curso. También son riesgosas las fajas aluviales de las quebradas Topará, Asia, Chilca, Río Seco y Cruz de Hueso, al igual que los lechos estacionalmente inundables de los ríos Mala, Cañete, ChicoMatagente y Pisco. Áreas de riesgo particular son las marismas litorales de la zona de Chilca. 4.1.3.4 Suelos A lo largo del trazo de costa, la tipología de suelos se correlaciona con las geoformas del relieve. De esta manera, se puede considerar las colinas y estribacione s montañosas como unidades mayormente misceláneas, es decir formaciones no edáficas, de carácter superficial puramente lítico, salvo eventuales coberturas arenosas eólicas o delgados mantos de intemperismo y depósitos coluviales. Las llanuras en cambio, constituyen los suelos del área, caracterizados por muy pobres desarrollos genéticos y formación de horizontes, hecho que es común a las zonas desérticas, que no favorecen las reacciones químicas de edafización. Las llanuras están formadas por suelos de origen eólico y aluvial. En el caso de las formaciones eólicas se trata de horizontes de arena y limo poco consolidados. En los depósitos aluviales hay diferencias notables. Las antiguas acumulaciones que forman las llanuras eriazas ubicadas entre los valles, los suelos intercalan bancos de arenas, limo, gravas y hasta bloques rocosos, con lentes y capas de arena eólica; las acumulaciones más modernas se hallan cerca de los ríos y torrentes principales, conformando suelos de morfología estratificada de bancos fluviales limo arenosos y de gravas redondeadas. La fertilidad natural de los suelos en la costa es generalmente baja, ya que si bien las formaciones minerales y rocosas del suelo incluyen la mayor parte de minerales requeribles por las plantas, en el desierto estos importantes constituyentes se hallan en estado puramente lítico, ya que no hay la suficiente humedad para que entren en las soluciones asimilables por las plantas; únicamente las sustancias más solubles, como las sales están altamente presentes elevando el pH y causando severos problemas de salinidad, como se observa en mayor medida en todos los suelos de llanuras eriazas ubicados entre los valles de Pisco y Cañete. La presencia de materia orgánica en estos suelos es mínima, en concordancia con las características desérticas. Otra característica común a la mayoría de suelos del área es su textura gruesa, de arenas y gravas permeables, lo que determina que en la escasa existencia de recursos hídricos del desierto, la excesiva permeabilidad incremente el déficit hídrico, que redundan en la propia condición desértica. Asimismo, en la eventualidad de ocurrencia de aguaceros, la erosión siempre resulta minimizada por la permeabilidad que absorbe directamente los primeros milímetros de precipitación. A pesar de varias condiciones desfavorables, los suelos de costa tienen potenciales valores agrícolas, como lo demuestra su mayoritaria capacidad de uso mayor para cultivos permanentes bajo riego, en calidades agrológicas baja y media. Mención aparte merecen los EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-29 valles costeros, los cuales contienen amplias porciones de suelos aluviales de textura menos gruesa que las acumulaciones arenosas de las pampas, y que además poseen limos y nutrientes minerales más asimilables por las plantas; todo ello en las favorables condiciones térmicas, ausencia de vientos fuertes, y especialmente de topografía llana que favorecen la mecanización e intensificación del agro, influidas obviamente por los factores sociales y económicos de la región. Los suelos de los valles costeros están catalogados entre los mejores del país, aptos para cultivos en limpio, en calidades agrológicas de baja a alta. En este sentido, el trazo del gasoducto, deberá ser especialmente cuidadoso en evitar en lo posible el paso por estos terrenos, y en su defecto considerar todas las prácticas de conservación y compensación respectivas. 4.1.3.5 Hidrología En concordancia con el clima desértico, la costa tiene escasos cursos de agua, donde los ríos y torrentes que aportan escorrentías anuales deben sus caudales a las precipitaciones que reciben en la sierra, en la región en que nacen. La mayoría de quebradas de la costa están siempre secas, y algunas de ellas sólo ocasionan escorrentías considerables, de unos m3 /s una vez cada varias décadas, mientras que la ma yor parte trae esporádicos flujos de unos pocos L/s por unas horas al año o cada varios años. Los ríos que descienden de la sierra, los cuales en orden decreciente de caudales para el trazo del gasoducto son: el Cañete, Pisco, Mala y Matagente – Chico, llegan a la costa con caudales todo el año, aunque son tan torrenciales que durante las crecientes veraniegas pasan de varios cientos de m3 /s y menos de 10 m3 /s para los meses secos. Otros torrentes, que a veces son denominados ríos, como el Topará, Chilca y Asia, traen caudales todos los años, pero tienen igualmente varios meses completamente secos. En estos casos, las crecidas son muy irregulares, y pueden ocasionar amplios desbordes, para luego reducirse drásticamente los volúmenes hídricos. El caso de torrencialidad más extrema es el del río Matagente – Chico, que en meses de vaciante puede estar algunos días completamente seco, y en crecientes, superar os 1,000 m3 /s. El río más regular es el Cañete, cuyos caudales oscilan entre 10 a 600 m3 /s. La hidrología costera supone riesgos de erosión fluvial severa en los cruces del gasoducto, especialmente en los casos de torrencialidad más extrema; pero supone igualmente que la escorrentía superficial es reducida para amplios sectores y que más bien, los caudales que descienden de la sierra, contribuyen a alimentar acuíferos subterráneos, los mismos que de acuerdo a las condiciones geológicas y geomorfológicas son esencialmente profundas, salvo en las cercanías del litoral, donde las aguas freáticas generalmente afloran. 4.1.3.6 Uso de la Tierra A lo largo del trazado del gasoducto, el uso de la tierra es bastante variado a pesar de la relativa homogeneidad del medio físico, la carencia de recursos hídricos y clima desértico. El uso intensivo de la tierra obedece a factores históricos y económicos que privilegian el desarrollo de la costa. En este sentido, cabe indicar que hay una importante concentración de granjas avícolas y pecuarias, especialmente entre Cañete y Lima, obviamente por la atracción que significa el mercado capitalino. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-30 Los valles costeros están siendo intensivamente cultivados desde el siglo pasado, y en las últimas décadas se están incorporando rápidamente al agro amplias zonas de llanuras eriazas. Asimismo, grandes áreas cercanas a Lima están siendo urbanizadas como nuevos centros poblados. El uso intensivo de los espacios costeros, influye en el medio físico. Es importante reconocer las áreas de basurales, que representan pasivos ambientales, al igual que canales de regadío, construcciones, viviendas e infraestructuras, que inciden de alguna manera en la estabilidad del medio físico para el proyecto. 4.1.3.7 Calidad del Aire y Ruido En general la calidad del aire en el sector costa está influenciada por ciertas fuentes de emisión como las industrias y el tráfico vehicular, en el sector de Lurín, y la erosión eólica y trafico vehicular en el sector de Mala, Cañete y Pisco. Los niveles de calidad del aire (partículas y gases), medidos en estos lugares se encuentran por debajo de los límites permisibles segú n los estándares de calidad del aire publicados en el D.S. 027-01 PCM y de organismos internacionales como USEPA y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las mediciones de ruido realizadas en esta zona, presentan como fuentes de emisión el transporte, las actividades humanas y económicas que se desarrollan en las urbes. En estas zonas el ruido presenta niveles altos que en algunos casos supera los límites establecidos por la OMS en horas nocturnas y diurnas y la Ordenanza Municipal 015 de la Municipalidad de Lima Metropolitana. En los sectores despoblados el nivel de ruido es bajo y presenta como fuentes de emisión el viento y fauna local. 4.1.3.8 Calidad del Agua La calidad del agua de los ríos que cruza el ducto en el sector costa, en lo que se refiere a contaminantes, según los análisis efectuados se encuentran por debajo de los límites máximos permisibles establecidos en la clase VI de la ley general de aguas. Cabe mencionar que las muestras se tomaron en la época de estiaje. 4.1.3.9 Mapa de Estabilidad y Riesgo Físico Como resultado aplicativo del análisis integrado de línea base física, en esta sección se presenta el mapa de estabilidad y riesgo físico del sector de costa, el cual contiene una zonificación descriptiva basada principalmente en el análisis de los caracteres del relieve, condiciones climáticas, hidrodinámicas y de uso actual o potencial del área. El mapa reconoce determinados rangos descriptivos para calificar las distintas áreas según sean estables o inestables frente a eventos físicos naturales, tanto desde el punto de vista del riesgo que dichas ocurrencias puedan causar a las obras e instalaciones del proyecto, como a los riesgos que el propio proyecto presenta para las condiciones ambientales de la zona. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-31 El esquema clasificatorio es descriptivo, y presenta en base a términos una calificación para señalar determinados riesgos, ocurrencias frecuentes o eventuales, que puedan señalar áreas críticas, o también señalar áreas que por sus restrictivas condiciones físicas requieren de determinadas prácticas de conservación o manejo. Desde el punto de vista de la línea base física, en la costa predominan ampliamente las zonas estables, hecho que lo distingue de las otras regiones del país. Básicamente, cerca del 90% de la longitud del trazado presenta condiciones de plena estabilidad geomorfológica, y solo el porcentaje restante tiene determinados problemas de especial consideración. Sin embargo las áreas estables incluyen áreas, que si bien no tienen problemas mayores riesgos desde el punto de vista físico, en cambio si pueden contener suelos de alta calidad, usos de la tierra o valores ecológicos particularmente importantes. Al final de este acápite, el cuadro 4-3 muestra las longitudes y áreas involucradas en las distintas unidades de estabilidad y riesgo físico para costa. A continuación se señala las principales características de las unidades de mapeo identificadas en el mapa de estabilidad y riesgo físico (mapa 4-1). 4.1.3.10 Áreas Estables Son áreas donde la ocurrencia de acciones morfodinámicas son poco significativas. Esta situación es muy frecuente en la costa, dadas las condiciones extremadamente desérticos y la debilidad de las pendientes generales. La estabilidad en estas áreas costeras es tan marcada, que no se evidencian procesos erosivos sensib les salvo hechos excepcionales a la escala de varias décadas, y aún siglos; sin embargo, esto no incluye las consideraciones sísmicas, notables en la costa. Las áreas estables son las más extensas en el trazado costero, totalizando una longitud de alrededor de 189 km (el 87.2 % del trazado en costa). Sin embargo, la estabilidad está referida únicamente al riesgo físico, ya que entre estas áreas hay terrenos totalmente eriazos y de escaso valor, así como terrenos de importante valor agrícola e industrial. Las áreas identificadas como estables son las siguientes: Llanuras desérticas eriazas (E-1) Es el paisaje dominante, que es recorrido en aproximadamente 84.8 km (39.1% del trazado en costa). Son planicies carentes de vegetación y uso, sin fuentes de agua, formadas en gran parte por antiguas acumulaciones aluviales, que están cubiertas por acumulaciones de arena eólica. Los suelos salinos, las arenas gruesas superficiales, la debilidad del viento, la ausencia de lluvias y de cursos torrenciales provenientes de la sierra, hace que estas planicies sean prácticamente estables a lo largo de décadas. Son tierras que en su máximo potencial pueden ser aprovechadas para cultivos permanentes sólo en caso de contar con fuentes de riego, lo que resulta oneroso por la lejanía de los ríos principales y la profundidad en que se encuentran las napas freáticas. La estabilidad de estas áreas sólo es afectada de manera muy eventual durante los movimientos sísmicos, que ocasionan ciertos procesos de compactación de arenas. Son áreas que ofrecen condiciones de excavación sencillas. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-32 Colinas y montañas desérticas eriazas (E-2) Son los accidentes orográficos constituidos por las formaciones rocosas del substrato geológico. Prácticamente carecen de suelos, ya que salvo sectores localizados de acumulación eólica, las superficies son mayoritariamente rocosas. Las rocas son compactas en su gran mayoría, estables desde el punto de vista sísmico, salvo el hecho de que las ondas de un sismo tienden a refractarse y rebotar al pasar de una colina a otra, lo cual puede eventualmente originar pequeños desprendimientos rocosos para los sectores más empinados. Por su topografía, presentan ciertas dificultades al trabajo operativo de instalación de los ductos, con la necesidad de empleo parcial de explosivos, con la probabilidad de generar cierta desestabilización de taludes. Se extienden por aproximadamente 47.4 km (21.9% del trazado en costa) Llanuras de valles cultivados (E-3) Son áreas muy estables, tanto por su topografía llana, como por la vegetación que reduce las débiles acciones del viento. Igualmente ofrecen condiciones para excavaciones muy sencillas, pero en cambio, son tierras de buen valor agrícola, que en la actualidad vienen siendo trabajadas. Por ello se trata de ambientes estables desde el punto de vista operativo y riesgo físico, pero de impacto en la utilización del recurso suelo. La longitud total del trazado que cruza las llanuras cultivadas es de 56.2 km (25.9%) del trazado. Llanuras de marismas (E-4) Son sectores litorales, de playas y bahías encerradas, donde las napas freáticas son superficiales, con lo que se forman ambientes lacustres, salobres de vegetación hidrófita y halófita. La estabilidad es plena puesto que las pendientes son mínimas y el terreno está parcia lmente cubierto por la vegetación de marismas. Sin embargo, durante sismos, los suelos tienden a sufrir mayores deformaciones que las formaciones sueltas de las llanuras sin napas freáticas superficiales. Hay cierta dificultad para las operaciones de excavación, debido a los anegamientos, pero, se trata de áreas donde las obras pueden ocasionar daños sobre las aguas y cobertura biótica. El trazado cruza esta unidad en apenas 400 m, por lo que su expresión porcentual es irrelevante. 4.1.3.11 Áreas Inestables Las áreas inestables en costa generalmente se presentan asociadas a los cauces de escorrentía fluvial y torrencial; es decir, que la inestabilidad está relacionada a procesos de inundabilidad y erosión fluvial, debidas a las crecientes estacionales y esporádicas que pueden tener los ríos EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-33 y torrentes que cruzan las llanuras desérticas, las mismas que de otro modo serían plenamente estables La inestabilidad de estos sectores es relativa, pudiendo ser muy riesgosa en los sectores puntuales donde los ríos atacan las riberas, hecho que varía según la intensidad de los años lluviosos en la sierra. Aún así, el calificativo de inestabilidad para estas áreas costeras, no reviste las consideraciones de riesgo que tienen otras regiones inestables en la sierra y selva del país. Las áreas consideradas inestables en el trazo de costa representan una longitud de 28.2 km (13.0 % del trazo en costa). Las unidades identificadas en esta categoría son: Llanuras eriazas de inundación torrencial esporádica (I-1) Estas áreas comprenden los lechos de inundación o explayamiento de las crecidas, que eventualmente ocasionan torrentes de funcionamiento hidrológico esporádico. La inestabilidad de estos sectores se debe a la actividad torrencial, la misma que en años lluviosos en la sierra o eventuales anomalías pluviales en el piso inferior andino, ocasiona crecidas que descienden por las quebradas hasta cruzar las llanuras. El problema mayor de estas crecientes, es que no necesariamente pasan por cauces bien definidos, sino que pueden circular por cauces bastante alejados unos de otros, ya que los cauces de los funcionamientos hidrológicos últimos, generalmente resultan obstruidos por la actividad eólica subsiguiente. Este problema se presenta bastante concentrado en las pampas de Ñoco y El Carmen, y se presenta también de manera más definida en los llanos inundables de las quebradas Chilca, Asia, Topará y Cruz de Hueso. Se trata de un riesgo físico para las tuberías, que deberán contar con dispositivos que eviten su probable ruptura por la erosión torrencial. Cabe indicar que por ser materiales aluviales, conforman medios fáciles de excavar. En total representan una importante longitud de 24.3 km (11.2% del trazo en costa). Llanuras de inundación de los valles costeros Son los sectores inundables por los ríos costeros principales, que para el caso del trazado son únicamente los bordes ribereños de los ríos Cañete, Pisco, Matagente – Chico y Mala. Hacen un total aproximado de menos de 4 km (1.8 % del trazado costero). La inestabilidad de estas áreas se debe a la inundabilidad y erosión fluvial de los referidos ríos. Los riesgos físicos son severos para las crecientes mayores, sobre todo para los ríos de mayor contraste entre sus máximas y mínimas. En estos lechos, las excavaciones pueden ser parcialmente obstruidas por el anegamiento, y son sectores de potencial afectación en la calidad de aguas. Las condiciones operativas presentan dificultades por la topografía y afloramientos rocosos, que exigen uso de explosivos, con el consiguiente riesgo de desestabilizar taludes y propiciar acciones erosivas más o menos débiles. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-34 Cuadro 4-3 Resumen de Unidades de Estabilidad y Riesgo Físico para el tramo de costa Incidencia en el Trazo Estabilidad y Riesgo Físico Áreas Estables Áreas Inestables Unidad Cartográfica Símbolo Longitud (km) Area (Ha) Llanuras desérticas eriazas E-1 84.82 24,666 Colinas y montañas desérticas eriazas E-2 47.40 18,645 Llanuras de valles cultivados E-3 56.23 16,163 Llanuras de marismas E-4 0.41 836 Llanuras eriazas de inundación torrencial esporádica I-1 24.27 7,161 Llanuras de inundación de valles costeros I-2 3.96 1,355 EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-35 4.2 SINTESIS DE LINEA BASE BIOLÓGICA Los componentes biológicos del ambiente mantienen entre ellos un elevado nivel de interacción que supera la complejidad de los elementos físicos. Cada una de las especies tiene su propia forma de interrelacionarse con el medio físico y con las demás especies con las que comparte un hábitat. Sin embargo, el nivel de comprensión científica de estas relaciones es insuficiente, aún en aspectos básicos como distribución y ciclos de abundancia o fenología. El análisis de cada una de las especies referidas en la línea base del EIA demandaría un esfuerzo mayor que sin embargo, tropezaría con estas carencias de conocimiento. El objetivo de esta sección es analizar la información que se ha tomado en campo y recopilado para la Línea Base Ambiental, exponiéndola en un nivel de síntesis. La descripción de los componentes se resume mediante el uso de indicadores biológicos, desarrollados con la información de campo. La síntesis de la información biológica debe permitir cruzar información de las diferentes disciplinas de modo de poner de manifiesto tendencias y/o patrones que no se pueden percibir desde dentro de cada especialidad. Asimismo, debe hacerse referencia no sólo a los estados presentes de las variables biológicas usadas en la descripción de cada taxón, sino también a los procesos que las afectan. Dada la gran cantidad de especies registradas en cada uno de los taxas y en cada uno de los tramos, es apropiado realizar un análisis que, si bien descanse en la información taxonómica de cada especialista, pueda ser puesto en términos de los tipos de hábitat registrados. Dado el carácter estructural de la vegetación resulta que el elemento más importante en la formación de los hábitats es justamente la vegetación. Por tanto, en la presente síntesis se le ha prestado especial atención. Esto no implica, sin embargo, que no se deban tomar en cuenta las particularidades de cada taxón señaladas ya en los informes temáticos correspondientes. Este capítulo sigue la división de Selva, Sierra y Costa planteada en los informes temáticos. En general, de los resultados de campo se puede inferir la presencia de una elevada diversidad de ambientes que constituye el hábitat de una a su vez alta cantidad de especies de flora y fauna. La mayor diversidad de especies se da en el sector selva, mientras que las mayores muestras de especies con distribución local (potenciales endemismos) se dan en los ambientes costeros y serranos. La diversidad vegetal es singularmente alta en la selva, descendiendo en una gradiente conforme se desplaza hacia el occidente. Las formaciones vegetales son predominantemente arbóreas en la selva, pasando a ser de porte arbustivo y herbáceo en la sierra y costa. Los patrones de distribución y diversidad de fauna están ligados claramente al tipo de cobertura vegetal que caracteriza el hábitat y a la disponibilidad de humedad a lo largo del año. En el caso de las aves, ellas tienen varios procesos de migración para adaptarse a estos ciclos, mientras que las otras taxas están más referidas a zonas específicas. La diversidad de las formas asociadas a cuerpos de agua corresponde también a patrones claros de distribución; la mayor cantidad de especies se encuentran en la vertiente oriental de los Andes, decreciendo hacia la vertiente occidental. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-36 Existe una amplia variación en el estado de conservación de los ambientes atravesados por el proyecto. Se han caracterizado desde áreas casi inalteradas por la acción del hombre hasta zonas que han sido sobre explotadas. Estas diferencias son evidentes en algunas zonas y han sido consideradas en las descripciones de hábitats y el análisis de sensibilidad que se presenta a continuación. 4.2.1 SINTESIS DE LINEA BASE BIOLÓGICA DEL SECTOR SELVA En el tramo de Selva, en principio, por la complejidad del ecosistema y naturaleza misma del muestreo no ha sido posible diferenciar entre las diversidades asociadas a cada tipo de hábitat. Para el caso de las aves, en general, los transectos realizados se han correspondido con hábitats mixtos en los cuales existen tanto bosques primarios como bosques secundarios, bosques montanos y terrenos de cultivo. Por tanto, la relación entre las diversidades de la vegetación y de las aves no se ha considerado en el análisis como en el caso de la Costa o la Sierra. Se cuenta, sin embargo, con la observación de los especialistas ornitólogos, los que han anotado de que en general a mayor mixtura de hábitats se registraba también una mayor diversidad de especies. Al mismo tiempo existe la indicación de que algunos hábitats como el bosque tropical bajo y el bosque montano almacenan la mayor cantidad de especies, como se puede apreciar en la figura 4-1. Figura 4-1 Distribución porcentual de las aves por tipos de hábitat Selva. Distribución porcentual de las aves por tipos de hábitat. Selva. Ambientes acuáticos 9% Bosque Tropical bajo Campos de Cultivo 30% 20% Bordes y Areas Abiertas 14% Bosque Montano 27% Fuente: Walsh Perú S.A. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-37 Algo similar sucede con los otros grupos de fauna presentes en este sector de estudio. Por otro lado, en comparación con los otros dos sectores (costa y sierra), el de Selva tiene una mayor diversidad; lo cual para las aves se puede apreciar en la figura 4-2. El gradiente de diversidad se presenta en la secuencia de menor a mayor como Costa, Sierra y Selva. Figura 4-2 Comparación de las diversidades de aves en los tres tramos Comparación de las diversidades de aves en los tres tramos. H (bits/individuo) 7 6 5 Costa 4 Sierra 3 Selva 2 1 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Puntos de Muestreo A pesar de no ser posible una comparación más directa entre los parámetros de aves y los de vegetación y flora, los registros de aves del PM 8 al PM 12 permiten explorar las relaciones que en este tramo tienen los diferentes parámetros de diversidad, sensibilidad, amenaza y conservación del bosque. Se tomaron en cuenta las siguientes variables para cada punto de muestreo: • • Número de especies (SPP) Diversidad con el índice de Shannon (DIVER) • Número de Especies Altamente Sensibles (ESPALTSE) • Número de Especies Medianamente Sensibles (ESPMESEN) • Número de Especies Endémicas (ESPENDEM) • Número de Especies en EBAs (ESPEBAS) • Especies con Amenaza Global a su integridad (AMGLO) • • Especies con Amenaza Local según INRENA (AMNAC) Especies con Rango Altitudinal Estrecho (ESPEST) • Estado de Conservación del Bosque (CONSBO) EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-38 Entre paréntesis se han colocado las siglas que se han empleado para caracterizar estas variables en un Análisis de Componentes Principales en el que, contando con los Puntos de Muestreo como elementos de análisis, se han podido poner de manifiesto las relaciones que se muestran en las figuras 4-3 y 4-4. La figura 4-3 muestra la distribución de las variables señaladas en el plano que forman las Componentes Principales 1 y 2. La figura 4-4 muestra lo mismo pero en el plano que forman las Componentes Principales 1 y 3 (CP1 y CP3). Figura 4-3 Atributos de diversidad y conservación para las aves Selva Atributos de Diversidad y Conservación para las aves en el tramo Selva. Componente Principal 2 1 ESPEST 0,5 AMGLO 0 -1 ESPEBAS ESPALTSE ESPENDEM -0,5 -0,5 AMNAC CONSBO 0 0,5 DIVER SPP 1 ESPMESEN -1 Componente Principal 1 Figura 4-4 Parámetros de diversidad y conservación para las aves. Selva. Parámetros de diversidad y conservación para las aves. Selva. Componente Principal 3 1 AMNAC AMGLO -1 0,5 ESPEST ESPMESEN ESPEBAS 0 -0,5 -0,5 -1 ESPENDEM 0 ESPALTSE 0,5 SPP DIVER 1 CONSBO Componente Principal 1 EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-39 En ambos casos, además de relaciones obvias como la que existe entre el número de especies de aves (SPP) y la diversidad de las mismas (DIVER), se observa una relación directa entre el estado de conservación del bosque (CONSBO) y los dos parámetros mencionados. Al mismo tiempo, en el CP1 es evidente que los lugares que tienen mayor diversidad tienen al mismo tiempo pocas especies con amenazas globales (AMGLO) o locales (AMNAC) para su sobrevivencia. En el CP3 resulta evidente que un mejor estado de conservación del bosque (CONSBO) evita que hayan especies con amenaza local a su sobrevivencia (AMNAC). Por tanto, el análisis mencionado confirma que mientras mayor diversidad exista en una zona, habrá menos especies con amenazas locales o globales; al mismo tiempo, una mejor conservación del bosque disminuiría también la presencia de especies con amenazas locales. De este modo, puede obtenerse como una primera recomendación para el Plan de Manejo Ambiental la conservación de la diversidad per se y el hábitat (el bosque en este caso) pues ambas permiten disminuir el grado de amenaza local o global sobre las especies de aves presentes. Se considera en este análisis que es apropiado utilizar, para una descripción general del hábitat, los tipos de vegetación – y su sensibilidad – empleados en el capítulo sobre vegetación. Estos tipos se transcriben en el cuadro 4-4. Cuadro 4-4 Unidades de vegetación identificadas en el tramo Selva Unidades de Vegetación Sensibilidad Descripción Alta Son áreas ubicadas en una franja altitudinal donde se encuentra una diversidad de especies, varias de ellas con distribución local Adicionalmente, estos estratos representan áreas sin intervención antrópica. Media Estos bosques tienen menor diversidad de especies en comparación, ya sea por su ubicación altitudinal o por representar comunidades bastante homogéneas. Baja La diversidad de especies es notoriamente menor debido fundamentalmente a la acción de factores antrópicos que alteran su conformación original. Bosque aluvial con diámetros pequeños a medianos Bosque aluvial con diámetros grandes Bosque premontano con diámetros grandes Bosque montano con diámetros grandes Bosque primario con diámetros pequeños a medianos Bosque primario con diámetros grandes Vegetación herbácea baja (puede incluir pastizales) Bosque premontano con diámetros pequeños a medianos Bosque dominado por pacales Bosque dominado por lianas Bosque montano enano o matorral Vegetación secundaria dominada por árboles Vegetación dominada por Tessaria o Gynerium Bosque de Cecropia Influencia agrícola Suelo expuesto El análisis hasta este momento remarca la importancia de la conservación del hábitat como herramienta para la conservación de la biodiversidad presente en el área de estudio. Por tanto, es importante conocer los modos y la intensidad en que este hábitat puede ser alterado. La EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-40 alteración de los ecosistemas ocurre por acciones antrópicas (en la mayoría de casos), de modo que resulta razonable examinar la relación entre densidad de población humana y grado de deterioro del bosque. Al respecto, el incremento de la accesibilidad a zonas previamente inaccesibles es una de las fuentes de deterioro del bosque principalmente debido la agricultura de roza y quema. Información no publicada (Sánchez y Quinteros, comunicación personal) obtenida para analizar el comportamiento del Bosque Denso (inalterado) con relación a la densidad de población a lo largo de la carretera Huanta – San Francisco en el Valle del río Apurímac, se estimaron los efectos que podría ocasionar el incremento de la densidad poblacional como consecuencia de una mayor accesibilidad inducida por el gasoducto. Se trató de un intento similar a los de Forrester y Machlis (1996) de modelar algunos factores humanos que generan pérdida de biodiversidad. Las unidades de muestra (poblados) del análisis se presentan en el cuadro 4-5. Cuadro 4-5 Poblados evaluados carretera Ccano - Aurora Clave 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 Poblado (s) Quinua poblado Osno, Masinga, Acco Challhuamayo Mahuayura, Tapuna Tinkuy Panti Ccano Calicanto, Tutumbaru Machente Limonchayocc Aurora Para cada uno de estos poblados se calculó el tamaño de su población y se analizó el tipo de relación que existe entre esta variable y la cantidad de bosque denso (inalterado) que existe en su vecindad inmediata. El resultado de este análisis se muestra gráficamente en la figura 4-5. Bosque Denso (km2) Figura 4-5 Superficie de Bosque versus incremento de la Población (Ccano – Aurora) Figura 5. Superficie de Bosque Denso vs Población (CcanoAurora) 20,00 15,00 10,00 5,00 0,00 0 200 2 y = -4E-05x + 0,0171x + 13,459 2 R = 0,9761 EIA Gasoducto Camisea - Lima 400 600 800 1000 Población (Individuos) Vol I 4-41 El tramo analizado fue el que va desde Ccano hasta el río Apurímac, pues era el que correspondía a la zona en la que se registraba mayor impacto como consecuencia de la agricultura de roza y quema. Como se evidencia en la figura, existe un buen ajuste entre el tamaño de la población y la cantidad de bosque denso inalterado. Se observó que se pueden alcanzar poblaciones de hasta 400 individuos por cuadrícula de 16 km2 (equivalentes a una densidad de 25 individuos por km2 ) sin que la cantidad de bosque denso disminuya gravemente. Por encima de esta densidad se evidencia un fuerte proceso de degradación del bosque. Por tanto, la información presentada sugiere que la densidad poblacional mencionada es una forma de Límite Aceptable de Cambio que no debe ser superado si no se desea degradar significativamente el bosque original y con ello toda su diversidad. Este límite tendría que marcar un nivel de referencia a emplear en el programa de monitoreo de la integridad del hábitat. 4.2.2 SINTESIS DE LINEA BASE BIOLÓGICA DEL SECTOR SIERRA Para el análisis de la información de la sección Sierra se han empleado el Estado de Conservación de la Vegetación (ECVEG), el Número de Especies Vegetales (SVEG), la Cobertura Vegetal (COBVEG), la Sensibilidad de la Vegetación a las Perturbaciones (SENSVEG), el Número de Especies de Aves (SAV), y la Diversidad de las Aves (HAV). No se han usado ni mamíferos ni reptiles pues dado que sus registros son sensiblemente menores a los de las aves y las plantas, no presentan una imagen clara en la que se puedan reconocer patrones definidos. Las variables biológicas usadas para el análisis en el tramo Sierra se muestran en el cuadro 4-6. En el presente caso se incluyen solo los PM que corresponden a la Sierra propiamente dicha, es decir, sólo lo que son Valles Interandinos y la Puna. La transición a la Selva, se analizó en la sección anterior. Cuadro 4-6 Análisis de componentes para sierra Formación Vegetal ECVEG SVEG Cactáceas columnares 3 15 20 Bosque Seco caducifolio 3 18 60 Matorral de Arbustos Resinosos 2 49 Bosques Ralos perennifolios 2 48 Matorral de Arbustos Espinosos 2 Bosques de Polylepis Pajonal Césped Bofedales Vegetación acuática EIA Gasoducto Camisea - Lima COBVEG SENSVEG SAV HAV 3 15 1,543 3 5 0,639 75 2 10 1,682 40 2,5 22 2,013 13 65 2 15 1,543 1,5 18 40 3 5 1,44 1,5 46 90 1,5 9,33 1,935 2 20 50 2,5 12 2,098 2,5 2 60 2,5 6,67 1,517 2 9 2,5 10,33 1,565 Vol I 4-42 Cabe señalar, sin embargo que a una escala mayor – la subregión definida en términos de Valle Interandino, Puna y Vertiente Occidental – sí es posible reconocer similitudes entre el Número de Formaciones Vegetales, el Número de Especies de Mamíferos y la Diversidad Vegetal Media, como se ve en la figura 4-6. Las relaciones mencionadas pueden alcanzar significación estadística como se muestra en la figura 4-7. Figura 4-6 Formaciones vegetales, diversidad vegetal y N° de Spp mamíferos. Formaciones Vegetales, Diversidad Vegetal y No. de especies de 3 30 2,5 25 2 20 1,5 15 1 10 5 0,5 0 0 Valles Interandinos Puna Vertiente Occidental Spp Mam. No. Form. Veg. H veget. Media Hábitats Figura 4-7 Bits/ind. 35 No. Form. Veget.; No. de especies mamíferos. Sierra. Relación entre diversidad vegetal y spp de mamíferos, sierra. Relación entre la diversidad vegetal y el número de especies de 35 mamaíferos No. de especies de mamíferos. Sierra. 30 25 20 15 10 2 y = 22,448x - 26,903 R2 = 0,927 2,1 2,2 2,3 2,4 2,5 2,6 Diversidad Vegetal (bits/ind) Para el análisis de los datos se calcularon las correlaciones (r de Pearson) entre las diferentes variables mencionadas, las cuales se muestran en el cuadro 4-7. Se han resaltado aquellas correlaciones que alcanzaron significación estadística. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-43 Cuadro 4-7 Correlaciones entre atributos de diversidad y conservación de vegetación y aves en el tramo Sierra. R SECVEG Significación N R SSVEG Significación N R SCOBVEG Significación N R SSENSVEG Significación N R SSAV Significación N R SHAV Significación N SECVEG SSVEG 1,0000 , 10 -0,3646 0,3003 10 -0,4114 0,2712 9 0,5590 0,0930 10 -0,0151 0,9669 10 -0,5872 0,0743 10 -0,3646 0,3003 10 1,0000 , 10 0,4561 0,2172 9 -0,5549 0,0959 10 0,2888 0,4184 10 0,4549 0,1865 10 SCOBVEG SSENSVEG -0,4114 0,2712 9 0,4561 0,2172 9 1,0000 , 9 -0,8222 0,0065 9 -0,3345 0,3790 9 0,0454 0,9076 9 0,5590 0,0930 10 -0,5549 0,0959 10 -0,8222 0,0065 9 1,0000 , 10 -0,1620 0,6547 10 -0,5131 0,1293 10 SSAV SHAV -0,0151 0,9669 10 0,2888 0,4184 10 -0,3345 0,3790 9 -0,1620 0,6547 10 1,0000 , 10 0,5717 0,0842 10 -0,5872 0,0743 10 0,4549 0,1865 10 0,0454 0,9076 9 -0,5131 0,1293 10 0,5717 0,0842 10 1,0000 , 10 El análisis de las correlaciones simples sólo muestra significación estadística para la relación inversa entre Sensibilidad de la Vegetación y la Cobertura Vegetal, aspecto que tiene sentido puesto que informa que las zonas con mayor cobertura vegetal son menos sensibles a las perturbaciones. El análisis de componentes principales para esta información (figura 4-8) indica la relación directa entre cobertura vegetal y diversidad de aves y plantas, y la relación inversa entre estas diversidades y la sensibilidad de la vegetación a la perturbación y su estado de conservación. Por tanto, la conservación de la vegetación asegura la conservación del resto de la biodiversidad. El componente principal 1 de la figura mencionada muestra a su derecha espacios con alta diversidad de sus componentes bióticos y a su izquierda espacios con alta sensibilidad a las perturbaciones. Si se sitúan a las formaciones vegetales en este mismo componente como se hace en la figura 4-9, es posible identificar las formaciones que requieren mayor cuidado. En términos de biodiversidad alta y escasa sensibilidad podemos ubicar al Bosque Ralo Perennifolio, el Césped de Puna, el Matorral de Arbustos Espinosos, el Matorral de Arbustos Resinosos y el Pajonal de Puna. Como formaciones poco diversas y altamente sensibles se tiene a las Cactáceas Columnares, el Bosque Seco Caducifolio, los Bosques de Polylepis y en menor medida a los Bofedales. Son estas las formaciones, por tanto que tienen que ser especialmente cuidadas desde el punto de vista de biodiversidad y sensibilidad de conjunto. Las áreas de cultivo no son consideradas al ser áreas de sensibilidad menor. El cuadro 4-8 muestra las categorías de sensibilidad generadas para este sector. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-44 Figura 4-8 Atributos de diversidad y sensibilidad de plantas y aves. Sierra. Atributos de diversidad y sensibilidad de plantas y aves. Sector Sierra. 1 CP 2 ECVEG -0,8 HAV 0,5 SENSVEG -1 SAV SVEG 0 -0,6 -0,4 -0,2 0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 -0,5 COBVEG -1 CP 1 Figura 4-9 Atributos de diversidad y conservación de plantas y aves Atributos de diversidad y conservación de plantas y aves por Formaciones vegetales. Sector Sierra. 2 Cactáceas columnares 1,5 Bosque Ralo Perennifolio 1 CP 2 0,5 -2 -1,5 B. Polylepis -1 -0,5 Bosque Seco Caducifolio 0 Cesped Puna M. Arbustos espinosos -0,5 0 Bofedales -1 -1,5 0,5 1 Matorral Arbustos Resinosos 1,5 2 Pajonal Puna CP 1 EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-45 Sensibilidad por tipo de vegetación en el sector sierra SUB SECTOR TIPO DE VEGETACIÓN SENSIBILIDAD Asociación de cactáceas columnares alta Bosque seco caducifolio alta VERTIENTE OCCIDENTAL ZONA ALTOANDINA O PUNA VALLES INTERANDINOS Cuadro 4-8 4.2.3 Bosques Ralos Perennifolios Matorral de Arbustos Espinosos Matorral de Arbustos Resinosos Relictos de Bosque de Polylepis media a alta media media alta Césped de Puna media a alta Humedales Altoandinos (Occonales o Bofedales) media a alta Vegetación Acuática media a alta Pajonal de Puna media a baja Asociación de Cactáceas Columnares y Arbustos Afilos Matorral de Arbustos Espinosos Matorral con dominancia de Lupinus alta media media EXPLICACIÓN Diversidad intermedia, particularidad del ecosistema, presencia de especies endémicas y protegidas, buen estado de conservación Diversidad intermedia, particularidad del ecosistema, presencia de especies endémicas y protegidas, buen estado de conservación Diversidad baja, presencia de especies endémicas, estado de conservación intermedio Diversidad baja, presencia de especies endémicas, estado de conservación intermedio Diversidad baja, presencia de especies endémicas, estado intermedio de conservación Diversidad baja, particularidad de ecosistema, presencia de especies endémicas, estado de conservación intermedio Diversidad intermedia, presencia de especies endémicas, estado deºº conservación intermedio Diversidad intermedia, no especies endémicas, presencia de especies útiles, estado de conservación intermedio a malo (por sobrepastoreo) y en algunas zonas bueno Diversidad baja, ecosistemas particulares, presencia de especies poco conocidas, estado de conservación intermedio Diversidad intermedia, presencia de especies útiles, estado de conservación intermedio a malo Diversidad intermedia, particularidad del ecosistema, presencia de endemismos y especies protegidas, estado de conservación intermedio Diversidad intermedia, presencia de endemismos, estado de conservación intermedio Diversidad intermedia, presencia de endemismos, estado de conservación intermedio a malo SINTESIS DE LINEA BASE BIOLÓGICA DEL SECTOR COSTA Los atributos de cada uno de los taxa estudiados se han resumido en las variables que se muestran en el Cuadro 4-9. Las variables incluyen el Estado de Conservación de la Vegetación (ECVEG), la Diversidad de la Vegetación (HVEG), el Número de Especies Vegetales (SVEG), la Cobertura Vegetal (COBVEG), la Sensibilidad de cada tipo de Vegetación (SENSVEG), la Diversidad de Aves (HAV), el Número de Especies de Aves (SAV), el Número de Especies de Mamíferos (SMAM) y el Número de Especies de Reptiles (SREP). Esta información está ordenada para cada uno de los tipos de Formación Vegetal que han sido identificados y mapeados. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-46 Las variables señaladas han sido seleccionadas porque proveen información cuantitativa aún cuando en algunos casos se expresan en una escala ordinal del tipo Alto, Medio y Bajo. Con estas variables se han calculado los coeficientes de correlación simple, empleando el coeficiente de correlación de Pearson; los cuales se muestran en el cuadro 4-10. Se han resaltado aquellas correlaciones que alcanzaron significación estadística. Cuadro 4-9 Atributos de diversidad, estado de conservación y sensibilidad de plantas, aves, mamíferos y reptiles para el tramo Costa. ECVEG HVEG Tillandsiales 3 0 6 22,5 Monte Ribereño y Cultivos 1 1,2 94 Cactáceas columnares 2 2,01 Vegetación hidromórfica 2 1,78 Formación Vegetal SVEG COBVEG SENSVEG HAV SAV SMAM SREP 1 0,36 3 1 1 45,5 1 2,158 20 5,25 0,67 10 10 2 0 1 7 2 10 100 3 2,31 15 1 Cuadro 4-10 Correlaciones (coeficiente r de Pearson) entre las variables biológicas del tramo Costa. R ECVEG Sig. (2-tailed) N R HVEG Sig. (2-tailed) N R SVEG Significación N R COBVEG Significación N R SENSVEG Significación N R HAV Significación N R SAV Significación N R Significación SMAM N R SEP Significación N ECVEG HVEG SVEG COBVEG SENSVEG HAV SAV SMAM SEP 1,0000 , 5 -0,0347 0,9558 5 -0,8240 0,0863 5 -0,4372 0,4616 5 0,0000 1,0000 5 -0,7666 0,1305 5 -0,7531 0,2469 4 -0,8710 0,3270 3 -0,8206 0,1794 4 -0,0347 0,9558 5 1,0000 , 5 -0,5012 0,3896 5 -0,8595 0,0619 5 0,3573 0,5549 5 -0,0980 0,8754 5 -0,2382 0,7618 4 -0,4443 0,7069 3 -0,5297 0,4703 4 -0,8240 0,0863 5 -0,5012 0,3896 5 1,0000 , 5 0,8544 0,0652 5 -0,3686 0,5415 5 0,8182 0,0905 5 0,7521 0,2479 4 0,9995 0,0193 3 0,9992 0,0008 4 -0,4372 0,4616 5 -0,8595 0,0619 5 0,8544 0,0652 5 1,0000 , 5 -0,4103 0,4927 5 0,5614 0,3247 5 0,6715 0,3285 4 0,8707 0,3273 3 0,8841 0,1159 4 0,0000 1,0000 5 0,3573 0,5549 5 -0,3686 0,5415 5 -0,4103 0,4927 5 1,0000 , 5 -0,5346 0,3533 5 0,0661 0,9339 4 -0,4913 0,6730 3 -0,5222 0,4778 4 -0,7666 0,1305 5 -0,0980 0,8754 5 0,8182 0,0905 5 0,5614 0,3247 5 -0,5346 0,3533 5 1,0000 , 5 0,8035 0,1965 4 0,9997 0,0156 3 0,9943 0,0057 4 -0,7531 0,2469 4 -0,2382 0,7618 4 0,7521 0,2479 4 0,6715 0,3285 4 0,0661 0,9339 4 0,8035 0,1965 4 1,0000 , 4 0,9944 0,0674 3 0,7356 0,2644 4 -0,8710 0,3270 3 -0,4443 0,7069 3 0,9995 0,0193 3 0,8707 0,3273 3 -0,4913 0,6730 3 0,9997 0,0156 3 0,9944 0,0674 3 1,0000 , 3 1,0000 0,0021 3 -0,8206 0,1794 4 -0,5297 0,4703 4 0,9992 0,0008 4 0,8841 0,1159 4 -0,5222 0,4778 4 0,9943 0,0057 4 0,7356 0,2644 4 1,0000 0,0021 3 1,0000 , 4 N: Número de pares de datos en la correlación Sig.: Significación estadística. Se han resaltado las correlaciones que alcanzan significación r: coeficiente de correlación de Pearson. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-47 Como se puede ver, existe correlación entre el número de especies de mamíferos (SMAM) y de reptiles (SREP) y la diversidad de aves (HAV) y el número de especies vegetales (SVEG). Esto sugiere similitud de patrones de diversidad entre estos grupos y al mismo tiempo indica una dependencia de las aves, mamíferos y reptiles de la diversidad vegetal de cada formación. Esto último tiene sentido si se recuerda el rol formador de hábitats que tiene la vegetación para el resto de miembros de la comunidad biótica. Resulta claro entonces que es mediante la conservación de la vegetación que se puede garantizar la conservación del resto de la diversidad biológica. El análisis de componentes principales de esta información (figura 4-10) permite evaluar de modo conjunto las relaciones que entre variables. Figura 4-10 Variables de diversidad y conservación de plantas aves y reptiles Variables de diversidad y conservación de plantas, aves, mamíferos y reptiles en el sector Costa. Componente Princiapl 2 1 SENSVEG HVEG 0,8 0,6 0,4 HAV SREP 0,2 0 -1 -0,8 -0,6 ECVEG -0,4 -0,2 -0,2 0 -0,4 0,2 0,4 -0,6 0,6 0,8 SVEG SMAM SAV 1 1,2 COBVEG -0,8 Componente Principal 1 Resulta interesante comprobar que los números de especies vegetales, de aves y su diversidad, de mamíferos y de reptiles, están asociadas en el componente principal 1 a una mayor cobertura vegetal y a una menor sensibilidad de la vegetación a las perturbaciones. En el componente principal 2 es de resaltar que la diversidad vegetal y la sensibilidad de la vegetación están directamente asociadas, es decir, Formaciones Vegetales con mayor diversidad son al mismo tiempo las más sensibles a la perturbación. Una lectura global de las correlaciones y del análisis de componentes principales muestra que en general la conservación del componente vegetal asegura la conservación del resto de la biodiversidad de la zona pero al mismo tiempo mientras más diversas son las zonas mayor sensibilidad a las perturbaciones exhiben. Esto tiene que tenerse en cuenta para el Plan de Manejo Ambiental especialmente para prevenir la alteración de zonas muy diversas. El cuadro 4-11 presenta las zonas en las que el análisis de los diferentes taxa mostró como más sensibles. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-48 Cuadro 4-11 Sensibilidad de las unidades de vegetación sector costa Unidades de Vegetación Sensibilidad Vegetación hidromórfica y Gramadales Alta Cactáceas Columnares y Arbustos Áfilos Alta Desierto con Tillandsiales Media Monte Ribereño Menor 4.2.4 Descripción Probable presencia de especies migratorias, no endémicas, cuerpos de agua sensibles a alteración cobertura amplia (100%) Presencia de Endemismos, pero baja cobertura Cobertura (hasta 40%), capta la humedad por sus hojas No hay endemismos, alteración antrópica presente. MAPA DE SENSIBILIDAD BIOLÓGICA El mapa de sensibilidad biológica (mapa 4-2) expresa los conceptos y categorías desarrollados en las secciones anteriores. Como se ha expuesto, las categorías definidas son alta, media y baja. Esta última categoría incorpora incluso conceptos de sensibilidad nula, dado un nivel de afectación o intervención antrópica en la zona. Bajo este criterio, por ejemplo, algunos bofedales de sierra son incluidos como áreas de baja sensibilidad por el nivel de degradación por un aprovechamiento excesivo, aún cuando como bofedales deberían tener alta sensibilidad. Como criterios complementarios se han tomado en cuenta la existencia de Áreas Naturales Protegidas y de las Zonas de Protección Ecológica, categorizadas por el Estado. La sensibilidad biológica se define de la siguiente forma: Alta: Esta categoría incluye ambientes (formaciones o unidades vegetales) de alta diversidad y que albergan especies endémicas o amenazadas de por lo menos 2 taxas. No tienen un nivel de intervención antrópica o este es ínfimo. Aquí se incluyen las áreas protegidas y los cuerpos de agua con sus áreas ribereñas (el mapa señala como sensibles los cuerpos de agua). Media: Incluye áreas donde se encuentra una media a baja diversidad de especies, pero cuenta con la presencia de especies endémicas. Incluye áreas consideradas como sensibles pero que por su nivel de intervención humana han perdido sus valores de diversidad. Baja: Esta categoría incluye las áreas de baja diversidad o que no alberga especies endémicas. Asimismo, tiene en cuenta los niveles de alteración por actividades humanas en la zona. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-49 4.3 SINTESIS DE LINEA BASE ARQUEOLÓGICA Debido a la magnitud del gasoducto, para planificar el adecuado manejo del patrimonio arqueológico en las zonas de desarrollo del proyecto, se requirió de una primera etapa de investigación arqueológica, que tenía como principal objetivo la identificación de zonas generales de riesgo, lo que definirá una estrategia que permita mitigar los posibles impactos sobre el patrimonio cultural de la Nación. 4.3.1 SINTESIS DE LINEA BASE ARQUEOLÓGICA DEL SECTOR SELVA Debido a que aún no se puede acceder a todo el trazo del gasoducto, y por lo difícil que es el recorrido en este tramo, la investigación arqueológica tiene aquí una metodología de trabajo diferente a la de Costa y Sierra. El trabajo de campo en la determinación de zonas de riesgo se hace mediante la inspección de zonas de muestreo, a la mayoría de las cuales sólo se accede por helicóptero. Un tramo que fue abierto como trocha se ha recorrido a pie desde el río Apurímac. En Selva las zonas arqueológicas identificadas no han sido tan numerosas como en Sierra y Costa, en parte por las enormes dificultades geográficas que imponía a los antiguos pobladores vivir en esta zona, y en parte porque los procesos erosivos y destructivos de los sitios arqueológicos son más fuertes en la selva, lo que imposibilita ver fácilmente evidencias superficiales de actividad humana prehispánica. No se dispone de mayor información de los periodos a los que corresponden los restos arqueológicos encontrados debido a que esta zona no tiene antecedentes de investigación arqueológica. En términos de manejo comparativo con material arqueológico e investigaciones de zonas aledañas se supone que parte de la cerámica encontrada corresponde a periodos prehispánicos tardíos (1000 -1500 d.C.) e incluso también a la época colonial ó republicana. La determinación de las culturas prehispánicas que son representativas de la zona y su correlación con los desarrollos prehispánicos aledaños deberá efectuarse con mayor detalle en los proyectos de evaluación que se ejecutarán mas adelante. El estado de conservación de los sitios registrados es muy pobre debido a la gran fuerza de los procesos erosivos en selva; las evidencias registradas en superficie en su mayor parte corresponden a fragmentos que pudieron corresponder a piezas más grandes que se quebraron por la humedad y luego erosionadas por las continuas lluvias y procesos de movimientos de tierras superficiales, lo que hace pensar que incluso pueden ser depósitos secundarios. 4.3.2 SINTESIS DE LINEA BASE ARQUEOLÓGICA DEL SECTOR SIERRA Para el caso del tramo de sierra como en la costa el recorrido de la faja se ha planificado en sectores de longitud variable según las características del terreno y la densidad de los sitios encontrados en referencias bibliográficas. El recorrido en la mayor parte del trazo se efectúa a pie cuando se presenta una zona con alta densidad de sitios arqueológicos; en zonas con baja probabilidad una parte del recorrido se inspecciona con camioneta. Los sitios ubicados son EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-50 registrados con sus datos y características generales como: Coordenadas UTM (WGS84), dimensiones probables, acceso, antigüedad estimada, rasgos principales etc., además en caso de ser necesario se hace un croquis del sitio y se toman fotos. En algunos casos por su inaccesibilidad la evaluación del potencial arqueológico se hizo cruzando referencias bibliográficas de investigaciones en la zona y análisis de fotos aéreas y satelitales. El registro de las evidencias arqueológicas en el trazo del gaseoducto tiene de esta forma dos productos principales: una relación de sitios arqueológicos ubicados dentro o muy cerca de la faja de estudios, y una identificación general de las zonas por donde pasa el gasoducto en términos de riesgo de impacto. Es posible que una buena parte de los sitios ubicados, que corresponden a pequeños refugios de pastores y corrales puedan corresponder a la colonia o la república; sin embargo se ha creído necesario su identificación preventiva como arqueológicos hasta la determinación de su condición en las siguientes etapas de evaluación. Varios de los sitios registrados corresponden a periodos tardíos que en esta zona serían de la cultura Chanca (1100 d.C. –1460 d.C.) ó Inca (1460 d.C. – 1533 d.C.); es posible que alguno de los sitios identificados tengan evidencias del horizonte medio (550 – 900 d.C.) debido a la cercanía de la zona del trazo al valle de Ayacucho, núcleo principal del imperio Huari. En la Sierra es posible que buena parte de los sitios tengan ocupaciones de varios periodos, y que el registro arqueológico incluso pueda ser profundo y extenso. El estado de conservación de los sitios es variable, en general varía de regular a muy malo con algunas excepciones. En Sierra como en los otros tramos la conservación de los sitios tardíos es mejor que la de los sitios más tempranos a los que incluso se superponen. 4.3.3 SINTESIS DE LINEA BASE ARQUEOLÓGICA DEL SECTOR COSTA Para el caso del tramo de costa el recorrido del derecho de vía se ha planificado en sectores de longitud variable según las características del terreno y la densidad de los sitios encontrados en referencias bibliográficas. El recorrido en la mayor parte del trazo se efectúa a pie cuando se presenta una zona con alta densidad de sitios arqueológicos, en zonas con baja probabilidad una parte del recorrido se inspecciona con camioneta. Los sitios ubicados son registrados con sus datos y características generales como: Coordenadas UTM (WGS84), dimensiones probables, acceso, antigüedad estimada, rasgos principales etc., además en caso de ser necesario se hace un croquis del sitio y se toman fotos. El registro de las evidencias arqueológicas en el trazo del gasoducto tiene de esta forma dos productos principales: una relación de sitios arqueológicos ubicados dentro o muy cerca de la faja de estudios, y una identificación general de las zonas por donde pasa el gasoducto en términos de riesgo de impacto. La evidencia arqueológica registrada en el trazo del gasoducto muestra una variada actividad humana en tiempos prehispánicos. La evidencia encontrada y referida en la bibliografía varía, siendo estos conchales de diverso tamaño, terrazas de cultivo, cementerios, templos, grandes complejos arquitectónicos, corrales, poblados, viviendas aisladas etc. Las evidencias encontradas en general pertenecen a varios periodos prehispánicos; así por ejemplo los restos en torno al sitio de Paloma tienen una antigüedad de 4500 a.C. y en el otro EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-51 extremo los sitios de Cerro Azul y Tambo Colorado deben corresponder al 1500 d.C., es decir unos 6000 años de diferencia. Una buena parte de los sitios corresponde al periodo Intermedio tardío (1100-1400 d.C.) siendo el más grande registrado en el trazo el de “Los Huacones” en el valle de Cañete. Para el Horizonte tardío los sitios más importantes ubicados dentro de la franja de estudio son Cerro Azul y Tambo Colorado. Los demás periodos también están representados aunque con pocos sitios. El estado de conservación de los sitios registrados en la costa varía según diversos factores como: medio ambiente como en “Paredones” Valle de Asia, saqueo por parte de huaqueros como en el sitio 47 valle de Pisco, destrucción de sitios por obras públicas como en el caso de Tambo Colorado, factores inherentes a la degradación de materiales por su antigüedad como en el caso de “El Gentil” en Chincha. De esta forma algunos sitios están muy bien conservados y de otros los restos superficiales revelan poco acerca de sus características reales. 4.3.4 MAPA DE RIESGO ARQUEOLÓGICO Los mapas 2.10-1, 3.10-1 y 4.10-1 presentan las ubicaciones de los restos arqueológicos y el nivel de riesgo de encontrar restos arqueológicos en el trazo del ducto. La significación de los colores es la siguiente: Rojo: Zonas con sitios arqueológicos ubicados, los cuales consideran su entorno inmediato dentro de los perímetros dibujados. Son zonas donde el impacto de construcción del gasoducto y obras complementarias sería directo e irreversible para los sitios. En el registro de campo se han ubicado varios sitios que tendrán impacto directo con el actual trazo de gasoducto se recomienda una completa evaluación de estos sitios, su delimitación y modificación del trazo. En general, para la sierra y costa, las zonas de mayor riesgo se ubican en los límites de los márgenes de tierras de cultivo de los valles y en algunas zonas dentro de los mismos. Naranja: Son zonas aledañas a sitios arqueológicos ya ubicados, o zonas que por sus condicio nes geográficas y ambientales favorables para la ocupación humana podría tener restos arqueológicos en el subsuelo que no sean visibles en superficie. Debido a que muchos sitios antiguos en la sierra por lo general son cubiertos por deslizamientos de conos gravitativos y aluviónicos, no se puede ver evidencias de ocupación humana en superficie, sin embargo por el análisis de la habitabilidad y los recursos del lugar se han demarcado estas zonas para proceder con cautela y realizar las evaluaciones necesaria s que determinen si existen o no restos en subsuelo. También corresponden a zonas aledañas a los valles y cerca de promontorios rocosos en la línea de costa. Verde: Son las zonas del trazo donde no se encontraron reportes en la bibliografía de sitios arqueológicos; zonas donde la inspección de campo no reportó sitios visibles en superficie; zonas casi inaccesibles donde el análisis de las fotos aéreas no han reportado la existencia de sitios y por último zonas donde las condiciones geográficas hacen poco probable la existencia de restos arqueológicos. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-52 4.4 SÍNTESIS SOCIAL El presente Proyecto atraviesa las 3 regiones naturales del Perú: Costa, Sierra y Selva. Estas regiones presentan marcadas y complejas diferencias sociales, culturales y económicas entre las poblaciones que residen en cada una de ellas. El objetivo del actual estudio de Línea de Base Social es entender la realidad local preexistente al inicio de las actividades del Proyecto para evaluar, si el caso lo amerita, algún impacto negativo o positivo causado por el mismo. A continuación, se perfila las poblaciones directamente impactadas por la realización del Proyecto, según cada zona de estudio, y se precisa algunos resultados importantes de la investigación de campo correspondiente al estudio de Línea de Base Social presentado en el Volumen IIA. 4.4.1 ZONA DE SELVA 4.4.1.1 Perfil de las poblaciones directamente impactadas La zona de selva por donde atravesarán los ductos forma parte de los distritos de Echarati y Quimbiri, localizados en la provincia de La Convención perteneciente al departamento del Cusco. Esta zona está dividida en dos espacios socio-ambientales y culturales claramente delimitados: el Alto Urubamba y el Bajo Urubamba. En ellas habitan y coexisten dos grupos poblacionales cuyos patrones de vida social, económica y cultural son diferentes: nativos machiguengas y colonos. A estos dos grupos podríamos agregar los pueblos indígenas aislados y de reciente contacto Kugapakoris o Nantis. El 78.9% de la población total del distrito de Echarati está conformada por colonos o descendientes de colonos y el 21.9% por nativos. Asimismo, el 71.7% de la población total del distrito de Quimbiri también está compuesta por colonos o descendientes de colonos y el 28.3% por nativos. Si bien la población nativa es minoría, a nivel distrital, en zonas poco pobladas y menos vinculadas a los mercados regionales, como el Bajo Urubamba, constituyen el grupo poblacional predominante. En contraste, en zonas como el Alto Urubamba, con mayor intercambio comercial y facilidades de acceso, los pobladores nativos son minoría. La población nativa pertenece al grupo étnico Machiguenga y habitan el Alto y Bajo Urubamba desde tiempos inmemoriales. Los Machiguengas poseen un idioma propio y viven agrupados en comunidades que están conformadas por familias extensas, las que tienen entre sí vínculos de parentesco que les permite organizarse y coordinar en forma colectiva el uso de la tierra de un área determinada. Su antiguo patrón de asentamiento, que era disperso, ha cambiado hacia uno más nucleado y lineal, ubicando sus viviendas alrededor de una escuela, una misión o aeropuerto. Además, tienen un conjunto de creencias e identidad cultural que fomentan sistemas de ayuda mutua y de reciprocidad, y un uso sostenible de los recursos naturales. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-53 Los machiguengas practican, principalmente, una economía de subsistencia basada en actividades primarias como la agricultura, caza, pesca, recolección y extracción. Los pequeños excedentes que obtienen cumplen un rol eminentemente social ya que son repartidos o intercambiados, principalmente, entre sus pares, lo cual refuerza sus vínculos familiares y de solidaridad grupal. También practican, en forma complementaria, una incipiente agricultura comercial basada en los cultivos de café, cacao, achiote, arroz y maní, cuya producción es vendida o intercambiada por diversos bienes como ropa, utensilios de cocina, herramientas agrícolas, alimentos manufacturados. Los colonos provienen, principalmente, de los departamentos de Cusco, Apurímac, Ayacucho y Puno. Dado su origen campesino, promueven la reproducción de formas de organización comunal en la zona de estudio. Sin embargo, sus organizaciones son poco cohesionadas debido a la procedencia diversa de sus integrantes y las diferencias sociales y económicas entre ellos. A diferencia de los nativos, los colonos practican, fundamentalmente, una agricultura comercial sustentada en el cultivo del café, cacao y achiote que supone un uso intensivo de los recursos naturales de la zona. 4.4.1.2 Resultados de la investigación de campo Migración y colonización La zona de estudio ha recibido diversas oleadas migratorias de colonos a lo largo del siglo XX, que generaron una ocupación desordenada del territorio amazónico, una sobreexplotación de sus recursos naturales, la destrucción del hábitat de las poblaciones nativas y su desplazamiento territorio adentro. Entre los factores de atracción y colonización de las últimas décadas están la presión sobre el recurso tierra en la zona andina y ceja de selva, y la extracción de recursos maderables; como consecuencia del crecimiento demográfico de las poblaciones andinas. Este proceso de colonización fue acelerado por la construcción y mejora de las trochas carrozables de penetración en el Alto Urubamba, (Echarati – Palmareal – Kiteni – Kepashiato y, Kiteni – Ivochote – Pangoa). La presencia de empresas petroleras en la zona de estudio han determinado flujos migratorios de alta intensidad aunque de corta duración, citándose el caso de Sepahua en el Bajo Urubamba en la década del 90, así como la formación de asentamientos rurales de colonos en el Alto Urubamba, caso de la colonización en el río Kepashiari como consecuencia del trazo preliminar de la línea del gasoducto desarrollado por el Consorcio Shell – Mobil entre 1998 – 1999. Uno de los resultados de la investigación fue constatar que los colonos perciben a la ruta de acceso de los ductos como una potencial vía de comunicación que facilitará su ingreso a nuevos territorios e incluso el trasporte de sus productos. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-54 Educación El nivel educativo de los pobladores de la zona de selva es bajo, sin embargo, la investigación de campo permitió detectar diferencias relevantes entre el nivel educativo de los pobladores del Alto Urubamba y el de los pobladores del Bajo Urubamba, siendo ma yor el nivel educativo de los primeros. Esta situación, podría influir en las capacidades de negociación y defensa de derechos que exhiban las diversas poblaciones impactadas ante cualquier agente externo. Salud Los perfiles de morbilidad de las poblaciones impactadas mostraron que las enfermedades de mayor incidencia en la zona de estudio son las del sistema respiratorio, disenterías y gastroenteritis, y traumatismos y envenenamientos a consecuencia de mordedura de víboras. Este grupo de enfermedades son también las principales causas de mortalidad en la zona, aunque las enfermedades respiratorias son la principal causa de mortalidad en el Bajo Urubamba. Asimismo, la enfermedad de la uta (leishmaniasis) afecta indistintamente a las poblaciones del Alto y Bajo Urubamba. En la zona de estudio no se han reportado casos de síndrome de inmuno deficiencia adquirida (sida), dengue ni de malaria falciparum. Por lo tanto, un riesgo potencial sería la aparición de estas enfermedades como consecuencia del inicio de las actividades del proyecto (contacto con foráneos, traslado de diversos equipos y materiales a la zona podrían ser vehículos de transmisión de dichas enfermedades). Asimismo, en la zona del Bajo Urubamba no existen casos de bartelenosis (verruga), a diferencia del Alto Urubamba donde se han reportado casos de personas aquejadas por esta enfermedad. En suma, se puede concluir que el Bajo Urubamba es una zona de mayor vulnerabilidad en cuanto al ingreso de nuevas enfermedades respecto al Alto Urubamba. 4.4.2 4.4.2.1 ZONA DE SIERRA Perfil de las poblaciones directamente impactadas Las poblaciones impactadas por la ruta de los ductos, en la zona de Sierra, residen en áreas rurales de la provincia de Huaytará perteneciente al departamento de Huancavelica y de las provincia s de Cangallo, Huamanga y La Mar pertenecientes al departamento de Ayacucho. Las poblaciones más impactadas por la realización del Proyecto Camisea en la región sur central andina y principal grupo de interés son las comunidades campesinas y los grupos campesinos o pequeños propietarios rurales por cuyos territorios atraviesan los ductos. La comunidad campesina constituye la forma de organización social predominante y de mayor influencia entre las poblaciones rurales campesinas que residen en la zona de estudio. El estamento más importante de la comunidad campesina es la Asamblea Comunal. En segundo orden de importancia está la directiva comunal. Luego, los comités de rondas campesinas que brindan seguridad a las comunidades. Otro estamento importante integrante EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-55 de la comunidad campesina está constituido por los clubes de madres dedicados a administrar los comedores populares subsidiados por el Estado. Los grupos campesinos impactados directamente están conformados por pequeños propietarios rurales beneficiarios de la Reforma Agraria asentados en los distritos de Luis Carranza, Chilcas y Anco, pertenecientes al departamento de Ayacucho. Estos grupos campesinos tienen una estructura organizacional similar a la de las comunidades campesinas, es decir, su máxima instancia de autoridad es la asamblea comunal y también cuentan con directivas comunales, clubes de madres y comités de autodefensa. Incluso poseen tierras de uso colectivo que dedicadas al pastoreo de ganado. En total, la población rural directamente impactada por la ruta de los ductos se estima en 16,000 personas. 4.4.2.2 Resultados de la investigación de campo Educación Se observó durante la investigación de campo que el nivel educativo de la mayoría de niños y adolescentes de las poblaciones rurales ubicadas en la zona de impacto directo de los ductos es bajo. A ello contribuye el hecho que la mayoría de centros educativos con los que cuentan las poblaciones directamente impactadas solamente son de nivel primario. La mayoría de docentes que laboran en las escuelas visitadas son personas mayores que carecen de una formación profesional en pedagogía. Sin embargo, actualmente se hallan cursando estudios de profesionalización educativa, durante las vacaciones escolares, en institutos profesionales de la región. Se constató la precariedad de la infraestructura básica de las escuelas rurales de la zona de estudio. La mayoría de locales escolares ubicados en los centros poblados directamente impactados son de adobe y están techados con tejas y calaminas. La investigación de campo comprobó que uno de los factores que más incide en la deserción escolar existente en las zonas rurales impactadas es la coincidencia y superposición entre el calendario de actividades escolares dictado por el Ministerio de Educación y el calendario de labores agrícolas que los niños y adolescentes están obligados a seguir para contribuir al sustento de sus familias. Las actividades de siembra se realizan entre los meses de octubre y diciembre y las actividades de cosecha entre los meses de abril y junio. Estas actividades demandan mucha mano de obra que las familias campesinas no están en condiciones de contratar y que es proporcionada por los niños y adolescentes, quienes se ven obligados a dejar de asistir a sus centros educativos y se encargan de tareas tales como arrear el ganado a los distantes pastizales de altura para que no estorben ni malogren los sembríos. Salud Sólo 14 de las 48 poblaciones rurales directamente impactadas por el proyecto, en la zona de sierra, cuentan con un centro de salud en sus centros poblados. Además, la presencia del personal de salud en estas áreas rurales es notoriamente escasa. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-56 En general, se comprobó dificultades en el acceso de la mayoría de poblaciones campesinas a centros de salud debido a que se hallan localizados fuera de sus jurisdicciones y no existe una adecuada red vial que facilite el acceso a los mismos. Todo ello acentúa la vulnerabilidad de dichas poblaciones impactadas y acrecienta el riesgo de propagación de enfermedades. Tenencia de la tierra La mayoría de terrenos por los que atravesarán los ductos son zonas eriazas y de pastos naturales, aunque también atraviesan algunas zonas agrícolas. Estos terrenos, en su mayoría, son de propiedad de comunidades campesinas. Los ductos atravesarán una menor extensión de terreno perteneciente a pequeños propietarios rurales. Esto debido a que las comunidades campesinas son propietarias de la mayoría de tierras de cultivo y de pastos naturales de la región sur central andina. Existe una gran cantidad de comunidades campesinas y pequeños propietarios privados que no poseen títulos de propiedad debidamente inscritos que salvaguarden sus derechos sobre los terrenos que poseen. Una de las causas fundamentales que ha impedido a las comunidades campesinas y grupos campesinos formalizar sus derechos de propiedad, ha sido el desconocimiento por parte de sus directivas de los engorrosos y costosos trámites legales. Asimismo, los conflictos intercomunales han impedido la demarcación de límites y linderos, pre-requisito para la formalización de los derechos de propiedad de un bien inmueble. El desmembramiento de las comunidades campesinas y el nacimiento de nuevas comunidades complica aún más la situación de los derechos de propiedad sobre la tierra. También es latente el conflicto entre las comunidades campesinas y ex hacendados que aún poseen algunas propiedades pequeñas y que desean recuperar las tierras que fueron adjudicadas a los campesinos por la Reforma Agraria. Finalmente, otro factor que ha impedido el saneamiento de las propiedades comunales ha sido la destrucción de valiosos documentos comunales a consecuencia de la espiral de violencia política que se vivió en las zonas de estudio en la década de los 80 e inicios del 90. Seguridad La zona de estudio fue escenario, hasta hace algunos años, del accionar del grupo subversivo Sendero Luminoso. Gracias al apoyo y participación de las rondas campesinas en la guerra contrasubversiva, actualmente, dicha zona se halla pacificada a excepción del Valle del Río Apurímac donde aún operan algunos rezagos senderistas. La investigación comprobó el control y vigilancia que ejercen las rondas campesinas en la ruta de los ductos y que están integradas por la población directamente impactada. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-57 4.4.3 4.4.3.1 ZONA DE COSTA Perfil de las poblaciones directamente impactadas Los pobladores directamente impactados por el proyecto son, en su mayoría, pequeños parceleros y agricultores por cuyas propiedades atraviesa la ruta de los ductos. Estos pequeños propietarios privados poseen terrenos de cultivo cuya extensión es menor a 5 hectáreas, en promedio. Generalmente, poseen títulos de propiedad que acreditan sus derechos de propiedad sobre los mismos. Algunos no tienen títulos de propiedad pero sí una posesión clara de sus terrenos. El segundo grupo de interés más importante, por cuyos terrenos pasa la ruta de los ductos, está conformado por agricultores medianos y grandes que son propietarios de terrenos de cultivo de más de 20 hectáreas. Algunos de estos propietarios pertenecen a Asociaciones de Agricultores mientras que otros poseen Empresas Agrícolas o Agroindustriales. Además, exportan parte de su producción agrícola. La extensión total de las tierras afectadas por el paso de los ductos pertenecientes a estos propietarios es menor que la extensión de tierras afectadas pertenecientes a los propietarios pequeños. Sin embargo, la magnitud del impacto económico que ocasionaría el paso de los ductos sería mucho mayor que la que causaría en las tierras de los pequeños propietarios. Esto debido a la diferencia notable en lo que concierne a montos de inversión en las tierras cultivadas y la rentabilidad de los cultivos que serían afectados por el paso de los ductos. Asimismo, la ruta de acceso de los ductos atravesará terrenos de propiedad de las comunidades campesinas de Asia, Cerro Azul, Chilca y Cañete. También dicha ruta atraviesa terrenos de propiedad colectiva pertenecientes a tres cooperativas agrarias (Manco Cápac, Huiracocha y Chilca) y los de la ex Cooperativa Agraria de Producción Santa Bárbara hoy convertida en empresa agrícola. 4.4.3.2 Resultados de la investigación Expansión urbana El paso de la carretera Panamericana, que une los valles entre si y particularmente los conecta a la ciudad de Lima; la construcción de la nueva vía Los Libertadores que penetra hacia la Sierra por el valle del río Pisco; y las inversiones en la instalación de servicios públicos hechas en la última década, están favoreciendo el crecimiento acelerado de las zonas urbanas de esta región. Estas zonas han visto incrementada su población en las últimas décadas, debido en gran parte a la migración de personas provenientes de la sierra desplazadas por la violencia terrorista. Un caso que también merece destacarse es la ocupación del litoral entre Lurín y Cañete, a través del desarrollo de balnearios para la población de clase media alta de Lima. Si la tendencia continúa, es muy probable que en pocos años se consolide una franja continua de alta densidad urbana que una Lima con Cañete. Este fenómeno atrae a su vez a un sector de la población con menos recursos, que puede encontrar trabajo en la construcción de viviendas y EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-58 en la oferta de servicios para la población de estas nuevas zonas residenciales. A fin de poder estar cerca de su fuente de trabajo, esta población se está instalando en las zonas eriazas al borde de la autopista Panamericana, y, al igual que en el primer caso, la dimensión de este proceso podría ser mayor. En concordancia con dicho proceso de expansión urbana, actualmente, cerca del trazo preliminar de los ductos se están consolidando nuevos asentamientos humanos en el distrito de Asia. Se trata de los asentamientos de Santa Cruz de Asia y 9 de Octubre, formados por pobladores provenientes principalmente de Mala. Seguridad El temor a accidentes o daños que puedan sufrir a consecuencia de una explosión o fuga de gas es uno de las principales preocupaciones de la población impactada de la costa con respecto al Proyecto. Infraestructura de riego La investigación de campo mostró la preocupación de los pequeños agricultores por el impacto que pueda causar la construcción de los ductos sobre sus canales de riego y de drenaje, ya que su condición económica les impide el acceso a otra forma de provisión de agua (como por ejemplo a través de pozos), o de mejorar la calidad de las tierras salinas de otra forma además del actual sistema de drenajes con mantenimiento mínimo. Por ello, consideran necesario que la empresa constructora tome las medidas del caso y coordine con las Juntas de Usuarios de Riego y con al Administración Técnica de Riego de cada valle durante la etapa de construcción. Uso del suelo Una de las principales preocupaciones de los agricultores afectados es la duración de las obras del proyecto en sus terrenos y el uso posterior para actividades agrícolas de dicha área afectada, según expresaron en los talleres de diagnóstico rural participativo y las entrevistas realizadas. Otra de las preocupaciones de algunos agricultores es que la ruta de los ductos atraviese y afecte sus terrenos con cultivos permanentes de alto valor comercial. La investigación de campo comprobó que en las zonas eriazas por donde pasa la ruta de los ductos, el suelo se utiliza para las siguientes actividades: granjas avícolas, establos ganaderos, zonas de entrenamiento militar, canteras de materiales de construcción, zonas de manejo de aguas servidas, botaderos de basura y tendidos eléctricos de alta tensión. EIA Gasoducto Camisea - Lima Vol I 4-59